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YANNI YAZID MORENO PERTUZ

GRADO 6°-1

MITO KOGUI DE LA CREACIÓN DEL MUNDO

Los Kogi es un grupo étnico amerindio Colombiano, con creencias antiguas, aunque algunos de
estos grupos han estado aislados por generaciones, actualmente se están incorporando poco a
poco a la civilización.
Sus creencias sobre el origen de la creación se ha recopilado en las diferentes tribus y se muestra
aquí según el relato común entre ellas, también cabe señalar que existen otras versiones e
historias tangentes, que no se ha incluido por ser conocidos solo por pequeños grupos y no en
general. Aquí se muestra como han sido narrados estos relatos, disculpen si no es claro en
algunas partes pero han tenido que editarse para poder ser apreciado por todas las edades.

Capítulo I
“Primero estaba el mar. Todo estaba oscuro. No había sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas.
Sólo el mar estaba en todas partes. El mar era la madre. Ella era agua y agua por todas partes y
ella era río, laguna, quebrada y mar y así ella estaba en todas partes. Así, primero sólo estaba La
Madre. Se llamaba Gaulchováng [1].

La madre no era gente, ni nada, ni cosa alguna. Ella era alúna. Ella era espíritu de lo que iba a
venir y ella era pensamiento y memoria. Así la Madre existió sólo en alúna, en el mundo más abajo,
en la última profundidad, sola.

Entonces cuando existió así la Madre, se formaron arriba las tierras, los mundos, hasta arriba
donde está hoy nuestro mundo. Eran nueve mundos y se formaron así: primero estaba la Madre y
el agua y la noche. No había amanecido aún. La Madre se llamaba entonces Se-ne-nuláng;
también existía un Padre que se llamaba Katakéne-ne-nuláng. Ellos tenían un hijo que se llamaba
Búnkua-sé. Pero ellos no eran gente, ni nada, ni cosa alguna. Ellos eran alúna. Eran espíritu y
pensamiento. Eso fue el primer puesto y el primer estante [2].

Entonces se formó otro mundo más arriba; el segundo mundo. Entonces existía un Padre que era
tigre. Pero no era tigre como animal, sino era tigre en alúna.

Entonces se formó otro mundo más arriba, el tercer mundo. Ya empezó a haber gente. Pero no
tenían huesos, ni fuerza. Eran como gusanos y lombrices. Nacieron de la Madre.

Entonces se formó el cuarto mundo. Su Madre se llamaba Sáyagaueya-yumang y había otra


Madre que se llamaba Disi-se-yun-taná y había un Padre que se llamaba Sai-taná. Este Padre fue
el primero que sabía ya cómo iba a ser la gente de nuestro mundo y fue el primero que sabía que
iban a tener cuerpo, piernas, brazos y cabezas. Con él estaba la Madre Auine-nuláng.

Entonces se formó otro mundo y en este mundo estaba la Madre Enkuáne-ne-nuláng. Entonces no
había casas todavía pero ahora se formó la primera casa, no con palos ni bejucos y paja, sino en
alúna, en el espíritu, no más. Entonces ya existía Kashindúkua, Noána-sé y Námaku. Entonces ya
había gente pero aún le faltaban las orejas, los ojos y las narices. Sólo tenían pies. Entonces la
Madre mandó que hablaran. Fue la primera vez que gente habló pero como no tenían lenguaje
todavía, iban y decían: sai-sai-sai, (“noche-noche-noche”). Ya había cinco mundos.

Entonces se formó el sexto mundo, el sexto puesto. Su Madre era Bunkuáne-ne-nuláng; su Padre
era Sai-chaká. Ellos ya iban formando un cuerpo entero con brazos, pies y cabeza. Entonces
empezó a nacer los Dueños del Mundo. Eran primero dos: el Búnkua-sé Azul y el Búnkua-sé
Negro. Sé dividió el mundo en dos partes, en dos lados: el Azul y el Negro, y en cada uno había
nueve Búnkua-sé. Los del Lado Izquierdo eran todos azules y los del Lado Derecho eran todos
negros.

Entonces se formó el séptimo mundo y su Madre era Ahún-yiká. Entonces el cuerpo aún no tenía
sangre pero ahora empezó a formarse sangre. Nacieron más gusanos, sin huesos y sin fuerza. Ya
vivió todo lo que iba a vivir luego en nuestro mundo.

Entonces se formó el octavo mundo y su Madre se llamaba Ken-yajé. Su Padre era Ahuínakatana.
Entonces nacieron los Padres y dueños del Mundo. Eran treinta seis Padres y Dueños del Mundo;
eran cuatro veces nueve Padres y Dueños del Mundo. Así nacieron: Seihukúkui, Seyánkua,
Sintána, Kimáku, Kuncha-vitauéya, Aldauhuíku, Akíndue, Jantána y Duesángui. Ellos fueron los
primeros nueve Padres del Mundo. Pero cuando se formó este mundo, lo que iba a vivir luego, no
estaba aún completo. Pero ya casi. Entonces había aún agua en todos partes. Aún no había
amanecido.

Entonces se formó el noveno mundo. Había entonces nueve Búnkua-sé Blancos. Entonces los
Padres del Mundo encontraron un árbol grande y en el cielo sobre el mar, sobre el agua, hicieron
una casa grande. La hicieron de madera y de paja y de bejuco, bien hecha grande y fuerte, como
una cansamaría grande. A esta casa la llamaban Alnáua [3]. Pero no había tierra aún. Aún no
había amanecido.

Capitulo II
“Así fue todo eso. Así fue como nació Sintána y Sintána nació así la Madre se arrancó un pelo de
debajo de su cuerpo y lo untó con producto de su mes. Así formó al primer hombre. Soplando le
dio vida. Cuatro veces formó al hombre. Pero el primer hombre estaba sin huesos, el segundo sin
cuerpo, el tercero sin fuerza. Pero el cuarto hombre era un hombre como son hoy los hombres”.

Así fue todo eso. Así nació. Primero nació el dedo grande de su pie, luego su pie, luego su
pantorrilla, luego su rodilla, luego su muslo, luego el tronco, los brazos y por fin la cabeza. Pero no
tenía lengua aún y no podía hablar. Entonces la Madre le formó la lengua. Así nació el primer
hombre. La Madre lo bautizó y lo llamó Sintána.

