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27 DE AGOSTO DE 2019
El Lazarillo de Tormes (1554), de autor desconocido, es una novela que inaugura el género
picaresco en la literatura. El libro abre con un prólogo tipo carta dirigido a un narratario conocido
como Vuestra Merced. Ahí, el narrador de esta historia, pide que ojalá el texto ayude a quien lo
lea, que lo encuentre provechoso. Así empieza esta historia autobiográfica desde la infancia hasta
tiempos actuales del personaje. Dividido en tratados, Lázaro cuenta su vida y el acompañamiento
El tratado primero presenta al personaje: Lázaro de Tormes (nombre tomado del río donde
nace), quiénes son sus padres y de dónde viene. En este contexto, tenemos la invasión de los
cuidado de su madre (Antonia Pérez), deciden irse a la ciudad donde su madre entra en relación
con un negro y, como producto, sale un hermanastro negro que Lázaro debe cuidar. Tras cierto
castigo al padrastro, quien queda en el mismo lugar, son desterrados y la madre de Lázaro decide
ponerlo a disposición de un ciego quien lo azota contra los cuernos de un toro de piedra como
prueba de la ingenuidad del niño. Este evento es de los primeros golpes personales a Lázaro que
lo forma como el personaje ducho en el que se convierte. El ciego le enseña cosas de la vida,
remedios y consejos para obtener dinero, pero este personaje es un avaro de lo peor y no le da
suficiente alimento, por lo que Lázaro le hace bromas y le roba comida de su saco, dinero y vino.
El ciego le rompe un jarro de vino en la cara después de que descubre un hurto del mismo; le abre
la boca para descubrir el robo de cierta longaniza y Lázaro lo vomita encima, lo que lo hace
acreedor de una golpiza. Al final, Lázaro lo engaña y lo estrella contra un poste, para huir de él.
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El clérigo es su segundo amo, quien es más avaro y le da menos de comer. La escena
principal con él es referente al pan de un arca y cómo Lázaro le hace creer en repetidas ocasiones
que son los ratones quienes se lo comen. Así, noche tras noche, Lázaro se roba el pan hasta que el
clérigo lo golpea con un palo tras descubrirlo. Después de eso lo corre. El tercer tratado es en
torno a un escudero, antes hidalgo, que ha perdido todo lo que tuvo y ahora es el residuo de su
pasado. Es pobre y Lázaro sufre más hambre, por lo que sale a conseguir dinero por su cuenta. En
Toledo empieza a escasear el pan y expulsan a los extranjeros pobres, por lo que Lázaro tiene
miedo de ejercer su labor. El escudero decide irse de la ciudad y Lázaro se queda solo.
Merced, amigo de ciertas prostitutas con las que Lázaro tiene comunicación. Este fraile le da sus
primeros zapatos, pero Lázaro lo deja poco después. Después tiene como amo a un buldero, quien
engaña personas y finge ciertas cosas, como saber latín y curar gente. La práctica del buldero es
realizar un “conflicto” con un alguacil, quien asegura que el primero es un farsante, para después
fingir una posesión de la cual se hace cargo el buldero. Así hace creer a todos de su poder. Lázaro
El sexto tratado habla del capellán que le dio un asno a Lázaro para vender agua. Le va
bien y esto hace que se compre ropa decente. Poco después le devuelve el asno a su amo, le
agradece y lo deja. El último tratado habla de cómo Lázaro se asienta con un arcipreste, San
Salvador, cuya compañía es peligrosa para él por las agresiones constantes que tienen. Este
arcipreste tiene un amorío con una criada y, para encubrirse, la casa con Lázaro. Todos en el
lugar saben del eso y se burlan de Lázaro, aunque él es muy feliz con todo eso ya que está en paz