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REFORMACIÓN.
POR
JORGE P. FISHER,
Doctos en Teología y en Leyes de la Universidad de Y ale.
TRADUCIDA POR
el que suscribe fué impulsado por el deseo de dar á los alumnos del
Seminario Teológico de Tlalpam, una idea á la vez que suscinta,
satisfactoria y adecuada de los principios de la Reformación reli-
y español. Estas citas sirven para comprobar los asertos del autor
notas.
Puede estar cierta de que ella no podrá menos que ilustrar paxa
muchos, uno de los más interesantes períodos en el desarrollo de la
https://archive.org/details/historiadelarefoOOfish
PREFACIO.
nuevo para mí, y que en el tiempo trascurrido desde ese año acá
me he dedicado á continuar mis estudios en este departamento de
la historia, y he incorporado los resultados de mis investigaciones
eu la presente obra. Me pareció posible, aun dentro de los estre-
dos rasgos distintivos que tel vez sea oportuno señalar : Primero,
he procurado enlazar de tal manera que sobresalga su verdadera
relación, los elementos religiosos y teológicos de la historia del
período de la Reforma, con los más generales, especialmente los
políticos que hacían tan importante papel en la determinación del
resultado final ; y segundo, he hecho el esfuerzo de aclarar suscinta,
período.
vez á este breve catálogo, la " Histoire de France " de Henri Martin,
que á mi parecer es la más satisfactoria de las historias comprensivas
de Francia.
Quiero dar otra explicación más acerca del designio de este libro.
La voz " consustanciación " se usa dos ó tres veces en este tomo
al hablar de la doctrina luterana acerca de la eucaristía ;
pero tal
término se define como la co-presencia de dos substancias, sentido
en el cual se emplea por los mejores teólogos luteranos. Los que
lean atentamente el último capítulo, notarán que los efectos que
Edición de 1885.
11
CONTENIDO.
CAPITULO I.
CAPITULO II.
111(1177) 66
Colmo del poder papal ; Inocencio II (1198-1216) 66
Teoría de éste acerca del cargo papal 67
Origen y manifestaciones de la tendencia al nacionalismo 68
Benéfica influencia del papado en la edad media : llegada de otra época . . 69
Lenguas y literaturas nacionales 69
Espíritu anti-jerárquico de los escritores que usaron los idiomas vulgares . 70
Hay legistas que revelan la misma tendencia 72
Beacción contra el papado Bonifacio VIII (1294-1303)
: 72
Conflicto de Bonifacio con Felipe el Hermoso 72
El prestigio del papado mengua la cautividad babilónica (1309-1377)
: ... 73
Carácter del papado en Aviñon: testimonio de Petrarca 74
Oposición de Alemania é Inglaterra 74
Monarquistas contra papistas 75
Usurpaciones papales atacadas 75
Marsilio de Padua y Guillermo de Occam 75
Teoría galicana 6 constitucional concilios reformados (1409-1443)
: 76
Sustitución de tendencias eclesiásticas por las nacionales y seculares ; en el
siglo XV 78
Consolidación de las monarquías: Inglaterra, Francia, España 78
Mundanalidad de los papas 79
Sixto IV (1471-84), Inocencio VIII (1484-92), Alejandro VI (1492-1503),
Julio II (1503-13) 79
Carácter de León X (1513-21), opinión de Sarpi, Pallavicini, Muratori,
Guicciardini 79
Importancia de los papas, principalmente política 80
Concesiones hechas á ellos más bien aparentes que verdaderas 80
La nulificación de la Sanción Pragmática (1516), lo ejemplifica 81
Mayor importancia de los intereses temporales y políticos evidenciada por
las contiendas de Carlos V y Francisco I 82
El nacionalismo y la secu ralización del papado á principios del siglo XVI . 82
CON TENIDO. 15
CAPITULO III.
Causas especíales y Peesagios de tina Eevolucion eclesiíbtica
anteriores al slglo xvl
FIO.
Legalismo característico del cristianismo de la edad media 84
Reacción contra él oposición á sus dogmas ataques contra
: abusos y las
: los
usurpaciones del clero, y oposición al valor excesivo atribuido á las cere-
monias y austeridades 85
Consecuencias que podrían resultar del aumento de la ilustración .... 85
Dos clases de precursores de la Reforma 85
Sectas anti-sacerdotales 86
Cataristas (Albigensesj 86
Waldenses: su origen, 1170 87
" Espirituales " franciscanos : fratricelli 88
Beguinas y Bergardos 88
Significación de la aparición de dichas sectas 88
Reformadores galicanos ó conservadores 89
Reformadores radicales: Juan Wickliffe, 1324-84 : sus creencias 89
Como fué protegido 90
Lolardos 91
Juan Huss (1373-1415) sus predecesores Matías de Janow
: : 91
Carácter y principios de Huss 92
Ideas de Huss y Wickliffe acerca de la autoridad de los prelados y magis-
trados 92
Juan Wessel (1420-89), opinión de él abrigada por Lutero 92
Savonarola, 1452-89 93
Místicos : rasgos del misticismo 94
Juan Tauler (1290-1361 :) la "Teología Alemana" 94
La " Imitación de Cristo " 95
Despertamiento literario: sus principios en Italia. Dante (1265-1321),
Petrarca (1304-74), Boccaccio (1317-75) 95
Prevalencia del espíritu literario consecuencias á la Iglesia
: 96
Influencia benéfica y faltas del escolasticismo causas de su decadencia : . . 97
Vitalidad perdida: efectos del nominalismo 98
Los Padres eclesiásticos y las Escrituras se estudian de nuevo 98
Escepticismo característico del humanismo en Italia: influencia de la
escuela clásica sobre la Iglesia italiana 99
Rasgos semi-paganos de la política y la ética: Maquiavelo, 1469-1527 . . . 100
Carácter religioso del humanismo en Alemania: Reuchlin, 1455-1522 . . . 100
Triunfo de éste sobre los frailes 101
Humanismo y las universidades Wittenberg, 1502 : 102
Humanismo en Inglaterra: Colet, Erasmo, More 102
La " Eutopia :" sus ideas liberales acerca de la religión 102
Eiasmo (1467-1533), jefe del humanismo 103
Su fama y erudición 103
Su obra, "Alabanza de la Insensatez" 104
Castiga las necedades y abusos de la Iglesia 105
Sus ediciones de las obras de los Padres y del Nuevo Testamento 106
Lato repartimiento de sus escritos 106
Deducciones sugeridas por el carácter y popularidad de dichos escritos . . 107
Recapitulación síntomas de la aparición de un nueva orden de cosas
: . . . 107
16 CONTENIDO.
CAPITULO IV.
Lotero t la Reformación alemana hasta la Dieta de Auob-
bürgo, 1530.
Lutero afirma que la primacía es ejercido por el Papa jure humano (por
derecho humano)
Efecto del debate de Leipsig sobre los estudios y creencias de Lutero . . .
CAPITULO V.
CAPITULO VI.
CAPITULO VII.
Juan Calvino y la Reformación en Ginebba.
Calvino pertenece á la segunda generación de los reformadores 190
Su nacimiento (1509), familia y educación 190
Estudios en París y de leyes en Orleans y Bourges 190
Su capacidad intelectual y hábitos estudiosos 191
Su publicación del tratado de Séneca sobre la " Clemencia," (1532,) sn mo-
tivo al hacerlo 191
Su conversión, 1532 192
Su recato y amor al retiro 193
Coripelido á huir de París (1533,) va á Angouléme y Bearn; regresa á
París 193
Tiene que huir otra vez debido á los cartelones contra la misa, 1535. . . . 193
Su primera obra teológica, la " Psicopannichia," 1534 193
En Basilea, (1535,) estudia el hebreo, escribe los "Institutos" 193
Su motivo en la composición de dicha obra 194
Sus rasgos como hombre y escritor 194
Su adopción de la Biblia como úuica norma de la doctrina 195
Su definición de la Iglesia y su reverencia por ella 196
Sm doctrina acerca de la predestinación 196
20 CONTENIDO.
PiG
Importancia práctica que él dió á dicha doctrina 196
Su creencia comparada con la de Agustín 197
Su habilidad como comentador 198
No fué preocupado contra las formas y ritos 198
Aspereza de su temperamento 199
Su piedad del tipo de la del Antiguo Testamento 200
Su reverencia por la ley é idea de la exaltación de Dios 200
Sus simpatías menos expansivas que las de Lutero 201
Grandeza de su inteligencia y de su carácter 201
Visitas á la corte de la duquesa de Ferrara, 1536 201
De regreso para en Ginebra, 1536 201
Ginebra dependiente de Saboya efectúa su independencia, 1533
; 202
Influencias protestantes le vienen desde Berna 202
Expulsión del obispo de Ginebra y establecimiento del protestantismo,
1535 202
Farel (1489-1565,) su historia y carácter, su predicación en Ginebra. . . . 203
Descontento suscitado por el nuevo sistema eclesiástico 204
Estado de la moral en Ginebra 204
Farel persuade á Calvino á que quedase para ayudarle, 1536 204
Reglamentos rígidos de la disciplina eclesiástica 205
Oposición á ellos 205
Los predicadores rehusan administrar la Santa Cena 206
Son desterrados por los ciudadanos, 1538 206
Eesidencia de Calvino en Estrasburgo : asiste á las conferencias religiosas
de los alemanes, 1539-41 206
Su concepto de Lutero, sus relaciones con Melancthon 206
Su casamiento 208
Llamado otra vez á Ginebra (1541,) ¿ porqué ? 208
Su carta á Sadolet 208
Su repugnancia á volver 209
Sistema civil y eclesiástico de Ginebra 209
El consejo pequeño y el consistorio 210
Superintendencia rígida del pueblo por los ministros y ancianos 210
La Compañía Venerable 211
Parte tomada por Calvino en la compilación de las leyes 211
Modo de elegir á los predicadores 211
Aparece el descontento los libertinos
: 211
Combinación formada por los varios opositores de Calvino 212
Severidad de las leyes de Ginebra 212
Intolerancia religiosa: su historia 213
Practicada en la edad media 214
Los Reformadores no abogaron por la tolerancia 214
y métodos usados para intimidarle
Conflictos de Calvino 215
Bolsee expulsado (1551) á causa de su ataque contra Ja doctrina de la pre-
destinación 216
Expulsión de Castellio, 1544 216
Miguel Servet, su historia y carácter 216
Su libro acerca de " Los Errores respecto de la Trinidad," 1531 217
Su segundo libro, "La Restauración del Cristianismo" 217
Acusado de herejía ante el tribunal católico romano de Vienne 218
Pruebas contra él proporcionadas por Calvino 218
CONTENIDO. 21
ría.
Se escapa y va á Ginebra, 1553 218
Arresto y juicio en Ginebra 218
El convicto y quemado en la hoguera 219
Papel hecho por Calvino en ese acto veredicto de Guizot : 219
Ejecución de Servet aprobada casi umversalmente 221
Otros conatos de los libertinos su derrota final, 1555
: 221
Faenas multiplicadas de Calvino y su vasta influencia 222
Sus últimos años variedad de sus empleos, sus enfermedades físicas
: . . . 223
Su última enfermedad (1564,) su entrevista con el Consejo 224
Su entrevista con los predicadores 224
Aprecio hecho de su carácter 225
Calvino dió énfasis á la soberanía de Dios 226
Porqué su doctrina conduce á la libertad civil 226
Rehusa entregar el gobierno de la Iglesia á la autoridad civil 226
Su forma de gobierno eclesiástico es republicana 227
La exaltación de la soberanía divina disminuye la importancia de la
terrestre 227
Comparación entre el romanismo y el calvinismo en cuanto á su actitud
hacia las autoridades civiles 227
CAPITULO VIII.
La Keformacion en Francia.
Oposición de la Sorbona y el Parlamento á las innovaciones doctrinales . . 229
Efecto de la revocación de la Sanción Pragmática, 1516 229
Eeforma francesa principiada por el humanismo 229
Francisco I (1515-47,) promotor de la erudición y las artes 229
Lefevre (1450-1536,) padre de la Eeforma francesa, sus estudios y escritos . 230
Sus tendencias místicas : su discípulo Briconnet 230
Hostilidad de la Sorbona y del Parlamento á Lefevre y su escuela .... 230
Herejía reprimida en Meaux, 1525 231
Margarita reina de Navarra (1492-1549) simpatiza con los místicos .... 231
Escritos de Margarita, favorece á los protestantes sin serlo ella de nombre . 232
Francisco I se opone á la Sorbona defiende á su hermana
: 233
Cambia su actitud persigue á los protestantes
: 233
Posición ambigua de Francisco hacia la Reforma 234
Eoma, el Renacimiento literario y la Reforma, son tres rivales 234
Por qué el calvinismo desagradó á muchos 235
Espíritu que animaba á Loyola y la Reacción católica 235
Rabelais, 1483-1553 23!">
CAPITULO IX.
CAPITULO X.
CAPITULO XI.
La Reformación en Italia y España; La Contra-rkforma en la
i&lksia catolica romana.
CAPITULO XII.
1632 377
Influencia de Richelieu (1624-42,) razones de la intervención francesa . . 377
Muerte de Wallenstein, 1634 378
Preponderancia de Richelieu en la dirección de la guerra, 1634 378
Causa de la prolongación del conflicto 379
Paz de Westfalia, 1648 379
Posición de Inglaterra bajo los Estuardo £(80
CAPITULO XIII.
La Teología protestante.
Dos principios fundamentales del protestantismo 401
Ambos partidos de acuerdo acerca do la Trinidad y la Expiación 401
Diferencias acerca de la doctrina del pecado 401
Doctrina protestante de la justificación 402
30 CONTENIDO.
pío.
Relación de la ética con la religión 403
Doctrina protestante acerca de la autoridad exclusiva de la Biblia .... 403
Acuerdo de las Iglesias protestantes sobre dicho punto 404
Los dos principios protestantes forman uno . 404
Doctrina católica romana acerca de la justificación 404
Doctrina protestante respecto de la Iglesia 405
Respecto de la tradición 406
Eespecto de los sacramentos 407
Sentido de la frase ex opere operato 407
Modificaciones de la creencia católica romana 407
Doctrina católica romana acerca del sacerdocio 408
Los protestantes enseñan el sacerdocio universal de todos los creyentes . . 409
Número y designio de los sacramentos según los protestantes 409
Dogmas y prácticas modificadas por la opinión protestante relativa & la
justificación 410
Controversias protestantes acerca de la predestinación 412
Arminianismo y sus jefes, 1610 412
División política en Holanda entre arminianos y calvinistas 412
Sínodo de Dort, 1616 413
Definición arminiana del pecado original y la expiación 414
Distintivos generales de los teólogos arminianos 414
Los anabaptistas 415
Los antitrinitarianos de la edad de la Reformación 416
Origen del unitarismo en Italia 417
Fausto Socino, 1539-1604 417
La teología sociniana 418
Esfuerzos que tenían por mira unir á los luteranos y calvinistas 419
Unir á los protestantes y católicos romanos 420
Esfuerzos de Grotius, 1642 421
Su posición doctrinal 421 *
CAPITULO XIV.
La Constitución de las Iglesias protestantes y su E elación con
la Autoridad civil.
CAPITULO XV.
Kelacion del Protestantismo con la Culttjba y la Civilización.
\
TABLA CRONOLÓGICA.
1494. Invasión de Italia por Carlos VIII. Conquista de Nápoles por los fran-
ceses. Principio de las guerras de Italia.
1503. Luís XII es privado al fin del reino de Nápoles. Erasmo publica su
"Manual del Soldado cristiano." Muerte del papa Alejandro VI;
advenimiento de Julio II.
1508. Liga de Cambray contra Venecia formada por Julio II, Fernando V, Luís
XII y Maximiliano I. Lutero se hace profesor en Wittenberg.
1509. Advenimiento de Enrique VIII al trono de Inglaterra. Su casamiento
con Catalina de Aragón, 29 de Junio. Lutero ordenado sacerdote.
2 de Mayo. Nacimiento de Calvino, 10 de Julio.
