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TECNOLOGICO NACIONAL DE MEXICO

Instituto Tecnológico de Campeche

INGENIERIA CIVIL

GEOLOGIA.

Clave ICC–1017.

UNIDAD 4 - Geología estructural y Tectónica.

MAESTRO

JOSE ANTONIO FLORES GALLEGOS.

PRESENTA:

CHAN GRAJALES JOSE ABEL DEL JESUS.

ARHYAN ALFONSO CASTILLO VERA.

SELESTE ANDREY DZUL PECH.

LIZET ARISELMY HERRERA CABRERA

LUCIANO ANDRES DE LA CRUZ NOH

SAN FRANCISCO DE CAMPECHE, CAMPECHE A 02 DE OCTUBRE DEL 2017.


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Unidad 4 Geología estructural y

Tectónica.
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Índice.

4.1 Estructura interna de la Tierra…………………………………………………04

4.2 Tectónica de placas…………………………………………………………….05

4.2.1 Bordes divergentes, convergentes y de falla transformante…………….06

4.3 Deformación de la corteza terrestre………………………………………….07

4.3.1 Deformación………………………………………………………………….07

4.3.2 Pliegues………………………………………………………………………07

4.3.3 Fallas y fracturas…………………………………………………………….11

4.4 Sismos………………………………………………………………………….19

4.4.1 Concepto y clasificación genética…………………………………………19

4.4.2 Localización de un sismo…………………………………………………..20

4.4.3 Tipos de ondas y daños a las construcciones…………………………..21

4.4.4 Escalas para medir sismos……………………………………………….25

4.4.5 Brecha Sísmica…………………………………………………………….27

4.5 Tsunamis……………………………………………………………………...28
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Unidad 4 Geología estructural y Tectónica.


4.1.-Estructura interna de la tierra.
La estructura interna de la Tierra o geosfera, como la de otros planetas
terrestres (planetas cuyo volumen está ocupado principalmente de material rocoso),
está dividida en capas de densidad creciente. La Tierra tiene una corteza externa
de silicatos solidificados, un manto viscoso, y un núcleo con otras dos capas, una
externa sólidamente, mucho más fluida que el manto y una interna sólida. Muchas de
las rocas que hoy forman parte de la corteza se formaron hace menos de 100 millones
de años, durante el periodo cretácico. Sin embargo, las formaciones minerales más
antiguas conocidas tienen 4 400 millones de años, lo que nos indica que, al menos, el
planeta ha tenido una corteza sólida desde entonces.

La estructura de la tierra podría establecerse según dos criterios diferentes. Según su


composición química, el planeta puede dividirse en corteza, manto y núcleo (externo e
interno); según sus propiedades geológicas se definen la litosfera, la astenosfera, la
mesosfera y el núcleo (externo e interno).2

Las capas se encuentran a las siguientes profundidades:

Corteza

La corteza terrestre es una capa comparativamente fina; su grosor oscila entre 11 km


en las dorsales oceánicas y 70 km en las grandes cordilleras terrestres como
los Andes y el Himalaya.

Los fondos de las grandes cuencas oceánicas están formados por la corteza oceánica,
con un espesor medio de 7 km; está compuesta por
rocas máficas (silicatos de hierro y magnesio) con una densidad media de
3,0 g/cm3.+`´-

Los continentes están formados por la corteza continental, que está compuesta por
rocas félsicas (silicatos de sodio, potasio y aluminio), más ligeras, con una densidad
media de 2,7 g/cm3.
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Manto

El manto terrestre se extiende hasta una profundidad de 2.890 km, lo que le convierte
en la capa más grande del planeta. La presión, en la parte inferior del manto, es de
unos 140 GPa (1,4 M atm). El manto está compuesto por rocas silíceas, más ricas en
hierro y magnesio que la corteza. Las grandes temperaturas hacen que los materiales
silíceos sean lo suficientemente dúctiles como para fluir, aunque en escalas temporales
muy grandes. La convección del manto es responsable, en la superficie, del
movimiento de las placas tectónicas. Como el punto de fusión y la viscosidad de una
sustancia dependen de la presión a la que esté sometida, la parte inferior del manto se
mueve con mayor dificultad que el manto superior, aunque también los cambios
químicos pueden tener importancia en este fenómeno. La viscosidad del manto varía
entre 1021 y 1024 Pa·s.4 Como comparación, la viscosidad del agua es
aproximadamente 10-3 Pa.s, lo que ilustra la lentitud con la que se mueve el manto.

Núcleo

La densidad media de la Tierra es 5515 kg/m3. Esta cifra lo convierte en el planeta más
denso del sistema solar. Si consideramos que la densidad media de la corteza es
aproximadamente 3000 kg/m3, debemos asumir que el núcleo terrestre debe estar
compuesto de materiales más densos. Los estudios sismológicos han aportado más
evidencias sobre la densidad del núcleo. En sus primeras fases, hace unos 4 500
millones de años, los materiales más densos, derretidos, se habrían hundido hacia el
núcleo en un proceso llamado diferenciación planetaria, mientras que otros menos
densos habrían migrado hacia la corteza. Como resultado de este proceso, el núcleo
está compuesto ampliamente de hierro (Fe) (80 %), junto con níquel (Ni) y varios
elementos más ligeros. Otros elementos más densos, como el plomo (Pb) o
el uranio (U) son muy raros, o permanecieron en la superficie unidos a otros elementos
más ligeros.

4.2 Tectónica de placas

Según esta teoría, la corteza terrestre está compuesta al menos por una docena de
placas rígidas dichas placas, separadas por cadenas montañosas o fosas, se mueven
lentamente, chocando o rozándose unas con otras. Las placas se mueven
relativamente entre ellas y en los bordes o zonas de interacción pueden producirse
algunos de los siguientes fenómenos:

Formación de nueva corteza: El desplazamiento del magma, fundido y muy caliente,


que escapa hacia el exterior provoca volcanes y terremotos de magnitud variable.
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Roce entre placas: Al pasar una al lado de la otra se crean esfuerzos, los cuales se
liberan violentamente cuando las rocas llegan a su punto de fractura. Esta situación
produce terremotos.

Choques entre placas: Aquí se pueden dar 3 situaciones: Choque de dos placas
continentales. Debido a su poca densidad ninguna se hunde, pero el choque hace que
se arruguen formando una cadena montañosa, Choque entre una placa oceánica y una
placa continental. Como la corteza oceánica es más densa, la placa subduce, regresa
al manto y forma las grandes fosas que se han encontrado en los bordes de los
océanos. Como consecuencia del choque se arruga la corteza y se forma una cadena
montañosa. .

Choque de dos placas oceánicas. Aquí se hunde la


más delgada o más densa de las dos. También
ocurren terremotos y volcanes y se pueden originar
islas volcánicas.
4.2.1 BORDES DIVERGENTES,CONVERGENTE Y
DE FALLA TRANSFORMANTE

Borde convergente

Es el borde de choque entre dos placas tectónicas. En el borde convergente una de las
placas de la litosfera se hunde debajo de la otra consumiéndose en el manto. Este tipo
de bordes lleva a la formación de cordilleras y está asociado con zonas de actividad
volcánica originadas por la fricción de las dos placas.

El punto de intersección de las dos placas se llama zona de subducción y allí se va


acumulando sedimentos en una estructura llamada prisma de acreción.

