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CURSO ELEMENTAL DE ETICA


PROFESIONAL

Dr. Jorge Salgado S.


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PRIMERA SECCIÓN: ÉTICA GENERAL.

 1. Fundamentos ontológicos de la ética.

Todo fundamento teórico acerca de una disciplina científica o filosófica tiene, en última
instancia un fundamento ontológico. Esto quiere decir las disciplinas tienen una base primordial en
las categorías, entendidas como las características más generales de las cosas. Por tanto, al
analizar los actos éticos, encontramos que éstos están determinados por reglas normativas, que a
su vez, están regidas por principios más generales referidos a un tipo de objetos muy especiales
que se llaman valores.

Los valores son entes que manifiestan las siguientes categorías:

a) Bipolaridad: Los entes valóricos siempre se presentan en pares de opuestos. Por


ejemplo: Bien - Mal, Justicia - Injusticia, Libertad - Opresión, Belleza - Fealdad.

b) Posibilidad: Esta categoría permite afirmar que los entes valóricos no están pero
pueden llegar a estar. Esto significa, por ejemplo, que la Justicia no existe, pero que
puede llegar a existir gracias a la acción humana, realizando acciones justas. Este es el
aspecto más importante del valor, pues está ligado a la acción humana que busca un
determinado fin. Al llegar a ser una realidad, se transforman en bienes, por ejemplo,
leyes que administren justicia, acciones justas. Ello no quiere decir que la Justicia sea
algo que existe, sino que se ha producido un tipo de ente diferente al valórico: un ente
real espiritual.

c) Afectividad: El valor es aprehendido mediante el afecto, es decir, aprehensión afectiva


mediante el sentimiento. Por ejemplo, el amor se siente.

d) Volitivos: Estos entes pueden llegar a existir, a estar presentes, mediante la voluntad.
Sin ella, es muy difícil llegar a realizar el valor y producir un bien.

Estas categorías del valor permiten afirmar que, por su naturaleza, están estrechamente
ligados a la acción humana. Ellos no son posibles en un mundo abstracto, sino que están
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presentes como productos culturales en un carácter de posibilidad, como ideales que


alumbran nuestras acciones, como faros que guían nuestros actos.

La disciplina filosófica que estudia los valores en general se llama Axiología.

Los valores se clasifican en valores éticos y valores estéticos.

Los valores éticos son los valores que se aplican a la conducta humana. Así por ejemplo, la
libertad que guía la conducta democrática de los seres humanos que buscan el mejor orden social
y político que garantice la realización de este valor. La disciplina filosófica que estudia este tipo de
valores se llama Ética. Por tanto, para este Curso Elemental de Ética Profesional, la Ética es la
disciplina filosófica que estudia los valores aplicados a la conducta humana. Además
distinguiremos, con propósitos puramente didácticos, entre Ética y Moral. Entenderemos por
Moral a la disciplina que estudia la aplicación histórica del valor ético. De este modo, la Moral
estudiará sistema valóricos éticos específicos, como Moral cristiana, moral musulmana, etc.

Los valores estéticos son aquellos aplicados al Arte. Por ejemplo, la Belleza. La disciplina
filosófica que estudia estos entes se llama Estética.

Ejercicio 1. De los siguientes objetos, determine si corresponden a entes valóricos, entes


valóricos éticos o entes valóricos estéticos: una acusación ante los tribunales de justicia, la
Verdad, la Armonía, la Responsabilidad, un Tribunal de Ética Médica, la Bondad.

 2. El carácter convencional de las acciones humanas.


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Los seres humanos somos constitutivamente sociales. Vivimos en sociedad donde nuestras
acciones aparecen reguladas convencionalmente. Esto significa, que nos hemos dado un conjunto
de reglas mediante las cuales condicionamos nuestros actos.

Entendemos por acto convencional a lo que hacemos regulado por reglas. Por ejemplo,
reglas jurídicas, reglas sociales, reglas éticas, reglas de convivencia social. Clasificaremos las
reglas en: constitutivas y normativas.

Las reglas constitutivas son aquellas reglas mediante las cuales constituimos algo
institucionalmente. Por ejemplo, el juego de ajedrez, los actos de habla.

Las reglas normativas son aquellas reglas que condicionan acciones reguladas por
mandatos. Entre ellas tenemos:

 Reglas normativas jurídicas: Son aquellas que regulan nuestras acciones en un


sistema social ordenado donde el mandato proviene de una colectividad
organizada. Estas reglas están codificadas en los Códigos de Derecho.

 Reglas sociales de convivencia: son aquellas que regulan nuestras relaciones


humanas y públicas. Por ejemplo, las reglas del buen vestir o de buenas
costumbres. Estas reglas están codificadas en Manuales de Buenas Costumbres
o en Manuales de Protocolo.

 Reglas éticas: son aquellas que regulan nuestras acciones individuales en


relación con nosotros mismos y con los demás en función de valores éticos.

Las reglas convencionales normativas tienen algunas características que son importantes
para determinar con más detalle las reglas éticas.

a) El criterio veritativo está dado por las reglas. Si se acatan, entonces las acciones son
correctas y si no se acatan, son incorrectas.
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b) El cumplimiento de las reglas generalmente está asociado a premios y el no


cumplimiento a castigos.

c) La condición esencial de las reglas está dada por la posición de autoridad que ocupa
quien la emite. Éste puede ser Dios, el pueblo, el rey, el gobernante, etc.

d) Tienen un carácter imperativo, es decir, las reglas deben cumplirse necesariamente,


especialmente las jurídicas y las éticas.

De acuerdo a lo anterior, las reglas éticas o reglas morales cumplen con cada una de estas
características. Ello significa que nuestras acciones individuales y sociales están normadas de
acuerdo a normas que nos hemos impuesto o que nos han impuesto.

A pesar de estas semejanzas, hay algunas características que son propias de las acciones
morales.

 3. Las acciones convencionales éticas.

3.1. Las acciones éticas.


Las acciones éticas son aquellas acciones humanas normadas por reglas éticas o morales.
Estas reglas rigen especialmente a nivel individual. También pueden regir a nivel social.

La característica primordial de las reglas éticas es el carácter imperativo que posee, es


decir, los enunciados éticos corresponden a mandatos, órdenes. Por ejemplo: “No matarás”, “No
robarás”.

El carácter imperativo del mandato ético emana de la autoridad del Hablante o de quien
ordena. Generalmente, el Hablante de los sistemas éticos es un Hablante perfecto, que no se
equivoca, omnipotente, omnisciente (para que pueda saber si se ha acatado la norma). El Hablante
Perfecto es Dios. Por eso, en los sistemas morales concretos, generalmente provienen de la fuente
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religiosa y el mandato de un Dios. En el caso del Sistema Moral Cristiano, los mandatos o
Mandamientos fueron entregados por Dios a Moisés, quien a su vez, la entregó a los hombres por
orden de Dios.

En los Sistemas Morales cuya fuente no es religiosa, los mandatos surgen mediante el
consenso. Así por ejemplo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este carácter
consensual de los preceptos morales permite solucionar el problema de la relatividad de las
normas. Si seres humanos, representando a naciones o pueblos de distinta religión, ideología,
sistema político o social llegan ponerse de a cuerdo, entonces significa que todos adoptarán las
normas consensuadas.

Otra característica de estas normas éticas es que están determinadas por valores éticos
como el Amor, el Bien, la Verdad, la Sabiduría, la Prudencia, etc. que se ordenan jerárquicamente.
Así por ejemplo, se afirma que el Código moral cristiano coloca al Amor como uno de los valores
supremos.

Además de entender el acto ético como una acción regida por normas éticas, debemos
intentar distinguir los componente de un acto moral.

3.2. Componentes del acto ético.


Como en toda acción humana, en el acto ético o moral distinguimos los siguientes
componentes:

a) El Sujeto de la acción.
b) La acción.
c) Los medios.
d) El objetivo ético.

A. El Sujeto de la Acción: El sujeto de la acción moral debe reunir los siguientes


requisitos :
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 Debe existir uso de razón, es decir, los actos deben ser realizados en
estado de vigilia y con conciencia psicológica que el acto realizado es
bueno o es malo. Así, una persona anestesiada, sonámbula no es consciente
de sus actos, pues no está haciendo uso de razón.

 Debe existir libertad de conciencia, es decir, no debe haber presión y por


tanto incapacidad para elegir entre lo que debe hacerse y no debe hacerse
de acuerdo a las reglas adoptadas. Así por ejemplo, una persona no tiene
libertad de conciencia para elegir si está amenazado con una pistola. Por
tanto, esta libertad de conciencia le permitirá aceptar o rechazar las normas
de un determinado sistema moral. Debemos distinguir dos tipos de libertad:
una exterior y otra interna. La primera, consiste en la falta de coacción
externa que nos impida a actuar de una determinada manera. Es libertad de
hacer algo. La interna o psicológica se refiere a la capacidad de decidir, a
la libertad de la voluntad. Es la determinación del sujeto por sí mismo. Es la
libertad de la autodeterminación.

 Fundamentalmente, debe aceptar las normas morales impuestas por su


medio cultural o por su conciencia. No puede aducir que un determinado
acto realizado es amoral porque sus normas no pertenecen a un sistema
moral dado. Sin embargo, quiéralo o no, estará siendo juzgado moralmente
por la comunidad o por su conciencia.

B. La acción: La acción es lo que realiza el Sujeto o persona. Fundamentalmente las


acciones son convencionales, es decir, acciones reguladas por normas en este caso.
Estas acciones morales deben cumplir con los mismos requisitos anteriores. Es decir:

 Los actos deben ser ejecutados con uso de razón, es decir, racionalmente,
conscientes de las reglas morales adoptadas.
 Deben ser ejecutadas sin coacción, es decir, libres, sin presión alguna.
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 Den ser ejecutados de acuerdo a las reglas morales del medio o a las
adoptadas por su conciencia o cultura.

C. Los medios: Los medios de la acción están constituidos por los elementos que
permiten la realización del acto moral. Estos medios pueden ser naturales o sociales.
Son naturales por ejemplo aquellos medios que son productos del libre juego de las
fuerzas naturales. Por ejemplo, un madero, un árbol, un fruto. Son sociales por
ejemplo, casamiento, bautizo, un regalo. Por sí mismos, los medios no son morales.
Son tales, cuando están en función de las reglas morales. Si los medios utilizados
atentan contra las normas morales, entonces los medios son moralmente malos. Si
respetan las normas morales, entonces son moralmente buenos.

D. El objetivo ético: El objetivo ético está en función de los valores. Así por
ejemplo, los valores pueden ser positivos o negativos. Los primeros, se llaman
simplemente valores, por ejemplo: el Bien. Los segundos, se llaman antivalores; por
ejemplo: Mal, Opresión, Injusticia. La finalidad valórica es la nota constitutiva de los
actos morales, pues ella se logra mediante las normas.

Ejercicio 2.: Dadas las siguientes acciones, determine si ellas son morales o no.
Fundamente.

a) La acción de contemplar una puesta de sol.


b) La acción de visitar a un enfermo en un hospital.
c) La acción de hablar.
d) La acción de atropellar a alguien, estando ebrio o drogado.
e) La acción de robar, presionado por el hambre.

Por tanto, los actos morales son aquellos que están regulados por normas y ejecutados por
personas que reúnen ciertos requisitos.

Además, se deben distinguir los actos moralmente buenos de los actos moralmente malos.
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3.3. Actos éticamente buenos.


Estructuralmente los actos éticos buenos son aquellos en que los fines, las acciones y las
circunstancias son buenas. Estos componentes son conjuntivos, es decir, necesitan que cada uno
de ellos sea bueno. Si uno no cumple este requisito, el acto es moralmente malo.

Fines buenos
ACTOS MORALMENTE Acciones buenas
BUENOS Medios buenos
Circunstancias buenas
Efectos buenos

La dificultad teórica radica en la determinación de lo que denominamos “bueno”. Es una


dificultad porque el término resulta ambiguo al ser analizado desde diferentes perspectivas. ¿Qué
entenderemos por “bueno”?.

Primeramente “bueno” es aquello que está referido al cumplimiento de las normas. De este
modo se dice que un acto bueno es aquel que respeta los diez mandamientos. En este sentido, es
sinónimo de ‘correcto’.

En segundo lugar, “bueno” está referido al conjunto de todos los valores positivos, en
oposición a los antivalores o valores negativos. Así por ejemplo, la bondad, la justicia, la libertad,
la justicia, el amor son valores que guían acciones buenas.
En tercer lugar, “bueno” está asociado al valor de Bien. De este modo, toda acción buena
es aquella que persigue el Bien.

En cuarto lugar, “bueno” es una noción valórica obtenida por consenso, es decir, es un
valor que permite guiar y calificar los fines, los medios y las circunstancias. Así por ejemplo,
“bueno” es aquello que está especificado en los Derechos Humanos. Todo aquello que no esté de
acuerdo con estas disposiciones, causará que el acto moral sea moralmente malo.
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Entre estos sentidos, en nuestro curso adoptaremos por “bueno” el criterio normativo
constituido por las normas éticas. Por tanto, para que un acto moral sea bueno debe cumplir con
los siguientes requisitos:

a) Los fines deben ser buenos. Eso quiere decir que estén de acuerdo con las normas
éticas establecidas ya sea por autoridad divina, por adopción social o por consenso. Por
ejemplo, cuando cumpla con los mandamientos, cuando cumpla con las normas de la
conciencia individual y libre.
Si una persona ayuda a otra con el fin de obtener popularidad y así obtener un cargo
político, realiza un acto de beneficencia pública para la víctimas de un incendio en la Plaza
de Armas de la ciudad.; el acto es moralmente malo, porque: aunque la acción en sí es
buena, es decir, ayudar a los necesitados, el fin no es bueno, porque persigue obtener
popularidad para un cargo público. Este acto moral es calificado de “bueno” de acuerdo a
las normas que rigen una moral cristiana.

b) Las acciones deben ser buenas en sí. Esto quiere decir que las acciones de robar,
matar, mentir son consideradas moralmente malas porque no acatan las normas morales
convenidas. En el caso de nuestra cultura, reiteradamente se ha sostenido que es
mayoritariamente cristiana occidental. En este marco normativo, las acciones son buenas
en cuanto son correctas, es decir, cumplen las normas morales cristianas

Para el caso de las acciones realizadas por personas que no practican la religión cristiana ni
pertenecen a nuestra cultura cristiana occidental, las acciones deberán ceñirse al conjunto
normativo adoptado mayoritariamente. Con el objeto de no caer en un relativismo en este
punto, adoptaremos para todos los casos generales, la Declaración de los Derechos
Humanos como un criterio válido para calificar de buenas o malas las acciones morales.

c) Los medios deben ser buenos. El siguiente caso: Una persona reúne fondos para
solventar los gastos médicos de personas indigentes, empleando como medio la
prostitución. El fin es bueno. La acción es buena, pero el medio no lo es (prostitución).
Por lo tanto, el acto es moralmente malo porque el medio utilizado es malo. Este ejemplo
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permite establecer que los medios empleados para ejecutar una acción deben ajustarse a las
normas éticas.

d) Las circunstancias deben ser buenas. Entendemos por circunstancia al contexto o


situación en que se ejecuta la acción. Esta contextualización es importante, porque
puede determinar los agravantes o atenuantes de una acción. Por ejemplo, un médico
que realiza un aborto para salvar la vida de la madre. Las circunstancias permiten
establecer que la acción no es mala, porque se salva la madre. Este hecho debe dejar en
claro que en esas circunstancias había pocas probabilidades de salvar el feto.

e) Los efectos o consecuencias deben ser buenos. Entendemos por consecuencia el


resultado de una acción. Así por ejemplo, se trata de la acción de los deportistas
uruguayos que se alimentaron de cadáveres. En este caso, se deben cumplir las
siguientes condiciones:
1. Los sujetos ejecutantes saben que alimentarse de cadáveres es malo, intentan
sólo obtener efectos buenos (salvar la vida de los sobrevivientes).
2. La obtención del efecto bueno es un asunto de suma gravedad e importancia.
Si no lo hacen, se morirán de hambre.
3. No hay otro medio de obtener alimentos para obtener el efecto bueno en la
situación en que se encuentran.

Cada una de estas condiciones puede acarrear un sinnúmero de problemas filosóficos que
son difíciles de resolver de un modo satisfactorio para todas las partes. Por tal motivo, hemos
preferido remitirnos al conjunto de normas del código moral cristiano y a la Declaración de los
Derechos Humanos. Por tanto, las condiciones determinantes de un acto moralmente bueno están
establecidas por los criterios ya mencionados.

