La época arcaica es la etapa más importante de la historia de la civilización griega,

durante dicha etapa se dieron innovaciones en todos los aspectos.

Institucionalmente es de mención el desarrollo de la polis siendo esta la esencia de la

civilización griega hasta la época helenistica. El origen de la polis es incierto por las
complejidades de definir un momento, no obstante, debemos tener presente que su
desarrollo se vio influido por las regiones donde esta se desarrollo. En este sentido, la
arqueología tampoco ha de ser de gran auxilio para los cuestionamientos aún abiertos.

El desarrollo de la polis se evidencia con el comienzo del proceso colonizador (mediados

del siglo VIII), dado que se imitan en algunos casos las instituciones de las metrópolis.
Para dar respuesta al desarrollo de la polis, se apela a la fragmentación geográfica de
Grecia, al respecto podemos afirmar que el establecimiento se forja "(...) al pie de una
acrópolis que sirve de refugio a sus habitantes. Cerca del asentamiento urbano se
encuentra la tierra de la ciudad, propiedad de los individuos, constituida por una o varias
llanuras fértiles. Más allá de la tierra cultivada se encuentra el yerguen rápidamente las
colinas: se llega al campo salvaje, propiedad de la comunidad y no de los individuos, que
sólo sirve para el pastoreo, a veces también zona boscosa en la que trabajaban los
leñadores. El asentamiento urbano se halla generalmente situado cerca del mar, pero no
suele encontrarse en sus orillas: si la ciudad posee un puerto éste no formará parte del
asentamiento urbano.” (Austin, M y Vidal, P. 1972, pág. 58). Sin embargo, la geografía
queda restringida si y casi nula si tratamos mediante esta dar la justificación de la
situación griega.

La primera consolidación de la polis se produjo sobre Asia Menor, Grecia oriental y

céntrica; ellas se conformaron teniendo como centro ciudades micénicas de refugio, no
obstante, la transición hacia el arcaísmo griego se hace efectiva con los ejemplares de
que tanto un rey o caballero se convierten en santuario - como lugar de culto - y héroe.
Sobre dicha cuestión hay muchas disputas considerando las diferentes posturas que se
pueden adoptar al respecto y además teniendo presente que es una de las vértices que
atraviesa toda la historia de la civilización (arcaica, clásica y helenisticorromana).
Durante esta etapa la polis, ya sea desde lo individual o colectivo, representa la
organización social que sostiene desde un tiempo, aunque no debemos olvidar que estas
menciones refieren a una interpretación de fuentes contrastadas al porvenir. Bajo tal
consideración podemos deducir que la polis es un grupo restringido o amplio de
ciudadanos frente a una realidad material y la transforma.

Así podemos presentar ciertas acciones que se comienzan a denotar desde la etapa
arcaica:

1) Codificación de las leyes (s. VII) - desarrollada por un legislador que a la vez se
desempeñaba con funciones profanas y públicas, se desarrolla la definición de
normas que rigen la ciudad, siendo un tema de carácter público. Con ello,
evoluciona una noción de ciudadano.

2) El lugar de la comunidad: el polo opuesto en este sector se comprendía al

extranjero, no ciudadanos y esclavos en relación a la comunidad política. Durante
el arcaísmo griego se desarrollo la noción de la comunidad. Ambas circunstancias
vivenciadas por el arcaísmo griego, sin ninguna novedad.

Los acontecimientos de la historia Griega no se desarrollaron sin disturbios, que se

traduce en periodos de crisis, los historiadores han resaltado que las causas de las
tensiones se relacionan con el ascenso y desarrollo económico y social, según la presente
interpretación se produjo una revolución para el siglo VII reflejada en la producción
artesanal, manufactura y comercio. Otros puntos de vista abalan que, la colonización es el
producto con la finalidad de encontrar salidas al excedente de la producción.

Todos estos factores darían como resultante la invención de la moneda al frente de un

nuevo grupo social englobado por industrias y comerciantes enriquecidos, lo que derivo
en el beneficio de los ricos y en contraparte el agravamiento y las dificultades del
campesinado por la facilidad de su endeudamiento. Dicha tesis se encuentra en
decadencia, sin embargo, se puede sostener algunos aspectos de esta.
No se puede negar que durante la etapa arcaica se asistió a un progresivo y relevante
desarrollo económico inspirado en el comercio y la industria, para el siglo VII el comercio
marítimo se hace una actividad propia bajo la denominación del emporos; el navío
comercial se diferencia del navío de guerra. Por su parte, el impulso de la artesanía se
consolida en pruebas evidentes datadas entre los siglos VII - VI. Su importancia es
merecida, dado que, en este momento se configura un demos urbano sostenido por la
actividad artesanal.

En contraste con el periodo anterior se puede reconocer un incremento en la prosperidad

del mundo griego, donde hace aparición la arquitectura, las ofrendas e intercambios con
el exterior, en las clases acomodadas se tiende al gusto por el lujo. Estos indicios denotan
con claridad (Vidal, P. y Austin, M. 1972): la posibilidad de vivir por fuera de la tierra.

En atención a las fuentes se puede afirmar que no hay existencia y formación de un

nuevo grupo social sostenida por el comercio y la industria. El conocimiento al respecto
permite sostener afirmar que la aristocracia era esencialmente terrateniente. No obstante,
el único criterio adoptado para establecer a los grupos sociales para repartir el poder
político, fue la riqueza adquirida de la producción agrícola y la propiedad de la tierra.
Las fuentes no profundizan sobre el marco problemático socio-económico de la época
“(…) cada vez que las fuentes son un poco más explicitas, parece que los conflictos
económicos, si es que los había, se relacionaban más o menos estrechamente con la
tierra (...)”. (Vidal, P. y Austin, M. 1972, pág. 63).

Cuando se hace referencia a la crisis de la época arcaica se vincula de alguna manera a

la tierra como sucederá a lo largo de la historia de Grecia; desde el siglo VIII se cristaliza
un incremento demográfico en varias regiones generando un factor desencadenante de la
crisis, la insuficiencia en la explotación del suelo, la repartición desigual de las tierras y la
práctica de la división del patrimonio entre los herederos. Se suele sostener que, el
principal problema era el endeudamiento mediante diferentes métodos frente a los ricos,
como es el caso de los atenienses.

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