1621. Otra bula contra Lutero expedida el 3 de Enero. Lutero ante la dieta de.
Worms, 18 de Abril. Condenado por un edicto de la dieta, 26 de
Mayo. Su abducción al Castillo del Wartburpo, 28 de Abril. Liga
TABLA CRONOLÓGICA. 35
1523. Gustava Vasa se proclama rey de Suecia, 6 de Junio. Defección del con-
destable de Borbón. Muerte de Adrián VI, 24 de Septiembre.
Clemente VII, 19 de Noviembre. Discusiones en Zuricb, 29 de
Enero y 26 de Octubre. Keforma eu Livonia.
1527. Captura y saqueo de Eoma por las tropas imperiales. Enrique VIII
solicita el divorcio de Catalina de Aragón. Dieta de Westeras esta- :
1532. Paz de Nuremberg. Alarma causada por los turcos. Muerte del elector
Juan, 15 de Agosto. Es sucedido por Juan Federico. Farel predica
en Ginebra.
1536. Ei ecuc 'ón de Ana Bolena, 19 de Mayo. Casamiento de Enrique VIII con
Juana Seymour, 20 de Mayo. Invasión de Provenza por los impe-
rialistas. Su retiro. Muerte de Erasmo, 12 de Julio. Calvino llega á
Ginebra, Agosto.
1550. Julio III es elegido papa, 8 de Febrero. Martín Bucer y otros reforma-
dores del continente son recibidos en Inglaterra. Hooper es hecho
obispo de Gloucester. Principio de la controversia acerca de las vesti-
duras eclesiásticas.
1551. Nueva guerra entre Francia y Austria. Enrique II auxilia á los prote-
stantes alemanes. Mauricio de Sajonia hace suya la causa de los
protestantes.
1552. Enrique III ocupa á Metz, Toul y Verdün. Mauricio obliga al emperador
á huir de Innspruck, á librar al elector y al landgrave, y á concluir la
Paz de Passau. El emperador pone sitio á Metz en Octubre. Los
Cuarenta y dos Artículos del credo de la Iglesia anglicana se formulan.
Ejecución de Somerset.
1558. Calais tomado de los ingleses por el duque de Guisa, 8 de Enero. Casa-
miento de María Estuardo con el delfín de Francia, 24 de Abril.
Derrota de los franceses en Gravelines, 13 de Julio. Muerte de Carlos
V en el monasterio de Yuste 21 de Septiembre. Muerte de María de
Inglaterra, 17 de Noviembre. Advenimiento de Isabel.
1562. Edicto de San Germaiu. Una medida de tolerancia concedida á los hugo-
notes. Matanza de Vassy, 1 de Marzo. Guerra civil en Francia.
Captura de Eouen. Muerte de Antonio de Navarra, peleando con los
católicos, 17 de Noviembre. Batalla de Dreux, 19 de Diciembre.
Revisión de los Artículos de la Iglesia anglicana.
1563. Sitio de Orleans por los católicos. Asesinato del duque de Guisa, 18 de
Febrero. Edicto de Amboise, 19 de Marzo. Clausura del Concilio de
Trento.
1570. Excomnlgación de Isabel por Pío V, 25 de Febrero. Segunda faz del puri-
tanismo, Cartwright se opone al episcopado. Tercera Paz de San
Germain. Cuatro ciudades entregadas á los hugonotes, 15 de Agosto.
Asesinato del regente Murray, 23 de Enero. Sínodo de Sendomir en
Polonia: unión de los protestantes.
1573. " Pax Dissidentium " en Polonia. Enrique duque de Anjou elegido rey
de Polonia, 9 de Mayo. Alva seva de los Países Bajos. Bequeseus
le sucede.
1580. Guillermo de Orange proscrito por Felipe II. Rebelión en Irlanda fomen-
tada por España.
10 TABLA CRONOLÓGICA.
1581. Las Provincias Unidas renuncian la autoridad de España, 2 de Julio. El
protectorato de los Países Bajos se da al duque de Anjou, hermano de
Enrique III.
Julio.
1586. Guerra de los Tres Enriques— Enrique III, de Navarra, y de Guisa. Liga
entre Jacobo VI é Isabel.
1688. Actitud hostil de la Liga hacia Enrique III. Barreras puestas en las
callesde París, 12 de Abril. Derrota de la Armada española.
Keunión de los Estados Generales en Blois. Asesinato del duque de
Guisa y del cardenal su hermano por Enrique III.
1591. Bula de Gregorio XIV contra Enrique IV. Muerte de Gregorio XIV, 15
de Octubre. Le sucede Inocencio IX, quien muerte el 30 de Diciembre.
Enrique IV pone sitio á Eouen. Nueva invasión de Hungría por los
turcos.
1593. La Liga dividida en sus consejos. Abjuración hecha por Enrique IV, 25
de Julio. Derrota de los turcos en Hungría.
1618. Bebelión de los bohemios contra Fernando II, en defensa de sus libertades
religiosas.
1668. Triple Alianza contra Luís XIV para compelerle á hacer la paz son
España.
1685. Muerte de Carlos II, le sucede Jacobo II. Eevocación del Edicto de
Nantes, 18 de Octubre.
HISTORIA DE LA REFORMACION.
CAPITULO I.
papa Pablo III, " quien no convocó ninguna sesión importante del
consistorio ni emprendió ningún viaje, sin examinar antes las
1
Veinte años después de ladvenimiento al trono de Luis XVI., escribió Lord
Chesterfield lo siguiente: "En fin, todos los síntomas que, según he notado en
elestudio de la historia, anuncian grandes cambios y revolucioues en el gobierno,
existen en la actualidad en Francia y se aumentan de día en día." De la misma
manera en el siglo XV
hubo hombres de capacidad que preveían una revolución
eclesiástica. El cardenal Julián Cesarini que como legado papal presidió el con-
ciliode Basilea, en una ;arta dirigida al papa Eugenio IV en 1431, predijo una
gran sublevación do los fieles que tendría por objeto echar abajo al clero cor-
rompido; y predijo también que habría una herejía más formidable que la de
los bohemios.
2
Ranke y Burckhardt tratan do la influencia ejercida por la astrología en
Italia en el siglo XIII. Fué en vano que Petrarca la atacase y que algunos de
CARÁCTER GENERAL DE LA REFORMACIÓN. 47
lo que hizo por el resentimiento que le haya podido causar una ofensa hecha á
la orden de agustinos. La venta de las indulgencias no sería un honor que él
codiciara. Ni tampoco es verdad, según afiiman algunos, que dicho tráfico solía
encomendarse á los agustinos. Gieseler eu su historia enseña como se originó
esta idea de que Lutero fué animado por la invidia eu lo que hizo.
48 HISTOEIA DE LA REFORMACION.
50 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
n
punto de vista debe estudiarse antes de especular acerca de su
lesultados indirectos y remotos.
¿Cuál fué el carácter fundamental de esta revolución? Ante»
que ella apareciese se había interpuesto una vasta institución entre
el individuo y los objetos de la fe y esperanza religiosas. La
Reformación efectuó un cambio en todo esto abrió al individuo ;
y los conflictos entre los estados europeos que tenían por mira el
ensanchamiento de sus respectivos dominios ó la ascendencia de
unos sobre otros. A las relaciones abiertas entre los pueblos por
medio del comercio que se había extendido desde Venecia, Génova
y las ciudades de la liga hanseática por toda la Europa occidental,
debe agregarse el nacimiento de la diplomacia. Comenzó á
desarrollarse un sistema de gobierno por el cual los diversos
pueblos quedarían unidos más íntimamente por medio de sus
relaciones políticas. En los varios cambios característicos de esa
edad transicional, los pueblos latinos guían á los demás pero la ;
1
Los más dignos autores católicos admiten la lata extensión de los abusos en
la Iglesia católica romana. Bellarmin dice que algunos años antes del origen
de las dos herejías, la luterana y la calvinista, no había severidad en los juicios
eclesiásticos ni disciplina moral ni erudición en cosas sagradas ni reverencia
por las cosas divinas; no había en fin ninguna religión propiamente dicha. El
papa Adrián VI confesó ante la dieta de Nurembergen 1522, que la más profunda
corrupción había infectado la Santa Sede y los demás rangos inferiores d«í
clero. Las cartas de Erasmo abundan en pasajes que corroboran lo anterior.
54
DESARROLLO DE LA JERARQUÍA PAPAL. 55
58 niSTORIA DE LA REFORMACIÓN.
cipal de los apóstoles,y cuando cerca de fines del siglo segundo, fué
sugerida y adoptada generalmente la idea de que Pedro había sido
obispo de la iglesia en Roma, se habían echado en la mente de los
hombres, fuertes cimientos en que fundar el reconocimiento de la
primacía de dicha iglesia y de su principal pastor. La costumbre 1
1
La primera Diención de Pedro como obispo do Roma se halla en las
" Homilías Clementioas," obra compuesta á fines del siglo segundo.
DESARROLLO DE LA JERARQUÍA PAPAL. 59
observamos que los esfuerzos hechos por los obispos de Roma con
el objeto de apropiarse el ejercicio de las filiaciones judiciales y
legislativas sobre toda la Iglesia, ora tenían buen éxito, ora eran
rechazadas del todo, pero que, no obstante todas las fluctuaciones
que sufrieron, si poder siguió aumentándose más y más.
Constantino á su advenimiento (311) encontró la Iglesia tan
fb ¡neníente organizada bajo su propia jerarquía, que era imposible
se perdiera absolutamente en el Estado, á la manera que tal vez
habría sucedido si su constitución hubiera sido otra de lo que era.
Sin embargo, bajo Constantino y sus sucesores, la supremacía del
Estado en la dirección de una gran parte de los negocios eclesiásti-
cos, fué sostenida por los emperadores. Ejemplo de esto son los
concilios generales convocados por ellos, ó presididos por su¡»
juicio de sus subditos, por la sanción que de ella obtuvo del papa
Zacarías, (750.) La renovación política de la monarqúia franca,
estrechó más sus relaciones con Roma. La primacía de Pedro fué
reconocida umversalmente, y hasta adquirió, debido á los trabajos
de Bonifacio, una significancia más exaltada de la que jamás había
poseído en tiempos anteriores. Después que los lombardos hubieron
arrebatado sus provincias italianas á los griegos, y cuando amena-
zaban á Roma, tiempo en que debido á la controversia acerca de la
adoración de los imágenes, la Iglesia occidental fué separada de la
oriental, y el obispo romano tuvo que protegerse á sí mismo, se
volvió éste hacia los francos pidiéndoles auxilio contra sus heréti-
cos y agresivos vecinos. Su libertamiento efectuado primero por
Pepino (754-755,) y después por Carlomagno, dió por resultado la
coronación de éste, en el día de navidad de 800, en la basílica de
San Pedro, á manos del papa. De
esa manera Carlos fué hecho
en forma lo que era de hecho, emperador del Occidente. La
el
1
Parece que los Seudo Decretales de Isidoro aparecieron por primera vez cerca
de mediados del siglo IX.
2
La degradación del papado en este período se describe con los más negros
colores por el historiador católicoromano Baronio. Y él hasta sugiere la teoría
de que la conservación de la Iglesia y la Santa Sede á pesar de su iniquidad debe
atribuirse á un acto especial por parte de Dios.
64 HISTORIA DE LA REFORMACION.
Esa edad oscura fué terminada por Enrique III, que se presentó
en Italia con su ejército, y en 1046, en el sínodo de Sutri que él
mismo había convocado, destronó á tres papas rivales, y elevó á la
sede vacante á uno de sus propios obispos.
La dignidad imperial había sido trasladada á manos de los reyes
alemanes, y ellos, coma sus predecesores, salvaron al papado de la
destrucción. Hemos llegado al período en el cual apareció II de- i 1
1
"La reacción lenta y gradual del sentimiento nacional de los pueblos
europeos jontra el gobierno eclesiástico, es, por regla general el elemento mas
importante en la historia de la edad media; asumió en distintos períodos
diferentes formas y nombres, especialmente durante la lucha con respecto á las
investiduras y el conflicto de los Hohenstaufen se continuó en la Reformación,
;
pueblo, al grado que no se podía decir ya que sólo la voz " clero "
era sinónima de instruido, es decir, de uno que sabía leer y escribir.
" La mayor parte de la literatura de la edad media," dice Hallam,
1
"Historia del Latino," por Milman, viii, 372.
Cristianismo En este
capitulo y los tres anterioresMilman describe las primeras literaturas que
hubo en la lengua vulgar y en el cap. ív el ojigen de poemas satíricos en
latín dentro de los conventos y entre el clero.
DECADENCIA DE LA JERARQUÍA PAPAL. 71
clerical. En el "
Perdonador," cargando con sus reliquias y su
bolsa " llena de perdones que han venido de Roma, todos calientes,"
describe un carácter que aun en ese entonces suscitó el escarnio
y la reprobación.
Es interesante notar en muchos de los primeros escritores á
quienes se ha hecho referencia, que la reverencia para la religión
y la Iglesia, se mezcla con la más amarga censura de la arrogancia
terio von der Vogelweide, hace que los ángeles cuando Constan-
tino dota á Silvestre con potestad temporal, lloren de aflicción, y
con justicia, agrega, puesto que los papas habían de usar ese podei
para arruinar á los emperadores é incitar á los príncipes contra
ellos. Esos amargos lamentos siguieron exhalándose por loa
abogados de la reforma, hasta que la historia de la pretendida
donación se descubrió que carecía de base auténtica. 1
El espíritu anti-jerárquico fué reforzado poderosamente por los
legistas. Desde mediados del siglo XIII, la universidad de
Boloña &e elevó con mayor importancia, como el gran centro del
nuevo estudio de la jurisprudencia romana. De la misma manera
que se hizo París el seminario de la teología, se hizo Boloña el
plantel de la ley. El derecho fué estudiado también en otras
universidades. Que una clase de legos se apartara para dedicarse
al estudio y exposición de la ley antigua, era en sí mismo un hecho
significativo. Los legistas se hicieron los defensores naturales del
Estado, siendo auxiliares poderosos de los reyes. Usaron su influ-
las cosas que son del César. Aun más notable es el hecho de que
Felipe solicitó dos veces el apoyo de los estados de su reino, y que
en ambas la nación protegió á su soberano excomulgado. Las
pretensiones pontificales relativas á las dos espadas, es decir, las
referente á la supremacía de la potestad eclesiástica sobre la
temporal, y á la sujección de toda criatura al papa que juzga á
todos, y no es juzgado por nadie, encontraron una firme resistencia
de parte de la nación francesa. Cuando Bonifacio citó al clero
HISTOKIA DE LA REFORMACIÓN.
1
En Gravamina, se expusieron las quejas de Alemania contra la administración
corrupta y opresiva de Julio. Y se declaró que si no se corregían dichos malea
seria fácil que estallarauna rebelión contra los eclesiásticos que produjera una
deserción de la Iglesia romana semejante á la de los bohemios.— Gieseler.
80 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
82 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
1 "
Pláticas en la Mesa " (Julio 24 de 1830.) Kitter en su historia de la Iglesia,
siendo un historiador católico romano imparcial, dice casi lo mismo con respecto
á la caída moral del papado. Traza la decadencia desde la "Cautividad
Babilónica" por el período de los concilios reformistas, y el reinado de Julio II
y los Papas de la familia de los Médicis.
CAPITULO III.
1
Hay vanas biografías de Savonarola. La de Villari es de mucho valor.
Considera que Rudelbach y otras han exagerado las tendeucias protestantes
del gran dominico; que éste estaba adhirido sustancialmente al sistema dog-
mático de la Iglesia, aunque hostil al absolutismo papal. Le vindica también
del cargo de haber sido un mero demagoga y prueba que era un verdadero
patriota. Dice también que la vacilación de Savonarola bajo la tortura, se
debió sólo á su duda respecto de la fuente de donde dimanaran sus profecías,
puesto que nunca había resuelto á satisfacción suya si eran de un origen
de la voluntad humana en
la divina, y por el estado estático. La
teoría de los místicos se cambia fácilmente en panteísmo, pues que
uniéndose el espíritu humano con el divino, se hace la identifica-
ción de los dos. Esta tendencia se nota en una clase de los
místicos anti-protestantes, de la cual es prominente representante
el maestro Eckart. Este era provincial de los dominicos de
Sajonia; el teatro de sus trabajos fueron las cercanías del Rhin,
y murió en 1329. Sociedades afiliadas que se llamaban Amigos
de Dios, aunque sin formar una secta, se multiplicaron en la parte
meridional y occidental de Alemania, y en los Países Bajos.