Ejercicios 3
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1. Dados los siguientes casos, determine si son actos moralmente buenos. Fundamente la
respuesta de acuerdo a los criterios establecidos.
a) Un Contador debe realizar una declaración de impuestos a un hermano llamado
Pedro. Éste le solicita que falsee unos datos para obtener una mayor devolución
de dinero, aduciendo que debe llevar a su esposa al Hospital para someterla a
una operación quirúrgica muy costosa. El Contador afirma que no puede hacer
falsas declaraciones porque sería un engaño. Decide no hacerlo.
b) Un profesor coloca un 4.0 como nota mínima de aprobación a un alumno sin
que éste hubiese realizado el curso, porque necesitaba esa calificación para
obtener una Beca de Estudios.
c) Un psicólogo trata a Federico, un estudiante de 16 años, por problemas
conductuales. El joven le revela un episodio al psicólogo en el marco del secreto
profesional. El terapeuta considera que lo revelado serviría para hacer entender
a los padres acerca de la conducta de Federico. En una sesión, con los padres,
revela a los padres lo contado por el joven.
 4. El problema de la finalidad ética.

Los actos moralmente “buenos” aparecen determinados por un conjunto de valores que
permiten catalogar de tales. Aquí surgen las siguientes preguntas: ¿Qué es lo que hace que un
comportamiento sea “bueno”? ¿Cuál es el fin de la conducta moral? La finalidad del acto moral
depende de las perspectivas que se adopten para formularla. Estos puntos de vista están
señalados por las escuelas éticas.

Las escuelas éticas más importantes son las siguientes:

1. El hedonismo. Floreció principalmente en el siglo IV A.C . Sostuvo principalmente la moral


del placer (hedoné (griego): placer). Por tanto, la finalidad del acto moral es el placer
sensible, el pleno goce del cuerpo y de los placeres físicos como el descanso, el beber, el
sexo. Los placeres más intensos son los más deseables. El principio de la conducta es: es
bueno lo que produce placer y malo lo que produce dolor. Estos principios son los
fundamentales de todo comportamiento de un ser vivo; entre ellos, el ser humano. Por lo
tanto, la virtud y la sabiduría consisten en obtener el máximo placer.
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2. El epicureísmo. Surge a fines del siglo III A.C. y su fundador fue Epicuro. El principio de la
conducta moral es el placer espiritual. Rechaza los placeres inmediatos del cuerpo y la
sensibilidad. Afirma que los placeres más elevados son aquellos que provienen del alma.
Mediante estos placeres, gobernados por la prudencia, el ser humano debe buscar la paz
interior, el equilibrio y la ataraxia (tranquilidad, indiferencia) para obtener la felicidad.

3. El eudaimonismo. Surge aproximadamente en el siglo V A.C. Esta escuela ética sostiene que
lo moralmente bueno es obtener la felicidad (eudaimonía) que es un estado de placer
duradero. Aquí radica la diferencia con el hedonismo, porque el placer sensible es efímero.
También se diferencia del epicureísmo, porque no rechaza el bienestar corporal. La felicidad
es un estado placentero, permanente. La máxima felicidad es la sabiduría, entendida como
‘saber práctico’, es decir, saber ubicarse en la sociedad, con los amigos, la familia, los hijos,
los padres, instituciones. Por eso, no se rechaza la riqueza, el poder, la gloria. Los griegos,
especialmente Platón y Aristóteles, son partidarios de una felicidad social, es decir, la
felicidad de la polis. Esto significa que la felicidad individual debe coincidir con la felicidad de
cada uno, por tanto de la ciudad.
4. El utilitarismo. Aparece en el siglo XIX en Inglaterra. Sus principales representantes son
Jeremy Bentham (1784 - 1832) y John Stuart Mill (1806 - 1873). El bien moral es lo útil. Es
decir, aquello que es bueno para el ser humano es lo útil. Así por ejemplo, no matar es bueno
porque es útil que no estemos aniquilándonos mutuamente hasta desaparecer como especie.
Prima la utilidad social. Es decir, el bien colectivo está sobre el bien individual. Por lo tanto,
una acción es moralmente buena cuando es útil para la sociedad.

5. El naturalismo. Según esta escuela los principios morales provienen de la dimensión natural
del ser humano. Los valores morales son valores vitales. Éstos provienen de la misma
condición humana. El ser humano se ha impuesto a su medio natural y social, llevado por su
voluntad de poderío. Bueno es todo lo sano y fuerte. Lo malo es lo enfermo y lo débil. Uno
de los principales filósofos que plantean estos valores es Federico Nietzsche quien, con sus
obras, se opuso a los valores cristianos por considerarlos antinaturales.
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6. El perfeccionismo. Afirma que el ser humano es un ser natural y espiritual al mismo tiempo.
Lo bueno propiamente es lo espiritual. Lo bueno radica en perfeccionar la esencia espiritual y
lo malo es aquello que atenta contra lo espiritual. Por tanto, los valores de Justicia, Saber,
Libertad, Espíritu son los fines propios de la conducta humana y a los cuales se debe tender.
7. El espiritualismo. La esencia de lo moral radica en la espiritualidad. Se entiende por
espíritu el más alto nivel ontológico que pertenece exclusivamente al ser humano. Es el plano
cultural y social. Es por tanto, una ética de la humanidad, antes que de la individualidad. Un
acto es moralmente bueno cuando fomenta la cultura, el bienestar de la humanidad.
8. El formalismo. El término formal lo debemos entender en el sentido de ‘sin contenido’,
‘independencia’, ‘autonomía’. Por tanto, una ética formal es autónoma a diferencia de otras
que son heterónomas (dependen de castigos y recompensas sociales o sobrenaturales). De
este modo, según esta escuela, el ser humano no actúa moralmente porque esté sometido a
reglas emanadas por un Dios, sino por reglas dictadas por su conciencia: los imperativos
morales. Estas reglas son formales, no están sujetas a premio o castigo. Importan la
intención, la buena voluntad, el cumplimiento del deber. La sentencia kantiana: “Actúa de tal
modo que la máxima de tu voluntad, en cada caso, pueda valer como principio de ley
universal”, refleja este tipo de escuela. Así por ejemplo, si una persona mata a otra, no querrá
que su acción sea un principio universal, convirtiéndose en un Matarás, causando mal para sí
mismo. Por tanto, la norma emana de la conciencia individual en función de lo racional. De
acuerdo a este principio, la ética formal es una ética del deber. El imperativo categórico es el
cumplimiento de aquello que para la razón es lo más adecuado y necesario. La norma,
principio formal, nos obliga a actuar de una determinada manera, aunque su cumplimiento
nos provoque dolor.

Por tanto, de acuerdo a estas escuelas éticas, tendríamos el siguiente esquema:

ESCUELA ÉTICA PRINCIPIO MORAL DE LO BUENO


HEDONISMO El placer sensible o corporal
EPICUREÍSMO El placer espiritual o del alma
EUDAIMONISMO La Felicidad (eudaimonía)
UTILITARISMO Lo útil.
NATURALISMO Lo vital
PERFECCIONISMO La perfección espiritual
ESPIRITUALISMO Lo social, cultural o espiritual
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FORMALISMO Lo bueno formal (autonomía)

y lo moralmente bueno puede ser aquello que produce placer sensible, placer espiritual,
felicidad, utilidad, vitalidad, perfección, cultura o acción autónoma. De acuerdo a lo anterior,
¿Cómo podremos saber cuando un comportamiento es moralmente bueno si todo depende de las
perspectivas valóricas y por tanto, de las escuelas éticas?

Para no caer en un relativismo fundamentista, es más práctico adoptar el criterio


convencional que es propio de la norma el consenso. Es decir, adoptando normas productos de
grandes consensos planetarios que permitan un entendimiento entre los seres humanos. Por tal
motivo, nuestro marco normativo es la Declaración de los Derechos Humanos y los preceptos de
la moral cristiana occidental que no se oponen a las escuelas éticas formales, por ejemplo.

 5. Las virtudes morales.

Etimológicamente, el término ‘virtud’ significa ‘fuerza’. Por tanto, las virtudes son las
fuerzas morales que sostienen la voluntad para la realización de los actos en función de las normas
éticas. Entenderemos por Voluntad a la capacidad para el cumplimiento de la norma ética. Ella
emana del firme propósito y la interiorización de la conciencia en llevar a cabo acciones reguladas
normativamente. Así como necesitamos fuerza de voluntad para dejar el cigarrillo, así necesitamos
fuerza de voluntad para el cumplimiento de los imperativos éticos que nos obligan a actuar de una
determinada manera. Así, para cumplir con la norma de No robar, y por tanto, ser honesto, se
necesita fuerza moral1 para cumplir el mandato en cualquier circunstancia.

Las virtudes son adquiridas socialmente a través de la familia, la escuela, la sociedad en


general. Ellas determinan la capacidad de cumplimiento de la norma y por tanto, la realización de
la acción moral.
Entre las virtudes morales más importantes. Están la Prudencia, Autodominio,
Responsabilidad, Honestidad, Probidad.

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En el caso de Kant, la ética del deber es la voluntad de cumplimiento. Sin embargo, este deber debe ser
complementado con el valor, es decir, todo deber es en función del valor. Así el deber pasa a ser una deseabilidad
de las cosas .
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a) La Prudencia: Ella está entendida como una sabiduría práctica, un saber comportarse
sabiamente ante sí mismo y ante los demás. Es un saber hacer. El hombre prudente
realiza acciones de acuerdo a su proyecto que se adecúa a la realidad. Este principio de
realidad que guía las acciones tiene que ver con la acción guiada por principios.. No
debe confundirse la prudencia con la “conveniencia”. El hombre prudente actúa de
acuerdo a principios positivos. En cambio quien actúa por conveniencia busca el
provecho personal e intereses que pueden ser incompatibles con valores positivos. El
principio de realidad le permite actuar sin rigidez ante la realidad, permitiéndole
adaptarse a nuevas situaciones. Es por tanto, la virtud de la realidad.. Hay dos
componentes muy importantes en la prudencia: a) intelectiva, b) pragmática.
El aspecto intelectivo permite recopilar la máxima información acerca de la
realidad, acerca del modo de vida, normas, situación política, social, económica,
ideológica, etc. de tal modo que permitan al hombre prudente tomar la decisión más
adecuada.
El aspecto pragmático2 está dado por la acción, es decir, por lo que hace el hombre
prudente de manera adecuada, de acuerdo a las circunstancias. Es una acción realista. En
este punto, no debe confundirse la acción prudente con la acción morigerada o interesada.
El buen consejo, el buen juicio, la moralidad forman parte de esta acción y permiten
diferenciarla de otras.

b) El Autodominio o templanza. Los antiguos llamaban sophosyne. Es la llamada


moderación. Esta virtud acompaña a la prudencia. Ella impide caer en el vicio. Ella
lleva a la perfección, a la consecución de los más altos valores. Impide los extremos,
situando en un término medio. Así por ejemplo, un extremo está constituido por la
temeridad y el otro por la cobardía. El comportamiento virtuoso es aquel que es
valiente, punto intermedio entre la cobardía y la temeridad.
Temeridad VALENTÍA cobardía

c) Responsabilidad. Está asociada al cumplimiento de los compromisos morales


contraídos con las normas y con los demás. Con respecto a las normas, en el sentido de
cumplir cabalmente y a conciencia lo estipulado en ellas. Así por ejemplo, cuando un
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Entendemos por aspecto pragmático la referencia de la acción. Es decir, todo hecho descrito desde la perspectiva
de los actos humanos.
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hombre es responsable, significa que cumple la norma a pesar de las dificultades que
tenga. En este sentido, está asociada a la conciencia moral. La responsabilidad es la
conciencia moral del cumplimiento regulativo y la conciencia del deber. Así, cuando un
funcionario cumple público es responsable no sólo significa que tiene conciencia de sus
actos, sino que también tiene conciencia de su deber y la firme voluntad de cumplir los
compromisos establecidos.
d) Honestidad: Esta virtud está asociada a las virtudes de la honradez, rectitud, probidad.
La honestidad es la virtud del cumplimiento normativo en función del valor. No hay
búsqueda del provecho personal, ni del provecho colectivo. Es el estricto apego al
valor. Es un actuar sin dobleces, sin pretensiones escondidas. Es el comportamiento
cristalino. Esta virtud implica el fiel cumplimiento de los imperativos morales. Así, un
hombre honesto es aquel que actúa de acuerdo a la norma, a la rectitud. Por esta razón,
la rectitud, entendida como acción moral ajustada a la norma y a la justicia, acompaña a
la honestidad.
e) Probidad u honradez. Esta virtud, propia del funcionario público, implica cumplimiento
estricto de la norma moral y una acción ajustada a principio. Ello implica una gran
fuerza moral con el fin de dar cumplimiento a los imperativos morales. Así, un
funcionario probo será aquel honrado, honesto, cuyo comportamiento no admite réplica
moral.
f) Fortaleza: Ella es la síntesis de la hombría (andreia) y la grandeza del alma o
magnanimidad (megalopsykhia). Esta virtud permite soportar las vicisitudes que
depara el mundo: el dolor, la enfermedad, la miseria, la desgracia, la muerte. Por eso, el
martirio sea el acto principal de la fortaleza. Además, se asocia a la verdad y la libertad.
El ser humano que posee la fortaleza busca la verdad y aspira a la libertad como el
pleno desenvolvimiento de la acción. Además se le asocia la magnanimidad, es decir, la
generosa clemencia hacia el enemigo. Por ello va acompañada de seguridad y
confianza.

Estas virtudes, que son las condiciones valóricas fundamentales de la acción moral y que
permiten caracterizar una acción individual y apreciar una conducta dada, se fundan en algo
primordial: el sujeto que realiza la acción.
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 6. La conciencia moral.
Generalmente el término de conciencia va asociado a las significaciones de reflexión, es
decir, la de volver sobre sí mismo para encontrar los diversos sentidos del concepto. Así, decimos
que la conciencia es capaz de registrar los errores de una percepción. En este sentido, es sinónimo
de intelección racional.

También el término significa lo opuesto a cosa, Es el modo en que las cosas quedan
en intelección. De este modo, conciencia es sinónimo de intelección, es decir, aprehensión.
Sin embargo, el sentido que tiene importancia para nosotros es la aptitud humana
de aprehender el valor. Por tanto, la conciencia moral es la aprehensión del valor. No debemos
confundir entre la conciencia moral y la intelección. Esta última es impresión sensible, judicación e
intelección racional. En cambio, la primera, es primordialmente aprehensión afectante,
sentimiento. El valor se aprehende por medio de la afección.

Por tanto, la aprehensión valórica mediante el sentimiento u otro medio afectivo,


implica un tipo de conciencia que opera a nivel de individuo. Es una conciencia individual del
valor y la norma que se le supedita. Es el “ojo interior” que tenemos y que no podemos eludir, que
siempre está presente, hasta en nuestros pensamientos y acciones más íntimas.

¿Qué es la conciencia moral? Primeramente es un modo de aprehensión valórica


individual. Además es el saber de la norma moral. Ello implica, el tener conocimiento de lo que es
bueno y lo que es malo. En este punto, va acompañada de información. Debemos saber las
normas, conocerlas, aprenderlas, reflexionar en ellas. Este conocimiento permite adoptarlas con
responsabilidad, es decir, con el compromiso de cumplirlas. Lo fundamental, es el conocimiento
de lo Bueno. Por tanto, esa “voz interior”, además de ser intuitiva, tiene una base cognitiva, sin la
cual, la conciencia no puede reflexionar la acción. Sin embargo, la simple intelección no basta para
aprehender la norma. Es necesaria la libertad para la adopción de la norma y el conocimiento de lo
que es bueno y lo que es malo. Ya Sócrates manifestaba que la ignorancia era la causa que
explicaba las malas acciones o Cristo, cuando en la cruz rogó a Jahvé que personara a los
hombres porque no sabían lo que hacían.
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La conciencia moral o ética es diferente a la aprehensión del valor. La aprehensión valórica


es la captación del valor por medios afectantes, afectivos; el sentimiento, por ejemplo. La
conciencia moral, que implica la aprehensión valórica, es conciencia normativa. Es un saber de lo
bueno y lo malo en función de las normas morales o éticas. Así cuando, una enfermera cuida
pacientemente a un enfermo entregándole afecto, cuidados y fortaleza, lo que hace es una acción
buena. El saber de la acción, de lo bueno es la conciencia moral. Así, la enfermera tiene conciencia
moral cuando sabe que lo que hace es bueno moralmente. El marco de su acción está dado por el
conjunto normativo. Del mismo modo, cuando un estudiante “copia” en una prueba o examen
escrito, lo que hace es una mala acción, una acción moralmente mala. La conciencia moral permite
catalogar que esa acción es mala en función de la norma. Por tal motivo, la conciencia moral
regula el comportamiento, coloca freno a los actos inmorales y castiga moralmente a quien lo
comete. Es la conciencia individual, el “ojo interior” quien observa y castiga.

