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Notas de clase. 1◦ de Matemáticas.

Cálculo Integral. / fc.

1. Integrales impropias
En esta sección vamos a levantar las restricciones que mantenemos hasta
ahora tanto sobre las funciones para las que hemos definido la integral de
Riemann, funciones acotadas, como sobre los intervalos de integración [a, b],
Rcerrados
1 −1/2
y acotados.
R ∞ −x Es decir, vamos a dar sentido a integrales del tipo
0 x dx o 0 e dx, donde o bien las funciones no son acotadas o los
intervalos no son cerrados y acotados o todo ello junto. Se trata de las
denominadas integrales impropias.
En esta sección vamos a trabajar con la denominadas funciones localmente
integrables. Se dice que una función es localmente integrable, (loc. int.) en
un intervalo I, si es integrable Riemann en cualquier intervalo cerrado y
acotado contenido en I. Sea el intervalo I = [a, b), donde b es un número
real o +∞ y sea f una función loc. int. en [a, b).
Definición 1 Decimos que la función f es integrable en el intervalo [a, b),
como integral impropia, si existe, y es finito, el siguiente lı́mite:
Z t
lı́m f (x) dx
t→b− a

El valor de dicho lı́mite lo representamos por


Z b−
f (x) dx
a

y decimos que la integral impropia es convergente. En este caso hablamos


de que la integral tiene una singularidad en el extremo de la derecha del
intervalo, en el punto b.
De forma similar, cuando la singularidad se presenta en el extremo de la
izquierda del intervalo, en a (a ∈ R o a = −∞), se define la integral impropia:
Z b Z b
f (x) dx = lı́m f (x) dx
a+ t→a+ t

1
para funciones loc. int. en el intervalo (a.b].
Finalmente, para funciones con singularidades en los dos extremos del inter-
valo, estudiamos la convergencia de la integral impropia tomando un punto
c ∈ (a, b) cualquiera y estudiando la convergencia de las integrales en (a, c]
y [c, b). La integral será convergente si lo son estas dos y su valor será la
suma de las dos integrales:
Z b− Z c Z b−
f (x) dx = f (x) dx + f (x) dx
a+ a+ c

Para descomponer la integral en dos, podemos elegir un punto cualquiera, ya


que al ser las funciones loc. int., resulta que para cualesquiera c1 , c2 ∈ (a, b)
la función f es integrable Riemann en el intervalo [c1 , c2 ], con lo que la
fórmula anterior se puede escribir:
Z b− Z c1 Z c2 Z b−
f (x) dx = f (x) dx + f (x) dx + f (x) dx
a+ a+ c1 c2

Los comentarios anteriores ponen de manifiesto que la convergencia o no de


una integral impropia depende sólo de las propiedades de la función en las
proximidades de la singularidad. En caso de convergencia, para calcular el
valor de la integral tenemos que considerar, claro, todo el intervalo. Veamos
algunos ejemplos.
Ejemplo 46. Estudiar la convergencia y, en su caso, calcular el valor de las
siguientes integrales impropias:
Z 1 Z ∞
log x dx , e−x dx
0+ 0

La primera integral tiene una singularidad en 0, la función no está acotada


en un entorno de 0, y la segunda, la tiene ya que el intervalo de integración
es demasiado grande. Podemos razonar de la siguiente forma:
Z 1 Z 1
log x dx = lı́m log x dx
0+ t→0+ t
= lı́m (x log x − x|1t ) = lı́m (−1 − t log t + t) = −1
t→0+ t→0+

Luego, la integral es convergente y su valor es −1. (Hemos hecho uso de que


lı́mt→0+ t log t = 0).
Para la segunda integral tenemos:
Z ∞ Z t
t
e−x dx = lı́m e−x dx = lı́m −e−x 0 ) = 1 − lı́m e−t = 1
0 t→+∞ 0 t→+∞ t→+∞

