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Introducción

Efectos de las agravantes como circunstancias que modifican la


responsabilidad penal

Partiendo de la base de que la pena debe ser correlativa al delito cometido y a las
circunstancias que lo rodeen, éstas podrán consistir en atenuantes o agravantes

1. las atenuantes son las que conllevan una disminución de la responsabilidad.

2. las agravantes son las que conllevan un aumento de la responsabilidad del


autor, y

En muchas ocasiones podemos encontrarnos circunstancias mixtas.

Hay que recordar aquí que, los delitos establecen unos márgenes de maniobra
entre los que, el juez en el momento de dictar sentencia deberá establecer la
condena.

También se clasifican en circunstancias objetivas y subjetivas. Las objetivas son


circunstancias que rodean al injusto, mientras que las subjetivas son las que
rodean la culpabilidad.

En el Art. 21 ,Código Penal se establecen efectos para determinadas eximentes


que se recogen en el Art. 20 ,Código Penal, cuando no concurrieren todos los
requisitos necesarios para eximir de responsabilidad plenamente en sus
respectivos casos: eximentes incompletas

En el Art. 20 ,Código Penal se recogen las siguientes causas que eximen de la


responsabilidad criminal:

- La alteración o anomalía psíquica del autor de la infracción penal, siempre que la


tenga en el momento de cometer la infracción, y que le impida comprender la
ilicitud del hecho.

- Que el causante del hecho ilícito esté en un momento de intoxicación plena por
alcohol, drogas, estupefacientes u otras sustancias que produzcan efectos
análogos, siempre que no las haya consumido precisamente para la comisión del
delito.

Si el autor es una persona que tiene alterada su percepción de la realidad desde el


nacimiento.

El que obre por defensa propia de su persona o de sus propios derechos, también
estará eximido de responsabilidad.

El que lesione un bien jurídico de otra persona o infrinja un deber para evitar un
mal ajeno o propio.

Si se obra impulsado por un miedo insuperable.

Y el que obra en cumplimiento de un deber, oficio, cargo o derecho.

Para que se considere una eximente como una atenuante, no es necesario que
cumpla todos los requisitos, sino que cuando no concurriese de forma correcta
para ser eximente completa, se utilizará como eximente incompleta.

Algunos casos como el de la minoría de edad que se prevé en el Art. 19 ,Código


Penal, no es graduable, o se es mayor o menor de edad.

La jurisprudencia exige que para que se consideren las eximentes, que en éstas
estén presentes al menos los requisitos esenciales de la misma. Es decir, en el
caso de que haya una eximente, si le falta un requisito, éste no puede ser uno
esencial para que se pueda considerar la existencia de la eximente como tal.

Por ejemplo, los casos en los que se anula la imputabilidad, por ejemplo, por una
anomalía psíquica, para que se considere ésta una eximente incompleta, es
necesario que haya una situación de disminución de la capacidad intelectiva y
volitiva, pero que no llegue a anularla completamente, así se usará como eximente
incompleta.

Atenuantes ordinarias
Se dividen en circunstancias que disminuyen la culpabilidad, comportamientos
posteriores al hecho delictivo, dilaciones indebidas y atenuantes análogas. Se
recogen en el Art. 21, Código Penal. Según éste, son atenuantes:

Las causas expresadas en el Art. 20, Código Penal cuando no concurran todos los
requisitos para que se exima la responsabilidad (1.ª)

La grave adicción a sustancias tóxicas y los estados pasionales (2.ª y 3.ª)

En cuanto a la grave adicción a sustancias tóxicas, se prevén, las bebidas


alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas y otras de
efectos análogos.

Existe un problema de distinción entre la eximente y la atenuante por el consumo


de sustancias tóxicas. La diferencia es que, la intensidad de los efectos, en la
eximente y en la atenuante es distinta. La menor imputabilidad del sujeto se
considerará atenuante, mientras que si hay una mayor intensidad, se considerará
eximente.

Obrar por estímulos tan poderosos que produzcan arrebato, obcecación u otro
estado pasional semejante.

Esta eximente de intoxicación plena, puede aplicarse también como eximente


incompleta, lo que produce un grado intermedio entre la exención completa y la
atenuante. No puede buscarse la intoxicación para delinquir ni puede haberse
previsto o debido prever la comisión del delito, ya que esto sería eximente
completa del Art. 20 ,Código Penal. Si no concurriesen los requisitos no se podría
aplicar la eximente completa, pero podría aplicarse la atenuante ordinaria del Art.
21, Código Penal.

La jurisprudencia, por otra parte, exige que, el estado pasional no haya sido
provocado por una conducta ilícita de la víctima, en cuyo caso no actuaría como
atenuante. Es un caso de disminución de la imputabilidad producido por estímulos
externos, pero que no alcanza el caso del trastorno mental transitorio.
Comportamientos posteriores al hecho delictivo (4. ª Y 5.ª)

El Art. 21, Código Penal contempla las circunstancias de confesar a las


autoridades la infracción y reparación o disminución de los efectos del delito.

La confesión del delito debe realizarse antes de que se sepa que se dirige contra
él un procedimiento judicial. La reparación de los efectos del delito debe realizarse
en cualquier momento del procedimiento, siempre que sea con anterioridad al
juicio oral (Art. 21, Código Penal).