Borde Divergentes

En tectonica de placas un borde o límite divergente es el límite que existe entre dos
placas tectonicas que se separan. Conforme las placas se alejan entre sí, nuevo
material asciende desde el manto, en el interior de la Tierra, creando nueva corteza y
litosfera, por lo que también recibe el nombre de borde constructivo.

Bordes Transformadores

En un borde transformante hay un desplazamiento lateral entre las placas, no hay


destrucción ni creación de litosfera. Son muy frecuentes los terremotos debido a la
tensión acumulada en el deslizamiento lateral de las rocas que al liberarse
repentinamente, genera las ondas sísmicas que al llegar a la superficie terrestre se
manifiesta como terremotos y/o maremotos, según suceda en el continente o en
océano.

Un ejemplo conocido de borde transformante es la Falla de San Andrés:


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4.3 Deformación de la corteza terrestre.

4.3.1 Deformación.

Deformación de La Corteza Terrestre

Cualquier cuerpo de roca, con independencia de su dureza, tiene un punto en el que se


fracturará o fluirá. La deformación (de = fuera;forma = forma) es un término general
que se refiere a todos los cambios de tamaño, forma, orientación o posición de una
masa rocosa. La mayor parte de la deformación de la corteza tiene lugar a lo largo de
los márgenes de las placas. Los movimientos. de las placas y las interacciones a lo
largo de los límites de placas generan las las fuerzas tectónicas que provocan la
deformación de las unidades de roca.

Fuerza y esfuerzo

La fuerza es lo que tiende a poner en movimiento los objetos estacionarios o a


modificar los movimientos de los cuerpos que se mueven. De la experiencia cotidiana
sabemos que si una puerta está atascada (estacionaria), aplicamos fuerza para abrirla
(ponerla en movimiento).

Para describir las fuerzas que deforman las rocas, los geólogos estructurales utilizan el
término esfuerzo, que es la cantidad de fuerza aplicada sobre un área determinada. La
magnitud del esfuerzo no es simplemente una función de la cantidad de fuerza
aplicada, sino que también está relacionada con el área sobre la que la fuerza actúa.
Por ejemplo, si una persona anda descalza sobre una superficie dura, la fuerza (peso)
de su cuerpo se distribuye por todo el pie, de modo que el esfuerzo que actúa en
cualquier punto de su pie es pequeño. Sin embargo, si esa persona pisa una pequeña
roca puntiaguda, la concentración de esfuerzos en un punto de su pie será elevada.
Por tanto, puede pensarse en el esfuerzo como una medida de cuán concentrada está
la fuerza, , el esfuerzo puede aplicarse de manera uniforme en todas las direcciones
(presión de confinamiento) o de manera no uniforme (esfuerzo diferencial).

4.3.2 Pliegues.

Tipos de pliegues

Los dos tipos de pliegues más comunes se


denominan anticlinales y sinclinales (Figura GEOEST-08). Un anticlinal se forma casi
siempre por plegamiento convexo, o arqueamiento, de las capas de roca*. La Figura
GEOEST-07 es un ejemplo de un anticlinal. Los anticlinales afloran, a veces de manera
espectacular en los puntos donde las carreteras atraviesan estratos deformados.
Asociados a menudo con los anticlinales, se encuentran los pliegues cóncavos, o
surcos, denominados sinclinales. Obsérvese en la Figura GEOEST-09 que el flanco de
un . anticlinal lo es también del sinclinal adyacente.

Dependiendo de su orientación, estos pliegues básicos se describen como simétricos,


cuando los flancos son imágenes espectaculares el uno del otro y como asimétrico
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cuando no lo son. Se dice que un pliegue asimétrico esta volcado o capotado si uno de
los flancos está inclinado más allá de la vertical (Figura GEOEST-08) Un pliegue
volcado puede también de manera que un plano que se extendiera a través de el eje
del pliegue sería en realidad horizontal. Esos pliegues tumbados son comunes en
algunas regiones montañosas como los Alpes.

Los pliegues no se extienden indefinidamente; antes bien, sus extremos terminan de


una manera muy parecida a corno lo hacen las arrugas en la ropa. Algunos pliegues
tienen inmersión, porque el eje del pliegue penetra en el terreno (Figura GEOEST-10).
Como muestra la figura, pueden tener inmersión tanto los anticlinales corno los
sinclinales. En la Figura GEOEST-11 se muestra un ejemplo de un anticlinal con
inmersión y el modelo que se produce cuando la erosión retira las capas superiores de
la estructura y deja expuesto su interior. Nótese que la traza del pliegue de un anticlinal
apunta en la dirección de su inmersión, mientras que lo contrario es cierto para un
sinclinal. Un buen ejemplo de tipo de topografía que se produce cuando las fuerzas
erosivas afectan a estratos sedimentarios plegados se encuentra en la provincia Valley
and Ridge de los Apalaches (Véase Figura GEOEST-11).

*. Definido de una manera estricta, un anticlinal es una estructura en la cual los


estratos más antiguos se encuentran en el centro. Esto se produce generalmente
cuando los estratos se pliegan hacia arriba. Además: un sinclinal se define
estrictamente como una estructura en la cual los estratos más jóvenes se encuentran
en el centro. Esto ocurre casi siempre cuando los estratos se pliegan hacia abajo.

Figura GEOEST-08 Bloque diagrama de los principales tipos de estratos plegados. Las
estructuras arqueadas o convexas son anticlinales. Los pliegues cóncavos o
depresiones son sinclinales. Obsérvese que el flanco de un anticlinal lo es también del
sinclinal adyacente.
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revisar

Figura GEOEST-09 El sinclinal (izquierda) y el anticlinal (derecha) comparten un flanco


común. (Foto de E.J.Tarbuck.)

Figura GEOEST-10 Pliegues con inmersión.

A. Vista idealizada de pliegues con inmersión en los cuales se ha añadido una


superficie horizontal.

B. Vista de los pliegues con inmersión como podrían aparecer después de


experimentar mucha erosión.

Obsérvese que en un anticlinal con inmersión, terminación periclinal del pliegue en la


dirección de inmersión, mientras que en los sinclinales con inmersión ocurre justo lo
contrario.
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Figura GEOEST-11 Sheep Mountain, un anticlinal con doble inmersión. Obsérvese que
la erosión ha cortado los estratos sedimentarios de los flancos en pequeñas crestas en
forma de que apunta a la dirección de la inmersión. (Foto de John S. Shelton.)

Es importante comprender que los resaltes no están necesariamente asociados con


anticlinales, ni los valles relacionados con sinclinales. Antes bien, crestas y valles se
producen por meteorización diferencial y erosión. Por

ejemplo, en la provincia Valley and Ridge, los estratos de arenisca más resistente
permanecen como imponentes riscos separados por valles excavados en estratos de
caliza y lutita mucho más fáciles de erosionar

Aunque hemos separado en nuestra explicación los pliegues y las fallas, en el mundo
real, en general los pliegues están estrechamente ligados a las fallas. Ejemplos de esta
relación estrecha son las amplias estructuras regionales denominadas monoclinales.
Estrucnrras particularmente destacadas de la llanura de Colorado, los monoclinales
(mono = uno; kleinen = inclinar) son grandes pliegues en forma de escalón situados en
estratos sedimentarios por lo demás horizontales (Figura GEOEST-12). Estos pliegues
parecen ser el resultado de la reactivación de las zonas de falla situadas en las rocas
del basamento por debajo de la cobertera. Conforme los grandes bloques de roca del
basamento ascendían a 1o largo de antiguas fallas, los estratos sedimentarios
comparativamente dúctiles de encima respondían plegándose. En La llanura del
Colorado, los monoclinales muestran una zona estrecha de estratos muy inclinados
que se allanan y forman las capas superiores de las grandes áreas elevadas, como el
pliegue Zuni, el pliegue Echo Cliffs y la ondulación de San Rafael (Figura GEOEST-12).
El desplazamiento a lo largo de estas fallas reactivadas es a menudo superior a 1
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ki1ómetro, y los mayores monoclinales muestran desplazamientos próximos a los


kilómetros.

