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Traducción al español: Ana Paula Nespolo

Adaptación de figuras y colaboración en la incorporación de estudios de


casos: Carlos Gastón Catalini

Apoyo:

Instituto de Pesquisas Hidráulicas de la Universidade Federal do Rio


Grande do Sul, IHP/UFRGS

Associação Brasileira de Recursos Hídricos, ABRH

Universidad Nacional de Córdoba. Instituto Superior de Recursos Hídricos,


ISRH/SECyT/UNC.

Comité Permanente de los Congresos Nacionales del Agua, Argentina.

Gestión de Inundaciones Urbanas/ Carlos Eduardo Morelli Tucci


1. Drenaje Urbano. 2. Inundaciones. 3. Urbanización

Mayo de 2007

Nota

Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en


que aparecen presentados los datos que contiene no implican, de parte de la
Secretaría de la Organización Meteorológica Mundial, juicio alguno sobre
la condición jurídica de ninguno de lso países, territorios, ciudades o zonas
citados o de sus autoridades, ni respecto de la relimitación de sus fronteras
o límites.

Nota editorial: El presente informe se publica sin la revisión


editorial de la Secretaría d ela OMM. No es una publicación oficial de la
Organización y, por lo tanto, su distribución no implica el respaldo de la
Organización a las ideas en ella expuestas.
CURSO DE

Gestión de
Inundaciones Urbanas
_________________________

Carlos E. M. Tucci
90690-370 Rua Lavradio, 150 cl - Porto Alegre-RS -Brasil
Tel: (051) 33347604 • tucci@portoweb.com.br

Revisión general de la versión hispana


e incorporación de estudios de casos
Juan Carlos Bertoni

Marzo de 2006
PRESENTACIÓN
ste texto fue preparado como base para un curso del mismo
E título dirigido a tomadores de decisión, profesionales de
distintas áreas y conocimientos, que actúan dentro del medio
ambiente urbano como administradores, legisladores, ingenieros,
arquitectos, geólogos, biólogos, entre otros. El objetivo del curso
es presentar una visión integradora de la gestión de las aguas
pluviales urbanas, donde se insertan el drenaje urbano y las
inundaciones ribereñas de las ciudades. El curso no aborda los
aspectos específicos del proyecto, pero trata de abordar los
aspectos estratégicos de la gestión y las interfaces con los distintos
aspectos de aguas urbanas y los demás elementos de planeamiento
y gestión de las ciudades.
Este curso fue dictado inicialmente en Brasil y después en
varias ciudades de América del Sur en cooperación con diversas
entidades nacionales e internacionales, intentando cambiar la
manera insustentable del desarrollo urbano y sus impactos en el
ámbito de las aguas pluviales.
El primer capítulo presenta aspectos generales del
desarrollo urbano y la identificación de los dos tipos principales
de inundaciones: debido a la urbanización (o por el drenaje
urbano) y ribereñas. El segundo capítulo trata de este último tipo
de inundaciones, sus evaluaciones, las medidas de control para la
mitigación de los impactos y su gestión dentro de las ciudades. En
el tercer capítulo se presentan los principales aspectos de la
gestión en el drenaje urbano tales como las estrategias de control
y sus principios y las medidas de control sustentables para
diferentes oportunidades. En el cuarto capítulo se presentan los
distintos aspectos de la gestión integradora en el ambiente urbano,
sus interrelaciones e interfaces. En el quinto capítulo son
presentados los elementos del Plan Urbano de Aguas Pluviales y
su relación con los demás elementos de la infraestructura urbana y
el Plan de la Cuenca Hidrográfica. En el sexto capítulo son
presentados estudios de casos de conflictos y de gestión.
Seguramente el contenido de este texto no abarca todos los
aspectos del tema ya que el mismo es muy amplio y abarca
diferentes realidades económicas, sociales, ambientales y
climáticas, pero muestra cómo incluir soluciones innovadoras
basadas en principios fundamentales del desarrollo sustentable.

Porto Alegre, marzo de 2006


Carlos M. Tucci

2
3
Índice

1. AGUAS URBANAS 8

1.1 Desarrollo urbano ........................................................................ 9


1.1.1 Proceso de urbanización ......................................................... 9
1.1.2 Impactos en la infraestructura urbana .................................. 12
1.1.3 Planeamiento de la infraestructura urbana .......................... 13

1.2 Sistemas hídricos urbanos ...................................................... 15

1.3 Disponibilidad hídrica ............................................................... 16

1.4 Evaluación de los componentes hídricos urbanos ............. 18


1.4.1 Contaminación de los manantiales ....................................... 18
1.4.2 Abastecimiento de agua y saneamiento .............................. 21
1.4.3 Residuos sólidos .................................................................... 24
1.4.4 Escurrimiento pluvial.............................................................. 26
1.4.5 Síntesis del escenario actual................................................. 31

1.5 Enfermedades de vinculación hídrica.................................... 32

1.6 Comparación entre países desarrollados y en vías de


desarrollo .................................................................................... 33

2. GESTIÓN DE INUNDACIONES RIBEREÑAS 40


2.1 Características de las inundaciones ribereñas .................... 40

2.2 Ocupación del espacio urbano e impacto de las


inundaciones .............................................................................. 42

2.3 Evaluación de las crecidas ...................................................... 48


2.3.1 Pronóstico de crecida en tiempo real ................................... 49
2.3.2 Probabilidad o riesgo de inundación..................................... 50

2.4 Medidas de control de las inundaciones ribereñas............. 52

2.5 Medidas estructurales .......................................................... 54


2.5.1 Medidas extensivas: .............................................................. 54
2.5.2 Medidas intensivas................................................................. 56

2.6 Medidas no estructurales .................................................... 63


2.6.1 Sistema de pronóstico y alerta temprana............................. 64
2.6.2 Zonificación de áreas inundables ......................................... 67
2.6.3 Construcción a prueba de crecida ........................................ 77
2.6.4 Seguro de inundación ............................................................ 78

2.7 Evaluación de los perjuicios de las crecidas ....................... 78


2.7.1 Curva nivel-perjuicio .............................................................. 78

4
2.7.2 Método de la curva de perjuicio histórico............................. 80
2.7.3 Ecuación del perjuicio agregado ............................................. 81

3. GESTIÓN DE INUNDACIONES EN EL DRENAJE


URBANO 86

3.1 Impacto del desarrollo urbano en el ciclo hidrológico ....... 86

3.2 Impacto Ambiental sobre el ecosistema acuático............... 89

3.3 Gestión del macrodrenaje, impactos generados ................. 97


3.3.1 Gestión del drenaje urbano................................................... 97
3.3.2 Gestión inadecuada de áreas ribereñas en combinación con
el drenaje urbano ................................................................... 99

3.4 Principios de la gestión sustentable.................................... 101

3.5 Tipos de Medidas de Control................................................. 103


3.5.1 Medidas de control distribuido ............................................ 104
3.5.2 Medidas de control en el microdrenaje y macrodrenaje ... 116
3.5.3 Compatibilización con los sistemas – escurrimiento sanitario
122
3.5.4 Planeamiento en el control del macrodrenaje ................... 123

4. GESTIÓN INTEGRADA DE AGUAS URBANAS 132

4.1 Fases de la gestión ................................................................. 134

4.2 La visión del desarrollo urbano integrado y sustentable. 136


4.2.1 Visión integrada del ambiente urbano................................ 136
4.2.2 Aspectos Institucionales:..................................................... 140

4.3 Gestión urbana y de la cuenca hidrográfica....................... 143

5. PLAN DE AGUAS PLUVIALES 150


5.1 Interfaces entre los Planes .................................................... 150
5.1.1 Gestión ................................................................................. 150
5.1.2 Saneamiento y drenaje urbano........................................... 151
5.1.3 Drenaje urbano, erosión y residuos sólidos....................... 152
5.1.4 Recuperación ambiental...................................................... 152

5.2 Estructura ................................................................................. 153


5.2.1 Principios .............................................................................. 154
5.2.2 Objetivos del Plan ................................................................ 156
5.2.3 Estrategias............................................................................ 157
5.2.4 Escenarios............................................................................ 158

5.3 Medidas ..................................................................................... 159


5.3.1 Medidas no-estructurales .................................................... 159

5
5.3.2 Medidas estructurales..........................................................160

5.4 Productos ..................................................................................176

5.5 Programas .................................................................................177


5.5.1 Programa de Monitoreo .......................................................177
5.5.2 Estudios complementarios ..................................................181

6. ESTUDIOS DE CASOS 190

6.1 Inundaciones urbanas en Brasil ...........................................190


6.1.1 Inundaciones ribereñas en Estrela (RS) Brasil ..................191
6.1.2 Inundaciones ribereñas y generación energetica en União
da Vitória /Porto União - Brasil............................................192
6.1.3 Gestión de las inundaciones en la Región Metropolitana de
Curitiba - Brasil.....................................................................198
6.1.4 Gestión de inundaciones en Porto Alegre..........................202
6.1.5 Plan de aguas pluviales de Brasil .......................................207
6.1.6 Regulación del control externo a la ciudad ........................210

6.2 Inundaciones urbanas en Argentina ....................................215


6.2.2 Inundaciones en la ciudad de Buenos Aires, Argentina....216
6.2.3 Inundaciones en la ciudad de Córdoba, Argentina............223
6.2.4 Gestión del drenaje pluvial en la Red de Accesos a Córdoba
(RAC) ....................................................................................230
6.2.5 Inundación ribereña de la ciudad de Santa Fe, Argentina 236
6.2.6 Inundación de la ciudad de Trelew, Argentina...................247
6.2.7 Inundación repentina en San Carlos Minas, Argentina.....252
6.2.8 Soluciones encaradas .........................................................254
6.2.9 Inundación lacuste en Villa Carlos Paz, Argentina ............258

6.3 Inundaciones urbanas en Centro América..........................266


6.3.1 Inundaciones urbanas en el Área Metropolitana de San
Salvador................................................................................266
6.3.2 Inundaciones urbanas asociada a la tormenta tropical “Stan”
(2005)....................................................................................267
6.3.3 Ensayo de dispositivos de regulación: caso de la
urbanización Residencial Paso Fresco ..............................271
6.3.4 Red de Micro Presas de Managua, Nicaragua ..................278
ANEXO A 285
ANEXO B 293
ANEXO C 303
ANEXO D 309

6
7
1. Aguas Urbanas
Visión integradora de los aspectos de la infraestructura que
posee relación con las inundaciones urbanas

desarrollo urbano se ha acelerado en la segunda mitad del


El siglo XX con gran concentración de población en
pequeños espacios, impactando en el ecosistema terrestre y
acuático y en la propia población a través de inundaciones,
enfermedades y pérdida de calidad de vida. Este proceso ocurre
debido la falta de control del espacio urbano que produce efectos
directos sobre la infraestructura del agua: abastecimiento, sistema
sanitario, drenaje urbano e inundaciones ribereñas y residuos
sólidos.
En este capítulo son presentados los principales procesos
que integran el conjunto de la sustentabilidad hídrica urbana y las
interrelaciones de la gestión de este conjunto de infraestructura.
Además son presentados los aspectos principales de la
urbanización y ocupación del uso del suelo y se realiza una
caracterización de los principales elementos de la infraestructura
de aguas urbanas: abastecimiento de agua, sistema sanitario,
residuos sólidos y aguas pluviales y los aspectos de la salud.

8
1.1 Desarrollo urbano
1.1.1 Proceso de urbanización
El crecimiento urbano en los países en desarrollo ha sido
realizado de manera insustentable con deterioro de la calidad de
vida y del medio ambiente. Este proceso es todavía más
significativo en América Latina donde 77% de la población es
urbana (47,2% a nivel mundial). Existen 44 ciudades en América
Latina con población superior a 1 millón de habitantes (de un total
de 388 ciudades del mundo, UN, 2003). Cerca de 16 mega-
ciudades (superiores a 10 millones de habitantes) se formaron en
el fin del Siglo XX, lo que representa 4% de la población mundial,
y por lo menos cuatro de estas ciudades están en América Latina
(Tabla 1.1), lo cual representa más del 10% de la población de la
región.
El crecimiento urbano ocurrido en países en desarrollo ha
sido significativo desde la década de los 70. En los países
desarrollados el crecimiento de la población se estacionó y tiende
a disminuir ya que la tasa de natalidad es inferior a 2,1 hijos por
matrimonio, manteniéndose así la población estable. La
recuperación o el mantenimiento de la población actual ocurre
solamente a través de la migración controlada. En los países en
desarrollo el crecimiento es aún muy importante y la proyección
de las Naciones Unidas es que la estabilización de la población
ocurrirá solamente en el año 2150. La urbanización es un proceso
que ocurre a nivel mundial con diferencias entre los continentes.
En América Latina la urbanización ha sido alta con la
transferencia de la población rural hacia las ciudades. Este
proceso tiende a medio plazo estabilizar el crecimiento
demográfico. Se presume que cerca del año 2010 existirán 60
ciudades con más de 5 millones de habitantes, y la mayoría de
éstas estarán ubicadas en los países en desarrollo. En la tabla 1.1
se puede observar las ciudades más pobladas del mundo y de
América Latina.
La tasa de crecimiento de la población de América Latina
y el Caribe variaron de 2,1% en los primeros cinco años de la
década de los 80 para 1,5% en los primeros cinco años del nuevo
milenio y la tendencia es de 1,2 para el año 2015. Esto es el
reflejo del proceso de urbanización que tiende a reducir la tasa de
crecimiento habitacional.

Tabla 1.1. Mayores ciudades a nivel mundial y de América Latina (UN, 2003)
Mayores a nivel mundial Mayores ciudades de América

9
Latina
Población Población
Ciudad Millones Ciudad Millones
Tokio 26,44 Ciudad de México 17,8
Ciudad de México 18,07 San Pablo 16,3
San Pablo 17,96 Buenos Aires 12,02
Bombai 16,09 Rio de Janeiro 10,65
Los Ángeles 13,21 Lima 7,44
Calcuta 13,06 Bogotá 6,77
Shangai 12,89 Santiago de Chile 5,47
Daka 12,52 Belo Horizonte 4,22
Deli 12,44 Porto Alegre 3,76

En la Figura 1.1 se presenta la proporción del crecimiento


de la urbanización observado en los países de América Latina y su
proyección. Se puede observar que América del Sur y México se
encuentran por encima del 70% de urbanización, mientras que
América Central todavía está cerca del 50%.

90%
80%
70%
% Población Urbana

60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015
años

América del Sur América Central México

Figura 1.1. Urbanización en países de América Latina

Por lo tanto, es posible que los problemas enfrentados por


los países de América del Sur y México puedan reproducirse en
América Central a medida que la tendencia de urbanización
ocurra. Toda la región a mediados de 2015 tendrá una proporción
total de 80,7% de población urbana, principalmente debido a los
países más poblados que están con tasas mayores de urbanización.
En la Tabla 1.2 son presentados algunos de los países de
América Latina por orden de población y su urbanización en el
año 2000. En la Figura 1.2 se puede observar la relación entre la
urbanización y la población de estos países. Se observan dos
tendencias para los países de menor población, una para los países
de mayor renta per capita, que poseen altas tasas de población
10
urbana y otra de los países de renta menor, que poseen menor
población urbana.

Tabla 1.2. Población y urbanización en algunos países de América Latina


(Cepal, 2002)
País Población Población urbana
1000 habitantes %
Brasil 172.891 79,9
México 98.881 75,4
Colombia 43.070 74,5
Argentina 37.032 89,6
Perú 25.939 72,3
Venezuela 24.170 87,4
Chile 15.402 85,7
Ecuador 12.879 62,7
Guatemala 11.385 39,4
Bolivia 8.516 64,6
Honduras 6.485 48,2
El Salvador 6.397 55,2
Paraguay 5.496 56,1
Nicaragua 5.071 53,9
Costa Rica 4.112 50,4
Uruguay 3.337 92,6
Panamá 2.856 55,7
Total / promedio 483.919 76,14

100%
% de Población Urbana

80%

60%

40%

20%

0%
1000 10000 100000 1000000
1000, habitantes

América Central América del Sur y México

Figura 1.2. Relación entre población y población urbana.

11
1.1.2 Impactos en la infraestructura urbana
Los principales problemas relacionados con la
infraestructura y la urbanización en los países en desarrollo, con
especial destaque para América Latina son:
• Gran concentración de población en pequeñas áreas,
con deficiencia en el sistema de transporte, falta de
abastecimiento y saneamiento, aire y agua
contaminados, además de las inundaciones. Estas
condiciones ambientales inadecuadas son las
principales limitaciones a su desarrollo porque
reducen las condiciones de salud y la calidad de
vida de la población y producen serios impactos
ambientales;
• Aumento de la periferia de las ciudades de manera
descontrolada por el éxodo rural que migra hacia las
grandes ciudades en búsqueda de empleo. Estos barrios
generalmente están desprovistos de seguridad, de
infraestructura tradicional de agua, cloacas, drenaje,
transporte y colecta de residuos sólidos y son
dominados por grupos de delincuentes generalmente
ligados al tráfico de drogas.
• La urbanización es espontánea y el planeamiento
urbano es realizado en la ciudad ocupada por
población de renta media y alta. Sin haber un
planeamiento del espacio, la ocupación ocurre sobre
áreas de riesgo de inundaciones y de deslizamientos,
con frecuentes muertes durante el período de lluvias.
Sólo en el mes de enero de 2004, 84 personas
murieron en Brasil debido a eventos relacionados
con inundaciones. Parte importante de la
población vive en algún tipo de villa de
emergencia. Por lo tanto, existe la ciudad formal y
la ciudad informal. La gestión urbana
generalmente abarca sólo la primera, o sea, la
ciudad formal.
Los problemas de urbanización ocurren por causa de uno o
más factores a lo largo del tiempo y éstos se han incrementado en
las últimas décadas. Algunos de los factores son:
• Las poblaciones que migran hacia las ciudades
generalmente son de baja renta y no poseen
capacidad de inversión y tienden a invadir áreas
públicas o comprar áreas precarias sin
infraestructura y de urbanización informal. Entre
éstas se localizan las áreas de riesgo de inundación
12
o deslizamiento;
• el déficit de empleo, de renta y de vivienda es
alto;
• legislaciones equivocadas de control del espacio
urbano;
• incapacidad del municipio de planificar y anticipar
la urbanización y de invertir en planeamiento de
espacios seguros y adecuados como base del
desarrollo urbano;
• crisis económicas en los países.
• El municipio apenas consigue controlar las áreas
de medio y alto valor económico con
reglamentación de uso del suelo, donde está la
ciudad formal.

1.1.3 Planeamiento de la infraestructura urbana


El planeamiento urbano es realizado para la ciudad formal
y para la ciudad informal son apenas analizadas las tendencias de
esta ocupación. Los principales problemas relacionados con la
infraestructura de agua en el ambiente urbano son los siguientes:
• falta de tratamiento de cloacas: gran parte de las
ciudades de la región, no poseen tratamiento de cloacas
y lanzan los efluentes en la red pluvial, que escurre por
los ríos urbanos (esto ocurre en la mayoría de las
ciudades brasileñas);
• redes de escurrimiento sanitario (muchas veces sin
tratamiento), sin la implementación de una red de
drenaje urbano lo que lleva las ciudades a sufrir
frecuentes inundaciones y aumento de la
impermeabilización;
• ocupación de las terrazas de inundación, con problema
de frecuentes inundaciones;
• impermeabilización y canalización de ríos urbanos con
aumento del caudal de crecida (hasta siete veces) y de
su frecuencia; aumento de la carga de residuos sólidos
y disminución de la calidad del agua pluvial sobre los
ríos próximos a las áreas urbanas;
• deterioro de la calidad del agua debido a la falta de
tratamiento de los efluentes, lo cual genera riesgos
potenciales al abastecimiento de la población en varios
escenarios. Uno de los aspectos más crítico ha sido la
ocupación de áreas de contribución de los reservorios
de abastecimiento urbano, que una vez eutrofizados
pueden generar riesgos a la salud de la población.
13
Existe una visión limitada de lo que es la gestión
integradora del suelo urbano y de su infraestructura. Gran parte de
los problemas ya mencionados fueron generados por uno o más de
los aspectos descriptos a continuación:
• falta de conocimiento: de la población y de los
profesionales de distintas áreas que no poseen
informaciones adecuadas sobre los problemas y sus
causas. Esta falta de conocimiento de los tomadores de
decisiones resulta en altos costos, debido que algunas
empresas se aprovechan de esta situación para
aumentar sus ganancias. Por ejemplo, el uso de
canalización para drenaje es una práctica generalizada,
aunque represente costos muy altos y tienda a
aumentar los problemas que pretendía resolver. La
propia población, cuando posee algún problema de
inundación, solicita la ejecución de un canal para el
control de ésta. Con el canal construido la inundación
es transferida aguas abajo afectando otra parte de la
población. Las empresas de ingeniería lucran de
manera significativa pues este tipo de obra llega a tener
una magnitud 10 veces superior a la de una medida
más sustentable;
• concepción inadecuada de los profesionales de
ingeniería para el planeamiento y control de los
sistemas: una parcela importante de los ingenieros que
actúan en el medio urbano, están desactualizados con
respecto a la visión ambiental y generalmente buscan
soluciones estructurales, que alteran el ambiente, con
exceso de áreas impermeables y consecuente aumento
de temperatura, inundaciones, contaminación, entre
otros;
• visión sectorial del planeamiento urbano: el
planeamiento y el desarrollo de áreas urbanas son
realizados sin incorporar los aspectos relacionados con
los distintos componentes de la infraestructura del
agua. Una parte importante de los profesionales que
actúan en esta área posee una visión sectorial limitada;
• falta de capacidad gerencial: los municipios no
poseen estructura para el planeamiento y
gerenciamiento adecuado de los distintos aspectos del
agua en el medio urbano.

14
1.2 Sistemas hídricos urbanos
Los principales sistemas relacionados con el agua en el
medio ambiente urbano son:
• manantiales de aguas;
• abastecimiento de agua;
• saneamiento de efluentes cloacales;
• control del drenaje urbano;
• control de inundaciones ribereñas.
Los manantiales de agua urbana son fuentes de agua para
abastecimiento humano, animal e industrial. Estas fuentes pueden
ser superficiales y subterráneas. Los manantiales superficiales
son los ríos próximos a las comunidades. La disponibilidad de
agua en este sistema varía a lo largo de los años; algunas veces la
cantidad de agua disponible no es suficiente para atender la
demanda, siendo necesario frecuentemente la construcción de un
reservorio que garantice la disponibilidad hídrica a la comunidad a
lo largo del tiempo. Los manantiales subterráneos son los
acuíferos que almacenan agua en el subsuelo y permiten atender
la demanda a través del bombeo de esta agua. De esta manera, el
agua subterránea es utilizada generalmente en las ciudades de
pequeño y medio porte, pues depende del caudal de bombeo que
el acuífero permite retirar sin comprometer su balance de entrada
y salida del agua.
El abastecimiento de agua involucra la utilización del agua
disponible en el manantial, que es transportada hasta la estación
de tratamiento de agua (ETA) y después distribuida a la población
a través de una red. Este sistema involucra importantes
inversiones, generalmente públicas, para garantizar el agua en
cantidad y calidad adecuada.
El saneamiento de efluentes cloacales es el sistema de
colecta de los efluentes (residenciales, comerciales e industriales),
el transporte de este volumen, su tratamiento en una estación de
tratamiento y el vertido del agua tratada nuevamente al cuerpo
hídrico.
El drenaje urbano involucra la red de colecta del agua (y
residuos sólidos), que se originan debido a precipitaciones sobre
las superficies urbanas, su tratamiento y retorno a los ríos.
El control de inundaciones ribereñas se hace para evitar
que la población sea alcanzada por las inundaciones naturales. Los
ríos en los períodos de lluvias salen de su lecho menor y ocupan el
lecho mayor, dentro de un proceso natural. Como esto ocurre de
manera irregular a lo largo del tiempo, la población tiende a
15
ocupar el lecho mayor, quedando sujeta al impacto de
inundaciones.

1.3 Disponibilidad hídrica


Todos los componentes de los sistemas hídricos están
fuertemente interrelacionados debido a la manera como son
gerenciados dentro del ambiente urbano. En los últimos años el
hombre está atravesando un escenario en que los elementos
esenciales para a la vida, aquellos a los cuales sólo es dada la
debida importancia cuando faltan (como es el caso del agua y de
la energía), pueden estar en riesgo de escasez por un tiempo
mayor a aquel que estamos acostumbrados a soportar. ¿Será que
estamos volviendo a la época de nuestros abuelos en la cual la
infraestructura era todavía precaria? Son dudas que pasan por la
cabeza de muchas personas, con la avalancha de informaciones,
muchas veces contradictorias, que aparecen en los medios.
En nuestro planeta, el total de agua globalmente extraído
de los ríos, acuíferos y otras fuentes aumentó cerca de nueve
veces, mientras que el uso por persona ha duplicado y la
población se ha triplicado. En 1950 las reservas mundiales
representaban 16,8 mil m3/persona; actualmente esta reserva se
redujo para 7,3 mil m3/persona, y se espera que se reduzca todavía
más: 4,8 mil m3/persona en los próximos 25 años, como resultado
del aumento de la población, industrialización, agricultura y la
contaminación. Cuando comparamos los usos, la cantidad de agua
disponible y la necesidad humana, se puede, erróneamente,
concluir que existe agua suficiente. Sin embargo, el agua se
encuentra distribuida en el planeta con gran variación temporal y
espacial; existen varias regiones vulnerables, donde cerca de 460
millones de personas (aproximadamente 8% de la población
mundial) están vulnerables a la falta frecuente de agua y cerca de
25% están yendo por el mismo camino. En la Tabla 1.3 se
presenta un resumen de suministro de agua utilizado por
organizaciones ligadas a las Naciones Unidas.
El ciclo hidrológico natural es constituido por distintos
procesos físicos, químicos y biológicos. Cuando el hombre actúa
sobre este sistema y se concentra en el espacio produce grandes
alteraciones, que alteran dramáticamente este ciclo, y traen
consigo impactos significativos (muchas veces irreversible) en el
propio hombre y en la naturaleza.

16
Tabla 1.3. Proporción aceptable (“improved”1) - Abastecimiento y saneamiento
de áreas urbanas (WHO y UNICEFJMP, 2002)
Región Abastecimiento de agua2 Saneamiento3
África 86 80
Asia 93 74
América Latina y el 94 86
Caribe
Oceanía 98 86
Europa 100 99
América del Norte 100 100
Global 95 83
1- es una definición cualitativa genérica para el agua ofrecida y dispuesta
sin contaminar la población. No es la misma definición que “safe”,
agua segura, que debería basarse en la medida cuantitativa de
indicadores;
2- Abastecimiento de agua es entendido por los autores como el
suministro de agua a la población;
3- Saneamiento es entendido por los autores como la disposición de
cloacas en redes o en el suelo, no involucra necesariamente la colecta
y el tratamiento.

Uno de los primeros impactos es el riesgo de escasez


cuantitativa del agua. La naturaleza ha mostrado que el agua, que
escurre en los ríos y depende de las lluvias, es aleatoria y varía
mucho entre las épocas de lluvias y sequías. El hombre,
históricamente, intentó controlar esa agua para su beneficio por
medio de obras hidráulicas. Esas obras intentaron reducir la
escasez a través de la regulación de los caudales, aumentando la
disponibilidad a lo largo del tiempo.
En el pasado, cuando las ciudades eran menores, la
población retiraba agua del río aguas arriba y volcaba sin
tratamiento aguas abajo, dejando para resolución de la naturaleza
el impacto ambiental y la función de recuperar la calidad. Los
impactos eran menores debido al bajo volumen de cloacas
descargado. Con el aumento de la urbanización y con el uso de
productos químicos en la agricultura y en el ambiente en general,
el agua utilizada en las ciudades, industrias y en la agricultura
vuelve a los ríos totalmente contaminada y en gran cantidad. Con
el aumento de la población siempre habrá una ciudad aguas arriba
y otra aguas abajo y al contaminar el manantial superficial, el río o
las aguas que vuelven al río, se contamina las distintas capas del
subsuelo de donde se retira el agua.
La consecuencia de la expansión sin una visión ambiental
es el deterioro de los manantiales y la reducción del suministro de
agua segura para la población, o sea, la escasez cualitativa (ver en
la Figura 1.3 el ciclo de contaminación de las ciudades). Este
proceso necesita distintas acciones preventivas de planeamiento

17
urbano y ambiental, que objetiven la minimización de los
impactos y proporcionen el desarrollo sustentable.
Los riesgos de inundación y el deterioro de la calidad del
agua en los ríos de las ciudades de países en desarrollo y, en
países desarrollados, es un proceso dominante del final del siglo
XX e inicio del siglo XXI. Esto ocurre debido a:
• la contaminación de los manantiales superficiales y
subterráneos con efluentes urbanos como el
escurrimiento cloacal, pluvial y los residuos sólidos;
• la disposición inadecuada de los escurrimientos
cloacales, pluviales y residuos sólidos en las ciudades;
• las inundaciones en áreas urbanas debido a la
urbanización;
• la erosión y sedimentación que genera áreas
degradadas;
• la ocupación de áreas ribereñas, con riesgo de
inundaciones y de áreas de grandes pendientes, como
las laderas urbanas, sujetos a deslizamientos después
del período de lluvias.
La mayoría de estos problemas es consecuencia de una
visión equivocada del control de las aguas pluviales por parte de
la comunidad y de profesionales, que aún priorizan proyectos
centralizados, sin una visión de la cuenca y de los aspectos
sociales e institucionales de las ciudades. La paradoja es que los
países en desarrollo y más pobres, priorizan acciones
económicamente insustentables, como son las medidas
estructurales; mientras que los países desarrollados buscan
prevenir los problemas con medidas no estructurales, más
económicas y con un desarrollo sustentable.

1.4 Evaluación de los componentes


hídricos urbanos
1.4.1 Contaminación de los manantiales
El desarrollo urbano ha producido un ciclo de
contaminación, generado por los efluentes de la población urbana,
que son las cloacas domésticas, industriales y pluviales (figura
1.3). Este proceso ocurre debido a:
• descargas sin tratamiento de los líquidos cloacales en los
ríos, contaminándolos ya que poseen capacidad limitada
de dilución. Esto ocurre debido a la falta de inversiones en
los sistemas sanitarios y estaciones de tratamiento, que
cuando existen, presentan baja eficiencia;
18
• descarga de flujos pluviales, que transportan gran cantidad
de contaminación orgánica y de metales que alcanzan los
ríos en los períodos de lluvias. Esta es una de las más
importantes fuentes de contaminación difusa;
• contaminación de aguas subterráneas por descargas
industriales y domésticas, a través de fosas sépticas,
pérdidas de los sistemas de líquidos cloacales y pluviales.
• depósitos de residuos sólidos urbanos, que contaminan las
aguas superficiales y subterráneas, que funcionan como
fuente permanente de contaminación;
• ocupación del suelo urbano sin controlar su impacto sobre
el sistema hídrico.
Con el pasar de los años, lugares que poseen
abastecimiento tienden a reducir la calidad del agua o exigir
mayor tratamiento químico del agua suministrada a la población.
Por lo tanto, aún cuando hoy exista un buen suministro de agua,
éste puede quedar comprometido si no se hacen medidas de
control del ciclo de contaminación.

Figura 1.3. Ciclo de contaminación en las ciudades.

Muchas ciudades utilizan reservorios urbanos para


19
regularizar la demanda de agua de una comunidad. Como los
reservorios se encuentran próximos a las ciudades, existe gran
presión de ocupación urbana en la cuenca hidrográfica aguas
arriba del reservorio. Lamentablemente los municipios poseen
poca capacidad de fiscalización y por este motivo, muchas
urbanizaciones irregulares o clandestinas se desarrollan en áreas
de manantiales. En Brasil, la legislación de protección de áreas de
manantiales fue creada para proteger estas áreas, pero incentivó
exactamente lo contrario de lo esperado (ver Tabla 1.4).
Como consecuencia de esta ocupación y de la falta de
tratamiento de cloacas, la carga contaminante llega directamente
al reservorio, aumentando la probabilidad de eutrofización
(riqueza en nutrientes). Con el reservorio eutrófico existe la
tendencia de producción de algas que consumen los nutrientes.
Estas algas pueden producir toxinas que absorbidas por el hombre,
actúan de manera cumulativa sobre el hígado, generando
enfermedades que pueden llevarlo a la muerte, principalmente en
el caso de tratamiento de diálisis (como ocurrió en Caruaru,
Brasil, en el cual murieron varias personas en una clínica de
diálisis por la utilización de agua contaminada). Las toxinas
también se acumulan en el fondo de los lagos y algunos peces se
alimentan de éstas. Los tratamientos de agua tradicionales no
remueven estas toxinas.

Tabla 1.4. Legislación de Protección de Áreas de Manantiales en Brasil.


La legislación de protección de manantiales aprobada en la mayoría de los
Estados brasileños protege la cuenca hidrográfica utilizada para el
abastecimiento de las ciudades. En estas áreas es prohibido el uso urbano y
otros usos, que puedan comprometer la calidad del agua del abastecimiento.
Debido al crecimiento de las ciudades, estas áreas fueron presionadas a la
ocupación por el valor inmobiliario de la vecindad y por la falta de interés del
propietario en proteger el área, ya que ésta perdió el valor por causa de la
legislación. Estas áreas son invadidas por la población de baja renta y la
consecuencia inmediata es el aumento de la polución. Muchos propietarios
incentivaron la invasión para poder vender la propiedad para el poder público.
La principal lección que se puede extraer de este ejemplo es que al ser
declarada la cuenca hidrográfica del manantial de utilidad pública, ésta debería
ser adquirida por el poder público o crear un valor económico para propiedad a
través de la generación de mercados indirectos para el área, o aún otros
beneficios para los propietarios, para compensar la prohibición del uso de la
misma.

Las principales fuentes de contaminación de los acuíferos


urbanos son:
• Los rellenos sanitarios que contaminan las aguas
subterráneas por el proceso natural de precipitación e
infiltración. Se debe evitar que sean construidos rellenos
20
sanitarios en área de recarga y se debe elegir las áreas con
baja permeabilidad. Los efectos de la contaminación de las
aguas subterráneas deben ser examinados en el momento
de la elección del lugar del relleno;
• Gran parte de las ciudades brasileñas utiliza fosas sépticas
como destino final de las cloacas. Este sistema tiende a
contaminar la parte superior del acuífero. Esta
contaminación puede comprometer el abastecimiento de
agua urbana cuando existe comunicación entre diferentes
capas de los acuíferos a través de percolación y de
perforación inadecuada de los pozos artesianos;
• La red de drenaje pluvial puede contaminar el suelo a
través de pérdidas del volumen en su transporte y también
por obstrucciones de tramos de la red que presionan el
agua contaminada hacia afuera del sistema de conductos.

1.4.2 Abastecimiento de agua y saneamiento


El acceso al agua y al saneamiento reduce, en media, 55%
de la mortalidad infantil (WRI, 1992). La implementación
adecuada de infraestructura de abastecimiento y saneamiento es
esencial para un adecuado desarrollo urbano.
En 1990, los países en desarrollo poseían un
abastecimiento de agua que cubría cerca del 80% de la población
y apenas 10% de esta población era atendida por el sistema de
saneamiento. Aún con la cobertura del 80% de la población,
existía 1.000 millones de personas que no tenían acceso al agua
limpia. En este período, 453 millones de personas no tenían
acceso al saneamiento (entendido aquí simplemente como colecta
y no necesariamente colecta y tratamiento) representando cerca de
33% de la población. En cuatro años, 70 millones recibieron
saneamiento, pero la población creció velozmente, aumentando la
proporción de personas sin acceso al saneamiento a 37% (Wrigt,
1997).
En muchas ciudades de América del Sur los servicios de
agua poseen problemas crónicos, con pérdidas de agua en la
distribución y falta de racionalización del uso del agua a nivel
domestico e industrial. Las ciudades pierden de 30 a 65% del agua
puesta en el sistema de distribución. En la Tabla 1.5 se puede
observar la diferencia de pérdidas en la red de las ciudades de los
países desarrollados y de las ciudades de América del Sur, a pesar
del consumo per capita mayor. Cuando hay falta de agua, la
tendencia es la búsqueda de nuevos manantiales sin que sean
reducidas las pérdidas y sin desarrollar una concientización con
respecto a la racionalización del agua.
21
En la Tabla 1.6 se muestra un ejemplo de
racionalización del uso del agua en New York. La ciudad de
Las Vegas está dando subsidios a la población para que cambien
el tipo de vegetación de sus casas para uno que necesite menos
agua. La ciudad de Denver no consiguió aprobación para la
construcción de nuevas presas para atender el aumento de la
demanda del agua, por esta razón se vio obligada a racionalizar el
uso del agua y comprar los derechos de uso de los agricultores.
El desarrollo de varias ciudades de América del Sur ha
sido realizado con moderada cobertura de redes de colecta de
cloacas, y prácticamente no se realiza el tratamiento de ésta (Tabla
1.7). Inicialmente, cuando la ciudad tiene una pequeña densidad,
es utilizada la fosa séptica para el depósito de la cloaca. A medida
que la ciudad crece y el poder público no invierte en el sistema,
los líquidos cloacales de las ciudades son ligados a redes de
escurrimiento pluvial sin ningún tratamiento. Este escurrimiento
converge hacia los ríos urbanos y al sistema fluvial aguas abajo
generando los ya conocidos impactos en la calidad del agua. Vea
los datos de la Tabla 1.8 de cobertura en Brasil.

Tabla 1.5. Valores de consumo y pérdidas en la red (World Bank, 1996)


Lugar Año Consumo Pérdidas en la
litros / persona / red %
día
Brasil (promedio) 1989 151 39
Brasília 1989 211 19
São Paulo 1988/1992 237 40
S. Catarina 1990 143 25
Minas Gerais 1990 154 25
Santiago 1994 204 28
Bogotá 1992/1991 167 40
Costa Rica 1994 197 25
Canadá 1984 431 15
(promedio)
USA (promedio) 1990 666 12
Tokio 1990 355 15

Incluso en los países donde existe la colecta y el


tratamiento de las cloacas, poco se conoce de la eficiencia de éste
y el grado de contaminación aguas abajo. Este proceso se puede
agravar con la privatización, a medida que el poder concedente no
tenga capacidad de fiscalización adecuada.

22
Tabla 1.6. Racionalización del Uso del Agua (Scientifical American, 2001)
La ciudad de New York en el inicio de los años 90 tuvo una gran crisis de
abastecimiento de agua y estaba a punto de entrar en un escenario caótico, con
el crecimiento de la población. La ciudad necesitaba más de 90 millones de
galones de agua por día (340 millones de m3), cerca del 7% del uso total de la
ciudad. La alternativa era gastar más de mil millones de dólares para bombear
agua del río Hudson, pero la ciudad optó por la reducción de la demanda.
En 1994, fue iniciado un programa de racionalización, con inversión de U$S
295 millones, para sustituir 1/3 de todas las instalaciones de los baños de la
ciudad. Cada baño utilizaba un dispositivo que consumía cerca de 5 gallones
para descarga, y estos fueron reemplazados por un dispositivo de 1,6 gallones.
En 1997, cuando el programa terminó 1,33 millones de dispositivos fueron
sustituidos en 110.000 edificios con 29% de reducción del consumo de agua
por edificio, reduciendo el consumo de 70 a 90 millones de gallones por día.

Tabla 1.7. Acceso al saneamiento* en % (World Bank,1999)


País 1982 (%) 1995 (%)
Argentina 76 80
Bolivia 51 77
Brasil 33 74
Chile 79 95
Colombia 96 70
Ecuador 79 70
Paraguay 66 20
Perú 67 78
Uruguay 59 56
Venezuela 57 74
* acceso al saneamiento indica la parcela de la población que tenía colecta de cloaca sea por
la red pública o por la disposición local.

Tabla 1.8. Situación brasileña con relación al abastecimiento de agua y


escurrimiento sanitario (IBGE, 1997)
Tipo de servicio Población atendida (%)
Brasil Urbana Rural
Abastecimiento de agua:
Red general 75,93 90,56 19,91
Otros 24,07 9,44 80,09
Escurrimiento sanitario:
Red colectora 37,83 46,79 3,50
Fosa séptica 23,03 25,45 13,75
Otros 27,70 23,59 43,48
No tenían 11,43 4,17 39,26

En Brasil, en los últimos años las empresas de saneamiento


han invertido en redes de colecta de cloacas y estaciones de
tratamiento, pero la parcela del volumen generado por las
ciudades que efectivamente es tratado antes de llegar al río es aún
muy pequeña. Algunas de las cuestiones son las siguientes:
• Cuando las redes de cloacas son implementadas o

23
proyectadas, muchas veces no se prevé la conexión de la
salida de las viviendas o edificios a las mismas. De esta
manera las redes no colectan el flujo cloacal proyectado y
las estaciones no reciben el flujo cloacal de acuerdo a su
capacidad. En este caso, o el proyecto fue elaborado de
manera inadecuada o no fue ejecutado como debería.
• Como la cloaca implica la continuación del escurrimiento
del sistema pluvial para el sistema fluvial el impacto
ambiental continúa alto. La conclusión es que las
inversiones públicas son realizadas de manera inadecuada,
atendiendo apenas a las empresas que ejecutan las obras y
no a la sociedad que aporta los recursos, y tampoco se
tiene en cuenta el medio ambiente que necesita ser
conservado;
• Como una parte importante de las empresas cobra por el
servicio de colecta y tratamiento, mismo sin que el
tratamiento sea realizado, ¿cuál será el interés de estas
empresas en completar la cobertura de colecta y el
tratamiento de los flujos cloacales? Otro escenario
frecuente es el aumento de la colecta sin tratamiento,
agravando el problema a medida que se concentra la
contaminación en los ríos;
• Cuando sea implementado el sistema de cobranza por la
contaminación ¿quién pagará las penas previstas para la
contaminación generada?
• Existe actualmente una discusión sobre la concesión de los
servicios de agua y cloaca en Brasil que ha inmovilizado el
financiamiento y la privatización del sector. La
Constitución Federal dicta que la concesión de los
servicios de agua y cloacas pertenecerá a los municipios,
mientras que las empresas de agua y saneamiento
generalmente quedarían a cargo de órganos provinciales.
Como éstas no detentan la concesión, su valor económico
queda reducido en el mercado de privatización.
Recientemente, el gobierno federal envió un proyecto de
ley al Congreso de la Nación sobre este tema, reavivando la
polémica que involucra enormes conflictos de intereses.

1.4.3 Residuos sólidos


La producción de residuos es la suma del total colectado
en las residencias, industrias y comercio, más el total colectado en
las calles y lo que llega en el drenaje.

TR = Tc + T1 + Tdr (1.1)
24
donde TR es el total producido por la sociedad y por el
ambiente; Tc es el total colectado; TI es el total de la limpieza
urbana y Tdr es el total que llega en el drenaje. Los dos primeros
volúmenes pueden ser reciclados, disminuyendo el volumen a ser
depositado en el ambiente. A medida que los sistemas de colecta y
limpieza urbana son ineficientes el volumen de Tdr aumenta,
aumentando el costo de retirada, obstrucción al escurrimiento y el
subsidio ambiental recibido por la sociedad que contamina.
En el desarrollo urbano son observadas algunas etapas
distintas de la producción de material sólido en el drenaje urbano
(Tdr), que son las siguientes:

En la etapa inicial: cuando ocurre una modificación de la


cobertura de la cuenca, por la retirada de su protección
natural, el suelo queda desprotegido y la erosión aumenta
en el período de lluvias, aumentando también la
producción de sedimentos. Ejemplos de esta situación son:
mientras un loteo (o lotificación) es implementado el suelo
queda desprotegido; en la construcción de grandes áreas o
en lotes ocurre gran movimentación de tierra, que es
transportada por el escurrimiento superficial. En esta fase,
existe predominancia de los sedimentos y pequeña
producción de basura;
En la etapa intermedia: en esta etapa parte de la población
está establecida, pero aún existe importante movimiento de
tierra debido a nuevas construcciones. La producción de
basura de la población se suma al proceso de
producción de sedimentos;
En la etapa final: en esta etapa prácticamente todas las
superficies urbanas están consolidadas y apenas
resulta producción de basura urbana, con menor
parcela de sedimentos de algunas áreas de
construcción o sin cobertura consolidada.

El volumen total de basura que llega en el drenaje depende


de la eficiencia de los servicios urbanos y de factores como:
frecuencia y cobertura de la colecta de basura, frecuencia de la
limpieza de las calles, reciclaje, forma de disposición de la basura
por la población y la frecuencia de precipitación.
La producción de basura colectada en Brasil es del orden
de 0,5 a 0,8kg / persona / día, pero no existen informaciones sobre
la cantidad de basura que queda retenida en el drenaje.
Internacionalmente las informaciones son reducidas. En San José,

25
California, la basura que llega en el drenaje fue estimado en 1,8kg
/ persona / año. Después de la limpieza de las calles resultan 0,8kg
/ persona / años en la red (Larger et al., 1977). En Brasil este
volumen debe de ser mayor, considerando que muchas veces el
drenaje es utilizado como destino final de residuos sólidos.
En la última década hubo un visible incremento de basura
urbana debido a los embalajes plásticos que poseen bajo reciclaje.
Los ríos y todo el sistema de drenaje quedan llenos de botejas,
además de embalajes de plásticos de todos tipos.
Las principales consecuencias ambientales de la
producción de sedimentos son las siguientes:

• colmatación de las secciones de canalizaciones del


drenaje, con reducción de la capacidad de escurrimiento
de conductos, ríos y lagos urbanos. Por ejemplo, la
laguna de Pampulha (en Belo Horizonte) es un ejemplo de
un lago urbano que ha sido colmatado. El arroyo Diluvio
en Porto Alegre, debido su gran ancho y pequeña
profundidad, durante las sequías ha depositado en el canal
la producción de sedimentos de la cuenca, creado así
vegetación y reduciendo la capacidad de escurrimiento
durante las inundaciones;
• transporte de contaminantes agregados al sedimento, que
contaminan las aguas pluviales.

1.4.4 Escurrimiento pluvial


El escurrimiento pluvial puede producir inundaciones e
impactos en áreas urbanas debido a dos procesos, que ocurren
aisladamente o combinados:
Inundaciones de áreas ribereñas: son inundaciones
naturales que ocurren en el lecho mayor de los ríos debido a la
variabilidad temporal y espacial de la precipitación y del
escurrimiento en la cuenca hidrográfica;
Inundaciones debido a la urbanización: son las
inundaciones que ocurren en el drenaje urbano debido al efecto de
la impermeabilización del suelo, canalización del escurrimiento u
obstrucciones al escurrimiento.

Inundaciones de áreas ribereñas


Los ríos generalmente poseen dos lechos: el lecho
menor, donde el agua escurre en la mayoría del tiempo. El lecho
mayor es limitado por el riesgo de 1,5 a 2 años. Tucci y Genz
(1994) obtuvieron un valor medio de 1,87 años para los ríos del
Alto Paraguay. Las inundaciones ocurren cuando el
26
escurrimiento alcanza niveles superiores al lecho menor,
afectando el lecho mayor. Las cotas del lecho mayor identifican
la magnitud de la inundación y su riesgo. Los impactos debido a
la inundación ocurren cuando esta área de riesgo es ocupada por la
población (Figura 1.4). Este tipo de inundación generalmente
ocurre en cuencas medianas y grandes (> 100 km2).

Figura 1.4. Características de los lechos del río

La inundación del lecho mayor de los ríos es un proceso


natural, como consecuencia del ciclo hidrológico de las aguas.
Cuando la población ocupa el lecho mayor, que son áreas de
riesgo, los impactos son frecuentes. Esas condiciones ocurren
debido a las siguientes acciones:
• en el Plan Director de Desarrollo Urbano de las ciudades
generalmente no existe ninguna restricción con respecto a
la ocupación de áreas de riesgo de inundación, la
secuencia de años sin inundaciones es razón suficiente
para que empresarios desmiembren estas áreas para
ocupación urbana;
• invasión de áreas cercanas a los ríos, que pertenecen al
poder público, por población de baja renta;
• ocupación de áreas de medio riesgo, que son alcanzadas
con frecuencias menores, pero que cuando lo son, sufren
perjuicios significativos.

Los principales impactos sobre la población son:


• perjuicios de pérdidas materiales y humanas;
• interrupción de la actividad económica de las áreas
inundadas;
• contaminación por enfermedades de vinculación hídrica
como leptospirosis, cólera, entre otras;
• contaminación del agua por la inundación de depósitos de
material tóxico, estaciones de tratamientos, entre otros.

El gerenciamiento actual no incentiva la prevención de


estos problemas, ya que a medida que ocurre una inundación el
municipio declara calamidad pública y recibe recursos que no son

27
fiscalizados ya que no precisa realizar licitaciones públicas para
gastarlos. Como la mayoría de las soluciones sustentables pasan
por medidas no estructurales, que involucran restricciones a la
población, difícilmente un intendente buscará este tipo de
solución, porque generalmente la población espera que él realice
una obra. Para implementar las medidas no estructurales, el
gobierno tendría que interferir en intereses de propietarios de
áreas de riesgo, lo que políticamente es complejo en el ámbito
local.
Para modificar este escenario es necesario un programa
en el ámbito provincial (departamental), con vistas a la
educación de la población, además de una acción junto a los
bancos que financian obras en áreas de riesgo.

Inundaciones debido a la urbanización:


Las inundaciones aumentan su frecuencia y magnitud
debido a la impermeabilización del suelo y la construcción de
redes de conductos pluviales. El desarrollo urbano puede también
producir obstrucciones al escurrimiento, como rellenos sanitarios,
puentes, drenajes inadecuados, obstrucciones al escurrimiento
junto a conductos y colmatación. Generalmente estas
inundaciones son vistas como locales porque involucran cuencas
pequeñas (< 100 km2, y muy frecuentemente cuencas < 10 km2).
A medida que la ciudad se urbaniza, en general, ocurren
los siguientes impactos:

• aumento de los caudales máximos (hasta 7 veces, Figura


1.5) y de su frecuencia debido al aumento de la
capacidad de escurrimiento a través de conductos y
canales e impermeabilización de las superficies;
• aumento de la producción de sedimentos debido a falta
de protección de las superficies y la producción de
residuos sólidos (basura);
• deterioro de la calidad del agua superficial y
subterránea, debido al lavado de las calles, transporte de
material sólido y de las ligaciones clandestinas de flujos
cloacales y pluviales;

28
caudal despúes de la urbanización
R=
caudal antes de la urbanización

% del área con conductos


% d e l á r e a c o n c o n d u c t o s

% del área urbanizada

Figura 1.5. Curvas del valor de R: aumento del caudal medio de


inundación en función del área impermeable y de la canalización del sistema de
drenaje (Leopold, 1968).

• desorganización del implemento de la infraestructura


urbana, tales como: (a) puentes y taludes de calles que
obstruyen el escurrimiento; (b) reducción de sección del
escurrimiento por rellenos en los puentes y para
construcciones en general; (c) deposición y obstrucción
de ríos; canales y conductos por basuras y sedimentos;
(d) proyectos y obras de drenaje inadecuados, con
diámetros que disminuyen hacia aguas abajo, drenaje sin
escurrimiento, entre otros.

Calidad del agua pluvial


La cantidad de material suspendido en el drenaje pluvial
presenta una carga muy alta debido a los caudales involucrados.
Este volumen es más significativo en el inicio de las inundaciones.
Los primeros 25 mm de escurrimiento superficial generalmente
transportan gran parte de la carga contaminante de origen pluvial
(Schueller, 1987).
Unas de las maneras de evaluar la calidad del agua urbana
es a través de parámetros que caracterizan la contaminación
orgánica y la cantidad de metales. En la Tabla 1.9 son
presentados algunos valores de concentración descriptos en la
literatura. Schueller (1987) cita que la concentración media de los
eventos no se altera en función del volumen del evento, siendo
característico de cada área drenada.
Las cloacas pueden ser combinados (flujos cloacales y
pluviales en un mismo conducto) o separados (red pluvial y
sanitaria separadas). La legislación establece el sistema
separador, pero en la práctica esto no ocurre debido a las
29
conexiones clandestinas y a la falta de red cloacal. Debido la falta
de capacidad financiera para la construcción de la red cloacal,
algunos municipios han permitido el uso de la red pluvial para
transporte de las cloacas, lo que puede ser una solución
inadecuada a medida que este flujo no es tratado. Cuando el
sistema cloacal es implementado, la gran dificultad que se
presenta es la retirada de las conexiones existentes de la red
pluvial, lo que en la práctica resultan en dos sistemas mezclados
con diferentes niveles de carga.

Tabla 1.9. Valores medios de parámetros de calidad del agua de pluviales


(mg/l) de algunas ciudades
Porto APWA 5
1 2 3 4
Parámetro Durham Cincinatti Tulsa Alegre Min.
Max.
DBO 19 11,8 31,8 1
700
Sólidos totales 1440 545 1523 450
14.600
PH 7,5 7,4 7,2
Coliformes 23.000 18.000 1,5x107 55
(NMP/100ml) 11,2x107
Hierro 12 30,3
Plomo 0,46 0,19
Amonio 0,4 1,0
I – Colson (1974); 2 – Weibel et ai (1964); 3 -AVCO (1970); 4 - Ide (1984); 5-APWA (1969)

Las ventajas y desventajas de los dos sistemas han


generado largas discusiones sobre el asunto en todo el mundo.
Considerando la interrelación con el drenaje, el sistema unitario
generalmente amplia el costo del control cuantitativo del
escurrimiento del drenaje pluvial a medida que exige que las
detenciones sean enterradas. Este tipo de construcción tiene un
costo unitario 7 veces superior a la detención abierta (IPH,
2000). Las otras desventajas son: en la sequía en áreas urbanas
el olor puede ser significativo; durante las inundaciones, cuando
ocurre desbordamiento, existe un gran potencial de proliferación
de enfermedades. Este escenario es más grave cuando los
desbordamientos son frecuentes.
Por otro lado, las ciudades que priorizan la red de
escurrimiento sanitario y no consideran los pluviales sufren
frecuentes inundaciones con el aumento de la urbanización, como
ha ocurrido en Barranquilla en Colombia y en algunas áreas de
Santiago.
No existen soluciones únicas y milagrosas, sino soluciones
adecuadas y racionales para cada realidad. El ideal es conciliar la
colecta y el tratamiento del escurrimiento sanitario sumado a la
30
retención y tratamiento del escurrimiento pluvial, dentro de una
visión integrada, de tal manera que tanto los aspectos higiénicos
como los ambientales sean atendidos.
La calidad del agua de la red pluvial depende de varios
factores: de la limpieza urbana y su frecuencia; de la intensidad de
la precipitación y su distribución temporal y espacial, de la época
del año y del tipo de uso del área urbana.

1.4.5 Síntesis del escenario actual


Actualmente uno de los principales, quizás el principal
problema de recursos hídricos en Brasil, es el impacto resultante
del desarrollo urbano, tanto en el ámbito interno de los municipios
como en el ámbito externo, exportando contaminación e
inundaciones hacia aguas abajo.
Las regiones metropolitanas dejaron de crecer en su
núcleo, pero se expanden en la periferia, justamente donde se
concentran los manantiales agravando este problema. La
tendencia es de que las ciudades continúen buscando nuevos
manantiales, siempre más distantes y con alto costo. La
ineficiencia pública se observa en:

• La gran pérdida de agua tratada en las redes de


distribución urbana. No es racional el uso de nuevos
manantiales cuando las pérdidas continúan en niveles tan
altos. Las pérdidas pueden ser económicas y físicas, las
primeras están relacionadas con la medición y cobranza y
las segundas debido a las pérdidas en la red;
• Cuando existen pérdidas, las redes de tratamiento no
colectan las cloacas suficientemente, de la misma manera
que las estaciones de tratamiento continúan funcionando
debajo de su capacidad instalada. La inversión en la
ampliación de la cobertura no lleva a la atención de las
Metas del Milenio aprobado en los foros internacionales;
• La red de drenaje pluvial presenta dos problemas: (a)
además de transportar las cloacas que no son colectadas
por la red sanitaria, también transporta la contaminación
del escurrimiento pluvial (carga orgánica, y metales); (b)
la construcción excesiva de canales y conductos, apenas
transfieren las inundaciones de un lugar para otro dentro
de la ciudad, a costos insustentables para los municipios.

31
1.5 Enfermedades de vinculación hídrica
Existen muchas enfermedades que se transmiten a través
del agua. Con relación a la transmisión a través del agua, las
enfermedades pueden ser clasificadas de acuerdo con el concepto
de White et al. (1972) y presentado por Prost (1993):

Enfermedades con fuente en el agua (water borne


deseases): dependen del agua para su transmisión como
el cólera, la salmonella, la diarrea, la leptospirosis
(desarrolladas durante las inundaciones por la mezcla
de la orina del ratón), etc. El agua reacciona como un
vehículo pasivo para el agente de infección.
Enfermedades debido a la falta de higiene (water-washed
diseases): dependen de la educación de la población y
de la disponibilidad de agua segura.
Estas enfermedades están relacionadas con infección del
oído, de la piel y de los ojos.
Relacionado con el agua (water-related): el agente
utiliza el agua para desarrollarse, como es el caso de la
malaria y de la esquisostomosis.

Muchas de estas enfermedades están relacionadas con la


baja cobertura de agua tratada y saneamiento, como la diarrea y el
cólera; otras están relacionadas con la inundación, como la
leptospirosis, la malaria y el dengue. En la Tabla 1.10 se presenta
el índice de mortalidad infantil y las enfermedades transmitidas
por el agua en Brasil. En la Tabla 1.11 se presenta la proporción
de cobertura de servicios de agua y saneamiento en Brasil de
acuerdo con el grupo de renta. La tabla muestra claramente la
pequeña proporción de atención para la población de menor renta.
En la Tabla 1.12 son presentados valores de Brasil.

Tabla 1.10. Mortalidad debido a enfermedades transmitidas por el agua en


Brasil (Mota e Rezende, 1999).
Edad Infección intestinal Otras *
1981 1989 1981 1989
< 1 año 28.606 13.508 87 19
1 y 14 años 3.908 3.963 44 21
> 14 años 2.439 3.330 793 608
*cólera, fiebre tifoidea, poliomielitis, diarrea, esquisostomosis, etc.

Tabla 1.11. Proporción de cobertura de servicios, por grupo de renta de Brasil


en % (Mota y Rezende, 1999).
Domicilios Agua tratada Colecta de cloacas Tratamiento de
32
(SM)* cloacas
1981 1989 1981 1989 1981 1989
0-2 59,3 76,0 15 24,2 0,6 4,7
2-5 76,3 87,8 29,7 39,7 1,3 8,2
>5 90,7 95,2 54,8 61,2 2,5 13,1
Todos 78,4 89,4 36,7 47,8 1,6 10,1
• SM = salario mínimo

Tabla 1.12. Número de ocurrencia totales en Brasil en 1996 (MS, 1999).


Tipo Cantidad
Cólera 1.017
Malaria 444.049
Dengue 180.392
Tasa de mortalidad por enfermedades 24,81
infecciosas y parasitarias por 100.000 habitantes (1995)

Las enfermedades transmitidas a través del consumo del


agua preocupan, debido principalmente a lo siguiente:

Cargas domésticas: el exceso de nutrientes ha


producido eutrofización de los lagos, aumentando las
algas, que generan toxicidad. Esta toxicidad puede quedar
soluble en el agua o depositarse en el fondo de los ríos y
lagos. La acción de la toxicidad es de atacar el hígado de
las personas generando enfermedades degenerativas como
el cáncer y la cirrosis.
Cargas industriales: los efluentes industriales presentan
los más distintos compuestos y, con la evolución de la
industria, nuevos componentes son producidos
diariamente. Difícilmente los equipos de fiscalización
poseen condiciones de acompañar este proceso;
Cargas difusas: las cargas difusas provenientes de áreas
agrícolas traen compuestos de pesticidas, que presentan
nuevos compuestos anualmente. La carga difusa de área
urbana fue mencionada anteriormente y pueden actuar de
manera acumulativa sobre el organismo de las personas.

1.6 Comparación entre países


desarrollados y en vías de desarrollo
La Tabla 1.13 presenta una comparación de los
escenarios de infraestructura urbana relacionada con el agua en
países desarrollados y en países en vías de desarrollo.
Tabla 1.13. Comparación de los aspectos del agua en el medio urbano
Infraestructura Países desarrollados Países en vías de desarrollo
urbana
33
Gran cobertura; tendencia de
reducción de la
Abastecimiento de disponibilidad debido a la
Resuelto, cobertura total
agua contaminación de las fuentes;
gran cuantidades de pérdidas
en la red
Falta de red y estaciones de
Gran cobertura en la
tratamiento; las que existen no
Saneamiento colecta y tratamiento de
consiguen colectar las cloacas
los efluentes
proyectadas;
Impactos cuantitativos sin
Los aspectos cuantitativos
solución; Impactos debido a
Drenaje Urbano están controlados; Gestión
la calidad del agua no fueron
de la calidad del agua
identificados.
Medidas de control no
Inundaciones estructurales como seguro Grandes perjuicios por la
Ribereñas y zoneamiento de falta de política de control
inundación

Se puede observar que en los países desarrollados gran


parte de los problemas de abastecimiento de agua, tratamiento de
cloacas y control cuantitativo del escurrimiento en el drenaje
urbano fueron resueltos. En este último caso, fue priorizado el
control a través de medidas no estructurales que obligan a la
población a controlar en la fuente los impactos debido a la
urbanización. El principal problema en los países desarrollados es
el control de la polución difusa debido a las aguas pluviales. Ya en
los países en desarrollo el problema aún está en la etapa del
tratamiento de las cloacas.
En algunos países, como Brasil, el abastecimiento de agua,
que podría estar resuelto, debido a la gran cobertura de
abastecimiento, vuelve a ser un problema debido a la fuerte
contaminación de los manantiales. Este problema es una
consecuencia de la baja cobertura de colecta de flujos cloacales
tratados. En realidad existen muchas redes y estaciones de
tratamiento, pero la parcela de cloaca sin tratamiento aún es muy
grande. Debido al ciclo de contaminación, producido por el
aumento del volumen de cloaca no tratada para la misma
capacidad de dilución, los objetivos también son de salud pública,
pues la población pasa a ser contaminada por el conjunto de flujos
cloacales producido por la ciudad lo que aquí se denomina ciclo
de contaminación urbana (Figura 1.3).
Un ejemplo de este escenario es la ciudad de São Paulo,
Brasil, que se encuentra en la cuenca hidrográfica del río Tiete y
posee una demanda total de abastecimiento de agua del orden de
64 m3/s. La mitad del agua es importada (33m3/s) de la cuenca del
río Piracicaba (cabeceras en la sierra de la Cantareira). Esto ocurre
34
porque parte de los manantiales vecinos a la ciudad están
contaminados por los flujos cloacales sin tratamiento. Los
manantiales de Billings y de Guarapiranga tienen su calidad
comprometida.
El control cuantitativo del agua del drenaje urbano aún es
limitado en los países en desarrollo. La etapa de control de calidad
del agua resultante del drenaje está aún más distante en estos
países. En América del Sur, como en gran parte de los países en
desarrollo, se busca el control de los impactos cuantitativos del
drenaje pluvial, que aún no están controlados. Por ejemplo, los
sistemas de detención construidos en las ciudades brasileñas
poseen como foco apenas el control del impacto de las
inundaciones sin el componente del control de la calidad del agua.

