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INGENIERIA CIVIL
GEOLOGIA.
Clave ICC–1017.
MAESTRO
PRESENTA:
Tectónica.
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Índice.
4.3.1 Deformación………………………………………………………………….07
4.3.2 Pliegues………………………………………………………………………07
4.4 Sismos………………………………………………………………………….19
4.5 Tsunamis……………………………………………………………………...28
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Corteza
Los fondos de las grandes cuencas oceánicas están formados por la corteza oceánica,
con un espesor medio de 7 km; está compuesta por
rocas máficas (silicatos de hierro y magnesio) con una densidad media de
3,0 g/cm3.+`´-
Los continentes están formados por la corteza continental, que está compuesta por
rocas félsicas (silicatos de sodio, potasio y aluminio), más ligeras, con una densidad
media de 2,7 g/cm3.
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Manto
El manto terrestre se extiende hasta una profundidad de 2.890 km, lo que le convierte
en la capa más grande del planeta. La presión, en la parte inferior del manto, es de
unos 140 GPa (1,4 M atm). El manto está compuesto por rocas silíceas, más ricas en
hierro y magnesio que la corteza. Las grandes temperaturas hacen que los materiales
silíceos sean lo suficientemente dúctiles como para fluir, aunque en escalas temporales
muy grandes. La convección del manto es responsable, en la superficie, del
movimiento de las placas tectónicas. Como el punto de fusión y la viscosidad de una
sustancia dependen de la presión a la que esté sometida, la parte inferior del manto se
mueve con mayor dificultad que el manto superior, aunque también los cambios
químicos pueden tener importancia en este fenómeno. La viscosidad del manto varía
entre 1021 y 1024 Pa·s.4 Como comparación, la viscosidad del agua es
aproximadamente 10-3 Pa.s, lo que ilustra la lentitud con la que se mueve el manto.
Núcleo
La densidad media de la Tierra es 5515 kg/m3. Esta cifra lo convierte en el planeta más
denso del sistema solar. Si consideramos que la densidad media de la corteza es
aproximadamente 3000 kg/m3, debemos asumir que el núcleo terrestre debe estar
compuesto de materiales más densos. Los estudios sismológicos han aportado más
evidencias sobre la densidad del núcleo. En sus primeras fases, hace unos 4 500
millones de años, los materiales más densos, derretidos, se habrían hundido hacia el
núcleo en un proceso llamado diferenciación planetaria, mientras que otros menos
densos habrían migrado hacia la corteza. Como resultado de este proceso, el núcleo
está compuesto ampliamente de hierro (Fe) (80 %), junto con níquel (Ni) y varios
elementos más ligeros. Otros elementos más densos, como el plomo (Pb) o
el uranio (U) son muy raros, o permanecieron en la superficie unidos a otros elementos
más ligeros.
Según esta teoría, la corteza terrestre está compuesta al menos por una docena de
placas rígidas dichas placas, separadas por cadenas montañosas o fosas, se mueven
lentamente, chocando o rozándose unas con otras. Las placas se mueven
relativamente entre ellas y en los bordes o zonas de interacción pueden producirse
algunos de los siguientes fenómenos:
Roce entre placas: Al pasar una al lado de la otra se crean esfuerzos, los cuales se
liberan violentamente cuando las rocas llegan a su punto de fractura. Esta situación
produce terremotos.
Choques entre placas: Aquí se pueden dar 3 situaciones: Choque de dos placas
continentales. Debido a su poca densidad ninguna se hunde, pero el choque hace que
se arruguen formando una cadena montañosa, Choque entre una placa oceánica y una
placa continental. Como la corteza oceánica es más densa, la placa subduce, regresa
al manto y forma las grandes fosas que se han encontrado en los bordes de los
océanos. Como consecuencia del choque se arruga la corteza y se forma una cadena
montañosa. .
Borde convergente
Es el borde de choque entre dos placas tectónicas. En el borde convergente una de las
placas de la litosfera se hunde debajo de la otra consumiéndose en el manto. Este tipo
de bordes lleva a la formación de cordilleras y está asociado con zonas de actividad
volcánica originadas por la fricción de las dos placas.