2
con lo que también es una integral convergente y su valor es 1.
• Atención. Cualquier singularidad en un punto finito a (correspondiente
a una función no acotada que tiene, en ese punto, una ası́ntota vertical), se
puede llevar a 0 mediante el cambio de variable t = x − a. Además, haciendo
si es necesario un nuevo cambio, u = −t, siempre podemos considerar que
la singularidad está en x = 0 y por la derecha, es decir que trabajamos en
el intervalo (0, b], con una función f que tiene lı́mite (±) infinito en dicho
punto. En cuanto al caso de una singularidad en infinito, siempre podemos
considerar que es en +∞; en otro caso, el cambio de variable t = −x la lleva
a este caso.
Integrales impropias tipo. Vamos a estudiar ahora unas integrales impro-
pias que nos van a servir de modelo (ver Figura 1). Se trata de las integrales
siguientes, con s > 0 y s 6= 1:
Z 1 Z +∞
1 1
s
dx , dx (1)
0+ x 1 xs

En el primer caso tenemos una singularidad finita (en x = 0, luego la tipo)


y en el segundo caso una en infinito.
Z 1 Z 1  −s+1 1
dx dx x
s
= lı́m = lı́m
0+ x t→0+ t xs t→0+ −s + 1 t

 
1
= 1 − lı́m t−s+1
−s + 1 t→0+

Este último lı́mite existe y vale 0 si s < 1 y no existe si s > 1. Por lo tanto, la
integral impropia es convergente si s < 1 y es divergente si s > 1. También
diverge si s = 1. En este caso,
Z 1 Z 1
dx dx
= lı́m = lı́m (log x|1t = − lı́m log t
0+ x x
t→0 + t→0+ t→0+
t

y este lı́mite no existe.


En la segunda integral, razonamos de la misma forma, y tenemos:
Z ∞ Z t  −s+1 t
dx dx x
s
= lı́m s
= lı́m
1 x t→∞ 1 x t→∞ −s + 1
1
1  −s+1

= lı́m x −1
−s + 1 t→∞
Ahora, el lı́mite anterior existe y vale 0 si s > 1, y no existe si s < 1. Por
lo tanto, la integral impropia es convergente si s > 1 y diverge si s < 1.

3
2 2

1 1

1 2 1 2

Figura 1: Integrales impropias tipo (ver (1)).

También es divergente si s = 1, ya que, entonces resulta


Z ∞
dx
= lı́m (log x|t1 = lı́m log t
1 x t→∞ t→∞

y este lı́mite no existe. En resumen, la integral de la izquierda, de las inte-


grales (1), converge si s < 1 y diverge si s ≥ 1. La de la derecha, converge
si s > 1 y diverge si s ≤ 1. En muchas ocasiones usaremos estas integrales
para estudiar la convergencia de otras comparándolas con ellas.
• Criterios de comparación. En este apartado vamos a obtener cuatro
resultados que nos permitirán, en la práctica, estudiar la convergencia de una
integral impropia comparándola con otra cuyo carácter ya conocemos. Todas
las funciones que consideramos son loc. int. y no negativas en un intervalo
(a, b], siendo a ∈ R o a = −∞. Resultados similares son válidos cuando
la singularidad está en el extremo de la derecha, es decir, para integrales
impropias sobre intervalos del tipo [a, b), con b ∈ R o b = +∞.
C1. Supongamos que existe un punto c ∈ (a, b], tal que, para todo x ∈ (a, c],
Rb
se verifica que 0 ≤ f (x) ≤ g(x). Si la integral impropia a g es convergente,
Rb
entonces a f también es convergente.
Notas: Observemos que la hipótesis de acotación se exige sólo para un
intervalo cerca de la singularidad. Evidentemente esto es ası́ , ya que la
convergencia o no de una integral sólo depende de las propiedades de la
función en un entorno de la singularidad. Por otro lado, puesto que las
funciones son no negativas, la integral impropia sólo puede ser o convergente
o diverger a +∞. En consecuencia, en las mismas condiciones de acotación,

