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Créditos
Traducción
The Engels
Mary
OnlyNess
Página 3
Corrección
Sand
Diana
OnlyNess
Lectura final
Sand
Diana
Índice
Créditos Capítulo doce:
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Capítulo tres: Capítulo diecisiete:
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Las largas noches e intensas sesiones de estudio que pasamos
juntos me desvían de mi juego. Te deseo, y lucho conmigo mismo todos
los días por este hecho.
Odias los lunes, así que todos los lunes dejo un poema anónimo en
tu bolso y tu sonrisa me ayuda a pasar la semana.
Xo, Zach
Capítulo uno
Jesús.
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—Mamá, no vamos a discutir eso. Límites. ¿Recuerdas? Ya hemos
hablado de eso.
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lejos del campus, eres una costumbre que hemos adoptado. Una que estoy
empezando a replantearme rápidamente.
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dirección en la oficina de asesorías académicas. Así que, mientras los
asesores que trabajaban para mí ayudan a los estudiantes universitarios
a transferir créditos e inscribirse en cursos, yo superviso al puñado de
estudiantes de postgrado que tenemos cada año, tomando un interés
personal en su éxito. Es un trabajo bastante discreto que me permite
trabajar en el libro que he estado escribiendo durante los últimos dos
años.
Asiento.
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Capítulo dos
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alcanza una cerveza. Me mudé al lado hace unas semanas. Ambas estamos
a punto de empezar nuestro programa de maestría, yo en poesía y ella en
no ficción creativa, pero ahí es donde terminan nuestras similitudes. Mi
vida tiene muchas complicaciones y responsabilidades adicionales como
resultado de un error que Jodee no cometió. Sé que no lo entendería, pero
hay un indicio de ansiedad subyacente, que siento por estar lejos de casa.
Pero como obtuve una extraña noche libre antes de que las clases
comiencen el lunes, y Jodee no entiende la idea de que esté sola en casa
un viernes en la noche, aquí estoy.
—Los chicos son tan raros —digo, mientras dos chicos de aspecto
pijo empiezan a arrojarse cerveza frente a nosotras.
Sé que tiene razón, así que no digo nada. Desde que Jason me dejó
repentinamente no he sido la misma. Especialmente alrededor de los
chicos. Tal vez, si me hubiera dado una razón con la cual seguir adelante,
pero simplemente dijo que no estaba funcionando, que era "él, no yo”. Es
una tontería, como si todo el tiempo que estuvimos juntos no hubiera
significado nada, y sólo me hizo enojar más que pasó el mes pasado.
Hicimos muchos planes juntos durante nuestra relación de un año, pero
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no me di cuenta que Jason también hizo sus propios planes. Y uno de
ellos fue dejarme poco después de cumplir los veinticuatro años.
—Mira, sé que no estás feliz de estar aquí ahora mismo, pero creo
que esto ayudará. —Me sujeta del brazo con emoción—. Ya sé. Deberías
conectar con uno de estos chicos. Esa es la mejor forma de superar a un
ex. Te ayudaré a encontrar a alguien.
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Comienzan a caminar hacia nosotras, pero aún no nos han visto.
Por suerte, están siendo distraídos por alguien a quien Jason conoce. Me
siento como si me hubiera quedado muda, mi mente está totalmente en
blanco. Afortunadamente, Jodee interviene.
1
Shawshank hace referencia a la película Shawshank Redemption. Andrew Dufresne, vicepresidente de
un importante banco de Portland, Maine, es juzgado por el crimen de su esposa y el amante. A pesar de
que insiste con su inocencia, las pruebas son motivo suficiente para que el juez lo condene a cumplir dos
cadenas perpetuas en la prisión estatal de Shawshank. Logra escapar tras pasar 19 años construyendo
un túnel en la pared de su propia celda.
—¿Estás segura? De verdad, entiendo si no quieres estar aquí, los
ex son una pesadilla. —Los ojos preocupados de Jodee continúan
escudriñando mi rostro en busca de cualquier signo de duda. Sé que sólo
se preocupa por mí, pero su preocupación me hace sentir aún más
decidida.
—Si tú lo dices…
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frío?
—Poppy…
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Jason y su nueva puta.
2
Abercrombie & Fitch es una compañía de moda estadounidense. Maneja varias marcas muy
importantes como por ejemplo Victoria's Secret, Clavin Klein, Lacoste,Tommy Hilfiger entre otras. Y es
muy reconocida por sus modelos representantes.
Conteniendo mi coraje para lo que estoy a punto de hacer, me tomo
un momento para recomponerme, y aclaro mi garganta.
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estoy tan profundo en esto que no fue una opción en el instante en que
nos miramos fijamente.
—Claro.
—Soy Poppy.
—Zach.
La forma en la que me mira hace que se me seque la boca, y es
demasiado fácil imaginar sus manos haciendo exactamente lo que sus
ojos acaban de hacer, recorrer arriba y abajo mi cuerpo, llegando a mí…
Me quedo aturdida por mi intensa reacción.
—Me gustan las mujeres que saben tomar el control —dice, y los
latidos de mi corazón se elevan un poco. Trago. Zach vuelve a mostrar esa
sonrisa baja bragas y me conduce a través de la multitud, pero el lugar
está atestado, todos están como sardinas enlatadas empapadas de
feromonas. Se inclina y agarra mi mano, enviando mariposas a la boca de
mi estómago.
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Después de conseguir nuestras bebidas, optamos por prescindir del
sofocante interior y nos trasladamos al patio trasero. Es imposible no
darse cuenta de lo romántico que es estar aislado en un rincón del patio,
—Por lo general, tengo que trabajar un poco más duro que esto para
ligar con una chica —dice Zach, y sonrío.
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Parece imposible, pero el rostro de Zach es más hermoso cuando se
vuelve serio. Sus ojos son más penetrantes y sus carnosos labios se
separan.
Lo miro fijamente.
Asiento.
—Más o menos.
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—Josh es un buen chico. Mañana tendrá una gran resaca, pero no
hará nada estúpido. Y ya robé las llaves de su auto cuando llegué aquí.
—Entonces, dime, ¿hay cosas que debo saber sobre mi nueva cita…?
¿Pasatiempos? ¿Intereses? ¿Extraños fetiches?
Sonrío.
—Los fetiches son más bien un tema para la segunda cita. En cuanto
a pasatiempos... —Me encojo de hombros—. Leer libros. Estoy intentando
escribir uno.
Zach devuelve fácilmente mi sonrisa. Es una locura lo natural que
se siente nuestra conversación.
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Zach cambia de tema y saltamos de un tema a otro, encontrando más
cosas en común como ya lo hemos hecho.
Asiento.
—Son ellos —le siseo a Zach. No estoy segura de qué hacer. ¿Actuar
como si nada? ¿O debería agarrar la mano de Zach? De repente, toda esta
idea parece un poco dramática. Pero Zach tiene su propia idea. Justo
cuando mi ex polla de lápiz está a punto de mirarnos, Zach gira mi rostro
hacia él. Su cálida mano descansa en mi mejilla y lo miro sin poder hacer
nada.
3
Vanderburg es una comunidad ubicada dentro del municipio de Colts Neck en el condado de
Monmouth, Nueva Jersey, Estados Unidos.
Al instante, sé que sus labios están a punto de descender sobre los
míos, y mis ovarios hacen un pequeño baile feliz. De repente, venir a esta
estúpida fiesta me parece la mejor idea.
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mis piernas. Sus fuertes manos descansan en mis caderas, me acercan aún
más y tengo que contenerme para no gemir.
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—Sí —añado, en voz baja y tocando con los dedos mis temblorosos
y aún húmedos labios.
Miro a Zach.
—Um, gracias —tartamudeo, sin saber qué más decir. Este chico es
como un orgasmo en dos piernas, y estoy teniendo dificultades para
mantener la calma.
—¿Ya estamos rompiendo? —Sonríe, y justo cuando estoy
recuperando la sensación en mis piernas, me derrito de nuevo.
Le regreso la sonrisa.
—Eso parece.
—Al menos debería llevarte a una cita real alguna vez. —Esa sexy y
profunda voz casi me deja sin aliento.
—No sé si sea una buena idea… —Le ahorro la charla sobre como
acabo de salir de una relación, y como quiero aplicarme y concentrarme
en lo que escribo, y en todo lo demás… y lo dejo así. Tiene que saber que
el rol ficticio que le pedí interpretar esta noche es explicación suficiente
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de que una relación, maldición, incluso una cita, es algo que estoy
evitando, como la peste.
Aunque lo último que quiero hacer es alejarme del chico más sexy
que conozco, me obligo a decir:
Asiente.
—Entiendo.
—Quién sabe, si está destinado a ser, tal vez nos veamos de nuevo.
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algo parecido a ese beso en toda mi vida y estoy casi segura que nunca lo
volveré a sentir. A pesar de la opresión en mi pecho y la comprensión de
que los rayos no golpean a menudo dos veces en el mismo lugar, sé que
tengo que encontrar una forma de sacarlo de mi cerebro, porque
realmente no hay espacio para otro chico en mi vida. Con Connor es más
que suficiente, ¿verdad?
Capítulo tres
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Apenas me estoy recuperando de mi última relación y ahora aquí
estoy suspirando por alguien a quien probablemente nunca volveré a ver.
Esta es una universidad de diez mil estudiantes. Nunca logramos discutir
su programa de estudio antes de que me lanzara de cabeza a la lujuria
con ese beso. Las probabilidades no están a nuestro favor. Y si es una
estudiante, probablemente no debería haberla usado como material de
placer todo el fin de semana, pero lo hice.
Demándame, joder.
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esperaba, rasposo y seductor. Me gustó de inmediato. Podría haberla
escuchado hablar por horas, Recitando a Tolstoi o el jodido alfabeto para
el caso. Sólo quería estar cerca de ella.
Es Poppy.
