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Después de trazar un rápido cuadro del contexto cultural del siglo XVI
para situar mejor al joven saboyano en la época, trataremos de mostrar lo que
fue su educación a lo largo de la segunda mitad de su siglo: su infancia en
Saboya (1567-1578), formación en París, en el colegio de los Jesuítas (1578-
1588), estudios de Derecho en la Universidad de Padua (1588-1592). El
“drama” que ha marcado toda su juventud, a saber: la oposición entre la
voluntad paterna respecto al primogénito y la vocación personal de éste
merecería un estudio aparte, desde el origen del problema hasta su
conclusión, durante 1593. Es indudable que si su padre lo hubiese dejado
libre desde el principio para seguir su orientación natural por la vida
eclesiástica, no se habría beneficiado de una formación tan larga ni de una
cultura humana tan variada y completa.
CAPÍTULO I
1
correctas que han sido inventadas en mi tiempo, por inspiración divina” 1.
Francisco de Sales no está lejos de compartir este entusiasmo cuando
compara la obra de la creación con el arte de Gutenberg:
1
Citado por: L.-PARIAS (Dir.), Histoire générale de l’enseignement et de l’éducation en France, t. II : De
Gutenberg aux Lumières, por F. Lebrun, M. Venard y J. Quéniant, Paris, Nouvelle Librairie de France, G.-
V. Labat editeur 1981, p. 173.
2
Francisco de Sales lo cita a propósito de un tema controvertido: “Yo digo lo que dicen los doctos
Belarmino y Justo Lipsio (...); el único que tiene razón es Calepino” (D 32). Ambrosio de Calepio (1435-
1510) era el autor de un célebre diccionario de la lengua latina y su nombre se convirtió en sinónimo de
diccionario. Aun ahora, el “calepino” designa un pequeño libro de bolsillo.
3
El gramático Aelius Donatus, que vivió en el 4º siglo, ha dado su nombre a las antiguas gramáticas latinas,
al punto que Donato se volvió sinónimo de gramática latina.
2
Salmanasar, rey de Asiria, hizo cautivos a todos esos
cismáticos, como el Turco ha hecho con nuestros cismáticos (S I
154).
4
Guilllermo Budé (1468-1540) creó la biblioteca de Fontainebleau, que dio origen a la Biblioteca Nacional,
y obtuvo de Francisco I la fundación del Colegio de tres lenguas (latín, griego y hebreo), llamado a
continuación Colegio de los Lectores Reales o Colegio Real (más tarde, Colegio de Francia) y promovió el
estudio del griego en Francia. Sus Comentarios a la Lengua Griega (1529) hicieron de él un filólogo,
precursor del método comparativo.
5
Ver, a este respecto, W. K. FERGUSON, Renaissance Studies, London (Ontario), The Humanities
Departments of the University of Western Ontario 1963.
3
Negativamente, el Renacimiento se puede caracterizar por una serie
de “rechazos”: rechazo del latín “bárbaro” de la enseñanza medieval, rechazo
de la “dictadura” de Aristóteles, el filósofo por excelencia en la Edad Media
que lo comprendía a su manera, rechazo de la estéril lógica escolástica.
