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SOCIALES
INTRODUCCIÓN
De todos los lugares del mundo, África es probablemente el continente donde la violencia obliga cada
día a huir a civiles. Existen incesante número de conflictos armados que se alargan a lo largo de los
años sin visos de terminar a la cual se le suma la pobreza de gran parte de sus estados.
Este continente alberga los países más pobres de todo el mundo y es el hogar de más de 18 millones
de refugiados y desplazados. La falta de fondos para atender todas sus necesidades se ve afectada por
complicadas situaciones climatológicas en este continente
La trata de personas en África es una crisis urgente, donde las mujeres, los niños y migrantes están
especialmente en riesgo. Si bien los problemas sociales como la pobreza, corrupción y creencias
culturales son los culpables de esta situación, los países africanos pueden mejorar su situación a través
de una mejor aplicación de la ley y la legislación. Con millones de personas ya atrapadas en la
esclavitud moderna y otras más en riesgo, es importante que África tome medidas para combatir la
trata humana.
OBJETIVOS
Las causas que originan el tráfico en África Central y Occidental son complejas, y a menudo están
interrelacionadas. Si los informes sobre el tráfico de seres humanos muestran repetidamente la
pobreza como la causa más visible, un análisis profundo demuestra que los siguientes factores son
también “elementos de presión”, a menudo exacerbados en África central y occidental por situaciones
de inestabilidad o conflicto:
En una región en la que el tráfico se encuentra a menudo dirigido por una demanda muy diversa, es
esencial no descuidar la dimensión de los “factores de presión”. De acuerdo con un informe difundido
en 2004 por el centro de Estudios Innocenti, “El tráfico de seres humanos, especialmente mujeres y
niños, en África”, hay cinco áreas que merecen una atención especial:
La explotación sexual.
Otras formas de explotación económica (el trabajo doméstico y el trabajo en la agricultura comercial
y en las plantaciones).
Las prácticas tradicionales.
La adopción
Los conflictos (reclutamiento de niños y niñas para la participación el las hostilidades y actividades
relacionadas).
Bajo este enfoque que ha sido respaldado con el Premio Nobel de Economía se explica por qué los
países más pobres son más propensos a la corrupción, como ya lo explicamos antes.
Por ello, es preciso que el combate a la corrupción comience en la lucha contra la pobreza y evitar
que aumente la desigualdad. Sin justicia social no se terminará la corrupción. También es importante
que estas medidas se combinen con sistemas nacionales anticorrupción, la creación y fortalecimiento
de una sociedad civil que exija transparencia y rendición de cuentas a sus gobernantes y
consecuencias serias para los corruptos. Al respecto, en los últimos meses, y debido a escándalos de
corrupción, Jacob Zuma presentó su renuncia a la presidencia de Sudáfrica y Ameenah Gurib-Fakim
a la presidencia de las Islas Mauricio, lo cual marca un precedente importante para otros mandatarios.
Sin embargo, queda mucho por hacer en otros Estados africanos para que los corruptos paguen por
sus actos. Para el caso particular del continente, se requiere de una coordinación entre gobiernos,
empresas extranjeras, la Unión Africana y la sociedad Civil africana para que unan esfuerzos contra
esta lacra. De manera general, la corrupción es producto de una multiplicidad de factores, entre los
cuales se cuenta el social, pero es un factor (no una causa) muy importante para perpetuar la pobreza.
Hacen falta más investigaciones que exploren más en detalle este vínculo, pero sin duda, una parte
de la solución al problema pasa por mejorar las condiciones de vida de la población africana.
GUERRAS Y CONFLICTOS ARMADOS
Los conflictos armados han sido completamente despojados de los fines políticos e ideológicos, para
explicar las motivaciones de los actores beligerantes, principalmente son en base a la avaricia
económica y a las rivalidades identitarias, lo que ha dado pie a la criminalización de las rebeliones y
golpes de estado.