En medio del mar había una casa pequeña. Se llamaba Nyídulúma “Espuma de Agua” [5]. En esta
casa nació Sintána. Sintána nació en el mar. Nació en la Casa de Espuma, en la oscuridad, en el
agua. Tenía miedo nacer. No había tierra aún, ni gente, ni animales, ni plantas, ni comida. No
había sol ni luna. Todo estaba oscuro.

Cuando nació Sintána la madre no tenía marido, este era un bastón de madera y con éste ella lo
trataba como tal. Un día la Madre resultó gorda [7] y nueve meses después parió nueve hijos. Así
nacieron los Padres y Dueños del Mundo, de la Madre. Así nacieron Sintána, Seihukúkui,
Seyánkua, Kímaku, Kunchavitauéya, Aldauhuíku, Jantána y Duesángui [8].

La Madre parecía entonces como un hombre. Tenía barba y bigote y llevaba mochilas y poporo,
como los hombres. Ella ordenó a sus hijos a hacer oficios de mujer como traer agua, cocinar y
lavar ropa. Eso no estaba bien. Así los hijos no la respetaban. Se burlaban de ella. Pero un día, la
Madre entregó sus poporos y sus mochilas a sus hijos y también bigote y barba. Se puso a traer
agua ella misma, a cocinar y a lavar ropa. Así estaba bien. Así sus hijos la respetaban.

Entonces aún no había mujeres. Los hijos de la madre no tenían mujeres y cada uno estaba
casado con una cosa: el uno con la olla, el otro con el telar, el otro con la piedra de moler. Ellos no
sabían que era mujer. Trataban a la tierra como pareja moliendola y pensaban que era mujer.

Entonces después de nueve meses, la Madre parió otra vez. Así fue todo eso. Sintána cogió el
palito de su poporo y puso en el ombligo de la Madre un pelo, una uña de ella y una piedra
chiquita, llamada Kággaba-kuítsi y empujando con el palito de poporo los hizo entrar en el cuerpo
de la Madre. Así la Madre parió nueve hijas. Así nacieron Nabobá, Séi-nake, Hul-dáke,
Shivaldungáxa, Nunkalyi, Nábia, Lumíntia, Hélbyel-dake y Kalbexa. Así la Madre tuvo nueve hijas,
las nueve tierras. Así nació la Tierra Blanca, la Tierra Roja, la Tierra Amarilla, la Tierra Azul, la
Tierra Arenosa, la Tierra Quemada, la Tierra como Ceniza, la Tierra Rocosa y la Tierra Negra.

Cuando nacieron los padres del mundo, ellos empezaron a sacar la tierra. Empujaron el mar más
allá e hicieron zanjas para secar el piso y canoas para navegar por el agua. La Madre bebió la
mitas del mar. Montañas se formaban de la tierra y el agua se retiró.

Cuando los Padres del Mudo hicieron la casa en el cielo, se reunieron y bailaron y cantaron y
decidieron hacer la tierra. Sintána dijo a la Madre: “Madre, dame mujer; dame una de tus hijas
como mujer”. Entonces la Madre le dio la Tierra Blanca era como ceniza y no servía. Entonces
Sintána pidió otra vez y la Madre le dio la Tierra Quemada. Pero ésta tampoco servía y era seca y
dura. Entonces Sintána pidió otra tierra y la Madre le dio la Tierra Azul. Pero esta tierra era como
almidón tampoco servía. Sintána pidió otra vez y la Madre le dio la Tierra Arenosa, pero ella era
como la orilla del mar y no servía tampoco. Entonces Sintána pidió de nuevo otra tierra y la Madre
le dio la Tierra Amarilla. Pero ésta tierra era como barro para hacer ollas y tampoco servía. Sintána
dijo: “Madre, dame buenas tierras, dame una de tus hijas”. Pero la Madre dijo: “no tengo más hijas”.
Pero no era verdad. Detrás de siete puertas, en el último cuarto de siete cuartos, estaba la Tierra
Negra encerrada [10]. Era la mejor, la más bonita, era buena tierra de siembra. Seyánkua se puso
a bailar para que le dieran otra tierra nueva; Sintána pidió otra tierra nueva. Pero la Madre dijo: “No
tengo más hijas”.

Entonces los nueve Padres del Mundo se pusieron a adivinar y vieron que la Madre tenía todavía
la Tierra Negra encerrada detrás de siete puertas. También adivinaron que Sintána podía sacarla.
Entonces los Padres se pararon en las cuatro esquinas del mundo, en su casa en el cielo, y
Sintána se paró en la mitad y empezó a bailar. Los Kúrcha tocaron trompeta. Entonces Sintána
empezó a cantar. “inda-u-o, ahora voy a tener aquí mi cansamaría”. Así cantó. Cuando canto así la
Tierra Negra se levantó cuando oyó el canto. Sintána cantó para llamarla: “Ahía-hé-hé-hé”. Cuando
Sintána cantó así, La Tierra Negra salió. Sintána la cogió, se fueron.

Cuando la Madre se dio cuenta de que se fue la Tierra Negra, se fue a quejarse donde Jalyintána.
Jalyintána mandó su Cabo [11] para perseguir a los dos. El Cabo era el lagarto. Subió a una loma y
se puso las manos en las caderas y cantó: “heye-hé-hé-hé”. Pero Sintána y la Tierra Negra ya
estában lejos.

Así Sintána se fue con Sei-nake, la hija más joven de la Madre. En todas partes donde pisaba ella,
se formaba tierra negra. Pero la misma Madre denunció a su hijo pero también tenía lástima de él.
Así la Madre dio a Sintána un mapa de la tierra para que no se perdiera. Cada vez cuando venía el
Cabo de Jalyintána por un camino, Sintána iba por otro camino. Así la Madre lo denunció pero al
mismo tiempo lo defendió. Se fue donde Búnkua-sé y dijo: “¿Qué hago para que no cojan a mi
hijo?” entonces Búnkua-sé dio a Sintána otro mapa más grande para que no se perdiera. Pero el
Cabo de Jalyintána iba buscando en todas partes y por fin casi cogió a Sintána. Entonces
Sejánkua fue corriendo y metió a Sintána en su poporo y se lo puso en la mochila. Entonces vino el
Cabo y dijo: “tú has visto a Sintána”; “No lo vi”, dijo Sejánkua. “¿No lo tienes allí en tu mochila?”,
preguntó el Cabo. “No, no lo tengo”, contestó Sejánkua. Entonces Jalyintána se puso adivinar y
adivinó que Sejánkua lo tenía en su poporo. Búnkua-sé supo de esto y fue a avisar a Sejánkua y
dijo: “Sácalo de tu poporo y ponlo en la mitad de tu pecho, en tu corazón”. Así hizo Sejánkua y así
salvaron de nuevo a Sintána.

