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TEMA: CUANDO LA MANO DEL SEÑOR MUEVE LA IGLESIA

TEXTO: HCH. 11. 19 – 30


INTRODUCCIÓN: Vida de Alberto Benjamín Simpson.

I. CUANDO LA MANO DEL SEÑOR MUEVE LA IGLESIA, EMPIEZA A VECES SOMETIÉNDOLA A


CRISIS.
La mano de Dios empezó a mover a la iglesia de Jerusalén a través de tres tipos de crisis:
1. La crisis de la persecución. Hch. 8. 1, 2, 4
2. La crisis de la dispersión. Hch. 11. 19
3. La crisis de la separación (Fenicia, Chipre y Antioquía)

Las crisis no son del agrado de nadie. No nos gustan. Y para evitarlas usamos varios recursos:
 El primero, acomodamos y arreglamos nuestro entorno para evitarlas: casa, trabajo,
iglesia, templo, ministerios, etc. (Ej. De evangelización en muelles de A. B. Simpson)
A esto se le llama confort, pero el confort puede conllevar un peligro: el estatismo (mantener
siempre el sistema, hay miedo a cambiar)
La iglesia de Jerusalén se estaba poniendo muy cómoda: tenían el templo, la gente hablaba
bien de ellos, crecían, tenían a los apóstoles a la mano, etc. Pero esto no era el plan ni
propósito de Dios para ellos.
 El segundo recurso es ignorarla. Sabemos que la crisis tarde o temprano vendrá, pero la
ignoramos, hacemos como que nunca va a pasar. No se toman los correctivos o los
preparativos. Tampoco se inician los cambios necesarios. (Ej. Techo del templo)
 El tercer recurso tiene que ver cuando la crisis ya está casi encima nuestro, y es el tratar
de zafarse de la misma, huir del barco que está a punto de naufragar. Hay momentos en
que es nuestra responsabilidad responder a ciertas crisis, pero en vez de eso nos vamos, nos
alejamos.

Todo esto puede aplicarse, tanto a la iglesia como a la vida personal. Las crisis no siempre son malas,
muchas de ellas son buenas porque vienen de Dios. No hay que temerlas. La crisis es una de las
herramientas de Dios para el cambio o la renovación. Las crisis pueden tener un origen inexplicable
y nos preguntamos ¿por qué? Pero más que el origen, debemos mirar y discernir su propósito. Y
eso le estaba pasando a la iglesia en Jerusalén. La muerte de Esteban no tenía sentido, pero el
crecimiento que vino después de eso, sí que tenía sentido.

Notemos que hubo tres lugares de destino de la persecución y dispersión: Fenicia, Chipre y
Antioquía, y solo en uno de esos lugares se moverá la mano de Dios, veamos a continuación por
qué.

II. CUANDO LA MANO DEL SEÑOR MUEVE LA IGLESIA, CREA Y RENUEVA DESPUÉS DE LA
CRISIS. V. 20.
1. Lo que sucedió después de esta crisis es que los que huyeron a Antioquía, se atrevieron a
evangelizar a los griegos. Cosa inusual y fuera del pensamiento religioso y costumbre de la
iglesia de la época. Lo que aquí estaba sucediendo, es que este grupo permitió que Dios
renovara sus percepciones espirituales, sus formas, su liturgia y sus costumbres, esto a costo
de remecer su confort religioso. Este grupo fue el único que entendió o discernió el
propósito de la crisis, no así los de Chipre y Fenicia.
Cuando estos creyentes agarraron la onda, allí entonces se manifiesta la mano del Señor
creando un nuevo ambiente, nuevas oportunidades y a la postre una nueva iglesia que fue
la base de las misiones mundiales y la plataforma de Pablo y otros más (leer: 20 – 21) Es
importante notar que eran judíos nacidos en el extranjero, tal vez esto les dio la ventaja de
tener una menta más abierta y menos estrecha a entender el propósito de Dios.

2. No solo que se renuevan las oportunidades, sino que también se renueva el accionar de Dios,
es decir hay un avivamiento. Dios empieza a actuar porque su mano encuentra vidas dóciles
y al mismo tiempo atrevidas. El resultado es una explosión de la vida de Dios manifestada
en la muchedumbre de nuevos conversos.

