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tercera época
Vol. XCV
La revista cubana de artes escénicas octubre-diciembre

En portada: Reverso de portada:


Ayer dejé de matarme gracias a Convocatoria Premios Caricatos
ti Heiner Müller Contraportada:
de Mario Guerra Hecho en Perú, de Yuyachkani
Foto: Luis Ernesto Doñas Foto: Abel Carmenate
Reverso de contraportada:
Casa Editorial Tablas-Alarcos

Sumario
3 Visiones de un hombre de la danza 63 Cristóbal Peláez: pensar al teatro entre la ficción y el
Karina Pino documento
Lilián Broche Moreno y Laura González
La selva oscura 67 Miguel Rubio:«mirar hacia adentro» para inventar un
teatro necesario
5 José Antonio Ramos: ciudadano y dramaturgo Eugenia Álvarez García y Martha L.
Ileana Mendoza Ferraz Hernández Cadenas
9 Ramos dentro de la crítica teatral de su tiempo
Marivel Hernández Suárez Oficio de la crítica
14 Ludwig Schajowicz, precursor del teatro
moderno en Cuba 69 Fui a Perú para recordar y terminé recordándome Pe-
Petra Röhler dro Enrique Villarreal Sosa Traducir una másca-
ra, atravesar un carnaval Lilián Broche Moreno
Veinte años de Teatro El Público Kay Punku: memoria histórica y sentido político en el
discurso teatral de Yuyachkani Yohayna Hernández
Encrucijadas Josefina la viajera: otra historia teatral de la nación
Yoimel González Hernández Anotaciones sobre
17 Un clóset tan amplio como el mundo. Sujetos nóma- el observatorio desde el cual Anna y Martha contemplan
das en el teatro de Carlos Díaz el mundo Habey Hechavarría Prado Protection:
William Ruiz Morales un espacio seguro para compartir Pedro Enrique
Villarreal Sosa Y aunque te cueste la muerte hazlo:
22 Veinte años de tango queer mira por primera vez Martha L. Hernández Ca-
AndyArencibia denas Ofelia y Amlet en las calles Oquendo y Desam-
parados. Ayer dejé de matarme gracias a ti Heiner Müller
da para pensar Boris González Arenas
Reportes
26 Luces y sombras del teatro cubano en Camagüey 2010 88 En tablilla
Vivian Martínez Tabares
31 El estado de las cosas y las cosas del Estado 94 Desde San Ignacio 166
Amarilis Pérez Vera
Bienal de Danza del Caribe. Un camino abierto
35
Mercedes Borges Bartutis
96 En primera persona
57 Imagínate cuando se haga oscuro/imagínate cuando Un mito corpóreo
haya tormenta. Romper el hielo: Jon Fosse en la esce- Miguel Barnet
na cubana
Yohayna Hernández Libreto 89
La Cebra
Salvador Lemis
Entretelones: Yo no sé dónde está la magia, dice la cebra,
Otra mirada a la danza del Caribe pero igual me mata Rogelio Orizondo
edi- 2010

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to-rial
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i
S iempre es útil repasar lo hecho, qué significa, qué aporta un año a la escena
cubana. Este número se ocupa de revisar el 2010, gracias a la detención en

r
varios eventos fundamentales de estos meses: Festival Nacional de Teatro de
Camagüey, Mayo Teatral, Bienal de Danza del Caribe. A pesar de tantos, no lo
hacemos puntualmente, pues suman decenas los encuentros programados en

o
el marco insular, y otros fueron ya tratados en entregas pasadas.
Incluimos un espacio de reflexión dedicado a Teatro El Público en su veinte
aniversario, y abrimos con un homenaje a Tomás Morales, Premio Nacional de

t
Danza del presente año.
Revisamos, además, el panorama dominante –algunos premios, activida-
des, publicaciones, jornadas–, y nichos más pequeños pero no menos impor-

i
tantes, como el signo del espectáculo colocado en la imagen de la cubierta.
Sin paradoja alguna, conviven también aquí las búsquedas de la dramaturgia
novísima con el «viejo» José Antonio Ramos –cuyo recuerdo debemos al evento

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organizado por el Instituto de Literatura y Lingüística– o el centenario de
Ludwig Schajowicz, forjador en los albores del teatro de arte del siglo XX.
En fin, historia y presente que llegan e intervienen en la misma creación
actual.

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Casa Editorial Tablas-Alarcos Director Omar Valiño tablas Jefa de redacción Yohayna Hernández Editores Alejandro
Arango y Karina Pino Gallardo Redactora Lilianne Lugo Herrera Corrector Alejandro Arango Diseño gráfico Marietta Fernández
Martín Ediciones Alarcos Abel González Melo, Adys González de la Rosa, Ernesto Fundora, Osmida Baltodano de León, Orisel
Sierra Santiesteban Sitio web Amarilis Pérez Vera Programación Aldo Tróccoli Diseño Idania del Río Gestión y promoción
Dianelis Diéguez La O Economía Maura Hernández Secretaría Michel Sotomayor Mecacopia Yoryana Martínez Toirac Servi-
cios Servilia Pedroso, Juan Carlos Concepción Ruiz
Consejo asesor Eduardo Arrocha, Freddy Artiles (†), Raquel Carrió, Carlos Celdrán, Amado del Pino, Abelardo Estorino, Ramiro
Guerra, Eugenio Hernández Espinosa, Armando Morales, Fátima Patterson, Carlos Pérez Peña, Graziella Pogolotti, Jesús Ruiz
Consejo de colaboradores Norge Espinosa Mendoza, Maité Hernández-Lorenzo, Fernando León Jacomino, Nara Mansur,
Reinaldo Montero, Roxana Pineda, Rubén Darío Salazar, Alberto Sarraín

tablas, la revista cubana de artes escénicas. tablas aparece cada tres meses. No se devuelven originales no solici-
Miembro fundador del Espacio Editorial tados. Cada trabajo expresa la opinión de su autor. Permitida la
de la Comunidad Iberoamericana de Teatro. reproducción indicando la fuente.

San Ignacio 166 entre Obispo y Obrapía, La Habana Vieja, Cuba. Precio: 5 pesos mn
Teléfono: 862 8760. Fotomecánica e impresión: Palcograf, Palacio de Convenciones
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www.tablasalarcos.cult.cu

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premio Nacional de Danza 2010

Visiones Karina Pino

de un hombre de la danza
HACE ALGUNOS MESES, EN UNA ENTREVIS-
ta realizada para La Jiribilla, Tomás Morales expresaba, al
preguntársele sobre el recién recibido Premio Nacional de
Danza: «pensé que no se conocía del todo mi trabajo, ya que el

FOTOS: CORTESÍA DE ONDINA MATEO


cabaret es menos seguido». En cierta medida tenía razón, la
vida profesional de este hombre ha sido para muchos un des-
cubrimiento, en el cual este galardón ha jugado un papel im-
portante. Ahora queda más clara su intensa trayectoria, que se
mueve entre la actuación, el canto, el baile y la coreografía, y se
nutre de las influencias más contrastantes.
Comienza en la ciudad de Matanzas, uno de los
asentamientos de población más íntimamente relaciona-
dos con la cultura afro, con los orishas, con los bailes popu-
lares que brotaron de esa sangre negra, rítmica y caliente.
Sobre todo las calles del centro presenciaron durante años En Cuba el teatro musical es un género que cuenta
la evolución de fiestas tradicionales que fueron uniendo lo muchas épocas de gloria. El joven lo vive en plena eferves-
africano y lo español, como las celebraciones del Corpus cencia, y le desarrolla un sentido de la disciplina más rigu-
Cristi y las del Día de San Juan. Al mismo tiempo, sus roso y concentrado, al proyectar su inspiración hacia hori-
esquinas estaban llenas de bembés donde se tocaba la rum- zontes más abarcadores. Le abrió las puertas, de la mano
ba con cazuelas y cucharas. de Alberto Alonso y del propio Trápaga, al Grupo Experi-
De esas calles forman parte Manzaneda, Zaragoza, mental de Danza de La Habana, en el cual pudo desplegar
Río y Compostela, que acogieron al niño Tomás Morales sus capacidades para la interpretación vocal y el baile, algo
allá por la década del cuarenta y lo ligaron a las sonoridades que signaría de manera decisiva el resto de su carrera.
de barrio, al guaguancó, la guaracha, los bailes yorubas, y le La experiencia con el Grupo ilumina un periodo de inda-
dejaron el recuerdo de aquellas festividades que de reli- gaciones y crecimiento intelectual. El cuerpo, moldeado para
giosas pasaron a ser profanas, constituyeron la imaginería la danza, el ritmo y el movimiento, hasta entonces en función
popular y tejieron las visiones más influyentes en la me- de continuas presentaciones televisivas, confronta ahora una
moria del futuro bailarín. serie de exigencias artísticas más complejas, que demandan,
Esta savia sincrética fue el impulso de sus visitas escu- si es que así puede decirse, una entrega sensible de mayor
rridizas al Teatro Sauto para ver bailar y cantar a los artis- envergadura, muy vinculada al entrenamiento y la disciplina.
tas, y también para decidir dejar la carrera de Comercio, El grupo reunía no solo a bailarines, sino a artistas plásti-
que estudió ya en La Habana con catorce años, luego de la cos de la talla de Mariano Rodríguez y Martínez Pedro para
cual se presenta a la televisión como bailarín aficionado. crear los ambientes escenográficos que poblarían los espec-
táculos, sostenidos sobre múltiples procesos de investiga-
Algo que no se puede aguantar* ción, y de clases impartidas por reconocidas figuras de la
música, el teatro y la danza, entre ellas Vicente Revuelta.
Es más conocido el descubrimiento que hace de él De esta experiencia surgiría más tarde el Teatro Musical
Luis Trápaga y luego Alberto Alonso. «Mucha gente se creía de La Habana, al que Morales se incorpora como un creador
que yo había estudiado ballet, me decían chiquito qué bien en plena efervescencia, más seguro de un destino que había
tú bailas» quizás por eso, y por sus continuas presentacio- perfilado ya sus primeros trazos y que lo había confrontado
nes con Trápaga en la televisión es que se incluye junto a con las múltiples aristas de la escena. Era un bailarín que
Alonso, sin aún cumplir los veinte años, en el elenco del podía actuar, podía cantar, pues le habían «diagnosticado» una
mítico cabaret Sans Souci. excelente voz de tenor. Su sensibilidad estaba encontrando
Pero es muy probable que su posterior estancia en el ahora un canal orgánico de enriquecimiento.
teatro musical sea la que lo solidifica y lo moldea, más que Esta vivencia fundacional está, sin embargo, muy ligada
como un bailarín de naturales y excelentes condiciones, a otra, que constituye en la vida de Tomás Morales una
un hombre de escenario más completo, que explora cada suerte de realización, y cierra el ciclo de las búsquedas no
género escénico casi como un iniciado, siempre buscan- intelectuales o creativas, porque esas no terminan, sino de
do, porque hasta entonces su vocación no estaba definiti- sentido para su intelecto en formación. Un gran estadio en
vamente enrumbada. el que lo asimilado encuentra un terreno para expandirse y

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convertirse en motivo de creación. Ese terreno fue induda- populares, la misma canción cubana, mu-
blemente el cabaret, fue Tropicana, un sitio al que Luis chas veces interpretada por voces de con-
Trápaga lo lleva cuando está aún trabajando en Sans Souci. sagración como las de la Portuondo o Elena
El cabaret viene a ser, a la vista de hoy, uno de los Burke, la exploración en el legado afro y en
pilares de sostén en la vida del creador. Allí volcaría las toda la tradición folclórica, cuyo incentivo
experiencias de aprendizaje, aquellas influencias popula- en el coreógrafo se remonta a aquellas imá-
res de la infancia y sus múltiples capacidades para el esce- genes infantiles de las fiestas y los bembé.
nario. A su vez, la etapa de ebullición creativa de Tropicana Siempre fue «algo muy serio» el caba-
en aquel momento, unida a una fama mundial cada vez ret, una experiencia a veces sacrificial,
más creciente, serían para el joven la revelación de un agotadora, al punto de no haberlo abando-
destino, que logró despertar toda su inspiración creadora. nado desde entonces hasta hoy, cuando
Se nutrió allí de influjos insospechados: coreógrafos de cuenta ya setenta y cinco años. Siente que
Filipinas, Hawai, Japón, China, Indonesia, intercambiaron en él logró otorgar a todas sus capacidades
allí, desde la danza, elementos diversos de sus culturas. un sentido, un carácter. Las relacionó y las
Tomás era uno de los que generaban el trueque y devolvía puso en función de múltiples experiencias
sus conocimientos «heredados» sobre los bailes populares creativas. De ahí nace verdaderamente el
y la cultura del folclor. Es curioso cómo aquel joven que no coreógrafo, que trabaja todavía en los es-
llegaba a los veinte años, sin preparación técnica alguna, cenarios de Tropicana. Es hoy un hombre
nadaba ya en aquellas aguas profundas. culto, poblado de referentes, con defini-
Sin embargo, como él mismo expresa, aquella «era dos presupuestos estéticos y sobre todo
otra época», y el bailarín se hacía sobre el entrenamiento éticos, algo que confiesa es un arma de
y la escena, se formaba sobre el baile, sobre el movimien- poderoso alcance para asentarse en el di-
to mismo y entre los trucos de la vida profesional. Tal vez fícil mundo que alguna vez escogió.
por eso decidió irse del cabaret por un tiempo, y prefirió
realizar nuevas búsquedas, encontrar otros referentes, Hay gente joven creando
antes de volver a este lugar ya de forma definitiva.
Esta época es para Tomás Morales
Mañana, tarde y noche, no paraba nunca de mayor sosiego, aunque no deja de ir a
trabajar. Le ha hecho replantearse, o
Aunque de nuevo con el grupo de Luis Trápaga, Tomás mejor, cuestionar conceptos como apren-
Morales continuó trabajando en la televisión, en programas dizaje y disciplina, en otro tiempo quizás
del Canal 4 o CMQ como Cabaret Regalías, el Casino de la más ligados al rigor y la humildad ante el
Alegría o El álbum de Cuba, en los que bailaba con Sonia trabajo que hoy. Ahora es un maestro si-
Calero, Gladys González y sobre todo con Cristy Domínguez, tuado ante jóvenes con otro sentido de la
con la que formó una pareja artística muy recordada. entrega y con una realidad muy distinta.
Ya a principios de los sesenta hizo una telenovela en Él insiste, no obstante, en que la postura
México, trabajó en el Riviera, en el Parisien como cantan- ante el talento propio debe ser invaria-
te y bailarín, viajó con Trápaga a Miami, montó espectácu- ble: nunca se aprende todo lo suficiente.
los en el Teatro Musical. En mi opinión, la mejor clase para
Lo llaman nuevamente a Tropicana y regresa, pero exponer esta idea es indagar, confrontar
esta vez como coreógrafo. Su nombre aparece encabezan- una trayectoria como la suya. Lo que sor-
do los créditos de múltiples espectáculos y shows que no prende es la sensación de que siempre le
solo incluyen figuras importantes en el medio y en la épo- fue la vida en ello. Por eso creo que el
ca, como Maggie Carlés, Mirtha Medina y nuestra diva Premio Nacional de Danza 2010 que le
Omara Portuondo, sino que circunvalaron todo el mundo. ha sido otorgado constituye, más que un
Al tiempo que la compañía de bailes y espectáculos de reconocimiento justísimo a su obra, una
Tropicana se engrandecía y adquiría fama internacional, To- ocasión para iluminarla de nuevo, dejarla
más Morales entraba en una etapa de profundización, de que se vea orgánicamente como una his-
estabilización profesional, en la cual el antes convulso mundo toria de la voluntad, el talento y el deseo
del cabaret iba tomando la forma de un universo personaliza- en continua fricción.
do, una especie de estilo individual de vida que absorbía cada Esa es la historia que nuestra revis-
una de sus energías. ta celebra hoy y a la que dedicamos una
El cabaret fue un mundo en el cual además descubrió que viva felicitación.
podía jugar con elementos de lo vernáculo, los cuales, estética-
mente, podían adquirir un sentido identitario. No le atrae * Los títulos de los epígrafes han sido extraí-
bailar por bailar, sino otorgar a sus creaciones un carácter de dos de una entrevista realizada por
indagación cultural que merezca ser promovido. Los bailes Liliam Padrón en septiemre de 2010.

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La selva oscura

José Antonio Ramos:


ciudadano y dramaturgo
Ileana Mendoza Ferraz

EN LA EVALUACIÓN DE LAS DIMENSIONES


del quehacer teatral de un individuo de intensa y extensa
proyección ciudadana, como lo fue José Antonio Ramos, siem-
pre debe abundar la consideración sobre lo relacionable en-
tre los hechos de carácter histórico, sociológico y de otra
índole que signan el vínculo epocal entre dichos factores, así

ILUSTRACIONES: MARIO CÁRDENAS


como una especial apreciación de la búsqueda, ya en el campo
cultural, dentro de la diversidad de rumbos expresivos posi-
bles, al ser este un elemento definidor del quehacer dramá-
tico dentro del cual se insertó la obra del profundo defensor
de los valores cívicos, del raigal dibujante de efectos y defec-
tos de la cubanía que fue Ramos.
Para el panorama creativo que rodeó a su teatro, el
romper –o enriquecer– la tradición en pos de una ascen-
dente modernidad, al tiempo que imbricar la asimilación de
moldes ajenos impuestos por la pretendida modernidad
con la aproximación a lo cubano, funcionó como disyuntiva
fundamental. Quedaba constituido así un heterogéneo dis- mos que en 1939 y provisto de un peculiar y cada vez más
curso artístico en el cual el ingrediente sociosicológico se agudo sentido crítico frente a la realidad concebía La recurva
manifestó a través de enunciados marcados por la resisten- como reflexión sobre la existencia y su definición como
cia, la idealización, la oposición, la mitificación, la denuncia y exponente de la más cruda realidad social.
la experimentación, entre otras vías expresivas. Las diver- No quiere esto decir que su teatro prevalece sólo por
sas líneas de creación que integran el discurso teatral de las aquellas dos obras. Su producción se había nutrido ya –y lo
primeras décadas de la república burguesa en Cuba, así continuaría haciendo– de piezas de peculiar factura, permeadas
como las múltiples maneras de asumir las contradicciones de reflejos anarquistas, positivistas, expresionistas o realistas
sociales y culturales recogidas en aquellas, hablan del com- –con huellas de Strindberg y O’Neill, entre otros. En ellas
plejo proceso vivido por estos creadores. Del mismo podía haría hablar a sus personajes con el fallido tono ensayístico que
ser resultado una creación teatral reconocible como objeto recorriera toda su obra, para entablar un discurso sumamente
de identidad a establecerse en la confrontación con el men- reflexivo y por momentos nada teatral, emanado de ese verbo
saje del otro significativo, constituido por la influencia cultu- que José Antonio Portuondo definiera como «lenguaje
ral foránea, de lo cual provenía en algún sentido esa diversi- generacional» o «prosa que oscila, aun en las novelas y en los
dad de respuestas que hiciera convivir la postura evasiva dramas del período, entre el panfleto político y el ensayo so-
con la radicalización de la denuncia y que aunara la metáfora ciológico».1
del absurdo, el teatro de tesis, la cursilería y la más directa Entre sus piezas definitorias, a la par que demostrati-
agitación y propaganda, en un todo tras el cual el teatro y sus vas de su conjunción como dramaturgo preocupado por
creadores confesaban su asimilación de fuentes estéticas las cuestiones cívicas, ciudadanas y sobre todo cubanas,
bien distintas. deben mencionarse sin dudas La recurva y FU-3001 (1944).
El quehacer dramático republicano tuvo a su favor con- Enseñar denunciando a la manera de Florencio Sánchez
tar no solo con la existencia de una obra temprana como y rastreando la realidad de su época, sería el modo escogido
Tembladera (1916), sino además con un José Antonio Ra- por Ramos para ambas piezas, en las cuales, sin embargo, el

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tono empleado para tal denuncia toma en un caso el extre-
mo dramatismo y, en el otro, la ironía y la burla tangenciales
con el choteo.
Como buena asimilación de la técnica dramatúrgica norte-
americana –ese referente que funcionaba como alter significa- aparente marco familiar campesino, para abarcar la pro-
tivo para nuestros creadores de manera creciente–, La recurva blemática sociopolítica que sirve de contexto a la pieza,
explota casi a la perfección la densidad que demanda el one act ubicada por Ramos significativamente en el año 1936. De
play. Dicha pieza resulta demostrativa de la madurez creativa telón de fondo se erige la fracasada Revolución del 30 y la
del autor, capaz de forzar un tanto su largueza declamatoria convulsa atmósfera de violencia que se respiraba en el
para ajustarse a los requerimientos del acto único. Cierto país. Para trasponerlo a la obra, aparte de las anotaciones
sentido paradójico no escapa a la elección, teniendo en cuenta sico-biográficas de los personajes –donde Ramos descri-
sus ideas de juventud, en las que hacía patente la no aceptación be el clima de «tiranía imperante» que «cierra las aulas» y
real de las críticas recibidas por su estilo, como manifestara en da pie a «violentas utopías sociales»– y de lo explicitado a
su Diario el 13 de marzo de 1919: través del diálogo, el dramaturgo introdujo una atendible
carga simbólica.
Por ligereza, por superficialidad –¡por lo que sea!– las Ello se evidencia en la fuerza de la naturaleza desenca-
muchedumbres demandan algo corto, rápido, intenso, denada que juega a torcer el derrotero del ciclón; en la
interesante, universal, algo que sacuda y no deje escapar casa –refugio impotente frente a la desmesura de la tor-
la atención. Y así hay que educar, así hay que dirigir, así menta e imagen de la precariedad del destino de estos
hay que gobernar, así hay que hacerlo todo [...] y en este personajes–, y en la puerta abierta al final a través de la
momento quisiera aprenderme bien, y para siempre, la cual, como también en la Electra Garrigó de Virgilio Piñera,
lección que me da mi propia personalísima e íntima sen- se decide la no solución de un conflicto insoluble.
sación [...] y sin lanzarme por el ridículo campo de las La tragicidad que Ramos confiere a este acto único emana
acusaciones en todo el mundo en defensa de mi inconti- tanto del fustigante intercambio entre el padre y sus hijos,
nencia y mi prolijidad... Siempre quedaría en mí el pen- como del elocuente silencio de las mujeres, solamente
sador, el lector de librotes enormes, para escribir estu- interrumpido por los rezos. El destino, puesto al desnudo
dios presuntuosos en las revistas sesudas.2 frente a la recurva impetuosa del ciclón, hace fluir el anta-
gonismo familiar y compulsa el despliegue de fuerzas con-
No considero a Ramos escribiendo La recurva para muche- trapuestas que sostienen el conflicto de esta pieza. Sin
dumbres, pero sí lo suficientemente motivado con la necesi- abandonar el tono declamatorio, Ramos resume en su per-
dad de renovación formal, como también urgido de un adecua- sonaje fundamental, Eulogio Pradillo de la Maza, el ideal
do público receptor; de ahí el acomodo a la fórmula estética reformador y la rebeldía frente al estatus social en crisis
donde aflora la impronta de la cultura extranacional. También que pretende conformar como paradigma frente a otra ju-
paradójica puede resultar la simbiosis donde lo foráneo –visi- ventud –la representada por su hermano Juan–, moldeada
ble en la estructura concebida– y lo propio –presente en el en una pasividad aceptadora. Eulogio hijo es la voz de la
tema, en el ambiente, en los personajes– ilustran con claridad memoria histórica, capaz de recontar el pasado familiar y
la compleja fusión de propósitos que marcan esta creación de de ir insertando poco a poco el presente en el pasado para
Ramos. Intentar la universalidad a través de lo formal, al propio estructurar ante el espectador los móviles del conflicto.
tiempo que reafirmar la esencia nacional en denunciante con- Encarna, asimismo, el devenir azaroso de los jóvenes frus-
tenido, muestra la particular influencia del proceso de identi- trados por la revolución trunca, y posibilita, con sus vigoro-
ficación/diferenciación dentro de la obra de este autor, como sas intervenciones, el despliegue de un discurso defensor
eslabón conformativo de un perfil identitario desde su teatro y de postulados cívicos, culturales, cubanos.
como evidencia del carácter activo del sujeto de identidad en Con el lenguaje directo de que se valió Ramos para la
su capacidad gestora de una respuesta cultural. trasmisión de las ideas en su teatro, la identidad y la cultu-
Sobre el drama y la comedia mencionados pesa todo el ra nacionales encuentran un espacio en este drama de un
andamiaje conceptual de un Ramos que algún tiempo antes acto. El autor insertó pinceladas que rescatan la heroici-
había estado escribiendo una novela como Caniquí (1936), en dad desplegada por los mambises en la guerra indepen-
la cual retrocedía hasta las raíces de la cubanidad de media- dentista, un referente que toma preponderancia casi mítica
dos del siglo XIX. La necesidad de establecer un basamento entre sus personajes. También utilizó este recurso para
para esa personalidad nacional que siente perdida por la in- oponerlo a la pérdida de valores sufrida por las más jóve-
tromisión norteamericana parece manifestarse en la bús- nes generaciones republicanas. Siempre sorprendente por
queda de autoctonía que de algún modo se anticipa en la su rectitud y definición, Ramos pone en boca de sus per-
novela y luego emerge en el similar apego a la circunstancia sonajes toda la carga desnuda de su mensaje:
insular reflejado en su teatro de esa década.
La recurva constituye, para algunos críticos, una vuelta EULOGIO: Eulogio Pradillo fue mártir de una causa no-
al tema apresado en Tembladera. Es, en todo caso, la ex- ble y justa. Como lo fueron Agramonte, Martí, Maceo...
presión de un conflicto que trasciende las fronteras del ¡y tantos otros! Yo no olvido que por él llevo el nombre

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En La recurva es identificable, además, y quizás como
reafirmación de la cubanidad, un intento de plasmar mati-
ces costumbristas –posiblemente externos, no siempre
eficaces–, mediante la franca alusión a los modos y hábitos
propios del campesino cubano. Insistía el autor en recor-
dar la exacerbada religiosidad –expresada aquí en la débil
presencia femenina–, entre otros detalles cotidianos que
regodean la sicología guajira, como el temor y el interés
por los fenómenos de la naturaleza, por ejemplo.
Ramos tuvo en cuenta marcar las diferencias impues-
tas por la distancia generacional en la caracterización de sus
personajes –el autor reúne frente al ciclón social que los
envuelve a tres generaciones de cubanos–, observable in-
cluso por el grado de apego a la tierra. En lo externo, la
escenografía y el vestuario acentuarían la recreación del
ambiente rural apropiado, de la misma manera que lo
lingüístico coadyuvaría a tal propósito.
No es nada difícil comprobar que Eulogio es el vehículo
de las ideas de Ramos, quien utiliza La recurva como tribuna
de condena –con estructura dialogada– de la realidad repu-
blicana. Es de este modo que la obra recoge, más allá de las
[...] Los hijos de los nuevos ricos de La Habana no saben contradicciones ideológicas de una familia campesina, la
ya quién fue Eulogio Pradillo [...] Del único Pradillo que denuncia de la paulatina venta del país a los monopolios
saben esos «pepillos» es de don Jacinto, el usurero del norteamericanos, el olvido y la irreverencia hacia los anti-
hermano, que no se fue a la manigua sino a España. Y guos mambises por parte de la nueva oligarquía, así como la
que se consagró después a adular a los norteamerica- desigualdad clasista, la violenta represión a los revoluciona-
nos y hacer de sus hijos unos «yanquitos» de relajo: que rios y el repliegue de la nacionalidad y la idiosincrasia cuba-
ni son cubanos, ni americanos, ni nada... 3 nas ante el empuje imitador del modo de vida americano.
De la denuncia hecha por el personaje central se des-
En La recurva el paralelismo entre las dos familias, la prende, además, el sentimiento de insatisfacción y fracaso
rica y la pobre, no solo sirve de sostén a la denuncia del de una parte de la juventud ante la corrupción política y el
desmoronamiento ético, sino que es utilizado para insistir oportunismo burgués imperante en los años reflejados en
en el peligro de la invasión cultural portada por la injerencia la pieza teatral, que constituyeran ejes del pensamiento de
norteamericana en la Isla. Es por eso que sus personajes Ramos, constantemente preocupado por la juventud y la
aluden con tono quejumbroso a la casa de los ricos, orgullo- atmósfera turbulenta de una nación enfrentada a los emba-
so símbolo frente al bohío, pero víctima de la penetración tes norteños. No puede dejar de tenerse en cuenta todo lo
cultural: que escribió este furibundo defensor de un verdadero ate-
neo representativo de nuestra cultura, de asociaciones cívi-
EULOGIO: El portal ese no era el viejo portal de la casa- cas honestas, de elecciones limpias y de puros ideales de
vivienda, precioso, por cierto, y del que yo me acuer- nacionalidad acerca de los jóvenes y la realidad republicana.
do todavía, sino un parche. Un parche a la americana Otra de sus piezas de esta época se alzó críticamente
que le pegaron a la casa por capricho picúo de los contra la realidad, aunque con la eficacia que le brindaba el
«pepillos» de sus hijos, ¡pa quitarle a la casa lo que más realismo. La comedia FU-3001 fue el título definitivo de una
tenía de cubano!4 obra en tres actos que inicialmente se llamó Decencia y en
la cual José Antonio Ramos volvió la mirada hacia la dudosa
Difícilmente se encuentre en otro autor del momento moralidad de los funcionarios de la esfera política de nues-
una defensa más aguda de la identidad cultural nacional, tro país. El autor, amparado en la tesis de la inseparabilidad
si bien no le asiste a su expresión mayor vuelo o a su de lo privado y lo social en la ética de estos individuos,
metáfora mayor elaboración. Es razonable concordar con estructura una crítica al autenticismo para remarcar los
quienes han reconocido en Ramos a una de las voces más excesos y pretensiones burgueses en una –quizás demasia-
realistas frente a la injerencia norteamericana, preocu- do larga– comedia dramática, donde abunda el enredo y la
pación que constituyó uno de los temas capitales de su pintura caricaturesca de algunos personajes.
teatro y que recogió con especial énfasis también en El instrumento más usado por Ramos en esta incursión
Tembladera. Puede reconocerse en su prosa a uno de los hacia la alta sociedad cubana es la ironía; con ella y ciertas
intelectuales que más expresiones «cubanas» utilizara. dosis de choteo aborda el trasfondo simplista de estos pre-
De ello dan fe sus extensos y enjundiosos artículos pu- tendidos políticos. No hay que olvidar que para él, el choteo,
blicados en la prensa. bien entendido, es una fuerza expresiva contra los excesos,

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las extralimitaciones, vanidades y ridículas pretensiones de
todo género,

es aguafuerte que deja indemne al oro verdadero y des-


cubre al falso, entra en la formación de nuestro carácter
pero está lejos de formarlo él solo, y nada tiene que ver
con las causas de la desconfianza, el sensualismo y la
inmoralidad de una gran parte de nuestro pueblo.5
nistas ignorantes, y de políticos de batas y pantuflas, de título
comprado, que pretendieron conservar la imagen de luchado-
Al utilizarlo justamente como catalizador cubano de la
res antimachadistas a conveniencia de los vaivenes
vanidad y la ridiculez, Ramos deja que el choteo sea el
circunstanciales. Ello entronca también con la tercera línea
incisivo bisturí que ponga al descubierto los frágiles ideales
temática, casi omnipresente en su dramaturgia. La protesta de
de su representante a la Cámara, un «doctor en algo, en
Ramos frente a la presencia estadounidense no reparó en
leyes seguramente», que resulta exacta pintura de lo nega-
género ni estilo y se impuso con su realismo habitual, de la
tivo de ciertos políticos profesionales de la época que lo
mano de su preocupación por nuestra imagen ciudadana.
inspira. Así descubre en él, mediante su inserción dentro
Con la ironía con que nutre su enunciado en FU-3001,
del entramado dispuesto alrededor de un número telefóni-
Ramos la emprendió con fuerza contra la potencial asunción
co, al antiguo revolucionario antimachadista, devenido aco-
por los cubanos del modo de vida norteamericano. Así es que
modado tenorio que mal disimula la frustración generacional
pone en boca de un personaje conservador y acomodado como
frente a su contraparte, la refugiada política española que
Tula argumentos y soluciones propias de dicha cultura, al tiem-
centra su interés amoroso.
po que retrata, por desventajoso contraste, al cubano:
En FU-3001 Ramos insiste en el afán moralista que de
algún modo configuró su teatro, y acomoda en la pintura
TULA: El tiempo es oro para los americanos, Remigio.
social que pretende con la pieza todo un abanico de perso-
Pero nosotros, que lo hacemos todo al revés, con dinero
najes que devienen elementos conscientes de un rejuego
hasta del tiempo nos reímos. Ricardo se hizo abogado en
aparencial e hipócrita. La pretendida «decencia» aparece
año y medio. Hace tres años no lo conocía nadie en su
concebida como concepto en crisis dentro del sector social
provincia... ¡Y salió representante! (Pausa.) Lo que a mí
dibujado por Ramos, y la tabla de valores conformadora del
me preocupa es que Ricardo está descuidando sus bue-
ideal republicano es descarnadamente vapuleada –hay que
nas relaciones con la gente que dispuso, dispone y dispondrá
recordar que esta comedia lleva el apellido de dramática–
siempre en Cuba, a despecho de elecciones, revoluciones...
en sus diálogos claves por su esencia contradictoria.
¡y de todo! Y sin esas relaciones, Remigio, desengáñese,
El incesante propósito moralizador hace imbricarse en
nadie sale en Cuba de la medianía.6
FU-3001 al tema principal –la crítica al autenticismo desde su
vulnerable moralidad– a otros de interés permanente en la
No escapa a cualquier mirada la impronta en esta comedia
creación dramática de Ramos, como fueron la igualdad de la
del autor del Manual del perfecto fulanista, donde el apasiona-
mujer, la necesidad de reformas sociales y la influencia del
do denunciante que fue Ramos dibujó algunos de nuestros
capital norteamericano en la pérdida de la personalidad na-
rasgos idiosincráticos –como el humor– y además los entre-
cional. En cuanto al primero de estos temas, contando con
mezcló con la circunstancia sociopolítica que le sirviera de
recursos menos vanguardistas que La recurva, y sin el tono de
entorno. En FU-3001 desentrañó, también ridiculizándola, la
pesar que envolvía a aquella pieza, en esta, donde retorna
inutilidad de los politiqueros y fulanistas. Recreó así la realidad
conservadoramente a los tres actos y al ambiente citadino
cubana desde su perfil más negativo, para compulsar la anagnó-
burgués, otorga un lugar preponderante a la figura femenina.
risis a través del efecto causado por lo caricaturesco en sus
Al mismo tiempo, como hiciera en una obra anterior –Flirt–,
personajes, y corroborar una vez más ese sentido crítico pro-
sondea irónicamente en la vida ociosa de la burguesía media
fundo con que trató en su dramaturgia la problemática del país.
y en el tratamiento de la política como asunto doméstico.
Interesó también a Ramos incluir el tema de la guerra civil NOTAS
española, y lo hizo al vincular a un personaje –mujer verdade-
ramente revolucionaria y de intachable «decencia», distante de 1 José Antonio Portuondo: «El contenido político y social en las
la imagen de objeto sexual– cuyo relieve contrasta con el des- obras de José Antonio Ramos», en Capítulos de Literatura
valido perfil masculino que protagoniza la obra, valiéndose de Cubana, La Habana, Ed. Letras Cubanas, p. 408.
un ideal perdido y de una identidad temblorosa. 2 José Antonio Ramos: Memorias, ejemplar mecanografiado del
En relación con el segundo tema, diríase que es el infatiga- Archivo de la Biblioteca Fernando Ortiz, Instituto de Lite-
ratura y Lingüística, La Habana, p. 48.
ble espíritu reformista de José A. Ramos y su preocupación
3 José Antonio Ramos: Teatro, La Habana, 1976, p. 265.
constante por el mejoramiento social lo que lo hace envolver 4 Idem, p. 264.
su teatro de tesis –que concebía como «teatro social en ac- 5 José Antonio Ramos: Manual del perfecto fulanista, La Habana,
ción»– en los vuelos de comedia con que se burla de criados 1916, pp. 254-255.
ridículamente serviles, de falsos líderes sindicales, anticomu- 6 José Antonio Ramos: Teatro, La Habana, 1976, p. 294.

8
tablas
Ramos
ILUSTRACIONES: MARIO CÁRDENAS

dentro de la crítica teatral


de su tiempo

Marivel Hernández Suárez

EN LAS PRIMERAS DÉCADAS REPUBLICANAS


la prensa cubana contó con numerosos cronistas o repor-
teros teatrales, algunos de los cuales ya habían alcanzado
celebridad desde el siglo anterior como Aniceto Valdivia
(Conde Kostia) y Emilio Bobadilla (Fray Candil), quienes Fue, además, fundador y director del grupo teatral La
con sus peculiares estilos continuaron aportando sus crí- Cueva (1936), para el que dirigió Esta noche se improvisa
ticas teatrales a las publicaciones más relevantes del país. de Pirandello, Adúltera de Martí, El tiempo es un sueño de
De igual modo José de Armas y Cárdenas (Justo de Lara), Lenormand, La misión del tonto de Housmann, y su obra La
otro pilar de nuestro periodismo, no desdeñó en su que- luna en el pantano, premiada ese mismo año en el concur-
hacer la crítica teatral y continuó en la República ofrecien- so de la Secretaría de Educación.
do sus lúcidas opiniones acerca de eventos y personalida- Otro periodista teatral de importancia en los primeros
des de la escena generada en el país, como también lo treinta y cinco años republicanos fue Salvador Salazar (Matan-
hiciera Alejandro Baralt y Peoli (1849-1933) otro «vetera- zas, 1882-La Habana, 1950), quien fundara la Institución Cuba-
no» del periodismo teatral del siglo XIX, quien se desem- na Pro-Arte Dramático y el Seminario Teatral Universitario,
peñara como crítico teatral en The World, de Nueva York, que tantos aportes daría al quehacer teatral cubano. Además
y como colaborador en el Heraldo de Cuba. Gran conoce- de escribir obras teatrales, se destacó en la dirección de pues-
dor y reconocido traductor de la obra de Shakespeare en tas en escena tanto del repertorio universal como cubano.
Cuba, su pasión por el teatro lo llevó a fundar en 1910, También dirigió teatro en el Principal de la Comedia, desde la
junto a José Antonio Ramos, la Sociedad de Fomento del Institución Cubana Pro-Arte Dramático, y fue miembro de
Teatro. Su crítica, aunque no dejó de ser impresionista numerosas instituciones culturales cubanas y extranjeras.
como la de la inmensa mayoría en esa época, tuvo la virtud Además fue redactor jefe de la Revista de la Facultad de Letras
de estar respaldada por un profundo conocimiento de la y Ciencias, así como de Cuba y América. Colaboró en numero-
historia y las particularidades de esta manifestación artís- sas publicaciones nacionales y fue director de Alma Cubana y
tica, expresados a través de una prosa sobria, elegante y La Novela Cubana, en las cuales publicó dos de sus obras.
fluida. Desde su cátedra universitaria animó las actividades teatrales
Asimismo, su hijo Alejandro Baralt Zacharie (1892- y ofreció conferencias en diversas instituciones culturales es-
1969) heredaría de él ese amor por las tablas, que mani- pañolas y en universidades norteamericanas.
festaba en su destacada labor de dramaturgo, promotor y No menor importancia tuvo la labor desplegada por
profesor, así como en su significativo desempeño como Gustavo Sánchez Galarraga (La Habana, 1892-1934). Dra-
colaborador o crítico teatral en las principales publicacio- maturgo, promotor teatral, poeta, narrador, ha sido con-
nes de su época, entre ellas la Revista de Avance, para la siderado el autor teatral más fecundo de su generación.
cual tradujo piezas del repertorio universal. Construyó sus treinta obras, escritas en prosa o verso, a

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tablas
partir de los principios y reglas del realismo español y del creado por Paco Alfonso en 1943. Como crítico publicó
drama finisecular francés. Varias de ellas fueron repre- sus artículos en La Prensa, La Noche –especialmente sus
sentadas en el extranjero. Concibió el argumento de las crónicas teatrales–, Social, Revista de La Habana, Cuba
zarzuelas María la O, Rosa la china, Flor del sitio y El cafe- Contemporánea, El Fígaro, Revista de Avance, Noticias de
tal, musicalizadas por Ernesto Lecuona. Influido por Hoy, Revista Bimestre Cubana, Letras, Gaceta del Caribe, El
Benavente, muchas comedias suyas están referidas a la Mundo. Muchos de sus artículos aparecieron firmados con
existencia de la aristocracia habanera. Fue partidario del los seudónimos Pancho Moreira Jr. y El Capitán Araña. Fue
«arte por el arte» y colaboró en publicaciones como El también autor del ensayo «Manual del prefecto fulanista.
Fígaro, Gráfico, Social y Bohemia. Organizó grupos teatra- Apuntes para el estudio de nuestra dinámica político-so-
les, uno de ellos en el Ateneo de La Habana, así como cial».
varias compañías, en colaboración con Manuel Bandera y Con solo veinticuatro años ya Ramos demostraría su
Enriqueta Sierra. Integró la presidencia de la Sociedad agudeza, su proverbial ironía y a la vez su patriotismo a la
Pro-Teatro Cubano y formó parte de la empresa teatral hora de enjuiciar las obras de sus coterráneos, por ejem-
Compañía Hispano-Cubana de Autores Nacionales, fun- plo, cuando opinó acerca del estreno ocurrido el 23 de
dada en 1927. abril de 1910 de la ópera Dolorosa, la cual contó con el
Otros críticos teatrales significativos en las primeras libreto del poeta Federico Uhrbach y la música del maes-
décadas republicanas fueron Sergio Cuevas Zequeira, tro Eduardo Sánchez de Fuentes. De modo general, dicha
Gustavo E. Mustelier, Luis Carbó, Francisco G. Cisneros, pieza lírica recibió en su estreno duras críticas en la pren-
Eulogio Horta, Bernardo G. Barros, Ramón A. Catalá, Ra- sa cubana pero encontraría en este joven reportero a un
món Gollury (Roger de Lauria), Napoleón Gálvez (Diego- apasionado defensor, quien alzaría su voz desde las pági-
Diego), Mario Sorondo, Ricardo Dolz, Marco Antonio Dolz, nas del periódico La Prensa:1
Alfredo Cadaval, Francisco Hermida, Miguel González
Gómez (Armando Duval), Enrique Fontanills, Manuel Mo- No sé si entre tanto crítico eminente, entre tanta
rales Valverde –estos dos últimos «especializados» en el opinión erudita como acudió anoche al estreno de Do-
género lírico– y, por supuesto, José Antonio Ramos (La lorosa, la ópera de ese odioso y terrible enemigo se-
Habana, 1885-1946), en quien nos centraremos no solo ñor Sánchez de Fuentes, a quien siempre era preciso
por el lugar relevante que tuvo como publicista sino como demostrar que «aquí» comemos mucho de eso, podré
personalidad política y literaria dentro de la llamada Pri- yo emitir mi pobre voto de repórter de teatros
mera Generación Republicana. habaneros. Pláceme al menos consignar ante todo que
Su interés por el desarrollo de nuestro teatro fue una el estreno de Dolorosa ha sido un éxito espontáneo y
constante en su trayectoria vital, desde los primeros años hermoso. El público, verdad, aplaudió con calor, a pe-
juveniles hasta su madurez, y estuvo vinculado a todos los sar de lo difícil que es romper en aplausos ante una
esfuerzos realizados por los principales promotores de ópera nueva, y llamó a escena a los autores desde el
nuestra cultura en aras de la reanimación del teatro cubano. final del prólogo. Confieso que no acertaría aquí de
Así, lo encontramos entre los fundadores de la Socie- ningún modo a hilvanar un análisis detallado de la obra.
dad Fomento del Teatro, surgida en 1910, junto a Baralt, Hice desde el primer momento causa común con los
Henríquez Ureña y Bernardo G. Barros, entre otros, es- autores, escuché toda la ópera nervioso, sacando las
pacio que se propuso elevar la producción de obras y esti- frases a los cantantes, apoyando desde mi sitio la batu-
mular a los autores llamados «serios» o «cultos», coadyu- ta del maestro, y he acabado por tomarme para mí
vando al estreno de sus obras. De igual modo, en 1915 algo del triunfo, como si algo de él me tocase de cerca.
colaboraría con otra agrupación, con similares objetivos a La labor de los libretistas es frecuentemente oscura:
la anterior: la Sociedad Pro-Teatro Cubano, fundada por en Dolorosa hay mucho ganado por el poeta, y que
Salazar, Galarraga, Sergio Cuevas, Lucilo de la Peña y perdurará como una joya poética de valor inestimable
Erasmo Regüeiferos, entre otros. Para Ramos, quien se- aun disgregada de la música. De ésta, Sánchez de Fuen-
ñaló en varias ocasiones que el problema fundamental de tes ha hecho un hermoso alarde de originalidad y co-
nuestro teatro no era tanto de autores sino de «aparato nocimiento científico.2
escénico», los dramaturgos debían organizarse en una agru-
pación o institución, subvencionada por el estado, para no Más adelante, volviendo sobre el tema, al aparecer
dejar abandonado al arbitrio privado o particular el desti- una crítica que denigraba la pieza, sin firma, en el Diario de
no del teatro. la Marina, Ramos respondería:3
De ahí que gran parte de sus esfuerzos los dedicara a
abogar desde las páginas de los periódicos y las revistas Yo no acierto a explicarme esa actitud nuestra –al menos
del país a favor de dichas empresas. No por azar contribu- de los diarios cubanos– frente a una ópera como Doloro-
yó con su producción dramática y, sobre todo, con sus sa, admirable, de originalidad melódica y sólida
seriados artículos en la prensa nacional, al desenvolvi- orquestación neoitaliana, a ratos germana, como en el
miento de la temporada Teatro Cubano de Selección
(1938) y puso todo su empeño en servir al Teatro Popular,

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tablas
primer diálogo (sí, diálogo, no dúo Guillermo-Berta del para Alhambra y tener que contar para vivir con los
segundo acto); yo no acierto a explicarme esa impresión, aplausos y las carcajadas del respetable, y con el dine-
esa precipitación en una crítica que tiene siempre la rito que éste se deja en la taquilla. Y no hay que salirse
ciega autoridad de las letras de molde y que puede dañar de aquí. Ni burlas para los «idealistas» fracasados que
mucho, mucho, no sólo a los autores de Dolorosa, sino a la a fuerza de fracasos no nos saldremos con la nuestra,
juventud toda que labora y espera yendo a ofrecer pre- ni gestos de desdén para la gente de Alhambra, que si
texto a los eternos negadores para aplastar, bofar, hundir no hacen más es porque el nivel espiritual de nuestro
lo que no les adula sus groseros gustos.4 gran público no permite otra cosa. Yo no olvido ni
disimulo, sino que lo ostento siempre, mi lisonjero
Su participación en los diarios de la época entre 1913 éxito obtenido con la pieza A La Habana me voy, escrita
y 1917 demuestra las inquietudes del joven José Antonio dentro de los moldes de Alhambra, representada por
Ramos por diversos aspectos de la vida nacional, funda- la compañía de Regino López en el Teatro Payret, y
mentalmente los relacionados con la cultura y la política. llevada después a Alhambra, en cuyo cartel se sostuvo
De esa etapa son sus trabajos «Paz y concordia», «Arenga después más de treinta noches.
en fa sostenido», «Nuestro Ateneo y nuestros cursis», Creo sinceramente que los hermanos Robreño son
«Por el Ateneo y la dignidad» y «Laboremos» (artículo nuestros primeros autores cómicos, y no a la luz de
muy breve pero significativo en la medida en que valora las candilejas de Alhambra, sino a la de la crítica más
con agudeza la incipiente labor de Fernando Ortiz por sus madura y exigente […] Creo que a Federico Villoch, a
estudios sobre la cultura afrocubana y el mestizaje). A Mario Sorondo, a Manolo Más, los tres amigos míos,
través de ellos se puede constatar el espíritu crítico, apa- como a otros autores de la casa cuyos nombres no
sionado y beligerante del entonces joven intelectual, quien recuerdo ahora, les sobran talento y aptitudes para
no temía arremeter contra la corrupción política, las ins- producir obras de positivo mérito literario, observa-
tituciones, el medio social y las costumbres, con una iro- das de la realidad y con experimentada maestría de
nía afilada, a veces hasta ácida. los resortes escénicos.
Además de los trabajos citados, en el propio lapso Pero con todo eso […] creo que la compañía sainetera
publicaría en 1916, en el diario La Discusión de Lisboa, los de Regino no puede darnos, por sí sola, un teatro dig-
artículos «Sobre el teatro cubano. La evolución del género no de ser llamado nacional. Y ni la buena voluntad de
bufo y la acción de los autores literarios» (primera parte) todos los de la casa bastaría tampoco a conseguirlo.6
y «Los obstáculos y los medios de vencerlos. Los autores
y la crítica» (segunda parte). Este artículo recuerda por sus planteamientos al traba-
En la primera valoraba el teatro que en esos años se jo titulado «Del teatro bufo y la necesidad de remplazarlo
hacía en el país, y se manifestaba contra el teatro vernácu- fomentando la buena comedia», escrito por Aurelio Mitjans
lo de entonces, especialmente del Alhambra, aunque sin en 1887, donde este abogaba por sustituir al género bufo
desconocer las dotes histriónicas de algunos actores como por la «comedia culta» al considerar que aquella modalidad
Regino López, de quien fuera amigo, y el talento de algu- resultaba perniciosa no solo para el propio quehacer teatral
nos de sus libretistas para el arte teatral, como Federico nacional sino para las otras manifestaciones artísticas.
Villoch y los hermanos Robreño. Para él en realidad la De igual modo publicó en El Fígaro en 1917 el trabajo
culpa de todos los males radicaba en la mercantilización «Otra opinión sobre Las honradas», artículo significativo en
del teatro y en la poca atención que el estado ofrecía al la medida en que demuestra cómo el análisis literario de
mismo. De ahí que en dicho artículo señalara:5 una obra le sirve de pretexto para tratar otros aspectos
de la vida social del país, en este caso el lugar relegado de la
¿Quién se atrevería a afirmar que lo que cada día se mujer en esa sociedad esencialmente patriarcal. En él ata-
hace y se repite en la escena de Alhambra es un refle- caba la mojigatería pequeño burguesa que no veía entonces
jo, una copia, una observación más o menos artística, o con buenos ojos la publicación de la novela.
más o menos fiel, de la sociedad cubana, aun de sus Su posición ante la circunstancia latinoamericana y sus
más humildes o bajas esferas? La misma actualidad vínculos con la realidad española los definiría en el artículo
¿no se lleva casi siempre a esas obras por simbolización, titulado «El pasado y la presente», en el cual expresaba sus
y haciendo caso omiso de los tipos reales, para hacer reflexiones acerca del significado de España en la cultura
salir siempre los eternos papeles del gallego, la mula- cubana e hispanoamericana en general.
ta, el cubanito sabrosón, el negrito, etcétera? […] Pero
no es lo mismo escribir y publicar dramas cargados de
pensamiento y espiritualidad en el tranquilo disfrute
de una renta paterna o de una «botella», que trabajar

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tablas
gentina de la actriz Camila Quiroga cuando nos visitó en
1922. El cronista no ocultó su agradable sorpresa al ver la
eficacia de las obras y de las actuaciones, y la dejó plasma-
da en la sección «Ni pan ni circo», del diario La Noche. Allí
valoró las puestas de las piezas Las de Barranco, de Gregorio
Lafarrere, La fuerza ciega, de Vicente Martínez Cutiño, y
Nuestros hijos, de Florencio Sánchez, entre otras. De la
primera expresaría:

Las de Barranco apenas tiene que ver con una de las mil
comedias en que se trata el asunto de las niñas casade-
ras, y que la mentalidad de rebaño de mucha gente se
empeña en citar como análoga. […] En Las de Barran-
co, La Viuda no trata de casar a las hijas, sino de explo-
tarlas, le conviene mantenerlas solteras, al revés que
en otras comedias. Y por ello en la comedia de
Gregorio Lafarrere hay verdadera penetración psico-
lógica. Su Doña María, viuda de Barranco, está tomada
Entre 1918 y 1922 aparecen en la prensa trabajos tales del natural, y vista sin artificios convencionales y clási-
como «Los Estados Unidos y la Perla de las Antillas» (La cos del teatro.8
Tribuna, 1921), «Al volver a la patria» (El Fígaro, 1921) y «Crí-
tica de la hora actual y ensayo de una nueva justificación de la En su crítica a Nuestros hijos no ocultará su devoción
República de Cuba» (El Fígaro, 1921), los cuales versan sobre por Ibsen, al cual consideraba un maestro del teatro mo-
problemáticas inherentes a la vida político-social del país. derno, así como por su discípulo hispanoamericano
Pero es de señalarse que como fiel amante del teatro, Florencio Sánchez. Por ello en una parte de su crónica
dentro de su amplia gama temática la crítica teatral siem- señalaría:
pre estuvo presente, por lo cual no se conformaría sólo
con escribir piezas para la escena sino que se entusiasma- He aquí cómo Nuestros hijos, del más profundo, del
ría a la hora de ofrecer sus criterios acerca de los textos más vigoroso y perdurable de los autores argentinos
dramáticos leídos o vistos por él, entusiasmo que lo con- que hemos podido conocer merced a la compañía dra-
virtió, como se ha dicho, en uno de los críticos más signi- mática que nos visita, entronca directamente con toda
ficativos en esa materia de su tiempo. Si bien su mayor la fuente de todo el teatro moderno: Ibsen. Hasta en
preocupación la constituyó el mejoramiento del teatro el procedimiento, en la fuerza misma de la obra,
nacional, al cual dedicó numerosos trabajos, también se Florencio Sánchez muestra su estrecho parentesco
interesó por la dramaturgia foránea. Por ejemplo, uno de espiritual con el coloso autor noruego. Nuestros hijos
sus artículos estuvo dirigido a enjuiciar la pieza La vida no ofrece ninguna concesión, ni a la galería […] ni a los
sigue, del autor peruano Sassone, radicado en España: palcos. No es el campo de armiño benaventino en que
análoga idea se alambica y destila con un arte de perío-
Folletinesca, dislocada, efectista […] todo lo que uste- do literario decadente. Es la prístina sencillez de Es-
des gusten, mis queridos amigos de esto de la crítica pectros que deja atrás todo el proceso de fermenta-
entre amigos […] Pero La vida sigue es una hermosí- ción y elaboración ideológicas, y sólo presenta hechos
sima obra, que no es cierto que no quepa en la escena. aparentemente sencillos, repletos, sin embargo, de la
Donde no cabe es en el cerebro de algunos […] La más fecunda savia filosófica.9
vida sigue es como el recuerdo de una hermosa novela
leída a los treinta años, cuando aún se coquetea con las Igualmente son significativos los artículos de los años
primeras canas y las primeras grandes decepciones 1923-1939, en los cuales Ramos, con su agudeza crítica
[…] Pero nada tienen que ver libro y drama, absoluta- habitual pero con mayor madurez, analiza fenómenos rela-
mente nada, fuera de mi santísima voluntad de hablar cionados con la creación artístico-literaria de su momento.
aquí de uno y de otro.7 Al comenzar la década del 40, Ramos ya ha alcanzado la
plenitud como crítico teatral, sin perder por ello su pro-
También dedicó Ramos varios artículos a las puestas verbial impetuosidad. Un ejemplo lo constituye el artícu-
en escena realizadas en nuestro país por la compañía ar- lo publicado en el periódico Hoy en 1943, referido al tra-

