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UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA

FACULTAD DE ESTUDIOS DEL PATRIMONIO CULTURAL


PROGRAMA DE ARQUEOLOGÍA
SEMINARIO DISCIPLINAR IV: MARXISMO

EL PAPEL DE LA PRODUCCION Y DISTRIBUCION DE SAL Y EL


SURGIMIENTO DE LA DIFERENCIACION SOCIAL EN LA CUENCA DE
SAYULA DURANTE EL PERIODO CLASICO

CRISTIAN CAMILO SÁNCHEZ NAVARRO

PRESENTADO A:
JUAN CARLOS VARGAS RUIZ

21 DE NOVIEMBRE DE 2018
BOGOTÁ D.C
Tabla de contenido
INTRODUCCION ............................................................................................................ 2
ANTECEDENTES ........................................................................................................... 4
Localización Geográfica ............................................................................................... 4
Antecedentes Etnohistóricos ......................................................................................... 8
Antecedentes Arqueológicos ...................................................................................... 10
PLANTEAMIENTO Y JUSTIFICACION .................................................................... 15
MARCO TEORICO ....................................................................................................... 16
OBJETIVOS ................................................................................................................... 19
Objetivo General ......................................................................................................... 19
Objetivos Específicos ................................................................................................. 19
METODOLOGIA........................................................................................................... 19
Prospección y Recolección Superficial ....................................................................... 19
Excavaciones de Pozos de Prueba .............................................................................. 20
Clasificación de la cerámica ....................................................................................... 21
Análisis de composición artefactual ........................................................................... 21
Análisis de tendencia de superficie ............................................................................. 22
Caracterización de procesos de producción salinera, escala productiva y nivel de
patrón de asentamiento ............................................................................................... 22
Indicadores de factores económicos y sociales ........................................................... 23
IMPACTO Y RESULTADOS ESPERADOS ............................................................... 23
CRONOGRAMA ........................................................................................................... 24
PRESUPUESTO............................................................................................................. 26
REFERENCIAS ............................................................................................................. 27

INTRODUCCION
A lo largo del tiempo, la cultura material ha sido un elemento base para el estudio
arqueológico de cualquier sociedad antigua, permitiendo comprender y analizar el
surgimiento, desarrollo y evolución de éstas en diferentes espacios y condiciones
ambientales. Uno de esos objetos es la cerámica, la cual ha revelado datos necesarios para
organizar y clasificar a cada sociedad temporal y espacialmente, evidenciando diversos
aspectos de su vida cotidiana en el pasado. La cerámica, además de ser evidencia de los
procesos productivos de la comunidad, ha estado arraigada por una serie de dinámicas
socioeconómicas que han respondido a diversas necesidades e intereses en una
comunidad, ubicadas dentro de contextos históricos y estructurales particulares, que
condicionaron y transformaron los procesos de producción presentes. Una de esas
dinámicas fue la producción de sal, un elemento que se volvió indispensable para el ser
humano desde su consumo para la satisfacción de necesidades fisiológicas hasta su
transformación a un elemento de valor y prestigio que sirvió para el desarrollo de redes
de intercambio con otras comunidades, así como también su uso para el control
económico de esta industria en una zona determinada, repercutiendo en las estructuras
políticas y sociales que están presentes.

En un caso más específico, las investigaciones arqueológicas de la cuenca de Sayula,


ubicada en el Occidente de México, han establecido que durante el periodo Clásico (1650-
950 A.P) se alcanza un mayor grado de complejizacion social expresado en el surgimiento
y desarrollo de cacicazgos a partir del crecimiento demográfico, grupos de trabajo
especializado y la centralización de poder que se puede evidenciar en el uso del espacio
y la producción de nuevos estilos cerámicos (Acosta Nieva et al.1998). Durante este
periodo, la producción de sal tiene una mayor relevancia y adquiere un papel económico
y social importante como un elemento de valor y prestigio, causando así la necesidad de
su control y maximización por parte de individuos particulares dentro de las comunidades
a partir de nuevos mecanismos políticos y económicos que aseguren la reproducción de
esas nuevas relaciones de producción (Acosta Nieva et al.1998; Williams 2003).

De acuerdo con lo anterior, el siguiente trabajo pretende analizar y verificar cual fue el
papel de la producción y distribución de sal en el surgimiento de la apropiación por parte
de individuos que lo usaron como un medio para promover sus intereses e
institucionalizar la diferenciación social. Se propone que bajo el marco teórico del
materialismo histórico sobre las sociedades precapitalistas, las fuentes etnohistóricas,
investigaciones arqueológicas y los análisis marxistas sobre el trabajo, los modos y
relaciones de producción, se puedan caracterizar los procesos de la producción y
distribución de sal que se desarrollaron durante el periodo Clásico, la escala productiva
en la cual se podían estar desarrollando los mecanismos para promover la diferenciación
social y, de este modo, analizar la repercusión sociopolítica que tuvieron estos procesos
en el modo de vida de las comunidades de la cuenca, llevándolas al posible cambio y
establecimiento de una “economía política” a partir de la complejizacion social.
ANTECEDENTES

Localización Geográfica

La cuenca de Sayula se encuentra ubicada en el Occidente de Mexico, ocupada


actualmente por los estados de Jalisco, Colima, Nayarit, Sinaloa y Michoacán, además de
ser denominada una zona de contacto entre tres unidades geológicas principales: la Sierra
Madre Occidental, el Eje Neovolcánico y la Sierra Madre del Sur (Ver Figura 1). La
región de estudio esta localizada en la parte sur de Jalisco, parte del Eje Neovolcánico y
delimitada al norte, este y sur por la Sierra del Tigre, y al oeste por la sierra de Tapalpa.
Con una superficie media de 700 km2, la cuenca se particulariza por ser un área de
sistemas de drenaje interno en la que el agua no tiene salida fluvial hacia el océano y solo
puede abandonar el sistema por infiltración o evaporación, lo cual contribuye a la
concentración de sales (Williams, 1996) (Ver Figura 2).

La cuenca se divide a su vez en cuatro unidades geomorfológicas: la playa, las planicies


aluviales, el pie de monte y la sierra. La playa constituye una zona plana que se encuentra
ubicada en el fondo de la cuenca a una altitud entre 1335 y 1350 metros , lugar donde se
acumulan los sedimentos y el agua a partir de sistemas de erosion-deposicion que
permiten la concentración de sales a medida que se forman lagos temporales con las
temporadas de lluvia y se evaporan en las temporadas secas, formando las costras salinas.
Las planicies aluviales comprenden la zona baja de las vertientes de las sierras, extendidas
entre 1350 y 1500 metros de altitud, y constituyen el sector más fértil por sus tierras
negras muy orgánicas, que según Valdez et al. (2005) han sido ampliamente modificada
desde los periodos prehispánicos (particularmente el sector sur), con la intensificacion de
las actividades agrícolas (construcciones de canales y presas para el riego) y el
acondicionamiento de vías de comunicación.

