Sei sulla pagina 1di 7

UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANÍSTICAS Y


SOCIALES
ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL

Emprendimiento

PARALELO:
“D”
DOCENTE:

Lourdes Mieles Pincay

Estudiante

ANGGELINE MONSERRATE ZAMBRANO

ZAMBRANO,

TAREA #4

Período Académico

OCTUBRE 2019 - FEBRERO 2020


“CULTURA EMPRESARIAL EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS”

Autor: ANGGELINE MONSERRATE


ZAMBRANO ZAMBRANO,
RESUMEN
El propósito de esta investigación es estudiar el fenómeno de los condicionantes de
la relación de la innovación en la cultura empresarial en estudiantes universitarios y el
desarrollo de su espíritu emprendedor. La cultura empresarial concede mayor atención a la
creación de nuevas empresas, hay una urgente necesidad de una mejor comprensión de las
actitudes de los estudiantes, los potenciales empresarios del futuro. Uno de los pilares
básicos del desarrollo del espíritu emprendedor es la educación, fuente innovadora
inagotable de mejora e innovación. La economía del siglo XXI está orientada al aprendizaje.
La promoción del emprendedor mismo envuelve un cambio cultural basado en la premisa
de que las personas pueden mejorar su calidad de vida y de otros, tomando para sí
mismos la tarea de dirigir y definir su propio destino y construyendo los suyos propios.
Esto apoya el argumento de que el espíritu dicho es un proceso que se puede aprender y que
debería ser fomentado desde facultades y por docentes con una mayor relación con el
emprendimiento.

PALABRAS CLAVES: Cultura Empresarial, Innovación, Aprendizaje, Universitarios

ABSTRACT

The purpose of this research is to study the phenomenon of the determinants of the
relationship of innovation in business culture in university students and the development of
their entrepreneurial spirit. The business culture gives more attention to the creation of new
companies, there is an urgent need for a better understanding of the attitudes of students,
potential entrepreneurs of the future. One of the basic pillars of the development of the
entrepreneurial spirit is education, an inexhaustible source of innovation and innovation. The
economy of the 21st century is geared towards learning. The promotion of the entrepreneur
himself involves a cultural change based on the premise that people can improve their quality
of life and others, taking for themselves the task of directing and defining their own destiny
and building their own. This supports the argument that the said spirit is a process that can
be learned and that should be fostered by faculties and by teachers with a greater relationship
with entrepreneurship.
KEY WORDS: business culture, innovation, learning, university
INTRODUCCIÓN

La evidente reducción de la capacidad del sistema empresarial para absorber a las nuevas
generaciones de titulados universitarios, jóvenes cada vez más preparados académicamente,
ha provocado que cada vez más las universidades se impliquen en políticas de fomento del
emprendimiento, con el objetivo explícito de despertar en los estudiantes el espíritu
emprendedor y ofrecerles no solo formación complementaria en competencias
emprendedoras, sino también apoyo directo a la creación de nuevas empresas como estrategia
de transferencia del conocimiento aprendido y generado en la etapa universitaria.

El término emprendimiento no forma parte del diccionario de la Real Academia


Española (RAE). Se trata del efecto de emprender, un verbo que hace referencia a llevar
adelante una obra o un negocio. El emprendimiento suele ser un proyecto que se desarrolla
con esfuerzo y haciendo frente a diversas dificultades, con la resolución de llegar a un
determinado punto.

El uso más habitual del concepto aparece en el ámbito de la economía y los negocios.
En este caso, un emprendimiento es una iniciativa de un individuo que asume un riesgo
económico o que invierte recursos con el objetivo de aprovechar una oportunidad que brinda
el mercado.

El sujeto que inicia un negocio o que crea una pequeña empresa por su propia
iniciativa se conoce como emprendedor. En épocas de crisis, los emprendimientos suelen
representar una salida (o, al menos, una posibilidad de crecimiento) para las personas que se
encuentran en situación de desempleo.

Todo emprendimiento nace de una idea que, por diversas razones, despierta en una o
más personas el interés suficiente como para embarcarse en un arduo e incierto viaje que
tiene como objetivo hacer realidad dicha idea. En la actualidad, gracias a las posibilidades
que brinda la tecnología, no siempre es necesario contar con dinero para emprender un
negocio; pero ciertos elementos, tales como la voluntad, la perseverancia y la determinación,
siguen siendo indispensables.

Uno de los errores más comunes por parte de los emprendedores primerizos es
pretender obtener ganancias durante los primeros dos o tres meses. Dependiendo del rubro,
y asumiendo que se realizan todos los esfuerzos necesarios en todos los aspectos posibles,
los resultados positivos comienzan a verse pasados los seis meses, aunque muchas veces es
necesario un año de actividad ininterrumpida.

El deseo de ser empresario es el punto de partida del proceso para convertirse en


emprendedor. Este deseo es consecuencia de diversos estímulos personales, sociales y
culturales. Todo emprendedor tiene unos motivos y unas razones para iniciarse en un nuevo
proyecto, este puede ser de carácter social, económico, político, artístico, cultural o de
cualquier otra índole, pero se parte de una motivación o de una necesidad o dificultad que se
tenga en el ámbito personal, familiar o social.

Muchos autores han demostrado la importancia de la capacidad emprendedora como


motor de desarrollo económico. Así, ya en los noventa, autores como Malecki (1997) y
Reynolds (1994) aprecian una clara relación entre emprendimiento y desarrollo local y
regional, y señalan que una alta tasa de creación de nuevas empresas es necesaria para el
crecimiento económico. Kuratko (2005) indica que las organizaciones emprendedoras hacen
dos contribuciones fundamentales a las economías de mercado: por un lado, son una parte
crucial del proceso de renovación que define y caracteriza una economía de mercado,
jugando con su capacidad innovadora un papel crucial en el proceso de cambio tecnológico
y el crecimiento de la productividad. Por otro lado, a través de la puesta en marcha de nuevos
negocios es como muchas personas buscan una forma de ganarse la vida y lograr el éxito
financiero.

