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República de Colombia
MINISTERIO DE MINAS Y ENERGÍA
INSTITUTO DE INVESTIGACION E INFORMACION GEOCIENTIFICA, MINERO – AMBIENTAL Y NUCLEAR
MINISTERIO DE MINAS Y ENERGÍA
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN E INFORMACIÓN
GEOCIENTÍFICA, MINERO-AMBIENTAL Y NUCLEAR
INGEOMINAS
SUBDIRECCIÓN DE RECONOCIMIENTOS GEOCIENTÍFICOS
Por
Geol. Alberto Nuñez Tello
Página
RESUMEN
1. INTRODUCCIÓN 1
1.1 ANTECEDENTES 1
1.2 ACTIVIDADES DEL PROCESO DE CARTOGRAFÍA GEOLÓGICA 3
1.3 DESARROLLO DEL PROCESO DE ADQUISICIÓN DE
INFORMACIÓN CARTOGRÁFICA GEOLÓGICA, GEOQUÍMICA Y DE
EXPLORACIÓN MINERA EN LAS ZONAS ANDINA SUR Y GARZÓN - 6
QUETAME
1.4 LOCALIZACIÓN Y ACCESO 8
1.5 ASPECTOS GEOGRÁFICOS DEL ÁREA 8
1.5.1 Relieve 10
1.5.2 Clima 12
1.5.3 Hidrografía 13
1.5.4 Vegetación 13
1.5.5 Vías de comunicación 15
1.5.6 Población 17
1.5.7 Economía 17
1.6 METAS FÍSICAS 18
1.6.1 Localización de puntos de control y muestreo 18
1.6.2 Libretas de campo 23
1.6.3 Muestras 24
1.6.4 Muestras para el Atlas Geoquímico de Colombia 24
1.6.5 Análisis realizados 25
1.6.5.1 Análisis palinológicos 25
1.6.5.2 Análisis geoquímico de sedimentos activos - finos seleccionados y 25
rocas
1.6.5.3 Prospección geoquímica regional 26
1.6.5.4 Análisis y procesamiento de los resultados de las muestras del
Mapa Geoquímico de Colombia 27
1.6.6 Otras actividades 28
1.6.6.1 Informes geológico y geoquímico finales 28
1.7 CONSIDERACIONES ADICIONALES 28
1.7.1 Condiciones fisiográficas y socioculturales de la zona 28
1.7.2 Avances en el conocimiento geocientífico 29
1.8 TRABAJOS ANTERIORES 30
1.9 PERSONAL PARTICIPANTE 31
2. ESTRATIGRAFÍA 32
2.1 PROTEROZOICO 33
2.1.1 Complejo Garzón (PRcgr) 33
2.1.2 Granito - Granofels El Recreo (PRggfr) 39
2.1.3 Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez (PRmgct) 40
2.2 PALEOZOICO 50
2.2.1 Metamorfitas Pompeya (PZpom) 50
2.2.2 Esquistos Buesaco (PZbue) 55
2.2.3 Complejo Aleluya (PZale) 58
2.2.4 Lodolitas y Calizas Granadillo (PZlcg) 62
2.2.5. Formación Chingual (PZchi) 67
2.2.6. Lodolitas Uitoto (PZlui) 71
2.3 TRIÁSICO - JURÁSICO 73
2.3.1 Formación Saldaña (TJsal) 74
2.3.2 Monzogranito Mocoa (Jmgmoc) 91
2.3.3 Granito Altamira (Jgal) 98
2.3.4 Cuarzomonzodiorita Sombrerillos (Jcmdsom) 100
2.4 CRETÁCICO 104
2.4.1 Complejo Quebradagrande (Kcqg) 104
2.4.2 Ultramáfico San Bernardo (Kumsber 111
2.4.3 Gabros Aponte (Kgbapo) 112
2.4.4 Formación Caballos (K1K2cb) 113
2.4.5 Formación Villeta (K2v) 122
2.4.6 Formación Rumiyaco K2E1rum) 131
2.5 PALEÓGENO - NEÓGENO 136
2.5.1 Formación Pepino (E2E3pe) 136
2.5.1.1 Miembro Inferior (E2E3pei) 137
2.5.1.2 Miembro Medio (E2E3pem) 138
2.5.1.3 Miembro Superior (E2E3pes) 139
2.5.2 Grupo Orito (E3N1or) 145
2.5.3 Formación Esmita (Nesm) 150
2.5.4 Pórfidos dacíticos - andesíticos (Npda) 152
2.5.5 Lavas y piroclastos (NQlp) 152
2.6 CUATERNARIO 155
2.6.1 Abanico Guamués (Q1ag) 156
2.6.2 Depósitos glaciares y fluvioglaciares (Qdgf) 156
2.6.3 Flujos de lodo y flujos piroclásticos (Qflp) 157
2.6.4 Abanicos y depósitos fluviolacustres de Sibundoy (Q1adfsi) 158
2.6.5 Terrazas 158
2.6.5.1 Terrazas Altas Qt1) 158
2.6.5.2 Terrazas Medias (Qt2) 159
2.6.6 Basaltos Sabaleta (Bbsab) 159
2.6.7 Basaltos Sibundoy (Qbsib) 160
2.6.8 Depósitos lacustres (Q2l) 162
2.6.8.1 Depósito La Cocha 162
2.6.8.2 Depósito Villalobos 162
2.6.9 Diques andesíticos – basálticos (Qdab) 163
2.6.10 Depósitos volcanosedimentarios (Qdvs) 163
2.6.10.1 Depósito Río Guamués 163
2.6.10.2 Depósito Verdeyaco 164
2.6.11 Coluvios (Q2c) 164
2.6.12 Aluviones (Q2al) 165
3. TECTÓNICA 167
3.1 FLANCO OCCIDENTAL DE LA CORDILLERA CENTRAL 169
3.1.1 Falla Cauca - Almaguer 170
3.1.2 Falla Silvia - Pijao 170
3.1.3 Falla San Jerónimo 170
3.2 CORDILLERA CENTRAL 171
3.2.1 Falla Pompeya 171
3.2.2 Falla Curiaco – Falla La Victoria 171
3.2.3 Falla Colón 172
3.2.4 Falla Aucayaco 172
3.2.5 Falla Santa Rosa 172
3.2.6 Falla Río Blanco 173
3.2.7 Falla Aguas Blancas 173
3.3 TRANSICIÓN CORDILLERA CENTRAL-CORDILLERA ORIENTAL 173
3.3.1 Sistema de Fallas Algeciras 173
3.3.1.1 Falla San Francisco – Yunguillo 174
3.3.1.2 Sistema de Fallas Algeciras 175
3.3.1.3 Falla Chingual 176
3.3.1.4 Falla Villalobos - Falla San Antonio 176
3.3.1.5 Fallas Guachicas y El Silencio 176
3.3.1.6 Fallas La Tebaida y El Carmen 177
3.3.1.7 Falla Quinchoa 177
3.3.1.8 Falla Los Pinos 177
3.3.1.9 Fallas Acevedo 177
3.4 CORDILLERA ORIENTAL-PIEDEMONTE AMAZÓNICO 177
3.4.1 Sistema de Fallas del Borde Amazónico 179
3.4.2 Falla Suaza 179
3.4.3 Falla Churumbelo 179
3.4.4 Falla Urcusique 180
3.4.5 Falla Los Guzmanes 180
3.4.6 Falla Sabaleta Norte 180
3.4.7 Sistema de Fallas Los Loros 181
3.4.8 Sistema de Fallas Conejo 181
3.4.9 Falla La Tortuga 181
3.5 LLANURA AMAZÓNICA 182
3.5.1 Falla Bajo Corazón 182
3.5.2 Falla Alto Bonito 182
3.5.3 Falla San Pedro 182
3.6 FALLAS DE DIRECCIÓN NOROCCIDENTAL 182
3.6.1 Falla de Sibundoy 183
3.6.2 Falla La Salada 184
3.6.3 Fallas Inchiyaco y Tambor 184
3.6.4 Falla Guamués 184
3.6.5 Falla Blanca 185
3.6.6 Fallas Iles, Gualmatán y Chiguaco 185
3.7 LINEAMIENTOS FOTOGEOLÓGICOS 185
3.8 PLIEGUES 186
3.8.1 Sinclinal La Punta 186
3.8.2 Sinclinales Villalobos 186
3.8.3 Anticlinal Santana 186
3.8.4 Sinclinal Yunguillo 187
3.8.5 Anticlinorio Fragua 187
3.8.6 Anticlinorio Sabaleta 187
3.8.7 Anticlinorio Uitoto 187
3.8.8 Anticlinal de Fragua – Las Marimbas 188
3.8.9 Anticlinal Romerillo 188
3.8.10 Anticlinal de La Mona 188
3.8.11 Sinclinal de La Mona 188
3.8.12 Anticlinal Orito 189
3.8.13 Sinclinal Vides 189
3.8.14 Anticlinal Guayabal 189
3.8.15 Sinclinal San Pedro 189
4. RECURSOS GEOLÓGICOS 190
4.1 COMPLEJO MIGMATÍTICO LA COCHA - RÍO TÉLLEZ 191
4.2 METAMORFITAS POMPEYA 191
4.3 LODOLITAS Y CALIZAS GRANADILLO 192
4.4 FORMACIÓN CHINGUAL 192
4.5 COMPLEJO ALELUYA 192
4.6 LODOLITAS UITOTO 192
4.7 FORMACIÓN SALDAÑA 192
4.8 MONZOGRANITO MOCOA 193
4.9 CUARZOMONZODIORITA SOMBRERILLOS 194
4.10 ULTRAMÁFICO SAN BERNARDO 194
4.11 FORMACIÓN CABALLOS 194
4.12 FORMACIÓN VILLETA 195
4.13 FORMACIÓN RUMIYACO – GRUPO ORITO 195
4.14 FORMACIÓN PEPINO 195
4.15 GRUPO ORITO 195
4.16 FORMACIÓN ESMITA 196
4.17 PÓRFIDOS DACÍTICOS - ANDESÍTICOS 196
4.18 DEPÓSITOS VOLCÁNICOS 196
4.19 ABANICOS Y DEPÓSITOS FLUVIOLACUSTRES DE SIBUNDOY 197
4.20 DEPÓSITOS ALUVIALES 197
5. AMENAZAS GEOLÓGICAS 198
5.1 REMOCIÓN EN MASA 206
5.2 SISMOS 208
5.3 ERUPCIONES VOLCÁNICAS 214
5.4 INUNDACIONES 218
6. EVOLUCIÓN GEOLÓGICA 219
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 224
FIGURAS
Página
Página
47. Palinología de muestras del Grupo Orito (planchas 430 Mocoa y 449 150
Orito).
48. Eventos naturales que afectaron el área de las planchas 411 La Cruz, 412 199
San Juan de Villalobos, 430 Mocoa, 431 Piamonte, 448 Monopamba, 449
Orito y 465 Churuyaco.
49. Sismos históricos con epicentro en un radio de 300 km alrededor de un 209
punto con Latitud 0°58’54” y longitud 76°48’41” (confluencia de los ríos
Blanco y Putumayo, límite entre las planchas 430 Mocoa y 449 Orito).
50. Aceleración pico efectiva (Aa) para cabeceras municipales ubicadas dentro 216
o muy cerca del área cubierta por las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan
de Villalobos, 430 Mocoa, 431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y
465 Churuyaco.
RESUMEN
Los 15.900 km² que cubren las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430
Mocoa, 431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco, en parte de los
departamentos de Cauca, Caquetá, Huila, Nariño y Putumayo al suroccidente del país,
corresponden a una región muy compleja, tanto en la parte tectónica como en los aspectos
estratigráficos. En esta región confluyen las tres grandes cordilleras que constituyen el
sistema montañoso andino en Colombia y de ella hacen parte accidentes geográficos como
el Macizo Colombiano y el Nudo de Los Pastos.
En este sector afloran rocas del Proterozoico hasta depósitos del Cuaternario que
conforman una morfología muy irregular, dominada por grandes sistemas de fallas de
dirección NE-SW. Las rocas precámbricas conforman las unidades llamadas Complejo
Migmatítico La Cocha - Río Téllez, Complejo Garzón y Granito - Granofels El Recreo
expuestas, la primera, en la Cordillera Central y las dos últimas en el extremo sur de la
Cordillera Oriental, que es la culminación del llamado Macizo de Garzón. Se trata de rocas
metamórficas de medio a alto grado de metamorfismo: neises de diverso tipo, anfibolitas,
granulitas, mármoles y granitos de anatexis.
Rocas del Triásico - Jurásico constituyen las unidades litoestratigráficas más extensas de la
zona; se trata de la Formación Saldaña, de carácter volcanosedimentario y los cuerpos
intrusivos llamados Cuarzomonzodiorita de Sombrerillos, Monzogranito de Mocoa y
Granito de Altamira; los dos últimos se consideran asociados a la Cordillera Oriental,
mientras que el primero muestra más afinidad con los plutones de la Cordillera Central. Las
unidades volcánicas y plutónicas se consideran comagmáticas.
Tres grandes sistemas de fallas, de dirección NE-SW se identificaron en la zona; ellos son
responsables de la unión de las cordilleras Central y Oriental. Estos sistemas de fallas son
los del flanco occidental de la Cordillera Central, anteriormente conocidos como
pertenecientes al “Sistemas Romeral”, las fallas del borde amazónico y el Sistema
Algeciras, y este último es el más importante de todos. La Falla Sibundoy, de dirección
NW-SE, es el rasgo transversal a la cadena montañosa andina más importante de la zona.
El Sistema de Fallas Algeciras puede ser considerado bien como una parte de
cabalgamientos con despegue profundo, o como una “estructura en flor”, donde la falla
principal sería el Sistema de Fallas de Algeciras, a la que se asociarían, en profundidad, las
del piedemonte amazónico al este y las de la Cordillera Central al oeste.
El volcán Doña Juana y otros del sector se pueden clasificar como volcanes activos; su
actividad futura podría afectar la parte occidental del área. La actividad neotectónica de
algunas fallas, especialmente de carácter rumbo deslizante dextral como las del Sistema
Algeciras, podría generar sismos de magnitud importante que afectarían la zona, razón por
la cual el área montañosa ha sido clasificada como de riesgo sísmico intermedio a alto.
Los procesos de erosión y remoción en masa son muy activos y frecuentemente ocasionan
daños a las personas, sus bienes e infraestructura y mantienen incomunicada a la región.
Las explotaciones mineras son muy incipientes; se extrae oro aluvial como minería de
subsistencia y explotaciones menores de mármol, caliza y materiales de construcción. Las
posibilidades mineras se enfocan hacia los metales básicos y oro, así como a la extracción
de hidrocarburos.
II
Modelo Geológico de Colombia
Modelos de Comportamiento
de los Materiales del Subsuelo
Modelo Geotérmico
Modelo de Recursos
Modelo de Recursos Minerales
del Subsuelo
Modelo de Minería
INGEOMINAS
Figura 1
escala regional de trabajo 1:100.000 y 1:200.000 con control de campo, se deberá
implementar sucesivos planes de cubrimiento a escalas mayores con mayor detalle, en la
medida que avance el conocimiento”.
La misión entonces era clara, cumplir con lo pactado en los planes estratégicos, los cuales
dieron la guía para la selección de zonas prioritarias en exploración minero energética en el
contexto nacional como eran: cubrir con información cartográfica geológica la región del
Caribe y Valle del Sinú, a escala 1:100.000, avanzar y terminar la cartografía geológica del
Andén Pacífico, a escalas 1:100.000 hasta 1:200.000, cubrir con información cartográfica
geológica la región del piedemonte oriental de los departamentos de Caquetá y Putumayo
(regiones Andina Sur y Garzón - Quetame).
Para obtener la cobertura del MODELO BÁSICO DEL SUBSUELO es necesario obtener
la información esencial en las disciplinas geológica, geomorfológica, geofísica,
geoquímica, geodinámica y de comportamiento físico mecánico de materiales del subsuelo.
La información geológica es la primera y más indispensable cobertura dentro de esta
cadena del conocimiento geocientífico. Es por ello que el Instituto ha querido dar prioridad
a esta actividad. El proceso institucional de la cartografía geológica se ilustra en la Figura
2.
3
COCEPCION DEL PLAN
PLAN
PRIORIZACION Y
ESTRATEGICO DEFINICION DE TAREAS
TERMINOS DE
COMPILACION
REFERENCIA DE LA INFORMACION GEOCIENTIFICA
CARTOGRAFIA PERTINENTE
GEOLOGICA
ELABORACIÓN DE INFORME DE
EVALUACION Y ANALISIS DE LA INFORME DE ANÁLISIS
INFORMACION COMPILADA DE INFORMACIÓN
COMPILADA
CONVENCIONES UTILIZADAS
EVALUACIÓN
DE PRODUCTOS
ACTIVIDAD CONTRATADA
PRODUCTO DE
CONTRATO ELABORACION DE MAPAS COMPILATORIOS MAPA-IMAGEN
MAPA- IMAGEN
DISEÑO DE TRANSVERSAS DISEÑO TRANVERSAS
PUNTO DE
CONTROL
INGEOMINAS
EVALUACIÓN
ACTIVIDAD DE INGEOMINAS DE PRODUCTOS
PRODUCTO DE
INGEOMINAS
TOMA DE DATOS DE CAMPO- ANALISIS MAPA GEOLOGICO
DE DATOS Y ELABORACIÓN MAPA PRELIMINAR
PRELIMINAR
EVALUACIÓN
DE PRODUCTOS
EVALUCION DE
PRODUCTOS
EVALUCION DE
PRODUCTOS
INGEOMINAS
Proceso Cartográfico ELABORACIÓN DE
INFORME
INFORME FINAL
FINAL
Figura 2
estratigráficas y estructuras geológicas presentes en la zona y se idean modelos geológicos
de la zona, en forma muy preliminar.
Luego de entregado el material quedó por realizar numerosas actividades que debe llevar a
cabo INGEOMINAS. Estas actividades consisten en:
• Análisis petrográficos para definir los tipos y las características de las rocas
presentes en el área y así ayudar a la definición más precisa de las unidades
litológicas.
5
• Análisis geoquímicos de rocas, sedimentos activos, suelos y aguas con el objeto de
construir los Mapas Geoquímicos a diferentes escalas, y obtener indicaciones de
zonas con una distribución anómala de ciertos elementos, lo cual podría indicar
presencia de potenciales yacimientos minerales.
Después de realizar estos análisis se efectúa una reinterpretación integral de todos los datos
de campo y laboratorio, con el apoyo de nuevas interpretaciones fotogeológicas, a la luz del
conocimiento ganado en la labor de análisis, para producir la versión final Mapa
Geológico, principal producto cartográfico de esta actividad, así como también el Informe o
Memoria Geológica acompañante, donde se consignan las interpretaciones integrales y las
conclusiones.
Como labor interpretativa, estos productos son el resultado de un modelo propuesto que
puede ser discutido. Otros profesionales, con los mismos datos, pueden llegar a
interpretaciones diferentes sobre el modelo geológico de la zona.
Es así como solamente al final del proceso se habrán validado los datos y alimentado
propiamente las coberturas institucionales, para suministrarlas a los clientes.
Investigaciones futuras, más detalladas, contribuirán a confirmar los planteamientos o
replantearlos, gracias al avance de las ciencias y al desarrollo de nuevos modelos de
entender el proceso de formación de un territorio.
Durante 1998, 1999 y 2000, INGEOMINAS, por medio del convenio 012/97 con la
Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) para la Educación, la Ciencia y la Cultura,
realizó la contratación de actividades conducentes a la entrega de la Cartografía Geológica
en las regiones Andina Sur y Garzón - Quetame, siete planchas de 2.400 km² en promedio,
para un total de 15.900 km² (Figura 3).
6
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INGEOMINAS
CONVENCIONES
Drenaje DEPARTAMENTO LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA DE LAS PLANCHAS
VIAS Caquetá 411 LA CRUZ, 412 SAN JUAN DE VILLALOBOS, 430 MOCOA,
Principal Cauca 431 PIAMONTE, 448 MONOPAMBA, 449 ORITO Y 465 CHURUYACO
Secundaria Huila
Capital departamental Nariño
Municipio Putumayo Figura 3
en las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa, 431 Piamonte, 448
Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco (INGEOMINAS, 2001).
El acceso a la zona se hace por la vía Bogotá - Neiva - Pitalito - Mocoa, por la cual se
puede llegar a las planchas 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa, 431 Piamonte y 449
Orito. De Mocoa se desprende la carretera hacia San Francisco y Pasto para llegar a Ipiales
y acceder a las planchas 448 Monopamba y 465 Churuyaco. Desde Pasto se toma la
carretera hacia Popayán, de donde se sigue un carreteable que lleva al Municipio de La
Cruz, en el sector occidental de la Plancha 411 La Cruz. El acceso también se puede hacer
por la vía Bogotá - Armenia - Cali - Popayán - Pasto - Ipiales para hacer los recorridos
antes mencionados, en sentido inverso.
De Bogotá y Cali parten vuelos regulares a Pasto e Ipiales; una vez allí se realizan, por
carretera, los itinerarios antes descritos. Desde Bogotá se puede llegar por vía aérea a
Puerto Asís y desde ahí por carretera, en regulares condiciones, se accede a Mocoa y Orito,
ubicadas en las planchas 430 Mocoa y 449 Orito, respectivamente.
Se describen aspectos que tienen que ver con la geografía general del área de trabajo; una
parte de esta región pertenece a la Amazonía y la gran mayoría a la zona andina,
representada en este sector por la unión de las cordilleras Central y Oriental de Colombia,
sectores que geográficamente son conocidos como Macizo Colombiano y Nudo de Los
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VIAS COORDENADAS EN LOS VÉRTICES
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Secundaria
Capital departamental
Municipio
Figura 4
Pastos. A partir de este sector, hacia el norte, las dos cordilleras se individualizan debido
fundamentalmente a efectos tectónicos, como es reconocido por Ujueta (1999).
1.5.1 Relieve
En el área ubicada por encima de los 2.500 msnm, adicionalmente, se presentan formas
heredadas del modelado por glaciares, y se observa un lomerío suave de formas
redondeadas y valles en forma de U; en este sector el relieve ha sido suavizado en parte por
la acumulación de material volcánico. En el piedemonte amazónico son comunes las
serranías alargadas, con dirección NE–SW, desarrolladas en unidades sedimentarias y
controladas estructuralmente.
Relieve montañoso. Corresponde a la mayor parte del área; está desarrollado sobre rocas
metamórficas e ígneas intrusivas y volcánicas, correspondientes a las unidades del
Proterozoico, Paleozoico y Triásico - Jurásico. Está expuesta a procesos erosivos, con
pendientes moderadas a altas, suavizadas algunas veces por depósitos volcánicos de flujo y
caída.
Lomerío. Zonas constituidas principalmente por unidades sedimentarias del Cretácico, con
pendientes moderadas y procesos erosivos moderados. Se destaca la zona alrededor del
Valle de Sibundoy y el filo del Churumbelo al oriente de Mocoa.
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INGEOMINAS
ESQUEMA MORFOLÓGICO DE LAS PLANCHAS
411 LA CRUZ, 412 SAN JUAN DE VILLALOBOS, 430 MOCOA,
431 PIAMONTE, 448 MONOPAMBA, 449 ORITO Y 465 CHURUYACO
Figura 5
Valle intramontano. Corresponde a depresiones intramontañosas como el valle del río
Villalobos, el valle de Sibundoy y el valle del río Mocoa, entre otros.
Llanura aluvial. Se extiende por el sector suroriental del área y corresponde a la llanura
amazónica drenada por los ríos Caquetá y Putumayo, en donde predominan los procesos
deposicionales.
1.5.2 Clima
El clima en la zona se distribuye entre todos los pisos térmicos, y varía entre cálido en el
oriente correspondiente a la llanura amazónica muy húmeda y lluviosa, templado en las
zonas de piedemonte y flancos de las cordilleras Central y Oriental, frío en las zonas altas
de la cordillera, y páramo en la cima de la Cordillera Central. En consecuencia, la
temperatura oscila entre 27°C y más en las llanuras orientales y menos de 5°C en las zonas
de páramo alrededor de cerro Pax (Plancha 465 Churuyaco) y los volcanes Doña Juana,
Ánimas y Petacas (Plancha 411 La Cruz).
En las zonas templadas a frías, con temperaturas promedio inferiores a 18°C y por encima
de los 1.800 msnm se registra un período de menores lluvias entre junio y agosto, mientras
que en las zonas cálidas no se notan diferencias significativas en cuanto al comportamiento
de las lluvias durante el año. La precipitación anual promedio, de acuerdo con los datos de
cinco estaciones ubicadas en el área, varía entre 1.815 mm/año en el área de Sibundoy
(Estación La Primavera, Plancha 430 Mocoa) y 5.151 mm/año en la región de piedemonte
(Estación El Pepino, Plancha 430 Mocoa); por lo regular, los meses con menor
precipitación son enero, febrero, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.
1.5.3 Hidrografía
La red hidrográfica del área está conformada por afluentes de cuatro grandes sistemas
hídricos de Colombia, como son los ríos Magdalena, Patía, Caquetá y Putumayo, los dos
últimos, tributarios del río Amazonas (Figura 6).
12
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INGEOMINAS
Figura 6
El sector noroccidental del área, en las planchas 411 La Cruz y 430 Mocoa, alimenta el
caudal del río Patía a través de los ríos Juanambú, Mayo, Resina y sus tributarios que
drenan el flanco occidental de la Cordillera Central. La zona noroccidental de la Plancha
448 Monopamba es recorrida por el río Guáitara, también tributario del río Patía y sus
afluentes principales, los ríos Téllez y Tescual.
Parte de las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa y 431 Piamonte
son drenadas por tributarios de la cuenca alta del río Caquetá, entre los que sobresalen el
mismo río Caquetá y sus afluentes Platayaco, Cascabel, Blanco, Verdeyaco, Aucayaco,
Villalobos, Mandiyaco, Fragua, Fragua Chorroso, Guayuyaco, Nabueno, Inchiyaco,
Tambor, Congor, Fragua, Fragüita y Mocoa, al cual confluyen los ríos Pepino, Cascajo,
Blanco, Patoyaco y Ticuanayoy.
Las aguas de la zona norte de la Plancha 412 San Juan de Villalobos son recogidas por
tributarios de los ríos Granadillo, Guachicos, Guarapas y Suaza, afluentes de la cuenca alta
del río Magdalena.
La esquina suroccidental, en las planchas 448 Monopamba y 465 Churuyaco es drenada por
el río Chingual y sus afluentes; este río es tributario del Napo que recorre territorio
ecuatoriano y desagua al Amazonas.
El resto del territorio vierte sus aguas a la cuenca del río Putumayo a través de los
siguientes grandes ríos: Guineo, Orito, Caldero, Conejo y Vides tributarios del río San
Juan; El Alguacil, Uchupayaco, Afiladores y Alisales que conforman el río Sucio tributario
del Guamués; y Churuyaco, Gavilanes, Rumiyaco, Sapoyaco y Ranchería afluentes del río
San Miguel.
1.5.4 Vegetación
La vegetación varía entre bosque de montaña alto andino a subandino, que cubre la mayor
parte del área entre los 1.200 metros de altura y las partes más altas de la cordillera (3.000
metros); bosques de piedemonte del cinturón de vegetación tropical, son los que se ubican
entre los 700 y 1.200 msnm, y vegetación de llanura amazónica, también tropical, la que
cubre las zonas por debajo de los 700 msnm. En alturas superiores a 3.200 msnm se
reconoce vegetación típica de páramo.
En el sector del piedemonte, hasta los 1.200 msnm, la vegetación es del tipo de selvas
ecuatoriales, que tienen generalmente estructura pluri estratificada y están afectados por la
acción antrópica.
14
1.5.5 Vías de comunicación
Dentro del área de trabajo las vías de comunicación son principalmente caminos de
herradura, senderos y trochas; los carreteables son escasos, en regulares condiciones de
mantenimiento, en donde el acceso a las zonas es muy difícil e imposible, dadas las
características topográficas y climáticas, la ausencia de vías de penetración de cualquier
tipo y las condiciones sociales reinantes en el área.
• Pitalito - Mocoa
• Mocoa - San Francisco - Sibundoy - Colón - Santiago - Pasto
• Mocoa - Villa Garzón - Orito
• Mercaderes - Florencia - San Pablo - La Cruz - La Estancia - La Tajumbina
• La Cruz - San Bernardo - Aponte
• Pasto - Iles - Gualmatán - Puerres - Monopamba - Llorente - Valle del Guamués
• Pasto - Alisales - Monopamba
• Ipiales - La Victoria
De estas vías se desprenden algunos carreteables menores que conducen a varios lugares
del área, a partir de los cuales por caminos de herradura, senderos y trochas se hicieron las
transectas programadas para hacer el reconocimiento geológico.
Para la Plancha 431 Piamonte los únicos accesos en el borde suroriental son los
carreteables San José del Fragua - Sabaleta, Yuruyaco - La Novia, El Jauno - Puerto Bello.
En la Plancha 465 Churuyaco, por el oriente, el acceso es desde Orito hacia Churuyaco,
mientras que por el occidente es entre La Victoria (Colombia) y La Bonita (Ecuador).
1.5.6 Población
El área de estudio, como ya se dijo, cubre parte de los departamentos de Caquetá (planchas
412 San Juan de Villalobos y 431 Piamonte), Cauca (planchas 411 La Cruz, 412 San Juan
de Villalobos, 430 Mocoa y 431 Piamonte), Huila (Plancha 412 San Juan de Villalobos),
Nariño (planchas 448 Monopamba y 465 Churuyaco) y Putumayo (planchas 411 La Cruz,
15
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Capital departamental
Municipio Figura 7
430 Mocoa, 431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco), como se
observa en la Figura 3.
1.5.7 Economía
Durante el trabajo de campo y las labores que siguieron se tuvieron los resultados
mostrados a continuación.
17
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CONVENCIONES
INGEOMINAS
Transecta
Drenaje
VIAS TRANSECTAS RECORRIDAS
Principal Localización aproximada
Secundaria
Capital departamental
Figura 8
Municipio
se observa la localización de las transectas realizadas, mientras que la Tabla 3 muestra los
kilómetros de transecta y los puntos de control, por plancha, realizados durante el
levantamiento de campo.
19
Tabla 4. Columnas estratigráficas levantadas en la Plancha 411 La Cruz
(INGEOMINAS & Geoestudios, 2000a).
20
Tabla 6. Columnas estratigráficas levantadas en la Plancha 430 Mocoa
(INGEOMINAS & Geoestudios, 1998a).
21
Tabla 8. Columnas estratigráficas levantadas en la Plancha 448 Monopamba
(INGEOMINAS & Geoestudios, 2000a).
22
1.6.2 Libretas de campo
Las libretas de campo de cada una de las planchas fueron entregadas por el Contratista,
tanto en forma digital como sus respectivos originales. Estos documentos se encuentran en
el Centro de Datos e Información de la Subdirección de Reconocimientos Geocientíficos,
en Bogotá.
En total hay 76 libretas de campo en donde está consignada la información referente a cada
uno de los puntos de control de campo. El número de libretas por plancha es: 411 La Cruz,
doce (12); 412 San Juan de Villalobos, quince (15); 430 Mocoa, diez (10); 431 Piamonte,
diez (10); 448 Monopamba, ocho (8); 449 Orito, cuatro (4); y 465 Churuyaco, ocho (8);
412 San Juan de Villalobos y 431 Piamonte en conjunto, cuatro (4); 430 Mocoa y 449 Orito
en conjunto, tres (3); 448 Monopamba y 465 Churuyaco en conjunto dos (2).
1.6.3 Muestras
Para cada una de las siete planchas contratadas se entregó, con la memoria geológica, un
anexo con la descripción macroscópica de cada una de las muestras de roca colectadas
durante el trabajo de campo (INGEOMINAS & Geoestudios, 1998a y b; 1999a y b; 2000a,
b y c); igualmente, en el mapa de ubicación de las muestras se indica las recomendadas
para análisis petrográfico, bioestratigráfico, geoquímico, datación radiométrica y las
muestras correspondientes al Atlas Geoquímico de Colombia.
Tabla 11. Muestras de roca y sedimentos activos - finos seleccionados colectados por
plancha.
23
1.6.4 Muestras para el Atlas Geoquímico de Colombia
De cada una de las siete planchas contratadas, se entregaron los formatos de captura de
datos de campo que contienen la información solicitada en cada sitio de muestreo
(INGEOMINAS & Geoestudios, 1998a y b; 1999a y b; 2000a, b y c). Para las planchas 411
La Cruz, 448 Monopamba y 465 Churuyaco, que fueron las últimas contratadas, el
Contratista adjuntó a la memoria un capítulo en donde indica la metodología de muestreo
(INGEOMINAS & Geoestudios, 2000a, b y c), que es la misma exigida por
INGEOMINAS, así como cuadros resúmenes de la información de campo con la siguiente
información:
• Descripción del sitio de muestreo: número de estación, sitio geográfico, clima, litología
y unidad geológica.
• Suelo del área de influencia del muestreo: número de estación, color, % de clastos,
textura, contenido orgánico y estructura.
A varias de las muestras colectadas se les practicó diverso tipo de análisis como se describe
a continuación.
Se realizaron 123 análisis palinológicos de roca procedentes de las planchas 412 San Juan
de Villalobos (28 muestras), 430 Mocoa (90 muestras) y 449 Orito (5 muestras) con su
respectiva interpretación ambiental y de edad.
24
Los resultados de los análisis palinológicos están consignados en siete informes que se
encuentran en el Centro de Datos e Información de la Subdirección de Reconocimientos
Geocientíficos en Bogotá; los documentos contienen datos sobre la metodología utilizada
para el análisis y los resultados, en donde se destacan la edad y el paleoambiente de
deposición de la muestra analizada, con sus respectivos diagramas o cartas de distribución
palinológica.
Los elementos analizados, tanto para finos seleccionados como rocas, fueron:
Los resultados de los análisis, junto con los mapas de ubicación de zonas anómalas y la
descripción de alteraciones con base en análisis petrográfico de secciones delgadas y
pulidas, se encuentran en INGEOMINAS (2000a, b, c y d).
25
Prospección geoquímica regional con base en los análisis de muestras de roca y sedimentos
activos - finos seleccionado se realizó por parte del proyecto Compilación y Levantamiento
de la Información Geoquímica del País, de la Subdirección de Reconocimientos
Geocientíficos de INGEOMINAS (Muñoz et al., 2002).
De acuerdo con Muñoz et al. (2002), se definieron 25 anomalías geoquímicas, de las cuales
17 se consideraron como áreas de interés para futuros estudios de exploración de
yacimientos minerales; en 11 anomalías la asociación más importante corresponde a cobre
con los demás elementos básicos, de manera que este elemento es el más representativo en
el área estudiada. Es importante la presencia de oro y plata en la zona, información que
sirve como guía para la prospección de yacimientos, tanto en roca como de placer.
449 Orito
102 14 12 2. Río San Juan (Falla Conejo)
Total 1.009 448 241
1.6.5.4 Análisis y procesamiento de los resultados de las muestras del Mapa Geoquímico de
Colombia
En cada plancha, a escala 1:100.000, se seleccionaron seis minicuencas o estaciones de
muestreo y en cada una de ellas se tomaron muestras de sedimentos activos, dos muestras
26
de agua (filtrada y sin filtrar) y una muestra de suelo superficial no transportado. En total se
recibieron 169 muestras de los diferentes medios que fueron analizadas para contenidos
totales de 50 elementos químicos en los laboratorios del Instituto y en un laboratorio
externo para las determinaciones no estandarizadas internamente. Los resultados de los
análisis de laboratorio, así como la información de campo, se ingresaron a la Base de Datos
de Geoquímica (BDGeoquim).
La información colectada cubre parte de la Plancha 5-18, escala 1:500.000, del Atlas
Geoquímico de Colombia. En la actualidad, de esta plancha se cuenta con 111 puntos de
muestreo, de los cuales 52 corresponden a las planchas cartografiadas por INGEOMINAS
& Geoestudios (1998a y b; 1999a y b; 2000a, b y c); en estos sitios se tienen muestras de
suelos, sedimentos activos y aguas, con resultados químicos para 48 elementos. Se
digitaron los formatos de campo y resultados químicos en la base de datos del proyecto; se
cuenta con el Análisis Estadístico Exploratorio para los 48 elementos químicos en los tres
medios muestreados y se adelanta la elaboración de mapas de puntos y compilación de
información cartográfica y temática del área de estudio.
Se presentan datos sobre la fisiografía y el ambiente sociocultural del área de estudio, que
de alguna manera influyeron en el desarrollo y la planeación de las actividades.
La zona objeto de los contratos cubrió una buena parte del llamado Macizo Colombiano y
abarca zonas de los departamentos de Caquetá, Cauca, Huila, Nariño y Putumayo al
suroccidente del país. Se trata de un área de relieve montañoso con alturas que varían entre
los 500 metros sobre el nivel del mar (msnm), en la zona del piedemonte alrededor de Orito
27
y Villa Garzón (Putumayo) y más de 4.000 metros en la cima de la Cordillera Central de
Colombia.
El clima, en concordancia, varía entre cálido y húmedo a muy húmedo en las partes bajas y
frío a paramuno en las regiones altas en donde hay zonas pantanosas extensas por ser
nacimiento de aguas. La precipitación es también elevada.
Una buena parte del área está cubierta por bosques naturales con poca o quizás nula
intervención humana, con muy escasas vías de comunicación, por lo que los recorridos
geológicos programados (transectas) debieron hacerse por caminos y senderos o en
ocasiones por el curso de los principales ríos, abriendo trocha, lo que dificulta la
exploración geológica y demora el avance.
Por primera vez se tiene un mapa geológico integrado, a escala 1:200.000, y control
de campo de cerca de 16.000 km² de este sector del suroeste del país. Las versiones
anteriores están a escala 1:500.000 y el control de campo es mínimo y muy
localizado.
Se detectó la presencia de zonas anómalas para uno o más elementos químicos que
son objeto de exploración geoquímica detallada, para detectar posibles yacimientos
minerales de interés económico.
28
Se definieron estructuras geológicas regionales, especialmente fallas, cuyo
movimiento y presencia permite definir y entender mejor la evolución geológica de
esta zona del territorio colombiano. Este conocimiento sirve para identificar
ambientes geológicos de formación de rocas y por consiguiente zonas favorables
para la acumulación de depósitos minerales.
Los primeros datos sobre la constitución geológica de esta zona del territorio colombiano
se deben a Grosse (1930; 1935a y b), quien hizo un recorrido por el sur del Departamento
del Huila y el alto Caquetá, y llegó por Santa Rosa, Descanse y Yunguillo en la Plancha
411, así como por la cuenca del Patía y el Departamento de Nariño. Posteriormente, Royo y
Gómez (1942a, b y c) presenta información sobre la geología económica de Nariño y Alto
Putumayo, que incluye descripción macroscópica y microscópica de muestras colectadas en
el trayecto Pasto - Sibundoy - San Francisco - Mocoa, y sobre la cuenca del Juanambú.
Bueno (1948) hace la descripción del primer croquis geológico del Departamento de
Nariño y Gutiérrez (1950) presenta el Mapa Geológico General del Departamento de
Nariño, con una reseña explicativa. Cucalón & Camacho (1966) hacen una compilación
geológica de la Cuenca del Putumayo.
Case et al. (1973) realizan el perfil geofísico por la línea del oleoducto trasandino Orito -
Tumaco, que cruza las planchas 448 Monopamba y 449 Orito.
Ponce (1979) describe la geología del suroccidente del Departamento de Nariño, en donde
se incluye parte de las planchas 448 Monopamba y 465 Churuyaco. París & Marín (1979)
elaboran un informe sobre la geología del Departamento del Cauca, que acompaña el mapa
geológico (Marín & París, 1979); la llamada “Bota Caucana” cubre parte de las planchas
411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa y 431 Piamonte.
29
Arango & Ponce (1982a y b) elaboraron el Mapa Geológico del Departamento de Nariño,
junto con la memoria explicativa, que involucra parte de las planchas 411 La Cruz, 448
Monopamba y 465 Churuyaco. Franco (1981) elabora una memoria explicativa del mapa
fotogeológico de la Cuenca del Alto Putumayo. Murcia & Cepeda (1991a y b) presentan la
geología de las planchas 410 La Unión y 429 Pasto que limitan con la zona de estudio por
el sector occidental.
Los recursos de roca calcárea en la región de San Francisco fueron evaluados, inicialmente,
por Manjarrés (1965).
Govea & Aguilera (1980) y Cáceres & Teatín (1985) presentan información geológica
sobre la provincia petrolera de la Cuenca del Putumayo. Recientemente, Mora (1998) y
Mora et al. (1998) documentaron la estratigrafía del Cretácico y “Terciario” en el extremo
norte de la Cuenca del Putumayo.
A partir de Escorce (1977) y Naciones Unidas & INGEOMINAS (1977), se inician las
investigaciones sobre el pórfido de cobre y el skarn de Mocoa, cuyos resultados fueron
dados a conocer, entre otros, por Sillitoe (1978; 1979), Jaramillo & Escovar (1980),
Jaramillo et al. (1980), Sillitoe et al. (1982; 1984), Naciones Unidas et al. (1984), Ramírez
& Araque (1984).
Los análisis petrográficos fueron realizados por los geólogos Josué Alejandro Mora (2000a
y b) y Erika Tibocha (2001) y los estudiantes de geología Alejandro Patiño (2001; 2002) y
Rodrigo Castañeda (2002), del Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional
de Colombia sede Bogotá y Roque Rincón A. (2001) de la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia sede Sogamoso. La coordinación de estos estudios fue realizada
por la geóloga Gloria I. Rodríguez S. de INGEOMINAS.
30
La compilación de la información petrográfica y palinológica, y su organización en tablas
de datos y mapas, empleando del software Arc View, fue realizada por la geóloga Sonia Y.
Güiza de INGEOMINAS, con apoyo del geólogo Yuri García. La geóloga Sonia Y. Güiza
preparó las figuras utilizando el software Arc View, para editarlas en Power Point. El
geólogo Jorge Gómez T., de INGEOMINAS, colaboró en la revisión y organización de la
base petrográfica y el Mapa Geológico Integrado. El geólogo Francisco A. Velandia P.
colaboró con la discusión del esquema tectónico regional.
Geólogo Planchas
Taissir Kassem (Director-Coordinador) 411, 412,430,431,448, 449 y 465
Juan Carlos Martínez 411, 412, 430, 431, 448, 449 y 465
Gerardo Alberto Arandia 411, 412, 430, 431, 448, 449 y 465
Juan Manuel Herrera 411, 412, 430, 431, 448, 449 y 465
Carlos Arturo Chico 411, 412, 430, 431, 448, 449 y 465
Eduardo Roa Vega 411, 412, 430, 431, 448, 449 y 465
Zorel Gutiérrez 411, 412, 430, 431, 448, 449 y 465
Carlos Alberto Rodríguez 411, 412, 430, 431, 448, 449 y 465
Henry Yasir Lara 411, 412, 430, 431, 448, 449 y 465
José Vicente Rodríguez 411, 412, 431, 448 y 465
Edgar Pimiento 412, 430, 431 y 449
Ernesto Gómez 411, 448 y 465
Jaime Enrique Díaz 411, 448 y 465
Vladimir Torres 412 y 431
31
2. ESTRATIGRAFÍA
La estratigrafía de la región del territorio colombiano de las planchas 411 La Cruz, 412 San
Juan de Villalobos, 430 Mocoa, 431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito, y 465
Churuyaco aún dista de conocerse y entenderse a cabalidad y el trabajo realizado debe
tomarse como un reconocimiento geológico regional, a partir del cual deben seguir, como
ocurre con la mayor parte del país, investigaciones detalladas, por unidades y estructuras
geológicas. Por consiguiente, para la descripción de las unidades litológicas separadas
durante el levantamiento geológico se utilizaron nombres de unidades litoestratigráficas ya
conocidos en la zona o se proponen nuevas denominaciones, de acuerdo con el grado de
conocimiento o diferenciación que permite la unidad.
