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Procedencia
1. Cuando después de una sentencia se dictará otra que impone pena o medida de
seguridad por el mismo delito a persona distinta de quien fue primero sancionada,
y no pudiendo conciliarse ambas sentencias, resulte de su contradicción la prueba
de la inocencia de alguno de los condenados.
3. A fojas 36/41, obra la manifestación preliminar del procesado Luis Ángel Quispe
Vargas, quien refiere no vivir en el domicilio de su madre Rosa Vargas Yacurasi, y
que la menor agraviada vive con su madre en el segundo piso y la habitación que se
indica está a dos metros y se encuentra desocupada, señala que el día de los hechos
llego a las 11:00 horas para recoger el vehículo para trabajar como taxi y al no
encontrarla se dirige al tercer piso donde vive su hermano Carlos, quien también
no se encontraba, donde llega su mamá, quien le dijo que se quedara a almorzar
siendo las doce del mediodía cuando se encontraba almorzando escucho gritos
donde la madre de la menor le estaba gritando penado a la menor y estaba
insinuando a su hija que yo estaba en su cuarto y que su hija estaba jugando arriba
por espacio de veinte minutos, para luego bajar al primer piso y comenzar a gritarle
diciéndole que era violador y que había tocado a su hija, que no se encontraba
mareado y la acusación es falsa, que hay un pasadizo para pasar al tercer piso, que
si hay un cuarto en el segundo piso el cual era su cuarto desde hace tres años y
que permanece vacío, que a su madre le adeudaban cuatro meses de renta, que iba
todos los días a la casa de su madre de siete a las diecinueve horas y que ese día
se habrá quedado dormido, que el baño que utiliza la madre de la menor se
encuentra fuera del cuarto.
10. A fojas 123/127, obra la declaración instructiva del procesado, quien refiere
tener conocimiento de los hechos y se considera inocente, se ratifica de su
manifestación preliminar, que la menor agraviada es inquilina de su mamá, señala
que su mamá le alquilaba un mini departamento a los abuelos de la menor agraviada,
donde la hija de éstos señores, dejaba a su nieta a su cuidado, se iba a su otro
domicilio y después la recogía en la noche junto a su pareja, que lo sindican como
el autor del delito, porque los abuelos de la menor agraviada, le debían a su mamá
la renta del alquiler de cinco meses y la mamá de la menor se metía diciéndoles que
no tenían plata y que les esperaran para poder pagar, señala que nunca se ha
quedado a solas con la menor agraviada y menos que haya tenido trato, que la
relación con dicha familia no era buena porque su mamá quien le alquilaba el segundo
piso, le había dicho a la mamá de la menor, que se retire del domicilio ya que como
él procesado, tiene carga familiar éste quería ocupar el segundo piso, siendo que
le debían a su mamá la suma de mil quinientos soles por cinco meses de alquiler.
2.3.1. La figura típica del delito de Violación Sexual - Actos contra el pudor de
menor, se configura - Cuando el sujeto realiza tocamientos en partes íntimas de
un menor edad, para el presente caso se - Encuentra en los incisos 1 del artículo
176-A establece que: “El que sin propósito de tener acceso carnal regulado en el
artículo 170, realiza sobre un menor de catorce años u obliga a éste a efectuar y
sobre sí mismo o tercero, tocamientos indebidos en sus partes íntimas o actos
libidinosos contrarios” al pudor, será reprimido con las siguientes penas privativas
de la libertad” (...) 1) Si la víctima tiene menos de siete años, con pena no menor de
siete ni mayor de diez años;
2.3.2. Debe señalarse que el pudor debe ser entendido como aquella esfera sexual
íntima que su titular quiere mantener en reserva o recato individual, es decir, libre
de intromisiones ajenas, sea quien fuese el ejecutor. La libertad sexual no es una
arbitraria facultad de disponibilidad para la realización del acto sexual, sino
también de cualquier acto libidinoso ajeno a la cópula misma. Esto supone -
tratándose de menores- que el régimen de intangibilidad total que la ley impone
abarque además del acceso carnal normal o contra natura, toda aquella
manifestación secundaria libidinosa que pueda significarle un daño en su formación
de la personalidad y en su integridad psíquica, protegiéndose el desarrollo y la
formación de la sexualidad de la menor, que se puede ver alterada y perturbada
por la intromisión violenta o no de terceras personas.