4
Rb Rb
si la integral impropia a f diverge, también diverge la integral a g. Los
recı́procos no son, claro, necesariamente ciertos.
C2. Si la función g no se anula, y si existe un punto c ∈ (a, b], y dos números
reales y positivos λ y µ, de tal suerte que, para todo x ∈ (a, c] se tiene

f (x)
λ≤ ≤µ
g(x)

entonces,R las dos integrales impropias tienen el mismo carácter; es decir, la


b Rb
integral a f es convergente si, y sólo si, lo es la integral a g.
C3. La hipótesis principal sobre la acotación de C2 se puede sustituir por:

f (x)
lı́m =γ>0
x→a+ g(x)

y se mantiene la conclusión de C2.


C4. La hipótesis sobre la acotación de C1 se puede cambiar por:

f (x)
lı́m =0
x→a+ g(x)

y se mantiene la tesis de C1.


La prueba de estos resultados es muy intuitiva. Para el primero, si la integral
de g es convergente, entonces,R con más
R b razón debeR serlo la de f , ya que, para
b b
cualquier t, se tiene que 0 ≤ t f ≤ t g. Ahora, t f crece con t y está aco-
tada superiormente por la integral de g (que existe, por ser convergente),
Rb
luego existe el lı́mite de t f , y es finito; es decir, la integral de f converge.
En cuanto a C2, basta tener en cuenta que la hiótesis implica que, en el
intervalo (a, c] se verifican:
1
f (x) ≤ µg(x) , y, también g(x) ≤ f (x)
λ
luego, podemos aplicar C1 y concluir que las dos integrales son simultánea-
mente convergentes o divergentes. Hemos hecho uso del resultado evidente
que afirma que si la integral impropia de una función es convergente, también
lo es el de esa función multiplicada por cualquier constante.
Para C3 resulta claro que la hipótesis principal equivale a la de C2, dado
que si existe el lı́m f /g = γ > 0, entonces, dado  = γ/2 > 0, existe un
δ > 0, tal que si a < x < a + δ se cumple que:

f (x)
γ−< <γ+
g(x)

5
Y, en cuanto a C4, lo mismo ocurre, en relación ahora con C1, dado que
la hipótesis principal implica que dado  > 0, existe un δ > 0, tal que si
a < x < a + δ se cumple que:

f (x)
0≤ <
g(x)

por lo que tenemos las tesis de C2 y C1 para, respectivamente, los criterios


C3 y C4. Veamos como podemos usar estos criterios en el siguiente ejemplo.
Ejemplo 47. Estudiar la convergencia de la integral impropia:
2−
x2 dx
Z

0 4 − x2
La integral propuesta se puede escribir
2− 2−
x2 x2
Z Z
√ dx = dx
0 4 − x2 0 (2 − x)1/2 (2 + x)1(2

y tiene, claramente, una singularidad en x = 2. Para estudiar la convergencia


de esta integral, la comparamos con la integral impropia
Z 2−
dx
0 (2 − x)1/2

Si llamamos f y g a los respectivos integrandos, resulta que el cociente entre


ambos tiene el siguiente lı́mite en 2.

f (x) x2 1/2 x2
lı́m = lı́m (2 − x) = lı́m =2
x→2− g(x) x→2− (2 − x)1/2 (2 + x)1(2 x→2− (2 + x)1/2

Por lo tanto, criterio C3, las dos integrales impropias tienen el mismo carácter.
Para estudiar la convergencia de
Z 2−
dx
0 (2 − x)1/2

hacemos el cambio de variable t = 2 − x, la singularidad se traslada a t = 0.


En efecto, tenemos que dt = −dx, el intervalo (0, 2), en la variable x, se
transforma en el (2, 0), en la variable t, con lo que la integral se escribe:
2− 0 2
−dt
Z Z Z
dx dt
= =
0 (2 − x)1/2 2 t1/2 0+ t1/2

6
y esta última integral, que es ya una de las integrales tipo, es convergente,
luego también lo es la propuesta.
• Nota. En los apartados anteriores hemos hecho cambios de variable en las
integrales impropias. En los ejemplos siguientes vamos a utilizar formalmen-
te, y con mucho cuidado en este tipo de integrales, también directamente la
fórmula de integración por partes e incluso la regla de Barrow. Los propios
ejemplos explican suficientemente el uso de todas estas herramientas.
Ejemplo 48. Estudiar la convergencia y, en su caso, calcular el valor de las
integrales impropias:
Z +∞ Z +∞
dx
2
, xn e−x dx , n ∈ N
−∞ 1 + x 0

Para la primera de las integrales, podemos razonar de la siguiente forma:


Z +∞ Z +∞
dx dx
2
=2 2
= 2 (arctan x|+∞
0 =π
−∞ 1 + x 0 1+x

En el primer paso usamos la simetrı́a de la función, en el segundo, formal-


mente la regla de Barrow, y en el tercero, calculamos el valor del lı́mite,
cuando x → +∞, de la función arctan x.
La segunda, la llamamos In , y vamos a integrar por partes formalmente:

Z
In = xn e−x dx = [u = xn , dv = e−x dx

du = nxn−1 dx , v = −e−x ]
Z +∞
+∞
= xn · (−e−x ) 0 ) + n xn−1 e−x dx = 0 + nIn−1
0

El lı́mite de xn · e−x , cualquiera que sea n ∈ N, cuando x → +∞, es igual a


0. Dado que I1 = 1 (ver Ejemplo 46), resulta finalmente que:
Z
In = xn e−x dx = n In−1 = n (n − 1) In−2 = · · · = n!

• Las funciones Γ(p) y β(p, q). Las funciones Γ y β son dos integrales
impropias, las denominadas, respectivamente, integrales de Euler y Gauss.
Están definidas de la siguiente manera:
Z +∞
Γ(p) = e−x xp−1 dx , p > 0 (2)
0+

7
es la función Γ de Euler. En cuanto a la función β de Gauss, se define:
Z 1−
β(p) = xp−1 (1 − x)q−1 dx , p, q > 0 (3)
0+

Vamos a estudiar la convergencia de estas dos integrales impropias y obtener


algunas de sus principales propiedades.
La integral (2) tiene dos singularidades, en 0 y en +∞. Vamos, por tanto, a
ver lo que ocurre en los intervalos (0, 1] y [1, +∞). En el intervalo (0, 1] hay
una singularidad
R 1 en x = 0, siempre que 0 < p < 1. Podemos comparar la
integral con 0 xp−1 dx que es convergente.
Como el lı́mite
e−x xp−1
lı́m = lı́m e−x = 1
x→0+ xp−1 x→0+

tenemos, criterio C3, convergencia.


R +∞En el intervalo [1, +∞) podemos com-
parar la integral con la integral 1 x−2 dx, que es convergente. Dado que

e−x xp−1 xp−1+2


lı́m = lı́m =0
x→+∞ x−2 x→+∞ ex
resulta, criterio C4, que también hay convergencia. En consecuencia, la in-
tegral de Euler converge para todo p > 0, con lo que la función Γ está bien
definida.
La convergencia de la integral de Gauss se resuelve también de forma sencilla.
Esta integral presenta una singularidad en x = 0 sólo si 0 < p < 1, y una
singularidad en x = 1 sólo si 0 < q < 1. Podemos estudiar las integrales
en los intervalos (0, 1/2] y [1/2, 1). En el primer caso, singularidad en 0,
R 1/2
la integral es convergente, puesto que es comparable con 0 xp−1 dx y el
exponente verifica 0 < p < 1, luego −1 < p − 1 < 0. En el segundo caso
ocurre lo mismo, ahora con el factor (1 − x)q−1 . En consecuencia, la integral
de Gauss es convergente para todos p, q > 0 y define bien una función, de
dos variables, β(p, q), en el primer cuadrante.
Veamos a continuación algunas propiedades de estas funciones. Si p > 1,
podemos integrar por partes en la función Γ y obtener:
Z
Γ(p) = e−x xp−1 dx [u = xp−1 , dv = e−x dx

du = (p − 1)xp−2 dx , v = −e−x ]
Z +∞
−x +∞
p−1
e−x xp−2 dx = 0 + (p − 1)Γ(p − 1)

