Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
a'
-:1[.
.,*
CONTENIDO
Separación de secciones
de unidades métricas
fl Ascenso de un cuarto de tono aproximandamente Notación para Representación del sonido difuso de la
I
sonaja de guaje, así como dcl cinru¡ón de
Ascenso de tres cuartos de tono aproximadamente ve¡ ado.
Cesura o respiración -
sooajas de
@
con el movimiento circula¡ de uno áe los
cinturón y guajcs ejecurados en par, se ¡cfuerza con
Cesura o golpe glotal ¡ 7-+ el movimiento del otro guaje que sc sa_
guaje cude rírmicamente en figuras dobles y
a¡ Prolongación de menos de la mit¿d dcl valor de la ootir ,,
silencio Choque del sistro soFre lá pffia cie la
Notación para mano.
Reducción de menos de la mitad del valor de la nota o silcrr
\, cio
el sist¡o Sacudida del sistro en el airc.
I
Notación para
Nota con anticipo ascendente a partir de un sonido in<k lr cl tambor
4 nido (pelle bo¡do) Nota de anticipo y acento (ariba: fuerte,
Notacrón para abajo: suave) dererminada por la técnica
Ascenso deslizado ent¡e dos sonidos definidos, con intcr,'.,
/l dad c¡eciente
el tambor
(pelle centro)
1\Oracton Para
de ejecución.
I
ür
LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQUIS
I I] ANSCRIPCÍONES Y ANAUSIS 159
1'8
(Nos I al 4) como,lr rrr. unidad rítmica
Tanto en Ios eiemplos de ia danza dc.Vcnadg
de notaclon oe r(l\ \, -- voz
los signos
Arrr^ a. p^..otriNo' 5¡ tt h'n suprimido 'rihu uriam' los covortm r Vrlr Vihuela
;ái;?;'*;;;üffn iádi"""o'o 'on el -
H"iá:"#;"4;;ñ;;"n-lo' d*'"nt"' va que son considerados cont" tln los análisis se emplean los siguientes términos para designar las
ruidos concomitantes libres' , \rructutas (ordenadas de la más pequeña a la más grande):
Los eiemplos se han transctrto en
su tesitura real o en una tonalitl'r'l
agtt
-un cuarro de tono o un microtono már grave o más
-;;;¿;il, p"ttt tanro irre vante en el caso. de la ¡tt¡ \1,)til)o: I-a. unidad más pequeña de una idea melódica o de un proceso
;;: i"r;;;,,r;;..iiión 'n
le
rítmico. Al inicio del análisis
se represenran e sque máticame ntc
i., fá dl las melodías depende en rcalidad de la alrr.,
"".r]1"r., "hura l* ino".ntntot' o bicn de la tesitura dc l" '
.b"';X;;:""riil;;d1'
los motivos. Los segmentos de esos motivos se i¡dican con cl sig-
t"iÍJiii;
.o l---l.
Maso v de Pascola quc' p.r l"
Drimeros eiemplos son sones de lfumbro: Segmento de una
--::"i''."'t;;.;;*, jn simultáoeamente. Pero que en este caso {u(r.rr frase o se mifrase, con varios motivos.
;;;;;.;ib¡,'. ." rorma separada cuarto ejenr¡'r"
:;,1;i:';üJ;;í;;;; je ,El
que int¡-c111' l" \, üifrore: Segmento melódico simét¡ico o asimét¡ico de frase bipartita.
conriene va la conluncrón ¿t'on"' Jt M*o
y Pascola
parfcró necesana la tfr|ll
ll*r'a.íú.nrao'e n su rotalidad. En esre caso
ex(ensión' en aras de un atr'r /,.rr¿: "Pensamienro" o "idca" musical más o menos acabada y cerrada,
,.;^"iÁn áe ¡oda la danza. a Pesar de su gran
tt'ttt" con un climax melódico y dinámico.
ii.il á.'t, ."rr.,rra y de la función que cada elemento desempcna
oarre del rodo.
t''Jlrr'r#".'rro, sinóptr' ' l\ rntdo: Se compone de dos o más frases o unidades mét¡icas que sc rcpi-
claridad se anotaron los eiemplos en-forma
por breves fragmentos y del N.' I ten. En las transcripciones se indica el inicio del per-rodo con
con excerrión del No. 7. consltutrdo
l.'' una P.
)Ili, .'",irüi,ii¿-iá i-pia' Pttti'i"''nttenpor esra compleiidad'
noración sinóprica' t"t t'
:"ñ,é,i'í;;;;;; .*,i"ti pottt'io'ttnte ' ''.,,ión: P¡ime¡a subdivisión de una parte, únicamente cn la danza dc
[r. -.lOdi.os para facilitar su
'Tiñ;ñ
análisis
o fuentc sooorit I ¡ rr I Venado.
á";ada paura se ináica el instrumento
dada en el caprrrrl"
le inicial de su nombrr, ,'g''tndá-i'"o-entl'¡"' t'.r/t: Púfiera. división de una fo¡ma cerrada, empleada únicamcnre
l1,:]: "
*.*,d;'i.'.,,rlt?^ ['bét it"ntn tt esras v ottas abrevi r t r r'''' cn
"l la danza de Venado,
empleadas:
,,/,,. Es una forma cerada y acabada quc cjemplifica cirbalmcnte cl
Aócosim (guajes) principio del discu¡so musical y quc se repite a placer o segúo la
Aa
- Aapa (arPa) necesidad del momcnto.
B
- Bacacusia (flauta)
Bw
- Baa-wéhai (tambor de agua)
- ,¡t,/,tLl ñtmica: Agrupación de dos o tres ticmpos ccxr caráctcr dc in-
C Cúbahi (tambor) completa y que, en base a sus accntos y a la combina-
Cts
- Cantoras
- ción con ot¡as unidades más, pcrmire diferenciar fun-
G Guitarra ciones melódicas y dinámiclu.
Gn
- Guitarróo
H
- Hirúkiam (rasPadores) ,,t,/¡d nzética: Agrupación de varias unidades rítmicas en una estructu-
Hb
- Hulcori-baca (arco Y ca-rrizo)
- ra medible que constituye el csquelcto del tiempo mu-
L Laaben (violín) sical, comparable con el compás, mas no idéntica.
MG)
- Maestro(s)
P
- Presbítero
- I , nicndo en cuenra Ia heterogeneidad de los géneros musicales yaquis,
'R 'Rihu'utiam (cinturón de Venado) ' r.rrninos antes enlistados designan estructula-s musicales de muy di-
S
- Sena'aso (sistro)
-
,|MNSCRIPCIONES
1ó0 LA MUSTCA EN LA !,rDA DE ros yAeufs Y ANAIISIS
161
vero carácter, de manera que con frecuencia es necesario emplearlos en CUADRO SINOPTICO D¡ EJEMPIOS 1'R,{NSCRITOS
sentido figurado o como concepto más o menos semejante al que se aplica
en la músca europea. De cualquier manera, el análisis deber permitir re-
conocer el significado del término que se emplea en cada caso. Especial-
mente tratándose de fo¡mas musicales compleias, como en el caso de la
danza de Venado, es necesario diferencia¡ cla¡amente los fragmentos
esuucturales que constituyen el miembro, Ia sección y Ia parte, el peíodo
y el ciclo, Ia unidad métrica y el compás propiamente. También sc
pueden confundir el miemb¡o y la semifrase , la frase y el perÍodo o el
período y el ciclo; por ello se indic¿n estas dife¡enciaciones tanto en las
transr ripciones como en los análisis.
Todas las tansctipciones contenidas en este estudio fue¡on selecciona-
das por su carácter representativo de cada uno de los géneros musicales ya-
quis, así como por la canridad de material que ofrecen para su análisis.
Todas corresponden a grabaciones hechas por la autora y sus a¡rdantes,
durante la investigación de campo en que se fundamenta esta ob¡a.
Unicamente los ejemplos 7 y 9 fueron grabados en el transcu¡so de una
ce¡emonia religiosa; el ejemplo 1 en [a celeb¡ación de un Encuent¡o dc
Música Indlgena organizado por el Instituto Nacional Indigenista. EI rcs-
to fue ejecutado especialmente para ser grabado, a petición de la investi-
gadora.
El siguiente cuadro sinóptico ofrece las especificaciones de cad:r
ejemplo: lugar, fecha, ocasión en que fue e,ecutado, nomb¡e de los i¡
térpretes y sus instrumentos, así como el de los técnicos de grabación.
tr
o¡\z¡ D| M^ Jt.HlNLs
I
ril
ll
=
f
_c
al.)
,TR-ANSCRIPCIONES
Y ANAIJSIS
LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQUIS
o-\
1. SEHUAILO'
Estruct ra m¿lodica
l{rtspadores (Hirúkiam)
c*ro
I
i-A+n*BI ,
l'rrrrs
Sc¡.r io¡rcs
121
I al*bl 12+b2 '¡J, ¡l , ,5, t,r , t,¡ li^r\
L
Ciclo [, r I):ürcs
l' r"r', '
II
l- 'a
fa ha l I
Ir-
l)r
l
I
Strr ir¡ncs
t al+bl
^2
,l,l .'1,,4*-,5,1',, ¡l
I Hermanito-flor
cn yaqui.
T illlr
,IRANSCRIPCIONES
LA MUSICA EN LA VIDA DE LOs YAQUIS
Y ANAUSIS 169
l6ll
RE, fungen como notas de paso o dc retraso, fo¡mando intervalos dc se-
.;-i., ,nnsi<iente en la repetición prolongada (durante varios.minutrrr
en la sccct'rrr
¡
la dinámica. El acento más fuc¡te ¡ecae sobre el MI que inicia repentinamente las
'" comienza la parte principal con el canto
ir"r'.rta lt,r"¿"cción -Utr''
¡6mq vinls¡rl'r liases @ y @ o qr. se aborda después áe un forte. Ls acentos sobre
.";;iiñil;;;ñ;;..pi"'
'gtí.rr¡i" ,u.n^ un, "segunda
"""i^'seiuavemente'
nota' un Poco má5 fuerte ' sonidos inrermedios, al principio de conducciones melódicas descenden,
)"'r"i^- 'u¡r'' tes, son menos intensos. A estos pasajes corresponde una disminución di-
¿,'
.",.";:ili,#;i;;;;ü'É',^ sttencio.para to'-"" ::i:::?,ti'.,
"i,^ :lT:1.'-'lil
conrinuar.la.seccióo^[2'l)| námica progresiva que conduce al silencio. El salto de cua¡ta descendcnte
"'ü.i¿i.l
sección [2-Cl que temrna en un rul final de Q) cierra con un acenro suave sobre Ia última nota.
de la sección t2-Dl se percibe un rnctemento Grrr'l l
irin.ipio
#;;;;i;i";t"áo d itn segunio golpe-del tambor de astr'' La voz aguda y peneuantc del cantor se eleva con ciena intensidad por
'g"g"rst sob¡e el sonido de los raspadores y del tambor de agua. Sin embargo, al
#';r¿; ,il;;. i p.il, i.
stt"
át' -o*'ñto' loiidiófonos mantienen su
h"r" el final La melodía' P-or Parlr' ejecutarse simultáneamente los sones del Maso y del Pascola en la danza
-"rái.*"tii ,n,-i.is.onst^ntt' v con mayor intensidad
del Venado, Ia voz del cantor se traslapa bajo el complejo sono¡o de la
;".;;;;; ,"ri,u* más aguda
p.i¡,ja* iontituidos con tas.frases- (ii
-
flauta y los idiófonos percutidos y sacudidos. El texto pietde en claridad
r, ..,rión I2-Dlcon5ra de ,r.t
t*"':::' :::'";l'";;; ;il á¡l- E"'i p'i-"o v gundo'perío' L''
se mientras el caoro gaoa en agilidad.
El ejemplo acá transcriro, conrruido sobre un metro iregular, con rcla-
ofiece.tr.,
X"tJáü'iil ó; 6 'üít,' otra'El.rercerperíodo
iil;;;;
'ii. fr §."'.'-g,ii"ia' .(E ' ;;- finalizar para el inicio del pt"'l'
con una variantc ciones rítmicas binarias y ternariai, se of¡ece a continuación en forma cs-
quemaÍica para facilirar su análisis.
Ün trrgÑ1..cÉ cre,a cada-períádo y prepara
ximo.
