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Dialogo Entre Masones

Artículos Masonicos Seleccionados


Año 7 - N° 74

Febrero 2020
L

Dialogo Entre Masones


Artículos Masonicos Seleccionados
Año 7 - N° 74

Director General
Herbert Oré Belsuzarri
Directores
Mario López Rico
Vicente Alcoseri
Julio Villarreal III
Artículos Publicados
- En la Guerra Cristera, resultamos los masones
ser los Chivos Expiatorios ..............................3
- La masonería y la revolución francesa: hacia
una nueva orientación historiográfica..........17
- La masonería operativa no murió en Francia.
Sobrevivió en otro formato.........................52
- La ubicación de las columnas del templo,
sus palabras y otras consideraciones aclarato-
rias........................................................58
- La iniciación masónica en los dibujos anima-
dos........................................................66
- Los hijos de la viuda.................................101

La revista agradece la difusión de los artículos


publicados, mencionando la fuente y la auto-
ría.
Valle de Lima Febrero 2020

2
En la Guerra Cristera, resultamos los masones ser los
Chivos Expiatorios
Vicente Alcoseri
3
Se enfatiza fue un levantamiento católico mexicano contra lo
que ellos consideraban era la tiranía judeo-masónica, pero de
lo que se culpa a los masones nada es verdad.

Se apunta que en México al igual que en la Rusia socialista


soviética, los sacerdotes fueron asesinados en la Guerra Criste-
ra por masones mexicanos en la década de 1920, pero, la pre-
gunta se centra ¿Fue verdad todo esto? Muchos pudieran apun-
tar incluso equivocadamente a que esto obedecería a un plan
illuminati masónico perpetrado ya desde 1776, pero esto no es
verdad. Los masones resultamos ser los preferidos chivos ex-
piatorios de esta trama fanática religiosa.

¿Es el asesinato de sacerdotes y la destrucción de las Iglesia Cristianas


un plan judeo-Masónico–Illuminati que se efectuó a principios del siglo
XIX tanto en México como en Rusia, pasando posteriormente por China,
Vietnam y la Camboya? Claro que la Masonería nada tiene que ver en
esto, como tampoco los masones tenemos que ver con el Genocidio
Armenio.

Qué de verdad y de mentira hay en que en la década de 1920,


cientos de sacerdotes fueron torturados y asesinados en Méxi-
co cuando el presidente Mexicano y masón, Plutarco Elías Ca-
lles, ordenó supuestamente la represión de la Iglesia Católica.
Como lo explica la película “For Greater Glory o Cristiada en
español”, una film lanzado en 2012, donde pretende decir, do-
cumenta la revuelta de Cristeros, donde los cristianos tomaron
las armas contra el gobierno satánico masónico de México y lo
comprometieron a una guerra fratricida. La rebelión de 1926 a
1929 mató a 57,000 soldados del gobierno y 30,000 “insurgen-
tes” de Cristeros, así como a civiles. Miles de inocentes muertos
mexicanos resultado del Capricho de la Santa Iglesia Católica.

Seguro has oído hablar de esta rebelión en México, una gue-


rra que se pudo haber evitado pero que el Clero se obstinó
en efectuar este terrible conflicto. Algo que los no masones y
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masones no debemos olvidar nunca, es que masones que de-
fienden la libertad y la idea de la tolerancia hacia las demás
religiones en esta etapa, ya que en el pasado la Iglesia católi-
ca pretendió siempre monopolizar a la espiritualidad, la Iglesia
católica no quiere que sepas sobre el trasfondo de esta guerra,
donde la Iglesia católica se oponía a perder sus privilegios, y
pretendía que la constitución Mexicana se modificara a su favor
y les concediera más poder, y fue la misma Iglesia con en un ca-
pricho ordenó cerrar las Iglesias en México, culpando de esto al
Gobierno Mexicano, un Gobierno Liberal y de ideales masóni-
cos, el cierre de Iglesias fue ordenado desde el mismo Vaticano,
pero se culpó a la Masonería y al Gobierno mexicano de esta
medida, esto enardeció los ánimos del pueblo ignorante y fana-
tizado . Hoy en el mes de Octubre de 2019 es difícil encontrar
un artículo o un video en internet o un libro que mencione algo
sustantivo, certero y real sobre la Guerra Cristera y la Maso-
nería, son ya casi 100 años de culpar a los masones mexicanos
de algo que jamás tramamos, lo único que se propuso desde la
época del Francmasón Benito Juárez fue la sana separación de
la Iglesia del Estado ,cosa que no les pareció justo a los jerarcas
de la Iglesia Católica, pues perdían su poder terrenal, no les in-
teresaba obviamente el poder espiritual que con esto ganarían.

Hoy refrescamos la Memoria colectiva de lo que realmente


sucedió , pues los pueblos que no conocen la verdadera histo-
ria están condenados a repetirla, las nuevas generaciones han
perdido la idea, de esta lucha de separar al Estado de la Iglesia,
pero no sólo de la Iglesia Católica, sino separar toda idea de
Religión de las cosas del Estado, algo que también se ha per-
dido de vista ... Hoy en Octubre de 2019 en México no hay más
libertad de prensa, y un gran volumen de historias deformadas
pululan en libros, en la internet, en revistas en videos de YouTu-
be y en la mente colectiva de los mexicanos: las heridas de la
Guerra Cristera no han cerrado aún y no parecen sanar pronto,
y salen testimonios de masones perseguidos , por todo el mun-
do , ya en España durante el Franquismo, o en México durante
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la Guerra Cristera, culpándonos a los masones de los peores
males imaginables. Hay literalmente miles de testimonios de
masones saliendo a la luz que revelan una historia inspiradora
que ha estado oculta por la Iglesia Católica durante décadas en
una oscura sombra de miedo y negación, seguro en los archivos
secretos el Vaticano esta la verdad, una verdad que exculpa a
los Masones Mexicanos de las atrocidades con las que se nos
señala, todo está documentado ahí.

Los masones del presente se enfrentan a la persecución de


los socialistas en el gobierno venezolano y cubano, todo con el
apoyo explícito del Vaticano encabezado por el Socialista Papa
Francisco. Pueden los masones del presente servirse en este
comunicado que define la verdadera naturaleza oculta de la ti-
ranía católico socialista que esclaviza hoy a la humanidad.

La Iglesia Católica con su Teología de la Liberación, utiliza al


socialismo latinoamericano, para seguir dominando al pueblo
de esta región, hay lamentablemente muchos hermanos maso-
nes que sirven de tontos útiles, para llevar ideas socialistas hacia
el interior de los recintos sagrados de los Templos Masónicos.

En 1924, el Masón Plutarco Elías Calles se convirtió en presi-


dente de México. Era descendiente de judíos españoles, y ma-
són de grado 33º,“la Iglesia y la ignorancia eran la únicas causas
de todas las desgracias de México”, pero para él un conflicto
armado no era la solución, sino combatir al fanatismo religioso
y la ignorancia, no con armas sino con educación. El fanatismo
religioso debía desaparecer, pero no la espiritualidad, Elías Ca-
lles eran un espiritista y masón asiduo. Muchos fanáticos católi-
cos sostienen que el Presidente Calles era una herramienta de
los banqueros Illuminati, los maestros de la economía mexicana
en 1914: entre ellos los illuminatis Rockefeller interesado en el
(caucho), Goblentz (textiles), Guggenheim (minas).

Para encender los ánimos entre la población católica mexi-


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cana la Iglesia Católica decidió de manera unilateral cerrar las
Iglesias Católicas , culpando de esta medida al Presidente de
México en aquel momento que era el Masón Plutarco-Elías-Ca-
lles-así la Iglesia lanzó una ofensiva que esperaban que fuera
definitiva: “Debe haber una revolución psicológica ahora” pen-
saron los Jerarcas de la Iglesia . “Debemos penetrar las mentes
de los niños, jóvenes y adultos, porque sus mentes y cuerpos
deben pertenecer a la Iglesia católica”.

Las escuelas católicas fueron cerradas también por la Iglesia,


las congregaciones cerradas, el catolicismo fue prohibido por el
mismo Vaticano en México , todo para culpar al Gobierno Mexi-
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cano, numerosas iglesias auto confiscadas y mandadas profa-
nar por la misma iglesia (convertidas en establos o cantinas) o
destruidas, pero todo fue ordenado por los jefes de la misma
iglesia católica, ellos pretendían una Constitución Mexicana a
su conveniencia, una Constitución como la fue antes del Franc-
masón Benito Juárez, que les derogó sus privilegios, la Iglesia
estaba desesperada , ya no podía seguir saqueando a México.
Entre tanto la asistencia a la escuela pública se hizo obligatoria,
se enseñó oficialmente el liberalismo juarista y se prohibieron
las insignias religiosas (medallas, crucifijos, estatuas y graba-
dos), en escuelas públicas. ¡El fanatismo católico fue realmente

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prohibido en la instrucción escolar en México! El uso de expre-
siones religiosas en las Escuelas Mexicanas, estaban sujetas a
una sanción.

Finalmente, los sacerdotes católicos antes impunes ante la Ley


podrían ser “Sancionados o encarcelados”: en algunos estados
(de México) exigieron a sacerdotes que jurarán no hacer pro-
selitismo en calles, lugares públicos o escuelas, El Gobierno
Mexicano ¡trató de que si querían los sacerdotes casarse lo hi-
cieran el libertad y continuar con sus deberes religiosos, mu-
chos sacerdotes vieron bien esta medida pero el Mons. Carva-
na, el nuncio apostólico, protestó; pero el 12 de mayo de 1926
se autoexilió. En todo el país, masones fueron asesinados, por
órdenes de la misma iglesia. Mons. Curley, el arzobispo de Bal-
timore, expresó su irracional indignación: “Calles persigue a la
iglesia porque sabe que tiene la aprobación del mismo Vaticano
en Roma. Nuestro gobierno Norteamericano masónico apoya y
ha armado a Elías Calles. Nuestra amistad lo ha alentado en su
abominable esfuerzo: a destruir la idea de Dios en las mentes”.
Y debilitar la fe de los corazones de millones de mexicanos”.

Calles fue galardonado con una medalla al mérito de la cabeza


del rito escocés de México por sus acciones contra los católicos.

El 28 de mayo de 1926, Calles recibió la Medalla al Mérito


Masónico de manos del Gran Comendador del Rito Escocés en
México. El 12 de julio del mismo año de 1926, la siguiente de-
claración apareció en la prensa: “La masonería internacional ve
con beneplácito de todo lo que está sucediendo en México y
se está preparándose para movilizar a todas sus fuerzas para la
implementación completa y metódica del programa acordado
para pacificar a México”…

Si la masonería es o no anticlerical es objeto de mucho debate,


pero algo contundente es que el discurso masónico va en contra
los fanatismos, axiomas científicos, contra de posturas dogmáti-
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cas de todo tipo, y el clero se basa en el fanatismo y dogmas no
sobre la razón. La Iglesia católica ha sido durante mucho tiempo
abiertamente crítica de la Masonería por considerar que la ma-
sonería cuestiona todo, y al Clero no le gusta ser cuestionado, y
algunos teólogos a menudo han acusado a la fraternidad masó-
nica de anticlericalismo, pero los masones cuestionamos tanto
a la política, a la religión a la ciencia y a cuanto se nos ponga
enfrente, pero esto no nos hace anticientíficos, anti-políticos, an-
ti-modas, es más los masones cuestionamos en muchas ocasio-
nes hasta la misma Masonería y esto no nos hace Anti masones o
Anti Masónicos, ni Anti Masonería. La Iglesia Católica prohíbe a
sus miembros unirse a cualquier sociedad masónica bajo pena
de Excomunión. Los masones es verdad por lo general tenemos
una visión diametralmente opuesta no solamente al Catolicis-
mo, sino Contra el Capitalismo, contra el socialismo, contra la iz-
quierda, contra la Ciencia etc. indicando que no hay nada en la
Masonería que sea de cualquier forma contraria al catolicismo
o cualquier otra fe religiosa o académica, simplemente cuestio-
namos todo, dudamos de todo.

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Ya sea que la masonería sea anticlerical a menudo depende de
cómo se defina anticlericalismo y de que rama de la masonería
se está hablando, ya que seguro habrá masones clérigos en el
Vaticano, aportando cimientos y reforzando las columnas para
sostener al Clericalismo Católico, y habrá ritos masónicos total-
mente anticlericales como el Rito Nacional Mexicano.

La película de Hollywood que habla de la Guerra Cristera en


México “FOR GREATER GLORY o Cristiada” –fue película fuera de
contexto histórico, extraña y verdaderamente pro-católica tiene una pro-
ducción excelente sin duda. Fue un éxito en México, pero tuvo una recep-
ción mínima en el Mundo y en los Estados Unidos debido al control judío
-masónico de la industria cinematográfica. Muy cacareada y alabada en
México por la derecha Panista católica encabezada en aquel entonces por
Felipe Calderón presidente de México en aquel entonces, pero criticada
y condenada en su momento por nosotros la Ultra Derecha Masónica,
mientras que para la “Izquierda Masónica” paso desapercibida,
ya que creo ni capacidad de critica ni análisis tienen.

Pero para entender el contexto de la Guerra cristera en Mé-


xico, vayamos más atrás, esta guerra no se creó por generación
espontánea; antes ya “La Revolución Mexicana” fue vista por la
Iglesia Católica como inspiración masónica y anticlerical, y el
cardenal William Henry O’Connell en 1914 alego que hubo una
conspiración masónica para difundir el ateísmo y la anarquía.

La postura anticlerical del gobierno mexicano después de la


Revolución Mexicana coincidió con una sucesión de presidentes
que eran “Masones y anticlericales radicales” incluso el expre-
sidente Vicente Fox en su momento declaró: “a partir de 1917,
México fue dirigido por masones anticatólicos que trataron de
evocar el espíritu anticlerical del popular presidente masón in-
dígena Benito Juárez de la década de 1880. Pero los dictadores
militares de la década de 1920 eran mucho más salvajes que el
mismo francmasón Juárez”.

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El presidente francmasón Plutarco Elías Calles, en su ideal ma-
sónico, ​trató de cumplir estrictamente las disposiciones de se-
cularización de la constitución y promulgó legislaciones adicio-
nales anticatólicas conocidas como la Ley Calles, que disponía
una serie de disposiciones anticlericales, como por ejemplo,
limitaba el número de presbíteros y los obligaba a solicitar una
licencia expedida por el congreso para poder ejercer, ​ incluso
se llegaba a multar a los sacerdotes por usar vestimenta cleri-
cal fuera de sus recintos. ​Muchos católicos se rebelaron contra
esta situación que pretendía limitar o suprimir la participación
de las iglesias en general en la vida pública, lo cual generó el
conflicto que se conoció como la Guerra cristera. El francmasón
Calles fue siempre apoyado por masones del rito escocés de
México por sus acciones contra el clero político que atentaba
contra la disposición de separar la Iglesia del Estado, en última
instancia el Clero pretendía con la Guerra Cristera, devolver a
la Iglesia sus privilegios, era como un desesperado intento de
hacerse del poder, muchos hoy 19 de octubre de 2019, vemos
que el Clero aun intenta hacerlo. Y es que antes del Francmasón
Benito Juárez la Iglesia Católica era literalmente la Dueña de
México, no sé si la Iglesia sería dueña de España u otros países
Latinoamericanos y Europeos, eso no lo tengo claro, pero en lo
que he estudiado de Historia de México si, nadie podía casar-
se en México sin el consentimiento de la Santa Iglesia, ni tener
bienes, eran dueños del registro civil, y de inmensas riquezas
mexicanas. Hoy el francmasón Plutarco Elías Calles ex presi-
dente de México es visto como un político de derecha e incluso
como de extrema Derecha, luego el francmasón de izquierda
Lázaro Cárdenas del Rio luego presidente de México en un ges-
to anti-masónico, lo exilio, en una palabra lo traicionó.

Ya en el presente siglo XXI cuando la iglesia católica preten-


día dar instrucción religiosa en las escuelas miles de masones
mexicanos nos unimos alzando la voz , masones tanto de izquier-
da, de centro, anarquistas y de derechas, cuando la discusión
de una petición de la Iglesia para levantar la prohibición en la
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constitución mexicana contra las escuelas católicas y periódi-
cos, declaramos al unísono : “La jerarquía católica quiere dictar-
nos un mandato político y es un error muy grave, ya que nuestra
sociedad ya no está en la era del catolicismo todo poderoso y
de los sacerdotes todo poderosos ya no son virreyes de la Nue-
va España”, y que señalamos que “Hay una tendencia nefasta en
la Iglesia de inmiscuirse en los asuntos sociales y políticos de
México, pero los sacerdotes deben regresar a sus Iglesias”. Esto
es la guerra cristera aún no termina.

En enero de 1927, el catolicismo mexicano aumentó el número


de sus soldados: de 20,000 a 30,000 para fin de año y 50,000 en
1929; pocas armas (algunos rifles y carabinas, pero principal-
mente hachas, machetes, pero luego las armas de fuego aumen-
taron en número); pocos caballos pero todas las personas que
apoyaron ofrecieron su dinero y bienes necesarios.

Hoy en pleno 2019 vemos grupos de activistas de inconformes


católicos cada día con más y más con más miembros, que al
menos en los videos de YouTube y en sus reuniones gritar “Viva
Cristo Rey” tanto en sus videos y supongo en sus reuniones , el
“Viva Cristo Rey” era el grito de Guerra de los Cristeros, y siem-
pre a sus líderes activistas hacer señalamientos contra nosotros
los masones, señalándonos de cosas tan absurdas, como que
nosotros estamos detrás de la intención de hacer de México un
país socialista, comunista etc. Yo hable con Gilberto Lozano lí-
der del Congreso Nacional Ciudadano, conversé con él aquí en
Monterrey, y le hice ver que al menos yo no quería nada con el
socialismo o comunismo y así otros miles de mesones tampoco
eran de izquierda, no me creyó, pero al menos se lo hice saber.

Los movimientos cristeros en México fueron financiados por


facciones católicas en los Estados Unidos (carros blindados li-
geros, artillería arrastrada por tractores, aviones de combate...).
Los primeros enfrentamientos fueron masacres sangrientas. Un
oficial de Calles escribió: “Se parecen más a los peregrinos que
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a los soldados. ¡Esta no es una campaña militar, es más una par-
tida de caza! “ .

Pero cuando una peregrinación católica recoge armas a su


paso, ¡se convierte en una cruzada! Los Cristeros pudieron equi-
par a sus oponentes, aprovechando su cobardía o su corrupción.
Los “Federales” eran más como saqueadores, adormecidos con
tequila y olla en lugar de soldados dignos de ese nombre. El
15 de marzo de 1927 fueron derrotados en San Julián; en Puerto
Obristo, dejaron 600 muertos. En noviembre, el agregado mili-
tar estadounidense en México comenzó a preocuparse por el
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éxito de los “fanáticos religiosos”, de los cuales el 40% de las
tropas ahora estaban equipadas con excelentes Mausers recu-
perados del enemigo. ¿Cómo fue posible esto? se preguntaban
los estadounidenses.

La Batalla de San Julián fue un conflicto armado que tuvo lugar


el 15 de marzo de 1927 en el pueblo de San Julián (Jalisco), fue
la primera batalla de gran importancia entre los cristeros y el
gobierno federal, fue importante ya que un ejército entrenado y
experimentado como lo era el federal fue derrotado por un gru-
po de hombres mal organizados, casi sin armas ni experiencia
militar, esto que hizo al General Plutarco Elías Calles, el enton-
ces presidente de México, darse cuenta de que había subesti-
mado al recién formado movimiento Cristero.

Tal vez usted que me lee piense que las cosas de Cristeros en
México, son cosas ya superadas, que son del pasado, pero no, el
fanatismo religioso aún está presente entre los mexicanos, y no
solamente en las capas de marginados, sino también en la clase
media y baja.

Ya lo vemos en Turquía que con Erdoğan ahora presidente mu-


sulmán ortodoxo de Turquía, que ha sabido evocar el fanatismo
religioso en su pueblo, esto nos hace ver que todo la influencia
liberal antirreligiosa masónica ejercida desde los tiempos el
Francmasón Ataturk Kemal, no llegaron a calar en la medula del
pueblo, la masonería política turca nunca logró desenraizar al
fanatismo religioso en Turquía, lo mismo pasa ahora en México,
un pueblo cada día más inconforme con sus gobiernos ya sean
de centro, de derecha o de izquierda como ahora, inconforme
también con los movimientos gay, inconformes cada vez más
con los malas o mejor dicho pésimas decisiones de Andrés Ma-
nuel López Obrador, un pueblo inconforme con las leyes pro
aborto etc., solamente falta un líder carismático religioso que
salte a la palestra y … volvamos a vivir otra Guerra Cristera o de
otra secta o religión no necesariamente católica.
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La masonería y la revolución francesa: hacia una
nueva orientación historiográfica
Eric Saunier
17
Resumen

Las relaciones entre la masonería y la historia de la Revolución


Francesa estuvieron marcadas hasta hace poco por las conse-
cuencias de un enfoque exclusivamente político y caracteriza-
do por su dimensión apasionada. De Barruel a Cochin, este es-
tado de cosas resultó en la priorización de un enfoque unilateral
basado en el postulado de las influencias masónicas ejercidas
sobre la Revolución. De allí se sigue la imposibilidad recurrente
de percibir que la historia de esta forma de sociabilidad, ubi-
cada en un marco global que reintegra en su lugar correcto lo
religioso, lo social y lo cultural, puede aportar elementos escla-
recedores al conocimiento del período revolucionario debido a
la calidad de las fuentes que ofrece al investigador y a la gran
población que movilizó esta forma de sociabilidad. Por estas ra-
zones, Este artículo propone, más que una revisión de la inves-
tigación, explicar los orígenes de la extensión de este camino
historiográfico original que, al final, construye una represen-
tación idealizada de una forma de sociabilidad que incluye la
iniciación específica y la variedad de corrientes ideológicas, y
las prácticas que lo atraviesan, a menudo se ignoran. Sobre esta
base, la reciente reapropiación de esta realidad masónica en el
contexto de un enfoque que invierte la pregunta planteada por
la historiografía que ha dominado durante mucho tiempo, en úl-
tima instancia permite que la historia del período revoluciona-
rio prevea tener un prisma de elección, para el estudio de la re-
estructuración social que tiene lugar durante este período, para
explicar los orígenes de la extensión de este viaje historiográfico
original que, al final, construye una representación idealizada
de una forma de sociabilidad cuya especificidad iniciática y la
variedad de corrientes y prácticas ideológicas que la atraviesan,
se ignoran con mayor frecuencia. Sobre esta base, la reciente
reapropiación de esta realidad masónica en el contexto de un
enfoque que invierte la pregunta planteada por la historiografía
que ha dominado durante mucho tiempo, en última instancia
permite que la historia del período revolucionario prevea tener
18
un prisma de elección, para el estudio de la reestructuración
social que tiene lugar durante este período. 