35
Problemas

1. ¿Cuáles son los principales manantiales de aguas


urbanas?¿Cuándo son utilizados y en qué condiciones?
2. ¿Cuáles son las principales causas de contaminación
de los manantiales?
3. ¿Cuáles son los principales problemas de la colecta y
tratamiento de los desechos cloacales?
4. Describa el ciclo de contaminación.
5. ¿Cuál es la diferencia entre las inundaciones ribereñas
y las inundaciones debido a la urbanización?
6. ¿Cuáles son las fuentes de los problemas de estos
tipos de inundación?
7. ¿En qué se diferencian las cargas contaminantes del
drenaje urbano y del desecho cloacal?
8. ¿Cuáles son los tipos de residuos sólidos urbanos?
¿Cuándo ocurren?
9. ¿Por qué el caudal aumenta en una cuenca urbana con
relación a las condiciones rurales?
10. ¿Este aumento es uniforme o varía con la magnitud
de la creciente? ¿Por qué?
11. Analice la cadena causal en el deterioro de la calidad
del agua de los ríos aguas abajo de las ciudades.
12. ¿Cuáles son los períodos críticos en que ocurren los
escenarios más desfavorables?
13. ¿Cuál es el origen de la contaminación de la calidad
del agua pluvial?
14. ¿Por qué los sólidos totales aumentan con la
urbanización? ¿Cómo varían a lo largo del tiempo de
la urbanización?
15. ¿Cuál es la importancia del monitoreo de la calidad del
agua, sedimentos y calidad del agua en el planeamiento
de la cuenca urbana? Si no es posible monitorear todas
las cuencas, ¿por qué entonces se invierte en
esto?¿Cuáles son las dificultades de este tipo de
acción?
16. Considerando que las causas de los impactos debido a
las inundaciones y de la calidad del agua son
consecuencia de la urbanización ¿cómo se realiza hoy?
y ¿cómo entonces podrían ser las estrategias para evitar
esto?
17. Considere una subcuenca urbana, con 50 km2 de área,
población densificada del orden de 120hab/ha. Estime
el total anual de basura que es transportado para el

36
drenaje. Admita que 1,5 y 10% del total de la basura
colectada llega en el drenaje. Admita un costo de 5
centavos de dólar/kg para colectar y disponer de este
volumen. Calcule el valor anual por persona. Este es el
subsidio que la población está recibiendo del medio
ambiente.

Referencias

37
38
39
2.Gestión de
inundaciones
ribereñas
El control de las áreas de riesgo del lecho mayor de los ríos
es fundamental para la gestión de las áreas ribereñas.

2.1 Características de las inundaciones


ribereñas
inundación ocurre cuando las aguas de los ríos, riachos y
La galerías pluviales salen del lecho del escurrimiento
debido la falta de capacidad de transporte de uno de estos
sistemas y pasa a ocupar el espacio que la población utiliza para
vivienda, transporte (calles, autopistas y paseos públicos)
recreación, comercio, industria, entre otros.
Cuando la precipitación es intensa y el suelo no tiene la
capacidad de infiltración, gran parte del volumen escurre para el
sistema de drenaje superando su capacidad natural de
escurrimiento. El exceso del volumen que no consigue ser
drenado ocupa la terraza de inundación, inundando de acuerdo
con la topografía de las áreas que están próximas a los ríos. Estos
eventos ocurren de manera aleatoria en función de los procesos
climáticos locales y regionales. Este tipo de inundación es
denominado en este libro de inundación ribereña.
Las condiciones meteorológicas y hidrológicas propician
la ocurrencia de inundaciones. El conocimiento del
comportamiento metereológico a largo plazo es muy pequeño
debido al gran número de factores involucrados en los fenómenos
metereológicos y la interdependencia de los procesos físicos a

40
que la atmósfera terrestre está sujeta. Las condiciones
hidrológicas que producen la inundación pueden ser naturales o
artificiales. Las condiciones naturales son aquellas cuya
ocurrencia es propiciada por la cuenca en su estado natural.
Algunas de esas condiciones son: relieve, tipo de precipitación,
cobertura vegetal, capacidad de drenaje.
Los ríos normalmente drenan en sus cabeceras áreas con
gran desnivel produciendo escurrimiento de alta velocidad. La
variación de nivel durante la creciente puede ser de varios metros
en pocas horas. Cuando el relieve es accidentado las áreas más
propicias a la ocupación del hombre son las planas y más bajas,
justamente aquellas que presentan alto riesgo de inundación.
La terraza de inundación de un río crece significativamente en sus
cursos medio y bajo, donde el desnivel se reduce y aumenta la
incidencia de área planas. Las precipitaciones más intensas
alcanzan áreas localizadas y son en general de tipos convectivo
y orográfico. Estas formas de precipitación actúan, en general,
sobre pequeñas áreas. La precipitación ocurrida en Porto Alegre
el 13 de febrero de 1981, con cerca de 100 mm en 1 hora es un
ejemplo. Las precipitaciones frontales actúan sobre grandes áreas
provocando mayores inundaciones en grandes ríos.
La cobertura vegetal tiene como efecto la interceptación de
parte de la precipitación que puede generar escurrimiento y la
protección del suelo contra la erosión. La pérdida de esta
cobertura para uso agrícola ha producido como consecuencia el
aumento de la frecuencia de inundaciones debido a la falta de
interceptación de la precipitación y a la colmatación de los ríos.
Las condiciones artificiales de la cuenca son aquellas
provocadas por la acción del hombre. Algunos ejemplos son:
obras hidráulicas, urbanización, deforestación, reforestación y uso
agrícola. La cuenca rural posee mayor intercepción vegetal,
mayores áreas permeables (infiltración del suelo), menor
escurrimiento en la superficie del suelo y drenaje más lento. La
cuenca urbana posee superficies impermeables, tales como
tejados, calles y pisos, y produce aceleración en el escurrimiento,
a través de la canalización y del drenaje superficial. Los
resultados de la urbanización sobre el escurrimiento son:
aumento del caudal máximo y del escurrimiento superficial,
reducción del tiempo de pico y disminución del tiempo de base.
La urbanización y la deforestación producen un aumento de la
frecuencia de inundaciones en las crecientes pequeñas y medianas.
En las grandes crecientes su efecto es menor, pues la capacidad de
saturación y almacenamiento del suelo son alcanzadas y el efecto
final difiere poco.

41
2.2 Ocupación del espacio urbano e
impacto de las inundaciones
Las inundaciones son más antiguas que la existencia del
hombre en la tierra. El hombre siempre intentó ubicarse cerca de
los ríos para emplearlos como transporte, obtener agua para su
consumo y para lanzar sus desechos. Las áreas próximas a los ríos
generalmente son planas, propicias para el asentamiento humano,
hecho que motivó su ocupación.
El desarrollo histórico de la utilización de áreas libres
explica los condicionamientos urbanos existentes en nuestros días.
Debido a la gran dificultad de medios de transporte en el
pasado, el río era utilizado como vía principal. Las ciudades se
desarrollan a las orillas de los ríos o en el litoral. Por la propia
experiencia de los antiguos moradores, la población siempre
intentó habitar las zonas más altas donde el río difícilmente
llegaría. Con el crecimiento desordenado y acelerado de las
ciudades, principalmente en la segunda mitad de este siglo, las
áreas de riesgo considerables como lo son las terrazas inundables,
fueron ocupadas, trayendo muchos perjuicios humanos y
materiales.
Los perjuicios ocurren debido la falta de planeamiento del
espacio y de conocimiento del riesgo de las áreas de inundaciones.
La experiencia de gestión de inundaciones ya ocurría hace
millares de años. En el histórico de la Tabla 2.1 se observa que a
3.000 años atrás las personas ya planeaban la ocupación del
espacio de inundación, pero hoy todavía no es una práctica
corriente.

Tabla 2.1. Histórico de ocupación de áreas de inundación.


La ciudad de El-Amarna en Egipto, que Akhenaton (1.340 a.C) eligiera para ser
una nueva capital, fue planeada considerando las áreas de inundación; vea en
relato: “Corriendo del este para el oeste dos lechos secos del río, en los cuales
nada se construyó por miedo de las crecidas repentinas, dividían la ciudad en
tres partes: el centro y los barrios residenciales del norte y del sur”, Brier
(1998).

La historia muestra en distintas partes del globo que el


hombre ha intentado convivir con las inundaciones, desde las más
frecuentes a las más raras. Una experiencia histórica es de la
iglesia católica, pues siempre que ocurre una inundación en una
ciudad el edificio de la iglesia, pese ser una de las obras más
antiguas, está ubicada en un sitio seguro.
La gestión de inundación involucra la minimización de los
impactos, pero difícilmente los elimina, debido a las limitaciones
42
económicas y del conocimiento de la naturaleza. En Tabla 2.2 se
presenta el prefacio de Hoyt y Langbein (1959) que caracteriza la
limitación que tiene el hombre de controlar las inundaciones.
Las inundaciones representan 50% de los desastres
naturales relacionados con el agua, de los cuales 20% ocurren en
América. En la Figura 2.1 se presenta la curva de los perjuicios
anuales de los Estados Unidos debido a las inundaciones
ribereñas. Se puede observar que los valores varían de 0,02 a 0,48
del PBI, con valor medio de 0,081% (cerca de U$ 8,1 mil millones
de dólares).

Tabla 2.2. Histórico y suposiciones que demuestran la limitación de la gestión


de las inundaciones (prefacio del libro “floods” de Hoyt y Langbein, 1959)
“Tierra de Canaan, 2.957 a.C, en una gran inundación, probablemente centrada
cerca del UR en el Eufrates, Noe y su familia se salvaron. Un diluvio resultante
de 40 días y 40 noches de continua precipitación ocurrió en la región. Tierras
quedaron inundadas por 150 días. Todas las criaturas vivas se ahogaron con
excepción de Noe, su familia y animales, que de dos a dos fueron salvados en
una arca y finalmente descansaron en el Monte Ararat” (pasaje de la Biblia
sobre el Diluvio, citada en el referido prefacio). Este texto caracteriza un evento
de riesgo de ocurrencia muy baja.
“Egipto XXIII, Dinastía, 747 a.C. A las crecidas les suceden las sequías. El
Faraón anunció que todo el valle del río Nilo fue inundado, los templos están
llenos de agua y el hombre parece una planta del agua. Aparentemente los
pólderes no son suficientemente altos o fuertes para confinar las crecidas en la
sección normal. La presente catástrofe describe bien los caprichos de la
naturaleza. Otro faraón reclamó que por siete años el Nilo no subió”. Este texto
que también puede ser encontrado en relatos en la Biblia también enfatiza la
incapacidad de prever el clima y sus impactos cuando ocurren.
“En algún lugar en los Estados Unidos en el futuro (el autor mencionaba año
2000, muy distante en la época), la naturaleza toma su inexorable precio.
Crecidas de 1.000 años causaron indestructibles daños y pérdidas de vidas.
Ingenieros y Meteorologistas creen que la presente tormenta resultó de la
combinación de condiciones metereológicas e hidrológicas que ocurrirían una
vez en mil años. Reservorios, diques y otras obras de control que fueron
consideradas efectivas por un siglo y son efectivas por su capacidad de
proyecto son incapaces de controlar los grandes volúmenes de agua
involucrados. Esta catástrofe trae una lección que la protección contra las
inundaciones es relativa y eventualmente la naturaleza cobra un precio muy alto
a aquellos que ocupan la terraza de inundación".

Las inundaciones ribereñas ocurren principalmente debido


a la ocupación del suelo de las áreas ribereñas del lecho mayor. En
los períodos de pequeña inundación existe la tendencia de ocupar
las áreas de riesgo y cuando ocurren las mayores inundaciones los
perjuicios son significativos. A continuación son presentados
algunos casos sobre impactos debido a este tipo de escenario:
a. En el río Itajaí en Santa Catarina, Brasil, existe una
serie de niveles máximos de inundaciones desde 1852.
43
De este histórico se puede observar que las tres
mayores inundaciones en Blumenau (Santa Catarina,
Brasil) ocurrieron entre 1852 y 1911, siendo que la
mayor sucedió en 1880 con 17,10 m (Figura 2.2).
Entre 1911 y 1982 no ocurrió ninguna inundación con
cota superior a 12,90 m, lo que hizo con que la
población se olvidara de los eventos críticos y ocupara
el valle de inundación. En 1983, cuando la ciudad se
encontraba ya desarrollada con población de cerca
de 500 mil habitantes ocurrió una inundación (la
quinta en magnitud de los últimos 150 años) con cota
máxima de 15,34 m. Los perjuicios resultantes en todo
el Valle del Itajaí representaron cerca de 8% del PBI
de Santa Catarina. La lección que nos da este ejemplo
es que la memoria sobre las inundaciones se disipa
con lo pasar del tiempo y la población deja de
considerar el riesgo. Como no hay planeamiento del
espacio de riesgo la ocupación ocurre y los
perjuicios son significativos. Sin embargo, la Cia
Hering2 en Blumenau (fundada en 1880, año en que
ocurrió la mayor inundación) mantuvo en la memoria
el valor de 17,10 m y desarrolló sus instalaciones en
cota superior a ésta. Sin planeamiento los relatos
históricos son las únicas informaciones disponibles
para orientar las personas.

Figura 2.1. Serie histórica del perjuicio anual debido a las inundaciones en los
Estados Unidos en % del PBI (Priscoli, 2001).

b. En la Figura 2.3 se puede observar los niveles de


crecientes en el río Iguaçu en União da Vitoria, Brasil.

2
N. T: Importante industria textil del Estado de Santa Catarina, Brasil.
44
Entre 1959 y 1982 ocurrió apenas una inundación con
riesgo superior a 5 años. Este período fue justamente el
de mayor crecimiento económico y expansión de las
ciudades brasileñas. Las crecidas después de 1982
produjeron perjuicios significativos en la comunidad
(Tabla 2.3).

Figura 2.2. Niveles de inundaciones en Blumenau, Santa Catarina, Brasil.

Figura 2.3. Niveles máximos de crecidas en el río Iguaçu en União da Vitoria,


Brasil (cuenca de cerca de 25.000 km2,). (Tucci y Villanueva, 1997).

c. En el alto río Paraguay (Brasil) existe uno de los


mayores bañados del mundo, denominado Pantanal.
En esta región siempre hubo una convivencia pacífica
entre el medio ambiente y la población. En la figura
2.4, se puede observar los niveles máximos de crecidas
en Ladário desde el inicio del siglo. En la Tabla 2.4,
son presentados valores del nivel máximo medio de
inundación y de las áreas inundadas del Pantanal en
45
tres períodos distintos. Se puede observar la gran
diferencia de la década del 60 con relación a las demás.
En este período hubo ocupación de las planicies de
inundación por períodos largos y no apenas
gradualmente. La población fue retirada de esta zona
en las décadas siguientes en función del aumento de
la frecuencia de los niveles de inundación. La pérdida
económica del valor de las propiedades y la falta de
sustentación económica fue la consecuencia
inmediata. Esta población pasó a vivir en la periferia
de las ciudades de la región en un estado de pobreza.
Una propiedad que se inundaba 20% del tiempo en la
década del 60, actualmente queda 97% inundada.

Tabla 2.3. Pérdidas por inundaciones en União da Vitoria y Porto União (ICA,
1995).
Año Perjuicios US$ millones
1982 10.365
1983 78.121
1992 54.582
1993 25.933

d. En Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil, existen


datos de niveles de inundación desde 1899, cuando se
observaron varios eventos en un período que se
extendió hasta 1967 (Figura 2.5). En 1970 fue
construido un dique lateral de protección para la ciudad
y desde el año 1967 no ocurrió ninguna inundación con
tiempo de retorno superior a 10 años (2,94 m). En los
últimos años hubo un movimiento en la ciudad para la
retirada del dique de inundación, considerando que no
había ocurrido eventos en los últimos 38 años. Esta
percepción equivocada del riesgo de inundación llevó a
los Concejales a aprobar la demolición del dique, que
felizmente no fue ejecutada por el municipio.

46
Figura 2.4. Niveles máximos anuales en Ladário en el Río Paraguay y la media
de los períodos: (a) 1900-1961; (b) 1961-1973; (c) 1973-1991

El ambiente institucional de control de inundaciones en los


países en desarrollo generalmente no lleva a una solución
sustentable. Existen solamente pocas acciones aisladas de algunos
pocos profesionales. En general, la atención a las crecidas
solamente es realizada después de su ocurrencia. La tendencia es
que el problema quede en el olvido después de cada crecida,
volviendo en la siguiente. Esto se debe a varios factores, entre los
cuales cabe citar:

Tabla 2.4. Valores estimados de niveles y áreas inundadas en el Pantanal


(valores aproximados)
Periodo Nivel máximo medio Área media inundada
(m) en el Pantanal* 1.000
km2
1900-1959 4,16 35
1960-1972 2,21 15
1973-1992 5,49 50
• valores aproximados obtenidos de Hamilton (1995).

• falta de conocimiento sobre control de crecidas por parte


de los que planifican las ciudades;
• desorganización a niveles federal, provincial (o
departamental), sobre el gerenciamiento de crecientes;
• insuficiente información técnica sobre el asunto a nivel de
graduación en la Ingeniaría;
• desgaste político para los administradores públicos
derivado de la implementación del control no estructural
(zonificación), ya que la población está siempre esperando
una obra hidráulica;
• falta de conocimiento de la población sobre el control de las
crecidas;
• en algunos lugares no existe interés en la prevención de las
47
inundaciones, pues cuando ocurren, los recursos son dados
gratuitamente.

Figura 2.5. Niveles de inundación en Porto Alegre 1899-1994.

2.3 Evaluación de las crecidas


La variación del nivel o del caudal de un río depende de
las características climatológicas y físicas de la cuenca
hidrográfica. Las distribuciones temporal y espacial de la
precipitación son las principales condiciones climatológicas. Éstas
sólo pueden ser previstas con antecedencia de pocos días u horas,
lo que no permite la previsión de los niveles de crecida con gran
anticipación. El tiempo máximo posible de previsión de la
crecida, a partir de la ocurrencia de la precipitación, es limitado
por el tiempo medio de desplazamiento del agua en la cuenca
hasta la sección de interés.
La previsión de los niveles en un río puede ser realizada a
corto o a largo plazos. La previsión de crecidas a corto plazo o en
tiempo actual, también llamada de pronóstico en tiempo real,
permite establecer el nivel y su tiempo de ocurrencia para la
sección de un río con una anticipación que depende del pronóstico
de la precipitación y de los desplazamientos de la crecida en la
cuenca. Este tipo de previsión es utilizado para alertar a la
población ribereña y operadores de obras hidráulicas.
La previsión de crecida a largo plazo cuantifica las
chances de ocurrencia de la inundación en términos estadísticos,
sin diagnosticar cuando ocurrirá la crecida. La previsión a largo
plazo se basa en la estadística de ocurrencia de niveles en el
pasado y permite establecer los niveles de crecida para algunos
riesgos elegidos.

48
2.3.1 Pronóstico de crecida en tiempo real
Para efectuar el pronóstico de crecida a corto plazo son
necesarios: sistemas de colecta y de transmisión de datos y una
metodología de estimación. Los sistemas son utilizados para
transmitir los datos de precipitación, nivel y caudal durante la
ocurrencia del evento. El proceso de estimación es realizado a
través del uso de modelos matemáticos que representan el
comportamiento de las distintas fases del ciclo hidrológico.
Cuando la crecida alcanza un área habitada es necesario
complementar con un Plan de Defensa Civil, y en el caso de la
operación de reservorios es necesario un sistema de emergencia y
operación.
El pronóstico de niveles de crecidas puede ser realizado
con base en la Figura 2.6: (a) pronóstico de la precipitación; (b)
conocida la precipitación; (c) caudal de aguas arriba; (d)
combinación de los dos últimos. En el primer caso es necesario
estimar la precipitación que caerá sobre la cuenca a través del uso
de equipos como el radar o el uso de sensores remotos. A
continuación, conocida la precipitación sobre la cuenca, es posible
estimar el caudal y el nivel por medio de un modelo matemático
que simule la transformación de precipitación en caudal.
El pronóstico, cuando es conocida la precipitación en la
cuenca, utiliza una red telemétrica de colecta y transmisión de
datos (cabe consignar que en el caso anterior esta red no es
dispensable) y el ya citado modelo matemático de transformación
de precipitación en caudal. La antecedencia del pronóstico es
menor en este caso y está limitada al tiempo medio de
desplazamiento de la crecida (Figura 2.6 a). El pronóstico a
corto plazo con base en un puesto de aguas arriba de la sección de
interés depende de las características del río, o sea, del área
controlada de la cuenca. En este caso, el tiempo de antecedencia
es menor que los anteriores (Figura 2.6 b). Cuando la cuenca
intermedia entre los puestos presenta una contribución
significativa, la combinación de los dos procesos anteriores es
utilizada en el pronóstico en tiempo actual (Figura 2.6 c). La
presentación de los modelos de pronóstico en tiempo actual está
fuera del alcance de este libro y puede ser encontrado en la
literatura especializada.

49
Figura 2.6. Pronóstico en tiempo real

2.3.2 Probabilidad o riesgo de inundación


El riesgo de un caudal o precipitación es entendido en este
texto como la probabilidad (p) de ocurrencia de un valor igual o
superior en un año cualquier. El tiempo de retorno (T) es el
inverso de la probabilidad (p) y representa el tiempo, en media,
que este evento tiene chances de repetirse.

1
T= (2.1)
P
50
Para ejemplificar, considere un dado, que tiene seis caras
(números 1 a 6). En una jugada cualquier la probabilidad de salir
el número 4 es p = 1/6 (1 chance en seis posibilidades). El tiempo
de retorno es, en media, el número de jugadas que el número
deseado se repite. En ese caso, usando la ecuación 2.1, queda T =
1/ (1/6)=6. Por lo tanto, en media, el número 4 se repite a cada
seis jugadas. Se sabe que este número no ocurre exactamente a
cada seis jugadas, pero si se juega millares de veces y se obtiene
el promedio, ciertamente ello ocurrirá. Siendo así, el número 4
puede ocurrir dos veces seguidas y pasar muchas sin ocurrir,
pero en la media se repetirá en seis jugadas. Haciendo una
analogía, cada jugada del dado es un año para que ocurren las
crecidas. El tiempo de retorno de 10 años significa que, en media,
la crecida puede repetirse a cada 10 años o en cada año esta
crecida tiene 10% de chance de ocurrir.
Las estimaciones de inundación de un determinado lugar
pueden ser realizadas con base a: (a) serie observada de caudales;
(b) regionalización de caudales; (c) en la precipitación y uso de
modelo lluvia-caudal. Estas metodologías estiman el riesgo de
inundación en el lugar con base en los históricos y consideran que
las series históricas de caudales son:
• Homogéneas o estacionarias, o sea, sus estadísticas no
se alteran con el tiempo. Esto significa que la media de
los caudales o su desvío estándar no se deberían alterar
a lo largo del tiempo. Por ejemplo, al ser construida
una presa aguas arriba de una sección de un río, con
volumen importante para amortiguación de
inundación, el riesgo de la inundación debe cambiar
porque la serie no es más homogénea.
• Las series registradas de niveles de inundación son
representativas de la ocurrencia en el lugar: Pocos
años de datos pueden no ser representativos del riesgo
real de un lugar. En el ejemplo de Blumenau, en el
caso de que fuesen utilizadas series solamente a partir
de 1935, en 1982 el riesgo de una inundación como la
que ocurrió en 1983 habría tenido un riesgo superior a
100 años; sin embargo, si se consideraran los niveles
obtenidos en el siglo XIX y, aún mismo las crecidas de
1983 y 1984, se observaría que su riesgo era, en
realidad, del orden de 30 años;
• Los valores son independientes entre sí. Generalmente
una crecida máxima de un año no guarda dependencia
con el año siguiente si fuera elegida dentro del llamado
“año hidrológico”, que es el período del inicio del mes

51
lluvioso al final del mes seco.
Los dos primeros puntos presentan mayor cantidad de
incertidumbres y la utilización de marcas de inundaciones es
esencial para un ajuste confiable de la curva de probabilidad de
caudales en los lugares de interés. Las metodologías para
determinación de la curva de probabilidad son descriptas en los
libros de hidrología (Tucci, 1993).

2.4 Medidas de control de las


inundaciones ribereñas
Las medidas para el control de inundaciones pueden ser
del tipo estructural y no estructural. Las medidas estructurales son
aquellas que modifican el sistema fluvial a través de obras en la
cuenca (medidas extensivas) o en el río (medidas intensivas) para
evitar el desborde hacia el lecho mayor del escurrimiento
proveniente de las crecidas.
Las medidas no estructurales son aquellas en que los
perjuicios son reducidos por la mejor convivencia de la población
con las crecidas, a través de medidas preventivas como la alerta de
inundación, la zonificación de las áreas de riesgo, el seguro contra
inundaciones, y las medidas de protección individual (“flood
proofing”).
Es ingenuidad del hombre imaginar que podrá controlar
totalmente las inundaciones; las medidas siempre objetivan
minimizar sus consecuencias, aún las estructurales. Por ejemplo,
en la década del 30, el proyecto de control de crecidas y uso de la
tierra para la agricultura del río Pó, Italia, era un ejemplo de
proyecto de recursos hídricos bien sucedido. En 1951, una
combinación de precipitaciones intensas y altos niveles de la
marea, destruyeran los pólderes, causaron 100 muertes y la
pérdida de 30.000 cabezas de ganado, además de pérdidas
agrícolas (Hoyt y Langbein, 1955). Este ejemplo, refuerza la
visión limitada de la gestión de control de las inundaciones
ribereñas expresa en la tabla 2.2.
El control de la inundación es obtenido por una
combinación de medidas estructurales y no estructurales que
permite a la población ribereña minimizar sus pérdidas y mantener
una convivencia armónica con el río. Las acciones incluyen
medidas de ingeniería y de cuño social, económico y
administrativo. La investigación para la combinación óptima de
estas acciones constituye el planeamiento de la protección contra
la inundación y sus efectos.

52
Un ejemplo de política de gestión de inundaciones ocurrió
en los Estados Unidos. En 1936 fue aprobada una ley en el ámbito
federal, sobre el control de crecidas, que identificaba la naturaleza
pública de los programas de reducción de crecidas y caracterizaba
la implantación de medidas físicas o estructurales como un medio
de reducir estos daños. De esta manera, no era necesario verificar
las relaciones de costo/beneficio para justificar la protección de
las áreas sujetas a inundaciones. Con esto, se aceleró el desarrollo
y la ocupación de las terrazas de inundación, lo cual resultó en el
aumento de los daños ocasionados por las crecidas. Las pérdidas
de los fondos públicos fue insuficiente para atender a esta
tendencia. En 1966, el gobierno reconoció que las medidas
anteriores no eran adecuadas y dio énfasis a medidas no
estructurales, que permitían a la población convivir con la crecida.
El comité creado por la American Society of Civil Engineers
sobre el control de crecidas, relató en 1962 lo siguiente (Task,
1962): “Las limitaciones de la presente (en 1962) Política
Nacional de Control de Crecidas, la cual se basa principalmente
en la construcción de obras de control de inundación, son
reconocidas en este informe, lo cual enfatiza la necesidad de
regulación de las terrazas de inundación como una parte esencial
de un plan racional de reducción de las pérdidas de las crecidas”.
En 1973, fue aprobada una ley sobre protección contra
desastres de crecidas, dando énfasis a medidas no estructurales,
enfatizando y exigiendo el seguro para crecidas y regulación del
uso de la tierra y protección de las nuevas construcciones para
crecidas de 100 años del tiempo de retorno. En 1974 fueron
aprobados, dentro de la Legislación de Desarrollo de Recursos
Hídricos, artículos específicos sobre crecidas que preveían
medidas no estructurales y la distribución de costos, como en el
articulo 73 de la Ley de 1974: “en investigación, planeamiento o
proyecto de cualquier Agencia Federal, o de cualquier proyecto
involucrando la protección contra inundaciones, debe ser dada
prioridad a las alternativas no estructurales para reducción de
perjuicios de inundación, incluyendo, pero no limitando las
construcciones a prueba de crecidas, reglamentación de las áreas
de inundación, utilización de las áreas de inundación para usos
recreativos, pesca, vida animal y otras finalidades públicas y la
transferencia con el objetivo de dar una solución económica,
social y del medio ambiente más aceptable para reducción de los
daños de crecidas”.
En la Figura 2.7 se presenta la evolución de los beneficios
anuales, los beneficios acumulados y las inversiones en la gestión
de inundación hasta 1999 (con valores ajustados al dólar de 1999).
53
Se puede observar en esta figura que los beneficios acumulados
superaron en mucho las inversiones en la gestión de las
inundaciones.

Figura 2.7. Evolución de los beneficios anuales y acumulados y de los gastos en


la gestión de inundación en los Estados Unidos (Priscoli, 2001).

2.5 Medidas estructurales


Las medidas estructurales son obras de ingeniería
implementadas para reducir el riesgo de crecidas. Estas medidas
pueden ser extensivas o intensivas. Las medidas extensivas son
aquellas que actúan en la cuenca, intentanto modificar las
relaciones entre precipitación y caudal, como la alteración de la
cobertura vegetal del suelo, que reduce y retarda los picos de
crecidas y controla la erosión de la cuenca. Las medidas
intensivas son aquella que reaccionan en el río y pueden ser de
tres tipos (Simons et.al., 1977): (a) aceleran el escurrimiento:
construcción de diques y pólderes, aumento de la capacidad de
descarga de los ríos y corte de meandros; (b) retardan el
escurrimiento: reservorios y cuencas de amortiguamiento; c)
desvío del escurrimiento: obras como canales de desvíos. En la
Tabla 2.5 están resumidas las principales características de las
medidas estructurales.

2.5.1 Medidas extensivas:


Las medidas extensivas son:

Cobertura vegetal: la cobertura vegetal tiene la capacidad de


almacenar parte del volumen de agua precipitado por la
interceptación vegetal y de aumentar la evapotranspiración y de
reducir la velocidad del escurrimiento superficial por la cuenca
hidrográfica. Cuando se retira la cobertura vegetal la tendencia es
54
el aumento del volumen escurrido, de las crecidas y la reducción
de las sequías, aumentando la variabilidad de los caudales. El
aumento de la cobertura es una medida extensiva para la
reducción de las inundaciones, pero aplicable a pequeñas
cuencas, donde tiene más efecto (< 10 km2 ). El mayor efecto
de este tipo de medida se da sobre los eventos más frecuentes
de alto riesgo de ocurrencia. Para eventos raros de bajo riesgo el
efecto de la cobertura vegetal tiende a ser pequeño.

Tabla 2.5. Medidas estructurales (Simons et al. 1977).


Medida Principal ventaje Principal Aplicación
desventaja
Medidas extensivas
Alteración de la Reducción del pico Impracticable para Pequeñas cuencas
Cobertura vegetal de crecida grandes áreas
Control de la Reduce la Similar al ítem Pequeñas cuencas
pérdida del suelo sedimentación anterior
Medidas intensivas
Diques y Alto grado de Daños Grandes ríos y en
pólderes protección de un significativos en el la planicie.
área caso que falle
Mejorías del canal:
Reducción de la Aumento del caudal Efecto localizado Pequeños ríos
rugosidad por con poca inversión
desobstrucción
Corte de Amplía el área Impacto negativo Área de
meandro protegida y acelera en ríos con fondo inundación
el escurrimiento aluvional estrecha
Reservorio:
Todos los Control aguas abajo Ubicación difícil Cuencas
reservorios debido a intermediarias
expropiación
Reservorios con Más eficiente con el Vulnerable a Proyectos de usos
compuertas mismo volumen errores humanos múltiplos
Reservorios para Operación con un Costo no Restricto al
crecidas mínimo de piedras compartido control de
crecidas
Cambio de canal:
Sobre el curso de Amortiguación del Depende de la Grandes cuencas
la crecida volumen topografía
Desvíos Reduce el caudal del Similar al ítem Cuencas medias y
canal principal anterior grandes

Control de la erosión del suelo: el aumento de la erosión


tiene implicaciones ambientales por el transporte de sedimentos y
sus agregados, pudiendo contaminar los ríos aguas abajo,
disminuir su sección y alterar el balance de carga y transporte de
los ríos. Uno de los factores es la reducción de la sección de los
ríos y el aumento de la frecuencia de las inundaciones en lugares
55
de mayor sedimentación. El control de la erosión del suelo puede
ser realizado por la reforestación, pequeños reservorios,
estabilización de las orillas y prácticas agrícolas correctas. Esta
medida contribuye para la reducción de los impactos de las
inundaciones.

2.5.2 Medidas intensivas


Las medidas intensivas son:

Reservorio: El reservorio de control de crecidas funciona


reteniendo el volumen del hidrograma durante las crecidas,
reduciendo el pico y el impacto aguas abajo de la presa. En la
Figura 2.8 se observa el hidrograma natural de un río.
Considerando un volumen V del hidrograma capaz de ser retenido
por un reservorio, se puede observar la reducción del caudal
máximo y el hidrograma resultante.
Los reservorios para control de inundaciones pueden ser de
uso exclusivo a esta finalidad o pueden tener usos múltiplos. El
primer tiene como objetivo sólo minimizar las inundaciones,
mientras que el segundo tiene más de un objetivo, que son muchas
veces conflictivos.
Un reservorio sin control de operación es aquel que no
dispone de compuertas de vertedor o de fondo y la crecida es
regulada por las condiciones del vertedor libre. Cuando existen
compuertas es posible utilizar con más frecuencia el volumen
disponible para el control de las crecidas. En el período lluvioso
los primeros hidrogramas tienden ser de menor porte hasta que las
pérdidas sean atendidas y el suelo saturado. Estos hidrogramas
pueden ocupar el volumen disponible en el reservorio, resultando
poco espacio para reducir el pico de las crecidas más grandes
subsecuentes (Figura 2.9 a).

Figura 2.8. Efecto del reservorio.

La regla operacional puede ser la siguiente: (a) el


reservorio debe operar de tal forma que escurra el caudal natural

56
hasta que aguas abajo sea alcanzada la cota límite (Qcrit); (b) a
partir de este momento utilizar el volumen del reservorio para
mantener o reducir el caudal (Figura 2.9 b). Estas condiciones
operacionales dependen del proyecto del reservorio y de sus
dispositivos de evacuación. Para la búsqueda de las mejores
condiciones de proyecto y operación es necesario simular el
escurrimiento en el reservorio, identificando cuál es la operación
más eficiente.
Las presas proyectadas deben considerar los impactos que
pueden producir hacia aguas abajo y aguas arriba del
emprendimiento.
Aguas abajo: Generalmente, existen áreas sujetas a inundación
aguas abajo de una presa. Con la construcción de la presa la
tendencia es que el reservorio produzca amortiguamiento de las
crecidas en estas áreas ribereñas, caso no haya problemas
operacionales de la presa. Sin embargo, si el área de aguas abajo
no está ocupada acabará siendo habitada por la proximidad con la
obra, pasando así a estar sujeta a las crecidas. Si la obra no logra
amortiguar las crecidas, la tendencia de la sociedad es que la obra
produzca la reducción de los impactos de aguas abajo. De esta
manera, la restricción de aguas abajo pasa a ser el caudal máximo
Qcrit a partir de lo cual el río inunda sus orillas. En los períodos de
crecidas existirán eventos en que la presa no tendrá condiciones de
amortiguar el caudal y ocurrirán inundaciones. La percepción
pública de esta situación, generalmente, es de culpar la presa por
el ocurrido, por lo tanto, es necesario que el emprendimiento
tenga un eficiente sistema operacional y un sistema de
observación confiable de los datos hidrológicos necesarios a la
demostración de las condiciones operacionales para la defensa de
sus acciones.

(a) sin control (b) con control


Figura 2.9. Operaciones del reservorio

Aguas arriba: La construcción de un reservorio puede producir


los siguientes impactos aguas arriba:

57
a. De acuerdo con el caudal afluente, la regla operacional
y la capacidad de escurrimiento, la línea de agua de
remanso puede inundar o provocar represamientos
aguas arriba;
b. las condiciones del ítem anterior pueden alterarse con
el tiempo debido a la colmatación del reservorio, que
ocurre inicialmente en su tramo de aguas arriba.
Debido a esto, los niveles de inundación anteriormente
proyectados pueden aumentar, alcanzando áreas fuera
del límite desapropiado.
Un ejemplo de sistema de presas para el control de
crecidas son los de la cuenca del río Itajaí-Açu en Santa Catarina,
Brasil (Figura 2.10): la presa Oeste ubicada en el río Itajaí-Oeste
aguas arriba de la ciudad de Taió (concluida en 1973), la presa
Sur en el Itajaí do Sul (concluida en 1975) aguas arriba de la
ciudad de Ituporanga; la presa de Ibirama en el río Hercílio
(concluida en el final de los años 80). Esta última no existía
durante las crecidas de 1983 y 1984. El proyecto de estas presas
utiliza descargadores de fondo con capacidad que tiende a retener
mucho volumen dentro de los reservorios, utilizando un tiempo
muy largo para descargar. La contribución de las dos primeras
presas para el control de la inundación del año 1983 fue
insignificante debido al gran volumen de precipitación que ocurrió
durante 7 días. En el caso de la inundación de 1984, que tuvo
duración de apenas 2 días, la contribución fue mayor. Examinadas
las series de caudales máximos antes y después de la construcción
de las presas se observó un resultado inesperado que fue el
aumento de la media y del desvío estándar de las crecidas para
una de las secciones aguas abajo de una de las presas. Sin
embargo, el resultado de este aumento fue debido también al
aumento de precipitaciones en la cuenca justamente entre los dos
períodos. En la Tabla 2.6, son presentadas algunas estadísticas de
esta comparación. La presa Oeste que no produjo aumento se
mostró más eficiente en la contención de las inundaciones,
mientras que la presa Sur aparentemente no posee volumen y
proyecto adecuado para la reducción significativa de las
inundaciones.

58
Tabla 2.6. Estadísticas antes y después de la construcción de la presa en el río
Itajaí
Estatística Presa Presa Sur Precipitación Precipitación1
3
Oeste m /s Anual mm mm
m3/s
Media
Antes de la presa 292,2 488,5 1309 224,1
Después de la presa 274,5 513,3 1658 291,7
Desvío patrón
Antes 73,2 267,1
Después 56,2 356,6
Período
Antes 1934-1972 1935-1974 1942-1972 1942-1972
Después 1973-1983 1975-1984 1973-1984 1973-1984
1 – precipitación del mes en el cual ocurre la crecida máxima anual.

Reservorio de uso múltiplo: Cuando existe una presa proyectada


para abastecimiento de agua, irrigación o energía eléctrica,
generalmente el objetivo es mantener el volumen del reservorio lo
más alto posible. En estas condiciones la capacidad de
amortiguación de las inundaciones es mínima. Existe un conflicto
natural entre estos usos.
La metodología generalmente utilizada para atender a los
objetivos conflictivos se basa en la reserva de un volumen de
espera en el reservorio que minimice los impactos de la
inundación aguas arriba y aguas abajo de la presa (Figura 2.11).
Este volumen es mantenido libre para recibir los volúmenes de
inundación y reducir el caudal para aguas abajo, intentando
atender las restricciones de aguas arriba y aguas abajo.

Figura 2.10. Cuenca del río Itajaí y presas de control de crecidas.

59
Figura 2.11. Niveles operacionales de una presa.

Existen varias metodologías para estimación de este


volumen con base en las estadísticas de las series históricas de
caudal de la presa. Los métodos utilizados en el sector eléctrico
brasileño han sido: el método de la Curva Volumen x duración
(adaptaciones de la metodología presentada por Beard, 1963) o el
método de las trayectorias críticas (Kelman et al., 1983). El
primero utiliza la serie histórica observada y el segundo utiliza
series de caudales generada por un modelo estocástico. Los dos
métodos determinan estadísticamente el volumen de espera que
debe ser mantenido por el reservorio en cada día del período
lluvioso para un determinado riesgo de análisis.
Estos procedimientos no consideran la información
existente en la cuenca en el período de la inundación. Para
cuencas donde la estacionalidad no es bien definida el modelo
puede sobrestimar el volumen de espera con perjuicios
importantes. Por un lado están los perjuicios debido a la
inundación y por otro lado los debidos a la pérdida de energía
generada.

Diques o pólderes: Son muros laterales de tierra o concreto,


inclinados o rectos, construidos a una cierta distancia de las
orillas, que protegen las áreas ribereñas contra el desbordamiento.
Los efectos de reducción del ancho del escurrimiento y de
confinamiento del flujo son el aumento del nivel de agua en la
sección para el mismo caudal, aumento de la velocidad y de la
erosión de las orillas y de la sección en general y reducción del
tiempo de viaje de la onda de crecida, agravando la situación de
los demás lugares aguas abajo. El riesgo mayor existente en la
60
construcción de un dique es la definición correcta de la crecida
máxima probable, pues existirá siempre un riesgo de colapso, y
este caso los daños serán peores que si no existiera el dique.
El dique permite la protección localizada para una región
ribereña. Se debe evitar diques de grandes alturas, pues existe
siempre el riesgo de ruptura en el caso que ocurra una crecida
mayor de aquella proyectada, y de este modo, el impacto podría
más grande que si éste no existiera.
Hidráulicamente, el dique reduce la sección de
escurrimiento y puede provocar el aumento tanto de la velocidad
como de los niveles de inundación (Figura 2.12). Para que esto
no ocurra, las condiciones de flujo no deben ser alteradas después
de la construcción del dique. Estas condiciones pueden ser
simuladas en condición de régimen permanente para los caudales
de proyecto. Esta metodología no debe ser usada para
escurrimiento sujeto al efecto de la marea, pues resultará en una
cota sobredimensionada. Para tanto, se debe utilizar un modelo
hidrodinámico.
Los diques son normalmente construidos de tierra con
enrocamiento y de concreto, dependiendo de las condiciones del
lugar.
En la construcción de diques para la protección de áreas
agrícolas, el riesgo de colapso adoptado puede ser más alto que en
las áreas urbanas, siempre que los daños potenciales sean sólo
económicos. Cuando el colapso puede producir daños humanos el
riesgo debe ser menor y la obra complementada por un sistema de
previsión y alerta en tiempo actual. Tanto para cuencas rurales
como para cuencas urbanas es necesario planificar el bombeo de
las áreas laterales contribuyentes al dique. En caso contrario las
lluvias que caen sobre estas cuencas laterales quedarán represadas
por la mayor cota del río principal, acumulándose en su interior de
no existir drenes con compuertas (Figura 2.13).

61
Figura 2.12. Impacto de las construcciones del dique.

Figura 2.13. Dique – drenaje de la cuenca lateral.

Modificaciones del río: Las modificaciones en la morfología del


río objetivan aumentar el caudal para un mismo nivel, reduciendo
su frecuencia de ocurrencia. Esto puede ser obtenido por el
aumento de la sección transversal o por el aumento de la
velocidad. Para aumentar la velocidad es necesario reducir la
rugosidad, retirando las obstrucciones al escurrimiento, dragando
el río, aumentando el desnivel por el corte de meandros o
profundizando el río. Estas medidas, en general, presentan
costos elevados.
Para la sección de un río que escurre un caudal Q, la
cota resultante depende del área de la sección, de la rugosidad,
del radio hidráulico y del desnivel. Para reducir la cota debido a
un caudal se puede actuar sobre las variables mencionadas. Para
que la modificación sea efectiva es necesario modificar estas
condiciones para el tramo que actúa hidráulicamente sobre el área
de interés. Profundizando el canal, la línea de agua es rebajada
evitando inundación, pero las obras podrán involucrar un trecho
62
muy extenso para ser efectiva, lo que aumenta el costo (Figura
2.14 a). La ampliación de la sección de medición produce
reducción del desnivel de la línea de agua y reducción de los
niveles aguas arriba (Figura 2.14 b). Estas obras deben ser
examinadas en lo que respecta a la alteración que pueden
provocar en la energía del río y en la estabilidad del lecho. Los
tramos de aguas arriba y aguas abajo de las obras pueden sufrir
sedimentación o erosión de acuerdo con la alteración producida.

Figura 2.14. Modificaciones en el río.

2.6 Medidas no estructurales


Las medidas estructurales no son proyectadas para dar una
protección completa. Esto exigiría la protección contra la
mayor crecida posible. Esta protección es físicamente y
económicamente inviable en la mayoría de las situaciones. La
medida estructural puede crear una falsa sensación de seguridad,
permitiendo la ampliación de la ocupación de las áreas
inundables, que en el futuro pueden resultar en daños
significativos. Las medidas no estructurales, en conjunto con las
anteriores o sin éstas, pueden minimizar significativamente los
perjuicios con un costo menor. El costo de protección de un área
63
inundable por medidas estructurales, en general, es superior a
aquel correspondiente a las medidas no estructurales. En Denver
(Estados Unidos), en 1972, el costo de protección por medidas
estructurales de un cuarto del área era equivalente al necesario
para implementar medidas no estructurales para proteger los otros
tres cuartos del área inundable.
Las principales medidas no estructurales son del tipo
preventiva como: previsión y alerta de inundación, zonificación
de las áreas de riesgo de inundación, seguro y protección
individual contra inundación. El pronóstico de crecidas fue
presentado en el ítem anterior.

2.6.1 Sistema de pronóstico y alerta temprana


El sistema de pronóstico y alerta temprana tiene la
finalidad de anticiparse a la ocurrencia de la inundación, avisando
a la población y tomando las medidas necesarias para reducir los
perjuicios resultantes de la inundación.
• Un sistema de alerta de pronóstico en tiempo real
involucra los siguientes aspectos (Figura 2.15):
• Sistema de colecta y transmisión de informaciones de
tiempo e hidrológicas; sistema de monitoreo por red
telemétrica, satélite o radar y transmisión de estas
informaciones para el centro de pronóstico;
• Centro de pronóstico: recepción y procesamiento de
informaciones; modelo de previsión (vea en el ítem
anterior)¸ evaluación y alerta;
• Defensa Civil: programas de prevención: educación,
mapa de alerta, locales críticos, etc.; alerta a los
sistemas públicos: escuelas, hospitales, infraestructura,
etc.; alerta a la población de riesgo, remoción y protección
a la población alcanzada durante la emergencia o en las
inundaciones.

64
Figura 2.15. Sistema de previsión y alerta.

Este sistema posee tres fases distintas que son:


prevención, alerta y mitigación. En la prevención son
desarrolladas las actividades preventivas para minimizar las
inundaciones cuando éstas ocurren. Esto involucra el
entrenamiento del equipo de la Defensa Civil, de la población a
través de informaciones, el mapa de alerta que identifique las
áreas inundadas durante su ocurrencia, el planeamiento de las
áreas para recibir la población afectada, entre otros.
El alerta trata de la fase propiamente dicha de
acompañamiento de la ocurrencia de los eventos lluviosos con
base en lo siguiente:
1. niveles de acompañamiento: nivel a partir del cual
existe un acompañamiento por parte de los técnicos, de
la evolución de la crecida. En este momento, se da un
alerta a la Defensa Civil de la eventualidad de la
llegada de una crecida. Se inicia en este momento el
pronóstico de niveles en tiempo real;
2. niveles de alerta: es el nivel a partir del cual las
entidades pronostican que la cota que puede producir

65
perjuicios será alcanzada dentro de un horizonte de
tiempo de la previsión. La Defensa Civil y las
administraciones municipales pasan a recibir
regularmente los pronósticos para la ciudad;
3. niveles de emergencia: nivel en el cual ocurren
perjuicios materiales y humanos. La población pasa a
recibir las informaciones. Estas informaciones que
recibe la población son el nivel actual y pronosticado
con anticipación y el intervalo probable de errores
obtenidos a través de los modelos;

La fase de mitigación trata de las acciones que deben ser


realizadas para disminuir el perjuicio de la población cuando la
inundación ocurre. Incluye acciones tales como aislar calles y
áreas de riesgo, remoción de la población, de animales y la
protección de lugares de interés público.
El mapa de alerta es preparado con valores de cotas para
cada esquina del área de riesgo. Con base en la cota absoluta de
las esquinas, se debe transformar este valor en la cota
referente a la regla limnimétrica. Esto significa que, cuando
un determinado valor de nivel de agua esté ocurriendo en la regla,
la población sabrá cuanto falta para inundar cada esquina. Esto
auxilia la convivencia con la inundación durante su ocurrencia.
Para que este mapa pueda ser determinado, es necesario
obtener todas las cotas de cada esquina y realizar lo siguiente:

1. Para cada cota de esquina, hay que trazar una


perpendicular de su punto de ubicación con
relación al eje del río.
2. Considerar la cota de la referida esquina como
siendo la misma en esta sección del río;
3. Obtener el desnivel de la línea del agua.
Elegir el tiempo de retorno aproximadamente por
la faja (mapa de planeamiento) en el que se
encuentra la esquina;
4. La cota de la regla de la esquina será:

CR = CT ± DxDist (2.2)

donde CR es la cota de la regla; CT es la cota topográfica de la


esquina; D es el desnivel a lo largo del río; Dist es la distancia a lo
largo del río entre la sección de la regla. La señal será negativa si
la esquina está aguas arriba de la sección de la regla, mientras
que será positiva si está aguas abajo. El valor a ser puesto en el
mapa es CR. Sin embargo, en el caso que la población esté más
acostumbrada con el valor de la regla y no de su cota absoluta se
66
debe utilizar el nivel de la regla, que es:

NR = CR  ZR (2.3)

donde NR es el nivel de la regla; CR es la cota de la regla y ZR es


la cota del cero de la regla.

2.6.2 Zonificación de áreas inundables


La zonificación de las áreas de inundación engloba las
siguientes etapas: a) determinación del riesgo de las crecidas; b)
mapeamiento de las áreas de inundación; c) zoneamiento. La
estimación del riesgo fue mencionada en el ítem 2.2. A
continuación serán descriptos los aspectos del mapeamiento y de
la zonificación.

Mapa de inundación de la ciudad


Los mapas de inundación pueden ser de dos tipos: mapas
de planeamiento y mapas de alerta. El mapa de planeamiento
define las áreas alcanzadas por crecidas de tiempos de retorno
elegidos. El mapa de alerta fue descripto en el ítem anterior.
Para la elaboración de estos mapas son necesarios los
siguientes datos: a) nivelación de la regla a un cero absoluto; b)
topografía de la ciudad en el mismo referente absoluto de la regla
limnimétrica. Cota de calle en el medio de cada esquina de las
áreas de riesgo; c) estudio de probabilidad de inundaciones de
niveles para una sección en la cercanía de la ciudad; d) niveles de
crecidas, o marcas a lo largo de la ciudad que permita la
definición de la línea de agua; e) secciones batimétricas a lo largo
del río en el perímetro urbano. En el caso que la ubicación de la
sección de observación se encuentre fuera del perímetro urbano,
la batimetría debe ir hasta la referida sección. El espaciamiento
de las secciones depende de las modificaciones del lecho y del
desnivel de la línea de agua, pero espaciamientos entre 500 y
1.000 m son suficientes; f) catastro de las obstrucciones al
escurrimiento a lo largo del tramo urbano como son los puentes,
edificios y calles, entre otros.
Cuando el desnivel de la línea de agua a lo largo de la
ciudad es muy pequeña y no existe arroyos significativos en el
perímetro urbano los puntos d, e y f son desnecesarios. En el caso
que tenga obstrucciones, éstas pueden ser importantes si reducen
significativamente la sección transversal.
En la práctica, es muy complicada la obtención de todas
las informaciones relacionadas anteriormente, por lo que es
conveniente dividir el estudio en dos fases. En la primera fase,

67
denominada preliminar, serían delimitadas con baja precisión las
áreas de inundación con base en mapas topográficos existentes y
marcas de crecidas. En la segunda fase, con la delimitación
aproximada de las áreas de inundación, sería determinada la
topografía más detallada para esta área, juntamente con la
batimetría del río.

Mapeamiento preliminar: En las ciudades de porte superior a


10.000 habitantes existen proyectos de abastecimiento de agua.
Para estos proyectos es necesario obtener la topografía con
espaciamiento mínimo de 5 m en 5 m (1:10.000). Estos mapas no
poseen la precisión deseada para este tipo de estudio, pero
pueden ser utilizados preliminarmente. Los errores pueden ser
minimizados con visitas “in situ”, fotografías aéreas y verificación
de puntos característicos del relevamiento. No siempre estos
mapas se refieren a la cota absoluta deseada; en este caso es
necesario obtener el plano de comparación (RN) deseado y
establecer la referencia con el mapa disponible. A continuación se
puede establecer la relación entre el cero de la regla limnimétrica
y el RN elegido, utilizado en la elaboración del mapa topográfico.
Considerando que los niveles de crecidas son conocidos en
la sección de la regla, para transportarlo a las secciones a lo largo
del tramo urbano es necesario conocer el desnivel de la línea de
agua. Este desnivel puede ser obtenido a través de las marcas de
crecidas o midiendo la misma durante la sequía. Este último
procedimiento puede presentar errores, ya que si existen
obstrucciones al escurrimiento durante las crecidas, el desnivel
puede modificarse significativamente.
Para la determinación del desnivel de la línea de agua se
debe recomendar al topógrafo lo siguiente: a) nivelar todas las
marcas de crecida existentes en la ciudad; b) medir el nivel de
agua con espaciamiento entre 500 m y 1.000 m a lo largo del
tramo urbano, anotando la cota de la regla para el momento del
relevamiento.
Para verificar el trabajo del topógrafo se puede utilizar lo
siguiente: a) verificar si el desnivel es decreciente en la dirección
del flujo; b) para verificar la nivelación de las marcas en la
vecindad de la sección de la regla limnimétrica sume al cero de la
regla los valores observados en el limnígrafo y verifique si
corresponden a las marcas niveladas. Se debe considerar que la
marca de la crecida no corresponde al nivel máximo ocurrido,
ya que el río mancha la pared cuando el nivel se mantiene por
algún tiempo. En el caso que el río quede muy poco tiempo en el
pico, la marca debe aparecer para niveles menores.

68
Los criterios para determinación de la línea de agua y los
niveles de crecida a lo largo de la ciudad son los siguientes:
a. conocida la curva de frecuencia de niveles de
inundación en la sección de la regla limnimétrica,
obtenga los niveles absolutos correspondientes a los
tiempos de retorno deseados;
b. defina las secciones a lo largo del río; Estas secciones
son elegidas con base en las marcas existentes y/o en
los niveles medidos a cada 500 m y 1.000 m;
c. calcule el desnivel de la línea de agua para los distintos
tramos definidos por las secciones referenciadas. El
desnivel es calculado con la distancia medida a lo largo
del río. Se debe tener cuidado cuando existen puentes
y/o calles que obstruyen el escurrimiento;
d. para los niveles calculados en las secciones del puesto,
obtenga las cotas correspondientes para las demás
secciones, utilizando el desnivel de la línea de agua
obtenida.

Mapeamiento definitivo: En este caso es necesario un


relevamiento detallado de la topografía de las áreas de riesgo con
el tiempo de retorno menor o igual a 100 años. La elección del
tiempo de retorno es arbitraria y depende de la definición de la
futura zonificación. En el caso que haya ocurrido una crecida con
tiempo de retorno superior a los 100 años, se debe elegir el mayor
valor ocurrido.
El relevamiento detallado engloba la determinación de las
curvas de nivel con espaciamiento de 0,5 m o 1,0 m, dependiendo
de las condiciones del terreno. En algunas ciudades el
espaciamiento puede ser muy detallado. En este relevamiento
debe constar el nivel del medio de la calle de cada esquina de las
áreas de riesgo.
Además de la topografía es necesario el relevamiento de
las obstrucciones al escurrimiento, como pilares y márgenes de
puentes, calles con taludes, edificios, caracterizando en planta y,
en sección, el tipo de cobertura y obstrucción.
Con la batimetría a lo largo de la ciudad es posible
determinar las cotas de inundación, de acuerdo con el siguiente
procedimiento:
a. debe ser utilizado un modelo de escurrimiento
permanente para el cálculo de la línea de agua. El
método es utilizado, inicialmente, para el ajuste de
las rugosidades, con base a las marcas de crecidas y
en la curva de descarga del puesto fluviométrico.

69
Para esto, la línea de agua es determinada para el
caudal registrado en el puesto fluviométrico y el
nivel correspondiente en el sentido de aguas abajo
hacia aguas arriba. La rugosidad correcta será
aquella cuya línea de agua se aproxime de las
marcas de crecida;
b. conocidas las rugosidades se puede establecer la
línea de agua para los caudales correspondientes a
los distintos tiempos de retorno y, en consecuencia,
elaborar el mapeamiento de las áreas alcanzadas.

Zonificación
La zonificación propiamente dicha es la definición de un
conjunto de reglas para la ocupación de las áreas de mayor riesgo
de inundación, previendo la minimización futura de las pérdidas
materiales y humanas en función de las grandes crecidas. Se
concluye de esto, que la zonificación urbana permitirá un
desarrollo racional de las áreas ribereñas.
La reglamentación del uso de las zonas de inundación se
apoya en mapas con demarcación de áreas de distintos riesgos y
en los criterios de ocupación de éstas, cuanto al uso y a los
aspectos constructivos. Para que esta reglamentación sea utilizada,
beneficiando las comunidades, ésta debe ser integrada a la
legislación municipal sobre loteos (o lotificaciones),
construcciones y habitaciones, a fin de garantizar su observancia.
De este modo, el contenido de este capítulo tiene la finalidad de
servir como base para la reglamentación de la terraza de
inundación, a través de los planes directores urbanos, permitiendo
a los municipios realizar un control efectivo. El Departamento de
Aguas y Energía Eléctrica del Estado de San Pablo (DAEE),
presentó una propuesta para los artículos de la sección de
Recursos Hídricos de las Leyes Orgánicas Municipales del
referido Estado, donde la zonificación era recomendada en los
siguientes términos: “Art. 2o. Cabrá al municipio, en el campo
de los recursos hídricos: IV – proceder a la zonificación de las
áreas sujetas a riesgos de inundaciones, erosión y deslizamientos
de suelo, estableciendo restricciones y prohibiciones al uso,
parcelamiento y la edificación, en las áreas impropias o críticas de
manera a preservar la seguridad y la salud pública”.
El Water Resources Council (1971) definió a la
zonificación como “aquella que involucra la división de
unidades gubernamentales en distritos y la reglamentación dentro
de estos distritos de: a) usos de estructuras y de la tierra; b)
altura y volumen de las estructuras; c) el tamaño de los terrenos
70
y la densidad de uso”. Las características de la zonificación, que
la distingue de otros controles es que la reglamentación varía de
distrito a distrito. Por esta razón, la zonificación puede ser usada
para establecer patrones especiales para uso de la tierra en áreas
sujetas a la inundación. La división en distritos de tierras, a través
de la comunidad es usualmente basada en planes globales de uso,
que orientan el crecimiento de la comunidad.

Condiciones técnicas de la zonificación: El riesgo de


ocurrencia de inundación varía con la respectiva cota de la terraza.
Las áreas más bajas obviamente están sujetas a mayor frecuencia
de ocurrencia de crecidas. Así siendo, la delimitación de las áreas
de la zonificación depende de las cotas altimétricas de las áreas
urbanas.
El río posee normalmente uno o más lechos. El
lecho menor corresponde a la sección de escurrimiento en régimen
de sequía, o de niveles medianos. El lecho mayor puede tener
distintas ramificaciones de acuerdo con la sección transversal
considerada y de acuerdo con la topografía de la terraza
inundable. El río acostumbra ocupar durante las crecidas este
lecho. Cuando el tiempo de retorno de desbordamiento del lecho
menor es superior a 2 años, existe la tendencia de la población en
ocupar la terraza en las más diversas y significativas maneras
socioeconómicas. Esta ocupación genera, por las crecidas, daños
importantes a los ocupantes de estas áreas y, también, a las
poblaciones aguas arriba, que son afectadas por las elevaciones
de niveles a consecuencia de la obstrucción del escurrimiento
natural causado por los primeros ocupantes (Figura 2.16).
La sección de escurrimiento del río puede ser dividida en
tres partes principales (Figura 2.17), descriptas a continuación:

Figura 2.16. Invasiones de las terrazas de inundación

71
Figura 2.17. Reglamentación de la zona inundable (U.S.Water
Resources Council,1971).

Zona de pasaje de la crecida (faja 1). Esta parte de la sección


funciona hidráulicamente y permite el escurrimiento de la crecida.
Cualquier construcción en esta área reducirá el área de
escurrimiento, elevando los niveles aguas arriba de esta sección
(Figura 2.18). Por lo tanto, en cualquier planeamiento urbano, se
debe mantener esta zona desobstruida.
Los criterios técnicos generalmente utilizados son los
siguientes:
a. Determinar la crecida de 100 años de tiempo de
retorno o la que determina los límites del área de
inundación;
b. La sección de pasaje de la crecida será la que evita el
aumento de los niveles para el lecho principal y para

72
el valle de inundación. Como este valor difícilmente
es nulo, se adopta un aumento mínimo aceptado para
el lecho principal. En los Estados Unidos se adoptó
como aumento mínimo igual a un pié o 30,45 cm.
Vea la Figura 2.18 para la definición de esta faja de
la terraza.

Figura 2.18. Definición de la zona de pasaje de la crecida.

Esta faja del río debe quedar desobstruida para evitar


daños importantes y represamientos. En esta faja no se debe
permitir ninguna nueva construcción y la intendencia podrá,
paulatinamente, transferir las construcciones existentes.
En la construcción de obras como rutas y puentes se debe
verificar si las mismas producen obstrucciones al escurrimiento.
En aquellas ya existentes se debe calcular el efecto de la
obstrucción y verificar las medidas que pueden ser tomadas para
la corrección. No se debe permitir la construcción de rellenos que
obstruyan al escurrimiento. Esta área podría ser usada para la
agricultura u otro uso similar a las condiciones de la naturaleza.
Adicionalmente, sería permitido la instalación de líneas de
transmisión y conductos hidráulicos o cualquier tipo de obra que
no produzca obstrucción al escurrimiento, como por ejemplo,
estacionamientos, campos de deportes, entre otros.
En algunas ciudades podrán ser necesarias construcciones
próximas a los ríos. En estas circunstancias, se debe evaluar el
efecto de la obstrucción y las obras deben estar estructuralmente
protegidas contra inundaciones.