Es así como para las unidades proterozóicas se emplearon los nombres que provienen del
Macizo de Garzón para las secuencias metamórficas de la Cordillera Oriental, mientras que
para la Central se adopta la terminología existente en el área y de uso común en la literatura
geológica.
Para las unidades paleozoicas se proponen nombres nuevos, debido a que los existentes
crean confusión en cuanto a su utilización y mezcla litológica. No obstante lo anterior,
análisis estratigráficos detallados aconsejarán adoptar esta terminología, volver a la
existente o replantear nombres.
Para las unidades del Triásico - Jurásico se extiende el nombre de unidades ígneas
intrusivas y volcanosedimentarias del Valle Superior del Magdalena y se precisan los
límites de hasta el presente la única unidad intrusiva descrita en la Cuenca del Putumayo.
Con estos criterios y limitaciones impuestas por factores externos, se describen las unidades
representadas en el Mapa Geológico por períodos geológicos y dentro de ellos por unidades
litoestratigráficas. La Figura 9 presenta un esquema tectonoestratigráfico del área.
2.1. PROTEROZOICO
Complejo Garzón es el nombre propuesto por Rodríguez et al. (2003) para denominar la
unidad que Kroonenberg (1982a) había designado como Grupo Garzón y que corresponde a
una secuencia de rocas de alto grado de metamorfismo, facies anfibolita hasta granulita,
que aflora en la Cordillera Oriental en el denominado Macizo de Garzón (departamentos
del Caquetá y Huila). Un conjunto correlacionable litológicamente aflora al oriente del área
estudiada, en las planchas 412 San Juan de Villalobos y 431 Piamonte, en una posición
geotectónica similar, razón por la cual se extendió el nombre de Complejo Garzón a esta
zona. Estos afloramientos corresponden, posiblemente, a la prolongación austral de esta
unidad litoestratigráfica en el territorio colombiano.
NEÓGENO
NQlp
CENOZOICO Npda
E3N1 or
E3
E2E3 pe
E2
Acreción en el occidente
E1 K 2E1rum
CRETÁCICO
K 1cqg
MESOZOICO
K1
Retroarco?
TJsal Rift?
PZbue PZpom
Orogenia Grenville?
Alóctono?
PROTEROZOICO
INGEOMINAS
ESQUEMA TECTONOESTRATIGRÁFICO
DEL EXTREMO SUR DE LAS
CORDILLERAS CENTRAL Y ORIENTAL DE COLOMBIA
Autor: Dibujó:
Alberto Núñez Tello Víctoria E. Arbeláez Ortiz
Localización. Las rocas asignadas al Complejo Garzón afloran hacia la parte sureste de la
Plancha 412 San Juan de Villalobos, en los ríos Fragua Chorroso Chiquito y Valdivia, y en
la quebrada Angosturas, así como en la Plancha 431 Piamonte, en donde está expuesto
hacia el noreste y es la prolongación de las exposiciones de la Plancha 412 San Juan de
Villalobos. Los sitios en donde mejor aflora son los ríos Yurayaco y Luna, ubicados al
costado norte de la vía San José de Fragua - Sabaleta (Caquetá).
Las rocas son grosagranulares a medio granulares, ocasionalmente de grano fino, con
texturas granolepidoblásticas y granonematoblásticas a manera de intercalaciones en las
rocas oscuras y granoblástica en las litologías claras. Se observa algunas estructuras
migmatíticas, y las más comunes son bandeada, estromática, surreítica, plegada y schlieren.
Los colores son muy variados; predominan gris, verde y blanco, todos con diferentes
tonalidades, que dependen del o los minerales predominantes.
35
En los neises máficos se observó plagioclasa, cuarzo, biotita y hornblenda; en los neises
cuarzofeldespáticos los minerales más comunes son cuarzo, plagioclasa, feldespato
potásico y cantidades menores de biotita. Las granulitas son de color gris oscuro y
contienen cuarzo, plagioclasa - feldespato potásico y ortopiroxeno. En algunas muestras se
encontró granate.
Contactos. La relación del Complejo Garzón con las unidades adyacentes en la Plancha
412 San Juan de Villalobos, es fallado; en el río Fragua Chorroso se encuentra cabalgando
sobre rocas de la Formación Saldaña, a través de la Falla Suaza. En la Plancha 431
Piamonte el contacto es mecánico y se efectúa, al occidente, por medio de la Falla Suaza,
que permite el cabalgamiento de las metamorfitas sobre la Formación Saldaña; por el
oriente son fallas del Sistema del Borde Amazónico, en donde el Complejo Garzón se pone
en contacto con rocas de las formaciones Caballos, Villeta, Rumiyaco y Pepino. El contacto
con las rocas graníticas es transicional.
36
Tabla 14. Características generales de muestras del Complejo Garzón.
No Características Facies de
Clasificación Textura general Paragénesis Tipo de Metamorfismo Protolito
Muestra relevantes metamorfismo
Cristales de grano grueso
H121A Granulita Granoblástica Pl-Orpx, Hb-Pl Granulita Regional Ígneo básico
anhedrales
Neis de microclina,
H121B Granoblástica Cuarzo en rodillos Qz-Microclina Granulita Regional Ígneo ácido
plagioclasa, cuarzo
No
Cuarzo Feldesp. K Plagioclasa Clinopiroxeno Hornblenda Hiperstena Otros
Muestra
Opaco (9,8%), Apatito
H121A ---- ---- 51,6 6,0 15,4 17,2
(Tz)
H121B 17,3 61,2 21,2 ---- ---- ---- Opaco (0,3%)
Génesis. La presencia de bandas finas, claras y oscuras, observadas en los afloramientos
encontrados en el área de estudio, sugiere que el protolito de estas rocas metamórficas pudo
ser una secuencia sedimentaria siliciclástica con aporte de material volcánico de
composición básica. Además, la presencia de rocas graníticas (granitoides) puede sugerir
un protolito de origen ígneo (Kroonenberg, 1982a). No obstante se debe recordar que el
bandeo migmatítico puede deberse, también, a inyección de material fundido.
Edad. El Complejo Garzón se considera como parte del Cinturón Granulítico Garzón -
Santa Marta (Kroonenberg, 1981; 1982b), el cual muestra edades de cristalización en torno
a 1,5-1,9 Ga (Priem et al., 1989; Restrepo et al., 1997) con un evento de metamorfismo
sobreimpuesto que sucedió en torno a los 1,1 Ga (Álvarez, 1981; Kroonenberg, 1982b;
Priem, et al., 1989; Restrepo et al., 1997).
Con base en las dataciones radiométricas conocidas (Tabla 16), Velandia et al. (2001b)
consideran que las rocas que conforman el Complejo Garzón y otras unidades del Macizo
de Garzón, en el Departamento del Huila, fueron originadas y posteriormente
metamorfizadas durante el Proterozoico. Afirman, igualmente, que los datos
geocronológicos más recientes (Restrepo et al., 1997; Restrepo-Pace, 2000) indican que el
basamento Andino de Colombia y Venezuela se consolidó durante dos fases
tectonometamórficas, una de las cuales está fechada en 1,0 Ga y se conoce como el evento
orogénico Orinoquense que forma el verdadero basamento de la Cordillera Oriental, en
donde se encuentra el Macizo de Garzón.
Tabla 16. Dataciones radiométricas del Complejo Garzón (1).
Número de Tipo de roca Localización Edad (Ma) Método Material
muestra
CIA-6 Augen neis 1.536 ± 300 Rb/Sr
JAA-1174-80 Granulita N: 1º57’ E: 75º43’ 1.180 Rb/Sr Roca total
CIA-8 Granulita 1.172 ± 90 Rb/Sr Roca total
JAA-1180 Granulita N: 2º05’ E: 75º42’ 1.160 ± 160 Rb/Sr Roca total
JAA-1177 Granulita N: 1º51’ E: 75º41’ 1.150 ± 70 Rb/Sr Roca total
JAA-1174 Granulita N: 1º59’ E: 75º45’ 1.110 ± 180 Rb/Sr Roca total
CIA-11 Granulita N: 2º04’ E: 75º43’ 1.000 ± 25 K/Ar Hornblenda
CIA-2 Anfibolita N: 2º07’ E: 75º40’ 971 ± 19 K/Ar Hornblenda
CIA-6 Neis Augen N: 2°04’ E: 75°43’ 216 ± 12 K/Ar Bismuto
IGM-119993 Granulita N: 1º58’ E: 75º43’ 925 ± 50 K/Ar Hornblenda
CIA-4 Mármol N: 2º07’ E: 75º40’ 918 ± 27 Rb/Sr Fd. Potásico
CIA-4 Mármol N: 2º07’ E: 75º40’ 912 ± 35 K/Ar Flogopita
CIA-9, 12 Pegmatita N: 2°04’ E: 75°43’ 847 Rb/Sr Fd. Potásico
JAA-1176ª Granulita N: 1°52’ E: 75°41’ 601 ± 56 Rb/Sr Roca total
CIA-6 Neis Augen N: 2°04’ E: 75°43’ 390 ± 12 Rb/Sr Roca total - Biotita
40
HP-3* Neis anfibólico 911 ± 2 Ar/39Ar Mineral
40
SnAnKr-1* Neis Augen 890 – 180 Ar/39Ar Mineral
40
G-20* Anfibolita 1.117 – 1.028 Ar/39Ar Mineral
40
G-17* Neis 765 ± 7 Ar/39Ar Mineral
charnoquítico
SnAnKr-1* Neis Augen 1.088 ± 6 U/Pb Mineral
Varias 601 ± 56 Nd model
muestras*
(1)
Modificada de Maya (1992): los datos con asterisco son de Restrepo et al. (1997).
38
Restrepo et al. (1997) mencionan, de otra parte, que nuevas edades de recristalización U/Pb
en circones y edades de enfriamiento 40Ar-39Ar confirman la existencia de un cinturón
orogénico de edad Grenvilliana en Los Andes Colombianos; este Cinturón Grenvilliano,
localmente conocido como Nicckerie u Orinoquense, muestra evidencias geológicas que
indican formación a partir de una colisión. A conclusiones similares había llegado
Kroonenberg (1982b) y lo confirma recientemente (Kroonenberg, 2000) cuando dice que el
“Cinturón Granulítico Garzón - Santa Marta representa la más antigua fase orogénica en
Los Andes Colombianos conocida hasta la fecha, la Orogenia Grenvilliana de 1.100 Ma
atrás, según dataciones radiométricas existentes y que ha sido interpretada como la
consecuencia de la colisión entre los continentes proterozoicos de Amazonia y Laurentia
(Cinturón Grenville)”.
Granito - Granofels El Recreo es el nombre propuesto por Rodríguez et al. (2003) para el
cuerpo que inicialmente fue denominado por Rodríguez (1995) como Granito de Anatexis
de El Recreo, quien lo describió como un cuerpo de apariencia ígnea y metamórfica que
aflora en la Carretera Garzón - San Guillermo, en los alrededores del Corregimiento de El
Recreo (Plancha 366 Garzón). El autor mencionado consideró un origen metamórfico
asociado a procesos de anatexis, que le imprimieron a la unidad un aspecto ígneo local.
Los geólogos de Geoestudios que levantaron la cartografía geológica de las Planchas 367
Gigante y 389 Timaná (INGEOMINAS & Geoestudios, 2000d y e) consideraron que
predomina el aspecto metamórfico sobre el ígneo y lo denominaron Neis de El Recreo,
nombre que fue adoptado por Velandia et al. (2001b).
Rodríguez et al. (2003) estiman que “el origen de este cuerpo es a partir de rocas
metamórficas, pero se formó dentro del límite metamorfismo - plutonismo, en el campo de
la anatexia, con sectores donde las rocas son metamórficas y sectores donde las rocas son
de aspecto ígneo plutónico”; agregan, además, que las variaciones en la estructura y la
litología dificultan la asignación de un nombre a la unidad, razón por la cual propusieron el
nombre de Granito - Granofels de El Recreo, que “cobija la variación de litologías que lo
conforman y enfatiza la composición dominante de la unidad”.
39
Con las consideraciones anteriores se acogió la denominación de Granito - Granofels El
Recreo para agrupar las rocas que afloran hacia la parte sureste de la Plancha 412 San Juan
de Villalobos, en los ríos Fragua Chorroso y Chiquito, así como en la quebrada
Angosturas, afluente del Fragua Chorroso. Es necesario aclarar que cuando se adelanten
trabajos cartográficos y petrográficos detallados en el área, podrá precisarse tanto la
constitución como el nombre geográfico de esta unidad.
Descripción. Se trata de rocas de aspecto granítico, de grano medio a muy grueso y color
blanco y rosado, constituidas por cristales de cuarzo, feldespato, plagioclasas, trazas de
minerales máficos, especialmente hornblenda y biotita.
Contactos. El contacto con las rocas del Complejo Garzón no se observó en el campo, pero
al parecer es transicional a neto. Por el occidente la Falla Suaza hace cabalgar la unidad
sobre la Formación Saldaña.
Génesis. En la Plancha 366 Garzón, donde la unidad fue descrita inicialmente, Rodríguez
(1995) y Rodríguez et al. (1996), la interpretan como un granito de origen anatéctico,
producido por fusión casi completa y completa de la roca preexistente y recristalización a
una roca de textura granular de composición dominantemente granítica y facies locales de
borde de composición diorítica.
Las rocas que constituyen esta unidad fueron agrupadas, inicialmente, por Ponce (1979)
como Complejo Migmatítico de Nariño, al referirse a los afloramientos expuestos en el
flanco oeste de la Cordillera Centro Oriental, en el páramo de Los Alisales y en los ríos
40
Téllez, San Francisco, Chingual, Sucio y San Pedro, este último cerca al valle de Sibundoy.
El mismo Ponce (1979) diferenciaba el Neis de La Cocha, expuesto en los alrededores de la
laguna del mismo nombre ubicada en la Plancha 429 Pasto inmediatamente al oeste de la
Plancha 430 Mocoa. Estas mismas denominaciones fueron empleadas por Arango & Ponce
(1982a y b), para la elaboración del Mapa Geológico del Departamento de Nariño.
Posteriormente, Murcia & Cepeda (1983) agruparon las dos unidades, y emplearon el
término Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez, para designar las rocas
metamórficas y granitos de anatexis que afloran en las proximidades de la laguna de La
Cocha y el río Téllez, en el oriente de la Plancha 429 Pasto. Esta secuencia se prolonga
hacia el sur, en las planchas 448 Monopamba y 465 Churuyaco, razón por la cual se emplea
esta denominación, para el área.
De acuerdo con Murcia et al. (2000), está compuesto por rocas graníticas y metamórficas.
Las rocas de aspecto granítico presentan evidencias de blastesis y han desarrollado
estructuras nebulíticas y homófonas. Las rocas metamórficas presentan estructuras
estromáticas, diktyoníticas, nebulíticas y schlieren.
Localización. El Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez aflora en las planchas 411
La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa, 448 Monopamba y 465 Churuyaco; en el
área de la Plancha 448 Monopamba fue donde Ponce (1979) reportó la unidad por primera
vez. Como lo anotan Murcia & Cepeda (1983), los potentes depósitos volcano -
sedimentarios cuaternarios que cubren discordantemente la unidad impiden su observación
y los afloramientos estudiados se asemejan a ventanas, especialmente en los cauces de las
corrientes de agua que han profundizado en la cobertura volcanosedimentaria.
Los mejores afloramientos se observaron en los ríos Chingual y Téllez, así como en los
drenajes de la vertiente occidental de los ríos Afiladores y Alisales, lo mismo que en la
carretera Monopamba - Puerres, localidades todas de la Plancha 468. En la Plancha 465
Churuyaco también se observó por el río Chingual, que sirve como límite internacional
entre Colombia y Ecuador; el acceso a esta zona se realiza por un carreteable que comunica
el Corregimiento de La Victoria (Ipiales, Nariño) con las localidades de El Carmelo, Santa
Bárbara y La Bonita en el Ecuador.
Más al norte, hacia la vertiente occidental de los ríos Afiladores y Alisales, afloran
ortoneises de composición similar a los descritos en el río Chingual y, en algunos sitios, las
rocas son de color blanco y composición granítica; las rocas tienen cristales medios y
gruesos de plagioclasa, están ligeramente foliadas, tienen moderado a alto contenido de
anfíbol y biotita, local epidotización y presencia de pirita.
En la Vereda Rancho Largo, sobre un afluente del río Caquetá en la Plancha 430 Mocoa, se
encontraron neises graníticos de color blanco a gris y verde, de textura granoblástica a
néisica y tamaño de grano medio a grueso, con esporádicos porfiroblastos de feldespato
potásico y granate.
Las Tablas 17 y 18 presentan los resultados del análisis petrográfico de secciones delgadas
del Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez.
Predominan los neises cuarzofeldespáticos y los esquistos micáceos; las rocas más comunes
son neises cuarzofeldespáticos con biotita u hornblenda, esquistos micáceos y una sola
muestra fue clasificada como esquisto con sillimanita.
No. Muestra Clasificación Textura general Características relevantes Facies de metamorfismo Protolito
C275 Neis cuarzofeldespático biotítico Granolepidoblástica Mirmequitas Anfibolita Roca ígnea intrusiva
D625 Neis cuarzofeldespático biotítico Granolepidoblástica Cuarzos elongados Anfibolita baja Arenita feldespática arcillosa
G676a Esquisto horblendo biotítico Nematoblástica a lepidoblástica Micrográfica, pertítica Anfibolita Plutónica fanerítica de composición granítica.
G688 Neis cuarzofeldespático biotítico Granolepidoblástica Mirmequitas; gráfica Anfibolita baja Roca ígnea intrusiva
Tabla 17. Características generales de muestras del Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez (continuación).
No. Muestra Clasificación Textura general Características relevantes Facies de metamorfismo Protolito
G718 Neis cuarzofeldespático biotítico Granolepidoblástica Inclusiones de cuarzo en plagioclasa Anfibolita Roca sedimentaria pelítica
G791 Esquisto anfibólico Nematoblástica Nematoblástica, inequigranular Esquisto verde Calcárea sucia
G802 Neis cuarzofeldespático con biotita Granolepidoblástica Mirmequítica Esquisto verde Granito
L062 Neis cuarzofeldespático biotítico Granolepidoblástica Bandeamiento. Algunos micropliegues Esquisto verde alto Sedimentaria (arenita arcósica?)
L818 Esquisto moscovítico andalucítico Granolepidoblástica Cuarzos elongados; augen de andalucita Anfibolita Roca sedimentaria pelítica
C275 26,6 14,2 46,7 ---- 10,3 ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- 0,1 ---- ---- Tz ---- ---- 2,1 Tz Neis cuarzofeldespático biotítico
D625 30,8 19,5 24,8 Tz 24,3 ---- Tz ---- ---- ---- ---- 0,3 ---- ---- Tz ---- ---- ---- 0,3 Tz Neis cuarzofeldespático biotítico
D675a 19,0 6,7 45,7 10,0 11,3 --- --- ---- --- --- --- 1,0 --- 1,3 1,7 --- 2,7 0,3 0,3 Tz Neis cuarzofeldespático con biotita y hornblenda
D677 15,3 10,0 29,3 16,7 21,5 ---- ---- ---- ---- ---- ---- Tz ---- 1,7 Tz Tz 4,3 ---- 1,3 Tz Neis cuarzofeldespático biotítico hornbléndico
D833 35,7 13,7 24,0 ---- 14,4 ---- ---- ---- ---- ---- ---- 5,3 ---- 2,0 3,0 ---- 0,7 ---- 1,3 Tz Neis cuarzofeldespático biotítico
D842 31,4 3,3 18,3 ---- 30,6 14,2 Tz ---- ---- ---- ---- 1,0 ---- 0,3 ---- ---- 0,3 Tz 0,6 Tz Neis cuarzofeldespático biotítico con moscovita
D843 16,3 6,3 34,5 10,7 22,0 ---- ---- ---- ---- ---- ---- 1,7 ---- 1,0 0,7 ---- 5,0 0,3 1,3 0,3 Neis cuarzofeldespático biotítico con hornblenda
D844 33,7 11,3 8,0 ---- 28,4 12,0 ---- ---- ---- ---- ---- 2,3 ---- 1,7 Tz ---- 1,0 Tz 1,3 0,3 Esquisto cuarzofeldespático biotítico con moscovita
D875 25,0 24,0 11,3 ---- 7,0 3,0 ---- ---- ---- Tz ---- 3,3 1,0 ---- 22,1 Tz 3,3 ---- ---- Tz Neis cuarzofeldespático biotítico, con moscovita y cataclasis
D877 37,0 25,9 11,6 ---- 7,3 3,0 ---- ---- ---- Tz ---- 0,3 ---- ---- 11,6 ---- 3,3 ---- ---- Tz Neis cuarzofeldespático biotítico, con moscovita y cataclasis
E789 17,0 8,5 43,5 6,0 22,5 ---- ---- ---- ---- ---- ---- 0,5 ---- 0,5 Tz ---- 1,0 ---- 0,5 Tz Apófisis de granodiorita
E816 23,8 7,5 50,0 3,0 14,5 --- ---- ---- ---- ---- ---- Tz --- ---- ---- ---- 1,2 ---- ---- ---- Neis cuarzofeldespático biotítico
E816a 21,0 2,0 47,7 6,3 20,7 --- ---- ---- ---- ---- ---- 0,3 2,0 ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- Apófisis de tonalita biotítica
E858 34,9 38,3 10,6 --- 1,6 1,0 --- ---- --- --- --- Tz --- --- 13,3 --- 0,3 --- --- --- Neis cuarzofeldespático
G110 33,3 21,2 36,3 6,3 1,0 ---- ---- ---- 0,6 ---- 0,3 ---- ---- ---- ---- ---- ---- 1,0 ---- Neis cuarzofeldespático con biotita y granate
G675a 19,0 6,7 45,8 10,0 11,3 ---- ---- ---- ---- ---- ---- 1,0 ---- 1,3 1,7 ---- 2,7 0,3 0,3 Tz Neis cuarzofeldespático con biotita y horblenda
G676 48,1 28,7 19,7 ---- 3,3 Tz ---- ---- ---- ---- ---- 0,3 ---- ---- ---- ---- Tz ---- Tz Tz Neis cuarzofeldespático con biotita
G676a 13,0 6,3 20,4 33,6 20,4 Tz ---- ---- ---- ---- ---- 1,0 ---- 2,0 Tz ---- 3,0 ---- ---- 0,3 Esquisto horblendo biotítico
G688 26,3 6,0 28,0 ---- 18,7 4,7 ---- ---- ---- ---- ---- 0,7 11,4 1,0 3,0 ---- ---- 0,3 ---- ---- Neis cuarzofeldespático biotítico
G694 39,4 7,7 17,0 0,7 22,7 ---- ---- ---- ---- ---- ---- 0,7 ---- 1,0 0,3 Tz 10,0 0,7 Tz Tz Neis cuarzofeldespático biotítico
Tabla 18. Composición mineralógica, en porcentaje, de muestras del Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez (continuación).
G698 23,3 3,7 21,4 ---- 17,0 ---- ---- ---- ---- ---- ---- 22,0 ---- 1,3 ---- Tz 1,3 8,0 2,0 Tz Neis cuarzofeldespático biotítico
G714 21,0 ---- 36,0 ---- 18,0 16,1 ---- ---- ---- ---- ---- 1,3 --- ---- 0,7 ---- 3,3 3,7 Tz ---- Esquisto cuarzofeldespático biotítico-moscovítico
G714a 21,5 15,3 26,6 ---- 13,0 13,0 ---- ---- ---- ---- ---- 1,7 --- ---- 1,0 ---- Tz 2,7 5,3 ---- Neis cuarzofeldespático biotítico-moscovítico
G718 36,6 6,3 16,0 ---- 25,3 7,0 ---- ---- ---- ---- ---- Tz ---- ---- 3,0 ---- 4,0 Tz Tz 1,8 Neis cuarzofeldespático biotítico
G752 1,6 --- 42,6 4,6 5,0 0,4 --- ---- --- --- --- 16,1 --- 7,4 5,6 --- 11,1 5,6 Tz --- Neis cuarzofeldespático con biotita y hornblenda
G776 5,3 ---- 40,0 ---- ---- 19,3 ---- ---- ---- ---- ---- 14,8 ---- ---- 4,0 ---- ---- ---- 16,6 ---- Esquisto moscovítico
G784 35,4 ---- 32,4 ---- 4,6 2,0 ---- ---- ---- ---- ---- 2,6 ---- ---- 1,7 ---- 21,3 ---- ---- Tz Esquisto cuarzofeldespático con biotita y moscovita
G791 ---- 22,8 36,3 ---- ---- --- ---- ---- ---- ---- 3,0 ---- Tz ---- ---- 20,1 6,0 1,0 ---- Esquisto anfibólico
G802 29,3 33,0 31,7 ---- 5,3 Tz ---- ---- ---- ---- ---- Tz ---- Tz ---- Tz 0,3 ---- 0,3 ---- Neis cuarzofeldespático con biotita moscovita
G804 13,3 11,0 40,1 6,3 8,0 ---- ---- ---- ---- ---- ---- 8,0 ---- 0,7 8,3 ---- 2,3 1,7 0,3 ---- Neis cuarzofeldespático con biotita y hornblenda
H885 89,0 ---- ---- ---- ---- Tz ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- 5,7 ---- ---- ---- 5,3 ---- Cuarcita
L062 46,0 24,0 15,4 ---- 14,6 ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- Tz ---- Neis cuarzofeldespático biotítico
L813 30,9 8,6 23,0 ---- 27,6 3,3 ---- ---- ---- ---- ---- 4,0 ---- ---- Tz ---- ---- ---- 2,6 ---- Esquisto cuarzofeldespático biotítico con moscovita
L816 40,1 3,0 10,3 Tz 3,6 ---- ---- ---- 28,1 9,3 ---- Tz ---- ---- 3,3 ---- ---- ---- 2,3 ---- Esquisto sillimanítico granatífero con biotita
L818 28,2 --- 0,7 --- 3,0 33,8 --- 16,0 --- --- --- 7,3 --- --- --- --- 0,3 --- 10,7 --- Esquisto moscovítico andalucítico
L837 33,4 26,3 20,3 ---- 10,0 ---- ---- ---- 9,0 ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- ---- 0,3 0,7 Neis cuarzofeldespático con biotita y sillimanita
L839 15,4 10,0 29,5 20,0 13,3 2,0 ---- ---- ---- ---- ---- 5,6 ---- 1,3 0,3 Tz 2,6 ---- Tz ---- Neis cuarzofeldespático hornblendo biotítico
M082 52,6 4,6 11,6 5,6 ---- ---- ---- ---- ---- ---- 15,0 5,3 ---- 5,0 ---- 0,3 Tz ---- Tz Tz Neis cuarzofeldespático con clinopiroxeno y hornblenda
V900 31,5 24,0 16,6 ---- 3,0 3,0 ---- ---- ---- Tz ---- Tz 1,0 1,3 12,3 1,0 6,3 ---- ---- ---- Neis cuarzofeldespático con cataclasis
V903 36,8 18,4 14,0 ---- 5,6 2,6 ---- ---- ---- ---- ---- 3,6 Tz ---- 12,0 Tz 7,0 ---- Tz Tz Neis cuarzofeldespático con biotita, moscovita y cataclasis
V942 21,0 17,6 7,3 14,0 25,4 ---- ---- ---- ---- ---- ---- 1,6 ---- 3,3 0,6 Tz 8,6 Tz 0,6 ---- Neis cuarzofeldespático biotítico hornbléndico
Qz: Cuarzo Bi: Biotita Si: Sillimanita All: Allanita Ep: Epidota
Fk: Feldespato potásico Mv: Moscovita Gr: Granate Es: Esfena Ca: Calcita
Pg: Plagioclasa Tu: Turmalina Clpx: Clinopiroxeno Se: Sericita Op: Opaco
Ho: Hornblenda An: Andalucita Cl: Clorita Ap: Apatito Zi: Circón
minerales accesorios son esfena, circón, apatito y opacos como pirita, magnetita e ilmenita.
Para estas rocas se interpreta protolito ígneo, de composición ácida a intermedia (granito -
granodiorita).
Entre los feldespatos potásicos predomina la ortoclasa sobre la microclina; tiene textura
pertítica (tipo string y rods), así como micrográficas con el cuarzo y mirmequíticas con la
plagioclasa, esporádicamente tiene textura poiquilítica. Tiene formas xenoblásticas, tamaño
muy variable, incluso dentro de una misma muestra; ocasionalmente se observa que invade
la plagioclasa o rellena cavidades.
48
La biotita es lepidoblástica, de color rojo y verde, con pleocroísmo pardo; se altera a clorita.
La hornblenda es nematoblástica de cristales subidioblásticos de composición hastingsita u
hornblenda actinolítica.
Los minerales accesorios son: allanita, opacos (magnetita y pirita), esfena, epidota y en
algunos granate, turmalina, circón y apatito.
Como minerales de alteración son comunes clorita, sericita, epidota, óxidos de hierro y
carbonatos (calcita).
Los neises graníticos de la Vereda Rancho Largo (Plancha 411 La Cruz) están constituidos
por cuarzo (27% a 36%) en cristales elongados y deformados con extinción ondulante y
textura en mortero, efectos éstos ocasionados por cataclasis. Plagioclasa (11% a 16%)
xenoblástica a idioblástica de composición andesina - oligoclasa (An 12-35), algunos zonados
y con maclas deformadas y alterada a sericita y epidota. Ortoclasa (% a 26%) xenoblástica
con inclusiones de plagioclasa idioblástica, texturas pertíticas tipo string, flakes y graphic,
de acuerdo con la clasificación de Bard (1986). Microclina (12% a 17%) en cristales
xenoblásticos a subidioblásticos limpios. Adicionalmente, se observa fracturas abiertas
rellenas con cuarzo monocristalino por sobreimposición de procesos de cataclasis y otros
efectos dejados por la cataclasis como son deformación de maclas de plagioclasa, cuarzo en
mortero, venas de cuarzo policristalino perpendiculares a la incipiente estructura néisica.
Como minerales metamórficos se presenta biotita (2% a 8%) y moscovita (3%)
lepidoblásticas, y granate idioblástico a xenoblástico. Los accesorios son esfena, allanita,
apatito, circón y magnetita.
Geoquímica. Análisis de FRX efectuados en las rocas ígneas graníticas y reportados por
Murcia et al. (2000), muestran una afinidad toleítica con contenidos de Rb entre 5 y 11 ppm
y variaciones de Sr entre 288 y 462 ppm.
Contactos. Los contactos entre las diferentes litologías que se agrupan en este complejo
migmatítico son netos a transicionales o difusos. El límite oriental del Complejo
Migmatítico La Cocha - Río Téllez es siempre fallado contra la Formación Chingual, a
través de fallas del Sistema Algeciras, en las planchas 448 Monopamba y 465 Churuyaco.
49
En las planchas 411 La Cruz y 430 Mocoa este límite es también tectónico con la
Cuarzomonzodiorita Sombrerillos, aunque en algunos sitios parece ser de tipo intrusivo.
Por el occidente, la secuencia metamórfica también tiene contacto fallado con las
Metamorfitas Pompeya; la cubierta de depósitos volcánicos de lavas y piroclásticos cubre y
enmascara esta relación, y no se puede observar con claridad.
Edad. Ponce (1979) considera la unidad como precámbrica por semejanza con otros
bloques litológicos similares de la región andina de Colombia. Bajo estas mismas
consideraciones Murcia & Cepeda (1983: 1991a y b) le asignan edad precámbrica. Como
no hay información geocronológica sobre la secuencia se plantea, en este trabajo, la misma
edad ya sugerida por los autores antes mencionados.
Correlación. Aunque los autores que primero describieron la unidad (Ponce, 1979 y
Murcia & Cepeda, 1991a y b) la comparan en litología con el Macizo de Garzón, esta
afirmación puede ser errónea por localizarse en un bloque tectónico ubicado al occidente de
la Cordillera Centro Oriental; además, las rocas del Macizo de Garzón están en facies
granulita, mientras que la litología del Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez sólo
alcanza la facies anfibolita. Con estas consideraciones el complejo se correlaciona,
litológicamente, con la unidad descrita por Barrero & Vesga (1976), en el flanco oriental de
la Cordillera Central en el norte del Departamento del Tolima, como Neises y Anfibolitas
de Tierradentro, y que Marquínez & Núñez (1998) proponen extender hasta el
Departamento del Huila.
2.2 PALEOZOICO
50
se continúa utilizando en esta publicación, mientras no se puedan hacer correlaciones
litológicas y cronológicas con unidades similares expuestas en las áreas aledañas.
Localización. Las Metamorfitas Pompeya afloran en las planchas 411 La Cruz y 430
Mocoa; en gran parte del área de estudio están recubiertas por depósitos volcánicos
neógenos y recientes; las rocas que constituyen la unidad tienen una mayor resistencia a la
erosión, por consiguiente generan relieve que resalta en el terreno, y forman escarpes de
difícil acceso.
Debido al bajo grado de metamorfismo que presentan las rocas que constituyen la unidad,
aún se reconocen estructuras y texturas relictas, como son la laminación en roca de
protolito sedimentario y la textura porfirítica para las metavolcánicas.
51
Tabla 19. Características relevantes de muestras de las Metamorfitas Pompeya.
Facies de
Muestra Clasificación Protolito Qz Fk Pg Ho Bi Mv Cl Ac-Tr Se Ep Es Op Zr Ca Otro
metamorfismo
C761 Esquisto cuarzofeldespático calcáreo Esquisto verde Arenisca calcárea 38,9 ---- 7,0 ---- Tz 16,0 --- --- 12,0 ---- ---- 2,2 ---- 15,3 Material carbonoso (8,6)
C764 Cuarcita Esquisto verde Arenisca 48,9 ---- 8,3 ---- ---- 3,6 17,0 --- Tz ---- ---- --- ---- 1,9 Material carbonoso (20,3)
C800 Esquisto cuarzomoscovítico Esquisto verde Arenisca arcillosa 35,3 ---- ---- ---- ---- 24,6 27,7 --- 6,3 6,1 ---- Tz ---- ----
Material carbonoso (5,3);
C807 Filita clorítica Esquisto verde Arenisca arcillosa 30,0 --- 0,7 --- --- 3,7 57,6 --- --- --- --- Tz --- 2,0
líticos de limoliota (0,7)
C810 Esquisto cuarsofeldespático con moscovita Esquisto verde Arenisca arcillosa 20,0 ---- 20,0 ---- ---- 4,4 ---- --- 46,7 ---- ---- 2,0 Tz 4,5 Material carbonoso (2,4)
C-812 Filita cuarzomoscovítica con biotita Esquisto verde Arenisca arcillosa 65,6 ---- ---- ---- 3,3 8,3 4,3 --- ---- ---- ---- 14,9 ---- ---- Dolomita 3,6
C-819 Filita cuarzomoscovítica Esquisto verde Arenisca arcillosa 58,8 Tz ---- ---- ---- 32,8 4,4 --- --- ---- ---- 1,0 ---- ---- Material carbonoso (3,0)
Líticos volcánicos (7,3) y
C834 Paraneis cuarzofeldespático moscovítico Esquisto verde Arenisca lítica 53,8 3,0 8,0 --- --- 3,3 14,0 --- 3,0 Tz --- Tz Tz --- metamórficos (3,3); material
carbonoso (4,3)
D944 Metadacita foliada Esquisto verde Dacita porfirítica 11,0 ---- 28,6 ---- ---- 13,5 17,6 --- --- 19,1 2,6 6,0 ---- 1,6
E881 Metariolita Esquisto verde Riolita 39,0 10,9 10,0 ---- Tz 36,5 0,6 --- 1,0 ---- ---- 2,0 ---- ----
Intercalaciones de
E883c Filita calcárea Esquisto verde 19,7 0,6 30,8 ---- ---- --- ---- 0,6 ---- 28,1 5,7 0,5 Tz 14,0
arenita y esparita arenosa
R845 Esquisto moscovítico Esquisto verde Roca ígnea porfirítica 17,9 Tz 21,6 ---- 5,3 31,0 ---- --- ---- 11,0 ---- 9,6 ---- 3,6
R863 Esquisto de tremolita-actinolita Esquisto verde Roca ígnea básica? 39,0 3,3 ---- ---- ---- 16,0 5,3 30,3 6,1 ---- ---- Tz ---- ----
Apófisis de intrusivo
V968 Granito con cataclasis Dinámico Granito 35,0 25,0 11,8 2,3 3,4 1,0 3,4 --- 12,5 5,6 ---- ---- ---- ----
deformado
Filita cuarzofeldespática moscovítica con
V991 Esquisto verde Arenita feldespática 29,5 15,0 16,2 ---- 4,6 25,8 ---- --- 1,3 1,0 3,6 1,0 --- 2,0
biotita
Qz: Cuarzo Ho: Hornblenda Cl: Clorita Ep: Epidota Zr: Circón
Fk: Feldespato potásico Bi: Biotita Ac-Tr: Actinolita-Tremolita Es: Esfena
Pg: Plagioclasa Mv: Moscovita Se: Sericita Op: Opaco Ca. Calcita
Plagioclasa. Composicionalmente varía entre oligoclasa y andesina (An10- 35); su forma de
presentación son cristales inequigranulares de forma subidioblástica a xenoblástica, con
maclas de albita y Carlsbad; buena parte está alterada a sericita y epidota. También aparece
en forma de porfiroblastos euhedrales en las muestras con protolito volcánico.
Dentro de los minerales desarrollados por metamorfismo se pueden listar las micas,
moscovita y biotita, que aparecen en cristales tabulares y alargados; la biotita es parda; en
algunas muestras aparecen, en menor cantidad, clorita y sericita sin poder distinguir si se
trata de minerales prógrados. También, como producto de metamorfismo, aparecen epidota
en forma anhedral y tremolita en agregados fibrosos. Dentro de algunas rocas de origen
sedimentario se identifican fragmentos de roca en baja cantidad.
Espesor. El fuerte tectonismo a que estuvo sometida la región en donde afloran las
Metamorfitas Pompeya ha deformado y plegado la unidad, razón por la cual es difícil
establecer una sección estratigráfica y, por lo tanto, establecer el espesor. A esta situación
se agrega la falta de continuidad de los afloramientos, la cobertura volcánica reciente y el
difícil acceso a ellos.
Contactos. En la Plancha 411 La Cruz los límites son tectónicos, mediante la Falla Silvia -
Pijao, en el sentido de (Maya & González, 1995), con el Complejo Quebradagrande y la
Falla Colón con las Lodolitas y Calizas Granadillo. En las zonas de contacto se observa
intenso tectonismo, manifestado como rocas plegadas, deformadas y cizalladas. La
secuencia metamórfica es cubierta discordantemente por depósitos volcánicos del Neógeno
y Cuaternario, y otros depósitos recientes.
54
Edad. La ausencia de registro paleontológico, en las Metamorfitas Pompeya, no ha
permitido determinar con certeza la edad de los sedimentos originales, pero de acuerdo con
el grado metamórfico y su similitud litológica con las rocas del Grupo Cajamarca, es
posible asignar esta sucesión al Paleozoico, aunque no se descarta una edad proterozoica.
Correlación. Con base en la similitud litológica y la posición tectónica se sugiere que estas
rocas sean equivalentes con el Complejo Cajamarca redefinido por Maya & González
(1995). Al norte del área, Hubach & Alvarado (1945) utilizaron el nombre de Formación
del Mazamorras o Formación Mazamorras, para designar una secuencia de paraneises,
ortoneises y algunas filitas que componen la Sierra del Buey y las rocas del curso alto del
río Mazamorras, que puede ser equivalente con estas metamorfitas; Grosse (1930; 1935a)
describe un “sistema de estratos semicristalinos de enorme potencia: esquistos verdes,
esquistos cloríticos, filitas sericíticas, filitas grafitoides y filitas calizas” presentes entre
Quinchana y San Antonio (Plancha 388 Pitalito) en el curso alto del río Magdalena,
secuencia que fue denominada por Cárdenas et al. (en edición) como esquistos de
Mazamorras que puede correlacionarse litológicamente y por su posición tectónica con las
Metamorfitas Pompeya.
La secuencia Esquistos Buesaco fue denominada inicialmente por Royo y Gómez (1942c)
como “Conjunto Verdoso Porfirítico” en la cuenca del río Juanambú, quien la asignó edad
cretácica; Arango & Ponce (1982b) renombraron la unidad debido a que en su concepto el
nombre original se prestaba a confusión con términos similares usados por otros autores
para denominar el Grupo Diabásico de la Cordillera Occidental; el nombre propuesto fue
Conjunto Buesaco - Aponte, y en él agrupaban una secuencia de limolitas silíceas,
grauvacas, tobas, diabasas e intercalaciones de caliza, localmente afectadas por
metamorfismo dinámico que aflora en la cuenca del río Juanambú. Posteriormente, Murcia
& Cepeda (1984; 1991a) emplearon el nombre de “Secuencia Metamórfica de Buesaco”
para designar una unidad litológica constituida por intercalaciones de esquistos verdes y
esquistos micáceos, cortados por venas de cuarzo y calcita que tiene buenos afloramientos
en los carreteables Buesaco - San José de Albán y Buesaco - El Tablón en el límite
suroriental de la Plancha 429 Pasto; este conjunto metamórfico continúa en el sector
55
occidental de la Plancha 411 La Cruz, en donde fue cartografiado por INGEOMINAS &
Geoestudios (2000a), con el nombre de Formación Buesaco.
De este análisis se desprende que hay dos unidades litoestratigráficas totalmente diferentes,
con nombres geográficos similares, y para remediar esta situación se hace necesario revisar
la información geológica básica de la cual se desprenden estos nombres, y se llega a la
conclusión que en el trabajo de Murcia & Cepeda (1984) se diferencia muy bien las dos
unidades, ya que llamaron Formación Quebradagrande a lo que Arango & Ponce (1982a y
b) denominaron Conjunto Buesaco - Aponte, por tanto la denominación Secuencia
Metamórfica de Buesaco propuesta por los mismos Murcia & Cepeda (1984) adquiere
validez. Con estos hechos se propone que la secuencia se denomine Esquistos Buesaco,
término acorde con las sugerencias de la Guía Estratigráfica Internacional (International
Subcommission on Stratigraphic Classification of IUGS, 1987; 1994).
Descripción. Los Esquistos Buesaco están constituidos, como su nombre lo indica, por
intercalaciones de esquistos cuarzomicáceos con abundante biotita y localmente grafitosos;
esquistos verdes tremolíticos y sericíticos, replegados y muy meteorizados y algunos
niveles de filitas negras.
Una muestra procedente de la unidad fue analizada al microscopio petrográfico (Tabla 21);
fue clasificada como esquisto tremolítico. Al parecer, el protolito de estos esquistos es
volcánico de composición basáltica o andesítica, aunque también pueden provenir de rocas
sedimentarias calcosilicatadas con impurezas.
Macroscópicamente es una roca de color gris, con tonos verdes, estructura foliada,
esquistosidad fina y presenta microplegamiento. Microscópicamente se observa textura
lepidoblástica a nematoblástica, con microplegamiento.
56
Tabla 21. Composición mineralógica de muestras de los Esquistos Buesaco.
No. Qz Pg Tm Cl Ep Se Op Ca Clasificación
J942 12,0 5,0 36,5 14,2 21,0 Tz 3,0 8,3 Esquisto tremolítico
Los accesorios son clorita (14,2 %), generalmente de color azul oscuro (rica en Fe), en
menor proporción muestra color verde (rica en Mg-Al); este mineral se encuentra de dos
formas, una como producto de alteración de anfíboles y la otra como mineral primario con
orientación paralela a la esquistosidad, junto con tremolita. Los minerales de alteración
presentes son sericita (trazas), epidota (21,0%) y carbonato (8,3%); se presentan como
producto de alteración de la plagioclasa, aunque también hacen parte del relleno de
cavidades.
57
Edad. De acuerdo con Murcia & Cepeda (1991a y b), esta unidad fue acumulada a
comienzos del Paleozoico y metamorfoseada durante la Orogenia Caledoniana. Sin
embargo, no se tienen datos geocronológicos ni otras evidencias que ayuden a precisar la
edad de las rocas originales y la época del metamorfismo. Como se describirá adelante,
Maya & González (1995) correlacionan los Esquistos Buesaco con el Complejo Arquía,
cuyas edades isotópicas indican un evento metamórfico en el Cretácico, y se plantea la
duda sobre si se trata de rocas que se formaron durante el Mesozoico y sufrieron
metamorfismo posterior o si es una secuencia paleozoica afectada térmicamente en el
Cretácico.
