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EL PERFIL DE UN PASTOR SEGÚN LAS CARTAS PASTORALES DE PABLO, Y

EL PASTOR DE HOY EN DÍA.

INTRODUCCIÓN

Las cartas pastorales definen al ministro de Dios en su carácter moral intachable,


capacidad docente, naturaleza hospitalaria, paciencia, experiencia, sobriedad,
liderazgo, integridad; ajeno de total avaricia e imparcialidad. Estas cualidades
requeridas de un buen maestro, pastor, y administrador han sido un verdadero patrón
para la iglesia del Señor a través de toda la historia cristiana y siguen siendo de alto
valor para todo verdadero ministro que quiera enfilarse en el trabajo de la obra del
Señor.

En las cartas pastorales de 1º y 2º de Timoteo y Tito se encuentra material suficiente


e instrucciones y recomendaciones para ejercer un buen ministerio delante del Señor
de acuerdo a su entera voluntad.

Es precisamente en el primer libro a Timoteo capitulo 3 y Tito capitulo 1 donde pablo


inspirado por el Espíritu Santo enumera los requisitos que deben ser indispensables
en los ministros y pastores que quieren servirle al Señor con toda honestidad y
responsabilidad.

Es notorio encontrar en las cartas pastorales el término “Obispo” del Griego clásico
episkopoi (que significa vigilante, inspector o superintendente) el cual Pablo usa para
referirse a los pastores que supervisaban ciertas áreas de trabajo y este oficio
necesitaba la clase de personas adecuadas para ocuparlo.

LA VIDA MORAL DEL MINISTRO

En 1º Timoteo cp. 3 Hay condiciones acerca de la vida personal de los candidatos


en perspectiva. Un obispo debe ser sobrio, prudente, decoroso (v. 2). Debe ser
irreprensible. Todas estas cualidades deben esperarse en cualquier cristiano serio
pero especialmente en los líderes, porque cualquiera cuyas cualidades morales y
espirituales no lo recomienden ante sus contemporáneos no tendrá mucha influencia
como ministro, y si la tiene, es probable que sea destructiva.

La vida doméstica de un ministro también debe considerarse igualmente importante;


debe ser marido de una sola mujer (v. 2) y debe tener a sus hijos en sujeción (v. 4). El
requisito anterior excluiría cualquier bígamo, pero es mejor interpretar las palabras
como una condición de que el ministro debe establecer un elevado ejemplo en
relaciones matrimoniales. Pablo no está aquí tratando con el problema de aquellos que
eran polígamos antes de llegar a ser cristianos. Debe reconocerse, sin embargo, que
las posiciones de responsabilidad dentro de la iglesia cristiana requieren personas
cuyos ejemplos otros pueden seguir.

El segundo requisito sobre manejar su propia familia es especialmente digno de


notarse ya que Pablo parece ver el hogar como de alguna manera tipificando a la
iglesia (v. 5). Un hogar desordenado no ofrece la clase correcta de experiencia para
manejar la iglesia. Este es un principio que a menudo ha sido pasado por alto cuando
se toma la decisión de elegir a un pastor en perspectiva.
En los vv. 6 y 7 se mencionan requisitos adicionales. Un recién convertido está
excluido, por causa de la falta de experiencia cristiana. Es de notar que en la lista
similar en Tito este requisito está omitido, presumiblemente porque la iglesia era tan
nueva que hubiera sido difícil aplicarlo. Donde sea posible es claramente indeseable
que a los nuevos creyentes se les den muchas responsabilidades hasta que estén
arraigados. Pablo menciona especialmente el peligro de la vanagloria Para que no
caiga en la condenación del diablo. Es probablemente la mejor manera de tomar las
palabras que Literalmente significan “el juicio del diablo”, que podría posiblemente ser
el juicio preparado para el diablo. Un nuevo convertido en una posición exaltada puede
ser tentado a caer en la misma vanagloria en que se envolvió Satanás.

Otro requisito es tener buen testimonio de los de afuera. Pablo conoce el peligro de
nombrar oficiales a los cuales los creyentes no respetarán. Se ha hecho mucho daño
por aquellos cuyo vivir inconsistente ha sido observado y criticado por el mundo
incrédulo. Pero ¿qué significa la trampa del diablo? Parece mejor comprenderlo como
la trampa que el diablo tiende a aquellos que viven de acuerdo con su compromiso
cristiano, en vez de la trampa en que el diablo mismo cayó, eso es, el orgullo.

