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Una revolución cultural

llamada humanismo
Fernando Buen Abad Domínguez
Una revolución cultural
llamada humanismo
Fernando Buen Abad Domínguez

Ministerio del Poder Popular Nicolás Maduro Moros Editora y correctora de texto
para la Comunicación e Información Presidente de la República Luisana Marcano
Final Bulevar Panteón, Torre Ministerio del Poder Bolivariana de Venezuela
Popular para la Comunicación e Información. Jorge Rodríguez
Parroquia Altagracia, Caracas-Venezuela. Vicepresidente Sectorial
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Viceministra de Planificación
Comunicacional
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Director General de Producción
de Contenidos Edición digital en la República
Saira Arias Díaz Bolivariana de Venezuela
Directora de Publicaciones Caracas, septiembre de 2019
Una revolución cultural llamada humanismo
Fernando Buen Abad Domínguez

C ontra las desesperanzas y las


depresiones, urge un huma-
nismo renovado en su carácter
sucumbir al mercantilismo extre-
mo y la opresión ideológica más
feroz en la sustracción de plus-
(sin opresores ni oprimidos) ya
contiene la idea de humanismo.
Que, en cualquier caso, invocar
emancipador y movilizador. Urge valía. Humanismo contra el ca- al humanismo exige actualizarlo
en las consignas supremas de las pitalismo salvaje “per se”, que no contra toda emboscada ideológi-
luchas sociales, como Marx lo se detiene ante nada, que devora ca que lo reduzca al individualis-
pensaba, a la luz de la historia e a la naturaleza, que destruye el mo. Que el humanismo necesa-
indivisible en el contenido cons- patrimonio cultural financiando rio, a estas alturas de la historia,
ciente insuflado por las fuerzas a los negocios de las guerras, de debe ser un programa concreto
sociales en sus luchas. Humanis- los bancos y de los “mass media”. de acción directa que no sirva
mo de “nuevo género” como solu- para esconder la lucha de clases
ción posible para las fuerzas que Piensan muchos, no sin razón, y tampoco eclipse la, también
se fundamentan en la democracia que toda lucha que ponga por urgente, tarea de salvar al plane-
participativa. Humanismo, hoy prioridad suprema el desarro- ta. En todo caso un humanismo
más necesario que nunca, para no llo de sociedades emancipadas antitético del capitalismo. Aun-
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Una revolución cultural llamada humanismo

que haya quienes creen que es entre vapores de combate (Fidel) ruta certera para no extraviarnos
un tanto “cursi” eso de hablar de como proyecto de los pueblos en emboscadas ideológicas. Y eso
humanismo, es preciso ratificar lo irredentos. Pero el humanismo implica también una Guerrilla
que mil voces han propuesto para no acepta sectarismos territoria- Semiótica en el corazón del hu-
un humanismo de nuevo género, les. Herencia plena de posiciones manismo, sus herencias, las des-
sin ilusionismos ni idealismos. anticapitalistas, pronunciándose figuraciones infligidas, las escla-
¿Quién hubiera imaginado que abiertamente por la necesidad vitudes a que ha sido sometido
la especie humana, al mirarse al de encontrar paz con identidad y al antojo de verborreas filantró-
borde del abismo neoliberal, se dignidad para todos y en todo el pico escapistas, disímbolas. Para
inspiraría para iniciar su propia orbe (Martí). Un humanismo que la construcción o consolidación
transformación y convertirse, también es de paz, sin abandonar de tal humanismo, para reforzar
a sí misma, en una Revolución una sola de sus armas (Fernández su capacidad movilizadora de las
Cultural? Tenemos una historia Retamar). masas, requerimos un humanis-
latinoamericana sobre un hu- La historia nos exige ratifica- mo objetivo, como programa que
manismo nuestro (Guadarrama) ción del humanismo, como pro- asciende a la práctica de forma
desprendido de las luchas contra yecto emancipador, porque es inconfundible y convertido en
el colonialismo, la alienación y la necesario y útil no sólo para una carne de la lucha hasta alcanzar
exclusión, historia que posee he- crítica “relowded” contra el capi- su punto de no retorno en lo in-
rencias extraordinarias cocinadas talismo, sino porque impone una mediato (Chávez).
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Una revolución cultural llamada humanismo

