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Introducción:
Imaginemos que tenemos que hacer un tramite en cualquier oficina de gobierno, por
cuestiones de tiempo no pudiste llegar temprano para hacer fila y ser de los primeros en
pasar, pero como pudiste llegaste, te formaste y solo tienes que esperar que la fila
avance. Han pasado aproximadamente una hora y la fila solo ha alcanzado en 10
lugares. hace calor y uno esta desesperado porque ya quiere pasar y poder llegar a casa.
en eso, esta un inspector revisando que lleves todos los papeles en regla y tal como lo
piden, y oh gran sorpresa! te hace falta una copia de un documento importante. llevas
mas de una hora formado y tienes que salir de la fila para sacar esa dichosa copia, pero
como no conoces a nadie y te urge hacer ese tramite, tienes que salir de la fila y volver a
formarte desde el final de fila ¡que gran coraje! han pasado mas de dos horas y estas a
escasas 20 personas para poder pasar a relaizar tu tramite, en eso sale un personal de la
oficina, mira a todos en la fila y empieza a contar: uno, dos, tres...siete, ocho, nueve y
diez... hasta aqui atenderemos porque la oficina cierra a las dos de la tarde ¡perdiste
toda la mañana esperando y estabas a tan solo 10 personas mas de pasar! ¿cuál seria tu
reacción de estar tan cerca de pasar pero a la vez tan lejos y tendras que esperar? asi
como estuvimos tan cerca pero todo el esfuerzo no valio nada, es parecido a la historia
bíblica que vamos a analizar en esta noche:
Salmo 15:
Buscadme y viviréis.
(Mar 12:30) Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente y con todas tus fuerzas.(G) Este es el principal mandamiento.
(Mar 12:31) Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.(H) No hay otro
mandamiento mayor que éstos.
(i) «Oye, Israel: no hay más Señor que el Señor nuestro Dios.» Esa
sencilla frase es realmente el credo del judaísmo
Era algo que los judios, y principalmente los escribas estaban acostumbrados y
conocian.
Conclusion:
Muchas veces somos como los escribas, conocemos, entendemos que debemos amar a
Dios con toda sinceridad, con una pasion desde nuestro ser, con inteligencia y
conciencia y con todas nuestras fuerzas en todo momento, pero no desarrollamos por
completo este mandamiento. solo somos conocedores y no acedores. somos perosnas
que decimos tener fe pero nunca la desarrollamos. somos gente que buscamos de Dios
pero nuestra vida esta alejada de él, tan cerca de su presencia pero tan lejos de su
corazon.