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I – INTERPRETACIÓN
1º Contextualización de Platón.
Contextualización histórica
enfrentó a Esparta con Atenas en su lucha por el liderazgo de las polis griegas,
periodo en que fue gobernada por Pericles sino que por el contrario le correspondió
experimentar el fracaso, desgarro y ruina que padeció su patria tras haber sido
derrotada en dicha guerra por los lacedemonios. Escandalizado por las tropelías
llevadas a cabo por los Treinta Tiranos, entre los cuales se encontraban familiares
capaz de acabar con la vida del más virtuoso de sus ciudadanos, Sócrates; Platón
asiste al fin de la hegemonía política de Atenas sobre Grecia iniciada en las guerras
Pasemos ahora a dar cuenta del marco ideológico del pensamiento platónico.
que Platón hacía de su pensamiento, en ellos plantea una serie de objeciones a su teoría
de las Ideas dejando Sócrates de protagonizarlos. A este grupo pertenecen el
4º Diálogos de vejez: Escritos tras su tercer y postrero viaje a Sicilia, son su testamento
filosófico. Pertenecen a esta etapa el Filebo, el Timeo (diálogo más importante de este
Contextualización filosófica
Los sofistas, que se presentaban a sí mismos como maestros de virtud, eran una
verdadera y auténtica felicidad) puede ser considerada como el cimiento sobre el que
se asienta no sólo las doctrinas morales sino el programa filosófico entero platónico.
teoría de las Ideas. Los eleáticos le influirán 1º al concebir las Ideas bajo los
los presocráticos o los sofistas, presentaremos resumido la parte que coincide con la
2º Cuestión contextual
una comunidad armónica (sin conflictos de clase) y cohesionada (sus miembros se sentían
y de muerte) en la que las diferencias sociales entre los individuos (su ghénos o tribu,
Antigüedad” las denominaba Rousseau), como una res publica orientada al bien común,
al bien de la polis entera por encima de los intereses particulares de sus miembros,
intereses a los que se consideraba carentes de relevancia política. Este bien común de la
autonomía política),
1º que los intereses de sus ciudadanos debían ser siempre armónicos (debían
estar orientados cara el bien común), no pudiendo por ello los intereses particulares de los
ciudadanos entrar en conflicto por diferentes y contrapuestos que fuesen (la condición de
clase).
2º que los ciudadanos debían compartir unos mismos fines y valores, unas mismas
3º que la vida material de los ciudadanos debía ser frugal y austera (lo cual hacía
4º que los ciudadanos debían considerar como una obligación patriótica, esto es,
como el supremo deber y honor del ciudadano, además del combate en la guerra en
medio del logos, de la razón y de la palabra, se definía entre todos el bien común, y
desempeñar las más altas magistraturas y cargos públicos (ya fuese formando parte
llevada a cabo por Trasíbulo, distaba mucho de este retrato idealizado que
fue el caso de Alcibiades durante la guerra contra los lacedemonios) así como la
Asamblea (que hizo posible la condena de Sócrates), acabó arruinando el que fue sin
lugar a dudas el más bello ideal legado por Grecia a la posteridad: la posibilidad de
EN SÍNTESIS:
común.
4º Dicho bien común es también el fin último (el fin principal y supremo) del ciudadano
por encima de sus intereses particulares (el bien particular de cada individuo se debe
5º El bien común, más allá de la solución de los asuntos de gobierno de curso corriente,
ciudadanos.
que se desenvuelven en la Asamblea, el lugar donde los ciudadanos haciendo uso del
Guerra del Peloponeso y los episodios que siguieron a ésta (oligarquía de los 30,
idóneo para que los políticos ambiciosos, los demagogos y las masas populares más
Los filósofos presocráticos fueron una serie de pensadores que vivieron entre
se caracteriza por considerar que todo lo que sucede está regido por los dioses siendo
interlocutores divinos, los mejores intérpretes de sus designios. A partir del siglo VI a.C.
Para lograr esto se considerará que todas las cosas tienen una esencia, naturaleza o
identidad permanente y que las transformaciones y cambios que sufren están regidos por
término significa dos cosas: por un lado hace referencia a la totalidad de las cosas que
Pasemos seguidamente a explicar las principales doctrinas de los algunos de los más
HERÁCLITO
están sometidas a una incesante transformación y nada permanece constante. Este devenir
Esta ley o logos del devenir constituye el verdadero principio explicativo del Cosmos. Las
4º la armonía del Cosmos no es una armonía estática sino una armonía dinámica,
resultado del equilibrio dinámico de las tensiones entre los contrarios (“como ocurre con
el arco y la lira”).
2º la causa del perpetuo devenir es que el kosmos está constituido por elementos
4º el devenir del mundo no es caótico sino que está sometido a una ley que lo rige
todo: el logos.
