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¿Qué es el Antiguo Egipto?

Fue una de las civilizaciones cuna de la humanidad, que se desarrolló a lo largo del cauce medio y bajo
del río Nilo entre el 5500 a. n. e. y el siglo VII n. e. Con un desarrollo histórico milenario y una civilización
avanzada que alcanzó tres épocas de esplendor (Reino Antiguo, Reino Medio, Imperio Nuevo) que se
extendieron por casi 3000 años, el pueblo egipcio legó innumerables aportes en las más disímiles áreas del
conocimiento a la historia de la humanidad.

Ciudades más Importantes


El Cairo: La capital del país. El Cairo está situado en las riberas e islas del río Nilo, al sur del delta. Muchas
de sus principales atracciones turísticas se aglomeran en el centro histórico, declarado Patrimonio de la
Humanidad.
Guiza: Guiza es una ciudad que se encuentra en la orilla occidental del río Nilo, formando parte del área
metropolitana de la capital del Egipto. Es conocida en todo el mundo porque en sus cercanías se encuentra
la Meseta de Guiza, donde se sitúan las tres grandes pirámides de la dinastía IV.
Alejandria: una ciudad situada en el norte del país, en la zona más occidental del delta del Nilo. Está
considerado como el principal puerto del país

Construcciones de Egipto
El material más utilizado por los egipcios es la piedra, ya que gracias a ésta los edificios más importantes
eran imperecederos. En los inicios, también usaron otros componentes como la madera o el adobe, pero a
partir del Imperio Antiguo éstos se relegaron a las construcciones menos importantes.

La arquitectura era alquitranada o adintelada. Esto quiere decir que, aunque los conocían, no utilizaban el
arco y la bóveda. Elaboraban figuras rectas que se apoyaban sobre pilares o columnas. En caso contrario,
no podían alcanzar la monumentalidad que deseaban. Los muros eran gruesos, lo que aumentaba el
colosalismo de los edificios.

Templo y tipos de Tumbas

El templo era el edificio utilizado para honrar a los dioses, estaba lleno de esfinges, unas figuras con cuerpo
de león y cabeza humana, la entrada formada por un gran muro ante el que se colocaban obeliscos o
representaciones del faraón, un patio con gran cantidad de esculturas, habitaciones con columnas gigantes
a la que sólo podían acceder el faraón, los sacerdotes y los altos cargos, y santuarios.

Los egipcios creían en la vida después de la muerte y pensaban que era necesario conservar los cuerpos
para esta segunda vida.

Convertían los cadáveres en momias. Para ello, secaban los cuerpos y los envolvían con vendas, después
los guardaban en un sarcófago y los enterraban en tumbas.

Alrededor del sarcófago ponían todo aquello que creían que necesitaría el muerto en la otra vida: ropa,
alimentos, alhajas…

Las mastabas.
Las mastabas eran las tumbas más antiguas. Se parecían a un prisma con las paredes inclinadas. En el
interior había una cámara funeraria subterránea donde se situaba el cadáver. Se accedía a través de un
pasillo.

Las pirámides.

Las pirámides eran enormes tumbas de forma piramidal que se utilizaron para enterrar faraones durante el
Imperio Antiguo. Una red de pasadizos y trampas dificultaba la llegada a la cámara donde se encontraba el
cuerpo.

Los hipogeos.

Los hipogeos eran tumbas excavadas en el interior de una montaña. Se colocaba el difunto y se cerraba el
agujero que servía de entrada de manera que desde el exterior no se distinguía nada.

Convencionalismos más comunes

Ley de frontalidad: consiste en una línea que pasa entre el ombligo, nariz y cejas dividiendo el cuerpo en
dos partes similares.

Isocefalia: Es deben tener su cabeza a la misma altura, situadas en la misma línea. Esta norma llevó a
representar a los personajes con diferentes tamaños, de modo que, mientras que se respetan las
proporciones del cuerpo, sus cabezas están al mismo nivel. Por ejemplo, una persona sentada en el mismo
plano que otra de pie tendrá una escala mayor, en cambio, un personaje a caballo estará representado a
una escala menor.