Positivamente, profesaba un verdadero entusiasmo por la naturaleza humana
y una curiosidad universal por todas sus manifestaciones. En este sentido, el
Renacimiento abrió el camino a lo que será llamado el Humanismo, del cual
es inseparable. Después de los studia divinitatis de la Edad Media, se
entusiasmó por los studia humanitatis 6. La curiosidad se dirigió, en
particular, hacia la antigüedad greco-latina, haciendo de sus autores y sus
grandes personajes objeto de un verdadero culto. En un sermón de 1621,
Francisco de Sales evocaba él mismo “los Felipes y Alejandros de los que
los humanistas tanto hablan” (S IV 103). No ignoraba que “había escuelas
que decían que Platón había sido el espíritu más grande, otras que Cicerón”,
mientras que él estaba de acuerdo en que “ambos sobresalían entre los
filósofos paganos” (S IV 109). Incluso la mitología y los dioses paganos
reaparecían, no sólo para hacer más elegantes las expresiones literarias y
artísticas, sino quizá también para algo más. El autor de la Introducción a la
Vida Devota lamentaba que algunas bodas de su tiempo no se parecían
apenas a las de Caná: “en lugar de nuestro Señor invitan a Adonis, y a Venus
en vez de a Nuestra Señora” (I III 38). El calendario mismo estaba
impregnado de mitología, se quejaba Francisco de Sales, pues “esta
superstición ha entrado tanto entre los hombres, que apenas se le puede
detener”, al punto que se continuaba a dar a los días de la semana nombre de
esas “falsas deidades, como Mercurio, Marte, Júpiter y otras semejantes” (S
IV 147). Mientras se glorificaba a Hércules y sus doce trabajos legendarios,
Francisco de Sales los ridiculizaba, escribiendo que “este Hércules no es
capaz de dos trabajos a la vez, sino sólo uno después del otro” 7. El personaje
de moda era Alejandro Magno, héroe de Grecia y fundador de un inmenso
Imperio. El obispo de Ginebra habla a menudo de él, pero para mostrar la
superioridad del apóstol Pablo:
Este acaba con las ciudades, destruye los castillos, somete al mundo
con la fuerza de las armas y, al final, se deja vencer por sí mismo. Al
contrario, nuestro gran Apóstol parece querer someter y recorrer toda
la tierra para derribar no las murallas, sino los corazones de los
hombres, y someterlos a su Maestro mediante su predicación (S III
320).
6
No hay que pensar, sin embargo, que los humanistas hayan sido irreligiosos o anticristianos. A este
respecto, puede verse la puntualización que hace L. FEBVRE, Au Cœur religieux du XVIe siècle,
« Bibliothèque générale de l’École pratique des hautes études », Paris, SEVPEN 1957.
7
Esta indicación tomada de la mitología ha sido suprimida en el manuscrito, y no aparece en la editio
princeps de la Introducción a la Vida Devota. Ver OEA III, p. 162*, en nota.
4
El culto de la perfección literaria llevaba a los humanistas no sólo a
buscar sus modelos entre los griegos y latinos, sino a escribir en latín
siguiendo estos modelos. El latín de la Escolástica dejaba su lugar a un latín
clásico, elegante, cuyo modelo insuperable era, para la mayoría de los
humanistas, Cicerón 8. La misma lengua francesa adquiría sus títulos de
nobleza. En 1539, la Ordenanza de Villers-Cotterêts de Francisco I había
prescrito su uso, en lugar del latín, para todas las disposiciones y juicios de
los tribunales. En Saboya, el duque Emmanuel-Filiberto (1553-1580) hizo lo
mismo en 1560 y Francisco de Sales, aunque no estaba sujeto al rey de
Francia, la llamaba afectuosamente “nuestra lengua francesa” (S I 405).
5
la búsqueda de la “quintaesencia”, pero que se trata de la “quintaesencia de
la vida espiritual” y de la “alta perfección” (S IV 390). Exalta el papel del
fuego, que “habiendo separado poco a poco la esencia de su masa y
habiéndola purificado del todo, finalmente hace surgir su quintaesencia” (T
VII 11). En cuanto a la realización de la gran obra, el Saboyano es más bien
escéptico:
6
A una época –el Medioevo- en que todo se consideraba en función de
Dios, le sucedió un tiempo de descubrimiento del hombre en todas sus
dimensiones, tanto estéticas y literarias como científicas y morales. Las
diversas ramas del saber se liberaban de la tutela de la teología. Incluso la
política se liberó de las normas tradicionales con Maquiavelo (1469-1527),
cuya obra maestra El Príncipe se encontraba en la biblioteca de Francisco de
Sales 10.
EL NUEVO MUNDO
10
Este libro se encontraba en la lista de libros prohibidos que la Congregación romana de la Inquisición le
había permitido, a petición suya, leer y poseer. Ver la lista reproducida en OEA, t. II, p. 425-427.
11
Ambasse corresponde a la actual Mbanza-Congo, una ciudad de Angola que en la época de los
portugueses se llamaba San Salvador.