1“En esta revolución francesa, todo, hasta sus crímenes más


atroces, todo fue planeado, meditado, combinado, resuelto, de-
cidido; todo fue el efecto de la más profunda villanía, ya que
todo fue provocado por hombres que solo tenían el hilo de las
conspiraciones tramadas en sociedades secretas, y que sabían
cómo elegir y acelerar los momentos propicios para las conspi-
raciones ” 1 . La afirmación del jesuita Barruel, el “padre” de la
tesis que transforma la Revolución Francesa en una trama ma-
sónica, resume brevemente una teoría que es una de las partes
más importantes de la historiografía blanca, uno de los funda-
mentos más duradero en el que se basa la anti-masonería y, no-
lens volens, uno de los brotes de la relación mantenida entre la
historia revolucionaria y “el objeto masónico”. Más que los so-
portes de la tesis en sí, es la duración de esta última lo que sor-
prende. Pasado en parte al rango de objeto historiográfico des-
pués de la Segunda Guerra Mundial, un Barruelismo casi intacto
resurge incluso aquí y allá... y no siempre del lado donde uno lo
espera. En septiembre de 1988, se puede leer en Humanismo, la
revisión de la externalización del Gran Oriente de Francia, que
“el Padre Grégoire, con Condorcet, Sieyès, Pétion y Marat, par-
ticipó en el trabajo de la logia Le Comité secret des Amis Réu-
nis” 2. El hecho de que una nota editorial traiga una precisión
sobre una estructura perfectamente fantasmática hace que la
cosa sea bastante picante y atestigua la dificultad del “duelo”.

2 Entendemos, sin embargo, que las famosas Memorias para


servir a la historia del jacobinismo pueden haber tenido éxito
en Francia durante la Restauración. Aquellos nostálgicos del
Antiguo Régimen, que reflexionan sobre las causas del estallido
de la Revolución, naturalmente se inclinan por preferir al
providencialismo de Joseph de Maistre, la responsabilidad me-
nos anónima de los masones acostumbrados a despertar una
curiosidad preocupada durante más de medio siglo. Desde esta
19
perspectiva, recordaremos la publicación, ya en 1742, incluso
cuando la sociabilidad masónica fue solo en sus primeros éxi-
tos, del trabajo del padre Pérau, Le secret des francs-masons. El
latitudinarisme original de la masonería de las Constituciones
de Anderson de 1723 (el artículo 1 de las Obligaciones de una
masonería se satisface al excluir “el estúpido ateo y la libertad
irreligiosa”) y la práctica de ‘una’ libertad en secreto ‘emanci-
pada del poder real, cuyas logias eran portadoras transforma-
ron efectivamente a los hermanos en chivos expiatorios ideales.

3 De hecho, es la supervivencia de la idea de la trama o de


la influencia masónica en la Revolución lo que a priori parece
menos explicable. La obvia falta de evidencia, la amalgamación
y los hechos inventados utilizados por Barruel también fue-
ron señalados por sus contemporáneos. Joseph de Maistre  3 ,
quien estaba bien informado sobre una realidad masónica más
compleja que la sugerida por los jesuitas, hizo así, en sus Soi-
rées de Saint-Pétersbourg , la brillante demostración de que
no estaba exclusivamente impregnada del racionalismo de la
Ilustración se supone que lleva la revolución. Una empresa vana,
sin embargo, la del teórico contrarrevolucionario.

4 Es cierto que la idea original de la trama se beneficiaría


rápidamente del contexto de la instalación de la República en
la que la adhesión común de los clérigos y los republicanos se
unieron en torno a la creencia de que iba a imponerse. Se recor-
dará que las principales razones de esta comunión se deben a
la conjunción de dos factores que actúan en la ósmosis. El pri-
mero está vinculado, paradójicamente, a los efectos causados​​
en la percepción de la mampostería por los cambios que en-
contró durante la Revolución Francesa. Secularizado, subverti-
do por la entrada de la política desde el Directorio, durante el
cual este lugar de sociabilidad sirvió de apoyo para perpetuar
las nuevas prácticas políticas inventadas dentro de una “clubo-
manía” revolucionaria que se rompió en su camino debido al
cierre de las sociedades populares. En el año III, XIX XX siglo
20
en torno a grupos que apoyan la liberal Francia 4 a continuación
la República (comerciantes, abogados, médicos...), es con una
mirada distorsionada por “su propia representación de la obra
de fábrica” que los hombres de la XIX e s. Juzgado Francmaso-
nería de la décimo octava e s. El segundo factor es la participa-
ción activa y la verdadera lucha de albañilería para la fundación
de la III e República. Los anti-albañiles de hecho usan la conspi-
ración para traer la prueba de una “subversión continua”, mien-
tras que los masones y los “hermanos sin delantal” se sienten
halagados por el papel honorario a bajo costo otorgado a sus
antepasados.

5 Alrededor de tres fechas, Barruélisme gana el juego. 1847-


1848: Louis Blanc, en su Historia de la Revolución Francesa, acep-
ta plenamente el mito y funda el de los orígenes masónicos del
lema Libertad, Igualdad, Fraternidad. Asegura decisivamente
el “paso de la trama del lado de los republicanos”. 1864-1865:
cuando los masones del Gran Oriente entrar abiertamente la
batalla por la República 5 y donde É Iglesia, a través del pro-
grama , se niega la modernidad, el Gran Oriente de Francia,
por la pluma del historiador oficial Achille Jouaust (entonces es
miembro del Consejo de la Orden), formaliza la tesis 6. Luego
se convirtió en la vulgar en 1867 cuando Monseigneur de Sé-
gur  7 publicó Les Francs-Maçons , un pequeño folleto que in-
corpora completamente los mecanismos de la construcción
de Barruel, ¡que vendió 120,000 copias en cinco años! De este
modo, las “dos partes” podrán comunicarse alrededor de la tra-
ma durante el Centenario de la Revolución, Léo Taxil difundió
fácilmente la increíble fábula del Diablo presente en el recua-
dro  8 entre 1892 y 1897, luego el anti-masonicismo de Vichy,
considerando la albañilería como un elemento constitutivo de
Anti-France, desarrolla sus tesis sobre la base aún viva del au-
téntico Barruellism  9.

6 Sin embargo, esto debería haber sido superado por los re-
sultados de los enfoques de campo que la clasificación operada
21
por Alain Le Bihan a mediados de la década de 1960 permitiría
multiplicar 10 . Desde André Bouton  11 hasta la constelación de
monografías locales en un oriente o una logia que regularmente
traen su parte de la luz a las realidades del período, los resultados
de cuarenta años de investigación han demostrado claramente
“la explosión del comportamiento político” de los hermanos
durante el período revolucionario y destacó una evolución insti-
tucional caótica marcada por un lento declive estructural desde
1791, luego una decadencia real entre el Terror (la difícil super-
vivencia de la mampostería parisina dentro del Amigos Center ,
un taller único que logró operar mediante la recopilación de
los escombros de casas de campo destruidos gradualmente,
constituye una señal fuerte) y el golpe de É tat de 18 Fructidor
debe tener luego reducir la conspiración de los masones a la
categoría de mito historiografico.

7 Esto fue sin tener en cuenta los efectos causados ​​por el re-
surgimiento y la profundización de las avenidas abiertas por
Augustin Cochin (quien tuvo más suerte que los primeros en-
foques positivistas que, aunque contemporáneos con los suyos,
fueron rápidamente olvidados, aunque habían aun de los años
anteriores a la guerra para desacreditar el barruelismo  12) por
François Furet y sus seguidores. Cochin, investigando la prepa-
ración de la Revolución, en Borgoña y luego en Bretaña, a partir
de elecciones metodológicas innovadoras inspiradas en la so-
ciología emergente de Durkheim aplicada a la historia de las
redes, renovaría con éxito la tesis de las influencias masónicas
en la Revolución, reemplazando la idea de una acción volun-
taria de los hombres con la idea de subversión vinculada a la
estructura de la logia. Casi ignorado en Francia hasta la década
de 1970, los caminos de Cochinia, junto con los sugeridos por
Tocqueville, se convertirían en los pilares de las posiciones de-
fendidas por François Furet 13. A partir de su reflexión sobre “la
utilidad de la Revolución” y el postulado de una posible fusión
de las élites nobiliarias y burguesas antes de 89, la democrati-
zación de la institución masónica desde el nacimiento del Gran
22
Oriente de Francia entre 1771 y 1774 y La apertura de los talle-
res masónicos a los representantes de las tres órdenes en torno
al principio de igualdad colocó de hecho esta “nueva visión” de
la mampostería, pronto profundizada por Ran Halévi  14 y Keith
Baker  15 , en una posición propiamente estratégica.

8 En este contexto, el taller masónico se convirtió en la “má-


quina de hacer opiniones” que socava los fundamentos del ab-
solutismo, e incluso, en la versión propuesta por Ran Halévi, el
embrión de la sociabilidad jacobina debido a las prácticas de
purificación. Eso sería detectable en las divisiones y las crisis
que marcan la vida de las casas de campo a finales del XVI-
II ° siglo. Finalmente, bajo nuevos trapos, se amplificó la idea de
que la masonería debería desempeñar un papel impulsor en la
implementación del proceso revolucionario.

9 El análisis crítico de sus apoyos revela, sin embargo, que el


barruismo y el cochinismo, aunque se basan en la calidad real
de la información para el primero y en ejes metodológicos y
conceptuales innovadores para el segundo, han servido prin-
cipalmente para dar forma a una visión idealizada y parcial de
la albañilería, cuyos efectos son haber privado a la comunidad
de historiadores, al hacer la pregunta de la interacción de ma-
nera unilateral, de las contribuciones científicas vinculadas al
estudio de un prisma por el cual el Sin embargo, las formas de
transformación revolucionaria pueden analizarse en profundi-
dad debido a la riqueza de las fuentes. De esta observación se
desprende el descubrimiento de un proyecto real que queda en
gran medida para invertir.

De Barruel a Cochin: realidades y mitos

10 Si excluimos las expectativas más controvertidas, muchos


elementos de la tesis de Barruel deben considerarse seriamente
en retrospectiva. La “acusación” plantea preguntas reales sobre
el papel potencial desempeñado por la sociabilidad masónica
23
en el estallido de la Revolución. En ausencia de una iniciación
reclamada pero que nunca fue probada, reconocemos además
de una calidad real de información. Su correspondencia con
Starck  16 y el hecho de que el jesuita tuviera conocimiento de
los documentos publicados por el Tribunal de Baviera que de-
nuncian la acción de la Secta son elementos importantes debido
al carácter estratégico desempeñado por la declaración contra
los Illuminés, acusados, por su práctica de ‘’ un reclutamiento
24
inicial entre los albañiles que llevan los tres grados simbólicos
de albañilería (aprendiz, oficial, maestro) cuyo curso constitu-
ye el viaje del albañil lambda, infiltrarse en toda la Orden. De
hecho, es a partir de esta idea que Barruel construye su tesis
en la que dos ideas principales merecen ser retenidas. El pri-
mero es el poder otorgado a la albañilería para “federar estruc-
turalmente a los enemigos políticos y religiosos del reino”. A
nivel político, el jesuita denuncia la capacidad de la albañilería,
25
en el momento en que se desarrolla la Ilustración radical, para
capturar, a través del pueblo iluminado de Baviera, cuyo fun-
cionamiento constituiría el arquetipo de una albañilería de los
altos grados de los cuales la única razón ser sería, no ofrecer
a los iniciados la continuación del viaje de iniciación, sino un
medio simple de manipular la base, a los que él llama, en la
tercera parte de las Memorias, los precursores de los jacobinos
y los babouvitas. Para esto, destaca en particular el papel que
tendrían los Amigos Reunidos, un prestigioso taller nacido de
esta academia masónica de conocimiento y ocultismo que son
los Filaletos y que Barruel desafía directamente. Su evolución
sería ejemplar, según los jesuitas, de la penetración por mam-
postería del aparato estatal en beneficio de los enemigos de la
monarquía. Desde una perspectiva religiosa, Barruel, basada en
la evolución de la famosa Logia de las Nueve Hermanas.y dan-
do en particular la parte hermosa a la captura in extremis del
Hermano Voltaire por este, ve en la evolución de la sensibilidad
religiosa de los hermanos la prueba de la capacidad de las lo-
gias para reunir la fiesta de la impiedad... luego para operar el
vínculo entre este último y los “políticos”. Despotricas simples.

11 Los recientes logros de investigación han demostrado la


creciente sensibilidad de la masonería al radicalismo de la
Ilustración. Simplemente citaremos como prueba, en ausencia
de iniciación, la conversión intelectual de Condorcet que de-
bería haber recibido las Nueve Hermanas  17 con motivo de la
funeraria de Voltaire. En el aspecto político, los trabajos de Her-
mann Schüttler  18 han resaltado el relativo éxito encontrado
por los Illuminati en su intento de subversión. El viaje de Bode
y Von den Busche, los dos emisarios delegados por los Illumina-
ten a París (1787), con motivo del segundo Convent des Philalè-
thes  19 y les permitió reclutar, a través de la fundación de una
pequeña casa de campo “Filadelfia” algunos albañiles france-
ses máxima categoría integrados en el dispositivo para el Esta-
do y que pertenecen a la amigos reunidos, prosélito hábil Bode
administrada que incluye victoria sobre los banqueros Savalet-
26
te Langes y Tassin de CORREO espiga e incluso para establecer
las bases de una versión francesa de los Illuminati conocido
como el “Filadelfia”.

12 La segunda idea de Barruel consiste, para dar credibilidad


a la hipótesis de la conspiración, de prestar una mano armada
a los albañiles. La presencia al frente de la Orden del Duque de
Orleans, Gran Maestro del Gran Oriente desde el 8 de marzo
de 1773, alentó, es cierto, creerlo. Influenciado por la entonces
reciente tesis de la conspiración orleanista  20, Barruel percibió
la Revolución como una empresa resultante de lo que Galard
de Montjoie llamó “la unión entre los diseños del duque de Or-
leans y las presuntas intenciones de los masones”. Si la idea
se ha desvanecido ya poco que se sabe que el futuro ÉNo fue
el rey perezoso durante mucho tiempo presentado en la mam-
postería, sino que llevó a cabo una verdadera actividad política,
bien servida por su secretario Choderlos de Laclos, y que esto
tuvo lugar en el momento en que las logias parisinas eran pre-
cisamente más afectado por el radicalismo político. Por lo tanto,
hay pruebas de que los aspectos originales del Barruellismo
merecen reflexión y, en esta perspectiva, los postulados de Au-
gustin Cochin intervienen como elementos que consolidan la
acusación.

13 Ciertamente, la intención es diferente. Para Cochin, que es-


taba muy atento a las contribuciones del trabajo de Ostrogorski
en el campo de la sociología política, 21 y luego a sus correcto-
res de pruebas para demostrar que la logia masónica es una de
las formas más probables de sociabilidad, para llevar la cultura
política que surgió del rousseauismo. Su doble capacidad de
fabricar en trajes, verdades socializadas llenar el vacío deja-
do por la pérdida de los principios tradicionales causados por
la crisis en É tat absolutista y formar un director de la unidad
reclamando la gente directo a diferentes personas míticas real
sería Fuerte evidencia. Sin embargo, desde las líneas de pensa-
miento propuestas por Ernst Mannheim  22 y renovado por Jur-
27
gen Habermas  23, una serie de obras sobre el nacimiento del
espacio público en el mundo contemporáneo han demostrado
de manera convincente el importante lugar ocupado por la so-
ciabilidad masónica. Fundada sobre la privatización de las rela-
ciones sociales, extendiendo sus prácticas mutaciones urbanas
comenzado  xvi º - XVII XXsiglos, está efectivamente integrado
en la era de la esfera deliberativa que caracteriza el siglo de la
filosofía. Desde este punto de vista, la revolución democrática
de los años 1771-1774 que dio origen al Gran Oriente en torno
a los principios de representatividad electiva y la rotación de
los mandatos completa una evolución que, en teoría, pervierte
las relaciones mantenidas entre los rey y sus súbditos. Si a esto
le sumamos la transgresión de la barrera de órdenes ofrecida
por la visión general de un lugar de sociabilidad en el que aris-
tócratas y plebeyos se codean en pie de igualdad, la idea de
influencia masónica podría legitimarse... si sin embargo, esta no
era una representación idealizada y parcial de la mampostería.

Un mito construido sobre una representa-


ción de la masonería

14 De hecho, si las sucesivas tesis a favor de la influencia de


los masones en la Revolución hacen preguntas reales, las res-
puestas que dan no pueden ganar apoyo, ya que es cierto que
estas teorías se basan en un enfoque parcial de La masonería
se fundó en el mejor de los casos en la ocultación, en el peor
en la negación de la vocación iniciática de esta forma de so-
ciabilidad. Además, se basa en la idea de la existencia de una
identidad colectiva conferida inmediatamente por afiliación,
contrario a la esencia misma del enfoque masónico. La natura-
leza individual y progresiva es, de hecho, una de las principa-
les características del proceso de construcción de la identidad
de la masonería, mientras que Barruel, Cochin y sus seguidores
estaban de hecho poco atentos a “la envoltura interior”. “Que
funda la mampostería, considerando secundario lo que está
en el corazón de la construcción del proceso de identidad. La
28
progresividad, que impone el establecimiento de un curso lar-
go marcado por el paso de calificaciones como una condición
para acceder al estado de albañil completo, lleva a conside-
rar con desconcierto un enfoque de préstamo a la albañilería
del Antiguo Régimen, una de las características esenciales de
las cuales es la naturaleza efímera del número de pasajes en
la caja, el poder de dar forma ipso facto una sólida identidad
de masones. De hecho, presenta la molesta característica de
colocar al mismo nivel al asiduo albañil que siguió el progreso
general de un albañil consumado y el que, como Voltaire, era
una simple estrella fugaz.

15 En cuanto a la cuestión de la dimensión individual del enfo-


que iniciático, se ignora adecuadamente, mientras que tiende a
invalidar la idea de la fabricación de una ideología común que
las tesis sucesivas promueven. La variedad de interpretaciones
de las verdades ofrecidas al iniciado por el enfoque simbólico,
la multiplicidad de ritos que caracterizan la mampostería de la
Ilustración y, quizás aún más, la práctica de un lenguaje original
que sigue siendo sobre todo un metalenguaje abierto a Todos
los escapes individuales, esto sigue siendo un factor clave para
permitir una comprensión global de un enfoque que es ape-
nas compatible con las presuposiciones en las que se basa la
tesis de la conspiración. Desde este punto de vista, los cismas
y divisiones que marcan la vida de las logias al final de la Era
de la Iluminación, Cuando se pone en perspectiva un estudio
cuidadoso que toma en cuenta los problemas de poder y las
ambiciones sociales que subyacen en ellos, ilustran más las ten-
siones vinculadas a la variedad de interpretaciones de la alba-
ñilería por parte de los iniciados que la voluntad de anticipar
técnicas de purificación Al final, una de las características más
notables que surgen de las concepciones de los seguidores de
la influencia de la masonería en la Revolución es, por lo tanto,
su deseo recurrente de percibir la masonería en su conjunto,
cuando constituye tanto un Una forma muy flexible de sociabi-
lidad con tendencias centrífugas y, sociológicamente hablando,
29
un caleidoscopio de los componentes de élite del Antiguo Ré-
gimen, ilustran más las tensiones vinculadas a la variedad de
interpretaciones de albañilería por parte de iniciados que la
voluntad de anticipar técnicas de purificación. Al final, una de las
características más notables que surgen de las concepciones de
los seguidores de la influencia de la masonería en la Revolución
es, por lo tanto, su deseo recurrente de percibir la masonería en
su conjunto, cuando constituye tanto un Una forma muy flexible
de sociabilidad con tendencias centrífugas y, sociológicamente
hablando, un caleidoscopio de los componentes de élite del
Antiguo Régimen. 

16 La forma en que Barruel ve los altos rangos y cómo Co-


chin los ignora es sintomático de este estado mental. Según
Barruel, los altos grados deben entenderse desde una pers-
pectiva exclusiva, la de la ideología que conlleva la contesta-
ción. El Obispo de Ségur solo se hará cargo del negocio reem-
plazando a los Iluminados por los carbonarios y proponiendo un
análisis más audaz de la subversión religiosa llevada a cabo por
la mampostería de los altos rangos. Sin embargo, además del
hecho de que, en lo ideológico, la irreligión de estos puede ser
fácilmente refutada por las experiencias de los hermanos (clé-
rigos eran numerosos, la XVIII esiglo, para apreciarlos), la lec-
tura ideológica tiene la debilidad de ocultar la parte que debe
darse a las prácticas sociales. La atracción de la nobleza por los
altos rangos o el deseo de reproducir el comportamiento aris-
tocrático de la élite del tercero y en los nobles recientes mos-
trados por Guy Chaussinand-Nogaret a partir del ejemplo de la
gente de las finanzas  24 , son suficientes para demostrar que
El éxito de esta mampostería para unos pocos felices se debe
tanto a las motivaciones sociales como al factor ideológico, que
hasta ahora ha sido ampliamente valorado por los análisis que
consideran a la mampostería como “la institución social más
fuerte del mundo”. La moral XVIII ° siglo “ 25 .

17 En el área de lo exclusivo, Cochin y sus seguidores no ha-


30
rán nada diferente. Por lo tanto, el enfoque propuesto por Ran
Halévi  26 de la ideología masónica a partir de las titulaciones
de logias y prácticas discursivas transmite una visión unilateral
de una orden considerada como portadora de un proyecto
racionalista y secularizador ... mientras que la correspondencia
de Las logias muestran claramente, a través de la polisemia de
las palabras, que la libertad de interpretación de los objetos
propuestos para la reflexión y la vista de los albañiles construye
identidades variadas. Los valores cardinales, tales como CO-
RREO Galite o la noción de contrato, y están sujetas a radical-
mente diferentes traducciones de acuerdo a los componentes
sociológicos, talleres religiosas y culturales  27. El estudio que
realizamos a partir de más de 200 textos masónicos, escritos
principalmente por los hablantes de las logias cuando fueron
instalados o por hermanos simples durante conflictos o divisio-
nes entre albañiles. Desde el mismo este, ¡demuestre además
que es imposible abordar de manera monolítica lo que se es-
conde detrás del término de igualdad para un albañil! En los
elegantes talleres, las definiciones que se le dan lo reducen a
la capacidad de reunir a los más distinguidos, mientras que los
miembros de los talleres democráticos lo consideran, por su
parte, de una manera muy política como un medio para romper
las barreras sociales existentes 28. El ÉGalite bien puede ser
para los hermanos, así como una noción puramente abstracta
de un concepto cercano a los E derechos Galite de constituyen-
tes.