Es el caso, por ejemplo, de la República Democrática del Congo, donde el optimismo vivido en 2013
ante un posible fin del conflicto ha dado paso a un incremento de actividades guerrilleras,
especialmente en los últimos meses de 2014, tirando por tierra todas las esperanzas de paz. Otra
tendencia que apreciamos en los conflictos actuales es que tienden a la regionalización. Aquí es claro
el caso de Libia, que ha derivado hacia una guerra civil, y que se encuentra en el origen de la
inestabilidad que vive el Sahel actualmente, convertido ahora en un refugio de terroristas que viven
de la extorsión y del tráfico de drogas y personas, principalmente. Hace poco José Naranjo, en este
mismo blog, en una entrada titulada la hidra terrorista de tres cabezas, ponía de manifiesto estos temas
y cómo los grupos yihadistas se están convirtiendo en una verdadera amenaza: Boko Haram en
Nigeria y Camerún, Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) y grupos satélites en el Sahel y Al Shabab
en Somalia y Kenia. Se trata de grupos que no son solo meros terroristas, sino que aspiran a controlar
y dominar territorios donde establecer su propia ley. También en el conflicto de Sudán del Sur
podemos apreciar esta tendencia con la implicación de países vecinos como Sudán o Uganda, por
ejemplo. Si nos preguntamos por las causas detrás de estos conflictos no podemos ignorar el choque
de intereses de las distintas potencias mundiales o emergentes. Así, la lucha de poder entre Arabia
Saudí e Irán, sunitas y chiís, está afectando al norte de África, especialmente a Egipto o Libia.
Sin embargo, la confrontación más fuerte es la que se está produciendo entre los intereses
estadounidenses y chinos por el control de las materias primas de África. El último conflicto de Sudán
del Sur es clave para entenderlo: tras la independencia en 2011 de este país, los Estados Unidos
esperaban que el control de las compañías chinas sobre los campos petrolíferos sursudaneses
desapareciera a favor de las suyas. El presidente del país, Salva Kiir, no hizo nada para cambiar la
situación por lo que las multinacionales norteamericanas forzaron a su gobierno a buscar un nuevo
aliado y lo encontraron en el vicepresidente Riek Machar. Las dos posturas terminaron enfrentándose
públicamente y llegaron a las armas. El conflicto ya ha cumplido un año y no parece que esté cerca
del fin. Con estos elementos en mente, este año que comienza queremos seguir muy de cerca los
diversos conflictos que recorren el continente africano. Existen múltiples pequeñas disputas o de
menor intensidad en el continente, pero nosotros consideramos que los que hay que controlar más de
cerca son los ocho siguientes.
NIGERIA
Es un país donde la brutalidad de Boko Haram sigue determinando la vida en gran parte del norte.
Las actividades del grupo islamista se han extendido también a Chad y Camerún, país este último que
se está tomado muy en serio la lucha contra el grupo islamista. La respuesta militar del presidente
nigeriano Goodluck Johathan no consigue frenar la insurgencia y parece que cada día crea más
enemigos al gobierno.
Un nuevo factor que puede incidir en el conflicto nigeriano es la caída de los precios del crudo, del
cual depende alrededor del 70 % de los ingresos del país. Nigeria empieza a experimentar una crisis
económica que ha llevado a la devaluación de la naira, la moneda local, tres veces durante el año
2014.
En tercer lugar, hay que considerar que las elecciones presidenciales programadas para el próximo
mes de febrero pueden ayudar a desestabilizar el país. Los comicios nigerianos se caracterizan por
las fuertes confrontaciones entre seguidores de los distintos partidos y la violencia, pero este año
puede ser mucho más fuertes ya que por primera vez desde el regreso del poder a los civiles en 1999,
el partido que desde entonces ha estado en el gobierno, el People’s Democratic Party (PDP), afrenta
un verdadero reto: toda la oposición, bajo el nombre de All Progresive Congress (APC), se ha unido
detrás de un solo candidato, el general retirado Muhammadu Buhari.
Si el candidato de la oposición pierde puede que se repitan los tumultos en el norte del país que
siguieron a las elecciones de 2011, que esta vez contarán con el apoyo de Boko Haram, lo cual
incrementará la violencia en la zona. Si Jonathan es el perdedor sus seguidores en el Delta serán los
que desatarán las protestas, seguramente.
De una u otra forma parece que la violencia está garantizada en el país. Además, la organización
International Crisis Group ha alertado del aumento del contrabando de armas que, en las últimas
semanas, está experimentando el país, lo cual facilitaría los choques armados entre grupos políticos.