3.1. Los principios esenciales que rigen la prueba son: 1) El principio de la verdad
procesal: mediante el cual el Juez examina no los hechos delictivos objeto del
juicio sino sus pruebas y de que la comprobación judicial debe de concluir en algún
momento, al punto de incorporar una regla jurídica de favorabilidad al acusado en
caso de incertidumbre, todo lo cual revela su carácter probabilístico; 2) El
principio de libre apreciación: se refiere a las leyes que gobiernan el
convencimiento judicial, es decir, cómo debe razonar el Juez cuando valora las
pruebas; y 3) El principio de solución de la incertidumbre: que constituye la solución
jurídica que prescribe nuestro ordenamiento jurídico en aquellos supuestos en los
que la actividad probatoria presente un equilibrio de pruebas de cargo y de
descargo...1
3.4. De otro lado se tiene la declaración del acusado, quien niega los cargos
imputados en su contra señalado que la madre de la menor agraviada, le adeuda a
su mamá la suma de mil quinientos soles por cinco meses de alquiler donde viven
sus abuelos y el haber solicitado a la madre de la menor agraviada a que desocupara
el bien inmueble para que él acusado, pueda vivir en dicho lugar con su familia,
siendo esos los motivos por los cuales la madre de la menor agraviada lo denunciara
por el delito investigado, siendo que el acusado, ha referido que no vive en dicho
domicilio y que tampoco tenía comunicación para con la menor agraviada, pero que
si iba a casa de su mamá y que veía a la menor cuando salía de su casa habiéndola
visto hasta en tres oportunidades, por cuanto iba de lunes a viernes a las siete de
la mañana a sacar su vehículo para trabajar, y lo regresaba a las siete de la noche,
y los sábados iba a medio día y lo devolvía a las nueve de la noche, con lo cual se
acredita que el acusado, frecuentaba la casa de su pariente e ingresaba y salía en
cualquier horario, señalando además que ese día se encontraba en la casa de su
mamá porque su mamá le dijo que se quedara a almorzar, donde hizo su aparición
la madre de la menor agraviada, quien le reprocho tal actitud para con su menor
hija. Asimismo, se cuenta con el Protocolo de Pericia Psicológica N” 013509-2014-
PSC, practicado al acusado, que concluye: que después de evaluar a Quispe Vargas
Luis Ángel somos de la opinión que presenta: 1.- Personalidad con rasgos evitativos
y compulsivos. 2.- A nivel psicosexual: Indicadores de mediana incidencia
inseguridad sexual con el sexo opuesto. 3.- Se sugiere evaluación psiquiátrica para
perfil sexual.
3.7. Cabe ahora evaluar los medios probatorios incorporados al proceso a tenor del
Acuerdo Plenario Nª02-2005-CJ-116 en el que se establece las reglas de
valoración respecto a la sindicación del coacusado, testigo o agraviado, que opera
incluso cuando el agraviado es el único testigo de los “hechos, para ser considerado
como prueba válida de cargo y por ende, tener virtualidad procesal para enervar la
presunción de inocencia del imputado. En el caso concreto, se constata que la
declaración de la menor reúnen los requisitos exigidos para sustentar una
sentencia condenatoria, así se tiene: a) Ausencia de incredibilidad subjetiva.-
Debe darse validez a los dichos de las menores agraviadas, pues no se encuentra
demostrado que existan relaciones negativas entre la menor agraviada o de su
entorno familiar (madre, abuelos) y el imputado, que enerve la certeza en el relato
incriminatorio, pues conforme obra en autos la madre de la menor agraviada, en su
manifestación policial ha referido conocer al procesado por ser hijo de la dueña
de la casa donde alquila un departamento, donde viven en el primer piso la dueña
de la casa en segundo piso lo ocupa la mamá de la menor agraviada y en el tercer
piso vive su otro hijo con su familia, refiere no tener amistad o enemistad, para
con el procesado, ni haber tenido problemas para con el procesado anteriormente;
por consiguiente en autos no hay evidencia que entre la menor agraviada o su
familia y el procesado exista una enemistad grave, como para inferir que la
imputación en su contra sea producto de una venganza u otro móvil similar; b)
Verosimilitud.- Que incide en la coherencia y solidez de la propia declaración de la
menor agraviada que corre en autos de fojas 46/53, el Acta de Entrevista Única-
RUI : 2014-212 (Cámara Gesell) a la menor de iniciales S.P.P.E., (07), quien describe
cómo sucedieron los hechos: “el otro día sábado cuando me estaba bañando y
después de una casa vive un señor al frente y me llamó y después yo no quería
entrar”, “un señor inquilino”, “no se su nombre, estaba - borracho”, “él me dijo que