El pie de monte se compone de los extremos de sierra de altitud media entre los 1500 y
1800 metros, integrado por suelos de pradera o bosque, afloramientos de arcilla, granito
y cineritas utilizados para la elaboración de cerámica, además de yacimientos de estaño
y cobre mezclado con otros minerales. Por la abundancia de corrientes de agua y de
manantiales esta zona se compone en su mayoría de tierras fértiles propicias para el
cultivo. Finalmente, la sierra comprende el sector altitudinal entre los 1800 y 2350 metros
hasta casi los 2800 metros entre las sierras que lo rodean, a pesar de ser una zona de
abundantes afloraciones de sustrato basáltico lo cual causa que los suelos no sean tan
fértiles, la sierra cuenta con vegetación de bosque y hay presencia de venado, jabalí y
pequeños mamíferos para la caza, así mismo, se pueden encontrar tipos de rocas y
minerales que son usados como materia prima para la fabricación de instrumentos, para
la escultura y la producción cerámica.(Valdez et al. 1996;2005)

En general, el medio ambiente de la cuenca presenta un ecosistema muy variado en un


espacio geográfico bien delimitado, abarcando una zona particularmente favorable para
la instalación de grupos humanos y el desarrollo de estas comunidades a partir de la
explotación de recursos tan variados como los minerales, la fauna, la vegetación, entre
otros. Adicionalmente, su ubicación favoreció al contacto continuo con las zonas
adyacentes del Occidente de Mexico, promoviendo el intercambio constante de materias
primas, tecnologías y bienes de prestigio que, así como lo afirman Gill y Frank (1991)
establecen imanes de atracción que sobresalen en la expansión político-económica.

La zona de estudio delimitada para las investigaciones está conformada por 3 sitios
arqueológicos, un asentamiento central conocido como La Picota (CS-08) y dos centros
de producción salinera conocidos como Cofradía (CS-21) y Playa Zapote/Techaluta (CS-
22). El sitio de La Picota se encuentra frente al municipio actual de Techaluta de
Montenegro, en el sector noroeste de la cuenca de Sayula cerca a las primeras planicies
aluviales de la Sierra de Tapalpa siguiendo un eje norte-sur, paralelo al margen occidental
de la laguna. Con una superficie total de 100 hectáreas se caracteriza por la presencia de
montículos y plataformas artificiales, con estructuras tipo piramidal de piedra y adobe
que van de los 4 a los 10 m de altura (Liot et al. 2010). El sitio se divide en tres conjuntos
arquitectónicos principales, dos de los cuales constituyen una gran plaza de forma
cuadrada, delimitada por cuatro montículos dispuestos en los puntos cardinales y un altar
de piedra en el centro. (Liot et al. 2008, 2009).

De acuerdo con los estudios que se han realizado, este era un gran centro de control sobre
la producción y redistribución de recursos estratégicos y suntuosos como la sal,
ornamentos y objetos manufacturados en obsidiana y concha, siendo así un marcador del
apogeo socioeconómico y cultural de toda la cuenca de Sayula y su inmersión en redes
de intercambio e interacción del Occidente de México(Liot et al. 2009). Anexo a este sitio
se encuentran las playas de Cofradía y Zapote/Techaluta ubicadas al norte y al sur de La
Picota (Ver Figura 3), las cuales fueron áreas dedicadas a la actividad salinera y la
producción para los centros de mayor nivel que contienen túmulos o “tepalcateras” que
abarcan extensas zonas de playa a todo largo del lago y contienen tiestos, tanto cerámicos
como líticos, dedicados a estos trabajos. (Valdez et al. 2005)
Figura 1. El occidente de México y la zona de estudio.
(Valdez et al. 2005: Figura I)
Figura 2. Sitios de la Fase Sayula. Cuenca de Sayula.
(Williams 2003: Figura 3)
Figura 3. Área de estudio propuesta.

Antecedentes Etnohistóricos

Una de las fuentes etnohistóricas mas importantes para el Occidente de Mexico son las
Relaciones Geográficas, las cuales son un corpus de fuentes textuales sobre las Indias
españolas del siglo XVI diseñado por burócratas españoles en Madrid y compiladas por
orden de Felipe II a fines del siglo XVI. Estos textos consisten en las respuestas que dieron
los funcionarios locales españoles en la América media y del sur a un cuestionario
estandarizado de 50 preguntas que se aplicaban por igual a las comunidades europeas,
indígenas o marítimas en los reinos de ultramar (Cline 1972). De esta manera se
consiguieron 189 relaciones, de las cuales varias lamentablemente se han extraviado la
de Colima y la de Sayula, esenciales para reconstruir la historia de la sal en el Occidente
de México (Reyes 1993).

El propósito de las Relaciones era el de censar las actividades económicas y productivas,


así como los recursos estratégicos existentes en diversas partes de la Nueva España, para
su mejor explotación y aprovechamiento por parte de la Corona española. Una de las
preguntas que se formulaba el cuestionario era la de “Si hay salinas en el dicho pueblo o
cerca de él, o de dónde se proveen de sal y de todas las otras cosas de que tuvieren falta
para el mantenimiento o el vestido” (Acuña 1987). En el caso específico de nuestra área
de estudio las Relaciones geográficas del lago de Sayula se han perdido, no obstante, las
relaciones de otros pueblos colindantes y otros pertenecientes al antiguo reino tarasco
mencionan la importancia de la cuenca de Sayula como proveedora de sal y, de igual
forma, como abastecedora de sal para ciertas provincias que no contaban con este recurso.

Entre los documentos que se tienen se encuentran la Relación de Zapotlán la cual dice
que “en este pueblo no hay salinas; proveénse de sal de Atoyaque y Sayula…”. Las
Relaciones de Xiquilpan y Tenamaztlán mencionan que se obtenía sal de la provincia de
Ávalos en forma de panes de sal blanca o morena, cada pan costaba entre dos y medio y
tres tomines y se enviaba esta mercancía de Atoyac al pueblo de Cuiseo, cerca de
Poncitlán en la ribera del lago de Chapala (Liot 1995; Acuña 1987). Adicionalmente se
encuentra el relato del fraile Alonso Ponce, visitante de esta región a fines del siglo XVI
que dejó la siguiente descripción de la producción de sal en el pueblo de Atoyac:
“Los indígenas de Atoyaque me ofrecieron muchos panes de la sal que se hace en
aquella laguna junto a aquel pueblo, la cual es muy blanca, limpia y buena, y acuden a
comprarla españoles de muchas partes, y por eso se hace ahí en Atoyaque de cinco en
cinco días un mercado o tianguez, y lo principal que en él se vende es sal; llévanla hasta
México por ser muy buena y hacerse con mucha limpieza. El orden que tienen los indios
en hacerla es el que sigue: de aquellos salitrales allegan muchos montones de polvo y
salitre que está encima y echándolo en tinajones, le van echando agua, meneándolo y
removiéndolo muchas veces y cebándolo siempre con agua hasta la cantidad que ellos
saben, y de esto sacan lejía, como se saca de la ceniza mezclándole agua; junto a estos
tinajones hacen en el suelo un horno redondo, a manera de calera, no muy hondo, y
menos de una vara de medir alto del suelo, y dejando hueco y concavidad donde echar
leña y lumbre, ponen encima muchas ollas chicas y grandes, asidas y trabadas unas con
otras, puestas por orden y concierto, de manera que queda cerrado todo el redondo del
horno; luego hinchen las ollas de aquella lejía, y vánles dando fuego por abajo por unas
bocas grandes que dejan a los lados, y con este fuego se va cuajando la lejía y
convirtiendo en sal, y poco a poco van añadiendo lejía hasta tanto que todas las ollas
quedan llenas de sal cuajada y echan esta lejía atentadamente, que todas juntas vienen a
quedar llenas de sal cuajada a un punto; luego quitan el fuego, y después las ollas, y
quedan los panes de sal enteros, blancos y muy vistosos, y entre estos sacan hombres de
sal y medios hombres y cabezas, y otras figuras, según lo que estaba figurado en cada
una de las ollas las cuales sirven de moldes...” (Ponce 1973).