La conciencia moral, como juez individual de las acciones individuales en función de las
normas morales, acompañada de la fuerza moral, la voluntad de cumplimiento normativo permite
decidir cuál elección es la más adecuada. Así, cuando un contador auditor debe decidir entre
cumplir su deber de ajustarse a derecho o mentir para ayudar a un hermano que ha infringido la
norma de no robar, es su conciencia moral que le permitirá cumplir con su deber. Es ella quien le
dirá que lo que hizo es bueno o es malo. Sin embargo, no debe creerse que la conciencia moral es
una especia de Superconciencia que por sí sola puede decidir. Ella necesita de parámetros y ellos
están constituidos por el código moral que regula sus acciones.

Las acciones, desde el punto de vista de la causa y del efecto, presenta dos aspectos: el
antecedente y el consecuente. Es una causalidad moral. Así por ejemplo, una persona tiene
hambre. Esta situación puede servir de antecedente de una posible acción de robar que vendría a
ser el efecto o consecuencia de lo anterior. HAMBRE ROBO
antecedente consecuente
Por tanto, podemos encontrar una conciencia moral del antecedente que permite juzgar de
un acto antes de realizarlo. En este caso, si se tiene hambre entonces si es moral robar.
En este punto, la conciencia calcula de acuerdo a las normas morales, las consecuencias
de sus acciones.3
3
Esto es lo que Jerry Fodor, en otro contexto, ha llamado la mente computacional, es decir, la conciencia de
determinar las posibilidades o consecuencias de una acción antes de ejecutarla (El lenguaje del pensamiento).
20

La conciencia del consecuente es el juzgar acerca de la acción realizada. Se aprueba o


rechaza la acción. Realizada la evaluación, si la acción es moralmente mala puede venir el
arrepentimiento que aminora la culpabilidad, pero no la elimina.

Un aspecto importante relacionado con la acción moral es el juicio de la acción. Los seres
humanos viven en sociedad y por tal hecho las acciones individuales son calificadas por las demás
personas quienes evalúan las acciones ejecutadas en función de normas conductuales que rigen a
una determinada organización. Muchas veces, resulta difícil determinar si una acción es
moralmente buena o moralmente mala. Muchos aspectos influyen, tales como costumbres,
ordenación jurídica, normas, circunstancias. Pareciera que un cierto relativismo impera al
momento de la calificación. Sin embargo, hay ciertos acuerdos a nivel planetario que permiten
solucionar, en parte, esta situación. Por ejemplo, la Declaración Universal de los Derechos
Humanos que constituye un hito en nuestra sociedad.

El juicio moral, producto de una evaluación, debe tomar en cuenta las costumbres de un
grupo social. Así puede ocurrir que en un país el aborto, el divorcio o la homosexualidad estén
legalizados y las acciones realizadas en estos sentidos no sean consideradas moralmente malas.
Sin embargo, a pesar de estas legalizaciones jurídicas, no siempre coinciden los imperativos
morales con los imperativos jurídicos. Hay muchos actos que no han sido jurídicamente
castigados, pero sí, moralmente. Del mismo modo que hay acciones castigadas jurídicamente, hay
acciones que moralmente han sido aprobadas. Los imperativos morales tienen mayor fuerza que
los imperativos jurídicos. Consideradas así las cosas, a pesar de la diversidad de normas jurídicas,
hay acciones que están regidas por normas morales universales que permiten determinar cuando
un acto es moralmente malo o bueno. Así por ejemplo, el asesinato, el robo, la mentira, el engaño
están castigados moralmente. Hay aspectos normativos inclaudicables que no dependen de las
costumbre ni las legislaciones. Esas condiciones son constitutivas a la acción moral. Ellas
constituyen la base fundamental de las acciones morales.

Los juicios morales que realizamos los hacemos en función de acciones individuales,
fácticas que pueden ser determinadas y analizadas. Desde esta perspectiva las acciones colectivas
no pueden ser excusa para ser eximidas de responsabilidad moral, puesto que ellas están
21

constituidas por individuos. El juicio moral descansa sobre acciones realizadas por personas
determinadas. Es la persona quien debe responder por sus acciones. De este modo, no hay excusa
moral cuando alguien quiere resguardarse en una institución o el grupo. Su responsabilidad moral
le compete en tanto sujeto que por participación directa o por omisión en una acción que merece
sanción. Así por ejemplo, la excusa de los nazis en el juicio de Nuremberg de haber cometido
crimen porque había realizado la acción cumpliendo órdenes de un superior y por tanto,
resguardándose en la institución es moralmente incorrecta. La acción la ejecutan las personas. No
los grupos. Los grupos no tienen conciencia moral. Son solamente ficciones culturales que han
sido hipostasiadas. Los que existe es la persona individual. Por lo tanto, el juicio moral alcanza a
todas las acciones realizadas por las personas.
22

SEGUNDA SECCIÓN: DEONTOLOGÍA O ÉTICA PROFESIONAL.

 7. Éticas de la Profesión. Ética Profesional. Su objeto. Metodología.

7.1. Definición.
El término Deontología proviene del término griego to déon (lo conveniente, lo
debido) y logos4 que significa, en traducción latina, ‘estudio’, ‘tratado’. Por tanto,
etimológicamente Deontología es ‘el estudio o ciencia de lo que debe hacerse’. Fue Bentham
(1748-1832) quien introdujo el término en su obra Deontología o Ciencia de la Moral (1834).
De acuerdo a este filósofo del utilitarismo, este término se aplica a las acciones que no están
sometidas al control de la legislación pública. De este modo, los códigos deontológicos de las
diferentes profesiones vienen a suplir legislaciones públicas que permitan delimitar cada función
profesional. Cada deontología es un código de los deberes prácticos de cada profesión. Este
primer sentido, según Bentham, implica que el deber práctico está basado en la acción libre de
cada persona y en un conocimiento de los medios para aspirar a fines éticos. Según este sentido,
cada código de ética profesional es un conjunto normativo que permite el cumplimiento de los
fines morales en el ejercicio de una determinada profesión.

La segunda acepción de Bentham, implica que la Deontología se basa en el principio de la


utilidad, es decir, que lo bueno y lo malo se explican en función del aumento o la disminución del
bienestar público o la felicidad pública. Por tanto, lo bueno es aquello que aumenta la felicidad
pública: lo malo, cuando la disminuye.

Un punto problemático de la deontología contemporánea es el debate entre el


teleologismo y el deontologismo. Con el objeto de informar, en sentido general acerca de esta
polémica, se describen brevemente cada una de estas tendencias.

a) Teleologismo. ¿El fin justifica los medios? Esta tendencia explica la acción moral en
términos de fines morales. Así una acción será buena, si el fin que se quiere obtener es
bueno. Así por ejemplo, un profesor quiere que sus alumnos salgan bien en la P.A.A. y
obtengan un buen puntaje para que tengan posibilidades de mejor vida profesional al
4
 en griego significó ‘palabra’ y ‘pensamiento’. Es decir, es el ‘pensamiento que se expresa por la palabra’, ,
Sin embargo, la traducción latina del término la restringió al ámbito del ‘estudio’.
23

ingresar a la Universidad y optar a carreras de alta rentabilidad. Para ello, crea un


mecanismo ingenioso, basado en alta tecnología para ayudar a sus alumnos. Lo que
hace es “soplar” las respuestas acertadas mediante un transmisor de muy baja
frecuencia, colocado en la oreja de cada alumno. Aquí, la acción sería buena, pues el
fin, el telos es bueno. Así, también cuando una persona afirma que “en este tiempo
todos borran, y lo que se trata es de robar bien”. O que todos se aprovechan y de lo
que se trata es de aprovechar lo mejor posible. En este punto, el principio teleológico
es simple: “hacer con el máximo bienestar para la humanidad”. Esta simplicidad resulta
una ventaja contra el deontologismo que resulta más complejo. Así un juez teleologista
puede condenar a un inocente con el pretexto que la ejemplaridad del castigo disuadirá
a otros de cometer la acción que falsamente se imputa al condenado. O a un estratega
teleologista el de lanzar una bomba a un centro poblado, distribuyendo panfletos del
bando enemigo, con el pretexto que la población condenará y castigará ese bando. O
que el psicólogo teleologista atormentará a un sujeto con un experimento con el
pretexto que los resultados servirán para sanar a miles de pacientes.
b) Deontologismo: Considera, además de los fines, los medios empleados y las
consecuencias implicadas en las acciones. De este modo, para que una acción moral sea
buena, los medios, los fines, las circunstancias y la acción es sí misma deben ser buenas;
esto es, regidas por normas morales. Así, el caso del profesor, será una acción
moralmente mala porque la acción misma es mala pues induce al engaño. Del mismo
modo, la del estratega es mala porque utiliza medios inmorales. Así, la del psicólogo
porque el medio - el ser humano y la tortura - son condenables moralmente.

También se define Ética Profesional del siguiente modo:

Ética Profesional o moral profesional se suele definir como “ciencia normativa que estudia
los deberes y los derechos de los profesionistas en cuanto tales” 5

En este curso, adoptaremos la siguiente definición: “Deontología es la disciplina que


estudia el comportamiento moral, de acuerdo a normas morales, en el ejercicio profesional”.

5
Menéndez, Aquiles: Ética Profesional, Herreros Hnos. Editores, México, 1970, p.12.
24

Esta definición toma en cuanta las acciones normativas, las normas, el carácter imperativo
de los mandatos, las condiciones ilocucionarios de los mandatos y los valores.

7.2. Objeto de estudio.


Como toda disciplina, ella debe tener un objeto de estudio. Este objeto es el ejercicio
profesional de acuerdo a las normas morales. De este modo, esta disciplina estudia los
principios de la moral individual y social en función de los deberes y derechos profesionales.
Trata de definir con precisión lo que es la Profesión, la relación entre los valores y normas
morales, con los principios y disposiciones en el ejercicio profesional.

Conviene establecer, que el genuino objeto de estudio de la Deontología es la acción moral


en el ejercicio profesional. Desde un punto de vista general, este objeto es el mismo del que se
ocupa la Ética, pero en un campo más restringido. El siguiente esquema sirve para ilustrar esta
aserción:
AXIOLOGÍA (estudio el valor)

ÉTICA (valor aplicado a la conducta humana)

DEONTOLOGÍA (valor aplicado al comport.profesional).

normas morales normas profesionales ejercicio profesional

De este modo, la Deontología sigue preocupada del valor ético, de la norma moral, de las
virtudes, de los fines, del acto moralmente bueno o malo. La única diferencia con la Ética General,
es que está restringida al ámbito del ejercicio de una profesión.

7.3. Metodología.
La metodología utilizada por la Deontología dependerá de la tendencia filosófica de un
determinado autor o de la metodología empleada por el especialista deontólogo. En nuestro
caso, adoptaremos la descripción que consiste en caracterizar las acciones reguladas
convencionalmente mediante normas morales. Además, nuestro enfoque es pragmático, en un
25

sentido muy especial. Nuestro enfoque pragmático no es el utilizado por John Dewey o Williams
James. Sino más bien, nuestro enfoque pragmático corresponde a que sigue la línea de Austin,
Searle, Habermas o Apel. Esto significa, que nuestra descripción tomará en cuenta, como punto
de partida, las acciones y no los productos. Es decir, nos interesan las acciones y en especial, las
acciones reguladas por las normas éticas. En el caso, específico de la Deontología, nuestro
enfoque toma como punto de partida la acción social de ejercer una profesión de acuerdo a
normas morales. Así, se deberán tomar en cuenta lo que es una profesión, el secreto profesional,
la vocación e interés, las deontologías regionales o profesionales (del profesor, del psicólogo, de
la enfermera, del periodista, del contador auditor, etc.). Por tanto, nuestra primera tarea, será
delimitar el concepto de ‘Profesión’.

7.4. Ética de las Profesiones.


7.4.1. Ética clásica y Ética Profesional.
Cuando nos referimos a la Ética clásica, nos estamos refiriendo a los lineamientos
teóricos señalados por Platón y Aristóteles. Generalmente se afirma que esas éticas aparecieron
en un tiempo determinado por contextos históricos, políticos, sociales y económicos muy
especiales y, por tanto, sólo válidos para una sociedad griega del siglo V A.C,
predominantemente aristocrática, donde la esclavitud era permitida. Por tanto, - la principal
objeción -, las normas, valores, virtudes consideradas como tales corresponden a la de una
aristocracia griega quien gobernaba y daba las normas morales de la polis.

A pesar de estas críticas, las consideraciones generales, el objeto de estudio, el fin


del acto moral constituyen una de las bases fundamentales de la Ética General. Esta perspectiva
ha sido considerada como la universalmente válida y como el fundamento de toda ética. De este
modo, la Deontología es una ethica regionalis con respecto a la Ética considerada como Ethica
generalis.

Considerada así, la Ética General se ocupa de fundamentar las virtudes y deberes


propios del ser humano. En cambio, la Deontología estudia las virtudes y deberes de algunos
grupos humanos, como por ejemplo, los deberes del profesor o del contador auditor. Este
proceso de fundamentación, desde la ética general, ha creado históricamente un conjunto de
normas que constituyen un patrimonio cultural, adoptado casi por todas las culturas.
26

En cambio, la ética específica no ha sido cultivada con la misma intensidad y ha


sido un fenómeno reciente, derivado de las complejas relaciones sociales establecidas entre los
seres humanos. Nuevas condiciones, nuevos contextos producen nuevos deberes y normas que
determinen la aceptación o rechazo de ciertas acciones. Así por ejemplo, la eutanasia, la
reproducción in vitro, la clonación, la privacidad limitada por la informática. Cada una de estas
situaciones, nuevas históricamente, necesitan ser normadas para saber a que atenernos..

Por tanto, ¿ Podrá una Ética, nacida en la antigüedad griega, que no tenían
computadores, satélites, maquinarias complejas, inteligencia artificial, servir para ofrecer una
solución a estos candentes problemas morales de nuestro tiempo? Estas interrogantes pueden
obtener algunas respuestas que señalan que los principios universales de la conducta humana,
regida por normas morales son aplicables en toda época. Del mismo modo, como la geometría
plana de Euclides sigue vigente en la geometría plana de hoy. Además, la Ética general
proporciona los aspectos generales de los cuales se servirán las diferentes éticas especiales. Así
por ejemplo, la Bioética se enfrenta a problemas como la clonación, inseminación artificial, la
elección del sexo del feto, la eutanasia; mediante principios generales que entrega la Ética.

De este modo, la ética especial, la Deontología, acomoda los principios de la Ética


en ciertos ámbitos de la acción humana. Con el objetivo de sintetizar las diferencias entre la Ética Clásica y la
Deontología, presentamos el siguiente esquema:

ÉTICA CLÁSICA DEONTOLOGÍA


1. La pregunta fundamental es ¿Cómo vivir?. 1. La pregunta fundamental es: ¿Qué debo
2. La condición primordial de la vida feliz es la hacer?
virtud. 2. La condición primordial del deber es el
3. La fuente de la norma es, esencialmente, cumplimiento de la norma moral.
divina. 3. La fuente de la norma es el consenso social.
4. La conducta virtuosa se aprende mediante la 4. La conducta moral se sigue del
experiencia. cumplimiento de la norma. Lo que se aprende
es la norma.

7.4.2. Ética cristiana y Deontología cristiana. Se pueden establecer las siguientes


relaciones

ÉTICA CRISTIANA DEONTOLOGÍA CRISTIANA


27

1. El fundamento de la acción es la fe en Dios. 1. El fundamento es el deber.


2. La acción se basa en el amor a Dios y la 2. La acción se regula por la norma.
humanidad, a la verdad, reencarnada en 3. Aceptada la fuente, se acepta la consecuencia
Cristo. de la norma emanada de Dios.
3. Dios es la fuente de la norma moral. 4. La libertad como condición de la conciencia
4. El valor de la libertad como una realización moral.
plena en Dios..

Con respecto a la primera relación, la ética cristiana aparece como la ética general que
otorga los principios generales, basándose en el acto de fe acerca de la existencia de Dios. En
cambio, la Deontología, acepta el fundamento dado por la ética general - en este caso, la ética
cristiana - planteándose como problema el fundamento del deber, es decir, dónde se genera la n
norma. Una vez esclarecida esta cuestión, acepta por consecuencia, lo originado.

Con respecto a la segunda relación, el principio de la fe en Dios, conlleva la búsqueda y


práctica del amor a Dios, extendida a la humanidad y a sí mismo. La búsqueda de la verdad está
reencarnada en Cristo y aparece como el fin de la acción moral. Este principio de amor a Dios,
repercute en la Deontología mediante la norma. La Deontología se preocupa del cumplimiento o
incumplimiento de las normas morales del cristianismo, que se basan en los Diez Mandamiento,
ordenados por Dios a los seres humanos.