Correlación. Maya & González (1995) exponen que el Complejo Arquía está localizado al
occidente del Complejo Quebradagrande y consideran que la Secuencia Metamórfica de
Buesaco (Murcia & Cepeda, 1984) hace parte de esta unidad litodémica, por tanto sería
correlacionable con las unidades Anfibolita y Metagabro de San Antonio, Esquistos Verdes
de La Mina y Metagabro de Pueblo Nuevo, descritas por Orrego & París (1991), el
Complejo Bolo Azul, el Complejo Rosario y el Grupo Bugalagrande estudiados por
Grotjohann & McCourt (1981) y Esquivel et al. (1981), entre otras unidades del flanco
occidental de la Cordillera Central de Colombia.
58
En el sector occidental de la Plancha 412 San Juan de Villalobos, específicamente sobre la
quebrada Santa Bárbara, se encuentra un cuerpo alargado en dirección N45ºE, de poca
extensión, expuesto a lo largo de la Falla Mensura, que lo separa de la Formación Saldaña.
Descripción. En la quebrada Santa Bárbara (Plancha 412 San Juan de Villalobos) los
afloramientos están constituidos por mármoles de colores blanco y gris con tonos azules, de
textura granoblástica fina a media, con cristales de calcita más o menos equigranulares.
En la quebrada El Mármol, afluente del río Mocoa, afloran dolomitas de grano fino, de
color blanco y gris claro. En la carretera Mocoa - San Francisco, a la altura del kilómetro
101, aflora un conjunto de rocas calcáreas metamorfoseadas a mármoles de colores blanco,
negro y gris, con cristales grandes de calcita, con intercalaciones de metarenitas de grano
medio.
Los análisis microscópicos de Mora (2000a), mostrados en las tablas 22 y 23, determinaron
evidencias de metamorfismo de contacto en rocas calcáreas y en menor proporción
siliciclásticas, pertenecientes a esta unidad. Se trata de mármoles con diópsido u olivino
(forsterita), hornfelsas que sufrieron metamorfismo de contacto en la facies hornfelsa -
hornblenda y una granofelsa de clinopiroxeno, mineraliza con pirita, magnetita y
calcopirita, que tiene un protolito diferente (básico?).
Hornfelsa. Color gris oscuro, grano fino y fractura concoidea; al microscopio se observa
finogranular, con abundante biotita y cordierita (13,3%). Se trata de una hornfelsa de biotita
cordierita y cuarzo, originada por metamorfismo de contacto de una roca pelítica
finogranular (limolita arcillosa de cuarzo), que alcanzó la facies hornfelsa - hornblenda.
Mármol olivínico. Roca calcárea de aspecto caótico, color gris con moteado oscuro y venas
blancas de tintes verdosos. Está compuesta por cristales de carbonato y algunos cristales de
olivino (forsterita) serpentinizado y seudomorfos de cristales alterados a clorita o talco, que
parecen ser máficos alterados(?). La roca fue clasificada como un mármol olivínico
(forsterítico) y se formó a partir del metamorfismo de contacto de calizas dolomíticas con
algunas impurezas silíceas y se encuentra en la facies hornfelsa - hornblenda.
59
Tabla 22. Composición mineralógica, en porcentaje, de muestras del Complejo
Aleluya.
60
Granofelsa. Es finogranular, de color gris oscuro, con abundantes minerales máficos y
metálicos. Al microscopio es clinopiroxeno (pigeonita?), abundantes minerales opacos
(magnetita y esfalerita?) y un armazón completamente cloritizado. Se trata de una
granofelsa de piroxeno, mineralizada, proveniente de un protolito básico, con
metamorfismo de contacto en la facies hornfelsa - piroxeno.
Contactos. En la quebrada Santa Bárbara el mármol aflora como un xenolito (?), en parte y
con contacto fallado en otras, con la Cuarzomonzodiorita Sombrerillos. En la vía Mocoa -
San Francisco se presenta contacto intrusivo con el Monzogranito Mocoa; en la quebrada
El Mármol, aflora un xenolito que está incluido en el Monzogranito Mocoa, en contacto
tectónico con la Formación Saldaña.
Espesor. El cuerpo que aflora en la carretera Mocoa - San Francisco (mina El Mármol)
tiene un ancho máximo de 500 m y un espesor de cerca de 60 m. El cuerpo que aparece en
la quebrada El Mármol tiene proporciones un poco mayores.
Edad. No hay datos que permitan establecer con precisión la edad del Complejo Aleluya,
por lo que se ha intentado relacionar esta unidad con secuencias similares expuestas en
sectores cercanos de la misma Cordillera Central, para establecer correlaciones y postular la
edad (Velandia et al., 2001b; Ferreira et al., 2002). Debido a su posición y relación con el
Monzogranito Mocoa, de edad jurásica, se considera que el Complejo Aleluya es pre-
Jurásico.
Debido tal vez a la presencia de la Formación Saldaña, la primera asociación que se hace es
con los mármoles del área de Payandé (Tolima), al asumir que ellos son el resultado del
metamorfismo de contacto de las calizas de la Formación Payandé; esto ha llevado a que se
consideren como del Triásico; sin embargo, en esta parte del territorio colombiano no se
han identificado calizas equivalentes a la Formación Payandé, por lo que se descarta que
estos mármoles provengan de la marmorización ocasionada por la intrusión de los cuerpos
ígneos sobre las calizas de esta unidad litoestratigráfica como ha sido comúnmente
aceptado.
Ferreira et al. (2002) asumieron edad proterozoica para las rocas del Complejo Aleluya,
como lo habían propuesto Fuquen & Núñez (1989), con base en la presencia de anfibolitas
y neises anfibólicos presentes en los alrededores del área en donde se describió por primera
vez la unidad y debido a que asociaciones similares, de esta edad, fueron reportadas por
61
Barrero & Vesga (1976) y Feininger et al. (1972) en el norte del Departamento del Tolima
y oriente de los departamentos de Antioquia y Caldas.
Otra posibilidad que se acepta para esta área, es que la secuencia original se hubiera
acumulado en el Paleozoico, ya que son comunes, en el ámbito de Suramérica incluida
Colombia, acumulaciones calcáreas de esta edad. Mientras no se obtengan mejores datos, la
edad de estos mármoles es aún incierta.
Lodolitas y Calizas de Granadillo es el nombre utilizado por Cárdenas et al. (en edición),
para describir una secuencia sedimentaria a metasedimentaria que aflora en diversos
sectores de la Plancha 388 Pitalito, directamente al norte del área de estudio, y que se
extiende por la región oriental de la Plancha 411 La Cruz. INGEOMINAS & Geoestudios
(2000a) incluyeron esta secuencia como perteneciente a la Formación Chingual, expuesta
en las planchas 448 Monopamba y 465 Churuyaco (INGEOMINAS & Geoestudios, 2000b;
2000c).
Las fotografías 16, 17, 18, 19, 20 y 21 del Anexo Fotográfico presentan algunos de los
afloramientos más representativos de las Lodolitas y Calizas Granadillo en el río Platayaco
(Plancha 411 La Cruz).
1. Lodolitas silíceas, ligeramente foliadas, de colores negro, gris oscuro y gris claro
ligeramente verdoso, carbonosas y calcáreas, con buen contenido de pirita, con láminas y
lentes delgados, de limolitas arenosas y cuarzoarenitas de grano fino a muy fino, color
blanco a gris, con ocasionales granos gruesos de cuarzo hialino, laminación plano paralela,
pátinas de óxidos de hierro y desarrollo de superficies de crenulación; la secuencia es
cortada por venillas de cuarzo y esporádicamente calcita. Por deformación las lodolitas
desarrollan clivaje y se asemejan a pizarras o filitas, con lustre sedoso y estrías de fricción.
2. Metarenitas y cuarzoarenita de grano fino, color gris medio a claro ligeramente verde,
granos subangulares, moderado a pobre calibrado, cemento silíceo, con incipiente foliación
y superficies de crenulación, costras ligeramente calcáreas y pirita concentrada en
laminillas. Las capas son delgadas a medias. Son frecuentes venas silíceas paralelas a la
dirección de la foliación incipiente, alteración hidrotermal y silicificación. También se
62
observó láminas arenosas ligeramente calcáreas, y se encontró también relictos de
estratificación cruzada plana a gran escala.
Cárdenas et al. (en edición), con base en análisis microscópico, identificaron presencia,
dentro de la unidad, de metalimolitas, cuarzoarenitas recristalizadas, calizas marmorizadas,
cuarzoarenitas calcáreas, calizas finogranulares a granulares y sublitoarenitas - subarcosas.
Tipo y facies de metamorfismo. De acuerdo con Cárdenas et al. (en edición) y con base en
el análisis petrográfico realizado y las observaciones de campo, se puede decir que la
secuencia fue sometida a metamorfismo de contacto y quizás metamorfismo regional de
muy bajo grado que no logró destruir las estructuras y características del protolito
sedimentario. En concepto de González (com. escrita), esta facies de metamorfismo es de
tipo dinamotérmico regional, por debajo de la facies esquisto verde, en el sentido de Bucher
& Frey (1994); agrega, además, que la ausencia de minerales índice o fácilmente
susceptibles de cambio impide determinar con exactitud el tipo y grado de metamorfismo.
No se descarta, sin embargo, que los cambios mineralógicos y texturales detectados
indiquen una alta diagénesis en lugar de metamorfismo de bajo grado. Para aclarar esta
situación es necesario hacer levantamientos geológicos detallados y estudios petrográficos
adicionales.
63
Tabla 24. Características generales de muestras de la Formación Chingual, Lodolitas y Calizas Granadillo y
Lodolitas Uitoto.
Formación Chingual
Lodolitas Uitoto
Cuarzo microcristalino, láminas paricalmente reemplazadas por
V51f Metalimolita silícea calcárea Clástica, microcristalina calcita y clinopiroxeno. Ostrácodos reemplazados por cuarzo
microcristalino
V274 Lodolita silícea dolomitizada Clástica micro y criptocristalina Laminación, gradación y bioperturbación
Tabla 25. Composición mineralógica, en porcentaje, de muestras de las Lodolitas y Calizas Granadillo.
Venas de Qz (10,3%), Lt
Limolita, con intercalación sedimentarios (limolitas-
G1019 11,3 --- 1,6 --- --- 18,6 44,3 --- Tz Tz --- 1,3 --- ---
de lodolita 12%); materia carbonosa
(0,6)
Ca: Calcita-Dolomita; tubos
Caliza (intercalaciones de de crinoideos (?),
G1023a 0,3 --- --- --- Tz Tz --- --- --- --- --- 0,6 --- 97,0
micrita y esparita) equinodermos (plaquetas
?); materia carbonosa (2,1)
Lt calcáreos (10,0), Lt
G1037a Caliza limosa 10,3 --- --- --- --- 1,3 --- --- --- --- --- 1,6 --- 54,8 cuarcitas (17,0); materia
carbonosa (5,0)
Z819 Arenita calcárea 52,0 4,0 3,0 8,0 1,0 9,0 23,0
Apófisis de intrusivo que cortan las Lodolitas y Calizas Granadillo.
G1056 Granodiorita con cataclasis 22,9 7,9 3,3 13,0 13,0 4,3 24,3 7,0 Tz Tz Tz 1,3
Contactos. Los límites con las unidades adyacentes son tectónicos, mediante la Falla Colón
con las Metamorfitas Pompeya al oeste y la Falla Santa Rosa con la Formación Saldaña y
las Metamorfitas Pompeya al este. Con la Cuarzomonzodiorita Sombrerillos hay contactos
intrusivos, como se desprende de la presencia de cornubianitas, como ya había sido
reportado por Grosse (1935a), y apófisis graníticas y granodioríticas en el río Platayaco.
Génesis. De acuerdo con las características texturales de las rocas agrupadas en las
Lodolitas y Calizas Granadillo, se considera que la secuencia fue depositada en ambiente
marino, en gran parte por debajo del nivel de acción de las olas. Posteriormente, las rocas
fueron sometidas a alta diagénesis o muy bajo grado de metamorfismo; en el Jurásico
fueron intruidas por la Cuarzomonzodiorita Sombrerillos y afectadas, con posterioridad, por
deformación que generó las estructuras de deformación que exhibe la secuencia.
Edad. Debido a la ausencia de registro paleontológico no hay certeza sobre la edad de los
sedimentos originales; de acuerdo con la similitud litológica con rocas aflorantes al sur del
Departamento del Huila, esta unidad pudo haberse acumulado durante el Paleozoico
temprano, como es postulado por Cárdenas et al. (en edición), de acuerdo con los siguientes
planteamientos:
66
3. Características de la secuencia. Podría pensarse que las secuencias descritas hicieran
parte de la Formación Payandé, del Triásico. Un análisis detallado de esta formación, en los
diversos afloramientos conocidos en el Valle Superior del Magdalena, indica que dentro de
ella no se conocen niveles importantes de lodolitas negras y areniscas como las aquí
descritas. Este factor refuerza la hipótesis sobre la edad paleozoica. Es factible pensar que
la secuencia se acumuló en el Triásico y sería entonces coetánea con la Formación
Payandé; en este caso, el ambiente de acumulación sería diferente y estaría más
influenciado por condiciones de mar abierto para la acumulación de lodolitas.
Grosse (1935a) reportó, en la cuenca alta del río Caquetá que corresponde al área
cartografiada en la Plancha 411 La Cruz, la presencia de algunos trozos sueltos de
cornubianita calcosilicosa que le hicieron suponer que la granodiorita del llamado por él
Macizo de Descanse - Yunguillo equivalente, como se describirá adelante, con la
Cuarzomonzodiorita Sombrerillos, intruía el piso de Villeta, cuya vecindad se le
manifestaba por los bloques sueltos de caliza no metamorfoseada. Es muy posible que
Grosse (1935a) se hubiere equivocado y que lo que encontró en el río Caquetá era la
secuencia de las Lodolitas y Calizas Granadillo y no rocas cretácicas del Villeta.
67
diferente grado metamórfico y sin metamorfismo, que pueden pertenecer a dos unidades
con litologías diferentes, y se considera necesario redefinir la unidad y proponer el nombre
de Formación Chingual para el componente esencialmente sedimentario con cataclasis. Se
usa el nombre de Chingual por ser este río, cuando sirve de límite internacional con
Ecuador (Plancha 645 Churuyaco), la zona con más fácil acceso para observar
afloramientos de la unidad.
Las fotografías 22, 23, 24, 25 y 26, del Anexo Fotográfico, muestran algunos de los
afloramientos de la secuencia de la Formación Chingual en el río del mismo nombre, en la
Plancha 465 Churuyaco.
Descripción. En la quebrada Cruz Edén la Formación Chingual está conformada por rocas
de apariencia esquistosa ocasionada quizás por efectos cataclásticos relacionados con
movimientos del Sistema de Fallas Algeciras, en este caso el Sistema de Fallas Afiladores,
que marca el límite occidental de la secuencia. Podría pensarse que las rocas esquistosas
hagan parte de bloques del Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez emplazados
tectónicamente. Se trata de rocas de color negro y verde, cuarzosas, con textura
porfiroclástica, bandas sinuosas de cuarzo intercaladas con bandas de minerales arcillosos y
pirita finogranular, con interposiciones de cuarzoarenitas de colores gris y negro.
Ponce (1979) refiere que los afloramientos del Grupo Metamórfico Monopamba, cerca de
la población del mismo nombre, son muy escasos y de difícil acceso y que las rocas
presentes son metareniscas de grano fino y grueso y algunas filitas o metalimolitas,
constituidas por cuarzo, feldespatos y mica, e indica que tienen metamorfismo de la facies
esquisto verde, zonas clorita y biotita, pero sin presentar análisis petrográficos. El mismo
Ponce (1979) anota que en el río Chingual, cerca de su confluencia con el río Verde
68
“afloran unos esquistos carbonáceos compuestos por feldespato, cuarzo, moscovita y más
del 5% de material carbonáceo". También se presentan metabasitas compuestas por
hornblenda de pleocroísmo azuloso, plagioclasa y cuarzo principalmente”. En la Plancha
388 Pitalito, Cárdenas et al. (en edición) mencionan la existencia, dentro de la unidad
denominada Lodolitas y Calizas Granadillo, de niveles sedimentarios de color verde.
Contactos. Los afloramientos más occidentales, a lo largo de los ríos Afiladores y Verde,
están limitados mediante fallas y en contacto con paraneises del Complejo Migmatítico de
La Cocha - Río Téllez, por lo que bloques de esta unidad pueden confundirse con la
Formación Chingual. Por el oriente tiene límite tectónico, por medio de la Falla Chingual,
con el Monzogranito Mocoa, aunque no se descartan contactos intrusivos; Ponce (1979)
describe xenolitos de metalimolitas dentro del Granito del Sucio, equivalente al
Monzogranito Mocoa. En la parte más alta de la cordillera, depósitos volcano sedimentarios
del Neógeno y Cuaternario reposan en discordancia angular sobre las rocas de la Formación
Chingual.
Correlación. A diferencia de las Metamorfitas Pompeya, esta unidad parece no haber sido
afectada por metamorfismo regional, lo que pone en duda su correlación con unidades
como el Complejo Cajamarca y su vinculación con el Grupo Monopamba; de otra parte, las
69
Tabla 26. Composición mineralógica, en porcentaje, de muestras de la Formación Chingual.
No. Qz Fk Pg Bi Mv Lt Cl Se Ep Tu Op Zr Ca Otro
Lodolitas Uitoto es el nombre propuesto para designar la unidad expuesta en la Plancha 431
Piamonte, que inicialmente había sido descrita como Grupo Güejar por el grupo de
geólogos que efectuó el reconocimiento de campo. Con posterioridad, INGEOMINAS &
Geoestudios (1999b) la describieron como formaciones Caballos y Villeta sin diferenciar,
pero el análisis petrográfico de dos muestras y la revisión en imagen de satélite permitió
diferenciarla de las unidades cretácicas mencionadas.
Descripción. Tanto en el río Congor como en la quebrada Uitoto la sucesión se inicia con
cuarcitas de color blanco con tonos verdes, metaconglomerados e intercalaciones de
cuarcitas blancas con pizarras gris oscuro. Hacia la parte media se encuentran
intercalaciones de capas medias de cuarcitas, metalodolitas y en menor proporción rocas
calcáreas y mármoles. En la parte superior predominan las metalodolitas con intervalos de
rocas silíceas. En todo la secuencia se observa presencia de estilolitos. La estratificación, en
general, es en capas delgadas, medias y gruesas, y los contactos entre los estratos son
transicionales, netos irregulares y ondulosos.
71
A diversos niveles la unidad es cortada por diques o se presentan silos de basaltos,
andesitas a dacitas, que no superan los 70 cm de grosor. También se observó apófisis de
granitos, dioritas y tonalitas que intruyen la secuencia.
Composición mineralógica
Número de muestra
V51f V274
Granos: 84,3% 6,8%
Cuarzo 60,6% 5,6%
Plagioclasa 4,9% 1,2%
Clinopiroxeno 2,4% ---
Calcita 16,4% ---
Matriz: --- 94,2%
Sílice micro y criptocristalina --- 57,3%
Reemplazamiento dolomita --- 11,2%
Reemplazamiento calcita --- 18,9%
Accesorios: --- 0,3%
Circón --- Tz
Óxidos de hierro --- Tz
Moscovita --- 0,3%
Fragmentos: 9,4% 5,5%
Fragmentos de ostrácodos, concha 9,4% 4,3%
calcárea y molde interno
Otros fragmentos fósiles --- 1,2%
Secundarios: 6,3% ---
Venas de calcita 4,4% ---
Microfallas rellenas por calcita 1,9% ---
CLASIFICACIÓN Metalimolita silícea Lodolita silícea
calcárea dolomitizada
72
Contactos. La unidad aflora en el núcleo del Anticlinal Uitoto y su límite inferior no es
conocido. El límite superior se observó fallado contra la Formación Saldaña por medio de
las fallas Uitoto y Urcusique. Apófisis intrusivas ácidas a intermedias intruyen la secuencia
y generan metamorfismo de contacto, expresado en la formación de clinopiroxeno,
desarrollo de calizas recristalizadas y silicificación de las lodolitas; intrusiones de este tipo
son comunes en el área y afectan la Formación Saldaña.
Edad. Por la litología y el tipo de secuencia, además, por estar intruida por cuerpos
posiblemente jurásicos, se sugiere edad paleozoica para las Lodolitas Uitoto.
Génesis. Las rocas que constituyen las Lodolitas Uitoto, posiblemente fueron acumuladas
en ambiente marino de poca energía y con presencia de organismos causantes de la
bioperturbación. La secuencia fue afectada por intrusiones que ocasionaron marmorización
de las calizas y transformación local de lodolitas en cornubianas.
El Triásico - Jurásico expuesto en esta región está representado por tres unidades ígneas
intrusivas y una secuencia volcanosedimentaria, que tiene continuidad física en el Valle
Superior del Magdalena, inmediatamente al norte del área en estudio, que fue
correlacionada con la Formación Saldaña.
Con anterioridad a este levantamiento cartográfico se asumía que todas las rocas ígneas
intrusivas presentes en esta zona del territorio colombiano correspondían a un solo cuerpo
intrusivo, denominado Batolito de Mocoa. La cartografía geológica realizada indica que
asociados al Sistema de Fallas de Algeciras (fallas Acevedo, Villalobos, Yunguillo y San
Francisco) se presentan afloramientos de rocas sedimentarias del Cretácico y Paleógeno
que, en cierta forma, marcan la separación entre los dominios de las cordilleras Central y
Oriental, y se puede de esta forma diferenciar tres grandes unidades ígneas: el
Monzogranito Mocoa, la Cuarzomonzodiorita Sombrerillos y el Granito Altamira.
73
2.3.1 Formación Saldaña (TJsal)
Con posterioridad, Cucalón & Camacho (1966) utilizan el nombre de Formación Motema
para describir una secuencia de areniscas arcósicas con intercalaciones de arcillolitas de
color rojo a rojo morado que puede corresponder a esta secuencia; no hay precisión sobre
quién introdujo este nombre en la Cuenca del Putumayo, pero su uso se ha generalizado.
74
La faja intermedia se presenta al oriente del Sistema de Fallas Algeciras, con exposición
por la carretera Pitalito - Mocoa y los cursos altos de los ríos Guarapas y Guachicos, así
como el río Villalobos en la Plancha 412 San Juan de Villalobos; igualmente, en la parte
alta de los ríos Mocoa, Patoyaco y Blanco, y al oriente y suroriente del Valle de Sibundoy
en la Plancha 430 Mocoa; también en el curso superior del río Sucio en la Plancha 448
Monopamba.
La franja más oriental está asociada al piedemonte amazónico, donde se destacan los
afloramientos de los ríos Fragua, Fragua Chorroso, Fragüita, Tambor, Inchiyaco, Nabueno
y Chiquito, y las quebradas Angosturas, Aguasclaras y La Tortuga de las Planchas 412 San
Juan de Villalobos y 431 Piamonte; también en la ladera oriental del cerro El Churumbelo y
hacia las cabeceras de los ríos Ranchería, Rumiyaco, Guamayaco, Churuyaco y Verdeyaco
de la Plancha 465 Churuyaco.
Descripción. Sucesión de capas finas, medias y gruesas macizas, con fracturamiento medio
a alto, de rocas volcánicas lavas y piroclastitas, de textura porfirítica a afanítica,
composición riolítica, dacítica, latítica, traquítica y andesítica; las tobas son líticas,
cristalinas, vítreas y mezclas de ellas. También se encuentran aglomerados, arenitas
tobáceas, limolitas y tufas. Los colores son muy variados encontrándose verde, rojo,
morado, pardo, gris y negro como los más comunes. El tamaño de grano varía entre tobas
de ceniza y lapilli, hasta aglomerados. Los tipos de roca identificados macroscópicamente
se describen a continuación.
Tobas cristalinas. Generalmente son de color gris con diversas tonalidades, composición
riodacítica y andesítica, con cristales de feldespato, anfíbol, biotita; presentan caolinización
y epidotización y localmente vestigios de carbonatos.
Cuarzolatitas, andesitas y dacitas. Color verde claro pálido, generalmente con textura
porfirítica, fenocristales de plagioclasa, sílice criptocristalina, hornblenda, pirita
diseminada, oxidación y pátinas de carbonatos. Macroscópicamente no se pudo identificar
si se trata de lavas o rocas piroclásticas.
75
Lodolitas, arenitas tobáceas, tufas, arenitas arcósicas y arenitas liticofeldespáticas. Color
morado y rojo, grano medio a grueso; constan de plagioclasa y cuarzo, localmente costras
de óxidos de hierro y ocasionales fragmentos líticos de color negro, en una matriz muy
silícea de color rojo a pardo.
• Diques andesíticos. Textura afanítica de color gris con tonos verdes; constituidos
por microcristales de plagioclasa en un 95%. Contienen, además, opacos, así
como clorita y epidota producto de alteración de la plagioclasa.
Cuando hay matriz, está compuesta por fragmentos de minerales tamaño ceniza volcánica,
junto con vidrio volcánico y fragmentos de tobas y otras rocas volcánicas. En algunas
muestras se aprecia restos de materia orgánica.
76
La plagioclasa se presenta de dos formas: 1. En cristales de tamaño grueso a muy grueso,
con formas anhedrales a subhedrales, maclados y zonados; algunos se encuentran
caolinizados o sericitizados, junto con procesos de corrosión y desgaste. 2. En
microcristales de tamaño fino, en forma de agregados en la matriz, por lo general se
encuentran de moderada a altamente sericitizados.
El cuarzo también se presenta de dos formas: 1. Como cristales de tamaño medio que flotan
en la matriz, algunos con fuertes procesos de corrosión y otros fracturados en formas
anhedrales a subhedrales. 2. Como microcristales secundarios producto de la actividad
volcánica, en pequeños porcentajes en venillas y relleno fracturas.
Por tipo de roca más frecuente en la unidad, la descripción microscópica realizada por
Mora (2000a) y Castañeda (2002) muestra las características que se describen a
continuación.
77
• Textura de flujo presente en las ignimbritas de más alta temperatura; los cristales
están orientados según la dirección del flujo y aplastados por “caída” en el sitio del
depósito.
Composición. Están conformadas por cantidades variables de matriz (43% a 58%), líticos
(2% a 17%) y cristales (11% a 36%).
La matriz está constituida por vidrio, en algunos casos fluidal, altamente desvitrificado
hasta alcanzar estado esferulítico; en otras ocasiones silicificado con generación de
calcedonia y cuarzo; también se encuentra en forma de esquirlas (shards); la alteración
principal es a minerales de arcilla y en algunas ocasiones a sericita y sílice. Pómez que
varía de acuerdo con la temperatura del depósito, desde fragmentos vesiculares bien
conservados, hasta fragmentos totalmente aplastados y deformados con elongación en una
dirección.
Los líticos son fragmentos de toba con formas subredondeadas y tamaño lapilli; la mayoría
son cristalinos de composición andesítica y otros son vítreos, en algunos casos
desvitrificadas; por lo general se encuentran muy alterados, quizás por procesos de
meteorización. También se encuentran fragmentos de roca de tamaño lapilli, la mayoría son
de origen volcánico y composición andesítica, con bordes bien redondeados, producto de la
abrasión y transporte a que fueron sometidos.
La fracción cristalina varía de tamaño entre ceniza fina y gruesa; se encuentra cuarzo,
plagioclasa, feldespato potásico y pequeñas porciones de biotita, esfena, micas, apatito,
piroxenos, máficos alterados y epidota como mineral secundario producto de
hidrotermalismo.
El cuarzo es muy escaso y se presenta bajo dos formas: cuarzo primario como cristales y
fragmentos de tamaño ceniza fina a gruesa, euhedral y con embahíamientos y otros como
fragmentos angulosos y rotos, pero igualmente bien desarrollados; cuarzo secundario en
forma de agregados cristalinos tamaño ceniza fina, producto de la silicificación del magma,
algunas veces rellena cavidades y otras como venas. La plagioclasa se encuentra como
cristales y fragmentos euhedrales muy alterados con carbonatación, sericitización y
caolinización; la composición varía de intermedia (andesina) a sódica (oligoclasa); los
cristales se encuentran maclados según albita y albita - Carlsbad, algunos zonados y en
ocasiones están orientados. El feldespato potásico, al igual que el cuarzo, es muy escaso y
78
cuando está presente son fragmentos de cristales, tamaño ceniza gruesa; la composición es
alcalina (sanidina). Los cristales de biotita, en la mayoría de los casos, están bien formados,
pero completamente cloritizados y oxidados; también se altera a moscovita; algunos
cristales son alargados y orientados según la dirección del flujo. El piroxeno forma cristales
bien desarrollados, pero casi siempre intensamente alterados a clorita; en algunos casos los
bordes están oxidados. Los accesorios son apatito, como cristales muy finos en forma de
prismas y esfena, también en cristales muy finos.
Tobas de caída. Las tobas de caída son líticas, de composición andesítica, dacítica y
riolítica; vitrocristalinas andesíticas con cristales de plagioclasa, cuarzo, piroxenos y
anfíboles, y litocristalinas, también de composición andesítica. En general, son porfiríticas,
ocasionalmente bandeadas y de colores gris y rojo de diversos tonos.
• De flujo que sólo se presenta en algunos sectores muy localizados, y que involucra
pequeños fragmentos de vidrio.
Están constituidas por matriz (48% en promedio), líticos (3% hasta 50%) y cristales (17% a
53%).
Los líticos son fragmentos de toba de tamaño ceniza gruesa a lapilli o esporádicamente
fragmentos de tobas más antiguas, muy oxidadas; también se pueden apreciar otros
fragmentos de tobas de composición dacítica con alto contenido de vidrio. Fragmentos de
roca, la mayoría son de volcanitas de tamaño ceniza gruesa a lapilli y fragmentos de lavas
de composición andesítica a dacítica.
Los minerales secundarios son ceolita que por sus propiedades ópticas parece corresponder
a chabasita; rellena cavidades o se presenta como cristales de tamaño ceniza fina a media;
sólo se encontró en una sección delgada y su contenido es muy alto; epidota como
diseminaciones y acumulaciones de tamaño ceniza fina, en algunas muestras el contenido
es alto; esfena en cristales individuales de tamaño fino o agrupaciones de cristales; apatito
también como cristales individuales de formas prismáticas hexagonales y tamaño fino. Los
minerales opacos tienen contenidos altos en algunas muestras; se encuentran de dos
maneras, la primera son cristales individuales bien formados (pirita) y la segunda en
acumulaciones diseminadas en la matriz (calcopirita).
El contenido de minerales de alteración, en este tipo de rocas, es del 24%, pero en casos
particulares puede llegar hasta el 71%; puede ser de dos formas:
Alteración por meteorización. El mineral más común es caolín que se presenta como
laminillas muy finas sobre las plagioclasas.
81
Las texturas más comunes son:
No se encuentran líticos en todas las muestras y en las que están presentes representan un
porcentaje mínimo (aproximadamente del 5%), con algunas excepciones en donde alcanzan
el 28%. Son fragmentos de toba de diferente tamaño y composición andesítica; fragmentos
de roca volcánica en forma de granos pequeños y composición generalmente andesítica,
normalmente sericitizados.
La fracción cristalina está compuesta por cuarzo en dos formas de presentación: una como
cristales euhedrales o fragmentos de tamaño ceniza fina a gruesa, los cristales se encuentran
bien desarrollados muy limpios de forma individual y son muy escasos; los fragmentos se
caracterizan por ser muy angulares; la otra forma es como recristalización de la matriz,
algunas veces como micro venillas con extinción ondulante o como cristales anhedrales.
Plagioclasa generalmente de tipo oligoclasa en cristales euhedrales y fragmentos con
82
tamaños que van desde medios hasta gruesos; casi siempre se encuentra muy alterada a
sericita, caolín y clorita; presenta fracturamiento intenso; la macla más común es albita -
Carlsbad; también hace parte de la matriz en forma de cristales de tamaño ceniza gruesa. El
feldespato potásico es generalmente sanidina escasa; se encuentra como cristales de tamaño
ceniza media, bien formados, algunas veces con los bordes corroídos y alterados a sericita y
caolín; otras veces alteran a clorita por metasomatismo. Anfíboles muy alterados, unas
veces a óxidos de hierro y en otras ocasiones completamente cloritizados. El clinopiroxeno
es generalmente augita; los cristales se encuentran fragmentados y alterados a clorita y
serpentina. Olivino en cristales euhedrales, a veces de forma poligonal; el relieve es alto y
el tamaño de los cristales variable, pero normalmente son pequeños.
Los accesorios son epidota en dos formas de presentación; primaria como agregados
granulares de cristales muy finos con relieve alto, diseminados. Secundaria como producto
de alteración de los minerales máficos. Opacos, comúnmente como cristales individuales
(pirita) o en menor grado como segregaciones finas (calcopirita). Apatito en cristales
prismáticos incoloros, de tamaño fino, muy escasos casi siempre sobre la matriz, pero en
algunas ocasiones se les puede hallar sobre los cristales. Esfena como cristales euhedrales,
en ocasiones como granos muy irregulares diseminados en toda la muestra.
Los minerales de alteración son leucoxeno, en forma de segregado opaco que se localiza
sobre la matriz; carbonatos (calcita y dolomita); la dolomita se encuentra como cristales
individuales, maclados y de tamaño grueso o como agregados sobre la matriz; la calcita se
presenta como diseminaciones de tamaño muy fino en la matriz o a partir de otros
minerales, especialmente los feldespatos; sericita, tanto a partir de cristales como de la
matriz; clorita en láminas tabulares de color verde pálido, tanto en la matriz como en los
cristales; algunas veces en forma masiva, y llega a ser amigdalar; por lo general se le puede
encontrar desarrollada a partir de plagioclasa, anfíboles y bordes de piroxenos; serpentina
diseminada y en proporciones muy pequeñas; caolín asociado con plagioclasa, en forma de
pátina de color pardo oscuro; también se encuentra como alteración de la matriz.
Diques. La composición de los diques es andesítica a dacítica; el color de las rocas varía de
gris claro a gris verde oliva claro, con textura porfirítica. Las características microscópicas
son:
83
• Porfirítica. Conformada por cristales gruesos y bien desarrollados de plagioclasa y
anfíboles, rodeados por microlitos de feldespato y sílice; los fenocristales de
plagioclasa, en algunos casos, están corroídos en los bordes por la matriz.
La fracción cristalina constituye el 52% de la roca y está compuesta por cuarzo en cristales
subhedrales de tamaño medio, muy aislados en la matriz o secundario como producto de
silicificación de la matriz; también rellena amígdalas o cavidades en forma de agregados
criptocristalinos o microcristalinos. La plagioclasa es andesina (An32–34), es el mineral
predominante, el tamaño de los cristales varía de fino a grueso, y se observa fracturada y
con procesos de corrosión originados por la matriz; la mayoría de los cristales están
zonados; se observa dos generaciones, una más antigua totalmente corroída y otra
solamente con fracturamiento. Biotita casi siempre euhedral, algunas veces fracturada y
oxidada en los bordes. El ortopiroxeno es hiperstena en cristales bien formados de tamaño
medio, maclados, fracturados y alterados a clorita en los bordes.
Como minerales accesorios se observa esfena en cristales muy finos, aislados en la matriz;
apatito, también de tamaño fino, bien desarrollado, algunas veces en la matriz y otras sobre
los cristales y pirita con contenidos altos, se presenta de varias formas: como cristales
individuales por toda la sección o como relleno de amígdalas junto con el cuarzo. Los
minerales de alteración son clorita y epidota; la clorita es generada a partir de biotita y se
presenta en forma masiva, mientras que la epidota se encuentra en cristales individuales,
también relacionada con la alteración de la biotita.
84
Tabla 28. Muestras de la Formación Saldaña con análisis geoquímico.
El autor (Castañeda, 2002) concluye que las rocas de la Formación Saldaña analizadas son
de composición intermedia - ácida, con contenido de sílice entre 63% y 71% y que
pertenecen a la serie subalcalina, con excepción de la muestra R 638 que cae en el campo
85
de las alcalinas; adicionalmente, determinó que presentan un carácter que va de
completamente calcoalcalino a algo toleítico y eminentemente calcoalcalino.
Espesor. La complejidad tectónica del área, los límites fallados de la Formación Saldaña
con la gran mayoría de las unidades litoestratigráficas con las cuales está en contacto y la
86
ausencia de niveles guías son factores que impiden establecer con precisión una secuencia
completa de la unidad y, por tanto, determinar su espesor.
Con base en una poligonal abierta, levantada con GPS y considerando los datos de
seudoestratificación, se obtuvo un espesor de 1.700 m entre los ríos Mandiyaco y Fragua,
sobre la quebrada Las Cascadas en la Plancha 412 San Juan de Villalobos. En el río
Guamayaco (Plancha 465 Churuyaco) el espesor supera los 2.300 m. De acuerdo con
secciones estratigráficas medidas por Geoestudios (informe interno) en algunos sectores
aledaños a la Plancha 411 La Cruz, el espesor de la Formación Saldaña es cercano a los
3.000 m.
Las improntas de vertebrado encontradas por Mojica & Macía (1986) en un nivel limoso
intercalado entre piroclastitas y flujos de lava, también en el Valle Superior del Magdalena
al este de Prado (Tolima), sugieren condiciones subaéreas de sedimentación.
De otra parte, se ha postulado dos hipótesis para interpretar la génesis del magmatismo
efusivo que dio origen a la Formación Saldaña (Mojica & Kammer, 1995): la primera
propone que el vulcanismo fue el resultado de la subducción de una placa oceánica bajo la
placa continental suramericana durante el Triásico, proceso que ocurrió al occidente de la
actual Cordillera Central. Esta hipótesis es propuesta, entre otros, por Toussaint & Restrepo
(1976), Barrero (1979), Jaramillo & Escovar (1980) y Bayona et al. (1992, 1994). El otro
modelo, planteado por Estrada (1972) y Macía & Mojica (1981), sugiere la apertura de un
rift, debido a abombamiento del manto y adelgazamiento cortical en una zona de distensión
supracontinental. Hasta la fecha no hay información suficiente que permita inclinarse por
alguno de los dos modelos presentados.
En cuanto a la determinación del ambiente de formación hay que tener en cuenta que los
diagramas de discriminación tectónica fueron creados para rocas básicas relativamente
frescas. En el caso de las muestras de la Formación Saldaña, éstas poseen altos grados de
alteración, lo que dificulta la interpretación de los resultados obtenidos.
Jaramillo et al. (1980) indican que en la secuencia volcánica, con marcada similitud con la
unidad conocida como Post-Payandé, ahora Formación Saldaña, y que hace parte del
llamado por estos autores como Complejo Ígneo de Mocoa, son notorios los efectos
térmicos producidos por los intrusivos del complejo, aunque se relacionan más con la
circulación de fluidos hidrotermales que con efectos de contacto propiamente dichos. Los
cambios mineralógicos más importantes, observados por los ya mencionados Jaramillo et
al. (1980), es la destrucción de los feldespatos y de los máficos para dar paso a asociaciones
mineralógicas típicas de las zonas de alteración potásica, fílica y propílica.
En la Plancha 449 Orito, al norte del río San Juan, rocas de la Formación Saldaña con
mayor o menor intensidad de zonas de brecha, cabalgan sobre rocas de la Formación
Villeta o sobre rocas del Grupo Orito; también al norte del río San Juan cabalga sobre rocas
del Miembro Inferior de la Formación Pepino.
88
En la quebrada Tilinguará, al sureste de la Plancha 411 La Cruz, se observó contacto
disconforme con la Formación Caballos; situación similar se encontró en el filo de Los
Indios Bravos (Plancha 412 San Juan de Villalobos), en la Vereda San Carlos y el río
Mocoa de la Plancha 430 Mocoa; en este último sector y en los ríos Fragua y Fragüita la
discordancia es menor de 10°. En la Plancha 449 Orito los estratos de la Formación
Caballos reposan en forma de escamas o remanentes, discordantemente sobre las volcanitas
de la Formación Saldaña.
En sectores de la Plancha 430 Mocoa, como los ríos Caquetá y Ticuanayoy y en la vía
Mocoa - San Francisco (kilómetro 95+700), el límite con el Monzogranito Mocoa es
intrusivo, y se reportan efectos de contacto, con formación de cornubianitas, como ya había
sido descrito por Royo y Gómez (1942a). No obstante, en el río Caquetá en el área de la
Plancha 431 Piamonte, el contacto inferior parece ser disconforme con las rocas plutónicas
asociadas al Monzogranito Mocoa.
3. Jaramillo et al. (1980) reportan que tres muestras de rocas ígneas pertenecientes al
sistema de pórfido de cobre - molibdeno de Mocoa, colectadas en las quebradas Tosoy y
Chapulina (Plancha 430 Mocoa) fueron datadas radiométricamente por el método K/Ar en
roca total. Se obtuvieron edades de 183±3, 172±2 y 170±2 millones de años (Ma), lo que
sugiere que la actividad magmática que afectó a las rocas volcánicas correlacionables con
la Formación Saldaña se desarrolló durante el Jurásico temprano a medio.
4. En el curso alto del río Rumiyaco (Plancha 465 Churuyaco) fue datada una toba de
cristales, por el método K/Ar en roca total, que dio una edad de 146±12 Ma,
correspondiente al Jurásico tardío (Buchelli, comunicación oral).
89
Con esta información se sugiere entonces que la secuencia volcanosedimentaria que
constituye la Formación Saldaña se depositó entre el Triásico tardío y el Jurásico temprano
a medio, como es aceptado por la gran mayoría de investigadores que han descrito o
estudiado la unidad.
Julivert (1968) indica que Olsson (en Jenks, 1956) colocó la unidad Misahuallí por debajo
del Caballos (equivalente a la Formación Hollín del Ecuador) y por encima del Chapiza;
esta Formación Misahuallí está constituida por basaltos y tobas, por lo que litológica y
estratigráficamente sería equivalente a la aquí cartografiada como Formación Saldaña.
90
2.3.2 Monzogranito Mocoa (Jmgmoc)
En las planchas 430 Mocoa, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco la unidad aflora
como un cuerpo continuo, mientras que al noreste del área, en las planchas 412 San Juan de
Villalobos y 431 Piamonte, se presenta como una serie de bloques discontinuos de
composición granitoide, que en conjunto definen la dirección de la masa batolítica; estos
bloques se asimilan al Monzogranito Mocoa, pero no hay certeza sobre su correspondencia.
En diversos sitios del área, pero especialmente en la Plancha 430 Mocoa, hay varias
corrientes y carreteables que cortan el Monzogranito Mocoa, pero por su continuidad,
facilidad de acceso, calidad de los afloramientos, exposición de las rocas y los contactos, se
considera que la carretera Mocoa - San Francisco es una sección de referencia de esta
unidad.
Hasta el presente la zona del intrusivo mejor estudiada es el área del prospecto de cobre -
molibdeno de Mocoa (Escorce, 1977; Jaramillo et al., 1980; Sillitoe et al., 1984; Naciones
Unidas et al., 1984). Esta zona se encuentra al noroccidente de la ciudad de Mocoa, en la
91
Plancha 430 Mocoa, en la región de la quebrada Campucana que es considerada como la
localidad tipo del Monzogranito Mocoa.
