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Fuentes del derecho
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La justicia se representa por una mujer con los ojos vendados, con una balanza en una mano
y una espada en la otra.
El término fuente del derecho designa todo lo que contribuye o ha contribuido a crear el
conjunto de reglas jurídicas aplicables hoy por las personas.
2
Como regla general las principales fuentes del Derecho, fueron La Religión y Las
Costumbres, de ahí emanó la moral que fuese tratada y estudiada por la Ética como ciencia
y luego por el Derecho. Los más antiguos escritos religiosos en los que se plasmó moral y
regularon la conducta del humano fueron todos los documentos que conforman hoy La
Biblia y El Código de Hammurabi.
En los países con derecho escrito, las principales fuentes del derecho son tanto textos como
tratados internacionales, constituciones, leyes, reglamentos. Sin embargo, otras fuentes son
a veces admitidas según la materia, tales como la costumbre, los principios generales del
derecho consagrados por la jurisprudencia (a veces inspirados por la doctrina de juristas
especializados, profesores, abogados, magistrados, etc.) o unos principios de derecho
natural, universales, escritos en la naturaleza y costumbres de los seres vivos y el ser mismo
de las cosas.
Las fuentes del derecho son un criterio de determinación del sistema jurídico de un país
considerado según tenga antecedentes de:
El derecho escrito, por ejemplo el derecho romano, las constituciones de las polis griegas o
los estados europeos.
El derecho natural, o iusnaturalismo, que se distingue del derecho positivo por defender la
existencia de unas reglas universales o derechos del hombre inalienables e innatos desde su
misma existencia.
Las fuentes del derecho son los actos o hechos pasados de los que deriva la creación,
modificación o extinción de normas jurídicas. A veces, también, se entiende por tales a los
órganos de los cuales emanan las leyes que componen el ordenamiento jurídico (conocidos
como órganos normativos o facultades normativas), y a los factores históricos que inciden
en la creación del derecho. De las fuentes del derecho se desprenden, respectivamente, las
3
nociones de fuentes materiales (o fuentes en sentido material), fuentes formales (o fuentes
en sentido formal) y fuentes históricas.
Fuentes materiales. Se refiere a los poderes, instituciones, o grupos sociales que están
autorizados para crear leyes que reconocen o extinguen derechos o normas jurídicas en los
distintos ámbitos
Fuentes formales. Lugares donde están recogidas las normas: la legislación, la doctrina,
principios generales del derecho, tratados internacionales, la jurisprudencia y la costumbre.
Pueden ser tanto las que tienen vigencia actual como las que la han tenido. Son los procesos
de creación de las normas jurídicas.
Por su causa formal: entendemos que es la fuerza social con facultad normativa y creadora,
según R. Castro. Esta se jacta por ser derecho vinculante y aplicable. Influye
insoslayablemente a esta acepción la Teoría de la Institución, la cual califica como
imprescindible a las fuentes formales en el proceso de acción de los entes sociales
organizados (instituciones). Dentro de ésta se puede distinguir:
Por su orientación:
4
Fuentes políticas (programas de partidos políticos o movimientos revolucionarios).
Pretenden crear presión colectiva o desencadenar procesos institucionales.
Fuentes originarias. Las que crean derecho ex nihilo (de la nada), sin un sistema jurídico
precedente. Característico de los procesos revolucionarios.
Fuentes derivadas. Las que crean derecho usando los métodos procedimentales
establecidos en un régimen jurídico preexistente.
Por su causa material: entendemos que son las formas de exteriorización del derecho,
donde nos encontramos:
Fuentes formales de interpretación y aplicación, dentro de las cuales nos encontramos con
las directrices de órganos externos que eligen a los órganos de interpretación y aplicación,
así como dirigir su juicio. Segundamente, nos encontramos con los órganos de
interpretación y aplicación, que son los tribunales de justicia. Por último nos encontramos
las expresiones formales de las normas admitidas, concepto ligado al positivismo jurídico
que alza como fuente superior a la ley, como fuente genuina. De la misma forma identifica a
las fuentes estatales con las fuentes del derecho. Las fuentes restantes (costumbre,
jurisprudencia y principios generales) aparecerán como subsidiarias para aplicar en defecto
de ley.
Por su causa eficiente: son las categorías, instituciones y facultades que fundamentan el
derecho. Por ejemplo: Dios, la razón, el ser humano, el sentimiento jurídico, etc.
Por su causa final: destacamos dentro de ésta a dos muy importantes, que son la seguridad
jurídica y la obediencia, problemas que el sistema de fuentes tiende a solventar.
Seguridad jurídica: el problema aparece si se produce un non liquet por ausencia de ley.
Para ello se utilizan los medios de integración (interpretación extensiva, analogía, equidad,
principios generales del derecho) unido al establecimiento de fuentes formales para
encontrar una solución.
5
La Constitución. En algunos países, la Constitución puede ser no escrita, como pasa en
algunos sistemas de derecho anglosajón.
La ley en sentido amplio, que abarca todas las normas de rango legal emanadas tanto del
poder legislativo como del poder ejecutivo. Su definición sería: la ley dictada por la
autoridad competente, que manda o prohíbe en concordancia con la justicia y para bien de
los gobiernos y de los ciudadanos.
Los principios generales del derecho y la jurisprudencia, que complementan y sirven para
interpretar las normas que han de ser aplicadas, por lo que son fuentes que en la práctica
tienen mucha importancia.
Los reglamentos emanados del poder ejecutivo, que por lo general desarrollan las leyes.
Normalmente, tiene una dependencia jerárquica de la ley, sin perjuicio de la existencia de
reglamentos derivados de la potestad reglamentaria autónoma.
6
Los tratados, que pueden ser bilaterales o multilaterales, y rigen las relaciones entre los
Estados;
La costumbre internacional;
La jurisprudencia de los tribunales internacionales, en los términos del art. 59 del Estatuto;
Otros autores, en cambio, argumentan que las tres fuentes citadas en el art. 38.1 incisos a,
b, y c —convenciones internacionales, costumbre internacional, principios generales del
derecho— son las únicas que tienen tal carácter y el resto de las supuestas «fuentes» se
reducen, en última instancia, a ellas tres.
En muchos casos la doctrina habla también del ius cogens. Son aquellas normas que la
comunidad internacional en su conjunto entiende de obligado acatamiento y que sólo
pueden ser revocadas por otra norma del mismo carácter. Estas disposiciones tienen reflejo
en los artículos 53 y 64 de la Convención de Viena sobre el derecho de los Tratados. Pero, en
último término, las normas de ius cogens son objeto de discusión y algunos países no
reconocen su existencia. Generalmente, se las subsume en la costumbre internacional, con
carácter de costumbre imperativa o -técnicamente- norma imperativa de derecho
Internacional general.
7
La doctrina es casi unánime en admitir que no existe jerarquía alguna entre las tres fuentes
formales citadas en el art. 38.1.
Referencias Editar
Bibliografía Editar
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Términos de
Derecho
Derecho
8
La clasificación del derecho es la siguiente: derecho público y derecho privado o civil, cada
uno de los cuales se divide a su vez en varias ramas. El derecho es un conjunto de normas y
reglas que afectan cada aspecto de nuestras vidas, las gobierna desde antes del nacimiento
hasta después del fallecimiento.
Ad
El derecho se clasifica en derecho público, que regula las relaciones entre el Estado y sus
ciudadanos y el derecho privado o civil, que incluye los derechos y obligaciones de unos
individuos hacia otros. Es ejercido por los abogados dentro del poder judicial o en la libre
práctica de la profesión.
De esta manera se resumen los tipos de derecho en el cual laboran los abogados.
Los abogados que se desarrollan en esta área del derecho tienen la formación necesaria
para analizar la interpretación de textos constitucionales, su funcionamiento e interrelación
9
en los distintos niveles en los que esté estructurado el poder público a niveles nacional,
regional y local.
Ello ha generado que los ciudadanos y entes puedan demandar por incumplimientos del
Estado en estas materias.
El derecho penal se encarga de establecer las normas que el Estado detalla para combatir
los problemas relacionados con la criminalidad. Esta rama es ejercida por los tribunales en
esta área, fiscalía y abogados en libre ejercicio. Los códigos penales señalan los
procedimientos para el debido proceso.
Los abogados litigantes en materia penal deben recabar toda la información del expediente,
las evidencias, jurisprudencia y demás elementos que le ayuden a velar por los intereses de
su defendido a través de las herramientas que brinda el ordenamiento jurídico vigente.
El derecho civil lidia con los derechos y deberes entre los individuos en materias
relacionadas con obligaciones (contratos), regula las actividades de estado civil, familia,
activos, organización del patrimonio de las personas naturales y jurídicas, materias de
sucesiones. El Código Civil resume las obligaciones de las personas dentro de la sociedad.
10
financieros. El código de comercio rige las relaciones entre las sociedades mercantiles y sus
relaciones entre sí.
El derecho laboral se encarga de regular las relaciones existentes entre los particulares
cuando hay relaciones de trabajador y patrono, es decir, relaciones de subordinación.
Los tribunales laborales son los responsables de aplicar las leyes conforme a las situaciones
que se presenten entre los trabajadores y patronos.
Derecho internacional público: establece las normas que regulan las relaciones entre los
Estados y los organismos internacionales. Ambas partes crean sus mecanismos de
funcionamiento.
La soberanía de las naciones, ejercida por hombres y mujeres mayores de 18 años de edad,
está representada en los órganos legislativos elegidos por sufragio universal, directo y
secreto. Dichos tratados pasan a ser parte de cada marco jurídico.
Las normativas relacionadas con las clasificaciones del derecho mencionadas, son
elaboradas por abogados redactores, quienes presentan el proyecto a legisladores que a su
vez lo someten a consideración de sus colegas en sesiones de comisión. A continuación se
procede a su estudio con abogados asesores parlamentarios.
11
Posteriormente se llevan a sesiones plenarias, de acuerdo a los reglamentos del Parlamento,
para su debate en varias discusiones. Alcanzando el lapso máximo, se vota a favor o en
contra del proyecto.
El proceso de elaboración de las leyes y reglamentos es una de las maneras en las cuales el
derecho y la política trabajan de manera conjunta. El poder tiene la posibilidad de proponer
iniciativas legislativas, tomando en cuenta los principios del Derecho universalmente
aceptados.
Entre las clases de derechos mencionados, se pueden establecer diferencias entre el penal y
civil. El penal se encarga de aquellos delitos contra al Estado. Por ejemplo, un fiscal acusa a
un político corrucpto.
Las universidades ofertan programas de estudios de postgrado en los cuales los abogados se
forman en las clasificaciones del derecho, con el fin de aportar valor agregado al ejercicio de
su profesión. De esta manera se puede profundizar la investigación jurídica.
Los abogados tienen una gama de opciones para aplicar sus conocimientos dentro y fuera
del País donde se formen. En el sector público pueden desarrollar carrera a través de la
defensoría pública, fiscalía, contraloría, tribunales, representaciones diplomáticas y entes
multilaterales.
En el sector privado pueden asesorar a las personas jurídicas y naturales en nuevas las
clasificaciones de derecho.
12
El derecho permite a las sociedades a establecer sus normas, preferiblemente de principios
jurídicos universales, para mantener una sana convivencia en el marco de las diferencias
culturales donde se desenvuelvan.
Referencias
Moreno, G., et al. Introducción al Estudio del Derecho. Ciudad de México, Universidad
Nacional Autónoma de México.
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Derecho
La clasificación del derecho es la siguiente: derecho público y derecho privado o civil, cada
uno de los cuales se divide a su vez en varias ramas. El derecho es un conjunto de normas y
reglas que afectan cada aspecto de nuestras vidas, las gobierna desde antes del nacimiento
hasta después del fallecimiento.
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Ad
El derecho se clasifica en derecho público, que regula las relaciones entre el Estado y sus
ciudadanos y el derecho privado o civil, que incluye los derechos y obligaciones de unos
individuos hacia otros. Es ejercido por los abogados dentro del poder judicial o en la libre
práctica de la profesión.
De esta manera se resumen los tipos de derecho en el cual laboran los abogados.
Los abogados que se desarrollan en esta área del derecho tienen la formación necesaria
para analizar la interpretación de textos constitucionales, su funcionamiento e interrelación
en los distintos niveles en los que esté estructurado el poder público a niveles nacional,
regional y local.
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Asimismo, puede hacer comparaciones entre los textos constitucionales de diferentes
países y brindar sus conclusiones.
Ello ha generado que los ciudadanos y entes puedan demandar por incumplimientos del
Estado en estas materias.
El derecho penal se encarga de establecer las normas que el Estado detalla para combatir
los problemas relacionados con la criminalidad. Esta rama es ejercida por los tribunales en
esta área, fiscalía y abogados en libre ejercicio. Los códigos penales señalan los
procedimientos para el debido proceso.
Los abogados litigantes en materia penal deben recabar toda la información del expediente,
las evidencias, jurisprudencia y demás elementos que le ayuden a velar por los intereses de
su defendido a través de las herramientas que brinda el ordenamiento jurídico vigente.
El derecho civil lidia con los derechos y deberes entre los individuos en materias
relacionadas con obligaciones (contratos), regula las actividades de estado civil, familia,
activos, organización del patrimonio de las personas naturales y jurídicas, materias de
sucesiones. El Código Civil resume las obligaciones de las personas dentro de la sociedad.
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El derecho laboral se encarga de regular las relaciones existentes entre los particulares
cuando hay relaciones de trabajador y patrono, es decir, relaciones de subordinación.
Los tribunales laborales son los responsables de aplicar las leyes conforme a las situaciones
que se presenten entre los trabajadores y patronos.
Derecho internacional público: establece las normas que regulan las relaciones entre los
Estados y los organismos internacionales. Ambas partes crean sus mecanismos de
funcionamiento.
La soberanía de las naciones, ejercida por hombres y mujeres mayores de 18 años de edad,
está representada en los órganos legislativos elegidos por sufragio universal, directo y
secreto. Dichos tratados pasan a ser parte de cada marco jurídico.
Las normativas relacionadas con las clasificaciones del derecho mencionadas, son
elaboradas por abogados redactores, quienes presentan el proyecto a legisladores que a su
vez lo someten a consideración de sus colegas en sesiones de comisión. A continuación se
procede a su estudio con abogados asesores parlamentarios.
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Posteriormente se llevan a sesiones plenarias, de acuerdo a los reglamentos del Parlamento,
para su debate en varias discusiones. Alcanzando el lapso máximo, se vota a favor o en
contra del proyecto.
El proceso de elaboración de las leyes y reglamentos es una de las maneras en las cuales el
derecho y la política trabajan de manera conjunta. El poder tiene la posibilidad de proponer
iniciativas legislativas, tomando en cuenta los principios del Derecho universalmente
aceptados.
Entre las clases de derechos mencionados, se pueden establecer diferencias entre el penal y
civil. El penal se encarga de aquellos delitos contra al Estado. Por ejemplo, un fiscal acusa a
un político corrucpto.
Las universidades ofertan programas de estudios de postgrado en los cuales los abogados se
forman en las clasificaciones del derecho, con el fin de aportar valor agregado al ejercicio de
su profesión. De esta manera se puede profundizar la investigación jurídica.
Los abogados tienen una gama de opciones para aplicar sus conocimientos dentro y fuera
del País donde se formen. En el sector público pueden desarrollar carrera a través de la
defensoría pública, fiscalía, contraloría, tribunales, representaciones diplomáticas y entes
multilaterales.
En el sector privado pueden asesorar a las personas jurídicas y naturales en nuevas las
clasificaciones de derecho.
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El derecho permite a las sociedades a establecer sus normas, preferiblemente de principios
jurídicos universales, para mantener una sana convivencia en el marco de las diferencias
culturales donde se desenvuelvan.
Referencias
Moreno, G., et al. Introducción al Estudio del Derecho. Ciudad de México, Universidad
Nacional Autónoma de México.
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La clasificación del derecho es la siguiente: derecho público y derecho privado o civil, cada
uno de los cuales se divide a su vez en varias ramas. El derecho es un conjunto de normas y
reglas que afectan cada aspecto de nuestras vidas, las gobierna desde antes del nacimiento
hasta después del fallecimiento.
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El derecho se clasifica en derecho público, que regula las relaciones entre el Estado y sus
ciudadanos y el derecho privado o civil, que incluye los derechos y obligaciones de unos
individuos hacia otros. Es ejercido por los abogados dentro del poder judicial o en la libre
práctica de la profesión.
De esta manera se resumen los tipos de derecho en el cual laboran los abogados.
Los abogados que se desarrollan en esta área del derecho tienen la formación necesaria
para analizar la interpretación de textos constitucionales, su funcionamiento e interrelación
en los distintos niveles en los que esté estructurado el poder público a niveles nacional,
regional y local.
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El derecho administrativo se encarga de lo relacionado con los procesos de los entes de la
administración pública. Se ha desarrollado desde hace cien años por las responsabilidades
que tiene el Estado en materias de educación, salud, seguridad social y trabajo social.
Ello ha generado que los ciudadanos y entes puedan demandar por incumplimientos del
Estado en estas materias.
El derecho penal se encarga de establecer las normas que el Estado detalla para combatir
los problemas relacionados con la criminalidad. Esta rama es ejercida por los tribunales en
esta área, fiscalía y abogados en libre ejercicio. Los códigos penales señalan los
procedimientos para el debido proceso.
Los abogados litigantes en materia penal deben recabar toda la información del expediente,
las evidencias, jurisprudencia y demás elementos que le ayuden a velar por los intereses de
su defendido a través de las herramientas que brinda el ordenamiento jurídico vigente.
El derecho civil lidia con los derechos y deberes entre los individuos en materias
relacionadas con obligaciones (contratos), regula las actividades de estado civil, familia,
activos, organización del patrimonio de las personas naturales y jurídicas, materias de
sucesiones. El Código Civil resume las obligaciones de las personas dentro de la sociedad.
El derecho laboral se encarga de regular las relaciones existentes entre los particulares
cuando hay relaciones de trabajador y patrono, es decir, relaciones de subordinación.
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Los tribunales laborales son los responsables de aplicar las leyes conforme a las situaciones
que se presenten entre los trabajadores y patronos.
Derecho internacional público: establece las normas que regulan las relaciones entre los
Estados y los organismos internacionales. Ambas partes crean sus mecanismos de
funcionamiento.
La soberanía de las naciones, ejercida por hombres y mujeres mayores de 18 años de edad,
está representada en los órganos legislativos elegidos por sufragio universal, directo y
secreto. Dichos tratados pasan a ser parte de cada marco jurídico.
Las normativas relacionadas con las clasificaciones del derecho mencionadas, son
elaboradas por abogados redactores, quienes presentan el proyecto a legisladores que a su
vez lo someten a consideración de sus colegas en sesiones de comisión. A continuación se
procede a su estudio con abogados asesores parlamentarios.
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El proceso de elaboración de las leyes y reglamentos es una de las maneras en las cuales el
derecho y la política trabajan de manera conjunta. El poder tiene la posibilidad de proponer
iniciativas legislativas, tomando en cuenta los principios del Derecho universalmente
aceptados.
Entre las clases de derechos mencionados, se pueden establecer diferencias entre el penal y
civil. El penal se encarga de aquellos delitos contra al Estado. Por ejemplo, un fiscal acusa a
un político corrucpto.
Las universidades ofertan programas de estudios de postgrado en los cuales los abogados se
forman en las clasificaciones del derecho, con el fin de aportar valor agregado al ejercicio de
su profesión. De esta manera se puede profundizar la investigación jurídica.
Los abogados tienen una gama de opciones para aplicar sus conocimientos dentro y fuera
del País donde se formen. En el sector público pueden desarrollar carrera a través de la
defensoría pública, fiscalía, contraloría, tribunales, representaciones diplomáticas y entes
multilaterales.
En el sector privado pueden asesorar a las personas jurídicas y naturales en nuevas las
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Derecho laboral
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El derecho laboral, derecho del trabajo o derecho social[1] es una rama del derecho cuyos
principios y normas jurídicas tienen por objeto la tutela del trabajo humano realizado en
forma libre, por cuenta ajena, en relación de dependencia y a cambio de una
contraprestación. Es un sistema normativo heterónomo y autónomo que regula
determinados tipos de trabajo dependiente y de relaciones laborales.
Antecedentes
Contenido Editar
Conjunto de normas y principios teóricos que regulan las relaciones jurídicas entre
empleadores y trabajadores y de ambos con el estado, originado por una prestación
voluntaria, subordinada, retribuida de la actividad humana, para la producción de bienes y
servicios.
Tradicionalmente la disciplina del derecho del trabajo se entiende formada por las
siguientes partes:
derecho individual del trabajo: trata de las relaciones que emanan del contrato individual de
trabajo entre un trabajador y su empleador.
derecho colectivo del trabajo: se refiere a las regulaciones de las relaciones entre grupos de
sujetos en su consideración colectiva, del derecho del trabajo (sindicatos, organizaciones de
empleadores, coaliciones,[n 1] negociación colectiva, participación del Estado con fines de
tutela).
Son contratos laborales de plazo fijo o de obra determinada. Un contrato de plazo fijo sería
aquel que requiere los servicios de un trabajador por un determinado período, terminado el
cual, se considera extinto el contrato. Un contrato de obra determinada es aquel en que se
solicitan los servicios de un trabajador para la ejecución de la obra. Finalizada la obra, el
27
contrato se considera extinto. La extinción del contrato laboral por tiempo o por obra
terminada no suponen responsabilidad para ninguno de las dos partes.
Es importante mencionar que un contrato de plazo fijo que sea prorrogado constantemente
pasa a ser considerado un contrato de tiempo indefinido, porque aplica el principio de
primacía de la realidad.
Son aquellos contratos que no estipulan una fecha o suceso que de finalización al contrato
de trabajo. Ciertamente, son los contratos que permiten a los trabajadores lograr la
estabilidad laboral con el tiempo de prestación de sus servicios.
El trabajo por cuenta propia o autoempleo, es aquel en el que el propio trabajador es el que
dirige y organiza su actividad corriendo a su cargo el riesgo económico, y que puede adoptar
dos formas básicas:
28
empresas tercerizadas (outsourcing), muchas veces en condiciones de informalidad, sin
protecciones laborales.
La realidad es, sin embargo, más matizada. Ni el sector informal opera absolutamente “en
negro”, ni su opuesto, el sector moderno, lo hace con un irrestricto apego a la legalidad.
Predominan las llamadas áreas grises que, en investigaciones sobre comienzos de la década
de 1990 (Tokman, 1992; Tokman y Klein, 1996), se han caracterizado como el cumplimiento
parcial de ciertos requisitos legales o procesales, incluida la ilegalidad absoluta, pero
también la legalidad plena. Sin embargo, el panorama prevaleciente en la informalidad es un
área intermedia entre estas últimas: se cumple con ciertos requisitos de registro, pero no se
pagan los impuestos; se observa parte de las regulaciones laborales, pero no todas.
Este tipo de trabajo no debe confundirse con el anterior, aunque muchas veces en la
realidad las fronteras son difusas. Este tipo de trabajo es de muy baja productividad y se
realiza por cuenta propia, fuera de toda formalidad legal (limpiavidrios en los semáforos,
recolectores informales de basura, vendedores callejeros, etc.).
29
"contratación" de jóvenes trabajadores, lo que reduce los costes salariales derivados del alta
en la seguridad social.
Constitución Editar
En las constituciones se contemplan las garantías y libertades que tienen los individuos, y la
protección de que gozan frente al Estado. En ellas han comenzado a incorporarse, en
muchos países, derechos sociales que regulan garantías mínimas aseguradas a los
trabajadores, y frente a sus empleadores. Es así como empiezan a aparecer en textos
constitucionales principios y derechos laborales que adquieren el rango normativo máximo:
el constitucional. Esta tendencia no es universal; por ejemplo, no existen tales disposiciones
en la Constitución de los Estados Unidos.[3] Cuando las hay, es habitual que se refieran a
temas como los siguientes:
derecho al trabajo.
Seguridad social.
derecho de sindicación.
30
tratados pueden ser directamente aplicables en el derecho interno o puede requerirse para
ello su incorporación en la legislación nacional.
Ley Editar
Las leyes son la principal fuente del Derecho laboral, y la directa expresión de la
intervención del Estado en esta materia. En los Estados con estructura federal toda esta
materia puede ser de competencia del gobierno central o de las entidades federadas.
En algunos ordenamientos existen leyes ordinarias especiales que rigen la materia laboral,
como una ampliación de la normativa general encontrada en los códigos civiles o los códigos
de trabajo.
También existen leyes que por su naturaleza se añaden a la legislación laboral en temas
particulares y específicos.
31
Leyes no laborales de aplicación supletoria Editar
Reglamentos Editar
Por lo general, los reglamentos de ejecución de las leyes laborales, dictados por el poder
ejecutivo, dentro de los límites permitidos por la Constitución y las mismas leyes,
complementan esas leyes en aspectos de detalle.
Definición Editar
Es un acuerdo por el cual una parte (trabajador) se obliga a prestar una actividad o servicio y
la otra parte (empleador) se compromete a retribuirlo mediante un salario.
El capítulo II de la Ley Federal de Trabajo nos señala los tipos de relaciones de trabajo que se
consideran en México, mismas que expresadas en términos de contratación individual nos
conducen a 6 tipos:
32
Tiempo indeterminado
Tiempo determinado
Obra determinada
Temporada
Prueba
Capacitación inicial
El contrato colectivo de trabajo está regido por el artículo 386 de la Ley Federal del Trabajo
que a la letra dice: {{cita|contrato colectivo de trabajo es el convenio celebrado entre uno o
varios sindicatos de trabajadores y uno o varios patrones, o uno o varios sindicatos de
patrones, con el objeto de establecer las condiciones según las cuales debe prestarse el
trabajo en una o más empresas o establecimientos.}
El contrato ley está regido por el artículo 404 de la Ley Federal del Trabajo que a la letra
dice:
33
El origen del contrato-ley se encuentra en la Constitución de Weimar donde inicialmente se
le incluyó y fijaron sus reglas generales; pero fuero los intentos de la Organización
Internacional del Trabajo, desde el año de 1922, para uniformar las condiciones de trabajo
de las minas de carbón, en partículas las europeas pero con extensión a otras regiones del
planeta, las que permitieron su orientación jurídica al firmarse los primeros convenios
internacionales, veinte años antes de surgir el derecho social europeo que hoy los
comprende.
Los principios generales del Derecho del Trabajo son aquellas líneas directrices o postulados
que inspiran el sentido de las normas laborales y configuran la vinculación de las relaciones
de trabajo con arreglo a criterios distintos de los que pueden darse en otras ramas del
Derecho.[4]
Los principios generales del derecho laboral tienen, por lo general, dos funciones
fundamentales:
Fuente supletoria: cuando la ley deja vacíos o lagunas, y no existe jurisprudencia, uso o
costumbre aplicable, los principios de derecho del trabajo entran como suplemento.
Fuente interpretadora: sirven también para interpretar la normativa vigente, cuando esta
sea confusa o haya diversas interpretaciones posibles.
34
A continuación se señalan algunos principios básicos del derecho laboral:[5]
Regla más favorable: cuando existe concurrencia de normas, debe aplicarse aquella que es
más favorable para el trabajador.
Regla de la condición más beneficiosa: una nueva norma no puede desmejorar las
condiciones que ya tiene un trabajador.
Regla in dubio pro operarium: entre interpretaciones que puede tener una norma, se debe
seleccionar la que más favorezca al trabajador.
Así, un trabajador no puede renunciar a su salario, o aceptar uno que sea menor al mínimo
establecido por el ordenamiento; si la jornada de trabajo diaria máxima es de 12 horas, un
trabajador no puede pedirle a su empleador que le deje trabajar durante 18 horas.
35
Como es natural debemos saber que en Derecho Laboral, se conoce como el principio de
continuidad laboral, a aquel principio que instruye al juez, ante duda, estimar la duración del
contrato individual de trabajo en la mayor extensión posible según los hechos y la realidad
demostrada.
En ocasiones, como medida de presión para la negociación y para hacer cumplir los
acuerdos cuando consideran que no han sido cumplidos, los trabajadores pueden acudir a la
huelga.
Los sindicatos por lo general negocian en nombre de sus afiliados (negociación colectiva) los
salarios y condiciones de trabajo (jornada, descansos, vacaciones, licencias, capacitación
profesional, etc.) dando lugar al contrato colectivo de trabajo.
Véase también
Notas
Referencias
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Bibliografía
Enlaces externos
PÁGINAS RELACIONADAS
Relaciones laborales
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Derecho administrativo
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El derecho administrativo (del latín ad "junto a", y ministrare, "manejar las cosas comunes")
es la rama del derecho público que regula la organización, funcionamiento, poderes y
deberes de la Administración pública y las consiguientes relaciones jurídicas entre la
Administración y otros sujetos.
Características Editar
Referencias Editar
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Derecho administrativo
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El derecho administrativo (del latín ad "junto a", y ministrare, "manejar las cosas comunes")
es la rama del derecho público que regula la organización, funcionamiento, poderes y
deberes de la Administración pública y las consiguientes relaciones jurídicas entre la
Administración y otros sujetos.
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Subject: Derecho financiero
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El derecho financiero es la rama del derecho público que tiene por objeto el sector del
ordenamiento jurídico que regula la constitución y gestión de la Hacienda pública; esto es, la
actividad financiera.[1] Por actividad financiera se entiende la actividad encaminada a la
obtención de ingresos y realización de gastos, con los que poder subvenir la satisfacción de
determinadas necesidades colectivas (i. e. servicios públicos).
La actividad financiera del Estado genera un conjunto de relaciones jurídicas entre los
distintos órganos públicos. Esta actividad financiera del Estado genera relaciones jurídicas
entre el estado y los particulares, y se da en dos situaciones: la primera en que el Estado
42
asume un papel activo, por ejemplo al cobrar tributos, y un papel pasivo cuando se
convierte en deudor en caso de un préstamo.
Objeto
La actividad financiera
Contenido
Fuentes
Véase también
Referencias
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Etimología de "Persona"
Bibliografía
I. Etimología de "PERSONA".
Los actores del teatro antiguo usaban unas máscaras que les servían, tanto para representar
la fisonomía del personaje que encarnaban, como para aumentar el volumen de sus voces.
Precisamente por esta última función, la máscara se llamaba persona -ae, o sea, cosa que
suena mucho, ya que la palabra deriva del verbo personare, que significa sonar mucho (de
sonare, sonar y per, partícula que refuerza el significado). Por una figura del lenguaje se
pasó á llamar persona a los actores que usaban esas máscaras y luego el Derecho tomó la
palabra para designar a quienes actúan en el mundo jurídico.
Entre las innumerables definiciones de persona en Derecho, podemos citar tres, todas
equivalentes: 1° Persona es todo ente susceptible de tener derechos o deberes jurídicos. 2°
Persona es todo ente susceptible de figurar como término subjetivo en una relación jurídica;
y, 3° Persona es todo ente susceptible de ser sujeto
44
Conviene distinguir y señalar las relaciones entre el concepto de persona y los conceptos de
personalidad, capacidad jurídica o de goce, sujeto de derecho y cosa.
1° Persona, personalidad y capacidad jurídica o de goce. Persona es el ente apto para ser
titular de derechos o deberes jurídicos, personalidad es la cualidad de ser persona, o sea, la
aptitud para ser titular de derechos o deberes jurídicos. De allí que en el lenguaje ordinario
se diga que se es persona y que se tiene personalidad.
2° Persona y sujeto de derecho. Si se entiende por sujeto de derecho aquel que actualmente
tiene un derecho o deber, el concepto de persona es más amplio porque comprende
también a quien puede llegar a tener un derecho o un deber, aunque actualmente no lo
tenga. Pero tomada la expresión, "sujeto de derecho" en abstracto, o sea sin referirla a
ningún derecho o deber concreto, viene a ser sinónimo de persona.
3° Persona y cosa. A las personas, o sea, a los posibles sujetos de derecho, se contraponen
las cosas, las cuales sólo pueden llegar a ser objetos de derechos. Entre esas cosas no se
incluyen en la actualidad a los seres humanos. En cambio, la expresión comprende tanto las
llamadas cosas corporales, como las incorporales.
la Por una parte, el Derecho vigente reconoce la personalidad jurídica a todos los individuos
de la especie humana, independientemente de su edad, sexo, salud, situación familiar y
otras circunstancias. Pero no siempre fue así:
45
A) El Derecho romano no consideraba la personalidad y la capacidad jurídica como un
atributo de la naturaleza humana, sino como una consecuencia del "estado", el cual tenía
los caracteres de un privilegio o concesión de la ley. Así en Derecho romano carecía
totalmente de personalidad el esclavo, porque no tenía el status líbertatís; carecía de
personalidad, a los efectos del ius civile el extranjero, porque no tenía el status civitatis, y
tenían limitada la capacidad jurídica los alieni jurís (sujetos a la potestad de otro), porque
carecían del status familiae. Y,
Las disposiciones protectoras de los animales que existen en el derecho vigente no implican
concesión de derechos a tales seres, sino que son normas dictadas en protección de
intereses humanos que tienen por objeto a los animales y que pueden ser utilitarios (p. ej.:
evitar la extinción de una especie), o de otro orden (p. ej.: evitar el desagrado de presenciar
crueldades inútiles). Menos aun puede considerarse que el Derecho vigente sujete a los
animales al cumplimiento de deberes civiles o penales, aun cuando sus dueños puedan
llegar a incurrir en responsabilidad con motivo de hechos de sus animales.
Las disposiciones protectoras de los vegetales tienen el mismo carácter que las protectoras
de los animales; en realidad protegen intereses humanos que tienen por objeto tales entes.
II. Desde otro punto de vista vale la pena destacar que desde hace mucho tiempo se discute
si el Derecho Positivo se limita a reconocer la personalidad jurídica de los entes que la
tienen o si la personalidad de los mismos es creada por el Derecho Positivo. En otras
palabras, se discute si la personalidad jurídica es anteriora. Derecho Positivo, que sólo la
declara, o si es una consecuencia de dicho Derecho, que la constituye o crea.
Sin examinar las teorías propuestas, podemos presentar las siguientes conclusiones: 1°) El
Derecho Positivo debe atribuir personalidad jurídica a los individuos de la especie humana y
a determinadas personas jurídicas (.stricto sensu), porque así lo exige la consideración
racional de la naturaleza humana, mientras que, queda en libertad para atribuirla o no a
otros entes; pero 2°) el Derecho Positivo .puede desconocer y de hecho ha desconocido ese
deber de modo que la determinación de cuáles son los entes que gozan de personalidad
jurídica en un ordenamiento dado, la hace el Derecho Positivo.
47
Las personas en Derecho, o sea, las personas jurídicas en sentido lato, se clasifican en:
I. Personas naturales, individuales, físicas, simples o concretas que son los individuos de la
especie humana y sólo ellos.
II. Personas jurídicas en sentido estricto, colectivas, morales, complejas o abstractas, que
son todos los entes aptos para ser titulares de derechos o deberes y que no son individuos
de la especie humana. Se subdividen en personas jurídicas de Derecho Público y de Derecho
Privado. Distinguir conceptualmente entre ambas es tan difícil como distinguir
conceptualmente entre Derecho Público y Derecho Privado.
1° El Código Civil (art. 19, ord. 1° y 2°) enumera como personas de Derecho Público, la
Nación, las entidades que la componen, las Iglesias de cualquier credo, las Universidades y
los demás seres o cuerpos morales de carácter público. Nos limitaremos a examinar esta
enumeración aun cuando sea incompleta ya que no abarca a las personas jurídicas de
Derecho Público sujetas al ordenamiento internacional.
B) Las entidades que componen el Estado, en particular los Estados de la Unión y las
Municipalidades. Esas entidades son las llamadas entidades públicas territoriales o
"Corporaciones Territoriales". La propia Constitución consagra expresamente la
personalidad jurídica de los Municipios (Const., art. 168).
48
C) Las Iglesias de cualquier credo. La situación legal varía según se trate de la Iglesia católica
o de otros cultos: a) La Iglesia Católica ciertamente no requiere el reconocimiento por parte
del Ejecutivo de que sus normas internas no contrarían los principios de orden público de la
Constitución y demás leyes.
Por otra parte, Venezuela reconoce la personalidad jurídica internacional de la Santa Sede y
del Estado de la Ciudad del Vaticano; reconoce a la Iglesia Católica en la República como
persona jurídica de carácter público, y declara que gozan además de personalidad jurídica
para los actos de la vida civil las Diócesis, los Capítulos Catedralicios, los Seminarios, las
Parroquias, las Ordenes, Congregaciones religiosas y demás institutos de perfección cristiana
canónicamente reconocidos (Convenio entre la Santa Sede y la República de Venezuela, arts.
3° y 4a)2. b) Los cultos no católicos, en cambio, requieren el mencionado reconocimiento
por parte del Ejecutivo antes de lo cual, en nuestro concepto, no gozan de personalidad
jurídica. *
D) Las Universidades. Debe advertirse que analizamos una disposición del Código Civil de
1942 y que en ese momento no existían sino Universidades del Estado, de modo que todas
eran indudablemente personas de Derecho Público. Desde 1953 existen en Venezuela
Universidades Privadas que adquieren su personalidad jurídica mediante el cumplimiento
de las formalidades que señala la Ley de Universidades; pero respecto de las cuales resulta
al menos dudoso afirmar que sean personas de Derecho Público.
E) Los demás seres o cuerpos morales de carácter público (como p. ej.: los Institutos
Autónomos), cuya determinación, clasificación y estudio corresponde al Derecho Público. 2°
Las Personas de Derecho Privado se subdividen en personas de tipo fundacional (las
fundaciones), y de tipo asociativo (asociaciones en sentido amplio).
Aunque en las tesis finales desarrollaremos esta materia, conviene adelantar algunas
nociones básicas.
A) Las personas de tipo fundacional se caracterizan por ser un conjunto de bienes atribuido
exclusiva y permanentemente a la consecución de un fin. Carecen pues de sustrato personal
(no tienen miembros; los fundadores no forman parte de la fundación) y sólo tienen
49
sustrato real (o sea, bienes, en lat. res, reí). De allí que se las llame universitas bonorum
(universalidades de bienes).
B) Las personas de tipo asociativo (o asociaciones en sentido amplio) se caracterizan por ser
un conjunto de personas que persiguen un fin común para cuya consecución destinan
determinados bienes de manera exclusiva y permanente. Tienen pues, tanto sustrato
personal (miembros que forman parte de la asociación), como sustrato real (bienes). Se las
llama universitas personarum (universalidad de personas).
Nuestro Código Civil menciona tres clases de tales personas: las corporaciones, las
asociaciones en sentido estricto y las sociedades.
Las corporaciones se caracterizan: 1°) porque son mandadas a crear o reconocidas por una
ley especial que regula su funcionamiento; y 2°) porque en ellas predominan intereses
colectivos sobre los intereses individuales. Ejemplo de corporaciones son los colegios
profesionales (de abogados, médicos, etc.).
Para evitar confusiones debe aclararse que no todo lo que se llama "corporación" en el
lenguaje ordinario, es corporación en sentido jusprivatista. Así por ejemplo, la Corporación
Venezolana de Fomento nunca fue una corporación de Derecho Privado sino un Instituto
Autónomo y, por lo tanto, una persona de Derecho Público. A su vez, las entidades
comerciales que llevan el nombre de corporación, tampoco son corporaciones sino
sociedades mercantiles (la explicación es que equivocadamente se ha traducido por
corporación la palabra inglesa corporation, que significa sociedad mercantil).
b) Las asociaciones propiamente dichas son las demás personas de Derecho Privado cuyos
miembros no persiguen un fin de lucro para ellos mismos (aunque el ente pueda realizar
operaciones lucrativas).
