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Síndrome de las embarazadas adolescentes

Lourdes Ibarra (2003), señala el «Síndrome de las embarazadas adolescentes». Para la


autora, este síndrome se basa en el fracaso de diferentes aspectos vitales de la adolescente.
Así pues, este fracaso se produce en:

1. Las funciones de la adolescencia como la adquisición de independencia, el logro


de la propia identidad, la determinación del papel sexual y el desarrollo de un
sistema de valores y elección vocacional.
2. La continuación de sus estudios o en su preparación para la vida adulta.
3. La construcción de una familia estable, por lo general matricéntricas y
monoparentales.
4. Por último, el fracaso para sostenerse a sí misma, dependiendo de su familia o del
bienestar social.

Consecuencias psicológicas

Martha Restrepo (1991), de la Universidad Nacional de Colombia, señala como


consecuencias psicológicas en adolescentes los siguientes puntos:

 Estrés relacionado con el manejo de un embarazo no planeado y la alteración de


los planes educativos y ocupacionales.
 Estrés debido a la transición entre los múltiples roles producidos por la
maternidad. Tanto el matrimonio si lo hubiera, como las diferentes
responsabilidades, tienen lugar demasiado pronto de acuerdo con el promedio.
 Depresión, percepción de desesperanza, intentos de suicidio más frecuentes.
 Frustración debido a la dificultad para lograr las aspiraciones educativas y
ocupacionales que permiten proporcionar la satisfacción de las necesidades
familiares.
Reflexión final

El embarazo adolescente es un tema complejo. Sin duda, se necesitan más recursos


educativos para prevenir este tipo de desenlace. Con ello no se pretende demonizar el
embarazo, sino resaltar la falta de previsión y las consecuencias negativas que puede tener
sobre la vida de la adolescente.

Como se ha visto, cuando el embarazo no es buscado, la vida de la joven puede


desestructurarse por completo, tanto a nivel psicológico, educativo, familiar y profesional.
Por ello, es tan importante ofrecer información y educación sexual a los adolescentes.
Dotarles de conocimientos y hacerles pensar sobre las consecuencias de ciertos actos, podría
ser un buen paso hacia una mejora en la prevención de este tipo de embarazos.

¿Qué es?
El embarazo precoz, también denominado embarazo adolescente, es aquel que se produce cuando
una mujer se encuentra en su etapa de pubertad (entre los 10 y los 19 años, según la Organización
Mundial de la Salud). Este término también se utiliza para denominar aquellos embarazos de
mujeres que no han alcanzado la mayoría de edad legal en el país en el que residen.
Al producirse el embarazo durante la etapa de adolescencia, la niña es fértil pero se encuentra
experimentando los cambios hormonales naturales de esta etapa, es decir, aún no está desarrollada,
lo que puede traer graves consecuencias tanto para el niño como para la madre.
Aunque el embarazo precoz estaba considerado como un problema típico de países del tercer
mundo, cada vez es más habitual encontrar casos entre adolescentes de países desarrollados. La
mayor parte de estos embarazos no son deseados, sino que son las consecuencias de violaciones o
de la falta de conocimiento real sobre el tema; en otras ocasiones, el embarazo precoz es el fruto
del deseo de los adolescentes de experimentar relaciones sexuales sin protección.

Causas más comunes del embarazo precoz


Las causas de que se produzcan embarazos a estas edades no responden a un criterio común, sino
que depende mucho de la cultura, la educación, el entorno o los avances médicos de cada país. En
algunos territorios se permite y se fomenta el matrimonio en edades muy tempranas, casi siempre
cuando la niña se encuentra en su etapa adolescente; además, en muchas culturas la fertilidad de
las niñas es uno de los valores más importantes.
En los territorios donde no predominan o son ilegales los matrimonios con menores de edad, la
principal causa de embarazo adolescente responde a que los jóvenes mantienen relaciones sexuales
sin utilizar anticonceptivos, lo que en las sociedades occidentales se conoce como embarazos no
deseados.

Riesgos para el niño


Los niños que nacen a causa de embarazos precoces suelen presentar diferentes problemas físicos y
también corren el riesgo de presentar problemas psicológicos y sociales a causa de la poca
preparación mental de la madre. Los problemas más comunes en los niños son:
 Deformaciones congénitas y problemas durante el desarrollo: Esto es debido a que la madre,
al no haber alcanzado su madurez sexual, no pude darle al niño todo lo que necesita para
formarse completamente. En otros casos, el niño muere al nacer o no llega al año de vida.

 Complicaciones durante el parto: Al no estar el cuerpo de la madre desarrollado para


quedarse embarazada un embarazo, los partos de adolescentes suelen tener muchas
complicaciones, lo que puede dejar graves secuelas a los niños.

 Riesgo de sufrir problemas sociales y psicológicos: En determinadas circunstancias puede


ocurrir que el niño también desarrolle problemas psicológicos y sociales durante su
crecimiento. La adolescencia y la juventud en general suele ser una etapa inestable, de
madurez mental, donde lo etéreo y volátil predomina más que lo estable y constante. Crecer
en ciertos ambientes puede traer problemas sociales que deriven en problemas psicológicos.

