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CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LAS DIVISIONES EN LA

IGLESIA
Introducción
A. Hemos llegado a la consideración de un aspecto muy importante en
este estudio: ¿Cuáles son las causas más importantes del
espíritu divisionista dentro de la Iglesia?
B. Se pudiera hacer un listado de posibles causas, pero yo detecto
seis que considero importante resaltar: 1°. Falso concepto del
liderazgo. (1 Cor. 1:10-13). 2°. Intereses personalistas. (3ra.
Juan 9-10). 3°. Interpretaciones de carácter doctrinal, (1 Cor.
15: 1 Tes. 4:13-17; 4°. Celo carnal o falso celo. (Santiago
3:13-16: Col. 4:17; 1 Cor. 3:3; 5°. Aspiraciones de liderazgo
insatisfechos. 6°. Permisión impune de pecados dentro de la
Iglesia.

I. FALSO CONCEPTO DEL LIDERAZGO (1 Corintios 1:10-13)


A. Un ejemplo típico de este espíritu divisionista es la Iglesia de
los Corintios. Por las características de la misma podemos
decir, sin temor a equivocarnos, que era una Iglesia inmadura,
que se había quedado en pañales, y en un estado de subdesarrollo
espiritual. ¿Cuáles eran las evidencias de su niñez?
B. En primer término podemos notar que, aunque con sus labios
confesaban a Cristo, esta Iglesia tenía puesta su mirada en el
hombre y no en Cristo.
C. Hubo una reacción en cadena. Una reacción no favorable, puesto
que otro grupo y para contrarrestar la acción de los
“apolistas”, se levantaban a favor de Pedro.
1. Ellos alegaban que era el apóstol con más experiencia, que
había caminado con Jesús, que era el principal líder entre
ellos y que al fin y al cabo fue a él a quien el Señor le
había entregado “la llave del reino”.
2. Otro grupo, también numeroso decía: “nos adherimos al
apóstol Pablo”. “Pablo es el predicador a los gentiles, ha
fundado muchas Iglesias, es un gran maestro y, al fin y al
cabo, él fue el fundador de la obra en Corinto”.
3. Otros más templados en su forma de ver las cosas, los
espiritualoides que subyacen también dentro de las Iglesias
Locales, decían: “¡Nosotros no seguimos a hombres, si se ha
formado esto dentro de la Iglesia, nosotros nos quedamos
con Cristo y nos vamos de aquí”! Y junto con los otros
formaron otro partido, el de los “cristinos”.
D. Esta Iglesia tenía un falso concepto de los oficios. No entendía
la función de ellos. No entendía que los hombres no son más que
instrumentos en las manos de Dios para ayudar a la edificación
del Cuerpo de Cristo.
1. Sus miembros estaban ciegos. Cuando Pablo se entera de todo
este caos producido por la inmadurez y falta de
conocimiento les hace ver su calidad de “menores de edad” y
les escribe (1 Corintios 3:1-7)