Entonces Kuncha-vitauéya se fue también y dijo que iba a buscar a Sintána. Así todos los Padres
trabajaron y lucharon para salvar a Sintána y a la Tierra Negra. Fue una lucha muy grande. Otra
vez los Padres encontraron al Cabo de Jalyintána y éste pregunto por Sintána. “Por allá lo vimos”
dijeron los Padres. El Cabo se fue pero no encontró nada. Entonces también Kashindúkua, Noána-
sé y Gaul-jabéin dijeron que iban a buscar a Sintána. En estos tiempos la tierra no estaba dura aún
y era como barro y se movía donde uno pisaba. Ellos hicieron todo eso para endurecer la tierra.

Ya iban muchos buscando a Sintána y Sei-nake. Seihukúkui iba adelante y cantó pero no tenía
lenguaje aún, cantó en otra lengua. Sejánkua iba atrás y en medio iba Sintána. Kuncha-vitauéya
iba solo, tocando corneta. Así iban hasta que llegaron al Fin del Mundo. Kuncha-vitauéya hizo una
canoa y todos se embarcaron. Entonces vino el Cabo de Jalyintána y preguntó: “¿Es éste
Sintána?” pero los otros dijeron: “No, éste no es”. Por fin salieron y entonces la canoa se volvió el
Padre de las enfermedades. Por eso cuando uno está enfermo, uno se siente como mareado en
canoa. Entonces, cuando los Padres salieron de nuevo a la tierra dijeron: “¿Cómo vamos a llamar
este lugar?” y lo llamaron Sangaradó. Y todos dijeron: “Eso será el Padre de las Enfermedades”.
Entonces se fueron de nuevo. Kuncha-vitauéya cogió su corneta azul y se fue tocando. Por fin los
padres llegaron con Sintána a donde estaba la Mare. La saludaron. “¿Dónde está mi hijo?”
preguntaba la Madre. “Aquí está”, dijeron. Sintána dijo: “Madre, tuve mucho miedo. Casi me
cogieron y casi me perdí”. Entonces dijo la madre: “No te afanes, mi hijo. Siempre te voy a salvar.
Nunca tengas miedo”. Los demás estaban parados con los brazos cruzados y oyeron todo.
Entonces Sintána empezó a llorar. Fue la primera vez que la gente lloro.

“Se preguntan dónde fue todo eso, dígales que fue debajo de este cielo. Si preguntaban por qué
cantaron, dígales que fue para que nuestros hermanos tuvieran buenas tierras. Si preguntan cómo
fue todo eso, dígales que fue para que todos seamos hermanos y para que cada uno haga lo que
le dé la gana”.

Capitulo III
“Cuando nacieron así todos los Padres del Mundo, nació como última una mujer. Se llamaba Se-
káiji. Era la primera mujer del mundo. Ella se “toco” y parió una hija que se llamaba Nabobá. Ella
era una mala. Cuando hubo creciendo ella estuvo gorda y parió culebras y gusanos que se
volvieron lagunas. Nabobá es la Madre de las lagunas del Páramo. Así Sintána sabía que ella era
mala”.

Entonces Sintána cogió unas piedras chiquitas (kaggaba-kuítsi) y cuando Nabobá estaba dormida,
puso las piedras en el ombligo de la mujer y con el palito de poporos se las hizo entrar en el
cuerpo. Cundo Nabobá sé despertó se sintió encinta. La barriga le dolió mucho. Se iba sobando la
barriga por el dolor tan fuerte y pensó: “¿Qué he comido ya para estar así?”. Después de siete
meses la barriga la había crecido mucho. Después de nueve meses Sintána ya sabía que iba a
parir pronto. Entonces Sintána fue donde estaba Nabobá y le quitó el sentido y la dejo privada. Así
parió una niña. Sintána cogió la niña y la puso enseguida en un baúl chiquito de madera y que
enterró en el centro de la cansamaría. Cuando Nabobá se despertó buscó su niña. Con su lengua
larga se iba lamiendo las partes adoloridas y pensó: “¿Qué sería de mi niña?”. Entonces le salió la
bósa [14] y Nabobá se la comió.

“Desde entonces ya rindió [15]. Sintána con las piedritas hizo que Nabobá pariera niñas y niñas y
así nacieron las primeras mujeres. La primera que nació se llamaba Haba Auitsáma. Cuando
Auitsáma tuvo por primera vez el mes [16] y cuando Kímaku ya recibió su poporo, Sintána hizo que
ellos se casaran. Al mismo tiempo Auitsáma se casó también con Hátei Saldáuí, el quinto Máma
Bueno y luego ella tuvo una hija que se llamaba Aldauitsáma. De este matrimonio de Kímaku y
Auitsáma viene el Kurcha-Túxe”.

Capitulo IV
“Entonces, cuando los Padres del Mundo vivían así, nacieron los diez Mámas buenos y los diez
Mámas Malos”. Cada uno nació junto con sus vasallos y así tenían grandes ejércitos y
Napíta luchó contra Kuncha-vitauéya.
Kurcáui contra Sáugelda.
Hibíxa contra Djibúndjija.
Kabéxa contra Kuishbángui Táshi.
Saldáui contra Jalyintána.
Shivoláta contra Jantána.
Huldakáxe contra Kassaúgi.
Matúna contra Sangaraména.
Sachí contra Monsauí.
Nurlíta contra Sekuishbúchi [18].

Capítulo V
“Así fue como se formó el mundo. Como nació Sintána; como consiguió la Tierra Negra y como
nacieron los Buenos y los Malos Mámas”. Pero no había comida todavía. Sólo había gente,
hombres y mujeres. Entonces Nyíueldue tomó una mujer y un hombre y con ellos hizo comida.
Tomó la mujer y de su anilla hizo la yuca, de su muslo el ñame, de sus brazos otra clase de ñame,
de sus manos otra clase de yuca, de sus riñones la batata, de sus intestinos los frijoles, de su talón
la papa, del dedo de su pie la malanga, de sus ojos el árbol totumo, de su saliva el algodón, de su
pelo la coca, de sus senos la totuma, de su cabeza el ñame de cabeza y de sus intimidades una
fruta que ya no hay. Entonces tomó al hombre y de él hizo el maíz. De sus tejáua hizo el ñame de
bejuco. Entonces cogió los corazones de ambos y de ellos hizo gente. Así Nyíueldue hizo la
comida y todos comieron y sembraron las semillas.