Figura GEOEST-12 Monoclinal. El monoclinal consiste en estratos sedimentarios


plegados que fueron deformados por una fractura del basamento. El cabalgamiento de
este diagrama se denomina cabalgamiento ciego porque no alcanza la superficie.

4.3.3 Fallas y fracturas

Las fallas son fracturas en la corteza a lo largo de las cuales ha tenido lugar un
desplazamiento apreciable. A veces, pueden reconocerse pequeñas fallas en los
taludes de las carreteras, observándose estratos sedimentarios desplazados unos
pocos metros. Las fallas de esta escala normalmente aparecen como pequeñas
rupturas :aisladas. Por el contrario, las grandes fallas, como la de San Andrés en
California, tienen desplazamientos de centenares de kilómetros y consisten en muchas
superficies falladas interconectadas. Estas zonas de falla pueden tener una anchura de
varios kilómetros y a menudo son más fáciles de identificar a partir de fotografías
aéreas que a nivel del sueloLos movimientos súbitos a lo largo de las fallas son la
causa de la mayoría de los terremotos. Sin embargo, la gran mayoría de hs fallas son
inactivas y por tanto, restos de una deformación antigua. A lo largo de las fallas, las
rocas suelen romperse v pulverizarse conforme los bloques de corteza situados en los
lados opuestos de una falla se rozan unos con otros. El material arcilloso débilmente
coherente que resula de esta actividad se denomina salbanda d.e falla. En algunas
superficies de falla, las rocas acaban muy pulidas y estriadas, o con surcos, a medida
que los bloques de corteza se deslizan unos con respecto a otros. Estas superficies
pulidas y estriadas, denominadas espejos de falla, proporcionan a los geólogos
pruebas de la dirección del desplazamiento más reciente a lo largo de la falla. Los
geólogos clasifican las fallas por sus movimientos relativos, que pueden ser
predominantemente horizontales, verticales u oblicuos.
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Flgura GEOEST-15. Geología del basamento de la cuenca de Michigan. Obsérvese


que las rocas más jóvenes están localizadas en el centro, mientras que los estratos
más antiguos flanquean esta estructura.

Fallas con desplazamiento vertical

Las fallas en las que el movimiento es fundamentalmente paralelo al buzamiento (o


inclinación) de la superficie de falla se denominan fallas con desplazamiento vertical.
Este tipo de movimiento puede producir pequeños resaltes denominados escarpes de
falla (scarpe : pendiente). Estos últimos, como el que se muestra en la Figura
GEOEST-16, son producidos por desplazamientos que generan terremotos.

Se ha convertido en una práctica común denominar a la superficie rocosa que está


inmediatamente por encima de la falla el techo y a la superficie de roca inferior, el
muro (Figura GEOEST-17). Esta nomenclatura surgió de los prospectores y mineros
que excavaban tineles a lo largo de zonas de falla, porque son frecuentemente zonas
con depósitos minerales. En esos túneles, los mineros andaban sobre las rocas
situadas debajo de la zona de falla mineralizada (muro) y colgaban sus linternas en las
rocas de arriba (techo).
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Figura GEOEST-16 Escarpe de falla localizado cerca del monumento nacional Joshua
Tree, California. (Foto de A. P. Trujillo/APT Photos.)

Los dos tipos principales de fallas con desplazamiento vertical se denominan fallas
normales y fallas inversas, Además, cuando una falla inversa tiene un ángulo de
buzamiento (inclinación) menor de 45º, se denomina cabalgamiento. A continuación
consideraremos estos tres tipos de falla.

Figura GEOEST-17 La roca situada inmediatamente por encima de una superficie de


falla se denomina techo y la de debajo, muro, según los nombres que utilizaban los
mineros que excavaron las menas a lo largo de las zonas de falla. Los mineros cuelgan
sus lámparas en las rocas situadas encima de la traza de la falla (techo) y andan por
las rocas situadas debajo de la traza de la falla (muro).

Fallas normales. Las fallas con desplazamiento vertical se clasifican como fallas
normales cuando el bloque de techo se desplaza hacia abajo en relación con el bloque
de muro (Figura GEOEST-18). La mayoría de las fallas normales tienen buzamientos
de unos 60º, que tienden a disminuir con la profundidad. Sin embargo, algunas fallas
con desplazamiento vertical tienen buzamientos mucho menores, aproximándose en
algunos casos a la horizontal. Debido al movimiento descendente del techo, las fallas
normales acomodan el alargamiento, o la extensión, de la corteza.
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La mayoría de las fallas normales son pequeñas, con desplazamientos más o menos
de un metro. Pero hay algunas que se extienden decenas de kilómetros, dibujando
sinuosamente el límite de un frente montañoso. En el oeste de Estados Unidos, las
fallas normales a gran escala como éstas se asocian con estructuras denominadas

montañas limitadas por fallas.

Figura GEOEST-18 Bloques diagrama que ilustran una falla normal

A. Estratos rocosos antes de la falla

B. Movimiento relativo de los bloques desplazados. El desplazamiento puede continuar


formando

un relieve montañoso limitado por fallas a lo largo de millones de años y que


representa muchos episodios de fracturación espaciados en el tiempo.

C. Cómo puede la erosión modificar el bloque levantado.

D. Finalmente el período de deformación acaba y la erosión se convierte en el proceso


geológico dominante.

Son ejemplos de montañas limitadas por fallas la cordillera Teton de Wyoming y Sierra
Nevada de California. Ambas están falladas a lo largo de sus flancos orientales, que se
fueron levantando a medida que los bloques se inclinaban hacia abajo en dirección
oeste. Estos escarpados frentes montañosos se produjeron a 1o largo de un período
de 5 a 10 millones de años por medio de muchos episodios, irregularmente
espaciados, de formación de fallas. Cada acontecimiento fue responsable de an sólo
unos pocos metros de desplazamiento.

Otros ejemplos excelentes de montañas limitadas por fallas se encuentran en la


provincia Basin and Range, una región que abarca Nevada y zonas de los estados
circundantes (Figura GEOEST-19). En esta región, la corteza se ha alargado y se ha
roto para crear más de 200 alineaciones montañosas relativamente pequeñas. Con
una media de alrededor de 80 kilómetros de longitud, las cordilleras se elevan de 900 a
1.500 metros por encima de las cuencas adyacentes, constituidas por bloques
hundidos.