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tablas
honesto contrapunteo consigo mismo, pues hay en ellas una
indudable aparición y desaparición de contrarios, a medida que
la semilla de su terca naturaleza se desplaza y crece, a medida
que transcurren los hechos y el tiempo».
bajo desarrollado por Paco Alfonso y su grupo dramático Es necesario apuntar que, de modo general, en la
Teatro Popular. Aquí el dramaturgo señalaba todo lo posi- prensa diaria de las primeras décadas republicanas, los
tivo que para el teatro nacional traería consigo la entonces cronistas teatrales con frecuencia realizaban críticas pro-
recién constituida agrupación que con su labor en pro de vocativas, casi siempre convocando a la polémica –con
nuestro teatro negaría muchos de los aspectos oprobiosos un marcado empleo de la ironía y la sátira– la cual podía
tanto de la vida pública como del panorama cultural y es- llegar a veces al insulto personal.
cénico de esos años, al decir: Dichos críticos no pocas veces tomaban el hecho tea-
tral sólo como pretexto para abordar temas como la polí-
La primera negativa rotunda, absoluta, del Teatro Popu- tica, y divagaban de tal forma sobre otras materias que al
lar, es que lo sea el del Gallego y el Negrito, que es llaga final el lector se daba cuenta de que no se había enterado
purulenta de la colonia, exantesala de las antiguas «zo- sobre el hecho teatral en cuestión. Estos publicistas gusta-
nas de tolerancia» y el último baluarte de aquel pasado ban de exhibir su dominio del léxico, utilizando un lenguaje
vergonzoso y humillante. Si en España hubiese triunfa- a veces rebuscado y abusando de símiles y metáforas.
do la República, la Academia Española de hoy estaría en La crítica periodística de Ramos no pudo desprenderse de
América, acaso en La Habana y escribiendo para algunos de estos defectos. Por su impresionismo e impulsivo
Alhambra redivivo. Nada más clásico, hablando en al- temperamento perdió a veces objetividad a la hora de enjui-
pargatas, que ese clima moral en que se mantiene a ciar tal o cual realidad, lo que daría como resultado ciertas
nuestras nuevas generaciones, con ese Negrito y ese contradicciones y criterios apresurados. En honor a la verdad,
Gallego del «arte» colonial en Cuba. tampoco puede decirse que su prosa se distinguiera por la
En segundo lugar, el Teatro Popular niega que la escena, elegancia y sobriedad, pero pese a defectos de forma y conte-
para mostrar un día alguna obra francesa, inglesa o es- nido su labor logra trascender por la honradez, la positiva
pañola –Molière, Calderón o el último hit de Broad- actitud cívica y el compromiso intelectual que siempre alenta-
way– sin plan ni concierto […] pueda ser de algún modo ría su obra. Su trabajo periodístico resulta un testimonio vívido
otra cosa que una parejería provinciana, un pasatiempo de las preocupaciones más acuciantes de su momento, tanto
de turistas domésticos. Por mi parte yo añado mi feli- desde el punto de vista cultural como político y sociológico.
citación más cordial a los iniciadores y sostenedores Por ello la indagación en su desempeño como publicista puede
del Patronato del Teatro. Esas fiestas me parecen pre- aportar a las investigaciones literarias y culturales actuales
feribles a otras del «repertorio elegante» de «nuestra significativos elementos para acceder a un conocimiento cabal
buena sociedad». Pero me quedo con Teatro Popular del contexto histórico-social en el cual se desarrolló este inte-
[…] El Teatro Popular niega, asimismo, que baste con lectual cubano.
el cine. El cine temático, desde luego, y americano o
americanizado, con el indispensable «cabaret» como
símbolo de triunfo, de alegría, de culminación de la NOTAS
vida.
El Teatro Popular, en fin, niega que sea por falta de 1 Este comentario aparece citado por el investigador Jorge
Antonio González en su libro La composición operística en
autores, de actores, de crítica o de público, por lo que Cuba, Ed. Letras Cubanas, Ciudad de La Habana, 1986, p.
no acaba de aparecer ese teatro entre nosotros. 384.
La verdad es que no hay teatro como no hay bibliote- 2 José Antonio Ramos: en La Prensa, 24 de abril de 1910.
cas, ni museos, ni institución alguna de honda vincula- 3 Ídem nota 1. Llama la atención cómo Ramos, siendo aún tan
ción nacional a la Cultura, a la civilización que venimos joven y sin tener conocimientos profundos del género lírico,
imitando año tras año.10 se atrevió a opinar sobre una modalidad tan compleja como
la ópera.
La labor como publicista de José Antonio Ramos fue, sin 4 José Antonio Ramos: en Diario de la Marina, 25 de abril de
1910.
duda, meritoria. Las valoraciones e interpretaciones realiza- 5 A partir de esta, todas las citas de Ramos fueron extraídas de
das en sus artículos periodísticos reflejaron de una forma u los álbumes de recortes que aparecen en el Archivo de José
otra su pensamiento dialéctico, en búsqueda constante de so- Antonio Ramos del Instituto de Literatura y Lingüística.
luciones para las problemáticas de su sociedad y de su tiempo, 6 José Antonio Ramos: «Sobre el teatro cubano. La evolución
pero además constituyen muestras de su activismo político y del género bufo y la acción de los autores literarios» (prime-
su toma de conciencia in crescendo, donde se expresa su incon- ra parte), en La Discusión, Lisboa, marzo de 1916.
formidad, su intolerancia ante los males sociales y su denodada 7 José Antonio Ramos: «La vida sigue», en La Noche, 1921.
lucha por denunciar la seudocultura padecida por la nación 8 José Antonio Ramos: «Las de Barranco», en La Noche, 1922.
9 José Antonio Ramos: «Nuestros hijos», en La Noche, 1922.
cubana. No sin razón se ha expresado que su quehacer en 10 José Antonio Ramos: «Teatro Popular, niega», en Hoy, 1943.
todos los órdenes reflejó «una fuerza generadora única» y «un

13
tablas
Ludwig Schajowicz, Petra Röhler
precursor del teatro moderno en Cuba*
(Traducción: Olga Sánchez Guevara)

AUNQUE CUBA NO ESTUVO ENTRE LOS MÁS La puesta de Antígona de Sófocles bajo la dirección de
importantes destinos de exiliados en América Latina –más Schajowicz, el 20 de mayo de 1941, en el patio interior de la
bien era considerado como lugar de paso para llegar a los Facultad de Ciencias Naturales, señaló el nacimiento del
EE.UU–, estos exiliados alemanes y austríacos perfilaron Teatro Universitario, que en los años siguientes no solo
allí organizaciones antifascistas, pequeñas numéricamente, ocupó un lugar destacado en la vida cultural de La Habana,
pero activas, que bajo la égida de la organización cubana sino que, junto al Seminario de Artes Dramáticas, fundado y
Frente Nacional Antifascista realizaron su aporte, nada des- dirigido por Schajowicz, devino verdadera fragua de talentos
deñable, al esclarecimiento acerca del nacional-socialismo, de la que surgieron grandes actores que en las décadas
al desenmascaramiento de nazis y agentes activos, así como posteriores marcaron pauta en la escena teatral cubana y
a la movilización de la opinión pública y el apoyo concreto a luego en la televisión.
la lucha antifascista. En abril de 1942 se fundó la organiza- Las grandes aspiraciones con que se fundó esta agrupa-
ción Austria Libre, en julio de 1943 el Comité Alemán ción se expresaron en el Manifiesto del Teatro Universitario,
Antifascista, y en enero de 1946, como organización conti- publicado en 1941: «El Teatro Universitario, consciente de
nuadora de aquel, el Círculo de Amigos Alexander von sus propias posibilidades y trascendencia, aspira a propiciar
Humboldt, Liga Cultural de Demócratas Germanoparlantes. de un modo diverso lo que en un futuro ha de ser, sin duda
No se concentraron en Cuba, como sí ocurrió, por ejem- alguna, nuestro Teatro Nacional.»
plo, en México, importantes escritores, periodistas y crea- El Teatro Universitario se entendía como escuela del
dores de cultura del ámbito de la lengua alemana. Pero arte y de la vida, como portador de una misión cultural. No
también aquí hubo exiliados que se destacaron como artis- debía servir para adornar a la Universidad, sino ser un taller
tas activos, que con su creación enriquecieron la vida cultu- donde encontraran expresión los más caros sueños y anhe-
ral de La Habana y dejaron huellas perdurables en la cultura los de la juventud. En el Manifiesto se subraya expresamen-
cubana. Uno de ellos, Ludwig Schajowicz, hizo historia en el te que el Teatro Universitario no busca un arte puro, ajeno a
teatro cubano como fundador y director del Teatro Univer- la realidad, sino un arte consciente de su obligación para y
sitario, y también director y querido profesor del Semina- con el entorno social en el que se desarrolla.
rio de Artes Dramáticas. El alcance de este ambicioso proyecto, cuya eficiencia
Nacido el 7 de noviembre de 1910 en Czernowitz, no había de verse limitada solo al ámbito universitario, tam-
Bukowina, Schajowicz pasó desde temprana edad a resi- bién se hace evidente en el apoyo que, según sus posibilida-
dir en Viena, donde asistió al Liceo, y en 1929 comenzó des, le ofrecieron destacados intelectuales y artistas de Cuba.
estudios de Etnología y Filosofía con Karl Buhler y Moritz Así, entre los miembros de la junta directiva del Teatro
Schlick. Además, se graduó como director teatral en el Universitario encontramos nombres como los de Jorge
célebre Seminario de Max Reinhardt y después fue profe- Mañach, Rodolfo Méndez Peñate, Manuel Bisbé y Vicentina
sor en el Dramatisches Büro y director del Teatre Bleu. Antuña. En las funciones participaron, por ejemplo, Alejo
Llevó a escena piezas de Büchner, Strindberg, Hoffmansthal, Carpentier como asesor musical, y Manuel Duchesne, di-
Galsworthy y otros en los teatros Wiener Kammerspielen, rector de la Orquesta Filarmónica, con sus músicos. Las
Die Komödie y Schönbrunner Schlosstheater de Viena. En el versiones de Antígona y Edipo Rey fueron realizadas por Juan
Instituto Psicológico de Viena fue alumno de Sigmund Freud y Miguel Dihigo, decano de la Facultad de Humanidades; Fran-
se dedicó al estudio de las relaciones entre palabra hablada, cisco Ichaso y José Antonio Portuondo escribieron comenta-
gestualidad y espacio entre otros temas. rios y críticas de diferentes puestas en escena.
Especializado en el estudio del psicoanálisis y la psicolo- En los archivos de la Universidad de La Habana se conser-
gía de la expresión, se doctoró en 1935 con una tesis sobre la van, felizmente, una serie de cuadernillos con programas de
mímica como ciencia del arte. los años 1941 a 1946, que nos permiten hacernos una idea del
En 1938 escapó a Suiza a través de la «frontera verde», y fructífero trabajo del Teatro y el Seminario. El material exis-
en 1939 emigró a Cuba, donde su primera actividad fue como tente hace posible, por una parte, conocer qué obras de tea-
profesor en la Academia de Artes Dramáticas de La Habana. tro se representaron en el período mencionado, y por otra,

* El presente trabajo sobre Ludwig Schajowicz y su importancia para la historia del teatro cubano es parte del proyecto
investigativo «El exilio antifascista germanoparlante en Cuba (1933-1948)», del Departamento de Lengua y Literatura Alemana
de la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de La Habana. Fue publicado en las Actas del IX Congreso Latinoame-
ricano de Estudios Germanísticos (ALEG), Editorial Universidad de Concepción, Concepción, Chile, enero de 1998.

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tablas
echar una ojeada al plan de estudios del Seminario y de algunos de universalidad, no ha comprendido aún que también el
cursos de verano. teatro ático –por ejemplo, el de Esquilo, Eurípides, Aristófa-
Además, en cada programa hay apuntes del propio Ludwig nes– era marcadamente político, y ha sobrevivido al paso de
Schajowicz sobre las diversas puestas en escena, en los que los siglos sin que esas tendencias hayan significado en modo
se refiere a innovaciones de carácter experimental; asimis- alguno una ruptura de su belleza imperecedera.
mo, los aprovecha para tratar aspectos teóricos y prácticos «El teatro ha sido, en todas sus etapas creadoras, tribuna y
del teatro y particularmente de su concepción moderna. Ejem- cátedra, y lo será hasta que la humana perfección haya sido
plos de esto son, entre otros, sus escritos «Niobe o la más- lograda». Schajowicz parte de la idea de que, tanto como la
cara trágica», «Shakespeare y las razas», «Muerte y renaci- filosofía griega, el arte de la antigüedad es también uno de
miento del teatro clásico», «Nuestra versión de Numancia» y los fundamentos que sostienen a nuestra cultura, pero con-
«Nuestro Edipo Rey». sidera necesario que cada época experimente en forma
Lamentablemente, no podemos abordar aquí todos sus nueva la muerte y el renacimiento del teatro clásico; entiende
trabajos, y por eso quisiéramos limitarnos a algunas ideas que cada generación debe actualizar a aquellos creadores en
básicas de los tres últimos artículos mencionados, revelado- cuanto a la esencia de sus obras, y por ese camino despertarlos
ras porque en ellas se refiere a cuestiones fundamentales de nuevamente a la vida. En relación con su época, esto significa-
su concepción del teatro y a la importancia de la herencia ba, por ejemplo, llevar a escena la interpretación psicoanalítica
griega para el arte moderno, además de comentar la puesta de las leyendas y mitos griegos. Como ejemplos cita La máqui-
en escena de Edipo Rey por Teatro Universitario. na infernal y Antígona de Jean Cocteau, y la versión moderna de
La concepción de Schajowicz del teatro moderno se basa la Orestíada hecha por Eugene O’Neill: El luto le sienta a Electra.
en su autonomía, en el sentido del teatro de dirección de Max Esas ideas las retoma Schajowicz en su artículo «Nues-
Reinhardt, que hace de la representación teatral una obra de tro Edipo Rey», donde aborda la cuestión de la actualidad de
arte total y autónoma. Esto incluye, por una parte, que el texto Sófocles. En opinión de Schajowicz, hoy ya no es posible
dramático ya no sea algo «sagrado», rígido y definitivo, sino que considerar a Sófocles sólo como teólogo, poeta y moralista,
asimile nuevas ideas, visiones y pueda adaptarse a nuevas for- pues en primera línea fue un gran analista del alma humana.
mas de expresión y técnicas teatrales que entren en acción. Según Freud, el impresionante éxito de Sófocles a través de
Muy relacionado con eso, y de acuerdo con el postulado los siglos se basa en que inconscientemente reconocemos
de Reinhardt que plantea que «el teatro pertenece al actor», como realidades psíquicas los hechos que él expone.
Schajowicz otorga a este un papel de primer orden. Ya no es A partir de aquí Schajowicz desarrolla una idea para repre-
más el fiel intérprete del texto dramático: es el verdadero sentar en el escenario, mediante una adecuada construcción
creador de la representación teatral. escénica, la estructura psíquica del complejo freudiano de
Schajowicz proclama: «¡El teatro no es un museo!», y en Edipo. Varios niveles debían representar los diferentes estra-
ese contexto analiza la vigencia del teatro clásico. «Las formas tos de la personalidad: más abajo el inconsciente, donde laten
de expresión y reglas de actuación obsoletas de este ya no los instintos reprimidos –aquí aparecería Tiresias para descu-
deben aceptarse en la actualidad», afirma Schajowicz en princi- brirlos–; encima el yo consciente, que se defiende del ataque
pio, pero a pesar de eso llega a decir que quien quiera hacer de aquel a través de la censura –caracterizada por un vigilante–,
teatro moderno hoy debe regresar a las fuentes del teatro y más arriba el súper-yo, donde progresivamente se desarro-
clásico, del teatro griego, porque es allí donde se encuentra, lla el sentimiento de culpa que culmina en el autocastigo.
entre otras cosas, la concepción del teatro como una síntesis A Schajowicz le hubiera gustado realizar esta idea
de las diversas artes que vuelve a ser asumida en nuestra con el Teatro Universitario que, según su carácter, había
época, e igualmente se hallan importantes elementos de la de ser, como decía, un teatro experimental, pero lamen-
actual técnica escénica. Así, por ejemplo, compara los experi- tablemente le faltaban los medios financieros para ello.
mentos de Esquilo en cuanto a movilización de grandes masas, Sin embargo, la puesta en escena, que se llevó a cabo en
coro y danza, con las puestas en escena de Max Reinhardt. 1945, resulta interesante también por las innovaciones
La cualidad colectiva del teatro moderno, que refleja un que él introduce. En el punto central de la concepción
cambio en la mentalidad europea de los siglos XIX y XX, es está la idea del destino; para materializarla, Schajowicz
citada por Schajowicz como ejemplo de que regresamos a utiliza el antiguo símbolo de la fatalidad, las tres Parcas
los orígenes del arte dramático, donde el individuo se diluye que tejen el hilo de la vida de los hombres, y cuya super-
en un ser colectivo, que en las tempranas obras de Esquilo vivencia en la literatura moderna fue señalada por Freud
constituía aún la más importante figura de la tragedia. en los ejemplos de las tres hijas del rey Lear y los tres
La preeminencia del trabajo creativo de grupo por sobre el cofres de Porcia en El mercader de Venecia. Mediante la
del individuo, los esfuerzos para crear un adecuado espacio aparición de las tres Parcas en el escenario se acentúa,
escénico para ese conjunto, los ve como factores sociales del por una parte, el elemento ritual de la tragedia griega,
teatro moderno. Lo decisivo para él en ese aspecto es, sin pero esto sirve también para producir una distancia, al
embargo, que las ideas sociales y políticas regresan a la escena. tomar como modelo los principios del teatro épico de
Quien dude hoy aplicar a una parte considerable de la Brecht, y lograr un enfriamiento de la acción, lo cual
actual producción teatral el concepto de «teatro político» por debe contribuir a la objetivación de esta y a su mejor
miedo a disminuir así su valor estético o limitar su aspiración comprensión.

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tablas
Como Schajowicz busca el esclarecimiento en vez de la En este punto era, con seguridad, demasiado modesto,
emoción, en su opinión es necesaria una cierta distancia res- porque los que fueron participantes de su Seminario confir-
pecto al arte de la Antigüedad, con el fin de poder asimilarlo man que las clases de Schajowicz eran vivas, comprensibles y
y descubrir en él la realidad del presente. Además, el público amenas, pero a la vez él era un profesor estricto que planteaba
maduro no va al teatro para extasiarse ante el sufrimiento a sus estudiantes altas exigencias y aspiraciones. No por gusto
ajeno, sino para entender el propio. Esto requiere control y salieron de aquel Seminario, como mencionábamos al inicio,
dominio, tanto por parte del público como por los actores. grandes actores cubanos como Vicente Revuelta, Edwin Fer-
Las tres Parcas interrumpen periódicamente la acción nández, Ernesto de Gali, Rafael Ugarte, Antonio Vázquez Ga-
para anunciar sus causas, desarrollo y sentido. El pathos de llo, Maritza Rosales, Violeta Casal, María de los Ángeles Santana,
Edipo se alterna con el ethos del autor. Schajowicz está conven- Alejandro Lugo, Ana Saínz, por nombrar solo algunos.
cido de que ese ethos existe, porque no es cierto que la pre- El Seminario de Artes Dramáticas, fundado por Ludwig
sencia del destino determine la responsabilidad moral del ser Schajowicz en 1941 junto al Teatro Universitario, y ratificado
humano. Quien piense esto confunde la concepción homérica en 1943 por el Consejo de la Universidad como institución
de las Moiras y la del gran poeta trágico con el fatalismo orien- cultural autónoma de ese centro de altos estudios, contribu-
tal. Las Parcas solo nos muestran los límites intraspasables de yó en primera línea a la formación de los actores de Teatro
la vida humana y se asemejan a los tres cofres de Porcia: ante Universitario, para que pudieran estar a la altura de las eleva-
ellos el hombre tiene la posibilidad de elegir. das exigencias de su director y de su concepción de un teatro
A la pregunta: ¿cuál es entonces la función de las funes- moderno y experimental. Un alto y merecido homenaje re-
tas hilanderas en nuestra versión?, Schajowicz da la si- cibió Ludwig Schajowicz cuando, con motivo de los cinco
guiente respuesta: años de existencia del Teatro Universitario, Francisco Ichaso
declaró que la obra profesional de Schajowicz como director
no otra que la que Schiller atribuye al coro cuando lo del grupo teatral y del Seminario de Artes Dramáticas había
define como testigo que juzga. Ellas son realmente testi- favorecido decisivamente el auge del teatro en Cuba.
gos invisibles y estrictos jueces al mismo tiempo, mien- Los objetivos de la formación en el Seminario de Artes
tras Edipo, quien cree que puede y debe juzgar, se va Dramáticas eran:
convirtiendo poco a poco en aquel que es juzgado.
el estudio de la literatura dramática y el arte teatral te-
A las Parcas corresponde, pues, la función juzgadora del niendo en cuenta aspectos teóricos y prácticos,
coro primitivo, mientras que en la puesta en escena de Scha- la formación de actores, directores, dramaturgos,
jowicz quedan para el coro aquellos pasajes que expresan escenógrafos y críticos teatrales,
temor y compasión, así como anhelos, esperanzas y dudas. la promoción del arte dramático tanto en la Universidad
Pero el coro no lo forman los sacerdotes, sino el pueblo, que como en toda Cuba.
permanece en el escenario desde el inicio hasta el final de la
representación. Sus representantes toman la palabra de uno La formación en el Seminario duraba tres años y se con-
en uno, para no despertar la impresión de una masa divina, centraba en tres disciplinas: Psicología y técnica del arte dra-
sino la de una comunidad consciente, compasiva y justa. Esta mático, Historia del teatro y la literatura dramática y cursos
y las tres Moiras se reparten las importantes funciones del prácticos de Actuación.
coro sofocleano, y en su conjunto constituyen el marco del Además, los estudiantes tenían la posibilidad de matricu-
camino hacia el sacrificio del trágico Edipo. lar todas las asignaturas o solo las histórico-críticas. Junto al
En su artículo «Nuestro Edipo Rey», Schajowicz señala estudio en el Seminario de Artes Dramáticas se ofrecían, ade-
todavía un segundo aspecto respecto al carácter experimen- más, diversos cursos de verano, por ejemplo, en 1943, los de
tal de la representación. En su opinión esta pieza es la prueba Perspectivas del teatro hispanoamericano (Luis Baralt), Intro-
más difícil a la que se habían sometido hasta ese momento ducción a la teatrología (Ludwig Schajowicz), El cine: industria
los alumnos de su Seminario de Artes Dramáticas: y arte de nuestro tiempo (J. M. Valdés Rodríguez). Además, en
1946: Teatro experimental (Schajowicz), Arraigo y desarrollo
Admitámoslo con franqueza: nuestra tarea de hoy está del teatro hispanoamericano (José J. Arrom), El teatro román-
por encima de nuestras fuerzas, tanto en el orden tico español (Salvador Salazar), Dramaturgia comparada
artístico como en el técnico. La interpretación del (Schajowicz).
Edipo… requiere tal madurez emocional, tal prepara- Por su importancia en la historia del teatro cubano, la obra
ción y dominio de voz y gesto, que son imposibles de de Ludwig Schajowicz merece un estudio más amplio y pro-
encontrar en unos jóvenes entusiastas, la mayoría de fundo, que haga justicia a todo el alcance de su quehacer. Nues-
los cuales aparece hoy por primera vez en escena. tro trabajo aspira a ofrecer una primera mirada a su incansable
Pero siendo el principal objetivo de nuestro grupo el y fructífera labor como fundador y director del Teatro Univer-
dar a conocer las obras cumbres de la literatura dra- sitario y director del Seminario de Artes Dramáticas.
mática universal, ampliando de esta manera la labor
docente del Alma Mater, no podía el Edipo Rey dejar de Los fragmentos de programas que grafican este trabajo se obtu-
ser representado por los estudiantes universitarios. vieron gracias a la cortesía de Armando del Rosario. (N. del E.)

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tablas
premio tablas de ensayo
ENCRUCIJADAS ES FRECUENTE OBSERVAR, en acercamientos teóricos más o menos
rigurosos a la obra de Carlos Díaz con Teatro El Público, el uso de una serie fija de
términos. Travestismo, parodia, fragmento, identidad, política, aparecen como
conceptos de esta serie. Sin embargo, casi siempre son entendidos en su funciona-
miento dentro de contextos muy particulares que mutilan el alcance de estas
características. Si bien en un ámbito estrecho estos conceptos ayudan eventual-
mente a la descripción teórica, también su dimensión puede ilustrar de manera
más amplia las interpretaciones sobre la práctica teatral de un grupo de notable
William Ruiz Morales

influencia en el teatro cubano. El estudio de estos conceptos hace evidente otras y


más intensas radicalizaciones de la tradición teatral, cultural y política que articu-
lan, en un nivel más amplio, la recepción del teatro de Carlos Díaz.
Dichos conceptos nos permiten teorizar sobre los sujetos de la obra de Díaz
en relación con la idea de «identidad». En este breve estudio, los sujetos a los
cuales nos referimos son el resultado de construcciones incluidas en los persona-
jes, son la instancia de identidades (múltiples, según lo que defendemos) que
confluyen en él.
Díaz

Travesti un mecanismo de inestabilidad del suje-


to del discurso1 que afecta al propio sis-
La imagen del travesti es, más que tema del signo teatral. Más que encu-
frecuente, regular en las puestas en brir la falla abierta entre los atributos
escena de Carlos Díaz. Quizás por esta «externos» (maquillaje y vestuario, por
Sujetos nómadas en el teatro de Carlos

sola razón a veces se ha definido a su ejemplo), Carlos Díaz se regodea en el


teatro como gay, afirmación que en al- uso de esa fractura, la acentúa, no solo a
guna ocasión, y no sin sorpresas, el mis- partir de la insistencia en su amplitud,
Un clóset tan amplio como el mundo.

mo director negó. En la creación de sino por el juego que se conforma en la


Carlos Díaz el travesti puede aparecer fluctuación de esa distancia. Díaz pone
en su imagen clásica, casi cotidiana, la falla en movimiento; la distancia entre
como una de las posibilidades. Casi siem- el macho y la hembra se amplía o se
pre ese travesti «clásico» aparece en reduce según una muy precisa estructu-
los «márgenes» de la puesta como un ra de efectos de la partitura del actor. El
elemento que escapa a la ficción, que efecto final se construye sobre la varia-
no pertenece al plano de la realidad ción, sobre el tiempo o el espacio en
escénica. Parece descubrirse una vo- que ocurra, sobre el encubrimiento o el
luntad de llamar la atención sobre esa más evidente mostrar. La distancia bási-
imagen, ponerla de relieve, acentuar al ca sobre la que trabaja el travesti, entre
travesti como práctica real, insertarlo la mujer y el hombre, esta vez sí sexual-
en el repertorio de posibilidades del mente, se vuelve un fecundísimo campo
individuo cotidiano. Es amplísima la ga- de exploración para Díaz, que lo con-
lería de personajes que simulan el sexo vierte en un juego totalmente teatral. La
contrario en las obras de Díaz, o mejor, idea común de que el travesti trata de
que aparecen con los atributos tradi- hacerse pasar por el sexo opuesto es
cionalmente definidos para su sexo negada de plano y lo que se privilegia es
opuesto. Esta aclaración surge a partir la posibilidad que su práctica implica, esto
del hecho de que en muchas ocasiones es, la construcción que hace del género
el actor no intenta ocultar su género, opuesto. En esa construcción se produ-
sino que, más que enmascarado, apa- ce su seducción. Cuando el hombre apa-
rece disfrazado, y conserva sus propios rece caracterizado como mujer, el re-
atributos físicos y de comportamiento. ceptor no se siente engañado, no cree
El travestismo, en ese caso particu- que está viendo a una mujer, sabe que se
lar, puede mover una serie de interpre- trata de una simulación y se admira de
taciones sobre el discurso sexual de la esta capacidad. Pero no creemos que
puesta en escena, pero también alude a ese sea el efecto mayor. Según nos indi-

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tablas
can algunos estudios, el travesti no solo que es homenajeado, y así exactamen- puesta. El efecto de la mutación del
imita al género opuesto, sino que busca te ocurre en los espectáculos de Tea- sujeto no se verifica por la interpreta-
la creación de un ser que supera, que tro El Público. Solo que esa postura ción, sino por su existencia misma. Cada
amplifica, a su referente. En Carlos Díaz respetuosa no le impide a Díaz desa- unidad de sujeto, o mejor, cada ficción
es frecuente encontrar la insistencia en rrollar un juego profundamente desa- de ella, no alude a nada más que a su
el juego entre esos extremos: el género cralizador con lo referido. En aquellas propia existencia como formalidad. No
natural del individuo y la construcción hi- citas más o menos escondidas en el obstante, estas últimas solo ocurren en
pertélica que hace del género opuesto entramado discursivo de sus puestas, el espacio de la recepción y a partir del
pasando por diversos estadios de esa se producen simultáneamente esas ac- conjunto de mutaciones, no en su sin-
construcción que Díaz desarticula; en ese titudes: el reconocimiento del lugar pri- gularidad. Es en ese tercer espacio de
momento en que su práctica no se refie- vilegiado y autoritario del texto citado y ficción resultante donde finalmente se
re sólo al discurso sexual, también plan- el uso desenfadado y paródico en un articula una imagen de subjetividad
tea una imagen variable del sujeto. La sentido secular. múltiple, inestable.
posición del sujeto a partir de esa identi- El uso de esta cita afecta la cons- Con el uso de la cita siempre se
dad en que se encuentra declara su trucción del sujeto por la referencia corre un riesgo continuo de autismo.
provisionalidad; es decir, afirma el carác- de identidades múltiples confluyentes Si el receptor no reconoce la referen-
ter artificial y arbitrario de su imagen. en su espacio. La cita se produce a cia –en el caso del teatro, por su natu-
través del comportamiento del actor, raleza de proceso en presente, a ve-
Parodia la referencia es menos a una determi- ces debe ocurrir en poco tiempo–, esta
nada situación, un espacio o una ima- puede perder su valor comunicativo.
Siempre me ha llamado la atención gen –aunque sean asimismo múltiples Nuestra idea es que, la mayoría de las
el uso que hace Carlos Díaz de la pala- estas referencias– que a comporta- veces, el riesgo es paliado por otro
bra homenaje. Varias veces, durante los mientos físicos. recurso frecuente en el teatro de Díaz:
ensayos, lo he escuchado decirla cuando Retomemos el ejemplo de la cita a la yuxtaposición de diversas texturas
propone la cita. En Las relaciones de Cla- Solás. Lo importante para el trabajo de de los recursos escénicos. Importan
ra una actriz hace su escena detrás de puesta en escena y el resultado busca- aquí, más que el centro, el corpus de la
una reja, y Carlos Díaz propone que do no es la re-producción de la situa- parodia, sus márgenes que la contie-
debe hacerse como un «homenaje» a ción cinematográfica, sino cómo estas nen. En la delimitación clara de estos
Humberto Solás por el uso continuo de condiciones afectan el comportamien- se construye el efecto.
las celosías; o que Fedra debe morirse to del actor. El director crea un ámbito
muy lentamente, en claro «homenaje» a reducido de «circunstancias dadas» que Yuxtaposición/Fractura
la Clitemnestra de Electra Garrigó. La contiene referencias a un sistema físi-
lista de estos homenajes puede ser ex- co circundante (las celosías, la casa co- La aparición de esas diferentes
tensísima. Ahora, lo que resulta más in- lonial, por ejemplo) y al sistema de re- texturas, que conforman la subjetivi-
teresante es cómo el término respon- ferencias culturales circundantes (la dad artificial, por sí sola no presupo-
de de manera muy efectiva a su volun- película, la obra toda del cineasta, la ne el efecto. El cambio inmediato, el
tad paródica. idea común del cine de Solás, etcéte- uso del fragmento como base de la
Esta parodia seria claramente ex- ra). El mecanismo, que habla de la par- composición, son las vías que permi-
pone una significación doble: declara la ticularidad del trabajo de dirección de ten su visibilidad clara. El tránsito ra-
reverencia hecha al texto precedente a actores de Díaz, importa para nuestro dical de una situación a la otra, de una
la vez que lo utiliza en un sentido distin- análisis en tanto ocurra su repetición. cita a la otra, es lo que permite obser-
to al insertarlo en otro espacio definido El actor se ve forzado a transitar de un var la inestabilidad de ese inexistente
por el contexto de la representación. comportamiento (articulado o definido sujeto emisor. El reconocimiento del
Siguiendo a Linda Hutcheon en su artí- por esa serie de «circunstancias dadas») cambio, la conciencia de materialidad
culo «La política de la parodia posmo- a otro de forma constante y yuxtapues- del recurso escénico, es lo que permi-
derna»: el recurso a la vez legitima y ta. El sujeto que el actor construye des- te escapar de la situación de autismo:
subvierte al texto que lo precede. La compone constantemente su identidad, aunque el receptor no conozca la fuen-
palabra «homenaje» pudiera –en un ejer- su ficción unitaria. Es una imagen en te, el mero cambio de una textura a
cicio inútil y puramente clarificador– ser constante revolución, inconstante en su otra es efectivo y establece una situa-
sustituida por parodia. Pero el término superficie. El vasto conjunto de refe- ción de comunicación que implica el
«homenaje» en nuestro contexto nos rencias que maneja Díaz en su teatro placer. La delimitación de los bordes
parece enriquecido. Más que un puro es otro de los mecanismos mediante que mencionábamos antes es la ope-
concepto técnico la palabra misma nos los cuales acusa su apuesta por un suje- ración que le confiere, sin necesidad
hace pensar en una práctica, en una es- to siempre en construcción, y esa cons- de identificar el juego con el texto
critura sobre el cuerpo de nuestra cul- trucción se basa o tiene su realización precedente, una funcionalidad al uso
tura. En primer lugar, implica semánti- solo en el lugar que ocupa la superficie, de la parodia. No solo la cita se arti-
camente una situación de respeto a lo los materiales con los que compone la cula de esa manera en las puestas de

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Díaz. También la aparición de ele- involucra a su sistema sensorial e inte- mecanismos de construcción del suje-
mentos «extrañantes» es recurso lectual. Particularmente, y lo que im- to afectan la base misma de un discurso
muchas veces socorrido. porta a nuestro análisis: este efecto totalitario sobre la idea de una natura-
Es extenso y casi abusivo el uso declara, desde el mismo comienzo de leza propia de lo cubano.
que del concepto brechtiano de «ex- la obra, la situación del sujeto emisor. Es frecuente encontrar en estas
trañamiento» se ha hecho en la teoría ¿Quién es Marlén? Pregunta innecesa- teorizaciones una pulsión por compo-
y práctica teatrales. No es lugar este ria si asumimos que lo que define es lo ner en los más diversos niveles un cuer-
para analizar las variadas interpreta- que se hace. El sujeto se conforma por po que nos defina, una identidad. Ya sea
ciones y usos del concepto; simple- su accionar en relación con la situación, en la disolución de diversos estratos
mente permítasenos recordar su uso y esta es contradictoria y mutante. El culturales o su convivencia en una ima-
particular como efecto dentro de la es- sujeto se manifiesta, y este es el con- gen de rostro múltiple. Lo que resulta
tructura del discurso teatral. Este cepto de su construcción, a partir de inevitable es notar tendencias a hablar
«efecto V» se articula, en primera ins- su superficie material, de su composi- de una particularidad fija, de una natu-
tancia, desde el punto de vista de la ción real con los medios de la escena. raleza variada pero localizada. Nuestro
recepción, como un punto neurálgico Podríamos, desde una perspectiva la- punto de vista es que en el caso de la
de lo que Einsenstein llamara el «mon- teral, calificar el teatro de Carlos Díaz obra de Carlos Díaz el sujeto que se
taje de las atracciones» (citado en Helga de superficial, pero en este caso lo que conforma declara una identidad provi-
Finter, 2007). El «extrañamiento» se se considera superficial es centro, pa- sional que se va articulando siempre en
utiliza desde esta perspectiva como un radoja pragmática de fácil solución si el presente de la representación, y que
recurso para articular la atención del atendemos a que es en esa materia es imposible de fijar ya sea en referen-
espectador a partir de incidir sobre la propia del signo teatral donde se ins- cia a la tradición o a una voluntad cir-
lógica discursiva del material escénico. cribe la posibilidad de un discurso. El cunstancial y pasajera.
En la conformación de la imagen de un sujeto, a partir de esos recursos de La idea de una identidad de la na-
sujeto emisor, el extrañamiento fun- extrañamiento yuxtapuestos, y la frag- ción cubana, su sistematización, en fin,
ciona a partir de la conformación, en el mentación de su accionar y sus situa- su teorización, parte de criterios de
decursar del personaje, de lo que po- ciones, va a perder su definición unita- «verdad» sobre las características de un
dríamos llamar, a falta de un término ria y construye su identidad a partir de pueblo. Toma como punto de partida la
más exacto, comportamientos un principio múltiple. Se rompe con la posibilidad de afirmar que un sistema
extrañantes. Tomemos un ejemplo de idea de la instancia unitaria del sujeto de verdades articulado describe las lí-
Las amargas lágrimas de Petra von Kant en su articulación coherente en el len- neas que atraviesan la idea de «pueblo
(2008) para un análisis particular. guaje como eje de su conformación. Se cubano». Este es el principio común
Antes de comenzar el espectáculo parte de un sujeto definido por su ac- para conformar una teoría de la identi-
se nos presenta una cama que ocupa cionar múltiple, intertextual. Las fron- dad: la suposición de la existencia de
casi todo el escenario. Una cama lujosa teras de definición del sujeto se en- esta como sistema fijo. Se trata de de-
y a su alrededor objetos de un gusto cuentran en las circunstancias que lo finir, de descubrir, nuestras caracterís-
acumulativo y dudoso. Una variante de articulan, en la coherencia del actor en ticas «naturales» y aquellas que confor-
la imagen del cartel al fondo, botellas, relación con el material que lo circun- man definitivamente nuestra cultura.
cortinas. Por contraste, este ambiente da, y dichas fronteras son muy amplias. Por otra parte, la creación artística, en
se completa con las condiciones reales este caso la obra de teatro, articula un
del teatro: un espacio degradado. Identidad conjunto de mecanismos que usan imá-
Marlén se acerca y acciona un catao (cut genes, con un contenido más o menos
out), con la brusquedad necesaria para Una problemática frecuente, bus- ontológico, extraídas de ese espacio
accionar ese tipo de dispositivo, y la luz cada con diferente rigor por la crítica, «real» –que podemos llamar nación,
cae de pronto sobre la cama de su se- es el establecimiento de una relación pueblo, país– o de los relatos cultura-
ñora. Petra exclama: «¡Marlén…!» En efectiva entre la obra de Díaz y posi- les, de mayor o menor alcance, que
ese momento mínimo sigamos el com- bles planteamientos sobre la identidad sobre aquel se generan; los criterios
portamiento de Marlén: ella solo en- cubana. Siendo estos estudios identi- de patria, en su sentido más extremo,
ciende la luz. El efecto de extrañamien- tarios una constante perspectiva de o el discurso sobre la identidad. El cru-
to, o de comportamiento extrañante, análisis en nuestro entorno teórico, cla- ce de estos ámbitos, el «real», el de los
ocurre por la contradicción establecida ramente, el director de Teatro El Pú- relatos culturales y el artístico, ocurre
entre el ambiente ficcional propuesto y blico no ha escapado de ellos. En el casi siempre a través de un comenta-
la acción realizada en él. Esta contradic- estudio que nos ocupa intentaremos rio, ya sea disidente o comulgante. Aho-
ción tiene como resultado un hecho que determinar algunas claves que apuntan ra nos interesa el comentario artístico
puede provocar las más diversas inter- a una particular conformación de un que sobre los relatos de identidad y el
pretaciones, pero, en primer lugar, fun- discurso de identidad en relación con contexto de la realidad se producen en
ciona como recurso de efecto sobre la la nación cubana. En particular, vere- las puestas de Carlos Díaz, cómo se
percepción del espectador, efecto que mos cómo los hasta ahora descritos descompone estructuralmente la po-

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tablas
sibilidad de una definición única en fa- identidades. Es muy interesante, por Política
vor de una constante búsqueda y cómo ejemplo, el lugar privilegiado que Díaz
sucede la articulación de esa definición otorga a las influencias de las culturas El carácter profundamente político
desde distintas posiciones del sujeto que soviética y rusa. En ocasiones soslaya- de la obra de Carlos Díaz, más que otro
determina una identidad constante- das, no sin malicia, en los discursos tra- rasgo, es el más importante efecto de su
mente reconstruida. dicionales y tradicionalistas sobre la creación. No se trata de la política en-
El sujeto de la obras de Díaz está identidad, estas tienen en el arsenal tendida como oposición de dogmas o
en constante muerte y conformación. imaginario de Díaz una recurrencia in- politiquería, sino de una actitud que cues-
Y en esas variaciones va comentando negable. El papel de la influencia de esa tiona constantemente el lugar del hom-
su circunstancia. Es de esta manera que cultura en la conformación de nuestra bre en la sociedad, el movimiento del
la obra de teatro establece su comen- realidad está aún por sistematizar. zoon politikon. Carlos Díaz, con la crea-
tario sobre la identidad. Esas posicio- Percibida en el cotidiano y utilizada ción de «sujetos nómadas» (Braidotti,
nes del sujeto de las que hablamos no como material por algunos de nuestros 1994) construye mitos contemporáneos
se articulan descontextualizadas, sino artistas, su reconstrucción teórica es que en un aspecto no son más que ficcio-
que precisamente deben su posibilidad sorprendentemente reducida a pesar nes políticas. Lo que podría hacernos afir-
comunicativa a su inscripción en el es- de la amplitud, y suponemos, lo fructí- mar lo apolítico de Carlos Díaz es, sin
pacio nacional. El teatro de Carlos Díaz fero, que un análisis de ese tipo pudiera embargo, lo que lo hace incidir de forma
es un comentario consciente y profun- arrojar. Más allá de una admiración por más radical en el contexto nacional: la
do de Cuba en su realidad y su espacio la literatura chejoviana, o el gusto por la falta de centro, la ausencia de un discur-
simbólico, un análisis inteligente de la cita al folclor, el interés de Díaz encuen- so evidente, de una interpretación uni-
circunstancia de la nación y su tradi- tra su raíz en auténticas preocupaciones dimensional de la realidad. Olvidándose
ción, un teatro que indudablemente ontológicas. Preocupaciones surgidas a de construir esas mismas subjetivida-
nace de ese suelo insular. Lo que que- partir de repensar su biografía, del reco- des de las que hemos hablado tanto, Díaz
remos aclarar aquí es la confusión en- nocimiento de las huellas de esa cultura sólo se preocupa por dejar que el teatro
tre compromiso con el ámbito nacional en su conformación como individuo. Su hable, y es esa realidad última del len-
y con determinados discursos sobre ese comentario funciona, en primer lugar, guaje lo que provoca en el espectador
ámbito. Parecería que para hacer un como pastiche, como postal del pasado las ficciones.
teatro «cubano» hay que partir siem- que, lejos de perder su pertinencia, se En ese vacío, aparente falta de una
pre de una definición de «lo cubano». levanta como recordatorio perverso por voz autoral, argumento definitorio para
Por el contrario, creemos que esa na- su recurrencia, en la voluntad de no una defensa del posmodernismo de
turaleza no responde a una definición obviar ni olvidar la voluntad de un com- Díaz, se encuentra sobre todo el placer
atemporal, sino que dialécticamente promiso consigo mismo como indivi- y el juego de deseos que la búsqueda de
está siempre en conformación. La difi- duo del presente, aunque esta utiliza- una carencia de centro determina. El
cultad de pensar la nación como rostro ción choque con el discurso cuerpo, el erotismo, lo íntimo, son pre-
continuamente cambiante, y en Cuba tradicionalizado. Díaz posee una asom- sentados como herramientas más efec-
ese cambio es por demás, a veces, ra- brosa capacidad para convertir la expe- tivas para hablar de política, para una
dical, parece ralentizar otras interpre- riencia en imagen, para la autotemati- defensa del ser humano en su dimen-
taciones que no sean la de encontrar zación. El resultado inevitable de esa sión más básica, una dimensión que siem-
una serie de características invariantes capacidad es la construcción de una obra pre pone en crisis los discursos del po-
de la nación. Se hace necesaria la posi- que construye su ilusión subjetiva con der. Vaciar los símbolos de su sentido
bilidad de determinar las variantes la creación de circunstancias muy bien acostumbrado –como la imagen de Lenin
como un discurso también arraigado en definidas, objetivas. La particularidad está en Ícaros– y colocarlos en espacios apa-
el análisis de las características de una en que esas posiciones del sujeto de la rentemente incoherentes –recordemos
nación, la posibilidad de una identidad puesta en escena no declaran un carác- que la imagen de Vladimir Ilich es souvenir
metamórfica, o identidades múltiples, ter discriminatorio o jerarquizante, sino corriente en las calles de Moscú– es la
también como efectiva en un discurso que usan el contenido total de la expe- manifestación de una dinámica de mun-
sobre «lo cubano». Sería incluso nece- riencia cotidiana y lo pone en planos dos posibles, la cruda realidad. Pudiéra-
sario pensar de una vez si tiene algún que no siempre coinciden con lo co- mos hablar de iconoclastia, pero en el
sentido, más allá de puras estrategias mún. Tanto la cola del pan como me- uso de esas imágenes que conforman
de validación, seguir pensando en tér- táforas extraídas de la imaginería una biografía hay padecimiento. No se
minos de «lo nacional». budista tienen en la obra de Carlos trata de usar por azar los símbolos, sino
El teatro de Carlos Díaz construye Díaz, en la conformación de sus su- de que estos adquieran un nuevo senti-
imágenes de esa identidad metamórfica jetos, una importancia que privilegia do en el cruce con una experiencia per-
y comenta los estadios de las metamor- de manera normativa a la una sobre sonal. Como especie de juego de abalo-
fosis. No se limita a hacer un comenta- la otra: ambas participan en esa je- rios, vemos desfilar por la escena de
rio que articula una identidad, sino va- rarquía decidida de la conformación Carlos Díaz los más variados estereoti-
rios, aislables, paródicos, sobre esas de una identidad nacional. pos que en su interrelación determinan

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un espacio transitorio, aparentemente la diferencia y el devenir. Y no lo hace ENCRUCIJADAS
banal, pero que afecta profundamente la como discurso, como otro dogma de lo
manera en que vemos la realidad. La múltiple, de la diversidad, sino que
aparición casual de la imagen del Che en es en el cuerpo de la puesta donde
Fedra, estampada tranquilamente en un esas variaciones ocurren, alejándo-
pulóver, parece no ser más que un gui- se a la vez del «contenido» de un dog-
ño, un chiste fácil al espectador. Pero, ma como de sus estrategias de discur-
¿por qué es un chiste? Carlos Díaz no da so. El fondo de sus obras, si es posible
ninguna pista para entenderlo así. El ac- determinarlo, es el placer, el placer de
tor sólo lo saca y lo vuelve a guardar. Es entrar en contacto con la verdad de la
un chiste porque queremos que sea, y materia de la representación. Ese pla-
eso Carlos Díaz lo sabe. El resultado es cer, como sentimiento profundamente
mucho más perturbador cuando no hay biológico, corporal, humano, es el que
un mensaje visible desde la obra. Sí, es rescata la posición política de la puesta
gracioso que en el medio de una trage- en escena. Es un reencuentro con la
dia aparezca, sin ton ni son, un pulóver realidad de nuestros propios cuerpos
del Che, pero también es gracioso, y localizados en la sociedad. Yo soy
perfectamente válido, que esos William. Tengo veintiséis años y escri-
pulóveres anden por la calle como puros bo sobre Carlos Díaz porque me hace
signos de rebeldía o moda. Quienes se reencontrarme con mi alegría, con esas
los ponen no necesitan saber quién es el formas que son reales porque me pro-
Che, no tienen que haber, y probable- ducen placer y esa defensa de uno mis-
mente no han, leído El Socialismo y el mo todavía me parece la mejor mane-
hombre en Cuba; lo que llevan como ima- ra de pensar mi sociedad, de definirme
gen, en el mejor de los casos, es un signo en ella.
de rebeldía, y más allá de pruritos mo-
rales, eso es de alguna manera lo real. NOTA
La sociedad siempre impone una
serie de formas de discurso que se con- 1 Recordemos que una de las formas po-
pulares, discriminatorias, de clasificar
sideran válidas para hablar en el espa-
la homosexualidad es como «indefini-
cio público. Uno de estos dogmas es la do». Esto nos advierte sobre la ten-
necesidad de un mensaje claro y direc- dencia en una sociedad machista y
to, una especie de productivismo del moderna a considerar lo «indefinido»
lenguaje. Debemos responder siempre como defecto, como falla, desviación
de qué estamos hablando y contra qué, de la norma. Quede la aclaración para
el discurso debe ser interpretable, el resto de este estudio.
debe tener las claves de un mensaje
BIBLIOGRAFÍA
teleológico. A esta norma Carlos Díaz
contrapone un discurso que tiene su Helga Finter: «La cámara-ojo del teatro
efectividad en la propia materialidad del posmoderno», en El Postmoderno, el
lenguaje con que trabaja; no hay men- postmodernismo y su crítica en Criterios,
saje, o mejor, no es el mensaje lo que Editorial Criterios, La Habana, 2007.
determina, sino la propia dinámica de Jorge Dubatti: Filosofía del teatro I, convivio,
las formas. Ese movimiento aparente- experiencia, subjetividad, Atuel, Buenos
mente caótico de la materia desarticu- Aires, 2007.
Paul Smith: Discerning the subject, University
la una posición autoritaria; el director
of Minnesota Press, Minneapolis, 1998.
confía en que la experiencia de la reali- Renate Lachmann: «El sincretismo como
dad de los elementos con que trabaja provocación al estilo», en Intertextua-
sea suficiente para provocar. lität 1: La teoría de la intertextualidad en
La política de Carlos Díaz es la po- Alemania, Editorial Criterios, La Haba-
lítica de la multiplicidad, de la posibili- na, 2004.
dad de la diferencia, de una imagen Rosi Braidotti: Nomadic Subjects, Columbia
que no necesita lo uniforme. De una University Press, New York, 1994.
Severo Sarduy: Obra completa, edición crí-
identidad que se define como eterna
tica, coordinadores: Gustavo Guerre-
mutación, que expone su carácter dia- ro y François Wahl, Colección Archi-
léctico. A estructuras de pensamiento vos, Ediciones UNESCO, 1999.
dogmáticas contrapone una imagen de

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FOTOS: ABEL CARMENATE
Anna y Martha de Dea Loher, dirección de Carlos Díaz, Teatro El Público

Veinte años de tango queer


Andy nci
ndy Arenci
ncibia

TEATRO EL PÚBLICO CELEBRA SUS VEINTE las acciones que ejecutan los personajes; acciones que desvir-
años. La Sala Covarrubias vuelve a ser el lugar donde tanto túan, niegan, desorientan o parodian lo que dicen estos. De ahí
actor como director y espectador se reconocen en un el enmascaramiento, el juego de identidades, la construcción
espacio único, donde la cercanía está mediada por la com- de roles genéricos, la mentira como medio ideal para llegar a
plicidad, el rubor compartido y la sonrisa procaz y desfa- verdades temidas, muchas veces ignoradas.
chatada. En esta misma Sala lo cubano vuelve a despojarse Entre el texto de Slawomir Mrozek y la obra toda de
de trascendencia Teatro El Público celebra sus veinte años Carlos Díaz al frente de Teatro El Público se halla un sinfín
con dos estrenos, el primero de ellos ubicado en el Teatro de connotaciones intertextuales a nivel temático e
Nacional: Tango, del dramaturgo polaco Slawomir Mrozek, ideoestético. El trabajo que Carlos Díaz ha emprendido
y el otro: Anna y Martha, de Dea Loher, en la Galería durante estos veinte años comparte con el texto polaco
Haydee Santamaría; espectáculos donde prima la ironía, múltiples similitudes, entre ellos el tango como elemento
el sarcasmo, la parodia y nuestro tan aclamado choteo estructurador.
criollo.
En estas dos décadas Carlos Díaz ha demostrado que I
lo cubano, más que discurso verbal, es gesto, pose, reac-
ción, no siempre directo y franco, a veces tangencial, obli- Ampliamente conocido es el origen del género musi-
cuo, clandestino. Lo cubano puede habitar lo mismo en un cal inmortalizado por Gardel. Pese a las divergencias casi
texto de Piñera (La niñita querida), que en uno de Shakes- todos los investigadores coinciden en señalar que el tango
peare (El rey Lear), Camus (Calígula), Sartre (La puta res- –nacido a finales del siglo XIX y principios del XX– es de
petuosa), Norge Espinosa (Ícaros). En los últimos años lo origen prostibulario, popular y contestatario, expresión
cubano habita también en textos alemanes y polacos. Al de un país sacudido por la violencia y la represión. Ajeno a
igual que otros directores nacionales Carlos Díaz se acer- un discurso oficial, el tango es género de una connotación
ca a obras foráneas a partir de un contexto que pueda marcadamente sexual, que con el paso de los años fue
hablar de nuestra tan conflictiva realidad. «adecentándose», para terminar siendo una expresión per
Lo cubano en El Público descansa en una teatralidad busca- se de la identidad argentina. El tango tradicional llegó a
da, investigada, aprehendida en frases y modos de decir y convertirse en vehículo para formar una moral, valga de-
hacer. El Público articula espectáculos donde el sentido final se cir, heterosexual.
deriva de algo más que del discurso de los personajes, de lo La propuesta queer1 –inmersa en lo que se ha dado en
que enuncian verbalmente. En su teatro lo esencial se halla en llamar «tango nuevo»– «rechaza la discriminación propi-

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ciada por las normativas de construcción de los géneros»2. escena cubana, retrata el sentir de una generación que ha
Si atendemos a lo último constatamos que es esta una de realizado poco, o casi nada; que se ha contentado con he-
las directrices de la poética de Teatro El Público: la cons- redar un sentido social y unos valores que para muchos
trucción, tránsito, permutabilidad de géneros y roles han dejado de ser importantes o trascendentales. Arturo
sexuales. En la obra de este significativo grupo teatral –interpretado por Yanier Palmero– increpa a su familia
cubano el género es una construcción que se realiza como sobre el desorden en el que viven, donde no hay regla, ni
acto performativo. Dígase performativo en el sentido de convención, y en ese reproche habita la decepción, la
hacer: algo que se hace, que se construye ante la mirada desesperación por un tiempo y una juventud que se esca-
del espectador, consciente de ser mirado. pan. Arturo los critica porque siente –como muchos– que
En tango queer, disciplina estudiada y promovida en para poder desordenarnos hay que ordenar, crear, hacer.
Argentina por la bailarina Mariana Docampo Falcón junto La réplica de Arturo, descabellada, irracional, es un grito
a los organizadores de la milonga gay, los bailarines que- de guerra, como ese afán de trabajo que encierran el Cán-
dan eximidos de ocupar un determinado e impuesto rol dido de Voltaire, El tío Vania de Chéjov, o el «hay que hacer
en la pareja. El individuo puede performar, al decir de la algo», de la Sofía de El siglo de las luces de Carpentier.
autora del artículo citado, el rol femenino o masculino. Pero la otra cara de la moneda también merece un aná-
Aún más: la pareja puede estar integrada por miembros lisis y gira alrededor de esa familia, aparentemente funcional,
del mismo sexo, y en el caso de que sea heterosexual, integrada por una madre, un padre, un criado, una novia, un
ambos pueden ser conductores o conducidos. tío, seres a los que la vida parece ofrecerles solamente una
Pero la relación entre el tango queer y esta puesta de perpetua gozadera para alejarlos de las preocupaciones dia-
Carlos Díaz supera el solo campo de la sexualidad y los rias y de la moral trasnochada del hijo. Uno de los aciertos
roles de género. Existe en el primero una constante entre del montaje de El Público está en la analogía entre libertad
los sujetos: una tensión entre la aceptación y la rebelión, sexual y otra –u otras– que puede ser moral, existencial o
entre la fijación y la violación de la norma. Los personajes política. La belleza de esa analogía termina salvando al espec-
de Carlos Díaz padecen del mismo mal: transitan entre el táculo, porque la remite a la obra de Reinaldo Arenas, en
rechazo a las normas y el deseo de acatarlas, adaptarse a especial a su conmovedora autobiografía Antes que anochez-
ellas. Es esta una relación agónica. El tránsito y permutabi- ca, porque me confirma que detrás de esa gozadera, choteo
lidad de roles y géneros toca la sexualidad para adentrarse y banalización existe algo más: los anhelos y las decepciones
luego en conflictos de naturaleza ontológica donde lo que en de toda una época, y sus generaciones.
verdad se discute es el lugar del ser humano dentro de la Pese a todo confieso que Tango me parece una puesta
pareja (Fedra, Las amargas lágrimas de Petra von Kant, Las en escena infeliz.
brujas de Salem), o dentro del país, la política, la cultura, el Este montaje constituye un ejemplo idóneo para seña-
mundo (Santa Cecilia, Josefina la viajera, La puta respetuosa). lar algunos de los problemas que afectan a El Público: la
Como en el tango queer los personajes de El Público guían sobresaturación de acciones físicas innecesarias, la hetero-
o se dejan guiar, en ocasiones aceptan pasivamente el rol geneidad de estilos y registros de actuación que afectan el
otorgado, en otras luchan por cambiar su sino. sentido final del espectáculo, la sensación de que los acto-
res, más que por una línea interna de acción que los englobe
II a todos en una partitura escénica coherente, están actuan-
do solo bajo pautas.
Tango es una comedia amarga que relata la vida de Siempre he creído que ese afán de El Público de cau-
Arturo, un hombre joven, y su familia. Él, metódico, disci- sar risa en los espectadores a partir de situaciones hila-
plinado, contenido –reprimido–, y ella desordenada, vo- rantes, banaliza otras que son brillantes por su agudeza.
raz, atrapada en una época pasada, negada a transformar Todavía me pregunto qué había detrás de esa escena
esa realidad que los envuelve y que no parece afectarlos orgiástica, con luces de discoteca, o del desnudo injustifi-
en lo absoluto. cado y gratuito de Yarlo O. Ruiz, o del otro de una bellísi-
Quiero tomar como centro de la segunda parte de mi ma Camila Arteche, que creo aquí muy alejada de sus
artículo dos temas que creo constituyen el principal acier- potencialidades como actriz.
to del montaje, y su principal error. El primero guarda Lo que más le reprocho a Tango: el apenas dejarme oír y
relación con lo ideotemático, con el sentido ideológico, entender un texto inteligente, la suciedad con que los acto-
entendido como sistema de ideas, con su aterrizaje en un res desvirtúan el sentido de la obra. Me atrevo a afirmar que
aquí y ahora tristemente constatables. El otro, más for- gran parte de los parlamentos enunciados por los personajes
mal, con el modo en que los recursos expresivos le juegan apenas eran entendidos por los actores, por tanto eran inca-
una «mala pasada» a una tesis brillante. paces de hacerlos entender al público. En este sentido, en
Creo que pocos montajes en los últimos años se han ocasiones el texto era sólo un pretexto para hacer simple-
acercado de modo tan sincero y lúcido a los jóvenes que mente reír. De ahí la marcada diferencia entre los dos mo-
ahora estamos en los veinte como esta propuesta de Car- mentos del espectáculo. El segundo de ellos, más coherente
los Díaz, la que más cercana tengo, y paradójicamente la y ordenado que el primero, más empeñado en evidenciar la
que más rechazo. Tango, como ninguna otra puesta en tesis global del espectáculo, de mostrar su lucidez.