me baje el pantalón y no quería, y después me besó en el labio”, “me tiro en la cama
y después cuando mi mamá me estaba llamando yo quería gritar pero le tapó la boca
y después me escondió debajo de la cama y yo no quería y después me metió debajo
de su cama”, “me beso y me agarro acá, en la nalga”, “después me beso y yo sentía
algo que me metía acá”, “Voltea que cosa metía sus partes íntimas”, “el señor me
metió esto a donde adentro y que más hizo este señor después me beso en la boca
en el momento que el señor te metió allí el pene donde estabas tú estaba en la ca
con ropa con mi polo y en la parte de abajo mi buzo el me lo bajo y el cómo estaba
mareado tu sentiste el olor a cerveza si” “tu viste alguna parte de su cuerpo si, vi
su teta, después me tapo la boca con su mano” “él se sacó la ropa solo el short
nomas yo vi que sacaba su calzoncillo”, , “como sabias que era el pene que te estaba
introduciendo, porque sentí una bolita, como era esa bolita como eso”, “él te dijo
algo en ese momento, me dijo que tú no le vas a contar a tu mama y después le
conté a mi mamá”, “donde estaba cuando el señor te hacia eso yo me estaba
bañando y en qué lugar te hizo eso en que cama de quien era de él, y que había en
ese cuarto, había sus cosas, reposteros, agua y como entraste a ese cuarto, yo no
quería entrar el me jalo para entrar de la mano”, “era en la hora de almuerzo de
día cuando mi abuela estaba cocinando y mi mama estaba comprando la comida, “con
quien vive ese señor con su mamá Rosa”, “donde estaba la mama Rosa cuando el
señor estaba contigo, estaba abajo”, “mira estas tres fichas 1, 2, 3, cual es la
persona de que estamos hablando, si es el uno”, “vamos a decir los nombres de esta
persona número uno, se llama Luis Ángel Quispe Vargas”, Que existe un
presupuesto lógico, entre las versión de la menor agraviada respecto al hecho
punible con las circunstancias de tiempo y lugar así como con respecto a la relación
de autoría del acusado, las que han sido regulares y uniformes, la menor agraviada
ha mantenido afirmaciones coherentes con respecto a los hechos y con respecto
al autor de los mismos, suficientemente idóneas para determinar la
responsabilidad del acusado, no obstante la experiencia negativa que le tocó vivir,
de lo que se desprende que no puede haber sido manipulada para efectuar el relato
incriminatorio; y c) Persistencia en la incriminación.- En el caso concreto durante
el proceso las menores agraviadas ha mantenido una persistencia de imputar estos
hechos al acusado, en su relato ante la entrevista en Cámara Gesell como ante el
profesional psicólogo que evacuó el Protocolo de Pericia Psicológica N*009929-
2014-PSC practicado a la menor agraviada de iniciales S.P.P.E., el cual concluye:
“Denota indicadores emocionales de afectación compatible a estresor de tipo
sexual”, toda vez que la menor denota demanda de atención, con pobre auto
concepto, es fácilmente sugestionable y con escasa habilidad para discernir
situaciones de peligro; asimismo manifiesta acto de tipo sexual identificando como
agente agresor a su vecino (Sr. Ángel) por el cual muestra rechazo y presenta
indicadores de ansiedad al relatar el evento con movimientos o tic nervioso de
cerrar los ojos repetidamente, ansiedad, desconfianza e intranquilidad. Siendo
que, ante la Entrevista Única en Cámara Gesell, la menor agraviada de iniciales
S.P.P.E., ha narrado de forma clara, precisa, coherente y uniforme las
circunstancias de cómo fue víctima de abuso sexual por parte del procesado. Por
lo que, valorando el conjunto de medios probatorios actuados en la investigación
procesal, esta Judicatura llega a la convicción de que se encuentra probada la
participación del acusado en los hechos materia de instrucción, concluyéndose que
su comportamiento típico y antijurídico se adecua a la hipótesis jurídica contenida
en los incisos uno del artículo 176 - A del Código Penal.
2.1.- Que, la sentencia materia de Revisión, carece de objetividad, dado que los
medios probatorios como la declaración de la madre, la abuela, la perito Médico
Legal Psicóloga y los efectivos policiales intervinientes, que formularon el
Atestado Policial, en que se basa la condena contra mi patrocinado no han sido
debidamente analizados, fundamentados, ni corroborados, por el contrario, los
mismos no aportan nada respecto de los hechos, por lo que la sentencia
condenatoria se sustentaría en meras subjetividades, con la sola versión de la
menor, sin ningún otro medio probatorio periférico que lo sustente, por tanto no
cumpliría con lo establecido en el Acuerdo plenario N° 02-2005/CJ-116.