La topografía de la provincia Basin and Range ha sido generada por un sistema de


fallas normales con un rumbo aproximado norte-sur. Los movimientos a lo largo de
estas fallas han producido bloques de falla elevados alternos y denominados horst y
bloques hundidos llamados graben (Graben : zanja). Los horst generan cordilleras
elevadas, mientras que los grabens forman muchas cuencas. Como se ilustra en la
Figura GEOEST-19, las estructuras llamadas fosas tectónicas asimétricas, que son
bloques de falla inclinados, también contribuyen a la alternancia de altos y bajos
topográficos en la provincia Basin and Range. Los horst y los extremos superiores de
los bloques inclinados de la falla son la fuente de los sedimentos que se han
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acumulado en las cuencas que fueron creadas por los graben y los extremos inferiores
de los bloques inclinados.

Obsérvese, en la Figura 10.19, que las pendientes de las fallas normales de la


provincia Basin and Range disminuyen con la profundidad y finalmente se juntan para
formar una falla casi horizontal denominada falla de despegue (detachment). Estas
fallas se extienden durante cientos de kilómetros por debajo de la superficie, donde

constituyen un límite importante entre las rocas situadas debajo, que exhiben
deformación dúctil, y las rocas situadas encima, que muestran deformación frágil.

Las fallas con desplazamiento vertical son también predominantes en los centros de
expansión, donde se produce la divergencia entre las placas tectónicas. En estos
puntos, un bloque central (graben o fosa tectónica) está limitado por fallas normales y
se hunde cuando las placas se separ¿n. Los graben definen un valle alargado limitado
por dos bloques de falla elevados (horst).

El valle del Rift de A{iica oriental está compuesto por varias fosas grandes tectónicas,
limitadas por horst inclinados que producen una topografía montañosa lineal. Este
valle, de casi 6000 kilómetros de longitud, con- tiene los yacimientos de algunos de los
fósiles humanos más antiguos. Ejemplos de valles de Rift inactivos son el valle del Rin,
en Alemania, y las fosas tectónicas del Triásico del este de Estados Unidos. Sistemas
aún mayores de fallas con desplazamiento vertical inactivas son los márgenes
continentales, como las costas orientales del continente americano y las costas
occidentales de Europa y .África

Figura GEOEST-19 Fracturación normal dela provincia Basin and Range. Aquí los
esfuerzos tensionales han alarqado y fracturado la corteza en numerosos bloques. El
movimiento a lo largo de esas fracturas ha inclinado los bloques produciendo
alineaciones montañosas paralelas denominadas montañas limitadas por fallas. Los
bloques hundidos (grabens) forman cuencas, mientras que los bloques elevados
(horst) se erosionan y originan una topografía montañosa accidentada. Además,
numerosos bloques incl¡nados (fosas tectónicas asimétricas) dan lugar a cuencas y
montañas.
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El movimiento de las fallas proporciona a los geólogos un método de determinación de


la naturaleza de las fuerzas que actúan en el interior de la Tierra. Las fallas normales
indican la existencia de esfuerzos tensionales que separan la corteza. Esa puede
llevarse a cabo o bien por levantamiento, que hace que la superficie se estire y rompa,
o bien mediante fuerzas horizontales opuestas.

Fallas inversas y cabalgamientos. Las fallas inversas y los cabalgamientos son fallas
con desplazamiento vertical en las cuales el bloque de techo se mueve hacia arriba
con respecto al bloque de muro (Figura GEOEST-20). Recordemos que las fallas
inversas tienen buzamientos superiores a 45º y que los cabalgamientos tienen
buzamientos inferiores a 45º. Dado que el bloque de techo se mueve hacia arriba y
sobre el bloque de muro, las fallas inversas y los cabalgamientos refleja un
acortamiento de la corteza.

Las fallas inversas de alto ángulo suelen ser pequeñas y acomodan desplazamientos
locales en regiones dominadas por otros tipos de fallas. Los cabalgamientos, por otro
lado, existen a todas las escalas. Los cabalgamientos pequeños exhiben
desplazamientos que oscilan entre milímetros y unos pocos metros. Algunos grandes
cabalgamientos tienen desplazamientos del orden de decenas a centenares de
kilómetros. Mientras que las fallas normales aparecen en entornos tensionales, los
cabalgamientos son resultado de fuertes esfuerzos compresivos. En esos ambientes,
los bloques de la corteza se desplazan uno áa cia el otro, moviéndose el techo hacia
arriba con respecto al muro. La formación de cabalgamientos es más pronunciada en
las zonas de subducción y otros bordes convergentes, donde las placas están
colisionando. Las fuerzas compresivas producen generalmente pliegues además de
fallas y provocan un engrosamiento y acortamiento del material implicado.

Figura GEOEST-20 Bloque diagrama que muestra el movimiento relativo a lo largo de


una falla inversa.
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En regiones montañosas, como los Alpes, las Rocosas septentrionales, el Himalaya y


los Apalaches,los cabalgamientos han desplazado los estratos hasta 50 kilómetros
sobre las unidades de roca adyacentes. El resultado de este movimiento a gran escala
es que los estratos más antiguos se superponen sobre las rocas más jóvenes. Un lugar
clásico de cabalgamientos es el Parque Nacional Glacier Figura GEOEST-20). En é1,
los picos montañosos que proporcionan el aspecto majestuoso al parque han sido
esculpidos en rocas precámbricas que fueron desplazadas sobre estratos cretácicos
mucho más jóvenes. En el borde oriental del Parque Nacional Glacier hay un pico
solitario denominado Chief Mountain. Esta est¡uctura es un resto aislado de una lámina
de cabalgamiento que fue dividida por las fuerzas erosivas del hielo glacial y las aguas
superficiales. Un bloque aislado se denomina klippe (Kipple : acantilado).

Fallas de desplazamiento horizontal

Las fallas en las que el desplazamiento dominante es horizontal y paralelo a la


dirección de la superficie de la falla, se denominan fallas de desplazamiento horizontal
o desgarres. Debido a su gran tamaño y a su naturaleza lineal, muchas fallas de
desplazamiento horizontal tienen una traza que es visible a lo largo de una gran
distancia. En vez de una fractura única a lo largo de la cual tiene lugar el movimiento,
las fallas de desplazamiento horizontal consisten en una zona de fracturas
aproximadamente paralelas, cuya anchura puede ser superior a varios kilómetros. El
movimiento más reciente, sin embargo, suele producirse a lo largo de una banda de
tan sólo unos pocos metros de ancho que puede cortar estructuras como los cauces de
los ríos (Figura GEOEST-22). Además, las rocas trituradas y rotas producidas durante
la formación de la falla son erosionadas con más facilidad, produciendo, a menudo,
valles lineales o depresiones que marcan la ubicación de estas fallas transcurrentes.

Figura GEOEST-21 Desarrollo idealizado del manto de cabalgamiento Lewis.

A. Entorno geológico antes de la deformación.

B, C. El movimiento a gran escala a lo largo de un cabalgamiento desplazó rocas


precámbricas sobre estratos cretácicos en la región del parque Nacjonal Glacier
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D. La erosión por el hielo glacial y el agua superficial produjo la segmentación del


cabalgamiento originando un paisaje majestuoso y aisló un resto del cabalgamiento
denominado Chief Mountain.

Figura GEOEST-22 Bloque diagrama que ilustra las estructuras asociadas con las
fallas con desplazamiento horizontal. Obsérvese cómo los cauces de las corrientes han
sido desplazados por el movimiento de la falla.