Zona con restricciones (faja 2). Es el área restante de la superficie


inundable que debe ser reglamentada. Esta zona queda inundada,
pero debido a las pequeñas profundidades y bajas velocidades, no
contribuyen mucho para el drenaje de la crecida.
Esta zona puede ser subdividida en subáreas, pero
esencialmente sus usos pueden ser:
a. parques y actividades de recreación o deportivas
73
cuyo mantenimiento, después de cada crecida, sea
simple y de bajo costo. Normalmente una simple
limpieza va a recomponer su condición de uso, en
corto espacio de tiempo;
b. uso agrícola;
c. habitación con más de un piso, donde el piso
superior quedará por lo menos en el nivel del límite
de la crecida y estructuralmente protegida contra
crecidas;
d. industrial, comercial, como áreas de cargas,
estacionamiento, áreas de almacenamiento de
equipos o maquinaria fácilmente removible o que
no estén sujetos a los daños que genera una crecida.
En este caso, no se debe permitir el
almacenamiento de artículos perecederos y
principalmente tóxicos;
e. servicios básicos; líneas de transmisión, calles y
puentes, desde que correctamente proyectados.

Zona de bajo riesgo (faja 3). Esta zona posee pequeña


probabilidad de ocurrencia de inundaciones, siendo alcanzada en
años excepcionales por pequeñas láminas de agua y bajas
velocidades. La definición de esta área es útil para informar a la
población sobre la magnitud del riesgo al que está sujeta. Esta
área no necesita reglamentación con respecto a las crecidas.
En esta área, delimitada por crecida de baja frecuencia, se
puede dispensar de medidas individuales de protección para las
habitaciones, pero se debe orientar a la población para la eventual
posibilidad de crecida y de los medios de protección de las
pérdidas resultantes, recomendando el uso de obras con, por lo
menos, dos pisos, donde el segundo puede ser usado en los
períodos críticos.

Reglamentación de las zonas de inundación : Usualmente,


en las ciudades de países en desarrollo, la población de menor
poder adquisitivo y marginada ocupa las áreas ribereñas de mayor
riesgo. La reglamentación de la ocupación de áreas urbanas es un
proceso iterativo, que pasa por una propuesta técnica que es
discutida por la comunidad antes de ser incorporada al Plan
Director de la ciudad. Por lo tanto, no existen criterios rígidos
aplicables a todas las ciudades, pero existen recomendaciones
básicas que pueden ser seguidas de acuerdo con cada caso.
Water Resources Council (1971) orienta la reglamentación
con base a distritos, definiendo en cada uno lo siguiente: (a) un
74
texto que presente los reglamentos que se aplican a cada distrito,
junto con las providencias administrativas; (b) un mapa
delineando los límites de los varios usos en los distritos.
El zoneamiento es complementado con la subdivisión de
las reglamentaciones, donde son orientadas las divisiones de
grandes parcelas de tierra en pequeños lotes, con el objetivo de
desarrollo y venta de edificios. Por lo tanto, esta es la fase de
control sobre los loteos (o lotificaciones). El Código de
Construcción orienta la construcción de edificios cuanto a los
aspectos estructurales, hidráulicos, de material y sellado. La
reglamentación de las construcciones permite evitar futuros daños.
A continuación relacionamos algunos de los indicadores generales
que pueden ser usados en la zonificación.
La protección de las habitaciones con relación a las
crecidas depende de la capacidad económica del propietario para
realizarlas. Con la implementación de un plan, la municipalidad
podrá permitir las construcciones en estas áreas, desde que
atiendan las siguientes condiciones (Tucci y Simões Lopes, 1985):
a. establecimiento de, por lo menos, un piso con nivel
superior a la crecida que limita la zona de bajo
riesgo;
b. uso de materiales resistentes a la sumersión o
contacto con el agua;
c. prohibiciones de almacenamiento o manipulación y
procesamiento de materiales inflamables, que
puedan poner en riesgo la vida humana o animal
durante las crecidas. Los aparatos eléctricos deben
quedar en lugares seguros;
d. protección de los rellenos contra erosiones a través
de cobertura vegetal, gaviones u otros dispositivos;
e. prever los efectos de las crecidas en los proyectos
de sistemas pluvial y cloacal;
f. estructuralmente, las construcciones deben ser
proyectadas para resistir la presión hidrostática,
que puede causar problemas de derrames, entre
otros, a los empujes y momentos que pueden exigir
anclaje, bien como las erosiones que pueden
destruir las fundaciones;
g. cierre de aperturas como puertas, ventanas y
dispositivos de ventilación;
h. estanqueidad y refuerzo de las paredes de los
sótanos;
i. refuerzo o drenaje de la losa del piso;
j. válvulas en conducto;

75
k. protección de equipos fijos;
l. anclaje de paredes contra deslizamientos.
La decisión sobre la obligatoriedad de protección de las
nuevas construcciones en la zona de inundación es un proceso que
debe pasar por una discusión amplia de la comunidad involucrada.
Por lo tanto, se debe tener presente que, luego de las últimas
crecidas, hubo desvalorización inmobiliaria de las áreas de riesgo.
Con el pasar del tiempo, estas áreas adquirirán gradualmente valor
inmobiliario, debido al natural espaciamiento en el tiempo de las
crecidas y de esta manera, la implementación de un plan de
zonificación podrá traer costos mayores de expropiaciones (si son
necesarias) o dificultades en el proceso de obediencia a la
reglamentación. Esta situación sólo sufrirá modificación con la
ocurrencia de nueva crecida, con más daños. Estas condiciones
son más graves en la zona de pasaje de la crecida, en la cual la
municipalidad necesita gradualmente remover las obras que
obstruyen el escurrimiento.
Para mantener el recuerdo de las inundaciones en las calles
se puede utilizar la pintura de los postes de luz con distintos
colores. Esto democratiza la información sobre la inundación y
evita problemas inmobiliarios de compra y venta en las áreas de
riesgo.
Cuanto a las construcciones ya existentes en las áreas de
inundación, deberá ser realizado un catastro completo de las
mismas y establecido un plan para reducir las pérdidas en el lugar,
y también aquellas que son provocadas por el remanso resultante
de la obstrucción del escurrimiento. Varias son las condiciones
existentes que deberán ser analizadas caso a caso. Algunas
situaciones pueden ser: (a) para las obras públicas como escuelas,
hospitales y edificios administrativos se debe verificar la
viabilidad de protegerlos o removerlos para áreas seguras, a
mediano plazo; (b) las subhabitaciones como villas de
emergencias y habitaciones de población de baja renta, deben
tener su transferencia negociada para áreas más seguras; (c) para
áreas industriales y comerciales se puede incentivar las medidas
de protección a las construcciones y, caso sea necesario, de toda el
área a expensas de los beneficiados.
Cuando ocurren remociones o transferencias, el poder
público debe estar preparado con planes urbanos para destinar
estas áreas para otros usos o finalidades de recreación, como por
ejemplo, parques, evitando que vengan a ser nuevamente
ocupadas por subhabitaciones.
Algunas acciones públicas son esenciales en este proceso
tales como:

76
a. evitar construcción de cualquier obra pública en las áreas
de riesgo como escuelas, hospitales y edificios en general.
Las existentes deben poseer un plan de remoción a ser
ejecutado a lo largo del tiempo;
b. planificar la ciudad para gradualmente desplazar su eje
principal para los lugares de bajo riesgo;
c. las entidades financieras deberían evitar financiar obras en
áreas de riesgo;
d. utilizar mecanismos económicos para el proceso de
incentivo y control de las áreas de riesgo: (1) retirar el
impuesto predial a los propietarios que mantengan sin
construcción las áreas de riesgo y que las utilicen por
ejemplo, para la agricultura, recreación, etc; (2) intentar
crear un mercado para las áreas de riesgo de tal manera
que las mismas se vuelvan públicas con el pasar del
tiempo;
e. prever la inmediata ocupación de las áreas públicas de
riesgo cuando éstas sean desocupadas con algún plan que
demarque la presencia del municipio o del Estado.

2.6.3 Construcción a prueba de crecida


La construcción a prueba de crecida es definida como el
conjunto de medidas que son proyectadas para reducir las pérdidas
de edificios ubicados en las terrazas o planicies de inundación
durante la ocurrencia de las crecidas. Estas medidas son:
• sellado temporario o permanente en las aberturas de las
estructuras;
• elevación de estructuras existentes;
• construcción de nuevas estructuras sobre pilotes;
• construcción de pequeñas paredes o diques circundando la
estructura; transferencia o protección de artículos que
puedan ser dañados dentro de la estructura existente,
• transferencia de la estructura hacia afuera del área de
inundación;
• uso de material resistente al agua o nuevas estructuras;
• reglamentación de la ocupación del área de inundación por
cercado;
• reglamentación de subdivisión y código de construcción,
compra de áreas de inundación, seguro de inundación,
instalación de servicio de previsión y de alerta de crecida
con plan de evacuación, adopción de incentivos fiscales
para el uso prudente del área de inundación; instalación de
avisos de alerta en el área y adopción de políticas de
desarrollo. Las medidas no estructurales de inundación
77
pueden ser agrupadas en: reglamentación del uso de la
tierra, construcciones a prueba de crecidas, seguro de
crecida, previsión y alerta de inundación.

2.6.4 Seguro de inundación


El seguro de inundación es un procedimiento preventivo
viable para emprendimientos con valor agregado importante y en
el cual los propietarios poseen capacidad económica para pagar el
costo del seguro. Además de esto, no todas las compañías están
dispuestas a afrontar el seguro de inundaciones si no hay un
sistema de reseguros para distribución del riesgo. Cuando la
población que ocupa el área de inundación es de baja renta este
tipo de solución se vuelve inviable.

2.7 Evaluación de los perjuicios de las


crecidas
Según el U.S Army Corps of Engineers (1976), los
perjuicios por inundación pueden ser clasificados en tangibles e
intangibles. Los perjuicios tangibles son clasificados en daños
físicos, costos de emergencia y perjuicios financieros.
Los daños físicos incluyen los costos de separación y
limpieza de los edificios, las pérdidas de objetos, muebles,
equipos, elementos decorativos, material almacenado y material
en elaboración. Los costos de emergencia se refieren a la
evacuación, reocupación, habitación provisoria como
campamentos, alertas, entre otros. Los costos financieros son
aquellos debidos a la interrupción del comercio, de la
fabricación de productos industriales y las ganancias cesantes.
Los costos intangibles se refieren a los daños de crecida que no
tienen valor de mercado o valor monetario, como la pérdida de
vidas u obras y edificios históricos.
Los métodos utilizados para la evaluación de los daños
causados por la crecidas son (Simons et al., 1977): a) curva nivel-
perjuicio; b) método de la curva de perjuicio histórico; c) ecuación
de daño-agregado.

2.7.1 Curva nivel-perjuicio


El desarrollo de este método es citado en U.S Army Corps
of Engineers (1976). Consiste en la determinación de la curva que
relaciona los perjuicios y las probabilidad o tiempo de retorno.
Para determinar esta curva es necesario obtener las siguientes
relaciones: a) curva de descarga; b) curva de probabilidad de
78
caudales máximos; c) curva de nivel versus perjuicio.
La curva de descarga es la relación entre el caudal y el
nivel de agua en la sección de medición. La curva de frecuencia
de probabilidad de caudales relaciona el riesgo de ocurrencia de
las inundaciones. Para obtener la relación entre el nivel en la
sección de la regla y la probabilidad basta efectuar la combinación
de las dos curvas.
La gran dificultad está en la determinación de la relación
ente nivel y perjuicio. Por lo tanto es necesario un catastro de
ocupación de la terraza y la estimación del perjuicio para los
distintos componentes de esta ocupación. Esta estimación puede
ser realizada para construcciones patrones como residencias,
ocupación industrial y comercial, cuando sea el caso, además del
uso agro-pastoril. En los Estados Unidos las entidades como Soil
Conservation Service, Corps of Engineers y Administración
Federal de Seguros intentan relacionar, para cada tipo básico de
construcción, la altura a partir del piso con el porcentaje del daño
del valor total del edificio. En las Figura 2.19 y Figura 2.20 son
presentados, respectivamente, ejemplos de la comparación de las
curvas propuestas por las tres organizaciones para los casos de
una casa de uno y de dos pisos, ambas sin sótano. La
composición de los costos por áreas de la ciudad, a través de
muestreo, permite una evaluación global de los daños
involucrados. Individualmente, una industria o un establecimiento
comercial pueden inventariar sus perjuicios potenciales de
acuerdo con el nivel de agua.
Conocida la relación entre la profundidad y el perjuicio es
posible establecer la relación entre perjuicio y probabilidad, por el
uso de las dos últimas curvas (Figura 2.21). La curva perjuicio-
probabilidad permite la estimación del costo medio de inundación
para una ciudad o, individualmente, para una industria, sin
establecimiento comercial o residencial. Adicionalmente, ésta
permite informar los riesgos económicos involucrados en la
instalación en áreas sujetas a inundaciones. El costo medio de
inundación es obtenido por la integración de la curva perjuicio
versus probabilidad.

79
Figura 2.19. Curvas de profundidad-daño para una casa de uno sólo pavimento
sin sótano (Simons et al., 1977).

2.7.2 Método de la curva de perjuicio histórico


Este tipo de metodología fue propuesta por Echstein
(1958) y se basa en la determinación de los perjuicios de crecidas
ocurridas en los últimos años. Graficando este perjuicio con
relación a los niveles, se permite el trazado de la curva,
relacionando niveles versus daño. Las limitaciones de este
procedimiento son: a) el método considera que en los últimos
años, el crecimiento de la región haya sido prácticamente nulo en
el área de inundación y que no hayan existido transferencias; b)
admite que los perjuicios provocados por las crecidas hayan sido
repuestos; c) que los valores de los perjuicios deben ser
uniformes, o sea, debe considerar la inflación de los períodos; d)
que el procedimiento de evaluación de los perjuicios debe ser el
mismo en las diferentes crecidas, para que no haya tendenciosidad
de evaluación.

80
2.7.3 Ecuación del perjuicio agregado
James (1972) presentó la ecuación de daño agregado, que
se basa en el crecimiento lineal entre el daño y el nivel medio de
inundación de la terraza de inundación. La ecuación es la
siguiente:

CD = K D  h  M  U  A (2.4)

donde CD es el daño total, debido a la crecida para un evento; KD


es el índice del daño de la crecida, en unidades monetarias por
unidades de profundidad de inundación; h = profundidad media de
inundación; M = índice de valor de mercado de desarrollo del área
de inundación, en unidades monetarias por unidades de desarrollo;
U = proporción de ocupación, o sea, proporción del área de
inundación desarrollada por el área total inundada; A = área total
de inundación.

Figura 2.20. Curvas de profundidad-daño para una casa de dos pavimentos sin
sótano (Simons et al., 1977).

81
El índice KD es definido por:

dD (2.5)
KD =
dy

donde dD es el daño y dy es la profundidad. Esta derivada es


obtenida con base en la relación entre el daño y la profundidad.
Homan y Waybur (1960) determinaron este valor para crecidas de
cerca de 5 pies de profundidad (1,5 m) y obtuvieron KD = 0,052.
James (1964) presentó un valor medio de 0,044. Cuando en la
crecida existe gran cantidad de sedimentos o alta velocidad, el
valor de KD crece. El nivel medio de la crecida y el índice del
valor de mercado son obtenidos para cada lugar. El factor U
también es obtenido por datos locales.

Figura 2.21. Método Nivel-Perjuicio.


Kates (1965) presentó una secuencia de procedimientos
para la evaluación de los perjuicios de las áreas de inundación con
crecimiento, o modificaciones de daños potenciales que se dan
con el tiempo. La secuencia es la siguiente: a) utilice un modelo
regional de economía para proyectar el crecimiento urbano
regional a través del período de análisis; b) defina estos límites de
las áreas de inundación con base en el análisis hidrológico y
aloque el crecimiento urbano en esta área; c) especifique cada
estructura en el área de inundación por ubicación, tipo, contenido
y valor económico, como función del tiempo; d) desarrolle curvas
apropiadas, relacionando daños en la estructura con el nivel como
función del tiempo; e) agregue las curvas individuales de daño
para permitir la evaluación de toda la crecida, reflejando los
cambios en el tiempo.
82
Problemas
1. ¿Por qué se inunda?
2. ¿Cuáles son las fuentes de los problemas en la
inundación ribereña?
3. ¿Cuál es la diferencia entre las medidas estructurales y
no estructurales?
¿Cuándo se debe utilizar cada tipo de medida?
4. ¿Cuáles son las medidas estructurales? ¿Cuáles son las
limitaciones extensivas?
5. ¿Cuándo se utilizan las medidas intensivas?
6. ¿Cuáles son las medidas no estructurales? ¿Cuáles son
las dificultades de implementarlas?
7. ¿Cómo usted determinaría el mapeo de inundación en
una ciudad?
8. ¿Si no hay datos históricos es posible mapear?
9. ¿Cómo el mapa preparado puede ser utilizado para el
planeamiento de ocupación de la ciudad? Caso usted fuera
orientar al intendente de la ciudad, ¿cuáles serían sus
recomendaciones?
10. Usted fue invitado para hacer un estudio de alternativa de
una industria que se encuentra en el área de inundación.
¿Cuáles son las alternativas de evaluación económica?
11. ¿Cuáles son las alternativas de control de inundación en
una cuenca de 100.000 km2? Analice las alternativas.
12. ¿Cuáles son los criterios para determinar el área que debe
quedar desobstruida en la zonificación del área de
inundación?
13. ¿Cuáles son los criterios de zonificación de las áreas de
inundación en asociación con el Plan Director urbano?
14. ¿Por qué las medidas estructurales son más caras que las
medidas no estructurales?
15. ¿Cuáles son los principales impactos que involucra el corte
de meandros para control de inundación de un tramo de
río?
16. ¿Cuándo es viable la canalización de un río para el
control de la crecida?
¿Cuáles son los beneficios?
17. ¿Cómo usted definiría un plan de determinación de los
niveles de inundación para un lugar sin datos?
18. ¿Cuáles son las medidas complementarias a la zonificación
de la planicie de inundación?

83
Referencias

84
85
3.Gestión de inundaciones en
el drenaje urbano
El control del drenaje urbano involucra la gestión
del espacio urbano para controlar el impacto de la
impermeabilización y evitar la canalización

3.1 Impacto del desarrollo urbano en el


ciclo hidrológico
desarrollo urbano altera la cobertura vegetal provocando
El varios efectos que afectan los componentes del ciclo
hidrológico natural. Con la impermeabilización del suelo a
través de tejados, calles, veredas y patios, el agua que
previamente era infiltrada, pasa a escurrir por los conductos de
desagüe aumentando el escurrimiento superficial. El volumen que
escurría lentamente por la superficie del suelo y quedaba retenido
por la plantas, con la urbanización, pasa a escurrir en los canales,
exigiendo mayor capacidad de escurrimiento de las secciones.
En la Figura 3.1, se presentada el efecto sobre las
variables del ciclo hidrológico debido a la urbanización. El
hidrograma típico de una cuenca natural es aquél resultante de la
urbanización (Figura 3.2).
Con la urbanización son introducidas las siguientes
alteraciones en el referido ciclo hidrológico:
• Reducción de la infiltración en el suelo;
• El volumen que deja de ser infiltrado queda en la
superficie, aumentando el escurrimiento superficial.
Además de esto, como fueron construidos conductos
pluviales para el escurrimiento superficial, acelerando y
provocando una reducción del tiempo de desplazamiento.
Los caudales máximos también aumentan sus picos en el
86
tiempo (Figura 3.2). El caudal máximo medio de
inundación puede aumentar de seis a siete veces. En la
cuenca del río Belém en Curitiba-Brasil, con un área de
drenaje de 42 km3 y áreas impermeables del orden del
60%, se obtuvo un aumento de 6 veces en el caudal medio
de crecida entre las condiciones rurales y la actual
condición de urbanización. En la Figura 3.3, se presenta
el caudal de crecida en función del área de drenaje para
cuencas rurales y para la cuenca del río Belém. La
tendencia de los valores de las cuencas rurales
permitió estimar el caudal medio de crecida para la
situación de predesarrollo y compararlo con el valor actual
(ver Figura 3.1).

Figura 3.1. Características del balance hídrico en una cuenca urbana (OECD,
1986)

87
Figura 3.2. Impacto debido a la urbanización (Schueler, 1987)

• Con la reducción de la infiltración, el acuífero tiende a


disminuir el nivel de la capa freática por falta de
alimentación (principalmente cuando el área urbana es
muy extensa), reduciendo así el escurrimiento subterráneo.
Las redes de abastecimiento y cloacal poseen pérdidas que
pueden alimentar el acuífero, teniendo un efecto inverso al
mencionado;
• Debido a la sustitución de la cobertura natural ocurre una
88
reducción de la evapotranspiración, ya que la superficie
urbana no retiene agua como lo hace cobertura vegetal y
no permite la evapotranspiración de los follajes y del
suelo. A pesar de esto, las superficies urbanas generadas
por las ciudades sufren calentamiento y cuando ocurre
precipitaciones de baja intensidad puede generar una
mayor evaporación.

Figura 3.3. Caudal medio de crecida en función del área de drenaje en la


Región Metropolitana de Curitiba

3.2 Impacto Ambiental sobre el


ecosistema acuático
Con el desarrollo urbano, varios elementos antrópicos son
introducidos en la cuenca hidrográfica los cuales actúan sobre el
ambiente. Algunos de los principales problemas son discutidos a
la continuación.

Aumento de la temperatura: Las superficies impermeables


absorben parte de la energía solar aumentando la temperatura
ambiente, produciendo islas de calor en la parte central de los
centros urbanos, donde predomina el concreto y el asfalto. El
asfalto, debido a su color, absorbe más calor que las superficies
naturales y el concreto. A medida que su superficie envejece se
oscurece y aumentando así la cantidad de radiación solar
absorbida. Este aumento por parte de la superficie incrementa la
emisión de radiación térmica que vuelve al ambiente, generando
más calor. El aumento de temperatura también crea condiciones
de movimiento de aire ascendiente que puede originar un aumento
de las precipitaciones. Silvera (1997) muestra que la parte central
de Porto Alegre presenta mayor índice pluviométrico que en la
89
periferia, atribuyendo esta tendencia a la urbanización.

Aumento de sedimento y material sólido: Durante el desarrollo


urbano, el aumento de los sedimentos producidos por la cuenca
hidrográfica es significativo, debido a las construcciones, limpieza
de terrenos para nuevos loteos, construcción de calles, avenidas y
autopistas entre otras causas. En la Figura 3.4, se puede observar
la tendencia de producción de sedimentos de una cuenca en sus
distintas etapas de desarrollo.

Figura 3.4. Variación de la producción de sedimentos en debido al desarrollo


urbano (Dawdy, 1967)

Las principales consecuencias ambientales de la


producción de sedimentos son las siguientes:
• Erosión de las superficies generando fuertes áreas
degradadas. En la Figura 3.5 y Figura 3.6 se puede
observar el efecto de la erosión sobre las superficies
urbanas desprotegidas. En la fotografía, se observa la
erosión generada por el aumento del escurrimiento del
drenaje de aguas arriba. El aumento de energía y la
calidad del escurrimiento pueden producir verdaderas
“quebradas” que pueden llegar a 30m de profundidad y
50m de ancho en suelos débiles.
90
• colmatación de las secciones de canales de drenaje, con
reducción de la capacidad de escurrimiento en conductos,
ríos y lagos urbanos. La laguna de Pampulha es un
ejemplo de un lago urbano que ha sido colmatado. El
arroyo Diluvio en Porto Alegre, debido a su ancho y
pequeña profundidad, durante las sequías, se ha depositado
en el canal los sedimentos producidos por la cuenca y
creciendo vegetación, esto ha reduciendo la capacidad de
escurrimiento durante las crecidas.
• transporte de contaminantes incorporados en el sedimento,
que contaminan las aguas pluviales.

Figura 3.5. Erosión urbana de superficies desprotegidas (Campana, 2004)

91
Figura 3.6. Erosión urbana de superficies desprotegidas (Campana, 2004)

Obstrucciones al escurrimiento: Obstrucciones al escurrimiento


como pueden ser rellenos y pilas de puentes, drenajes inadecuados
y obstrucciones de todo tipo sumado a conductos colmatados.
Algunos de los ejemplos de obstrucción del escurrimiento
son documentados a continuación:

a. producción de residuo sólido que obstruye el escurrimiento:


la producción de material sólido que además de reducir la
capacidad de escurrimiento, obstruye los sistemas de
retención urbanas para el control local del escurrimiento.
En la Figura 3.7 son presentados los sistemas obstruidos
por material sólido y por canalización que atraviesa el
drenaje.
b. residuo sólido en el sistema de detención: A medida que la
cuenca es urbanizada, y la densificación consolidada, la
producción de sedimentos puede reducirse (Figura 3.4),
pero otro problema surge, la producción de basura. La
basura obstruye aún más el drenaje y con esto crea
pésimas condiciones ambientales. Este problema sólo se
minimiza con una adecuada frecuencia de la recolección
de residuos y de la adecuada educación de la población
con la aplicación de altas multas. En la Figura 3.8, se
puede observar la cantidad de residuos urbanos en el
sistema de drenaje. Como se observa gran parte de estos
son plásticos, con gran concentración de botellas y de
bolsas de supermercado.
c. problemas de mantenimiento en el sistema de drenaje: En el

92
sistema de drenaje pueden ocurrir varios problemas en el
escurrimiento normal de las aguas, en función de la falta
de mantenimiento del sistema de drenaje y de proyectos
inadecuados los cuales no consideran la colmatación de
aquellas secciones muy anchas y con sección única (Figura
3.9)
d. obstrucción del escurrimiento por construcciones y riesgo: El
desarrollo urbano tiende a ocupar los espacios naturales de
escurrimiento de los excedentes pluviales dejando poco
espacio para éste, y con esto, se generan riesgos para su
propia habitabilidad y también para la de aguas arriba
(Figura 3.10).

Figura 3.7. Obstrucción y residuos en el drenaje (Belo Horizonte y São


Paulo – ciudades de Brasil)

Figura 3.8. Basura retenida en el drenaje (São Paulo - Brasil)

93
Áreas de riesgo en laderas: La ocupación de las laderas en las
ciudades es una de las principales causas de muerte durante el
período de lluvias debido a los deslizamientos de tierra causados
por el escurrimiento de los excedentes pluviales en suelos de baja
sustentabilidad, los cuales presenta su estructura natural alterada
debido a la urbanización descontrolada (Figura 3.11).

Figura 3.9. Obstrucciones al escurrimiento en canales (Porto Alegre- Brasil).

Figura 3.10. Construcciones en el drenaje (Caxias do Sul- Brasil)

Figura 3.11. Ocupación en áreas de riesgo


94
Calidad del agua pluvial: La calidad del agua pluvial no es
mejor que la proveniente de un efluente con tratamiento
secundario. La cantidad de material en suspensión los excedentes
pluviales es superior a aquel encontrado en una cloaca in natura.
El volumen de este material es suspensión es más significativo en
el inicio de las crecidas. En la Figura 3.12 se puede observar una
muestra de agua pluvial la cual, es representada como un reloj. Al
comienzo de la precipitación existe pequeña concentración de
material en suspensión, luego, la concentración va aumentando y
después de instantes la concentración se reduce sustancialmente.
En los primeros 25 mm de lluvia, generalmente, se concentra el
95% de la carga en suspensión. El polutograma generado por un
área urbana después de un período seco muestra un pico de
concentración antes del pico del hidrograma, indicando que la
concentración al inicio es alta, aunque con un pequeño caudal.

Figura 3.12. Muestrario de la calidad del agua pluvial. En el inicio de la


precipitación botella marrón (posición del reloj a 45min).

Los flujos pueden ser combinados (cloacal y pluvial en un


mismo conducto) o separados (red pluvial y sanitaria separadas).
En Brasil, la mayoría de las redes son del segundo tipo; sólo en
áreas antiguas de algunas ciudades existen sistemas combinados.
Actualmente, debido la falta de capacidad financiera para la
ampliación de la red cloacal, algunos municipios han permitido el
uso de la red pluvial para transporte de efluentes cloácales, lo que
puede ser una solución inadecuada a medida que este flujo no sea
tratado, además de imposibilitar algunas soluciones de control
cuantitativo del pluvial.
Los contaminantes que se generan en el área urbana varían

95
mucho, desde compuestos orgánicos hasta metales altamente
tóxicos. Algunos contaminantes son utilizados para diferentes
funciones dentro del ambiente urbano como son los insecticidas,
los fertilizantes, el plomo proveniente de las emisiones de los
automóviles y la pérdida de aceite por parte de camiones, ómnibus
y autos, todos resultados de actividades normales dentro del
medio urbano. El hollín resultante de las emisiones generadas
dentro del ambiente urbano por parte de vehículos, industrias y la
quema de residuos se depositan en las superficies y son lavados
por la lluvia. El agua resultante de este lavado llega a los ríos
contaminada.
Los principales contaminantes encontrados en el
escurrimiento superficial urbano son: sedimentos, nutrientes,
sustancias que consumen oxigeno, metales pesados,
hidrocarburos, bacterias y virus patogénicos. Los valores medios
establecidos para Norteamérica son presentados en la Tabla 3.1.

Tabla 3.1. Concentración para escurrimiento medio para algunos usos de la


tierra urbana basado en el Programa Nacional de Escurrimiento Urbano
(americano) de Whalen y Cullum (1989).
Parámetro Residencial Comercial Industrial
TKN (mg/1) 0,23 1,5 1,6
No3 + No2 (mg/1) 1,8 0,8 0,93
Total P (mg/1) 0,62 2,29 0,42
Cobre ( mg/l) 56 50 32
Zinc ( mg/l) 254 416 1.063
Plomo (mg/1) 293 203 115
COD (mg/1) 102 84 62
TSS (mg/1) 228 168 106
DBO (mg/1) 13 14 62

La calidad del agua de la red pluvial depende de varios


factores, a saber: la limpieza urbana y su frecuencia; de la
intensidad de la precipitación y su distribución temporal y
espacial, de la época del año y del tipo de uso del área urbana. Los
principales indicadores de la calidad del agua son los parámetros
que caracterizan la polución orgánica y la cantidad de metales.

Contaminación de acuíferos: Las principales condiciones de


contaminación de los acuíferos urbanos se debe a los siguientes
factores:

• Rellenos sanitarios que contaminan las aguas subterráneas


por el proceso natural de precipitación e infiltración. Se
debe evitar construir estos rellenos en áreas de recarga y
de ser posible debe seleccionar áreas con baja
96
permeabilidad. Los efectos de la contaminación de las
aguas subterráneas deben ser examinados al momento de
la selección de la localización del relleno;
• Gran parte de las ciudades brasileñas utilizan fosas
sépticas como destino final de las cloacas. Este
conjunto tiende a contaminar la parte superior del
acuífero. Esta contaminación puede comprometer el
abastecimiento de agua potable, cuando existe
comunicación entre diferentes capaz de los acuíferos a
través de percolación y de perforaciones inadecuadas de
pozos artesianos;
• La red de conductos pluviales puede contaminar el
suelo a través de pérdidas en volumen durante su
transporte y también por obstrucciones de los tramos de
la red que expulsan el agua contaminada hacia afuera
del sistema de conductos.

3.3 Gestión del macrodrenaje, impactos


generados
3.3.1 Gestión del drenaje urbano
Actualmente el control del escurrimiento urbano ha sido
planteado de manera equivocada ocasionando importantes
perjuicios a la población. El origen de estos impactos negativos
han sido causados principalmente por dos tipos de errores:

a. Principio de proyecto de drenaje: El drenaje urbano ha sido


desarrollado con base a un principio erróneo que plantea:
“el mejor sistema de drenaje es aquel que retira el
agua excedente de la manera más rápida posible de su
lugar de origen”.
b. Evaluación y control por tramos: En el microdrenaje los
proyectos aumentan el caudal y transfieren todo su
volumen hacía aguas abajo. En el macrodrenaje la
tendencia de control del drenaje urbano es a través de la
canalización de los tramos críticos. Este tipo de
solución sigue la visión particular de un tramo de la
cuenca, sin que las consecuencias sean previstas para
los restantes tramos de la misma o dentro de diferentes
horizontes de ocupación urbana. La canalización de los
puntos críticos apenas transfiere la inundación de un
lugar a otro en la cuenca.

97
La combinación de estos dos tipos de errores en la gestión
del microdrenaje tiene impactos en el macrodrenaje de las
ciudades los cuales ocurren de acuerdo a la siguiente secuencia:

• Etapa 1: la cuenca comienza a ser urbanizada de manera


distribuida, con mayor densificación aguas abajo,
apareciendo, en el lecho natural, los lugares de inundación
debido a los estrangulamientos naturales a lo largo de su
curso (Figura 3.13);
• Etapa 2: las primeras canalizaciones son ejecutadas aguas
abajo, con base a la urbanización actual; con esto, el
hidrograma aguas abajo aumenta, pero es aún contenido
por las áreas que inundan aguas arriba y porque la cuenca
no está totalmente edificada. (Figura 3.13);
• Etapa 3: con una densificación mayor, la presión pública
hace que los administradores continúen el proceso de
canalización hacia aguas arriba. Cuando el proceso se
completa, incluso antes de su conclusión, las inundaciones
vuelven aguas abajo, debido al aumento del caudal
máximo, cuando ésta no tiene más condiciones de ser
ampliada. Las áreas aguas arriba funcionaban como
reservorios de amortiguamiento. En esta etapa, la
canalización simplemente transfiere la inundación aguas
abajo (Figura 3.13). Ya no existen espacios laterales para
ampliar los canales aguas abajo, y las soluciones derivan
de profundizar el canal, con costos extremamente altos
(pudiendo llegar a US$ 50 millones / Km., dependiendo
del subsuelo, anchura, revestimiento, etc).

Este proceso es perjudicial a los intereses públicos y


representa un perjuicio extremamente alto para toda la sociedad a
lo largo del tiempo. La sociedad pierde dos veces y paga cerca de
1000% o más por la canalización, contra una solución de
amortiguamiento, y aún así se aumentan dramáticamente las
inundaciones para la población que viven aguas abajo.
Infelizmente, esta visión desfasada de conocimiento técnico o por
interés en el mayor costo de las obras, perdura en un gran número
de ingenieros que usan como excusa la siguiente frase: “no existe
espacio para el amortiguamiento”. El espacio necesario para el
amortiguamiento es del orden de 1% de la cuenca, y puede ser
distribuido en diferentes zonas, las cuales, que pueden ser
expropiadas y, que no siempre son fácilmente identificables, pero
basta tener la voluntad técnica para posibilitar la identificación de
las combinaciones de transferencia de escurrimiento y
98
amortiguamiento sin transferir impactos hacia aguas abajo. El
principal concepto a tener en cuenta es no atarse a una solución
preconcebida, sino buscar una solución combinada, que tenga
como meta fundamental la idea de que ningún proyecto puede
transferir su impacto a otro punto de la cuenca.

Figura 3.13. Etapas del desarrollo urbano

3.3.2 Gestión inadecuada de áreas ribereñas en


combinación con el drenaje urbano
La tendencia del desarrollo urbano es presionar la
ocupación de las áreas ribereñas, como fue destacada en el
capítulo anterior. La gestión se ha inclinado a aumentar la
capacidad del río, permitiendo que la población ocupe el lecho
mayor de los cursos de agua (primera etapa de la gestión
inadecuada, caracterizada en la Figura 3.14). Con el tiempo, la
cuenca hidrográfica se desarrolla hacia aguas arriba ampliando el
pico de la crecida y incrementando la frecuencia, debido al
99
aumento de la impermeabilización, la canalización y los
conductos. El proyecto de incrementar la capacidad de
escurrimiento del tramo de aguas abajo apenas tuvo en cuenta
el estudió del escenario urbano existente al momento de
realizarlo, y no ha evaluado los posibles futuros impactos, la
urbanización aguas arriba vuelve a producir anegamiento en la
terraza de inundación ahora ocupada por zonas residenciales,
quedando como solución obras de alto costo como pueden ser la
profundización del curso de agua, una disminución de la
rugosidad, túneles de desvíos, entre otros. Estas obras son
económicamente inviables, reduciendo el valor de las
propiedades y aumentando los perjuicios. Este fue el escenario
observado en el río Tietê en São Paulo- Brasil (Figura 3.15).
En la Figura 3.16, se puede observar el conjunto de
procesos que se originan con el uso del suelo (ocupación del área
de inundación ribereña e impermeabilización y canalización del
escurrimiento) el drenaje y los consecuentes impactos.

Figura 3.14. Aumento de la urbanización, ocupación de las áreas ribereñas y


aumento de la frecuencia de inundaciones

100
Figura 3.15. Inundación del río Tietê en el puente de Bandeiras debido a la
urbanización de la ciudad de São Paulo.

Figura 3.16. Proceso de impacto del drenaje urbano (Sudersha, 2002)

3.4 Principios de la gestión sustentable


Los principios básicos de control del escurrimiento pluvial
debido a las crecidas naturales en la terraza de inundación y a la
urbanización son los siguientes:

101
La cuenca como sistema: Un Plan de Control de aguas pluviales
de una ciudad o región metropolitana debe contemplar las cuencas
hidrográficas sobre las cuales la urbanización se desarrolla. Las
medidas no pueden reducir un impacto de un área en detrimento
de otra, o sea, los impactos no deben ser transferidos.

Las medidas de control en el conjunto de la cuenca: El


control de crecidas involucra medidas estructurales y no
estructurales que difícilmente están desasociadas. Las medidas
estructurales involucran costos que la mayoría de las ciudades no
pueden afrontar. Además, sólo se resuelven problemas
específicos, si no se crea un programa para toda la cuenca o región
urbana de interés. Esto no significa que este tipo de medida sea
totalmente descartable. La política de control de crecida podrá
llegar a soluciones estructurales para algunos lugares, pero con
una visión de conjunto para toda la cuenca, donde ésta sea
racionalmente integrada con otras medidas preventivas (no
estructurales) y compatibilizada con el desarrollo urbano.

Los medios: Los medios de implantación para el control de las


crecidas son: el Plan Director Urbano, la Legislación Municipal /
Provincial y el Manual de Drenaje. El primero establece las líneas
principales, el segundo controla y el tercero orienta.

El horizonte de expansión: Después que la cuenca o parte de


ésta esté ocupada, difícilmente el poder público conseguirá
responsabilizar aquellos que están ampliando el escurrimiento, por
lo tanto, si la acción pública no es realizada preventivamente, a
través del gerenciamiento, las consecuencias futuras económicas y
sociales serán mayores para todo el municipio. El Plan Director
Urbano debe contemplar el planeamiento de las áreas a ser
desarrolladas y la densificación de las áreas actualmente loteadas.

Los criterios sustentables: (a) El escurrimiento natural no debe


ser ampliada por los que ocupan la cuenca, sea a través de un
simple loteo o en obras existentes en el ambiente urbano. Esto se
aplica a un simple relleno urbano, la construcción de puentes,
autopistas, y fundamentalmente, la impermeabilización de las
nuevas urbanizaciones. El principio es que cada usuario urbano,
no debe ampliar la crecida natural, (b) las ocupaciones del espacio
urbano y el drenaje de las aguas pluviales deben priorizar los
mecanismos naturales de escurrimiento como puede ser la
infiltración;

102
El control permanente: El control de las crecidas es un
proceso permanente, no basta establecer reglamentos y construir
obras de protección, es necesario estar atento a las potenciales
violaciones de la legislación y la expansión de la ocupación del
suelo de las áreas en riesgo. Por lo tanto, se recomienda que: (a)
ningún espacio de riesgo debe ser desalojado si no hay una
inmediata ocupación pública que evite su invasión; (b) la
comunidad debe tener una participación en los planes, en la
ejecución y en la continua obediencia de las medidas de control de
crecidas.

La educación: Es esencial la educación de ingenieros,


arquitectos, agrónomos, geólogos entre otras profesiones, de la
población y de los administradores públicos para que las
decisiones públicas sean tomadas con conciencia por todos.

La administración: La administración del mantenimiento y


control es un proceso local y depende de los municipios, a través
de la aprobación de proyectos de loteos, obras públicas y drenajes.
Los aspectos ambientales son también evaludos en la
implantación de la red de drenaje.

3.5 Tipos de Medidas de Control


Las medidas de control del escurrimiento pueden ser
clasificadas de acuerdo con su acción sobre la cuenca
hidrográfica, de la siguiente manera:
• distribuida o en la fuente, es el tipo de control que actúa
sobre el lote, plazas y paseos públicos;
• en el microdrenaje, es el control que acciona sobre el
hidrograma resultante de uno o más urbanizaciones;
• en el macrodrenaje, es el control sobre los principales
cursos de agua urbanos.

Las medidas de control pueden ser organizadas de acuerdo


con su acción sobre el hidrograma en cada una de las partes de las
cuencas mencionadas anteriormente, de la siguiente manera:

Infiltración y percolación: normalmente, crea espacio para que


el agua tenga mayor infiltración y percolación en el suelo,
utilizando el almacenamiento y el flujo subterráneo para retardar
el escurrimiento superficial;

Almacenamiento: a través de reservorios que pueden ocupar


103
espacios abiertos o cerrados. El efecto del reservorio es de retener
parte del volumen del escurrimiento superficial, reduciendo su
pico y distribuyendo el caudal en el tiempo;

Aumento de la eficiencia del escurrimiento: a través de


conductos y canales, drenando áreas inundadas. Este tipo de
solución tiende a transferir crecidas de un área hacia otra, pero
puede ser benéfico cuando se utiliza en conjunto con reservorios
de retención;

Diques y estaciones de bombeo: solución tradicional de


control localizado de crecidas en áreas urbanas que no poseen
espacio para amortiguamiento de la inundación.

3.5.1 Medidas de control distribuido


Las principales medidas de control localizadas en lotes,
estacionamientos, parques y paseos públicos son denominadas,
normalmente, de control en la fuente “source control”. Las
principales medidas son las siguientes:

• el aumento de áreas de infiltración y percolación;


• el almacenamiento temporario en reservorios residenciales
o tejados.

Las principales características del control local del


escurrimiento son las siguientes (Urbonas y Stanhre, 1993):

• aumento de la eficiencia del sistema de drenaje aguas


abajo de los lugares controlados;
• aumento de la capacidad de control de crecidas de los
sistemas;
• dificultad de controlar, proyectar y hacer mantenimiento
de un gran número de sistemas;
• los costos de operación y mantenimiento pueden ser altos.

Este tipo de sistema ha sido adoptado en muchos países a


través de una legislación apropiada, o a través de un programa
global de control de crecidas, como lo descripto por Yoshimoto y
Suetsugi (1990) para la cuenca del río Tsurumi, donde fueron
construidos cerca de 500 reservorios de retención de 1,3 m3.
Uno de los principales criterios adoptados por muchas
ciudades (Seatle, Denver, Porto Alegre, entre otras) es de un
caudal máximo que puede entrar en el sistema público de drenaje
proveniente de los loteos, instalaciones comerciales e industriales.
104
Este límite corresponde generalmente al caudal natural del lote
para un tiempo de retorno (generalmente de 10 años de tiempo de
retorno y 1 hora de duración). Este caudal es restrictivo y obliga al
emprendedor a utilizar los dispositivos citados dentro del área de
desarrollo para mantener este caudal aguas abajo.
A continuación son mencionados los tipos de dispositivos
que pueden ser utilizados y sus características:

Infiltración y percolación:
Los sistemas urbanos, de acuerdo con lo antes
mencionado, crean superficies impermeables que no existían en la
cuenca hidrográfica, generando impactos de aumento del
escurrimiento, que es transportado a través de conductos y
canales. Estos dispositivos hidráulicos presentan costos
directamente relacionados con los caudales máximos, aumentando
con la impermeabilización. Para reducir estos costos y minimizar
los impactos aguas abajo, una de las acciones es permitir una
mayor infiltración de la precipitación, creando una condición, que
sea lo más próxima posible, a las condiciones naturales.
Las ventajas y desventajas de los dispositivos que permiten
mayor infiltración y percolación son las siguientes (Urbonas y
Stahre, 1993):

• aumento de la recarga; reducción de ocupación en áreas


con capa freática baja; preservación de la vegetación
natural; reducción de la polución transportada a los ríos;
reducción de los caudales máximos aguas abajo;
reducción del tamaño de los conductos;
• los suelos de algunas áreas pueden quedar impermeables
con el tiempo; falta de mantenimiento; aumento del nivel
de la capa freática, alcanzando construcciones en subsuelo.

La infiltración es el proceso de transferencia del flujo de la


superficie hacía el interior del suelo. La capacidad de infiltración
depende de las características del suelo y del estado de humedad
de la capa superior del suelo, denominada también como zona no
saturada. La velocidad del escurrimiento a través de esta capa
no saturada hasta la capa freática (zona saturada) es denominada
percolación. La percolación también depende del estado de
humedad de la capa superior del suelo y del tipo de suelo.
Determinados tipos de suelos presentan mayores dificultades de
percolación y pequeño volumen de almacenamiento, lo que vuelve
inviable su uso, ya que podrán: (a) mantener niveles de agua altos
por mucho tiempo en la superficie; (b) tener poco efecto en la
105
reducción del volumen final del hidrograma.
Los principales dispositivos para crear mayor infiltración son
discutidos a continuación:

Superficies de infiltración: existen varios tipos, de acuerdo con


su disposición local. En general, el área de infiltración es un lugar
con césped que recibe la precipitación de un área impermeable,
como es el caso de residencias o edificios (Figura 3.17). Durante
precipitaciones intensas, éstas pueden quedar sumergidas, si su
capacidad es muy inferior a la intensidad de la precipitación. En el
caso que el drenaje transporte mucho material fino, la capacidad
de infiltración puede ser reducida, necesitando limpieza de la
superficie para mantener su capacidad de funcionamiento.

Figura 3.17. Superficie de infiltración con trincheras

Trincheras de infiltración: son dispositivos de drenaje lateral,


muchas veces utilizados paralelos a las calles, autopistas,
estacionamientos y conjuntos habitacionales, entre otros (Figura
3.18). Estas trincheras concentran el flujo de las áreas adyacentes
y crean condiciones para una infiltración a lo largo de su longitud.
Después de una precipitación intensa, el nivel sube, y como la
infiltración es lenta, se mantienen con agua durante algún tiempo.
Por lo tanto, su volumen debe ser suficiente para no ocurrir
inundación. Este dispositivo funciona, en realidad, como un
reservorio de detención, a medida que el drenaje que escurre hacia
la trinchera es superior a la capacidad de infiltración. En los
períodos con poca precipitación o de sequía, éste se mantiene
seco. Este dispositivo permite, también, la reducción de la
cantidad de polución transportada aguas abajo.

Cuencas de percolación: dispositivos de percolación dentro de


lotes permiten, también, aumentar la recarga y reducir el
escurrimiento superficial. El almacenamiento es realizado en la

106
camada superior del suelo y depende de la porosidad y de la
percolación. Por lo tanto, la capa freática debe ser baja, creando
espacio para el almacenamiento. Para áreas de capa freática alta,
este tipo de dispositivo no es recomendado. Las cuencas son
construidas para recoger el agua del tejado y crear condiciones de
escurrimiento a través del suelo. Estas cuencas son construidas
removiéndose el suelo y llenándolo con pedregullo, que crea el
espacio para el almacenamiento (Figura 3.19). De acuerdo con el
tipo de suelo, es necesario crear mayores condiciones de drenaje.
Para el suelo arcilloso con menor percolación, es necesario drenar
el dispositivo de salida. La principal dificultad encontrada con el
uso de este tipo de dispositivo es la obstrucción de los espacios
entre los elementos por el material fino transportado, por lo tanto,
se recomienda el uso de un filtro de material geotextil. De
cualquier manera, es necesario su limpieza después de algún
tiempo (Urbonas y Stahre, 1993).

Figura 3.18. Trincheras de infiltración (Urbonas y Stahre, 1993)

Figura 3.19. Ejemplo de cuenca de percolación (Holmstrand, 1984)

Dispositivos hidráulicos permeables: existen diferentes tipos de


dispositivos que drenan el escurrimiento y pueden ser construidos
de manera que permita la infiltración. Algunos de estos
dispositivos son:

107
• entradas permeables en la red de drenaje: En la Figura
3.20 a, se observa un filtro en la parte superior de la
caja, para evitar la obstrucción;
• trinchera permeable: es un caso especial de cuenca de
percolación y consiste en una caja con pedregullo y
filtro por donde pasa un conducto poroso o perforado
(Figura 3.20 b);
• cordón permeable: este dispositivo es utilizado
fuera del lote o dentro de condominios, industrias o
áreas comerciales (Figura 3.20 c).

Figura 3.20. Dispositivos hidráulicos permeables

Pavimentos permeables: el pavimento permeable puede ser


utilizado en paseos públicos, estacionamientos, predios
deportivos y calles de poco tráfico. En calles con mucho tráfico,
este pavimento se puede deformar y obstruir, volviéndose
impermeable.
Este tipo de pavimento puede ser de bloque perforado,
concreto o de asfalto (Figura 3.21). El concreto y el asfalto son
construidos de la misma manera que los pavimentos tradicionales,
con la diferencia que el material fino es retirado de la mezcla.
Cuando estos pavimentos son construidos para retener
parte del drenaje, es necesario que su base sea, por lo menos de
1,2m arriba de la capa freática durante el período lluvioso. La
base es drenada con caños perforados espaciados de 3 a 8 m. El
sistema de drenaje debe prever el agotamiento del volumen
108
existente en la capa del suelo en un período de 6 a 12 horas
(Urbonas y Stahre, 1993). Este sistema es viable cuando el suelo
tiene la capacidad de infiltración superior a 7mm/h. Para suelos
con un porcentaje superior a 30% de arcilla o 40% de sílice y
arcilla combinados no son recomendables para uso. Las ventajas
de este tipo de control pueden ser las siguientes: reducción del
escurrimiento superficial previsto con relación a superficie
impermeable; reducción de los conductos de drenaje pluvial;
reducción de costos del sistema de drenaje pluvial y de la lámina
de agua en estacionamientos y paseos públicos. Las desventajas
son: el mantenimiento del sistema para evitar que sea colmatado
con el tiempo; mayor costo directo de construcción (sin considerar
el beneficio de reducción de los conductos); contaminación de los
acuíferos.

Figura 3.21. Pavimentos permeables.

Araújo et al (2001) realizaron experimentos con distintas


superficies: (a) Suelo compactado con pendiente de 1 a 3 %; (b)
Pavimentos impermeables: una parcela de concreto convencional
de cemento, arena y pedregullo, con pendiente del 4%; (c)
Pavimentos semipermeables: una parcela de superficie con

109
piedras regulares de granito con juntas de arena, conocidas por
paralelepípedos, con desnivel de 4%; y otra parcela revestida con
piedras de concreto industrializado tipo “pavi S1”, igualmente con
juntas de arena, conocida por blocket, con desnivel de 2%; (d)
Pavimentos permeables: una parcela de bloques de concreto con
orificios verticales llenados con material granular (arena) con
desnivel de 2% y una parcela de concreto poroso con desnivel de
2%. Los experimentos fueron realizados con precipitación de
110mm / h, equivalente a un tiempo de retorno de 5 años para una
duración de 10 minutos. Los resultados de los experimentos son
presentados en la Tabla 3.2 donde se observa que los
paralelepípedos absorben parte de la precipitación para una
intensidad muy alta y los pavimentos permeables prácticamente
no generan escurrimiento. Se debe considerar que el experimento
fue realizado con un simulador de lluvia en una superficie de 1m2,
donde el efecto de almacenamiento en la superficie y en el
reservorio de los pavimentos permeables tiene más efecto. El
costo del pavimento permeable puede ser del orden de 30% más
que el pavimento común debido a la base necesaria para su
implantación. Se puede observar en los valores de la Tabla 3.2 que
los paralelepípedos o bloques, cuando no poseen juntas con
cemento pueden permitir almacenar e infiltrar una parte
importante de las precipitaciones frecuentes. Por lo tanto, calles
con este tipo de dispositivo deberían ser preservadas para evitar el
agraviamiento de los problemas de drenaje localizados en las
ciudades. En el caso que se asfalte o se pavimente, por lo menos
en el medio de estas estructuras, se debería mantener una faja sin
asfalto, lo que permitiría la infiltración y acumulación de parte del
volumen.

Tabla 3.2. Coeficiente de escurrimiento para simulación de lluvia en distintas


superficies para una intensidad de 110mm / h
Superficie C
Suelo compactado 0,66
Concreto 0,95
Bloque de concreto 0,78
Paralelepípedo 0,60
Bloque perforado 0,03
Concreto permeable 0,03

En las Figura 3.22 a Figura 3.25, son presentadas


fotografías de distintos dispositivos que procuran priorizar la
infiltración del escurrimiento, además de tener su función

1
“pavi S” – Nombre comercial que se da en Brasil a un tipo de piedra de
concreto industrializado.
110
urbanística en el contexto de los emprendimientos. Las ventajas y
desventajas de los dispositivos de infiltración utilizados para el
control distribuido del escurrimiento son presentadas en la Tabla
3.3.

Figura 3.22. Uso de dispositivos para retener el agua de áreas impermeables (a)
la foto a la izquierda muestra las áreas drenadas de pavimentos para el césped y
de los tejados para los reservorios de piedra: (b) veredas con céspedes en las
laterales para aumentar la infiltración.

Figura 3.23. La foto a la izquierda muestra un ejemplo de trincheras de


infiltración y la foto a la derecha muestra pavimento permeable con bloques
perforados en estacionamientos.

Figura 3.24. La foto a la izquierda muestra calle sin cordón que permite la
infiltración de parte del escurrimiento en las laterales con césped. En la foto a la
derecha se presenta un área de infiltración en un cantero.

111
Figura 3.25. Dos áreas experimentales en el estacionamiento del Instituto de
Pesquisas Hidráulicas (Porto Alegre – Brasil) con bloque perforado y asfalto
poroso.

Almacenamiento:
El almacenamiento puede ser efectuado en tejados, en
pequeños reservorios residenciales, en estacionamientos, en área
deportivas, entre otros, a continuación se presentan las principales
características de algunos sistemas de almacenamiento:

Tejados: el almacenamiento en tejados presenta algunas


dificultades, que son el mantenimiento y el refuerzo de las
estructuras. Debido a las características del clima brasileño y al
tipo de material usualmente utilizado en las coberturas, este tipo
de control difícilmente sería aplicable a nuestra realidad.

Lotes urbanos: el almacenamiento en el lote puede ser utilizado


para amortiguar el escurrimiento, en conjunto con otros usos,
como abastecimiento de agua, irrigación de césped y lavado de
superficies o de autos. En la Figura 3.26, se presenta un
reservorio de este tipo.

En regiones con pequeña capacidad de distribución de


agua, la precipitación en los tejados es escurrida directamente
hacia un pozo subterráneo y, después, clorada para el uso
doméstico. El agua colectada en tejados de centros deportivos
puede ser colectada directamente para uso de limpieza.
Considerando una superficie de 120 m2, con una precipitación

112
anual de 1500mm, es posible obtener 360m3 por año, que,
distribuidos, representan cerca de 15m3 por mes, valor más que
suficiente para abastecer una residencia. Evidentemente que, a
medida que el reservorio es mantenido con agua, se reduce su
capacidad de amortiguamiento.

Tabla 3.3. Dispositivos de infiltración


Dispositivo Características Ventajas Desventajas
Superficies con
desnivel
> 0,1% no deben
Césped, áreas con ser usados; el
Superficies y
canto rodado o otro Permite infiltración transporte de
trincheras de
material que de parte del agua material sólido
infiltración con
permita la para el subsuelo para el área de
drenaje
infiltración natural infiltración puede
reducir su
capacidad de
infiltración.
La acumulación
de agua en la
superficie durante
el período de
Césped, áreas con lluvias no permite
Superficies y
canto rodado o otro Permite infiltración el transito sobre
trincheras de
material que del agua para el el área.
infiltración sin
permita la subsuelo Superficies con
drenaje
infiltración natural desnivel que
permitan
escurrimiento
hacia afuera de
éstas.
No debe ser
utilizado para
concreto, asfalto o calles con tráfico
Pavimentos bloque perforado Permite infiltración intenso y / o de
permeables con alta capacidad del agua. carga pesada,
de infiltración pues su
eficiencia puede
disminuir.
Pozos de Volumen Reducción del Puede reducir la
infiltración, generado en el escurrimiento eficiencia con el
trincheras de interior del suelo superficial y tiempo,
infiltración y que permite amortiguamiento en dependiendo de
cuencas de almacenar el agua función del la cantidad de
percolación e infiltrar almacenamiento material sólido
que drena hacia
el área
(1) Condicionantes físicos: Profundidad de la capa freática en el período de
lluvias > 1,20m. La camada impermeable debe > 1,20m de profundidad. La tasa
de infiltración del suelo saturado > 7,60mm/h. Cuencas de percolación la
conductividad hidráulica saturada > 2.10-5m/s.
113
Existen varias configuraciones posibles para la
introducción del reservorio dentro de lotes y emprendimientos
urbanos, como muestra la Figura 3.27 y Figura 3.28. La
estimación del volumen generalmente es realizada con base en las
condiciones establecidas por el poder público cuanto la entrada en
la red pluvial. En Porto Alegre el límite es de 20,8 1 / (s.ha) lo que
lleva a un reservorio obtenido a través de la siguiente ecuación:

V = 4,15  AI  A (3.1)

donde: AI es el área impermeable en %, A es el área del lote o del


emprendimiento en hectáreas y V es el volumen necesario en m3.
Para un edificio que urbaniza un lote de 1000m2, con área total
impermeable de 80% el volumen necesario será de 33m3.
Considerando una profundidad de 1,5m sería necesario un área de
22m2. La legislación prevé que si el agua de las superficies
permeables son drenadas hacia superficies que infiltran y éstas no
tienen drenaje, el área impermeable en el cálculo puede ser
disminuida en 80%, resultando AI = 16% y V = 6,8m3 y 4,5m2.
Este tipo de gestión induce a cada emprendedor desarrollar las
medidas distribuidas de infiltración.

Figura 3.26. Reservorios con usos variados (Fujita, 1993)

114
Figura 3.27. Reservorios en edificio (Campana, 2004).

Figura 3.28. Reservorio en área residencial (Campana, 2004

Figura 3.29. Almacenamiento en un condominio (a la izquierda) y en el


estacionamiento de un área comercial (a la derecha).

115
3.5.2 Medidas de control en el microdrenaje y
macrodrenaje
La medida de control de escurrimiento en el microdrenaje,
tradicionalmente utilizada, consiste en drenar el área urbanizada a
través de conductos pluviales hacia un colector principal o río
urbano. Este tipo de solución acaba transfiriendo hacia aguas
abajo el aumento en el escurrimiento superficial con una mayor
velocidad, ya que el tiempo de desplazamiento del escurrimiento
es menor que en las condiciones preexistentes. De esta manera, se
provocan inundaciones en los ramales principales o en el mismo
macrodrenaje.
Como se presentara oportunamente, la impermeabilización
y la canalización producen un aumento en el caudal máximo y en
el escurrimiento superficial. Para que este aumento de caudal no
sea transferido hacía aguas abajo se utiliza el amortiguamiento del
volumen generado, a través de dispositivos de retención como
pueden ser: tanques, lagos y pequeños reservorios a cielo abierto o
enterrados, entre otros dispositivos. Estas medidas son
denominadas de control aguas abajo (downstream control).
El objetivo de los reservorios de detención es minimizar el
impacto hidrológico de la urbanización, amortiguando la
reducción de la capacidad de almacenamiento natural de la cuenca
hidrográfica.
Este tipo de control tiene las siguientes ventajas y
desventajas (Urbonas y Stahre, 1993): costos reducidos, si se lo
compara a un gran número de dispositivos de control distribuidos;
menor costo de operación y mantenimiento; facilidad de
administración de la construcción; dificultad de encontrar lugares
adecuados; costo de adquisición del área a utilizar; reservorios de
dimensiones importantes tienen oposición por parte de la
población.
Este control ha sido utilizado cuando existen
restricciones por parte de la administración municipal al
aumento del caudal máximo debido al desarrollo urbano, y así,
ya fue implantado en muchas ciudades de diferentes países. El
criterio normalmente utilizado es que el caudal máximo del área,
con el desarrollo urbano, debe ser menor o igual al caudal
máximo de las condiciones preexistentes para un tiempo de
retorno predeterminado.

116
Características y funciones de los reservorios
Los reservorios de retención son utilizados de acuerdo al
objetivo del control deseado. Este dispositivo puede ser utilizado
para:

Control del caudal máximo: Este es el caso típico de control de


los efectos de anegamiento sobre áreas urbanas. El reservorio es
utilizado para amortiguar el pico aguas abajo, reduciendo la
sección hidráulica de los conductos y manteniendo las
condiciones de caudal preexistentes en el área desarrollada.

Control del volumen: normalmente, este tipo de control es


utilizado cuando el escurrimiento cloacal y pluvial son
transportados por conductos combinados o cuando recibe el agua
de un área sujeta a la contaminación. Como la capacidad de una
estación de tratamiento es limitada, es necesario almacenar el
volumen para que pueda ser tratado. El reservorio también es
utilizado para la deposición de sedimentos y depuración de la
calidad del agua, manteniendo su volumen por más tiempo dentro
del reservorio. El tiempo de detención, que es la diferencia entre
el centro de gravedad del hidrograma de entrada y el de salida, es
uno de los indicadores utilizados para evaluar la capacidad de
depuración del reservorio.

Control de material sólido: cuando la cantidad de sedimentos


producida es significativa, este tipo de dispositivo puede retener
parte de los sedimentos para que sean retirados del sistema de
drenaje.

Tipos de reservorios
Los reservorios pueden ser dimensionados para que mantengan
una lámina permanente de agua, denominados de retención, o para
que se sequen después de su uso, durante una lluvia intensa y
después utilizados para otras finalidades. Este tipo de reservorio es
llamado detención (Figura 3.30 a).

117
a- Reservorio de detención

b- Reservorio de retención
Figura 3.30. Reservorios para el control de material sólido (Maidment, 1993)

La Retención que mantiene la lámina de agua sirve para


evitar el crecimiento de vegetación indeseable en el fondo y para
la reducción de la polución hacía aguas abajo, volviendo el
reservorio más eficiente para el control de la calidad del agua. Su
uso integrado, juntamente con parques, puede permitir un buen
ambiente recreativo. La ventaja de la utilización de este
dispositivo seco es que se puede utilizarlo para otras finalidades.
Una práctica común consiste en dimensionar un área con lámina
de agua para escurrir una crecida frecuente, como la de dos años,
y plantear el área de desbordamiento con paisajismo y campos de
deporte para las crecidas arriba de la cota referente al riesgo
mencionado. Cuando ésta ocurre, será necesario realizar apenas la
limpieza del área alcanzada, sin mayores daños aguas arriba o
aguas abajo. La principal desventaja de la retención es la
necesidad de mayor volumen del reservorio y el control de su
calidad del agua.
En la Figura 3.30, son presentados, de manera
esquemática, el reservorio mantenido seco y el reservorio con
lámina de agua. Los reservorios o cuencas de detención

118
mantenidas secas son los más utilizados en los Estados Unidos,
Canadá y Australia. Cuando son proyectados para el control del
caudal, su vaciamiento es rápido de hasta seis horas y con poco
efecto sobre la remoción de contaminantes. Si aumentada la
detención entre las 24 a 60hs, se podrá obtener mejoras en la
remoción de contaminantes (Urbonas y Roesner, 1994). Este tipo
de dispositivo retiene una parte importante del material sólido.
Cuando el drenaje utiliza la capacidad extra de volumen
del sistema para el amortiguamiento, y están ligados directamente
a la red de drenaje éste es llamado sistema on-line (Figura 3.31).
Cuando el escurrimiento es transferido para el área de
amortiguamiento, después de alcanzar un cierto caudal, y recibe
sólo lo excedente de la red de drenaje el sistema es denominado
off-line (Figura 3.32 y Figura 3.34).