A partir de estas fuentes etnohistóricas podemos entender que las cuencas del sur de
Jalisco (Zacoalco, San Marcos y Sayula) fueron grandes centros de abastecimiento para
aquellas zonas contiguas del Occidente de Mexico, favorecidos por su riqueza de sales,
formas de explotación y diversidad de fuentes salinas de la cual extraer este mineral;
adicionalmente, su conexión a los territorios de la región tarasca y su ubicación como
corredor para llegar hacia la costa permitieron que se desarrollara una produccion a
escalas mayores. A pesar de que no exista mucha abundancia sobre el tema de la
produccion y explotación salinera en tiempos antiguos en Sayula, la información
etnohistórica encontrada es una base para poder complementar estas dinámicas que se
dieron con las evidencias materiales que se encuentran hoy en día y así caracterizar los
procesos de produccion y distribución de la sal que se dieron durante el periodo Clásico.

Antecedentes Arqueológicos

Los trabajos efectuados en el área de estudio nos dicen que la producción de sal en
Mesoamérica estuvo influenciada por una gran variedad de condiciones geológicas y de
técnicas salineras. Según Williams (2003), las fuentes existentes en nuestra área pueden
dividirse en tres tipos: lagos salinos de tierra adentro; manantiales salitrosos de tierras
altas, y las orillas de los estuarios costeros. De estos tres contextos se obtenían dos tipos
básicos de sal: el tequesquite o salitre y el cloruro de sodio “puro”, el salitre se recolecta
entonces y se lava con agua dulce dejando desechos que se acumulan tiempo después
formaran montículos de varios metros de alto, constituyendo el marcador común de varias
regiones salineras del México prehispánico. (Liot 1998; Charlton 1969; Noguera 1975).

Este proceso de extracción preservado hasta los años sesenta es sintetizado por Valdez et
al. (1996) en su investigación sobre los recursos naturales en el área de Sayula,
presentándolo de la siguiente manera: En la temporada de secas, cuando la superficie de
los suelos se enriquece con el afloramiento de sales, se cosecha el tequesquite (salitre);
El salitre se amontona para dejarlo secar antes de ser lavado o lixiviado en un filtro
sostenido por horquetas de troncos de madera, que se compone de una base rectangular
de palos, en la que se colocan carrizos, zacate y arena; Posteriormente se echan sobre el
filtro varias capas de un sedimento compactado que llaman “lodo” (arcilla mojada), luego
ponen cierta cantidad de salitre y lo lavan con agua; Después, recuperan el agua salada
debajo del filtro en un estanque llamado “taza” y del estanque el agua o salmuera es
transportada hacia las eras (grandes tinas de evaporación) para que se evapore el agua y
se cristalice la sal.

Los datos recabados por Parsons (1996) en la cuenca de México presentan una perspectiva
que permite postular con base en la información arqueológica, etnográfica y etnohistórica
los rasgos y elementos diagnósticos que se pueden hallar en los sitios de producción y las
actividades asociadas con la manufactura de sal. Estas manifestaciones arqueológicas han
sido resumidas por el autor a partir de los dos métodos conocidos de produccion salina.
El primero es el método de lixiviación y cocción el cual empieza con la excavación del
suelo salino, asociado con localidades dispersas cambiantes de ubicación;
concentraciones difusas de restos cerámicos y líticos asociadas con campamentos y
estructuras rudimentarias para abrigo temporal; implementos para preparación de
alimentos e implementos parecidos a “palas” para mover tierra.

Posteriormente, el procesamiento del salitre requiere de talleres bien definidos de


arquitectura de piedra o adobe, con la posibilidad de albergar a individuos para la
produccion, superficies grandes para mezclar distintos tipos de tierra; estructuras para
llevar a cabo el lixiviado; restos de combustible y ceniza, grandes cantidades de ollas para
cocer la salmuera que con un análisis químico podrían mostrar la evidencia de sal y
grandes piedras para los fogones. Para el empaque de la sal el marcador arqueológico
seria grandes cantidades de recipientes de barro de baja calidad asociados a su vez con
talleres donde se elaboraba esta cerámica. Por último, el consumo de sal se encontraría
en pequeñas cantidades de la loza salinera usadas para empacar la sal cristalizada
encontradas en toda la región abastecida por las salinas. (Parsons 1996)

Por otro lado, el segundo método de produccion salina, el de evaporación solar, comienza
con la evaporación de la salmuera, evidenciada en los estanques artificiales como muros
pequeños de tierra o de piedra, así como grandes cantidades de cuencos cerámicos
grandes y llanos sin rastros de calentamiento. Adicionalmente, a partir de los lugares con
mayor concentración salina se pueden encontrar centros de produccion vistos desde
fotografías aéreas, además de concentraciones dispersas de restos cerámicos y líticos en
la superficie junto con artefactos domésticos para el asentamiento temporal. La
excavación de la costra de salitre se puede revelar arqueológicamente a partir de
“cuchillos” de piedra quebrados, por implementos para la talla de piedra, o “raspadores”
desgastados. Para el procesamiento de la sal los talleres encargados de tal tarea se solían
ubicar cerca de las fuentes salinas a pesar de otros procedimientos que requirieran de su
transporte a otros talleres especializados, sin embargo, Parsons (1996) menciona que los
artefactos y elementos asociados a estas actividades son difíciles de predecir.

Respecto al empaque del producto, aunque la sal era transportada en panes, era necesario
pulverizarla antes de este proceso, por consiguiente, para realizar esta tarea se requeriría
algún tipo de recipiente barato de barro, textil o cestería. Paralelo a este proceso, el
consumo de sal se podría evidenciar en el caso de que el empaque estuviese siendo
efectuado, encontrando pequeñas cantidades de vasijas especializadas en sitios de
consumo en toda la región de estudio. A partir de esta información Parsons permite
vincular la información arqueológica y etnográfica de un caso de estudio que será útil
para la caracterización de los procesos productivos de produccion, distribución y
consumo en Sayula.