Riesgos para la madre


El embarazo representa una situación en la que influyen muchos elementos importantes, como el
estado físico, el mental y el social. Durante la etapa de la adolescencia, ninguno de estos elementos
está desarrollados, sino que se encuentran en plena etapa de evolución y desarrollo. El embarazo
precoz tiene un efecto de shock e interrupción en todos estos procesos, lo que acarrea graves
consecuencias para la madre:
 Problemas físicos: Dado que la adolescente no ha alcanzado su etapa de madurez sexual, su
cuerpo no está preparado para un embarazo, lo que suele acarrear problemas
como anemia, desproporción cefalopélvica (al no estar del todo desarrollado el cuerpo, la
pelvis de la adolescente suele ser estrecha, lo que tiene un gran riesgo de que la cabeza del
bebé no pase en el parto), dolores durante la gestación, etcétera.

 Problemas durante el parto: El embarazo precoz se traduce en partos dolorosos y


prolongados, donde son abundantes las infecciones y los problemas obstétricos.

 Problemas psicológicos y sociales: Además de la madurez psicológica y social necesaria


para criar a un niño, es muy importante la madurez mental y la preparación para afrontar un
parto. Un embarazo doloroso, seguido de un parto complicado y traumático puede acarrear
trastornos psicológicos graves como la depresión o el rechazo al bebé (depresión postparto).
Aunque los problemas sociales dependen en gran medida del contexto social y cultural en el que
se encuentre la madre, podemos identificar algunos que suelen ocurrir con frecuencia, como la
imposibilidad de la adolescente de desarrollar su vida como el resto de jóvenes o la interrupción de
sus estudios y la dificultad de acceder al mercado laboral.

¿Cómo prevenirlo?
La mejor manera de prevenir un embarazo precoz reside en la educación (aunque esto depende
sobremanera del contexto cultural), concienciando a las jóvenes de la importancia de alcanzar la
madurez y desarrollarse a la hora de quedarse embarazadas, así como de los riesgos que esto
conlleva. Fomentar el uso de preservativos y otros métodos anticonceptivos en las relaciones
sexuales también ayuda a prevenir el embarazo precoz. Por otro lado, intentar reducir el número
de matrimonios celebrados antes de los 18 años también es una forma de prevenir estas situaciones.

Otros datos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) arroja una serie de datos que permiten evaluar el
impacto de un embarazo precoz:
 Unos 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años y aproximadamente 1 millón de niñas
menores de 15 años dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos.

 Las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las
chicas de 15 a 19 años en todo el mundo.

 Cada año, unos 3 millones de muchachas de 15 a 19 años se someten a abortos peligrosos.

 Los bebés de madres adolescentes se enfrentan a un riesgo considerablemente superior de


morir que los nacidos de mujeres de 20 a 24 años.

Efectos Psicológicos Del Embarazo En Adolescentes


23:05 Carolina Rodríguez 0 Comments

Los embarazos en edades tempranas son muy comunes en la sociedad y más si de


Latinoamérica hablamos, sabemos que las hormonas y la maduración corporal cumple su
trabajo, pero muchos jóvenes tienden a perder el rumbo de sus vidas debido a su falta de
experiencia y orientación al interior de la familia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera adolescente aquella persona


comprendida entre las edades de los 10 y 19 años, se les dice adolescente porque adolecen,
quiere decir que están cambiando de ser niños a ser adultos y su corteza pre-frontal hablando
del cerebro está en proceso de desarrollo, y es el momento donde los adolescentes no se
hallan, creen que el mundo ni nadie los comprende y es debido a ese cambio físico que se
están enfrentando.
Las madres adolescentes pueden tener múltiples complicaciones y no sólo ellas también sus
bebés, puesto que su desarrollo físico no ha llegado a su madurez y la edad apropiada para
que una pareja tenga sus hijos es entre los 25 y 35 años, porque al igual que las mujeres, los
hombres también inician un proceso de envejecimiento en sus células reproductivas.

Hablando de algunas dificultades físicas que la madre adolescente puede llegar a tener es,
bajo peso por parte de la futura mamá, dificultades al momento de dar a luz pues el cuerpo
aún no está adaptado para dicho proceso, en cuanto al menor puede tener bajo peso, nacer
antes de la semana 37 niños son considerados prematuros, con dificultades en el desarrollo
físico y o cognitivo, pues muchas veces, las futuras mamás desconocen el proceso que se
debe llevar en un embarazo.

Ahora hablemos de los psicológico, la madre adolescente puede tener episodios de


melancolía, que pueden llevarla a una depresión (leve, moderada, o severa), también el
aislamiento por parte de su grupo de amigos pues ya no disfrutara de las mismas actividades
debido a su nueva responsabilidad, posiblemente sienta rechazó ante su hijo por el cambio
drástico que le dará a su vida, temor a mencionar el tema de embarazo y planificación con
sus figuras de autoridad; también debe asumir los cambios físicos que están asociados al pos-
parto, como el cambio de peso, estrías, el hecho que su ropa no le quede como antes; saber
que el tiempo ya no es de ella, que los gastos que genera traer un hijo y educarlo con los
elementos básicos requiere de dinero y muy posiblemente le dificulte adquirir por su falta de
experiencia laboral y su currículo incompleto, en casos comunes también tenemos las
adolescentes que viven con sus padres, el papá del menor que viene en camino el cual no
responde y las adolescentes deben llevar consigo los comentarios de sus familiares.

Los y las adolescentes no son conscientes de esta situación, pero tengamos presente que
aunque los hombres no presentan todos estos cambios y si ellos son responsables, deben
asumir el rol de ser padre a temprana edad, que deben trabajar para comprar el tarro de leche,
los pañales, la crema antipañalitis (mínimo cada quince días), deben cambiar los ajuares del
niño o niña cada dos o 3 meses pues los bebés crecen muy rápido y todo esto implica tener
recursos, por lo tanto para ninguno de los dos es fácil asumir esta responsabidad.