PARMÉNIDES
realidad los hombres disponen de dos caminos o vías: la vía de la verdad y la vía de la
filósofos y tiene como objeto el conocimiento del ser de las cosas. La segunda es el
no es el devenir sino el “ser” (el arjé de las cosas es por lo tanto “el ser” manteniendo por
ello el eleata una concepción monista radical de la realidad). Para llegar a esta conclusión
parte de las dos afirmaciones siguientes: “El ser es y el no ser no es; No es posible que el
ser no sea ni que el no ser sea”. Por lo tanto, postula que lo que realmente existe es el ser
(no pudiendo ni llegar a ser ni dejar de ser) y que el no ser no existe. El “ser” posee las
siguientes características:
1º es eterno pues no puede ni ser generado ni ser destruido (el ser no puede no
3º es inmutable, no pudiendo cambiar (ya que el cambio implica que algo que no
ANAXÁGORAS
razonamiento parmenídeo de que ninguna realidad nueva puede originarse (“sólo el ser
es”). Aceptado este principio, no le queda otro recurso para poder comprender la
multiplicidad y el movimiento que afirmará que todo existe desde siempre: partículas
masa compacta y maciza, sin intersticios ni separación alguna. Queda así explicada la
pluralidad, pero ¿cómo se explica el movimiento? ¿Cómo empezó a moverse esta masa
compacta originaria de modo que las partículas fueran separándose y uniéndose para dar
lugar a los distintos seres? Anaxágoras recurre a una causa exterior, el Entendimiento o
Nous que imprimió a esta masa inerte un movimiento de remolino (en Anaxágoras
aparece por primera vez la idea de una Inteligencia Ordenadora, de un Dios como principio
rector del Universo: el orden del Cosmos es el resultado de una Inteligencia que actúa
Inteligencia ordenadora del universo (es decir, de un dios tal como lo concebirán
Atenas.
organización de la polis.
3º una nueva forma de ser sabio, el sofista, cuya reflexión se articula en torno a
cuestiones antropológicas.
Los sofistas eran profesores ambulantes que recibían dinero de sus alumnos.
Transmitían una enseñanza que tenía por finalidad la formación del individuo o
paideia, formación que abarcaba todos los conocimientos posibles y los integraba en
como ya dijimos más arriba, los sofistas enseñaban principalmente a sus discípulos
retórica y dialéctica, es decir, las técnicas y habilidades que les permitían hablar con
defendió una doctrina de profundo calado humanista que afirma que “el hombre es
aparecen en los diálogos platónicos a los que, en algunos casos llegan a dar nombre.
afirmación de Protágoras de que “el hombre es la medida de todas las cosas”) y está
sometido a las vicisitudes de la historia y las circunstancias. Por todo ello, para la
la opinión más verdadera sino la más fuerte, convincente y persuasiva, aunque sea
falsa y contradictoria.
reino de la physis), al que la sofística denominará el reino del nomos (hasta entonces
los griegos siempre habían creído que las leyes de sus polis eran un regalo de los dioses
o bien, cuando dejaron de creer en esto, que las leyes eran una consecuencia del orden
inamovible del universo, es decir, que formaban parte del orden de la naturaleza como
sofistas en general, los valores ético-políticos (las ideas acerca de qué es lo justo y
bueno) al igual que las leyes e instituciones que sobre ellos se sustentan no
a) para los sofistas de la primera generación entre los que cabe destacar a
Protágoras, los pactos que los miembros de la ciudad logran alcanzar acerca
no elegía sino que le venían impuestos por la naturaleza como una fatalidad a la
naturaleza o physis humana. Para ellos, lo único absoluto e inmutable era esa
éste había sido valorado por los sofistas de la primera generación. Para los
siempre dogales (cuerdas al cuello) a través de los cuales el grupo doma y somete al individuo
al interés de la colectividad, interés extraño y ajeno a su verdadera naturaleza,
por lo que el nombre de sofista se asocia desde entonces a aquel que engaña, que
enriquecer con variedad de perspectivas nuestro saber del mundo y de la vida humana
quedar recogida en su definición (esto es, se puede definir con exactitud qué es la
con saber y que concluye considerando la virtud como el bien supremo para el
II – COMPRENSIÓN
Calvo)
arbitrariedad (la idea de que los sucesos naturales acontecen arbitrariamente, sometidos
exclusivamente a la voluntad caprichosa de los dioses) es suplantada definitivamente por
la idea de necesidad, es decir, cuando se impone la convicción de que las cosas suceden
cuándo y cómo tienen que suceder. Esto puede parecernos hoy elemental, pero constituye
A esta idea de necesidad se hallan vinculadas otras ideas que constituyen lo que
la filosofía griega:
a) La idea de que las cosas suceden como tienen que suceder (la idea de
un ejemplo muy sencillo: el agua se comporta siempre del mismo modo (por
pues, unas propiedades fijas y, por tanto, una manera de ser constante o
permanente. Esta manera de ser constante o permanente fue denominada por los
griegos esencia (eidos). La esencia es lo que una cosa es a pesar de sus posibles
estado sólido o líquido, etc., pero siempre es agua. O bien, el ser humano se
presentará bajo diversas apariencias, edades, razas, culturas, etc., pero en todos
realidad. Así, tenemos en las cosas lo que hay de permanente frente a lo que hay
verdaderamente son) frente a sus apariencias (lo que las cosas parecen ser)
(unidad/multiplicidad).
b) Conocer las cosas será, por tanto, conocer lo que son de verdad, lo que tienen
muy útil que sea el conocimiento sensible, los sentidos no bastan para
2º Cuestión temática
INTELIGIBLE
De entre las múltiples intenciones que animan la teoría platónica de las Ideas, una
realidad. La teoría de las Ideas fue formulada por Platón en su periodo de madurez o
dogmático en obras como el “Fedón”, el “Fedro” o “La República”. Platón defiende a
realidad. Este dualismo establece, como acabamos de ver, la existencia de dos mundos,
mundos separados el uno del otro y radicalmente distintos entre sí, algo así como si la
realidad no fuese una sino que tuviese dos dimensiones, dos planos en los que se
distintos grados de realidad, unos más reales que otros, se puede retrotraer a
occidental. La labor del filósofo es especificar cuáles son esos distintos grados, tipos o
niveles de realidad, determinar cuál de ellos es el más real y, finalmente, mostrar hasta
que punto los demás órdenes de realidad son sólo una mera apariencia ilusoria o
- por un lado, nos encontramos con el mundo sensible, realidad constituida por
perpetuo devenir de lo que nace y perece. Este es el mundo que habita el ser humano, un
mundo en el que los caballos enferman y mueren, el agua se evapora o congela, el hierro
- por otro lado esta el mundo de las Ideas, un mundo que el hombre no habita
pero al que puede acceder a través de su inteligencia (el nous). Este mundo de las Ideas
está constituido por un tipo de realidades radicalmente distintas a todas aquellas que
encontramos en nuestro entorno: plantas, animales, diferentes tipos de materia inerte, etc.