Entonces, como todavía no había agua dulce en la tierra, la Madre mandó bajar a Satuviá hizo las
lagunas en el Páramo y de las lagunas hizo nacer ríos que bajaban al mar. Así había agua para
beber. Entonces la Madre mandó a Jalyintána para que se hiciera cargo del mar. Entonces la
Madre mandó a Kassaúgi a la tierra y Kassaúgi hizo todos los árboles.

Entonces vino Auitsáma, la Madre de las Culebras. Ella vivía en el monte y se iba a todas las
lagunas y allá dejaba culebras que nacían de su cuerpo. Así nacieron diez y ocho clases de
culebras. Pero un Mama recogió las culebras y las puso en una olla grande y las puso en el fogón
para matarlas. Todas murieron, pero cuatro culebras se fueron y de ellas vienen todas las culebras
que hay. Por eso hay cuatro pares de las culebras: Aldauhuíku, Aldu-kúkui, Aldáui-kúkui y
Shiváldo-kukui.
MITO ARHUACO DE LA CREACIÓN DEL MUNDO

Los mamos han mantenido la tradición desde inmemorables siglos y en ella relatan sobre la
creación del mundo, y se comprende quienes fueron los autores, que con frases sencillas
interpretamos como sigue.
LA SIERRA NEVADA es casa sagrada, aquí comenzó la familia humana, ella es el Padre y la
Madre.

Nuestros primeros Padres se llaman NIANKUA y SERANKUA, quienes como mamos principales
repartieron como herencia las tierras del mundo y las semillas de todas las clases que teníamos
que sembrar para poder subsistir. Nuestros padres repartieron también, las minas y riquezas del
mundo y según las ambiciones de cada hijo, los envió a tierras lejanas y les dio las leyes menores
para que se gobernaran esos hermanos menores.

Las leyes naturales quedaron en la Sierra Nevada a cargo de los mamos, quienes las guardan
pacíficamente y que los hermanos menores deben conocerlas y respetarlas, para no violar la casa
sagrada y los derechos de los hermanos mayores, que somos los Arhuacos.

El sol también es un Padre y la luna una Madre. El sol es el ojo del mundo, él nos está mirando, y
él mismo tiene su padre y su madre en ésta casa sagrada, reconoce quiénes son los hermanos
mayores y y cumple su ley. Esto es así para que todos cumplan la ley.

Aquí, en la Sierra Nevada comenzó la existencia del mundo, en CHERUA y SURIVAKA estando
presente toda la humanidad, Mamo SERANKUA repartió las leyes, enseñó que las leyes menores
también están hechas para ser cumplidas y son llevadas por sus hijos a los cinco continentes para
regresar más tarde, de acuerdo a la evolución del mundo, a sentarse en KAKARAYIBUNA -Bogotá-
y SARNATUNA -Santa Marta- desde donde deben impedir que todas las injusticias entren enla
Sierra Nevada y violen la Casa Sagrada. En esta forma, las leyes menores están para amparara
nuestras leyes naturales. Esto es así, y por eso la Sierra Nevada desde sus llanuras hasta sus
nieves, se levanta en el centro y es el guardián de América y el mundo.

Todas las riquezas que hay dentro de la Sierra Nevada, son Padre y Madre de las riquezas que
hay en los cinco continentes. A los Arhuacos se nos dejó la tarea de vigilar con nuestra ciencia
estas riquezas naturales y culturales que nuestros hermanos menores tienen la obligación de
respetar, ya que si se comienza a destruirlas por ambiciones de enriquecimiento propìo, se está
violando a su propia Madre y a su propio Padre y viene la desgracia para el mundo entero.

Segunda parte. La Creación del Mundo.


Al principio, en la formación del mundo, siendo un estado de tinieblas desde mucho antes de
aparecer nuestro Padre Sol -KAKU BUNKUAKUI- y nuestra Madre Luna -ATYTIMA- para dar luz al
mundo, de cómo se había formado nuestra primera Madre la tradición, los mamos dicen
primeramente que donde fue formándose la tierra se denomina el cerro ELUNMAKE
GUNLLUNMAKE, allí fue donde empezó la creación de cuantos seres debían de existir en el
mundo entero y fue el origen de nuestra primera población con su sangre roja y blanca de quienes
son cuatro Madres y cuatro Padres que se denominan así:

La primera Madre se llama GUNNALEIJUBAN


La segunda Madre se llama ALUNCIJUBAN.
La tercera Madre se llama GONALEIJUBAN.
La cuarta Madre se llama ZARALEIJUBAN.

Y los cuatro primeros Padres primitivos se denominan así:

El primer padre se llama ALUNCITANA.


El segundo Padre se llama MAMULUNNEITANA.
El tercer Padre se llama GUNNALUNNEITANA.
El cuarto Padre se llama ZASALEINTANA.
Dicen que estos seres existieron en Espíritu antes de formarse el mundo, y en esta forma espiritual
vinieron, dando sus nombres para representarnos como nuestros primeros Padres y nuestras
primeras Madres.

Desde entonces, ellos se hicieron amos de la sangre que circula en nuestras venas, nuestro
cuerpo y en nuestros cabellos, y así existen entre los hombres y mujeres, lo cual quiere decir que
ellos fueron nuestros primeros autores, Padres y Madres primitivos.

La primera formación del mundo


Dice la historia de las tradiciones, que el mundo para formarse en un principio, el creador en
espíritu fue el mamo ÑIANKUA y otro hermano menor que se llama KAKU SERANKUA, los
verdaderos constructores, empezando la obra en forma de un caracol. En esta forma se fue
engrandeciendo, a medida que se iba esparciendo fuera de un peñasco por todos los lados hasta
llegar la formación de las cordilleras y las altas serranías, pero tierra de producción y vegetación,
no había aún.

Entonces, vino otro ser en Espíritu, de igual manera y con poder también que se llama YUGA -
hermano NANSIKI- y él se llevó al amo de las serranías, de los picos y nevados del punto que hoy
mencionan como el Páramo de las Papas. Este es un ser potente, de sabiduría y virtuoso que
nadie podía contenerlo o levantarlo según el peso que él mismo contenía. Con el buen trabajo y la
lucha, hizo el esfuerzo para transformar el mundo, ayudado por KAKU SERANKUA quien
representa a un Dios de todos, según la historia de las tradiciones, desde el comienzo del mundo,
hasta quedar formado tal como ha quedado por los creadores mencionados: MAMU ÑIANKUA,
KAKU SERANKUA Y YUGA MANSIKI.