Según ellos, la religión consistía en una tranquila sautidad, en el
96 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
lásticas, sin que nadie les disputase su dominio. Cuando los esco-
1
Oxford, como en París y otros lugares, los adversarios de la " nueva
En
erudición " se unieron en su hostilidad al estudio del griego. Su actitud nos
hace recordar la antipatía al mismo estudio mostrada por los conservadores
entie los antiguos romanos durante la juventud de Cicerón.
CAUSAS Y PEESAGIOS DE LA REFORMA. 103
Los utopianos tenían una ley antigua que prohibía el que alguien
fuese castigado á causa de su religión, previniendo que los con-
versos á cualquiera fe se hiciesen sólo " por medios amistosos y
moderados sin recurrir á reproches ó violencias." Se confesaban
con los jefes de familias, en vez de hacerlo con los sacerdotes. Su
¿ulto se celebraba en templos en q je no había imágenes, y donde
las formas de la devoción se arreglaban con tanto cuidado, que en
y el odio natural que por ella sentía, se hizo más intenso por ese
amargo recuerdo, y las molestias que tuvo, después que se había
caza y los buenos caballos los papas que, aunque hombres viejos
;
"
y enfermos, empuñan la espada trastornan la ley, la religión, la
paz y todos los negocios humanos:'* tales son algunas de las
divisiones de la humanidad que se sacan á la palestra del ridículo.
En ese tiempo ocupaba Julio II la sede papal, y todos los lectores
de Erasmo deben reconocer el retrato que éste hizo del viejo pontí-
fice guerrero. Erasmo no trató con escrúpulos las leyendas de
los santos que prestaban tan buen blanco á las saetas del ridículo
había recibido una forma más libre, y alcanzado un tacto más fino.
En este sentido comprensivo, se puede decir que Erasmo fué el
hombre más cultivado de su tiempo."
Algunos de los puntos principales de que se ha tratado en este
capítulo y en el anterior acerca de las causas que hicieron llano
el camino para la Reforma, pueden resumirse brevemente de la
siguiente manera:
Entre los prominentes caracteres distintivos de la edad media,
había: la subordinación de la sociedad civil á la eclesiástica, es
decir, del Estado á la vasta comunidad teocrática cuyo centro
estaba en Roma ; el gobierno de la Iglesia por el clero ; la unión
de los pueblos bajo una ley eclesiástica común ; un ritual latino
uniforme, y una actividad intelectual amoldada por el clero y
sometida al sistema prevaleciente religioso y eclesiástico.
Entre los síntomas del advenimiento de un nuevo orden de
cosas, había
1. El espíritu seglar; el despertamiento de la conciencia de
aun entre la clase baja, en sátiras dirigidas contra los vicios del
clero ; cosas todas que dieron á la vez origen á un sentimiento
más intenso de patriotismo, á una nueva idea del vínculo nacional,
y á un nuevo vigor en las Iglesias nacionales.
1
Tácito en la " Germania," caps, ix y x, dice de los antiguos alemanes que
ellos consideraban indigno encerrar á los dioses dentro de paredes, 6 repre-
sentarlos con imágenes; y que los jefes de familia ejercían las funciones
sacerdotales. Grimm halla en estos rasgos el germen completo del protestan-
tismo. Los sajones se opusieron á la introducción del evangelio, porque era la
religión de sus conquistadores y éstos quisieron compelerlos á aceptarlo.
109
110 HISi'ORIA DE LA REFORMACIÓN.
gado severamente aun por las faltas más ligeras que cometía, tanto
en su casa como por sus maestros. En la escuela fué castigado
un día, quince veces en la misma mañana, á causa de infracciones
triviales ó imaginarias del reglamento. Habiendo pasado un año
en la escuela de Magdeburgo, fué enviado á la escuela franciscana
de Eisenach, donde cantaba en frente de las puertas de los princi-
pales vecinos, según la antigua costumbre alemana, para ganar
su sostén. Destinado á la jurisprudencia, estudió en la universidad
de Erfurt, la lógica nominalista y los clásicos, y empezó el estudio
de Aristóteles. Tenía la edad de veinte años y había recibido
ya el grado de bachiller, cuando sucedió que un día examinando
los libros de la biblioteca de Erfurt, encontró por casualidad un
ejemplar de la Biblia en latín. Fué la primera vez que tenía
el volumen sagrado en sus manos. 1 Lleno de sorpresa al ver la
riqueza de su contenido en comparación con los trozos extracta-
dos que había oído en el culto de la Iglesia, la leyó con avidez y
extraordinario gozo. Esa hora formó una época en su existencia.
Las profundas ansiedades religiosas que le habían atormentado
desde su niñez, le indujeron dos años después, contra la voluntad
de su padre, á abandonar la carrera del foro para entrar en un
convento de agustinos, donde se hizo monje y sacerdote. Es digno
de mención que los únicos libros que llevó consigo al convento,
1
El fidedigno crónico Síathesius cita su propia experiencia en prueba de lo
defectuoso de la instrucción religiosa dada it la juventud en su época, por la
Iglesia romana.
112 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
de huir del altar lleno de temor y sin aliento. " Tenía yo," confiesa
el mismo Lutero, " un espíritu quebrantado, estaba siempre triste."
1
En 1516, Lutero recomendó la lectura de las obras de Tauler á su amigo
"Ni en el latín ni en nuestro propio
Spalatin con las siguientes palabras:
idioma be encontrado jamás una teología más sana ó más conforme con el
evangelio."
6
114 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
1
compele á aceptarla á los que la rehusan." Según el proceder
de Tetzel y los demás emisarios comisionados para colectar fondos
destinados á la construcción de la iglesia de San Pedro, la indul-
gencia consistía en un simple contrato conforme al cual al pagar
una suma estipulada, el individuo recibía un pleno descargo de
todas las penas del pacado, ó conseguía librar á una alma de las
llamas del purgatorio. El perdón de los pecados se vendía en
he mercados por dinero. Contra ese tráfico lucrativo hizo Lutero
una solemne protesta. La doctrina de sus tesis, fué que el papa
n) podía absolver sino de los castigos que el mismo hubiera
impuesto, y que éstos no se extienden más allá de la muerte.
Agregó que el derecho de absolver, pertenece también á los obispos
1
El emperador Maximiliano se opuso al principio al tráfico de las indulgencias
y en seguida lo favoreció.
;
1
Lutero hace mención de los motivos que le animaban en ese acto en ana
carta escrita en Febrero de 1520, al obispo de Merseburgo en que dhe que
habría obrado como un loco si hubiera hecho lo que hizo animado de móviles
mundanales. Y en una carta dirigida á Melancthon dice que se gloria de
haber trasmitido la Palabra de Dios sin ninguna adulteración hecha con el
deseo de conseguir la gloria ó la opulencia.
* En Mayo de 1518 en una carta dirigida á León X y referente á sus tesib,
dice, entre otras expresiones de lealtad espiritual " Reconozco la voz tuya
:
sorpresa de Lutero, vió éste que sus opiniones habían sido atacadas
directamente. En el carro abierto en que Lutero se dirigió á
Leipsig con el fin de presenciar las discusiones, se sentó á su lado
Felipe Melancthon, joven de veintidós años, de talentos precoces
y madura erudición, y á quien su tío abuelo Reuchlin, había
recomendado al elector como profesor de griego, y enviado á
"Wittenberg con un brillante augurio de la eminencia que le
esperaba.
1
A la edad de veinte años, sus facultades y su erudición
Miltitz. En una carta dirigida á Staupitz en 1519 habla de sus " italidades "
y simulaciones (" Italitates et simulationes.")
1 Reuchlin aplicó á Melancthon la promesa hecha á Abranam en Gen. xii.
;
agregando, " Mi corazón me presagia y así lo espero con respecto á tí, Felipe
mió, mi obra y mi solaz." " Melancthon " es la forma griega del nombre original
del reformador, queriendo decir Schwarzerd, "tierra negra," ó Melancthon.
Adoptó en eso, una costumbre prevalente en su tiempo. De la misma manera
Hausschein se convirtió en Oecolampadio.
1 " Mientras Satanás
y los suyos se enfurecen, yo me reiré de él y cuidaré
de mis huertos, es decir, aceptaré los beneficios que recibo del Creador y ala*
bándole me deleitaré en ellos." Carta de Lutero, 1525
;
1
Eu Marzo de 1519, Lutero escribió á Spalatin, antes de la discusión habida
en Leipsig, "Preparándome para mi discusión, examino los decretos de loa
pontífices, y (te lo digo en secreto,) dudo si el papa sea el anticristo mismo á
bu apóstol está miserablemente corrompido y es la verdad que Cristo es creci
;
pida y en la Iglesia. 1
Con ella le envió también su discurso " De
Libértate Christiana."
En este sermón sobre la libertad del hombre cristiano, " Lutero
expone en fraseología noble y elevada el fondo de la verdadera
religión, el casamiento del alma con Cristo por la fe en la Palabra,
Según parece, hasta este tiempo habla tenido Lutero un afecto y respeto
1
pidió tiempo para formular una respuesta digna de tan grave cues-
2
tión. Se le concedió lo que pedía, y el siguiente día á una hora
tan avanzada de la tarde que las lámparas fueron encendidas, fué
introducido otra vez en la asamblea. No manifestó ningún signo
de embarazo, sino que de una manera tranquila y resuelta, y en
un tono de voz fuerte y varonil, rehusó retractar sus opiniones
ó condenar sus escritos hasta que se les refutase apoyándose en
otra autoridad que la de un papa ó un concilio, es decir, por el
1
Se discute la forma exacta de la frase usada por Lutero. Spalatin dice que
Lutero le escribió Worms aunque hubiera allí tantos diablos como
que "iría á
tejas." Llegó á Wormsde Abril de 1521.
el 16
1 Los adversarios de Lutero le han censurado que haya pedido tiempo para
Así fué que á Lutero se le puso bajo el bando tanto del imperio
como de la Iglesia. Las dos grandes instituciones, los dos poten-
tados en quienes se había imaginado que toda la autoridad terrestre
se había resumido, habían pronunciado un juicio en su contra.
El movimiento que había alistado para sostenerlo en tan alto
grado, los elementos literarios y políticos, así como los distintiva-
mente religiosos de oposición á Roma, fué condenado por la Iglesia
y el Estado. Quedó por verse si sería posible ejecutar el decreto
de la dieta.
En seguida hallamos á Lutero en el castillo de Wartburgo,
lugar de refugio escogido por el firme y prudente elector. Es el
1
lias traducciones anteriores de la Biblia al alemán habían tenido una cir-
culación muy limitada, especialmente entre los feligreses. La Biblia de Lutero
se hizo el libro del pueblo común é hizo mucho en favor do su instrucción.
LDTERO Y LA REFORMA EN ALEMANIA. 131
fueron los judíos, ¿ debemos acaso por eso matar como ellos á todos
los infieles?" No quiso que la atención de todos se distrajera de
las cuestiones centrales por una excitación acerca de puntos rela-
1
Escribiendo á Spalatin unos días después de la composición de la carta
citada, dice Lutero " Gasto mis chanzas con seriedad y bajo compulsión, para
;
1
Veit Dietrich que estaba con Lutero, escribe á Melancthon en las siguientes
frases: "No puedo admirar bastante la maravillosa constancia, el valor alegre,
la fe y la esperanza de este varón. Nutre este temperamento, sin embargo, por
una meditación continua y estudiosa sobre la Palabra de Dios. No permite que
pase ui un solo día sin dedicar á la oración tres horas y éstas de las más apro-
pósito para el estudio. Y qué fe se. revela en su modo de hablar
;
Oró cou !
tanta reverencia que se vió laego que estaba hablando con Dios; y al mismo
tiempo con tanta fe y certidumbre, que pareció que estaba platicando con un
padre y amigo. Dijo: 'Sé que tu eres nuestro Dios y Padre. Por tanto estoy
seguro de que tú avergonzarás á los perseguidores de tus hijos. Si tu no lo
haces así, el riesgo es tanto tuyo como nuestro. En verdad todo el negocio es
tuyo nosotros sólo hemos si lo compelidos á ocuparnos de él, etc.' "
;
138 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
es tan difícil encontrar uno bueno, como un " cisne prieto." Estaba
de acuerdo con Melancthon en su deseo de hacer concusiones,
siempre que la doctrina evangélica y la libertad de predicar no
se sacrificasen.No sospechaba de Felipe como algunos. Había
varias ceremonias que no eran más de frioleras, leviculae, que no
valía la pena discutirlas; sin embargo, no tocaba al magistrado
dictar á la Iglesia resoluciones sobre dichos puntos. Llegaría
hasta permitir, aunque con alguna repugnancia, que los obispos
quedasen, pero no pasaría por ninguna sujeción al papado. Lutero
con todo, no creyó en la posibilidad de ningún avenimiento. Había
un antagonismo radical que no admitía reconciliación. No podía
haber ningún acuerdo en cuanto á doctrina una paz política era ;
años, fué revivida por los arminiaros 3e Holanda y en Inglaterra por los latitu-
dinarios do Cambridge.
LUTERO Y LA REFORMA EN ALEMANIA. 143
1
Las cartas escritas por Lutero nos enseñan el principio y el desarrollo del
enajenamiento entre él y Erasmo. Escribe á Spalatin en 1516 que no está de
acuerdo con Erasmo cuando este dice que Pablo quiere decir por la frase " obras
de la ley " meramente las obras ceremoniales y pide que Spalatin haga lo posible
para convencer á Erasmo de su error. En 1517 escribe á Lange diciéndole
que su aprecio para Erasmo disminuye constantemente, que, aunque Erasmo
expone bien la ignorancia de los frailes, no dice lo bastante acerca de la gracia
de Dios y la obra de Cristo. Censura con frecuencia á Erasmo á causa de su
falta de seriedad al tratar de las calamidades de la Iglesia. En 1519 escribió
Erasmo al elector elogiando á Lutero, y este mostró su agrado en una carta
dirigida á Spalatin. Antes había escrito á Erasmo mismo expresando su alto
aprecio de sus talentos y servicios á la causa. Erasmo contestó, pero con reserva.
Fué evidente que Erasmo favoreció la causa de Lutero, pero temía expresar su
simpatía con demasiada claridad. En 1521 en respuesta á la crítica de Erasmo
en la cual dijo que Lutero necesitaba obrar con más cordura, Lutero dijo que
Erasmo se ocupaba más de la paz que de la cruz, y que no podía fácilmente
menospreciar la gloria. En 1522, dice que preferiría un enemigo abierto como
Eck en vez de una persona tergiversante, ahora amigo ahora hostil como Erasmo.
Los dos tenía sus diferencias acerca de la doctrina de la predestinación, pero
Lutero decía que no temía la elocuencia de Erasmo. En 1524 Lutero escribió á
Erasmo proponiendo una reconciliación. Pero la carta fué muy mal concebida
para conseguir su propósito. En ella Lutero descubrió la poca opinión en que
tenía á Erasmo y hasta le dijo que carecía de valor y cordura. Expresa el deseo
de que sus amigos dejasen de atacar á Erasmo, pero agrega " si ellos considerasen
la imbecilidad de vd., y pesasen la grandeza de nuestra causa que por mucho
tiempo se ha hecho superior á las fuerzas de vd.," lo harían seguramente.