A estas peculiares y extrañas entidades las denominó Ideas o Formas. Ejemplos de ellas
son las Ideas de lo bueno en-sí mismo, de lo bello en-sí, números de los matemáticos en-sí,
de las figuras geométricas en-sí, de las proporciones matemáticas en-sí. Pero no
existen solamente Ideas de las propiedades de las cosas (cualidades, cantidades y
relaciones tomadas en abstracto, como por ejemplo la Idea de blancura, la Idea de “de
tres pies de largo” o la Idea de “ser mayor que”). Platón incluso llegó a afirmar la
existencia de Ideas correspondientes a las cosas mismas que existen alrededor nuestro,
Ideas de los géneros y las especies en sí que, afirmó, pueden ser consideradas como los
patrones ideales de las cosas. Dichas Ideas se constituyen en este caso, por lo tanto,
como modelos o arquetipos de los seres que encontramos en esta realidad que
habitamos. Existirían por ello, por ejemplo, la Idea de caballo (Idea que constituiría lo
que es ser un equino en sí mismo), o la Idea del hierro (la Idea del Hierro en-sí) o de la
madera (la Idea de la Madera en-sí) o del agua (la Idea del Agua en-sí) Ideas todas ellas
de especies. Pero también postulará Platón la existencia de los géneros de las especies
anteriores, a los que corresponderían Ideas como la de Roca, Mineral, Metal, Animal,
El mundo de las Ideas está constituido por las Ideas o Formas. Platón llamó Ideas
a las causas metafísicas del mundo físico. No entendió por ideas los conceptos mentales
que produce nuestra inteligencia sino los modelos inmateriales y autosubsistentes que
han dado lugar, por imitación o participación, al mundo sensible. Las Ideas son peculiares
representárselas, las Ideas son objetivas, reales e independientes de la mente que las
piensa).
se destruyen)
independientes también del mundo físico son, sin embargo, referentes últimos de éste,
pues las Ideas se constituyen en modelos y paradigmas de todo lo que hay en el mundo
sensible),
pluralidad de individuos),
8º únicas (no existe una pluralidad de ideas de un mismo tipo como por el
contrario sucede con la pluralidad de lo existente; sólo hay una Idea de caballo, mientras
Determinadas las propiedades más relevantes de las Ideas ¿podemos afinar más y
establecer qué son en último término, cuál es su naturaleza? Platón entiende que las Ideas
se despliegan ante nuestros ojos, esto es, su naturaleza entendida como su esencia.
b) Las Ideas son para Platón patrones de orden y estructuración, esto es, las
acerca de lo que una realidad es en-sí, esto es, por la identidad misma de algo (por
conocimiento intuitivo, noético (directo y completo) del “en qué consiste dicha
pero no en el sentido ordinario de que estos, los entes materiales, se generen a partir de
aquellos, los entes ideales, sino en el sentido de que las Ideas se constituyen como los
Ideas son el principio configurador que otorga a la materia de una estructura y de este
modo proporciona a los seres del mundo físico de una consistencia e inteligibilidad de la
Las Formas, decíamos más arriba, están en el mundo de las Ideas, un mundo
supraceleste, metafísico. Este mundo ideal no es una mera acumulación sin orden ni
concierto de Ideas sino que esta estructurado sistemáticamente: las Ideas están conectadas
lógicamente (se atraviesan entre sí subsumiéndose e implicándose unas con otras; así, la
constituyendo un sistema de forma piramidal cuya cúspide está ocupada por la Idea de
Bien, Idea suprema y fundamento primero de todo el mundo inteligible, causa de todo el
ser e inteligibilidad que podamos encontrar en cualquier Forma. Por debajo de ésta,
de Ser).
de proporciones matemáticas), Ideas que no deben ser confundidas nunca con los entes
matemáticos, entes formales de orden inferior a las Ideas. Finalmente, en tercer lugar, en
el último nivel (que se constituiría como base inferior del sistema piramidal que
constituye el mundo ideal) se ubicarían las Ideas modelos-paradigmas de las entidades
Las Ideas son conocidas por el sabio, nunca por el ignaro hombre corriente, por
que avanza a través de la contraposición de tesis), la ciencia del ascenso lento y fatigoso
de Idea en Idea hasta la Idea de Bien. Esta dialéctica que se encamina hacia la cúspide del
sistema piramidal ocupado por dicha Idea de Bien es una dialéctica de carácter
ascendente, ascensión que escala desde los niveles inferiores del mundo ideal, estrato tras
estrato, Idea tras Idea, hasta lograr alcanzar la Idea suprema, el primer principio cuyo
desde la Idea de Bien se desciende de Idea en Idea hasta alcanzar aquéllas que se
encuentran en la base, las Ideas modelo de las cosas materiales. La comprensión de dichas
Ideas son la clave para la comprensión racional del mundo sensible y hacen posible el
salto que ahora ya el sabio puede dar al mundo material confiado en que logrará
orientarse en el laberinto del devenir y así podrá ayudar y guiar a sus conciudadanos en la
¿Qué decir del mundo sensible y su relación con el mundo ideal? Para Platón, la
realidad material perceptible por los sentidos está en perpetuo devenir siendo su ser no
verdadero, como ocurre con las Ideas, sino aparente. Entre los dos mundos hay, por lo
tanto una escisión, un hiato, un abismo, una cesura o separación ontológica insuperable,
estructural. Sin embargo, Platón no deseaba desvincular totalmente ambos mundos sino
Según Platón, las cosas del mundo sensible aunque no tienen verdadero ser sino que se
pueden ser consideradas como una pura nada. Los entes materiales tienen también “ser”.