EL MINISTRO COMPETENTE

En 2º Timoteo Cap. 2:14-26 se habla de la importancia de que el ministro debe


presentarse a Dios con diligencia como un ministro aprobado, es decir el ministro debe
llenar las expectativas de Dios y lo que compete a los hombres, dicho de otra manera
debe ser un ministro competente. Ser un ministro de esta talla requiere un esfuerzo y
amplia disciplina. El Señor quiere que cada ministro tenga en cuenta dos
requerimientos muy importantes que tienen que ver con su formación ética y teológica:
no avergonzarse de la palabra de verdad, y un correcto manejo de ella. Lo último
reforzará lo primero. El verbo gr. que se traduce que traza bien realmente significa
cortar un camino recto y sugiere la realización de una exégesis correcta; Este debe ser
el objetivo de todo verdadero maestro de la Palabra. Interpretar lo que en realidad no
existe en el texto no es provechoso para nadie, pero es lamentablemente común.

La idea de una incorrecta interpretación de la palabra conduce a muchos a desviarse


de la fe y a caer en malas interpretaciones y herejías (vv. 16–19). Debe ser evitada la
enseñanza superflua, monótona y sin vida espiritual descrita como profanas y vanas
palabrerías y comparada en sus efectos con la gangrena. Cuando un ministro no es
dado al estudio concienzudo de la palabra de Dios tiene que volverse a las fábulas y
filosofías huecas y mantener al pueblo entretenido con vanas sutilezas. Esta es la
razón por la que vemos hoy día tantas iglesias que tienen nombre de qué viven pero
están muertas delante de Dios, dado que sus ministros han influenciado para su propia
perdición; y es triste decirlo pero cada prosélito que ellos ganan lo hacen dos veces
más hijos del infierno que ellos y esto debido a que desde el mismo momento que
fueron instaurados como ministros no se han comprometido con la palabra de verdad.

Cuando en un concilio o denominación Cristiana no se mira con claridad a los ministros


que van a llenar ciertas vacantes o se colocan ministros a la ligera sin ninguna
capacitación previa, la obra del Señor sufre y el testimonio del evangelio no se hace
claro; es precisamente ahí cuando se forman personas que solo llenan sus propias
expectativas y miran la fe de muchos como una granjería. Estos ministros por su
ineptitud entregan a diario un pan liviano y de ahí se explica el porqué de mucho pueblo
que no está comprometido con la palabra y perecen por falta del conocimiento.

El último párrafo de esta sección (vv. 22–26) señala la naturaleza general de la


conducta del siervo del Señor. Otra vez lo negativo (Huye… de las pasiones y evita las
discusiones necias) se enlaza con lo positivo (sigue la justicia… y las otras virtudes).
Pablo ya ha hecho un contraste similar en 1º Timoteo. 6:11. Aquí él manifiesta un
aspecto corporativo cuando dice con los que de corazón puro invocan al Señor,
aquellos que profesan la fe cristiana. Otra vez Pablo los insta a rechazar las contiendas
(v. 24), y otra vez agrega consejos positivos que incluyen actitudes como amabilidad
y habilidad (don de enseñar). Se aconsejan un trato correctivo generoso y amable a
los que se oponen a fin de producir un resultado positivo. Pablo sabe que la gentileza
no puede producir arrepentimiento, pero Dios puede lograrlo si se adopta una actitud
conciliadora. El expresa el resultado deseado en una forma positiva (guiarlos a
comprender la verdad) y también en forma negativa (escapar de la trampa del diablo).

RECOMENDACIONES ACERCA DEL DINERO: 1º Timoteo 6:6-10

Dejando de un lado en lo que concierne al carácter moral e intachable, la capacidad


docente y la sobriedad en el liderazgo no se puede olvidar un tema de suma relevancia
que es parte activa en la vida del ministro, la administración del dinero. Si bien es cierto
que este es un elemento necesario para suplirse de las necesidades del diario vivir, no
se debe caer en el peligro de llegar a idolatrizarlo.