III. CUANDO LA MANO DEL SEÑOR MUEVE LA IGLESIA, LE PROVEE DEL LIDERAZGO NECESARIO.

Es importante entender que no fue casualidad que Bernabé fuese enviado a Antioquía. En esta
designación estuvo la mano de Dios. Bernabé fue el siervo llamado por Dios para servir en Antioquía
¿por qué?
Aún cuando el verso 24 nos menciona varios requisitos importantísimos que reposaban en la vida
de este hombre, quiero empezar hablando de otros que creo que Dios mismo había visto antes y
que los vemos en 9. 26 - 27:
 El primero es que era un hombre de visión.
 Era de pensamiento abierto al obrar de Dios.
 Era de fe, creyó que Dios cambió a Saulo.

¿Qué vio Bernabé cuando llegó a Antioquía? V. 23:


Vio la gracia de Dios. No se detuvo en lo negativo sino que pudo ver la mano de Dios moviéndose.
Esto es visión de Dios. Hay dos cosas que va a lograr Bernabé:
1. Va a trabajar en los fundamentos de la Iglesia. Fundamentos buenos, sólidos, no religiosos.
2. Va a traer consigo a Saulo (creando un matrimonio: iglesia – Saulo fenomenal) Y esta sola
decisión tendrá un impacto mundial y eterno. Antioquía era el lugar, la iglesia que Saulo
necesitaba para desarrollar su llamado y ministerio misionero.
3. Entonces, concluimos que Dios llamó también a Saulo a servir en esta iglesia.

Podemos ahora entender lo que la mano de Dios es capaz de hacer cuando su iglesia se deja llevar
por ella. Luego de una crisis que debió ser dura, incomprensible y aterradora, Dios va a crear una
congregación como ninguna otra, y le va a proveer de dos de los hombres más grandes, no solo del
N. T. sino de toda la historia del cristianismo. Y le va a dar a esta congregación un lugar
importantísimo en la historia de las misiones mundiales.

IV. CUANDO LA MANO DEL SEÑOR MUEVE LA IGLESIA, LA LLEVA A TENER EL CARÁCTER DE
CRISTO.

 V. 26 Los cristianos Antioqueños aprendieron a ser imitadores de Cristo, no de la religión o


las costumbres o los dogmas. Por eso les llamaban “cristianos” lo que significaba “pequeños
Cristos”.
 V. 29 – 30 La iglesia aprende dos de las virtudes más grandes de nuestro Señor: la compasión
y la generosidad.
 Hch. 13. 1 – 3 Finalmente la iglesia aprende a ser misionera, y obedece la Gran Comisión.
El carácter es aquello que se transmite sin palabras. El carácter es aquello que los demás perciben
y entienden de nosotros. El carácter nos calificará delante de los demás y se impondrá más allá de
lo que digamos. El carácter transmite un mensaje.

Cada iglesia en la actualidad tiene su propio carácter. Por lo tanto cada iglesia transmite un mensaje
sin hablar, y que muchas veces es el mensaje con el que se queda la gente. Hay dos tipos de carácter
o mensaje que una iglesia puede transmitir: el humano o el de Cristo.
 El templo transmite un mensaje.
 La liturgia transmite un mensaje.
 Sus miembros transmiten un mensaje.
 Sus costumbres transmiten un mensaje.
 El uso de sus recursos transmiten un mensaje.

La pregunta es qué tipo de mensaje transmitimos: ¿humano o de Cristo? Cuando la mano de Dios
mueve la iglesia, el carácter que se percibirá será el de Cristo.

Queridos hermanos ¿Qué deseamos para nuestra vida? ¿Qué deseamos para nuestra iglesia?
Podemos desear muchas cosas, pero les exhorto a desear principalmente que la mano de Dios nos
empiece a mover, como creyentes y como iglesia. Es muy probable que usted esté siendo
sometido/a a crisis, de ser así, no reniegue, no se frustre. Por el contrario trate de ver hacia
adelante, pregúntele a Dios para qué. Sea visionario, visionaria. Rompa los esquemas, viejas
costumbres, viejos pensamientos. Atrévase a obedecerle a Dios. Esto también va para la iglesia.

Que la bendición que hoy anhelemos de Dios, sea la de su mano reposando y moviendo nuestra
vida y nuestra iglesia.

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