Expresa su sentimiento á causa de la hostilidad que Erasmo se había suscitado
contra sí diciendo, "una virtud meramente humana como la suya no es sufi-
ciente para soportar tan pesadas cargas." Naturalmente Erasmo se ofendió
profundamente. Contestó con dignidad, pero más tarde cedió á la importunidad
de sus amigos y escribió contra Lutero su libro sobre el " Libre Albedrio," que
dió principio á una controversia acérrima. En seguida Lutero le atacó de una
manera abierta y sin reserva, en términos bien calculados para ofender ra
orgullo
LUTERO Y LA REFORMA EN ALEMANIA. 14D
1
Ranke y otros censuran á Lutero con grande severidad á causa de su oposi-
ción á los aldeanos en sus sublevaciones. Pero Lutero tuvo presente que la
crisis era terrible y que se ponían en peligro los fundamentos de la sociedad.
La insurrección se hizo muy formidable en cuanto á número y fuerza.
CAPITULO V.
tasen debidamente á Pablo por no ser éste uno de los doce, mostró
la identidad de su doctrina con la de Pedro, haciendo una exposi-
ción de las epístolas de éste. Tenía mucho poder como predicador;
;
:
uno de sus oyentes dijo que parecía que le tenía suspendido del
pelo. Cuando Sansón se presentó con sus indulgencias (en 1519)
le volvió á denunciar juntamente con su y fué sostenido en
tráfico,
recibe una parte de diebo cuerpo, sino cada comulgante recibe al Cristo entero
Lo recibe en cierto sentido por la boca. Lutero algunas veces se sirve de
expresiones algo groseras en la explicación de este punto. Por ejemplo, en laa
instrucciones que dió á Melancthon antes de su conferencia con Bucer en Cassel,
le dijo " Y en fin es nuestra opinión que el cuerpo de Cristo es verdaderamente
:
comido en y con el pan, y también que todo lo que hace y experimenta el pan
158 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
dientes." Afirma que el cuerpo de Cristo está presente substantialiter (en sub-
stancia,) perono loealiter (es decir, pero sin ocupar por extensión ningún espacio.)
Zwingli, por el contrario, negó que estuviera presente en sentido alguno el cuer-
po de Cristo en la Santa Cena. Y escribió á Lutero en 1527, diciendo " Porque
:
nunca podrá vd. demonstrar que el cuerpo de Cristo está presente ora en la
cena ora en la mente de los piadosos en otro sentido que. por medio del pensa-
miento." Pero Zwingli y sus adeptos se disponían más y más á dar énfasis
á la presencia espiritual de Cristo en el sacramento. Calvino dió énfasis á la
misma idea y agregó el aserto positivo de que Cristo, en el sacramento, por
conducto de su naturaleza humana, ejerce una influencia directa sobre el que
comulga con fe. La carne y sangre de Cristo aunque están localmente lejos
se comunican al alma del creyente como efecto de un acto de la fe, y por "el
poder secreto del Espíritu Santo."
' Lutero solía designar á los zwinglianos como schwármer (visionarios.) A
primera vista el término no parece muy apropósito ni en sentido oprobioso.
Pero debemos recordar que Lutero enseñaba la doctrina de una Palabra objetiva
y sacramentos objetivos, es decir, en un sentido objetivo la verdad que contiene
la Palabra divina entra por el oído aun del incrédulo, y aunque ésto no atienda,
sin embargo, la Palabra no deja por esto de ser la verdad divina; de la misma
manera Cristo está presente objetivamente en los elementos sacramentales y de
uno modo independiente de las creencias del recipiente. La perfección del
sacramento no depende de las creencias y carácter ni del comulgante ni del
ministro. Su perfección depende del hecho de que es una institución divina,
en el mismo sentido en que los rayos del sol son siempre los mismos aunque á
veces entren en el ojo de uno que puede ver, y en otras toquen los ojos de un
ciego. En una Palabra, Lutero creía que los zwinglianos daban demasiada
ZW1NGLI Y LA REFORMA EN LA SUIZA. 159
él. Tuvo que aceptarlo tal cual se leía. La verdad es que sus
sentimientos religiosos estaban íntimamente enlazados con la inter-
pretación literal. Habiéndose establecido inmutablemente y por las.
razones expuestas en su creencia, no quiso tener ninguna comunión
con aquellos que la rechazaban. Negaban, según él, un artículo
de la fe cristiana, un hecho precioso de la experiencia del creyente.
La unión del creyente con Cristo, la unión mística, es un tema
sobre el que ha escrito más impresivamente tal vez, que sobre
cualquiera otro asunto de la doctrina cristiana. Las objeciones
filosóficas no tenían para él ningún valor en contra de las intui-
dispuesto á considerar á los suizos c^mo sus amigos, pero era tal
la influencia de su sistemadogmático sobre sus sentimientos, que
no pudo hacerse que aceptara como hermanos cristianos, á los que
de él diferían. En ese tiempo parece que Lutero y Melancthon
creyeron que un acuerdo en todos los artículos del credo, es una
condición necesaria de la comunión cristiana. Ambos partidos
ZWINGLI Y LA REFORMA EN LA SUIZA. 161
1
En ese credo se afirma que el cuerpo y sangre de Cristo están de hecho pre-
sentes y ofrecidos en el sacramento, y son recibidos por los " indignos " también.
Bucer distinguió entre los indignos y los " sin Dios " (godless).
1 El cuento que dice que Lutero poco antes de morir confesó
á Melancthon
que había ido á un estremo en la controversia sacraraentariana carece de base
histórica. Se debe recordar que Lutero y Melancthon se atuvieron para sus
conocimientos relativos á los reformadores suizos de las relaciones hechas por
viajeros y estudiantes, y asi formaron un concepto muy imperfecto con respecto al
carácter verdadero de los servicios prestados por Zwingli á la causa de la Reforma.
Ni uno ni otro de los contrincantes tenía una idea exacta de la doctrina del
otro en su discusión celebrada en Marburgo. Muchos zwinglianos creían que
Lutero enseñaba la presencia local de Cristo en las especies por más que la doc-
trina luterana descansase en la idea de que la naturaleza humana de Cristo
estaba espiritualizada debido á las relaciones que mantenía con su divinidad,
y que debido á ese cambio había cesado de ocupar espacio en el sentido material,
ni tampoco está sujeto á condiciones materiales. El estado que guardaba la
salud de Lutero y las circunstancias especiales en que escribía afectaron el tono
de su correspondencia con Zwingli. También Zwingli fué caracterizado por
cierta ruda franqueza que ofendió á Lutero y le infundió la idea de que Zwingli
no le trataba con el respeto debido. La carta que Zwingli escribió á Lutero en
Abril de 1527 por deber su tono á lo que Lutero había dicho, fué bien calculada
para irritar al reformador sajón. Refiriéndose á ella, Lutero habla de la fero-
cidad helvética de su contrincante. Sin embargo, cuando no estaba el mismo
irritado hablaba amistosamente de Zwingli y expresó el dolor que le causó la
noticia de su muerte. Pero cuando estaba enojado escribía con otro estilo.
11
162 HISTOKIA DE LA REFORMA CIÓN.
1
"Rey de los Romanos," fué el título dado al sucesor del emperador durante
la vida de éste, y aut-:s de su coronación en Roma.
164 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
1 La causa de la Reformación fué debilitada por las discordias que hubo entre
los príncipes protestantes, especialmente el elector y el duque Mauricio. Sufrió
todavía más á causa de la " dispensación " que Lutero y Melancthon concedieron
al landgrave de Hesse, según los términos de la cual éste pudo contraer un
nuevo matrimonio sin ser divorciado de su primera esposa cuyas enfermedades
y hábitos personales le eran repugnantes. Ese "doble matrimonio" trajo
reproche á la causa de la Reforma, y también consecuencias desastrosas. Es
falso decir que Lutero fué animado en lo que hizo por móviles egoístas, 6 que
favoreció la poligamia.
LA REFORMACIÓN EN ALEMANIA. 165
1
Hablando en este sentido dice en las "Pláticas en la Mesa," "Hoy he sido
molestado con las picardías y mentiras de un panadero, al cual han citado
delante de mí por haber usado pesas falsas por más que semejantes negocios
;
tendríamos!"
* Lutero escribe á Spalatin que en toda su vida
y trabajo evangélico no había
experimentado tantas ansiedades orno durante es<. año, (1544.)
LA REFORMACIÓN EN ALEMANIA. 167
sonas de entre las cuales Nicolás Ansdorf fué la principal, que pro-
curaran suscitar lo más posible la envidia y hostilidad de Lutero.
Resultó pues de ahí, que la intimidad confidencial de esos dos
hombres fuese interrumpida. Melancthon pasó varios años en
ansiedad diaria, esperando ser destituido de su puesto.
1
" A
menudo," dijo escribiendo en el griego que usaba con frecuencia
cuando quería tratar de algo que temía divulgar, " á menudo he
dicho que tengo miedo de la senectud de una naturaleza tan
apasionada como la de Heracles, de Filoctetes, ó del general
romano Mario." En frases por este estilo se refiría como explicó
más tarde, á la vehemencia común en los hombres de una constitu-
ción heroica. Y no obstante todo eso, en años anteriores nadie
1
Una
carta de Melancthon dirigida á Carlowitz, canciller del duque Mauricio,
escrita inmediatamente después del fin de la guerra de Smalcalda habla del
"espíritu contencioso" de Lutero y así da una idea de las relaciones desagra-
dables que guardaba Melancthon en la corte luterana del elector. La carta
ofendí S á los amigos de Lutero.
168 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
1
Amigos juiciosos de la Reformación admiten que Melancthon concedía
demasiado en los convenios que pretendió efectuar en el período del Interim.
LA REFORMACIÓN EN ALEMANIA. 171
Julio III, quien fué del todo favorable al emperador. Los estados
protestantes habían entrado en negociaciones con
él,
y parecía pro-
bable que Alemania tendría que ceder á su autoridad pero toda ;
Es, »ÍD embargo, jusco recordar que cuando Melancthon firmó los Artículos de
Smalcalda, agregó la explicación de que él personalmente estaba dispuesto á
conceder al papa una superioridad jure humano (por derecho humano,) pero sólo
para promover la unidad.
172 HISTORIA DE LA REFORMACION.
1
Mauricio no capturó á Carlos, porque, según dijo, "No tenía jaula bastante
grande en que encerrar tan gTande pájaro." Carlos huyó de Innspruck el 19
de Mayo de 1552.
LA REFORMACIÓN EN ALEMANIA. 173
pueblo bohemio.
De la relación entre utraquistas y taboritas, es decir, husitas
moderados y radicales, depende íntimamente la historia de Bohemia
durante un siglo entero. Algunas veces ante un peligro común,
podían unirse pero á menudo estaban en lucha uno
los dos partidos,
con otro, y su enemigo común sabía sacar ventaja de las mutuas dife-
rencias de ellos. El rasgo más conspicuo que caracterizaba á
todos, era la exigencia de que se administrase la copa á los legos.
Tres cruzadas emprendidas con la autorización y mandato de
la Iglesia, llenaron áBohemia de los horrores de la guerra pero ;
y por algún tiempo vivió con Durante once años desde 1526,
él.
1
En
1656 todas las Iglesias calvinistas de Hungría aceptaron la Confesión
Helvética.
2
Muy pronto después del principio de la Reforma había discípulos de Lutero
en los Países Bajos; pero será más oportuno narrar la historia del progreso de¡
protestantismo en los demás países después de referir la historia del desenvol-
vimiento del calv'nismo.
CAPITULO VII.
JUAN CALVINO Y LA REFORMACIÓN DE GINEBRA.
La Reformación se había ya establecido firmemente en Alemania
desde antes que se hubiera encontrado un caudillo reconocido entre
las naciones latinas. Ese caudillo apareció en la personade Juan
Calvino, cuya influencia estaba destinada á extenderse mucho más
allá de los límites de las naciones latinas, y cuyo nombre se tras-
mitiría á la posteridad en frecuente asociación con el de Lutero.
Calvino nació en Noyon, Picardía, el 10 de Julio de 1509. No
tenía más de ocho años de edad cuando Lutero publicó sus tesis.
Pertenece á la segunda generación de reformadores, y esta circun-
stancia es importante por el efecto que tuvo en su historia personal
y en el carácter de su obra. Cuando llegó á la edad viril, ya se
había declarado la guerra abierta contra la Iglesia antigua desde
hacía cosa de veinte años. La familia de Calvino había sido de
condición humilde, pero mejoró de condición por su padre que
desempeñó varios empleos, incluyendo el de notario en la corte
eclesiástica de Noyon, y el de secretario en el obispado. La con-
stitución física de Calvino no era robusta, pero pronto reveló una
capacidad intelectual nada común. Llamando la atención de la
familia noble de Momnior que residía en Noyon, fué tomado bajo
su patronazgo como instructor de sus niños. No había tenido
ninguna experiencia del rudo conflicto con la penuria por el que
muchos de los reformadores alemanes y suizos tuvieron que pasar.
Cuando apenas había cumplido doce años, se le agració con los
réditos de una capellanía, á los cuales algunos años después, se
agregaron los de otro beneficio. Al principio quiso su padre que
se hiciera sacerdote. Trasladado á Paris estuvo primero en el
Henry, Herzog, Guizot y otros han creído que Calvino escribió su obra
1
1 "
Imbuido de positivo gusto por la verdadera piedad, ardía con tanto desee
de perfeccionarme que aunque no abandonaba mis otros estudios, les proseguía,
lin embargo, más fríamente." Prefacio á los Salmos.
' La primera edición fué hecha en latín y no en francés como algunos nan
creído.
13
194 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
En los " Institutos " hace Calvino lo que Lutero había hecho en
su libro contra Erasmo hace á la caída misma, es decir, á la
;
afirmación de que nadie de aquellos que una vez han sido conver
tidos, caen de su estado de gracia, siendo el número de los verda-
causa y si hoy en día no la conocemos nos será revelado en »< SHímo día )
satos qre desean tal ó cual cosa, sin saber por qué." " Creo que es
1
Se hizo refrán en Ginebra: "Mejor con Beza en el infierno que con Calvino
en el cielo."
1 En una carta dirigida á Farel dice Calvino que la masa de sus ocupaciones
le babí-i confirmado en su irritabilidad.
200 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN
obispo tuvo que ceder al pueblo su poder tanto civil como militar.
(1533.)
La revolución civil fué seguida por otra eclesiástica. Berna
se hizo protestante : Freiburgo permaneció católica. Desde Berna
se ejerció una influencia protestante en Ginebra. La juventud
C ALVINO Y LA REFORMA EN GINEBRA. 203
llamó por los adictos á Calvino, fué encabezado por Amy Perrin,
Vandel y Jean Philippe, que habían figurado entre los primeros
favorecedores de la Reformación. En sus filas había muchos de
los confederados ó eingenossen, que habían combatido por la inde-
pendencia de la ciudad. En Ginebra se rechazó la fuente bautis-
mal, las guatro fiestas de navidad, el día del año nuevo, la anuncia-
ción y la ascención, y el uso del pan sin levadura en el sacramento,
todo lo cual se conservaba en Berna. Los opositores del nuevo
sistema pedían la restauración de las ceremonias practicadas en
1
Le avergonzó mucho tener que responder á un ataque muy diferente qne
le vino de otra parte. Se le acusó de arrianismo y de sabelianismo. Eso se
debió al cuidado que mostró en el uso de sus términos al hablar de la Trinidad.
sajón había leído algunos de sus libros con " singular satisfacción,"
no manifestando irritación ninguna por sus diferencias respecto de
la cuestiónde la santa cena, y que había expresado un alto grado
de confianza en su capacidad de ser útil á la Iglesia. Creyó que
Lutero era un hombre mucho más grande que Zwingli, pero que
ambos estaban incompletos y bajo el dominio de la preocupación
1
amistad. Con Farel y Viret estaba unido por los vínculos más
estrechos de la intimidad. Aunque se había acostumbrado á la
sumisión, cuando supo la muerte de uno ú otro de sus amigos, dió
expresión á su dolor, algunas veces, en lenguaje patético. Beza
le amó como á un padre.
Tres años después de su expulsión, fué llamado otra vez á
Ginebra por la voz unida del gobierno y del pueblo. La mala
condición en que se hallaba la ciudad, hizo que todos los ojos se
dirigiera-n á él como su única esperanza. El desorden y el vicio
Lutero, después de leerla, " una obra que tiene manos y pies."