50
c) Las sociedades se caracterizan por ser personas de Derecho Privado cuyos miembros
persiguen un fin de lucro para ellos mismos (el lucro del ente no es sino un medio para el
lucro de sus componentes). La subdivisión de las sociedades se estudiará también en el
último capítulo. Sin embargo, debe destacarse que, así como no es corporación todo lo que
tiene nombre de corporación, existen muchos entes que se autodenominan sociedades
cuando en realidad son asociaciones.
El hecho se explica porque antes del Código de 1942, nuestra terminología legal no
distinguía en forma neta entre asociación y sociedad, de modo que más de una asociación
en el sentido que da á la palabra el Código vigente, se llama sociedad simplemente porque
nació bajo el imperio del Código de 1922 o porque siguió la terminología de éste.
Bibliografía.
Subject: Persona
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Monografias.com > Derecho
Etimología de "Persona"
Bibliografía
I. Etimología de "PERSONA".
Los actores del teatro antiguo usaban unas máscaras que les servían, tanto para representar
la fisonomía del personaje que encarnaban, como para aumentar el volumen de sus voces.
Precisamente por esta última función, la máscara se llamaba persona -ae, o sea, cosa que
suena mucho, ya que la palabra deriva del verbo personare, que significa sonar mucho (de
sonare, sonar y per, partícula que refuerza el significado). Por una figura del lenguaje se
pasó á llamar persona a los actores que usaban esas máscaras y luego el Derecho tomó la
palabra para designar a quienes actúan en el mundo jurídico.
Entre las innumerables definiciones de persona en Derecho, podemos citar tres, todas
equivalentes: 1° Persona es todo ente susceptible de tener derechos o deberes jurídicos. 2°
Persona es todo ente susceptible de figurar como término subjetivo en una relación jurídica;
y, 3° Persona es todo ente susceptible de ser sujeto
1° Persona, personalidad y capacidad jurídica o de goce. Persona es el ente apto para ser
titular de derechos o deberes jurídicos, personalidad es la cualidad de ser persona, o sea, la
aptitud para ser titular de derechos o deberes jurídicos. De allí que en el lenguaje ordinario
se diga que se es persona y que se tiene personalidad.
2° Persona y sujeto de derecho. Si se entiende por sujeto de derecho aquel que actualmente
tiene un derecho o deber, el concepto de persona es más amplio porque comprende
también a quien puede llegar a tener un derecho o un deber, aunque actualmente no lo
tenga. Pero tomada la expresión, "sujeto de derecho" en abstracto, o sea sin referirla a
ningún derecho o deber concreto, viene a ser sinónimo de persona.
3° Persona y cosa. A las personas, o sea, a los posibles sujetos de derecho, se contraponen
las cosas, las cuales sólo pueden llegar a ser objetos de derechos. Entre esas cosas no se
incluyen en la actualidad a los seres humanos. En cambio, la expresión comprende tanto las
llamadas cosas corporales, como las incorporales.
la Por una parte, el Derecho vigente reconoce la personalidad jurídica a todos los individuos
de la especie humana, independientemente de su edad, sexo, salud, situación familiar y
otras circunstancias. Pero no siempre fue así:
53
A) El Derecho romano no consideraba la personalidad y la capacidad jurídica como un
atributo de la naturaleza humana, sino como una consecuencia del "estado", el cual tenía
los caracteres de un privilegio o concesión de la ley. Así en Derecho romano carecía
totalmente de personalidad el esclavo, porque no tenía el status líbertatís; carecía de
personalidad, a los efectos del ius civile el extranjero, porque no tenía el status civitatis, y
tenían limitada la capacidad jurídica los alieni jurís (sujetos a la potestad de otro), porque
carecían del status familiae. Y,
Las disposiciones protectoras de los animales que existen en el derecho vigente no implican
concesión de derechos a tales seres, sino que son normas dictadas en protección de
intereses humanos que tienen por objeto a los animales y que pueden ser utilitarios (p. ej.:
evitar la extinción de una especie), o de otro orden (p. ej.: evitar el desagrado de presenciar
crueldades inútiles). Menos aun puede considerarse que el Derecho vigente sujete a los
animales al cumplimiento de deberes civiles o penales, aun cuando sus dueños puedan
llegar a incurrir en responsabilidad con motivo de hechos de sus animales.
Las disposiciones protectoras de los vegetales tienen el mismo carácter que las protectoras
de los animales; en realidad protegen intereses humanos que tienen por objeto tales entes.
II. Desde otro punto de vista vale la pena destacar que desde hace mucho tiempo se discute
si el Derecho Positivo se limita a reconocer la personalidad jurídica de los entes que la
tienen o si la personalidad de los mismos es creada por el Derecho Positivo. En otras
palabras, se discute si la personalidad jurídica es anteriora. Derecho Positivo, que sólo la
declara, o si es una consecuencia de dicho Derecho, que la constituye o crea.
Sin examinar las teorías propuestas, podemos presentar las siguientes conclusiones: 1°) El
Derecho Positivo debe atribuir personalidad jurídica a los individuos de la especie humana y
a determinadas personas jurídicas (.stricto sensu), porque así lo exige la consideración
racional de la naturaleza humana, mientras que, queda en libertad para atribuirla o no a
otros entes; pero 2°) el Derecho Positivo .puede desconocer y de hecho ha desconocido ese
deber de modo que la determinación de cuáles son los entes que gozan de personalidad
jurídica en un ordenamiento dado, la hace el Derecho Positivo.
55
Las personas en Derecho, o sea, las personas jurídicas en sentido lato, se clasifican en:
I. Personas naturales, individuales, físicas, simples o concretas que son los individuos de la
especie humana y sólo ellos.
II. Personas jurídicas en sentido estricto, colectivas, morales, complejas o abstractas, que
son todos los entes aptos para ser titulares de derechos o deberes y que no son individuos
de la especie humana. Se subdividen en personas jurídicas de Derecho Público y de Derecho
Privado. Distinguir conceptualmente entre ambas es tan difícil como distinguir
conceptualmente entre Derecho Público y Derecho Privado.
1° El Código Civil (art. 19, ord. 1° y 2°) enumera como personas de Derecho Público, la
Nación, las entidades que la componen, las Iglesias de cualquier credo, las Universidades y
los demás seres o cuerpos morales de carácter público. Nos limitaremos a examinar esta
enumeración aun cuando sea incompleta ya que no abarca a las personas jurídicas de
Derecho Público sujetas al ordenamiento internacional.
B) Las entidades que componen el Estado, en particular los Estados de la Unión y las
Municipalidades. Esas entidades son las llamadas entidades públicas territoriales o
"Corporaciones Territoriales". La propia Constitución consagra expresamente la
personalidad jurídica de los Municipios (Const., art. 168).
56
C) Las Iglesias de cualquier credo. La situación legal varía según se trate de la Iglesia católica
o de otros cultos: a) La Iglesia Católica ciertamente no requiere el reconocimiento por parte
del Ejecutivo de que sus normas internas no contrarían los principios de orden público de la
Constitución y demás leyes.
Por otra parte, Venezuela reconoce la personalidad jurídica internacional de la Santa Sede y
del Estado de la Ciudad del Vaticano; reconoce a la Iglesia Católica en la República como
persona jurídica de carácter público, y declara que gozan además de personalidad jurídica
para los actos de la vida civil las Diócesis, los Capítulos Catedralicios, los Seminarios, las
Parroquias, las Ordenes, Congregaciones religiosas y demás institutos de perfección cristiana
canónicamente reconocidos (Convenio entre la Santa Sede y la República de Venezuela, arts.
3° y 4a)2. b) Los cultos no católicos, en cambio, requieren el mencionado reconocimiento
por parte del Ejecutivo antes de lo cual, en nuestro concepto, no gozan de personalidad
jurídica. *
D) Las Universidades. Debe advertirse que analizamos una disposición del Código Civil de
1942 y que en ese momento no existían sino Universidades del Estado, de modo que todas
eran indudablemente personas de Derecho Público. Desde 1953 existen en Venezuela
Universidades Privadas que adquieren su personalidad jurídica mediante el cumplimiento
de las formalidades que señala la Ley de Universidades; pero respecto de las cuales resulta
al menos dudoso afirmar que sean personas de Derecho Público.
E) Los demás seres o cuerpos morales de carácter público (como p. ej.: los Institutos
Autónomos), cuya determinación, clasificación y estudio corresponde al Derecho Público. 2°
Las Personas de Derecho Privado se subdividen en personas de tipo fundacional (las
fundaciones), y de tipo asociativo (asociaciones en sentido amplio).
Aunque en las tesis finales desarrollaremos esta materia, conviene adelantar algunas
nociones básicas.
A) Las personas de tipo fundacional se caracterizan por ser un conjunto de bienes atribuido
exclusiva y permanentemente a la consecución de un fin. Carecen pues de sustrato personal
(no tienen miembros; los fundadores no forman parte de la fundación) y sólo tienen
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sustrato real (o sea, bienes, en lat. res, reí). De allí que se las llame universitas bonorum
(universalidades de bienes).
B) Las personas de tipo asociativo (o asociaciones en sentido amplio) se caracterizan por ser
un conjunto de personas que persiguen un fin común para cuya consecución destinan
determinados bienes de manera exclusiva y permanente. Tienen pues, tanto sustrato
personal (miembros que forman parte de la asociación), como sustrato real (bienes). Se las
llama universitas personarum (universalidad de personas).
Nuestro Código Civil menciona tres clases de tales personas: las corporaciones, las
asociaciones en sentido estricto y las sociedades.
Las corporaciones se caracterizan: 1°) porque son mandadas a crear o reconocidas por una
ley especial que regula su funcionamiento; y 2°) porque en ellas predominan intereses
colectivos sobre los intereses individuales. Ejemplo de corporaciones son los colegios
profesionales (de abogados, médicos, etc.).
Para evitar confusiones debe aclararse que no todo lo que se llama "corporación" en el
lenguaje ordinario, es corporación en sentido jusprivatista. Así por ejemplo, la Corporación
Venezolana de Fomento nunca fue una corporación de Derecho Privado sino un Instituto
Autónomo y, por lo tanto, una persona de Derecho Público. A su vez, las entidades
comerciales que llevan el nombre de corporación, tampoco son corporaciones sino
sociedades mercantiles (la explicación es que equivocadamente se ha traducido por
corporación la palabra inglesa corporation, que significa sociedad mercantil).
b) Las asociaciones propiamente dichas son las demás personas de Derecho Privado cuyos
miembros no persiguen un fin de lucro para ellos mismos (aunque el ente pueda realizar
operaciones lucrativas).
58
c) Las sociedades se caracterizan por ser personas de Derecho Privado cuyos miembros
persiguen un fin de lucro para ellos mismos (el lucro del ente no es sino un medio para el
lucro de sus componentes). La subdivisión de las sociedades se estudiará también en el
último capítulo. Sin embargo, debe destacarse que, así como no es corporación todo lo que
tiene nombre de corporación, existen muchos entes que se autodenominan sociedades
cuando en realidad son asociaciones.
El hecho se explica porque antes del Código de 1942, nuestra terminología legal no
distinguía en forma neta entre asociación y sociedad, de modo que más de una asociación
en el sentido que da á la palabra el Código vigente, se llama sociedad simplemente porque
nació bajo el imperio del Código de 1922 o porque siguió la terminología de éste.
Bibliografía.
einsteinalejandro[arroba]msn.com
59
Alberto La Roche, Derecho Civil I
einsteinalejandro[arroba]msn.com
© Monografias.com S.A.
Subject: Persona
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einstein alejandro morales galito
Etimología de "Persona"
Bibliografía
I. Etimología de "PERSONA".
Los actores del teatro antiguo usaban unas máscaras que les servían, tanto para representar
la fisonomía del personaje que encarnaban, como para aumentar el volumen de sus voces.
Precisamente por esta última función, la máscara se llamaba persona -ae, o sea, cosa que
suena mucho, ya que la palabra deriva del verbo personare, que significa sonar mucho (de
sonare, sonar y per, partícula que refuerza el significado). Por una figura del lenguaje se
pasó á llamar persona a los actores que usaban esas máscaras y luego el Derecho tomó la
palabra para designar a quienes actúan en el mundo jurídico.
Entre las innumerables definiciones de persona en Derecho, podemos citar tres, todas
equivalentes: 1° Persona es todo ente susceptible de tener derechos o deberes jurídicos. 2°
Persona es todo ente susceptible de figurar como término subjetivo en una relación jurídica;
y, 3° Persona es todo ente susceptible de ser sujeto
61
Conviene distinguir y señalar las relaciones entre el concepto de persona y los conceptos de
personalidad, capacidad jurídica o de goce, sujeto de derecho y cosa.
1° Persona, personalidad y capacidad jurídica o de goce. Persona es el ente apto para ser
titular de derechos o deberes jurídicos, personalidad es la cualidad de ser persona, o sea, la
aptitud para ser titular de derechos o deberes jurídicos. De allí que en el lenguaje ordinario
se diga que se es persona y que se tiene personalidad.
2° Persona y sujeto de derecho. Si se entiende por sujeto de derecho aquel que actualmente
tiene un derecho o deber, el concepto de persona es más amplio porque comprende
también a quien puede llegar a tener un derecho o un deber, aunque actualmente no lo
tenga. Pero tomada la expresión, "sujeto de derecho" en abstracto, o sea sin referirla a
ningún derecho o deber concreto, viene a ser sinónimo de persona.
3° Persona y cosa. A las personas, o sea, a los posibles sujetos de derecho, se contraponen
las cosas, las cuales sólo pueden llegar a ser objetos de derechos. Entre esas cosas no se
incluyen en la actualidad a los seres humanos. En cambio, la expresión comprende tanto las
llamadas cosas corporales, como las incorporales.
la Por una parte, el Derecho vigente reconoce la personalidad jurídica a todos los individuos
de la especie humana, independientemente de su edad, sexo, salud, situación familiar y
otras circunstancias. Pero no siempre fue así:
62
A) El Derecho romano no consideraba la personalidad y la capacidad jurídica como un
atributo de la naturaleza humana, sino como una consecuencia del "estado", el cual tenía
los caracteres de un privilegio o concesión de la ley. Así en Derecho romano carecía
totalmente de personalidad el esclavo, porque no tenía el status líbertatís; carecía de
personalidad, a los efectos del ius civile el extranjero, porque no tenía el status civitatis, y
tenían limitada la capacidad jurídica los alieni jurís (sujetos a la potestad de otro), porque
carecían del status familiae. Y,
Las disposiciones protectoras de los animales que existen en el derecho vigente no implican
concesión de derechos a tales seres, sino que son normas dictadas en protección de
intereses humanos que tienen por objeto a los animales y que pueden ser utilitarios (p. ej.:
evitar la extinción de una especie), o de otro orden (p. ej.: evitar el desagrado de presenciar
crueldades inútiles). Menos aun puede considerarse que el Derecho vigente sujete a los
animales al cumplimiento de deberes civiles o penales, aun cuando sus dueños puedan
llegar a incurrir en responsabilidad con motivo de hechos de sus animales.
Las disposiciones protectoras de los vegetales tienen el mismo carácter que las protectoras
de los animales; en realidad protegen intereses humanos que tienen por objeto tales entes.
II. Desde otro punto de vista vale la pena destacar que desde hace mucho tiempo se discute
si el Derecho Positivo se limita a reconocer la personalidad jurídica de los entes que la
tienen o si la personalidad de los mismos es creada por el Derecho Positivo. En otras
palabras, se discute si la personalidad jurídica es anteriora. Derecho Positivo, que sólo la
declara, o si es una consecuencia de dicho Derecho, que la constituye o crea.
Sin examinar las teorías propuestas, podemos presentar las siguientes conclusiones: 1°) El
Derecho Positivo debe atribuir personalidad jurídica a los individuos de la especie humana y
a determinadas personas jurídicas (.stricto sensu), porque así lo exige la consideración
racional de la naturaleza humana, mientras que, queda en libertad para atribuirla o no a
otros entes; pero 2°) el Derecho Positivo .puede desconocer y de hecho ha desconocido ese
deber de modo que la determinación de cuáles son los entes que gozan de personalidad
jurídica en un ordenamiento dado, la hace el Derecho Positivo.
64
Las personas en Derecho, o sea, las personas jurídicas en sentido lato, se clasifican en:
I. Personas naturales, individuales, físicas, simples o concretas que son los individuos de la
especie humana y sólo ellos.
II. Personas jurídicas en sentido estricto, colectivas, morales, complejas o abstractas, que
son todos los entes aptos para ser titulares de derechos o deberes y que no son individuos
de la especie humana. Se subdividen en personas jurídicas de Derecho Público y de Derecho
Privado. Distinguir conceptualmente entre ambas es tan difícil como distinguir
conceptualmente entre Derecho Público y Derecho Privado.
1° El Código Civil (art. 19, ord. 1° y 2°) enumera como personas de Derecho Público, la
Nación, las entidades que la componen, las Iglesias de cualquier credo, las Universidades y
los demás seres o cuerpos morales de carácter público. Nos limitaremos a examinar esta
enumeración aun cuando sea incompleta ya que no abarca a las personas jurídicas de
Derecho Público sujetas al ordenamiento internacional.
B) Las entidades que componen el Estado, en particular los Estados de la Unión y las
Municipalidades. Esas entidades son las llamadas entidades públicas territoriales o
"Corporaciones Territoriales". La propia Constitución consagra expresamente la
personalidad jurídica de los Municipios (Const., art. 168).
65
C) Las Iglesias de cualquier credo. La situación legal varía según se trate de la Iglesia católica
o de otros cultos: a) La Iglesia Católica ciertamente no requiere el reconocimiento por parte
del Ejecutivo de que sus normas internas no contrarían los principios de orden público de la
Constitución y demás leyes.
Por otra parte, Venezuela reconoce la personalidad jurídica internacional de la Santa Sede y
del Estado de la Ciudad del Vaticano; reconoce a la Iglesia Católica en la República como
persona jurídica de carácter público, y declara que gozan además de personalidad jurídica
para los actos de la vida civil las Diócesis, los Capítulos Catedralicios, los Seminarios, las
Parroquias, las Ordenes, Congregaciones religiosas y demás institutos de perfección cristiana
canónicamente reconocidos (Convenio entre la Santa Sede y la República de Venezuela, arts.
3° y 4a)2. b) Los cultos no católicos, en cambio, requieren el mencionado reconocimiento
por parte del Ejecutivo antes de lo cual, en nuestro concepto, no gozan de personalidad
jurídica. *
D) Las Universidades. Debe advertirse que analizamos una disposición del Código Civil de
1942 y que en ese momento no existían sino Universidades del Estado, de modo que todas
eran indudablemente personas de Derecho Público. Desde 1953 existen en Venezuela
Universidades Privadas que adquieren su personalidad jurídica mediante el cumplimiento
de las formalidades que señala la Ley de Universidades; pero respecto de las cuales resulta
al menos dudoso afirmar que sean personas de Derecho Público.
E) Los demás seres o cuerpos morales de carácter público (como p. ej.: los Institutos
Autónomos), cuya determinación, clasificación y estudio corresponde al Derecho Público. 2°
Las Personas de Derecho Privado se subdividen en personas de tipo fundacional (las
fundaciones), y de tipo asociativo (asociaciones en sentido amplio).
Aunque en las tesis finales desarrollaremos esta materia, conviene adelantar algunas
nociones básicas.
A) Las personas de tipo fundacional se caracterizan por ser un conjunto de bienes atribuido
exclusiva y permanentemente a la consecución de un fin. Carecen pues de sustrato personal
(no tienen miembros; los fundadores no forman parte de la fundación) y sólo tienen
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sustrato real (o sea, bienes, en lat. res, reí). De allí que se las llame universitas bonorum
(universalidades de bienes).
B) Las personas de tipo asociativo (o asociaciones en sentido amplio) se caracterizan por ser
un conjunto de personas que persiguen un fin común para cuya consecución destinan
determinados bienes de manera exclusiva y permanente. Tienen pues, tanto sustrato
personal (miembros que forman parte de la asociación), como sustrato real (bienes). Se las
llama universitas personarum (universalidad de personas).
Nuestro Código Civil menciona tres clases de tales personas: las corporaciones, las
asociaciones en sentido estricto y las sociedades.
Las corporaciones se caracterizan: 1°) porque son mandadas a crear o reconocidas por una
ley especial que regula su funcionamiento; y 2°) porque en ellas predominan intereses
colectivos sobre los intereses individuales. Ejemplo de corporaciones son los colegios
profesionales (de abogados, médicos, etc.).
Para evitar confusiones debe aclararse que no todo lo que se llama "corporación" en el
lenguaje ordinario, es corporación en sentido jusprivatista. Así por ejemplo, la Corporación
Venezolana de Fomento nunca fue una corporación de Derecho Privado sino un Instituto
Autónomo y, por lo tanto, una persona de Derecho Público. A su vez, las entidades
comerciales que llevan el nombre de corporación, tampoco son corporaciones sino
sociedades mercantiles (la explicación es que equivocadamente se ha traducido por
corporación la palabra inglesa corporation, que significa sociedad mercantil).
b) Las asociaciones propiamente dichas son las demás personas de Derecho Privado cuyos
miembros no persiguen un fin de lucro para ellos mismos (aunque el ente pueda realizar
operaciones lucrativas).
67
c) Las sociedades se caracterizan por ser personas de Derecho Privado cuyos miembros
persiguen un fin de lucro para ellos mismos (el lucro del ente no es sino un medio para el
lucro de sus componentes). La subdivisión de las sociedades se estudiará también en el
último capítulo. Sin embargo, debe destacarse que, así como no es corporación todo lo que
tiene nombre de corporación, existen muchos entes que se autodenominan sociedades
cuando en realidad son asociaciones.
El hecho se explica porque antes del Código de 1942, nuestra terminología legal no
distinguía en forma neta entre asociación y sociedad, de modo que más de una asociación
en el sentido que da á la palabra el Código vigente, se llama sociedad simplemente porque
nació bajo el imperio del Código de 1922 o porque siguió la terminología de éste.
Bibliografía.
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Etimología de "Persona"
Bibliografía
I. Etimología de "PERSONA".
Los actores del teatro antiguo usaban unas máscaras que les servían, tanto para representar
la fisonomía del personaje que encarnaban, como para aumentar el volumen de sus voces.
Precisamente por esta última función, la máscara se llamaba persona -ae, o sea, cosa que
suena mucho, ya que la palabra deriva del verbo personare, que significa sonar mucho (de
69
sonare, sonar y per, partícula que refuerza el significado). Por una figura del lenguaje se
pasó á llamar persona a los actores que usaban esas máscaras y luego el Derecho tomó la
palabra para designar a quienes actúan en el mundo jurídico.
Entre las innumerables definiciones de persona en Derecho, podemos citar tres, todas
equivalentes: 1° Persona es todo ente susceptible de tener derechos o deberes jurídicos. 2°
Persona es todo ente susceptible de figurar como término subjetivo en una relación jurídica;
y, 3° Persona es todo ente susceptible de ser sujeto
Conviene distinguir y señalar las relaciones entre el concepto de persona y los conceptos de
personalidad, capacidad jurídica o de goce, sujeto de derecho y cosa.
1° Persona, personalidad y capacidad jurídica o de goce. Persona es el ente apto para ser
titular de derechos o deberes jurídicos, personalidad es la cualidad de ser persona, o sea, la
aptitud para ser titular de derechos o deberes jurídicos. De allí que en el lenguaje ordinario
se diga que se es persona y que se tiene personalidad.
2° Persona y sujeto de derecho. Si se entiende por sujeto de derecho aquel que actualmente
tiene un derecho o deber, el concepto de persona es más amplio porque comprende
también a quien puede llegar a tener un derecho o un deber, aunque actualmente no lo
70
tenga. Pero tomada la expresión, "sujeto de derecho" en abstracto, o sea sin referirla a
ningún derecho o deber concreto, viene a ser sinónimo de persona.
3° Persona y cosa. A las personas, o sea, a los posibles sujetos de derecho, se contraponen
las cosas, las cuales sólo pueden llegar a ser objetos de derechos. Entre esas cosas no se
incluyen en la actualidad a los seres humanos. En cambio, la expresión comprende tanto las
llamadas cosas corporales, como las incorporales.
la Por una parte, el Derecho vigente reconoce la personalidad jurídica a todos los individuos
de la especie humana, independientemente de su edad, sexo, salud, situación familiar y
otras circunstancias. Pero no siempre fue así:
71
La idea de reconocer personalidad jurídica a entes que no fueran individuos de la especie
humana, sólo apareció en forma clara y distinta en la etapa bizantina del Derecho romano,
bajo Teodosio II. El desarrollo de la institución de las personas jurídicas fue obra laboriosa
de la jurisprudencia medioeval, que con elementos de los Derechos romano, germánico y
canónico acertó a encontrar soluciones prácticas adecuadas, aunque no pudo crear una
doctrina coherente en la materia. La Revolución Francesa extendió su animadversión hacia
los gremios y corporaciones a todas las personas jurídicas stricto sensu, lo que explica que el
Código Napoleónico no las regule.
Las disposiciones protectoras de los animales que existen en el derecho vigente no implican
concesión de derechos a tales seres, sino que son normas dictadas en protección de
intereses humanos que tienen por objeto a los animales y que pueden ser utilitarios (p. ej.:
evitar la extinción de una especie), o de otro orden (p. ej.: evitar el desagrado de presenciar
crueldades inútiles). Menos aun puede considerarse que el Derecho vigente sujete a los
animales al cumplimiento de deberes civiles o penales, aun cuando sus dueños puedan
llegar a incurrir en responsabilidad con motivo de hechos de sus animales.
Las disposiciones protectoras de los vegetales tienen el mismo carácter que las protectoras
de los animales; en realidad protegen intereses humanos que tienen por objeto tales entes.
72
II. Desde otro punto de vista vale la pena destacar que desde hace mucho tiempo se discute
si el Derecho Positivo se limita a reconocer la personalidad jurídica de los entes que la
tienen o si la personalidad de los mismos es creada por el Derecho Positivo. En otras
palabras, se discute si la personalidad jurídica es anteriora. Derecho Positivo, que sólo la
declara, o si es una consecuencia de dicho Derecho, que la constituye o crea.
Sin examinar las teorías propuestas, podemos presentar las siguientes conclusiones: 1°) El
Derecho Positivo debe atribuir personalidad jurídica a los individuos de la especie humana y
a determinadas personas jurídicas (.stricto sensu), porque así lo exige la consideración
racional de la naturaleza humana, mientras que, queda en libertad para atribuirla o no a
otros entes; pero 2°) el Derecho Positivo .puede desconocer y de hecho ha desconocido ese
deber de modo que la determinación de cuáles son los entes que gozan de personalidad
jurídica en un ordenamiento dado, la hace el Derecho Positivo.
Las personas en Derecho, o sea, las personas jurídicas en sentido lato, se clasifican en:
I. Personas naturales, individuales, físicas, simples o concretas que son los individuos de la
especie humana y sólo ellos.
II. Personas jurídicas en sentido estricto, colectivas, morales, complejas o abstractas, que
son todos los entes aptos para ser titulares de derechos o deberes y que no son individuos
de la especie humana. Se subdividen en personas jurídicas de Derecho Público y de Derecho
Privado. Distinguir conceptualmente entre ambas es tan difícil como distinguir
conceptualmente entre Derecho Público y Derecho Privado.
1° El Código Civil (art. 19, ord. 1° y 2°) enumera como personas de Derecho Público, la
Nación, las entidades que la componen, las Iglesias de cualquier credo, las Universidades y
los demás seres o cuerpos morales de carácter público. Nos limitaremos a examinar esta
enumeración aun cuando sea incompleta ya que no abarca a las personas jurídicas de
Derecho Público sujetas al ordenamiento internacional.
73
A) La Nación, entendida en el sentido de Estado. De acuerdo con la doctrina tradicional el
Estado tendría una doble personalidad, según sea el carácter jurídico de su actuación: si
actúa en ejercicio de funciones públicas, se le denomina Estado-poder, y si actúa en el plano
privado y patrimonial, se le denomina Estado-persona jurídica o Fisco Nacional.
Modernamente, sin embargo, se considera que el Estado tiene una personalidad única,
aunque pueda actuar en los dos planos señalados. Debe advertirse que si bien el Estado
tiene personalidad jurídica, no son personas jurídicas todos sus órganos (p. ej.: no son
personas jurídicas el Congreso, los Tribunales, etc,).
B) Las entidades que componen el Estado, en particular los Estados de la Unión y las
Municipalidades. Esas entidades son las llamadas entidades públicas territoriales o
"Corporaciones Territoriales". La propia Constitución consagra expresamente la
personalidad jurídica de los Municipios (Const., art. 168).
C) Las Iglesias de cualquier credo. La situación legal varía según se trate de la Iglesia católica
o de otros cultos: a) La Iglesia Católica ciertamente no requiere el reconocimiento por parte
del Ejecutivo de que sus normas internas no contrarían los principios de orden público de la
Constitución y demás leyes.
Por otra parte, Venezuela reconoce la personalidad jurídica internacional de la Santa Sede y
del Estado de la Ciudad del Vaticano; reconoce a la Iglesia Católica en la República como
persona jurídica de carácter público, y declara que gozan además de personalidad jurídica
para los actos de la vida civil las Diócesis, los Capítulos Catedralicios, los Seminarios, las
Parroquias, las Ordenes, Congregaciones religiosas y demás institutos de perfección cristiana
canónicamente reconocidos (Convenio entre la Santa Sede y la República de Venezuela, arts.
3° y 4a)2. b) Los cultos no católicos, en cambio, requieren el mencionado reconocimiento
por parte del Ejecutivo antes de lo cual, en nuestro concepto, no gozan de personalidad
jurídica. *
D) Las Universidades. Debe advertirse que analizamos una disposición del Código Civil de
1942 y que en ese momento no existían sino Universidades del Estado, de modo que todas
eran indudablemente personas de Derecho Público. Desde 1953 existen en Venezuela
Universidades Privadas que adquieren su personalidad jurídica mediante el cumplimiento
74
de las formalidades que señala la Ley de Universidades; pero respecto de las cuales resulta
al menos dudoso afirmar que sean personas de Derecho Público.
E) Los demás seres o cuerpos morales de carácter público (como p. ej.: los Institutos
Autónomos), cuya determinación, clasificación y estudio corresponde al Derecho Público. 2°
Las Personas de Derecho Privado se subdividen en personas de tipo fundacional (las
fundaciones), y de tipo asociativo (asociaciones en sentido amplio).
Aunque en las tesis finales desarrollaremos esta materia, conviene adelantar algunas
nociones básicas.
A) Las personas de tipo fundacional se caracterizan por ser un conjunto de bienes atribuido
exclusiva y permanentemente a la consecución de un fin. Carecen pues de sustrato personal
(no tienen miembros; los fundadores no forman parte de la fundación) y sólo tienen
sustrato real (o sea, bienes, en lat. res, reí). De allí que se las llame universitas bonorum
(universalidades de bienes).
B) Las personas de tipo asociativo (o asociaciones en sentido amplio) se caracterizan por ser
un conjunto de personas que persiguen un fin común para cuya consecución destinan
determinados bienes de manera exclusiva y permanente. Tienen pues, tanto sustrato
personal (miembros que forman parte de la asociación), como sustrato real (bienes). Se las
llama universitas personarum (universalidad de personas).
Nuestro Código Civil menciona tres clases de tales personas: las corporaciones, las
asociaciones en sentido estricto y las sociedades.
Las corporaciones se caracterizan: 1°) porque son mandadas a crear o reconocidas por una
ley especial que regula su funcionamiento; y 2°) porque en ellas predominan intereses
colectivos sobre los intereses individuales. Ejemplo de corporaciones son los colegios
profesionales (de abogados, médicos, etc.).
Para evitar confusiones debe aclararse que no todo lo que se llama "corporación" en el
lenguaje ordinario, es corporación en sentido jusprivatista. Así por ejemplo, la Corporación
Venezolana de Fomento nunca fue una corporación de Derecho Privado sino un Instituto
75
Autónomo y, por lo tanto, una persona de Derecho Público. A su vez, las entidades
comerciales que llevan el nombre de corporación, tampoco son corporaciones sino
sociedades mercantiles (la explicación es que equivocadamente se ha traducido por
corporación la palabra inglesa corporation, que significa sociedad mercantil).
b) Las asociaciones propiamente dichas son las demás personas de Derecho Privado cuyos
miembros no persiguen un fin de lucro para ellos mismos (aunque el ente pueda realizar
operaciones lucrativas).
c) Las sociedades se caracterizan por ser personas de Derecho Privado cuyos miembros
persiguen un fin de lucro para ellos mismos (el lucro del ente no es sino un medio para el
lucro de sus componentes). La subdivisión de las sociedades se estudiará también en el
último capítulo. Sin embargo, debe destacarse que, así como no es corporación todo lo que
tiene nombre de corporación, existen muchos entes que se autodenominan sociedades
cuando en realidad son asociaciones.
El hecho se explica porque antes del Código de 1942, nuestra terminología legal no
distinguía en forma neta entre asociación y sociedad, de modo que más de una asociación
en el sentido que da á la palabra el Código vigente, se llama sociedad simplemente porque
nació bajo el imperio del Código de 1922 o porque siguió la terminología de éste.
Bibliografía.
76
Aguilar Gorrondona, Derecho Civil I. Personas
einsteinalejandro[arroba]msn.com
© Monografias.com S.A.
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Persona física
concepto jurídico referido a un ser humano real en oposición a una persona jurídica
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Su origen etimológico viene de persona-ae, que era aquella máscara (per sonare, es decir,
para hacerse oír) que llevaban los actores en la Antigüedad y que ocultaba su rostro al
tiempo que hacía sonar su voz. Esto es, una ficción que se sobrepone al ser que la porta. Ello
es así porque no todos los seres humanos -especialmente en otros tiempos- podían ser
considerados personas[cita requerida]. Actualmente, y dependiendo del sistema legal que
se considere, el nasciturus o "que está por nacer" disfruta de una consideración jurídica
propia distinta de la de persona física, y por tanto sometido a un régimen distinto de
derechos.
78
Hoy, las personas físicas tienen, por el solo hecho de existir, atributos dados por el Derecho.
La personalidad abre la puerta de la titularidad de derechos, de modo que sólo siendo
considerado tal se podía contratar o contraer matrimonio, por poner un par de ejemplos.
Véase también
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Persona jurídica
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Persona jurídica (o persona moral) es un individuo con derechos y obligaciones que existe,
pero no como persona física, sino como institución que es creada por una o más personas
físicas para cumplir un objetivo social que puede ser con o sin fines de lucro. Las personas se
pueden clasificar en dos grandes tipos: jurídicas individuales o jurídico colectivas, que
generalmente se les suele denominar "personas físicas" y "personas morales",
respectivamente.
En otras palabras, una persona jurídica colectiva es quien tiene la capacidad de adquirir
tanto derechos como obligaciones y que no es una persona física. Así, a éstas primeras, el
Derecho les atribuye y reconoce una personalidad jurídica propia, por lo que en este
sentido, la personalidad debe entenderse como la aptitud para ser sujeto activo o pasivo de
las relaciones jurídicas.
Tomando en cuenta sus elementos, también se define a las personas jurídicas como entes
colectivos integrados por personas y bienes adscritos a una personalidad común y a los que
se les reconoce una personalidad jurídica distinta de las personas naturales que las
integran.[1]
80
Antecedentes
Teoría Editar
Hans Kelsen niega la dualidad derecho objetivo-derecho subjetivo. Utilizando los estudios
de Duguit, pero planteando su doctrina en un terreno puramente lógico, sostiene que los
derechos subjetivos no existen sino en cuanto expresión del derecho objetivo. Si no existen
derechos subjetivos con valor propio, autónomo, tampoco debe existir el sujeto de derecho.
Los derechos subjetivos y el sujeto de derecho, o sea la persona, son conceptos auxiliares,
que facilitan el conocimiento del derecho. Persona, sea física o jurídica, es sólo la expresión
unitaria personificadora de un haz de deberes y facultades jurídicas, un complejo de
normas. El hecho de ser un centro de imputación de normTexto en subíndiceas, convierte a
ese centro en persona.
La teoría de Kelsen hace una crítica sobre la diferencia que hacen los civilistas (persona
moral y física).Todas las personas son jurídicas. La única diferencia entre una y otra es que
las "morales" (como los civilistas las llaman) o de existencia ideal actúan como órganos, un
órgano (es la hipóstasis que se hace sobre el actuar de un individuo; en el que su acto se le
atribuye a la colectividad tal que ella lo hubiera hecho). Así la persona física es individual y
la de existencia ideal colectiva. La persona está constituida por una norma de
capacidad,(imputación central), la cual la faculta para llenar el ámbito de validez personal de
una norma de imputación periférica, así una persona, sólo es el núcleo al cual se le imputa
un actuar.
81
Teoría de la realidad Editar
La teoría de la realidad surgió en el siglo XIX y XX, como reacción a la teoría de la Ficción,
como principales expositores debemos citar a los alemanes Gierke y Jellinek. Esta teoría
parte de la idea de que una persona jurídica es una realidad concreta preexistente a la
voluntad de las personas físicas. Se basa en el sustrato material que conforma a una
persona jurídica, es de carácter objetivo. La figura legal de "Persona Jurídica" existe con
anterioridad a la idea de la "Persona Física", estas últimas toman o dejan esta figura. Son un
medio jurídico para facilitar y regular las tareas entre asociaciones o sociedades y existen
por sí mismas, por ende son sujeto de derecho y adquieren una capacidad independiente a
la de las personas físicas que la componen. En esta se ven 2 subclases:
Para esta teoría, las personas jurídicas no son entes artificiales creados por el Estado sino,
por el contrario, realidades vivas. Los entes colectivos son organismos sociales dotados
tanto como el ser humano de una potestad propia de querer y por ello, capaces
naturalmente de ser sujetos de derecho (Gierke). A diferencia de la teoría de la ficción, que
sostenía que la autorización estatal era creativa de la personalidad jurídica, sostiene Gierke
que sólo tiene valor declarativo. Las personas físicas que componen a la persona jurídica
funcionan como organismos de la voluntad colectiva de la persona jurídica. Es necesario que
quede claro que para esta teoría lo más importante que debe ser amparado por la ley, es
esa voluntad colectiva que surge de la asociación de las personas físicas.
Todas estas teorías tienen un mismo punto de partida: si bien es verdad que desde el ángulo
biológico y aun metafísico la única persona es el ser humano, desde lo jurídico se llama
persona a todo ente capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones. Desde este punto
de vista tan persona es el hombre como los entes de existencia ideal, puesto que ambos
tienen esa capacidad. No haber advertido el significado jurídico de la palabra sería el error
inicial del planteo de la teoría de la ficción.
La diferencia que existe entre las dos personas (natural y judicial) es de varias formas por
ejemplo: la jurídica: es todo con la justicia
Las personas jurídicas nacen como consecuencia de un acto jurídico (acto de constitución),
según un sistema de mera existencia, o bien por el reconocimiento que de ellas hace una
autoridad u órgano administrativo o por concesión. En ambos casos puede existir un
requisito de publicidad, como la inscripción en un registro público.
Organismos rectores
83
En la actualidad, sin embargo, existen ordenamientos donde es posible sancionar
penalmente a una persona jurídica por un delito. Si bien no pueden imponérsele todo los
tipos de penas, existen algunas, como las pecuniarias o las inhabilitaciones, que pueden ser
adecuadas para los delitos económicos o tributarios. No obstante, parte de la doctrina
considera estas situaciones como propias del derecho administrativo sancionador y no del
derecho penal.