En cuanto a la tercera relación, Dios es la fuente de toda norma moral. Es Dios el Emisor
Perfecto, incuestionable que impone el mandato con toda verdad y la fuente de la virtud y la
Verdad. Este aspecto general , traspasa a la Deontología cristiana. Aceptando la fuente, la
Deontología cristiana asume que las normas generales, emanadas de Dios, determinan las acciones
específicas del ejercicio profesional. Así, si un médico cristiano practica el aborto sin
circunstancias atenuantes, la acción realizada es inmoral y anticristiana, porque atenta contra el
mandamiento de no matar.

Con respecto a la cuarta relación, el amor por la libertad implica que ella se realiza en Dios
y por tanto, es la LIBERTAD (con mayúsculas). No importan las coacciones terrenas, ni la
intolerancia de los otros. Dios es encuentro y el lugar pleno de libertad. En la deontología
28

cristiana, la libertad señala que el libre albedrío del ser humano posibilita la elección y la
conciencia moral. No es Dios quien obliga, sino es el hombre quien elige libremente entre el bien y
el mal. De este modo, si un cristiano elige matar, su acción es responsable. Es decir, Dios lo hace
responsable de haber elegido lo contrario de la norma.

7.4.3. Ética discursiva y Deontología.


La ética discursiva nace en los años sesenta del presente siglos, en la Universidad de
Francfort, por los filósofos: Karl Otto Apel y Jürgen Habermas6 . Estos filósofos han elaborado
una ética, que responda a los requerimiento de una sociedad pluralista y democrática, haciendo de
la comunicación y el consenso como los elementos fundamentales del comportamiento moral y
social.

Podemos establecer las siguientes relaciones

ÉTICA DISCURSIVA DEONTOLOGÍA DISCURSIVA


1. El punto de partida analítico es la 1. Las acciones se basan en la igualdad de
comunicación: interlocutores, pretensiones derechos y en la comunicación.
de validez de los actos de habla, reglas. 2. Las normas surgen por consenso y éste se
2. La razón humana es dialógica y no funda en la comunicación.
monológica. 3. La razón está en la convivencia social, la vida
3. Intenta responder a la pregunta: ¿Por qué democrática, el consenso y la comunicación.
hay que comportarse moralmente?. 4. Las normas se cumplen o no se cumplen, una
4. El método utilizado es la pragmática vez aceptadas.
trascendental.

La primera relación se basa en el hecho que los interlocutores, en el acto de habla, aceptan
varios presupuestos, como por ejemplo que son interlocutores válidos, es decir, que ambos tienen
los mismos derechos a proponer contenidos proposicionales, que tienen por finalidad el
entendimiento mutuo. Esto trae como consecuencia que la deontología discursiva atienda
preferencialmente a las condiciones de la comunicación y la igualdad de derechos. Así por
ejemplo, el comportamiento moral de un psicólogo estará determinado por convenciones
establecidas entre sus pares con una participación y aceptación. La norma que regula su
comportamiento profesional se basará en el entendimiento, es decir, en el consenso regulativo.
6
Las principales obras son las siguientes: Apel, K.O: La transformación de la Filosofía, Taurus, Madrid, 1984;
Estudios éticos, Alfa Barcelona, 1986; Teoría de la verdad y ética del discurso, Paidós, Barcelona, 1991.
Habermas, Jürgen: Conciencia moral y acción comunicativa, Península, Barcelona, 1985; Ética comunicativa y
democracia, Crítica, Barcelona, 1991.
29

Las pretensiones de validez de los interlocutores son las siguientes: inteligibilidad (el
interlocutor debe entender lo que se le dice. Es el objetivo ilocucionario), veracidad (dice lo que
piensa), verdad (lo que dice es verdadero. No hay intenciones ocultas. No hay fines
perlocucionarios), corrección (se comporta de acuerdo a las normas). Deontológicamente, estas
condiciones implican que la comunicación establecida privilegia el entendimiento, es decir, que el
receptor entienda al emisor. En definitiva que el acto de habla cumpla su fin ilocucionario:
comprender lo que se le dice. Así, un Contador Auditor entenderá lo que dice la norma, emanada
democráticamente. También implica que lo que afirma corresponde a lo que piensa. De este modo,
cuando se le pide que realice una Auditoría en forma adecuada y afirma que sí, lo que dice es así,
o sea, es aceptado de buena fe, su aceptación es sincera. Cuando, un profesor afirma que no es
partidario del castigo físico a los estudiantes, lo que dice es sincero, sin dobleces. Además que lo
comunicado entre sí es verdadero. O sea, lo que se dice corresponde a lo que debe hacerse. Y su
acción se guiará por las normas. Ese será el criterio de corrección.

Además, las reglas del discurso práctico son las siguientes:


a) El discurso debe tener una lógica mínima.
b) La argumentación pretende encontrar un acuerdo. Hay por tanto, una búsqueda
cooperativa de la corrección.
c) El discurso argumentativo es comunicativo. Las reglas, en este sentido, son las
siguientes:
 “ Cualquier sujeto capaz de lenguaje y acción, puede participar en el discurso”.
 “ Cualquiera puede problematizar cualquier afirmación”.
 “ Cualquiera puede introducir en el discurso cualquier afirmación”
 “Cualquiera puede expresar sus posiciones, deseos y necesidades”
 “No puede impedirse a ningún hablante, hacer valer sus derechos, establecidos
en las reglas anteriores, mediante coacción interna o externa al discurso”.

De acuerdo a estas reglas, puede establecerse el siguiente principio, dado por Habermas:
30

Una norma será válida cuando todos los afectados por ella puedan aceptar libremente
las consecuencias y efectos secundarios que se seguirán, previsiblemente, de su
cumplimiento general para la satisfacción de los intereses de cada uno.7

Deontológicamente, la consecuencia radicará en que las normas no satisfarán sólo a los


grupos o a intereses individuales. Se debe lograr el equilibrio entre lo individual y lo social.

Con respecto a la segunda relación, podemos afirmar que la convivencia social y la razón
es esencialmente dialógica. Ello quiere decir que la conciencia solipsista y monadológica es
inaccesible al Otro. Para que haya conocimiento de las cosas es necesario que las conciencias se
comuniquen entre sí mediante actos de habla. De este modo, puede lograrse la intersubjetividad y
la constitución ratificativa del mundo. Así, todas las filosofías, las éticas tienen un fundamento en
la razón dialógica, es decir, la razón que conversa con otra razón. Esta comunicación permite la
convivencia humana y fundamenta, por tanto, el sistema democrático. Deontológicamente tiene
consecuencias importantes con respecto a la formulación de las reglas. Éstas deben comunicarse y
plantearse dialógicamente. De este modo, un Código de Ética Profesional no puede imponerse
autoritariamente, ya sea por amenaza o por intimidación. Las reglas se fundan en una razón
dialógica y no monológica.

Con respecto a la tercera relación, desde la ética discursiva la interrogante se


dirige hacia la determinación de las condiciones por las cuales se debe comportarse de una
determinada manera. El examen de dichas condiciones establece la comunicación, el consenso y la
condición básica de los derechos que tiene cada interlocutor. La consecuencia deontológica radica
en la aceptación o rechazo de las normas, en el derecho de plantear contenidos proposicionales
con igual propiedad que los demás y la posibilidad de llegar a acuerdos en aquellas normas que
regularán sus actos convencionales.

Finalmente, la cuarta relación radica en el método de la Ética discursiva: la


pragmática discursiva que consiste en analizar las acciones humanas desde un punto de vista
universal, examinando sus condiciones necesarias y no particulares. Las consecuencias
deontológicas, con respectos a las acciones morales específicas, se relacionan con el cumplimiento
o no cumplimiento de las normas. Aceptadas éstas, la obligación es imperativa.

7
Habermas, J: Conciencia moral y acción comunicativa, p.116.
31

7.5. Consecuencias de las normas éticas en las acciones específicas, especialmente


laborales.
Como se ha observado, tanto la ética cristiana , como la discursiva, por citar
algunas, constituyen el marco general que sirve de fundamento a las acciones específicas. Ello nos
revela, por tanto, que hay un conjunto normativo especial que constituye el sistema moral. Ese
sistema moral presenta características específicas, determinadas por la jerarquía de valores, por el
origen de las normas y por los castigos o recompensas, tanto externas como internas. Sin
embargo, podemos observar, además, que hay un fundamento general, dado por las condiciones
necesarias y, por tanto, universales de los actos morales. Esas condiciones universales son
estudiadas y fundamentadas por la Ética General. Es en este punto, donde la Ética antigua
pretende erguirse como la fundamental. Desde nuestro punto de vista, lo que interesa es la
correlación que existe entre los sistemas morales con sus respectivos códigos morales y las
deontologías respectivas. Problemas como los siguientes: ¿De qué manera se establecen las
normas morales en el ejercicio de una determinada profesión? ¿Cuáles son las condiciones que
permiten determinar la moralidad en el ejercicio profesional? Para aclarar estas cuestiones,
deberemos, primeramente, analizar lo que entendemos por Profesión.

 8. La Profesión.
8.1. Introducción.
El concepto de ‘profesión’, en sus orígenes, según Weber8, tiene una raíz religiosa
asociada a la misión encomendada por Dios, según la cual cada ser humano ha de seguir su
llamado (vocación) en las tareas de su trabajo con un fuerte contenido religioso-moral. El
protestantismo le dio este carácter al cumplimiento laboral. Es un deber moral cumplir en el
trabajo, porque Dios lo había conducido hasta allá. Así, el trabajo adquiría un carácter sagrado y
moral. El mostraba el amor a Dios y al prójimo, un servicio hacia los demás.

En la actualidad, ese sentido religioso ha cambiado. Sin embargo, en los juramentos


profesionales se mantiene, todavía, esta base religiosa. El Diccionario de la Real Academia

8
Weber, Max: La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Península, Barcelona, 1979.
32

Española de la Lengua define a la profesión como “Empleo, facultad u oficio que una persona
tiene o ejerce con derecho a retribución”.

La sociedad actual, donde abunda la división del trabajo, la especialización. Ha procurado


una diversidad, cada vez más compleja, de profesiones, hecho que hace difícil una caracterización
global. De todos modos, anotaremos las siguientes características que nos permiten definir
descriptivamente el concepto de ‘profesión’. Éstas son las siguientes:

a) Delimitación de un campo específico de actividad para atender a las necesidades sociales.


b) Adquisición de una preparación calificada de conocimientos teóricos y prácticos, adquiridos
en instituciones educativas reconocidas socialmente y avaladas por una certificación llamada
título profesional.
c) Función social de la actividad, pues ella permite establecer un rol dentro de la organización
social.
d) Independencia: El profesional, en general, puede desempeñarse en forma independiente,
ejerciendo privadamente.
e) Humanidad: El ejercicio de una profesión permite interactuar con otros seres humanos.
Realiza una actividad de servicio público en función de valores éticos, contribuyendo, de este
modo, al bienestar humano.

8.2. Definición.
Debido a la complejidad de las funciones, competencias requeridas por la vida
contemporánea resulta difícil llegar a una definición que satisfaga todas las condiciones. No hay
una sola definición. Ella depende de autores, tendencias.

Una de las definiciones es la siguiente:


Profesiones son, pues, aquellas actividades ocupacionales: a) en las que de forma
institucionalizada, se presta un servicio específico a la sociedad, b) por parte de un
conjunto de personas (los profesionales) que se dedican a ellas de forma estable,
obteniendo de ellas, su medio de vida, c) formando con los otros profesionales (colegas)
un colectivo que obtiene o trata de obtener el control monopolístico sobre el ejercicio de
la profesión y d), acceden a ella tras un largo proceso de capacitación teórica y práctica
de la cual depende la acreditación o licencia para ejercer dicha profesión. 9

9
Hortal, Augusto: “Ética de las Profesiones”, Diálogos Filosóficos, N° 26, 1993, p.207.
33

De acuerdo a esta definición, la profesión es una forma institucionalizada de servicio


social y acreditada por parte de personas que e dedican a ejercerla de forma estable, obteniendo
por ello su medio de vida.

La siguiente definición:
Profesión es una capacidad cualificada requerida por el bien común con peculiares
posibilidades económico-sociales. 10.

De acuerdo a esta definición, se tienen los siguientes aspectos:

a) Capacidad: Son las competencias requeridas para ejercer una determinada actividad.
Éstas deben estar certificadas por una institución reconocida por la sociedad y
acreditada para otorgar esas certificaciones.
b) Cualificada: Son las competencias especializadas y certificadas socialmente.
c) Requerida por el bien común: Entendemos el Bien Común como el bienestar de todos
los componentes de la sociedad. Es lo contrario del bien particular. El egoísmo,
exclusivismo, sectarismo es contrario al Bien Común11. En esta aspiración común, el
bien individual no se contradice con lo común. Más bien, se complementa y se
desarrolla en el sentido de contribuir al perfeccionamiento de la vida social. De este
modo, sólo se aceptan profesiones en este sentido. No hay profesiones de gángster,
usurero.
d) Con peculiares posibilidades : Es decir, con la posibilidad de desarrollo personal y
colectivo a fin de obtener lo necesario para el bienestar social requerido en una
determinada sociedad.

En el presente curso, definiremos Profesión como una actividad de servicio


social, reconocida socialmente, certificada por instituciones autorizadas jurídicamente y ejercida
para servir a la sociedad. Por tanto, el Profesional es el individuo que ejerce una profesión
acreditada mediante un título profesional y con un fuerte sentido moral de servicio público. De
este modo, son profesionales los médicos, profesores, enfermeras universitarias, contadores
10
Menéndez, Aquiles: Op.Cit., p.20.
11
“ El Bien Común lo podemos definir como el conjunto de todos los valores y bienes que una sociedad posee y
realiza con la colaboración de los miembros que la componen y que, luego, entre todos y cada uno de ellos,
proporcionalmente se distribuyen. Uno de estos bienes, es la educación. Todos los miembros de una sociedad deben
tener acceso a la educación. Lo mismo ocurre con la salud, etc.” (Da Costa, Miguel: Introducción a la Ética
Profesional, U.de Concepción. 1992, p.60.)
34

auditores quienes tienen un título profesional que está determinado por las normas jurídicas de un
determinado país. Chile, por ejemplo. Por tanto, cada país tiene disposiciones legales que norman
el ejercicio profesional. En nuestro país, los profesionales extranjeros deben acreditarse para
ejercer.

Desde un punto de vista moral, lo que caracteriza una profesión es el servicio o sea, el
carácter altruista12 a la sociedad. De este modo, el interés personal, el lucro o la obtención de
beneficios egoístas y mal avenidos, suelen conducir a la degeneración y la corrupción en el
ejercicio de la profesión. Este carácter de servicio público es lo que concede, a la profesión, su
verdadero carácter moral y el fin último de la actividad. Aquí está el verdadero sentido de la
profesión pues ella permite realizar una actividad de servicio público, reconocida y certificada
social y jurídicamente.

Es importante analizar la dirección del ejercicio profesional, con respecto a la finalidad: el


bien individual y el bien común.

Desde la perspectiva del bien individual o personal, las deontologías empresariales


acentúan el carácter individual, aduciendo que la finalidad primordial de las acciones humanas es
la felicidad o perfeccionamiento del individuo. De este modo, el interés personal, el lucro, la
explotación serían justificables en cuanto sirvan como desarrollo de quien realiza acciones
empresariales. Sin embargo, en este mismo sentido, también se intenta compatibilizar el provecho
individual con el colectivo, poniendo como referencia al individuo. Así, se puede aducir que la
búsqueda del bienestar individual permite, por “chorreo”, el bienestar común.

Desde la perspectiva del Bien Común, las deontologías empresariales y


profesionales enfatizan el fin último de la acción humana: la sociedad. Es la función social quien
da sentido a la actividad. Así, un ingeniero ejerce su profesión para construir puentes, casas,
fábricas que sirven a toda la sociedad. En este ejercicio, la búsqueda de realización de objetivos
personales, coincide con los del Bien Común.

8.3. Dignidad y sentido social de la profesión, emanados de la ética del compromiso.


12
Entendemos altruista en el sentido etimológico del término: (alter: ‘otro’). Por tanto, el altruista es aquel que
está al servicio de los otros de sí, la sociedad.
35

Las profesiones presentan algunos fines. Entre éstos, tenemos la producción de bienes y la
prestación de servicios a la comunidad. La producción de bienes debemos entenderla como la
obtención de los medios que posibilitan la satisfacción de las necesidades humanas. De acuerdo, a
la terminología hartmanniana, se producen bienes espirituales tales como alimentos, vestuario,
ciudades, puentes (que satisfacen necesidades de sobrevivencia) que constituyen el espíritu
objetivo. También está el espíritu objetivado (obras de arte, ciencia, tecnología).

Sin embargo, la dimensión más importante es la prestación de servicios sociales, esto es, la
función que cumple el profesional en la sociedad. Así los contadores auditores, los profesores, los
psicólogos, enfermeras, periodistas, ingenieros y otros cumplen determinadas funciones dentro de
la sociedad. Esa función social es la que fundamenta la dignidad de la profesión.