18 El contrato, a menudo evocado por las logias provincia-


les que a menudo tienen problemas para comenzar con el Gran
Oriente, es objeto de interpretaciones igualmente variadas. Los
albañiles también pueden considerarlo como un contrato feu-
dal que requiere el taller y la obediencia en torno a la lealtad
y la protección, mientras que otros lo ven como un vínculo cu-
yos fundamentos son los de la filosofía política por Rousseau. El
abandono del proyecto original de viaje sociológico inicialmente
deseado por Cochin en favor de un enfoque idealista a menu-
31
do nos ha impedido percibir la variedad de prácticas que res-
ponden a esta flexibilidad ideológica. XVIII ª siglo prefigura la
ruptura que sale a la luz a principios de la Revolución. Además,
no podemos reducir esto a la simple diversidad de opciones
políticas mostradas por todas las monografías regionales,
explicadas fácilmente debido al amplio colapso social de los
iniciados. De hecho, más que esta observación, la implosión,
dentro de órdenes, como la que afecta a una nobleza iniciada,
apenas está más inclinada que la profana aristocracia a adoptar
posiciones liberales, y los divorcios que ocurrieron dentro de
las fuerzas del tercero. Sin embargo, aparentemente unidos por
intereses comunes, son una cosa importante que confirman un
poco más de los resultados de una investigación en curso  29
en tierra bretona, ¡oh, tan emblemático! invalidar totalmente la
idea presentada por Cochin de un aparato de dirección hecho
por las logias.

De las influencias masónicas a la recom-


posición revolucionaria: un sitio medio
abierto

19 Basándose en una representación de la masonería, la tesis


de la conspiración tuvo, sin embargo, numerosas consecuencias,
la principal de las cuales fue haber causado un retraso históri-
co y metodológico evidente. Caracteriza nuestro conocimiento
de la historia de la mampostería en general, pero más parti-
cularmente el del período revolucionario. La consecuencia más
espectacular del peso de estas sucesivas teorías es indudable-
mente haber evitado, al valorar la idea de una función motora,
concebir la masonería como un observatorio de las mutaciones
culturales vinculadas al paso de la Revolución. De hecho, nos
encontramos hoy ante una historia fragmentada, difícil de leer,
que está alimentando la actual crisis de identidad que afecta a
una “masonería liberal” 30 ansioso por seguir involucrándose
en la ciudad mientras se preserva una identidad iniciática que
la sociedad civil considera más a menudo incompatible con el
32
objetivo anterior. En este contexto general, la masonería france-
sa se debilita particularmente no solo por la difusión ideológica
de la cual es el objeto entre el apego al cosmopolitismo origi-
nal al que se refieren los valores masónicos universales, y un
camino histórico en el que su afirmación externa debe mucho, a
través del prisma de la lucha por la República dirigida desde el
Segundo Imperio, a la promoción del patriotismo  31, pero tam-
bién porque se ve privado de una visión global de su historia,
un factor que, sin embargo, es esencial para poder responder
al desafío de la modernidad. Mientras que la contextualización
histórica masónica debido a la Ilustración se dio en la segunda
mitad del XIX  y hoy es concebible. No es lo mismo para el lar-
go período revolucionario de 1789 a la Segunda República. Sin
embargo, debido a su extraordinario poder de atracción sobre
las élites, grandes o pequeñas, y la formidable permeabilidad a
las influencias externas que permiten la ausencia del propósito
declarado y la libertad ofrecida a los iniciados, medimos cuánto
más allá la inconveniencia de albañiles ansiosos de entender la
construcción de su identidad, es una falta perjudicial para en-
tender la recomposición cultural y social que la compañía fran-
cesa es el objeto entre la XVIII ª monarquías del siglo inquilinos.

20 En su estudio clásico de la sociabilidad primera XIXº siglo


Agulhon  32 Sin embargo, había sugerido pistas insuficiente-
mente prospectadas. Considerando que, debido a su plastici-
dad, la albañilería como una de las fuentes de la sociabilidad de
los círculos que permitieron el desarrollo de la práctica política
tal como la concibieron los republicanos, el historiador propu-
so una visión de la valoración de la albañilería, para costos de
la parcela, la “función de receptáculo”. Y toda la historia de la
masonería desde la década de 1780 demuestra claramente que
el proselitismo de los Iluminados en el que insistió Barruel, o
la conversión intelectual de un Condorcet fueron simplemente
los precursores del poder transformador ejercido por el Revo-
lución en esta estructura de sociabilidad.

33
21 Sin embargo, podemos comprender la medida de los cam-
bios revolucionarios en tres niveles  33. El primero se refiere a
la vocación primaria deseada por las logias: el gesto filantrópi-
co. Este último, que fue secularizado desde la década de 1780
en París  34 pero todavía fuertemente anclada a la provincia de
Cristiano framing (comunas pertenecientes a casas de campo
y fraternidades testigo  35), ve su naturaleza transformada por
el paso de la cultura revolucionaria. Durante la reconstrucción
consular, estos son nuevos iniciados, sazonados masivamente
en una concepción utilitarista de la filantropía debido a su par-
34
ticipación masiva en el establecimiento de oficinas de caridad
o comités provisionales, que llegan a una mampostería en gran
medida apretada. Mundos de comercio y talentos. Comprome-
tidos en la vida secular en trabajos decididamente innovadores,
como comités de vacunación o cajas de ahorros, utilizan la ex-
periencia adquirida durante la Revolución para establecer las
prácticas que encontrarán la identidad masónica de la Monar-
quía, de julio ED iglesia.

22 Aún más, la Revolución provocó un cambio en el comporta-


35
miento religioso. La construcción de los Consistorios Protestan-
tes como verdaderos socios de las logias en el establecimiento
de obras o la deserción de los clérigos de los talleres son las
manifestaciones más visibles del desprendimiento progresivo
de iniciados del cordón católico y la aparición de nuevas sen-
sibilidades. Entre estos, observamos en particular el éxito al-
canzado por la teofilantropía con los albañiles iniciados entre
el Directorio y el Primer Imperio y el progreso de la neutrali-
zación religiosa de la esfera masónica. Durante las recepciones
neófitas, ya no dudamos en presentar las concepciones religio-
sas diferentes de las iniciadas. La cosa era apenas imaginable
antes de 1789.

23 Finalmente, el período sacó a la luz una nueva relación con


la política que explica la participación recurrente de las logias
en el debate político a partir de esta fecha. La actividad de los
raros talleres que sobreviven bajo el Terror, lejos de mostrar los
méritos de la continuidad evolutiva entre las logias masónicas y
las nuevas sociedades políticas en las que Cochin creía, ilustra
la forma en que las logias fueron penetradas por la cultura revo-
lucionaria. Desde Toulouse  36 y París  37, donde observamos,
a través de discursos y reglamentos, los profundos cambios en
las prácticas en las logias revolucionarias en Le Havre, donde
los radicales llegan a fundar una logia de “parajacobina” cuya
titulación  38. Muestra la entrada en vigor de la cultura republi-
cana, nos enfrentamos a una nueva situación en la que el lodge
es invertido definitivamente por el político. A pesar de un con-
texto difícil, tan pronto como el poder de un poder autoritario
se afloja (1810-1815) o se vuelve insoportable para los albañiles
adquiridos con el liberalismo político (1820-1830), la politiza-
ción de las logias es un fenómeno recurrente que se completa,
bajo el segundo imperio.

24 De está tabla emerge así valorada, partiendo de la trama


pero a su costa, la permeabilidad obvia de la mampostería que
permitió a la Revolución actuar como un agente transformador
36
muy efectivo. Sin duda, esto es una paradoja si nos atenemos a
los cánones propuestos durante mucho tiempo por la apasiona-
da historiografía de la conspiración de los masones, cuyo de-
bilitamiento nos permite comenzar a revisar hoy una cuestión
que, aunque a menudo se debate, sigue siendo al final , poco
conocido, aunque es bastante fácil de entender y, sobre todo,
realmente esclarecedor... si uno está dispuesto, sin embargo,
a considerar la reversibilidad del enfoque generalmente
adoptado como una actitud intelectualmente relevante.

Bibliografía
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cas para las cuales Bilbo ha encontrado un DOI.

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1848). E estudiar la mutación de la sociabilidad, París, Armand Colin,
1977.
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Revolución: 1741-1799, París, ENSB, 1984, 324 páginas.

Notas
1 Augustin de Barruel, Memorias para servir en la historia del jacobi-
nismo, París, 1796-1797, caña. Chiré-en-Montreuil, 1973, 2 volúmenes,
discurso preliminar.
2  Humanisme, n ° 181-182, septiembre de 1988, p. 102.
3  Se recordará que Joseph de Maistre, a diferencia de muchos actores
del período revolucionario a menudo citado entre los iniciados, tuvo
un largo viaje masónico, marcado por un profundo compromiso con
todas las preguntas que afectaron a la Orden de las Luces Radicales al
romanticismo Iniciado a la edad de 21 años en una logia de Chambéry
( Saint-Jean des Trois Mortiers ) de la que rápidamente se convirtió en
orador, dejó el Gran Oriente en 1778 y se unió a La Parfaite Sincerite ,
una logia de mampostería criptocatólico y místico dependiente del
Directorio escocés de Lyon que dirige Willermoz y que está adscrito
a la Orden alemana de estricta observancia. Por este medio y debi-
do a su autoridad en el medio místico masónico, es él quien escri-
be La memoria del duque de Brunswick en 1782, siendo este último
el gran maestro de la estricta observancia. Después de un período
difícil desde 1791 (el rey de Piamonte cerró las logias sospechosas
de agitación) hasta 1803 (fecha en que ganó Cerdeña y se convirtió
en embajador en Rusia), regresó a la mampostería mística. De hecho,
estacionado en San Petersburgo, interviene en la disputa entre
“albañiles místicos” y “albañiles racionalistas”, herederos de los Illu-
minaten, apoyando a los primeros. Durante este periodo publicó Las
noches de San Petersburgo, un verdadero ciclo completo de la Ilus-
tración inspirada por el ejemplo que vivió en la Junta Ejecutiva del
Rito  ED Rectificado escocés. Al mismo tiempo, asistió a la logia del
38
embajador sueco Stedingk. Para un enfoque más global del viaje y las
concepciones de De Maistre, cf. Jean R ebotton, “Génesis de las ideas
sociales y políticas de Joseph de Maistre. ED educación, la religión y
la masonería “, tesis doctoral de É tat preparado bajo la dirección del
profesor Boissel, Montpellier III, en 1983.
4  Sobre este tema, cf. Jean-Jacques Goblot, La joven Francia liberal. The
Globe y su grupo literario (1824-1830), París, Plon, 1995.
5 André Combes Historia de la Masonería en el XIX  ° siglo, París,
Mónaco, Ed. du Rocher, 1998-1999, 2 volúmenes, volumen 1.
6  Achille Jouaust, Historia del Gran Oriente de Francia, París, 1865.
Sobre el papel y el trabajo de este personaje, cf. El artículo “Jouaust”,
en:  Enciclopedia de la Francmasonería (bajo la dirección de CO-
RREO Saunier ric), p. 455-456.
7  Cfr. El artículo “Antimaçonnisme” en: Enciclopedia de la masone-
ría (bajo la dirección de Eric Saunier), p. 36-38.
8  “Masón desarmado” (Taxil se inició en 1881 en el Templo de los
amigos del honor francés antes de regresar temporalmente a la
religión católica en 1885), Taxil construyó con éxito la famosa misti-
ficación (que desarrolló en tres de sus obras) que el demonio y sus
compinches aparecen en la caja. El engaño continúa hasta que Taxil
lo revela el lunes de Pascua de 1897. Sobre este tema, cf. El artícu-
lo “Taxil”, en: Enciclopedia de la Francmasonería (bajo la dirección
de CORREO Saunier ric), París, El Pochothèque, p. 848-850.
9  En este sentido, cf .  DominiqueRossignol,  Vichy y los masones. La
liquidación de las sociedades secretas, París, Lattès, 1981, 332 p.
10  Habiendo comenzado en 1952 un estudio de las logias de París en
el XVIII ° siglo, Alain Le Bihan, estudiando todos los registros de casas
de campo (Biblio. Nat. De Francia, Gabinete de manuscritos occiden-
tales, fondos masónicos, serie FM2) y la serie de archivos ‘adminis-
tración central (FM1), estableció desde mediados de los años sesen-
ta los “índices y directorios” esenciales para iniciar una explotación
científica de los fondos de archivo. Ver Alain L E B ihan, París masones
del Gran Oriente de Francia (final XVIII  ° siglo ), Comité de Historia
Económica y Social de la Revolución Francesa, memorias y documentos
Nº 19, París, 1966, p 490 ;Logias y Capítulos de la Gran Logia y el Gran
Oriente de Francia (la segunda mitad del XVIII ° siglo), Comisión para
la historia económica y social de la Revolución Francesa, memorias
y documentos Nº 20, París, 1967 XXXIV-456 p. , 2ª edición, 1990, 456
p. ; Masones y talleres parisinos de la Gran Logia de Francia en xvi-
ii  º siglo (1760-1795), Comisión para la Historia Económica y Social
39
de las memorias y documentos Revolución Francesa N ° 18, París,
Biblioteca Nacional, 1973 509 p.
11  André Bouton, Los masones de Le Mans y la revolución, Le Mans,
Monnayer, 1958; seguido de “Dispersión política de los masones de
Maine en la primavera de 1792”, Anales históricos de la Revolución
Francesa, julio-septiembre de 1969, p. 487-499.
12  ED millas Lesueur publicó en 1914 un estudio regional ( masonería
artesiano en el XVIII ° siglo ), que se considera uno de los primeros
enfoques que muestran la diversidad de los albañiles comportamiento
político iniciado en el antiguo régimen durante la revolución ... Al
mismo tiempo que Cochin explora las formas ( Las sociedades del
pensamiento y la democracia, París, 1921 y - sobre todo - Las socie-
dades del pensamiento y la Revolución en Bretaña - 1788-1789, París,
1925, 2 volúmenes) que conducirán a renovar el La tesis de Barruel.
13  François Furet, Pensando en la Revolución Francesa, París, Galli-
mard, 1978.
14  Ran Halevi, logias masónicas en los orígenes de la sociabilidad de-
mocrática, París, Armand Colin, 1984.
15  Keith Baker, Al tribunal de opinión. Ensayos sobre la imaginación
política en XVIII ª siglo, París, Payot, trans. 1992.
16 Johann August Starck (Schwerin, 1741, Darmstadt, 1816) es una fi-
gura importante en la rama templaria de la mampostería alemana,
muy opuesta a los Illuminati y al Aufklärer de Berlín.
17 En Condorcet y la masonería y la politización de la mamposte-
ría al final del antiguo régimen, vea los artículos “Condorcet” y “lu-
ces” en: Enciclopedia de la Francmasonería (bajo la dirección de CO-
RREO ric Saunier, París, La Pochothèque, p. 177-178; p. 515-519.
18 Para una actualización de la función de los Illuminati, ver Herman-
nSchüttler, “Die Intervención deutschen de Illuminatenordens auf
dem der Konvent Filaleteo en París en 1787,” Aufklärung und Geheim-
gesellschaften: Freimaurer, Illuminaten und Rosenkreuzer: Ideología -
Struktur und Wirkungen, Internacional Tagung de mayo de 22-23 1992.
Hrsg von Helmut Reinalter im Auftrag des Quatuor Coronati Loge
Bayreuth. Leopold-Franzens-Universität Innsbruck, pág. 71-84.
19 Sobre la importancia de este episodio, ver Charles Porset, Les
Philalèthes et les convents de Paris. Una política de la locura, París, H.
Champion, 1996, 776 páginas.
20 En 1796, poco antes de la publicación de las Memorias... aparecieron
dos libros (Charles-Louis Cadet-Gassicourt, Le tombeau de Jacques
Molay y Galard de Montjoie, Histoire de la conjuration de Louis-Philip-
40
pe d’Orléans) que afirmaban haber encontrado, con éxito, la tesis de
la trama orleanista.
21 Moisei Ostrogorski , Democracia y organización de partidos políti-
cos , 1903, París, Seuil, 1979.
22 Ernst Mannheim, Die Träger der öffentlichen Meinung. Studien zur
Soziologie der Öffentlichkeit, Brno, Praga, Leipzig, Viena, 1933.
23 Reinhart Koselleck argumenta en 1953 una tesis doctoral sobre la
conciencia individual de los problemas provocados por las guerras
religiosas en las que el desarrollo de las logias masónicas se conside-
ra crítico el fruto de É tat como resultado de esta crisis (ver Reinhart
Koselleck , el reino de la crítica , París, ED ediciones de Media noche,
trad. 1979).
24  de Guy Chaussinand-Nogaret, finanzas gente en XVIII ª siglo, p. 121-
146.
25  Reinhart Koselleck, El reino de la crítica, p. 66.
26 Ran Halevi, “Representaciones de la democracia masónico XVIII°
siglo, “ Historia de Revisión Moderno y Contemporáneo, 1984 Volumen
XXXI, p. 571-596.
27  En el análisis de la correspondencia de las cajas, ver nuestro
trabajo: Eric S AUNIER, Revolución y la sociabilidad en Normandía en
el cambio de las XVIII e y XIX e siglos: 6000 masones desde 1740 hasta
1830, Rouen, 1998, p. 277-291.
28  Ibíd., P. 277-293.
29 Los resultados parciales de este estudio en curso fueron presentados
por Daniel Kerjan en una ponencia presentada en el Instituto de CO-
RREO Estudios e Investigación masónico 17 de mayo de 2001: “A par-
tir de Cochin a Ferret, los masones y la Revolución Rennes: mito y
realidad”.
30 La galaxia masónica se divide geopolíticamente en dos grupos
culturales diferentes,a menudo antagónicos. La albañilería anglosajona,
que defiende la creencia en un Gran Arquitecto del Universo y en
Su Voluntad Revelada y que rechaza cualquier compromiso político y
social de sus miembros, se organiza alrededor de la Gran Logia Unida
de Inglaterra y los ocho principios fundamentales que éste impuso
en 1929, mientras que la “masonería liberal”, que rechaza cualquier
afirmación dogmática y alienta “la implicación de sus miembros en
la ciudad”, es mayoritaria en los países de la Europa mediterránea,
especialmente en Francia, donde solo el Gran Oriente de Francia
reúne a más de 40 de los 100 a 120,000 miembros reclamados por las
diversas obediencias.
41
31 Sobre este tema, cf. André Combes Historia de la Masonería en
el XIX ° siglo, París, Mónaco, E d. du Rocher, 1998-1999, 2 volúmenes,
volumen 1.
32  Maurice Agulhon, El círculo en la Francia burguesa (1810-
1848). E estudiar la mutación de la sociabilidad París, 1977, 105 páginas.
33  E Saunier ric, Revolución y la sociabilidad en Normandía en el cam-
bio de las XVIII  e y XIX  e siglos: 6000 Freemasons 1740-1830, Rouen,
PURH 1999.
34  Catherine Duprat, Por el amor de la humanidad. La época de los
filántropos. La filantropía parisiense de la Ilustración a la Monarquía de
Julio, París, CTHS, volumen 1.
35  Sobre este tema, ver E ric Saunier “Ser colega y masón a finales
del XVIII th ejemplos del siglo de Le Havre y Pont-Audemer”, histo-
rias de la revolución Anales franceses, N ° 306, de octubre a diciembre
1996, p. 617-634.
36 Michel Taillefer, Masonería de Toulouse bajo el Antiguo Régimen
y la Revolución: 1741-1799 , París, ENSB, 1984, 324 páginas; Para un
acercamiento sintético a las transformaciones sufridas por las logias
aún activas durante la Revolución Francesa, cf. El artículo “Toulouse
- logias républicaines-” en: Enciclopedia de la Francmasonería (bajo
la dirección de CORREO Saunier ric), París, El Pochothèque, 2000,
p. 861-862.
37 Cfr. Enciclopedia de la masonería (bajo la dirección de ÉRIC Eric
Saunier), París, La Pochothèque, 2000, artículos: “ Amigos de la liber-
tad - les-” y “Centre des Amis - les -”, p. 25-26 y p. 130-131. Un ejemplo
muy concreto de las transformaciones regulatorias durante el Terror
lo proporciona el manuscrito guardado en la biblioteca municipal de
Rouen: “Reglamento de la Logia Respetable del Centro de Amigos”,
París, impresión bibliográfica, año II, 29 p., BMR, fonds Montbret, Br
20758.
38  El taller todavía activo de Trois H se titula originalmente Les Trois
Haches, una referencia inequívoca a la retórica republicana del “ha-
cha que rompe las cadenas”. Sobre la historia original de la lucha en
torno a esta titulación, cf. Eric Saunier, “Reacción política y lugares de
sociabilidad en el año III: el ejemplo de la mampostería de Le Havre”,
(bajo la dirección de Michel Vovelle), El punto de inflexión del año
III. Reacción y terror blanco en la Francia revolucionaria, París, CTHS,
mayo de 1997, pág. 411-425.

42
Para citar este artículo
Referencia de papel
Eric Saunier, “La masonería y la revolución francesa: hacia una
nueva orientación historiográfica”, Cuadernos de historia. Críti-
ca de la revista d’histoire , 87 | 2002, 121-136.
Referencia electrónica
Eric Saunier, “La masonería y la revolución francesa: hacia una
nueva orientación historiográfica”, Cuadernos de historia. Críti-
ca de la Revue d’Histoire [en línea], 87 | 2002, publicado el 1 de
abril de 2005, consultado el 21 de enero de 2020. URL: http://
journals.openedition.org/chrhc/1672

Autor
Eric Saunier
Profesor de Historia Moderna en la Universidad de Le Havre.

Tomado de:
https://journals.openedition.org/chrhc/1672

Otro si digo:

Para los masones y los libre pensadores, posiblemente, el


cuestionar los diversos enfoques que hay sobre la Revolución
Francesa, en el afan de acercarce a la verdad, suele ser común,
pero para la iglesia católica, solo hay una verdad: “La Revolu-
ción Francesa persiguió a la iglesia”, y si los masones participa-
ron de ella, es incuestionable las razones de esta persecución.