Véase también
Referencias
Bibliografía
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Personalidad jurídica
84
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Persona jurídica
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sujeto de derechos y obligaciones como institución
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Persona jurídica (o persona moral) es un individuo con derechos y obligaciones que existe,
pero no como persona física, sino como institución que es creada por una o más personas
físicas para cumplir un objetivo social que puede ser con o sin fines de lucro. Las personas se
pueden clasificar en dos grandes tipos: jurídicas individuales o jurídico colectivas, que
generalmente se les suele denominar "personas físicas" y "personas morales",
respectivamente.
En otras palabras, una persona jurídica colectiva es quien tiene la capacidad de adquirir
tanto derechos como obligaciones y que no es una persona física. Así, a éstas primeras, el
Derecho les atribuye y reconoce una personalidad jurídica propia, por lo que en este
sentido, la personalidad debe entenderse como la aptitud para ser sujeto activo o pasivo de
las relaciones jurídicas.
Tomando en cuenta sus elementos, también se define a las personas jurídicas como entes
colectivos integrados por personas y bienes adscritos a una personalidad común y a los que
se les reconoce una personalidad jurídica distinta de las personas naturales que las
integran.[1]
Antecedentes
Teoría Editar
Hans Kelsen niega la dualidad derecho objetivo-derecho subjetivo. Utilizando los estudios
de Duguit, pero planteando su doctrina en un terreno puramente lógico, sostiene que los
derechos subjetivos no existen sino en cuanto expresión del derecho objetivo. Si no existen
derechos subjetivos con valor propio, autónomo, tampoco debe existir el sujeto de derecho.
Los derechos subjetivos y el sujeto de derecho, o sea la persona, son conceptos auxiliares,
que facilitan el conocimiento del derecho. Persona, sea física o jurídica, es sólo la expresión
unitaria personificadora de un haz de deberes y facultades jurídicas, un complejo de
normas. El hecho de ser un centro de imputación de normTexto en subíndiceas, convierte a
ese centro en persona.
La teoría de Kelsen hace una crítica sobre la diferencia que hacen los civilistas (persona
moral y física).Todas las personas son jurídicas. La única diferencia entre una y otra es que
las "morales" (como los civilistas las llaman) o de existencia ideal actúan como órganos, un
órgano (es la hipóstasis que se hace sobre el actuar de un individuo; en el que su acto se le
atribuye a la colectividad tal que ella lo hubiera hecho). Así la persona física es individual y
la de existencia ideal colectiva. La persona está constituida por una norma de
capacidad,(imputación central), la cual la faculta para llenar el ámbito de validez personal de
una norma de imputación periférica, así una persona, sólo es el núcleo al cual se le imputa
un actuar.
La teoría de la realidad surgió en el siglo XIX y XX, como reacción a la teoría de la Ficción,
como principales expositores debemos citar a los alemanes Gierke y Jellinek. Esta teoría
parte de la idea de que una persona jurídica es una realidad concreta preexistente a la
voluntad de las personas físicas. Se basa en el sustrato material que conforma a una
persona jurídica, es de carácter objetivo. La figura legal de "Persona Jurídica" existe con
anterioridad a la idea de la "Persona Física", estas últimas toman o dejan esta figura. Son un
medio jurídico para facilitar y regular las tareas entre asociaciones o sociedades y existen
por sí mismas, por ende son sujeto de derecho y adquieren una capacidad independiente a
la de las personas físicas que la componen. En esta se ven 2 subclases:
87
Teoría orgánica Editar
Para esta teoría, las personas jurídicas no son entes artificiales creados por el Estado sino,
por el contrario, realidades vivas. Los entes colectivos son organismos sociales dotados
tanto como el ser humano de una potestad propia de querer y por ello, capaces
naturalmente de ser sujetos de derecho (Gierke). A diferencia de la teoría de la ficción, que
sostenía que la autorización estatal era creativa de la personalidad jurídica, sostiene Gierke
que sólo tiene valor declarativo. Las personas físicas que componen a la persona jurídica
funcionan como organismos de la voluntad colectiva de la persona jurídica. Es necesario que
quede claro que para esta teoría lo más importante que debe ser amparado por la ley, es
esa voluntad colectiva que surge de la asociación de las personas físicas.
Todas estas teorías tienen un mismo punto de partida: si bien es verdad que desde el ángulo
biológico y aun metafísico la única persona es el ser humano, desde lo jurídico se llama
persona a todo ente capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones. Desde este punto
88
de vista tan persona es el hombre como los entes de existencia ideal, puesto que ambos
tienen esa capacidad. No haber advertido el significado jurídico de la palabra sería el error
inicial del planteo de la teoría de la ficción.
La diferencia que existe entre las dos personas (natural y judicial) es de varias formas por
ejemplo: la jurídica: es todo con la justicia
Las personas jurídicas nacen como consecuencia de un acto jurídico (acto de constitución),
según un sistema de mera existencia, o bien por el reconocimiento que de ellas hace una
autoridad u órgano administrativo o por concesión. En ambos casos puede existir un
requisito de publicidad, como la inscripción en un registro público.
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La doctrina alemana distingue el acto del negocio jurídico, siendo este último una especie
de acto jurídico, caracterizado por tener una declaración de voluntad, a diferencia del acto
jurídico como concepto más amplio que abarca los hechos voluntarios (tanto lícitos como
ilícitos).[2]
Acto jurídico deriva del latín actus, -us, de verbal de ago -ere; así en el mismo sentido se nos
señala que acto jurídico es " todo comportamiento humano valorado por el derecho".
Para que se dé el acto jurídico no basta con que haya un sujeto y un objeto con bastante
capacidad, se necesita algo que los ponga en relación, estableciendo un lazo o un vínculo
que los una, haciendo pasar la relación jurídica del estado de posibilidad al estado de
existencia. Este tercer elemento es un hecho, que por ser productor de efectos jurídicos se
denomina hecho jurídico, cuando tal hecho procede de la voluntad humana recibe el
nombre de acto jurídico.
Usualmente la doctrina indica que son actos jurídicos solamente los típicos o formales
previstos y descritos explícitamente por la ley.
Los elementos del negocio jurídico se clasifican en esenciales, naturales y accidentales. Los
sujetos, o partes, que pueden ser uno o varios, son aquellas personas físicas o jurídicas que
92
realizan el acto y se verán afectados por el mismo, ya que en su virtud, adquirirán,
modificarán, transferirán o extinguirán derechos. Los que no forman parte del acto jurídico
se denominan terceros.
Los esenciales son aquellos sin los cuales el negocio jurídico no puede darse aún. Son los
componentes imprescindibles de todo acto jurídico, sin que la autonomía de la voluntad
pueda soslayarlos, además estos elementos son los que permiten que un acto jurídico se
concretice y pueda alcanzar su denominación distinguiéndose de otros actos jurídicos. La
doctrina y la ley en casi todos los países de sistema de derecho continua uniforme en
señalar que estos requisitos son la manifestación de la voluntad, la capacidad, el objeto, la
causa y la forma o solemnidad. Sin embargo debe distinguirse entre los elementos
esenciales de carácter general (los ya expuestos) y los de carácter especial que son los que
requieren cada acto jurídico en particular, pero que deben concurrir con los elementos de
carácter general, en una compra-venta por ejemplo los elementos esenciales especiales
serían el bien que se vende y el precio que debe ser pactado.
Los requisitos de existencia son aquellos sin los cuales el acto no genera efecto alguno y su
omisión acarrea la inexistencia o nulidad absoluta del acto. Son requisitos de existencia:
Sujeto.
Forma.
Objeto.
Causa.
Los requisitos de validez son aquellos que no obstan a la generación del acto jurídico, pero
su omisión no le brinda una existencia sana al acto, por lo que puede acarrear la nulidad
relativa del acto.
93
Voluntad exenta de vicios.
Objeto Lícito
Causa lícita
Capacidad de ejercicio.
Formalidad
Algunos autores sostienen que las solemnidades que la ley impone a ciertos actos también
son requisitos de validez, como también lo sería la ausencia de lesión.
Los elementos naturales son lo que normalmente llevan consigo cada negocio jurídico, a no
ser que sus autores los eliminen. Son los que están insertos en la naturaleza de un acto
jurídico concreto y determinado, de tal manera que el derecho se los atribuye aún cuando
las partes no los hayan incluido. Su presencia en el contenido de un acto jurídico
determinado con prescindencia de la voluntad de las partes es lo que los hace elementos
naturales. Messineo señala que se les suele considerar así, pues no son verdaderos y
propios elementos sino más bien efectos implícitos de determinados negocios. No obstante
que la ley reconoce la presencia de estos elementos, la autonomía de la voluntad puede
separarlos del acto jurídico sin que su separación afecte la validez del acto jurídico. En un
préstamo de dinero, por ejemplo, los intereses.
Los elementos accidentales son los que solo existen cuando las partes los determinan y
agregan expresamente al negocio. Son incorporados al acto jurídico por voluntad de las
partes en ejercicio de su autonomía sin que esto afecte la validez del acto jurídico, pero
siempre que no se desvirtúe la esencia del acto y no exista prohibición de la ley. Los
elementos accidentales se diferencian de los naturales porque son ajenos al acto jurídico,
así estos serán modalidades alternativas de realizar el acto jurídico. Algunos de los
elementos accidentales (o modalidades) del negocio jurídico son:
Resolutoria: es aquella condición que, una vez cumplida pone fin a un derecho o a una
obligación( "te daré mil dólares mensuales "hasta" que te cases" en este caso, el derecho del
deudor se extinguirá cuando el acreedor contraiga matrimonio).
Plazo es el tiempo que se fija para el cumplimiento de una obligación, también se la define
como un hecho futuro y cierto del que depende la exigibilidad o extinción de una obligación
y del derecho que le es correlativo.
El negocio jurídico es una manifestación de voluntad que tiene por objeto la producción de
ciertos y determinados efectos jurídicos. Es un acto integrado por una o varias declaraciones
de voluntad privada, dirigidas a la producción de un determinado efecto jurídico y en el que
el derecho objetivo reconoce como base, cumplidos los requisitos y dentro de los límites
que el ordenamiento establece.
95
en el goce de ella; en este hecho negativo, en esta abstención, consiste el cumplimiento de
su obligación.
Los actos jurídicos son unilaterales cuando para su perfección, requieren de la voluntad de
una sola parte, que puede ser una sola persona, en el caso del testamento; o la voluntad de
varias personas pero que son una sola parte, pues su voluntad es expresada con el mismo
sentido, como por ejemplo en el caso de las comunidades que son representadas por un
administrador. Dentro de los actos unilaterales se pueden clasificar entre actos recepticios y
no recepticios. Son bilaterales cuando requieren el consentimiento de dos o más voluntades
(consentimiento), como los contratos.
Esta clasificación no debe confundirse con la de contratos que son unilaterales y bilaterales.
Los contratos son siempre actos jurídicos bilaterales, desde que no existen sin el concurso
de voluntades; pero en orden a sus efectos, se llama unilaterales a los que crean
obligaciones a cargo de una sola de las partes, tales como el depósito, la donación y
bilaterales a aquellos que las crean para ambas, como la compraventa y el contrato de
trabajo.
Los actos jurídicos cuya eficacia no depende del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad
emanan, se llaman actos entre vivos, como son los contratos. Cuando no deben producir
efectos sino después del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad emanan, se denominan
actos mortis causa o actos de última voluntad, como son los testamentos.
Actos a título gratuito o simplemente gratuitos son aquellos en que la obligación está a
cargo de una sola de las partes y responden a un propósito de liberalidad; tales los
testamentos, la donación, la renuncia sin cargo a un derecho. En cambio, en los actos
onerosos las obligaciones son recíprocas y cada contratante las contrae en vista de que la
otra parte se obliga a su vez; así ocurre en la compraventa, la permuta, etc.
Son aquellos que versan o son relativos a patrimonios o bienes, es decir, son cuantificables
en dinero o de naturaleza pecuniaria. Esta clasificación se asemeja un tanto a aquellos actos
jurídicos simples, por cuanto engloba a los que generan consecuencias dentro del
patrimonio de los celebrantes y, que por cierto son la generalidad de contratos civiles.
El acto abstracto no obstante de constituir una declaración de voluntad que revela el ánimo
de generar efectos jurídicos que, interesen al agente, no llevan la causa incorporada en si,
ejemplo: el giro de una letra que conteniendo una obligación de pago, es independiente de
su causa. El acto causado tiene causa evidente y notoria. Ejemplo: el arrendamiento.
La ineficacia del acto jurídico es la privación de los efectos del acto jurídico, sea como
resultado de no cumplir los requisitos legales, como resultado de una sanción o como vía
consecuencial.[3] Son causales de ineficacia:
La caducidad.
La inexistencia.
La inoponibilidad.
La nulidad.
La resciliación.
98
La rescisión.
La resolución.
La revocación.
La simulación.
Véase también
Referencias
Bibliografía
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Acto jurídico
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100
La doctrina alemana distingue el acto del negocio jurídico, siendo este último una especie
de acto jurídico, caracterizado por tener una declaración de voluntad, a diferencia del acto
jurídico como concepto más amplio que abarca los hechos voluntarios (tanto lícitos como
ilícitos).[2]
Acto jurídico deriva del latín actus, -us, de verbal de ago -ere; así en el mismo sentido se nos
señala que acto jurídico es " todo comportamiento humano valorado por el derecho".
Para que se dé el acto jurídico no basta con que haya un sujeto y un objeto con bastante
capacidad, se necesita algo que los ponga en relación, estableciendo un lazo o un vínculo
que los una, haciendo pasar la relación jurídica del estado de posibilidad al estado de
existencia. Este tercer elemento es un hecho, que por ser productor de efectos jurídicos se
denomina hecho jurídico, cuando tal hecho procede de la voluntad humana recibe el
nombre de acto jurídico.
Usualmente la doctrina indica que son actos jurídicos solamente los típicos o formales
previstos y descritos explícitamente por la ley.
Los elementos del negocio jurídico se clasifican en esenciales, naturales y accidentales. Los
sujetos, o partes, que pueden ser uno o varios, son aquellas personas físicas o jurídicas que
realizan el acto y se verán afectados por el mismo, ya que en su virtud, adquirirán,
modificarán, transferirán o extinguirán derechos. Los que no forman parte del acto jurídico
se denominan terceros.
Los esenciales son aquellos sin los cuales el negocio jurídico no puede darse aún. Son los
componentes imprescindibles de todo acto jurídico, sin que la autonomía de la voluntad
pueda soslayarlos, además estos elementos son los que permiten que un acto jurídico se
101
concretice y pueda alcanzar su denominación distinguiéndose de otros actos jurídicos. La
doctrina y la ley en casi todos los países de sistema de derecho continua uniforme en
señalar que estos requisitos son la manifestación de la voluntad, la capacidad, el objeto, la
causa y la forma o solemnidad. Sin embargo debe distinguirse entre los elementos
esenciales de carácter general (los ya expuestos) y los de carácter especial que son los que
requieren cada acto jurídico en particular, pero que deben concurrir con los elementos de
carácter general, en una compra-venta por ejemplo los elementos esenciales especiales
serían el bien que se vende y el precio que debe ser pactado.
Los requisitos de existencia son aquellos sin los cuales el acto no genera efecto alguno y su
omisión acarrea la inexistencia o nulidad absoluta del acto. Son requisitos de existencia:
Sujeto.
Forma.
Objeto.
Causa.
Los requisitos de validez son aquellos que no obstan a la generación del acto jurídico, pero
su omisión no le brinda una existencia sana al acto, por lo que puede acarrear la nulidad
relativa del acto.
Objeto Lícito
Causa lícita
Capacidad de ejercicio.
Formalidad
102
Algunos autores sostienen que las solemnidades que la ley impone a ciertos actos también
son requisitos de validez, como también lo sería la ausencia de lesión.
Los elementos naturales son lo que normalmente llevan consigo cada negocio jurídico, a no
ser que sus autores los eliminen. Son los que están insertos en la naturaleza de un acto
jurídico concreto y determinado, de tal manera que el derecho se los atribuye aún cuando
las partes no los hayan incluido. Su presencia en el contenido de un acto jurídico
determinado con prescindencia de la voluntad de las partes es lo que los hace elementos
naturales. Messineo señala que se les suele considerar así, pues no son verdaderos y
propios elementos sino más bien efectos implícitos de determinados negocios. No obstante
que la ley reconoce la presencia de estos elementos, la autonomía de la voluntad puede
separarlos del acto jurídico sin que su separación afecte la validez del acto jurídico. En un
préstamo de dinero, por ejemplo, los intereses.
Los elementos accidentales son los que solo existen cuando las partes los determinan y
agregan expresamente al negocio. Son incorporados al acto jurídico por voluntad de las
partes en ejercicio de su autonomía sin que esto afecte la validez del acto jurídico, pero
siempre que no se desvirtúe la esencia del acto y no exista prohibición de la ley. Los
elementos accidentales se diferencian de los naturales porque son ajenos al acto jurídico,
así estos serán modalidades alternativas de realizar el acto jurídico. Algunos de los
elementos accidentales (o modalidades) del negocio jurídico son:
Se clasifica en:
Resolutoria: es aquella condición que, una vez cumplida pone fin a un derecho o a una
obligación( "te daré mil dólares mensuales "hasta" que te cases" en este caso, el derecho del
deudor se extinguirá cuando el acreedor contraiga matrimonio).
103
condición (matrimonio), la persona a la que se le regalaría el carro no tiene derecho a exigir
su entrega).
Plazo es el tiempo que se fija para el cumplimiento de una obligación, también se la define
como un hecho futuro y cierto del que depende la exigibilidad o extinción de una obligación
y del derecho que le es correlativo.
El negocio jurídico es una manifestación de voluntad que tiene por objeto la producción de
ciertos y determinados efectos jurídicos. Es un acto integrado por una o varias declaraciones
de voluntad privada, dirigidas a la producción de un determinado efecto jurídico y en el que
el derecho objetivo reconoce como base, cumplidos los requisitos y dentro de los límites
que el ordenamiento establece.
Los actos jurídicos son unilaterales cuando para su perfección, requieren de la voluntad de
una sola parte, que puede ser una sola persona, en el caso del testamento; o la voluntad de
varias personas pero que son una sola parte, pues su voluntad es expresada con el mismo
104
sentido, como por ejemplo en el caso de las comunidades que son representadas por un
administrador. Dentro de los actos unilaterales se pueden clasificar entre actos recepticios y
no recepticios. Son bilaterales cuando requieren el consentimiento de dos o más voluntades
(consentimiento), como los contratos.
Esta clasificación no debe confundirse con la de contratos que son unilaterales y bilaterales.
Los contratos son siempre actos jurídicos bilaterales, desde que no existen sin el concurso
de voluntades; pero en orden a sus efectos, se llama unilaterales a los que crean
obligaciones a cargo de una sola de las partes, tales como el depósito, la donación y
bilaterales a aquellos que las crean para ambas, como la compraventa y el contrato de
trabajo.
Los actos jurídicos cuya eficacia no depende del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad
emanan, se llaman actos entre vivos, como son los contratos. Cuando no deben producir
efectos sino después del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad emanan, se denominan
actos mortis causa o actos de última voluntad, como son los testamentos.
Actos a título gratuito o simplemente gratuitos son aquellos en que la obligación está a
cargo de una sola de las partes y responden a un propósito de liberalidad; tales los
testamentos, la donación, la renuncia sin cargo a un derecho. En cambio, en los actos
onerosos las obligaciones son recíprocas y cada contratante las contrae en vista de que la
otra parte se obliga a su vez; así ocurre en la compraventa, la permuta, etc.
Actos formales o solemnes son aquellos cuya eficacia depende de la observancia de las
formalidades ordenadas por la ley. Son no formales o no solemnes aquellos cuya validez no
depende del cumplimiento de solemnidad alguna. Los actos jurídicos, en general, pueden
ser formales o no formales. Son formales aquellos actos jurídicos para cuya existencia o
validez es necesaria la manifestación de ciertos caracteres externos, en vista a producir
plenos efectos jurídicos. Ejemplo de esto son los contratos solemnes, que requieren de una
solemnidad propiamente tal, o los contratos reales, que requieren de la entrega de todas.
105
Las formalidades, tal como las reconoce la doctrina, pueden ser:
Los primeros son los que tienen un contenido económico, y los segundos se refieren a
derechos y obligaciones que no son susceptibles de apreciación en pecuniaria.
Son aquellos que versan o son relativos a patrimonios o bienes, es decir, son cuantificables
en dinero o de naturaleza pecuniaria. Esta clasificación se asemeja un tanto a aquellos actos
106
jurídicos simples, por cuanto engloba a los que generan consecuencias dentro del
patrimonio de los celebrantes y, que por cierto son la generalidad de contratos civiles.
El acto abstracto no obstante de constituir una declaración de voluntad que revela el ánimo
de generar efectos jurídicos que, interesen al agente, no llevan la causa incorporada en si,
ejemplo: el giro de una letra que conteniendo una obligación de pago, es independiente de
su causa. El acto causado tiene causa evidente y notoria. Ejemplo: el arrendamiento.
La ineficacia del acto jurídico es la privación de los efectos del acto jurídico, sea como
resultado de no cumplir los requisitos legales, como resultado de una sanción o como vía
consecuencial.[3] Son causales de ineficacia:
La caducidad.
La inexistencia.
La inoponibilidad.
La nulidad.
La resciliación.
La rescisión.
La resolución.
La revocación.
107
La simulación.
Véase también
Referencias
Bibliografía
PÁGINAS RELACIONADAS
Contrato
Inoponibilidad
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DERECHO COMERCIAL
108
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0. MICROCURRICULO
A. LA COSTUMBRE COMERCIAL
C. ACTOS DE COMERCIO
Obligaciones mercantiles
Toda obligación consiste en dar o no hacer alguna cosa y es mercantil cuando nazca de un
acto mercantil de un acto de comercio.
Características:
109
Se refiere al cumplimiento de las obligaciones puras en el derecho mercantil siendo
obligación pura aquella que no esta sometida a condición o a plazo para su cumplimiento.
Contratos mercantiles
Un contrato será mercantil cuando este incluido en el código de comercio, que será el que
fije los requisitos que ha de cumplir un contrato para ser considerado mercantil.
La conclusión
La rapidez en la ejecución
La falta de formalidades.
El articulo 1254 del código civil establece que el contrato existe desde que una o varias
personas consienten en obligarse respecto de otra u otras a dar alguna cosa o prestar algún
servicio.
110
Rigen dos principios:
El principio de perfección
El principio de validez y obligatoriedad, que establece que los contratos serán obligatorios
cualquiera que sea la forma en que se hallan celebrado siempre que en ellas concurran las
condiciones necesarias para su validez.
Estos dos principios no pueden ser atendidos de forma absoluta, dada la existencia de:
Contratos reales: aquellos que se perfeccionan por la entrega de la cosa, objeto del contrato
y no por el mero acuerdo de voluntades.
Contratos formales: son aquellos que requieren una forma especial para su celebración.
Podemos distinguir:
La finaza mercantil
Contrato de transporte
111
- Contrato de cambio o fundamentales: son los que tienden a realizar el fin de comercio, que
consiste en acercar los productos a los consumidores.
- Contrato de adhesión: son aquellos en la que una de las dos partes del contrato impone a
la otra, las condiciones y el contenido del contrato y por tanto esta ha de optar si aceptarla
o no.
Contrataos típicos: aquellos que sin ser mixtos tampoco se pueden acoplar a ninguno de los
tipos de contratos existentes.
Es un doble requisito:
112
Requisito indiferente, los bienes han de ser adquiridos para ser revendidos en la misma
forma o en otra diferente. La reventa la definimos como la venta hecha por un comprador
pero adquirido para revender.
La compra-venta mercantil según la doctrina seria aquella que realizan los comerciantes que
compran a otras para revender y que el código de comercio parece decantarse por dos
criterios:
Es el momento a partir del cual el contrato comienza a existir, y por tanto, obliga a las partes
contratantes. A partir del contrato los interesado ya no pueden revocar su declaración y
deben de determinar la ley aplicable al contrato.
Ha de ser completa: ha de contener todos los elementos esenciales del contrato para que
perfeccionándola solo falte él si de la otra parte.
113
Debe de ser pretendida por algún tiempo, si el código de comercio no señala ningún plazo.
1. Entregar la cosa
Especialidades; .
114
- Se entiende entregar la cosa en derecho mercantil, aun antes de que el comprador haya
obtenido su posesión. Y en derecho civil se entiende entregada la cosa si se ha pagado el
precio, salvo que se haya acordado aplazar el pago.
3. La obligación de saneamiento:
Manifiestos: si puedo conocer en el momento de la recepción, hay cuatro dias para reclamar
si no se examinaran en el momento de la recepción.
El pago deberá realizarse en el tiempo y lugar pactado y a falta de pacto, deberá pagarse con
la entrega.
116
procediendo en su caso al deposito de la mercancía o puede exigir la restricción del
contrato, con indemnización por los prejuicios que le haya podido ocasionar.
Clases de compraventa
- por la naturaleza y continuidad en la entrega de las cosas vendidas, existe un contrato que
es el de suministros:
Venta a plazos
117
- compra ventas internacionales
Ventas FOB
Ventas FIB
Como organización de capital y trabajo con valor superior al que resulta de la suma de sus
elementos individualmente considerados. Ello se debe a la clientela que es lo que se
engloba contablemente dentro del fondo de comercio.
118
Si bien esta ultima no es absoluta ni en el tiempo ni en el espacio.
- entregar la cosa:
Por inventarios
Sin inventarios
- prohibición de competencia:
119
El antiguo empresario no realice la competencia.
Arrendamientos de la empresa:
Obligaciones de arrendador:
La entrega de poder de disposición sobre las materias primas, mercaderias, maquinaria, etc.
120
Pago al precio convenido
Usufructo de empresa:
Como tal no cabe el usufructo de empresa, sino que habrá tanto usufructos como bienes
integrantes de la empresa.
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Contrato de arrendamiento
contrato por el cual el arrendador se obliga a transferir temporalmente el uso y goce de una
cosa mueble o inmueble al arrendatario, quien a su vez se obliga a pagar por ese uso o goce
un determinado precio
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Tiene que ver con el precio que puede consistir en una suma de dinero pagada de una sola
vez, o bien en una cantidad periódica, que en este caso recibe el nombre de renta. También
puede pagarse la renta en cualquier otra cosa equivalente, con tal de que sea cierta y
determinada, por ejemplo, con los frutos que produce la cosa arrendada (renta en especie);
que a la vez puede ser una cantidad fijada previamente o un porcentaje de la cosecha
(aparcería).
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Clases de arrendamientos
Véase también
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Date: mar., 24 de dic. de 2019 22:40
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Subject: Seguro
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Contrato de seguro
acuerdo por el cual una de las partes, el asegurador, se obliga a resarcir de un daño o a
pagar una suma de dinero a la otra parte
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Este artículo tiene referencias, pero necesita más para complementar su verificabilidad.
Puedes colaborar agregando referencias a fuentes fiables como se indica aquí. El material
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convenciones de estilo.
El contratante o tomador del seguro, que puede coincidir o no con el asegurado, por su
parte, se obliga a efectuar el pago de esa prima, a cambio de la cobertura otorgada por el
asegurador, la cual le evita afrontar un perjuicio económico mayor, en caso de que el
siniestro se produzca.
El seguro
Tipos de seguros
Agente de seguros
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Subject: Prenda
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Prenda (derecho)
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La prenda es un derecho real accesorio de garantía que tiene como función accesoria el
asegurar al acreedor el cumplimiento y satisfacción de su crédito, mediante un poder
especial que se le confiere sobre la cosa pignorada.
Es requisito esencial de la prenda, la puesta en posesión del acreedor del bien mueble
ofrecido en garantía del crédito, que puede ser propiedad del deudor o de un tercero,
constituyéndose así, con ese desplazamiento de la posesión, la prenda sobre el bien mueble
entregado.
La prenda no otorga a quien la posee la posibilidad de venderla, puesto que la prenda solo
traslada la posesión y no el dominio del bien pignorado.
En España puede también efectuarse la realización (venta) del bien pignorado, por conducto
notarial.
En el caso de que el deudor cumpla con las obligaciones garantizadas por la prenda, el
acreedor pignoraticio deberá devolverle la posesión de la cosa dada en prenda, en el mismo
estado de conservación y uso que en el que le fue entregada.
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Véase también
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Subject: Hipoteca
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Hipoteca
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Clientes haciendo cola frente a las oficinas del Northern Rock para retirar sus ahorros.
«Derecho real de hipoteca» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Derechos reales.
Sistemas de amortización
Variantes adicionales
Véase también
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Última edición hace 6 días por REDEFREDEF
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Subject: Fianza
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Una fianza es una garantía que busca asegurar el cumplimiento de una obligación. Sin
embargo, es un término que puede resultar equívoco, al hacer referencia tanto a una
garantía real como a una garantía personal.
Garantía personal
Tipos de Fianzas
Requisitos de Existencia
Requisitos de Validez
Garantía real
Extinción de la fianza
Véase también
PÁGINAS RELACIONADAS
Contrato de fianza
Contrato de prenda
tipo de contrato
Codeuda en garantía
134
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Subject: Franquicia
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INTRODUCCIÓN:
135
En este orden han aparecido modalidades contractuales en las que una de las partes fija
condiciones, como forma de asegurar la calidad del producto y la atención en cualquier
lugar, asegurando la notoriedad y popularidad de su marca; dejando en claro que en este
caso y como pasa con las restantes modalidades, son modelos construidos por la realidad,
por la costumbre comercial, al margen del derecho, desarrollándose paralela e
independientemente y a los que se les aplica analógicamente las instituciones y/ o normas
ya reguladas en nuestro derecho. El rasgo característico de todas ellas es el de cumplir con
una función económica de integración de empresas en formas de comercialización en un
mundo globalizado que se guía muchas veces por la apariencia.-
En la modalidad que nos ocuparemos en particular, podríamos afirmar que es una actuación
independiente dentro de una integración empresaria, en donde mediante un acuerdo de
partes en donde una de ellas poseedora de un determinado producto, sistema de
comercialización y o de producción, hace un licenciamiento a favor de la otra, para que esta
lo produzca, comercialice y utilice la marca del mismo siguiendo las mismas pautas de la
primera.-
136
En América Latina, se ha receptado bajo diversas denominaciones, sin que se hayan
concretado norma específica alguna. En Centroamérica particularmente se ha legislado
sobre el distribuidor en forma tan genérica que el contrato de franquicia puede considerarse
alcanzado por sus disposiciones, ej. Guatemala ley 78/71, Honduras ley 50, Costa Rica, ap.
21 Cod. De Comercio, etc; En nuestro pais, ya es una realidad, en virtud de la invasión
progresiva de las cadenas de comercialización de comidas rápidas o FAST FOOD.-
TERMINOLOGIA.-
CONCEPTO.-
Para otros autores, el franchising contiene todas las características del contrato de
concesión manifestando que son de aplicación las normas reguladoras de la misma y
agregando las normas relativas a la transferencia de marcas, designaciones comerciales y
tecnología.-
Desde el punto de vista del Código Civil, opinan los autores, que se trata de un contrato
atípico, innominado, conmutativo, no formal, bilateral, oneroso de ejecución continuada,
siéndole de aplicación, los principios generales de los contratos, la autonomía de la voluntad
y los principios de orden público y buena fe en su celebración y ejecución.-
La razón fundamental del éxito del contrato de franquicia es que resulta el vinculo ideal
entre los grandes capitales y las pequeñas y medianas empresas, además de ser estrategia
de diversificación y marketing extraordinaria, como sistema de comercialización de un
producto o servicio; Ya que permite por un lado la expansión geográfica y la conquista de
mercados desconocidos, ocupar zonas, controlar la distribución de los productos en dichas
zonas y por sobre todo valorizar la marca. Un ejemplo de esto es la red multinacional de
138
franquicias COCA-COLA, la que se expandió por diferentes países del mundo con un éxito sin
precedentes, tampoco hay que olvidar cadenas como MC?DONALDS que se encuentran en
casi todos los paises del mundo utilizando este sistema de distribución y venta, agregando
cada vez un mayor valor a la marca en cuestión.-
CLASES.-
Franquicia de Distribución: Se fija en este caso al franquiciado, los productos que tiene que
vender con la aportación de la marca, ej. Productos alimenticios, textiles, etc.-
Debe aportar los derechos de propiedad industrial relacionados con el objeto del contrato.
139
Debe establecer los medios de control sobre la gestión del franquiciado.
Manifiestos.
Condiciones de aprovisionamientos
Confidencialidad.
Cláusulas de no competencia.
Limitaciones de responsabilidad.
ELEMENTOS.-
Los elementos que hacen a la esencia del contrato de franquicia comercial, coinciden los
autores, siempre presentes tanto en el ámbito nacional cuanto internacional, son los
siguientes:
Plazo de duración del Contrato: Por lo general las partes tienden a establecer un plazo lo
suficientemente largo para recuperar la inversion inicial hecha por el franquiciante. En
nuestro derecho y en virtud de la autonomía de la voluntad, las partes pueden rescindir sin
causa y en cualquier tiempo. Lo aconsejable en definitiva, es un término de entre dos a cinco
años con opción a renovarlo por iguales plazos inclusive en forma automática.-
Del Franquiciante:
141
Adjudicar el derecho de explotar una unidad negocial u operativa en franquicia.-
Del Franquiciado:
Pagarle al franquiciante una tasa inicial por entrar a la cadena, adquiriendo el derecho de
utilización de la franquicia.-
Pagarle al franquiciante una regalía periódica, calculada en función de la venta bruta del
negocio franquiciado.-
142
Dar intervención al franquiciante en la elección de local o locales en donde se va ha
establecer la franquicia.-
Dar cumplimiento a la normativa vigente que regule los distintos aspectos que hacen a la
operatividad de la franquicia.-
No ceder ni subfranquiciar.-
143
La mayor motivación por parte del franquiciado comparada con la que tendría como
empleado le incentivará a la consecución del éxito y resultados de su propio
establecimiento. Su interés en el éxito de la empresa es mayor al haber invertido su capital y
su trabajo en la misma.
Las posibilidades de expansión exceden del ámbito local o incluso nacional pudiendo
desarrollarse en otros países a través de la fórmula de master franquicia.
El desarrollo de una red de franquicias supone poder realizar grandes economías de escala
en fabricación, compras de stock, materiales, bienes de equipo, ...
144
Dado que el franquiciante continuará con su labor de investigación y experimentación de
nuevas técnicas y productos/servicios, el franquiciado podrá beneficiarse sin riesgo de
aquellas pruebas que resulten exitosas.
INCONVENIENTES.-
La integración en una red de Franquicia representará tener que soportar unos costes
adicionales que no encontraríamos en caso de apertura de un comercio independiente
(derecho de entrada y royalties de funcionamiento y publicidad). Sin embargo deben
contemplarse como una inversión dirigida a la reducción de riesgos.
Pueden darse limitaciones para la venta o traspaso del negocio. El franquiciante puede
tener derechos de compra y de rescisión del contrato según las condiciones definidas en el
mismo.
Un franquiciante no ético que con ánimo de lucro no pretende establecer una correcta
relación de apoyo al franquiciado.
145
.
Interesa destacar que el franquiciado debe poseer capital suficiente para iniciar el negocio.
Una parte sustancial del capital necesario, la aportará él mismo. La financiación y préstamos
se formalizará en bancos, entidades financieras, instituciones de capital-riesgo, etc. El
franquiciado deberá recibir por parte del franquiciante una información en detalle sobre los
fondos que deberá aquél destinar y el destino de los mismos. En esta previsión se
especifican por separado el coste de adquisición del derecho al uso de la franquicia unido a
la documentación confidencial y operativa, y por otro lado los cálculos del franquiciante en
cuanto a su previsión del capital circulante necesario.
Se trata por tanto de transmitir al potencial franquiciado una proyección lo más realista de
los fondos requeridos para la apertura, lanzamiento y desarrollo de una nueva unidad. Por
otra parte el concepto de inversión va estrechamente unido al de rentabilidad, y también al
concepto de riesgo. El franquiciado está dispuesto a realizar una inversión, para convertirse
en un miembro más de la red, con unas condiciones más favorables de riesgo que las que
tendría si actuara de forma autónoma. Todo candidato a franquiciado deberá conocer antes
de firmar un contrato, las inversiones totales necesarias para la puesta en marcha de la
franquicia seleccionada, una cuenta de explotación que transmita la rentabilidad del
negocio basada en casos reales, así como los plazos de amortización.
CONCLUSION.-
146
En definitiva la Franquicia tiene por objeto el desarrollo acelerado de las empresas
contratantes mediante la conjunción de recursos financieros y humanos en el marco de una
relación comercial solidaria.
Autor:
Monografías Plus
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Resumo Livro
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Subject: Leasing
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Arrendamiento financiero
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El arrendamiento financiero, alquiler con derecho de compra, leasing financiero,
arrendamiento por renting o leasing operativo es un contrato mediante el cual, el
arrendador traspasa el derecho a usar un bien a un arrendatario, a cambio del pago de
rentas de arrendamiento durante un plazo determinado, al término del cual el arrendatario
tiene la opción de comprar el bien arrendado pagando un precio determinado, devolverlo o
renovar el contrato.
Antecedentes
Derecho real
Naturaleza jurídica
Características
Costo
Utilización
Ventajas y desventajas
Véase también
Referencias
Enlaces externos
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Acto de comercio
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Puedes colaborar editándolo. Cuando se haya corregido, puedes borrar este aviso. Este
aviso fue puesto el 7 de mayo de 2017.
Por otro lado, es necesario tener presente que existen actualmente ordenamientos que
poseen un tratamiento unitario de los actos, obligaciones y contratos, como el del Código
Civil de Suiza y el de Italia, que incluyen la reglamentación de las sociedades de capital y
títulos de crédito en la legislación común, estableciendo un estatuto o régimen diferenciado
solo para los comerciantes o empresarios.
Definición
Importancia
Referencias
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Date: mar., 24 de dic. de 2019 22:51
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Acto administrativo
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La declaración puede y será normalmente de voluntad, pero puede serlo también de otros
estados intelectuales: de juicio, de deseo, de conocimiento.
Elementos
Autorización administrativa
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Enciclopedia juridica
Enciclopedia jurídica
ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ
Concentración de empresas
Derecho Mercantil
155
Si se cumplieran los requisitos que marca la Ley, tales concentraciones deberán notificarse
la Servicio de Defensa de la Competencia.
Es una operación que tendrá dimensión comunitaria cuando (1) la cifra total de negocios
realizada en el plano mundial por todas las empresas afectadas represente un montante
superior a los 5 mil millones de ECUS y (2) la cifra total de negocios realizada
individualmente en la CE por al menos dos empresas implicadas represente un montante
superior a 250 millones de ECUS. Dichas operaciones pueden ser declaradas compatibles o
no con la libre competencia de la CE y de acuerdo con su legislación específica. Para ello, la
Comisión deberá tener presente, entre otras consideraciones, las siguientes: (1) la
conveniencia de mantener y desarrollar una efectiva competencia en la CE, (2) la posición en
el mercado de las empresas implicadas, así como su potencia económica y financiera. En
términos generales, se estima que existe operación de concentración cuando dos o más
empresas antes independientes se fusionan. En todo caso, las operaciones de concentración
de empresas, a las que pueda aplicárseles la normativa de exención, deberán notificarse a la
Comisión en el plazo de una semana desde la celebración del contrato o de la publicación de
la oferta de compra o venta.