Un ser, es cierto, deficiente, provisional, meramente prestado (cedido por parte de las
Ideas gracias a la relación de imitación y participación que en mayor o menor grado las
cosas alcanzan mantener con ellas) pero, al fin y al cabo, un modo de ser. Para Platón, los
entes sensibles (como por ejemplo el hierro y la madera) imitan/participan de las Ideas (a
las Ideas de Hierro y Madera, Ideas que jamás se oxidan ni pudren) pero esa
Cosmología platónica
doctrinas cosmológicas. En este diálogo, Platón afirma que el distinto grado en el que las
cosas del mundo sensible participan de las Ideas configura en el cosmos material un
orden jerárquico en el que unos seres tienen prevalencia sobre otros. Veamos
1º en la cúspide del cosmos sensible se halla el Alma del Mundo, Alma que
2º en segundo lugar están las Esferas astrales a las que Platón (siguiendo los
4º en cuarto lugar están los cuerpos de los seres vivos, de los hombres, de los
animales y plantas.
5º en quinto lugar están los cuatro elementos materiales: agua, aire, tierra y
fuego.
Para explicar cómo se genera el ser de este mundo sensible a partir del inteligible,
Platón recurre en el Timeo a una figura mítica: el Demiurgo (el gran artesano cósmico o
Hacedor). Éste es una especie de dios sabio y muy poderoso aunque no omnipotente. Por
ello no podrá crear el cosmos a partir de la nada requiriendo unos materiales con los
cuales erigir su obra: el Universo. Esos materiales, esa materia, será moldeada por el
Demiurgo teniendo en mente como modelo a las Ideas. Su intención providente no será
permite, lo más similar posible al mundo ideal. Tenemos ya aquí presentes los tres
judeocristiano, sino un constructor. Es un ser distinto de las Ideas e inferior a ellas, pero
superior a todos los dioses y a las cosas de este mundo sensible. Es eterno, sabio (pues
conoce las Ideas), poderoso (capaz de modelar la materia y fabricar un Cosmos), bueno
estado de desorden a un estado de orden) y feliz. Por ello crea el Universo para difundir
el bien y la felicidad, ya que el mundo hecho por él es más perfecto que la materia que
creada por el Demiurgo y existiendo, como las Ideas, desde siempre. Es totalmente
diálogos, Platón identifica la materia con el “espacio vacío”. En cualquier caso, concibe la
materia como un no-ser (una entidad intermedia entre el ser, las Ideas, y el puro no ser, la
nada).
3º Las Ideas: son el modelo en el que se fija el Demiurgo para construir el mundo sensible.
mundo por Él fabricado nunca podrá llegar a alcanzar el nivel de perfección (de orden y
determinación) propio de las Ideas. La materia es, por su propia naturaleza, indeterminada
sensible.
formado por el Demiurgo a imitación de las Ideas, es concebido como un gigantesco ser
vivo y como tal posee un alma, el Alma del Mundo. Es esférico, la figura más perfecta.
En su centro se encuentra la Tierra. Luego, dispuestas como capas superpuestas las unas a
las otras, las esferas de los astros errantes, los planetas (planeta en griego significa
vista de la religión astral, las considera como dioses. El movimiento del conjunto se hace
de acuerdo con armonías musicales y proporciones numéricas tal como proponían los
octaedro con el aire y el icosaedro con el agua. Empleará estos cuatro poliedros porque
según una concepción del ya presente en el diálogo Teeteto sólo puede haber cinco
(como ocurre con las cosas del mundo material de las cuales tenemos experiencia
corriente) sino en la inteligencia, el nous, capaz de ir más allá de lo dado a los sentidos y
entre la mera doxa u opinión (esto es, el conocimiento del mundo sensible en sus grados
verdaderamente real, las Ideas). Dicho conocimiento del cosmos (entendiendo por éste el
mundo sensible en sus grados superiores, es decir, la sabiduría acerca de los movimientos
de los cuerpos celestes, de las divinas proporciones que los caracterizan así como del
Alma que los mueve) puede ser considerado como cuasiepistémico, grado de
por lo tanto la más adecuada vía de entrada y acceso para el sabio al mundo de las Ideas
(se encuentra, por lo tanto, en el Timeo el origen del enorme prestigio del que disfrutará
la astronomía por encima del resto de los saberes durante los próximos dos mil años; esta
CONOCIMIENTO
de los términos en que ésta quedó planteada por los sofistas y Sócrates: existen dos
posibles fuentes o facultades del conocimiento para el hombre: los órganos de los sentidos
y la inteligencia o razón. Los sofistas habían defendido una epistemología en la que sólo
tenía relevancia la información y la experiencia sensorial mostrando hasta que punto es
fácil caer en todo tipo de aporías y contradicciones cuando nos alejamos del ámbito del
dato sensible para por medio de la abstracción alcanzar un grado de conocimiento mas
sensibles va más allá de ellas y a la vez que las engloba las supera al determinar un tipo
Sócrates, Platón sostiene que los puros datos sensibles no nos dan conocimiento, pero a
posteriormente llamará Ideas) las cuales abrirán nuevas vías para plantear cuestiones
concebirá este universal no como una mera definición sino como una entidad real en-sí
trascendente a él) sólo accesible a través del nous, de la inteligencia y no de los sentidos,
la Idea.