Las fallas de este diagrama son fallas con movimiento horizontal dextral. (Modificado
según R. L. Wesson y colaboradores.)

Los primeros registros científicos de fallas de deslizamiento horizontal se debieron al


seguimiento de zonas de ruptura superficial que habían producido intensos terremotos.
Uno de los más notorios fue el gran terremoto de San Francisco de 1906. Durante este
gran terremoto, se desplazaron hasta 4,7 metros las estructuras que se habían
construido a través de la falla de San Andrés, por ejemplo, las vallas. Dado que el
movimiento del bloque de corteza

del lado opuesto de la falla fue a la derecha, según se mira hacia la falla, se denomina
falla direccional con movimiento dextral. La falla Great Glen de Escocia es un ejemplo
bien conocido de falla de dirección sinestral con un sentido de desplazamiento
opuesto. Se ha calculado que el desplazamiento total a lo largo de la falla Great Glen
supera los 100 kilómetros. También asociados con esta falla hay numerosos lagos,
entre ellos el lago Ness, el hogar del legendario monstruo.

Muchas grandes fallas de desplazamiento horizontal atraviesan la litosfera y acomodan


el movimiento entre dos grandes placas de corteza. Recordemos que este tipo especial
de falla direccional se denomina falla transformante (trans : a través; forma : forma).
Numerosas fallas transformantes cortan la litosfera oceánica y conectan las dorsales
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oceánicas. Otras acomodan el desplazamiento entre placas continentales que se


mueven en sentido horizontal una con respecto a la otra. Una de las fallas
transfonnantes mejor conocida es la falla San Andrés, en California (véase Recuadro
GEOEST-02). A esta falla de límite de placas puede seguírsele el trazado durante unos
950 kilómetros desde el golfo de California hasta un punto situado a lo largo de la costa
norte de San Francisco, donde desaparece en el mar. Desde su formación, hace unos
29 millones de años, el desplazamiento a lo largo de la falla de San Andrés ha
superado los 560 kilómetros. Este movimiento ha acomodado el desplazamiento hacia
el norte del suroeste californiano y la Península de Baja California en relación con el
resto de Norteamérica.
4.4 SISMOS.
4.4.1 Concepto y clasificación genética.
¿QUE ES UN SISMO? Un sismo es un rompimiento repentino de las rocas en el
interior de la Tierra. Esta liberación repentina de energía se propaga en forma de
ondas que provocan el movimiento del terreno.
¿QUE ORIGINA LOS SISMOS? La capa más superficial de la Tierra, denominada
Litósfera es una capa rígida compuesta por material que puede fracturarse al ejercer
una fuerza sobre él y forma un rompecabezas llamado Placas Tectónicas. Estas placas
viajan como “bloques de corcho en agua” sobre la Astenósfera, la cual es una capa
visco-elástica donde el material fluye al ejercer una fuerza sobre él. Estos
desplazamientos aleatorios de las placas son debidos a movimientos convectivos en la
capa intermedia de la Tierra o manto, esto es, material caliente del interior de la Tierra
sube a la superficie liberando calor interno, mientras que el material frío baja al interior.
Desde el punto de vista genético los sismos pueden ser :
ARTIFICIALES. Son aquellos producidos por el hombre , por ejmplo. en las
explosiones atómicas en el Atolón de Muroroa.
TECTONICOS. Producidos por desplazamientos internos en la corteza terrestre, se
presentan en zonas dónde existen importantes fallas y plegamientos geológicos, son
los más destructores.
VOLCANICOS. Provocados por la expulsión volcánica de lava y los derrumbamientos
que la acompañan, son de intensidad reducida. Ejm Volcán de Krakatoa.
POR DERRUMBAMIENTOS. provocados por el hundimiento de huecos existentes en
rocas solubles o grandes movimientos superficiales del terreno. Por sus efectos en las
edificaciones:
SISMOS LEVES: Intensidad menor o igual a V I ( Escala de MM ) SISMOS
MODERADOS: Intensidad entre VI I y VIII ( Escala de MM ) SISMOS SEVEROS:
Intensidad de grado IX ( Escala de MM ) SISMOS CATASTROFICO: con Intensidades
de grado X o más ( Escala de MM ).
20

4.4.2 Localización de un sismo.


Podemos localizar un terremoto usando un simple dato: un terremoto crea diferentes
ondas sísmicas (ondas P, ondas S, etc.) Cada uno de estos diferentes tipos de ondas,
viajan a diferentes velocidades, por lo tanto llegan a la misma estación en diferentes
tiempos. Las ondas P son las más veloces y llegan primero. Las ondas S viajan a la
mitad de la velocidad que las ondas P, por eso llegan después. La estación sísmica
que se encuentra cerca del terremoto registra ondas P y ondas S en rápida sucesión. A
medida que la distancia de la estación sísmica al terremoto va creciendo, la diferencia
en tiempo de llegada entre las ondas P y las ondas S también aumentan. Si bien las
técnicas modernas son más complicadas, describiremos el concepto básico usando el
ejemplo de un terremoto cerca de Mexico y las estaciones sísmicas en Norte América.
Los siguientes dos pasos muestran cómo determinamos la distancia de un sismógrama
y estimamos el lugar donde ocurrió el terremoto usando 3 estaciones.
Primer paso.- El tiempo de llegada entre la onda P y la llegada de la onda S (tiempo
S-P) es medido en cada estación. El tiempo S-P indica la distancia del terremoto de
manera similar a la diferencia de tiempo entre el reflejo de la luz de un rayo y el sonido
de un trueno que indican la distancia de una tormenta. En nuestro ejemplo, la estación
TEIG (con un tiempo S-P de 1.5 minutos) es la más cercana al terremoto y la estación
SSPA (con un tiempo S-P de 5 minutos) está mucho más lejos. Observando y
analizando varios terrremotos, conocemos la relación entre el tiempo S-P y la distancia
entre la estación y el terremoto. Por lo tanto podemos convertir cada medida de tiempo
S-P a distancia. Un intervalo de 1.5 minutos corresponde a 900 kilometros, 3 minutos a
1800 kilómetros y 5 minutos a 3300 kilómetros.

Segundo paso.- Una vez que sabemos


la distancia del terremoto a las 3
estaciones, podemos determinar la
ubicación del terremoto. Hacemos un círculo alrededor de la estación con un radio
igual a la distancia de la estación y el terremoto. El terremoto ocurrió en el punto donde
los 3 circulos se cruzan.
21

4.4.3 Tipos de ondas y daños a las construcciones.


¿COMO SE DETERMINA LA MAGNITUD DE UN TEMBLOR? La magnitud de un
temblor está relacionada con la energía liberada en forma de ondas sísmicas que se
propagan a través del suelo. Para calcular esta energía y determinar la magnitud de un
temblor se realizan cálculos matemáticos basados en los registros obtenidos por los
sismógrafos de diferentes estaciones. En estos registros o sismogramas se mide la
amplitud máxima de la ondas y la distancia a la que se encuentra la estación del
epicentro.
ONDAS SÍSMICAS
Introducción
Si desplazamos un diapasón de su posición de equilibrio y lo soltamos
repentinamente, percibimos su sonido característico. Lo mismo sucede en la Tierra, un
sismo consiste precisamente en la liberación repentina de los esfuerzos impuestos al
terreno. De esta manera, la tierra es puesta en vibración. Esta vibración es debida a la
propagación de ondas como en el caso del diapasón.
En un terremoto se transmiten ondas que viajan por el interior de la tierra. Siguen
caminos curvos debido a la variada densidad y composición del interior de la Tierra.
Este efecto es similar al de la refracción de ondas de luz. A este tipo de ondas se
llaman ondas internas, centrales o de cuerpo, transmiten los temblores preliminares de
un terremoto pero poseen poco poder destructivo. Las ondas de cuerpo son divididas
en dos grupos: ondas primarias (P) y secundarias (S).
También se propagan ondas por la superficie. Son las que más tardan en
llegar. Debido a su baja frecuencia provocan resonancia en edificios con mayor
facilidad que las ondas de cuerpo causando los efectos más devastadores . Hay ondas
superficiales de dos típos: de Rayleigh y de Love.
Ondas Primarias (P)
22