Sin embargo y pese a no compartir necesariamente con la


idea expuesta, no se debe dejar de dar razón cuando la tienen y
exponer con firmeza cuando la verdad no les asiste.

Asi los catolicos dicen: A lo largo de la Historia ha habido


grandes revoluciones por odio a la fe para socavar los cimientos
de la cristiandad. Los cristianos han sido perseguidos con saña
y crueldad. Numerosos mártires dieron su vida por defender la
43
religión católica.

Una de las más importantes sin duda fue la Revolución fran-


cesa y la Ilustración, así como los masones, intentaron desterrar
a Dios de la sociedad y entronizar a la diosa razón y al hombre
como la medida de todas las cosas. Justamente la antítesis de
la sociedad teocéntrica medieval, que fue la época de mayor
esplendor de la cristiandad.

La Revolución francesa, como todo en la vida pasó, pero el ve-


neno de sus ideas inmanentistas permanece hasta nuestros días
y se entremezcla con la ponzoña de otras grandes revoluciones
como la comunista o la de mayo de 68.

No hay ninguna revolución hecha por el pueblo, el pueblo


siempre es la excusa, pero ni la Revolución Francesa ni la Rusa
fueron cosa del pueblo sino de una élite ilustrada. Normalmente
cuando es el pueblo el que se revela, con hoces y cuchillos de
matanza, siempre pierde. Hay mucho más pueblo en las contra-
rrevoluciones que en las revoluciones, por eso las contrarrevo-
luciones nunca han tenido suerte.

Robespierre, Marat and Company eran tan pueblo como Lenín


y Bujarin. En el Ancien Régime, contrariamente a lo que se nos
dice, había una clase media ilustrada de médicos, abogados,
funcionarios, etc...que fueron los artífices de la revolución; lo
mismo que también la había en el Imperio Ruso. Luego nos han
contado que no, que lo que había era la aristocracia por allí y el
pueblo por allá, la lectura de las biografías de los revoluciona-
rios desmiente esa idea.

Ni Robespierre, ni Marat, ni Lenin, ni Bujarin fueron nobles y,


sin embargo tenían una educación y no siempre hecha con el
sudor de su frente sino pagada por alguien, lo que indica que
había mucha gente que no era noble pero tenía dinero y, por lo
tanto, existía una burguesía y fue esa burguesía la que tenía el
44
potencial suficiente para concebir un ideal, un programa y una
logística. La Revolución Francesa fue el triunfo de esa burgue-
sía, la Rusa fue el triunfo del Comunismo manejado por antiguos
burgueses que querían ir más allá.

Pero el pueblo francés y el ruso dependieron de las ideas re-


volucionarios de los burgueses, como en Gran Bretaña tal cosa
no se dio-porque los burgueses británicos estaban en otras co-
sas- no hubo revolución.

Pero la situación del pueblo, entendiendo por tal a la clases


trabajadoras, fue la misma en los lugares donde hubo revolu-
ción y en los lugares donde no la hubo.

Si el origen de las revoluciones hubiese sido la pobreza éstas


tendrían que haberse generalizado en toda Europa porque las
condiciones de vida de los mineros galeses no eran mejores
que la de los franceses, los campesinos británicos vivían tan mal
como los campesinos franceses, etc...

Particularmente hábiles fueron los británicos que consiguie-


ron hacer un lujo de su nacionalidad de manera que, por lo visto,
los campesinos, cuyo alimento era el porridge y los nabos, de-
bían creer que los campesinos españoles comían todavía peor,
algo así como alfalfa, o tal vez que los pepinos y nabos ingleses
tenían algo especial.

En cuanto a la Iglesia, también se ve por qué fue un peligro


para todas las revoluciones y por qué en Inglaterra la iglesia no
representaba nada ya que iba de acuerdo con el estado. Basta-
ría haber echado a abajo al rey inglés para que la iglesia angli-
cana cayera, pero en los países católicos con decapitar al rey no
acababan con la iglesia. Y, curiosamente, a pesar del cesaropa-
pismo, tampoco fue suficiente en Rusia fusilar al Zar y a su fami-
lia para acabar con la Iglesia Ortodoxa. Quizás porque la Iglesia
Ortodoxa no fue un invento de los zares como la Anglicana sí fue
45
un invento de los reyes.

De todas maneras la religión ha sido perseguida, falseada y


ninguneada por muchos que no fueron revolucionarios, preci-
samente, y por no serlo no se les ha hecho mucho caso. Enrique
VIII se inventó una religión por un capricho que cambió a todo
un país en pleno Renacimiento (y no era por ninguna herejía
en concreto), y ahora leo asombrado, puesto que yo no lo sabía,
que en 1782 José II de Austria firmó la expulsión de todas las
órdenes contemplativas de su país-el artículo viene en REL fir-
mado por un Habsburgo que sabrá la historia de su país-y a eso
achaca él que Austria no sea tan católica como Polonia: “En 1770
había en los reinos de José II (Austria, Hungría y Bohemia) 2163
monasterios donde vivían aproximadamente 45.000 monjes y
monjas de todas las órdenes imaginables”.

Así que hay que hacer una revisión a la historia de arriba a


abajo porque los monarcas, por una razón u otra, también pu-
sieron su granito de arena en la debacle general. En el caso
de los Habsburgo el pueblo no se sintió tan afectado porque
el monarca era un católico “josefista”, para el que toda orden
que no prestara un servicio determinado estaba de sobra. La
Ilustración se introdujo también en las cabezas coronadas y, en
este caso 7 años antes de la Revolución Francesa, por lo que
podemos entender que las mismas cortes de los reyes estaban
carcomidas por la Ilustración y la masonería mucho antes que
la revolución eclosionara. La idea precede a la expulsión o a la
guillotina. El pueblo no aparece por ningún lado y, cuando apa-
rece casi siempre está en el bando perdedor porque el pueblo
hasta la Gran Guerra fue siempre tradicional.

Desde luego había más pueblo, en el sentido honrado del tér-


mino, entre los vandeanos que entre los revolucionarios, más
entre los cristeros que entre los esbirros de Calles, más con los
carlistas que con los liberales y más entre los campesinos ucra-
nianos que entre los soviéticos. Empezaron por arriba y lo últi-
46
mo a lo que han conseguido malear es, precisamente, al pueblo.
Por eso están empeñados ahora en la destrucción de la familia
que es la base de todo.

En Gran Bretaña la situación era la misma y tampoco esta-


ban contentos, en España pasaba lo mismo y en Alemania igual,
pero no hubo revoluciones. Una cosa es un levantamiento cam-
pesino-porque la mayor parte de los pobres lo eran-y otra una
revolución. Una revolución necesita una ideología detrás con
unos divulgadores de esa ideología que no sean pobres. El pue-
blo francés no era más pobre que los demás pueblos de Europa,
no pasaba más hambre, ni estaba más explotado.

En todos los países había objetivas situaciones de pobreza,


más o menos similares, pero solo en Francia se dio la Revolu-
ción porque allí surgieron los enciclopedistas, los ilustrados y
demás fauna. Los ilustrados británicos, que también los había,
eran eminentemente pragmáticos y el caos no les venía nada
bien. Hasta las logias masónicas eran distintas. Lo que hicieron
los británicos es inventar el capitalismo, no arengar al pueblo
para quitarse de en medio a la nobleza, ya vieron la manera de
evitar el asunto y, sin unos guías determinados para dar la vuel-
ta a la tortilla, no hay revolución que valga.

Asi dicen ellos que perseguidas las órdenes religiosas no que-


daba el clero secular, el clero de las parroquias y eso se hace
mediante la Constitución Civil del Clero, que convierte al clero
secular en funcionarios. De manera que ahora los obispos los
van a elegir las asambleas parroquiales sin que el Papa pueda
decidir nada. El Santo Padre declara como cismática esta Cons-
titución. El problema es que se obliga al clero a jurarla. Todos
los sacerdotes deben jurar y acatar esta constitución.

Sí, pero de todos los obispos que había en Francia sólo juran
esta constitución 7 obispos y de ellos sólo 4 tienen una diócesis
en propiedad.
47
Las cosas en Francia se complican en 1792 porque tiene lugar
el asalto a las Tullerías y la proclamación del fin de la Monar-
quía y el principio de la República con Luis XVI en la prisión
del Temple. Del 2 al 5 se producen las matanzas de septiembre.
Masacran a la Guardia Suiza que custodia el Palacio y extermi-
nan a unas 1300 personas de las cárceles de París, donde había
48
muchos sacerdotes que no habían querido jurar la Constitución.
Uno de los crímenes más conocidos fue el de una alta aristó-
crata, que estaba en la cárcel. Va a ser violada, descuartizada e
incluso tienen el mal gusto de cortarle la cabeza, llevarla a un
peluquero, clavarla en la pica y llevársela a María Antonieta de
la que era muy amiga. Todo esto bajo el lema de Libertad, Igual-
dad, Fraternidad.
49
Otro de los puntos clave en el proceso de descristianización
de Francia es la introducción de la ley del divorcio y la laiciza-
ción del Estado. A partir de ahora tendrán que dejar de llevar
los registros de bautismo y de matrimonio. Los curas juramen-
tados sólo podrán dar la bendición después de que se casen en
el Ayuntamiento. Eso quiere decir que los sacerdotes juramen-
tados están obligados a bendecir gente que se haya divorciado
o incluso sacerdotes ya casados.

Es un ataque continuo a los principios. Ya no tenemos órdenes


religiosas, ya tenemos un clero cismático y condenado por el
Papa que depende del Estado. La sociedad civil tiene descris-
tianizada la familia por la ley del divorcio.

Así es. Esta región se levanta en armas durante siete años. No


es sólo una sublevación política, sino que luchan al grito de viva
el Rey y los buenos sacerdotes, es decir en defensa de los curas
que no han jurado la Constitución.

La represión contra esa zona que se levantó en defensa de la


50
religión fue feroz. Una de las represiones más famosa es la que
se conoce como los matrimonios republicanos que consistía en
atar desnudos a un hombre y a una mujer y ahogarlos en el río
Loira. A veces incluso el hombre era un sacerdote o religioso.
Luis XVI y su esposa van a ser guillotinados.

Eliminados todos los sacerdotes fieles queda la posibilidad de


crear una nueva religión una vez que José Fouché da la orden de
arrasar los templos…

En esta nueva religión se da culto a diosa razón, que va a es-


tar representada por madeimoselle Maillard, una bailarina de la
ópera y de los prostíbulos que tenían los altos jerarcas y aristó-
cratas de la Corte.

La diosa razón, encarnada esta bailarina, es entronizada en la


catedral de Notre Dame. La propia Maillard mientras es pasea-
da en andas pisotea un crucifijo por lo que acentúa todavía más
el carácter blasfemo y sacrílego del acto. Ante esta situación a
los católicos franceses no les queda más que entregarse a un
culto de catacumbas. Las Misas se celebran a escondidas en los
bosques y donde se puede.

Otro elemento importante para descristianizar la sociedad es


la incautación del tiempo. A partir de ahora él tiempo no tendrá
como referencia el nacimiento de Cristo, plenitud de los tiem-
pos, sino la proclamación de la República. 1792 pasa a ser el año
1 cuando se proclama la República. Los nombres de los meses
empiezan a adoptar elementos de la naturaleza. Los meses van
a tener 30 días, pero no 4 semanas sino 3 décadas y la fiesta es
el último día de la década. Lo hacen para hacer desaparecer el
domingo, que deja de ser festivo. Cada día deja de estar dedi-
cado a un santo y se dedican a un producto del campo o a un
mineral. No es nada inocente, pues el 24 de diciembre es el día
del azufre y el día 25, que es el día de la Natividad del Señor, es
el día del perro.
51
La masonería operativa no murio en Francia. Sobrevivio
en otro formato
J. Filardo.
Ríos de tinta ya han pasado por la discusión de los orígenes de
la masonería y, en resumen, hay dos campos más importantes:
el primero argumenta que la masonería, como la conocemos,
tuvo su origen como una invención sin precedentes en 1717 por
la Gran Logia de Londres.

Otro grupo aboga por una evolución gradual de la masonería


operativa a la masonería especulativa que habría sucedido en
Escocia e Irlanda y luego trasplantado a Inglaterra. Esto no sig-
nifica que un grupo tenga razón y el otro esté equivocado.
 
La masonería especulativa reemplazó a la masonería opera-
tiva cuando desapareció, y su origen fue en realidad Escocia.
Lo que sucedió en 1717 fue la creación de la noción de la Gran
Logia, es decir, una organización centralizada que gobernaría
un conjunto de tiendas.

Y, para ambos campos, la masonería operativa ya no existe.


Se extinguió con los cambios tecnológicos, económicos, políti-
cos y culturales de la Edad Media y perdió el monopolio de las
técnicas de construcción con la apertura de las sociedades a la
educación.

52
Es necesario recordar que las construcciones atribuidas a los
masones operativos, las catedrales, por ejemplo, usaban no solo
a los albañiles, sino también a los herreros, carpinteros, vidrie-
ros y otras especialidades. Con la popularización de las pro-
fesiones, la exclusividad de los gremios profesionales dejó de
existir y, en consecuencia, los gremios o corporaciones no te-
nían más razones para estar, en general en Europa y en lo que a
nosotros respecta, en Inglaterra.

Algunas tiendas operativas resistieron hasta el siglo XVII, ayu-


daron a reconstruir Londres y luego decayeron hasta que fueron
rescatadas de alguna manera, ya transformadas en semi-espe-
culativas por la Gran Logia de Londres a principios del siglo
XVIII.

En Francia, sin embargo, las operaciones no han desaparecido.


Todavía existen en forma de Compañía, una especie de Liceo
de Artes y Oficios con una estructura masónica, incluidas las
leyendas fundadoras del Templo de Salomón.

Sin embargo, existe un fenómeno social perfectamente expli-


cable, en el que la masonería niega sus vínculos con la Compa-
ñía y, absurdo total, cuando la masonería francesa se organiza
efectivamente en 1801, niega la entrada de los miembros de la
Compañía en sus filas. Esto es lo que el hermano Víctor Guerra
nos dice en un libro que se publicará en breve, RÉGULATEUR
DU MAÇON 1801 - Rito francés de los modernos: “Al releer al
Régulateur du Maçon de 1785-1801, me encontré con una curio-
sa cita ubicada en la primera sección del Preámbulo, y que pa-
rece ser algo más que una cita, ciertamente bastante xenófoba
y que parece una declaración de intenciones completa, que va
profundamente en contra de la corriente masónica operativa,
que en este caso fue capaz de encarnar “Companionship” [los
Compagnons], sin darles la posibilidad de ingresar a la maso-
nería. No negaré que cuando leí la cita, sobre la cual el hermano
Joaquín Villalta llamó mi atención, salté en la silla, porque no po-
53
día creer lo que estaba leyendo, no solo encontré el texto extra-
ño, sino que puedo decir que no encontré ninguno. La mención
de tal texto por casi nadie, ni historiadores ni masones, y eso me
pareció una fuerza fuerte, y eso es lo que motivó este artículo.
Dice el regulador “Ningún laico puede ser admitido antes de
los veintiún años; El derecho a ser de condición libre y no ser-
vil, y dueño de su persona. No importa quién sea, no admitirá
el título de servidor de Frère. No debe recibir a ningún hom-
bre que profese un estado vil y abyecto. Raramente un artesano
lo admitirá, incluso si es un maestro, especialmente en lugares
donde las corporaciones y las comunidades no están estableci-
das. Nunca en la parte de atrás de los oyentes compañeros en
las artes y artesania”. Lo que se puede traducir al portugués
“Ningún profano puede ser admitido en una tienda antes de los
21 años; con la condición de ser libre y no servil y, por lo tan-
to, propietario de su persona. Un sirviente de cualquier tipo no
será admitido, excepto como un sirviente Hermano. No se debe
recibir a ningún hombre que pueda ejercer una profesión vil o
abyecta. Y un artesano rara vez será admitido, incluso si es un
Maestro, especialmente en lugares donde las corporaciones y
las comunidades no están establecidas. Los trabajadores llama-
dos “Compañeros” en las artes y oficios nunca serán admitidos
(se supone que en la tienda)”. Lo cierto es que dicho texto ge-
neralmente no aparece en las historiografías en uso, ni se repro-
duce en casi ningún lugar, llegando a la conclusión de que hay
un manto de silencio o ignorancia sobre tal preámbulo, que por
otro lado está marcado y marca un tiempo y toda una concep-
ción sociopolítica. Podemos entender, al leer esta primera par-
te, que existe una cierta intención de evitar que los menores se
unan a la fraternidad, lo cual es en parte lógico, especialmente
a los ojos del siglo XX, ya que en ese momento la introducción
de niños en el lugar de trabajo era algo muy habitual, lo que no
significa que algunos gremios tuvieran restricción a este res-
pecto; también puede considerarse bastante lógico no recibir
a aquellas personas que no fueron “libres” en sus decisiones,
o que tenían un alto nivel de autonomía personal, algo a lo que
54
en ese momento las mujeres no tenían derechos, y es por eso
que en vista del texto del Regulador, todos fueron descartados
como un valor para la tienda. Podemos entender, dentro de la
ideología masónica y social del momento, el rechazo absoluto a
la introducción en la tienda de cualquier persona que no estaba
“en línea” con la concepción y el uso moral, rechazando así a las
personas “viles y abyectas...”. Volviendo a la cita, es evidente
que nos enfrentamos a un texto presente en el “Regulador” an-
tes de declarar la Revolución, cuyos recitales llegan a expresar,
dentro de la teoría de las “élites del poder”, que la masone-
ría se concibe, al menos desde la perspectiva de “Luces” como
una encarnación de un auténtico proceso de renovación, que en
muchos casos es, incluso antes de la introducción del tema de
la religión natural, que será uno de los “Leitmotifs” que permiti-
rán el ecumenismo manifestado desde 1717 en la masonería. La
proyección posterior de la masonería constituirá lo que podría-
mos llamar una “élite política mundana”, en cuyo seno la aris-
tocracia liberal y la burguesía emergente, más comprometidas
y progresistas, podrían vivir juntas, aunque, por la voluntad de
los catecismos revolucionarios, las convertirían en antagonistas.

Está claro en el texto que tenía la intención de apartar a las ma-


sas, que evidentemente no podían acceder fácilmente al corazón
de las tiendas, no por la clase, sino por las cargas económicas
impuestas por la propia organización masónica. Por ejemplo, las
tarifas de “recepción” eran actualmente de alrededor de £ 50,
la mitad del salario de un metalúrgico, lo que en sí mismo era
un filtro importante para que “cualquiera” pudiera ser parte de
las élites del poder de las cuales las tiendas se nutrieron”. Los
Compagnons franceses tienen costumbres idénticas a las de
los masones operativos. The Companion, para graduarse y gra-
duarse como maestro de comercio, realiza el llamado “Tour de
France” durante dos años, pasando de “cayenne” (en la prácti-
ca, el equivalente de las tiendas) donde se queda y perfecciona
su técnica específica. Esto está sucediendo ahora mismo.

55
Compañeros de servicio frente a un Cayenne.

Compañeros del deber


56
En el incendio de la catedral de Notre Dame de Paris, se en-
contró una inscripción que se remonta a la obra de los Com-
pagnons du Devoir y ante la destrucción del techo, el gobierno
informó que había suficiente madera (roble) para rehacer el te-
cho de acuerdo con los planes originales, pero que tal vez no
haya suficientes “Compagnons du Devoir” para hacer el trabajo.

A los masones también se les permitió moverse de una ciudad


a otra, obteniendo hospitalidad en la tienda local, trabajo o ayu-
da para continuar su camino.

El siguiente texto fue publicado en el blog SOUTHWEST STORY


BLOG sobre Companions of Duty, y para los conocedores de la
masonería, será más que evidente que son la perpetuación de
la masonería operativa en el siglo XXI.

57
LA UBICACION DE LAS COLUMNAS DEL TEMPLO, SUS PALABRAS
Aleho
El objetivo de este artículo es intentar aclarar la confusión
reinante relativa a las Columnas del Templo de Salomón, sus
palabras, y otros aspectos tangenciales que han sido objeto de
interpretaciones erróneas y degeneradas, por interés o igno-
rancia en muchos casos. Agradezco infinitamente las lúcidas y
magníficas indicaciones que sobre el asunto me ha aportado el
Querido Hermano y amigo Patrick Négrier, magnífico masonó-
logo y filósofo, referente de todos conocidos, y cuya cercanía y
58
PALABRAS Y OTRAS CONSIDERACIONES ACLARATORIAS
ouse
atención va a la par de su inmensidad de conocimientos.

Las palabras B y J se transmitieron solo en el grado de Apren-


diz y eso desde el “Edimburgo” de 1696. El ritual de la Gran Lo-
gia de Inglaterra se limitó a agregar un grado de maestría (a la
que cambió la transmisión de la palabra MB con el toque de los
cinco puntos del antiguo grado de compañero) para poder re-
servar al grado de compañero, ahora liberado de su contenido
59
anterior, un contenido Nuevo: la transmisión del desarrollo en la
letra G (Samuel PRICHARD, “Masonería Diseccionada”, 1730).

A menudo, la transmisión de los dos grados se realizaba en


la misma velada. A pesar de ciertas lecturas ciertamente fanta-
siosas e imaginativas, la puerta entre las dos columnas estaba
hacia el este e indicaba la puerta equinoccial. La columna J a la
derecha del noreste indica la ubicación del horizonte donde el
sol sale el día del solsticio de verano más largo; y la columna B,
a la izquierda al sureste, indica la ubicación del horizonte donde
sale el sol el día del solsticio de invierno, el día más corto. Vol-
ver a leer I Reyes 7,21.