Las reminiscencias personales relativas á su conversión contenidas
en esa réplica, forman juntamente con las conservadas en el
Prefacio á su comentario sobre los salmos, una parte importante
de la biografía de Calvino. La obra mencionada causó una
impresión sumamente favorable en Ginebra, y una edición de
ella fué publicada por las autoridades. La ciudad cansada de
facciones,y con un gobierno demasiado débil para ejercer una
el predicador desterrado que nunca
dirección eficaz, se volvió hacia
había carecido de un cuerpo de partidarios entusiastas, á pesar de
haber cedido por el pronto á la excitación que fué la causa de su
expulsión. Aquí se presentaba otro caso en que parecía que la
Providencia intervino para desbaratarle sus planes más queridos
empleándole para un propósito que no era el que él tenía. No
pudo pensar en volver sin estremecerse. El recuerdo de los
conflictos por que había allí pasado, y de las dificultades de con-
ciencia que había sufrido, fué horrible para él. Pero no pudo
resistirse por mucho tiempo á la opinión unánime de sus amigos,
y á las serias instancias que le hacían el senado y el pueblo de
Ginebra. A las solicitaciones de los diputados que le siguieron
de Estrasburgo á Worms, respondió más bien con lágrimas que
con palabras. Su consentimiento fué conseguido al fin, y de
nuevo hizo á Ginebra su residencia donde pasar lo restante de sus
días.
Del sistema del orden civil y eclesiástico que se formó bajo su
influencia, no será posible dar más que un bosquejo. Su idea fué
que la Iglesia estuviera independiente del Estado, pero que una
y otro se relacionaran íntimamente y cooperasen de consuno para
el mismo fin, la realización del reino de Dios en la vida del pueblo.
La que infundir un espíritu religioso en el Estado
Iglesia tendría
que cada uno crea lo que quiera con las Escrituras y la Palabra
;
tendrá mucho éxito. Los verdugos, según este plan, Herían lo?
doctores más eruditos." Pero estas nobles palabras son más bien
expresión de los impulsos humanos de Lutero, que principios
definidos á los que siempre tendría que sujetarse. Se ha dicho
con frecuencia contra los como reprochándoles una
protestantes,
inconsecuencia flagrante, que mientras ellos mismo eran perseguidos,
estaban dispuestos y algunas veces deseosos de perseguir á ot'ros.
Calvino lejos de sentirse impresionado por esta inconsecuencia,
escribe :
" Viendo que los defensores del papado son tan amargos
y atrevidos en bien de sus supersticiones, y que en su furia atroz
derraman la sangre de los inocentes, debe dar vergüenza á los
magistrados cristianos, que en la protección de la verdad, carecen
por completo de espíritu." Las medidas represivas de los gober-
1
Lecky y algunos otros escritores modernos dicen que si los hombres abrigan
firmes convicciones sobre cuestiones religiosas sigue á eso la persecución como
resultado inevitable, y que es un indicio de oblicuidad moral abrigar una
opinión contraria sobre este punto. Según ellos sólo los escépticos pueden ser
tolerantes. Pero i cómo explican dichos escritores lo que ellos mismos afirman,
á saber, que los fundadores del cristianismo, es decir, Cristo y los apóstoles, se
opusieron á la persecución ? El hecho es que mucho de lo que se atribuye al
-acionalismo se debe más bien á la extensión de la influencia del verdadero
cristianismo. Hay dos remedios para la intolerancia y las preocupaciones, á
saber, una cultura liberal y un alto grado de la religión, es decir, el amor ó
caridad que Patío describe en I Corintios xiii. El creyente cristiano puede ser
tolerante y tener á la vez una fe profunda y sincera.
216 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
1 Una vez excitado Calvino igualaba á Lutero en la facilidad ccn que usaba
de epítetos ofensivos. Castellio formó una larga lista de los nombres oprobiosos
que Calvino le había dado. Viret menciona como el origen de las disputas de
Calvino y Castellio el hecho de que la traducción del Nuevo Testamento hecha
por éste no agradó á aquel
OALVINO Y LA REFORMA EN GINEBRA. 217
'
Dyer escritor que está lejos dejustificar á Calvino en su actitud hacia Servet,
dice que las respuestas que éste dió á las treinta y ocho proposiciones heréticas
que Calvino extractó de sus escritos, son muy insolentes y parecen ser obra de
un hombre que tiene trastornada la razón.
;
los libertinos cuando se fué á Ginebra y que ellos espetaban el apoyo de Servet.
Pero no hay evidencia satisfactoria de un arreglo previo entie ellos.
;
diciéndole: "Espero que la sentencia será cuando menos capital: pero deseo
qne so mitigue la atrocidad dél castigo." Quiso que le ejecutasen pero no
con fuego. Calvino publicó una obra bien escrita en defensa de ese procedi-
miento.
CALVIXO Y LA REFORMA EN GINEBRA. 221
1
Calvino condena á Enrique VIII por haberse llamado Cabeza de la Iglesia
jinglicana.
CKLVIHO Y LA REFORMA EN GINEBRA. 227
á ella.
CAPITULO VIII.
LA REFORMACIÓN EN FRANCIA.
El largo conflicto en defensa de los derechos galicanos había
mencionada, dijo que los signos del tiempo indicaban que estaba
cercana una renovación de la Iglesia. Enseñó la doctrina de
una justificación gratuita, y usó las Escrituras como la autoridad
suprema y suficiente. Pero le caracterizaba un sentimiento místico
más bien que un espíritu de polémica y á la vez que esta tenden-
;
:
Schniidt en su obra titulada " Gerard Roussel predicatenr de la Reine Margue-
rite de Navarre," y en varios artículos describe la tentativa hecha por Roussel y
otros para armonizar su aceptación de la doctrina de la justificación por la fe
con su permanencia en la Iglesia católica romana.
.
1
Es una curiosa ejemplificación de los hábitos de la nobleza francesa de ese
entonces que Margarita escribiera cuentos semejantes y que su hija, la virtuosa
y noble Juana de Albert, hubiera redactado la primera edición exacta de ellos.
Los que atribuyen motivos mezquinos á Margarita para explicar su amor á bu
hermano el rey, les hacen á ambos una grande injusticia
LA REFORMACIÓN EN FRANCIA. 233
miento, que no vaciló en hacer causa común con los turcos para
debilitar á su adversario. En general durante el reinado de
Francisco, las opiniones protestantes hallaron no poco favor entre
los de alta categoría. Aun hubo algunos por quienes el luteranismo
fué adoptado. Sin embargo, Lrtero era un alemán demasiado
genuino para poder congeniar con el espíritu francés; pero tan
luego como apareció el calvinismo, se atrajo las simpatías de loa
franceses que aceptaron la fe protestante.
Farel y Calvin o fueron ambos fugitivos de la persecución desa-
238 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
1
Las mismas acusaciones ú otras parecidas se hacían contra los judíos de la
edad media y contra los primitivos cristianos en la época del papano imperio
romano. Gibbon, II. cap. iv.
LA REFORMACIÓN EN FRANCIA. 239
tenía fué tal que muy pronto, cuando se supo que no tendría hijos,
abrigó la idea de devolverla á Italia. Ella tuvo que hacer para
evitarlo, una corte solícita á las cortesanas de su suegro y de su
esposo. Aun después del nacimiento de sus hijos, y cuando su
marido había ya subido al trono, no pudo evadirse de esa
humillante posición. Se sirvió de les buenos oficios de Diana
de Poitiers, cortesana de Enrique, para no cortar sus relaciones
con su esposo, que fundaba en parte la repugnancia que le
tenía en las peculiaridades físicas que Catalina había heredado
de su libertino padre, y que habían trasmitido una constitución
enfermiza á sus hijos. Acostumbrada desde su tierna infancia
1
Davila en su "Historia de la Guerra Civil de Francia," hace la descripción
de una entrevista formal verificada en Vendóme, en la que Condé y otros
ahogaron por la guerra abierta, pero Coligny los persuadió á adoptar una política
LA REFORMACIÓN EN FRANCIA. 243
pudieron debilitar.
Calvino lo mismo que los reformadores luteranos, predicó la
doctrina de la obediencia á los gobernantes, y de una sumisión sin
1
quejas á los sufrimientos y á la muerte. Durante cuarenta años,
los inofensivos hugonotes se habían comportado en conformidad
con este principio, sometiéndose á indecibles indignidades y cruel-
dades que muchas veces les eran infligidas por hombres que en su
mos astuta. Dávila dice que la conspiración de Amboise fué uno de los
resultados de dicha conferencia. Pero es increíble que esa reunión haya
llegado á verificarse, según lo demuestra Ranke en su Historia de Francia,
tomo v.
1
Hablando Calvino del consejo que dió acerca de la conspiración de Amboise,
dice: "Sin embargo, son grandes las lamentaciones que se hacen con motivo
de la inhumanidad empleada para abolir la religión de hora en hora recibimos
;
1
Que los jefes hugonotes creían en la existencia de dicho complot, no admite
duda. Henri Martin (en el tomo IX) parece citar pruebas suficientes de su
existencia, diciendo :
" La autenticidad del complot, eji cuanto á su substancia,
no es dudosa. Los Guisa enviaron á Turquía á rogar al sultán que no atacara
los estados austríacos y estorbara así la obra emprendida de destruir á los
herejes. Las interminables discusiones relativas á la premeditación de la
San Bartolomé aunque interesantes desde un punto de vista histórico, son del
todo fútiles desde el punto de vista moral. La San Bartolomé, es decir, el
exterminio de los herejes ya sea por medio de la violencia ó de una estratagema,
había sido idea abrigada desde un principio en el corazón de los jefes del partido
perseguidor. Cuando les fué posible, emplearon la matanza de la misma manera
que la hoguera."
246 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
1
Beza da una explicación del origen del nombre hugonote. Había la super-
stición de que el fantasma de Hugo Capeto andaba de noche por las calles de
Tours. Como los protestantes celebraban allí sus reuniones por la noche, fue-
ron llamados por irrisión, hugonotes, es decir, la tropa del rey Hugo. Cuando
la conspiración de Amboise se descubrió en Tours se hizo ese nombre común
para designar á los protestantes franceses. De Thou adopta también esta
explicación. Merle d'Aubigné deriva la voz de Eidgenots, nombre dado al
partido liberal que abogó en Ginebra por una alianza de Francia con los suizos.
Martín combina las dos interpretaciones. Littré (Dict. francaise), rechaza una
y otra, y deriva tal término del nombre de algún individuo.
LA EEFORMACIÓN EN FRANCIA. 247
los unos á los otros,y enseñar conforme á las Escrituras, pero sin
insultar la misa y las demás instituciones católicas. Fué una
tolerancia limitada, pero la práctica había sido el dar á edictos
de esta naturaleza, alguna latitud en su interpretación. Calvino
se regocijó, y los calvinistas concibieron, la esperanza de que bajo
este arreglo, podrían convertir la nación á la fe protestante. Mas
el edicto no se observó por mucho tiempo. El legado papal y los
caudillos católicos, influyeron con el rey de Navarra para que
abandonase la causa protestante. Le dijeron que el papa anularía
su matrimonio, dejándole libre para casarse con María, la joven
reina de Escocia. No fué, sin embargo, bastante depravado, para
aceptar esa propuesta. El trono de Cerdeña le fué ofrecido en
compensación de la pérdida de Navarra. La única esperanza de
buen éxito que tenía la política de L'Hospital, se había fundado
en la unión de la reina madre con los príncipes imperiales, y esa
unión ya se había roto.
y del rey, y de por bien ó por mal, los llevaron á París donde
toda la población estaba llena de odio hacia los herejes. Otra
matanza en Sens, aun más cruel que la de Vassy, fué la señal
para una manifestación de furor iconoclasta por parte de los
hugonotes, que dió por resultado una grande destrucción de
monumentos de arte, y la profanación de los sepulcros. Fué un
hecho respecto de los hugonotes, que "menos bárbaros en lo
general, que sus adversarios, hacia los hombres, su ira fué impli-
cable contra las cosas," es decir, contra todo lo que les pareció
objeto ó señal de idolatría.
Así comenzó una serie de guerras terribles que no terminaron
sino hasta el advenimiento de Enrique IV al trono. En cuanto
á la devastación que causaron, puede comparárseles con la Guerra
de Treinta años en Alemania. Francia fué presa del fanatismo
religioso y Las pasiones que siempre se encienden en las
político.
1
El duque de Aumale que defiende el edicto de Amboise, admite que en este
último tratado cometió Condé un error, y agrega, " Se debe admitir que su cora-
zón fué más grande que su mente."
252 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
y cuando
dero de la corona francesa, se casara con la reina Isabel ;
i Henri Martín (tomo IX, cap. viii, 4), dice de Catalina: "Esta mujer fué la
misma mentira, y uno se pierde en el abismo de su falsedad." Michelet en su
relación elocuente de la San Bartolomé dice de ella que " fué doble y falsa
con todos, con si misma."— Guerrea de Religión, p. 399.
256 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
1
Los ofensas cometidas por los anabaptistas contra la decencia y el bueu
orden se comentan con toda extensión por los escritores que están dispuestos
á defender en algo la persecución de dicha secta en los Países Bajos. Pero los
hechos y circunstancias se describen también por escritores que como Brandt,
simpatizan con los anabaptistas.
266 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
1
El fanatismo religioso del empinador, asi como también otros rasgos de
carácter que manifestó después de su abdicación se describen en la "Vida de
Claustro de Carlos V," de Stirling. Otros escritores sobre el mismo asunto son
Gacbard, " Retrait Mort de Charles Quint," y Mignet en su " Charles Quint, son
et
1
En una carta dirigida á la regente en Enero de 1566, el príncipe de Orange
expone algunas de las circunstancias que habían alterado en el intervalo. Dice
acerca de los decretos fijados en Cartones, que "nunca se ejecutaban con toda
rigidez niaun en los tiempos en que la miseria universal no era tan grande
como ahora, y nuestro pueblo por la imitación y prácticas de sus vecinos, no se
había inclinado tanto á las novedades." Describe con claridad cuales serían
las consecuencias fatales de la perseverancia en la política severa del rey.
2
Gachard, en la " Correspondence, etc.," expone en que sentido fué acusado
erróneamente Granvelle. Una de las peores cosas hechas por Granvelle, fué
la recomendación del rapto del hijo de Guillermo de Orange. El joven estu-
diante fué llevado de Louvain á España, donde fué educado en la fe romana
hasta ser un católico consumado.
272 HISTORIA DE LA REFORMACION.
Granvelle, afirma que dicho ministro nunca le hahía aconsejado que pacificara
el país cortando una media docena de cabezas; mas Felipe agrega á ese nega-
ción, —
"aunque tal vez no seria malo recurrir a este medio." Gachard.
> Los mandatos crueles de Felipe se refieren en su famoso despacho enviado
desde el bosque de Segovia en Octubre de 1565.
3
La correspondencia de Granvelle está llena de pruebas de la antipatía
general que había contra los españoles "La mala voluntad que se nota aquí
:
LA REFORMACIÓN EN LOS PAÍSES BAJOS. 273
por todas partes contra todos los españoles," dice en una carta suya. Atribuye
dicha antipatía ií la industria con que los lores propagaban calumnias relativas
al propósito del rey de establecer la Inquisición española, con el fin de gobernar
allí como estaba gobernando en Italia, etc. tíranvel'e recomienda que ciertos
cargos y distinciones, tales como puestos de confianza en Italia, sean dados ü
algunos Habitantes de los Países Bajos para que así se formara un partido
favorable á España entre los amigos de las personas así honradas y entro la
gente que deseara conseguir iguales honores.
274 H1ST0KIA DE LA REFORMACIÓN.
1
El nuncio que era el arzobispo de Sorrento, habla sido enviado á los Países
Bajos ostensiblemente para encargarse de la reformación del clero pero de ;
de violencia. Que había tenido razón de sobra paia huir del país,
se evidenciaba claramente por la ejecución de Egmont y Horn,
elrapto de su hijo inocente que estaba estudiante en Louvain, y
había sido conducido á España, por orden de Felipe la confisca- :
1 Aun los escritores que hacen de la ambición el móvil principal que animaba
á Guillermo, le atribuyen capacidades intelectuales las más elevadas.
