El libro se divide en dos partes:

Parte 1: Explicaciones de cómo funciona la actitud

Parte 2: Hábitos y técnicas para lograr la actitud para el éxito

Parte 1: Cómo funciona la actitud

- ¿Qué es la actitud? Predisposición hacia algo, nuestra forma de ver algo… Buena actitud
necesita: determinación, pasión y sin miedo a molestar. Siempre que hagáis algo en la
vida, amarlo. La actitud de contagia de unos a otros. Diferencia entre lo que nos ocurre
(circunstancias) y cómo te sientes o lo afrontas (actitud)

- La actitud es bidireccional. Si nos pasa algo malo, nos sentimos mal, pero también si
hacemos ciertas cosas y pensamos de cierto modo también cambiamos como nos
sentimos. Es por ello que lo que piensas termina haciéndose realidad.

- Tomar las riendas “ir al teatro” y ser nosotros los actores. La buena actitud nos ayuda
a tomar las riendas y actuar en lugar de quedarnos pasivos.

- Mundo decreciente: vivimos en un mundo en el que todo tiende a ir a peor por lo que
tienes que poner de tu parte o nada irá a mejor.

- ¿Qué actitud te has puesto? Analiza tu estado mental cada día. Se consiente de tu
propia actitud diaria.

- Dos formas de vivir que condicionan nuestra actitud: con amor vs con miedo.

Hay que aprender a ser conscientes de aquellos momentos en los que el miedo se
apodera de nosotros. En esos casos actuamos con:
o Complacencia. Complacemos a los demás a veces por encima de nuestras
propias necesidades por miedo al rechazo.
o Protección. El miedo nos hace poner distancia con los demás, tanto física como
comunicativa. A veces en esos casos actuamos con arrogancia.
o Control. Se trata del miedo a perder el control. En esos casos nos volvemos
controladores, perfeccionistas, autoritarios y ambiciosos de forma
desmesurada.

Ejemplo: un tenista que ha ganado los 2 primeros sets tiene miedo a fallar en el
tercer y definitivo set y por ello, el otro tenista suele ganar el siguiente set.

Hay que aprender a evitar que el miedo se apodere de nosotros y que afecte a
nuestra actitud y comportamiento.
- Actitud y nivel de energía: la actitud puede ser positiva o negativa y por otro lado la
energía que mostramos hacía esa actitud puede ser alta o baja. Si tenemos actitud
negativa, podemos estar con alta energía (actitud bélica / agresiva) o baja energía
(actitud cabizbaja / pasiva). En caso de tener actitud positiva también podemos tener
alta energía (efervescencia) o baja energía (meditación). El objetivo es adoptar una
actitud positiva con un nivel de energía adecuado a cada situación.

- Equilibrio. Nuestra actitud depende ampliamente de nuestros 4 planos o dimensiones:

mental, emocional, físico y espiritual. Hay que lograr un equilibrio de los 4 planos para
lograr una mejor actitud. Es importante la claridad mental (el exceso de preocupaciones
no permiten la claridad mental), aprender a gestionar las emociones, energía física
adecuada (cuidar alimentación y ejercicio) y encontrar nuestro para qué o sentido de
nuestra vida (plano espiritual). La actitud depende de encontrar significado y sentido a
todo lo que hacemos en la vida.

- Leyes de la actitud:

o El mundo no es cómo tú crees que es. Cada uno lo percibe de una manera.
Caminar por el mundo con la mente abierta nos abre a territorios no explorados
que tienen mucho que ofrecernos.
o Tu mundo es un reflejo de tu actitud. En el mundo nos solemos encontrar
aquello que ya albergamos internamente.
o Tu actitud depende de tu temperamento y carácter. El carácter lo podemos ir
creando con las experiencias de la vida aunque el temperamento este en el ADN
con el carácter podemos cambiar muchas cosas.
o Has llegado hasta aquí sin darte cuenta. Vivimos en piloto automático
dejándonos llevar sin tomar las riendas de la vida. Hay que reconocer nuestra
responsabilidad.
o Hasta que no cambies tu actitud nada va a cambiar en tu vida.

- Actitudes para el éxito.

o Actitud proactiva: ir por delante, tomar la iniciativa, anticiparnos a lo que pueda
ocurrir y provocar en nuestro entorno los cambios que deseamos. Nos hace salir
constantemente de nuestra zona de confort. La timidez, miedo a destacar o
parecer lanzados lastra la proactividad. Es mejor muchas veces aplicar la
máxima de “prefiero pedir perdón que pedir permiso”. Por ej. en ventas, cuando
nos aceramos al cierre hay personas que “piden permiso” de la siguiente forma:
“Entonces Antonio, ¿quieres trabajar con nuestra empresa? Es mejor no pedir
permiso y dar el cierre por hecho, con actitud proactiva como esta: “Entonces
Antonio, ¿qué es lo que más te ha gustado de nuestra empresa? Bla, bla, bla.
Perfecto, dime ¿empezamos con un pedido o con los dos?
o Actitud positiva: ver siempre el lado positivo de las cosas.
o Actitud incansable: cuando insistimos y perseveramos conseguimos nuestros
objetivos.
o Actitud de aceptación: hay que aprender a aceptar las cosas que no podemos
cambiar y aprender a distinguir las que podemos de las que no podemos
cambiar. El la aceptación hay una sonrisa, en la negación o reacción a lo que ha
ocurrido hay frustración y enfado.
Parte 2: Hábitos y técnicas para lograr la actitud para el éxito