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Doctrina II (El Espíritu Santo)

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

INSTITUTO BIBLICO
PENTECOSTAL
SEMESTRE II

FUNDACIÓN EDUCACIÓN
CRISTIANA PENTECOSTAL
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia

1
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Recopilado por
INSTITUTO BIBLICO PENTECOSTAL
Institución de formación Teológica Adscrita al
ÁREA DE EDUCACIÓN TEOLÓGICA
De la
FUNDACION EDUCACION CRISTIANA PENTECOSTAL
Y la
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia
Nota Aclaratoria
Este material es el producto de varios años de recopilaciones hechas por varias personas,
haciendo uso de diversas fuentes, autores y páginas web

La Ejecución de Este proyecto estuvo coordinada por

HONORABLE CONSISTORIO DE ANCIANOS


Iglesia Pentecostal Unida de Colombia (IPUC)

Rev. JORGE HUMBERTO CRISTANCHO


Director General Dpto. Educación Cristiana IPUC

La dirección General de este proyecto estuvo a cargo de


Rev. JOSE IGNACIO SIERRA BONILLA
Director Nacional Educación Teológica IPUC

La Revisión y diseño instruccional de este proyecto estuvo a cargo de


Lic. EDISON ANDRÉS BETANCOURT DUARTE
Coordinador Grupo Pedagógico IBP

La revisión, redacción y adaptación pedagógica de este modulo estuvo a cargo de


Hno. LEON TORRES VILLAMIL
Pastor IPUC

Diagramación y revisión de estilo


VICTORIA MEDINA GUZMÁN
EDISSON ANDRES BETANCURT
Docente

A Dios gracias por su infinita Bondad y misericordia


Por su respaldo incondicional a este proyecto
Y por la inspiración que nos ha dado
Porque de Él dependemos siempre

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

INTRODUCCION 7

LOGRO GENERAL 9

LECCIÓN NO. 1 11
Descripción y Definición de Neumatología 11
Indicadores de Logro 11
Saberes Previos 11
Desarrollo de la lección 11
Definición 11
Descripción 12
En Resumen 14

Actividad de Auto aprendizaje extra clase 14

LECCIÓN NO. 2 15
Títulos y Deidad Del Espíritu Santo 15
Indicadores de Logros 15
Saberes Previos 15
Desarrollo de la lección 16
Títulos descriptivos 16
Títulos del Espíritu Santo relacionados a Dios 16
Títulos del Espíritu Santo relacionados a Cristo 16
Atributos relacionados al Mismo Espíritu Santo 17
La deidad del Espíritu Santo 18
Atributos divinos del Espíritu Santo 18
Obras divinas del Espíritu Santo 19
En Resumen 21

Actividad De Auto aprendizaje Extra clase 22

LECCIÓN NO. 3 23
Tipos y Símbolos Del Espíritu Santo 23

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

Indicadores de Logro 23
Saberes Previos 23
Desarrollo de la lección 24
A. ACEITE. 24
B. AGUA 25
C. EL FUEGO 26
D. EL VIENTO 27
E. PALOMA 28
F. ARRAS 28
En Resumen 29

Actividad de Auto aprendizaje Extra clase 29

LECCIÓN NO. 4 31
La Obra Del Espíritu Santo Antes Del Bautismo. 31
Indicadores de Logro 31
Saberes Previos 31
Desarrollo de la lección 32
Convicción de justicia 34
Convicción de juicio 37
En Resumen 39

Actividad de Auto aprendizaje Extra clase 40

LECCIÓN NO. 5 41
El Bautismo En Agua y Del Espíritu Santo 41
Indicadores de Logro 41
Saberes Previos 41
Desarrollo de la lección 42
El bautismo en agua 42
El bautismo del Espíritu Santo 43
En Resumen 44

Actividad de Auto-aprendizaje Extra-clase 46

LECCIÓN NO. 6 47
La Obra Del Espíritu Santo Después Del Bautismo 47
Indicador de Logro 47
Saberes Previos 47
Desarrollo de la lección 48
VERDADES ACERCA DEL ESPÍRITU SANTO 48
El Espíritu Santo vino para morar en el creyente 48
El Espíritu Santo sella 48
El Espíritu Santo incorpora en la iglesia 48
El Espíritu Santo dota de poder 49
El Espíritu Santo guía 49

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El Espíritu Santo capacita al cristiano para que glorifique a Jesús 49


En Resumen 50

Actividad de Auto-aprendizaje Extra-clase 51

LECCIÓN NO. 7 53
El Fruto Del Espíritu Santo 53
Indicadores de Logro 53
Saberes Previos 53
Desarrollo de la lección 54
EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO RELACIONADO CON DIOS 56
Amor. 56
Gozo. 56
Paz. 56
EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO RELACIONADO CON EL PRÓJIMO 57
Definición 57
A. Tolerancia o paciencia 57
B. Benignidad 57
C. Bondad 58
EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO RELACIONADO CON NOSOTROS
MISMOS 58
A. Fe 58
B. Mansedumbre 59
C. Templanza 59
PECADOS CONTRA EL ESPÍRITU SANTO 60
A. Resistencia al Espíritu Santo 60
B. Hacer afrenta al espíritu santo 60
A. Contristar al Espíritu Santo: (Efesios 4.30-31) 61
D. Mentir al Espíritu Santo 61
E. Apagar al Espíritu 61
F. Blasfemia contra el Espíritu Santo 62
En Resumen 62

Actividad de Auto aprendizaje extra clase 63

LECCIÓN NO. 8 65
Los Dones Del Espíritu Santo 65
Indicadores de Logro 65
Saberes Previos 65
Desarrollo de la lección 66
Procedencia e importancia de los dones 66
La importancia de los dones 66
La necesidad de los dones 67
Enumeración de los dones 68
DIVISIÓN DE LOS DONES EN TRES GRUPOS SEGÚN SU PROPÓSITO
69
A. Dones de revelación (para conocer) 69
B. Dones de poder (para actuar) 69

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C. Dones de expresión (para hablar) 69


DIVISIÓN DE LOS DONES SEGÚN 1ª DE CORINTIOS: 12. 4-6 69
A. Diversidad (repartimiento) de dones: (1 Corintios 12.6) 69
B. Repartimiento de ministerios 70
C. Repartimiento de operaciones (1 Corintios 12.4-10) 70
DIVERSIDAD DE DONES 70
A. El don de la profecía 70
B. Hablar en lenguas 71
C. Los dones de sanidad 72
REPARTIMIENTO DE MINISTERIOS 72
A. Palabra de sabiduría 72
B. Palabra de ciencia 72
C. Discernimiento de espíritus 73
REPARTIMIENTO DE OPERACIONES 73
A. Fe 73
B. Operación de milagros 73
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE EL ESPÍRITU SANTO Y LOS
DONES 74
A. Similitudes 74
B. Diferencias 74
Diferencias entre los 9 dones de 1ª corintios 12 y los dones minístrales de
efesios 4.11 74
En Resumen 76

Actividad De Auto aprendizaje Extra clase 77


Autoevaluación 78
Glosario 82

BIBLIOGRAFÍA 86

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INTRODUCCION

―El viento [pneuma / pneuma] sopla de donde quiere, y oyes su


sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo
aquel que es nacido del Espíritu [pneuma /pneuma]. [Juan 3.8]‖

El término ―pneumatología‖ (se pronuncia sin la ―p‖, como


―neumatología‖) viene de la misma palabra que se traduce ―viento‖
(pneuma, que se escribiría ―pneuma‖ o ―neuma‖ en español).
Esto no es nada nuevo para nosotros porque hablamos hoy día de
un taladro ―neumático‖ (es un taladro que funciona con el ―aire‖ —
―neuma‖), de los ―neumáticos‖ de un carro (son los tubos de caucho
en las llantas que se inflan y contienen el aire) y de la neumonía
(que es la pulmonía, una enfermedad que afecta los pulmones y el
respirar). Así que, no se intimide por el término; ya lo conocemos.

La Neumatología es la parte de la teología sistemática que estudia


lo referente al Espíritu Santo. Las razones de estudio son diversas,
sin embargo, es necesario su estudio ya que también, el Espíritu
Santo, es Dios y no conocerlo seria negligente.

El Espíritu Santo es Dios. ―Porque tres son los que dan testimonio
en el cielo; el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son
uno‖ (I Juan 5:7).

Por otro último, la Biblia menciona que el Espíritu Santo tiene


mucha relación con el hombre hoy día. Además, se le pide al
creyente vivir en sujeción al Espíritu Santo, pero ¿Cómo entender
esta relación con el Espíritu sin antes conocerle?

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

Logro General

El propósito general de este curso es el de


entender los siguientes aspectos:
• Dios envió su Espíritu Santo para ser:
consejero, maestro y guía a quienes lo
reciban.
• Los dones espirituales son dados por el
Espíritu Santo, para el desarrollo ministerial
en la Iglesia.
• El Espíritu Santo ha estado presente y
activo desde la creación del mundo hasta el
día de hoy.
• El Espíritu Santo se presenta como un
amigo personal y potente. A través de él se
revela a Jesucristo en el mundo.
Con el fin de reconocer los atributos del
Espíritu Santo y su importancia para
mantener una relación personal con él, que
permita desarrollar frutos espirituales en la
vida cristiana y así faculte para el testimonio,
servicio y una vida santa.

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

LECCIÓN No. 1

1. Ubicar al alumno en un marco general introductorio acerca de lo


que es la Neumatología.
1. Definir y describir la palabra Neumatología

¿Qué es la Neumatología?

¿Cuál es el objeto de estudio de la Neumatología?

La Neumatología es el estudio científico de cualquiera o de todos


los hechos relacionados con el Espíritu Santo.
En sus más amplias ramificaciones abarca una triple división, a
saber:

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Su relación a la teología propia, o sea, las doctrinas generales


relacionadas con el Espíritu Divino ―Dios es Espíritu‖ (Juan 4.24)
La doctrina de los seres Angelicales, tanto los caídos como los
ángeles propiamente dichos. Esta división se estudia bajo el tema
de Angelología.

El estudio especifico del ser inmaterial del hombre, cuya división,


del tema ahora se conoce con el nombre Psicología

NEUMA: Del griego Pneuma. Halito o


RUAH, RUWACH: Del Hebreo Viento

Se estudiara la neumatología a la consideración de la obra del


Espíritu Santo, de acuerdo a la función en la empresa de Dios, la
cual es la iglesia: En la relación, en la vida y servicio de los
salvos.

Se tendrá en cuenta que cuando hablamos del Espíritu Santo,


estamos hablando de una manifestación de Dios y NO de un ser
diferente como en el caso de los discípulos de Juan, que no
sabían si había Espíritu Santo (Hechos 19.2). Estas personas
carecían de una amplia revelación que el Espíritu Santo es Dios
mismo (Juan 4.24), aunque lógicamente esa falta de revelación
fue causa de los enseñadores de aquel entonces como suele
suceder ahora.

En el concepto más primitivo de rûakh había muy poca o ninguna


distinción entre lo natural y lo sobre natural. El viento se podía
describir poéticamente como ―el soplo de las narices de Yahwéh‖
(Ex 15:8, 10; 2º S. 22:16 = Sal 18:15; Ib. 40:7). Además, el rûakh
que Dios sopló en el hombre fue desde el principio más o menos
sinónimo de su nefes (alma) (Gn. 2:7). Inicialmente también el
rûakh de Dios se entendía más en función de poder que en
función de lo moral, es decir que no se entendía todavía como
Espíritu Santo (Jue. 14:6, 19; 15:14). Un rûakh procedente de
Dios podía ser para mal o para bien (Jue. 9:23; 1º S. 16:14-16; 1º
R. 22:19-23).

En períodos subsiguientes se pueden ver diversos cursos de


desenvolvimiento. Podemos reconocer una tendencia a introducir
una distinción entre lo natural y lo sobrenatural, entre Dios y el

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

hombre. Así como se abandonan los crudos antropomorfismos


del concepto más primitivo de Dios, el rûakh se convierte más
claramente en aquello que caracteriza lo sobre natural, y que
distingue lo divino de lo meramente humano (Is. 31:3; Jn. 4:24)

Así también comienza a surgir una distinción entre rûakh y nefes:


el rûakh en el hombre tiene su conexión inmediata con Dios, para
denotar la dimensión superior, que tiene hacia Dios, en la
existencia humana (Esd. 1:1,5; Sal. 51:12; Ez. 11:19), mientras
que nefes tiende crecientemente a representar los aspectos más
terrenales de la conciencia del hombre, la vida personal pero
meramente humana del hombre, el asiento de sus apetitos,
emociones y pasiones. De este modo el camino está preparado
para la distinción paulina más neta entre lo psíquico y lo espiritual
(1ª Co. 15:44-46).

En el judaísmo antiguo de la época de Jesús, se tendía a pensar


en Dios como más y más distanciado del hombre, el Espíritu
(Pneuma) era una de las formas principales de hablar sobre la
actividad de Dios en el mundo sin comprometer su
Trascendencia.

Juan el Bautista produjo bastante conmoción, él estaba inspirado


por el Espíritu de la profecía (Lc. 1:15-17), su mensaje fue muy
notable porque proclamaba que el derramamiento del Espíritu era
algo inminente: el que venía habría de bautizar en Espíritu y fuego
(Mt. 3:11; Lc. 3:16; Mr.1:8 y Jn. 1:33).

Jesús creó una conmoción aun mayor porque afirmó que el reino
de Dios, no era sólo inminente sino que ya había adquirido
efectividad mediante su ministerio, que el Espíritu escatológico ya
había entrado en acción por medio de Él, como evidenciaban: la
exitosa liberación de las víctimas de Satanás (Mt. 12:24-32; Mr.
3:22-29) y su proclamación de las buenas nuevas (Mt. 5:3-6;
11:5).

Los evangelistas, naturalmente no tenían ninguna duda de que


todo el ministerio de Jesús se había llevado a cabo en el poder
del Espíritu Santo desde el primer momento (Mr.12:18; Lc. 4:14,
18; Jn. 3:34).

El derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés es el


momento en que los discípulos experimentaron por primera vez la

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

Promesa del Espíritu Santo, el cual efectúa el Nuevo Nacimiento


(Jn. 3:3-8; 1ª Jn. 3:9), por cuanto el Espíritu es el que da vida,
Produce fruto en el creyente y dota de Dones a la Iglesia para
que cumpla con la tarea de la predicación hasta que sea llevada
al Cielo.

Neumatología deriva de la palabra griega pneuma, que significa


espíritu, viento, o aliento. Por lo tanto, Neumatología es la doctrina
del Espíritu, o aliento de Dios: la Doctrina del Espíritu Santo.

La doctrina del Espíritu Santo es una doctrina bíblica. La Biblia es


la única fuente de la que podemos tomar información segura
concerniente a Él. Solo la fe cristiana tiene al espíritu Santo.

Realice una composición, de cuatro hojas tamaño carta, acerca de


las características y acciones del Espíritu Santo, según: Juan 6:63;
Juan 14:26; 1ª Corintios 12:11; Hechos 16:6-10; Efesios 4:30;
Hechos 8:29; Romanos 8:26 y 1ª Corintios 2:13.

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

LECCIÓN No. 2

1. Conocer los diferentes títulos del Espíritu Santo y su relación


con Dios y con Cristo.

2. Describir los atributos del Espíritu Santo.

3. Conocer al Espíritu Santo como autor y creador del universo

¿Con qué otros nombres se le conocen al Espíritu Santo?

¿Cada nombre con que se conoce al Espíritu Santo, le otorga


funciones distintas?