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Sus ojos marrones se encuentran con los míos, de la misma forma
que lo hicieron en la fiesta, pero esta vez, en lugar parpadear con interés,
los veo abrirse con sorpresa. El color desaparece de sus mejillas, mientras
me permito darle una rápida mirada, esta vestida más casual que la noche
del viernes, lleva vaqueros y camiseta, y un toque de brillo de labios rosa
que no puedo evitar imaginar manchado mi polla.
Parpadea, sus mejillas ahora tienen un bonito tono que coincide con
sus labios. Esos labios… Cristo. Ahora están separados mientras inhalaba
lenta y temblorosamente.
—¿Entramos?
Está anclada en el lugar.
—Toma asiento.
—Lo siento, tiene que haber alguien más con quien pueda trabajar.
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—Sus ojos recorren mi oficina, negándose a posarlos en mí. Espero
pacientemente a que sus ojos vuelvan a encontrarse con los míos.
Electrizante. Ella inmediatamente mira sus manos.
No puedo evitar notar la forma en que sus ojos vagan por mis
antebrazos o por la tinta que los decora. Varias citas, poemas cortos que
he escrito, la prosa de mis filósofos favoritos garabateadas en latín. Mis
tatuajes son muy personales y al instante me arrepiento de exponer tanto
de mí. Soy el tipo de chico que necesita tocar algo para entenderlo, pero
en lugar de pasar la punta de mis dedos sobre las palabras y dejar que
me castiguen, quiero tocar a la joven sentada frente a mí en un intento
desesperado por entenderla.
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después de que prácticamente te rogué que fueras mi novio falso por una
noche, y después, bueno, ya sabes.
—¿Saber qué?
Me encojo de hombros.
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—Considéralo una bienvenida al programa. ¿Qué te gustaría?
Pido dos tazas grandes de café y dejo una propina de diez dólares
en el frasco para el buen karma. Poppy ya se instaló en una pequeña mesa
en la parte trasera de la tienda. Me uno a ella, y deslizo su taza en la mesa.
Sonríe.
Aun así, ansío ver su poesía. Ver sus palabras en una página, en
negrita y exponiendo porque estoy seguro que eso pasará. Me muero por
saber qué escribe. Si es algo mundano como el cambio de las hojas
otoñales, o algo serio como la relación con su padre, o algo romántico
como enamorarse. Me pregunto si después de su ruptura, su escritura se
volvió oscura y malhumorada, hablando de un corazón roto.
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Sé muy poco de ella, Poppy es una chica seria, pero también quiero
saber si tiene un lado más suave y romántico. Un lado imprudente.
Mierda, no sé qué tiene esta chica que quiero conocer todos y cada uno
de sus ángulos, examinarlos a la luz de la luna. Estudiarlos al amanecer
mientras se despierta a mi lado.
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—No los aparentas.
Asiento.
Tengo la sensación que espera que le diga que no, o que no estoy
listo, o que no estoy interesado. Pero ninguna de esas cosas es verdad.
—Aún no. Pero con suerte algún día no muy lejano ¿Qué hay de ti?
¿Cuántos años tienes?
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Capítulo cuatro
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Connor tiene una fiesta de pizza con su equipo de fútbol esta noche
y mis padres se ofrecieron a llevarlo. Me detengo en el porche delantero
y saludo a mis padres a través del parabrisas mientras Connor sube al
asiento trasero.
Ellos se han visto con Connor un par de veces y son muy amables
con él y comprensivos con el hecho de que soy principalmente una
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persona hogareña.
Gracias a Dios. Después del día que tuve, me vendría bien un cóctel.
O tres.
—No creo que eso exista —dice Jodee, siendo la más práctica.
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—Cariño, soy fabulosa.
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mejor”.
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Nos partimos de la risa y apenas nos calmamos, decidimos empezar
a preparar la cena. Jodee es vegetariana libre de lácteos, y Kody es vegano,
actualmente estoy en una de esas dietas de moda donde comes alto
contenido de proteínas y carbohidratos. Pensé que sería un milagro
encontrar una comida que todos pudiéramos comer, pero por suerte, es
el "día de las trampas" de Kody, así que compré ingredientes para algunos
de mis platos favoritos; mi mejor amiga en la universidad también era
vegana, así que sé prepararla. Como rara vez salía, a menudo cocinábamos
juntas en casa de mis padres y disfrutábamos la noche. Esta noche,
estaríamos comiendo "zoodles4" con pesto y crumbles de soja y bocados
de coliflor con queso azul vegano.
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Los zoodles no son más que un trampantojo culinario. Se trata de verduras, sobre todo calabacines y
zanahorias, cortados de tal forma que parecen espaguetis o noodles, de ahí su nombre. Ni noodles, ni
tallarines, es una mezcla de ambas cosas, pero sin carbohidratos. Tendencia en comida vegana.
Mientras mezclo el tahini5, el jugo de limón, el ajo y el vinagre en un
tazón, mis caderas se aprietan contra el mostrador y tengo un repentino
recuerdo de Zach acercando mis caderas contra las suyas mientras nos
besábamos. Me quedo sin aliento mientras me atraviesa un repentino
destello de deseo. El latido de mi corazón se acelera mientras imagino su
cuerpo grande y musculoso contra el mío, sus manos fuertes
rodeándome, levantando mi camisa sobre mi cabeza y quitándome el
sostén mientras su lengua se mueve desde mi boca, a mis hombros y
finalmente llegando a mis pechos. Mierda.
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que tiene que ser un completo desastre?
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El tahíni es un nuevo ingrediente de la cocina mundial, es una pasta hecha a base semillas de sésamo.
Estas contienen propiedades nutritivas y curativas, importantes para el perfecto desarrollo del
organismo. Es por ello que es muy utilizado en las dietas vegetarianas.
—Esto está muy bueno, Poppy —añade Jodee, sumergiendo un
trozo de coliflor en el queso azul vegano—. Por cierto, ¿cómo te fue en la
reunión con tu asesor?
Mierda.
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—Bueno. —Trago—. Es mi asesor.
—Detente —dice Jodee en voz alta, girándose hacia mí con los ojos
muy abiertos y la boca formando una O perfecta—. ¿Al que besaste?
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Trago. Tal vez sea el tequila, pero dije más de lo que pretendía.
—Las cosas pasan por una razón, Poppy ¿No crees en las almas
gemelas?
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—Sólo léelo en voz alta —exige Kody, inclinándose y tomando un
sorbo de su chupito de tequila.
Poppy,
Siempre es un placer,
Zach.
Los miro|.
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detiene—. ¿Qué hora es?
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nacionales de libros, así que entrar a la oficina de Clybourne a una reunión
se siente como caminar en tierra sagrada. Con lo impuros que han sido
mis pensamientos últimamente, sé que mi primera reunión del año con
Clybourne será más difícil que la última semana y media.
Todos mis asesorados son talentosos: tienes que serlo para ingresar
a esta universidad, pero me preocupa que mi cabeza se quede en blanco
de repente, de la forma en que suele hacerlo cada vez que sale a relucir el
tema de Poppy.
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Clybourne asiente, estirando el cuello sobre el escritorio para ver la
lista de nombres.
Magnifica recuperación.
—Es una de las estudiantes más publicadas que hemos tenido en el
programa en mucho tiempo. Confío en que tendrás especial interés en
alimentar su talento. Podría significar grandes cosas para la universidad
—dice Clybourne.
—Por supuesto.
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Zach,
Saludos, Poppy.
Poppy,
Zach.
Tengo una hora completa antes de mi reunión con Poppy, mucho
tiempo para revisar todos estos correos electrónicos, pero en cambio
cierro mi bandeja de entrada. No hay ninguna posibilidad en el infierno
de que termine ningún otro trabajo sabiendo que estaré a una mesa de
distancia de la mujer con la que he estado fantaseando por más de una
semana.
Recuerdo lo que dijo sobre los lunes, lo mucho que los odia. Tal vez
pueda mejorar un poco este. Abro mi folio y arranco cuidadosamente un
trozo de papel ¿le escribo algo demasiado cliché? A la mierda. Tengo una
hora para crear un poema que pueda poner la más mínima sonrisa en esa
boca con brillo de labios rosa.
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clase o saca su billetera en la tienda de comestibles. Por otra parte, tal vez
nunca sospeche que es mío.
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Cuando se dirige al mostrador a hacer su pedido, me inclino a un
costado de la mesa y meto la nota en su bolso.
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respuesta.
—Ese soy yo. Sólo su amigable asesor sexy. —Me muero por saber
qué más les dijo Poppy.
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¿Y yo? No puedo borrar la sonrisa de mi rostro.
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Bebo un sorbo de café y observo a Poppy. Su incomodidad es
evidente y de repente me siento como un gilipollas. Esto ya no es un
divertido y no quiero hacerle daño.
—Tu amiga es dulce e inteligente, y estoy seguro que está lista para
seguir con nuestra reunión, así que por muy entretenido que haya sido,
tendrán que disculparnos.
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Trago, sintiéndome como un idiota.
—No lo hago.
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Theodor Seuss Geisel fue un escritor y caricaturista estadounidense, conocido por sus libros infantiles
escritos bajo su seudónimo, Dr. Seuss. // Jerome David Salinger fue un escritor estadounidense
conocido principalmente por su novela El guardián entre el centeno, que se convirtió en un clásico de la
literatura moderna estadounidense.
Parece el personaje de una novela de Dickens: inocente, inteligente,
con un rico trasfondo y un deseo de hacer el bien en el mundo.
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Capítul seis o
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Acostada en mi cama, siento una mezcla de arrepentimiento y
ansiedad, deseo que las cosas vuelvan a ser como antes de conocer a Zach,
todo se ha vuelto tan complicado. Aunque lo he pensado, sé que
realmente no es lo que siento.
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pequeñas orejas cerca. —Miro directamente a la sala de estar.
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Rosas de carmesí
Cielos de azul
La belleza de la naturaleza es nada comparada contigo.
¿Sabes cómo me afectas?
No creo que lo sepas.
Si tuviera la oportunidad, creo que podría amarte.