^"i'ri-"dir,^-.n,. después de ésta entra una nueva sección [2-D]
rrrtr
V
''vl'v 2.C
l'vlü
Sccciones
T. por u.r.
hay que rccordar que oo-es comun'ta elc(
rr
.i'p-ot qr¿ ¿'. ."^ -urilación. 2 2 2221 Micml)rcs por r nr¡t¡i(¡
rión del son del Maso sólo. t"o t' ''in tl ton del'Pascola eiecutado sinrrrl
;:;;; ;;;;h; *.no, tu.,, d.i .onteno de la danza misma.de I V' rr
realizado n esas circunstaoctas p(n
ft;. ;l ñá;i; ^quí analizado cstá venado e
Í f:;lT"mÍ,lel
mensaje coorenido cn el texro, mismo
que se inser_
IlI
',*'
ir¡; -;rl;
a1 b1 Fráses
I
I T
\,/
2
\./ t Micmbros
I Ciclo
Períodos
1., -1. cuta maaseca yo sehuailo yol
II Ciclo /", ma.i
a2 b2 r' I nohualo ¡arai-
ir\¡1 -;"Á;
Frarcs
v 2
\.2
j
T
Micmbros
I
O, Maie sana maa seca ncl yo sehuailo yol
L nohualo cuta ratai
a1 ba 53
a2 Ae,iaei lane maa seca yo sehuailo yol
.-::i:- .::.:i-:- Frases
'i..211-' ::r-:-
^4 ^1
Vrll T - nohualo cuta tatai.
\/ 2 2
V 2 2 3 Miembros
b2 Maie
,sana
noualo
maa seca nel yo sehuailo yo!
cuta tatai.
Las cif¡as encasilladas en el esquema indican los tiempos contenidos cn z3 Aia ma¡a sehuailo yo maia mea lo huahu¡
cada unidad rítmica; Ias no encasilladas designan estructuras de nivelcs marra imna!
yo rula pucaura lala!
más amplios. Las líneas punteadas que separan las cif¡as entre sf, dividcn mana huyamnai.
la frase en sus miembros constiturivos. Con las líneas verticales s€ dclimi- a4 Imna yo sikili schuapo e!
tan las frases (sección [2-C]). samna huyamnai.
Básicamente puede reconocerse en este cjemplo un metro bipanira a5 Icana yo e matu e ca manal
comPuesto por dos pa¡es de unidades rltmicas (3 + 2) + (1 + 2). No inohua yo maco.
obstante, se obscrvan tantas supresiones y ampliaciones en estc metro, ba Tuulclenri maie kemna lepla!
sob¡e todo en la sección [2-D], que sería más co¡¡ecto hablar de una
, tane huayamnar.
estructuración irregular en base a unidades binarias y ternarias, con prc-
dominio de las binarias.
u, ¡l-, -i, ni.'Á n.l yo sehuailo yo!
sehuailo cuta tatai.
Comparaodo la sccción [2-D] del I ciclo con l¿ mism¿ del
ciclo, II
puede constatarsc una perfecta correspondencia ent¡e ambas, cuya estru(" tl Ciclo r
tura es tripartita con subdivisiones de dos y trcs elementos. Su regular.idad Períodos I al nonc mua seca yo schuaiftr y.r
la aporta la repetición cont-rnua de los mismos motivos rltmicos. 11ma¡e
En cuanto al tcxto, se previene de que su transcripción y traducción
,' I nohualo cuta tatai
I bl Maie sana maa scca ncl yo schuaikr yol
posterior al español son el resultado del análisis auditivo de las cintas gra-
badas y de un conocimienro lim.itado de la lcngua cüita, por lo que hay
I nohualo cuta rarai.
que toma-do con cie¡ta reserva. Pe¡o también hay que aclarar que los tex' A. nor. mua scca nc yo schuaihr yrl
tos dados aquí se apoyan en una traducción elaborada por el info¡mantc
bilingüe yaqui Hila¡io Valenzuela. Su t¡aducción ruvo que ser un tanlr ', If12- nohualo cura atai. lL
I samna huayamnai.
tl:. ltutl¡a. Arte de /a lexgu calita (México 1890); F. Hcrnández, Zas Razat indígcu, { Le scparación
dc los micmbros cn la f¡asc, musit¿t se indican
¿r htt¡)l¡t lMi\;co 1902). .on el sigiol; compárcse esta esúucrura con en cl tcxro conespondienrc
la dcl rerro del ejcmplo l.
I
III Y ANAIISIS 171
r72 LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQIJIl ^NSCRIPCIONES
I la1
I
lcana vo ma¡chulo haimna sanal
rnomoe yo maco.
ba Tuulelenri maie haimna heca I
I -rn, huavamnai.
lbJ Elrn, maa'seca nel seh,ailo yol
nohualo cura tatai.
L
"Allá va el he¡manito-flor hacia el palo que arde y da calor, hacia l,r
mad¡e alada. El he¡manito-flo¡ me gusta; va por el monte, ent¡e las r:r
mas, allá donde están las flores rojas. Allá va el he¡manito-flo¡ hacia rl
palo que arde y da calor".
Flor (sehua) es el s-rmbolo más frecuc¡te para designar al venado; cl
palo (cuta) toma el fuego del sol (ta) y arde dando calor (tatai); cl
hermanito-flor (sehuailo) va primero hacia el palo que arde, luego hat i.,
la madre alada ( "maie maa seca ne" , o bien, "masacame, yo sehuailo y,r.
nohualo cuta tatai"), que bieo pudiera referirse a la luna. Hasta este putt
to parece aludir el texto únicamente al hermano-venado que se inmolr
como of¡euda al ir voluntariamente hacia el palo que arde pffa quc sr¡ J)
carne asada al fuego sirva de alimento a sus he¡manos hombres, mientrl.
su corazón sube ¿l cielo, hacia la madre luna. AIIá ariba se conviette s,, C
co¡azón en estrella, como cuentan las leyendas de algunos grupo.
indígenas de México.
EI monte con sus ¡amas y las flores roias señalan de dónde proceden krr
ancestros yaquis, las flores-venado. Cuando el cantor üce "el he¡mani¡r C
flor me gusta", reconocc la bondad de los dones del venado: su propi,,
cuerpo en alimento, la hsrencia ancestral del grupo, la enseñanza del sa _c.
ber oculto que se ofrece al elegido, asl como el estado beat-tfico del tra¡cc CJ
en el momento de la unión de su esp-ritu con el del animal-s-lrnbolo .' N
En el primer capltulo se dijo que el "s¿ber oculto" del Yooeta (an
cestro Venado), que brota de su corazón, se t¡ansmite en silencio, dt
esp-ritu a esp'titu. Si, teniendo en cuenta esto, se pieosa en el motiu,'
rítmico del tambor de agua, que permanece constante desde la unidatl
¡ltmica 27 hasta el final, evocando con su semeianza los latidos cardiacos,
pudiera entonces tomarse esto como s-rmbolo del mer»aje oculto del Vena.
do sugerido en el texto cantado.6
De esta manera exptesa este ejemplo, en forma poética, la cosmologi:r
yaqui, a la cual aluden con mayot o menor claridad, de una u ot¡a formt.
todos los cantos de las danzas de Venado. (¡
'' Aun cuando el yaqui no da ninguna informació¡ sobre cl simbolismo de sus cantos, ¡rr
«rt ¡husihle exrracr esra sigoificación de la danza en todo su contexto, de la visior¡
irr,lr8rna dr: la narutaleza y de la semántica de los términos crnpleados.
r'V¿,¡sc {xpítulo 1 . 1.1. 1. y 1.1.t.1.
q
114 LA MUSICA EN LA YIDA DE LO§ YAQTJI§
2. CHANATE MGRO1
Sor de.Pascoia parala d.anza de Venado, con flauta (bacacusla), tambor
(cúbahi) y sistro (sena'aso).
E¡Lala 8v¿
,). .,-..
-
E¡¡rac¡ra¡ Melódica¡
Sección l2-Cl
)--+
tI-
Mo¡ivosY,
'[ambor
e;¡+.=#===-€=*:-::
, , , a-, " "-, -"
-
,t !) i¡,- ,, )
fi¡
Esqaema Formal
$fl .1
E E.. 2
:"h,,
. r) |
zJ,zr
dl*,12
l,nr( cri
;.,,,,,,,.,
F,.,v,
3 unidades ¡ítmicas cada uno; el segundo miembro oftece una variante de 1-B )-.
t¡ ,É
\,/
Seccio¡es/Pucntc
los motivos melódicos presentados por la flauta en el primer miembro; 'z z t' r;;¡
dempo y ritmo experimentan un cambio al llegar al puente@, mientras
Ia milodía repite ins.iste ntcmcnre el tono central, Este mismo tono sirve 3
v2 iv' V
tl )
T
U,r
de punro de parrida para abordar la seccióqf2-D], quc es la principal.-Es-
t" ánrr^ d. iin.o dii.rentcs frases, @,. @ , O. @ lrepitida) y Q.
-,V;:"
La primera, rercera y quinta frase contiencn caEa una tres miemb¡os; Ia §ecció¡
b dl
segunda y cuarta únicamente dos miembros, en los que se mancja un
';t-rtrrr1 E;I 'ün -rr-;i ¿2
"pensamiento musical" en fo¡ma de variantes. Estos miemb¡os se esruc-
tu¡an de la siguiente manera: Y V2
"v Y 2 '
La frase (á) está construida sobre una melodía ascendente a partir del de [2-D] se presenra más compleja r
6pqql
H:'Jffi:il:il;:'i,:l ffiH,':','::::,, lti:i-o:,q:: "l" ilüllii,i"i
Ml bemol, q-ue desciende luego hasta volvcr al punto de partida. Eo esta
conducción melódica los intervalos de te¡cc¡a son los más frecuentes. Las
frases .D, Cc) y (á) constituyen la contraparte de la primera" En ellas la
melod'lisc iñicia.ón un movimiento descendente en cl que predominan
los intervalos de segunda. No obstante. eo la frase ($ se observa un frag-
*f ,g;;]i.".*li#Ji:.[fl j:[yi:]:,:'Tij:;¿1,:,.'"?fi i;
F
mento de escala ascendente y rápida para llegar a la nota inicial del seguo-
do motivo descendente. La frase (O se reduce a un único motivo: desdc
el SI bemol agudo
-al que se lle!í por medio de un salto de cua¡ta as-
cendente FA-SIb- se desliza [a melodía hacia un sonido más grave, casi
siempre imprcciso y simultáneo a una disminución de intensidad hasta
d"r"i"r...r. De todos los motivos melódicos de este son, el de la frase @
es el que mejor imita el canto de un páiaro, aunque también los resmntes
ricnen cieno carácter de imitación semejante. Un intervalo de segunda
desccndente coo ¡epetición del segundo sonido (SOL-FA-FA), seguido dc
orro intervalo de terce¡a que cae sobre la misma nota repetida (LA-FA-
|A), forma el primer miembro de la f¡ase (!). En su segundo miembro
vuclvc a rcpetiise o se prolooga en FA an¡es d-el intervalo final de tercera y
TRr{NSCRIPCIONES Y ANAIISIS
178 LA MUSICA EN LA VIDA DE lOS YAQUIS ti9
T ili
t:
{
t{-
, {
(
-
{ :t
,B
ao ,J
I
I
I
1'
j,
I
IOS YÁQUIS TRANSCRIPCIONES Y ANAUSIS
LA MUSICA EN LA VIDA DE
180
tr
¿ IT
(
lsl
"fil1
lilll
,tl11
[li E
TMNSCRIPCIONES Y ANALISIS ll.l
ttt2 IA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQUIS I
lil
a
=l i
,
l¡
ZE
q-
y) Éc"E
-¿
n .§ :!'- Á
¿ ! i ! .:¿ 7
, ü§ Éfitü O
t84 LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YÁQUIS I'RÁNSCRIPCIONES Y ANAUSIS
1ffiff#truuffiffiu
j#ü
##fl1il1iltil##
7
3, AKI \üIIKITI
Son de Pascola para la dztza de Venado: Flauta (bacacusía) y rambor
(cúbahi).