Borde Divergentes
En tectonica de placas un borde o límite divergente es el límite que existe entre dos
placas tectonicas que se separan. Conforme las placas se alejan entre sí, nuevo
material asciende desde el manto, en el interior de la Tierra, creando nueva corteza y
litosfera, por lo que también recibe el nombre de borde constructivo.
Bordes Transformadores
4.3.1 Deformación.
Fuerza y esfuerzo
Para describir las fuerzas que deforman las rocas, los geólogos estructurales utilizan el
término esfuerzo, que es la cantidad de fuerza aplicada sobre un área determinada. La
magnitud del esfuerzo no es simplemente una función de la cantidad de fuerza
aplicada, sino que también está relacionada con el área sobre la que la fuerza actúa.
Por ejemplo, si una persona anda descalza sobre una superficie dura, la fuerza (peso)
de su cuerpo se distribuye por todo el pie, de modo que el esfuerzo que actúa en
cualquier punto de su pie es pequeño. Sin embargo, si esa persona pisa una pequeña
roca puntiaguda, la concentración de esfuerzos en un punto de su pie será elevada.
Por tanto, puede pensarse en el esfuerzo como una medida de cuán concentrada está
la fuerza, , el esfuerzo puede aplicarse de manera uniforme en todas las direcciones
(presión de confinamiento) o de manera no uniforme (esfuerzo diferencial).
4.3.2 Pliegues.
Tipos de pliegues
cuando no lo son. Se dice que un pliegue asimétrico esta volcado o capotado si uno de
los flancos está inclinado más allá de la vertical (Figura GEOEST-08) Un pliegue
volcado puede también de manera que un plano que se extendiera a través de el eje
del pliegue sería en realidad horizontal. Esos pliegues tumbados son comunes en
algunas regiones montañosas como los Alpes.
Figura GEOEST-08 Bloque diagrama de los principales tipos de estratos plegados. Las
estructuras arqueadas o convexas son anticlinales. Los pliegues cóncavos o
depresiones son sinclinales. Obsérvese que el flanco de un anticlinal lo es también del
sinclinal adyacente.
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revisar
Figura GEOEST-11 Sheep Mountain, un anticlinal con doble inmersión. Obsérvese que
la erosión ha cortado los estratos sedimentarios de los flancos en pequeñas crestas en
forma de que apunta a la dirección de la inmersión. (Foto de John S. Shelton.)
ejemplo, en la provincia Valley and Ridge, los estratos de arenisca más resistente
permanecen como imponentes riscos separados por valles excavados en estratos de
caliza y lutita mucho más fáciles de erosionar
Aunque hemos separado en nuestra explicación los pliegues y las fallas, en el mundo
real, en general los pliegues están estrechamente ligados a las fallas. Ejemplos de esta
relación estrecha son las amplias estructuras regionales denominadas monoclinales.
Estrucnrras particularmente destacadas de la llanura de Colorado, los monoclinales
(mono = uno; kleinen = inclinar) son grandes pliegues en forma de escalón situados en
estratos sedimentarios por lo demás horizontales (Figura GEOEST-12). Estos pliegues
parecen ser el resultado de la reactivación de las zonas de falla situadas en las rocas
del basamento por debajo de la cobertera. Conforme los grandes bloques de roca del
basamento ascendían a 1o largo de antiguas fallas, los estratos sedimentarios
comparativamente dúctiles de encima respondían plegándose. En La llanura del
Colorado, los monoclinales muestran una zona estrecha de estratos muy inclinados
que se allanan y forman las capas superiores de las grandes áreas elevadas, como el
pliegue Zuni, el pliegue Echo Cliffs y la ondulación de San Rafael (Figura GEOEST-12).
