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Expedientes 0025-2013-PI/TC; 0003-2014-PI/TC, 0008-2014-PI/TC, 0017-2014-PI/TC

La constitucionalidad del término del Servicio Civil las siguientes: ( las que
analizo el TC)

La sentencia del Tribunal Constitucional del 26 de abril de 2016 implica un cambio muy importante

que pone fin a más de medio siglo de restricciones a la negociación colectiva de los trabajadores

de la administración pública. Se han declarado inconstitucionales diversos artículos de la Ley Nº

30057, Ley del Servicio Civil, de 3 de julio de 2013, que impedían la negociación colectiva de

remuneraciones y la restringía sólo a condiciones de trabajo.

La N° 30057(Ley del Servicio Civil), tuvo como objetivo establecer un


régimen único y exclusivo para las personas que prestan servicios a las
entidades públicas del Estado, así como para aquellas personas que estén
encargadas de su gestión, del ejercicio de sus potestades y de la prestación de
servicios a cargo de estas. Con dicha ley se pretendía crear un régimen
laboral único y exclusivo de los servidores civiles, fomentando su desarrollo
profesional basados en la meritocracia y el incremento de remuneraciones
de acuerdo a sus capacidades (justicia meritocrática que tanta falta le hace a
nuestro sistema administrativo de recursos humanos).

Las disposiciones legales impugnadas vulneran el derecho a la estabilidad laboral de


los servidores. En ese sentido, y afirman que no existe condena a pena privativa de la
libertad efectiva de tres o más meses por un delito culposo. Con relación al artículo
49.h, sostienen que no se precisa si la inhabilitación del servidor público es de carácter
judicial o administrativo. Por otro lado, y con relación a los artículos 49.k y 49.1.,
afirman que la extinción de un órgano público o de puestos de trabajo por razones
tecnologicas, organizacionales o de otra índole no puede originar de forma directa o
inmediata la extinción del vínculo laboral.

Por su parte, el demandado sostiene que la norma impugnada establece rigurosos


requisitos para que estas causales de término del servicio civil puedan operar, y que lo
único que se pretende con la ley objetada es contar con servidores públicos idóneos
para que desempeñen sus labores de forma eficiente.

El Tribunal Constitucional declaró inconstitucionales algunos extremos de la Ley


Servir.los ocho principales argumentos de la decisión FUERON:
1. Las entidades excluidas de los alcances de la Ley del Servicio Civil

El Colegiado rechazó el argumento de que la norma vulnera el principio de igualdad al


excluir a ciertas entidades de sus alcances porque ello resulta constitucional si está
debidamente justificado en la naturaleza y la particularidad de las funciones que
desempeñan las entidades excluidas (como las Fuerzas Armadas y el Servicio
Diplomático, entre otros).

Precisamente por ausencia de justificación de la medida, declaró inconstitucional la


exclusión de los servidores civiles del Banco Central de Reserva del Perú, el Congreso
de la República, la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, y la Contraloría General de
la República.

También declaró inconstitucional el extremo de la ley que excluía de sus alcances a


los obreros de los gobiernos regionales y locales porque estos ejercen función pública,
aún cuando no desempeñen labores administrativas. Finalmente, rechazó el pedido de
que se excluya a los auxiliares jurisdiccionales del Poder Judicial, pues que una
persona que labora en una determinada entidad Estado, no implica que deba ser
comprendida en un régimen especial.

2. Sobre la Ley Servir y los derechos a la libertad sindical y a la negociación


colectiva

En relación a la negociación colectiva, un primer problema de la Ley del Servicio Civil es


que al prohibirse la negociación de condiciones económicas, se afecta el diálogo social
que es parte consustancial de la democracia. A través de una negociación colectiva plena
se permite que, en el ámbito laboral, se acuerden las condiciones económicas y de trabajo
en las que se prestará el trabajo humano, a través de la representación que ejercen el
Estado como empleador, y las organizaciones de trabajadores. Al ponerse obstáculos para
el ejercicio pleno de la negociación colectiva de los trabajadores públicos, se debilita
entonces el diálogo social y la democracia.
De esta forma, un gobierno que propugna o que tiende a la concertación nacional para
todo el país, en el plano laboral debe traducirse en un gobierno de concertación social que
propicie un clima de diálogo y paz que contribuya al desarrollo económico sustentable, a la
lucha contra la pobreza y la paz social.
Así, la actitud de un gobierno pluralista se diferencia radicalmente de la actitud de
gobiernos autoritarios y antidemocráticos que caracterizan su gestión laboral en
mecanismos de imposición vertical y en la permanente ausencia de mecanismos de
diálogo social.
Respecto a que los funcionarios públicos, directivos públicos y servidores de confianza
no gozan de derechos colectivos, el TC explicó que el Estado debe reconocer y
garantizar el derecho a la libertad sindical de los servidores públicos y señalar, a
través de su legislación, qué limitaciones tendrá este derecho, y en qué medida se
aplicarán a los funcionarios públicos con poder de decisión o de dirección y los
servidores de confianza.

Respecto a la Ley, el Colegiado consideró inconstitucional la norma cuando prohíbe la


negociación colectiva de la remuneración de los servidores públicos pues un
presupuesto limitado no puede vaciar de contenido este derecho, ya que es posible
discutir anualmente la posibilidad de incrementos remunerativos o de beneficios
económicos de los trabajadores públicos, siempre que se respete el límite
constitucional del presupuesto equitativo y equilibrado.