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

Puede decirse que todos los nombres con los que el Espíritu es
conocido, también son meros títulos descriptivos. Es llamado el
Espíritu porque es espíritu, es llamado Santo porque es Santo
hasta lo infinito; es llamado Espíritu de Cristo porque fue enviado al
mundo

Los títulos del Espíritu Santo, como se traduce ordinariamente, son


objeto de una significativa clasificación que proporciona un
interesante fondo a la doctrina:
a) El Espíritu de Dios (Génesis 1.2. Mateo 3.16)
b) El Espíritu del Señor (Lucas 4.18)
c) El Espíritu de Nuestro Dios (1 Corintios 6.11)
d) Su Espíritu (Números 11.29)
e) El Espíritu de Jehová (Jueces 3.10)
f) Tu Espíritu (Salmos 139.7)
g) El Espíritu de Jehová El Señor (Isaías 61.1)
h) El Espíritu de vuestro Padre (Mateo 10.20)
i) El Espíritu del Dios Vivo (2. Corintios 3.3)
j) Mi Espíritu (Génesis 6.3)
k) El Espíritu de Aquel (Romanos 8.11)

a) El Espíritu de Cristo (Romanos 8.9; 1.Pedro 1.11)


b) El Espíritu de Jesucristo (Filipenses 1.19)
c) El Espíritu del Señor (Hechos 5.9; 8.39 2. Corintios 3.17)

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

d) El Espíritu de Su Hijo (Gálatas 4.6)

a) La Eternidad del Espíritu (Hebreos 9.14)

b) Espíritu de Gloria (1 Pedro 4.14)

c) Espíritu de Vida, afirma la vida Eterna del Espíritu (Romanos


8.2)

d) Espíritu de Santidad (Romanos 1.4)

e) Santo Espíritu (Salmos 51.11; Mateo 1.20; Lucas 11.13)

f) Espíritu de Sabiduría e Inteligencia (Isaías 11.2; Génesis 41.38)

g) Espíritu de Consejo y de Fortaleza (Isaías 11.2)

h) Espíritu de Conocimiento y de temor de Jehová (Isaías 11.2)

i) Espíritu de Verdad (Juan 14.17)

Muchos de los títulos que indican sus atributos también indican sus
obras. En la discusión de los títulos que revelan sus atributos
puede advertirse que el Espíritu de Gloria (1 Pedro 4.14) se
compromete a llevar a la gloria a los santos, el Espíritu de Vida
(Romanos 8.2) es el agente de la regeneración, el Espíritu de
Santidad (Romanos 1.4) es nuestro santificador, el Espíritu de
Sabiduría (Efesios 1.17) es el Espíritu de Sabiduría y de
inteligencia, El Espíritu de Consejo que fortalece, el Espíritu de
Conocimiento y de Temor de Jehová (Isaías 11.2) habla de
diferentes ministerios de Dios en la enseñanza, guía y de
fortalecimiento a los santo, el Espíritu de Verdad (Juan 14.17) tiene
una idea similar.

Los títulos: Espíritu de Gracia (Hebreos10.29) y Espíritu de Gracia


y Oración (Zacarías)

Revelan El Espíritu como manifestador de la GRACIA.

En adición a los precedentes, se dan dos títulos al Espíritu


afirmando su obra:

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

A. El Espíritu de Adopción (Romanos 8.15). Hace referencia a


nuestra adopción como hijos.

B. El Espíritu de Fe (2 Corintios 4.13). Aunque quizá impersonal y


en este caso no refiriéndose al Espíritu Santo como tal, si se
admite como una referencia que indica el ministerio del Espíritu de
producir fe en nosotros.

Otro título del Espíritu Santo y que no incluye la palabra Espíritu, no


obstante es ―Consolador‖ que significa, auxiliador, socorredor,
ayudador, asistente; así el Espíritu Santo fue destinado a tomar el
lugar de Cristo con los apóstoles (Juan 14.16-26; Juan 15.26 y
16.7).

Este título revela al Espíritu Santo como UNO que está siempre
listo para ayudar a los cristianos.

Los muchos títulos del Espíritu Santo con sus múltiples


significados, hablan elocuentemente de las maravillas de sus
atributos. Los muchos aspectos revelados hablan de su infinita
Gloria y de su Poder sin igual.

El Espíritu Santo se exhibe en conexión con todas las acciones y


características que pertenecen al Ser Divino, el cual es Dios
mismo, obrando en esa forma tal como lo relata el primer texto de
la Biblia ―El Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas‖
Génesis 1.1-2 y Juan 4.24 ―Dios es Espíritu.‖
El Espíritu Santo es el ejecutor y creador del universo, el autor
divino de las escrituras y desde el punto de vista de la humanidad
de Jesucristo; Es quien lo engendra (Mateo 1.20).

A. Eternidad: Cristo, quien por el Espíritu Eterno se ofreció sin


mancha a Dios (Hebreos 9.14). El término Eterno con toda
propiedad se asigna a Dios puesto que este atributo sólo le
pertenece a Dios porque ―Dios es Espíritu.‖

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

B. Omnipotencia: Porque Cristo padeció una vez por los pecados,


el justo por los injustos, para llevarlos a Dios, siendo muerto en la
carne pero vivificado en Espíritu. (1 Pedro 3.18; Juan 10.18; 2.19)

C. Omnipresencia: ¿Adonde me iré de tu Espíritu, y a donde huiré


de tu presencia? (Salmos 139.7-10; Efesios 2.18-22)

D. Omnisciencia: El Espíritu escudriña todas las cosas… (1


Corintios 2.10-11). Jamás nada se ha escondido del
discernimiento escudriñador del Espíritu Santo, ni aún ―lo
profundo de Dios;‖ Más allá de lo que puede significar lo profundo
de Dios, la imaginación humana no lo puede descubrir. El texto
declara definitivamente que el hombre sin ayuda no puede
conocer las cosas de Dios (1 Corintios 2.14). Pero el Espíritu
conoce todas las cosas; el más profundo océano de la verdad,
las intenciones del corazón humano y todo su razonamiento
queda al descubierto por la gloriosa obra del Espíritu Santo.

E. Amor: (Gálatas 5.22). El atributo del amor, pertenece al Espíritu


Santo en grado de infinidad; más aún El es quien ejecuta las
cosas.

F. Fe: (Gálatas 5.22). La referencia aquí no es la actitud de la fe,


como quizá se sugiera en la forma común que se puede pensar,
más bien se dice que el Espíritu produce en el creyente la
fidelidad divina.
G. Veracidad: (1 Juan 5.6) Jesús mismo da testimonio llamando al
Espíritu Santo, la Verdad. (Juan 14.17; Hechos 5.1-11).
H. Santidad: El es Santo y trata con la naturaleza pecaminosa en el
creyente. ―La voluntad de Dios es vuestra santificación‖ (1
Tesalonicenses 4.3)

A. Inspiración: 2 Pedro 1.21

B. Regeneración: Tito 3.5 (Griego: Palingenesia Hacer de


nuevo)

C. iluminación: 2 Corintios 4.6. Detrás de la iluminación del


Espíritu Santo de los creyentes, está la condición de la

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

necesidad que la reclama siendo que todos los miembros de la


familia humana están incapacitados en su poder natural para
entender por causa del pecado; asimismo por el velo que
Satanás ha puesto en sus mentes. De ahí que la comprensión
de la VERDAD es de carácter celestial (1 Corintios 2.12-13;
Juan 16.13).

D. Unción. 1 Corintios 6.19. Morar y ungir, son sinónimos en


Neumatología y por tanto, depende de las mismas porciones
bíblicas para expresar su exacto significado. Cada creyente es
ungido por el Espíritu Santo. 1 Juan 2.20, 27.

E. Bautismo del Espíritu Santo: La palabra oficial que significa


inmersión implica el acto de meter sin referencia a ser sacado,
también significa un objeto que ha sido puesto bajo la influencia
de otro completamente. Distinto de cualquier envolvimiento
físico o inclusión, en el Bautismo del Espíritu santo hay una
unión y comunión con el Señor Jesucristo. Marcos 1.8.

F. Sello: La presencia del Espíritu en el creyente viene a ser una


identificación distintiva, no utilizada como tal en las esferas
humanas, sino más bien una marca de discriminación divina,
como Dios la mira. ―El Señor conoce a los que son suyos‖ (2.
Timoteo 2.19); El creyente que está sellado, es un templo del
Espíritu Santo, ya que tiene esta gran marca, la cual indica que
en él habita el Espíritu Santo.

Del mismo modo, el sello habla de una garantía completa, ser


sellado es pertenecer a los que son justificados y los cuales se
perfeccionan para siempre en Cristo.

Así el sello también indica seguridad, el sello se hace


responsable por el objeto sobre el cual se impone, el otro es en
el cual el creyente está sellado para el día de la redención.
Mucho de lo sugerido por la función del sello se presenta en
citas bíblicas declaradas por el apóstol Pablo (2 Corintios 1.22;
Efesios 1.13; 4.30).

G. Llenura: El ministerio del Espíritu Santo conocido como llenura,


es el propio centro del completo tema de la vida Espiritual del
creyente (Efesios 5.18).

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

H. Intercesión: Un consejo céntrico se consagra a la intercesión


del Espíritu Santo (Romanos 8.26-28). El Espíritu Santo de Dios
que mora en nosotros, conociendo nuestros deseos mejor que
nosotros mismos, es quien suplica en nuestras oraciones con
gemidos indecibles y de acuerdo a la voluntad de Dios
intercede por los santos.

I. Santificación: La raíz de la palabra santificación significa, ser


puesto aparte, ser clasificado y específicamente calificado hacia
la realización de un fin particular; según se presenta en las
escrituras (Hebreos 10.14-15; 1 Corintios 1.30; 2Tesalonicenses
2.13).

La santificación es también haber experimentado el poder del


Espíritu santo, el cual operando dentro del hijo de Dios, lo
vigoriza y le ayuda para ser liberado del pecado como para
hacer efectivo en cada actitud correcta y en el servicio.

La santificación es progresiva y se ha dicho que es la voluntad


de Dios para cada creyente. Porque la voluntad de Dios es
vuestra santificación (1Tesalonicenses 4.3-4; Efesios 1.4;
Romanos 8.29).

J. Como una Prenda: Recuerda el pensamiento de un


compromiso de matrimonio. Todas estas bendiciones juntas son
aseguradas por la presencia y el poder del Espíritu Santo en el
creyente y le asegura la gloria celestial que ha de venir. Una
prenda es la prima ―primer pago‖, semejante en cantidad,
aunque es una muestra exacta de la totalidad, de la segura
experiencia del creyente en el cielo. Así como está escrito
―…Quien nos ha dado las arras del Espíritu…‖ (2 Corintios 5.5;
Efesios 1.13-14)

El hecho de que el Espíritu Santo lleva nombres divinos constituye


prueba de su deidad. En 1ª Corintios 6:11 Pablo lo llama ―el
Espíritu de nuestro Dios‖. En los textos griegos de Hechos 16:7 se
le llama ―el Espíritu de Jesús‖, Además de estos nombres divinos,
se le dan títulos que revelan que los diversos aspectos de su
ministerio son obras de la deidad. Por ejemplo, en Romanos 8:15

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

se le llama ―el espíritu de adopción‖. ―Consolador‖ (Jn. 14:16, título


que se refiere a la obra que el mismo Señor venía cumpliendo para
con los discípulos hasta ese momento). Estas maneras de designar
al Espíritu lo colocan en un lugar de igualdad, en nombre, poder, y
actuación, todo lo cual sólo es posible, si él también es Dios.

―Dios dijo‖ y fue creado todo lo creado. ¡Y ALLÍ ESTABA EL


ESPÍRITU SANTO!, ―Dios habló‖, y llegó a existir la Biblia. ¡Y ALLÍ
ESTABA EL ESPÍRITU SANTO! inspirando a los autores de las
Escrituras.

―2ª Timoteo 3:16 dice: ―toda la Escritura es inspirada por Dios‖.


Aquí se usa otra palabra Griega, «theopneustos» (palabra
compuesta por theo: (Dios), y pneuma (aire, soplo, aliento,
espíritu). O sea que la Escritura nació del aliento, del soplo, ¡del
Espíritu de Dios!

Con las siguientes preguntas reflexivas, realiza un ensayo de tres


cuartillas.

¿Le damos lugar al Espíritu Santo para que nos interprete para
nosotros el mundo en el que vivimos y la Biblia que leemos?
¿Somos los santos que debemos ser, para que el Espíritu Santo
tenga libertad para obrar en nuestra mente y nuestro corazón?
¿Cuánto entendemos de la Biblia que leemos? ¿Cuánto aplicamos
de lo que entendemos?

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

LECCIÓN No. 3

1. Conocer los tipos y símbolos más destacables de los que la


escritura presenta en relación con el Espíritu Santo.

2. Establecer la realidad espiritual que cada una de esas


ilustraciones presentan.

3. Apreciar las enseñanzas que revelan los tipos y símbolos, para


un mayor conocimiento del Espíritu Santo.

4. Establecer las lecciones espirituales para una aplicación a la


vida espiritual.

¿Bajo qué tipología y simbología se ha presentado el Espíritu


Santo a través del tiempo?

¿Por qué el Espíritu Santo se manifestó mediante tipos y símbolos?

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

Aunque en la Biblia abundan metáforas, símiles, símbolos,


parábolas, alegorías y emblemas, es necesario recordar que detrás
de cada forma de expresión hay una verdad oculta; Verdad que no
es el subestimado por la forma en que se presentan todas estas
varias formas de expresión que emplea la Biblia; Pues son
directamente seleccionadas y utilizadas por Dios: ―El Espíritu
Santo.‖ Ellas en ningún sentido representan nociones literarias de
los hombres.

Como podemos notar el Espíritu Santo mismo se presenta bajo


diferentes tipos y símbolos:

Se usaba para sanar, para confortar, para iluminar y para ungir con
determinados propósitos; Así el Espíritu Santo sana, conforta,
ilumina, y consagra. En la ofrenda de flor de harina, denominada
oblación de presente (Levítico 2.1 -16), en la que Cristo es
tipificado en sus perfecciones humanas, el aceite aparece primero
mezclado con flor de harina y luego derramado sobre ella.
Todo esto típicamente anticipa la vida y el ministerio de Cristo en
su relación singular con el Espíritu Santo. Relación mantenida aquí
en la tierra; una relación en que la humanidad de Cristo fue
sustentada y sus acciones investidas de potencia por el Espíritu
santo; de igual modo era posible y hubiera sido natural, para Cristo
haber sostenido su humanidad por el poder de su propia Deidad;
además como hombre es sostenido por el Espíritu Santo desde el
punto de vista de su humanidad (Levítico 2.4-5,7). La flor de harina
mezclada con aceite, sugiere que con respecto a su humanidad
Cristo fue engendrado por el Espíritu Santo. (Levítico 2.1-6, 15) El
aceite derramado sobre la harina anuncia la unción de Cristo por el
Espíritu Santo como se efectuó en su bautismo (Mateo 3.13-17).
(Levítico 14.10-32) Había de aplicarse el aceite en la forma
prescrita específicamente. La obra de Cristo en la sanidad física,
como la transformación espiritual cooperado por el poder del
Espíritu Santo. La limpieza de leprosos es un tipo de lo más
evidente en cuanto a Cristo, ya que pronuncia la salvación del
pecado.

24
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Éxodo 40.10, 13 y 15, registra el requisito con respecto a tres


ungimientos particulares.

 El del altar, que habla de la muerte de Cristo

 El de Aarón como sumo sacerdote, que habla del Espíritu


reposando sobre Cristo, Isaías 61.1

 El de los hijos de Aarón, tipo de los creyentes de esta


dispensación y cuya unción contempla la presente relación del
Espíritu Santo con el cristiano. En la Teocracia antigua los
reyes fueron ungidos (1 Samuel 16.12; 10.1). todo esto indica
la autoridad directa de Dios sobre su pueblo en esa forma de
gobierno.