Para responder a estas preguntas, siempre es necesario vol-


ver al texto fundador, el “Edimburgo” de 1696, que expone cla-
ramente y sin la más mínima duda posible:“Q. : Are there any
lights in your lodge ? An. : yes, three, the north-east, s.-w., and
eastern passage”

El noreste designaba el punto del horizonte donde el sol sale


el día del solsticio de verano simbolizado por la columna J (y
que se pone al noroeste). El suroeste (abreviado como S.-W.)
era el punto en el horizonte donde el sol se pone el día del
solsticio de invierno simbolizado por la columna B (y que se
levanta al sureste). Y entre estas dos posiciones extremas, de-
bido a la eclíptica, está naturalmente el este, es decir, el lugar
del horizonte donde el sol se levanta en cada uno de los dos
equinoccios, que es donde el sol se eleva a los dos equinoccios
descritos en el texto como “pasaje del este”, el pasaje al final
simbolizado en el Ulam por la puerta del Hêkal (la puesta de sol
en los dos equinoccios se realiza de forma natural al oeste). No
hay nada falso en este catecismo de 1696 que no simplemente
invita a pensar el simbolismo de los dos solsticios, sino también
el de las dos columnas (con sus nombres, su material, su altura
y sus dos capiteles adornados con lirios y granadas) y la puerta
del Hêkal, donde Patrick Négrier da cuenta de ello en el Capí-
60
tulo IV de su libro “L’essence de la franc-maçonnerie a travers
ses textes fondateurs 1356-1751” (Oxus, 2018)

En múltiples ocasiones hemos escuchado que, en el templo de


Salomón, la luz venía de la puerta de los dioses y en el templo
masónico la puerta se invierte. Entonces el masón entra por el
sol poniente, por la puerta de los hombres. Era lógico para al-
gunos que consideraran así un cambio de plano entre la casa
de Dios, que era el templo de Salomón y la casa de los hombres
que caminaban hacia la luz que es el templo masónico. Este pen-
samiento “guenoniano” es totalmente ajeno a la tradición de la
Palabra de Mason. El Edimburgo de 1696 reporta claramente
la puerta y las dos columnas a “Noreste, Sudoeste, y Pasaje del
Este”. Explicación: El noreste fue la ubicación de la Columna J
(solsticio de verano durante el cual el sol sale al noreste y se
pone al noroeste); el sudoeste era la ubicación de la columna B
(solsticio de invierno durante el cual el sol sale al sureste y se
pone al sudoeste); y el pasaje desde el este significaba el lugar
en el horizonte donde el sol sale el día de los 2 equinoccios

Es importantísimo señalar que en el origen del grado de com-


pañero no se comunicaban las Palabras B y J: estas ya habían
sido dadas en el grado de aprendiz. Y es porque el aprendiz ya
las conoce que él puede hablar de ellas y ya no precisa volvér-
selas a transmitir. El Compañero no es el que recibe B y J, sino
el que recibe la letra G. Observando el Prichard de 1730, en
el grado de Compañero, vemos: P- ¿Cuándo pasasteis bajo el
Atrio, ¿qué visteis?. R-Dos grandes columnas. P- ¿Cuál es su
nombre? R-J y B, es decir, Jakin y Boaz. Por lo tanto es falso que
ambas palabras se dan en ambos grados. Solamente en el gra-
do de aprendiz y eso desde el “Edimburgo” de 1696.

Volviendo al templo de Jerusalén, estaba orientado desde el


este (Oulam con sus 2 columnas) hacia el oeste (Devir frente al
cual el altar de los perfumes simbolizaba la muerte). Al mirar
hacia el templo, uno miraba hacia el oeste y, desde esta pers-
61
pectiva, Ulam representaba el este (puerta) flanqueado en la
derecha del noreste (J) y en la izquierda del sureste (B), donde
cada columna tenía su propio simbolismo.

Se lee y acepta tan alegremente, afirmaciones y desarrollos


como el que sigue a continuación: “La separación de la expre-
sión en dos palabras distintas y separadas para el aprendiz y el
compañero tuvo lugar cuando el grado de maestro llegó alre-
dedor de 1730. Era necesario individualizar los cuerpos de tres
grados distintos. Fueron separados los gemelos significantes y
marcadores de la puerta solsticial. Eran del mismo nacimiento
solar y a uno se le dio la voluntad divina (Jakin) y al otro la vo-
luntad de los hombres (Boaz). Esta dicotomía recuerda la puerta
de los dioses y la puerta de los hombres”. Esta Exégesis gue-
noniana totalmente ajena a la tradición de la Palabra del Masón,
es además falsa. No era la puerta la que era solsticial: eran las
dos columnas: “¿Qué significan las dos columnas de bronce? R:
Ellos marcan los dos puntos solsticiales “(Rito Escocés Antiguo
y Aceptado, 1829 en COLLECTIF, Origen y Evolución de los Ri-
tuales, Gran Logia de Francia, 1999, 361).

La controversia de 1753

Poco después de la introducción del grado de maestro, un


falso problema contamina el razonamiento de nuestros antece-
sores: la controversia de los antiguos y los modernos. Los “An-
ciens” constituidos en la Gran Logia acusaron a los “Modernos”
de 1717 de haber invertido las palabras después de las reve-
laciones publicadas. Pero si analizamos con calma vemos que,
en 1737, en la “Réception d’un frey-maçon”: B y J todavía se co-
munican al aprendiz. En 1745, Gabriel-Louis PERAU, en “L’Or-
dre des francs-maçons trahi”: se comunica J al aprendiz y B al
compañero (este es el origen de la modalidad del rito francés).
Se ha dado por cierta a fuerza de repetirla una y otra vez, que el
Rito Escocés Primitivo está presente en las primeras logias del
regimiento en Saint-Germain-en-Laye desde 1688. Eso es una
62
invención pura: la masonería del Mason Word solo se introdujo
en Francia alrededor de 1725.

Si la masonería desea ser lógica, debe basarse en el simbo-


lismo del noreste / noroeste de J y en el simbolismo del sureste
/ suroeste de B: por lo tanto, debe ubicarse al norte en la Logia
aquellos que reciben JAKIN (no importa si son los aprendices o
compañeros, cada rito hace lo que él desea) y, por lo tanto, ten-
drán que ser ubicados en el sur los que reciben B (aprendices o
compañeros, siendo libre cada rito para decidir). Esta evidencia
seguro puede provocar que más de uno se rasgue las vestiduras
un tanto por ignorancia o por mala praxis del entendimiento.

Recordemos que, en 1760, los “Tres golpes distintos”, B se co-


munica al aprendiz, y J al compañero (práctica de los Antiguos
del que bebió el REAA).

Las fiestas de solsticio masónico son significativas por su sim-


bolismo con las dos columnas, pero en realidad llegaron tarde
y tienen una historia que debe conocerse; de ​​lo contrario, está
expuesto a cometer un contrasentido. En el siglo XVII, las logias
escocesas recibían aprendices el día de “San Juan” de invierno,
el 27 de diciembre. Luego, en 1717, la incipiente Gran Logia de
Londres eligió a su gran maestro el día de San Juan Bautista el 24
de junio. Pero cada uno de estos dos eventos, que, además, NO
tienen RELACIÓN entre ellos, no tenían la intención de celebrar
los solsticios simbolizados por las dos columnas: obedecían
exclusivamente a su piedad religiosa sin ninguna implicancia
esotérica: los calvinistas escoceses por la elección de San Juan
Apóstol, y los anglicanos y otras confesiones de la Gran Logia
de Londres por la elección de San Juan Bautista (no hay impli-
cancia hermética en la tradición de la Palabra del Masón).  

Se ha pretendido etiquetar que los llamados ritos “modernos”


son de naturaleza estelar (J en el Norte, segundo vigilante en
el Norte). J no era estelar a priori sino solar: solsticio de verano
63
(es solo la analogía tradicional entre la salida del sol en el día
del solsticio de verano hasta el mediodía zenital y la elevación
del eje Polar que permite por extensión conectar a Jakin al cielo
nocturno).

La invención del sistema hermético, metafísico y militar bajo la


influencia cultivada de los caballeros de Saint-Lazare y Saint-An-
dré inoculado en las logias tiene su origen en el pensamiento
de Ramsay, que sigue siendo para algunos la vergüenza de la
masonería porque ni siquiera se dio cuenta de que al tomar li-
teralmente la burla de Jonathan Swift en la ficción de los caba-
lleros masones de la logia de San Juan de Jerusalén en su Let-
tre de la Grande Maîtresse des Franc-maçonnes, à M. Harding,
imprimeur de 1724 fue totalmente engañado. Ante la consideración
de que los miembros de estas dos órdenes caballerescas presentes en
logia fueron reconocidos como “Maestros escoceses” cabe señalar que
al alto grado de “Maestro escocés” no era de origen escocés sino francés,
aunque esta actitud cuanto menos que cómica de Ramsay hizo que se
atreviera a unir la masonería a una caballería establecida en Es-
cocia en Kilwinning sin darse cuenta de que su fuente, Swift, era
burlesca porque Kilwinning no tuvo una participación católica
caballeresca: era una logia presbiteriana calvinista que fundó
la Palabra de Mason. Mucho se ha discutido al respecto, pero
aún estamos esperando a que nos expliquen eso de “rito estuar-
dista” del que hasta el momento no aparecen fuentes sólidas ni
fundamentadas.

Para finalizar, y volviendo a las Columnas, creo que es nece-


sario recomendar, respecto al elemento bíblico descriptivo el
que nunca podemos trabajar con traducciones porque son fal-
sas. Así, el texto hebreo especifica en I Reyes 7,39 y II Cr. 4.10
que el mar de bronce era yemanit (“a la derecha”) qedemah
(“en frente” al “Oulam) mimoul negev (“orientado al sur” o si
se prefiere “frente al sur” y, por lo tanto, al norte y más precisa-
mente al noreste, ya que Ulam representa el este, el oeste está
representado por Devir).
64
Cuando estamos frente a la fachada del templo, lo que per-
cibíamos delante del Ulam, era un mar de bronce a la derecha
(muy cerca de la columna J al noreste) delante del Ulam (es de-
cir, delante y al lado de la columna J del Ulam) que mira hacia el
sureste, es decir, que está muy precisamente al noreste.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º


Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro de Honor del Grande Oriente Lusitano
Miembro de Honor del Gran Oriente Nacional Colombiano
Soberano Gran Inspector General y miembro del “Supremo Consejo del
Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para el Principado
de Andorra”
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del
R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro de Honor de la Gran Logia Tradicional del Paraguay
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado
33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau / Thomp-
son-Folger Supreme Council for The United States of America, their Territo-
ries and Dependencies)
65
La iniciación masónica e
Alma Celia Galindo Núñez y M
66
en los dibujos animados
Marco Antonio García Robles
67
La iniciación masónica en
los dibujos animados
Alma Celia Galindo Núñez
Universidad Autónoma de Aguascalientes; México
alma.celia@gmail.com

Marco Antonio García Robles


Universidad Autónoma de Aguascalientes, México
marcogarciarobles@gmail.com

Palabras clave
Iniciación; francmasonería; dibujos animados; mitos; cultura popular.

Keywords
Initiation; Freemasonry; Cartoons; Myths; Pop Culture.

Resumen

El presente artículo da cuenta de la presencia del tema


masónico, particularmente de los rituales de iniciación, en los
dibujos animados. En el texto se habla del imaginario popular
con respecto a las logias y a las personas adscritas a las mis-
mas, la forma en que se muestra en las producciones audiovi-
suales norteamericanas y algunas temáticas relacionadas con
las prácticas masónicas, como las pruebas para los profanos, la
exclusión de la mujer, el consumo de alcohol y las prebendas
que perviven en la masonería según la percepción social.

Abstract

This article gives an account of the presence of the Mason-


ic theme, particularly its initiation rituals, in cartoons. The text
deals with the popular imaginary regarding lodges and the
people belonging to them. Also, it describes the way in which

68
it is shown in American audiovisual productions as well as how
it deals with some topics related to masonic practices, such as
tests designed for the profane, the exclusion of women, the con-
sumption of alcohol and the perks that survive in Freemasonry
according to society’s perception.

Introducción

Masonería e imaginarios populares

Como es conocido, las diversas formas de francmasonería han


suscitado diversas acogidas e interpretaciones en el imaginario
popular, dependiendo de la época y el lugar en el que se hayan
implantado logias con trabajos ordinarios, desde el rechazo por
considerarla satánica o contraria a los gobiernos, hasta el pres-
tigio por formar parte de ella, principalmente en sociedades
anglosajonas.

Particularmente en Iberoamérica, de tradición cristiana, o, me-


jor dicho, católica, la percepción de las sociedades iniciáticas
ha estado ligada a teorías de la conspiración o de actividades
contrarias a la religión. También es persistente la vinculación
de la masonería con los próceres de las independencias lati-
noamericanas, aun cuando en casos como el mexicano no se ha
obtenido el testimonio documental de su pertenencia a taller
masónico alguno, aunque existen los relatos de la masonería
primigenia en México, que siguen en debate desde la historio-
grafía. También, en el caso de este país, era común escuchar
menciones de que para ser presidente de la República uno de
los requisitos fundamentales era el de estar iniciado en la orden
de la escuadra y el compás, mismo precepto aplicado para el
ascenso social en los gobiernos emanados de la fuerza política
hegemónica hasta entrado el siglo XXI, el Partido Revoluciona-
rio Institucional1.
1Un libro que aborda el tema es el de Wenceslao Vargas Márquez, La Ma-
sonería en la Presidencia de México (Ciudad de México: Ediciones Surco de
Letras, 2010).
69
Es un hecho que la producción audiovisual estadunidense po-
see un alto nivel de distribución global y que la cultura de na-
ciones como la mexicana se ha visto influida por sus programas
y películas, prácticamente desde la entrada de la televisión a
mediados del siglo XX. Así pues, son varias las generaciones
que recibieron una “educación” mediática que incluyó dibujos
animados, entre los que se colaron alusiones veladas a la franc-
masonería.

En el prólogo de 300 años: masonerías y masones. 1717-2017,


Ricardo Martínez Esquivel aborda los casos específicos de Los
Simpson, donde el conocido personaje de Homero es iniciado
en la logia de los Magios (Stonecutters); el capítulo donde Bob
Esponja es introducido al rito de los Cefalópodos, y el caso de
la logia de los Búfalos Mojados en Los Picapiedra, de la que son
miembros los protagonistas de la serie animada, Pedro Picapie-
dra y Pablo Mármol2.

Imagen 1
“La cadena de unión”

Fuente: Ilustración de Pepe Martínez.

2 Ricardo Martínez Esquivel, Yván Pozuelo Andrés y Rogelio Aragón eds.,


300 años: Masonerías y Masones. 1717-2017, tomo V, Cosmopolitismo (Ciudad
de México: Palabra de Clío, 2017), 6-8.

70
Imagen 2
“La Organizacion Secreta T.H.E.Y”

Fuente: https://www.dailymotion.com/video/x60wewj

A estos ejemplos se pueden sumar emisiones como aquella


en la que Pinky y Cerebro, caracteres de la Warner Brothers, en
el episodio 39, ingresan a una sesión del club E.L.L.O.S. (Esplen-
dorosas Llamas La Organización Secreta, T. H. E. Y. en su versión
en inglés), aparentemente en alusión al Club Bilderberg de lí-
deres mundiales, luego de efectuar extraños saludos, caricatu-
rizando de manera clara los “signos” y “tocamientos” propios
de los grados masónicos. Una producción contemporánea que
incluye personajes aparentemente relacionados con socieda-
des secretas es Gravity Falls, donde el tío Stanley Pines porta un
fez similar al de los Shriners, y aparece un extraño personaje
llamado Bill Clave (Bill Cipher, en inglés), un triángulo con som-
brero de copa y un solo ojo, parecido sin duda al “ojo que todo
lo ve” de los templos masónicos o el que encabeza la pirámide
del sello de los Estados Unidos (imagen 3).

71
Imagen 3
Cortinillas de apertura y cierre en la serie Gravity Falls.

Fuente: http://es.gravityfalls.wikia.com/wiki/Archivo:Gravity_Falls_Open-
ing_Ending.png

Como se mencionó, el abordaje de las sociedades secretas en


los cartoons, toma como uno de sus temas principales el de la ini-
ciación, quizá porque en la cultura popular es un asunto llamati-
vo, dado el misterio que rodea la participación en las reuniones
de estos grupos. Por supuesto, en las realizaciones televisivas
la trama entra al género de comedia, parodiando o quitando lo
solemne de los rituales masónicos con fines de entretenimiento,
condimentando además las historias con aspectos lúdicos aso-
ciados a las tenidas, como son los ágapes aderezados con alco-
hol y la convivencia fraternal más allá de lo litúrgico.

Propuesta metodológica

La propuesta metodológica es de corte exploratorio-descrip-


tiva. Por un lado, tomando como género los dibujos animados
72
que, si bien no son algo nuevo, han sido estudiados muy poco
desde la perspectiva cultural. Las investigaciones al respecto se
han orientado hacia el estudio de las audiencias, principalmen-
te enfocándose en las infantiles.

La muestra objeto de esta investigación se compone de cuatro


distintos dibujos animados: Betty Boop y Bimbo en los Talkar-
toons, Los Picapiedra, Los Simpson y Bob Esponja. La matriz se
presenta a partir del análisis descriptivo de los capítulos donde
los protagonistas o personajes recurrentes atraviesan, de mane-
ra explícita, un proceso de iniciación para pertenecer a un gru-
po secreto. Los capítulos se retoman como unidades culturales
de observación para establecer semejanzas y diferencias entre
los procesos de iniciación dentro de los dibujos animados, de
manera que las interpretaciones de estos productos mediáticos
presenten un análisis de las relaciones con el rito de iniciación
masónico y otros elementos de las creencias comunes.

En cuanto al aspecto histórico, se citan liturgias y manuales del


siglo XIX, cotejando lo relativo a la ceremonia masónica para
que las personas en condición de “profanos” adquieran la cali-
dad de “aprendices”. Las referencias están tomadas de fuentes
de los ritos de York, nacional mexicano y escocés. También se
da cuenta de textos antimasónicos, como se verá enseguida.

La iniciación en fuentes masónicas y antimasó-


nicas

Una de las ceremonias emblemáticas de las sociedades secre-


tas es la iniciación, aunque otras tradiciones culturales cuentan
con sus propios “ritos de paso” estudiados desde la antropolo-
gía. En el caso de la francmasonería, las pruebas de ingreso han
sido motivo de especulación desde hace siglos y quizás uno de
los principales motivos de su proscripción en ciertos lugares y
momentos históricos, principalmente por su asociación con ac-
tividades conspirativas contra el orden establecido, incluyendo
73
el religioso.

Uno de los autores más referidos en la investigación históri-


ca de las logias y sus integrantes, es el abate Agustín Barruel,
quien, en sus Memorias para servir a la historia del jacobinismo,
critica esta sociabilidad moderna, al opinar que atenta contra
el trono y el altar. En su libro, que tuvo gran difusión en Latinoa-
mérica y que sirvió incluso como argumento para prohibir las
sociedades secretas en México, relata su propia ceremonia de
iniciación que tuvo efecto, según dice, en contra de su voluntad:

Hasta aquí solo había observado yo juegos, puerilidades y


ceremonias burlescas, a pesar del tono de gravedad que afecta-
ban; pero no les habían desagradado mis respuestas. Sobrevino
al fin, esta pregunta, que con toda gravedad me hizo el Venera-
ble: “¿Estáis dispuesto, hermano, a ejecutar todas las órdenes
del Gran Maestre de la masonería, aun cuando recibáis órdenes
contrarias de parte de un rey, de un emperador o de cualquie-
ra otro soberano que sea?... mi respuesta fue: No. […] Aún se
volvió más seria entre el Venerable y yo; no se rendía, y volvía a
hacer su pregunta para abrumarme y arrancarme un sí. Al fin,
me sentí abrumado; tenía los ojos vendados, arranqué la venda,
la eché a tierra, y dando un golpe con el pie, respondí un No,
acompañado con todo el acento de la impaciencia3.

El autor refiere que en la misma tenida recibió los grados de


compañero y maestro, así como los métodos de identificación
entre los hermanos. Consigna, asimismo, algunos detalles de
los rituales propios de otros grados de la masonería, aunque en
este caso, no aclara haberlos experimentado:

Cualquiera masón que quiera ser admitido a estas altas logias


escocesas, como también a todos los demás grados masónicos,
3 Agustín Barruel, Memorias para servir a la historia del jacobinismo (Per-
piñán: imprenta de J. Alzine, 1827), 214-215. Se actualizó la ortografía, pero se
dejaron las cursivas originales.

74
lo primero que ha de saber es que hasta aquel momento ha vi-
vido en la esclavitud. Este es el motivo porque se le admite de-
lante de los hermanos como un esclavo, llevando una cuerda al
cuello y pidiendo que le rompan sus lazos4.

Ahora bien, dependiendo del rito y la jurisdicción masónica,


se conocen diversos protocolos para la iniciación masónica, en
algunos casos, con interrogatorios y pruebas previas a la cere-
monia en el templo, que tienen como finalidad el conocimien-
to a profundidad del profano (persona no iniciada); en otros,
con actividades físicas e intelectuales que llevan a un nivel de
“quiebre” de la parte emocional o psicológica del aspirante a
masón. Esto se conoce por relatos específicos, puesto que no
necesariamente forman parte de procedimientos aprobados o
registrados en un manual, sino, más bien, de tradiciones parti-
culares de ciertas logias. Así, por ejemplo, se conocen detalles
del proceso iniciático del poeta Rubén Darío, que tuvo lugar
en Managua, en 1908, a través de una cita de Dionisio Martínez
Sanz, testigo del hecho:

Con todo esto, nos dábamos gusto los traviesos y armábamos


una serie de obstáculos para someter a los profanos a una serie
de pruebas, al parecer tan ridículas, pero tan necesarias a la
parte simbólica y filosófica de la masonería.

Para la iniciación de Darío, por tratarse de personalidad tan


respetable, hicimos las menos diabluras posibles. Pero sí, ar-
mamos un cerrito que, por un lado, tenía escalones de piedras
labradas, y por el otro, piedras irregulares rodadizas. Ayudado
por los expertos, subió Rubén, con los ojos vendados, el lado de
los escalones; y al descender por la parte opuesta, las piedras
se corrieron, se rodaron, el cuerpo que parecía que iba a dar a
un abismo. Una voz dijo: ‘Dejadle que se despeñe; que se acabe
de una vez este pecador’; pero otra rectificó inmediatamente:
‘Detenedle; todavía se puede salvar’.