Después de formado el mundo, KAKU SERANKUA estudió cómo conseguirse cuatro SIMUNU,
unas varillas color de hierro llamadas YUISIMANU, y escogió para el sostén del mundo cuatro
deidades de oro en reliquia, a imagen y semejanza de él. Los designó para ser dueños de los
temblores y los colocó de Norte a Sur y de Este a Oeste, o sea en los cuatro puntos cardinales.
Estas deidades, transformadas en Espíritu de gran potencia son quienes sostienen el mundo por
las cuatro puntas de las varillas, que están colocadas para que no se derrumbe nunca jamás y
permanezcan por siglos y siglos, hasta el confín del mundo.
Esto quiere decir, que son los seres designados para promover la acción del temblor de tierra,
quienes están permanentemente sosteniendo el peso del mundo; la referencia de los temblores es
muy significativa, ya por causa o como consecuencia de la humanidad en general.

Seguidamente se relata cómo siguió el padre ÑIANKUA quien hizo el mundo, también dio el
principio de cómo debía construirse el mundo entero. Ahora, la que se destinó para bautizar las
casas de tamaño grande o pequeño, o de la forma que quisieran construirla, fue nuestra madre
RONARIVAN y nuestro Padre KAKUNO ANAS, el hijo de ellos llamado GEINKINNAMAKU fue
quien bautizó las serranías y los puntos históricos y también le dio el nombre a todas las cosas que
se habían creado. Los grandes cerros que se formaron en un principio, son denominados como
KANKURUAS SAGRADAS. Son siete y están representando el amor de todas las demás Serranías
que encierra el mundo entero. Esas siete KANKURUAS se denominan: KRUINHA o KRINMAKA,
HINORUA BUNKAKTUEIMAKU, BICHUNDIRA, BESAURA, DORISANKUA y siguiendo hacia
Palomino por este territorio están KALOXANKUA GOXANKUA y en el pueblo de YAQUINA existe
otro cerro que se llama GONSYANKI GUAXANKUNSAKUA, allí se termina. Esto está prescrito y
puesto para que nosotros no finalizáramos nunca jamás. Todo esto que mencionamos, representa
nuestro gobierno en lo Espiritual.

Seguidamente, en esta parte se menciona otros cerros de iguales virtudes, como el cerro
YUICHUCHURUA que representa el ser amo de las distintas clases de minas, para que los seres
humanos se sirvieran para fabricar y para todos sus servicios. Entonces, el mencionado lugar se
caracterizó por ser un gobierno que existe en esta serranía. En este punto se formaron en un
principio, los grandes cerros de la Sierra Nevada y luego se fueron formando en todas partes del
mundo.

Siguiendo la narración acerca de los cerros sagrados que están a la vista, encontramos el cerro
SOKAKURUA que representa al Padre del YUBURU o Poporo, y las serranías que participan
llegando hasta el cerro KURAKATA. El YOBURU quedó como símbolo o insignia de salvación de
nuestras almas.

Así como los elementos del aire, del agua y del fuego que habían de existir en el mundo junto con
los demás elementos creados para servicio de la humanidad, quedó el mundo hecho con la
respiración al igual como respiran los animales y los seres humanos. También se formó otro Cerro
Sagrado que se denomina Padre ARUA VIKU quien reside en este lugar, siendo el poder de
nuestros hermanos menores y la Madre de los civilizados; hay otro padre y se llama MAMUVICO.
Él es el amo de toda clase de piedras de los nevados, picos y páramos; también está el Cerro
Sagrado de mucha importancia que se llama CHUNDUA donde están nuestros otros padres:

El primero se llama KAKU NANZAVI.


El segundo se llama DUIZURABEI.
El tercero se llama DUIAUDUA.
El cuarto se llama KAKU YUISKUNGUI.
En el último cerro quedó la KANKURUA para el que se hizo secretario que se llama
KUNCHBITMOYA, y al otro lado está la KANKURUA en la que reside otro padre que se llama
YUGA NITEIKU quedando estos mencionados con sus cargos como los tienen todos los Padres y
Madres que habitan en los lugares sagrados y en los que superficialmente sólo vemos puro
peñasco, pero se ha de comprender que esos seres existían en Espíritu, no vivían de ninguna
clase de alimentos, sólo se valían del YOBURU (el Poporo) y del AYU (la coca) y de la conchita
marina procesada en polvo que actuaban en todo el Espíritu. Así mismo habitan numerosos seres
en ésta sierra equivalente a grandes edificios, y así tantas serranías que quedan por mencionar.

La transformación del mundo


Después de haber quedado el mundo en forma de una armazón grandísima de puro peñasco y
pasado bastante tiempo en estado de tinieblas todavía como seres humanos, pues no había tierra
de ninguna clase, entonces volvió el mismo padre SERANKUA, el creador para acabar de formar el
mundo y esperar la propia tierra; entonces él buscó la forma de crear la tierra para que fuese
nuestra Madre y buscó a una niña como de 15 años que era de la Madre espiritual llamada
BUNKUANCIUMANATI y la hija se llama BUNNEKAN que representa la madre de la primera tierra,
que empezó a extenderse desde el mismo punto donde empezó la formación primera de puro
peñasco. Se dice que era y es todavía una niña a quien el Padre SERANKUA la llevó donde el
Padre MAMU VIKU y plantándose al lado de éste cerró los ojos y le infundió un alma espiritual, dio
un soplo y antes de abrir los ojos ya se había formado la primera capa de la tierra, entonces la
bendijo cuatro veces por el lado izquierdo y cuatro por el lado derecho, más otras cuatro en sí
misma y así quedó transformada la tierra blanca; entonces se consiguió variedades de semillas y
las sembró para ver que resultado daban y esperó, pero no dio ningún resultado. Entonces se
resolvió a buscar a la segunda Madre que se llama ATIKAS IVAVIUMAN y a la hija de ella lamada
KASIUMANATI e hizo el mismo acto que la primera vez; se paró fuera de su KANKURUA, volvió a
cerrar los ojos, le infundió alma y espíritu, la bendijo por cuatro veces de izquierda a derecha, y
antes de mirar se presentó como la forma reluciente de un rayo y cuando abrió los ojos ya se había
formado la otra capa de tierra amarilla, volvió de nuevo a conseguir otra semilla y sembrándola
esperó otro tiempo, pero tampoco nació. Ya por tercera vez, pensó crear otra Madre que se
llamase CHENVANUVANATI y la hija se llamó CHENVANU NEKAN, también hizo la misma
operación, cerrando los ojos le infundió alma, le dio un soplo y en eso se extendió otra capa de
tierra por todas partes y esa fue la tierra roja; él la bendijo por cuatro veces de izquierda a derecha.
También buscó semillas, las sembró nuevamente, esperó otro tiempo pero tampoco resultó,
nacieron pero no crecieron y no dieron fruto. Pensando que si no había otra tierra para formar otra
capa de producción y recordando a otra Madre que es la madre del mundo o sea la Madre Tierra
llamada SEINEKAN y su hija llamada SEINEKANATI que representa la tierra negra y la que
encierra el abono; como ella era la última Madre tierra de producción, su Madre la mantenía
encerrada en el noveno cuarto y por pena y vergüenza no quería sacarla a la vista por ser ella de
color muy negro. Con relación a la última tierra, el Padre SERANKUA tomó la decisión de
relacionarse con la hija de la Madre del Mundo de la siguiente manera: después de haberse
ganado las tres hijas de las tres primeras Madres del Mundo, el padre SERANKUA buscó la forma
de relacionarse con la hija de la Madre del Mundo que representa a la cuarta, que es la tierra
negra, con el deseo de llevársela y hacerla servir para todos. En una ocasión decidió hacerle una
visita y se dirigió donde ella se encontraba encerrada permanentemente. Al llegar al lugar se
acercó por una ventana pequeña, la llamó y le preguntó que si ella quería acompañarle, a lo cual
ella contestó que sí quería irse con él. Entonces le dijo que si era cierto que aspiraba irse con él,
cuando tocara el calabazo siete veces por el lado izquierdo y nueve veces por el lado derecho,
“ sabrás que soy yo el que te llamo y ése será el momento fijado” .