Un tipo igualmente bello del Espíritu Santo se nota en el hecho que


el aceite servía como una fuente de luz. A los israelitas se les
ordenó proveer el aceite para las luces en el Tabernáculo (Éxodo
27.20). Dos verdades vitales están implicadas en esta tipología
especial, como son:

 El Espíritu, luz esencial y que el creyente ha de andar a la


luz que el Espíritu Santo vierte sobre su mente y corazón
haciéndolos creyentes, que son como luces en el mundo.

 La Luz que los cristianos pueden esparcir, es una


manifestación de la presencia del Espíritu Santo en sus vida.
En las luces de los tiempos antiguos, había aceite, llama y
pabilo, que servía como intermediario entre el aceite y la
llama. Tenía que haber contacto entre el pabilo y el aceite,
así esté habría de estar libre de partículas de carbón para
dar una luz limpia.

En el caso de la mujer Samaritana, Cristo habló del agua viva que


El daría. La cual es simbolizada en el tipo como corrientes de
aguas. El Espíritu santo está tipificado por el agua y este cuerpo de
verdad es realmente extenso.

Como el agua es esencial para la limpieza, santificación,


renovación y refrigerio, así el Espíritu santo, es vital para el hijo de
Dios, pues El santifica y limpia nuestras vidas.

25
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Agua, representa en algunos pasajes a la palabra de Dios, y en


otros al Espíritu Santo.

Agua representando la palabra (Juan 3.5; Efesios 5.26)

Agua representando al Espíritu santo (Juan 4.14; 7.38-39;)

Nótese que a Cristo nunca se le llama el agua viva, sino que es Él


quien la da: ―El que tuviere sed venga a mí y le daré gratuitamente
del agua de la vida‖ (Apocalipsis 21.6; 1 Corintios 12.13)

Con referencia al fuego como símbolo del Espíritu Santo a menudo


encontramos que un símbolo puede representar dos o más cosas;
León por ejemplo, se usa como una metáfora en cuanto a Cristo, y
a Satanás y aún con sus diferencias, porque mientras se usa para
expresar el valor y hazañas de nuestro Señor, también simboliza
crueldad y la ferocidad de Satanás (Apocalipsis 5.5; 1 Pedro 5.8)

El fuego también es usado para diferentes cosas:

• Es un símbolo de la presencia del Señor, cuando le apareció a


Moisés en llama de fuego (Éxodo 3.2)

• El fuego es señal de la presencia divina. Así encontramos esta


verdad, en la dedicación del templo (2 Crónicas 7.1).

• En el monte Carmelo, vino fuego del cielo y consumió el sacrificio


como muestra de la aprobación y aceptación de Dios (1 Reyes
18.32). El fuego está asociado con la protección de la presencia de
Dios. Era una columna de fuego para los hijos de Israel para
iluminarlos y defenderlos (Éxodo 13.21).

• El Señor promete, hacer un muro de fuego para su pueblo


(Zacarías 2.5)

• El fuego es un símil de su disciplina y de la prueba. Cuando el


Señor purifica los hijos de Leví lo hace como un joyero purifica el
oro por la acción del fuego. (Malaquías 3.3). Y cuando Cristo
escudriña las siete iglesias se describe como una llama de fuego.

26
Doctrina II (El Espíritu Santo)

(Apocalipsis 1.14), y cuando los creyentes son probados, se les


recuerda que la prueba de nuestra fe, mucho más preciosa que el
oro (1 Pedro 1.7); así mismo se recuerda que nuestro Dios es
fuego consumidor (Hebreos 12.29). El fuego es un emblema de la
palabra de Dios. Que arde y calienta. La declaración de Dios a
Jeremías, ―he aquí que yo pongo mis palabras en tu boca por
fuego‖, y después como el profeta resolvió no hablar la palabra,
tuvo que confesar: ―no me acordare más de él, ni hablare más en
su nombre, no obstante había en mi corazón un fuego ardiente,
metido en mis huesos, trate de sufrirlo y no pude‖ (Jeremías 5.14-
20).

El fuego es un emblema del Espíritu Santo, porque es comparado a


siete lámparas de fuego que había delante del trono (Apocalipsis
4.5), y cuando descendió en el Pentecostés se compara con
lenguas repartidas como de fuego (Hechos 2.3). Directa o
indirectamente el poder del Espíritu puede ser comparado con el
fuego. El ardor del servicio, la llama del amor, el fervor de la
oración, la sinceridad del testimonio, la devoción de la
consagración, el sacrificio de la adoración y el poder encendido de
su influencia se atribuyen al Espíritu Santo

El aliento de Dios es comparado al viento, y pudiera ser como un


juicio (Isaías 40.24) o como una bendición. En las escrituras por
ejemplo, son aliento divino; después de su resurrección Cristo
sopló sobre sus discípulos y dijo: ―Recibid el Espíritu Santo‖ (Juan
20.22); Así también cuando fue creado el hombre, Dios soplo en su
nariz aliento de vida y fue el hombre un alma viviente (Génesis
2.7). Cristo comparó la obra del Espíritu a la acción del viento al
hablar con Nicodemo y le dijo: ―el viento de donde quiere sopla, y
oyes su sonido; mas no sabes de dónde viene ni a dónde va; así es
todo aquel que es nacido del Espíritu‖. (Juan 3.8). Este mismo
Espíritu movió a los santos hombres de la antigüedad para escribir
el texto sagrado. Ellos fueron inspirados por el Espíritu Santo (2.
Pedro 1.21). El Espíritu vino en el Pentecostés como un viento
recio que soplaba y así viene como un poder animador y vivificante
para salvar a los perdidos.

Hay tres importantes pasajes que comparten al Espíritu con el


viento; (Juan 3.8; Hechos 2.1-4; Ezequiel 37.1-14).

27
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Fue en el Bautismo de Cristo cuando el Espíritu Santo descendió


como paloma. De este momento importante de la vida terrenal de
nuestro Señor Jesucristo, Juan el bautista declaro: ―Este es aquel
de quien yo dije: después de mí viene un varón el cuál es antes de
mí, porque era primero que yo y yo no le conocía; más para que
fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua‖.

También dio Juan testimonio diciendo: ―Vi al Espíritu que


descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre el‖ (Juan
1.30-34).

También encontramos el caso de la paloma que Noé envió; ella


regreso al arca y en comparación al cuervo que nunca volvió
mostrando que pudo haberse quedado en uno de los cuerpos
muertos. No así la paloma, finalmente regresa a él en la tarde y he
aquí que traía en su pico una hoja de olivo, mostrando así que el
juicio había terminado. (Génesis 8.7-11)

Mirando hacia ese estado glorioso en la eternidad que espera cada


hijo de Dios, hay un anticipado sabor de eso que le es otorgado al
creyente, esos dones inmensurables y gracias del Espíritu santo,
en que los cristianos pueden entrar, ahora son solo una prenda de
aquellas bendiciones de incomparable plenitud, que espera
libertarnos de esta esfera de vida. Los frutos que trajeron los
espías de la tierra prometida, era un prenda de lo que la tierra
almacenaba para el pueblo del pacto.

Las joyas que el siervo de Abraham le puso a Rebeca fueron una


prenda de todas las riquezas y el honor de Isaac. Nada puede
añadirse a lo que ya ha sido prometido, cuando se ha dicho que:
―todas las cosas son vuestras, y que vosotros sois coherederos con
Cristo‖ (Romanos 8.17).

28
Doctrina II (El Espíritu Santo)

La Escritura utiliza abundantemente figuras del lenguaje, tales


como metáforas, símiles, símbolos, parábolas, etc. Todas estas
formas de expresión contienen verdades ocultas que deben ser
descifradas. El hecho de que no estén presentadas abiertamente o
desarrolladas como otras enseñanzas doctrinales, no significa que
dejen de tener importancia, ya que ―toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia‖ (2ª Timoteo 3:16).

Muchos tipos y símbolos que contiene la Escritura, tienen relación


con las distintas manifestaciones de Dios. Los referidos al Antiguo
Testamento, han tenido pleno cumplimiento en Cristo y su obra.
Los aplicables al Espíritu Santo mantienen una referencia espiritual
ya que el Espíritu es invisible, pero que hacen inteligible muchos
aspectos de su obra divina.

Tipo es una persona, lugar, objeto, oficio, institución o suceso,


divinamente preparado para configurar una realidad espiritual y
símbolo, es algo real y visible que representa algo invisible –como
idea, cualidad o realidad espiritual- a causa de alguna relación o
asociación entre los dos.

1. Elabore un cuadro sinóptico en el cual relacione el significado


tipológico de los símbolos y tipos, en relación con el espíritu Santo.
2. Elabore una composición de una hoja explicando la siguiente
pregunta: ―Si el Espíritu Santo es el sello divino del creyente,
¿podrá perderse algún cristiano?‖.

29
Doctrina II (El Espíritu Santo)

30
Doctrina II (El Espíritu Santo)

LECCIÓN No. 4

1. Mostrar cómo la obra del Espíritu Santo, antes de este ser


recibido, actúa en la vida del hombre y lo prepara mediante el
convencimiento de la verdad.

2. Demostrar que la obra básica del Espíritu Santo para con el no


regenerado es la de CONVICCIÓN

3. Explicar que el Espíritu Santo constantemente insiste en guiar a


todos los hombres a buscar y a conocer a Dios; ya que él obra
sobre la persona no regenerada desde afuera.

1. ¿Cómo obra el Espíritu Santo en la vida del creyente para


alcanzar la Santidad?

31
Doctrina II (El Espíritu Santo)

2. ¿Qué diferencias encuentra en la vida de un cristiano que no ha


recibido el Espíritu Santo con uno que ya lo ha recibido y mora en
él?

Convicción al mundo de pecado

El Espíritu Santo convence a la persona de su pecado a través de


la predicación, puesto que la palabra de Dios es el Espíritu. ―Es
más penetrante que toda espada de dos filos, penetra hasta partir
el alma, las coyunturas, y los tuétanos y discierne los pensamientos
y las intenciones del corazón‖. No hay cosa creada que no sea
manifestada en su presencia (Hebreos 4.12).

Las razones por las cuales el Espíritu Santo llega hasta lo profundo
del hombre para hacer su obra, es por que el hombre en su estado
pecaminoso no comprende su situación y solo el Espíritu Santo
puede demostrárselo. Así la condición del hombre se hace
manifiesta, la persona aunque reconoce ser pecador hace muy
poco por cambiar su condición, y lo que hace, no es suficiente
porque proviene de deseos humanos falibles.

En otros casos el pecador se empeña en defender su pecado o


justificarlo como algo común y corriente, como es ingerir licor,
mentir, fornicar y seguir la corriente idólatra.

El razonamiento humano reconoce que existe un Dios Santo y un


hombre pecador, mas la convicción producida por el Espíritu Santo
le hace ver al hombre no solo su condición sino también el juicio de
Dios, o la espada de Dios que cuelga sobre su cabeza que lo lleva
a arrepentirse y a implorar misericordia de Dios.

Esto se ve claramente en la pregunta de la multitud en Pentecostés


que compungido clamo ―¿varones hermanos que haremos?‖
(Hechos 2.37), también la pregunta del carcelero de Filipos,
―Señores ¿Qué debo hacer para ser salvo?‖ (Hechos 16.30) La
convicción de pecado que el Espíritu produce en el pecador no se
limita a reconocer que es culpable de sus pecados, si NO
reconocer que el mayor y mas grande pecado es el de no creer en
el Señor Jesús ―Y cuando El venga, convencerá al mundo de

32
Doctrina II (El Espíritu Santo)

pecado de justicia y de juicio: De pecado ciertamente por que no


creen en mí (Juan 16.8-9): esto no se refiere a creer en el Cristo
histórico, sino si no en aquello que Jesucristo dijo: Yo me voy y me
buscareis, mas en vuestros pecados moriréis; a donde yo voy
vosotros no podéis venir‖ (Juan 8.21).Por eso os dije moriréis en
vuestros pecados: por que si no creéis que yo soy, en vuestros
pecados moriréis (Juan 8.24) esto demuestra que Jesucristo acuso
a los judíos del pecado de no creer en El como El dijo y demostró
ser.

Muchos de los que vieron y oyeron estuvieron dispuestos a


aceptarle como un profeta y ellos dijeron ―Unos Juan el Bautista,
otros Elías: y otros Jeremías, o algunos de los profetas‖ (Mateo
16.14), Pero no le aceptaban como el gran Yo soy, Yo Soy el que
soy, y así dirás a los hijos de Israel ―YO SOY ME HA ENVIADO A
VOSOTROS‖ (Éxodo 3.14).

La tarea del Espíritu Santo no es solo mostrarnos la inmundicia,


nuestro pecado y ver nuestra justicia como un trapo de inmundicia
(Isaías 64.6); sino también revelarnos la grandeza y majestad de
Jesucristo ―Y en aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi
Padre y vosotros en mi y yo en vosotros ‖ (Juan 14.20).

Como lo predicara también Juan el Bautista diciendo, ―Aparejad el


camino del Señor; enderezad sus veredas; todo valle sea alzado y
bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece y lo áspero
se allane‖ (Isaías 40.3-4 Mateo 3.3) ―Por que tras mi viene uno que
es mas poderoso que yo, cuyo calzado yo no soy digno de desatar‖
(Mateo 3.11).

La ausencia de la obra del Espíritu Santo se revela en aquellas


personas que tienen a Jesús en lugar inferior al que la escritura le
da.

Si un predicador no tiene la unción del Espíritu Santo, La palabra


predicada no va hacer un verdadero efecto en el pecador, por lo
cual es necesario que el predicador este bajo la unción del Espíritu,
la predicación del Evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo,
no es solo la oferta de salvación, si no la demanda al
arrepentimiento, ―Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a
galilea predicando el Evangelio del reino de Dios, diciendo el
tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos y creed en el Evangelio‖ (1.14-15) ―Pero Dios habiendo

33
Doctrina II (El Espíritu Santo)

pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a


todos los hombres en todo lugar que se arrepientan‖ (Hechos
17.30).

El evangelio es la revelación de la justicia de Dios ―En el evangelio


de Dios la justicia se revela por fé y para fé…‖ (Romanos 1-17).

Solo la justicia divina puede santificar al pecador y hacerlo apto


para entrar al reino de Dios. El desconocimiento del evangelio por
parte del pecador es lo que lo lleva a aferrarse a su propia justicia,
ya sea religiosa o social, no dándose cuenta que Dios ha dicho
respecto a la justicia humana ―Son como trapo de inmundicia‖
(Isaías 64.6); y como esta escrito ―No hay justo ni aun uno‖
(Romanos 3.10).

La predicación del Evangelio bajo la unción del Espíritu cumple la


promesa del Señor de convencer al mundo de la justicia de Dios,
esta justicia fue revelada en el calvario, cuando el justo y el santo
fué contado con los inicuos.

El acontecimiento descrito en Génesis 3, cuando Adán y Eva


avergonzados corrieron a esconderse y buscaron hojas de higuera
para hacerse un vestido, muestra que el hombre ante su propio
drama hecha mano de lo que encuentra a su paso para resolver su
situación.

El lector puede imaginar lo que hubiese durado ese vestido hecho


con hojas de higuera, que fue la idea del hombre. En contraste con
esta pobre solución, el relato dice que Dios hizo al hombre y a su
mujer túnicas de pieles y los vistió; este hecho revela en una forma
grandiosa la diferencia entre la solución que el hombre halla y la
solución que Dios le da.

(Las pieles son un vestido fuerte y duradero, que abriga por cuanto
es el vestido del animal) de esta manera Dios mostró lo que haría
en el curso de los siglos para justificar al hombre y cubrir la
vergüenza de su desnudez. Dios para proveer al hombre de
aquellas pieles, sacrifico uno o varios animales.

Desde aquel lejano comienzo de la humanidad, el hombre ha


seguido pecando y huyendo avergonzado y desnudo, buscando

34
Doctrina II (El Espíritu Santo)

toda clase de vestidura como son: las ceremonias, rezos,


sacrificios, penitencias, indulgencias, etc.