Otros sitios de exposición son el río Putumayo entre el valle de Sibundoy y San José en la
Plancha 430 Mocoa; los ríos Guamués y Sucio en la Plancha 448 Monopamba; los ríos
Conejo y Orito en la Plancha 449 Orito y el río San Miguel en la frontera con el Ecuador en
la Plancha 465 Churuyaco
No. Campo C-18 E-167 E-174 E-259 G-266 G-295 G-300 G-305 H-25R2 H-31 H-39 H-626 H-639 J-34 L-10 L-20 R-42 R-56 R-80 R-82 Z-643 Z-657 Z-664 Z-659 Promedio
Coordenada X 595.550 613.583 613.152 608.435 611.200 609.967 610.086 161.478 584.982 586.150 586.950 975.879 974.132 582.250 625.414 625.230 587.165 589.685 608.000 608.000 989.251 993.996 993.618 993.350
Coordenada Y 1.022.100 1.013.569 1.015.180 1.007.450 1.039.100 1.036.080 1.034.419 1.029.540 1.015.766 1.015.575 1.016.200 540.304 540.728 1.004.600 1.044.096 1.044.096 1.022.311 1.021.781 1.058.000 1.058.000 565.484 575.493 576.791 575.940
Plancha 449 430 430 430 430 430 430 430 449 449 449 465 465 449 430 430 449 449 430 430 448 448 448 448
Carretera Carretera Carretera Carretera
Río Río Río Bajo río Bajo río
Localización R. San Juan Mocoa-S. Mocoa-S. Mocoa-S. Mocoa-S. Río Conejo Río Conejo Río Conejo Río Orito Río Mocoa Río Mocoa Río San Juan Río San Juan
Putumayo Putumayo Putumayo Caquetá Caquetá
Francisco Francisco Francisco Francisco
Cuarzo 31,9 31,0 23,3 11,6 4,0 22,0 21,6 20,0 21,3 30,6 35,0 23,7 15,6 43,3 24,6 27,6 12,0 3,0 24,6 29,6 30,7 53,3 26,0 27,0
Ortosa 40,0 33,0 31,3 18,0 10,0 32,3 35,3 23,6 12,6 12,3 23,9 15,3 11,6 19,0 15,0 24,3 7,6 0,1 41,3 42,3 13,0 43,0 10,0 25,2
Plagioclasa 25,9 31,2 37,2 55,3 68,6 36,0 35,5 47,6 55,2 39,9 37,2 45,4 54,3 20,6 53,5 39,6 61,6 83,6 31,5 26,6 50,0 1,7 42,0 1,0 49,0
Biotita 0,3 3,6 2,6 2,6 6,3 3,6 1,6 4,6 7,3 6,6 1,6 1,8 0,7 2,0 3,6 3,3 2,0 3,3 --- --- --- 0,7 9,3 2,9
Horblenda --- 0,3 2,0 9,0 4,6 4,0 Tz 1,0 4,6 --- --- 1,8 --- 1,3 Tz --- 6,6 --- --- --- --- 6,0 --- 1,8
Piroxeno --- --- --- --- 7,3 --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- 11,3 --- --- --- --- --- --- 97,0 0,9
Esfena --- --- Tz --- 1,0 Tz --- --- 0,6 0,3 --- --- --- --- 0,6 --- 0,3 --- --- --- --- --- --- --- 0,1
Magnetita 0,3 Tz 1,0 Tz 2,0 1,3 0,3 0,3 1,0 0,6 --- 2,3 --- --- 1,0 Tz --- 0,3 --- --- --- --- --- --- 0,5
Ilmenita --- 0,3 --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- 0,3 --- --- 0,3 Tz --- --- --- --- 0,0
Pirita --- --- 0,3 1,0 Tz Tz --- --- --- --- --- --- --- Tz --- --- Tz --- Tz --- --- --- --- --- 0,1
Apatito --- --- --- --- 0,6 --- --- --- Tz --- --- --- --- --- Tz --- --- --- Tz --- --- --- --- 0,0
Epidota 0,3 0,3 2,0 0,3 Tz --- Tz 3,6 --- 0,6 Tz 1,0 --- --- Tz --- Tz 1,3 0,3 Tz --- 1,0 2,7 --- 0,5
Calcita --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- 2,0 0,0
Clorita 0,3 --- --- 2,0 Tz --- 1,3 --- 0,6 3,3 0,6 12,3 --- 0,3 --- --- 3,0 1,6 1,6 1,0 6,3 0,3 4,0 --- 1,4
Circón --- --- --- --- Tz Tz --- --- --- Tz --- --- --- --- --- Tz --- --- --- --- --- --- --- --- 0,0
Sericita --- --- --- Tz --- --- --- --- --- Tz --- --- --- --- --- 2,0 Tz --- --- --- --- --- --- --- 0,1
Allanita --- --- --- --- --- Tz Tz --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- --- 0,0
Feld. Alcal. (A) 41,3 34,7 34,1 21,2 12,1 35,8 38,2 25,9 14,1 15,9 25,9 18,1 14,2 34,5 16,1 26,6 11,1 0,1 42,4 42,9 13,9 43,9 12,8 0,0 25,0
Plagioclasa (P) 26,3 32,8 40,5 65,1 83,1 39,9 38,4 52,2 62,0 47,6 38,2 53,8 66,6 21,1 57,5 43,3 74,4 96,4 32,3 27,0 53,4 1,7 53,8 100,0 48,1
Clasificación 1 1 1 2 3 1 1 1 4 4 1 4 2 1 4 1 5 7 1 1 4 6 4 8 9
Entre los minerales accesorios más comunes se encuentran opacos (magnetita, ilmenita,
pirita), esfena, circón, apatito y ocasionalmente allanita. Los minerales de alteración son
clorita, epidota y sericita, así como cúmulos de biotita formados por láminas finas, epidota
y calcita como relleno de fracturas que evidencian un proceso de alteración hidrotermal,
con opacos que se asocian a la biotita cloritizada.
Facies de borde. Las muestras localizadas hacia el borde del cuerpo principal del
Monzogranito Mocoa presentan algunas variaciones texturales y mineralógicas, con
respecto a las rocas ubicadas hacia el interior. Composicionalmente, las rocas dioríticas
provienen del borde oriental del intrusivo en la carretera Mocoa - San Francisco; muestras
provenientes del borde sur, en las cabeceras del río San Juan, corresponden a cuarzodioritas
y monzodioritas, mientras que al interior del cuerpo intrusivo predominan rocas de
composición granítica a granodiorítica. Observaciones similares se presentan en la
caracterización petrográfica del área del prospecto de Mocoa (Ramírez & Araque, 1984).
Las rocas clasificadas por Royo y Gómez (1942a) como granodioritas y dioritas, en la
cuenca del río Pepino y en valle del río Mocoa, corresponden, en su mayoría, a los bordes
del cuerpo intrusivo, mientras que los granitos hornbléndicos que, en su concepto, son las
rocas más abundantes, provienen de la parte interior del cuerpo. Ramírez & Araque (1984)
asocian las rocas dioríticas y cuarzodioríticas a las partes marginales del cuerpo intrusivo.
Royo y Gómez (1942a) describe algunas muestras con textura “neisosa”, cuando se refiere
a la orientación de algunos minerales en las rocas graníticas; muestras colectadas durante el
levantamiento de campo, en las zonas de borde del intrusivo, presentan igualmente
orientación débil de los minerales máficos. También, hacia la zona de borde, se encuentran
variaciones notorias en la granulometría de algunas muestras.
94
Geoquímica. No hay información química disponible sobre la composición de los
diferentes tipos de rocas que constituye el cuerpo o sobre sus fases minerales. La
geoquímica efectuada ha estado relacionada con la evaluación de anomalías de interés
económico, con base en análisis de muestras de sedimentos activos y esquirlas de roca para
Cu, Mo, Pb, Zn y ocasionalmente otros elementos que pudiesen servir como indicadores en
la delimitación del área de interés económico.
Posición estratigráfica y edad. Los límites con otras unidades litológicas son intrusivos,
fallados o inconformes. Por lo general, en el costado oriental el contacto es tectónico a
través del Sistema de Fallas del Conejo, que son fallas inversas, que lo colocan sobre
unidades sedimentarias del Cretácico y Paleógeno, y sobre algunos depósitos del
Cuaternario.
Las relaciones de campo del Monzogranito Mocoa, tanto del cuerpo principal como
cuerpos correlacionables o apófisis, indican que es intrusivo en unidades litológicas
precámbricas y paleozoicas, con evidencias claras de efectos térmicos y abundantes diques
pegmatíticos y microdioríticos que atraviesan las rocas encajantes (Royo y Gómez, 1942a).
Varios investigadores reportan que en el área del Putumayo los intrusivos granitoides
cortan rocas del Triásico Superior correlacionables con la Formación Payandé del Valle
Superior del Magdalena (Mojica et al., 1996); igualmente mencionan la presencia de
xenolitos y techos pendientes de rocas calcáreas, algunos de tamaño cartografiable, que se
correlacionan con rocas de la Formación Payandé, en el área de Mocoa sobre el borde
oriental del batolito. La edad de estos cuerpos calcáreos y zonas de skarn no ha sido aún
confirmada por carencia de datos confiables.
Sobre el cauce de la quebrada Campucana Grande son claros los efectos térmicos o
metasomáticos de contacto del Monzogranito Mocoa sobre las rocas encajantes calcáreas
que se han correlacionado con la Formación Payandé, pero que al parecer son equivalentes
al denominado por Ferreira et al. (2002) Complejo Aleluya y el conjunto
volcanosedimentario identificado como prolongación de la Formación Saldaña del Valle
Superior del Magdalena.
Para Escorce (1977) el “Batolito de Mocoa” hace parte del conjunto de intrusivos
emplazados en el Triásico - Jurásico a lo largo de la Cordillera Central y que intruyeron
95
rocas metasedimentarias paleozoicos y sedimentitas marinas del Triásico - Jurásico de la
Formación Payandé, pero no aclara la relación con la denominada Formación Post-
Payandé, ahora conocida como Formación Saldaña.
Jaramillo et al. (1980) indican una relación genética entre las fracciones volcánica e
intrusiva del Complejo Ígneo de Mocoa; así mismo, consideran que hay efectos térmicos
sobre una sucesión sedimentaria calcárea que asimilan a la Formación Payandé, que
produce marmorización de las calizas y silicificación de las limolitas. Estos autores anotan
que en la secuencia volcánica, conocida como Formación Post-Payandé o Saldaña, los
efectos térmicos son notorios y que fueron debidos a la circulación de fluidos hidrotermales
provenientes de las etapas finales de emplazamiento del Batolito de Mocoa.
Sillitoe et al. (1984) afirman que las unidades del Proterozoico y del Triásico Superior -
Jurásico Inferior son intruidas por stocks y diques de textura porfirítica y composición
intermedia, mientras que las rocas de la Formación Payandé son cortadas por el Batolito
Mocoa. Govea & Aguilera (1980) sostienen que la Formación Motema (Formación
Saldaña) en la cuenca del Putumayo se encuentra localmente metamorfoseada y es intruida
por granitos, granodioritas y sienitas; sin embargo, otros trabajos efectuados en esta misma
cuenca no indican que la Formación Motema se encuentre afectada por metamorfismo de
contacto (Cáceres & Teatín, 1985).
Macía et al. (1985) indican que las dataciones radiométricas del Stock de Dolores, del
Batolito de Mocoa y del Plutón de La Plata corresponden a intrusivos del Jurásico Inferior,
contemporáneos o ligeramente posteriores al vulcanismo que originó la Formación Saldaña.
De acuerdo con González & Núñez (en edición), el hecho de que en algunas localidades el
contacto con la Formación Saldaña sea intrusivo y en otras no, apoya la idea de Macía et al.
(1985), quienes consideran las intrusiones granitoides contemporáneas o ligeramente
posteriores al vulcanismo que dio origen a esta unidad, y se trataría en este caso de dos
unidades genéticamente relacionadas que obedecen a eventos casi simultáneos.
96
Tabla 32. Edades K/Ar en muestras del Monzogranito Mocoa.
A pesar de que todas las edades isotópicas disponibles sobre el Monzogranito Mocoa son
K/Ar y, por lo tanto, corresponden a edades de enfriamiento (edades mínimas) y no a
edades de emplazamiento, es claro que éstas sustentan las relaciones de campo que indican
que el Monzogranito Mocoa es posterior a las rocas precámbricas y paleozoicas expuestas
en el área y anterior a las rocas cretácicas de esta misma región (González & Núñez, en
edición).
Correlaciones. Escorce (1977) considera que el “Batolito de Mocoa”, hace parte del
conjunto de cuerpos intrusivos emplazados en el Triásico - Jurásico a lo largo de la
Cordillera Central, y cita como ejemplo el Batolito de Ibagué. Para Jaramillo et al. (1980),
la ubicación, la forma y la orientación del “Batolito de Mocoa” muestra grandes semejanzas
con las de otros cuerpos intrusivos a lo largo de la Cordillera Central, la más notoria con el
Batolito de Ibagué, del cual podría ser su continuación hacia el sur.
Sillitoe et al. (1982), en el trabajo sobre los pórfidos cupríferos en Colombia, distinguen
tres cinturones principales, cada uno con una determinada edad y características propias; de
estos cinturones, el oriental incluye el área del Putumayo y sur del Cauca y Huila, y
comprende los intrusivos asociados al magmatismo jurásico entre los cuales se encuentra el
Monzogranito Mocoa (Batolito de Mocoa) y comprende, además, cuerpos como el Batolito
de Ibagué, los stocks de Payandé (Granodiorita Payandé, según Núñez, 1998a) y Dolores
97
(Cuarzomonzonita Dolores, según Velandia et al., 2001b, y Gómez, en edición) y plutones
menores en el Valle Superior del Magdalena.
Las dataciones radiométricas de rocas ígneas intrusivas disponibles en el Valle Superior del
Magdalena presentan edades radiométricas en el rango 131–181 Ma (Núñez, 1998b; Núñez
et al., 1996) correspondientes al Jurásico y similares a las obtenidas para el Monzogranito
Mocoa y facies de alteración hidrotermal, lo cual, adicionalmente a la similitud litológica
entre estas unidades, permite establecer una correlación entre estas unidades que marcaría
un tiempo de intensa actividad magmática entre el Triásico tardío y el Jurásico medio,
actividad que se ha documentado a lo largo del país desde la alta Guajira hasta la frontera
con el Ecuador (Mojica et al., 1996), y que forma un cinturón magmático entre las actuales
cordilleras Central y Oriental.
También se correlaciona con los cuerpos ígneos intrusivos llamados Granodiorita del
Opongoy, Granodiorita de Afiladores y Granito del Sucio, descritos por Ponce (1979) y
Arango & Ponce (1982a y b), expuestos en el suroriente del Departamento de Nariño, en
los ríos Opongoy, Afiladores, Sucio y Guamués de las planchas 448 Monopamba y 465
Churuyaco. Estas unidades, de acuerdo con el levantamiento geológico, tienen correlación
y continuidad física con el Monzogranito Mocoa.
Granito de Altamira fue el nombre utilizado inicialmente por Grosse (1930; 1935a) para
describir un cuerpo ígneo intrusivo expuesto en los alrededores de la población de
Altamira, en el sur del Departamento del Huila. Este plutón, posteriormente, ha recibido las
denominaciones de Plutón de Altamira (Radelli, 1962), Monzogranito de Altamira
(Velandia et al., 1996) y Granito de Altamira (INGEOMINAS & Geoestudios., 2000e),
nombre este último que fue adoptado por Velandia et al. (2001b) y Cárdenas et al. (en
edición) para el Departamento del Huila y la Plancha 388 Pitalito, en donde aflora en el
extremo suroriental y continúa en el sector nororiental de la Plancha 412 San Juan de
Villalobos.
Localización. En la Plancha 412 San Juan de Villalobos esta unidad forma una franja de
dirección NE-SW en la zona central, al oriente de la carretera Pitalito - San Juan de
Villalobos - Mocoa. INGEOMINAS & Geoestudios (1999a) la habían incluido dentro del
Batolito de Mocoa, pero su posición geotectónica y su continuidad hacia el norte por el
98
valle del río Suaza y afluentes, permitió diferenciarla y correlacionarla con el Granito
Altamira.
Edad y correlación. No existen dataciones isotópicas del Granito Altamira y por sus
relaciones tectónicas es difícil establecer su edad. Por la posición, similar a la de otros
plutones en la margen occidental de la Cordillera Oriental, Velandia et al (2001b)
sugirieron edad jurásica, que es aceptada en este trabajo.
Cuarzomonzodiorita Sombrerillos fue el nombre utilizado por Cárdenas et al. (en edición),
para denominar un cuerpo ígneo intrusivo expuesto en la Plancha 388 Pitalito, sobre la
carretera Pitalito - San Agustín que se extiende hacia el sur, que puede seguirse por el río
Granadillo, ingresa a la Plancha 412 San Juan de Villalobos y se prolonga por el sector
oriental de la Plancha 411 La Cruz y norte de la 430 Mocoa. Este cuerpo intrusivo se
consideraba como parte del llamado Batolito de Mocoa, pero el levantamiento cartográfico
realizado permitió establecer que no hay continuidad física con él y está separado, además,
por el Sistema de Fallas Algeciras, constituido en este sector por las fallas Villalobos y San
Francisco - Yunguillo (Velandia et al., 2001a).
En las zonas próximas a las escasas carreteras que hay en la zona, el intrusivo se encuentra
en avanzado estado de meteorización que transforma la roca en un saprolito areno arcilloso
de color gris. Los afloramientos más accesibles, en el área, se encuentran en la carretera
Pitalito - Mocoa, en los alrededores de la población de San Juan de Villalobos (Plancha 412
San Juan de Villalobos), especialmente al sur de ella. También, se encuentran exposiciones
en los alrededores de la población de San Francisco (Plancha 430 Mocoa), pero allí las
rocas se hallan muy cizalladas por efectos de la Falla San Francisco - Yunguillo,
perteneciente al Sistema de Fallas Algeciras. Adicionalmente, en estos dos sectores el
avanzado estado de meteorización sólo permite observar afloramientos en el cruce de
drenajes importantes. Otros sitios de exposición son el río Caquetá y su afluente el
Cascabel, cerca de la localidad de Descanse, en el suroriente de la Plancha 411 La Cruz.
En las fotografías 14, 20, 33, 34, 35, 36, y 37 del Anexo Fotográfico se observan algunos
de los afloramientos de este intrusivo en las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de
Villalobos y 430 Mocoa.
Litología. Las rocas que constituyen esta unidad son de color gris y rosado, con diversas
tonalidades que dependen de la cantidad de máficos y el grado de meteorización. Por lo
regular las rocas se encuentran entre mediana y altamente meteorizadas, y generan suelos y
saprolito areno arcillosos, con espesores que superan los 12 a 15 m. Macroscópicamente
tienen textura fanerítica media a gruesa y en algunas zonas se presentan texturas levemente
porfiríticas. Con alguna frecuencia hay presencia de autolitos o gabarros. También se
presentan diques andesíticos a dacíticos, con espesor entre pocos centímetros y hasta 30-40
cm de ancho que cortan las rocas intrusivas. Con menor frecuencia se encuentran diques y
venillas cuarzofeldespáticas, aplíticas y de cuarzo.
100
Microscópicamente se observó como textura dominante holocristalina, hipidiomórfica,
inequigranular. Subordinadamente se presentan variaciones a alotriomórfica y porfirítica.
La composición mineral es bastante uniforme, y varía el contenido de cada uno de los
minerales esenciales, lo que se refleja en la diversidad composicional (Tabla 33).
Los análisis petrográficos realizados sobre secciones delgadas de muestras del intrusivo,
colectadas en las planchas 388 Pitalito, 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos y 430
Mocoa (Tabla 33) mostraron, en orden decreciente, la siguiente diversidad composicional:
cuarzomonzodiorita, cuarzomonzonita, granito y granodiorita. La muestra H864 cae en el
triángulo QPF y se clasifica como gabronorita y quizá corresponda a cuerpos posteriores y
de menor tamaño que intruyen la cuarzomonzodiorita.
El cuarzo varía entre 3,4% y 28,9%, por lo regular anhedral e intersticial, de tamaño medio
a grueso, empolvado en diferente grado por la presencia de caminos de polvo e inclusiones
fluidas; esporádicamente se observa mirmequitas asociadas a plagioclasa. La densidad de
fracturamiento es diversa y se concentra en las zonas de fallamiento, áreas en donde
también se encuentran cristales con extinción ondulatoria.
Los máficos dominantes son hornblenda (desde inexistente hasta 30,4%), biotita (1,5% a
14%) y clinopiroxeno reportado en una sola muestra (0,7%). En la Tabla 33 se presentan
las composiciones porcentuales para los minerales que caen en el triángulo de clasificación
QAP de Streckeisen (1976). Si se toma el promedio composicional calculado, el cuerpo se
puede considerar como un monzogranito, pero en este campo sólo caen 2 muestras de las
19 disponibles y, por tanto, no constituye mayoría.
101
Tabla 33. Análisis mineralógico de muestras de la Cuarzomonzodiorita Sombrerillos.
Análisis basado en el conteo de puntos sobre secciones delgadas estándar.
Muestra 163425 163432 163433 163435 163436 163438 163439 163463 163519 163523 163525 163526 163568 163569 163573 163577 C-844 H864 Z-705 Z-728 Z-792 Promedio
Coordenada X 682.590 695.100 697.400 698.700 692.270 717.100 714.640 702.300 689.650 691.970 715.900 715.140 6.985.090 680.550 687.800 695.800 660.800 653.486 645.757 648.931 652.341
Coordenada Y 1.093.170 1.094.540 1.094.300 1.100.190 1.087.225 1.101.750 1.103.500 1.103.430 1.083.300 1.086.200 1.098.210 1.101.300 1.092.450 1.087.250 1.083.200 1.080.200 1.054.759 1.051.343 1.053.928 105.105 1.049.637
Plancha 388 388 388 388 388 388 388 388 388 388 388 388 388 388 388 388 411 411 411 411 411
Cuarzo 22,0 9,7 24,0 8,6 12,9 14,8 28,9 0,8 14,2 14,6 27,6 21,6 3,4 9,8 17,8 15,2 35,0 23,3 18,5 24,8 15,1
Feld. alcal. 38,0 48,4 62,0 31,2 12,4 1,8 31,9 19,4 26,2 28,4 12,0 16,6 11,8 18,0 12,8 16,4 3,0 36,7 12,9 18,6 24,5
Plagioclasa 28,4 38,0 12,2 40,4 43,4 49,5 34,6 46,8 38,5 32,8 47,4 37,8 49,4 57,0 51,2 53,8 3,0 36,4 33,3 47,0 11,3 34,4
Biotita 5,6 3,0 1,5 6,6 14,1 1,8 2,9 8,6 10,8 9,4 4,2 12,4 2,8 1,8 10,8 2,4 Tz --- 5,0 --- 4,5
Hornblenda 5,0 --- Tz 9,2 14,7 12,2 --- 7,2 8,8 11,2 2,8 8,6 30,4 8,6 5,8 10,6 --- --- 9,3 5,8 6,5
Piroxeno --- --- --- --- --- --- 0,7 15,0 --- --- --- --- --- --- --- --- --- 6,3 --- --- --- 1,0
Cuarzo (Q) 24,9 10,1 24,4 10,7 18,8 22,4 30,3 1,2 18,0 19,3 31,7 28,4 5,3 11,6 21,8 17,8 85,4 0,0 25,0 20,0 45,3 20,4
Feld. alcal. (A) 43,0 50,4 63,1 38,9 18,0 2,7 33,4 29,0 33,2 37,5 13,8 21,8 18,3 21,2 15,6 19,2 7,3 0,0 39,3 13,9 34,0 33,1
Plagioclasa (P) 32,1 39,5 12,4 50,4 63,2 74,9 36,3 69,9 48,8 43,3 54,5 49,7 76,5 67,2 62,6 63,0 7,3 100,0 35,7 50,7 20,7 46,5
Clasificación 1 2 1 2 3 3 1 3 2 2 4 4 3 3 4 3 1 5 6 4 6
Con la Formación Saldaña tiene relación de tipo tectónico, pero en algunos sitios la
cartografía geológica muestra que su carácter es intrusivo en la secuencia
volcanosedimentaria. Al sureste de Bruselas, en la Plancha 388 Pitalito, apófisis del
intrusivo cortan la secuencia de la Formación Saldaña, y se detectan efectos de contacto
con formación de cornubianitas (Cárdenas et al., en edición).
En las carreteras Pitalito - Mocoa y San Francisco - Mocoa se observa la roca intrusiva que
cabalga sobre lodolitas negras del Cretácico, a través de las fallas Villalobos y San
Francisco - Yunguillo, respectivamente, que como se ha dicho corresponden al Sistema de
Fallas Algeciras, en el sentido de Velandia et al. (2001a). El efecto del movimiento de la
estructura ocasiona fracturamiento intenso y deformación en las unidades litológicas a lado
y lado de ella, especialmente en la Cuarzomonzodiorita Sombrerillos, y convierten las rocas
en neises cataclásticos. Esta situación es mucho más notoria al oriente de la población de
San Francisco, en la vía hacia Mocoa.
Grosse (1935a) reportó, en la cuenca alta del río Caquetá, la presencia de “algunos trozos
sueltos de cornubianita calcosilicosa” que le hicieron suponer que la granodiorita del
llamado por él Macizo de Descanse - Yunguillo equivalente a la Cuarzomonzodiorita
Sombrerillos, intruía el piso de Villeta del Cretácico, cuya vecindad se le manifestaba por
los bloques sueltos de caliza no metamorfoseada. Es muy posible que Grosse (1935a) se
hubiere equivocado y que lo que se encontraba en el río Caquetá era la secuencia
posiblemente paleozoica descrita por Cárdenas & Núñez (2000), Cárdenas et al. (en
edición) y en este trabajo como Lodolitas y Calizas Granadillo y no rocas cretácicas del
Villeta.
En cuanto a relaciones estratigráficas se sabe que el cuerpo ígneo intruye, en la Plancha 388
Pitalito, rocas sedimentarias a levemente metamórficas asignadas tentativamente al
Paleozoico (Cárdenas & Núñez, 2000; Cárdenas et al., en edición), sin precisar si
corresponden a la parte inferior o superior de esta era geológica. La información de campo
indica que en el río Platayaco (Plancha 411 La Cruz) apófisis granodioríticas cortan la
secuencia de las Lodolitas y Calizas Granadillo; estas apófisis pueden corresponder a la
Cuarzomonzodiorita Sombrerillos.
103
De otra parte se asume que el intrusivo se prolonga por debajo de la cubierta volcánica y
volcanoclástica del Pleistoceno - Cuaternario (Lahar de Altamira y Formación Guacacallo)
y aflora nuevamente en el río Granates, y se extiende en la Plancha 365 Coconucos, en
donde también aparece en áreas restringidas a manera de ventanas geológicas
(INGEOMINAS, en edición); varios de estos afloramientos continúan en la Plancha 366
Garzón en donde Velandia et al. (1996) lo asimilaron a la prolongación sur del Batolito de
Ibagué, y lo hacen equivalente al Plutón de La Plata, en el sentido de Álvarez & Linares
(1983).
Del Plutón de La Plata, Álvarez & Linares (1983) tienen una edad radiométrica K/Ar en
biotita de 183±5 Ma, que corresponde al Jurásico temprano. Priem et al. (1989) dataron por
Rb/Sr varias rocas metamórficas asociadas al intrusivo de La Plata que dieron 136±4 Ma,
que corresponde al evento termal asociado a la intrusión ocurrida posiblemente entre el
Jurásico más tardío y el Cretácico temprano, como lo afirman los autores que reportan las
dataciones.
Con esta información Cárdenas et al. (en edición) postularon que la Cuarzomonzodiorita
Sombrerillos se emplazó en el Jurásico y que dentro de este cuerpo pueden estar incluidos
varios pulsos magmáticos. Esta misma edad es aceptada para el área que se está
describiendo en este informe.
2.4 CRETÁCICO
104
C ucalón & C am ac ho Cácer es & Teatín Moreno & Ménd ez Mat the ws & Port illa
( 1994) Mora et al. ( 1998) Este Trabajo
(1966) ( 1985) ( 1989)
Gr upo Orito
Gr upo Orito
Gr upo Orito
Gr upo Orito
Fm. Orito
NE ÓG EN O a
M iembro M iembro
X Superi or
Eoce no M edio Superi or
Fm. Pepino
Fm. Pepino
Fm. Pepino
Fm. Pepino
Fm. P epino
Fm. Or ito
a M iembro M iembro
PA LE ÓG EN O Y
Me di o Me di o
Eoc eno S uper ior
M iembro M iembro
Z Inferi or
Inf eri or
Fm. Rumiyac o
Fm. Rumiyac o
Fm. Rumiyac o
Fm. Rumiyac o
Fm. Rumiyac o
Fm. Rumiyac o
M aastr ichtiano
Pale oc eno
Fm. Guadalupe
Fm. El N eme Arena N Ar enisca “N” M iembro El N eme
Fm. Villeta
Santoniano
Fm. Villeta
Fm. Villeta
Caliz a A
Inte rvalo “A ”
Fm.
Cenomaniano Inte rvalo “B”
Caliz a B
a Inte rvalo “T” Fm. M asa ya
Turoniano Arena T
Inte rvalo “C”
Caliz a C
CRE TÁ CICO
Fm. Caballos Fm. Caballos F m. Ca ba llos Fm. Caballos F m. Ca ba llos F m. Ca ba llos
Inferior
Las fotografías 38, 39 y 40 del Anexo Fotográfico muestran afloramientos del Complejo
Quebradagrande en el río Aponte (Plancha 411 La Cruz).
Más hacia el occidente se presentan capas muy gruesas y macizas de arenitas y metarenitas
finogranulares de color gris y verde, limolitas verdes y niveles de basaltos o diabasas, por
lo regular muy meteorizados que dan suelos arcillosos amarillos.
106
Tabla 34. Características gnerales de muestras del Complejo Quebradagrande
No. de
Clasificación Textura general Otras características
Muestra
E915 Metandesita Porfirítica Foliación, crenulación y cizallamiento
E977a Metarenita foliada Clástica, blastosamítica Foliación, laminación, cuarzo con sombras de presión
J827 Basalto Afanítica, panidiomórfica, hipocristalina Microgranular
J881 Metaarenita ligeramente foliada Clástica con foliación y laminación Foliación, laminación, cuarzo con sombras de presión
J937 Lodolita foliada Foliación cataclástica Texturas de presión, microplegamientos
J942 Basalto con foliación Foliación cataclástica Microplegamientos
J950 Toba vítrea Afanítica
J954 Porfido andesítico Porfirítica, panidiomórfica, hipocristalina Plagioclasa euhedral
J961 Andesita Microporfirítica, panidiomórfica, hipocristalina Plagioclasa en microlitos
J978 Metarenita con cataclasis Clástica con foliación y laminación Blastosamítica, cuarzo con sombras de presión
K045 Metarenita cuarzosa Clástica con foliación y laminación Blastosamítica, cuarzos elongados
L1226 Grauvaca feldespática Clástica con cataclasis Selección mala
L1227 Basalto porfirítico Holocristalina porfirítica Pilotaxítica
E915 3,3 --- 34,0 --- --- 23,0 10,6 12,0 Tz --- 14,0 Tz --- --- --- --- --- --- Metandesita
E977a 73,6 2,0 3,0 --- 1,3 --- --- 6,6 1,3 0,3 --- 2,0 --- --- --- 0,3 1,3 --- Metarenita foliada
J827 --- 33,3 --- --- --- 4,6 10,0 Tz --- 2,6 --- 36,9 --- --- --- 5,0 --- Adularia 36,9 Adularia y vidrio Basalto
Metarenita ligeramente
J881 47,9 2,0 2,3 --- 7,3 --- Tz 1,6 6,0 Tz 3,3 10,3 --- --- --- Tz 3,3 ---
foliada
J937 30,6 --- 1,3 --- --- --- Tz --- --- 0,7 --- --- --- --- --- 0,7 2,3 --- Material carbonoso Lodolita foliada
J942 12,0 --- 2,0 --- --- 34,6 14,2 8,3 --- --- 21,0 --- --- --- --- --- 3,0 --- Basalto con foliación
J950 7,8 --- 15,7 --- --- --- Tz --- --- --- 3,4 --- --- --- --- --- 7,2 --- Vidrio volcánico Toba vítrea
J954 4,3 --- 33,3 --- --- --- 8,3 --- 3,3 1,5 46,3 --- --- --- --- --- 3,0 --- Epidota y poco vidrio Pórfido andesítico
J978 55,6 11,0 1,0 --- 4,6 --- --- Tz 17,3 --- 0,6 --- --- --- --- Tz 10,3 --- Metarenita
K045 66,7 1,3 2,0 6,0 9,7 --- 3,0 --- --- Tz 0,3 Tz --- --- --- 1,3 1,3 --- Metarenita
Cuarcita (27,3);
L1226 --- 5,6 --- Tz 1,3 --- 2,3 2,6 --- 4,6 19,6 --- --- --- --- --- 4,6 59,4 plutónico (10,1,6), Grauvaca feldespática
areniscas (22)
Olivino (18,6);
L1227 4,3 --- 37,6 --- --- --- 19,3 2,0 17,3 --- --- --- --- --- --- --- --- --- Plagioclasa Basalto porfirítico
caolín (0,9)
Agregados silíceos
L1285 3,0 --- 1,0 --- --- --- --- 19,0 3,0 --- --- --- --- --- --- --- 3,0 21,0 Microcristalina (44,0) Toba vítrea
(0,6)
L1299 2,0 --- 27,0 --- --- --- 19,0 Tz --- --- --- --- --- 9,0 3,0 --- 1,0 35,0 Toba cristalolítica
Qz: Cuarzo Bi: Biotita Cl: Clorita Zr: Circón All: Allanita Tu: Turmalina
Fk: Feldespato potásico Mv: Moscovita Ca: Calcita Ep: Epidota Pu: Pumpellyita Op: Opacos
Pg: Plagioclasa Tm: Tremolita Se: Sericita Es: Esfena Pr: Prehnita Lt: Líticos
Metarenitas. Son rocas foliadas de grano fino, con ligera esquistosidad y textura
blastosamítica remanente. Se observa el desarrollo de procesos de cataclasis evidenciados
por granos de cuarzo suturados, fracturados y recementados, así como la formación de
sombras de presión. Tienen contactos triples entre granos y micas orientadas.
Composicionalmente están constituidas por cuarzo, plagioclasa, ortoclasa, microclina y
fragmentos de cuarcitas, y metarenitas de grano fino; como minerales accesorios se
presentan biotita, moscovita, clorita, turmalina, esfena, circón, opacos (pirita).
Como accesorios se tienen biotita (0%-6,0%) con pleocroísmo pardo, en granos de forma
tabular, casi fibrosos y orientados. Moscovita (1,3%-11,0%) como granos laminares con
orientación, a veces como relleno de fracturas y con impregnación de óxidos de hierro; se
encuentra generalmente junto con la biotita y a veces reemplaza minerales arcillosos en
láminas muy delgadas. Clorita (0%-3,0%) en láminas orientadas y ocasionalmente como
producto de alteración de biotita. La turmalina (0%-1,3%) forma granos angulares con
color de interferencia amarillo claro. Esfena (2,0%-10,3%) en granos angulares con fuerte
pleocroísmo. Circón (0%-0,3%) en granos subangulares de alto relieve. Los opacos (1,3%-
10,3%) son granos angulares de pirita y óxidos de hierro.
Rocas ígneas extrusivas. Composicionalmente varían entre andesitas y basaltos, sin que se
tengan análisis químicos para confirmar la composición; se identificaron tobas y
posiblemente flujos de lava. En los basaltos se presenta ortopiroxeno (hiperstena y
enstatita), clinopiroxeno (diópsido y augita) y olivino. La plagioclasa composicionalmente
109
es labradorita en los basaltos y andesina en las andesitas, constituye los fenocristales de las
rocas porfiríticas, a veces están zonados, aparentemente se altera a adularia. Como
minerales de alteración se encuentra clorita, epidota y sericita en proporción considerable;
se desarrollan, además, óxidos de hierro en los bordes de los fenocristales de piroxenos, así
como núcleos pequeños en la matriz. En algunas muestras se presentan como accesorios
circón, allanita y epidota.
Toba vítreo-lítica con tamaño de grano ceniza a lapilli, compuesta por plagioclasa,
agregados silíceos y fragmentos de roca. La matriz es de textura microcristalina, localmente
felsítica, que se formó, posiblemente, por alteración de una matriz originalmente vítrea. La
plagioclasa se presenta como fragmentos de formas anhedrales a euhedrales y tamaños que
varían entre 0,2 y 0,3 mm, y presentan alteración a sericita. Los agregados silíceos rellenan
amígdulas. Los fragmentos líticos corresponden a rocas volcánicas con texturas
microlíticas, microporfídicas, vítreas y amigdulares, posiblemente basaltos. Los minerales
accesorios son calcita, cuarzo y pirita, y los de alteración sericita y calcita.
Chert. Se identificó una muestra de chert con radiolarios y foraminíferos, constituido por
sílice criptocristalina con algunas laminillas micáceas y posiblemente algo de material
orgánico. Como constituyentes biogénicos se encontraron radiolarios, foraminíferos
planctónicos y en menor proporción bentónicos uniseriales. Se observa algunas conchillas
reemplazas por sílice (?). Como terrígenos, en forma de trazas, se presenta cuarzo
monocristalino y plagioclasa de tamaño limo medio. Los accesorios son opacos (pirita) y
como alteración óxidos de hierro. Se observó venillas compuestas por cuarzo calcedónico
de origen diagenético.
110
Espesor. En el sector estudiado no fue posible determinar el espesor del Complejo
Quebradagrande, debido a diversos factores como la ausencia de una secuencia continua, la
falta de niveles guías y el intenso tectonismo del área.
Edad. De acuerdo con Maya & González (1995), en varios lugares del flanco occidental de
la Cordillera Central de Colombia en las sedimentitas intercaladas con el conjunto
volcánico del Complejo Quebradagrande se encontraron fósiles, cuya edad varía entre el
Aptiano y el Albiano. De otra parte, los mismos autores confirman la disponibilidad de
datos isotópicos desde el Cretácico temprano hasta el Cretácico tardío, para las volcanitas.
Mojica el al. (2001) reportan la presencia, en Puente Tabla sobre el río Lejos
(Departamento del Quindío), de Riedelites obliquum (Riedel) fósil indicativo del Aptiano
superior, dentro de shales negros cartografiados como Complejo Quebradagrande. En la
quebrada La Maicena, al sur de la localidad antes descrita, Mojica & Arévalo (2002)
indican la presencia, dentro de la misma unidad, de amonitas Acanthohoplites aff. odiosus y
Phyllopachiceras sp. indicativas del Aptiano tardío al Albiano temprano. Estas evidencias
confirman la edad cretácica de la unidad.
INGEOMINAS & Geoestudios (2000a) usaron el término Ultramáfico San Bernardo para
designar un cuerpo de rocas ultramáficas serpentinizadas, expuesto en el sector occidental
de la Plancha 411 La Cruz, al noroeste de la población de San Bernardo (Nariño), de donde
proviene su nombre.
111
Descripción. En el afloramiento y los rodados de la quebrada La Mina se observa
peridotitas serpentinizadas y asbestos de colores verde y gris con tonalidades claras y
oscuras, a veces casi negras. Macroscópicamente se observa textura fanerítica media a fina
y crisotilo alterado color blanco y verde oliva; se presenta igualmente olivino, piroxeno y
epidota.
Microscópicamente se trata de una roca con textura fanerítica media a fina, constituida en
cerca de un 75% por serpentina, variedad de crisotilo y antigorita; se observa relictos de
cristales de olivino (9%), ortopiroxeno (9%), clinopiroxeno (4%) y anfíbol posiblemente
hornblenda (2,0%); otros minerales presentes son moscovita y clorita. La roca es una
serpentinita.
Edad. Se postula, con base en similitud con la posición geotectónica de cuerpos similares
en el flanco occidental de la Cordillera Central, que estas rocas ultramáficas se emplazaron
en el Cretácico, sin tener más información debido al carácter tectónico de sus límites y a la
ausencia de dataciones isotópicas.
Gabros Aponte es el nombre dado por INGEOMINAS & Geoestudios (2000a) a un cuerpo
de composición gabroica expuesto en las cabeceras de los ríos Aponte y Tajumbina, en la
Plancha 411 La Cruz. Su extensión es desconocida debido a que se encuentra cubierto por
depósitos volcánicos; y por lo escasos afloramientos observados se deduce que su forma es
elongada en dirección NE-SW, en el mismo sentido de las estructuras regionales a las
cuales está asociado.
Descripción. La unidad está conformada por gabros y dioritas de color negro y verde,
textura fanerítica fina a media; mineralógicamente constan de plagioclasa, piroxeno,
epidota y hornblenda.
112
Microscópicamente se identificaron dos gabronoritas (Tabla 36), de textura holocristalina,
inequigranular, fanerítica media, constituidas por plagioclasa que varía entre 54% y 63%,
ortopiroxeno (4,6% a 11%), clinopiroxeno (9% a 13,6%) y hornblenda (2,6% a 5,0%) como
minerales esenciales. Los accesorios son opacos y los minerales de alteración sericita y
clorita. La roca se clasifica como gabronorita piroxénica hornbléndica, de acuerdo con la
clasificación de Streckeisen (1976).
Génesis. Rocas de afinidad oceánica, emplazadas tectónicamente junto con los Esquistos
Buesaco, las rocas ultramáficas y el Complejo Quebradagrande, a través de fallas del
Sistema Romeral.
Edad. Se asume, por comparaciones regionales con cuerpos similares del flanco occidental
de la Cordillera Central, que el emplazamiento de los Gabros Aponte fue durante el
Cretácico, sin que se tenga datos geológicos o mediciones isotópicas que certifiquen esta
edad.
La primera referencia que se tiene, en el área, sobre las rocas equivalentes a la Formación
Caballos se debe a Grosse (1935a), quien diferenció en la cuenca alta del río Caquetá una
unidad que denominó “piso de areniscas blancas”. El término de Formación Caballos es
introducido en el área por Miley & McGirk (1948). Es necesario recordar que el nombre
original proviene del cerro Caballos, cerca de la localidad de Ortega (Tolima), en el Valle
Superior del Magdalena y que fue propuesto por McArthur (1938, en Miley, 1945). La
primera mención del término Formación Caballos, en el área, es de McGirk (1949), quien
no reporta afloramientos, pero deduce la presencia de la unidad teniendo en cuenta criterios
geológicos regionales.
Es necesario aclarar, como también lo hicieron Mora et al. (1998), que no es recomendable
utilizar este nombre en la Cuenca del Putumayo, debido a que no se tienen criterios
suficientes para extenderlo desde el Valle Superior del Magdalena, se determinó emplearlo
en este informe debido a que su uso es muy común en los diferentes estudios del área
(Figura 10) y no hay, hasta el momento, información estratigráfica y cronoestratigráfica
suficiente que permita postular una nueva unidad.
Localización. La Formación Caballos aflora en diversos sitios del área cartografiada, pero
especialmente en el piedemonte de la llanura amazónica y en la depresión intramontañosa
que conforman las fallas del Sistema de Fallas Algeciras. Bloques aislados, limitados por
fallas, se encuentran en algunos otros sectores de la zona. Las fotografías 28, 30, 41, 42, 43,
44, 45 y 46 del Anexo Fotográfico muestran algunos de los afloramientos característicos de
la unidad, así como las relaciones con la unidad subyacente.
113
Tabla 36. Textura y composición mineralógica, en porcentaje, de muestras de los Gabros Aponte.
Otra franja correspondiente a la Formación Caballos está limitada al occidente por las fallas
Acevedo y Churumbelo; afloramientos de esta secuencia se observa en los ríos Fragua y
Mandiyaco (planchas 412 San Juan de Villalobos y 431 Piamonte), donde constituye cerros
alargados con dirección N30°-45°E, y yace hacia los flancos del llamado Anticlinorio
Fragua; los afloramientos localizados en el flanco suroriental del anticlinorio se
caracterizan por exhibir alta deformación producto del cabalgamiento de esta gran
estructura sobre la llanura amazónica. También se presenta en el cerro El Churumbelo
(Plancha 430 Mocoa), en cuya ladera occidental la unidad constituye una extensa pendiente
estructural.