1º Timoteo 6:6 dice “pero gran ganancia es la piedad acompañada del


contentamiento” La piedad en sí misma trae gran satisfacción. El evangelio provee una
base adecuada para el contentamiento. Esto traduce la idea de ganancia en términos
espirituales y provee una introducción apropiada a la cuestión del dinero. La referencia
a los alimentos y vestimenta (v. 8) evoca las palabras de Jesús en Mateo. 6:25–34 en
un pasaje sobre la preocupación, el afán y la ansiedad, la antítesis del contentamiento.
Las posesiones materiales se ven con claridad solamente al considerarlas en su
irrelevancia al entrar y al partir de este mundo (v. 7).
La búsqueda de las riquezas trae consigo la tentación, una trampa y muchas pasiones
insensatas y dañinas (v. 9). Mirado a la luz de la muerte todo el proceso de buscar
riquezas parece necio. La consecuencia de ruina y perdición (eso es, pérdida
irreparable) muestra la futilidad de la búsqueda de riquezas para su propio beneficio.
Cuando Pablo describe el amor al dinero como raíz de todos los males (v. 10) es
importante señalar que existe una diferencia entre el dinero mismo y el amor a él.
Como una cosa necesaria no hay nada malo en el dinero, pero conduce al mal cuando
se convierte en objeto de un deseo dominante. No se sugiere que el amor al dinero es
la única o aun la principal causa del mal. El interés de Pablo aquí es señalar los riesgos
espirituales al aferrarse al dinero. Esto es lo que quiere decir por extravío de la fe. El
Señor quiere que veamos, sin embargo, que dondequiera que el mal ocurre, el dinero
fácilmente logra mezclarse con ello. El amor del poder está in evitablemente asociado
con el despliegue de riquezas. Es significativo que Pablo habla de tales personas como
que se traspasaron a sí mismos con muchos dolores.

En este capítulo 6:17-19 de nuevo se nos habla acerca de las riquezas:

La sección previa tenía que ver con los que deseaban ser ricos, pero ésta se concentra
en aquellos que ya lo son. Pablo señala dos peligros: la altivez y la dependencia del
dinero. Es demasiado fácil para aquellos que tienen posesiones materiales imaginarse
que el dinero asegurará cualquier cosa, y una verdadera esperanza en Dios queda
fuera. No hay sugerencia aquí de que las riquezas mismas corrompen, o que las
personas no deberían disfrutar lo que Dios les ha dado. Pero el reconocer que todas
las cosas han venido de Dios evitaría los peligros. Las demandas positivas sobre
personas con riquezas son claras: debe haber piedad y generosidad (v 18), cualidades
que normalmente se acompañan la una a la otra. La declaración en el v. 19 es afirmada
en la enseñanza de Jesús en Mateo. 6:20.

EL PASTOR DE HOY EN DÍA

Para abordar este tema hay que tener en cuenta las dos clases de ministros que
trabajan en la viña del señor, tal como hay un trigo también hay una cizaña. No se
debe desconocer que Satanás ha introducido encubiertamente sus falsos ministros
como sus agentes, transformándolos en “falsos apóstoles, obreros fraudulentos”. La
Biblia se refiere a esos dirigentes fraudulentos como personas que, estimuladas por
Satanás, parecen que hacen grandes hazañas para Dios, pero en realidad rechazan
la piedad y niegan su poder (2º Ti 3:5). Esas personas se disfrazan como “apóstoles
de Cristo” y de “ministros de justicia” De ese modo imitan a los verdaderos ministros
de Cristo, dándole a su mensaje toda “apariencia de piedad”, aunque demuestren
interés y amor sincero y prediquen perdón, paz, amor y muchos otros mensajes útiles,
con todo viven bajo la influencia de Satanás. El evangelio que predican a menudo se
basa en la razón humana y no en la verdadera interpretación de la revelación de Dios
encontradas en las Escrituras.
El mensaje proclamado por los falsos ministros se desvía de la doctrina apostólica del
NT. Todos los creyentes deben cuidarse de esos ministros y dirigentes engañosos, y
no dejarse arrastrar por su carisma, elocuencia, preparación, obra milagrosa, éxito
numérico, ni mensaje popular.

En Mt 24:11,24 advierte que no todo el que afirma que es creyente lo es


verdaderamente, ni son los escritores, misioneros, pastores, evangelistas, maestros,
diáconos y obreros cristianos lo que dicen ser,
Esos predicadores por fuera parecen justos a los hombres (Mt 23:28) Vestidos de
ovejas (Mt 7:15). Tal vez den a su mensaje el fundamento sólido de la Palabra de Dios
y proclamen elevadas normas de justicia. Quizás aparenten una preocupación sincera
por la obra y el reino de Dios y demuestren mucho interés en la salvación de los perdidos
mientras profesan amor a todas las personas. Acaso parezcan grandes siervos de Dios
y dirigentes espirituales recomendables y ungidos por el Espíritu Santo.

Estos falsos ministros pueden realizar grandes milagros, tener mucho éxito y multitudes
de prosélitos (Mt 7:21-23; 24:11,24; 2Co 11:13-15). No obstante, esas personas en la
esfera espiritual son descendientes de los falsos profetas del AT y de los fariseos del
NT. Lejos de las multitudes, en su vida privada están llenos y de injusticia" (Mt 23:25),
"huesos de muertos y de toda inmundicia" (23:27).hipocresía e iniquidad" (23:28). Su
vida a puerta cerrada se caracteriza por las malas pasiones, la inmoralidad, el adulterio,
la avaricia y la complacencia egoísta.

Esos impostores obtienen un lugar de influencia en la iglesia de dos maneras: (a)


Algunos maestros y predicadores falsos comienzan su ministerio con verdad,
pureza y fe genuina en Cristo. Luego, por causa de su orgullo y sus deseos
Pecaminosos, van desapareciendo su consagración y amor a Cristo. Por
consiguiente se separan del reino de Dios y se convierten en instrumentos de
Satanás mientras se disfrazan de siervos de la justicia 2Co 11:15). (b) Otros
maestros y predicadores falsos nunca han sido creyentes verdaderos en Cristo.
Satanás los ha plantado en la iglesia desde el mismo principio de su ministerio (Mt 13:24-
28,36-43), valiéndose del talento y del carisma que tienen y contribuyendo a su éxito.
Satanás se vale de su estrategia para colocarlos en cargos de influencia para que
socaven la obra de Cristo. Si se les descubre o desenmascara, Satanás sabe que se hará
mucho daño al evangelio y se avergonzará el nombre de Cristo.

Por otra parte gloria sea dada a nuestro Señor Jesucristo que tiene en su mano
derecha a sus verdaderos ministros que trabajan para él por amor verdadero a las
almas entregándose cada día en sacrificio por ellas y absteniéndose de toda
apariencia de vanidad y de maldad, y que viven de acuerdo a los requisitos
mencionados en las cartas pastorales. A ellos mi respeto y que el Señor los mantenga
así siempre firmes en la lid predicando el evangelio del reino sin fluctuar ni cambiar el
mensaje poderoso que se les ha encomendado. Sabemos que el Señor viene pronto,
pero mientras viene es necesario orar para que el Señor levante pastores con un perfil
acorde a su exigencia.

CONCLUSIÓN
Para aquellos que piensan que las exigencias y requisitos mencionados en las cartas
pastorales para un pastor o ministro del evangelio cualquiera sea su cargo o
responsabilidad en la iglesia, hoy día se muestran obsoletas o anticuadas o por otra
parte no dejan de ser simplemente normas y mandamientos de hombres, y se
muestran totalmente ajenos a ellas, no pueden olvidar que pronto aparecerá el
Príncipe de los Pastores para dar y remunerar a cada uno según su obra. De otro lado
si por alguna gracia de Dios lograren entrar en el reino de Dios, debe saber que todos
los ministros comparecerán ante el gran tribunal de Cristo y que muchas obras se
perderán completamente, es decir aquellos que edificaron sobre un fundamento vano
y liviano como heno y hojarasca perderán su recompensa.

Queda a juicio de cada ministro saber y evaluar cómo y sobre que fundamento está
edificando. Se puede decir con toda sinceridad y honestidad que la misma palabra,
doctrina y exigencias que midió a los ministros en tiempo del Apóstol Pablo sigue
midiendo a todo ministro que sirve en la obra del señor. La palabra no pasará de moda,
y por el contrario cada ministro debe esforzarse a ser un pastor competente para llegar
a todos los círculos sociales sin perder el carisma, la sencillez, la humildad, el amor
que debe caracterizar a todo fiel siervo de Dios. Es de recordar que el Señor ha
llamado a cada uno a servir y no a ser servido.

BIBLIOGRAFIA
BIBLIA DE ESTUDIO PENTECOSTAL. DONALD C STAMPS

NUEVO DICCIONARIO BÍBLICO CERTEZA

COMENTARIO BÍBLICO SIGLO 21

UN BUEN MINISTRO DE JESUCISTO. LUIS M ORTIZ

NUEVO TESTAMENTO II. MAG. GUSTAVO SANCHEZ GUTIERREZ

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