Todas las cosas son inútiles, y la Biblia las llama trapos inmundos,
y también es de anotar que son abominables a los ojos de Dios.

El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová (Proverbios


15.8). En contraste con la obra del hombre; venido el cumplimiento
de los tiempos ―Dios envió a su hijo nacido mujer‖ (Gálatas 4.4) y
este quien no era descendiente de Adán es el único que nació y no
vio pecado; el único de quien la escritura dice que ―Nunca hizo
maldad ni hubiera engañado en su boca, por que al sumo pontífice
nos convenía Santo, inocente, sin mancha, apartado de los
pecadores, y hecho mas sublime que los cielos‖ (Hebreos 7.26).

Del Señor Jesús, hasta los demonios dieron testimonio diciendo


―Ah que tienes con nosotros Jesús Nazareno? ¿Has venido para
destruirnos?; Se quien eres, el Santo de Dios, (Marcos 1.24);
Poncio Pilato también confeso diciendo: ―No hallo en El ningún
delito‖ (Lucas 23.24), también el Centurión que dirigía los soldados
al ver que hubo tinieblas sobre la tierra, el día de la crucifixión dijo:
―Verdaderamente este hombre era justo‖ (Lucas 23.47).

El Señor Jesús es el único que se levanta a lo largo de toda la


historia humana como un ser inmaculado; el patriarca Job nos dice:
―¿Cómo pues se justificara el hombre para con Dios y como será
limpio el nacido de mujer? He aquí que ni la misma luna será
resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de tus ojos,
¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, y el hijo del hombre,
también gusano? (Job 25 4-6).

Ante la situación desastrosa del hombre, la única salvación vino de


Dios, Dios vino en Cristo al mundo en ese Cristo inmaculado, pero
que fue contado con los impíos, fue llevado a la picota pública
como un criminal y fue despojado de su justicia y santidad al ser
llevado a la muerte de maldición en medio de ladrones.

Jesús no fue desnudo solamente de su manto y vestido físico sino


que, principalmente fue desnudado de su justicia y santidad para
darnos ese vestido gratuito a los pecadores, cumpliéndose en la
cruz lo que Dios enseño en el Edén.

35
Doctrina II (El Espíritu Santo)

El Evangelio, que son las buenas nuevas, la muerte, la sepultura y


la resurrección de Jesús de 1 de Corintios 15.1-4 son la oferta
gratuita de la justicia de Dios revelada al pecador para que la
reciba por la fe y se vista de esta justicia para ser salvo.

El apóstol Pablo nos enseña que aparte de la ley, se manifestado


la justicia de Dios (testificada por la ley y por los profetas; la justicia
de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen
en El.

Por que no hay diferencia, por cuanto todos pecaron y están


destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente
por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús a
quien puso como propiciación por medio de la fe en su sangre para
manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto en su
paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este
tiempo su justicia, a fin de que El sea el justo y el que justifica al
que es de la fe de Jesús, ¿Dónde pues esta la jactancia?, queda
excluida ¿por cual ley ? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de
la fe, concluimos pues, que ―El hombre es justificado por fe sin
obras de la ley‖ (Galatas3.11; 2.21).

¿Es Dios solamente Dios de los judíos? No es también Dios de los


gentiles. Ciertamente, también de los gentiles, por que Dios es
UNO, y El justificara por la fe a los de la incircuncisión. Además de
lo anterior Pablo en el capitulo 1 de su primera Epístola a los
Corintios nos dice así: ―Cristo nos ha sido hecho por Dios
justificación (verso 30) y en la segunda carta a los Corintios el
capitulo 5 verso 2 nos dice‖ Al que no conoció pecado, por nosotros
se hizo pecado, para que nosotros fuésemos hecho justicia de Dios
en El ―también Pedro nos habla y nos dice‖ Cristo padeció una sola
vez por los pecados, el justo por los injustos (1 Pedro 3.18).

En 1. Corintios 6.8-10 se nos da una lista de pecados, y se nos


hace saber que la practica de ellos nos impide heredar el reino de
Dios, pero también dice; ―y esto erais algunos, mas ya habéis sido
lavados y habéis sido santificados, ya habéis sido justificados, en el
Nombre de nuestro Señor Jesús y por el Espíritu de Dios‖, así que
queda claro que el Evangelio revela gratuita justificación para el
hombre de parte de Dios en Cristo, y es la única alternativa de
Salvación a la que puede recurrir el pecador.

36
Doctrina II (El Espíritu Santo)

El profeta Isaías, que era un hombre culto, de real linaje y de buena


disposición para buscar a Jehová en el templo, cuando tuvo la
visión de la gloria de Dios en medio de los querubines que daban
voces el uno al otro diciendo ―Santo, Santo es Jehová de los
ejércitos; toda la tierra esta llena de su gloria,‖ exclamo diciendo
―Ay de mi que soy muerto porque siendo hombre inmundo de labios
y habitando en medio de pueblo inmundo de labios, han visto mis
ojos al Rey Jehová de los ejércitos‖.

Esta reacción demuestra que la presencia de Dios convence al


hombre de su pecaminosidad, pero también ofrece un camino de
justicia, pues Isaías también vio que el Señor tenia, además de un
carbón para purificar sus labios un vestido de salvación y un manto
de justicia ―En gran manera me gozare en Jehová, mi alma se
alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación,
y me rodeó de manto de justicia, como la novia adornada con sus
joyas‖. (Isaías 61.10)

Para que el pecador deponga su propia justicia, es necesario que


la predicación del evangelio le muestre al pecador la justicia de
Dios revelada en el calvario como la única provisión que satisface
la santidad divina y suple la necesidad del pecador, la mejor
manera de ayudar a los creyentes a recibir el Espíritu Santo es
haciéndoles entender por la predicación, que la justificación de la
fe, es la que nos hace aptos para recibir dicha experiencia.

―Y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ya ha sido


juzgado‖ (Juan 16.11); ―Ahora el príncipe de este mundo será
echado fuera‖ (Juan 12.31); ―Porque viene el príncipe de este
mundo, y nada tiene él en mi‖ (Juan 14.30).

Al príncipe de este mundo, el padre de mentira Satanás, Jesucristo


lo venció con su muerte y no tiene ningún derecho sobre nosotros,
ya que la iglesia es el cuerpo de Cristo. El cristiano que ignora las
maquinaciones del diablo le da ocasión para atacar, pero cuando le
resiste en el Nombre de Jesús no le queda más camino que huir.
(Santiago 4.7).

Los pasajes ya mencionados muestran la condición de Satanás


después del calvario, ya que desde Adán hasta la cruz, el diablo

37
Doctrina II (El Espíritu Santo)

había usurpado el principado del mundo, cuando arrebato a Adán


el señorío que Dios le dio sobre la creación.

Cuando Dios creo al hombre le dio el gobierno de la creación al


decirle que sojuzgara la tierra, que señoreara sobre las bestias, las
aves y los peces. Esto se corrobora en el Salmo 8 ―Le has hecho
poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y honra. Le
hiciste señorear sobre las obras de tus manos, todo lo pusiste
debajo de sus pies‖.

Adán perdió su señorío cuando obedeció a la voz del diablo y se


convirtió en su esclavo (Romanos 6.16). Así el diablo ejerció su
principado a lo largo de la historia humana, pero en los tiempos de
Isaías surgió la pregunta ¿Será quitado el botín al valiente? ¿Será
rescatado el cautivo de un tirano? (Isaías 49.24).

La respuesta a estas dos preguntas es: ―Pero así dice Jehová:


Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será
arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé y yo salvaré a tus
hijos‖ (Isaías 49.25).
Esta profecía estaba señalando lo que sucedería en la cruz.
(Colosenses 2.14-15).

El Señor Jesús desenmascaro las intenciones del diablo cuando


dijo: ―El ladrón vino para Hurtar, matar y destruir, yo he venido para
que tengan vida y parta que la tengan en abundancia‖. (Juan
10.10). La gran esperanza de salvar al hombre dependía de juzgar
y vencer al príncipe de este mundo y rescatar al hombre en toda su
plenitud. Del calvario hacia acá el diablo ya no es el príncipe de
este mundo sentado en su trono, sino el reo sentado en el
banquillo, juzgado y echado fuera sin ningún derecho sobre
aquellos que creyendo al Evangelio nos hemos acogido a su
liberación.

De ahí que Santiago nos diga: ―los demonios creen y tiemblan‖ y


Pedro dice: ―Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el
diablo, anda como león rugiente, buscando a quien devorar… ‖ (1
Pedro 5.8). Nótese que él dice: como león, no que sea el León,
sino que se disfraza para atemorizar a los que desconocen que el
León de la tribu de Judá, el Señor Jesús, lo derroto
estruendosamente con su muerte en el calvario, y como si fuera
poco, esta victoria está rubricada con la resurrección con la que el
señor venció la muerte.

38
Doctrina II (El Espíritu Santo)

La autoridad dada por Cristo a sus discípulos para echar fuera


demonios y sanar los enfermos, se fundamenta en que Él recupero
el dominio y la autoridad sobre toda la creación, y nos delego esa
autoridad, para ir en su Nombre, y hacer suyos los reinos del
mundo para gloria de El, y salvación del hombre.

Debido a la predicación del evangelio por el Espíritu Santo, se


opera en el oyente la convicción de pecado, de justicia y de juicio.
Esto le da fe y mediante esa fe recibe la gracia salvadora que lo
lleva al arrepentimiento de sus pecados, y a la conversión a Cristo,
llegándose por este proceso al nuevo nacimiento que convierte al
pecador en una nueva criatura.

De aquí que el nuevo nacimiento no se deba mirar como un acto


instantáneo, sino como resultado de un proceso: concebir, formar y
nacer. Esto es lo que Pablo explica a Tito cuando dice: ―Porque
nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes,
extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos,
viviendo en malicia y envidia aborrecibles y aborreciéndonos unos
a otros, pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro
Salvador y su amor para con los hombres, nos salvo…‖ (Tito 3.3-7).
Nótese que Pablo nos habla de la salvación como un hecho ―Nos
salvo‖.

¿De que nos salvo? De lo que éramos, de un estado de cosas en


que vivíamos, enumeradas en el verso 3 ¿Cómo nos salvo? Por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración, esto indica que
el Espíritu Santo usando la palabra produce un lavamiento de la
mente, el espíritu y el corazón del hombre, que es el lavamiento de
la regeneración. Esa renovación es la obra del Espíritu Santo. Los
hechos anteriores son los hacen a la persona apta para ser
bautizada en agua en el nombre del Señor Jesucristo para el
perdón de los pecados y recibir el don del Espíritu Santo.

EL Espíritu Santo ministra para proveer un "sentido de maldad –


pecado" a fin de que el hombre se sienta impelido a apropiarse de
la justicia de Cristo Jesús.

39
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Consecuentemente es solamente por medio del ministerio del


Espíritu Santo que el pecador se convierte, y nunca por el mero
esfuerzo o argumento humano. Y como "Fiscal" divino, el Espíritu
Santo obra personalmente en las vidas de los seres humanos.

Cristo lo expresó claramente en San Juan 16.7-11, donde tres


aspectos son claramente enseñados: El pecado de incredulidad, la
justicia de Cristo y el juicio de Satanás.

El Espíritu Santo hace efectiva la predicación del Evangelio. Una


buena parte del ministerio del Espíritu Santo consiste en el
testimonio de Cristo a través de las vidas de los creyentes en los
cuales ÉL mora.

"El Espíritu Santo no tiene otro medio de alcanzar a los inconversos


excepto por medio de nosotros que ya somos salvos". Hechos
5:30-32.

Con las siguientes preguntas, elabore un ensayo de cuatro páginas


planteando su punto de vista con argumentos bíblicos y versículos
que lo sustenten.

―¿Demuestra la conversión de Cornelio y su casa, que los pecados


son perdonados por la fe sola sin el bautismo? ¿La venida del
Espíritu Santo sobre Cornelio demuestra que la gente se guarda
libre de pecados antes del bautismo, o una persona debe ser
bautizada como una condición necesaria para el perdón de los
pecados? ¿Qué debe ocurrir primero: el bautismo en agua o en
Espíritu? ¿Qué enseña Jesús en su Evangelio al respecto?

40
Doctrina II (El Espíritu Santo)

LECCIÓN No. 5

1. Determinar la función básica e importancia del bautismo en


agua y del Espíritu.

2. Mirar la absoluta necesidad de obedecer el mandamiento de


Dios de ―bautícese cada uno‖ y ―recibiréis el don del Espíritu
Santo‖

3. Determinar quién debe ser bautizado; cómo, dónde, por qué y


cuándo debemos ser bautizados.

4. Examinar a quién le da Dios de su Espíritu Santo y cómo se


recibe.

¿Por qué es indispensable y necesario el bautismo en agua?

¿Cuál es la importancia de recibir y ser llenos del Espíritu Santo?

41
Doctrina II (El Espíritu Santo)

El Bautismo en agua es la semejanza de la sepultura de Cristo


(romanos 6.3-5). Y no el nacimiento de agua, porque la sepultura
es para muertos. Las personas mediante la fe, el arrepentimiento,
la conversión y el Bautismo han muerto y han sido sepultadas a la
descendencia Adánica, a su vida pecaminosa y al mundo,
haciéndola apta para recibir el Bautismo del Espíritu Santo. En el
Bautismo somos plantados con El en la semejanza de su muerte
para que así también lo seamos en su resurrección.

El nacimiento de agua es el nacer de la palabra de Dios; Uno nace


de lo que ha sido engendrado, así como una planta nace de la
semilla, y en el reino animal cada especie nace de la que ha sido
engendrada; así ―Él de su voluntad, nos ha engendrado y nos hizo
nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus
criaturas‖. (Santiago 1.18)

―Siendo renacidos (nacidos por segunda vez), no de simiente


corruptible sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre‖. (1. Pedro 1.23)

El Espíritu y el agua siempre están juntos, ―…y el Espíritu de Dios


se movía sobre la faz de las aguas‖. (Génesis 1.2); Jesús dijo: ―Ya
vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado‖. (Juan
15.3). ―Para santificarla habiéndola purificado en el lavamiento del
agua por la palabra.‖ (Efesios 5.26). ―Habiendo purificado vuestras
almas, por la obediencia a la verdad mediante el Espíritu para el
amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente de
corazón puro‖ (1 Pedro 1.22).

El nacimiento de agua y de Espíritu, es un solo nacimiento y no


dos, ya que el mandato de Jesús a Nicodemo es nacer otra vez, o
de nuevo, lo que implica que el hombre nació una vez de sus
progenitores de carne, de sangre y de voluntad de varón, y Cristo
vino al mundo para darnos la potestad, el privilegio de nacer otra
vez, ya no de carne y sangre y de voluntad humana, si no de Dios,
recibiendo a Jesucristo, creyendo en su Nombre.

42
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Este nacimiento al ser de Dios, es del Espíritu, es de arriba y al ser


por la palabra es de agua. Si el nacimiento del agua fuera uno y el
del Espíritu otro, habrían tres nacimientos con el de la carne y
sangre, lo cual no se ajusta a las escrituras.

El Bautismo del Espíritu Santo, según la promesa del Señor en


Juan 14.15-16 es:

 Para los que le aman (Verso 15)

 Los que guardan sus mandamientos. ―guardad mis


mandamientos‖

 Los que le conocen: ―pero vosotros le conocéis, porque mora


en vosotros y estará en vosotros‖ (verso 17)

 Para los Hijos: ―No os dejaré huérfanos‖ (verso 18) (Gálatas


4.6)

 Los que son el templo o la iglesia ―… el que me ama mi palabra


la guardará y vendremos a él y haremos morada con él‖ (verso
23) (1. Corintios 3.17)

También el apóstol Pedro ratifica esto, al informar a la iglesia en


Jerusalén de lo acontecido en la casa de Cornelio, con estas
palabras: ―varones hermanos… y creyesen‖ (Hechos 15. 7-9).