4 Barruel, Memorias, 252


75
Claro. Todo estaba bien dispuesto, y no pasó a más que recibir
un gran susto el nervioso novato postulante5.

En la parte ritualística se puede encontrar una amplia diver-


sidad en las formas y alocuciones propias de la iniciación, de-
pendiendo del rito, época y lugar, aunque en general se conser-
van algunos elementos, como los “viajes” a los que se somete
al aspirante a masón al interior del templo, incluyendo la parte
previa de estancia en algún lugar tétrico, prueba que algunos
llaman de “tierra” y que tiene por objeto la reflexión sobre la
muerte. Sin embargo, han existido formas de masonería que
desestiman tanto los tradicionales retos anteriores a la ceremo-
nia, como los excesos que aparentemente se podían cometer
durante las sesiones masónicas, a fin de privilegiar el significa-
do de las “pruebas simbólicas” del aire, agua y fuego. Este es el
caso de la explicación incluida en una liturgia del Rito Nacional
Mexicano de 1869:

…os debería preguntar si estabais dispuestos a sufrir las prue-


bas materiales que allí se juzgan como indispensables, y satis-
fecho de vuestra respuesta mandaría que hicierais tres viajes,
en los cuales hubierais encontrado, en el primero, diversos obs-
táculos y tropiezos, y el silencio habría sido interrumpido por
voces extrañas y un ruido extraordinario. En el segundo viaje, el
ruido de las armas habría sido terrible, y vuestro brazo habría
sido sumergido tres veces en el agua; y, por último, en el tercero,
se os habría hecho sentir el efecto del fuego. Nosotros omitimos
todo esto, porque las luces del siglo y el progreso las hacen pa-
receres innecesarios, y mucho más en un país libre como Mé-
xico…6.

Existen videograbaciones en línea que muestras aspectos


5 Jorge Eduardo Arellano, “Rubén Darío y su iniciación masónica en Mana-
gua”, Magazine Modernista, 12 de noviembre de 2010, http://magazinemod-
ernista.com/2010/11/12/dario-y-su-iniciacion-masonica-en-managua/
6 Primer Grado. Aprendiz del Rito Nacional Mexicano (Mazatlán: Tipografía de
P. Retes, 1869), 10.
76
de las tenidas o películas que se realizaron con fines de propa-
ganda antimasónica que proporcionan referencias más o menos
exactas de las ceremonias, como es el caso del mediometraje
francés de 1943 Fuerzas Ocultas7, donde se muestra la iniciación
de un político francés, con el que se pretendía evidenciar la co-
rrupción entre miembros de las sociedades secretas en el go-
bierno8.

Una de las imágenes más socorridas para aludir la ceremonia


de ingreso a la francmasonería es la forma en que se dispone
el atuendo del candidato antes de darle entrada al templo, que
encontramos descrita en el manual o “monitor” de Duncan, una
guía del rito de York editada originalmente en 1866:

Se quitará el abrigo, los zapatos y las medias, también el cha-


leco y la corbata; y ahora sus pantalones: aquí hay unos panta-
lones interiores para usted. Ahora deslizará su brazo izquierdo
fuera de la manga de su camisa, y lo colocará a través del frente
de su camisa, para que su brazo y su pecho estén desnudos.
El diácono ahora ata un pañuelo o un capuchón sobre sus ojos,
coloca una zapatilla en su pie derecho, y luego pone una cuer-
da, llamada de remolque, alrededor de su cuello, dejando que
cuelgue hacia atrás9.

Una variación sustancial con respecto a otras tradiciones ma-

7 Jean Mamy, Forces occultes (Francia, 1943). Ficha disponible en https://


www.imdb.com/title/tt0189529/
8 El filme puede ser consultado en: https://youtu.be/Cj97xRZUfnE
9 Traducción propia de “You will take off your coat, shoes and socks, also
your waistcoat and tie; And now your pants: here are a couple of drawers for
you. Now he will slide his left arm out of his sleeve-shirt, and place it through
the boson of his shirt, so that his arm and chest are bare. The deacon now ties
a handkerchief or cap over his eyes, places a slipper on his right foot, and
then puts a rope, called cable-trailer, once around his neck, letting it drag
back”. Malcolm C. Duncan, Duncan´s Masonic Ritual and Monitor or Guide to
the three symbolic degrees of the ancient York Rite (Nueva York: David McKay
Company: 1866), 28.

77
sónicas —al menos las predominantes en México— es que, en
el rito de York, antes de que al candidato a obtener el grado de
aprendiz masón se le despoje de la venda en los ojos y abra
estos a “la luz”, se le exige un jurar arrodillado, con menciones
a Dios y con un beso al libro de la ley, en este caso, La Biblia. Pos-
teriormente, se procede a vestir nuevamente al recipiendario
para luego colocarle el mandil, instruirle en los toques, signos y
palabras secretas de reconocimiento, y celebrar su ingreso en
logia. En el caso del rito escocés antiguo y aceptado, el postu-
lante tiene que hacer dos juramentos y ratificarlos en su consa-
gración, lo que incluye la advertencia de castigos en el caso de
revelar lo acontecido en el templo10.

Aproximación a los discursos masónicos de ini-


ciación

Masonería e iniciaciones en los dibujos anima-


dos

La masonería en los medios de comunicación ha estado pre-


sente debido a su carácter secreto y a su participación en dife-
rentes procesos sociales y políticos. De manera que,“los asuntos
relacionados, clara o veladamente, con las logias francmasóni-
cas han tenido y siguen teniendo —al menos en España y otros
países europeos y americanos—, un considerable atractivo”11
La cultura popular se ha inspirado en múltiples mitos, creen-
cias e imaginarios, para incorporar en diversos bienes cultura-
les mediáticos como películas, novelas, series, e incluso dibujos
animados, referentes simbólicos que representan la tradición
10 En la actualidad es relativamente sencillo encontrar las liturgias masóni-
cas en línea, aunque para certeza de las ceremonias usadas en México en
el siglo XIX, muy similares entre sí, puede consultarse: Liturgia del Primer
Grado. Rito Escocés Antiguo y Aceptado, mandada observar por la Gran Logia
del Distrito Federal a todas las logias de su jurisdicción (México: Tipografía de
Eusebio Sánchez, 1899). (Omitimos las abreviaturas simples y tripunteadas).
11 Ricardo Serna, “La masonería en el séptimo arte. Una aproximación al
caso español”, REHMLAC+, 3, no. 1 (mayo- noviembre 2016): 71-86, https://
revistas.ucr.ac.cr/index.php/rehmlac/article/view/24287
78
masónica.

En cuanto a los dibujos animados, es uno de los géneros au-


diovisuales con más éxito desde la llegada de la televisión. Se
reconoce como un género que se adapta al idioma popular y
combina el contexto en el que se desarrolla. Como técnica de
creación audiovisual, la animación tiene la capacidad de narrar
cualquier tipo de historia, y, por tanto, puede ser dirigida al pú-
blico infantil, así como al público adulto, siendo uno de los pri-
meros géneros presentes en los horarios estelares de las prin-
cipales cadenas de televisión12.

Al mismo tiempo, la animación es considerada costosa y de di-


fícil producción. Por esta razón, son pocos los países en el mun-
do que tienen la capacidad de realizar y exportar este tipo de
contenidos13. Los principales países productores son los Esta-
dos Unidos de América y Japón, que han desarrollado dos gran-
des tradiciones: los dibujos animados, conocidos también como
cartoons y el anime14.

La mayor parte de los dibujos animados se importan y, en con-


secuencia, reflejan la cultura y los modos de vivir de los países
de donde provienen. En México, donde la producción de ani-
mación es poca, la mayor parte de las series animadas que se
transmiten son importadas y poseen una mayor influencia de la
cultura norteamericana15.

Así, el contenido de este género ha contribuido a la institucio-


nalización cultural de la sociedad como reproductora de ideas y
12 Paul Wells, “Smarter that the average art form. Animation in the tele-
vision era”, en Prime Time Animation: Television Animation and American Cul-
ture, Carol Stabile y Mark Harrison eds. (Nueva York: Routledge, 2003), 15-32.
13 Frederic Martel, Cultura Mainstream: cómo nacen los fenómenos de
masas (Madrid: Taurus, 2011).
14 Susan Napier, ANIME: from Akira to Princess Mononoke Experiencing
Contemporary Japanese Animation (Nueva York: St. Martin’s Griffin, 2005).
15 José Lozano, “Consumo y apropiación de cine y TV extranjeros por
audiencias en América Latina”, Comunicar 15, no. 30: 62-72.
79
significados dominantes de otra cultura, que ha sido apropiada
por las audiencias y que modifica la realidad para generar sig-
nificados propios. Desde una mirada intersemiótica16, el conte-
nido y la traducción que se hace de las creencias sobre el tema
masónico se ubica como parte de la narrativa y se manifiesta en
las estructuras formales de un capítulo animado; es decir que
se evidencia incluso desde la elección del título, pero está pre-
sente en el género, los personajes, el uso del lenguaje verbal, la
elección de planos, la organización de la narrativa, entre otros.
De esta manera, se conciben como unidades estructurales que
retoman la ideología masónica para plasmarla en el plano sus-
tancial del contenido. Se identifican, por ejemplo, elementos es-
tratégicos como el uso de cierta música, la elección de inicios
y finales de cada historia, los roles de género de los personajes
como parte de los procesos de iniciación, entre otros que más
adelante se describen a detalle.

Por su parte, desde la teoría de recepción, Guillermo Orozco


expone que la televisión reproduce patrones culturales que a
través del televidente se crean como nuevos significados que
participan en las determinaciones dominantes17. Este proceso
se realiza por diversos mecanismos de significación que per-
miten desdoblar los códigos de significación dentro de los
contenidos audiovisuales, los cuales de manera cultural enco-
difican la realidad y permiten significados múltiples a partir de
los marcos culturales que poseen las audiencias. Esto, en última
instancia, significa que la representación de lo real es el reflejo
de los significados existentes combinados con las interpreta-
ciones que las audiencias puedan generar.

Finalmente, la producción de significados depende del uso


común de códigos y de la selección de los códigos según el
contexto de referencia específico. Esta conjunción conforma
16 Lauro Zavala, “La traducción intersemiótica en el cine de ficción”, Ciencia
Ergo Sum 16, no. 1 (marzojunio 2009): 50.
17 Guillermo Orozco, Televisión y producción de significados (Guadalajara:
Universidad de Guadalajara, 1994), 27.
80
“una manera de percibir y conferir sentido a la realidad que se
va universalizando”18.

El discurso dentro de los medios de comunicación no solo


tiene un componente ideológico de los contenidos y de los re-
ceptores, sino al mismo tiempo, ideologizado acorde a los pro-
cesos culturales, socio-histórico19. En este sentido, los dibujos
animados y su interpretación están sujetos a los procesos de
producción y distribución, pero también a los de consumo que
contienen sus propios bienes simbólicos; por lo tanto, la pro-
puesta es generar desde una perspectiva semiótica de la cultu-
ra un análisis de la representación masónica dentro de los dibu-
jos animados, enfocándonos en el rito de iniciación.

Bimbo y Betty Boop en los Talkertoons

Es muy probable que el primer dibujo animado sonorizado de


la historia con referencias masónicas sea “La iniciación de Bim-
bo” (Estados Unidos, 1931)20, emisión de la serie de cortome-
trajes unitarios llamados Talkartoons y que tiene como prota-
gonista a Bimbo, quien en algunas producciones de los estudios
Fleischer aparece como novio de la famosa Betty Boop (imagen
4)21.

En la sinopsis del corto animado en blanco y negro, de 6 mi-


nutos y 29 segundos de duración, Bimbo es invitado a una so-
ciedad secreta y “obscura”, a lo que se rehúsa, por lo que unas
figuras con túnica le dificultan la salida de un lugar lleno de
trampas alucinantes22. La música contiene un estribillo cantado
por los integrantes del grupo, quienes llevan una vela apagada

18 Orozco, Televisión y producción de significados, 30


19 Orozco, Televisión y producción de significados, 32
20 Puede visualizarse en varias canales de YouTube, como en esta URL: ht-
tps://youtu.be/iAThMCwckS8
21 Referencia tomada de: www.fleischerstudios.com
22 La sinopsis original puede encontrarse en www.fleischerstudios.com/fil-
mography.html
81
sobre sus cabezas, que dice “wanna be a member?” (“¿quieres
ser miembro?”), y ante cada respuesta negativa es sometido a
una nueva prueba. La narrativa visual es muy surrealista, pues
como en muchos cartoons de la época, los objetos parecen te-
ner vida y las leyes de la física se rompen, llevadas al absurdo.

Imagen 4
Fotograma de “La iniciación de Bimbo”

Fuente: Captura de pantalla de https://youtu.be/iAThMCwckS8

A pesar de que las situaciones mostradas en la animación —


originalmente hecha para ser exhibida en salas cinematográ-
ficas— fueron pensadas con el fin de provocar hilaridad, se
advierten algunos elementos propios de algunos pasajes litúr-
gicos de iniciación, como la presencia de figuras de calaveras
con las tibias cruzadas o esqueletos humanos completos que
en algunos casos pueden encontrarse en los “cuartos de re-
flexión”, usualmente un lugar obscuro que asemeja un sótano
con las paredes pintadas de negro, donde dependiendo del rito
o modalidad masónica se colocan diversas leyendas y objetos

82
simbólicos23.

En el citado corto también aparecen puertas pequeñas, que en


algunas ceremonias se simulan cuando el candidato a iniciarse
entra al templo, o el encuentro del profano ante un espejo. Qui-
zá lo que más se encuentra fuera de contexto es la aparición al
final de Betty Boop, quien le vuelve a preguntar si quiere ser
integrante de la sociedad secreta, a lo que Bimbo contesta afir-
mativamente, para cerrar con una coreografía con réplicas por
decenas del citado personaje femenino, que están detrás de los
misteriosos individuos con túnica.

Llama la atención que, en los primeros segundos del cortome-


traje, el personaje principal camina tranquilamente por la calle,
para caer en una alcantarilla donde inicia la trama, cuya tapa es
asegurada por un ratón con un gran candado. El citado roedor
tiene grandes semejanzas con el emblemático Mickey Mouse,
creación de Walter Elias Disney, a quien se le atribuye perte-
nencia a la masonería, aunque es más certero ubicarlo como
integrante de una organización DeMolay auspiciada por esta
institución, que sí lo incluye en su Salón de la Fama24.

Los Simpson y los magios

Los Simpson es un programa animado que sigue la vida de


Homero, un trabajador de la planta nuclear; Marge Simpson, una
dedicada ama de casa; sus hijos Bart, Lisa y Maggie, y todos los
personajes de la ciudad de Springfield, en Estados Unidos. Es
una serie animada creada en 1989 por Matt Groening. En sus
comienzos Los Simpson era una serie de cortometrajes anima-
dos dentro de otro programa de televisión, y el 17 de diciem-
bre obtuvo su propio programa25. Se estima que hasta el 2001 la
23 Por ejemplo, un reloj de arena, un gallo, elementos alquímicos, etcétera.
24 Véase al respecto el sitio Web: https://demolay.org/halloffame/bio.
php?id=17
25 Jonathan Gray, Watching with The Simpsons: Television, parody, and inter-
textuality (Londres: Routledge, 2012), 6.
83
serie había sido vista por más de 60 millones de espectadores
en más de setenta países26. Hasta el día de hoy, la serie sigue
produciéndose, cuenta con más de 630 capítulos y se transmite
cada semana, por la cadena Fox; a la fecha de edición de este
texto, acumula 29 temporadas.

La referencia al rito de iniciación se incluye en el capítulo


doce de la sexta temporada27. La trama consiste en que Home-
ro Simpson descubre que dos de sus compañeros de trabajo
gozan de privilegios en la planta nuclear, como sillones vibra-
dores, sodas gratis de la máquina expendedora y excelentes lu-
gares de estacionamiento. Después de investigar descubre que
ambos pertenecen a una antigua sociedad secreta: los Magios
(Stoncutters en su versión en inglés).

Por los motivos anteriores, Homero trata de unirse a dicha


sociedad, de la que descubre que, para ser miembro, debe ser
hijo de un magio o salvarle la vida a uno de ellos. En una de sus
cenas familiares descubre que el abuelo es un miembro, por
lo que solicita entrar en la logia. Como requisito de admisión,
Homero es sometido a una serie de pruebas de iniciación. La
primera es un acto de fe, que consiste en saltar vendado de los
ojos desde un sexto piso. En el capítulo vemos que el líder de
los Magios empuja a Homero desde un peldaño pequeño con la
finalidad de que los miembros se rían. Sin embargo, el suelo se
rompe y Homero finalmente sobrevive a una caída de seis pisos,
añadiendo elementos cómicos dentro de la serie.

El segundo ritual se conoce como “cruzando el desierto” y


consiste en que el futuro miembro es golpeado por siete ma-
gios con las paletas en la parte del trasero. Le siguen las prue-
bas “el ojo que no parpadea”, “el desastre de Hesperus” y “la
nalgada en el trasero hinchado”, que son exactamente el mismo
26 M. Pinsky, The Gospel according to the Simpsons: The spiritual life of the
world’s most animated family (Kentucky: Westminster John Knox Press, 2001),
2.
27 Puede verse dicho episodio en: https://youtu.be/DAV7BAGHCA0
84
ritual que “cruzando el desierto” (imagen 5).

Imagen 5
La prueba de “cruzando el desierto” de los magios

Fuente: Captura de pantalla de https://youtu.be/tQAJj5I2Biw

Al pasar estas pruebas, Homero como miembro de la logia


debe jurar con una mano en el libro de los Magios repitiendo
las siguientes palabras: “Y pido ante el pergamino sagrado que
si revelo los secretos de los Magios se me hinche el estómago
y se me caiga todo el cabello de la cabeza, así sea” (imagen 6).

Lo anterior manifiesta dos sentidos identitarios de las logias


francomasónicas. El primero: enuncia la ritualización del jura-
mento como parte de la sociedad y, el segundo: hace referencia
al secretismo de la logia. Sin embargo, es notorio que dentro de
este juramento se incorporan elementos de humor cuando Ho-
mero pronuncia estas palabras, dado que es un personaje que
tiene el estómago hinchado y es prácticamente calvo. Finalmen-
te, y como resultado del conjunto de pruebas, Homero se inte-
gra a la logia de los Magios con el número 908.

85
Imagen 6
Juramento de Homero para ingresar a la fraternidad de los magios

Fuente: Captura de pantalla de https://youtu.be/I005qR4z0JI

La logia de los Magios está compuesta exclusivamente por


hombres y se incluye en su lista por varios personajes de la se-
rie que tienen puestos importantes, como el magante Charles
Montgomery Burns o Krusty “el payaso”, que es una celebri-
dad dentro de Springfield. Pero a su vez existen otros miembros
que no necesariamente están relacionados con el poder, como
Carl o Lenin. En el capítulo se muestran algunas de las activi-
dades que realizan dentro de la logia, como emborracharse a
cualquier hora del día, jugar billar o póker, realizar cenas en
grupos, entre otras. Estas características hacen sentido con la
creencia relacionada a los grupos francomasónicos.

A la mitad del capítulo Homero destruye durante una cena


“el pergamino Sagrado de los Magios”, por lo que resulta ex-
pulsado. Sin embargo, antes de irse, y debido a una marca de
nacimiento en su cuerpo Homero es identificado como “El Ele-
gido”, quien, según estaba predicho, llevaría a los Magios hacia
86
la victoria.

Por un periodo, Homero es idolatrado por sus compañeros.


Sin embargo, como líder, Homero decide cambiar el rumbo de
los Magios, y comienza a realizar obras de caridad para ayudar
a la comunidad. Al principio sus compañeros lo siguen, pero
conforme el tiempo para la bebida, el billar y la diversión se
ven comprometidos, comienzan a cansarse de Homero, e in-
cluso piensan en matarlo. Finalmente, deciden deshacerse de
él, dejando de ser Magios y creando una nueva sociedad, los
No-Homers, sociedad en la que no es aceptado. En esta parte, es
posible hacer una lectura de los componentes del capítulo que
dejan evidencia de un discurso más satírico que cómico, el cual
expone una crítica al sistema de poder y las construcciones
ideológicas alrededor de los privilegios de este tipo de grupos.

Imagen 7
Homero El Grande

Fuente: https://www.mediotiempo.com/otros-mundos/los-30-mejores-capi-
tulos-de-los-simpson?image=15

87
Hacia el final del capítulo Homero se siente muy triste al aban-
donar su club secreto y decide formar parte de un club muy ex-
clusivo: la familia Simpson, la cual tiene solo cinco miembros. En
la parte final, la familia decide que para aceptarlo como miem-
bro deben pegarle nalgadas con unas tablas, tal como hacían
los Magios para aceptarlo. Homero llora mientras es golpeado,
y exclama: “¡Espero que el club lo valga!”.

Los Picapiedra y los Búfalos Mojados

Los Picapiedra se centra en la historia de Pedro Picapiedra y


Pablo Mármol (Fred Flintstone y Barney Rubble en inglés), un
par de amigos que reflejaban la clase media de la sociedad es-
tadounidense dentro de la ciudad ficticia de Piedradura, que se
ambienta en la edad de piedra. Como personajes recurrentes
se encuentran las esposas Vilma Picapiedra y Betty Mármol, así
como los hijos de ambas parejas: Pebbles y Bam Bam, respecti-
vamente. A pesar de ser una serie animada, las temáticas esta-
ban dirigidas a público adulto, resaltando los conflictos labora-
les, la maternidad, la infertilidad, las complejas relaciones entre
suegros y yernos, el consumismo, la ludopatía, entre otros.

La serie animada fue creada por William Hanna y Joseph Bar-


bera y se estrenó por la cadena estadounidense ABC el 30 de
septiembre de 1960. Se reconoce como la primera serie produ-
cida para el horario estelar28. Fue emitida hasta el 1 de abril de
1966 y tuvo un total de 166 episodios.

De manera recurrente Pedro Picapiedra y Pablo Mármol asis-


tían a un club selecto masculino que se conoce como la logia de
los Búfalos Mojados. En el capítulo en el que se hace referencia
a la iniciación el líder indica que los iniciados deben soportar
una tanda de azotes, una prueba de fuerza y otra de resistencia.
Quienes pertenecen a los Búfalos Mojados deben ser personas
28 Paul Wells, “Smarter that the average art form. Animation in the television
era”, en Prime Time Animation: Television Animation and American Culture.
Carol Stabile y Mark Harrison (eds.) (Nueva York: Routledge, 2003), 15-32.
88
buenas de corazón y fuertes. Los iniciados se denominan her-
manos.

Imagen 8
La prueba de las paletas

Fuente: Captura de pantalla de https://youtu.be/L5ShAU0xjjI

Según el reglamento está prohibido que cualquier mujer pon-


ga un pie dentro de la logia, salvo durante la celebración de
fiestas y en acontecimientos familiares. Tienen un atuendo es-
pecial que consiste en un gorro fabricado con pestañas de bú-
falo, teñido en azul y adornado con cuernos; se dice un saludo
secreto y tienen una canción. En un episodio específico29, Vilma
y Betty reciben los golpes con las paletas de madera en el tra-
sero (imagen 6), tras la osadía de disfrazarse como hombres
para espiar a los maridos en sus actividades nocturnas con
los cófrades de la prehistoria. De esta manera, los mismos ele-
mentos formales de la narrativa, como la música y los elementos
estilísticos, son piezas clave para caracterizar a los Búfalos Mo-
jados y la ideología que busca fidelidad hacia el imaginario que
29 Puede verse en YouTube en la siguiente liga: https://youtu.be/L5ShAU-
0xjjI
89
se tiene sobre la conformación de las logias.