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Vale la pena destacar las interpretaciones de Yanier Yeye Báez regresa a El Público con un personaje que
Palmero, limpio en las acciones, virtuoso en el trabajo dista de su calidad como actriz. De su interpretación des-
vocal, veraz en los movimientos, aunque abusa en dema- taca la belleza de su voz y una presencia escénica conteni-
sía de la acrobacia, algo que compete más a la dirección de da frente a la parafernalia y el manierismo gestual de los
actores. En este sentido habría que preguntarle al monta- otros actores.
je si no es una contradicción que el personaje más mojiga- Camila Arteche es la más joven adquisición de El
to, más reprimido, más exigente de un orden represivo Público. De esta actriz bellísima que, como dije antes,
realice tantas acciones físicas, acrobáticas en su mayoría. está aquí lejos de sus potencialidades, hay que destacar
Pese a esto es uno de los actores a los que la puesta poco. Camila arma su personaje mediante un tono decla-
permite decir el texto, por tanto, polemizar con él. Lo matorio y extremadamente afectado que casi nada apor-
mismo sucede a Denis Ramos, con un trabajo coherente a ta a la credibilidad.
lo largo de toda la puesta, a cuyo personaje le son oídos Todavía me pregunto si mi percepción final del espectá-
algunos de los parlamentos más lúcidos del montaje, en culo hubiera sido igual si, apenas transcurridos cinco minu-
los que coexisten la ironía, el oportunismo y la amargura. tos, Yarlo O. Ruiz no hubiera lanzado un zapato al suelo.
Mayra Mazorra se muestra intensa. Cuando esta ac- Este actor encarna un personaje poco dibujado por la pues-
triz imprescindible, dueña de una encomiable presencia ta en escena, cuyo rol en ella es bastante confuso. En Yarlo
escénica, proyecta su voz, domina el escenario y el espec- O. Ruiz están ausentes algunos de los aciertos que en otros
táculo. Lástima que sus intervenciones estén casi siem- casos hacen más tolerables las actuaciones, a saber: la lim-
pre destinadas solo a acentuar la hilaridad de situaciones. pieza en la gestualidad, o el fraseo. Su presencia en Tango,
Walfrido Serrano encarna a Stomil, el padre de que en el texto tiene una connotación más política, está
Arturo. Del actor puede señalarse que pese a ser el de dada a partir de la comicidad que puede otorgarle su físico.
mayor limpieza en las acciones físicas, más estable en Poco más habría que subrayarle a Tango: el diseño de
su papel como antagonista de las ideas de Arturo, el vestuario, la escenografía y luces a cargo de Vladimir Cuen-
personaje es chato, con pocos matices, y crece poco a ca, Roberto R. Mori y Carlos Repilado, respectivamente.
lo largo de todo el montaje. Como la mayor parte de Fastuosa, espectacular, atractiva son algunos de los adjeti-
ellos, es casi una caricatura de radionovela o melodra- vos para describir la visualidad de Tango, pero a diferencia
ma cursi, en la que está ausente por completo cual- de espectáculos anteriores, la visualidad es solo eso, un
quier atisbo de idea inteligente. recurso que apenas logra articular el sentido global entre
lo que se dice y lo que se muestra.
Tango, el más reciente montaje de Carlos Díaz y su Tea-
Tango de Slawomir Mrozek, dirección de Carlos Díaz, Teatro El Público tro El Público, demuestra que en ocasiones la máscara de la
ironía y el cinismo puede resultar excesiva, que hay temas
que deben decirse directamente, que el choteo así como un
signo de lo que somos y representamos también puede
servir para banalizar, trivializar conflictos. Pienso que,
desde el respeto que merece la labor de Carlos Díaz al
frente de El Público, Tango fue incapaz de balancear toda una
serie de recursos estéticos que en anteriores ocasiones lo
han situado en los más altos peldaños del teatro cubano.

III

Del otro lado de 23, casi llegando al malecón, dentro


de la Galería Haydee Santamaría, dos ancianas empleadas
discuten sobre su desesperada situación: en cuanto mue-
ra la señora de la casa ambas serán expulsadas del hogar.
Entre reproches, mezquindades e injurias las mujeres
irán dejando entrever a los espectadores lo que ha sido de
sus vidas. Martha, hemipléjica, con una cadera destroza-
da, está seca por dentro y por fuera, es egoísta y sin sen-
tido alguno para la compasión, y martiriza a su hermana y
a la otra empleada del hogar con saña brutal. Anna es más
sensible, pero, aunque ha tenido familia propia, está tan
sola como Martha. Esta se debate entre un amor imposi-
ble, lo único puro que alberga dentro de sí, tal vez por ello
irreal. Anna vive cultivando el recuerdo de su hijo y de su
esposo, ambos muertos e idealizados.

24
tablas
Justo es destacar que Anna y Martha resulta un mon-
taje más coherente en la articulación de sus sistemas sig-
nificantes. Diseño de escenografía, vestuario, ambiente,
conjuntamente con las actuaciones, logran transmitir ese
desasosiego que emana de la fábula. El trabajo con el espa-
cio –un espacio no teatral, habitado o invadido– es más
concentrado, y esto consigue una relación donde el espec-
tador se hace partícipe de la acción, pero conserva su
estatus de espectador, algo importantísimo en un monta-
je que evita la empatía de este con los personajes.
Cuatro actores intervienen en el segundo acercamien-
to de Carlos Díaz a la obra dramática de Dea Loher.
Ysmercys Salomón, ya una actriz fetiche del director,
muestra un trabajo de caracterización física impactante,
de un sutil naturalismo, donde la deformación física del
personaje alude a su pobreza espiritual. Ysmercys encar-
na al personaje desde una sordidez que deja entrever su
vulnerabilidad.
Tamara Venereo, de Teatro Pálpito, encarna a Anna.
Su tono declamatorio refleja la candidez humana del per-
sonaje, pero también su permanencia en un mundo que
ella ha dejado de reconocer, por tanto, de entender. Pese
a la nobleza, Anna es un personaje ridículo, y esto lo acen-
túa el latiguillo monocorde de la actriz.
Gilda Bello es otra de las adquisiciones de El Público.
A diferencia de las anteriores, el trabajo de Gilda sobre el el cansancio que respiran. Cuesta reconocer la mano de
papel acentúa la línea interior por encima de la instancia Carlos Díaz en cada una de ellas, cuando paradójicamente
física. Su trabajo está cargado de emotividad y fuerza ex- sean estos dos textos –Tango en primera instancia– los
presiva, debido a la tragicidad del medio que la circunda, más cercanos a sus inquietudes ideoestéticas.
sin los afeites que le otorgan Anna y Martha: por un lado la Escribo este artículo cuando, a solo seis semanas de
idealización y por otro el cinismo. estrenados, ambos montajes son retirados de la cartelera
Aun cuando considero que Anna y Martha es una pues- teatral cubana. Espero que esto se deba a una revisión de
ta en escena muy superior a Tango, me provoca preguntas ellos, no a las exigencias de la programación de un espacio
similares. ¿Por qué y para qué se monta un texto como –la Sala Covarrubias– cuyas propuestas son mayormente
este en el actual panorama teatral cubano? ¿Qué tiene que musicales. La segunda vez que fui a ver Tango, el espacio ya
decirle al espectador ajeno a esa realidad que la puesta había sido ocupado por Santiago Feliú. Aunque disfruté de
intenta abordar? ¿Dónde se encuentra esa osadía de El uno de los mejores conciertos que pueda recordar en
Público que penetra la realidad cubana contemporánea, la años, lamenté que la más reciente propuesta de Carlos
disecciona, derriba sus menores atisbos de trascenden- Díaz saliera tan pronto de cartelera, algo atípico.
cia, donde lo culto y lo popular terminan siendo categorías Pienso Tango y Anna y Martha más como continuidad
destruidas para ceder lugar a otra, simple y genuinamente de una brillante carrera que como puntos de llegada. Am-
llamada «lo cubano»? bos son reflejo de un trabajo intenso y a la vez legítimo, de
Anna y Martha sorprende por la asepsia del montaje, constante búsqueda, de epifanía y también de descalabro.
donde la «cubanidad» de El Público está ausente no solo Ese es el riesgo de todo artista: el vuelo y la caída, aquello
desde la temática que aborda la obra sino también desde la que parece acompañar a toda obra y hombre grande. Que
teatralidad que subyace en los gestos de los actores, en el sirvan estas dos puestas para valorar los aciertos de un
tono de sus voces. Si existe una característica que pudiera grupo primordial y para, desde sus desaciertos, continuar
englobar la obra de Teatro El Público sería su carácter de una obra imprescindible al teatro cubano.
espectacularidad. Quizás por ello sorprenda la frialdad de
un montaje en el que cuesta establecer empatía con sus NOTAS
personajes, meramente discursivo, en el que se extraña el
vuelo poético de anteriores obras. 1 Queer en español significa extraño, raro, excéntrico. Constituyó
todo un movimiento hacia la década del 90, ante la ola de
Tango y Anna y Martha resultan representaciones po-
protestas y divergencias que se dan en este conflictivo perío-
lémicas. A diferencia de otras, también escandalosas, en do de defensa de los derechos de los homosexuales. Queer
ellas la polémica está dada no por el tratamiento de la fue el nombre con el que se identificó a toda una comunidad.
sexualidad, la política o nuestro día a día –ojalá así fuera–; 2 Mercedes Liska: «El tango como disciplinador de cuerpos ilegíti-
más bien estriba en la discreción de ambas propuestas, en mos-legitimados», en Revista Transcultural de Música, no. 13.

25
tablas
reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs

Luces y sombras del Vivian Martínez Tabares

teatro cubano en Camagüey 2010

EL FESTIVAL DE TEATRO DE CAMAGÜEY ESTÁ climatológicas, el evento ha cambiado de fecha–, convocato-


llamado a ser, desde su fundación en 1983 y a lo largo de más de rias suficientemente anticipadas y, sobre todo, con la capa-
una docena de ediciones, un evento esencial en la vida de la cidad de generar un compromiso por parte de aquellos,
escena cubana pues, como única instancia global de confronta- que deben sentir que su participación, esperada y valorada,
ción del teatro que se hace en la Isla al que deben acceder los prestigia la cita y contribuye a enriquecer el clima general
mejores montajes de grupos, compañías y proyectos cubanos, que requiere un intercambio de esta naturaleza, para ser
comporta una potencialidad de conocimiento y confrontación, efectivo y también ofrecer referentes de valía a los otros
intercambio y crecimiento, inestimables. Camagüey debe con- participantes. Pues, sean cuales sean las justificadas razo-
centrar la expresión de lo mejor y poner en evidencia, de nes de las ausencias, prevenibles si se proyecta a más largo
manera diáfana, las luces del rumbo del teatro cubano a la vez plazo, faltaron actantes de vectores imprescindibles en la
que permita alumbrar sus sombras. escena de hoy como Teatro Buendía y El Ciervo Encantado,
La afirmación anterior es el punto de partida para mi re- a pesar de que el propio evento se anuncia dedicado y enca-
flexión crítica acerca del Trece Festival Nacional de Teatro minado, precisamente, a propiciar la confrontación entre
Camagüey, celebrado entre el 28 de mayo y el 5 de junio de los grupos más significativos.
2010, con la participación de una veintena de agrupaciones de Para lo segundo, referido a la calidad de la selección vista,
Ciudad de La Habana, La Habana, Matanzas, Sancti Spíritus, quizás valga la pena repensar el método que permite llegar a la
Ciego de Ávila, Camagüey y Santiago de Cuba. Porque, si bien cita, que hoy se cumple a partir de y precedida por el recorrido
Camagüey 2010 logró una media aceptable de calidad en sus de un grupo de especialistas, «a veces angustioso», como co-
propuestas, muy efectiva organización y un clima de disfrute menta Julián González, presidente del Consejo Nacional de las
de la oportunidad de ver y verificar caminos de la escena cuba- Artes Escénicas en las palabras de presentación al catálogo,
na y estadios de grupos y figuras, garantizó muy buenas condi- pero que aún revela fisuras al incluir montajes a los que luego,
ciones para artistas, miembros de los varios jurados, críticos, in situ, ni los propios miembros del equipo selectivo defienden
periodistas y otros invitados; como ha solido ocurrir en varias con argumentos artísticos, en enajenada postura de distancia.
ediciones del evento, no logró que estuvieran allí todos los Tampoco se explica por qué nunca llegan a Camagüey algunos
grupos y experiencias valiosas que animan los escenarios du- colectivos acerca de cuyas creaciones, al final del año, algunos
rante los dos años precedentes, ni todos los que llegaron mues- críticos ponderan logros parciales en los debates con vistas a
tran un resultado convincente que justifique su elección como los Premios Villanueva, o muestran apreciables desempeños
arte de lo mejor que se hace en la Isla. en otros eventos.
En relación con el primer reclamo, insisto –pues ya lo Este año la cita camagüeyana reveló una inquietante
he expresado y, como yo, algunos otros colegas– en que la medianía en las propuestas del teatro para niños, con las
cita nacional, por una parte, debe luchar por ganar prioridad excepciones de rigor: la extraordinaria puesta de Federico
en las agendas de los grupos y artistas de primera línea, con de noche, de Teatro de las Estaciones, Un mar para Tatillo,
calendarios estables –por razones diversas, organizativas y de Teatro Pálpito, y La estación, de Teatro Tuyo; tríada en la

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que llama la atención que dos de los grupos trabajen fuera en el que el propio poeta viene a entregarnos la flor que es su
de la capital del país, lo que es valioso argumento contra corazón dormido.
cualquier asomo –que hemos padecido y todavía se perci- De Un mar para Tatillo, de Pálpito, se admira la manipula-
be– de fatalismo geográfico. ción de Maikel Chávez –también dramaturgo– y de Yudith
Federico de noche confirma a Teatro de las Estaciones Marín, así como el brillante trabajo de voces del primero,
como un referente imprescindible de la escena cubana toda. capaz de alternar personajes en diálogo y su propia narración
La puesta de Rubén Darío Salazar es la recreación de un con riqueza y fidelidad en cada rol, y un agradable tono humo-
sueño, de una atmósfera poética, un estado del alma en el que rístico. Resalta la calidad de la energía compartida por el joven
la dramaturgia escénica –a partir del hermoso texto de Norge equipo del colectivo que dirige Ariel Bouza. No obstante, la
Espinosa– se erige como una fábula singular e imaginativa so- puesta requiere ajustar una dramaturgia escénica un tanto
bre la infancia del poeta, en la que señorea la noche, no inson- dispersa, como el juego de cajas chinas que acusan exceso
dable sino poblada de imágenes y recuerdos, de sensaciones –sobran, a mi juicio, el prólogo y el epílogo del circo, por demás
inefables que despiertan la emoción y engrandecen el espíritu. un recurso bastante manido en nuestro teatro para niños que
La belleza y el sentido poético de los diseños de Zenén no supone aquí ningún aporte–, y que atenta contra la progre-
Calero impactan por la efectiva recreación plástica de la sión efectiva en una trama que no demuestra la intención de
imaginería lorquiana, tan conocida y cercana para el públi- introducir rupturas compositivas en el discurso; por eso lo
co de la Isla. Asoma en los tonos azules predominantes de que parece faltar es un mejor criterio de selección y ordena-
la noche, como marco mágico, y siempre habrá lugar para la miento de las acciones.
sorpresa: la luna se puebla de referentes con la proyección En La estación, puesta en escena de Ernesto Parra, actuada
de imágenes que hacen volar la imaginación de los niños y por él con ayudantía de Aixa Prowl y Ángel Dovale, este trío
de cualquier espectador. El tapiz de la Isla de Cuba, florido tunero, que asume también el resto de las tareas en función de
y lleno de color en su prodigiosa artesanía, se carga de la imagen visual y la sonoridad del espectáculo, consigue reve-
evocaciones por obra y gracia de la palabra iluminada y, casi larnos una mirada fresca a la técnica del payaso, al eludir
al final, aparece sorprendentemente el caudal vertical del simplismos, y se propone una filosofía de la risa apuntada a
río. Muñecos y actores se integran en efectiva manipulación revelar, de manera sencilla, rasgos de conducta y de valores
de diversas técnicas titiriteras en fluido tránsito y, cuando que sostienen la peripecia un tanto arbitraria del personaje, al
es necesario, el manipulador se esfuma para que el muñeco enfrentar obstáculos y situaciones absurdas.
cobre vida orgánica, vibrante en gestos y ademanes que Del resto no alcanzo a subrayar más que la pobrísima y
traducen sentimientos y reacciones propios. desordenada visualidad –y me refiero a la estética y a la incon-
Del equilibrio actoral resalta, en el Federico Niño, Freddy gruencia estilística, rayana en el caos, expresada en el vestua-
Maragoto, quien se trasmuta en doble, eco visual del títere, rio y los elementos escenográficos y de atrezo– del montaje de
definitivamente primordial en la composición y en el alma de Miau, miau, puesta del Guiñol de Santiago en versión y direc-
la teatralidad, respaldada por la certera conjunción de la coreo- ción de José Manuel Labrada Rodríguez, a partir del texto de
grafía de Liliam Padrón y la música de Elvira Santiago, con Fidel Galván. Y la manera de tomar el pelo a los niños en Arroz
momentos cimeros como cuando se suma la voz de la soprano con maíz, de Jesús del Castillo, llevado a escena por Félix
Bárbara Llanes. E impacta, a pesar de lo sutil del efecto, la Dardo al frente de Los Cuenteros, al recurrir a chistes aje-
aparición de Lorca para cerrar el sueño, como un acto íntimo nos al universo infantil que parecen proponer un coqueteo

Federico de noche de Norge Espinosa, dirección de Rubén Darío Salazar, Teatro de Las Estaciones
FOTO: RAMSÉS RUIZ

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tramposo con los padres. Distante en presupuestos artísticos del mundo y una certidumbre de catástrofe. A su lado, Waldo
universales de la recordada Romelio y Juliana, esta obra de- Franco como Clov lo respalda bien al personificar el miserable
muestra que la trayectoria de un grupo no es una carrera de temor y la subordinación. Ambos expresan la compleja rela-
ascenso y que las glorias exigen rigor sostenido. ción de poder por medio de un juego teatral denso y polisémico,
Aunque la escena para adultos corrió mejor suerte, falta- en alternancia de registros que también trabaja a fondo un
ron y sobraron algunos. Lo más sobresaliente estuvo en dos margen de ambigüedad inteligente y fecunda para expresar la
espectáculos que exhibieron, también, desde distintas poéti- decadencia absoluta. Los viejos de José Luis Hidalgo y Daysi
cas, actuaciones modélicas: Josefina la viajera, unipersonal de Sánchez, en sus incursiones intermitentes, defienden una pau-
Osvaldo Doimeadiós, con dramaturgia de Abilio Estévez y ta en tono un tanto más alto, y el contraste aquí, lejos de
bajo la dirección de Carlos Díaz (Teatro El Público), y Final de desafinar, configura una alternancia cuyo efecto irritante aporta
partida, de Samuel Beckett, bajo la dirección de Carlos Celdrán un ingrediente de horror útil para acentuar el desastre.
(Argos Teatro), con una cuarteta de actores liderada por Fran- La escenografía de Alain Ortiz es un excelente comple-
cisco García. mento, cuya factura lúgubre completa la sensación de encierro
Ya Osvaldo Doimeadiós ha demostrado de sobra sus cua- y aislamiento, no solo físico. La puesta revela una afinada mane-
lidades interpretativas y su amplio registro técnico, que le ra de leer y recrear a Beckett y reafirma también un modo de
permite asumir con eficacia y hondura variadas incursiones hacer, el de Carlos Celdrán al frente de Argos Teatro, ligado al
humorísticas sobresalientes por sobre la media de esa mani- trabajo de investigación psicológica con base en el legado de
festación, que goza de tanta presencia, aceptación y juicios Stanislavski, una investigación concebida desde necesidades y
polémicos en nuestros escenarios, no solo tradicionales –y posturas propias y en fructífero diálogo con otras fuentes que
que, en correspondencia, debió quizás también tener un espa- han alimentado la escena cubana, sin sectarismos y siempre en
cio en el Festival–, junto a muy serias tareas actorales en busca de una verdad escénica.
variados géneros del teatro dramático. Josefina… es un buen Otro montaje de Teatro El Público, Las amargas lágri-
ejemplo en el que Doimeadiós transita de lo cómico a lo mas de Petra von Kant, también puesto por Carlos Díaz,
trágico o lo patético con el mismo grado de verdad –pienso en recibió la más estremecedora respuesta de los espectadores,
algo más que verosimilitud– y entrega. El actor recorre diver- con una de esas memorables ovaciones que suelen ocurrir en
sos estadios de la vida de Josefina Beauharnais, retrocede y cada cita camagüeyana y en las que la euforia parecía revelar,
avanza en el tiempo, rompe el hilo del discurso lógico, en más allá de las cualidades indiscutibles del montaje y del arras-
arriesgado paréntesis en el que la improvisación controlada tre popular de figuras como Fernando Hechavarría, como re-
tiene un peso crucial en la ruptura de la cuarta pared, y con sultado de sus incursiones televisivas, apetencias insatisfechas
capacidad para medir con justeza el estímulo que devuelven de un público que, fuera del Festival, no encuentra muchas
los espectadores. El creador poetiza instantes de gloria y en- ocasiones de pleno goce en el encuentro con la escena.
sueño, sufre y trasmite el padecimiento de otros momentos En Las amargas lágrimas… la extravagante protagonista es
de pesar que no solo son íntimos sino que se evocan como asumida por un actor, como sucede con varios de los otros
angustia común y compartida. Ofrece una mirada paródica y personajes femeninos, quien alterna la representación
nos hace víctimas y cómplices desde su actitud de profunda –mimética y de amaneramientos– con la presentación distan-
humanidad, vulnerable y sensible. ciada del rol desde una masculinidad un tanto estereotipada. El
Bajo la dirección precisa de Carlos Díaz, la puesta logra juego dual introduce la ambigüedad, tan cara a Carlos Díaz, en
superar cualquier posible monotonía al tratarse de un texto múltiples juegos de espejos: el coqueteo homosexual femeni-
extenso, complejo, que descansa sobre todo en intrínsecos no es evidente mascarada, simulacro carnavalesco del coque-
valores literarios. El director potencia su teatralidad, la multi- teo homosexual entre hombres travestidos, en escenas y si-
plica con recursos espectaculares –visitaciones de la mujer, tuaciones en los que los caracteres mutan, alternan posiciones
que encarnan cuatro actores, y algunos elementos, mínimos frente al personaje o a los otros, y se logra lo que se revela
pero efectivos, de vestuario y escenografía–, y despierta así como propósito esencial: relativizar el rol de género, trastocar
una profusa saga imaginal que alimenta sentidos y significados la perspectiva establecida por las costumbres y cánones socia-
posibles. les y cuestionar comportamientos asumidos como tópicos de
Final de partida refrenda las también conocidísimas dotes una u otra identidad sexual.
de Francisco García en su larga trayectoria en las puestas de La primera vez, del polaco Michal Walczak, llevada a escena
Teatro Estudio, con la Compañía Hubert de Blanck, ahora en por Raúl Martín con Teatro de la Luna, revela cualidades inhe-
Argos Teatro y, además, en los unipersonales que él mismo ha rentes a una línea en la estética de este director, que defiende
creado. Aquí el actor, en el rol de Hamm, todo el tiempo un teatro total, en el que el actor –como centro indiscutible–
inmóvil, sentado y con los ojos cubiertos con gafas oscuras, debe ser capaz de cantar y de desdoblarse según requerimien-
como indica la pauta beckettiana, despliega energía concen- tos de amplio espectro –y que tiene un notable paradigma en
trada pero potentísima, capaz de sostener una presencia viva la muy reconocida Delirio habanero. Yordanka Ariosa y Liván
y orgánica que exhibe notables recursos, transmite frialdad y Albelo, en diálogo y contrapunto permanente con los músicos
cálculo, dolor y desamparo, crueldad, emociones diversas que Waldo Díaz y Diana Rosa Suárez, representan con despliegue
matizan un estado personal de manera convincente y que, en lúdico los vericuetos contradictorios y tragicómicos de una
otra esfera y de modo igualmente veraz, traducen una visión compleja relación de pareja.

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FOTO: ALINA MORANTE
Final de partida de Samuel Beckett, dirección de Carlos Celdrán, Argos Teatro

Si bien el texto en sí no sobrepasa la eficacia como apuesta seduce en su armonía y desde el contraste con la trama urbana
por un ingenioso divertimento, es la propuesta directriz, em- de ahora mismo. En la Plaza del Carmen, luego del clímax y los
peñada en explotar al máximo la versatilidad del actor, en saludos, la retirada tras el carro que conduce a Medea con los
reeditar el juego físico y visual con los elementos modulares cadáveres de sus hijos, a lo largo de una calle estrecha y con un
–que aluden a esquematismos pragmáticos de la realidad–, y muro de ladrillos como fondo, logró momentos deslumbran-
en acentuar variados registros de humor, la que imprime diná- tes por su fuerza dramática y su humilde y elevada belleza.
mica, vuelo creativo y una inequívoca perspectiva de cubanía a Razones personales de distancia física me habían impedi-
este espectáculo. do ver Huevos, de Ulises Rodríguez Febles, en el montaje de la
Buen intento es el de Freddys Núñez Estenoz y Teatro del Compañía Rita Montaner. Tiempo después de estrenado, me
Viento por crear un discurso propio, ligado a la problemática impresionó el impacto que puede lograr un texto como ese
rural y provinciana sin ilustración realista, con Mala cosecha. Y para revivir complejas circunstancias históricas ligadas a la vida
es válido su empeño por hurgar en referentes visuales y sono- sociopolítica del país. Si bien la puesta de Tony Díaz elige para
ros de la cultura tradicional cubana. El mundo cerrado de las varias escenas una composición espacial con los personajes
mujeres atadas a la rutina y a la fatalidad remite a Lorca, a alineados en filas enfrentadas como bandos, que esquematizan
Rolando Ferrer y a caminos de la dramaturgia latinoamericana, los matices contradictorios con que están delineados los per-
pero falta síntesis a este lenguaje poético retórico –el recurso sonajes –precisamente el aporte más rico al eje central de
de la repetición se agota antes de su empleo en función del tensiones que mueve la trama–, con lo que cae en una trampa
clímax–, y visualmente no se justifica la cartesiana simetría de conceptual, el grado de compromiso con que los actores in-
la composición espacial para un orden que percibimos disloca- corporan y desarrollan sus personajes logra trasmitir a los
do en su esencia. Las actuaciones, de calidad apreciable, re- espectadores una apreciable carga de emoción productiva,
quieren afinar estilos, en aras de matizar la marcada «actualiza- brechtiana, subrayada por la música, también contextualizada
ción» que resulta un tanto disonante con el tono rector. con efectividad. Sobresale Hedy Villegas, una actriz de larga
El grupo avileño D’Morón Teatro ocupó dos plazas públi- trayectoria en papeles de reparto en este colectivo, quien
cas en memorables funciones con su Medea de barro, sorpren- cumple aquí su mejor tarea.
dente versión sin palabras dirigida por Orlando Concepción Por primera vez en el Festival de Teatro de Camagüey, en
González. Personajes hieráticos articulan la expresividad plás- calidad de invitada, la Compañía Infantil de Teatro La Colmenita
tica de las estatuas vivientes y una atmósfera ceremonial que presentó Y sin embargo, se mueve, versión de Carlos Alberto
evoca la que suponemos tuvo el teatro griego. Los cuerpos, Cremata sobre el original del ruso Alexander Jmélik, con una
ataviados con túnicas, tocados y complicados peinados, acceso- importante selección de temas de Silvio Rodríguez, en su mayor
rios y calzados elaborados artesanalmente, cubiertos de ba- parte interpretados por los niños. Es esta banda sonora, por
rro, mostraban cruda poesía. obra y gracia de una muy eficaz preferencia, en función de la
El ritual de traición, celos y muerte, llevado a su esencia, dramaturgia escénica, el mejor contrapunto estilístico a la ac-
se impone con un tempo propio, ralentizado, en movimientos ción y el más efectivo apoyo conceptual para las ideas que
y desplazamientos prefijados, como una coreografía coral que defiende la puesta.

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Singularmente dirigido al público adulto, el montaje se que, en un evento como el Festival, y a estas alturas, sobran
centra en el debate sobre la verdad, entendida también como y oscurecen el clima de convivencia la competencia y los
el derecho a soñar, a defender espacios de fantasía, alternati- premios, que siempre terminan siendo desleales para al-
vos a la realidad, que permiten hacerla más rica y humana. La gunos, matizados por subjetividades naturales y no tanto,
propuesta estremece por la profundidad de una aproximación con jurados a cuyos miembros no es posible –no es posible,
polémica y honesta, en la que son niños quienes nos echan a la insisto– elegir desde la descontaminación o la asepsia, por-
cara cuánto de formal, falso y oportunista permea acciones y que dichas cualidades, en una reunión tan cerrada de entes
decisiones de alcance colectivo, que podemos reconocer e cercanos como esta, no existen. Premios que generan unas
identificar en nuestro día a día. Y nos enfrentan a preguntas sin pocas alegrías y muchos más disgustos y resquemores, que
respuestas, a problemas concretos de la realidad social, nos sectorizan tendencias igualmente valiosas y despiertan sus-
obligan a reflexionar sobre nuestro entorno y la responsabili- picacias, y que abren debates enconados fuera del espacio
dad de cada uno. idóneo, no son premios ni para los artistas ni para el espa-
El elenco combina actores profesionales con niños y jóve- cio del teatro, que ha ocupado y sigue teniendo para noso-
nes aficionados, y son algunos de los más pequeños quienes tros un lugar importante en la discusión de las contradiccio-
derrochan organicidad a partir de la inocencia o el goce inefable nes éticas, y en el efectivo examen metafórico y artístico
de jugar al teatro. Descuella, en el rol de Lapatún, Olo Tamayo, de las tensiones del ser humano con el ejercicio del poder
cuya presencia es cercana a la verdad misma, articulación per- de la sociedad, aquí y ahora. Por eso, para los premios
fecta de cuerpo y mente, y modelo para superar el riesgo de concedidos no tengo comentarios.
poses en ciernes, manierismos y simulacros que resultan de la También creo que Camagüey, a pesar de las bondades de
tentación hacia algo que va más allá que el puro juego. Los esta cita que saludé al inicio, acusa un desgaste profundo
mejores momentos colectivos, plenos de fuerza, ocurren cuan- como sede. Primero, porque la provincia hace varios años
do el conjunto canta o se involucra en la interpretación, lo cual no tiene una labor propia de vanguardia en la escena que
evidencia la excelente selección de temas de Silvio, y su justifique su permanencia histórica como anfitriona año tras
inigualable posibilidad de calzar, desde la poesía, un debate año. Hay que recordar que el evento nació, a iniciativa del
trascendental y, a la vez, cotidiano. dramaturgo camagüeyano Rómulo Loredo, como espacio de
Esta fue mi selección del teatro visto en Camagüey, amén estímulo a la dramaturgia nacional –recuerdo también un
de dos espectáculos de los que una lluvia torrencial o una sala notable encuentro de autores que, con similar espíritu, la
repleta me impidieron disfrutar. Y por las luces y sombras, provincia acogió allá por los años 80–, y que a lo largo del
que hubiera querido analizar in situ, franca y colectivamente, tiempo ha acusado tensiones entre defenderse como un es-
extrañé la ausencia de los recordados coloquios de la crítica, pacio dedicado a este segmento del teatro nacional, entendi-
no por fáciles ni siempre felices, pero necesarios en su voca- do desde una postura de privilegio para el texto, sobre lo que
ción de deconstruir y problematizar la práctica apreciada, regularmente se sigue reclamando. Pero el carácter supra-
de conocer y compartir apetencias y propósitos, de des- rregional, el compromiso con la escena de todo el país que
brozar el camino hacia los teatros por venir a que aspira- tiene la cita, coordinada –y asegurada– centralmente por el
mos. La resistencia a encarar la opinión divergente, la eva- Consejo Nacional de las Artes Escénicas, plantea requeri-
sión del contrapunto de ideas, democrático, profesional y mientos más abarcadores, según una noción contemporánea
riguroso, con responsabilidad colectiva, no zanja diferencias, y abierta de la escena. Por otro lado, los anfitriones acusan, al
posibles y necesarias, sino que las enquista. En este Festival, el parecer, cierta fatiga o sobrecarga que los limita a asistir a
paliativo que fue el evento teórico «Hitos en el mapa del teatro citas de intercambio fundamentales –como el evento teóri-
cubano actual» no resolvió la carencia, pues optó por una pers- co–, y están más concentrados en lo organizativo y en los
pectiva más enfocada a lo expositivo académico y porque, tanto actos formales, quizás –no quisiera ser injusta– presionados
de un lado como del otro de las mesas, ni estaban todos los que por garantizar que todo lo programado sea posible, pero
son, ni eran todos los que estaban, sobre todo por aproxima- descentrados de la médula artística que sustenta al Festival.
ciones supuestamente analíticas a fenómenos y procesos no Quizás es hora de valorar, también en aras de la optimización
vivenciados ni conocidos a fondo por muchos de los ponentes. de empeños que reclaman las complejísimas circunstancias
Los críticos tuvimos que conformarnos con un panel de re- económicas que vivimos, y para prevenir contra el impacto
flexión teórica sobre nuestras propias herramientas y funcio- negativo que puedan tener para los procesos de creación artís-
nes, sin canales abiertos al teatro vivo en el Festival, a lo que tica en un futuro inmediato, si sería más productivo concebir
veíamos y nos movilizaba o no cada día. un festival nacional, de análisis y estímulo a lo mejor, sin sede
Siempre soy optimista y pienso cuán útil, como verda- fija, que se mueva por la Isla como efectiva respuesta a los
dero premio al esfuerzo, puede ser la retroalimentación mejores esfuerzos y en pos de los más sobresalientes resulta-
honesta y múltiple de un movimiento teatral hacia cada co- dos artísticos –y potencie así, también, el desarrollo de nuevos
lectivo de artistas que se arriesga a compartir con los demás públicos–, mientras que Camagüey podría volver a ser un
–los espectadores, los críticos especializados y los colegas espacio de reconocimiento a la dramaturgia cubana.
de profesión– su empeño en el oficio y sus obsesiones Dos años, o el tiempo necesario, en una Isla que se mueve,
humanas. Por eso sigo considerando, como he escrito ya se sacude, se repiensa y se reconfigura, pueden dar luz a las
–esto es un incómodo dèjá-vu, pero me resisto a callar– aspiraciones colectivas sobre el Festival que será.

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reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs

El estado de las cosas y Amarilis Pérez Vera

las cosas del Estado Amarilis Pérez Vera

I Habana con los objetivos de confrontar al teatro cubano y


al foráneo, elevar la referencia del público y los creadores,
Muchos cubanos recuerdan los años 80 como «la dan- así como erigir el estandarte de una sociedad más justa y
za de los millones». El nivel de vida y los servicios respon- por el mejoramiento humano.
dían a la aparente estabilidad económica de entonces. Las En los 90, antes de declararse la crisis del capital cuba-
obras emprendidas por la cultura y el deporte fueron con- no, se organizan el Festival Internacional de Cine Latino-
secuencias de este bienestar social. Surgen en esa década americano y Mayo Teatral por una expresión identitaria,
el Festival Nacional de Teatro de Camagüey y el de La ética y estética de los grupos y regiones implicadas. Estos

Y sin embargo, se mueve , dirección de Carlos Cremata, Compañía Infantil de Teatro La Colmenita

FOTO: ALINA MORANTE

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eventos se mantienen a pesar de nuestras dificultades
financieras que en el teatro propiciaron, sin embargo,
nuevas iniciativas como el Festival del Monólogo de Cien-
fuegos.
Resulta inevitable ver al teatro desligado de la política
cultural de la Cuba revolucionaria, de los embates econó-
micos en los que esta se ha visto inmersa, así como de la
necesidad de representarnos, proclamarnos e identificar-
nos como nación independiente y revolucionaria. Eventos
como «Teatro y nación», de la Casa Editorial Tablas-Alarcos,
y celebraciones tan recientes como las del Trece Festival
de Teatro de La Habana: «50 años de Teatro y Revolución»,
expresan el vital vínculo.
Antes del triunfo de la Revolución había un teatro de
arte y un público para él. A partir de los 60 ocurre un
cambio en el rostro del teatro cubano y una ampliación de
su público, en parte propiciados por los enfrentamientos
y contradicciones propios del proceso que con urgencia e
ímpetu el país promovía, al que fueron convocados todos
los intelectuales desde 1961 y al que una parte de los
artistas se resistía. El arte juega un rol fundamental en la
construcción y emisión del «hombre nuevo» y la «nación
emergente» proclamados por la Revolución y puestos en
evidencia de facto a través de algunas de las principales
medidas: la Nacionalización empresarial, la Reforma Agra-
ria y la Campaña de Alfabetización.
Arroz con maíz , dirección de Félix Dardo, Los Cuenteros
Se debe decir que lo principal ha sido «mantener las
conquistas de la Revolución». El arte y la cultura son, junto
a la salud, la educación y el deporte, algunos de los funda-
mentales indicadores para una sociedad que, como la nues- Por otra parte, por qué anquilosar las concepciones
tra, prioriza el bienestar y el progreso de la humanidad y de nación e identidad bajo las que se han realizado las
la civilización. Esta es la razón fundamental por la que, a ediciones del Festival, o por qué mantener a contrapelo
pesar de las dificultades económicas, se han defendido estos temas si se pueden proponer nuevos tanto estética,
«conquistas» entre las que, sin dudas, podemos colocar al ética y políticamente, como lo hacen algunos de los mejo-
Festival Nacional de Teatro de Camagüey. res grupos del país. Esto permitiría, por ejemplo, ampliar
Aunque es competitivo, en principio se trataba de una la muestra y enriquecerla; también el debate hacia aque-
confrontación entre creadores, para beneplácito de ellos llos espectáculos hechos por cubanos residentes en paí-
y el público. El trasfondo político de la muestra del acon- ses extranjeros. Garantizar el beneficio social de nuestro
tecer teatral del país se caracterizaba por llevar al debate arte no significa que este deba ser planfetario, conformis-
cultural conceptos como identidad y nación. Este modus ta y vago. Comentó Vicente Revuelta a propósito del Trece
operandi era respaldado tanto por factores sociales como Festival de Teatro de La Habana:
económicos propios de los años 80, pero dichas condicio-
nes han variado. No sé si es un hecho cierto que haya un teatro nacio-
Actualmente seleccionar lo mejor que se hace en cada nal. No sé si es solo una idea que se expande. Se dice
provincia o región del país no garantiza que durante el que hay un teatro nacional, que no lo hay, o que lo había
Festival el público pueda apreciar obras de calidad profe- desde antes. Pero qué cosa es un teatro nacional. Nos
sional. Esto, y los colosales escozores que produce entre preguntamos todavía sobre la nación y estamos llegan-
los participantes y, por tanto, la corrosión del supuesto do a la conclusión de que la componen muchos grupos
espíritu del Festival –teatristas de todo el país se reúnen sociales que tienen diferentes orígenes. De este modo
para mostrar, compartir y debatir su creación– son algu- debemos ver el teatro. […] Las naciones no son sino
nas de las razones por las cuales muchos deseamos que el conglomerados, aunque no lo reconozcan, porque es
encuentro no sea competitivo. En mi opinión, la cita difícil entender la diferencia.1
agramontina es resultado de la falta de propósitos y obje-
tivos claros con que se concibe y se selecciona la muestra. A estas dificultades se une la conformación del Jura-
A este sinsabor se suma la pena que produce la relación do, pues, como la mayoría de los creadores concursan,
entre los gastos destinados para realizar el evento y final- los teatristas disponibles, aunque con las mejores inten-
mente lo que es. ciones, no siempre ostentan ni el grado de experimenta-

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ción ni de actualización necesarios. Tampoco garantiza otros, tampoco son muchos los interesados en dialogar con la
su calidad que sea heterogéneo o esté integrado por una crítica que, por lo general, es muy benévola.
cantidad media de jóvenes. Quizás haya que arriesgarse De estos grupos homenajeados concursaron Teatro
y rejuvenecer un poco al jurado. de Las Estaciones con Federico de noche, Los Cuenteros
con Arroz con maíz, Pálpito con Un mar para Tatillo, Teatro
II El Público con Josefina la viajera y Las amargas lágrimas de
Petra von Kant, Teatro de la Luna con La primera vez y Argos
El Festival Nacional de Teatro de Camagüey regresó, Teatro con Final de partida. Asistieron, en calidad de invi-
después de muchos esfuerzos, y celebró su decimotercera tados, Pequeño Teatro de La Habana con Lo que le pasó a la
cita. La edición estuvo dedicada a doce de los grupos que, cantante de baladas, Estudio Teatral de Santa Clara con
según un número de especialistas, trazan los rasgos del Los Atridas, y la Compañía Infantil de Teatro La Colmenita
teatro hecho en Cuba en el transcurso de más de cincuenta con Y sin embargo, se mueve.
años de Revolución. Notemos, una vez más, la necesidad de Tanto estos como los concursantes –Teatro Guiñol
acudir a una relación entre nuestras tablas y la nación cuba- de Santiago de Cuba, Teatro Tuyo, Sir Clown, Teatro de
na, de revisar la herencia, la tradición, las raíces, de asir un Títeres Parabajitos, Teatro del Viento, Teatro del Espa-
vínculo con lo social y con el público. Pero si bien se aprecia cio Interior, D’Morón Teatro, El Mirón Cubano, Estro
el gesto de mirar al pasado, no todos logran apuntar a la de Montecallado, Mefisto Teatro y Teatro D’Dos– fue-
actualidad con ojo crítico, y menos pensar y proyectar un ron previamente seleccionados por teatristas, exper-
futuro. Es así que la relación entre teatro y nación o Revo- tos y especialistas del Consejo Nacional de las Artes
lución, al menos en los dos últimos festivales, me resulta Escénicas y el Director Artístico del Festival, quienes
completamente vaciada de sentido. hicieron un recorrido exhaustivo por el país. Si bien la
Los grupos fueron Teatro Caribeño, Pequeño Teatro gira es, para el Consejo, como un termómetro de los
de La Habana, Buendía, El Público, Argos, Estudio Tea- logros, limitaciones, perspectivas y estancamiento de las
tral de Santa Clara, Teatro de la Luna, El Ciervo Encanta- artes escénicas en el país, el Festival no debe serlo. Ya
do, Papalote, Los Cuenteros, Teatro de Las Estaciones y quedó dicho: quizás deban trazarse nuevas directrices y
Pálpito. En general, estos continúan estrenando y repre- redefinir sus objetivos. Está claro que en su estado ac-
sentado. Sin embargo, sus obras no son de la preferencia tual no satisface a sus participantes. Y un buen comienzo
del público ni de la crítica. En determinados casos po- sería cuestionar los parámetros para la selección de la
seen un pasado notorio que ya no llega a las nuevas gene-
raciones de teatristas sino a través de la documentación
y el testimonio.
Los homenajeados se estudiaron durante las conferen-
cias: «Dos experiencias fundadoras en el teatro cubano ac-
tual: Teatro Caribeño y Pequeño Teatro de la Habana», por
Alberto Curbelo y Esther Suárez Durán; «Espectáculos y
problemas de la identidad: Teatro Buendía y Teatro El Pú-
blico», por José A. Alegría y William Ruiz Morales; «Perma-
nencias: Los Cuenteros, Teatro de las Estaciones y Pálpito»,
por Blanca Felipe Rivero, Dianelis Diéguez la O y Marilyn
Garbey Oquendo; «Pensar la cultura cubana desde las ta-
blas: El Ciervo Encantado y Teatro de la Luna», por Amarilis
Pérez Vera y William Ruiz Morales; y «El actor en la esce-
na, el individuo en sociedad: Argos Teatro y Estudio Tea-
tral de Santa Clara», por Eberto García Abreu y Osvaldo
Cano Castillo.
El análisis de las trayectorias de estos grupos durante las
jornadas con los críticos e investigadores, evidenció una parte
del estado actual de nuestras tablas –la otra, lo hizo la muestra
y los premios otorgados por el jurado–, en mi opinión, un
estado moribundo no solo por el bajo grado de profesionalismo
de los creadores sino de los críticos, investigadores y demás
teatristas. En la mayoría de los casos presenciamos la repeti-
ción de exposiciones, temas, sujetos y objetos del análisis en el
tan socorrido tono de homenaje que inunda a la Cuba contem-
poránea, a lo que se agrega el fallido diálogo entre unos y otros.
Faltaron a estas citas –también a las salas de teatro– algunos de
los participantes. Los directores no van a ver el trabajo de

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muestra y también del Jurado, que parecen imprecisos, tualizado y ajeno a la sensibilidad de sus contemporáneos,
tradicionalistas e insuficientes; y permitir los extintos pre- lo cual le negó la posibilidad de reconocer una excelente
mios desiertos. obra como Las amargas lágrimas de Petra von Kant, bajo la
Para sellar la desequilibrada y notoriamente baja cali- dirección de Carlos Díaz.
dad de los concursantes y verificar los desaciertos del No obstante, el Festival, con sus aciertos y desacier-
Jurado basta con leer los artículos publicados a propósito tos, con sus incomodidades y querellas, dejó tras de sí la
del Festival, algunos de los cuales aparecen en el sitio web escena caliente con asuntos que esperamos mejor re-
de la Casa Editorial Tablas-Alarcos. Estos hacen notar la sueltos para la próxima cita, si así fuera. Este es un evento
complacencia con que muchos miran lo que se tiene y lo que todos los teatristas y amantes del teatro en Cuba
que pueden hacer; la mirada desenfocada del que no quie- esperan con celo. Lo primordial es que continúe existien-
re ver a los otros; la poca presencia de representaciones, do, y no desde la apatía, que podría llegar a eliminarlo
qué digo notables, sino decorosas, y la abundancia de aque- dentro de los favoritos, sino desde el enriquecimiento de
llas completamente exentas de profesionalismo; también sus características fundamentales: la confrontación y el
visibilizan el aprecio que el Jurado siente por obras que, diálogo por el desarrollo de las artes escénicas en el país.
apropiándose de temas delicados política y económica-
mente –delicados por ser el nuestro un Estado prolijo en NOTA
censuras, temas tabú y prejuicios–, pecan de localistas,
intrascendentes, comunes, y macarrónicos en su uso del 1 William Ruiz Morales: «Lo que me interesa ahora es la poesía.
Pequeñísima conversación con Vicente Revuelta», en tablas,
lenguaje; aunque el Jurado no parece tan errado cuando
no. Anuario de 2009, p. 115.
critica a numerosas obras seleccionadas, pero sí desac-

Mala cosecha, dirección de Freddys Núñez Estenoz, Teatro del Viento


FOTO: RAMSÉS RUIZ

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reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs

Bienal de Danza del Caribe.