7
Africa occidental, bañada por el actual golfo de Guinea. Evoca el estupor de
los indígenas antes algunos inventos:
Se dice que los ingenuos indios pasan el día entero junto a un reloj
para percibir las horas e, incapaces de adivinar cómo funciona, no
consideran que debe tener su arte y razón, sino que, llenos de amor
y maravilla hacia los relojeros, los veneran como a seres muy por
encima de los humanos (T IV 8).
12
Maragnon es, actualmente Maranhao, un estado del Nordeste de Brasil.
8
Como sabemos, fue la invención de la brújula, con su aguja imantada
que se dirige siempre hacia el norte, lo que permitió los extraordinarios
descubrimientos cuyos testigos son sus contemporáneos. Maravillosa
invención, sin duda, que no permite perderse sin algún punto de referencia:
“Sea cual sea la ruta que emprenda la nave, se dirija a oriente u occidente,
hacia el norte o hacia el sur, y con cualquier viento que la arrastre, jamás
dejará de indicar su aguja marinera hacia la estrella polar y hacia el norte” (I
IV 13).
EL “DESCUBRIMIENTO” DE LA INFANCIA
13
Ver el capítulo “La découverte de l’enfance”, en P. ARIÈS, L’enfant et la vie familiale sous l’ancien
régime, « Civilisations d’hier et d’aujourd’hui », Paris, Librairie Plon 1960, p. 23-41.
14
Sobre el desarrollo del sentido de la familia y de la vida privada en el Renacimiento, ver P. ARIÈS – G.
DUBY, (dir.), Histoire de la vie privée, t. III: De la Renaissance aux Lumières, volumen dirigido por R.
Chartier, Paris, Ed. Du Seuil 1986.
15
Ver la obra de E. GARIN, L’éducation de l’homme moderne. La pédagogie de la Renaissance, 1400-
1600, Paris, Fayard 1968. Sobre la transformación de los colegios, ver D. JULIA, Églises, société,
éducation à l’époque moderne. La transformation des collèges au XVIe et au XVIIe siècles, en G.
AVANZINI (dir)., Pédagogie chrétienne – Pédagogues chrétiens, Colloque international d’Angers
(septiembre 1995), « Sciences de l’Éducation », Paris, Éditions Don Bosco 1996, p. 61-84.
9
a los niños con dulzura y paciencia 16. Entre los demás humanistas que han
influído de algún modo, positiva o negativamente, en el pensamiento y la
acción de Francisco de Sales, conviene señalar particularmente a Erasmo,
Moro, Vives, Sadolet, Rabelais y Montaigne.
16
Jean Charlier, originario del poblado de Gerson, es el autor de numerosas obras en latín, entre otras de
un Traité du devoir de conduire les enfants à Dieu.
17
Ver, sobre este punto particular, la obra de L. KÖNIGBAUER, Das Menschenbild bei Franz von Sales,
p. 164.
10
Francisco de Sales, sin duda, se sintió muy cercano a la visión del
cardenal Sadolet (1477-1547), obispo de Carpentras y gran humanista, cuyo
nombre aparece en el libro de las Controversias, como miembro de una
comisión para la reforma de la Iglesia (C 315). En su De liberis recte
instituendis, aparecido en 1533, escrito en forma de carta a su sobrino Pablo,
Sadolet había fundado la educación sobre la exigencia religiosa unida a una
cultura explícitamente humanista, síntesis de sabiduría antigua y de fe
cristiana. Su sistema educativo abraza todos los campos: formación religiosa,
moral y social, letras, filosofía y teología, matemáticas y astronomía,
gimnasia y música. Su objetivo, como se ve, es la promoción integral del ser
humano, desde la infancia hasta la adultez.
Sobre todo, cuídese de los libros nefastos, y por nada del mundo
permita que su espíritu se deje atraer por ciertos escritos que los
cerebros débiles admiran, debido a algunas vanas sutilezas que en
ellos se encuentran, como este infame Rabelais y otros de nuestro
tiempo, que hacen profesión de poner todo en duda, de despreciarlo
todo y burlarse de todas las máximas de la antigüedad (L IV 377).