2 Algunos historiadores imparciales tales como Juste y Motley, hallan en la
astucia y reserva de Guillermo, elementos desagradables del maquiavelismo.
Según otros, no pasa los límites de una sagacidad digna de un hombre de estado,
y una prudencia justificable. Goethe en su drama de "Egmont" hace que el
regente diga, " Orange no piensa nada bueno, sus pensamientos alcanzan hasta
lo remoto, él es secreto." Y Orange dice á Egmont " Por muchos años llevo:
en mi corazón todos los acontecimientos, me parece que estoy como uno quo
juega al ajedrez, y ningún movimiento de mi adversario debe considerars*
insignificante."
LA REFORMACIÓN EN LOS PAÍSES BAJOS. 283
deponerlo del mando, pues que la muerte del general acaeció poco
antes de que ese designio se hubiera llevado á cabo. Instigado
tal vez por la envidia, ó la creencia de que Parma no había dado
suficiente autoridad á los españoles, y por otras razones de menor
peso, Felipe había en efecto resuelto destituir al comandante que
le había conquistado las provincias meridionales de los Países
Bajos, y llevado dos veces sus armas victoriosas hasta dentro de
Francia, compeliendo á Enrique IV á levantar el sitio de París
y de Rouen. El rey no habría detenídose por la ingratitud
envuelta en un acto tal, ni por la condenación que la opinión
pública de la Europa indignada hubiera pronunciado contra él.
Era cosa que caracterizaba á Felipe, buscar el cumplimiento de
sus miras por medios indirectos y capciosos.
La muerte de Guillermo no destruyó la república que le debía
su existencia. El hijo mayor de este príncipe permaneció en
España donde había sido criado en el servicio del gobierno
español ;
pero en su segundo hijo Mauricio, bailó el partido
liberal un caudillo de notable capacidad militar.
nuevo El
estado creció en potestad. Los marineros holandeses capturaron
las naves españolas en cualquier mar donde aparecían, y atacaron
Hay razón para creer que aun á principios del siglo XVI, había
entre la población rural de Inglaterra muchos lolardos, ó discípulos
de Wickliffe. Se refiere que en la primera parte del reinado de
Enrique VIII, algunos miembros de esta secta fueron compelidos
á retractarse, y que otros fueron quemados en la hoguera. Cuando
Juan Knox predicó su doctrina en el norte de Inglaterra y el sur
de Escocia, encontró una recepción cordial en los distritos donde
vivían los lolardos. El renacimiento literario había preparado
también otra clase de la sociedad inglesa, para la reforma eclesiás-
1 Erasmo en una carta dirigida á Lutero, habla de la cordial acogida que los
libros de éste habían tenido en Inglaterra. Warham en una carta dirigida á
WíJsey en Marzo de 1521, trata de la circulación de libros luteranos en Oxford.
' El título " Defensor de la Fe " fué dado á Enrique personalmente, pero él
aunque esta fué reprimida sin hacer concesión alguna á sus promo-
tores, el rey tuvo por conveniente cambiar su política eclesiástica.
La facción católica consiguió la preponderancia, y á pesar de la
oposición de Cranmer y sus amigos, á los seis artículos relativos
á " la abolición de la diversidad de opiniones " en cuanto á religión,
se les dió fuerza de ley. Estos artículos imponían el deber de
creer en la transustanciación, y en lo innecesario de tomar ambas
especies en la comunión prescribían el celibato del sacerdocio
;
Se estableció una regencia en la que Somerset, tío del rey, fué jefe
ces se encargó de los negocios del país, concluyó con Francia una
paz en que se renunció virtualmente al proyecto del matrimonio
entre Eduardo y María. Cranmer fué encargado de la revisión
de los estatutos eclesiásticos, inclusive aquellos que se ocupaban
del castigo de la herejía, pero antes que se concluyese la tarea,
murió el rey que apenas contaba diez y seis años de edad (1553).
El movimiento reaccionario que empezó con el advenimiento de
María al trono, tomó fuerza con las tentativas infructuosas hechas
por Northumberland para privarla de él, procurando éste persua-
reina.
La nación se regocijó con el advenimiento de Isabel al trono.
La nueva reina debido tanto á su educación como á su índole
natural, propendió hacia un protestantismo conservador en alto
grado. Defendió con una resolución inquebrantable la supremacía
real en la porque de otra manera habría expuesto á la
Iglesia,
duda su propia legitimidad y derecho al trono y además de todo ;
Jewel, que con justo orgullo han sido consideradas por los angli-
canos como una hábil refutación de las acusaciones católicas roma-
nas contra su sistema. En un tiempo muy posterior, Lord Bacon
en su " Aviso acerca de las Controversias de la Iglesia de Ingla-
terra," habla de los rígidos defensores de todas las órdenes eclesiá-
sticas, diciendo que comenzaban á condenar á sus opositores dándoles
el carácter de " secta." " Sí," dice, " algunas personas indiscretas
1
Burnet dice que fué "el estilo común de ese entonces," derivado de los
escolásticos, " considerar que los obispos y sacerdotes ocupan el mismo oficio."
Después del Concilio de Trento la doctrina de la institutio divina de obispos,
prevalecía en la Iglesia católica. Véase Gieseler, I. i. 2.
2 Véase Burnet, I, ii, Colección de Documentos xxi. " Las Resoluciones de
varios Obispos y Teólogos, respecto de varias cuestiones relativas á los Sacramentos,
etc." " Preg. 10 ¿ Fueron primeros los obispos ó los sacerdotes ? y si los sacerdo-
tes fueron primeros entonces ¿los sacerdotes hicieron á los obispos?" Cranmer
contesta: "Los obispos y los sacerdotes existían á una y la misma y no
vez,
eran dos cosas sino un solo oficio en el principio de la religión de Cristo."
" Preg. 12. ¿ Exige el Nuevo Testamento alguna consagración de los obispos
ó sacerdotes, ó es suficiente un simple nombramiento para ese oficio?" Cran-
mer contesta: "En el Nuevo Testamento aquel que es nombrado obispo ó
sacerdote, no necesita, según las Escrituras de ninguna consagración, porque
es suficiente ser elegido ó nombrado para ese puesto." En respuesta á la pre-
gunta Cranmer dice, que no se prohibe en la ley de Dios " si muriesen todos
14, '
los obispos y sacerdotes que hay en una región que "el rey de esa región
hiciese obisposy sacerdotes para suplir tal falta." En la Declaración firmada
por Cranmer y otros obispos y por Cromwell, después de describir plenamente
las funciones del clero, se dice: "Este oficio, este poder y autoridad fueron
encomendados y entregados por Cristo y sus apóstoles á ciertas personas sola-
mente, es decir, á los sacerdotes ú obispos, á quienes ellos mismos eligieron,
llamaron y admitieron á dicha potestad por medio de oraciones y la imposición
de las manos." " La verdad es que en el Nuevo Testamento no se hace mención
de grados ó distinciones algunas en las órdenes del clero, sino sólo de diáconos
ó ministros, y obispos 6 sacerdotes." Trece obispos y un número considerable
de otros eclesiásticos firmaron esta proposición. Hallam cree que Bancroft no
enseñó la doctrina del derecho divino de los obispos, en su sermón predicado
en la catedral de St. Paul en 1586.
;
acerca de este asunto con ciertos " libre albedristas," con respecto
á los cuales escribió á sus compañeros mártires que estaban en
Oxford. La carta que escribió Ridley en contestación, claramente
implica que estaba de acuerdo con su amigo en esta opinión.
Strype dice que Ridley y Bradford escribieron sobre la predesti-
nación, y que el tratado de este último fué aprobado por Cranmer.
Ridley y Latimer. Las relaciones que mantenía Cranmer con
Bucer y Pedro Mártir, ponen de manifiesto su opinión relativa á
este asunto. Bucer antes de su llamamiento á Inglaterra, había
dedicado á Cranmer una exposición de la epístola á los Romanos,
en la cual enseña la doctrina de una predestinación absoluta.
Pedro Mártir defendió muy eruditamente esta doctrina en Oxford,
y replicó á los tratados anticalvinistas de Smith, su predecesor, y
de Pighius, opositor de Calvino. Durante la residencia de Mártir
en Oxford, fueron formulados los "Artículos." Cuando María
subió al trono, Cranmer ofreció defender, en unión de su amigo,
Mártir, en una discusión pública, las doctrinas que se habían esta-
blecido en el reinado anterior. Es imposible creer que se hubiera
diferido sustancialmente con respecto á esta doctrina esencial del
credo. Hay más razón para el aserto de que los formularios de
la Iglesia de Inglatera, son agustinianos en distinción de calvinis-
1
tas. Sin embargo, es admitido por investigaderes imparciales, que
sigue. Agustin enseñó que la caída de Adani, es decir, el primer pecado, fué
el objeto de un decreto divino permisivo. Pero Calvino no se satisfizo con
afirmar un mero permiso pasivo por parte de Dios, y se expresa de tal manera
sobre el asunto que tiende á la posición supralapsariana. Esta tendencia fué
llevado á un extremo por Beza y una porción de los calvinistas. Pero el
calvinismo infralapsariano ó agustiniano ha gozado de los sufragios de la
mayoría de los calvinistas; se enseña en la Confesión de Fe de West-
minster, y aun el Credo del Sínodo de Dort no pasa más allá de dichos
límites. Agustin enseñó la preterición, en vez de la reprobación de los malos,
ó con más claridad, que Dios no reprueba á los malos de tal manera que el acto
divino determine su pecado, sino sólo decreta el castigo de los que son pecadores.
Los ultra calvinistas enseñan que el decreto de reprobación es activo y análogo
al de la elección y á la vez niegan que Dios es el autor del pecado. Calvino
;
que Calvino admite que tengan. Por ejemplo, Agustín creía que todos los
niños bautizados son salvos. Esta idea sacramental se señala muchas veces
como un rasgo del anglicanismo que lo distingue del calvinismo. Pero Calvino
enseñó no sólo que los niños bautizados gozan de una medida de gracia capaz
de salvarles, sino que todos los tales "se engerían en el cuerpo de la Iglesia,"
y son aceptados como los hijos de Dios por el solemne símbolo de la adopción,
y que Dios "tiene diferentes grados de actividad regeneradora para los ¡5
20
;
1
Hallamos pruebas concluyentes de que Sandys y Cox, pro-
.Tewel, Nowell,
fesaron estar de acuerdo con los reformadores de Zurich y Ginebra en todas
sus doctrinas. Hallara, Historia Constitucional, cap. vii. El arzobispo Grindal
(en ese entonces obispo de Londres,) escribiendo en Junio de 1562 con respecto
á ciertos luteranos de Bremen, dijo, "Es de admirar que ellos hacen tanto
ruido acerca de la predestinación. Que consulten lo que dice su propio Lutero
con respecto á la 'Esclavitud de la Voluntad.' ¿Que enseñan Bucer, Calvino
y Mártir que uo se sostenga en este tratado?" Se creía que esos reformadores
principales estaban snstancialmente unidos acerca del asunto.
2 Hooker en el extenso prefacio á su tratado, elogia á Calvino, diciendo que
él era " incomparablemente el hombre más sabio que jamás había tendido la
Iglesia francesa desde el día en que gozaba de él." Habla con alto encomio de
los "Institutos" de Calvino y de sus comentarios, y no se opone al sistema
doctrinal del reformador de Ginebra. Sin embargo, en la obra de Hooker
notamos los rasgos distintivos de la escuela anglieana. Tulloch llama la aten-
ción á lo que designa como "lo comprehensivo y la perspicacia genial de pensa-
miento" de los calvinistas anglicanos tales como .Tewel y Hooker.
3
De los Artículos de Lambeth se puede decir que si el V expone que sólo los
elegidos perseverarán en el ejerció de la fe verdadera y justificante, el VI
LA REFORMACIÓN EN INGLATERRA Y ESCOCIA. 3(1
agrega que todos los que tienen semejante fe, tienen una plena seguridad y
certeza de su salvación eterna. Los Artículos adoptados por la Iglesia episcopal
de Irlanda en 1615, son enfáticamente calvinistas. Y el arzobispo Usher
primado de la Iglesia irlandesa en 1«24. abogaba por ese tipo de la teología.
308 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
Strype dice que cuando Grindal fué nombrado obispo de Londres, "tenía
1
puestos aun á seguir sus propios caminos en silencio, fué eso causa
también de acaloradas disputas. La reina resolvió insistir en la
uniformidad, y exigió á sus obispos, especialmente á Parker, que
persiguiera á los contraventores. Al fin empezaron los puritanos
á organizarse aparte en conventículos, (nombre dado á sus reuniones
por sus adversarios,) con el finde rendir su culto conforme al
método aprobado por ellos. Los puritanos eran numerosos sus ;
Iglesia universal, " como el sujeto más elevado del poder," no está
obligada de un modo absoluto á adherirse á este sistema. Puesto
que la Iglesia es así un legislador autorizado, es un acto reprensible
el desobedecer los reglamentos que la misma establece, siempre que
1
El espíritu de Hooker se revela en la siguiente noble sentencia: "Habrá
un tiempo en que tres palabras jronunciadas con caridad y bumildad, recibi-
rán una recompensa muebo más bendita que tres mil fomos escritos con una
agudeza desdeñosa de ingenio."
314 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
Bacon dijo " Por mi parte confieso que en mi meditación sobre las Escri
1
:
hallan al sur del río Clyde. Los hermanos," dijo Knox, " resol-
"
vieron obrar con sus propias manos " y, sin esperar más que lo
hicieran el rey y el consejo, " ejecutar el juicio pronunciado por
Dios contra los idólatras que quebrantan la ley divina, sirviéndose
1
Morton en la confesión que hizo antes de ser ejecutado, admitió que Both
well le había rogado que entrase ni el complot; y agregó que no lo reveló i
1» reina por " ser ella la hacedora de él." Melville dice que todos sospechaban
que Bothwell era el asesino de Darnley.
334 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
se separó del lecho de su marido para asistir á las fiestas con que
iba á celebrarse el matrimonio de uno de sus servidores de Holy-
rood. Esa noche la casa fué volada con pólvora que BothwelJ
y sus compañeros habían colocado en la pieza destinada á la reina,
debajo de la de Darnley. El cadáver de éste se halló lejos de la
casa. Se ignora todavía si él fué estrangulado ó muerto de otra
manera antes de la explosión. Los conspiradores tenían llaves
falsas y habían perfeccionado deliberadamente todos sus planes.
Sea que la reinahaya tenido ó no parte en el crimen, su conducta
posterior fué bastante imprudente para justificar las peores sos-
pechas. Bothwell á quien se tenía como el criminal principal, fué
declarado inocente después de un juicio tal que no fué otra cosa que
una burla hecha á la justicia. En vez de ser objeto de la indignación
de la reina, se elevó más en su favor y fué honrado con tantos puestos,
que se hizo el varón más poderoso del reino. El segundo suceso
notable fué el rapto de la reina por Bothwell. Este acuadillando
una pandilla formada por sus dependientes, salió al encuentro de
la reina yendo ésta de camino, y sin que opusiera ninguna resisten-
cia se la llevó por la fuerza al castillo de Stirling. Poco antes en
una cena que dió Bothwell en Edimburgo, quizás á causa del terror
que inspiraba, había persuadido á algunos de los primeros hombres
de Escocia á que firmasen un papel en que se recomendaba á la
reina se casase con él. María en la relación que hizo de lo que
pasó durante su residencia en Stirling, dice que su raptor usó
alguna violencia, pero protestándole á la vez tanto amor, que ella
movida por eso y por la idea que tenía de los grandes servicios que
él le h.abía prestado, no pudo menos que perdonarle ese exceso de
pasión. Sir Jacobo Melville, amigo fiel de la reina que la había
amonestado, á riesgo de su vida, contra su proyectado enlace con
Bothwell, estaba con ella cuando éste le detuvo; y dice secamente
que el capitán Blackader que hizo la captura, le manifestó "que
lo había hecho con el consentimiento de la reina." Spottiswoode
que escribió la historia de María á petición de Jacobo VI, hijo do
ella, dice que " Nadie dudó que el rapto fué hecho con la propia
LA REFORMACIÓN EN INGLATERRA Y ESCOCIA. 336
fuere se veredicto final, que las cartas tienen muchas marcas inter-
nas de autenticidad que sería muy difícil que un falsificador inven-
tase, y que el escrutinio á que fueron subjetadas en el Consejo
1
Spottiswoode dice de Murray: " Un hombre verdaderamente bueno y digno
de ponerse en la categoría de los mejores gobernadores que este reino (Escocia)
ha tenido, y por consiguiente hasta hoy en día es honrado con el título del
'•buen regente."