Adicional a los procesos productivos de la sal mencionados anteriormente, otro elemento


fundamental para evidenciar las actividades desarrolladas en estas zonas compartido por
la mayoría de los sitios de playa es la cerámica especifica que se vinculan a estos procesos.
Entre estos tipos cerámicos se encuentran los “cuencos salineros de Sayula” (Sayula salt
pans), denominados por Isabel Kelly al reconocer la forma y el posible uso que tuvieron
estos recipientes hace ya más de 50 años en su mayoría para los procesos de concentración
de la salmuera. Otro tipo cerámico encontrado en Atoyac que posiblemente estuvo ligado
con la manufactura de sal fue una serie de 21 recipientes grandes, cinco de los cuales
estaban completos y 16 incompletos. Los completos estaban enterrados y cuatro de ellos
formaban una agrupación. Una característica de estos recipientes es su fragilidad, la cual
impide su uso para el transporte. Por otra parte, el hecho de que aparezcan enterrados y
agrupados en conjuntos se debe probablemente a su función (Liot 1995).

Por otra parte, los estudios arqueológicos han definido cuatro fases arqueológicas para la
Cuenca de Sayula, definidas cada una con un particular tipo y escala de producción de la
sal (Acosta Nieva et al. 1998). En la primera fase, llamada Usmajac (300 a.C.-300 d.C.),
no hay indicios de producción de sal, aunque esto podría deberse a que los restos de fases
posteriores han destruido la evidencia. En la siguiente fase, Verdía (300-600 d.C.), se
registró una actividad artesanal de producción, mientras que en la fase Sayula (600-1100
d.C.) ya contamos con una actividad a nivel “industrial” de manufactura salinera, asociada
con el surgimiento de sociedades complejas. Dentro del marco cronológico del periodo
Clásico respecto a la fase Sayula, se dice que es una etapa donde la zona alcanza su mayor
grado de complejidad reflejado en el desarrollo de un cacicazgo complejo, con una fuerte
presencia regional relacionada posiblemente con el papel del productor y abastecedor de
sal, ya que, segur lo cuenta Acosta Nieva et al. (1998), los objetos de origen local fueron
intercambiados sin restricciones por otros bienes de prestigio, en zonas como la costa de
Colima, sur de Jalisco, valle de Atemajac y cuenca de Chapala, enlazándose de modo
indirecto con los Altos y el norte de Jalisco, además del sur y centro de Zacatecas.
Figura 4. Cronología de la cuenca de Sayula, Jalisco
(Acosta Nieva et al. 1998: Cuadro I)

Respecto a la fase Sayula, una de las investigaciones realizadas por Liot et al. (2010)
propone un modelo para el estudio de los patrones de asentamiento dentro de la región,
estableciendo cinco tipos de sitios. En el primer nivel se encuentran los Centros cívico-
ceremoniales donde se concentra el poder político y religioso, distinguidos por la
presencia de conjuntos arquitectónicos que resaltan la existencia de una planificación del
espacio. Los sitios que han sido clasificados dentro de este nivel se localizan en las
planicies aluviales, en zonas próximas a las áreas de playa, pero con diferentes
ubicaciones a lo largo de la cuenca sugiriendo el desempeño de funciones distintas y una
división sociopolítica interna relacionada con el desarrollo de actividades secundarias,
reflejada también en la presencia ausencia de tipos cerámicos entre el norte y sur de la
cuenca (Schöndübe et al., 2001; Acosta Nieva et al., 1998).

El segundo nivel lo conforman los centros de control de producción, almacenamiento y


redistribución de recursos los cuales están ligados al control de la producción de sal, la
talla de lítica y concha, así como al almacenamiento en gran escala. Estos se encuentran
ubicados en los niveles de playa o junto a los talleres de producción especializada, con
extensiones mayores a 10 ha y la presencia de conjuntos arquitectónicos muy elaborados,
además de una gran cantidad de desechos materiales relacionados con la cerámica. El
tercer nivel esta constituido por los centros cívicos menores, los cuales se ubican en el pie
de monte y se caracterizan por la presencia de conjuntos arquitectónicos formados por
plataformas de base piramidal y altares, elaborados con piedras y tierra, distribuidos sobre
una superficie promedio de 2.5 ha (Schöndube et al., 2001). Al ser de menor grado y
tamaño que los sitios del primer nivel es posible que desempeñaran la función de centros
cívico-ceremoniales menores para poblaciones alejadas de las zonas de planicies aluviales
y playa.

El cuarto nivel corresponde a las áreas habitacionales dedicadas a la agricultura,


encontradas en la mitad sur de la cuenca y ubicadas en las planicies aluviales y pie de
monte bajo. Estas áreas son conocidas de esta manera debido a su cercanía con tierras de
mayor fertilidad y la presencia de materiales como metates y cerámica relacionados con
actividades de subsistencia. Por último, el quinto nivel lo conforman los talleres de
producción y áreas de actividad especializadas los cuales se encuentran distribuidos en
los bordes de la playa, concentrados mayoritariamente en el oeste y noroeste de la cuenca.
Estos talleres están enlazados a su vez con los asentamientos de segundo nivel,
conformados por grupos de fosas excavadas en la playa, montículos de desechos
sedimentarios y concentraciones de desechos materiales (Liot, 1995, 1998, 2000a)

Cabe resaltar que en este nivel se encuentran talleres dedicados a la talla de lítica que
fabrican objetos de basalto y andésita como tajadores, cepillos, martillos, manos y metates
utilizados en la producción de sal, además de talleres de fabricación de cerámica que,
aunque actualmente no se han detectado formalmente dentro de este nivel es presumido
que, a partir de las necesidades ligadas a los procesos productivos de la sal y las evidencias
materiales arraigadas a estos, si debieron existir este tipo de talleres especializados.

Respecto a la apropiación y explotación de esta “industria salinera”, Weigand(1993a)


afirma que los depósitos de playa del lago de Sayula, por ser fuentes de sal y salitre en
tierras tan cerca de sus principales concentraciones de población, tenían un enorme
potencial para ser explotados por el Estado tarasco. De hecho, entre las principales
características arqueológicas de la cuenca están los restos de localidades de manufactura
salinera, con frecuencia de dimensiones monumentales como los extensivos talleres que
se crearon para la producción que se fue “industrializando”. Uno de estos complejos
arquitectónicos es Techaluta, compuesto de tres áreas dentro de una zona habitacional
que revela fuertes indicios de especialización ocupacional a partir de los talleres de
obsidiana, las áreas con cuencos de evaporación de sal (en la playa) y las zonas de
producción salinera encontrados allí, caracterizados por enormes concentraciones de
tiestos cubiertos de sal formando montículos y una industria cerámica importante que
abastecía las necesidades de loza para el procesamiento de sal.
Otro ejemplo de este proceso lo tenemos en la tradición Teuchitlán del periodo Clásico
en el centro de Jalisco, que tenía grandes talleres de obsidiana y otra evidencia de
especialización, incluyendo la producción de sal. Este recurso, al igual que otros en la
cuenca, debió ser un incentivo para la expansión tarasca dentro de la región (Weigand
1993b). Fue tan importante la industria salinera para esta área en tiempos prehispánicos,
que se ha afirmado que “si no se investiga la producción de la sal, no se puede entender
la organización socioeconómica de esta cuenca” (Weigand 1996)