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Guardo el poema en mi bolso, sonriendo. Al menos una cosa buena
sucedió esta semana.
Sí, pienso, exhalando un suspiro de alivio, estoy más que lista para
salir de esto. Llega otro mensaje.
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Como si pudiera leer mis pensamientos, Zach vuelve a enviar un
mensaje de texto.
Su respuesta es inmediata.
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seriamente que esto funcione, basándome en cómo han sido mis otras
conversaciones con Zach. Intento imaginar lo que le diré para dejar claro
mi punto de vista ¿le confieso y le cuento lo de Connor? Soy una persona
privada y la idea de compartir tanto de mi vida con él me parece
demasiado. Pero si voy a reunirme con él para discutir esto, necesito una
idea sólida de lo que le diré antes de que la presencia de Zach lo confunda
todo.
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—Siento haber estado de mal humor antes, pero necesito su ayuda.
—Me detengo—. Con Zach.
Les cuento sobre nuestra conversación por texto y sobre cómo Zach
quiere hablarlo conmigo en persona.
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Nunca conté con que nuestro nuevo hogar viniera con dos nuevos
amigos que fueran tan dulces, comprensivos y que parecían estar
interesados en nosotros.
—Buenas noches.
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Kody descorcha el vino y nos sirve una copa a cada uno. Cuando
todos tenemos nuestra bebida en la mano nos sumergimos en el debate.
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Entonces, un pensamiento me golpea.
—Yo también he estado preocupada por eso… todo esto del amor
prohibido puede hacer que las cosas parezcan más sexys de lo que
realmente son —dice Jodee en voz baja, sacudiendo la cabeza y mirando
al suelo.
—¿No se han chupado ya la cara? Ya sabes mejor que nadie que hay
química. —Kody va al grano, sin delicadezas.
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duro para entrar a este programa, ¿y ahora estoy pensando en tirarlo por
la borda por un chico al que besé una vez? Contrólate, Poppy. A ponerse
las bragas de niña grande de aquí en adelante. La adultez apesta, pero es
lo que necesito ser.
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tardo unos minutos en deshacerme, jadeando el nombre de cierto asesor
caliente.
Capítulo siete
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—¿Sí? ¿Lo ves en mi aura? —Pregunto, con un suspiro de
complicidad. Esto será más fácil si sólo le sigo la corriente. Ella es como
un perro con un hueso. Si siente que algo me pesa, no lo dejará pasar
hasta que lo cubra desde todos los ángulos posibles. Pero la cosa es que
no estoy estresado, no de la forma en que mi madre piensa que lo estoy,
al menos. Estoy interesado en uno de mis asesorados más de lo que tengo
derecho a estar. Se supone que estudiáremos literatura juntos. En vez de
eso, quiero sacarla de la estantería, abrirla y leer la mierda fuera de ella.
—Soy tu madre. No necesito leer tu aura para ver que tienes algo en
mente. Es una chica. Por favor, dime que es una chica. —Casi solloza
emocionada, tamborileando los dedos sobre la mesa—. O un chico. Apoyo
todo tipo de sexualidad. Tú lo sabes. Dono a la Campaña de Derechos
Humanos todos los meses.
—Lo sé, mamá. —Sonrío, tratando de no poner los ojos en blanco.
Es adorablemente progresista—. Sí, es una chica. Puede que haya
empezado o no… —Hago una pausa—. Cortejando a una chica a la que
probablemente no debería.
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—¿Una especie? Es como si alguien dijera que está como
embarazada… o lo está, o no lo está, así que, ¿Cuál es? —Sus cejas se
alzan en esa forma de… no le mientas a tu madre.
—Zachary, mírate. ¿Qué otro libro podría querer leer? —Me guiña
un ojo—. De nada por los buenos genes, por cierto.
—Ella no quiere llevarlo más allá del beso que nos dimos en una
fiesta.
—No quiero saber qué significa esa frase. —Hago una mueca—. No
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creo que le guste eso. —Es una de las muchas cosas que me gustan de
Poppy. Ella es fuerte en sus convicciones. Dudo poder cortejarla y llegar
a un acuerdo. Y no quiero someterla a mi voluntad. Sólo quiero que ella
me quiera, así como yo la quiero a ella.
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Mi teléfono suena. Reviso el mensaje.
Hablando del diablo. Es mi padre. Por años tuve una relación tensa
con él. Es mucho mayor que mamá, diecinueve años mayor que ella, y para
ser honesto, creo que nunca superó la pérdida de su primera esposa. Mi
madre fue el desafortunado rebote con el que intentó recuperar su
felicidad. Pero, un desacuerdo de más, y mi madre empacó nuestras
maletas, jurando que ya no lo necesitábamos.
—Eres un buen chico, Zachary —dice. Miro hacia atrás por encima
del hombro para captar una sonrisa de complicidad. Tal vez ella sabe más
de lo que pensé. Ella usualmente lo hace.
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Llamo a su puerta y espero hasta que responda. Escucho pasos
adentro y luego se abre la puerta para revelar a mi padre, tal como lo
recuerdo siempre: una chaqueta de lana gris, camisa con botones y
cabello blanco, con la raya bien delineada a un lado, con un aspecto
elegante, incluso a sus sesenta y nueve años.
Asiento.
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Está claro que mi padre es un cliente habitual aquí. Interesante.
—Por supuesto.
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sonido de las mujeres parlanchinas en este idioma lejano lo devolvieran
a una mejor época en su vida.
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fuera de los límites. Y mis planes de mudarme a Nueva York el próximo
año para dedicarme a escribir a tiempo completo será otro problema. Hola
espada. Conoce a la pared.
Capítulo ocho
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compensar la reunión desperdiciada que tuvimos en la que no hicimos
nada.
Niego.
Asiente.
—Genial. Ludwitz parece insensible, pero realmente es un buen
tipo. Sin embargo, es muy particular en cuanto al número de palabras, así
que presta atención a eso. Y hazme saber si tienes preguntas.
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mañana, ¿qué intenta hacer? Aunque no hay ninguna regla en contra de
que los estudiantes y asesores salgan a almorzar juntos, todavía se siente
que podría estar llevando las cosas demasiado lejos.
—Fue muy distractor. —Me lanza una sonrisa burlona y mis rodillas
se debilitan. Eso no fue lo único que nos distrajo durante nuestra reunión.
Zach está vestido informal con una camisa azul de botones y un pantalón
oscuro, que parece estar hechos a medida para mostrar su asombroso
cuerpo. Su cabello oscuro, como siempre, es la mezcla perfecta entre
estilo y desordenado. Se pasa una mano sobre este en ese mismo
momento, como si supiera lo que estoy pensando. Mierda. ¿Por qué siento
que me quedo sin aire cada vez que él hace eso? Trago secamente.
—Supongo que necesito comer. —Me encojo de hombros,
intentando sonar casual a pesar de mis pensamientos. Es sólo un
almuerzo, me digo. Y tiene razón, me muero de hambre.
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Mientras caminamos por la calle siento la misma tensión de antes.
Sé que tengo que decir algo. No puedo sentarme durante todo el almuerzo
sin al menos reconocer lo que me envió en el mensaje de texto. Mi
estómago se siente como si estuviera lleno de plomo y mis manos
empiezan a temblar tanto que tengo que meterlas en los bolsillos. Es
ahora o nunca. Me detengo a mitad de camino.
Justo cuando creí que estaba llegando a él. Pongo las manos en mis
caderas.
—Sin beneficios.
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—Hmm. —El sonido es tan profundo y sexy—. Supongo que no
ayuda que quiera follarte. —Pone un falso rostro serio—. Platónicamente,
por supuesto.
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Zach me conduce unas cuantas cuadras por la calle hasta un
restaurante de sushi que cuenta con un almuerzo especial. Mientras
miramos el menú, mi estómago hace otro fuerte gruñido. Los dos
empezamos a partirnos de la risa.
—Estoy escuchando.
Se ríe.
—Siempre me ha gustado, desde que era niño. Creo que era más
fácil expresarme de esa manera que decirlo en voz alta. Y cuando fui a la
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universidad, no tenía idea en qué quería especializarme, simplemente caí
en eso. Estudié Literatura Inglesa y después terminé mi maestría en
escritura creativa aquí en Vanderburg hace un par de años.
Se ríe.
Siempre me gustó leer, pero creo que tener un bebé a tan temprana
edad me empujó más hacia mi hobby: era algo divertido que aún podía
hacer, era fácil sostener a un bebé en un brazo y un libro en el otro.
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Entonces mi escritura fue una extensión natural desde ahí.
Necesitaba una manera de expresarme, y como no estaba saliendo con la
gente cool, o incluso socializando mucho, puse todos mis pensamientos
y sentimientos en un papel. Sólo tenía tiempo para piezas cortas, y la
poesía fluía naturalmente.
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Tomo una respiración y bajo mis palillos.
Sus rodillas rozan las mías bajo la mesa. Pero en lugar de alejarme
como esperaba que lo hiciera uno de nosotros, no encuentro la voluntad
de hacerlo.
Mi corazón salta a mi garganta y mi pulso empieza a acelerarse.
Zach se ríe.
Estiro el cuello para ver a la chica a la que está apuntando con uno
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de sus palillos.
Arrugo mi nariz.
—No me hables con ese tono de voz. Sabes que tengo razón.
Maldición.
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Su boca se crispa con diversión.
Levanto mis palillos, y cuando miro hacia abajo, me doy cuenta que
ya terminé todo mi pedido.
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Capítulo nueve
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La fantasía de anoche fue particularmente vívida: Poppy se retorcía
en mi cama mientras yo le daba placer con mi boca, mis dedos, mi polla.
El sonido de ella gimiendo mi nombre, la visión de ella sin aliento y
jadeando por mí, parecía tan real. Lo suficientemente real como para
despertarme con una persistente sensación de culpa.
«Te veo»
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Chejov. No es mi estilo.
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permanecen fijos en los míos, tan íntimamente, sin vacilar. Su aliento
queda atrapado en su garganta, y su mirada por un segundo se desvía a
mis labios antes de que pueda controlarse.