Las ondas P
(PRIMARIAS) son ondas
longitudinales, lo cual
significa que el suelo es
alternadamente comprimido
y dilatado en la dirección de
la propagación. Estas ondas
generalmente viajan a una
velocidad 1.73 veces de las
ondas S y pueden viajar a
través de cualquier tipo de
material. Velocidades típicas
son 330m/s en el aire,
1450m/s en el agua y cerca
de 5000m/s en el granito.

Ondas Secundarias (S)

Las ondas S
(SECUNDARIAS) son ondas
transversales o de corte, lo
cual significa que el suelo es
desplazado
perpendicularmente a la
dirección de propagación,
alternadamente hacia un
lado y hacia el otro. Las
ondas S pueden viajar
únicamente a través de
sólidos debido a que los
líquidos no pueden soportar
esfuerzos de corte. Su
velocidad es alrededor de
58% la de una onda P para
cualquier material sólido.
Usualmente la onda S tiene
mayor amplitud que la P y se
siente más fuerte que ésta.
23

Ondas de Rayleigh

Cuando un sólido posee una


superficie libre, como la superficie de la
tierra, pueden generarse ondas que
viajan a lo largo de la superficie. Estas
ondas tienen su máxima amplitud en la
superficie libre, la cual decrece
exponencialmente con la profundidad, y
son conocidas como ondas de Rayleigh
en honor al científico que predijo su
existencia. La trayectoria que describen
las partículas del medio al propagarse la
onda es elíptica retrógrada y ocurre en el
plano de propagación de la onda. Una
analogía de estas ondas lo constituyen
las ondas que se producen en la
superficie del agua.

Ondas de Love

Las ondas Love son las que


provocan cortes horizontales
en la tierra.

Otro tipo de ondas superficiales son ondas de Love llamadas así en honor del
científico que las estudió. Estas se generan sólo cuando un medio elástico se
encuentra estratificado, situación que se cumple en nuestro planeta pues se
encuentra formado por capas de diferentes características físicas y químicas. Las
ondas de Love se propagan con un movimiento de las partículas, perpendicular a
la dirección de propagación, como las ondas S, sólo que polarizadas en el plano
de la superficie de la Tierra, es decir sólo poseen la componentes horizontal a
24

superficie. Las ondas de Love pueden considerarse como ondas S "atrapadas"


en la superficie. Como para las ondas de Rayleigh, la amplitud de las mismas
decrece rápidamente con la profundidad. En general su existencia se puede
explicar por la presencia del vacío o un medio de menor rigidez, tiende a
compensar la energía generando este tipo especial de vibraciones.

Velocidad de las Ondas


Se puede demostrar teóricamente y se observa experimentalmente que la velocidad
de las ondas es tal que: VR,L < Vs < Vp. Donde Vp, Vs y VR,L son las velocidades de
las ondas P, S y de Rayleigh y Love respectivamente. Entre estas dos últimas no
puede establecerse un orden de velocidades porque esta depende de muchos factores
y no siempre viajan con la misma velocidad.
Las velocidades de las diferentes ondas dependen de las características del medio;
por ejemplo, en rocas ígneas la velocidad de las ondas P es del orden de 6 Km/s,
mientras que en rocas poco consolidadas es de aproximadamente 2 Km/s o menor.
La secuencia típica de un terremoto es: primero el arribo de un ruido sordo causado
por las ondas("P"), luego las ondas ("S") y finalmente el "retumbar" de la tierra causado
por las ondas superficiales.
25

4.4.4 Escalas para medir sismos.


La clasificación de un terremoto es compleja, en el sentido de que los daños pueden
ser muy distintos, dependiendo de cuál sea el área afectada, tanto por su extensión
como sobre todo por la densidad de población en ella; no obstante, dos escalas
utilizadas muy frecuentemente son la Escala Richter y la Escala Mercalli, que miden
la intensidad del sismo y la cantidad de energía liberada en el epicentro, mediante los
índices que se establecen y definen en la siguiente tabla, clasificados por los efectos
potenciales:
26
27

4.4.5 Brecha Sísmica

Una brecha sísmica, a veces también denominada laguna sísmica, es una zona de
quiescencia en un borde convergente entre placas tectónicas en la que, a pesar de tener
una historia de sismicidad conocida, no se han producido terremotos ni ha presentado
actividad sísmica relevante en los últimos treinta años.1 Otras definiciones no precisan un
número absoluto de años de inactividad, poniendo como criterio que se supere el promedio
de los intervalos de ocurrencia conocidos para ese segmento en la región.
28

4. 5 TSUNAMIS
Un tsunami1 (del japonés «津» tsu, puerto o bahía, y «波» nami, ola) o maremoto
(del latín mare, mar y motus, movimiento) es un evento complejo que involucra un grupo
de olas de gran energía y de tamaño variable que se producen cuando algún fenómeno
extraordinario desplaza verticalmente una gran masa de agua. Este tipo de olas remueven
una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento. Se
calcula que el 90% de estos fenómenos son provocados por terremotos, en cuyo caso
reciben el nombre más correcto y preciso de «maremotos tectónicos». La energía de un
maremoto depende de su altura, de su longitud de onda y de la longitud de su frente. La
energía total descargada sobre una zona costera también dependerá de la cantidad de
picos que lleve el tren de ondas.

Es frecuente que un tsunami que viaja grandes distancias disminuya la altura de sus olas,
pero siempre mantendrá una velocidad determinada por la profundidad sobre la cual el
tsunami se desplaza. Normalmente, en el caso de los tsunamis tectónicos, la altura de la
onda de tsunami en aguas profundas es del orden de 1.0 metros, pero la longitud de onda
puede alcanzar algunos cientos de kilómetros. Esto es lo que permite que aun cuando la
altura en océano abierto sea muy baja, esta altura crezca en forma abrupta al disminuir la
profundidad, con lo cual, al disminuir la velocidad de la parte delantera del tsunami,
necesariamente crezca la altura por transformación de energía cinética en energía
potencial. De esta forma una masa de agua de algunos metros de altura puede arrasar a
su paso hacia el interior.
29