En este punto debemos distinguir la dignidad variable que le viene del status social
otorgado a ciertas profesiones. Por ejemplo, la profesión de médico es más digna que la de
barrendero dentro de la consideración de un grupo social. En cambio, la dignidad profesional
invariable es inherente a la misma naturaleza de la profesión y que no depende del status. Ni del
rol, ni de los méritos personales.

Entendemos por dignidad profesional invariable o intrínseca aquella función que


proviene de la misma constitución de la profesión: la realización personal y la de servicio social o
público.
La realización personal es la plenificación de las notas constitutivas del ser humano. Así
por ejemplo, un profesor se realiza en su profesión docente cuando logra realizar sus metas
personales. Es decir, su trabajo es un modo de ser, es una realización de su esencia, de lo que es.
¿Y qué es lo que es? Es un ente espiritual - en el sentido hartmanniano 13 - que posee notas
constitutivas, preferentemente de carácter social. De este modo, la profesión presenta la dignidad
de realización humana. Por este motivo, como lo analizaremos más tarde, el profesional debe
serlo por vocación pues de ese modo alcanza su realización. Sin embargo, esta condición puede
supeditarse a su componente social: el servicio de los demás. Es decir, un profesional, al ejercer la
profesión debe, al menos, tener presente el servicio público.

13
Desde esta perspectiva, el ser humano es un ser real espiritual, es decir, un ser social que alcanza su plenitud en
la sociedad, en la cultura.
36

El otro componente, el principal, la del sentido social significa que la plena realización
humana es social. Ya Platón señalaba en la República que el fin último de todo ser humano, es la
vida política, es decir, la vida social. Ese sentido no debe entenderse como una sensibilidad social
hacia los problemas sociales tales como drogadicción, hambre, prostitución, enfermedad, etc..
Debe entenderse como una objetiva responsabilidad del profesional frente a los demás, frente a la
sociedad. Así por ejemplo, la dignidad profesional de un médico no radica en que, de repente se
conmueva ante los casos de deprivación social, sino de la clara responsabilidad social como
persona que debe sanar a los enfermos y prevenir de las enfermedades. Cuando notamos que este
sentido altruista queda de lado para dedicarse a ganar dinero, decimos que es indigno de ejercer la
profesión de médico.

Por tanto, la profesión es una función necesaria e indispensable para el sistema social, y
que los individuos, determinan, mediante acuerdos, las condiciones y funciones para el desarrollo
de la organización. Este es el punto más importante de la profesión y su dignidad: la ética del
compromiso.

Entenderemos por ética del compromiso al cumplimiento sincero de las reglas sociales y
de los deberes y responsabilidades adquiridos en el consenso social y en la aceptación libre y
consciente. De este modo, un psicólogo que ejerce su profesión debe cumplir su compromiso
social adquirido al elegirla. Esa responsabilidad de cumplir el compromiso social es lo que funda
la dignidad de la profesión. Si el profesional, al jurar como tal, lo hace insinceramente, comete un
acto insincero y por tanto, su promesa esta viciada y es infortunada y por tanto, inmoral. Esta
ética del compromiso permite crecer a una organización social pues sus componentes cumplen sus
funciones, independientemente de sus intereses personales. En el caso, de los sistemas sociales,
cada componente debe cumplir su función. Por tanto, el compromiso esencial de la profesión es
la de servicio público.

Las condiciones de este compromiso profesional son las siguientes:


a) Desarrollo y bienestar social: El ejercicio profesional debe procurar desarrollar la sociedad,
permitiéndole lograr la satisfacción de las necesidades individuales y colectivas, logrando el
37

bienestar. De este modo, el compromiso moral del profesional es lograr el mejor servicio que
pueda otorgar a la sociedad, poniendo en juego sus mejores habilidades y competencias con el
fin de lograr el bienestar de las personas. Ese compromiso de logro permitirá el ejercicio libre,
voluntario, eficiente y moral de la profesión. Quizá, esto podría posibilitar la elección de los
mejores en los puestos de responsabilidad de dirección.
b) Compromiso moral con la persona y consigo mismo: El compromiso moral de servir a los
demás implica buscar el bienestar de la persona dentro de las reglas morales. Esto implica, dar
cumplimiento de las normas morales generales del Código moral general. Por tanto, la
búsqueda de lo bueno, en el ejercicio profesional aparece determinado por las normas morales
y por la conciencia moral. De esta manera, un contador no podrá utilizar una información
confidencial para dañar a su cliente, puesto que hay normas morales que regulan el secreto
profesional e impiden el daño a otras personas. Del mismo modo cuando un médico tortura a
una persona, haciendo uso de su profesión. Su acción es indigna de la profesión médica. O
cuando el profesor abusa de su alumna para cometer actos deshonestos, aprovechando su
ejercicio profesional. Esta condición, no sólo es hacia otras personas, sino hacia sí mismo.
Como profesional no puede procurar daño hacia sí mismo. Debe cuidar su salud, su
integridad psicológica. Este cuidado consigo mismo y la procura del bien de la sociedad y de
sí mismo es lo que constituye una condición del compromiso profesional.
c) Compromiso formativo: Ello significa que el comportamiento moral en el ejercicio
profesional debe servir de modelo a los jóvenes y de orientación en el cumplimiento
profesional. Este cumplimiento de este compromiso dignifica la profesión, pues permite la
educación y la formación profesional.

Estas condiciones determinan la dignidad de la profesión y coloca el marco primordial del


cumplimiento de los deberes y derechos profesionales.

La ética del compromiso implica el cumplimiento de los compromisos personales y


sociales contraídos al ejercer una determinada profesión.

Además de estas condiciones morales, hay otro tipo de requisitos para ejercer una
profesión. Estos requisitos son dados por las competencias requeridas para el ejercicio de una
38

determinada profesión y que están dadas, en general, por el perfil del profesional. Estos
requisitos se clasifican en: Físicos, psicológicas, intelectuales y éticos.
 Requisitos físicos: Para el ejercicio de ciertas profesiones se requieren requisitos
físicos generales y especiales. Entre los requisitos generales, salud física compatible con
el ejercicio profesional. Entre los requisitos físicos especiales tener una visión sana, sin
necesidad de usar lentes, buenos reflejos o buena presencia.
 Requisitos psicológicos: Por ejemplo, estabilidad emocional, seguridad en sí mismo,
confianza, salud mental, aparecen como los requisitos generales. Algunas profesiones
requieren de personas muy cuidadosas y detallistas (por ejemplo, en armadurías
electrónicas), don de mando, iniciativa, capacidad para trabajar largo tiempo solo.
 Requisitos intelectuales: Entre los requisitos generales se encuentra la competencia o
idoneidad entendida como el conjunto de competencias necesarias para ejercer una
determinada profesión. En general, esa competencia está refrendada por el título
profesional, otorgado por una institución educacional reconocida por la sociedad, por
el Estado. Esta idoneidad es adquirida mediante un proceso de aprendizaje que dura
varios años. Además de esta competencia, se requieren, en ciertas profesiones,
competencias intelectuales adicionales como coeficiente intelectual alto, saber
computación o programación, o uso de determinado software.
Estas competencias dependen de cada profesión. Son saberes teórico-prácticos
necesarios para desempeñar una determinada profesión. Las variables que intervienen
en el incremento de estas competencias pueden ser externas o internas. Entre las
externas se cuentan los medios de información: libro, revistas especializadas,
información computacional, juicio de expertos. Entre las internas, tenemos la
inteligencia, la paciencia, la voluntad de estudiar, el esfuerzo y la responsabilidad.

 Requisitos morales: Entre los factores para el ejercicio profesional se requieren


ciertas características morales que pasan a llamarse virtudes profesionales. Entre éstas,
tenemos las siguientes:

a) La honradez o probidad: Entendida como una de las grandes virtudes en el servicio


público. Esta virtud dignifica cualquier profesión.
39

b) La responsabilidad, entendida como el cumplimiento consciente de los deberes


profesionales y compromisos contraídos.
c) La diligencia que se traduce en la prontitud de la ejecución de las acciones requeridas
para el cumplimiento profesional. Esta virtud es contraria a la rutina y la burocracia o al
“sacar la vuelta”.
d) Eficiencia que se manifiesta en la realización de un trabajo en un tiempo necesario, de
un modo adecuado y con un costo adecuado. Esta virtud es contraria a la negligencia o
ineficiencia.
e) La paciencia que se expresa en conductas atentas, sin apuros, soportando flaquezas y
defectos de los demás, es tolerante.
f) La afabilidad se manifiesta mediante la cortesía y atención deferente hacia las
personas. Ella emana de una alegría interior que se manifiesta en el servicio a los
demás.
g) La veracidad que se muestra en el discurso de la acción mediante contenidos
proposicionales verdaderos, son dobleces ni engaños que permite enfrentar los
problemas de una manera realista, permitiendo una solución de los mismos.
h) Autodominio que se manifiesta en el equilibrio emocional, intelectual en la realización
de acciones profesionales. Es la virtud del justo medio, de la sophrosyne.
i) La laboriosidad: es la capacidad de trabajo y el cuidado que se pone para el buen
cumplimiento de las tareas encomendadas.

8.4. La vocación profesional.


La palabra vocación viene del latín vocatio que indica la acción de llamar, entendido
primeramente como ‘inspiración con que Dios llama a algún estado, especialmente el de
religión’14. Este significado primordial parece conservarse en la llamada vocación profesional
porque es un verdadero llamado a cumplir un servicio al prójimo en beneficio del bienestar
común.
Este sentido puede ser válido para aquellas personas que sienten que han sido destinados o
han nacido con un espíritu de servicio en una determinada área. Además, de este significado, la
vocación se va forjando con la acción, con el ejercicio de una determinada función. No basta
sentir el llamado; es necesario acudir a la experiencia, a la realidad. Ella nos dirá si realmente
14
RAE: Diccionario de la lengua española. Real Academia Española, Edit. Espasa Calpe, Madrid, España,
1995, 21ª. Edic., p.2102
40

amamos lo que hacemos o nos sentimos obligados a ejercer una profesión por dinero, por status
social, fama u otro motivo. Este principio de realidad permite establecer la realidad de nuestra
vocación.

No hay reglas específicas que nos permitan establecer cuando tenemos vocación o cuando
no la tenemos. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, se pueden señalar algunas
características:
a) Es experiencial. La vocación se forja mediante la experiencia y en contacto directo con la
sociedad, los demás. Una persona alejada de su prójimo es muy difícil que adquiera
conciencia acerca de los roles y funciones de una persona individual dentro de la sociedad.

b) Es personal. La vocación nace de una profunda reflexión acerca de las capacidades


personales, realización personal dentro del contexto social e individual y del sentido de la
propia vida. Quien siente vocación para una determinada profesión, siente el amor de servicio
hacia los demás.
c) Es realización personal. La vocación permite la realización de la persona dentro del ámbito
social y personal. En lo social, porque posibilita la realización de los valores éticos positivos
de una manera responsable en la sociedad. En lo personal porque se puede llegar a la
realización de los valores en las acciones individuales, en la actitud hacia la vida, en el
cumplimiento de las funciones, en el estado anímico, en la alegría de vivir, en el servicio
público hacia nuestro prójimo.
 9. EL SECRETO PROFESIONAL.
Etimológicamente secreto significa “lo que está sellado”. Según Aquiles Menéndez, el
secreto es:
una verdad conocida por una o pocas personas, pero que debe mantenerse oculta para
los demás.15

La R.A.E. define este término del siguiente modo:

Deber que tienen los miembros de ciertas profesiones, como médicos, abogados,
notarios, etc. de no descubrir a tercero los hechos que han conocido en el ejercicio de su
profesión.16

15
Menéndez, Aquiles: Op.Cit., p.110.
16
R.A.E. : Diccionario de la Lengua Española, Madrid 1995, p.1853.
41

De acuerdo a estas definiciones, el secreto es el conocimiento de una información que una


persona o un grupo de personas han recibido de otra y que no debe ser revelado a un tercero. De
acuerdo a este contexto, se reconocen los siguientes tipos de secretos:
a) Secreto natural: que por su naturaleza propia no puede ser revelado debido a que
puede acarrear necesariamente daño o disgusto a los demás. Por ejemplo, revelar
defectos físicos, intimidades familiares, etc.
b) Secreto prometido: son informaciones que deben permanecer ocultas en virtud de una
promesa hecha de no revelarla, aunque no haya obligación de hacerlo. Por ejemplo,
revelar el día de la fiscalización funcionaria que un amigo, Jefe de Servicio, le ha
confiado.
c) Secreto cometido o confiado que obliga por voluntad expresa de quien lo confía por
existir un pacto o contrato entre el emisor y el receptor. Cuando este pacto procede del
ejercicio de una profesión, se llama secreto profesional. Por ejemplo, la información
confidencial revelada por un paciente al psicólogo cae en el terreno de este tipo de
secreto.

El derecho al secreto procede del carácter mismo de la persona quien puede confiar en un
profesional con el objeto de encontrar alivio físico, psicológico o moral. Este derecho constituye
uno de los patrimonios respetado por todas las culturas.

El secreto profesional presenta un aspecto jurídico y un aspecto moral.


El aspecto jurídico expresa que la ley cautela el ejercicio de este tipo de secreto. La
sociedad permite el secreto profesional a una determinado profesional para ejercerlo, con
resguardo del honor y la fama de los clientes. Asimismo, castiga severamente a quien viole este
secreto y utilice la información en provecho personal o en el daño a otras.

El aspecto moral emana del contacto social (personas, familias, instituciones) que tiene
una persona en el ejercicio de su profesión. La confianza que deposita un cliente en un
profesional, permite a éste informarse de intimidades conyugales, comerciales, sociales, etc. La
obligación de guardar la discreción y el secreto es parte de la confianza profesional.
42

En general, el ejercicio profesional no sólo contempla el cumplimiento jurídico del secreto,


sino, en especial, el cumplimiento moral. Este aspecto hace extensiva la prohibición de revelar
información conocida durante el ejercicio profesional. De este modo, el conocimiento de secretos
naturales, que, muchas veces son más guardados que los prometidos, hacen que el profesional los
extienda al profesional. Además, es importante que el profesional, al elaborar la ficha de datos o la
base electrónica de datos de información confidencial debe cuidar que no sea conocida por otras
personas. El cuidado y la meticulosidad del resguardo de la información es indispensable en el
cumplimiento de este secreto. Por tanto, la negligencia en el resguardo de la información
confidencial puede redundar en una sanción jurídica o moral. No se considera violación del
secreto profesional cuando un profesional revela a un colega o a una persona prudente con el
objeto de solicitar un consejo. El secreto profesional se hace extensivo, por tanto, a esa personas.
Las siguientes normas deontológicas del juramento hipocrático: “Quacumque ecumque
vero inter curandum videro aut audiero, tacebo” (callaré cuanto viere u oyere en las curaciones)
y el juramento establecido por la antigua Facultad de medicina de Paría: “Aegrorum arcana,
audita, intellecta eliminet nemo” (ninguno divulgue lo que oiga o entienda de lo que ocultan los
enfermos) son ejemplos de imperativos que deben cumplirse en el ejercicio profesional.

Además de este tipo de secretos, las nuevas situaciones profesionales, debido al aumento
de la competencia, están el secreto técnico y científico.

Entenderemos por secreto técnico a la obligación que tienen la persona que labora en una
determinada empresa de no difundir información acerca de la explotación, negocios de los
empresarios durante la vigencia o caducidad de sus contratos, para provecho personal o de
terceros. En este punto se deben reconocer dos sentidos del secreto técnico. El primero, que tiene
relación con la propiedad de los medios de producción (maquinarias, materias primas, clientes,
proveedores, productos, etc.) que no se incorporan a las habilidades del profesional. En este
aspecto, hay obligación moral de no revelar la información. El segundo sentido, comprende a la
habilidad adquirida por el profesional en la empresa. En este caso, el profesional es libre de ejercer
la destreza adquirida.

Entenderemos por secreto científico a la obligación de no revelar información científica


que ha sido producto de una investigación financiada y realizada con recursos de personas,
43

instituciones o naciones a terceros con el propósito de dañar o causar perjuicio a la humanidad o a


quien pertenecen los resultados.

A modo de recomendaciones se entregan las siguientes sugerencias respecto del secreto


profesional:

a) El profesional debe guardar los secretos obtenidos por el ejercicio directo o indirecto
de la profesión.
b) Debe guardar discreción acerca de la forma como tuvo acceso al secreto. No debe
abusar del ejercicio profesional para obtener revelaciones o la entrega de secretos
profesionales. Debe tener como norma: Nunca violentar la entrega de secretos
íntimos.
c) Los archivos o fuentes de información que contengan datos confidencial y secretos
deben ser guardados cuidadosamente de tal modo que no sean accesibles a terceras
personas.
d) Debe mantenerse discreción en el empleo del secreto.
e) Si en el ejercicio de su profesión recibiere la revelación de un secreto profesional por
otro colega, queda ligado al sigilo del secreto.
f) Si el secreto fuese revelado por otras personas, el profesional debe mantener
invariablemente su silencio.