3. Cuestionamientos a la Ley Servir por la supuesta contravención del derecho a


la huelga

En relación al derecho de huelga, el artículo 45.2 de la Ley del Servicio Civil permite a la
entidad pública la contratación temporal del personal necesario para garantizar la
prestación de servicios mínimos de los servicios esenciales y los mínimos de los servicios
indispensables para el funcionamiento de la entidad, con lo que en la práctica se elimina el
derecho de huelga en el sector público.
De otra parte, también se pone en peligro la efectividad del derecho de al incluirse la
noción de “servicios indispensables para el funcionamiento de la entidad” porque no señala
qué actividades serán consideradas como tales, con lo que a través de ese concepto se
podría extender injustificadamente las restricciones de este derecho. Ello genera
inseguridad jurídica que puede prestarse a conductas arbitrarias de las autoridades
públicas.
Se alegó que el artículo 45.2 de la ley era inconstitucional porque no establece en qué
servicios esenciales o indispensables se puede restringir el derecho a la huelga, el
proceso para determinar cuáles son servicios públicos esenciales ni el número de
servidores que garanticen sus prestaciones y la facultad de contratar personal durante
huelgas contraviene el carácter restrictivo de la imposición de límites a este derecho.

4. El régimen disciplinario de la Ley de Servicio Civil

Para los demandantes, la norma era inconstitucional porque no diferencia entre faltas
leves y graves y porque tipifica la falta administrativa de “prevaricación”. En cuanto a lo
primero, el Colegiado señaló que la ausencia de una gradación de las faltas no
convierte a la norma en inconstitucional porque el principio de legalidad se respeta de
manera suficiente si cada falta administrativas se encuentra previamente establecidas
como tales en la ley. Sobre la falta de “prevaricación”, entendió que ella sí era
inconstitucional porque, en los términos en que estaba redactada, carecía de suficiente
precisión, puesto que no permite conocer con suficiencia la conducta o conductas que
ella pretende sancionar.

5. La autonomía de las entidades estatales y la Ley Servir

A los alegatos de que la ley era inconstitucional porque vulneraba la autonomía de los
poderes del Estado, órganos constitucionales y gobiernos descentralizados, el Tribunal
Constitucional explicó que ello no es cierto porque ella establece un régimen único y
exclusivo para los servidores de las entidades públicas, respondiendo a la política
general en gestión de recursos humanos, pero no se involucra en las funciones de las
entidades estatales. Por eso, la norma crea la Autoridad Nacional del Servicio Civil,
pero no encarga establecer el contenido de los instrumentos de gestión de recursos
humanos de cada entidad.

6. La contratación de directivos públicos

El Tribunal Constitucional explicó que no es inconstitucional la contratación de


directivos públicos (por tres años, renovable hasta en dos oportunidades, salvo para
los titulares de entes rectores de sistemas administrativos, que no tienen límite de
renovaciones), pues busca que la dirección pública no pierda dinamismo ni se
burocratice, permite dinamizar la movilidad de los servidores hacia los puestos
directivos, y habilita el acceso de los directivos públicos en forma ordenada en el
grupo directivo de la administración pública sobre la base del mérito.

7. El traslado de trabajadores al régimen de la Ley del Servicio Civil

Sobre los cuestionamientos a la disposición que establece que los servidores de los
regímenes de los Decretos Legislativos Nºs 276, 728 y 1057 pueden trasladarse
voluntariamente y previo concurso público de méritos al régimen de la Ley Servir, el
Tribunal Constitucional explicó que estos no tenían sustento en cuanto desaprobar el
concurso público no conlleva perder el puesto de trabajo ni el despido, sino que
supondrá permanecer en el régimen anterior.

8. La evaluación como requisito para la permanencia en el Servicio Civil

Que la evaluación de los servidores públicos sirva de base para determinar el acceso, la
permanencia y la promoción en el Servicio Civil, teniendo en cuenta la capacidad y el
mérito, no es inconstitucional porque promueve que las entidades alcancen mayores
niveles de eficacia, eficiencia y la prestación efectiva de servicios de calidad en la
administración pública.

publicado en su portal institucional la sentencia con la que resuelve varias demandas de


inconstitucionalidad contra la Ley del Servicio Civil, Ley Nº 30057 (STC Exps. Nºs 00025-
2013-PI/TC, 00003-2014-PI/TC, 00008-2014-PI/TC y 00017-2014-PI/TC), interpuestas por
ciudadanos y los colegios de abogados de Junín y Tacna.

A mi parecer, son aspectos relevantes del fallo,ya que se refieren a la gestión de


rendimiento del personal del sector público. El TC ha señalado la importancia que tiene el
servicio que presta el personal que labora para el Estado, resulta preciso que dicho
personal se encuentre sometido a evaluación, a fin de garantizar la provisión y la
permanencia en el servicio civil de trabajadores idóneos, así como para resguardar la
calidad del servicio a los ciudadanos, de manera tal que permita el logro de los objetivos
institucionales a través de recursos humanos capacitado. Además con la Ley servir si
bien ratifican la meritocracia en la reforma del empleo público, también se deciden
por la incorporación de nuevos trabajadores a dicho régimen.

En ese sentido, el TC considera acorde con la Constitución que el Estado pueda planificar
y formular las políticas nacionales en materia de recursos humanos con el propósito de
alcanzar estándares de eficacia y eficiencia de la gestión pública que permitan atender las
demandas y necesidades de la sociedad.

“El Tribunal considera que la evaluación opera como una base para determinar el acceso
igualitario al servicio civil, así como la permanencia y la promoción, teniendo en cuenta la
capacidad y el mérito. En eso estoy totalmente de acuerdo.

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