Bob Esponja y la logia de los Cefalópodos

Bob Esponja (en inglés, SpongeBob SquarePants) es una serie


animada estadounidense lanzada en 1999 y creada por Stephen
Hillenburg. La serie se desarrolla en la ciudad de Fondo de Biki-
ni (Bikini Bottom, en inglés) en el océano Pacífico. Bob Esponja
es una esponja de mar rectangular de color amarillo que vive en
una piña con su mascota, el caracol Gary. La serie tiene diversos
personajes, como su mejor amigo, la estrella de mar Patricio; su
jefe, don Cangrejo; su vecino, Calamardo, y Arenita, la ardilla
que vive bajo el mar30. La trama gira en torno a Bob Esponja y
sus aventuras en el trabajo, el hogar, la escuela y el juego. Este
dibujo animado está dirigido a niños, principalmente de entre
el grupo de dos y once años. Además de la serie animada, Bob
Esponja cuenta con tres películas, videojuegos y otro tipo de
artículos de promoción como tazas, camisetas, juegos de mesa,
entre otros, que lo han convertido en un icono de la cultura po-
pular actual.

En el capítulo 115 de la sexta temporada31, Bob Esponja se


muestra intrigado porque su amigo Calamardo se encuentra
feliz sin dar explicaciones del por qué. Ante este hecho, Bob
Esponja y Patricio deciden seguirlo para espiarlo y conocer el
motivo de su felicidad. Lo que descubren ambos personajes es
que Calamardo, en medio de una ceremonia de iniciación, es
parte de logia de los Cefalópodos, una sociedad secreta exclu-
siva de moluscos masculinos que se reúnen el tercer miércoles
del mes con sombrero y túnica para convivir con otras especies
marinas similares a Calamardo. Desde el punto de vista narrati-
vo, la pertenencia a la logia es de entrada excluyente a las otras
especies marinas.

30 Lee Rice. “Sponge Bob Square Pants: Pop Culture Tsunami or More?”, The
Journal of Popular Culture 42, no. 6 (2009): 1092-1114.
31 Puede verse en Metatube en la siguiente liga: https://bit.ly/2NVSpo6
90
La ceremonia de iniciación se lleva a cabo en un recinto con
forma piramidal a la cual solo se tiene acceso con un saludo es-
pecial. El rito de iniciación es explicado por el líder de la logia,
quien dice: “Aquellos que quieren unirse a la logia deben en-
frentar lo que más tememos: la anguila albina gigante” (imagen
9). Acto seguido se observa como un futuro integrante se acerca
a una pequeña jaula para recibir una descarga eléctrica y con-
vertirse en un digno hermano al que todos celebran después
del rito.

Imagen 9
La prueba de la anguila albina gigante

Fuente: Captura de pantalla de https://bit.ly/2NVSpo6

Precisamente Bob Esponja y Patricio se unen a la celebración,


lo que pone en evidencia su presencia clandestina. Sin ser cons-
cientes del secretismo de la logia, el resultado de esta acción
provoca que líder de la misma, apelando a la falta de honor de
Calamardo, decida suspenderlo de por vida. Acto seguido, Bob
Esponja y Patricio deciden crear su propia logia, dentro de la
cual se retoman elementos de iniciación. Se observa en el ca-
pítulo que los tres personajes deciden someterse a la descarga
91
de una medusa, reflejando, por un lado, la necesidad de pasar
una prueba (que en las dos iniciaciones resulta dolorosa), y, por
el otro, mostrando una narración paródica y cómica que hace
referencia de manera intertextual a los discursos propagados
sobre la cultura masónica.

A pesar de lo anterior, Calamardo insiste en volver a la logia


de los Cefalópodos. Por lo tanto, Bob Esponja y Patricio idean
un plan para asustar a los miembros de la logia con un calcetín,
para que Calamardo salve a los miembros de la logia y lo dejen
entrar de nuevo. A pesar de que el plan funciona, Bob Espon-
ja y Patricio, se revelan y evidencian todo el engaño. Al final
del capítulo, Calamardo es expulsado de nuevo de la logia de
los Cefalópodos y es invitado por sus amigos a la logia de los
Compañeros Emplumados, haciendo énfasis en la necesidad de
pasar la iniciación nuevamente.

Machismo, alcohol y privilegios masónicos en


los cartoons

Las “caricaturas” como también se les conoce en México a los


dibujos animados, específicamente las que contienen pasajes
de iniciación masónica, revelan algunos prejuicios o percepcio-
nes sobre los integrantes de las logias, pero también algunas
realidades de las tradiciones de los ritos prevalecientes en el
mundo. Lo anterior forma parte de la traducción inserta dentro
del contenido a partir de ciertos conocimientos específicos que
conforman elementos formales de composición y que pueden
ser interpretados a partir de los terrenos semióticos que permi-
te el análisis del lenguaje audiovisual.

La elección de los personajes, el sonido, la argumentación y


otras formas del contenido permiten el reconocimiento de estos
componentes. Así pues, por ejemplo, en Los Picapiedra, queda
clara la exclusión a las mujeres propia del escocismo tradicional
y de la tradición “regular” inglesa, fundamentada en las llama-
92
das Constituciones de Anderson, que especifican como requisito
para ingresar a la orden, el ser hombre “de honor y honesto”32.
Vilma y Betty ostentan roles tradicionales de la mujer nortea-
mericana de los años sesenta, cuando se emitió originalmente
la serie animada, dedicada a las labores del hogar y excepcio-
nalmente a trabajos propios de las “damas”. En uno de los tan-
tos capítulos donde se muestra la logia de los Búfalos Mojados,
las esposas de Pedro y Pablo tienen inquietud por saber qué es
lo que hacen sus maridos, por lo que recurren a la argucia de
disfrazarse de varones.

Menciona el teórico R. W. Connell que, históricamente, el con-


cepto de masculinidad se ha construido de manera relativa-
mente reciente de forma relacional, al oponerlo a la feminidad.
Señala que “a las mujeres se les consideraba claramente distin-
tas a los hombres, pero la diferencia residía en que se les consi-
deraba representaciones incompletas o inferiores de un mismo
carácter...”, y añade que, respecto a caracteres cualitativamente
distintos entre los sexos, “esta noción acompañó a la ideología
burguesa de las ‘esferas separadas’ del siglo XIX”33.

En el tomo Exclusión (V) de la serie bibliográfica 300 años:


Masonerías y Masones. 1717-2017, se hace énfasis en el estu-
dio histórico de la masonería desde la perspectiva de género.
Como dice el autor del texto introductorio, Guillermo de los Re-
yes, “la integración de las mujeres en la sociabilidad masónica
creo un gran conflicto con la intolerancia de ciertas masonerías,
particularmente las de tradición anglosajona”, que permanece
y que podría definirse como “tolerante intolerante” o “fraterni-
dad sin sororidad”34. Ciertamente, en ninguno de los episodios
32 James Anderson y Jean Théophile Désaguliers, The Constitutions of the
Free-masons. Containing the History, Charges, Regulations, &c. of that most
Ancient and Right Worshipful Fraternity (Londres: William Hunter for John
Senex at the Globe, 1723), 58.
33 R. W. Connell. Masculinidades (Ciudad de México: Universidad Nacional
Autónoma de México, 2003), 104.
34 Guillermo de los Reyes Heredia. “Exclusión” [introducción], en 300 años,
tomo IV, Exclusión, 6.
93
analizados aparecen mujeres como integrantes de una logia, lo
que sin duda es un reflejo de la situación preponderante de la
masonería en los EE. UU.

En cuanto al tema de la bebida en los ágapes o convivencias


entre masones, habrá que remitirse a las propias Constituciones
de Anderson, las cuales incluyen en una de sus páginas la “Can-
ción del Aprendiz”, que con certeza se interpretaba tras la parte
ritual de algunas reuniones de logia:

Vengan, preparémonos, Nosotros los hermanos que somos; Ar-


mados en esta feliz ocasión:
Bebamos, riamos y cantemos; Nuestro vino tiene un manantial;
Aquí está la salud de un masón aceptado35

También es sabido, tras revisar diversidad de liturgias, que


existen diversas ceremonias que incluyen brindis en los “ága-
pes” fraternales, como es el caso de las tenidas solsticiales o
banquetes masónicos. Es necesario recordar también que la mí-
tica creación de la masonería moderna, en 1717, tuvo origen en
la reunión de varias logias que sesionaban en tabernas londi-
nenses, aunque hay investigadores que dudan de esta versión,
tras rastrear estos lugares de consumo de bebidas alcohólicas
y viandas36.

Así pues, no es extraña la versión irónica de Los Simpson, que


incluye la convivencia masónica con canciones y tarros de cer-
veza, adicional a la presencia de personajes de diversos extrac-
tos sociales de Springfield, el mítico pueblo americano donde
tiene lugar la serie, incluyendo la extraña participación de un
35 Traducción propia de: COME let us prepare, We Brothers that are; Assem-
bled on merry occasion: Let’s drink, laugh, and sing; Our Wine has a Spring
Here’s a Healt to an Accepted MASON. Canción incluida en Dévrig Mollès,
La invención de la masonería. Revolución cultural: religión, ciencia y exilios
(Buenos Aires: Edulp, 2015), 78.
36 Para ampliar este tema se puede consultar a Andrew Prescott, “En busca
del Apple Tree: una revisión de los primeros años de la masonería inglesa”,
en 300 años, tomo V, Cosmopolitismo, 168-191.
94
alien o extraterrestre. Dicha ejecución vocal alimenta la teoría
del complot masónico, pues se regodea de su poder para influir
en diversos acontecimientos sociales. Bien lo dice la masonólo-
ga María Eugenia Vázquez Semadeni:

Imagen 10

Fuente: https://cadenaser.com/ser/2015/03/22/televi-
sion/1427026485_426957.html

La teoría de la conspiración puede definirse como la creencia


de que una organización formada por individuos o grupos actúa
subrepticiamente para alcanzar un fin malévolo. En un sentido
más amplio, las teorías de la conspiración consideran que la
historia está controlada por fuerza malignas o incluso demonia-
cas37.

También sobre ese episodio en particular, llama la atención


que el detonante fue una observación fortuita de Homero sobre
alguno de sus amigos, que siempre llega temprano al trabajo en
la planta nuclear pese a que sale después que el propio Simp-
son, descubriendo que ser magio le da el privilegio de viajar
por una carretera exclusiva, razón por la que busca iniciarse en
la logia mencionada. Por cierto, una exploración simple en la
37 María Eugenia Vázquez Semadeni, “La teoría de la conspiración masónica
en Nueva España/México, 1738- 1949”, en 300 años, tomo II, Silencios, 9.
95
red social YouTube, arrojará teorías conspiratorias o illuminati
sobre la serie animada, a la que se le atribuye el poder de pre-
dicción de múltiples sucesos contemporáneos.

Conclusión

La masonería, vista a través de los dibujos animados produci-


dos en los Estados Unidos de América, muestra a una agrupa-
ción de personas de diferentes extracciones sociales que de-
parten en logia desde la parte ritual hasta la lúdica, tomando
elementos rituales de la orden para ironizar en las tramas que
pueden enclavarse en el género de la comedia.

Un tema recurrente en los cartoons es el de la iniciación de


algún profano, quien es sometido a diversas pruebas físicas y
psicológicas para ser admitido en los “trabajos” del templo, que
pueden incluir ágapes con bebidas alcohólicas de por medio.
Son notorias las exclusiones propias de la modalidad mayori-
taria de la masonería en Norteamérica, el Rito Escocés con tra-
dición inglesa, en el que teóricamente no se permite el ingreso
de mujeres.

Evidentemente, a diferencia de Iberoamérica, donde per-


sisten prejuicios religiosos hacia la actividad masónica, en las
“caricaturas” estadunidenses podemos apreciar una masonería
“ligera”, más cercana a clubes sociales que a una orden iniciá-
tica o con actividades malévolas o de dominación mundial, con
excepción del capítulo mencionado de Pinky y Cerebro, que por
no incluir el tema de la iniciación no fue contemplado para su
análisis. No obstante, se proporcionan indicios que en el imagi-
nario popular pueden alimentar las teorías de complot o cons-
piración, particularmente por el episodio de los Magios en el
caso de Los Simpson, donde en una mesa de festejo se puede
apreciar tanto la presencia de un millonario dueño de una plan-
ta nuclear (que por cierto, de manera curiosa, tiene un grado de
Stonecutter menor a su empleado, el amigo de Homero) como la
96
de un personaje aparentemente extraterrestre, lo cual se puede
asociar con los “reptilianos” o los illuminati, temas favoritos en
las redes sociales cuando se realizan búsquedas sobre masone-
ría.

Por otro lado, Moraes, desde un análisis antimasónico, refiere


que en los dibujos animados se aprecia la parodia como crí-
tica a la masonería, los masones y sus prácticas. Sin embargo,
reconoce que no solo en los personajes de los dibujos anima-
dos, sino también en otro tipo de productos culturales, existen
referencias simbólicas de los secretos, las ceremonias y los ri-
tuales que componen el discurso masónico en la cultura popu-
lar, que evidentemente “han contribuido a consolidar ciertos
arquetipos y clichés de representación de las masonería y de
las sociedades esotéricas en general que han ejercido enorme
influencia en los espectadores, en especial, en el público infan-
til, el consumidor más habitual de este tipo de producciones
audiovisuales”38.

Los ritos de iniciación descritos contemplan diversos elemen-


tos que determinan los modos en que se logra acceder a una so-
ciedad secreta que se asume como logia. De manera que, mien-
tras se puede considerar deseable pertenecer a estos grupos
porque se exaltan los beneficios de pertenecer a una logia; al
mismo tiempo, se evidencia que las formas de aceptación son
exclusivas y se obtienen después de atravesar por un proceso.
En los episodios referidos, estos implican que la pertenencia se
obtiene tras la aceptación de ciertas condiciones como el azote,
el secretismo y los juramentos.

Otros elementos comunes que acompañan los episodios anali-


zados son el vestuario y la música, los cuales se presentan como
símbolos de legitimación, integración y consenso en cada una
de las sociedades. La uniformidad del traje talar, así como el co-
nocimiento del “himno” de cada logia se muestran como parte
38 Diego Moraes, Antimasonería (1717- 2017) (Montevideo: Panguen Ran-
dom House, 2017), 249.
97
intrínseca de la colectividad y se consideran como parte de la
construcción interpretativa que permiten la interacción y perte-
nencia a estas instituciones sociales.

Desde el punto de vista intersemiótico, es posible estable-


cer una relación entre la elección de los elementos narrativos
como una traducción del imaginario que se tiene sobre los gru-
pos masónicos. La presencia de estos elementos dentro de los
productos mediáticos se fundamenta en diversos códigos cultu-
rales seleccionados para significar y ser interpretados por los
televidentes. Sin embargo, desde la teoría de recepción, la pro-
ducción de creencias e imágenes colectivas sobre las socieda-
des masónicas son tan solo parte de los procesos subjetivos que
son (re)significados a partir de las prácticas discursivas, narra-
tivas y mediáticas de las personas que apropian estos dibujos
animados. Por tanto, los imaginarios colectivos son producto de
la apropiación cultural, histórica y política de un sujeto situado
en un contexto determinado.

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Tomado de:
https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/rehmlac/article/view/34732

99
100
LOS HIJOS DE LA VIUDA

Herbert Oré Belsuzarri 33°


101
LOS HIJOS DE LA VIUDA.
Herbert Oré Belsuzarri 33°

El origen del término “Hijo de la viuda”, es bastante antiguo


y tiene un significado profundo en el conocimiento masónico. 

En la tradición simbólica, a los masones se les denomina hijos


de la viuda en alusión, a Hiram Abif, arquitecto del templo del
rey Salomón, que la Biblia indica era: “hijo de una viuda de la
tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro; e
Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra
de bronce. Este, pues, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra” (1
Reyes 7:14). Los masones son también hijos de viuda por alusión
bíblica a la mujer en estado de viudez del libro bíblico (1 Reyes
17: 9-24), cuyo hijo por suplica del profeta Elías a Jehová, vuelve
a la vida, en un paralelismo a la ceremonia iniciática masónica,
cuando el iniciado deja la vieja vida para renacer como masón
e iniciar una nueva vida desde cero en el camino del crecimien-
to espiritual. Lo mencionado hasta aquí está en el Antiguo Tes-
tamento. Pero no son solo tradiciones bíblicas las que refieren
las tangencias simbólicas de la masonería, así en la mitología
egipcia, encontramos a Isis, viuda de Osiris y representativa de
la luz, la búsqueda de cuyos restos esparcidos por todo el mun-
do representa la búsqueda de unidad del masón, mientras que
Horus, hijo de Osiris, hijo de la Luz, es el hijo de la viuda.

En el Nuevo Testamento de la Biblia, Jesús resucita a un mucha-


cho en Naín. Poco después de curar al siervo del oficial del ejér-
cito, Jesús sale de Capernaúm y se dirige a Naín, que está a más
de 30 kilómetros (20 millas) al suroeste. Pero no está solo, con él
van sus discípulos y muchas otras personas. Cuando están muy
cerca de Naín, se encuentran a bastantes judíos en un cortejo
fúnebre. Van cargando el cadáver de un joven para enterrarlo
fuera de la ciudad. La madre del muchacho está totalmente des-
consolada. Es viuda y acaba de perder a su único hijo. Cuando
murió su esposo, al menos le quedó el consuelo de tener a su
102
amado hijo con ella, así que debía de estar muy unida a él. Pero
ahora que ha muerto, han desaparecido todas sus ilusiones y la
garantía de tener a alguien que la cuide en el futuro. ¿Quién le
hará compañía y le ofrecerá su apoyo?

Cuando Jesús ve el dolor de la mujer y lo triste que es su si-


tuación, se conmueve profundamente. Con ternura y con una se-
guridad que transmite confianza, le dice: “No llores más”. Pero
no se limita a decirle eso. Se acerca a la camilla funeraria y la
toca. La manera en que se dirige a la mujer y sus acciones im-
presionan tanto a los que lloran la muerte del joven que se de-
tienen. Muchos seguramente se preguntan por qué le ha dicho
eso Jesús y qué va a hacer.

¿Y qué pensarán los que viajan con Jesús? Ellos lo han visto
curar a muchos enfermos. Sin embargo, parece que nunca lo han
visto resucitar a nadie. Saben que siglos atrás algunos volvieron
a la vida, pero ¿podrá Jesús resucitar a alguien que ha muerto?
Jesús ordena: “Joven, a ti te digo: ¡levántate!”. Entonces, el mu-
chacho se incorpora y empieza a hablar. A continuación, Jesús
103
se lo entrega a su madre, que no sale de su asombro. La mujer
siente una inmensa alegría. Ya no estará sola (Lucas 7: 11 al 15).

Al igual que con muchos otros aspectos de la masonería, la


simbología del misterio del “Hijo de la viuda” es parte de un
tapiz viviente de múltiples capas del mito que es investigado,
descubierto, transmitido y reconstruido con el tiempo por cada
masón individualmente y todos los masones colectivamente.

Incluso los que no son masones, saben que la masonería toma


como su marco mitológico primario varios aspectos de la his-
toria bíblica, particularmente los 5 primeros libros del Antiguo
104
Testamento que los judíos llaman “La Tora” o “La Ley”, y natu-
ralmente, la figura central del arquitecto que eligió Hiram I de
Tiro a solicitud de Salomón, para construir el Templo de Dios
durante su reinado. Pero Hiram Abif no solo fue escogido por
sus habilidades, sino que fundamentalmente, como indica la
tradición bíblica, se basa en un linaje genealógico que incluye
a Adán, Enoc, Saúl, David, Salomón y Jesús. En esto basan los
masones teóricos de la “línea de sangre del Grial masónico” sus
especulaciones, al cual se unieron los templarios la Rosa Cruz y
Gnósticos, especialmente en los denominados “Grados Filosófi-
cos” de la masonería.

Este linaje de los “hijos de la Viuda” recuerda como uno de


los primeros antepasados ​​maternos a “Rut”. Ella era moabita,
un pueblo descendiente de Lot y sus hijas, después de la destruc-
ción de Sodoma y Gomorra. Moab era sobrino de Abraham el
Primer Patriarca. Ruth era particularmente justa por su lealtad
a su esposo, incluso después de su muerte. Por esto, fue ben-
decida al convertirse en esposa de Boaz (En Fortaleza), de esta
manera Rut, 30 generaciones antes, fue abuela de Jesús.

Esto convertiría a los “Hijos de la Viuda” en aquellos que tienen


una conexión con un origen divino, aunque solo sea “simbóli-
co”, aspecto que no solo es insinuado en la tradición bíblica,
sino que también existe similar situación en otras tradiciones y
mitos, algunos de los cuales son incluso de mayor antigüedad
como el ya mencionado de origen egipcio: el mítico Rey-Dios
fallecido Osiris, su viuda Isis y su hijo Horus. Y en esta ocasión
también trataremos más adelante, de otros hijos de la viuda, de la muy
poco conocida tradición inca del Perú.

La Biblia no solo narra tradiciones hebreas y judías, porque


evidentemente tomaron tradiciones sumerias y egipcias en el
Antiguo Testamento y tradiciones del zoroastrismo, de Mitra y
otros, en el Nuevo Testamento, que con amplitud tratamos en
nuestro Libro “Religión y Masonería” publicada en dos tomos,
105
donde además relatamos como los antiguos dioses sumerios,
egipcios y hebreos, son los mismos con distinta denominación,
conforme a la necesidades religiosas locales, que fueron sincre-
tizándose con otros de los griegos y romanos, para construir la
tradición religiosa cristiana apostólica y romana.

Soy uno de los millones de convencidos, que el libro del Gé-


nesis es una copia de las tablillas sumerias. Los sumerios fueron
una civilización muy antigua que habitó el sur de Mesopotamia
en ciudades como Uruk y otras ciudades cercanas como Ur, de
donde salió Abraham. Las tablillas sumerias refieren la creación
del hombre en E.din, muestran la mezcla de dioses con mujeres
humanas, el diluvio universal, como los humanos sobreviven la
catástrofe, y como los dioses los ayudan a repoblar la tierra, etc.