El símil de la línea
Nos pide Platón que imaginemos una línea y que la dividamos en dos segmentos.
dividir de nuevo cada uno de estos dos segmentos en otros dos subsegmentos para así
corresponderá al mundo ideal mientras que el dóxico lo será del sensible. A su vez, las
subdivisiones internas que se dan en cada uno de los géneros del conocimiento, que dará
lugar en cada uno de ellos a dos especies o grados, será correlativa a los distintos tipos de
puesto que no nos queda más remedio que desenvolvernos en él, Platón también habla de
ciertamente, de segundo orden, que sólo produce mero parecer, mera opinión o doxa, no
sombras y reflejos de las cosas sensibles (los personajes de la mitología, las invenciones
de los poetas, las ficciones en general). Las cosas de las que trata este tipo de
matemáticos, los cuales son entidades intermedias entre el mundo sensible y el inteligible.
Al igual que las Ideas son eternos. Pero al igual que las entidades sensibles, hay una
multitud de cada especie (hay múltiples elipses, por ejemplo). La ciencia que corresponde
caso del matemático, pero ahora no se acepta su validez sino que se busca su fundamento
no hipotético, las Ideas. El conocimiento noético nos aporta, por lo tanto, el conocimiento
de las Ideas. Éstas se conocerán directamente, sin ayuda de los sentidos, en una visión
intelectual. Esta visión se lleva a cabo a través del nous, de una intuición intelectual. Pero
estas Ideas mantienen una relación jerárquica entre sí, constituyendo una unidad, y para
La dialéctica
Heráclito y Zenón de Elea a Hegel y Karl Marx). En general, podemos decir que la
utilizada por Zenón de Elea en sus famosas paradojas como la de Aquiles y la tortuga
mantenía, como ya vimos al tratar este autor en la cuestión contextual, una concepción
dialéctica de la realidad.
intuitivo tanto de 1º el contenido de cada Idea como 2º de los nexos que conectan y
articulan entre sí las Ideas y, finalmente, de 3º la procedencia de todas las Ideas de la Idea
Ideas para encontrar algo que tengan esas Ideas en común (por ejemplo, las Ideas de
Como las Ideas mantienen una relación jerárquica entre sí, la síntesis nos lleva desde las
Además hay una dialéctica descendente (división). Por ella nos encaminamos
desde la unidad de la Idea de Bien, por divisiones sucesivas en dos partes (diáiresis; la
Idea de Viviente puede ser desglosada en la Idea de Animal y el la Idea de Planta) hasta la
Pero ¿Cómo puede el ser humano pasar de los grados de conocimiento inferiores a
ascender desde el mundo sensible en el que se encuentra hasta el mundo inteligible de las
Ideas? Platón recurre a dos tipos de explicaciones para dar cuenta de este tránsito: 1º una
cual se explica cómo podemos ascender desde el conocimiento de las cosas inferiores
hasta el conocimiento de sus Ideas-modelos y desde éstas hasta la Idea suprema, la Idea
o amor, que siente el hombre en su afán por conocer/alcanzar el mundo inteligible desde
el mundo sensible en el que habita.
Afirma Platón que, al encarnarse en el cuerpo, tras la caída del ámbito inteligible
en el sensible, el alma olvida su pertenencia al mundo de las Ideas y lo que allí vio y
conoció. Pero una vez encarnada en un cuerpo, dispone de sentidos para percibir las cosas
sensibles. Como estas son una copia de las cosas inteligibles, de las Ideas, al verlas el
alma puede llegar, esforzándose, a rememorar, a recordar los originales. Las cosas le
sirven así como acicates, estímulos para, elevándose el alma por encima de ellas, lograr
que ésta recuerde aquello que conocía pero había olvidado: las Ideas. Esta doctrina fue
geométrico. Por otra parte, la teoría de la anámnesis puede ser, en cierto modo,
considerada como la primera exposición de la doctrina del “a priori” y del carácter innato
del conocimiento.
amor-deseo es lo que espolea al filósofo hacia el mundo de las Ideas. Este amor comienza
siendo deseo sensual, de la belleza sensible. Una vez encendido el deseo-eros, éste no
logra su plena satisfacción en el mundo sensible y por ello el alma, espoleada por él
inicia una ascensión que la lleva del amor por la belleza de los cuerpos al amor por la
belleza del alma y, de ésta, al amor por la belleza de las leyes. Luego al amor a la belleza
del orden matemático y finalmente al amor por la belleza de las Ideas mismas para
rematar en el amor a la Idea de Belleza en-sí, amor que no es otra cosa más que el amor a
El mito de la caverna
Platón nos pide que imaginemos una caverna en la cual se encuentran encerrados
desde su nacimiento un grupo de hombres. Los prisioneros están encadenados los unos a
los otros sin poder por ello ninguno separarse de los demás. Se encuentran al fondo de la
caverna, en la parte más oscura, fría y húmeda (inhóspita) de ésta, de frente a una pared y
de espaldas al resto de la caverna. Llevan allí toda su vida y tienen la cabeza sujeta de tal
modo que no ven más que las paredes del fondo de la cueva. Detrás de ellos hay una
hoguera y, entre la hoguera y sus espaldas, un camino oculto por un muro. Por el camino
y ocultos por el muro, procesionan diversas personas que portan objetos en sus cabezas
(ánforas, figuras de plantas y de animales) que proyectan su sombra sobre las paredes del
fondo de la cueva. Los prisioneros que hay dentro de la caverna sólo pueden ver las
sombras de esos objetos. Creen que las sombras son cosas reales, porque es lo único que
un primer momento más atrae su atención es la hoguera que ilumina y calienta el antro en
el que se encuentra. Al principio queda totalmente deslumbrado por las llamas, pero poco
directamente aquellos objetos de los que anteriormente sólo conocía su sombra. Con
esfuerzo logra salir de la cueva y salir al exterior, al mundo real. Allí, la exposición a la