Estas circunstancias, como funcionan en momentos posteriores a la comisión del


delito, no pueden suponer una disminución de la culpabilidad, sino que, lo que
buscan es favorecer el buen comportamiento de los del responsable del delito.
Para que se pueda tener en cuenta este arrepentimiento, deben concurrir unas
circunstancias. El causante del delito no puede saber que hay un proceso penal
que se dirige contra él, o antes de que se celebre el juicio oral.

Esta circunstancia como atenuante lo que hace es, conceder un premio a los
causantes de los delitos que realizan actos favorables posteriormente.

La atenuante de dilaciones indebidas. (6.ª)

Se establece que la dilación extraordinaria e indebida del procedimiento produce


efectos de atenuante, ya que, se busca compensar los efectos de los perjuicios
causados por el retraso indebido en la tramitación del procedimiento. Esta
atenuante es de origen jurisprudencial, ya que, con anterioridad a estar prevista
por el Art. 21, Código Penal, era utilizado por los tribunales como atenuante
análoga.

Las atenuantes análogas (7. ª)

En el Art. 21, Código Penal se determina que, cualquier circunstancia de análoga


significación a las determinadas en ese artículo, se utilizarán como atenuantes
también. Podrán utilizar las circunstancias que sean de parecida significación a
éstas y que busquen beneficiar al reo.

2. Agravantes

Las circunstancias objetivas se recogen en el Art. 22 ,Código Penal. Son aquellas


en las que es posible apreciar una mayor gravedad del daño causado con el
delito, o en las que es más fácil apreciar una mayor desprotección del bien
jurídico. La proporcionalidad entre la pena y la culpabilidad por el hecho hace que
se pueda explicar el aumento de la pena.

Las circunstancias objetivas se dividen en, el ensañamiento por un lado, y las que
permiten una mayor facilidad de ejecución del delito o que facilitan la impunidad
del responsable.

El ensañamiento es en el que se incrementa el daño producido a la víctima de


forma deliberada o inhumana. El ensañamiento debe realizarse obligatoriamente
antes de la muerte de la víctima, en caso de que ésta se produzca, ya que a
posteriori, el daño que se le cause al cadáver ya no se considerará ensañamiento.

La situación de indefensión o inferioridad de la víctima hace que se considere más


grave el delito, porque la víctima está en una situación de mayor vulnerabilidad. La
indefensión puede conseguirse por la utilización de medios para asegurarse del
sometimiento o porque el autor del acto se aprovecha de la situación de
inferioridad.

En lo que se refiere a la utilización de un disfraz, éste supone un medio que facilita


la ejecución del delito, por lo que es un medio alevoso.

El aprovechamiento de una situación, es el que conlleva que la víctima tiene


menores posibilidades de defenderse, se identifica este aprovechamiento con el
abuso de superioridad y el aprovechamiento de circunstancias, por ejemplo, de
lugar, tiempo o auxilio de otras personas.

La distinción entre los medios alevosos y el aprovechamiento de situaciones de


inferioridad de la víctima es importante, porque muchas veces se confunden, así la
jurisprudencia ha determinado que, la muerte de un niño por asesinato es siempre
alevosa, mientras que si solamente se abusa de la inferioridad de la edad, sin
otros medios alevosos, se considerará circunstancia de abuso de superioridad.

La ejecución del acto mediante precio, recompensa o promesa, se considera


objetiva porque se dice en este artículo que es suficiente ejecutar un delito
mediante cualquiera de esos elementos para que se considere la circunstancia
objetiva. Es decir no es necesario concluir el delito, es suficiente con que se lleven
a cabo actos de ejecución.

Las circunstancias subjetivas, son en las que es posible determinar que el hecho
objetivamente considerado resulta más grave, o la culpabilidad del autor mayor.

Las circunstancias subjetivas son: cometer el delito por motivos racistas o


discriminatorios, y la reincidencia, Art. 22, Código Penal.

Actuar por motivos racistas o discriminatorios se considera una agravante, ya que


los delitos se cometen por una ideología racista. El autor de este delito
normalmente también está incurso en otras agravantes, como el ensañamiento o
el abuso de superioridad principalmente.

La reincidencia consiste en que, el autor del delito ha sido condenado ya


anteriormente por un delito que está comprendido dentro del mismo Título del
código penal y que es de la misma naturaleza. En otro caso no se considerará
reincidencia. La jurisprudencia considera reincidencia, si los delitos son de la
misma naturaleza, es decir si afectan al mismo bien jurídico y utilizan el mismo
modo de ataque.
La reincidencia provoca una mayor culpabilidad porque la actitud del sujeto que
comete el delito ha desobedecido las normas penales en varias ocasiones y es por
tanto una persona más peligrosa.

3. La circunstancia mixta

La circunstancia mixta se recoge en el Art. 23, Código Penal. Esta circunstancia


consiste en determinados grados de parentesco entre el que comete el delito y la
víctima. La circunstancia mixta consiste en que, puede atenuar o puede agravar
dependiendo de la naturaleza, los motivos y los efectos del delito. El Art. 23,
Código Penal dice concretamente que, ser o haber sido el agraviado el cónyuge o
una persona que esté o haya estado ligada de forma estable por una relación de
afectividad análoga, o por ser, ascendiente, descendiente o hermano del ofensor
de su cónyuge o conviviente, aumenta la responsabilidad del causante del delito,
dependiendo de la naturaleza de éste.

No es obligatorio que se produzca una atenuante o agravante en estos casos, se


dice que puede, cabe la posibilidad de que así sea, pero no hay una obligación.

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