La desestabilización de la economía más poderosa del continente puede tener graves consecuencias
para toda África.
SOMALIA
Durante el último año hemos asistido a varios triunfos de las fuerzas de la Unión Africana y el ejército
somalí sobre Al-Shabab. Sin embargo, el gobierno federal somalí todavía no consigue imponer su
autoridad sobre el país. En los últimos meses tensiones entre el presidente y el vicepresidente han
dado lugar a la última crisis; además, discordias tanto a nivel federal como regional ponen en peligro
la celebración de elecciones y un referéndum constitucional previsto para inicios de 2016.
A pesar de los avances en el control del país, todavía existen gran cantidad de señores de la guerra
que mantienen el poder sobre sus propios territorios. La misión de la Unión Africana, AMISOM, ha
sido tildada de parcial y de defender más los intereses de sus propios países que los de Somalia y sus
intentos de unidad y estructuración como un estado.
Aunque ha sufrido varios reveses durante el pasado año, como el asesinato de su líder por un drone
estadounidense, Al-Shabab retiene gran parte de su habilidad para seguir golpeando tanto en casa
como fuera, especialmente en Kenia. En Somalia se dan todos los ingredientes para que la situación
no cambie, los donantes extranjeros se cansen de aportar medios y el conflicto se extienda a países
vecinos.
LIBIA
La transición libia que se abrió tras la caída de Gadafi en 2011 ha fracasado. El país se encuentra
dividido, con dos parlamentos: el reconocido internacionalmente con sede en Tobruk y el denominado
Congreso Nacional General, de corte islamista, con sede en Trípoli. El gobierno libio no tiene
prácticamente ningún poder y las instituciones del estado han desaparecido en la práctica.
La verdadera división del país no tiene tanto que ver con islamistas o anti-islamistas sino con el
control de los campos de gas y petróleo codiciados tanto por los grupos armados como por los grupos
tribales. Detrás de ellos está la sombra de las potencias internacionales que nos se ponen de acuerdo
en cómo estructurar un país que corre un riesgo real de fraccionarse y su verdadero interés, controlar
el petróleo libio.
La Unión Africana ha pedido una intervención directa en el país, mientras que los países vecinos,
como Malí y Senegal optan por una acción de los países occidentales, pero estos, liderados, en esta
ocasión por Francia, no parecen estar por la labor. Así las cosad, el sur del país, abandonado por
todos, se han convertido en el santuario de diversos grupos armados que desde allí desestabilizan el
Sahel.
EL SAHEL
Es sabido que la caída de Gadafi produjo un influjo de armas y mercenarios en esta zona que conllevó,
entre otras cosas, la independencia del norte de Malí, Azawad, en 2012 y un golpe militar en Bamako.
Gracias a la intervención francesa los grupos yihadistas y tuaregs que estaban detrás de esas acciones
se retiraron al norte del país, zona que siguen controlando y en la que se siguen produciendo encuentro
con las tropas allí desplegadas.
También Níger, país en el que Francia tiene fuertes intereses económicos debido a las minas de uranio,
está experimentando un aumento de las actividades terroristas. En esta zona, donde los diversos países
ven difícil controlar sus zonas más desérticas y proteger sus porosas fronteras, la rivalidad entre
Marruecos y Argelia es un factor más que da alas a los grupos terroristas, los cuales controlan las
rutas de la droga, las armas y las personas, como decíamos anteriormente, que tantos beneficios les
aportan.
LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO
2013 fue un año que levantó grandes esperanzas de que el conflicto vivido en el este del país pudiera
tener un fin. Pero estás se han desinflado a lo largo de 2014.
Las reformas, sobre todo en el sector de la seguridad, que el presidente Joseph Kabila prometió no se
han cumplido. La derrota del M23, la guerrilla apoyada por Ruanda, gracias a las acciones conjuntas
del ejército congolés y de fuerzas especiales de las Naciones Unidas hizo creer que muchos otros
grupos armados empezarían a desarmarse, pero no ha sido así.