—No debería.
—Vamos.
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alrededor mientras ocupamos nuestro lugar en la fila.
—A ver qué tal —dice con la galleta apoyada en sus perfectos labios.
No puedo apartar la mirada mientras da un gran mordisco.
Entonces realmente no puedo mirar a otro lado mientras cierra sus
párpados y el maldito gemido más sexy que jamás haya escuchado sale
de su garganta. Abre los ojos, sus pupilas están dilatadas y fijas
directamente en las mías. Una pequeña gota de chocolate queda justo
debajo de su labio inferior. Tengo que darle un mordisco a mi propia
galleta para evitar inclinarme y lamerla.
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chica son absolutamente fascinantes.
—Qué bonita vista es esta —dice una voz familiar. Me doy la vuelta
para ver a mi madre, de pie, cerca, con su habitual pedido de café en una
taza para llevar. Nos sonríe ampliamente, con ojos risueños.
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—¿Disculpe? —Chilla Poppy.
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darme más material para mi próxima cita con el terapeuta? —Pregunto
secamente.
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preguntándose si es verdad. Tal vez, incluso, me imagina acariciándome
la polla mientras pienso en ella. Y maldita sea si la distancia entre
nosotros no disminuye lentamente, hasta que su brazo roza el mío y
nuestras rodillas se tocan bajo la mesa.
Zach, uno.
Niego.
—Sólo pienso.
—¿En qué?
—No puede hacer daño mirar, ¿verdad? Sólo necesito saber para qué
debo tener los ojos bien abiertos ¿Pensaste en algo más?
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—Tu mamá parece ser una buena opción. —Ella menea las cejas y
yo suelto un gemido y levanto mi vaso de leche hacia ella.
—Dios santo.
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palabras, pero no las digo en serio. Sólo hay una chica que me interesa.
Nadie más importa.
—Sé que soy divertida. —Devuelve el disparo—. Pero ¿qué más hay
en el perfil de citas? Tiene que ser inteligente, divertida y con senos
razonables. Si eso fuera todo, ya estarías casado y tendrías cinco hijos.
—Ella puede ver lo que quiera, sólo que también necesita saber leer.
—Modifico.
Página 94
—Oh, vamos. Dime. —Ella insiste.
—Tal vez aventurera no sea la palabra. Pero no puedo lidiar con una
mojigata. Quiero a alguien que no se quede ahí tumbada y haga ruido de
vez en cuando, ¿sabes? —Me encojo de hombros—. No me interesa una
vida sexual tibia. Es demasiado importante.
7
Chaucer: Geoffrey Chaucer fue un escritor, filósofo, diplomático y poeta inglés, conocido sobre todo
por ser autor de los Cuentos de Canterbury.
8
TMZ es un sitio web estadounidense dedicado a las noticias sobre celebridades.
Poppy parpadea y el bonito rubor que antes cubrió sus mejillas está
de regreso.
Página 95
—Correcto. —Asiento, ignorando la punzada de decepción. Esta
conversación se estaba calentando.
—¿Qué pasa?
9
OkCupid es un sitio web de contactos, amistades y redes sociales en línea, con sede en los Estados
Unidos, que opera en todo el mundo.
—Así no es como funciona este arreglo —contesto—. Yo doy las
tareas. No realizo la tarea. —No es del todo exacto, sólo oriento su trabajo,
pero dejo en claro mi punto de vista.
Página 96
—Hay muchos poetas talentosos en el programa ¿Cómo sabes que
es un chico?
Página 97
Capítulo diez
Página 98
—¿A dónde? —Pregunto, luchando por mantener la molestia lejos
de mi voz. Tengo tres coladas de ropa por doblar, una cena por hacer, y
se supone que tengo que leer cuarenta páginas de este libro antes de la
clase de mañana y llegar preparada para discutirlo. En este momento,
para lo único que me siento preparada es para discutir lo horriblemente
cansada que estoy.
—¿Lo leíste?
Página 99
—Por favor mamá, ¿podemos ir? ¿Por favor? —La dulce mirada
marrón de Connor se encuentra con la mía y es toda la persuasión que
necesito. Un pequeño descanso y un poco del sol de la tarde nos vendría
bien.
Página 100
Pero me niego a dejar que esta tarde se trate de Zach, el asesor
académico al que quiero montar como a un toro de rodeo. Ni siquiera sabe
sobre Connor, y aunque eso me molesta, en un nivel extraño, también me
gusta. Me gusta que para él yo sea una estudiante de postgrado normal,
una chica que le atrae. Es agradable no sentirme como una madre por
cinco segundos. Sé que eventualmente se lo diré, pero no estoy segura
cuándo podría ser. No necesitamos compartir cada cosa íntima y personal
entre nosotros, ¿verdad?
—Parece tan lejano, pero sé que va a pasar muy rápido —dice Jodee,
sorbiendo su sidra—. ¿Qué crees que quieres hacer después de la
graduación?
—Quiero escribir, pero también quiero seguir creando contenidos
paralelamente, es un dinero extra —digo, envolviendo la bufanda de lana
más apretada en mi cuello—. Si desde ahora trabajo duro en mi empleo a
medio tiempo, podría ser contratada a tiempo completo más tarde.
Kody asiente.
—Es tan difícil ganarse la vida como escritor. Creo que quiero
enseñar.
Página 101
—También espero publicar un libro de poemas al año de mi
graduación —digo. He estado trabajando febrilmente intentando terminar
suficientes poemas para tener una colección para cuando me gradúe.
Incluso entonces, tendré que preocuparme por encontrar un agente.
—Gracias mamá.
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«Interesante ¿Una cita doble?»
Me contesta inmediatamente.
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Después de colocar mi bolso en la repisa, me siento en la silla de
cuero negro y admiro su nuevo aspecto.
—A José también le gusta. —Se ríe como si fuera una broma interna
entre ellos.
Asiento. Mis gustos son aburridos comparados con los suyos, pero
Christopher nunca me hace sentir así. En vez de eso, me animaba, usando
palabras como clásico y atemporal para describir mi sentido del estilo.
Página 104
Mientras lavamos, cortamos y secamos, lo pongo al día sobre mi
vida, mi ruptura con Jason, y lo último con Connor.
Página 105
de lugar que es eso para mí. Sigo las reglas de principio a fin.
Tal vez sólo son menos complicados, no ven el problema con los
mismos complejos y cintas de precaución que yo ¿Es posible que todos
tengan razón? ¿Que necesito lanzar la precaución al viento y ver a dónde
me lleva mi atracción por Zach?
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Capítulo once
Página 107
a la deriva entre un triste intento de concentrarme en mi trabajo y la
fantasía de llamarla a mi oficina sólo para doblar su flexible cuerpo sobre
mi escritorio y tomarla de todas las maneras que he imaginado.
¿Y hasta ahora?
Cada detalle toma tiempo, desde lijar las molduras hasta emparejar
los husillos en la escalera para que sean exactamente iguales a como
podrían haber sido hace dos siglos.
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lugar en el que todo literato sueña con escribir.
Mierda.
Página 110
cuidando a su bebé mientras su esposa sale. Todos los desafortunados
efectos secundarios del envejecimiento: amigos que no pueden irse de bar
en un abrir y cerrar de ojos. Aún así, algunos de mis amigos dijeron que
estaban listos para tomar una cerveza, así que cuando entro por las
puertas de vidrio manchadas con huellas dactilares en The Local, me
acerco al bar y pido unos tragos junto con mi cerveza.
Página 111
Tony sacude la cabeza.
—Lo que daría por recuperar ese tiempo. Era como el salvaje oeste
comparado con el día hoy, cuando microgestionan todo lo que haces.
Asiento.
Él parpadea .
—Oh, sí. Mira, eso fue en el pasado. Nadie lo pensó dos veces en ese
entonces. Ahora me miran como... bueno, ya sabes. —Tony pone los ojos
en blanco—. Era mi segundo año aquí y ella era una estudiante de
maestría. Tenemos muy pocos años de diferencia. No es tan extraño.
—¿Tú crees? —Pregunto.
—No, en ese entonces, no. Sin embargo, ahora… —Tony levanta las
cejas—. ¿Por qué lo preguntas?
Como dijo Tony, es un error salir con ella ahora. La gente no lo verá
con buenos ojos, aunque nos salgamos con la nuestra.
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Aunque, por supuesto, también hay que considerar a la propia
Poppy. Poppy y su maldita insistencia en rechazar a los chicos, no importa
cuánta mierda es eso.
Aún así… se aferra a esos límites lo mejor que puede. Otra cosa que
me gusta de ella.
Asiento vagamente.
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que no suena muy autentica para ninguno de los dos?
—¿Hola?
—¿Poppy? —digo.
Hay una breve pausa, y no estoy seguro de lo que dirá. Pero cuando
vuelve a hablar, me doy cuenta que está sonriendo.
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que tengo que decir. Ensayé innumerables veces esta mañana, pero aún
así no me siento preparada. Temo hablar en público, y aunque se trata de
un grupo de niños de siete años, no puedo evitar sentir mariposas en el
estómago al pensar en hacer una presentación frente a una clase.
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Después de la presentación me encuentro con Connor en el pasillo,
donde me da un gran abrazo.
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Me miro en el espejo una vez más, los nervios hacen que mi mano
tiemble levemente mientras levanto una mano para alejarme el cabello
del rostro ¿por qué estoy tan nerviosa? He estado a solas con Zach un
puñado de veces, pero esto se siente diferente. Nunca nos hemos desviado
Página 117
—¿Vamos? —Señala hacia adentro. Incluso después de todo este
tiempo, su sonrisa aún logra convertir mis piernas en gelatina.
—Eso fue increíble —digo en voz baja cuando ella termina. Zach se
levanta rápidamente y toma mi mano. Mi corazón se acelera
repentinamente al sentir su mano en la mía.
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—Asombroso como siempre —dice Zach, y luego se gira hacia mí
con una mirada traviesa en los ojos—. Y ella es Poppy. Es una gran
admiradora.