11
debido al “Santo Libro de los sagrados misterios de nuestra fe” (C 182), a
propósito del canto de los Salmos (C 186) y sobre “la fe debida al testimonio
de los milagros” (C 328). Respecto a la dificultad de controlar las
traducciones de la Biblia en lengua vulgar, Francisco de Sales se apoya
voluntariamente en la opinión expresada por el “docto profano”:
12
traducción de la Biblia en las lenguas contemporáneas, la instrucción para
todos y una experiencia religiosa más personal.
19
Citado por R. GAL, Histoire de l’éducation, Paris, coll. « Que sais-je ? », 10e édition mise à jour par J.
Vial, Presses Universitaires de France 1979, p. 62.
20
Francisco de Sales poseía, en su biblioteca de libros prohibidos, La somme de théologie de Melancton
(OEA II 427): se trata probablemente de sus Loci communes theologiae, primera obra de teología luterana
(1521).
21
Citado por E. GARIN, L’educazione in Europa 1400/1600. Problemi e programmi, Rome-Bari, Laterza
1976, p. 185.
13
hombres” 22. De la misma manera, no es exagerado decir que la tarea de
Francisco de Sales, quien puede considerarse por varios motivos como el
“Anti-Calvino”, fue formar hombres y mujeres según la concepción del
humanismo católico, interpretado con un temperamento particular y según
una original manera de ver.
22
L. FEBVRE, Au cœur religieux du XVIe siècle, p. 263.
23
Extracto del Mémoire du Père Chérubin de Maurienne, Capucin (O I 316), redactado en 1597 y destinado
al preboste de Sales para sus futuros viajes ante la Santa Sede.
24
Los “ministros” eran los responsables o pastores de la Iglesia reformada.
14
veinte a Francia; otro año, a Inglaterra, y así llegan a todos los
herejes; 3°: tiene bellas y magníficas imprentas, con las que llenan
el mundo de libros heréticos: este año enviaron 40 cargas de estos
libros a Francia. La 4ª ventaja son los estudios, pues la comodidad
de la ubicación de la ciudad y el gran ejercicio de las letras atraen un
extraordinario número de muchachos de noble linaje; 5°: tienen
grandes ejercicios de predicación, lecturas, conferencias,
discusiones, composición de libros y otras cosas semejantes que
conservan la herejía, y muchas otras comodidades que sería
demasiado largo describir” 25.
25
Ibid., 316-317.
26
Francisco de Sales, aun conservando su título de obispo de Ginebra, residió también en Annecy.
27
Ver los textos de este Concilio, que han inspirado el pensamiento y la acción de san Francisco de Sales,
en: Les Conciles œcuméniques, t. II-2: Les Décrets. De Trente à Vatican II. Texto original establecido por
G. Alberigo y otros, edición francesa bajo la dirección de A. Duval y otros, Paris, Ed. Du Cerf 1994. Los
textos que aquí se citan se refieren a las diversas sesiones del Concilio.
15
Barnabitas, futuros educadores de la juventud masculina, llamó a Milán a las
Ursulinas para la educación de las jóvenes, promovió las disputas literarias
y teológicas, y fundó en su seminario una tipografía para la difusión de la
prensa cristiana. Fue también por influjo de Carlos Borromeo que el prelado
humanista Silvio Antoniano publicó en 1584 su tratado Dell’educatione
christiana dei figliuoli 28, considerada como la obra educativa más
importante de la Contrarreforma 29, una síntesis de pedagogía humanista
cristiana, una especie de manifiesto que refleja la seriedad con la que la
reforma católica pretendía educar a la juventud. Dirigiéndose a los “padres
de familia”, el autor quería inculcarles, ante todo, el deber de la educación
cristiana de sus hijos, imposible de realizar sin el conocimiento y la
observancia de la ley de Dios. Sin embargo, no se descuida la formación
humana y “civil”, teniendo como finalidad no sólo la formación del buen
cristiano, sino también del “hombre de pro” y del “buen ciudadano” hasta el
punto, decía, que no se podrá “tener buenos ciudadanos sin otras reglas ni
otros caminos que los que hacen de él un buen cristiano” 30. El método será
el del amor y del temor, sin excluir castigos corporales mesurados. Las
virtudes más recomendadas son la obediencia, la huída de la ociosidad y del
robo, la castidad, el rechazo de los malos amigos y la amistad con los buenos.