Estos grupos siguen actuando. La operación del ejército congolés contra las Fuerzas Aliadas
Democráticas (FAD), no ha conseguido debilitar a esta guerrilla que cuenta con el apoyo de Uganda.
También sigue muy activas las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un
remanente de paramilitares hutus que participaron en el genocidio de su país. Parece que el ejército
congolés tiene cuidado en no enfrentarse directamente con ellos. Además, el grupo no ha aceptado la
última propuesta de desarme presentada por la comunidad internacional y que tenía como fecha límite
el 2 de enero de 2015.
Ante esta realidad, la situación no parece cambiar mucho. En los últimos meses se han producido
nuevas matanzas de civiles en el este del país, especialmente en la zona de Beni (Kivu norte).
Con este panorama de fondo, pronto Kabila tendrá que enfrentarse a unas elecciones que parecen
estar retrasando el máximo posible, probablemente con la idea de plantear una reforma de la
constitución que le permita un tercer mandato. Este hecho, que se podría proponer a la largo de este
año, sería, seguramente, el detonante de grandes protestas en todo el país, que podrían ir acompañadas
de mucha violencia.
REPÚBLICA CENTROAFRICANA
A pesar de que las dos partes en conflicto, Seleka y Antibalakas, se pusieran de acuerdo en 2014 para
elegir a una presidenta del país en la persona de Catherine Samba-Panza y se formase un gobierno de
transición, el conflicto está lejos de llegar a su fin.
En las últimas semanas, grupos de personas que viven principalmente de la ganadería y que son
identificados como seguidores de los seleka, han sido atacados en los enclaves en los que se
encuentran confinados por miembros de los antibalakas. Las causas que financian y mantiene este
conflicto no están siendo tenidas en cuenta: el robo y tráfico de ganado y marfil y el control de los
yacimientos de oro y diamantes, principalmente.
El conflicto de la RCA parece estancado y la presencia de la Misión de las Naciones Unidas
(MINUSCA) da la impresión estar aportando soluciones al mismo. Además, es un conflicto que
podría fácilmente extenderse al sur de Chad, donde la llegada masiva de refugiados está poniendo
mucha tensión sobre la población local.
SUDÁN
El gobierno de Jartum tiene abiertos varios frentes: Darfur, Kordofán del Sur, Nilo azul… todos los
cuales parecen haberse intensificado durante el último año, debido, principalmente, a la falta de
reformas del gobierno central había prometido acometer. Da la impresión de que la tendencia durante
el 2015 va a ser la misma y continuará subiendo la tensión.
Las elecciones legislativas y presidenciales programadas para el próximo mes de abril pueden traer
un aumento de la violencia en las zonas en conflicto; sin embargo no deberían suponer una amenaza
real para la renovación del mandato de Omar al-Bashir.
SUDÁN DEL SUR
El país acaba de entrar en su segundo año de guerra, de la que tampoco se atisba el fin. En este
conflicto se ha acusado a Sudán de, a pesar de las promesas hechas al gobierno de Juba, estar armando
a los rebeldes seguidores de Riek Machar. Por su parte Uganda y los rebeldes sudaneses apoyan al
ejército partidario del presidente Salva Kiir. Esta implicación regional hace temer una extensión del
conflicto fuera de las fronteras de Sudán del Sur.
Al final de la estación de las lluvias, en diciembre, hemos asistido a un repunte de la violencia, la cual
está llegando a zonas que habían estado ajenas al conflicto durante el primer año del mismo.
El país está al borde de la bancarrota ya que la mayoría de la producción de petróleo está detenida,
los precios del crudo han caído y el gobierno de Juba destina la mayoría de sus recursos a pagar la
guerra. Como señalábamos más arriba, es esta materia prima y su control lo que yace detrás de este
conflicto.
Evidentemente, la resolución de este conflicto necesita una mayor implicación de China y Estados
Unidos, principales interesados en él. Pero hasta el momento parece que prefieren la violencia, dando
la impresión de que en Sudán del Sur se estuviese dilucidando la hegemonía y control de una u otra
potencia sobre los recursos naturales del continente.
POBREZA EN ÁFRICA
África es el tercer continente más grande del mundo y uno de los más ricos en recursos minerales.