2.2.- El juzgador a inobservado las reglas que instituyen el modelo procesal penal,
como es la regla de aportación de parte de los medios probatorios, para que sean
debidamente CORROBORADOS, por tanto, el juzgador, no ha tratado en igualdad
de armas, al recurrente, por cuanto, de forma coherente y persistente, ha
precisado en todas sus declaraciones obrantes en autos, que “la habitación
escenario de los supuestos hechos materia de denuncia, se encontraba vacío y sin
cama”, debieron ser llamados a declarar los señores policías constatadores de la
habitación escenario de los supuestos ilícitos incriminados al recurrente, por
cuanto, realizaron la constatación policial de la escena, después de una hora de
ocurridos los supuestos, hechos, cuya diligencia Policial se demuestra mediante las
fotos tomadas y anexadas en autos, su NO llamado a declarar deviene en agravio
de INDEFENSION en mi contra, vulnerando mi derecho fundamental a la defensa
y a la PRESUNCION DE INOCENCIA, por tanto, el Colegiado Supremo, debe citar
a estos señores Policías para que declaren con relación a este hecho, lo cual
esclarecerá y confirmara si el recurrente tiene razón, y así, se evitara enviar a un
inocente a purgar CONDENA en una cárcel de forma injusta.
2.6.- Alegando que esta situación contradice la doctrina y el modelo procesal penal
donde son las partes las que tienen que aportar sus pruebas, sin embargo no se
habría cumplido con la segunda parte del artículo 382 del Código Procesal Penal,
esto con el carácter excepcional de la prueba de oficio; por el contrario, la señora
juez suplanto la actuación fiscal, quien no cumplió con el Acuerdo Plenario 1-2011,
donde se precisa la toma única de la declaración de la menor a efectos de evitar la
revictimización.
2.10.- Dice finalmente la defensa que han existido problemas anteriores entre la
madre del sentenciado y la madre y abuela de la menor, lo que habría originado
resentimientos y animadversión, lo que habría decidido a la madre de la menor a
interponer la denuncia. La prueba de la comisión de un delito, para vencer la
presunción de inocencia que establece el artículo 2.24.D de la Constitución Política
del Perú; tiene que ser de tal magnitud que no deje la menor duda y otorgue plena
convicción al juzgador de que los hechos han ocurrido y que el responsable es el
imputado. Pues como ya hemos adjuntado medios probatorios como las Cartas
Notariales cursadas a la abuela de la menor, tiene reincidencia para NO cumplir
con su obligación de honrar sus deudas por arrendamientos de habitaciones.
ANEXO 1-B.
2.13.- Es obligación del Juez exigir a las partes que aclaren esta evidente
contradicción, pues los hechos no están para satisfacer y acomodarse a las normas,
sino que las normas deben adecuarse a los hechos y si no hay coincidencia, no se
puede forzar la realidad para satisfacer la exigencia o previsión normativa.
2.15.- No se soluciona las deficiencias del sistema de justicia penal, resolviendo los
casos inmediatamente, sin motivación, ni fundamentos lógicos, creíbles, el
entusiasmo por decidir los casos en el menor tiempo posible es loable, pero
igualmente importante es la calidad del sistema de justicia, que en ocasiones como
esta requiere actividad probatoria completa, porque igual podemos incurrir en
error por exceso como por deficiencia, condenando a inocentes o absolviendo a
culpables, por tanto es preciso, aplicar las normas y diligencias judiciales como
corresponde hacerlas.
2.21.- En realidad existen muchas interrogantes que contestar para ser absueltas,
para tener certeza y convicción sobre la ocurrencia del hecho, sobre las
circunstancias en que se produjo, sobre las relaciones que existían entre el
sentenciado y la madre de la menor, debemos tener presente que cuando es
interrogado , el procesado sobre las relaciones con la madre y la abuela de la menor
dice que ellas, tienen deuda pendiente con su madre, por arrendamientos del
inmueble, no importa, si, son tres, cuatro, cinco o seis meses de deuda, lo que se
trataría de confirmar es Si existe condiciones de odio, rencor, animadversión,
entonces es preciso establecer cuáles eran las condiciones en las relaciones de
estas personas y en todo caso descartar que se trate de denuncias con propósitos
vedados. Igualmente, el sentenciado refirió que la madre de la menor, es quien se
ponía violenta, irascible cuando se le cobraba la merced conductiva, pese a no ser
la deudora real, que, SI lo era la abuela, entonces intervenía para evitar el cobro
de la deuda contraída por su madre, abuela de la menor, lo cual prueba la
animadversión y odio contra el sentenciado al salir en favor y defensa de su señora
madre, que es a quien le debían estas personas por ocupar una habitación de su
inmueble.