Un camino abierto Mercedes Borges Bartutis

NO HABÍA EXISTIDO EN CUBA UN ESPACIO La Bienal generó criterios de todo tipo. Pero lo que no
expositivo para la danza moderna y contemporánea como tiene discusión es la tremenda posibilidad de ver danza
lo viene siendo desde 2008 la Bienal de Danza del Caribe. durante tantos días, algo que ya no es frecuente en este
Es una plataforma para el intercambio con artistas de otros país. Las razones son muchas y diversas: grupos fantasmas
países que apuesta por el descubrimiento de nuevos que apenas aparecen en cartelera, estrenos de dudosa
creadores y la visibilización de lo conquistado en el terreno calidad, compañías que tienen su punto de mira, funda-
de la danza. Llevada de la mano por el Consejo Nacional de mentalmente, en el extranjero, excelentes bailarines uti-
las Artes Escénicas y Culturesfrance, la cita trajo a la capital lizados en insípidos proyectos, y un público cansado que, a
cubana artistas del Caribe insular y continental, y persigue pesar de ello, continúa asistiendo a los teatros en busca de
convertirse en el encuentro de danza más ambicioso en los espectáculos que alguna vez disfrutamos. La Bienal de
esta área geográfica, y un poco más allá. la Danza del Caribe activó resortes aletargados, nos obli-
La ausencia de un festival que reuniera lo más represen- gó a cuestionar la calidad de sus proposiciones, generó
tativo de las producciones nacionales y la presencia de invita- polémica, pero dio posibilidad a varios jóvenes de avanzar
dos extranjeros siempre fue añoranza de nuestros artistas en sus carreras. Su ayuda concreta estimuló a una compa-
danzarios. Relegada, generalmente, a la condición de Ceni- ñía como DanzAbierta, que intenta mantenerse con nivel
cienta, la danza cubana se abrió un espacio a fuerza de calidad. y dignidad en su discurso.
Ramiro Guerra se impuso con su compañía en los años 60 del
siglo pasado. Luego, una pléyade de coreógrafos y bailarines Danza en Construcción
sacaron a flote un número significativo de espectáculos que
ubicaron a la danza cubana en importantes escenarios inter- Antes de que comenzara la Bienal, del 12 al 22 de
nacionales. Sin embargo, esta no logra ser un movimiento marzo en Manzanillo, bien lejos de La Habana, tuvo lugar
compacto que mueva líneas estéticas fuertes, si bien hay la segunda edición de Danza en Construcción, un taller de
creadores que definieron un estilo y dejaron una huella con escritura y composición que reunió a bailarines y coreó-
su obra. Tampoco en Cuba se ha podido concretar un festival grafos con el objetivo de buscar instrumentos y claves que
de danza contemporánea que reúna lo mejor del repertorio ayudaran principalmente a los jóvenes artistas del área a
activo de las creaciones nacionales, en una confrontación con encontrar maneras de enfrentar el hecho creador. Dos
propuestas de otras latitudes. Justo en este punto tiene su profesionales con propuestas bien distintas guiaron el ta-
mayor mérito la Bienal de Danza del Caribe. Largas e inten- ller: Taoufiq Izeddiou, de Marruecos, y Vanilton Lakka, de
sas jornadas caracterizaron al evento, que mostró una pano- Brasil. Desde el vocabulario del break dance, combinán-
rámica de las producciones más actuales del área, cuya dolo con elementos del entrenamiento tradicional de la
curaduría estuvo a cargo de la consejera francesa de danza danza, Vanilton Lakka dicta un grupo de instrucciones en-
Sophie Renaud y del cubano Noel Bonilla-Chongo. focadas hacia la formación corporal, y procura organizar

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También, durante una jornada anterior en el Teatro Rex
FOTOS: CORTESÍA DE NOEL BONILLA-CHONGO

de la ciudad, se presentaron tres solos con créditos de


algunos de los participantes en el taller. Annabel Guérédrat,
de Martinica, mostró El solo que no le va a gustar a mi madre,
una pieza que se cuestiona cuál es la idea que se tiene sobre
el Caribe. ¿Cómo nos ven? ¿Cómo somos? ¿Reproducimos
únicamente la imagen de un destino turístico, un lugar de
placer y ocio? Annabel pone sobre el tapete problemas bien
actuales de su país, y lo hace con una profunda y sentida
cuota de entrega. De México, Javier Contreras llegó con la
pieza Pues sí, no soy un bailarín, sensible manifiesto de un
hombre que ha llegado a los cincuenta años y se hace un
desgarrador ajuste de cuentas. Pienso que Javier Contreras
fue de lo más revelador y sorprendente de la Bienal. Este
singular profesor del Instituto Nacional de Bellas Artes de
México, se presenta en un atípico desnudo, y desde esa
posición nos habla de diversidad, tolerancia, respeto por el
otro, y también de la soledad humana.
Finalmente, aquella noche gratificante en el Teatro Rex
de Manzanillo hizo su aparición Vanilton Lakka con el solo
Descarga, cuerpo, calle, donde muestra el resultado de
años de investigación. Su vocabulario físico, arriesgado y
seductor exhibe las potencialidades de este brasileño que
cautiva con su propuesta.
Danza en Construcción es parte de un proceso de
formación que ha generado el Consejo Nacional de las
Artes Escénicas desde 2007 en su Programa para el desa-
rrollo de la danza; solo que ahora, con la participación de
Culturesfrance, se abrió su convocatoria a los artistas del
Caribe. Similares experiencias se han replicado en la zona:
en julio de 2007, en Haití, bajo el título de «El cuerpo
espejo del tiempo», dirigido por los coreógrafos Jean-Guy
Saintus (Haití) y Lena Blou (Guadalupe) y, en Martinica, en
julio de 2009, bajo la dirección de Annabel Guérédrat.
Danza en Construcción fue una especie de residencia
que posibilitó el intercambio de información y experien-
Instinto de conservación , de Abel Berenguer, Cuba cias, desde prácticas diferentes. Durante diez días, en el
hospitalario Hotel Venus, centro de promoción de las Artes
las herramientas del cuerpo, para brindarle al intérprete Escénicas, creadores del Caribe sortearon las dificultades
una preparación técnica que lo ayude a enfrentar las más de convivir sin apenas conocerse. El taller proporcionó cla-
diversas propuestas creativas. En el otro extremo, Taoufiq ves para la preparación de proyectos artísticos; en alguna
Izeddiou llegó con una serie de acciones rítmicas, realiza- medida ayudó a los jóvenes que apuestan por la búsqueda
das en grupo al unísono, para crear en colectivo un sonido de una escritura coreográfica propia.
firme. Los ritmos de África entraron con suavidad en los
cuerpos de los bailarines. Cada ejercicio de Izeddiou era Bienal de Danza del Caribe: otra mirada
una suerte de coreografía improvisada, generadora de una
música bien particular, producida por los pies y las manos Con la Bienal de Danza del Caribe, La Habana se con-
de los bailarines. Los entrenamientos se combinaron con virtió en otra del 23 al 28 de marzo de 2010. El martes 23
improvisaciones de los participantes. Ellos fueron provo- en la mañana fueron presentados el jurado y los concur-
cados para que realizaran acciones en solos, dúos y tríos. santes, a continuación siguió la apertura de la exposición
La práctica estuvo acompañada por la intervención de los «Bailarines de África» del fotógrafo francés Antoine Tempé,
observadores, un grupo de teóricos y creadores que opi- en la Galería Raúl Oliva del Centro Cultural Bertolt Brecht.
naron sobres las propuestas, con cuestionamientos y dis- Una serie compuesta por dieciséis retratos en blanco y
cusiones bien puntuales. Polémicas y laboriosas fueron negro, figuras con una particular belleza, nos descubrían
las jornadas de Danza en Construcción. Diez días de tra- imágenes hermosas vistas a través del lente de este artis-
bajo pusieron sobre el escenario del Teatro Manzanillo un ta que sigue, desde hace muchos años, el trabajo de las
grupo de obras que conformaron un espectáculo singular. compañías africanas de danza contemporánea.

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En la tarde del propio martes 23, la Sala Tito Junco se cuestionan el desnudo en la danza y los «ingredientes»
mostró Maravillosa, una fantástica propuesta de la ecua- de una coreografía para que sea efectiva. Esta propuesta
toriana Josíe Cáceres y la uruguaya Federica Folco. Esta es de lo más notable de danza cubana que he presenciado
pieza surgió del proyecto CoLABratorio-Encuentro Sud- en los últimos tiempos. Su manera de hacer, muy cercana
americano Europeo de Coreógrafos, una iniciativa del a la danza-teatro, me recordó el espíritu de creación que
Festival Panorama de Dança, de Río de Janeiro, con el existió en la danza nuestra en los años 80.
apoyo del programa Cultural 2000 de varias instancias Un par de horas después comenzó la competencia. En
europeas. Pienso que Maravillosa fue la mejor elección la Sala Tito Junco se presentaron los cinco solos en con-
para iniciar las presentaciones de la Bienal de Danza del curso. Abrió el santiaguero Janoski Suárez con Léa, una
Caribe. Este singular espectáculo pone en tela de juicio extraña figura híbrida, suerte de imagen travestida que se
los caminos que recorre la danza hoy por hoy, para lograr debate en contradicciones, pero no logra una salida para
su promoción, su comercialización, en un mundo donde tantos conflictos planteados. Con un escenario abarrotado
todo tiene un precio. Fresca, inteligente, osada, Maravi- de objetos, Janoski nos deja muchas preguntas y pocas
llosa nos alerta y nos pone sobre aviso, con la mayor respuestas.
franqueza que puede exponer un espectáculo hecho con Le siguió Non, inspirada en algunos períodos de la vida de
mucha sinceridad. Edith Piaf. Con coreografía de Osnel Delgado y asumida por
En la noche del 23, en el Teatro Mella se efectuó la la magnífica intérprete que es Lisbeth Saad, Non caricaturiza
inauguración de la Bienal de Danza del Caribe. La gala de la figura de ese símbolo del canto que marcó el estilo de una
apertura mostró al Ballet Nacional de Cuba con Las sílfides, época. Con Non estos dos jóvenes corrieron el riesgo de no
una versión de Alicia Alonso sobre la original Mijaíl Fokín. estar a la altura del mito. Pienso que las ventajas que le
La compañía expuso su clase y honró al encuentro con su proporcionaba una imagen demasiado conocida finalmente
presencia. Le siguió en el programa Acentos, un diverti- se volvieron en su contra. Desde su época de estudiante en
mento de Eduardo Blanco que exhibe las condiciones de la Escuela Nacional de Danza, Osnel perfilaba como un
cinco magníficos intérpretes masculinos de esta compa- prometedor coreógrafo. También su permanencia en Dan-
ñía. Cerró la noche Súlkary, de Eduardo Rivero, interpreta- za Contemporánea de Cuba, cerca de procesos de creación
da por su compañía Teatro de la Danza del Caribe. Esta con coreógrafos cubanos y extranjeros de estilos diversos,
pieza sigue demostrando que es el gran clásico de la danza le ha dado muchas herramientas para su trabajo. Sin em-
cubana. Aquella noche, su magia hizo «saltar» de sus asien- bargo, todavía su propuesta no logra ser estable. Pero ten-
tos a los participantes en la Bienal con una cerrada ovación. go confianza, sé que en algún momento Osnel Delgado nos
Recordemos que Súlkary se estrenó en 1971 y todavía hoy, va a sorprender con un buen proyecto.
cuando la vemos bien ejecutada sobre el escenario, le De Guyana se presentó Julie Adami con una idea de ínti-
pone los pelos de punta a cualquiera. ma reflexión. Oroyo sô (Quizás sea mi hermana) es un repaso
A partir de aquella noche inaugural quedaban abiertas sereno sobre la vida de esta creadora, sobre un camino reco-
las jornadas de la Bienal de la Danza del Caribe. A la mañana rrido en la danza. La música en vivo enriquece y resalta la
siguiente, en el Instituto Superior de Arte, se presentó pieza de Julie, una artista madura que tiene una forma pecu-
Tengo permiso de la policía para quedar desnudo aquí, un liar de moverse, y que insiste en mantenerse activa. Oroyo sô
performance del brasileño Ricardo Marinelli, concebido para es un proyecto ambicioso que se queda a mitad de camino y
realizarse en la calle, y por eso su presentación en uno de que seguramente pudo ser más explotado.
los espacios exteriores del ISA se hizo reiterativa para la Con Instinto de conservación llegó el cubano Abel Beren-
gente que asistía y que lo observó desde la perspectiva de guer, el cuarto concursante de la tarde. En una suerte de
público. En verdad, ni las calles de La Habana ni de muchos disertación sobre las posibilidades del bailarín, de los ries-
lugares del mundo están listas para esta intervención de gos y peligros en que pone su cuerpo, Abel demostró sus
Marinelli. Tengo permiso de la policía para quedar desnudo estupendas condiciones físicas y técnicas para asumir la dan-
aquí cambia, toma rumbo y pulso, en la medida en que la za. Reiterativa, angustiosa y demandante para el intérprete,
gente pasa y decide las acciones que el bailarín va a ejecutar, Instinto de conservación es una coreografía que puede aprove-
con las ropas que se va a vestir, o si va a permanecer desnu- char más resortes de la danza en su proceso de creación. La
do frente a todos. Ricardo Marinelli ya ha sido detenido en investigación sobre las posibilidades del cuerpo se queda a
su propio país por presentar este performance en la calle. medias, cuando Berenguer es un intérprete que puede
Luego, en la tarde del 24, la Sala Llauradó enseñó un explorar más en el lado intelectual de la danza.
programa-concierto con algunas compañías cubanas de dan- Para cerrar la competencia de solos se presentó Jean-
za. La muestra trajo piezas de pequeño formato de Danza- Aurel Maurice, un creador inquieto y carismático, procedente
Teatro Retazos de La Habana, Emovere de Las Tunas, de San Martín, de padres haitianos. Su obra, Haïti en questions
Endedans de Camagüey, y la obra Esto no es una danza, de (Haití en preguntas), muestra una investigación en torno a
Dixán Garrido y Libety Martínez, dos jóvenes bailarines sus raíces. La mirada hacia un país vencido por la pobreza se
cubanos que vienen incursionando hace ya algún tiempo llena de pesadumbre y abatimiento. Una figura cubierta de
en la coreografía. Graduados del ISA e insertados actual- barro se agita con movimientos torpes, a través de las imáge-
mente en la Compañía de Rosario Cárdenas, Libety y Dixán nes de los basureros de su país, del desecho brutal que se

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amontona en cualquier sitio; Jean-Aurel alerta y denuncia. verdadera provocación hacia lo teóricos, quienes no pu-
Danza comprometida que necesita un poco más de hechura dieron ganar terreno nuevamente. La coreógrafa de
artística, pero que se sitúa en una ruta de búsquedas y peli- Martinica arrastró al público fuera de la sala y, en cada
gros, un camino tan necesario en estos tiempos. rincón de la Casa del Alba, se sucedieron las obras experi-
Todavía el martes 24 nos guardaba nuevas tensiones. En mentales y de pequeño formato que habían sido creadas
la noche, el Teatro Mella presentó las dos primeras obras en el taller Danza en Construcción, en Manzanillo.
que concursaban en la categoría de grupo: Malson de Susana En la tarde, Ricardo Marinelli y Michelle Moura, del
Pous y Peso de Sandra Rami. El espectáculo de Susana Pous Colectivo Coliflor de Brasil, presentaron Una pieza selec-
tiene música y trabajo de imágenes de X Alfonso, uno de los ta, en la Sala Llauradó. En la Tito Junco los colombianos del
creadores más interesantes que muestra Cuba hoy. Susana Colectivo La Prenda mostraron Ecos. La primera quedó
Pous es una artista española que vive y trabaja en nuestro por debajo de las expectativas que había despertado. Te-
país hace bastante tiempo. Su espectáculo Malson, con niendo como tema la relación de pareja en la época con-
DanzAbierta, abre con secuencias de movimientos bien temporánea, Una pieza selecta dejó una especie de vacío,
atractivas y deja claro que en estos tiempos hay que porque el desnudo llegaba demasiado impuesto a los ojos
reinventar la danza. El espectáculo muestra a individuos del espectador. Ecos se sumaba también al desfile de des-
atrapados entre las desilusiones y la seducción de la vida nudos que caracterizó a la Bienal de Danza del Caribe, y
que, aun difícil, se hace hermosa y encantadora. La obra, que no siempre estaban justificados. A pesar de ello, los
concebida para casi una hora de duración, tuvo que reducir colombianos crearon un clima interesante, con su Ecos
su tiempo a treinta minutos para cumplir con los requisitos que fue un poco extensa.
de la competencia. Contrario a lo que muchos pensaron, El Teatro Mella exhibió la segunda y última velada de
Malson no pierde eficacia con esta mutilación, lo que de- concurso, ese propio jueves 25, con la presentación de dos
muestra las cualidades de Susana para editar su propio espectáculos procedentes de Martinica: Écume (Espuma)
trabajo, algo que cuesta horrores a muchos coreógrafos. de Annabel Guérédrat y Mangeons… all inclusive (¡Coma-
Malson salió airosa de la prueba y se llevó una gran ovación mos… todo incluido!) de Christian Emmanuel. Écume trajo
del público. una atmósfera de tristeza en los perfiles de tres mujeres
Cerró esa primera noche de concurso Peso, pieza conce- que iban tejiendo partituras físicas bien diferentes. A pesar
bida por la coreógrafa cubana Sandra Rami, dentro de su de la fuerza de los tres iconos, el video que se iba proyectan-
espacio de experimentación en Teatro El Público. Peso es una do en un punto privilegiado del espacio tomaba la atención
propuesta seductora que sorprende por el empuje y coraje del público. Definitivamente era más interesante lo que
de su planteo. Con la bailarina Alena León y la actriz Tamara trasmitían las imágenes que la propuesta de las bailarinas
Venereo como intérpretes, Peso juega con ciertas cuerdas en el escenario. En un segundo momento Mangeons… all
que dan significantes varios a la palabra. La pieza se regodea inclusive mostró una pieza grotesca, donde los intérpretes
en el espacio y las dos figuras, suertes de clowns, manipulan se fusionan en una guerra por la comida, alrededor de la
sus pesos, sus niveles, sus ventajas y desventajas con relación mesa. Un carnaval de alimentos se esparce por el escenario
al otro. La música ejecutada en vivo refuerza la propuesta. y la escena resulta abrumadora.
Pero la ubicación de los músicos contamina el espacio, y Para cerrar la noche, ya con el cansancio visible en la
mancha las hermosas imágenes que van elaborando las dos mayoría de los participantes de la Bienal, la Sala Llauradó
intérpretes. Peso es un gran proyecto, aunque todavía tendrá acogió a la Compañía de Rosario Cárdenas con su espectá-
que madurar. Sin embargo, deja por sentado la naturaleza de culo Zona-cuerpo, estrenado recientemente y del cual ya
una creadora como Sandra Rami, seria y consecuente con la se ha comentando bastante.
calidad mostrada en sus obras anteriores. Terminada la competencia, quedaba todavía un número
El final de la noche, en la Sala Tito Junco, estuvo grati- importante de obras que estaban en la programación de la
ficado con la presentación de ¿Es el cuerpo un medio de muestra: Carne de Micheline Torres (Brasil); Sobrenatural
danza?, un trabajo de Vanilton Lakka y dos de los bailari- de Natalia Tencer (Argentina); ATP (Trisfosfato de Adenosina) de
nes que colaboran con este brasileño inquieto y fascina- Tamara Cubas (Uruguay); Bull dancing de Marcelo Evelin (Bra-
dor. Sin los elementos convencionales que acompañan a sil); Project de Kettly Noel, Nelly Xaba y Luis de Abreu (Mali/
las coreografías, Lakka atrapa al público en su invitación y Sudáfrica/Brasil); ¿Cómo se dice en Martinica la arena de la
lo hace cómplice, para arrastrarlo con él hacia el espacio playa? de Annabel Guérédrat y Javier Contreras; Good boy del
de representación. destacado coreógrafo francés Alain Buffard; y Palabrademar del
A la mañana siguiente, el jueves 25, la Casa del Alba colombiano Álvaro Restrepo y su Colegio del Cuerpo.
recibió el foro «Danza: entre resistencias y provocacio- De todas ellas creo que merecen un espacio Bull dan-
nes». El espacio que pretendía ser un encuentro sobre las cing, obra que muestra descarnadamente las zonas agres-
preocupaciones que entornan la creación, la investigación tes del norte de Brasil, con la imagen del toro como prota-
y la circulación de la danza en la región Caribe, era mode- gonista. En otro estilo se destaca ¿Cómo se dice en Martinica
rado por el crítico Ismael Albelo, quien luego de comen- la arena de la playa?, un tierno espectáculo que habla de
zar con un discurso introductorio un tanto ampuloso, fue soledades y de cómo respetar el espacio del otro. Pero,
intervenido por la bailarina Annabel Guérédrat con una definitivamente, Good boy fue el espectáculo que levantó y

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MalSon , de Susana Pous, DanzAbierta, Cuba

sostuvo aquellas últimas jornadas de la Bienal de Danza apartado de grupo, MalSon de Susana Pous se alzó con el
del Caribe. Alain Buffard puso sobre el escenario de la premio, en disputa con Peso, de Sandra Rami.
Sala Llauradó toda la intimidad de su discurso, de su histo- La Segunda Bienal de Danza del Caribe marcó largas e
ria, de su verdad. Pocos creadores abren puertas perso- intensas jornadas en los escenarios del Teatro Mella, la
nales con este nivel de franqueza. Su Good boy es una Sala Llauradó, y la Tito Junco del Complejo Cultural Bertolt
demostración de consagración artística. Brecht. La cita también permitió conocernos a algunos y
Finalmente, respecto a los resultados de la competen- reencontrarse a otros. La muestra que acompañó la com-
cia, el jurado de la Bienal de Danza del Caribe dejó desierto petencia provino de coreógrafos y bailarines de más de
el premio en el apartado de solo, al considerar que las diez países, y puso sobre el tapete interrogantes, satisfac-
obras presentadas mostraron debilidad en su propósito e ciones, dudas, acuerdos, y desacuerdos.
intención artística. Sin embargo, indicó realizar acciones No obstante, para Noel Bonilla-Chongo, director artísti-
que contribuyan al desarrollo de algunos coreógrafos parti- co asociado de la Bienal, y uno de sus principales hacedores,
cipantes en esta categoría, y les permita dialogar con otras
experiencias. Por ello determinó conceder invitación para este Caribe nuestro, tan diverso e idéntico a la vez, sigue
participar en el Festival de Montpellier Danse 2010, Fran- tendiéndonos mágicas trampas para recuperar los olvi-
cia, a Julie Adami de Guyana, así como gestionar residencias dos y erigirnos en otros en la medida en que volvemos a
para los jóvenes cubanos Abel Berenguer y Janoski Suárez, ser los mismos. Tradición e invención se unen en un
y para Jean-Aurel Maurice de Haití. Por su parte, en el universo anónimo y lo geográfico, lo histórico, lo social se

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hacen inclusivos en los imaginarios artísticos y en las dos aquí sin ningún prejuicio. No creo que porque Mats Ek,
heredades de nuestros pueblos de culturas híbridas y uno de los revolucionarios de la danza en el siglo XX, re-
mezcladas. montó para bailarines cubanos fragmentos de sus obra El
apartamento y Fluke, bajo el título de Casi casa, la danza de
Pero la Bienal tuvo también sus detractores a ultranza, este país se sienta colonizada.
como el crítico Ismael Albelo, para quien el evento dio Las jornadas del evento fueron maratónicas, pero nos
«una oferta primermundista, eurocéntrica, hasta cierto ofrecieron un panorama de las producciones del área. El
punto colonizada y esnob que en realidad nos apartó de la Caribe latió y La Habana se llenó de un ambiente de danza
esperanza de salvación para una danza caribeña…» que hace mucho tiempo no tenía. Dedicada al noventa
No es desdeñable que muchas de las propuestas que cumpleaños de Alicia Alonso en esta ocasión, la Bienal de
trajo la Bienal tuvieran un hálito «primermundista», como Danza del Caribe abre sus caminos hacia el desarrollo y la
tampoco miro de forma negativa que una compañía de altí- visibilidad de nuestra danza, y funciona como espacio real
simo nivel como Danza Contemporánea de Cuba invite para el encuentro entre bailarines, coreógrafos, y profe-
habitualmente a coreógrafos europeos a montar espectá- sionales de este arte, tanto en el Caribe insular como en
culos con sus bailarines. Creadores de reconocido pedigrí el continental, y para el diálogo con otros gestores y artis-
que viven en el «primer mundo» serán siempre bienveni- tas del mundo.

¿Es el cuerpo un medio de danza?, de Vanilton Lakka, Brasil

40
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tab
las
Libreto 89

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FOTOS: CORTESÍA DE SALVADOR LEMIS
Salvador Lemis (Holguín, 1962)

Es Licenciado en Dramaturgia y Teatrología por


el Instituto Superior de Arte y Máster en Psicotera-
pia Colaborativa. Ha impartido clases en universida-
des de Cuba y México. Fue miembro fundador del
grupo Buendía y de Teatro en las Nubes. Se desem-
peña como director del Área de Teatro del Centro
Estatal de Bellas Artes de Yucatán. Cuenta con nu-
merosas publicaciones, y ha merecido premios de
dramaturgia teatral, poesía, narrativa y dirección
escénica. Entre sus obras, estrenadas en países de
América y Europa, se destacan Galápago, Tres Tazas
de Trigo, La sordera humana, Asno-Asna, Mascarada-
Casal, La Cruzada de los niños, La ventana, El extraño
caso de los espectadores que asesinaron a los títeres,
Antonieta o el suicidio, Doña Gertrudis, Madame
Yourcenar y Miss Grace: de Monte Negro al Monte
Desierto, Rimbaud, Mozart: función suspendida,
Micaela: diva, mambisa y chancletera, Kassandravana,
Rompecabezas México, entre otras.

Rogelio Orizondo

Yo no sé dónde está la magia,


dice la cebra, pero igual me mata

A Alegnis, por su Uma

El cubano Salvador Lemis se encuentra en México y hace teatro.


Escribe el texto La cebra y se la entrega a Mario Guerra. Un grupo de
actuación del ISA la trabaja, es una prueba accidentada pero aun así
conocemos la obra de Salvador. Ahora se publica por primera vez.
Irse de la Isla y seguir haciendo teatro es un acto de pujanza dolorosa. La posición de los personajes en este texto
Sin embargo, Salvador ha tenido esa suerte y ese empeño. La cebra, es súper desconcertante. Ellos están marcados
ya muy diferente de Mascarada-Casal y Galápago, es una especial por el hastío, y reaccionan mecánicamente, con
ironía sobre nuestra realidad, que sí, sigue siendo la suya. un desenfado y desinterés muy sobrecogedor.
La muerte resulta natural como tomarse un café.
Habla la Cebra Morir varias veces, en el día a día, y pegarse
candela con alcohol de reverbero es tan común
Debajo está la angustia, la dependencia, el amor/odio de un país. como asistir a un desfile del primero de mayo.
Está la síntesis y el efectismo de querer hacer teatro sobre la reali- La relación entre Mino y Uma, breve y sin-
dad de un país. Están los fantasmas y la contracultura, el contrabando cera, las intensas conversaciones entre Mino y
de arte y el contrabando de referentes. Virgilio Piñera y Vincent van Mono, y la aparición de Blancanieves para espe-
Gogh son las sombras que aparecen en una esquina, y que nos pue- rar y velar el cadáver de su madre achicharrada,
den salvar o hundir. Son los paradigmas cubanos y yumas. Son los producen una emoción extraña, un sentimiento
pomos vacíos de Ciego Montero que debemos reciclar. de vínculo, que me parece muy admirable.

II
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Ellos están construidos con un mundo dramático intenso. Y tal
parece que se ven obligados a decir los lugares comunes, a vivir más
allá del tiempo y del espacio, a morir y seguir deambulando, a no
parar de soñar.
La pareja de la madre hastiada que solo hace flores de papel, con
su difunto esposo que no encuentra lugar en el cementerio y acaba
en la cárcel, sintetiza el rejuego que sabe hacer Salvador con lo
dramático, con lo absurdo y con la reflexión seria sobre la realidad.
Podemos encontrar aquí las líneas temáticas recurrentes de
nuestra dramaturgia en los últimos años: el fracaso de nuestros
padres, la extrema vigilancia y la extrema violencia, el caos de una
ciudad donde todo el mundo está relacionado de alguna manera, la
necesidad del invento para sobrevivir, la falsa moral, el ansia por
partir, la prostitución del hombre y la prostitución del arte, los
muertos agitando las banderas, el café con chícharos.
También está el desgarro familiar, la falta de utopías –porque si
pueden caer trocitos de hielo, todavía hay chance–, el dolor y la belleza
del ser cubano, formado por el calor de una ciudad, la memoria de Escribir teatro por los problemas y para los
una Historia, la penetración de referentes. El resultado de la bús- problemas, pero hacerlo desenfadadamente, con
queda de una identidad, que nos ha hecho únicos en el mundo: un juego poético, una ironía del lenguaje y la si-
cebras nacidas en África y en la jaula de los antílopes. tuación que no conviertan esa/esta realidad en un
Pero estos temas, tan recurrentes ya, satisfacen en la obra de producto patético, porque no somos patéticos,
Salvador por la manera juguetona, irónica, choteadora, de hacerlos no. Pensar y repensar el teatro, la escritura, la
lenguaje. Ahí creo que está la verdad de este texto, su sinceridad representación. La inutilidad de crear ficciones
poética. para la escena. La necesidad de crear palabras,
Salvador usa su dolor de la partida y del pasado que dejó atrás no gritos.
como una necesidad de confesión ni de denuncia, sino como un Ser salvador de los autores cubanos que vi-
juego, como un material para trabajar en la escena. Una estructura ven en otra parte. La maldita situación dramáti-
fragmentada con momentos de desborde imaginativo, de lo real ca de ser el pasajero que no existe, el que no
maravilloso, de la muerte de las palomas, concentrados en la cáma- pisa ni la raya blanca ni la raya negra.
ra negra; y los momentos de diálogo divididos en rayas negras y Llorar por los que estamos en la sala de
rayas blancas. Un orden estructural que forma la apariencia, la piel espera. De vivienda. Del hospital. Del aeropuer-
de la cebra. to. Llorar por las madres que dicen adiós a sus
Ese dolor que fue matar al animal, que fue matar a la utopía de hijos. Y por los hijos que lloran porque la madre
vivir en su país y hacer teatro en su país pero también fue despelle- llora. Llorar por los que mueren y no pueden
jar las rayas de la cárcel, de la sexualidad, lo han convertido en un ser enterrados porque no hay otro espacio más
ahogado y también en un exitoso hombre de teatro. En el texto, grande que la casa, mejor que la casa, mayor
Mino está en la lista como uno de los miles de náufragos en el mar que la casa. Llorar por los que no tienen casa y
pero también logra salvarse y llegar a su destino, México. se acuestan con un yuma. Llorar por el novio
Y es Mino, quien mata al animal, ese objeto del deseo, el que que se dejó atrás. Llorar por el lenguaje. Por la
finalmente logra construir, en la figura de Salvador, el otro animal vida y la muerte del lenguaje. Por el teatro.
textual para la escena que es La cebra. Esta es una manera valiente Cuba 2011. Se continúa vendiendo la obra
y sabia de hacer teatro, de no caer en el panfleto ni en el patetismo. folclórica que hemos inventado. Un tráfico de arte
Salvador, al crear una nueva cebra con la que tuvo que matar en la de los niños en la Habana Vieja, los almendrones,
Isla, asume una postura indestructible: lo importante no es el país, los negros jugando dominó, las caras del ché. Con-
sino la patria que construyas. tinuamos inventándonos un país, una política, una
poética, un teatro. Las colas para las endoscopias
Hablo yo aumentan, necesitamos saber el estado de nues-
tro estómago, lo que esconden nuestras caras
Amar a un país. Amar más a un país. Recoger los perros calleje- detrás de la alegría y el dolor. Necesitamos
ros. Liberar a las yeguas. ¿Quién es el culpable de todo esto? Lograr lidocaína, anestesia, clordiazepóxidos y dipirona
reflexionar sobre los problemas del país sin tener como primera para sobrevivir al dolor. Necesitamos viajar para
opción el bloqueo, el eterno bloqueo, todos los bloqueos. comprender el dolor. La cebra, la Patria, la nieve
Mirar el Capitolio sin que me confundan con un turista, comprar negra. ¡Qué bonito! Tenía que ser diferente aquí, ¿no?
artesanía para regalar, pasar por las calles de la Habana Vieja, por las
tiendas en moneda nacional, las candongas, el orine y los vagabundos
sin querer estar pasando por la cebra del Abbey Road. Stuttgart, 10 de marzo de 2011

III
tablas
La cebra MINO. Llevas tres horas. ¿No te hace daño el sol?
Salvador Lemis UMA. Estoy acostumbrada, ya sabes, por tanta cola.
MINO. ¿Esperas a alguien?
Raya blanca I UMA. Algo. Espero algo, para ser precisa.
MINO. No me iré de aquí si no me lo aclaras. No pienso...
SEGURIDAD α. A ver, pásame esa lista. UMA. La borrasca.
SEGURIDAD Ω. Con cuidado. MINO. ¿Qué?
SEGURIDAD α. ¿Todos están muertos? UMA. Va a caer nieve.
SEGURIDAD Ω. Eso parece. MINO. ¡Estás loca, Uma! ¡Esto es el maldito trópico! Solo caería
SEGURIDAD α. ¿Quién la consiguió? si se produce un puñetero milagro. (Pausa.) ¿Se produce algo?
SEGURIDAD Ω. El de siempre. Aquí ya no se produce nada.
SEGURIDAD α. Es bueno el tipo. UMA. ¿Tú no crees en milagros?
SEGURIDAD Ω. El mejor. No se le escapa ni una mosca. MINO. (Sonríe.) ¡Vamos!
SEGURIDAD α. Mientras no le dé por irse. UMA. La otra tarde cayeron granizos, Mino. Ya es algo.
SEGURIDAD Ω. ¿Crees? MINO. ¡Granizos! ¡Pueden caer granizos, pero jamás copos de
SEGURIDAD α. Mira el caso del coronel; ¿quién lo iba a decir? nieve!
Todos apostamos por que se iba al infierno y fíjate: llegó al cielo UMA. Si pueden caer trocitos de hielo, entonces hay chance.
el muy hijo de puta. MINO. Te vas a poner más negra de lo que eres. (Cantimplora.)
SEGURIDAD Ω. Es verdad. ¿Quieres té de hojas de naranja? Está frío.
SEGURIDAD α. Me pesa revisar esto: si están muertos nadie les UMA. Dame. (Beben.)
va a hacer una estatua frente al mar. MINO. Refresca.
SEGURIDAD Ω. Es mejor que se mueran todos a que estén dando UMA. Está bueno.
problemas. MINO. Te vas a deshidratar. Lo digo en serio.
SEGURIDAD α. ¿Queda suficiente café? UMA. No sé. Ese sol lleva quemando como cincuenta millones
SEGURIDAD Ω. Si se le puede llamar así. Es chícharo ruso. Tostado. de años. Ya se hace odioso.
SEGURIDAD α. ¿Por cuál empezamos? ¿Tienes los Expedientes? MINO. Deberías irte de aquí. Este parque está muy cerca de la
SEGURIDAD Ω. Todo. Pero si quieres lo dejamos para mañana embajada. La policía va a creer que escondes algo.
por la mañana. UMA. Es que escondo algo.
SEGURIDAD α. No quiero dormir con esto pendiente, que si nos MINO. ¿Qué?
piden rendir cuentas... UMA. A ti te lo puedo decir, Mino. Encontré el negocio del siglo.
SEGURIDAD Ω. Sí. Yo no quiero una sanción. Después me quedo MINO. ¡Estás loca, chica! ¿Qué traes ahí?
sin ganarme el televisor. UMA. Un paisaje.
SEGURIDAD α. Entonces, ¡manos a la obra! MINO. ¿Cómo?
SEGURIDAD Ω. (Lee actas.) Este es el más problemático. UMA. Viñales. El valle. Palmas reales. Niebla. Ya sabes: escuela
SEGURIDAD α. «Era» el más conflictivo. Allá los tiburones con su holandesa.
condena. MINO. Uma.
SEGURIDAD Ω. ¿Leo? UMA. Todo eso aquí dentro. ¿No es maravilloso?
SEGURIDAD α. Tú lees. Hacemos los subrayados y yo archivo. MINO. No entiendo.
Algo raro, un detalle: lo consignamos y a dar parte arriba. UMA. Es de un tipo del siglo XIX. Ayer revendí un Watteau.
SEGURIDAD Ω. ¿Empezamos con las mujeres o con los hombres? MINO. Estás de atar. Para internarte en Mazorra. ¡Es peligroso!
SEGURIDAD α. Sigue con el primero que apareció. ¿Cómo se UMA. Más peligroso es vivir.
llama? MINO. Si te agarran con un Watteau...
SEGURIDAD Ω. Le decían Mino. ¡Mira qué facha! Rapado. UMA. Lo único que hice fue devolverlo. Me lo compró un turis-
SEGURIDAD α. Vaya. ta. Francés. Una pájara. Así que volvió a Francia. Watteau era
SEGURIDAD Ω. La cara de traficante no se la quita nadie. francés, ¿no?
SEGURIDAD α. OK. Díctame.
Cámara negra: permanecen mirando al cielo, pero no cae nieve.
Cámara negra: pasa un helicóptero que tira flores: margaritas Pasa el mismo helicóptero y caen postales rusas del río Volga y de
blancas, naranjas y amarillas. Muy bonitas. Ellos miran a través la vía Baikal-Amur. Bastante feas, por cierto. Cientos de niños
de una ventana de cemento gris y vidrios sucios. Una paloma tiene recogen postales y las coleccionan. Se las llevan a sus mamás,
su nido allí. Abren el ventanal y lo barren con la mano. Los huevecillos quienes les pegan en las manos hasta dejárselas moradas.
se rompen sobre el pavimento: crash crash.
Raya blanca III
Raya negra II
TRANSEÚNTE. Cruce usted primero.
MINO. ¿Qué haces ahí? PEATÓN. ¡No faltaba más! Cruce usted.
UMA. Sentada.

IV
tablas
FOTOS: YOANNIS RIGO

TRANSEÚNTE. ¡Claro que no! ¿Y si viene un carro, una ambulancia, Como milagros, ¡qué sé yo!
una patrulla, un taxi...? PEATÓN. A mí también.
PEATÓN. Hay que arriesgarse. TRANSEÚNTE. ¿Dónde trabaja usted? ¿Acaso como yo... en el
TRANSEÚNTE. Pero no sería yo el primero en hacerlo. Pase zoológico?
usted. PEATÓN. Casi. Trabajo en el aeropuerto. Soy oficial de puerto
PEATÓN. No, no. Cruce esa calle de inmediato. aéreo.
TRANSEÚNTE. ¿Me está obligando? TRANSEÚNTE. Vaya.
PEATÓN. Sí. PEATÓN. Pero es casi un zoológico. Si viera los animales que
TRANSEÚNTE. En ese caso… llegan y se van. Pingüinos, hienas, rinocerontes, cebras...
PEATÓN. ¿Qué? TRANSEÚNTE. ¿Cruzamos entonces?
TRANSEÚNTE. No me queda más remedio que cruzar. PEATÓN. Sí, sí, claro. No vamos a estar aquí toda la vida.
PEATÓN. ¿Y por qué? TRANSEÚNTE. Ojalá que no. (Ríen.)
TRANSEÚNTE. Estoy acostumbrado a hacerlo todo por obligación. PEATÓN. Su mano...
PEATÓN. ¡Qué curioso! A mí me pasa lo mismo. TRANSEÚNTE. Aquí la tiene.
TRANSEÚNTE. Entonces cruzamos juntos. PEATÓN. ¡Vamos!
PEATÓN. Oblígueme. ¡Vamos, hombre! Atrévase.
TRANSEÚNTE. ¡Cruce esa puñetera calle! Cámara negra: son atropellados por una ambulancia. En la am-
PEATÓN. Claro. A propósito: es muy bella su bufanda. bulancia viaja Uma, muerta. Lleva las venas cortadas con un
TRANSEÚNTE. Es rusa. diamante de cinco kilates. Gritos.
PEATÓN. Se nota. Por los dibujitos feos.
TRANSEÚNTE. ¿Será cierto que va a caer nieve? Raya negra IV
PEATÓN. Claro. Son experimentos, creo. De los yanquis. (Tran-
sición.) ¿Cruzamos de una vez? MINO. ¡No me lo van a creer! ¡Miren!
TRANSEÚNTE. ¿Vamos juntos? BETICO. ¡Qué asco! ¿Qué son todas esas vendas?
PEATÓN. ¿Nos tomamos de la mano? ¿Como colegiales? FX. Ya sé. Tu ombligo. Tu mamá guardaba el ombligo que te
TRANSEÚNTE. Bueno, me va a recordar una buena época. No cortaron hace... ¿cuánto? ¿Dos décadas?
pensaba como ahora. MINO. Prepárense.
PEATÓN. Ni yo. (Sonríe.) Son demasiadas cosas en común. ¿Le BETICO. ¿Pongo música?
gustan las mollejas de pollo? MINO. No.
TRANSEÚNTE. ¡Claro que no! ¡Qué asco! FX. Acaba de desenredar eso.
PEATÓN. A mí tampoco. Otra coincidencia. MINO. Ahí les va. (Muestra.)
TRANSEÚNTE. ¡Bravo! FX. ¿Qué es?
PEATÓN. Cuando va a cruzar una calle, ¿lo hace con la pata iz- BETICO. Vaya. Se ve espeluznante. ¿Un trozo de feto?
quierda o con la derecha? FX. Parece una cáscara seca. ¿De mango o de naranja?
TRANSEÚNTE. Siempre con la derecha. MINO. Está reseca, sí, pero todavía puede reconocerse.
PEATÓN. ¡Yo también! FX. ¿Qué es, loco?
TRANSEÚNTE. ¿No me diga? MINO. La oreja de Van Gogh.
PEATÓN. ¡Sí! (Se abrazan.) BETICO. What?
TRANSEÚNTE. ¿Tiene hijos? FX. ¿En serio?
PEATÓN. Uno. Se llama Mino. BETICO. ¿Y vas a creerle?
TRANSEÚNTE. ¡¿No me diga?! ¡Yo también tengo uno sólo! Y tam- MINO. Un tesoro. Contémplenla.
bién se llama Mino. FX. Genial.
PEATÓN. ¡Qué bien! Porque no es un nombre común aquí, MINO. Eso vale millones de millones.
¿verdad? BETICO. ¿Millones de qué?
TRANSEÚNTE. Es que su abuela materna se llama Mina. MINO. De yenes, de francos suizos, dólares, euros, no sé, de-
PEATÓN. Mi suegra también. ¿No es maravilloso? pende de en lo que la quieras vender.
TRANSEÚNTE. Últimamente me están pasando cosas muy raras. BETICO. En serio que están pasados.

V
tablas
FX. ¿Y cómo llegó hasta acá? MINO. A mi mamá le va a dar un infarto.
MINO. Ya sabes. Aquí aparece todo. Aunque después, paf, des- FUNERARIO. Nosotros nunca dejamos de tener clientela. Gra-
aparezca. La historia es esta: el mejor amigo la recogió. Y pasó cias a Dios.
a otro y pasó a otro y pasó a otro y pasó a otro y llegó a mí. MINO. Y... ¿entonces?
BETICO. Vaya. FUNERARIO. Firme aquí donde dice «acepto».
FX. Cállate, Betico. ¿Y qué vas a hacer con esta maravilla? MINO. ¿Acepto qué?
MINO. Comercio, bolsa negra. FUNERARIO. Es que debe dar su consentimiento para que ma-
BETICO. ¿Y dónde está el acta? quillen el cadáver. Como una vedette.
MINO. ¿Qué acta? MINO. ¿Y eso?
BETICO. De autenticidad. FUNERARIO. Moda.
MINO. Todo está en regla. Tengo la caja de madera, registros, MINO. Vaya.
época, ¡hasta la puñetera prueba de ADN! FUNERARIO. Es que se acerca el primero de mayo. Ya sabe. Hay
FX. ¿En serio? desfile. Debe firmar si quiere que su padre esté en la tribu-
MINO. I’m professional, boy. na. Sentado. No se preocupe, no se caerá del andamio. Lo
LOS TRES. (Saltos y griterío.) sujetan con sogas y armellas metálicas.
BETICO. Conozco a alguien. Un enlace. Dalo por hecho. Se MINO. El sueño de él siempre fue mirar el desfile desde
llama Mono. Mi enlace. Todo un hombre: es maricón. Él arriba.
dirá quién te la compra. Hace poco logró vender el pene FUNERARIO. Ya lo ve, nunca es tarde.
de Caruso. Lo compró un argentino. Un coleccionista de MINO. Firmo. Pero conste que no lo hago por mí.
tatuajes de judíos. ¡Va a ser un dineral! Estoy seguro. FUNERARIO. Bueno.
MINO. Y después: nos vamos a México. Podremos comprar MINO. (Firma.) Ya está. Pero no le diga nada a mi mamá. Le
una casa en Cancún. En plena zona hotelera. ¡Y listo! podría dar un infarto. Uno está medio hastiado de la familia,
BETICO. ¿Conseguiste las galletas saladas? pero no está bien perderlos a todos así, de un viaje.
MINO. No pude. FUNERARIO. Lo felicito. Es un ciudadano muy consciente.
FX. No importa. Tenemos panqués. Suficiente. Y cantim- MINO. No todos piensan igual que usted. Dicen que soy un
ploras con agua. desastre.
MINO. ¿Y la balsa? FUNERARIO. ¡Qué triste! ¿Quiere llorar encima de mi hombro
BETICO. Casi lista. izquierdo?
FX. (Coloca la oreja de Van Gogh en su oreja.) ¡Hey, se oye el mar! MINO. ¿Acaso no da lo mismo llorar sobre el derecho?
BETICO. ¿Dentro de la oreja? FUNERARIO. Oh, no, jovencito. Todo es simbólico.
FX. Sí, oye. MINO. Deje, hoy no estoy particularmente deprimido.
BETICO. Es verdad. FUNERARIO. ¡No importa eso! Es por el rito. Llore.
MINO. ¿Ven? Ahora cuesta más. MINO. Bueno... (Llora.)
FUNERARIO. (Le acaricia las nalgas.) Niño, niño. Ya pasó. Ya pasó.
Cámara negra: el grupo de amigos levanta una tela deshilachada MINO. Gracias. Me siento mejor.
–un antiguo telón de embocadura de algún teatro–, y aparece FUNERARIO. Sí.
una nave lista para aventurarse en el mar. Rompen una botella de MINO. Más calmado.
champán en una de las cuatro esquinas de la gran balsa. Rugen... FUNERARIO. ¡Fuerte! ¡Como un hombre!
MINO. Sí.
Raya blanca V FUNERARIO. ¡Solo los cristales se rajan!
MINO. Sí.
FUNERARIO. ¿Este es el apartamento siete? FUNERARIO. Ahora solo necesitamos la firma de su padre.
MINO. Sí. MINO. ¡Pero si está muerto!
FUNERARIO. ¿Aquí vivía este ciudadano? FUNERARIO. No importa, llámelo. Es mera formalidad.
MINO. Sí, creo reconocer su fotografía. Es mi padre. MINO. ¡Papi!
FUNERARIO. Querrá decir: era... FUNERARIO. Por mí no se preocupe. Los de la funeraria siempre
MINO. ¿Por qué? tenemos tiempo.
FUNERARIO. Vengo de la funeraria de la esquina. Por los trámites. MINO. ¡Papi! ¡Te busca un señor!
MINO. ¿Qué dice? FUNERARIO. Virgilio, me llamo Virgilio.
FUNERARIO. Mera formalidad. MINO. ¡Dice que se llama Virgilio!
MINO. Mi papá está vivo.
FUNERARIO. Lamento decirle que acaba de sufrir un accidente Cámara negra: aparece el padre bailando el Mambo número
del tránsito. Frente al malecón. Una ambulancia... Lo aplastó. cinco. Está vendado; trae una maleta, un saco gris y la bandera
MINO. No entiendo. Si estuviera muerto ya nos hubiera llama- japonesa. Se le abre la maleta y ruedan naranjas, así como una
do, para despedirse. hoz y un martillo. Firma y se va con el Funerario. Nadie se despide.
FUNERARIO. Seguramente no le dio tiempo. Eso sucede en caso Regresa y le da una cachetada a Mino, a quien le comienza a
de accidente. Las almas, fusss, vuelan. sangrar la nariz.

VI
tablas
Raya negra VI MINO. No quiero nada.
MAMÁ. Te hice el último huevo sobre la Tierra. No lo des-
MONO. (Posa desnudo.) ¿Por qué soy feo? ¿Por qué nací tan feo? perdicies.
MINO. Te llamas Mono. Es natural. MINO. Me siento a la mesa si te comes la mitad.
MONO. Voy a cualquier lado, se quedan mirándome. No MAMÁ. OK. (Comen.)
pueden vivir sin mirarme. Claro, el país de la gente más MINO. Está rico. ¿Hay sal?
linda. Soy la excepción, claro. Voy al espejo y la fealdad MAMÁ. No hay; lo siento, mijo.
extrema aparece, como si ese puñetero espejo me hubie- MINO. Me zamparía un bistec de cebra. ¡Uhmmm!
se estado esperando, lleno de inquina y resplandor, el MAMÁ. No me la recuerdes.
espejo. «¡Hey Mono estoy aquí soy tu peor obsesión MINO. ¿Hay leche?
asquéate de vivir!» MAMÁ. ¡Qué ingenuo! Tampoco. Queda un poco de ron añejo.
MINO. Con esos complejos no vas a llegar a ninguna parte. Y no Era de tu papá. ¿Quieres?
te muevas, estoy trabajando sobre tu perfil. MINO. ¡¿Con huevo?!
MONO. Hay una mosca. ¿Me la trago? MAMÁ. Sabe bien.
MINO. Espántala. MINO. Dame, mother.
MONO. Ya se fue.
MINO. A lo mejor era el alma de mi papá. Cámara negra: beben solos y cantan un bolero de oro. Muy serios.
MONO. Por feo es que estoy pasando el Niágara en bicicleta. No
puedo ligar turistas extranjeros. ¿Crees que pueda ser jinetero Raya negra VIII
algún día? No se fijan en mí. No se fijan. Viran la cara.
MINO. Alégrate. VAN GOGH. ¿Sabe dónde está la Plaza de la Catedral?
MONO. Siento calambres. MINO. Disculpe, me parece que lo conozco.
MINO. ¡Espera! Termino tu oreja y ya. Es de duende. VAN GOGH. ¿A mí? No creo.
MONO. Algo bonito tenía que tener. ¿No crees, Mino? MINO. ¡Sí, claro! Yo soy Mino.
MINO. Tu pinga es linda. También. VAN GOGH. Mucho gusto, Vincent.
MINO. ¿Van Gogh?
Raya blanca VII VAN GOGH. ¿Cómo sabe mi apellido?
MINO. ¡Hablas mi mismo idioma! ¡Y sin acento!
MINO. ¿Qué haces, mother? VAN GOGH. ¿Es raro?
MAMÁ. Flores de papel. Eran violetas y me salieron marpacíficos. MINO. Conozco su obra, casi toda. ¡Sus cuadros! El de los pája-
MINO. ¡Qué feas te quedaron! ros negros y el campo amarillo me vuelve loco.
MAMÁ. Anoche no llegaste a dormir. VAN GOGH. La paleta estaba sucia. Lo logré.
MINO. Es mi problema. Lo cual hace que, siendo mi problema, MINO. Leí tus cartas a Théo.
no sea tu problema. VAN GOGH. Théo.
MAMÁ. Nietzsche... Zaratustra. Individualismo. Desazón. MINO. Sí.
MINO. Nos entendimos. VAN GOGH. Théo me quiere.
MAMÁ. Espero que no andes en malos pasos. MINO. ¿Vino Théo?
MINO. ¿Qué te pasa, mother? ¿Qué coño tienes? VAN GOGH. Le pagué el paquete. Logré vender un cuadro. El
MAMÁ. Estoy harta. boleto se perdió, ya sabes: les femmes.
MINO. Y la coges contra mí. MINO. Oui, les femmes.
MAMÁ. Eres parte del sistema. VAN GOGH. A propósito, ¿me puede indicar cuál es la calle
MINO. No tengo la culpa de que ya no estés en la Universidad. Empedrado? Quiero ir a la Plaza de la Catedral.
MAMÁ. Mino, me salí porque me dio la gana. MINO. Te llevo.
MINO. ¡Te dio la gana y de pronto no hizo falta que alguien VAN GOGH. ¿Estudia?
impartiera Historia de Rusia! MINO. La Universidad. Artes plásticas. Tercer año.
MAMÁ. Desayuna. VAN GOGH. ¿Hace pintura?

VII
tablas
MINO. Sí, maestro. unas palomas bastante bobaliconas y les trozan el pescuezo. Si-
VAN GOGH. ¿Qué pinta? guen su ruta hasta la estación. Contemplan un bello desfile de
MINO. Mierda. gente, abajo, cerca del centro de la Tierra.

Cámara negra: caminan y a medida que avanzan las casas se Raya negra X
ponen de color naranja podrida. Aparece volando una patrulla de
policías. Los policías tienen orejas y rabos de burro. MOMIA. ¡Mire, cuántos banderines!
PAPÁ. Las banderas me dan urticaria.
Raya blanca IX MOMIA. No sabe lo que dice.
PAPÁ. ¡Viva el primero de mayo!
POLICÍA. Señor, ¿lo está molestando? MOMIA. ¡Que viva!
VAN GOGH. ¿Perdón? PAPÁ. Siempre quise ver los tanques de guerra desde aquí
POLICÍA. El muchacho, ¿le está pidiendo algo? arriba. Era mi sueño guajiro.
MINO. Es mi amigo, oficial. MOMIA. Nunca es tarde, ya ve.
POLICÍA. Muéstreme su identificación. (Revisa.) PAPÁ. ¿Usted también está muerto?
VAN GOGH. Es buena persona. No me molesta. No es un ma- MOMIA. Sí. Este es mi duodécimo desfile. Cada año me
leante. Es de la Universidad. sacan y me traen aquí. Es bueno, después de todo. Allá en
MINO. Tranquilo. el cementerio Colón hace mucho calor. Mucho mármol,
POLICÍA. Todo parece estar en orden. mucho mármol.
MINO. Ahí no va a decir si soy terrorista. PAPÁ. Cuando era estudiante me iba a repasar allá, entre
VAN GOGH. Tranquilo. los cipreses.
POLICÍA. ¿Cómo dice, ciudadano? MOMIA. ¡Qué tiempos! (Pausa.) Oiga, a usted lo han maqui-
MINO. Nada. llado muy bien.
VAN GOGH. Nada. PAPÁ. Gracias.
POLICÍA. Más te vale. MOMIA. Quizás le pusieron demasiado colorete por aquí. A
VAN GOGH. ¿Podemos continuar? ver, le quito un poco con mi venda.
POLICÍA. Siga usted solo, señor. Y mil disculpas. El muchacho se PAPÁ. Gracias. ¿No tiene un espejito?
va conmigo. MOMIA. No.
MINO. Esto es un abuso. PAPÁ. Quiero que mi familia se sienta orgullosa cuando me
VAN GOGH. Mire, no debe... vea por televisión.
POLICÍA. Soy la autoridad. ¿De qué país viene? MOMIA. ¿Tienen televisor en colores?
VAN GOGH. Holanda. PAPÁ. Sí, me lo gané. También una lavadora. Rusa. A mi
POLICÍA. ¿Dónde queda eso? mujer le encanta. Así no se echa a perder las manos.
VAN GOGH. En Europa. MOMIA. ¿No vienen al desfile?
POLICÍA. Ah. PAPÁ. No, ¡qué va! Pertenecen a la generación de haraga-
MINO. Sigue tú solo, Van Gogh. nes. El primero de mayo no se hizo para ellos.
POLICÍA. Joven, métase a la patrulla. MOMIA. Pues le diré un secreto: en vida no me gustaban las
VAN GOGH. Es mi amigo. Voy con él. aglomeraciones, los molotes, todo eso.
POLICÍA. Éste no es su business, compañero turista. PAPÁ. ¡Qué me cuenta!
VAN GOGH. Igual... Voy. (Mordisquea sus uñas, nervioso.) MOMIA. Era bastante apático.
MINO. Tremendo gesto. PAPÁ. Sssh, no diga eso aquí.
POLICÍA. Como quiera el señor. MOMIA. No me importa. Ya qué van a poder hacerme.
MINO. ¡Coño, cómo extraño Holanda! PAPÁ. Eso sí es verdad.
MOMIA. (Mira y agita una banderita.) ¡Qué derechitos van!
Cámara negra: las patrullas emprenden vuelo. Prenden la sirena ¡Cualquiera diría que llevan una bayoneta metida en el
especial que avisa que portan criminales peligrosísimos. Sacan sus culo!, ¿verdad?
garras y planean como cernícalos o azores. Encuentran a su paso PAPÁ. Sí, eso es entrenamiento.