 10. LA RESPONSABILIDAD PROFESIONAL.


Entenderemos por responsabilidad profesional a la obligación de rendir cuenta de los
actos propios durante el ejercicio de la profesión. Este concepto está estrechamente ligado al de
conciencia moral, es decir, a la capacidad que tiene el sujeto de acción de la racionalidad, libertad
y conciencia de las normas morales. De este modo, si alguien actúa conforme a las normas, en
conciencia moral y es capaz de responder de sus actos, decimos que es responsable. En caso
contrario, que es irresponsable.

La imputabilidad es la atribución de un acto a una persona. Es la indicación social,


conforme a normas, acerca de los deberes ante el bien común. De este modo, la imputabilidad a
una persona que no tiene conciencia moral es improcedente. Así por ejemplo, imputar la
44

negligencia funcionaria a una persona que padece serios trastornos psiquiátricos es


improcedente17. Por tanto, la imputabilidad de acción profesional es la declaración de ejecución
por parte de una persona o grupo de personas de una determinada acción profesional. Esta
imputación, generalmente está sancionada por normas jurídicas establecidas en los contratos de
trabajo y en los códigos jurídicos pertinentes.

La responsabilidad profesional obliga a un profesional a responder de sus actos, durante


el ejercicio profesional, delante de un tribunal competente (Ej.: Tribunal de Ética Profesional).
Cuando el tribunal es la conciencia, entonces hay responsabilidad moral; si el tribunal es una
institución jurídica, hay una responsabilidad legal.

En ambos casos de responsabilidad, el criterio está dado por el cumplimiento o


incumplimiento de las normas morales o deontológicas y por los deberes propios de la profesión.
De este modo, las responsabilidades y la imputación de las acciones dependerán de las normas
jurídicas y morales y de los deberes de la función profesional.

Hay una gran multiplicidad de factores que concurren a la irresponsabilidad profesional.


Por ejemplo, la ignorancia, la violencia, , el miedo, la drogadicción, alcoholismo, enfermedades
mentales, hábitos etc.

La obligación profesional el deber del cumplimiento de servicio público de la profesión.


Así por ejemplo, cuando un profesor tiene la obligación de calificar los aprendizajes de sus
alumnos. Esta obligación lo hace responsable de estas acciones. Debemos tomar en cuenta, que,
algunas veces, el cumplimiento de la obligación profesional entra en conflicto con las normas
jurídicas. En este punto, prima el deber moral. Así por ejemplo, hay prohibición jurídica de
atender quirúrgicamente a personas consideradas condenadas jurídicamente. El médico atenderá a
su deber moral de prestar alivio a quien lo necesitase sin prejuicios religiosos, políticos, sociales,
económicos. Además, debe cumplir con el secreto profesional.

Entre los requisitos que tipifican la responsabilidad, se encuentran los siguientes:

17
La imputabilidad recaería en el jefe directo quien no ha cumplido su deber de fiscalizar el buen cumplimiento
del trabajo y en asegurarse del estado de salud física y mental de sus subordinados.
45

a) Que se hayan previsto las consecuencias de la acción realizada. Así por ejemplo, cuando un
contador auditor, a sabiendas, realiza una falsa declaración de impuestos. Sabe que lo que hace
está contra las normas y sabe las consecuencias que traerá la acción.
b) Que no se cumplan conscientemente las normas que determinan específicamente el rol que
debe cumplir y para el cual ha sido contratado. Por ejemplo, la puntualidad en el trabajo.
c) Negligencia en el desempeño de sus funciones, especificado en un contrato o en el detalle del
rol.
A modo de indicación, se señalan los casos en que se actúa con irresponsabilidad:
 Ejercer una profesión para la cual no está habilitado. Por ejemplo, es el caso de la persona que
falsifica títulos, o que se arrogan cargos o méritos que no se poseen. Un falso médico actúa
irresponsablemente.
 Quien exige pago de sus servicios en forma anticipada sin asegurar resultados positivos de su
acción. Por ejemplo, un profesional que subordina su obligación social al dinero.
 Cuando se ejerce una profesión no atendiendo a sus obligaciones, provocando
incumplimientos. Por ejemplo, demorando innecesariamente la realización del trabajo;
actuando con desgano y sin consideración por las demás personas.
 Quien oculta información o retiene las comunicaciones para provecho personal. Por ejemplo,
cuando un Jefe intermedio oculta información para que sus subordinados puedan acceder a
proyectos, acciones, beneficios y saca provecho para beneficio personal.
 El que no cumple cabalmente su obligación para la cual fue contratado.
46

TERCERA SECCIÓN.
A. ÉTICA DEL CONTADOR AUDITOR.

La profesión de Contador, en nuestro país, cumple las condiciones siguientes que son
propias de toda las profesiones:
a) Posee un conjunto común de conocimientos y competencias que se obtienen mediante un
proceso formal educativo, ya sea impartido por una Universidad, Instituto Profesional, Centro
de Formación Técnica o Instituto Comercial.
b) El ingreso al ejercicio profesional mediante un sistema de colegiatura controlada.
c) Hay una actitud personal de cada uno de sus miembros por el interés común sobre los intereses
personales.
d) Autonomía individual de sus componentes.
e) Existe un conjunto normativo moral del ejercicio profesional que constituye el Código de
Ética Profesional.
f) Además tiene una agrupación gremial que permite velar por los intereses laborales de los
integrantes y por el crecimiento profesional.

Sin embargo, en la realidad, según el análisis realizado por Werner y Quilodrán 18, el
ejercicio profesional de los contadores presenta dificultades y contradicciones. Así por ejemplo,
con respecto a la característica (a) - existencia de un conjunto de conocimientos y competencias
comunes - no hay una formación homogénea debido a las cuatro instancias educativas que
dispone nuestro país. Por esta razón el Colegio acordó, hace un tiempo, que la formación
profesional debe ser exclusiva de universidades o institutos profesionales.

Con respecto a la segunda característica, ella no se cumple porque la colegiatura no es


obligatoria y el gremio no puede controlar los aspectos éticos de la profesión.

La tercera y cuarta característica se supone que se cumplen. Las últimas características


están mejorándose día a día y constituyen un desafío del gremio.

18
Werner, Luis y Quilodrán, Wildner: “Normas deontológicas, una complementación al Código de Ética
Profesional”, Area V de Comisión de Ejercicio Profesional, X Congreso Nacional del Colegio de Contadores de
Chile, A.G., 24, 25, 26 septiembre de 1992, Boletín N°2, p.2
47

 11. Código de Etica Profesional del Colegio de Contadores de Chile A.G .19

El Código de Ética Profesional del Colegio de Contadores de Chile A.G. es un conjunto


de disposiciones que regula la conducta moral del Contador Auditor en el ejercicio de su
profesión.

El artículo primero, título I, de las normas generales establece la norma de


corrección, tanto en el aspecto técnico profesional como en la vida pública y privada. La
corrección o incorrección de las acciones depende de un conjunto de aspectos que deben ser
considerados para calificar una acción específica. En el caso del comportamiento del contador,
este criterio está determinado por los siguientes parámetros:
a) Normas morales.
b) Criterios técnicos
c) Inviolabilidad de los intereses confiados.
d) Legalidad vigente.

Las normas morales son aquellas establecidas por la sociedad y por la persona
individual, de acuerdo a su conciencia moral, cultura, creencias. En nuestra sociedad chilena,
mayoritariamente corresponde a la cultura cristiana occidental.

Los criterios técnicos corresponden a la acción profesional realizada de acuerdo a los


procedimientos propios de la especialidad. Otro criterio, tal como la amistad, parentesco,
subordinación, etc. no corresponden. La acción debe ser ejecutada en estricto cumplimiento
profesional.
Inviolabilidad de los intereses confiados quiere decir que el contador debe actuar
limpiamente y cuidar de los intereses - dentro de los marcos establecidos por la corrección - ,
especialmente manteniendo el secreto profesional.
La legalidad vigente que constituirá el marco de la norma jurídica que regula la acción
social. El Contador Auditor debe atenerse estrictamente a esta legalidad, puesto que constituirá su
principal parámetro de corrección profesional.
19
Aprobado por el consejo nacional del colegio de contadores de Chile A.G., en su sesión extraordinaria n ° 5 de
fecha 7 de abril de 1982.
48

Este Código de Ética Profesional no sólo exige corrección en el ejercicio profesional


sino también en los ámbitos de la vida pública y privada. Esto quiere decir que el profesional no
sólo debe actuar con corrección dentro de su profesión sino también en su vida social, ya sea
ejerciendo como autoridad o como simple ciudadano. En la vida privada, deberán ser correctos,
mantener sus acciones dentro de los parámetros morales.

Con respecto a las Obligaciones, se establecen un conjunto de normas que tienen


relación con los trabajos que le sean encomendados, las obligaciones y deberes, cumplimiento de
los compromisos profesionales, perfeccionamiento técnico, desarrollo de la disciplina, lealtad con
el gremio, independencia de juicio, información sobre remuneraciones, contribución a los climas
laborales y la denuncia del ejercicio ilegal de la profesión.

En el Título II, sobre las Actuaciones Profesionales, en el artículo 3° se establecen las


normas que regulan las actuaciones profesionales. Así por ejemplo el cumplimiento estricto de los
reglamentos y disciplinas de las instituciones públicas o privadas a las cuales preste servicio,
guardar el secreto profesional, mantener actitud digna y respetuosa, veracidad, mantenimiento de
los principios y reglas que protejan los intereses morales y materiales de la profesión, no retener
indebidamente documentos o libros de contabilidad de sus clientes, responsabilidad de los
informes emitidos, justo y honesto con sus clientes.

En el título III, sobre Actuaciones con sus colegas se establecen normas relativas a las
relaciones personales con los demás contadores. Así por ejemplo, debe ser leal y cordial, no
inmiscuirse en asuntos que no son de su competencia, abstenerse de formular críticas infundadas,
deferencia con los colegas, cuidar de no desacreditar a un colega con el fin de quitarle el cliente,
no deberá hacer publicidad para ofrecer sus servicios, etc.
El título IV, que se refiere a las Sanciones se establecen las sanciones por haber
transgredido el Código de Ética Profesional, actuaciones desdorosas, abandono de su función
profesional, no cumplimiento de la veracidad. Luego se establecen las sanciones correspondientes.
49

En general, este Código de Ética Profesional cuenta con un conjunto de normas que
regulan en forma general. Además se establecen las obligaciones, las actuaciones profesionales,
las actuaciones con sus colegas y las sanciones.

A continuación, se expone textualmente el Código de Ética Profesional del Colegio de


Contadores A.G.

“El Colegio de Contadores de Chile - Asociación Gremial, viene en dictar el siguiente

Código de Etica Profesional, conforme a lo dispuesto por el D.L. N° 3621 de 1981 que establece
que este organismo es el sucesor legal del Colegio de Contadores, persona jurídica de derecho

público, creado por la Ley N° 13.011 de 1958.

TITULO 1

NORMAS GENERALES

El Contador está obligado a observar máxima corrección tanto en el aspecto


técnico profesional como en su vida pública y privada.
Artículo lo.

Debe actuar con sujeción a normas de estricta equidad y moral, y absoluta técnica
en el ejercicio de su desempeño profesional, cuidando la inviolabilidad de los intereses que le sean
confiados, respetando las normas legales vigentes y, en especial, las consignadas en el Código de
Etica Profesional dictado por el Ministerio de Justicia.

OBLIGACIONES

Artículo 2°.- Tiene las siguientes obligaciones:


a) Aplicar en el ejercicio de sus funciones el máximo de acuciosidad, corrección y capacidad,
en los trabajos que le sean encomendados;

b) Cumplir con las obligaciones y deberes que le imponen la técnica de su profesión y la


50

legislación vigente;

c) Considerar que su palabra y su firma tienen idéntica equivalencia, lo que le obliga a cumplir
fielmente los compromisos que contraiga;

d) Completar y perfeccionar permanentemente sus conocimientos técnicos;

e) Cooperar al desarrollo y progreso de la ciencia contable y de todas las disciplinas atingentes


con la profesión. El Contador en la práctica de la Auditoría independiente deberá observar
las normas de auditoría y los principios de contabilidad generalmente aceptados por la
ciencia contable y en especial las establecidas o se establezcan en el futuro para la profesión
por el Colegio de Contadores de Chile

f) Colaborar y cooperar con lealtad y oportunidad al cumplimiento de los acuerdos e iniciativas


aprobados o recomendados por los organismos representativos del Colegio de Contadores
de Chile A.G.

g) Tener presente que las actuaciones en que le corresponde intervenir y las opiniones e
informes que emita, deben estar revestidos de completa independencia, ajustados a la más
estricta veracidad y exigencia de la técnica contable. Si se desempeña en el campo de la
Auditoría Externa, no deberá tener relación directa o indirecta alguna de tipo económico o
de otra índole con sus clientes que afecte su independencia y juicio;

h) Cumplir y hacer cumplir las disposiciones estatutarias del Colegio de Contadores de Chile
A.G., sus reglamentos y los de este Código de Etica,

i) Mantenerse informado de las pautas referenciales que señale el Colegio de Contadores de Chile
A.G. sobre remuneraciones en su actuación profesional.

j) Procurar que se mantenga dentro de la institución un ambiente de cordialidad, respeto


mutuo y franca cooperación , sin perjuicio de su derecho a luchar, a través de sus
organismos directivos, por rectificaciones o reformas que estime convenientes.
51

k) Denunciar el ejercicio ilegal de la profesión de Contador

TITULO II

ACTUACIONES PROFESIONALES

Artículo 30, En sus actuaciones profesionales deberá.

d) Observar y cumplir estrictamente los reglamentos y disciplinas de las Instituciones, ya sean


Públicas o Privadas, en que preste sus servicios;

b) Guardar cl secreto de sus actuaciones profesionales, obligación de la que quedará relevado,


sólo cuando sea requerido por los Tribunales de Justicia o autoridad competente, o cuando
lo puedan hacer cómplice de manejos reñidos con la corrección;

c) Mantener una actitud digna y respetuosa, sin desmedro de su personalidad, ni de las normas
de ética, cuando le corresponda actuar ante cualquier organismo o tribunal;

d) Representar, cualquiera sea el campo de su actividad o especialidad en el ejercicio


independiente o dependiente en forma respetuosa pero inflexible a sus clientes y/o
mandantes todo aquello que no se ajuste a la verdad o que altere los sanos principios
morales y de justicia. No deben modificar o alterar la contabilidad para beneficiar
ilegalmente a sus clientes, con perjuicio del Estado o terceros;

e) Mantener, en el ejercicio de sus actividades particulares o funcionarias, los principios y


reglas que protejan los intereses morales y materiales de la profesión;

f) Abstenerse de otorgar certificados inexactos e incompletos sobre materias de su


incumbencia o actuación. Le estará prohibido emitir un dictamen profesional independiente
sobre estados financieros de un cliente para quien, además, está prestando servicios como
52

contador dependiente;

g) No retener indebidamente la documentación o libros de contabilidad de sus clientes,

h) La responsabilidad por los Informes emitidos bajó nombre del contador y su firma,
permanecerá en éste, no obstante que en la ejecución del trabajo hayan participado sus
socios y/o dependientes;

i) Deberá ser justo y honesto con sus clientes y/o mandantes y servirles en la mejor forma que su
capacidad le permita, con preocupación profesional por sus mejores intereses en la medida
que ellos sean compatibles con sus obligaciones profesionales y responsabilidades hacia el
público.

TITULO III
ACTUACIONES CON SUS COLEGAS
Artículo 4°.- En su relación con los demás contadores deberá:

a) Ser leal y cordial con sus colegas, a los que deberá prestar toda clase de ayuda moral,
material y profesional, para que dentro del común objetivo de ofrecer primordialmente a sus
clientes el servicio profesional del más alto nivel, se respete y proteja a la vez el prestigio de
la profesión y cada uno de los colegas que la practican;

b) Evitar inmiscuirse, sin autorización previa, en asuntos que deban resolver exclusivamente
otros profesionales o colegas;

c) Abstenerse de formular críticas infundadas o injustificadas a sus colegas y no hacerlas


53

cuando tiendan a fomentar un espíritu de discordia o no resuelvan problemas de interés


profesional,

d) Tener para con sus colegas todas las deferencias y consideraciones a que son acreedores,
especialmente cuando deba reemplazarlos.