Tratado CEE, artículos 85 y 86. Reglamento n.º 4064/89 del Consejo del 21 de diciembre de
1989. Reglamento n.º 2367/1990 de la Comisión del 25 de julio de 1990, relativo a las
notificaciones, plazos y audiencias, conforme al Reglamento n.º 4064/89 del Consejo, sobre
control de operaciones de concentración entre empresas.
2020 Enciclopedia jurídica | Aviso legal | Diccionario jurídico de derecho | Mais verbetes : In
pari causa, melior est causa possidentis | Alienable | Sociedad de estatuto
administrativizado
156
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Contrato de sociedad
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El contrato de sociedad es aquel por el cual dos o más personas físicas o personas jurídicas
acuerdan realizar sendas o aportaciones para conseguir un fin común.[1] Los estatutos de la
sociedad, aprobados por el contrato de sociedad, serán la norma que regirá el
funcionamiento de la sociedad, siendo nulos aquellos preceptos que contravengan las
157
normas imperativas contenidas en leyes y reglamentos. Para todo aquello que no quede
regulado en los estatutos societarios (si es que estos existen), serán de aplicación las normas
dispositivas contenidas en las regulaciones sectoriales de cada Estado (por ejemplo, en
España, el Código de Comercio).
El contrato de sociedad es una de las herramientas jurídicas más comunes y apropiadas para
la constitución de empresas con propósitos económicos. Por medio de él se genera una
persona jurídica nueva, distinta de sus integrantes individualmente considerados y donde
sus miembros restringen su responsabilidad patrimonial a una cantidad previamente
estipulada en los estatutos de conformidad a la ley.
Elementos Editar
b) los aportes, es decir, las prestaciones que debe realizar cada socio para la formalización
del contrato. Estas prestaciones pueden consistir en obligación de dar (suma de dinero o
cosa material) o en obligaciones de hacer (aportar su trabajo).
Consentimiento Editar
Al igual que cualquier contrato, el contrato de sociedad tiene como elemento básico la
existencia de consentimiento por parte de los socios. Las personas contratantes deben
poseer capacidad jurídica, así como plena capacidad de obrar en el momento de
158
perfeccionarse el contrato. Además, tal perfección sólo se producirá cuando se otorgue el
consentimiento, siendo así requisito sine qua non para que exista el contrato de sociedad.
Objeto Editar
Todas las prestaciones pueden ser objeto de un contrato excepto que conformen un hecho
ilícito, imposible o litigioso real y física.
Véase también
Referencias
PÁGINAS RELACIONADAS
Contrato
Acto jurídico
Sociedad mercantil
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Puedes colaborar editándolo. Cuando se haya corregido, puedes borrar este aviso. Este
aviso fue puesto el 7 de mayo de 2017.
Por otro lado, es necesario tener presente que existen actualmente ordenamientos que
poseen un tratamiento unitario de los actos, obligaciones y contratos, como el del Código
Civil de Suiza y el de Italia, que incluyen la reglamentación de las sociedades de capital y
títulos de crédito en la legislación común, estableciendo un estatuto o régimen diferenciado
solo para los comerciantes o empresarios.
Definición
Importancia
Referencias
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El cártel es una forma de concentración horizontal por la que se agrupan las empresas de
una misma fase del proceso productivo, llevando como finalidad el ejercicio del monopolio.
162
La sociedad holding representa la compañía que posee como activo paquetes de acciones
de diversas empresas, siendo la típica expresión de la sociedad matriz que no realiza
directamente ninguna actividad productiva, sino únicamente el control sobre aquellas
sociedades que actúan en diferentes sectores y fases productivas. Su finalidad reside en
ampliar el ciclo del capital a través de una diversificación industrial que permita distribuir el
riesgo de la inversión.
Las asociaciones sin personalidad jurídica son aquellas en las que pueden ser socios diversas
personas físicas o jurídicas para realizar alguna actividad que favorezca el desarrollo de
estas, sin necesidad de constituir personalidad jurídica independiente.
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La Constitución argentina de 1853 es la constitución que sentó las bases jurídicas del Estado
de la actual República Argentina, con el nombre oficial de Confederación Argentina. El texto
actual incluye reformas realizadas en 1860, 1866, 1898, 1957 y 1994.
Argentina
166
Constitución de la Nación Argentina
Texto de la Constitución
Preámbulo
Constitución de 1853
Reformas constitucionales
Reforma de 1860
Reforma de 1866
Reforma de 1898
Reforma de 1949
Reforma de 1957
Reforma de 1994
La Constitución de 1853 fue aprobada por representantes de trece de las catorce provincias
argentinas entonces existentes (actualmente hay 23 provincias), con la importante ausencia
de la provincia de Buenos Aires, que se separó de la Confederación Argentina y constituyó el
Estado de Buenos Aires hasta 1859. Fue sancionada por el Congreso General Constituyente,
reunido en Santa Fe, y promulgada el 25 de mayo de 1853 por Justo José de Urquiza, a la
sazón director provisional de la Confederación Argentina.
El modelo, elaborado por los convencionales a partir de los ensayos precedentes de orden
constitucional y de la obra pionera de Juan Bautista Alberdi, ha sido objeto de reiteradas
críticas: se ha objetado al mecanismo elegido para la dinámica federal y se ha afirmado que
careció de verdadera efectividad, al intentar imponer un modelo íntegramente basado en
experiencias extranjeras a una Argentina cuya peculiaridad histórica la hacía muy distinta de
las colonias británicas en Norteamérica. Sin embargo, la importancia histórica del proyecto
constitucional ha sido incuestionable, y virtualmente todas las disputas acerca de la práctica
y la teoría políticas en la Argentina moderna han incluido una toma de partido acerca de las
que subyacieron a la Constitución de 1853.
La Constitución de 1853 tuvo vigencia continuada, con reformas, hasta 1930, cuando un
golpe de Estado derrocó al gobierno constitucional, elegido bajo el sistema de voto secreto y
obligatorio establecido en 1912. Desde entonces y hasta 1983, sucesivos golpes de Estado
interrumpieron todos los procesos constitucionales. Desde el 10 de diciembre de 1983 rige
plenamente la Constitución de 1853, con las reformas realizadas en 1860, 1866, 1898, 1957
y 1994.
Antecedentes Editar
168
La Constitución de 1853 se inspiró particularmente en la Constitución estadounidense al
adoptar el modelo presidencialista de esta última, así como el federalismo, componente
esencial del orden constitucional norteamericano. Aunque formal, es sugerente también el
inicio del preámbulo argentino, que parafrasea el famoso comienzo de su equivalente
estadounidense («Nosotros, el pueblo»), pero subrayando el contenido estrictamente
representativo del sistema adoptado en Argentina: «Nosotros, los representantes del
pueblo».
El régimen legal al que se atendrían las Provincias Unidas del Río de la Plata surgidas en la
Revolución de Mayo, a partir del antiguo Virreinato del Río de la Plata, había sido,
naturalmente, una de las preocupaciones centrales desde la renuncia del último Virrey;
aunque en el primer momento la preocupación, más acuciante, de hacer efectiva la
soberanía por la vía de las armas —en el prolongado enfrentamiento con los ejércitos fieles
a la Corona de España— soslayó momentáneamente las decisiones definitivas sobre la
organización que ésta habría de cobrar, los intentos fueron consustanciales a los hitos de la
organización patriótica.
El primer proyecto de estabilizar las sucesivas intentonas que definieron los órganos
ejecutivos del poder nacional en los primeros años de organización fue la convocatoria, en
1812, de una Asamblea General Constituyente, con el objeto de dictar una ley fundamental
para la organización nacional. La Asamblea, conocida como Asamblea del Año XIII, se reunió
efectivamente entre el 31 de enero de 1813 y 1815; dictó un reglamento para la
169
administración, un Estatuto del Poder Ejecutivo, y promulgó varias normas que dirigirían la
actividad legislativa en los años subsiguientes, pero se vio impedida de tratar la elaboración
de una Constitución. Se presentaron ante ella cuatro proyectos: uno elaborado por la
Sociedad Patriótica, otro por una comisión asesora designada por el Segundo Triunvirato, y
dos anónimos; todos ellos de corte republicano, introduciendo la división de poderes de
acuerdo al formato impuesto por los teóricos de la Revolución francesa, eran sin embargo
fuertemente centralistas, delegando la mayoría del poder público en un poder ejecutivo
central con sede en Buenos Aires.
La acción del Congreso en este sentido fue limitada, aunque fructífera en otros aspectos;
suya fue la Declaración de independencia de la Argentina, el 9 de julio del '16, pero las
deliberaciones acerca de la forma de gobierno resultaron más arduas. En su seno se oponían
los pensadores de corte liberal, comprometidos con una forma republicana de gobierno,
con partidarios de un régimen monárquico-constitucional. Célebre entre estos últimos fue la
propuesta de Manuel Belgrano, que promovió el establecimiento de un descendiente de los
incas en el trono nacional. Los monárquicos afirmaban que era imposible erigir una
república a falta de instituciones históricamente desarrolladas, y que ésta resultaría lábil e
inestable, mientras que sus oponentes esgrimían precisamente la falta de prejuicios
heredados como una de las razones principales para ensayar un gobierno democrático.
El Congreso tuvo que trasladarse a Buenos Aires a comienzos de 1817, ante la amenaza que
representaba el avance de los ejércitos realistas en el norte del país; el 3 de diciembre de
ese año sancionó un reglamento provisorio. Sin embargo, los delegados provinciales
consideraron que el traslado estaba orientado sobre todo a asegurar el predominio porteño
en la redacción final del texto constitucional, presionando sobre los congresistas.
El Congreso ordenó también a San Martín y Manuel Belgrano regresar a la capital, al frente
de sus respectivos ejércitos, para defender la autoridad del directorio; ambos generales, sin
embargo, se negaron a acatar el mandato. San Martín detuvo a sus tropas en Rancagua, en
el actual territorio chileno, y dictó la llamada Acta de Rancagua, en la que desconocía la
autoridad del Directorio para darle semejantes órdenes; Belgrano, por su parte, pactó con
las fuerzas federales de José Gervasio Artigas, mientras el Ejército del Norte se sublevaba,
poniéndose a las órdenes del gobernador cordobés. La tensión se resolvió finalmente en la
batalla de Cepeda (1820), donde las tropas unidas de las provincias derrotaron a las del
director José Rondeau. El resultado de la batalla fue el tratado del Pilar, por el que se
estipulaba una forma federativa de organización, en la que Buenos Aires sería una más
entre las 13 provincias.
Derrotado por las armas, el ideal unitario siguió sin embargo vigoroso en Buenos Aires.
Bernardino Rivadavia, ministro del gobernador Martín Rodríguez, rediseñó en términos más
republicanos el proyecto de constitución del '19. Aprobado el proyecto por la Comisión de
Negocios Constitucionales, creada ad hoc, el 1 de septiembre de 1826, la constitución de
1826 fue aprobado por la legislatura porteña, pero frontalmente rechazado por las restantes
provincias. Los años siguientes presenciaron el ocaso temporal del unitarismo y el alza de los
caudillos provinciales, regímenes bonapartistas. Establecidos éstos, vieron también en el
proyecto de una Constitución la posibilidad de sofrenar definitivamente la hegemonía
porteña por medios administrativos; el gobernador santiagueño Juan Felipe Ibarra, el
cordobés Mariano Fragueiro y el riojano Facundo Quiroga instaban, a comienzos de la
década del '30, a formar una asamblea representativa presidida por Quiroga. Este sufragó
incluso los estudios de un joven Juan Bautista Alberdi, de cuya pluma procederían
finalmente las bases del proyecto de Constitución para el '53. La principal oposición venía de
Buenos Aires, pero no de los letrados y comerciantes unitarios porteños, sino del caudillo
bonaerense Juan Manuel de Rosas, que aseveraba que la idea era prematura. La muerte de
Quiroga en Barranca Yaco dio final a esta iniciativa, que sin embargo había logrado
plasmarse en 1831 en el Pacto Federal, suscrito inicialmente por Buenos Aires, Entre Ríos y
Santa Fe en 1831, al que se suscribirían paulatinamente las restantes provincias.
El Pacto Federal estipulaba la formación de una Comisión Representativa, con sede en Santa
Fe, al que cada una de las provincias adheridas enviaría un representante con atribuciones
171
para celebrar tratados de paz, hacer declaración de guerra, ordenar el levantamiento del
Ejército, nombrar el general que debería mandarlo, determinar el contingente de tropa con
que cada una de las provincias debería contribuir, invitar a las demás provincias a reunirse
en federación y a que, por medio de un Congreso Federativo, se arreglara la administración
del país, bajo el sistema federal, su comercio interior y exterior, y la soberanía, libertad e
independencia de cada una de las provincias.
Buena parte del texto del Pacto Federal jamás se cumplió; aunque es uno de los pactos
preexistentes que mencionará la Constitución del '53, no tuvo gran efecto durante los años
de la hegemonía de Rosas, que insistía en la inadecuación de una Constitución prematura.
Esta actitud se hizo evidente en 1847, cuando Alberdi, desde el exilio, invitó a los miembros
de la intelectualidad exiliada a colaborar con Rosas para gestionar la deseada Constitución.
Rosas no respondió siquiera a la propuesta, pero otros caudillos federales, en especial Justo
José de Urquiza, le darían pábulo.
En 1852, el destacado jurista y pensador argentino Juan Bautista Alberdi escribió un libro
que obraría como primer documento de trabajo para los constituyentes: Bases y puntos de
partida para la organización política de la República Argentina.
Las «Bases» de Alberdi están integradas por 36 capítulos y un proyecto de constitución. Fue
escrita rápidamente en abril de 1852 para influir en las deliberaciones de la Convención
Constituyente que comenzaría a reunirse en la ciudad de Santa Fe a partir del 20 de
noviembre de ese mismo año. Él mismo reflexiona sobre esa situación varios años más
adelante con esta palabras:
172
Mi libro de las BASES es una obra de acción que, aunque pensada con reposo, fue escrita
velozmente para alcanzar al tiempo en su carrera... Hay siempre una hora dada en que la
palabra humana se hace carne. Cuando ha sonado esa hora, el que propone la palabra,
orador o escritor, hace la ley. La ley no es suya en ese caso; es la obra de las cosas. Pero esa
es la ley duradera, porque es la verdadera ley.[2]
La obra maestra de Alberdi fue y sigue siendo reiteradamente sintetizada bajo el lema de
«gobernar es poblar». La frase está tomada del Capítulo XXXI y estaba directamente referido
a la escasa población que por entonces habitaba la Argentina, mucho menor que la que
habitaba por entonces en Chile, Bolivia o Perú.
Años después, él mismo se encargaría de precisar el significado de ese lema para cuestionar
la inmigración de italianos y españoles que habían empezado a predominar ampliamente
entre los extranjeros que se radicaban en el país.
1850 % 1930 %
173
En su obra, Alberdi analiza detalladamente el derecho constitucional sudamericano,
criticándolo por ser básicamente copias de las constituciones estadounidense y francesa, sin
tener en cuenta las necesidades de progreso económico y material que precisaban los
países sudamericanos después de la independencia. En sucesivos capítulos analiza las
anteriores constituciones de la Argentina (Cap. III) y las constituciones entonces vigentes de
Chile (Cap. IV), Perú (Cap. V), Colombia (Cap. VI), México (Cap. VII), Uruguay (Cap. VIII) y
Paraguay (Cap. IX).
Alberdi analiza también las nuevas constituciones de la época, como la californiana (Cap. XI),
a la que pone como ejemplo de su punto de vista constitucional. En el capítulo XII aborda la
cuestión de «monarquía o república» defendiendo el presidencialismo como solución
intermedia para las naciones latinoamericanas:
Se atribuye a Bolívar este dicho profundo y espiritual: «Los nuevos Estados de la América
antes española necesitan reyes con el nombre de presidentes». Chile ha resuelto el
problema sin dinastías y sin dictadura militar, por medio de una Constitución monárquica en
el fondo y republicana en la forma: ley que anuda a la tradición de la vida pasada la cadena
de la vida moderna. La república no puede tener otra forma cuando sucede inmediatamente
a la monarquía; es preciso que el nuevo régimen contenga algo del antiguo.[5]
En el capítulo XIII bajo el título «la educación no es la instrucción», sostiene que las escuelas
y universidades deben ser desarrolladas de modo íntimamente relacionado con una política
de industrialización. También menciona aquí que la religión debe ser parte de la educación
más quedar fuera de la instrucción, sentando las bases de la escuela laica.
En el capítulo XIV Alberdi sostiene que los países americanos deben mirar a Europa como
fuente de cultura, comercio y población, y sobre todo de futuro, en términos que llegan
hasta el racismo abierto:
¿Quién conoce caballero entre nosotros que haga alarde de ser indio neto? ¿Quién casaría a
su hermana o a su hija con un infanzón de la Araucania, y no mil veces con un zapatero
inglés?
En América todo lo que no es europeo es bárbaro: no hay más división que ésta: 1.º, el
indígena, es decir, el salvaje; 2.º, el europeo, es decir, nosotros, los que hemos nacido en
América y hablamos español, los que creemos en Jesucristo y no en Pillán (dios de los
indígenas)... ¿De dónde le vendrá esto en lo futuro? Del mismo origen de que vino antes de
ahora: de Europa.[6]
174
Alberdi aborda la cuestión crucial de la inmigración capítulo XV, no solo para «poblar» el
país, sino para reconfigurar radicalmente la mano de obra:
Haced pasar el roto, el gaucho, el cholo, unidad elemental de nuestras masas populares, por
todas las transformaciones del mejor sistema de instrucción; en cien años no haréis de él un
obrero inglés.[7]
Se adelantaba Alberdi también a la cuestión de las diversas etnias que traería la inmigración:
El pueblo inglés ha sido el pueblo más conquistado de cuantos existen; todas las naciones
han pisado su suelo y mezclado a él su sangre y su raza. Es producto de un cruzamiento
infinito de castas; y por eso justamente el inglés es el más perfecto de los hombres, y su
nacionalidad tan pronunciada que hace creer al vulgo que su raza es sin mezcla. No temáis,
pues, la confusión de razas y de lenguas. De la Babel, del caos saldrá algún día brillante y
nítida la nacionalidad sudamericana.[7]
Sin embargo Alberdi subraya una y otra vez que la población argentina debe configurarse
básicamente como anglo-sajona:
Alberdi repasa en la Bases, una a una las bases que precisaba el país para constituirse no
solo jurídicamente, sino sobre todo materialmente. En capítulos sucesivos[8] recorre las
leyes principales que deberían ser sancionadas, la formación de un aparato estatal federal
por encima del poder de las provincias adoptando un federalismo atenuado:
175
Una provincia en sí es la impotencia misma, y nada hará jamás que no sea provincial, es
decir, pequeño, obscuro, miserable, provincial, en fin, aunque la provincia se apellide
Estado. Sólo es grande lo que es nacional o federal...Caminos de fierro, canales, puentes,
grandes mejoras materiales, empresas de colonización, son cosas superiores a la capacidad
de cualquier provincia aislada, por rica que sea. Esas obras piden millones; y esta cifra es
desconocida en el vocabulario provincial.[9]
Sin embargo, Urquiza estaba al tanto de la fuerte oposición que la élite porteña mostraba a
su liderazgo, y a cualquier intento de limitar la hegemonía de Buenos Aires sobre el resto del
país. Para enfrentarla, encomendó a Pujol y a Santiago Derqui la tarea de elaborar un
proyecto constitucional que resultara aceptable a los porteños; el 5 de mayo se reunió con
varios destacados dirigentes en Buenos Aires —entre ellos Dalmacio Vélez Sársfield,
Valentín Alsina, Tomás Guido y Vicente Fidel López—, ofreciéndoles rescatar el proyecto de
Constitución Argentina de 1826 de Rivadavia, a cambio de que respaldaran su autoridad al
frente del gobierno nacional.
176
El 29 de mayo tuvo lugar la reunión definitiva con los representantes provinciales, en San
Nicolás de los Arroyos. Las deliberaciones duraron dos días, y finalmente concluyeron en la
firma del acuerdo de San Nicolás, que otorgaba a Urquiza el directorio provisorio de la
Confederación y convocaba para agosto a la realización de la Convención Constituyente, a la
que cada una de las provincias enviaría dos representantes. Además de las provincias
directamente representadas —Entre Ríos, por Urquiza; Buenos Aires, por López y Planes;
Corrientes, por Benjamín Virasoro; Santa Fe, por Domingo Crespo; Mendoza, por Pascual
Segura; San Juan, por Nazario Benavídez; San Luis, por Pablo Lucero; Santiago del Estero,
por Manuel Taboada; Tucumán, por Celedonio Gutiérrez; y La Rioja, por Manuel Vicente
Bustos— se atuvieron al acuerdo Catamarca, que designó a Urquiza como su representante,
y Córdoba, Salta y Jujuy, que lo ratificarían posteriormente.
El control personal de los asuntos por Urquiza duró hasta septiembre, cuando este partió a
Santa Fe para las sesiones de la Convención Constituyente, junto con los diputados electos
Salvador María del Carril y Eduardo Lahitte, dejando al general José Miguel Galán como
gobernador provisorio. Tres días más tarde, el 11 de septiembre, Mitre, Alsina y Lorenzo
Torres se alzaron contra las tropas de Galán y restauraron la Legislatura. El 22 del mismo
mes revocarían su adhesión al acuerdo, rechazarían la autoridad de Urquiza y enviarían al
general José María Paz para intentar extender la revuelta al interior; no lo lograron, pero el
amplio apoyo con que contaban hizo desistir a Urquiza de su intención de reprimir la
revuelta, e intentó negociar con los sublevados, enviando a Federico Báez para tratar con
ellos.
177
Los porteños retiraron sus diputados de la Asamblea, e instaron a las provincias a hacer lo
propio. Frente a la negativa de los gobiernos provinciales, Alsina y Mitre prepararon fuerzas
para atacar Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, con el objeto de debilitar la posición de Urquiza
y cuestionar su legitimidad. El 21 de noviembre un ejército a las órdenes de Juan Madariaga
intentó tomar por asalto la ciudad de Concepción del Uruguay, pero fue rechazado por la
guarnición encabezada por Ricardo López Jordán, que notificó a Urquiza de la situación; el
fracaso de Madariaga desbarató el intento de Paz de avanzar sobre Santa Fe, y la intención
de Mitre de ganar para su causa al correntino Pujol para atacar Entre Ríos se vio frustrada
por la adhesión de este a Urquiza. Sin los representantes porteños, pero con el acuerdo de
las provincias, la Convención comenzó a sesionar en noviembre de 1852.
Los constituyentes
La Constitución
Evolución histórica
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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179
La Constitución argentina de 1853 es la constitución que sentó las bases jurídicas del Estado
de la actual República Argentina, con el nombre oficial de Confederación Argentina. El texto
actual incluye reformas realizadas en 1860, 1866, 1898, 1957 y 1994.
Argentina
Texto de la Constitución
Preámbulo
Constitución de 1853
Reformas constitucionales
Reforma de 1860
Reforma de 1866
Reforma de 1898
Reforma de 1949
Reforma de 1957
Reforma de 1994
La Constitución de 1853 fue aprobada por representantes de trece de las catorce provincias
argentinas entonces existentes (actualmente hay 23 provincias), con la importante ausencia
180
de la provincia de Buenos Aires, que se separó de la Confederación Argentina y constituyó el
Estado de Buenos Aires hasta 1859. Fue sancionada por el Congreso General Constituyente,
reunido en Santa Fe, y promulgada el 25 de mayo de 1853 por Justo José de Urquiza, a la
sazón director provisional de la Confederación Argentina.
El modelo, elaborado por los convencionales a partir de los ensayos precedentes de orden
constitucional y de la obra pionera de Juan Bautista Alberdi, ha sido objeto de reiteradas
críticas: se ha objetado al mecanismo elegido para la dinámica federal y se ha afirmado que
careció de verdadera efectividad, al intentar imponer un modelo íntegramente basado en
experiencias extranjeras a una Argentina cuya peculiaridad histórica la hacía muy distinta de
las colonias británicas en Norteamérica. Sin embargo, la importancia histórica del proyecto
constitucional ha sido incuestionable, y virtualmente todas las disputas acerca de la práctica
y la teoría políticas en la Argentina moderna han incluido una toma de partido acerca de las
que subyacieron a la Constitución de 1853.
La Constitución de 1853 tuvo vigencia continuada, con reformas, hasta 1930, cuando un
golpe de Estado derrocó al gobierno constitucional, elegido bajo el sistema de voto secreto y
obligatorio establecido en 1912. Desde entonces y hasta 1983, sucesivos golpes de Estado
interrumpieron todos los procesos constitucionales. Desde el 10 de diciembre de 1983 rige
plenamente la Constitución de 1853, con las reformas realizadas en 1860, 1866, 1898, 1957
y 1994.
181
expuesto desde el año 2005 en un templete en el Salón Azul del Palacio del Congreso, junto
con la Constitución de 1994 y los pactos preexistentes.[1]
Antecedentes Editar
El régimen legal al que se atendrían las Provincias Unidas del Río de la Plata surgidas en la
Revolución de Mayo, a partir del antiguo Virreinato del Río de la Plata, había sido,
naturalmente, una de las preocupaciones centrales desde la renuncia del último Virrey;
aunque en el primer momento la preocupación, más acuciante, de hacer efectiva la
soberanía por la vía de las armas —en el prolongado enfrentamiento con los ejércitos fieles
a la Corona de España— soslayó momentáneamente las decisiones definitivas sobre la
organización que ésta habría de cobrar, los intentos fueron consustanciales a los hitos de la
organización patriótica.
El primer proyecto de estabilizar las sucesivas intentonas que definieron los órganos
ejecutivos del poder nacional en los primeros años de organización fue la convocatoria, en
1812, de una Asamblea General Constituyente, con el objeto de dictar una ley fundamental
para la organización nacional. La Asamblea, conocida como Asamblea del Año XIII, se reunió
efectivamente entre el 31 de enero de 1813 y 1815; dictó un reglamento para la
administración, un Estatuto del Poder Ejecutivo, y promulgó varias normas que dirigirían la
actividad legislativa en los años subsiguientes, pero se vio impedida de tratar la elaboración
de una Constitución. Se presentaron ante ella cuatro proyectos: uno elaborado por la
Sociedad Patriótica, otro por una comisión asesora designada por el Segundo Triunvirato, y
dos anónimos; todos ellos de corte republicano, introduciendo la división de poderes de
acuerdo al formato impuesto por los teóricos de la Revolución francesa, eran sin embargo
fuertemente centralistas, delegando la mayoría del poder público en un poder ejecutivo
central con sede en Buenos Aires.
La acción del Congreso en este sentido fue limitada, aunque fructífera en otros aspectos;
suya fue la Declaración de independencia de la Argentina, el 9 de julio del '16, pero las
deliberaciones acerca de la forma de gobierno resultaron más arduas. En su seno se oponían
los pensadores de corte liberal, comprometidos con una forma republicana de gobierno,
con partidarios de un régimen monárquico-constitucional. Célebre entre estos últimos fue la
propuesta de Manuel Belgrano, que promovió el establecimiento de un descendiente de los
incas en el trono nacional. Los monárquicos afirmaban que era imposible erigir una
república a falta de instituciones históricamente desarrolladas, y que ésta resultaría lábil e
inestable, mientras que sus oponentes esgrimían precisamente la falta de prejuicios
heredados como una de las razones principales para ensayar un gobierno democrático.
183
El Congreso tuvo que trasladarse a Buenos Aires a comienzos de 1817, ante la amenaza que
representaba el avance de los ejércitos realistas en el norte del país; el 3 de diciembre de
ese año sancionó un reglamento provisorio. Sin embargo, los delegados provinciales
consideraron que el traslado estaba orientado sobre todo a asegurar el predominio porteño
en la redacción final del texto constitucional, presionando sobre los congresistas.
El Congreso ordenó también a San Martín y Manuel Belgrano regresar a la capital, al frente
de sus respectivos ejércitos, para defender la autoridad del directorio; ambos generales, sin
embargo, se negaron a acatar el mandato. San Martín detuvo a sus tropas en Rancagua, en
el actual territorio chileno, y dictó la llamada Acta de Rancagua, en la que desconocía la
autoridad del Directorio para darle semejantes órdenes; Belgrano, por su parte, pactó con
las fuerzas federales de José Gervasio Artigas, mientras el Ejército del Norte se sublevaba,
poniéndose a las órdenes del gobernador cordobés. La tensión se resolvió finalmente en la
batalla de Cepeda (1820), donde las tropas unidas de las provincias derrotaron a las del
director José Rondeau. El resultado de la batalla fue el tratado del Pilar, por el que se
estipulaba una forma federativa de organización, en la que Buenos Aires sería una más
entre las 13 provincias.
Derrotado por las armas, el ideal unitario siguió sin embargo vigoroso en Buenos Aires.
Bernardino Rivadavia, ministro del gobernador Martín Rodríguez, rediseñó en términos más
republicanos el proyecto de constitución del '19. Aprobado el proyecto por la Comisión de
Negocios Constitucionales, creada ad hoc, el 1 de septiembre de 1826, la constitución de
1826 fue aprobado por la legislatura porteña, pero frontalmente rechazado por las restantes
provincias. Los años siguientes presenciaron el ocaso temporal del unitarismo y el alza de los
caudillos provinciales, regímenes bonapartistas. Establecidos éstos, vieron también en el
proyecto de una Constitución la posibilidad de sofrenar definitivamente la hegemonía
porteña por medios administrativos; el gobernador santiagueño Juan Felipe Ibarra, el
cordobés Mariano Fragueiro y el riojano Facundo Quiroga instaban, a comienzos de la
década del '30, a formar una asamblea representativa presidida por Quiroga. Este sufragó
184
incluso los estudios de un joven Juan Bautista Alberdi, de cuya pluma procederían
finalmente las bases del proyecto de Constitución para el '53. La principal oposición venía de
Buenos Aires, pero no de los letrados y comerciantes unitarios porteños, sino del caudillo
bonaerense Juan Manuel de Rosas, que aseveraba que la idea era prematura. La muerte de
Quiroga en Barranca Yaco dio final a esta iniciativa, que sin embargo había logrado
plasmarse en 1831 en el Pacto Federal, suscrito inicialmente por Buenos Aires, Entre Ríos y
Santa Fe en 1831, al que se suscribirían paulatinamente las restantes provincias.
El Pacto Federal estipulaba la formación de una Comisión Representativa, con sede en Santa
Fe, al que cada una de las provincias adheridas enviaría un representante con atribuciones
para celebrar tratados de paz, hacer declaración de guerra, ordenar el levantamiento del
Ejército, nombrar el general que debería mandarlo, determinar el contingente de tropa con
que cada una de las provincias debería contribuir, invitar a las demás provincias a reunirse
en federación y a que, por medio de un Congreso Federativo, se arreglara la administración
del país, bajo el sistema federal, su comercio interior y exterior, y la soberanía, libertad e
independencia de cada una de las provincias.
Buena parte del texto del Pacto Federal jamás se cumplió; aunque es uno de los pactos
preexistentes que mencionará la Constitución del '53, no tuvo gran efecto durante los años
de la hegemonía de Rosas, que insistía en la inadecuación de una Constitución prematura.
Esta actitud se hizo evidente en 1847, cuando Alberdi, desde el exilio, invitó a los miembros
de la intelectualidad exiliada a colaborar con Rosas para gestionar la deseada Constitución.
Rosas no respondió siquiera a la propuesta, pero otros caudillos federales, en especial Justo
José de Urquiza, le darían pábulo.
185
En 1852, el destacado jurista y pensador argentino Juan Bautista Alberdi escribió un libro
que obraría como primer documento de trabajo para los constituyentes: Bases y puntos de
partida para la organización política de la República Argentina.
Las «Bases» de Alberdi están integradas por 36 capítulos y un proyecto de constitución. Fue
escrita rápidamente en abril de 1852 para influir en las deliberaciones de la Convención
Constituyente que comenzaría a reunirse en la ciudad de Santa Fe a partir del 20 de
noviembre de ese mismo año. Él mismo reflexiona sobre esa situación varios años más
adelante con esta palabras:
Mi libro de las BASES es una obra de acción que, aunque pensada con reposo, fue escrita
velozmente para alcanzar al tiempo en su carrera... Hay siempre una hora dada en que la
palabra humana se hace carne. Cuando ha sonado esa hora, el que propone la palabra,
orador o escritor, hace la ley. La ley no es suya en ese caso; es la obra de las cosas. Pero esa
es la ley duradera, porque es la verdadera ley.[2]
La obra maestra de Alberdi fue y sigue siendo reiteradamente sintetizada bajo el lema de
«gobernar es poblar». La frase está tomada del Capítulo XXXI y estaba directamente referido
a la escasa población que por entonces habitaba la Argentina, mucho menor que la que
habitaba por entonces en Chile, Bolivia o Perú.
Años después, él mismo se encargaría de precisar el significado de ese lema para cuestionar
la inmigración de italianos y españoles que habían empezado a predominar ampliamente
entre los extranjeros que se radicaban en el país.
1850 % 1930 %
186
Argentina 1.100.000 3,5 11.800.000 11,1
Alberdi analiza también las nuevas constituciones de la época, como la californiana (Cap. XI),
a la que pone como ejemplo de su punto de vista constitucional. En el capítulo XII aborda la
cuestión de «monarquía o república» defendiendo el presidencialismo como solución
intermedia para las naciones latinoamericanas:
Se atribuye a Bolívar este dicho profundo y espiritual: «Los nuevos Estados de la América
antes española necesitan reyes con el nombre de presidentes». Chile ha resuelto el
problema sin dinastías y sin dictadura militar, por medio de una Constitución monárquica en
el fondo y republicana en la forma: ley que anuda a la tradición de la vida pasada la cadena
de la vida moderna. La república no puede tener otra forma cuando sucede inmediatamente
a la monarquía; es preciso que el nuevo régimen contenga algo del antiguo.[5]
En el capítulo XIII bajo el título «la educación no es la instrucción», sostiene que las escuelas
y universidades deben ser desarrolladas de modo íntimamente relacionado con una política
de industrialización. También menciona aquí que la religión debe ser parte de la educación
más quedar fuera de la instrucción, sentando las bases de la escuela laica.
En el capítulo XIV Alberdi sostiene que los países americanos deben mirar a Europa como
fuente de cultura, comercio y población, y sobre todo de futuro, en términos que llegan
hasta el racismo abierto:
187
¿Quién conoce caballero entre nosotros que haga alarde de ser indio neto? ¿Quién casaría a
su hermana o a su hija con un infanzón de la Araucania, y no mil veces con un zapatero
inglés?
En América todo lo que no es europeo es bárbaro: no hay más división que ésta: 1.º, el
indígena, es decir, el salvaje; 2.º, el europeo, es decir, nosotros, los que hemos nacido en
América y hablamos español, los que creemos en Jesucristo y no en Pillán (dios de los
indígenas)... ¿De dónde le vendrá esto en lo futuro? Del mismo origen de que vino antes de
ahora: de Europa.[6]
Alberdi aborda la cuestión crucial de la inmigración capítulo XV, no solo para «poblar» el
país, sino para reconfigurar radicalmente la mano de obra:
Haced pasar el roto, el gaucho, el cholo, unidad elemental de nuestras masas populares, por
todas las transformaciones del mejor sistema de instrucción; en cien años no haréis de él un
obrero inglés.[7]
Se adelantaba Alberdi también a la cuestión de las diversas etnias que traería la inmigración:
El pueblo inglés ha sido el pueblo más conquistado de cuantos existen; todas las naciones
han pisado su suelo y mezclado a él su sangre y su raza. Es producto de un cruzamiento
infinito de castas; y por eso justamente el inglés es el más perfecto de los hombres, y su
nacionalidad tan pronunciada que hace creer al vulgo que su raza es sin mezcla. No temáis,
pues, la confusión de razas y de lenguas. De la Babel, del caos saldrá algún día brillante y
nítida la nacionalidad sudamericana.[7]
Sin embargo Alberdi subraya una y otra vez que la población argentina debe configurarse
básicamente como anglo-sajona:
Alberdi repasa en la Bases, una a una las bases que precisaba el país para constituirse no
solo jurídicamente, sino sobre todo materialmente. En capítulos sucesivos[8] recorre las
leyes principales que deberían ser sancionadas, la formación de un aparato estatal federal
por encima del poder de las provincias adoptando un federalismo atenuado:
Una provincia en sí es la impotencia misma, y nada hará jamás que no sea provincial, es
decir, pequeño, obscuro, miserable, provincial, en fin, aunque la provincia se apellide
Estado. Sólo es grande lo que es nacional o federal...Caminos de fierro, canales, puentes,
grandes mejoras materiales, empresas de colonización, son cosas superiores a la capacidad
de cualquier provincia aislada, por rica que sea. Esas obras piden millones; y esta cifra es
desconocida en el vocabulario provincial.[9]
Sin embargo, Urquiza estaba al tanto de la fuerte oposición que la élite porteña mostraba a
su liderazgo, y a cualquier intento de limitar la hegemonía de Buenos Aires sobre el resto del
país. Para enfrentarla, encomendó a Pujol y a Santiago Derqui la tarea de elaborar un
189
proyecto constitucional que resultara aceptable a los porteños; el 5 de mayo se reunió con
varios destacados dirigentes en Buenos Aires —entre ellos Dalmacio Vélez Sársfield,
Valentín Alsina, Tomás Guido y Vicente Fidel López—, ofreciéndoles rescatar el proyecto de
Constitución Argentina de 1826 de Rivadavia, a cambio de que respaldaran su autoridad al
frente del gobierno nacional.
El 29 de mayo tuvo lugar la reunión definitiva con los representantes provinciales, en San
Nicolás de los Arroyos. Las deliberaciones duraron dos días, y finalmente concluyeron en la
firma del acuerdo de San Nicolás, que otorgaba a Urquiza el directorio provisorio de la
Confederación y convocaba para agosto a la realización de la Convención Constituyente, a la
que cada una de las provincias enviaría dos representantes. Además de las provincias
directamente representadas —Entre Ríos, por Urquiza; Buenos Aires, por López y Planes;
Corrientes, por Benjamín Virasoro; Santa Fe, por Domingo Crespo; Mendoza, por Pascual
Segura; San Juan, por Nazario Benavídez; San Luis, por Pablo Lucero; Santiago del Estero,
por Manuel Taboada; Tucumán, por Celedonio Gutiérrez; y La Rioja, por Manuel Vicente
Bustos— se atuvieron al acuerdo Catamarca, que designó a Urquiza como su representante,
y Córdoba, Salta y Jujuy, que lo ratificarían posteriormente.
El control personal de los asuntos por Urquiza duró hasta septiembre, cuando este partió a
Santa Fe para las sesiones de la Convención Constituyente, junto con los diputados electos
Salvador María del Carril y Eduardo Lahitte, dejando al general José Miguel Galán como
gobernador provisorio. Tres días más tarde, el 11 de septiembre, Mitre, Alsina y Lorenzo
190
Torres se alzaron contra las tropas de Galán y restauraron la Legislatura. El 22 del mismo
mes revocarían su adhesión al acuerdo, rechazarían la autoridad de Urquiza y enviarían al
general José María Paz para intentar extender la revuelta al interior; no lo lograron, pero el
amplio apoyo con que contaban hizo desistir a Urquiza de su intención de reprimir la
revuelta, e intentó negociar con los sublevados, enviando a Federico Báez para tratar con
ellos.