Las variables de las que depende esa propensión a convertirse en emprendedor entre
los universitarios constituyen el foco de interés en numerosos estudios (Martínez et al, 2012;
Freire y Teijeiro, 2009; Karhunen y Ledyaeva, 2010). En un sentido amplio, se han
identificado tres categorías de factores para medir la intención emprendedora: además de los
datos demográficos (como edad, género, lugar de nacimiento, etc.), el potencial emprendedor
de los estudiantes depende de las interacciones entre las características (rasgos) personales
(como propensión a los riesgos, creatividad y motivación), y factores contextuales
relacionados con aspectos como la familiaridad o la experiencia previa en actividades
emprendedoras, la educación formal y el tipo de materias, áreas de estudio y curso del
estudiante.

Avanzini (2009) aborda las dimensiones clave para la construcción de una buena
medida de emprendimiento:

La actividad empresarial: incluye variables de supervivencia y dinámica empresarial


y la distinción entre propiedad y dirección

Empleo: la relación entre los nuevos puestos de trabajo y nuevas empresas para medir
el impacto de la iniciativa emprendedora en el empleo.

Actividad económica: zonas más emprendedoras reflejan una mayor creación de


empresas, mayor cuota de mercado y aumento del comercio internacional.

Espíritu, cultura e iniciativa emprendedora: características únicas y especiales del


emprendedor, como la propensión emprendedora, habilidades personales, las razones para
emprender y el contacto con otros emprendedores.

Barreras a la actividad y retorno: el entorno empresarial, la disponibilidad de recursos


y apoyo institucional para ayudar a crear nuevas empresas.

La búsqueda de conocimiento, la inversión y los recursos destinados a I + D, las


actividades empresariales y recursos humanos.

Innovación: nuevos mercados, nuevos productos o nuevos métodos de los productos


y mercados existentes.

Si nos referimos al análisis de la actividad emprendedora entre los estudiantes


universitarios, éste se ha constituido como un campo de estudio propio. Así, en el trabajo de
Teixeira y Forte (2009) se señalan aspectos de relevancia específica para los estudiantes
universitarios, como son la educación emprendedora y la actitud de los alumnos hacia el
emprendimiento.
Uno de los aspectos más importantes, y en los que la Universidad cobra una vital
importancia, es el tema de la educación emprendedora. Así, Laspita et al. (2007) señalan la
influencia del entorno educativo actuando de forma positiva en el emprendimiento y Duccker
(1985) se refiere a “la mística del emprendimiento” señalando que “no es magia, no es
misterioso, y no tiene nada que ver con los genes. Es una disciplina. Y, como cualquier otra
disciplina, puede ser aprendida”.

CONCLUSIONES

La cultura empresarial es un conjunto de valores, creencias y aptitudes que fortalecen


la convicción en la virtud de la gente de ser independiente, de hacer lo que ellos desean hasta
cierto punto, de incrementar la capacidad de la gente de controlar su propia vida. Sin
embargo, el trabajo que debemos hacer no debe quedarse tan solo en el desarrollo de las
mencionadas esencias de la cultura empresarial, pues también debemos desarrollar las
oportunidades para que los jóvenes conozcan el papel del Espíritu Empresarial y puedan
hacer un verdadero contacto con las características que él involucra.

Emprendimiento es aquella actitud y aptitud de la persona que le permite emprender


nuevos retos, nuevos proyectos; es lo que nos permite avanzar más allá de nuestras
capacidades, por la cual es fundamental para la sustentación en la vida diaria.

Lo que nosotros hemos creído desde nuestros inicios como un pensamiento crítico
que nos lleva a tomar decisiones en lo que nosotros creemos correcto, es decir, aferrarnos a
nuestro paradigma de la cual tenga veracidad en lo que hemos afirmado, que se puede
adquirir en nuestro proceso de formación académica hasta llegar a tomar las medidas
necesarias para poder emprender un negocio de empresa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA

Avanzini, D. B. (2009): “Designing Composite Entrepreneurship Indicators: An


Application Using Consensus PCA”, in Entrepreneurship and Economic
Development: Designing Composite entrepreneurship Indicators, Wim Naudé,
ed., Palgrave MacMillan, 2011.

Juan Fernando (2016) “Emprendimiento” (pag. 4-5) disponible en:


http://evirtual.utm.edu.ec/mod/assign/view.php?id=18127

Juan L. (2015) “EL ESPÍRITU EMPRENDEDOR: CONDICIONANTES PARA LA


INNOVACIÓN” (pág. 3-5) disponible en:
https://www.researchgate.net/publication/43950283_Nacen_empresas_de_las_a
ctividades_de_fomento_al_espiritu_emprendedor_un_vistazo_a_empresas_surgi
das_del_Concurso_Nacional_de_Emprendedores_y_el_Programa_de_Formacio
n_en_Espiritu_Emprendedor_del_Instit

Forte (2009): “Unbounding entrepreneurial intents of university students: a


multidisciplinary perspective”, FEP Working Papers, num. 322, Universidade do
Porto, Faculdade de Economia do Porto.

Mira Solves, I.; Gómez Gras, J. M. (2012): “Influencias de las percepciones personales
sobre la actividad emprendedora naciente. Una perspectiva de género a través de
diferentes entornos económicos”, Economía Industrial, vol. 383 (1), pp. 53-64.

Potrebbero piacerti anche