En la carretera Pitalito - Mocoa, en el sector de Buenos Aires (Plancha 412 San Juan de
Villalobos), aflora un conglomerado con clastos de hasta 5 cm de rocas volcánicas
afaníticas de color gris, soportados en una matriz lodosa, silícea, aparentemente volcánica,
de color gris claro. Internamente no presenta estructuras y la geometría externa es
lenticular. Este nivel se presenta en la parte basal de la Formación Caballos, únicamente en
esta localidad; su espesor es de 3 m y puede ser correlacionado, litológicamente, con parte
de la Formación Yaví, definida por Mojica & Macía (1981) en el Valle Superior del
Magdalena. Ujueta (1999) refiere que Ecopetrol (1996; en Ujueta, 1999) reconoció en las
laderas sur y oriental del cerro Peñas Blancas, localizado en la culminación sur del filo El
Churumbelo (Plancha 430 Mocoa), afloramientos de la Formación Yaví, que descansan
discordantemente sobre volcanitas de la Formación Saldaña y que el contacto con la
suprayacente Formación Caballos es neto; el espesor es de 15 m y alternan capas gruesas a
medias de conglomerados, arenitas y limolitas arenosas. El conglomerado basal poligénico
es de color morado, los líticos predominantes son rocas porfiríticas de composición
intermedia y limolitas rojas; subordinadamente contiene fragmentos de plutonitas ácidas.
Las arenitas son arcosas, litoarcosas y cuarzoarenitas de colores gris, verde claro y rojas,
mientras que las limolitas intercaladas son de color morado o gris moteado. Estas dos
menciones hacen pensar que un trabajo detallado puede corroborar o descartar la presencia
de esta unidad en la Cuenca del Putumayo y precisar la cartografía, tanto de la Formación
Yaví, si realmente aflora en el área, como de la Formación Caballos.
En la Plancha 412 San Juan de Villalobos la unidad está compuesta, hacia la parte basal,
por niveles de conglomerados oligomícticos de guijos de cuarzo fino y estratos medios,
gruesos y muy gruesos, tabulares a lenticulares, de arenitas de cuarzo de textura gruesa y
muy gruesa, maduras y porosas. En la parte media se presentan intercalaciones de lodolitas
carbonosas, de geometría lenticular y algunos niveles ricos en materia orgánica. Hacia la
parte superior de la unidad se reconocen estratos medios, gruesos y muy gruesos de arenitas
de cuarzo, de textura variable, submaduras a maduras y porosas.
Los afloramientos de la Formación Caballos en las planchas 430 Mocoa y 431 Piamonte
tiene características texturales y composicionales muy semejantes. La sucesión
estratigráfica se inicia con un nivel, de espesor variable, de arenitas conglomeráticas y
conglomerado ortocuarcítico, con gránulos de cuarzo lechoso que ocasionalmente superan
los 2 cm de diámetro máximo; suprayaciendo el conglomerado se encuentran
intercalaciones de cuarzoarenitas de grano medio a grueso, con niveles finos de lodolitas
casi siempre carbonosas, algunas veces bioperturbadas. Hacia el tope de la unidad, dentro
de las capas de cuarzoarenita, que contienen glauconita, es frecuente encontrar láminas
finas lenticulares de material carbonoso y partículas finas de carbón diseminadas a través
de las capas macizas de cuarzoarenitas. Un ejemplo típico de esta secuencia se encuentra
sobre el río Mocoa, al sur de la población del mismo nombre. Al oriente del valle de
116
Sibundoy, por la carretera San Francisco - Mocoa, las areniscas presentan mayor cantidad
de glauconita y las capas de lodolitas son más ricas en materia orgánica.
G190 608.732 1.050.759 70,3 --- 1 (Qzt) 0,6 (Py, Zr, Tu, Mag) 2,3 (Mo) 11,0 (S, Fe, K, Hc) 14,6 Mod Suban-Subred-Subel Arena media Submadura Cuarzoarenita / Arenisca
G191 608.724 1.050.740 68,3 --- 2,6 (Qzt) 5,6 (Py) 3,3 (Mo) 11,6 (S, Fe, K, Hc) 8,0 Mod-Pob Suban-Subred-Subel-Subes Arena gruesa Submadura Cuarzoarenita / Arenisca lodosa
G194 608.717 1.050.723 71,3 0,3 (mc) 5 (Qzt) Tz (Zr, Tu) 0,3 (Mo) 16,3 (S, Fe, K, Hc) 6,6 Mod-Pob Suban-Subred-Subel Arena media Submadura Sublitoarenita / Arenisca levemente conglomerática
G195 608.714 1.050.715 66,6 --- 2,6 (Qzt) 2,0 (Py, Zr, Tu, Ht, Lm) 0,3 (Mo) 15,3 (S, Fe, K) 9,6 Mod-Pob Suban-Subel-Subes Arena media Submadura Cuarzoarenita / Arenisca
G196 608.711 1.050.707 72,0 --- 0,6 (Qzt) 1,6 ( Zr, Ht) 10,0 (Mo) 12,0 (S, Fe, K) 0,6 Mod-Pob Suban-Subred-Subel Arena fina Inmadura Cuarzoarenita / Arenisca lodosa
G197 608.708 1.050.702 67,3 --- 1,6 (Qzt) 1,3 14,3 (Mo) 15,0 (S, Fe, K, Hc) 0,0 Pob Suban-Subred-Subel-Subes Arena fina Inmadura Cuarzoarenita / Arenisca lodosa
G198 608.706 1.050.695 56,0 --- 1,6 (Qzt) Tz (Zr, Ht, Mv) 5,6 (Mo) 25,6 (S, Fe, K) 10,3 buena Suban-Subred-Subel-Subes Arena gruesa Inmadura Cuarzoarenita / Arenisca
G199 608.711 1.015.687 63,6 --- 4 (Qzt) Tz (Lm, Ht, Zr, Tu) 2,6 (Mo) 16,0 (S, Fe, K+ 7,6 Glc) 6,0 Mod Suban-Subred-Subel-Subes Arena media Submadura Sublitoarenita / Arenisca levemente conglomerática
G200 608.705 1.050.692 58,6 Tz (Pg) 1,2 (Qzt y Vc) 2,3 (Py, Zr, Tu) 11,9 (Gl, Ff) 24,0 (Mo) 0,0 1,6 Pob Angular-Subel Arena fina Submadura Cuarzoarenita / Arenisca arcillosa (levemente conglomerática)
Z154B 636.450 1.038.300 46,3 --- 40,9 (Qzt y Vc) 3,3 (Py, Zr, Tu, Il, Mv) 8,6 (Mo) 0,0 0,0 muy Pob Suban-Subred-Subel-Subes gránulos Inmadura Litoarenita / Conglomerado areno-lodoso
Z147A 636.070 1.040.000 69,6 --- 3,3 (Qzt) 2,6 (Py, Zr,Il) 5,0 (Mo) 19,3 (S, Fe, K) 0,0 Muy buena Suban-Subred-Subes Arena fina Submadura Cuarzoarenita / Arenisca
Z68 620.233 1.050.802 47,0 --- 24,6 (Qzt y Vc) Tz (Ht,Il) 8,6 (Mo) 12,3 (S, Fe, K) 7,3 Pob Suban-Subel-Subes Arena muy gruesa Inmadura Litoarenita / Arenisca-lodosa conglomerática
Z148 636.169 1.039.886 67,6 --- 4,3 (Qzt) 0,6 (lm, Zr, Tu) 4,6 (Mo) 16,6 (S, Fe, K,+ 5,3 Gl) 0,6 Mod Suban-Subel Arena media Submadura Sublitoarenita / Arenisca
Z244 618.867 1.083.858 64,3 --- 2,6 (Qzt) Tz (Lm, Zr, Tu) 6,3 (Mo) 23,0 (S, Fe, K+Gl) 3,6 Mod-Pob Suban-Subred-Subel-Subes Arena media Inmadura Cuarzoarenita / Arenisca arcillosa
Z243 618.785 1.083.700 73,0 --- 2,3 (Qzt) Tz (Lm, Zr, Tu, Mv) 6,3 (Mo) 11,0 (S, Fe) 7,3 Mod-Pob Suban-Subel Arena media Inmadura Cuarzoarenita / Arenisca arcillosa
H190 630.305 1.115.529 52,0 --- 2 (Qzt) 1,9 (Il, Mv,Py, Zr, Tu) 2,0(Crb,Ff) 1,3 (Mo) 8,6 (S, Fe, K) 6,0 buena Suban-Subel Arena muy fina Madura Cuarzoarenita / Arenisca limosa
V49C 616.427 1.079.476 67,0 --- 16 (Qzt) Tz (Lm, Ht, Tu) 2,0 (Mo) 6,0 (S, Fe, K) 9,0 Mod-Pob Suban-Subred-Subel-Subes Arena media Submadura Sublitoarenita / Arenisca levemente conglomerática
V49B 616.427 1.079.476 63,3 --- 4 (Qzt) 6,3 (Py, Il, Zr) 4,6 (Mo) 21,0 (S, Fe, K, Hc) 0,6 Mod-Pob Suban-Subred-Subel-Subes Arena media Submadura Sublitoarenita / Arenisca levemente conglomerática
V49A 616.427 1.079.476 66,3 --- 4,6 (Qzt) Tz ( Zr, Mv) 2,3 (Mo) 21,3 (S, Fe, K) 5,3 Mod-Pob Suban-Subel Arena gruesa Submadura Sublitoarenita / Arenisca levemente conglomerática
C195 681.637 1.106.291 62,0 --- 21 (Qzt) 0,6 (Il, Lm, Mv) 12,3 (Mo) 0,6 ( Fe, K) 3,3 Pob Subang-Subred-Subel Arena muy gruesa Inmadura Sublitoarenita / Arenisca lodosa conglomerática
C191 682.013 1.106.546 49,3 --- 0,9 (Qzt y Vc) 2,2 (Ht, Lm,Mv, Zr, Tu) 38,3 (Mo) 0,3 (Fe) 8,6 Pob Suban Subel-Subes limo medio Inmadura Lodolita cuarzosa, con materia orgánica y cemento ferruginoso
C190 682.115 1.106.486 68,6 --- 4,6 (Qzt) 0,6 (Il, Lm, Zr, Tu) 2,3 (Mo) 13,6 (S, Fe, K) 10,0 Mod-Pob Suban-Subred-Subel-Subes Arena media Submadura Sublitoarenita / Arenisca
H249 667.403 1.108.514 72,0 --- 1,9 (Qzt y Vc) 2,0 (Il,Es,Ht, Zr, Tu) 1,3 5,3 (S, K) 12,0 Pob Subang-Subred-Subel Arena media Submadura Sublitoarenita / Arenisca conglomerática
H248 667.949 1.107.723 38,0 Tz (Pg-Or) 0,3 (Vc) 3,6 (Mv,Py, Zr, Tu) 27,3 (Gl) 17,0 (Mo) Tz (K) 13,3 Mod-buena Suban-Subel Arena nuy fina Inmadura Cuarzoarenita / Arenisca arcillosa
V186 651.455 1.094.147 61,3 --- 5,6 (Qzt) 0,9 (Il,Lm, Zr, Tu, Gl) 6,3 (Mo) 15,6 (S, Fe, K, Hc) 10,0 Mod Suban-Subred-Subel-Subes Arena media Inmadura Sublitoarenita / Arenisca
G458 645.940 1.062.692 54,0 --- 7,3 (Qzt) 3,2 (Lm, Ht, Zr, Tu) 12,3 (Gl) Tz (Mo) 16,0 (S, K) 7,0 Buena-Mod Suban-Subred-Subel-Subes Arena fina Submadura Sublitoarenita / Arenisca
G456 645.579 1.062.734 59,6 --- 4,6 (Qzt) 0,6 (Lm, Ht, Mv, Zr, Tu) 4,0 (Gl) 1,0 (Mo) 26,6 (S, K) 3,3 Mod Subred-Subel-Subes Arena media Submadura Sublitoarenita / Arenisca
Qz: Cuarzo Pg: Plagioclasa Gl: Glauconita Lm: Limonita Zr: Circón Crb: Carbonato C: Cem. silíceo Qzt: Cuarcita Subred: Subredondeada
F: Feldespatos Or: Ortoclasa Mv: Moscovita Ht: Hematita Py: Pirita Fe: Cem. ferruginoso K: Cem. caolinítico Vc: Volcanitas Subel: Subelongada
Lt: Líticos Mo: Materia orgánica Tu: Turmalina Il: Ilmenita Ff: Fosfatos Ca: Cem. calcáreo Hc: Hidrocarburo Suban: Subangular Subes: Subesférica
Tabla 40. Características petrográficas de muestras de la Formación Villeta.
G207 608.804 1.050.429 59,3 --- --- --- 2,0 --- 0,6 Mo 33,3 Si, Fe, K 4,6 Tz Mv, Zr Moderada Subred Subel-Subes Arena media Submadura Cuarzoarenita Arenisca
G225 611.140 1.048.600 67,0 --- --- --- 1,9 Tz 20,6 Mo 5,3 Si, Fe 3,6 1,2 Mv, Ht, Lm,Zr,Tu Buena Suban Subel Arena muy fina Inmadura Cuarzoarenita Lodolita arenosa
G436 644.275 1.062.961 --- --- --- 59.0 (Bio) --- --- 6,3 33,6 Esparítico Tz Mo Inmadura Bioesparita
G438 643.907 1.062.630 81,0 --- --- --- 5,3 --- 5,0 Mo 3,6 Si, Fe 3,0 2,0 Mv, II, Lm,Zr,Tu Buena Suban Subel-Subes Limo grueso Inmadura Cuarzoarenita Limolita arenosa
H234 681.818 1.105.842 2,3 --- 75,0 Ar t 1.9 (bio) --- --- 15,0 Ar, Si, Mo 0,6 Fe 1,0 0,3 Mv Pobre Suban Subel - Subes Lodo Inmadura Arcillolita
R37B 586.168 1.022.490 82,0 --- --- --- --- --- 3,6 12,0 Ca,Si 0,3 1,9 Il, Lm, Zr, Ff Buena Subred - Suban Subes Arena media Madura Cuarzoarenita Arenisca
V48A 616.435 1.079.599 --- --- 37.6 Ar t 4.3 (bio) --- --- 54,6 Si, Mi 2,3 Esparítico 0,3 0,6 opcos pesados Biomicrita rica en fósiles
57.6 (bio),
V48D 616.435 1.079.599 --- --- --- --- --- 1,0 Art 40,0 Esparítico 0,3 opacos Inmadura Biomicroesparita
1(Ff)
Z31 629.609 1.057.388 --- --- --- 60.3 (bio) --- --- 21,3 16,0 Esparítico 1,6 FF 0,3 Gl Pobre Inmadura Biomicroesparita
Qz: Cuarzo Ls: Líticos sedimentarios F. Fósiles K: Potásico Ar t: Arcilla terrígena Ff: Fosfatos Tu: Turmalina Ht: Hematita Intrac: Intraclastos Subes: Subesférica
F: Feldespatos Lm: Líticos metamórficos Si: Sílice Mo: Materia orgánica Mi. Micrita Ca: Calcáreo Zr: Circón Lm: Limonita Py: Pirita Suban: Subangular
Ch: Chert Lv: Líticos volcánicos Fe: Ferruginoso Ar: Arcilla Bio: Bioclastos Mv: Mosvcovita Il: Ilmenita Gl: Glauconita Subred: Subredondeada Subel: Subelongada
ácido ni a la prueba de fosfatos. De las 27 muestras estudiadas al microscopio petrográfico,
12 fueron clasificadas como cuarzoarenitas, 12 como sublitoarenitas; dos muestras son
litoarenitas de grano grueso y conglomerática y una fue clasificada como lodolita cuarzosa
con materia orgánica.
En general, el contenido de cuarzo es mayor del 60%, los feldespatos aparecen como trazas
en algunas muestras; los líticos alcanzan en promedio 6,3% y en su mayoría corresponden a
cuarcitas y en menor cantidad a tobas vítreas. Los granos de cuarzo por lo regular presentan
extinción ondulosa y el 0,5%, en promedio proviene de rocas volcánicas. En muestras de
los niveles superior y medio de la unidad se reporta glauconita como relleno o en peloides
y, localmente, puede encontrarse fragmentos fosfáticos y carbonato (dolomita). Los
minerales accesorios son circón, turmalina, limonita, hematita y pirita; en menor proporción
moscovita, ilmenita, localmente magnetita y esfena.
Los contactos predominantes entre los granos son cóncavo - convexos y longitudinales;
estos tipos de contactos, junto con el sobrecrecimiento de granos de cuarzo, evidencian una
compactación importante en la secuencia.
Paleontología. Royo y Gómez (1942a) indica que en las “arcillas que se intercalan con los
bancos de arenisca en la loma del Churumbel, encontró restos de helechos, en las cercanías
de Urcusique y semillas silicificadas como de gramíneas en la ribera izquierda del río
Mocoa, frente al río Pepino”.
Espesor. Las secciones estratigráficas descritas, así como las apreciaciones cartográficas
permitieron hacer cálculos sobre el espesor de la secuencia en los diferentes sitios en donde
aflora. Un resumen de estos espesores se muestra en la Tabla 38.
119
Se realizaron análisis palinológicos a cuatro muestras provenientes de la Plancha 430
Mocoa, de los que se obtuvieron las asociaciones y rangos de edad mostrados en la Tabla
39.
Es de notar que la Formación Caballos tiene un espesor muy reducido en el área y, teniendo
en cuenta la naturaleza del mismo muy seguramente el intervalo de tiempo que representa,
es mucho menor al que se le ha asignado, de modo que sería conveniente realizar estudios
más detallados para precisar mejor el rango de edad de la unidad.
La secuencia descrita en el río Mocoa, en la Plancha 430 Mocoa, muestra que la parte
inferior de la unidad (primeros 15 metros) se acumuló en canales marinos, mientras que las
arenitas del resto de la unidad se depositaron principalmente en la zona de playa y
anteplaya. En el oriente del valle de Sibundoy la acumulación marina fue un poco más
profunda, y permitió mayor sedimentación de materiales finos.
En la zona del río Mandiyaco (planchas 412 San Juan de Villalobos y 430 Mocoa) la
continuidad en el espesor de las areniscas sugiere un fondo de acumulación mucho más
regular, con mayor dominio de los ambientes marinos sobre los litorales.
121
De acuerdo con Amaya & Centanaro (1997), la Formación Caballos expuesta en la Cuenca
del Putumayo representa la parte de una secuencia estratigráfica donde se identifica la
transición desde depósitos fluviales, hacia la base, hasta barras de desembocadura en el
tope de la unidad, en un ambiente general de estuario dominado por mareas.
Las fotografías 47, 48, 49 y 50, del Anexo Fotográfico, presentan algunos rasgos
importantes de la Formación Villeta, en el área.
Aflora en la Plancha 411 La Cruz en los alrededores de Santa Rosa, Santa Clara y
Yunguillo donde hace parte del sinclinal de este mismo nombre, en los ríos Cascabelito y
Caquetá, en la quebrada Tilinguará y en el camino hacia La Punta, y se prolonga hacia la
Plancha 412 San Juan de Villalobos, donde se aprecia en la carretera Pitalito - Mocoa, en el
Parque Nacional Natural Cueva de Los Guácharos y en los ríos Guarapas, Fragua,
Mandiyaco y Verdeyaco.
En la Plancha 430 Mocoa aflora al occidente del cerro El Churumbelo, hacia la vertiente
oriental del valle de Sibundoy y en los ríos Titango y Ticuanayoy. Una pequeña escama,
limitada por fallas dentro de la Formación Saldaña, aflora en el kilómetro 128 de la
carretera Mocoa - San Francisco. Los afloramientos más continuos, en la Plancha 431
Piamonte, se localizan hacia el valle inferior del río Mandiyaco en donde aflora y conforma
cerros redondeados de poca altitud. También está expuesta en el extremo sureste de la
Plancha 448 Monopamba, en donde constituye el núcleo del Anticlinal Romerillo; los
122
mejores afloramientos se encontraron en los ríos Guamués y Sucio, lo mismo que por las
quebradas Romerillo y La Cristalina.
Es frecuente observar dentro de las rocas que conforman la secuencia laminación plana
paralela, escamas de peces, abundantes pellets y oolitos, fragmentos de materia orgánica,
intensa bioperturbación, así como impresiones de amonitas y bivalvos articulados. En
general, la sucesión sedimentaria agrupada aquí como Formación Villeta es
predominantemente lodolítica, con algunas intercalaciones de calizas (biomicritas) y
arenitas.
Área de Yunguillo. En este sector de la Plancha 430 Mocoa, la parte inferior de la sucesión
consta de lodolitas negras con delgadas interestratificaciones de cuarzoarenitas de grano
fino, en capas finas a medias; predomina la laminación plana paralela y las capas medias
tabulares. Hacia la parte superior hay un nivel grueso de calizas negras, con concreciones
hasta de 70 cm de diámetro máximo, en cuyo núcleo es frecuente hallar fósiles de
Inoceramus, amonitas y concentraciones de pirita.
Área de Santa Rosa. Los afloramientos de la Formación Villeta en esta zona de la Plancha
411 La Cruz están conformados por arcillolitas y limolitas negras, con laminación plana
123
paralela fina, carbonosas, en capas medias y gruesas, con delgadas intercalaciones de
cuarzoarenitas finas de color gris. En algunos sectores, dentro de los paquetes de arcillolitas
negras, se presentan intervalos de hasta 8 m de calizas micríticas negras con margas
finamente laminadas. Ocasionalmente se presenta sedosidad y superficies grafitosas,
producto de cataclasis.
Río Pepino. La sucesión, en este sector de la Plancha 430 Mocoa se inicia con un conjunto
de 30 m de espesor de lodolitas físiles en el que se intercalan niveles decimétricos de
calizas; este conjunto es suprayacido por un nivel de arenitas cuarzosas de color blanco con
espesor aproximado de 4 m, al que se superponen 35 m de lodolitas grises, ligeramente
carbonosas; continúa otro conjunto de calizas micríticas y lodolitas calcáreas de cerca de 10
m de espesor, que es suprayacido por aproximadamente 90 m de arcillolitas grises, arenitas
gruesas, conglomerados y calizas lumaquélicas; los 165 m superiores de la secuencia son
predominantemente lutíticos y sólo en la parte superior del conjunto aparece un segmento
de 6 m de limolitas silíceas muy compactas.
Quebradas Las Doradas y Uitoto. En esta región, lo mismo que al norte de la población de
Yurayaco en la Plancha 431 Piamonte, la unidad está conformada por lodolitas negras con
delgados niveles de micritas, biomicritas y cuarzoarenitas de grano fino a muy fino. Hacia
el tope de la unidad se presentan cerca de 20 m de cuarzoarenitas blancas, de grano fino a
muy fino y laminación levemente inclinada.
A. Segmento inferior. Aflora en el río Gavilanes y las capas están en posición invertida y
presentan alta diagénesis. La parte inferior de este segmento está constituida por
intercalaciones de capas medias de calizas con lodolitas calcáreas; entre las calizas
predominan el mudstone sobre el wackestone y packestone de bivalvos; en este conjunto se
encontraron moldes de amonitas, inocerámidos y otros bivalvos, como también niveles
glauconíticos y de ooides. Hacia el tope de la sucesión predominan capas medias a delgadas
de lodolitas laminadas, localmente calcáreas, en las que esporádicamente se encuentran
moldes de bivalvos y escamas de peces, muy eventualmente aparecen capas de mudstone.
En este mismo río, y asociados al Sistema de Fallas Conejo, son frecuentes silos máficos
dentro de la Formación Villeta, con espesor promedio de 1 m; el máximo espesor es de 4
m. Comúnmente son afaníticos de color gris oscuro a negro con tonalidades verdes; algunas
veces es posible identificar fenocristales de hornblenda que llegan a constituir hasta el 40%
de la roca. Su presencia puede relacionarse con magmatismo básico presente en fallas
profundas, en un ambiente similar a los Basaltos Sabaleta, reportados en la Plancha 431
Piamonte (INGEOMINAS & Geoestudios, 1999b).
B. Segmento superior. Expuesto en el río Churuyaco está conformado por una sucesión de
arcillolitas y limolitas silíceas de color gris con tono oscuro, son macizas y con laminación
plana paralela, estratificadas en capas delgadas a gruesas. Hacia la parte media y superior se
tienen capas tabulares gruesas de lodolitas carbonosas laminadas de color gris a negro y
arenitas calcáreas, también de color gris a negro, grano fino a muy fino, dispuestas en capas
gruesas y muy gruesas subtabulares, con lentes medianos y gruesos de mudstone levemente
arenoso de color gris, lo mismo que capas de arenitas de grano fino, localmente
glauconíticas, impregnadas de hidrocarburo. En este segmento son frecuentes los niveles de
oxidación, fosfatos (oosparitas), bioperturbación horizontal y concreciones de arenita
calcárea. En este sector, las capas se encuentran verticalizadas, generalmente con pliegues y
diaclasas que impiden definir con seguridad la sucesión.
Las cuarzoarenitas son de grano medio a fino, laminadas, con leve bioperturbación;
algunas reaccionan levemente al ácido clorhídrico y a la prueba de fosfatos. En sección
delgada se identificó entre 58% y 82% de cuarzo, sin feldespato y entre 1,5 y 2,0% de
líticos, especialmente cuarcitas y en menor cantidad volcanitas. Como minerales accesorios
se observó moscovita, turmalina, circón y óxidos de hierro (limonita/hematita). El cemento
es silíceo y ferruginoso; la matriz es algo caolinítica. Contienen cantidades variables de
lodo intergranular que hace parte de la matriz, presentan porosidades de 0,3% hasta 11% y
selección moderada a buena; la forma de los granos es subredondeada, subelongada a
subesférica; texturalmente son rocas maduras, submaduras e inmaduras. Estas arenitas son
afines a las de la Formación Caballos y presentan rasgos diagenéticos similares
(compactación, cementación, alteraciones, entre otros).
126
Tabla 40. Características petrográficas de muestras de la Formación Villeta.
G207 608.804 1.050.429 59,3 --- --- --- 2,0 --- 0,6 Mo 33,3 Si, Fe, K 4,6 Tz Mv, Zr Moderada Subred Subel-Subes Arena media Submadura Cuarzoarenita Arenisca
G225 611.140 1.048.600 67,0 --- --- --- 1,9 Tz 20,6 Mo 5,3 Si, Fe 3,6 1,2 Mv, Ht, Lm,Zr,Tu Buena Suban Subel Arena muy fina Inmadura Cuarzoarenita Lodolita arenosa
G436 644.275 1.062.961 --- --- --- 59.0 (Bio) --- --- 6,3 33,6 Esparítico Tz Mo Inmadura Bioesparita
G438 643.907 1.062.630 81,0 --- --- --- 5,3 --- 5,0 Mo 3,6 Si, Fe 3,0 2,0 Mv, II, Lm,Zr,Tu Buena Suban Subel-Subes Limo grueso Inmadura Cuarzoarenita Limolita arenosa
H234 681.818 1.105.842 2,3 --- 75,0 Ar t 1.9 (bio) --- --- 15,0 Ar, Si, Mo 0,6 Fe 1,0 0,3 Mv Pobre Suban Subel - Subes Lodo Inmadura Arcillolita
R37B 586.168 1.022.490 82,0 --- --- --- --- --- 3,6 12,0 Ca,Si 0,3 1,9 Il, Lm, Zr, Ff Buena Subred - Suban Subes Arena media Madura Cuarzoarenita Arenisca
V48A 616.435 1.079.599 --- --- 37.6 Ar t 4.3 (bio) --- --- 54,6 Si, Mi 2,3 Esparítico 0,3 0,6 opcos pesados Biomicrita rica en fósiles
57.6 (bio),
V48D 616.435 1.079.599 --- --- --- --- --- 1,0 Art 40,0 Esparítico 0,3 opacos Inmadura Biomicroesparita
1(Ff)
Z31 629.609 1.057.388 --- --- --- 60.3 (bio) --- --- 21,3 16,0 Esparítico 1,6 FF 0,3 Gl Pobre Inmadura Biomicroesparita
Qz: Cuarzo Ls: Líticos sedimentarios F. Fósiles K: Potásico Ar t: Arcilla terrígena Ff: Fosfatos Tu: Turmalina Ht: Hematita Intrac: Intraclastos Subes: Subesférica
F: Feldespatos Lm: Líticos metamórficos Si: Sílice Mo: Materia orgánica Mi. Micrita Ca: Calcáreo Zr: Circón Lm: Limonita Py: Pirita Suban: Subangular
Ch: Chert Lv: Líticos volcánicos Fe: Ferruginoso Ar: Arcilla Bio: Bioclastos Mv: Mosvcovita Il: Ilmenita Gl: Glauconita Subred: Subredondeada Subel: Subelongada
menos de 5% de bioclastos (foraminíferos y en el caso de la muestra V48A radiolarios). Se
presume que la sílice en casi su totalidad proviene de silicificación de lodo calcáreo o de
otro tipo preexistente, aunque en el caso de la muestra V48A la presencia de radiolarios (?)
puede indicar un posible origen por precipitación en fondos marinos ricos en sílice y no
necesariamente por silicificación. Finalmente, mientras que la muestra H234 fue
clasificada composicionalmente como una arcillolita terrígena con sílice, materia orgánica,
cuarzo y bioclastos (Folk, 1954), la muestra V48A fue clasificada como una micrita rica en
fósiles, silicificada y con arcilla terrígena (Folk, 1962) o como una mudstone de bioclastos
silicificada, con arcilla terrígena (Dunham, 1962). Estas lodolitas presentan como principal
rasgo diagenético la silicificación del lodo que constituye el armazón de la roca. También
hay reemplazamientos de los bioclastos, fracturamiento y el correspondiente relleno de
fracturas por sílice o carbonatos. Hay un ligero desarrollo de minerales autigénicos (pirita,
glauconita).
Las tres muestras calcáreas (G436, V48D y Z31) macroscópicamente son calizas grises,
esparíticas a microesparíticas, con algunos bioclastos, localmente bioperturbadas y
reaccionan a la prueba de fosfatos.
Paleontología. Royo y Gómez (1942a) indica que en las rocas de la ribera izquierda del río
Mocoa, en el puente cercano a la población, encontró algunos pequeños ejemplares de una
amonita de la familia Palaehoplitidae que en su concepto es “propia del Cretácico inferior
(Valanginienses a Barremiense) acompañados de conchas de Corbula y Astarte”.
128
En el trayecto valle de Sibundoy - Mocoa, el mismo Royo y Gómez (1942a) describe la
presencia de un conjunto sedimentario negro esquistoso, que tanto por su facies como por
los fósiles que encontró, clasificados como “Pecten compressus Gerch., Inoceramus
plicatus d’Orb., Oxytropidoceras multifidum Steinnm., Neoplycticeras (?) subtuberculatum
(Gerh.) y Neophlycticeras rhombifera (Gerh.), corresponden totalmente al Horizonte de
Hiló o sea al Albiense”.
Cucalón & Camacho (1966) reportan la presencia de macrofósiles y microfósiles; entre los
primeros mencionan: Oxitropidoceras multifidum, Mortoniceras, Neophyeticeras,
Inoceramus labiatus y Exogyra squamata. Los microfósiles son: Virgulina, Flanulina,
Bulimina, Guembelina, Neobulimia, Spiroplectamina, Valvulinaria y Globigerina. En
concepto de los autores mencionados estos fósiles indican que la Formación Villeta tiene
edad que varía del Albiano medio al Maastrichtiano.
Edad. Del análisis de palinomorfos encontrados dentro de la Formación Villeta hacia el río
Guamués, Geoestudios (1993a) pudo determinar una edad de Albiano - Campaniano para la
acumulación de esta unidad. Para el intervalo superior, en el que son frecuentes las arenitas,
se obtuvieron edades que van del Santoniano al Campaniano.
R37A-G213
Especies Primera aparición Última aparición Z63 Z97A Z33 G203-G220
G21A-G223
G224-G125
Alisogymnium euclaense Turoniano tardío Maastrichtiano XXX
1.1.1 1.1.2 1.1.3
Aeroligera senonensis Santoniano - Campaniano Maastrichtiano - Paleoceno X
tardío
Campaniano tardío Paleoceno tardío X
Cerodinium diebelli
Aptiano-Albiano Cenomaniano X
Cicatricosisporites
Turoniano-Coniaciano Maastrichtiano XXXXX
Dinogymnium acuminatum
Santoniano Maastrichtiano XXX
Dinogymnium undulosum
Turoniano Santoniano XX
Droseridites senonicus
Albiano tardío Cenomaniano tardío X
Elaterosporites klaszi
Albiano tardío Cenomaniano temprano X
Galeacornea causea
Barremiano-Santoniano Maastrichtiano temprano X
Odontochitina operculata
Aptiano - Albiano Cenomaniano X
Steevesipollenites binodosus
Albiano - Coniaciano Santoniano - Maastrichtiano XX
Xenascus ceratioides
Barremiano Albiano -
Callealosporites dampieri
Albiano tardío Cenomaniano X
Sofrepites legouxiae
Aptiano - Albiano Cenomaniano X X X
Ephedripites sp
Classopollis sp Barremiano Cenomaniano X XX
Eucommidites sp Barremiano Cenomaniano X
130
2.4.6 Formación Rumiyaco (K2E1rum)
De acuerdo con el mismo Julivert (1968) “el nombre deriva probablemente del arroyo o
quebrada Rumiyaco (o Rumi-Yacu)” sin que se precise si se de trata del río Rumiyaco
afluente del río Mocoa (Plancha 430 Mocoa), o del río del mismo nombre afluente del San
Miguel junto a la frontera con Ecuador, en la Plancha 448 Monopamba.
131
Descripción. La Formación Rumiyaco está conformada por una sucesión monótona,
predominantemente arcillolítica de color rojo y gris, con diversas tonalidades, en la cual se
intercalan capas delgadas de conglomerados finos, areniscas cuarzosas, líticas y sublíticas.
Las arenitas cuarzosas son de grano fino a medio, color rojo y matriz arcillosa. Las
litoarenitas y sublitoarenitas son de color gris con tonalidades verdosas, tienen grano fino a
medio, submaduras a inmaduras, localmente con laminación plana paralela continua e
inclinada difusa y de bajo ángulo; se presentan en capas delgadas y en estratos medios,
gruesos y muy gruesos tabulares.
De esta unidad se tienen cuatro secciones delgadas; macroscópicamente las arenitas son de
grano fino, líticas, macizas o con laminación plana paralela, que presentan bioperturbación
o ésta es muy leve; localmente pueden reaccionar al ácido clorhídrico mas no la prueba de
fosfatos.
Qz: Cuarzo Ls: Líticos sedimentarios Mo: Materia orgánica Ca: Carbonato Suban: Subangular
F: Feldespato Lm: Líticos metamórficos Ar: Arcilla F: Fósiles Subred: Subredondeada Subes: Subesférica
Ch: Chert Lv: Líticos volcánicos Fe: Ferruginoso Mv: Moscovita Subelongada
Texturalmente las muestras son de tamaño arena fina a muy fina, submaduras a inmaduras,
moderada a pobremente seleccionadas, con granos subredondeados a subangulares,
subelongados a subesféricos y con porosidad de 4,4% en promedio.
Una muestra de lodolita gris rojiza moteada fue clasificada al microscopio como una
arcillolita (Folk, 1954); composicionalmente presenta 3% de cuarzo tamaño limo y 29,3%
de hematita (cemento ferruginoso) dispersa. Tiene la particularidad de presentar, en sección
delgada, un aspecto que parece tobáceo, aunque no fue posible detectar briznas de vidrio
(shards) u otro tipo de evidencias contundentes a este respecto. De la diagénesis se puede
hacer referencia al contenido ferruginoso y a la alta porosidad de la sección delgada, la cual
puede corresponder a bioperturbación o al proceso de corte y elaboración de la sección
delgada.
134
Edad. Las muestras colectadas en las secciones estratigráficas levantadas en la Plancha 430
Mocoa resultaron estériles de palinomorfos, o están demasiado alteradas para recoger algún
palinomorfo.
El contenido fósil de la Formación Rumiyaco es bastante pobre; McGirk (1949), con base
en el análisis de fósiles retrabajados de la Formación Villeta y ostrácodos propios de la
Formación Rumiyaco, cuyo rango temporal es muy amplio, consideró su acumulación entre
el Maastrichtiano - Paleoceno Temprano (Daniano), edad que también fue postulada por
Olsson (en Julivert, 1968); Tschopp (1953) comenta que hay la posibilidad de que el tope
de la secuencia de la Formación Rumiyaco fuera acumulado hacia comienzos del Eoceno,
sin que presente datos que soporten esta consideración.
Con base en la presencia de Buttinia adreevi, Mora et al. (1998) afirman que la parte
inferior de esta unidad se acumuló durante el Maastrichtiano; los análisis palinológicos
efectuados a muestras procedentes del pozo Catira 1, ubicado cerca de Yurayaco en el
Departamento del Caquetá, confirman que la acumulación ocurrió durante el lapso
Maastrichtiano - Paleoceno tardío (Mora et al., 1998).
Génesis. El análisis de las facies encontradas en la Formación Rumiyaco indica que ella es
el resultado de la acumulación de sedimentos finos en fondos someros y bien oxigenados,
que permitieron la abundancia de organismos; el ambiente de deposición se considera como
predominantemente continental, con incursiones marinas locales, teniendo en cuenta la
presencia de dinoflagelados (Mora et al., 1998), especialmente hacia la parte inferior de la
secuencia; esporádicamente se desarrollaron corrientes con régimen de flujo mayor que
permitieron la acumulación de partículas de tamaño arena media a ligeramente
conglomerática. Estas características sugieren un ambiente de acumulación en llanuras de
inundación cercanas a la línea de costa. Consideraciones similares son aportadas por Mora
et al. (1998).
135
Mora et al. (1998) plantean que los rasgos sedimentológicos del Miembro El Neme indican
que se trata de depósitos fluviales y que podrían ser interpretados como “depósitos de
barras longitudinales o rezagos de canal”.
De acuerdo con de Porta (1974), la primera referencia publicada que se tiene del término
Formación Pepino se debe a Olsson (in Jenks, 1956) quien la sitúa en la cuenca del
Amazonas, sin que se hubiera identificado ni el autor ni la descripción original.
Aparentemente la unidad fue definida por Saville (1943, en Miley & McGirk, 1948) al sur
de Mocoa, cerca de la población de San José de Pepino; Miley & McGirk (1948) describen
mejores secciones estratigráficas en las quebradas Sardina y Tobonyaco, que están
localizadas pocos kilómetros al sur del caserío mencionado. Este nombre es de uso común
en la Cuenca del Putumayo (Figura 10).
En la parte central de la Plancha 431 Piamonte la unidad constituye una franja de dirección
NE-SW, y aflora en los ríos Nabueno, Inchiyaco, Tambor, Fragua, Sabaleta, Fragüita,
Yurayaco y Luna, en las quebradas La Salada y Uitoto, así como en el carreteable San José
de Fragua - Sabaleta.
136
diferenciar los tres miembros que la constituyen; si bien no aparece cartografiada en la
plancha, ella se encuentra bajo el Abanico del Guamués, al sur del río Sucio.
En las planchas 411 La Cruz y 412 San Juan de Villalobos, el Miembro Inferior de la
Formación Pepino está conformado por conglomerados de guijarros medios y gruesos,
redondeados, clastosoportados, de tobas vítreas cristalinas y chert negro (>95%), cuarzo
lechoso y cuarzoarenitas muy finas, en capas gruesas, macizas que alternan con capas de
arcillolitas y limolitas rojas. Además, se presentan intercalaciones de litoarenitas grises con
lentes de conglomerados polimícticos y lodolitas limosas. También se observaron
conglomerados polimícticos lodo y clastosoportados, con guijos volcánicos, chert (?),
areniscas y lodolitas.
En las planchas 430 Mocoa y 449 Orito, el Miembro Inferior está conformado por un
potente conglomerado clastosoportado, cuyos gránulos, compuestos por chert y cuarzo
están en proporción de 3:1. Los guijos, por lo general son redondeados y no superan los 6
cm de diámetro máximo, aunque ocasionalmente alcanzan 25 cm. Los conglomerados se
presentan en capas gruesas a muy gruesas, lenticulares, que gradan a litoarenitas de grano
medio. En ciertos sectores de estas planchas la unidad contiene menor proporción de
materiales gruesos y los paquetes de conglomerados se ven limitados a unos pocos metros
de espesor, y se presentan capas gruesas de lodolitas. Es común encontrar paleocanales y
estratificación inclinada de alto ángulo en los conglomerados y laminación inclinada fuerte,
en las litoarenitas.
137
Estos estratos presentan intercalaciones de limolitas arenosas de color gris verdoso, con
laminación plano paralela y restos de materia orgánica.
En el río Ranchería y hacia las cabeceras de las quebradas El Sapo y Copal (Plancha 465
Churuyaco), el Miembro Inferior de la Formación Pepino está conformado por capas
gruesas a muy gruesas de conglomerados polimícticos, granosoportados subredondeados,
de color negro, con matriz lítica arenosa y lodosa con calibrado pobre. Los guijos oscuros
son de chert (50%) y rocas volcánicas (45%) con fenocristales de plagioclasa; estos guijos
toman color pardo por meteorización. Las potentes capas de conglomerados están
interpuestas con arcillolita limosa calcárea de color rojo y limolitas con intercalaciones
finas de caliza arenosa del mismo color.
Los materiales constituyentes de este segmento, en todas las planchas en donde está
expuesto, son de color gris oscuro a pardo oscuro.
El Miembro Medio de la Formación Pepino aflora con gran continuidad lateral de sus
facies; en términos generales es un nivel en el cual las capas de conglomerados dejan de ser
predominantes y los niveles de lodolitas y arcillolitas son más representativos. Son
comunes capas delgadas a medias de arenitas, con delgados lentes conglomeráticos y capas
finas, medias y gruesas en las lodolitas que son abigarradas. Las arenitas tienen moteado
gris a verde, laminación planoparalela difusa e intensa bioperturbación.
En cuanto a la textura y a la composición de las rocas, se tiene que son muy similares a la
composición del Miembro Inferior, pero su granulometría es más fina. La coloración de las
sedimentitas es roja y gris. Como estructuras comunes se observó laminación ondulosa,
laminación inclinada a pequeña escala, laminación plano paralela y contactos ondulados
entre capas subtabulares; en algunos niveles la alta bioperturbación induce un aspecto
moteado a las rocas. Hacia la parte superior de este miembro, en la Plancha 430 Mocoa, se
presentan arenitas de grano medio con glauconita. En la Plancha 465 Churuyaco se reportó
la presencia de bioperturbación (Skolithos y Planolites).
138
En el río Churuyaco (Plancha 465), los afloramientos del Miembro Medio de la Formación
Pepino están constituidos por arcillolitas y lodolitas de color rojo, con moteado gris,
macizas e intercalaciones de litoarenitas de grano fino y medio, color rojo y morado, con
matriz arcillosa y cemento silíceo, dispuestas en capas subtabulares y lenticulares.
Frecuentemente se tienen niveles o capas muy gruesas de conglomerados de guijos y cantos
de chert negro y pardo, tobas, cuarcitas, cuarzo lechoso, con matriz arenolodosa lítica de
grano grueso.
De los tres miembros de la Formación Pepino, el superior es el que desarrolla los cerros
más prominentes y las pendientes estructurales más continuas, y se puede afirmar que esta
parte de la Formación Pepino es la más uniforme, tanto en su geomorfología escarpada,
como en sus características faciales.
Al igual que en el Miembro Inferior, aquí también predominan los conglomerados sobre las
lodolitas, pero las proporciones de chert disminuyen y su relación con el cuarzo lechoso es
de 1:2. Los granos y los guijos que los componen, cuyo tamaño generalmente no supera los
2 cm de diámetro máximo, son redondeados a bien redondeados y presentan un buen
calibrado. En general, el Miembro Superior de la Formación Pepino tiene color amarillo
quemado.
La capas de conglomerado son medias y las de litoarenitas de grano medio a grueso son
muy gruesas y con gran continuidad lateral. Los paquetes son granodecrecientes y gradan
desde conglomerados medios, hasta arcillolitas gris oscuras en capas finas, con abundante
contenido de material carbonoso. Localmente se presenta bioperturbación y hacia el tope se
pueden apreciar canales pequeños.