Los porteños retiraron sus diputados de la Asamblea, e instaron a las provincias a hacer lo
propio. Frente a la negativa de los gobiernos provinciales, Alsina y Mitre prepararon fuerzas
para atacar Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, con el objeto de debilitar la posición de Urquiza
y cuestionar su legitimidad. El 21 de noviembre un ejército a las órdenes de Juan Madariaga
intentó tomar por asalto la ciudad de Concepción del Uruguay, pero fue rechazado por la
guarnición encabezada por Ricardo López Jordán, que notificó a Urquiza de la situación; el
fracaso de Madariaga desbarató el intento de Paz de avanzar sobre Santa Fe, y la intención
de Mitre de ganar para su causa al correntino Pujol para atacar Entre Ríos se vio frustrada
por la adhesión de este a Urquiza. Sin los representantes porteños, pero con el acuerdo de
las provincias, la Convención comenzó a sesionar en noviembre de 1852.
Los constituyentes
La Constitución
Evolución histórica
Referencias
Bibliografía
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La Constitución contiene un breve preámbulo, al que siguen once Títulos, que comprenden
169 artículos. Cierran la Constitución cuatro disposiciones adicionales, nueve transitorias,
una derogatoria y una final. Analizaremos brevemente esta organización sistemática de la
Constitución de 1978.
El Preámbulo
192
intencionadamente el principio rupturista asentado, generalmente, en todos los procesos
de implantación de las democracias liberales y socialistas.”
El conjunto del Preámbulo transpira bien a las claras una realidad constituyente, obra de un
poder constituyente, unas Cortes con tales atribuciones y que habían emanado de unas
elecciones libres.
El Título preliminar
Lucas Verdú sostuvo que este primer Título “recoge la fórmula política de la Constitución
que –a su juicio- es la expresión ideológica, jurídicamente organizada en una estructura
social”. Los nueve preceptos que componen este Título no tienen la misma naturaleza y,
junto a algunos muy trascendentes, los hay de relativa importancia constitucional, y que,
desde luego, no configuran la llamada fórmula política de la Constitución
En ellos se recoge la denominada parte dogmática que recoge los principios que regirán la
política del Estado, así como los derechos fundamentales que protege la constitución, y la
parte orgánica, sobre la organización del Estado en todos sus aspectos básicos. La parte
dogmática de la Constitución –contenida en el Título I “De los derechos y deberes
fundamentales”- está antepuesta a la parte orgánica. De esta forma la propia estructura de
la Constitución recuerda a ciudadanos y poderes públicos que éstos están al servicio de los
derechos y libertades de las personas. Este Título está dividido en cinco Capítulos,
subdividiéndose, a su vez, el Capítulo segundo en dos secciones; la ubicación del
reconocimiento de los respectivos derechos y libertades tendrá trascendencia en cuanto a
sus garantías.
Nuestra Constitución ha seguido el criterio clásico de, tras ceder por deferencia respetuosa a
la Corona el primero de los Títulos dedicados a la parte orgánica, es decir el II, reservar el
siguiente a las Cortes Generales. Siguiendo análogo criterio, se posterga al Gobierno al
Título siguiente, el IV, las Cortes constituyentes tuvieron la cortesía para con las Cortes
Generales de regular su composición y funcionamiento en el título previo al que se dedica a
la regulación del Gobierno y de la Administración.
193
El Título V se rotula en el encabezamiento como “De las relaciones entre el Gobierno y las
Cortes Generales”, aunque, de hecho, resulta imposible deslindar, en un régimen
parlamentario, los artículos que directa o indirectamente se refieren a las relaciones entre
el Gobierno y las Cortes Generales de aquéllos que se residencian en los títulos dedicados a
estos dos poderes.
A la altura del Título VIII los constituyentes emplazaron el complejo, polémico e importante
Título dedicado a la Ordenación Territorial del estado, que incluye tres capítulos, y del que
surge parte de la problemática política existente en la actualidad.
194
establecido por la Ley para la reforma Política, al sistema establecido en la Constitución y la
transitoria novena aporta una solución metodológica para afrontar las dos primeras
renovaciones parciales del tribunal Constitucional.
Antonio Rodríguez
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Argentina
Texto de la Constitución
Preámbulo
Constitución de 1853
201
Reformas constitucionales
Reforma de 1860
Reforma de 1866
Reforma de 1898
Reforma de 1949
Reforma de 1957
Reforma de 1994
Antecedentes
Ley 24 309
Elección de constituyentes
Convencionales constituyentes
Deliberaciones
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Referencias
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De acuerdo con el tratado de San Nicolás, se establecía una representación igualitaria para
todos los miembros de la Confederación, debiendo enviar cada provincia dos diputados.
Este fue uno de los motivos que se adujeron en la Legislatura de Buenos Aires para no
aceptar el acuerdo. De aplicarse el criterio contrario, es decir la representación proporcional
a la población, Buenos Aires habría tenido como mínimo 18 diputados constituyentes y
habría obtenido con sólo el apoyo de dos provincias más la mayoría absoluta en la
asamblea. Este problema reflejaba dos realidades: por un lado una provincia con elevada
población en relación a las demás que no encontraba justo una representación de dos
diputados, y por el otro, otras jurisdicciones provinciales que exigían ser oídas en igualdad
de condiciones con sus pares más poblados. Los gobernadores reunidos en San Nicolás
habían optado por la última solución, lo que produjo junto con otros motivos, como ya
vimos, el rechazo del acuerdo por parte de Buenos Aires.
203
Los hombres que participaron del Congreso eran de distinto origen. Algunos diputados
venían de la vieja generación de Mayo, otros pertenecían a la primera generación de
unitarios y otros a la generación del 37; algunos habían vivido en el país, en tanto otros se
habían exiliado y habían regresado después del triunfo de Urquiza. Entre ellos había
hombres de letras, juristas y militares; sacerdotes y civiles. Si bien muchos divergían en sus
ideas económicas, religiosas y políticas, se logró una amplia tolerancia que permitió el
surgimiento de la anhelada constitución.
Pocos días después de iniciadas las deliberaciones se eligió la comisión que debía redactar
el proyecto preliminar. Esta estuvo integrada originalmente por Manuel Leiva, Juan María
Gutiérrez, José Benjamín Gorostiaga, Pedro Díaz Colodrero y Pedro Ferré. El 25 de febrero
de 1853 se agregaron Santiago Derqui y Martín Zapata. Salustiano Zavalía ocupó el lugar de
Ferré cuando éste debió ausentarse por las negociaciones con Buenos Aires en marzo, y más
tarde Juan del Campillo reemplazó a Derqui.
La constitución que resultaría de esta Convención Constituyente tuvo como modelos a las
constituciones de Estados Unidos (1787), de la monarquía española (1812), de Suiza (1832),
de Chile (1833), y de Francia (1783 y 1848). Además se tuvo muy en cuenta el libro Bases de
Juan Bautista Alberdi. Alberdi residía en Chile, y no regresó a su país inmediatamente
después de Caseros como hicieron la mayoría de los exiliados, aunque quedó vinculado
epistolarmente con algunos de éstos. Bastó que Juan María Gutiérrez le pidiera colaboración
para que Alberdi contestara con su libro. La primera edición apareció en mayo de 1852 y
tuvo una gran difusión. Pero ante el pedido de sus amigos de que agregara a aquélla un
proyecto de constitución, Alberdi entregó en julio para su publicación una segunda edición
con lo solicitado. Tanto su libro como el proyecto tuvieron influencia decisiva en el
documento que elaboraron los constituyentes de Santa Fe.
El segundo enfrentamiento de los convencionales tuvo que ver con el problema religioso y
especialmente con el artículo que establecería la libertad de culto. También aquí se dieron
dos posiciones. Los que defendían la tolerancia religiosa y una amplia libertad se
denominaron el "círculo" y respondían a la influencia de Salvador María del Carril. A él
pertenecían Zavalía, Derqui, Delgado, Gorostiaga y Gutiérrez, entre otros. Sus ideas serían
las sancionadas finalmente en la constitución. Este grupo bautizó a la oposición con el
nombre de "montoneros". Este era un grupo reducido formado por el padre Centeno, fray
Manuel Pérez, el correntino Díaz Colodrero, el santafesino Leiva, y el presidente salteño
Zuviría. Estos eran conservadores y querían una constitución inscripta en el catolicismo
tradicional, como habían sido todos los anteriores estatutos y ensayos constitucionales.
La redacción de la Constitución finalizó en los últimos días del mes de abril de 1853 y el
proyecto fue aprobado el 1º de mayo. El 24 de mayo se constituyó una comisión -integrada
por del Carril, Gorostiaga y Zapata- para visitar a Urquiza en su residencia de San José y
entregarle el primer original de la Constitución. Pero Urquiza no estaba allí pues había
debido viajar a Buenos Aires para observar la situación del coronel Lagos y las tropas que
sitiaban esa ciudad. Hasta allí se dirigió la mencionada comisión para cumplir con su misión,
encontrando a Urquiza en el pueblo de San José de Flores en las afueras de Buenos Aires.
Urquiza promulgó aquí la Constitución el 25 de mayo, e inmediatamente se enviaron
chasques a las provincias para que pudiera ser jurada el 9 de julio. Con excepción de Buenos
Aires, todas las provincias juraron esta Constitución. La Convención Constituyente continuó
en funciones un tiempo más ejerciendo una labor legislativa y sancionó las leyes de aduana,
de libertad de los ríos, electoral y de capitalización de Paraná. Una vez electas las nuevas
autoridades, la Convención se disolvió.
205
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citando en forma explícita la obra y sus autores. Cualquier otro uso deberá contar con la
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LETRASCATEGORÍAS Ir
Gobierno Republicano
Es un sistema en donde el pueblo puede ejercer una soberanía, por medio de los gobiernos
que eligen, por un determinado tiempo y donde ejercen un determinado cargo. La palabra
república proviene del latín “res” que significa “cosa pública”, o que pertenece al pueblo, es
decir, que el poder reside en el pueblo, que se delega transitoriamente en sus
representantes. Tiene una gran diferencia fundamental en comparación con los gobiernos
monárquicos donde el soberano tiene poder vitalicio y muchas veces hereditario.
206
Otras de las características de la república son:
Los gobernantes deben ser responsables ante el pueblo que los eligió, por sus actos durante
este el gobierno.
La publicidad de dichos actos, no deben ser secretos sino puestos al conocimiento del
pueblo para poder ser controlados.
Canadá, México, Rusia, Estados Unidos, Chile, Uruguay, Francia, Paraguay, Argentina.
Bibliografía
207
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Gobierno Republicano
Es un sistema en donde el pueblo puede ejercer una soberanía, por medio de los gobiernos
que eligen, por un determinado tiempo y donde ejercen un determinado cargo. La palabra
208
república proviene del latín “res” que significa “cosa pública”, o que pertenece al pueblo, es
decir, que el poder reside en el pueblo, que se delega transitoriamente en sus
representantes. Tiene una gran diferencia fundamental en comparación con los gobiernos
monárquicos donde el soberano tiene poder vitalicio y muchas veces hereditario.
Los gobernantes deben ser responsables ante el pueblo que los eligió, por sus actos durante
este el gobierno.
La publicidad de dichos actos, no deben ser secretos sino puestos al conocimiento del
pueblo para poder ser controlados.
Canadá, México, Rusia, Estados Unidos, Chile, Uruguay, Francia, Paraguay, Argentina.
209
las personas, en donde el gobierno es un simple agente del pueblo, que es elegido por el
pueblo de tiempo y responsable ante su pueblo y su administración.
Bibliografía
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La Constitución de la Nación Argentina está encabezada por un párrafo conocido como "el
Preámbulo", que da cuenta del contexto, de los fundamentos y los objetivos de la ley
suprema[1]. Su texto actual es el siguiente:
Argentina
Texto de la Constitución
Preámbulo
Constitución de 1853
Reformas constitucionales
Reforma de 1860
211
Reforma de 1866
Reforma de 1898
Reforma de 1949
Reforma de 1957
Reforma de 1972
Reforma de 1994
Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General
Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento
de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia,
consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y
asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos
los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección
de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta
Constitución, para la Nación Argentina.
Ambos preámbulos son similares, pero es notable la diferencia de los sujetos que se
atribuyen el dictado de la Constitución: mientras en el caso estadounidense quien establece
la Constitución es "el pueblo" ("We, the people"), en el caso argentino son "los
representantes del pueblo" ("Nosotros, somos representantes del pueblo"), aunque más
adelante precisa que esa representación provenía de las provincias: "el pueblo, es el pueblo
de las provincias en su conjunto".[3]
De esta declaración y del texto literal del preámbulo y principales disposiciones resulta un
hecho de consecuencias inmensas. Por él, el derecho constitucional norteamericano, la
doctrina de sus estadistas, las declaraciones de sus tribunales, la práctica constante, en los
puntos análogos o idénticos, hace autoridad en la República Argentina, pueden ser alegadas
en juicio, sus autores citados como autoridad reconocida, y adoptada su interpretación
como interpretación genuina de nuestra constitución. El Congreso quiso que la" joven
federación, inexperta en la práctica de la forma de gobierno que abrazaba, no se lanzase en
la nueva carrera a tientas, y sin guía, y la dotó desde luego de toda la ciencia y de toda la
práctica de la única federación que existe.
Domingo F. Sarmiento[4]
Sujeto Editar
Al definir como "los representantes del pueblo", al sujeto que dicta la Constitución, el
Preámbulo hace dos aclaraciones:
Si bien el Preámbulo, como parte de la Constitución, fue aprobado en el año 1853, los
especialistas han considerado que la expresión también resulta aplicable al Pacto de San
José de Flores firmado el 11 de noviembre de 1859, entre la Confederación Argentina y el
Estado de Buenos Aires, por el cual se acordó la paz entre ambos estados, la incorporación
de Buenos Aires a la Confederación Argentina y una reforma constitucional que se concretó
en 1860.
El cuerpo principal del Preámbulo está dedicado a enumerar una serie de fines que
conforman un programa legislativo y político.
afianzar la justicia;
...in Order to form a more perfect Union, establish Justice, insure domestic Tranquility,
provide for the common defence, promote the general Welfare, and secure the Blessings of
Liberty...
...para formar una Unión más perfecta, establecer la Justicia, asegurar la Tranquilidad
interior, proveer a la defensa común, promover el Bienestar general y asegurar las
Bendiciones de la Libertad...
Al igual que los estadounidense, los constituyentes argentinos consideraron que la "unión"
era la primera finalidad de la Constitución, pero modificaron la expresión para referirse a la
"unión nacional" y utilizaron el verbo "constituir", para denotar que la Nación Argentina
misma se estaba constituyendo por obra de la Carta Magna.
A diferencia de lo que sucedió en Estados Unidos, las guerras civiles entre las entidades
políticas que derivaron del Virreinato del Río de la Plata, antecedieron a la Constitución y se
extendieron durante más de tres décadas. En esas luchas la integridad de la Argentina como
estado-nación estuvo varias veces en cuestión, al puntos que varias de ellas, como Paraguay,
Bolivia y Uruguay, no formaron parte de la Nación Argentina, constituida como Estado. La
Constitución de 1853, sancionada inmediatamente después de la batalla de Caseros (1852),
tenía como fin primordial poner fin a las guerras civiles, unificando a las provincias en un
solo estado-nación, constituido a partir de ese instrumento. Las guerras civiles no finalizaron
sin embargo, allí se extenderían por al menos una década y media más hasta que la "unión
nacional" comenzara a consolidarse.
A partir de entonces el territorio de las catorce provincias fundadoras, que incluía las Islas
Malvinas, se extendería a los territorios indígenas de las pampas, la Patagonia y la llanura
chaco-formoseña, así como una porción del territorio Antártico, así como los espacios
215
marítimos, aéreos y subterráneos circundantes, pertenecientes a la Nación. Con esa
expansión el territorio argentino se triplicó, pasando a 2,7 millones de km² de superficie
americana y 3,7 millones de km², computando también el territorio antártico.
La Crisis de 2001 provocó el inicio de un estado de disolución nacional que incluyó la emisión
de cuasimonedas provinciales y la publicación del New York Times de una noticia dando
cuenta de una operación internacional para dividir a la Argentina en dos, creando un nuevo
país independiente en la Patagonia, protegido por una base estadounidense en Tierra del
Fuego y abandono del reclamo de soberanía en la Antártida.[7][8][9]
La idea de justicia del preámbulo no se refiere al Poder Judicial, sino a la justicia que debe
existir en las relaciones sociales, con su significación profunda de equilibrio igualitario
simbolizado por la balanza,[10] se ubica de este modo como un valor constitucional
prioritario, anterior a la libertad y solo precedido por la "unión nacional" sobre la que se
constituyó la república federal.
216
En este punto, los convencionales argentinos modificaron el modelo estadounidense y
cambiaron la expresión "asegurar la tranquilidad interior" (insure domestic Tranquility) por
"consolidar la paz interior". La introducción del valor de la paz, como el tercer valor en grado
de importancia, está directamente relacionado con las más de tres décadas de guerras
civiles que precedieron a la Constitución de 1853. La sola sanción de la Constitución y el
establecimiento de un gobierno nacional, no pusieron fin a las guerras civiles, que recién
terminarían 15 años después.
La expresión es idéntica a la que utiliza el preámbulo constitucional de EE. UU. (provide for
the common defence). El objetivo de la defensa se relaciona íntimamente con la soberanía y
apunta tanto a constituir y sostener unas Fuerzas Armadas capaces de impedir las
agresiones bélicas de otras naciones, como a impulsar un desarrollo económico y social que
cubra todo el territorio nacional, de modo de reducir las fragilidades internas que pudieran
facilitar la dominación por otras naciones y afectar la acción soberana del país.[11]
Destinatarios Editar
217
El preámbulo de la Constitución argentina identifica a los tres grupos de destinatarios de la
misma:
"nosotros"
"nuestra posteridad"
"todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino".
Los dos primeros están tomados del preámbulo de la Constitución de Estados Unidos, pero
el último fue creación de los constituyentes argentinos.
Algunos periodistas, como Mariano Grondona,[16] políticos como Esteban Bullrich del
Pro,[17] y medios de comunicación, como Canal 13 y el diario La Nación,[18] han difundido
erróneamente la información que el Preámbulo incluye la expresión "de buena voluntad" en
su frase final.
Dios Editar
218
El Preámbulo argentino finaliza con una invocación a la "protección de Dios", considerándolo
como "fuente de toda razón y justicia".
La frase fue incluida en el texto de 1853 y mantenida por todas las reformas
constitucionales posteriores. En este aspecto la Constitución argentina se aparta de la de
Estados Unidos, que no hace mención de ningún ser sobrenatural, y adopta la tradición
previa a 1853, de las constituciones hispanoamericanas (Venezuela de 1811, Chile de 1822 y
1833 y México de 1824), españolas (1812, 1837 y 1845) y francesas (1791, 1793, 1795, 1814
y 1848).[19]
Modificaciones Editar
Fuentes Editar
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≡MATERIAS
Garantías de Libertad
Libertad es considerada la capacidad del hombre para decidir por sí mismo sobre las
acciones de su vida, así como sus objetivos y sus metas a alcanzar. Las garantías de libertad
tutelan la capacidad jurídica para el actuar libre del hombre que vive dentro de una
sociedad, respetando la esfera jurídica en que se encuentre, la cual debe garantizar su
ejercicio pleno.
Las garantías de libertad son un conjunto de derechos públicos subjetivos para ejercer sin
vulnerar los derechos de otras personas, libertades específicas que las autoridades del
Estado deben respetar, y que no pueden tener más restricciones que las expresamente
señaladas en la Constitución.
220
La libertad se manifiesta como la capacidad que tiene un individuo para tomar de manera
voluntaria sus deciciones. Es un concepto muy complejo donde donde el Estado debe ser
una institucion que tutele el cumplimiento del bien común y de esta manera garantizar el
ejercicio pleno de este derecho.
1°, segundo párrafo Prohibición de la esclavitud. Los esclavos del extranjero que entren al
territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes.
3°, Libertad de educación.- Establece los criterios que debe tener la educación impartida por
el Estado, la federación, entidades y municipios, así como los particulares y por las
universidades y las instituciones superiores autónomas por ley
4°, segundo párrafo Libertad de procreación.- Toda persona tiene derecho a decidir de
manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos
5°, Libertad de trabajo.- La Constitución otorga libertad para elegir profesión, industria,
comercio o trabajo que se desee, limitado únicamente por aquellos trabajos que se
consideren contrarios a la ley.
6°, Libertad de expresión.- Se otorga libertad para manifestar ideas personales, siempre y
cuando no sean contrarios a la moral, vulneren los derechos de terceros o como resultado
tengan una conducta delictiva.
221
7°, Libertad de imprenta.- Otorga libertad de escribir y publicar sobre cualquier materia,
siempre y cuando se haga dentro de la directrices jurídicas}
8°, Libertad de peticion.- Este derecho consagra la petición a favor de una persona, sólo
pueden hacer uso de tal derecho los ciudadanos mexicanos.
28, Libertad de concurrencia en el mercado.- Es la posibilidad que tienen las empresas para
tener un negocio y competir en el mercado, en las mismas condiciones que las demás.
,
222
Las Garantías Sociales.
Garantía de Propiedad
Garantías de Igualdad
Principio de Legalidad
Garantías de Libertad
Teoria Politica
Teoría Constitucional
223
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Habeas corpus
institución jurídica que obliga a que toda persona detenida se la presente en un plazo
preventivo determinado ante el juez de instrucción
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El habeas corpus[1] (hasta 2010, castellanizado como hábeas corpus)[2] es una institución
jurídica que obliga a que toda persona detenida se la presente en un plazo preventivo
determinado ante el juez de instrucción, quien podría ordenar la libertad inmediata del
detenido si no encontrara motivo suficiente de arresto.
Este término proviene del latín hábeas corpus [ad subiiciendum] ‘que tengas [tu] cuerpo
[para exponer]’, "tendrás tu cuerpo libre", siendo hábeās la segunda persona singular del
224
presente de subjuntivo del verbo latino habēre (‘tener’). O puede ser llamado igualmente
como "cuerpo presente" o "persona presente".
Aunque el habeas corpus como acción o remedio en la forma y desarrollo con que existe
hoy como institución no existió en Roma, las palabras latinas con que se le denomina
denotan que su origen proviene del Derecho Romano. En la época de los Pretores y con el
nombre de «Interdicto» ya era designado en las Pandectas bajo el título de Homine libero
exhibendo y los compiladores de dicho cuerpo legal romano transcribían un comentario del
jurisconsulto Ulpiano, que decía:
Este remedio se ha instituido para proteger la libertad personal a fin de que ninguna
persona libre natural fuere detenida.
La palabra persona libre incluía a cualquier niño o adulto, hombre o mujer, sea uno o sean
varios, que eran sui iuris,. De ahí se deduce que este remedio era para devolver la condición
de persona libre a aquella a quien se hubiese intentado convertir en esclava sin motivos
legales. Es decir, con este interdicto ya se devolvía la libertad a aquellos a quienes se les
privaba de ella con una .... ilegal.
Su adopción en Inglaterra
Su adopción en España
Véase también
225
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
PÁGINAS RELACIONADAS
Recurso de amparo
Imputado (Chile)
Hamdi vs Rumsfeld
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institución jurídica que obliga a que toda persona detenida se la presente en un plazo
preventivo determinado ante el juez de instrucción
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El habeas corpus[1] (hasta 2010, castellanizado como hábeas corpus)[2] es una institución
jurídica que obliga a que toda persona detenida se la presente en un plazo preventivo
determinado ante el juez de instrucción, quien podría ordenar la libertad inmediata del
detenido si no encontrara motivo suficiente de arresto.
Este término proviene del latín hábeas corpus [ad subiiciendum] ‘que tengas [tu] cuerpo
[para exponer]’, "tendrás tu cuerpo libre", siendo hábeās la segunda persona singular del
presente de subjuntivo del verbo latino habēre (‘tener’). O puede ser llamado igualmente
como "cuerpo presente" o "persona presente".
Su adopción en España
Argentina Editar
En este país, la acción de hábeas corpus tiene reconocimiento constitucional explícito desde
la reforma a la Constitución de 1994. Pero anteriormente ya gozaba de efectiva vigencia en
la práctica jurisprudencial. La Constitución de la Nación Argentina[5], en su artículo 43
(último párrafo), expresa: "Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado
fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de
detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción de habeas corpus podrá
ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato,
aún durante la vigencia del estado de sitio".[6]
El hábeas corpus, regulado por la Ley 23.098, es un procedimiento que permite una rápida
solución judicial cuando tu libertad física se ve amenazada, atacada o restringida de forma
ilegítima por una autoridad pública. El procedimiento del habeas corpus se puede usar: si
una autoridad pública, que no tiene una orden escrita de detención, amenaza o limita la
libertad física de una persona; si una persona alojada en una cárcel, comisaría u otra
repartición y ve agravada ilegítimamente las condiciones de su privación de libertad. 36
horas
El habeas corpus se inicia a con una denuncia ante un juez. La denuncia debe contener:
nombre y domicilio del denunciante; nombre, domicilio y demás datos personales de la
persona perjudicada; autoridad que limitó la libertad de la persona perjudicada; causa del
acto perjudicial; y describir por qué la limitación de la libertad es ilegítima. No es necesario
que la denuncia sea por escrito, se puede hacer de forma oral y no se exigen formalidades.
Puede hacerse en cualquier día, sea hábil o inhábil y a cualquier hora. No hace falta la
intervención de un abogado. Es un procedimiento rápido porque pretende solucionar un
tema urgente. Dentro de la 24 horas el juez pide que se presenten la persona afectada y la
autoridad que dictó la medida. Terminada la audiencia, el juez toma una decisión y la lee
inmediatamente a todos los presentes. Si el juez considera que la detención es legal,
228
rechaza el hábeas corpus. Si el juez considera que la detención es ilegal, ordena la inmediata
libertad de la persona afectada.[7]
Bolivia Editar
La finalidad con la que nació el habeas corpus en Bolivia, se adscribe dentro de los fines que
persiguió esta garantía desde sus primeras articulaciones jurídicas, hasta su configuración
moderna: dotar a la persona humana de un medio de defensa breve y sumario, destinado a
conservar o recuperar su libertad, cuando la misma hubiere sido indebida o arbitrariamente
vulnerada, como alternativa a los procedimientos ordinarios caracterizados por la
morosidad en su trámite y resolución.
Esta acción tutelar instituida en resguardo de los derechos a la libertad física y a la libertad
de locomoción, no puede dirigirse en contra de particulares, sino únicamente en contra de
funcionarios y/o autoridades públicas.
Al igual que sucede con el Amparo Constitucional, existe un álgido debate respecto a la
naturaleza jurídica del habeas corpus (ahora denominado en la Constitución del 9 de
febrero de 2010 como Acción de Libertad) en sentido de determinar si en Bolivia se
configura como un juicio, un recurso, una acción, un derecho, un proceso o un
procedimiento. Al respecto es posible indicar que:
Otros se oponen a considerar al habeas corpus como un “recurso”, pues indican que un
“recurso” puede ser accionado por el sujeto procesal que, en un juicio, se siente lesionado
por una medida judicial; mientras que el habeas corpus es una acción que no siempre
procede dentro de un proceso judicial o administrativo.
Por otra parte, existen quienes sostienen que es un “derecho” que tiene todo ciudadano
detenido o preso, para que el juez o tribunal competente resuelva si su privación de libertad
es o no ilegal.
229
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la Opinión Consultiva 8/87 de fecha 30
de enero de 1987, ha indicado que: “El hábeas corpus es su sentido clásico, regulado por los
ordenamientos americanos, tutela de manera directa la libertad personal o física contra
detenciones arbitrarias, por medio del mandato judicial dirigido a las autoridades
correspondientes, a fin de que se lleve al detenido a la presencia del juez para que este
pueda examinar la legalidad de la privación y en su caso, decretar su libertad”, y continua
indicando que de un análisis del amparo y del habeas corpus se tiene que: “puede afirmarse
que el Amparo es el género y el hábeas corpus uno de sus aspectos específicos, en efecto,
de acuerdo con los principios básicos de ambas garantías recogidos por la convención así
como con los diversos matices establecidos en los ordenamientos de los Estados partes, se
observa que en algunos supuestos el hábeas corpus se regula de manera autónoma con la
finalidad de proteger esencialmente la libertad personal de los detenidos o de aquellos que
se encuentran amenazados de ser privados de su libertad, pero en otras ocasiones el
Hábeas Corpus es denominado “amparo de la libertad” o forma parte integrante del
amparo”.
La nueva Constitución Política del Estado boliviana de 2009 cambia el nombre del Recurso
de Hábeas Corpus por el de “Acción de Libertad” dentándose así el término “acción”
procesal entendida básicamente como el derecho de todo ciudadano de acudir a un órgano
jurisdiccional en defensa de sus derechos fundamentales que protege la acción de libertad
(la libertad de locomoción, la vida, la salud e integridad personal).
Chile Editar
La Constitución de 1828 establecía en su artículo 104 una acción popular para proteger la
libertad y seguridad personal.
La Constitución de 1925 reconocía esta acción en su artículo 16, reproduciendo con ligeras
modificaciones la regulación proveniente de la Constitución de 1833. En 1932 se
complementó la reglamentación de su procedimiento mediante un auto acordado de la
Corte Suprema. Desde aquella época el habeas corpus es conocido en Chile como "recurso
de amparo". El Código Orgánico de Tribunales de 1943 estableció que el "amparo" sería
conocido en primera instancia por la Corte de Apelaciones respectiva y, en segunda
instancia, por la Corte Suprema.
En el Código Procesal Penal del 2000 se contempló, a la vez, un "amparo ante el juez de
garantía", de carácter correctivo y en única instancia.
Colombia Editar
Pese a ser considerado como derecho fundamental, al existir la correlativa acción, esta
desplaza a la acción de tutela, al tener un término inferior para su resolución, dado el
máximo interés en juego. Se encuentra regulada en la Ley 1095 de 2006. También es el
231
derecho que tiene toda persona privada de la libertad a solicitar la revisión judicial del
encarcelamiento y la cesación inmediata cuando este haya sido ilegal.
El caso de Costa Rica es muy interesante. En efecto, si bien el habeas corpus existía desde
tiempo atrás, al sancionarse en 1989 la Ley de Jurisdicción Constitucional y crearse dentro
de la Corte Suprema una Sala Constitucional verdaderamente autónoma, ha creado un
órgano especial dentro del Poder Judicial, pero con características afines al denominado
"modelo concentrado". La Sala Constituciona,l interpretando en forma extensiva la ley de la
materia, ha actuado no sólo en la libertad personal y su defensa, sino que ha llegado incluso
hasta intervenir en procesos penales en curso para enmendar yerros o marcar pautas de
conducta a la magistratura, considerando que el habeas corpus procede en cualquier
procedimiento penal cuando no se respeta el debido proceso, entendiendo por tal al juez
regular, el derecho de defensa, el principio de inocencia, el in dubio pro reo, la libre
actuación de las pruebas, la doble instancia, el derecho a la sentencia justa, la eficacia de la
sentencia, etc. (cf. Daniel González Álvarez, Justicia constitucional y debido proceso en
"Ciencias Penales", San José, marzo de 1994 Nº 8; Gilberth Armijo Sancho, El control
constitucional en el proceso penal, Editec Editores, San José 1992). Yendo más allá, Rubén
Hernández señala dos casos en los cuales la Sala Constitucional ha anulado dos sentencias
penales firmes (cf. R. Hernández Valle, Derecho procesal constitucional, Edit. Juricentro, San
José 1995, pág. 155). Los defensores de esta irrupción de las acciones de habeas corpus
dentro de un proceso penal en curso e incluso para alterar una sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada, han aducido que no se trataba de una incursión de la Sala
Constitucional en las salas, cortes o juzgados penales, sino de una incursión de la
Constitución en defensa de los derechos humanos, desconocidos por el ordenamiento
procesal penal costarricense, del cual dan varios ejemplos. Admitiendo que ese
ordenamiento procesal penal fuera represivo y no garantista (no obstante ser un país de
gran tradición democrática) y que la jurisprudencia de la Sala Constitucional haya
contribuido a enmendar esos extremos, es indudable que como práctica habitual es
perniciosa y sólo puede explicarse como un proceder transitorio y, en todo caso, de carácter
excepcional, que debería ser minuciosamente reglamentado. Por eso, con el nuevo Código
232
Procesal Penal de 1996, moderno y garantista, la situación ha cambiado notablemente (cf.
Gilbert Armijo S., Javier Llobet R. y Juan Marcos Rivero S., Nuevo proceso penal y
constitución IJSA, San José 1998).
Ecuador Editar
"La acción de hábeas corpus tiene por objeto recuperar la libertad de quien se encuentre
privado de ella de forma ilegal, arbitraria o ilegítima, por orden de autoridad pública o de
cualquier persona, así como proteger la vida y la integridad física de las personas privadas
de libertad. Inmediatamente de interpuesta la acción, la jueza o juez convocará a una
audiencia que deberá realizarse en las veinticuatro horas siguientes, en la que se deberá
presentar la orden de detención con las formalidades de ley y las justificaciones de hecho y
de derecho que sustenten la medida. La jueza o juez ordenará la comparecencia de la
persona privada de libertad, de la autoridad a cuya orden se encuentre la persona detenida,
de la defensora o defensor público y de quien la haya dispuesto o provocado, según el caso.
De ser necesario, la audiencia se realizará en el lugar donde ocurra la privación de libertad.
La jueza o juez resolverá dentro de las veinticuatro horas siguientes a la finalización de la
audiencia. En caso de privación ilegítima o arbitraria, se dispondrá la libertad. La resolución
que ordene la libertad se cumplirá de forma inmediata. En caso de verificarse cualquier
forma de tortura, trato inhumano, cruel o degradante se dispondrá la libertad de la víctima,
su atención integral y especializada, y la imposición de medidas alternativas a la privación de
la libertad cuando fuera aplicable. Cuando la orden de privación de la libertad haya sido
dispuesta en un proceso penal, el recurso se interpondrá ante la Corte Provincial de
Justicia."[9]
España Editar
233
El artículo 17.4 de la Constitución española de 1978 señala que «La ley regulará un
procedimiento de "hábeas corpus" para producir la inmediata puesta a disposición judicial
de toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por ley se determinará el plazo máximo
de duración de la prisión provisional.»
Las que lo fueren por una autoridad, agente de la misma, funcionario público o particular,
sin que concurran los supuestos legales, o sin haberse cumplido las formalidades prevenidas
y requisitos exigidos por las Leyes.
Las que lo estuvieran por plazo superior al señalado en las Leyes si, transcurrido el mismo,
no fuesen puestas en libertad o entregadas al Juez más próximo al lugar de la detención.
Las privadas de libertad a quienes no les sean respetados los derechos que la Constitución y
las Leyes Procesales garantizan a toda persona detenida.
El Ministerio Fiscal.
234
de la autoridad custodia del detenido toda la información necesaria. En el plazo de 24 horas
desde que se acuerde la incoación del procedimiento mediante auto, el Juez oirá tanto al
privado de libertad, como al Ministerio Fiscal, como al que ordenó la detención y el
responsable de la custodia del mismo, resolviendo lo que proceda sobre la legalidad o
ilegalidad de la privación de libertad y ordenando, en cada caso, la continuación de la
detención o la inmediata puesta en libertad del detenido.
Las Sentencias 172 y 173 del Tribunal Constitucional de 1998, consideran que el abogado del
detenido podría solicitar el habeas corpus en nombre del detenido, siempre que haya sido
apoderado, tácita o expresamente a tal efecto.
México Editar
Paraguay Editar
La Constitución paraguaya de 1992 en su Art. 133, consecuente con la evolución del habeas
corpus que no solamente constituye en la actualidad un mecanismo judicial reparador de las
privaciones ilegales de la libertad, sino también de otros tipos de amenazas a la misma,
como el seguimiento, vigilancia u otros tipos de restricciones a la libertad ambulatoria, ha
reconocido siguientes modalidades:
Habeas corpus preventivo: Es la acción que tiene por finalidad evitar las detenciones ilegales
o cualquier otra modalidad de restricción ilegal a la libertad física.
Habeas corpus reparador: Es el habeas corpus tradicional o clásico que supone la existencia
de una persona privada de su libertad corporal y que se deduce para hacer cesar la
detención ilegal.
235
casos de violencia física, psíquica o moral que agraven las condiciones de personas
legalmente privadas de su libertad.[11]
Perú Editar
El 21 de octubre de 1897 se promulgó una ley que buscaba reglamentar la citada disposición
constitucional. Esta norma acoge el habeas corpus de acuerdo al modelo inglés. En 1916 fue
promulgada la Ley N° 2223 que señala que todos los derechos reconocidos por la
Constitución del Estado (1867) darán lugar a recursos destinado a amparar a los habitantes
de la República. A estos recursos son aplicables los dispositivos de la ley de habeas corpus.
La Constitución de 1920 fue el primer texto constitucional que consagró el habeas corpus
señalándolo como recurso y el Código de Procedimientos en Materia Criminal de ese mismo
año lo reglamentó. Posteriormente la Constitución de 1933 amplió el ámbito de aplicación
del habeas corpus a todos los derechos constitucionales, dando lugar al hábeas corpus civil.
Su reglamentación se dio en el Código de Procedimientos Penales de 1940. Posteriormente
el Decreto Ley N° 17083 estableció la pautas procesales propias del habeas corpus civil.
La Constitución de 1979 introdujo la Acción de Amparo por lo que el habeas corpus civil
careció de efecto y el habeas corpus se restringió, nuevamente, a tutelar los derechos
relativos a la libertad y la integridad física de las personas. Estas garantías constitucionales
fueron reguladas por la Ley Nª 23506.
236
Constitución Política de 1993 y el Código Procesal Constitucional promulgado en el 2004.
Este último cuerpo legislativo incluye la posibilidad de interponer esta acción de garantía
contra resoluciones judiciales firmes.
"Todo el que por cualquier causa haya sido privado de su libertad en la República
Dominicana tiene derecho, sea a petición suya o de cualquiera persona, excepto cuando
haya sido detenido por sentencia de Juez o Tribunal competente, a un mandamiento de
hábeas corpus con el fin de averiguar cuales son las causas de la prisión o privación de su
libertad y para que en los casos previstos se le devuelva ésta.
El mandamiento de hábeas corpus podrá ser requerido, expedido y entregado cualquier día;
pero el caso no será visto sino en día hábil o habilitado especialmente al efecto.
Actualmente la Ley 5353 de hábeas corpus del 22 de octubre de 1914, fue derogada por el
Nuevo Código Procesal Penal Dominicano (Ley 76-02), rigiéndose de este modo por el Título
VII del CPP, en los artículos 381 hasta el 392. Sin embargo esta derogación entra en
contradicción con la constitución aprobada en 2010, ya que somete el habeas corpus a
requisitos de admisibilidad que la constitución no provee.
Uruguay Editar
237
"En caso de prisión indebida el interesado o cualquier persona podrá interponer ante el Juez
competente el recurso de 'hábeas corpus', a fin de que la autoridad aprehensora explique y
justifique de inmediato el motivo legal de la aprehensión, estándose a lo que decida el Juez
indicado".
Venezuela Editar
Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el goce y
ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aún de aquellos inherentes a la
persona que no figuren expresamente en esta Constitución o en los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos.
238
La acción de amparo a la libertad o seguridad podrá ser interpuesta por cualquier persona, y
el detenido o detenida será puesto o puesta bajo la custodia del tribunal de manera
inmediata, sin dilación alguna.