J
No ha podido resolver todavía la cuestión relativa íí la culpabilidad ó
se
inocencia de María. Los mejores historiadores desde ese entonces hasta la
actualidad han abogado por distintas teorías sobre el asunto. De Thou, el gran
historiador francés, concordaba con Ruchanan en creer en la culpabilidad de
María, y Jacobo I no pudo persuadirle á retractar su fallo desfavorable. Los
que se interesan en la controversia pueden examinar las obras á su alcance qu*>
tratan de la historia de dicho reiuado.— B.
LA REFORMACIÓN EN INGLATERRA Y ESCOCIA. 337
1
Los últimos días de Knox no estuvieron exentos de peligros y conflictos.
Cuando en 1571 el partido de la reina ganó la ascendencia en Edimburgo, él
se retiró á San Andrés. Jacobo Melville, más tarde ministro, y en ese entonces
estudiante en dicho colegio, nos proporciona una descripción muy interesante
de Knox como anciano y muy decrépito, con el cuello envuelto en un embozo
de de marta, un bastón en la mano, y ayudado en su tránsito por la calle
piel
por su fiel servidor Ricardo Bannatyne, "por el dicho Ricardo y otro criado
subido basta el pulpito donde descansaba sobre el atril al principio; pero anteo
de concluir su sermón, se hacía tan activo y vigoroso que casi hacía pedazos el
púlpito con los golpes de sus manos, y casi volaba de allí él mismo." Knox
murió en Noviembre do 1572. Morton dijo sobre su sepulcro, "que Knox
nunca habia temido ni adulado á nadie."
LA REFORMACIÓN EN INGLATERRA Y ESCOCIA. 339
1
Algunos han intentado probar que Dante fué hostil á la soberanía
críticos
espiritual de los papas.Una de sus teorías es de que Dante y los demás poetas
principales de esa época eranmiembros de una sociedad secreta anti-sacerdotal.
Gabriel Rossetti aboga por esta idea; peí o ellos no han podido establecer sus
teorías.
346 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
1
Este chiste se reproduce en otra forma por Voltaire que dice de " nuestra
religión,"que "es incuestionablemente divina puesto que diez y siete sigl(s d«
impostura é imbecilidad uo la han podido destruir."
'
coiuetidos por el papa, escribió en 1542 " Por donde quiera que
:
español de noble cuna, que unía al amor por su profesión al/, del
LA REFORMACIÓN EN ITALIA Y ESPAÑA. 353
curso del tiempo, las visiones que tenía de una caballería andante,
iban cediendo el lugar á la idea de fundar una orden de caballe-
ros cristianos cuyo jefe sería Cristo. Cambió el romance de
" Amadis " por las vidas de los santos. La devoción romántica
de un caballero á su dama, se convirtió en otra análoga rendida
á la Virgen ante cuya imagen suspendió su lanza y su escudo.
Atormentado durante mucho tiempo por el remordimiento y la
melancolía, con alternaciones de paz y regocijo, halló al fin reposo
en la convicción de que sus lúgubres sentimientos le habían sido
inspirados por el espíritu maligno, y que debían ser desechados
presidente. La nueva
orden fué eximida de la práctica de esos
ejercicios monásticos que consumen por regla general, el tiempo
'le los monjes, disponiendo así todos sus miembros de tiempo sufi-
1
La historia del Concilio de Trento ha sido escrita por dos autores de genio
muy distinto, á saner, por el Padre Pablo Sarpi, enemigo del poder papal, y
Pallavieini, defensor y apologista de dicha potestad. Ranke ha hecho un
examen crítico y concienzudo de las obras de ambos en un apéndice á su
" Historia de los Papas." Dice " Ambos son partidarios cumplidos y carecen
:
del espíritu característico del verdadero historiador que se ase de las circun-
stancias y objetos en su entereza verdadera y los expone bajo una luz distinta.
Sarpi era capaz de hacer esto, pero su única mira fué el de atacar; Pallavicini
tenía infinitamente menos del talento necesario y su objeto fué el de defender
bu partido á todo riesgo." Hablando de Sarpi, Ranke dice también en otra
parte: "Junta las autoridades que quiere citar con diligencia y las usa con
grande talento ni podemos decir que falsifica el testimonio de ellas, ni que las
;
fuerzos que tenían por mira disminuir las prerogativas del papa.
La " Professio Fidei " ó breve fórmula de suscrición al credo tri-
dentino, contenía una promesa de obediencia al papa. A este
formulario todos los eclesiásticos y maestros tienen que asentir.
El catecismo romano fué preparado y publicado bajo la dirección
del papa, por autoridad del Concilio ; la Vulgata que se había
declarado autoritativa en las controversias, se mandó publicar en
una versión autorizada, y se prepararon también un Misal y
Breviario para el uso general. El Concilio de Trento hizo una
grande obra al promover la educación del clero, la mejor organiza-
ción de todo el cuerpo jerárquico, y la mejor ejecución de la disci-
plina eclesiástica. Sus cánones de reforma regularon los deberes
del sacerdocio seglar, determinaron las obligaciones que incumhen
á los obispos, é introdujeron un nuevo orden más eficaz que el
anterior en la administración de las parroquias.
El credo tridentino fué definido é inteligible en su negación de
ción sólo por la fe, adquirió allí, como en Italia, la mayor acepta-
ción. En Sevilla las creencias evangélicas fueron introducidas
por Rodrigo de Valero, hombre de alta categoría y cuyo carácter
había sido reformado por haberlas aceptado, y éste las promulgaba
en sus conversaciones y las exposiciones que hacía de las Escrituras
ante reuniones privadas. Fué salvado de las llamas por la influen-
ciade personas de autoridad, pero sólo para ser encerrado en un
convento. Los más eminentes predicadores de las ciudades, el
Dr. Juan Egidio y Constantino Ponce de la Fuente que había
nuevo movimiento.
sido capellán del emperador, se alistaron en el
La opinión pública predominante en Sevilla favorecía este prote-
stantismo verdadero aunque oculto. Fué aceptado también en los
¿ Por qué no pudo ir más allá de los términos que había alcanzado
en la primera época de su existencia? Macaulay ha tratado esta
cuestión eu un ensayo ingenioso, en que además de aducir algunas
razones oportunas, niega de una manera extraña que la religión
sea una dependa del avance de
ciencia progresiva cuyo desarrollo
la ilustración Aparte de sus especulaciones paradójicas
general.
sobre este último punto, la explicación que hace de las causas que
detuvieron el progreso del protestantismo, aunque elocuente y
LA REFORMACIÓN EN ITALIA Y ESPAÑA. 367
del enemigo.
7. No se puede negar que en la Europa meridional se mani-
festaba un apego más arraigado al sistema católico, que el que se
le tenía entre las naciones del norte que adoptaron la Reformación.
En Alemania la gente común escuchó con alegría las enseñanzas
de Lutero, y el protestantismo asumió allí en gran parte, el carác-
ter de un movimiento nacional pero en Italia y España fué prin-
;
sticos que
hallaban bajo su señorío, y que todo acto de seculariza-
se
ción de esta naturaleza, era nulo que los arzobispados y obispados
;
que se habían hecho protestantes desde ese tratado, debían ser de-
vueltos ;
que la Declaración de Fernando II que dejaba en libertad
á los súbditos protestantes de príncipes eclesiásticos, carecía de valor,
y era permitido compeler á dichos súbditos á hacerse católicos, so
pena de expulsión de sus domicilios. Es decir, las estipulaciones
de la Paz religiosa contrarias á los intereses de los protestantes,
siderar como aliado natural del gobierno popular. Según él, era
un axioma el proloquio de, "No hay obispo, no hay rey." Su
alma se deleitaba con el contraste entre los prelados que se arro-
dillaban obsequiosamente delante de él, y los ministros de la KirJt
de sentir por ella esa aversión, si es que alguna vez la había abri-
gadc seriamente. Durante el reinado de Jacobo, el golfo que
separaba á la Iglesia anglicana y los puritanos, se hizo más extenso,
principalmente á consecuencia de dos cambios efectuados en aquella.
La forma de gobierno episcopal que había sido considerada en la
época de Isabel, sólo como una de entre las varias formas admisi-
bles de gobierno eclesiástico, llegó á tenerse después más y más,
como una ordenanza divina é indispensable á la constitución de
una Iglesia de tal manera que según Macaulay dice, en opinión
;
de este partido, sería tan difícil que existiera una Iglesia verdadera
6¡n la doctrina de la Trinidad ó de la Encarnación, como que
existiera sin obispos. El otro cambio consistió en la extensión en
el cuerpo anglicano, de la teología arminiana, cosa que introdujo
una diferencia doctrinal que no había existido antes, entre la
1
Jacobo I envió al Sínodo de Dort comisionados que le dieron extensos
informes de los procedimientos de dicho concilio. Algunos de ellos fueron
recompensados con una promoción eclesiástica. Mrs. Hutchinson, escribiendo
acerca del intervalo que media desde 1639 basta 1641, que cae en el siguiente
reinado, dice, al tratar de la doctrina de la predestinación, que en ese tiempo
esta grande doctrina se hizo menos de moda entre los prelados, pero fué
aceptada por regla general por todas las personas santas y religiosas del
país.
;
con los papistas, fué vacilante. Ora las leyes contra ellos eran
fielmente ejecutadas, y ora la ejecución de ellas era suspendida
¡legalmente por algún decreto del rey. Pero la severidad ocasional
una vez el rey, " que no doy á Laúd ningún puesto en el gobierno,
porque hallo que tiene un espíritu inquieto y no puede ver cuando
los negocios andan bien, sino que prefiere estar en continua agita-
rio" fué expedido por orden del Parlamento, para el arreglo del
culto, en vez delLibro de Oración. De uno á dos mil ministros
que rehusaron sujetarse al nuevo orden de cosas, fueron destituidos
de sus puestos. El sistema presbiteriano semejante al de Escocia,
con la excepción de que podía apelarse del más alto tribunal
eclesiástico al Parlamento, fué establecido legalmente en Ingla-
LUCHAS DEL PROTESTANTISMO EN EL SIGLO XVII. 385
1
Martín dice hablando del partido hugonote, que retardó el avance de la ola
usurpadora del despotismo. "Habría sido mejor lanzar á los de la Rochela
oontra España que haberlos destruido. Richelieu no abusó de su victoria, pero
dió lugar á que otro ^abusara de ella después de él. Si la Rochela no hubiera
sido tomada, no se habría osado principiar de nuevo las persecuciones y revocar
el Edicto de Nantes. Michelet dice que tanto Enrique IV como Richelieu tra-
bajaron para conseguir la unidad nacional, el pjimero per el uso, y el segundo
por la destrucción de las fuerzas vitales.
394 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
de los reformadores ;
pero en vez de ir como ésto* más allá de 1< a
padres para basar su fe en las enseñanzas bíblicas, se fundaron en
la autoridad patrística, y se contentaron con seguir implícitamente
al gran fundador de la teología latina. Bajus, profesor de la
universidad de Louvain, cerca de fines del siglo XVI, empezó á
dar esta nueva interpretación á los principios agustinos. Pero
fueron Jansenio, profesor también de la misma universidad y
obispo de Ypres, y su condiscípulo Duvergier, abad de San Cyran,
quienes dieron posteriormente nuevo impulso al movimiento. San
Cyran, Pascal, Arnauld, Nicole y sus adeptos llamados Port Roya-
listas á causa de su relación con el claustro de aquel nombre, se
salió de las guerras encendidas por su ambición sin haber < onse-
guido su fin y lleno de compromisos. Un rasgo significante de la
paz de Utrecht, fué el reconocimiento del elector de Brandenburgo
como rey de Prusia. Al paso que Suecia iba decayendo de la
eminencia que había ocupado por algún tiempo como la principal
potencia protestante en el Norte, Prusia empezaba á elevarse par»
reemplazarla.
El reinado de Luís XIV efectuó la completa paralasis y postra
ción de la reacción católica. Los papas se encontraron incapaces
de luchar con el poder temporal. La disposición de varios pontí-
fices de favorecer miras de España y de Austria, hizo más
las
1
Esta idea relativa á la justificación es la clave que nos abre el significado
del comentario de Lutero sobre la epístola á los Gálatas, y el de Melancthon
sobre la escrita á los Eomanos. Es el rasgo distintivo de la exégesis protestante
de los escritos de San Pablo.
404 HISTORIA DE LA REFORMACION.
cordia divina.
1
De todo esto se sigue que la eficacia del sacra-
mento es independiente del carácter personal del que lo administra,
siendo el único requisito esencial, que el individuo tenga la inten-
ción de administrar el rito sacramental, porque, según los católicos
romanos, sin dicha intención no hay sacramento. Además de esto,
reparatur." Con. de Trento, Ses. vii, Proemium. "Si quis dixerit sacramenta
novae legis non esse ad salutem necessaria ;" " si quis dixerit, per ipsa novae
. . .
legis sacramenta ex opere operato non conferri gratiam, anathema sit." Ibid.
iv. viii.
1 Esto es la declaración del Concilio de Trento Cses. viii.
can. vi.): "Si quis
dixerit sacramenta novae legis non continere gratiam, quam signiflcat; aut
gTatiam ipsam non ponentibus obicem non conferre, anathema sit." (Si alguno. .
dijere que los sacramentos de la nueva ley no contienen la gracia que significan,
ni confieren la gracia á los que no oponen ningún obstáculo, sea anatema.) .
Los últimos escolásticos enseñaban que los sacramentos son eficaces salvo en el
caso en qne un pecado mortal se interpone como obstáculo que estorba la activi-
dad de la gTacia divina. Duns Escoto dice " Non requiritur ibi bonus motas
:
interior, qui mereatur gratiam." (El buen impulso interior no se exige alli
para que uno merezca la gracia, etc.) Gabriel Biel sostiene la misma tesis.
Esta es la doctrina atacada por los reformadores. Después de la Reforma dice
Bellarmín: "Voluntas, fides et poenitentia in suscipiente adulto necesario
requiruntur ex parte subjecti, etc. (Voluntad, fe y arrepentimiento se exigen
necesariamente de parte del sujeto si es adulto el que lo recibe, etc.) Una de
lae primeras proposiciones cuya retractación pidió Cayetano á Lutero, fué:
408 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
Eeforma. Se dehe recordar, sin embargo, que la fides (fe) que Bellarmín dice
ser necesaria por parte del que recibe el sacramento, no es la fe salvadora de
los protestantes, sino un mero asentimiento á la verdad de una doctrina.
En cuanto al carácter de la " intención " que debe tener el sacerdote en el
acto de celebrar el sacramento para que este sea válido, algunos dicen que
es meramente exterior, es decir, la intención de hacer la fórmula exterior
ordenada por la Iglesia; otros dicen que es interior, es decir, el propósito de
efectuar el fin ó designio propuesto en el sacramento. El Concilio de Trento
no resuelve la dificultad. Ses. vii. xi. Perrone uno de los más eminentes de
los recientes teólogos católicos, defiende la necesidad de una intención interior.
Esta opinión se acepta por lo general como más consonante con el significado
de la declaración del Concilio tridentino. Si es así, se sigue que si el sacerdote
abriga otra intención secreta, puede privar al comulgante del beneficio del
sacramento iue -ree recibir.