Lo que debemos hacer como padres, adultos, maestros, amigos, jóvenes y adolescentes, es
mantener la comunicación al interior de las familias, si los jóvenes no encuentran ayuda de
las personas más cercanas, posiblemente buscarán orientación por otro lado y precisamente
no tendrá buenos resultados si entre adolescentes o jóvenes de la misma edad se trata,
hablemos con nuestros jóvenes, ellos serán adultos a corto plazo y lo que hagamos por ellos
hoy, tendrá buenos resultados mañana.
Recomendaciones

1. Mantener la comunicación al interior de la familia.


2. Si él y/o la adolescente desea iniciar su vida sexual y reproductiva, es recomendable
solicitar una cita a su médico y pedir la orientación oportuna en cuanto al método de
planificación adecuado para su organismo.
3. Si no siente confianza con sus padres ubique el profesional en salud más cercano.
4. NUNCA accedan a tener vida sexual coaccionados por otras personas.
5. Tenga cuidado con las personas que agrega en redes sociales, pues muchas veces son
organizaciones de trata de personas y puede ser víctima sin saberlo.
6. Trace metas de corto plazo (6 meses a 1 año) y largo plazo (3 a 5 años) de esta manera está
organizando su plan de vida y logrará tener lo que más desea, y en un futuro tener sus hijos
con todas las comodidades.

Bibliografía

 Coard, S., Nitz, K y Felice, M. (2000). Repeat pregnancy among urban


adolescents: Sociodemographic, family and health factors. Adolescence, 35, 193-
200.
 Hernández, G., Kimelman, M. y Montino, O. (2000). Salud mental perinatal en la
asistencia hospitalaria del parto y puerperio. Revista Médica de Chile, 128, 1283-
1289.
 Ibarra, L. (2003). Adolescencia y maternidad. Impacto psicológico en la
mujer. Revista cubana de psicología, 20, (1), 43-47.
 Menéndez, E., Navas, I., Hidalgo, Y. y Espert, J. (2002). El embarazo y sus
complicaciones en la madre adolescente. Revista cubana de obstetricia y
ginecología, 38 (3).
 Restrepo, M. (1991). Factores psicológicos en madres adolescentes: intervención
dentro de un programa de atención primaria en salud. Revista de psicología, 26,
57-71.
 Valdivia M. y Molina, M. (2003). Factores Psicológicos Asociados a la
Maternidad Adolescente en Menores de 15 años. Revista de Psicología de la
Universidad de Chile, 12, (2), 85-10.

Los cambios en el proyecto de vida de la adolescente embarazada.


por Mtra. Marivel Soto de Jesús y clbs.

Autor(es) Mtra. Marivel Soto de Jesús


Mtra. María Teresa Contreras Guerrero
Dr. Roberto Raúl Becerra Moya
Investigación realizada en la Escuela Preparatoria No. 7 de la Universidad de Guadalajara.

El embarazo en la adolescencia debe ser considerado como un problema de la sociedad que


nos compete a todos y todas y en donde se debe jugar un papel activo, ya que este hecho
trunco, la mayoría de las veces, el proyecto de vida de las madres adolescentes.

El estudio que se presenta tuvo como finalidad identificar los factores socioculturales que
influyen para que se presente un embarazo en la adolescencia, Es un estudio de caso sobre
la problemática que tienen que afrontar las adolescentes embarazadas en relación a:

 Sexualidad en la adolescencia
 Maternidad en la adolescencia
 Ambientes familiares
 Contextos socioculturales
La investigación es de corte cualitativo-interpretativo. Enfocado a una línea de investigación
sobre el universo sociocultural del adolescente. Los objetivos que se persiguen son:

1. Analizar las repercusiones y actitudes que sufren las adolescentes al tener que
enfrentar un embarazo en esa etapa de su vida, específicamente en su proyecto de
vida.
2. Describir la experiencia del embarazo desde la perspectiva de la madre adolescente.
3. Profundizar en la experiencia de vida de las adolescentes embarazadas e indagar que
ocurre con el desarrollo psicosocial de las mismas en un momento de la vida en que
conjugan dos procesos de gran importancia “La adolescencia y el embarazo,” y como
afecta su proyecto de vida.
Palabras clave.
 Adolescencia
 Embarazo adolescente
 Educación en la sexualidad
 Proyecto de vida
En la investigación predominó el estudio cualitativo, exploratorio y casuístico.

El estudio de caso me permitió indagar un segmento del ciclo vital de la adolescente


entrevistada, concentrándome en aspectos de adolescencia y embarazo, para lo cual empleé
la técnica de la entrevista a profundidad auxiliándome a través de medios audiológicos
(grabadora).

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Las condiciones actuales de vida favorecen las tempranas relaciones sexuales de los jóvenes.
No obstante, la escuela y la familia hacen muy poco por la educación sexual de los niños y
adolescentes. La tónica general es el silencio o el disimulo. Ni padres ni maestros hablan
sobre el tema. Los jóvenes buscan en otras fuentes, sobre todo entre los amigos. Existen
millones de mujeres en el mundo expuestas a riesgos que las pueden llevar a embarazos no
deseados. Adolescentes en edad cada vez más temprana viven el drama de la maternidad, con
visos de tragedia frente al escándalo de la institución educativa a la cual acuden, el rechazo
de sus padres y el desprecio o la indiferencia de los demás, lo que las orilla a modificar su
proyecto de vida.