efectos de un tsunami.
Antes, el término tsunami también sirvió para referirse a las olas producidas
por huracanes y temporales que, como los maremotos, podían entrar tierra adentro, pero
éstas no dejaban de ser olas superficiales producidas por el viento, aunque se trata aquí
de un viento excepcionalmente potente.
Tampoco se deben confundir con la ola producida por la marea conocida como macareo.
Éste es un fenómeno regular y mucho más lento, aunque en algunos lugares estrechos y
de fuerte desnivel pueden generarse fuertes corrientes.
La mayoría de los tsunamis son originados por terremotos de gran magnitud bajo la
superficie acuática. Para que se origine un tsunami el fondo marino debe ser movido
abruptamente en sentido vertical, de modo que una gran masa de agua del océano es
impulsada fuera de su equilibrio normal. Cuando esta masa de agua trata de recuperar su
equilibrio genera olas. El tamaño del tsunami estará determinado por la magnitud de la
deformación vertical del fondo marino entre otros parámetros como la profundidad del
lecho marino. No todos los terremotos bajo la superficie acuática generan maremotos,
sino sólo aquellos de magnitud considerable con hipocentro en el punto de profundidad
adecuado.
Un tsunami tectónico producido en un fondo oceánico de 5 km de profundidad removerá
toda la columna de agua desde el fondo hasta la superficie. El desplazamiento vertical
puede ser tan sólo de centímetros; pero, si se produce a la suficiente profundidad, la
velocidad será muy alta y la energía transmitida a la onda será enorme. Aun así, en alta
mar la ola pasa casi desapercibida, ya que queda camuflada entre las olas superficiales.
Sin embargo, destacan en la quietud del fondo marino, el cual se agita en toda su
profundidad.

Maremoto de Sumatra
30

La zona más afectada por este tipo de fenómenos es el océano Pacífico, debido a que en
él se encuentra la zona más activa del planeta, el cinturón de fuego. Por ello, es el
único océano con un sistema de alertas verdaderamente eficaz.
Física de los maremotos tectónicos.
No existe un límite claro respecto de la magnitud necesaria de un sismo como para
generar un tsunami. Los elementos determinantes para que ocurra un tsunami son la
magnitud del sismo originador, la profundidad del hipocentro y la morfología de las placas
tectónicas involucradas. Esto hace que para algunos lugares del planeta se requieran
grandes sismos para generar un tsunami, en tanto que para otros bastes para ello la
existencia de sismos de menor magnitud. En otros términos, la geología local, la magnitud
y la profundidad focal son parte de los elementos que definen la ocurrencia o no de un
tsunami de origen tectónico.
La teoría lineal predice que las olas conservarán su energía mientras no rompan en la
costa. La disipación de la energía cerca de la costa dependerá, como se ha dicho, de las
características del relieve marino. La manera como se disipa dicha energía antes de
romper depende de la relación H/h, sobre la cual hay varias teorías. Una vez que llega a
tierra, la forma en que la ola rompe depende de la relación H/L. Como L siempre es
mucho mayor que H, las olas romperán como lo hacen las olas bajas y planas. Esta forma
de disipar la energía es poco eficiente, y lleva a la ola a adentrarse tierra adentro como
una gran marea.
A la llegada a la costa la altura aumentará, pero seguirá teniendo forma de onda plana. Se
puede decir que hay un trasvase de energía de velocidad a amplitud. La ola se frena, pero
gana altura. Pero la amplitud no es suficiente para explicar el poder destructor de la ola.
Incluso en un maremoto de menos de 5 m los efectos pueden ser devastadores. La ola es
mucho más de lo que se ve. Arrastra una masa de agua mucho mayor que cualquier ola
convencional, por lo que el primer impacto del frente de la onda viene seguido del empuje
del resto de la masa de agua perturbada que presiona, haciendo que el mar se adentre
más y más en tierra. Por ello, la mayoría de los maremotos tectónicos son vistos más
como una poderosa riada, en la cual es el mar el que inunda a la tierra, y lo hace a gran
velocidad.
Antes de su llegada, el mar acostumbra a retirarse a distancias variables de la costa, que
en caso de fondos relativamente planos, puede llegar a varios centenares de metros,
como una rápida marea baja. Desde entonces hasta que llega la ola principal pueden
pasar de 5 a 10 minutos, como también existen casos en los que han transcurrido horas
para que la marejada llegue a tierra. A veces, antes de llegar la cadena principal del
maremoto, los que realmente arrasarán la zona, pueden aparecer «micromaremotos» de
aviso. Así ocurrió el 26 de diciembre de 2004 en las costas de Sri Lanka donde, minutos
antes de la llegada de la ola fuerte, pequeños maremotos entraron unos cincuenta metros
playa adentro, provocando el desconcierto entre los bañistas antes de que se les echara
encima la ola mayor. Según testimonios, «se vieron rápidas y sucesivas mareas bajas y
altas, luego el mar se retiró por completo y solo se sintió el estruendo atronador de la gran
ola que venía.
Debido a que la energía de los maremotos tectónicos es casi constante, pueden llegar a
cruzar océanos y afectar a costas muy alejadas del lugar del suceso. La trayectoria de las
ondas puede modificarse por las variaciones del relieve abisal, fenómeno que no ocurre
con las olas superficiales. Los maremotos tectónicos, dado que se producen debido al
desplazamiento vertical de una falla, la onda que generan suele ser un tanto especial.
Su frente de onda es recto en casi toda su extensión. Solo en los extremos se va
31

diluyendo la energía al curvarse. La energía se concentra, pues, en un frente de onda


recto, lo que hace que las zonas situadas justo en la dirección de la falla se vean
relativamente poco afectadas, en contraste con las zonas que quedan barridas de lleno
por la ola, aunque éstas se sitúen mucho más lejos. El peculiar frente de onda es lo que
hace que la ola no pierda energía por simple dispersión geométrica, sobre todo en su
zona más central. El fenómeno es parecido a una onda encajonada en un canal o río. La
onda, al no poder dispersarse, mantiene constante su energía. En un maremoto sí existe,
de hecho, cierta dispersión, pero, sobre todo, se concentra en las zonas más alejadas del
centro del frente de onda recto.

otros tipos de tsunamis.


Existen otros mecanismos generadores de maremotos menos corrientes que también
pueden producirse por erupciones volcánicas, deslizamientos de
tierra, meteoritos o explosiones submarinas. Estos fenómenos pueden producir olas
enormes, mucho más altas que las de los maremotos corrientes. Se trata de los
llamados megamaremotos, término que, si bien no es científico, puede usarse de forma
poco rigurosa para referirse a los maremotos generados por causas no tectónicas. De
todas estas causas alternativas, la más común es la de los deslizamientos de tierra
producidos por erupciones volcánicas explosivas, que pueden hundir islas o montañas
enteras en el mar en cuestión de segundos. También existe la posibilidad de
desprendimientos naturales tanto en la superficie como debajo de ella. Este tipo de
maremotos difieren drásticamente de los maremotos tectónicos.
En primer lugar, la cantidad de energía que interviene. Está el terremoto del océano Índico
de 2004, con una energía desarrollada de unos 32.000 MT. Solo una pequeña fracción de
ésta se traspasará al maremoto. Por el contrario, un ejemplo clásico de megamaremoto
sería la explosión del volcán Krakatoa, cuya erupción generó una energía de 300 MT. Sin
embargo, se midió una altitud en las olas de hasta 50 m, muy superior a la de las medidas
por los maremotos del océano Índico. La razón de estas diferencias estriba en varios
factores. Por una parte, el mayor rendimiento en la generación de las olas por parte de
este tipo de fenómenos, menos energéticos pero que transmiten gran parte de su energía
al mar. En un seísmo (o sismo), la mayor parte de la energía se invierte en mover
las placas. Pero, aun así, la energía de los maremotos tectónicos sigue siendo mucho
mayor que la de los mega maremotos. Otra de las causas es el hecho de que un
maremoto tectónico distribuye su energía a lo largo de una superficie de agua mucho
mayor, mientras que los mega maremotos parten de un suceso muy puntual y localizado.
En muchos casos, los mega maremotos también sufren una mayor dispersión geométrica,
debido justamente a la extrema localización del fenómeno. Además, suelen producirse en
aguas relativamente poco profundas de la plataforma continental. El resultado es una ola
con mucha energía en amplitud superficial, pero de poca profundidad y menor velocidad.
Este tipo de fenómenos son increíblemente destructivos en las costas cercanas al
desastre, pero se diluyen con rapidez. Esa disipación de la energía no sólo se da por una
mayor dispersión geométrica, sino también porque no suelen ser olas profundas, lo cual
conlleva turbulencias entre la parte que oscila y la que no. Eso comporta que su energía
disminuya bastante durante el trayecto.
El ejemplo típico más cinematográfico, de megamaremoto es el causado por la caída de
un meteorito en el océano. De ocurrir tal cosa, se producirían ondas curvas de gran
amplitud inicial, bastante superficiales, que sí tendrían dispersión geométrica y disipación
por turbulencia, por lo que, a grandes distancias, quizá los efectos no serían tan dañinos.
Una vez más los efectos estarían localizados, sobre todo, en las zonas cercanas al
32