El desplazamiento a lo largo de estas fallas reactivadas es a menudo superior a 1
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Las fallas son fracturas en la corteza a lo largo de las cuales ha tenido lugar un
desplazamiento apreciable. A veces, pueden reconocerse pequeñas fallas en los
taludes de las carreteras, observándose estratos sedimentarios desplazados unos
pocos metros. Las fallas de esta escala normalmente aparecen como pequeñas
rupturas :aisladas. Por el contrario, las grandes fallas, como la de San Andrés en
California, tienen desplazamientos de centenares de kilómetros y consisten en muchas
superficies falladas interconectadas. Estas zonas de falla pueden tener una anchura de
varios kilómetros y a menudo son más fáciles de identificar a partir de fotografías
aéreas que a nivel del sueloLos movimientos súbitos a lo largo de las fallas son la
causa de la mayoría de los terremotos. Sin embargo, la gran mayoría de hs fallas son
inactivas y por tanto, restos de una deformación antigua. A lo largo de las fallas, las
rocas suelen romperse v pulverizarse conforme los bloques de corteza situados en los
lados opuestos de una falla se rozan unos con otros. El material arcilloso débilmente
coherente que resula de esta actividad se denomina salbanda d.e falla. En algunas
superficies de falla, las rocas acaban muy pulidas y estriadas, o con surcos, a medida
que los bloques de corteza se deslizan unos con respecto a otros. Estas superficies
pulidas y estriadas, denominadas espejos de falla, proporcionan a los geólogos
pruebas de la dirección del desplazamiento más reciente a lo largo de la falla. Los
geólogos clasifican las fallas por sus movimientos relativos, que pueden ser
predominantemente horizontales, verticales u oblicuos.
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Figura GEOEST-16 Escarpe de falla localizado cerca del monumento nacional Joshua
Tree, California. (Foto de A. P. Trujillo/APT Photos.)
Los dos tipos principales de fallas con desplazamiento vertical se denominan fallas
normales y fallas inversas, Además, cuando una falla inversa tiene un ángulo de
buzamiento (inclinación) menor de 45º, se denomina cabalgamiento. A continuación
consideraremos estos tres tipos de falla.
Fallas normales. Las fallas con desplazamiento vertical se clasifican como fallas
normales cuando el bloque de techo se desplaza hacia abajo en relación con el bloque
de muro (Figura GEOEST-18). La mayoría de las fallas normales tienen buzamientos
de unos 60º, que tienden a disminuir con la profundidad. Sin embargo, algunas fallas
con desplazamiento vertical tienen buzamientos mucho menores, aproximándose en
algunos casos a la horizontal. Debido al movimiento descendente del techo, las fallas
normales acomodan el alargamiento, o la extensión, de la corteza.
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La mayoría de las fallas normales son pequeñas, con desplazamientos más o menos
de un metro. Pero hay algunas que se extienden decenas de kilómetros, dibujando
sinuosamente el límite de un frente montañoso. En el oeste de Estados Unidos, las
fallas normales a gran escala como éstas se asocian con estructuras denominadas
Son ejemplos de montañas limitadas por fallas la cordillera Teton de Wyoming y Sierra
Nevada de California. Ambas están falladas a lo largo de sus flancos orientales, que se
fueron levantando a medida que los bloques se inclinaban hacia abajo en dirección
oeste. Estos escarpados frentes montañosos se produjeron a 1o largo de un período
de 5 a 10 millones de años por medio de muchos episodios, irregularmente
espaciados, de formación de fallas. Cada acontecimiento fue responsable de an sólo
unos pocos metros de desplazamiento.
acumulado en las cuencas que fueron creadas por los graben y los extremos inferiores
de los bloques inclinados.
constituyen un límite importante entre las rocas situadas debajo, que exhiben
deformación dúctil, y las rocas situadas encima, que muestran deformación frágil.
Las fallas con desplazamiento vertical son también predominantes en los centros de
expansión, donde se produce la divergencia entre las placas tectónicas. En estos
puntos, un bloque central (graben o fosa tectónica) está limitado por fallas normales y
se hunde cuando las placas se separ¿n. Los graben definen un valle alargado limitado
por dos bloques de falla elevados (horst).