Las dimensiones: se alternan desde estatuillas de pequeño tamaño a estatuas colosales. En la


representación de grupos las figuras se yuxtaponen en una misma actitud y posición.

Arcaismo en las representaciones anatómicas, que aunque resultan proporcionadas (el canon), ofrecen
una visión superficial e idealizada del representado. Las formas acaban resultando, por tanto, rígidas.

El tratamiento de los paños y ropajes también resulta rígido, sobre todo en las figuras masculinas; en las
femeninas los paños se adaptan al cuerpo.

El hieratismo (actitud hierática) y la solemnidad, son otros tantos rasgos presentes en la estatuaria.
Los rostros son inexpresivos, con la mirada perdida en el infinito, dando lugar a imágenes frías y
distantes, totalmente alejadas del espectador. Ojos almendrados. Mirada alta y fija al frente. El dolor y la
alegría no existen en estas representaciones, las figuras parecen sorprendidas en algún desfile o ceremonia
oficial.

El retrato destaca por su regularidad geométrica (simplicidad) y la aguda observación de lo esencial. Son
equilibrados y con vida, pero resultan remotos en su eternidad.

La jerarquización de las figuras es otro rasgo característico. El mayor tamaño de la figura del faraón está
en consonancia con el rango que éste ocupa en la sociedad egipcia.

Su función es presentar al faraón como un dios, como alguien diferente del vulgar mortal, de ahí la
ausencia de movimiento, el estatismo y la quietud que sugieren atemporalidad y, por tanto, eternidad.
Pictografía Egipcia

La escritura pictográfica o simplemente pictografía es una forma de comunicación escrita que se remonta
al neolítico, donde el hombre usaba las pictografías para representar objetos mediante dibujos en una
lámina de piedra.

El sistema básico de escritura de los antiguos egipcios (sistema jeroglífico) consistía en unos quinientos
símbolos comunes conocidos como jeroglíficos. La primera forma de escritura egipcia pudo haber
representado las palabras a través de un dibujo del objeto en cuestión.

Cada jeroglífico es una imagen de un objeto real de la vida cotidiana. Pero es imposible escribir algunas
palabras en un sistema tan primitivo como este (sería imposible representar palabras como "amor" o "fe" del
mismo modo que "hombre" o "casa"), y sería muy difícil de escribir oraciones completas. Por lo tanto, los
egipcios emplearon el principio rebus: puede escribirse una palabra con una imagen de algo que tiene el
mismo sonido. Un ejemplo clásico en español es dibujar una mano seguida de un ojo para escribir la palabra
"manojo".

Así, en Egipto, la imagen de una boca (valor fonético r) puede ser utilizada para escribir
la preposición "de, en, contra" (con idéntico valor fonético) o la planta de una casa sencilla (de valor
fonético pr) podría ser utilizado para escribir el verbo "ir (ascender)" (con igual valor fonético). Ya que la raíz
consonántica era tan importante en Egipto, sólo las consonantes necesitaban permanecer inalterables, no
así las vocales, al representar palabras no relacionadas.

¿Qué es la Mesopotamia?
La Mesopotamia es una región del Asia Occidental ubicada entre los ríos Tigris y Eufrates, así como
en sus terrenos circundantes. En esta región surgió durante la Edad Antigua la llamada civilización
mesopotámica. Gracias a esa cultura, allí se inició la Revolución Neolítica, es decir, el desarrollo de
la agricultura y la ganadería hace alrededor de 12.000 años.

Los mesopotámicos sirvieron de modelo e inspiración al resto del mundo y popularizaron invenciones
fundamentales para la civilización humana como la rueda, el cultivo de cereales, el desarrollo de la escritura
cursiva, las matemáticas y la astronomía.

Su nombre proviene del griego Μεσοποταμία que significa “tierra entre dos ríos”.