El apóstol Pablo al recordarle a los Efesios su conversión


registrada en el capítulo 19 de los Hechos les dice: ―también
vosotros habiendo oído la palabra de verdad, el Evangelio de
vuestra salvación y habiendo creído en el, fuiste sellados con el
Espíritu Santo…‖ (Efesios 1. 13-14).

El apóstol Pablo recuerda a los Gálatas diciéndoles: ―Pero cuando


vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su hijo… Y por
cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su
hijo‖ (Gálatas 4.4-7).

Por la palabra del Señor Jesús y de los apóstoles se comprueba


que el Bautismo del Espíritu Santo, es el testimonio de Dios de que
hemos sido: lavados (Tito 3.5), purificados (Hechos 15.9),

43
Doctrina II (El Espíritu Santo)

santificados y justificados (1 Corintios 6.11). Es también el


testimonio de que somos sus hijos (Gálatas 4.6) (Romanos 8. 14-
17).

También podemos verle en el modelo que es Cristo, el hijo de Dios.


El vino a ser el hijo cuando fue engendrado ―Entonces el ángel dijo
a María: no temas porque has hallado gracia delante de Dios…‖
(Lucas 1.30-33) (Salmos 2.7) (Gálatas 4.4); así queda demostrado
por las escrituras, que llego a ser el hijo cuando fue engendrado y
nacido de mujer, por lo tanto, lo acontecido en el Jordán fue el
testimonio que Dios dio de su hijo a la edad de 30 años.

A eso se refiere el apóstol Juan cuando dice: ―Este es Jesucristo,


que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente,
sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio;
porque el Espíritu es la verdad‖ (1. Juan 5.6).

Además de lo expuesto y demostrado en el Nuevo Testamento; así


también en el Antiguo Testamento, Dios dio testimonio a todos
aquellos que creyeron a su mandato: ―Por la fe Abel ofreció más
excelente sacrificio...‖ (Hebreos 11.4).

Así mismo Noé y Abraham recibieron testimonio Dios. Moisés


erigió el tabernáculo tal como se lo había ordenado en el monte
―entonces una nube cubrió el tabernáculo del testimonio y la gloria
de Jehová llenó el tabernáculo‖ (Éxodo 40.33-38).

De igual modo el templo que construyó Salomón por mandato


divino fue confirmado por el testimonio de Dios, al venir la gloria de
Jehová sobre él ―cuando sonaban, pues las trompetas, cantaban
todos a una para alabar y dar gracias a Dios…‖ (2 Crónicas 5.13-
14).

«El que no naciere del agua y del Espíritu no puede entrar en el


Reino de Dios.» (Juan 3:5.)

Es importante entender y recordar que el bautismo bíblico es un


ritual que tipifica la 'purificación' de la persona (o cosa) que es
bautizada.

44
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Solamente puede ser "asociado" o "unido" a una relación con Dios


por medio de Cristo alguien que sea "purificado", "lavado" o
"limpiado" de sus pecados. Por eso tanto en el Antiguo
Testamento como en el Nuevo el bautismo con agua 'tipifica' o
'representa' externamente ese lavamiento o purificación espiritual
que permite al individuo (o instrumento) ser útil para Dios y libre de
suciedad pecaminosa y terrenal.

Cuando Juan el bautista bautizaba en el río Jordán, lo hacía para


arrepentimiento (Mateo 3:1).

Aquellos que obedecían a su llamado sabían lo que significaba el


bautismo. Al aceptar ser bautizados por Juan el Bautista, lo hacían
para quedar identificados con su mensaje.

Juan utilizaba el medio más común que existe para administrar el


bautismo, el agua. Aunque ellos eran sumergidos, rociados o
cubiertos con el agua, en realidad no quedaban en el agua sino
que quedaban simbólicamente, pero públicamente identificados
con el mensaje de arrepentimiento (y purificación de pecados) que
Juan predicaba.

"Yo en verdad os bautizo con agua para arrepentimiento; pero el


que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más
poderoso que yo; el os bautizara en Espíritu Santo y fuego" Mateo
3:11.

Juan estaba hablando de Jesucristo y del bautismo que él había de


hacer.

En contraste, cuando Juan bautizaba "con agua", Jesús bautizaría


"con el Espíritu Santo".

La Biblia dice que cuando llegó el Día de Pentecostés, aquellos


que fueron bautizados con el Espíritu Santo "comenzaron a hablar
en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran." Hechos
2:4

Esto significa que ellos hablaron las palabras que el Espíritu les
daba. El Espíritu Santo le dio las palabras, pero los apóstoles y
TODOS los demás que se encontraban en el Aposento Alto,
incluyendo a María, la madre de Jesús, voluntariamente
respondieron.

45
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Ellos actuaron basados en la fe. No se resignaron a pasivamente


aceptar la bendición, sino que inmediatamente pusieron a funcionar
el regalo que Dios les había dado.

La Biblia enseña en Efesios 4:5 que hay un solo bautismo, y en


Hebreos 6:2 habla de ―la doctrina de los bautismos‖. Esto nos deja
entender que hay un solo bautismo con diferentes facetas en las
que el cristiano debe ser sumergido para ser regenerado y limpio,
hasta que en él se forme la imagen de Cristo (Ro. 8:29; 2 Co. 3:18).
¿Cuáles son esas facetas? Explíquelas minuciosamente y elabore
con ellas un ensayo de cuatro páginas.

46
Doctrina II (El Espíritu Santo)

LECCIÓN No. 6

1. Conocer las verdades acerca del Espíritu Santo

2. Entender la necesidad de ser llenos del Espíritu Santo

3. Comprender que el Espíritu Santo debe permanecer en el


creyente para que él pueda manifestarse

4. Entender que el Espíritu Santo es una necesidad en la vida del


creyente

¿Cuáles son las verdades acerca del Espíritu Santo?

¿Por qué es necesario el Espíritu Santo en la vida espiritual de los


creyentes?

47
Doctrina II (El Espíritu Santo)

―y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador… ―(Juan 14.16-17;


23).

―¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo el


cual está en vosotros, el cuál tenéis de Dios y que no sois
vuestros? (1 Corintios 6.19).

―Por que vosotros sois templo del Dios Viviente, como dijo Dios
habitaré y andaré entre ellos, seré su Dios y ellos serán mi pueblo
(2 corintios 6.16-17).

―En el también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el


evangelio de vuestra salvación y habiendo creído en El, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1.13).

―Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios con el cual fuiste


sellados para el día de la redención‖ (Efesios 4.30).

El sello indica propiedad y aprobación: ―pero el fundamento de Dios


está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son
suyos; y; Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de
Cristo‖ (2 Timoteo 2.19).

―Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo,


sean judíos, o griegos, esclavos o libres y a todos se nos dio a
beber de un mismo Espíritu‖ (1 corintios 12.13).

48
Doctrina II (El Espíritu Santo)

―Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre nosotros el


Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaría y hasta lo último de la tierra‖ (hechos 1.8).

1. A conocer la verdad: ―Pero cuando venga El Espíritu de verdad,


El os guiará a toda la verdad, porque no hablará de su propia
cuenta sino que hablará todo lo que oyere y os hará saber las
cosas que habrán de venir‖ (Juan 16.13) (Juan 14.26).

2. Para la escogencia de los ministerios: Como en el caso de los


hechos donde el Espíritu dijo: ―apartadme a Bernabé y a Saulo‖
(hechos 13.1-4).

3. En el trabajo ministerio y evangelístico: Como en el caso, que el


Espíritu Santo les impidió ir a Bitinia, pero en el caso de macedonia
que hubo llamado ―pasa y ayúdanos‖. Aquí podemos ver que el
Espíritu Santo interviene guiando a los hombres al trabajo
misionero (Hechos 16.6-10).

4. Nos muestra las cosas que habrán de venir‖ y os hará saber las
cosas que habrán de venir‖. (Juan 16.13).

Nos guiará a dar testimonio:‖ Pero cuando venga el Consolador, a


quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cuál
procede del Padre. El dará testimonio acerca de mí. Y vosotros
daréis testimonio también, porqué habéis estado conmigo desde el
principio‖ (Juan 15.26-27).

―El me glorificará por que tomará de lo mío y os lo hará saber‖


(Juan 16.14).

―Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de
Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor,
sino por el Espíritu Santo‖ (1 corintios 12.3).

49
Doctrina II (El Espíritu Santo)

El Espíritu viene al creyente para capacitarlo de tal manera que


glorifica a Jesús como Señor, ya que el mismo Espíritu es el que
revela el señorío y la majestad de Jesucristo. En la charla de Jesús
con la mujer samaritana, una vez que el señor le trató el asunto de
su pecado, ella le dijo: ―Señor me parece que tú eres profeta,‖
nótese que la mujer lo creía un profeta, de ahí que le preguntó
sobre la verdadera adoración al decirle ―nuestros padres adoraron
en este monte‖ (4.19-24).

De lo anterior se desprende que una vez que la persona arregla el


problema del pecado con Dios desea darle a Dios el culto, es decir,
la adoración verdadera. La mujer en la Biblia representa la iglesia,
lo que indica que la iglesia debe buscar la verdadera adoración ya
que el Padre busca adoradores que le adoren en Espíritu y en
verdad.

Adorar es entregarse rindiéndolo todo, la primera vez que


encontramos la palabra adoración en la Biblia, es cuando Abraham
obedeciendo a la orden de Dios va a sacrificar a su hijo. El relato
dice, ―Entonces dijo Abraham a su siervos, esperad aquí con el
asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos y
volveremos a vosotros‖ (Génesis 22.1-5).

Es muy importante anotar que la adoración es la entrega de lo más


querido; en el caso bíblico, Isaac era para Abraham su hijo único a
quien amaba y sobre quien estaba la promesa. También vemos
que cuando el Señor descendió en la nube al monte Sinaí y
proclamó su nombre delante de Moisés, Moisés se apresuró, bajó
la cabeza hacia el suelo y adoró (Éxodo 34.5-8); en el caso de Ana,
en el libro de Samuel encontramos que adoró a Jehová y dejó a su
hijo Samuel allí en el templo, indicando así que estaba entregando
lo mejor a Jehová su Dios en una actitud de adoración (1 Samuel
1.28).

En el Día de Pentecostés multitud de visitantes de Jerusalén


testificaron el increíble espectáculo de creyentes llenos del Espíritu
Santo que glorificaban a Dios en lenguas que nunca habían
aprendido.

50
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Cuando viene con poder regenerador, el Espíritu patentiza su


presencia como un testigo interior del nuevo estado del creyente
como un hijo de Dios.

Sin embargo, la obra del Espíritu no es sólo de una transformación


interior en el nuevo nacimiento y la santificación, sino también una
obra de fortalecimiento de los creyentes como testigos de Cristo, a
fin de que cumplan así la misión de la Iglesia (Mateo 28:18-20;
Hechos 1:8).

Es por eso que, aquellos lugares en donde la iglesia se está


expandiendo con más rapidez, son aquellos en donde los
seguidores de Jesús se han sometido a Dios y han sido llenos del
poder del Espíritu Santo. Esto no debería sorprendernos. El
Espíritu Santo puede hacer más cosas en diez segundos de lo que
nosotros podemos hacer en diez mil años por nuestras propias
fuerzas. Por esto, es de vital importancia que el hombre y la mujer
de Dios entiendan lo que la Escritura enseña acerca de la obra del
Espíritu Santo en las vidas y los ministerios de ambos.

EL Espíritu Santo, es una llave para traer la mente de Cristo sobre


nuestra mente (Stg. 1:26; 3:1ª). A fin de que podamos hablar
únicamente aquellas cosas que sean útiles para nuestra propia
edificación y para la de nuestros oidores (Ef 4:29). ―El hablar en
lenguas purifica y renueva nuestra conversación (conducta) y forma
de vida‖. ¿Qué opina usted acerca de esta afirmación? Realice una
composición de dos hojas e indique la obra del Espíritu en este
caso.

51
Doctrina II (El Espíritu Santo)

52
Doctrina II (El Espíritu Santo)

LECCIÓN No. 7

1. Determinar la importancia del fruto del Espíritu Santo en la vida


espiritual

2. Establecer el significado del fruto del Espíritu

3. Determinar la relación del fruto del Espíritu con Dios, el prójimo


y nosotros mismos

4. Mostrar los pecados que se cometen contra el Espíritu Santo

¿Existe un solo fruto o son varios los frutos del espíritu?

¿Está el fruto del Espíritu relacionado con todos los aspectos de la


vida del creyente?

53
Doctrina II (El Espíritu Santo)

―Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,


benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza…‖ (Gálatas
5.23; Efesios 5.9).

Una vez que la persona ha sido regenerada por la obra del Espíritu
Santo, hablando en otras lenguas, es esperar el fruto del Espíritu
Santo.

Al estudiar el fruto del Espíritu hay que notar dos hechos


importantes:

La palabra fruto está en singular, no hay nueve frutos separados


uno del otro, sino que hay un fruto, tal como un racimo es un fruto,
así éste es un racimo de gracias; y así una de estas gracias
aparece en la vida del cristiano, debemos esperar que las otras
también se manifiesten.

1. Este es el fruto del Espíritu y no el fruto del cristiano, es decir


que este fruto nace del Espíritu y lo produce el Espíritu; no es
tampoco a lo que el Seño Jesús se refirió en San Juan 15, al hablar
de fruto, más fruto y mucho fruto; ya que aquí habló del trabajo de
ganar almas y éste sí es el fruto del cristiano.

Aunque es un hermoso racimo o fruto de gracias, vamos a dividirlo


en tres grupos para nuestra mayor comprensión.

A. En relación con Dios: amor, gozo, paz

B. En relación con el prójimo: paciencia, benignidad, bondad.

C. En relación con nosotros mismos: fe, mansedumbre, templanza.

Recordando que el Espíritu vino para morar en el cristiano y que


está ahí para hacer una obra definitiva y para llenar una necesidad
definida, esto nos ayuda a entender que el fruto del Espíritu, que
adornada la vida del Santo no es para exhibición y vanagloria del
creyente sino para llenar una necesidad.
El fruto del Espíritu es opuesto a un aspecto no espiritual
correspondiente en el corazón humano; la cura para las

54
Doctrina II (El Espíritu Santo)

condiciones materiales no es un intento de dejar de hacer lo malo


sino en sustituirlo con el fruto del Espíritu. Esto es todas las
virtudes de Dios imparten. La paciencia por ejemplo, es el antídoto
divino para la impaciencia. No es una mera prolongación de la
paciencia humana al ser contemplada; más bien es la paciencia de
Dios operada internamente.

La paciencia infinita de Dios no conoce límites; esto se ve en su


largo trato con la humanidad, en su paciencia con los individuos
que rechazaron a Cristo, su paciencia con los que trae a Él. (Lucas
18.7). Cuando Jehová proclamó su nombre a moisés en el monte
Sinaí dijo: ―Jehová, Jehová, Fuerte, misericordioso y piadoso, tardo
para la ira y grande en misericordia y verdad‖ (Éxodo 34.6). Así,
Moisés en una oración intercesora recuerda a Jehová acerca de su
propia revelación de sí y exclama: ―Jehová tardo para la ira y
grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión,
aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita
maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación‖ (Num 14.17.18) y el salmista declaró: ―Más tú, señor,
Dios misericordioso y clemente… (Salmo 86.15).

El apóstol Pablo advierte a los que se oponen a Dios, cuando


pregunta ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad,
paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al
arrepentimiento? (Romanos 2.4; 9.22).

Pero declara: ―El Señor no retarda su promesa según algunos la


tienen por tardanza, sino que es paciente…‖ (2 Pedro 3.9). Y en
otra escritura afirma. ―La paciencia de nuestro Señor es para
salvación (2 Pedro 3.15; Colosenses 1.11; 2 Pedro 3.12; 1 Timoteo
1.16).