El ejercicio de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por la declaración del
estado de excepción o de la restricción de garantías constitucionales.
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha señalado en Sentencia Nº 113 del
17 de marzo de 2000 lo siguiente: "... el Hábeas Corpus se concibe como una verdadera
garantía contra arrestos y detenciones arbitrarias... ". Cuando haya transcurrido el lapso
para presentar al detenido ante el Juzgado de Control debe acordarse el mandamiento de
habeas corpus, dado que el Ministerio Público no ha iniciado la averiguación penal
respectiva ante los tribunales. El objetivo es poner a la persona que ha sido detenida de
forma ilegal a la disposición del tribunal, por lo que el Juez Constitucional decide sobre la
legitimidad de esa privación de libertad en particular. El Amparo Constitucional en la
modalidad de habeas corpus procede ante la detención ilegítima o por la violación del
derecho a la libertad que asiste a todo ciudadano.
Véase también
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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Date: mié., 25 de dic. de 2019 02:57
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Habeas corpus
institución jurídica que obliga a que toda persona detenida se la presente en un plazo
preventivo determinado ante el juez de instrucción
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El habeas corpus[1] (hasta 2010, castellanizado como hábeas corpus)[2] es una institución
jurídica que obliga a que toda persona detenida se la presente en un plazo preventivo
determinado ante el juez de instrucción, quien podría ordenar la libertad inmediata del
detenido si no encontrara motivo suficiente de arresto.
240
Este término proviene del latín hábeas corpus [ad subiiciendum] ‘que tengas [tu] cuerpo
[para exponer]’, "tendrás tu cuerpo libre", siendo hábeās la segunda persona singular del
presente de subjuntivo del verbo latino habēre (‘tener’). O puede ser llamado igualmente
como "cuerpo presente" o "persona presente".
Su adopción en Inglaterra
Su adopción en España
Argentina Editar
En este país, la acción de hábeas corpus tiene reconocimiento constitucional explícito desde
la reforma a la Constitución de 1994. Pero anteriormente ya gozaba de efectiva vigencia en
la práctica jurisprudencial. La Constitución de la Nación Argentina[5], en su artículo 43
(último párrafo), expresa: "Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado
fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de
detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción de habeas corpus podrá
ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato,
aún durante la vigencia del estado de sitio".[6]
El hábeas corpus, regulado por la Ley 23.098, es un procedimiento que permite una rápida
solución judicial cuando tu libertad física se ve amenazada, atacada o restringida de forma
ilegítima por una autoridad pública. El procedimiento del habeas corpus se puede usar: si
una autoridad pública, que no tiene una orden escrita de detención, amenaza o limita la
241
libertad física de una persona; si una persona alojada en una cárcel, comisaría u otra
repartición y ve agravada ilegítimamente las condiciones de su privación de libertad. 36
horas
El habeas corpus se inicia a con una denuncia ante un juez. La denuncia debe contener:
nombre y domicilio del denunciante; nombre, domicilio y demás datos personales de la
persona perjudicada; autoridad que limitó la libertad de la persona perjudicada; causa del
acto perjudicial; y describir por qué la limitación de la libertad es ilegítima. No es necesario
que la denuncia sea por escrito, se puede hacer de forma oral y no se exigen formalidades.
Puede hacerse en cualquier día, sea hábil o inhábil y a cualquier hora. No hace falta la
intervención de un abogado. Es un procedimiento rápido porque pretende solucionar un
tema urgente. Dentro de la 24 horas el juez pide que se presenten la persona afectada y la
autoridad que dictó la medida. Terminada la audiencia, el juez toma una decisión y la lee
inmediatamente a todos los presentes. Si el juez considera que la detención es legal,
rechaza el hábeas corpus. Si el juez considera que la detención es ilegal, ordena la inmediata
libertad de la persona afectada.[7]
Bolivia Editar
La finalidad con la que nació el habeas corpus en Bolivia, se adscribe dentro de los fines que
persiguió esta garantía desde sus primeras articulaciones jurídicas, hasta su configuración
moderna: dotar a la persona humana de un medio de defensa breve y sumario, destinado a
conservar o recuperar su libertad, cuando la misma hubiere sido indebida o arbitrariamente
vulnerada, como alternativa a los procedimientos ordinarios caracterizados por la
morosidad en su trámite y resolución.
Esta acción tutelar instituida en resguardo de los derechos a la libertad física y a la libertad
de locomoción, no puede dirigirse en contra de particulares, sino únicamente en contra de
funcionarios y/o autoridades públicas.
Al igual que sucede con el Amparo Constitucional, existe un álgido debate respecto a la
naturaleza jurídica del habeas corpus (ahora denominado en la Constitución del 9 de
febrero de 2010 como Acción de Libertad) en sentido de determinar si en Bolivia se
configura como un juicio, un recurso, una acción, un derecho, un proceso o un
procedimiento. Al respecto es posible indicar que:
242
En el art. 18 de la Constitución de 1967 se configuraba como un recurso constitucional,
posición que se ve fortalecida con el criterio jurisprudencial del Tribunal Constitucional, en
el sentido de que el habeas corpus únicamente revisaba la actuación de las autoridades
públicas, y no así la de los particulares.
Otros se oponen a considerar al habeas corpus como un “recurso”, pues indican que un
“recurso” puede ser accionado por el sujeto procesal que, en un juicio, se siente lesionado
por una medida judicial; mientras que el habeas corpus es una acción que no siempre
procede dentro de un proceso judicial o administrativo.
Por otra parte, existen quienes sostienen que es un “derecho” que tiene todo ciudadano
detenido o preso, para que el juez o tribunal competente resuelva si su privación de libertad
es o no ilegal.
La nueva Constitución Política del Estado boliviana de 2009 cambia el nombre del Recurso
de Hábeas Corpus por el de “Acción de Libertad” dentándose así el término “acción”
procesal entendida básicamente como el derecho de todo ciudadano de acudir a un órgano
jurisdiccional en defensa de sus derechos fundamentales que protege la acción de libertad
(la libertad de locomoción, la vida, la salud e integridad personal).
243
Chile Editar
La Constitución de 1828 establecía en su artículo 104 una acción popular para proteger la
libertad y seguridad personal.
La Constitución de 1925 reconocía esta acción en su artículo 16, reproduciendo con ligeras
modificaciones la regulación proveniente de la Constitución de 1833. En 1932 se
complementó la reglamentación de su procedimiento mediante un auto acordado de la
Corte Suprema. Desde aquella época el habeas corpus es conocido en Chile como "recurso
de amparo". El Código Orgánico de Tribunales de 1943 estableció que el "amparo" sería
conocido en primera instancia por la Corte de Apelaciones respectiva y, en segunda
instancia, por la Corte Suprema.
En el Código Procesal Penal del 2000 se contempló, a la vez, un "amparo ante el juez de
garantía", de carácter correctivo y en única instancia.
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Colombia Editar
Pese a ser considerado como derecho fundamental, al existir la correlativa acción, esta
desplaza a la acción de tutela, al tener un término inferior para su resolución, dado el
máximo interés en juego. Se encuentra regulada en la Ley 1095 de 2006. También es el
derecho que tiene toda persona privada de la libertad a solicitar la revisión judicial del
encarcelamiento y la cesación inmediata cuando este haya sido ilegal.
El caso de Costa Rica es muy interesante. En efecto, si bien el habeas corpus existía desde
tiempo atrás, al sancionarse en 1989 la Ley de Jurisdicción Constitucional y crearse dentro
de la Corte Suprema una Sala Constitucional verdaderamente autónoma, ha creado un
órgano especial dentro del Poder Judicial, pero con características afines al denominado
"modelo concentrado". La Sala Constituciona,l interpretando en forma extensiva la ley de la
materia, ha actuado no sólo en la libertad personal y su defensa, sino que ha llegado incluso
hasta intervenir en procesos penales en curso para enmendar yerros o marcar pautas de
conducta a la magistratura, considerando que el habeas corpus procede en cualquier
procedimiento penal cuando no se respeta el debido proceso, entendiendo por tal al juez
regular, el derecho de defensa, el principio de inocencia, el in dubio pro reo, la libre
actuación de las pruebas, la doble instancia, el derecho a la sentencia justa, la eficacia de la
sentencia, etc. (cf. Daniel González Álvarez, Justicia constitucional y debido proceso en
"Ciencias Penales", San José, marzo de 1994 Nº 8; Gilberth Armijo Sancho, El control
245
constitucional en el proceso penal, Editec Editores, San José 1992). Yendo más allá, Rubén
Hernández señala dos casos en los cuales la Sala Constitucional ha anulado dos sentencias
penales firmes (cf. R. Hernández Valle, Derecho procesal constitucional, Edit. Juricentro, San
José 1995, pág. 155). Los defensores de esta irrupción de las acciones de habeas corpus
dentro de un proceso penal en curso e incluso para alterar una sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada, han aducido que no se trataba de una incursión de la Sala
Constitucional en las salas, cortes o juzgados penales, sino de una incursión de la
Constitución en defensa de los derechos humanos, desconocidos por el ordenamiento
procesal penal costarricense, del cual dan varios ejemplos. Admitiendo que ese
ordenamiento procesal penal fuera represivo y no garantista (no obstante ser un país de
gran tradición democrática) y que la jurisprudencia de la Sala Constitucional haya
contribuido a enmendar esos extremos, es indudable que como práctica habitual es
perniciosa y sólo puede explicarse como un proceder transitorio y, en todo caso, de carácter
excepcional, que debería ser minuciosamente reglamentado. Por eso, con el nuevo Código
Procesal Penal de 1996, moderno y garantista, la situación ha cambiado notablemente (cf.
Gilbert Armijo S., Javier Llobet R. y Juan Marcos Rivero S., Nuevo proceso penal y
constitución IJSA, San José 1998).
Ecuador Editar
"La acción de hábeas corpus tiene por objeto recuperar la libertad de quien se encuentre
privado de ella de forma ilegal, arbitraria o ilegítima, por orden de autoridad pública o de
cualquier persona, así como proteger la vida y la integridad física de las personas privadas
de libertad. Inmediatamente de interpuesta la acción, la jueza o juez convocará a una
audiencia que deberá realizarse en las veinticuatro horas siguientes, en la que se deberá
presentar la orden de detención con las formalidades de ley y las justificaciones de hecho y
de derecho que sustenten la medida. La jueza o juez ordenará la comparecencia de la
persona privada de libertad, de la autoridad a cuya orden se encuentre la persona detenida,
de la defensora o defensor público y de quien la haya dispuesto o provocado, según el caso.
De ser necesario, la audiencia se realizará en el lugar donde ocurra la privación de libertad.
La jueza o juez resolverá dentro de las veinticuatro horas siguientes a la finalización de la
audiencia. En caso de privación ilegítima o arbitraria, se dispondrá la libertad. La resolución
que ordene la libertad se cumplirá de forma inmediata. En caso de verificarse cualquier
forma de tortura, trato inhumano, cruel o degradante se dispondrá la libertad de la víctima,
su atención integral y especializada, y la imposición de medidas alternativas a la privación de
246
la libertad cuando fuera aplicable. Cuando la orden de privación de la libertad haya sido
dispuesta en un proceso penal, el recurso se interpondrá ante la Corte Provincial de
Justicia."[9]
España Editar
El artículo 17.4 de la Constitución española de 1978 señala que «La ley regulará un
procedimiento de "hábeas corpus" para producir la inmediata puesta a disposición judicial
de toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por ley se determinará el plazo máximo
de duración de la prisión provisional.»
Las que lo fueren por una autoridad, agente de la misma, funcionario público o particular,
sin que concurran los supuestos legales, o sin haberse cumplido las formalidades prevenidas
y requisitos exigidos por las Leyes.
Las que lo estuvieran por plazo superior al señalado en las Leyes si, transcurrido el mismo,
no fuesen puestas en libertad o entregadas al Juez más próximo al lugar de la detención.
Las privadas de libertad a quienes no les sean respetados los derechos que la Constitución y
las Leyes Procesales garantizan a toda persona detenida.
247
El detenido, su cónyuge, descendientes, ascendientes y hermanos.
El Ministerio Fiscal.
Las Sentencias 172 y 173 del Tribunal Constitucional de 1998, consideran que el abogado del
detenido podría solicitar el habeas corpus en nombre del detenido, siempre que haya sido
apoderado, tácita o expresamente a tal efecto.
México Editar
Paraguay Editar
La Constitución paraguaya de 1992 en su Art. 133, consecuente con la evolución del habeas
corpus que no solamente constituye en la actualidad un mecanismo judicial reparador de las
privaciones ilegales de la libertad, sino también de otros tipos de amenazas a la misma,
248
como el seguimiento, vigilancia u otros tipos de restricciones a la libertad ambulatoria, ha
reconocido siguientes modalidades:
Habeas corpus preventivo: Es la acción que tiene por finalidad evitar las detenciones ilegales
o cualquier otra modalidad de restricción ilegal a la libertad física.
Habeas corpus reparador: Es el habeas corpus tradicional o clásico que supone la existencia
de una persona privada de su libertad corporal y que se deduce para hacer cesar la
detención ilegal.
Perú Editar
El 21 de octubre de 1897 se promulgó una ley que buscaba reglamentar la citada disposición
constitucional. Esta norma acoge el habeas corpus de acuerdo al modelo inglés. En 1916 fue
promulgada la Ley N° 2223 que señala que todos los derechos reconocidos por la
Constitución del Estado (1867) darán lugar a recursos destinado a amparar a los habitantes
de la República. A estos recursos son aplicables los dispositivos de la ley de habeas corpus.
249
La Constitución de 1920 fue el primer texto constitucional que consagró el habeas corpus
señalándolo como recurso y el Código de Procedimientos en Materia Criminal de ese mismo
año lo reglamentó. Posteriormente la Constitución de 1933 amplió el ámbito de aplicación
del habeas corpus a todos los derechos constitucionales, dando lugar al hábeas corpus civil.
Su reglamentación se dio en el Código de Procedimientos Penales de 1940. Posteriormente
el Decreto Ley N° 17083 estableció la pautas procesales propias del habeas corpus civil.
La Constitución de 1979 introdujo la Acción de Amparo por lo que el habeas corpus civil
careció de efecto y el habeas corpus se restringió, nuevamente, a tutelar los derechos
relativos a la libertad y la integridad física de las personas. Estas garantías constitucionales
fueron reguladas por la Ley Nª 23506.
"Todo el que por cualquier causa haya sido privado de su libertad en la República
Dominicana tiene derecho, sea a petición suya o de cualquiera persona, excepto cuando
haya sido detenido por sentencia de Juez o Tribunal competente, a un mandamiento de
hábeas corpus con el fin de averiguar cuales son las causas de la prisión o privación de su
libertad y para que en los casos previstos se le devuelva ésta.
El mandamiento de hábeas corpus podrá ser requerido, expedido y entregado cualquier día;
pero el caso no será visto sino en día hábil o habilitado especialmente al efecto.
250
Actualmente la Ley 5353 de hábeas corpus del 22 de octubre de 1914, fue derogada por el
Nuevo Código Procesal Penal Dominicano (Ley 76-02), rigiéndose de este modo por el Título
VII del CPP, en los artículos 381 hasta el 392. Sin embargo esta derogación entra en
contradicción con la constitución aprobada en 2010, ya que somete el habeas corpus a
requisitos de admisibilidad que la constitución no provee.
Uruguay Editar
"En caso de prisión indebida el interesado o cualquier persona podrá interponer ante el Juez
competente el recurso de 'hábeas corpus', a fin de que la autoridad aprehensora explique y
justifique de inmediato el motivo legal de la aprehensión, estándose a lo que decida el Juez
indicado".
Venezuela Editar
251
Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el goce y
ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aún de aquellos inherentes a la
persona que no figuren expresamente en esta Constitución o en los instrumentos
internacionales sobre derechos humanos.
La acción de amparo a la libertad o seguridad podrá ser interpuesta por cualquier persona, y
el detenido o detenida será puesto o puesta bajo la custodia del tribunal de manera
inmediata, sin dilación alguna.
El ejercicio de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por la declaración del
estado de excepción o de la restricción de garantías constitucionales.
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha señalado en Sentencia Nº 113 del
17 de marzo de 2000 lo siguiente: "... el Hábeas Corpus se concibe como una verdadera
garantía contra arrestos y detenciones arbitrarias... ". Cuando haya transcurrido el lapso
para presentar al detenido ante el Juzgado de Control debe acordarse el mandamiento de
habeas corpus, dado que el Ministerio Público no ha iniciado la averiguación penal
respectiva ante los tribunales. El objetivo es poner a la persona que ha sido detenida de
forma ilegal a la disposición del tribunal, por lo que el Juez Constitucional decide sobre la
legitimidad de esa privación de libertad en particular. El Amparo Constitucional en la
modalidad de habeas corpus procede ante la detención ilegítima o por la violación del
derecho a la libertad que asiste a todo ciudadano.
Véase también
Referencias
Bibliografía
252
Enlaces externos
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Derecho Laboral
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Derecho Laboral
Introducción
253
El Derecho de Trabajo
INTRODUCCIÓN
Etimológicamente la palabra trabajo proviene del latín trabis, que significa traba, dificultad,
impedimento el cual nace por la necesidad de evolución y desarrollo del hombre por y para
el surgimiento de su familia y el suyo propio; el trabajo es considerado como un factor de
producción que supone el intercambio de bienes y servicios para la satisfacción de las
necesidades humanas, este hecho social crea la necesidad de regulación y es por ello que
surge dentro del Derecho la rama del Derecho del Trabajo que no es mas que el conjunto de
Normas de orden público que regulan las relaciones jurídicas que tienen por causa el trabajo
254
como hecho social y que por gozar de un sistema homogéneo de estas normas, además de
un sistema administrativo y judicial propio lo hacen ser autónomo de las demás ramas, claro
está que relacionándose con ellas.
Este Derecho del Trabajo no surge de la noche a la mañana, tiene un período de evolución
histórica que se irá desarrollando a lo largo del presente manuscrito, pasando por la época
antigua, edad media, edad moderna y contemporánea, llegando a América y comparando su
evolución con respecto a las antiguas potencias europeas, en donde se observa mayor
evolución de las normas en América Latina que con respecto a los países europeos.
El Derecho de Trabajo
Rafael Caldera lo resume como el conjunto de normas jurídicas que regulan al trabajo como
hecho social.
El Derecho de trabajo ha sido nombrado de muchas maneras entre las que destacan El
Derecho Social, el cual ha sido empleada con mucha frecuencia, inclusive, hoy día en
Venezuela, no obstante muchos de los que se dedican a esta rama jurídica, a veces emplean
la expresión Derecho Social como sinónimo de Derecho del Trabajo o laboral, también se
utiliza para hacer referencia a una tercera rama del Derecho, además de la tradicional,
división del Derecho Público y Privado, o para identificar una corriente jurídica. También ha
255
sido denominado como Derecho Obrero, Derecho Industrial, El Nuevo Derecho y Legislación
del Trabajo, términos que limitan el contenido de la disciplina en la mayoría de los casos.
Es autónomo: Porque a pesar de que forma parte del Derecho Positivo tiene sus propias
normas, es independiente.
Es dinámico: Porque regula las relaciones jurídicas laborales, establecidas entre los dos
polos de la sociedad capitalista.
Es de gran fuerza expansiva: Porque nació protegiendo a los obreros y luego a los
empleados. Es eminentemente clasista.
Es imperativo: Como normas del Derecho Público es imperativo y por lo tanto no puede
renunciarse ni relajarse por convenios particulares.
Es concreto y actual: Si bien es cierto que en la Ley del Trabajo existen normas de carácter
abstracto, la normativa esta adaptada a las necesidades del país, teniendo en cuenta la
diversidad de sexos, los regímenes especiales del trabajo como por ejemplo del trabajo de
menores, aprendices, mujeres, trabajadores domésticos, conserjes, trabajadores a
domicilio, deportistas y trabajadores rurales.
Regula los deberes y derechos tanto de los obreros como de los patronos.
256
Norma todo lo referente a salario, horas de trabajo, despidos justificado y no justificados,
contratos individuales, sindicatos, huelgas entre otros.
Es decir, hay que verlo como un hecho social, porque implica una serie de condiciones
sociales de cada trabajo.
"Esta ley regirá las situaciones y relaciones jurídicas del trabajo como hecho social"
Entre los tratadistas se discute la naturaleza jurídica del Derecho del Trabajo es de orden
público o es de orden privado. Unos opinan, que para saber si la norma es de Derecho
Público, hay que analizar la relación jurídica existente, será pública si la norma que lo rige es
de carácter público.
Otros para determinar su naturaleza se refieren a los sujetos intervinientes en esta relación,
determinando que si los sujetos antedichos son de Derecho Privado, la relación es de
Derecho Privado, y viceversa. El Derecho del Trabajo por su naturaleza es un híbrido, ya que
está integrado por normas de Derecho Público y de Derecho Privado.
257
Autonomía del Derecho del Trabajo
Es un sistema homogéneo de reglas orientadas por un propósito tutelar del trabajo, por
cuenta y bajo dependencia ajena. Se refiere a que el Derecho laboral tiene sus propias leyes
sustantivas, porque tiene normas especiales para la materia laboral.
Por sus fuentes y métodos de interpretación propia; tiene fuentes muy particulares al
Derecho laboral, en cualquier proceso se debe entender quien es el débil jurídico, es decir,
la balanza se va a inclinar al débil jurídico.
Segunda Instancia: Recurso de casación ? Sala Social del Tribunal Supremo de Justicia.
En cuanto a la esfera de aplicación de las normas jurídicas en materia de trabajo, vale citar
el contenido del capítulo V, artículos 59 y 60, de la Ley Orgánica de Trabajo en los que se
señala el campo de aplicación de la Ley.
Artículo 59
"En caso de conflicto de leyes prevalecerán las del trabajo, sustantivas o de procedimiento.
Si hubiere dudas en la aplicación de varias normas vigentes, o en la interpretación de una
determinada norma, se aplicará las más favorable al trabajador, la norma adoptará deberá
aplicarse en su integridad."
Artículo 60
258
"Además de las disposiciones constitucionales y legales de carácter imperativo, para la
resolución de un caso determinado se aplicará, en el orden indicado:
El Contrato de Trabajo.
Los principios que inspiran la legislación del trabajo, tales como los contenidos explícita o
implícitamente en declaraciones constitucionales o en los convenios y recomendaciones
adoptadas en el seno de la Organización Internacional del Trabajo y en las jurisprudencias y
doctrinas nacionales.
La equidad.
Tal como se establece en los artículos 7 y 8 de la Ley Orgánica del Trabajo, se exceptúan los
siguientes:
Los cuerpos Armados: Siendo estos los integrantes de la Fuerza Armada Nacional, los
servicios policiales y los demás que están vinculados a la defensa y la seguridad de la nación
y al mantenimiento del orden público. Se rigen por la Ley de la Previsión Social de las
Fuerzas Armadas Policiales.
Los Funcionarios Públicos: Que pueden ser nacionales, estadales o municipales, los cuales se
rigen por la Ley de Estatuto de la Función Pública y subsidiariamente la Ley del Trabajo en el
ingreso, permanencia y la salida.
259
La Jurisprudencia: Es en todo caso, fuente formal de normas jurídicas individuales, por
cuanto establece, en la forma lógica de la norma jurídica, imperativos de la conducta que
bien pueden ser formas obligatorias de comportamiento o composición de sanciones, dada
una conducta indebida. La jurisprudencia puede ser vinculante (Sala Constitucional) es decir,
que lo que rece en esa jurisprudencia, su cumplimiento es Ley.
La Legislación: La cual está contenida en las leyes, como la Ley Orgánica del Trabajo, La
Constitución, Leyes Especiales, Reglamentos.
Como Fuentes Específicas del Derecho Laboral, conforme al artículo 60 de la ley Orgánica
del Trabajo:
Convención Colectiva: Su principal característica es que tiene sindicato (art. 398 y 508 LOT).
Según Jaime (op. Cit) La convención Colectiva es fuente original del Derecho del Trabajo y
muchas de las innovaciones del legislador han encontrado su origen en la práctica constante
de la convención colectiva.
Laudo Arbitral: Son las decisiones tomadas por los árbitros nombrados en un proceso de
arbitraje y sus decisiones tiene el mismo peso o valor de una sentencia (artículo 493 LOT)
Contrato de trabajo: Que es ley entre las partes, ya sea un contrato individual o colectivo,
que se celebra entre trabajadores y patrono.
Laboral Colectivo: Una vez introducido el pliego conflictivo hay fuero sindical. Regula las
relaciones entre un patrono y un grupo organizado de trabajadores (sindicato).
Laboral Procesal: A partir de la Ley Procesal del Trabajo, ventila todo lo contencioso laboral
a través de los tribunales laborales.
Con el Derecho Civil: Nuestro Código Civil sigue el sistema del principio de la autonomía de
la voluntad: por el cual el juez deberá indagar e interpretar la voluntad de las partes.
Con el Derecho Constitucional: Que ha sido influido por el Derecho del Trabajo hasta el
punto de provocar reformas en la Constitución de las Naciones.
Con el Derecho Penal: Que tiene tipos especiales de normas para infracciones relativas al
trabajo.
Con el Derecho Procesal: Que a la vez que amplió su radio con la especialidad del
procedimiento laboral mediante la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimientos del
Trabajo, el Derecho Procesal le sirve de fuente supletoria.
261
El Derecho del Trabajo no es muy antiguo, pero el trabajo existe desde que el hombre ocupa
el mundo e incluso se habla en la Biblia específicamente en el libro del Génesis del trabajo
pero como castigo, no era una norma jurídica si no una manera de disciplinar a nuestros
primeros padres por desobediencias a Dios, eso hizo que naciera el trabajo como un castigo
y en realidad no existía legislación sobre la actividad laboral, no se sabía lo que significaba
pacto entre trabajador y empleador; en los primeros años no existía una sociedad de
consumo como la que conocemos hoy en día, el hombre se dedicaba a subsistir y no se
colocaba en relación a la subordinación respecto a alguien, sólo tomaba lo que necesitaba
de la naturaleza, pero como el hombre necesitaba agruparse para su sobre vivencia,
comenzó a organizar el trabajo de su producción el excedente para intercambiarlo por otro
(trueque), así se interrelacionaba con los demás y a la vez satisfacía sus otras necesidades.
No existe un detalle en la historia que nos muestre cuál ha sido la evolución del trabajo, lo
único que tenemos son las instituciones que quedaron plasmadas y que nosotros la
interpretamos de determinadas formas, ejemplo el Código Humarabi, donde encontramos
algunas muestras basadas en hechos naturales y religiosos que posteriormente pasaron a
ser limitaciones del derecho del trabajador.
Las leyes de Marcu surgieron posteriormente y de ella concluimos que el hombre hizo una
limitación a la jornada de trabajo, no precisamente para que el trabajador descansara sino
porque se dio cuenta que hay un tiempo de luz y un tiempo de sombra y en el primero la
mayoría de los animales trabaja para poder descansar en el segundo, así se pensó que el
hombre debería hacer lo mismo, trabajar en tiempo de luz y descansar en tiempo de
sombra, esto implica de un recuento formal debe empezar de la Roma antigua o Roma
Clásica, no hay necesidad de empezar desde Grecia porque toda la concesión de Grecia la
vamos a tener en Roma.
Roma Clásica: Se consideraba que el trabajo no era para las personas sino para los animales
y las cosas, dentro de las cuales se encontraban ciertas categorías de la especie humana que
tenían condición de esclavo. El trabajo era en esos tiempos denigrante y despreciativo, la
condición de esclavo en Roma se adquiría por ejemplo por el hecho de perder una guerra,
así el ganador de la misma tenía dos opciones matar o no al perdedor si lo hacía allí todo
quedaba, pero en el caso que decidiera no hacerlo la persona pasaba a ser de su propiedad,
pero como el hecho de mantenerlo le ocasionaba un costo, pues eso gastos debían
reintegrarse de alguna manera, por ello debía trabajar para este y así se consideraba su
esclavo. No existía en Roma el Derecho al trabajo en el sentido técnico de la expresión por la
tanto no era regulado, no había Derecho del trabajo.
262
Los romanos se preocupaban por desarrollar el Derecho Civil pero no la de las demás ramas
del Derecho, en todo caso la actividad principal que desarrollaban en Roma era la
agricultura pero habían otras tales como el transporte, el comercio, las llamadas
profesiones liberales (jurisconsultos, ingenieros, médicos, etc) pero en muchos casos las
personas que desarrollaban esta actividad no eran ciudadanos romanos por eso no podía
ser sujetos a una relación de trabajo además ellos no eran retribuidos por prestar esa
actividad sólo se reconocían ciertos honores públicos, de allí viene la idea de lo que
conocemos hoy en día como defensor Ad-Litem, con una carta Ad honorem y lógicamente la
expresión honorario.
Edad Media: Efectivamente comienza con la caída del Imperio Romano con la invasión de
los monjes católicos romanos, escondieron toda la información y los conocimientos, por lo
tanto eran los únicos que tenían acceso a la cultura; hubo una época en que no pasó nada,
el hombre se dedico a pasar el tiempo, no progresó la ciencia ni la cultura, luego que los
monjes comienzan a mostrar la cultura surge una nueva concepción de trabajo, ya no es
considerado como denigrante peyorativo para el esclavo, surge una nueva concepción moral
de trabajo llegando incluso a la concepción de la cualidad humana, esto gracias a una
expresión salida de los monasterios portugueses "El ocio es el enemigo del alma" es muy
importante pues esto quiere decir que el hombre tiene necesidad de subsistir, sostener a su
familia, perfeccionar el grupo social y dedicarse al cultivo de su alma, surge una idea muy
interesante "Todos debemos trabajar en la medida de sus posibilidades"el fenómeno social
que se caracterizó en la edad media es el feudalismo que son mini-estados con grandes
extensiones de tierra en manos de un mismo Estado, este fenómeno hace que se muestre el
atesoramiento del poder a través de dos formas:
Maestro.
263
Oficiales y ayudantes. (asistente del maestro en el comienzo del oficio o arte que
desarrollaban)
Los maestros se cambiaron por patronos en el sentido que reconoce los aprendices por
trabajadores, el taller por la fábrica y el precio justo por el precio del mercado y entre precio
del mercado conseguiremos el salario, surge la necesidad de la producción en serie y
aparecen las máquinas como medios o formas de producir y a la par de ello la competencia
entre productores y los riesgos que debe asumir el patrono para conducir.
Así en Francia en 1791 se da la llamada "Le Chatelier" que le da carácter delictual a las
asociaciones y corporaciones y el trabajador no puede reunirse ya que pierde exclusividad
en el área que maneja, lo cual afecta el poder político.
264
Edad Contemporánea: Se inicia con la Revolución Francesa a finales del siglo XVIII y las
consecuencias mas importante es la concesión política, surge el concepto de Estado
organizado; en ese tiempo en Europa empezaron a desaparecer las pocas condiciones que
habían en cuanto al trabajo, estas existían de acuerdo al liberalismo dando como origen
otras concesiones como es la comunista los medios de producción deben ser de las
personas, no de las que las poseen sino de las que la hacen producir, estas concesiones se
fundan a través de la Iglesia Católica.
En el año de 1940 surge el manifiesto comunista del Derecho del Trabajo como programa
autónomo y principios propios habían nacidos normas propias que no se podían encuadrar
en ninguna de las ramas del Derecho por lo que se hizo necesaria crear una rama nueva que
es lo que hoy conocemos como el Derecho al Trabajo.
En América, el amparo de la mujer y el menor se concreta también en las leyes dictadas por
casi todos los países del continente durante las primeras décadas del presente siglo
pudiendo citar a modo de ejemplo la ley argentina del 14 de octubre de 1907, la ley chilena
de contrato de trabajo del 8 de septiembre de 1924 estableciendo como edad mínima 14
años; Colombia, Guatemala, Perú y México regulan las jornadas del menor en un período
nunca mayor de las 6 horas interrumpidas por un descanso de duración variable. La
prohibición de trabajo nocturno para los menores de 18 años, en Brasil (Código de Menores
de 27-2-1914) o en Guatemala, cuya Ley de trabajo prohíbe el trabajo de los menores en
ocupaciones nocturnas insalubres o peligrosas, son ejemplos de la preocupación del
legislador americano por defender la mano de obra infantil de las distintas naciones. Igual
podría decirse la legislación protectora de la mujer, que se dicta ordinariamente en los
países de América durante el primer cuarto del siglo pasado, la prohibición de despido de la
mujer embarazada; los plazos de descanso previo y posteriores al alumbramiento, la
prohibición de trabajos peligrosos, incómodos o insalubres para la madre o para la vida del
feto; y, en fin, la prohibición de trabajo nocturno para las mujeres, es norma habitual de la
legislación americana del período señalado.
265
Ley de Pobres
Las leyes de pobres de Inglaterra derivan de las normas y prácticas con las que desde la
primera mitad del siglo XVI se había intentado suprimir el vagabundeo. El sistema de
caridad institucionalizada que surge en estos momentos proporciona ayudas a los pobres
pero les prohibe mendigar fuera de sus parroquias de origen: los mendigos quedaban
confinados dentro de áreas específicas y el salirse de las mismas estaba fuertemente
penalizado. Todas estas normas fueron recopiladas en el reinado de Isabel I y dieron origen
a la primera ley oficial de pobres conocida como Ley de Isabel del año 1601. Esta ley
estableció los principios de un sistema nacional de ayuda legal y obligatoria a los pobres y
constituyó la base de lo que más tarde se conocería como antigua ley de pobres.
El sistema de ayuda legal a los pobres que se instituyó en ese momento se caracterizaba por
los siguientes elementos: (a) la parroquia era la unidad básica de aplicación; (b) las ayudas
se financiaban fundamentalmente a través de impuestos sobre las propiedades locales; (c)
la gestión corría a cargo de funcionarios nombrados por los jueces locales; y (d) las ayudas
variaban dependiendo del tipo de pobre: limosnas y asilos para los pobres incapacitados
(ancianos y enfermos), aprendizaje de oficios para los niños, trabajo para los pobres
capacitados, y castigo o prisión para los que podían y no querían trabajar.
Las sucesivas leyes de pobres que se fueron promulgando a partir de la Ley de Isabel se
complementaron con las llamadas leyes de asentamiento. Estas leyes impedían que un
recién llegado a una parroquia pudiera establecerse irregularmente en ella y se convirtiera
en una carga económica adicional para los habitantes de la misma.
Aunque el principio del asentamiento no era nuevo, fue la Ley de Asentamiento de 1662 la
que estableció una definición precisa y uniforme de asentamiento. Las disposiciones sobre
el asentamiento fueron a menudo ignoradas, eludidas y modificadas por leyes posteriores,
pero los requisitos para el asentamiento y las restricciones a la movilidad de los pobres
continuaron existiendo y se convirtieron en una característica esencial de la antigua ley de
pobres.
Ley Aplicable a las Industrias Algodoneras, Ley de Prusia de 1839 y Ley de Francia de 1861
266
En 1796 fue aprobado el 22 de junio la primera ley destinada a resguardar el patrimonio
humano de los nocivos efectos de la Revolución Industrial prescribía disposiciones
sanitarias: limitaba a 12 horas máximas la jornada diaria, incluyendo el tiempo de comedor;
hacía obligatoria la instrucción del menor y establecía un sistema de inspección periódico
del trabajo, no obstante esta ley ni siquiera fue aplicada. El primer ordenamiento de este
tipo realmente efectivo fue la llamada Ley de Fábricas de 1833. Por Otro lado, Prusia en
1839, sanciona legalmente el amparo de la mano de obra infantil y femenina, y Francia
asegura el 22 de febrero de 1851 el aprendizaje del menor en condiciones cónsonas con su
edad y sus fuerzas.
Para el principio de los años 1900 la legislación americana se dibuja con mayor avance con
respecto a la europea, en cuanto se refiere al trabajo y a los empleados. Las leyes europeas
estaban dirigidas hasta entonces a la protección del trabajo manual, predominante en las
grandes industrias de la época. Puede decirse, que la legislación tutelar del trabajo en
América se adelanta a los países de Europa cuando extiende sus reglas a los empleados de
las empresas particulares. Pueden citarse en tal sentido: Bolivia, que por ley de 21/11/1924
reglamenta el trabajo de los empleados de comercio y otras industrias; Brasil y Chile (leyes
de 24/12/25 y 17/10/25, respectivamente). Lo mis puede decirse de los Códigos de Trabajo
de algunos Estados de México (Chihuahua, Puebla, Michoacán, Veracruz). Panamá, con su
ley de 1914, y Perú, con la ley de 7/2/24, también reglamentan el Contrato de Trabajo de los
empleados de Comercio.
Suele afirmarse que las leyes indias son un precedente histórico de la moderna legislación
laboral . Denominase a sí la recopilación de Cédulas , cartas, provisiones y leyes ordenadas
por Carlos II DE España el 18 de Mayo de 1680 , con el propósito de unificar y divulgar las
disposiciones dictadas hasta entonces en materia de gobierno, justicia guerra , hacienda y
las penas aplicables a los transgresores
267
En las leyes de Indias España creo el monumento legislativo mas humano de los tiempos
modernos, son un resultado de una pugna y representan en cierta medida una victoria de
los segundos.
Las Leyes de Indias llevan el sello del conquistador orgulloso: de acuerdo con el
pensamiento de fray Bartolomé de las Casas, se reconoció a los indios su categoría de seres
humanos, pero en la vida social, económica y política, no eran los iguales de los vencedores.
En la Nueva España, las actividades estuvieron regidas por las Ordenanzas de Gremios, éstas
y la organización gremial fueron un acto de poder de un gobierno absolutista para controlar
mejor la actividad de los hombres.
En el desarrollo de las reseñas históricas del Derecho del trabajo venezolano podemos
distinguir dos períodos que comprenden desde la Constitución de la República
Independiente de Venezuela demarcada en la Gran Colombia en 1830 hasta la ley de
talleres y establecimientos públicos de 1917 y el segundo el que se extiende desde la ultima
fecha hasta nuestros días.
268
estrictamente policial atento al cuidado del orden público y las buenas costumbres que a la
regulación moderadora del trabajo y la protección del trabajador.
Segundo Período 1917 ? hasta nuestros días: Esta comienza propiamente el 26 de junio de
1917 con la ley de talleres y establecimientos públicos, anteriormente las leyes de minas
habían establecido normas para regular las relaciones entre el trabajador y el patrono,
conteniendo disposiciones muy particulares referentes al trabajo en especial la ley de 1915
que estableció el sistema de reparación de accidentes de trabajo, que sirvió de base para la
Ley del Trabajo de 1928.
Esta ley deroga la anterior constituyendo un cuerpo normativo de concepción mas técnica
dedicado al trabajo subordinado que establece la obligación patronal por primera vez de
pagar las indemnizaciones en los casos de accidentes y enfermedades profesionales ya que
hasta la fecha se regían por las reglas de las Leyes de Minas y por las disposiciones del
Código Civil. Es de advertir que esta responsabilidad, de naturaleza jurídica civil se asentaba
en la teoría contractual según la cual el patrono responde del riesgo en todo caso, salvo en
la culpa del obrero o sirviente.
La Ley del Trabajo del 16 de julio representa un esfuerzo técnico realizado por la
cooperación de la organización internacional del trabajo, se inspira en la ley federal de
República de México y en el Código chileno del 13 de mayo del mismo año.
Acogió los lineamientos de los diferentes convenios de la OIT ratificado con mucha
posterioridad por Venezuela e hizo el primer reconocimiento de los derechos de asociación
y contratación colectiva y de huelga acerca de los cuales la ley de 1928 guardaba un
269
absoluto silencio. Este trípode institucional basta por sí sola para justificar históricamente su
promulgación y explicar su larga vigencia.