Sin preparación alguna para la maternidad, las adolescentes llegan a ella y esa imprevista
situación desencadena una serie de frustraciones sociales y personales provocando con ello
que su proyecto de vida cambie en forma radical.

El embarazo adolescente es un reto al desarrollo integral de los y las adolescentes en México.


El embarazo adolescente es más frecuente que lo que la sociedad quisiera aceptar. Entre sus
posibles causas se encuentra el inicio temprano de la vida sexual de los jóvenes, el uso
inadecuado o el no uso de métodos anticonceptivos, así como la falta o insuficiente
información sobre sexualidad, el bajo nivel educativo y económico, los bajos niveles de
planeación y expectativas que poseen los jóvenes con respecto a su futuro, una pobre imagen
y valorización de la mujer, sentimientos de soledad y rechazo, entre otras.

En México según datos estadísticos obtenidos a través del INEGI una de cada cinco jóvenes
menores de 18 años son madres. Lo anterior nos lleva a deducir que las mujeres actualmente
tienen más probabilidades de tener un hijo durante la adolescencia.

Como es evidente la adolescencia es, una etapa de la vida que en nuestra cultura adquiere
una dimensión poco clara y en algunos casos se ve como traumática. En esta etapa se
presentan los cambios físicos y psicológicos que ayudan y buscan preparar al sujeto para su
futura vida de adulto; sin embargo, como ocurre en nuestro medio, la vida adulta se adelanta,
porque los jóvenes adquieren hábitos y conductas de “adulto” como es el caso del embarazo
adolescente; provocando con ello la alteración de su proyecto de vida.
Cuando la joven se embaraza, ocurren dos cosas:

1.- Sigue con ella su pareja sexual, o

2.- El varón huye ante la inminente responsabilidad de su paternidad.

Así mismo se puede observar en la mayoría de los casos que, la joven se tiene que enfrentar
al estigma de su grupo social y es empujada hacía el mundo del hogar o bien al mundo laboral
para el cual aún no se encuentra preparada. Su hijo (a) es concebido como un niño símbolo,
mismo que cambia con el grupo social y le otorga una acepción que lo convierte en
“problema”.

Partiendo de las tasas de embarazos adolescentes en algunos países del mundo, podemos
observar que México contempla una de las tasas más alta.

PAÍS % DE EMBARAZOS ADOLESCENTES

JAPÓN 0.4%

NORUEGA 0.8%

CANADÁ 4.1%

ESTADOS UNIDOS 6.1%

MÉXICO 17 Y 20 %

El embarazo de adolescentes ha llegado a constituir en una llamada de alerta para la autoridad


que a través de diversos programas ha buscado dar orientación y brindar apoyos adicionales
a las jovencitas que enfrentan este problema. En el 2003 el DIF Jalisco cuantificó en 18,867
los embarazos de mujeres adolescentes.

EL EMBARAZO ADOLESCENTE UN PROBLEMA QUE ALTERA EL PROYECTO DE


VIDA DE NUESTRAS JÓVENES.

Las condiciones actuales de vida favorecen las tempranas relaciones sexuales de los jóvenes.
No obstante, la escuela y la familia hacen muy poco por la educación sexual de los niños y
adolescentes. La tónica general es el silencio o el disimulo. Ni padres, ni maestros hablan
sobre el tema. Los jóvenes buscan en otras fuentes, sobre todo entre los amigos información
sobre sexualidad.

Uno de los problemas de la juventud, detectado a nivel mundial, es el embarazo adolescente.


Esta situación expone a quienes lo sufren a afrontar responsabilidades que socialmente no le
corresponden, ya que la adolescencia es un periodo de moratoria “en cuanto a la capacidad
psicosexual para la intimidad y su disposición psicosocial para la paternidad” (Erikson,
1986).

El embarazo entre las mujeres menores de 20 años se ha definido como un problema a partir
de 1985. Año Internacional de la juventud. Existen millones de mujeres en el mundo
expuestas a riesgos que las pueden llevar a embarazos no deseados. Desde que una
adolescente inicia su actividad sexual se encuentra ante una continua cadena de decisiones
que implican riesgos y estos pueden llevar a un resultado indeseable“embarazarse”.

JUSTIFICACIÓN

La presencia del embarazo en esta etapa de la vida despertó en la autora el interés por realizar
una investigación, para hacer un análisis de la alteración del proyecto de vida de las
adolescentes. Tomando como base que la historia de una adolescente embarazada, refleja no
sólo un drama o una expresión social de un grupo de personas jóvenes, refleja también el
cúmulo de presiones y las pocas alternativas que le permiten manejar los riesgos que éste
implica.

Esta investigación se origina como una necesidad de conocer algunas características


relacionadas con la problemática enfocada en cuatro aspectos fundamentalmente.

Sexualidad en la adolescencia.

Maternidad en la adolescencia.

Ambiente familiar.

Contextos socioculturales.

El embarazo en la adolescencia debe ser considerado como un problema de la sociedad que


nos compete a todos y todas y en donde se debe jugar un papel activo, ya que este hecho
trunco, la mayoría de las veces, el proyecto de vida de las madres adolescentes.