Figura 3.31. Detención on-line

Figura 3.32. Detención off-line (a la izquierda) conectado por conductos y on-


line (a la derecha).

119
En las detenciones “on-line” existen problemas para el
drenaje con flujos pluviales mixtos sobre todo cuando existe una
gran cantidad de conexiones clandestina a la red de drenaje,
debido a la gran contaminación que se origina en el reservorio,
principalmente en el período de sequía. En este caso, es
conveniente que el fondo de este sea de concreto para facilitar la
limpieza.
Este tipo de reservorio puede tener un fondo natural,
excavado o de concreto. Los reservorios en concreto son más
caros, pero permiten paredes verticales, con aumento del volumen.
Esto es útil donde el espacio tiene un costo elevado.
Los reservorios pueden ser abiertos o cerrados. Los
primeros generalmente poseen costo menores y mayor facilidad
de mantenimiento. Los segundos tienen mayores costo (pueden
llegar hasta 7 veces más que los primeros) y gran dificultad de
mantenimiento. Generalmente, son utilizados cuando se desea
utilizar el espacio superior, debido a la topografía o la presión de
la población vecina que temen a la basura y la calidad del sistema.
Los reservorios “off-line” pueden funcionar
automáticamente por gravedad (Figura 3.33), o mediante
sistemas de bombas cuando sea necesario obteniendo más
volumen para un espacio definido (Figura 3.34). La diferencia es
que en el primero caso el caudal inunda el área lateral y vuelve al
sistema de drenaje por gravedad, sin operación. Mientras que en
el segundo caso, debido a la necesidad de aumento del volumen
es necesario excavar debajo de la cota del sistema de drenaje y
para extraer todo el volumen es necesario recurrir al bombeo.

Figura 3.33. Detención off-line con volumen lateral (DAEE)

120
Figura 3.34. Detención cerrada (DAEE).

Figura 3.35. Detenciones con uso deportivo en Curitiba (a la izquierda) y Porto


Alegre (a la derecha).

ASCE (1985) menciona que las instalaciones de detención


de este tipo que tuvieron mayor suceso fueron las que se
integraron a otros usos, como la recreación, ya que la comunidad,
en su cotidiano, usará este espacio de recreación. Por lo tanto, es
deseable que el proyecto de este sistema esté integrado a la
plannificación del uso del área.

Ubicación
Como fue mencionado anteriormente, los reservorios
pueden ser abiertos o enterrados (Figura 3.33), de acuerdo con las
condiciones de su ubicación. En lugares donde el espacio es
reducido o que sea necesario mantener una superficie superior
integrada con otros usos, se pueden utilizar reservorios
subterráneos; sin embargo, el costo de este tipo de solución es
superior a de los reservorios abiertos.
La ubicación depende de los siguientes factores:

• en zonas muy urbanizadas, la ubicación depende de la


disponibilidad de espacio y de la capacidad de intervenir
en el amortiguamiento. Si existe espacio sólo aguas arriba,

121
que drena poco volumen, el efecto será reducido;
• en zonas a desarrollar, se debe ubicar el reservorio en las
partes de poco valor, aprovechando las depresiones
naturales o parques existentes. Un buen indicador de
ubicación son las áreas naturales que forman pequeños
lagos o estanques antes de su desarrollo.

3.5.3 Compatibilización con los sistemas –


escurrimiento sanitario
Existen escenarios en que la red de drenaje es mixta, recibe
líquidos cloacales y pluviales; sistema separador, cuando el
escurrimiento es casi totalmente debido al drenaje pluvial.

Sistema mixto: Existe una red de drenaje con cloacas y el


sistema es llevado a una estación de tratamiento: este es el
escenario utilizado en ciudades antiguas de Europa y Estados
Unidos. La detención es del tipo “off-line”. En este caso los
líquidos cloacales y parte del caudal pluvial son colectados y
llevados a la estación de tratamiento de cloacas. Cuando el caudal
es superior al proyectado durante las crecidas el excedente escurre
hacia el sistema de drenaje y detenciones. En este caso se utiliza
apenas una red (sistema mixto), pero tiene la desventaja del mal
olor en climas calientes, durante el verano, y el riesgo de
proliferación de enfermedades durante las crecidas superiores a la
capacidad del sistema conjunto.

Sistema separador: Este sistema tiene una red de colecta de


cloacas independiente de la red de drenaje (Figura 3.36). Se
utiliza detenciones “on-line” con control del residuo sólido y
manejo de la carga de contaminantes. Ventajas: manejo adecuado
de las detenciones y retenciones urbanas con mayor tiempo de
residencia, permite el control de la calidad del agua; se evitan
aguas contaminadas en las crecidas superiores a la de proyecto; se
evita el olor en el período seco; se evita el colapso de sistemas de
drenaje por corrosión. Desventajas: el alto costo inicial en el
escenario de transición de la implantación de la red de cloaca
separadora.

Sistema de transición: Cuando la ciudad tiene una red extensa


de pluviales, pero pequeña de sanitario. Los costos para salir de
un sistema mixto para un sistema separador pueden ser altos. Para
graduación en el tiempo es posible por el macrodrenaje la
estrategia de sistemas mixtos (Figura 3.37). Posteriormente, el
proyecto podrá desarrollar la red de cloacas por los sistemas
122
secundarios, cubriendo con el tiempo toda la ciudad. Cuando la
ciudad esté cubierta por el sistema separador es posible eliminar
las conexiones.

Figura 3.36. Características del sistema separador

3.5.4 Planeamiento en el control del macrodrenaje


El control del impacto del aumento del escurrimiento
debido a la urbanización, en el macrodrenaje, ha sido realizado, en
la realidad brasileña, a través de la canalización. El canal es
dimensionado para escurrir un caudal de proyecto para tiempos
de retorno que varían de 10 a 100 años. Para evitar las
inundaciones sólo con drenaje la ciudad en su conjunto debería
tener sus conductos ampliados para la eventual urbanización de
toda la cuenca, lo que sería insustentable económicamente. La
solución de control en una cuenca urbana involucra la
combinación de medidas distribuidas, pero en especial la
combinación del aumento de la capacidad por medio del
amortiguamiento.
Existen los siguientes escenarios de desarrollo: (a)
cuenca desarrollada con varios lugares de inundación; (b) cuenca
con pequeña área ocupada y con tendencia a la urbanización.

123
Figura 3.37. Sistema de transición

Cuenca desarrollada
En este escenario se debe procurar identificar las zonas de
inundación y buscar áreas propicias para amortiguar el
escurrimiento y no transferirlo hacía aguas abajo para cada uno de
los puntos críticos detectados. La combinación óptima será
aquella que tenga reservorios con el menor costo y ampliación del
escurrimiento que mejor se adapte al área urbana, o sea, menor
costo y ambientalmente adecuado.
Wisner y Cheung (1982) presentaron, conforme Tabla
3.4, una comparación entre otras alternativas y el uso de parques
para amortiguamiento.
En la Figura 3.38, son presentados el parque y los flujos
en un área urbana.

124
Tabla 3.4. Comparación entre almacenamiento en parque y otras alternativas
(Wisner y Cheung, 1982).
Tipo Almacena- Detención Detención Almacen-
miento del con agua seca amiento en
valle parque
Almacenamie Continuo continuo frecuente raro
nto
Estética sin Muy Muy menos
importancia importante importante importante
Mantenimient Pequeña alta moderada Muy pequeña
o
Probabilidad Pequeña moderada pequeña Muy pequeña
de accidente
Costo Alto moderado moderado bajo
Costo de la Ningún alto alto ningún
tierra

Costo del Bajo alto medio medio


paisajismo

Planeamiento poco Muy Muy muy


importante importante importante importante

Figura 3.38. Parque de almacenamiento (Wisner y Cheung, 1982)

125
Cuenca en desarrollo
Considere la cuenca de la Figura 3.39. En la primera
etapa la cuenca no está totalmente urbanizada, y las inundaciones
ocurren en el tramo urbanizado, donde algunas áreas no están
ocupadas, porque se inundan con frecuencia. Cuando la cuenca se
encuentra en una etapa avanzada de desarrollo, la tendencia es que
las medidas estructurales predominen, con costos altos. Sin
embargo, se puede minimizar estos costos a través del aumento de
la capacidad de amortiguamiento en la cuenca urbana, buscando
recuperar, el máximo posible, el amortiguamiento natural por la
explotación de todas las áreas posibles. Yoshimoto y Suetsugi
(1990) describieron las medidas tomadas para reducir la
frecuencia de inundaciones en el río Tsurumi, dentro del área de la
ciudad de Tokio. La cuenca fue subdividida en tres: retención,
retardo y áreas inferiores, y definido el caudal de control. En el
área de retención, fueron obtenidos 2,2 millones de m3 para
amortiguamiento a través de acción municipal, además de otras
medidas de retardo. Estas acciones redujeron los perjuicios para
crecidas recientes.

Figura 3.39. Planeamiento de control de la cuenca en la primera etapa de


urbanización

126
Problemas
1. Analice los tipos de medidas de control del escurrimiento
en la fuente para el drenaje urbano y presente sus usos,
ventajas y desventajas.
2. ¿Cuál es la utilización de pavimento permeables en un
proyecto de drenaje? Sus ventajas y desventajas.
3. ¿Cuál es la diferencia entre detención y retención en el
control de las inundaciones decurrentes del proceso de
urbanización? ¿Cuáles son los impactos que estos
dispositivos promueven con relación a las inundaciones?
4. ¿Cuáles son los tipos de inundaciones y cuáles son los
impactos relacionados?
5. Identifique también para la cuestión anterior cuándo ocurre
la transferencia de impactos.
6. ¿Cuáles son las principales estrategias de gestión del
drenaje urbano para ciudad implantada y para el futuro
desarrollo?
7. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de los controles en
la fuente? ¿Cuáles son más sustentables?
8. ¿Cuáles son las relaciones que deben existir entre un Plan
Director Urbano y el Plan de Drenaje y éste con del
escurrimiento sanitario y residuo sólido?
9. Muchas ciudades utilizan el control sobre las áreas
impermeables, pero no consiguen evitar el impacto sobre
el drenaje. ¿Por qué? ¿Cuál es el problema y cómo
resolver a través de medidas no estructurales?
10. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de las medidas de
control en el microdrenaje y en el macrodrenaje?
11. Describa las etapas de un Plan Director de Drenaje
Urbano. ¿Cuáles son las medidas no estructurales?
12. Identifique los principios de un Plan Director de Drenaje
Urbano.
13. ¿En la evaluación económica de los perjuicios de
inundación cómo los costos deberían ser distribuidos entre
la población?
14. ¿Cuáles son los tipos de inundaciones y cuáles son los
impactos relacionados?
15. Identifique también para la cuestión anterior cuándo ocurre
la transferencia de impactos.
16. ¿Cuáles son las principales estrategias de gestión del
drenaje urbano para ciudad implantada y para el futuro
desarrollo?
17. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de los controles en
la fuente? ¿Cuáles son más sustentables?
127
18. ¿Cuáles son las relaciones que deben existir entre un Plan
Director Urbano y el Plan de Drenaje y éste con el
escurrimiento sanitario y residuo sólido?
19. Muchas ciudades utilizan el control sobre las áreas
impermeables, pero no consiguen evitar el impacto sobre
el drenaje. ¿Por qué? ¿Cuál es el problema y cómo
resolver a través de medidas no estructurales?
20. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de las medidas de
control en el microdrenaje y en el macrodrenaje?
21. Describa las etapas de un Plan Director de Drenaje
Urbano. ¿Cuáles son las medidas no estructurales?
22. Identifique los principios de un Plan Director de Drenaje
Urbano.
23. En la evaluación económica de los perjuicios de
inundación ¿cómo los costos deberían ser distribuidos
entre la población?

Referencias

128
129
130
131
4.Gestión integrada de
aguas urbanas
La gestión integrada, entendida como interdisciplinaria e
intersectorial de los componentes de las aguas urbanas, es
una condición necesaria para que los resultados atiendan
las condiciones del desarrollo sustentable urbano.

desarrollo urbano en las últimas décadas ha cambiado la


El mayoría de los conceptos utilizados en ingeniaría para la
infraestructura de agua en las ciudades. La visión del
desarrollo de estos tópicos dentro de la ingeniaría ha sido basada
en la participación disciplinar del conocimiento sin una solución
integradora.
El planificador urbano desarrolla la ocupación consciente
de que el ingeniero de transportes, de saneamiento y de otras
infraestructuras encontrará una solución para el uso del suelo
planificado o espontáneo que ocurre en las ciudades. En este
sentido el agua es retirada del manantial aguas arriba (que se
espera que no esté contaminado) y entregue aguas abajo sin
tratamiento, el drenaje es proyectado para retirar el agua lo más
rápido posible de cada lugar, transfiriendo hacia aguas abajo los
excedentes. El residuo sólido es depositado en algún lugar remoto
para no molestar a las personas que habiten las ciudades. Este
conjunto de soluciones locales puede ser justificado dentro de un
proyecto local con todas las ecuaciones que fueron desarrolladas a
lo largo de los años por los ingenieros hidráulicos, hidrólogos y
sanitaristas para resolver un “problema dado”.
¿Cuál es la consecuencia de estos proyectos para la
sociedad? Infelizmente este planteo ha sido un gran desastre. Si se
hace una analogía con la medicina, sería como varios especialistas
recetando medicamentos para distintos síntomas en una persona
sin que sean observados los efectos colaterales combinados que el
132
cuerpo humano sufre.
Los problemas de hoy se reflejan en la salud de la
población, en las inundaciones frecuentes, en la pérdida del medio
ambiente rico y diversificado en muchas regiones. Con la
transformación de un ambiente rural a un urbano, este problema
cada vez se agrava más y por cuanto más tiempo perdure esta
situación, mayor será la herencia de incompetencia para las
próximas generaciones, las cuales recibirán un pasivo muy alto.
¿Qué es lo equivocado y qué puede ser hecho para
remediar esta situación?:

• El desarrollo urbano no puede ocurrir sin la búsqueda de


la sustentabilidad del espacio luego de la ocupación de la
población. Para esto se deben definir reglas de uso y
ocupación que preserven los condicionantes de la
naturaleza y que permitan que el sistema pueda recibir
transporte, abastecimiento de agua, sistemas sanitarios,
tratamiento de efluentes, drenaje urbano, colecta,
procesamiento y reciclaje de los residuos;
• El abastecimiento de agua debe ser realizado desde
fuentes confiables que no estén contaminadas a partir de
otras fuentes aguas arriba;
• Los excedentes cloacales deben ser tratados para que el
agua utilizada no esté contaminada y el sistema hídrico
tenga condiciones de recuperación;
• El drenaje urbano debe preservar las condiciones naturales
de infiltración para evitar la transferencia hacia aguas
abajo del aumento de caudal, volumen y carga de
contaminantes del escurrimiento pluvial y de la erosión del
suelo;
• Los residuos sólidos deben ser reciclados para intentar la
sustentabilidad, la renta económica de esta riqueza y la
disposición del material restante debe ser minimizada.

La búsqueda de estos objetivos no puede ser realizada


individualmente, pero debe ser un trabajo colectivo que se inicia
con la educación. Infelizmente, los conceptos inadecuados aún
son enseñados en las universidades y la población todavía posee
una percepción equivocada de las soluciones. Por lo tanto, es
necesario cambiar e intentar una visión más sustentable del
hombre en el espacio.

133
4.1 Fases de la gestión
A fines del siglo XIX y mediados del siglo XX, el
concepto de agua urbana se resumía al abastecimiento, o sea,
entregar agua a la población y retirar los desechos cloacales lo
más lejos posible depositándolos en la naturaleza sin ningún tipo
tratamiento. Esta es la fase que se puede llamar higienicista (o
sanitarista), en función de la preocupación de los sanitaristas de
evitar la proliferación de enfermedades y reducir las enfermedades
que se contraían a través de la vinculación hídrica. En este período
la solución siempre fue recolectar el agua desde aguas arriba y
depositar las cloacas aguas debajo de las urbes. Los excedentes
pluviales eran planificados para escurrir libremente por las
calles hacia los ríos. Este escenario fue aceptable mientras las
ciudades tenían poblaciones de hasta 20 mil habitantes y se
encontraban distantes una de la otra para que los desechos
cloacales de una ciudad no contaminaran la otra.
Las ciudades crecieron, quedando más próximas una de las
otras y la estrategia de desarrollo se mantuvo en la fase
higienicista, generando lo que llamamos ciclo de contaminación
(vea capítulo 1, Tucci, 2003), donde la ciudad aguas arriba
contamina la de aguas abajo y ésta deberá contaminar la siguiente.
Muchas ciudades, por medio de sus tomadores de
decisiones consideraron que las inversiones necesarias para el
tratamiento de los desechos cloacales eran muy elevadas y optaron
por inversiones en sectores considerados más importantes, sin
comprender que estaban dejando de combatir el “cáncer” en su
origen. Hoy la contaminación está tomando al sistema y el costo
para solucionar esto es extremadamente alto.
Los países desarrollados salieron de la fase llamada aquí
de higienicista (Tabla 4.1) hacía una nueva fase, la correctiva con
el tratamiento de los desechos cloacales domésticos y el control de
las inundaciones urbanas con detenciones (amortiguamiento). La
cloaca domiciliaria fue implementada casi en su totalidad, de esta
manera el ambiente urbano mejoro, pero no recuperó su
condición natural. Se observó que además del flujo cloacal existía
la carga del flujo pluvial y la inadecuada distribución de los
residuos sólidos, procesos totalmente interrelacionados en el día a
día. Los residuos que no son recolectados, acaban dentro del
sistema de drenaje. Los países desarrollados están actuando para
resolver este tipo de problema. Este impacto presenta un costo aún
mayor, pues es difuso y distribuido en toda la ciudad. En esta
búsqueda de soluciones se descubrió que no bastaba actuar sobre
el problema en el “end of pipe”, o sea, después que ocurrió y está
134
en los conductos, pero es necesario trabajar preventivamente en el
origen del desarrollo urbano. De la misma manera que la
medicina moderna está transformándose en una acción preventiva
y no curativa.
Para la búsqueda de una solución ambientalmente
sustentable es necesario el gerenciamiento integrado de la
infraestructura urbana, comenzando por la definición de la
ocupación del espacio teniendo en cuenta la preservación de las
funciones naturales como es la infiltración y la red natural de
drenaje. Este tipo de desarrollo ha recibido la denominación de
LID (Low Impact Development) en los Estados Unidos (U.S.
Department of Housing and Urban Development, 2003 y NAHB
Research Center, 2004 y U.S. Environmental Protection Agency,
2000) o Water Sensitive Urban Design (WSUD) en Australia.
Pese a representar la manera moderna y ambiental de
ocupación en los países desarrollados, en Brasil esta visión de
ocupación del espacio no es nueva, pues Saturnino de Brito a
comienzos del siglo XX planifico algunas ciudades según esta
concepción la cual estaba adelantada a su tiempo. Infelizmente, no
todas las ciudades adoptaron esta visión.
Los países en desarrollo están intentando salir de la
primera fase hacía una acción correctiva y no poseen
prácticamente ningún desarrollo dentro de la fase sustentable. La
tercera fase involucra la integración entre el proyecto de
implantación y el espacio, el proyecto arquitectónico y las
funciones de la infraestructura de agua dentro del ambiente
urbanizado y no apenas la búsqueda de espacio de infiltración
dentro del diseño de un proyecto.

Tabla 4.1. Etapas del desarrollo sustentable urbano en los países desarrollados
Años Período Características
Hasta Higienicista Abastecimiento de agua sin tratamiento de cloacas,
1970 transferencia hacia aguas abajo del escurrimiento pluvial
por canalización
1970- Correctivo Tratamiento de cloacas, amortiguamiento cuantitativo del
1990 drenaje y control del impacto existente de la calidad del
agua pluvial. Involucra, principalmente, la actuación sobre
los impactos.
1990* - ? Sustentable Planeamiento de la ocupación del espacio urbano,
obedeciendo a los mecanismos Naturales del escurrimiento;
Control de los microcontaminantes, de la polución difusa
y el desarrollo sustentable del escurrimiento pluvial a través
de la recuperación de la infiltración.
* período que se inició este tipo de visión

135
4.2 La visión del desarrollo urbano
integrado y sustentable
4.2.1 Visión integrada del ambiente urbano
Es importante caracterizar el desarrollo sustentable urbano
el cual involucra la minimización del impacto ante la alteración
natural del medio ambiente formado por el clima, el suelo, el aire,
el agua, la biota, entre otros. Para alcanzar este objetivo es
necesario comprender primero los impactos que producen cada
una de las intervenciones y buscar soluciones en que este impacto
quede restringido a un universo mínimo local a través de un
proyecto de intervención sustentable a lo largo del tiempo.
El ambiente urbano es muy complejo para ser tratado en
un texto introductorio como éste, por lo tanto se examina aquí el
ambiente relacionado con las aguas pluviales que han sido la base
de la nueva concepción de intervención para la ocupación del
espacio.
En este escenario, la ocupación tradicional no intenta
comprender como el suelo, el agua y las plantas están integradas
en la naturaleza para intentar mitigar los efectos adversos de la
introducción de superficies impermeables de tejados, paseos
públicos, calles, entre otros. En la naturaleza la precipitación que
no se infiltra tiende a formar escurrimientos naturales de acuerdo
con la intensidad y frecuencia de la precipitación, cobertura y
resistencia del suelo. El agua que infiltra, escurre por el subsuelo y
en el acuífero hasta llegar a los ríos. Con la destrucción que
ocasiona el drenaje urbano, el nuevo sistema es formado por
calles, boca de tormenta, conductos y canales que aceleran el
escurrimiento y aumentan los caudales máximos en varias veces,
además de lavar las superficies transportando los contaminantes
generados por las emisiones de autos, camiones, ómnibus,
industrias y hospitales.
Entonces ¿cuál es la receta? Al comienzo se busco
recuperar la capacidad de amortiguamiento a través de
detenciones, pero aún así, el volumen superficial aumentó debido
a las áreas impermeables y la zona utilizada para la detención fue
retirada por la población debido a la polución generada y los
conflictos para el uso de este espacio. Por lo tanto, se ha buscado
recuperar la capacidad de infiltración perdida a través de acciones
locales en las residencias, edificios y mediante el uso de trincheras
de infiltración, pero aun dentro de una visión localizada y del tipo
“end of pipe”, quiere decir, tratando de remediar un proyecto
específico o un impacto.

136
La visión integrada en este caso, se inicia en la
planificación del desmembramiento y ocupación del espacio en la
fase del loteo, momento en el cual el proyecto debe estar ajustado
para la preservación del escurrimiento natural existente. Este
proyecto debe ser el contrario de lo que se proyecta actualmente,
pues los de hoy apenas se basan en la maximización de la
explotación del espacio independiente de la red de drenaje natural.
El proyecto sustentable preserva el sistema natural y distribuye la
ocupación en lotes menores, conserva una gran área verde común,
retira el cordón de las calles de menor movimiento, integrando el
asfalto con el césped u otros sistemas naturales vegetales, para que
toda el agua se infiltre. Un proyecto de esta naturaleza retira las
divisiones de las propiedades (como en las propiedades rurales en
el proyecto de pequeñas cuencas y conservación del suelo). De
esta manera, se reduce el escurrimiento a las condiciones
preexistentes para las lluvias frecuentes, el agua se infiltra y no
transfiere cantidad y calidad hacia aguas abajo. Esta es la
característica de un proyecto residencial, mientras que las áreas
industriales y comerciales exigen proyectos específicos de control,
pero aún dentro de una integración conceptual de los proyectistas.
El costo de una infraestructura sustentable tiende a ser
menor que el costo de un sistema correctivo, y éste aún menor que
la infraestructura tradicional debido a la retirada de varios
sistemas, como la eliminación de redes de conductos de drenaje,
cordón cuneta, entre otros, que son remplazados por céspedes que
infiltran, canaletas de césped y sistemas naturales protegidos.
El lector puede imaginar que esto es una utopía dentro de
nuestra realidad, sin embargo, el emprendedor es sensible con
respecto al costo y con respecto a la población que desea comprar
un ambiente más adecuado y está buscando calidad de vida. Estos
factores citados son muy importantes en la toma de decisión.
Difícilmente, los países en desarrollo podrán saltar etapas
debido al gran pasivo existente en las ciudades en cuanto al
escurrimiento pluvial (sin hablar de todo los demás que están
pendientes). Por lo tanto, es necesario desarrollar estrategias
dentro de dos plataformas principales:

a. controlar los impactos existentes a través del escenario de


acciones correctivas estructurales que tratan de la gestión
por subcuencas urbanas;
b. medidas no estructurales que lleven a los nuevos
emprendimientos a utilizar un desarrollo con menor
impacto y más sustentable.

137
Estas dos medidas pueden ser implementadas a través del
Plan Director de Aguas Pluviales (o como algunos denominan de
Drenaje Urbana), o mejor aún, por un Plan Director Urbano que
incluya estos elementos más el escurrimiento sanitario, residuo
sólido, transporte y uso del suelo (Figura 4.1).
En la Figura 4.2 se pueden observar como los diferentes
Planes de la ciudad se integran y buscan identificar los
componentes de integración visando la solución de estos aspectos
de manera integrada.

Figura 4.1. Visión integrada (Tucci, 2003)

La acción preventiva en el desarrollo urbano reduce el


costo de la solución de los problemas relacionados con el agua.
Planeando la ciudad con áreas de ocupación y con control de la
fuente del drenaje, la distribución del espacio de riesgo y el
desarrollo de los sistemas de abastecimiento y agotamiento, los
costos serán menores que los de una crisis, donde el remedio pasa
a tener costos inviables para el municipio.
El desarrollo del planeamiento de las áreas urbanas
involucra principalmente:
• planeamiento del desarrollo urbano;
• transporte;
• abastecimiento de agua y saneamiento;
138
• drenaje urbano, control de inundaciones y de la erosión;
• residuo sólido;
• control ambiental.

Figura 4.2. Interfaz entre los Planes de la Ciudad y el Plan Director de Aguas
Pluviales o del Drenaje Urbano.

El planeamiento urbano debe considerar los aspectos


relacionados con el agua, el uso del suelo y la definición de las
tendencias de los vectores de expansión de la ciudad.
Considerando los aspectos relacionados con el agua, existe una
fuerte interrelación entre los mismos. Algunas de estas
interrelaciones son las siguientes:

• el abastecimiento de agua es realizado a partir de


manantiales que pueden ser contaminados por los flujos
cloacales, pluviales o por depósitos de residuos sólidos;
• la solución del control del escurrimiento del drenaje
urbano depende de la existencia de red de cloacas y de
tratamiento de ésta, además de la eliminación de las
conexiones entre las redes;
• la erosión del suelo produce colmatación e interfiere en la
ocupación del suelo, en las calles, sistemas de cloacas,
entre otros;
• la limpieza de las calles, la recolección y disposición de
residuos sólidos interfieren en la cantidad y en la calidad
los excedentes pluviales.

139
La mayor dificultad para la implementación del
planeamiento integrado proviene de una limitada capacidad
institucional de los municipios para afrontar problemas complejos
e interdisciplinarios y la forma sectorial como la gestión
municipal se encuentra organizada.

4.2.2 Aspectos Institucionales:


La estructura institucional es la base del gerenciamiento de
los recursos hídricos urbanos y de su política de control. La
definición institucional depende de los espacios de atribución en
la organización del país, su interrelación legal y de gestión en
cuanto al agua, el uso del suelo y el medio ambiente. Para
establecer el mecanismo de gerenciamiento de estos elementos es
necesario definir los espacios geográficos relacionados con el
problema.

Espacio geográfico del gerenciamiento


El impacto de los efluentes cloacales y del drenaje urbano
pueden ser analizados dentro de dos contextos espaciales
diferentes, discutidos a continuación:

Impactos que extrapolan el municipio: ampliando las crecidas


y contaminando las hacía aguas abajo los cuerpos hídricos como
ríos, lagos y reservorios. Esta contaminación es denominada
polución puntual o difusa urbana. Este tipo de impacto es
resultante de las acciones dentro de la ciudad que son transferidas
hacía el resto de la cuenca. Para su control pueden ser establecidos
objetivos a ser alcanzados y generalmente son regulados por
medio de la legislación ambiental y de recursos hídricos federal o
provincial;

Impacto dentro de las ciudades: estos impactos son


diseminados dentro de la ciudad, alcanzando a su propia
población. El control en este caso es establecido a través de
medidas desarrolladas dentro del municipio a través de la
legislación municipal y por medio de acciones estructurales
específicas.

Experiencias
La experiencia americana en el proceso ha sido aplicada a
través de un programa nacional desarrollado por la EPA
(Environmental Protection Agency) que obliga a todas las
ciudades con más de 100 mil habitantes a establecer un programa
de BMP (Best Management Practices). Recientemente se inició la
140
segunda fase del programa para ciudades con población inferior a
la mencionada (Roesner y Traina, 1994). Las BMP’s involucran el
control de la calidad y cantidad de agua por parte del municipio a
través de medidas estructurales y no estructurales. El municipio
debe demostrar que está avanzando e intentando alcanzar estos
objetivos a través de un Plan. Este proceso contribuye para reducir
la polución difusa de los ríos en las proximidades de las ciudades.
La penalidad que puede ser impuesta es la acción judicial de la
EPA contra el municipio.
La experiencia francesa involucra el gerenciamiento de los
impactos y controles a través del comité de cuenca, que es el Foro
básico para la toma de decisiones. Las metas que los municipios y
otros actores deben ser alcanzados son decididas en esté comité.

Legislaciones
Las legislaciones que involucran las aguas urbanas están
relacionadas con: recursos hídricos, uso del suelo y licencia
ambiental. A continuación se presenta un análisis dentro del
escenario brasileño donde existen los niveles: Federal (país),
Estatal (Estado o Provincia) y Municipal (Figura 4.3).

Figura 4.3. Espacios del gerenciamiento (Tucci, 2003).

En relación a los Recursos Hídricos La Constitución Federal


define el dominio de los ríos y la legislación de recursos hídricos a
nivel federal establece los principios básicos de la gestión a través
de cuencas hidrográficas. Las cuencas pueden ser de dominio
provincial o federal.
141
Algunas legislaciones provinciales de recursos hídricos se
establecen criterios para regular el uso del agua, pero no legislan
sobre el control relativo a la descarga de efluentes del drenaje. La
legislación ambiental establece normas y patrones de calidad del
agua de los ríos a través de clases, pero no define restricciones con
relación a los efluentes urbanos lanzados en los ríos. La acción de
los órganos provinciales de control ambiental es limitada debido
la falta de capacidad de los municipios los cuales deben realizar
inversiones para realizar estos controles. Por lo tanto, no existe
exigencia y no existe presión para inversiones en el sector.
Dentro de este contexto el escurrimiento pluvial resultante
de las ciudades debe ser objeto de regulación o de control a ser
previstos en la Planificación de la Cuenca. Como estos
procedimientos aún no están siendo cobrados por los Estados, no
existe en el momento una presión directa para la reducción de los
impactos resultantes de la urbanización.

En relación al uso del suelo: En la Constitución Federal de


Brasil, artículo 30, se define que el uso del suelo es municipal.
Pero, las Provincias y la Unión pueden establecer normas para la
disciplina del uso del suelo visando la protección ambiental,
control de la polución, salud pública y de la seguridad. De esta
manera, se observa que en el caso del drenaje urbano, que
involucra el medio ambiente y el control de la polución, la materia
es de competencia concurrente entre Municipio, Provincia y
Nación. La tendencia es que los municipios introduzcan
directrices de macrozonificación urbana en los Planes Directores
de Desarrollo Urbano, incentivados por las Provincias.
Se observa que en la zonificación relativa al uso del suelo,
los aspectos de aguas urbanas como los desechos cloacales, los
residuos sólidos, el drenaje y anegamiento no han sido
contemplados por los municipios. Lo que ha sido observado son
legislaciones restrictivas en cuanto a la protección de manantiales
y ocupación de áreas ambientales. La legislación muy
restrictiva sólo produce reacciones negativas y desobediencia.
Por lo tanto, no alcanzan los objetivos de control ambiental
deseados. Esto ocurre en la forma de invasión de las áreas
protegidas, loteos irregulares, entre otros.
Al introducir restricciones del uso del suelo es necesario
que la legislación dé alternativas económicas al propietario de la
tierra, o que el municipio compre la propiedad. En una sociedad
democrática el impedimento del uso del espacio privado para el
bien público debe ser compensado, siendo este espacio
estructurado para uso de la sociedad, caso contrario se vuelve una

142
confiscación. Actualmente, las legislaciones del uso del suelo se
apropian de la propiedad privada y aún exigen el pago de
impuestos por el propietario, que no posee alternativa económica.
La consecuencia inmediata en la mayoría de las situaciones es la
desobediencia legal.

En relación a la licencia ambiental: esta licencia establece los


límites para construcción y operación de canales de drenaje,
regulado por la Ley 6938/81 y resolución CONAMA no. 237/97.
De la misma manera, la resolución CONAMA 1/86 art. 2º, VII
establece la necesidad de licencia ambiental para “obras
hidráulicas de drenaje”.

4.3 Gestión urbana y de la cuenca


hidrográfica
La gestión de las acciones dentro del ambiente urbano
puede ser definida de acuerdo con la relación de dependencia del
agua a través de la cuenca hidrográfica o de la jurisdicción
administrativa del municipio, Provincia o Nación. La tendencia de
la gestión de los recursos hídricos ha sido realizada por medio de
la cuenca hidrográfica, sin embargo, la gestión del uso del suelo es
realizada por el municipio o grupo de municipios en una región
Metropolitana. La gestión puede ser realizada de acuerdo con la
definición del espacio geográfico externo e interno de la ciudad.
Las Planificaciones en las cuencas hidrográficas han sido
desarrollados para cuencas grandes (>3.000km2). En este
escenario existen varias ciudades que interfieren una en las otras
transfiriendo impactos. El Plan de la cuenca difícilmente podrá
involucrar todas las medidas necesarias en cada una de las
ciudades, pero se deben establecer los condicionamientos externos
a las ciudades como la calidad de sus efluentes, las alteraciones de
su cantidad, que permitan la transferencia de los impactos.
El ambiente interno de las ciudades son las gestiones
dentro del municipio para atender los condicionamientos externos
previstos en el Plan de la Cuenca para evitar los impactos y buscar
la mejora de la cantidad y calidad del agua en el conjunto de la
cuenca, además de los condicionamientos internos que tratan de
evitar los impactos a la población de la propia ciudad.
Estos dos espacios principales definen los gestores, los
instrumentos y las metas de gestión de estos instrumentos como es
descripto en la Tabla 4.2. La construcción global de esta

143
estructura de gestión se origina con algunas dificultades:

• Limitada capacidad de los municipios para desarrollar la


gestión;
• El sistema de gestión de las cuencas aún no es una realidad
consolidada en la mayoría de los países de América del
Sur;
• Reducida capacidad de financiamiento de las acciones por
parte de los municipios y el alto nivel de endeudamiento
de los mismos.

En el primer caso, la solución pasa por el apoyo provincial


y federal a través de oficinas técnicas que apoyen las ciudades de
menor porte en el desarrollo de sus acciones de planeamiento e
implementación. El segundo dependerá de la transición y
evolución del desarrollo de la gestión en el país. El tercero
dependerá fundamentalmente del desarrollo de un programa a
nivel federal y provincial con un fondo de financiamiento para
posibilitar la concreción de las acciones planteadas.

Tabla 4.2. Espacio de gestión de aguas urbanas


Espacio Dominio Gestores Instrumento Característica
Cuenca Provincia o Comité y Plan de la Gestión de la
hidrográfica 1 Gobierno Agencias cuenca cantidad y
Federal calidad del
agua en el
sistema de ríos
que formaron la
cuenca
hidrográfica,
evitando la
transferencia de
impactos
Municipio 2 Municipios o Municipio Plan director Minimizar los
Región urbano y Plan impactos de
Metropolitana integrado de cantidad y
escurrimiento, calidad dentro
drenaje urbano de la ciudad, en
y residuo las pequeñas
sólido cuencas
urbanas y no
transferir
impactos hacia
el sistema de
ríos.
1 – cuencas de gran porte (>1000 km2); 2 – área de alcance del municipio y sus
pequeñas subcuencas del macrodrenaje (<50 km2). Los valores de las áreas son
indicativos y pueden se alterar para ciudades de gran porte.

144
Gerenciamiento de cuencas urbanas compartidas entre dos o
más municipios: Gran parte de las ciudades posee cuencas
hidrográficas comunes con otros municipios. Generalmente
existen los siguientes escenarios: (a) un municipio está aguas
arriba de otro; (b) el río divide los municipios.
El control institucional de las aguas urbanas, que involucra
por lo menos dos municipios, puede ser realizado de la siguiente:

• a través de una legislación municipal adecuada para cada


municipio;
• a través de una legislación provincial que establezca los
patrones a ser mantenidos en los municipios de tal manera
que no se transfiera los impactos;
• uso de los dos procedimientos anteriores.

Estos pueden ser realizados dentro del comité de la cuenca


y cuando los Planes Provinciales desarrollen la reglamentación
sectorial. Por lo tanto, cuando sean desarrolladas las
Planificaciones de las Cuencas que involucran más de un
municipio, se debe intentar acordar acciones conjuntas con estos
municipios para obtener la planificación integral la cuenca.

Potenciales medidas de control externo a las áreas


urbanas: El mecanismo previsto en la legislación brasileña para
el gerenciamiento externo de las ciudades es el Plan de Recursos
Hídricos de la Cuenca. Sin embargo, en el referido Plan
difícilmente será posible elaborar los Planes de Drenaje,
Escurrimiento Sanitario y Residuo Sólido de cada ciudad
contenida en la cuenca. El Plan debería establecer las metas que
las ciudades deben alcanzar para que el río principal y sus
afluentes alcancen niveles ambientalmente adecuados de calidad
del agua. El Plan Integrado de Drenaje Urbano, Escurrimientos
Sanitarios y Residuos Sólidos deben obedecer a los controles
establecidos en el Plan de la Cuenca en el cual esté insertado.
Los mecanismos de inducción básicos para este proceso
son: (a) institucional y (b) económicos financieros.
La legislación: Actualmente la legislación prevé el
otorgamiento para efluentes. De esta manera, podrían ser
establecidos dos mecanismos básicos:

(a) definición de normas y criterios para la regulación de


efluentes que alteren la calidad y cantidad de aguas
provenientes de áreas urbanas; por ejemplo:
“Art. (¿?) Es de responsabilidad de (…) la definición de

145
criterios y normas cuanto las alteraciones en la cuantidad
y calidad del agua pluvial proveniente de áreas urbanas.

El segundo componente se refiere al mecanismo para


alcanzar estos objetivos. Este mecanismo debe ser un Plan
Integrado de Escurrimiento Sanitario, Drenaje Urbano y Residuo
Sólido. No es posible imaginar un planeamiento sectorial ya que
los aspectos citados están íntimamente ligados. Por ejemplo:

Art (¿?) La regulación de los flujos cloacales, pluviales y


disposición de los residuos sólidos de los municipios debe
ser precedido por los Planes Integrados de Escurrimiento
Sanitario, Residuos Sólidos y Drenaje Urbano del
Municipio buscando la atención de las exigencias del
artículo (¿?) de este decreto.

Párrafo 1º - Para las ciudades con más de 200.000 ( a


ser mejor definido) habitantes el plan deberá ser
concluido en el máximo de 5 años. Para las demás
ciudades el plan deberá ser concluido en 10 años.

Párrafo 2º – El acompañamiento de la implementación de


los planes quedará a cargo del comité de las cuencas
hidrográficas.

El texto citado en los párrafos mencionados no ha pasado


por una revisión jurídica adecuada y debe servir apenas como
orientación del contenido técnico.

Financiamiento: En la Figura 4.4, se presenta un ejemplo


de la configuración de interacción entre los agentes de la cuenca y
de los municipios previsto en el plan director de drenaje urbano de
la región metropolitana de Curitiba (Brasil).
Los potenciales elementos de inducción para los
municipios serían los siguientes:

• El comité de cuenca subsidiaria empieza a partir de los


recursos para elaboración de los Planes;
• Crear un fondo económico para financiar las acciones del
Plan previsto para las ciudades. El resarcimiento de las
inversiones serían a través de las tasas municipales
específicas para el escurrimiento sanitario, residuo sólido y
drenaje urbano, este último basado en el área impermeable
de las propiedades. El Plan debería inducir la transparencia
146
de estos mecanismos dentro del municipio visando la
sustentabilidad a largo período del sistema de cobro, con la
debida fiscalización.

Figura 4.4 Ejemplo de la interacción técnico financiera (SUDHERSA, 2002)

Potenciales medidas de control interno a las áreas urbanas:


Las medidas adoptadas para la gestión de las aguas urbanas es el
Plan Integrado de Saneamiento Ambiental. Este plan puede ser
desarrollado totalmente integrado para ciudades menores y de
acuerdo con sus componentes, observadas las interfaces en los
municipios mayores. En el capítulo siguiente serán destacados los
elementos del Plan de Aguas Pluviales y sus interfaces dentro del
Plan de Saneamiento Ambiental.

147
Referencias

148
149
5.Plan de Aguas Pluviales
La gestión de aguas pluviales dentro del municipio es
realizada dentro del Plan de Aguas Pluviales y debe estar
subordinado al Plan Director Urbano de las ciudades.

Plan de Aguas Pluviales es el mecanismo de


El gerenciamiento de las inundaciones ribereñas y del
drenaje urbano en las ciudades. Este plan debe estar
integrado a los distintos planes de infraestructura de la ciudad,
principalmente los relacionados al Saneamiento Ambiental: aguas,
cloacas, residuos sólidos y medio ambiente, y subordinado al Plan
Director Urbano que integra el conjunto de planeamiento de la
ciudad.

5.1 Interfaces entre los Planes


Los principales aspectos relacionados con las interfaces de
los Planes de Saneamiento y Residuos Sólidos son los siguientes:

5.1.1 Gestión
La gestión de los servicios de aguas urbanas, o sea, de
agua y saneamiento básico, drenaje urbano y residuos sólidos
deberían ser implementados por una única estructura municipal en
función de la sinergia y economía de escala de los servicios.
En algunos países como Brasil, los servicios de agua y
saneamiento fueron desarrollados a lo largo del tiempo por
empresas provinciales, mientras que todos los demás servicios
quedaron a nivel municipal. En los municipios donde esto ocurre
difícilmente esta configuración podrá cambiar a corto plazo, a
pesar de ser de atribución del municipio la concesión de los
servicios de agua y saneamiento. En este caso, es necesario que

150
los demás servicios sean agregados en una única institución y que
sean definidos mecanismos institucionales de gestión.

5.1.2 Saneamiento y drenaje urbano


Los escenarios de gestión de estos servicios varían de
acuerdo con el escenario de cada ciudad. En América del Sur la
tradición es el desarrollo de sistemas separadores de escurrimiento
sanitario y drenaje urbano; sin embargo, la realidad es muy
distinta de este tipo de planeamiento en función de la
desorganización institucional. Los principales escenarios son los
siguientes:
a. sin drenaje o escurrimiento sanitario: este es el caso de
países más pobres o ciudades pobres en países de la
región. Cuando la ciudad es pequeña y el suelo tiene la
capacidad de absorción para el uso de fosas sépticas, los
principales problemas estarán en el drenaje urbano, con
aumento de las inundaciones y de erosión del suelo (por
ejemplo, algunas ciudades de Paraguay y barrios de
ciudades pobres en Brasil y otros países de la región).
Cuando el suelo es poco permeable la situación se retrotrae
a un escenario similar al del siglo IXX, donde la cloaca
escurría por las calles, junto con el drenaje, creando
condiciones inadecuadas para la salud.
b. con escurrimiento sanitario y sin drenaje: La capacidad de
un sistema de cloacas es insuficiente para recibir el flujo
pluvial que escurre por las calles. El mayor problema es el
aumento de las inundaciones, volviendo insustentable las
ciudades en los días de lluvia. En Barranquilla, Colombia,
cuando llueve las personas no pueden salir a la calle
debido al riesgo de muerte. Sin embargo, la ciudad tiene
cobertura completa de agua y saneamiento.
c. sin escurrimiento sanitario y con drenaje: Este es el caso
más frecuente en Brasil; donde el drenaje presenta mayor
capacidad de transporte, escurre en forma conjunta los
sistemas cloacaes y pluviales. Este escenario permite
llevar las aguas negras lejos de la población, pero el
impacto ambiental sobre el sistema fluvial es alto. En los
días de lluvia el riesgo de proliferación de enfermedades es
alto y, en contrapartida, en el período seco existe el
problema del pésimo olor en la ciudad. En este caso la
gestión debe ser realizada de manera integrada ya que
existe una fuerte integración entre los sistemas. En
ciudades donde prácticamente no existe red de cloacas
difícilmente la ciudad conseguirá desarrollar el sistema
151
separado para toda la ciudad en su primer planeamiento.
Deberá ocurrir un período de transición entre el sistema
mixto y el sistema separado.

Ejemplo de esto último es el caso de Caxias do Sul (RS,


Brasil), (IPH, 2003). La estrategia fue en una primera fase del
sistema implementar colectores de cloacas junto al sistema de
macrodrenaje para colectar la cloaca doméstica que llega por el
drenaje secundario y primario, juntamente con el escurrimiento de
estiaje. Este volumen es transportado para la Estación de
Tratamiento. El excedente escurre para el macrodrenaje y es
amortiguado y escurrido por los controles del drenaje urbano. De
esta manera se obtiene una solución para la calidad y cantidad de
agua hacia aguas abajo de la ciudad. A lo largo del tiempo y de
acuerdo con la capacidad de inversión, la ciudad puede introducir
el sistema separado por el sistema secundario y primario (vea
capítulo 4).

5.1.3 Drenaje urbano, erosión y residuos sólidos


Esta interfaz tiene los siguientes componentes:
a. Erosión El desarrollo urbano acelera el escurrimiento
generando erosión en suelos frágiles, generando impactos
significativos en el ambiente urbano. La gestión de este
problema está en el entrenamiento de profesionales y en la
regulación de los nuevos emprendimientos para disminuir
la energía del escurrimiento aguas abajo de los
emprendimientos.
b. Producción de residuos sólidos: los residuos sólidos que
llegan al drenaje producen impactos ambientales aguas
abajo y reducen la capacidad del escurrimiento,
aumentando la frecuencia de las inundaciones. Cuanto más
ineficiente es el sistema de colecta de residuos de una
ciudad, mayor es la carga para el sistema de drenaje. Por lo
tanto, es necesario desarrollar un sistema eficiente que
integre el drenaje y la colecta de los residuos y la limpieza
urbana. La gran producción de residuos en el drenaje
ocurre principalmente después de algunos días sin lluvia.
Cuando la lluvia ocurre la carga es muy alta. Por lo tanto,
el planeamiento de la limpieza urbana antes de los días de
lluvias es una práctica fundamental para reducir la
cantidad de material sólido en el drenaje.

5.1.4 Recuperación ambiental


Todos los elementos del Plan de Saneamiento Ambiental
152
poseen relación directa con la conservación ambiental urbana. Los
efluentes y residuos urbanos contaminan el agua y el suelo,
además de generar degradación distribuida en toda la ciudad. El
Plan ambiental de la ciudad está principalmente conectado al Plan
de Saneamiento Ambiental en los siguientes aspectos:
• calidad del agua de los ríos urbanos;
• área de degradación debido a la erosión;
• control de las áreas de deposición de residuos sólidos;
• contaminación de los acuíferos urbanos.

5.2 Estructura
La estructura del Plan Director de Drenaje Urbano se
presenta en la Figura 5.1 (Tucci, 2001). Los grandes grupos son:

• Política de Aguas Pluviales


• Medidas: no estructurales y estructurales
• Productos
• Programas
• Informaciones.

DATOS DE ENTRADA
INSTITUCIONAL CATASTRO FISICO DATOS HIDROLOGICOS
Legislación: planes urbanos, residuos, Red de drenaje, cuencas y Precipitación, caudal,
saneamiento, etc., uso del suelo sedimentos,
Gestión del drenaje calidad del agua

Principios, Medidas Plan


objetivos estructurales Estudios
de
y estrategias adicionales
en la cuenca acciones

Subdivisión Medidas Legislación


en macro no estructurales municipal Educación
cuencas en la cuenca y atribuciones

Diagnóstico Viabilidad Manual


del económica- de Monitoreo
drenaje urbano financiera drenaje

FUNDAMENTOS DESARROLLO PRODUCTOS PROGRAMAS

Figura 5.1. Estructura del Plan de Aguas Pluviales (adaptado de Tucci, 2001)

Se puede observar en esta estructura que existen un grupo


153
de entradas al Plan que son las informaciones básicas para su
desarrollo y éstas son: catastro de la red pluvial (cuencas
hidrográficas y sus características físicas), datos hidrológicos
(precipitación, caudal y sedimentos), Plan Director Urbano y
Ambiental, Plan de Cloacas y Residuos Sólidos y la Gestión
Urbana actual.
La política del Plan se basa en lo siguiente:

• Principios y objetivos del control de las aguas pluviales;


• Estrategias de desarrollo del plan como es la
compatibilidad entre los Planes preparados para la ciudad;
• Definición de escenarios de desarrollo urbano y riesgos de
inundaciones.

5.2.1 Principios
Los principios a continuación caracterizados tienen como
objetivo evitar los problemas descriptos en el capítulo anterior.
Estos principios son esenciales para el buen desarrollo de un
programa de aguas pluviales sustentable:

1. El Plan Director de Drenaje Urbano es parte del Plan de


Desarrollo Urbano y Ambiental de la ciudad. El drenaje es
parte de la infraestructura urbana, por lo tanto, debe ser
planeado en conjunto con los demás sistemas,
principalmente el plan de control ambiental, escurrimiento
sanitario, disposición de material sólido y tránsito;
2. El escurrimiento durante los eventos de lluvia no puede ser
ampliado por la ocupación de la cuenca, sea en un simple
loteo (o lotificación), sea en las obras de macrodrenaje
existentes en el ambiente urbano. Esto se aplica a un
simple relleno urbano, la construcción de puentes,
autopistas y a la implementación de los espacios urbanos.
El principio es que cada usuario urbano no amplíe la
crecida natural;
3. El Plan de control del drenaje urbano debe contemplar las
cuencas hidrográficas sobre las cuales la urbanización se
desarrolle. Las medidas no pueden reducir el impacto de
un área en detrimento de otra, o sea, los impactos no deben
ser transferidos. En el caso que esto ocurra, se debe prever
una medida que mitigue los efectos.
4. El Plan debe prever la minimización del impacto
ambiental debido al escurrimiento pluvial a través de la
compatibilización con el planeamiento del saneamiento
154
ambiental, control del material sólido y la reducción de la
carga contaminante en las aguas pluviales que escurran
para el sistema fluvial interno y externo de la ciudad;
5. El Plan Director de Drenaje Urbano, en su
reglamentación, debe contemplar el planeamiento de las
áreas a ser desarrolladas y la densificación de las áreas
actualmente loteadas. Después de que la cuenca, o parte
de ella, esté ocupada, difícilmente el poder público tendrá
condiciones de responsabilizar aquellos que estén
ampliando la crecida. Por lo tanto, si la acción pública no
es realizada preventivamente a través del gerenciamiento,
las consecuencias económicas y sociales futuras serán
mayores para todo el municipio;
6. En las áreas ribereñas, el control de crecidas es realizado a
través de medidas estructurales y no estructurales, que
difícilmente están disociadas. Las medidas estructurales
involucran gran cantidad de recursos y resuelven sólo
problemas específicos y localizados. Esto no significa que
este tipo de medida sea totalmente descartable. La política
de control de crecidas, ciertamente, podrá llegar a
soluciones estructurales para algunos lugares, pero dentro
de la visión de conjunto de toda la cuenca, donde la misma
está racionalmente integrada con otras medidas
preventivas (no estructurales) y compatibilizadas con el
desarrollo urbano.
7. El control debe ser realizado considerando la cuenca como
un todo y no en tramos aislados;
8. Los medios de implantación de control de crecidas son el
PDDUA, las Legislaciones Municipal/Provincial y el
Manual de Drenaje. El primero establece las líneas
principales, el segundo ejecuta los controles y el tercer
tiene como finalidad la orientación.
9. El control permanente: El control de crecidas es un
proceso permanente; no basta conque se establezcan
reglamentos y que se construyan obras de protección; es
necesario estar atento a las potenciales violaciones de la
legislación y en la expansión de la ocupación del suelo de
las áreas de riesgo. Por lo tanto, se recomienda que:

• Ningún espacio de riesgo sea expropiado si no hay


una inmediata ocupación pública que evite
nuevamente su invasión;
• La comunidad tenga una participación en los
planes, en su ejecución y en la continua obediencia

155
de las medidas de control de crecidas.

10. La educación: La educación de ingenieros, arquitectos,


agrónomos, y geólogos, entre otros profesionales, de la
población y de los administradores públicos es esencial
para que las decisiones públicas sean tomadas con
conciencia por todos.
11. El costo de la implantación de las medidas estructurales y
de la operación y mantenimiento del drenaje urbano debe
ser transferido a los propietarios de los lotes, calculados de
acuerdo con el área impermeable, que es la que genera el
volumen adicional con relación a las condiciones
naturales;
12. El conjunto de estos principios trata el control del
escurrimiento urbano en la fuente distribuyendo las
medidas para aquellos que producen el aumento del
escurrimiento y la contaminación de las aguas pluviales;
13. Es esencial una gestión eficiente en el mantenimiento del
drenaje y en la fiscalización de la reglamentación.

5.2.2 Objetivos del Plan


El Plan Director de Drenaje Urbano tiene como objetivo
crear mecanismos de gestión de la infraestructura urbana
relacionado con el escurrimiento de las aguas pluviales y de los
ríos en el área urbana. Este planeamiento pretende evitar pérdidas
económicas, mejorar las condiciones de salud y del medio
ambiente de la ciudad, dentro de principios económicos, sociales y
ambientales definidos por el Plan Director de Desarrollo Urbano y
Ambiental de la ciudad.
El Plan Director de Drenaje Urbano tiene como metas:
• Planificar la distribución del agua pluvial en el tiempo y en
el espacio, con base en la tendencia de ocupación urbana
compatibilizando este desarrollo con la infraestructura
para evitar perjuicios económicos y ambientales;
• Controlar la ocupación de áreas de riesgo de inundación a
través de reglamentación;
• Convivencia con las crecidas en las áreas de bajo riesgo.

Los condicionamientos urbanos son el resultado de varios


factores que no serán discutidos en este texto, pues se parte del
principio que los mismos fueron definidos dentro del ámbito del
Plan Director de Desarrollo Urbano y Ambiental. Sin embargo,
debido a la interferencia que la ocupación del suelo tiene sobre el
156
drenaje, existen elementos del Plan de Drenaje que son utilizados
para reglamentar los artículos del Plan Director de Desarrollo
Urbano y Ambiental.

5.2.3 Estrategias
Las estrategias pueden ser establecidas considerando el
desarrollo del Plan y del control ambiental:

Cuanto al desarrollo del Plan


El Plan Director de Drenaje Urbano puede ser desarrollado
según dos estrategias básicas:

Para las áreas no ocupadas: desarrollo de medidas no


estructurales relacionadas con la reglamentación del drenaje
urbano y la ocupación de los espacios de riesgo, intentando
contener los impactos de futuros desarrollos. Estas medidas
buscan transferir el costo del control de las alteraciones
hidrológicas debida a la urbanización para quien efectivamente
produce las alteraciones;

Para las áreas que están ocupadas: el Plan desarrolla estudios


específicos por macrocuencas urbanas con el objetivo de
planificar las medidas necesarias para el control de los impactos
dentro de estas cuencas, sin que las mismas transfieran hacia
aguas abajo los impactos ya existentes. En este planeamiento se da
prioridad a usos de almacenamiento temporario a través de
detenciones.

Cuanto al control ambiental


Con relación a los controles ambientales, caracterizados
por la calidad del agua del escurrimiento pluvial, material sólido
transportado y la contaminación del agua subterránea, las
estrategias son las siguientes:

1. Para las áreas donde no existe red de cloacas o existe gran


cantidad de conexiones de efluentes en la red pluvial, las
medidas de control priorizan el control cuantitativo. Este
tipo de medida utiliza la detención solamente para el
volumen excedente de la capacidad de drenaje actual,
evitando que el escurrimiento en las épocas de sequía y el
volumen de la primera parte del hidrograma contamine las
detenciones. Estas áreas de almacenamiento son
mantenidas secas durante el año y sólo en los eventos con
tiempo de retorno superior a los 2 años son utilizadas. En
157
algunos casos es necesario utilizarlas para riesgos menores
debido a la baja capacidad de la red existente.
2. Cuando la red cloacal esté implementada, el Plan puede
ser implementado en su segunda etapa, modificándose el
sistema de escurrimiento junto a las detenciones para que
éstas puedan también contribuir para el control de la
calidad del agua pluvial.
3. Para el control de la contaminación de los acuíferos y el
control de material sólido deberán ser creados programas a
medio plazo objetivando la reducción de esa
contaminación a través de medidas distribuidas en la
ciudad.

5.2.4 Escenarios
Se deben considerar dos aspectos en los escenarios de
desarrollo del plan: (a) escenario de desarrollo urbano; (b)
medidas de control adoptadas en los escenarios. Los principales
escenarios identificados cuanto al desarrollo urbano en este
estudio son los siguientes:
i. Actual: Condiciones de urbanización actual,
obtenida de acuerdo con estimaciones
demográficas e imágenes de satélite;
ii. Escenario actual + PDDUA: Este escenario
involucra la ocupación actual para las partes de
la cuenca donde el Plan fue superado en su
previsión, junto a las pautas del Plan para las
áreas en que el Plan no fue superado;
iii. Escenario de ocupación máxima: Este escenario
involucra la ocupación máxima de acuerdo con
lo que viene siendo observado en diferentes
partes de la ciudad que se encuentran en esta
etapa. Este escenario representa la situación que
ocurrirá si el uso disciplinado del suelo no es
obedecido.

El primer escenario representa la etapa próxima del actual,


el segundo es el escenario previsto por el PDUA de la ciudad. El
segundo escenario representa la situación más realista, pues acepta
el desarrollo realizado fuera del Plan Director y para las partes aún
en desarrollo las pautas del Plan previsto. El tercer escenario es
aquel asociado a la inexistencia de medidas de control, es decir, si
nada se realiza para cambiar la tendencia.
En cuanto a las medidas de control adoptadas en cada
escenario del Plan se debe considerar lo siguiente:
158
1. El planeamiento para el escenario actual con las medidas
no estructurales presupone que las mismas pasan a
funcionar en la fecha en que son realizados los
relevamientos de la cuenca. Ello no es verdad, ya que
habrá un tiempo entre la finalización de estos estudios y la
aprobación de la reglamentación;
2. Es posible adoptar el escenario futuro como nivel superior
de intervenciones, pues presupone que las medidas de
reglamentación podrán demorar a ser adoptadas; cuando la
reglamentación propuesta sea aprobada las dimensiones de
las alternativas deberán ser revisadas a nivel de proyecto.

Generalmente, la segunda alternativa es la elegida. El


riesgo de 10 años de tiempo de retorno puede ser elegido para el
dimensionamiento del macrodrenaje, porque generalmente a partir
de este riesgo las medidas de control estructurales no son
económicamente viables. Los mayores costos de los perjuicios de
las inundaciones se encuentran en las inundaciones con alto riesgo
(bajo tiempo de retorno), debido a la frecuencia con que ocurren.
De esta manera, el beneficio de uso de medidas de control para
riesgos bajos (alto tiempo de retorno) pueden representar gran
costos y no presentan un beneficio medio alto. El riesgo debe ser
evaluado en función del riesgo de vida y de los perjuicios
económicos. El uso del riesgo de 10 años es frecuente, pero debe
ser evaluado en cada caso.

5.3 Medidas
5.3.1 Medidas no-estructurales
Las principales medidas no estructurales son las
siguientes:
• legislación y reglamentación sobre el aumento del caudal
debido a la urbanización y a la ocupación del área de
riesgo de áreas ribereñas;
• gestión de los servicios urbanos relacionados con las aguas
pluviales.

Legislación y reglamentación
Reglamentación del drenaje urbano: uso de reglamentación
para el control del drenaje urbano para los lugares a ser
desarrollados tanto a nivel de nuevos loteos como en la

159
densificación, que involucra la aprobación de obras en áreas ya
loteadas. La evaluación del Plan Director de Porto Alegre y el
Decreto presentado en el anexo A es un ejemplo de
reglamentación que puede ser utilizada en el Plan Director
Urbano.

Reglamentación de las áreas ribereñas: este componente trata


de la definición de las zonas de pasaje de la inundación y de las
zonas de reglamentación y el uso de definiciones discutidas en el
capítulo 2, con el objetivo de evitar la densificación de la
población en áreas de riesgo de inundación ribereña.

Gestión de Aguas Pluviales


La gestión trata de las instituciones dentro del municipio
que deberán implementar el Plan Director de Aguas Pluviales en
sus diferentes aspectos. Esta implementación involucra: el
desarrollo del Plan de Acciones, fiscalización de los servicios,
evaluación y fiscalización de la implementación de loteos (o
lotificaciones) y obras relacionadas con la legislación y
reglamentación, además de la implementación de los programas
previstos.
El escenario ideal es que la gestión de aguas pluviales,
alcantarillado cloacal y residuos sólidos estén dentro de la misma
entidad, pues existe economía de escala y jerarquía definida en los
servicios de interfaz entre estos componentes. Sin embargo, la
realidad es que muchas veces agua y cloaca son administradas por
una entidad y aguas pluviales y residuos sólidos por otras dos
entidades independientes, además de la propia ocupación del
suelo. Esto tiende a generar conflictos dentro de la ciudad en la
medida que no hay una coordinación técnica y política.

5.3.2 Medidas estructurales


Como descripto en la estrategia, las medidas estructurales
involucran el Plan de cada subcuenca destacada de su geografía de
flujo, además de medidas estructurales de protección contra
inundaciones ribereñas, cuando sea el caso. En la Figura 5.2 son
presentadas las etapas del Plan de cada cuenca.
La definición de las cuencas urbanas es la primera acción
del Plan en cuanto a las medidas estructurales. Esta definición se
basa en una subdivisión de ríos que escurren para un sistema
mayor (lago, río, reservorio o estuario), escurriéndolos hacia
afuera de los límites de las ciudades. Considerando que para cada
subcuenca será elaborado un Plan, se admite que las mismas no
deberán exportar impactos, pero pueden presentar características
160
de interferencias entre sí a través del escurrimiento. Una misma
macrocuenca urbana puede ser subdividida cuando ello sea
necesario en función de su desarrollo y tamaño.