Estos rasgos culturales del intercambio alrededor de la región tarasca fueron parte del
estudio central de Hirth (1992), el cual llego a interpretar como estos hacían parte del
comportamiento de las elites, ya que las investigaciones arqueológicas han demostrado
que los bienes de prestigio y también los utilitarios se estaban intercambiando en grandes
cantidades en Mesoamérica por lo menos desde el periodo Formativo (ca. 1000 a.C.),
estableciendo que la obsidiana fue uno de los primeros materiales utilitarios en circular
entre varias regiones, al igual que bienes de prestigio como conchas marinas, jade,
serpentina y sal. Otro autor que resalta la importancia de la producción y el intercambio
es Weigand (1996), mencionando que los niveles de producción indican que la sal
probablemente se estaba exportando fuera del área de obtención, y los “monopolios”
involucrados en la obtención de obsidiana de alta calidad y de sal pudieron haber
promovido el desarrollo económico de los sistemas sociales locales.

La presencia de estos grandes centros como se ha venido hablando a lo largo del texto
señala entonces que la fase Sayula, y cronológicamente hablando como periodo Clásico,
se caracterizó entre otras cosas por el desarrollo de lo que se puede llamar una “industria
salinera” a gran escala, la cual fue constituyendo toda una organización de sitios de mayor
y menor tamaño caracterizados por la presencia en cantidad masiva de cuencos salineros
que eventualmente, así como lo afirma Liot (1998), es de suponer que las riquezas en sal
de la cuenca crearon en ciertos momentos un polo de atracción para regiones vecinas y
contactos culturales, caracterizados por el desarrollo de sociedades complejas locales para
el control de la producción y distribución de este mineral. Se encuentran entonces
diversidad de técnicas para apropiarse de este mineral, partiendo de los que buscan sal "a
toda costa" para su propio sustento, hasta llegar a los que desarrollaron una verdadera
"industria" con redes de intercambio y talleres organizados que contribuyeron al
desarrollo de sociedades complejas (Valdez et al. 1996; Williams 2003).

PLANTEAMIENTO Y JUSTIFICACION

Con base en los antecedentes anteriormente enunciados podemos observar que las
investigaciones en la cuenca de Sayula han evolucionado a medida que diferentes
problemáticas se desarrollan a partir de las fuentes etnohistóricas y las evidencias
arqueológicas encontradas. Investigaciones como las de Liot, Ponce y Acuña resaltan a
partir de la información etnohistórica disponible la importancia de Sayula como un gran
centro salinero para diferentes territorios en el Occidente de Mexico, así como también
los métodos de producción y distribución de sal referenciados por Parsons permiten
correlacionar estas dinámicas con la presencia de marcadores arqueológicos que dan
cuenta de la industria que se estaba desarrollando durante este periodo.

Por otro lado, las investigaciones arqueológicas han podido avanzar notablemente en la
zona de estudio, presentado diferentes evidencias que dan cuenta de procesos de
complejizacion social y nuevas organizaciones políticas a lo largo del periodo Clásico,
dando cuenta de una jerarquización regional donde se subraya la presencia de una elite
local que controla la producción y la redistribución de la sal, así como las actividades
relacionadas con la transformación de otros materiales como la concha y lítica; el control
y la redistribución del excedente de productos agrícolas relacionados con necesidades de
subsistencia (Acosta Nieva et al., 1998; Liot, 1995; Valdez et al. 1996; Weigand 1996).
Adicionalmente, la actividad de producción de sal presentada a lo largo de la fase Sayula
permite confirmar que a partir de las demandas y necesidades requeridas para mantener
el nuevo sistema social establecido para la producción se desarrolló una especialización
regional, expresada como una "industria salinera" a partir de materiales diagnósticos
propios como los cuencos salineros y otros elementos cerámicos y líticos especializados,
además de vestigios de la actividad salinera como las tepalcateras, montículos de
desechos sedimentarios y concentraciones de fosas excavadas en la playa, dejaron una
marca permanente en el paisaje arqueológico de la región. (Liot, 1995; Williams 2003;
Parsons 1996)

De este modo, aunque el nivel de información encontrado es alto, las investigaciones aun
no han podido explicar en detalle los mecanismos internos de cómo se estableció la
dinámica propia de la “industria salinera”, su control por parte de las elites locales y su
uso para la promoción e institucionalización de la diferenciación social. Por esta razón,
este trabajo pretende ahondar en las dinámicas sociales, económicas y políticas que dieron
paso a estos fenómenos por medio del estudio de los patrones de asentamiento, para la
jerarquización de los mismos, y de la mano con la información arqueológica y
etnohistórica sobre los procesos de producción y distribución de la sal, así como sus
conjuntos materiales y el estudio del paisaje arqueológico.

MARCO TEORICO

Dentro del marco del materialismo histórico se entiende que el ser humano en conjunto
con la naturaleza se distingue de otros seres por producir medios para su subsistencia a
partir de su organización físico-corporal y de acuerdo con el medio externo en el que se
encuentra y las condiciones que lo modifican (Patterson 2014). De esta manera, los
humanos entran en una serie de relaciones con la naturaleza para lograr dominar las
fuerzas externas que lo transforman y permiten su supervivencia y posterior reproducción,
elaborando objetos a partir de los materiales provistos por el ambiente y las herramientas
desarrolladas para su actividad, resultando en la relación casual y reciproca entre
naturaleza-hombre y la dialéctica materialista entre el pensamiento/idea y la acción
objetivizada (Berlín 2003; Patterson 2014; Smith 2011).

Esta combinación entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción constituyen
la base por la cual las sociedades se relacionan con su mundo físico, tanto social como
biológicamente, y, al mismo tiempo que producen y trabajan para mediar estas relaciones
están creando nuevas necesidades sociales vinculando nuevos procesos físicos y mentales
que están enmarcados bajo la cúpula social en el que se encuentran y entra a todos los
aspectos de la vida individual (Patterson 2014; Mora 2000). Este conjunto de relaciones
es lo que para Marx denomina un modo de producción que constituye la estructura
económica de una sociedad, aquella base real sobre la cual se alza una superestructura
jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de la conciencia social.
Así como lo establece Marx (1859), el modo de producción de la vida material condiciona
el proceso social, político y espiritual de la vida. No es la conciencia de los hombres lo
que determina su ser, sino al contrario, su ser social es el que determina su conciencia.