2.23.- Estas condiciones descritas, nos ubican en una incertidumbre para definir
la situación jurídica del sentenciado, debido a que los cargos de imputación para
sustentar y/o descalificar la opción probatoria, tanto más si en delitos de esta
naturaleza, son los indicios los que regularmente conducen a la verdad material,
entonces se atenta contra un derecho fundamental que tienen las partes, esto es
probar sus afirmaciones. Igualmente se vulnera el derecho de defensa que tienen
las partes, en este caso especialmente el sentenciado, a quien se le debe otorgar
la posibilidad de acreditar sus afirmaciones de la manera más amplia y suficiente,
debiendo en todo caso el órgano judicial llenar aquellos vacíos de probanza, cuando
las partes no son plenos ni suficientes en su actividad probatoria, no como
complementador de las pruebas de las partes, "no como verificador de que las
afirmaciones probadas efectivamente son como las partes indican o no, a eso se
denomina excepcionalidad y complementariedad probatoria.
2.24.- El derecho fundamental del debido proceso que en la Carta magna, esta
contenido a través del artículo 139.3, entre otros propósitos reclama que nadie
debe ser penado sin proceso judicial, lo que garantiza no solo la existencia de una
forma procesal determinada, sino que esa forma ofrezca y garantice a las partes
expresarse y probar sus intereses, el inciso 14 de dicha norma garantiza el
derecho de defensa que debe ser pleno y desde el inicio del caso, en caso de duda
aplicar lo más favorable al reo, (inciso 11), condiciones que en este caso se habrían
rebasado, la prueba normalmente es directa, salvo excepciones periféricas que
requieren comprobación tales, como confirmar y/o desvirtuar la declaración de la
menor en la Cámara Gesell y el Protocolo de Pericia actuado por la Perito Medico
del Instituto de Medicina Legal, por cuanto, generalmente requieren prueba
indiciaría, pues el no conocimiento directo del hecho y la clandestinidad con que se
producen, siendo la prueba indiciaría la que tiene privilegio en este tipo de
descubrimiento de delitos, consecuentemente un delito de actos contra el pudor,
deberá contar con abundante prueba indiciaría que otorgue convicción sobre su
producción y la responsabilidad del actor.
2.26.- Que, conforme rige del Acuerdo Plenario 2-2005/CJ-116, en el Punto II.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS, Considerando 6, “las normas que rigen los
fundamentos y criterios de valoración de la prueba penal, son DOS. En primer
lugar, el artículo 2°, numeral 24, literal d), de la Constitución, que consagra
la presunción de inocencia; y, en segundo lugar, el artículo 283° del Código
de Procedimientos Penales, que dispone que los hechos y las pruebas que los
abonen serán apreciados por los jueces con criterio de conciencia. Ambas
deben ser aplicadas, bajo la preeminencia del derecho a la presunción de
inocencia. Si bien el Juez o la Sala sentenciadora son soberanos en la
apreciación de la prueba, ésta no puede llevarse a cabo sin limitación alguna,
sino que sobre la base de una actividad probatoria concreta – nadie puede ser
condenado sin pruebas y que éstas sean de cargo-, jurídicamente correcta –
las pruebas han de ser practicadas con todas y cada una de las garantías que
le son propias y legalmente exigibles-, se ha de llevar a cabo con arreglo a
las normas de la lógica, máximas de la experiencia –determinadas desde
parámetros objetivos- o de la sana crítica, razonándola debidamente.”
Subrayado es nuestro.
2.26.1.- Asimismo, el Juez y/o Colegiado, para resolver de forma congruente y
fundamentada, debe valorar los siguientes Considerandos:
Mediante las Pericias de parte adjuntadas como medios de NUEVA PRUEBA, hemos
demostrado la falta de congruencia, consistencia, contradicción, veracidad,
incluso, se demuestra la NO aplicación de los protocolos psicológicos por parte de
la Perito Psicológico del Instituto de Medicina Legal que la hacen NULA IPSO
IURE.
ANEXOS: