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La constitucionalidad del término del Servicio Civil las siguientes: ( las que
analizo el TC)
La sentencia del Tribunal Constitucional del 26 de abril de 2016 implica un cambio muy importante
que pone fin a más de medio siglo de restricciones a la negociación colectiva de los trabajadores
30057, Ley del Servicio Civil, de 3 de julio de 2013, que impedían la negociación colectiva de
En relación al derecho de huelga, el artículo 45.2 de la Ley del Servicio Civil permite a la
entidad pública la contratación temporal del personal necesario para garantizar la
prestación de servicios mínimos de los servicios esenciales y los mínimos de los servicios
indispensables para el funcionamiento de la entidad, con lo que en la práctica se elimina el
derecho de huelga en el sector público.
De otra parte, también se pone en peligro la efectividad del derecho de al incluirse la
noción de “servicios indispensables para el funcionamiento de la entidad” porque no señala
qué actividades serán consideradas como tales, con lo que a través de ese concepto se
podría extender injustificadamente las restricciones de este derecho. Ello genera
inseguridad jurídica que puede prestarse a conductas arbitrarias de las autoridades
públicas.
Se alegó que el artículo 45.2 de la ley era inconstitucional porque no establece en qué
servicios esenciales o indispensables se puede restringir el derecho a la huelga, el
proceso para determinar cuáles son servicios públicos esenciales ni el número de
servidores que garanticen sus prestaciones y la facultad de contratar personal durante
huelgas contraviene el carácter restrictivo de la imposición de límites a este derecho.
Para los demandantes, la norma era inconstitucional porque no diferencia entre faltas
leves y graves y porque tipifica la falta administrativa de “prevaricación”. En cuanto a lo
primero, el Colegiado señaló que la ausencia de una gradación de las faltas no
convierte a la norma en inconstitucional porque el principio de legalidad se respeta de
manera suficiente si cada falta administrativas se encuentra previamente establecidas
como tales en la ley. Sobre la falta de “prevaricación”, entendió que ella sí era
inconstitucional porque, en los términos en que estaba redactada, carecía de suficiente
precisión, puesto que no permite conocer con suficiencia la conducta o conductas que
ella pretende sancionar.
A los alegatos de que la ley era inconstitucional porque vulneraba la autonomía de los
poderes del Estado, órganos constitucionales y gobiernos descentralizados, el Tribunal
Constitucional explicó que ello no es cierto porque ella establece un régimen único y
exclusivo para los servidores de las entidades públicas, respondiendo a la política
general en gestión de recursos humanos, pero no se involucra en las funciones de las
entidades estatales. Por eso, la norma crea la Autoridad Nacional del Servicio Civil,
pero no encarga establecer el contenido de los instrumentos de gestión de recursos
humanos de cada entidad.
Sobre los cuestionamientos a la disposición que establece que los servidores de los
regímenes de los Decretos Legislativos Nºs 276, 728 y 1057 pueden trasladarse
voluntariamente y previo concurso público de méritos al régimen de la Ley Servir, el
Tribunal Constitucional explicó que estos no tenían sustento en cuanto desaprobar el
concurso público no conlleva perder el puesto de trabajo ni el despido, sino que
supondrá permanecer en el régimen anterior.
Que la evaluación de los servidores públicos sirva de base para determinar el acceso, la
permanencia y la promoción en el Servicio Civil, teniendo en cuenta la capacidad y el
mérito, no es inconstitucional porque promueve que las entidades alcancen mayores
niveles de eficacia, eficiencia y la prestación efectiva de servicios de calidad en la
administración pública.
En ese sentido, el TC considera acorde con la Constitución que el Estado pueda planificar
y formular las políticas nacionales en materia de recursos humanos con el propósito de
alcanzar estándares de eficacia y eficiencia de la gestión pública que permitan atender las
demandas y necesidades de la sociedad.
“El Tribunal considera que la evaluación opera como una base para determinar el acceso
igualitario al servicio civil, así como la permanencia y la promoción, teniendo en cuenta la
capacidad y el mérito. En eso estoy totalmente de acuerdo.