De tal manera que entender cómo y por qué existe un determinado orden social y sus
cambios debe buscarse en su modo específico de producción dominante en determinados
momentos históricos, analizando procesos como la distribución, la circulación y el
consumo que, en resumidas cuentas, constituye la esfera económica(Gandara et al. 1985).
De los modos de producción precapitalistas se encuentra el comunismo primitivo, el cual
fue la primera organización de propiedad sobre la tierra basado en la comunalidad, la idea
de que cada individuo de la comunidad tenia el estatus de propietario por ser parte de esta
y a su vez debía compartirla con sus miembros para la supervivencia mutua, generando
así una producción centrada en el uso y bajo leyes de hospitalidad que buscaban la
igualación final de la subsistencia. (Lee, 1990)

Durante este proceso, la población aumentara como también aparecerán nuevas demandas
en los niveles de producción resultando en el descenso en la disponibilidad de recursos y
un aumento en las tensiones sociales, consecuencia del esfuerzo para mantener el
equilibrio y la comunalidad en circunstancias alteradas. Dentro de esta serie de crisis es
donde se entiende la totalidad marxista, como una unidad concreta de contradicciones
interactuantes, compuesta de totalidades subordinadas sujetas a un periodo histórico
concreto y especifico. Dentro de este cambio de la escala societal van a surgir nuevas
figuras políticas o “managers” que serán los encargados de preservar la repartición
equitativa de trabajo, comida, tierra y liderando con ejemplo y dentro de esta
redistribución de los recursos empieza un proceso de acumulación de aquellas cantidades
restantes o “excedentes” que son dejados después de que las necesidades de subsistencia
son acomodadas (Morehart y de Lucia 2015).

Esta acumulación y apropiación de los excedentes por individuos particulares entran en


un proceso de engrandecimiento, donde su éxito consistirá en las oportunidades locales
para controlar los excedentes, volverlo su interés y satisfacer su necesidad de dominar y
controlar el desarrollo de los recursos, dando paso a la reconfiguración del modo de
producción presente del cual se motiva el establecimiento de la división laboral para la
especialización de la mano de obra en diferentes materias primas, la cual por medio de
nuevas tecnologías y el desarrollo de alianzas e intercambios entre diferentes
comunidades promoviendo la riqueza, el prestigio y el valor de capital a ciertos sectores
sociales que mantendrán la reproducción de las instituciones políticas de acuerdo a nuevas
leyes y reglas sociales que configuran las fuerzas productivas y los medios de producción
(Johnson y Earle 2000; Morehart y de Lucia 2015).

La manipulación de las redes sociales por particulares que usan formas políticas de
coerción e integración son la base de la economía política, entendido como el conjunto
de actividades basado en la producción de excedentes para reproducción las instituciones
que mantienen el sistema económico presente, motivando la diferencia entre grupos
sociales y, por ende, generando la aparición de la desigualdad social (Lee 1990). A partir
de esto, el proyecto aplicara este método materialista para analizar cómo se produjo esta
economía política a lo largo del periodo Clásico en Sayula a partir de la industria salinera
que estaba desarrollándose en ese tiempo, dando como resultado la diferenciación social
entre individuos de comunidades, teniendo en cuenta la transición hacia un modo de
producción en donde los excedentes tomaron un papel importante.

Para llegar a esto, así como lo explica Castro et al. (1998) será necesario establecer el
valor social de los productos, ya que de aquél depende su carácter excedentario, y el cual
se establece a partir del vinculo presente entre la producción social y el consumo
individual según la situación históricamente determinada de la materialidad social. De tal
manera que el excedente se determinara a partir del análisis de la totalidad que conforma
la producción y la definición de la función que desempeña el objeto dentro del esquema
económico expuesto. (Castro et al. 1998)

Identificar, caracterizar y analizar los medios de producción, su distribución espacial por


medio de zonas de actividad salinera, como Cofradía y Zapote/Techaluta y su relación
con los espacios de consumo e intercambio, que en este caso serian centros cívicos como
La Picota, además del conjunto de estructuras, herramientas y artefactos vinculados a
estos sitios y sus alrededores, permitirán definir el carácter del sistema de producción y
de esta manera entender cómo se institucionalizo la diferenciación social entre las
comunidades de la cuenca a partir de las prácticas sociales y económicas que surgieron y
desarrollaron con la industria salinera y los individuos o grupos que se apropiaron y la
controlaron, ya que es en ellas donde se podrá determinar el ámbito de la producción y la
distribución desde el estudio arqueológico de la materialidad social.

OBJETIVOS
Objetivo General
 Analizar el papel de la producción y distribución de sal en la cuenca de Sayula
en el surgimiento de la apropiación particular de la industria salinera como
medio para promover sus intereses e institucionalizar la diferenciación social.

Objetivos Específicos
 Caracterizar los procesos de producción, distribución y consumo de la sal y su
industria salinera durante el periodo Clásico y como estos cambiaron a través del
tiempo.
 Caracterizar la escala productiva en la cual se desarrollaron los mecanismos para
promover la diferenciación social en los sitios de La Picota, Cofradía y Playa
Zapote/Techaluta
 Identificar si existen evidencias de producción salina especializada en la cuenca
y analizar la repercusión sociopolítica que tuvo este fenómeno en las
comunidades.
 Analizar si dicha escala productiva se relaciona con procesos de centralización
económica y sociopolítica para dinamizar trayectorias de cambio social.

METODOLOGIA
La metodología propuesta será realizada a una escala intercomunidades y estará divida
en dos fases principales, una fase de investigación y otra fase de interpretación. La
primera fase consistirá en trabajo de campo que se divide en la prospección y recolección
superficial y las excavaciones, seguido por la segunda fase que consistirá en el análisis de
la información e interpretación de esta a partir de la clasificación de la cerámica y otros
artefactos encontrados, la clasificación de los asentamientos a partir de los tipos de sitios
y niveles propuestos por Liot et al. (2010), el estudio de los indicadores de factores
económicos y sociales a partir de la centralización demográfica y el tamaño de las
unidades políticas, además de la caracterización de la escala productiva y los procesos de
producción de sal presenten en los sitios propuestos para el estudio a partir de las
evidencias materiales de los procesos detallados por Parsons (1996). A continuación, se
detallan cada uno de los elementos que componen la metodología del trabajo.
Prospección y Recolección Superficial
La recolección superficial se entiende como el método más simple para hacernos una idea
de la extensión y distribución de un yacimiento, mediante el análisis y documentación de
la localización de las estructuras existentes y la recogida de los artefactos de la superficie
(Renfrew y Bahn 1993). Usando la prospección sistemática, se inspeccionará el área
determinada para encontrar rastros de ocupación humana, y así poder determinar los
patrones de distribución de los artefactos y los patrones de asentamiento de los grupos,
identificando los sitios con mayor o menor concentración de cultura material, sean estos
artefactos o ecofactos.