El 30 de noviembre de 1938 fue sancionado el reglamento de dicha ley, que rigió con la
explicable discordancia entre la numeración de sus articulados con la del texto legal (tres
veces modificado desde su promulgación en 1936 hasta el 31 de diciembre de 1973 fecha en
que fue derogado).
El 20 de diciembre de 1990 entra parcialmente en vigor la Ley Orgánica del Trabajo (G.O.Nº
4240), destinada a sustituir desde el primero de mayo de 1991 la que, con ligera
modificaciones, rigiera durante casi 55 años la relación de trabajo en el país. El nuevo
instrumento concentro en 665 artículos casi toda la legislación dispersa sobre la materia
dictada desde 1936, pues constituye un agregado de disposiciones de la Constitución
Nacional.
Presenta la relación de Trabajo como una figura del Sistema Legal aunque relacionado con la
del contrato individual del Trabajo para entender el origen y desarrollo del nexo entre el
patrono y su trabajador. Incluye relaciones especiales de trabajo como lo es el transporte
aéreo, lacustre, fluvial y marítimo, de los trabajadores motorizados, minusválidos, de la
mujer y de la familia.
En cuanto a las relaciones colectivas cambió los nombres de Contrato Colectivo por
Convenciones Colectivas de Trabajo y de convención obrero-patronal por: Reuniones
normativas laborales. Esta Ley también autoriza a los sindicatos nacionales y regionales a
actuar en todo el territorio del país y en jurisdicción de varios estados.
Finalmente podemos decir que esta ley aumentó la participación de los trabajadores en los
beneficios de la empresa, la antigüedad paso a ser de 30 días de salario por años de
servicios, pero en cuanto a sus defectos podemos decir que goza de vicios de forma y fondo
que opacan los resultados, no está apegada a las reglas metodológicas en cuanto a la
formación, ordenación de títulos, secciones y capítulos de la Ley y también la inobservancia
270
de convenios internacionales del Organización Internación del Trabajo Suscrito por
Venezuela.
Se creó en el acuerdo de la Comisión Tripartita, esta ley limitó la antigüedad del Trabajador
en el servicio, redujo la causa del salario sobre las prestaciones sociales, insertó los
beneficios de orden laboral en una ley de seguridad social integral, contiene también
deficiencias de fondo y forma, deficiencias metodológicas, de técnica legislativa y semántica
Reglamento de la Ley del Trabajo de 1973 Este reglamento vigente desde el primero de
febrero de 1974, incorpora los textos dispersos de algunos decretos-leyes, reglamento y
resoluciones dictados desde 1945. No fue expresamente derogado por la LOT por lo cual sus
disposiciones son aplicables en cuanto no estén modificadas o contradichas para la Ley. Este
incorpora textos dispersos de decretos-leyes, reglamentos y resoluciones dictadas desde
1945. Equipara las condiciones de los trabajadores rurales a los urbanos de acuerdo a:
jornadas, vacaciones, antigüedad, cesantía etc. Suple lagunas de la antigua ley en cuanto a
mejoras de procesos industriales, suspensión de los contratos de trabajo, trabajo de
aprendices, trabajadores domésticos, a domicilio, conserjes, de los deportistas profesionales
y de los trabajadores rurales. Introdujo algunas modificaciones de los conceptos de patrono,
intermediario, contratista, empleado de confianza, exigió formalidad escrita a los contratos
para obras determinadas por tiempo determinada.
Reglamento General de la Ley Orgánica del Trabajo (1999): Entra en vigencia el 25/1/99, con
267 artículos destinado a sustituir parcialmente al reglamento de 1973 y deroga 8
normativas entre ellas: Reglamento parcial de la Ley Orgánica del Trabajo para negociar los
convenios colectivos de trabajo de los funcionarios o empleados del servicio de la
administración pública nacional; Reglamento parcial de Ley Orgánica del Trabajo sobre la
participación de los trabajadores en los beneficios de la empresa; Reglamento Parcial de la
Ley Orgánica Del Trabajo sobre cuidado Integral de los Hijos de Los Trabajadores;
reglamento Parcial de la Ley Orgánica del Trabajo sobre la remuneración, entre Otros.
271
Son la reglas adoptadas por países para regir de modo más uniforme las relaciones jurídicas
laborales de cada uno de ellos. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) quien
constituye parte esencial de la reglamentación internacional sobre el trabajo adoptada por
la Naciones Unidas, El Consejo de Europa; La Comunidad Europea entre otros, ha sido el
precurso de los mejores beneficios tanto para patronos como para trabajadores, el
establecimiento de las mejores condiciones de trabajo, inspirador de los principios
fundamentales del Derecho del Trabajo y gran consejero de los países en los conflictos
laborales que se suceden en ellos, protector de los principios y convenios acordados por la
gran mayoría de los países. Esta organización llevo acabo el Código Internacional del Trabajo
el cual es una recopilación ordenada y sistemática de los Convenios y recomendaciones
adoptadas por la Conferencia Internacional del Trabajo. Su contenido es sobre: Condiciones
de Trabajo, salario, reposos, higiene y seguridad, política y seguridad social.
Todo esto es para asegurar un progeso de las legislaciones de los Estados miembros de la
OIT, para que somentan los instrumentos a la autoridad a quien competa darle forma de ley
o que haga efectivas sus disposiciones (Poder Legislativo) quien somete el convenio a su
consideración.
No es un código como tal, solo es de carácter programático y solo obliga al Estado que lo ha
ratificado para desarrollar luego legislaciones de acuerdo a la regla internacional.
Protección de la maternidad.
272
Peñaloza Marielvi
flakita0303@gmail.com
Josenny Suárez
UNIVERSIDAD YACAMBU
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Huelga
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«Huelgas» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Huelgas (desambiguación).
Orígenes de la huelga
Derecho de huelga
Tipos de huelgas
Véase también
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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Propiedad
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Derecho de propiedad
276
La propiedad o dominio es un poder directo e inmediato sobre una cosa, que atribuye a su
titular la capacidad de gozar y disponer de la cosa sin más limitaciones que las que
establezcan las leyes. Es el derecho real que implica el ejercicio de las facultades jurídicas
que aplican el ordenamiento jurídico concede sobre un bien.[1]
El objeto del derecho de propiedad está constituido por todos los bienes susceptibles de
apropiación. Para que se cumpla tal condición, en general, se requieren tres condiciones:
que el bien sea útil, ya que si no lo fuera, carecería de fin la apropiación; que el bien exista
en cantidad limitada, y que sea susceptible de ocupación, porque de otro modo no podrá
actuarse.
El derecho de propiedad abarca todos aquellos bienes materiales que pueden ser
apropiados, de utilidad, de existencia limitada y que pueden ser ocupados.[2] Con todo, el
dominio no sólo se circunscribe a las cosas corporales, sino también recae sobre las
incorporales tales como el derecho de propiedad industrial o intelectual.[3]
el derecho real en una cosa corporal para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no
siendo contra la ley o contra el derecho ajeno. La propiedad separada del goce de la cosa se
llama mera o nuda propiedad.
277
Teoría de la propiedad Editar
El derecho de propiedad es el más completo que se puede tener sobre una cosa: la
propiedad se halla sometida a la voluntad, exclusividad y a la acción de su propietario, sin
más límites que los que marca la ley o los provocados por "la concurrencia de varios
derechos incompatibles en su ilimitado ejercicio"[6] (limitaciones de carácter extrínseco).
No obstante, el reconocimiento de que la propiedad, como institución, está orientada a una
función social,[7] implica que en la actualidad existan limitaciones intrínsecas o inherentes
al derecho; así como obligaciones que se derivan de la propiedad en sí.
El ius utendi es el derecho de uso sobre la cosa. El propietario tiene el derecho a servirse de
la cosa para sus intereses y de acuerdo con la función social del derecho, siempre y cuando
esas conductas no violen preceptos legales ya establecidos o causen lesiones a los derechos
de otros propietarios.
Por ejemplo, bajo el principio del ius utendi no podría un propietario de un bien inmueble
justificar la tenencia de una plantación de marihuana, al estar prohibida por la mayoría de
los ordenamientos jurídicos. De la misma forma, un empresario no puede justificar bajo este
principio ruidos excesivos típicos de una actividad industrial en una zona residencial, que
hagan intolerable la vivencia de los demás vecinos.
278
Los frutos pueden ser naturales o civiles. Los frutos naturales son aquellos que la cosa
produce natural o artificialmente sin detrimento de sustancias. En ese aspecto se distinguen
de los denominados "productos" así: tratándose de un manzanar, las manzanas son frutos
naturales y la leña de los árboles son sus productos.
Los frutos civiles están constituidos por aquellas sumas de dinero que recibe el propietario
por ceder a otro el uso o goce de la cosa. Usando el ejemplo anterior, el fruto civil que
percibe el propietario del manzanar es la renta que le es pagada al darlo en arrendamiento.
Tratándose de dinero, los frutos que percibe su propietario son los intereses.
Del mismo modo, puede el propietario disponer de su derecho real (disposición jurídica):
así, puede enajenar la cosa, venderla, donarla y, en general, desligarse de su derecho de
propiedad y dárselo a otra persona; o incluso renunciar al derecho o abandonar la cosa, que
pasaría a ser res nullius. Son también actos de disposición aquellos en los que el propietario
constituye en favor de otra persona un derecho real limitado, como el usufructo, la
servidumbre, la prenda o la hipoteca.[8]
En conclusión tiene el derecho real de dominio quien tenga estos tres principios (Uso, Goce
y Disposición)
279
Es un poder moral porque la apropiación que se hace del bien es reflexiva y no instintiva, es
decir, la destinación al fin se hace previo el conocimiento del fin que se acepta
libremente.[cita requerida]
Es un derecho limitado o restringido por las exigencias del bien común, por la necesidad
ajena y por la ley, y subordinado, en todo caso, al deber moral.
Clasificación Editar
Propiedad inmueble, o bienes raíces o fincas son las que no pueden transportarse de un
lugar a otro
Propiedad corporal, la que tiene un ser real y puede ser percibida por los sentidos, como
una casa, un libro, entre otros
Propiedad incorporal, si está constituida por meros derechos, como un crédito, una
servidumbre, entre otros
Los modos de adquirir la propiedad son aquellos hechos o negocios jurídicos que producen
la radicación o traslación de la propiedad en un patrimonio determinado. A este modo de
adquirir la propiedad se le llama también "título" y existen diversas clasificaciones, por
ejemplo:
A título universal
Originarios
Derivados
Virtual Editar
Surge por medio de la palabra de los contratantes al entregar el documento que denota la
propiedad y no la posesión. Al cumplirse con la entrega virtual y al momento de que el
causante le da la posesión del bien al causahabiente, se constituye la entrega física. La
transmisión física de la propiedad, refiere que el bien mueble o inmueble, es existente y
está dentro del comercio, ya que jurídicamente esta figura es regulada por el derecho.[9]
281
Jurídica o Real Editar
Procede respecto de bienes muebles inscritos y sólo surte efectos desde su inscripción en el
registro público de la propiedad. Se refiere que debe existir y se debe constituir para su
realización con un ordenamiento jurídico del derecho positivo, ya que es verificable,
compatible y no es contradictorio con la existencia del derecho. Es posible o jurídica cuando
el sujeto es capaz jurídicamente en la relación del objeto en el contrato.[9]
Véase también
Referencias
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282
principio que establece que cada individuo debe ser tratado por igual por la ley sin
discriminación o privilegios por el estado
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La Igualdad ante la ley, Igualdad bajo la ley, Igualdad ante los ojos de la ley o Igualdad
jurídica es el principio que reconoce que todas las personas deben ser tratadas de la misma
manera por la ley (principio de isonomía), y que estén sujetas a las mismas leyes de justicia
(debido proceso), reconoce la equiparación igualitaria de todos los ciudadanos en derechos
civiles y políticos,[1] por lo tanto, la ley debe garantizar que ningún individuo o grupo de
individuos sea privilegiado o discriminado por el estado sin distinción de raza, sexo,
orientación sexual, género, origen nacional, color, origen étnico, religión u otras
características ya sean personales o colectivas sin parcialidad.
Es un principio propio del liberalismo y la democracia. Hay un viejo dicho que dice "todos
son iguales ante la ley", El autor Anatole France dijo en 1894: "En su majestuosa igualdad, la
ley prohíbe a los ricos y pobres dormir bajo puentes, mendigar en las calles y robar
panes".[2] La creencia en la igualdad ante la ley se llama igualitarismo legal. El principio de
igualdad ante la ley es incompatible y deja de existir con sistemas legales como la esclavitud,
la servidumbre, el colonialismo, la monarquíay la teocracia, Igualdad ante la ley, es el
conjunto de derechos y garantías del ordenamiento jurídico. El contenido de las leyes sea
igual para todos, o desigual si así corresponde, sobre la fase o en función de la justicia.
Igualdad ante la ley, es deben interpretar y aplicar el ordenamiento jurídico, sin incurrir en
discriminación, este principio solo implica la no discriminación por parte del estado como
una limitación de su poder y no aplica a personas o empresas privadas ya que implicaría una
violación de derechos y libertades individuales como los de libre Asociación, expresión o de
propiedad.
Historia Editar
283
Igualdad absoluta e igualdad relativa Editar
Referencias Editar
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Derecho
Inicio Derecho constitucional La idoneidad como condición de acceso a los cargos públicos
284
El artículo 16 de la Constitución de la Nación argentina, establece la igualdad ante la ley de
todos los habitantes y el único requisito que impone para ocupar un empleo es la idoneidad.
La idoneidad implica que alguien sea capaz y competente para realizar un trabajo o cumplir
una función. Esta idoneidad puede estar determinada por leyes que establecen los
requisitos técnicos, físicos o éticos que restrinjan a ciertas personas de ocuparlos, por
ejemplo, un policía de calle o un guardavidas no podrá tener una dificultad en la marcha.
Todos estamos de acuerdo con que todos los hombres y mujeres debemos gozar de
igualdad, pero esto en la práctica es muy difícil, lo mismo que demostrar la idoneidad
relativa de una persona con respecto de otra, en relación a un mismo cargo, que muchas
veces se decide en forma arbitraria por quien tiene el derecho de seleccionar al empleado.
Cuando se trata de un empleo privado, esto es una facultad del empleador, ya que él tiene
amplia capacidad de decisión sobre quién ocupará el empleo, pero cosa distinta ocurre con
los empleos públicos, que pagamos todos y que muchas veces ocupan amigos o parientes de
políticos de turno, violando el derecho de otras personas a acceder a ellos, ya que ni
siquiera se abre un concurso de antecedentes y oposición, y en otras, aún presentándose
otros candidatos, se evalúan las condiciones de modo subjetivo.
En la práctica lo que observamos es que están ocupados por quienes tienen alguna relación
con el poder de turno, que tal vez puedan tener idoneidad, pero si ellos consiguen el
empleo en desmedro de la posibilidad que puede tener otro ciudadano más capaz pero sin
vinculación política, la igualdad ante la ley resulta un derecho no reconocido.
285
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Atributos de la personalidad
AL DÍA | ARGENTINA
1 año ago
Fecha: 29-nov-2018
Doctrina:
Sería un error pensar que cuando se designa a una persona como agente de una repartición
pública, cualquiera sea ésta, es decir, pertenezca o no al Poder Ejecutivo y sea o no ella
parte de algún órgano extrapoderes del Estado, como el Defensor del Pueblo o la Auditoría
General de la Nación, por ejemplo, también se ha verificado alguna selección preestablecida
a tal fin. Normalmente, cuando se designa a alguien para un cargo, incluso para el de
director de una biblioteca, de un archivo o de un hospital público, no puede decirse que
haya mediado, como debería con arreglo a la Constitución, algún concurso público de
oposición y antecedentes. Considerar estas designaciones como resultado o consecuencia
del intento de llevar a los mejores a la función pública sería una ilusión.
289
Aunque nombrar empleado o funcionario a una persona no implica su aptitud para la
función que el cargo exige, parecería que la potestad para hacerlo de la autoridad de quien
emana el nombramiento lleva consigo la habilidad requerida para el desempeño de aquélla.
Sería igualmente un error pensar que aunque el concurso no haya tenido lugar, considerar
que la designación «a dedo» no es discriminatoria. No se puede considerar que todo
nombramiento de una persona para un cargo es discriminatorio, en el sentido negativo de
esta palabra. Pero ¿no es discriminatorio respecto de los aspirantes idóneos a ese cargo la
designación desprovista de toda prueba o concurso? No está claro qué clase de legitimidad
habría en la designación de una persona cuyo único mérito reside en su afinidad, simpatía,
parentesco o alguna otra relación «subjetiva» con quien tiene la potestad de nombrarla.
Dado que no estamos convencidos de que es realmente irrestricta tal potestad, en el
sentido de no hallarse condicionada por la «idoneidad» exigida por el art.16 de la
Constitución, podemos decir con razón que no existen buenas razones para considerar
legítimo el acto administrativo del nombramiento contrario a ella.
Hay, además, muchas que sé que son propias de determinadas personas, habilidades o
destrezas que sólo estas personas poseen o pueden adquirir, como escribir, dibujar, pintar,
investigar, analizar, proyectar, etcétera.
Cabe preguntarse: ¿Todos los «discapacitados» son inidóneos para algunas de estas cosas
difíciles para los mismos «capacitados»? Una prueba de oposición puede revelar la ineptitud
para ellas de algunos de los segundos y la aptitud con que no pocos de los primeros las
resolverían.
Cuando se efectúan nombramientos en alguna repartición estatal sin que haya habido la
selección que supone el sistema de concursos, ¿se ha observado la Constitución o se la ha
violado? Aquí contemplamos este tipo de nombramientos como violatorios de la
Constitución. Su realización, en otras palabras, no se entenderá que lleva aparejada
legitimidad.
De acuerdo con esta estipulación, el Defensor del Pueblo y no solamente el afectado y las
asociaciones antidiscriminatorias deberían interponer la acción de amparo público
tendiente a hacer cesar de inmediato la arbitrariedad de acto administrativo lesivo del
290
derecho de «incidencia colectiva» protegido expresamente por la norma del art. 43 de la
Constitución. Si la designación no ha operado por concurso, entonces ella ha excluido, «con
ilegalidad manifiesta», a los que habiendo mediado aquél, habrían podido obtener
legítimamente el cargo o empleo de cuya vacante se trata.
Así, en vez de decir que los nombramientos por concurso conducen al hecho de que la
carrera administrativa se altere inconvenientemente en detrimento de los más meritorios y
capaces dentro del «ranking» correspondiente a ella, podemos decir que conduce al hecho
de que éste se torne más justo y transparente. Porque si el estado de cosas de tal «ranking»
se da como resultado de un método de ingreso y ascensos determinado por «dedocracia» y
si la valoración de que son objeto los integrantes de la «carrera» no se ordena en relación
con la idoneidad específica y no solamente la antigüedad, sino por el azar del clientelismo o
la acción de los grupos de poder que se apoyan entre sí dentro de algunas instituciones
públicas, la deplorable discriminación permanecerá inalterada en este aspecto y la
prestación del servicio público no mejorará nunca.
Deberá estar claro ahora qué ha de entenderse por «consecuencias» del acto administrativo
arbitrario de nombramiento y también que ellas afectan a la comunidad toda y no
solamente a los discriminados y por eso excluidos como resultado de tal acto. Las
consecuencias del nombramiento o ascenso arbitrario son las consecuencias del servicio
administrativo ineficaz, que es el resultado de la política administrativa partidista o de los
grupos mafiosos, politizados o no en el sentido partidario de esta palabra. Así, por ejemplo,
si la actividad administrativa pública es el resultado de una obstinada práctica de
favoritismos tendientes a impedir que se produzcan los cambios necesarios a su
mejoramiento, entonces todo lo que sea una consecuencia de cualquier iniciativo noble y
provechosa será objeto de indiferencia y hasta de persecuciones. No hay diferencia «en
principio» entre las consecuencias nefastas de la distorsión de los fines altruistas que deben
perseguir las autoridades públicas y el estado de cosas caracterizado por el abandono o la
desaprensión derivados de su ineptitud. Esta es una observación lógica de alguna
importancia para comprender el castigo y en el mejor de los casos el mudo reproche de que
puede ser víctima quien se proponga en la Argentina su reconstrucción más genuina, que
291
debe comenzar por la ejecución de un cambio radical de la mala práctica institucionalizada
en los diferentes ámbitos del Estado.
———-
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Partido político
asociación de individuos unidos por objetivos comunes y que persiguen como meta alcanzar
el control del gobierno para llevar a la práctica esos objetivos
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Afiche italiano que muestra los distintos partidos políticos en una elección al Parlamento
Europeo
Se entienden como partidos políticos a entidades de interés público creadas para promover
la participación de la ciudadanía en la vida democrática y contribuir a la integración de la
representación nacional; quienes los conforman comparten objetivos, intereses, visiones de
la realidad, principios, valores y proyectos para ejecutar total o parcialmente en gobiernos
democráticos de países.[1]Éstos son los encargados de presentar candidaturas a ocupar
diferentes cargos políticos. Para eso movilizan el llamado apoyo electoral. También
contribuyen a organizar y orientar la labor legislativa, articulan y agregan nuevos intereses y
preferencias en la ciudadanía.[2]
293
Es esencial para contribuir a estructurar el apoyo político a determinados programas,
intereses socio-económicos y valores. También interpreta y defiende las preferencias de los
ciudadanos, forma gobiernos, y establece acuerdos políticos en el ámbito legislativo.[3]
Historia
Tipos Editar
Partidos de creación externa (partidos de masas): surgen a partir de la lucha por la extensión
de los derechos políticos entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Aparecen
estrechamente vinculados con grupos que realizaban sus actividades fuera del Parlamento,
como los sindicatos, entidades religiosas y periódicos. Por ejemplo, el Partido Laborista
británico. Los partidos de masas resolvían los problemas de financiación que requiere el
funcionamiento de un partido mediante el reclutamiento masivo de afiliados. Su
organización solía ser una estructura piramidal jerárquica: la base estaba formada por los
militantes y la cúspide por la élite dirigente del partido. A cambio de los recursos aportados
por los militantes, las élites dirigentes se comprometían a defender los intereses de sus
294
afiliados, razón por la que a diferencia de los partidos de cuadros presentaban una ideología
muy claramente definida.
Estos dos modelos de partido quedaron obsoletos por la evolución que sufrieron las
democracias durante el siglo XX. Otto Kirchheimer y otros autores propusieron nuevas
formas de partidos cuya organización interna difería substancialmente de las dos anteriores:
Partidos "cártel": al dejar muchos partidos de tener un grupo social de referencia bien
definido, renunciaron a la lealtad de recursos y a buen número de presupuestos ideológicos.
Como alternativa de financiación, muchas estructuras partidarias pasaron a depender de
recursos públicos. Esta fuente llevó a los partidos a funcionar como cárteles que impedían o
trataban de impedir el acceso a dicho recurso por parte de competidores, razón por la que
se los describe con el término "cartel" tomado de los economistas de la competencia
imperfecta. En un sistema dominado por partidos de tipo "cártel", los partidos mayoritarios
forman una clase política homogénea que impide la competencia de nuevas formaciones, lo
cual maximiza su financiación y los beneficios para sus miembros. Estos partidos usan su
posición hegemónica para reservarse la mayor parte de las ayudas públicas (sean
subvenciones o prerrogativas de cualquier naturaleza, como ser espacios gratuitos en los
multimedios de difusión), buscando excluir a partidos minoritarios. Este tipo de estructuras
favorecen el bipartidismo, y tienden a reducir el número de partidos con representación
parlamentaria.
295
Período
(políticos gestores)
Dinámica de competición
partidos dominantes
relevantes
de militantes Contribuciones de
Peter Mair
Características Editar
Las considerables dificultades para establecer una definición unánime del concepto de
partido político han llevado a la doctrina a identificar cuatro características fundamentales,
que se perfilan como criterios para considerar que una organización determinada es un
partido político.
En todo caso, esta caracterización sólo es válida para los sistemas políticos democráticos,
pluralistas y competitivos. Un sistema político que no reúna cualquiera de estas tres
características produce partidos políticos que, en mayor o menor medida, difieren de las
características y funciones descritas.[39]
Organización Editar
Estructura Editar
297
Dirigencia: concentra los recursos de poder y representa el centro de la organización.
Distribuyen incentivos e interactúan con otros actores claves dentro del sistema. Toman las
decisiones principales
Militantes: son los que están afiliados al partido, participan activamente de manera
constante.
Factores Editar
Robert Michels, desde un enfoque monocausal, plantea que la dimensión del partido
político es la variable fundamental que define su organización, dado que incide en:
Panebianco considera que no se puede establecer un nexo tan rígido de causalidad. Afirma
que los factores que definen el perfil de la organización partidaria y permiten conocer sus
expectativas de supervivencia o éxito son:
298
Competencia: medida en la que se convierte en un actor indispensable para desempeñar un
papel determinado.
Gestión de las relaciones con el entorno: capacidad de adaptación, aptitud para formular
estrategias de negociación, establecer alianzas y conflictos con otras organizaciones.
Reglas formales: es importante conocer quiénes tienen facultades para modificar las
normas, las posibles desviaciones y el grado en el que se cumplen los estatutos.
Financiación: es un asunto muy polémico. Existen distintos criterios. Algunos afirman que
debe ser pública sólo durante las campañas electorales para garantizar la participación de
todos los partidos. Otros consideran que el Estado tiene que ocuparse de todos los gastos
para su mantenimiento y funcionamiento. Esto afectaría su independencia. Quienes se
inclinan por la financiación privada sostienen que los costos económicos deben ser
solventados por los ciudadanos interesados. Se pueden adoptar medidas negativas de
limitación directa (estableciendo un máximo de gastos permitidos) o indirecta (obligarlos a
dar publicidad del origen de los recursos y de su finalidad); o medidas positivas de
prestación directa (subvención de actividades) o indirecta (ayudas como destinar espacios
gratuitos en la televisión pública para los partidos). La contribución puede ser con base en
los cargos obtenidos o en función del porcentaje de votos recibidos con independencia de si
ha conseguido o no representación. Lo más adecuado es combinar ambos criterios.
Este índice mide la capacidad de los presidentes y los dirigentes de imponer disciplina en su
partidos; cuando un presidente tiene un partido centralizado, es muy probable que pueda
lograr imponer su programa legislativo.[40]
Cada partido posee una ideología que le da claridad conceptual y lo guía en su acción
política. Se compone de:
Existen diversas maneras de agrupar o clasificar las ideologías políticas, usualmente las
ideologías pueden agruparse según el posicionamiento frente a una serie de cuestiones
clave. Las diferentes clasificaciones ideológicas se basan en diferentes cuestiones claves.
Una de las clasificaciones más comunes de las ideologías ha sido el espectro político basado
en la distinción izquierda política frente a derecha política. Esta es una clasificación
unidimensional que puede clasificar de manera aproximada los partidos políticos de una
gran cantidad de territorios, aunque en muchos casos una explicación adecuada de la
conducta electoral requiere clasificaciones multidimensionales más complejas (entre ellas
son de uso frecuente el gráfico de Pournelle o el gráfico de Nolan entre otros).
El partido político trata de ostentar el poder político, bien sea detentando la capacidad de
decidir, bien sea participando en el proceso de toma de decisiones junto con otros actores
políticos (partidos o no).
En los sistemas pluralistas y competitivos, existe una separación formal entre las estructuras
del Estado y las estructuras del partido político. Los partidos actúan como estructuras
intermedias que conectan al Estado con los ciudadanos y la sociedad civil.
300
Dentro de los distintos actores políticos, los partidos tienen un estatus específico, que les
separa del resto de organizaciones presentes en la sociedad civil, y les sitúa en una posición
privilegiada dentro del proceso de toma de decisiones.
Al contrario que el resto de actores políticos, los partidos no se limitan a tratar de influir en
el proceso de toma de decisiones, sino que desarrollan el papel último y fundamental a la
hora de tomar la decisión concreta. El resto de organizaciones (sindicatos, patronales,
organizaciones de consumidores, etc.) participan en el proceso de toma de decisiones, pero
la naturaleza de dicha participación es radicalmente distinta a la del partido político,
limitándose a influir, informar o presionar.
Tipos Editar
Richard Gunther y Larry Diamond se proponen como objetivo reordenar las tipologías más
importantes. Lograron diferenciar cinco géneros:
Partidos de notables: nacen entre principios y mediados del siglo XIX en Europa, en el marco
de regímenes semidemocráticos y de sufragio censitario. Contaban con estructuras
organizativas mínimas, asentadas sobre redes interpersonales en el seno de un ámbito
geográfico reducido. Débilmente ideologizados. Basados en la distribución de beneficios
particulares a los residentes. Se subdividen en partidos de notables y clientelistas.
Partidos de masas: surgen a fines del siglo XIX y comienzos del XX en Europa, se extienden
en la actualidad a países asiáticos y africanos. Se caracterizan por tener una organización
sólida y una amplia base de afiliados que aportan económicamente al partido. Mantienen
lazos fuertes con organizaciones externas como sindicatos, entidades religiosas y medios de
301
comunicación. Se clasifican en: nacionalistas (pluralistas o ultranacionalistas) socialistas
(socialdemócratas o leninistas) y religiosos (confesionales o fundamentalistas).
Funciones Editar
Armonización de intereses.
Los recursos privados proceden de las cuotas de los afiliados, de los rendimientos
patrimoniales del partido, de los donativos recibidos y de los préstamos obtenidos. Respecto
a los recursos públicos, se puede establecer una división fundamental entre las aportaciones
directas (transferencias desde el presupuesto público en función de determinados criterios
objetivos) y las aportaciones indirectas, extremadamente heterogéneas, y que incluyen
desde la cesión del dominio público hasta variadas exenciones fiscales, pasando por
emisiones gratuitas y tasadas de propaganda en medios de comunicación.[43]
Por lo general se exigen ciertos requisitos para la percepción de recursos públicos, como una
determinada cantidad de votos o de representación parlamentaria, algo que también influye
en la cantidad de fondos asignados, que son desembolsados según un calendario. En ciertos
303
casos, se prohíben las contribuciones privadas procedentes de determinadas fuentes,
pudiendo establecerse un límite a los fondos donados. Finalmente, es frecuente que existan
organismos dedicados al control presupuestario de los partidos, así como mecanismos de
sanción contra las irregularidades financieras.[44]
Argentina Editar
La Constitución Nacional dice que los partidos políticos son instituciones fundamentales del
sistema democrático. Los partidos políticos son organizaciones necesarias para la política
nacional y tienen como función elegir a los candidatos que se presentan para las elecciones
de cargos públicos. La ley les garantiza el derecho a su constitución, organización, gobierno
propio y libre funcionamiento, deben dar publicidad del origen y destino de sus fondos y
patrimonio y el Estado contribuye al sostenimiento económico de sus actividades y de la
capacitación de sus dirigentes.[2]
304
Para afiliarse a un partido se necesita estar inscripto en el registro electoral del distrito en
que solicites la afiliación; comprobar su identidad con DNI; presentar una solicitud que te
entregan en cualquier local partidario y que contiene: su nombre y domicilio, DNI, estado
civil, profesión u oficio y tu firma certificada. No puede haber doble afiliación, es decir estar
afiliados a dos partidos en el mismo momento; para poder afiliarse a un partido se debe
renunciar antes a toda otra afiliación anterior, pudiendo hacer la renuncia por telegrama
gratuito o personalmente ante la secretaría electoral de su distrito.
España Editar
En España existen dos leyes orgánicas que son las principales a la hora de regular la cuestión
de los partidos políticos. Son la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos,
conocida como Ley de Partidos; y la Ley Orgánica 8/2007, de 4 de julio, sobre Financiación
de los Partidos Políticos.
Wikisource contiene obras originales de o sobre Ley Orgánica 8/2007, de 4 de julio, sobre
Financiación de los Partidos Políticos.
Véase también
Notas
Referencias
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Luis Indice
16. — Por eso, toda prohibición legal de indexación —como la que impuso en 1991 la ley
23.928— no alcanza para impedir que, de acuerdo con la constitución:
306
a) el haber de las prestaciones siga sometido a movilidad, porque aunque no haya inflación,
debe siempre reflejar la necesaria proporción razonable con el haber de actividad;
y, además,
b) si acaso hay inflación, ésta se tome en cuenta para actualizar la pérdida del valor
monetario, aunque la "indexación" se encuentre legalmente vedada.
18. — Debemos recordar que el derecho jubilatorio y pensionario tiene, además del art. 14
bis, otra ascendencia constitucional reconocida desde mucho antes de la reforma de 1957,
en el derecho de propiedad.
Como extracto de esta base, téngase en cuenta que el derecho judicial ha reconocido sin
discrepancias que: a) son constitucionales los aportes y contribuciones de empleadores y
trabajadores para integrar el fondo común con que los organismos previsionales atienden al
307
pago de los beneficios previstos en la ley; b) son constitucionales las obligaciones de
afiliación y de aportación forzosas; c) la aportación no confiere, por sí sola, un derecho a la
jubilación futura, aunque es condición normal para su otorgamiento: d) el beneficio
jubilatorio no está en relación económica estricta con los aportes efectuados; e) la no
obtención del beneficio dentro de un régimen legal no presupone, por el solo hecho de la
exclusión, que el aporte implique una confiscación, o que haya derecho a conseguir su
reintegro cuando la ley no lo admite; f) el beneficio otorgado importa, para su titular, la
adquisición de un status que queda protegido por el derecho constitucional de propiedad
inviolable y que ingresa a su patrimonio con carácter, en principio, irrevocable.
19. — Los organismos que otorgan los beneficios de la seguridad social, cuando son del
estado federal o de las provincias, han de gozar de autonomía financiera y económica, lo
que parece caracterizar a las entidades autárquicas; pero la cláusula también deja margen
para su posible organización como entes públicos "no estatales" (o "paraestatales").
Para gozar de la autonomía referida, es menester que cuenten con patrimonio propio, lo
que sugiere la idea de que el sistema es contributivo, y de que la aportación de los
interesados vinculados al sistema no podría suplirse totalmente con fondos exclusivos del
estado.
Los organismos de la seguridad social han de ser administrados por los interesados con
participación del estado, lo que impone integrar sus órganos con afiliados.
308
20. — Del fallo de la Corte en el caso "Spota", del 25 de julio de 1978, se desprende que lo
prohibido es la "superposición" y no la "multiplicidad" de aportes, por manera que si se
desempeña más de una actividad, no es inconstitucional contribuir por cada una.
Un principio similar utilizó la Corte en el caso "Santoro Guillermo", del 28 de mayo de 1995,
cuando interpretando la ley 18.037 estableció la improcedencia de la doble afiliación al
sistema nacional y al de la provincia de Buenos Aires de un profesional farmacéutico que se
desempeñaba en relación de dependencia en una empresa en jurisdicción provincial.
21. — Del derecho judicial de la Corte se desprende que los obligados a aportar a un
régimen u organismo de seguridad social han de tener una razonable relación con el mismo,
y que por faltar esa relación no puede gravarse a un sector en beneficio exclusivo de otro
(hay declaración de inconstitucionalidad de normas que —por ej.— imponían a un sector de
comerciantes e industriales la obligación de aportar sobre el producto de las ventas de
instrumental empleado por profesionales del arte de curar, a favor de la caja de previsión
que afiliaba a esos profesionales).
23. — Como el art. 14 bis no ha previsto expresamente la habilitación para que entidades
privadas financien, otorguen y liquiden los beneficios de la seguridad social, se hace difícil
opinar cuál es la consecuencia de esa omisión normativa en la constitución.
Resulta aventurado afirmar que, admitida la posibilidad de que el estado conceda por ley a
entidades privadas aquella competencia, su organización haya de ajustarse necesariamente
a las pautas que el art. 14 bis fija para las entidades aludidas como "del estado" (federal o
provincial).
La competencia provincial.
309
24. — Es poco claro el enunciado de que el seguro social estará a cargo de entidades
nacionales (que nosotros llamamos federales) o provinciales.
a) Radicada en el estado federal la competencia legislativa que proviene doblemente del art.
75 inc. 12 y del propio art. 14 bis hay que interpretar qué quiere decir la norma cuando
consigna que el seguro social estará a cargo de entidades nacionales o provinciales. ¿Deja
una opción amplia y libérrima? ¿O, al contrario, esa opción sólo está destinada a salvar la
competencia provincial para el caso exclusivo de ciertas actividades circunscriptas al
territorio provincial?
b) La respuesta que vamos a dar es aplicable no sólo a un régimen de seguro social, sino
también al de jubilaciones y pensiones. Con ese alcance amplio, tiene probabilidad de
acierto constitucional la opinión que sólo reconoce a la competencia provincial la facultad
de "legislar" y "administrar" un sistema de seguridad social limitado a las actividades o
trabajos sobre los cuales las provincias tienen potestad para regularlos. Así, sin duda alguna,
el empleo público en la administración local. Y si se acepta que el poder de policía provincial
permite a las provincias reglar el ejercicio de profesiones liberales, también hay que
conceder que pueden dictar leyes, y crear y administrar organismos de seguridad social para
otorgar prestaciones (de seguro social o de jubilaciones y pensiones) a quienes en su
jurisdicción ejercen tales profesiones (abogados, médicos, ingenieros, etc.).
310
25. — El derecho judicial de la Corte no ayuda a esclarecer demasiado las cuestiones recién
aludidas.
La reforma de 1994.
26. — La cláusula añadida al art. 125 de la constitución por la reforma de 1994 no dilucida el
problema sino parcialmente. En efecto, dice que "las provincias y la ciudad de Buenos Aires
pueden conservar organismos de seguridad social para los empleados públicos y los
profesionales", pero no dice que pueden "tener" o "crear" tales organismos.
El uso del verbo "conservar" dejaría entrever que les está permitido mantener los
organismos que al tiempo de la reforma existían en sus jurisdicciones, pero atento que
muchas provincias los transfirieron al sistema nacional no está claro si podrían recuperarlos
para su órbita local.
La absorción centralista de los sistemas y las entidades de seguridad social provinciales por
el estado federal no nos merece adhesión, porque creemos que conspira contra nuestra
tradicional descentralización federal y contra la autonomía de las provincias.
311
III. EL DEBER DEL ESTADO EN EL ÁMBITO DE LA
SEGURIDAD SOCIAL
27. — Más allá de que la ley implemente un sistema de seguridad social a cargo de
entidades privadas, y no del estado, seguimos reiterando que la presencia reglamentaria,
reguladora y controladora del estado viene impuesta por el art. 14 bis, reforzado por el art.
75 inc. 23, que obliga a legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la
igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos; todo
ello, en particular respecto de niños, mujeres, ancianos y personas con discapacidad.
Hay aquí alusiones directas a las prestaciones de la seguridad social, y a los derechos que
surgen del art. 14 bis y de los tratados de derechos humanos con jerarquía constitucional
(ver nº 3).
28. — Así:
312
sobrevenga irrazonable, en cuyo caso aquel mandato constitucional atañe a los restantes
poderes públicos para que dentro de la órbita de sus respectivas competencias hagan
prevalecer el espíritu del constituyente dentro del marco que exigen las diversas formas de
justicia.
b) En el caso "Mac Kay Zernik Sergio L.C.", fallado el 3 de noviembre de 1988, la Corte
Suprema desplegó pautas importantes en materia de seguridad social. Sostuvo el tribunal
que las normas sobre seguridad social contenidas en el art. 14 bis de la constitución, al
propio tiempo que consagran derechos para los jubilados, encomiendan expresamente al
estado el otorgamiento de tales beneficios. Este mandato constitucional, cuyo
cumplimiento atañe a los poderes públicos dentro de la órbita de sus respectivas
competencias, se vería frustrado si las autoridades que representan al estado desconocieran
las leyes y actuaran de manera omisiva en perjuicio de la clase pasiva.
