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Introducción

El medio ambiente como un concepto que engloba a los seres humanos,


implica una relación con el entorno, con el cual mantenemos tantas y tan
complejas interacciones que es imposible, aunque queramos, “independizarnos”
de él, debido a que los seres humanos para crear, transformar y mejorar el
entorno construido requerimos de recursos y energía que tomamos de ella. En
este sentido, Vélez (2009) sostiene que el ambiente es entendido como un
complejo sistema global conformado básicamente por dos grandes subsistemas
complejos y dinámicos, que interactúan entre sí con mayor o menor
intensidad.(p.13)

Ante esto, se reconoce que Las interacciones fundamentales en el medio


ambiente son las relaciones alimentarias, la transformación de la energía y el
intercambio de materiales entre los seres vivos y las sustancias no orgánicas. Este
intercambio se realiza a través de los ciclos de la materia. El medio ambiente es el
producto de la interacción dinámica de todos los elementos y seres vivos
presentes en un lugar.

Asimismo desde la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre Población, del


año 1979 se estableció al ambiente como una totalidad independiente que permite
el desarrollo de la vida, formando parte todos los recursos naturales, las diversas
especies animales y vegetales que conviven en el planeta, incluyendo al hombre,
la biodiversidad y todos los sistemas y procesos ecológicos. El ambiente está
integrado también por el patrimonio histórico-cultural, paleo-ecológico,
arqueológico, arquitectónico, espeleológico y espacial.

Considerando los planteamientos, se persigue el reconocimiento reflexivo de


todos y cada uno de los aspectos vinculados al ambiente y las incidencia que
sobre este tienen los sistemas sociales y sus bases conceptuales; delimitan
aspectos relacionados con la leyes, teorías, normas en el enfoque de la cultura
ambiental. De esta forma dar una valoración al medio ambiente en basea ciertos
valores, actitudes y comportamientos de la sociedad.
Para el desarrollo del medio y lo que conlleva a ser ambiente y contexto desde
todas sus dimensiones se establece en el marco del más reciente
constitucionalismo, las siguientes premisas: 1) El carácter global planetario del
equilibrio ecológico; 2) La protección de los bienes jurídicos ambientales,
particularmente los parques nacionales, monumentos naturales, hábitat indígenas
y demás áreas bajo régimen de administración especial; 3) El desarrollo ecológico,
social y económicamente sustentable. 4) El principio de equidad
transgeneracional; 5) La seguridad ambiental local, nacional y universal; 6) La
Protección de la diversidad biológica, los procesos ecológicos esenciales, la
protección de las aguas, el aire, las costas, los suelos, la capa de ozono, las
especies vivas; 7) La ordenación del territorio; 8) La educación ambiental; 9)
Limitaciones y regulaciones a la propiedad por razones ecológicas; 10) La
promoción de la agricultura sustentable; 11) La protección de las aguas como
bienes del dominio público y del ciclo hidrológico; 12) El rescate y conservación de
las tierras de vocación agrícola; 13) El principio de prevención.

Es importante tener en cuenta que el desarrollo estructura y fundamentación


de las bases que sustenta el ambiente como sistema de transformación se enfoca
en la garantía de la preservación ambiental, promovida a través de decretos tanto
nacionales como de organizaciones internacionales, como la UNESCO-Naciones
Unidas, que posee una Red Internacional de Reservas de Biosfera, bien por el
equilibrio del medio ambiente y la reserva que supone para el futuro de la
humanidad, bien por la protección de las comunidades humanas que allí viven, sin
que ello suponga un deterioro del medio ambiente.