Ya que el Padre SERANKUA había conversado con la cuarta Madre del Mundo, y la hija había
aceptado irse con él, se marcharon al lugar donde había estado antes y estando en su lugar quiso
invitar a dos seres animales, los que hoy nombran como el lagarto -EL MATURU-y el otro, un
insecto de color verde llamado ALLUGUNGU, que vuela con gran velocidad, mientras que
MATURU vive haciendo cuevas en la tierra. Estos dos animalitos, le hicieron caso y se dirigieron
ante el padre SERANKUA y al presentarse ante él, les dijo: quiero que me hagan una diligencia en
la casa del mundo, se acerquen donde esté la hija de ella y le pregunten que si desea salirse de
allí; si dice que sí, le dan libertad y la sacan del lugar, advirtiéndoles que no fueran a entrar otros
por la ventana.

Cuando KAKU SERANKUA calculó la hora precisa, cantó la canción en honor de ella, tocando con
el calabazo, para hacer despertar a la hija de la Madre del Mundo. Cantando siete veces por la
izquierda y nueve veces por la derecha, ella al oír la canción se despertó, y al oír el canto se alegró
mucho, entonces si creyó que el que tocaba era KAKU SERANKUA, y lo esperó.

Un poco más tarde se presentó ante ella, en su casa y por la ventana, un animalito llamado
ALLUGUNGU (María Palito) de color verde; dudando de si ella era, se acercó a la ventana, llamó a
la hija de la Madre del mundo a la que siempre tenía encerrada, quien contestó enseguida, y le
preguntó si quería irse con otro para servir al mundo. Ella dijo que si quería salirse para servir a los
demás, y preguntó : “ ¿cómo hago yo para salirme de aquí?” . EL ALLUGUNGU dijo: "si me das
dos puñados de AYU, prometo sacarte", y en eso le dio el AYU y al momento se marchó.

Relata la historia de la tradición, que la propia Madre de la Tierra negra, la Madre del Mundo, la
tenía encerrada con tanto celo a esa hija no por ser bonita, consideraba que ella por su color se
avergonzaba, y de pena no quería que nadie se la fuera a ver, pero ella era la destinada, la que iba
a servir al mundo entero en toda forma de producción de todas clases de vegetales y de todo lo
que iba a nacer en la superficie, en fin, para toda clase de comida.

Refiere la historia que los dos animalitos, el ALLUGUNGU y el MATURU, que le servían a KAKU
SERANKUA, eran seres que existían en espíritu, así como lo están ahora.

Seguidamente, el MATURU se dirigió al lugar donde estaba la Madre Tierra, la llamó y al instante
ella le contestó al segundo mensajero que le dice si deseaba salirse de ese cuarto o si quería estar
afuera para servir en otra forma. A la pregunta, ella contesta y dice que quiere servir si creen que
puede hacerlo. Entonces el MATURU preguntan si la Madre aceptará que salga, y ella dice: mi
Madre no me deja salir, no quiere que yo salga de aquí.

Como KAKU SERANKUA tenía esos dos animalitos mensajeros, quienes intentaban una y otra
vez, pero no teniendo atención de la madre, su hija aprovechando que estaba distraída con otros
que llegaron, se puso a conversar con KAKU SERANKUA que llegó, y en ese momento el
MATURU (Lagarto) la hizo salir haciendo un hueco debajo de la entrada; cuando ya estaba afuera,
el MATURU le hizo una seña con la mano para que se marchara al lugar donde le indicaba y KAKU
SERANKUA que todo lo observó, terminó de conversar con la Madre del Mundo quien no se dio
cuenta de que se habían llevado a la hija.

Al momento de despedirse KAKU SERANKUA y marcharse, había dado cuatro o cinco pasos
cuando pensó que con la Madre de la Tierra debía de casarse en espiritual y así como creían que
pisando las huellas de las plantas de los pies ya se había hecho el matrimonio perfecto, se
consiguió dos cordones, unas pepitas negras con ojitos blancos de cierta planta que llaman fruticas
umutiki; las ensartó con el hilo y se las puso en las manos, el uno en la izquierda y el otro en la
derecha; con esto pensó que ya había comprado a la hija de la Madre del Mundo a quien KAKU
SERANKUA le había propuesto y consultado sus opiniones sobre lo que deseaba con su hija, pero
ella no había aceptado, creyendo que la tenía encerrada en el noveno cuarto y pensando de que
KAKU SERANKUA era por acercarse al marido de ella quien confiaba que la hija estaría
asegurada en su cuarto.