Morivos
sección [2-D]
Morivos
=
T¿mbo¡
t)
1 2 P.r«cs
tA-' C+n +D
A-; b-;-¡ 1r( x )
t-l
segundo alternando contlnuamente un golpe filme §oble el cenío de l'¡ tiempos (motivos rítmicos 4 y 3), correspondientes a una semif¡ase o me-
mémb¡ana, con varios mfu débiles producidos al dejar rebotar libremcntc dio período.
el palo peicutor junto al borde del instrumento, creando asl una figura Cuat¡o semifrases de dos motivos cada una se combina entre sí, estruc_
rítmica más compleja y vatiable que l¿ anterior. ru¡ando las nueve diferentes frases que aparecen eo los t¡einia v un
En la sección [2-C]se combinan (comPletos o fragmentarios)ocho mo' períodos dej-sta sección. A qontinuación se indica la estructuración je las
tivos mclódicos ricamente orrr"*".r,"doi, formandá u.t frrs.s @ , @ , sem¡trascs (9 . (O . fu), ,
Q seg,in los motivos que conricncn, numcra-
1 .), de tres miembros Ia
primera y dos las siguientes. Cada frase ñ mucvc dos del t al 4, asÍ mismo la estrucrura de las ! frases (d),(c\,(D, (S).
iíun ámbiro y tesitura disrinros: (a) sc m4¡ciene en el nivel medio, ttl U' (j)' (D , (D y su secue ncia en los pe ríodos. -' ' - \s
'
abarcando una quinta disminuida (R-Eif¿b): @ araca dccididamentc las
notas agudas, desdc donde dcsciende cxtendiéndose a una sexta mayol B o 6 Semifr¡scs
(Mlb-DO); en u¡ ámbiro igual pero en tesitura más grave (SF-SOL) sc 1-1 v:l 5l TI Motivos
mueve la frase [c). las tres desembocan en la nota central MIb. Numera'
dos los motivosfl I al 8, se obscrva la siguiente estructura en [2-C]:
d fghijktt-¡rsc.
;í vil -;F 'A T; T¿- ;; 'l; -óÁ- s(,Dir,,,-."s
Frases
óriginada por el roce del propio palo percutor al llevarlo del bordc :rl En el presente eiemplo se pretende imirar cl ranto dcl Aki Wikit quc,
centro del tambo¡. De ahí que la notación sea distiota para pelle bo¡do como es común entre las qes canoras, disponc dc varios motivos mclódi-
5-'La v pe lle ce nrro i]
. cos, pero insisre .n ,no @ con mayor frccue¡cia. Esr" ¡ltimo sr.'lc ser
sé.iión [2-D] ofre?, empleando esta última técnica de ejecución tlt l para los yaquis "el mensaje" de cse pájaro. La imiración quc logra la
rambor, un nuevo motivo rítmico (No. 4) doble alternando con el antc flauta es exuaordinariamente descriptiva; acusa, sin embargo, los chctos
rior (No. 3), también doble, así como variantcs de ambos. Ios motivor dc la acultu¡ación.
rlrrr irrtos que aparecen en las unidades rítmicás 87 y 113, así como los gol . El segundo motivo de la semifra¡e @), adquiere, en su rclación con los
¡,cs finalci, paralelos a los int¡oducto¡ios, se encuentran indicados e¡ l¡ demás sonidos de la escala cmpleada,-un carr( ter renso, espe( ranre, que
trlnslripción. La melodía de [2-D]conserva un metto inalterado de 6 + I desemboca en la quietud sarisfacroria del primer morivo, próduciendo'así
I9O LA MUSICA EN LA VIDA DE LOs YAQUIS TMNSCRIPCIONES Y ANAUSIS I91
una sensación semeiante a la creada por la secuencia de las funciones a¡- Tanto las esrrucruras rítmicas como
mónicas Dominate-Tónica de la música europea. El contlnuo ¡eto¡no a la , un,principio
de
las.métricas muesrr an la ¡eali¿ació¡
dual de ordenacjón y srbdirision.
semifrase @, aunado a Ia insisrente preseniia del morivo 1 en todas las quecrdo con la combinación de no i,lrrj"
-iri
,i,lii."rl-
elemenros ,.ir"ri"r. ,.li,r,i,-u.,
semif¡ases, crea una y otra vez la impresión sonora descrita, impregnando uDión constanre de unidades ¡írmi l,
la melodía de un fuerte carácter de tonalidad, con el pendular constante en pates: un par de unidades de
más ot¡a de r;;;;;,;;;;:irlcas 3
entre tensión y distención.
Pero aun con los préstamos culturaies, se perfila la música yaqui con :;f
:t I l* U rempos r". q ; ól:::b:ff
,_ '#Í'i.E ,.j.x,'::
i,i:f ü.Xil]
se rnregran con 2 mirades a"'l y: fragr*nto,
caracte¡ísticas propias. En este eiemplo se puede constatar cómo a pesar ::,j1","r,o:
una (morrvos ¡ítmicos). ia,
del empleo de una escala diatónica, se ptesentan ocasionalmente modifi- El mismo principio tiparr ita con subdivisiones
caciones mlnimas de la altura del sonido. C.ompfuese al efecto, en el so- .va
_ dobles
y rriples se obser_
ranro en la esrructu¡a fo¡mal como
nograma No. 2, la diferencia de f¡ecuencias ent¡e los sonidos DO y DOr' en la melódica. desde los períodos
de maoe¡a que se consr:.ruye ,ril,
de la unidad rltmica 59, correspondiente a un incemento de la intensi- :::i-,::1n*jl9r,
oe eremenros b¡na¡ios t rerna¡ios -'üiij,i¡-;,""jr"
dis¡i",^".:^_^l-_^::,-:i'''"" "1,.-1
dad en el segundo sonido (huella sonográfica más oscu¡a y ligeramentc
más baia), Por otra parte, el MIb siempte suena acá un poco más grave quc lg_?1i,.;p, ;ilñ¿
cuanra conc¡encia
;;'::H:,","i,11",,I;:Tlffil:i:f:.n:iJi:
.
IA IB Secciones
12 , 1.2 12'l¿j
\,/ Ticmoos
Y \./
2 Miembros
2C 2 D Secciones
b Ftases/Pucrrrr
';ir;rli 'r*,i 7;i; Tiempos
Y .v V Miembros
I
LA MUSICA EN LA VIDA DB LOS YAQUIS TRAN§CRIPCIONES Y AN,{USIS
191
a
E
Ln
1
(-)
.{'
i( :
:i i r(
:t o. t f.-t ,
(
-_i
>"1" "'v o o,,
(1:
194 LA MUSICA EN LA YIDA DE LOS YAQUIS TR,{NSCRIPCIONES Y AN.{ SIS
196 LA MUSICÁ EN LA VIDA DE I,OS YAQU¡S TRANSCR]PCIONES Y ANATSIS
1i
i
I
198 LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YÁQUIS TT,TNSCRIPCIONES Y áNAII$S
199
!
lt
I
t
d I
€
200 r.A MUSICA EN LA \¡IDA DE LOS y^i.rll1.. ¡.R ANSCRIPCIONES Y ANAII$S
201
.L'
"L
+'
t,
.l
-l
I
1
i L'
-1 ,-1
I
-t
l' l
I
I I
:]
I
l
l
l
202 LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAIJI]IT I'RANSCRIPCIONES Y ANAüSIS 203
204 LA MUSIC.{ EN LA VIDA DE TO§ YAQU¡' IMNSCRIPCIONES Y ¡NAUSIS
20t
t^
.t
I
208 LÁ MUSTCA EN LA vlDA DE LOS Yi{QUIS TRANSCRIPCIONES Y ANAII$S 209
I
/1
3
9l
r rl
trl
2to LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQUIS TRANSCRIPCIONES Y ANAU$S 211
LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQU¡S I II Y ANAIISIS
^NS(JRIPCÍONES
I
214 LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQUIS lli 1r1.,r t t,( t()NIas Y ANALISIS
=l
I
1
-l l
-1
1
-t L
-1
I I
LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQUS TMNSCRIPCIONES Y ANAUSIS
1
218 LA MUSICA EN LA V]DA DE LOS YAQUIS TRANSCRIPCIONES Y ANAIJSIS 219
IRANSCRIPCIONES Y ANAIISIS
TA MUSICA EN LA YIDA DE LOS YAQUIS
LA MUSICA EN LA VIDA DE I,oS YÁQUIS
224 LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQUIS TR,{NSCRIPCIONES Y ANAIJSIS
d'
il
.;
il
o
226 LÁ MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQUIS TRANSCRIPCIONES Y ANAI.ISIS 221
-l
i
I
I
:,
g) a
228 LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQUIS 1 RANSCRIPCIONES Y ANAIISIS 77()
I
HffiHffi
#ffiffi# ffi#ffi
*i:i #ffiffi#ffiffi
ffinilffiffi
ffiffiffi# i###ffi#ffi#ffi##
'§ffiffiffffi
a
232 ,TRANSCRIPCIONES
LA MUSICA EN IA VIDA DE LOS YAQUIS Y ANAII§S
ol,
:¡
lr
1r
il
§'t
ú*
6
4. CAPOSEHUAI
lut iírn e integración que crean y mantienen entre sl los sefes de la nátura-
lczr para conservar el equilibrio ecológico.
Para la notación musical de esta danza se tomó como base la esrru«ura
firrr¡al del son del Pascola (indicado con una P), que es el que la inicia,
str¡rcditando a este fotmato la pane del Maso (señalado con una M), qur:
i of¡rrenza posteflomente .
Son Ma¡o
l ,rrr<rLrra melódica
\t¡l ie Pa¡co/a
l*
I
lil son del Pascola inicia la melodía en la sección [2-C] con una serie de
t21456 Ix)livos en valiaciones y combinaciones diversas, ricamente ornamenta-
il;rFlT;t;r?;?;:._ b=. ,1,s, ágiles y en tesitura aguda, incluyendo algunos armónicos. A esta
r onrplejidad melódica sigue una única frase sencilla d , repetida cons-
M
rxr)rcmenre a lo largo de la sección [2-D].
[--- Los motivos de [2-C], completos o fragmentados, se combinan entre sl
h,rr¡rxndo diferenres figu¡as melódicas con un mismo mate¡ial sonoro. las
i^." rr lcs se agrupan en s;is frases: Gr, G) , @ , y @, @ O
.n .l
r'trru'
mo tambulero es quien eiecuta, al mismo tiempo, la flauta. Est¿ "de- L;r estructula es evidentemente bipadta en términos generales, pero
sinc¡onización' ' aparente mefca una gran diferencia de c¿ráctet ent¡e la internamente se subdividen las f¡ases en dos y tres miembtos, cada^uno
melodla de [2-C] y la de [2-D]; en ésta coincide perfectamente el ataque ton dos y tres u¡idades ¡ltmicas de dos y tres tiempos; los tiempos, a su
inicial con el acento tlmrico del tambor. El carácter divcrso de ambas sec- vcz, contienen dos y tres fragmentos. Esto permite hablar de un iitmo in-
cione¡ se pgne más de manifiesto a t¡avés de los esquemas rftmicos: en rc¡no mlxro en un metro bipartira.
(6116) ). u se mantiene básicamente constante, pues aunque varle
el númeto de repercusiones suaves (pelle centro) en la segunda mitad de
cada tiempo, el golpe inicial de la figura marca enfáticamente las pulsa- ,\in de Ma¡o
ciones ¡ltmicas en intervalos iguales de tiempo; cn cambio en [2-D], aun-
'l'ras la alusión hecha previamente al esquema formal generaly alapo*
que exista más ' 'concordancia' ' entre el ¡itmo de la melodla y el de la per-
cusión, ésta es más compleja en cr¡anto que alterna constanteme¡te dos rc rítmica introductoria de este son, se discute ahora en mayor detalle la
figuras de diferente duración: (3 + 3) + (2 + 2), o sea,6141414 scgunda parte que contiene el canto del Venado. Este se inicia en la
sccción @con un salto de segunda ascendente (SIbr-DOr) en el ciclo I y
)ú))r,lllujut rlc cua¡ta ascendente (SOLr-pO3) en el ciclo II, sobre dos notas grayes y
prolongadas, paru pasa¡ posteriormente a la melodÍa ágil, vigorosa y de
nrhs alta resitu¡a que llena la sección [,|,QJ . parte medular del son.