luz del sol ofusca sus sentidos y le impide ver dónde se encuentra y lo que hay a su
alrededor. Sin embargo, poco a poco, sus ojos se van acostumbrando a la claridad
meridiana reinante y haciéndose capaces de percibir las cosas que en ese lugar hay. El
prisionero primero dirigirá su mirada hacia el suelo y en él podrá contemplar las sombras
de los objetos. Seguidamente, será capaz de alzar la vista hasta contemplar directamente
los objetos. Finalmente, levantará la vista y la dirigirá hacia el sol, fuente y principio de
toda la luminosidad y la vida que ha hallado en ese nuevo mundo. Tras estas
anterior. En el interior de la caverna, tuvo que contentarse con un mundo de sombras, con
de lo que habían sido privados sus compañeros de cautiverio y se apenó por ellos. Por
ello, decide volver al interior de la caverna, con la intención de contarles lo que ha visto y
mundo de sombras, sus ojos ya no están acostumbrados a esa falta de luz ni a un lugar tan
tenebroso. Ya no puede discriminar entre las sombras con la misma facilidad que sus
lo cierto es que él ha visto el mundo real mientras que ellos se contentan con un mundo de
Platón. Constituye una memorable alegoría de su doctrina dualista de los dos mundos así
como de su doctrina de los dos tipos de conocimiento (doxa y episteme) y de los cuatro
grados correlativos en los que se dividen. Según Platón, la mayor parte de la humanidad
realidad. Sólo los filósofos salen de la caverna y aprenden a percibir las cosas tal como
percibimos con los sentidos es cambiante, efímero e imperfecto. Pero el mundo de las
Ideas al que acceden los filósofos por medio de la razón es inmutable, eterno y perfecto.
PLATÓNICA
Para Platón, el ser humano es una entidad compuesta por dos elementos antitéticos y
antagónicos, el alma y el cuerpo, siendo el alma quien tiene prioridad y prevalencia sobre
el cuerpo:
1º El cuerpo es material, compuesto, visible, corruptible, sometido al cambio y por
ello mortal. Su destino es disolverse con la muerte. Pertenece al mundo sensible y Platón,
siguiendo a los pitagóricos, lo presenta como una especie de cárcel del alma.
La antropología platónica es, por lo tanto, dualista, dualismo que puede ser
mundo de las Ideas. En virtud del carácter dual, híbrido, del ser humano, Platón considera
al hombre como una realidad intermedia, un puente entre los dos mundos.
contraria a la vocación contemplativa del alma. La tarea del alma es purificarse del
cuerpo, separarse de él, ya que las pasiones, que tienen su sede en el cuerpo y en el cual se
con la muerte del cuerpo tras la cual podrán contemplar las Ideas. No obstante, con
respecto a este tema no siempre mantuvo Platón el mismo planteamiento. Podemos por
una realidad inmortal, separable del cuerpo, no sensible y no material. El alma aspira a
liberarse del cuerpo para regresar a su origen divino y vivir entre las Ideas en el mundo
inteligible. Dentro del cuerpo, el alma puede recordar (anámnesis o reminiscencia) las
Ideas que ha contemplado en su vida anterior. Sin embargo, Platón se percató de que el
2º En el Fedro y La República, tras reconocer que las pasiones (los deseos y las
alma es simple y por lo tanto carece de partes, se pueden distinguir en ella tres funciones,
actividades o dimensiones:
vigor necesario para sobreponerse a las dificultades. Su función es aliarse con la razón
3º La razón: única parte inmortal del alma. Su tarea es contemplar las ideas y
guiar a las otras dos partes del alma. Su mal es la ignorancia y su bien la prudencia y la
sabiduría.
superior, la racional. El alma como razón debe guiar y conducir al alma como valor y
como apetito. El equilibrio entre las tres partes del alma es la justicia del alma y tiene
de todos los males que la pueden aquejar. Platón recurrió en su diálogo Fedro a una
alegoría, el mito del carro alado, para explicar la estructura tripartita del alma y el
formado por un carro tirado por dos caballos alados, uno dócil y obediente y el otro
díscolo, y conducido por un auriga. Las almas giran por toda la eternidad en las esferas
celestes desde donde contemplan, junto a las almas de los dioses, las Ideas. Debido a la
naturaleza impulsiva del caballo innoble, el alma termina cayendo en el mundo sensible y
encarnándose en un cuerpo al que da vida. Tras la muerte del cuerpo, las almas deben
purificación o separación del cuerpo lo cual les posibilita su retorno a las alturas celestes.
ordenación de todas sus actividades de acuerdo con la razón. Por otro lado, el alma
el saber y la verdad acerca de las Ideas mientras esté unida al cuerpo, será necesario,
Para Platón existe una vida después de la muerte. Esa vida es una existencia más plena
que la terrenal sobre todo cuando el alma ha sido purificada. Y aunque existe la
reencarnación, ésta tiene un término, cuando el alma reposa en su verdadero reino que
para unos será el de las Ideas, para otros el de las esferas astrales o el de los espíritus
puros.
Pero Platón no sólo se opuso a los que negaban la inmortalidad del alma. También
se opuso a los que conciben que el alma está indisolublemente ligada al cuerpo y que, por
lo tanto, afirman que no hay alma sin cuerpo. Esto llevará a Platón a mantener una serie
de tesis:
mundo puro, libre de toda mancha, el mundo de las Ideas o las esferas astrales.
del cuerpo, lo que sucede en el instante de la muerte. La muerte puede ser el momento
más feliz de la vida y lo que hace posible que la vida sea una “meditación sobre la
muerte”.
argumentos que la avalaban. De entre ellos los más interesantes son los dos siguientes:
1º el alma es espiritual y por ello simple; como lo simple no se puede dividir ni
hombre es capaz de conocer Ideas, el alma ha tenido que conocerlas en algún tipo de
preexistencia.