Por lo regular, los estratos son gruesos y muy gruesos tabulares, constituidos por
conglomerados polimícticos, granosoportados en litoarenitas de textura gruesa submaduras,
con clastos de chert negro, cuarzo lechoso y liditas, cemento ferruginoso; intercalados con
arenitas de textura fina a muy fina, localmente lodosas, en estratos medios a gruesos
ondulados. Igualmente, se reconocen intercalaciones de estratos gruesos de limolitas y
lodolitas grises, pardas y abigarradas, con óxidos de hierro, localmente con relictos de
materia orgánica. Es posible identificar varios ciclos granodecrecientes en los estratos que
conforman este segmento de la Formación Pepino.
Este Miembro Superior es cortado por diques máficos cerca a los sistemas de fallas Conejo
y Los Loros.
En el río Sapoyaco (Plancha 465), en la parte más alta del Miembro Superior puede
distinguirse un paquete de cerca de 80 m de espesor de cuarzoarenitas y litoarenitas de
grano fino y muy fino, moderadamente bioperturbadas, con laminación plana paralela,
bimodal a mediana escala y hummocky, en capas planas tabulares.
Macroscópicamente las muestras del Miembro Inferior son arenitas líticas finogranulares,
algunas de grano grueso a conglomerático; comúnmente presentan laminación fina plana
paralela a inclinada, localmente con truncamientos; pueden reaccionar al ácido clorhídrico,
más no a la prueba de fosfatos. Composicionalmente se clasificaron como litoarenitas con
contenidos promedios de cuarzo de 16%, feldespato 1,5% (ortoclasa y plagioclasa) y líticos
sedimentarios, principalmente chert (21,2%), lodolitas, limolitas y arenitas en conjunto
8,4%), metamórficos (10,8%) de cuarcita, filita, esquistos grafitosos y micacéos y
volcánicos (10,2%) de tobas vítreas y lavas andesíticas. Son rocas inmaduras con selección
moderada a pobre, granos subangulares a subredondeados, subelongados, con porosidad
promedio de 3,57%, considerado como bajo. Predomina el cemento ferruginoso sobre el
calcáreo; la matriz es lodosa en cantidad variable.
G233 611.025 1.046.115 21,0 1,3 (Pg) 9,3 8,4 6,3 2,6 25,6 Mo Tz Fe 17,0 --- --- Pobre Suban-Subred Subes Arena muy fina Inmadura Litoarenita Lodolita arenosa
V47A 616.257 1.079.746 12,0 1,6 (Pg) 25,3 19,4 13,6 11,3 4,3 Mo 5,3 Fe 1,0 --- --- Pobre Suban-Subred Subel-Subes Arena muy fina Submadura Litoarenita Arenisca
Z237 617.711 1.084.972 3,3 --- 84,3 --- --- --- 4,6 Mo 6,6 Fe,Ca 1,0 --- --- Muy pobre Subred Subel Guijarro pequeño Submadura Litoarenita Conglomerado areno lodoso
G445 643.161 1.062.611 17,3 1,0 (Pg) 17,6 5,3 14,0 6,3 18,6 Mo 13,3 Fe 3,0 --- --- Moderada - pobre Suban-Subred Subel-Subes limo grueso Inmadura Litoarenita Lodolita arenosa
R26 584.866 1.025.771 14,6 1,0 (Pg) 11,3 14,4 24,3 7,6 9,6 Mo 6,0 Fe 2,0 --- --- Moderada - pobre Suban Subel Arena muy fina Inmadura Litoarenita Arenisca lodosa
R25 584.754 1.022.579 16,2 2,3 (Pg) 4,0 2,4 11,7 30,6 7,9 Mo 12,1 Fe 3,0 --- --- Moderada-buena Subred-Suban Subel-Subes Arena fina Inmadura Litoarenita Arenisca lodosa
R34A 584.181 1.023.879 12,3 1,6 (Or,Pg) 13,3 10,0 8,3 13,3 7,0 Mo 14,0 Ca, Fe 3,6 --- --- Moderada-buena Subred-Suban Subes Arena muy fina Inmadura Litoarenita Arenisca lodosa
R23 584.408 1.025.447 14,6 2,3 (Pg) 12,3 7,3 7,0 10,3 1,3 Mo 41,6 Ca, Fe 1,0 --- --- Pobre Suban Subel Arena muy fina Submadura Litoarenita Arenisca limosa
Z053A 635.512 1.054.549 82,6 --- 3,6 --- 1,4 1,0 10,6 Ar Tz Fe Tz 0,3 Zr, Pobre Suban Subel - Subes Lodo Inmadura Sublitoarenita Limolita arenosa
Z234A 617.654 1.084.521 --- --- --- --- --- --- 52,3 --- 30,6 Si 0,6 16,3 Bio Guijarro Guijarro compuesto de lodolita silícea
Z234B 617.624 1.084.521 8,0 --- 44,3 --- 29,6 10,6 --- Mo 6,0 Fe 1,3 --- --- Muy pobre Subred Subel-Subes Arena muy gruesa Submadura Litoarenita Arenisca conglomerática
Z234 617.624 1.084.521 48,3 Tz (Pg) 18,0 1,0 21,6 1,3 6,6 Mo 0,3 Fe 0,3 --- --- Pobre Suban Subel-Subes Arena muy fina Inmadura Litoarenita Arenisca limosa
V44D 616.828 1.079.826 18,0 Tz (Pg) 35,0 2,6 27,3 2,6 6,3 Mo 4,3 Fe 2,6 --- --- Moderada - pobre Suban Subel-Subes Arena muy fina Inmadura Litoarenita Arenisca lodosa
V44B 616.828 1.079.826 35,0 --- 24,3 1,3 333,3 2,0 4,0 Mo Tz Fe 0,0 --- --- Moderada Subred-Suban Subel-Subes Arena fina Submadura Litoarenita Arenisca
V43B 615.727 107.957 17,0 --- 50,3 2,0 17,0 --- 4,6 Mo 8,6 Fe 1,3 --- --- Muy pobre Suban-Subred Subel Guijarro mediano Submadura Litoarenita Conglomerado areno-lodoso
V43A 615.727 1.079.757 54,0 0.3 (Pg) 10,0 1,0 7,3 1,0 15,6 Mo Tz Fe 2,0 --- --- Moderada buena Suban Subes limo grueso Inmadura Litoarenita limolita arenosa
Qz: Cuarzo Ls: Líticos sedimentarios Or: Ortoclasa Ac: Arcilla Fe: Ferruginoso Hem: Hematita Subred: Subredondeada
F: Feldespatos Lm: Líticos metamórficos Pg: Plagioclasa Ac t: Arcilla terrígena Ca: Calcáreo Py: Pirita Subel: Subelongada
Ch: Chert Lv: Líticos volcánico Mo: Materia orgánica mic: Microcistalino Si: Silíceo Suban: Subangular Subes: Subesférica
crip: Criptocristalino
presenta numerosos espacios porosos al parecer producto de la disolución de material
durante la elaboración de la sección delgada. Tiene armazón de arcilla y granos tamaño
limo medio, subangulares, subesféricos a subelongados y pobremente seleccionados. La
fracción tamaño arena (tamaño promedio arena muy fina) es el 5,3%, mientras que un
82,9% corresponde a lodo (arcilla y limo); el restante 11,8% corresponde a porosidad que
como se dijo puede corresponder al proceso de elaboración de la sección delgada. Del total
de terrígenos la mayoría corresponde a cuarzo y en mucha menor proporción a líticos de
metamorfitas, chert y volcanitas. El componente arcilloso puede contener vidrio (?), pero el
análisis microscópico no da mayores evidencias.
En sección delgada todas las muestras fueron clasificadas como litoarenitas; contienen en
mayor cantidad líticos sedimentarios, principalmente chert (30%) y algunas lodolitas y
arenitas (1,7%). El contenido de chert aumenta con respecto al Miembro Inferior, al tiempo
que disminuye el contenido de los demás líticos sedimentarios; también hay un contenido
importante de líticos metamórficos (23,5%), de cuarcitas, filitas, esquistos micáceos y
grafitosos y pocos líticos volcánicos (3,2%), de tobas vítreas y lavas de composición
intermedia. Esta es también una diferencia con respecto al Miembro Inferior, en el cual
predomina también el chert, pero presenta un menor contenido de líticos metamórficos y un
mayor contenido de líticos volcánicos; otra diferencia entre los dos miembros se relaciona
con el contenido de feldespato; el Miembro Inferior tiene un promedio de 1,6% de
feldespatos, tanto plagioclasa como potásico, mientras que en el Superior se detectaron
únicamente trazas de plagioclasa; esta disminución puede relacionarse con el mayor
contenido de líticos volcánicos del Miembro Inferior, ya que los feldespatos pueden
derivarse de la desintegración mecánica de las volcanitas. El contenido de cuarzo, en
promedio, es mayor para el Miembro Superior (27,9%). Texturalmente las rocas son
inmaduras a submaduras, pobremente seleccionadas, presentan granos subangulares,
subelongados a subesféricos, se encuentran cementadas por óxidos de hierro,
limonita/hematita, no se detecto cemento calcáreo. La porosidad, en promedio, es muy baja
(2,6%) y, en general, texturalmente no se diferenciaron mucho de las muestras del Miembro
Inferior.
El contacto superior de la Formación Pepino con el Grupo Orito es neto en la Vereda Santa
Marta de la Plancha 431 Piamonte.
Espesor. El espesor, tanto de la Formación Pepino como de cada uno de los miembros en
que se dividió, es muy variable como se muestra en la Tabla 45. En la Plancha 411 La Cruz
el espesor total es de 690 m (INGEOMINAS & Geoestudios, 2000a); en el río Pepino
(Plancha 430 Mocoa), el espesor total es de 632 m, mientras que en la sección del río San
Juan (Plancha 449 Orito) correspondió a 819 m, con un aumento notable en el Miembro
Medio.
Los cambios de espesor, con aumento hacia el sur, sugirieron a INGEOMINAS &
Geoestudios (1998b) que durante el tiempo de deposición de la Formación Pepino más de
una corriente fluvial participó en el evento; estas corrientes fueron contenidas por una
barrera topográfica localizada, posiblemente, entre Pitalito, Huila (Plancha 388 Pitalito) y
Yunguillo, Putumayo (Plancha 430 Mocoa), que al ser rota en uno o varios pulsos generó
los depósitos proximales y distales que constituyen la unidad, probablemente con el
estrangulamiento, en el ápice, hacia el norte, y la expansión y el aumento de espesores
hacia el suroeste, así como la disminución del tamaño de los componentes en el mismo
sentido.
143
Edad. Mora (1998), con base en información palinológica de una muestra colectada en el
Miembro Medio de la Formación Pepino, dató su deposición en el Eoceno tardío; con base
en esta información se le asigna edad entre el Eoceno medio (?) a tardío al Miembro
Inferior. Con base en palinomorfos del Miembro Superior, colectados al suroeste de la
confluencia de los ríos Sucio y Guamués, Geoestudios (1993a) obtuvo resultados que
sugieren una edad del Eoceno al Oligoceno temprano para la acumulación de la totalidad de
la unidad.
430 Río Pepino 190 Río Pepino 167 Río Pepino 275
448 Río Sucio 180 Río Sucio 230 Río Sucio 260
(estimado)
449 Río Sucio 150 Río Sucio 425 Río Sucio 195
465 Río Ranchería 305 Río Ranchería 170 Río Ranchería 295
144
La presencia de clastos subredondeados, con muy bajo contenido de matriz y la ausencia de
estructuras sedimentarias, sugieren alta energía durante la acumulación del Miembro
Inferior, posiblemente depósitos dominados por canales en ríos meandriformes; en sectores
donde hay clastos con soporte de arenita y ausencia de estructuras sedimentarias, se sugiere
un ambiente de abanicos aluviales. Adicionalmente, las características mencionadas
permiten postular que buena parte de este segmento fue acumulado en zonas proximales a
las fuentes de aporte, con facies de abanicos aluviales proximales y distales, lo mismo que
facies de ríos trenzados a meandriformes, con aporte de guijos y guijarros maduros textural
y composicionalmente. Hacia el sur del área, en la Plancha 465 Churuyaco, INGEOMINAS
& Geoestudios (2000c) indican que la presencia de clastosoportados, capas delgadas de
caliza, ausencia de marcada estratificación, el buen calibrado, la alta redondez de los guijos
y los gruesos paquetes de arcillolita limosa calcárea, sugieren un ámbito de acumulación en
un delta dominado por ríos (braided delta).
Para el Miembro Medio la presencia de facies lodosas, así como el moteado de las
lodolitas, sugiere condiciones de depósito en llanuras de inundación. Adicionalmente, se
observa características de una zona intermareal, en la que se presenta bioperturbación en
algunos niveles, con madrigueras reemplazadas por material calcáreo; hacia la parte
superior del segmento se tienen arenitas con glauconita y laminación plana, así como
canales pequeños de conglomerados dentro de capas gruesas de arcillolitas limosas
moteadas que indican invasiones marinas cortas.
Según McGirk (1949), el Grupo Orito fue definido por Miley & McGirk (1948) en el río
Orito; las primeras referencias, en la Cuenca del Putumayo, se remontan a reportes de
Texas Petroleum Company, en los cuales el Grupo Orito está conformado por las
formaciones Orteguaza y Belén (McGirk, 1949). Otros reportes internos de la Texas
indican que el grupo está constituido por las formaciones Orteguaza, Belén y Orito, aunque
algunas veces nombran la unidad como Formación Orito solamente. Reportes de Shell
subdividen el Grupo Orito en las formaciones Orteguaza y Belén - Orito.
145
Por lo escrito se desprende que no hay claridad en el significado dado al Grupo Orito en la
Cuenca del Putumayo, pues mientras algunos autores contemplan la presencia de las
formaciones Orteguaza, Belén y Orito, otros la limitan a las formaciones Orteguaza y Orito
- Belén u Orteguaza y San Fernando, hacia la parte oriental (Cáceres & Teatín, 1985;
Govea & Aguilera, 1980), como se muestra en la Figura 10. Recientemente, Higley (2001),
con base en recopilaciones regionales, indica correlación entre el Grupo Orito, expuesto en
la Cuenca del Putumayo y la unidad Orteguaza, sin precisar el rango, expuesta en la cuenca
Oriente del Ecuador.
Con estas consideraciones, en este trabajo se hace referencia al Grupo Orito en el sentido de
la Shell, es decir, conformado por las formaciones Orteguaza y Belén - Orito, aunque no
fueron separadas cartográficamente durante el levantamiento geológico, debido ante todo a
la escasez de afloramientos, la morfología de las dos unidades que dan lugar a un relieve
ondulado y a la ausencia de secciones estratigráficas típicas de cada unidad que permitan
determinar sus diferencias y características propias. Es muy posible que estudios
específicos de la secuencia permitan, en el futuro, hacer la diferenciación y mejorar el
conocimiento estratigráfico.
Su localidad tipo, de acuerdo con McGirk (1949), se localiza al norte del Anticlinal Orito,
aunque no se tienen detalles acerca de la definición original.
Las fotografías 1, 32, 54, 55 y 56 del Anexo Fotográfico muestran algunas de las
características del Grupo Orito, en las Planchas 431 Piamonte y 465 Churuyaco.
Localización. Los afloramientos del Grupo Orito están restringidos a la llanura amazónica,
en donde forma un relieve ondulado, debido fundamentalmente a su composición litológica
que no permite generar relieves sobresalientes. Aunque el Grupo Orito ocupa gran parte de
la zona suroriental del área cartografiada (planchas 430 Mocoa, 431 Piamonte, 449 Orito y
465 Churuyaco), las exposiciones por lo regular son pobres y están enmascaradas por
depósitos cuaternarios; adicionalmente, salvo los afloramientos cercanos al piedemonte, la
estratificación de la unidad tiene un buzamiento muy bajo a subhorizontal y horizontal, lo
que imposibilita, para la escala de presentación del mapa geológico, determinar con detalle
la secuencia estratigráfica y los límites de las formaciones que conforman el grupo.
Las mejores exposiciones, en la Plancha 431 Piamonte, se encuentran en las carreteras San
José de Fragua-Sabaleta y El Jauno - Puerto Bello; igualmente, en el camino Nápoles - río
Tambor y en el río Fragua entre Puerto Bello, río Inchiyaco y La Novia. Aunque los
afloramientos de las arcillolitas del Grupo Orito son abundantes en la Plancha 465
Churuyaco, ellos revelan poco acerca de la sucesión estratigráfica debido al bajo relieve y
la leve inclinación de sus estratos; sólo en la quebrada La Chorrera, afluente norte del río
Ranchería, se encuentra una buena descripción del segmento inferior del grupo; sobre el río
San Juan (Plancha 449 Orito) hay buenos afloramientos de la unidad y allí se describió una
146
sección estratigráfica (INGEOMINAS & Geoestudios, 1998b). En la Plancha 430 Mocoa
aflora en el flanco sur del Anticlinal Santa Ana.
Descripción. El Grupo Orito está conformado por estratos delgados a gruesos de lodolitas,
limolitas y lodolitas arenosas de color gris, rojo, morado, amarillo y moteadas, con
intercalación de estratos gruesos lenticulares a ondulosos no paralelos y no continuos de
litoarenitas de textura variable, inmaduras a submaduras, con ondulitas y laminación
inclinada en artesa, plana paralela y localmente macizas. Las litoarenitas presentan micas,
laminillas y restos de materia orgánica, óxidos de hierro, yeso y localmente
bioperturbación.
De diferentes niveles de esta sucesión provienen las cinco muestras que se analizaron al
microscopio petrográfico (Tabla 46). Macroscópicamente son areniscas lodosas y limolitas
líticas de color gris, pardo y amarillo, con moteado morado; son macizas o con laminación
ondulosa, algunas bioperturbadas (moteado indistinto), que reaccionan al ácido clorhídrico
en algunos casos. Algunas muestras tienen un importante contenido de micas (moscovita).
Al microscopio las rocas presentan tamaño de grano limo medio a arena fina, todas son
inmaduras, presentan selección moderada, granos subangulares, subelongados a
subesféricos. El cemento es ferruginoso calcáreo y la porosidad promedio es de 3,2%; esta
baja porosidad de la roca se debe a la cementación, la compactación y al contenido de lodo.
147
Tabla 46. Composición mineralógica y características petrográficas de muestras del Grupo Orito.
Z530 606.726 1.073.661 44,6 Tz Tz 2,3 7,0 16,3 Mo 9,6 Ca, Fe 6,3 Buena Suban Subes - Es Limo medio Inmadura Sublitoarenita Limolita
Z602 613.910 1.104.392 20,3 2,0 11,0 Tz 9,3 26,6 14,6 11,6 Ca, Fe 2,0 Moderada Suban - An Subel Arena fina Inmadura Litoarenita Arenisca arcillosa
J59 569.866 1.011.466 33,3 0,6 4,6 --- 7,0 --- 23,3 16,0 Ca, Fe 4,6 Pobre Suban Subes Limo medio Inmadura Litoarenita Limolita
J62 569.435 1.012.340 36,0 1,6 8,0 --- 26,3 3,6 9,3 Mo 10,6 Ca, Fe 0,6 Moderada Suban Subel-Subes Arena muy fina Inmadura Litoarenita Arenisca lodosa
Moderada -
R004 580.762 1.027.821 30,6 2,6 17,6 0,6 14,3 6,3 7,0 13,6 Ca, Fe 2,3 Suban Subel-Subes Arena muy fina Inmadura Litoarenita Arenisca limosa
pobre
Qz: Cuarzo Ls: Líticos sedimentarios Mo: Materia orgánica F. Fósiles Subes: Subesférica
F: Feldespatos Lm: Líticos metamórficos Ca: Carbonato Suban: Subangular Es: Esférica
Ch: Chert Lv: Líticos volcánicos Fe: Ferruginoso An: Angular Subel: Subelongada
Una de las muestras analizadas contiene estructuras calcáreas que se asemejan a intraclastos
y parece contener foraminíferos calcáreos?, lo que hace interesante su análisis detallado por
las implicaciones ambientales que ellos darían.
Espesor. El espesor del Grupo Orito, medido en la sección río Fragua - río Congor de la
Plancha 431 Piamonte, es de 1.830 m. Una secuencia afectada por fallamiento, en el río San
Juan (Plancha 449 Orito), dio un espesor de 1.546 m, mientras que en la quebrada La
Chorrera (Plancha 465 Churuyaco), se midieron 946 m, sin que se hubiera podido observar
el tope de la secuencia. Con anterioridad se tenía el reporte de McGirk (1949), que indicaba
un rango entre 1.000 y 1.300 m de espesor.
El límite superior del Grupo Orito con los depósitos cuaternarios que lo suprayacen es una
discordancia, comúnmente de tipo angular. También se reportan límites paraconforme y
disconforme.
Edad. Las asociaciones fosilíferas encontradas en las sedimentitas del Grupo Orito
corresponden al intervalo Oligoceno - Mioceno medio (McGirk, 1949). En el área cercana
al Municipio de Orito (Plancha 449 Orito), las unidades correspondientes a la secuencia que
se considera como Grupo Orito (formaciones La Paloma, Ospina y San Miguel) tienen edad
que va del Oligoceno medio al Plioceno según Miley & McGirk (1948).
149
Tabla 47. Palinología de muestras del Grupo Orito (planchas 430 Mocoa y 449 Orito).
Verrucatosporites usmensis X X X X
Echimonocolpites densus Eoceno Eoceno
X X
Cicatricosisporites dorogensis Eoceno medio a Oligoceno
tardío X X X X X
Higley (2001), con base en la información de diversos autores, incluye el Grupo Orito en el
Oligoceno y parte más baja del Mioceno.
Génesis. Las características litológicas del Grupo Orito indican una deposición en un
ambiente de llanuras costeras, tipo paludal. Un ambiente similar, con predominio de
condiciones lacustres, pantanosas y de aguas salobres, predominó hasta finales del
Mioceno, e incluyó la deposición de las arcillolitas abigarradas y arenitas de las
formaciones Orito-Belén y Ospina, según Mora et al. (1998).
La Formación Esmita fue descrita por León et al. (1973) en el río Esmita al sur de Popayán
y corresponde al llamado por Grosse (1935b) Medioterciario del Patía. No obstante que
INGEOMINAS & Geoestudios (2000a) mencionan que algunos autores separaron el nivel
conglomerático superior de la Formación Esmita y lo denominaron Formación Patía, este
nombre no ha sido muy utilizado en la estratigrafía de la zona y entra en confusión con el
Miembro Patía de la Formación Cauca Superior, en el sentido de van der Hammen (1958),
razón por la cual no se utiliza esta denominación en el área y se prefiere el nombre de
Formación Esmita.
150
Descripción. En el área la Formación Esmita agrupa una sucesión predominantemente
rudítica, conformada por capas medias y gruesas de conglomerados polimícticos de color
verde con guijos de chert negro, cuarzo lechoso, basaltos y andesitas, de color verde que
alternan con capas delgadas y medias de litoarenitas (grauvacas), de grano medio a grueso,
con estratificación plano paralela continua y color verde.
Los conglomerados, ocasionalmente, son matriz soportados en material lítico tamaño arena,
de color gris a verde, gránulos redondeados a subangulares de cuarzo lechoso, fragmentos
de basaltos, andesitas y dacitas, pobremente calibrados y con presencia local de carbonatos.
Contactos. La Formación Esmita tiene límite tectónico con los Esquistos Buesaco y es
suprayacida, de manera disconforme, por los Flujos de Lodo y Flujos Piroclásticos
expuestos en el río Mayo. En los alrededores de Génova y San Pablo la unidad está intruida
por pórfidos andesíticos-dacíticos del Neógeno.
Espesor. Según las observaciones de campo, el espesor de la unidad puede superar los 700
m. Pérez (1980) indica que el Miembro Limolítico inferior tiene aproximadamente 250 m
de espesor, mientras que el Arenáceo y Conglomerático pueden alcanzar hasta 600 m;
como se describirá adelante, este último miembro puede ser el aflorante en el área.
Edad. De acuerdo con Murcia & Cepeda (1991a y b) y con base en la presencia de fósiles y
datación de los cuerpos dacíticos que intruyen la secuencia, la edad es del Oligoceno tardío
al Mioceno medio.
Correlación. Pérez (1980) indica que la Formación Esmita fue subdividida, de base a
techo, en tres miembros: Miembro Limolítico Fosilífero, que consta de limolitas oscuras
fosilíferas, niveles de caliza e intercalaciones de grauvaca; Miembro Arenáceo, constituido
por alternancia de grauvacas y limolitas con lentes de fanglomerados y Miembro
Conglomerático que yace discordante sobre el nivel intermedio y está constituido por
grauvacas con lentes conglomeráticos y limolitas alternantes, que contienen lentes de
fanglomerados. Teniendo presente la descripción de los afloramientos de la Formación
Esmita del sector de San Pablo - Génova, podría establecerse correlación con el Miembro
Conglomerático descrito por Pérez (1980).
151
2.5.4 Pórfidos Dacíticos - Andesíticos (Npda)
La gran mayoría de estos cuerpos están constituidos por rocas de composición dacítica,
color gris con tonalidades verdes, textura porfirítica con abundantes fenocristales de
plagioclasa de hasta 1 cm de longitud mayor, cuarzo y minerales máficos principalmente
hornblenda, ocasionalmente biotita y localmente pirita. De acuerdo con Murcia & Cepeda
(1991a), la composición varía entre andesitas y dacitas dentro de un mismo cuerpo.
En la Plancha 411 La Cruz los pórfidos intruyen los Esquistos Buesaco y la Formación
Esmita, como ya había sido reconocido por Murcia y Cepeda (1991a), quienes, además,
reportan edades radiométricas en varios cuerpos porfiríticos de los departamentos de Cauca
y Nariño, que marcan un episodio magmático durante el Mioceno medio y tardío, y no se
descartan edades más recientes.
Debido a las características del levantamiento geológico realizado, no fue posible hacer
diferenciación sobre proveniencia de estos depósitos, y se indica solamente que ellos
debieron originarse en volcanes extintos y actuales de la cadena volcánica presente en el
suroccidente del país, en donde se destacan los volcanes Doña Juana, Petacas y Ánimas
(Plancha 411 La Cruz), Bordoncillo y Patascoy fuera del área, así como otros conos
volcánicos que no tienen denominación (fotografías 61 y 70 del Anexo Fotográfico). Hacia
el sur estos productos volcánicos debieron originarse en volcanes ya extintos, pero también
acumulaciones de volcanes cuya historia eruptiva y características no son muy conocidos
como Loma Larga, Guayapungo, Mujundinoy y Bordoncillo ubicados en la Plancha 429
Pasto (Murcia & Cepeda, 1984). Ponce (1979) indica que los cerros La Victoria, El Encino,
Chimbo y Caballo Rucio, entre otros, pueden ser también antiguos focos volcánicos. La
Figura 5 muestra algunos de los edificios volcánicos presentes y posibles que se han
identificado tanto en el área que cubre este trabajo como en zonas aledañas.
Al norte de San Pedro, por el carreteable que lleva a Pompeya, se observó afloramientos de
un depósito volcanosedimentario, constituido por fragmentos de roca de diversa
composición, embebidos en una matriz arcillosa. Todo el conjunto se encuentra
intensamente meteorizado, y da origen a un suelo arcilloso de color pardo; los destapes
hechos por el corte de la carretera permitieron hacer observaciones sobre el depósito, que
posiblemente corresponda a un flujo de lodo o lahar.
En la Plancha 448 Monopamba, hacia las poblaciones de Puerres, Iles, Gualmatán y Potosí,
la unidad desarrolla morfología aterrazada, socavada profundamente por los drenajes que
transcurren por la zona como son los ríos Guáitara, San Francisco, Angasmayo, Tescual y
Téllez, entre otros. En algunas oportunidades el entalle de estas corrientes permite
afloramientos del basamento.
153
En la Plancha 465 Churuyaco la extensión es menor y constituye las partes altas de la
cordillera; es una sucesión volcanosedimentaria muy espesa, que desarrolla morfología
muy escarpada; entre los cerros que sobresalen están: Pax, Tigre y Teta de Bruja.
En las planchas 410 La Unión y 429 Pasto, Murcia & Cepeda (1991a y b) cartografiaron
esta secuencia como lavas y cenizas, con depósitos glaciares y fluvioglaciares,
describiéndola como “lavas cubiertas y/o intercaladas con cenizas del tipo ash fall y muy
pocas veces del tipo ash flow”.
Las fotografías 62, 63, 64 y 65 del Anexo Fotográfico muestran vistas panorámicas de la
unidad, en las planchas 411 La Cruz y 448 Monopamba.
Descripción. Gran parte de la unidad está conformada por depósitos piroclásticos de flujo y
caída que generalmente se presentan en avanzado estado de meteorización, que generan
suelos arcillosos de color pardo, gris y blanco de diversas tonalidades; algunos de los
depósitos piroclásticos tienen posiblemente composición riolítica y desarrollan material
caolinítico. Interestratificados con estos depósitos piroclásticos, o bajo ellos, se presentan
derrames lávicos de espesor considerable que en algunas ocasiones puede ser seguidos por
varios kilómetros, y en otras oportunidades son afloramientos aislados a manera de
ventanas bajo la cubierta piroclástica. También se incluyen depósitos de flujos de
escombros o lahares.
Las lavas son de composición fundamentalmente andesítica, de color gris con diferentes
tonalidades, textura afanítica a porfirítica. En los fenocristales predomina la plagioclasa
(andesina a labradorita) y tienen como accesorios hornblenda y piroxeno (augita y
pigeonita), ocasionalmente biotita. La matriz es afanítica a vítrea; constituida por microlitos
de plagioclasa, en ocasiones pilotaxítica o vidrio volcánico. Ponce (1979) indica la
presencia de lavas de composición andesítica y basáltica, estas últimas aflorantes en el
páramo de Puerres sobre la carretera Puerres - Monopamba (Plancha 448 Monopamba).
154
Los depósitos de lahar son también abundantes y están conformados por bloques y cantos
heterométricos clasto y matriz soportados; la composición de los bloques es variable, y
algunas veces se encuentran depósitos monolitológicos.
Mención especial merece un nivel de pómez de caída con espesores que en algunos
sectores, como la Vereda Alto de La Cruz del Municipio de Santiago (Plancha 411 La
Cruz), sobrepasa 1 m. Este nivel está constituido por pómez de color gris amarillento, es
granodecreciente, con buena selección y tamaño no mayor de 1-2 mm, las mayores.
También se observó en algunos afloramientos aislados en la carretera Santiago - Colón -
Sibundoy.
Espesor. El espesor de los materiales que conforman la unidad puede superar los 1.000 m.
Edad. Murcia & Pichler (1987) reportan edades radiométricas K/Ar en biotita para dos
muestras de ignimbrita, localizadas una en la localidad de Santa Bárbara al sureste de Pasto
(Plancha 429 Pasto) y otra en la carretera El Tablón - La Mesa (planchas 410 La Unión y
411 La Cruz), que dieron 5,9±0,3 Ma y 1,5±0,1 Ma, que indican una edad entre finales del
Mioceno e inicios del Plioceno y finales del Plioceno e inicio del Plioceno. Estos depósitos
ignimbríticos, como se explicó con anterioridad, están intercalados o cubiertos por otros
depósitos piroclásticos, lahares y lavas de esta secuencia, por lo que se interpreta que la
actividad volcánica en la zona se inició en el Mioceno y se extiende hasta la actualidad, y
que los depósitos más antiguos, agrupados en esta unidad, son del Neógeno - Cuaternario
(Pleistoceno).
2.6 CUATERNARIO
El Cuaternario está representado por diversos depósitos que fueron agrupados teniendo en
cuenta su origen y localización; en el futuro, investigaciones adicionales podrán hacer
155
subdivisiones y mejorar el conocimiento de estas acumulaciones. No se puede asegurar que
la descripción se haga en estricto orden cronológico, debido a que los alcances del
levantamiento geológico no permitieron hacer análisis detallados de los depósitos y por
tanto establecer con precisión su edad.
El Abanico Guamués fue llamado inicialmente por Ponce (1979) como Cono Aluvial del
río Guamués; aparece cartografiado en el extremo sureste de la Plancha 448 Monopamba, y
continúa en las planchas 449 Orito y 465 Churuyaco. Su nombre proviene del río Guamués,
corriente que junto con el río Sucio, fueron los canales a través de los cuales fluyó el
material que dio origen a esta acumulación. Hacia el sureste desaparece bajo los depósitos
de terrazas y aluviones recientes del río Putumayo y sus afluentes.
El depósito está profundamente socavado por los ríos Guamués y Sucio, lo mismo que por
sus afluentes; se presenta ligeramente basculado hacia el SE, debido posiblemente a los
efectos del levantamiento de las cordilleras colombianas. Para Cáceres & Teatín (1985), su
espesor varía entre 39 y 150 m y asumen una edad pliocena - pleistocena.
Según las relaciones de campo, la acumulación del Abanico Guamués ocurrió durante los
últimos pulsos tectónicos del levantamiento de Los Andes Colombianos, en el Pleistoceno
o quizás en el Plioceno (INGEOMINAS & Geoestudios, 2000b), sin que se tenga certeza ni
datos geológicos que permitan confirmar esta hipótesis.
Depósitos glaciares y fluvioglaciares fueron identificados por Ponce (1979) y Arango &
Ponce (1982a y b) en el sector norte del páramo de Los Alisales; también hay algunos
depósitos al oriente de Puerres, en la Plancha 448 Monopamba, en el llamado páramo de
Las Juntas. En la Plancha 430 Mocoa fueron cartografiadas algunas acumulaciones
pequeñas, especialmente al oeste de la plancha, en el páramo de Piscicultura y al norte de
Sibundoy. Se trata de morrenas laterales, frontales y de fondo asociadas a formas glaciares
como circos y valles glaciares en forma de U. Las morrenas están conformadas por gravas
de bloques, cantos y guijos de composición ígnea y metamórfica, con disposición caótica,
en matriz arcillosa de color gris con tono claro.
156
Adicionalmente, en el área se observa innumerables evidencias y rasgos de actividad
glaciar cuaternaria, pero el tipo de levantamiento geológico realizado, la espesa cubierta
piroclástica y la cobertura vegetal impidieron precisar los depósitos dejados por las
glaciaciones que ocurrieron en el Cuaternario, inclusive en el Holoceno.
Los flujos de lodo y flujos piroclásticos se encuentran en el sector oeste de la Plancha 411
La Cruz; los de mayor magnitud están relacionados con los volcanes Doña Juana, Petacas y
Las Ánimas. El más extenso de estos depósitos desarrolla una morfología plana,
ligeramente inclinada hacia el SW principalmente en el área en donde se sitúa la Inspección
de Policía de La Mesa; otros rellenan el valle del río Mayo entre el noreste de la cabecera
municipal de La Cruz y el occidente de San Pablo; este depósito fue cartografiado por
Murcia & Cepeda (1991a) como Flujos Piroclásticos del río Mayo. Corresponde, en parte, a
las Tobas Granatíferas descritas por Grosse (1935b).
Esta secuencia está relacionada con actividad volcánica explosiva del Complejo Volcánico
del Doña Juana y dentro de ella, especialmente en el sector de La Mesa (Plancha 411 La
Cruz), se incluyen los depósitos de la erupción más reciente de este volcán ocurrida, de
acuerdo con Ramírez (1975), entre 1897 y 1899 con un evento mayor el 13 de noviembre
157
de 1899. Esta información indica entonces que esta unidad abarca depósitos muy
posiblemente del Pleistoceno y Reciente.
El valle de Sibundoy, ubicado en la región occidental de la Plancha 430 Mocoa, tiene forma
romboidal, un área aproximada de 100 km² y diagonal mayor de orientación NE de 18 km
de longitud (Fotografía 68 del Anexo Fotográfico). Se trata de una cuenca de tracción por
salto lateral (Velandia et al., 2001a), generada por el Sistema de Fallas Algeciras, que en
este sector está representado por la Falla San Francisco - Yunguillo. El valle está ocupado
por sedimentos provenientes del depósito de abanicos aluviales, barras longitudinales de
ríos, depósitos lacustres y depósitos volcánicos de caída, entre otros. El drenaje mayor es el
río Putumayo que lo recorre por el sector oriental.
Los abanicos de mayor tamaño están ubicados hacia los costados norte y suroccidente; en la
actualidad, en la parte sur que corresponde a la vertiente oriental del río Putumayo, se
observa depósitos de este tipo. La composición de los fragmentos y materiales que
componen los diferentes depósitos del valle de Sibundoy es predominantemente volcánica,
ya sea por acumulación directa de cenizas de caída o por la erosión y arrastre de las rocas y
los depósitos volcánicos localizados hacia las vertientes próximas al valle.
2.6.5 Terrazas
Las terrazas se encuentran asociadas a los cauces actuales de los principales ríos que drenan
la zona, especialmente en todo el costado oriental del área. Su diferenciación se efectuó,
fundamentalmente, teniendo en cuenta la desigualdad de altura con respecto al nivel de
base o nivel medio del caudal de las corrientes de agua. En términos generales son
depósitos de orígenes, generación y aporte diferentes, que se clasificaron como terrazas
altas (Qt1), terrazas medias (Qt2) y terrazas bajas (Qt3), de acuerdo con su altura y
antigüedad; en el mapa geológico integrado (escala 1:200.000), las terrazas bajas (Qt3)
fueron agrupadas con los aluviones. Se postula para las terrazas altas una edad
pleistocénica, sin que se tengan datos o criterios fuertes que apoyen esta edad.
Las terrazas altas corresponden a los depósitos más antiguos de este tipo y, por tanto, los de
mayor elevación con respecto al cauce del río que los generó. Generalmente forman
planicies amplias, cortadas por corrientes nuevas que las erosionan. Constan de depósitos
158
de gravas, esporádicamente arenas; las gravas son de bloques, guijos y guijarros de tamaño
medio a grande, composición muy variable y matriz de arena media a gruesa.
Las terrazas medias son el nivel intermedio de terrazas presentes en la zona; regularmente
ocupan las laderas de los valles de las corrientes de segundo y tercer orden; los
constituyentes son guijos, guijarros y bloques de tamaño medio a grueso, composición
heterogénea y matriz de arena media a gruesa.
Las únicas terrazas cartografiadas en la Plancha 411 La Cruz, se encuentran en el valle del
río Caquetá sobre las cuales se localizan las poblaciones de Yunguillo y Descanse; en la
cartografía geológica fueron consideradas como pertenecientes al nivel medio, con base en
su altura con respeto al cauce actual del río. Están conformadas por fragmentos de gran
variedad de tamaño, con predominio de los cantos entre 8 y 24 cm, provenientes de rocas
granodioríticas, cuarzomonzodioríticas y cuarzodioríticas de la Cuarzomonzodiorita
Sombrerillos.
En la Plancha 431 Piamonte, Terrazas medias (Qt2) se encuentran asociadas a los cauces
actuales de los ríos Mandiyaco, Caquetá, Indiyaco, Inchiyaco, Fragua, Fragüita, Yurayaco,
Luna y quebradas como Nabueno, Las Doradas y Uitoto.
159
1:100.000. En afloramiento esta roca presenta aspecto de flujos columnares (Fotografía 53
del Anexo Fotográfico).
Edad. Debido a su relación con las unidades adyacentes se asume que su acumulación se
efectuó durante el Cuaternario (Holoceno?).
Basaltos Sibundoy es el nombre que se usa para describir los depósitos volcánicos, lavas y
piroclastos, provenientes de dos centros eruptivos importantes en el occidente de la Plancha
430 Mocoa. Se trata de los flujos de lava de composición basáltica y los piroclastos de
caída, de tipo escoriáceo eruptados por el volcán Sibundoy (Buchelli, 1986). Este volcán se
encuentra en la Vereda Alto de La Cruz, 4 km al suroccidente de Santiago; está conformado
por dos conos de escoria parcialmente destruidos, a través de los cuales fueron emitidos
varios flujos de lava y piroclastos de caída (bombas y lapilli). Los depósitos volcánicos
ocupan una zona semicircular deprimida, en donde Buchelli (1986) observó depósitos
lacustres. En el patio de la escuela de la Vereda Alto de La Cruz se observa parte del cono
más antiguo que al parecer colapsó y de donde fluyeron las lavas en forma radial. El flujo
más reciente tiene dirección sureste y de acuerdo con Buchelli (1986) cubre pequeños
abanicos aluviales. En las fotografías 66 y 67 del Anexo Fotográfico se observa la
morfología superficial de los flujos de lava del volcán Sibundoy.
160
En las cercanías se conocen cuatro fuentes termales conocidas con los nombres de Salado
de Balsayaco, Baños de Colón, La Josefina y Chilayaco. Todas son consideradas como
sulfatadas y sódico – magnésicas, con temperaturas que oscilan entre 76º C para la primera,
47º C a 40º C para las dos siguientes y 25º C para la última (G. Garzón, Com. Escrita). La
primera y la última tienen caudales de 2,11 y 0,27 l/seg, respectivamente, mientras que las
otras dos se presentan como pozos.
Descripción. Los materiales piroclásticos son de caída y están representados por lapilli
escoriáceo de color rojo oscuro a casi negro y bombas de diversas formas y tamaños,
también de color rojo oscuro. El material piroclástico se extiende alrededor de las dos
estructuras volcánicas y forman capas de espesor variable, como se observa cuando se
avanza por la carretera Santiago - Escuela Vereda La Cruz. En algunos sectores se
apreciaron depósitos que parecen corresponder a brechas de explosión, en donde se
mezclan bombas de diferente tamaño en forma caótica.
Los flujos de lava están discordantes unos sobre otros, y se pueden reconstruir las fases
eruptivas como lo realizó Buchelli (1986); estos flujos avanzaron por el oriente en
dirección al valle de Sibundoy, en donde se observa cerca de San Andrés y por la carretera
que lleva a la Vereda Balsayaco. Son de color rojo oscuro a gris oscuro, generalmente muy
vesiculados que indican baja viscosidad y composición basáltica. Sobre la superficie de los
flujos se observa costras de enfriamiento y estructuras cordadas. Se aprecia, en algunos
flujos de lava, los canales con bordes laterales de enfriamiento que indican que el borde de
los flujos se solidificó, mientras que en la zona central seguía fluyendo la lava.
Se analizaron microscópicamente dos muestras de los flujos de lava que tienen textura
porfirítica a microporfirítica con gran cantidad de vesículas, algunas rellenas con ceolitas.
Las muestras son holocristalinas a hipocristalinas con matriz de microlitos de plagioclasa
orientados (textura traquítica), algunos opacos y un material ferruginoso que parece
corresponder a vidrio volcánico. Los fenocristales son de plagioclasa, clinopiroxeno y
algunos aglomerados cristalinos de olivino con alta birrefringencia, bordeados por
magnetita. De acuerdo con la composición de la plagioclasa (An52) la roca fue clasificada
como un basalto. Ocasionalmente los piroxenos presentan textura glomeroporfirítica. Se
observa ceolitas como relleno de cavidades, y clorita y sericita como minerales de
alteración.
161
Ramírez (1975) narra la ocurrencia de un violento sismo el 20 de enero de 1834, e indica
que un volcán, sobre el cual está edificada la población de Santiago de Sibundoy, “reventó
a las seis de la mañana, la tierra se agitó con violencia y se hundió luego en una extensión
aproximada de tres leguas de longitud por dos de anchura; se trataba de una selva frondosa
y no obstante eso, desapareció completamente, sin que quedasen vestigios de los árboles
más viejos y corpulentos”; más adelante transcribe lo escrito por otro observador quien
indica que “la superficie presentaba el aspecto de un terreno lleno de piedras y arena”.
Estos datos pueden corresponder a la última erupción del volcán Sibundoy.
Depósitos lacustres se cartografiaron en las planchas 412 San Juan de Villalobos y 430
Mocoa; en esta última se encuentran en el sector suroccidental y son la prolongación de las
acumulaciones de la laguna de La Cocha, cartografiados y descritos por Murcia & Cepeda
(1991b). En la Plancha 412 estas acumulaciones recibieron el nombre de depósito de
Villalobos (INGEOMINAS & Geoestudios, 1999a).
De acuerdo con Murcia & Cepeda (1991b), los depósitos de La Cocha son esencialmente
limos de colores gris y negro, que depende del contenido de materia orgánica y las épocas
de alta y baja pluviosidad. Su edad es holocénica y aún continúan en formación.