VIII
tablas
MOMIA. ¿Quiere una banderita? Tengo muchas. Por si se UMA. Chao, Mino. Chao, Van. Un día me desnudo para que me
rompen con el viento. pintes.
PAPÁ. Bueno. (La toma.) Gracias. ¿De dónde es ésta? VAN GOGH. Fräulein, sehen.
MOMIA. No sé. POLICÍA. ¡Hey! Ojo. Se me van por rumbos distintos. Tú, joven,
PAPÁ. ¿Egipto? por la izquierda. Y usted, pelirrojo, por la derecha. (Salen.)
MOMIA. No sé. Creo que es de una provincia rusa. UMA. ¡Coño! ¡No le pregunté por qué se cortó la oreja!
PAPÁ. Ah... Está bonita.
MOMIA. Me alegra que le guste. Después la guarda y la usa el año Cámara negra: el policía se le acerca a la mulata por detrás y
que viene. Solo que fíjese antes y pregunte. comienza a restregarse contra sus nalgas, sin hablar. Ella le da un
PAPÁ. ¿Por qué? empujón y el policía cae. Se pone de pie, la agarra por el brazo y
MOMIA. No vaya a ser que hayan roto relaciones con ese lugar y se la lleva violentamente.
sean considerados enemigos.
PAPÁ. Ah, qué bueno que me dice. Raya negra XII
MOMIA. Para eso estamos, camarada.
PAPÁ. ¡Mire, ya se acercan las cuadrillas de aviones! PAPÁ. Mino me dijo que viniera a verte.
MOMIA. ¡Qué orgullo!, ¡pacíficas bandadas de palomas! ¡Agite, MAMÁ. No te despediste.
agite su banderita, para que lo vean desde el cielo! PAPÁ. Vieja, no me dio tiempo. ¿Nunca te ha pasado una Merce-
des Benz por arriba?
Cámara negra: pasa una cuadrilla de aviones y otra y otra. De- MAMÁ. No. Me imagino.
trás, como si se hubiera puesto de acuerdo, pasa una cuadrilla de PAPÁ. Quería pedirte un favor.
auras tiñosas, aves carroñeras. Cagan perlas y claveles rojos y la MAMÁ. ¿Tenías algo pendiente, aparte de despedirte?
gente se mata abajo por cogerlos y guardarlos de recuerdo en una PAPÁ. No me trates mal.
cajita. MAMÁ. No. Si estoy contentísima de que te hayas muerto.
PAPÁ. Tampoco te pongas cínica.
Raya blanca XI MAMÁ. Bueno. Perdona. Ya no tienes por qué aguantarme.
¿Qué quieres? ¿Se trata de Mino?
MINO. ¡Uma! ¡¿Qué tú haces aquí?! ¿Redada? PAPÁ. No. No es Mino.
UMA. Me cogieron saliendo de un hotel. MAMÁ. Entonces...
POLICÍA. Esperen aquí. PAPÁ. Se trata de mí. Un favor.
UMA. ¿Y ese quién es? ¿Un gringo? MAMÁ. Suéltalo.
MINO. Vincent Van Gogh en persona. PAPÁ. ¿Puedo venir para acá?
UMA. Mucho gusto. ¿El pintor? MAMÁ. ¿Qué? ¡Pero si acabas de morirte!
VAN GOGH. Enchanté. PAPÁ. Es que... que en el cementerio no hay lugar.
UMA. Coño, la ciudad se está llenando de gente famosa. Es una MAMÁ. ¿Pretendes venirte a vivir acá?
plaga. PAPÁ. Eso si tú quieres.
MINO. Es un vacilón. MAMÁ. ¡Pero no vas a dormir conmigo! ¡Ni muerta me acuesto
UMA. Está feísimo. ¿Y tiene mucha plata? con un muerto!
MINO. Creo que sólo ha vendido un cuadro. PAPÁ. Dormiré en el sofá.
UMA. Pero le dio para llegar hasta acá. MAMÁ. Está roto. El relleno. Los muelles. Se te van a clavar en
VAN GOGH. Los paquetes por tres días. Son muy baratos. las costillas.
UMA. Vaya. Ojalá fuera viceversa. PAPÁ. Aguantaré.
MINO. Anoche soñé que te matabas, Uma. MAMÁ. Mejor duerme con Mino. Si quieres hablo con él.
UMA. Dios te oiga. PAPÁ. Bueno.
VAN GOGH. ¿No están nerviosos? Yo ya no tengo uñas. MAMÁ. Me siento tan sola.
UMA. Esto es rutina. PAPÁ. Pero no quieres dormir conmigo.
MINO. Rutina para ellos, rutina para nosotros. MAMÁ. ¿Cómo se siente?
UMA. Ajá. PAPÁ. ¿Dónde?
MINO. Al principio me deprimía. Hasta lloraba, fíjate. MAMÁ. Ahí, en la muerte.
POLICÍA. (Devuelve el pasaporte y el carné.) Ya pueden irse. PAPÁ. Igual.
MINO. Fichados. MAMÁ. ¿Igual?
VAN GOGH. Muchas gracias, señor oficial. PAPÁ. Es la intemperie.
POLICÍA. Que disfrute su estancia en la isla más bella del mundo, MAMÁ. Vaya.
señor. PAPÁ. Pero tú no quieres que sigamos durmiendo juntos.
UMA. Usted también, oficial. MAMÁ. Y dale con lo mismo. Duerme con Mino. Total. Él no
POLICÍA. Eh. Se van ellos. Usted se queda. viene todas las noches.
UMA. Mis vacaciones se alargan. PAPÁ. ¿Me das un beso?
MINO. Pásala bien, Uma. MAMÁ. Sí. A ver si se me quita esta puñetera soledad.

IX
tablas
PAPÁ. Mi amor. (Se abrazan.) HEMINGWAY. A little.
MAMÁ. Hacía años que no me decías «mi amor». UMA. Te lo dije.
PAPÁ. Un poco tarde. HEMINGWAY. Oh, cuban coffee! (Bebe y se escuchan los sorbos.)
MAMÁ. Espera, te quito esta sangre seca de aquí. Creo que te MINO. ¿Es maricón? Me mira más raro...
maquillaron un poco exageradamente. Pareces un monigote UMA. Tremendo machista. ¿No te has leído sus novelas?
de carnaval. (Lo limpia con saliva y el paño de la cocina. Pausa.) MINO. He oído.
Vaya, ¿y ahora? Te has quedado mudo. UMA. Te voy a prestar El viejo y el mar. Sucede aquí.
PAPÁ. No teníamos que haber tenido a Mino. Yo no sabía de qué MINO. ¿Tiene dibujitos, ilustraciones, fotos, algo?
se trataba esto. UMA. No. Pero es de tiburones.
MAMÁ. ¿Qué cosa? MINO. Míster Hemingway, ¿qué hace aquí?
PAPÁ. Pues... la vida. UMA. No entiende. Es un salao. Se quiere comprar una finca
MAMÁ. Ya ves. Tú no me dejaste hacerme el aborto. aquí.
PAPÁ. Perdona, mi amor. MINO. Pobrecito.
MAMÁ. No, no, perdóname tú. Dime qué más puedo hacer por ti. UMA. (Busca un libro.) Ernestico, papá, mi alma. ¿Le dedicas
PAPÁ. Allí arriba me pones un vaso de agua fresca. Cámbialo este book a mi amigo? Mino, Mino, se llama. Book for him,
todos los días. ¡Ah!, ¡y flores violetas! Trata de que sean de color darling.
violeta. Me reconfortan. Amarillas no. Que significan indife- HEMINGWAY. The old man and the sea, ok.
rencia. MINO. No te hubieses molestado. Estos viejos me dan vómito.
MAMÁ. Bueno. (Pausa.) Pero, ¿de dónde voy a sacar flores viole- UMA. Hoy estás insoportable. Sonríele, para que te ponga algo
tas aquí? bonito.
PAPÁ. (Sonríe.) Es verdad. Qué bruto. MINO. Ok. (Toma el libro, se le cae y lo recoge. Sonríe.) Thank you,
MAMÁ. Pero te las hago de papel. Ya ves. Todo tiene solución. guy. (Lee.) «With love and hope». Vaya, ¿no te dije que era medio
PAPÁ. Sí, sí, todo. Menos la muerte. maricón? Con amor y esperanza. Eso suena a invitación de
singadera. ¡Y para colmo no usa desodorante! (Uma ríe.)
Cámara negra: papá y mamá se besan apasionadamente. Cae un HEMINGWAY. Oh, my heart! What pain, dear! (Sale.)
telón de fondo y la gente aplaude. Ellos se sorprenden. Una niña MINO. ¡Bienvenido al club, papá Hemingway!
con uniforme les tira un ramo de violetas africanas. UMA. ¿Ya te ibas, Mino? Me urge aquello.
MINO. ¿Dónde está?
Raya blanca XIII UMA. Aquí. Es el manuscrito. Se llama Las nieves del Kilimanjaro.
Se lo saqué anoche. Sin problemas. ¡Toma! Hay un coleccionis-
UMA. ¡Mino! ¿Tan temprano? ¿Qué quieres? ta interesado. Una pájara vieja. De Puentes Grandes.
MINO. ¡Estás con alguien! ¿Otro italiano? MINO. Ok.
UMA. No quiso irse para su hotel anoche. No entiendo nada: UMA. Y si quieres le vendes también el que te autografió.
están en un cinco estrellas y prefieren mi cuchitril apestoso. MINO. ¡Por supuesto!
MINO. Lávate la cara, por lo menos. UMA. Léetelo por arribita, por si un día te pregunta, ¿no?
UMA. ¿Quieres café? MINO. Chao.
MINO. ¿Agua de medias? UMA. Un beso.
UMA. Café de verdad. Área dólar. MINO. ¿Con lengua incluida?
MINO. Si no es molestia. UMA. Sí. (Se besan.)
HEMINGWAY. (Sale en calzoncillos y zapatillas.) Hello! Oh, my heart! MINO. (Escupe.) Te dejó sabor a cucaracha. Cochina.
MINO. ¿Y ese viejo? UMA. Mira, salpicaste tu libro de saliva. Cochino.
UMA. Casi no se le para. MINO. A cucaracha Premio Nobel. (Sale.)
MINO. ¿Qué hay, viejo?
HEMINGWAY. Hi! Raya negra XIV
UMA. Se llama Hemingway. Ernest.
HEMINGWAY. Hi! PAPÁ. ¿Cómo está, vecina?
MINO. Está loco. Are you crazy, man? VECINA. Ahí. Ya me ve. A hacer cola. Llegaron las papas.

X
tablas
PAPÁ. ¿Y el reuma? ¿La artritis? Raya blanca XV
VECINA. Mejor. Voy llevándola en hombros, como se dice.
PAPÁ. No lo parece. Se ve usted más saludable que antes. MONO. ¿Te gustó?
VECINA. Ay, me enteré de lo que le pasó. ¡Qué bueno que MINO. Me dolió, coño, dijiste que no me iba a doler.
todavía esté entre nosotros! Aunque sea así. MONO. Siento mucho tenerla tan gorda, lo siento.
PAPÁ. Sí, eso suena bien. MINO. ¡Ja! Más lo sentí yo. Eché sangre. Me asusté.
VECINA. ¿Y sabe si uno se descarna? MONO. Es normal.
PAPÁ. ¿Cómo dice? MINO. Ahora me arde.
VECINA. Sí, si se queda en el puro pellejo. MONO. Se te quitará, cobarde. Toma, esta crema alivia.
PAPÁ. No dan detalles. Hay que esperar. MINO. (Se pone.) Arde más.
VECINA. Dicen que el cabello sigue creciendo. MONO. Te anestesia. Espera un poquitico. Contiene lidocaína.
PAPÁ. Fíjese que sí. Yo me afeité esta mañana. Una cuchi- MINO. Ya puedo respirar.
lla vieja; ¿puede creer que me dolió? No se libra uno. MONO. ¿Ves?
VECINA. Yo, por si acaso, estoy pagando –¡desde hace treinta MINO. Vaya.
años!– una tumba pequeña cerca del pozo. Nada del otro MONO. Tenías telarañas. ¿Te gustó?
mundo, ¿me entiende? Me aterra la idea de quedarme MINO. Sí.
así como usted. ¡Una nunca sabe! MONO. ¿Mucho?
PAPÁ. No cambia, Cachita, no cambia. Siempre tan since- MINO. Bastante como para no repetirlo en diez años.
ra. MONO. En menos de diez años se acaba el mundo. Ya lo oíste en
V ECINA. Ay, si yo digo que lo primero en la vida es el el discurso.
sentido de la verdad. MINO. Yo no oigo discursos.
P APÁ. El sentido del chisme, querrá decir. MONO. Lo dijo Nostradamus.
V ECINA. (Ríe.) Picarón. MINO. Nostradamus era mitómano.
P APÁ. Vieja desgraciada, por su culpa me sacaron del MONO. ¿Como tú?
trabajo, por su puñetera costumbre de andar diciendo MINO. Como todos aquí.
lo que no debía. ¿A quién coño le importaba que yo MONO. ¿Naciste así?
tuviera una cebra en el apartamento, a ver? MINO. ¿Así cómo?
V ECINA. ¿Cómo dice? MONO. Que te guste esto.
P APÁ . ¡No se haga la mosca muerta! ¡Vieja imbécil! Mino. No. Lo hago por rebeldía. Tal vez.
¡Chivata de mierda! MONO. Mira, se me está parando de nuevo. ¿Lo hacemos
V ECINA. Con permiso. again?
P APÁ. No, no, no. Ahora se queda aquí, en medio de este MINO. Bueno. Caliéntame. Pásame la revista llena de rubias.
pasillo y me oye unas cuantas verdades... MONO. ¿Esa o la de los negros?
V ECINA. Voy a pedir auxilio. Voy a pedir auxilio. MINO. Cualquiera. Cualquiera.
P APÁ. ¿No fue usted la que se puso a decir por todo el
barrio que mi hijo Mino era maricón? Cámara negra: un fulgor azulado relampaguea en todo el edificio
V ECINA. ¿Yooo? Jamás. Usted está confundido. y la gente que pasa por la calle se persigna.
P APÁ. ¡Bruja!
VECINA. Con per... Raya negra XVI
P APÁ. ¡Váyase, descarada! ¡Váyase a contar cómo regre-
sé de ultratumba para insultarla! MINO. Hola, cebra.
V ECINA. Loco. Usted está loco. CEBRA. Hola, Mino.
P APÁ. No más que usted, vieja desgraciada. ¿Y no dijo MINO. Mira, llené la mochila de hierba.
también que a mi mujer la botaron de la Universidad CEBRA. Uhm, se ve apetitosa.
por las cosas que enseñaba? ¡Lo regó como pólvora! MINO. No rebuznes. Te van a oír las vecinas. Ya sabes. Traen a
¡Rompe familias! sanidad y todo se jodió.
V ECINA. (Se persigna.) Virgencita de la Caridad del Co- CEBRA. No. No. Manifestaré mi emoción de otra manera.
bre. MINO. Come, cebra.
P APÁ. ¿No era atea? CEBRA. (Traga.) Está buena.
V ECINA. ¡Auxilio! MINO. Está fresca. Es de los alrededores de una embajada.
P APÁ. Y esta noche le voy a halar las patas, así que duer- CEBRA. Ah, por eso.
ma en cuclillas. MINO. Vaya.
VECINA. ¡Ay! CEBRA. ¿Estás deprimido?
MINO. Algo.
Cámara negra: todos los vecinos sacan la cabeza por mil CEBRA. A mí no me engañas. Puedo tener forma de burro, pero
puertas y ventanas claveteadas. Vuelven a meterse y a no me engañas.
cerrarlas suavemente, como quien no quiere la cosa. MINO. Es por el puñetero calor.

XI
tablas
CEBRA. No es eso. UMA. Estaba loca por irme.
MINO. Estoy ajeno. MINO. No te entendí, vieja. ¿Estaré quedándome sordo o no te
CEBRA. ¿Es por Uma o por Mono? entendí? No te ibas a ir de esa forma.
MINO. Por todo. Hoy me pidieron identificación siete puñeteras UMA. Tengo frío.
veces. ¡Siete! MINO. Uma, afuera cae nieve.
CEBRA. Es número mágico. UMA. Afuera está nevando. ¿Sí? Eso ya lo sé. Por primera vez
MINO. La magia no existe. cae nieve, ¿verdad?
CEBRA. Claro que sí. La magia eres tú. La magia va contigo. En tu MINO. Nieve negra.
mochila, en tus tenis, en tus orejas, en... UMA. ¡Qué bonito! Tenía que ser diferente aquí, ¿no?
MINO. No me vas a convencer. Eso es pura mierda. MINO. Te llevo al Hospital Militar.
CEBRA. ¡Uhhh, de verdad estás salao! UMA. ¿No entiendes? Ya no tengo sangre.
MINO. Resingao. MINO. La hubieras donado, por lo menos.
CEBRA. Aparte. UMA. Tuve hepatitis C. Ya sabes que no puedo donar. Me la pegó
MINO. ¿Ya te echaste toda la hierba? el sueco aquel.
CEBRA. Como rápido. MINO. (La abraza, se moja.) Uma, loca, Uma, mi hermanita.
MINO. No dejaste ni una brizna. ¡Qué bestia! ¡Coño! ¡Coño! ¡Coño! ¡COÑO! ¡Desgraciá! ¡Voy a llamar a ur-
CEBRA. Tenía hambre, ¿qué tú quieres? Tu papá no me trajo nada gencias! ¡Una ambulancia!
del zoológico. Dice que nada más llevaron cabecitas de conejo. UMA. Oye, tú.
Para los carnívoros. MINO. ¿Qué?
MINO. Vaya. UMA. Desmaya la talla. Revisa la mochila. Mi mochila. Hallarás
CEBRA. Los herbívoros tienen donde pastar. Se supone. un sobre verde. Ahí está todo. Abrí una cuenta a tu nombre.
MINO. No te quejes, cebra. Estás mejor aquí en el apartamen- Ahí está todo. Vas al banco y lo sacas. Cámbialos con quien tú
to, ¿o no? sabes. Vas a ver también otro sobre. Rojo. Ya tienes la carta de
CEBRA. No me puedo quejar. invitación. La tarjeta blanca. Visa y pasaje.
MINO. ¿Qué rebuznas ahí? MINO. ¿Cuándo carajos hiciste todo eso, bruja?
CEBRA. Sueño despierta. Aquí puedo hacerlo. Sueño despierta. UMA. No importa.
MINO. Como yo. MINO. Coño, y yo que pensé que me tenías envidia. Y que me
CEBRA. Sueño con África. Una pradera. El sol, naranja. Baobabs. odiabas.
Nunca he visto un baobab. Nací aquí. En la jaula de los antílo- UMA. Claro que te tengo algo de envidia, genio. ¡Pravda! Pero
pes. tanto como odiarte...
MINO. Alégrate de no haber nacido en la de las hienas. MINO. ¿Y adónde me voy?
CEBRA. Es lo mismo. UMA. A México. Esta semana. Forever.
MINO. Coño.
CEBRA. Ya me contagiaste la depresión. Raya negra XVIII
MINO. Y tú me has pegado tus rayas negras. ¡Salá!
CEBRA. Lo siento. MAMÁ. No tenemos gasolina. Sabes bien que no hay, no hay, no
MINO. Más lo siento yo. hay, no hay.
PAPÁ. Ya sé. Ya sé. Ya sé. Ya sé.
Raya blanca XVII MAMÁ. Y además, el carro está fallando.
PAPÁ. Ya sé.
Cámara negra: ducha. Cae el agua. Uma se corta las venas con MAMÁ. Creo que es la bujía.
un diamante de cinco kilates. El diamante rueda y se va por el PAPÁ. ¿Será?
tragante de agua sanguinolenta. Golpes en la puerta. Mino quiere MAMÁ. Tendrás que irte a pie hasta el zoológico.
cagar, pues acaba de tragarse diez bolas de helado de menta chip PAPÁ. ¿Hasta allá?
en Coppelia. MAMÁ. No será la primera vez.
PAPÁ. Esperaré la guagua.
MINO. ¡Uma! ¡Uma! ¡Abre la puerta! ¡Llevas como tres horas MAMÁ. Optimista.
desde que llegué! ¡Tres horas ahí adentro! ¡Me estoy cagando, PAPÁ. Bueno... A lo mejor pasa un conocido.
puta de mierda! ¡Tengo el puñetero mojón en la punta del culo! MAMÁ. Nadie lleva a nadie. Es ley.
¡Me voy a cagar en tu armario, desgraciada, encima de toda tu PAPÁ. ¡Carajo!
ropa de importación, desgraciada! ¡Abre esta puerta o le caigo MAMÁ. Maldice todo lo que te dé la gana.
a patadas y después te caigo a patadas a ti! ¿Con quién estás ahí, PAPÁ. ¿Estás borracha? ¿Estuviste bebiendo ron?
jinetera? ¿Con quién? (Derriba la puerta.) Uma, despierta. ¿Qué MAMÁ. Una probadita, nada del otro mundo. Con huevo frito.
es todo esto? PAPÁ. Ay, ¿qué nos estamos haciendo?
UMA. Estoy muerta. MAMÁ. Querrás decir: ¿qué nos están haciendo?
MINO. ¿Estás muerta, Uma? ¿Qué hiciste, coño, qué hiciste? PAPÁ. No empieces.
¿Qué carajos hiciste? MAMÁ. Bueno.

XII
tablas
EN ABRIL SE CELEBRÓ EN LA CIUDAD DE MA-
tanzas el I Encuentro Cuba-España de teatro para niños, niñas
y jóvenes y el 9no Taller Internacional de Títeres. Fueron esas dos
oportunidades exclusivas para conocer a importantes figuras
artísticas, gestoras y promotoras, que trabajan desde el teatro
en pos de los niños. De cómo avanza la Unión Internacional de la
Marioneta (UNIMA) y de sus laboreos en el mundo de las figuras
animadas estuvimos conversando con Jacques Trudeau, Manuel
Morán y Miguel Arreche.
PAPÁ. Por tu bien. La vecina tiene los micrófonos encendidos. MINO. No sé. ¿Y cómo es eso?
Por La
las UNIMA
paredes. hacia otros caminos. NEGRITA. Así, no sé.
MAMÁ . ¡Oh, sí!con Jacques Trudeau
Diálogo MINO. Es la moda.
PAPÁ. ¿Y Mino? NEGRITA. Mi hermano está a la moda. Bueno, él cree que anda a
MAMÁ UNIMA
. Deja a tu hijo ya
arribó en apaz.
sus ochenta años, es la organización la moda. Pero mi mamá, antes de quemarse, le gritaba que
PAPÁ. Bueno.
teatral mundialAllá más
tú. antigua. ¿Usted, desde su puesto de parecía un mamarracho.
M AMÁ. ¿Quieres
Secretario quecómo
General, te preste sus patines,
ve ahora o qué?
a la organización? ¿Cuáles MINO. Simpática tu mamá. ¿Estaba amargada tu mamá?
son . No.
PAPÁlas líneas generales de trabajo? NEGRITA. Sí, claro.
MAMÁ Estoy
. ¿Ya teenvas?
este puesto desde hace dos años cuando se MINO. Vaya.
celebró
PAPÁ. Ya me el congreso
voy. en Australia. La UNIMA está en un NEGRITA. Pero mi hermano no le hace caso. Aunque le pusieron
MAMÁ. ¿Cómo te vas a ir? un apodo de lo más feo: Mono. Yo creo que por andar a la moda
PAPÁ. Caminando. y vestirse así.
MAMÁ. Ve por la sombra. MINO. ¿Cómo?
PAPÁ. Tampoco hay sombra. NEGRITA. Como un mono.
MAMÁ. Anunciaron una nevada. Una hermosa nevada. La pri- MINO. (Sonríe por primera vez.) Sí. Seguro. Claro.
mera en años. NEGRITA. ¿Cómo tú te llamas?
PAPÁ. ¿Desde la glaciación? MINO. Mino. ¿Y tú?
MAMÁ. Lleva la bufanda que te regalaron los rusos. NEGRITA. Blancanieves.
PAPÁ. Bueno. MINO. Ya.
MAMÁ. (Se la pone.) Un gentleman. Ve con cuidado. La gente NEGRITA. ¿Y a quien tú estás esperando ya se murió?
anda loca. MINO. Sí.
PAPÁ. Si me arrollan no me incineres. NEGRITA. Pobrecita. Ella. Pobrecita.
MAMÁ. Bueno. Prometido. MINO. ¿Y cómo sabes que era mujer?
NEGRITA. No sé.
Cámara negra: Papá se va y en una de las calles cercanas, entre- MINO. Vaya.
tenido conversando con un fantasma, es atropellado por una am- NEGRITA. Va y a lo mejor soy brujera, como mi mamá.
bulancia que viene disparada. Lo recogen y lo llevan directamente MINO. Seguro.
a la morgue del Hospital Militar. Dentro de la ambulancia va el NEGRITA. ¿Viste la nieve?
cadáver de una mulata. MINO. Sí. Pensé que era más bonita.
NEGRITA. Está feísima. Y para colmo, ¡negra! Yo creo que es una
Raya blanca XIX nieve que ya venía sucia.
MINO. Sí.
NEGRITA. ¿Tu mamá se está muriendo? NEGRITA. Así viene también el arroz y el azúcar y la harina y...
MINO. No. MINO. Cállate. ¡Cómo hablas! Pareces una cotorra.
NEGRITA. La mía sí. NEGRITA. Bueno. (Silencio.) Tú no te quedas atrás.
MINO. ¿De qué? MINO. Perdona. A veces soy así.
NEGRITA. Se prendió candela. NEGRITA. Ya tengo que irme. Mi mamá se acaba de morir.
MINO. Vaya. MINO. ¿En serio?
NEGRITA. Con alcohol de reverbero. NEGRITA. Sí. Le dio un paro. Ahora mismitico. Mira cómo me
MINO. Vaya. Eso debe doler más que otras cosas. erizo.
NEGRITA. Ni te creas. Dicen que es peor el petróleo. Luz MINO. Lo siento.
brillante. NEGRITA. Mejor. Porque hubiera quedado deforme. Por las que-
MINO. Sí, seguro. maduras, tú sabes. Así. (Muecas.)
NEGRITA. ¿Y a quién tú estás esperando? MINO. Vaya.
MINO. No sé. NEGRITA. Aché para tu camino.
NEGRITA. ¿Por qué tú te vistes así? MINO. Bueno.
MINO. ¿Así cómo? NEGRITA. Cuando estés allá lejos... te acuerdas de mí.
NEGRITA. Como... como mi hermano. MINO. Bueno.

XIII
tablas
Cámara negra: la nieve negra continúa cayendo sobre La Ha- MINO. Carne de yegua con rayas. (Danzan, salvajes. Caen
bana y la gente saca sus abrigos con olor a guardado. Tres riéndose al viejo sofá. Como niños.) Rayas de carne con ye-
mulaticos y dos rubios hacen un muñeco de nieve. Negro, por gua. Yegua de rayas con carne. Carne de rayas con yegua.
supuesto. Mino camina bajo los copos que caen. Se resguarda Yegua de carne con rayas.
debajo de una palmera, luego corre hasta el frontón de un PAPÁ. Hay un problema.
teatro clausurado. MINO. Ahora no te arrepientas.
PAPÁ. Es que la cebra está preñada.
Raya negra XX MINO. ¿Qué?
PAPÁ. Por eso la traje del zoológico. Necesita atención especial.
PAPÁ. Andas en malos pasos. Me lo dijo tu mamá. MINO. ¿Cuánto tiempo tiene?
MINO. ¿Qué te dijo? PAPÁ. A punto de.
PAPÁ. Te vio con gente rara. Por La Rampa. MINO. Mejor, papi.
MINO. Es una chismosa. PAPÁ. ¿Qué?
PAPÁ. Es tu madre. MINO. Mejor. ¡Serán dos! Más carne.
MINO. Préstame dinero. PAPÁ. Verdad. Sí. Verdad.
PAPÁ. Descarado.
MINO. Dame. Raya blanca XXI
PAPÁ. No tengo un kilo partido por la mitad.
MINO. Vamos a vender la cebra. MAMÁ. (Canta y prende la lavadora rusa. Su canto no se oye,
PAPÁ. Si se enteran en el zoológico me meten a la cárcel. por supuesto. Mira al público. Está toda magullada. Su ros-
MINO. Total. Allí tú eres el jefe. Se harán los de la vista gorda. tro presenta síntomas de tumefacción por los golpes. Habla
PAPÁ. No sabes. al público, pero casi no se escucha lo que dice, a causa del
MINO. No te van a denunciar. ruido, por supuesto.) Harta, estoy harta. No puedo decir
PAPÁ. ¿Quién va a querer comprar una cebra? Es imposible otra cosa. Estoy harta. Yo... estoy harta. ¿Y todo aquello,
ocultar por mucho tiempo una cebra. dónde quedó? ¿Y ahora? ¿Para dónde? Estoy harta. Nunca
MINO. No me entiendes, papi. quise pensar en el engaño. Claro, ¿y ahora? Estoy harta.
PAPÁ. ¿Qué quieres decir? ¿Qué me queda? ¿Y él? ¿Y ella? ¿Dónde? ¿Y el otro? Estoy
MINO. Matarla. harta. No sé. ¿Por qué nos hizo esto? ¿Soy peor al aguantar
PAPÁ. ¿Qué? todo eso? ¿Y qué hubiera podido hacer? ¿Qué? ¿De qué
MINO. Salar la carne. Venderla en el mercado negro. sirve un granito de arena? Estoy harta. Es cada vez peor. ¿Y
PAPÁ. Está prohibido sacrificar vacas, matar caballos. qué es decir peor? ¿Esa era la jugada? ¿Esta? ¿Se puede
MINO. Esta es una cebra. No hay ley que lo prohíba. quitar el hartazgo? ¿Y para qué insistir en quitárselo? ¿Y
PAPÁ. No puedo. No puedo. yo? ¿Dónde quedé yo? ¿Quién soy? ¿A qué hemos llegado?
MINO. Conozco gente, papi. Comprarían cada kilo de carne ¿A qué llegaste, desgraciado? ¿Estoy loca o harta o loca de
como en cinco de los verdes. ¿Te imaginas? estar harta? ¿Y tú? ¿Estás loco o eres tremendo descara-
PAPÁ. Bueno. (Silencio.) Es una buena pieza. Una pieza magnífica. do? Sinvergüenza. Eso no se hace. Así no se juega. Porque
MINO. Cebada a pura hierba del río Almendares. Y de Miramar. yo estoy harta. Estoy harta. Harta. Cada vez más harta de
PAPÁ. Sí. estar harta. ¿Y de qué me sirve? ¿De qué me sirve sentir-
MINO. Me ocupé de que engordara más. me harta, estar harta, vivir harta, morirme harta?, ¡Ay,
PAPÁ. Sí. Ya lo he visto. este trapo que no se lava!, ¡que no se le quitan esos horri-
MINO. ¿Entonces? bles colores! (Apaga la lavadora. Se recuesta en ella, rueda
PAPÁ. Estoy pensando, Mino. y queda acuclillada, llorando.)
MINO. Rápido.
PAPÁ. Sí. Voy. Raya negra XXII
MINO. Decídete.
PAPÁ. Pero no se lo digas a tu mamá. MINO. El tráfico de obras va mejor cada día.
MINO. Palabra. MONO. Bien.
PAPÁ. Tampoco quiero que vea el reguero de sangre. MINO. No sé cómo a la gente le puede interesar ese trozo de
MINO. Tendremos cuidado. trapo viejo, de tanto por tanto, manchado de colorines y todo
PAPÁ. ¿Cómo puedo alejar a tu madre unos días? eso.
MINO. Pégale. MONO. Así es la gente, Mino. Así es.
PAPÁ. ¿Cómo? MINO. Por eso dejé la Universidad... Las artes plásticas. En fin.
MINO. Golpéala. Siempre que lo hacías se iba a la casa de mi MONO. Ibas bien.
abuela Mina, ¿no? MINO. Sí.
PAPÁ. Tienes razón, hijo. Eres un sol. MONO. Tenías buen modelo.
MINO. ¿Entonces? MINO. Eso no tanto.
PAPÁ. (Sonríe.) Carne de yegua con rayas. MONO. ¿A qué viniste?
tablas
MINO. A despedirme, Mono. Raya blanca XXIII
MONO. ¿Ya están listos?
MINO. Ellos, sí. SEGURIDAD α. ¿Reconoce a este ciudadano?
MONO. ¿Y tú? OFICIAL DE PUERTO AÉREO. A ver el nombre.
MINO. Claro. SEGURIDAD α. Más o menos de este alto. Ojos aceituna.
MONO. ¿No les tienes miedo a los tiburones? Cabello corto. Rapado casi.
MINO. Me gusta el desafío... Ya sabes. De los tiburones y OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Sí. Ya sé. Fue amable.
todo eso. SEGURIDAD α. Anda prófugo.
MONO. ¿Te vas a acordar de mí? OFICIAL DE PUERTO AÉREO. ¿Qué?
MINO. Claro. (Lo besa en los labios y le mete la punta de la lengua SEGURIDAD Ω. Mató una cebra. Vendió la carne. Solo pudi-
en los orificios de la nariz.) mos cazar al padre. Un hombre sin una mancha en su
MONO. ¡Cerdo! (Pausa.) No se te ocurra escribirme. expediente. Se saló.
MINO. Te comprometo. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Mino. Veinte años.
MONO. Claro. Después van a andar detrás de mí. Como hienas. SEGURIDAD α. Sí.
MINO. Verdad que sí. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Demasiado tarde.
MONO. Cuídate. Vete. SEGURIDAD Ω. ¿Cómo dice?
MINO. Bueno. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Voló. Se fue. Tenía todo en regla.
MONO. Bueno. SEGURIDAD α. ¡Coño! ¿Adónde se fue?
MINO. Va y llega un extranjero. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Yucatán. México.
MONO. ¿Qué? SEGURIDAD α. ¡Que regrese el puñetero avión! Ese pájaro
MINO. Que le gusten los feos. no puede irse así como así. ¿Quién se cree que es?
MONO. A lo mejor. Cenicienta. Este es el cuento. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. ¿De qué más se le acusa? Está
MINO. O El patico feo. grueso. Su expediente. Vaya.
MONO. O El gato con botas. SEGURIDAD Ω. Tráfico de obras de arte.
MINO. O La bella y la bestia. Adivina quién es la bestia. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Vaya. Un error. Llevaba muchos
MONO. (Ríen.) Vete ya. lienzos enrollados. Dijo que eran suyos. Que él los había
MINO. Te traje algo. pintado. A lo mejor era verdad. Estaban horrorosos. Mu-
MONO. ¿Qué es? jeres con tres narices.
MINO. Un libro. Este libro. SEGURIDAD α. Picasso. Era un Picasso.
MONO. ¡El viejo y el mar! SEGURIDAD Ω. Mire usted mismo la lista: Chagall, Dalí,
MINO. Adivina quién es el viejo. O adivina mejor quién es el Collazo, Sorolla, Cabrera Moreno, Segundo Planes,
tiburón. Watteau, Armando Gómez, Carlos Enríquez, Ponce, To-
MONO. Gracias. (Lo besa secamente y le agarra el bulto.) más Sánchez, Esson, y hay más.
MINO. Y también te traje esto. (Saca un envoltorio grande.) SEGURIDAD α. Todo eso va a pesar sobre su conciencia,
MONO. ¿Qué es? compañero oficial.
MINO. Ábrelo cuando me vaya. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. El avión no puede dar la vuelta. No
MONO. Bueno. puede virar.
MINO. Adiós. SEGURIDAD α. Haga lo imposible. Haga lo que tenga que
MONO. Adiós. Aché para tu camino. hacer.
MINO. Falta poco. SEGURIDAD Ω. También llevaba manuscritos. Importantes.
MONO. Sí. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. ¿Qué?
MINO. ¡Ciao, bello! SEGURIDAD α. Federico García Lorca, un español. Maricón.
MONO. Vete. El público... Una obra inédita: Cáncer. De 1929. La tenían los Loynaz:
MINO. Verdad. (Sale.) una familia de locos. Por suerte ya todos están muertos.
¿Pero para qué le digo todo esto?
Cámara negra: Mono queda solo y rasga el paquete envuelto en SEGURIDAD Ω. Apúrense. Que detengan el avión en el aero-
papel de farmacia. Saca la piel de la Cebra. puerto de Mérida.

XV
tablas
OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Imposible. El avión aterrizó hace MONO. Cállate, Blancanieves. O te rompo los dientes.
una hora. El viaje sólo es de cuarenta y cinco minutos. Su NEGRITA. Bueno. Me callo. (Silencio.) Fíjate, ya me callé. ¿Oíste?
pajarito ya debe haber volado.
SEGURIDAD α. ¡Coño! Cámara negra: sale el entierro. No hay muchas flores sobre el
SEGURIDAD Ω. Ahora la van a coger contra nosotros. Esta- féretro, solo unas horrendas flores verdes de papel crepé. Sale el
mos salaos. cortejo fúnebre de la negra achicharrada con alcohol de reverbero.
OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Hay una esperanza. Toques de tambor.
SEGURIDAD α. ¿Cuál?
OFICIAL DE PUERTO AÉREO. La Interpol. Raya blanca XXV

Cámara negra: el Oficial se acomoda un paño que le apri- SEGURIDAD α. Llame inmediatamente al aeropuerto de Yucatán.
siona la mandíbula y el cráneo. Está muy maquillado y SEGURIDAD Ω. Son órdenes de arriba.
tiene vendas por distintas partes del cuerpo. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Sí, compañero. A la orden, compañero.
SEGURIDAD α. Ordene que sea arrestado sin contemplaciones.
Raya negra XXIV Que se confisque toda la obra que lleva.
SEGURIDAD Ω. Este es un caso internacional.
NEGRITA. Mono, ¿tú estás triste? OFICIAL DE PUERTO AÉREO. (Llama.) ¿Oigo? ¿Sí? ¿Gerencia? ¿Está el
MONO. Claro. ingeniero Cuauhtémoc? (...) Sí, dígale que es urgente. (Silencio.)
NEGRITA. ¿Por lo que le pasó a mami? ¿Es por la quemazón? ¿Es SEGURIDAD Ω. ¿Qué pasa?
porque usó una camisa tuya para prenderse? ¿Es por eso? OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Ya viene.
MONO. No, por eso no. No. SEGURIDAD Ω. ¡Rápido, coño!
NEGRITA. Ya sé. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Depende de México. Es otro ritmo.
MONO. Tú y tus deducciones. Tienen su tiempo.
NEGRITA. Yo sé que perdiste algo muy grande. SEGURIDAD α. Pregunte todo. Quizás ya hasta intentó salir del
MONO. ¿Qué tú sabes, Blancanieves? Cállate. En la funeraria estado.
no se habla. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Sí, ingeniero. ¿Cómo está? De nuevo
NEGRITA. Tú estás así porque se te fue otro amigo. molestándolo. Otro caso. Sí, claro. No, no es terrorismo, no.
MONO. Cállate. Te dije. Ahora, tráfico. No, no de órganos. Obras de arte del Museo
NEGRITA. Pero él no se fue en balsa. Nacional. Sí.
MONO. ¿Qué? SEGURIDAD α. Apúrese, hombre.
NEGRITA. A los de la balsa los cogieron. SEGURIDAD Ω. Vaya al grano.
MONO. Tú y tus ocurrencias. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Pasajero número 26-53-7 M-3-620729,
NEGRITA. Alguien los delató. Una vieja: Cachita. Cachita. Se vuelo HAV-MER. Número de vuelo 950. 10:35 a.m., hora de La
llama Cachita. Habana. (Pausa.) Sí. Pasaporte cubano. Pasaporte número
MONO. Vaya. 237299. ¿Qué me dice? ¿Qué? No le escucho. ¿Sí? No puede ser
NEGRITA. Ella pone micrófonos por las paredes de los aparta- posible, ingeniero. Claro, claro. Le copio. Sí. Gracias por su
mentos. colaboración, ingeniero. ¿Está seguro? ¿Cien por ciento? Adiós,
MONO. Vaya. ingeniero. (Cuelga lentamente.)
NEGRITA. En el de nosotros también hay. SEGURIDAD Ω. ¿Qué pasa? ¿De qué se trata, oficial?
MONO. Seguro. SEGURIDAD α. ¿Lo tienen?
NEGRITA. Pero él se va a salvar, ¿oíste? Él sí se va a salvar. OFICIAL DE PUERTO AÉREO. No está allá.
MONO. Menos mal. SEGURIDAD α. ¿Cómo dice?
NEGRITA. Mono… OFICIAL DE PUERTO AÉREO. Jamás llegó. Como si se lo hubiera traga-
MONO. Cállate, Blancanieves. En la funeraria no se habla. do el cielo. Ese pasajero no existe.
NEGRITA. Es que... te iba a decir que aquí en la funeraria tam-
bién hay micrófonos. Negro final...

XVI
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reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs

Imagínate cuando se haga oscuro/ Imagínate


cuando haya tormenta1
Romper el hielo 2: Jon Fosse en la escena cubana
«Ella. Es tan solitario y no solitario a la vez
Yohayna Hernández Él. Así son las casas viejas»
JON FOSSE, Alguien va a venir

Pero Mahoma, como árabe, estaba tranquilo:


sabía que podía ser árabe sin camellos
JORGE LUIS BORGES, «El escritor argentino y la tradición»

DEL 22 AL 27 DE NOVIEMBRE SE EFECTUÓ de Hege Randi Tørressen, dramaturgista del Teatro Nacio-
la primera Semana de Teatro Noruego. Este evento, coordi- nal. Esto no tiene nombre (a partir de El nombre), Variaciones
nado por la Fundación Ludwig (en cuya sede se realizó), el sobre la muerte, Alguien va a venir y La noche canta sus cancio-
proyecto Tubo de Ensayo y la Embajada Noruega en Cuba, nes fueron las puestas en espacio de los textos del dramatur-
con el apoyo del Consejo Nacional de las Artes Escénicas y el go noruego presentadas en el ciclo Variaciones de Jon Fosse,
Instituto Superior de Arte, tuvo como objetivo principal apos- bajo la dirección de cuatro jóvenes pertenecientes al proyec-
tar por un diálogo entre la escena noruega y cubana actuales, to Tubo de Ensayo.
a partir de un programa variado que incluía conferencias, Durante el Festival Internacional de Ibsen 2010, en Oslo,
taller y puestas en espacio3. La dramaturgia noruega con- tuve la oportunidad de entrevistarme con Jon Fosse y poner-
temporánea, en particular la escritura de Jon Fosse, fue el lo al tanto de esta Semana, del ciclo de puestas en espacio de
centro de esta Semana, que contó además con la presencia sus obras y del estreno de Duerme4.

Alguien va a venir de Jon Fosse, dirección de Amarilis Pérez Vera, Tubo de Ensayo
FOTOS: LUIS ERNESTO DOÑAS

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Quedé muy sorprendida al encontrar en Fosse a una
persona de una timidez perturbadora en medio de aquel
Festival donde se le otorgó el Premio Internacional Ibsen y
fue avalado, por los medios, la crítica y muchos creadores,
como el dramaturgo noruego más importante y reconocido
internacionalmente después de Ibsen, padre del teatro mo-
derno. Yo miraba a Fosse y trataba de descubrir en su expre-
sión los demonios de su escritura, ya que mis primeras lec-
turas de su obra dramática me habían dejado inquieta y a la
vez fascinada ante los ambientes, ideas, estados, objetos y
situaciones que aparecen en sus textos, su manera de cons-
truir, el magnetismo de la palabra.
Fosse esboza estados y personajes profundamente enig-
máticos, pero armados desde una intención poética que no le
interesa acentuar estos enigmas, sino que sencillamente los
coloca. En su escritura la muerte, el suicidio, la frustración,
los celos, la terrible soledad humana aparecen colocados como
un perchero en el armario: abres la puerta, le haces un espa-
cio, lo cuelgas y cierras. Y ahí queda el perchero colocado,
como algo más, naturalmente, junto a lo otro.
Esto no tiene nombre , versión y dirección de Rogelio Orizondo,
Esta estrategia de lenguaje, esta gramática de la soledad, Área de atención
se articula con la repetición como elemento formal distintivo.
Un ritmo artificial y mecanizado que en la medida en que nuestras rutas/ y peces que nadaron río a río/ y el cielo se
crece, por acumulación, empieza a fijar un sentido realmente abrió ante nuestros ojos…/ cuando el destino siguió nues-
intrusivo que opera en planos muy íntimos, espirituales. Y eso tros pasos/ como un loco con una navaja en la mano.»
es algo que me trastorna de su dramaturgia: cómo logra el Asumir escénicamente la escritura de Jon Fosse es un
recorrido donde parto de una brutal ajenidad y termino física- reto para cualquier actor o director, independientemente de
mente implicada en su acto de escritura. Los personajes de su experiencia. En el caso del ciclo Variaciones de Jon Fosse el
Fosse dentro de su ficción leen mucho, leen todo el tiempo y reto era doble, por tratarse de jóvenes directores o interesa-
en ocasiones se olvidan de la obra, de participar en la ficción, y dos en la dirección7 que trabajaron en todos los casos con
te abren una puerta, fijan un silencio (cuando leen un libro, actores jóvenes. La elección del formato de puesta en espacio
cuando miran una foto, cuando salen a caminar y no regresan, permitió una experiencia de ejercicio de dirección con pro-
cuando miran por esa ventana que también se reitera en sus puestas que se asumen y presentan como procesos abiertos.
textos), una dramaturgia de la mirada. Es ahí donde entras a Considero que, más allá de los diferentes caminos ex-
colaborar como lector. Ya no sabes si la obra está aconteciendo plorados por cada director, todos estaban conectados por
en el espacio de cuatro paredes bien delimitadas donde Fosse una necesidad de comunicar y traducir el universo del texto
encierra a sus personajes (casa, sótano, sala) o si la obra es la desde una experiencia personal, y por ello también política y
explanada, el paisaje que se ve desde la ventana, las fotos de cultural. Para mí como espectadora fue muy impactante ver
familia, la hora que marca el reloj, el viento y el mar que rugen, ese silencio, esa calma, esa violencia contenida que aparece
el llanto del bebé, el disparo, la noche, las olas cuando rompen en la escritura del dramaturgo noruego convertida en cele-
en el muelle, la lectura en voz alta del libro que ofusca a uno de bración, en imágenes, en ritmos, en obsesiones cercanas,
sus personajes. De dónde vienen esos seres (Bjarne, El Ami- hecho que se produjo gracias a que las voces de los actores y
go, Un Hombre, Baste)5 que no están en el adentro del espacio de los directores habitaron estas propuestas. Por ello las
familiar o físico (las cuatro paredes) que Fosse construye, y cuatro variaciones tuvieron una buena acogida entre el públi-
hacia dónde van los otros, los que sí pertenecen a ese espacio co que asistió a la Semana. Había en todas un compromiso de
(El Chico, La Niña, Ella y Él), cuál es la naturaleza de ese afuera lectura que funcionó como elemento de credibilidad.
que primero persiguen con el alma, luego con la mirada y ¿Cuántos kilómetros de distancia hay entre Oslo y La
finalmente con el cuerpo. Habana y cuántos de experiencia? ¿Qué relación hay entre
En las obras de Fosse no sólo mutan los espacios Voltus 5, Pablo Milanés, las miniesculturas de Irving Vera,
ficcionales y de lectura; hay además una infancia y una inocen- Daddy Yankee y el imaginario de Jon Fosse?
cia inicial en el diseño de los personajes, en sus proyectos de
vida que también comienzan a desgastarse y aparece enton- El Chico. Y la casa está protegida detrás de la roca
ces una ferocidad desgarradora, atravesada por esa «calma»6 La Chica. Y cuando había tormenta fuerte
fossiana, que no por serena deja de ser profundamente agre- Siempre nos trepábamos
siva, como la última secuencia de Los idiotas o los versos de Ahí el viento soplaba tan fuerte
Tarkovski, experiencias muy conectadas que asocio con esta Que casi no te podías mantener sobre las dos piernas
investigación de lenguaje: «Y hubo pájaros que anduvieron JON FOSSE. El nombre

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Esto no tiene nombre de Rogelio Orizondo fue la primera tros esa historia, y además nos repetían una y otra vez aquella
puesta en espacio que abrió el ciclo. Rogelio Orizondo hizo una primera parte y nunca supimos cómo acababa, qué sería de
reescritura del texto de Fosse El nombre e introdujo fragmen- Voltus y de Esteban después de la muerte del padre y eso NO
tos de Jedda G (versión de Hedda Gabler de Ibsen, también de TUVO NOMBRE.
su autoría). Utilizó dos espacios de la Fundación: una sala pe- Hay también en la propuesta de Rogelio otro recorrido
queña y la grande, conectadas por un pasillo donde los actores bien interesante, asociado a su proceso de escritura, a su
y el público se desplazaban constantemente de un lugar a otro. trayectoria como dramaturgo. En el texto de Fosse, el pasa-
En el primer espacio el director recreó una atmósfera do está instalado en las paredes de la casa, donde cuelgan las
íntima con muy pocos elementos (una mesa, cuatro sillas y fotos de la historia de esta familia. La foto de La Chica cuando
dos proyecciones) y la extrema cercanía del público con los era bebé, la foto de la boda de los padres, la foto de la herma-
actores. Los espectadores, de pie o sentados en el piso, na que partió, de la que no vive en casa. Y el futuro, ese que
invadían la casa de una familia, y allí estaban los padres (La no tiene nombre y patea por salir, está en el vientre de la
Madre y El Padre) e hijos (La Chica y La Hermana) incomu- joven. Los personajes en el presente discuten todo el tiempo
nicados, incómodos ante la presencia de El Chico, el novio de por un nombre, una manera coherente de llamar a ese bebé
su hija, que debe aprender todo de esta nueva familia: qué que nacerá mañana. En la puesta en espacio de Rogelio el
puesto ocupar en la mesa familiar, cómo comer caramelos bebé es una «vaquita» de cuerda, y no está en el vientre, sino
de un peso, cómo aguantar los golpes de la madre cuando ríe, en las manos de la actriz, en las manos de Judith, manos que
cómo jugar cartas con La Hermana… cómo nombrar al bebé han sustentado toda la escritura de Rogelio. El libro que
que está por nacer. Un bebé que tendrá como padres a una obsesiona al joven de Fosse, el cual lee durante toda la obra,
pareja disfuncional, un abuelo oso que viste uniforme de en la propuesta de Rogelio es Vacas, pero también carga en
camuflaje, una loba-sexy abuela, conejita Playboy, una tía que su mochila Teatro cubano actual. Novísimos dramaturgos cuba-
sólo piensa en el juego, un apartamento con vista al Ditú y nos; Tubo de Ensayo: novísimos teatrólogos y dramaturgos cuba-
mucha, mucha yuca. nos; Desdramatizándome: cuatro poemas para el teatro y folle-
Cómo nombrar a esta familia que cena caramelos de un tos de Noruega. Y en la lista de nombres para el bebé se
peso (MN), qué somos y qué seremos,8 cómo nombrar las co- discute si ponerle Abelardo, Raquel, Nara, Mario o Abel. Ese
sas, incluso las que no tienen nombres porque lo han perdido bebé por venir también pudiera ser la próxima obra de Rogelio.
en el camino, o aquellas que definitivamente nunca lo tuvie- «Los bebés que están por venir sienten tanta curiosidad por
ron. En esta sala los personajes están, se miran, hablan, leen, nuestro aspecto.»
se toleran, se sobrellevan, pero ninguno tiene la palabra. Rogelio contamina el texto de Fosse con materiales pro-
En la sala grande de la Fundación hay un micrófono y una venientes de su biografía y de la de los actores (la relación de
piñata con la forma de Voltus 5. Hay una actividad cultural, con Alegnis y el Yuca). Para componer su propuesta parte de las
pioneros, cantos y danzas, se pronunciarán discursos. En la sala estructuras de determinados rituales patrióticos inscritos ya
grande y de cara al público los personajes tienen la palabra y se en nuestro imaginario (las votaciones electorales, las tribu-
atreverán a nombrar las cosas. El discurso de los bebés que no nas y marchas políticas) y los mezcla y compacta con elemen-
eligieron nacer, pero que cargan con los proyectos y las frustra- tos y espacios muy presentes en nuestra cotidianidad: el
ciones de sus padres, y eso NO TIENE NOMBRE. El discurso reguetón, el Ditú como paisaje, el Ditú como cultura, los
de la pionera Jedda G que reclama el regreso de Voltus 5 para uniformes escolares9, el bate de la pelota. Y la gran piñata, en
curar el cáncer de su padre, que reclama la segunda parte de la que el público termina celebrando, con músicos en vivo, y
este dibujo animado japonés, serie de cuarenta capítulos tan comiendo caramelos de CUC en una gran fiesta popular por
querida para nuestra generación, de la cual sólo vimos la pri- lo que no tiene nombre, por esa sola idea, esa sola voluntad
mera parte, la mitad de la serie, y quedó inconclusa para noso- para todos los tiempos. «Querido, Voltus: quiero hablarte de
La noche canta sus canciones de Jon Fosse, dirección de Marien Fernández, Tubo de Ensayo

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los niños de hace veinte años. La misma historia repetida, de empieza a funcionarte como un resto, un resto incluso que
cuarenta a dieciocho. Qué pasará con todo esto […] Voltus, dialoga más con el espectador que con los personajes o la
tú eres cubano, conéctate conmigo.»10 ficción. Pienso en la ropa regada en Electra Garrigó, en las
piernas en Protection, en el televisor de Tres hermanas, y
«Y es tan aterrador hablo ahora de la capa amarilla que aparece tendida en el
Es un espacio. «Ella se paseaba por los muelles/ Bajo la lluvia y el
Vacío tan inmenso» viento/ en la oscuridad/ en la oscuridad negra.» «Veo a la niña
JON FOSSE, Variaciones sobre la muerte a la que iba a dar a luz/ que camina/ con su pequeño imper-
meable/ bajo el aguacero.» «La encontraron al amanecer/
Variaciones sobre la muerte, a cargo de William Ruiz, tuvo flotando en el mar (Breve silencio)/ Estaba flotando en el mar.»
un proceso de búsqueda bien diferente. Se concentraba en En Variaciones sobre la muerte William explora la nostal-
un solo espacio, y estaba estructurada en dos planos super- gia como estado, la nostalgia por lo que estuvo y no está (una
puestos. Por un lado, la lectura de los actores, la vocalización hija, un amigo, un matrimonio, una época),11 y uno quiere
de la palabra de Fosse y, por otro, las reflexiones personales, alcanzarlo o revivirlo o recordarlo de alguna manera. Hay dos
teóricas, los comentarios de William mientras la lectura acon- momentos en el montaje donde este estado se acentúa. En la
tecía, por medio de la escritura en vivo en una computadora, conversación por el chat que idea y reproduce William en
que proyectaba en una pantalla. Así, el espectador podía se- pantalla entre La Niña y El Amigo. En la atmósfera final del
guir las evocaciones, asociaciones, pensamientos, música, texto. La Niña describe su suicido. William proyecta una foto
imágenes de la ciudad que la escritura de Fosse generaba en de la bahía de La Habana. Se escucha la voz de Pablo Milanés.12
su lectura como director. «Qué confusión, qué dicha, qué dolor...» «No debí», dice La
La puesta en espacio quedaba como un proceso de Niña.
documentación de las ideas, objetos y estados primeros «La Niña ahora está desconectada…»
de la lectura del texto por el director, materiales que
luego en el camino hacia la puesta en escena se transfigu- «¿Se puede?
ran, se mezclan con las propuestas de los actores, se inte- ¿No van a estar los otros
gran en el discurso de la ficción, y generalmente no son En todo caso aquí?
visibles en sus formas primarias para el espectador. Esta ¿Puede uno alejarse de todos los otros?
propuesta daba la posibilidad de ver las conexiones al des- ¿No es peligroso?»
nudo marcadas en el espacio. Pongo como ejemplo la bata JON FOSSE, Alguien va a venir
azul que vestía la actriz que leía a La Mujer Joven, uno de
los personajes de Fosse; en su escritura en vivo William Amarilis Pérez Vera trabajó con Alguien va a venir desde
explica: «el vestidito era de mi mamá, cuando yo estaba en la intención de que el público y los actores exploraran el
su barriga. Esa es una de las cosas de la nostalgia que estado contenido en el texto a partir de su relación con el
podría usar en esta puesta […] Ellos vivían en una beca espacio. Esta propuesta se apropiaba de varios locales, públi-
rusa, estos en un sótano.» cos e internos, de la Fundación Ludwig, y la convertía en «la
Mediante el ejercicio de lectura y escritura en voz alta, casa vieja y hermosa que compran los personajes» de Fosse
William expone y se expone al compartir con el público las en un lugar apartado. Pero también en el espacio de exposi-
relaciones que encuentra entre la obra de Fosse y su biogra- ción de materiales pertenecientes a los actores y a la propia
fía, su realidad, sus ideas del teatro, sus preocupaciones. directora. Y además un lugar donde podías interactuar con
Para mí fue muy significativo presenciar estas dos fabulaciones los actores desde un presente compartido, siguiéndolos du-
de manera simultánea, aún no fundidas en una sola, escuchar rante todo su recorrido por la Fundación o desde una expe-
el texto de Fosse, leer los comentarios de William, porque riencia mediática (a través de los tres televisores, llamados
surgía, en la zona de cruce entre una y otra propuesta, un «los monos sabios», instalados en medio de la sala grande).
camino de sentido como probabilidad, aún abierto poética- Considero que la paranoia de los personajes de Fosse
mente, un ejercicio de relleno muy sincero desde la inter- (ese miedo ante la posibilidad de ser observados, ese celo
vención de William. Esa sinceridad propiciaba momentos enfermizo ante la presencia del otro) Vera supo traducirla
profundamente conmovedores, sobre todo porque te ponía en planos reales al diseñar un espacio no sólo para la
ante la urgencia de que tú como espectador también tuvieras ficción, sino que implicaba a los propios espectadores en
que rellenar. Ahora recuerdo cuando irrumpe en el texto el el juego de observar y ser observados. El hecho de utilizar
tema del divorcio de los padres y la reacción de La Niña: «Ella cámaras en distintos lugares, por donde se trasladaban los
te extrañaba tanto». William coloca a la actriz que interpreta actores, y que esto se transmitiera al mismo tiempo en
a La Madre delante de la pantalla, con una cabeza de oso, y los televisores, era una forma de exponer a los propios
apunta: «esto me recuerda algo así como: alguien ha entrado espectadores y al personal de la Fundación.
en mi casa, ha comido en mi mesa, ha dormido en mi cama…» Disfruté mucho todo lo que acontecía en la cocina (don-
En las puestas de William siempre hay un objeto instala- de estaba fija una de las tres cámaras). Ese es uno de los
do en el espacio, que parece más bien regado, abandonado, espacios más activos de la Fundación, pues funciona como
con el que tienes al inicio una relación ambigua, y que luego puesto de mando. Ahí tienen un televisor donde ven quié-

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Variaciones sobre la muerte de Jon Fosse, dirección de William Ruiz, Tubo de Ensayo

nes tocan el timbre de la puerta y desde ahí abren. Vera critura de Fosse, y atrás quedaba la vieja casa, donde definiti-
grababa y recogía toda esa dinámica, y a los trabajadores, vamente Él y Ella no pudieron estar solos. «Sabía que/ alguien
que también eran observados desde la sala por los especta- iba a venir/ Él se levanta, va hacia la ventana, mira hacia el mar/
dores. La realidad entraba en diálogo de forma muy rica y Y ahí abajo está el mar/ con todas sus olas/ el mar/ es blanco
peculiar con los momentos de ficción proyectados por los y negro/ con sus olas/ con sus suaves y negras/ profundidades/
restantes televisores simultáneamente. Por ejemplo, hubo Y nosotros no queríamos más/ que estar juntos.»
un instante donde los personajes protagónicos estaban en
la cocina confiados y seguros de que «nadie iba a venir» y de «Todo es tan triste
pronto tocan el timbre (el tercer personaje) lo que desen- Todo está mal
cadena de nuevo la paranoia ante la presencia del otro. Lo Me dan ganas de llorar
interesante fue que justo en ese momento tocaron el tim- Ese plato de bronce
bre de la Fundación, y los actores comenzaron a discutir si Es lo más triste que he visto»
abrirían o no. Ellos deciden no abrir, pero crean una expec- JON FOSSE, La noche canta sus canciones
tativa con esa persona que tocó el timbre y «que va a venir».
Aparece en cámara la mujer de la Fundación, abre la puerta, La noche canta sus canciones fue la propuesta que cerró el
uno de los personajes desde la cocina dice: «yo sabía que él ciclo, bajo la dirección de Marien Fernández. En ella había una
iba a venir». Y entra en la sala un espectador (¡Reinaldo intención de comentar las posibles variantes del suicidio de El
Montero!) y todo el público que estaba ahí, viendo el televi- Joven, mediante la mezcla de la parodia, el hiperrealismo, la
sor, comienza a reír. cultura de los medios y las realidades que desde estos se
Vera también distribuye otros materiales en el espa- diseñan con una puesta en concepto de determinados motivos
cio (fotos del actor que interpreta al propietario de la recurrentes en la escritura de Fosse. Ejemplo de lo último es
casa, fotos de sus quince, las miniesculturas de Irving Vera, el sofá diseñado con libros, elemento que se destaca en la
otra pieza de latas de Bucanero y de refrescos, videos ambientación y que ocupa el centro de la casa de la pareja. A
personales de su grupo de amigos, de la fiesta en casa de través de la instalación de este objeto, Marien introducía toda
Luis Enrique, del ISA, de Camagüey…, el primer remo una zona conflictiva en el universo de Fosse: la pasión de los
que utilizó cuando entrenaba kayak, los carteles de cuatro personajes por la lectura, la literatura/lectura como adicción y
puestas de la 5ta Semana de Teatro Alemán), los cuales, mecanismo que les permite vivir otra realidad.
instalados como objetos «artísticos» en diferentes lugares En La noche canta sus canciones el personaje protagónico
y paredes de la Fundación, institución que se dedica a la es un escritor fracasado, cuya frustración con la realidad
promoción y el desarrollo del arte cubano contemporá- Marien desarrolla al enfatizar el lado grotesco de las relacio-
neo, abrían otra faceta en la exploración de Vera con las nes interpersonales, con sus padres, con su mujer, incluso
dinámicas de lo público y lo privado, al curar y jerarquizar con el llanto de su hijo (otro de los motivos intervenidos
con materiales provenientes de su biografía una «exposi- conceptualmente, pues el hijo es una barra de pan, que la
ción» con la que los espectadores interactuaban mientras mujer atiende y los padres pasean en un coche). Y Baste, el
seguían la puesta en espacio. Era muy seductor el diálogo amante, por quien La Joven abandona al escritor, está traba-
que estos materiales aparentemente desconectados de la jado desde el estereotipo de la cultura reguetonera. Explo-
escritura de Fosse generaban con la misma. ración que también se conecta con la música compuesta para
Como en Alguien va a venir, la puesta de Vera abre y cierra la puesta en espacio, una suerte de variaciones del tema
con un paisaje, y los personajes y el público mirándolo: la Llamado de emergencia de Daddy Yankee, que irrumpe de
hermosa vista de La Habana que tiene la Fundación Ludwig. diferentes modos (en los entreactos, en el móvil de La Joven,
Ahí estaba el viento, el mar, elementos reiterados en la es- en el suicidio del joven, en el videoclip final).