El problema creciente de la maternidad adolescente y sus relaciones con la educación sexual,


los ambientes familiares y los contextos socioculturales deben abordarse en la actualidad,
para poder abatir esta problemática a la que están expuestos los jóvenes hoy en día y que les
está truncando su proyecto de vida.

“En los últimos diez o quince años ha aumentado significativamente la preocupación de


diversos sectores sociales en México por el fenómeno del embarazo adolescente, lo cual se
ha traducido en políticas y programas –de población, de salud, de educación, sociales- en
los cuales tienden a invertirse recursos humanos y económicos crecientes (Martínez 2005)

La adolescencia constituye un momento de vulnerabilidad de los sujetos en su tránsito a la


adultez, que cobra una significación especial cuando tiene lugar en situaciones de riesgo,
fragilidad y precariedad en los vínculos relacionales, familiares y sociales. En la adolescente
embarazada, se tiene una problemática de fondo social, ya que por su edad, no cuenta con
una estructura psíquica firme, el embarazo en esta edad es considerado como un problema de
carácter social y cultural, eso sin identificar si para la adolescente también lo es.

En México alrededor de 22 millones de adolescentes entre 10 y 19 años de edad inician sus


relaciones sexuales cerca de los 16 años.

La falta de información sexual correcta en los adolescentes y jóvenes tiene como


consecuencias: embarazos no deseados, violaciones, contagio de infecciones de transmisión
sexual, SIDA, y abortos clandestinos. Uno de los problemas de la juventud detectado a nivel
mundial, es el embarazo precoz. Esta situación exponiendo a quienes lo sufren a asumir
responsabilidades que socialmente no les corresponden, y que aún no están preparados para
asumirlas, ya que éste es un período de moratoria “en cuanto a la capacidad psicosexual para
la intimidad y su disposición psicosocial para la paternidad” (Erikson, 1968).

Las estadísticas indican que, en los últimos años, las cifras de escolares embarazadas en
México han aumentado, sobre todo en las jóvenes quienes empiezan a tener relaciones
sexuales cual si fuera un juego.

En México “el promedio de embarazadas que reporta el Instituto Nacional de Estadísticas


Geografía e Informática” (INEGI/2003) es del 16.8% (cicmacnoticias mayo 09 de 2005).

“En nuestro País existen 9,579 adolescentes entre los 12 y los 18 años, que están en riesgo
de abandonar la primaria o la secundaria por estar embarazadas o ya ser madres jóvenes,
de acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP)” (Martínez, 2005).

Abortar o tener un hijo es un dilema trascendental de muchas adolescentes hoy en día. En


uno u otro caso la decisión impactará de modo significativo el curso de sus existencias.
Inclusive la decisión del aborto puede costar la vida misma. La de tener un hijo con frecuencia
implica deserción escolar, subempleo, maltrato, frustración y resentimiento, esto a su vez
conlleva a alterar su proyecto de vida.

Aunque las consecuencias de la maternidad en la adolescencia parecen claras, las razones y


motivaciones que subyacen en la decisión de tener relaciones sexuales a tan temprana edad
y sin prevención, sobre las que se trabaja en este estudio son aún más confusas, máxime si se
tiene en cuenta que el tema de la sexualidad-planificación cada día es más público; al punto
de ser objeto de campañas didácticas en los medios de comunicación y en las propias
instituciones educativas.

Tomando en consideración lo del aborto, se aprecia que, en todo el mundo, el embarazo es


una de las principales causas de defunción de las jóvenes que se embarazan entre los 15 y los
19 años de edad; según algunos especialistas los principales factores de esto son las
complicaciones del parto y del aborto el cual en la mayoría de los casos es practicado de
manera clandestina y en malas condiciones higiénicas. Por razones tanto fisiológicas como
sociales, en este grupo de edades las mujeres tienen mayores probabilidades de perder la vida
en el parto y ésta se presenta dos veces superior a las de las mujeres mayores de 20 años. Las
niñas menores de 15 años tienes probabilidades de morir cinco veces superiores a las de las
mujeres de más de 20 años.

En todo el mundo, se registra cada año a 14 millones de adolescentes entre 15 y 19 años de


edad (casadas y solteras) que dan a luz. De ahí que se deduzca que las mujeres que comienzan
a dar a luz en la adolescencia en general tienden a tener mayor cantidad de hijos, y con
intervalos menores entre estos, que las mujeres que comienzan más tarde.

Dentro de las encuestas que se han realizado en el nivel medio superior que es en el nivel en
el que se está realizando la presente investigación, se ha demostrado que la mayoría de las
jóvenes siguen desconociendo lo fundamental de su sexualidad, como el riesgo que implica
el embarazarse en esta etapa, las alteraciones que puede provocar en sus planes a corto y al
largo plazo y también el riesgo que conlleva el sostener relaciones sexuales sin preservativo,
provocando así que sean vulnerables a contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS).

La historia de una adolescente embarazada, refleja no sólo un drama o una expresión social
de un grupo de personas jóvenes, refleja también el cúmulo de presiones y las pocas
alternativas que les permiten manejar los riesgos que éste implica, comenzando por aceptar
su nueva situación, debe afrontar su realidad y aceptar que a partir del momento de saberse
embarazada su vida va a cambiar. No es fácil para ella el enfrentarse ante sus padres, amigos
y ante la misma sociedad.

OBJETIVOS.

Los objetivos que se pretenden lograr en esta investigación son:

 Analizar las repercusiones y actitudes que sufren los adolescentes al tener que
enfrentar un embarazo en esa etapa, específicamente en su proyecto de vida.