La acumulación está conformada por gravas con matriz arcillosa de color blanco, muy
meteorizada y con alto contenido de feldespato, cuarzo y minerales máficos; además, se
observa presencia de fragmentos de sedimentitas, especialmente areniscas tobáceas.
Aunque los afloramientos no permiten medir su espesor, se estima que éste no supera los 20
m.
El Depósito Villalobos ocupa una cuenca intramontañosa generada por movimientos del
Sistema de Fallas Algeciras que generaron, en este sector, de acuerdo con Velandia et al.
(2001a), una “cuenca de tracción en forma de S” en la cual se acumularon los materiales
que originaron este depósito.
162
En la vía Pitalito - Mocoa la unidad se encuentra discordante sobre el Granito Altamira y
las formaciones Saldaña, Caballos, Villeta, Rumiyaco y Pepino. También se observó
discordante sobre el Depósito Verdeyaco, en el sector de Betania de la Vereda Verdeyaco.
De acuerdo con la posición estratigráfica discordante sobre las unidades sedimentarias del
Cretácico, Paleógeno y Neógeno, y sobre el Depósito Verdeyaco, se asume que su
acumulación ocurrió en el Cuaternario, muy posiblemente en el Holoceno.
En muestra de mano se observa que la mayoría de los diques y silos son de composición
andesítica y quizás basáltica, son de color negro con tonos verdes, textura afanítica y
porfirítica, y constituidos por plagioclasa alterada, matriz vítrea, anfíboles y ceolitas.
Los basaltos y andesitas atraviesan depósitos del Cuaternario, como las terrazas, lo que
sugiere que estos cuerpos son del Holoceno y pueden tener un origen similar a los basaltos
Sabaleta y Sibundoy, ya descritos.
De acuerdo con su posición estratigráfica discordante sobre las unidades sedimentarias del
Cretácico y Paleógeno, la poca consolidación y su posición casi horizontal, se asume una
edad cuaternaria, posiblemente holocénica.
Aparecen coluvios en diversos sectores del área, aunque a la escala del presente estudio no
pudieron ser representados todos; su ocurrencia es bastante común, especialmente en la
zona montañosa; se encuentran relacionados con cambios morfológicos fuertes, algunos
generados por los movimientos de las fallas o a sectores en donde las unidades de rocas se
164
encuentran muy meteorizadas o las rocas tienen alto grado de fracturamiento. Su origen es
diverso y pudieron haberse generado como resultado de movimientos sísmicos, por efectos
climáticos y aun por la acción del hombre, especialmente en los corredores viales en donde
no se tuvieron en cuenta factores geológicos para programar los cortes y pendientes de los
taludes resultantes.
Estos depósitos están constituidos por detritos angulares de diferente tamaño, mal
calibrados y con alto contenido de matriz. En algunas oportunidades el contenido de matriz
es escaso, especialmente cuando se trata de depósitos originados por caída de rocas.
Estos depósitos aluviales se encuentran siempre relacionados a los cauces actuales y activos
de los diferentes ríos que drenan la zona y descargan su caudal a la llanura amazónica. Los
depósitos de este tipo más extensos se encuentran al oriente de la ciudad de Mocoa, en el
sector de Villa Garzón - Puerto Limón en la Plancha 430 Mocoa; el río Putumayo y sus
afluentes Vides, Orito, San Juan, Conejo y otros, menores en la Plancha 449 Orito y el río
San Miguel con sus tributarios Churuyaco, Rumiyaco y Gavilanes en la Plancha 465
Churuyaco. En varios sitios estos depósitos no fueron diferenciados de las terrazas más
bajas (Qt3).
Las acumulaciones aluviales están conformadas por partículas tamaño bloque, canto, grava,
arena, limo y arcilla, de muy variada composición litológica, con o sin matriz, y refleja la
constitución geológica de las áreas drenadas.
En las plancha 431 Piamonte, 449 Orito y 465 Churuyaco, Terrazas bajas - aluviones se
encuentran asociadas a los cauces actuales de los ríos Caldero, Caquetá, Conejo,
Churuyaco, Fragua, Fragüita, Inchiyaco, Indiyaco, Luna, Mandiyaco, Orito, Putumayo,
Rumiyaco, San Juan, San Miguel, Vides y Yurayaco, y las quebradas como Nabueno, Las
Doradas y Uitoto.
166
3. TECTÓNICA
La zona de las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa, 431
Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito, y 465 Churuyaco corresponde en gran parte al
llamado Nudo de Los Pastos en donde tradicionalmente se dice que se juntan las tres
grandes cordilleras colombianas: Occidental, Central y Oriental; aquí confluyen grandes
sistemas de fallas que, hacia el norte, sirven para definir geológicamente los límites entre
estas cordilleras.
Las estructuras geológicas cartografiadas en esta área evidencian la actividad tectónica que
ha dado la expresión actual del sistema montañoso de Los Andes del Norte, especialmente
la porción que corresponde a la diferenciación entre Los Andes Ecuatorianos y Los Andes
de Colombia. Estos procesos tectónicos se han interpretado como originados por diferentes
mecanismos geodinámicos, como por ejemplo la migración del sistema de cabalgamiento
subandino que comenzó en el Mesozoico y continuó progresivamente durante el
Cenozoico, aun en el Cuaternario (Noblet et al., 1996, en Velandia, 2001) o como
tectonismo de plegamiento de antepaís, con avance principal hacia el oriente desde Perú en
dirección a Ecuador y Colombia (Butler, 1983; Mojica & Franco, 1992; Coney &
Evenchick, 1994, en Velandia, 2001).
Los eventos tectónicos que fracturaron, plegaron y desplazaron las unidades litológicas y
algunos de los depósitos cuaternarios expuestos en el suroccidente de Colombia, se
manifiestan en dos direcciones preferenciales de fallamiento; estas dos direcciones también
se presentan en el área de las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430
Mocoa, 431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco.
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430 MOCOA, 431 PIAMONTE, 448 MONOPAMBA
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Albe rto Nú ñe z Te llo Albe rto Nú ñe z Te llo
Bo go tá D. C. , m ar zo de 20 03 FIGURA 11
El otro grupo de fallas y lineamientos tiene orientación NW-SE, es menos conocido y
estudiado y ha sido documentado para Los Andes colombianos por Dehandschutter (1979,
en Ujueta, 1999), Lozano & Murillo (1983), Hall & Wood (1985), Ujueta (1990; 1993),
Gómez (1991) y más recientemente, en el Departamento del Huila, por Velandia &
Komuro (1998) y Velandia (2001); con esta orientación se cartografiaron las fallas
Sibundoy (Plancha 430 Mocoa), Blanca (planchas 448 Monopamba y 449 Orito), Iles y
Gualmatán (Plancha 448 Monopamba) y Chiguaco (planchas 448 Monopamba y 465
Churuyaco), así como otras menores en el piedemonte amazónico (Plancha 431 Piamonte).
Los movimientos tectónicos en el área están más o menos bien documentados a partir del
Jurásico, cuando actuó una tectónica de distensión a la que se atribuye la formación de
zonas de debilidad que dieron como resultado fallas normales. A partir del Neógeno se
inició la Orogenia Andina que ocasionó el levantamiento de las cordilleras Central y
Oriental, debido a tectónica compresiva, que cambió el movimiento de las fallas a inverso y
transcurrente, y se impuso un estilo tectónico de cabalgamiento y plegamiento; este nuevo
estilo tectónico persiste en la actualidad y se atribuye a la interacción entre las placas de
Nazca, Suramérica y Caribe.
Falla Cauca - Almaguer es el nombre propuesto por Maya & González (1995) para
denominar la estructura que marca el límite occidental de los afloramientos de las rocas tipo
Arquía, representadas en el área por los Esquistos Buesaco. INGEOMINAS & Geoestudios
(2000a) la llamaron Falla Romeral Oeste y la identificaron en el extremo noroeste de la
Plancha 411 La Cruz. Tiene dirección N35ºE, buza hacia el este y actúa como límite
occidental de los afloramientos de los Esquistos Buesaco, unidad a la cual coloca en
contacto con las ruditas de la Formación Esmita. Las rocas metamórficas han sufrido fuerte
deformación debido al movimiento de la estructura.
La Falla Silvia - Pijao, en el sentido de Maya & González (1995), marca el límite entre el
Complejo Quebradagrande y las metamorfitas correlacionables con el Complejo Arquía. En
el área, esta estructura tiene tres grandes ramales, el más occidental es la Falla Silvia - Pijao
propiamente dicha, mientras que los otros dos corresponden a las denominadas por Murcia
& Cepeda (1991 a y b) e INGEOMINAS & Geoestudios (2000a), como Falla Buesaco y
Falla El Tablón - Silvia. La primera de las nombradas tiene vergencia oriental y aparece
como un retrocabalgamiento; su trazo es muy marcado en la morfología de la zona y
bastante rectilíneo, lo que sugiere un alto ángulo de buzamiento.
El segundo ramal está cubierto en la mayor parte de su trayecto por depósitos volcánicos;
hacia la quebrada Tajumbina tiene varios pórfidos asociados, y al suroeste alinea el curso
del río Resina. La Falla Buesaco releva a la Falla El Tablón y continúa hacia el suroeste en
la Plancha 410 La Unión.
Maya & González (1995) proponen el nombre de Falla San Jerónimo para denominar la
estructura geológica regional que marca el límite occidental de las rocas metamórficas tipo
Complejo Cajamarca; en el área fue denominada inicialmente por INGEOMINAS &
Geoestudios (2000a) como Falla Romeral Este; su trazo se localiza hacia la divisoria de
aguas de la Cordillera Central de Colombia, en la Plancha 411 La Cruz. Parece estar
relacionada con los volcanes Doña Juana, Petacas y Las Ánimas; pone en contacto las
Metamorfitas Pompeya, consideradas como tipo Complejo Cajamarca, con el Complejo
Quebradagrande. En gran parte de su trazo la estructura está cubierta por depósitos
volcánicos recientes, en los cuales no se encontró indicios de actividad tectónica. Hacia el
sur, en la Plancha 448 Monopamba, puede corresponder a la Falla Río Téllez, aunque no
170
hay mucha seguridad, debido a la cubierta piroclástica que la enmascara por tramos
extensos.
Las fallas cartografiadas en la Cordillera Central se distinguen por sus trazos muy
rectilíneos, generados quizás por su mayor inclinación, al ubicarse en el núcleo de la
cordillera. A este conjunto de fallas corresponden las fallas Pompeya, Curiaco, Colón, La
Victoria y muy posiblemente los estadios tempranos del Sistema de Fallas Afiladores y
fallas relacionadas como la de Chingual, en las Planchas 411 La Cruz, 430 Mocoa, 448
Monopamba y 465 Churuyaco. El estilo tectónico parece corresponder a cabalgamientos
que progresan hacia el E, con el frente principal a lo largo de las fallas Afiladores y Colón,
con otras fallas que conforman lentes, y muestran el avance del cabalgamiento hacia el
oriente, como la Falla Chingual relacionada con Afiladores y la Falla Santa Rosa
relacionada con la Falla Colón.
La Falla Pompeya se observó en el camino San Pedro - Pompeya, límites entre las planchas
411 La Cruz y 430 Mocoa; está enmascarada por los depósitos volcánicos del Neógeno -
Cuaternario; su vergencia parece ser hacia el oriente y el rumbo N45ºE. No es muy claro,
pero al parecer pone en contacto las Metamorfitas Pompeya con lavas del Neógeno.
El trazo de la Fallas Curiaco atraviesa la zona central de la Plancha 411 La Cruz con
dirección N45-55ºE y afecta fundamentalmente las Metamorfitas Pompeya, sin que se
pueda observar su relación con los depósitos volcánicos del Neógeno - Cuaternario. Su
continuación al suroeste puede ser la Falla La Victoria, cartografiada en las planchas 448
Monopamba y 465 Churuyaco, que tiene una orientación similar, con una ligera curvatura.
La expresión morfológica de estas dos fallas es destacada en las imágenes de satélite,
evidencia que hace pensar en actividad durante el Neógeno.
171
3.2.3 Falla Colón
La Falla Colón tiene dirección general N35ºE y es límite entre las Metamorfitas Pompeya,
al occidente, y las Lodolitas y Calizas Granadillo y el Complejo Migmatítico La Cocha -
Río Téllez, unidades ubicadas al oriente de la estructura. La falla cruza por el oriente del
valle de Sibundoy, en la Plancha 430 Mocoa, y se intercepta con la Falla San Francisco -
Yunguillo y el Sistema Fallas Afiladores al sur de esta depresión tectónica. Por las
relaciones entre las unidades cartografiadas a lado y lado podría ser equivalente a la Falla
Chapetón - Pericos, expuesta en la carretera Ibagué - Armenia, sobre el mismo flanco
oriental de la Cordillera Central.
Si bien el alcance del trabajo no permitió un análisis detallado de las fallas, se cree que esta
falla es una de las de mayor actividad tectónica reciente y que, además de ser de tipo
inverso, tiene un componente transcurrente que generó ganchos en los diferentes drenajes
de la vertiente noroccidental del río Aucayaco, que indican un desplazamiento dextral
relativo de aproximadamente 700 m.
La Falla Santa Rosa es una estructura geológica que se desprende de la Falla Río Blanco,
en la Plancha 411 La Cruz, y se prolonga desde el río Cascabel hacia el norte con dirección
N25ºE, y pasa por la población de Santa Rosa (Departamento del Cauca). Esta estructura es
el límite oriental de los afloramientos de las Lodolitas y Calizas Granadillo, y las coloca en
contacto con las formaciones Saldaña y Villeta, y las Metamorfitas Pompeya. Tiene
vergencia oriental y por su trazo lineal, se presume que es de alto ángulo.
172
3.2.6 Falla Río Blanco
La Falla Río Blanco fue cartografiada al oriente de la Plancha 411 La Cruz, tiene dirección
N45ºE a N-S y marca el contacto entre la Formación Saldaña y la Cuarzomonzodiorita
Sombrerillos. Hacia el sur permite que un bloque del Complejo Migmatítico La Cocha -
Río Téllez descanse sobre las Lodolitas y Calizas Granadillo, y se trunque contra la Falla
Colón.
La Falla Aguas Blancas corresponde a una falla cuyo trazo tiene dirección N40ºE y en las
imágenes de satélite conserva un lineamiento de la quebrada Aguas Blancas (Plancha 412
San Juan de Villalobos) muy marcado, con un valle en V muy profundo. Afecta
exclusivamente a la Cuarzomonzodiorita Sombrerillos y hacia el sur termina contra la Falla
Río Blanco.
El Sistema de Fallas Algeciras fue interpretado por Velandia et al. (2001a) como el actual
límite transpresivo de Los Andes del Norte y está relacionado con el evento que ocasionó el
levantamiento de la Cordillera Oriental.
Con el nombre de Sistema de Fallas Algeciras Velandia et al. (2001a) integraron las fallas
que tienen que ver con el levantamiento de la Cordillera Oriental en el Departamento del
Huila y que se prolonga hacia el sur del país hasta la frontera con Ecuador. En el Huila
estas estructuras se caracterizan por mostrar un estilo tectónico transpresivo, y se destacan
el movimiento lateral derecho y las estructuras de cabalgamiento que en superficie se
cartografían como lentes y en profundidad se interpretan como parte de una “estructuras en
flor”, siempre ligadas a la falla principal que es la de mayor inclinación, como lo presentan
Velandia et al. (2001a), quienes lo definen como un sistema de fallamiento de rumbo con
componente vertical conocido como wrench fault, de carácter dextral, con fallas
relacionadas tipo Riedel, sintéticas, antitéticas y en “cola de caballo”.
Este gran sistema de fallas es conocido también con los nombres de Sistema de Fallas Río
Suaza (Murcia & Cepeda, 1984), Falla de Garzón - Suaza (Bakker, 1989; INGEOMINAS,
1989), Falla de Pitalito - Altamira (Diederix & Gómez, 1991; Rodríguez et al., 1996), Falla
173
de Garzón - Algeciras (Diederix & Gómez, 1991; Van der Wiel, 1991; Rodríguez et al.,
1996), Garzón (Chorowicz et al., 1996), Sistema de Falla de Suaza (Cediel et al., 2002).
A esta gran estructura geológica, que tiene rumbo general N45ºE, vergencia hacia el
noroccidente y que en concepto de Vergara (1994) hace parte del Sistema de Fallas Frontal
Andino, se asocian depresiones o cuencas intramontañosas que corresponden a cuencas de
tracción como las de Balsillas, El Paraíso, Algeciras (Vergara, 1994) y Pitalito en el Huila,
San Juan de Villalobos (Plancha 412 San Juan de Villalobos), Sibundoy (Plancha 430
Mocoa) y El Estero (Plancha 429 Pasto) como lo describen Velandia et al. (2001a); en estos
sitios se localizan, por lo regular, los segmentos con actividad neotectónica hacia los cuales
deben enfocarse los estudios detallados de morfometría y sismotectónica (Velandia et al.,
2001a).
Con estas consideraciones, planteadas por Cárdenas et al. (en edición) en la Plancha 388
Pitalito, en donde la expresión morfológica conocida como valle del río Magdalena
desaparece y las Cordilleras Central y Oriental inician su aproximación, se propone
continuar con esta denominación en el área de trabajo, para integrar dentro de este gran
sistema las fallas San Francisco - Yunguillo, Villalobos, Suacita y el Sistema de Fallas
Afiladores, entre otros. Estas estructuras, por lo regular, se relevan y entrecruzan.
La Falla San Francisco - Yunguillo es una de las estructuras geológicas más relevante del
área de estudio; tiene rasgos de actividad reciente, como es la formación del valle de
Sibundoy, con un componente de desplazamiento dextral; tiene dirección NE-SW y pone
en contacto la Cuarzomonzodiorita Sombrerillos con las formaciones Saldaña, Caballos y
Villeta. En la quebrada Tilinguará, en la Plancha 411 La Cruz, se estableció que la
inclinación del plano de falla es moderada a fuerte, entre 45º y 70º hacia el NW. Por la
carretera Pitalito - Mocoa, entre San Juan de Villalobos y el puente sobre el río Caquetá en
la Plancha 412 San Juan de Villalobos, se observó el intrusivo que cabalga, indistintamente
sobre estas unidades.
174
plancha para continuar en el norte en donde es relevada por la Falla Pitalito (Cárdenas et
al., en edición).
La Falla de San Francisco - Yunguillo tiene actividad tectónica reciente, y genera cuencas
de tracción (pull apart basins) como el valle de Sibundoy (Plancha 430 Mocoa). Esta
depresión, de más de 100 km² de superficie, tiene forma romboidal con una diagonal mayor
de cerca de 20 km de longitud. En la esquina nororiental del valle está ubicada la población
de San Francisco, de donde toma el primer nombre la falla. Velandia et al. (2001a) la
interpretan como una “cuenca de tracción con una geometría que corresponde a la tensión
local causada por el relevo o salto lateral por relajamiento (releasing sidestep) del wrench
fault”. La geometría, en concepto de los autores mencionados, corresponde a un
movimiento de rumbo con componente lateral derecho.
Velandia et al. (2001a) identificaron fallas tipo Riedel, sintéticas y antitéticas, que se
entrecruzan para formar lentes, algunos de los cuales pueden corresponder a lomos de falla.
Esta estructura tiene asociada, además, una zona de cataclasis, de varias decenas de metros
de amplitud, que afecta principalmente a las rocas de la Cuarzomonzodiorita Sombrerillos,
y se produce un aspecto bandeado, como se observa en la carretera San Francisco - Mocoa
y en el río Titango de la Plancha 430 Mocoa.
Hacia el sur, en las planchas 448 Monopamba y 465 Churuyaco, la Falla San Francisco -
Yunguillo es relevada por el Sistema de Falla Afiladores, que es considerado también por
Velandia et al (2001a) como integrante del gran Sistema de Fallas Algeciras.
El Sistema de Fallas Afiladores corresponde al extremo sur del Sistema de Fallas Algeciras;
los trazos de las fallas de este sistema son aproximadamente paralelos al curso de los ríos
Alisales y Afiladores, en las planchas 448 Monopamba y 465 Churuyaco. El buzamiento de
las fallas de este sistema es hacia el occidente y el trazo principal es el límite oriental de los
afloramientos del Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez, que lo coloca en contacto
con la Formación Chingual. En gran parte del área las estructuras fueron cartografiadas
como inferidas, debido a que la cubierta volcánica enmascara sus rasgos y dificulta su
cartografía, y no se puede precisar si el movimiento de las fallas afectó los depósitos
volcánicos.
De acuerdo con Velandia et al. (en edición), cerca de la confluencia de los ríos Afiladiores
y Guamués se identificaron rasgos morfológicos de actividad neotectónica. Hacia la
frontera con Ecuador, cuando la estructura se sale de la cuenca del río Afiladores, la falla
adquiere un patrón en cola de caballo.
175
3.3.1.3 Falla Chingual
Esta falla fue definida en la Plancha 465 Churuyaco, hacia el río Chingual, el cual sirve
como límite entre las repúblicas de Colombia y Ecuador. La estructura es, aparentemente,
de carácter inverso y vergencia occidental; su trazo transcurre paralelo al curso de la
quebrada El Socorro y limita hacia el occidente los afloramientos del Monzogranito Mocoa,
cuerpo que pone en contacto con la Formación Chingual. Hacia la parte norte de la Plancha
448 Monopamba, en la vertiente oriental del río Alisales, la Falla Chingual está cubierta por
depósitos volcánicos neógenos y cuaternarios, por lo que se descarta actividad tectónica
reciente.
Las fallas Villalobos y San Antonio, asociadas a la Falla San Francisco - Yunguillo, son de
cabalgamiento; la primera sirve como límite oriental al valle de Villalobos, en la Plancha
412 San Juan de Villalobos. En la porción sur, en la Plancha 430 Mocoa, tiene dirección
N65ºE y a la altura de la Inspección de Policía de Villalobos varía a N20ºE. Hacia la parte
norte de la Plancha 412 San Juan de Villalobos, la estructura vuelve a cambiar su rumbo
hacia N60ºE, y limita una estructura sinclinal al occidente de Palestina, en la que afloran las
formaciones Caballos y Villeta.
La depresión de Villalobos es interpretada por Velandia et al. (2001a) como una cuenca de
tracción (lazy S-shaped basin), en una curva de relajación de la falla principal, que es la
Falla San Francisco - Yunguillo. En la depresión de Villalobos se aprecia cómo la falla
desplaza ligeramente las láminas de arenas y limos que conforman el Depósito de
Villalobos, acumulado en el Cuaternario, muy posiblemente durante el Holoceno, lo que
confirmaría la actividad neotectónica de esta falla del Sistema Algeciras.
Hacia el sur la estructura recibe el nombre de Falla San Antonio y su trazo es paralelo a la
carretera Mocoa - Pitalito (planchas 430 Mocoa y 431 Piamonte); corresponde a una falla
de cabalgamiento de alto ángulo, con vergencia noroccidental.
Las fallas Guachicas y El Silencio ocurren en la parte norte de la Plancha 412 San Juan de
Villalobos; están asociadas a las fallas San Francisco - Yunguillo y Villalobos,
respectivamente. Su comportamiento es similar y afectan principalmente a las rocas de la
Formación Saldaña.
176
3.3.1.6 Fallas La Tebaida y El Carmen
Las fallas La Tebaida y El Carmen marcan el límite más occidental de las unidades
sedimentarias del Mioceno. Se calcula que cerca a la superficie los planos de falla tienen
una inclinación cercana a los 30°, con vergencia oriental.
No se tiene registro de actividad en el Holoceno y hacia los ríos Guineo y Mocoa (Plancha
430 Mocoa), las estructuras están fosilizadas por los depósitos sedimentarios del
Cuaternario reciente. Estas fallas afectan y aparentemente truncan las fallas Churumbelo y
San Antonio.
La Falla Quinchoa conforma algunos de los rasgos neotectónicos asociados a la Falla San
Francisco; es una estructura en echelón con un movimiento relativo de carácter dextral. Su
trazo se insinúa por el alineamiento que tienen los ríos Quinchoa y Putumayo cuando
transcurren por el valle de Sibundoy (Plancha 430 Mocoa) y por el trazo rectilíneo de
algunos drenajes del límite nororiental del mismo valle.
La Falla Los Pinos está representada por un trazo rectilíneo de dirección N55ºE; es una
falla de cabalgamiento con vergencia noroccidental que pone en contacto rocas plutónicas
del Granito Altamira con la Formación Saldaña, en el nororiente de la Plancha 412 San
Juan de Villalobos. Su prolongación norte se une con la Falla Acevedo, mientras que hacia
el sur es truncada o se integra a la Falla Villalobos.
Las fallas Acevedo Norte, Acevedo Centro y Acevedo Sur fueron cartografiadas en la
Plancha 412 San Juan de Villalobos. Son estructuras de cabalgamiento, con dirección NE-
SW y vergencia suroriental; la prolongación y la unión de estas fallas, hacia el nororiente,
conforman la Falla Acevedo, que es el límite estructural occidental de la cuenca del río
Suaza, ubicada al sur del Departamento del Huila.
Hacia el sur las fallas Acevedo Norte, Acevedo Sur y Acevedo Centro son truncadas y
desplazadas por la Falla Los Azules, para finalmente desaparecer entre las fallas
Churumbelo y La Tebaida al noreste de Mocoa, en la Plancha 430 Mocoa.
Al ENE del valle de Mocoa se configura otro bloque levantado por el cabalgamiento de la
Falla Urcusique, con retrocabalgamientos asociados (fallas Churumbelo y Los Guzmanes).
Este bloque también estaría basculado, con su parte baja hacia el valle de Mocoa, donde no
se observan fallas. El transporte tectónico es hacia el SE y su movimiento progresivo está
representado en el Sistema de Fallas del Borde Amazónico.
En las planchas 449 Orito y 465 Churuyaco otras fallas del piedemonte amazónico
muestran la progresión o transporte tectónico del bloque andino hacia el SE; estas
estructuras geológicas conforman lentes o cuñas en superficie; entre ellas se distinguen la
Falla Bajo Corazón y los sistemas de fallas Los Loros y La Esperanza. Las fallas de estos
sistemas, al igual que el lineamiento Caquetá (Plancha 431 Piamonte), podrían ser activas o
indicar actividad reciente debido al levantamiento andino; si bien no se reportan evidencias
de actividad neotectónica, es una zona de interés para buscar basculamientos en depósitos
cuaternarios (terrazas y aluviones).
La Falla Suaza, al oriente de las planchas 412 San Juan de Villalobos y 431 Piamonte,
aparentemente se comporta como un gran retrocabalgamiento del levantamiento de la
Cordillera Oriental, pero llama la atención su dirección N-S y la forma como controla la
culminación de la Falla Churumbelo. La Falla Suaza se interpretaría como el límite sur de
los afloramientos de rocas precámbricas del Complejo Garzón.
178
La presencia de rocas cretácicas en el bloque limitado por las fallas La Tebaida (oriente de
las planchas 411 La Cruz y 430 Mocoa) y Suaza sugiere que estas estructuras pudieron
actuar inicialmente como fallas normales, conformar un graben o bloque hundido, el cual
quizás ya estaba inclinado desde entonces hacia el SW, y permitir mayor espesor
acumulado del Cretácico y Paleoceno (?); estas fallas normales fueron aprovechadas para el
levantamiento (cabalgamiento) del Eoceno - Oligoceno, y para el depósito de molasas
(Formación Pepino) en la misma depresión. Estos depósitos y los del piedemonte del
bloque sur, asociados a los sistemas de fallas Conejo y Los Loros, son muy similares a los
del Valle Superior del Magdalena, pero los depósitos cretácicos y paleógenos, ubicados al
ENE de la Falla Suaza, son diferentes en litología y ambiente de acumulación, como lo
muestran los trabajos de Mora et al. (1998) e INGEOMINAS (en edición a), que se
relacionan más con las unidades reportadas en la cuenca del Yarí, Sierra de La Macarena y
Llanos Orientales. Esta situación sugiere que la Falla Suaza tuvo comportamiento de falla
normal y que durante el levantamiento de la Cordillera Oriental se aprovechó como un
retrocabalmiento importante, que separó las cuencas del Valle Superior del Magdalena y
del Putumayo, unidas desde antes del Cretácico hasta quizás el Mioceno o Plioceno.
El Sistema de Fallas del Borde Amazónico limita, en forma general, los afloramientos de la
Formación Pepino hacia el oriente; al igual que la Falla Urcusique, que se describirá
adelante, tiene dirección principal N70ºE y vergencia SE. El efecto sobre las unidades
antiguas es escaso, y tiene mayor incidencia sobre las unidades cenozoicas (Formación
Pepino y Grupo Orito).
La Falla del Churumbelo es una estructura atípica en la región; su plano de falla, muy
verticalizado (cerca a 60°), tiene vergencia noroccidental y rumbo ENE; de occidente a
oriente la estructura pone en contacto la Formación Saldaña con rocas cada vez más
antiguas, ya que inicia contra la Formación Pepino, en la Plancha 430 Mocoa, continúa con
las formaciones Villeta y Caballos cerca de la confluencia de la quebrada Nabueno con el
río Mandiyaco (Plancha 431 Piamonte) y culmina cortando la secuencia de la Formación
Saldaña hasta chocar con la Falla Suaza en la Plancha 412 San Juan de Villalobos.
179
Fue cartografiada como una falla de cabalgamiento con vergencia noroccidental, que tiene
a la Formación Saldaña en el bloque colgante, mientras que en el yacente se encuentran las
unidades sedimentarias del Mesozoico y Cenozoico. No se observó rasgos de actividad
neotectónica.
Cuando la Falla Churumbelo alcanza el curso del río Fragua (Plancha 431 Piamonte), el
cabalgamiento con vergencia norte pierde relevancia, y se convierte, hacia el oriente, en
una rampa lateral; a partir de este sector, el cabalgamiento de la falla tiene vergencia
noroccidental y pone en contacto escamas del Monzogranito Mocoa con rocas de la
Formación Saldaña.
La Falla Urcusique es de cabalgamiento, cuyo trazo principal conserva una dirección E-W a
NE-SW y vergencia hacia el S-SE. Al oriente de Villagarzón, en la Plancha 430 Mocoa,
esta falla pone en contacto rocas del Jurásico del Monzogranito Mocoa y la Formación
Saldaña, con la Formación Pepino del Paleógeno. No se tienen evidencias de actividad
reciente y no se descarta un movimiento de rumbo, relacionado con una rampa lateral del
Sistema de Fallas del Borde Amazónico.
La Falla Los Guzmanes tiene trazo algo sinuoso, dirección general N60ºE y vergencia al
NW. Al sur pone en contacto rocas de la Formación Saldaña sobre rocas de la Formación
Caballos; hacia el norte afecta tanto a la Formación Saldaña como al Monzogranito Mocoa.
La estructura se une al norte con la Falla Churumbelo y son cortadas por la Falla Suaza.
La Falla Sabaleta Norte está cartografiada hacia la parte norte de la Plancha 431 Piamonte y
constituye la prolongación oriental de la Falla Churumbelo; su trazo rectilíneo tiene
dirección N80ºE, por más de 20 km; su efecto de desgarre es obstruido por la Falla Suaza.
El trazo de la Falla Sabaleta Norte está marcado por drenajes y otros rasgos morfológicos
detectados tanto en las fotografías aéreas como en imágenes de satélite.
180
3.4.7 Sistema de Fallas Los Loros
No se observa actividad reciente del Sistema de Fallas Los Loros; además, se encuentra
cubierto por los depósitos del Plioceno - Pleistoceno del Abanico Guamués. Asociados a
este sistema, en la Plancha 465 Churuyaco, se presentan diques y silos máficos, lo que
sugiere que por estas fallas ascendió magma desde grandes profundidades.
El trazo principal de falla es recto y muy continuo en superficie; en el valle del río Sucio
(Plancha 448 Monopamba) tiene rumbo N45ºE, mientras que hacia el río Guamués,
también en la Plancha 448 Monopamba, el plano se inclina hacia el sur y el trazo se desvía
hacia N75ºE. Se considera que a partir de este sistema el levantamiento de la zona de
cordillera fue más pronunciado.
La Falla La Tortuga fue estudiada inicialmente en las regiones de Mocoa y Orito, en donde
está asociada a diques dacíticos y cuerpos de mármoles (INGEOMINAS & Geoestudios,
1998a; 1998b), y se extiende en la Plancha 448 Monopamba, en donde genera alineación de
algunas quebradas y desviación del curso de los ríos Guamués y Sucio. Es una falla
esencialmente vertical, de rumbo N50-60ºE y movimiento siniestral, que afecta rocas del
Monzogranito Mocoa.
181
3.5 LLANURA AMAZÓNICA
La Falla San Pedro, con dirección general N50ºW, en el oriente de la Plancha 449 Orito,
hacia el norte se comporta como una falla de rumbo de movimiento siniestral que afecta a
las unidades desde la Formación Saldaña hasta el Grupo Orito; hacia el sur se insinúa como
un gran lineamiento. Por el norte es truncada por el Sistema de Fallas Conejo.
Dehandschutter (1979, en Ujueta, 1999), considera que son zonas de debilidad de la corteza
que se han activado desde el Proterozoico; Ujueta (1999) las considera como estructuras
fundamentales del basamento e indican que han actuado durante mucho tiempo. En
concepto de Velandia (2001) estas estructuras son fallas de basamento y, por tanto, tienen
edad precretácica; de estas fallas la más destacada y que ha sido más nombrada es la
Sibundoy.
182
3.6.1 Falla Sibundoy
La Falla Sibundoy es uno de los rasgos tectónicos más destacados del área por su gran
extensión, desde el piedemonte amazónico hasta el flanco occidental de la Cordillera
Central. Aparentemente corresponde a una falla de desplazamiento dextral, que corta y
desplaza la mayoría de estructuras y unidades litoestratigráficas expuestas en el área. Su
dirección varía entre N50-60ºW. Al norte de las poblaciones de San Francisco y Sibundoy
(Plancha 430 Mocoa) presenta una zona amplia de cizalla.
Hall & Wood (1985) mencionan que las anomalías gravimétricas son más amplias y más
negativas hacia el sur de la estructura, lo que sugiere, en su concepto, raíces de la corteza
más anchas y profundas.
183
Sandoval et al. (2001) encuentran criterios geomorfológicos de actividad reciente, como
son ganchos de falla, lomos lineales, trincheras y rupturas del terreno; también reportan
fallamiento en depósitos de cenizas volcánicas al norte de la población de Santiago
(Plancha 430 Mocoa). Indican, igualmente, que a esta falla se le asigna el sismo ocurrido el
20 de enero de 1834 con magnitud de 7,0 en la escala de Richter que ocasionó un gran
desastre en la región del valle de Sibundoy.
Las fallas Inchiyaco y Tambor tienen movimiento dextral y provocan el alineamiento del
curso de los ríos Inchiyaco y Tambor, respectivamente, de donde derivan su nombre, en la
Plancha 431 Piamonte. El rumbo de las estructuras es N30ºW; al nororiente de su trazo la
sucesión sedimentaria del Cretácico y Paleógeno se hace más espesa.
La Falla Guamués se trata posiblemente de una falla de rumbo, cuyo trazo, de dirección
N45ºW, corre paralelo al río Guamués en la Plancha 448 Monopamba, desde su salida al
piedemonte, hasta unos 10 kilómetros cordillera adentro. En el sector norte del río, en el
área del Abanico Guamués, está elevado varios metros con respecto a la parte sur; en la
imagen de satélite, además del curso rectilíneo del río, se aprecia un ligero desplazamiento
siniestral.
184
3.6.5 Falla Blanca
Las tres fallas Iles, Gualmatán y Chiguaco fueron cartografiadas en la Plancha 448
Monopamba y aun cuando la zona tiene una espesa cubierta volcánica, los rasgos
morfológicos son observables en las imágenes de satélite. Aparentemente son fallas de
rumbo siniestrales y dirección NW-SE que cortan y desplazan las estructuras NE-SW. Se
requieren investigaciones adicionales para establecer claramente sus características y tipo
de movimiento.
Los dos lineamientos más destacados se encuentran en la llanura amazónica (planchas 431
Piamonte y 449 Orito), pocos kilómetros al sur de las principales fallas de piedemonte
amazónico. Fueron llamados Lineamiento Las Palmeras (N60ºE) y Lineamiento Caquetá
(N30ºE); este último posiblemente se extiende en la Falla Bajo Corazón ya mencionada.
185
3.8 PLIEGUES
En la llanura y el piedemonte amazónico, así como en los valles de Mocoa y río Caquetá, se
presenta gran variedad de pliegues, la gran mayoría de ellos generados por efectos
compresivos por propagación de falla; tales estructuras, anticlinales y sinclinales, son
relativamente estrechas y cortas, algunas modificadas, relevadas, degolladas o sepultadas
por fallas de cabalgamiento o fallas de rumbo o desgarre.
Los sinclinales de Villalobos son dos estructuras apretadas, cuyos ejes tienen dirección
N30ºE y N50ºE, que están desplazadas por una falla de desgarre dextral. En el núcleo de las
estructuras yace el Miembro Superior de la Formación Pepino. Las dos estructuras se
encuentran localizadas en el valle tectónico de Villalobos (Plancha 412 San Juan de
Villalobos), en el cual muy posiblemente no se presentaron depósitos del Mioceno (Grupo
Orito).
En el inicio de su trazo, hacia el cañón del río Caquetá en límites de las planchas 430
Mocoa y 431 Piamonte, el eje de la estructura tiene dirección N15ºE y cerca a las cabeceras
de la quebrada Nabueno el rumbo del eje varía a N75ºE, y atraviesa geoformas gruesas y
escarpadas asociadas a las plutonitas del Jurásico. Hacia el sur del río Mandiyaco (Plancha
431 Piamonte) es frecuente encontrar vestigios de algunas de las unidades sedimentarias
que lo recubrían, como es el caso de la Formación Caballos.
187
anticlinal se desarrolla sobre las Lodolitas Uitoto; sus flancos están fallados contra la
Formación Saldaña que está afectada por apófisis intrusivas.
Anticlinal Romerillo es el nombre que fue utilizado por primera vez por Geoestudios
(1993b); se encuentra en la esquina sureste de la Plancha 448 Monopamba; en su núcleo
aflora la Formación Villeta; su flanco occidental se encuentra sepultado por rocas
cristalinas de la Formación Saldaña, levantadas y ubicadas sobre el flanco del anticlinal,
mediante fallas de cabalgamiento. El trazo de la estructura tiene dirección N25ºE y notorio
cabeceo hacia el sur.
El Anticlinal La Mona es una estructura con dirección general N-NE, relativamente amplia
y extensa, asociada al Anticlinal Romerillo, en límites de las planchas 448 Monopamba y
449 Orito; se asimila como pliegue secundario, cuyo trazo es paralelo al de Romerillo, está
cartografiado a menos de 2 km del mismo y tiene fuerte cabeceo hacia el sur. Entre los dos
pliegues se presenta un sinclinal, fallado en su núcleo, con vergencia este. Al igual que en
el Anticlinal Romerillo, en el núcleo del Anticlinal La Mona aflora la Formación Villeta y
en su flanco oriental se encuentran las formaciones Rumiyaco y Pepino, que buzan menos
de 25 grados.
El Anticlinal La Mona está dislocado por la Falla Bajo Corazón y modificado, al noreste,
por el Sistema de Fallas Los Loros. Al suroeste, el núcleo está conformado por sedimentitas
del Miembro Medio de la Formación Pepino; en el piedemonte propiamente dicho, el
núcleo lo constituyen sedimentitas de la Formación Villeta.
El Anticlinal Orito es una estructura amplia y extensa, con dirección general N30ºW, en
cuyo núcleo se encuentra el Grupo Orito. Su eje cruza un poco al sur de la cabecera
municipal de Orito, en la Plancha 449 Orito.
188
3.8.12 Sinclinal Vides
El Sinclinal Vides tiene dirección NE-SW y levanta su eje hacia el norte; es truncado por la
Falla Blanca; es una estructura simétrica suave y amplia de bajo buzamiento, en cuyo
núcleo se encuentran rocas del Grupo Orito Se encuentra en la zona central sur de la
Plancha 449 Orito y su nombre proviene del río Vides (Plancha 449 Orito).
El Anticlinal Guayabal es una estructura de dirección general norte, hacia donde cabecea su
eje; es un pliegue simétrico amplio y extenso, en cuyo núcleo se presentan rocas del Grupo
Orito. Se localiza cerca al río Putumayo, al oriente de la Plancha 449 Orito. Su nombre se
deriva de la localidad Guayabal ubicada entre los ríos San Juan y Orito.
El Sinclinal San Pedro se localiza hacia el norte de San Pedro, en el extremo sureste de la
Plancha 449 Orito; es una estructura simétrica, de buzamientos muy suaves a
subhorizontales y horizontales en rocas del Grupo Orito.
189
4. RECURSOS GEOLÓGICOS
Los estudios geológicos en la zona de las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de
Villalobos, 430 Mocoa, 431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito, y 465 Churuyaco, en
cuanto a exploración de recursos geológicos, se han dirigido hacia las rocas calcáreas en los
alrededores de San Francisco (Plancha 430 Mocoa), los hidrocarburos de la Cuenca del
Putumayo, a depósitos de oro relacionados con las rocas plutónicas en el contacto con
unidades metamórficas, y exploraciones regionales y detalladas de depósitos de metales
básicos, principalmente cobre y molibdeno. Los primeros trabajos de exploración enfocada
al hallazgo de hidrocarburos fueron realizados por Texas Petroleum Company que perforó
entre 1948 y 1949 varios pozos sin obtener resultados importantes; en 1963 se perforó el
pozo Orito 1, cuya producción inicial estuvo en torno a los 1.400 barriles de crudo diarios,
de 37º API.
De otra parte, las principales explotaciones minerales en la zona del Departamento del
Putumayo se refieren a la extracción de oro, principalmente de depósitos aluviales, y
materiales de construcción en zonas de pequeña extensión.
Los registros históricos indican que el oro fue la primera opción en la conquista y
colonización de la Amazonía por parte de los europeos; de acuerdo con la Corporación
Autónoma Regional del Putumayo (1994), “hacia el año 1556 Francisco Pérez de Quesada
participó en la fundación de Mocoa y Endija de Los Sucumbios, con el objeto de explotar
con brazos de indios el oro y la plata de los ríos del piedemonte del Putumayo”. Es
necesario recalcar que los indígenas del piedemonte han sido desde siempre mineros del
oro.
La minería que se realiza en la zona es a través de canteras a cielo abierto, con trabajos
normalmente de tipo manual que caracterizan una minería de subsistencia; en muy pocas
ocasiones se utiliza maquinaria para aumentar el rendimiento de la explotación. Como ya se
dijo, la actividad minera más extendida es la extracción de oro, de tipo aluvial, y en menor
proporción caliza, mármol y arcillas.
190
Materiales de construcción son extraídos en diversos sectores del área y se utilizan
básicamente para consumo local; son agregados pétreos triturados generalmente en forma
manual, arenas y arcillas, estas últimas para la elaboración de tejas, ladrillo y
esporádicamente tubería.
En las diferentes secciones geológicas realizadas en las planchas 448 Monopamba y 465
Churuyaco, y que cruzaron por las rocas del Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez,
se observó mineralizaciones pequeñas de sulfuros, principalmente pirita y
subordinadamente calcopirita, como venillas y diseminaciones dentro de neises cuarzo
biotíticos, anfibolitas y cuarcitas; ejemplos de este tipo de ocurrencia se detectaron en el río
Téllez, en la carretera Puerres - Monopamba y en la quebrada La Pipalta (Plancha 448
Monopamba).
Del complejo aleluya únicamente se extrae mármol para rajón, de modo rudimentario, en la
mina El Mármol localizada en el kilómetro 101 de la vía San Francisco - Mocoa. Su
potencial no es grande debido a la falta de continuidad de sus afloramientos y a la dificultad
para su extracción. Se debe analizar el contenido de magnetita en concentraciones elevadas,
junto con otros sulfuros como pirita, calcopirita y magnetita en zonas de skarn,
acompañadas por azurita, malaquita y óxidos de hierro. Cerca al prospecto Mocoa, Ramírez
& Araque (1984) reportan la existencia de un skarn. Debido a su poca extensión, la
exploración de esta unidad es bastante difícil, pero es de inetrés por la posible presencia de
mineralizaciones de contacto.