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velas pequeñas y brillantes que lo hacen acogedor. La cocina está abierta
y los cocineros se gritan entre sí mientras el fuego de las estufas arde
frente a ellos. Zach saluda con la mano a algunos miembros del personal.
—¿Cómo te fue?
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—Entonces, ¿todavía estás pensando en Nueva York? —En el
momento en que la pregunta sale de mi boca, quiero volver a meterla.
Decido que es mejor beber otro sorbo de mi vino. Odio ser tan obvia,
que mi interés en sus planes para el próximo año pueda ser interpretado
como interés hacia él, pero ¿no fue por eso que pregunté?
—No hay un sólo problema que no se pueda resolver con buen sexo
—agrega, con los ojos todavía puestos en los míos.
Dice las palabras con tanta convicción, como si supiera que son
ciertas. Y por un segundo me pregunto sí tiene razón. Mi cuerpo se
calienta bajo su escrutinio y me remuevo en mi asiento para aliviar el
Página 121
repentino dolor entre mis piernas. Mientras me llevo la copa de vino a los
labios, nuestro camarero aparece con la comida.
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un chico que es tan agradable de ver, aunque al que nunca me permitiré
tocar.
Asiente.
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—Realmente, acabo de ponerlos. Todavía estoy trabajando en
algunas cosas, pero está progresando.
—Me alegra que hayas dicho que sí. —Zach bebe un sorbo de vino
y deja el vaso sobre la mesa—. ¿Averiguaste quién te está escribiendo esos
poemas?
Niego.
—¿Y tú?
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No es exactamente una respuesta, pero no quiero hablar de eso
ahora mismo. Estoy aquí sola con Zach y decidida a disfrutar de mi
extraña velada.
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entiendes?
Me siento asentir.
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Dios mío, ¿lo comprobó? ¿Por qué ese pensamiento hace que mis
mejillas se calienten?
—¿Y?
—Oh.
—Sí.
—No, no lo soy. Pero aún así... La posibilidad está ahí, lo que hace
esto peligroso.
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Dejo mi vino y me acerco a Zach en el sofá. Lo miro a los ojos, que
de repente se han vuelto serios. Dios, ¿cómo lo hace? Este chico tiene el
poder de derretir mis entrañas con una sola mirada.
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que va tocando.
—Mierda —gimo.
—Lo sé. Pero esto se siente demasiado bien, muy bien. —Me acercó
más a su erección, empujando en mi centro, emito un débil grito de
placer—. Tú también lo sientes. Sé que lo haces —gruñe—. Dímelo Poppy.
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—Tan jodidamente sexy. ¿Puedes venirte así?
Lloro su pérdida, pero luego sonrío cuando veo que tiene algo
mucho mejor en mente. Desciende colocándose encima de mí, doy un
suspiro de satisfacción mientras el peso corporal de Zach se mueve sobre
el mío. Todo ese duro músculo que flota sobre mí me hace sentir segura,
apreciada.
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Asiento, con mis ojos fijos en los suyos, y observo como sus
grandes manos se mueven al botón de mis vaqueros. Miro aturdida y
fascinada como tira de mis vaqueros hasta la rodilla, bajando mis bragas
con ellos. Zach se arrodilla en el sofá entre mis piernas, acariciando mi
cuerpo con sus ojos.
Querido Dios…
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hace sonidos de succión. El placer es casi abrumador y por muy
desesperada que esté por tenerlo dentro de mí, es la forma en que cita a
Shakespeare mientras somos íntimos lo que es mi perdición.
Baja la boca a mi clítoris una vez más, mientras sus dedos continúan
persuadiéndome y pronto, el orgasmo que se ha estado construyendo me
golpea. Agarro su cabeza, empujando mis dedos en su cabello,
sosteniendo su boca contra mi centro.
Querido Dios…
—Espera —susurro.
—¿Demasiado rápido?
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—Demasiado... todo. No puedo.
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y luego lo tiraste todo por la borda?
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Cruzo la habitación y leo el termostato digital. Está atascado en
veintiséis grados, tal como lo sospeché. Llamaré a mantenimiento más
tarde, pero ahora mismo, no tengo tiempo. Los primeros estudiantes
llegan y tomando asiento alrededor del salón. No puedo evitar notar que
Poppy no está entre ellos. Por un momento, me pregunto si tal vez no se
presentará, y luego decido que Poppy no es así. No importa cuán confusas
sean las cosas entre nosotros, Poppy es muy profesional. Ella estará aquí.
Cristo.
Tengo que respirar hondo y volver a concentrarme para no
excitarme frente a un aula llena de estudiantes. Poppy fue tan perfecta,
tan suave y receptiva en mis brazos, haciendo los gritos de placer más
adorablemente sexys mientras la besaba y la tocaba. Pero entonces algo
cambió en ella y todo se detuvo.
Sé que cuando la vea, tendré que fingir que no pasó nada entre
nosotros. Tendré que ser profesional y civilizado, no frío o insensible, de
ninguna manera que le haga pensar que me molestó lo que dijo o hizo
cuando me dejó en la estacada el sábado en la noche. Porque realmente
no estoy molesto por eso. El sexo debe ser auténtico, seguro y cómodo, y
si Poppy no está preparada para eso, esperaré. Lo que realmente me
Página 135
molesta es que esté cerrando cualquier remota posibilidad de que haya
un nosotros.
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que pertenecen.
—¿Cuál es tu nombre?
—Tad.
La chica parpadea.
—Quiero decir, escribí sobre eso en mi declaración de intenciones
cuando hice la solicitud.
Página 137
Algunos de los estudiantes se miran unos a otros y Poppy mira su
cuaderno abierto con las mejillas todavía sonrojadas.
No lo hagas.
—¿Sí?
—¿Sí?
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—¿Alguna otra pregunta?
Pero hoy no va a ser sobre Poppy. No otra vez. Hoy es el primer día
del resto de mi vida y estoy decidido a seguir adelante, seguir mi propio
consejo y sumergirme en mi trabajo con todo el entusiasmo que eso
requiere para terminar finalmente mi manuscrito.
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Traga con fuerza y luego cae en el asiento frente a mi escritorio.
—Y no crees que pueda ser eso para ti —digo con voz fría.
—Mira, Zach…
—Poppy —digo, cruzando las manos sobre el escritorio frente a
mí—. No tienes nada de qué preocuparte. Lo más importante aquí es tu
trabajo. Puedes confiar en que respetaré tus límites y seguiré siendo
profesional. Pero, si sientes que hay otro miembro de la facultad que se
adapta mejor a tus necesidades, sin duda te invito a cambiar de asesor.
—Creo que podrías estar leyendo entre líneas. Dale tiempo, y todo
volverá a la normalidad.
Ella asiente.
—Sí, está bien, tal vez. Sé que sueno voluble y sólo quiero…
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—Mira, esto es lo que dijiste que querías, Poppy. Lo estoy
intentando, pero tienes que darme un poco de libertad para adaptarme
¿de acuerdo?
Está claro que no lo está. Ninguno de los dos está bien, pero ¿qué
más queda por decir?
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un mensaje para averiguar si la oferta seguía en pie. Por supuesto, me
contestó y así es como ahora me encuentro entrando a una destartalada
taberna a las nueve de la noche. Brandon dijo que su equipo viene aquí
después de sus partidos, por cerveza barata y alitas de pollo.
Ella asiente.
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—Enseguida.
Él me da una sonrisa.
—No hace falta ser un científico para darse cuenta que algo pasa,
amigo.
Me encojo de hombros.
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Sacude la cabeza.
Asiente.
Me río.
Se encoge de hombros.
—Por supuesto.
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—Ni una jodida alma —digo.
Se ríe.
—¡Boo!
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Normalmente no me asusta ver un fantasma de plástico barato,
pero desde la noche que fui a casa de Zach me siento nerviosa y ansiosa.
La noche que rechazaste a Zach, me recuerdo. He evitado estar a solas con
él después de esa noche, lo que resulta ser una hazaña más grande de lo
que esperaba. Tuve que hacer algunos movimientos ninja en el campus
para esquivarlo. Sé que estoy siendo infantil, pero he estado sintiendo una
mezcla de vergüenza y arrepentimiento; lo pasamos muy bien y luego me
asusté totalmente, y salí corriendo de ahí como una loca.
¿Quizás un gran gesto pueda arreglar las cosas? Pienso en qué haría
Zach si me vistiera de enfermera y me apareciera en su puerta. La semana
pasada hubiera dicho confiada que me metería adentro, me arrancaría el
disfraz y haría todas las cosas que he fantaseado que me haga, pero ahora
no me sorprendería si me cerrara la puerta en el rostro. Simplemente no
fui lo suficientemente valiente como para empezar algo, y no sólo porque
él es mi asesor, no fui lo suficientemente valiente como para empezar
otra relación. De todos modos, Zach se va. Igual, los chicos siempre me
dejan. Especialmente cuando descubren cuánto tiempo le dedico a
Connor.
—Es tu disfraz.
—¿Por qué están vestidos así? —Abro la bolsa y extraigo una pijama
rosa pálido y un sonajero de plástico para bebé.
Página 146
—Y nosotros somos tus padres —dice Jodee.
—Connor, ¿no crees que tu mamá se verá linda como un bebé para
Halloween? —Pregunta Kody. El rostro de Connor se arruga como si
tratara de imaginarlo antes de que estalle a carcajadas. Salta, corriendo
por toda la casa gritando:
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noche, pero mis padres prácticamente me forzaron a salir por la puerta.
Nunca esperé estar en un punto en el que mis padres de sesenta años me
dijeran que me buscara una vida, y creo que debería tomarlo como la
señal de que necesito salir más. Además, técnicamente, Halloween no es
hasta el domingo por la noche, así que no me perderé el truco o trato con
Connor.
—De acuerdo, creo que nuestro mayor desafío son ellos —dice,
señalando a un grupo de amigos vestidos como Kiss.
Zach.