Los sumerios inventaron la escritura cuneiforme, que se cree


que fue la primera escritura, ellos hablaban de un dios creador
llamado Anu, que significa dios del cielo, dios de las constela-
ciones, dios de los dioses, Anu tenía una esposa que era la diosa
Ki, y las estrellas constituían el ejercito de Anu, etc. Abraham
106
vivió en Babilonia en la ciudad sumeria de Ur de los caldeos,
Abraham conocía la historia y la creencia de ese pueblo, por
esto los estudiosos piensan que Abraham cuando salió de Ur
y tuvo su descendencia, contó la historia de boca a oído, que
fue pasando de generación en generación hasta que Moisés es-
cribió el Génesis, y entonces se cree que todo fue una copia
de la creencia babilónica, porque las ciudades sumerias habían
sido borradas de la faz de la tierra enterradas en las arenas del
desierto y sus tradiciones se apropiaron otras civilizaciones e
imperios como la babilónica por ejemplo.

La tradición egipcia también está reflejada en la Biblia, así la


tradición egipcia del pesado de corazón de los muertos, pre-
sidida por Osiris y acompañado por Toth en el más allá, don-
de el corazón humano era pesado en la balanza de la justicia,
cuyo contrapeso era una pluma de Maat (la diosa de la justicia,
equivalente a la Temis griega), generando el rechazado por sus
acciones injustas en algunos casos, para ser devorado por un
monstruo infernal, mientras que el aprobado entra al paraíso.
Para los egipcios el espíritu del hombre está en su corazón. Y
también para los judíos del Antiguo Testamento. Este pesado de
corazón también es referido en la Biblia.

107
Proverbios 24
24:11 Libra a los que son llevados a la muerte; Salva a los que es-
tán en peligro de muerte.
24:12 Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿Acaso no lo
entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá,
Y dará al hombre según sus obras.

En este libro del Antiguo Testamento se menciona al Dios de


Israel como el que pesa los corazones (Prov. 24,12). Y otorga el
premio o el castigo que corresponde a las obras de cada uno.
Y en Proverbios 16:2 se lee “Todos los caminos del hombre son
limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus”. Esto
nos muestra sin duda que la idea del Tribunal de Osiris y el pe-
saje de los corazones fue tomada de las narraciones del “Libro
de los Muertos” egipcio.

Las tradiciones son incorporadas al Antiguo Testamento de


manera directa por Moisés, así en Hechos 7: 22, dice textual-
mente: “Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egip-
cios; y era poderoso en sus palabras y obras”. Muchos consideran
a Moisés como el principal autor humano de los primeros cinco
libros de la Biblia, conocida como la Torá. Independientemente
del papel que otros puedan haber desempeñado en la compi-
lación de la Torá, se cree que Moisés aseguró que los relatos,
las genealogías y los códigos legales fueran recolectados y re-
citados fielmente en estos cinco libros (conocidos por muchos
judíos como los “Cinco libros de Moisés”).

También recordemos que el Nuevo Testamento afirma que Je-


sús es el Juez de los vivos y de los muertos, una función propia
de Osiris en la religión egipcia. Hechos 10: 42: “Y nos mandó que
predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha
puesto por Juez de vivos y muertos”.

Del Evangelio de san Juan en el Nuevo Testamento, el capí-


tulo 3, nos dice que es necesario al hombre nacer por segunda
108
vez, para poder entrar al reino de Dios. Pues bien, en “El des-
censo de Inanna al inframundo” de los sumerios y el Libro de
los Muertos de los egipcios también afirma que para entrar al
Mundo de la Luz del Día y entrar en comunión con los Dioses,
el hombre debe nacer por segunda vez, como lo hace Inanna y
Osiris respectivamente.

Juan
3:1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un
principal entre los judíos.
3:2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has
venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas
señales que tú haces, si no está Dios con él.
3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
3:4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo vie-
jo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su ma-
dre, y nacer?
3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no na-
ciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es.
3:7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nue-
vo.

Este segundo nacimiento se opera durante la vida de una per-


sona por medio de un sagrado rito de iniciación, que en el caso
de los cristianos se denomina Bautismo. Y para quienes no reci-
bieron en vida esa iniciación, podría otorgárseles después de
la muerte, y siempre que hubieren pasado con éxito la prueba
del juicio de Osiris. De estos ritos iniciáticos antiguos y de otros
análogos, nacieron las iniciaciones masónicas, rosacruces, tem-
plarias y cabalísticas que existen en las hermandades esotéri-
cas del mundo contemporáneo.

Las doctrinas sumerias y egipcias fueron filtradas o depuradas


109
de cualquier huella de politeísmo y de idolatría de su cultura de
origen para insertarlo en la Biblia, pero su esencia fue asimilada
y considerada como buena para transmitir verdades morales y
espirituales al mundo futuro en los documentos Judíos y Cristia-
nos. Similar cosa sucede con el “Verbo Creador de Dios”, des-
crita en los primeros versículos del Evangelio de san Juan, en un
texto muy conocido por los Hermanos Masones.

Las doctrinas religiosas sumerias y egipcias describen el pro-


ceso de creación del universo, por el poder de “La Palabra” de
Anu en un caso y en otro por Atum, o de Ptáh (los sumerios lo
llamaban Enki), el gran arquitecto del cosmos, que creó todo, y
que esta palabra o verbo creador fue personificada en Sumeria
por Enki y en Egipto por Toth. Por lo tanto, el Logos de Juan es el
Cristo Dios, es Toth, es Enki.

Los sumerios, egipcios, los cristianos, y los judíos, crearon todo


un culto a las palabras de Enki, Toth, de Yahvé, o las de Jesucris-
to, para apoderarse de sus promesas, o para redactar bendicio-
nes, hacer exorcismos y otras maniobras religiosas que resumi-
mos como magia, por seis mil años, con tanta eficacia, aunque lo
nieguen los cristianos.

Del libro de Hermes Trismegisto, extraemos el discurso de


Poimandres, el Pastor del Hombre, que confirman esta doctrina
del Verbo de Dios: “Esta Luz soy Yo, la Inteligencia, tu Dios, que
precede a la naturaleza húmeda surgida de las tinieblas. La Pala-
bra Luminosa (El Verbo) que emana de la inteligencia, es el Hijo
de Dios. Entérate, lo que en ti ve y oye es el Verbo, la Palabra del
Señor; la Inteligencia es el Dios Padre. No están separados el uno
del otro, pues su unión es su vida”. Si comparamos lo dicho por
Hermes con el primer capítulo del Evangelio de San Juan. (Juan
1: 1 al 4):

1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo


era Dios.
110
1:2 Este era en el principio con Dios.
1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha
sido hecho, fue hecho.
1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
1:5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevale-
cieron contra ella.

En las tradiciones de diferentes países, los huerfanos, hijos de


la viuda, tienen una connotación especial y ocupan importantes
relatos en estas tradiciones, asi en la tradición legendaria breto-
na, refiere que un hijo de viuda fue el mago y profeta Merlín, un
maestro importante del rey Arturo. Merlín fue hijo de un incubo
–es decir, engendrado por un demonio– y una princesa bretona,
que durante las luchas entre pictos y escotos, el tirano bretón
Vortige intentó construir una torre de defensa, que siempre se
le derrumbaba. Por ello, pidió orientación a sus magos, ellos
le indicaron que un muchacho sin padre podía ayudar: Merlín.
Éste dijo que dos dragones luchaban bajo la tierra en el lugar
donde intentaba construir la torre de defensa.

En la tradición bíblica del Nuevo Testamento es interesante


observar que Jesús de Nazaret, fue un “hijo de viuda”. José su pa-
dre, un hombre mayor, desaparece en las narraciones de la vida
adulta de Jesús, Mateo y Lucas. Solamente mencionan a José en
el nacimiento y niñez de Jesús. Juan escasamente lo nombra y
Marcos no hace alusión a él. Por ello, asumen que José habría
muerto antes que Jesús iniciara su vida pública.

¿Qué tiene el huérfano que resuena fuertemente en la mente


colectiva y en las tradiciones? 
 
Su fortaleza para enfrentar las vicisitudes y los problemas, de
los que sale airoso, transformándose en un elemento ejemplar
digno de los más altos merecimientos y simbólicamente en un
icono de gran poder.

111
Tal vez por ello, la tradición masonica hizo suya la practica
de cuidar a las viudas y los huérfanos, y por tomar a los hijos
de las viudas literales bajo su ala protectora en la masonería
tradicional masculina. Ciertamente, las viudas y sus hijos son
algunos de los más necesitados, pero quizás también se sabe
que poseen un potencial único, debido a las consecuencias
psicológicas de su situación.

La pérdida temprana de uno o más padres revela que el huér-


fano enfrenta más peligros reales y potenciales. Sin embargo,
sus terribles situaciones en la vida los hacen más reflexivos,
serios y poseen una capacidad para transformar el problema
en una oportunidad; sin embargo, a menudo también carecen
de ciertas habilidades clave como la confianza para la toma de
decisiones, la disciplina y el liderazgo, cosas que idealmente se
aprende de un padre, por ello su viaje de héroe, generalmente
consiste en aprender estos aspectos enfrentando sus miedos y
la oscuridad de la vida, para probablemente desarrollar cosas
como la sabiduría y el intelecto desde el principio. El desafío al
que nos enfrentamos todos es aprender, y los masones con las
herramientas internas necesarias, pueden manifestar su poten-
cial interno, y eso es exactamente para lo que está diseñada la
masonería. 

El resultado final cuando se usa adecuadamente las herra-


mientas masónicas, es que el masón logra ser un líder en la so-
ciedad; líderes reflexivos y sabios, que de otra manera nunca
estarían a la altura de la ocasión, si no hubieran experimentado
el aprendizaje, la curación y el fortalecimiento necesarios para
desempeñar el papel.

El papel de “La Viuda” que le asigna la Biblia a María la madre


de Jesús, y como ella acoge a otros como hijo propio se ve, en el
capítulo 19 del Evangelio de San Juan:

19:25 Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de


112
su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena.
19:26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él ama-
ba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
19:27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella
hora el discípulo la recibió en su casa.

Así san Juan, el discípulo amado, se convirtió en el “Nuevo


Hijo de la Viuda”, y naturalmente, todos los discípulos que Juan
fue haciendo en su camino de predicador, fueron adoptados por
María como sus hijos, como Hijos de la Viuda. En todos estos
siglos, todos aquellos que son como Juan, nacidos por segunda
vez, los iniciados, los renacidos a la luz, se han convertido tam-
bién en Hijos de la Viuda. Si vos lee “El descenso de Inanna al
inframundo” de la tradición sumeria, el mito de Osiris de los
Egipcios y los textos bíblicos, hallara la respuesta a lo que afir-
mamos en esta.

Los francmasones, en sus tradiciones, habiendo puesto sus


mentes en la construcción del templo de Dios, por mandato del
Rey Salomón, descubren que el maestro arquitecto que le en-
vió el Rey Hiram de Tiro a Salomón para ejecutar los trabajos,
era hijo de una mujer viuda, de la tribu de Dan. Ese maestro
arquitecto y fundidor de metales llamado Hiram Abi es la figura
central de la leyenda masónica, por el cual los maestros maso-
nes, como hijos espirituales de Hiram Abi, el arquitecto, hijo de
la viuda, son vinculados a la Luz, que en tradiciones antiguas ya
lo habían realizado los egipcios y sumerios, y que ha llegado
hasta nuestros días a través del Antiguo y Nuevo Testamento bí-
blico en la tradición de los llamados: “Hijos de la Viuda”.

La vinculación con la luz, ocurre en la masonería, en la exalta-


ción al grado de Maestro Masón, cuando escenifica el rito ini-
ciático de muerte y resurrección, que los une con todas estas
tradiciones milenarias y la de Jesucristo, y los hace emerger de
la tumba como hombres nuevos, otros dioses, otro Cristo (ungi-
do), y por tanto heredero del Espíritu del Maestro.
113
En un pleno rigor conceptual, se afirmaría que las cofradías sa-
cerdotales sumerias, egipcias, los mitraicos, la iglesia cristiana
primitiva y sus derivaciones en santidad y justicia, así como las
logias masónicas, son instituciones iniciáticas, al servicio de la
luz infinita, del logos, de la palabra, destinadas por el plan del
supremo arquitecto a conducir a los hombres y a las mujeres de
todas los tiempos hacia el segundo nacimiento espiritual, y a
nutrir a los neófitos durante su desarrollo.

Esa es la luminosa y noble tarea de los “Hijos de la Viuda”.


Por eso Jesús dijo: “yo soy la luz del cosmos, el que me sigue no
andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Evangelio
de Juan 8:12).

“Tú eres Dios, y el hombre que te pertenece grita estas cosas a


través del fuego, el aire, la tierra, el agua, el espíritu, a través de tus
creaciones.Yo he encontrado la bendición en tu eternidad. Lo que
busco, lo he obtenido de tu sabiduría, y sé que por tu voluntad he
pronunciado esta bendición”. (Libro de Hermes, cap. XIII).

Como ya se mencionó antes, y con el propósito de enriquecer


la tradición de “los hijos de la viuda”, ahora trascribimos una
leyenda de la tradición inca de “los hijos de la viuda”.

114
En la tradición andina, Pachacamac y Wa-Kon se enfrentaron
en una dura batalla por la supremacía. Pachacamac representa-
ba la Luz mientras que Wa-Kon la Oscuridad, en esta lucha salió
victorioso Pachacamac, pero solo para tener una paz relativa,
que vivió en compañía de su esposa Pachamama.

“LA LEYENDA DE “WA-KON”

El Dios del Cielo “Pacha-Kamac”, esposo de la diosa de la Tie-


rra, “Pacha Mama”, engendró dos hijos gemelos, varón y mujer,
llamados “Willkas”. El dios “Pacha-Kamac” murió ahogado en
el mar de Lurín y se encantó en una isla; por este hecho quedó
viuda la diosa “Pacha-Mama” y sufrió con sus dos hijitos muchas
penalidades. Era una noche interminable cuando la viuda salió
de Kappur por las fragosidades de “Gasgachin” de la quebrada
de “Arma” y descansó al pie de la roca de “Pumaquihuay”.

Sobre las altas cumbres asechaban monstruos horrendos; los


felinos hambrientos rugían en el fondo de la Quebrada. Llenos
de terror los Willcas lloraban inconsolablemente. La luz corus-
cante de una llama muy leve sobre un lejano picacho llenó de
esperanza a la atribulada madre de los mellizos. Después de
beber en la laguna de “Rihuacocha”, la viuda y sus hijitos, con-
tinuaron su viaje hacia el sitio donde brillaba la luz.

Los “Willcas” no sabían que su padre “Pacha-Kamac” ha-


bía muerto, y dijeron a su madre: “¡Vamos pronto al sitio donde
arde la leña y allí encontraremos a nuestro padre!” La caverna de
“Wakonpahuain” del cerro “Reponge” era el sitio donde ardía
una hoguera: allí vivía un hombre semidesnudo, llamado, “WA-
KON”. Los niños estaban incómodos sobre el asiento. El “Wa-
Kón” sancochaba patatas en una olla de piedra; y dirigiéndose
a los “mellizos” les dice: “Id al puquio y traedme agua en ese
cántaro”. Los niños obedecieron; pero la vasija que llevaron a
la fuente estaba rajada, y por esta causa los “mellizos” tardaron
mucho en regresar a la caverna. Mientras los “Willcas” se de-
115
moraban en la fuente, el antropófago Wa-Kón quiso seducir a la
madre de los “mellizos”; más, no pudiendo efectuar su intento,
devoró a la diosa “Pacha-Mama”, quien pagó con la muerte su
gran fidelidad al dios de los cielos, “Pacha-Kamac”. El maligno
“Wa-Kón” se nutrió de la carne y de la sangre codiciada de la
madre de los “mellizos” y guardó una parte de su cuerpo sacri-
ficado en una olla muy grande.

Wa-Kón

Cuando los “mellizos” llegaron del manantial, se dirigieron a


“Wa-Kón” y preguntaron por su madre. “Wa-Kón” les contestó:
“Muy lejos de este sitio ha ido vuestra madre; pero, llegará muy
pronto, ella.” Más, los días pasaban interminables, y la madre de
los “WilIcas” no llegaba. Los niños lloraban amargamente la au-
sencia de su madre. El “Huay-chau”, el ave que anuncia la salida
del sol, que canta armoniosamente durante la aurora matutina,
o tiene un graznido agorero, como las “lechuzas”, y anuncia la
muerte de alguna persona; compadecida de la desgracia de los
“Willcas” les comunicó detalladamente la muerte de su madre
y les anunció el peligro que ellos corrían en la compañía del
sanguinario “Wa-Kón”. Luego de referir a los niños el episodio
116
de la muerte de la diosa “Pacha-Mama” el pajarillo “Huay-chau”
les dio un consejo: “Id les dice fuera de la Caverna de “Yagama-
chay” y debajo de una “Huanca” (que era una piedra muy lar-
ga), se halla el “Wa-Kón” durmiendo. Atadlo con su abundante
cabellera hacia la piedra mientras está dormido, y luego huid
de este sitio, porque si el “Wa-Kón” se da cuenta de lo que vo-
sotros le habéis hecho, os matará”. ‘Los niños obedecieron este
mandato, y mientras el “Wa-Kón” dormía atado a la piedra con
sus propios cabellos, echáronse a correr vertiginosamente.

En esta desesperada peregrinación encontráronse los “Will-


cas” con el Añas la madre de los “zorrillos”, la cual les dijo: “¿Por
qué emprendéis la carrera quién os persigue…?” Los “Willcas”
contaron a la madre de los zorrillos la tragedia de la Viuda.
El “Añas”, al igual que su compañero de la mañana, el “Huay-
chau”, se compadeció de los Infortunados huerfanitos y los
adopto como a nietos, escondiéndolos en su madriguera. Por
fin, se despertó el “Wa-Kón” de su profundo letargo y, después
de libertarse con dificultad de su prisión, buscó a los “Willcas”
por todas partes.

En su viaje de investigación, el genio maligno encontró a va-


rios animales del campo y conversó con las aves del cielo: pre-
guntó al “Puma”, al “Cóndor” y al “Amaru” si habían visto a los
“Willcas”. Pero estos animales no le dieron respuesta satisfac-
toria. Por último, encontró a la astuta madre de los “Añacos” y
le preguntó si había visto a los “Willcas”. El “Añas” contestóle:
“Si, los he visto que han seguido por ese camino; si tú quieres
encontrarlos con mayor rapidez, sube sobre esa cumbre y en-
tona una canción, fingiendo la voz de la madre de los “Willcas”.
Al eco de esa voz acudirán presurosos los “mellizos”... El “Wa-
Kón” subió al cerro sin comprender que allí, la “Zorrillo”, había
puesto una trampa: comenzó a entonar la canción convenida
con débil y angustiosa voz, llamando a los “Willcas” como ma-
dre cariñosa; y, al fin, puso el pie sobre la piedra fatal de la tram-
pa y rodó al abismo. Su muerte fue seguida de un espantoso
117
terremoto. Libres los niños de su cruel perseguidor y asesino de
su madre, vivían muy felices en compañía de su abuela adop-
tiva, la “añas”, que les alimentaba con su propia sangre. Pero
los “Willcas” hastiados de la sangre que era su único alimento,
suplicaron a su abuelita que les dejara ir al campo a “Shanar”,
o sea, a sacar las papas que habían quedado ocultas en la tierra
al hacer la cosecha. La abuelita “Añas” les concedió permiso
para ello; y cuando se entretenían en su labor, encontraron una
“oca” muy dulce que por su forma de muñeca les llamó la aten-
ción. Los “Willcas” se pusieron a jugar con la “oca”, la que se
rompió en varios pedazos y, no teniendo un juguete semejante,
prorrumpieron en llanto. Cansados de llorar se quedaron dor-
midos; cuando despertó la niña contó a su hermanito lo siguien-
te: “Estábamos jugando, dijo, y yo arrojaba un sombrero al cielo
donde se quedaba; aventaba mis vestidos y allí se quedaban.
¿Qué significará todo esto?”... Los “Willcas” estaban pensativos,
cuando, de improviso, descendió del Cielo una soga, “huásca”,
y el “Añas” les aconsejó que por allí se treparan... Subieron to-
dos juntos al Empíreo, donde el gran dios Pachakamac les es-
peraba.

El “Willca” varón se transformó en el Sol, y el “Willca” mujer,


en la Luna. Pero, la vida de peregrinación que llevaron en la
Tierra nunca terminó. El Sol seguirá su viaje astral, enviando su
luz en el día; y la Luna, durante la noche, caminará iluminando
el sendero que les tocó seguir acompañados de su infortunada
madre viuda... La diosa “Pacha-Mama” se quedó encantada en
aquel cerro cubierto de nieves perpetuas, como un blanco su-
dario, que hasta ahora recibe el nombre de: “La Viuda”.

La divinidad suprema “Pachacamac”, queriendo premiar la


fidelidad de esta diosa que con sus hijitos sufrieron tanto, co-
municó a la diosa “Pacha-Mama” la facultad generadora… Des-
de la cumbre del picacho de “La Viuda” la diosa “Pacha-Mama”
envía sus favores a todos los habitantes de esta región: por ella,
el dios del cielo envía las lluvias, fertilizando la tierra hace que

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Nevado Rajuntay de la Cordillera La Viuda en la Región Lima-Perú

broten las plantas y hayan muchas mieses: por ella, los anima-
les nacen y crecen para servir de sustento al hombre: ella es la
madre de los mellizos en las especies del hombre y de los otros
animales. La divinidad suprema “Pacha-Kamac”, también, pre-
mió al “Añas”, haciendo que este animalito pudiera esconder a
sus hijitos en su madriguera, de la misma manera como había
protegido a los “Willcas” durante su estadía sobre la Tierra. Pre-
mió al “Puma”, haciéndole el rey de las quebradas y de los bos-
ques; al “Cóndor”, como señor de las alturas; a la “Víbora”, ha-
ciendo que esta serpiente pudiera defenderse de sus enemigos
por medio de su ponzoña y fuera el símbolo de la fecundidad
y de la riqueza. Con el reinado de los “Willcas”, transformados
en los semidioses el Sol y la Luna triunfó la Luz y fue vencido
para siempre el dios de la noche, el “Wa-Kón”, vengándose de
esta manera la muerte de la diosa “Pacha-Mama”, llamada, por
antonomasia, “La Viuda” (Revista del Museo Nacional, 1933. ·Li-
ma-Perú Tomo II No. 1).
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