Sin embargo, la mayor parte de países africanos se encuentran en vías de desarrollo. Se estima que
más del 50% de la población vive en situación de extrema pobreza. A continuación mencionaremos
las causas de esta condición.
Zonas desérticas y altas temperaturas: Los grandes desiertos y el clima del continente no facilitan la
vida ni tampoco el cultivo o la ganadería. Todo lo contrario, provocan fuertes sequías seguidas de
lluvias torrenciales que van disminuyendo los recursos naturales.
La historia de África: Las colonizaciones y los repartos de territorio que países de otros continentes
han hecho a lo largo de los años en África la han colocado en una situación de vulnerabilidad. A lo
largo de la historia, África ha sido un territorio colonizado por distintos pueblos de otros lugares del
planeta. En el siglo VII, al norte de África llegaron pueblos árabes y permanecieron en los países de
la costa mediterránea.
Más adelante, las principales potencias europeas se repartieron casi todos los países del continente en
el siglo XVII. Algo sintomático a día de hoy es el hecho de que en todos los países de África se hablan
lenguas no autóctonas, como el inglés, el francés, el español, el portugués o el holandés en Sudáfrica.
Además, el mapa de África resulta especialmente llamativo por las divisiones rectilíneas de muchas
de sus fronteras que fueron trazadas geométricamente por los colonizadores para facilitar su división
sin tener en cuenta las distintas culturas y etnias que conviven en el continente. Deuda externa. La
deuda que África tiene con otros países ha sido mayor que el 30% de su PIB desde 2010, según datos
de la Comisión Económica para África de Naciones Unidas. Todo el dinero que se viene empleando
en pagar una deuda que nunca podrán cancelar es dinero que no se invierte en políticas sociales para
mejorar la situación de su población.
Las guerrillas y conflictos armados: África está marcada por los conflictos y las guerras que afectan
sobre todo a la población civil, la cual arrastra además el lastre del empobrecimiento y por tanto es
más vulnerable a sus consecuencias. Hoy queremos hablarte de algunos de los conflictos más
señalados durante los últimos años, de los que es posible que no hayas oído hablar, pero que dejan
grandes cifras de afectados y refugiados en los países fronterizos. Hasta 2007, se han producido más
de 400.000 muertes en esta contienda, sobre todo de civiles.
Corrupción: No se sabe bien si la corrupción trae pobreza o es la pobreza que trae corrupción. El
hecho es que la hay en abundancia y parece como que todos los jefes de estados africanos se han
puesto de acuerdo en saquear las arcas de sus pueblos. En países como Tanzania, la corrupción se ha
convertido en un valor social. Ha surgido algo así como una cultura de corrupción. Está de moda la
corrupción. Aplausos para los que desvalijan los fondos de wananchi, el pueblo, en cambio los que
no lo hacen se convierten en la burla de sus amigos, son calificados como walaza damu o sea, son
unos dormidos.
La esclavitud: Los colonizadores hicieron acuerdos con jefes de algunas tribus de comprarles
esclavos a cambio de ropa y otros juguetes que traían de Europa. Lo que desató una cacería de
esclavos entre los mismos africanos. Con esta maniobra pudieron crear enemistad y desconfianza
entre los pueblos africanos. Por ello hasta el sol de hoy a los negros nos cuesta bastante la mutua
confianza. Los amos blancos tenían sus exigencias para la mercancía o sea los esclavos. Exigían gente
joven, fuerte, saludable y la que sabía hacer algo. Es decir, llevaron a Europa y América lo mejor
que tenía África, su gente joven. La fuerza trabajadora de África se vino a pique, las poblaciones
africanas se quedaron solo con mujeres, niños y ancianos. La producción se escaseó mucho. Por
encima de todo esto, en esta trata de esclavos el amo le enseñó al africano una lección letal: que no
era un ser humano sino una mercancía.
