Sei sulla pagina 1di 6

La banalización de la cultura y perdida del pensamiento critico

"La prensa sensacionalista no corrompe a nadie; nace


corrompida por una cultura que, en vez de rechazar
las groseras intromisiones en la vida privada
de las gentes, las reclama". (Vargas Llosa, 2012)

Este ensayo trata el tema central de perdida de cultura en nuestro siglo y su


repercusión en el pensamiento crítico. En un primer momento se enunciará el problema y
sus principales razones, para luego desarrollar cada uno de estos aspectos y establecer las
conclusiones con respecto al problema. Para este trabajo se han consultado algunas fuentes
como: La civilización del espectáculo de Mario Vargas Llosa, consumidores y ciudadanos
de Néstor García Canclini, La industria de la cultura en la era de la banalización de
Redinterlocal, Integrando el pensamiento crítico de Santiago Nájera y la banalización del
periodismo cultural: Show mediático y contenidos culturales en la prensa peruana de
Karold Rivera Ahumada
La cultura en nuestro siglo ha tomado un curso totalmente diferente a la era antigua.
En primer lugar, los nuevos modelos de comunicación tratan a la cultura como un método
de entretenimiento más enfocados en el amarillismo y populismo de las noticias, mostrando
como tema principal el entretenimiento y los deportes. Además, la búsqueda de
conocimiento racional acompañado de pensamientos críticos es un tema olvidado, dejando
como impulsos primarios la diversión. Por otro lado, todo lo mediático del espectáculo no
solo se ve en los medios de comunicación, sino que también llega a fuentes de literatura,
cultura y religión.
Gran porcentaje de la población se encuentra en una posición donde no recuerda sus
raíces culturales. Se tiene como definición socio cultural un valor vigente hacia el
entretenimiento y que la parte importante es pasarlo bien llegando al conformismo y a un
mínimo esfuerzo intelectual, como si el pensamiento racional fuera algo banal que pasa a
segundo plano.
Llosa (2012) dice que “La suicida idea de que el único fin de la vida es pasársela
bien”. Muestra su percepción más cercana a la crisis de identidad cultural de la sociedad,
permite acercarse a lo que expone como el profanamiento de la cultura por los medios de
comunicación.
A no ser que el periodismo cultural se trate como un medio que fomente el
pensamiento racional que ejerce la difusión de la cultura en una sociedad debido a que
como lo explica Rivera en su texto la banalización del periodismo cultural “la enriquece
mediante su desenvolvimiento no solo a nivel técnico o formal propio del manejo de los
géneros periodísticos y de los distintos formatos, sino también en el plano del contenido del
mensaje periodístico” (Rivera Ahumada, 2017).
Sin embargo, nos remitimos a que unos pocos medios como revistas científicas,
artículos de diferentes facultades, siguen encaminando sus artículos en busca de una
determinación racional, en una redacción coherente, llena de cultura y bases informativas
que requieren de una buena comprensión lectora de un trabaja intelectual adecuado para
entenderlo, un trabajo critico que sigue la línea del periodismo antiguo, se puede pensar que
estos artículos bastan como bases para volver a entender la cultura desde su origen, aunque
se encuentra un obstáculo y es que estos ensayos y artículos están enfocado a especialistas
o las altas elites como les llamaba (Vargas Llosa, 2012)
En primer lugar, los nuevos modelos de comunicación tratan a la cultura como un
método de entretenimiento más enfocados en el amarillismo y populismo de las noticias.
Esto se debe a la interpretación de cultura y la actitud irracional de los consumidores hacia
el entretenimiento, buscando la diversión y el pasarlo bien como tema primordial de la vida,
de este pensamiento irracional se deriva el amarillismo y se puede ver de manera cercana
en la cultura de América Latina donde un partido de la respectiva selección, es la
oportunidad perfecta para realizar cambios y tomar decisiones políticas importantes sin que
el pueblo discuta u objete, esto debido a que se convierte en un show de populismo donde
la manipulación al consumidor es tan fuerte que los temas realmente relevantes se pierden.
La mayoría de los ciudadanos están empezando a despertar poco a poco y es posible
verlo reflejado en las redes sociales con publicaciones en las que muestran una decisión
política en curso y de forma crítica muestran como el pueblo no se da por enterado porque
la selección está a punto de marcar un tan apreciado GOL.
Un artículo del Espectador, coloca como situaciones eventos políticos relacionados
con el futbol en Colombia que cualquier ciudadano puede recordar, como son los
siguientes:

En Colombia, la utilización del fútbol como estrategia política en contextos mundialistas


también ha sido desarrollada. ¿Se acuerdan del Pibe haciéndole campaña a Samper en 1994?
¿Recuerdan a Santos reuniéndose con los jugadores nacionales durante el Mundial Sub 20 de
Colombia en 2011 para hacerles ver Invictus de Clint Eastwood y al deporte como estrategia
de unidad y construcción de nación? ¿O de Belisario Betancur, en un acto de sensatez,
cancelando el mundial que iba a realizar Colombia en 1986? Recientemente sucedió en la
campaña presidencial, que siempre coincide en Colombia con los mundiales de fútbol, un
extenso aprovechamiento de este para su uso político.

Para finalizar, los mundiales de fútbol no son solo un evento deportivo, sino también un acto
político. Es una ocasión en que las naciones se muestran ante el ámbito mundial
representadas por sus equipos futbolísticos en un código de pasiones, que pueden ser
explotadas por los estados en formas ideológicas y políticas, motivadas por la representación
en el campo de marte de los estadios, que van desde la consecución de la sede hasta la
formación del Estado en el cual se sitúan las naciones que juegan de manera estratégica y
pacífica fútbol… simulando un campo de combate. (Hernandez Acosta, 2014)

A menos que den como resultado, los procesos del ministerio cultura en los cuales
proponen proyectos para fomentar la circulación y apropiación de contenidos que expresen
la diversidad intercultural en los distintitos medios de comunicación, donde se enfocan en
desarrollar periodistas culturales que busquen el intercambio de saberes y estímulos que
desarrollen el conocimiento racional con la intención de elevar este periodismo a nivel
nacional y no solo dejarlo en artículos enfocados a las “elite o especialistas”.
Todo esto es posible solo si un mundo donde el valor vigente es el entretenimiento,
minimiza la influencia de las opiniones en busca de un consumo de concepto cultural de
procesos socioculturales donde se propicie el uso de un siclo de reproducción social
intelectual y de pensamiento crítico.
Además, la búsqueda de conocimiento racional acompañado de pensamientos
críticos es un tema olvidado, dejando como impulsos primarios la diversión, durante la
búsqueda por facilitar la experiencia del consumidor se perdió la sustancia y calidad de los
temas a tratar, se alejo por completo la cultura del entretenimiento, llegando a la
satisfacción y el placer que altera la forma del ciudadano con el consumo masivo de
medios, donde es más importante los bienes que se poseen o un aspecto físico a un intelecto
en busca de construcción de conocimiento nuevos, se propago el conformismo en la
civilización post moderna.
Esto se encuentra reflejado en la siguiente aseveración que busca la influencia que
tienen los medios en los consumidores, donde pierden el interés de indagar más allá de lo
que les muestran:
El pasaje del ciudadano como representante de una opinión pública al ciudadano como
consumidor interesado en disfrutar de una cierta calidad de vida. Una de las
manifestaciones de este cambio es que las formas argumentativas y críticas de participación
ceden su lugar al goce de espectáculos en los medios electrónicos, en los cuales la narración
o simple acumulación de anécdotas prevalece sobre el razonamiento de los problemas, y la
exhibición fugaz de los acontecimientos sobre su tratamiento estructural y prolongado.
(Garcia Canclini, 1995)

No perder la opinión critica es importante ya que nos permite indagar e inferir para
llegar a las interpretaciones adecuadas, reevaluando cada concepto o noticia que llega en
base de los diferentes medios, se construiría una sociedad que recupera las bases del
conocimiento crítico y llegaría a ser capaza de:
(a) formular preguntas a problemas vitales de manera clara y precisa, (b) agrupan y exponer
de manera clara información importante usando ideas abstractas para lograr una
interpretación eficaz del problema, (c) obtener conclusiones bien razonadas, las cuales
deben y pueden probadas contra criterios y estándares relevantes, (d) pensar con mente
abierta, considerando la importancia de los supuestos, implicaciones y consecuencias de su
práctica, y (e) comunicarse de manera efectiva con otros, logrando soluciones a problemas
complejos. (Nájera, 2016)