Pablo también dice que: ―Seáis pacientes para con todos‖ (1


Tesalonicenses 1.14). Fue una práctica de toda la experiencia de
Pablo. Por eso testifica a Timoteo: ―Pero tú has seguido mi
doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia‖
(2 Timoteo 3.10). Ciertamente esta virtud pertenece especialmente
a los que son llamados (2 Timoteo 4.2; 2 corintios 4.8-9).

Cuando somos heridos o cuando viene el tiempo de angustia y


tristeza el Espíritu produce este fruto, para bendición del santo y
testimonio a los que lo rodean (Romanos 8.26).

55
Doctrina II (El Espíritu Santo)

En vista de que el Espíritu Santo declara en 1 corintios, que el


amor es supremo entre todos los dones, es razonable que
aparezca en el primer lugar en la lista del fruto. El amor es el
aspecto prominente de la experiencia humana tanto en la
dispensación mosaica y en la del reino así como en la iglesia. En
cuanto a la ley mosaica se declara que el cumplimiento de la ley es
el amor (Romanos 13.10) y el ascenso en responsabilidad respecto
al amor que el reino venidero anticipa, que se establece en Mateo
5.43. ―Oísteis que fue dicho, amarás a tú prójimo y aborrecerás a
tus enemigos…‖ ―Un nuevo mandamiento os doy: Que os améis
unos a otros…‖ (Juan 13.34-35; 1 Juan 2.15-16).

De igual modo el gozo mencionado en segundo lugar entre los


elementos del fruto del Espíritu, no es otra cosa que el gozo
celestial divino; no es un gozo humano o estimulado, sino que es el
gozo del Espíritu Santo mismo. Es una experiencia en el creyente
tal como lo declaró Nehemías ―El gozo del Señor es nuestra
fortaleza‖ (Nehemías 8.10). De este gozo habló el Señor Jesucristo
cuando dijo: ―Para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo
sea cumplido‖ (Juan 1.4). Cuando la oración se realiza con toda su
bendición el gozo será cumplido (Juan 16.24). Así también Pedro
escribe ―A quien amáis sin haberle visto, os alegráis con gozo
inefable y glorioso‖ (1 Pedro 1.8). Finalmente san Pablo escribe:
―Regocijaos en el Señor Siempre, otra vez digo regocijaos‖
(Filipenses 4.4; 1 Tesalonicenses 5.16).

Así como Cristo legó su gozo, legó su paz, cuando dijo: ―La paz os
dejó mi paz os doy, yo no os la doy como el mundo la da. No se
turbe vuestro corazón, ni tengas miedo ―(Juan 14.27). Aquí hace
referencia a la paz divina y no puede ser menoscabada en el
Corazón humano. El apóstol Pablo dijo: ―y la paz de Dios que
sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4.7). Hay que

56
Doctrina II (El Espíritu Santo)

observar la diferencia entre la paz de Dios, que es una experiencia


subjetiva operada interiormente, y la paz con Dios (romanos 5.1).

Esta última frase se refiere a la verdad que por la obra consumada


de Cristo, el creyente está para siempre en paz con Dios. El primer
caso Pablo describe la perfección de la reconciliación. La paz que
Cristo heredó y que es uno de los elementos del fruto del Espíritu,
no obstante es una experiencia de paz que se siente en el corazón,
como todo lo incluido en el fruto del Espíritu, es la directa y
constante impartición de lo que contribuye la misma naturaleza del
carácter de Dios. La paz es una sublime tranquilidad del corazón y
mente en lugar de todo recuerdo perturbador, presagio,
circunstancia o condición. Una paz tan inapreciable como lo es,
honra a Dios delante de los hombres y así satisfacer a Dios;
ciertamente, esa gran paz únicamente la disfrutan aquellos cuyas
vidas están escondidas con Cristo en Dios (Colosenses 3.3).

Obsequio o servicio que se hace por amor o gratitud a Dios,


contribuir con dinero u otras dones para un fin. La ofrenda es
voluntaria (Éxodo: 25:2, 35:22, y 29, 36:3, Levítico 23:38,
Deuteronomio 12:6, Esdras 1:4, 2:68, 3:5, 7:16, 8:28, Amós 4:5, 1ª
Corintios 16:1-2, 2ª Corintios 8:20). Sin defecto (Levítico 22:18-21).

Abraham también espero con paciencia y alcanzó la promesa


(Hebreos 6.15).

La venida del señor Jesucristo requiere paciencia en nosotros


(Santiago 5.7).

El diccionario de nuestra lengua lo define como: afable, piadoso,


inofensivo (Salmo 18.35; Oseas 2.19; Romanos 2.4; Colosenses
3.12; 1 Pedro 2.3).

57
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Calidad de bueno, inclinación a hacer el bien. La bondad alcanza el


infinito y la escritura da abundante testimonio de su ilimitada
bondad. El mundo depende de la convicción fundamental de que
Dios es bueno. Ninguna parte puede pintar la calamidad y
confusión en que estuviera el mundo si en laguna ocasión tuviese
la peregrina convicción de que Dios es malo en sí (Éxodo 33.19;
Salmo 33.4-5

El fruto del Espíritu es… Fe (Gálatas 5.22). La referencia aquí no


es la actitud de fe, sino más bien se dice del Espíritu que produce
en el creyente la fidelidad divina. Todos los pactos de Dios, sus
promesas y sus predicaciones hablan de su fidelidad. ―El
permanece fiel‖ ―Grande es su fidelidad‖. El Espíritu Santo participa
plenamente en estos atributos divinos, y El es el que da testimonio
porque ―El Espíritu es la verdad‖ (1 Juan 5.6).

La palabra usada por Gálatas 5.22, como el fruto del Espíritu no es


fe en el sentido subjetivo; desde luego, también es cierto que la fe
salvadora es una obra de Dios en el corazón, pero obviamente no
es verdad que Dios ejercite semejante clase de fe; más bien El es
fiel digno de confianza y inmutabilidad. Gálatas 5.22, es un registro
de estas características divinas.

La huella humana de infidelidad es corregida únicamente por la


más grande manifestación de fidelidad de Dios. Él es siempre fiel,
se declara en (lamentaciones 3.22-23) así ―Por la misericordia de
Jehová nosotros no hemos sido consumidos. Porque nunca
decayeron sus misericordias, nuevas son cada mañana; grande es
tú fidelidad‖. Sobre este tema no hay palabras más fuerte que la del
Salmo 36.5‖ Jehová, hasta los cielos llega tú misericordia; y tu
fidelidad alcanza las nubes‖. Dios había prometido, en su fidelidad
de recordar a David. Lo dijo: ―y mi verdad y mi misericordia estarán
con él, y en mi nombre será exaltado su poder… Más no quitaré de
él mi misericordia ni falseare mi verdad‖ (salmos 89.24-33).

58
Doctrina II (El Espíritu Santo)

El mismo Salmo 89, bien puede ser llamado el salmo de la fidelidad


de Jehová, siendo que esta virtud es mencionada a lo menos seis
veces; el Salmo se inicia con las palabras; ―Las misericordias de
Jehová cantaré perpetuamente, de generación en generación haré
notoria tu fidelidad con mi boca; Porque dije para siempre será
edificada misericordia; en los cielos mismo afirmarás tu verdad.

La mansedumbre de Dios no implica debilidad. El cordero mudo


ante sus angustiadores es una demostración de la mansedumbre
de Dios en la manifestación en su carne. David dice ―Me diste
asimismo el escudo de tu salvación, y tú benignidad me ha
engrandecido‖ (2 Samuel 22.36; Salmo 18.35).

El apóstol Pablo exhorta a los corintios por la mansedumbre y


ternura de Cristo (2 corintios 10.1) ―os ruego por la mansedumbre y
ternura de Cristo…‖. Es de entender que la mansedumbre hace
cesar grandes ofensas (Eclesiastés 10.4). También con
mansedumbre se corrige la falta (Gálatas 6.1). San Pablo nos
aconseja que nos vistamos de humildad y mansedumbre
(Colosenses 3.12). También invita a seguir el amor, la paciencia y
la mansedumbre (1 Timoteo 6.11). Finalmente hay que corregir con
mansedumbre (2 Timoteo 2.25).
El creyente debe mostrar toda mansedumbre para con todos (Tito
3.2; Santiago 3.13).

La palabra templanza como se encuentra en nuestra versión y en


muchas otras da como su significado la temperancia. Por su
alcance restringido actual, no es exacta en trasmitir el mensaje del
apóstol.

Este último elemento que comprende el fruto del Espíritu, es


realmente dominio propio. No es necesario afirmar ni defender que
esa realidad será verdadera en cuanto a Dios, pero de la misma
manera se provee como una virtud en el creyente. Más aún,
cuando se menciona entre las 9 virtudes que estamos estudiando,
debe estarse seguro que no sólo se prevé, sino que es provista
para el creyente pro el poder del Espíritu; Pero incluye esta
característica entre otras importantes virtudes que él menciona, por

59
Doctrina II (El Espíritu Santo)

ejemplo ―Añadid a Vuestra fe virtud, y a la virtud conocimiento; y al


conocimiento, dominio propio…‖. (2 Pedro 1.5-7).

El apóstol Pablo afirma que la templanza debe caracterizar a uno


que lucha por una corona (1 Corintios 9.25). Para hacer un obispo
o anciano en la iglesia, se requiere: templanza o control propio (Tito
1.7-9). Así también es un requisito para los creyentes maduros
(Tito 2.2). Para concluir esta parte es necesario pensar en la gran
verdad de que Dios no sólo prevé una santa y elevada manera de
vivir por parte del que El ha salvado, sino que ha provisto cada
recurso necesario (2 Corintios 6.10).

COMUNION: En el griego KOINONIA - COMPAÑERISMO (Hechos


2:42, 1ª Corintios 1:9).

Unión e influjo mutuo entre todos los miembros de la iglesia


practicante. La comunión con los Santos es el resultado de la
unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, con el propósito de
llegar a la unidad de la Fe. (Efesios 4:3).
Cuando existe una verdadera comunión Dios envía su bendición
(Salmo 133, Hechos 2:1-4).

El cristiano debe cuidarse de no pecar contra el Espíritu.

: (Génesis 6.3; Hechos


7.51).

Este es el pecado de rechazo y es cometido por el pecador,


cuando el Espíritu trata con él y endurece su corazón (proverbios
29.). También el creyente puede cometer este pecado resistiendo a
la voz del Espíritu como lo hizo el pueblo de Israel (Hechos 3.7-19;
4.7).

: (Hebreos 10.29

Afrentar es despreciar; este pecado lo comete el que se vuelve de


la gracia y desprecia lo que Dios ha hecho por él, llegando a la
apostasía. El caso de Esaú, nos muestra que él despreció su
primogenitura, haciéndose profano (el que trata con desprecio las
cosas sagradas). Y no hay un lugar de arrepentimiento (Hebreos
12.16-17).

60
Doctrina II (El Espíritu Santo)

En el cristiano mora el Espíritu Santo, con el propósito de que la


vida divina dirija todos los pensamientos, acciones y sentimientos.
La presencia de pecado en la vida del creyente contrista al Espíritu
Santo; ya que este huésped divino exige absoluta pureza y
sanidad. Este es el testimonio de la Biblia y también el abundante
testimonio de la razón. Cuando el pecado tolerado en la vida diaria
del cristiano, necesariamente el Espíritu tiene que cambiar su
ministerio a través del cristiano por un ministerio de intercesión a
favor del El. La Biblia no sanciona la idea, tan frecuente que surge,
de que el Espíritu siempre queda contristado; Por el contrario se
asegura que habiendo hecho su residencia en el hijo de Dios El
mora para siempre. (Juan 14.1-16; 1 Juan 2.27).

Entristecer al Espíritu viene a ser una experiencia definida en que


en quien el Espíritu mora; experiencia que tiene una estrecha
semejanza ala de su propia alma o Espíritu cuando está deprimido.
David expresó el sentimiento que le sobrevino después de su gran
pecado diciendo: ―mientras calle se envejecieron mis huesos, en mi
gemir todo el día; porque de día y de noche tu mano se agravó
sobre mi; se volvió mi verdor en sequedales de verano‖ (Salmo
32.3-4).

Cuando se ha cometido el acto de pecado, la medicina es la


confesión a Dios, y el que debe confesar no estará dudoso o
incierto de lo que ha de ser confesado. Sólo el que confiesa su
pecado prosperará. ―El que encubre sus pecados no prosperará;
Más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia‖
(Proverbios 28.13).

Esto se refiere a la consagración de la vida cristiana. Es profesar


una santidad que se sabe que no se tiene, eso también se llama
tentar al Espíritu (Hechos 5.3).

: (1 Tesalonicenses 5.19)

Se refiere a la operación de los dones que funcionan en la iglesia


para edificación, consolación y exhortación. Apagar significa

61
Doctrina II (El Espíritu Santo)

apagar el fuego; esto se hace cuando se rehúsa y cuando no se


permite que el Espíritu Santo, tenga su libre curso en el ministerio y
en la manifestación de los dones en el culto Pentecostal. (1
corintios 14.26).

: (Mateo
12.34).

Este es el pecado imperdonable el cual se comete por expresión de


la boca, ya que en el versículo 34 de este pasaje, el Señor hace
claridad acerca de que ―de la abundancia del corazón habla la
boca‖. Este pecado es cometido por una expresión que sale del
corazón atribuyendo a Satanás las obras y manifestaciones del
Espíritu Santo. Individualmente, este es el pecado de muerte, por el
cual no se debe orar (1 Juan 5.16).

El que tiene una angustia por haber cometido pecado de muerte,


esa angustia es realmente la obra del Espíritu (2 Timoteo 2.13).

Los cristianos llenos del Espíritu tendrán las nueve gracias que se
manifiestan como "fruto del Espíritu" porque la "mente de Cristo"
(Filipenses 2:5) está en ellos. Cuanto más controlados por el
Espíritu de Dios estén, serán aún más como Cristo en cada área de
su carácter.

La unidad del "fruto del Espíritu" se ve en el hecho de que se


incluyen todos bajo el primero, lo cual es el "amor". En Romanos
13:8-10, encontramos que el amor cumple la ley. Se incluyen todos
los deberes humanos bajo el orden de amar a Dios y al prójimo.
Sería un estudio provechoso para el estudiante de la Palabra de
Dios el meditar en la descripción del amor hecho por Pablo en 1
Corintios 13:1-8. Veríamos rápidamente que cada uno de los frutos
del Espíritu se manifiesta en el amor.

Se juzga fácilmente la veracidad de nuestra relación estrecha con


el Espíritu Santo por la manifestación del "fruto del Espíritu" en
nuestras vidas. La formación continua de nuestro carácter depende
de la influencia ya sea de la carne o del Espíritu Santo.

62
Doctrina II (El Espíritu Santo)

El producto del amor en el Espíritu Santo tiene varios subproductos


que lo identifican, ¿cuáles son? Elabora una lista de ellos con sus
respectivas citas bíblicas y explicación pertinente.

63
Doctrina II (El Espíritu Santo)

64
Doctrina II (El Espíritu Santo)

LECCIÓN No. 8

1. Establecer la importancia de los dones del Espíritu Santo

2. Enumerar y definir cada uno de los dones del Espíritu Santo

3. Mostrar la necesidad de los dones del Espíritu en la vida


espiritual.

¿Qué incidencia tienen los dones del Espíritu en la vida espiritual


del creyente?

¿Cómo se manifiestan estos dones?

65
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Al pensar en la procedencia de los dones, debe estar bien definido


para nosotros, que son del Espíritu Santo mismo, proceden de Él,
pues sólo él los reparte como El quiere. Por eso es que el apóstol
los llama Dones Espirituales, precisamente porque vienen del
Espíritu y no debemos ignorarlos; es decir desconocer que están
en el cuerpo, el cual es la iglesia, ni desconocer su funcionamiento
y operación; ya que con esto se impide el propósito Divino en
nuestras vidas.