Plan de la Cuenca
La estructura del estudio de alternativa del Plan se presenta
en la Figura 5.3. Se observa que existen tres grandes grupos:
Datos de Entrada, Planes de las Cuencas y Elaboración de los
Productos. Luego de desarrollado el Plan las acciones apuntan a la
implementación de las obras.

Figura 5.2. Medidas Estructurales.

Datos de Entrada: El conjunto de los datos de entrada, necesario


al estudio de alternativas estructurales del Plan son: (a)
Características físicas urbanas actuales como geología, tipo de
suelo y topografía; (c) Hidrología: datos de precipitación para el
establecimiento de las curvas de Intensidad-Duración-Frecuencia
y eventos con datos de precipitación y caudal para ajuste de los
modelos hidrológicos; (d) topografía, de preferencia con escala
1:2.000; catastro de la red pluvial construida: secciones de
conductos o galerías, posicionamiento en planta y cota del tope o
fondo de las galerías y condiciones de las galerías cuanto a la
colmatación u obstrucciones; secciones naturales representativas
161
de los ríos del área urbana de interés; (e) ubicación de la red
cloacal, caso exista, e informaciones sobre el sistema de colecta
de basura y limpieza urbana.

Figura 5.3. Etapas del Plan por Cuenca.

Caracterización de los sistemas y definiciones: Este módulo


involucra las definiciones de proyecto relacionados con: (a) los
escenarios de análisis: actual y futuro; (b) riesgo de proyecto:
tiempo de retorno elegido para el proyecto; (c) subdivisión de las
cuencas de las ciudades donde serán realizados los Planes y la
subdivisión interna de éstas para simulación; (d) ajuste del modelo
o definición de los parámetros de simulación (mayores detalles en
el ítem siguiente).
Los escenarios de análisis cuantitativos de una cuenca
urbana son:

Escenario actual (capacidad del sistema existente): este es


el escenario en que el sistema existente es analizado para
crecidas con riesgo similar al contemplado en el
planeamiento, fundamentalmente, para los escenarios de
ocupación actual y de corto plazo y, eventualmente, para la
futura ocupación del Plan Director Urbano;
Escenario futuro (estudio de alternativas de control): en
este escenario son investigadas las condiciones
combinadas de control del sistema para los horizontes de
planeamiento, con base en las medidas de control y de
aumento de capacidad de escurrimiento.
162
Simulación y elección de las alternativas: Las etapas de este
análisis involucran:

Capacidad de escurrimiento existente: análisis de las condiciones


de escurrimiento en la red, determinando la capacidad de
escurrimiento en cada sección definida para la red de drenaje
discretizada en la cuenca. En esta fase es posible identificar los
lugares críticos debido a la variabilidad de la capacidad de
escurrimiento que generalmente ocurre en las áreas urbanas. Es
común que existan secciones con menor capacidad de
escurrimiento aguas abajo que aguas arriba de un tramo.

Simulación de las condiciones actuales de urbanización y futura


de la red de escurrimiento pluvial para los escenarios actuales y
futuros. En esta simulación es posible identificar las secciones o
tramos críticos donde la capacidad existente no permite escurrir el
caudal simulado. Generalmente, esta simulación es realizada con
un modelo en superficie libre, despreciándose los procesos que
ocurren bajo presión.

Definición de las alternativas de control: formulación de las


posibles medidas de control a través de lo siguiente: (a)
identificación en campo de los posibles lugares para los
reservorios de detención; (b) evaluación de los volúmenes
disponibles en función de las cotas; (c) tramos que pueden ser
ampliados y sus condicionantes.
Para determinar la combinación óptima el planificador
podrá verificar las alternativas disponibles: (a) reducción del
escurrimiento superficial a través de medidas en la fuente
(generalmente para futuros escenarios); (b) detenciones en lugares
en que existen áreas disponibles o mismo en lugares enterrados
cuando no se encuentren áreas abiertas; (c) ampliación de la
capacidad de escurrimiento del sistema.

Simulación de las alternativas: simulación de las alternativas


seleccionadas, verificando su eficiencia para los distintos
escenarios. Son definidos varios “lay-out” con las modificaciones
físicas que controlen las inundaciones existentes. La mejor
solución económica es la que produce el menor costo de
implantación. Esto puede ser realizado a través de tentativas,
variando algunas combinaciones o a través de un modelo de
optimización en combinación con un modelo hidrológico.

Evaluación económica de las alternativas: relevamiento de los

163
costos de implementación de las alternativas y elección de la
alternativa de proyecto y del plan de acción para implementación
de las medidas.

Verificación del proyecto con un modelo hidrodinámico que


considere el escurrimiento bajo presión. Verificación para
condiciones del riesgo mayor que el adoptado en el proyecto:
Considerando que haya sido elegido, por ejemplo, el tiempo de
retorno de 10 años para el proyecto, es necesario que el Plan
evalúe los impactos que ocurrirá en el drenaje para riesgos
mayores a 10 años, proponiendo medidas preventivas para los
distintos lugares más críticos.

Características de los modelos: Los modelos utilizados en


cuencas urbanas generalmente poseen dos módulos: (a) módulo
cuenca: que calcula a partir de la precipitación el caudal resultante
que entran en las galerías y canales; (b) módulos de ríos, canales,
galerías y reservorios: que transporta el escurrimiento a través de
canales, galerías y detenciones.
Generalmente, los algoritmos utilizados varían con el
grado de detalle con que se desea representar la cuenca y sus
características, y con los efectos del escurrimiento que deben ser
llevados en cuenta. Dos tipos de modelos pueden ser utilizados:

a. modelo hidrológico: en este caso sólo se dispone del módulo


de cuenca o también el módulo canal (galería). El módulo
cuenca es representado por funciones hidrológicas de
determinación del escurrimiento que llega en los conductos del
macrodrenaje a través de algoritmos como: pérdidas iniciales,
infiltración y la propagación del escurrimiento superficial.
Algunos ejemplos de modelos que tratan sólo este módulo son
IPH-II (Tucci et al., 1981) y SCS (SCS, 1975). El modelo
IPHS1 (Tucci et al. 1988), incluye algoritmos de cuenca y de
canal.
En el módulo galería el flujo es transportado por ecuaciones
de almacenamiento como Muskingum, o modificaciones de
éste, como el Muskingum-Cunge. En las detenciones es
utilizado el método de Puls.
Este tipo de modelo identifica los lugares de inundación por
caudales superiores a la capacidad de escurrimiento, o por las
cotas, con auxilio de curvas altura-caudal de las secciones.

b. modelo hidrológico-hidráulico: Generalmente este tipo de


modelo es utilizado sólo cuando existen condiciones de

164
remanso y escurrimiento bajo presión, produciendo
inundaciones en diferentes puntos que necesitan de soluciones
específicas, o cuando la interacción en la red es muy grande.
En este caso, el módulo galería es representado por las
ecuaciones dinámicas (de Saint Venant) para superficie libre o
para escurrimiento bajo presión con adaptación según el
concepto de la “ranura de Preissmann”. Este modelo también
es utilizado en la verificación de proyecto y para evaluar el
impacto para riesgos superiores al del proyecto.

Elementos de la simulación: La simulación de alternativas es una


de las principales etapas en la elaboración de un Plan Director de
Drenaje Urbano. Las simulaciones a ser realizadas alcanzan
situaciones como:

• diferentes fenómenos, como transformaciones lluvia-


caudal y escurrimiento en canales;
• en el escurrimiento en canales pueden aparecer diferentes
regímenes de escurrimiento: libre, bajo presión, subcrítico,
supercrítico; así como combinaciones y transiciones entre
ellos;
• simulación de estructuras especiales como reservorios de
detención o casas de bombas;
• diferentes escenarios de ocupación de la cuenca, referidos
a la urbanización presente y futura; o distintos patrones de
ocupación de la cuenca.

A esta variedad de condiciones se suman otros


condicionantes:

• la necesidad de representar interacciones en la red de


conductos (ejemplo: efectos de remanso);
• los parámetros de los métodos deben poder ser estimados
con base en características físicas de la cuenca o de la red
de drenaje, sea por ausencia de datos para ajuste o bien
para simular situaciones futuras;
• como los Planes Directores de Drenaje Urbano
generalmente sólo analizan el macrodrenaje, los proyectos
de detalle y el de microdrenaje son desarrollados
separadamente. Hay, por lo tanto, necesidad de que los
parámetros y criterios adoptados en estos proyectos sean
coherentes con los utilizados en el plan. Esto implica
emplear métodos y criterios accesibles y de fácil
generalización, contemplando hasta su inclusión en

165
productos tales como manuales de drenaje.
• para poder generalizar los criterios, parámetros y
metodologías utilizadas, es conveniente evitar el uso de
metodologías específicas de software, sobre las cuales no
es fácil encontrar referencias, ejemplos o otros tipos de
auxilio para la aplicación (los métodos no deberían ser
“software-dependientes”).
• el volumen de simulaciones a ser realizadas es muy
grande. Considerando la red de macrodrenaje a partir de
los conductos de 1 m de diámetro o equivalentes, el
tamaño medio de las “cuencas elementares” generalmente
es de 0,5 a 1 km2. Las metodologías adoptadas no deben
ser excesivamente trabajosas, particularmente en cuanto a
la determinación de sus parámetros.

En la elección de las metodologías de simulación y de


estimación de parámetros es fundamental respetar las condiciones
de aplicabilidad de cada una de ellas, tanto en términos generales
como en las condiciones específicas de utilización. La mayoría de
las técnicas comunes de simulación lluvia-caudal, y de parámetros
de esta transformación, han sido desarrolladas para área rurales. El
uso de estas técnicas debe ser evitado, o utilizadas cuando puedan
ser introducidas correcciones que lleven en cuenta condiciones de
cuencas urbanas. Por ejemplo, la fórmula de Kirpich para tiempo
de concentración debe ser aplicada con las correcciones debido a
la urbanización (Tucci, 1993).
El uso de parámetros de la literatura no constituye una
validación, aunque con frecuencia sea inevitable por falta de datos
de lluvia, y particularmente de caudal. Una alternativa sería
calibrar los modelos para alguna cuenca similar, y realizar la
transposición de parámetros. Tanto en este caso, como en el caso
de ausencia de cualquier dato, se debe usar la calibración
cualitativa (Cunge, 1980). Esta técnica consiste en comparar los
resultados de las simulaciones con la ubicación y magnitud
aparente de las inundaciones que ocurren en la cuenca, así como
otros fenómenos tales como: condiciones de escurrimiento en
canales abiertos, agua saliendo de pozos de visita o bocas de
tormenta, etc. Este procedimiento es más fácil de usar con
tormentas de baja recurrencia, 1 o 2 años, ya que estas son
recordadas con más facilidad por la población. Otra alternativa es
el uso de las crecidas históricas de gran impacto, que son mejor
identificadas por la población, desde que se disponga de los
registros de lluvia.
Las informaciones que posee la municipalidad sobre

166
problemas causados por las inundaciones son muy valiosas en este
sentido; usualmente los profesionales del área de drenaje pluvial
son capaces de hacer un mapeamiento por lo menos razonable de
los lugares y frecuencia de las inundaciones. Otra fuente
interesante de informaciones son las autoridades de tránsito, ya
que la circulación de vehículos es afectada por las inundaciones.

Lluvia de proyecto: El método más común es el de bloques


alternados, a partir de curvas de Intensidad-Duración-Frecuencia.
Las otras alternativas son el hietograma triangular del SCS, muy
similar al anterior, o métodos basados en la distribución temporal
de las lluvias de la región en estudio, como los de Huff o de
Pilgrim y Cordery. En cuanto a la duración de la lluvia, se debe
adoptar como referencia el tiempo de concentración de toda la
cuenca y no de las subcuencas en que ésta fue dividida. Una
duración entre 1,5 y 2 veces el tiempo de concentración es
aconsejable. Hay que recordar que las medidas de control como
reservorios de detención son usualmente previstas; y para su
cálculo el volumen escurrido es tan importante como el caudal de
pico. Incluso en el cálculo de medidas en pequeña escala
(ejemplo: reservorios de lote), debe, por lo menos, ser realizada un
análisis para lluvias de larga duración.
Se debe destacar que utilizando la lluvia de proyecto y un
modelo lluvia-caudal (situación usual por falta de datos de
caudal), el riesgo del caudal obtenido no es, necesariamente, el
mismo de la precipitación. Por lo tanto, el riesgo relacionado es el
de la precipitación y no el del caudal.

Lluvia efectiva: La transformación lluvia-caudal tiene dos


componentes, la determinación de la precipitación efectiva
(parcela de la lluvia que se transforma en escurrimiento); y la
propagación de este volumen hasta la entrada en la red de
macrodrenaje. Para la representación del primer fenómeno las
alternativas más frecuentes son:

• método de la curva número del SCS (CN): es un parámetro


extensamente tabulado, lo que facilita la estimación, y
pueden ser construidas relaciones con el área
impermeable;
• curva de infiltración (Horton, Philips, etc) combinada con
estimaciones del área impermeable.

El coeficiente de escurrimiento, aunque muy común y


extensamente tabulado en la literatura, tiene el inconveniente de

167
no llevar en cuenta la variación temporal de la lluvia, no siendo
adecuado para el cálculo de volúmenes. Además de ello, el
coeficiente de escurrimiento (y el método racional) son aplicables
a área pequeñas; aunque las cuencas elementares utilizadas en la
elaboración del plan sean del orden de 0,5 a 1 km2, las cuencas
sobre las cuales se trabaja son generalmente mayores.
Las metodologías de separación de escurrimiento toman
como referencia, para determinación de los parámetros, el tipo del
suelo. En áreas urbanizadas o en proceso de urbanización, la
camada superior del suelo es removida, cubierta o muy alterada.
Por lo tanto, se debe tener mucho cuidado al utilizar mapas de
suelos, que normalmente describen sólo la situación natural de
preurbanización. En este caso, la estimación del área impermeable
es fundamental.
Campana y Tucci (1999) presentaron una curva que
relaciona la densidad habitacional y el área impermeable de una
cuenca con base a los datos de Curitiba, Sao Paulo y Porto Alegre.
Esta curva permite estudiar escenarios futuros de ocupación
urbana, ya que la densidad habitacional es utilizada como
indicativo del Planeamiento Urbano.

Escurrimiento Superficial: Una vez calculado (lluvia que se


transforma en escurrimiento) debe ser propagado hasta su entrada
en la red de macrodrenaje. Existen en la literatura diversos
métodos para este cálculo. Los métodos pueden depender de la
disponibilidad de datos. Entre otros métodos conceptuales lineales
y no lineales se destacan Clark, Nash, Onda Cinemática y los
métodos lineales basados en el hidrograma unitario (HU) sintético
(Tucci, 1998).
Los hidrogramas unitarios sintéticos, como Snyder o el
triangular del SCS fueron desarrollados en general para áreas
rurales, condición muy distinta de la aplicación en un área urbana.
El SCS (1975) fue adaptado para áreas urbanas. La
regionalización de parámetro de estos modelos ha sido presentada
para varios lugares, destacándose el trabajo de Díaz y Tucci
(1989) que regionalizaron el HU para cuencas urbanas brasileñas.
Los métodos como Clark y Nash son más adecuados para
áreas urbanas, ya que sus parámetros pueden ser estimados
llevando en cuenta las características del área simulada. Germano
et al. (1998) regionalizó los parámetros del modelo Clark utilizado
en el modelo IPH-II para cuencas urbanas brasileñas.
El uso de la onda cinemática depende de la realización de
un análisis detallado del sistema físico que no siempre es posible
establecer. Además de ello, la representatividad depende de las

168
reales condiciones del escurrimiento y de la escala de aplicación.
Por ejemplo, un cordón de cuneta podría ser considerado como un
canal triangular; pero en realidad en este lugar hay autos
estacionados, así como bolsas de basura y otros objetos similares,
que hacen con que el escurrimiento parezca más una cascada de
reservorios que un canal. Por otro lado, cuando la unidad de
representación es una manzana o más, la definición de la
“rugosidad” o el “desnivel” de un conjunto de tejado, patios,
césped, etc., considerados en conjunto requieren de un ajuste con
datos observados.

Escurrimiento en la red de macrodrenaje: En el escurrimiento


de una red de macrodrenaje y de las alternativas de control, la
interacción (tanto física como operacional) entre los componentes
de la red es fundamental. El desarrollo de alternativas eficientes
de solución, y la garantía de su adecuado funcionamiento
dependen de llevar en consideración las interacciones existentes.
Generalmente, existen dos clases de modelos como los citados
anteriormente: modelos hidrológicos e hidrodinámicos. El primer
tipo de modelo es utilizado para la fase de estudio de alternativas
y el segundo para verificación de la alternativa elegida y para
escenarios superiores al del proyecto. Algunos de los principales
aspectos relacionados con los modelos de escurrimiento son
destacados a continuación:

• Con el objetivo de representar más fielmente el


funcionamiento de la red de drenaje, los modelos de red
usualmente limitan la entrada del escurrimiento superficial
en los conductos de la red, en función de la capacidad del
conducto y de las condiciones de escurrimiento, tal cual
ocurre en la realidad. La mayoría de los modelos
almacena el escurrimiento excedente, usualmente en el
punto en que éste llega a la red, para eventualmente
liberarlo después, a medida que las condiciones en los
conductos permiten el escurrimiento. El agua que escurre
para fuera de la red por exceso de presión es tratada de
manera similar, siendo acumulada usualmente en el punto
de salida. En realidad esta es sólo una de las posibilidades,
aunque existen varios comportamientos posibles. El agua
podría escurrir por las calles hasta algún otro punto y
entrar en la red, o acumularse, o continuar escurriendo
hacia aguas abajo, dependiendo de la topografía y de las
condiciones de los conductos en cada punto, en cada
instante de tiempo. Este problema no es crítico en las

169
simulaciones de proyecto, ya que la red debe ser capaz de
absorber en cada punto el agua que llega. Ya en las
simulaciones para calibración, cuantitativa o cualitativa, y
simulaciones de diagnóstico en general, es importante no
confundir los puntos de insuficiencia de la red con los
puntos donde ocurrirán inundaciones.

• Hay una suposición implícita de que todo el escurrimiento


generado en la cuenca llega hasta la red de macrodrenaje,
o sea, el microdrenaje funciona perfectamente. Este tipo de
consideración puede resultar en lugares críticos que no
registran inundaciones. Esto no es un error ya que la
insuficiencia de la red realmente ocurre, pero está siendo
enmascarada por los condicionantes del microdrenaje.

Los casos mencionados anteriormente muestran que el


análisis de la simulación no puede limitarse a los resultados del
modelo de la red de drenaje. Es indispensable contemplar en el
análisis el comportamiento del agua en la superficie de la cuenca,
hasta que ésta llegue al macrodrenaje, y qué haría el agua en el
caso que no consiguiera entrar en la red.

Análisis de alternativas: En la búsqueda de alternativas de


solución es fundamental el análisis integrado de la cuenca. Esto
permite llevar en cuenta interacciones entre los componentes de la
red de macrodrenaje y facilita la optimización de la solución. Las
limitaciones de las medidas de control en una región pueden ser
compensadas en otra, o medidas de control caras en una región
pueden ser descartadas a favor de medidas más baratas en otra
región.
El criterio de no ampliación de la crecida natural para las
medidas de control es el principio fundamental de un PDDU. Sin
embargo, como en Brasil y en la mayoría de América Latina estos
planes son desarrollados a posteriori a la ocupación urbana,
generalmente ocurre que la ampliación ya se verificó en gran parte
de la red, siendo posible establecer el control a través de la
legislación municipal solamente en nuevos emprendimientos
inmobiliarios. De esta manera, en el análisis de alternativas el
control pasa a ser de no transferir hacia aguas abajo los
condicionantes ya existentes, utilizándose la capacidad instalada
del drenaje, que de alguna manera es superior a la capacidad de la
cuenca natural. Por lo tanto, en el estudio de alternativas lo más
importante es la evaluación del conjunto de una cuenca donde las
soluciones internas evitan las inundaciones internas, y mantienen

170
el caudal de proyecto menor o igual a las condiciones existentes al
proyecto.

Medidas de control en la fuente: En la definición de las medidas


de control y evaluación de sus impactos, un caso que merece
atención especial es el de las medidas de control en la fuente,
aplicadas a escala del lote, como microreservorios de detención o
superficies de infiltración. Las cuestiones que pueden dificultar
esta evaluación son: (a) incertidumbre en cuanto a su implantación
y operación y mantenimiento; (b) incertidumbre acerca de cuál es
su impacto real sobre el escurrimiento y cuál es la sustentabilidad
temporal de este impacto.
La efectiva implementación de medidas de control a la
escala del lote depende de la instalación y también de un adecuado
funcionamiento de un gran número de componentes individuales.
Estos componentes, frecuentemente, dependen de los moradores,
y no del poder público, que queda limitado a exigir la instalación
y fiscalizar el funcionamiento. En el caso de medidas de control
que operan a escalas mayores (reservorios en loteos, barrios, etc.),
la implantación depende de decisiones administrativas del poder
público. Por lo tanto, ello puede viabilizar más la ejecución del
proyecto ya que responsabilidad por la operación y el
mantenimiento de las obras es bien definida.
En relación a las medidas de control en la fuente, a la
incertidumbre sobre su implementación y funcionamiento se le
debe sumar la incertidumbre con relación al impacto efectivo. En
otras palabras, si éstas son implementadas y operadas
adecuadamente, existe cierta dificultad para cuantificar su impacto
real sobre la generación de escurrimiento ya que no existe un
monitoreo adecuado que permita evaluar este impacto a nivel de
la cuenca hidrográfica. Parece poco probable que se consiga
anular completamente el impacto de la urbanización, ya que,
difícilmente, el control en la fuente consiga alcanzar 100% de la
superficie de la cuenca (por ejemplo, calles y paseos públicos).
Además de esto, algunas medidas, como las orientadas a la
infiltración pueden ser bastante vulnerables con el tiempo.
Las dudas mencionadas no deben impedir la adopción de
este tipo de medidas. Sugieren, en cambio, dos enfoques: (a) no
depender exclusivamente de estas medidas para gerenciamiento
del drenaje urbano; y (b) iniciar programas de monitoreo de medio
y largo plazo, para obtener datos que permitan adoptar este tipo de
enfoque en las situaciones adecuadas.

171
Reservorios de detención: Por tratarse de una visión de
planeamiento, no es indispensable presentar el estudio técnico
completo del proyecto de estas propuestas; sin embargo, esto no
significa que sea suficiente definir la ubicación y estimar el
volumen necesario, excepto cuando las informaciones no permitan
una mayor profundización, o el estudio sea muy preliminar.
Además de la estimación del volumen necesario, es
imprescindible verificar la viabilidad del funcionamiento. Esto
significa verificar especialmente las condiciones de entrada y
salida del reservorio, las cotas de operación y las estructuras
hidráulicas. Puede suceder una situación en que un reservorio
tenga un volumen adecuado, pero no existe una estructura
hidráulica que consiga el efecto deseado de amortiguamiento del
hidrograma; o existe el volumen y las estructuras hidráulicas, pero
las cotas no permitan el funcionamiento adecuado.

Dimensionamiento de conductos y canales: La práctica usual en


Brasil es utilizar un coeficiente de rugosidad de Manning de 0,013
para el cálculo de los conductos y galerías. Este valor es adecuado
para tubos de concreto nuevos, pero no es representativo de las
reales condiciones de funcionamiento de conductos reales.
Después de pocos años de funcionamiento, las condiciones del
tubo y de las juntas comienzan a deteriorarse. Incluso en redes con
buenas condiciones de mantenimiento es inevitable la presencia
de sedimentos y otros materiales que aumentan la resistencia al
escurrimiento. En función de esto, un n de Manning de 0,015 o
0,016 es más adecuado para simular las condiciones de
funcionamiento de la red de drenaje durante su vida útil.
Otra cuestión a ser destacada es que, contra lo
recomendado en todos los manuales de drenaje urbano, las
pérdidas de cargas singulares (pozos de visita, curvas, etc.) son
por costumbre ignoradas. En la simulación de una red de
macrodrenaje esto puede ser justificado en función de la escala de
trabajo, pero debe ser compensado usando técnicas como el largo
equivalente o el aumento el n de Manning a valores del orden de
0,02. En cálculos de mayor grado de detalle, o en proyectos
localizados, las pérdidas singulares deben ser obligatoriamente
contempladas, y la línea de energía verificada. Otra cuestión
importante es que no siempre es posible o eficiente adoptar el
criterio de escurrimiento de superficie libre.
Un fenómeno importante, cuando son analizadas
situaciones en el cual el escurrimiento pasa a ser sobre presión, es
la disminución en la conductancia hidráulica. Esto ocurre cuando
el agua alcanza el tope de un conducto, especialmente, en

172
conductos rectangulares.

Evaluación económica de alternativas


Uno de los principales elementos involucrados en la
comparación de alternativas es el costo de implementación. Como
se trata de la etapa de planeamiento, no son elaborados proyectos
detallados de los componentes de cada alternativa. Las
estimaciones de costo deben entonces ser elaboradas a partir de
definiciones esquemáticas de las soluciones. En el caso de las
ampliaciones, dos son las situaciones más frecuentes: (a) es
posible definir en el plan cuál es el conducto que va a ser trazado
y las características de la ampliación (tamaño y forma); (b) se
puede evaluar que la ampliación es viable, pero la elección del
trazado y de las características requiere trabajos fuera del objetivo
del planeamiento.
En el primer caso, el costo puede ser estimado mediante un
cálculo que lleve en consideración las condiciones específicas de
construcción de la ampliación; o se puede adoptar un costo por
unidad del largo, a partir de tablas, generalmente disponibles en
las municipalidades, de costo medio de construcción en función
del tamaño y del tipo de conducto.
En la situación en que no es posible (o justificado) definir
el trazado y características de la ampliación, una posibilidad es
elaborar, a partir de la tabla de costo por unidad de largo, una
curva de costo en función de la capacidad K (conductancia
hidráulica) adicional necesaria. En la Figura 5.4, se presenta una
de estas curvas utilizadas en el PDDRU de Caxias do Sul, Brasil
(IPH, 2001). Con esta metodología, el trabajo en la simulación de
alternativas es simple, ya que la ampliación es definida a partir del
aumento de la capacidad del conducto existente. Algunos
condicionantes adicionales para la ampliación, como niveles de
agua máximos para evitar efectos de remanso, o condicionantes
específicos en ciertos tramos o lugares, también pueden, y en la
medida del posible deben, ser contemplados.
En la elección de una metodología de cálculo de costo a
utilizar, se debe tener en cuenta la importancia de la obra
considerada dentro del plan, y su costo total.
Una cuestión adicional que debe ser llevada en cuenta en
la evaluación de los costos de cada alternativa es la transferencia
de impactos hacia aguas abajo del sistema que está siendo
estudiado. Solucionar los problemas causados por esta
transferencia genera costos, que deben ser sumados a los costos
generados dentro del sistema objeto del planeamiento.

173
Figura 5.4. Curva costo medio de construcción en función de la conductancia
hidráulica (Villanueva y Tucci, 2003).

Cruz (2004) estimó el costo de varias cuencas de Porto


Alegre y estableció una ecuación en función de la población y del
área de drenaje:

(5.1)

donde Ct es el costo en millones de reales; A es el área de la


cuenca en Km2 y Pop es la población en millares de habitantes.
Esta ecuación no debe ser utilizada para cuencas con baja
densidad de ocupación (< 20 hab /ha). La ecuación fue obtenida
con R2=0,98, pero solamente con 8 cuencas.
Se estima un intervalo de 1 a 4 millones de R$/km2,
correspondiendo el valor inferior a áreas poco densas y el
intervalo superior a áreas más densas.

Viabilidad Económica
La evaluación económica posee dos componentes en este
plan: (a) evaluación económica de las alternativas, según citado
anteriormente, donde es evaluado el costo de las obras; (b)
mecanismos de financiamiento de las obras y de la operación del
drenaje destacado al final de este capítulo.
La viabilidad económica del Desarrollo de las Medidas
Estructurales y el Control a lo largo del tiempo del drenaje urbano
depende de la capacidad económica de implementación de las
medidas.
Los costos relacionados con el drenaje urbano y control de

174
inundaciones de las áreas urbanas abarcan:

• Costos de implementación de las obras de macrodrenaje y


otras medidas estructurales para control de los impactos
existentes en la ciudad. Estos costos están distribuidos por
las cuencas hidrográficas a través del Plan de cada cuenca.
Además de esto, este costo ocurre en su implementación;
• Costos de operación del sistema de drenaje existente en la
red pluvial, que involucra la limpieza, mantenimiento de
los conductos y solución de problemas localizados. Este
costo debe ser distribuido por los usuarios de la red de
drenaje.

El principio básico de la financiación de las acciones del


drenaje urbano es distribuir los costos de acuerdo con las áreas
impermeables no controladas de la propiedad. En el drenaje
urbano, quien aumenta el volumen de escurrimiento superficial es
responsable por las inundaciones y debería pagar por el aumento
del impacto. El factor fundamental del aumento del volumen es el
área impermeable. La distribución de los costos de la
implantación del drenaje propuesta en este Plan es basada en lo
siguiente:
Obras de control: Para las obras de control planeadas en
cada cuenca, los costos de su implantación deben ser distribuidos
dentro de cada cuenca de acuerdo con el área impermeable de
cada propiedad, a partir de una tasa total cobrada por el período
estimado de implantación de la misma o a través de financiación.
De esta manera, la población de las cuencas donde la
impermeabilización es mayor y, por lo tanto, con condiciones más
críticas de drenaje, deberán pagar cuantidades mayores.

Operación y mantenimiento: El costo referente a la operación y


mantenimiento de la red de drenaje urbano puede ser cobrado: (a)
como parte del presupuesto general del municipio, sin un cobro
específico de los usuarios; (b) a través de una tasa fija para cada
propiedad, sin distinción de área impermeable; (c) con base en el
área impermeable de cada propiedad. Esta última alternativa es la
más justa bajo varios aspectos, pues quien utiliza más el sistema
debe pagar, proporcionalmente, al volumen que genera
escurrimiento.
La principal dificultad en el proceso de cobro está en la
estimación real del área impermeable de cada propiedad. En este
sentido, puede ser utilizado los siguientes procedimientos:

175
1. Utilizar el área construida de cada propiedad proyectada
para el plan del área del terreno como el área impermeable.
Este valor no es lo real, pues el espacio impermeabilizado
tiende a ser mayor en función de los pavimentos.
2. Establecer un programa de evaluación del área
impermeable con base a imágenes de satélite y
verificación por muestreo a través de visita local.

La división de los costos debe considerar:

1. Para cada cuenca y para la ciudad, la estimación del área total


impermeabilizada y el costo total de la intervención o de la
operación y mantenimiento;
2. El cálculo del costo de operación y mantenimiento calculado
con base en el costo de operación total de la ciudad, pues las
diferencias geográficas no son significativas y la separación de
costo operacional por cuenca es más complejo.
En el anexo B se presenta la metodología de división de costo
para las áreas no controladas basada en el volumen de
escurrimiento generado en cada superficie.

5.4 Productos
Los productos del Plan son:
• Reglamentación del Plan Director de Desarrollo Urbano y
Ambiental en los artículos relacionados con el drenaje
urbano;
• Plan de Acción: control de las cuencas hidrográficas
urbanas de la ciudad;
• Propuesta de gestión para la ciudad;
• Manual de Drenaje.

El primer ítem fue discutido anteriormente. Las


actividades del Plan de Acción son destacadas a continuación. La
propuesta de gestión involucra la evaluación de la administración
actual y una propuesta de funcionamiento considerando:
implementación del Plan, fiscalización de las obras, aprobación de
proyectos considerando la nueva reglamentación, operación y
mantenimiento de la red de drenaje y áreas de riesgo y
fiscalización del conjunto de las actividades.

En el plan de acción son definidos los siguientes puntos:

• Gestión de implementación del plan: involucra la


176
definición de las entidades que complementan las acciones
previstas;
• Financiación: es el mecanismo de financiación propuesto
para las acciones del plan y recuperación de costos;
• Desarrollo: corresponde a la secuencia de acciones en el
tiempo y espacio relacionadas con el plan de cada
subcuenca.

El manual de drenaje es el documento que deberá orientar


las actividades de los planificadores y proyectistas en la ciudad
con respecto al desarrollo del drenaje y las inundaciones
ribereñas. El manual debe ser un documento de apoyo.

5.5 Programas
Los programas son los estudios complementarios de medio
y largo plazo que son recomendados por el Plan que propicia la
mejoría de las deficiencias encontradas en la elaboración del Plan
desarrollado. Los programas identificados en esta fase del Plan
están presentados en el capítulo 4 de este libro y se destacan en los
siguientes aspectos:
• Programa de monitoreo;
• Estudios complementares necesarios para mejorar el
Plan;
• Mantenimiento;
• Fiscalización;
• Educación.

Los programas dentro del PDDU fueron previstos como


actividades de medio y largo plazo necesarios para mejorar el
planeamiento del drenaje urbano de cada ciudad.
Dentro de este contexto, pueden ser previstos programas
relacionados con el monitoreo de datos necesarios al
planeamiento, estudios complementarios, mantenimiento y
educación. La fiscalización debe ser incorporada en la gestión. A
continuación serán presentados algunos ejemplos de programas.

5.5.1 Programa de Monitoreo


La planificación del control cuantitativo y cualitativo del
drenaje urbano pasa por el conocimiento del comportamiento de
los procesos relacionados con el drenaje pluvial.
La cantidad de datos hidrológicos y ambientales es
reducida y la planificación en esta etapa es realizada con base en
informaciones secundarias, lo que tiende a presentar mayores
177
incertidumbres con respecto a la toma de decisión en la elección
de alternativas.
El programa de Sistema de Informaciones debe intentar
dejar disponibles informaciones para la gestión del desarrollo
urbano, articulando productores y usuarios y estableciendo
criterios que garantizan la calidad de las informaciones
producidas.
El programa de monitoreo propuesto en este plan tiene los
siguientes componentes:

• Monitoreo de cuencas representativas de la ciudad;


• Monitoreo de áreas impermeables;
• Monitoreo de material sólido en el drenaje.

Monitoreo de cuencas representativas de la ciudad


Evaluar la rede hidrológica establecida. Las informaciones
existentes generalmente son dispersas y limitadas, y no obedecen
necesariamente a los intereses de la planificación del drenaje
urbano en la ciudad.

Justificación: Para la determinación de los caudales en las


cuencas urbanas son utilizados modelos hidrológicos que poseen
parámetros que son estimados con base en datos observados de
precipitación y caudal o estimados a través de informaciones
encontradas en la literatura. Los estudios realizados utilizan
algunas de las informaciones preexistentes en la ciudad. Sin
embargo, se suele observar la necesidad de una muestra más
representativa, con un período de observación más prolongado. En
todas las ciudades brasileñas no existen datos de calidad del agua
de los desagües pluviales. Estas informaciones son importantes
para conocer el nivel de contaminación resultante de este
escurrimiento, las cargas de los diferentes componentes y para
establecer medidas de control adecuadas.

Objetivos: Los objetivos del programa consisten en aumentar la


información de precipitación, caudal, parámetros de calidad del
agua de algunas cuencas representativas del desarrollo urbano de
la ciudad y acompañar cualquier alteración de su comportamiento
frente al planeamiento previsto.

Metodología: Para el desarrollo de este programa se recomienda:

Relevamiento y revisión de las informaciones existentes


178
sobre variables hidrológicas y de parámetros de calidad del agua;
Para los mismos lugares identificación de los principales
indicadores de ocupación urbana para los mismos períodos de los
datos colectados;
Preparar un plan de complementación de la red existente;
Crear un banco de datos para recibir las informaciones
existentes y colectadas;
Implementar la red prevista y volverla operacional.

Monitoreo de áreas impermeables


El desarrollo urbano de la ciudad es dinámico y el
monitoreo de la densificación urbana tiene como objetivo la
evaluación de este proceso sobre el impacto en la infraestructura
de la ciudad. En estudios hidrológicos desarrollados en los últimos
años con datos de ciudades brasileñas Campana y Tucci (1994)
presentaron una relación bien definida entre la densificación
urbana y las áreas impermeables (vea Manual de Drenaje
Urbano). Por lo tanto, el aumento de la densificación tiene
relación directa con el aumento de la impermeabilización del
suelo, que es la causa principal del aumento de los caudales del
drenaje pluvial.

Justificación: Durante la realización del Plan son utilizados para


un escenario de futuro desarrollo la previsión de densificación
prevista en el Plan Director Urbano y, a través de la relación
citada anteriormente, las áreas impermeables previstas para
distintos escenarios. Considerando que estos últimos se pueden
apartar de la previsión, es necesario acompañar la alteración
efectiva de la impermeabilización en las cuencas planificadas.

Objetivo: Acompañar la variación de las áreas impermeables de


las cuencas hidrográficas en la ciudad, verificando alteraciones de
las condiciones de planificación.

Metodología: Este programa puede ser establecido con base en lo


siguiente:

• Obtener anualmente la imagen de satélite de la ciudad;


• Determinación sistemática de las áreas impermeables para
cada una de las cuencas de la ciudad;
• Verificar si están dentro de los escenarios previstos en el
PDDUA;
Siempre que haya nuevos relevamientos poblacionales,
actualizar la relación densidad vs. área impermeable. Ajustar esta
179
relación para áreas comerciales e industriales.

Monitoreo de material sólido en el drenaje.


Existen grandes incertidumbres en cuanto a la cantidad de
material sólido que llega al sistema de drenaje. La evaluación de
estas informaciones es muy limitada en Brasil. Generalmente se
conoce la cantidad de material sólido colectado en cada área de
colecta, pero no se conoce la cantidad efectiva que llega al
drenaje. Los números pueden llegar a diferencias de magnitud
significativas.

Justificación: Los estudios de drenaje urbano parten de los


principios que un conducto tiene capacidad de transportar el
caudal que llega en su tramo aguas arriba y no es posible estimar
cuanto de este conducto estará obstruido en función de la
producción de material sólido. De esta manera, muchas
inundaciones que ocurren son debidas, no a la falta de capacidad
proyectada del conducto hidráulico, sino por causa de
obstrucciones provocadas por el material sólido. Para que sea
posible actuar sobre este problema es necesario conocer mejor
cómo los componentes de la producción y transporte de este
material ocurren en cuencas urbanas.

Objetivo: Cuantificar la cantidad de material sólido que llega al


drenaje pluvial, como base para la implantación de medidas
mitigadoras.

Metodología: Para cuantificar los componentes que involucran la


producción y el transporte del material sólido es necesario definir
una o más áreas de muestreo. La metodología prevista es la
siguiente:
• Definir las metas de un programa de estimación de los
componentes del proceso de generación y transporte de
material sólido para el drenaje;
• Elegir una o más áreas representativas para el muestreo:
• Definir los componentes;
• Cuantificar los componentes para las áreas relevadas por
un período suficientemente representativo;
• Proponer medidas mitigadoras para la reducción de las
obstrucciones.

Revisión del Catastro del sistema de drenaje: El sistema de


drenaje actual es catastrado basado en la determinación de la
profundidad del conducto y su diámetro. La cota normalmente es
180
obtenida con base en la topografía disponible del lugar catastrado
en plantas existentes en la ciudad. Debido a la variabilidad de
relevamientos existentes en la ciudad se suelen observar
incompatibilidades en el uso conjunto de las informaciones, hecho
que debe ser adecuadamente analizado.

Justificación: El error existente puede comprometer el


dimensionamiento de las obras y el estudio de alternativas. En la
fase de proyecto es esencial que el catastro esté adecuadamente
determinado.

Objetivo: Revisar el catastro de conductos pluviales de la ciudad.

Metodología: El relevamiento debe intentar establecer la


topografía a través de un mismo referencial a través del uso de
GPS, verificando la cota actual con la cota obtenida en campo. La
base del análisis deben ser los lugares identificados con problemas
en los estudios de simulación realizados.

5.5.2 Estudios complementarios


Durante el desarrollo de los estudios generalmente son
identificadas necesidades de estudios complementarios para
mejorar la planificación del drenaje urbano en la ciudad. Estos
estudios buscan crear informaciones para la mejoría del futuro
planeamiento y el proyecto de las aguas pluviales en la ciudad.
Típicamente, estos estudios son:

• Evaluación económica de los riesgos;


• Revisión de los parámetros hidrológicos;
• Metodología para estimación de la calidad del agua
pluvial;
• Dispositivos para retención del material sólido en las
detenciones;
• Verificación de las condiciones de proyecto de los
dispositivos de control de la fuente.

Evaluación económica de los riesgos


El proyecto del drenaje urbano ha sido realizado con base
en riesgos adoptados en la literatura, que no siempre se justifican
de acuerdo con los elementos del lugar. El riesgo de un proyecto
(tiempo de retorno) puede ser elegido con base en elementos
sociales y/o económicos. El método económico tradicional da
especial atención a la relación entre el beneficio obtenido por la
obra (reducción de los perjuicios de las inundaciones) y el costo
181
de la construcción de las obras de protección. Este procedimiento
no siempre retrata la verdad local, en la medida que en ciertas
áreas el beneficio será mínimas cuando la población es de baja
renta. De esta manera, existen otros métodos económicos como la
valoración de la propiedad con base en la reducción de la
ocurrencia de la inundación o la voluntad de pagar del propietario.

Justificación: Difícilmente estos métodos son aplicados a cada


proyecto en una ciudad; generalmente son adoptados riesgos
patrones de planificación y de proyecto, ya que estos estudios
requieren el relevamiento de un conjunto de datos para cada lugar,
representando un costo significativo dentro de un proyecto. Se
vuelve necesario por lo tanto, verificar si el riesgo adoptado de 10
años para el control del macrodrenaje de la ciudad representa
adecuadamente los escenarios económicos.

Objetivo: El objetivo de este estudio es de evaluar a través de


métodos económicos disponibles el riesgo adoptado para el
proyecto en la ciudad.

Metodología: La metodología prevista es la siguiente:

• Definición de los procedimientos económicos a ser


adoptados y metodología específica de muestreo;
• Definición de criterios para muestreo de las áreas que
serán utilizadas en el estudio;
• Elección de las áreas en estudio, de preferencia cuencas
hidrográficas de la ciudad;
• Desarrollo de estudio económico para cada área de la
ciudad;
• Análisis de la variabilidad de los resultados y el impacto
del planeamiento desarrollado con base a los resultados
obtenidos.

Revisión de los parámetros hidrológicos


La planificación y el proyecto de las áreas estudiadas
fueron elaborados con la utilización del modelo SCS (Soil
Conservation Service), que posee dos parámetros básicos
relacionados con: (i) la separación del escurrimiento y las áreas
impermeables y (ii) con el desplazamiento del escurrimiento en la
cuenca. Estos parámetros caracterizan el caudal máximo de un
determinado lugar en función de las características físicas del
suelo, cobertura y áreas impermeables.

182
Justificación: La estimación de estos parámetros es realizada con
base en datos existentes, generalmente limitados. Con la colecta
de datos hidrológicos de las cuencas previstos en el programa de
monitoreo y con aquellos que pueden ser implementados en
nuevos programas, es posible verificar la relación entre los
parámetros y las características de las cuencas, reduciendo las
incertidumbres de las estimaciones.

Objetivo: El objetivo de este estudio es actualizar la relación


entre los parámetros del modelo utilizado y los tipos de suelo,
cobertura, características del drenaje y área impermeable.

Metodología: Las etapas de la metodología previstas son:

• Selección de los eventos para las cuencas, con


datos disponibles en la ciudad y según el programa
de monitoreo previsto;
• Determinación para la misma época de las
características físicas de la cuenca;
• Determinación de los parámetros con base a los
datos observados de precipitación y caudal;
• Verificación de las relaciones existentes y su
adaptación, caso sea necesario.

Metodología para estimación de la calidad del agua


pluvial
No existe ninguna metodología de estimación desarrollada
para la estimación de la calidad del agua pluvial con base en datos
de la realidad urbana brasileña. Las estimaciones son realizadas
con base en datos de parámetros de calidad del agua de ciudades
americanas o europeas con realidad de desarrollo diferente de los
condicionamientos brasileños.

Justificación: Considerando las limitaciones destacadas en el


ítem anterior, se observa que para obtener estimaciones
consistentes de la calidad del agua del drenaje pluvial son
necesarios métodos que se basan en datos de la realidad de las
cuencas, dentro de sus condicionantes urbanos.

Objetivos: Desarrollar una metodología para la estimación de la


calidad de agua pluvial con base en datos de cuencas. Los datos
serían los obtenidos dentro del programa de monitoreo destacado
en el ítem anterior.

183
Metodología: La metodología propuesta consiste en lo siguiente:

• Análisis y selección de los datos de calidad del agua


analizados según el programa presentado en el ítem
anterior y otros obtenidos dentro de la ciudad;
• Evaluación de la variabilidad temporal y espacial de los
parámetros de calidad del agua asociados a las prácticas de
limpieza urbana, sistema de saneamiento y otros factores
que influencian los parámetros;
• Definición del modelo y metodología adecuada para la
estimación en diferentes niveles de calidad del agua.

Dispositivos de retención de residuos sólidos en


detenciones
El plan desarrollado puede prever el uso de detenciones
para la amortiguación del escurrimiento en áreas urbanas, con el
objetivo de contener la ampliación de las inundaciones. Las
detenciones serán lugares donde podrán quedar retenidos los
volúmenes de material sólido de las cuencas drenadas. En el
proyecto de estos dispositivos es necesario definir estrategias de
retención de la basura, sin obstruir el escurrimiento y producir
inundaciones en la vecindad.

Justificación: Existen varias alternativas para el proyecto de


detenciones; muchas veces, debido a las condiciones de alta
producción de material sólido, gran parte del mismo debe ser
colectado antes de obstruir el escurrimiento del macrodrenaje. En
este sentido, es importante utilizar las detenciones como lugares
concentrados de retiro de la basura. Para esto, es necesario
proyectar dispositivos que trabajen con la máxima eficiencia en
este sentido.

Objetivos: Estudiar dispositivos de retención de material sólido


asociado a los proyectos de detención.

Metodología: Los procedimientos propuestos son los siguientes:

• Identificación y análisis de los dispositivos existentes para


retención de material sólido;
• Selección de un grupo de alternativas preexistentes y
propuestas para estudio experimental;
• Desarrollo de un modelo reducido para ensayar la
deficiencia de los dispositivos seleccionados;
• Preparación de un manual de apoyo al proyecto con base
184
en la evaluación del funcionamiento experimental de los
dispositivos.

Verificación de los dispositivos de control


En la literatura existen varios dispositivos de control. La
experiencia de funcionamiento de estos dispositivos fue
documentada en varios países. Sin embargo, en Brasil no existe
experiencia sobre el asunto. Estos elementos pueden presentar
variaciones de comportamiento de acuerdo con las características
de uso, producción de material sólido, clima, entre otros factores.

Justificación: En la búsqueda de mayor eficiencia cuantitativa y


ambiental del funcionamiento de los dispositivos de control del
drenaje urbano es necesario que una muestra de los mismos sea
evaluada a lo largo del tiempo, para identificar su funcionamiento
y las correcciones potenciales de futuros proyectos.

Objetivos: Evaluar el funcionamiento de los dispositivos de


control implantados en la ciudad con el desarrollo de este Plan.

Metodología: Las etapas de la metodología previstas son:

• Catastrar todos los dispositivos de control tales como:


pavimentos permeables, detenciones y retenciones y áreas
de infiltración. Para este catastro deben ser definidas las
informaciones básicas para un banco de datos;
• Por muestreo de dispositivos existentes y por el
acompañamiento de los profesionales de fiscalización,
realizar anualmente una evaluación de la eficiencia de los
dispositivos. En este caso, serán definidos los criterios de
evaluación y los elementos a ser obtenidos de los
dispositivos seleccionados.
• Con base en por lo menos una muestra representativa y en
el funcionamiento de un período de 3 a 5 años, serán
revisadas recomendaciones preparadas en el Manual de
Drenaje Urbano con relación a construcciones de los
dispositivos. Estas evaluaciones deben ser mantenidas por
un buen período hasta que el proyecto identifique que
fueron agotadas las mejorías.

Programa de mantenimiento
El programa de mantenimiento es esencial para permitir
que las obras previstas se vuelvan efectivas a lo largo del tiempo.
185
En este sentido, como fue recomendado en el capítulo anterior, la
Municipalidad debería crear un grupo gerencial y de
mantenimiento de las detenciones construidas, teniendo en cuenta
estos aspectos:

• Drenaje urbano;
• Control de los residuos sólidos;
• Protección ambiental;
• Paisajismo y recreación urbana.

A lo largo del tiempo podrían ser construidas también


detenciones privadas, que en este caso serán operadas por sus
propietarios. La experiencia de los Estados Unidos y Francia han
mostrado que con el pasar del tiempo el emprendedor privado no
realiza el mantenimiento y la tendencia es que la pase a realizar el
poder público. En esta situación, el costo es pagado por el
emprendedor con el aumento de la tasa operacional ya citada.

Justificación: La falta de mantenimiento y retirada de los


materiales sólidos de las detenciones puede implicar en: pérdida
de la eficiencia, propagación de enfermedades y deterioro
ambiental.

Objetivo: Mantener el sistema de drenaje operando de acuerdo


con su capacidad proyectada a lo largo del tiempo.

Metodología:

• Crear un grupo gerencial para mantenimiento de los


sistemas en construcción en el municipio;
• Entrenar equipos de mantenimiento;
• Establecer un programa preventivo de apoyo relacionado
con residuos sólidos, y con apoyo comunitario;
• Programación de las acciones de limpieza de las
detenciones en los períodos de lluvia;
• Sistematizar la cuantificación del volumen generado y su
relación con programas preventivos.

Programa de Educación
La falta de conocimiento en cuanto a los impactos de la
urbanización en el drenaje es muy grande, tanto en el ambiente
técnico como en la población en general. Esto dificulta la toma de
decisión, máxime en ambientes donde la población participa
186
directamente de las decisiones de inversión de la ciudad.

Justificación: La viabilidad de este Plan depende de la aceptación


por parte de la población y técnicos, independientemente de la
reglamentación. Por lo tanto, es necesario que todos tengan las
informaciones adecuadas para que la gestión sea viable.

Objetivos:

• Transmitir conceptos sobre el impacto de la urbanización


en el drenaje urbano para la población, ingenieros y
arquitectos;
• Entrenar técnicos de la Municipalidad y de la iniciativa
privada en el proyecto de técnicas de control del drenaje
urbano.

Metodología:

• Campaña de divulgación para la población a través de los


medios (diarios y televisión);
• Conversaciones en las entidades de clase –arquitectos,
ingenieros, constructores, etc;
• Conversaciones en las asambleas del presupuesto
participativo; (asamblea en que la población decide las
obras a ser ejecutadas en la ciudad, si es que ellas ya están
implementadas);
• Cursos de entrenamiento de corta duración para
proyectistas y técnicos de la Municipalidad sobre el
drenaje urbano.

Referencias

187
188
189
6.Estudios de Casos
Carlos E. M. Tucci y Juan Carlos Bertoni

Los ejemplos permiten entender los problemas y las soluciones


adaptadas a cada realidad

este capítulo se presenta una muestra de estudios de


En casos que ilustran los aspectos de inundación y los
estudios relacionados con estos. Permiten evaluar la
complejidad y las alternativas de solución encontrada dentro de
estas realidades. Los casos presentados corresponden a diversas
ciudades de Brasil y Argentina, en América del Sur, y de El
Salvador y Nicaragua, en América Central. Otros casos
correspondientes a diversos países de América del Sur han sido
colectados por Tucci y Bertoni (2004).

6.1 Inundaciones urbanas en Brasil


La población total de Brasil supera actualmente 170
millones de habitantes. Las ciudades brasileñas albergaban hace
menos de un siglo al 10 % de la población del país; actualmente el
82 % de la población se encuentra reunida en ciudades, varias de
las cuales son de gran porte. Dentro de ellas se observa una
diversidad de casos asociados al drenaje y las inundaciones
urbanas. A su vez, el país es uno de los más avanzados de
América Latina en el análisis y tratamiento de la problemática del
drenaje urbano.
Los problemas socioeconómicos, típicos de América
Latina, hacen de los ejemplos brasileños una materia de interés
para todo el continente. A continuación se presentan los casos de
las ciudades de Estrela, União da Vitoria/Porto União, Curitiba y
Porto Alegre. A su vez, se analiza el Plan de Desagües Pluviales

190
de Brasil

6.1.1 Inundaciones ribereñas en Estrela (RS) Brasil


La ciudad de Estrela (Estado de Rio Grande do Sul, Brasil;
28,3 mil habitantes) se ubica en las orillas del río Taquari, en una
cuenca del orden de 25.000 km2, con variaciones de niveles de
inundación que llegan en casos extremos hasta 18 m en un único
día. Una parte del área próxima de la ciudad y las orillas del río no
son ocupadas debido al referido riesgo, pero áreas donde el riesgo
tiene frecuencia menor se encuentran ocupadas. En 1979, cuando
estaba en elaboración el Plan Director Urbano de la ciudad, fue
verificada la necesidad de preparar una zonificación de áreas de
inundaciones para que fuera incluido en el referido Plan. Rezende
y Tucci (1979) desarrollaron un estudio técnico considerando la
probabilidad de inundación en la ciudad y propusieron límites
para la ocupación urbana en la ciudad. Fueron definidas las
siguientes áreas: (a) límite del área de reglamentación de
inundación: 26,00 m; (b) entre 24 y 26 m: área que puede ser
construida, condicionada a pilotes superiores a la cota de 26 m;
(b) área debajo de 24 m: reserva permanente (establecido en
1981).
Para evitar la invasión y la recuperación de las áreas de
inundaciones ya ocupadas, por la Ley municipal nº. 1970 de 1983
la Municipalidad estableció que el área de inundación podría ser
cambiada por un mayor índice urbanístico. Los términos de la Ley
municipal son los siguientes (PME, 1983):
“....
art. 1º - Autoriza el Poder Ejecutivo Municipal a facultar
la construcción de edificios con finalidad comercial,
residencial o mixta, arriba de los índices urbanísticos
permitidos por la ley del Plan Director, desde que:

Párrafo 1: Sea transferida al uso público para el área verde


o de uso institucional, un área de terrenos en la misma
zona y con superficie equivalente a 4/10 del área
construida excedente a la permitida en el lugar.

Párrafo 2 – Cuando el área de terreno ubicado en la áreas


de preservación permanente, o de preservación
paisajística, sea transferida al uso público, el valor será
equivalente al del área construida excedente a la permitida
en el lugar y esta área deberá estar en la misma zona, y si
no hay, en la zona lindera más próxima del lugar.”

191
La reglamentación indica que las áreas de inundaciones
son parte de las áreas de preservación permanente, como
especificado en el Plan Director y abajo de 24 m.
Este tipo de política permite mantener un valor económico
para las áreas de restricción y permite una gestión de las áreas de
riesgo. El resultado de este tipo de planeamiento ha mostrado una
reducción de los perjuicios de inundaciones a lo largo del tiempo.
En los últimos 26 años ocurrieron 7 inundaciones superiores a los
24 m y 3 superiores a los 26 m.

6.1.2 Inundaciones ribereñas y generación energetica


en União da Vitória /Porto União - Brasil
El municipio de União da Vitória, polo socioeconómico
de la región sur del Estado do Paraná (Brasil), tiene 52.000
habitantes y forma frontera con el municipio de Porto União - SC,
con 36.000 habitantes. Sus fronteras son delimitadas apenas por
la malla de la Red Ferroviaria Federal, siendo conocidas como las
“Ciudades Gemelas del Valle del Iguaçu”.
En los documentos de 1842 (Figura 6.1), las expediciones
exploradoras de los Campos de Guarapuava, a partir de los
Campos Generales, acabaron por descubrir los campos de Palmas.
Para acortar el camino hacia Curitiba, fue abierta una picada,
utilizada por las tropas de ganado para llegar al Valle do Iguaçu.
A lo largo de ésta y con el tiempo, fueron surgiendo núcleos de
poblaciones, a ejemplo de lo que ocurría en las orillas del río. En
1982, con el vapor Cruzero, el pueblo tuvo gran impulso. En
1909, una ferrovía unió la ciudad de Porto União da Vitória con el
resto del país, lo que impulsó el crecimiento, por lo que la red
ferroviaria se volvió más importante.
Hasta 1917, la ciudad era una sola, pero como
consecuencia de la Guerra del Contestado fue divida en dos: Porto
União pasó a pertenecer al Estado de Santa Catarina y União da
Vitória continuó estando en el Estado do Paraná.
En el inicio de la década de los 80 fue construida la Usina
de Foz do Areia, 100 km aguas abajo de las ciudades. Con la
construcción de la presa fue creado un lago que influenciaba los
niveles del río por un largo tramo de aguas arriba.

192
Figura 6.1. Evolución de las ciudades y ocupación de la terraza de inundación.

Inundaciones
Las ciudades de União da Vitória y Porto União se
desarrollaron en las orillas del río Iguaçu, donde sólo sucedieron
crecidas pequeñas o medianas por un período razonablemente
largo (1953 a 1982). Esta baja frecuencia, que también ocurrió en
cuencas vecinas como del río Itajaí-Açu, llevó a la población a
ocupar el área de riesgo de la terraza de inundación.
En 1983 las ciudades sufrieron una inundación de
significativo impacto, con perjuicios económicos (figura 2.3), que
provocaron grandes dificultades para la población y para las
empresas industriales y comerciales, algunas de las cuales nunca
se haN recuperado, y otras aún hoy se resienten de aquellas
pérdidas, incapacitadas de realizar inversiones indispensables a su
modernización. Esta crecida tuvo la mayor cota de inundación en
107 años (riesgo estimado de 170 años y 62 días de duración) y el
perjuicio estimado en U$S 78,1 millones. En esta época, apenas
con los datos de registros continuos (1930-1983), fue estimada
que la crecida podría tener un tiempo de retorno del orden de
1.000 años. Sin embargo, estos resultados no consideraron las

193
marcas históricas, y sobrestimaron el tiempo de retorno. En 1982
ocurrió otra crecida, menor que la de 1983, pero de magnitud e
impactos similares (riesgo estimado de 50 años, duración de 65
días y perjuicios de U$S 54,6 millones). Cabe destacar que la
parte de las ciudades afectadas por las crecidas es una región en
general valorizada, próxima al centro y con buena infraestructura.
Esto es particularmente así en el caso de União da Vitoria, que
además de esto enfrenta dificultades de expansión, limitada por el
río y por Porto União.
En las Figura 6.2 y Figura 6.3, se puede tener una idea de
hasta donde llegaron las inundaciones, las características de las
áreas inundadas; y por lo tanto, de la magnitud del impacto que
éstas tuvieron sobre la población y sobre las ciudades,
cuantificado en la Tabla 6.1.

Tabla 6.1. Perdidas estimadas (mil U$S) en União da Vitória y Porto União
(JICA, 1995)
1982 1993 1992 1983
Niveles 746,06 746,86 748,51 750,03
Pérdidas directas 6.910 17.289 36.388 52.081
Pérdidas indirectas 3.455 8.644 18.194 26.040
(50%)
PÉRDIDAS 10.365 25.933 54.582 78.121
TOTALES
1.000 U$S

Figura 6.2. União da Vitória y Porto União en el periodo normal

194
Figura 6.3. União da Vitória y Porto União en la inundación de 1983

Conflicto
En 1983 la población hizo un deducción simple: “antes
de la presa no había crecidas, y después de la presa nos
inundamos, por causa de la presa”, y pasó a considerar a la Usina
de Foz de Areia y a la COPEL (empresa provincial encargada de
la generación eléctrica) como los grandes culpables por la crecida.
Fue así que se generó un conflicto, agraviado por la difícil
comunicación entre las partes. Con el tiempo, este conflicto fue
perdiendo fuerza, hasta la crecida de 1992. Como la población
había comprendido que el riesgo era muy pequeño y nuevamente,
en menos de 10 años, había ocurrido una segunda crecida, el
conflicto retornó con mayor intensidad.
El largo período (1935 a 1982) sin crecidas importantes
había creado una falsa seguridad entre la población, que fue
ocupando las áreas ribereñas. Esto también incentivó a la no
ejecución del planeamiento y la prevención contra inundaciones.
La crecida de 1983 levantó un alerta sobre el riesgo, pero este fue
despreciado con base en estudios estadísticos aparentemente
confiables (50 años de datos), que sin embargo, no tuvieron en
cuenta informaciones existentes y valiosas (las marcas históricas
de inundación). Cuando en 1992, ocurrió una nueva crecida,
menor que la de 1983, pero de magnitud e impactos similares, se
generó entre la población un clima de revuelta y desconfianza con
relación a los estudios técnicos. Estas condiciones motivó la
creación en 1993 de una Organización No Gubernamental (ONG),

195
la SEC-CORPRERI (Sociedad de Estudios Contemporáneos –
Comisión Regional Permanente de Prevención Contra Crecidas
del Rió Iguaçu). Esta ONG se ha transformado en el principal
agente de concientización y movilización de la sociedad, así como
en un interlocutor válido frente a todos los organismos
(municipales, provinciales y federales) con jurisdicción sobre el
problema. Entre las acciones desarrolladas por la SEC-
CORPRERI están: (a) campañas educativas y charlas; (b)
contratación de estudios y asesoría técnica para orientar la ciudad;
(c) Plan de Acción SEC-CORPRERI: un conjunto de actividades
y de propuestas con el objetivo específico de minimizar los
impactos de las crecidas en la región; (d) apoyar la actualización
del Plan Director.
Estudios realizados por el CEHPAR por solicitación de la
COPEL indicaban que ni la presa de Foz do Areia ni su operación
durante las crecidas tuvieron influencia sobre los niveles
alcanzados en União da Vitoria y Porto União. La población, sin
embargo, no creyó en los resultados de los estudios. Estudios
independientes (Tucci y Villanueva, 1997) contratados por la
CORPRERI confirmaron que la presa Foz do Areia no tuvo
influencia sobre las crecidas recientes en las ciudades.