Ahora bien, si en la educación inicial se tiene como pilar fundamental entender la


lectura y escritura como habilidades que van más allá de lo cognitivo y su relación con el
contexto sociocultural, para enfocar en transmitir el conocimiento fundamental es posible
llegar a convertir una sociedad autosuficiente, creadora de conocimiento que recupere las
raíces culturales, dejando atrás la banalidad en la que se ha convertido la sociedad post
moderna del siglo XXI, reforzando el proceso de pensamiento critico y preparando a la
sociedad desde la primera infancia a personas capaces de enfrenta la vida del consumismo y
la globalización mediática.
Por otro lado, todo lo mediático del espectáculo no solo se ve en los medios de
comunicación, sino que también llega a fuentes de literatura, cultura y religión; en una
sociedad donde los impulsos primarios permitían que el orden social se realizara por medio
del mercadeo y tácticas publicitarias, se encuentra lo que (Vargas Llosa, 2012)menciona
como “literatura light” y encontramos la Pseudocultura como remplazo de la religión,
donde todo desencadena en sus propias clasificaciones del mundo y hacen surgir nuevos
modelos culturales con normas y valores de influencia social.
El mercado reorganiza la producción y el consumo para obtener mayores ganancias
en las que el consumismo busca la unificación de las culturas, en base a esto es que (Garcia
Canclini, 1995), explicaba que “ la sociedad ha tenido que mutar para ser parte de los
cambios ya globales que vemos a través de los medios”, en una sociedad donde el cine es
premiado por los efectos especiales, al político le importa más las apariencias y las novelas
ligeras son la moda de la literatura, se deja de colocar a prueba la inteligencia y capacidad
de raciocinio del lector.
Sin embargo, si se quiere recuperar las buenas obras literarias como moda para la
sociedad, se debe trabajar desde las editoriales hasta la educación inicial como se
mencionaba con anterioridad; todo esto basado en que si la demanda de una cultura, una
literatura y una obra artística de calidad, se busca con pensamiento crítico y racionalidad
con deseo de autoaprendizaje se encontrara como todo el show mediático en que se ha
convertido la cultura de transformar a sus orígenes, bien decía en su entrevista (Vargas
Llosa, América latina tiene artistas, pero no grandes pensadores, 2005), “La buena literatura
necesita lectores que sean activos, que estén dispuestos a enfrentarse a la complicación, que
trabajen codo a codo con el autor, con su imaginación, con sus conocimientos, para poder
disfrutar cabalmente la obra”.
Es importante tener en cuenta, que a pesar de estas percepciones en Colombia se
manejan programas lectores que buscan atrapar el interés por la “buena literatura”, como
ejemplo está el “plan nacional de lectura y escritura leer es mi cuento”, con la meta de acercar la
literatura a los niños, demostrando una vez más que la solución esta desde la niñez; este tipos de
programas buscan un país de lectores, donde si llega a cumplir la meta propuesta se recuperaría
las raíces culturales y el pensamiento crítico.
En conclusión. La banalización de la cultura en la época post modernista todavía es
posible erradicarla, sin embargo para que se recupere se debe tener un apoyo social y del
estado con referente a la educación, lo cual puede construir poco a poco un mundo donde el
valor vigente sea enfocado a la verdadera cultura, a la buena literatura y la opinión critica,
que se comparta más a allá de la elite para no caer en la decadencia social donde lo
verdaderamente importante pasa a segundo plano, y el verdadero consumo se convierta en
los procesos socioculturales correcto.

Referencias

Garcia Canclini, N. (1995). Consumidores y ciudadanos, conflictos multiculturales de la


globalización . Mexico: GRIJALBO.

Hernandez Acosta, A. F. (18 de junio de 2014). La poltica y los mundiales de futbol . El Espectador .

Nájera, S. (2016). Integrando el pensamiento crítico. INNOVA Research Journal, 13-20.


doi:https://doi.org/10.33890/innova.v1.n3.2016.14

Rivera Ahumada, K. J. (2017). La banalización del periodismo cultural: show mediático y contenidos
culturales en la prensa escrita peruana. Piura, Perú.: (Tesis de licenciatura en
Comunicación).

Vargas Llosa, M. (5 de febrero de 2005). América latina tiene artistas, pero no grandes pensadores.
(H. PAVON, Entrevistador) Revista Ñ. Obtenido de https://youtu.be/SgVERMwhwF4

Vargas Llosa, M. (2012). La civilización del espectaculo . Madrid: Alafaguara.

Potrebbero piacerti anche