Los dones son importantes en la iglesia por su magnitud y


grandeza para el crecimiento y desarrollo de la misma. El apóstol
resalta su importancia en los capítulos 12 y 14 de 1 de Corintios
con la palabra ―Procurad pues los dones mejores‖.

―Más yo os muestro un camino más excelente, el amor (1 Corintios


12.31) ―Seguid el amor, y procurar los dones espirituales, pero
sobre todo que profeticéis‖. Porque el que habla en lengua no
habla a los hombres sino Dios, pues nadie le entiende, aunque por
el espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los
hombres para:

 Edificación

 Exhortación

 Consolación (1 corintios 12.31)

El que habla en lengua extraña, asimismo se edifica pero el que


profetiza edifica a la iglesia. Así que quisiera que todos vosotros
hablaseis en lenguas, pero más que profeticéis; porque mayor es el
que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las
interprete para que la iglesia reciba edificación. Ahora pues
hermanos si yo voy a vosotros hablando en lenguas ¿Qué os
aprovechará si no os hablare con revelación o con ciencia, o con

66
Doctrina II (El Espíritu Santo)

profecía, o con doctrina? Ciertamente las cosas inanimadas que


producen sonidos como la flauta o la cítara si no dieren distinción
de voces, ¿Cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la
cítara?, y si la trompeta diere sonido incierto ¿Quién se prepara
para la batalla? (1 corintios 14.4-8).

En el mundo hay muchas manifestaciones y muy evidentes de la


operación del espíritu satánico y sus servidores trabajan cada día
en mayor escala y en forma clara y visible, llenando al mundo de
toda clase de pecado, no sólo de los ya conocidos, sino de toda
suerte de doctrinas de demonios, superstición, hechicería,
espiritismo, etcétera. El trabajo de las fuerzas del mal es traer a la
humanidad gran confusión. Es importante clasificar la forma como
aparece este tipo de doctrina en la palabra de Dios:

 Doctrinas diversas y extrañas (Hebreos 13.9)

 Doctrinas de demonios (1 Timoteo 4.1)

 Vientos de doctrinas (Efesios 4.14).

 Falsas doctrinas

Ante esta maldad que el diablo ha desplegado, la iglesia tiene la


urgente necesidad de salir de lo común, de lo corriente, de la rutina
y enfrentar al enemigo con los recursos divinos, que están
provistos en el almacén celestial. Los dones del Espíritu siempre
han estado a nuestra disposición; lo que ocurre es que los hemos
ignorado, no los hemos estudiado lo suficiente hasta
compenetrarnos, entramos y adquirir la pericia de operarlos en los
cultos para edificación de la iglesia y conmover al mundo. ―Pero si
todos profetizan y entra algún incrédulo o indocto, por todos es
convencido, por todos es juzgado‖ (1 corintios 14.24).

Los dones cuando se usan en el orden que da el Espíritu Santo,


derriban las puertas del infierno, todas las murallas y argumentos
que el diablo ha construido en la mente de los hombres (Mateo
16.18; 2 corintios 10.3-5).

Por otro lado el mundo avanza a pasos agigantados con la


tecnología y la ciencia, porque sus técnicos y científicos están

67
Doctrina II (El Espíritu Santo)

consagrados a descubrir cada día mejores métodos para lograr el


proceso. La iglesia es el cuerpo de Cristo en la tierra y tiene la
misión de Evangelizar al mundo y perfeccionar a los Santos;
necesitamos avanzar en el terreno Espiritual, descubriendo la
inmensidad de tesoros y recursos de poder, para con nosotros.
(Efesios 1.5-23).

Se observará que en la clasificación no se citan los dones en el


orden que están colocados en la Biblia; están entrelazados y
combinados entre sí, porque no operan de manera independiente,
pues, proceden del mismo autor y son dados con un mismo fin, el
de enriquecer y capacitar a la iglesia del Dios vivo, demostrando
que El está en medio de ella, de manera clara, evidente y definida.

 Palabra de Sabiduría

 Palabra de ciencia

 Fe

 Dones de sanidades

 Operación de milagros

 Profecía

 Discernimiento de espíritus

 Género de lenguas

 Interpretación de lenguas

Estos nueve dones son repartidos y dados a cada uno como El


Señor quiere y para provecho del cuerpo (versos 7-11).

El significado de la palabra don en el nuevo testamento es como


sigue en (Juan 4.10 y hechos 2.38). Es como cuando se le da a un
pobre algo gratuitamente (Efesios 2.8); es un regalo o una ofrenda
(Efesios 4.7); es la distribución entre varios miembros de un solo
cuerpo.

68
Doctrina II (El Espíritu Santo)

 Palabra de sabiduría

 Palabra de ciencia (conocimiento)

 Discernimiento de espíritu

 Fe

 Operación de milagros

 Dones de sanidades

 Profecía

 Género de lenguas

 Interpretación de lenguas

1. Profecía

2. Dones de sanidades

3. Género de lenguas

4. Interpretación de lenguas

69
Doctrina II (El Espíritu Santo)

1. Palabra de sabiduría

2. Palabra de ciencia

3. Discernimiento de espíritu

1. Fe

2. Operación de milagros

Cuando Cristo dio la gran comisión a sus discípulos de evangelizar


el mundo, (Mateo 28.19; Marcos 16:15; Hechos 1. 8). El don de
profecía fue conferido a los apósteles y predicadores; con él. Ellos
predicaron la palabra con las señales.

La palabra profecía significa en hebreo fluir y en griego hablar por


o en lugar de otro.

El don profético tiene en el nuevo Testamento una triple


interpretación:

a. Hablar en lenguas

b. Interpretación de lenguas

c. Profecía

La primera consiste en una expresión sobrenatural por el Espíritu


hablado por medio del creyente en otras lenguas (idiomas
desconocidos para el que habla) y para que el mensaje pueda
entenderse el mismo Espíritu de la interpretación de las lenguas en

70
Doctrina II (El Espíritu Santo)

la lengua materna. También existe la simple profecía que es hablar


por inspiración en la propia lengua.

Puede llamarse un milagro operado por el Espíritu usando las


cuerdas vocales. Hay tres diferentes usos dado a las lenguas en
las escrituras.

1. Al recibir el bautismo del Espíritu Santo: (Hechos 3.4; 10. 44 –


46; 19. 6) esta es la señal audible que todo creyente en el
Espíritu ha experimentado y que consiste en hablar en otros
idiomas desconocidos para el que habla, pero conocidos para
los naturales de aquellos países donde se hablan dichos
idiomas. Como sucedió en el día de Pentecostés que los
extranjeros visitantes oyeron a los discípulos hablando en los
idiomas de los países de donde ellos venían.

2. El que habla en las lenguas no habla a los hombres sino a Dios;


pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios (1
Corintios 14. 2 – 4 y 15). Y de igual manera el Espíritu nos
ayuda en nuestra debilidad, pues ¿Qué hemos de pedir como
viene?, o no lo sabemos.

Pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos


indecibles; más el que escudriña los corazones sabe cuál es la
intención del Espíritu, porque, conforme a la voluntad de Dios
intercede por los santos (Romanos 8. 26 – 27).

Estas lenguas a diferencia de las anteriores nadie las entiende y su


uso es para la comunión intima y adoración a Dios.

3. Para atraer un mensaje a la iglesia con la interpretación (1


Corintios que 14. 13). Este último, que es el don de las lenguas,
ópera en conexión con el don de la interpretación. La
interpretación viene por la iluminación divina (1 Corintios 14. 27
– 28). El cristiano que es usado de esta manera no entiende las
lenguas que interpreta, ya que no se trata de interpretación
literalmente; es explicar o aclarar el sentido del mensaje en
lenguas a la iglesia, cuando el Espíritu se manifiesta con estos
mensajes en lenguas y produce la interpretación también por el
Espíritu; esto es el don de profecía dado a la iglesia para
edificación, exhortación y consolación (1 Corintios 14. 13).

71
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Este don se menciona en plural. La razón es porque existen


diversas causas de enfermedades y diferentes fases del don sirven
para tratarlas; algunas dolencias son causadas por la actividad de
demonios, pueden ser de opresión, obsesión o posesión. Esto
reclama el discernimiento de espíritus y derrotar al diablo antes de
lograr las sanidades mediante la oración; también hay otras
enfermedades que son causadas por desordenes en los hábitos:
como la comida y la higiene, en estos casos se necesita tratarlos
para que las personas se corrijan. En Marcos 16, está la forma de
imposición de las manos en el nombre de Jesús para sanar a los
que creen en el evangelio. En Santiago 5. 14, está la forma de
ungir con aceite por parte de los ancianos de la iglesia a los
miembros de la congregación.

Este don está en conexión con la palabra de ciencia y con el


discernimiento de espíritus. La palabra de sabiduría es revelación
de propósito de Dios en relación con las personas, cosas o
acontecimientos del futuro que miran hacia el futuro. Es una
revelación sobrenatural de Dios por el Espíritu del propósito divino,
una declaración sobrenatural de su mente y su voluntad, es un
descubrimiento sobrenatural de sus planes y sus propósitos
referente a cosas, gentes, individuos, comunidades y naciones.

La palabra de ciencia es una revelación sobrenatural de Dios sobre


el Espíritu de ciertos hechos que están en la mente de Dios. Dios
guarda en su mente todos los hechos ocurridos en el cielo y en la
tierra los cuales están siempre delante de Él. Él conoce cada
persona, lugar y cosa en existencia y tiene conciencia de ellos. No
es que el meramente se acuerda de ellos, lo que sería memoria,
sino que Dios siempre conserva delante de Él todos los
acontecimientos, esto es conocimiento. En la escritura
encontramos varios ejemplos de la operación de este don. Pedro
supo que Ananías y Safira habían retenido parte del precio de la
heredad mediante la palabra de conocimiento. Este don tiene que
ver con acontecimientos del pasado o del presente y que están

72
Doctrina II (El Espíritu Santo)

ocultos y que no se pueden saber por medios naturales (2 Reyes 6.


9 – 12; 1 Reyes 19. 4 – 18; 2 Reyes 5. 20 – 27; 1 Samuel 10. 22:
Hechos 9. 11; 1 Samuel 9. 19).

Satanás tiene un ejército de demonios siempre alerta para


desorganizar la iglesia y confundir al cristiano. Para contrastar esto,
el Espíritu Santo da a la iglesia el discernimiento de espíritus, para
detectar la presencia y la naturaleza de espíritus demoníacos
dándonos el conocimiento para tratar con estos poderes y traer
liberación a lo que están cautivos (Hechos 16. 16–18).

En San Marcos 16, en la gran comisión se dio autoridad a los


discípulos de echar fuera demonios, ya que solo el Espíritu de Dios
puede detectar la presencia de éstos y mostrarnos que alguien
está poseído realmente de un demonio; y al mismo tiempo dar a la
iglesia en su capacidad ministrativa el discernimiento de espíritus y
equiparla para desalojar y liberar a los cautivos.

Es una dotación sobrenatural de Dios por el Espíritu por la cual se


efectúa una obra Especial. Esto no es la fe salvadora de (Efesios 2.
8), ni tampoco la fe como fruto del Espíritu de Gálatas 5. 22, la fe
que se habla en estos dos pasajes nace y crece en el desarrollo de
la vida cristiana, mientras que el don de fe es una dotación o
investidura sobrenatural para realizar obras especiales como el
caso del paralítico de la puerta de la hermosa (Hechos 3. 16 – 18).
La oración de Hechos 4. 23 – 30, es un ejemplo de la petición de
los apósteles para la dotación de este don.

En la mente de muchos esto se asocia con la sanidad del cuerpo,


pero no es éste el caso. El significado de la palabra milagro es un
acto sobrenatural efectuado en el plan natural. Dios suspende las
leyes de la naturaleza; por ejemplo, Cristo cambio el agua en vino,
camino sobre las aguas, traslado de Felipe en Hechos 8, la salida
de Pedro de la prisión, la apertura de la cárcel en Filipos donde
estaba Pablo y Silas. En todos estos y muchos más obra el mismo

73
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Espíritu, como él quiere. Procuremos ardientemente los mejores


dones.

1. Ambos son 9 en número


2. Ambos son del Espíritu
3. Ni el fruto ni los dones san para exhibición, ni vanagloria del
creyente.
4. Ambos aparecen cuando se presenta la necesidad de ministrar a
la iglesia o al individuo.

1. El fruto de Espíritu es colectivo, un fruto, los dones son


separados e individuales.
2. El fruto nace de cada creyente lleno del Espíritu, los dones del
Espíritu están en el cuerpo de la iglesia, y son dados a los
miembros individuales como el Señor quiere.
3. El llevar fruto es la obra interna del Espíritu, la operación de los
dones es la obra del Espíritu exteriormente (en el cuerpo).

Los 9 dones son manifestaciones sobrenaturales que operan en el


cuerpo por lo tanto pueden aparecer en los ministros y los
creyentes. Son manifestaciones para equipar a la iglesia en el
cumplimento de su misión como el cuerpo de Cristo en la tierra.

Los dones minístrales son oficios permanentes que se reciben por


una llamamiento y son la dotación para: Ejercer el ministerio de la
predicación y la enseñanza, para alcanzar las almas para el reino
de Dios y perfeccionar a los santos, para la obra del ministerio,
―para la edificación del cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos
a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo‖
(Efesios 4 . 11 – 13).

74
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Los ministros son hombres dados a la iglesia par su perfección; los


9 dones son manifestaciones que se suceden en el cuerpo cuando
aparece la necesidad.

La importancia de los dones ministeriales se ven claramente en la


palabra del Señor Jesús y en los apóstoles; veámoslas:

―No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y


os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca, para que todo que pidiereis al Padre en mi nombre,
el os lo de‖ (Juan 15. 16).

―No que seamos componentes con nosotros mismos para pensar


algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia
provienen de Dios, el cual nos hizo ministros competentes de un
nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu‖ (2 corintios 3. 5 – 6)

―Y El mismo constituyó, a unos apóstoles, a otros evangelistas, a


otros pastores y maestros a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y el conocimiento del hijo
de Dios, a un varón perfecto a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo‖ (Efesios 4. 11 – 13).

―No descuidéis el don que hay3 en ti, que te fue dado mediante
profecía con la imposición de las manos del presbítero. Ocúpate en
estas cosas: permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea
manifiesto a todos‖ (1 Timoteo 4. 14 – 15).

―Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que
está que está en ti por la imposición de mis manos, porque no nos
ha dado Dios Espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de
dominio propio‖ (2 Timoteo 1.6-7).

Los versos antes citados nos demuestran que sólo se es ministro


por el don de la gracia de Dios, pero aun teniendo el don se puede
tener descuidado o apagado.

Estas pueden ser las causas del poco progreso de algunos


ministros y la mengua en algunas congregaciones. Es el momento
de hacer conciencia, de avivar el don o los dones con que Dios nos
ha dotado para cumplir el propósito de Dios en su Iglesia.

75
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Las palabras de Pablo a Timoteo indican que este recibió el don


ministerial mediante profecía (don del Espíritu), con la imposición
de las manos del presbiterio (Consistorio) en la ordenación. Esto
nos debe llevar a dar mayor importancia Espiritual a estos actos
por parte del presbiterio, del ministro que aspira a la ordenación y
de la congregación donde se realiza dicha ceremonia. Haciéndolo
que comprenda y tenga conciencia de que el Espíritu es el dador y
operador de estos dones; podemos provocar manifestaciones del
Espíritu para provecho de los ministros y de la congregación en
nuestros cultos.

Cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos, en el día


de pentecostés, fueron bautizados con el Espíritu Santo (Hch. 2:1-
4); era el cumplimiento de la promesa del Padre (Joel 2: 28-29). Es
hasta que desciende el Espíritu Santo sobre la Iglesia que
empiezan a funcionar los dones.