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En la propuesta musical se enfatiza el sonido del disparo, las paredes
que alude al suicidio, y que Marien elige para iniciar su puesta y fíjate lo lejos que está de la gente
en espacio. Mientras los espectadores entran a la sala, él grita: lo oscuro que está
«se mató», el actor se lanza al suelo y el director unta puré de lo silencioso que estará
tomate en la cabeza del actor, quien queda tendido en la entra- y piensa cómo soplará el viento
da de la sala hasta que los espectadores se acomodan. cómo romperán las olas
Marien inicia su puesta donde termina el texto. Luego imagínate cómo será en otoño
hay una retrospectiva que explora las causas de esta muerte, en la oscuridad
hasta que volvemos nuevamente al disparo, al suicidio, que con toda la lluvia y la oscuridad
Marien marca con una palmada desde el público y finalmente Un mar que rompe en blanco y negro
se recrea en un videoclip que el actor protagoniza con el y sólo tú y yo
tema de Daddy Yankee. Este se proyecta en el televisor de la aquí en esta casa
casa ante la presencia de los espectadores. Y tan lejos de la gente
En la puesta los personajes tienen el nombre de los JON FOSSE, Alguien va a venir
actores. Yoanna (La Joven), Ernesto (El Joven), Raúl (El Pa-
dre) y Yordanka (La Madre). Baste es el único personaje que NOTAS
conserva su nombre. Marien logra moverse en dos tonos,
uno farsesco que introducen los actores de La Madre, El 1 Jon Fosse: Alguien va a venir.
2 Romper el hielo. Teatro noruego a la habanera es el nombre del
Padre y Baste, quienes aportan elementos de comicidad des-
documental de Luis Ernesto Doñas que recoge las experiencias
de sus propios vestuarios (Raúl, El Padre, lleva un pulóver de trabajo de los cuatros jóvenes directores que protagoniza-
que dice: «Bla, bla, bla…») hasta en las acciones y la enuncia- ron el ciclo Variaciones de Jon Fosse.
ción del texto (el énfasis en las argentinadas que tiene la 3 Durante la Semana de Teatro Noruego se desarrolló un taller de
traducción). Otro, más sobrio e íntimo, a cargo de la pareja. diseño de luces, impartido por Bjørn Moe y Marianne Thallaug.
La manera física en la que los actores se relacionan con el También contamos con tres conferencias sobre teatro norue-
libreto, cómo este aparece o se esconde dentro del diseño go a cargo de la dramaturgista Hege Randi Tørressen.
del espacio, en un formato que se encuentra a medio camino 4 Inicialmente concebido como cierre de la Semana, su estreno se
aplazó para marzo de 2011, por no contar para esta fecha
entre la lectura dramatizada y la puesta en escena, es otro
con el teatro Bertolt Brecht, donde estaban programados
aspecto que el director maneja en su propuesta. otros grupos.
Algo que me seduce en dicho texto de Fosse es el bebé, que 5 Bjarne (El nombre), El Amigo (Variaciones sobre la muerte), Un
duerme profundamente durante el día y sólo en la noche llora, Hombre (Alguien va a venir) y Baste (La noche canta sus cancio-
no para de llorar o de cantar sus canciones. Los padres tienen nes).
que mecerlo en su coche mientras discuten la separación, mien- 6 «La Niña: No quiero lo que atormenta/ Quiero todo lo que
tras ella recoge sus pertenencias, cuando llega Baste a buscarla, calma.» Jon Fosse: Variaciones sobre la muerte.
durante la indecisión de La Joven entre dejar su casa y partir con 7 Lo digo de esta manera porque entre ellos sólo la labor de William
Ruiz es visible como director en nuestro panorama profesional
el amante o quedarse con El Joven, porque al final no ha sido mal
por sus puestas Electra Garrigó (2007), Protection (2010) y Tres
esposo ni mal padre, cuando El Joven de pronto se da un tiro y se hermanas (2010). Marien Fernández y Rogelio Orizondo, de
revienta la cabeza, y ella llora, y Baste sale a buscar ayuda y ella le formación dramatúrgica, tienen una experiencia de dirección
grita al amante que no la deje sola. Entonces el bebé continúa asociada a café-teatros, performance, puestas en espacio y
llorando. Y cuando La Joven queda sola el bebé para de llorar, lecturas dramatizadas de textos de su autoría fundamental-
lentamente, porque ya casi está amaneciendo. La provocación mente y de otros autores, en el marco de eventos del Instituto
de esta sonoridad, que uno aprecia en el texto de Fosse, Marien Superior de Arte y de Tubo de Ensayo. De Amarilis Pérez Vera,
la convierte en imagen también provocadora: el bebé es una de formación teatrológica, pero interesada también en la di-
rección, es este su segundo trabajo, luego de Una pajita a la
barra de pan sentado en el coche. En los primeros momentos (I
playita. Testimonio del joven miliciano, performance presentado
y II) el público no lo verá: la imagen del bebé aparecerá en la en el café Bajo Tierra, en la 5ta Semana de Teatro Alemán.
noche, para a su modo también cantar otras canciones. 8 «Qué somos y qué seremos sino una sola idea, una sola voluntad
para todos los tiempos», es una frase de Fidel Castro Ruz que
Imagínate cuando se haga oscuro aparece en un muro de 5ta Avenida, y es una de las proyeccio-
Imagínate cuando haya tormenta nes que se utiliza en la puesta de Rogelio, donde aparecen los
cuando el viento actores, el director y otras personas caminando por delante
atraviese las paredes del muro que contiene la consigna.
9 La pionera Jedda G viste el de la primaria y El chico el de
cuando oigas rugir al mar
tecnológico o preuniversitario.
cuando las olas rompan con fuerza 10 Rogelio Orizondo: Jedda G, texto inédito.
cuando el mar sea blanco y negro 11 En pantalla William escribe: «Esa nostalgia que tiene la obra
e imagínate el frío que hará en la casa también me recuerda la década de los 80».
cuando el viento atraviese 12 Pablo Milanés: El primer amor.

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reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs

Lilián Broche Moreno y Laura González

Cristóbal Peláez:
pensar al teatro entre la ficción y el documento

FOTOS: ABEL CARMENATE


ANUNCIA MAYO TEATRAL 2010 LA PRESENCIA DEL caba mucho el sainete, y yo había hecho algunos. Claro,
grupo Matacandelas. Cristóbal Peláez, su director, imparte ta- pedí participar, pero no me dejaron. Era muy mal alumno,
lleres acerca de la dirección de actores. Su última propuesta, en realidad me dediqué a la literatura, solamente a leer.
Fernando González, una velada metafísica, forma parte de la El cura facilitó un salón a los alumnos que llevaban aquella
provocación que esta vez lanza el grupo colombiano al público obra. Yo escapé de clases y fui para allá. Comencé a acon-
asistente. sejar a mis compañeros acerca del montaje: eso no es así,
Como jóvenes iniciados en el arte teatral, quisimos acer- es así. Un día el cura me atrapó, y le expliqué que a mí me
carnos y dialogar con un director que huye de la ficción y gustaba mucho el teatro y que los muchachos estaban
lleva a escena la vida de figuras míticas. Sorprendido al fina- haciendo algunas cosas mal, o que eso me parecía. Él me
lizar el taller, en medio de una discusión con el auditorio sugirió que dirigiera la obra. Y noté que la idea me encan-
sobre lo que le interesa hoy al teatro y al público, Cristóbal taba. A los dieciséis años ya tenía tres grupos creados: uno
Peláez decidió dejarnos claras algunas ideas. en el colegio, otro por fuera, y otro con una muchacha de
una escuela diferente.
¿Cómo llega Cristóbal Peláez al proceso de formación Por problemas económicos de familia, mi papá me exi-
del grupo Matacandelas? gió que aportara a la casa, o si no que me marchara. Enton-
No soy actor. Mi educación fue absolutamente empí- ces, un hermano me puso a trabajar en una fábrica durante
rica. En la provincia de Antioquia, mi región, no había dos años. Allí incluso me dieron la posibilidad de estudiar
ninguna escuela de teatro. Cuando estaba en segundo año en la universidad. Mi vida económica iba bien. Un día salí de
de bachillerato los profesores querían hacer una obra, la fábrica y pensé: ¿qué voy a hacer? Pasé por una agencia de
pero con los mejores estudiantes. En Colombia se practi- viajes que decía: «Viaje a España». Justo ese día me habían

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Ante todo es un acto de creer en esa unión. Por ejem-
plo, en Fernando González, una velada metafísica, hay una
escena donde Gonzalo Arango sale y dice: «estoy aquí senta-
do, como ustedes me ven, en el Café, mientras espero al
maestro, fumo y bebo café». En el primer ensayo les pro-
pongo a los actores que lo repitan veinte veces, según el
método de Georges Perec. Todos preparan sus interpreta-
ciones, incluso las mujeres; es entonces cuando el público
de Colombia, que ama a Gonzalo Arango, se queda con la
boca abierta, pues esperaba a alguien bien parecido a él.
Este señor es todo un símbolo en el país, planteó una revo-
lución desde las letras en la literatura; también fue muy
amigo de Fernando González. El teatro es un juego y se
puede hacer mejor. Los actores salían e improvisaban los
cien ejercicios de Raymond Queneau: una mesita, una luz,
Fernando González, una velada metafísica, de Cristóbal Peláez, Matacandelas prendían un cigarrillo y con un café en la mano comenzaban
pagado en la fábrica, cogí una moneda y decidí que con cara a decir sus líneas. Pero eso está en el texto, y yo voy al
me quedaba y con cruz me marchaba, pero saqué cara, y teatro a ilusionarme, a ver otras cosas; entonces, para qué
dije: «me hago cuenta de que es cruz y me voy». No estaba vas a fumar. Fernando González consumía muchos cigarri-
seguro de porqué me iba. Quería estudiar cine y dio la llos, y en la obra en ningún momento fuma. A cada rato saca
casualidad de que alguien me pidió que le llevara un manda- uno, habla de la acción de fumar, pero no enciende nada,
do a Pedro Bolea. Gracias a él pude asistir a una filmación, porque la imaginación puede con todo.
y me di cuenta de que eso no era lo mío. Luego me metí a
activista político y comencé a tener una conciencia política. Con respecto a la escritura de estos textos, ¿cómo fun-
Notaba que cada vez que llegaba a un sitio buscaba el teatro, ciona el ejercicio de creación en el grupo?
y a veces descuidaba hasta mis labores. A los veinticuatro Siempre escribo con mis actores. No es tanto como
años me propuse: «seré actor o terrorista». Estaba muy creación colectiva. Mi metodología comienza en el grupo.
cargado de odio contra toda esa oligarquía de Colombia. En la casa no estudio la obra, ni una partícula del texto.
Pero no tengo vocación de violento, así que volví a mi país y Tomo un fragmento, me siento con los actores y leemos y
fundé Matacandelas. Y ya son treinta y un años con el grupo. leemos, y luego les pregunto acerca de lo que les llamó la
atención, visualmente, potencialmente; así construimos.
Dice que regresó de España pensando en ser terrorista o Son unas sesiones muy ricas, porque no son académicas:
actor, o sea, que usted llega a Colombia con la idea de hacer sacamos un ponche, un café, traemos unas hamburguesas,
un teatro de corte político. y nos sentamos a fumar y a leer, y leemos y leemos. Coge-
Sí. Trabajaba en España en un grupo que se llamaba La mos papel y lápiz, buscamos quién escriba y comenzamos
escalera, que tenía un corte crítico. En Colombia me decían el trabajo con las escenas que llamaron más la atención.
que mi teatro era demasiado amplio. Le tenía que mostrar a Todos opinan. Hacemos una lista de los veinte asuntos que
mis muchachos la diversidad del teatro. Para ello necesitaba nos interesaron, y sorteamos el inicio. Somos doce. Nos
buscar cuáles eran nuestras raíces. Nuestro teatro no es el dividimos en cuatro grupos de tres, donde cada uno hace
de Beckett, ni uno de vanguardia, sino un teatro popular. su propuesta. No es improvisación, sino un boceto. Con-
Puse a mis actores a hacer sainetes –con ellos tuvimos una frontamos, discutimos, y vamos tallereando con el méto-
proyección espectacular. A los siete años decidimos buscar do de Raymond Bayer. No comenzamos la selección hasta
una sede, formarnos, investigar sobre el actor, sobre el tea- que decimos «por aquí puede ser». No tenemos nunca
tro. Entonces el trabajo cambió, el grupo ya no era andariego, nada diseñado. Entramos al escenario para divertirnos,
se estableció en un lugar, y hacíamos un teatro abierto, gran- todo es una «gozadera».
de, con escenografía, de exploración. No me interesaba mucho
la dramaturgia para la escena, sino la literatura en función del Matacandelas anda ahora en un proceso de creación
teatro. De hecho, me importa más la literatura que el teatro, nuevo. Coméntenos sobre su último texto.
y creo que esa es una de las fuentes principales de mi trabajo Nuestra más reciente investigación es sobre un
como director. A los dieciocho años me habían envuelto el autor colombiano que se llama Jorge Holguín Uribe, un
surrealismo, el dadaísmo, la novela latinoamericana. hombre muy creativo, máster en Matemáticas. Era de
una familia acaudalada, y fue enviado a estudiar Estadística
Esa pasión por la literatura que, tal como nos comenta, es a Canadá y allí decide, paralelamente a la escuela de cien-
filtro de todo su teatro, se hace evidente también en la forma cias, tomar clases de danza. Se va para Dinamarca y allí
de estructurar la puesta en escena donde convergen lo narra- forma el grupo más importante de danza contemporánea.
tivo y lo dramático. ¿Cómo trabaja este efecto de extrañamien- Holguín se convierte en un hombre significativo; incluso,
to con sus actores? es nombrado agregado cultural de Colombia. Más tarde

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adquiere el sida y, debido al desconocimiento de la enfer- Me gusta mucho el género documental porque la fic-
medad, muere como un nazareno. ción a veces no me dice más de lo que ya sé, son cosas
Él escribió un libro que circuló muy por debajo, en hipotéticas. Lo prodigioso es ver una obra que lo deses-
fotocopias –apenas la tirada que hace su madre de la tra- tructure a uno. Porque vamos al teatro a ver qué nos
ducción, porque originalmente estaba escrito en inglés, puede sorprender, qué me puede sorprender.
fue como de quinientas copias. Lo leí hace veinte años y
dije: «Dios mío, este libro es lo más hermoso que he leído Pensando ahora en Fernando González, una velada
en mi vida». Se trata de un manual de rituales, casi una metafísica, su puesta en escena más reciente, ¿qué hay de
formación estética. Por ejemplo: Holguín hace ejercicios ustedes como grupo en esta preferencia por el teatro docu-
durante veinte días según rituales determinados. Estos ya mental?
los hemos hecho todos en el grupo porque son esencial- Se trata de una creación colectiva. A mí el teatro
mente escénicos, teatrales. nunca me ha sido tan difícil como en esta obra, empezan-
Lo gracioso de lo anterior es que tenía que hacer los do porque el autor no es uno teatral, sino meramente
ejercicios en función de algo, pero no sabía de qué, ni testimonial, todo el tiempo dedicado a dar opiniones, a
cómo. Lo que no quiero es montar a Molière, decir sobre hablar de filosofía. Incluso, cuando fuimos a pedir el dere-
lo ya hecho, trabajar sobre los arquetipos, escandalizar cho de autor, la familia decía que no había teatro en su
con homosexuales, prostitutas. Si hiciera una obra sobre obra. En nuestro medio ha habido algunos intentos falli-
prostitutas, ellas serían vírgenes; lo demás es lo que uno dos de hacer teatro con él. No me podía permitir un
ya sabe, y, entonces, ¿para qué voy al teatro? Tengo un fracaso, tenía que hacer algo, por respeto a este autor y
eslogan cuando voy al teatro: «esta obra como mínimo me porque lo quiero mucho; para mí ha sido como un guía.
tiene que justificar no haberme quedado en casa leyendo No encontraba lo que quería, a tal punto que los acto-
cinco páginas de Friedrich Nietzsche». res en varias ocasiones estuvieron por hacerme un motín
Hace unos días en el grupo nos reunimos y cuestiona- a bordo. Fueron dos años de búsqueda. Salíamos a escena
mos: ¿qué sigue? Yo ahora tengo una crisis muy grave con y lo que construíamos no nos servía. Propuse centrarnos
el teatro. Lo veo, lo admiro, pero siempre está lleno de en lo válido y honesto. Me resulta fundamental el asunto
verdades comunes. Hay asuntos que al público le gustan, de la honestidad. Tienen que haber actuaciones honestas.
pero que en el escenario son muy graves. A veces me Actualmente el actor sale a escena y su principal preocu-
pregunto por qué no he visto más obras y es que cuando pación es que se sepa que él es un gran histrión, juega
uno asiste al teatro y ve algo hermoso, como Primer amor mucho con la voz, con las poses prefijadas, pero sólo para
de Beckett, por Teatro Fronterizo, de inmediato siente la que la gente reconozca lo bueno que es.
necesidad de volverlo a ver. Esa fue una obra absoluta- Me interesa mucho que nuestras obras, en Medellín,
mente inteligente, me quería morir de la felicidad. Cuan- mucha gente no las entiende. No sé porqué, si son sen-
do uno participa de esos momentos, se reconcilia con el cillas. Siempre busco lo sencillo. Si hago algo complica-
teatro mil veces. do, soy un tipo muy contemporáneo; pero no se trata de
eso. Intento trabajar no de una manera nueva, sino ho-
Ahora que nos comenta sobre su nuevo proceso de crea- nesta y directa. Parto del hecho de que hay espectado-
ción, vemos en este un interés común presente en gran parte res, no de que no hay alguien, ni de que la gente entró a
de su producción: trabajar con el teatro documental. ¿Qué fisgonear, excepto, digamos, en algunas obras que exi-
hay con la ficción? gen esa independencia. Lo otro es que no estoy pensan-
Cada vez me ha ido interesando más el documento, do en engañar al público, ni parecer muy creativo, sino
porque, como decía Paul Eluard: «hay muchos mundos en hacerme preguntas con los actores sobre la vida. Hay
la vida, pero todos están en este». A mí me parece que la
ficción es más pobre que la realidad. Con Fernando González
sucedió que me llamaba mucho la atención su librito Re-
mordimiento, donde él cuenta su historia con una institu-
triz. Lo más natural es que esté con ella, fornique con ella;
sin embargo, me parece gracioso cuando le saca el rosario
y dice: «me arrepentí y en ese momento me sentí hijo de
Dios». La noche en que estrenamos la obra se hizo una
apuesta entre un montón de espectadores acerca de cuán-
tos de nosotros seríamos capaces de ser como Fernando
González: la mujer ahí desnuda, y él saca el rosario y la
aconseja. Creo que eso es profundamente místico. Las de
hombres como Fernando González son vidas prodigiosas.
Por ejemplo, también encontramos la de Sylvia Plath, que
con tan sólo diecisiete años ya escribía igual que las diosas.
Su vida fue absolutamente tenaz.

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cosas que todavía no me puedo resolver; el teatro para cuando se apagan las luces si se va iniciar la función, y es
mí es un espacio filosófico. que en ese momento comienzan los sueños del
Según la opinión de uno de los filósofos más destaca- luminotécnico.
dos de Medellín, nuestra obra Fernando González… es Uno se resiente mucho por la mala utilización de las
una hora y media de cátedra de filosofía, filosofía popular, luces, en eso hay que ser muy cuidadoso; además, yo tra-
en la cual se utilizan unos términos muy profundos, que se bajo los planos desde el punto de vista cinematográfico. A
le entregan al público descaradamente. Nosotros tuvimos veces me preguntan sobre la fragmentación de las luces, y
asesoría con metafísicos porque el concepto de Fernando es que entiendo los ojos del espectador como una cámara.
González sobre metafísica es distinto al concepto de otros Leonardo da Vinci descubrió que las funciones del ojo son
filósofos. El teórico nos aseguraba que el teatro no era cuatro, no solamente la de mirar, sino también cómo en-
capaz de trabajar la metafísica y que la única forma de focar o desenfocar. Ese es el éxito del cine, como decía
abordar a este autor era mediante ella. Afirmaba que si la John Houston: «el secreto del cine es que llegó y atinó,
entendíamos podíamos entenderlo a él, porque aparte de caso perfecto en la percepción del hombre». El cine tiene
lo anecdótico o lo ilustre que era, la esencia de Fernando esa posibilidad, las luces la tienen, por eso, a veces, utilizo
González era la metafísica. No quedaba otra que estudiar esas tan pequeñitas, y sombras en las que el actor queda
metafísica. Luego un cura, que es el mayor experto en la en penumbra, porque la función de la luz no es solamente
obra de Fernando González, nos aconsejó que si le quitá- iluminar en términos llanos, sino delimitar y crear planos.
bamos la parte religiosa lo matábamos, porque Fernando El conocimiento del teatro debería comenzar por el
era indisoluble de todas las confusiones religiosas que estudio del cine. Eisenstein, uno de los grandes teóricos
sufrió al final de su vida. del cine, tiene cuatro libros que son mis biblias. El cine es
una creación colectiva, han de saberlo ustedes; no lo in-
A nivel espectacular nos comunicamos especialmente ventaron los Lumière solamente; ellos hicieron el apara-
con la obra, el diseño de luces, la construcción de imágenes, to, Georges Méliès inventó el espectáculo, Charles Pathé,
la música, etcétera. Coméntenos al respecto. el negocio, propuso la renta de la película. Su majestad
Pero es súper sencillo. Eisenstein le dio al cine su carta de ciudadanía artística, no
solo lo teorizó sino que lo mostró, porque toda su obra es
No nos parece que sea tan sencillo… una teoría teatral; él decía: «toda verdadera formación y
Hace poco en Bogotá, en una entrevista, me decían: estudio del teatro tiene necesariamente que empezar por
«usted que trabaja tan bien lo visual…» y, analizándome, el cine». Ese es parte de mi secreto. La teoría cinemato-
creo que soy un tipo esencialmente sonoro. Soy sordo para gráfica es la teoría del teatro por una razón muy sencilla:
la música; sin embargo, he formado el grupo más musical con la llegada del cine el teatro se dedicó literalmente a
de Colombia, por esa misma razón de no poder distinguir robarle.
un do de un re. Soy esencialmente sonoro por una razón:
vengo de un hogar campesino, con madre de nueve hijos, En esa búsqueda de textualidades, de referentes teóri-
ama de casa, su esposo proletario. La única forma de re- cos, es donde usted define un modo de pensar la escena.
creación que teníamos era un radio donde pasaban novelas, ¿Cómo se concreta ese camino de búsqueda metodológica en
programas musicales, etcétera. Esa vaina desde la cuna a la formación de una manera propia de crear?
mí se me fue metiendo, se me creó un gran oído para las Eso de los histriones y de «yo soy un histrión» ya no
voces. Comprendí que todos los que definían mi teatro a funciona. A veces me critican en Colombia porque no
partir de una visualidad tenían razón, sólo que yo la entien- dejo mover a los actores, los tengo como amarrados. Es
do de manera diferente, a partir de lo sonoro. También que no quiero que se me muevan como micos, esto no
tengo otra razón: casi todas las luces de las obras las hago es de micos. Los actores preguntan qué hacer, y es cuan-
yo, porque uno de los elementos que más me interesan del do me toca detenerlos, pues para qué lo haces. Bota todo
teatro son las luces. Casi siempre se pone de luminotécnico lo que tienes ahí. La palabra es performativa, es decir, el
a un electricista, porque sabe manejar la electricidad y no le teatro es muy claro, la mente del actor es muy clara. El
tiene miedo a la corriente. Es decir, generalmente se pone teatro es el lugar donde alguien juega a hacerse pasar
en las luces no al artista sino al que sobra. por el otro y el público juega a ser ese otro. Usted sale a
No existe un plano de las luces, estas más bien cons- escena y dice «soy un drogadicto», y le creo porque me lo
tan de tres instancias solamente: la estructura relacio- dice. Un actor no tiene que salir a escena a decir «soy un
nada con el lugar que se ilumina, la arquitectura, que es asmático» y luego toser. Si lo digo no lo hago, y si lo hago
lo que llaman el plano, y el ritmo, elemento con el cual no lo digo. El actor tiene cierto grado de pudor al no
se puede ayudar al actor, beneficiarlo. Otro factor que hacer en público determinadas cosas obvias. Se trata de
me resulta interesante es la intensidad, y para lograrla poner en juego diversas teatralidades. Pensar la escena
se necesita un pintor, un artista. Hay un dicho en España desde la búsqueda de una verdad, que en mi caso se
que me fascina, para cuando empieza el espectáculo o encuentra en la realidad más que en la ficción.

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reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs reporTEs

Eugenia Álvarez García y Martha L. Hernández Cadenas

Miguel Rubio:
«mirar hacia adentro» para inventar un teatro necesario
MAYO TEATRAL 2010 PROPICIÓ EL ENCUENTRO cano», fenómeno que se dio a mediados del siglo pasado, en el
de los espectadores cubanos con la emblemática agrupación que nuestros maestros llamaron a «inventar el teatro que nos
peruana Yuyachkani. Próxima a cumplir cuarenta años, pre- fuera necesario». Fue una manera de este «mirar hacia aden-
sentó dos espectáculos –El último ensayo y Hecho en Perú– tro» para reconocernos en nuestras particularidades.
y también una demostración de trabajo donde se evidenció la
preocupación de sus integrantes por la búsqueda de una A través del performance logran crear un espacio escé-
teatralidad inclusiva. nico que fluye entre lo real y lo ficcional. ¿En espectáculos
Dialogar con su director Miguel Rubio posibilitó acercar- como El último ensayo y Hecho en Perú es una premisa o
nos a una experiencia consolidada en el teatro de vanguardia una provocación?
latinoamericano. Sirvan nuestras interrogantes para diluci- Más que una premisa, es una frontera en la que esta-
dar el lenguaje teatral que ha caracterizado al Grupo Cultu- mos instalados, asumiendo que vivimos en tiempos en que lo
ral Yuyachkani en su trayectoria. representacional está en una suerte de crisis frente a la
contundencia de una realidad cada vez más compleja y difícil,
Una agrupación que propone un teatro nacional dialo- donde la «representación» puede significar reduccionismo.
ga con las problemáticas latinoamericanas. ¿Es una preocu- No es casual que en las expresiones artísticas contemporá-
pación de Yuyachkani «mirar hacia adentro» para crear un neas lo ficcional y lo real suelen aparecer separados por
sentido multilateral desde la puesta en escena? apenas una línea delgada. En El último ensayo se refleja cuan-
Nosotros somos parte de una generación que en Améri- do vemos que los actores parten de sí mismos, con nombre
ca Latina se propuso trabajar hacia una dramaturgia nacional y propio; a partir de ahí construyen una presencia y desde ahí
latinoamericana. Esto era el reflejo de una característica que proponen un personaje basado en sus características perso-
Manuel Galich denominó «insurgencia del teatro latinoameri- nales para «entrar y salir» de uno y otro estado a la vista de los

FOTO: ABEL CARMENATE

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espectadores. Así se juntan la presencia y la representación, cultura personal, me refiero a los saberes de los actores,
la ficción y la realidad, el arte y la vida. Hecho en Perú tiene a su entrenamiento personal, a las diferentes disciplinas y
principios similares, pero el cuerpo en este caso opera más caminos que recorren en su aprendizaje y que están pre-
como soporte de información. Esta propuesta, llamada entre sentes en todo el proceso creativo, desde el entrena-
nosotros «instalación», une el concepto de instalación plásti- miento hasta los resultados.
ca y acción que viene de lo escénico. En ambas obras recorre- La búsqueda de un actor múltiple fue el resultado de
mos esa frontera. entender que para comunicar nuestro trabajo a públicos di-
versos, especialmente a los que no suelen asistir por diver-
La música y las máscaras son signos recurrentes en la sas razones a salas de teatro, y encontramos en espacios no
trayectoria de Yuyachkani. Coméntenos cómo esta necesidad convencionales, necesitábamos un trabajo distinto de energía,
se ha integrado de forma permanente a la estética teatral de toma de espacio, de aprendizaje de instrumentos musica-
del grupo. les, de danzas, de acrobacias, etcétera. La técnica tiene que ver
La máscara, la música, la danza, la intervención del con la necesidad de comunicar, y las indagaciones que se hacen
espacio público, el uso de accesorios, los personajes de la en ese terreno están vinculadas a contextos muy precisos.
cultura tradicional, etcétera, han sido incorporados por in- Pienso que ahora estamos en otro momento, más cercano a la
fluencia y vínculos que hemos establecido por los viajes al renuncia a la «espectacularidad», dedicado a entender la rela-
interior del país. Pienso que es la necesidad de comunicar ción con el espectador como la convivencia en un espacio com-
la que nos ha llevado a investigar esos códigos y a incorpo- partido, donde se privilegia el intercambio de energía y la
rarlos en el registro de nuestra propuesta. presencia en el espacio que compartimos con los espectado-
res en ese momento efímero en el que sucede el teatro.
¿«Pensar» y «recordar» son maneras de hablar desde el
presente para reconciliarse con el pasado? Yuyachkani ha sido vital afluente en la vanguardia teatral
Yuyachkani es una palabra de origen quechua que, latinoamericana. ¿Cómo se reconocen en este panorama?
traducida al español, quiere decir «estoy pensando, estoy Es difícil mirar y tener distancia para saber qué lugar
recordando». Cuando fundamos Yuyachkani hace casi cua- ocupamos en el contexto. El término vanguardia me provo-
renta años fue el nombre que le dimos; nunca imaginamos ca un cierto rechazo, porque lo asocio con una postura que
que ese apelar a la memoria y al recuerdo iba a tener tanta puede ser arrogante y descalificadora; prefiero sentirme
importancia con el tiempo; posiblemente sea porque vivi- parte de una moderna tradición de teatro latinoamericano.
mos en un país con permanentes ataques de desmemoria, Aunque eso suene general y casi siempre necesite defini-
donde el olvido aparece como una trágica recurrencia. ciones, en el discurso de agradecimiento al Doctorado in-
Un pueblo sin memoria es un pueblo sin historia, que tento referirme a ese tema de manera amplia.
está condenado a repetirse. Más que reconciliarnos con el
pasado nos interesa andar hacia el futuro sabiendo quié- Yuyachkani es un grupo emblemático próximo a cumplir
nes somos y de dónde venimos, sin que por esto el pasado cuarenta años de trayectoria artística. ¿Dónde está la fuente
se convierta en nuestro único presente. revitalizadora del grupo, cuáles son las acciones que avivan
su trabajo?
¿La referencia a las ideas del «teatro como una concep- Pienso que la clave para tanto tiempo de vida compar-
ción cultural» y la «búsqueda de una teatralidad inclusiva» tida ha sido el estímulo de espacios personales para que
respondía a una premisa del grupo desde sus inicios o es el todos y cada uno de quienes integramos Yuyachkani poda-
resultado de más de treinta años de trabajo? mos indagar sobre nuestras necesidades particulares de
Son ambas cosas. Con el tiempo ha sido muy importan- la creación; es decir, no nos hemos tenido que ir del grupo
te entender que el teatro es una construcción cultural y no un para iniciar otras búsquedas: el grupo las alienta, porque
canon definitivo, único y atemporal, como se nos suele pre- sabemos que eso regresa y enrique la vida colectiva. No
sentar; es decir, como única opción de lo que es el «teatro». imagino a un grupo castrando las iniciativas personales de
En el camino recorrido hemos entendido cómo esta manera sus integrantes; pienso que esto ha sido clave por un lado
hegemónica de definir el teatro termina excluyendo otras y, por otro, hemos seguido alimentando el deseo de apren-
formas culturales de lo representacional, presentes de ma- der juntos y entender que los resultados son siempre
nera rica y variada en todas las culturas del mundo. procesos que llegan a un punto, que no están acabados y
que siempre nos dejan preguntas que queremos respon-
Para Yuyachkani la cultura personal de cada actor influye der casi siempre en el siguiente trabajo.
en el proceso creativo. ¿Esto constituye una pauta imprescindi- En nuestra reciente visita a Mayo Teatral preestrenamos
ble para el montaje o se enmarca sólo en el entrenamiento del Con-cierto olvido. Ese trabajo fue antes una demostración peda-
actor? Coméntenos acerca de la necesidad de un actor múltiple. gógica, que se desprende de las preguntas sobre presencia y
Nos definimos como un teatro de grupo. Esto signi- representación que nos dejó El último ensayo. Fue en el proce-
fica que el grupo genera una cultura teatral que se cons- so de confrontación con los espectadores que se convirtió en
truye tanto por la experiencia colectiva como por lo que una obra autónoma y dejó de ser una demostración de trabajo.
es la cultura personal de cada actor y, cuando hablo de Actualmente se presenta en Lima, en su primera temporada.

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Oficio de la crítica
Fui a Perú para
recordar y termi-
né recordándome

N uevamente regresa al contexto


de Mayo Teatral el Grupo Cultu-
ral Yuyachkani. A juzgar por los títulos
de sus propuestas –Hecho en el Perú y
El último ensayo– no vinieron con la
idea de mostrar una obra definitiva,
sino experiencias. El viernes 7, día
FOTOS: ABEL CARMENATE

inaugural del evento, luego de que su


director Miguel Rubio Zapata reali-
zara una demostración pedagógica de
trabajo, en el horario nocturno pre-
senciamos su reciente estreno, de
2008, titulado El último ensayo. Fue-
ron muchos los comentarios felices
sobre esta puesta que, aunque local, tar desde la diversión el padecer de un No por gusto la propuesta escénica
toca profundamente a toda América pueblo, lo que brinda un tono optimista optó por subtitularse Vitrinas para un
Latina, pues se muestra el pesar ante y de resignación ante lo inevitable. museo de la memoria. Y es que este
el enclaustramiento de su historia, que Frente a esta multiplicidad de ideas muestrario le hace honor al mismo
generalmente es contada desde el he- no quedaba otra opción que vivir la ex- Yuyachkani –en quechua, «estoy pen-
cho y no tanto desde la experiencia. periencia del instante. La feria de la sando, estoy recordando»– tras eviden-
Por otro lado, la necesidad de proteger historia se tornaba angustiosa e inac- ciar, desde la pluralidad de la historia, la
patrimonios culturales que corren el cesible. Sólo permanecían las visiones necesidad de retornar al pasado para
riesgo de olvidarse, en pos de preser- que el espectador podía componer repensar el presente a partir de la mo-
var la identidad, fue otro de los legados para responder a sus espacios de duda, vilización de un pensamiento: aunque
del espectáculo Hecho en el Perú. En en tanto la obra deseaba «mostrar» y el teatro sea un arte comercializable
ese muestrario escénico creado a pro- no tanto «estructurar». La dramaturgia hay productos que, como este, superan
pósito de su aniversario treinta, el gru- se armaba en cada individuo-especta- la idea de mercado para hablar de esen-
po pretende compartir, desde perfor- dor, según sus niveles de interés. cias, de principios humanos.
mances monologados aparentemente
inconexos, la experiencia individual, las
glorias y desventuras de un grupo so-
cial en relación con el poder.
Desde su fundación en 1971 el co-
lectivo ha utilizado el teatro como arma
para protestar contra la reacción política
ante la violencia interna del Perú, su país.
También la condición actual del nativo
peruano, víctima del consumismo, en
ocasiones llega a darle un carácter
antropológico a las piezas, al presentar-
nos cara a cara, abiertamente
confluyentes, pasado y presente.
En este espectáculo nos descubri-
mos, a golpe de cumbia, en medio de un
verdadero mercado del arte. A ambos
lados de la escena encontramos un con-
junto de espacios contiguos que exhiben
fragmentos de la historia nacional ex-
presados simultáneamente, pero que
muestran también una necesidad: con-

69
tablas
teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro
En cada zona de representación monólogos, que centraron la atención
el individuo que actúa se mezcla con en la presencia del actor. Solo La Ma-
el carácter elegido, presentado ale- dre Patria utilizó continuamente su
góricamente en las pequeñas placas voz a través de canciones y una suer-
al frente de cada espacio de la esce- te de noticiario, quizás con el objetivo
na. El Dorado (Amiel Cayo), La Mano de crear, junto a la cumbia, el ambien-
Poderosa (Teresa Ralli), La Madre Pa- te sonoro: suerte de jolgorio cultural.
tria (Rebeca Ralli), Piel de Mujer (Ana El entorno escenográfico de estos
Correa), Desembarque (Augusto Ca- «micromundos escénicos» se presen-
safranca) y El Asesor (Julián Vargas) nos taba barroco, tal como si viéramos una
regalan acciones e imágenes que pre- estantería de tienda. Algunos actores
tenden convertir la vida cotidiana en exhibían sus atuendos, mostraban su
poesía. La necesidad de materializar funcionalidad e, incluso, a veces le brin-
sensorialidades conllevó también a la daban al público la posibilidad de acce-
creación de composiciones físicas que der a sus productos. Recuerdo que,
utilizaban el cuerpo como instancia mientras Augusto Casafranca se acer-
metafórica. Por doquier se descubrían caba para ofrecer caramelos peruanos,
propuestas sugerentes que pretendían el público le correspondía regalándole
transgredir la convención teatral, pro- periódicos y monedas cubanas.
vocar en el espectador la evocación de Los materiales audiovisuales uti-
una realidad que mediara entre lo que lizados se ligaron a la escena de un
veía y lo que vivía como experiencia modo indisoluble: fotografías que alu-
dentro de aquel lugar tumultuoso, dían al sacrificio y al dolor de un pue-
que de seguro conllevó a una amplia blo o un ídolo proyectadas en la piel
diversidad en la recepción. Como es- de una actriz que las padecía; docu-
pectadores asumíamos así, en el pro- mentos reales sobre la agonía de la comprender que acontecimientos
pio cuerpo, la tradición cual valor que mujer en el Perú reflejados constan- culturales como este no están dise-
a diario se construye y se padece, temente en una pantalla de camisas ñados para ser entendidos por el pen-
que nos vuelve responsables de eso blancas; una intérprete que convertía samiento, sino vivenciados por el
que portamos. El percibir a perso- en acción lo sugerido por la proyec- cuerpo. Quizás sean mis palabras una
nas que mediante el acto del teatro ción; o un actor que pretendía hacer- mera reconstrucción del teatro que
componen su propia nación, profun- nos cómplices de su ficción al filmar- he querido ver e interpretar. Quizás
diza en una comprometida magnitud nos en vivo con una cámara. Cada uno una reconstrucción de lo que soy.
ética que esta pieza igualmente de- de estos recursos vitalizaron los
fiende, desde una acción estética que perfomances y anclaron al espectáculo Pedro Enrique Villarreal Sosa
a la vez nos convoca a la creación de a un visible nivel de inmediatez.
nuestra propia teatralidad, esa que De estas maneras, Hecho en el
está tan ligada a la vida y que nos Perú expresaba su voluntad de legi-
distingue como seres únicos e timar el teatro como arte efímero y
irrepetibles. cíclico, virtudes que la obra empleó
Hecho en el Perú, tanto por los ob- como resortes escénicos e, inclu-
jetos utilizados para la escena como a so, autorreferenciales: notamos
través del accionar de los actores, des- cómo la verdad escénica no se mues-
cubría cómo, continuamente, se alter- tra fingida ni representada sino pre-
nan y superponen pasado y presente sentada, en tanto presentar corres-
para hacer de las escenas un aconteci- ponde a mostrar la realidad del ac-
miento intemporal. Recuerdo los mo- tor. Y es allí donde esa acción que
mentos en los que un nativo modelaba se comparte deja de ser acto tea-
ostentando la condición dual de colo- tral para convertirse en acción vital
nizador-colonizado, de manera que de- que opta por insertarse en un con-
mostraba cómo la cultura se ha redu- texto escénico. En este marco, aque-
cido a simple mercancía, y provocaba llo que se expone como problema
un replanteamiento del estado de social, aparentemente local, lo asu-
nuestras raíces culturales y el inevita- mimos como propio en tanto resul-
ble peligro de su actualización. ta un dilema humano.
En ello debo destacar el valor de Cuando abandoné aquel lugar qui-
los silencios dentro de casi todos los se recordarlo todo y fracasé. Debí

70
tablas
Traducir una máscara, atravesar un carnaval

«CIEGO VIEJO: No nos hemos visto nunca unos a otros. Nos preguntamos y nos responde-
mos; vivimos juntos, estamos siempre juntos, pero no sabemos lo que somos […] por mucho
que nos toquemos con las dos manos […] los ojos saben más que las manos.»
MAURICE MAETERLINCK. Los ciegos

FOTOS: ABEL CARMENATE


L as bombillas alumbran todo el es-
pacio. Entro a la sala de teatro. A
la izquierda del escenario está situa-
da la bandera de Perú, a la derecha, el
escudo. Una alfombra roja interviene
el lugar de los actores, quienes con-
versan y acomodan las sillas. En el
fondo una pantalla proyecta noticias,
diversas imágenes. Hacia el centro hay
un micrófono. El último ensayo.
Cuando en la reciente edición de
Mayo Teatral los organizadores anun-
ciaban que entre los invitados al even-
to estaba Yuyachkani, de Perú, mu-
chos de los espectadores que cono-
cían al grupo de puestas anteriores II que todos están acomodados en las
(Adiós Ayacucho, Antígona) esperaban lunetas. Se delimita la zona del es-
su visita con no poco entusiasmo. El La información proporcionada por pectador y de los actores en tanto se
colectivo, dirigido por Miguel Rubio, el título de la pieza predispone al es- reconocen los espacios de cada uno.
cuenta con más de treinta años de pectador a ser partícipe de un ensayo, La escena queda dividida durante
trayectoria como teatro independien- del repaso de un trabajo inconcluso; todo el espectáculo por una alfombra
te y sus búsquedas siempre han pro- por lo tanto, somos testigos de algo roja que es colocada indistintamente
puesto un diálogo con la historia y las que, se supone, aún no debemos ver. en vertical, horizontal, hacia la izquierda
problemáticas del entorno político- El título también introduce un modifi- o derecha, según el lugar con el que se
social de la región. cador al significado: «último», con el prefiera trabajar el ritmo del espectá-
El último ensayo, una de las dos cual induce al final de la práctica, que culo. Los actores montan y desmon-
propuestas presentadas por Yu- de alguna forma es también el comien- tan el área de acciones con todos los
yachkani, está organizada a partir de zo de un resultado: la puesta en esce- objetos en la escena, pues la velada es
la estructura de un espectáculo en na. Estamos en presencia de una zona repasada una y otra vez mientras es-
proceso. Todos los actores se encuen- de conflictos con respecto a cómo pen- peran a la cantante. El desplazamiento
tran en una sala arreglando un home- sar la puesta en escena como proceso. de la acción y los personajes hacia zo-
naje a una diva de la ópera de Perú. Mientras el público accede al tea- nas sugeridas por la alfombra propicia
Para ello, mientras la esperan, reme- tro observa, como parte de la obra, a una agilidad y un desarrollo de la obra
moran su repertorio musical. Las di- los actores organizando su set de tra- por sucesión de imágenes.
ferencias entre los integrantes se bajo. Cuando todos se acomodan la luz Siete sillas para los siete actores
ponen de manifiesto en las diversas no desciende para señalar que la obra conforman una utilería movible alre-
visiones que tienen de su país. ha comenzado, pues Yuyachkani en- dedor de todo el escenario: mientras
Los personajes reflexionan acerca saya una gala. Los actores tienen la algunos intervienen mostrando su tra-
de la identidad y la historia desde la conciencia de que no hay concurren- bajo como intérpretes, otros obser-
memoria. Sin embargo, en mi crite- tes en la sala, practican sus partituras van. O sea, los que representan tam-
rio, el acceder a todos los signos aludi- para una futura función en pretendida bién hacen función de espectadores,
dos, con cierta nostalgia por la cultura soledad, pues cuando el espectador enjuician las acciones de los primeros.
precolombina, constituye la mayor di- entra en la sala ellos continúan su ru- Cuando comienza la obra los acto-
ficultad que padeció el público cuba- tina en el escenario. Sin embargo, el res miran la grabación de un congreso
no, ajeno a estos códigos, en la recep- público se reconoce como observa- del gobierno; cuando termina, en igual
ción del espectáculo. dor, ya que la obra no comienza hasta posición, observan una imagen del

71
tablas
teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro
Imperio Inca. La distancia creada en- leyenda inca, de la que bebe el espectá- delos en occidentales, tanto como pre-
tre pantalla-actor-público sostiene un culo, narra la historia de una joven que sumir únicamente de lo autóctono de
hilo conductor en todo el espectáculo. cantaba como un ruiseñor. En la escena nuestra cultura, es vender una idea por
La utilización del video no se integra al todos esperan a esta cantante mítica. nosotros mismos creada. La defensa de
acontecimiento en la escena, pues La estrella venerada es gloria interna- la identidad como verdad única es solo
mientras los actores juegan a montar cional por su voz, sin embargo, prefie- una construcción que socialmente se ha
la gala para la estrella, en el fondo y re cantar en quechua. Esta hibridación, prefijado.
paralelamente se van proyectando fo- al relacionar la manera de cantar de los
tos, imágenes del país, textos. La refe- grandes escenarios de la aristocracia III
rencia a Fujimori, dictador de Perú, eurocentrista con el habla del pueblo
rememora todos los gobiernos tiráni- andino, constituye el mayor atractivo Existe una «agonía», como se dice
cos de los que ha sido víctima la re- de la artista, un motivo que la convierte en algún momento en la obra, que
gión. Este mecanismo independiente en mercancía exótica. La gran operista necesariamente no es el fin, pues su-
sostiene un discurso que narra anec- inca es evocada como mito acomodado pone una lucha. El baile de los muer-
dóticamente la historia de su país, que del estándar occidentalista. La «diva» tos, en el que el grupo utiliza másca-
es también la de América Latina. funciona como una categoría fetichista ras recogidas del imaginario popu-
La utilización de textos dialoga- instalada por mecanismos de la socie- lar, inserta en el discurso un sentido
dos en las proyecciones también de- dad de consumo. La insistencia en el lúdico a partir de la lucha de opues-
nota la intervención de la mano del homenaje, desde la exageración, devela tos. La idea de burlar el «fin» en tono
director en el espectáculo como ob- a la adoración como un artificio, simula- carnavalesco devuelve a la represen-
servador, estructurador de una co- ción, burla final al estereotipo de culto. tación un exorcismo del mal, un atra-
herencia. El diálogo dramático es ge- El proceso de arropar a la cantante vesar el infierno para encontrar la
neralmente un intercambio verbal con las prendas típicas del pueblo pe- luz. Este momento de clímax se vuel-
entre personajes; sin embargo, la es- ruano se estructura de una manera ri- ve persistencia, persistencia de una
tructura es expuesta a la vista del es- tual. La ceremonia comienza cuando la cultura. La defensa de las leyendas,
pectador, lo que le permite una parti- desvisten cuidadosamente; luego colo- costumbres y mitos de Perú apre-
cipación protagónica, pues junto a las can pieza por pieza sobre su cuerpo. De hendidos desde la memoria indivi-
acciones de los actores el director pronto, la ceremonia se distancia de los dual de cada hombre. Persistencia
sugiere al público un intercambio con códigos típicos de la región que eviden- del teatro como enfrentamiento,
el espectáculo. Se produce una bila- ciaba el vestuario, pues calzan a la actriz como fiesta popular. El teatro visto
teralidad en la recepción debido al con unos zapatos de tacón rojo. En el desde el juego de máscaras entre lo
resultado formulado entre los dos espectador se produce una reacción ante real y lo aparente. Persistencia y per-
planos: escenario y pantalla. la sorpresa por el choque de estos dos manencia por casi cuarenta años de
La alfombra roja señala el divismo elementos, obviamente opuestos; no Yuyachkani.
impostado al que rinden homenaje los obstante, los actores operan tranquila- En una de las clases ofrecidas por
artistas –homenaje impostado también. mente. Todo es una coreografía, una «gala el grupo durante el evento, un actor
Los actores repiten una y otra vez el homenaje». Pensar la memoria del hom- señalaba: «Para qué actuar en la es-
discurso, siempre con cambios «acci- bre latinoamericano desde la autentici- cena, si en la vida nos la pasamos
dentales», para cuando llegue la estre- dad identitaria es también determinar actuando». Esta tesis comenta el tra-
lla. Juegan con una falsa moralidad. La cierta falsedad. Convertir a nuestros mo- bajo de puesta en escena de los acto-
res de Miguel Rubio. La sinceridad
en la manera de pensar la historia, el
pasado desde el desmontaje perso-
nal que hace el actor con sus expe-
riencias, podrían ser las principales
tentativas ofrecidas por el espectá-
culo. Sentir la actuación como un
mecanismo cotidiano de disfraz es
una forma de reflexionar sobre el
papel de la cultura en la sociedad mo-
derna. La búsqueda de una identidad
como construcción colectiva de sig-
nificados es el ensayo final de noso-
tros dentro del juego de simulacio-
nes, recreaciones también, de la vida.