Medidas de Control
Jica (1995) analizó la alternativa de construcción del dique
de protección contra inundación para las dos ciudades y
recomendó un estudio de viabilidad. Los estudios independientes
(Tucci, 1993 y Tucci y Villanueva, 1997) y la discusión con la
comunidad eliminó la alternativa estructural debido a lo siguiente:
(a) financiación de las obras; (b) alteración de la convivencia de la
ciudad con el río, que representa un elemento turístico
fundamental. De esta manera las alternativas recomendadas
fueron las siguientes: (a) zonificación de las áreas de
inundación de las ciudades e implementación en el Plan Director
de las mismas; (b) pronóstico y alerta de inundaciones.
La propuesta de zonificación (Tucci y Villanueva, 1997)
fue de evitar las construcciones en la cota inferior a 10 años y
disciplinar la ocupación hasta la cota de la crecida de 1983. En la
Figura 6.4 son presentadas las áreas de riesgo en el cual se basó
la zonificación de las ciudades. La ciudad de Porto União incluyó
las medidas por legislación y en União da Vitoria aún existe
mucha resistencia. El sistema de pronóstico en tiempo real es
operado por la COPEL, que transmite para la Defensa Civil de la
ciudad cuando los niveles de alerta son alcanzados.
Algunas de las medidas relacionadas: (a) las
196
recomendaciones fueron de poner marcas en los postes del
alumbrado público para identificar las inundaciones y tornar así
público los riesgos, evitando la especulación inmobiliaria por falta
de informaciones; (b) ejecución de casas de tipo lacustre para
convivir con las crecidas. Actualmente es frecuente ver casas a 2
o 3 m del suelo, como en la Figura 6.5 (generalmente al lado de
otras al nivel de suelo). Sin embargo, la simple observación de
muchas de estas casas impone dudas sobre la resistencia
estructural de los pilares frente al embate de las aguas. Otros
mecanismos de convivencia con las crecidas que las ciudades
están adoptando es la ocupación de las áreas de inundación con
actividades como áreas de recreación y parques, para impedir la
ocupación de las áreas de inundación (Figura 6.5).

Figura 6.4. Áreas de riesgo en las ciudades de União da Vitória y Porto União

Figura 6.5. Casas de tipo lacustre para convivir con las crecidas.
Aprovechamiento de la terraza de inundación para parque.

197
6.1.3 Gestión de las inundaciones en la Región
Metropolitana de Curitiba - Brasil
La Región Metropolitana de Curitiba (RMC, Estado de
Paraná, Brasil) posee 2,7 millones de habitantes, y de estos cerca
del 90 % viven en las ciudades. Se constituye de 15 municipios en
un área de cerca de 3.000 km2, ubicada principalmente en la
cuenca del Alto río Iguaçu (figura 6.6). Los municipios más
poblados son Curitiba, Pinhais y Sao José dos Pinhais. En 1992 se
inició un programa de saneamiento ambiental en la región
financiado por el Banco Mundial donde existían componentes de
gestión de inundaciones y de saneamiento.
En el control de las inundaciones fueron definidas tres
etapas: (a) medidas de emergencias que actuaban sobre los
problemas visibles y de gestión inmediata; (b) gestión de las
inundaciones en el área ribereña del río Iguaçu que viene
sufriendo reducción por la invasión de áreas de riesgo; (c) Plan
Director de Drenaje Urbano de la Región Metropolitana.
Las inundaciones sobre la ciudad de Curitiba y región
circundante ocurren debido a la combinación de inundaciones
ribereñas y debido al drenaje urbano de las cuencas urbanizadas,
que inundan el eje principal del río Iguaçu. Este ya está bastante
ocupado al igual que sus afluentes Belém, Atuba y Palmital
debido principalmente a la urbanización de Curitiba y Pinhais.

Figura 6.6. Región Metropolitana de Curitiba en la cuenca del Alto río Iguaçu
(el área marrón representa la mancha urbana).

198
Alternativas de control
Tucci (1996) estudió las alternativas de control de las
inundaciones ribereñas en el río Iguaçu:
a. Sin acción: Esta es la alternativa en que no sería realizada
ninguna acción, por lo tanto, se trata de una solución
descartada, pues los perjuicios potenciales, actuales y
futuros son significativos como para que ninguna acción
sea ejecutada;
b. Zonificación de las áreas de inundación: Esta alternativa
involucra definir las cotas de riesgo de inundación para el
área involucrada, utilizar ese mapa de crecidas para definir
las reglas de construcción y ocupación para las áreas de
alto riesgo e implementarlas en el Plan Director y Código
de Obras de los Municipios.
c. Reservorios: Los reservorios previstos para
abastecimiento de agua en la cabecera del río Irai y en el
río Piraquara deberán amortiguar parte de las crecidas. Se
debe considerar que las cuencas de influencia de estos
reservorios representan una parcela pequeña del área de
drenaje, por lo tanto tiene un efecto limitado,
principalmente si consideramos que los caudales máximos
son más influenciados por las cuencas más urbanizadas.
La construcción de reservorios en los ríos Palmital, Belém
y Atuba, difícilmente, podrían amortiguar las crecidas de
la urbanización ya existente. Los espacios vacíos podrán
permitir la creación de parques para la amortiguación
distribuida a lo largo de estas cuencas. El uso de
reservorios en parques y del abastecimiento de agua podrá
minimizar las crecidas en las cuencas que aún están en
estado rural, como es el caso de los ríos Piraquara, Irai y
Pequeño. Estas acciones se insertan dentro de los
planes de largo plazo.
d. Confinamiento del escurrimiento con diques: Esta solución
involucra la transferencia del volumen de agua del lecho
mayor al lecho menor o para un ancho predefinido. Esta
alternativa seguramente involucra también la mejoría del
escurrimiento en el lecho menor y tiende a crear remanso
para los tramos superiores. Este tipo de sistema debe
contemplar lo siguiente: (1) drenaje del escurrimiento
urbano de las cuencas de contribución lateral; (2) sistema
de bombas para el drenaje forzado de las áreas laterales.
En este caso es necesario prever áreas de amortiguación
para reducir la capacidad de las bombas; (3) sistema de
mantenimiento y operación por los municipios. Este tipo
199
de sistema tiene limitaciones de seguridad para los
diques, exigiendo también un sistema de alerta de
crecidas.
e. Ampliación de la capacidad de escurrimiento: Esta
alternativa involucra la modificación del lecho natural del
río Iguaçu a través del aumento de la sección y/o desnivel
del lecho o la construcción de un canal paralelo que
aumente la capacidad de escurrimiento total del sistema.
Este mismo sistema puede aún combinar el aumento de
la capacidad de escurrimiento con la construcción de
diques laterales en algunos tramos.
La solución consistente en solamente confinar el
escurrimiento dentro del lecho menor, o aún en dos canales,
implicará que la población tenga confianza y ocupe
paulatinamente el lecho mayor de inundación, ya que habrá
reducción de la frecuencia de la inundación. Para las crecidas
de baja frecuencia aún habrá un riesgo de inundación. Con el
desarrollo urbano habrá ocupación de las cuencas aguas arriba
y la densificación en las áreas ya loteadas lo que provocará el
aumento en los caudales de crecida y el aumento de la
frecuencia de las inundaciones. Cuando esto ocurra, no habrá
más espacio para ampliación de las secciones.

Concepción de las medidas de control


La solución propuesta involucra la ampliación del canal
natural del río Iguaçu a lo largo de la RMC y en el tramo de
aguas abajo que retiene el escurrimiento en el tramo más
ocupado, la construcción de una canal paralelo sobre la margen
izquierda que se inicia aguas abajo de la confluencia del río
Irai con el río Piraquara, hasta la vecindad del puente del
Contorno Sur. Este canal debe crear un área interna con un
ancho que varíe entre 300 m y 1 km, donde fue creado un
Parque público.
Esta condición aumenta la capacidad del lecho menor
para contener las crecidas de los afluentes de la margen
derecha y utiliza un canal paralelo abierto para escurrir el
caudal de los afluentes de la margen izquierda y la
contribución de aguas arriba del río Irai. Como los afluentes
de la margen derecha son los que contribuyen con el caudal
máximo, el canal actual debe también ser ampliado para
soportar esta contribución. El canal paralelo tiene doble
función, aumentar la capacidad de escurrimiento y confinar el
área de preservación creando una barrera natural.
Esta filosofía debe ser desarrollada también en los
200
afluentes para que las crecidas no se amplíen aguas abajo a
medida que ocurre la urbanización. Las áreas ribereñas deben
ser áreas preservadas para mantener las condiciones de
escurrimiento natural. En algunos tramos, podrá ser necesario
crear pequeños diques y drenaje lateral debido a las
características urbanas ya existentes que no permiten
económicamente la desapropiación y definición hidráulica del
perfil de fondo del canal. En la Figura 6.7, se presenta de
manera esquemática la característica de la concepción del
sistema.
La expropiación del área interna del parque fue (y está
siendo) realizada simultáneamente a la construcción del canal
paralelo, porque después de construido el canal las áreas
quedaron revalorizadas y podrían volver inviable la
expropiación, lo que acarrearía la ocupación interna entre los
canales, volviendo sin efecto una de sus principales funciones:
la de funcionar como una barrera a la ocupación urbana
clandestina. Además de esto, se vuelve imprescindible la
implementación del Parque por el poder público, evitando de esta
manera la ocupación clandestina.

Figura 6.7. Concepción del control de crecidas.

Por lo tanto, la concepción de control de crecidas de la


RMC involucra las siguientes acciones:
• Control de crecidas en el río Iguaçu/Irai a través de un
canal paralelo y obras complementares de escurrimiento;
• Desarrollo del Parque del Iguaçu a lo largo de todo el
tramo del canal paralelo;
• Definición de la implementación de áreas de
amortiguamiento en parques lineares y urbanos a lo largo
de los afluentes para evitar la ampliación de crecidas con
la urbanización;
Plan Director de Drenaje Urbano para la RMC, que

201
contemple la legislación sobre la construcción de nuevos loteos,
buscando evitar la ocupación de áreas inadecuadas y la ampliación
de las crecidas naturales.
En la Figura 6.8, se presenta el área de inundación, la
expansión urbana y los dos lechos de los ríos. En la Figura 6.9,
son presentadas fotos generales con el área de inundación del
parque que fue implementado y un área ya implementada.

Figura 6.8. Características de las áreas de inundación.

Figura 6.9. Área de inundación, canal paralelo y parque (foto a la derecha).

6.1.4 Gestión de inundaciones en Porto Alegre

Descripción
La Región Metropolitana de Porto Alegre (Estado de Rio
Grande do Sul, Brasil; 3 millones de habitantes) se encuentra en el
Delta del río Jacuí y el Lago Guaíba, que posee una cuenca
hidrográfica del orden de 80 mil km2 y cuatro ríos que convergen
en el Delta y, posteriormente, en el Lago. La ciudad de Porto
Alegre, localizada en las márgenes de este sistema, tiene su
área central junto al puerto, dentro del Delta y en el Lago.

202
Existen registros de los niveles máximos de inundación en Porto
Alegre (Figura 2.5) desde 1899, mostrando que ocurrieron
grandes inundaciones ribereñas como la del año 1941 (Figura
6.10). En 1970, fue construido un dique para proteger la ciudad
contra las inundaciones. Este sistema de diques posee varias
subcuencas que drenan para estaciones de bombas. Cuando el río
está con cota arriba de la cota de las calles el escurrimiento
drenado es bombeado hacia el río. Este sistema es ejecutado y
controlado por el Departamento de Desagües Pluviales de la
Municipalidad de Porto Alegre.
El IPH (2001) presentó la primera fase del Plan Director
de Drenaje Urbano de la ciudad de Porto Alegre, dirigido
principalmente al control de las inundaciones en el drenaje
urbano. Fueron desarrollados los siguientes productos: (a)
Medidas no estructurales: aspectos legales y de gestión; (b) Plan
Director de 3 cuencas (recientemente fueron desarrolladas otras 3
cuencas más); (c) Revisión del Sistema de Diques con la
evaluación de las cuencas que drenan hacia los diques; (d) Manual
de Drenaje Urbano para la ciudad.

Figura 6.10. Inundación de 1941 en Porto Alegre.

Las medidas no estructurales establecieron el caudal


máximo de salida de cada emprendimiento y la estimación de los
volúmenes para lotes y loteos (o lotificaciones). Fue también
propuesto un decreto para el control de los lotes. Estos elementos
se presentan en los anexos B y D. También fue analizada la
recuperación de costos para el drenaje urbano, introduciendo una
formulación para su cobranza, descripta en el anexo C.
203
El Plan de cada cuenca siguió la metodología descripta en
el capítulo 5, o sea: (a) evaluación de la capacidad de
escurrimiento de la red de drenaje; (b) identificación de los
lugares de inundación; (c) combinación de detención y aumento
de la capacidad de escurrimiento, intentando mantener el caudal
de salida igual a la capacidad existente para el escenario futuro;
(d) verificación de los escenarios superiores al del proyecto. La
ciudad disponía de un catastro detallado del drenaje: cota,
diámetro y largo de cada conducto en planta 1:2000, juntamente
con la topografía de la ciudad. De esta manera, fue posible detallar
todo el sistema en las subcuencas.
En la Figura 6.11, son presentadas las cuencas (en verde)
que tienen su escurrimiento bombeado para los ríos de la vecindad
y las cuencas que escurren por gravedad (marrón). Las cuencas
que convergen para las estaciones de bombeo fueron simuladas y
también fue verificada la capacidad de las bombas para escurrir
todo el volumen durante las inundaciones. A continuación son
presentados los resultados de la cuenca do Areia que fue estudiada
en el Plan (IPH, 2001), y su reciente actualización por Cruz
(2004).

Figura 6.11. Ciudad de Porto Alegre junto al Delta de Jacuí y del Lago Guaíba.
El escurrimiento de las áreas verdes es bombeado hacia el Guaíba cuando el
dique las protege contra las inundaciones. Las áreas marrones escurren por
gravedad y por conductos bajo presión.

204
Cuenca del Areia – Porto Alegre - Brasil
La cuenca posee dos partes, la superior que drena por
conducto bajo presión encima de la cota de 9 m directo para el río
Gravatai (12 km2), y una segunda parte que es drenada por
bombeo con un área similar a la anterior (donde se encuentra el
aeropuerto). En la Figura 6.12, se presenta una imagen de las dos
partes de la cuenca y en la misma figura son presentadas la
división de la cuenca (11 subcuencas) y el sistema de drenaje
representado. La simulación de los escenarios de Proyecto indicó
los lugares de inundación para diferentes riesgos. El estudio de
alternativa fue inicialmente realizado por prueba y error con base
en los lugares disponibles y en la ampliación de la capacidad de
drenaje. Recientemente, Cruz (2004) revisó el estudio y obtuvo un
nuevo dimensionamiento con base en el modelo de optimización.
En la Figura 6.13, se puede observar las detenciones
elegidas, y en la figura 6.14 los hidrogramas, comparando las
siguientes soluciones: (a) canalización del sistema sin considerar
el costo de ampliación del conducto que pasa por el aeropuerto;
(b) combinación de detenciones y ampliación manteniendo el
caudal aguas abajo. En este caso fueron utilizadas dos
alternativas: optimización de toda la cuenca y optimización por
subcuencas. Se puede observar que el mejor resultado fue
obtenido simulando toda la cuenca.
En la Tabla 6.2, se presenta la comparación entre la dos
principales alternativas, mostrando que la alternativa con
detención cuesta menos y no amplia el caudal hacia aguas abajo.
Se observó que en esta cuenca se utilizaron 77 m3/ha y cerca de 74
% del área de la cuenca con amortiguación. Junto con la detención
se utilizó la ampliación de los conductos para transportar el
escurrimiento hasta las detenciones. La distribución del costo fue
del 79% para aumentar los conductos, 17,7% para las detenciones
y 3,3% para expropiación.

Tabla 6.2. Análisis comparativa entre las alternativas


Variable Canalización Detención y ampliación
Caudal máximo (m3/s) 99 48
Volumen de almacenamiento (m3) 0 73.552
Costo de implementación (R$ 60,3 39,6
millones)
Costo por habitante (R$) 364,8 239,8

205
Figura 6.12. Imagen (a la izquierda) del conjunto de la cuenca de Areia y
Polder del Aeropuerto e imagen a la derecha de las subcuencas con el sistema
de drenaje simulado (Cruz, 2004).

Escenario de drenaje en la ciudad


Cruz (2004) analizó los escenarios del desarrollo del
drenaje urbano considerando lo siguiente: (a) Control previo:
para un escenario de planeamiento integrado, o sea,
implementación de una superficie urbanizada concomitantemente
al sistema de drenaje controlado; (b) control posterior: para un
escenario de urbanización consolidada.
Partiendo de los valores medios obtenidos para los
escenarios “a priori” y “a posteriori” fue realizada una aplicación
en el municipio de Porto Alegre como forma de análisis del
planeamiento ejecutado y futuro en un horizonte de 20 años, a
través de la comparación de los costos involucrados. La ciudad
posee 27 subcuencas y 430,27 km2 y una población prevista para
el municipio de 1,8 millones en 2025. Analizando el desarrollo
ocurrido se obtuvo el dato de que el escenario de control posterior
es 6,4 veces superior al del control previo. Considerando también
el futuro desarrollo urbano de la ciudad se estimó que utilizando
canalización, los costos serían de R$ 790 millones (reales),
mientras que si el control fuera realizado con amortiguación el

206
costo quedaría en R$ 303 millones para el valor presente de un
proyecto de 20 años.

Figura 6.13. Detenciones planificadas para la cuenca de Areia (Cruz, 2004).

6.1.5 Plan de aguas pluviales de Brasil


El Ministerio de las ciudades de Brasil está desarrollando
un programa nacional de aguas pluviales (Tucci, 2005) donde los
principales aspectos son descriptos a continuación. Estos
elementos pueden ser alterados en función de futuras discusiones
dentro del gobierno. Para mayores detalles consulte la referencia
citada anteriormente.

207
Objetivos y principios
El Programa de Aguas Pluviales propuesto tiene como
objetivo reducir la vulnerabilidad de la población a las
inundaciones ribereñas, las que ocurren en el drenaje urbano, la
minimización de los impactos ambientales a través de una
política institucional, económica y técnica y un plan de acción
para la gestión de las aguas pluviales en conjunto con los otros
elementos del desarrollo urbano de las ciudades brasileñas. Los
principios son los mismos destacados en el capítulo 5.

Figura 6.14. Comparación de los hidrograma para las alternativas de la cuenca


de Areia (Cruz, 2004).

El programa presentado es basado en los siguientes


elementos:
• Institucional: trata de los elementos legales, de gestión,
capacitación, ciencia y tecnología y datos;
• Tecnológico: con destaque de los elementos de
cantidad y calidad, trata de los elementos técnicos
necesario al desarrollo de una gestión sustentable.
• Económico-Financiero: trata de los elementos de
viabilidad económica y financiera de la gestión de
aguas pluviales.
• Participación pública: trata de los mecanismos
potenciales para mayor participación pública en el
desarrollo del Programa
• Plan de Acciones: utilizando la base propuesta en los
otros planes, desarrolla el plan de acción para el
Ministerio de las Ciudades proporcionando la
implementación del programa.
208
Estructura
El programa propuesto tiene los siguientes niveles
fundamentales para el desarrollo de las acciones entre los
elementos citados, de acuerdo con la legislación presente en la
realidad brasileña: (a) Nivel Federal o Provincial; (b) nivel
municipal.
A nivel Federal (cuencas hidrográficas federales) son
establecidos los controles externos a la ciudad a través de la
legislación. Esta legislación incentivará las entidades provinciales
a reglamentar de la misma manera a nivel de las cuencas
provinciales. La gestión puede se dividida con relación: (a)
fiscalización del otorgamiento del uso; (b) desarrollo del
programa de apoyo para áreas ribereñas a través de la prevención
y del alerta; (c) financiación; (d) apoyo técnico; (e) capacitación
y; (e) ciencia y tecnología.
La legislación llevará a que los municipios desarrollen un
Plan de Saneamiento Ambiental donde están incluidas las aguas
pluviales, asociados a los Planes Directores de las ciudades y a su
implementación a lo largo del tiempo. Dentro del nivel municipal
el Plan deberá incorporar en la legislación los elementos de uso
del suelo y drenaje urbano, preparación de los Planes de Acción
por cuenca urbana para solución de los problemas actuales y los
programas de corto, medio y largo plazo. La gestión involucrará la
fiscalización y la implementación del plan con la financiación del
Programa Nacional.

Institucional
Los elementos institucionales son la base para conformar
la estructura del desarrollo del programa. Estos elementos se
dividen en: legales, gestión, capacitación y ciencia y tecnología.
Los elementos legales establecen la propuesta de realizar una
legislación que oriente al programa; la gestión establece una base
para que actúen las entidades involucradas en la implementación
del programa; la capacitación y ciencia y tecnología desarrollan el
soporte de personal y desarrollo del conocimiento.
La política de control del drenaje urbano involucra dos
ambientes: externo a la ciudad e interno a la ciudad (ver capítulo
4). Existe una gran interrelación entre los elementos de uso del
suelo, control ambiental y recursos hídricos, tanto internamente en
la ciudad como en el Plan de Cuenca Hidrográfica. El
gerenciamiento de la ciudad es controlado con el monitoreo de lo
que la ciudad exporta para el resto de la cuenca, induciendo ésta a
su control interno, utilizándose los medios legales y financieros.
El proceso interno dentro de las ciudades es una atribución
209
esencialmente del municipio o de los consorcios de municipios,
dependiendo de las características de las cuencas urbanas y su
desarrollo.

6.1.6 Regulación del control externo a la ciudad


Mecanismo de Regulación: La ley de recursos hídricos nº. 9433,
en la sección de otorgamiento para el uso, artículo 12, establece
que está sujeta a otorgamiento:
“III – lanzamiento en cuerpo de agua de cloacas y demás
residuos...”
y
“V – otros cursos que alteren la cantidad y calidad del
agua en cuerpos de agua”.
La reglamentación de la ley de otorgamiento compete al
Consejo Nacional de Recursos Hídricos de acuerdo al artículo 13º
ley nº 9433 del 8 de enero de 1997 y por el artículo 1º del Decreto
nº 2612 del 3 de junio de 1998. En la resolución nº 16 del 8 de
mayo de 2001 el referido Consejo definió las bases del
otorgamiento. En el artículo 12º establece que el otorgamiento
debe observar los Planes de Recursos Hídricos. En el artículo 15º
establece que el otorgamiento
“para lanzamiento de efluentes será dado en cantidad de
agua necesaria para la dilución de carga contaminantes,
que puede variar a lo largo del plazo de otorgamiento, con
base en los patrones de calidad del agua correspondiente a
la clase de encuadramiento del cuerpo receptor y/o
criterios específicos definidos en el correspondiente Plan
de Recursos Hídricos o por los órganos competentes”.
En el artículo 12º V de la Ley 9.433 y en la resolución del
Consejo artículo 4º V es explicitado que el otorgamiento es
necesario para:
“otros usos y/o interferencias, que alteren el régimen, la
cantidad o la calidad de agua existente en un cuerpo de
agua”.
De esta manera, se observa que la legislación de recursos
hídricos permite la introducción de la regulación del control de los
efluentes de áreas urbanas a través del otorgamiento, en la medida
que el escurrimiento de estas áreas comprobadamente alteren la
cantidad y la calidad (ver capítulos anteriores). De esta manera
esta regulación puede ser realizada a través de una resolución del
Consejo Nacional de Recursos Hídricos.

Justificación de la regulación a través del otorgamiento: Los


objetivos del control externo a la ciudad son:
210
• mantener la calidad del agua de los ríos aguas abajo dentro
de la clase del río;
• evitar impactos debido a la inundación del drenaje urbano
y de las áreas ribereñas.
El primero de los objetivos está claramente definido dentro
de los condicionantes de otorgamiento, en la medida que las áreas
urbanas producen alteraciones en la calidad del agua; por lo tanto,
la ciudad que contribuye para el(los) río(s) de aguas abajo
necesita de otorgamiento. En cuanto a los impactos cuantitativos
como consecuencia de la urbanización (alteración del pico y del
volumen) también están dentro de las atribuciones del
otorgamiento en la medida que las áreas urbanas “alteran la
cantidad y calidad del agua”. Sin embargo, no quedaría claro el
uso del mecanismo de otorgamiento como inducción al proceso de
control de las inundaciones urbanas ribereñas. Considerando los
siguientes aspectos:
• que la Constitución prevé que el gobierno federal debe
actuar en la prevención de crecidas y sequías, como
también establece como atribución en la ley nº. 9984 de 17
de julio de 2000, artículo 3º X:
“planear y promover acciones destinadas a prevenir
o minimizar los efectos de sequías e inundaciones, en
el ámbito del Sistema Nacional de Gerenciamiento de
Recursos Hídricos, en articulación con el órgano
central del Sistema Nacional de Defensa Civil, en
apoyo a las Provincias y Municipios”.
• que las inundaciones ribereñas también pueden ocurrir
debido a alteraciones en el lecho mayor por construcciones
a lo largo de la ciudad, el mecanismo de otorgamiento
también es justificado.

Elementos para la regulación: Es posible establecer las normas


del otorgamiento a través del Consejo Nacional de Recursos
Hídricos, como mecanismo de control externo a la ciudad para
inducir a los municipios al desarrollo de las acciones dentro de su
territorio de competencia.
Algunos de los elementos fundamentales para definición
de esta reglamentación son:
• La propuesta de resolución debe contener los parámetros
básicos necesarios al otorgamiento de los efluentes
urbanos como un todo y no sólo del drenaje urbano, ya que
los impactos debido al escurrimiento sanitario, drenaje
urbano y residuos sólidos no son separables;
• No es posible exigir el permiso de todas las ciudades del

211
país a corto plazo, pues no sería viable a todas las acciones
efectivas y no existirían recursos para el financiamiento
del desarrollo del planeamiento y el control simultáneo;
• Las reglas de otorgamiento deben establecer
procedimientos y metas de resultado en el Planeamiento de
las acciones de acuerdo con la clase del río que se esté
planificando.

Para resolver el primer ítem expuesto, la resolución debe


solicitar un Plan de Saneamiento Ambiental Municipal:
Abastecimiento de agua, Escurrimiento Sanitario, Drenaje Urbano
y Residuos Sólidos (de acuerdo con el proyecto de ley en
elaboración) y definir las normas a las cuales los municipios
deben atender para obtener su otorgamiento. Estas normas deben
ser establecidas y serán la base para el desarrollo de los Planes de
Saneamiento Ambiental. Para resolver el segundo ítem es
propuesto el uso de plazos de acuerdo con el tamaño de las
ciudades. Son dados otorgamientos provisorios y renovables de
acuerdo con los plazos y cumplimiento de los mismos. El tercer
ítem es resuelto estableciéndose metas asociadas al otorgamiento
de los efluentes de acuerdo con metas del Programa.
La propuesta fue preparada considerando la distribución
de ciudades en el país y la carga asociada a la población. No fue
evaluada la capacidad del gobierno en financiar el programa, que
es una decisión más política. Por lo tanto esta propuesta debe ser
utilizada para discusión. Lo importante de un programa de esta
naturaleza es desarrollarlo con metas que permitan tener una “luz
al final del túnel” con respecto a la contaminación de las ciudades.
En la Tabla 6.3, son presentadas 4 clases de municipios de
acuerdo con la población de la ciudad. De acuerdo con lo
presentado en los capítulos anteriores, los principales problemas
se encuentran en las ciudades de mayor porte. Se puede observar
que el número de municipios con por los menos 500 mil
habitantes son 30, representando 27,25 % de la población
brasileña. Para los municipios entre 100 y 500 mil habitantes son
190 municipios y 23,68 % de la población. Por lo tanto, son 212
los municipios con población superior a 100 mil habitantes,
resultando un total de 51,13 % de la población. Es en este
universo del país donde se encuentran los mayores problemas
relacionados con los efluentes urbanos.
Siendo así, es propuesto el escalonamiento temporal para
las acciones junto a los municipios basadas en las etapas definidas
en la Tabla 6.4. La etapa de elaboración de las medidas no
estructurales involucra la aprobación dentro del municipio de los
212
reglamentos para el control de los impactos de los nuevos
desarrollos en cuanto a los distintos elementos relacionados con el
Saneamiento Ambiental. La fase de conclusión del Plan involucra
la finalización y aprobación por los poderes municipales. La
conclusión es definida como la fase en que el municipio alcanza
las metas previstas en el Plan. El otorgamiento será dado por
plazo definido, siempre sujeto a los resultados de operación y
mantenimiento de los sistemas de tratamiento y del control de los
impactos ambientales. Esta fase posterior involucra la
fiscalización del cumplimiento de la operación y mantenimiento
de los sistemas a lo largo del tiempo.
Para el desarrollo del Programa los otorgamientos serían
dados de acuerdo con las metas arriba mencionadas y renovadas
de acuerdo con el cumplimiento de éstas. El Programa debería
introducir un bono fiscal para los municipios que cumplan con las
metas antes del plazo y una penalización relacionada a la
remisión de recursos federales para los municipios que no
consigan los otorgamientos.
La norma involucra lo siguiente:
1. Preparación de la resolución a ser propuesta al Consejo
Nacional de Recursos Hídricos con base en las mismas
fases descriptas anteriormente;
2. Establecimiento de patrones a ser seguidos en los Planes
Integrados de los Municipios que atiendan la resolución.
Deberá ser desarrollado un manual a ser obedecido en la
elaboración de los Planes, resultados de la implementación
de las obras y procedimientos para el monitoreo del
funcionamiento de los sistemas de tratamiento y control
externo a las ciudades.

Tabla 6.3. Distribución de la población según el censo de 2000, de acuerdo con


datos del IBGE.
Cat. Clasificación de los Número de Proporción Población % de la
municipios P = municipios del total en población
población % millones
A P > 500 mil 30 0,54 45,257 27,25
B 100 < P < 500 mil 192 3,49 39,337 23,68
C 20 < P >100 1224 22,23 48,155 28,99
D P < 20 mil 3061 73,74 33,363 20,08
Total 5507 100 166,112 100

Tabla 6.4. Fases y criterios para el otorgamiento de los efluentes.


Fase Categoría del Período del Período Condicionante
213
municipio otorgamiento(*) acumulado a para renovación
Años partir del
inicio
I A 2 2 Iniciar el Plan de
B 3 3 Saneamiento
C 5 5 Ambiental
C 7 7
II A 1 3 Implementación
B 2 5 de las medidas no
C 2 7 estructurales
C 2 9
III A 2 5 Conclusión del
B 2 7 Plan de
C 3 10 Saneamiento
D 5 14 Ambiental y el
inicio de las
obras
IV A 6 11 Conclusión de las
B 6 13 obras y metas
C 7 17 alcanzadas
D 10 24

V Todos 3 11 a 24 Revisión del


otorgamiento a
cada cinco de
acuerdo con
indicadores de
las ciudades
(*) el número de años de cada actividad debe estar condicionado a la capacidad
de financiación del gobierno federal.

Inversiones
Las estimaciones de costo se basan en la población y en el
área de las cuencas urbanas. En esta etapa no se dispone de las
áreas de las cuencas urbanas de todas las ciudades para este
análisis y la estimación fue realizada con base en un valor unitario
basado en la población. Este valor varía con las condiciones de
urbanización de las ciudades. Para cuencas urbanas centrales con
gran dificultad de espacio y alta cantidad de obras de transporte
del escurrimiento el valor es del orden de R$ 235,00/hab., mientas
que en cuencas con densidad media y con más espacio los costos
son del orden de R$ 125,00/hab. Para ciudades menores fue
adoptado el valor de R$ 80,00/hab. En las ciudades de la faja A
fueron adoptados para el 35% de la población el costo de áreas
centrales y para 65% de la población el costo de áreas de mediana
densidad. En las ciudades de la Faja B la proporción adoptada fue
del 20 y 80% respectivamente. En las ciudades de la Faja C se
adoptó sólo el valor de densidad media y en las ciudades de la
Faja D se adoptó el valor de baja densidad. En la Tabla 6.5, son
214
presentados los totales estimados para las obras, resultando cerca
de R$ 20,36 billones para todo el programa de obras.
Tabla 6.5. Costos de los Planes y de las obras de control para riesgo de 10
años.
Categoría Clasificación Población Costos Costo Costos
de los en estimados de los totales
municipios millones de las Planes
P= obras R$
población en R$ R$ millones
mil millones millones
A P>500 45,257 7252,4 362,6 7.615,1
B 100 < P < 39,337 5.6215,2 281,25 5.906,5
500
C 20 < P >100 48,155 4.815,5 240,8 5.056,3
D P <20 33,363 2.669,0 133,5 2.802,5
Total 166,112 20362,2 1018,1 21.380,3

6.2 Inundaciones urbanas en Argentina


Introducción
la Argentina la frecuencia de inundaciones con series

En consecuencias es muy importante. Las estadísticas


indican, en término medio, un acontecimiento importante
a cada diez. El Banco Mundial (2000, apud Bertoni, 2004), ha
clasificado las inundaciones en la Argentina según cuatro tipos
básicos, dependíendo de las regiones geográficas: a) en los valle
de los grandes ríos, (b) en el piedemonte de la Cordillera de Los
Andes, (c) en ciudades y zonas rurales asociadas a las tormentas
severas ("flash flood") y d) en las zonas de llanura, asociadas a la
inadecuada gestión de los recursos naturales, particularmente el
suelo y la vegetación. Las inundaciones del primer tipo son
importantes por su duración y por su grado de afectación.
Normalmente estas se asocian a los grandes ríos de la cuenca del
Plata, la quinta en importancia en el mundo. Esta importante
región produce más del 76% del PBI del país y alojada al 70% de
la población argentina.
Argentina posee aproximadamente el 90% de su población
localizada en áreas urbanas, hecho que la ubica entre los países
que detentan la concentración urbana más alta de América del Sur.
A continuación se presentan casos de inundaciones urbanas
ocurridos en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y
Trelew, como así también inundaciones particulares ocurridas
sobre las localidades serranas de San Carlos Minas y Villa Carlos
Paz.

215
6.2.2 Inundaciones en la ciudad de Buenos Aires,
Argentina
Buenos Aires y su conurbano (17 partidos que conforman
el denominado “Conurbano Bonaerense”) concentra una
población que se aproxima a 12,5 millones de habitantes, diez
veces superior a las poblaciones de Rosario y de Córdoba (las dos
ciudades que le siguen en términos de concentración urbana). El
área metropolitana de Buenos Aires cubre aproximadamente 700
km2. La región de más alta densidad alberga a casi 15.000
hab/km2 (Maza et al., 2004).
El Conurbano Bonaerense reúne al 24,5% de la población
del país y al 63,3% de la provincia de Buenos Aires. Si se lo
considera en conjunto con la ciudad de Buenos Aires, concentra el
41% de la población total del país, con una densidad media de
población de 2.165,6 hab/km2, conformando la tercera
aglomeración urbana de Latinoamérica. La misma posee un efecto
dominante sobre todo el país. El fenómeno supera incluso la
concentración observada en otras regiones del mundo (
Tabla 6.6).
En la Figura 6.15, se observa la expansion geográfica de
Buenos Aires y de su entorno. Actualmente la densidad media de
población en la capital argentina es de 150 hab/ha y las zonas
verdes alcanzan a 0,6 m2/hab contra los 15 m2/hab recomendados
por la Organización Mundial de la Salud (Clarín, 23-09-00).
Tabla 6.6. Peso de las grandes metrópolis en la población urbana y la población
total de cada país, para el año 1990.
Ciudad Porcentaje sobre la Porcentaje sobre la
población urbana del población
país total del país
Buenos Aires (Argentina) 41 36
Seul (Corea del Sur) 35 26
México (México) 33 24
El Cairo (Egipto) 39 17
Tokio (Japón) 19 15
París (Francia) 21 15
Manila (Filipinas) 29 14
Londres (Reino Unido) 14 13
Bruxelas (Bélgica) 10 10
Lagos (Nigeria) 23 8
(Fuente: World Bank Indicators, 1995).

216
Figura 6.15. Crecimiento de Buenos Aires y del conurbano bonaerense.
(Fuente: Guglielmo, 1996).

El constante y no planificado crecimiento de la ciudad de


Buenos Aires, la falta de inversiones durante más de medio siglo y
la alteración del régimen de precipitaciones, transformaron en
obsoleto un sistema de desagües ejemplar para su época (Maza et
al., 2004).
En las últimas décadas la ciudad de Buenos Aires se ha
inundado con frecuencia generando serios inconvenientes y daños
materiales de consideración. Falczuk (2001) cita dos causas
básicas asociadas a esta problemática: (a) las crecientes naturales
de los cursos de agua que atraviesan la ciudad y los problemas
estructurales de la red de desagües, cuya capacidad ha sido
superada por la ocupación no planificada de los valles de
inundación y (b) los fuertes vientos del sector sudeste
(“sudestadas”) que producen un crecimiento del río de la Plata por
encima de su media normal, anegando las zonas costeras. Cabe
indicar que de acuerdo a las condiciones meteorológicas
imperantes en la ciudad de Buenos Aires es raro la conjunción de
ambos efectos, es decir, que durante la ocurrencia de
precipitaciones intensas de corta duración se verifiquen también
sudestadas o viceversa. Desde 1985 hasta marzo de 1998 se
produjeron en el área metropolitana de Buenos Aires
aproximadamente 26 procesos de inundación por precipitación
pluvial y desborde del sistema de desagües. Una de las tormentas
más severas ocurrió el 24 de enero de 2000 (Figura 6.16 y Figura
217
6.17), la cual produjo la pérdida de vidas humanas y severos
daños económicos.

Figura 6.16. Inundación en la ciudad de Buenos Aires (enero 2000).


Intersección de Avda. Cabildo y Blanco Encalada. (Fuente: www.clarin.com.ar)

Figura 6.17. Inundación en la ciudad de Buenos Aires (enero 2000). (Fuente:


www.clarin.com.ar)

La ciudad actualmente cuenta con un complejo sistema de


desagües que descargan en el Río de la Plata. Este sistema está
conformado por dos subsistemas que abarcan dos grandes áreas:
(i) Radio Antiguo y (ii) Radio Nuevo. El primero de ellos
constituye un sistema mixto pluvial-cloacal que abarca
aproximadamente 3.000 ha y cuya construcción fue iniciada en
1869. En el sector conocido como Radio Nuevo, el sistema de
drenaje pluvial fue construido a posteriori del sistema cloacal,
hecho que significó que una extensa y poblada región de la ciudad
estuviese expuesta por años a los efectos de la inundación que
acompañaban los desbordes de los principales arroyos que la
218
atravesaban (Maldonado, Vega y Medrano). Por tal razón dichos
arroyos fueron posteriormente entubados, complementándose el
sistema de drenaje actual con una red de conductos de orden
menor.
Ambos subsistemas fueron proyectados para una
población y densidad habitacional menores a las actuales,
considerando una ciudad de edificación abierta, con espacios no
impermeabilizados y bajo coeficiente de escorrentía. En la
actualidad, el alto porcentaje de superficies impermeables
directamente conectadas, la escasa pendiente superficial y la gran
extensión de las cuencas hídricas torna complejo el desagüe en
ocasión de lluvias intensas.
En síntesis, puede afirmarse que en la ciudad de Buenos
Aires a lo largo de su historia existió un manejo de las
inundaciones ligado a una concepción del desastre como producto,
esto es, como algo que solo puede enfrentarse y solucionarse una
vez ocurrido. Cada inundación catastrófica resulta de un proceso
continuo, diario, de construcción social del riesgo. En este proceso
es fundamental el papel jugado por la gestión urbana vinculada
tanto a las inundaciones como a la orientación de la ocupación de
territorios que, como la cuenca baja del Maldonado, son altamente
peligrosos respecto a la inundación.

Necesidad de una gestión integral en relación a las


inundaciones urbanas
En relación a la gestión urbana vinculada a las
inundaciones, en la ciudad de Buenos Aires desde siempre se
consideró una solución única: la construcción de obras de
ingeniería que si bien son necesarias, no son suficientes. Ejemplos
concretos son las obras ejecutadas en el arroyo Maldonado: el
tabicamiento del emisario principal y la remoción de un viejo
puente carretero (en el cruce de las Av. Juan B. Justo y Santa Fe)
son paliativos que aumentan en parte la capacidad de conducción
en la canalización, pero no impiden las inundaciones (Maza et al.,
2004).
En relación a la gestión de la ocupación de la ciudad
(instrumentos de planificación urbana), cabe indicarse que en
ningún momento se incluyó en la ciudad de Buenos Aires la
problemática del riesgo por inundaciones como elemento clave a
considerar en la definición de zonificaciones del suelo e
intensidades de uso. Ejemplos concretos de tal ausencia es la
permisividad de los códigos respectivos en cuanto a aumentos de
factores de ocupación y la construcción de sótanos a la vera de un
antiguo arroyo canalizado.
219
Ambas gestiones siempre fueron independientes una de la
otra: la primera, con dominio sobre la ciudad oculta bajo el
asfalto, la segunda con dominio sobre la ciudad visible. Una
alternativa válida que apuntaría a mitigar las inundaciones
catastróficas es la integración de ambas gestiones,
complementando la construcción de obras de ingeniería con una
política urbana capaz de redefinir las pautas de ocupación de áreas
con riesgo de inundación. Esta gestión, integral, debería incluir,
además, mecanismos de comunicación del riesgo efectivos, como
forma de vincular a todos los actores en juego.
A fin de optimizar el funcionamiento del sistema pluvial
existente, y diseñar las obras que mejoren la capacidad de la
ciudad para enfrentar las inundaciones, el municipio centró uno de
sus ejes de acción en el desarrollo del Programa de Protección
contra Inundaciones (con financiamiento del Banco Mundial),
cuyo núcleo consiste en:
• El Plan Director de Ordenamiento Hidráulico, que
comprende la planificación del funcionamiento del
sistema de drenaje de toda la ciudad mediante las más
modernas herramientas tecnológicas, el diseño de nuevas
obras para un horizonte de planificación de 50 años, el
desarrollo de un conjunto complementario de normas y
procedimientos para reducir la vulnerabilidad de la ciudad
a los desastres de origen hídrico.
• La elaboración del Proyecto Ejecutivo para la Cuenca del
Arroyo Maldonado, incluida la documentación que
permite el llamado a licitación para la ejecución de las
obras.
El Plan Director constituye el segundo esquema de
planificación hidráulico de la ciudad en más de 100 años. Incluye
la modelación matemática de todas las cuencas de la ciudad, lo
que permite conocer y predecir el funcionamiento de la red de
desagüe pluvial urbano ante distintas eventualidades.
El Plan Director debe ser una eficiente herramienta de
planificación y el fundamento de las inversiones en obras públicas
y de la adopción de “medidas blandas” destinadas a optimizar el
manejo de las inundaciones para un horizonte de 50 años.
Además, debe contener instrumentos para mejorar la gestión
técnica en el Área de Hidráulica del municipio. Son ejemplo de
medidas blandas el manejo de espacios verdes y del arbolado
público, utilización de materiales porosos y absorbentes en cierto
tipo de construcciones, el manejo de emergencias, la zonificación
de zonas por riesgo de inundación y el fortalecimiento
institucional, entre otras.

220
Efectos colaterales de la urbanización: ascenso del
nivel de agua subterránea
Un fenómeno que adquirió características preocupantes es
el ascenso progresivo de los niveles de agua subterránea en el
conurbano bonaerense. Desde comienzos de la década de los años
80 comenzaron a evidenciarse problemas en las construcciones de
sub-superficie (sótanos, cocheras subterráneas, cámaras, etc.),
debido a anegamientos provocados por el ascenso del nivel del
acuífero freático.
En la región el sistema hidrogeológico está integrado por
un primer acuífero (capa freática) y otro semi libre infrayacente
(Pampeano), que se comportan hidráulicamente como una única
unidad. Por debajo y separados por un estrato de baja
permeabilidad (acuitardo), se localiza un acuífero semiconfinado
(Puelche), principal proveedor de agua para servicio público, uso
industrial y riego hortícola en la región. Completa el perfil
hidrogeológico el acuífero Paraná, localizado a mayor
profundidad (Figura 6.18). La napa freática constituye el
elemento de transición de la recarga meteórica. La trascendencia
del Pampeano radica en que actúa como vía para la recarga y
descarga del subacuífero Puelche subyacente, que es la unidad
hidrogeológica más importante de la zona. El techo del Puelche se
emplaza entre los 25 y 50 m de profundidad (según la posición
geográfica) y su espesor varía entre los 15 y los 30 m.

Pozo
Domestico Municipal

De 25 a 50 m
Contaminación
Domestica e
Industrial
Mala calidad natural
De 15 a 30 m

Sobre-explotado
Intrusión Salina

Salinización

Salinizado

Figura 6.18. Acuíferos y problemática de la contaminación en elÁrea


Metropolitana de Buenos Aires (Fuente: Argentina, Gestión de los Recursos
Hídricos. Informe Nº 20729-AR.Banco Mundial, 2000).
221
La explotación del acuífero Puelche desde fines del siglo
pasado se tornó en sobreexplotación, con pronunciado descenso
de los niveles de agua (niveles piezométricos) y en muchos casos,
con intrusión de aguas salinas. Estos abatimientos trajeron consigo
el de los niveles de agua del acuífero superior (niveles freáticos)
por un proceso conocido como “filtración vertical descendente”,
hasta el extremo de desaparición del acuífero freático en
posiciones críticas.
En aquéllas condiciones (niveles freáticos deprimidos)
ocurrió el mayor desarrollo urbano-industrial en el conurbano. Ya
en el período 1970-1980 y a causa de la excesiva depresión del
Puelche, de la intrusión de aguas salinas y/o presencia de nitratos
por encima de las normas de potabilidad (asociada a falta de
saneamiento básico o pérdida en los ductos cloacales), comenzó el
abandono de pozos de captación con la consecuente recuperación
de los niveles piezométricos.
Esta recuperación indujo a su vez la de los niveles
freáticos, al reducirse notoriamente la filtración vertical
descendente, retrotrayendo la situación casi al estado original.
Este ascenso encontró a su paso instalada una nueva
infraestructura edilicia subsuperficial, comenzando a producirse
los anegamientos cada vez con más frecuencia.
Además, el déficit de agua generado por la salida de
servicio de los pozos fue sustituido por una dotación procedente
de tres plantas localizadas en el conurbano bonaerense (proyecto
mediáticamente conocido como “ríos subterráneos”).
Estos aportes adicionales de aguas exógenas, como así
también el déficit en las redes de evacuación cloacal,
contribuyeron significativamente a los ascensos freáticos.
También influyeron las pérdidas en las cañerías de agua corriente,
cloacas y ductos pluviales.
Actualmente tanto en las aguas de la napa freática como
del acuífero semi libre Pampeano se observan serios problemas de
contaminación debido al uso intensivo de sistemas domiciliarios
de eliminación de efluentes cloacales. De acuerdo a lo indicado
previamente, un ejemplo de esta problemática es la sufrida por el
municipio de Lomas de Zamora (sector meridional del conurbano
bonaerense).
El partido de Lomas de Zamora posee cinco localidades:
Lomas de Zamora, Banfield, Turdera, Llavallol y Temperley.
Alberga una población estimada de 634.450 habitantes (año
2000), con una densidad poblacional de 71,28 hab/ha.
Ballester y Alvarez (2001) relatan que a inicios de la
reciente década de los 90 el partido poseía el 67 % de su

222
población servida con agua corriente, siendo su origen a partir de
perforaciones al sub acuífero Puelche y de agua superficial del
Río de la Plata, con tratamiento de potabilización. La población
servida con alcantarillado cloacal alcanzaba al 22,7 % del total de
las viviendas.
En el año 2001 aproximadamente un 30 % del total de las
viviendas del distrito contaban con alcantarillado cloacal, mientras
que un 98 % de la población contaba con agua corriente. El
aumento de este último porcentaje se realizó a expensas de la
importación de agua al sistema desde el río de la Plata. Desde
mediados del año 1997 se observó en el municipio de Lomas de
Zamora, como así también en otros sectores del conurbano
bonaerense y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un
paulatino ascenso de la primera napa freática de agua, llegando en
algunos sectores a adquirir características de una verdadera
emergencia hídrica y sanitaria.
De acuerdo a Ballester y Álvarez (2001), desde 1998 y
hasta el año 2001 se instalaron en el municipio de Lomas de
Zamora (a modo de paliativo) aproximadamente unas 800 bombas
de extracción, que deprimieron el nivel freático mediante bombeo
controlado.

6.2.3 Inundaciones en la ciudad de Córdoba, Argentina

Evolución de la ciudad y problemas en el drenaje


pluvial
Enclavada sobre las terrazas de inundación del río Suquía
la ciudad de Córdoba (1,4 millones de hab; 398 msnm) se ha
desarrollado a lo largo de su historia siguiendo un proceso de
urbanización típico: incremento incontrolado de áreas
impermeables, ocupación de áreas inundables y uso exclusivo de
medidas estructurales.
Otros factores que han contribuido para el agravamiento
del problema de las inundaciones urbanas son el relieve ondulado
de la región y la tendencia a la urbanización progresiva de los
sectores más altos. Como resultado de ello los sectores centrales
más bajos, que antiguamente no se inundaban, sufren desde hace
algunos años serios problemas de inundaciones (Figura 6.19 y
Figura 6.20).

223
Figura 6.19. Inundación en la región céntrica de la ciudad de Córdoba (calle La
Pampa).

Figura 6.20. Inundación en la Avda. Vélez Sarsfield (región céntrica) de la


ciudad de Córdoba (Fuente: matutino La Voz del Interior).

Otra característica que también merece destacarse es la


tendencia natural de las cuencas rurales aledañas de aportar hacia
los sectores de la ciudad actualmente urbanizados. Desde 1897
hasta el presente la tendencia al crecimiento de las áreas destinadas
al uso agrícola y urbano se ha agudizado. En la zona rural aledaña
se ha reducido cada vez más el bosque nativo, mientras que el
224
bosque remanente ha sido fuertemente alterado por la ocurrencia de
incendios, tala indiscriminada, etc. La alteración y/o eliminación de
la vegetación natural y el continuo laboreo de los suelos bajo
técnicas no adaptadas a la conservación de los mismos han
provocado un continuo aumento de los volúmenes escurridos (y de
los caudales picos asociados) generados por las lluvias intensas. La
problemática hídrica se ha agudizado al desarrollarse una
infraestructura vial y urbana que no ha contemplado todas las
características del sistema hídrico natural.
Las peores situaciones se vivieron a inicios de la década del
90, en oportunidad de la ocurrencia de un período húmedo muy
marcados. Diversos barrios periféricos de la ciudad, en general
localizados en áreas con alta probabilidad de inundación, sufrieron
el embate de las aguas superficiales provenientes de los sectores
rurales aledaños.
Desde 1982 las acciones del municipio han estado
enmarcadas dentro del Plan Maestro de Desagües Pluviales de la
ciudad, considerado un hito fundamental para el conocimiento de
la problemática del drenaje pluvial de la misma (Esteve, 2001).
En dicho Plan se definieron las 34 cuencas hídricas en que se
divide la ciudad y se realizó un anteproyecto completo de los
sistemas de desagües para cada una de las cuencas,
predimensionando los conductos troncales y conductos
secundarios. De acuerdo a lo relatado por Esteve (2001), el
desarrollo de la ciudad hizo variar el plan original, cambiando las
prioridades y aumentando los requerimientos, según los
emprendimientos inmobiliarios, comerciales e industriales que
produjeron nuevos polos de desarrollo dentro de la ciudad. En
1995 se realizó una readecuación general del plan general de
desagües adaptándolo a los requerimientos de ese año, con
previsiones hasta el 2004.
En síntesis, el conjunto de inundaciones sufridas por la
ciudad (ribereñas, urbanas, de origen rural, etc.), conformó un
complejo cuadro de situación que obligó al municipio a encarar en
la década del 90 obras para el control del escurrimiento pluvial.

Experiencias en el control del escurrimiento pluvial


urbano de la ciudad
Dentro de la gestión de desagües pluviales urbanos la
ciudad de Córdoba incluyó a principios de la década del 90 el
principio de amortiguar los picos de las tormentas con el objeto de
retardar los aportes y optimizar la red existente de desagües. Toya
et al. (2003) presentaron un diagnóstico preliminar referido a los
10 primeros años de gestión de cuencos de retardo en la ciudad. A
225
continuación se citan los aspectos más destacados de dicho
diagnóstico.
Los autores relatan que luego de los primeros años de
estudio, adaptación y concientización en la toma de decisiones,
tanto en el ámbito privado como público, en el año 1995 comenzó
la construcción de los primeros cuencos retardadores urbanos.
Los parámetros para su diseño y construcción se fueron
adaptando progresivamente, a medida que se presentaron distintos
casos con nuevos condicionantes. Ello condujo al municipio a
requerir dentro de los estudios de drenaje, con carácter de
obligatorio, el análisis de factibilidad y cálculo de los cuencos de
retardo para cualquier tipo de emprendimiento. La medida fue
empleada como acción para compensar el rápido avance de la
urbanización frente a una más lenta inversión pública en la
construcción de ramales troncales de conducciones para el agua
pluvial.
Del análisis básico de las documentaciones existentes los
autores dedujeron la siguiente situación en la ciudad de Córdoba
al año 2003:
• Existen 4 cuencos de retardo construidos y a cargo de la
administración municipal, que suman en conjunto 26 ha.
• Se encuentran en etapa de proyecto diversos cuencos de
retardo asociados a nuevas urbanizaciones, que en
conjunto suman 74 ha. Los mismos pasarán
progresivamente al dominio público.
• Existen 22 cuencos de retardo ejecutados y mantenidos por
emprendimiento privados, mayormente asociados a plantas
industriales, que representan 2 ha adicionales destinadas a
estos fines.
Para efectuar el diagnóstico los autores analizaron 13
cuencos de retardo ejecutados en los primeros 10 años de
experiencia en estas obras. En la Figura 6.21 se indica la
ubicación de la mayoría de las obras ejecutadas y previstas.
Las características analizadas fueron:
• superficie
• sistema al que se conectan
• características de diseño
• usos concurrentes
• mantenimiento
• presencia de agua estancada, residuos, sedimentos
• presencia de moscas, mosquitos, roedores y otros
animales
• antecedentes sobre accidentes asociados u otros
eventos de contingencia (rotura de paredes, desbordes,
226
contaminación con efluentes de otra naturaleza, etc)
• apropiación del espacio desde lo paisajístico y
compromisos de mantenimiento (públicos o privados).

En la Figura 6.22, Figura 6.23 y Figura 6.24 se


observan las características de algunas de las obras ejecutadas en
la ciudad.

23

Figura 6.21. Ubicación de los cuencos de retardo del escurrimiento pluvial


urbano en la ciudad de Córdoba, Argentina (Fuente: Toya et al., 2003).

Figura 6.22. Cuenco de detención ejecutado en un emprendimiento privado.


Córdoba, Argentina (Fuente: Toya et al., 2003).

227
Figura 6.23. Cuenco de detención ejecutado en un emprendimiento comercial
privado. Córdoba, Argentina (Fuente: Toya et al., 2003).

Figura 6.24. Cuenco de detención de grandes dimensiones ejecutado en un


sector público.

Del análisis del conjunto de informaciones recopiladas y


de la experiencia propia en la ciudad Toya et al. (2003)
concluyeron en el siguiente diagnóstico:
• La ciudad de Córdoba posee actualmente en su sistema de
drenaje pluvial 28 ha destinadas a cuencos de retardo para
amortiguación de caudales superficiales. Dicha superficie
228
aumenta a 102 ha si se consideran las obras de retardo
asociadas a nuevas urbanizaciones (en etapa de proyecto).
• De la observación “in-situ” existentes durante los eventos
de lluvia como así también del análisis de antecedentes, se
desprende que no se registran a la fecha inconvenientes
derivados del inadecuado funcionamiento hidráulico de
estas obras.
• Los cuencos construidos están asociados a desagües
pluviales existentes, que actúan de sistema receptor. Entre
las obras proyectadas se encuentran, en menor medida,
algunas en las cuales la salida se efectuará por volcamiento
a cunetas.
• El mayor número de cuencos ha sido ejecutado hasta el
presente por emprendimiento privados, en general,
asociados a grandes plantas industriales, supermercados,
etc. Estas obras por lo general son de pequeñas
dimensiones y poseen mantenimiento propio de cada
emprendimiento. En algunos casos se observa una muy
buena integración al medio urbano circundante, producto
de un adecuado plan de mantenimiento.
• Los cuencos de mayores dimensiones han sido construidos
y/o mantenidos hasta el presente por el municipio. Se
caracterizan por presentar una problemática ambiental
preocupante: contaminación por presencia de residuos
líquidos y sólidos que originan olores indeseables y
potencian la vehiculación de enfermedades (aguas grises,
acumulación de basuras, etc.), deterioro de la
infraestructura (erosión de taludes, sedimentación, etc.) y
presencia de malezas y mosquitos. En síntesis, presentan
una deficiente integración con el medio ambiente urbano y
suburbano.
• En contrapartida, los cuencos públicos de menores
dimensiones reflejan una mejor integración al entorno, con
minimización de los problemas antes citados.

Luego de diagnosticar la situación imperante, los autores


recomendaron las siguientes acciones:
• En el caso de los cuencos públicos ubicados en las zonas
periféricas de la ciudad (por lo general próximos a barrios
con situaciones socio-económicas críticas), impera la
necesidad de encarar acciones de difusión y educativas,
con vistas a concientizar a los vecinos en cuanto al uso y
protección de los cuencos de retardo. Los autores
sugirieron encarar este tipo de acciones siguiendo una

229
visión de integralidad de la cuenca, a través de acciones
participativas, con intervención, entre otros, del estado
municipal y ONG’s.

Es preciso adecuar la normativa municipal vigente, no sólo


en lo referido al cálculo hidrológico y al diseño hidráulico de estas
obras, sino también en su relación con la gestión ambiental, la
planificación urbana y el mantenimiento. Por lo tanto, sugieren
extender la participación y el compromiso a diversas áreas de
incumbencia dentro de la gestión comunal.

6.2.4 Gestión del drenaje pluvial en la Red de Accesos


a Córdoba (RAC)
Por su posición geográfica la ciudad ha sido
históricamente el nexo obligado entre las regiones Central, Cuyo,
Noroeste, Litoral y Sur del país. El tránsito interurbano hacia y
desde la ciudad se organiza a través de la Red de Accesos a
Córdoba (RAC) la cual abarca la totalidad de los accesos en un
radio de aproximadamente 35 km. La RAC está constituida por
seis rutas convencionales, dos autopistas y la avenida de
circunvalación de la ciudad (Figura 6.25). La extensión
aproximada de la misma es de 400 km. El tránsito total en la RAC
alcanza los 240.000 vehículos diarios. En 1996 el gobierno
provincial concesionó la RAC a una única empresa, por un
período de 25 años.
El contrato obligó al concesionario a estudiar y ejecutar un
importante conjunto de obras hidráulicas y viales. Los estudios
correspondientes se realizaron durante la segunda mitad de la
década del 90. La primera etapa del plan de obras finalizó a
inicios de 2001 y demandó inversiones por U$S 240 millones. Las
obras de drenaje significaron el 20 % de dicha inversión (Bertoni
et al, 2004). La crisis económica que afectó al país desde fines de
2001 impuso la paralización de nuevas obras y serias restricciones
en el plan de mantenimiento de otras. A continuación se describen
los problemas observados en un sector de la RAC que recibe los
aportes directos de la ciudad de Córdoba.

230
Figura 6.25. Red de Accesos a Córdoba (RAC), Argentina.

Inundaciones sobre el Arco Noreste de la Avda. de


Circunvalación de Córdoba.
Desde su construcción el Arco Noreste de la Avenida
Circunvalación de la ciudad de Córdoba ha sufrido serios
problemas durante la ocurrencia de tormentas intensas asociados
con el escurrimiento de las aguas. Daños materiales reiterados a
las obras de infraestructura existentes y hasta la pérdida de vidas
humanas en ocasión de producirse lluvias intensas dan cuenta de
la importancia de este recurrente problema.
El Arco Noreste de la Avenida de Circunvalación se
desarrolla sobre el sector externo de la ciudad, donde la pendiente
natural del terreno posee predominio del sentido Noroeste-
Sureste. El sistema hidráulico de drenaje pluvial de la avenida está
constituido básicamente por dos canales principales: el “interno” y
el “externo”, ambos desarrollados en forma paralela a las calzadas
viales (Figura 6.26).

231
Reservorio
Chachapoya
OO1 N
JJ
KK OO
PP

QQ SS1 O E
RR
S
TT
SS
WW
UU XX YY1
VV

YY

ZZ ZZ1
0 400 800 1200
0 200 400 600 800

Figura 6.26. Cuencas de aporte directa e indirectamente asociadas al Arco


Noreste de la Avenida de Circunvalación de la ciudad de Córdoba.

El canal interno se sitúa entre la ciudad y la avenida y


recibe los aportes de las cuencas urbanas. El canal externo, tal
como lo indica su nombre, recorre el sector externo de la avenida
y recibe los aportes de diversas cuencas que en su mayoría se
encuentran aún con una ocupación de tipo rural. En el sector
aledaño externo a la avenida se desarrollan también asentamientos
comerciales e industriales de tipo extensivo, sobre lotes de
grandes dimensiones.
Desde su construcción original en la década de los años
80, el sistema de drenaje pluvial del sector experimentó diversos
problemas. Ellos derivan, entre otros factores (Bertoni, et al,
2005):
1. del permanente aumento tanto de la urbanización como de
la expansión agrícola sobre las cuencas de aporte;
2. de la falta de planificación y seguimiento conjunto entre
los niveles municipales y provinciales a fin de lograr a
través del tiempo un desarrollo urbano sostenible que
interprete y controle la necesaria interrelación entre la
ciudad y su avenida de Circunvalación;
3. de errores de diseño y/o de construcción del propio sistema
de drenaje (construcción de tramos de canal con pendiente
hidráulica crítica; descuidos en relación a la compleja y
delicada interacción entre el suelo loéssico y las obras
hidráulicas rígidas, etc.);
4. de la propia insuficiencia de las obras de conducción
(canales y alcantarillas).

La Empresa Caminos de las Sierras S.A., concesionaria de


la RAC, readecuó en 1997-98 el sistema, aumentando en términos
232
generales su capacidad de conducción. Este aumento se logró en
base a:
a. la ampliación lateral de las secciones de alcantarillas
existentes;
b. la construcción de una importante obra de acumulación y
regulación de caudales (denominada reservorio
“Chachapoya”).