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esa noche alejarme fue casi imposible. Pero hice lo correcto, ¿verdad?
Tal vez debería decir algo, ir a aclarar las cosas ¿cómo podría
molestarse conmigo cuando llevo un disfraz de bebé?
Oh diablos, no.
Está con una mujer. Es alta, rubia y viste un leotardo negro que dice
Barbie, medias rosas con rayas negras hasta la rodilla y accesorios rosas.
Pongo los ojos en blanco, ¿en serio?
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Me cruzo de brazos.
Él suspira, exasperado.
Se me llenan los ojos de lágrimas y trago con fuerza para evitar que
caigan. Respiro profundo, liberando toda la adrenalina que me causa el
hecho de confrontar a Zach en primer lugar.
Encuentro a Kody y Jodee al otro lado del bar. Sin decirles nada, le
hago señas al camarero.
Página 150
Señalo en dirección a Zach y Stacey, quien regresó del baño y está
batiendo sus pestañas a Zach y dándole miradas malhumoradas. Kody y
Jodee emiten un grito ahogado.
Asiento miserablemente.
—Pero tiene razón, yo fui la que dijo que no quería que pasara nada
—digo con voz temblorosa.
Jodee me abraza.
Me obligo a sonreír.
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asqueroso, pero que realmente es ponche de fruta y vodka. Me siento un
poco menos desgraciada una vez el alcohol entra en acción, pero aún así
no puedo evitar mirar furtivamente a Zach y Stacey, quienes se ríen y
coquetean en la barra. Por supuesto que la están pasando bien. Zach es
dulce, divertido, sexy, un partidazo total. Un partidazo total que rechacé.
En serio, deja de lamentarte, me digo.
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A la mierda.
Jodee nos sigue y los tres nos paramos en el centro del escenario,
flanqueados por un grupo de chicos vestidos como un equipo de hockey
y un grupo de chicas vestidas como conejitas Playboy.
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Por mucho que me duela, mis ojos encuentran a Zach. Dejó de
hablar con Barbie y está ahí mirándome. Siento su mirada como si fueran
lametazos de fuego y estoy en llamas.
Página 154
vestida con un disfraz de bebé y estoy seguro que Stacey supo en ese
instante que no estaba tan soltero como le dije. Porque a pesar de no estar
con Poppy, ella es mi dueña. Tanto si quiero o no que lo sea. Ella me
hechizó y se niega a soltarme.
Dios, ¿y su desagrado por verme con otra mujer? Fue casi palpable.
Pero hoy, todo lo que siento es tristeza. Me siento mal por Poppy.
Claramente, fue tan miserable como yo anoche. Yo fui mejor
escondiéndolo, pero sus emociones fueron tan claras como el día. Me
desea tanto como yo. Y no sólo la quiero para un polvo rápido, sino como
alguien en mi vida, alguien con quien pasar el tiempo riendo, escribiendo,
haciendo cosas mundanas como ir de compras.
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Niego.
Su respuesta es inmediata.
«No te atreverías.»
«Pruébame.»
Página 156
de agua de la nevera antes de abrir el envase de analgésicos y tragar un
par de pastillas.
Se parece tanto a ella. El cabello ondulado bañado por la luz del sol.
Los brillantes ojos curiosos. Los delicados pómulos y los carnosos labios.
—¿Poppy?
Niego deteniéndola.
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de mis padres, que ha influido en todas las relaciones que he tenido desde
entonces—. Empecemos de nuevo, ¿de acuerdo?
—De acuerdo.
—Siete.
Ella asiente.
—Finalizando la secundaria.
—Pero saliste con alguien, estabas recién soltera esa noche que nos
conocimos en la fiesta.
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atractivo para ella. O tal vez es sólo deseo. Aún así, me pregunto si desea
esa estabilidad para su hijo, ¿sólo ha salido con chicos de su edad? Tengo
casi treinta años y sé que los bebés y los niños son parte de mi futuro no
tan lejano. Al menos eso espero. Pero entonces me doy cuenta que actué
con tanta indiferencia, ante todo, diciéndole que me sentía atraído por
ella, pero nunca admitiendo que quiero algo real. Poppy sabe que quiero
follármela y darle placer, pero ¿sabe que también quiero más?
—De acuerdo.
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Él asiente mientras se acerca a ella, pero todavía parece molesto por
algo. Rezo para que no sea por mi presencia. Ya tengo suficientes cosas
en mi contra con su preciosa madre.
—Mi diente está flojo, y Sullivan dijo que su papá le dejó cuatro
dólares cuando perdió un diente. Estaba debajo de la almohada. No tengo
papá, ¿cómo conseguiré el dinero por mi diente?
—Sé que a veces apesta. Pero tu mamá trabaja muy duro para
asegurarse que tengas lo que necesitas. Y apuesto a que ella será la que
deje el dinero bajo tu almohada cuando pierdas tu diente.
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Me río en voz baja. El chico tiene un tiempo difícil. Es un chico listo,
igual que su linda madre, aparentemente.
Niego.
Página 161
—No tenías que hacer eso —dice Poppy, mirándome con cautela.
Página 162
chispas de chocolate tanto como a mí.
Se ríe suavemente.
—¿Funciona?
10
MILF: es un acrónimo que viene de la frase en inglés: "Mom I'd Like to Fuck", frase que se puede
traducir como: "madre ue me gusta ía folla me.”
—Ni siquiera un poquito. Pero fue una idea dulce.
—Andando.
Página 163
Capítulo dieciséis
Página 164
—Connor, tenemos que irnos —digo, caminando hacia la cama y
quitándole la manta. Sólo llevaba unos minutos en casa después de llegar
de la escuela cuando se lo dije.
Él frunce el ceño.
Mierda.
Página 165
Sonrío muy a mi pesar, levanto la cabeza del volante. Al menos uno
de nosotros se siente positivo al respecto.
—No puedo creerlo, ¿qué vas a hacer con tu auto? —Dice mi madre,
atravesando la puerta principal con su oscuro cabello recogido en un
moño en el cuello. Ella siempre ha sido enérgica, y cuando entra a una
habitación se siente como si el volumen hubiera subido de nivel. No estoy
lista para hablar de mi auto ya que todo el asunto sigue haciendo que me
dé vueltas la cabeza.
—No me mires así —digo con una sonrisa burlona. Ella tiende a
ponerse nerviosa por cada pequeña cosa, y aunque esto es algo
importante, sé que no ayudará si esta estresada por eso.
—Lo siento, Poppy, pero ya tienes muchas cosas que hacer. Sabes,
tu papá y yo podríamos ayudarte —dice mientras se sirve una taza de
café.
Sabía que esto iba a pasar. Ya hicieron mucho por Connor y por mí,
y odio pedirles más.
Página 166
resuelvo, ¿no? —Ella frunce los labios con ansiedad. No hay forma de
convencerla en momentos como éste. En vez de discutir con ella, le doy
un abrazo rápido, le doy un beso de despedida a Connor y salgo corriendo
por la puerta para tomar el autobús para ir al campus.
Sólo estoy a media hora del campus, pero las constantes paradas y
recogidas de estudiantes hacen que sea un viaje de cuarenta y cinco
minutos. Me dirijo al edificio donde la mayoría de los estudiantes
graduados de escritura pasan el día, en el laboratorio de escritura. Cuando
alcanzo la manija de la puerta, se abre desde el otro lado y camino
directamente hacia Zach. Nuestros cuerpos chocan ligeramente uno
contra el otro, y yo extiendo la mano para evitar golpearlo. Mi mano
aterriza justo en su estómago, donde puedo sentir sus abdominales a
través del algodón de su camisa. Nuestros ojos se encuentran, y soy muy
consciente de lo cerca que están nuestros labios. Mis labios se abren, y
parpadeo rápidamente, el calor corre a través de mi cuerpo al estar tan
cerca de él. Rápidamente aparto la mano, esperando que no se haya dado
cuenta que la dejé unos segundos más de lo que realmente necesitaba.
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—No, está bien, es sólo mi auto. No arranca. —Agito la mano en el
aire, fingiendo que no me estoy volviendo loca—. Lo resolveré.
—¿Cómo te transportarás?
—Lo siento, sólo es una situación difícil. Estoy corta de dinero ahora
mismo, así que no puedo permitirme una reparación. Pero en serio, el
autobús está bien.
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Cuando eres una madre joven y soltera, pasas por muchos
momentos difíciles. Incluso si esto significa comer ramen durante una
semana y vender mi sofá, tengo la intención de resolver esto por mi
cuenta.
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—Hola. —Sonríe—. ¿Eres Poppy?
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—Qué buen asesor. —Me guiña un ojo, haciendo comillas con sus
dedos cuando dice asesor.
—Tendré que volver cuando tenga las piezas correctas. Estoy libre
por la mañana, si eso funciona.
Asiento, todavía aturdida. ¿Zach hizo todo esto? Mike sube a su
camioneta, luego vacila antes de cerrar la puerta. Me sonríe de nuevo. —
Debes gustarle mucho.
Levanto la vista, sin darme cuenta que fui tan obvia. Ella siempre ve
Página 171
a través de mis verdaderas emociones, no importa cuánto trate de
ocultarlas.
Página 172
Capítulo diecisiete
Página 173
sobre qué, no lo sé.
No tengo más remedio que dárselo, así que paso los últimos dos
días renovando mi habitación, empezando por lijar y teñir el piso de
madera y pintando las paredes de gris piedra. Me detengo a admirar mi
trabajo, me gusta el efecto final. El ribete blanco hace un marcado
contraste y las sábanas blancas y el edredón de plumas que tengo me
parece más elegante que antes en el espacio rediseñado.
Es Poppy.
Está vestida con unos leggings negros y uno de esos suéteres de
gran tamaño que parece amar.
—Entra.
Página 174
determinación que amo. La energía que crepita entre nosotros es algo a
lo que me he vuelto adicto.
—¿Hacer qué?
—Arreglar mi auto.
Asiento.
Me encojo de hombros.