II. INTERESES PERSONALES. (3 Juan 5-10).


A. Otros de los grandes problemas que se presentan dentro de la
Iglesia y que producen el caos, es la actitud de algunos líderes
al asumir una postura absolutista y personalista.
B. Cuando me refiero a postura personalista, aludo a que el líder
centra exclusivamente en él todo el movimiento y actividad
material y espiritual de la Iglesia, que busca una posición
preponderantemente directiva, para un reconocimiento exclusivo y
trata de someter, bajo su control y dominio, todos los intereses
materiales y espirituales del grupo local.
C. Esta actitud produce un cisma que va tomando cuerpo hasta que se
lleva a cabo el resquebrajamiento total y la disolución de la
Iglesia Local. Para asegurarse en el “trono” y lograr sus
objetivos, estos líderes exclusivos toman ciertas medidas:
1. Aislamiento total de los demás líderes espirituales y por
consiguiente aislamiento de sus congregaciones de la
comunión de los demás cristianos.
a. Como no están seguros de ellos mismos, tienen temor de
que su congregación abra sus ojos ante las realidades
de la amplitud del Reino de Dios y no vean para darse
cuenta del caos interno que tienen.
2. Aislamiento de aquellos que, dentro de la Iglesia, quieren
ayudarlo. Esta especie de líder comienza a ver enemigos
donde no los hay.
a. Él mismo crea los enemigos y en una batalla campal
arremete contra aquellos que de verdad quieren
ayudarlo.
b. Aprovecha de su posición y autoridad para hacer que
estos hermanos tengan que separarse de dentro del seno
de la Iglesia.
c. Viéndolos afuera, prosigue una campaña difamatoria,
haciéndoles creer a los otros que el que se fue es
malo, que los que se van son malos y en esta forma
reduce a sus opositores y, a la vez, los obliga a
cambiar de Iglesia Local.
3. Se empeña en una campaña de descrédito de los otros grupos
hermanos.
a. En esta posición y para él, todas las demás Iglesias
están en pecado. Él y la congregación son los únicos
santos y salvos.
b. Van modelando una Iglesia tipo monstruo, porque la
llegan a desfigurar tanto, que de Iglesia solo llegan a
quedarse con el nombre, pero ante Dios y el mundo se
convierten en un desarmadero y un predio de chatarra
oxidada.
D. El verdadero siervo de Dios es capaz de ver y reconocer las
virtudes de los otros y recibir la corrección y orientación de
los más experimentados.
1. Y cualquier sentimiento, actitud o acción que no se
desarrolle dentro de este contexto no ha de producir los
frutos y beneficios que Dios quiere dentro de la Iglesia:
el mantenimiento de su UNIDAD.
E. ¿Qué testimonio puede dar La Verdad de ti? Después de que te
hayas contestado, por favor, no le eches la culpa a otros de
todos los desastres producidos por ti mismo dentro de tu
Iglesia.
1. ¡Arrepiéntete, pues, rectifica tu camino, endereza lo
torcido, pide perdón al que has ofendido y disponte a
caminar con Dios y con la Iglesia!