 Profundizar en la experiencia de las adolescentes embarazadas e indagar qué ocurre


con el desarrollo psicosocial de las mismas, en un momento de la vida en que se
conjugan dos procesos de gran importancia: La adolescencia y el embarazo; y cómo
afecta su proyecto de vida.

 Clasificar y describir los diferentes factores predisponentes del embarazo en


adolescentes.

 Clasificar y describir los diversos efectos del embarazo en las madres adolescentes.

 Conocer el nivel de educación sexual que poseen las adolescentes embarazadas.


MATERIAL Y METODO.

Este se define como una investigación de corte etnográfico en la cual predominará el estudio
cualitativo, exploratorio y casuístico. El estudio de caso me permitirá indagar un segmento
del ciclo vital de la adolescente entrevistada. Me concentraré en aspectos de adolescencia y
embarazo, para lo cual emplearé la técnica de entrevista en profundidad.

Los Cambios en el proyecto de vida de la Adolescente Embarazada, es un estudio de caso


sobre el problema creciente de la maternidad en la adolescencia y sus relaciones con la
educación sexual, los ambientes familiares y los contextos socioculturales, es un estudio
cualitativo perteneciente a una línea de investigación sobre los universos culturales de los
adolescentes.

Conforme a las propuestas metodológicas de la investigación cualitativa, para llevar a cabo


esta investigación recurrí a la técnica de entrevista en profundidad.

Los nombres verdaderos de las adolescentes que ayudaron a realizar la investigación


permanecen en el anonimato para respetar su intimidad, y se les asignó un seudónimo para
facilitar el proceso de interpretación y análisis de la investigación.

HALLAZGOS

Presento como hallazgos todas aquellas situaciones que se fueron descubriendo a través del
proceso de la investigación y que no estaban contempladas en la misma y considero a la vez,
que estos pueden dar lugar a un nuevo enfoque de esta investigación; provocando con ello,
que se pueda hacer una revisión de la misma y enriquecerla aún más, esto en virtud de que
en el sistema medio superior es escasa la investigación que se ha realizado hasta el momento
y más enfocada al aspecto de la sexualidad en los adolescentes.

 Se aprecia una repetición de conducta familiar “mamá soltera” (pudiendo


considerarse una repetición intergeneracional)
 Los modelos de socialización extremos (permisividad y represión) son nocivos para
los jóvenes conduciendo a estos a sostener relaciones sexuales precozmente.
 Surgen una serie de contradicciones en las que incurren las adolescentes y
básicamente son de tipo moral, esto en virtud de que no reconocen su toma de
decisiones.
 Las adolescentes buscan curarse moralmente, culpando a terceros de los errores
cometidos, aludiendo que este fenómeno se presentó por la poca información sobre
sexualidad que reciben tanto en las instituciones escolares como en la familia, o bien
por la falta de comunicación, comprensión, apoyo y cariño de sus progenitores
 Las adolescentes no son capaces de asumirse como un sujeto moral y ético, más bien
se asumen como objetos.
 La influencia de sustancias adictivas en esta etapa de la vida está presente, motivando
con ello más irresponsabilidad para asumir la paternidad adolescente.
RESULTADOS.

Tomando como base los resultados encontrados en las adolescentes embarazadas de la


Escuela Preparatoria No. 7 se puede deducir que una gran cantidad de adolescentes del medio
urbano, han iniciado a más temprana edad una vida sexual activa (15 a 17 años) y se puede
hacer un marco comparativo con las adolescentes que acudían al bachillerato hace apenas un
par de décadas, las cuales posponían la maternidad y la unión con la pareja, más o menos
hacia mediados de la segunda década de su vida, para darse la oportunidad de estudiar una
profesión o ejercer un oficio.

La edad aproximada de las alumnas de preparatoria es entre 15 y 20 años, por lo que aquellas
que tienen vida sexual activa, aumentan el período de riesgo de un embarazo no planeado.
Con excepción del embarazo por violación, es obvio que las adolescentes que presentan un
embarazo no planeado, tuvieron contactos sexuales sin la protección adecuada para evitarlos,
sin embargo, detrás de esto hay una raíz multifactorial.

FACTORES FAMILIARES.

Familias disfuncionales o sin figura paterna.

 Deficiente comunicación entre padres e hijos.


 Ignorancia o vergüenza delos padres a tratar temas de sexualidad.
 Repetición del patrón de la conducta familiar “mamá soltera”.
FACTORES EDUCATIVOS.

 Tener relaciones sexuales sin protección, es decir sin usar condón o cualquier método
anticonceptivo.
 Información sexual de compañeros desinformados y sin formar.
 El desconocimiento, desinformación o mala información sobre el uso de métodos
anticonceptivos recomendados para adolescentes.
 Desconocimiento de centros de información por parte de los adolescentes.
 Información confusa por parte de la sociedad y medios de comunicación con
mensajes contradictorios.
 El no comprender lo que significa tener relaciones sexuales a tan temprana edad.
 Por falta de educación sexual, información u orientación adecuada, ya que muchas y
muchos adolescentes no tiene la información suficiente, adecuada y oportuna, como
para comprender cómo se origina un embarazo y lo que implica.
FACTORES EMOCIONALES QUE SE PRESENTAN EN LA ADOLESCENTE
EMBARAZADA

 Falta de confianza y seguridad.