—No sabría decirte. No he hablado con ella desde Halloween. Hay
alguien más de quien estoy colgado.
Los ojos de Poppy se elevan hacia los míos y sus labios se abren.
—¿Oh? —Pregunta, con esa bonita boca que forma cada palabra
mientras su brillo de labios me distrae por milésima vez.
Página 175
conocimos en esa fiesta, una fiesta en la que nunca deberíamos haber
estado, algo tan fuera de lugar para los dos.
—Si me dices que pare, es mejor que lo digas en serio esta vez.
Poppy aspira con una fuerte inhalación, cierra los ojos brevemente
antes de arder sobre los míos una vez más.
Página 176
Respiro profunda y tranquilamente. No estoy seguro si me daré
cuenta de todo eso en los próximos minutos, pero no estoy dispuesto a
perder mi oportunidad con Poppy.
—Sé que eres increíble. Sé que me inspiras. —Le paso el pulgar por
el labio inferior otra vez—. Sé que te deseo.
—A ti.
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Meciéndola arriba y abajo contra mi dura longitud, mi boca ataca la
suya otra vez. Todavía cargándola, me dirijo a mi dormitorio. Sin
molestarme en romper nuestro beso para mirar hacia dónde voy, me
golpeo contra la pared en el pasillo y Poppy ríe contra mi boca.
Su sonrisa es inmediata.
—¿Sí, Poppy?
Página 178
—Tu polla es realmente grande.
—Sí. Sí. Por favor. —Tomo su mejilla y Poppy abre más, la cabeza
de mi polla desaparece dentro de su cálida y húmeda boca.
Mientras Poppy trabaja en mí, tanto con su boca como con las
manos, me concentro en tratar de no venirme en su pequeña y bonita
garganta.
Página 179
Poppy gime, llevándome más profundo.
Página 180
y reclamó mi corazón.
Una sonrisa florece en sus labios justo antes de que se arrastre por
mi cuerpo y me empuje sobre mi espalda. Luego sus labios se cierran
sobre mí una vez más y nada más importa.
Página 181
de unos minutos de silencio, miro a la vuelta de la esquina; él se ha ido.
¿Qué diablos estoy haciendo? Yo soy una estudiante graduada y una
madre, y aquí estoy agachada detrás de una pared evitando a un chico.
¿Qué tiene de malo esta escena?
He estado evitando a Zach desde que fui a darle las gracias por
arreglar mi auto. Esa noche dejé que mis emociones, y mi libido, sacaran
lo mejor de mí. Nunca esperé sentir lo que siento por él, pero aún así no
veo cómo podemos estar juntos y me preocupa que le esté dando falsas
esperanzas. No debería haber dejado que las cosas llegaran tan lejos. Fue
un momento de debilidad; soy humana, ¿verdad? Desde entonces he
estado ignorando sus mensajes de texto, y estoy segura que mis
contradictorias señales no están bien.
Jodee está encorvada, con su portátil abierto y con una enorme pila
de papeles al lado. Están sentados cerca de la puerta, y cada vez que se
abre, una ráfaga de aire frío entra haciendo que Jodee se estremezca
dramáticamente. Está tan concentrada que ni siquiera levantó la vista
cuando entré.
Dejo mis cosas sobre la mesa y agito una mano cerca del rostro de
Jodee.
—Oh, lo siento, no, está bien. Solo tengo que leer todas estas
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historias que enviaron para la revista literaria. Y ni siquiera he empezado
a revisar mis propios poemas.
Dudo. Sé que si le digo que temo que Zach entre por esa puerta
sonaría un poco loca. Pero me ha visto en algunos momentos bastante
locos y nunca me ha juzgado.
Me encojo de hombros.
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—No es gran cosa, es sólo que no quiero encontrarme con Zach
ahora mismo.
Arrugo la nariz.
Sonrío.
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Levanto las manos, tratando de frenarlos.
—Sé que te dije que no lo hicieras antes, pero siento que realmente
los dos se gustan mucho.
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mente ¿podría ser él? Ciertamente ha tenido suficientes oportunidades a
solas conmigo para meter algo en mi bolso. Pero aún así, parece
imposible. Estos poemas son dulces y tiernos, lo que no es su estilo. Él es
grosero y directo; no hay forma de que poemas como estos puedan venir
de él.
Me río incómoda.
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Por mucho que me guste Sandra, no hay forma de que le confiese
que no sólo estuve a punto de acostarme con mi asesor, sino he recibido
poemas de amor al azar de un poeta anónimo.
No estoy lista para hablar de lo que pasó entre nosotros. Más que
eso, me preocupa que al estar a solas con él no sea capaz de ignorarlo
otra vez. Los recuerdos de esa noche me golpean en aleatorios destellos,
y el sólo pensamiento de eso envía una oleada de calor directamente a
mis partes femeninas y hace que mi corazón se acelere unos pocos
latidos. Prácticamente puedo venirme sólo con pensar en su lengua en mis
pezones, corriendo a lo largo de mi cuerpo y hacia abajo a mí…
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Contrólate, Poppy, estás rodeada de niños. Me obligo a dejar de pensar en
Zach y apago el teléfono, pero no sin antes darme cuenta que Connor vio
el nombre en la pantalla.
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Capítulo diecinueve
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Arrugo el pedazo de papel y lo tiro a través de mi oficina donde
aterriza satisfactoriamente en la papelera. Mis palabras no son
suficientes. Nada es suficiente.
Siento más por ti en las últimas semanas que por nadie en años.
Dijiste que buscabas alguien inteligente, alguien gracioso. También dijiste
que preferías que esa persona tuviera vagina, pero seamos honestos,
Poppy. Me chupaste la polla como si fuera un helado el 4 de julio.
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eres una estudiante. Pero no podría vivir conmigo mismo si no sacara mi
verdad a la luz y al menos lo intentara.
xo, Zach
A la mierda.
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correspondido. Pero la verdad es que no fui lo suficientemente valiente
para verla leyéndola, no fui lo suficientemente valiente para ser
rechazado.
—Hola, Sr. Austin. —El chico friki que siempre usa pantalones de
pijama me sonríe.
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—Para empezar, esta frase inicial debería ser más fuerte. Necesita
un gancho. Necesitas darle al lector una razón para preocuparse, un
fuerte impulso para seguir leyendo.
—Wow. Gracias.
—¿Poppy lo hizo?
Asiente.
—Sí, un montón de veces, en realidad.
Cuando miro a Poppy, veo por primera vez que tiene lágrimas sin
derramar en sus ojos.
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—Fuiste tú —susurra.
—Sabía que eras tú. —Una sola lágrima rueda por su mejilla, y tomo
su mano, tirando de ella adentro de mi oficina y cierro la puerta detrás
de nosotros.
Niego.
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—Estos últimos días, empecé un nuevo manuscrito de no ficción. La
historia sobre nosotros, y está fluyendo como ninguna otra cosa lo ha
hecho antes. No necesito ir a Nueva York. No cuando mi musa está aquí.
—Aún no llego a esa parte, pero sí, te prometo que lo habrá. Sin
embargo, hay mucho sexo, es ridículo. —Estoy bromeando, pero mis
palabras tienen el efecto deseado. Poppy levanta las cejas y deja salir una
suave risa.
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—¿Realmente prometes cortar toda la cebolla? Es una gran tarea.
—Tengo una conferencia más a la que debo asistir hoy. Luego debo
recoger a Connor de la escuela y lo llevaré a casa de mis padres a pasar
la noche.
—¿Toda la noche?
Ella asiente.
—Lo necesitaremos.
—¿Te veo a las seis? —Pregunta.
¿Por qué diablos dije que haría la cena? No es ningún secreto que
realmente no sé cocinar, excepto tirar un bistec a la parrilla o calentar
algo en el microondas.
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A las cinco en punto agarro mi teléfono, resignado a pedir pizza.
Pero entonces me doy cuenta que no sé lo que le gusta a Poppy en su
pizza, y realmente no quiero arruinar esta noche con algo tan mundano
como los ingredientes de pizza equivocados. Así que, en vez de eso, llamo
a la única persona que sé que me ayudará.
—¿Hola?
—Hola mamá.
—Sí. —Mis tripas se tensan y por un segundo creo que estoy jodido.
—Te diré qué haremos. Acabo de hacer masa de pizza casera para
mi cena. ¿Y si te la llevo?
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Podría haberme reído de la ironía si no estuviera tan estresado.
Lejos de discutir con el plan del universo de que comamos pizza esta
noche.
Mamá resopla.
—Gracias mamá.
Pero luego ella llegó con la masa y los ingredientes, e incluso una
botella de vino tinto, y dejé ir todo eso.
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es esperar.
No tengo idea qué camino tomará esta noche, ¿Poppy dirá que sí, a
esto, a mí? ¿O rechazará mi oferta y me dejará con el corazón roto?
Capítulo veinte
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Elijo una tanga negra de encaje con un sostén a juego y voy de
puntillas al baño. Antes, dejé a Connor en casa de mis padres, donde
pasará la noche. En vez de admitir que iría a acostarme con alguien, le
dije a mis padres que me encontraría con alguien de la escuela para
trabajar en la escritura y que probablemente llegaría tarde. Es casi cierto,
¿verdad?
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en blanco. Estoy actuando como una adolescente a punto de recibir su
primer beso. Trago saliva y le sonrío, esperando que no note mis nervios.
Pero Zach tiene otra idea, agarra mis manos y las sujeta contra la
pared, presionando su cuerpo contra el mío para que sienta su erección a
través de sus vaqueros. Jadeo cuando besa mi cuello con brusquedad y
lucho por liberar mis manos para poder aferrarme a él, pero me mantiene
en mi lugar, haciendo que mi corazón se acelere.
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—¿Y arruinar toda la diversión? —Digo, sintiéndome descarada.
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nerviosa que desenvuelve su regalo de Navidad demasiado pronto.
Verlo me hace desearlo aún más, hace que mi deseo salte nuevas
alturas, y dejo salir una respiración temblorosa, lo agarro con la mano,
lista para sentirlo dentro de mí, pero Zach tiene otros planes.