La Madre se dirigió al noveno cuarto para ver si estaba la hija, empezó desde el primer cuarto
abriendo y cerrando la puerta, hasta llegar al noveno cuarto. Se puso a revisar y vió que la hija se
había salido, encontró sólo un boquete debajo de la puerta por donde había salido la hija de la
madre del mundo y a quien KAKU SERANKUA le tocó con el calabazo varias canciones por cuatro
veces. Así fue que se le ganó para siempre.

Al momento que la Madre del Mundo no encontró a la hija, se desesperó, cerró los cuartos y al salir
vio en el patio el AYUGUNGU y le preguntó que si no sabía, quién podría haber sacado a la hija,
contestándole que no tenía conocimiento, que no había visto a nadie y mostrándose también
preocupado. Pero en su conciencia, sólo AYUGUNGU y MATURU, eran los seres que sabían lo
que habían hecho para sacar a la hija de la Madre del Mundo, como mensajeros que eran de
KAKU SERANKUA.

Dijo entonces el AYUGUNGU: Voy a ver y a dar una vuelta por si acaso ha quedado alguna huella
pero esto lo decía para borrar las huellas. A cierta distancia los alcanzó y le dijo a la hija que venía
a buscarla enviado por su Madre, entonces KAKU SERANKUA, que iba junto a ella, le dio un
puñado de AYU y lo envió donde la madre de ella para que le dijera que hasta cierta distancia la
buscó y no pudo encontrarla. Se revolcó para borrar las huellas por si la Madre andaba
buscándola, pero ella dio unos pasos y se devolvió a su casa para esperar las noticias del
convidado, quien después de bastante rato llegó para dar la noticia de que no había podido
encontrar ninguna huella.

Al cabo de un rato, la Madre vio a otro ser que pasaba por ahí, era el MATURU y le dio por llamarlo
enseguida; él se acercó y le dijo que qué deseaba y para qué lo llamaba, ella le dice: puedes
hacerme un servicio y buscas a mi hija que se ha ido de aquí, pero no sé donde puede
encontrarse; si la encuentras la traes hasta aquí, y si no, me traes la noticia para yo saber.

El MATURU pronto se marchó en dirección donde la hija se había ido, quedando la Madre en
espera de la razón, si la encontraba o no. No había pasado mucho rato, cuando el MATURU la
alcanzó, diciéndole a la hija que iba junto con KAKU SERANKUA: Vengo en busca tuya, soy el
enviado de tu Madre y tengo que llevarle una razón. Aunque KAKU SERANKUA lo conocía a este
que había sido su mensajero y que había sacado la forma de sacarla a la hija de donde estaba
encerrada, recordó también que le había ofrecido un regalo y le brindó un trago de maza morra de
yuca que se lo tomó; luego le dijo, la razón que vas a llevar es la de que por mucha distancia que
caminaste, no viste ninguna huella y mucho menos viste alguien. Al instante, el MATURU se
marchó donde estaba la madre y le dijo tal como KAKU SERANKUA le había dicho, además de
que se había cansado de tanto caminar a toda carrera.

Volvió entonces la madre a pedirle el favor por segunda vez al ALLUGUNGU para que le hiciera la
diligencia en pos de la hija y al instante se marchó a todo vuelo pero ya no estaban donde creía
encontrarlos porque se habían ido más lejos; los siguió hasta alcanzarlos, pero KAKU SERANKUA
reconoció que era el mismo mensajero, le dio dos puñados de AYU, los recibió y se los embuchó.
Satisfecho por la propina que le había ofrecido desde un principio, se llenó de alegría y se animó.

KAKU SERANKUA nuevamente le inculcó cómo tenía que llevarle la razón a la madre cuando al
regreso del viaje le pregunte. Al llegar, le dijo que había recorrido una gran distancia y no había
encontrado una sola huella, por lo cual tuve que regresarme para darle la razón.

La Madre del mundo al ver que los mandados no habían podido localizar a nadie, no le agradó y
tomó otra decisión.

Resolución de la Madre del Mundo


La madre del mundo después de estudiar y analizar desde un principio de cómo le había hablado
KAKU SERANKUA y que al instante se había salido la hija de donde la tenía encerrada, tomó la
decisión de irse donde el hermano para darle cuenta de lo que había sucedido.

El hermano mayor MAKU YANTANA, al saber lo sucedido con la hermana, resolvió


inmediatamente conseguirse todo clase de amigos formando así un ejército para que salieran a
buscar a la hija de la Madre del Mundo. Ella estaba muy lejos mientras se rebuscaban para
despacharlos y cogían el camino por donde se había ido, Legaron al punto llamado GEIKUIUA; allí
había un cacique de gran sabiduría de la ciencia oculta llamado KASAKAKU quien se puso a
meditar con su Dios de la telepatía para ver dónde se podría hallar.

A los fugitivos, mientras iban caminando hacia adelante les sucedió unos efectos de que iban
creciendo en estatura y engrosándose, de manera tal que con su peso no podían caminar más,
pero el ejército entre tanto iba detrás persiguiéndoles paso a paso.

El lugar que la historia menciona fue YONASUI (Ahora DONACHUI) junto de GEIKACUGUI; por
ahí se trasladaron juntos la Madre con el hermano detrás del ejército, pero por más que trataron de
encontrarlos no lo lograron. La historia refiere que KAKU SERANKUA y la hija de la Madre del
Mundo, al no poder caminar por encontrarse cansados, resolvieron quedarse allí para unir las dos
lomas, convirtiéndolas en un sólo cerro, para que cuando llegaran los que venían detrás de ellos ya
no encontraran ningún paso. Los enemigos que venían acompañados de MAKU YANTANA, al
llegar al sitio donde habían cerrado uniendo los dos cerros y no poder pasar para seguir adelante,
resolvieron abrir un camino para poder pasar, pero al llegar ellos a GEIKRAKUNGUI, ya KAKU
SERANKUA se había adelantado y había hecho la misma operación de unir dos cerros en uno
para que no pudieran pasar y así poder seguir más adelante. Como MAKU YANTANA iba con el
ejército compuesto por toda clase de hormigas, al llegar al denominado BURIMOKE, ya KAKU
SERANKUA se había adelantado y se subió a un alto peñasco, tocándoles el calabazo cuatro
veces. Enseguida, a la hija de la Madre del Mundo, la convirtió en la última capa terrestre, que es
la tierra negra y la esparció por todas partes del mundo. Así ganó KAKU SERANKUA a GEINEKON
la hija de la Madre del Mundo GEIKANACIATI.