Los dones son adornos de parte de Dios para la Iglesia (su novia)
(Gn. 24). Una de las palabras griegas de donde se traduce la
palabra ―don‖ es ―carisma‖ que significa: Don de gracia, don que
involucra gracia de parte de Dios como dador.
Es el Espíritu Santo quien le da dones a la Iglesia, y el cristiano los
recibe después de ser bautizado con el Espíritu Santo (1 Co. 12:4).

Es interesante ver que de acuerdo a su función, los dones pueden


unirse en tres grupos: Inspiración, revelación y poder. Se dice que
los dones de inspiración son: profecía, género de lenguas e
interpretación de lenguas; los dones de revelación son:
discernimiento de espíritus, palabra de ciencia y palabra de
sabiduría; y los dones de poder son: sanidades, fe y milagros.

Los dones del Espíritu Santo son regalos de parte de Dios para la
iglesia, por ello que debemos anhelarlos y pedirle al Espíritu Santo
que nos los otorgue para que seamos vasos útiles para edificar a la
congregación.

76
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Resolver el siguiente cuestionario, fundamentando sus respuestas


con textos bíblicos y luego lo socializa con el resto de compañeros
en clase.

1. ¿Cuándo recibimos el beneficio de los dones espirituales?

2. En la Biblia, ¿en qué ocasión se reciben los dones del Espíritu


Santo?

3. ¿Con qué propósito el Espíritu Santo da dones a la iglesia?

4. ¿Cómo se agrupan los dones del Espíritu Santo para estudiarlos


de una mejor manera y por qué?

5. ¿Qué significa Inspiración?

6. ¿Cuál es el propósito general de los dones de inspiración?

7. Escriba los nombres de los dones que se agrupan como ―dones


de inspiración‖.

8. ¿Qué diferencia existe entre los diversos géneros de lenguas y


el hablar en lenguas?

9. ¿Cuáles son las características que identifican el don de


diversos géneros de lenguas?

10. ¿Cuál es la raíz griega de la palabra ―Interpretación‖ y qué


significa?

11. ¿Cuál es el propósito del don de Interpretación de Lenguas?

12. ¿Cuál es la raíz griega de la palabra ―profecía‖ y qué significa?

13. ¿Cuál el propósito del don de profecía?

14. ¿Cuáles son los parámetros sobre los cuáles debe practicarse
el don de profecía?

77
Doctrina II (El Espíritu Santo)

Las siguientes cuatro preguntas son de complementación. Para ello


se presentan tres categorías por preguntas y usted debe escoger la
correcta.

1. La Neumatología es la parte de la teología sistemática que


estudia lo referente al____________________________

a) Cuerpo de Cristo
b) Espíritu Santo
c) Bautismo

2. Etimológicamente la palabra Neumatología proviene de dos


vocablos griegos donde ___________ significa viento, aire o
espíritu y ________ estudio o tratado.

a) Neuma, logos
b) Lexía, filo
c) Logos, filo

3. La deidad del Espíritu Santo se puede ver desde dos aspectos.


El primero se observa por los ______________ divinos que se
refieren al Espíritu Santo y que son comparables con
__________. En segundo lugar se puede ver en las ________
que el Espíritu Santo hace.

a) Divinos, Espirituales, hechos


b) Celestiales, Santo, milagros
c) Atributos, Dios, obras

4. Algunos de los atributos del Espíritu Santo son:


______________, ______________ y __________________.
En cuanto a sus obras se pueden observar los
________________ que el Espíritu Santo realizó o la
_______________ misma de la ___________________.

a) Soberanía, majestuosidad, verdad, obras, composición, Biblia


b) Todopoderoso, milagroso, verdad, milagros, inspiración, vida
c) Eternidad, omnisciencia, verdad, milagros, inspiración, Escritura

78
Doctrina II (El Espíritu Santo)

5. En este ítem debe usted relacionar la columna de la izquierda,


categorizada con letras, con la columna de la derecha,
categorizada con números.

a. Símbolo 1. ___ Bautismo


b. Viento 2. ___ Purifica
c. Sello 3. ___ Ungir
d. Tipo 4. ___ Gloria
e. Fuego 5. ___ Lenguaje
f. Arras 6. ___ Seguridad
g. Derramar agua 7. ___ Espíritu santo
h. Aceite 8. ___ Relación, efecto

6. De los siguientes enunciados, diga cuál es un tipo y cuál un


símbolo:

a) Adán _____
b) El arca de Noé______
c) El león en la Biblia_____
d) El Sacerdote______

7. La triple obra del Espíritu Santo para los no regenerados es:

a) Convencer al mundo de pecado, justicia y juicio


b) Convencer al mundo de pecado, santificación y juicio
c) Convencer al mundo de pecado, justicia y amor

8. ¿Qué verdad emplea el Espíritu Santo para llamar a las


personas a creer en Cristo?
a) La verdad de que Cristo es el centro de nuestras vidas
b) La verdad de la resurrección
c) La verdad de que su palabra nos hará libres

9. Cuando Pedro en el día de Pentecostés dice: ―Arrepentíos… y


bautícese cada uno…‖ (Hechos 2:37-38). El orden ―parece‖ ser:
a) Arrepentimiento, bautismo en agua, regeneración y bautismo
con el Espíritu Santo
b) Arrepentimiento, bautismo con el Espíritu Santo, regeneración y
Bautismo en agua
c) Arrepentimiento, regeneración, bautismo en agua y bautismo con
el Espíritu Santo

79
Doctrina II (El Espíritu Santo)

10. El propósito principal del bautismo con el Espíritu Santo es:


a) Capacitar al creyente para el servicio cristiano
b) Sellar al creyente para la salvación
c) Capacitar al creyente para hablar en lenguas

11. De las siguientes ofensas cometidas contra el Espíritu Santo,


¿cuáles son cometidas por los creyentes y cuáles por los
incrédulos?

a) Resistir al Espíritu Santo_________


b) Contristar al Espíritu Santo________
c) Apagar al Espíritu Santo__________
d) Blasfemar al Espíritu Santo________
e) Insultar al Espíritu Santo__________
f) Mentir al Espíritu Santo____________

12. El Espíritu Santo centra todas las cosas en:


a) Un mayor poder para testificar
b) En Cristo glorificado y revelado
c) En un amor más profundo hacia Dios

13. ¿Cuántos frutos del Espíritu existen?

a) Uno sólo que es el amor


b) Nueve frutos, según Gálatas 5:22-23
c) Tres: fe, esperanza y amor

14. Las siguientes frases son caracterizaciones del amor.


Completar las frases haciendo uso de las palabras contenidas en la
siguiente tabla:
Entrenamiento, regocijándose, perdurable, campo de batalla,
disciplina, incansable, acción, reposando.

a) Gozo es amor ___________


b) Paz es amor ____________
c) Paciencia es amor __________
d) Benignidad es amor ___________
e) Bondad es amor en ___________
f) Fe es amor en el ___________________
g) Mansedumbre es amor bajo ___________
h) Templanza es amor en ________________

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

15. El propósito de los dones espirituales es:

a) Edificar la iglesia
b) Exhortar a la iglesia
c) Consolar a la iglesia

16. La Sabiduría es el don que hace al cristiano:

a) Dirigir, orientar y aconsejar a las almas para su propia salvación


y felicidad. Este don constituye una preciosidad, pues nos alerta
para los errores que cometemos o soluciones que necesitamos.
b) Percibir, intuir y gustar de las cosas espirituales. Siente deleite
en las cosas de Dios y por eso comienza a temer a Dios, a
respetarlo más.
c) Permite al hombre percibir y sentir, a través de la naturaleza y de
los acontecimientos del día a día la presencia y el lenguaje de Dios.

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

Amor: La actitud de Dios de estima y aprecio por Sí Mismo y Su


interés, misericordia, y bondad hacia Sus seres creados.

Bautismo del Espíritu Santo: el Bautismo del Espíritu Santo es


una experiencia distinta a la de la Salvación. En la Salvación, el
Espíritu Santo es quien nos bautiza en el Cuerpo de Cristo (1ª Cor.
12:13). Cuando recibimos el Bautismo del Espíritu Santo, es Cristo
Jesús quien nos bautiza en el Espíritu Santo y con fuego (Mat.
3:11). Este bautismo es dado para darnos poder para ser testigos
de Cristo y para darnos poder para hacer la voluntad de Dios
(Hechos 1:8). La evidencia de haber recibido esta experiencia, es
tener la habilidad dada por el Espíritu Santo, de hablar en un
idioma desconocido por el portavoz. (Hechos 2:1-4; 19:2-6) Esta
lengua no es para declaración pública, sino es dada al creyente
para su edificación espiritual personal y para poder orar la perfecta
voluntad de Dios. 1ª Cor. 14:1-5; Rom. 8:26, Judas 20. Compare
con: el don de lenguas.

Carisma: Don gratuito dado por Dios como servicio a los demás,
en función del progreso de la sociedad y la Iglesia.

Cinco ministerios ó cinco dones ministeriales: los cinco


ministerios revelados en Efesios 4:11 – apóstol, profeta,
evangelista, pastor y maestro. Estos cinco ministerios son una
extensión del ministerio de Jesucristo a la Iglesia brindando:
liderazgo, gobierno, revelación, dirección y capacitación. Su
ministerio y función principal es madurar a los santos para la obra
del ministerio. Los cinco ministerios también son conocidos como
dones de ascensión porque fueron establecidos cuando Cristo
ascendió a los cielos.

Don de lenguas: El don de lenguas es uno de los nueve dones del


Espíritu Santo nombrados en 1ª Cor. 12:8-10. Esta es una
expresión verbal sobrenatural dada por el Espíritu Santo ante la
congregación, en un idioma que no es aprendido ni entendido por
el portavoz. Si es manifestado ante la congregación debe de estar
acompañado del don de interpretación de lenguas. Juntos, estos
dos dones son iguales al don de profecía (comunicando un

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

mensaje de Dios). Están también las lenguas que vienen como la


evidencia del Bautismo del Espíritu Santo. Vea también: Bautismo
del Espíritu Santo.

Don de Interpretación de Lenguas: El don de interpretación de


lenguas es la habilidad sobrenatural y divina de interpretar un
mensaje dado en lenguas. Esta interpretación no es una traducción
directa de la expresión verbal en lenguas, sino una interpretación
revelada por el Espíritu Santo, de un mensaje de Dios. Es tan
sobrenatural, como lo son las lenguas en las que se dio el mensaje,
y de las cuales el intérprete no tiene ningún entendimiento natural,
como tampoco tiene un entendimiento natural del mensaje en
lenguas. Él sólo habla la interpretación dirigida por la mente de
Dios.

Don de profecía: El don de profecía es la declaración inspirada


divinamente en un idioma conocido. Es el comunicar de la mente
de Dios en una asamblea general cuyo propósito es para
edificación, exhortación y consolación

Dones de sanidades: Los dones de sanidades es uno de los


nueve dones del Espíritu Santo. Los dones de sanidades son
manifestaciones sobrenaturales dadas por el Espíritu Santo para
curar lesiones, impedimentos y enfermedades, sin la ayuda del
cuidado médico natural o de medios humanos.

Don de fe: el don de fe es una ola sobrenatural de fe en el corazón


del creyente para creer en Dios confiadamente y/o hablar por Dios.
Este don opera sólo en casos como cuando uno recibe el Bautismo
del Espíritu Santo. Este don opera en cooperación con otros dones
para darle al creyente la fe necesaria para un determinado
momento; por ejemplo, para activar el don de milagros.

Don de palabra de ciencia: la palabra de ciencia es una


relevación sobrenatural dada por el Espíritu Santo de ciertos
hechos en la mente de Dios. Estos hechos pueden ser sobre el
pasado, el presente o el futuro. Es un conocimiento instantáneo
que viene del Señor acerca de un hecho del cual el creyente no
tiene ningún conocimiento natural. Es una palabra del infinito
conocimiento de Dios que normalmente nos da la respuesta a las
preguntas ―¿Qué?‖, ―¿Quién?‖ ―¿Por qué?‖ o ―¿En dónde?‖

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

Don de palabra de sabiduría: la palabra de sabiduría es la


habilidad sobrenatural en el Espíritu Santo para impartir visión,
dirección, o consejo especial y específico que trae iluminación para
realizar algo deseado que es de acuerdo con la voluntad de Dios.
La palabra de sabiduría es relevación sobrenatural de Dios que nos
ilumina y ayuda, y que normalmente nos da la respuesta a la
pregunta ―¿Cómo?‖.

Don de discernimiento de espíritus: el don de discernimiento de


espíritus es la habilidad sobrenatural de ―ver‖ en los tres reinos del
mundo espiritual: el reino de oscuridad, el reino de Luz y el espíritu
humano. Es cuando el Espíritu Santo nos comunica el motivo u
origen de una acción, actitud o de una atmósfera. Es ser capaz, por
el Espíritu Santo, de detectar la dirección y presencia divina del
Señor, la actividad demoníaca en personas o localidades
geográficas, o la motivación humana que podría causar que una
persona actué o piense de una cierta manera.

Dones del Espíritu Santo: los dones del Espíritu Santo son
habilidades divinas dadas a los santos para manifestar el poder o
revelación de Dios en una o más de nueve maneras. Estos nueve
dones son una extensión del ministerio del Espíritu Santo a la
Iglesia. Estos dones son dados para provecho, o sea, para el
beneficio de la Iglesia. Éstos incluyen: discernimiento de espíritus,
palabra de ciencia, palabra de sabiduría, fe, dones de sanidades, el
hacer milagros, profecía, lenguas e interpretación de lenguas. 1ª
Cor. 12:4-11

Dones proféticos: esto normalmente se refiere a seis de los nueve


dones del Espíritu Santo: discernimiento de espíritus, palabra de
ciencia, palabra de sabiduría, profecía, lenguas e interpretación de
lenguas. Los primeros tres son conocidos como los dones de
revelación, y los últimos tres como los dones vocales.

Espíritu santo: Es la manifestación actual de Dios y vive en la


Iglesia y en el corazón de los creyentes. Su acción es esencial a la
vida de la fe: concede dones y carismas a los cristianos y es
prenda de la vida futura.

Evangelio: La Buena Nueva de Nuestro Señor Jesucristo recogida


en los libros de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan.

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

Fe: Actitud fundamental del cristiano por la que pone en Dios toda
su confianza y cree lo que Dios le enseña.
Gracia: la gracia es la habilidad divina e inmerecida dada por Dios.
Son las habilidades gratis de Dios (dones, talentos, etc.)
demostrándose a través de un vaso humano a pesar del pecado y
las debilidades humanas. Es tener la habilidad sobrenatural
inmerecida de Dios para realizar y ejecutar lo que Él quiere.

Plenitud del Espíritu Santo. El estado absoluto de estar en


comunión con Dios como le es mandado a cada creyente de la
Edad de la Iglesia (Ef. 5:18); la provisión del poder de Dios para
ejecutar la vida cristiana. Esta condición se pierde por el pecar,
pero se recupera por medio de nombrar, citar o reconocer los
pecados en una forma privada ante Dios Padre (1 Jn. 1:9).

Unción: la definición bíblica de la palabra unción es el poner aceite


u óleo. El aceite es figura (tipo) del poder, la presencia, y la
habilidad del Espíritu Santo. Así que la unción es el poder,
presencia y habilidad del Espíritu Santo puesto como aceite sobre
un individuo (o un grupo de personas). La unción siempre lleva
comisión. Somos ungidos para un propósito divino – para hacer las
obras de Dios y fluir en los dones del Espíritu Santo. Isaías 61:1-3;
Salmo 133:2; Num. 11:25

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Doctrina II (El Espíritu Santo)

BIBLIOGRAFÍA
www.graceacademy.net

www.floridagbc.com

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