No se puede afirmar que Francisco de Sales haya leído esta obra 31, pero
debió sentirse en armonía con su contenido, aunque la manera salesiana nos
parece más optimista y sonriente.
16
En 1563, los jesuítas abrirán en París el Colegio de Clermont que el joven
Francisco frecuentará durante diez años.
Pero no estaban sólo los jesuítas. En la vida del obispo de Ginebra, los
barnabitas jugaron un papel importante. Siendo su nombre verdadero
Clérigos regulares de San Pablo, habían sido fundados en 1534 en Milán,
junto a la iglesia de san Bernabé. Fuertemente animados por Carlos
Borromeo, se difundieron en Saboya, Francia y Alemania. Destinados al
principio a combatir la decadencia de las costumbres y la “tibieza” en la fe,
se consagraron también a la enseñanza y la educación desde el inicio del
siglo XVII. Si Francisco de Sales admiraba a los jesuitas y los juzgaba
indispensables, su debilidad eran los barnabitas, que sobresalían no sólo por
la “doctrina”, sino también por su “candor y simplicidad” 35.
34
Ver F. DE DAINVILLE, L’éducation des jésuites : XVIe – XVIIIe siècles. Textes réunis et présentés par
Marie-Madeleine Compère, Paris, Les Éditions de Minuit, 1978.
35
Según uno de sus primeros biógrafos, el padre De la Rivière, citado en OEA, t. XVI, p. 145, nota 2.
17
junto con el cardenal Bellarmino, consideraba como “las luminarias
principales y ornamento de nuestro siglo” (O II 177). No sólo animó a Pierre
de Bérulle a fundar en 1611 el Oratorio de Francia, sino que trató de llevar a
los oratorianos a Saboya para reunir las fuerzas católicas de Thonon en el
espíritu del Oratorio.
36
El padre Jean Fourier, amigo y confesor de Francisco de Sales, era el primo de san Pierre Fourier.
37
Ver L. TERREAUX, Aspects de la littérature savoyarde, « L’histoire en Savoie », n° 117 (marzo 1995)
8-12.
18
saboyano Guillaume Fichet (1433-1480), gran figura del primer humanismo,
amigo del cardenal bizantino Bessarion, fue rector de la Sorbona, donde
enseñó retórica e introdujo el primer taller de tipografía 38. Claude de Seyssel
fue un humanista político que conoció el Renacimiento italiano en Milán,
donde se relacionó con grandes eruditos bizantinos; considerado como un
mediador entre la cultura humanista italiana y la cultura francesa, murió
como Arzobispo de Turín en 1520. El poeta Marc-Claude de Buttet (1530-
1586) había sido alumno, en París, de Jean Dorat, quien contó también entre
sus discípulos a Ronsard, Du Bellay y Baïf; secretario de Margarita de
Valois, hermana de Enrique III, fue amigo de los poetas de la Pléiade. El
padre de Francisco de Sales le conoció cuando frecuentaba también él la
corte de Francia. Francófono sin ser francés, cultivaba la lengua francesa,
hasta el punto de hacerse revisar uno de sus textos por un amigo parisino
antes de publicarlo, porque, decía, “tengo miedo de que se me escape algún
acento de nuestra manera de hablar” (L III 325).
38
Sobre Guillaume Fichet, ver L. A. COLLIARD, Un ami savoyard du cardinal Bessarion : Guillaume
Fichet, ancien recteur de l’Université de Paris. Préface de Louis Terreaux, Président de l’Académie de
Savoie, « Biblioteca della ricerca – cultura straniera », Fasano di Brindisi, Schena Editore / Presses de
l’Université de Paris-Sorbonne 2004. Una de las primeras hermanas de la Visitación, Adrienne Fichet, era
probablemente de su familia. Ver OEA, t. XV, p. 12, nota 4.
39
Viviane MELLINGHOFF-BOURGERIE subraya su “plurilinguismo” y su “cultura ultramontana” en su
François de Sales (1567-1622), un homme de lettres spirituelles. Culture, tradition, épistolarité, “Travaus
d’Humanisme et Renaissance” 330, Genève, Librairie Droz 1999, p. 29-58.
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