Se realizarán entonces recorridos a lo largo de los sitios delimitados para el área de estudio
a partir de un muestreo aleatorio intensivo de un polígono no mayor a 20km2 que permitirá
identificar las unidades de vivienda, su patrón de asentamiento y las evidencias de
producción salina, y sus remanentes de producción mediante pruebas de pala a distancias
no mayores a 25 mts. Se establecerá un total de 200 cuadrantes seleccionados de forma
aleatoria en el polígono de 20km2, los cuales permitirán, mediante la recolección de
tiestos y las pruebas de pala, realizar proyecciones estadísticas en cuanto a las
proporciones de tipos cerámicos y establecer la escala demográfica en el polígono
delimitado.
Una vez identificadas las unidades físicas y geomorfológicas con mayor o menor
concentración de indicios, se podremos ubicarán en el mapa para el análisis de su
distribución; lo cual nos delimitará los sitios de mayor importancia para nuestra
investigación. Luego se cartografiará, por medio de líneas de contorno de densidades de
diferentes clases de artefactos, las zonas con densidades más débiles o más fuertes, así
como las áreas completamente vacías de ítems en superficie, para finalmente definir
cualitativamente las dispersiones localizadas, realizando una recogida y descripción del
material, de forma pautada mediante una estrategia de muestreo.

Se escogió la estrategia de muestreo aleatorio estratificado, porque nos permite extraer la


información más precisa y correcta sobre la región de estudio. A partir de las muestras de
las áreas mayor concentración de indicios, se dividirá la región teniendo en cuenta sus
estratos naturales, especialmente las zonas de cultivo, bosques y paisajes. A continuación,
se seleccionarán las cuadrículas, con base en números aleatorios, como en el muestreo
aleatorio simple, pero con la diferencia de que se le asignará a cada zona un número de
cuadros proporcional a su superficie.

Adicionalmente, con las diferentes cartografías y las recolecciones realizadas podremos


obtener información específica y relevante que, como lo expresa Boada (2007) permitirán
la identificación de cambios en el área ocupada del asentamiento durante varios periodos
de ocupación, identificando concentraciones de artefactos de periodos particulares, la
localización de áreas en donde los artefactos de prestigio o lujo fueron particularmente
frecuentes y la localización de áreas en donde los artefactos vinculados a actividades
especializadas fueron particularmente frecuentes.

Excavaciones de Pozos de Prueba


Posterior a la prospección en superficie del área de estudio, en base a los resultados que
estas recolecciones presenten, se excavará en donde las recolecciones superficiales
produjeron altas densidades de artefactos o donde se localizaron rasgos como pisos de
casas, entierros, fogones, entre otros. A continuación, se seleccionaran áreas no mayores
a 25 mts para ser divididas en cuadrantes y escoger el 10% de los cuadros para realizar
una excavación superficial (pozos de sondeo) e ilustrar las estructuras significativas
enterradas en el subsuelo y así aproximarnos a la estratigrafía de los aterrazamientos, las
probables formas de adecuación y la profundidad de las capas culturales. El material que
se encuentre en suelo fino será cernido a través de una malla de 2mm mientas que los del
suelo arcillosos a través de una malla de 6mm, luego se registrará fotográficamente las
plantas y perfiles de cada prueba que se haga para registrar los rasgos y relaciones
estratigráficas y la posterior recolección de los materiales encontrados para su posterior
análisis.

Clasificación de la cerámica
Para el análisis de la clasificación cerámica se agruparán las muestras recuperadas dentro
de los complejos cerámicos más representativos. La muestra estará compuesta por
fragmentos procedentes de recolección superficial, pozos de sondeo y cortes
estratigráficos. Se extraerán, limpiarán y registrarán adecuadamente, y del total de la
muestra los materiales se someterán a diagnósticos y serán discriminados de la siguiente
manera: (Superficie, Pasta, Desgrasante, Formas, Espesor, Bordes, Decoración). De los
tipos determinados, se examinará una muestra representativa, las inclusiones serán
examinadas con un microscopio binocular, para establecer su naturaleza, tamaño y
proporción, esto con el objetivo de poder clasificarlos de acuerdo con los tipos cerámicos
ya estudiados y delimitados en el estudio de Liot (1998), mencionado anteriormente en
los antecedentes del proyecto, sobre la cerámica salinera. Por último, de los sitios
arqueológicos encontrados, serán mapeados la distribución de tipos cerámicos, y así
ubicarlos de forma clara de modo que podamos encontrar los patrones de asentamiento y
la distribución espacial, de los grupos que identificaremos en el área de estudio.

Análisis de composición artefactual

Para el análisis de la composición artefactual se realizará un análisis de lámina delgada,


el cual consiste en la obtención de una lámina delgada a partir de la muestra de materiales
como la cerámica o los líticos para determinar la procedencia del material por medio de
un análisis petrológico, el cual se encarga de estudiar la estructura de la roca o el mineral
hallado. Por medio de microscopios ópticos se llegará a diferenciar los elementos
composicionales y agregados de la cerámica para evidenciar el proceso de producción
que hizo parte de su manufactura.

Específicamente en la cerámica, se dice que las inclusiones (partículas de minerales o


fragmentos de rocas) son uno de los elementos más distintivos a la hora de estudiar el
material junto con el material arcilloso, no obstante, estos elementos también pueden
aparecer como materiales añadidos que sirvieron para facilitar el proceso de producción
y dificultan la precisión de la procedencia de todos los ingredientes que hacen parte de la
cerámica. En este tipo de casos, según Renfrew y Bahn (1993) la muestra cerámica se
descompone utilizando un reactivo químico, separándose sus componentes minerales
pesados de la arcilla más ligera en una centrifugadora. Estos elementos minerales pueden
ser observados luego bajo el microscopio y aquellos más característicos de un área
concreta pueden ayudar a identificar el lugar de origen de la materia prima.

Análisis de tendencia de superficie


El análisis de tendencia de superficie es un método usado para estudiar el intercambio de
bienes y la identificación de las fuentes de producción y distribución que surgieron de
este proceso, en este caso los procesos de la “industria salinera”, consistiendo en la
distinción de rasgos principales de una distribución geológica, fuera de las anomalías
locales. Para llevar a cabo este análisis se dividirán los mapas previamente cartografiados
en la prospección superficial para dividirlo en áreas pequeñas y uniformes, luego se
indicarán el número de hallazgos en cada área para identificar el patrón de distribución
existente a partir del cálculo de la media de hallazgos entre una unidad y sus anexos.
Usando en conjunto el análisis de lámina delgada, se identificarán los lugares de origen
del material que luego serán trazados dentro de un nuevo mapa que permitirá relacionar
los puntos de origen con las unidades de distribución previamente analizadas.

Caracterización de procesos de producción salinera, escala productiva y nivel de


patrón de asentamiento

Para la caracterización de los métodos de producción salinera se tendrán en cuenta los


rasgos y elementos diagnósticos que se pueden hallar en los sitios de producción y las
actividades asociadas con la manufactura de sal identificados en el estudio de Parsons
(1996), el cual especifica cuales elementos corresponden a el método de lixiviación y
cocción o el de evaporación solar. Estos serán determinados a partir de la caracterización
de los sitios, las evidencias encontradas en sus alrededores y cualquier otro rasgo que se
vincule a estos procesos productivos.