. Dos únicas frases(ir), (b) y sus variantes, constituyen la melodla de
F.rtraat rat iflé,rico-rírnicas | :-DI . SuUaluidiaas)í¡bñ irases en dos semifrases o mie mbros asimétri-
rr¡¡ adqité tres estructuraciones: 1)@ + @; z) nO + @); 3)
Secciones
Q) - @. Cada período aba¡ca una .riíof* a-¿ t.*á, d.Íodfio" ei
rúmero de llneas o versos de la estrofa determina el núme¡o de frases del
Frascs ¡rrlodo.
T. Como un eco al s¿lto inicial de las secciones 2-C (I y II), se abrc algu-
rus veces Ia frase @ con un intervalo ascendenre igual, a saber, de segun-
Miemb¡os
rlrr mayor (SIbr-DO,) en los per'odos I/ I y Il/ I (véase @) c!-la sinopsis),
Cido
y dc cuana justa (SOLj-DOr) enlos perÍodos II / 2 y 4 (vlase y Q) en la
I Q)
2-D S.cción rinopsis). El mismo intervalo de cuatta pero en movimiento contratro
Pu€¡t€/Fraic 1t)O'-SOLr) cie rra siempre la fraselá).
Titda -d-
zei64At T La melod-ra se conduce en esta trXe formando una especie de pirámide
\./ 2 Miembros
cscalonada de tles ter¡azas asentadas sobre las notas DOr, MIt y SOL,
nbordadas por saltos de tercera o empleando RE, y FA, como notas dc pa-
«r. Con un ascenso espectante se inicia el ptimet miembro de frasc, apo-
yando las sílabas del texto sob¡e las terlazas e incrementando el dinamis-
2-c Secciones mo hasta alcanza¡ su climax en el SOLr, crlspide de Ia pirámidc sonora.
6l .2 b2 . fÉs€s Iin el segundo miembro se realiza el descenso hasta tocat nuevamente el
"l ^3
Y'VV"V
+ \2\ T punto inicial, completando asl la estructuta melódica de la f¡ase en el
ntarco de una octava.
1 Miembros Iil primer miembto de la frase@, haciendo uso del mismo mate¡ial
Ciclo r'.¡noro, ataca directa y enfáticamente el SOL¡, teconstruyendo desde ahl
fI
2-D Sccción
un esquema descendénte igual al de la semif¡ase ¿nterior, tras el cual se
ptcsenta el último miembro que hace pendular la melodÍa entre el MI3 y
¡ o Puente / Frase
cl DOr para conducida luego al punto de equilibrio y quietud sobre el
Zl,6l 2t7ir'6^ T
\7
-i---'l DOr final; éstese pierde lentamente en el silencio. Gráñcamente pueden
2 2 Miembros tcprcsentarse ambas frases de la siguiente manera:
242 243
I RANSCRIPCIONES Y ANAIIS§
r:¡sr), en una mayot o menol extensión de la frase. las notas dc cuarto se
,,r¡stituyen en ocasiones por dos dc octavo o por valorcs aún meno¡es, sus-
(c¡)ribles de distribui¡se de dife¡entes maneras ( ffi , f- ,U)
rrr'. ) y viceversa. Las modificacioncs melódicas se logran cmpleando n-otas
,k paso en vez de saltos de tercera, invirtiendo los motivos, deslizando la
virz, ornamentando la melodla con apoyatufas, Tampoco se recutre acá a
Miembro 1 Miembro 2 Miembro I Miemb¡o 2
,,rrnbios agógicos ni dinámicos para hacer varier las frases.
Ill proceso dinámico cs básicamente el m.ismo en las mclodlas de ambos
,,,,¡rcs: sobre las notas más agudas recaen los acentos más fuertes, prccedi-
,1,,r con frecucncia de un c¡cscendo o abo¡dados de súbito en principio dc
l¡rsc. Po¡ el conr¡ario, se observa una co¡¡elacióo ent¡e el desceoso de la
Al igual quc en el son del Pascola, se manifiesta aquí con toda cla¡idad .rlrura y la disminución dinámica, misma que caracreriza rambién a las
la fue¡ia con que han logrado imponersc y araigarsc los principios armó- rr,rrirs largas que cierral los peíodos. De esta manera, la línca dinámica
nicos occidentales en la música yaqui. Por ejemplo, es evidente la función l( )r¡na prácticamentc un solo atco pata cada frase, siguiendo el cu¡so de la
Dominante coo que se carga a la nota SOL, cerrando [a primera frase a l¡rrca melódica:
mane¡a dc semicadencia e iniciando la segunda que se resuelve en el DO
final: Tónica, Estas funciones se reafirman en la frase mixta fu) que 1pa- i---.--_ll\
rece en el último pedodo de cada ciclo. Después de Ia última frase @)se
inicia un esquemi melódico a Ia manera de(6; que , sin embargo. no de'
I t,rrra. frase@ l r===-
semboca en bO, sino que concluye . al iguat dúe(r, en un final tenso con
un salto de cuarta descendente, sobre el SOL y p-repara asi el inicio de la
Il "n.t" r ->
: u,.,n¡.zl
úldma frase@. Este recurso prolonga el último per'lodo, aumentando su
ca¡ácte¡ conclusivo. ( lrl|lo,
Pero este fenómeno se manifiesta en gran Patte inconsciente para los ¡,criodos
propios yaquis. Para obtene¡ una evidencia de esto, baste observar cómo r
1.r b)
mientras li melodía del Pascola acusa un matcado carácter tonal de FA
mayor, la del Maso gira en torno a DO mayor, sio que por ello pueda
habla¡se de bitonalidad. Tanto en un caso como en el otro, el eiecutante
lirr Ia tanscripción sinóptica del canto se indica cl fias<r> con líncas ho-
de Ia flauta y ei cantor recu¡ren inconscientemente al empleo de esralas
sobre cada pcntagrama, limitando los fragmcntos rlc fr;rc, quc
occidenrales y a la combinación de tonalidades vecinas que les son fami- 'r¡,¡ntales
,,,¡rticnen de uno a t¡cs motivos. Estos, en cuanto es(tL¡(tutas rnclódicas
liares, suponiendo reproducir su música de maocra idéntica a como ha so-
dan la pauta para la subdivisión dc las frascs cl unidadcs de dos
nado siempre y sin percatarse de que son objero de un proceso de acuitu- ', 'rnimas,
1' rrt:s tiem¡ros. Con f¡ecucncia, los motivos ¡ernarios so¡r una ampliación
¡ación en su forma de percepción auditiva. El cantor se deia influir por Ia ,1, [rs bina¡ios, o se alargan los te¡narios fo¡mando t rs t¡nir]¡dcs bin;,¡ias,
gama sonora de melodia, partiendo de algunos sonidos recientemente es-
, ,,¡ r¡o se observa en los ejemplos presentados a continr¡acií¡n, cxtraídos de
iuchados y que se adaptan a la tesitu¡a de su voz. De esta forma puede l.r r¡rclodía:
explicarse que en este eJemplo e! salto inicial del canto sea la segunda ma-
yoi SIo-oOy que tras la prolongación del DO, reconocido o adoptado así l\l,rtivos de 2/4
por el cantor cómo nota central de su melodla, reaparezca esporádicamen'
te el mencionado intervalo de segunda, pues ambas notas se escuchan fre-
cuenremenre en la melodÍa de la flauta.
Las va¡iaciones que ofrecen las fiases del canto se obtienen con modifi-
caciones ¡ltmicas y melódicas sencillas. De acuerdo al número de sílabas
.',,,r#4@,# I
+É
+€. ic-t:'Ea::
l;--+-_]-+_+
como se pucde comprobar cn las partes uansc¡itas. Po¡ la misma razón no srcrión 2-C
sc continúo hasta el fiaal la notación coffespondicnte. sr((ión 2-D
A- ' ' ''''' -c- '' ' --- - . !
Estructu¡as métrico-útrnicas del son de Marc P..rod* Icanc schu¡ilo:schua¡a f)cs:Do ncDai a.!
[,,) coconil¿ sc¡:silolooti:hur."'-n.b;..
fcznc sca¡chuata su:sehu¿ta ávo!
hur huy¡ coco:nila sc2 jilo:lootí coyobuc.
I. Ciclo, Sccción 2-D
lo"
Pc¡lodos lu, Ule:schu¿ ulr sez ucl: ye schua cemtal
5;¡rrT ?¿¡-r¿ ¡i7 T
I tuulccai e:c lcc¡ se¿ ¡üo:looti covohue-
' Icznc sca:schrle buya:schua oei!
> 711iiT¡ '»7iitZ-r¿¿ tuulctai ac:huya sca silo:loou coyohuc.
T
|''
r f7.i7-E¿7 r
'Jx.ii' T
l¡l Capo:schua huya sca:sehua c¡rnta tuul
a Ír:'¡ F7T.;?ll7 T
lec¿i ec coco:nil¡ sca silo:looricoyohuc.
Icane sca:huyr schua:carnta tuu!
5 ?¡tf'77¡ 7Z1i'ñi1117 lccai ac huya:sca silo:looti coyohuc.
T
u6
1",
¿ ". .r*,
Ala ma.nsu:schuzilo hu!
yate nai:sucuni lapo. t
Schr.rzilo I l:lI huaico: schü¡cemt¡ ruu!
II. Ciclo, Sección 2-D F l.cÁi ¡c coco:nih saa silorlooti coyohüc.
Perlodos
Sce huya:sce huyarsehuata oesl
l 2¿ r:»2r r' T po ncpai ac:coconila:sea silo:looti coyohue.
Icanc sce:huye ani:huea schua!
, zlrrtzzr¿) r,¿ l\¡¿2,,¿¿1 .r
T
l; ta nc tuu:lcctai ac:cocoDil2:sc. silo:looti coyohue.
I
Ale maosuiachueilo hu!
4 5tE_t ?"-r..:r'¡rZ¡ T [,, yata na¡:sucuoi.
EÍiate i huyata l
t El'¡ riEZi' 'íriÍrilir¡ T lo, ruulccai so:co nepai ae:sea silo:looti coyohr¡c.
Huya sca:huyz eni:hua hinchual
te ncspo:ncpei ac:huya sce silo:looti coyohuc.
T
iur
-
II. Ciclo Envuelto el texto en el complejo sonoro de la danz¿, c¡eado por los per-
(r¡tores, sonaias y las dos melodlas de ritmos independientes, resulta casi
Sección 2-C imposible al espectador aisla¡ las fuentes sonoras durante la csccnificación
Sección 2-D
¡rrra prestar oldos a la na¡ración del texto. Tampoco es csa la finalidad del
atrditor, quien ante todo percibe el coniunto y lo comprende a la luz de
Pedodos
Icafle:see huya:a¡i huaico sehue!
lus ideas t¡adicionales de zu cultura. El mensaje de la danza encie¡¡a la
1 ["', ta nc ae tuu:lecai ac:coconila:sea silo:looti coyohue. r oncepción filosófica del yaqui respecto al universo visible e inüsiblc que
Huya sea:huya aoi huaico seal lo rodea, de manera que el texto sólo hace un¿ b¡eve alusión a esc "todo"
s€huecemta nci§€huei ae :ema sea:cotonila:see coyohue- rcpresentado en la escena, en una de tantas escenas de la naturaleza vi-
Lo,,
vicnte, De ahí que no se considere tan impoftante el entendc¡ los vo-
Ican.:sea huvarani huaico:sca sehua !
fu, ta ne tuu,leJai ae,co.onila:sea silo:looti coyohue. «rblos del texto ni cl hecho concreto a que se fefiere, pues en el fondo el
Icane sca:huya aoi:huaico se¿l rrrcnsaje es siempte el mismo. I¿ función prácrica real del texto es propor-
nepaic ae tuu:lccai ae:oepaic ea:coconila:see coyohue. r i¡rnar una cadena fonética que sirva de base a la melodla y cuyas caractc-
LO"
rlsricas son las siguientes en el presente eiemplo:
ar) Ala maruu:schu¿ilo hu!
I ) Pronunciación estrictamente silábica.
yata oar:sucuni.
a4) Sea huya sca:nomc nai s€:br¡iga camPa el€! 2) Predominio de vocales y aglutinación frecuente de las mismas, fun-
ta oa sea silo:Iooti coyohue. 1¡icndo cn ocasiones como semiconso¡antes en los diptongos ae, ea, uat
ar) Huya seal ir, y en el úiptongo u¿i.
huya anr huaico:sca ne.