ALMA A LA CIUDAD
La ética platónica
relativismo sofístico convencido de que los conceptos morales pueden ser definidos
rigurosamente e identificará virtud con la sabiduría al considerar que sólo el sabio puede
ser virtuoso. Su doctrina intentará demostrar que el orden moral y político tiene un
ideas.
La ética platónica persigue el supremo bien del hombre, la felicidad. Para Platón,
el bien supremo del hombre debe cifrarse ante todo en la virtud, entendiendo por ésta el
recto cultivo del alma, un estado de armonía anímica que conduce a la felicidad. El bien
medida de la razón como de hacer descender al mundo sensible al puro sabio. En suma, el
bien para el hombre ha de ser el comportamiento virtuoso, esto es, la conducta que puede
Pero ¿qué es la virtud? El término virtud tiene en la obra de Platón tres sentidos
que están además intrínsecamente unidos y vinculados a su teoría ontológica de las Ideas
y a su concepción antropológica del alma del hombre. Por influencia de Sócrates, como
ya vimos más arriba, la virtud sigue siendo considerada como sabiduría. Por influencia
del orfismo y del pitagorismo, la virtud es considerada como purificación por medio de
la cual el alma se separa y libera del cuerpo. Finalmente, por efecto de la concepción
tripartita del alma, la virtud es considerada como justicia, entendida como una armonía
1º Virtud como sabiduría: al igual que Sócrates, Platón considera que sólo
puede obrar bien quien conoce lo que es el bien, doctrina ética conocida con el nombre
meras definiciones, sino que es ahora conocimiento del Bien, el Buen Gobierno, la
2º Virtud como purificación: el orfismo era una creencia religiosa que concibió
el alma como una entidad inmortal. Esta concepción fue asumida por los pitagóricos que
consideraban que el alma es inmortal y que se reencarna tras la muerte del cuerpo,
cuerpo que es concebido como una cárcel para el alma. Por todo ello, tanto el orfismo
Platón esta liberación tendría por objeto último que el alma, ya enteramente libre y sin
3º Virtud como justicia: Platón sostiene que el alma tiene tres funciones (a veces
incluso habla de que existen tres almas distintas). Estas funciones son, como ya vimos
cada una de estas tres funciones le corresponde una virtud particular. Tenemos así, la
sabiduría- prudencia, virtud propia del alma en su función racional. Es esta virtud la que
eleva el alma al mundo de las Ideas haciendo posible su conocimiento así como guía y
virtud del alma en su función concupiscible gracias a la cual el alma modera sus apetitos
corporales. Cuando se dan estos tres tipos de virtudes se da la justicia, que Platón
siguiendo la concepción general que tiene el mundo griego de la justicia entenderá como
salud, orden y armonía, en este caso entre las tres funciones del alma. Pero la justicia no
cumple con su función específica confundiendo la ambición con la felicidad. Todo ello
provoca la injusticia general del alma que es una especie de desorden y enfermedad del
alma entera efecto de que la función racional no dirija y gobierne sabia y prudentemente
el todo anímico. Para Platón, la parte racional, siendo sabia y prudente, debe guiar la parte
irascible, que debe ser valerosa, y ambas dominar la parte apetitiva, que debe ser
atemperada. El hombre que lo consiga será armonioso y justo pues la justicia es la salud
Platón tuvo desde muy joven inquietudes políticas. Terminó renunciando a una
políticos imperantes, la oligarquía y la democracia. Para Platón, como para todos los
griegos, es en la polis donde el hombre se realiza como tal, donde alcanza la virtud, la
excelencia, donde el hombre da lo mejor de sí. Sin embargo, hay en la reflexión política
idea de un alma inmortal que hay que purificar o la creencia en el destino transmundano
de ésta. Todo ello terminó teniendo una gran relevancia para el pensamiento político
propias de la ciudad y el orden, la justicia y la virtud propias del alma. Por otro lado,
hegemonía del mundo griego. Todo ello, quizá, pudo inconscientemente, también,
inspirarle una concepción jerarquizada del alma humana y de todos los aspectos de la vida
Fue en La República y más tarde en las Leyes donde describió Platón cómo
debería ser el Estado ideal. El fundamento último de dicho Estado está inscrito, por toda
dicha Forma de ciudad ideal está dialécticamente atravesada por la noción de Justicia.
Por ello consideraba Platón que sólo cuando se da la Justicia se podrá considerar bien
gobernada la ciudad. Platón entendía, al igual que el resto del pensamiento griego de la
época, la Justicia (diké) como orden, como el ocupar cada cosa el lugar que es propio a su
naturaleza y como la correcta disposición de las partes que la componen. Así, por
ejemplo, un alma es justa cuando cada parte cumple la función que le corresponde
ciclo de las estaciones. Pues bien, siguiendo el mismo esquema que había aplicado a la
descripción de las funciones del alma, el Estado justo debe estar compuesto por tres clases
sociales o estamentos, cada uno de los cuales cumple una misión específica dentro de la
totalidad social conforme al principio de especialización funcional.
alma humana, los gobernantes-filósofos son los encargados de dirigir a los ciudadanos.