Por otro lado, para analizar la escala de producción salina entre las unidades de vivienda
se comparará la proporción de “tepalcateras” entre las unidades de vivienda y aquellos
correlatos arqueológicos asociados a estos con la intención de establecer la intensidad
productiva de las unidades de vivienda y discriminar cuales fueron talleres de producción
salina y cuáles no. Una vez se establezca la escala de producción salina entre las unidades
de vivienda se identificará la inversión de trabajo en las “tepalcateras” mediante el uso de
los coeficientes de variación a fin de identificar si estos fueron o no estandarizados.

Adicionalmente, se contrastará la cercanía de dichas áreas de producción artesanal con


unidades de vivienda de mayor y menor tamaño. Esta comparación permitirá discriminar
centros de producción de élite y centros de producción periféricos. Dicha comparación
permitirá cotejar si existió una jerarquía de asentamiento en el polígono delimitado y
cómo estos se relacionan con una economía política y proceso de centralización socio
económico. Por último, con todas las caracterizaciones anteriormente mencionadas se
podrán relacionar todos estos datos para la identificación del tipo de sitio y el nivel
jerárquico al cual corresponden cada una de las evidencias arqueológicas encontradas,
apoyados del estudio de Liot (1998)

Indicadores de factores económicos y sociales

Para complementar la caracterización del desarrollo del cambio social y el


establecimiento de la economía política, se tendrán en cuenta dos indicadores que estarán
de la mano con los análisis anteriormente mencionados en la metodología para
identificación del surgimiento de la industria salinera, el desarrollo de elites y la
diferenciación social, tanto en individuos como en comunidades.

El primer indicador es el tamaño de las unidades políticas, el cual, en la definición de las


escalas son las estructuras de interacción de la comunidad con otra. Su configuración
requiere la consideración de la asimetría entre las diferentes unidades políticas, ya que las
diferencias de las capacidades productivas de cada una de las áreas de estudio pueden
favorecer a las que tengan más potencial y dominen a las de menor potencial. Por lo tanto,
estas diferencias en el tamaño de las unidades políticas y su capacidad para la
intensificación económica permiten deducir el tipo de organización económica y/o social
que se manejaba en las comunidades.

El segundo indicador es la Centralización demográfica, el cual según Vargas Ruiz (2012)


hace referencia a los patrones de distribución espacial de la población en el territorio de
una determinada unidad política. A partir de esto, una zona inmensamente productiva, y
delimitada, pero sin habitantes se dice que no es circunscrita, en el sentido de no existir
ningún tipo de presión para la subsistencia de las sociedades que la ocupan. Entonces,
para que la zona a investigar se considere circunscrita, debe tener una mayor
concentración de gente o una organización espacial hacia centros o “focos” que otras
zonas vecinas y que por ende debe ser muy poblada. Como lo afirma Langebaek et al.
(2002) un crecimiento de población debe dar origen a la presión sobre recursos antes que
se desarrollen jerarquías de asentamiento, generando un crecimiento de la población y la
consecuente presión sobre recursos que preceda periodos de cambio social caracterizados
por este tipo de jerarquías.

IMPACTO Y RESULTADOS ESPERADOS

Por medio de esta investigación, como se mencionó anteriormente en el planteamiento


del problema, se quiere contribuir en el desarrollo de conocimiento para la comprensión
de la evolución y desarrollo de sociedades complejas a partir de las dinámicas y
mecanismos internos vinculados a la producción y distribución de materias primas que se
usaron a costa de la comunalidad primitiva y que permitieron el establecimiento y
desarrollo de una nueva organización política y económica que dio paso a nuevos modos
de producción y el desarrollo de la desigualdad social. Entender cómo sucedieron estos
fenómenos en una región como el Occidente de Mexico, la cual estuvo sumida en diversos
cambios sociales, permite dar cuenta de las trayectorias de cambio social que sociedades
prehispánicas pudieron llegar a tener relacionadas con dinámicas capitalistas que se
encuentran en el presente, y que son, al fin y al cabo, base del estudio marxista.

Este proyecto pretende ser una contribución conexa con los procesos investigativos de
otros autores que han buscado entender cómo se expresa el comportamiento humano, sus
organizaciones y formas de vida arraigadas a la producción que permitieron una variedad
de posibilidades para evolucionar en contextos históricos y ambientales particulares. De
esta manera, la importancia de estudiar en zonas como la cuenca de Sayula, que ofrecen
la oportunidad de estudiar aspectos de la vida humana en contextos que se han mantenido
relativamente poco alterados, o que por lo menos todavía conservan bastantes vestigios
de estas costumbres antiguas, permiten entender y proporcionar evidencias sobre la
historia de los antiguos pobladores en el territorio mexicano y de alguna forma contribuir
a su entendimiento del presente así como la importancia de la industria salinera para todos
los vinculados con estos trabajos que perduran en el presente, disponiendo de fuentes
histórico-culturales que mantengan viva la memoria del territorio por medio de la
divulgación de la información a través de cartillas divulgativas, documentales,
presentaciones, exposiciones, entre otros y el dialogo con las comunidades y miembros
de la academia sobre estas perspectivas del cambio social y sus repercusiones en el
presente.

CRONOGRAMA

El cronograma está dividido en tres fases que serán expuestas a continuación:


Meses Enero-Septiembre Octubre-Diciembre del Enero-Abril del 2020
Actividad 2019 2019
Fase de Investigación

Fase de
Interpretación
Entrega de
Investigación

Fase de Investigación:
Meses Febrero Octubre 2019-
Actividad 2019- Diciembre
Septiembre 2019
2019
Trabajo de Campo
Clasificación de la
información

Fase de Interpretación y Entrega final:

Meses 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
Actividad
Diseño de fichas para
trabajo de campo
Tramitación y aprobación
de permisos
Trabajo de campo:
Prospección y recolección
superficial

Trabajo de campo:
Excavaciones

Análisis de información de
fichas y clasificación del
material arqueológico

Análisis del material


cerámico
Integración de información
de los sitios y material en el
SIG
Elaboración de informe y
entrega de informe final
PRESUPUESTO
Personal

RUBRO Número Tiempo Honorarios Manutención Total


de de mensuales en terreno
Personas trabajo
(meses)

Investigadores
principales

Auxiliares

Trabajadores locales

Geógrafo

PRIMER SUBTOTAL (A)

Transporte y Hospedaje

RUBRO Valor unitario Cantidad Total

Tiquetes aéreos (Bogotá- 630 USD


Guadalajara-Bogotá (2,000,000
COP )

Tiquetes terrestres 272 USD


(Guadalajara-Techaluta-
Guadalajara)

Transporte en la zona 4 USD

Hospedaje

SEGUNDO SUBTOTAL (B)

Análisis y Materiales

RUBRO Valor unitario Cantidad Total

Análisis por Carbono 14 1,756,643 5 8,783,215

Digitalización y análisis SIG 3,500,000 1 3,500,000

Planchas $15.000 4 56.000


Materiales (Papelería, $250.000 20 5.000.000
fotocopias, etc.)

Herramientas e insumos 1.500.000 5 7.500.000

TERCER SUBTOTAL (C) 24.839.215

Totales

RUBROS TOTALES

A+B+C

Imprevistos: 10% de B y C

Costo Total Proyecto

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