Sea?7:7??! 3) Ocurrencia de las cinco vocales a, e. i, o, u en todos los niveles dc la
"9
b) ? ? ? ?:scl silo! rscala, con excepción de ¿ y u en el SOL, grave. En cambio, un prcdomi-
looti coyohuc . oio de a (46 veces), seguida de e (3) veces), u (22 veces), i (13 veces) y o (6
vcces) en el SOL] agudo. La vocal e se manifiesta como l¿ mfu adaptable a
lcanarsca huye sea:schuata flcsPol rodos los niveles, pero incide con mayor ftecuencia sobre el DO¡.
[,, ncpai ec nepai:sca silo:looti coyohue.
4) Exclusividad del diptoogq ue para los finales de pcríodo y prcdomi-
lcane sca:hiapo sea:baihuara ne tur¡!
['r lccei ae coco:nila sea silo:looti coyohue. niLr en los finales de la frase(a).
5) Rima en nerso, p"r."doY.l. extensión variable.
Ala mansu:sehuailo hul
f*, yata nai: sucuni.
6) Pies méuicos uocaicos (en su mayofra) como s¡ selu¿ = -v; dactlicos
r:omo en séhuailo = -r_¡r.-,1 anapésticos como en coyohue = r-,/\J -.
Emata:hL¡yatal
no be nar cormaia ca¡nta:ncrcpana:sea silo:looti coyohue. 7) Ampliación métrica dcl verso por int¡oducción de voc"blos:
Hüya s€a:m€a coyo: caposehua:mcla mene! silolooti covohue ala mansu sehuailo huyata nai sucum
L:'; oodeca:sea silo :looti myohuc. silolooti huaca coyohue ala mansu schua.ilo huyata nai sicuni la¡ro.
8) Sustitución e intercambio de vocablos sin altcración-¡nétrica del ver-
Numetosos voc¿blos del texo rcaparecen constantemente en los dife- liu, .o^o los siguientes miembros inicialcs de frases@:
rcntes cantos de Venado, incluso frases comPletas como "ala mansu icane".,
sea sehua huya sehua nai
sehuailo"r, que suele iniciar las est¡ofas finales, aunque también^puede icane sea huya sehua camta tuu
aparecer en oiras intermedias. En este ejemplo, Caposehua es la flor del icane sea huya ani huaico sea
cápomoo, expresión que designa al Venado; el Pascola representa al pája-
9) Copulación invariable de algunos vocablos co¡ dete¡minados moti
ro'colibrí, el'.ual, atraido poi la flor, ruela en torno suyo, agitando ráPi- vrrs melódicos, frente a la libre permutación de ouos, por ejemplo:
damente sus alas. La traducción del intérprete y¿qui Hilario Molina para
la parte del texto que reza: "Icane sea huya anihuaa sehuata ñe tuulecai Motivos copulados inva¡iablemente
aeioconila sea silolooti coyohue" es: "Me gusta esaflor del campo, por eso
cstoy dando vueltas a su al¡ededor"-
I Cornpfucsc cl texto y la tr¿ducci6n co¡ cl ercmplo No. 1.
4 Cf oota I dc est€ eiemplo A la mansu se huailo hu ya ta si lo looti co yo hue
248 LA MUSICA EN LA VIDÁ DE LOS YÁQUIS TR,ANSCRIPCIONES Y ANAIISIS 249
Motivos permutables
tuulecaiae
=a=t=
+
tuu le cai a e
--..-----.-.-.._
-il_i_g_t<-
tuu le cai a e tuu le cai a e
I !-
I
Los motivos copulados mantienen el principio estructutal de las f¡ases
melódicas, mient¡as los permutables son resultado de las va¡iaciones del
texto, que exigen los coresponüentes cambios melódicos para dades ca- F
I
bida. = I I
Tras el análisis de las partes resulta ahora más clata Ia imagen de con-
junto. Asl es posible transpoftar mentalmente el a¡co dinámico observado ) J
en las f¡ases (Ode la flauta y@ del canto a la totalidad de cada ciclo. Este
-- ¿
se inicia con folpes solos del tánbor, a los que se suman enseguida los ras- E I
Pascola el canto del Venado y finalmente las sonajas del Maso. Asl va -C
inc¡ementándose paulatinamente la intensidad sono¡a hasta alcanza¡ su ()
climax en el cenro, con la panicipación simultánea de todos los instru-
mentos citados más las sonajas que forman parte de la indumentaria de
UJ
los danza¡tes: cinturones de pezuñas, de cascabeles y ajorcas de capullos,
A la apertura de este arco creciente cottesponde un inctemcnto agógico rr)
paralelo, casi imperceptible pero eficaz. Ia operacióo cont¡a¡ia cierr¿ el F
arco agógico-dinámico hasta regresar al punto de partida para iniciar el si-
güente cido.
Cada repetición clclica porta sus variantes en los dife¡entes parámetros, I
t-
I
-6
I
ls
I
§
o
-an
o @
r{ r{
,. EL CHICHIQUELITE'
Este quinto ejemplo consiste eri un son para la danza dc Pascola. Se efe-
cuta con violln, el cual lleva la melodla veces a doblq cuerda- y un
-a
arpa, que proporciona el acompañamiento. Principia con una brcve i¡tro-
ducción consistente en varios aco¡des staccato del arpa y notas picadas del
violin sobre la tónica DO. Una vez sincronizados en tono y tcmpo, los ins-
rrumentos abo¡dan la temática mel6dica constituida por dos frascs,
E y [8. con el siguiente esquem¿:
7 2
3tl1 Pe¡-odos
r-
)
I
l;
o
(
(9
E
216 LA MUS¡CA EN Iá VIDA DE LOS YAQUIS
6. HURI1
Motivos ¡ltmicos
'Iambor Idiófono
¡rh ¡
Esquema formal
qB
l; .;--l 'lñnr-. ,rT
I Tcjón cn yaqui.
2'8 ITT MUSICÁ EN LA VIDA DE LOS YAQUIS IIIANSCRIPCIONES Y ANAUSIS 2'9
por cuaftos o medios ronos del MP al DO, sostenido, nota cenual de la nolur para descender luego suavemente y, perdiéndosc en el horizonte,
melodía. Al final de esta frase (d)se repite con insisrencia el DO' sosteni- rc¡¡resar durante la noche, en silencio, al punto de partida. La l-rnea rccta
do, disminuyendo paulatiname-nte la intensidad hasta alcanzar el prolon- r¡rtc describen los danzantes Coyotes caminando alternadamente hacia
gado silencio que sep¿ua a cada peíodo del siguiente. crrfrente y de espaldasr, se amolda también perfectamente a la idea dc
La primera nota del pedodo es generalmente abordada después de un rrrrr trayectoria solar diurna, con luz, hacia adelante y después el regreso
golpe fuerte del tambor; así mismo coinciden con fiecuencia posteriores rr,rcrurno, sin visibilidad, de espaldas, al punto de panida para reiniciar el
acentos rltmicos con silencios de la melodí¿. El noveno peúodo temina rrtrcvo ciclo, es deci¡, oro período melódico.
con un gran rallentando a manera de final, pero enseguida se inicia con re- De su extrema sencillez y limitación de recursos, así como de su seme-
novados bdos el periodo diez, realmente conclusivo. ,lrza con cantos chamanísticos puede colegirse que se ffata acá de una
El texto, no transcrito por ininteligible, ofrece una serie veniginosa de ,lr las manifestaciones musicales más antiguas de los yaquis que, no obs-
articulaciones sonoras que dete¡minan el empleo de octavos, resillos y rrrnte, no se ha librado totalmente del influio europeo; el canto-recitación
dieciseisavos, así como el fraseo antes descrito. lc apoya en las ttes notas de u¡ acorde petfecto menot.
Además de tiempos subdivididos asl en fraccio¡es dobles (octavos y Todas las danzas de Coyotes que se confiontaron con la presentc, ofre-
dieciseisavos) y triples (tresillo), se combinan imegularmente unidades tcn un esquema formal muy similar al de ésta, con mayor o mcnor ¡úme -
¡ítmicas de dos y tres tiempos dentro de un metro bipartita, es decir, que to de ciclos, metro y ritmo también seme.ianres, y recurren a un matcrial
divide el perlodo en dos partes de diversa exqensión. ¡nclódico sumamente limitado, dando así mismo una impresión dc
Los dos motivos ¡ltmicois del tambor,Q)y@, presentados en la int¡o- ¡rtonotonla.
ducción@, alte¡nan-du¡ante toda la d-anza, cómbinándose en forma
irregular en las frasefu) mientra-s que en la frase @sób se presenta el se-
gundo motivo. Sin embargo, el paso de un motivó al otro no altera la re-
gularidad rítmica que permanece siempre constante, asl como la insisteq-
te serie de octavos que produce el d¿nzante con su idiófono.
Esta unifo¡midad ¡ítmica consrante, aunada a la esrechez del ámbiro
sonoro que se limita a una tercefa menor (salvo el salto inicial de cuana),
más la repetición f¡ecuente de articulaciones vocales oebulosas sob¡e el
DO¡ sostenido, REr y MIr, que colocan al texto entre la recitación y el can-
to, impregnan esta danza de una monotonla casi hipnótica que evoca los
cantos de los chamanes asiáticos y norteameiicanos, acompañados de un
tamborln. Por otra parte , la l-rnea melódica que , colocando al DO¡ soste.
nido en el centro tonal, lo aborda por salto ascendente y alcanza el MI pa.
¡a retomar al DO sostenido en descenso paulatino, sugiere el cuadro ópti-
co siguiente:
-,.--'I=\
Dóz_ DOf
tlt r¡
sol -/
- -
Transportando esta imagen a la naturaleza, permite una comparación,
quizá fantasiosa pero factible, con la trayectoria solar: DO serla el nivel
del horizonre te¡resüe; el salto inicial semejarÍa los primetos rayos del sol
2 Véare
quc brotan de allende los montes; MI se ubicaría en el cenit del recor¡ido capltulo 1.1.l.L
,TRáNSCRIrcIONES
LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS Y Y ANAIIS§
rl I
tn
1,
V
¡
264 LA MUSICA EN IJI },IDA DÉ Lo§ YAQUIS I'RANSCRIPCIONES Y ANAITSIS 26)
Ensegüda se compa.tan estos tcxtost extraldos de la grabación hecha Ms: et in omnc populomte et invisibilium
para este cstudio, con los del nisal original, anotados entre paréntesis: (lts: et omnium ct elium
(visibilium omnium et invisibiüum)
P: per omnia saecula saeculorum
Cts + Ms: amen, A partir del "Gloria pater domine. . . " del gradual, se ignora dc dón-
rlc han tomado los yaquis el texto, ya quc en los misales lom¿nos consul-
Grafuol rtdos quc incluyen csta misa, a tcnor de las nlbricas anteriores al C.oncilio
Vaticano II, sólo conticnen los verslculos preccdentes. Lo mismo es válido
M;Quae as ista e qua asce qua sit aurora surgens para la respuesta "Gloria tibi, gloria Cfuiste aetema". P¡obablemente
(Quae est ista quac ptogreditut quasi aurom consurgens) lrayan formado panc de la litutgia empleada por losjcsuitas cn ticmpos
ea pulchra ut luna electa ut sol. ric la colo¡ia. Además, algunas partes de los versos son ininteligiblcs; los
(pulchra ut luna clecta ut sol)r que sc pudicron transcribir mucst¡¿n los fenómenos evolutivos antes
Quac arcus rcfirlgens inter ncbula gloria et quasi flores rncncionados.
(Quasi arcus refulgcns intu nebulas gloriac et quasi flos) Las respuestas antifonales de Maestros y Cantoras muesuan un avanza-
rosarum in diebus ve¡na es tam alleluja. tlo alcjamiento de las fuentes primarias para adaptarse e un nuevo esailo,
(rosarum in diebus vernis ellelujaf ¡»opio de los yaquis, caracterizado por:
Gloria patcr domi¡e at om sanctetur. . .? I ) Arrutres de la voz de un sonido otro y para aflcar o finalizar una
(?) nota, sustr¿yéodose cn gran parte a los^ principios mclódicos y armónicos
autem Maria per omnata. . .? archangelis deitis. occidentalcs y medievales-, lo cual dificulta preiisa¡ la altu-
(?) r¡r dei sonido-modcrnos
al momento de la t¡ansición.