El Contador, Firma de Contadores o Asociación de Contadores Independientes al ser


solicitados sus servicios por cualquier Empresa, Institución o por un particular, deberá
comunicar tal circunstancia al Contador, Firmas de Contadores o Asociación de Contadores
Independientes que estuviera ejecutando sus servicios o a la anterior si lo hubiera, antes de
presentar propuesta. sin perjuicio de pedir al eventual cliente que, por su parte, informe al
Contador, Firma de Contadores o Asociación de Contadores Independientes que está
ejecutando el servicio o esté aun ligado por convenio;

e) No provocar dificultades ni hacer gestiones para obtener el término de los servicios que esté
prestando un colega, con intervenciones ante su cliente, destinadas a desacreditarlo o
conseguir su desplazamiento;

f) Al ofrecer sus servicios profesionales sólo lo hará. con indicación de su nombre, dirección y
especialidades;

No podrá efectuar ningún tipo de publicidad ofreciendo sus servicios en cualquier medio de
difusión, Los boletines técnicos, cartas circulares y otros medios de comunicación dirigidos
por el Contador, Firmas o sociedades de contadores independientes a terceras personas, no
debe hacerse con fines propagandísticos ni en forma indiscriminada.

No se considerará propaganda ni oferta de servicios profesionales los siguientes tipos de


publicaciones en que el contador o firma de contadores puede incluir su nombre y domicilio,
siempre que no se destaque más de lo que es usual para este tipo de avisos:

1 - Avisos solicitando personal para la oficina del contador o para sus clientes;
2.- Avisos comunicando el cambio de domicilio profesional del contador o firmas de
contadores;
54

3.- Avisos comunicando el cambio de razón social cuando se trate de una firma de
contadores, o de asociación o complementación profesional;
4.- Las inscripciones en la guía de teléfonos y otras similares, limitadas a nombre o razón
social, al tipo de servicios y a domicilio y número de teléfono; y
5.- En todo caso los avisos que se contemplen para tos números 1) a 4) anteriores, deberá
ceñirse estrictamente a as disposiciones del Reglamento de Corresponsalías Extranjeras,

g) Otorgará a sus colegas y personal que le preste colaboración, las consideraciones y respeto a
que son acreedores, y

h) Solamente pueden formar sociedades de profesionales en forma tal que preserve su


responsabilidad personal.

El contador o firma de contadores podrá pedir la colaboración o asociarse con


profesionales de otras disciplinas para la prestación de servicios que requieran más de una
especialidad, pero resguardando bajo su responsabilidad personal las tareas correspondientes
a su profesión.

TITULO IV

SANCIONES

Artículo 5°.- Sin perjuicio de las facultades que les corresponda a las Instituciones o Tribunales
de Justicia, autorizados por la Ley para cuidar el cumplimiento de la Etica de los Profesionales, el
Colegio de Contadores de Chile A.G. podrá aplicar sanciones a sus asociados en los siguientes
casos:

a) Que se compruebe haber transgredido deliberadamente cualquiera de los preceptos


consignados en este Código o haber ocasionado daños materiales o morales a otro colega;

b) Que ejecute o intervenga en actuaciones desdorosas para la profesión, abusivas de su


55

ejercicio, que signifiquen su descrédito o que sean incompatibles con la dignidad y cultura
de profesionales;

c) Que abandone las obligaciones que le corresponden profesionalmente en el cumplimiento de


sus deberes, con perjuicio para el Estado o terceros;

d) Que acepta modificaciones o alteraciones en la contabilidad que alteren su veracidad para


beneficiar ilegalmente a sus clientes con perjuicio del Estado de terceros;

e) Que deje de respetar y cumplir escrupulosamente, en el ejercicio de sus actividades


profesionales, todos y cada uno de los principios establecidos en este Código y la Ley que
creó el Colegio de Contadores de Chile A.G. y su Reglamento, como igualmente todas las
normas que haya establecido o establezca el Consejo Nacional de la Orden, en conformidad
a las obligaciones y atribuciones que le han otorgado o se le otorguen.

Artículo 6°.- Las sanciones conforme al Reglamento sobre la materia, serán las siguientes:

a) Amonestación Privada
b) Amonestación Pública
c) Censura
d) Suspensión temporal del Colegio de Contadores de Chile A.G. por el plazo
determinado.
e) Expulsión
f) Denuncia a las autoridades competentes, de las violaciones a las leyes que rijan el
ejercicio profesional”.
56

B. DEONTOLOGÍA DOCENTE

Aunque el Colegio de Profesores no tiene un Código de Ética Profesional, debido a la


importancia de la función docente, se hará un análisis deontológico de esta profesión siguiendo
los lineamentos básicos del Código de Ética de 1977.

Desde la Grecia Antigua, la figura del maestro ha ejercido una gran influencia en las
generaciones futuras. Basta con recordar a Sócrates, Platón, Aristóteles quienes a través del
diálogo en la Academia o en el Liceo han formado la cultura occidental. La Profesión Docente es
una de las más importantes dentro de la sociedad, pues mediante su ejercicio se forman los
ciudadanos, se preserva una nación, el espíritu de un pueblo y su futuro. Las personas que aspiran
a ejercer esta profesión, además de cumplir los requisitos técnicos, deben poseer condiciones
morales que avalen su condición de formadores en esta delicada profesión. Las principales
condiciones son las siguientes:

a) Poseer las competencias técnicas necesarias para el ejercicio de la profesión docente y tener
una formación ética que le permita actuar con corrección moral dentro del ámbito
educacional..
b) Poseer vocación docente.

c) Adherir a los valores permanentes de la humanidad, de la tradición, de la cultura nacional con


el objeto de preservarlos, afianzarlos y estimular su perfección.

Con respecto a la primera condición, las competencias propias de su profesión indican


que no sólo debe tener dominio en las diferentes disciplinas, llámese biología, física, química,
matemática, ciencias sociales, idiomas, artes; sino, además, saber evaluación, currículum,
didáctica, investigación educacional de tal modo que su acción formativa sea de excelencia. En
este sentido, el perfeccionamiento permanente de los maestros es una exigencia y un deber moral.
Además de las competencias académicas, debe tener cualidades personales de buen comunicador,
afable, cordial, saber escuchar y dar consejos oportunos, solidario, honrado, etc. Además, debe
poseer espíritu de innovación, ser un líder. La práctica profesional demuestra que los maestros
57

juegan un rol importante dentro de la comunidad, especialmente en los sectores rurales donde se
constituye en autoridad y, en muchas ocasiones, ejerce puestos públicos de elección como lo son
los Alcaldes, diputados, senadores y hasta presidentes de la República.

En relación a la vocación docente, es en esta profesión, como en ninguna otra, donde


se refleja con mayor fuerza. Basta observar a los maestros que ejercen en los sectores rurales,
alejados de la ciudad y de las comodidades tecnológicas, para darse cuenta que la vocación es el
eje primordial que permite ejercer esta profesión. En nuestro país, se habla del apostolado de la
educación, para señalar la función docente. Miles de maestros, con bajos salarios, sólo por el
amor a la profesión, a los niños, a los jóvenes cumplen cabalmente la profesión. Aquí es donde la
vocación es esencial para ejercer la función docente.

En cuanto a la última condición, se puede establecer que el maestro es la persona


encargada de transmitir los valores de la cultura. Es en ellos donde está reflejado el valor. Si un
maestro no cree firmemente en los valores que debe transmitir, no tiene fuerza moral y no tiene
credibilidad ante sus alumnos. Ahí radica la enorme responsabilidad que tiene en el ejercicio de su
profesión. Además, no sólo es un modelo dentro del establecimiento donde ejerce, sino también
en el barrio, en la vía pública, en la vida privada. Muchas miradas están observándolo como un
modelo.

 12. Código de Ética Profesional del Magisterio.


El siguiente Código de Ética Profesional corresponde al año 1977. El texto es el
siguiente:
“NORMAS GENERALES.

Art. 1°. DEBER Y HONOR PROFESIONALES DEL EDUCADOR

El profesor debe tener presente que es, ante nada, un educador y que, por lo tanto, la esencia de
su deber profesional y moral es dedicar lo mejor de su esfuerzo para lograr que el alumno que le
ha sido encomendado llegue a ser una persona responsable, digna, habilitándolo para actuar como
ciudadano eficiente al servicio de la Patria.
58

EJ profesor debe irradiar y mantener el honor y la dignidad profesional. Tiene el derecho y el


deber de combatir, por todos los medios lícitos la conducta moralmente censurable de todos
cuantos laboran en la actividad docente.

Art. 2°DEBERES PARA CON EL COLEGIO DE PROFESOR£S

Es deber imperativo del profesor, prestar, con entusiasmo y dedicación, su concurso personal para
el mejor éxito de los fines del Colegio de Profesores. Los encargos o comisiones que se le pueden
confiar - por razones de buen servicio - deben ser aceptados y cumplidos. Procede la excusa sólo
por causa justificada.

Art. 32 ALCANCE DE ESTE CODIGO DE ETICA PROFESIONAL

Las normas de este código se aplican a todo cl ejercicio de la docencia. La especialización


profesional no exime de ellas. El profesor, al titularse deberá hacer promesa solemne de cumplir
fielmente este Código de Etica Profesional. Prestará el siguiente juramento

Yo __________________________________ prometo servir fiel y lealmente a la República de


Chile en el desempeño de mi profesión de Profesor y cumplir abnegadamente con mi deber, ser
elemento de orden, de unión y de progreso en la sociedad en que me corresponde ejercer la
delicada misión que hoy asumo y dar siempre ejemplo de corrección, de moral, de pureza de
costumbres.

Prometo poner mi esfuerzo y voluntad de servir en la obra de formar, para el mañana, a hombres
sanos de espíritu, de carácter firme, respetuosos de la justicia y la libertad, conscientes de su
responsabilidad, virtuosos y eficientes, amantes de su Patria y de sus nobles tradiciones.

Prometo respetar los estatutos de la Orden, colaborar con lealtad a 1a acción de mis superiores
jerárquicos y permanecer invariablemente adicto a los altos postulados de las Instituciones
Superiores de la Nación.

Art. 4°.- HONESTIDAD, HONRADEZ Y CORRECCION DEL EDUCADOR


59

El profesor debe obrar con corrección y buena fe. No ha de permitir ni menos alentar
actos fraudulentos, afirmar o negar con falsedad, ni realizar acto alguno que constituya una
afirmación de ética para quienes lo rodean, especialmente sus alumnos.

El profesor debe velar y cuidar permanentemente por su corrección personal, tanto en lo


moral como en el lenguaje que emplea, modales; presentación personal y actitudes hacia los
demás.

Art. 5°.- ESPÍRITU PROFESIONAL

El perfeccionamiento personal y profesional que supone tanto el estudio permanente de las


nuevas concepciones y prácticas pedagógicas y del avance de las disciplinas de su especialidad,
deben constituir una preocupación permanente del educador.

Es deber de quien ejerce la docencia, tratar de superarse en aquellos aspectos personales


susceptibles de ser mejorados, tales como la cultura, respeto a sí mismo y a los demás; actitudes
de convivencia enriquecedoras con sus colegas, alumnos, apoderados. etc.; valoración y con sus
búsqueda incesante de la verdad y la ciencia.

Art. 6°.- RESPONSABILIDAD

La responsabilidad del educador debe manifestarse frente a las autoridades educacionales,


la institución en la que presta sus servicios, sus colegas, el personal administrativo, paradocentes,
de servicios menores y sus propios alumnos, en especial por las razones que siguen:

- Porque debe ser una persona en quien siempre se pueda confiar.

- Porque es responsable en su acción frente a toda la institución educacional, en la cual labora,


aportando iniciativas importantes para el mejor éxito de su acción, como porque en sus clases:

 Se advierte una preparación cuidadosa y con enfoque moderno;


60

 Evalúa según métodos actuales con criterios amplios y justos;


 Es puntual y cuidadoso en el ejercicio de su profesión (asistencia, reuniones con padres,
apoderados, asistencia a Consejos, entrega de calificaciones, etc.).
 Establece relaciones positivas y generosas con sus alumnos siendo permanentemente un
guía del aprendizaje, un consejero atento y consciente, un maestro en todo el sentido de
la palabra;
 Se abstiene de ejercer presiones indebidas basadas en la autoridad.

Art. 7°.- FRENTE AL EJERC1CIO ILEGAL DE LA PROFESION

Ningún docente debe permitir que se usen sus servicios profesionales o su nombre, para
facilitar o hacer posible el ejercicio de la profesión por quienes no están legalmente autorizados
para ejercerla. Amengua la dignidad de su profesión, el docente que firma actas o documentos
correspondientes a exámenes o situaciones análogas en los que no intervino y que, de algún
modo, presta su nombre para cumplir exigencias legales. Asimismo, falta gravemente a la ética
profesional, el profesor que ampara a los que así procedieren.

Art. 8°.- EL SECRETO PROFESIONAL

Guardar el secreto profesional constituye un deber y un derecho del. profesor. Hacia los
alumnos es un deber que perdura hasta después que hayan dejado de serlo. Es un derecho del
profesor ante las autoridades y colegas: no podría ser obligado a revelarlo.

La obligación de guardar el secreto profesional incluye las confidencias hechas al profesor


en Consejos y las que sean consecuencia de conversaciones con colegas, apoderados, alumnos y
otros profesionales, en razón de su función pedagógica.

Art. 9°.- EXENCION DEL SECRETO PROFESIONAL

Hay exención de guardar el secreto profesional en los siguientes casos:


61

- Si existe consentimiento previo del confidente.

- Si, estando sometido a sumario, la confidencia afecta directamente a su defensa.

- Si al revelar el secreto confiado1 previene un acto delictuoso, protege a personas en


peligro o con ello . aporta antecedentes para hacer justicia,

Art. 10°.- PUBLICIDAD

La formación decorosa del prestigio del profesor debe estar cimentada en su reputación,
su capacidad profesional y honradez. Toda publicidad provocada directa o indirectamente por el
profesor con fines de lucro o en elogio de su propia situación, menoscaba la dignidad de la
profesión.

Sin embargo, está permitido:


- La publicación y el reparto de tarjetas meramente enunciativas del nombre, domicilio y
especialidad.
- La firma del autor en informaciones, comentarios o investigaciones realizadas con
fines exclusivamente científicos o técnicos en revistas profesionales reconocidas o textos de
estudios.

Art. 11°.- ACUSACIONES

Cuando haya fundamento serio de queja, con pruebas objetivas contra miembros de la
Orden, el profesor podrá presentar acusación ante el Colegio de Profesores.

Es obligación del profesor denunciar a quienes, careciendo de título profesional


competente o de la autorización legalmente exigible para el ejercicio de la docencia, desempeñar
actos propios del profesor como:
62

- Atribuirse la respectiva calidad

- Ofrecer tales servicios públicamente por cualquier medio de propaganda o publicidad.

- Realizar habitualmente acciones que exijan la fundamentación o conocimiento del


quehacer práctico del quehacer propio de tal profesión

En el caso que la Comisión de Etica estimare que los cargos no constituyen infracción al
Código de Etica, los acusadores deberán atenerse a su dictamen.

Art. 12° RESPONSABILIDAD DEL PROFESOR EN LA ENSEÑANZA FISCAL


Y/O PARTICULAR

El profesor debe impartir con el mismo rigor científico - técnico e interés pedagógico la
enseñanza tanto en las Escuelas Fiscales como en las Particulares.

Art. 13°.- USO INDEBIDO DE LA CÁTEDRA

No es lícito que el profesor emplee la tribuna que le da su condición de guía para exponer
problemas personales, influir en asuntos de política partidista o desarrollar actividades no
formativas en la personalidad del alumno.

11.- RELACIONES CON LAS AUTORIDADES E INSTITUCIONES


EDUCACIONALES

Art. 14' APOYO A LAS AUTORIDADES

El profesor prestará. en todo momento, su apoyo a las Autoridades e Instituciones Educacionales


cuando su participación sea requerida. Su actitud debe ser de deferente independencia debido a
que tiene derecho al libre ejercicio de su profesión, dentro de los límites legalmente establecidos.
63

Art. ¡5' CONOCIMIENTO DEL SISTEMA EDUCACIONAL

Es deber ineludible del profesor conocer la estructura del Ministerio al cual pertenece, el Estatuto
Administrativo que le afecta, las disposiciones del Colegio Profesional al cual pertenece y diversos
aspectos de la ley orgánica de la institución a la que presta sus servicios. Se incluye en esto, al
conocimiento, respeto y mantención de las tradiciones que con justicia enorgullezcan al
establecimiento en que ejerce su profesión.

Art. ¡6' LEALTAD, ADHESION Y COLABORACION

El profesor debe caracterizarse por su lealtad, adhesión y colaboración a la institución a la cual


pertenece, como asimismo, para sus colegas, alumnos y personal paradocente, administrativo y de
servicios menores.