29. — La tercera parte del art. 14 bis in fine está dedicada a la protección integral de la
familia, mediante la defensa del "bien de familia", la "compensación económica familiar", y
el acceso a una "vivienda digna".
a) El bien de familia, en cuanto supone un inmueble donde habita el núcleo familiar, y al que
se rodea de determinadas seguridades en razón de su destino de vivienda doméstica, se
relaciona con el acceso a una vivienda digna. Pero este último enunciado va más allá de su
carácter programático, porque obliga al estado a procurar mediante políticas diversas que
todos los hombres puedan obtener un ámbito donde vivir decorosamente, sean o no
propietarios de él, tengan o no convivencia familiar.
313
En el caso "Carrizo José A." (incidente en autos "Rodríguez c/Carrizo") del 10 de setiembre
de 1985, la Corte interpretó que la afectación de un inmueble al régimen de bien de familia
debe tenerse por operada desde el momento en que así fue solicitado por el interesado, y
no a partir del asiento de constancia en el folio real correspondiente.
31. — Para los tratados con jerarquía constitucional, ver cap. XIV, nos. 70 y 71.
No obstante esto último, cabe afirmar que el sistema previsional no ha superado sucesivas
quiebras, y ha soportado un mal flujo de recursos —cuando no su desviación a otros fines—
durante largos períodos, lo que le permitió al juez Fayt, de la Corte Suprema, sostener en su
voto disidente en el caso "Chocobar", del 27 de diciembre de 1996, que la perspectiva
temporal desde la reforma de 1957 hasta el presente revela contradicción social por
elusiones o fraudes al sistema, y una reprochable acción de los poderes públicos.
No nos cabe duda —entonces— de que la constitución formal ha padecido en esta materia
múltiples violaciones, por acción y por omisión, superadas sólo parcialmente —pero con
efecto limitado a los casos favorecidos judicialmente por sentencias recaídas en cada uno de
ellos— mediante fuente de derecho judicial.
Capítulo XXIII
Su encuadre interrelacionado.
Cuando valoramos a la democracia como una forma de estado, los derechos políticos, los
partidos y el régimen electoral encuentran su ámbito. Y aún más: en nuestras valoraciones
actuales, son un ingrediente constitutivo del sistema democrático, porque definido éste en
torno de los derechos humanos, no cabe duda de que los derechos políticos (y sus
contenidos conexos, que son los partidos y el régimen electoral) integran hoy el plexo de
aquellos derechos, al lado de los derechos civiles y de los derechos sociales.
316
otros— la libertad de expresión e información, se usan con finalidad política en una
campaña preelectoral, o para influir sobre el poder, o para aportar consensos y disensos.)
Por eso pensamos que los derechos políticos son tales cuando, únicamente: a) se titularizan
en sujetos que tienen: a") calidad de ciudadanos —o siendo extranjeros, reciben
excepcionalmente esa titularidad en virtud de norma expresa—; a") calidad de entidades
políticas reconocidas como tales —por ej.: los partidos—; b) no tienen ni pueden tener otra
finalidad que la política. De este modo, el área de los derechos políticos se estrecha, pero
adquiere una caracterización bien concisa, que traza la línea divisoria frente a los derechos
civiles.
La democracia participativa.
Como tampoco allí se recluye el régimen electoral, ni éste se circunscribe a la fecha en que
se realizan comicios, insertamos en seguida al proceso electoral en toda su secuela para
requerirle la legitimidad propia de un sistema democrático participativo, abarcando un lapso
sin cronologías fijas y con un clima ambiental propicio de muy amplia libertad para la
intervención, la participación, y la competencia de las fuerzas políticas y de las personas; la
igualdad de oportunidades para todas ellas; la transparencia de las campañas
preelectorales; la correcta confección de los padrones electorales, su publicidad, y la
legitimación de los ciudadanos y los partidos para tener acceso a ellos, rectificarlos,
impugnarlos, etc.; la libertad de información, de comunicación, y de expresión; la li-bertad
de propaganda y publicidad en orden a las ofertas y programas electorales; el escrutinio
también público y controlado, etc.
317
forma expresa (la "letra constitucional") tiene que alcanzar albergue en tres ámbitos, como
mínimo: a) el espíritu o la filosofía política de la constitución; b) la cláusula de los derechos
implícitos del art. 33; c) el plexo de valores. Como sumatoria de refuerzo, se añaden los
tratados sobre derechos humanos que integran, dentro del orbe de los derechos humanos,
a los derechos políticos.
No obstante que los derechos estrictamente políticos —como el sufragio— pueden quedar
reservados solamente a los ciudadanos, creemos que la participación política (que merece
tal adjetivación porque atañe al régimen político) no se recluye en el cuerpo electoral ni en
las personas que invisten ciudadanía argentina. En el área que excede a lo puramente
electoral ha de quedar abierta a cuantos integran la población del estado. Piénsese en que
también quienes no titularizan derechos electorales pueden pretender participar mediante
vías informales para dar presencia a sus intereses ante los órganos de poder, y ejercer
muchos de sus derechos civiles con fines políticos (petición, reunión, expresión, asociación,
etc.).
6. — El art. 23 del Pacto de San José de Costa Rica consigna que "todos los ciudadanos
deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades: a) de participar en la dirección de
los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos; b)
de votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal
e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores, y
c) de tener acceso en condiciones generales de igualdad a las funciones públicas de su país";
y en el apartado 2 del mismo artículo se agrega: "la ley puede reglamentar el ejercicio de los
derechos y oportunidades a que se refiere el inciso anterior, exclusivamente por razones de
edad, nacionalidad, residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental, o condena por
juez competente en proceso penal".
318
El art. 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos guarda marcada analogía
con la norma transcripta del Pacto de San José.
7. — Cuando se asume como cierto que el poder del estado es un poder "total" —porque es
"de" toda la sociedad y "para" toda la sociedad, se comprende que ese poder ha de surgir
de la participación de toda la sociedad, y no de la decisión o la imposición de una sola
persona, de un grupo, o de un sector sobre el resto del conjunto total. De ahí que el proceso
electoral, anudado a los derechos políticos y a los partidos políticos, sea el que brinda
ocasión a ese efecto para la participación política.
Es indudable que un régimen electoral de sufragio universal, con proceso electoral legítimo,
abre el acceso al poder de acuerdo a la ley y no por la fuerza. Nuestra constitución ha
previsto el procedimiento electoral para designar a los gobernantes, estableciendo las
condiciones de capacidad política en el electorado pasivo, es decir, en aquéllos que pueden
ser elegidos por el electorado activo mediante el voto. Presidente y vicepresidente de la
república, diputados y senadores tienen estipuladas en la constitución las condiciones de
elegibilidad. También los jueces de la Corte Suprema, bien que no son elegidos por el cuerpo
electoral.
8. — La legitimidad de origen, por eso, depende en nuestra constitución del acceso al poder
mediante el mecanismo electoral que ella prevé. Toda fuerza armada o reunión de personas
que se atribuye los derechos "del pueblo" (según la fórmula del art. 22) y saltea la vía
electoral para ocupar el poder, margina al cuerpo electoral (o pueblo) del derecho de
sufragio, y priva de legitimidad de origen al gobernante a quien instala en el poder.
El nuevo art. 36 sanciona severamente la interrupción del orden institucional y sus secuelas.
Ver T. I, cap. VII, nos. 51 a) y 61.
319
El artículo 37 y el derecho electoral.
"Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo al
principio de la soberanía popular y de las leyes que se dicten en consecuencia. El sufragio es
universal, igual, secreto y obligatorio.
La igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos
y partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de los partidos políticos y
en el régimen electoral."
Conviene también tomar en cuenta el segundo párrafo del art. 77 que dice así:
"Los proyectos de ley que modifiquen el régimen electoral y de partidos políticos deberán
ser aprobados por mayoría absoluta del total de los miembros de las Cámaras."
Por su parte, el art. 99 inciso 3º prohíbe que en materia electoral el poder ejecutivo dicte
decretos de necesidad y urgencia.
Con fórmula operativa, el art. 37 garantiza directamente el ejercicio pleno de los derechos
políticos, que ya no se circunscriben al sufragio para elegir gobernantes, sino que se
explayan hacia otros aspectos en el derecho de iniciativa legislativa y en la consulta popular
(artículos 39 y 40). (Ver acápite VI).
320
La alusión al principio de la "soberanía popular" traduce la recepción de la participación
política en la sociedad democrática.
10. — Luego viene la calificación del sufragio como universal, igual, secreto y obligatorio.
La obligatoriedad, vigente desde antes por ley, merece abrir la duda acerca de si convenía
que la constitución la impusiera. Como dentro de lo opinable tenemos preferencia personal
por el sufragio voluntario, pensamos que la norma constitucional no debería haber definido
el punto, porque en un sentido o en otro era mejor que se relegara a la ley. No obstante, no
sentimos herido ningún principio que se nos haga fundamental en nuestras valoraciones
sobre el tema.
Aun cuando tal igualdad se define "para el acceso a cargos electivos y partidarios", damos
por cierto que, como principio subyacente, la constitución ha levantado hasta su propio
nivel el derecho electoral activo y pasivo de las mujeres que, hasta hoy, dimanaba de la ley.
321
Que la legislación en vigor no sea susceptible de modificaciones que disminuyan los cupos
femeninos, pero que la ley pueda acordar la temporalidad de la medida, nos hace
comprender que tales cupos quedan congelados como mínimo en tanto configuran una
"acción positiva" transitoria, que en el futuro podrá suprimirse o reemplazarse por otra,
cuando el congreso estime que la discriminación inversa en favor de la mujer tiene que
desaparecer o adquirir perfiles diferentes.
13. — "Derecho electoral" es una locución que tiene dos sentidos: a) objetivamente (y de
modo análogo a como se habla de derecho civil, penal, comercial, etc.) es el que regula la
actividad electoral en cuanto a sus sujetos, a su objeto, a los sistemas, etc.; b)
subjetivamente, designa la potencia de determinados sujetos para votar o para ser elegidos.
b) En cuanto al segundo sentido, el derecho electoral nos lleva a examinar cuáles son los
sujetos que tienen derecho político de sufragio y derecho político de ser elegidos, así como
las garantías que para ejercer tales derechos les están deparadas en un caso y en otro.
322
El "derecho de elegir" como capacidad electoral configura subjetivamente el derecho
electoral activo; y el de "ser elegido", el derecho electoral pasivo.
Dentro del cuerpo electoral y del electorado activo, no se incluye a los órganos del poder
que, por diferentes normas constitucionales, tienen competencia para designar a los
individuos portadores de otros órganos.
El cuerpo electoral.
14. — El cuerpo electoral es un nombre plural o colectivo con el que se designa al conjunto
de personas que componen el electorado activo, y que por esto disfrutan del derecho de
sufragio.
El cuerpo electoral es, entonces, nada más que una pluralidad de individuos, pluralidad en la
que —acaso— podría haber asociaciones —si éstas, como tales, sufragaran (por ej.: si los
sindicatos eligieran diputados en un sistema de tipo funcional o corporativo). El cuerpo
electoral no es un ente distinto de la suma de los electores, ni por ende, un órgano del
estado. A lo sumo, le cabe el rótulo de sujeto auxiliar del estado o del poder, en cuanto
conjunto de personas o entidades con capacidad electoral activa.
Es correcto atribuir al cuerpo electoral el ejercicio del llamado "poder" electoral siempre
que tal "poder" no sea reputado un poder estatal ni incluido dentro de él.
Los extranjeros.
15. — Para que un individuo entre a componer el electorado activo debe tener la aptitud
básica que es condición jurídica para el ejercicio de los derechos políticos. Esa aptitud se
llama ciudadanía, y puede ser natural, o ser adquirida por naturalización. La constitución
formal, al prescribir que los extranjeros gozan de los mismos derechos "civiles" de los
323
ciudadanos, quiere aclarar, a contrario sensu, que no gozan necesariamente de los mismos
derechos políticos. Nuestra constitución no confiere directamente los derechos políticos a
los extranjeros, pero tampoco prohíbe que la ley se los reconozca.
La progresividad y maximización del plexo total de derechos da margen para que nuestro
sistema democrático pueda ampliar el orbe de los derechos políticos a favor de los
extranjeros que, afincados como habitantes, acrediten un lapso suficiente de permanencia
en nuestro país. Es una propuesta que formulamos para promover las valoraciones
colectivas favorables.
16. — La ley 24.007, de 1991, ha previsto que los ciudadanos residentes en forma efectiva y
permanente fuera del territorio sean electores que puedan votar en las elecciones
federales.
Las mujeres.
El electorado pasivo.
324
18. — El derecho electoral se ocupa asimismo del electorado pasivo, o sea, de los individuos
que tienen capacidad política para ser designados (o derecho electoral pasivo). En este
punto, nuestra constitución no contiene una norma uniforme, porque para los distintos
órganos de poder formula normas propias.
Como principio general ha de tenerse presente que cuando la constitución establece las
condiciones de elegibilidad para un cargo o función, ellas no pueden El primero es,
individualmente considerado, el candidato; el segundo, se denomina elector y en su
conjunto forman el cuerpo electoral";
"En el régimen representativo el cuerpo electoral es el órgano primario del estado que
expresa la voluntad soberana de la nación derivando de él todos los órganos del estado. De
ahí que el sufragio, además de un derecho de naturaleza política, sea una función
constitucional, y su ejercicio un poder de la comunidad nacional, es decir, una competencia
constitucional dentro de los límites y bajo las condiciones que la misma constitución ha
determinado".
La prohibición de reelección.
Tal criterio es aplicable a las constituciones de nuestras provincias que impiden la reelección
del gobernador. Así lo resolvió la Corte Suprema en su fallo del 6 de octubre de 1994 en el
caso "Partido Justicialista de Santa Fe c/Provincia de Santa Fe".
325
IV. LOS PARTIDOS POLÍTICOS
Desde 1962 —además— existe en el poder judicial federal la llamada "Justicia Electoral",
creada por el decreto-ley 7163/62, cuya Cámara Nacional Electoral tiene competencia
territorial en todo el país como tribunal de alzada.
27. — En el fallo de la Corte del 22 de abril de 1987 en el caso "Ríos Antonio J." se alude al
art. 1º de la constitución (ya antes de la reforma de 1994) como base de la existencia y
pluralidad de los partidos, en tanto el voto del doctor Petracchi remite al derecho de
asociarse con fines políticos en cuanto derecho no enumerado, que forma parte del más
amplio de asociarse con fines útiles del art. 14, por lo que, como derecho no enumerado,
nace del art 33.
28. — Con fecha 17 de junio de 1986, en el caso "Recurso de hecho deducido por José E.
Ormache en la causa Fiscal del Superior Tribunal de Justicia doctor Mestres. Informa sobre
Ormache José E.", la Corte Suprema declaró inconstitucional la norma de la constitución de
la provincia de Entre Ríos que prohibía a los empleados administrativos del poder judicial
326
local afiliarse a partidos políticos y desarrollar actividad política, por violatoria de los arts.
14, 16 y 33 de la constitución federal.
30. — La presencia dinámica de los partidos se hace patente a través de: a) la formulación
de ideologías políticas, de opiniones públicas y de políticas activas; b) la participación en el
proceso electoral; c) la gravitación, las influencias y las presiones sobre el poder; d) la
ocasional ubicación de un partido determinado (que hoy es uno y mañana puede ser otro)
en el uso del poder estatal —que en un sentido figurativo suele asignarle el rótulo de
partido "gobernante"—; esto último se vincula con la permanencia y la alternancia
partidarias en el poder; e) la recíproca situación de los partidos en posiciones de consenso,
disenso u oposición.
327
En la dinámica del poder, las relaciones de los partidos en cuanto sujetos auxiliares del
estado con órganos del poder o con órganos extrapoderes componen una categoría de las
relaciones "extraórganos". Nuestro derecho constitucional material conoce las siguientes:
b) relaciones en el ejercicio del poder por los órganos estatales, que se evidencian en la
composición partidaria de dichos órganos; en las presiones que los partidos ejercen sobre el
poder, y viceversa; en la influencia que juegan para la designación de funcionarios públicos,
etc.
Se advierte, por ejemplo, la estructura partidaria del congreso; la distinta relación que se
traba entre el poder ejecutivo y el congreso según que el presidente de la república cuente
o no con mayoría de su propio partido en una cámara o en ambas; la política del ejecutivo
que responde a un programa partidario, acentuándose la vinculación cuando el presidente
es jefe o líder del partido, etc.
31. — Esta cuestión suscita una encontrada multiplicidad de enfoques, que giran alrededor
del control estatal sobre los partidos. Procurando circunscribir nuestra opinión a la esfera
propia del derecho constitucional argentino, abordamos una doble perspectiva:
328
b) sobre la base de la afirmación anterior, los órganos competentes (justicia electoral) para
otorgar o negar el reconocimiento a los partidos, quedan habilitados para denegar (o en su
caso cancelar) el reconocimiento al partido que discrepa con la constitución;
329
34. — El poder disciplinario de los partidos es un aspecto que, aun con peculiaridades
derivadas de la naturaleza de los partidos, corresponde al tema del poder disciplinario de las
asociaciones.
En forma muy breve sostenemos que: a) los partidos, como cualquier asociación, disponen
de poder disciplinario sobre sus afiliados; b) en ejercicio del mismo pueden aplicar sanciones
conforme a sus estatutos o a su carta orgánica, respetados el debido proceso y la
razonabilidad; c) no gustamos decir que ese poder disciplinario, y las sanciones que en uso
de él recaen en los afiliados, pertenezcan a la "zona de reserva" del partido como
exclusivamente propia de él y como exenta de control judicial; d) lo que sí afirmamos es
que: d") las sanciones partidarias deben quedar sometidas a revisión judicial, y que siendo
éste el principio constitucional que adoptamos hay que añadir, a partir de allí, que: d") el
tribunal judicial al que se lleva en revisión una sanción partidaria sólo la debe descalificar
cuando resulta arbitraria, o cuando ha sido dispuesta sin sujetarse a las formas básicas del
debido proceso; e) una vez conciliados de esta manera el control judicial y la libertad que,
como propia de toda asociación, debe reconocérsele a los partidos en su vida y en su
organización internas, no consentimos que la revisión judicial se estreche porque se alegue
que el afiliado sancionado o expulsado no sufre perjuicio; sobre todo en el caso de
separación del partido, el agravio, y su repercusión dañina, radican en el hecho de que quien
voluntariamente quiere pertenecer a un partido, ve violado su derecho de asocia-ción si se
lo expulsa sin causa razonable o sin previo derecho de defensa.
35. — Una breve incursión en el derecho judicial emergente de la Corte Suprema nos coloca
ante principios como éste:
a) "el régimen representativo dio origen a la existencia de los partidos políticos organizados,
los que virtualmente se convirtieron en órganos indispensables para el funcionamiento del
sistema"; b) "el hecho de que los sistemas electorales estén relacionados con el régimen de
partidos políticos y que éstos sean órganos intermedios entre gobernantes y gobernados y
pieza clave para la existencia del régimen representativo significa reconocer que los partidos
existen por y para el régimen representativo y no éste por y para aquéllos"; c) "esta Corte ha
reconocido a los partidos políticos la condición de auxiliares del estado, organizaciones de
330
derecho público no estatal, necesarios para el desenvolvimiento de la democracia y, por
tanto, instrumentos de gobierno cuya institucionalización genera vínculos y efectos jurídicos
entre los miembros del partido, entre éstos y el partido en su relación con el cuerpo
electoral, y la estructura del estado"; "son grupos organizados para la selección de
candidatos a representantes en los órganos del estado. Esa función explica su
encuadramiento estatutario y, en los hechos, que sistema de partidos y sistema
representativo hayan llegado a ser sinónimos"; d) "los partidos políticos condicionan los
aspectos más íntimos de la vida política nacional e, incluso, la acción de los poderes
gubernamentales y, al reglamentarlos, el estado cuida una de las piezas principales y más
sensibles de su complejo mecanismo vital; en consecuencia, resulta constitucionalmente
válido el ejercicio del poder reglamentario al establecer controles gubernamentales, con el
objeto de garantizar la pluralidad, la acción y el sometimiento de los partidos a las
exigencias básicas del ordenamiento jurídico y su normalidad funcional"; e) "la ley orgánica
de los partidos políticos después de definirlos como "instrumentos necesarios para la
formulación y realización de la política nacional", les asigna, "en forma exclusiva, la
nominación de candidatos para cargos públicos electivos" (art. 2º, ley 23.298); todo el resto
de la ley está dirigido a garantizar a las agrupaciones el derecho a su constitución,
organización, gobierno propio y libre funcionamiento, así como el derecho a obtener la
personalidad jurídico política para actuar en los distritos electorales (art. 1º, ley 23.298)"; f)
"la defensa jurisdiccional del régimen representativo exige que los partidos no excedan su
normalidad funcional; es decir, se limiten a proveer la dirección política y la alta jerarquía
del estado; formular los planes para la realización de la política nacional; seleccionar lo
mejor de su dirigencia para su nominación como candidatos para cargos públicos electivos
(art. 2º, ley 23.298); canalizar la voluntad popular y la opinión mediante una costante labor
de información política al pueblo; a estas tareas se le suman como implícitas las de preparar
al ciudadano para el buen uso de la herramienta de trabajo cívico que es el voto, respetar
los marcos del sistema político y cumplir su función de órganos intermedios entre el cuerpo
electoral y el elegido, entre el gobierno y los gobernados"; g) puede negarse el
reconocimiento a una agrupación política cuando su actuación traduce un peligro cierto y
real para la subsistencia del estado democrático; h) a efectos de apreciar, en las causas
judiciales, el carácter subversivo de una agrupación, los jueces han de ponderar el programa
real y verdadero, aunque oculto, y no el programa ficticio que les es presentado por los
partidos con miras a la obtención de su reconocimiento.
331
36. — En el art. 38 nuevo leemos:
Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta Constitución,
la que garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la representación de las
minorías, la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos, el
acceso a la información pública y la difusión de sus ideas.
Los partidos políticos deberán dar publicidad del origen y destino de sus fondos y
patrimonio."
La nueva norma es sobria. Los define como instituciones fundamentales del sistema
democrático, con lo que esclarece dos cosas: la fundamentalidad del sistema partidario, y su
integración en y para la democracia.
37. — Se enmarca a los partidos con directrices como éstas: libertad para su creación y sus
actividades; representación de las minorías (dentro de su estructura interna, según
entendemos); competencia para postular candidaturas a cargos públicos electivos; acceso a
la información pública; difusión de sus ideas; contribución estatal al sostén económico de las
actividades y de la capacitación de sus dirigencias; obligación partidaria de dar a publicidad
el origen y destino de sus fondos y su patrimonio.
332
Hay una columna vertebral dentro de ese diagrama: los partidos gozan de libertad dentro
del respeto a la constitución, y ésta les garantiza su organización y funcionamiento
democráticos, con el lineamiento antes pautado.
38. — La norma del art. 37 que explicamos en el nº 11 obliga a garantizar mediante acciones
positivas en la regulación de los partidos políticos la igualdad real de oportunidades para
hombres y mujeres.
40. — Con relación a los dos aspectos de organización y funcionamiento consideramos que
cuando el art. 38 dice que la constitución "garantiza…" está imputando al estado el deber
de proveer las garantías consiguientes; pero, además, las garantías deparadas por la
constitución proyectan hacia el interior de los partidos el mismo conjunto de pautas, que
ellos tienen que acoger y a las que deben atenerse en su organización y en su actuación.
Quiere decir que lo garantizado también implica, para los partidos, el deber de dar
recepción a todas las pautas cubiertas por las garantías. En resumen, estamos frente a
garantías "para" la democracia, tanto dentro de los partidos como en su actividad hacia
afuera, es decir, intra y extrapartidariamente.
333
41. — En cuanto a la representación de las minorías, podemos dar al texto la amplitud que
merece cuando se presupone la organización y el funcionamiento democráticos de los
partidos. En consecuencia, hay aquí —además de un parámetro para la estructura interna
de los mismos— una directiva obligatoria para el régimen electoral, que debe establecer un
sistema que asegure el acceso pluralista de los partidos a los cargos que se provean por
elección popular para los órganos de poder colegiados. No se trata de una receta única para
implantar un sistema determinado, pero sí de la exclusión de cualquiera que, como el de
lista completa, adjudica todos los cargos a un solo partido, porque en ese supuesto no se
deja sitio a las representaciones minoritarias.
"Competencia" tiene dos acepciones que son útiles para dilucidar el tema. Una alude a la
acción de "competir", y el verbo competir significa contender entre dos o más sujetos. Otra
alude a la incumbencia, atribución o función que son propias de un órgano, y el verbo que
acá se inserta no es "competir" sino "competer", que quiere decir pertenecer, corresponder
o incumbir al órgano competente; de allí deriva la locución "tener, investir o asumir
competencia", o "ser competente" (para algo).
334
A) 43. — En la acepción de "hacer" competencia (o competir para la postulación de
candidatos, se haría viable un desdoblamiento: a) internamente, los partidos deberían
acoger y practicar algún sistema de selección de candidaturas que eliminara el señalamiento
o la imposición por las jefaturas partidarias, abriéndose a la competitivi-dad; b)
externamente, los partidos deberían entablar entre sí otra metodología también
competitiva en la oferta de candidatos para que la sociedad dispusiera de suficiente
capacidad de opción.
En cuanto al inc. a) nos aventuramos a sugerir que la ley podría razonablemente obligar a
los partidos a seleccionar los candidatos que han de ofrecer al electorado mediante un
procedimiento intrapartidario que diera participación a los afiliados y, acaso, también a
quienes no lo son.
En cuanto al inc. b), no hay duda de que los procesos electorales legítimos exigen que exista
efectiva competitividad leal entre los candidatos de los diferentes partidos que concurren a
cada acto electoral.
No hay duda de que éste es un sentido que el art 38 ha asumido claramente en su letra y en
su espíritu: la constitución ha querido que los partidos postulen candidatos.
45. — Antes de la reforma de 1994, el monopolio de las candidaturas por los partidos ya
había suscitado debate acerca de su constitucionalidad. El impedimento legal para
presentar candidatos sin patrocinio de un partido fue considerado por algún sector como
335
una "condición" de elegibilidad que se añadía inconstitucionalmente a las previstas en la
constitución.
46. — Antes de la reforma de 1994, en el caso "Ríos, Antonio J.", del 22 de abril de 1987, la
Corte declaró que no era inconstitucional el sistema legal que adjudicaba a los partidos
políticos en forma exclusiva la nominación de candidaturas para los cargos públicos
electivos.
La expresión libre.
47. — La garantía al acceso a la información pública y a la difusión de las ideas nos resulta
vital. Son aplicaciones que de la libertad de expresión y de información (tanto en la
búsqueda, recepción y transmisión de la última) hace el artículo a favor de los partidos.
336
Sin duda, ellos revisten un protagonismo importante en la formación y divulgación de
opiniones públicas, y cercenarles la libertad en ese campo sería interferir y trabar una
función fundamental dentro de la sociedad y del sistema político en su conjunto.
48. — Por fin, aparece el sostenimiento económico por parte del estado. Es común en el
derecho comprado, y tiene tradición legal en nuestro medio.
Un estado que acoge un sistema de partidos, que prohija la participación, que se vale de
ellos para cubrir —en todo o en parte principal— sus elencos de poder, está en condiciones
de afrontar parcialmente su sostenimiento económico. Reparemos en que el nuevo artículo
lo dirige a y para que desarrollen sus actividades y para que capaciten a sus dirigentes, lo
cual importa un señalamiento y una cobertura amplia del destino de los recursos estatales
para las organizaciones partidarias.
A la par, se los obliga a hacer público el origen y el uso de sus fondos y de su patrimonio, lo
que no siempre es fácil de efectivizar, pero proporciona un ámbito para el control de los
ingresos no estatales y del objetivo al cual se aplican.
Acabamos de aludir al control de los ingresos "no estatales", pero también en orden a los de
origen estatal ese control es imprescindible; la constitución no ha incluido pauta alguna
337
sobre el control en ninguno de ambos sentidos, y consideramos que la ley debe implantarlo
rigurosamente, porque el silencio del art. 38 no se ha de interpretar como excluyente de la
fiscalización, máxime si tomamos en cuenta que en su último párrafo consigna el ya citado
deber partidario de dar publicidad del origen y destino de sus fondos y patrimonio.
El hacerlo público a simple título informativo, y sin que opere un control eficaz por parte del
estado, no satisface a las exigencias democráticas ni a la ética política.
Fundamentalmente, es al senado al que hay que dirigir la primera mirada. El art. 54, al
elevar a tres senadores el número de los que se elegirán en cada provincia y en la ciudad de
Buenos Aires, estipula que corresponden dos bancas al partido que obtiene el mayor
número de votos, y la restante al que le sigue en número de votos.
También debe prestarse atención al párrafo tercero, para finalmente comprender que
mientras las legislaturas locales tengan a su cargo la designación de los senadores, su papel
se limitará a convalidar a quienes resulten nominados por los partidos políticos.
50. — No queda duda de que ahora, conforme al art. 54, la competencia para postular
candidatos a senadores es propia y exclusiva de los partidos políticos.
338
Además, es posible que —más allá de las críticas que parte del universo doctrinario y
político formulan al tercer senador y al sistema electoral establecido por el art. 54— haya
que reconocer que se ha procurado conferir al senado una fisonomía pluralista, conciliando
la mixtura de "partido mayoritario-oposición".
51. — Hay otros artículos de la constitución que, luego de la reforma, obligan a que haya
determinada presencia partidaria en las estructuras gubernamentales. Así:
a) el art. 85, al diseñar la Auditoría General de la Nación, prescribe que el presidente de este
organismo de control será designado "a propuesta del partido político de oposición con
mayor número de legisladores en el congreso";
52. — Por lo expuesto, y sin desconocer que el sistema de partidos reclama reformas
importantes, consideramos que —guste o no— hay ahora cláusulas constitucionales que los
reconocen e institucionalizan como organizaciones fundamentales del sistema democrático.
Lo traducimos en la afirmación —con carácter de principio constitucional— de que debe
339
haber partidos, y de que es la sociedad —también en ella y desde ella— el ámbito de su
creación y su funcionamiento libre y democrático.
53. — Los arts. 39 y 40 han incorporado dos formas semidirectas de participación política en
materia de derechos políticos: la iniciativa legislativa popular, y la consulta popular.
Con esta reforma de 1994 se ha desbaratado el argumento de que, antes de ella, las formas
semidirectas eran inconstitucionales por colisionar con el principio "representativo"
enunciado normativamente en el art. 22, que después de la reforma subsiste incólume. (Ver
T. I, cap. VII, nos. 62/64).
54. — El único antecedente que registra nuestra historia en el orden federal es la consulta
popular, no obligatoria ni vinculante, realizada en 1984 para el conflicto austral con Chile,
que para nosotros fue perfectamente constitucional.
Cuando por vía de amparo un ciudadano impugnó dicha convocatoria a consulta popular
efectuada en 1984 por el poder ejecutivo para que el cuerpo electoral votara
voluntariamente por "sí" o por "no" acerca del arreglo del diferendo austral con Chile, la
Corte entendió que la pretensión no configuraba "causa" o "caso" judiciable en los términos
del entonces art. 100 de la constitución y de la ley 27 (art. 2º). (La disidencia de los doctores
Fayt y Belluscio entró al fondo del asunto, y ambos jueces consideraron que no existía
violación alguna a la constitución).
340
La iniciativa popular para proyectos de ley.
56. — a) Se reconoce este derecho a los ciudadanos con el objeto de que presenten
"proyectos de ley" en la cámara de diputados, la que viene así a ser cámara de origen para
su tratamiento.
Si se trata de una materia para la cual la constitución exige que lo sea el senado —como es
el caso de la legislación prevista en el art. 75 inciso 19, párrafo segundo— nos parece que el
proyecto igualmente ha de ser presentado en la cámara de diputados, y que ésta debe
girarlo al senado para comenzar allí el trámite.
341
b) La norma procura evitar que el derecho de iniciativa se esterilice en una mera propuesta
de quienes lo ejerzan, y obliga al congreso a conferirle tratamiento dentro del término de
doce meses, que interpretamos corridos, sin deducir el tiempo de receso congresional.
57. — El congreso tiene la obligación de dictar la ley reglamentaria para el ejercicio de este
derecho.
La constitución prescribe pautas: esa ley requiere el voto de la mayoría absoluta sobre el
total de los miembros de cada cámara, y no puede exigir para ejercer la iniciativa más del 3%
del padrón electoral federal, debiendo contemplar dentro de esa cifra una adecuada
distribución territorial para la suscripción de la iniciativa.
Este último recaudo procura que en el 3% de los ciudadanos promotores del proyecto que
se presente no quede arbitrariamente excluida o discriminada —en relación con la totalidad
del territorio— la participación de zonas, regiones o provincias.
Conforme a la disposición transitoria tercera, la ley reglamentaria del art. 39 debía ser
dictada dentro de los dieciocho meses de sancionada la reforma de la constitución.
La ley 24.747.
342
Como comentario a su texto podemos resumidamente decir, en orden a los puntos
fundamentales, que:
Una vía pudo ser la de someter a consulta popular el proyecto, al modo como lo estipula la
constitución de la provincia de La Rioja.
b) El plazo constitucional de doce meses para que el congreso trate el proyecto, que de
acuerdo a la letra del art. 39 parece correr desde su presentación en la cámara de
diputados, es objeto de dilación en la ley; en efecto, su art. 11 le da inicio desde que la
cámara lo admite, para lo cual los arts. 8º y 10 exigen previamente una tramitación ante
comisiones parlamentarias.
d) El porcentaje de firmantes del proyecto que fija el art. 39 (3% del padrón federal) es un
tope y no un piso; el art. 4º de la ley reglamentaria lo ha reducido al 1,50%, que debe
representar como mínimo a seis distritos electorales, salvo que la iniciativa tenga alcance
regional, en cuyo caso el porcentual ha de obtenerse solamente sobre el total empadronado
en la totalidad de provincias que integran la región, sin considerar el número de distritos.
343
La consulta popular.
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El estatuto jurídico de la ciudad de Buenos Aires fue históricamente peculiar. Su gran
volumen poblacional y el poder económico de la que la dotó históricamente su puerto, el
más activo e importante del país, le dieron de una enorme influencia política. En 1853, los
convencionales que sancionaron la Constitución Nacional vieron conveniente separarla de la
provincia homónima y colocarla bajo administración federal, como sede de los poderes
nacionales.
La ley dictada a ese efecto no se hizo, sin embargo, efectiva. Buenos Aires no aceptó la
sanción de la Constitución hasta casi una década más tarde, y una de las condiciones que
puso para plegarse a ella fue la derogación de su estatuto federal. No sería hasta 1880
cuando se haría efectiva su federalización, para dotar al gobierno nacional de autoridad
administrativa directa sobre el entorno en que se asentaba. De acuerdo con las condiciones
entonces fijadas, la autoridad ejecutiva sobre la ciudad era directamente designada por el
Presidente de la Nación.
El 21 de diciembre de 1995 el Congreso Nacional sancionó la ley 24.620, llamada ley Snopek,
que permitía la elección de un Jefe de Gobierno y Vicejefe de Gobierno y de 60
representantes que dictarían el Estatuto Organizativo. La ley establecía que el Jefe de
Gobierno y el Vicejefe de Gobierno debían reunir las mismas condiciones que se requieren
para ser diputado nacional.
La Asamblea Estatuyente inició sus labores el 19 de julio de 1996, y sesionó por primera vez
en forma plena el 2 de agosto. La Asamblea se dividió en cuatro bloques que correspondían
a cada uno de los partidos políticos elegidos: Frepaso, UCR, PJ y ND. En la primera sesión
fueron elegidas las autoridades de la asamblea, siendo electa Graciela Fernández Meijide
como presidenta, Oscar Shuberoff como vicepresidente 1.º e Inés Pérez Suárez como
vicepresidente 2.º. También se autodesignó como Convención Constituyente y crearon las
comisiones de trabajo que elaborarían la Constitución de la ciudad de Buenos Aires. Estas
comisiones eran:
346
Comisión de Sistemas de Control
Constituyentes Editar
Presidente
Vicepresidente 2º
Vicepresidente 3º
Presidentes de Bloque
348
Jorge Argüello (ND)
349
-Vocal de la Comisión de Relaciones Interjurisdiccionales
350
-Vocal de la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento
351
Esteban Crevari (UCR)
352
-Vocal de la Comisión de Justicia y Seguridad
353
-Vocal de la Comisión de Presupuesto y Hacienda
354
Alberto Maques (UCR)
355
Hipólito Orlandi (UCR)
356
-Pte. de la Comisión de Sistemas de Control
357
Gustavo Vivo (UCR)
Véase también
Bibliografía
Notas
Enlaces externos
PÁGINAS RELACIONADAS
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Elecciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de 1996
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La ley dictada a ese efecto no se hizo, sin embargo, efectiva. Buenos Aires no aceptó la
sanción de la Constitución hasta casi una década más tarde, y una de las condiciones que
puso para plegarse a ella fue la derogación de su estatuto federal. No sería hasta 1880
cuando se haría efectiva su federalización, para dotar al gobierno nacional de autoridad
administrativa directa sobre el entorno en que se asentaba. De acuerdo con las condiciones
entonces fijadas, la autoridad ejecutiva sobre la ciudad era directamente designada por el
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El 21 de diciembre de 1995 el Congreso Nacional sancionó la ley 24.620, llamada ley Snopek,
que permitía la elección de un Jefe de Gobierno y Vicejefe de Gobierno y de 60
representantes que dictarían el Estatuto Organizativo. La ley establecía que el Jefe de
Gobierno y el Vicejefe de Gobierno debían reunir las mismas condiciones que se requieren
para ser diputado nacional.
La Asamblea Estatuyente inició sus labores el 19 de julio de 1996, y sesionó por primera vez
en forma plena el 2 de agosto. La Asamblea se dividió en cuatro bloques que correspondían
a cada uno de los partidos políticos elegidos: Frepaso, UCR, PJ y ND. En la primera sesión
fueron elegidas las autoridades de la asamblea, siendo electa Graciela Fernández Meijide
como presidenta, Oscar Shuberoff como vicepresidente 1.º e Inés Pérez Suárez como
vicepresidente 2.º. También se autodesignó como Convención Constituyente y crearon las
comisiones de trabajo que elaborarían la Constitución de la ciudad de Buenos Aires. Estas
comisiones eran:
Constituyentes Editar
Presidente
Vicepresidente 1º
Vicepresidente 2º
362
Inés Pérez Suárez (PJ)
Vicepresidente 3º
Presidentes de Bloque
363
Federico Arenas (PJ)
364
Antonio Elio Brailovsky (ND)
365
Susana Carro (UCR)
366
-Vocal de la Comisión de Políticas Especiales
367
-Vocal de la Comisión de Sistemas de Control
368
Elsa Kelli (UCR)
369
-Vocal de la Comisión de Relaciones Interjurisdiccionales
370
Carlos Oviedo (FREPASO)
371
-Vocal de la Comisión de Justicia y Seguridad
372
-Pte. de la Comisión de Poder Legislativo y Poder Constituyente
Véase también
Bibliografía
Notas
Enlaces externos
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