Habiendo llegado MAKU YANTANA con todos los demás, se quedaron ahí esperando todos juntos.
En eso, vieron bajar por una loma una mujer muy parecida a la que se habían llevado, una persona
idéntica, con su mantica puesta toda remendada, en su espalda cargaba una mochila con un
instrumento de madera, colgando una mochilita empezada con una aguja de madera y utensilios
de corchar el algodón o sea, el GUKUNO (Huso), otro era de sacar la fibra y más encima llevaba
un par de mantas tan bien remendadas conforme lo habían sido desde un principio, que
representaban la forma en que más tarde íbamos a ser y a usar para nuestro cuerpo.

En este punto, relata la historia que fue el mismo KAKU SERANKUA quien hizo una figura idéntica
a la de GEINEKON, a quien se había llevado la transformó y le dio la figura y la vida hechas de
ambira YUHA para que el tío de ella, MAKU YANTANA se equivocara y le pareciera igual a su
sobrina. Advertido de que al llegar allá encontraría un señor que lleva un gorro con dos cuernos
grueso como de un toro, hizo como le habían dicho y se erigió por entre el medio de la multitud
ante el señor que estaba revestido de la forma que le explicaron. El señor que era el tío, tan pronto
como la vio se le acercó y lo saludó diciéndole: ¿cómo está mi tío? Entonces, él le contestó
enojado: Pues lo que tengo que hacer es que debo comerte, y enseguida la cogió con ansia y se le
tragó.

Como el YUHA (Ambira) es tan amargo y picante, al cabo de un instante quedó embriagado. Al
verlo sus vasallos se encaminaron de ese lugar un poco más arriba, donde había un manantial
entre los peñascos de la serranía donde manaba agua y al ver que seguía con desmayo le dieron
de beber un poquito para ver si se calmaba, pero no se calmó; entretanto los acompañantes
tuvieron desacuerdos y hasta pelea como consecuencia de lo que había pasado. Fueron entonces
a buscar a la sobrina y al ver que él se la había comido después de tanto caminar buscándola, lo
regañaron y los menores siguieron dándole más gotas de agua para ver si se calmaba pues tenía
ganas de vomitar.

No sirviéndole el agua, empezó a vomitar. Resolvieron entonces regresarse pues se iba poniendo
peor; lo cargaron y siguieron la vía hacia ATINQUEZ pero aún seguía vomitando. Al encontrar más
abajo de ATINQUEZ las corrientes de agua de las serranías, los cerros, los picachos y nevados en
el manantial del cerro TANINTUKUA que forma la corriente de esos lugares, los vasallos quienes
cargaban a MAKU YANTANA, le dijeron que se tomara el agua de esa corriente y como era tanto
la sed que tenía, se agachó y se bebió todo el agua hasta no dejar humedad. Ese lugar lo
bautizaron ellos mismos con el nombre de YEDUNANA (Río seco). Viendo MAKU YANTANA que
si seguía con esa sed acabaría todas las corrientes de agua, al escuchar un trueno que sonó en el
lugar, vio que existían en espíritu dos padres llamados KUCHANGANA y LLANGANA quienes
hicieron ese trueno para hacerlos levantar ya que ellos eran los dueños. Así el río volvió otra vez y
resolvieron trasladarlo; se devolvieron y llegaron a un lugar que aún se llama TIMAKA donde existe
una piedra simbólica que representa cuatro madres llamadas TIMAKA, TINMARUM, BEIMAKON y
CUNSANARUATI.

Estas son las cuatro madres que llevan con vómito a MAKU YANTANA y echando saliva espumosa
se convertía en otra piedra que se llama SOKAKURUA. Allí es el lugar donde nos dejaron los que
nos van a cobrar a todos los seres humanos que hemos de nacer en este mundo con toda clase de
enfermedades como las úlceras, las llagas, la viruela, el sarampión, los nacidos, infecciones de la
garganta, inflamación de las amígdalas y otras como la lepra y enfermedades contagiosas.

Este lugar mencionado, quedó edificado para que sin excepción de raza o país del mundo, en el
punto indicado paguemos promesas y tributos, hagamos pagamentos para evitar así las
enfermedades.

Luego lo volvieron a cargar llevándola hacia arriba por el río que nace en YUICHUNKURUA hasta
el punto denominado DURIAMEINAKA, allí en estado espiritual están unos grabados en una piedra
que se encuentra ahí para cobrarnos nuestros derechos y tributos al final de cada año. Otro pozo
que se encuentra, nos recuerda que debemos hacer nuestros pagamentos, ya que si esto no se
hace nos lo cobrarían enviando lluvias fuertes y malas que hasta muerte causarían.

Serranía de GESUBORINGUEKA
Desde este punto lo devolvieron otra vez hacia el sureste y este punto quedo designado para
producir variedades de lluvias malas, es decir que afectan y perjudican tragándose toda clase de
productos que los seres humanos sembraron para subsistir o sea los alimentos de pan coger,
semillas variadas, productos vegetales de árboles frutales. Desde este lugar denominado
GUESUBORINGUEKA es desde donde se producen las lluvias malas de toda clase, las cuales
dañan los productos comestibles no dejándolos sazonar. Las distintas clases de lluvias son: las
verdes, las moradas, las amarillas, las rojas, las negras, todas afectan el ambiente.

En otros puntos hacia el Sur en la región de la Caja o YEURA existen serranías que aparecieron
en el mismo momento cuando se formó la tierra. Un cerro alto llamado KUILLIMAYA (Monte Azul),
quedó asignado para las lluvias que perjudicarían las cementeras y también para darnos fuertes
castigos como cobrándonos cuando nos descuidáramos para hacerles los pagamentos y no más
estemos cometiendo faltas. De ahí brotan las nubes negras que se esparcen por todas partes, son
para cobrarnos con toda clase de enfermedades. Los amos de ese lugar son dos padres que se
llaman GUIATUIYAREY MAKU y YIMACE TUIYAREI KAKU quienes tienen el cargo de cobrarnos
desde el momento en que no atendamos debidamente las obligaciones que nos corresponden
cubrir con los demás padres y madres quienes tienen sus cargos a beneficio de la humanidad y
que están situados en esas grandes serranías que son como un pueblo con sus templos sagrados,
que para nosotros son las KANKURUAS que llevamos en nuestra mente con lo que tenemos que
atender bajo la dirección de los mamos como los trabajos de las ciencias ocultas pidiendo que
caigan buenas lluvias y no nos acabe la comida, que las enfermedades no nos afecten, hacer
pagamentos con todo lo que el creador, los padres y las madres sostienen en estado espiritual
para beneficio de la humanidad

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