Inestabilidad política: Existe una diferencia muy grande en la forma como se ejerce la política en
África y en los países desarrollados o en vía del desarrollo. Mientras ellos respetan sus constituciones
y gozan de una estructura política estable en África es todo lo contrario. El ocaso de unas elecciones
presidenciales es el vaticinio de disturbios o guerra civil. Los gobiernos Africanos no son estables
políticamente hablando. Como resultado es el continente con más golpes de estado. En África las
constituciones se cambian al antojo del mandatario de turno. La misma práctica la está asumiendo
hoy América Latina y un día le costará sangre. El odio tribal también afecta mucho el ejercicio de la
política en África. Otros factores que influyen en este tema es la falta de una buena preparación
académica de los líderes en política, mucha dependencia en los países ricos, abuso de poder político
y la cultura de perpetuarse en el poder.
Poco tiempo de autogobernarse: Por muchos siglos África fue dominado, esclavizado hasta los
principios de los 50 que algunos países empezaron a adquirir la independencia. Como se puede ver,
el tiempo de la independencia es muy poco para que haya alguna organización notable, teniendo
presente que los amos no hicieron mucho para los pueblos. En realidad muchas naciones africanas,
comparando con otros europeos y americanos, están apenas en la etapa de la adolescencia. Se necesita
muchos años más de autogobernarse para que una nación encuentre su propio rumbo. Algunos
piensan que hasta ahora África está haciendo política y economía con un modelo europeo aún poco
desarrollado.
El clima: El 80% de los africanos son campesinos que dependen de la agricultura para su sustento
diario. África, a propósito no es un continente industrializado. Siendo un continente que depende de
la agricultura, está ubicado en una zona donde el clima no es la mejor para tal fin. Se sabe del solazo
tenaz africano y la irregularidad de las lluvias. Otro fenómeno es lo del calentamiento global, hay
veces que en África llueve causando inundaciones y otras que no cae una gota de agua. Todo esto
complica la agricultura. Despistando así al agricultor en cuanto al justo tiempo para la siembra. De
manera que si no llueve en un continente que el 80% depende de la agricultura, no se puede esperar
otra cosa sino hambruna y muerte.
MALA ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS NATURALES
A pesar de los recursos que posee este país el enriquecimiento ilícito de sus líderes políticos hace que
las ganancias no mejoren la economía ni la calidad de vida de este país.
En muchos países del mundo recursos naturales, corrupción y mal gobierno van de la mano.
Igualmente, en amplias zonas de África subsahariana la explotación de dichos recursos es con
frecuencia un factor determinante en los conflictos y un vector de pobreza y subdesarrollo. Los rasgos
más relevantes de la problemática se abordan a través del análisis de tres países en fase post-conflicto
y de otros que son ricos en petróleo. Los intereses creados en torno a dicha explotación y la dificultad
de abordar las dinámicas generadas, no debe impedir la adopción de medidas firmes, en un proceso
que requiere la participación activa de toda la comunidad internacional. La orientación de la política
de los países extranjeros con intereses en la zona, especialmente de Estados Unidos, que tiene en el
suministro de petróleo uno de sus ejes de reformulación fundamentales, jugará a su vez un papel
relevante de cara al futuro.
África, que durante el período de colonización fue sometida a un intenso drenaje de sus riquezas por
parte de los países europeos, es considerada como el continente más rico del mundo en recursos
naturales. Su región subsahariana detenta, en porcentajes mundiales, aproximados, un 20% de las
reservas de uranio, un 90% de cobalto, un 40% de platino, un 65% de manganeso, entre un 6 y un 8%
de las reservas de petróleo y un 50% del oro y diamantes que son objeto de comercio internacional,
además de volúmenes importantes de otros minerales, materias primas y recursos hidroeléctricos. Sin
embargo, la magnitud de dichas reservas contrasta con los bajos índices de desarrollo y los altos
índices de endeudamiento, y de corrupción. La relación directa que se suele establecer entre la
dependencia de un país respecto a la exportación de petróleo y minerales y su situación de desarrollo
humano, se confirma ampliamente en la región subsahariana.
Sin embargo, la participación de los gobiernos africanos en las inversiones es mínima, y las tasas
impositivas son muy bajas, por el pretexto de incentivar la inversión extranjera. Esto significa un
golpe para las finanzas públicas de los países africanos, que se agrava tomando en cuenta que para
muchos de ellos esta es la fuente más importante de ingresos.