Aunque el Arco Norte y el Arco Noreste de la avenida se


encuentran vinculados tanto desde el punto de vista vial como
hidráulico, la existencia de la obra de control de caudales
(Chachapoya) divide prácticamente en dos a estos sectores.Este
reservorio o cuenco de detención, el mayor ya ejecutado en la
ciudad de Córdoba (600.000 m3), recibe los aportes de los canales
interno y externo del sector norte.
Esta obra se desarrolla en terrenos aledaños al canal
externo y recibe la totalidad del escurrimiento proveniente del
sector Norte, a través del aporte de ese canal. Por su parte, una
obra de desvío ejecutada sobre el canal interno asegura el 100%
de derivación de los caudales generados por tormentas con
períodos de retorno de 25 años. Dadas las revanchas del canal de
aguas arriba se estima que la obra de derivación podría derivar
porcentajes importantes del aporte producidos por tormentas de
hasta 100 años de período de recurrencia.
El reservorio de Chachapoya posee dos conductos de 2,0
m de diámetro para la evacuación libre de los caudales hacia el
canal externo. Los caudales erogados se mantienen prácticamente
constantes para un amplio rango de situaciones, siendo la
erogación total hacia el canal externo del Arco Noreste del orden
de 15 m3/s.
Otra característica destacada del sistema es que
prácticamente a partir del reservorio de Chachapoya los canales
interno y externo se desarrollan en trinchera, es decir, con cotas de
rasante inferiores a las del terreno aledaño. Por lo tanto, con
excepción de algunas cuencas urbanas que aportan hacia el canal
externo por un puente canal, todas las restantes lo hacen al canal
interno, ya sea siguiendo un escurrimiento superficial mantiforme
conducido por calles o concentrado en conductos subterráneos.
Aún con la existencia del reservorio Chachapoya, diversos
problemas puntuales se siguieron registrando desde 1998 hasta la
fecha. Una situación crítica particular, aunque sin implicar
víctimas en el sector bajo análisis, se produjo durante la tarde del
26 de diciembre de 2003, en ocasión de producirse sobre la ciudad
de Córdoba una tormenta de características severas.
233
Sobre el sector Suroeste de la ciudad esta tormenta fue
acompañada por un devastador tornado. La lluvia ocurrida, que
implicó la precipitación de una lámina de 113 mm en 1:45 h (de
los cuales 65 mm precipitaron en 20 min), produjo diversos daños
materiales sobre las obras viales e hidráulicas existentes en el
Arco Noreste. Además de serias inundaciones en los barrios
contiguos a la Avenida de Circunvalación, la lluvia produjo
también desbordes del flujo en ambos canales. Estos desbordes
produjeron, a su vez, erosiones y socavaciones en diversos
sectores de los taludes de terraplenes y banquinas (Figura 6.27 a
Figura 6.30).

Figura 6.27. Deterioros del canal externo durante la tormenta de diciembre de


2003. Situación anterior y posterior al pico de la crecida.

Figura 6.28. Desborde del canal interno durante la tormenta de diciembre de


2003.

234
Figura 6.29. Canal interno durante la tormenta de diciembre de 2003.
Obsérvese el efecto producido por el inadecuado proyecto hidráulico de la
transición.

Figura 6.30. Estado del canal central del Arco Noreste luego de la tormenta de
diciembre de 2003.

235
La severidad de los problemas viales e hidráulicos derivó
en la realización de un estudio que tuvo por objetivo recomendar
eventuales acciones a ser implementadas sobre las cuencas de
drenaje a fin de lograr un mayor control de los caudales
evacuados, como así también recomendar eventuales
modificaciones de las obras de drenaje existentes a fin de lograr
un mejor funcionamiento hidráulico de las mismas.
El estudio implicó análisis hidrológicos y la verificación
del comportamiento del sistema hidráulico para la tormenta de
2003 y para tormentas con tiempos de retorno de 25 y 100 años
(Bertoni et al., 2005). No existiendo datos de caudales o niveles
que permitan calibrar con certeza a los modelos empleados, el
análisis del coeficiente de escurrimiento (relación lámina
precipitada vs. escurrida) se impuso como un control adicional a
las informaciones recabadas entre los vecinos. Los estudios
realizados permitieron inferir que en situaciones críticas este
coeficiente oscila entre 0,70 y 0,78. A su vez, se dedujo que las
cuencas urbanas estudiadas producen caudales picos específicos
promedio (caudal pico por unidad de superficie) en el orden de 55,
85 y 115 l/s-ha asociados a tiempos de retorno de 25, 100 y 150
años respectivamente
El estudio propuso adoptar medidas junto a los niveles
provincial y municipal de modo de congeniar la capacidad de
producción y transferencia (volumen y caudales) de las cuencas de
aporte con las limitaciones físicas de los canales de dreanje del
sector. También fue recomendado encarar progresivamente tareas
de mejora en ambos canales.

6.2.5 Inundación ribereña de la ciudad de Santa Fe,


Argentina

Introducción
La ciudad de Santa Fe (Provincia de Santa Fe, Argentina;
población de 400.000 habitantes) se localiza en la región central
del litoral fluvial argentino, a la vera de dos importantes sistemas
hídricos: el del río Paraná y el del río Salado (Figura 6.31). En el
año 2003 se produjo una crecida del río Salado que superó
ampliamente a todas las antecedentes. La misma tuvo
connotaciones dramáticas en la ciudad de Santa Fe y zonas
aledañas, provocando muertes y cuantiosos daños materiales. El
fenómeno afectó también a diversas zonas rurales de la provincia,
afectando seriamente a las actividades que se desarrollan
habitualmente en la cuenca santafesina del río Salado. En la
región de influencia directa de la ciudad de Santa Fe se localizan

236
500.000 habitantes, muchos de ellos afectados por una situación
de pobreza. Al momento de producirse la inundación de 2003 el
desempleo en la región era del 23,5%, siendo que el 53% de los
hogares se encontraba en situación de pobreza.
La percepción del problema de las inundaciones de los
sectores ribereños de la ciudad de Santa Fe ha sido asociada
históricamente al comportamiento del río Paraná. A partir de
créditos internacionales por U$S 25 millones el gobierno del
Estado de Santa Fe construyó, a lo largo de los años 90, un
sistema de protección constituido por diferentes diques y
terraplenes que encerraron a la ciudad y sus adyacencias. Este
sistema dio cierta independencia a la ciudad de las crecidas del río
Paraná. Sin embargo, el mismo se mostró inadecuado frente a las
crecidas del río Salado.

Figura 6.31. Ubicación relativa de la ciudad de Santa Fe en relación a la


República Argentina

Aspectos de la cuenca inferior del río Salado


La cuenca del río Salado abarca una superficie total
aproximada de 247.000 km2, con una longitud del curso de
aproximadamente 1.500 km. Si bien no existe un límite definido,
convencionalmente se considera como cuenca inferior del río
Salado al área que se desarrolla en la provincia de Santa Fe, con
una superficie de 55.950 km2 (aproximadamente el 42% del
territorio santafesino).
La región presenta características de llanura, con un
importante sector que actúa de gran almacenamiento (denominado
"Bajos Submeridionales"). En diferentes sectores los límites de las
subcuencas de aporte son difusos y sufren constantes
modificaciones por las acciones del hombre, fundamentalmente
por las redes vial e hidráulica (Ferreira, 2005). El clima de la
237
región presenta una transición entre el subhúmedo oriental y el
semi árido occidental, con un gradiente de precipitación anual de
1.100 mm a 800 mm (período 1941-1970). En los tres últimos
decenios (1971-2000) la zona ha presentado un aumento general
de la precipitación media, de 900 mm a 1.200 mm (Paoli, 2004).
La actividad en cuenca del río Salado es típicamente rural,
asociada a la agricultura (soja/trigo), a la industria de la leche y a
la cría de ganado en general.
Dentro de la cuenca se encuentran diversos centros
urbanos. El más importante es la ciudad de Santa Fe, sobre la
desembocadura del río Salado en el sistema del río Paraná (Figura
6.32).
El tramo final del río Salado, inmediatamente antes de
llegar a su desembocadura en el sistema del río Paraná, posee
como característica predominante que el nivel del río depende
tanto de los caudales del propio río Salado como de los niveles
que se registran sobre el río Paraná.

Figura 6.32. Afluentes y áreas de aporte en la cuenca inferior del río Salado.
Provincia de Santa Fe (Paoli, 2004).

238
Crecida del río Salado de 2003
Durante los meses de octubre de 2002 a marzo de 2003 se
produjeron importantes precipitaciones en la cuenca del Salado
santafesino. Estas precipitaciones fueron muy superiores a la
media de los registros y produjeron un aumento significativo del
contenido de humedad en el suelo. En consecuencia, una parte
importante de la lluvia fue transformada en escurrimiento
superficial.
En los tres primeros meses del 2003 se registraron crecidas
cuyos picos superaron los 1.000 m3/s, ocasionadas por
precipitaciones ocurridas en distintos sectores de la cuenca.
Durante el mes de abril de 2003 continuó precipitando con regular
intensidad. La anomalía positiva de precipitación a lo largo del
mes de abril de 2003 fue de 200 mm (Figura 6.33).

Figura 6.33. Anomalia de precipitación correspondiente a abril de


2003 (Fuente: Paoli, 2004).

239
Durante los días 23 a 25, y 28 y 29 de abril, se produjeron
las tormentas que dieron origen a la crecida, cuyo máximo de
3954 m3/s se registró el 30/04/03. Entre los elementos que
contribuyeron en la formación del pico cabe citar: (i) el estado de
saturación del suelo en gran parte de la cuenca; (ii) la baja
evapotranspiración en ese período; (iii) la ocurrencia de sucesivas
crecidas anteriores, que hicieron que el río mantuviese un nivel
alto, con caudales superiores a los 500 m3/s.
La Figura 6.34 ilustra hidrogramas correspondientes a
tres crecidas del río Salado. Es posible observar que en el caso de
la crecida de 2003 las ramas de ascensión y de recesión
presentaron gradientes mucho más elevados.
Un estudio basado en un análisis estadístico que combinó
marcas históricas y registros sistemáticos disponibles (Bertoni et
al., no publicado) indicó que el tiempo de recurrencia de esta
crecida es de 800 años. Esta recurrencia difirió de la estimada con
base en series estadísticas más cortas, aparentemente
representativas, pero que no contemplaron la ocurrencia de
eventos significativos verificados hacia fines del siglo XIX e
inicio del siglo XX.

4500
4000

3500

3000
2500

2000
1500

1000
500

0
E F M A M J J A
Meses

Año 1973 Año 1998 Año 2003

Figura 6.34. Hidrogramas correspondientes a tres crecidas del río Salado


(Fuente: Paoli, 2004).

Sistema de defensa de la ciudad de Santa Fe


Durante la década del 90 la ciudad de Santa Fe desarrolló
un sistema de defensa contra inundaciones. El objetivo del plan de
obras fue proteger a la ciudad primordialmente de las crecidas del
río Paraná. Sobre el sector Oeste de la ciudad fue desarrollado un
conjunto de diques laterales asociados a la construcción de la

240
Avda. de Circunvalación Oeste. Este conjunto de diques debía
proteger a la ciudad de las crecidas del río Salado.
Para el borde oriental del río Salado el sistema de
protección por terraplenes tuvo algunas características
particulares, resultando de la combinación de una obra de tipo vial
e hidráulica. La protección fue concebida en tres partes, asociada
a la Avenida de Circunvalación Oeste de la ciudad, construida en
el período 1995-1997. Hasta el año 2003 sólo habían sido
ejecutadas las dos primeras partes de este sistema vial-hidráulico
(tramos I y II, próximos a la desembocadura del río Salado
(Figura 6.35b). En consecuencia, durante la crecida de 2003 la
ciudad presentó una sección no protegida, a partir del extremo
norte del sistema de defensa.

(a) (b)
Figura 6.35. (a) ciudad de Santa Fe en la desembocadura del río Salado sobre el
sistema Paraná ; (b) Sector inundado en abril de 2003 (Fuente: El Litoral,
www.litoral.com.ar).

Inundación de la Ciudad de Santa Fe


La magnitud de caudal pico dio lugar a la formación de
escurrimientos en el tramo inferior del río Salado con niveles
elevados que superaron la cota mínima de desborde hacia el casco
urbano, en la zona próxima al Hipódromo, cuando los niveles del
río superaron la cota 15 m IGM (cota según el sistema del
Instituto Geográfico Militar).
El crecimiento de los niveles del río sumado a la falta de
una protección adecuada en el extremo final del tramo II, produjo
una progresiva socavación y la formación de una brecha de más
de 100 m de longitud. Por esta brecha se generó el ingreso del
mayor volumen de agua a la ciudad, habiendo alcanzado el agua
un nivel próximo a los 17 m IGM.
El agua ingresó durante varios días, provocando el
241
anegamiento de una tercera parte de la ciudad. En numerosos
barrios el agua superó 2,50 m de profundidad. El agua que ingresó
se fue progresivamente almacenando en el recinto urbano, como
resultado del endicamiento provocado por la existencia de las
obras de defensa laterales, que no preveían secciones fusible para
su accionamiento durante emergencias. Las acciones de voladura
y apertura de brechas en estas defensas se iniciaron cuando el
nivel del agua dentro del recinto urbano presentaba, en las partes
más críticas, una diferencia positiva del orden de 2,40 m en
relación al río.

Causas de la Inundación de la Ciudad de Santa Fe


La inundación de la ciudad de Santa Fe reconoce causas
diversas, las cuales pueden agruparse en estructurales y no
estructurales (o emergenciales).
Entre las primeras cabe señalar a la expansión urbana de la
ciudad de Santa Fe sobre la planicie de inundación del río Salado,
la cual ha sido un hecho permanente. En el apartado siguiente se
presenta una breve síntesis sobre este particular.
El progresivo desarrollo de la ciudad hacia el Oeste dio
lugar, a su vez, a la materialización de una serie de obras de
infraestructura urbana y vial, que actualmente se encuentran
emplazadas en el valle aluvial del río Salado. El puente de la
autopista Santa Fe – Rosario (con una luz de 155 m dentro de un
valle de inundación de más de 3.000 m de ancho), reduce la
capacidad de conducción natural del río, generando fuertes
estrechamientos al normal escurrimiento de las aguas en épocas de
crecida. Según estudios, dicho puente produjo, en oportunidad de
la crecida de 2003, una sobreelevación hacia aguas arriba del
orden de los 0,70 m a 0,80 m.
Como ya se indicara, las obras de defensa existentes en el
valle aluvial del río Salado presentaban, al momento de la crecida,
dos tramos materializados (tramos I y II). El proyecto del tramo II
previó su cierre provisorio según un muro provisorio, transversal
al eje del terraplén, conformado por mampostería reforzada. Así
mismo, se preveía la necesidad de complementar el cierre
mediante una acción de emergencia, en caso de producirse una
crecida. Es factible suponer que esta concepción del proyecto
estuvo basada en la hipótesis de una continuación relativamente
rápida del tramo III de la defensa. Sin embargo, es evidente que la
misma presentaba elevados riesgos frente a potenciales crecidas
del río en el período previo a la materialización de este último
tramo.
En relación a acciones estructurales en la cuenca de aporte,
242
cabe señalar que en la cuenca inferior del río los canales
artificiales son empleados para drenar zonas relativamente bajas o
afectadas negativamente por el trazado de las redes de
infraestructura vial y/o ferroviaria. Estudios hidrológicos
realizados permitieron estimar que estas acciones podrían
provocar como impacto hidrológico sobre una de las principales
subcuencas del sistema, un aumento de la magnitud de los
caudales del orden del 30 % y reducciones del orden de 12 h en el
tiempo de llegada a la salida de la subcuenca. Siendo lógico
suponer que impactos equivalentes se podrían manifestar en las
restantes subcuencas del río Salado ante la materialización de
medidas semejantes, se deduce que las acciones antrópicas en la
cuenca seguramente incidieron con respecto a la situación anterior
a la de los años 70, y produjeron cambios sustanciales tanto en el
pico como en el tiempo de llegada de la onda de crecida del año
2003.
Entre las causas no estructurales se destaca la falta e
implementación de un Plan de Emergencia, con su respectivo Plan
de Contingencia. De haber existido estas importantes herramientas
de organización y trabajo, durante la emergencia se podrían haber
tomado las siguientes medidas no estructurales y estructurales:
• evacuación ordenada de las personas potencialmente
afectadas;
• determinación del lugar y del tiempo para producir las
brechas en el terraplén de la defensa;
• cerramiento de la defensa con bolsas de arena en forma
anticipada, lo cual hubiera permitido por una parte su
realización en seco y, por otra, haberse logrado una mayor
altura y longitud de resguardo, lo que hubiese resultado en
una mitigación en cuanto a los tiempos de desarrollo de los
acontecimientos;
• pronóstico hidrológico de la crecida, con anticipación
mínima suficiente para permitir las acciones antes citadas.

243
Figura 6.36. Inondation dans les quartiers ouest de la ville de Santa Fe,
Argentine (Source: Paoli, 2004).

Ocupación urbana del valle de inundación del río


Salado
Una revisión de la cartografía histórica de una ciudad
resulta de gran importancia a los efectos de analizar y comprender
la evolución de su inadecuado crecimiento sobre la planicie de
inundación lateral del río Salado.
Hasta fines del siglo XIX la ciudad de Santa Fe mantuvo
su expansión urbana en total equilibrio con el río Salado. Como
resultado de ello el nivel de percepción de la población acerca de
las crecidas del río Salado era prácticamente inexistente.
Las tendencias expansivas más importantes de la ciudad
hacia el oeste, en particular sobre la planicie de inundación natural
del río Salado, se verificaron durante la primera mitad del siglo
XX, a partir de la materialización de los terraplenes ferroviarios
que transmitieron cierta sensación de seguridad al aislar varios
recintos de la planicie de inundación natural del río. En 1937 se
construye la defensa oeste, denominada Terraplén Irigoyen, la
cual ayuda a la ampliación del radio urbano de la ciudad de Santa
Fe sobre la planicie de inundación del río Salado.
Desde 1940 y hasta la actualidad se ha venido produciendo
un sostenido proceso de urbanización de la planicie de inundación
natural del río Salado. En el año 1914 se produjo una importante
crecida del río Salado cuyo caudal máximo estimado fue del orden
de 2.750 m3/s. En el año 1973 se produjo otra inundación del río

244
Salado cuyo caudal máximo observado fue de 2.430 m3/s. Entre
ambas crecidas se produjo un ciclo relativamente seco de 59 años
de duración. Dentro del mismo las crecidas del río Salado no
superaron los 800 m3/s (a excepción del año 1946 en que superó
escasamente este umbral). Ello fue un elemento decisivo para que
el conjunto de tomadores de decisión de aquellos años
desconsiderara la necesidad de planificación del desarrollo urbano
de la ciudad de forma compatible con las características de la
planicie de inundación del río Salado. A la luz del conocimiento
actual, ello constituyó una clara falencia de formación y/u
orientación por parte de los tomadores de decisión, la cual
condujo a errores de planificación.
Otro hecho a destacar, de significativa importancia para
comprender la evolución de la urbanización de áreas inundables
en la ciudad de Santa Fe, ha sido el paulatino arraigue de la idea
de solución a los problemas de las inundaciones con base
exclusivamente en la ejecución de obras de ingeniería.
El conjunto de falencias indicadas condujo a decisiones
inapropiadas, tales como, entre otras, la instalación tanto del
nuevo Hospital de Niños como de la Estación Transformadora de
Energía, en áreas signadas por su alto riesgo hídrico.
El proyecto y ejecución del terraplén de Defensa Oeste
correspondiente a la Av. de Circunvalación, efectuado en el año
1996, sin el acompañamiento de la implementación efectiva de
diversas medidas no estructurales, tales como planes de alerta y de
contingencia, son un ejemplo de visión basada exclusivamente en
la ejecución de obras de ingeniería.
Finalizando esta síntesis sobre la evolución de la
urbanización del sector oeste de la ciudad de Santa Fe, se presenta
en la Figura 6.37, a modo de ilustración, una comparación de los
distintos niveles de desarrollo urbano de la ciudad a lo largo del
tiempo. En las ilustraciones se indica la presencia de las obras de
infraestructura (caminos, ramales ferroviarios, etc.) a medida que
las mismas se fueron ejecutando en el tiempo. Estas obras se
indican en el color correspondiente al año de evaluación de la
urbanización. También se incluyen las curvas de nivel del terreno,
elemento que da cuenta del avance de la ciudad sobre las zonas
topográficamente más deprimidas.
Por su parte, la Figura 6.38 permite comparar la vista del
sector oeste ilustrada por la Foto Nº 1 con su similar actual. Lo
propio ocurre respectivamente en la Figura 6.39 en relación con
la Foto Nº 2.

245
N
5
,7
3
1 ,0 1
5
1 5
,2
6
0
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7
1

TE
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1884 1887 1895

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1916 0
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1905 1907 1916 5


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1926 1935 2005

Figura 6.37. Desarrollo urbano de la ciudad de Santa Fe desde 1884 hasta la


actualidad.

Figura 6.38. Transformación urbana: comparación de dos imágenes de un


mismo sector durante la década del 30 (bañados del río) y en el año 2005.

246
Figura 6.39. Transformación urbana: comparación de dos imágenes de un
mismo sector durante la década del 30 y en el año 2005.

6.2.6 Inundación de la ciudad de Trelew, Argentina


A continuación se describe un caso particular de
inundación ocurrido en la ciudad de Trelew (región patagónica de
Argentina), donde la falta de planificación de la expansión urbana,
las deficiencias de mantenimiento de las obras hídricas y hasta el
vandalismo contribuyeron para generar, durante una lluvia
extraordinaria, una inundación de proporciones en un importante
sector de la ciudad. El material presentado ha sido extraído de
Serra (2004).
La ciudad de Trelew, situada en el valle inferior del río
Chubut, ocupa actualmente un área aproximada de 15 km2. La
ciudad ha crecido dentro de una zona de depresiones lagunares y
riberas sujeta a crecidas naturales. La construcción de barrios en
estos sectores y de rutas terraplenadas sin obras hidráulicas
adecuadas, la política fiscal inmobiliaria, la escasa relevancia de
criterios hidroambientales de planificación en la decisión sobre
nuevas urbanizaciones, son elementos que vienen contribuyendo
al agravamiento del problema de las inundaciones urbanas.
Constituyen, por lo tanto, las principales conductas de Estado a
modificar.
Un ejemplo de expansión urbana sin planificación lo
constituye la existencia de barrios de la ciudad que restringen la
salida de un importante sistema aluvional, denominado el
Cañadón del Parque Industrial. Este sistema hídrico sólo se activa
durante lluvias de cierta magnitud y drena sus aguas hacia la
laguna Chiquichano, ubicada en el casco urbano de la ciudad
(Figura 6.40).
Para paliar el problema de las inundaciones provocadas
por las crecidas de esta cuenca hídrica, a partir de 1984 se
construyeron sobre un cañadón en el sector industrial de la ciudad
de Trelew tres terraplenes importantes. La finalidad perseguida
fue laminar las crecidas de origen pluvial, a fin de obtener un
desagüe controlado, con menores caudales y con un tiempo mayor
247
de escurrimiento. Luego de ocurridas algunas lluvias importantes
en mayo de 1992, dichas obras fueron modificadas y reconstruidas
mediante aportes del Programa de Emergencia del Ministerio del
Interior.
Las modificaciones incluyeron:
• Supresión del primer terraplén;
• Aumento del cuerpo y altura del segundo terraplén (Presa
II), y tercer terraplén (Presa III);

Figura 6.40. Ciudad de Trelew y zona afectada por la inundación de abril de


1998. (Fuente: Serra et al., 2002).
• Incorporación en las presas de un cuerpo o núcleo
impermeable de arcilla;
• Compactación adecuada de los suelos, incorporación de
filtros o drenes y revestimientos con piedras en los muros,
para la protección contra el oleaje;
• Incorporación de conductos entubados en cada terraplén,
para la regulación y drenaje de las aguas;
• Incorporación de un vertedero lateral de derivación, para el
caso de grandes crecidas que superaran la capacidad de
248
almacenamiento del pequeño embalse o tajamar;
• Revestimiento de gaviones para la protección a la erosión,
según las normas constructivas usuales.
Se dispuso, a su vez, de un cuarto terraplén (Cierre IV), de
muy baja altura, a pocos metros del Barrio Constitución, con la
simple misión de constituir la obra de toma y derivación de las
aguas reguladas desde el cañadón a una laguna, denominada
Chiquichano.
Las obras ejecutadas incluyeron una obra de toma y un
conducto subterráneo, que conduce las aguas reguladas desde el
Cierre IV hasta la laguna Chiquichano, bajo las calles del Barrio
Constitución y una calle canal (conducto pluvial).
El sistema en su conjunto debía almacenar
transitoriamente en las pequeñas presas las aguas provenientes de
su cuenca natural, desarrollada sobre la región de la meseta
aledaña. La necesidad de regulación fue dada por la existencia de
barrios de la ciudad que restringen la salida natural del sistema
hacia la laguna Chiquichano. Las aguas debían ser “captadas” en
su totalidad por el Cierre IV, frente al Barrio Constitución, y
conducidas por el conducto subterráneo ya citado.
La altura de las presas fue establecida de modo de no
inundar sectores fabriles aledaños. Por tal motivo se incluyó
asimismo, vertederos laterales a las presas. La derivación de las
tormentas que superasen la capacidad de acumulación debía
ocurrir hacia la calle canal. Como seguridad adicional en caudales
extremos, se previó la erosión lenta y controlada del vertedero de
la presa III y del Cierre IV (vertedero fusible).
Entre 1992 y 1998, el escurrimiento de todas las lluvias
fue retenido por completo, con desagüe controlado por el
conducto subterráneo. Sin embargo, en abril de 1998, ocurrió una
tormenta excepcional, asociada al fenómeno de la corriente de “El
Niño”. La precipitación totalizó 251 mm en 54 horas, de los
cuales 150 mm precipitaron en un día. Esta cantidad duplicó el
máximo registro diario en Trelew en los 50 años observados por el
Servicio Meteorológico Nacional. Aunque no fueron detectadas
referencias pluviométricas históricas similares en la región del
valle inferior del río Chubut, cabe destacar que la geomorfología
de los cañadones es un indicador de la ocurrencia pasada de
eventos extraordinarios, aún mayores al registrado.
El escurrimiento generado durante este evento
extraordinario colmató la Presa II, la que inició su desagüe por el
vertedero de emergencia hacia la Presa III. Por acciones de
vandalismo, habían sido quitadas del vertedero de gaviones de la
primera presa las mallas de hierro zincado de protección a la

249
erosión. La abertura de una brecha entre éste y el cuerpo de la
presa produjo la disminución del volumen de almacenamiento de
la presa. Cuando el volumen acumulado en la Presa III exigió la
entrada en operación del vertedero lateral de emergencia, el
mismo se encontró obstruido por camionadas de escombros
depositadas en él, y hasta un chasis abandonado en su cuenco.
Esto produjo la sobre elevación por varios minutos del agua del
embalse por sobre la cresta del terraplén, erosionando fuertemente
sus paredes y debilitando el cuerpo de la presa. Simultáneamente,
la presión del agua en la embocadura del vertedero provocó la
remoción abrupta de los escombros depositados, generando una
primera y sorpresiva “onda de crecida”. La misma sobrepasó
inmediatamente el Cierre IV, inundó abruptamente el Barrio
Constitución y continuó su rumbo por la calle canal hacia la
Laguna.
Debido al incesante escurrimiento, uno de los estribos de
la Presa III cedió, provocando la segunda onda de crecida. Pocas
horas después rompió el “terraplén de la vía” sobre dicha presa,
generando la tercera onda de crecida. Luego de 48 hs. los
embalses quedaron vacíos, habiendo circulado por ellos un
volumen estimado en 1.000.000 de m3 de agua. Este volumen de
agua colmó la laguna Chiquichano a niveles inusuales, hecho que
sumado al agua de lluvia acumulada en el casco urbano, produjo
la inundación de una enorme superficie urbana anegada (Figura
6.41). La situación de inundación se agravó por el endicamiento
producido por la ruta 25.
Si no hubieran existido las presas durante la crecida, los
picos de caudales en el Barrio Constitución hubieran sido algo
menores. Pero el volumen de agua ingresado a la laguna hubiera
sido el mismo y en un período de un día y medio en lugar de los
cuatro días que demoró por efecto de retardo de las presas, aún
fallidas. Esta situación hubiera generado crecidas de magnitud
mayores en populosos barrios alrededor de la Laguna.

250
Figura 6.41. Imagen del Sector Mil Viviendas, dentro del Sistema del Cañadón
del Parque Industrial, Trelew, durante la tormenta extraordinaria del 24/25 de
abril de 1998.

Para solucionar el problema se plantearon varias


alternativas, desde el retiro de todas las presas (volver al estado
natural inicial del cañadón), hasta varias alternativas de refacción
y mejoras del sistema de presas. La solución final contempló el
rediseño de todo el sistema de regulación. En el contexto
descripto, las presas no resuelven todo el problema, pero
establecen un control importante de las crecidas del cañadón,
dando mayor almacenamiento en un sector que compensa el
almacenamiento perdido por el avance urbano en otros.
Los hechos de 1992 y 1998, marcan una necesaria
modificación de las pautas de planificación urbanística de Trelew
y su toma de conciencia pública, teniendo presente las
limitaciones de uso de suelos inundables, el manejo de la masa de
agua pluvial en lluvias de magnitud y la seguridad hídrica, cuyo
debate aún es una asignatura pendiente. El caso sirve para
remarcar, además, la necesidad de contemplar a los rasgos
geomorfológicos de una región como elementos fundamentales
para mitigar probables desastres hídricos ante eventos
excepcionales o episódicos. Por último, la falta de mantenimiento
y el vandalismo constituyen dos aspectos colaterales del problema
que no pueden soslayarse en las actuales circunstancias de
América Latina.

251
6.2.7 Inundación repentina en San Carlos Minas,
Argentina.
La pequeña localidad de San Carlos Minas (1.000
habitantes) está ubicada en el estado de Córdoba, región central de
Argentina. El pueblo se desarrolla en la margen de arroyo
Noguinet. Su cuenca (260,4 km2), cubre un área caracterizada por
colina y fuertes pendientes. En enero 1992 el pueblo fue
devastado por una crecida repentina (Barbeito et al., 2004).
La tormenta convectiva que dio origen a la crecida
precipitó 240 mm en 6 h en la cuenca superior, 140 mm en 7 h en
la cuenca media y 204 mm en 6 h en la cuenca baja. La intensidad
media de la lluvia fue calculada en 180 mm/h. En San Carlos
Minas la inundación activó un sistema de paleocauces antiguos
(Figura 6.42). La capacidad del curso fue superada
repentinamente y, por consiguiente, el pueblo fue inundado en
pocos minutos. Al mismo tiempo grandes árboles arrastrados por
la corriente fueron acumulados conjuntos a un puente ubicado en
la entrada del pueblo. La capacidad de proyecto del puente era de
800 m3/s pero este valor fue reducido drásticamente por la
obstrucción de los árboles arrastrados. Esto creó un efecto de
dique que algunos minutos después causó una onda frontal,
similar a una onda de rotura de presa. Esta inmensa onda devastó
el pueblo con un caudal máximo del orden de 1.900 m3/s. La
consecuencia fue de 30 muertos, 40 personas desaparecidas y
pérdidas materiales importantes. La Figura 6.43 ilustra el nivel
máximo del agua en la sección aguas arriba del puente. La Figura
6.44 indica algunas de las pérdidas producidas por el paso de la
crecida sobre el pueblo.

252
PALEOCAUCE

PUEBLO

DESBORDES
LATERALES

PUENTE INGRESO FRONTAL POR


PALEOCAUCE

DESBORDE DE MEANDRO E
INGRESO FRONTAL DE LA LECHO
CRECIDA ORDINARIO

B a sa m ento crista lino T erra za 1 L echo ordina rio

R elleno colu vio -a lu via l


de V a llecitos T erra za 2 P a leoca u ce

B a sa m ento crista lino


con débil cu bierta T erra za 3 F a lla proba ble
sedim enta ria flu via l

Avance por el paleocauce y


desbordes laterale s
Avance del
agua por la
obstrucción en

Figura 6.42. Camino seguido por la crecida repentina sobre San Carlos Minas,
en enero de 1992. (Fuente: Barbeito et al., 2004).

253
Nivel alcanzado por el agua

Figura 6.43. Sector inmediato aguas arriba del puente. Evento de enero de 1992 en
San Carlos Minas, Argentina (Fuente: Barbeito et al., 2004).

Nivel alcanzado por el agua

Figura 6.44. Daños sobre viviendas en un barrio de San Carlos Minas, Argentina.
Inundación de enero de 1992.

6.2.8 Soluciones encaradas


La Dirección Provincial de Hidráulica (DPH, 1992) encaró
a través de su Departamento de Estudios y Proyectos una serie de
soluciones, todas de tipo estructural. Para definir los caudales de
paso en San Carlos Minas se estudiaron las precipitaciones en la
cuenca. Conforme citado previamente, las mismas se

254
caracterizaron por ser abundantes y de corta duración, con montos
variables entre 60 y 250 mm y con duraciones próximas a 2 h,
localizadas fundamentalmente en las Cumbres de Gaspar.
Mediante un estudio hidrológico basado en los escasos
datos existentes fueron ajustados los caudales para distintos
períodos de recurrencia (Tabla 6.7). Como control de estos
estudios se encaró el procesamiento de datos obtenidos en el
Dique Pichanas (receptor final del aporte de la cuenca), donde se
había registrado el ingreso de la crecida a lo largo del tiempo. Con
ello se confirmaron los valores de caudales y recurrencia
calculados.
Tabla 6.7. Caudales máximos asociados a diferentes recurrencias. Arroyo
Noguinet en San Carlos Minas, Argentina.
Recurrencia Caudal máximo
[años] [m3/s]
50 750
100 980
500 1.200
1.500 1.500

La DPH planteó alternativas de obras para diferentes


caudales y, por ende, para diferentes grados de seguridad para la
población. Estas alternativas incluyeron:
• Defensa con puente y vado.
• Defensa con puente.
• Sistema canal.
Las dos primeras alternativas definían obras en el mismo
sector del puente, con caudales de proyecto del orden de 1.250
m3/seg y recurrencia de 500 años. Para el caso de caudales
mayores estaba previsto el sobrepaso de las estructuras y la
inundación de algunos sectores de la urbanización en forma
controlada.
La tercera alternativa fue la adoptada finalmente como
solución, dado que se consideró que brindaba los mayores
coeficientes de seguridad a la población. Las obras diseñadas, para
un caudal de 1.950 m3/seg, con una recurrencia de 5.000 años,
reubicaron al cauce del río, alejándolo de la población hacia el
sector Sur (Figura 6.45b).

255
(a) (b)
Figura 6.45. Foto aérea (a): año 1970 y (b) año 1998, luego de efectuada la obra
de rectificación del meandro natural (“canalización”) (Fuente: Barbeito et al.,
2004).

Mediante esta obra quedó anulada la curva del río a través


de la cual se produjo el ingreso incontrolado de las aguas en el día
de la catástrofe.
Las obras que se propusieron para el proyecto consistieron
en:
• Un canal de 815 m, ancho variable entre 40 y 80 m y
profundidad variable hasta 10 m. El mismo fue excavado
parcialmente en roca y el restante en suelo, determinando un
volumen total de movimiento de suelo de 180.000 m3.
• Cierre transversal del río de 180 m de longitud y 6,40 m de
altura máxima referida a la cota del lecho, ejecutado con
materiales sueltos, provenientes de los excedentes de
excavación del canal de sistematización. El cierre posee un
sistema de inyecciones en el aluvión y un núcleo de mezcla
de materiales finos y gruesos en el cuerpo principal.
• Cierre longitudinal en el brazo de crecidas, de 550 m de
longitud y una altura promedio de 1,50 m, compuesto de
materiales sueltos.
• Puente carretero sobre el canal de 48 m de longitud. La
infraestructura, pila y estribos de hormigón armado fueron
fundados directamente en roca.

256
• Reconstrucción de la Ruta Provincial Nº 15 en las zonas
afectadas.
• Sistematización del cauce, aguas abajo desde la salida del
canal hasta la desembocadura en el río Salsacate.
• Reacondicionamiento de la cañada de desagüe sobre el
antiguo brazo de crecidas.
• Reacondicionamiento de las acequias de riego en zonas
afectadas de acuerdo a la nueva urbanización.
• Construcción de un nuevo sistema de alimentación,
almacenamiento y conexión con la red existente de agua
potable.
• Sistema de alimentación de agua para futuro balneario.

El estudio de todos los factores intervinientes evidenció


que en la inundación analizada tuvieron alta participación factores
naturales de tipo meteorológicos, hidrológicos y geológico –
geomorfológicos. En la transformación de esta inundación en
catástrofe el gravitante fue el factor antrópico.
La magnitud e intensidad de las precipitaciones
producidas, como así también las características de la geología de
superficie de la cuenca (que indican importantes porcentajes de
roca cristalina desnuda alternantes con suelos discontinuos muy
superficiales y de rápida saturación), y la torrencialidad de la
cuenca (que se deduce de los parámetros morfométricos
calculados), han sido sin duda los aspectos naturales de mayor
incidencia en el carácter extraordinario de la creciente producida.
El grado de alteración a que está expuesta la cuenca, que
puede considerarse de un grado intermedio por degradación de la
vegetación natural, si bien tuvo cierta incidencia, adquirió un
papel secundario.
La dinámica fluvial generada afectó a unidades y
elementos geomorfológicos perfectamente definidos y
reconocibles tanto en el análisis de los fotogramas como en el
control de campaña.
De los estudios realizados se desprendió que la totalidad
de la población y su entorno estaba localizada en un área inestable
desde el punto de vista hidrológico, en grados que variaban según
la posición geomorfológica. Es por ello que el factor antrópico, en
base a la incorrecta localización de la infraestructura edilicia, fue
el que adquirió el mayor peso en el desastre ocurrido.
Para la localización del pueblo y en particular de barrios
nuevos, como así también del puente carretero que produjo el
efecto de embalse, no fueron consideradas las características
evidentes del riesgo hidrológico que estos sectores presentaban.

257
El grado que adquirió la catástrofe, como así también el
nivel de inversiones posteriores en la búsqueda de soluciones, es
un claro ejemplo de la falta de planificación en acciones tanto
previas a un evento crítico como “a posteriori” del mismo. En
efecto, durante la urbanización del pueblo ni el estado provincial
ni el nacional dedicaron esfuerzos con el fin de reorientar la
ubicación del mismo. Sin embargo, las inversiones realizadas “a
posteriori” demostraron un alto grado de aversión al riesgo hídrico
por parte de las autoridades.
La adopción de una medida estructural de la envergadura
de la realizada (proyectada para un tiempo de recurrencia de 5.000
años) no se compatibiliza ni con las arcas públicas ni con la
existencia de numerosas urbanizaciones serranas sujetas a
amenazas similares, sobre las cuales poco o nada fue realizado
desde entonces.

6.2.9 Inundación lacuste en Villa Carlos Paz, Argentina


El embalse San Roque (Figura 6.46) se ubica en el centro
geográfico continental de Argentina, en la provincia de Córdoba.
Posee una cuenca hídrica de 1.650 km, con relieve accidentado.
El clima es típico de la zona templada mediterránea, con
concentración estival de lluvias y altas temperaturas. La
precipitación media anual, calculada en el período 1945-1979, fue
de 720 mm.
Hacia fines del siglo pasado una preocupación gravitante
de los gobernantes de la provincia de Córdoba era aprovechar la
fuente de agua proporcionada por el río Suquía. Así en el año
1881 comienzan las tratativas sobre la construcción de una represa
que traería a la ciudad de Córdoba protección ante grandes
crecidas.
El 12 de abril de 1890 se inauguró el dique San Roque
(Figura 6.47), que fuera por aquel entonces la presa más grande
del mundo. El Ingeniero Gustavo Eiffel, profesor en el Politécnico
de París de dos de los responsables del proyecto (Ings. Dumesnil
y Casaffoust), manifestó por entonces: “Dos obras llaman la
atención del mundo en este momento; mi torre y el dique de
Córdoba; con la diferencia que éste es productivo y mi torre no”.
El dique fue reemplazado en 1944, subsistiendo los restos
de la obra original a 150 metros aguas arriba del actual, el cual
embalsa, hasta nivel del vertedero, 200 Hm. El original también
almacenaba 200 Hm, ya que ambos vertederos están a similar
cota referidas al nivel del mar. El actual prevé contener y
controlar hasta 150 Hm en el caso de crecientes mientras que el
original solo preveía control sobre unos 30 Hm.
258
El embalse San Roque cubre la mayor parte del
abastecimiento de agua para la ciudad de Córdoba (1.400.000
habitantes), además de proveer agua para riego y generación
hidroeléctrica. Cuenta con válvulas reguladoras y un vertedero en
embudo (tipo “morning glory”), diseñado de modo que su caudal
máximo tiende rápidamente a un valor de 240 m/s. De esta
manera resulta en una medida de protección contra inundaciones
en la ciudad de Córdoba (capital de la provincia), la cual se
localiza aguas abajo del embalse.
A nivel de labio de vertedero (35,3 m), el espejo de agua
cubre 16,83 km y contiene 184,9 Hm. Para la cota de
expropiación original del perilago (38,0 m), abarca 18,82 km, con
un volumen de 238,40 Hm. En el supuesto caso que alcanzara el
coronamiento del dique (43,0 m), abarcaría 22,50 km, con 344,23
Hm.

Figura 6.46.Cuenca de aporte al embalse San Roque. Ubicación geográfica y


unidades hidrológicas

Figura 6.47. Fotografía del Original Dique San Roque, a 33 mts de embalse.
(Fuente: Zuleika Gore-Edwards Bialet Laprida).
259
Entre los aspectos de la vulnerabilidad del sistema, que
hacen del embalse San Roque un prototipo para el estudio de
crecientes lacustres, cabe citar:
• A orillas del espejo existen varias poblaciones turísticas,
destacándose por su importancia la ciudad de Villa
Carlos Paz, que posee 45.000 habitantes estables.
Durante la temporada turística estival esta ciudad triplica
su población. Las crecidas de los ríos que aportan al
embalse ocurren en verano, en coincidencia con la
presencia del turismo.
• Buena parte de la actividad de los visitantes se desarrolla
en el embalse y sus afluentes, o en su periferia.
• La cota de expropiación efectiva alrededor del perilago
fue fijada por el municipio de Villa Carlos Paz en un
valor más bajo (36 m) que el originalmente considerado
en el proyecto del embalse (38 m). Aun así la cota de 36
m es violada a menudo, lo cual demuestra la falta de
control tanto del municipio como de la autoridad
provincial del agua.
• La capacidad de vertido del embalse es reducida, para
proteger, como ya fuera citado, a la ciudad de Córdoba.
• Actualmente el embalse presenta un fuerte proceso de
eutrofización, debido fundamentalmente a la carga
orgánica domiciliaria de las localidades ubicadas sobre el
perilago, que no poseen tratamiento de efluentes, y al
aporte de fósforo originado por los incendios rurales que
se producen durante el período de sequía.
En las últimas décadas la precipitación pluvial sobre el
área de aporte ha crecido notoriamente, en tanto que, desde la
privatización del servicio de abastecimiento de agua a la ciudad de
Córdoba, el manejo del embalse tiende a mantener elevado su
nivel como medida de control de la eutrofización. Ambas causas
han dado origen a la una tendencia incremental de la altura del
cuerpo de agua de casi 8 cm/año (Caamaño y Catalini, 2002).
Consecuentemente, se ha potenciado la amenaza y el riesgo de
inundación de márgenes, hecho que se ha convertido en un
problema serio en los últimos años. Hacia fines de 1999 se
produjo la mayor inundación ya registrada en el perilago,
abarcando importantes sectores de la ciudad de Villa Carlos Paz
(Figura 6.48). Ello dio origen al estudio de escenarios críticos
probables y a la delimitación de las áreas bajo riesgo hídrico de
inundación. Este trabajo fue desarrollado por Caamaño y Catalini
(2002) y Catalini (2003).
260
Figura 6.48. Inundación de la ciudad de Villa Carlos Paz (1999), Argentina, en
el perilago del dique San Roque.

Predicción de escenarios críticos en el embalse San


Roque
La cota a alcanzar por la superficie del espejo de agua
depende del volumen ingresante al embalse, del estado inicial de
éste, de las condiciones de manejo de las descargas y de la
distribución de los aportes en el tiempo.
Caamaño y Catalini (2002) y Catalini (2003) presentaron
la estimación del máximo caudal medio afluente al embalse para
una dada recurrencia y para un determinado número de días de
duración del evento. Para el resto de los factores fueron admitidas
distintas hipótesis de trabajo, conducentes a la confección del
mapa de riesgo hídrico. Éstas se presentan a continuación.

Duración hipotética del evento a analizar


A través de la observación de la serie histórica de niveles
de este embalse (periodo 1944-2005), se pudo concluir que el
tiempo de reacción del sistema luego de la ocurrencia de
precipitaciones en la cuenca es como máximo de 4 días,
dependiendo del estado inicial y de la localización en la cuenca de
las mayores precipitaciones.

261
Determinación de la cota inicial del embalse
Los resultados obtenidos mostraron que el embalse
presenta una tendencia incremental de su altura, hecho que
imposibilitó determinar una cota media a partir de la serie diaria.
El análisis de los valores máximos, medios y mininos anuales se
presenta en la Figura 6.49. La misma permite apreciar que la
tendencia incremental presentada en la serie diaria, se observa
también en los máximos, medios y mínimos anuales. Se observa
un incremento mayor en las cotas mínimas (que alcanza 9,9
cm/año). Para las cotas máximas se mantiene la tendencia
observada en los valores diarios. De mantenerse este
comportamiento, el mismo provocará una disminución del rango
existente entre las cotas máximas y mínimas (del orden de los
6,75 m). Considerando todos estos aspectos, se adoptó como cota
inicial del embalse para las simulaciones la correspondiente al
labio del vertedero (h0=35,30 m).

Figura 6.49. Series de niveles máximos, medios y mínimos anuales (período


(1947-2003)

Determinación de las condiciones de manejo de las


descargas
En toda simulación del comportamiento de un embalse es
necesario conocer las condiciones de descarga y la política de
manejo del recurso hídrico adoptada por las autoridades. En este
caso particular los autores concluyeron que no existió una política
constante en el tiempo (en realidad se afirma la inexistencia de
una política), razón por la cual plantearon dos alternativas
arbitrarias, admitiéndo luego del análisis la siguiente: evacuación
del 100 % (24 m/seg) por tomas y 90 % (prom. 72 m/seg) por

262
válvulas. Con base en estos supuestos fue realizado el mapa de
riesgo.

Determinación de las cotas con recurrencia asociada


Las cotas máximas asociadas a distintas recurrencias
fueron obtenidas a partir de un balance hídrico entre entradas y
salidas al embalse. Para las primeras fueron analizadas tres
posibles distribuciones temporales dentro del día: (i) aportes
medios al inicio de la jornada, (ii) uniformes durante el
transcurso del día y (iii) suposición de la ocurrencia de un
hidrograma deducido a partir de un modelo hidrológico
determinado por los autores. Esta última alternativa fue empleada
en definitiva para la confección del mapa de riesgo, ya que la
cuenca no dispone de todas las informaciones hidrológicas
necesarias. Para el estudio fueron seleccionadas 10 recurrencias
asociadas a las entradas al embalse, variando entre 10 y 10.000
años.
En base a la modelación se procedió a la selección de
niveles de riesgo asociado, los cuales fueron caracterizados
como: Alto, Medio, Bajo y Mínimo. Los tres primeros poseen
una recurrencia (T) y una cota máxima (h) asociada, mientras
que el último fue adoptado siguiendo los lineamientos del
proyecto original de la presa que establece que el embalse puede
almacenar los volúmenes excedentes hasta la cota de
coronamiento (43,00 m). La Tabla 6.8 presenta las
informaciones relativas a los cuatro niveles antes indicados, en
donde el riesgo es definido como la probabilidad de que haya
inundación al menos una vez en n años sucesivos lo cual se
puede expresarse como:
R = 1 – [1 – (1 / T)]n = 1 - P (I)n (6.1)

Tabla 6.8. Niveles de Riesgo Seleccionados.


Niveles de
Tr [años] Cota [m] h Riesgo %. N
Riesgo
Alto 10 37.01 10.00 %
Medio 500 38.23 1.22 0.20 %
Bajo 1000 39.19 0.96 0.10 %
Mínimo --- 43.00 3.81

Superficies Inundables
Con base en datos batimétricos y de curvas de nivel fueron
estimadas las superficies del espejo de agua y del perilago para los
distintos niveles de riesgo asignados, dando ello origen al Mapa
de Riesgo Hídrico para el perilago del embalse San Roque (Figura
263
6.50). Mediante el empleo de imágenes satelitales actualizadas
fue obtenido el valor correspondiente a la superficie urbanizada de
la ciudad de Villa Carlos Paz (850 Ha), el cual fue adoptado como
valor referencial de los porcentajes de área urbana con riesgo ante
eventos hidrológicos críticos. A su vez se determinaron otros
parámetros de interés relacionados a las superficies inundables
(Tabla 6.9).
El mapa de riesgo del embalse San Roque permite advertir
que la cota de edificación mínima adoptada en los últimos años
(36 m) resulta excesivamente baja para buena parte de la ciudad
de Villa Carlos Paz. Ello indica la necesidad de adoptar en forma
efectiva aquella cota originalmente considerada en los estudios del
embalse (38 m). La adopción de esta cota no disminuiría el riesgo
en las zonas ya construidas de Villa Carlos Paz, pero impediría el
aumento del problema en la ciudad y serviría también de base para
todos los nuevos asentamientos que se desarrollan en otras
comunas linderas al embalse.
El espacio inundable del perilago entre las cotas 36 y 38 es
de 200 Ha, de las cuales aproximadamente 94 Ha corresponden a
la actual área urbana de Villa Carlos Paz. Ello representa el 47 %
de la zona de inundación potencial, por lo que fijando la cota 38
como limite inferior de urbanización se mantendrían libres de
riesgo aproximadamente 106 Ha.

Tabla 6.9. Superficies inundables para la ciudad de Villa Carlos Paz y


porcentaje de áreas urbanas con riesgo de inundación.
Cota (m) 35.30 37.01 38.23 39.19 43.00
A (km) --- 0.618 0.365 0.277 1.452
Superficie inundable
--- 61.83 98.33 126.07 271.23
(Ha)
% de Áreas urbanizadas con riesgo de inundación para Villa Carlos Paz
Con relación a la
superficie
--- 10.90% 17.34% 22.23% 47.83%
correspondiente a la cota
de coronamiento
Con relación al total de
--- 7.27% 11.57% 14.83% 31.91%
la ciudad

264
Figura 6.50. Mapa de Riesgo Hídrico con recurrencia asociada para la ciudad
de Villa Carlos Paz (Fuente: Catalini, 2004)

265
6.3 Inundaciones urbanas en Centro
América
Centro América presenta el 54 % de su población
concentrada en áreas urbanas, la mayoría de las cuales presenta
serios problemas asociados al drenaje urbano. La ocurrencia de
tormentas severas, el desarrollo incontrolado de sus áreas urbanas,
con fuerte tendencia a la aplicación exclusiva del concepto
sanitarista (higienicista) de conducción rápida de las aguas hacia
aguas abajo, las deficiencias en la infraestructura urbana y una
marcada presencia de residuos sólidos en la vía pública,
conforman un panorama que resulta en la recurrente ocurrencia de
inundaciones urbanas.
A continuación se presentan aspectos de la problemática
correspondiente a la región metropolitana de San Salvador
(AMSS) y a la ciudad de Managua (Nicaragua).

6.3.1 Inundaciones urbanas en el Área Metropolitana


de San Salvador
El Salvador posee 55,4 % de su población concentrada en
las áreas urbanas. El área metropolitana de San Salvador (AMSS),
concentra 2 millones de habitantes. El 10 % de esta población
vive en condiciones de extrema pobreza extrema y está ubicada
principalmente en áreas de alto riesgo (áreas amenazadas por
torrentes, laderas con alto riesgo de deslaves, etc.). El 75 % de las
viviendas es atendida por el sistema de alcantarillado cloacal, pero
menos del 10 % de lo colectado recibe tratamiento.
El Área Metropolitana de San Salvador presenta una
problemática compleja en relación al drenaje urbano. La gran
mayoría de los problemas que actualmente se observan en el área
se asocian a la cantidad y calidad del agua escurrida. La
ocurrencia de inundaciones urbanas y los permanentes problemas
de contaminación de la calidad del agua escurrida son el resultado
de un crecimiento urbano de tipo tradicional, sin planificación, de
la aplicación sistemática del concepto sanitarista (higienista) en el
drenaje de las aguas lluvias y de la falta de una política de estado
en la materia.
La presión poblacional, la demanda de tierras y servicios,
las condiciones de la infraestructura urbana y la falta de
planificación, han incrementado de forma exponencial los riesgos
por inundaciones. Éstas ocurren no solamente en las zonas
aledañas a los ríos, sino también en áreas de mayor altura
topográfica.
266
El AMSS se desarrolla sobre la porción superior de dos
cuencas hídricas: Acelhuate e Ilopango. La parte principal del
AMSS está ubicada sobre la primera. Este curso recibe un aporte
de efluentes cloacales de 5 m3/s. En el AMSS el sistema de
provisión de agua es insuficiente para la demanda de las nuevas
urbanizaciones, así que la importancia de nuevos manantiales de
agua con calidad y cantidad suficientes es permanente. Durante
muchos años las soluciones para el sistema de drenaje pluvial
fueron basadas en obras de conducción de hidráulica tales como
conductos, alcantarillas, etc. Es decir, típicamente un enfoque
basado en medidas estructurales que apuntan a acelerar y
concentrar el flujo superficial. Debido a su permanente
crecimiento (Figura 6.51) la región también ha experimentado un
aumento no controlado de sus superficies impermeables.

Figura 6.51. Evolución de la zona metropolitana de San Salvador (AMSS) en el


periodo 1935-2003 (Fuente: OPAMSS, 2005).

6.3.2 Inundaciones urbanas asociada a la tormenta


tropical “Stan” (2005)
A lo largo de los primeros días de octubre de 2005 la
tormenta tropical “Stan” afectó a varios países de América
Central. A continuación son citados algunos aspectos de la
situación en AMSS.
Desde el 28 de septiembre 2005 las precipitaciones sobre
el territorio de El Salvador habían comenzado a saturar los suelos.

267
El 1º de octubre de 2005 el sistema atmosférico engendró una
zona de depresión (1008 milibares) en la región costera pacífica
de El Salvador, favoreciendo el desplazamiento de humedad hacia
el territorio nacional. La Zona de Convergencia Intertropical
generó desde la mañana de ese día lluvias y fuertes chaparrones
sobre todo el territorio de El Salvador, principalmente en la franja
central de las áreas costeras.
A lo largo de una semana la tormenta "Stan" produjo
importantes precipitaciones; para el AMSS el total de lluvia en 6
días fue superior a 500 mm (Figura 6.52). Según SNET (2005) la
precipitación media correspondiente al mes de octubre es de 205
mm. La sucesión de inundaciones y de deslaves de tierra
producidos en los 14 municipios que conforman el AMSS
resultaron en 65 personas fallecidas y un gran número de
desabrigados. La Figura 6.53 ilustra el fenómeno en el sector
urbano.

Figura 6.52. Distribución total de la lluvia durante la tormenta « Stan » en El


Salvador (Fuente: SNET, www.snet.gob.sv).

268
Figura 6.53. Inundación en San Salvador durante la tormenta « Stan ». (Fuente:
OPAMSS, 2005).

Figura 6.54. Inundación ribereña asociada a la tormenta tropical “Stan”. San


Salvador. (Fuente: OPAMSS, 2005)

269
Algunas fuentes de información han asociado casi
exclusivamente esta situación al cambio climático global. Aunque
la severidad climática en la región de América Central haya
constituido una materia destacada, las reales causas de los
problemas observados se asocian a un conjunto de los factores
sociales, técnicos y de gestión.
Según destacado por Cruz y Molina (2004), la red de
drenaje de aguas lluvias del AMSS sufre de una seria de
problemas. Entre ellos tiene citar la inexistencia de una institución
legalmente responsable de la planificación, limpieza y
mantenimiento general, razón por la cual la red se encuentra
actualmente muy deteriorada, funcionando en condiciones
deficientes. El Ministerio de Obras Publicas ha sido el responsable
del mantenimiento parcial del sistema, como parte de la red
relativa a la red pública. Sin embargo, a partir del año 2000
comenzó un proceso gracias al cual el Ministerio ha ido
progresivamente desentendiéndose de esta problemática.
El sistema de conductos subterráneos del AMSS, casi en
su totalidad está constituido por conductos de concreto de sección
circular. Entre los problemas identificados en la red de drenaje
cabe citar graves deficiencias estructurales, incapacidad
hidráulica, conexiones cruzadas de aguas negras y de las aguas
industriales (Figura 6.55), proyectos inadecuados, cambios de
diámetros de mayores a menores en dirección a aguas abajo y
pozos de visita sellados por el pavimento de las calles.

Figura 6.55. Tuberías empotradas directamente en los conductos de drenaje


pluvial. (Fuente: Cruz y Molina, 2004).

Otro factor importante de mencionar es el hecho de existir


dos estaciones climáticas muy definidas: la estación lluviosa y la
estación seca. Esta última tiene una duración media de 5 a 6 meses
durante la cual se produce la acumulación de basura y desechos
varios. Al momento de producirse lluvias de gran intensidad se
generan las condiciones necesarias para el arrastre con todos estos
desechos sólidos, los cuales se introducen en los conductos
270
pluviales.
Todo lo previamente mencionado es el resultado, por una
parte, de una falta de planificación propia del sistema y de la falta
de reglamentación de los proyectos y, por otra parte, de
importantes deficiencias de planificación en el crecimiento de la
región metropolitana.

6.3.3 Ensayo de dispositivos de regulación: caso de la


urbanización Residencial Paso Fresco
La Urbanización Residencial Paso Fresco se encuentra
emplazada en la ladera del Volcán de San Salvador. Posee una
superficie aproximada de 2 has, con 38 lotes de 400 m de
superficie promedio y un porcentaje de áreas impermeables del 70
%. Esta urbanización ha sido desarrollada a partir del año 2004.
En ella la Unidad Ambiental (UA) de la Oficina de Planificación
del AMSS (OPAMSS) propuso un dispositivo de regulación del
flujo que constituye una de las primeras medidas en su tipo dentro
de la región del AMSS.
Para la evacuación de aguas lluvias fue construido un
sistema de drenaje y regulación conformado por una red de
captación clásica (bocas de tormenta o tragantes y conductos),
más un dispositivo de almacenamiento y amortiguación
subterráneo a la salida del loteo. Este último dispositivo consta de
tres cámaras de acceso, un conducto de 1,8 m de diámetro y una
salida restringida (0,50 m de diámetro) la cual actúa como
reguladora de flujo de salida hacía la red municipal (Figura
6.56). La conexión entre el conducto de gran diámetro y el de
salida a la red se efectúa a través de una cámara dotada de dos
compartimentos conectados por descargadores de fondo (0,30 m
de diámetro) y un vertedero, según se ilustra en la Figura 6.57.

271
a. vista de una de las cámaras de a (b) vista interna del conducto de
acceso al dispositivo regulador. regulación, con marcas de niveles
máximos luego de ocurrida la
tormenta Stan (octubre 2005).
Figura 6.56. Dispositivo de regulación por conducto (Urbanización Paso
Fresco).

Figura 6.57. Detalle constructivo de la cámara del dispositivo de


almacenamiento y regulación (Residencial Paso Fresco, AMSS)

El sistema fue simulado matemáticamente, incluyendo


lotes, espacios verdes y sus respectivas calles (Figura 6.58;
Bertoni y Catalini, 2005). Para verificar el comportamiento del
sistema de drenaje antes distintos escenarios fueron utilizadas
272
tormentas de proyecto basadas en las curvas i-d-f de la región. Los
eventos analizados fueron supuestos de 2 horas de duración y con
periodos de retornos que abarcaron 2, 5, 10, 25 y 50 años.
Las simulaciones efectuadas reflejaron el comportamiento
del sistema de drenaje ante tres escenarios básicos alternativos:
(i) estado rural de preurbanización;
(ii) desarrollo urbano tradicional “sanitarista” y
(iii)desarrollo urbano con control del escurrimiento.

Figura 6.58. Esquema de simulación de la urbanización Residencial Paso


Fresco.

El primer escenario indicado refleja las condiciones que


deberían ser mantenidas luego de la urbanización. El segundo
escenario permite observar el impacto del desarrollo urbano
tradicional basado simplemente en obras de captación y
conducción que aceleran el escurrimiento. Las simulaciones
dentro del tercer escenario incluyeron:
(a) el análisis del comportamiento del dispositivo de
regulación existente;
(b) la optimización del dispositivo existente, que implicó
una reducción del diámetro del conducto de control del
escurrimiento, y

273
(c) el replanteo del sistema de control adicionando un
sistema de infiltración/exfiltración mediante la
realización de una trinchera de material poroso y de
perforaciones en las paredes del conducto empleado
como sistema de regulación subterráneo.

Simulación estado rural de preurbanización


En este caso la totalidad de la urbanización fue supuesta en
estado rural. La Tabla 6.10 presenta los resultados obtenidos bajo
este supuesto.

Tabla 6.10. Caudales y volúmenes de salida para el escenario rural


preurbanización.
Tr [años] 2 5 10 20 50
Caudal
Salida [l/s] 410 560 650 780 950
Volumen [m] 762 1005 1338 1416 1707

Simulación escenario sanitarista


En la Tabla 6.11 se pueden apreciar los valores
modelados para las distintas recurrencias bajo análisis. Se observa
que, como es lógico, el mayor impacto de la urbanización se hace
sentir sobre las tormentas más frecuentes, es decir, para tiempos
de retorno bajos. Este impacto se traduce en un aumento de los
caudales y de los volúmenes escurridos y en una reducción de los
tiempos de respuesta de la cuenca.

Tabla 6.11. Caudales y Volúmenes de Salida para el escenario sanitarista.


Tr [años] 2 5 10 20 50
Caudal
Salida [l/s] 554.0 771.5 837.1 962.1 1092.4
Volumen [m] 1227 1500 1852 1939 2227

Simulación dispositivo existente (escenario de


regulación actual)
Los resultados son presentados en la Tabla 6.12.

Tabla 6.12. Caudales y volúmenes de salida para el dispositivo de regulación


existente.
Tr [años] 2 5 10 20 50
Caudal
Salida [l/s] 457.1 769.9 838.0 960.5 1091.6
Volumen [m] 1224 1483 1859 1963 2234
Altura [m] 1,66 1,81 1,84 1,87 1,91
274
Las informaciones presentadas permitieron concluir que el
sistema de amortiguación y retención de excedentes actualmente
en operación posee características que le otorgan capacidad de
regulación para tormentas con tiempos de retorno superiores a los
ensayados en este estudio. En otras palabras, para tormentas con
recurrencias entre 2 y 50 años la existencia del conducto de salida
de 0,50 m y de un volumen insuficiente de almacenamiento (dado
por el conducto de 1,80 m) no consiguen amortiguar los caudales
de salida.
En síntesis, las características de los hidrogramas de salida
denotan el excesivo diámetro del conducto de salida a la red
municipal, el cual no permite retener los excedentes el tiempo
suficiente como para disminuir significativamente el impacto de la
urbanización sobre la red de desagües pluviales. La modelación
matemática de la totalidad de las urbanización permitió observar,
a su vez, que existe un sobredimensionamiento generalizado del
sistema de drenaje actual de los excedentes pluviales de la
urbanización (sistema de calles, conductos colectores, etc.).