impacto. El efecto es exactamente el mismo que el de lanzar una piedra a un estanque.


Evidentemente, si el meteorito fuera lo suficientemente grande, daría igual cuán alejado
se encontrara el continente del impacto, pues las olas lo arrasarían de todas formas con
una energía inimaginable. Maremotos apocalípticos de esa magnitud debieron producirse
hace 65 millones de años cuando un meteorito cayó en la actual península de Yucatán.
Este mecanismo generador es, sin duda, el más raro de todos; de hecho, no se tienen
registros históricos de ninguna ola causada por un impacto.
Algunos geólogos especulan que un megamaremoto podría producirse en un futuro
próximo (en términos geológicos) cuando se produzca un deslizamiento en el volcán de la
parte inferior de la isla de La Palma, en las islas Canarias (cumbre Vieja). Sin embargo,
aunque existe esa posibilidad (de hecho algunos valles de Canarias, como el
de Güímar (Tenerife) o el del Golfo (El Hierro) se formaron por episodios geológicos de
este tipo), no parece que eso pueda ocurrir a corto plazo, sino dentro de cientos o miles
de años. Esta especulación ha causado una cierta polémica, siendo tema de discusión
entre distintos geólogos. Un maremoto es un peligro para el lugar en que se encuentre o
se origine, pero también este fenómeno tiene ventajas hacia nuestro planeta.

Causas de los maremotos

Como ya se mencionó, los terremotos son la gran causa de los maremotos. Para que un
terremoto origine un maremoto, el fondo marino debe ser movido abruptamente en
sentido vertical, de modo que el océano es impulsado fuera de su equilibrio normal.
Cuando esta inmensa masa de agua trata de recuperar su equilibrio, se generan las olas.
El tamaño del maremoto estará determinado por la magnitud de la deformación vertical
del fondo marino. No todos los terremotos generan maremotos, sino sólo aquellos de
magnitud considerable (primera condición), que ocurren bajo el lecho marino (segunda
condición) y que sean capaces de deformarlo (tercera condición). Si bien cualquier
océano puede experimentar un maremoto, es más frecuente que ocurran en el océano
Pacífico, cuyas márgenes son más comúnmente asiento de terremotos de magnitudes
considerables (especialmente las costas de Chile, Perú y Japón). Además, el tipo de falla
que ocurre entre las placas de Nazca y placa sudamericana, llamada falla de subducción,
esto es, que una placa se va deslizando bajo la otra, hacen más propicia la deformidad
del fondo marino y, por ende, el surgimiento de los maremotos.
A pesar de lo dicho anteriormente, se han registrado maremotos devastadores en los
océanos Atlántico e Índico, así como en el mar Mediterráneo. Un gran maremoto
acompañó los terremotos de Lisboa en 1755, el del Paso de Mona de Puerto Rico en
1918, y el de Grand Banks de Canadá en 1929.
Las avalanchas, erupciones volcánicas y explosiones submarinas pueden ocasionar
maremotos que suelen disiparse rápidamente, sin alcanzar a provocar daños en sus
márgenes continentales.

Diferencias entre maremotos y marejadas

as marejadas se producen habitualmente por la acción del viento sobre la superficie del
agua, sus olas suelen presentar una ritmicidad de 20 segundos, y suelen propagarse unos
150 m tierra adentro, como máximo total, tal y como observamos en
los temporales o huracanes. De hecho, la propagación se ve limitada por la distancia, de
33

modo que va perdiendo intensidad al alejarnos del lugar donde el viento la está
generando.
Un maremoto, en cambio, presenta un comportamiento opuesto, ya que el brusco
movimiento del agua desde la profundidad genera un efecto de «latigazo» hacia la
superficie, el cual es capaz de lograr olas de magnitud impensable. Los análisis
matemáticos indican que la velocidad es igual a la raíz cuadrada del producto del
potencial gravitatorio (9,8 m/s²) por la profundidad. Para tener una idea, tomemos la
profundidad habitual del océano Pacífico, que es de 4000 m. Esto daría una ola que
podría moverse a unos 200 m/s, o sea, a 700 km/h. Y, como las olas pierden su fuerza en
relación inversa a su tamaño, al tener 4000 m puede viajar a miles de kilómetros de
distancia sin perder mucha fuerza.
Sólo cuando llegan a la costa comienzan a perder velocidad, al disminuir la profundidad
del océano. La altura de las olas, sin embargo, puede incrementarse hasta superar los
30 metros (lo habitual es una altura de 6 o 7 m). Los maremotos son olas que, al llegar a
la costa, no rompen. Al contrario, un maremoto sólo se manifiesta por una subida y bajada
del nivel del mar de las dimensiones indicadas. Su efecto destructivo radica en la
importantísima movilización de agua y las corrientes que ello conlleva, haciendo en la
práctica un río de toda la costa, además de las olas 'normales' que siguen propagándose
encima del maremoto y arrasando, a su paso, con lo poco que haya podido resistir la
corriente.
Las fallas presentes en las costas del océano Pacífico, donde las placas tectónicas se
introducen bruscamente bajo la placa continental, provocan un fenómeno
llamado subducción, lo que genera maremotos con frecuencia. Derrumbes y erupciones
volcánicas submarinas pueden provocar fenómenos similares.
La energía de los maremotos se mantiene más o menos constante durante su
desplazamiento, de modo que, al llegar a zonas de menor profundidad, por haber menos
agua que desplazar, la altura del tsunami se incrementa de manera formidable. Un
maremoto que mar adentro se sintió como una ola no perceptible, debido a su larga
longitud de onda puede, al llegar a la costa, destruir hasta kilómetros tierra adentro. Las
turbulencias que produce en el fondo del mar arrastran rocas y arena, lo que provoca
daño erosivo en las playas que puede alterar la geografía durante muchos años.
Japón, por su ubicación geográfica, es el país más golpeado por los maremotos.

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