Lilián Broche Moreno

72
tablas
Kay Punku: memoria histórica y sentido político en
el discurso teatral de Yuyachk
Yuyachk ani
uyachkani
«Más allá del bien y del mal no se
encuentra la inocencia del devenir, sino
una vergüenza no sólo sin culpa, sino,
por así decirlo, sin tiempo.»
GIORGIO AGAMBEN

«Paula, la guerra no es como tú te la


imaginas.»
GUILLERMO CALDERÓN, Diciembre.

Mi cuerpo no es un campo
de batalla

D os cuerpos, una puerta y un esce-


nario vacío. Una campana, cual
único resto del campanario de la igle-
FOTOS: MANUEL FERNÁNDEZ

sia, da tres toques. Así comienza Kay


Punku (Esta puerta, ayer, hoy, maña-
na), acción-documento de Yuyachkani
presentada en el 23 Festival Iberoame-
ricano de Teatro de Cádiz. Ana y
Débora Correa son las creadoras e in-
térpretes de esta propuesta, que se
destaca por su alto nivel de compro- testimonian, la primera como hablan- cio físico (el campanario de las iglesias
miso político con la actualidad peruana te y la segunda como viviente de los de las comunidades) y una vivencia co-
y la recomposición, desde lo artístico, hechos. La acción comienza cuando la munes (la constante vigilia desde ese
de la memoria simbólica de un país. Narradora, Ana, da lectura al acta o punto alto y el aviso mediante toques
En Kay Punku confrontamos dos registro de la presencia militar en La codificados cuando se acercaban pre-
escenarios/unidades, construidos por Manta. Estos son documentos reales sencias foráneas). Las piedras desplega-
las actrices, portadores de diferentes que las actrices poseen luego de una das ante la puerta, y que la Mujer reco-
relatos, materialidades y finalidad. investigación y trato directo con las rre, tienen inscritos los nombres de los
Uno, que se detiene en el testimonio mujeres de las comunidades de Aya- masacrados y su materia induce el peso
del abuso y las violaciones a los que cucho, Huancavelica, Huanuco y Apu- de esos cuerpos, la mayoría insepultos.
fueron sometidas las mujeres de las rímac. Mediante las declaraciones co- La puerta como memoria incorporada,
comunidades campesinas durante los nocemos los actos de violencia come- conexión entre pasado, presente y fu-
años de guerra interna en Perú; y otro, tidos, los abusos sexuales, abortos, turo: la violencia que generan los go-
que deviene ritual de curación, repa- esterilizaciones, encierros, humilla- biernos autoritarios y las guerras civi-
ración de la memoria colectiva. Bajo ciones que las féminas padecieron, los les como legado de un pasado histórico
esta lógica discursiva funciona Kay cuerpos desaparecidos, el terror in- también penoso y aún presente en el
Punku, en la superposición por conti- ducido contra aquellas que se atre- imaginario cultural latinoamericano,
güidad de estas dos acciones: la pre- vieran a confesar y la discriminación donde los rostros y mecanismos de
sencia escénica de un cuerpo mutila- hacia las que lo lograron. Sus voces y opresión de los victimarios se han mo-
do, humillado, violentado, que denun- fragmentos de vida reales irrumpen dernizado, transformado; en cambio, las
cia a los agentes por las atrocidades en la escena, y las hermanas Correa víctimas continúan con los mismos
cometidas, y la purificación, el baño, el trabajan con este material de la si- miembros, caras y manos.
lavado de ese cuerpo, como única ma- guiente manera: crean un marco de Este primer momento de la in-
nera consciente de extirpar el dolor enunciación sintético que sugiere y tervención de Ana y Débora Correa,
de los ausentes y por los ausentes. connota, a partir de un campo objetual en el que se documenta a partir de la
Ana y Débora Correa exponen muy preciso, espacios físicos y expe- acumulación de materiales (actas,
sus cuerpos como mapas, donde ins- riencias encarnadas en el imaginario nombres de las víctimas, testimonios,
criben la historia de una comunidad y de estas comunidades. declaraciones) la tensión vivida por
sus víctimas. La Narradora y la Mujer Una campana en medio del esce- las comunidades campesinas produc-
de la Puerta son las identidades que nario y un toque reconstruyen un espa- to de los enfrentamientos entre el

73
tablas
teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro
ejército y Sendero Luminoso y el cuer- sus cuerpos, su única arma (el teatro) te» al que alude Miguel Rubio en su
po de la mujer, se esboza como «un para intervenir en esta lucha y eso lo última publicación), el testimonio y su
campo de batalla» que registra la muestran en el primer momento. teatralización.
violencia de los acontecimientos (mujer La segunda unidad se localiza ha- Hace unos meses, escribiendo una
violada/humillada/mutilada/abandonada/ cia la izquierda del escenario y allí son crónica sobre las Temporadas de Tea-
discriminada) y contrasta con el segun- Débora y Ana las que limpian sus cuer- tro Latinoamericano y Caribeño1 que
do instante de Kay Punku, en el que el pos y el de los espectadores, con los organiza la Casa de las Américas en
tono y la materialidad de la escena serán que comparten las naranjas. Aquí pre- Cuba durante los meses de mayo, pen-
diferentes (agua, flores, naranjas) y se domina un tiempo detenido, un rit- saba en ese rostro del teatro latino-
pasará del cuerpo violentado al liberado, mo extendido. Se trata de exorcizar americano (teatro político, popular, ri-
tras suceder, en escena y ante el público, los demonios humanos presentes (re- tual, de creación colectiva) que aún se
el ritual de saneamiento: «mi cuerpo no sentimientos, rencores, indiferencia, sigue jerarquizando en estos eventos
es un campo de batalla». venganza) en la historia. Acudimos a con sus grupos paradigmáticos funda-
Las actrices comparten con el pú- un ritual de saneamiento donde tam- dos en los años 60 y 70, y me pregunta-
blico las naranjas, lo invitan a pelarlas y bién se superpone lo privado (los re- ba desde la experiencia colectiva de
a comerlas en el acto. A la sensorialidad cuerdos de su abuela). estos grupos cómo operan sus discur-
de este segundo momento, se une el Dentro de la muestra del 23 Fes- sos sociales y escénicos en las nuevas
olor, el gusto de las frutas, las flores tival Iberoamericano de Cádiz, Kay coordenadas que impone nuestra rea-
blancas y rojas, cual bandera de Perú, Punku se destaca por ser una propues- lidad en este milenio. Kay Punku (Esta
que adornan la puerta, motivo que se ta que se mueve en las fronteras en- puerta, ayer, hoy, mañana) y el trabajo
reitera en otros espectáculos e inter- tre las artes de archivo y la conducta de las hermanas Correa, protagonis-
venciones del grupo. Ellas evocan a su performática, pensando el teatro como tas a la vez del XII Encuentro de Muje-
abuela y su maña para sacar la cáscara un espacio de resistencia, como una res de Iberoamérica en las Artes Es-
intacta de las naranjas. práctica política, social, en diálogo fron- cénicas,2 exponen el camino de reno-
Son dos unidades simétricas don- tal con el presente y el pasado históri- vación y las variaciones en el compor-
de la puerta se convierte también en el cos. Las hermanas Correa fueron a tamiento de la dinámica grupal que
elemento que señala el paso de una a estas comunidades campesinas en bus- Yuyachkani ha logrado en sus casi cua-
otra. Si durante la primera unidad la ca de los testimonios, de las vivencias, renta años, hecho que nos sitúa ante
puerta aparecía con una sombra de de lo acontecido y a partir de ese ma- un teatro vivo, un lenguaje contempo-
muertos (piedras), en la segunda esta- terial, con una absoluta libertad dra- ráneo, una tradición actualizada, una
rá adornada con los claveles blancos y matúrgica, construyeron su acción es- «comunidad creativa».3
rojos (los mismos del ramo de las no- cénica para intercambiar con el públi-
vias en Cásate con la verdad). Las Co- co de estos lugares y acompañar, cual Yohayna Hernández
rrea construyen dos escenarios bien texto estético y denuncia artística, las
peculiares. Uno hacia la derecha, don- Audiencias Públicas realizadas por la NOTAS
de sus cuerpos hablan por las víctimas Comisión de la Verdad y Reconcilia-
1 «Entre la excepción y la regla: Mayo
y sobrevivientes de la catástrofe, con ción, que se encargó de investigar los
Teatral 2008», en revista tablas, no.
una atmósfera densa desde la visualidad hechos de violencia política y violación 2 de 2008.
(treinta y cinco piedras y dos bancos), de Derechos Humanos ocurridos en 2 Dentro de la programación del Festival
un ritmo en crescendo condicionado por el Perú entre 1980 y 2000. Iberoamericano de Teatro de Cádiz
la dureza de los hechos narrados, evo- Lo valedero de entregas como se inserta, de manera simultánea, el
cados, puestos en cuerpo y en voz, que esta no sólo se ubica en la radicaliza- Encuentro de Mujeres de Iberoamé-
provoca en los espectadores, o al me- ción de la función del teatro y el papel rica en las Artes Escénicas, coordina-
nos en mí, un sobrecogimiento, un tipo del artista que este grupo asume en do por Margarita Borja y Diana Raz-
novich, que en 2008 contó su duo-
de vacío muy difícil de racionalizar. Y es un contexto de opresión, donde los
décima edición realizada del 16 al 19
válido aclarar que el tono desde el que límites entre arte y vida se desdibujan, de octubre. «El compromiso a esce-
enuncian no es melodramático, ni efec- sino también en cómo estas posturas na» fue el concepto que agrupó una
tista; ellas no se aprovechan de lo dra- abren nuevos caminos de investiga- serie de intervenciones de prestigio-
mático de estas historias para hacer un ción socioestética y obligan a repen- sas teatristas entre las que se encuen-
buen espectáculo. Se trata simplemen- sar su práctica en términos de len- tran Ana y Débora Correa, que im-
te de una reconstrucción de la memo- guaje escénico y de recepción, donde partieron un taller de máscara.
ria, desde la metáfora teatral, donde las lo corporal, lo visual y la manera de 3 En el documental de Andrés Cotler Per-
sistencia de la memoria dedicado a la
actrices no ficcionalizan, sólo ordenan ordenar un espacio de memoria co-
práctica de Yuyachkani en su veinti-
el material acumulado y lo canalizan por mún estarán signados por la irrup- cinco aniversario, Osvaldo Dragún
esa puerta de ayer, hoy y mañana, para ción de lo real, una zona de hibrida- afirma que más que como grupo, le
informar, denunciar, ajusticiar. Es un ción entre el cuerpo del actor y las interesa pensar Yuyachkani como una
acto de violencia poética lo que resta en voces de los otros («el cuerpo ausen- comunidad creativa.

74
tablas
Josefina la via-
jera: otra histo-
ria teatral de la
nación

U n quinquenio ha transcurrido
desde que Santa Cecilia, esa hija
nostálgica del trío de creadores Abilio
Estévez-Carlos Díaz-Osvaldo Doi-
meadiós, apareció en el escenario del
FOTOS: ABEL CARMENATE

Trianón. Este monólogo dejó en el


medio teatral de la Isla la confianza en
la excelencia escénica unida a un dis-
curso actualísimo sobre nuestra rea-
lidad. Ahora, nuevamente la tríada de
artistas invoca uno de esos seres
ejemplares por su raíz trágica y cuba-
na, Josefina, la viajera, la eterna cami- ce decir Josefina y no Bonifacio Byrne, ya no encanta al público cubano con
nante de la dramaturgia nacional. Lle- porque la insignia nacional es, más que sus excelentes actuaciones como lo
ga a la Sala Llauradó Josefina la viajera, un objeto, el símbolo de la nación, de la hacía hace una década, por lo tanto,
otro de los monólogos que Estévez cultura, de un proyecto social que ha interpretar a Josefina desde la distan-
ha exorcizado de su cuerpo para ha- sido construido durante décadas. De- cia geográfica con la Isla supone nue-
cer repensar la nación y a nosotros trás de la pregunta por lo propio con- vas lecturas, otras maneras de rela-
mismos en ella. tinúa resonando la constante inter- cionarse con la caminante. Más que
Josefina tiene ciento veinte años pelación a una realidad que debate su un repaso a la historia nacional, en un
y lleva ciento tres desandando cuanto destino en medio de conflictos que intento por descubrir el camino de la
camino conduzca a La Habana. Su ob- parecen insalvables. nación junto a la trayectoria de la pro-
jetivo es ver izar la bandera cubana El texto original fue escrito para tagonista (esta sería una de las posi-
en El Morro, acto simbólico que anun- la actriz Gretel Trujillo. Quienes pu- bles lecturas si el actor/la actriz vivie-
cia el nacimiento de la República. El dimos ver a la intérprete en El enano ra en Cuba), la actuación de Gretel
viaje no ha terminado aún y la prota- en la botella, podemos sospechar por Trujillo hubiese favorecido la mirada
gonista continúa en la búsqueda, qué Abilio le dedicó su obra. La actriz distanciada, crítica. Ella, como Josefina,
migrando en la geografía y en el espí-
ritu. Josefina la viajera es, por tal ra-
zón, una especie de road theater en el
que el viaje es más imaginado que real
y la acción es más recuento vivido por
el personaje que conjunto de peripe-
cias. Temas tan caros a los cubanos de
hoy como el viaje y la nacionalidad se
unen en la profundidad de este texto.
La disyuntiva de Josefina es siem-
pre andar o morir, ser la emperatriz
inmóvil que vuelve al polvo de su te-
rruño oriental o la eterna viajera que
pertenece a todas las geografías. La
protagonista termina develando que
todo es una mentira suya, que nunca
se ha ido de Cuba, que todo ha sido
apenas una ficción; pero esto no hará
menos complejo el discurso acerca
de la nacionalidad y lo cubano. «¿Dón-
de está mi bandera cubana…?», pare-

75
tablas
teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro
también ha recorrido caminos insos- borrable. En este juego entre sátira y la mano, corta caña, disimula una
pechados y no dudo que ha llorado tragedia, el actor construye a Josefina masturbación, llora, dice adiós, imi-
«lágrimas meteorológicas» mientras con esa sabiduría que tiene para tran- ta un juego de dominó, aparenta que
veía una palma en tierra extranjera. sitar por registros al parecer distan- está donando sangre… En un mo-
Su actuación hubiese supuesto un tes. Es cierto, como dice la protago- mento, Josefina se lamenta: «¡Esta
acto de nostalgia, no sólo por la tie- nista, que «a los cubanos les fascinan Cuba horrible que está aquí y
rra que le vio nacer, sino también las tragedias», pero cuando estas van aquí…!»; y cuando Doimeadiós dice
por la escena que ella protagonizó unidas a la burla y a la risa, alcanzan una estas palabras señala a su propio cuer-
hace apenas una década atrás. dimensión aún más fascinante, y el ac- po y deja claro que la nación se niega
El texto, sin embargo, es confiado tor ha demostrado que sabe hacerlo o se reafirma con ellas, pero que ine-
a uno de los más completos actores muy bien, yo diría que como ningún vitablemente se construye en los
que tiene la escena cubana en estos otro intérprete cubano. cuerpos de sus ciudadanos. Es preci-
momentos. Osvaldo Doimeadiós, in- Carlos Díaz y Osvaldo Doimeadiós samente mediante la ambivalencia
térprete por excelencia de grandes optaron en la puesta en escena por entre la palabra, que relativiza lo cu-
personajes femeninos que forman parte parodiar el monólogo del dramaturgo bano, y el cuerpo que lo reproduce,
de la cultura y la escena nacional (Santa a través de la pauta gestual. Ellos su- que se construye el discurso teatral
Cecilia, Margot), presta su cuerpo para pieron ocultar lo obvio y quisieron ha- en Josefina la viajera.
otra de ellas y se deja «montar» por cer del cuerpo del actor el espacio de El juego con varios espejos viabi-
ese espíritu trágico e inconforme que enunciación por excelencia. El perso- liza el diálogo directo con los espec-
es Josefina. El contraste entre los sexos naje puede decir que nunca ha sentido tadores. En ellos el personaje se en-
del actor y del personaje amplía las nostalgia por Cuba y que de sus ojos cuentra con su interlocutora, o me-
posibles lecturas del montaje de Car- sólo han corrido «lágrimas meteoro- jor, con su propio alter ego: la Josefina
los Díaz, para quien ya sabemos que el lógicas» y no por la Patria; pero Doi- aburguesada, monárquica e inmóvil
transformismo, en no pocas oportuni- meadiós ridiculiza el discurso verbal que la persigue por todos los cami-
dades, deviene provocación al público del personaje al hacer explícito un ca- nos. El recurso se convierte en un
y complejidad en las maneras de con- tálogo o recorrido por la memoria dardo dirigido a los espectadores:
cretar en la escena las historias de cinética y corporal de los cubanos. ¿Josefina habla con su alter ego o aca-
otros autores. El cuerpo de Josefina es masculi- so con el público? ¿A quién van dirigi-
En esta ocasión Osvaldo Doimea- no y femenino, usa bermudas y tenis dos los insultos? ¿Será acaso el es-
diós se acerca al personaje desde la deportivos, corre y salta las vallas pectador que se mira en el espejo el
sospecha al exuberante texto de Abilio como Dayron Robles, extiende la espíritu reaccionario y poco compro-
Estévez, parodiándolo a ratos, sufrién- mano pidiendo limosna, baila conga metido que continuamente es criti-
dolo, como se sufre un recuerdo im- pretendiendo sostener una botella en cado por la protagonista?

76
tablas
Otro de los mecanismos utiliza- cena. Hay en Josefina la viajera desde la propios diseños de vestuario, esce-
dos por el actor y el director para magnificencia de los grandes y lujosos nografía y banda sonora hubiesen sido
desmontar la retórica del texto de trajes que abundan en los espectácu- instrumentos suficientes para el ac-
Abilio Estévez es la inserción de un los de Carlos Díaz, hasta la sencillez tor en su desempeño.
cuadro independiente en el que hu- de la indumentaria popular. Resulta El demorado final de la represen-
mor, sátira y crítica social se mezclan reveladora la vulgarización del vestua- tación resulta el momento menos acer-
de una manera ejemplar. Doimeadiós rio del actor en gran parte de la puesta tado del montaje. La protagonista ha
hace gala de su excelencia para el gran al utilizar una bermuda y un collar de dicho demasiado, su tragedia ha con-
espectáculo humorístico cuando in- cuentas azules, blancas y rojas que movido al público de una manera ro-
terrumpe la historia del viaje de componen la bandera cubana. Esta es- tunda y es inevitable el arribo de la
Josefina, utiliza como excusa el robo pecie de artesanía tan común se suma hora final para el personaje. El desen-
repentino de sus zapatos y arremete a la serie de elementos que relativizan lace anunciado en más de una ocasión
contra el público y contra la violenta la sacralidad de lo cubano. La bandera –el suicidio– es trocado en asesinato
realidad cotidiana. En una especie de que la protagonista busca ver izada en por mano de una de sus Visitaciones.
parábasis, al estilo de las insertadas lo alto como símbolo de la nación in- Resulta incoherente que uno de es-
en los espectáculos de la Grecia anti- dependiente y libre, es vulgarizada y tos personajillos, de debilísima parti-
gua para presentar chismes y noticias presentada como una especie de amu- cipación en la progresión de la acción
de la actualidad, Osvaldo Doimeadiós leto, cuando más adorno o producto dramática, intervenga en el momen-
ataca con humor ácido y crítica voraz vendible y manoseado de la manufac- to sacrificial y definitivo de Josefina.
la irresponsabilidad social, la crisis tura popular. ¿Es también esto lo cu- La tragedia, entonces, queda trunca,
económica, la indolencia humana y bano? El diseño de vestuario lo confir- en espera de la autodeterminación de
todo lo censurable que reconocemos ma rotundamente. esta mujer inconforme.
como propio. Durante estos diez mi- Aunque todo parece indicarlo, Muerte y viaje, palabra y espíritu,
nutos que funcionan a modo de inter- Osvaldo Doimeadiós no está solo en cuerpo y nación se imbrican, a pesar
medio, el diálogo con la platea se hace el escenario. Lo acompañan durante de las digresiones, en Josefina la viaje-
más directo, podría decirse que in- casi todo el espectáculo otros cuatro ra. El soma de toda una nación es pues-
cluso cruel, al punto de convertirse actores-comodines, las Visitaciones to al desnudo por Osvaldo Doimea-
en uno de los momentos más since- de Josefina, vestidos de reos y expli- diós y la rebeldísima mirada de Carlos
ros de todo el espectáculo. La situa- citando, a veces en exceso, los perso- Díaz. Teatro El Público vuelve a rega-
ción de esta cubana que busca sus za- najes referidos por la protagonista. larnos, veinte años después de su de-
patos robados (ya sabemos que Es ya una característica de los monta- but, otra excelente oportunidad para
«aquicualquier@») es suficiente para jes de Carlos Díaz la presencia de sumergirnos en los cauces de la histo-
convertir el espectáculo en un ejem- esos seres, al parecer innecesarios, ria nacional y buscar en ellos nuestras
plo de buen arte teatral. soportes de la atmósfera teatral más raíces más profundas. Los caminos de
Los diseños de escenografía y de que de la acción. Sus apariciones en Josefina, la eterna viajera de la drama-
vestuario, firmados por Roberto Ra- este caso resultan monótonas y poco turgia nacional, se entroncan con los
mos Mori, contribuyen creativamente agraciadas. Doimeadiós ha demostra- nuestros justamente en el punto don-
al juego que entabla el actor con el do en no pocas ocasiones que él solo de se encuentran la Historia y todas
público. Quiero referirme particular- puede echar sobre sus espaldas espí- nuestras historias.
mente al vestuario por su especial ritus tan difíciles como el de Josefina.
aporte al discurso de la puesta en es- La maestría de su interpretación y los Yoimel González Hernández

77
tablas
Anotaciones

FOTOS: ABEL CARMENATE


sobre el observa-
torio desde el cual
Anna y Martha
contemplan el
mundo

1. El mundo, según Anna y


Martha, se reduce a un con-
junto de sensaciones que justifican la
estrategia discursiva del acto del habla
como forma de reinventarse el propio
mundo. Estas dos señoras encontra-
ron un sentido más allá del sin sentido
y así evitaron las consecuencias siem-
pre fatales del naufragio existencialista
o el ridículo de la crueldad. No son dos
ancianas filósofas ni dos viejas chismo-
sas. Lo de ellas no es el análisis políti- al señor mismo, a una criada medio se ha desplegado desde Así es si os
co ni la especulación financiera, sino invisible que ahora no recuerdo si era parece, Arte y El otro cuarto, propicia,
las andanzas del deseo que se desplie- negra, árabe o sudaca. Daba asco por- en paralelo, espectáculos más mesu-
ga como un fantasma con forma de que estaba limpia en medio del chu- rados en cuanto al desbordamiento
gato, se reprime y regresa otra vez rre. Y era tan joven que merecía mo- formal, más concisos y quizás narra-
como una contemplación pura de la rir para eternizarse a salvo de la vejez tivos, depurados intelectualmente a
señora de enfrente o del pasado. Esta incorruptible y legendaria, fosilizada, de la vez que, en ocasiones, parecen me-
es la lógica de su mundo como obser- Anna y Martha, quienes necesitan el nos seductores para el gran público,
vatorio desde el cual se construyen mundo caprichoso, cansado, calcado a por lo regular sediento de imágenes
imágenes del tiempo. Observar y no la anciana medida de sus trastos viejos. insólitas, recursos inesperados, co-
ser observadas, volver invisibles las lores, luces, trajes y cuerpos desnu-
ruinas del pasado, la opacidad del de- 2. Cuando vi por primera vez la dos, según los hábitos del audiovisual
seo en quien ya no espera nada, los puesta en escena que Teatro El Públi- contemporáneo. Sin embargo, por
trozos de un reglamento que colapsó co hizo de la pieza Arte, de Yazmina una parte ambos derroteros se han
el mismo día en que se derrumbaron Reza, me convencí de que a lo largo sintetizado en no pocos espectáculos
las utopías totalitarias que asfixiaban y de los años había visto correr dos ver- (Calígula, Escuadra hacia la muerte y
a la vez brindaron una increíble sensa- tientes en el desempeño del grupo: Las brujas de Salem), y por otra las
ción de seguridad ante lo inamovible. una que explora la escena desde el dos rutas estéticas de Teatro El Pú-
El observatorio de Anna y Martha es texto, y otra que explora el texto des- blico no dividen la poética de un gru-
delicioso. Su delicia tiene un rictus de de la escena. Los resultados son dife- po caracterizado por la indagación en
amargura que podemos confundir con rentes pero no siempre opuestos por las posibilidades discursivas de la tea-
la sonrisa. Se parece al andamio de más que una, la primera variante, pro- tralidad, el espesor ideoestético y
unos constructores/destructores, a la dujera grandes espectáculos neoba- polémico de sus montajes y un plan-
espalda descascarada del refrigerador rrocos que, como La niñita querida, El teamiento básico e inamovible del
del abuelo, a todos los cuadros de to- público y La celestina, resumen buena teatro como fiesta de los sentidos y
dos los parientes y de todos los márti- parte de lo que ha sido una conse- aquelarre de pasiones divergentes.
res, a la fetidez de una anciana necesi- cuencia del atrevimiento formal y de Sus producciones, por lo regular es-
tada de aseo, a la nebulosa que forman las transgresiones carnavalescas a pléndidas (incluso en los peores mo-
la miopía y las pasiones, al olor de la todo lo largo del espectro creativo, mentos de la crisis de los 90), han
gaveta cerrada hace décadas donde se tanto en la trayectoria de la compañía podido interpretarse lo mismo como
guardan recuerdos (papelitos, hojas como en esa amplia zona del movi- teatro comercial de altísima factura
secas, fotos en desuso, objetos perdi- miento teatral cubano que de alguna artística que como teatro esteticista
dos) que ni siquiera la nostalgia han manera ha caído bajo los influjos del que arraigo popular. La poética del
conseguido ventilar, al perro del señor director Carlos Díaz y de su equipo. encuentro excepcional entre el tea-
de la otra calle que más bien se parece Mientras tanto, la otra vertiente que trista y su público, idiolecto que ape-

78
tablas
teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro
nas ha fallado en veinte años, convier-
ten a El Público en un suceso históri-
co de las artes cubanas de las últimas
décadas, y a su director en un auténti-
co maestro y mago de la escena. Y
este, de alguna manera, es el obser-
vatorio desde el cual se han proyecta-
do las recientes escenificaciones de
las obras Tango y Anna y Martha, las
cuales, presentadas a la vez en salas
diferentes, continúan respectivamen-
te la estrategia de las vertientes para-
lelas. Pero en este caso la espectacu-
laridad «sobria» de la segunda, a mi
juicio, supera la «sobriedad» especta-
cular de la primera.

3. La función del acto de desacato


en la puesta de Anna y Martha, obra
escrita por la alemana Dea Loher, que
pudimos ver en la Galería Haydee
Santamaría de la Casa de las Américas,
estrenada durante la pasada Semana de que los actores están vivos; e incluso batallón de personajes travestidos, en
Teatro Alemán, tuvo la eficacia de res- tienen algo de esa impecabilidad a la representaciones extensas (y, en oca-
ponder a la pregunta fundamental de la que no estamos desacostumbrados siones, muy extensas), hemos disfru-
teatralidad: ¿cuál es el valor comunicati- (no son supermarionetas de la vo- tado la dignidad de una pasarela, y a
vo de estas matrices de representación? luntad del director), mientras que la veces contemplado, con estupor in-
Y se responde a sí mismo: la urdimbre integración de lenguajes, pese a su confesable, un desfile de trajes y cuer-
improductiva, en términos tradiciona- carga de pastiche simbolista, logra pos, pero también diversas tipologías
les, de ese texto, puede encarnar en un transmitir la impronta de cotidiani- narrativas en montajes de escenas
corpus escénico de amplia sinestesia. Así dad que se propone. El performance en simultáneas, entradas y salidas mis-
se resolvió un par de problemas que a este caso asume un realismo chato teriosas, asociaciones, subtextos, in-
menudo no culmina bien entre noso- que se disuelve en la percepción de tertextos, citas, parodias, guiños y la
tros: la traducción cultural de un dra- un espacio preparado para el juego mar de las referencias culteranas o
ma extranjero y el vaciado teatral de del teatro, escaramuza preconfigura- contextuales. No obstante, no re-
una escritura de fuerte impronta lite- da y ambiente de mundo concreto cuerdo haber visto de la mano de El
raria. Ambos asuntos se resuelven con que nos aleja, afortunadamente, de Público la desmesura como simple
maestría tanto por el director como los lugares comunes de una cierta ex- sinestesia o acople sinfónico de sen-
por los actores, lo cual advierte que el travagancia neoexpresionista y de los saciones, por más que los monólogos
proceso de apropiación/interpretación planteamientos acomodados del de Abilio Estévez hubieran sido per-
no pareció aquí un parto difícil sino naturalismo al uso. El desacato tiene fectos para esas diversiones, y no fal-
una fiesta innombrable. Esto se per- también sabor a fragmentación, poe- tan otros antecedentes en casi todos
cibe a primera vista en la relectura sía, incongruencia y levedad, donde no los títulos de la compañía. Al contra-
espacial de un salón alargado que hace todo se entiende ni tiene que enten- rio, el acercamiento a una teatralidad
el diseño, al leer y traducir bajo las derse. De todas formas, lo que unos de los sentidos y para los sentidos se
normas de una instalación plástica, vemos como virtud otros pueden ver- verifica en Anna y Martha, ayudado
además del movimiento de los acto- lo como limitación. Depende de qué por la proximidad de los espectado-
res y la construcción de los persona- teatro, cuál experiencia vayamos a bus- res a la zona de representación, gra-
jes, cuyo acento gráfico es tan fuerte car a la improvisada sala de teatro. cias a la delicadeza inconfundible del
que la integración del vestuario, las mejor artesano: paredes empapela-
luces, la incorporación física y el mi- 4. Una palabra recurrente y exac- das con periódico y paredes rugosas a
nucioso diseño de maquillaje no nos ta en la poética de la agrupación es medio repellar, objetos metálicos,
permite definir si la imagen nació de desmesura. Los afanes por atrapar a plásticos, de madera y de goma, las
la actuación o la actuación se apoya en lo inasible recorren la trayectoria y baldosas, trocitos de comida lanzados
las imágenes. Pero tampoco se trata el repertorio. Hemos visto, en otras al público, telas de diversos tejidos,
de identificar la hegemonía del huevo ocasiones, la metamorfosis de la des- papeles, cristal, sonidos naturales y
o la de la gallina. Basta con advertir mesura que se ha desplegado en un sonidos grabados, en especial el del

79
tablas
ternan como parte de una misma téc-
nica interpretativa donde destaca la
figura de Martha, entre la juventud
simpática de la Xana, las monstruosi-
dades perrunas y la vejez enhiesta
pero frustrada de Anna. La represen-
tación de una postración corporal en
silla de ruedas, con movimientos rí-
gidos e inestables al levantarse en
previsión de una posible invalidez to-
tal, la deformación facial y de la voz
que desagradan tanto como conven-
cen, más la alianza de la actuación y el
maquillaje de caracterización, ofrecen
una figura contrahecha que insinúa
retorceduras interiores sin perder el
cariño fraterno hacia Anna. Con este
trabajo, la joven actriz Ysmercy
Salomón logra un momento de ma-
durez en su emergente carrera. El
mérito es mayor cuando los actores
agua que tanto se agradece, fonética del mundo de Anna y Martha pues de que le rodean convencen en la cons-
castellana y fonética alemana, las pie- alguna manera siempre duele el mis- trucción y recreación de sus perso-
les y los cabellos de los actores. Los terio de lo real que no se somete a la najes, a mitad de camino entre la ilus-
signos de esa sinestesia se congre- corrección gramatical de los dictados tración fotográfica y la deformación pic-
gan en la presencia auténtica y el de la cultura. La muerte, por ejem- tórica, una zona perdida de la que bro-
desempeño de los actores, porque plo, tiene sabor a realidad absoluta, a tan personajes raros y ordinarios, y las
la articulación que pueden hacer las misterio. La limpieza real del piso y siguientes demandas: ¿Qué hay deba-
posturas, el gesto, la mímica, el mo- el real lanzamiento del agua suenan, jo de estos pequeños seres del
vimiento y la entonación convocan a huelen, palpitan, molestan, no se ex- subsuelo de la felicidad? ¿Hasta dónde
una simulación atrayente. Tales sen- plican, no se nombran. Lo que verda- el humanismo que refleja la frustra-
saciones atrapan desde el primer deramente sucede no puede ser ción devela la violencia? ¿Quiénes es-
momento, cuando todavía espera- nombrado porque desaparece; y si tán sanos y quiénes enfermos? ¿Puede
mos que se nos cuente una historia dos viejas enfermas están listas para alguien sobreponerse a la pérdida y
cronológica sin advertir que vamos morir y no lo hacen, morirá hasta el encontrar la salida? ¿Cuándo sabemos
cayendo en la red de los sentidos, último de sus recuerdos y, por su- si Xana asciende por el andamio para
donde la secreta fascinación del es- puesto, la joven sirvienta. Quizás sea escapar o para morir? ¿Se lanzará o
pectáculo dejará la transparencia este el procedimiento de lo real e se caerá? ¿Con el ascenso de la sir-
para ser opaca y cruda como el suici- intransferible, de lo actualizado y lo vienta, estas señoras ganan algo? ¿Algo
dio inquietante de la sirvienta Xana perdido. Ni siquiera se trata del es- podrá cambiar? ¿Un observatorio,
desde lo más alto del andamio. pectáculo en sí, sino de la integración mirador y laboratorio, implica cono-
de las sensaciones que forjan su per- cimiento y aceptación personal? ¿Exis-
5. Observo, a estas alturas, que cepción y reviven en cada función cual te una esperanza, una paz verdadera
Anna y Martha se aviene a las claves un rito de risa y mueca. Los actores bajo el sinsentido de la observación?
antropológicas del sacrificio ritual: al- tienen mucho que ver en este proce- Apenas tengo respuestas, excepto
guien muere para que otros se purifi- so: la precisión de las tareas cotidia- para esta última. ¿Qué se ve desde el
quen y vivan. Desde este ángulo, la nas de Xana (Gilda Bello), las peleas y observatorio de Martha y Anna: silla
exploración del texto desde la esce- mezquindades rutinarias de Martha de ruedas, mesa de costuras, anda-
na no busca acomodar al espectador a (Ysmercy Salomón) y Anna (Tamara mio, refrigerador? El mundo estrecho
una imagen seductora, sino ponerlo Venereo), las apariciones entre vela- y corto, bajo y seco, triste y frío, y rígi-
en el ámbito de las ancianas, cuya vida das y sensuales del Chofer y Meier do, y estéril, construido de espaldas al
dramática depende del reacomodo de Ludwig, en contraste con la ferocidad mañana, un mundo a la medida de Anna
sus recuerdos y de la anulación de la expresionista del Perro (los tres úl- y Martha. ¿Por qué lo sé? Fácil. Basta
sirvienta, la que, por cierto, lleva un timos actuados por Carlos E. Rive- con mirarles a los ojos.
pulóver rojo donde se lee: working rón). Habría que agregar que la dupli-
class. Con tal cercanía al sacrificio, cidad de una expresión extracotidia- Habey Hechavarría Prado
tuvo que haber dolido la construcción na y de una interpretación realista al-

80
tablas
Protection: un
espacio seguro
para compartir

R ealmente me resulta incómodo


hacer público un juicio crítico
convencional sobre puestas escénicas
como Protection, texto escrito en 2006
por la dramaturga alemana Anja Hilling

FOTOS: LUIS ERNESTO DOÑAS


y dirigida por William Ruiz. Siento que
esto puede constituir el suicidio de
cualquier criterio que pretenda im-
ponerse ante un producto que no pre-
cisa ser explicado sino tan sólo pen-
sado por el receptor, en ese proceso
resguardado del pensamiento donde
se forja un teatro individual e irrepe-
tible. En este sentido, comenzaré
respondiendo a la primera pregunta vas al placer. Y, según pienso, es lo No obstante, creo que lo más no-
que por lo general siempre alguien te que refresca la densidad de la metá- table en el aspecto sonoro son los efec-
hace cuando sales del teatro: ¿la obra fora en la escena que William Ruiz tos provocados por los actores con los
te gustó? nos quiere mostrar. objetos, sólo circunscritos a botellas y
Pienso que no puede hablarse de Vale resaltar entre los temas vasos, bolsa de nailon, linternas, trozo
gusto sobre un espectáculo que no uti- musicales la canción rusa sobre la fe- de lienzo, una flor artificial, protecto-
liza el artificio teatral como finalidad licidad con la que todo cubano bailó res de codos y rodillas y las extremi-
sino como medio para manejar ideas. cuando existía la confraternidad eco- dades inferiores de un muñeco.
El texto apenas se representa por los nómica con la Unión Soviética. El pa- El sonido de las botellas al caer, el
actores, ocupados en contener todo ralelo se logra cuando vemos en la acto de rodarlas e introducirlas dentro
atisbo de emotividad. Mejor sería ha- escena la sugerida violación a una del nailon con acciones agresivas nos
blar de presentación retórica por ac- mujer que, como analogía alegórica, sugiere el mundo interno impulsivo e
tores que, como actuantes tropicales, puede a su vez representar una revo- impotente de estas personas que se
no padecen la realidad alemana que lución también violentada. muestran aparentemente inalterables.
leen. El director, así como su asisten-
te Amarilis Pérez Vera, jóvenes gra-
duados de Teatrología, optan por uti-
lizar una estructura paralela de signi-
ficados basada en la manipulación de
los elementos escenográficos, enten-
diéndose al actor como parte de ellos.
Suerte de ensayo literario-escénico
sobre la búsqueda de sentido es lo
que percibí claramente en ese espa-
cio/vacío que demandaba de mí su re-
composición.
Si tomamos en cuenta los refe-
rentes musicales de la obra, pode-
mos pensar en el título como alusión
al segundo álbum musical de Massive
Attack, homónimo, que en 1994 hizo
de este conjunto una de las agrupa-
ciones más influyentes de la década.
Dentro del contexto escénico la mú-
sica se nos muestra básicamente para
ambientar locaciones festivas o alusi-
81
tablas
teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro
Los recipientes, que tan transparen- Rivero, actor que presenta a Ross/
tes y pulcros se exhiben, nada tienen Marc, dibuja con tiza un jardín de flo-
dentro, y se colocan jerárquicamente res donde se siente despojado de sus
a la altura de los hombres para hacer ropas, luego toma un vaso, escupe
de uno el objeto o la humanización del sobre su mano para depositar su ex-
otro. Es, por tanto, el continente sin creción en la vasija, distinguimos
contenido la gran metáfora de esta cómo esta secuencia, totalmente
obra enclaustrada en el marco de un pragmática, construye un sentido ge-
universo alucinante. Tan sólo implo- nerado por una relectura visual del
siones son las que se muestran, a texto dicho que provoca la dilatación
modo de intenciones físicas que po- de su significado. Todo cuanto se hace
cas veces se materializan en ese con- parece nuevo. Los actuantes, a los que
flicto existente entre el querer decir se agregan Giselle Lominchar y Leo-
y el no saber cómo. Sin embargo, pien- nardo Cuesta, en vez de preocupar-
san que todo lo dicen, quizás al creer se por hacer, se muestran ocupados
inútil el acto de ocultar. Así compar- por tratar de encontrar algo en ese
ten sus pensamientos en voz alta sin espacio de confluencias al que somos
temor al daño en el acto despreocu- convocados. Por ello los actuantes, al
pado del que tiene la convicción de acabar la puesta, se marchan como si
que no va a ser escuchado por su in- nada hubiera pasado. Y es que en el
terlocutor. transcurso del tiempo compartido la
La historia, no tan trascendente al ficción no se nos mostró como artifi-
tener como pretexto para el diálogo la cio sino como punto de vista sobre
propia intrascendencia, nos habla de una realidad cómplice que nos pro-
los encuentros y desencuentros de in- voca pensar en nuestro teatro, en ese
dividuos sin aspiraciones. Hombres que espacio gnoseológico que elegimos
creen oxidados sus mecanismos de en- para vivir.
cubrimiento y no temen exponerse. Las luces y el vestuario apoyan
Esta temática, lugar común dentro de la conformación pragmática del sig-
las obras alemanas de la última década, no en continua construcción. El uso
pienso logra armarse como hecho es- de linternas de luz verde para los
tético no tanto por su calidad argumen- momentos más íntimos o esperan-
tal como por su voluntad de convertir zadores de los personajes alterna
en poesía la degradación humana. con el ambiente blanco de los equi-
Como metáfora viva encontramos pos de luces, quizás como un modo
al muñeco realista inerte e inútil que de desacralizar la idea del artificio
reposa a un lado de la escena. Con teatral que busca la manipulación. De
rostro que jamás se ve, lo cual hace esta forma el vestuario, de diseño su-
del icono un símbolo universal, a pri- til, sin la intención de convertirse en
mera vista puede leerse como una elemento trascendental, enfatiza en
suerte de cita «maeterlinckiana». Sin los personajes su natural ambigüedad
embargo, si acaso es mirado con ojo sexual, el carácter que sugieren los
más actualizado, este símbolo puede colores, además de acompañar a las
devenir pieza de arte conceptual que acciones sugeridas por los actuantes.
una vez más formula la pregunta en De esta manera concluyo mis re-
torno a lo que somos: consumido- flexiones en torno a lo que no debe
res-consumidos. verse de la misma manera con otros
Tampoco creo errado afirmar ojos. Cuando la escena no quiere em-
que estamos ante una teatralidad di- bellecer ni hacer sentir, tan sólo que-
señada para descubrir conceptos. dan sobre el espacio los principios,
Esto se explicita cuando nos damos esos que se nos otorgan para recrear
cuenta de que todos sus elementos una escena mutua. Aunque no pueda
están en una perpetua búsqueda de responder a la pregunta sobre el gus-
sentido. La estructura de montaje to, quedará al menos en mí la expe-
así lo indica en tanto principal catali- riencia de un espacio compartido.
zador de este propósito. Si recorda-
mos, por ejemplo, cuando Yasel Pedro Enrique Villarreal Sosa

82
tablas
Y aunque te

FOTOS: LUIS ERNESTO DOÑAS


cueste la muerte
hazlo: mira por
primera vez

«Mutilación de miembros y arterias que


horas después intentarán ser restituidos.»
MARGARITA MATEO. Ella escribía poscrítica

T ermino de leer Ayer dejé de ma-


tarme gracias a ti Heiner Müller,
entiendo. Gracias, Rogelio.
Como si un disparo agónico se pectacular, en la dramaturgia subyace cura las cercanías las fronteras»1 los
activara en mí, comprendo. Dónde la intención de solventar a la República jóvenes huérfanos se arriesgan al love
está el teatro, sino en el dolor, en el en una descarga. La descarga/homena- is a losing game, al world hold on, al
patetismo. Y el teatro está en esas je del teatro cubano, el ISA para happy together, al back to black, y al I’m
palabras sórdidas, frenéticas, psicóti- deconstruirlo, la Isla para justificarlo. your biggest fan. Se arriesgan a pre-
cas, explosivas, vivas. Y el teatro está Homenaje que reivindica desde la no guntarse ¿to be or not to be?, pero la
gritando. Y el teatro está injuriando simulación, desde la aceptación como interrogante muta hacia la traducción
al teatro. Y el teatro está en la pala- una cólera desenfrenada. Este es el infinita. Por eso quiero tener un pós-
bra arrancada de la vida para nacer, mejor homenaje, el de la verdadera ter de Ofelia en la pared de mi cuarto,
morir, negarse. Y la palabra es esce- evolución. Mi bollo vegetal con letras gigantescas
na. Y el teatro no está porque ahora La República como un presupues- justo en el centro, y en la esquina el
se trata de mí, de mi teatro, de Ofelia, to voluble. Estado, gobierno, árbol premio póstumo al demo más des-
del mar, de la República. Y el teatro genealógico, antropología inexistente, cargado en YouTube. Poner las cancio-
dice como una última súplica otra, la República como protagonista. Y quién nes todo el día, una y otra vez, sopor-
otra, otra, porque todo lo demás es puede inventarme otra República. Y tarme aprendiéndolas. Ya estoy lista
silencio. quién puede cambiar al teatro. «La Re- para responder a Amlet, voy a hablar
Empiezo a entender. El concier- pública echa la explanada la noche os- de mi dolor.
to-homenaje a la República son las vís-
ceras de esta obra. Un homenaje a
Shakespeare, Stanislavski, Müller, a
Cuba, a las tradiciones reinventadas
por necesidad. Abruptas incisiones al
teatro para amarlo, abrirlo, llenarlo
de todo y vaciarlo como un experi-
mento insaciable. Caóticas empiezan
a salir estas palabras, ya no puedo
detener esta compulsión, ya no pue-
do. Dejo de matarme para creer,
sombras nada más. Sombras.

II

Como un relámpago voy reescri-


biendo impresiones e ideas para este
discurso incontrolable. Mi primer ha-
llazgo con la puesta en escena y mi
último con el texto. Dramático y es-

83
tablas
teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro

III intangible. El cuerpo de Manuel a par- Braz-Judith ¿es un producto Prav-


tir de la fisicalidad encuentra y cons- da? ¿Es la alemana transexual que
Amlet (sin el error molesto de la truye desde la memoria a su persona- Amlet conoció en Facebook? ¿Braz? No
H) es la piel, Ofelia la asfixia, Laertes je, a sí mismo, al espectador. sé si es un error dramatúrgico, una
la rabia, Braz el mundo. Ofelia-Alegnis está metida en la trampa, un Supreme. Nieta de For-
Mario Guerra dirigió a los estu- piscina, ha regresado de su exitosa gira timbrás, heredera de una tradición a
diantes de quinto año de Actuación por el Congo y está embarazada. Ofelia la que prevalece como mujer perfec-
en su trabajo de tesis. Ayer dejé de tiene a sus fans negros, a su primer ta. Ella toma el micrófono, cuenta su
matarme gracias a ti Heiner Müller, amor Amlet. El agua en sus pulmones dulce historia y es Lady Braz, canta
texto de Rogelio Orizondo, ha sido la no impide la sequedad de su voz. El Paparazzi, Pokerface, y son sus cancio-
sustancia germinal. Y el enriqueci- ahogo áspero de su vida está en el río. nes las que nos dominan tal como ella.
miento mutuo es una ganancia. Cómo Un río como legado de la muerte, de Entre todas las figuraciones, el
ha sido la apropiación y experimenta- su pasado, escogido para sacrificar al Hombre con Traje mantiene y asegura
ción en el proceso, una pregunta inci- hijo negro, a quien llamará Polonio. la coherencia de la puesta. Confluye en
tante. Cómo se ha creado una puesta Ofelia trae adheridas a sí estas esen- él la coordinación de un evento intrans-
que exige desde el inicio la subver- cias, pero mientras está en la piscina ferible, por lo que debe regular las
sión de cánones que se reclaman disfruta vivir en el mar. A fin de cuen- emociones y asegurar las consecuen-
muertos, una inquietud estallante. tas, ella también es una de esas balle- cias precisas de estas en la presenta-
«Esto no tiene fin…» Un Hombre nas muertas en la orilla, un día están ción escénica. Logra el distanciamiento
con Traje asegura la carrera de Laertes- ahí, y luego renacen. Necesitan el agua, de los espectadores ante el hecho ar-
Fidel por la escena. La rutina de quin- pero el agua es también un personaje tístico y así formula perspectivas con-
ce minutos sin detenerse convierte en trágico e independiente. Entonces es- cretas en la recepción. Mario Guerra
un espasmo el monólogo del persona- tán ahí, Ofelia y el mar confesándose. articula el encadenamiento de todos los
je. Con esta sacudida incita las mira- Amlet toma su cámara y filma a los signos en correspondencia con la pues-
das del público extrañado mientras su espectadores. Quien busca encontrar- ta en escena, profiere la unitoriedad del
sudor salpica a dos jóvenes especta- se en la imagen grabada pierde el reco- espacio. La asimilación de su responsa-
doras. Así, sigue detonando palabras, nocimiento de su materialidad para ha- bilidad durante el espectáculo hace que
escupiendo dolor, ni pinga, Laertes tie- llarse sujeto a la ficción como cocreador la dirección escénica realmente se
ne miedo, nosotros también. de esta. Por lo tanto, sea cual fuese la involucre con el acontecimiento irre-
La partitura corporal Amlet-Ma- reacción ante la irrupción, se produce petible y exclusivo del que se trata.
nuel estalla desde la medialidad entre una correlación de sentidos que des- En un documental Heiner Müller
imágenes violentas, autorreferenciales puntan en Amlet como portador de un cuenta cómo conoció a Brecht. Una
y precursoras de una diferenciación manifiesto capaz de transformarnos. dialéctica inevitable se toma como

84
tablas
referente, y de la intertextualidad del Estos no son los personajes de Sha- Vladimir I. Lenin sufre el delirio
texto dramático como heredero de kespeare, ni los de Müller, son los de de la convicción. Él necesita ver la fil-
una negación hecha con anterioridad Rogelio. Y desde valores que funcionan mación de Hamlet antes de morir. Su
comienza un nuevo nivel de interpre- como una ideología transgresora hacia única esperanza está en Konstantín
tación ante la puesta en escena. El ho- el arte teatral se logra con la puesta en Serguéievich, la escenografía de Craig
menaje es el modo de dilucidar estas escena la multiplicación de enunciados, Gordon, un montaje de fabulaciones.
relaciones. Las claves están en la in- la pluralidad de significados, la inter- La obra cuya representación una vez
tención deferencial propia del texto medialidad expresiva. La síntesis del impidió porque quién sabe lo que
llevada a una concretización perspicaz. montaje consigue así mismo una hubiese provocado. No importa lo
Las posibilidades de establecer reinvención desde la necesidad auto- que cueste, incluso la muerte, debe
compromisos se van componiendo con rreflexiva de todos los inscritos al pro- hacerlo, debe mirar por primera vez.
la intensificación de atmósferas suges- ceso. Se acepta la muerte, la paradoja La escenografía es la más explícita
tivas y la experimentación. Los efectos de vivir a media máquina, la autentici- síntesis conseguida en la puesta y tran-
son disímiles; ante la presentación de dad de gritar con el cuerpo. Amy Wine- sita hasta convertirse en símbolo. Una
Braz en un dibujo animado, la risa será house y Lady Gaga son paradigmas para imagen aplicada a los personajes, al es-
el modo de implicarse en la narración Ofelia, una cubana. ¿Quién es Ofelia pectador. Se configuran en ella imáge-
de este. Para que la obra continúe ne- para Rogelio? Quizás en esas zonas de nes persuasivas concatenadas a la pro-
cesitan ayuda del público, algunos es- indeterminación esté oculta la respues- gresión dramática. Es ágora de vínculos
pectadores deben estar en el próximo ta. ¿Quién es Amlet? Después de tan- indelebles para homenajear a la Repú-
espacio reclamado por la puesta, una tos problemas burocráticos, consiguió blica con libertad. Es la piscina sucia y
discoteca, bailar junto a los actores, es- librarse de la H, tiene el papelón de olvidada donde se reencuentran Amlet
cuchar y sentir con intensidad la magni- Dramaturgo y de qué le sirve. Si el tea- y Ofelia. Es la piscina en el castillo re-
tud de sus gestos, sus voces. Sentir el tro es una cárcel por qué entonces sen- cuperado por Braz para cumplir el sue-
olor de la tortilla cocinada por Amlet, y timos la posibilidad de liberarnos cuan- ño de hacer un centro recreativo:
en uno de los espectadores, el sabor. El do la lectura o presentación escénica Elsinor. Está llena de la misma agua en
desnudo de Ofelia compone un traje finalizan. los pulmones de Ofelia. Donde se ba-
mutilado por el dolor, aunque la analo- La vitalidad es una característica ñan Manuel, Alegnis, Fidel, Judith y
gía vestir-tradición produce la impron- intrínseca a cualquier presentación Rogelio para salpicar la «ratonera». Una
ta de una ausencia padecida por todos; escénica. En esta puesta permite la «ratonera» dispuesta, o no, a mojarse.
estamos desnudos, desprovistos de ata- disolución de situaciones acontecidas
víos que se nos han negado. a las que no tenemos acceso. Cuando Martha L. Hernández Cadenas
Entonces lo referencial y perfor- no escuchamos con claridad a los ac-
mativo en interacción simultánea du- tores o sentimos la intermitencia de NOTA
rante la puesta en escena buscan fun- reacciones incontrolables, estamos en
dar en los espectadores vínculos pro- presencia de un riesgo que han teni- 1 Rogelio Orizondo: Ayer dejé de matar-
do que correr para expresar auténti- me gracias a ti Heiner Müller (en pro-
fundos. Desde la última fila me sentía
ceso editorial por Tablas-Alarcos).
abatida por la energía, el erotismo, la camente quiénes son.
fuerza expresiva de los actores. En una
primera fila el foco de luz penetraba mi
piel y, al sentir la invasión física de los
cuerpos en la escena, me involucré, pro-
vocada por una complicidad real. Estas
relaciones demuestran la posición acti-
va del público, son efecto de la voluntad
de ser partícipes en esta presentación
escénica que nos excita, nos agrede y,
por lo tanto, nos compromete.
Es importante cómo cada palabra
alcanza una connotación corpórea. Los
actores se han apropiado de ellas para
adherirlas a su experiencia. Reviven
desde sus memorias individuales lo
acumulado durante sus estudios en la
Universidad de las Artes. Hablan des-
de sus cuerpos, sus repúblicas, sus
historias que han dejado de ser las
mismas.