LA TEOLOGÍA PROTESTANTE. 409
1
Sin embargo, tanto los luteranos como los calvinistas creen que en el sacra-
mento el signo exterior representa la operación interior del Espíritu Santo que
da al sacramento su eficacia. Per ejemplo, en la Confesión belga (art. xxxiii)
se dice de los sacramentos "Por quae ceu media deus virtute spiritus sancti
:
in nobis operatur" (Por cuales medios Dios obra en nosotros por la virtud del
Espíritu Santo). En Helvética, ii (xix), se dice acerca de loa
la Confesión
sacramentos: "Signa et res significatae inter se sacramentaliter coujunguntu:
inquam, vel uniuntur per significationem mysticam et voluntatem vel con-
silium ejus qui sacramenta constituit" (Los signos y las cosas significadas se
unen unas con otras sacramentalmente, es decir, ó se unen debido al significado
místico y la voluntad ó propósito del que constituye los sacramentos).
LA TEOLOGÍA PROTESTANTE. 411
1
Grotius responde á las objeciones de Socino negando que la expiación 6
satisfacción es el pago de una deuda. El gobernante es libre para perdonar,
dado el caso en que el buen orden público no se ponga en peligro á causa de su
acto. El fin final que el soberano se propone realizar por la inflicción de casti-
gos es evitar que haya más crímenes y conseguir que haya seguridad dentro
do los límites del Estado. La muerte de Cristo, en sn efecto moral como medio
para conseguir este fin es equivalente á una pena legalmente aplicada, puesto
que revela el odio que Dios tiene al pecado. Por consiguiente dicha muerte
pone al gobernante divino en libertad para perdonar á todo pecador que so
someta á las condiciones que Dios tenga á bien exigir. Los gérmenes de la
doctrina de Grotius existen en la teología de Escoto que afirma que la expiación
no es intrínsicamentc equivalente á la pena, pero se acepta por Dios como susti-
tuto. La voz aceptilatio (consentimiento) usada por Escoto repugnaba á Grotius
y éste rehusó usarla, pero sus objeciones son meramente verbales y técnicas.
LA TEOLOGÍA PROTESTANTE. 415
y debido
cipal de las Iglesias metodistas, la adoptó sustancialmente,
á hoy día un cuerpo numeroso y poderoso de adeptos.
él tiene
1
Es interesante notar que el tipo de la teología adoptada por cada uno, es
decir, su modo de interpretar el evangelio depende en cada caso y en gran parte
del carácter de su experiencia religiosa, es decir, de si baya pasado ó no, por
una crisis religiosa, 6 tiene un centro definitivo de vida religiosa, como sucedió
en el caso de Lutero. Esta diversidad se nota aun en los casos en quo no existo
nir guna discrepancia en cuanto á doctrina aun en la edad apostólica entre
;
1
La "Forma de Concordia" (1580) expone la teología luterana en oposición
al sistema de Melancthon
y en contraste con el calvinismo. Niega el siner-
gismo, y afirma que el hombre carece de poder para cooperar en su conversión;
pero niega también que la gracia salvadora es irresistible, y atribuye el recha-
zamiento de Cristo en cada caso á la resistencia ofrecida por el individuo al
Espíritu Santo, y afirma que el Evangelio se ofrece umversalmente á todos.
Toda doctrina parecida á la de la reprobación es excluida del sistema. La con-
clusión lógica de semejantes premisas, es que la predestinación es sólo condi-
cional, loque en efecto es la doctrina luterana enseñada en el siglo XVII.
Esto constituyó el primer punto de diferencia entre los luteranos y calvinistas.
420 HISTORIA DE LA REFORMACION.
1
Grotius niega la validez universal del Decálogo bajo la nueva dispensación
6 época del cristianismo. Por ejemplo, hablando del cuarto mandamiento, cita
lo que Lutero, Calvino, Melancthon, Zwingli y otros reformadores dijeron
acerca de la observancia del día del Señor, en que todos niegan que la obliga-
ción de consagrar á Dios un día en cada siete días, se impone á los cristianos
por dicho mandamiento. Zwingli dice que sería mejor segar, cortar leña 6
hacer otro trabajo necesario que la estación del año exige después de asistir al
culto de Dios, y no estarse ocioso, por que " el creyente es superior al sábado."
Los Actos del Sínodo de Homberg hablan en el mismo sentido. Los puritanos,
afirmaron la obligación perpetua del cuarto mandamiento, con el único cambio
del séptimo al primer día de la semana, en obediencia á una disposición hecha
rr>n autorización divina.
422 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
tarea,y que sin el auxilio de Dios, nada se bace con buen éxito.
Debido en parte á la oposición de Lutero, y aun más á las causas
mismas en que se basaron sus objeciones, la constitución eclesiástica
de Hesse, nunca fué puesta en pleno vigor.
El curso de los acontecimientos en Alemania, había puesto el
gobierno de la Iglesia en manos de los príncipes protestantes, dentro
de sus respectivos estados. Los teólogos y juristas propusieron
varias teorías para explicar y justificar dicho resultado. prin- A
cipios del siglo XVII, el " sistema episcopal " fué el mejor aceptado,
1
En 1571 hubo una seria disputa en la Iglesia francesa entre los que abogaban
por cierto tipo del congregacionalismo y los que querían encomendar facultades
gubernativas al consistorio. El célebre Eamus perteneció al primer partido.
La matanza de San Bartolomé hizo que la cuestión cayese en olvido.
2 Cada una de las Iglesias reformadas adoptó la clase de culto que más de
1
Véase, por ejemplo, un artículo en el " Catholic World" de Julio de 1872.
El autor de él dice: "Debido á la existencia de los medios actuales de comuni-
cación instantánea ó inteligente y de trasportación rápida, no es un absurdo,
creer que quizá llegue la vez en que la Cabeza de la Iglesia se haga de nuevo
la cabeza reconocida de la familia reunida de las naciones cristianas; el árbitro
443
444 HISTORIA DE LA REFORMACION.
I y II. Creo que las naciones que así se elevan á una blanca tem-
peratura divina, reciben beneficios que duran por siglos enteros, y
que apenas será de mucba importancia la nación quejamos haya
pasado por estos paroxismos divinos.". . . "A Austria, E?paña,
Italia, Francia, á todo el mundo fué ofrecida la Reforma, y es de
admirarse la suerte de las naciones que no la aceptaron. En todos
los países algunos aceptaron la nueva fe, pero en muchos casos el
dad que, aunque algunas veces sólo en su término medio, son, sin
embargo, rasgos característicos de las naciones protestantes.
y Es la era de
á la sumisión de éstos á España. los la guerra de
treinta años que comenzó como una lucha civil de Austria contra
Bohemia, y adquirió en seguida mayores dimensiones á causa de la
conquista del Palatinado. Al fin cuando se renovó la lucha entre
España y los Países Bajos en 1623, se hizo de interés para toda la
Europa. La restauración de la alianza y simpatías religiosas entre
la Austria y España se hizo peligrosa no sólo á la causa protestante,
bino á la conservación del equilibrio europeo, cosa que todas las
potencias deseaban conservar. Francia resumió su posición bajo
el gobierno de Richelieu, y se alió con Suecia para apoyar á los
protestantes alemanes. Suecia debido al papel que hizo en la
larga guerra que siguió, y á los términos del tratado celebrado al
fin de ella, llegó á ocupar una posición política que jamas había
alcanzado en tiempos anteriores. Como resultado de esa guerra,
las potencias septentrionales estrecharon sus relaciones con las
2»
450 HISTORIA DE LA REFORMACIÓN.
á la vez como una culpa que merece los castigos más terribles. El Syllabus que
acompaña á la Encíclica condena la práctica de conceder á otros el privilegio
"de celebrar los ejercicios públicos de su culto," en países donde la Iglesia
católica es la establecida. El Syllabus (X, 79) denuncia como propia para
corromper al pueblo, la idea de que libertad civil se concediera á toda Iglesia,
y que se otorgara libertad de hablar y de escribir sobre lo referente á la
religión. La Revista de Dublin de 1872 al hablar de la oposición de los
catolices liberales á la persecución, es decir, á las leyes que tienen por objeto
reprimir la herejía, agrega: "Pero es innegable que la responsabilidad de la
existencia de semejantes leyes pesa principalmente sobre la Iglesia" (la de
Roma, por supuesto.)
CULTURA Y CIVILIZACIÓN PROTESTANTES. 451
el drama, las baladas y las formas más ligeras del verso lírico,
1
La prohibición expedida por Pablo V fué como sigue :
" Ut opinionem quod
sol sit centrum mundi et inmobilis, et térra moveatur, omnino relinquat,
neceam de cetero quovis modo teneat, doceat, aut defendat verbo aut scriptis."
(La opinión de que el sol es el centro del mundo é inmobil, y de que la tierra
mueve, debe abandonarse por completo, y no debe abrigarse, enseriarse ni defen-
derse de ninguna manera ó por palabra ó por escrito.)
CULTURA Y CIVILIZACIÓN PROTESTANTES. 455
crimen de ellos.
1
Sobre este punto Edicto de Condenación habla en el siguiente sentido:
el
"Y que á las objeciones opuestas en varias ocasiones contra tí, basadas en las
Santas Escrituras, y sacadas de ellas, tu respondiste, comentando y explicando
dichas escrituras de tu propio modo." La carta escrita por Galileo á C'astelli
espone de un modo bastante cuerdo su idea de la relación que sostiene la
Biblia con la ciencia física. Ofendió en gran manera con un pasaje que se
encuentra en otra carta suya en el que dice que había sabido que un erudito
eclesiástico 'el cardenal Baronio'í había dicho que el Espíritu Sauto se propuso
enseñarnos el camino que conduce al cielo, pero no el que el cielo sigue. La
sentencia pronunciada por la Inquisición condena la doctrina copernicana como
" falsa y contraria á las Escrituras."
456 HISTORIA DE LA REFORMACION.
1 Uno de los argumentos usados por Milton, es que ''la infección comunicada
por libros de controversia religiosa," es más peligrosa á los eruditos que á los
ignorantes, y cita el ejemplo del agudo Arrninio'que "fué pervertido" por
la lectura de un "discurso anómimo escrito en Delft." Es curioso notar que
Milton mismo, según prueba su tratado sobre la " Doctrina Cristiana," se hizo
no sólo arminiano, sino arriano. Cuando publicó su "Paraíso Perdido," en
1667, tuvo alguna dificultad en conseguir la licencia necesaria, debido en parte
á la lámina que en el libro primero acompañó las líneas que hablan del eclipse
que " pone perplejos á los monarcas con temor de cambios."
CULTURA Y CIVILIZACIÓN PROTESTANTES. 459
pérdida
Casi todos saben bien cual fué el efecto que produjo la Beforma-
1
Lutero dice " De buena voluntad conservaría los libros de Aristóteles
:
Lutero.
CULTURA Y CIVILIZACIÓN PROTESTANTES. 465
que carece de fe, debe ser subdito, y si quiere ser libre, debe creer."
No es de extrañarse que, según el parecer de algunos, la libertad
que el protestantismo proporciona á todos de formar sus propias
creencias, parece que pone en riesgo los intereses de la religión.
Pero se debe recordar que este derecho trae consigo su correspon-
diente deber; que dicha libertad impone una correspondiente
responsabilidad, y que cuando el protestantismo deja al individuo
en libertad de escoger sus propias creencias, no quiere poner en
duda la importancia de los sentimientos y obligaciones religiosas.
El protestantismo nutre un espíritu investigador pero una religión ;
1
Sainte Beuve dice del reinado de Luís XIV, que fué minado por la incredu-
lidad. El dictionario de Bayle apareció en 1697, y puede considerarse como un
lindero que marca el desenvolvimiento del escepticismo.
CULTURA Y CIVILIZACIÓN PROTESTANTES. 471
con sus propias ideas. Por desgracia, en algunos países, como por
ejemplo en Francia, carecieron de número y poder
los protestantes
tismo iban empleando con mayor efecto este argumento contra él.
Pintaron con tan vivos colore^ las " variaciones de los protestantes,"
que muchos llegaron á creer que la separación de la Iglesia antigua,
significaría embarcarse en un mar tempestuoso, sin tener ningún
astro polar que sirviera para guiar la barquilla. Si por medio de
un examen histórico buscamos las causas primarias de la formación
de las sectas protestantes, hallaremos que por regla general, debie-
ron su origen á la intolerancia ó á un espíritu faccioso. Estas dos
causas brotan de la misma raíz, á saber, la disposición de exagerar
la importancia de las opiniones religiosas que forman los distintivos
y empleos en que
cepto, cierto oprobio inherente á varias relaciones
la mayoría de la humanidad tendría que entrar. Esta distinción
fué un error fundamental de la edad media.
El protestantismo desechó ese error. Es una religión del espíritu
y de la libertad. Lutero aconsejó á los monjes y monjas que se
casasen, buscasen empleos útiles, gozasen de los placeres lícitos é
hiciesen el bien de una manera práctica! La religión no debe
divorciarse de la ciencia, el arte, la industria, el recreo, ni de nada
que promueva el bienestar del hombre en este mundo ; sino á seme-
janza de la levadura, debe penetrar por toda la vida exaltándola
á una consagración más sublime. Este es el verdadero credo del
protestantismo. No
aboga como el hebreo, por un aislamiento
religioso ni como el pagano, por una indulgencia relajada.
; Opta
por el feliz término medio entre los falsos extremos del libertinaje
y el ascetismo. Todavía, en la actualidad, hay autores populares
algunos de los cuales abogan por el gobierno absoluto de todos los
impulsos, y otros por la satisfacción de todos los deseos de nuestra
naturaleza, á imitación de los antiguos griegos, sin recordar los
478 HISTOKIA DE LA REFORMACIÓN.
Be'ilarmíu, 54, 406, 438. Calvinismo, 226-228, 234, 237, 265, SOS-
Bembo, 99. SOS, 372, 414.
Berengarius, 157. Calvinistas, 284-286, 380.
Bernardo, San, 94. Calvino, Juan, 157, 190-201, 204-226,
Bernardo de Weimar, 379. 232, 240, 243, 244, 304, 305, 372,
Berna, 153. 414.
Berqnin, Luís de, 233. Cambray, Paz de, 135.
Berthelier, 202, 219. Campeggio, 132.
Beveridge, 390. Cappel, guerra de, 162.
B a, Teodoro, 225, 245-248. Caracci, Escuela de, 364, 453.
Biblia, 52, 130, 293, 403, 459, 460. Caraffa, 350-352, 357 359.
T
Biel, Gabriel, 407. Carlomagno, 62, 63.
Blandrata, 417. Carlos I, 383.
Blois, sesión de loa Estados Generales, Carlos II, 386-388.
257, 258. Carlos IV, 123.
Boccaccio, 345. Carlos V, 82, 124, 126, 127, 129, 133-135.
Bohemia, 179, 180, 183, 184, 373, 374. 164, 165, 169, 170, 172, 173, 264, 266,
Boloña, 349. 363, 371.
Bolsee, 207, 216. Carlos VIII, 53.
Bonifacio, apóstol de Alemania, 62. Carlos IX, de Suecia, 179 ; de Francia,
Bora, Catarina de, 138. 245/251, 254, 255, 257.
Borbones, 242. Carlstadt, 119, 130.
Borromeo, Carlos, 365. Carlyle, 444.
Bossuet, 47, 54, 201, 422, 456, 467. Carneseccbi, 349, 364.
Bothwell, 332, 335. Carranza, Bartolomé de, 362.
Boucher, Jean, 415. " Cartas de la Cajita," 335.
Bradford, 304. Cartwright, 311.
Breda, Declaración de, 387. Cassander, 420.
Brederode, 273. Castellio, 216.
Bres, Guido de, 284. Catalina de Aragón, 290.
Briconnet, 230, 231. Catalina de Médicis, 240, 241, 245, 251,
Briel, captura de, 278. 252-255, 257.
Brucioli, 349. Catarina de Bora, 138.
Bruno, Giordano, 453. Cataristas, 86.
Bryce, 63. Cateau-Cambresis, Paz de, 239.
Bucer, Martin, 159, 295, 310, 349. Catolicismo, Reacción del, 363, 371, 398
Buchanan, Jorge, 318. Catolicismo romano, 369; español, 23fi
I
Princeton Theoloqical Semina^ Librarles
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