Alleluja Marie turam allelúa. 2) Inicio melódico sbmpre cn movimiento ascendentc.
(?) 3) Iocremento de la intensidad rcnora paralelo al movimiento asccn-
. . .? clleluia, alleluja. rlcnte de la melod-ra, frente a una disminución dinámica sob¡c la última
Ave Ma¡ia tam. . .? alleluia. nora, siempre larga, formándose así un arco dinámico de asccnso y des-
(?) ccnso sobre la frase complcta.
4) Cortes brcvGimos en la continuidad sonora de las
P: Dominus vobirum -indepcndicntcs
pausas para tomar alicnto- acompañados por cl golpc glotal propio dc la
Ms: et cum spiritu tuo lcngua cahita. Este golpe, represcntado por el signo ' en la partc intro-
Cts: ea ducto¡ia de este estuüo, alusiva a la lengua, sc indica cn la transcripción
por una pequeña punta de flecha para difercnciarlo de los alientos señala-
P: Sequentia sancti Evangelii secundum Lucam clos con comas.
Ms: Gloria tibi, gloda Cbristc acterna La última respuesta al celebrante y el crcdo muestran cómo en esra ga-
Cts: tibi a Ch¡isre aeterna rna de sonoridades "exóticas" para el oído occidcntal se filtran poco a po-
lo clementos más "familiares", esto es, canto armónico a dos y tres voies
Cr¿do cn tercems y scxtas paralelas. El principio polifónico dcl canon asoma
t¡mbién en todos los uozos interpretados por Macstros y Cantoras. El de-
P: Crcdo in unum Deum
sarrollo posterior del credo (no incluldo cn la transcripción) evoca el prin.
Ms: Patrem o patrcm omnipotcntem
cipio formal del motete. Seguramcnte intentaron los misioneros introdu-
Cts; Patrem pauem tentem
cir el canto coral polifónico cnt¡e los yaquis, como lo hicic¡on en muchas
(Patrem omnipotentem)
otras regiones del continente ¿me¡icano. Pcro esto constituyc una suposi-
Ms: Cts: facto¡em cacü et tc¡t¿e te¡rae
rión aún no comprobada con documento alguno.
(factorem cacli et terrac)
Asl como en cl gradual, en el resto de los ejemplos se observ¿n ciertas
I Cflnr¡r dc los cenláres 6. 9. discrepaocias entte el frasco mclódico y el del texto, incluso la scparación
¡ lclesiástico rO, 8. ric sílabas de una misma palab¡a, Las frases se prolongan en notas lentas
266 IA MUSICA EN IA VID,¿{ DE LOS YAQUIS ,IT,ANSCRIPCIONES
Y ANAIISIS 267
de duración imprecisa (unas Cantoras sosdenen l¿ nota más dcmPo que
otras: lo m.ismo hacen los Maestros). Al parecer, mientras mfu agudo y
estridentc es el timb¡c de las voces, en especial el de las femeninas, es te-
nido por más bello y adecuado a las funciones religiosas, de ahl la tenden-
cia a prolongar los sonidos el mayor tiempo posible, dando opom:nidad
al desarrollo expresivo dc la voz.
Como se mencionó e n el primer capltulo, le música litúrgica yaqui
incluye mi5as, responsorios, himnos, etc. en lat-rn y cantos religiosos po"
pularcs en español, pero a pesar de la variedad de textos y melod-ras, los
principios gcnerales que se observan en estos breves ejemplos $anscritos,
se ve¡ifican dc modo semejante en todo el canto litúrgico.
C
C
L_
)1
[Iit
t!
,ffi
;,#l (^)
€ugÉ?¡'
O @
8. IAMENTO
c
1
)
= (i
=
d(
@
an
9. LA GUADAIUPANA
La Guadalupana es uo son de Matachines apto para cicmplficar las ca-
racte¡-sticas generalcs dc este tipo dc danzas, de rasgos marcadamente
eufoPeos.
En compás de dos tiempos y de aire muy ágil, la melodla se dcscnvuel-
ve en dos perlodos simétricos, LAl y LIJ, cada uno con una frase de ocho
compascs que se repite. Tanto las ftascs(a)dcl primer pcr-rodo, como las
(Q dcl scgundo conticnen dos semifrasesl cada una con dos fragmcntos
rambién s.iméuicos. los 32 compescs de la mclodla completa sc repiten
indefinidamente según lo rcquicra la ocasién. Enseguida cl esquema del
son:
Esqrema formal
Perlodos
T;-^'- ffi,tl F.r.o
El prcsentc cjcmplo, grabado duraatc una misa, fuc cjccutedo du¡antc
34 minutos, üas los s¡ales concluyó iacqrradamente a una scñal dc un
Maestro dc iglcsia, para dar paso a la pane siguientc dcl ritual. En gcnc-
ral, los sones dc Matachines suelcn inte¡rurnpirse asl, sin espera¡ e las ce-
dencias finales, ya que están supeditados a la liturgia.
Con un motivo asccdcnte se inicia la primera frase Q). Estc mismo rno-
tivo se repitc ücs vcces, cada vez cn tcsitura mfu gravc, para complctar la
frase. Este motivo oftece frecucntes ornamentos: nota dc anticipo en los
compases 2 13 y un mordente cn cl 4 y el l; csto sc rcpite cn @).
L¿ ftase (b) prcs€ota uoa l-rnca mclódica ascendcntc primeio, lucgo
descendente-cn cada una dc sus mit¿dcs. T¿mbión aqul abundan los or-
namentos: retardos cn los compascs l7 y 21 , tresillos cn cl 19yel 21, nota
de cambio en el 20 y Ia repctiiióo de tádos ellos en la frasc @ .
Tales recu¡sos ornamentales son muy socoridos por los yequis para ob-
rcner va¡ienres en su música. Al mismo propósito sirve, por e.iemplo, el
un-rsono e¡ vcz dc una melod'la con segunda voz (cf. compasc 17 y 49) o
viceversa (d. compases 9 y 4L, 16 y 48); asl mismo los iotervalos más
abiertos cn sustitución de las tcrccras (cf. compascs 19-20 y 1l-52),las
moüEcecioncs dtmicas (cf. compases 33 y 65) y muchas ouas fo¡mas dc
variación quc, aunquc a veces son tan leves que pasan desapcrcibidas a[
momento de escucharlas, sin embargo, cnriquecen la mclodfa y evitan la
monotonfa dc las coot-rnuas repcticioncs.
'IRáNSCRIPCIONES
274 LA MUSICA EN LÁ VIDA DE LOS YÁQUIS Y ANAITSIS
I VéNc c¡pltulo ,.
r Va$c c¡pfrulo 4.2. "Continuidad delmovimicnto"
LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YAQUIS
276
10. N^NA'
Para ejemplificar las canciooes populares yaquis se han clegido ésra y la
siguiente (No. 1 1). Como se rnencionó en el primer capírulo, se trata de
una manifestación musical no original sino asimilada por los yaquis, a la
,.ral han sabido imprimir sus propias caractcrlsticas dc difercn-
_también
lrílclon,
El presente ejemplo empieza con una introducción a cargo dcl violín.
Poco después se escuchan los instrumentos acompañantes, primero la
vihuela, luego Ia guitarra y e[ guitarrón. La guitarra provee dc un acom-
¡rañamiento con bajo y acorde en tesitura media. (Hay que rccordar que
It guitarra se anota convencionalmeote una octava más aguda dc su tesi-
rura reai;. La refuerzao los bajos profundos del guitarróo y los acordcs
rrgudos de la vihuela. Ocasionalmente suena cn el guitarrón utra sctic dc
bajos en escala ascende¡rte, desde la Dominante RE) hasta la Tíroica SOL)
. viceversa. De esta forma se complementan estos cordófonos para apor-
rar el acompañamienro armóaico.
Dos notas staccato preceden a la introducción melódica. Esrr forma
:
(r¡rrro arcos de línea ascendente-descendente (compascs 2-5, r-9,9-13 y
Ij-18) para concluir con dos fragmentos de escala dcsccnclcnlc quc «rcn
sr¡bre un inte¡valo de sexta en Ia Tónica.
Semejante a la melodía introducto¡ia se inicia cl canro a dos voccs cn
.,-o rrrceras, cuartas y sextas paralelas. La melodía supcrior cs duplicada por cl
violín en la octava aguda. Los dos primeros micmbros (compascs 22-24 y
15.27)de la frasc t¡iparrira se consrruyen con el mismo marcrial tcmático:
crr eI primeroQ)con el motivo sobre la Tónica para dcscmbocar en
I:r Dominante ; en el segundo Q) con un tratamicnto ¡rtmí¡nico inverso. El
rcrre r miembror b) (compases 28-32) dc la fia-se prcscntr una v¿ria¡te de
Irs primeros compases (2-1) de la introducciím: sal¡o asccndc¡rtc de cuarta
1l{Er-SQL, en la voz superior; SI,-MI' cn la gravc), scguido dc u¡a línea
rrrelódica descendente que se extiendc en un á¡¡bito dc sexta (SOLi-SI: y
l\'ll'-SOLr respectivamente. Los cantantes alargan la úlrinra oora, mieotras
i
cl violín repite la cadencia final dc la inr¡oduL:ción. Así concluyc el primer
¡rcríodo, que se repite dieciséis veces en rora¡. Aquí sc transcriben sólo
de estos períodos ( = frases); corresponden a una media est¡ofa se-
jo 'icre
¡1uida dc otras dos complctas y un interludio instrumental. En este in-
rcrludio el violín apona algunas variantes a la melodla del primer peúodo
I Señoritz en yaqui.
218 LA MUsIC EN LA vlD,r DE Los YAQUIS IX¡.NSCRIPCIONES Y ANAII$S 279
hll, .mientras que los cantantes entonan las dife¡entcs estrofas conserven.
do casi. idé¡rica. Ouos cambios que se dan al final de los [a)Júnume totosali payum, Ese pañuelo blanco,
-la,melodla A'o l¿) bis bis
PcrÍodos Pueden obse¡varse claramenre en la iranscrioción.
El texro completo de esra canción en yaqui se ofrcci a continuación, al [li ¡"U.r" em cham iinuriala. ¿Quién te lo compró?
,
lado de su rraducción a[ cspañol:
'fa) Júnume totosali payurn, Esc pañuelo blanco,
vetchivo nana, 4,, lr¡ bi, bis
,l^' [l] 3r1"".
No
bis
es por nada, señorit¿,
[c)
inepo cn cham jinuria.la. yo te lo compré.
Ib)
iron. . vetchivo noquiavae. nomás Para tf voY a hablar'
l- [a) Caituni vetchivo nana, No es por nada, señorita,
I I A'¡ la) bis bis
*o'n'culi bocham' Esos zapatos negros, i"r* e vetchivo noquiavae. nomás para tl voy a hablar.
IX] {|1"" bis | [ul
^¡ ¡abeza em üam iinuriala.
fu) ¿quién te los compró ? Ips ttes últimos ve¡sos que rcpiten al fina.l las f¡ases inicialcs, sirvcn pa.
ra redondca¡ el tcxo y la temática musical, Cada estrofa contienc seis ve¡-
chúchuculi bocham'
A, [1] {f "-' Esos zapatos negros,
bis
sos o¡denados en dos grupos paralelos dc tres vcrsos cada uno, según el es-
qteme azblaac- El primer grupo de vcrsos plantca una prcgunia quc sc
inepo en cham jinuriala. yo te los comPré. responde cn el segundo grupo. I¿ base méuica dc cada cstrof¿ consta de
[c)
i + 3 + 4 pies dactflicos. Ent¡e la música y el texto se dan las corcspondcn-
cias siguientes: un grupo de t¡cs ve¡sos es igud a un¿ fiasc rnusical, uo
sasasuali lePam' Esos atetes dorados,
Il]{'il"'
jabeza
bis
verso cotrespondc a un miembro de frase, el pie méuico sc identifica con
cl compás. Asf resulta una esüuctura csqucmatizada como sigue:
em cham jinuriala.
[U¡ ¿Quién te los comPró?
coc,' -"'-- -
Ese colla¡ cristalino
RR,K
carasco
[i]{11",o'
;aUeza em cham iinuriala.
b'
¿Quién te lo comPró?