III. ASUNTOS DE DOCTRINA (1 Corintios 15:12;


1 Tesalonicenses 4:13-17; Gálatas 3:1).
A. Las falsas doctrinas han sido uno de los motivos por los que, a
través de la historia, se ha puesto en peligro la unidad de la
Iglesia de Jesucristo.
B. Desde los tiempos primitivos los apóstoles previnieron a la
Iglesia que dentro de la misma entrarían “lobos feroces que
procurarían acabar con el rebaño. Aún dentro de ustedes mismos
se levantarán algunos que enseñarán falsedades para arrastrar a
los discípulos para que los sigan” (Hechos 20:29)
C. También cuando vendría el tiempo cuando las gentes “en que no
van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus
propios deseos, se rodearán de maestros, que les digan las
novelerías que quieren oír”. (2 Timoteo 4:4-5).
D. Pedro, tomando como ejemplo la experiencia pasada del pueblo de
Dios, nos dice que al igual que en el tiempo antiguo, “también
entre ustedes habrá falsos maestros que encubiertamente
introducirán herejías destructivas al extremo de negar al mismo
Señor que los rescató”. (2 Pedro 2:1)
E. A través de la historia, la Iglesia ha venido enfrentándose con
la actividad sistemática, persistente, nociva, y destructora de
estos falsos maestros.
IV. CELO CARNAL (1 Corintios 3:1-3).
A. Desde los primeros tiempos la Iglesia se vio golpeada
tremendamente por ese sentimiento, que si bien, cuando se
manifiesta y aplica correctamente dentro de la obra de Dios
puede ayudar a edificar, sin embargo, cuando nace del
resentimiento carnal y el complejo de inferioridad, su
manifestación puede acarrear grandes problemas dentro y fuera de
la Iglesia Local.
B. Es bueno aclarar que el celo en sí mismo no es malo. Es un
sentimiento bueno y necesario.
1. El problema es cuando el celo se pervierte. Es aquí cuando
los problemas comienzan. El celo, como el amor, son dos
sentimientos que nacen en Dios.
C. El Diccionario Larousse define la palabra celo de la siguiente
forma: “Cuidado y esmero que se pone en el cumplimiento del
deber”
1. Ahora bien, el celo bien encaminado es de gran bendición y
promueve la unidad y estabilidad de la Iglesia.
2. Tanto el siervo de Dios, como los líderes deben ser
cuidadosos de los bienes materiales y de la santidad de la
Iglesia; celosos en el cumplimiento de su trabajo, de su
misión, de su vocación.
3. Cuando la Iglesia pierde el celo de Dios, pierde su visión
por las almas perdidas, y se convierte en un ente
introvertido, mirando solo hacia adentro y volviendo
egoístas a sus miembros, “buscando cada uno sus propios
intereses y no a lo de Cristo Jesús” (Filipenses 2:21).
D. Este celo correcto es recomendado en la Biblia en las siguientes
áreas:
1. En la preocupación por la vida espiritual (Apocalipsis
3:19). Jesús le recrimina al “ángel de la Iglesia” de
Laodicea el espíritu de indiferencia e indolencia en el que
había caído y como consecuencia, toda la Iglesia.
a. Esto había producido ceguera espiritual, o sea,
incapacidad para entender su estado deplorable. En
medio de su condición, Jesús le amonesta diciendo: “Se
pues fervoroso y arrepiéntete” o “...sé pues celoso y
arrepiéntete” (V.R.V. 60).
b. El celo y fervor contribuiría a la preocupación por la
vida espiritual evitando caídas similares futuras.
2. En la preocupación por las buenas obras. (Tito 2:14) Aquí
Pablo vincula el celo en un aspecto doble.
a. Primero, implicando la renunciación a la vida de pecado
y obras malas (v. 12)
b. segundo, en contraste lo vincula con una vida recta y
“celoso de buenas obras”.
3. En la preocupación por las necesidades de la obra.
(2 Corintios 9:2) Pablo reconoce la buena voluntad de los
hermanos de Acaya, para ayudar financieramente a otros
hermanos necesitados.
a. Ese ánimo dispuesto, esa identificación con la
necesidad de otros hermanos, esa colaboración
voluntaria fue producto de su celo (espíritu de
identificación por amor) de tal forma que esa acción
sirvió de estímulo a muchos para que lo hicieran igual
que ellos.
4. Producto de la amonestación. Pablo tuvo que amonestar
duramente a los corintios. Eran una Iglesia conflictiva.
Tenían problemas de desorden, organización, divisionismo,
falta de cooperación, etc.
a. Sin embargo, hubo fruto: “solicitud, defensa,
indignación, temor, ardiente afecto, CELO,
vindicación”. (2 Corintios 7:11).
5. Producto del temor de perder el fruto del trabajo en la
obra. La iglesia de los corintios estaba siendo trabajada
por falsos predicadores. “Otro Jesús”, “otro evangelio” era
predicado, junto con una campaña de menoscabo y difamación
contra el apóstol Pablo.
a. Éste tiene que hablarles al corazón, les hace ver el
peligro en que están, su temor de que fueran
“extraviados de un sincero y puro compromiso con
Cristo”.
b. Esta preocupación, este temor de Pablo era producto del
“celo de Dios” (2 Corintios 11:2-3). Un celo santo que
cuidaba y velaba con amor la obra de Dios y el
bienestar de los hermanos.
c. El celo de Dios contribuye a la unidad; el celo carnal
y sin ciencia, produce destrucción.
V. PERMISIÓN IMPUNE DEL PECADO.
A. Dios coloca en manos de los líderes y de la Iglesia la autoridad
de juzgar y disciplinar al pecador. (1 Corintios 5 y 6). Cuando
la Iglesia pierde de vista este aspecto de la justicia se
identifica con la injusticia.
B. La permisión del pecado coloca, en primer lugar, una barrera
entre Dios y Su pueblo (Isaías 59:2); segundo, produce una
barrera entre los santos y los pecadores permitidos.
C. La Iglesia, como Cuerpo, sufre la dolencia del “cáncer” y el
tener que soportar los dolores de un cáncer que no se cura ni se
extirpa.
D. (Apocalipsis 2:20) Aquellas personas a las cuales Jesús había
confiado la dirección de la enseñanza dentro de la Iglesia eran
personas incompetentes e incapacitadas moral y doctrinalmente
para realizar una labor de tanta importancia.
1. Estas personas estaban ejerciendo una influencia tal, que
el mismo predicador, ahora se encontraba limitado y casi
atado de pies y manos para actuar.
2. Él sabía dónde radicaba el mal, pero lo toleraba. Quizás
tenía temor de proceder. El desentenderse de los conflictos
internos de la Iglesia, empeora las cosas.
3. El evangelista siempre puede hacer algo. Es siervo de Dios
el que tiene todo el respaldo de Él.

Conclusión
A. La división es un problema serio. Muchas veces están serio por
radica en algunos hermanos que no aman la iglesia.
B. La división es un factor muy peligroso. Estemos pues amados
hermanos alerta ante este peligro.

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