85
tablas
Ofelia y Amlet en las calles

FOTOS: LUIS ERNESTO DOÑAS


Oquendo y Desamparados.
Ayer dejé de matarme gracias a ti
Heiner Müller da para pensar

C rear puede llegar a convertirse en


una lúgubre exposición de even-
tos aterradores y desquiciantes, también
lo vimos nosotros, reunidos en la Sala
Bertolt Brecht en julio de 2010? Ayer
dejé de matarme… se desarrolla entre
atractivos. Qué hay si el autor de la crea- la reproducción y el colapso. En las vís-
ción se queda sentado plácidamente re- peras de su acto de graduación, Amlet
cibiendo sus honorarios y realizando con es asediado por sus amigos Ofelia,
esmero la exposición de su carrera crea- Laertes y Braz. En ellos los espacios son
dora. Puede ser entonces que la exposi- tantas cosas que parece difícil que pue-
ción de gestos obscenos deja de ser arte, dan ser algo. Son lo que fueron para sus
no lo es por naturaleza. La conexión en- abuelos, son el resultado del amontona-
tre el acto de mostrar y la actitud del miento de las drogas y la lujuria, de sus
que muestra no es de una incidencia tan anhelos infantiles, casi siempre vividos
directa. Tampoco lo es la del acto de como un trauma, son la readaptación a
mostrar y la actitud del que observa. El espacios de consumo, todo en medio
arte padecerá siempre los del delirio, de la mutilación del sexo,
descompromisos, los del creador y los literal y simbólica, de la violación.
del espectador. Ayer dejé de matarme gracias a ti.
De ahí que los museos no cesen Dudo que Heiner Müller hubiera que-
de evocarnos, muchas veces, el de- rido aceptar la responsabilidad o el pri-
rrumbamiento de las obras que con- vilegio que el ser que le avisa, le dispen-
tienen. El derrumbamiento del infini- sa. Si se leen algunas de las entrevistas desprendían la cabeza siendo de-
to que las compuso, toda obra reclui- que hay de él en Internet, quizás hubie- voradas por el río negro hambrien-
da en un museo recuerda, a menudo ra dicho: «…oh, no, si no eres capaz de to de la blancura de mis queridas
sin matices, el derrumbamiento del matarte no me responsabilices a mi». muñecas el curso del río siguió y
universo que la propició. La consagra- Al parecer entrevistar a Müller consis- mis muñecas seguían allí con la len-
ción de los museos permite el acceso, tía en recibir la negación de cualquier gua afuera allí estaban los trozos de
a primeros planos de significación, de enunciado. Esa parecería ser la virtud mis muñecas toda la eternidad en
la reproducción. No está mal, para de cualquier entrevistador del autor de los ríos en este mar negro
nosotros, insertados en un universo La colona, Filoctetes, o Máquina Hamlet:, La exposición de actos aterradores
de imágenes de todo tipo, la repro- ser negado. no glorifica la barbarie humana. En un
ducción de una obra de arte crea una Pero ya Heiner Müller no existe y entorno de polaquitos vendidos y de
especie de Oasis en medio de la fatiga. aquello que profiere el título de la obra Ladas con motor de Fiat, de Chevrolets
Tampoco está bien, de no existir hoy de Rogelio no se suicida gracias a Müller. de 1959 compitiendo por pasajeros del
la Noche estrellada, quizás menos perso- Lo que fue animado inspira la acción de siglo XXI, la exposición de un auto des-
nas pensarían que no queda nada por lo inanimado. trozado por una guagua y con manchas
hacer. Pero los colapsos también for- Ayer dejé de matarme gracias a ti de sangre secas no glorifica, en lo más
man parte de nosotros. Heiner Müller expone el horror de una mínimo, la degradación en que el acci-
Si la muerte no está a algunos de generación condenada ya antes de ser dente aconteció.
nuestros costados, ni mi obra, ni aquello concebida, pero también después. Braz, la alemana amiga de Laertes
que veo, me parece creado o visto con Responsabilizada por su condena y vuel- que promete repartir Supreme para to-
verdadero compromiso. ¿Cómo lo hizo ta a condenar por ser una condenada. dos; llegada, ida, abandonada desde, ha-
Rogelio Orizondo? El autor de Ayer dejé En palabras de Ofelia mi personaje ins- cia y por un universo inmerso en Pravda
de matarme gracias a ti Heiner Müller. pirador en esta obra: («Verdad» en ruso y título del diario ofi-
Texto que sirvió a Mario Guerra para …y yo descalza enamorada inocen- cial de la era soviética). Braz tiene una
que condujera a los alumnos de quinto te fui allá a aquel río y vi a todas mis relación hermosa con Cuba, su abuelo
año de actuación, del Instituto Superior muñecas masacradas mutiladas vivió en Cuba y no quiere que sus ami-
de Arte, a su graduación en el curso 2009- desechas en el río negro yo vi cómo gos, cubanos, se peleen. Por eso pro-
2010. ¿Cómo lo hizo Mario Guerra y todas iban perdiendo sus brazos mete Supreme para todos, ha notado una
como lo hicieron sus alumnos? ¿Cómo sus ojos sus lenguas cómo se les devoción particular de sus amigos en

86
tablas
teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro teAtro
Cuba, de los amigos de sus amigos, por Amlet rememora la lógica de los
las secuelas de Nestlé. Pero también tiempos degenerados: el dinero no lo
tiene una película preciosa que su abue- compra todo…, a menos que se ofrezca
lo le hiciera a Vladimir Ilich Lenin. En una buena suma. Desde el poder es po-
ella se dirige a Konstantin Stanislavski sible bajar siempre el rigor del costo, de
para pedirle (un Lenin que parece ex- ahí que lo primero que buscarán los
traído de una película de Sokurov), como Amlet recién graduados serán las ma-
última posibilidad de salvación para la gistraturas baratas. Los gastos que pue-
Unión Soviética, que es también su sal- dan reembolsarse con velocidad. De fra-
vación, que monte Hamlet, la obra que, casar en el intento Amlet emigrará, y
en otro tiempo, creyó que no debía mon- Dinamarca no será el útlimo lugar al que
tarse en favor de la construcción del es- quiera ir.
tado soviético. 1 Ofelia en cambio no consigue reali-
Ofelia lleva su negrito concebido en zar muchos cálculos. Desea algo y busca
el Congo en la barriga. En el Congo se tomarlo de inmediato, sigue siendo una
convirtió en un mito. Consiguió allá todo niña (no está mucho más allá de Amlet),
lo que no consigue aquí (el aquí de la pero es incapaz de trazarse estrategias
obra). La intimidad con Amlet y que su tortuosas para obtener el éxito, no ten-
Bollo vegetal, que desea elevar al rango de drá la oportunidad de forzar la estrategia
celebridad, se convierta en el más escu- para entrar en los límites de la maniobra.
chado de todos los discos, más incluso Del edificio Arbos, en la calle
que el Back to Black de Amy Winehouse. Oquendo entre San Miguel y San Rafael,
Laertes no habita, rebota en el es- un pedazo de balcón cayó sobre la cabe-
pacio. No tiene nada especial, no puede za de un desdichado que murió. La deci-
contener su lujuria hasta la impertinen- sión del gobierno de Centro Habana fue
cia, aunque a Braz, tan seducida que no derribar todos los balcones del edificio a
puede discriminar entre los seres en golpe de mandarria. Todavía en 2010 los
torno a ella, también le puede gustar. lugares donde antiguamente estaban los
Amlet sin H, porque él se la retiró. balcones exhibían las cabillas jorobadas Braz y Laertes habitan una libertad
Amlet se gradúa, obtiene el título que y expuestas, y unas líneas de concreto conmocionada. Si la libertad se reali-
tanto desea. Trata de salvar a Ofelia, pero mal arrancado, junto al rencor insalva- za con mayor facilidad en los organis-
no consigue nada mejor que sugerirle ble de los desfavorecidos, resultaban un mos complejos, habría que recono-
que entre a un convento. Amlet no es inmejorable recordatorio del acto irra- cer cierta diferencia en la autonomía
muy listo, demasiado joven o ingenuo cional. Del mismo edificio un hombre, que se produce al borde del espanto,
para entender que los grandes cataclis- en un intento de suicidio, se lanzó al va- y distinguirla de cualquier otra. Lo con-
mos no se domeñan. Amlet aprende o cío pero antes de llegar al suelo chocó trario sería la deificación del exter-
se quiebra. Su bondad es la del primer con una mujer que tuvo la mala suerte minio. El Gulag reclamando su cuota
niño, la del que no ha tenido que cargar de salir en aquél momento. Ambos de mérito décadas después de haberse
como un camello, ni rugir como un León murieron pero los vecinos del edificio convertido en escombros. Ellos/Noso-
¿qué es un comienzo privilegiado? pue- no fueron arrancados de sus viviendas y tros, crecidos entre sobrecumplimientos
de ser, pero el reto que tiene frente a sí nada hay en el lugar que pueda recordar y movilizaciones, son/somos la mejor
no han logrado saltarlo muchos recién aquél evento aterrador. Así son los even- expresión de los espacios arrancados,
graduados. tos humanos, no dejan huella a menos de los aniquilamientos subrepticios, tra-
Ofelia y Braz asumen con dignidad que la impriman en el entorno material. ducción sigilosa al espacio caribeño de
la pérdida del destino. No buscan alec- Pero que no dejen huellas físicas o que aquel terrible aserto que afirmaba:
cionar con los restos de una decencia el aniquilamiento del riesgo no suceda Arbeit macht frei.
derrumbada desde la altura de la cual con la misma ligereza con la que se arran-
solo se puede recibir el golpe de los can unos balcones, no supone que las Boris González Arenas
escombros. Pero tampoco tienen la pa- huellas no perduren en otras dimensio-
sividad de Laertes. nes de la realidad donde su ostentación NOTAS
Amlet no, de Amlet no son creíbles resulte igualmente chocante. Ni que el
aniquilamiento deje de producirse por
1
Alexander Sokurov (1951) Director de cine
ni sus frases rimbombantes ni su pre-
soviético-ruso. Dirigió la película Taurus,
tensión de ser escandaloso. Amlet juega vías menos directas.
ficción de la última etapa de la vida de
al peligro en un lugar seguro. Los colo- No mucho tiempo atrás, algo Vladimir Ilich Lenin (1870-1924).
res vivos de su paleta carecen de alegría, más de medio siglo, Alain Resnais 2
Noche y niebla (1955) es un documental
los oscuros se cuidan muy bien de evo- comprobaba algo semejante en los dirigido por Alain Resnais, prestigioso
car el terror. restos de Auschwitz2. Ofelia, Amlet, cineasta francés.

87
tablas
en danza tomó así protagonismo en nues-
tro prestigioso coliseo. Sin embargo,

t A b l i l l A
lamentablemente, nos quedamos de-
biéndole a Santa Clara la presenta-
ción del Guiñol de Remedios con El
gato simple, de Fidel Galbán, progra-
mada en La Caridad por su importan-
cia y gran formato, y sustituida a últi-
ma hora por Variedades.
a cargo de Lilianne Lugo Herrera En su sede, Estudio Teatral pro-
gramó cinco obras de su repertorio.
El Guiñol de Santa Clara subió a las
Segunda Temporada de las Artes el debate sobre los caminos de la crea- tablas dos de sus clásicos y un estre-
Escénicas en Villa Clara ción escénica contemporánea». Por no, y acogió también al grupo Aláni-
su parte, Joel Sáez, director de Estu- mo. En tanto Dripy extendió uno de
Una Temporada excepcional, a pe- dio Teatral, proyectó el documental sus espectáculos para círculos infan-
sar de los pocos recursos con que se Los maestros locos, del director Jean tiles al denominado Los Sandinitos, y
suele contar actualmente para estas Rouche; en otra sesión, el video de la ofreció tres funciones en su salita.
cosas, discurrió en Santa Clara del 7 al obra Marat Sade dirigida por Peter Teatro Laboratorio realizó una en su
19 de octubre. Todos los grupos teatra- Brook, y dedicó la última al grupo La sede y otra en la sala de video del
les y danzarios acudieron a la cita, todos Candelaria. reparto Condado. El parque Vidal fue
los locales disponibles fueron utiliza- Como se ve, fue intenso y cohe- amenizado por las Variedades de Alá-
dos con pertinencia. La Temporada es- rente este espacio en el evento; su nimo. Mientras, Teatro Escambray
tuvo dedicada al aniversario quince de público, además de teatristas y coreó- presentó uno de sus últimos estre-
las compañías Danza del Alma y Folcló- grafos, lo integraron estudiantes de la nos en el patio de la UNEAC y llevó
rica Oché, las cuales tienen ahora su especialidad de Teatro de la Escuela otro hasta el Pedagógico Félix Varela.
sede en el recién inaugurado Centro Profesional de Arte, lo cual es una ga- Sin embargo, la Sala Margarita Casa-
de Desarrollo de la Danza y el Teatro. nancia ya que la mayoría atendía con llas de El Mejunje fue el espacio tea-
Aquí se realizaron la apertura del even- interés y hasta tomaba nota de las di- tral más utilizado con la presentación
to, los espectáculos danzarios y funcio- sertaciones. Quizás los materiales vis- de doce obras, más una en el Patio
nes de teatro para niños; también la tos y debatidos, sobre todo en Inter- Bar Tacones lejanos de dicha institu-
presentación, a cargo del teatrólogo secciones, les hayan resultado difíciles ción. De su propio repertorio fueron
Omar Valiño, de varios números de la de asimilar pero, sin dudas, constitui- tres y acogieron, además, dos pues-
revista tablas y la colección de teatro rán un valioso conocimiento en su fu- tas para adultos de Dripy, el espectá-
de Ediciones Alarcos. turo desarrollo profesional. culo de Magic Show, y otros de Teatro
En la UNEAC tuvieron lugar casi El programa teórico se comple- Escambray, Alánimo y Guiñol de Re-
todas las sesiones teóricas. Estudio mentó con la relevancia que alcanzaron medios. Todo esto lo realizó El Me-
Teatral invitó al proyecto Interseccio- las clases magistrales impartidas por el junje sin interrumpir la programación
nes, conducido también por Omar maestro Ernesto Alejo, director de habitual que allí se desarrolla, incre-
Valiño, que tuvo tres sesiones de tra- Danza del Alma, y por Katia González, mentada ahora por una excelente ga-
bajo donde se proyectaron videos de bailarina de la compañía Oché, realiza- lería para exposiciones y una cafete-
obras teatrales contemporáneas: Es- das en sus respectivas salas-sedes del ría que invita a la tertulia.
parcid mis cenizas en Eurodisney, del Centro de Desarrollo. Ambos locales La Temporada resultó un verda-
español Rodrigo García; 4:48 Psicosis, se llenaron hasta desbordarse, no sólo dero regalo para el público santaclare-
de Sarah Kane en un montaje de Lu- con artistas o estudiantes de estas es- ño, que respaldó con su presencia cada
ciano Cáceres, y una muestra de dife- pecialidades, sino también, y en gran función, y también para los propios
rentes puestas de Daniel Veronese, número, con personas que viven en los artistas, trabajadores y funcionarios de
con especial énfasis en su versión de alrededores, transeúntes ocasionales y la cultura, quienes aprovecharon para
Casa de muñecas. Valiño logró conec- adolescentes de la escuela secundaria ver los estrenos, o lo que querían vol-
tar orgánicamente con esto la pro- cercana. Un buen trabajo de promo- ver a disfrutar. Se emplearon bien los
gramación de las tres jornadas y va- ción en la comunidad, que permitirá recursos disponibles: grupos, locales,
rios de los libros presentados de la captar entre estos espectadores a un espacios, repertorios; sin grandes pre-
editorial Tablas-Alarcos, y comparó, público asiduo. tensiones, pero con una concepción co-
debatió, y comentó sus propias expe- Las funciones de teatro y danza herente. Esto permite apreciar lo que
riencias como espectador. Pienso que invadieron la ciudad. El Teatro La Ca- hemos alcanzado y, ciertamente, lo que
Intersecciones fue, como se lo pro- ridad acogió a Oché, Danza del Alma aún nos falta. (Carmen Sotolongo
puso, «una cita para la actualización y y a los grupos Talares y Baila Cuba. La Valiño)

88
tablas
DANZANDOS en Matanzas los y estéticas artísticas, con el arte Durante las noches de concurso
culinario del chef Fleitas y el trago –repletas de público– se presentaron
La 9na edición del Concurso de Espiral, creado por el famoso barman las agrupaciones DanzAbierta, Danza
Coreografía e Interpretación DAN- matancero Alfredo Comas. del Alma, Cuba Baila, Danza Corpus,
ZANDOS, auspiciado por la Compa- La compañía anfitriona estrenó Se Danza Libre, Danza Unida, Danza
ñía Danza Espiral y el Consejo Pro- me olvidó que te olvidé, con coreografía Voluminosa, Ballet de Cámara de
vincial de las Artes Escénicas, se efec- de su directora Liliam Padrón Chávez, Holguín, Compañía Talares, Compa-
tuó del 5 al 10 de octubre de 2010 en y El último trago, del joven Yadier Durán, ñía Endedans, Compañía de Rosario
el Cine-Teatro Velasco de la ciudad de quien obtuvo mención por coreografía Cárdenas, Danza Combinatoria y Así
Matanzas, dedicado a los noventa años y el Premio de la Popularidad. Somos.
de vida de la prima ballerina assoluta En la gala homenaje a Alicia Alonso El Concurso de Coreografía e In-
Alicia Alonso y a los Premios Nacio- estrenó Duendes en el aire, dedicada terpretación DANZANDOS, con un
nales de Danza Isidro Rolando (2009) al coreógrafo ruso, renovador de la jurado integrado por el coreógrafo del
y Tomás Morales (2010). El evento danza moderna, Mijaíl Fokin, en la que Ballet Nacional de Cuba Iván Tenorio, y
también celebró galas homenaje por se destacaba el vínculo de él con la las bailarinas y profesoras Perla Rodrí-
el veinte aniversario de la Compañía prima ballerina assoluta en el Ballet guez e Isabel Blanco, entregó los pre-
Danza Libre y los treinta y cinco años Theater de Nueva York, especialmen- mios de interpretación masculina a Es-
de vida artística de la bailarina y te en las obras Las sílfides y Carnaval. teban Aguilar Domínguez, y femenina a
coreógrafa Lourdes Cajigal. La directora del Ballet Nacional Aliñáis Gómez Prometa, de Danza Frag-
Otras subsedes del evento fue- de Cuba envió una carta donde agra- mentada, por Después de aquel primer
ron el Café Galería La Vitrina, del deció la invitación a Liliam Padrón beso. El premio a mejor coreografía lo
Centro de la Memoria Escénica y el Chávez, directora general de la Com- recibió Nicolay Almeida Kan, de Danza
Café Variedades, de CIMEX, donde pañía Danza Espiral: del Alma, por Tráfico de lunes para la
se inauguraron exposiciones, se ex- estupidez cotidiana. Los galardonados
hibieron videos sobre danza y pre- Muchas gracias por sus palabras, y recibieron obras especialmente conce-
sentaron libros como Encendamos los por la intención de dedicarme la bidas por la artista artesana Mary Luz
cirios, del crítico e investigador Vladi- próxima celebración del Concur- Lazo. También entregaron reconoci-
mir Peraza, mientras se degustaba un so de Coreografía e Interpretación mientos el Teatro Sauto, la UNEAC, la
delicioso café, en tazas concebidas es- DANZANDOS, con motivo de mi AHS, Teatro Icarón y el Danzonete, bo-
pecialmente para el evento por el ar- cumpleaños. Me parece formida- letín oficial del evento, que premió Esto
tesano artista Pablo Perdomo. ble que se rinda homenaje al gran no es una danza, de la Compañía Rosa-
El DANZANDOS, inaugurado en maestro Mijaíl Fokin, de quien rio Cárdenas.
la Ermita de Monserrate, desde don- recibí tantas enseñanzas y guardo El diseño del cartel promocional
de se puede divisar la hermosa ciu- gratos recuerdos. Le deseo mu- fue del maestro Rolando Estévez
dad de Matanzas, contó en su espec- cho éxito a su evento. Jordán. (Ulises Rodríguez Febles)
táculo con las actuaciones del Coro
de Cámara de Matanzas, dirigido por
el maestro José Antonio Méndez; el
grupo de teatro El Mirón Cubano, con
fragmentos del Juan Candela, de
Onelio Jorge Cardoso, recreado dra-
matúrgicamente por Albio Paz y Danza
Espiral, que se integró a la poética de
la dramaturgia y a la arquitectura del
lugar, en una sui generis fusión de esti-

89
tablas
Concurso Internacional de
Dramaturgia Femenina La
Escritura de la Diferencia

Mujeres escriben teatro. Muje-


res que tienen hijos y cocinan y traba-
jan y fuman y leen y escriben. Como
Agnieska. Agnieska Hernández Díaz.
Ella fue la dramaturga ganadora por
Cuba del Concurso Internacional de
Dramaturgia Femenina La Escritura Del arte de contar cuentos No obstante lo loable del empe-
de la Diferencia con su obra Striptea- ño, y de las ganancias que siempre
se, de la cual el jurado integrado por La narración oral escénica recla- resultan de los encuentros entre ar-
Bárbara Rivero Sánchez, Lilliam ma, y merece, su espacio en la geogra- tistas, y de estos con el público, es
Ojeda Hernández y Esther Suárez fía de la Isla. Aunque aún insuficientes, necesario que Palabra Viva reformule
Durán destacó su excelencia estruc- aún imperfectos, eventos como el Fes- la programación y la selección de par-
tural, la complejidad de sus persona- tival Palabra Viva, de Las Tunas, y las ticipantes, establezca los límites en-
jes y el notable acercamiento a la rea- Jornadas Iberoamericanas de Narra- tre profesionales y aficionados, así
lidad contemporánea. ción Oral Escénica Contar con La Ha- como que promueva la relación con
El premio, patrocinado por la com- bana son expresión e incentivo para la poesía oral y otras manifestaciones
pañía Le Metec Alegre, de la Ciudad un colectivo de artistas que pretende de la cultura popular y tradicional.
de Nápoles, incluye en esta, su V hacer perdurar una tradición milenaria Un mes después, entre el 17 y el
edición, como países participantes a de la cultura universal: el arte de na- 19 de noviembre, en varios espacios
Italia, Argentina y Cuba. Del 8 al 13 de rrar cuentos. de la capital cubana, se desarrollaron
marzo de 2011 se celebrará en la ciu- El Festival Palabra Viva se desa- las XXIV Jornadas Iberoamericanas de
dad de Santiago de Cuba la Jornada In- rrolló en Las Tunas del 14 al 16 de Narración Oral Escénica Contar con
ternacional de la Dramaturgia Feme- octubre. Las actividades tuvieron La Habana 2010, con la participación
nina, durante la cual se realizarán pues- como sedes la Sala Teatro Guiñol, la de narradores orales y promotores de
tas en espacio de los textos ganadores Fábrica de Tabacos, la Escuela de Cuba, España y México. El treinta y
por cada uno de los países participan- Instructores de Arte Rita Longa y cinco aniversario del Movimiento Ibe-
tes y la ceremonia de premiación de otros espacios de la ciudad, hacia roamericano de Narración Oral Escé-
sus autoras, así como un foro interna- donde llevaron los narradores su nica, fundado y dirigido por el maestro
cional online sobre la creación literaria gracia y su oficio. Entre las activida- Francisco Garzón Céspedes, y el no-
femenina, la presentación de la edito- des realizadas se encontró una con- venta y cinco aniversario del natalicio
ra digital La Escritura de la Diferencia, ferencia acerca de los fundamentos de la Señora de los Cuentos Haydée
la creación de una red internacional de de la Teoría general de la oralidad, Arteaga fueron motivos suficientes
mujeres teatristas y de una asociación instrumento teórico a través del para otra fiesta del cuento en Cuba.
internacional de dramaturgas, entre cual se puede explicar la narración El Premio Nacional Cuentería,
otros acontecimientos. oral contemporánea. que concede desde 1989 la Cátedra
Dirigido exclusivamente a obras Entre los participantes se encon- Iberoamericana Itinerante de Narra-
teatrales de mujeres profesionalmente traban Osvaldo Manuel Pérez, de ción Oral Escénica (CIINOE), fue en-
presentes en el mundo teatral, el pre- Teatro de Palabra y Mayra Navarro, tregado en esta edición a María del
mio tiene como objetivo fundamental a quienes estuvo dedicada esta sép- Carmen Mestas, Armando Morales,
incentivar la dramaturgia femenina, fa- tima edición del evento. Además se Rafael Ribot Mendoza y Pedro
cilitando la circulación y el conocimien- presentaron Ury Rodríguez, quien Valdés Piña por su excepcional con-
to de los textos seleccionados y el in- estrenó el espectáculo unipersonal tribución al desarrollo de la orali-
tercambio profesional. Luna nueva; el Proyecto Palabra Viva dad, la comunicación y la cultura. La
con Un tiempo para el amor; los na- entrega se efectuó el miércoles 17
rradores Dayana Deulofeu y Gabriel de noviembre, a las tres de la tarde,
Castillo; Verónica Hinojosa y Leonor durante la gala inaugural de las Jorna-
Pérez, madre e hija; Dayana Deulo- das en la Casa de México.
feu, quien contó la historia de Pa- Los premios fueron otorgados
quelé; el camagüeyano Gabriel Cas- por un jurado internacional en el que
tillo con Pinceladas otras, para una además de Garzón Céspedes y Fer-
imagen Cuba; y Javier del Toro y Mai- nando Rodríguez Sosa, delegado de la
kel Machado, con Caballo, de Onelio CIINOE en Cuba, dictaminaron los
Jorge Cardoso. especialistas mexicanos y directivos

90
tablas
Obituario Lorca del Gran Teatro de La Habana
la última noche de noviembre.
Durante la tarde noche del jue- Esta figura internacional de la dan-
ves 4 de noviembre el vuelo 883 de la za, con su modestia y gentileza acos-
compañía Aerocaribbean S.A. cayó a tumbradas, convocó a lo más granado
tierra y se incendió. Todos los pasaje- de la intelectualidad cubana y foránea,
ros murieron. Entre ellos se encon- que incluyó al colombiano Premio
traban dos jóvenes talentos del Circo Nobel de Literatura Gabriel García
Nacional de Cuba: Daineris Venero Márquez, al Premio Nacional de Lite-
Acosta, de veinte años, y Ricardo Jun- ratura Miguel Barnet y al Ministro cu-
de la Cátedra: María Amada Heras co Rodríguez, de veintiuno. Ella, gra- bano de Cultura Abel Prieto. Notoria
Herrera y José Víctor Martínez Gil. duada de la Escuela Nacional de Cir- fue la ausencia de la eximia bailarina
Durante la Gala de Oralidad Escénica co en 2009, había recibido en la octa- Alicia Alonso, pero en cambio estaban
Cuentan Cuba y España, presentada va edición del Festival Internacional Fernando Alonso y Ramona De Saá, su
sólo para el público adulto, partici- Circuba 2009 el Premio de la Popula- principal mentora y salvadora, como
paron los reconocidos narradores ridad y el primer lugar con el acto de directora de la Escuela Nacional de
orales Haydée Arteaga, Miriam Bro- acrobacia con patines perteneciente Ballet de La Habana.
derman, Silvia Tellería y Rafael Ribot al Dúo Constelación. Él, deportista Fue un programa altamente exi-
Mendoza, de Cuba, y Asunción Mar- de mérito del Equipo Nacional de gente para todos los participantes,
tínez y María Jesús Terradillos, de Gimnástica, había pasado a integrar desde puntos de vista artísticos, físi-
España. las filas de la Compañía Havana del cos y técnicos, con características es-
Las Jornadas Contar con La Haba- Circo Nacional de Cuba en octubre téticas muy contemporáneas, lejos de
na 2010 continuaron, el jueves 18, con de 2009. Actualmente ultimaba deta- las habituales interpretaciones de los
espectáculos de narración oral en el lles para iniciar un contrato con el grandes clásicos del repertorio. Las
hogar materno Doña Leonor Pérez y célebre circo francés Pinder-Jean cortinas se abrieron y cerraron en
en la escuela primaria Ángela Landa, Richard, con el impresionante núme- medio de un escenario desnudo de
en La Habana Vieja. ro del Trapecio volante o Vuelo del pá- decorados, cámara negra y diseño de
La clausura tuvo lugar el viernes jaro, acto que obtuvo en 2008 el Gran luces inteligentes, mientras la nota-
19, a las tres de la tarde, en el Museo Prix del Festival Circuba. Ante tan ble cellista cubana Amparo del Riego
Nacional de Artes Decorativas. Allí sensible pérdida, tablas se une a las ejecutaba con delicadeza lírica las pie-
se presentó en Cuba la edición defi- muchas personalidades que han he- zas Intimidad y Balada del amor ado-
nitiva del Manifiesto de las significa- cho público su pesar. lescente, ambas del pianista y compo-
ciones de contar, de Garzón Céspedes sitor José María Vitier (nominado al
y la CIINOE, leído por Magaly Sán- Gira nacional de Carlos Acosta y Oscar por la banda sonora del afama-
chez Ochoa, presidenta de la Sección sus invitados do filme cubano Fresa y chocolate).
de Literatura para Niños y Jóvenes de Luego, nos sorprendió con una ex-
la Asociación de Escritores de la El estelar bailarín cubano del Royal quisita interpretación de la Suite no.
UNEAC, además de una gala donde Ballet de Londres, Carlos Acosta, re- 6 de J. S. Bach.
maestros de la oralidad escénica mos- gresó a La Habana en noviembre para Carlos Acosta inscribió y bailó, en
traron su excelencia. Este acto de participar en el Festival Internacional primer lugar, Suite of Dances de Je-
clausura estuvo signado también por de Ballet que preside Alicia Alonso, y rome Robbins (originalmente creado
la entrega del Premio Iberoamerica- posteriormente se dio a la tarea de para Baryshnikov), quien utiliza varias
no Chamán Extraordinario 2010 a ins- consumar una antigua aspiración: bai- partituras de J. S. Bach (con la errática
tituciones como la Biblioteca Nacio- lar para los públicos de otras ciuda- instalación de un micro al piso), y el
nal José Martí, la Sección de Narra- des de su país. Para lograrlo, consi- dúo End of Time del británico Ben Ste-
ción Oral de la Asociación de Artistas guió estructurar en breve tiempo, con venson (sobre el tercer movimiento
Escénicos de la UNEAC, a la ayuda de técnicos, músicos, diseña- de la Sonata para violoncello y piano
promotora cultural Nisia Agüero y a dores y colegas, un espectáculo de Rajmáninov, ejecutada por del Rie-
la narradora Elvia Pérez. Este reco- minimalista pero realmente de una go y la pianista Lysandra Rodríguez
nocimiento, entregado desde 1989 calidad artística impresionante: Car- (con un instrumento en lamentable
por la Cátedra Iberoamericana Itine- los Acosta y sus invitados. estado mecánico), junto a la virtuosa
rante de Narración Escénica, se diri- Esta gira de diez días le permitió primera bailarina del Ballet Nacional
ge a quienes hayan realizado una con- ofrecer cinco funciones únicas en los de Cuba (BNC) Viengsay Valdés. Las
tribución importante a ese arte. mejores escenarios de las provincias dos obras fueron estrenos absolutos
de Santiago de Cuba, Camagüey, Cien- en Cuba.
fuegos y Pinar del Río, para culminar Ensordecedoras ovaciones arran-
en una función de gala en la Sala García caron de una asombrada audiencia,

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que colmaba todas las capacidades del sabe apreciar el buen quehacer ar- Danza brasileña en la Casa
hermoso coliseo habanero, los electri- tístico, sacó a la superficie la cues-
zantes solos del belga Ben Van tión del repertorio clásico y el futuro El espacio «La escena a través de
Cauwenbergh. Primero el de Valdés, Je del BNC. Afirmó el estelar bailarín: la pantalla», del Departamento de Tea-
ne regrette rien (sobre la versión de Edith tro de la Casa de las Américas, se des-
Piaf de la popular canción de Dumont- No existe la menor duda: nues- pide de 2010 el 15 de diciembre a las
Vaucaire), luego Acosta, con su des- tro ballet es el mejor. Es el fruto cuatro de la tarde con la proyección de
enfadada e hilarante interpretación del trabajo hecho en el siglo XX una muestra danzaria en la Sala Ma-
de Les bourgeois, al ritmo de la voz del por Fernando y Alicia Alonso. nuel Galich. Ongotô (¿Dónde estoy?) es
malogrado Jacques Brel. Debemos sentirnos orgullosos y el título de este material del año 2005,
Nuevamente vimos a Acosta en cuidarlo como un tesoro nacio- cuya duración es de sesenta y dos mi-
la poderosa composición de Russell nal […] En mi caso, busco obras nutos, perteneciente al reconocido
Maliphant Two (que vimos antes en que, sin olvidar o abandonar mis Grupo Corpo, de Brasil. La coreogra-
el Festival de Ballet), ahora con me- sólidos cimientos, puedan pro- fía fue concebida por Rodrigo
jor diseño de luces, con la música yectarse hacia el siglo XXI […] Pederneiras, y la dirección general por
electroacústica de Andy Cowton. El Sueño con tener mi propia com- Paulo Pederneiras. El espectáculo con-
bailarín se entregó con fuerza y cali- pañía y formar bailarines capaces memora los treinta años del colectivo,
dad de movimiento en las texturas de interpretar los clásicos y lo y aborda la creación del universo y el
corporales, al tiempo que reafirma- contemporáneo, empero no sé asombro con que el hombre lo ve, sin-
ba sus condiciones histriónicas, ya va- si podré lograr esto algún día. tiéndose pequeño ante su grandeza. La
loradas con el Premio Lawrence propuesta danzaria celebra también la
Olivier por su «musical» Tocororo, en Igualmente, expresó su aspira- unión de Caetano Veloso y José Miguel
2007, y por su Espartaco con el Ballet ción de mostrar al público cubano un Wisnik, autores de la banda sonora.
Bolshoi de Moscú. repertorio que incluya mucho de lo
Las intenciones estéticas multi- último que se está componiendo en Teatro y medios audiovisuales.
culturales de Acosta se evidenciaron, el mundo de la danza hoy. «Creo que Chris Kondek en La Habana
esta vez, con la intervención de la no deberíamos quedarnos retrasa-
talentosa bailarina Laura Ríos (miem- dos en esto», apuntó. Del 13 al 18 de diciembre en la
bro de la más joven generación de Acosta, antes de concluir la gira, Galería Raúl Oliva se realizó el taller
Danza Contemporánea de Cuba), en prometió que retornaría pronto (via- «El audiovisual en las artes escénicas»
una todavía inmadura interpretación jó a Londres para cumplir con su car- impartido por el creador estadouniden-
de Cara o cruz, lúdica coreografía con gada agenda en la recién iniciada tem- se Chris Kondek, una de las voces más
ácido humor sobre un tópico de la porada 2010-2011 del Royal Ballet). significativas de la escena alemana en la
realidad cubana. La obra, de Jorge «Voy a disfrutar cada minuto, quiero relación de teatro y medios. Este taller,
Abril, contó con el eficaz apoyo musi- compartir mi arte con mis compatrio- coordinado por la Casa Editorial Tablas-
cal grabado de la Camerata de Zenaida tas, para que me vean en plenitud de Alarcos, el Centro de Estudios del Di-
Romeu sobre el Guaguancó de Guido facultades», confesó el notable baila- seño Escénico, el Consejo Nacional de
López-Gavilán. rín, quien con sólo treinta y siete años Artes Escénicas, como parte del pro-
Sobre su libro autobiográfico No se prepara para una transición profe- grama de extensión de la 5ta Semana
Way Home, observó enfático Carlos sional en un futuro cercano: de Teatro Alemán, contó con dos confe-
Acosta ante los medios locales que le rencias introductorias a cargo de Kondek
«duele el hecho de que todavía no El ballet es mi vehículo [de ex- y un encuentro con creadores y estu-
haya sido publicado en mi país». Sin presión] actualmente, pero estoy diantes que trabajan el audiovisual en la
mirar atrás es el título que tendrá la tratando de cultivar otras esferas escena. En sus intervenciones, Chris
edición cubana de su obra, de próxi- de la danza. La contemporánea es Kondek, además de mostrar fragmen-
ma aparición en la Isla. el futuro, es una forma de seguir tos de materiales y espectáculos de su
La belleza y cubanía estilística de creciendo, de cultivar el movi- autoría, definió cómo la tecnología y los
las obras puestas en escena por miento cuando aparecen las limi- soportes audiovisuales pueden dialogar
Acosta y sus invitados, así como la taciones físicas en el clásico», con- con el discurso de la escena de una
apasionada respuesta del público que cluyó. (Reny Martínez) manera más efectiva si estos se cons-
truyen y manipulan en el presente o
tiempo real de la obra, en lugar de utili-
zarlos como materiales ya terminados
que se superponen al lenguaje de la es-
cena y terminan compitiendo con el
mismo, ya que atraen la atención del
espectador.

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Con esta premisa, aspecto funda- una de las personas que mayor empe- rrador espirituano Julio Llanes con el
mental que caracteriza su obra, y lue- ño ha puesto en recordarla es Rubén texto La princesa Doralina. Los diplo-
go de seleccionar un equipo de trabajo Darío Salazar, director de Teatro de mas originales entregados durante la
a partir de los materiales que creado- las Estaciones. Fue él el director y velada, así como la escenografía, ves-
res y estudiantes cubanos le presen- creador del programa concierto que tuario y luces de la ceremonia fueron
taron, comenzó el taller que funcionó el 22 de diciembre tuviera lugar en la obra del diseñador Zenén Calero.
como un laboratorio de creación con sala Papalote, de Matanzas, con el tri- Luego la música y la poesía se adue-
cuatro equipos de trabajo asesorados ple propósito de festejar el natalicio ñaron de la tarde, gracias a las com-
por el propio Kondek. Los resultados de Dora, de hacer entrega de la condi- posiciones de músicos como Raúl
del taller se mostraron la noche del ción de Miembros de Honor del Cen- Valdés, Ernesto Perdomo, Nelson
sábado 18, en la Galería Raúl Oliva, tro Cubano de la UNIMA a varias per- Maragotto, Elvira Santiago y Reynaldo
ante un grupo de espectadores. sonalidades, así como de premiar el Montalvo, y a los versos de la propia
Woyzeck, Internet en tiempo real, Concurso Dora Alonso. Dora Alonso. Creaciones de sus li-
Charlotte Corday y Cuerpos que imagi- El concierto de poemas y cancio- bros Palomar, La flauta de chocolate o
nan fueron los ejercicios presenta- nes Matanzas canta a Dora Alonso fue Los payasos fueron tomando cuerpo
dos por los grupos de creación que realizado en el marco del II Encuentro desde la voz de actores como Fara
incluían jóvenes teatrólogos, drama- Itinerante El Cochero Azul, auspicia- Madrigal, Migdalia Seguí, Iván García,
turgos, diseñadores escénicos, baila- do por la UNEAC matancera, con el Aniel Horta y Luis Torres, de Teatro
rines, coreógrafos, músicos, realiza- apoyo de diversas instituciones. En su de las Estaciones. El Quinteto Opus
dores de medios audiovisuales, un primera parte, los diseñadores Gastón V fue el encargado del acompañamien-
equipo bien heterogéneo que propi- Joya y Jesús Ruiz, el músico Héctor to, al que se unió también el Coro In-
ció que las premisas de Kondek fue- Angulo, los titiriteros Miriam Sánchez, fantil Juvenil Astro Rey dirigido por
ran asimiladas y experimentadas des- Xiomara Palacio, Olga Jiménez, Allán Reynaldo Montalvo y el flautista Da-
de diversos enfoques. Alfonso, Iván Jiménez, Juan Acosta y niel Rodríguez. Las imágenes de Dora,
Como tallerista, siento que el en- Fidel Galbán, destacadas personalida- la coreografía de Liliam Padrón, direc-
cuentro posibilitó por un lado el cono- des de los retablos nacionales y con tora de Danza Espiral, interpretada por
cimiento y el dominio de una serie de una rica trayectoria al servicio del tea- el bailarín Yadier Durán, contribuye-
técnicas y de programas que los crea- tro de muñecos profesional de la Isla, ron a crear un ambiente mágico, emo-
dores pueden incorporar a su back- recibieron su diploma como Miem- tivo, sin duda merecido por la creado-
ground y, por otro, abrió el registro de bros de Honor del Centro Cubano de ra de nuestro Títere Nacional.
posibilidades a la hora de abordar las la UNIMA.
relaciones tecnología/teatro o medios La selección de dichos miembros El Ciervo Encantado en la India
audiovisuales/teatro, tan vitales a la hora había ocurrido dos meses antes, du-
de afrontar el teatro contemporáneo, rante la primera reunión nacional del El grupo El Ciervo Encantado re-
más en nuestro medio, donde dichas nuevo Centro Cubano de la UNIMA, presentó a Cuba en el III Festival In-
relaciones aparecen pensadas o proyec- celebrada también en Matanzas entre ternacional de Teatro, que comenzó
tadas generalmente desde posturas muy el 21 y el 23 de octubre. En ella se el 22 de diciembre en el estado indio
epidérmicas. (Yohayna Hernández) discutieron asuntos y problemas de de Kerala, y que este año estuvo de-
urgencia del teatro de figuras nacional dicado a América Latina. El grupo pre-
y las posibles acciones de sus hacedo- sentó su reconocida Visiones de la
Homenaje a Dora y a Miembros res para no dejar morir ni estancar cubanosofía. En el festival participa-
de Mérito del Centro Cubano de este arte milenario en nuestro país, ron además cuatro colectivos teatra-
la UNIMA como primeros objetivos concretos les procedentes de Chile, uno de Bo-
desde su refundación el pasado 18 de livia, uno de México y uno de Colom-
Todos los homenajes probable- abril, en presencia del titiritero cana- bia, así como de España, Rusia, Japón
mente sean pocos ante una figura como diense Jacques Trudeau, secretario y el Reino Unido.
Dora Alonso, mujer que dejó tan pro- general de UNIMA Internacional. Este evento es organizado por la
funda huella en la literatura y el teatro En tanto, el ganador del Premio Sangeetha Nataka Akademi de Kerala y
cubanos. En el año de su centenario, Extraordinario Dora Alonso fue el na- el Consejo Indio para las Relaciones
Culturales, entre otros patrocinadores,
y su plato fuerte en esta ocasión fue la

en puesta en escena de Las Indias, un es-


pectáculo de seis horas de duración que

tAblillA
involucró a cuarenta y cinco actores de
Chile y Kerala, y que hace un viaje por
América Latina desde el período pos-
colombino hasta nuestros días.

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d eSan
s dIgnacio
e 166
El último trimestre del año se iniciaba para nuestra Edi-
torial con un nuevo encuentro entre la cultura alemana y la
cubana, gracias a la celebración de la 5ta Semana de Teatro
Alemán entre los días 4 y 10 de octubre. En ella nos inserta-
mos para presentar el número especial dedicado a Cuba de
la revista Theater der Zeit, coordinada y editada por Mehdi
Muradpour (traductor, intérprete y editor) y Yohayna Her-
nández (jefa de redacción de la revista tablas), el jueves 7 de
octubre en la Fundación Ludwig a las 5:30 p.m. Por su parte
el proyecto Tubo de Ensayo articuló el Café-teatro Bajo tie- Del 1 al 7 del noviembre se efectuó la Semana Tubo de
rra, que cada noche creó en el Estudio Teatral Vivarta un Ensayo, un encuentro coordinado por la AHS de Matanzas y
espacio para el diálogo con propuestas alternativas. Cerran- el proyecto de teatro joven. Con el objetivo de actualizar
do la Semana, el domingo a las cinco, Klara´s Anatomie (ar- una plataforma de diálogo en torno a la creación escénica
chivo escénico de un proyecto) daba continuidad al taller inicia- contemporánea, y de desmontar y analizar los procesos
do por la dramaturga alemana Dea Loher durante la pasada artísticos que implican y articulan los jóvenes en sus distin-
edición del Festival de Teatro de La Habana. tos contextos de producción, esta Semana contó con un
Pocos días después, el sábado 16, nuestra Casa realizó, taller de escritura escénica impartido por el dramaturgo
en el Oratorio San Felipe Neri, una nueva presentación de Rayder García Parajón y un ciclo de proyección y debate de
La Venus de bronce, de Enrique Río Prado, con la participa- teatro contemporáneo, así como con representaciones,
ción de María Eugenia Barrios en ocasión de sus setenta lecturas y performances. Entre los implicados se encontra-
años de vida y cuarenta de su debut en La traviata. ban William Ruiz Morales, con Tres hermanas y Protection;
Mientras, el «paquete Alarcos 2010» se presentó en el Yoel Gabriel Reyes Milián e Hilda Elena Vega Rodríguez con
Centro de Desarrollo del Teatro y la Danza de Villa Clara a Buenas noches; Rogelio Orizondo con Este maletín no es mi
propósito de la participación de nuestro director con su maletín; Marien Fernández Castillo con Usb-pc-mp3 mi dia-
espacio Intersecciones durante la Segunda Temporada de ria homosexualidad virtual; y Amarilis Pérez Vera con Una
las Artes Escénicas en dicha provincia. pajita a la playita. Testimonio del joven miliciano.
Una buena nueva nos llegó el 28 de octubre, pues ese Tubo de Ensayo seguiría activo con la participación de
día el 25 Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz cele- Rogelio Orizondo, William Ruiz Morales, Marien Fernán-
bró los treinta y cinco años del Centro Latinoamericano de dez Castillo y Amarilis Pérez Vera en la Semana de Teatro
Creación e Investigación Teatral (CELCIT) en una ceremo- Noruego, efectuada en la Fundación Ludwig de Cuba del 22
nia en la cual Luis Molina, director general de dicha institu- al 26 de noviembre, y durante la cual se realizó el ciclo de
ción, entregó la Medalla de Honor del CELCIT a institucio- puestas en espacio Variaciones de Jon Fosse. El ciclo co-
nes, personalidades y eventos que hayan contribuido al tra- menzó con Esto no tiene nombre (a partir de El nombre, de
bajo de tantos años. Nuestro director, Omar Valiño, en Jon Fosse), bajo la dirección de Rogelio; y siguió con Varia-
nombre de la revista tablas, fue uno de los homenajeados, ciones sobre la muerte, La noche canta sus canciones y Alguien
y Abel González Melo recibió la Medalla y diploma. Otros va a venir dirigidas por William, Marien y Amarilis, respec-
cubanos que también recibieron la distinción fueron el in- tivamente.
vestigador y profesor Eberto García Abreu y Vivian Martí- El pasado 11 de noviembre en Gaia Teatro y aprove-
nez Tabares, directora de la revista Conjunto. chando el estreno de El ceremonial, de Fernando Arrabal,
por el director italiano Luciano Colle, presentamos Teatro
escogido, del autor español. La jornada se introdujo con un
panel sobre las obras del autor, a cargo de Roberto Gacio,
Omar Valiño, Rubén Sicilia y Yohayna Hernández, quienes
interrogaron y charlaron con Colle.

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Entre el 12 y el 14 de noviembre tuvieron lugar las Jorna-
das Milanés en la Ciudad de los Puentes, dedicadas en esta
ocasión al poeta, narrador y dramaturgo Antón Arrufat. Nues-
tra Casa, representada por su director, elogió al Premio
Nacional de Literatura 2000 con la presentación de sus libros
Los siete contra Tebas y La manzana y la flecha, así como con el
volumen de ensayos sobre su obra La ciudad sitiada. Teatro y nes y Memoria Institucional de la Casa Editorial Tablas-Alarcos
palabra en Antón Arrufat, de Abel González Melo. están recogidas las portadas y características de todas las
Continuando las habituales presentaciones del «paquete publicaciones pertenecientes a este período; y recientemente
Alarcos 2010» por los distintos eventos, actividades y festivales se ha iniciado la digitalización de todas las revistas tablas para
celebrados dentro y fuera de Cuba, nuestros libros llegaron ponerlas a disposición de nuestros lectores en un futuro.
del 22 al 26 de noviembre a la VI Bienal de Teatro en la Montaña, Para cerrar la lista de novedades, recordamos el surgimiento
celebrada en la serranía de la provincia de Cienfuegos. de una nueva colección: «Oralia», que abrió con Celebración del
Diciembre nos reservó dos grandes alegrías. Una, el lenguaje, del importante investigador argentino Adolfo
Premio Anual de Diseño Raúl Martínez, que convoca el Colombres; la aparición de nuevos autores y títulos entre
Instituto Cubano del Libro desde el Centro Cultural Dulce nuestras colecciones: El trabajo del actor sobre sí mismo de
María Loynaz, otorgado a Marietta Fernández Martín, Konstantín Stanislavski, Siete obras de Daniel Veronese, Anodi-
diseñadora de esta Casa Editorial, en el apartado Mejor no y la lámpara maravillosa de Nos y Otros, Para-dos en la
Colección, por la Biblioteca de Clásicos, de autores varios. escena de varios autores, La Venus de bronce de Enrique Río
A juicio del jurado, Marietta logró con eficiencia el sentido Prado, Textos para el teatro de Heiner Müller, Obras (volumen
de colección, además de una visible unidad, tanto interior II) de Thomas Bernhard, Igba Layé de René Fernández, El viaje
como exterior, entre los distintos libros del perfil. Dos, termina en Elsinor de Arturo Arango (Premio de Dramaturgia
nuestro sello editorial alcanzó su cuarto Premio de la Crí- Virgilio Piñera 2008) y Desdramatizándome de Nara Mansur;
tica Literaria con Igba Layé, de René Fernández. la fundación del Círculo de Estudios Teatrales y, para cerrar, la
Es así que concluíamos un intenso 2010 con otra presen- concreción de nuestras relaciones con el quehacer teatral ale-
tación de los más recientes volúmenes humorísticos –Anodino mán contemporáneo mediante la realización de la revista
y la lámpara maravillosa, de Nos y Otros, y Para-dos en la Theater der Zeit. Spezial dedicada a Cuba.
escena, de varios autores– a propósito de la entrega del Pre- Tablas-Alarcos continuó además sus actividades habi-
mio Nacional del Humor en el Cine-Teatro Astral el miércoles tuales. Este año se entregaron nuestros premios: el tablas
22 de diciembre a las 8:30 p.m., y con el balance institucional de Crítica y Gráfica 2009 a William Ruiz Morales por el
de la Casa Editorial al día siguiente en nuestra sede. ensayo «Un clóset tan amplio como el mundo» (publicado
Como recuento, creemos que 2010 ha sido un año espe- en este número), el de Teatrología Rine Leal 2009 a Ritua-
cial. En él celebramos los diez años de la revista tablas con lidad y artes escénicas. Delimitaciones conceptuales y espa-
Ediciones Alarcos; supimos de la creación de un nuevo espacio cios de interacción, de Pedro Morales López, y Mito, verdad
físico, que compartirá en Línea y B la sede con la Sala Raquel y retablo: el Guiñol de los hermanos Camejo y Pepe Carril, de
Revuelta; desde enero apareció el tándem, nuestro boletín Rubén Darío Salazar y Norge Espinosa Mendoza, y los de
digital, como augurio del nuevo espacio a estrenar y como Dramaturgia Virgilio Piñera 2010 a Lilianne Lugo por Mu-
medio de divulgación y promoción de nuestra programación, seo y a Rogelio Orizondo por Ayer dejé de matarme gracias a
la de otras instituciones, así como de noticias, entrevistas, ti Heiner Müller, y Dora Alonso 2010 a Un mar de flores, de
críticas y textos teóricos relacionados con los escenarios de Norge Espinosa Mendoza. Participamos en eventos nacio-
Cuba y el mundo. Asimismo a nuestra web «subieron» todos nales e internacionales en los que presentamos varios de
aquellos libretos que durante estos diez años fueron publica- los títulos publicados durante 2010; Tubo de Ensayo pro-
dos por la revista tablas; mientras, en Catálogo de Publicacio- movió el encuentro Novísimos en Matanzas y la Primera
Semana de Teatro Noruego en Cuba; y la Casa rindió home-
naje al investigador cubano Freddy Artiles y al clásico dra-
maturgo ruso Antón Chéjov.
El año 2011 ya se perfila lleno de planes, de libros, de
eventos, de nuevas propuestas en pos de nuestra cultura, de
nuestro enriquecimiento como artistas y seres humanos.
Ojalá también para nuestros lectores sea un año próspero.

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en p r i m e r A per sona

Un mito corpóreo Miguel Barnet

HABÍA OÍDO HABLAR DE ÉL. LO HABÍA VIS- sólo en este salto es él mismo, y en el peligro alcanza la
to en videos, me llegaban historias dignas de un folletín plenitud de su ser y nos conquista a la vez y nos eleva a esa
radial o de Selecciones del Reader’s Digest. Se iba convir- dimensión donde lo real no se explica sino en lo irreal.
tiendo en un mito y cada día mi curiosidad era mayor. Una Carlos Acosta es la expresión más pura de la tradición
vez lo escuché en una reunión de amigos. Hablaba de danzaria cubana, del pueblo que baila en las fiestas del holgo-
Cuba, del ballet y de lo que aspiraba a hacer en días suce- rio familiar, en las saturnalias del barrio y en los carnavales,
sivos. Sabía que su vínculo con el país que lo vio nacer era pero también es el resultado de las escuelas de danza y muy
indisoluble, se veía en su rostro, en sus expresiones, has- en particular del Ballet Nacional de Cuba creado por Alicia
ta en el modo en que me saludó cuando nos presentaron. Alonso y Fernando Alonso. Una escuela con un estilo propio
Un modo algo displicente pero no equívoco, más bien con que encabeza Ramona de Sáa, maestra y tutora de Carlos, su
una seña de picardía cómplice, como diciendo «nos cono- segunda madre, como él mismo ha dicho siempre.
ceremos mejor algún día y seremos amigos». Luego pasó Carlos Acosta escapa de toda posible definición cate-
el tiempo, se abrieron las puertas de lo real, nos encon- górica. Su energía trasciende lo erótico para consumarse
tramos en La Habana y se selló nuestra amistad con un en una estética de la totalidad. Es antiguo y moderno, cifra
signo indeleble y paternal. El mito se hizo corpóreo y de un ser temporal que proyecta una intemporalidad. La
heme aquí colocando estas palabras en el pórtico de su danza no es otra cosa que lenguaje en movimiento, poesía
carrera profesional. del gesto, claves secretas que ha sabido interpretar nues-
Decir que lo admiro es hacerme eco de la admiración tro artista desde su esencia misma.
que muchos en este planeta le profesan. Ante todo por- Compacto, viril, casi ceñido a sí mismo pero a la vez
que es un artista excepcional surgido de la periferia libre, movido por un ritmo interior semejante al que rige
habanera por impulso paterno y formado en las escuelas el cosmos, Carlos Acosta, en una operación mágica de
de ballet de Cuba. Bueno, un artista excepcional es un profesionalismo, se ha situado en el centro del movimien-
modo convencional de definirlo. En Espartaco es un tigre to danzario de compañías como el Bolshoi de Moscú, el
virtuoso que devora los escenarios en posesión absoluta Royal Ballet o la Ópera de París.
del movimiento, como expresión creadora de la imagen. Con el aire de un adolescente díscolo y la gracia natural
A veces lo veo en el espacio físico de las tablas como un de un gnomo silvestre, Carlos se ha erguido como pilar de un
arco, o un fleje, otras veces como un albatros. Es el prín- hecho insólito, solamente posible gracias a la base de forma-
cipe Sigfrido y el Mendigo, cualquier cosa en la escena ción artística que la Revolución cubana creó desde 1959. Un
menos un simple hombre de carne y hueso. Su poder es joven negro de Los Pinos, barriada humilde de la capital de la
tal que aún en los papeles más mundanos expresa la viva- Isla, que obtiene premios internacionales, destinados en otras
cidad de la vida como una posibilidad de ascensión y meta- épocas a hijos de las clases pudientes con acceso a escuelas
ILUSTRACIÓN:IDANIADELRÍO

morfosis. En Les Bourgeois es desenfadado y terrenal, fue- elitistas de ballet. Esa es la verdad en mayúsculas. Él es
ra de sí y pleno como en un permanente salto mortal. Y ejemplo del inmenso tesoro de una vida que no se malogró,
de un joven que no se descarrió sino, por el contrario, que
consumó la realización idílica de un sueño.
Su afiebrada y todavía muy joven carrera artística se
muestra con destellos que nos harán despertar de un letar-
go, nos tomarán de sorpresa y nos arrancarán emociones
con las que no contábamos ya. La voluntad inmarcesible
apoyada en la técnica, el desafío diario frente a cualquier
obstáculo, la devoción por su carrera y por su país; todo
esto fluye de manera espontánea en Carlos Acosta.
Ojalá el público experimente hoy las sensaciones que yo
he experimentado viendo bailar a Carlos. Podrá comprobar
entonces que los milagros no son sólo atributos de los dioses
y que el corazón es algo más que una masa de carne en medio
del pecho.

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