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ASIGNATURA:

ESPAÑOL I

RECINTO NAGUA, MARIA TRINIDAD SANCHEZ


Estimados participantes,

A continuación te presento las actividades de la unidad IV.

Ejercicios para mostrar las competencias adquiridas

I. Lee el siguiente texto luego determina su estructura. Señala cual es


su introducción, desarrollo y la conclusión.

Empezó el tal a leer su periódico con mucha atención. Desgraciadamente


para él, la prensa, amordazada por la previa censura, no podía ya dar al
público noticias alarmantes, ni hablar de las partidas de Aragón,
acaudilladas por Prim, ni hacer presagios de próximos trastornos. Pero
aquel periódico sabía poner entre líneas todo el ardor revolucionario que
abrasaba al país, y Polo sabía leerlo y se encantaba con la idea de un
cataclismo que volviera las cosas del revés. Si él pudiese arrimar el hombro
a obra tan grande, ¡con qué gusto lo haría!

La noche la pasó mejor que otras veces, y al día siguiente, en vez de


permanecer clavado en el sillón, paseaba muy dispuesto por la sala, como
hombre que acaricia el sabroso proyecto de echarse a la calle, en el sentido
pacífico de la frase. Poco después del medio día le visitó el mejor de sus
amigos, D. Juan Manuel Nones, presbítero, hombre bondadosísimo, ya
muy viejo, del cual es forzoso decir algunas palabras.

INTRODUCCION

Se trata de un texto narrativo que se adapta al subgénero de las novelas, ya


que tiene una extensión relativamente larga, por lo menos lo
suficientemente larga como para no tratarse de un cuento. El texto es
relatado por un narrador omnisciente (que todo lo sabe), y narra la historia
en tercera persona.

Los personajes que intervienen en el texto son Polo y D. Juan Manuel


Nones.

La novela transcurre en el Madrid de la segunda mitad del siglo XIX


(1867).

DESARROLLO

· Abundante uso de formas verbales en pretérito perfecto simple y pretérito


imperfecto: “empezó, podía, sabía, pudiese”.

· Empleo de un buen número de adjetivos: “grande, bondadoso, viejo”.

· Abundancia de adverbios de lugar y de tiempo: “la noche, al día siguiente,


al medio día”.

· Predominio de los verbos predicativos: “Empezó, encantaba, pudiese,


pasó”.

CONCLUSION

Al concluir este texto comprendí aspectos interesantes, en cuanto a la


narración en tercera persona, un texto sumamente interesante y fácil de
captar el mensaje transmitido.

II Lee con atención el siguiente texto. En el mismo se han eliminado


muchos signos de puntuación, pero se ha respetado los
párrafos. Determina las pausas y cambios de entonación, y
represéntalos por los signos de puntuación que corresponden. Luego
reescribe con mayúscula las palabras que lo requieran:

Confianza… ¿una palabra en peligro de extinción?


Versión libre y resumida de un ensayo de Elhiren.
(Recuperado en http://elhiren.wordpress.com/ensayos-cortos/

Muchas veces me he preguntado por qué hoy en día esta palabra hay que
buscarla, recalcarla encontrarle un nuevo sentido. Aunque ya sabemos que
no tiene una nueva definición, ésta como muchas otras cosas de nuestra
naturaleza, está en peligro de “extinción”.

Qué significa confianza en la práctica nuestra de cada día?

Qué es lo que no funciona en nuestro diario vivir? ¿Cuál es la diferencia, si


es que existe alguna, entre la época de nuestros abuelos y la actualidad?

Según el diccionario de la Real Academia Española, confianza (que viene


de confiar) significa

1. f. Esperanza firme que se tiene en una persona o cosa.

2. f. Seguridad que alguien tiene en sí mismo.

3. f. Pacto o convenio hecho oculta y reservadamente entre dos o más


personas, particularmente si son tratantes o del comercio.

Pero, ¿Se siente hoy en día en nuestro entorno la sensación de confianza


mutua? ¿Tiene que ver ésta con la honradez, los valores éticos y morales?

Recuerdo que mi abuelito nos contaba que en sus tiempos la palabra era la
firma. Nadie querría que lo tildaran de deshonesto por no haber cumplido
con su palabra la palabra. Era incluso más valiosa que una firma, ya que
firmar un papel significaba desconfianza, y entonces no cumplías por
honradez sino porque un papel que te acusa si no honras tu compromiso.

Así vivió mi abuelo. Y ¿nosotros cómo vivimos? En cualquier caso,


firmando papeles de pago. Sin papeles firmados hoy en día no hay tratos ni
acuerdos comerciales.

No obstante, ¿Qué sucede cuando se pasa al abuso de confianza y el voto


de confianza que depositamos en el otro no se honra? Surge entonces de
manera natural la desconfianza. Y cuando ésta anida en el corazón es muy
difícil que se marche, porque el dolor que produce es grande. Si bien en la
actualidad vivimos rodeados de personas a quienes no haríamos
depositarias de nuestra confianza, también hay que reconocer que uno
mismo podría estar en ese grupo con relación a otros.

¿Qué hacer? Es agobiante andar por ahí todo el tiempo mirando de reojos a
los demás por falta de confianza. Podemos, por tanto, asumir nuestra cuota
de responsabilidad en el asunto, y poner nuestro granito de arena, actuando
con el otro como nos gustaría que actuara con nosotros. Esta sería la
famosa “regla de oro”, No. No es un invento mío. Si algunos se
comportaran de acuerdo con ella, creo que se sentarían las bases
nuevamente para que la “confianza deje de estar en peligro de extinción”.
¿Qué piensas?

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