Aunque las Lodolitas Uitoto presentan algunos niveles calcáreaos, su interés económico es
bajo, debido a lo alejado de sus afloramientos.
192
de las grandes fallas, con mayor frecuencia donde se presenta interceptación de estos
sistemas de falla.
También se encontraron zonas mineralizadas con cobre y otros metales básicos, cerca al
contacto de la Formación Saldaña con los diferentes cuerpos intrusivos expuestos en la
zona. Un ejemplo típico de esta situación es el yacimiento de cobre porfídico de Mocoa, en
donde la intrusión del Monzogranito Mocoa en las volcanitas y sedimentitas de la
Formación Saldaña originó un enriquecimiento en cobre, molibdeno y otros minerales. La
mineralización más frecuente es de pirita, calcopirita y molibdenita con cantidades menores
de esfalerita, galena y muy escasa bornita y pirrotina; otros minerales identificados fueron
magnetita, hematita, covelina, cuarzo, calcita y rutilo (Buenaventura, 1981; 1982).
Ejemplos de este tipo de mineralización, que pueden servir de guía para ampliar la
prospección, son el río Blanco (Plancha 411 La Cruz), carretera Mocoa - San Francisco, río
Ticuanayoy (Plancha 430 Mocoa) y quebrada La Cristalina (Plancha 448 Monopamba),
entre otros sitios.
193
Es frecuente encontrar venas y venillas mineralizadas con pirita y magnetita,
esporádicamente calcopirita, asociadas a fracturas, diques y pequeños cuerpos de pórfidos
dacíticos - andesíticos. Ocurrencias de este tipo fueron vistas en los ríos Guamués (Plancha
448 Monopamba) y en los río Gavilanes, Ranchería y La Chonita (Plancha 465
Churuyaco).
Sería interesante hacer pruebas de pulimento para conocer la posibilidad de utilizar las
rocas del intrusivo como piedra ornamental. Además de establecer la calidad y belleza del
lustre, sería necesario establecer zonas con bajo fracturamiento que permitan la obtención
de material en bloques.
194
4.12 FORMACIÓN VILLETA
Algunos de los niveles de arenitas y calizas de la Formación Villeta que poseen porosidad
secundaria, son rocas almacenadoras de hidrocarburos; las arcillolitas y calizas son fuente
de hidrocarburos.
En el área de la Plancha 411 La Cruz se encuentran rocas impregnadas y con fuerte olor a
hidrocarburos. En cercanías al Municipio de Santa Rosa, de la misma plancha, se explotan
algunos bancos de calizas, que son utilizadas como material de recebo en el mantenimiento
de la vía Santa Rosa - El Rosal. En el kilómetro 77 de la vía San Francisco - Mocoa
(Plancha 430 Mocoa) se extrae el material calcáreo que arrastran las corrientes de agua
para la producción de cal para uso agrícola; este material calcáreo proviene de las calizas
de la Formación Villeta y hay numerosos informes sobre el tema (Manjarrés, 1965; Mutis,
1964; 1965).
Algunos de los niveles arcillosos de las unidades Formación Rumiyaco y Grupo Orito
podrían ser usados en la fabricación de ladrillos. El espesor de estos estratos arcillosos
supera con frecuencia los 2 m y pueden segurise por varios cientos de metros.
En los municipios de La Cruz y San Pablo (Plancha 411 La Cruz) se extrae material para la
construcción, procedentes de flujos de lava andesítica y pórfidos; en general, son recebo,
triturados y rajón; el triturado se hace manualmente con macetas pequeñas. También se
presentan depósitos piroclásticos compuestos de tobas y piedra pómez de los cuales se saca
arcillas y arenas para construcción.
En el área de Las Lajas, El Chamus, Tequis y San Juan, de las planchas 448 Monopamba y
465 Churuyaco, se presentan depósitos de tobas de ceniza, compuestos por material
arcilloso de grano muy fino, laminados y pumíticos con espesor entre 30 y 40 m que son
utilizados en la fabricación de tejas y tubería; otros usos industriales deben ser investigados
de acuerdo con las características y propiedades físicas y químicas de este material
volcánico.
196
Manifestaciones de manganeso, relacionadas con depósitos volcánicos, se encuentran en
cercanías de Ipiales y del Corregimiento de La Victoria, en la Plancha 465 Churuyaco.
En la Plancha 430 Mocoa se extrae oro aluvial, especialmente de los ríos San Pedro, San
Francisco, Afán, Indiyaco, Acaé, Yarumo, Orito, Caquetá, San Miguel, Churuyaco y
Mecaya, y de las quebradas La Chorrera, San Pedro, El Salado, El Caimán, Pacayaco, La
Cristalina y Toroyaco. Situación similar ocurre en las cabeceras de los ríos Verde y
Ranchería y en las quebradas Chonta y Chontaduro, afluentes del río San Miguel, en la
Plancha 465 Churuyaco. En la Plancha 431 Piamonte se tiene noticia de la explotación de
oro aluvial, en forma artesanal y esporádica, en los ríos Caquetá, Guayuyaco y Tambor;
también se mencionan ocurrencias de oro en depósitos aluviales, terrazas altas y zonas de
inundación en el Municipio de Potosí, en la Plancha 448 Monopamba. En la Plancha 449
Orito hay explotaciones de oro aluvial, en forma artesanal y esporádica, en las veredas
Oroyaco y El Desierto de Puerto Umbría.
En las zonas de arrastre de las quebradas Carrisayaco y Saladoyaco, así como en el río
Putumayo, en los alrededores de San Francisco (Plancha 430 Mocoa), se extrae material
calcáreo para producir cal agrícola; este material proviene de la Formación Villeta. En la
Plancha 448 Monopamba se sacan gravas y arenas de los depósitos aluviales y terrazas
bajas del río Guáitara y sus tributarios que son utilizados para la obtención de triturados y
arenas para materiales de construcción.
197
5. AMENAZAS GEOLÓGICAS
Los 15.470 km² que abarcan las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430
Mocoa, 431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco están expuestos a
fenómenos geológicos e hidrológicos que en el pasado afectaron a la población, sus bienes
y la infraestructura y que, lógicamente, se repetirán en el futuro, muy probablemente con
pérdidas humanas y materiales mayores debido al incremento de la población que habita la
región, la construcción de más obras de infraestructura y la ampliación de las áreas
intervenidas.
Frente a esta situación es necesario dar a conocer a las autoridades, los planificadores, los
tomadores de decisión y a la comunidad en general, cuáles son los eventos que generan
amenaza, para delimitar lo mejor posible las áreas expuestas e informar sobre las
consecuencias que el desencadenamiento de cualquiera de estos procesos ocasiona sobre la
población, sus bienes y la infraestructura, de manera que se tomen las previsiones del caso,
especialmente en cuanto a ordenamiento territorial se refiere, y planes y programas de
preparación, prevención y mitigación en caso que el fenómeno ocurra.
Consciente de esta situación, INGEOMINAS, a la vez que entrega el mapa geológico del
área, junto con la interpretación de la historia geológica que dio origen al territorio actual,
presenta un panorama general de las amenazas geológicas e hidrológicas de este sector del
territorio colombiano.
Para este documento, el término amenaza geológica involucra los agentes y grupos de
condiciones o eventos de origen geológico e hidrológico, que tienen el potencial de causar
daño, incluidos su génesis, magnitud, intensidad y frecuencia.
198
Tabla 48. Eventos naturales que afectaron el área de las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa, 431
Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco.
Fuente: Ramírez (1975); Valencia (1998); Espinosa (2001); INGEOMINAS-C.O.R. Pasto (2002).
Emisión de piroclastos, flujo de lodo por El puente "Solarte Obando" sobre el río
Erupción volcánica Ags. 1936 Volcán Doña Juana la q. Resina con 200 m de altura. Perecen Juanambú en la carretera Pasto - La Unión -
entre 16 y 18 personas. Popayán fue arrastrado por el flujo.
Avenida torrencial 1947 Mocoa Casas afectadas Río Mulato represado
Sismo Jul. 1947 Sur del país No se reportan
Flujo de lodo y
1957-1958 (?) Mocoa Daños en casas rurales Q. Taruca
escombros
Tabla 48. Eventos naturales que afectaron el área de las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa,
431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco - Continuación.
Fuente: Ramírez (1975); Valencia(1998); Espinosa (2001); INGEOMINAS-C.O.R. Pasto (2002).
Avenida torrencial 1972-1973 (?) Mocoa 3 personas fallecieron El flujo rebasó el puente de la Ave. Colombia
Inundación 1988-1989(?) Pto. Rosario (Pto. Guzmán) Afectadas 300 has de maíz y plátano
Tabla 48. Eventos naturales que afectaron el área de las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa,
431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco - Continuación.
Fuente: Ramírez (1975); Valencia(1998); Espinosa (2001); INGEOMINAS-C.O.R. Pasto (2002).
Avenida torrencial 1989 (?) Mocoa No hubo pérdidas. Familias evacuadas Fenómeno ocurrido en el río Sangoyaco
Desbordamiento de la q. Titango o
Desbordamiento Ags. 1989 San Francisco Alto Putumayo
Tundaguachi, afectó la Vereda Alto Afán
Flujo de lodo o avenida 10 muertos. 1 casa y 2 puentes dañados Deslizamiento y represamiento del río
1991 S. Francisco - Mocoa
torrencial (El Mono y Monclart) Titango que desemboca al Mocoa
Sismo Jun. 1994 Pto. Rosario (Pto. Guzmán) La casa traqueaba. Sismo de Páez
Avenida torrencial o
Jun. 1994 San Francisco Deslizamiento que afectó la q. La Cofradía
flujo de lodo
Pto. Guzmán, Curillo, El
Vendaval Mar. 1995 Destrucción de casas
Tablón
Sismo de Tauramena. Casa de madera se
Sismo 1995 Pto. Rosario (Pto. Guzmán)
movió
Dic. 1994 a
Remoción en masa Sibundoy Dos casas dañadas. Afectados gaviones Quebrada El Cedro
May. 1995
Flujo de escombros Nov. 1995 Mocoa Represamiento q. Taruca
Avenida torrencial Mar. 1996 San José del Pepino (Mocoa) 1 muerto Fenómeno por el río Pepino
Tabla 48. Eventos naturales que afectaron el área de las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa,
431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco - Continuación.
Fuente: Ramírez (1975); Valencia(1998); Espinosa (2001); INGEOMINAS-C.O.R. Pasto (2002).
El territorio que abarca el Macizo Colombiano, parte del cual es cubierto por las planchas
411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa, 431 Piamonte, 448 Monopamba, 449
Orito y 465 Churuyaco, posee numerosos antecedentes sobre procesos de erosión y
remoción en masa de diverso tipo y características. Las condiciones naturales, unidas a la
actividad del hombre, se conjugan para que un agente detonante, que puede ser un sismo o
lluvias, genere el o los procesos de remoción en masa.
Al igual que lo reportado por Ojeda et al. (2000) para la zona sur del Departamento del
Cauca que cubre el Macizo Colombiano, en el área se observó diverso tipo de procesos de
remoción en masa, como son deslizamientos rotacionales en suelo y traslacionales de suelo
y roca, flujos de escombros y de suelo, y caídas de roca, entre otros, así como diversas
formas de erosión de origen natural y antrópico.
206
La remoción en masa amenaza represar las corrientes y generar flujos de escombros
(avalanchas) que afectarían las poblaciones y el valle mismo, adicionalmente ocasionarían
inundaciones. El análisis realizado por Sandoval et al. (2001) muestra para cada población
del valle de Sibundoy un mapa con las áreas expuestas e indica las medidas de prevención
y mitigación que deben adelantarse para disminuir las posibles pérdidas.
La carretera San Francisco - Mocoa (Plancha 430 Mocoa) es una de las vías principales de
comunicación entre el suroccidente del país, y el medio y bajo Putumayo; a pesar de su
importancia para la región, no ofrece la seguridad adecuada debido esencialmente a que
atraviesa una zona de altas pendientes topográficas en donde son frecuentes los procesos de
remoción en masa (Tabla 48), que han ocasionado numerosos muertos y pérdidas
incalculables, además que el tránsito se suspende por varios días. Las demás vías que
recorren la zona montañosa tienen problemas semejantes, aun más graves por la carencia de
obras de arte y la carencia de mantenimiento.
207
5.2 SISMOS
Dos sismos que sí causaron daños graves y pérdidas no calculadas en vidas y bienes
ocurrieron en enero de 1834 y agosto de 1935. El primero estuvo acompañado, muy
probablemente, por una erupción del volcán Sibundoy y generó gran destrucción en el valle
de Sibundoy. El de 1935 tuvo magnitud Ms 6,3 y epicentro en el área departamental de
Nariño, ocasionó daños en edificaciones, entre otras, de las siguientes poblaciones del área
y zonas vecinas: Córdoba, Cortadero, Gualmatán, Yacuanquer, Tangua y Funes.
Si se analiza que los tres grandes sistemas de fallas que atraviesan el área, descritos en el
capítulo sobre Tectónica, tienen rasgos claros de actividad neotectónica y son considerados
como fuentes sismogénicas importantes en el sur del país, se puede decir que la zona tiene
una alta actividad sísmica y, por tanto, el grado de amenaza es también elevado. A esta
conclusión ya había llegado el análisis de AIS et al. (1998) que consideraron la zona como
de riesgo sísmico intermedio a alto, con predominio de las zonas de riesgo alto.
208
Tabla 49. Sismos históricos con epicentro en un radio de 300 km alrededor de un
punto con latitud 0º58'54"N y longitud 76º48'41"W (confluencia de los ríos Blanco y
Putumayo, límite entre las Planchas 430 Mocoa y 449 Orito).
Fuente: www.ingeominas.gov.co (septiembre 20 de 2002).
Magnitud Intensidad
Año Mes Día Tiempo Longitud Latitud Epicentro
MS MM
1587 Agosto 31 00:30:00 -78,4 0 6,3 8 Ecuador
1627 Junio 26 00:00:00 -78,5 -0,22 5,7 7 Ecuador
1655 Diciembre 15 00:00:00 -78,5 -0,22 5 6 Ecuador
1656 Enero 1 00:00:00 -78,5 -0,22 5 6 Ecuador
1660 Octubre 27 00:00:00 -78,59 -0,19 5,7 7 Ecuador
1661 Enero 1 00:00:00 -78,4 -0,54 5 6 Ecuador
1668 Agosto 10 00:00:00 -78,2 0,3 5 6 Ecuador
1687 Noviembre 22 00:00:00 -78,25 -1,1 6,3 8 Ecuador
1698 Junio 20 00:00:00 -78,25 -1,45 7,7 10 Ecuador
1698 Junio 28 00:00:00 -78,25 -1,45 5,7 7 Ecuador
1736 Febrero 2 14:00:00 -76,5 2,5 6,3 8 Cauca
1736 Diciembre 6 00:00:00 -78,8 -0,78 6,3 8 Ecuador
1751 Abril 25 00:00:00 -76,5 2,5 5,7 7 Cauca
1755 Abril 28 00:00:00 -78,48 -0,21 6,3 8 Ecuador
1757 Febrero 22 00:00:00 -78,61 -0,93 7 9 Ecuador
1816 Noviembre 29 02:00:00 -75,4 3 4,5 7 Huila
1817 Septiembre 18 00:00:00 -76,5 2,5 5,7 7 Cauca
1820 Julio 8 00:00:00 -76,5 3 4,5 7 Cauca
1827 Noviembre 16 23:45:00 -75,9 1,9 7,7 10 Huila
1827 Noviembre 16 23:45:00 -75,9 1,9 7,7 10 Huila
1834 Enero 22 00:00:00 -76,9 1,3 5 6 Putumayo
1834 Marzo 1 13:02:00 -77,1 1,4 5 6 Nariño
1840 Septiembre 18 22:30:00 -78,8 1,8 5 6 Nariño
1854 Diciembre 23 00:00:00 -78,1 0,36 5 6 Ecuador
1859 Marzo 22 00:30:00 -78,5 0 6,3 8 Ecuador
1868 Mayo 17 00:00:00 -78,54 -1,16 5,7 7 Ecuador
1868 Agosto 15 20:00:00 -77,7 0,8 7 9
1868 Agosto 15 00:30:00 -78 0,6 6,3 8 Ecuador
1868 Agosto 16 00:40:00 -78,18 0,31 7,7 10 Ecuador
1878 Octubre 4 12:30:00 -76,5 2,5 5 7 Cauca
1885 Mayo 25 20:05:00 -76,5 2,5 6,3 8 Cauca
1893 Septiembre 11 00:00:00 -76,6 2,5 5,7 7 Cauca
1895 Mayo 1 08:00:00 -75,9 2 5 6 Huila
1906 Septiembre 10 00:30:00 -78,6 -0,9 5 6 Ecuador
1914 Mayo 31 00:27:50 -78,48 -0,5 6,3 8 Ecuador
Tabla 49. Continuación.
Magnitud Intensidad
Año Mes Día Tiempo Longitud Latitud Epicentro
MS MM
1914 Diciembre 13 00:30:00 -78,7 -0,9 5,7 7 Ecuador
1915 Agosto 22 00:13:16 -78,7 0,1 5 6 Ecuador
1915 Agosto 22 00:18:16 -78,7 0,1 5 6 Ecuador
1922 Abril 6 00:36:00 -78,6 -0,2 5 6 Ecuador
1923 Febrero 5 00:22:00 -78,6 -0,5 6,3 8 Ecuador
1923 Diciembre 14 10:31:18 -77,81 1,02 6,3 8 Nariño
1924 Enero 13 03:00:00 -77,78 0,92 7 9 Nariño
1926 Noviembre 3 00:00:00 -78,6 -0,8 5 6 Ecuador
1928 Julio 18 00:45:00 -78 -1 5,7 7 Ecuador
1929 Julio 25 00:39:12 -78,55 -0,4 6,3 8 Ecuador
1929 Julio 25 00:45:00 -78,53 -0,41 6,3 8 Ecuador
1929 Agosto 4 00:45:00 -78,55 -0,4 5 6 Ecuador
1930 Noviembre 24 00:06:48 -77 -2 6,3 0 Ecuador
1931 Julio 16 00:26:12 -78,7 -0,9 5,7 7 Ecuador
1931 Agosto 21 00:35:00 -77,8 -0,9 5 6 Ecuador
1933 Febrero 10 22:00:50 -77,5 1,2 5,7 7 Nariño
1933 Mayo 18 00:28:35 -78,5 0,5 5,6 0 Ecuador
1934 Diciembre 13 00:12:00 -78,4 0,1 5 6 Ecuador
1935 Agosto 7 09:02:18 -77,64 1,09 6,3 8 Nariño
1936 Enero 6 00:00:00 -77,6 1,1 5 6 Nariño
1936 Enero 10 04:30:00 -77,6 1,1 5,7 7 Nariño
1936 Julio 15 23:00:00 -77,6 1,1 6,3 8 Nariño
1936 Julio 17 17:29:11 -77 1,5 4 7 Nariño
1936 Julio 19 02:36:54 -77,3 1 5 6 Nariño
1936 Diciembre 16 16:15:00 -77,6 1,1 5,7 7 Nariño
1937 Mayo 21 13:12:25 -77,5 2,5 6,5 8 Cauca
1937 Julio 19 00:35:24 -76,5 -1,5 7,1 0 Ecuador
1938 Agosto 10 00:02:06 -78,42 -0,31 7,2 9 Ecuador
1940 Octubre 23 00:23:15 -76 -2 6 0 Ecuador
1944 Mayo 9 14:29:57 -75,5 2,5 6 7 Huila
1945 Julio 9 16:42:08 -76,5 2,5 6,5 7 Cauca
1946 Marzo 29 07:17:28 -76,3 2,3 5,7 7 Huila
1947 Julio 14 07:01:00 -77,29 1,38 7 9 Nariño
1947 Julio 14 12:45:00 -77 1,4 4,5 6 Nariño
1947 Julio 14 15:00:00 -77 1,4 4,5 6 Nariño
Tabla 49. Continuación.
Magnitud Intensidad
Año Mes Día Tiempo Longitud Latitud Epicentro
MS MM
1949 Agosto 11 00:13:10 -78 -1 5 6 Ecuador
1953 Diciembre 23 04:45:23 -77 1 6 8 Putumayo
1955 Abril 25 08:25:21 -75,5 2 4,5 6 Caquetá
1955 Mayo 11 00:04:01 -77,8 -0,2 6,8 8 Ecuador
1955 Julio 20 00:00:42 -78,35 0,35 6 8 Ecuador
1957 Enero 15 00:09:15 -76,5 -2 6 0 Ecuador
1957 Abril 25 00:17:55 -78,75 -0,75 5,2 0 Ecuador
1958 Enero 24 00:50:00 -78,61 -0,93 5 6 Ecuador
1958 Septiembre 22 00:32:54 -77 -1,5 5,2 0 Ecuador
1959 Enero 26 00:46:51 -77 -1 6,6 0 Ecuador
1959 Julio 23 03:48:12 -76,2 2,7 4,5 6 Cauca
1962 Junio 14 00:18:06 -76,9 -1,9 6,4 0 Ecuador
1962 Septiembre 12 00:10:00 -78,59 -1,04 5,6 7 Ecuador
1962 Noviembre 16 00:39:08 -78,6 -1 6,8 8 Ecuador
1964 Agosto 27 21:46:42 -78,34 1,47 3,7 6 Nariño
1967 Febrero 27 02:06:45 -75,1 2,79 4,3 6 Huila
1971 Mayo 17 00:04:07 -77,69 -1,59 6,5 0 Ecuador
1972 Noviembre 22 10:45:01 -75,4 2,35 4,3 8 Huila
1973 Diciembre 10 00:28:13 -77,71 -1,39 5 0 Ecuador
1976 Octubre 6 00:12:39 -78,75 -0,76 5,6 8 Ecuador
1976 Noviembre 29 00:20:05 -78,6 -0,53 5 7 Ecuador
1977 Febrero 12 11:44:26 -75,58 1,73 3,9 6 Caquetá
1980 Octubre 8 00:01:35 -77,67 -1,4 5 0 Ecuador
1982 Noviembre 18 00:57:52 -76,7 -1,72 6,2 0 Ecuador
1983 Marzo 31 13:12:53 -76,69 2,46 5 9 Cauca
1985 Abril 10 20:15:37 -77,02 1,56 5 0 Nariño
1987 Marzo 6 00:10:42 -77,8 0,12 6,8 9 Ecuador
1987 Marzo 6 00:54:49 -77,6 0,07 6,1 6 Ecuador
1987 Marzo 6 00:14:49 -77,92 0,05 5,4 0 Ecuador
1987 Marzo 6 00:17:30 -77,6 -0,2 5,2 0 Ecuador
1987 Septiembre 22 00:43:37 -78,05 -0,99 6,2 7 Ecuador
1987 Diciembre 18 00:01:24 -77,8 -1,38 5 0 Ecuador
1990 Agosto 11 00:59:57 -78,52 -0,15 4,4 7 Ecuador
1991 Febrero 17 00:37:36 -78,49 0,85 6,4 0 Ecuador
1992 Diciembre 26 00:57:39 -78,06 -1,01 5,4 0 Ecuador
1994 Junio 6 20:47:40 -76,08 2,86 6,6 8 Cauca
1995 Enero 7 00:13:28 -78,01 -1,57 5 0 Ecuador
1995 Abril 14 00:13:00 -77,51 -1,84 5,2 0 Ecuador
CONVENCIONES
INGEOMINAS
Figura 12
CONVENCIONES
Epicentro de sismos instrumentales
INGEOMINAS
Figura 13
De acuerdo con el catálogo de fallas activas de Colombia (Osorio et al., 2000), por lo
menos dos de las fallas geológicas que cruzan por el área son consideradas como activas
con sismos asociados, como es el caso de las fallas Rosas - Julumito, correlacionable con
alguna de las fallas del flanco occidental de la Cordillera Central descritas en este trabajo, y
Sibundoy con los sismos de marzo de 1983 y enero de 1834, respectivamente.
El Estudio General de Amenaza Sísmica de Colombia (AIS et al., 1998) indica para el área
amenaza sísmica desde intermedia, en el piedemonte entre la cordillera y la llanura
amazónica hasta alta en la zona montañosa (Figura 14). La amenaza alta corresponde a
zonas en donde hay una probabilidad mayor del 10% de que sucedan sismos que provoquen
una aceleración a nivel de rocas mayor de 0,25g.
Las cabeceras municipales presentes en el área, de acuerdo con el estudio de AIS et al.,
1998), tendrían la aceleración pico efectiva (Aa), mostrada en la Tabla 50.
Este factor hace necesaria la elaboración de estudios de microzonificación sísmica para los
planes y esquemas de ordenamiento territorial, pero también la preparación de planes de
emergencia y contingencia frente a sismos, labores que deben ser emprendidas por las
autoridades departamentales y municipales, a través de los comités regionales y locales de
emergencia y las corporaciones autónomas regionales que tienen influencia en la zona,
como son CORPOAMAZONÍA, CORPONARIÑO, CAM, CRC, entre otras.
En tiempos históricos la zona ha sido escenario de por lo menos tres erupciones volcánicas
de importancia, y durante el reconocimiento geológico se reconocieron los depósitos
dejados por ellas. Las de mayor tamaño están asociadas al volcán Doña Juana, ubicado en
la cima de la Cordillera Central, mientras que la tercera ya fue mencionada y se asocia con
el volcán Sibundoy en el valle del mismo nombre.
214
CONVENCIONES
Amenaza Baja
Amenaza Intermedia
Amenaza Alta
INGEOMINAS
Figura 14
Tabla 50. Aceleración pico efectiva (Aa) para cabeceras municipales ubicadas dentro
o muy cerca del área cubierta por las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de
Villalobos, 430 Mocoa, 431 Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco.
(Fuente: AIS et al., 1998).
Las narraciones históricas (Ramírez, 1975; Espinosa, 2001) refieren que entre 1897 y 1899,
tal vez incluya los inicios del Siglo XX, el volcán Doña Juana, de 4.250 m de elevación,
estuvo en actividad eruptiva y que en este lapso tuvo varios eventos explosivos, uno en
noviembre de 1897 y al menos dos importantes el 20 de abril y el 13 de noviembre de 1899.
Particularmente, el de noviembre de 1899 fue de tal magnitud, que es considerado como la
fase paroxismal de este ciclo eruptivo, que al parecer estuvo relacionado con el crecimiento
de un domo. La erupción del 20 de abril ocasionó el fallecimiento de 30 personas, más de
200 reses entre muertas y lesionadas, los campos cultivados, potreros y bosques arrasados
216
por la cubierta de ceniza y bloques. En el evento de noviembre perecieron entre 50 y 60
personas, numerosos semovientes y pérdidas materiales incalculables; las cenizas llegaron
hasta Buga al noroccidente e Inzá al noreste. Durante las dos erupciones se desarrollaron
flujos de escombros por la quebrada La Resina que en el mes de noviembre destruyó el
puente sobre el río Juanambú; también se menciona la presencia de crecientes del río
Mayo, especialmente en abril. La población afectada fue La Mesa o Las Mesas, en la
Plancha 411 La Cruz.
Otra erupción del Doña Juana es reportada por Espinosa (2001) en agosto de 1936 que
generó un lahar que descendió por la quebrada La Resina hasta el río Juanambú, el cual se
represó, y destruyó el puente “Solarte Obando” en la carretera Pasto - La Unión - Popayán,
que era la única vía de comunicación entre el centro y el sur del país, por lo que el
Departamento de Nariño permaneció incomunicado por vía terrestre con el interior del país
por más de 30 días. Este fenómeno había sido relacionado por Ramírez (1975) con un
deslizamiento generado por el sismo de julio de 1936 que destruyó la población de
Túquerres.
La posible erupción del volcán Sibundoy, ubicado en la Plancha 430 Mocoa, ocurrida en
enero de 1934, ha sido relacionada con un evento sísmico que ocasionó inmensos daños en
el área circundante. Sin embargo, las descripciones hechas por Rodríguez (1959) y Ramírez
(1975) con base en recopilaciones orales y escritas hablan claramente de una erupción
volcánica con emisión de un flujo de lava y abundante material piroclástico de flujo y
caída. Los depósitos de esta erupción se observan claramente en la Vereda La Cruz, al
suroeste de la cabecera municipal de Santiago (Plancha 430 Mocoa).
Además de estos dos centros volcánicos, hay numerosos otros volcanes, algunos
plenamente identificados como Las Ánimas, Petacas, Tajumbina, Bordoncillo, Patascoy y
otros que se insinúan por rasgos morfológicos e imágenes remotas (de satélite y fotografías
aéreas). Estos aparatos volcánicos tuvieron actividad en tiempos prehistóricos y sus
productos cubren la zona, sin que se haya podido hacer diferenciaciones.
Con esta información se puede decir que la zona occidental del área puede resultar
afectada, en el futuro, por erupciones de cualquiera de estos volcanes y que, por lo tanto, se
requiere identificar los volcanes activos y potencialmente activos, reconstruir su historia
eruptiva y elaborar los mapas de amenaza volcánica. Esta información debe ser incorporada
en los planes y esquemas de ordenamiento territorial, para iniciar la elaboración de planes
de contingencia y emergencia para cada volcán en particular.
INGEOMINAS tiene organizada su producción por Coberturas o Modelos (Figura 1), con
el objetivo de llegar a obtener, finalmente, la cobertura del POTENCIAL DE USO DEL
SUBSUELO, que integra las coberturas del MODELO DE LOS RECURSOS DEL
SUBSUELO y MODELO DE AMENAZAS GEOLÓGICAS Y ANTRÓPICAS SOBRE
EL TERRITORIO. Esta información, como es obvio, es absolutamente indispensable para
tener un Ordenamiento y Planificación Territorial integrales, y se constituye en uno de los
propósitos esenciales de toda la labor Institucional.
1.1 ANTECEDENTES
Es política del Instituto desarrollar Planes Estratégicos que reflejen las grandes metas, los
recursos y los productos que los diferentes proyectos llevarán a cabo a corto y mediano
plazo. Esta herramienta permitió desde 1994 dar claridad sobre los alcances de los
proyectos, cuantificar los recursos físicos, económicos y tecnológicos que se requerirían
para llevar a cabo los objetivos propuestos e iniciar actividades tendientes a asegurar la
continuidad de estos recursos en tiempos prudentes para su ejecución. Es así como a partir
de este ejercicio, la Dirección General plantea al Gobierno Nacional la necesidad de apoyar
el Plan de Exploración Básica con recursos del Fondo Nacional de Regalías.
5.4 INUNDACIONES
Las corrientes de agua que drenan el área tienen régimen torrencial y en épocas invernales
son el canal para el tránsito de diverso tipo de flujos torrenciales, que generan obstrucción
de vías, avería de puentes, daños en bocatomas de acueducto, destrucción de cultivos y
derrumbe de viviendas y otras obras de infraestructura. Adicionalmente, en las zonas bajas
provocan inundaciones que afectan cultivos, potreros y zonas habitadas. El recuento de la
Tabla 48, muestra sólo algunos de los múltiples eventos ocurridos en la zona,
especialmente en los últimos años e indica que los ríos Caquetá, Putumayo, Mocoa,
Mulato, Pepino, Guamués y Orito, así como las quebradas Taruca y Sangoyaco, en el
piedemonte amazónico, han sido los más afectados por estos fenómeno y que las
poblaciones de Mocoa, Puerto Guzmán y Orito han sufrido los rigores de estos fenómenos,
pero mucho más las comunidades rurales.
El valle de Sibundoy, de otra parte, en períodos de fuertes lluvias sufre inundaciones que
afectan los cultivos y las comunidades asentadas en esta región.
218
6. EVOLUCIÓN GEOLÓGICA
El área cubierta por las planchas 411 La Cruz, 412 San Juan de Villalobos, 430 Mocoa, 431
Piamonte, 448 Monopamba, 449 Orito y 465 Churuyaco, en parte de los departamentos de
Cauca, Caquetá, Huila, Nariño y Putumayo, al suroccidente del país, es una región muy
compleja desde el punto de vista geológico, tanto en la parte tectónica como en los aspectos
estratigráficos. Como se expuso en el capítulo de Estratigrafía allí afloran rocas del
Precámbrico hasta depósitos del Cuaternario que conforman una morfología muy irregular,
dominada por grandes sistemas de fallas de dirección NE-SW predominante. Explicar la
historia geológica de esta zona del territorio colombiano, con la información geológica
colectada durante la fase de campo y el análisis de la información tanto cartográfica como
documental revisada, es muy aventurado, por lo que con los datos disponibles se intentará
dar un esbozo de la evolución geológica a través de los períodos geológicos. En la Figura 9
se muestra un esquema tectonoestratigráfico del área.
El Precámbrico está representado por las rocas metamórficas agrupadas en las unidades
litoestratigráficas conocidas como Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez, Complejo
Garzón y Granito - Granofels El Recreo, expuestas la primera en la Cordillera Central y las
dos últimas en el extremo sur de la Cordillera Oriental, que es la culminación del llamado
Macizo de Garzón.
Autores como Gansser (1973), Irving (1975) y Estrada (1972) consideran al Macizo de
Garzón como parte del Escudo de Guayana, que se extendería hasta el piedemonte oriental
de la Cordillera Central, en donde algunos bloques fueron involucrados durante la Orogenia
Andina.
219
dataciones isotópicas. Cediel & Cáceres (2000, en Cediel et al., 2002) denominan este
evento como Orogenia Orinoco, ocurrida hace 1.200 Ma.
Cediel et al. (2002) consideran que durante el Paleozoico temprano la margen oeste del
Escudo de Guayana descendió y permitió la acumulación de secuencias marinas y
sedimentos epicontinentales. Estas secuencias podrían estar representadas, en el área, por
las Lodolitas y Calizas Granadillo, las Lodolitas Uitoto y la Formación Chingual. No se
descarta que estas unidades sedimentarias a metasedimentarias pudieran haberse
acumulado en el Paleozoico tardío, cuando, según Velandia et al. (2001b), en el área del
Departamento del Huila se presentaron condiciones de tranquilidad en un mar somero que
para Forero (1990) es transgresivo sobre el relieve preexistente; Toussaint (1993) está de
acuerdo con la transgresión marina del Paleozoico tardío, cuando la Orogenia Hercínica
ocasionó el retiro del mar antes del Triásico.
220
Los cuerpos intrusivos asociados al volcanismo Saldaña son, en concepto de Jaramillo et al.
(1980), originados a partir de las mismas cámaras magmáticas de los volcanes del Triásico
- Jurásico.
Como lo sugieren Velandia et al. (2001b), es posible que esta región haya sido afectada por
la tectónica distensiva que según algunos estudios geotectónicos caracterizó el inicio del
fracturamiento de Pangea, conformación de los nuevos continentes y la expansión de la
corteza en el área del Caribe durante el Jurásico y comienzos del Cretácico. Estos modelos
están sustentados por autores como Veevers (1994), Coney & Evenchick (1994), Ross &
Scotese (1988) y Meschede & Frisch (1996).
En cualquier caso, faltan datos geoquímicos y geofísicos que ayuden a entender, como lo
dicen Cediel et al. (2002), el ambiente tectónico de los intrusivos y volcanitas
calcoalcalinas del Triásico - Jurásico, en el territorio colombiano; es posible que se
mezclen tanto ambientes de rift como de arco volcánico asociado a zona de subducción.
El magmatismo, seguido por un proceso fuerte de erosión, pudo persistir hasta comienzos
del Cretácico cuando, de acuerdo con Etayo et al. (1969), tuvo lugar una ingresión marina
desde el norte; las unidades sedimentarias cretácicas expuestas en la Cuenca del Putumayo
muestran que estas condiciones se establecieron sólo a fines del Cretácico temprano
(Formación Caballos); a comienzos del Cretácico tardío se alcanzó un ambiente de
plataforma somera con condiciones reductoras, lo que permitió la acumulación de
sedimentos finos (Formación Villeta). La transición entre las condiciones de avance del
mar y su fase de retroceso también se marca en las rocas aflorantes en la región, lo mismo
que las características de la regresión marina a finales del Cretácico tardío (Formación
Rumiyaco).
221
en el sector donde las cordilleras Central y Oriental inician su individualización, que
corresponde al área de Villagarzón (Plancha 430 Mocoa).
A partir del Mioceno las cuencas del Putumayo y la llanura amazónica, en el área, se
independizan, lo que puede estar relacionado con el continuo levantamiento de la
Cordillera Central y el comienzo de la exposición del Macizo de Garzón en la proto
Cordillera Oriental (Butler, 1983). Van der Wiel (1991) considera que en el Valle Superior
del Magdalena la Formación Gigante empezó a depositarse en el Mioceno tardío y que el
depósito de esta unidad estuvo restringido a una cuenca limitada por la Cordillera Central y
una joven Cordillera Oriental, que separa el valle del Magdalena de la cuenca de Los
Llanos y la Cuenca del Putumayo. El levantamiento de la Cordillera Oriental estuvo
acompañado por plegamiento fuerte y fallamiento de bajo ángulo en las secuencias del
Paleógeno y Neógeno.
Coney & Evenchick (1994) se refieren a la Orogenia de Los Andes como resultado del
cabalgamiento de antepaís que avanzó hacia el oriente desde Perú a Ecuador y Colombia.
Noblet et al. (1996) también lo describen como la migración del sistema de cabalgamiento
subandino hacia el oriente, el cual comienza durante el Mesozoico y continuaría
progresivamente durante el Cenozoico y Cuaternario. Los mismos autores mencionan que
mientras Los Andes Centrales se caracterizaban por períodos compresivos y distensivos
alternos, en Los Andes del Norte el régimen tectónico era principalmente compresivo y, al
menos durante los últimos dos millones de años, con movimientos de rumbo (transpresivo).
222
El Sistema de Fallas Algeciras podría representar un gran frente de cabalgamiento (fallas
del frente o piedemonte) con despegue profundo, a partir del cual se da la transpresión; este
sería un modelo que algunos llaman “Orógeno Flotante”; también se puede tratar de una
gran “Estructura en Flor”, muy regional, donde la falla principal sería el Sistema de Fallas
Algeciras, a la que se asociarían, en profundidad, las del piedemonte al E y las de La
Victoria - Colón al W. Aún queda mucha investigación para decidirse por alguna de ellas.
Lo que sí parece ser claro es que en algún momento hubo un cambio hacia una partición de
esfuerzos que dio lugar a movimiento de rumbo fuerte. Se formó el Sistema de Fallas
Algeciras, que en su avance progresivo fue involucrando fallas relacionadas con el
levantamiento de la Cordillera Central, como las de Colón, Afiladores y Chingual, las
cuales parecen mostrar que la componente vertical también ha estado involucrada, aunque
también podría ser que esa componente sólo corresponde a los cabalgamientos y
retrocabalgamientos de la Cordillera Central; en cualquier caso se conforman lentes en
superficie, los cuales en sección son estructuras en flor asociadas al trazo principal,
positivas (lomos de presión) al sur, y negativas (cuencas de tracción) como en Sibundoy y
San Juan de Villalobos.
El volcán Doña Juana y algunos otros del sector son clasificados como volcanes activos por
Méndez (1989) y su actividad futura podría afectar la parte occidental del área. La
actividad neotectónica de algunas fallas, especialmente de carácter rumbo deslizante
dextral como la Falla Algeciras, podría generar sismos de magnitud importante que
afectaría la zona. Estos dos hechos ponen de manifiesto que el régimen tectónico se
mantiene activo y estaría relacionado con la subducción de la Placa Nazca bajo la de
Suramérica, a una tasa de entre 54 y 70 mm/año (Velandia et al., 2001b).
223
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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237
ANEXO
FOTOGRAFICO
Grupo Orito
Fm. Pepino
Complejo Garzón
Fotografía 1. Panorámica que muestra en primer plano la morfología, moderadamente suave, de las rocas del Complejo
Garzón, en contacto fallado con los conglomerados de la Formación Pepino. Al fondo el relieve suave característico de las
rocas del Grupo Orito y depósitos aluviales del Cuaternario. Vista hacia el piedemonte amazónico en la Plancha 431 Piamonte.
Fotografía 2. Afloramiento de neises anfibólicos con Fotografía 3. Afloramiento de neis cuarzofeldespático
vena de cuarzo y plagioclasa. Complejo Garzón, río y neis anfibólico del Complejo Garzón, en el río
Chiquito, Plancha 412 San Juan de Villalobos. Chiquito, Plancha 412 San Juan de Villalobos.
Fotografía 4. Neises cuarzofeldespáticos del Fotografía 5. Neises cuarzofeldespáticos con
Complejo Garzón en el río Chiquito, Plancha 412 San estructura augen del Complejo Garzón en el río
Juan de Villalobos. Chiquito, Plancha 412 San Juan de Villalobos.
Formación Pepino
Grupo Orito
Fotografía 6. Estructura bandeada en neises del Fotografía 7. Estructura migmatítica en rocas del
Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez. Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez en la
Quebrada Pipalta, Plancha 448 Monopamba. quebrada Pipalta, Plancha 448 Monopamba.
Formación Pepino
Grupo Orito
Grupo Orito
Fotografía 10. Neis augen cuarzofeldespático del Fotografía 11. Estructura bandeada en afloramiento
Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez, Plancha de neises cuarzofeldespático y anfibólicos del
465 Churuyaco. Complejo Migmatítico La Cocha - Río Téllez. Río
Chingual, Plancha 465 Churuyaco.
Formación Pepino
Grupo Orito
Grupo Orito
Grupo Orito
Grupo Orito
Formación Saldaña
Grupo Orito
Fotografía 51. Afloramiento de la Formación Rumiyaco en el río Guamuéz (Plancha 448 Monopamba). Se trata de
intercalaciones e interlaminaciones de limolita gris y roja moteada con lentes de limolita. La estratificación es en capas
gruesas a muy gruesas, tabulares y lenticulares; también se presenta estratificación ondulada paralela, no paralela y maciza.
Fotografía 52. Portal del río Fragua, en la Plancha Fotografía 53. Diaclasamiento columnar de los
431 Piamonte, conformado por conglomerados del Basaltos Sabaleta, en el río Sabaleta (Pancha 431
Miembro Inferior de la Formación Pepino. Piamonte).
Formación Pepino
Formación Pepino
Formación Pepino
Grupo Orito
Grupo Orito
Grupo Orito
Fotografía 54. Diferencias en la morfología dada por Fotografía 55. Relieve bajo del Grupo Orito y al
la Formación Pepino y el Grupo Orito; el contacto es fondo morfología fuerte de la Formación Pepino.
fallado. Región del río Fragüita (Plancha 431 Alrededores del río Yuruyaco, Plancha 431 Piamonte.
Piamonte).
Formación Pepino
Grupo Orito
Fotografía 56. Dique andesítico de color verde y 2,3 Fotografía 57. Detalle del dique porfirítico de
m de espesor que corta arcillolitas rojas del Grupo composición andesítica. Río Ranchería (Plancha 465
Orito. Río Ranchería (Plancha 465 Churuyaco). Churuyaco).
Fotografía 58. Cerro El Púlpito (Plancha 411 La
Cruz), constituido por andesitas - dacitas porfiríticas
que intruyen los Esquistos Buesaco y la Formación Fotografía 59. Afloramiento de flujos de lodo y
Esmita. flujos piroclásticos del río Mayo en la carretera
La Cruz - San Pablo (Plancha 411 La Cruz).
Fotografía 60. Panorámica del valle del río Tajumbina en donde se aprecia el
relleno de depósitos de flujos de lodo y flujos piroclásticos. Plancha 411 La
Cruz.
Fotografía 61. Páramo del volcán Doña Juana. Plancha 411 La Cruz.
Formación Pepino
Grupo Orito
Grupo Orito
Grupo Orito
Fotografía 71. Aspectos de la zona aledaña al pozo Ranchería 1. Se observa el deterioro ambiental. Río Ranchería
(Plancha 465 Churuyaco).