—Zach —gimo.
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Mi corazón late fuera de mi pecho y siento que estoy a punto de
venirme. Justo cuando estoy a punto de perder el control, él retira la mano
y me coloca sobre mi espalda. Mientras me mira a los ojos, baja la mano
con la intención de tocarme nuevamente, pero antes de que lo haga, me
adelanto y agarro su erección. Se detiene, soltando un leve gemido.
Deslizo la mano arriba y abajo, lista para tomar el control lo guio hacia
mí y froto su polla en la humedad entre mis piernas.
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parece bien, sólo di la palabra…
Niego.
—Y yo a ti, cariño.
—Espera.
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voz alta, mi cuerpo finalmente cede a todo lo que me he negado.
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Lo golpeo juguetonamente, sonriendo.
Resoplo.
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logo de nuestra universidad y un par de pantalones cortos de Zach.
Cuando entro a la cocina, él está sacando los ingredientes de la nevera,
cuando se gira y me ve, deja escapar un silbido.
—Nunca hubiera imaginado que ese atuendo podría ser tan sexy,
pero tú lo logras.
Asiento.
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dejándolos caer al suelo y luego me quito la camiseta, quedándome
desnuda frente a él. Sus ojos viajan a lo largo de mi cuerpo y me
estremezco como si realmente me hubiera tocado, siento que mis
pezones se endurecen y el calor se dispara entre mis piernas ante la
expresión de deseo en su rostro. Me siento a horcajadas sobre él en su
silla y me inclino para besarlo. Levanta una mano para agarrar mi pecho,
pero lo detengo, empujando su mano hacia abajo.
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desliza dentro de mí. Se aferra a mí, tratando de empujarme hacia abajo,
pero mantengo sus manos lejos de mi cuerpo, moviéndome lentamente.
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caderas más rápido y me quedo sin aliento, terminando en un fuerte grito,
oleadas de éxtasis inundan todos mis otros sentidos mientras me vengo.
—No creí que pudiéramos superar la primera vez, pero eso fue… —
Se detiene.
—¿Alucinante? —Pregunto.
—No creo que haya una palabra que describa lo bueno que fue. —
Me aparta el cabello del rostro, después me levanta y me lleva al
dormitorio.
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—Estoy muy contenta de haber venido esta noche —susurro.
—Yo también.
Por una vez no estoy pensando en todas las cosas que podrían salir
mal. Lo descubriremos eventualmente, pero por ahora estoy feliz de estar
en la cama con Zach.
Capítulo Veintiuno
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eso tiene que significar algo, ¿verdad?
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tomé.
Vuelvo a reírme, recordando que Poppy ama el café aún más que
yo.
—Quédate aquí.
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universidad…
—Ven aquí. —La atraigo hacia mí, salpico sus labios y garganta con
besos.
Ella sonríe.
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sienta a horcajadas en mi regazo. Coloco las manos en sus caderas y la
guío hacia mi polla que espera.
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Capítulo Veintidós
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¿Es posible que el Dr. Clybourne se haya enterado sobre Zach y yo? ¿Pero
cómo? Por lo que sé, hemos sido muy discretos.
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talento y queremos asegurarnos que tengas un asesor que pueda criticar
su trabajo y brindarle comentarios imparciales.
—No puedo creer que se lo haya tomado tan bien. —Todavía estoy
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en estado de incredulidad.
Me guiña un ojo.
Se ríe.
—Sí, Poppy. Estamos bien. Tenemos otras cosas que resolver entre
nosotros, pero no tendremos que escondernos en la universidad.
—Gracias.
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—Lo sé.
Zach se ríe.
—Lo siento, hombre. Fue una tentadora oferta, pero al final tuve que
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irme por Poppy.
—Te llamaré más tarde —grita Zach mientras nos dirigimos por el
pasillo.
Esa noche, todavía estoy con la adrenalina del día cuando entro por
la puerta principal.
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—Mira el rompecabezas que estoy armando. —Connor sigue
sujetando mi brazo y tirando de mí hacia el suelo para que pueda ver
mejor. Por supuesto, es de temática de astronautas. Está a medio
terminar, así que sólo puedo ver parte de una nave espacial viajando a
través de las estrellas.
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y Connor se arrodilla en el suelo, tratando de encajar la siguiente pieza
en el rompecabezas. No puedo esperar a ver la expresión de su rostro
cuando Zach entre por la puerta.
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chicos de su pasado. Todas las grandes declaraciones y poemas de amor
del mundo no habrían demostrado mi lealtad. Poppy es una chica de
acción, así que la única manera de convencerla de que estaré aquí es
demostrándoselo día a día.
despierto todas las aventuras a las que podemos llevar a Connor este
verano con ambos fuera de la escuela…caminar por las montañas,
acampar, ir al viejo cine de autoservicio que me encantaba cuando era
niño.
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—¿Qué tal éste? —Pregunta Connor, señalando un solitario de
diamantes en oro blanco. El chico tiene muy buen gusto. Tiene que ser de
al menos dos quilates.
Asiento.
Asiento nuevamente
—Sí.
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—Tu patio trasero es bastante impresionante. —Sonríe, mostrando
su sonrisa que ahora tiene dos dientes delanteros menos.
—Sí que lo es. —Casi menciono que podemos construir la casa del
árbol que dibujamos, antes de detenerme. No quiero que acepte todo este
plan porque lo soborné para que lo hiciera. Y la verdad es que le
construiré la casa del árbol, se muden o no.
—Nos lo llevamos.
Luego llevo una porción de pastel de chocolate con una sola vela
encendida hacia ellos. El rostro de Poppy se ilumina con una sonrisa y
Connor comienza a cantar Feliz Cumpleaños, un poco desafinado, pero
adorablemente.
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frente a ella.
Niego.
Poppy frunce las cejas mientras nos estudia, pero la codeo y ella se
inclina sobre su pastel y apaga la vela.
Después del pastel, champán para los adultos y un baño de
burbujas para Connor, lo dejo en la habitación de invitados.
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—Feliz cumpleaños, Poppy. —La beso y acepto la copa de champán.
—No creo que así sea como funciona. —Se ríe y me sigue a la sala
de estar donde nos acurrucamos en el sofá bebiendo nuestro champán.
Sólo hemos estado saliendo por seis meses después de todo, pero
cuando lo sabes, simplemente lo sabes. Sólo espero que estemos en la
misma página.
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—Zach... —Su tono es de sorpresa y se endereza, aunque con
cuidado de no tirar el anillo de donde está equilibrado.
Niego.
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Me río.
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salir de la cocina.
—No quiero que Connor escuche algo que no debería. Quiero que
sea un niño todo el tiempo que pueda.
Niego.
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—Lo siento, soy un gruñón. Te amo.
Niego.
—No, estoy bien. Es sólo que… —Suelto un suspiro, mis ojos vagan
hacia la cocina donde mi madre y mi padre cocinan lado a lado. Ella
machacando patatas, él cortando el asado.
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Supongo que soy el único que queda por aceptar este acuerdo.
—Buena idea, cariño. —Me ánima Poppy, dándome otro beso en los
labios.
Me dijo que estuvo muy enferma con Connor, pero que, con este
bebé, se siente muy bien, con mucha energía, saludable y sobre todo feliz.
Y yo también lo estoy. Estoy en la puta luna. Ha pasado poco más de un
año desde que conocí a Poppy y mi vida cambió drásticamente.
Ella niega.
—Me siento bien. Pero no quiero quedarme demasiado tarde,
porque todavía tenemos un regalo por envolver cuando lleguemos a casa.
—susurra esa última parte.
Sacudo la cabeza.
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—Entonces, Connor, ¿qué es lo que más te entusiasma de la llegada
del nuevo bebé? —Pregunta mi padre.
Miro al increíble niño que adopté como mío poco después de que
Poppy y yo nos casáramos. Me hace sentir muy orgulloso todos los días.
La forma en que me acepta en su vida, como acepta mi matrimonio con
su madre, y ahora su emoción por el bebé, es todo tan increíble.
—Ven aquí, Poppy. Hay algo que quiero mostrarte. —Me levanto y
la ayudo a levantarse de su silla. Poppy me sigue al dormitorio que solía
ser mío cuando era niño.
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Poppy me lanza una mirada interrogativa, pero se sienta en mi viejo
colchón de doble tamaño cubierto por un edredón de retazos.
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durante los últimos tres días—. Es parte de ese futuro.
Asiento.
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Mientras me abraza fuerte, el golpe entre nosotros es un
recordatorio de todo lo que es bueno en el mundo.
—Lo hicimos.
Poco después, sacamos de la casa de su abuela a un niño que
protesta con la promesa de que podría abrir sólo un regalo cuando
lleguemos a casa.
—Oh, Dios mío, ¿viste lo lindo que se ve con esas pijamas footie11?
—Pregunta mientras vamos por el pasillo hacia nuestra habitación, ahora
muerta de cansancio.
Asiento.
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Eso me gana una de sus risas, de las que nunca me cansaré.
11
Pijamas con pies, generalmente son de personajes animados o animales. Sus gorros simulan ser sus
cabezas.
No puedo evitar la risa que se me escapa.
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—Creo que tenemos que celebrar adecuadamente ese contrato de
publicación masiva. ¿No es así? —Poppy levanta los brazos, dejando que
le quite el suéter por encima de la cabeza.
—Te deseo.
Con las piernas abiertas ante mí, tengo el acceso perfecto para
acariciar su clítoris, chupar y besar sus pechos mientras me empujo
adentro, lento, pero profundamente.
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ambos nos venimos con una caliente y pegajosa corrida.
—¿Te gusta?
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—Yo también te amo, Poppy.
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Vivo en Texas con mis tres hombres favoritos, mi esposo alfa
posesivo y nuestros dos hermosos hijos. Mis libros han
aparecido en las listas de los más vendidos del New York
Times, USA Today y Wall Street Journal con un total
combinado de más de 70 veces.