Optimización del dispositivo existente


Bajo este escenario la alternativa seleccionada comprende
la reducción del conducto de salida del dispositivo de 0,50 m a
0,30 m, es decir, una reducción del 40 % en el diámetro del
conducto de regulación. Los resultados alcanzados mediante está
modificación son presentados en la Tabla 6.13 En ellas se puede
apreciar que se logra una reducción significativa de los caudales
pico en relación al dispositivo actual. Como era de esperar, el
efecto de amortiguación de caudales aumenta a medida que se
incrementa la recurrencia de las tormentas intensas.

Tabla 6.13. Caudales y volúmenes de salida para el dispositivo existente, con


reducción del 40 % en el conducto de salida.
Tr [años] 2 5 10 20 50
Caudal
Salida [l/s] 410.0 444.8 445.2 445.9 446.3
Volumen [m] 1227.00 1506.84 1852.08 1946.40 2215.89
H sobre
calzada [m] 0.0 0.20 0.22 0.23 0.23
Permanencia [min] 0 20 30 30 50

Como es lógico, la reducción del diámetro del conducto de


salida significa un aumento de los niveles máximos en el conducto
almacenador de 1,80 m de diámetro. Para recurrencias elevadas
(10 a 50 años) ello ocasiona inundaciones leves (en torno a 0,20
m) en las zonas más bajas (calles) de la urbanización, por periodos
275
de tiempo que en ningún caso supera 1 h de permanencia.
Este tipo de inundación controlada (en tiempo y en altura
máxima) es considerada aceptable dentro de los parámetros de
diseño de la calle, ya que permite que la misma cumpla con su
función básica aún ante tormentas severas.

Replanteo del dispositivo existente


Una nueva alternativa de modelación realizada sobre la
urbanización fue planteada a partir de la hipótesis de instalación
de un sistema de infiltración/exfiltración adicionado al dispositivo
existente. La redefinición del dispositivo de control incluyó la
existencia de una trinchera de regulación parcial alrededor del
conducto almacenador. El pasaje del flujo desde este último hacia
la trinchera se produce a través de 8 hileras de orificios realizados
sobre el conducto. Si las condiciones del suelo natural lo
permiten, el flujo desde la trinchera continúa infiltrándose hacia
capas más profundas. A los efectos de presentar estimaciones
conservativas del funcionamiento de la trinchera, la misma fue
simulada adoptándose parámetros del modelo matemático
correspondientes a una trinchera ensayada en el IPH-
UFGRS/Brasil. Merece indicarse que esta trinchera se encuentra
emplazada en un terreno mucho menos permeable que el del
AMSS, por lo que es altamente probable que en la mayoría de las
zonas comprendidas por el AMSS se obtengan, en realidad,
mayores volúmenes infiltrados en relación a los simulados.
Los resultados obtenidos permitieron observar reducciones
importantes en el caudal pico erogado hacia la red municipal para
todas las recurrencias analizadas (Tabla 6.14).

Tabla 6.14. Caudales y volúmenes de salida para el dispositivo con capacidad


de infiltración/exfiltración
Tr [años] 2 5 10 20 50
Caudal
Salida [l/s] 339.5 395.1 434.9 435.5 444.8
Volumen [m] 1209.57 1476.99 1830.60 1920.63 2145.00
h calzada [m] 0.00 0.00 0.00 0.01 0.20
Permanencia [min] 0 0 0 5 35

Si se comparan los resultados con aquellos


correspondientes a la alternativa de optimización del dispositivo
existente, se puede apreciar que sólo para recurrencias elevadas se
alcanzan niveles sobre la calzada, implicando una permanencia
sensiblemente inferior. Las disminuciones en los volúmenes
aportados fueron despreciables debido a la consideración del
276
funcionamiento conservativo de la trinchera. Se remarca que, en la
realidad, este tipo de dispositivo podrá ofrecer también como
beneficio la reducción de los volúmenes escurridos.

Comparación de resultados correspondientes a todos


los escenarios
La Figura 6.59 presenta los hidrogramas de salida de la
urbanización Residencial Paso Fresco correspondiente a cada uno
de los escenarios ensayados, para un tiempo de retorno de 10
años.
Entre los aspectos más destacados cabe citarse:
• el desarrollo urbano de la urbanización Residencial Paso
Fresco según el proceso tradicional de ejecución exclusiva
de obras de conducción de tipo “sanitarista” representaría
un fuerte impacto hidrológico en relación al estado rural
pre-urbanización del área. Este impacto estaría dado por
un significativo aumento del caudal pico, la reducción del
tiempo al pico y un importante aumento del volumen total
escurrido;
• el dispositivo de control del escurrimiento actualmente
existente en la urbanización consigue mantener el pico del
hidrograma generado por la urbanización dentro del 10 %
de crecimiento en relación a la situación de pre-
urbanización. Sin embargo, el volumen escurrido se
asemeja al del escenario sanitarista;
• la optimización del dispositivo existente (reducción del
diámetro de salida) permite alcanzar la condición de
“impacto hidrológico nulo” en términos de caudal y
tiempo al pico en relación a la situación rural. El volumen
escurrido se asemeja al del escenario sanitarista;
• La adopción de un dispositivo de control mediante
infiltración consigue alcanzar una condición de “impacto
hidrológico positivo” de la urbanización, ya que se observa
una reducción significativa del caudal máximo y un
aumento del tiempo al pico en relación a la condición de
pre-urbanización. El volumen escurrido es inferior a las
restantes situaciones urbanas ensayadas. La magnitud de
esta reducción depende de las condiciones de
permeabilidad y humedad antecedente del suelo
circundante.

277
900.00

800.00

700.00

600.00

500.00
Q [l/s]

400.00

300.00

200.00

100.00

0.00
00:00 00:30 01:00 01:30 02:00 02:30 03:00
t

Tr = 10 años Sist. Rural Tr = 10 años Sist. Sanitarista Tr = 10 años Sist. Existente Tr = 10 años Sist. d = 30 cm Tr = 10 años Disp. Inf.

Figura 6.59. Hidrogramas de salida para todos los escenarios ensayados (Tr =
10 años).
En otras palabras, la función de los dispositivos de control
del escurrimiento propuestos hace que el aumento de la
recurrencia de las tormentas se traduzca en un aumento de la
permanencia de los caudales máximos y no en un aumento de
estos últimos, tal como es habitual observar en las áreas urbanas
(Figura 6.60).

500.00

450.00

400.00

350.00

300.00

250.00

200.00

150.00

100.00

50.00

0.00
00:00 00:30 01:00 01:30 02:00 02:30 03:00

Tr = 2 años Q [l/s] Salida a red Tr = 5 años Q [l/s] Salida a red Tr = 10 años Q [l/s] Salida a
Tr = 20 años Q [l/s] Salida a red Tr = 50 años Q [l/s] Salida

Figura 6.60. Efecto de aumento de la permanencia de los caudales máximos


generado por los dispositivos de control propuestos.

6.3.4 Red de Micro Presas de Managua, Nicaragua


La Ciudad de Managua, capital de Nicaragua, posee un
área total de 544 km2 de los cuales 173.7 km2 corresponden al
278
área urbana. La población de la ciudad es de aproximadamente 1
millón de habitantes, con una tasa de crecimiento de 2,5 % anual.
La ciudad se desarrolla sobre un área de piedemonte, sobre el
Lago Xolotlán (o Lago de Managua). El relive de la región es
accidentado, razón por la cual la ciudad es atravesada por una
vasta red de cauces, en su mayoría de fuerte pendiente que
desaguan en el Lago de Managua (Figura 6.61).
A lo largo de su historia la ciudad ha sido afectada por
diversos terremotos (1844, 1855, 1931, 1972) que la han afectado
seriamente. Producto de ello, actualmente la ciudad presenta una
fisonomía de núcleos urbanos dispersos, entre los que se
intercalan zonas con menor densidad habitacional. A partir de la
década del 90 la ciudad recuperó una fuerte tendencia de
crecimiento, acompañando al desarrollo económico del país. El
acelerado crecimiento de la ciudad de Managua, con la expansión
hacia la periferia ha originado déficit en los servicios de
equipamientos y servicios básicos.

Figura 6.61. Ciudad de Managua y principales subcuencas de aporte (Fuente:


ALMA, 2005).

Entre los elementos más sensibles a la problemática urbana


de la ciudad, se pueden señalar los siguientes (Alcaldía de
Managua, 2005):
• Su ubicación greográfica, que la hace más vulnerable
frente a los desastres naturales, al ser atravesada por fallas
geológicas activas, una vasta red de cauces naturales y una
inclinación bastante acentuada de sur a norte, hacia la

279
costa.
• Debilidad en el control urbano por la falta de aplicación y
cumplimiento de las leyes y reglamentos urbanísticos, así
como la no actualización de las mismas que propician el
crecimiento anárquico de la ciudad.
• Déficit de viviendas
• Limitada cobertura de los servicios básicos en los sectores
habitacionales espontáneos.
• Limitaciones en el Servicio de Recolección de Basura.

El clima de la región es de tipo tropical, siendo frecuente


la ocurrencia de tormentas convectivas que producen chaparrones
de altas intensidades. Las crecidas originadas en las cuencas que
atraviesan a la ciudad arrastran considerable material sólido. En
las zonas de aguas arriba los residuos corresponden en su mayoría
a desechos de tipo agrícolas, originados en la cosecha de cultivos.
En la zona media y baja de las cuencas, ocupadas por la población
urbana, los desechos corresponden, en su gran mayoría, a envases
plásticos tipo PET.
Desde la década del 80 la ciudad desarrolló una red de
micro presas en el sector medio-bajo de cada cuenca, con el doble
objetivo de recolectar la basura y producir la amortiguación de los
picos de las crecidas (Figura 6.62). Hasta la actualidad han sido
construidas aproximadamente 15 micro presas. Aún cuando no
existe un monitoreo sistemático de los residuos sólidos colectados
y extraídos, Sarria Duarte (comunicación personal, 2005) analizó
el volumen de sedimentos extraídos en cada micro presa, con los
resultados que se presentan en la Figura 6.63. En el año 2005 fue
construido un nuevo reservorio, de 95.000 m3, que colecta la
basura de un sector urbano (Figura 6.64).

Figura 6.62. Micro presa de Villa Fontana en la ciudad de Managua (Fuente:


ALMA, 2005)

280
Figura 6.63. Volumen de sedimentos recolectados en la red de micro presas de
la ciudad de Managua (Fuente: Sarria Duarte, comunicación personal, 2005).

Figura 6.64. Concentración de basura urbana en la micro presa Los Gauchos


Tiscapa, inaugurada en 2005. Ciudad de Managua.

281
Referencias

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WORLD BANK (1995). 1995 World Development Indicators, N.Y. USA.

283
A
Anexo

Conceptos y glosario
A.1 Sistema de Drenaje: Los sistemas de drenaje se clasifican:
en la fuente, microdrenaje y macrodrenaje. El drenaje en la fuente
es definido por el escurrimiento que ocurre en el lote, condominio
o emprendimiento individual, estacionamientos, parques y paseos
públicos.
El microdrenaje es definido por el sistema de conductos
pluviales o canales a nivel del loteo (o lotificación) o de la red
primaria urbana. Este tipo de sistema de drenaje es proyectado
para atender al drenaje de precipitaciones con riesgo moderado.
El macrodrenaje involucra los sistemas colectores de
diferentes sistemas de microdrenaje. El macrodrenaje involucra
áreas de por lo menos 2 km2 (o 200 hectáreas). Estos valores no
deben ser tomados como absolutos porque la malla urbana puede
poseer las más distintas configuraciones. Este tipo de sistema debe
ser proyectado para acomodar las precipitaciones superiores a las
del microdrenaje con riesgos de acuerdo con los perjuicios
humanos y materiales potenciales.
Uno de los puntos que han caracterizado este tipo de
definición ha sido la metodología de estimación, ya que el Método
Racional es utilizado para estimación de caudales en el
microdrenaje, y los modelos hidrológicos que determinan el
hidrograma del escurrimiento son utilizados en el macrodrenaje.
Las simplificaciones aceptadas para el dimensionamiento en el
método Racional pueden ser utilizadas para cuencas del orden de
2 km2, que representa la restricción definida anteriormente.

A.2 Escurrimiento y condiciones de proyecto: El


escurrimiento en un río depende de varios factores que pueden ser
agregados en dos conjuntos:

Control aguas abajo. Los controles de aguas abajo que


modifican el escurrimiento aguas arriba son condicionantes en la
red de drenaje. Los controles de aguas abajo pueden ser
284
estrangulamientos del río debido a puentes, rellenos, cambio de
sección, reservorios, océano, etc. Estos controles reducen el
caudal de un río independentemiente de la capacidad local de
escurrimiento;

Controle locales. Definen la capacidad de cada sección del río de


transportar una cantidad de agua. La capacidad local de
escurrimiento depende del área de la sección, del ancho, del
perímetro y de la rugosidad de las paredes. Cuanto mayor la
capacidad de escurrimiento, menor el nivel de agua.
Para ejemplificar este proceso, se puede usar una analogía
con el tráfico de una avenida. La capacidad de tráfico de autos de
una avenida, en una determinada velocidad, depende de su ancho
y del número de vías. Cuando el número de autos es superior a su
capacidad, el tráfico se vuelve lento y ocurre congestionamiento.
En un río, a medida que llega un volumen de agua superior al
caudal normal, el nivel sube e inunda las áreas ribereñas. Por lo
tanto, el sistema está limitado en este caso a la capacidad local de
transporte de agua (o de autos).
Considere, por ejemplo, el caso de una avenida ancha con
dos vías para el mismo sentido, pero que existe un tramo en que
las dos vías se transforman en apenas una. Existe un tramo de
transición, antes de llegar al cambio de vía que reduce la
velocidad de todos los autos, creando un congestionamiento, no
por la capacidad de la avenida en aquel punto, sino por lo que
ocurre en el tramo posterior. En este caso, la capacidad está
limitada por la transición de vías (que ocurre aguas abajo) y no
por la capacidad local de la avenida. De la misma manera, en un
río, si existe un puente, relleno o otra obstrucción, el caudal de
aguas arriba es reducido por la restricción de aguas abajo y no
por su capacidad local. Con la reducción del caudal, ocurre un
aumento de los niveles. Ese efecto es muchas veces denominado
de remanso.
El tramo de transición, que sufre efecto de aguas abajo
depende de factores que varían con el nivel, desnivel del
escurrimiento y capacidad del escurrimiento a lo largo de todo el
tramo.
El escurrimiento puede ser considerado en régimen
permanente o no permanente. El escurrimiento permanente es
utilizado para proyecto, generalmente con los caudales máximos
previstos para un determinado sistema hidráulico. El régimen no
permanente, permite conocer los niveles y caudales a lo largo del
río y en el tiempo, representando la situación real. Generalmente,
una obra hidráulica que depende apenas del caudal máximo es

285
dimensionada para condiciones de régimen permanente y
verificada en régimen no permanente.

A.3 Riesgo e incertidumbre: El riesgo de un caudal o


precipitación es entendido en este texto como la probabilidad (p)
de ocurrencia de un valor igual o superior en un año cualquier. El
tiempo de retorno (T) es el inverso de la probabilidad (p) y
representa el tiempo, en media, que este evento tiene chance de
repetirse.

1
T= (a.1)
p

Para ejemplificar, considere un dado, que tiene seis caras


(números de 1 a 6). En una jugada cualquiera la probabilidad de
salir el número 4 es p = 1/6 (1 chance en seis posibilidades). El
tiempo de retorno es, en media, el número de jugadas que el
número deseado se repite. En ese caso, usando la ecuación a.1
queda T = 1 (1/6) = 6. Por lo tanto, en media, el número 4 se
repite a cada seis jugadas. Se sabe que este número no ocurre
exactamente a cada seis jugadas, pero si se repite la jugada
millares de veces y sacamos la media, ciertamente eso ocurrirá.
Siendo así, el número 4 puede ocurrir dos veces seguidas y pasar
muchas sin ocurrir, pero en media se repetirá en seis jugadas.
Haciendo una analogía, cada jugada del dado es un año para las
crecidas. El tiempo de retorno de 10 años significa que, en media,
la crecida puede repetirse a cada 10 años o en cada año esta
crecida tiene 10% de chance de ocurrir.
El riesgo o la probabilidad de ocurrencia de una
precipitación o caudal igual o superior en un determinado período
de n años es:

Pn = 1  (1  p )
n
(a.2)

Por ejemplo, ¿qué chance hay de ocurrir una crecida de 10


años en los próximos 5 años? O sea, se desea conocer cual la
probabilidad de ocurrencia para un período y no apenas para un
año cualquiera. En este caso:

5
 1
Pn = 1  1   = 0,41 o 41% (a.3)
 10 

286
La probabilidad o el tiempo de retorno es calculado con
base en la serie histórica observada en el lugar. Para el cálculo
de la probabilidad las series deben ser representativas y
homogéneas en el tiempo. Cuando la serie es representativa,
los datos existentes permiten calcular correctamente la
probabilidad. Por ejemplo, el período de crecida entre 1970 y
1998 en el río Guaíba en Porto Alegre, Brasil, no es muy
representativo, porque ocurrieron solamente crecidas pequeñas
y fuera de este período ocurrieron varias mayores.
La serie es homogénea, cuando las alteraciones en la
cuenca hidrográfica no producen cambios significativos en el
comportamiento de la misma y, en consecuencia, en las
estadísticas de los caudales del río.
En el proyecto de áreas urbanas, como ocurre alteraciones
en la cuenca, el riesgo utilizado se refiere a la ocurrencia de una
determinada precipitación, que se admite que no es influenciada
por la urbanización. La combinación de la ocurrencia en la
precipitación, su distribución temporal, condiciones
antecedentes, etc., hacen con que el riesgo de precipitación no
sea el mismo del riesgo del caudal resultante.
El riesgo adoptado para un proyecto define la relación
entre las inversiones involucradas para reducir la frecuencia de
las inundaciones y los perjuicios aceptados. Al adoptar un
riesgo de 10% anualmente, o tiempo de retorno de 10 años, se
acepta que en media podrán ocurrir eventos que produjeron
perjuicios una vez a cada 10 años. El análisis adecuado
involucra un estudio de evaluación económica y social de los
impactos de las crecidas para la definición de los riesgos. Sin
embargo, esta práctica es inviable debido al costo del propio
estudio para pequeñas áreas. De esta manera, los riesgos
usualmente adoptados son presentados en la tabla a.1.
El proyectista debe intentar analizar adicionalmente lo
siguiente:

• Elegir el límite superior del intervalo de la tabla cuando


involucren grandes riesgos de interrupción del tráfico,
perjuicios materiales, potencial interferencia en obras de
infraestructura como subestaciones eléctricas,
abastecimiento de agua, almacenamiento de productos
dañosos cuando mezclados con agua y hospitales;
• Cuando exista riesgo de vida humana se debe intentar
definir un programa de defensa civil y alerta y utilizar el
límite de 100 años para el proyecto;
• Evaluar cuál será el impacto para eventos superiores al

287
del proyecto y, plantear un sistema de alerta y
minimización de perjuicios.

La incertidumbre es la diferencia entre las estadísticas


del muestreo y de la población de un conjunto de datos. Las
incertidumbres están presentes en los errores de recolección de
datos, en la definición de parámetros, en la caracterización de
un sistema, en las simplificaciones de los modelos y en el
procesamiento de estas informaciones para definición del
proyecto de drenaje.

A.4 Glosario: Sistema natural: El sistema natural es formado


por el conjunto de elementos físicos, químicos y biológicos
que caracterizan el sistema natural de la cuenca hidrográfica y
los recursos hídricos formado por los ríos, lagos y océanos.

Ecosistemas pueden ser vistos como factores de producción


dinámicos para al desarrollo social y económico (Folke, 1997).
Los ecosistemas producen los recursos renovables y sus
mecanismos en el que la sociedad humana se basa. A nivel
global el ecosistema es energizado por la radiación solar y
sustentado por el ciclo hidrológico, y a nivel local por la biota
que soporta la vida y el ambiente integrado (Falkenmarker,
2003).
Tabla A. 1. Tiempo de retorno para sistemas urbanos.
Sistema Característica Intervalo Valor
frecuente
Residencial 2–5 2
Comercial 2–5 5
Áreas de edifícios 2–5 5
Microdrenaje públicos
Aeropuerto 5 – 10 5
Áreas comerciales y 5 – 10 10
avenidas
Macrodrenaje 10 - 25 10
Zonificación de áreas 5 - 100 100*
ribereñas
* limite del área de reglamentación

Conservación: es entendida como la acción que minimiza la


acción antrópica sobre el ecosistema;

Preservación: es entendida como la acción que evita cualquier


acción antrópica sobre el ecosistema;

Desarrollo sustentable: es el desarrollo económico y social que

288
conserva y preserva los ecosistemas a lo largo del tiempo.

Gerenciamiento integrado de los Recursos Hídricos: es el proceso


que promueve el desarrollo coordinado y el gerenciamiento del
agua, tierra y recursos relacionados para maximizar el
resultado económico y social de forma equitativa sin
comprometer la sustentabilidad vital del ecosistema (GWP,
2000).

Carga: es el producto de la concentración de un parámetro de


calidad del agua por el caudal y es más representativo que la
concentración de un parámetro de calidad del agua. Una
concentración puede ser alta con pequeño caudal y muy bajo
con alto caudal.

Disponibilidad hídrica: es la disponibilidad de agua en un


determinado lugar a lo largo del tiempo. La disponibilidad
puede ser de agua superficial o subterránea.

Regulación de caudal: La disponibilidad hídrica puede ser


natural, sin efecto de regulación y con regulación a partir de un
reservorio. La regulación puede ser medida con base en una
porción del caudal medio, debido que el caudal mayor, que
puede ser regulado, es el caudal medio que representa el
máximo caudal disponible. Dependiendo del clima y de las
condiciones topográficas el caudal regulado puede variar entre
0,25 y 0,8 del caudal medio. Para climas húmedos en Brasil ha
sido utilizado valores de 0,6 a 0,7 del caudal medio y para
clima semiáridos de 0,20 a 0,40 (Silva y Tucci, 2002);

Enfermedades vehículadas por el agua: Existen muchas


enfermedades que se transmiten a través del agua. En Brasil
65% de las internaciones hospitalarias son provenientes de
enfermedad de vehiculación hídrica. Las enfermedades
transmitidas a través del agua pueden ser clasificadas basadas
en el concepto de White et al. (1972) y presentado por Prost
(1993):

• Enfermedades con fuente en el agua (water borne


deseases): dependen del agua para su transmisión como el
cólera, la salmonela, la leptospirosis, (desarrollada durante
las inundaciones por la mezcla de la orina del ratón),
diarrea, etc. El agua en este caso se transforma en el
vehículo pasivo para el agente de infección;

289
• enfermedades debido a falta de higiene (water-washead
diseases): dependen de la educación de la población y de
la disponibilidad de agua segura. Estas enfermedades están
relacionadas con infecciones de oído, piel y ojos;

• relacionado con el agua (water-related): en el cual el


agente utiliza el agua como la malaria, esquisostomosis (el
agente utiliza el agua para desarrollarsse) y fiebre
hemorrágica.

Fuentes contaminantes: fuentes difusas y puntuales. Las fuentes


difusas, generalmente son de origen urbana (escurrimiento
pluvial), agrícola (escurrimiento pluvial que transporta materia
orgánica, sedimentos, agroquímicos, entre otros), producción
agropecuaria difusa (granjas con aves y cerdos), mineración
dispersa (uso de mercurio, mineración de carbón que deja el agua
ácida, etc.); efluentes de cloacas en fosas; las fuentes puntuales
tradicionales son los efluentes domésticos urbanos y rurales y
efluentes industriales.

Indicadores de calidad del agua: los indicadores pueden ser


índices que combinan concentración de determinados
constituyentes del agua. Los índices intentan reflejar las
condiciones del agua para diferentes usos en función del
encuadramiento del río (definiciones cuanto al uso). Los
indicadores también pueden ser la concentración de algunos
parámetros de calidad del agua que reflejan las condiciones en
función de las fuentes contaminantes. Por ejemplo, la
concentración de coliformes (en partes por millón), generalmente
es utilizada para caracterizar el agua en cuanto a la contaminación
para los fines de abastecimiento de agua cuando la fuente es
orgánica humana. El oxígeno disuelto (OD) y la demanda
bioquímica de oxígeno (DBO) son parámetros de calidad que
permiten una visión de las condiciones del río para contaminación
orgánica en general y en la vida acuática. La concentración de
Nitrógeno y Fósforo son utilizadas para caracterizar si un sistema
hídrico puede eutrofizar. La DQO es la Demanda Química de
Oxigeno utilizada como indicador de contaminación de algunas
industrias.

290
Medidas de control de inundaciones:

estructurales: cuando el hombre altera el sistema natural para


control de inundaciones como por ejemplo, diques, presas,
reforestación, etc;

no estructurales: cuando el hombre convive con la inundación a


través de: seguro contra inundación, previsión y alerta de
inundación, zonificación de las áreas de inundación, protección
local y medidas legales asociadas.

Metas del Millenium: Las Naciones Unidas han establecido


como meta para el año 2015 la reducción en 50 % la pobreza en el
mundo. En el contexto de Agua y Saneamiento estas metas
establecen la reducción también en el 50 % de las personas que no
poseen acceso al agua tratada y en la misma proporción para
saneamiento de efluentes domésticos.

Modificación climática: son las alteraciones de la variabilidad


climática debido a las actividades humanas.

Usos consuntivos del agua: son usos que reducen el volumen


entre la retirada del sistema hídrico y su retorno. Generalmente
son considerados como usos consuntivos: abastecimiento
humano, animal, industrial e irrigación.

Variabilidad climática: son las variaciones del clima en


función de los condicionantes naturales del globo terrestre y sus
interacciones. Modificaciones Climáticas son las alteraciones del
clima en función de las acciones antrópicas. Por otro lado el IPCC
(2001) define Modificación Climática (Climate Change) como los
cambios de clima en el tiempo debido a variabilidad natural y/o
resultado de las actividades humanas (acciones antrópicas).

Vulnerabilidad a eventos extremos: es la incapacidad de la


población de retornar a las condiciones previas de ocurrencia del
evento en términos de habitación y condiciones socioeconómicas.

291
B
Anexo

Reglamentación de Porto
Alegre - Brasil
Legislación Federal y Provincial (o Departamental): Las
legislaciones que involucran el drenaje urbano y la inundación
ribereña están relacionadas con: recursos hídricos, uso del suelo y
licenciamiento ambiental.

En relación a los Recursos Hídricos: La Constitución Federal


de Brasil define el dominio de los ríos; la Legislación Federal
define los recursos hídricos a nivel federal y establece los
principios básicos de la gestión a través de cuencas hidrográficas.
La cuenca del río Guaíba, en la cual se inserta la ciudad de Porto
Alegre, se encuentra dentro de un sistema hídrico de dominio del
Estado.
La Constitución del Estado, artículo. 171, instituye el
Sistema Provincial (Departamental) de Recursos Hídricos y, en su
párrafo 1, caracteriza que el sistema debe desarrollar acciones
para “controlar las aguas superficiales y subterráneas”: La ley
provincial nº 10.350 del 30 de diciembre de 1994, reglamenta el
Sistema Provincial de Recursos Hídricos. En su artículo 2;
dentro de la política, uno de los objetivos es el de “combatir los
efectos adversos de crecidas y sequías y de la erosión del suelo” e
“impedir la degradación y promover la mejoría de la calidad y el
aumento de la capacidad de abastecimiento de los cuerpos de
agua superficiales y subterráneos...”
El artículo 3º destaca que “todas las utilizaciones de los
recursos hídricos que afectan su disponibilidad cualitativa o
cuantitativa, salvadas aquellas de carácter individual, para
satisfacción de las necesidades básicas de la vida, que quedan sujetas
a la previa aprobación del Estado”.
La Legislación establece la descentralización del
gerenciamiento a través del Comité de Cuenca como primera
292
medida para resolución de eventuales conflictos de usos de los
recursos hídricos.
El artículo 29 caracteriza que “dependerá del otorgamiento
del uso del agua cualquier emprendimiento o actividad que altere
las condiciones cuantitativas y cualitativas o ambas de las aguas
superficiales o subterráneas, observado el Plan Provincial y los
Planes de la Cuenca Hidrográfica”. Dentro de este contexto el
escurrimiento pluvial resultante de las ciudades debe ser objeto de
otorgamiento o de control a ser previstos en los Planes referidos.
Como estos procedimientos aún no están siendo cobrados por el
Estado, no existe en el momento una presión directa para la
reducción de los impactos resultantes de la urbanización.
La tendencia será que los Comités y el Estado, en áreas de
su dominio, como el del Lago del río Guaíba próximo a Porto
Alegre, establezcan patrones a ser perseguidos por los municipios
con relación a la cantidad y calidad del agua.

En relación al uso del suelo: En la Constitución Federal


(artículo 30), se define que el uso del suelo es municipal. Sin
embargo, los Estados y la Unión pueden establecer normas para
la disciplina del uso del suelo con el objetivo de proteger el medio
ambiente, de controlar la contaminación, la salud pública y la
seguridad. De esta manera, se observa que en el caso del drenaje
urbano que involucra el medio ambiente y el control de la
contaminación, la materia y competencia es concurrente entre el
Municipio, el Estado Provincial y la Nación. La tendencia es que
los municipios introduzcan directrices de macro zonificación
urbana en los Planes Directores de Desarrollo Urbano,
incentivados por las Provincias.
Sin embargo, se observa que la zonificación relativa al uso
del suelo no ha contemplado los aspectos del drenaje y de las
inundaciones en muchas ciudades del país.
Lo que ha sido observado son legislaciones fuertemente
restrictivas en cuanto a la protección de manantiales y ocupación
de áreas de reserva ambiental, sin que el municipio adquiera la
propiedad y reciba impuestos de la misma. La legislación muy
restrictiva sólo produce reacciones negativas y desobediencia. Por
lo tanto, no favorece los objetivos de control del drenaje urbano.
Esto ocurre en la forma de invasión de las áreas, loteos
(lotificaciones) irregulares, entre otros.

En relación a la licencia ambiental: Esta licencia establece los


límites para la construcción y operación de canales de drenaje,
regulado por la ley 6938/81 y resolución CONAMA nº 237/97. De

293
la misma manera, la resolución CONAMA 1/86 artículo 2º, § VII
establece la necesidad de la licencia ambiental para las “obras
hidráulicas para drenaje”.
Recientemente, al referirse a los procedimientos para la
licencia ambiental en la ciudad de Porto Alegre, fue acordado que
ésta será de atribución del municipio, respetada la legislación
existente, de esferas superiores o correlatos.
En cuanto al límite con otras ciudades, la ciudad de Porto
Alegre posee una pequeña área en cuencas comunes con otros
municipios. Las principales son: (a) el tramo de aguas arriba en
la cuenca del Arroyo Diluvio, que queda dentro del municipio de
Viamão, donde las acciones que ahí ocurren en la parcela de la
referida ciudad puedan afectar la cuenca del Diluvio aguas abajo,
en Porto Alegre; (b) una área contribuyente de la margen
izquierda del Arroyo Feijó, que forma el límite de la ciudad de
Porto Alegre con las ciudades de Alvorada y Viamão. En este
caso, el ordenamiento y el control urbano de los dos lados del
arroyo deben ser coherentes con la política de control del drenaje.
El control institucional del drenaje que involucre más de
un municipio puede ser realizado: (a) a través de la legislación
municipal adecuada para cada municipio; (b) o a través de
legislación provincial que establezca los patrones a ser
mantenidos en los municipios, de tal manera que no transfieran
impactos; (c) el uso de los dos procedimientos anteriores.
Probablemente, la última hipótesis deberá ocurrir a largo plazo,
pero a corto plazo es más viable la primera opción, hasta que los
Comités de Cuenca y los Planes Provinciales desarrollen la
reglamentación sectorial. Por lo tanto, cuando sean desarrollados
los Planes de las Cuencas que involucran más de un municipio, se
debe buscar acordar acciones conjuntas con estos municipios para
obtenerse la planificación de toda la cuenca.

Plan Director de Desarrollo Urbano y


Ambiental
A continuación son destacados los principales elementos
de la legislación municipal, Plan Director de Desarrollo Urbano y
Ambiental (PDDUA), ley nº 434 de 1999, relacionados con el
drenaje urbano.
Valoración ambiental, principios y estrategias: El
PDDUA de la ciudad de Porto Alegre destaca en sus principios
básicos, artículo 1º § II, la promoción de la calidad de vida y del
ambiente, reduciendo las desigualdades y la exclusión social. El
propio Plan incorpora en el título, en los principios y en las
294
directrices la visión de la sustentabilidad ambiental (artículo 2°).
El artículo 13º define los objetivos ambientales de
valoración ambiental del Plan, mientras que el artículo 15 define
los elementos naturales del ambiente y el artículo 16 caracteriza el
curso del agua por la masa líquida que cubre una superficie,
siguiendo un curso o formando un bañado, cuya corriente puede
ser perenne, intermitente o periódica.
La implementación de la estrategia ambiental (artículo 17º)
será desarrollada, entre otros, a través de la promoción de
acciones de saneamiento, monitoreo de la contaminación y de
optimización del consumo energético. El drenaje urbano se inserta
en el contexto del saneamiento ambiental. Aún dentro de la
estrategia de calificación ambiental, algunos de los programas
previstos en el artículo 18º, que de alguna manera se
interrelacionan con este plan, son el Programa de Implantación y
Mantenimiento de Áreas Verdes Urbanas (III), Programa de
Gestión Ambiental (V), Programa de Prevención y Control de la
Polución (VI). En el artículo 25º son definidas las estrategias de
planificación de la ciudad donde se destacan el Programa de
Sistemas de Informaciones y en el (IV) el Programa de
Comunicación y Educación Ambiental, en el cual se insertan
programas similares previstos en este plan.
Formulación de política, planes y programas: En
artículo 39 son definidas las atribuciones del Consejo Municipal
de Desarrollo Ambiental que objetiva formular las políticas,
planes, programas y proyectos de desarrollo urbano, en el cual el
Plan Director de Drenaje Urbano (PDDRU) es uno de los planes.
Este consejo tiene representación municipal, provincial y
nacional, de entidades gubernamentales, de entidades no
gubernamentales y de las regiones de planeamiento de la ciudad.
El artículo 42 define que el planeamiento será elaborado
a través del PPDUA (Plan de Desarrollo Urbano y Ambiental)
y en el artículo 43 prevé la existencia de Planes Sectoriales o
Intersectoriales.
Instrumentos de regulación: En los instrumentos de
regulación son definidos los tipos de proyectos, los estudios
necesarios de acuerdo con las características de los proyectos,
dando énfasis a la adecuación ambiental y al control de la
contaminación, del cual el drenaje es un componente importante.
Dentro de este contexto, el Estudio de Viabilidad
Urbanística es solicitado para emprendimiento urbanos, buscando
analizar el impacto sobre la infraestructura urbana donde se
incluye el drenaje (Art. 63, párrafo 1).

295
El PDDUA prevé, en la legislación, algunos instrumentos
importantes para el drenaje urbano de acuerdo con el
encuadramiento de las áreas:

• Áreas de poca ocupación(Art. 65) donde están previstas


medidas que controlan la contaminación de las aguas, no
alteren la absorción del suelo y no tengan riesgos de
inundación.
• Áreas de contención de crecimiento urbano (Art. 80) son
áreas que pueden ser definidas en función de la
densificación actual y su futuro agravamiento de
restricciones por el aumento de las inundaciones o de los
condicionantes de drenaje. La ciudad de Porto Alegre
posee una extensa área ribereña donde los costos de
drenaje son muy altos. Con la impermeabilización
excesiva de estas áreas pueden surgir problemas
significativos en el drenaje, con frecuentes inundaciones.
El plan de cada cuenca puede permitir identificar estas
áreas;
• Áreas de revitalización (Art. 81): representan áreas del
patrimonio ambiental o relevantes para la ciudad que
necesitan tratamiento especial. El artículo 83 define las
áreas: Centro Histórico, Islas de Delta del Jacuí, Orla del
Guaíba, Praia de Belas. Solo el Centro Histórico no está
dentro del área de riesgo de inundación ribereña por la
protección dada por el Muro de Mauá.
• Áreas especiales de interés ambiental: son áreas
singulares que necesitan de tratamiento especial (Art. 85,
Párrafo I).
• Áreas de protección ambiental (Art. 87), pueden ser de
preservación permanente y conservación; poseen
características propias y necesitan de zonificación
específica.

Plan Regulador: El artículo 97 establece una de las principales


bases para la reglamentación del drenaje urbano; éste establece
que en las zonas identificadas como problemáticas deberán ser
construidos reservorios de detención pluvial. En su párrafo único
define que será de atribución del Ejecutivo la definición de los
criterios a través de decreto.
El artículo 134 restringe el parcelamiento del suelo en
terrenos sujetos a inundación, antes de la toma de acciones para
asegurar el escurrimiento de las aguas y protección contra las
crecidas e inundaciones, y en terrenos donde las condiciones

296
geológicas e hidrológicas no aconsejan edificaciones (Anexo 8.1).
En el 3º párrafo, establece los condicionantes del espacio para el
drenaje urbano como la faja “no edificable”, y, en el párrafo 6º,
define que los nuevos emprendimiento deben mantener las
condiciones hidrológicas originales de la cuenca, a través de la
amortiguación del caudal pluvial.
El artículo 137 reserva áreas para los equipamientos
urbanos, entre los cuales se encuentra el drenaje urbano.
El artículo 160 de las disposiciones transitorias destaca la
necesidad de decreto del legislativo para la definición y
dimensionamiento de los reservorios de aguas pluviales.
Uno de los aspectos relacionados con la protección
ambiental y el drenaje urbano se refiere a la faja marginal de los
arroyos urbanos. El Código Forestal prevé la distancia de 30 m
desde la margen de los arroyos, definida por la sección del lecho
menor. En el desarrollo de la ciudad no se observa que este límite
ha sido atendido, lo que dificulta el control de la infraestructura
del drenaje urbano. En este sentido, se observa la necesidad de
medidas para actuar sobre la ciudad ya desarrollada con
parcelamiento aprobado y el cobro sobre los futuros
parcelamientos de la ciudad.

Reglamentación propuesta

Los principios de la reglamentación propuesta se basan en


el control en la fuente del escurrimiento pluvial a través del uso de
dispositivos que amortigüen el escurrimiento de las áreas
impermeabilizadas y/o recuperen la capacidad de infiltración a
través de dispositivos permeables o por el drenaje en áreas de
infiltración.
Considerando la legislación municipal que instituye el
PDDUA, analizada en el ítem anterior, la propuesta del decreto
aquí presentada reglamenta el artículo 97º como previsto en el
párrafo único y el artículo 160 de las disposiciones transitorias.
Además de esto, se debe destacar que en el artículo 134, párrafo 6
del parcelamiento de suelo, la ley también prevé estas mismas
condiciones para nuevos emprendimientos.
A continuación se presenta la propuesta del decreto
municipal para ser evaluada por el Ejecutivo, que sugiere la
reglamentación de los artículos 97 y 134 del Plan de Desarrollo
Urbano y Ambiental.
Esta propuesta se base en la estandarización de elementos
básicos para la reglamentación, que son:
297
• Caudal máximo de salida a ser mantenido en todos los
desarrollos urbanos como es el caso de nuevas
edificaciones o parcelamientos;
• Volumen de detención necesario para el
mantenimiento del caudal máximo citado en el ítem
anterior;
• Espacio para el empleo de pavimentos permeables y
otras medidas
de control en la fuente del drenaje urbano por los
emprendedores;
• Faja de dominio y condicionantes para nuevos
parcelamientos.

Decreto propuesto
DECRETO N °
Reglamenta el control del drenaje urbano.
El Intendente Municipal de Porto Alegre, en el uso de sus
atribuciones legales y teniendo en cuenta los Art. 97 y Art. 135 §
6° de la Ley Complementar 434/99 y considerando que:

• compete al poder público prevenir el aumento de las


inundaciones debido a la impermeabilización del suelo
y a la canalización de los arroyos naturales;
• el impacto resultante de la impermeabilización
produce un aumento de la frecuencia de
inundaciones y el aumento del transporte de
material sólido, que degrada el ambiente urbano y
disminuye la calidad del agua;
• • debe ser responsabilidad de cada emprendedor el
mantenimiento de las condiciones previas de
inundación en los arroyos de la ciudad, evitándose la
transferencia para el resto de la población de la carga
de la compatibilización del drenaje urbano;
• • la preservación de la capacidad de infiltración de
las cuencas urbanas es prioridad para la conservación
ambiental de los arroyos y ríos que componen el
macrodrenaje y de los ríos receptores del escurrimiento
de la ciudad de Porto Alegre,

Declara que:

Art. 1º Toda ocupación que resulte en superficie impermeable,


298
deberá poseer un caudal máximo especifico de salida para la red
pública menor o igual a 20,8 l/(s.ha).

§ 1a El caudal máximo de salida es calculado


multiplicándose el caudal especifico por el área total del
terreno.
§ 2º Serán consideradas áreas impermeables todas las
superficies que no permitan la infiltración del agua
hacia el subsuelo.
§ 3° El agua precipitada sobre el terreno no puede
ser drenada directamente hacia las calles, cordón cuneta
y/o redes de drenaje, exceptuándose el previsto en el § 4°
de este artículo.
§ 4º Las áreas de retiro de la línea municipal,
mantenidas como áreas verdes, podrán ser drenadas
directamente hacia el sistema de drenaje.
§ 5° Para terrenos con área inferior a 600 m2 y para
habitaciones unifamiliares, la limitación de caudal
referido en el inicio de este artículo podrá ser
desconsiderada, a criterio del Departamento de
Desagües Pluviales.

Art. 2° Todo parcelamiento del suelo deberá prever en su


implantación el límite del caudal máximo especifico dispuesto en
el Art. 1º.
Art. 3° La comprobación del mantenimiento de las condiciones
de ocupación previa en el lote o en el parcelamiento del suelo
debe ser presentada al DEP- (Departamento de Esgotos
Pluviais4).
§ 1º Para terrenos con área inferior a 100 (cien) hectáreas
cuando el control adoptado por el emprendedor sea el
reservorio, el volumen necesario del reservorio debe ser
determinado a través de la ecuación:

v = 4,25  AI

donde v es el volumen por unidad de área de terreno, en


m3/ha, y AI es el área impermeable del terreno, en %.

§ 2º El volumen de reservación necesario para áreas


superiores a 100 (cien) hectáreas debe ser determinado

4
N.de T: Departamento de Desagües Pluviales de la Municipalidad de Porto
Alegre
299
a través de estudio hidrológico especifico, con
precipitación de proyecto con probabilidad de ocurrencia
del 10% en cualquier año (Tiempo de retorno =
10(diez) años).
§ 3º Podrá ser reducida la cantidad del área a ser
computada en el cálculo referido en el §1º caso sean
aplicadas las siguientes acciones:
• Aplicación de pavimentos permeables (bloques
perforados con relleno de arena o césped, asfalto
poroso, concreto poroso) para reducir en un 50% el
área que utiliza estos pavimentos;
• Desconexión de las canaletas del tejado para
superficies permeables con drenaje reducir en un 40%
el área del tejado drenado;
• Desconexión de las canaletas de tejado para superficies
permeables sin drenaje reducir en un 80% el área del
tejado drenado;
• Aplicación de trincheras de infiltración reducir en
un 80% las áreas drenadas para las trincheras.
§ 4° La aplicación de las estructuras listadas en el §
3 0 estará sujeta a la autorización del DEP, después de la
debida evaluación de las condiciones mínimas de
infiltración del suelo en el lugar de implantación del
emprendimiento, a ser declaradas y comprobadas por el
interesado.
§ 5 º Las reglas de dimensionamiento y construcción
para las estructuras listadas en el § 3º como también para
los reservorios deberán ser obtenidas en el Manual de
Drenaje Urbano del Plan Director de Drenaje Urbano
de Porto Alegre.
Art. 4° Después de la aprobación del proyecto de drenaje pluvial
de la edificación o del parcelamiento por parte del DEP, es
vedada cualquier impermeabilización adicional de superficie.
Párrafo Único: La impermeabilización podrá ser realizada
en el caso que haya retención del volumen adicional generado
de acuerdo con la ecuación del Art.3º §i 1º.
Art. 50 Los casos omitidos en el presente decreto deberán ser
objeto de análisis técnico por parte del DEP.
Art. 6° Este decreto entrará en vigor en la fecha de su
publicación, revocadas las disposiciones en contrario.

MUNICIPALIDAD DE PORTO ALEGRE

300
301
C
Anexo

Rateo de costo del drenaje


urbano para áreas no-
controladas
C.1 Costo de Mantenimiento

El costo unitario uniforme sería

Ct
Cu =
Ab
(
$/m 2 ) (c.1)

donde Ab es el área de la cuenca en km2 y CT, costo total en $


millones, Ab el área de la cuenca que puede ser subdividida en:

100 = A p + A i (c.2)

siendo Ap la parcela de áreas permeables (%) y Ai la parcela de áreas


impermeables (%).
En un área urbana las áreas impermeables pueden ser
desdobladas en la expresión:

A i = i m +  i l (c.3)

donde es la parcela del área con calles y direcciones públicas,


como parques y plazas; im, es la parcela impermeable de esta área
(%), es la parcela del área ocupada por los lotes urbanos; il es la
parcela de impermeabilización del lote. En este caso se tiene que
=l- .
La ecuación anterior queda:

302
A i = im + (1   )il (c.4)

El valor de usualmente varía de 0,25 a 0,35 del área


loteada. Considerando el valor de = 0,25 y distribuyendo 15%
para calles y 10% para plazas y, a su vez, como las calles poseen el
100% de áreas impermeables y las plazas próximas de cero, resulta

im = (0,15 x100 + 0 x0,10 )/ 0,25 = 60% (c.5)

La ecuación 4 queda:

A i = 15 + 0,75  il (c.6)

El principio de la tasa de cobro de la operación y


mantenimiento del drenaje urbano es el de la proporcionalidad
con relación al volumen de escurrimiento superficial generado.
Considerando que las áreas impermeables poseen un coeficiente
de escurrimiento de 0,95 y las áreas permeables de 0,15
(Cp=0,15 e Ci = 0,95), el volumen generado por las áreas
impermeables es de 6,33 superior al de las áreas permeables. De
esta manera el costo unitario de un área permeable es:

0,15
Cup = Cui = 0,158  Cui (c.7)
0,95

donde Cui es el costo unitario de las áreas impermeables. El costo


total de la operación y mantenimiento es igual:

Ab
Ct = (Cup  A p + Cui  A i ) (c.8)
100

Utilizando las ecuaciones 2 y 7 en la ecuación 9, resulta:

A b  Cui
Ct = (15,8 + 0,842  A i ) (c.9)
100

El costo unitario de las áreas impermeables queda:

100  Ct
Cui = (c.10)
A b  (15,8 + 0,842  A i )

donde Cu está expresado en $/m2 , Ct en millones y Ab en km2.


303
Conocidos los valores de Ct, Ab y Ai de la cuenca total, el valor
de Cui es fijado para la cuenca o para el área total en cuestión.

El cálculo del costo a ser pago por una propiedad de área


A, en m2, resulta:

A
Tx = (Cui  A i + Cup  A p ) (c.11)
100

A
Tx = [Cui A i + 0,158  Cui  (100  A i )] (c.12)
100

A  Cui
Tx = (15,8 + 0,842  A i ) (c.13)
100

donde Ai es el área impermeable de la propiedad, en %. La


expresión de Ai puede ser obtenida a través de la ecuación 5 y,
sustituyendo en la ecuación 12 resulta:

A  Cui
Tx = (28,43 + 0,632  il ) (c.13)
100

Para verificar la coherencia de esta ecuación, considere


una cuenca donde el área impermeable total es de 40%. Para que
el área total de la cuenca tenga 40 % de áreas impermeables, el
área impermeable de los lotes será (según la ecuación 5) il =
33,33 %, y considerando A = Ab, utilizando las ecuaciones 11 y
12, se debe obtener Tx = Ct.
Para ejemplificar, considere el costo de $ 1.400,00/ha, en
una cuenca de 40 % de área impermeable, el costo de
mantenimiento de un lote de 300 m2 es obtenido utilizando
inicialmente la ecuación 9:

100x0,14
Cui = = $0,283/m 2 (c.14)
1x (15,8 + 0,842x40 )

Cup = 0,283/6,33 = $0,045/m 2 (c.15)

y la ecuación 12, resulta

304
300  0,283
Tx = (28,43 + 0,632  il ) = 24,137 + 0,545  (c.16)
100

Tabla C. 1.ejemplo del rateo de costo basado en el área impermeable del lote.
Área impermeable % Tasa anual para un terreno de 300
m2 $
5 26,86
10 29,59
20 35,04
30 40,49
40 45,94
50 51,39
60 56,84
70 62,29
80 67,74

Rateo de costos para implementación de las obras del Plan de


Drenaje
En este caso, el rateo de costos es distribuido sólo para las
áreas impermeabilizadas, que aumentaron el caudal por encima
de las condiciones naturales. En este caso, la ecuación l queda:

Ctp  100
Cup i = (c.17)
Ab  Ai

donde Ctp es el costo total de implementación del Plan y Ai es la


distribución de las áreas impermeables en cada área, dada por la
ecuación 5.
La tasa a ser cobrada para cada área del lote urbanizado
de il % es obtenida a través de la expresión:

A i  Cup i  A
Txp = (c.18)
100

lo que resulta, según la ecuación 5:

Cup i  A
Txp = (15 + 0,75  il ) (c.19)
100

Substituyendo la ecuación 14 resulta:

305
A  Ctp  (15 + 0,75  il )
Txp = (c.20)
Ab  Ai

donde, como anteriormente, Ai es el área impermeable de toda la


cuenca en %; A es el área del terreno en m2; Ab es el área de la
cuenca en km2; Ctp es el costo total en $ millones; il es el área
impermeable del lote en %.
Para un lote sin área impermeable, la contribución
tarifaria del propietario se refiere a la parcela común de las calles
y resulta:

15  A  Ctp 
Txp = (c.21)
Ab  Ai

Considere una cuenca que necesita $ 3 millones de


inversiones para el Plan Director. El área impermeable es de 40%
y el área de la cuenca de 5 km2. La tasa a ser paga para un terreno
de 300 m2 para implantación de las medidas en la cuenca es
obtenida por:

300  3  (15 + 0,75  il )


Txp = = 67,5 + 3,375  il (c.22)
5  40

En la Tabla C.2 son presentados los valores de acuerdo


con el área impermeable del lote.

Tabla C. 2. Tasa para la implementación del Plan Director de la cuenca para un


lote de 300 m2.
Área Impermeable [%] Tx [$]
0 67,50
10 101,25
20 135,00
30 168,75
40 202,50
50 236,25
60 270,00
70 303,75
80 337,50

306
307
D
Anexo

Elementos para la
reglamentación de
Porto Alegre
En la reglamentación para el desarrollo urbano es
necesario establecer criterios básicos de cálculo, de forma de
tornar más simple la definición de medidas legales y el
dimensionamiento del control debido a la impermeabilización.
Algunos de los elementos básicos de reglamentación son:

• Caudal especifico de predesarrollo;


• Volumen especifico necesario para el control de una
determinada área.

Caudal de predesarrollo

El caudal de predesarrollo corresponde a condiciones más


próximas a la situación natural. En principio, este caudal debe
ser mantenido después del desarrollo. Para la reglamentación de
este caudal es necesario establecer criterios simples que sean
aplicables de manera general en la ciudad, sin perjuicio de su control.
El caudal puede ser obtenido a través del Método Racional por la
expresión:

Q = 0,278  C  I  A (d.1)

donde Q es el caudal máximo en m3/s, I es la intensidad de la


precipitación en mm y A es el área de la cuenca en km2. Esta
ecuación puede ser expresada para el caudal especifico natural en:

308
Q
qn = = 2,78  C  I (d.2)
A

donde qn es obtenido en l/(s.ha).


Esta ecuación depende de C, coeficiente de
escurrimiento e I, intensidad de la precipitación en mm /h.

Coeficiente de escurrimiento: El coeficiente de escurrimiento de


una cuenca de superficies variables puede ser estimado por la
ponderación del coeficiente de diferentes superficies.
Considerando una cuenca urbana donde pueden existir dos tipos
de superficies: permeable e impermeable, por lo tanto es posible
establecer que:

Cp A p + Ci A i
C= (d.3)
At

donde Cp es el coeficiente de escurrimiento del área permeable de


la cuenca; Ap es el área de la cuenca con superficie permeable; Ci
es el coeficiente de escurrimiento de un área impermeable; A es la
parcela de la cuenca con área impermeable. Esta ecuación puede
ser transformada de acuerdo con lo siguiente:

Cp A p Ci A i
C= + = C p + (C i  C p ) AI (d.4)
At At

donde AI = Ai/At, representa la parcela de áreas impermeables.

Coeficiente medio: El coeficiente de escurrimiento puede ser


expresado por una relación lineal con la tasa de áreas
impermeables, donde los subíndices representan los valores
de las áreas permeables e impermeables. La influencia de AI
depende de la diferencia entre los coeficientes, como se
puede observar en el segundo término de la ecuación (4).
Con base en 44 pequeñas cuencas urbanas americanas
Schueler (1987) obtuvo la relación:

C = 0,05 + 0,9  AI (d.5)

Esta ecuación fue obtenida con R2 = 0,71. Urbonas et al.


(1990) utilizaron datos de 60 cuencas urbanas de los Estados
Unidos y obtuvieron:

309
C = 0,858  AI3  0,78  AI2 + 0,774  AI + 0,04 (d.6)

Como los datos utilizados se refieren a 2 años de datos


para las dos ecuaciones anteriores, probablemente el
coeficiente se refiere a una precipitación con riesgo del
mismo orden (Urbonas e Roesner, 1992).
En este caso, para la ecuación (5): Ci - Cp = 0,9, Cp =
0,05, Ci = 0,95. El resultado del ajuste muestra que el
coeficiente de áreas impermeables es de 0,95, debido a una
pérdida de 5%, que puede ser debido a: imprecisión de la
estimación de las áreas impermeables; infiltración de las juntas
de la superficie; evaporación de superficies calientes. En la
ecuación (6): C =0,04.
En Brasil no existe un muestreo de este tamaño de
cuencas urbanas, pero con la muestra disponible, Tucci (2000)
presentó la siguiente ecuación:

C = 0,047 + 0,9  AI (d.7)

Los datos utilizados fueron de 11 cuencas


seleccionadas (R2 = 0,92) según los siguientes criterios:

• Cuencas con por lo menos cinco eventos;


• valores consistentes de áreas impermeables;
• valores consistentes con relación a los eventos
hidrológicos.
Considerando que Q representa el coeficiente de
escurrimiento de una parcela urbanizada, el valor de 0,95
obtenido retrata principalmente superficies de asfalto y concreto
donde el valor es próximo del límite superior.
Adicionalmente se debe considerar que el propio
coeficiente de escurrimiento no es un valor fijo que puede variar
con la magnitud de las crecidas (Urbonas e Roesner, 1992), las
condiciones iniciales, las características de la distribución de la
precipitación y el tipo de suelo, entre otros. En una cuenca rural el
valor del coeficiente de escurrimiento no es siempre el
correspondiente a Cp=0,047, sino que varia de acuerdo con
condicionantes físicos. Estas ecuaciones permiten una estimación
media de este valor.

Coeficiente basado en el SCS: El valor de Cp en la ecuación (3)


representa el coeficiente de escurrimiento de una superficie
permeable que puede ser estimada con base a ecuación del SCS
(SCS, 1975):
310
 (P  0,2S )2  1
Cp =   (d.8)
 P + 0,8S  P

donde P es la precipitación total del evento en mm; S es el


almacenamiento, que está relacionado con el parámetro que
caracteriza la superficie (CN) por:

25400
S=  254 (d.9)
CN

El valor del CN depende del tipo de suelo y características


de la superficie. La precipitación total del evento para el método
racional es:

P = I tc (d.10)

donde I es la intensidad en mm/h y tc el tiempo de


concentración en horas. En la tabla I son presentados algunos
valores de S para algunas superficies, obtenidos con base en el
CN de las tablas de SCS (1975). En esta misma tabla son
presentados valores de Co para precipitación de 1 h y 2 años de
tiempo de retorno de Porto Alegre (riesgo aproximado de los
valores medios obtenidos de los eventos de la tabla 1). Estos
valores están en la vecindad del valor ajustado de Cp . La cuenca
del arroyo Diluvio (Porto Alegre), posee gran parte de las
cuencas analizadas con predominancia de suelos A, B y C,
mientras que los puestos con características rurales están en
suelos del tipo A y B, con predominancia para suelo del tipo
A.
Debido a la gran variabilidad de este coeficiente y la
necesidad de definir un valor padrón único, se utilizó el
coeficiente de escurrimiento C = 0,10, que representa un valor
intermediario entre los suelos A y B, que predominan en gran
parte de la ciudad.

Intensidad de la precipitación: La intensidad de la


precipitación es estimada de acuerdo con la duración o el tiempo
de concentración de la cuenca y del tiempo de retorno. Cuanto
menor el tiempo de concentración, mayor la intensidad y mayor
será el caudal especifico medio a ser adoptado. De la misma
manera, cuanto mayor el tiempo de retorno, mayor será el caudal
especifico natural. Valores altos de caudal específico natural
311
implican en un menor volumen de control para cada lugar.
Si se considera la curva de Intensidad-Duración-
Frecuencia del puesto de la Redenção (región central de Porto
Alegre), que a pesar de haber sido eliminado posee una seria
más extensa y representa un área más central de la ciudad, y se
analiza la intensidad para 1 hora, para diferentes riesgos, la
ecuación de escurrimiento en función del tiempo de retorno
resulta:

q = 8,35  T 0,217 (d.11)

Tabla D. 1. Valores de S y Cn.


Tipo de suelo Campo Calles de tierra Área agrícola
A
S (mm) 19,8 52,9-79,5 31,1 - 19,8
CD 0,032 0 0-0,03
B
S (mm) 11,2 22,8-32,5 11,91-20,7
CD 0,158 0-0,015 0,025-0,14
C
S (mm) 7,6 13,5-17,8 6,9-14,3
CD 0,277 0,049-0,108 0,094-0,31
D
S (mm) 6,3 9,7-12,7 5,0-11,9
CD 0,34 0,12 - 0,20 0,14-0,42

Tabla D. 2. Valores de Cp con R2 = 0,999.


Fuente Cp
Césped (suelo arenoso) ASCE, 1969 0,05 – 0,20
Césped (suelo pesado) ASCE, 1969 0,13 – 0,35
Bosques, parques y campos de deporte, 0,05 – 0,20
Wilken, 1978
Ecuación Schueller (USA, 44 cuencas) 0,05
Ecuación Urbonas et al (1990) (USA, 60 0,04
cuencas)
Ecuación Tucci (Brasil, 11 cuencas) 0,047
Usando Soil Conservation Service 0,025 – 0,31

En este caso, utilizando el tiempo de retorno de 10 años,


el valor recomendado es de 13,9 l/(s.ha). Para ejemplificar, el
valor medio utilizado en la ciudad de Seatle (USA) es de 14
l/(s.ha). El valor específico para 10 años en Denver, USA es de
q10 =16,7 1/s.ha.

312
Tabla D. 3. Valores de caudal especifico de predesarrollo
Tiempo de retorno Años Caudal l/s.ha
2 9,62
5 11,9
10 13,9
25 16,9
50 19,5
100 22,5

Volumen de control

El volumen de control para pequeñas áreas urbanas (< 2


2
km ) puede ser estimado con base en la ecuación:

V = (Q u  Q n )  t  k (d.12)

donde V es el volumen en m3; Q, es el caudal de predesarrollo en


m3/s; Qu es el caudal resultante del desarrollo urbano; t es la
duración en minutos y k = 60 para conversión de unidades.
El caudal debido al desarrollo urbano es estimado por la
ecuación (1). El caudal de predesarrollo fue estimado en el ítem
anterior a través de su caudal específico. Sin embargo,
transformando la ecuación 10 en volumen especifico, o sea,
volumen por unidad de área, resulta:

V
= (0,278  C  I  qn ) 60  t (d.13)
A

El coeficiente de escurrimiento puede ser estimado de


acuerdo con las áreas impermeables con Cp=0,10 e Q=0,95, lo cual
resulta en la expresión:

C = 0,10 + 0,95  AI (d.14)

La intensidad de la precipitación puede ser representada


por la ecuación:
a
I= (d.15)
(t + b)d
Sustituyendo en la ecuación del volumen específico
resulta:

313
 0,278  C  a 
v =   q n
  60  t
 (d.16)
 (t + b )d


El volumen máximo es obtenido para duración a través de


la ecuación:

1
 q  (t + 0,278  C  a ) (d+1) (d.17)
t =  n  b
 0,278  C  a(1  d) 

Utilizando los datos de precipitación de Porto Alegre


(Posto Redenção) se obtuvo los volúmenes para tiempos de
retorno variando de 2 a 100 años y áreas impermeables variando
de 5 a 100 %. En la tabla D.4 son presentados los resultados.
Estos valores fueron ajustados a una ecuación con la siguiente
expresión:

v = 2,624  T 0,269  AI (d.18)

donde T es dado en años; AI es el área impermeable en % y v


es obtenido en m3/ha. El coeficiente de determinación del ajuste
fue de R2 =0,99.
Para cada tiempo de retorno fueron también
ajustadas ecuaciones específicas, que representan mejor los
resultados. En la tabla D.5 son presentados los coeficientes
de la recta y el R2 de ajuste. En este caso, la recta resultante
para el tiempo de retorno de 10 años es:
v = 4,864  AI (d.19)

Tabla D. 4. Volumen específico en m3 /ha


Tiempo de retorno
Área 2 5 10 25 50 100
impermeable
%
5 21,82 25,83 29,25 34,45 38,89 31,52
10 33,52 40,25 46,11 55,13 62,97 43,67
20 59,66 72,95 84,77 103,32 119,82 69,47
30 88,35 109,35 128,29 158,42 185,64 97,46
40 118,91 148,51 175,51 218,93 258,63 127,6
50 150,94 189,91 225,77 283,98 337,72 159,75
60 184,18 233,18 278,62 352,96 422,17 193,86
70 218,45 278,09 333,76 425,45 511,46 229,84
80 253,63 324,44 390,94 501,12 605,16 267,55
90 289,62 372,10 449,97 579,72 702,96 306,95
100 326,34 420,95 510,71 661,04 804,58 347,96

314
En este caso, el volumen necesario para recuperar el
caudal preexistente para un área de 1000 m2 con 50 % del área
impermeable es:

V = (1000/1000 0)  4,864  50 = 24,32m 3 (d.20)

Para una profundidad de 2 m, corresponde a 12,32 m2 el


1,23% del área total.

Tabla D. 5. Coeficiente de la recta de ajuste del volumen específico para cada


tiempo de retorno
Tiempo de retorno años a R2
2 3,1648 0,9966
5 4,0416 0,9945
10 4,8640 0,9922
25 6,2252 0,9884
50 7,5090 0,985
100 9,0490 0,981
v = a AI; donde v es el volumen específico en m3 y AI en %.

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