El valle del Rift de A{iica oriental está compuesto por varias fosas grandes tectónicas,
limitadas por horst inclinados que producen una topografía montañosa lineal. Este
valle, de casi 6000 kilómetros de longitud, con- tiene los yacimientos de algunos de los
fósiles humanos más antiguos. Ejemplos de valles de Rift inactivos son el valle del Rin,
en Alemania, y las fosas tectónicas del Triásico del este de Estados Unidos. Sistemas
aún mayores de fallas con desplazamiento vertical inactivas son los márgenes
continentales, como las costas orientales del continente americano y las costas
occidentales de Europa y .África
Figura GEOEST-19 Fracturación normal dela provincia Basin and Range. Aquí los
esfuerzos tensionales han alarqado y fracturado la corteza en numerosos bloques. El
movimiento a lo largo de esas fracturas ha inclinado los bloques produciendo
alineaciones montañosas paralelas denominadas montañas limitadas por fallas. Los
bloques hundidos (grabens) forman cuencas, mientras que los bloques elevados
(horst) se erosionan y originan una topografía montañosa accidentada. Además,
numerosos bloques incl¡nados (fosas tectónicas asimétricas) dan lugar a cuencas y
montañas.
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Fallas inversas y cabalgamientos. Las fallas inversas y los cabalgamientos son fallas
con desplazamiento vertical en las cuales el bloque de techo se mueve hacia arriba
con respecto al bloque de muro (Figura GEOEST-20). Recordemos que las fallas
inversas tienen buzamientos superiores a 45º y que los cabalgamientos tienen
buzamientos inferiores a 45º. Dado que el bloque de techo se mueve hacia arriba y
sobre el bloque de muro, las fallas inversas y los cabalgamientos refleja un
acortamiento de la corteza.
Las fallas inversas de alto ángulo suelen ser pequeñas y acomodan desplazamientos
locales en regiones dominadas por otros tipos de fallas. Los cabalgamientos, por otro
lado, existen a todas las escalas. Los cabalgamientos pequeños exhiben
desplazamientos que oscilan entre milímetros y unos pocos metros. Algunos grandes
cabalgamientos tienen desplazamientos del orden de decenas a centenares de
kilómetros. Mientras que las fallas normales aparecen en entornos tensionales, los
cabalgamientos son resultado de fuertes esfuerzos compresivos. En esos ambientes,
los bloques de la corteza se desplazan uno áa cia el otro, moviéndose el techo hacia
arriba con respecto al muro. La formación de cabalgamientos es más pronunciada en
las zonas de subducción y otros bordes convergentes, donde las placas están
colisionando. Las fuerzas compresivas producen generalmente pliegues además de
fallas y provocan un engrosamiento y acortamiento del material implicado.
Figura GEOEST-22 Bloque diagrama que ilustra las estructuras asociadas con las
fallas con desplazamiento horizontal. Obsérvese cómo los cauces de las corrientes han
sido desplazados por el movimiento de la falla.
Las fallas de este diagrama son fallas con movimiento horizontal dextral. (Modificado
según R. L. Wesson y colaboradores.)
del lado opuesto de la falla fue a la derecha, según se mira hacia la falla, se denomina
falla direccional con movimiento dextral. La falla Great Glen de Escocia es un ejemplo
bien conocido de falla de dirección sinestral con un sentido de desplazamiento
opuesto. Se ha calculado que el desplazamiento total a lo largo de la falla Great Glen
supera los 100 kilómetros. También asociados con esta falla hay numerosos lagos,
entre ellos el lago Ness, el hogar del legendario monstruo.
Las ondas P
(PRIMARIAS) son ondas
longitudinales, lo cual
significa que el suelo es
alternadamente comprimido
y dilatado en la dirección de
la propagación. Estas ondas
generalmente viajan a una
velocidad 1.73 veces de las
ondas S y pueden viajar a
través de cualquier tipo de
material. Velocidades típicas
son 330m/s en el aire,
1450m/s en el agua y cerca
de 5000m/s en el granito.
Las ondas S
(SECUNDARIAS) son ondas
transversales o de corte, lo
cual significa que el suelo es
desplazado
perpendicularmente a la
dirección de propagación,
alternadamente hacia un
lado y hacia el otro. Las
ondas S pueden viajar
únicamente a través de
sólidos debido a que los
líquidos no pueden soportar
esfuerzos de corte. Su
velocidad es alrededor de
58% la de una onda P para
cualquier material sólido.
Usualmente la onda S tiene
mayor amplitud que la P y se
siente más fuerte que ésta.