Un informe encontró que 101 compañías británicas que cotizan en la Bolsa de Londres controlan un
valor de $ 1.05 trillones de dólares provenientes solamente de la explotación en África de cinco
productos básicos: Petróleo, oro, diamantes, carbón y platino. Estas 101 empresas tienen operaciones
mineras en 37 países africanos. En este punto resaltamos que los recursos no están uniformemente
distribuidos en todo el continente africano. En el siguiente mapa se observa que, mientras en algunas
regiones existe una gran cantidad de minerales, otras no cuentan con ninguno de éstos o solo se
encuentra uno de ellos.
Por otra parte, los recursos naturales son fuente de origen de conflictos, o bien, su venta se ha
convertido en fuente de financiación de grupos armados. De ahí la famosa frase de los diamantes de
sangre.
En este informe se detallan otras consecuencias negativas que acarrea el actual sistema de explotación
y gestión de recursos, entre las que se destaca el desplazamiento de personas de los lugares en donde
se descubren recursos, la degradación del medio ambiente y la salud, trabajo infantil en las minas,
acaparamientos de tierras de gran dimensión y los acuerdos desfavorables en los contratos
comerciales y marcos regulatorios.
De esta manera, se explica la contradicción de la riqueza natural de África y la pobreza de su gente.
VENTA DE ARMAS EN ÁFRICA
En el tráfico ilegal de armas en África los Estados juegan un papel importante. El informe De África
a África de Mark Hartford, subraya que "casi todas las armas ligeras provienen básicamente de los
más grandes productores de armas al mundo y los gobiernos han contribuido enormemente a los
movimientos de las armas"
La mayoría de las armas en África provienen de China, Israel y de más de veinte países de la
Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Marruecos, Argelia y Libia,
países que han adquirido armas para alimentar las guerrillas en países cercanos. "Muchas armas
llegaron en 2013, tras la guerra en Libia", confirma el coordinador de emergencia de Médicos Sin
Fronteras en la República de Centroáfrica, José Más Campos.
En los conflictos africanos, la utilización de armas ligeras como herramienta de guerra es muy común.
Los rebeldes, a menudo, cruzan fronteras poco vigiladas para vender armas, alimentos y vehículos.
Otra práctica es que los soldados corruptos vendan sus armas. Un informe de Confer, Justicia y Paz
y AEFJN , revela que la utilización de estar armas causa el 90 % de las víctimas.
VENTA DE DROGAS EN ÁFRICA
África es una nueva ruta del narcotráfico desde América latina que empieza a preocupar. Los
intermediarios en ese continente que se dedican a introducir la droga en Europa pertenecen a
organizaciones criminales enquistadas en los gobiernos, con nexos directos con el terrorismo y el
tráfico de armas. Este país es un mercado atractivo para los traficantes y que parte de la exportación
local de cocaína "financia" a "grupos terroristas" en África.
Según un informe de la Comunidad de Policías de América (Ameripol), por la ruta africana pasa un
30 por ciento del total de la cocaína que tiene como destino final a Europa.
África se transformó durante los últimos cinco años en un punto clave en el mapa del narcotráfico
mundial. Y para las organizaciones criminales de América latina es una ruta alternativa cada vez más
utilizada para llegar a Europa, donde los controles se incrementaron.
ENFERMEDADES CAUSADAS EN ÁFRICA
En África hay, concretamente, un gran porcentaje de los casos de muertes por VIH-SIDA
1.110.141 en la zona subsahariana y 2.829 en el norte.
Enfermedades respiratorias de vías bajas, En el África subsahariana son responsables de más
de 1,1 millones de muertes por año.
Diarrea: la triste realidad del hambre y la sed en África, se encuentra en tercer puesto,
vinculada a los problemas enquistados entre los países más pobres del mundo: deshidratación,
mala calidad del agua, hambrunas y malnutrición
La malaria: el terror en la infancia, el 75 % de los fallecidos son niños. Se transmite mediante
parásitos que transportan los mosquitos.
Meningitis/tuberculosis, suman, en África, más de medio millón de muertes cada año.
Por desgracia, no son las únicas enfermedades, e incluso el sarampión, la sífilis, la encefalitis,
el dengue, la tripanosomiasis o la hepatitis B son otros grandes problemas
CONCLUSIONES