= x · (−e ) 0 ) + (p − 1)
0

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Hemos probado entonces que, para todo p > 1 se verifica que:

Γ(p) = (p − 1) Γ(p − 1)

A partir de esta fórmula resulta que, el conocimiento de la función Γ en un


intervalo de longitud 1, por ejemplo en el (0, 1], permite su conocimiento en
todo su dominio.
Por otro lado, teniendo en cuenta (ver Ejemplo 46) que Γ(1) = 1, resulta que,
para todo p entero positivo, Γ(p) = (p − 1)! luego, la función Γ puede verse
como una extensión del factorial a los números no enteros. En la Figura 2
hemos representado la función Γ de Euler.

8
7
6
5
4
3
2
1

1 2 3 4

Figura 2: La función Γ.

La función β de Gauss (3) tiene dos singularidades finitas: en x = 0 y en


x = 1, en función de los valores de los parámetros p y q. Si 0 < p < 1 hay una
singularidad en 0; si 0 < q < 1 la hay en 1; y, si ocurren las dos cosas tenemos
las dos singularidades. Para estudiar la convergencia dividimos el intervalo
en otros dos, por ejemplo, en (0, 1/2] y [1/2, 1). La singularidad en x = 0 se
R 1/2
resuelve comparando la integral con 0 xp−1 dx, que es convergente dado
que 0 < p < 1, es decir, 0 < 1 − p < 1. Exactamente lo mismo ocurre con la
singularidad en x = 1. Por lo tanto la función β está bien definida. Veamos
algunas propiedades suyas y su relación con la función Γ.

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Si q > 1, podemos integrar por partes en (3) y obtener lo siguiente:
Z 1−
β(p, q) = xp−1 (1 − x)q−1 dx [u = (1 − x)q−1 , dv = xp−1 dx
0+
xp
du = −(q − 1)(1 − x)q−2 dx , v= ]
p
1− Z −
xp (1 − x)q−1 q−1 1 p

q−1
= + x (1 − x)q−2 dx = 0 + β(p + 1, q − 1)
p
0+ p 0+ p
Si q > 2 podemos integrar de nuevo por partes y obtenemos:
q−1 q−1 q−2
β(p, q) = β(p + 1, q − 1) = β(p + 1, q − 2)
p p p+2
Si q es entero positivo, repitiendo el proceso anterior las veces que sea nece-
sario, podemos llegar a una función final del tipo β(r, 1); en concreto:
q−1 q−1 q−2
β(p, q) = β(p + 1, q − 1) = β(p + 1, q − 2)
p p p+2
(q − 1)(q − 2) · · · 2 · 1
= ··· = β(p + q − 1, 1)
p · (p + 1) · · · (p + q − 3)(p + q − 2)
Y, finalmente, teniendo en cuenta que β(r, 1) = (1/r), para todo r > 0,
resulta que:
(q − 1)(q − 2) · · · 2 · 1 1
β(p, q) =
p · (p + 1) · · · (p + q − 3)(p + q − 2) p + q − 1
Si p, q son enteros positivos, la fórmula anterior se puede escribir, multipli-
cando por (p − 1)! el numerador y el denominador, de la siguiente forma:
(p − 1)! (q − 1)(q − 2) · · · 2 · 1 1
β(p, q) =
(p − 1)! p · (p + 1) · · · (p + q − 3)(p + q − 2) p + q − 1
(p − 1)! (q − 1)! Γ(p) Γ(q)
= =
(p + q − 1)! Γ(p + q)
La anterior relación que liga a las dos funciones Γ y β es válida, cualesquiera
que sean p y q (no sólo enteros):
Γ(p) Γ(q)
β(p, q) = (4)
Γ(p + q)
Con ayuda de (4) vamos a calcular Γ(1/2). Tenemos que β(1/2, 1/2) =
(Γ[1/2])2 . Por otro lado, si hacemos el cambio de variable x = sin2 t, el