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Ondas de Rayleigh
Ondas de Love
Otro tipo de ondas superficiales son ondas de Love llamadas así en honor del
científico que las estudió. Estas se generan sólo cuando un medio elástico se
encuentra estratificado, situación que se cumple en nuestro planeta pues se
encuentra formado por capas de diferentes características físicas y químicas. Las
ondas de Love se propagan con un movimiento de las partículas, perpendicular a
la dirección de propagación, como las ondas S, sólo que polarizadas en el plano
de la superficie de la Tierra, es decir sólo poseen la componentes horizontal a
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Una brecha sísmica, a veces también denominada laguna sísmica, es una zona de
quiescencia en un borde convergente entre placas tectónicas en la que, a pesar de tener
una historia de sismicidad conocida, no se han producido terremotos ni ha presentado
actividad sísmica relevante en los últimos treinta años.1 Otras definiciones no precisan un
número absoluto de años de inactividad, poniendo como criterio que se supere el promedio
de los intervalos de ocurrencia conocidos para ese segmento en la región.
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4. 5 TSUNAMIS
Un tsunami1 (del japonés «津» tsu, puerto o bahía, y «波» nami, ola) o maremoto
(del latín mare, mar y motus, movimiento) es un evento complejo que involucra un grupo
de olas de gran energía y de tamaño variable que se producen cuando algún fenómeno
extraordinario desplaza verticalmente una gran masa de agua. Este tipo de olas remueven
una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento. Se
calcula que el 90% de estos fenómenos son provocados por terremotos, en cuyo caso
reciben el nombre más correcto y preciso de «maremotos tectónicos». La energía de un
maremoto depende de su altura, de su longitud de onda y de la longitud de su frente. La
energía total descargada sobre una zona costera también dependerá de la cantidad de
picos que lleve el tren de ondas.
Es frecuente que un tsunami que viaja grandes distancias disminuya la altura de sus olas,
pero siempre mantendrá una velocidad determinada por la profundidad sobre la cual el
tsunami se desplaza. Normalmente, en el caso de los tsunamis tectónicos, la altura de la
onda de tsunami en aguas profundas es del orden de 1.0 metros, pero la longitud de onda
puede alcanzar algunos cientos de kilómetros. Esto es lo que permite que aun cuando la
altura en océano abierto sea muy baja, esta altura crezca en forma abrupta al disminuir la
profundidad, con lo cual, al disminuir la velocidad de la parte delantera del tsunami,
necesariamente crezca la altura por transformación de energía cinética en energía
potencial. De esta forma una masa de agua de algunos metros de altura puede arrasar a
su paso hacia el interior.
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efectos de un tsunami.
Antes, el término tsunami también sirvió para referirse a las olas producidas
por huracanes y temporales que, como los maremotos, podían entrar tierra adentro, pero
éstas no dejaban de ser olas superficiales producidas por el viento, aunque se trata aquí
de un viento excepcionalmente potente.
Tampoco se deben confundir con la ola producida por la marea conocida como macareo.
Éste es un fenómeno regular y mucho más lento, aunque en algunos lugares estrechos y
de fuerte desnivel pueden generarse fuertes corrientes.
La mayoría de los tsunamis son originados por terremotos de gran magnitud bajo la
superficie acuática. Para que se origine un tsunami el fondo marino debe ser movido
abruptamente en sentido vertical, de modo que una gran masa de agua del océano es
impulsada fuera de su equilibrio normal. Cuando esta masa de agua trata de recuperar su
equilibrio genera olas. El tamaño del tsunami estará determinado por la magnitud de la
deformación vertical del fondo marino entre otros parámetros como la profundidad del
lecho marino. No todos los terremotos bajo la superficie acuática generan maremotos,
sino sólo aquellos de magnitud considerable con hipocentro en el punto de profundidad
adecuado.
Un tsunami tectónico producido en un fondo oceánico de 5 km de profundidad removerá
toda la columna de agua desde el fondo hasta la superficie. El desplazamiento vertical
puede ser tan sólo de centímetros; pero, si se produce a la suficiente profundidad, la
velocidad será muy alta y la energía transmitida a la onda será enorme. Aun así, en alta
mar la ola pasa casi desapercibida, ya que queda camuflada entre las olas superficiales.
