Universidad Interamericana

Recinto de Barranquitas

Tarea #6: Ensayo El Rayo de Luna

Visión atreves de la literatura

GESP 2203

Ashley Mercado Cruz

B00471026

José Rivera González

Introducción

El autor de la obra El Rayo De Luna; Gustavo Adolfo Bécquer, nombre literario del

poeta español Gustavo Adolfo Domínguez Bastida Bécquer; 1836-1870. Es una leyenda

romántica en prosa. Ésta es una de las más conocidas y de mayor calidad literaria del autor.

Destaca por su prosa poética, cuyo contenido narrativo tiene inspiración medieval y queda

envuelto en una atmósfera lírica. Además, se divide en seis partes muy breves. Dentro de la

obra El Rayo De Luna se encuentra Manrique que es un joven noble, soñador, imaginativo,

amante de la soledad, que vive en un castillo de Soria. El romanticismo en esta obra

representa sentimientos en el ser humano. Además, se refleja por neoclasicismo que se refiere

a la razón. Así como también, se destacó el pensamiento filosófico, pues éste determinaba

que el verdadero conocimiento de la realidad estaba en el uso de la razón. El romanticismo

ha sido unos de los temas más importante. Gracias a jóvenes motivadores por la libertad y la

justicia. El ser humano que es romanticismo es individualista y subjetivista. Por tal razón la

mayor parte del tiempo prefiere buscar tranquilidad en la naturaleza o en paisaje. Es un

movimiento cultural y político donde se le da importancia a los sentimientos de uno mismo.

Esta leyenda reúne todos los elementos que caracterizan al romanticismo: paisaje nocturno,

intimista, subjetivo; soledad, contrastes de luz y sombra, misterio, sensibilidad, belleza, amor

inalcanzable.
Desarrollo

Una clara noche Manrique, mientras se paseaba solitario por una oscura alameda entre

las ruinas de un convento, vio una forma blanca agitándose y flotando un instante entre las

ramas del boscaje, pero desaparece cuando corre el joven hacia ella. El piensa que se trata,

sin duda, de una bella desconocida, la mujer ideal que siempre había buscado. Una y otra vez

aparece y desaparece la fantasmagórica figura ante el asombro y desesperación del joven,

que toda la noche inútilmente la persigue como un loco. Dos meses pasa buscando en vano

a la mujer blanca y esbelta de sus sueños, a quien ya amaba con un sentimiento creciente,

fruto de sus quiméricas fantasías. Cierta noche, cuando la luna brillaba en lo más alto del

cielo, Manrique cree ver de nuevo, al fondo de la alameda, flotar un instante y desaparecer

el extremo del traje blanco de aquella mujer esquiva que ya amaba con locura, sin importarle

nombre ni alcurnia. El joven en seguida corre en su busca. Llega al sitio donde ha creído

verla. Se detiene, mira espantado el suelo, un temblor nervioso se apodera de él y, finalmente,

estalla en una horrible carcajada. Aquel ser blanco, ligero, flotante, es un rayo de luna que se

filtra, a intervalos por entre el follaje cuando el viento mueve las ramas de los árboles e

ilumina a ratos el sendero. Han pasado algunos años. Manrique, melancólico en su castillo,

desprecia todos los placeres mundanos. Ya nada le importa en la vida, ni el amor, la gloria,

las mujeres, la felicidad, pues para él todo es mentira, "fantasmas vanos de nuestra

imaginación, a los cuales amamos y tras los que corremos, para encontrar finalmente tan sólo

un rayo de luna". El paisaje nocturno, intimista, subjetivo; soledad, contrastes de luz y

sombra, misterio, sensibilidad, belleza, amor inalcanzable son caramente características del

romanticismo. La acción es lo menos importante en las leyendas de Bécquer. Esto es porque

aunque los temas son sugestivos, interesa más el ambiente de irrealidad que los envuelve.
Los personajes de Bécquer son etéreos, el tiempo y el lugar son vagos e imprecisos, y los

relatos están narrados en una prosa tan poética que cada una de sus leyendas vale por un

poema. Además, el romanticismo se vio mucho la incorporación de los sentimientos de

profundidad del corazón de los artistas no solo los felices y alegres que representados en luz,

paz, armonía y felicidad eran muy bien vistos. Sino que también los sentimientos de un

corazón pesado lleno de amargura y tristeza. Así como también, nace como una ruptura del

pensamiento racional, con él se quiere recuperar la importancia de los sentimientos, de

romper con esos parámetros que impiden la libre expresión del hombre, al tener como límites

ciertas reglas afectando así las demostraciones de nuestro ser, generando en nosotros

estereotipos, formas de actuar en una sociedad, impidiendo que el hombre sea innovador, ya

que todos estamos sometidos a ser una reproducción del medio en que vivimos, por eso la

innovación es tan difícil, lo vemos en todos los aspectos. Podemos tomar como ejemplo el

arte. Existen distintas formas de arte, pero cuando se está en una época, sólo se habla de

estilos particulares que ya existieron, y todas las obras son muy similares, simplemente son

copias, pueden ser obras hermosas, pero no hay originalidad y por esto no son tan

asombrosas, porque no expresan el sentimiento en profundidad. Basándose en la existencia

de estas cadenas que atan los sentimientos en un rincón de nuestro ser, se evita la liberación

de todos los pensamientos verdaderos y sinceros que existen en cada hombre, la expresión

de nuestra alma. Es por eso que disfrutamos tanto del amor, porque éste es la muestra del

verdadero sentir del alma de un artista.

Conclusión

La obra El Rayo de Luna nos cuenta la vida de Manrique, un hombre muy encerrado

en sí mismo, un hombre muy romanticismo. De hecho, apreciaba mucho la soledad. Le

encantaba la poesía y por ello su carácter solitario le permitía pensar y poder remover su

mente. Una noche cálida de verano vio como una mujer se dirigía al monasterio de los

Templarios, él la siguió e intentó alcanzarla y hablar con ella, pero a pesar de todos sus

intentos no consiguió alcanzarla hasta que llegó a la que él supuso que era su casa. Pero

cuando tocó la puerta y preguntó que quién vivía allí, la persona que le abrió le dijo que era

la casa de Alonso de Valdecuellos que era el montero mayor del rey que vivía solo y que fue

herido en la guerra contra moros. Pasado un tiempo volvió a verla desde su balcón y la volvió

a seguir, pero mucho más de cerca y así pudo darse cuenta de que lo que veía era un rayo de

luna por el medio del bosque, al que le daba voz el viento que chocaba contra los árboles.

Esto llevó a nuestro protagonista en una gran melancolía pensando que la vida era un engaño

y el amor era un simple rayo de luna. Sin embargo, estas cadenas que atan los sentimientos

en un rincón de nuestro ser, se evita la liberación de todos los pensamientos verdaderos y

sinceros que existen en cada hombre, la expresión de nuestra alma. Es por eso por lo que

disfrutamos tanto del amor, porque éste es la muestra del verdadero sentir del alma de un

artista.