Miemb¡o/Verso
/r\ /t\ z\
lU¡ Compás/Pie mEff'TaFEEE
Ia) Júnume cal¿sco cocam. Ese colla¡ cristalino,
^7
l") lnePo
Pi' bis
en cham jinuriala. yo te lo comPré. Es evidente la estructura bipartita dc la esrofa, a la cual se subordina la
Lc,
o¡denación ternaria de los ve¡sos. La frase completa resulta de Ia adición
de unidades pares y nones (3 + 3 + 4 = l0 compases/pics). Esusparticula-
osiqu,i moñon' Esos moños rojos, ¡idades vienen a teforzat lo dicho en ejemplos anteriorcs respe«o a [a
[:i {11"'"' bis estructuración gcne¡al dc la música basada cn una pecuüar forma de pcn-
[b);aU.ra em cham jinu¡iala. ¿Quién te los comPró? sar.2 Este fenómeno puede observasc a la luz dc lo cxpucsto en cl
capítulo quinto de cste estudio.
osiquli moñon' Esos moños rojos,
[:¡ {'ll''"' bis
rncpo cn cham jinuriala. yo te los comPré.
Lc) Cf, capftulo 4.2.,4.1. y 4.6.
'z
LA MUSICA EN LA YIDA DE LOS YAQUIS TT,{NSCRIPCIONBS Y ANATJSIS 281
l" ),
t :
j I
I ¡
: !
) I
.C
G)
LN
2
d
(J
).
I 3
!
.¡ ¡ 1,
J i
I
i"
i'
-' (": .l (,
I G)
11. CAPOSEHUA'
Cada cstrofa consta de dos gn:pos iguales de res versos; esto coresponde
rrt¡cvamcnte a la rclación numérica del 2 y el 3, que parece ser imprescindible
EPILOGO
BIBUOGRA-FIA
Tbe Contenzporary C nre of tlte Cebit¿ Indiot, BAI Bull. 142, 194r,
BRANIFT C., Beatriz y fuchard S. F!LcER: Joao¡¿. Antropología del detie*o. Mé-
úco: INAH 1976.
Cougr, Gabricle: Dat Pmblem der l*egldlion de/ Iadi¿ner So¡ora¡, Meiáo, i¡
det ertel Jabneltrten det 19. Jair/ttndeá- Tesis, Kdlo 1971.
DECoRME, Gera¡do: "Las misioncs" . Z¿ o bre de lot Jewitar en lIéxioo er la época GALptN_, F.lV.: "Aztec l¡flucnce on Americao lodian kstrume¡ts,,. Sammel_
colonizl: 1572-1717,2 Vol. México: Po¡rúa 1941, Vol. 2. b¿rr& der lr,rematiotalen ltÍuilgetel/obtfi, i;" ;, ;J.-ó;k;,
n"ú1". y
Johanncs Volf. kipzig t9O2-03 t66t -670.
DENSMoR-E, Fnnces: Ysm¿¡t a¡d Yaqui lrtntic, BAE Bull. 1to, 1932.
GAMEz-GaRclA, Er¡esto Hi¡ro¡ia aflrigr¿a de Sinaloa del lllocorito
Mtsic of Sz*o Domhgo Publo, Neu M¿ico. Southwest Museum Papers a/ Zuaque.
Culiacá¡: Univ. dc Sioaloa 196!I
12. Los Angclcs 1938.
GARci^ AxREot A, Rosa Marla: futzdio integral de la comtnidad yqni. yícam
DoMINctEz, Fruf,cisr.o Mítiaa yqui. México 1937. (Mecanogr., inédito).
Druv¡r, Harold E.: "The Spatid and Temporal Disuibution of rhe Vusical Rasp G^¡tB^y K.,
io the Ne*, Wo¡Id". At tliropot 48, 19511178.592. ¡ogel M¡rio' Hi¡tori¿ de la li¡ertrt¿td ,ráb ¿tl,2 Vol. Márir_o: por¡úa
1971, Vol. l.
H.E.,James A. Kn,wy, He¡rhcl C. HTIDSON y Ora May ENGr-¡: "Statical
DRtvER. Gaturs,, Joscph- E. B. HrMoN: ,.The Huichol and thc Cnra,, . Íl¿xd.
Classification of No¡th Amcrican Eünic Units". Etbzologl XI/3, _y_.Thomas
oooe ol tttrddle Arrl¿ric¿t lndia¡t, 16 Vol. Austin 19l].), Vol. 7, pp. 792-
1972:1Í-119. 813,
DruvER, Vilhelrnine: "Music". Indiau of Noxb Ameica, Harold E. Dtfuer. GUERxrRo, Raúl G. : ' 'Ia música y la d a1za,' . MAcico ptebi¡pá¡ico. México 1946:
Chicago: Univ. of Chicago Prcss 19611212-223. 647 _66a.
Dwonn, Rogei: Tbe Soxorun De¡err. Tucsoo l97O [1968]. tI^R-RlsoN,. Frank. y ,,S_panish
Joan: Elcments in rhe Music of Two Maya G¡oups
in Chiapas". ielecrcd Repolt I/2. Los Angeles t968.
EcKHART, George B.: "A Guidc to üe History of rhc Missioos of Sooora (1618-
1826)". Arizow and tbe We¡t, 2 Vol. Tucso¡: Ba.lkow Priot C-o. 1961, FI;RNÁNDEZ, Forrunato: Lat rezas ixágetu de Sorora 1 lz glerra de/ yaqli. Mé-
Yol.2. xtco 1902.
BcUDERo, José Agustín de: Notici¿¡ e¡taústict¡ de Soxor 1 Si¡alo¿. México IIEnzoc, George: "Plains Ghost Dance and Grea¡ Ba.sin Music,,. Ameicd¡ A¡-
(facs.) 1849. thropotog,tt j7, t9J5 t4O3_419.
F¡stt¡, Alfo¡so: l,a¡ ¡ibxs yaqa* de Sorota. México: Biblioteca del Instituro In- HoEBEt, E. Adamson: "The Sun Daoce ofthe Hc ke¡dika Shosho¡e,, . Americaa
digcnista Int€ramerica¡o 1940. Axrbtupologitt 37, t91tt57O_rEt.
Lot indiot yq*it de Sotofi. México 1945. HorDEN, llilliam Cury et al.: Studiet o/ the yzqui ladiau of Sonora, Tcxas
Teclurological Coileg Bull. t2tt, 19j6.
[lRGUsoN, E¡¡e: Darcing Godt. Albuquerque: Univ. of New México P¡es 1977
[l931]. HopKINs DUR {zo, A¡mando: ,,Uoa imagco dc los
aborígeoes de Sonora a la IIe-
trixttz, H, | "Altindianische Musiki¡strumcnte
gada,dc,los-españoles..desde el puñro de vir,"
td det t
;;"?;i.;;;i;:i ;;zz,
aus Mitrclame¡ika," . Jabrbtcb flir Jtmpo¡ro d¿ Hitloria de Sonora, 2 Vol. He¡áosillo:
Imprenta
uu¡ii¿li¡cbe Volar-ar1d V¿;lÁeráúrde, Be ;o 196(r, Vol. 2, pp. 91-113. Univffsira¡ia 1978, Vol. t, pp. lA-7 t.
V
LA MUSICA EN LÁ VIDA DT LOS YAQUIS
BIBUOGMFIA 29}
LóPEz, E. y .: Bibliogafia de Sorota. He¡mallo: Fátima 1960.
Hu,trr¡. Edua¡do: la nibt yqti I el iego de ¡a¡ lierta' Méico 1976'
Axtbropohg*t 6' IUMHoLTZ, Carl: UrÉtzoutz ilLexico, 2 Vol. New York 1973 flg0zl.
HRDLTcKA, Alcs: "Notcs on thc lndians of Sooora" á mericat
t904l 11'213 .
LYI'INE. ScoGcrNS y C.RLII'mINT: Ceremonial Excbange a¡ a Mecl¡axi¡n in Tibal I*
coapren' tegratioa zmoxg tbe Mzyos ofNortb-uel Mexio. Anthropological Papers of
lNl Asátirú rocnl 1t ccotómico de l¿¡ comttidadc¡ in{tgenat laqui' üe Uoiv. of A¡izona 14, 1969.
' '' ';:ü',;i;; ;r¡li¡io¡ de Bácum' caieme Guz¡mat vicam 1976 (Meca' 11
nogr., inÉdito). MADSEN, William: "Cluisto-Paganism". Naittim aad Sycreita. New Orleans:
Tulane Univ. l960tl1r-179.
o[ Linguistic Accttl¡u¡a¡io¡" Amedc¿n
IortlsoN. fean Basset: "A Clear Case
' Ai;hrcpololit 4t. t9411421'4J4' Marf, Samuel: "Música primiriva en aora" . Yet I/1, 19t3:10-17,
El idioma Yqtti México: INAH 1962' "Prcconcsiaa Music". Etbho¡ I/4, l9t4ú9-79.
of tbe Natite Raut oJ Soztb Afiru'
N - Pa¡cival R.'. Tbe Ma¡ttal lx¡ttttmettx
'- nxv Univ Pres 1968
Irr¡h'r.rneator rr,ttlitoler P\¿oorleri4xot. México: INAH 1968.
¡ái"nn.tUurg, \lüitwatersrand
Mfuica prccolombiru. México: Edicioncs Euroamc¡icanas 1978 [l971J.
KRoEBri(. Alfrcd Louis: "Uto-Aztecan Languages
of Mexico" Ibeto A¡¿eia¿¡a
4. Berkelcy 1934 MAsoN, John Alde¡ Tbe C/aaificatiox of tbe Soxow l-angraget, Essays io
Arthropology prcseoted to A. L. Kroebcr 1936.
Areas o/ Natural Nortb Ameira Univ
of-Caüfornia
Cultardl ¿nd Natunl
iíti.r,,á"t lt ¿rnt'i<an Archaeologv and Erhnology 1961 [19]91' McGILL, Anne Blanche: "Old Mission Music". Mt.rical Qtarull 24, 1938l.186-
t91.
Yaqui Indian Pascolas"
'"
KuR¡lH, Gcrtrude P. "The Sena'asom Rattlc of the
tibiiir t,rolos1 ,/ /z2 Middletown t96o:60'@' MEDINA,Jesús (ed.): Má¡ta. Lelendt, co¡tumbre¡, tmjet y danzas. Múxico 1970.
Etbnomtsicology
"Thc Kinetic Ecology of Yaqui Dancc lnstruments"' MÉNorz, Lcopoldo y Mariaonc Y^MPoLSKY: á
epop armeicano, 2 Vol. Méxi-
X/i Middlerowo 1966128'42' co: Fondo Editorial de la Plástica Mcxicana 1971, Vol. 2.
a Natit"
KURATH, \X/illiam y Edward H' SPICLR: A Biel I.n tto.d'\c tio.t¡ to^Y-dqai' MENDozA, Gilbet¡o R,: Pime¡ álbum de aítica aboigén. Párzo)^ro 1940.
"-""'t;rg;c) of so¡ota. tJoi't of tuizona Bull XVIll/l'
1947'
M¡¡.looza, Viccotc T.: "Los percutores pr€co$esi¡nos" . A¡qle¡ del lllt¡eo Nacio-
L\ BARRE. brauch bci nordame¡ikanisch ¿¡ 1¡lia¡¡¡n" ,Raarch ral de Arqtitectua, Hittoria ) Ertogr¿fr¿, MFoce, No. 8 México 1931.
-' \X/estoo: ' Peyotege
^")i¿'i)r)iiii
'
l'¡NI()¡i,lialph:,.TheComancheSr¡oDance''.Am¿icaxA,.thropolagirr37,193'|
tl2o-428
Lí¡r¿it¿¡ de Sorore, Sitaloa I Ca/ifonia 1790, Hermosillo 1979.
T
294 LA MUSICA EN LA VIDA DE LOS YÁQUIS BIBUOGR,{IIA 295
MoMPRÁDE, Elecüa L. y Tooatiuh GI.mE¡t-Ez: Histoia geaed del,¡te n ei¿1no. SACHs, Curt: Gei¡t ,¿zd Werder¿ del ¡fiuriAik¡tftim¿fie, Bcrlin 1929.