Sin embargo, destacan en la quietud del fondo marino, el cual se agita en toda su
profundidad.
Maremoto de Sumatra
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La zona más afectada por este tipo de fenómenos es el océano Pacífico, debido a que en
él se encuentra la zona más activa del planeta, el cinturón de fuego. Por ello, es el
único océano con un sistema de alertas verdaderamente eficaz.
Física de los maremotos tectónicos.
No existe un límite claro respecto de la magnitud necesaria de un sismo como para
generar un tsunami. Los elementos determinantes para que ocurra un tsunami son la
magnitud del sismo originador, la profundidad del hipocentro y la morfología de las placas
tectónicas involucradas. Esto hace que para algunos lugares del planeta se requieran
grandes sismos para generar un tsunami, en tanto que para otros bastes para ello la
existencia de sismos de menor magnitud. En otros términos, la geología local, la magnitud
y la profundidad focal son parte de los elementos que definen la ocurrencia o no de un
tsunami de origen tectónico.
La teoría lineal predice que las olas conservarán su energía mientras no rompan en la
costa. La disipación de la energía cerca de la costa dependerá, como se ha dicho, de las
características del relieve marino. La manera como se disipa dicha energía antes de
romper depende de la relación H/h, sobre la cual hay varias teorías. Una vez que llega a
tierra, la forma en que la ola rompe depende de la relación H/L. Como L siempre es
mucho mayor que H, las olas romperán como lo hacen las olas bajas y planas. Esta forma
de disipar la energía es poco eficiente, y lleva a la ola a adentrarse tierra adentro como
una gran marea.
A la llegada a la costa la altura aumentará, pero seguirá teniendo forma de onda plana. Se
puede decir que hay un trasvase de energía de velocidad a amplitud. La ola se frena, pero
gana altura. Pero la amplitud no es suficiente para explicar el poder destructor de la ola.
Incluso en un maremoto de menos de 5 m los efectos pueden ser devastadores. La ola es
mucho más de lo que se ve. Arrastra una masa de agua mucho mayor que cualquier ola
convencional, por lo que el primer impacto del frente de la onda viene seguido del empuje
del resto de la masa de agua perturbada que presiona, haciendo que el mar se adentre
más y más en tierra. Por ello, la mayoría de los maremotos tectónicos son vistos más
como una poderosa riada, en la cual es el mar el que inunda a la tierra, y lo hace a gran
velocidad.
Antes de su llegada, el mar acostumbra a retirarse a distancias variables de la costa, que
en caso de fondos relativamente planos, puede llegar a varios centenares de metros,
como una rápida marea baja. Desde entonces hasta que llega la ola principal pueden
pasar de 5 a 10 minutos, como también existen casos en los que han transcurrido horas
para que la marejada llegue a tierra. A veces, antes de llegar la cadena principal del
maremoto, los que realmente arrasarán la zona, pueden aparecer «micromaremotos» de
aviso. Así ocurrió el 26 de diciembre de 2004 en las costas de Sri Lanka donde, minutos
antes de la llegada de la ola fuerte, pequeños maremotos entraron unos cincuenta metros
playa adentro, provocando el desconcierto entre los bañistas antes de que se les echara
encima la ola mayor. Según testimonios, «se vieron rápidas y sucesivas mareas bajas y
altas, luego el mar se retiró por completo y solo se sintió el estruendo atronador de la gran
ola que venía.
Debido a que la energía de los maremotos tectónicos es casi constante, pueden llegar a
cruzar océanos y afectar a costas muy alejadas del lugar del suceso. La trayectoria de las
ondas puede modificarse por las variaciones del relieve abisal, fenómeno que no ocurre
con las olas superficiales. Los maremotos tectónicos, dado que se producen debido al
desplazamiento vertical de una falla, la onda que generan suele ser un tanto especial.
Su frente de onda es recto en casi toda su extensión. Solo en los extremos se va
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Como ya se mencionó, los terremotos son la gran causa de los maremotos. Para que un
terremoto origine un maremoto, el fondo marino debe ser movido abruptamente en
sentido vertical, de modo que el océano es impulsado fuera de su equilibrio normal.
Cuando esta inmensa masa de agua trata de recuperar su equilibrio, se generan las olas.