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intervalo (0, 1) se transforma en (0, π/2), y, dx = 2 sin t cos t dt, con lo que
resulta:
Z 1− Z π/2
−1/2 −1/2 2 sin t cos t dt
β(1/2, 1/2) = x (1 − x) dx = =π
0+ 0 sin t cos t
Por lo tanto, hemos comprobado que:

β(1/2, 1/2) = π y Γ(1/2) = π

Con este valor obtenido de Γ(1/2) podemos calcular el área que encierra la
2
denominada campana de Gauss. Se trata del área bajo la gráfica de y = e−x ,
en x ∈ (−∞, +∞). Es decir, se trata de la integral impropia:
Z +∞
2
e−x dx (dada la simetrı́a)
−∞
Z +∞
2
=2 e−x dx
0
(cambio de variable: t = x2 , dt = 2x dx)
t−1/2 dt
Z +∞
=2 e−t
0 2
Z +∞

= t−1/2 e−t dt = Γ(1/2) = π
0

Con ayuda de la función β se pueden calcular algunas integrales trigo-


nométricas, que de otra manera resultan muy largas, de forma rápida. Ha-
cemos el cambio que ya hemos utilizado antes x = sin2 t y tenemos:
Z 1− Z π/2
β(p, q) = xp−1 (1 − x)q−1 dx = (sin2 t)p−1 (cos2 t)q−1 2 sin t cos t dt
0+ 0
Z π/2
=2 (sin t)2p−1 (cos t)2q−1 dt
0

La fórmula anterior se puede escribir:


Z π/2  
m n 1 m+1 n+1
sin x cos x dx = β ,
0 2 2 2

Esta fórmula es muy útil para calcular integrales de productos de potencias


de senos y cosenos, sobre todo cuando los exponentes son los dos pares, que
resulta siempre el caso más latoso.

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Ejemplo 49. Para calcular la integral
Z π/2
sin4 x cos6 x dx
0

podemos aplicar la fórmula anterior, y resulta:


Z π/2
1 Γ(5/2) Γ(7/2)
sin4 x cos6 x dx = β(5/2, 7/2) =
0 2 2 Γ(6)
(3/2)(1/2)Γ(1/2) · (5/2)(3/2)(1/2)Γ(1/2) 3[Γ(1/2)]2 3π
= = 9
=
2 · 5! 2 512
También pueden obtenerse otras importantes relaciones, como la fórmula
de Stirling, o la denominada fórmula del complemento, válida para todo
p ∈ (0, 1):
π
Γ(p) Γ(1 − p) =
sin (pπ)
Con ayuda de las funciones Γ y β se pueden calcular de forma sencilla
algunas integrales impropias. Ya lo hemos visto para el caso de productos
de potencias altas y pares de senos y cosenos. Terminamos la sección con
otros ejemplos de estas aplicaciones.
Ejemplo 50. Calcular la integral
Z +∞
3
x4 e−x dx
0

Hacemos el cambio de variable t = x3 , con lo que dt = 3x2 dx, y tenemos:


Z +∞ Z +∞
1 +∞ −t 2/3
Z
4 −x3 −t 4/3 dt 1
x e dx = e t 2/3
= e t dt = Γ(5/3)
0 0 3t 3 0 3
Ejemplo 51. Hallar el valor de la siguiente integral impropia:
Z 2−
x3
√ dx
0 8 − x3
El cambio de variable 8t = x3 , transforma el intervalo (0, 2) en el (0, 1) y,
dado que 8 dt = 3x2 dx, resulta:
Z 2− Z 1
x3 8
√ dx = √ t1/3 (1 − t)−1/2 dt
8 − x 3 3 2
0 0

8 2π Γ(7/3)
= √ β(1/2, 4/3) =
3 2 Γ(11/6)

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