Danzas 1 bailet pop*laret México/Bueoos Ai¡cs: Hcrmes 1976.
ll/orld Hittory of tbe Daxce, Neq york: §0.§l. Nonoo & Co. Inc. 196)
MoNTEL, Giista: "Yaqui Danccs". Etá@r lll/6, l91atl41-166. lr937l.
MvERHoFF, Ba¡ba¡a G.: "The Dcer-Maizc-Pcyotc Symbol C-omplex Amoog thc H¿ndbxcb der Muiai¡¡tn¿mexte¡Aatde. §fiesbadcn: Breirkopf & Hár(el
Huichol Indians of Mexico". Artbroj'ologictl Qurtell 4j/2, 1970t64-78- 1976 Í19191.
NáDER, I¿u¡a: "The Trique of Oaxa a" . HadbooÉ of Middle Am¿ricar l¡zdia¿¡. RealleiÁo¡ det Muiáinttr/?11¿r,t¿. Hildesheim/Nc« york: Otrns I979
Austio 1969, Vol. 7, pp. 400-416. ue13).
Qu¡aoa, Enrique: Habitlnte! pimilir)ot de Sorora. Su lengta. Boletl¡ de la "Social Structu¡e aod Cuhu¡al p¡occss in yaqui Religious
Alcuhurarion,,.
Sociedad de Geografía y Estad'stica de la Rcpública Mexiceoa, 4a- época, Ameicax Aztltropo/ogirt 60, tgrl:4r-44t.
III/l-2- México 1894129-38.
"Yaqti'-'.
_Perpectitte¡ in A¡a¿ic,tx ladi¿t Csltxre Cbarge. Chicago:
Ross CRUMRINE, N.: ¡/ ceremo¡tial de P¿¡cta 1 lo ideatidad de lot maltot de Soto' Uoiv. of Chicago Press 196t.
¡¿, México: INI 1974.
"-{puotes sobre cl ripo de religión de los yuro-azrecas cenrmles... ,4cl.r.),
Itutz, Juan, Arcipresre dc Hite Libro de buett amor, 2 Vol., ed. Julio Cejador Memoria¡ del XXXV Cotgreto lzienacional de Ameicaair¿¡,2 Vol. Mé-
Frauca. Madrid: Bpasa Calpc al94l, vol. 2. xico 1964, Vol. 2, pp. 27"38.
I
296 LA MUSICA EN LA \¡IDA DE LOS YAQUIS DISCOGRAFIA
217
"Thc Yaqui and the Mayo". Handboo6 of Middle Anerican lxdians, 76
COMENTARIOS DE DISCO
Vol. Austin 1969, Vol. 8. pp. 830-84i.
BoiTE A MUSreu[, UMSCO Coll. Ax Attáolog1 of Afican Music.
STEVENSOT,*, Robert: M¡t¡ic ia Azlec and Inca Tetitory. Berkeley llas Angeies: BM 10 L 2107 "Nigeria"Hausa Music,,. '
Univ. of California Press 1968. BM 30 L 2308 "Music of the Seoufo,,.
BM 30 I 2109 "Chad".
l[u.ric ix Meico. New York: Apollo 1971 [1952].
ETHNIC FolKv,.rys UBRAtry: FE .i470 Taareg Mlsic of tbe Sot¿lbelr¡ Sdbdla.
Stóun, §laldemar: ZexiÁox der Vóláer txd Kulturen, 3 Vol. Braunsch*eig 1972,
Vol. J. VocLrE: Coll. Musée de l'Homme , LDM 113 B Mz¡ique fil¿/hÁic
TRoNCoso. Francisco P.: Ia¡ gueíal cor) /a! tibu yaqai y ma1o. México: INI 1977
DISCOCRAI¡IA
[1903].
CANYON RECORDS
TRUEBA, Alfonso: E/ Padre Kino. México: Jus 1971.
C-60)) Yaqai Nasic of tbe Pasctia mtl Dcrr Dt»n:
VtrrA, Eduardo §1.: Hi¡roi,z del E¡rada de Sonora, He¡mosillo: Sonora 1951. Lado 1
Danza de Pascola:
VIvo, Jorge A. : ' 'Caracte¡es de las culturas del norte de México' '. Méico ple bit
p áx ico. México 1946 :123 - 3 30. 1. Cogui Yeka (Pig Nose)
2. Sa¡ Marti¡ Manuelito
§IARNER GTDDINGS, Ruth: Yaqui Mlth axd Legeuls. Tucsoo: Univ. ofAtizona 3. Ta'ka Cho'nim (Body Hair)
Press 1974. 4. Yoh' i-lopoli (Mother Night Bird)
5. lo¡etra Caoto¡a Ta Ten'ku Ba,nim lloretta
§íElrtANER, Roberto C.: "Relaciones genéticas entre los grupos lingüísticos"- Cantora's Dream Cries).
lléico pre hisp áxico. Méxtco 1946 30-36.
Lado 2
\X/ESTHEIM, Parl: Ideat fundamenta/es de/ arte prebitpánico en Mérico. México: Danza de Venado:
ERA t972 fr9rll.
1. Tene rX/oi Yue¡ia (Cocoon Bug).
2. Kuu'ra Wi'kuii (Vooden Lizard),. /puchilai, -"
Y/HoRF, B.L. y G. L. TMGER | "The Relationship ofUto-Aztecan aod Tanoan". C-6740 Yaq i Ritut / and Pe¡¡ite Mu¡ic
Ameicat Axthrobolopi¡t 39, 1917 Á09-624. Iado 1
Danza de Venado:
YESCAS IóPEZ, Erresto: ''Misiones y misionelos jesuitas en Sono:a" . Memoia de/
III Sinpasia de Hi¡raria de Sonora, 2 Vol. Hermosillo: Imprenta Univelsi- 1. Tosay Hwikit (\lhite Bird).. /Taciovakok (A small
ta¡ia 1978. Vol. 1, PP. 110-1i9. bushlite herb used as medicioe).,,
2. Yoco Muhu (Speckeled Owl), '/Bali Jekan (Fresh
\1tR(:l-tENCo, Hen¡iettar "G¡abación de música iodígena". Nue$ta llIútioa I/2, Air)- - ,
'1946165-i L
3. Tukahani¡r (Night Earth),' /Chepa Muchikawi
Zt rN r( i^ . Ge¡mári: "Algunos aspectos sobre Ia panicipacióo d e Lázaro G:ottél¡ez flosephine's Turtle Mountain).,.
rlr: I-ara y la tribu yaqui en el perlodo revolttcio¡a¡lo" . lvlemoia del III Sin ' Nombres iguales para el Son dcl Maso y eJ del pascola.
lottn de Hitoia de So¡ora, 2 Vol. Hermosillo: Imprenta Universitaria " Son de Maso (Danza de Venado).
l,)711, Vol. 2. pp. ,1r-t37. '' Son de Pascola (Danza dc Venado).
298 LA MUSICA EN LA vIDÁ DE LOS YAQUIS DISCOGRT{¡IA 2()()
I¡.do 2
I¿do 2 1. Danza dc P¡scola
D¡nz¿ de P¿scola: 2. Daoza de Pexola
3. Danz¿ dc Vctrado"
). Cucra Mohclam (Old Music Strings) 4. Denza de Vcnado"
2. Cama Guiloham (Squash Vinc) 5. D¿nza de Matachines
3. Mamoa Cialim (Grccn Spiaach)
EE 45O7 hh¿¡ic of tbc lYo d't Peoples
Cancióa popular: Lado 1
4. D¡nza dc Pascole
4. Juaoita Vaquero fluanita üe Cowboy)
5. Kztchan Nc Juni Su Tckut Jiobc (I'm Not a Squircl) P 521 Mee't Eadg Mtsicd lrrrrrur?tentr
6. Ma¡iaca Pucblo (Masiaca Town) I¿do 1
10. Dmza de Vcoado"
INAH
FOLK§qAYS RECORDS
no. , &Í,úrica lr7úg¿r\a d¿l No¡oe¡t¿
I¿do 1
ÍE 4413 Indiar lr4uio of Metcico
2, Daoza de P.scola
I¿do I
1. Danza de Venado
1, Yaqui Pascola Dancc
6. Yaqui Pascola Dance UBRáRY OF CONGRTSS
llIS L t9 fulá M*¡ie of lI¿xico
I¿do 1
I-ado 2
1. Yaqui Pascola Dancc (Danza dc Vcnado)"' 9. Danza de Venado"
10. Daoza de Vcnado"
2. Yaqui Decr Daoce (Daoza de Vcoado)"
Al$S L 24 Folb ltu¡io of tbe Unitcd States
Iado I
FNt 917 Yaqei Dancet
Daoza dc Veoado (caoto solo)"
l¡do 1
8. Thc Litü Fly
Danza de Pascol¿:
9. fhc Summc¡ R¡iqs
10. Thc Ri§ing sun
1. Heragua Ioquo
2. Paloma
3. Papusa
4. Mundo
Íado 2
Danza de Pascola:
1 Aguedada
2. Paloma
3. M¡¡ia Lo¡cta
4. Dancc Song [insuuocotal]
viene d¿ la solapa anterior La Música en la Vida de los Yaquis ¡J
d
yaqLlis. la Doctora Varela realizó ... del Alemán al Español
este trabalo que representa una ñ
aportación inigualable para el co-
nocimiento de este grupo átnico. 1)
asentado en el noroeste de México,
Tras su publicación en alemán por la editorial Gustav Bosse J
inconquistado, aún autónomo y Verlag, de Regensburg. esie trabajo de Leticia Varela fue
que ha llamado poderosamente la presentado por la radiofusora WDR (Westdeutscher Rund-
atención a estudiosos de la antro-
pología en la última d¿cada. Util
funk) en su programa de difusión cultural internacional 'La
tanto para especjalistas de la músi' Voz de Alemania" y considerado como uno de los dos resul-
ca y otras disciplinas como para tados de investigación más interesantes publicados ese año
profanos. en el trabajo muestra la (1982) por científicos de América y Europa. Su ¡rrincipal
.osmolisión de los yaquis 'como
mérito. dice La Vcz de Alemania. se debe al i.iecho de que
a
- fundamento ideolóqico v estructu-
ral de su música'. en un
miento profundo y sin anteceden-
acerca- "aborda un tema que hasta La fecha apenas si ha sido tocado
a fondo. E1 rlue la autora (mexicana) haya publicado en la
--a? tes conocidos. El análisis científico República Federál de Alemania los ¡esultados de su investi-
de la música del indio yaqui, su
religjosidad. rjtos. costumbres y Ia gación de campo y se haya ceñido. o mejor dicho, que se
visión que éste tiene de sí mrsmo. haya tenido que ceñir a los mátodos y a la terminología clási-
permlten al lector situarse en un ca de la musicología alemana. muestra una vez más cuan ur-
punto de vista que revela a este
gente e importante es una literatura propia y autosuficiente.
elemento entrañable de nuestra
identidad sonorense en su postLlra así como investigación bien programada sobre la música de
filosófica. poética y mística respec- los indios de Latinoamérica'.
to al rnundo tangible que le rodea. La M(rsica en la Vida de Los Yaquis. Un aporte al estu-
Fiel a sus raíces y conciente de su dio de la tradición de una etnia mexicana. como reza eltítulo
responsabilidad social. la autora alemán original. es el resultado de amplios estudios e inves-
realiza actualm€nte actividades
sLLs
tigación de la joven etno:nusicóJoga Leiicia Varela Ruiz, na-
en ei campo de la música y la
musicología en la capital del Esta- cida y edr-rcada en la ciuclad de Hermosilio. quien quiso "co-
do. dirigiendo la Escuela de Música nocer más de cerca a los yaquis". queúa "saber el 'como 9 el
de la Universidad de Hermosillo y 'porq-uá de su vida. sus ritos v sus fiestas'. como asienta ella
ia Escuela de Disciplinas Musicales
(de la cual es fundadora). en un
misma en el prólogo de su libro clue preser.ita una exposiciórr
trabajo cla¡amente orientado a cu- de las formas de expresión musical de este pueblo en rcl,r'
b¡ir necr¿sidades básicas para ción con su vida social y, cultural.
coadyuvar al desarrollo de la músi-
ca y la educación musical de los
sonofenses. así como de su cullLrra
y riqueza h umanística
H€rmosillo. Sonora.
Di.iembre dP 1986.