El tamaño del maremoto estará determinado por la magnitud de la deformación vertical
del fondo marino. No todos los terremotos generan maremotos, sino sólo aquellos de
magnitud considerable (primera condición), que ocurren bajo el lecho marino (segunda
condición) y que sean capaces de deformarlo (tercera condición). Si bien cualquier
océano puede experimentar un maremoto, es más frecuente que ocurran en el océano
Pacífico, cuyas márgenes son más comúnmente asiento de terremotos de magnitudes
considerables (especialmente las costas de Chile, Perú y Japón). Además, el tipo de falla
que ocurre entre las placas de Nazca y placa sudamericana, llamada falla de subducción,
esto es, que una placa se va deslizando bajo la otra, hacen más propicia la deformidad
del fondo marino y, por ende, el surgimiento de los maremotos.
A pesar de lo dicho anteriormente, se han registrado maremotos devastadores en los
océanos Atlántico e Índico, así como en el mar Mediterráneo. Un gran maremoto
acompañó los terremotos de Lisboa en 1755, el del Paso de Mona de Puerto Rico en
1918, y el de Grand Banks de Canadá en 1929.
Las avalanchas, erupciones volcánicas y explosiones submarinas pueden ocasionar
maremotos que suelen disiparse rápidamente, sin alcanzar a provocar daños en sus
márgenes continentales.
as marejadas se producen habitualmente por la acción del viento sobre la superficie del
agua, sus olas suelen presentar una ritmicidad de 20 segundos, y suelen propagarse unos
150 m tierra adentro, como máximo total, tal y como observamos en
los temporales o huracanes. De hecho, la propagación se ve limitada por la distancia, de
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modo que va perdiendo intensidad al alejarnos del lugar donde el viento la está
generando.
Un maremoto, en cambio, presenta un comportamiento opuesto, ya que el brusco
movimiento del agua desde la profundidad genera un efecto de «latigazo» hacia la
superficie, el cual es capaz de lograr olas de magnitud impensable. Los análisis
matemáticos indican que la velocidad es igual a la raíz cuadrada del producto del
potencial gravitatorio (9,8 m/s²) por la profundidad. Para tener una idea, tomemos la
profundidad habitual del océano Pacífico, que es de 4000 m. Esto daría una ola que
podría moverse a unos 200 m/s, o sea, a 700 km/h. Y, como las olas pierden su fuerza en
relación inversa a su tamaño, al tener 4000 m puede viajar a miles de kilómetros de
distancia sin perder mucha fuerza.
Sólo cuando llegan a la costa comienzan a perder velocidad, al disminuir la profundidad
del océano. La altura de las olas, sin embargo, puede incrementarse hasta superar los
30 metros (lo habitual es una altura de 6 o 7 m). Los maremotos son olas que, al llegar a
la costa, no rompen. Al contrario, un maremoto sólo se manifiesta por una subida y bajada
del nivel del mar de las dimensiones indicadas. Su efecto destructivo radica en la
importantísima movilización de agua y las corrientes que ello conlleva, haciendo en la
práctica un río de toda la costa, además de las olas 'normales' que siguen propagándose
encima del maremoto y arrasando, a su paso, con lo poco que haya podido resistir la
corriente.
Las fallas presentes en las costas del océano Pacífico, donde las placas tectónicas se
introducen bruscamente bajo la placa continental, provocan un fenómeno
llamado subducción, lo que genera maremotos con frecuencia. Derrumbes y erupciones
volcánicas submarinas pueden provocar fenómenos similares.
La energía de los maremotos se mantiene más o menos constante durante su
desplazamiento, de modo que, al llegar a zonas de menor profundidad, por haber menos
agua que desplazar, la altura del tsunami se incrementa de manera formidable. Un
maremoto que mar adentro se sintió como una ola no perceptible, debido a su larga
longitud de onda puede, al llegar a la costa, destruir hasta kilómetros tierra adentro. Las
turbulencias que produce en el fondo del mar arrastran rocas y arena, lo que provoca
daño erosivo en las playas que puede alterar la geografía durante muchos años.
Japón, por su ubicación geográfica, es el país más golpeado por los maremotos.