Estas características (lealtad, adhesión y colaboración) no han de ser ejercidas pasivamente, sino
que deben manifestarse en una actitud de crítica elevada que posibilite constantemente el
mejoramiento y puesta al día de la institución; la creación de los organismos necesarios; la
cesación de los ya caducos; adecuar dinámicamente la escuela a las necesidades tecnológicas y
profesionales que impone el tiempo y, antes que nada, a los alumnos: centro del interés
educacional.

Art. 17°.- ACTIVIDADES COPROGRAMATICAS Y JEFATURA DE CURSO

El profesor, por su condición de tal, debe impulsar y participar activamente en las


actividades coprogramáticas (o curriculares) que se desarrollen en su establecimiento educacional.
La designación como profesor jefe debe ser estimada como una distinción especial, dada la
importancia de las funciones que en esa calidad deberá ejercer.

Art. 18°.- REGLAMENTOS Y OTROS INSTRUMENTOS ADMINISTRATIVOS


64

Es deber del profesor conocer íntegramente los reglamentos vigentes y aplicarlos con
ecuanimidad y justicia. Del mismo modo, debe conocer el manejo de instrumentos
administrativos, para poder usarlos correcta y eficientemente.

Art. 19°.- MATERIALES DE APRENDIZAJE

Es fundamental para una enseñanza integral, la existencia en los establecimientos


educacional es. de materiales de aprendizaje, bibliotecas, cinetecas, discotecas y similares. El
profesor debe hacer uso de ellos para obtener su máximo aprovechamiento. De no haberlos, es su
obligación tratar de conseguirlos; en su defecto, agudizar su inteligencia, recursos y habilidades
para impulsar su fabricación a bajo costo, con los medios más elementales disponibles.

III. RELACION ENTRE EL PROFESOR Y SUS ALUMNOS.

Art. 20°.- OBLIGACIONES PARA CON EL ALUMNO

Es deber del profesor conocer, guiar, respetar y tratar de desarrollar, por todos los medios
a su alcance, al estudiante como persona, no incurrir en actos que atenten contra la moral
basándose en su ascendiente sobre los alumnos o alumnas. El conocimiento del educando no se ha
de limitar al que le ofrezca la sala de clase, sino que debe utilizar diversos medios como la
observación, la entrevista, el estudio de la ficha pedagógica, el intercambio con otros colegas,
orientadores o psicólogos, etc.

Si el Establecimiento no cuenta con los especialistas necesarios, es deber del profesor


recurrir, si es posible, a los servicios asistenciales existentes.

El ejemplo del profesor y las condiciones profesionales que posea, serán decisivos a su
labor. En este empeño, la asignatura que enseña se deberá considerar siempre como un medio,
importante en sí, pero cuya significación sólo puede ser estimada en la medida en que propenda al
desarrollo integral del alumno.
65

Art. 21°. ATENCION PERSONAL DEL ALUMNO

Las relaciones entre el profesor y sus alumnos deben ser personales, por lo que no ha de
delegar sus funciones específicas en terceros; salvo casos señalados como problemas que deben
ser tratados por psicólogos, orientadores y otros profesionales integrados a la labor educativa.

Art. 22°.- CAPACIDAD DE RECTIFICACION


El profesor debe adelantarse a reconocer la responsabilidad que resultare por su
negligencia o equivocación, voluntaria o no, cometida por una actuación errónea de su parte.
Asimismo, si descubre una equivocación del cualquier índole que beneficie o perjudique
injustamente al alumno, debe rectificar su posición y comunicarla oportunamente al o los
afectados.

Art. 23°.- CONDUCTA GENERAL DEL ALUMNO

Es deber primordial del profesor y, por lo tanto ineludible, centrar todo su interés y
esfuerzo en promover actitudes, valores e ideales de solidaridad social, de respeto al ser humano,
de progreso individual y colectivo, de consideración por los demás y por sí mismo. El profesor
debe tratar de impulsar actividades que fomenten estos aspectos de la personalidad del educando
y estimular su desarrollo paulatino.

Art. 24°.- REMUNERACIONES EXTRAS

Por motivo alguno, el profesor debe cobrar honorarios especiales por trabajos relacionados con
los alumnos, como pruebas realizadas en horas extraordinarias, interrogaciones en fechas distintas
a la fijada primitivamente y similares.

Art. 25°.- INTEGRIDAD PROFESIONAL

Es deber del educador atender su ejercicio profesional con la mayor eficiencia, hacer valer
sus derechos y respetar los ajenos sin temor a la antipatía e impopularidad que su justo deber
debiera ocasionarle.
66

Art. 26°.- CRITERIOS DE EVALUACION

El profesor debe aplicar criterios de evaluación científicamente recomendados por la


experiencia pedagógica y que están ajustados a la reglamentación vigente, siempre que sean los
mismos para todo el grupo. En ningún caso es de ética aceptar que el profesor evalúe en forma
dirigida con el fin de obtener buenos resultados estadísticos.

Art. 27°.- RECEPCION DE REGALOS DE LOS ALUMNOS

No es lícito que, como norma consuetudinaria, el profesor reciba u obtenga regalos,


individual o colectivamente, de parte de sus alumnos. Pueden exceptuarse a esta norma las
atenciones o manifestaciones que hubiere con motivo del Día del Profesor o las que se pudieran
ofrecer al término del curso o en situaciones similares..

Art. 28°.- EJERCICIO PARTICULAR DE LA PROFESION

El profesor evitara escrupulosamente la solicitación directa o indirecta de servicios


remunerados, mediante presión o gratificación de terceros. Por motivo alguno es aceptable ni
justificable que un profesor atienda particularmente a sus propios alumnos o prepare a otros para
ingresar al establecimiento en que ejerce la docencia.

Art. 29°.- CRITERIOS PARA LA ESTIMACION DE HONORARIOS.

Sin perjuicio de lo que pudieran disponer los aranceles de la profesión para la estimación
del monto de los honorarios, el profesor debe fundamentalmente atender los siguientes aspectos:

- La dificultad de las materias que se enseñarán.

- La experiencia, la reputación y la especialidad que posea.

- La capacidad económica del alumno.


67

- El hecho de que la prestación de los servicios sea temporal, fija o constante.

- La responsabilidad que deriva para el profesor de la realización de las clases.

- El número de alumnos a que ha de atender simultáneamente.

- El tiempo total empleado y la duración de cada sección.

- Si la atención es domiciliaria o no.

Art. 30°.- CONTROVERSIAS SOBRE LOS HONORARIOS

Respecto a las clases particulares remuneradas, el profesor debe evitar toda controversia con el
alumno o sus padres y/o apoderados, hasta donde esto sea compatible con su dignidad profesional
y con su derecho a recibir adecuada retribución por sus servicios. Debe tomar las providencias y
las precauciones para no verse obligado a demandar al padre y/o apoderado del alumno.

Art. 31°.- ASEVERAClONES SOBRE ÉXITO

No debe el profesor asegurar a sus alumnos, sea este particular o no, que el resultado de
sus clases tendrán buen éxito, por la influencia de numerosas circunstancias imprevisibles.

Art. 32°. RESPONSABILIDAD FRENTE AL CURSO.

Es imprescindible que el profesor tenga plena conciencia del papel que le corresponde
frente a los alumnos que te han sido encomendados. Su deber moral es darles la mejor educación
y obtener de ellos óptimo resultado.
68

Si la preocupación anterior de los alumnos no es la deseada es responsabilidad del


profesor tratar de cubrirla sin culpar a nadie de ello. Un alumno mal preparado es un verdadero
desafío a su capacidad pedagógica.

VI. RELACIONES CON LOS COLEGAS, CON LOS PADRES Y/O APODERADOS Y
COMUNIDAD.

Art. 33° FRATERNIDAD Y RESPETO ENTRE LOS PROFESORES

Entre tos profesores debe haber fraternidad que enaltezca la profesión y recíproco respeto
Se abstendrán cuidadosamente de. expresiones malévolas o injuriosas y de aludir a antecedentes
personales. El profesor debe ser deferente con sus colegas y facilitarles la solución de
inconvenientes momentáneos, cuando por causas plenamente justificadas, están imposibilitados de
atender sus labores docentes.

Art. 34°.- SUSTITUCION DE UN COLEGA

El profesor no deberá ofrecer clases a un curso o a un alumno determinado si éste está


atendido por un colega. sin dar aviso previo al titular. Si sólo llegare a conocer la intervención del
colega después de haber aceptado las clases, lo hará saber de inmediato. En cualquier caso, tiene
la obligación de asegurarse que los honorarios o el sueldo, según corresponda, han sido
cancelados,

Art. 35°.- COLABORACION PROFESIONAL

No debe interpretar el profesor como falta de confianza de un alumno particular la


intervención de otro profesor y por regla general, ha de aceptarse esta colaboración. EJ profesor
no debe intervenir negativamente en asuntos de otro colega sobre su plan de trabajo o sobre la
adecuada distribución de los temas de una prueba, sobre correcciones, etc., a menos que se haga
con un elevado criterio profesional.
69

Art. 36°.- CONVENIO Y ASOCIACION ENTRE PROFESORES

Los convenios celebrados verbalmente entre profesores deben ser estrictamente


cumplidos, puesto que el honor profesional exige se respete corno si constaran en un instrumento
público. El profesor podrá asociarse para ejercer la profesión con otros colegas y en ningún caso
con el propósito ostensible o implícito para aprovechar su influencia para conseguir beneficios
personales. La distribución de honorarios estará basada en la colaboración para la prestación de
los servicios y en. la correlativa responsabilidad.

Art. 37°.- SOLIDARIDAD GREMIAL Y ACTITUD SOCIAL

Es deber del profesor ofrecer una justa solidaridad gremial y mantener una actitud social
de acuerdo con su condición de profesional para con sus colegas, sean éstos de Educación Fiscal
o Particular; de los niveles Parvulario, Básico, Medio y Universitario, ya que todos están unidos
por un interés común: la Educación de la Persona.

Art. 38°.- HONRADEZ INTELECTUAL

El profesor debe interpretar y usar los escritos (trabajos) de otros y los descubrimientos de
la investigación educacional con honradez intelectual (citando la fuente de origen).

Art. 39°.- INFLUENCIAS PERSONALES ENTRE COLEGAS

Es atentar contra la ética el ejercer influencia sobre colegas, apelando a vinculaciones


políticas, de amistad o cualquier otro medio, con el. fin de que se tenga un trato preferencial y
parcial con uno o más alumnos.

Art. 40°.- COOPERACION AL PERFECCIONAMIENTO PROFESIONAL


70

Todo profesor tiene algo que aportar para enriquecer y aumentar. el acervo cultural,
pedagógico o de especialidad de sus colegas. Es un deber del educador procurar que exista un
continuo intercambio de experiencias y conocimientos destinados a facilitar el perfeccionamiento
profesional de los docentes.

Art. 41°.- ACTITUD FRENTE A LOS CENTROS DE PADRES Y/O APODERADOS


El profesor debe tener una posición mesurada y de deferente independencia frente a los
Centros de Padres y/o Apoderados. Debe aprovechar los esfuerzos que están dispuestos a realizar
los integrantes de estos Centros en el sentido de colaboración con el establecimiento educacional
y que inciden en la formación de sus hijos o pupilos. Sin embargo, es importante que mantengan
su libertad para actuar sin perjuicios e influencias y con plena justicia e imparcialidad.

Art. 42°.- ACTITUD FRENTE A LA FAMI LIA

Tanto la familia como e! profesor tiene el deber ineludible de efectuar el mayor esfuerzo
mancomunado para dar a los alumnos la mejor educación posible. Para que ello sea factible, debe
existir la más abierta colaboración y respeto mutuo en el conjunto FAMILIA-PROFESOR,
Ambas partes deben estar conscientes que las desavenencias que pudieran producirse, el mal
ejemplo dado por alguno de ellos o falta de colaboración, ya sea de la familia o del profesor,
hacen que la educación sea incompleta e incluso expuesta al fracaso.

Art. 43°.- ACTITUD FRENTE A LA COMUNIDAD

El profesor tiene la obligación de conocer los intereses de la comunidad en que desarrolla


sus actividades docentes.

Art. 44°.- COLABORACION EXTRAESCOLAR

El profesor debe prestar su colaboración, en cuanto le sea posible, a las actividades extra -
escolares o curriculares organizadas por las Instituciones de la comunidad y que están inspiradas
por el progreso 1 perfeccionamiento, efemérides, Patria o recreación (Conferencias, Concursos,
Conciertos, etc.).
71

Art. 45°.- ACTIVIDADES FRENTE A LA PATRIA

El profesor debe destacarse como un patriota ejemplar que motive en los niños y juventud
el deber de superación permanente y la noble ambición de que la Patria se engrandezca, no sólo
por sus riquezas naturales, sino por la calidad intelectual y moral de sus hijos.

V.- DE LAS AUTORIDADES EDUCACIONALES

Art. 46°.- DEBER DE LA AUTORIDAD

Los jefes Educacionales Colegiados y los Directores de Establecimientos Educacionales,


se harán responsables de velar por el buen comportamiento del personal a su cargo en el
desempeño de sus funciones.

Art. 47°.- ETICA PROFESIONAL

Falta a la ética profesional la autoridad docente que otorga en forma dolosa certificados a
personas que se lo soliciten para regularizar sus estudios o inscribirse en el Colegio de Profesores
sin los requisitos exigidos.

Art. 48°.- JUSTICIA Y PERSONALIDAD FRENTE A LOS COLEGAS

En el otorgamiento de certificados, la autoridad docente debe ser objetiva y precisa, justa


e imparcial y ofrecer a los profesores que opten a su cargo, igualdad de oportunidades, haciendo
caso omiso de lazos de amistad, familiares o ideas políticas, religiosas u otras.
72

SOLUCIONARIO DE EJERCICIOS.
Ejercicio 1.
 Acusación ante tribunales de justicia: no es ente valórico.
 La Verdad: ente valórico ético.
 Armonía: ente valórico estético.
 Responsabilidad: ente valórico ético.
 Un Tribunal de Ética Médica: no es ente valórico.
 Bondad: Ente valórico ético.

Ejercicio 2.: Dadas las siguientes acciones, determine si ellas son morales o no. Fundamente.

a) La acción de contemplar una puesta de sol: no es una acción moral.

b) La acción de visitar a un enfermo en un hospital: acción moral porque el sujeto que


realiza la acción usa la razón, tiene libertad, es responsable de sus acciones, la acción
está guiada por principios.

c) La acción de hablar: no es un acto moral.

d) La acción de atropellar a alguien, estando ebrio o drogado: es moral, porque hay uso
de razón cuando se ingirió alcohol o droga. Además, hay responsabilidad, porque al
haber elegido beber alcohol o consumir drogas, lo hace responsable de sus
comportamientos ulteriores.

e) La acción de robar, presionado por el hambre: Es una acción moral porque hay uso
de razón, hay libertad de elegir entre hacerlo o no hacerlo, puesto que hay posibilidad
de saciar el hambre trabajando, pidiendo, acudiendo a centros humanitarios, etc.

Ejercicios 3.
a) El acto realizado por el Contador es moralmente bueno porque tiene por objetivo
cumplir la norma moral de no mentir o engañar. Además, los medios utilizados para no
realizar la acción es la negativa de hacerlo, hecho que no provoca daño. Además, las
circunstancias de su acción son buenas, porque puede ayudar a su hermano a conseguir
un préstamo u otro medio honrado para obtener el dinero necesario para operar a su
esposa.
En este mismo contexto, el hermano, Pedro ejecuta un acto moralmente malo porque la
acción misma de solicitar la realización de una acción dolosa es mala en sí misma. El
objetivo es bueno: Ayudar a su esposa. Las circunstancias son moralmente malas,
puesto que hay necesidad de tener dinero, pero la presión ejercida contra el hermano
Contador para que haga un acto moralmente malo no es correcta. Hay una consciente
inducción a cometer un acto doloso.

.
b) La acción es moralmente mala por lo siguiente:
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La acción es sí misma es mala porque es un engaño, una mentira, puesto que el


alumno jamás ha realizado ese curso. Aunque el fin sea bueno: ayudar a un alumno a
obtener una Beca de Estudios y las circunstancias también fueran buenas quizá por
la necesidad económica del alumno, no elimina el hecho que la acción sea
moralmente mala.

c) Esta acción resulta problemática puesto que todo dependerá de las


circunstancias. Así por ejemplo, si lo revelado por el joven implica un daño o un
atentado a sí mismo o a terceros, entonces el secreto profesional puede ser violado
en beneficio de las personas o personas afectadas. Supongamos que el joven revela
que quiere suicidarse, entonces el psicólogo deberá advertir a los padres acerca de
esta pretensión. Por tanto, estas circunstancias hacen que la acción misma de revelar
la información a los padres sea buena; la finalidad es buena: evitar el daño. Si en
cambio, el secreto revelado es algo que no atenta a sí mismo o a terceros, entonces
la acción será moralmente mala. Conclusión: Depende de las circunstancias..

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