Características del Arte Mesopotámico


El Arte desarrollado por los sumerios tiene sobre todo un significado religioso, respondiendo a la unión
estrecha entre religión y política.
Tenia carácter cívico: tiene palacios, templos y servicios públicos; tales como murallas, canales de riego,
puentes, puertas y fortalezas. También combina el sistema de platabanda y dintel con el de arco y bóveda.

Debido a la pobreza de los materiales existentes en la región de la Mesopotamia, no han quedado muchos
ejemplos tanto en la arquitectura como en las artes plásticas.
Destacan por su destreza técnica y la variedad y originalidad de los temas.
Periodos en la Arquitectura
Periodo prehistórico

Existieron cabañas de planta circular, con uno o dos pilares de piedra enlucidos en yeso. Además, cuando
se abandonaron estas construcciones, se colocaron sobre el suelo calaveras humanas, hecho que indica
alguna práctica ritual.

La ciudad más importante fue Uruk, la Erech de la Biblia, actual Warka en Irak. El templo de caliza fue el
edificio principal del quinto nivel en Uruk (c. 3500 a.C.).

Aunque su superestructura no se ha mantenido, se conservan algunos restos, en un estrato


de tierra compacta, que nos permiten intuir que fue un edificio con hornacinas de tamaño monumental
(76×30 m).

El último periodo Uruk incorporó el sello cilíndrico, seguramente en estrecha asociación con el primer uso de
las tablillas de barro cocido.

Su forma cilíndrica permanecerá como prototipo de sello mesopotámico en los 3.000 años siguientes.

Periodo protodinástico

Se continuaron las antiguas tradiciones constructivas se introdujo una nueva tipología arquitectónica: el
templo oval, un recinto con plataforma central que sustenta un santuario.

En los sellos cilíndricos tallados, así como en la escultura en metal, los temas mitológicos son los motivos
más habituales de representación.

En un gran relieve en cobre del templo de El Obeid (c. 2340 a.C., Museo Británico), un águila con cabeza de
león o leontocéfala, con las alas extendidas, se cierne sobre dos ciervos.

Periodo acadio

En las ciudades acadias de Sippar, Assur, Esnuna, Tell Brak y en su aún no encontrada capital Acad, el
palacio se convierte en el edificio más importante en sustitución del templo.

Periodo neosumerio

En Ur, Eridú, Nippur y Uruk se construyeron impresionantes santuarios que incorporaban zigurats realizados
con ladrillos y adobe.

Periodo arcaico babilónico

De Mari procede el arte más original del periodo babilónico, incluyendo arquitectura, escultura, metalistería
y pintura mural. La representación de animales, como en la mayor parte del arte mesopotámico, es más
natural que la de los seres humanos.
Los pequeños frisos de Mari y otras ciudades muestran escenas de la vida cotidiana con músicos,
boxeadores, carpinteros y campesinos.

Dinastías casita y elamita


Los casitas, pueblo de origen no mesopotámico, aparecieron en Babilonia poco después de la muerte de
Hammurabi en el año 1750 a.C
Los elamitas del oeste de Irán destruyeron el reino casita hacia el 1150 a.C. Su arte parece una imitación
provinciana de los primeros estilos mesopotámicos.

El imperio asirio

El zigurat fue la principal forma de la arquitectura religiosa asiria. El uso de ladrillos vidriados polícromos fue
muy común en esta etapa mesopotámica.
Con el paso del tiempo se convirtieron en la típica decoración arquitectónica neobabilónica, ya que las
fachadas de los edificios se recubrieron con cerámica vidriada.

Tukulti-Ninurta I, rey entre los años 1244 a.C. y 1207 a.C., encargó gran parte de las obras artísticas y
arquitectónicas que se realizaron en Assur, donde también construyó su propio palacio-ciudad, Kar Tukulti-
Ninurta.

En el arte de ambos asentamientos se acentúa la diferencia entre los dioses y los seres humanos.

Sargon II que reinó entre el 722 y el 705 a.C., llevó las riendas del imperio desde una ciudad de nueva
planta, Dur Sharrukin (actual Jursabad), que abarcaba 2,6 km2 y estaba rodeada por una muralla con siete
puertas, tres de ellas decoradas con relieves y ladrillos vidriados.