Son elegidos entre los guerreros más sabios y prudentes. Tienen un perfecto conocimiento
del mundo de las Ideas ya que sólo quien conoce lo que es el Bien en-sí, la Justicia en-sí,
podrá ser realmente un gobernante bueno y justo capaz de dilucidar dónde se haya el bien
de sus pasiones que ninguna debilidad les hará flaquear en su cometido ni ninguna
ambición privada les apartará de su deber. Es por todo ello que son los más indicados en
virtud. Todo ello es razón suficiente por la que los gobernantes deban ser los filósofos o
irascible del alma. Está constituida por los guardianes-guerreros. Son los encargados de
defender a los ciudadanos de sus enemigos. Elegidos entre los ciudadanos más fuertes y
correlativo a la parte apetitiva o concupiscible del alma humana, los productores son los
encargados de producir los bienes necesarios para la vida de toda la población. Su virtud
política o justicia de la ciudad. Se alcanzará así, para Platón la armonía o justicia del todo
social cuando se dé una adecuada división y jerarquización de la sociedad. Será tarea del
Estado seleccionar a los miembros de las distintas clases así como promover la virtud
sino por las capacidades y el talento naturales propio de cada cual. Según las facultades
ciudadanos en las virtudes que son propias del estamento en el que se les incluye. La
formación de los filósofos gobernantes será la más dilatada y estará a cargo del Estado.
Así, nadie según el plan de educación de los gobernantes diseñado por Platón debería
ocupar las más altas magistraturas de la ciudad hasta no haber completado un periodo de
desterrar toda forma de egoísmo y ambición privada (o aquello que las causa) que
Platón no se limitó a describir un Estado justo sino que además elaboró una
describe los distintos regímenes políticos y el orden de su sucesión. Platón pretendía con
ello mostrar el inevitable proceso de corrupción al que a su juicio, al igual que ocurre con
el resto de seres que componen este mundo sensible, se ve abocado todo gobierno y toda
forma de organización social. Platón partía de una hipotética “edad de oro”, el “gobierno
de los mejores”, no siendo para él la historia otra cosa que un proceso de degradación
y perversidad total. Veamos ahora cuáles son esos distintos modelos de organización
los más justos y sabios. Pero la aristocracia, como todo lo que existe en este mundo
sensible sometido al devenir, acaba degenerando dando paso a otras formas inferiores de
gobierno. La causa de esta decadencia es la mala elección de los que deben gobernar,
Ideas y que por ello serán incapaces de actuar virtuosamente. Por ello, podrán terminar
aliándose con los guerreros para someter al pueblo dando origen así a la timocracia, el
oligarquía. Como tal conserva algo de las virtudes del sistema aristocrático, tales como el
respeto por las leyes y los magistrados, así como el valor propio de los guerreros. Pero no
propias del carácter de los guerreros. Esto les lleva a un afán de riquezas y propiedades lo
que hará que finalmente sólo se le preste atención a éstas, degenerando en una oligarquía,
un gobierno de ricos.
Arrastra consigo múltiples vicios tales como 1º la elección de los gobernantes en función
ricos); 2º genera una división en el seno del Estado entre dos clases enfrentadas, los ricos
y los pobres (lucha de clases); 3º los ricos tienden a acaparar cada vez más riqueza con lo
libertad; en principio puede parecer el mejor de los gobiernos pero ello es una engañosa
ni de las leyes; sucede además que los más ricos que ven peligrar sus fortunas conspiran
inestabilidad permanente. Para acabar con esta situación de caos, el pueblo encumbra a
Estado y defienda sus intereses contra los oligarcas. Pero una vez en el poder, el tirano
elimina a toda aquél que puede estorbarle y busca la forma de hacerse imprescindible para
mantenerse en el poder, provocando por ejemplo continuas guerras contra otros Estados.
Se instaura así de hecho la tiranía, la peor, más injusta y viciosa forma de gobierno,
PLATÓN, texto 1
“—Bien; hemos observado ya tres cualidades en el Estado; al menos así creo. En cuanto
a la especie que queda para que el Estado alcance la excelencia, ¿cuál podría ser? La
justicia, evidentemente.
(…)
—Lo que desde un comienzo hemos establecido que debía hacerse en toda circunstancia,
mal no recuerdo, y varias veces lo hemos repetido, que cada uno debía ocuparse de una
sola cosa de cuantas conciernen al Estado, aquella para la cual la naturaleza lo hubiera
dotado mejor.
—Efectivamente, lo dijimos.
—Y que la justicia consistía en hacer lo que es propio de uno, sin dispersarse en muchas
tareas, es también algo que hemos oído a muchos otros, y que nosotros hemos dicho con
frecuencia.
—En tal caso, mi amigo, parece que la justicia ha de consistir en hacer lo que
—Opino que lo que resta en el Estado, tras haber examinado la moderación, la valentía y
de nacer y — una vez nacidas— les permite su conservación. Y ya dijimos que, después
de que halláramos aquellas tres, la justicia sería lo que restara de esas cuatro
cualidades.
—Ahora, si fuera necesario decidir cuál de esas cuatro cualidades lograría con su
presencia hacer al Estado bueno al máximo, resultaría difícil juzgar si es que consiste en
aparejada entre los militares la conservación de una opinión pautada acerca de lo que
lo que con su presencia hace al Estado bueno al máximo consiste, tanto en el niño como
gobernado, en que cada uno haga sólo lo suyo, sin mezclarse en los asuntos de los
demás.
—Pues entonces, y en relación con la excelencia del Estado, el poder de que en él cada
individuo haga lo suyo puede rivalizar con la sabiduría del Estado, su moderación y su
valentía. (…)
—Similar, en efecto.
—Por otro lado, el Estado nos pareció justo cuando los géneros de naturalezas en él
presentes hacían cada cual lo suyo, y a su vez nos pareció moderado, valiente y sabio en