Tal humanismo entraña la tras deudas por la unidad y la or- peranzas de luchar contra las ter-
conciencia de su deseabilidad, ganización de los pueblos (Perón, giversaciones y para ampliar las
su posibilidad y sus realización Puiggros, Jaramillo). libertades, la igualdad y justicia
(lo deseable, lo posible y lo rea- No se trata de un humanismo social. Humanismo, democrático
lizable: Sánchez Vázquez) porque reformista o anestésico ni decora- y pleno, de seres humanos libres y
hace evidentes los valores que tivo, de lo que se trata es de trans- creadores (Althuser).
dignifican a la especie humana formar el mundo existente y no de Insistamos. Se trata de una
que renueva su moral de lucha, conservarlo o de conciliarse con concepción del humanismo liga-
es decir revolucionario, que es su él (Mondolfo). Entonces se tra- da a la crítica social. No un hu-
más alto peldaño (Ché) y pone al ta de un humanismo como pro- manismo abstracto o filantrópico
alcance de toda comprensión el grama de lo inmediato capaz de burgués, no reducido a punto de
valor de su consolidación inme- elevar la conciencia, con reivin- vista gnoseológico, sino activado
diata. Irrefutable y valioso porque dicaciones de libertad, igualdad, como una acción social transfor-
justifica su naturaleza axiológica justicia y democracia hasta pasar madora. Humanismo real “recar-
en la superioridad de sus valo- de los buenos deseos a su realiza- gado”. Humanismo de una nueva
res contra todo sistema opresor ción concreta. Humanismo para (renovada) integridad moral, éti-
y explotador. Porque moviliza a cambiar el modo de producción y ca y estética necesariamente his-
todos hacia una meta que puede las relaciones de producción. Hu- tóricas y sociales para la acción
ser alcanzada si saldamos nues- manismo para no perder las es- en el corazón, la panza y el cere-
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Una revolución cultural llamada humanismo

bro de las relaciones sociales. Hu- lidad concreta, de lo verdadera- relaciones sociales. Eso requiere
manismo de un tiempo y un lu- mente creador y proyectil contra un humanismo producto de su
gar concretos para la Revolución la mediocridad, el vacío espiritual propia praxis transformándose
cultural y científica que permita y el “gusto” banal… humanismo también en sus propias circuns-
asumir la realidad en términos de para elevar la conciencia de la tancias. Humanismo pleno, his-
significación, esta vez, transfor- realidad con sus propios medios tórico y creador. Tal humanismo
madora del mundo (Mészáros). colectivos. no pudo nacer sino en el corazón
Expresión crítica de la histo- Humanismo atento a la dia- mismo de la barbarie capitalista,
ria, sus procesos políticos y eco- léctica cultural de las luchas en- es su contradicción más aguda.
nómicos… la ideología de la clase tre las clases sociales y sensibles a Está llamado a ser fuerza emer-
dominante. Humanismo como la la dialéctica, realmente existente, gente superadora de una etapa
medida que refunda la fe objetiva del internacionalismo y los senti- histórica mayormente “deshuma-
en mundo humano, capaz de hu- mientos nacionales. Humanismo nizada”, vergonzosa y macabra.
manizar cuanto toque. O en otros por la vida y contra todo los que Humanismo que debe recoger lo
términos, humanismo donde la la corroe, la destruye o la depri- mejor de los seres humanos para
potencia de lo humano sea crea- me. Humanismo como ética de la hacerse nuevo en nosotros y con
ción que se despliega renovada e resistencia. También. nosotros. Humanismo como una
ilimitadamente. Humanismo ex- La esencia humana reclama su concepción lógica de la política y
presión de libertad, de espiritua- emancipación revolucionando las como ética de lo colectivo. Una
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Una revolución cultural llamada humanismo

idea de lo humano que, por tan-


to, al no echar la filosofía por la
borda, permite distinguir con cla-
ridad los territorios de sus luchas
más concretas e inmediatas. De lo
que se trata es de acrisolarlo en la
praxis. Estamos a tiempo.

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BIBLIOGRAFÍA
• Buen Abad, F. (2019). Una revolución cultural llamada humanismo. Insurgente. Recuperado
de: https://insurgente.org/fernando-buen-abad-humanismo-urgente/

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FERNANDO BUEN ABAD
DOMÍNGUEZ (MÉXICO 1956)

Fernando Buen Abad Domínguez Mundial de Estudios Semióticos.


nació en Ciudad de México en Miembro de la Red de Intelec-
1956, es especialista en Filosofía tuales y Artistas en Defensa de
de la Imagen, Filosofía de la Co- la Humanidad. Rector-fundador
municación, Crítica de la Cultu- de la Universidad de la Filosofía.
ra, Estética y Semiótica. Licencia- Actualmente es Director del Cen-
do en Ciencias de la Comunica- tro Universitario para la Informa-
ción, Máster en Filosofía Política ción y la Comunicación Sean Ma-
y Doctor en Filosofía. Miembro cBride y del Instituto de Cultura y
del Consejo Consultivo de Tele- Comunicación de la Universidad
SUR. Miembro de la Asociación Nacional de Lanús.

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