En el interior de dicho recinto se encontraba el palacio de Sargón, que contaba con más de 200 habitaciones
y patios, un gran templo, residencias y templos de menor categoría.

A su muerte sólo se había terminado parte del complejo arquitectónico.


Su hijo y sucesor, Senaquerib, que reinó entre los años 705 y 681 a.C. en la capital de Nínive, construyó su
propio palacio al que denominó ‘palacio sin rival’, también conocido como el palacio del suroeste.Los asirios
adornaron sus palacios con magníficos relieves escultóricos.

Periodo neobabilónico

Los babilonios no establecieron un nuevo estilo o iconografía. La creatividad neobabilónica se manifiesta en


la arquitectura de Babilonia, la capital del reino, que alcanzó su máximo esplendor entre el 626 a.C. y el
539 a.C.
Esta enorme ciudad, destruida en el 689 a.C. por Senaquerib, rey de Asiria, se reconstruyó por iniciativa del
rey Nabopolasar y su hijo Nabucodonosor II. Dividida por el Éufrates, se necesitaron 88 años para
construirla y protegerla con doble muralla.

E-Sagila, el templo de Marduk, fue su edificio principal junto con Etemenanki, un zigurat cercano de siete
pisos conocido más tarde como la torre de Babel. El zigurat alcanzaba una altura de 91 metros; en el piso
más alto se alzaba un templo construido con adobes secados al sol y revestido de ladrillos cocidos.
Al este de la vía procesional se conservan pocos vestigios de la ciudad y de los famosos jardines colgantes
del palacio de Nabucodonosor II, una de las siete maravillas del mundo. La Puerta de Istar (c. 575 a.C.) es
una de las pocas estructuras conservadas.

El último rey babilonio, Nabonides, cuyo reinado se extiende entre los años 556 a.C. y 539 a.C., reconstruyó
la antigua capital sumeria de Ur, incluyendo el zigurat de Nanna, que competía en esplendor con el zigurat
de Etemenanki en Babilonia. Su estado de conservación es bueno y la fachada de ladrillo ha sido
recientemente restaurada.

Mesopotamia se incorporó al Imperio persa, y en Babilonia, que se convirtió en una de sus capitales
administrativas, se construyó un palacio real.
Entre los vestigios babilónicos de los tiempos de Alejandro el Magno, el conquistador del Imperio persa, se
conserva un teatro en la actual localidad de Humra.

El Templo
Consiste en un gran patio amurallado que en el espacio correspondiente a uno de sus lados menores lleva
lo que va a ser su elemento más característico: el Zigurat.
El Zigurat es una torre cuadrada de varios pisos escalonados, en cuya cima está el santuario. Las caras se
orientan hacia los cuatro puntos cardinales y se sube a los diferentes niveles por medio de una rampa que
rodea los cuatro lados, o por dos escaleras simétricas que trepan por el frente o os laterales.
En su construcción se empleaban materiales muy ricos: mármol, alabastro, lapislázuli, oro y cedro.

El Palacio
No existe una forma prevista para el palacio. Tampoco es un edificio, sino una serie de edificaciones
prismáticas de distintos tamaños unidas entre sí por pasillos, galerías y corredores con amplios patios
intermedios y con murallas alrededor. Consistía en una sencilla construcción cuadrangular con un patio
central por el cual recibía luz y ventilación. Se alzaba sobre terrazas de ladrillo a las que se subía por
escaleras y rampas con desagües para protegerse de las inundaciones y de la humedad. Las puertas, cuyas
hojas solían ser de bronce, estaban flanqueadas por estatuas y toros alados con cabeza humana a los que
se les atribuían poderes protectores. Las paredes interiores se decoraban con pinturas al fresco sobre
enlucido de cal, o con revestimientos de ladrillos esmaltados de colores vivos y relieves. Algunos de los
palacios más importantes fueron los de Nínive, Korsabaad y Nimrud.

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