De igual forma, considerar el alcance de la cultura social y su influencia


ineludible, en el avance de las civilizaciones del mundo, se asume como un
agente inexorable el estudio y accionar del derecho transgeneracional , ya que
este protege no solo los intereses de la sociedad, sino que también preserva y
conserva el equilibrio ecológico global y los bienes jurídicos ambientales como
patrimonio común e irrenunciable de la humanidad, promueve la seguridad
ambiental, los principios y criterios de ordenación democrática del territorio y las
líneas estratégicas de sustentabilidad y sostenibilidad ecológica, social, económica
y política. El encabezamiento del artículo 127 de la Constitución Venezolana de
1999 asumió este criterio, cuando proclama “Es un derecho y un deber de cada
generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí mismo y del mismo
futuro”.
Dentro de este contexto, Pontara (1996) existen algunas normas de moral
intergeneracional entre las que destaca: 1. No ejecutar elecciones que tengan
consecuencias irreversibles o cuya irreversibilidad sea muy difícil o
extremadamente costosa. 2. Esta norma supone abandonar la línea fundada en la
energía nuclear y en la producción de energía de combustibles fósiles, a favor de
una vía blanda, que tenga en su base el ahorro de energía y en la utilización de
las fuentes alternativas. 3. Poner fin a la enorme destrucción forestal. 4. Maximizar
el nivel de vida sostenible. 5. Proteger la biodiversidad. 6. Proteger el patrimonio
artístico, científico y cultural.
Es por esta razón que para el reconocimiento del ambiente no es solo un bosquejo
físico de él o del conocimiento sobre ecología, geopolítica, ética, sustentabilidad
sostenibilidad, así como diversos principios de carácter ambientalista, vinculados
igualmente al impacto social que existe sobre el ambiente y su uso racional y
excesivo, pasando ‘por diversas transiciones que conlleven invariablemente a la
profundización de La conciencia ecológica, los cual exige un enfoque
transdiciplinario que permita estudiar la complejidad antropo-socio-ecológica, y
jurídica, incluida el conocimiento de las experiencias civilizatorias sobre el planeta:
civilizaciones no-occidentales, indígenas, campesinos, civilización capitalista y su
economía del mercado, o el modelo de la economía social y ecológica de
mercado, socialismo de estado. En general se trata de analizar el proceso
histórico mediante el cual la humanidad ha implantado modalidades societarias y
civilizatorias, en una alta proporción, con graves impactos ambientales, sociales,
globales y locales.
El desarrollo concebido únicamente como hecho teórico y económico es
insostenible, incluyendo el propio desarrollo sostenible o sustentable, tal como lo
señala Morin (2001) “es necesaria una noción más rica y compleja del desarrollo,
que no sea solo material sino también intelectual, efectiva, moral”.
Atendiendo cada uno de los tópicos vinculados al estudio del ambiente desde
diversas acepciones se debe entender que este como sistema abarca, pues, más
amplitud que la de ecosistema, ya que además de los factores fisico-naturales del
biotopo, incluye factores perceptuales y socioeconómicos, inherentes a la
presencia del ser humano. Por lo tanto, no existe un medio ambiente natural
independiente del hombre, la naturaleza sufre siempre su acción transformadora y
a su vez lo afecta y determina en un proceso dialéctico de acciones e
interacciones (Bifani, P. 1984).
La relación entre el ser humano y la naturaleza es un fenómeno social, espacial
y temporal pues se realiza en cada sociedad concreta a partir de su herencia
cultural e histórica. No hay posibilidad de aislamiento entre sociedad humana y
naturaleza, es decir, entre el sistema natural y el sistema social hay una
interrelación, y ambos forman parte de un todo. En los ecosistemas tenían
carácter local, ahora el ser humano tiene una capacidad modificadora muy
superior y la ejerce perturbando los equilibrios naturales a escala global.
El ser humano adopta su actitud en función, por un lado, de la experiencia y de
la información que perciba, y por otro, de sus valores personales. En materia
medioambiental, los valores constituyen una indicación de lo que la gente cree que
desea de las relaciones e influencias mutuas entre los sistemas humano y
ambiental. En la actualidad se asiste a un cambio de valores positivo respecto al
medio, en la medida que la preocupación por la calidad de vida en relación al
medio ambiente es cada vez mayor; cambio influido inevitablemente por
contradicciones sobre todo en cuanto a la conducta se refiere.
Por ello, desde el sistema social se influencia el desarrollo y deterioro del
ambiente en todos los niveles ya que como sociedad hay técnica, ciencia,
principios que no siempre van sujetos al correcto desenvolvimiento tanto a nivel
social como personal, siendo imperante unir esfuerzos de todo el sistema desde la
innegable acción de la acción de la tecnología y toda su acción, los medios de
difusión, la educación, políticas públicas y privadas
Conclusión
Al desglosar los diversos aspectos abordados vinculados tanto a las bases
conceptuales y transgeneracionales y el sistema social y su vinculo con el
ambiente no queda duda; el ser humano, independientemente de cuál sea su
nivel de formación u ocupación debe comprender que los impactos ambientales
locales tienen repercusiones globales que alteran de muchas maneras las
interacciones naturales que se dan en el planeta y que deterioran la generación
sistémica de la vida; por tanto se hace necesario que cada uno de manera
individual y colectiva empiece a aceptar su cuota de responsabilidad y asuma
conductas ecológicas responsables.
Así pues, reconocer las características propias del ambiente construido y su
importancia en el desarrollo de la cotidianidad de las personas. En líneas
generales el medio ambiente es un sistema formado por elementos naturales y
artificiales interrelacionados entre sí, pero modificados por la acción del hombre.
Estando conformado por factores físicos o biológicos como el clima, suelos,
geografía y seres vivos, además por aspectos sociales como la actividad
productiva o urbana. Entonces se trata de un conjunto de elementos que
condicionan la forma de vida de una sociedad en su ecosistema.

Por último, se debe tener presente que aunque no existe un paradigma de


investigación globalizador – holístico- y transdisciplinar entre las llamadas ciencias
naturales y las sociales o humanas, para abordar las influencias mutuas entre los
sistemas humano, ecológico y físico que intervienen en los cambios mundiales y
que sea capaz de orientar, comprender y gestionar el cambio mundial y que
tampoco la comunidad internacional de estudiosos y científicos está plenamente
preparada para encontrar una vía de desarrollo económica y ecológicamente
sostenible, es fundamental la consolidación de hábitos de conservación ambiental
son imprescindibles para garantizar el bienestar colectivo de las generaciones
actuales y futuras.

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