 Falta de capacidad pararehusar tener relaciones bajo presión.
 La falta de control en las emociones e impulsos sexuales, así como la presión de
amigos para demostrar que son “hombrecitos” o “mujercitas”.
 Temor al rechazo.
 El sentirse invulnerables y que nada va a pasar, porque eso solamente les ocurre a
otras.
 El tomar el embarazo como un escape de los problemas familiares, con el fin de salir
de casa y formar otra familia, que en la mayoría de los casos termina fracasando.
 Bajas aspiraciones en la vida.
 Querer dar un sentido a la vida, cuando a esa edad, hay muchos otros factores que
debieran dárselo.
 Carencia de proyectos personales.
 Buscan sustitutos a las carencias emocionales y afectivas que se logran
momentáneamente con la pareja.
 Carencia de interés en la escuela familia, o actividades comunitarias.
 Dejarse guiar por el principio del placer o por el coito espontáneo no razonado.
 La falta de valores personales, de autoestima e inseguridad, de religiosidad y el miedo
al abandono del novio, por no ceder, lo que generalmente ocurre de todos modos.
FACTORES SOCIALES Y CULTURALES

 Acudir a escuelas donde los embarazos en adolescentes son comunes y no son un


problema a resolver.
 Las costumbres y tradiciones generacionales, que en muchos países y comunidades
obligan a las jovencitas a embarazarse a temprana edad.
 Las presiones amorosas, el acoso sexual o las amenazas de abandono, conductas que
forman parte del machismo para demostrar su virilidad.
 Vivir en una cultura donde, televisión, cine, música, y revistas, transmiten
frecuentemente mensajes en los cuales las relaciones sexuales especialmente en
adolescentes son comunes y a veces esperadas.
 Vivir en una cultura que promueve la comercialización del sexo. Donde el sexo placer
se convierte en el principal factor moderno de venta de productos. Donde el erotismo
y la mujer objeto, son los elementos indispensables utilizados en la publicidad de los
productos.
 Machismo entre los jóvenes. Donde la hombría y masculinidad se valora de acuerdo
al número de contactos sexuales con chicas.
 Uso temprano de alcohol, tabaco o drogas.
 El creer que por medio de un embarazo se va a amarrar al novio, quien por sus
principios o por presión familiar va a “cumplir”. Pero en la actualidad esto ya no
sucede con frecuencia y es la joven la que tiene que asumir sola la responsabilidad.
Conclusiones.

Por ser un estudio cualitativo de caso, las conclusiones que a continuación señalo no pueden
ser generalizadas a todas las adolescentes. Considero que pueden tener una importancia
especial para aquellas jóvenes que reúnan las características familiares y del entorno
educativo y sociocultural de Sewdy y de las otras adolescentes entrevistadas.

1.- Se puede comprender el inicio temprano de la actividad sexual en las adolescentes y como
consecuencia de las mismas el embarazo en esta época, por la unión de una serie de
condiciones significativas para las mismas, dichas condiciones se plantearon como supuestos
al principio de esta investigación y en el transcurso de la misma se fueron confirmando.

Profundas carencias de comunicación interfamiliar.


 Una pobre y escasa educación sexual, estereotipada por la carencia de modelos
teóricos integrales, abordada desde un enfoque moralista y reduccionista de la
sexualidad basada exclusivamente a la dimensión biológica-reproductiva.
 La educación sexual que recibieron estas mujeres fue deficiente y confusa.
 vivir en un ambiente o modelo de socialización familiar conflictivo, motivado por el
ejercicio de un criterio de moral y autoridad bipolar: permisivo-restrictivo.
 La socialización en la que los adolescentes se ven inmersos, ya que prevalece un
contexto cultural hipócrita o de doble moral que por demás resulta contradictorio, ya
que por un lado reprime y por el otro, estimula el ejercicio de la sexualidad en esta
etapa de la vida.
 Los antecedentes de embarazos durante la adolescencia en la familia se toman como
ejemplos de manera inconsciente.
2.- La sexualidad para estas adolescentes sigue apareciendo como un espacio escondido,
prohibido. La cultura patriarcal adjudica para ambos sexos tiempos, espacios y modalidades
distintas en el ejercicio de la sexualidad. Para las mujeres, la sexualidad está cargada de
miedos y advertencias.

El ocultamiento de la sexualidad tiene que ver con la socialización genérica y con ver a la
sexualidad femenina al servicio de otro y no como algo de lo cual las mujeres deban
apropiarse. Esta connotación lleva a que para las mujeres sea más difícil tomar sus propias
decisiones; para las adolescentes, la vivencia de la sexualidad está ligada al amor y a la
fantasía de ser queridas. Estas ideas no están necesariamente relacionadas y por supuesto no
existe una correspondencia en relación con sus parejas donde muchas veces frente a la
evidencia del embarazo las dejan solas, por lo tanto el ejercicio de la sexualidad sí implica
casi obligadamente el correr ciertos riesgos como son:

 El embarazo no deseado.
 Las enfermedades de transmisión sexual.
 La explotación sexual.
 La violencia con su pareja.
Si bien dentro del grupo de adolescentes madres que conforman el estudio existen algunas
para quienes la posibilidad de un hijo era un verdadero deseo, para la mayoría el embarazo
sucedió como algo ineludible sin que existiera en esos momentos para ellas ni consciencia ni
medios reales para poder evitarlo. Cuando hago mención sobre los medios reales, me refiero
a la carencia de condiciones concretas de existencia que permitan en ellas optar
conscientemente por un embarazo o, de lo contrario, contar con los medios necesarios para
evitarlo. Si bien en la comunidad en la que se desenvuelven tienen a la mano Centros de
Salud, Clínicas del IMMS, o bien otros organismos como el DIF y los Hospitales
Civiles donde, si recurrieran, serían asesoradas sobre métodos anticonceptivos, lo cierto es
que no cuentan con herramientas necesarias como para optar por esta instancia ni con el
acompañamiento, asesoramiento y fortalecimiento familiar como para priorizar otros
proyectos personales por sobre el embarazo. La información que poseen sobre
anticoncepción no es condición suficiente para no quedar embarazadas. Considero que el
aspecto de la educación y concientización sobre los cuidados hacia su propio cuerpo deben
ser contemplados desde una idea más integral que aborde la educación de varones y mujeres
en todos los niveles educativos.

3.- Las condiciones de la sociedad actual favorecen las prematuras prácticas sexuales en los
adolescentes. Con mucha frecuencia ni el hogar, ni la escuela proporciona a los jóvenes una
adecuada formación que les permita asumir una actitud frente a la sexualidad.

4.- La sola educación sexual que se proporciona en las instituciones escolares tanto de nivel
primaria, secundaria y media superior no garantizan que los adolescentes (menos aún con los
problemas señalados) asuman un ejercicio de la sexualidad consciente y responsable. Las
instituciones educativas deben mantener comunicación constante con los padres y
comprometerlos por lo menos a compartir y a aceptar los siguientes aspectos:

 Reconocer que la sexualidad es algo natural, deseable y conveniente para un


desarrollo sano y armónico del ser humano y no se debe tomar o apreciar como algo
pecaminoso, sucio y enfermizo.

 Implementar programas educativos, acordes con las necesidades de esta población


para mejorar las condiciones de vida y disminuir los factores de riesgo.

 Aceptar a los adolescentes como seres sexualmente activos que poseen la capacidad
de sentir, vivir y ejercer su sexualidad en independencia de los deseos restrictivos que
los adultos pretenden imponer.

 Reconocer que al hablar de una sexualidad activa no sólo se está hablando de tener
relaciones coitales; debemos aceptar como naturales las eyaculaciones nocturnas de
los jóvenes, las lubricaciones de las adolescentes., los sueños eróticos de unos y otros
y el autoerotismo; son algunos ejemplos de actividad sexual normal.

 Hacer de la educación sexual un proyecto permanente en todos los niveles educativos.

 Proponer una orientación sexual desde una concepción de equidad en las relaciones
de género.
5.- Las posturas moralistas y represivas sobre la sexualidad solo genera prácticas clandestinas
cargadas de temor y culpabilidad que, en muchos casos, empujan a las adolescentes a la
experiencia del aborto inducido.

6.- Un ambiente familiar crítico y conflictivo puede llevar a la adolescente a ver en la


iniciación sexual, además de compañía grata, la posibilidad de un embarazo como alternativa
de escape y construcción de una nueva vida. Nueva vida que, por lo general, no llega y sí
complica el futuro adolescente.

Se debe tomar en consideración que la violencia intrafamiliar es otro aspecto que lesiona la
integridad física, emocional, sexual y social de la población afectada y su familia, donde el
supuesto ofensor asume el control y el poder en sus vidas, limitando su propio desarrollo y
su proyecto de vida. Sumado a esto le acompañan los limitados recursos económicos,
generando mayor dependencia y otros problemas como el uso y abuso del alcohol y drogas
que provoca mayor violencia.

7.- Ante el embarazo de la adolescente la familia puede convertir esta experiencia en una
alternativa de cooperación, diálogo y educación que no hubo antes; asimilando positivamente
el episodio sin entorpecer de manera profunda el desarrollo de la joven.

Si se obra con una actitud de censura, castigo y expulsión o aislamiento; la experiencia


marcará de modo negativo el futuro de la adolescente y del hijo de la misma.

8.- Las “malas compañías”, no son causa de los problemas de los adolescentes; son efectos o
consecuencias de las dificultades emocionales por las que atraviesan los jóvenes.

Sewdy no se embarazó por una mala amiga (ni por un mal amigo se cae en la drogadicción).
Creo que los amigos se buscan a partir de las necesidades emocionales que se desean llenar
y, por eso, con quienes haya entendimiento o identidad en torno al mismo problema o
carencia, se refuerzan los lazos de camaradería, de ahí que Sewdy buscó en su pareja (el
padre de su hijo) alguien que estuviera más o menos en las mismas condiciones, y logró
encontrarlo. En él encontró a un muchacho rechazado con una familia desintegrada y en
donde no existía comunicación tal y como aprecia Sewdy que era la situación que ella estaba
viviendo en su entorno familiar.

En resumen, se puede deducir que en conjunto todo, la educación formal, las instituciones,
así como la iglesia, la escuela, la familia; la forma de comunicación con los padres, los
mensajes de los medios de comunicación y los cambios hormonales propios de la
adolescencia, propician conductas positivas o negativas y condicionan a la falta de
expectativas de la adolescente, factores que pueden determinar que el embarazo se presente
en forma temprana.

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Cambios hormonales asociados al embarazo. Afectación gingivo-periodontal

Hormonal changes associated to pregnancy. Gingivo-periodontal involving

Figuero-Ruiz E.*, Prieto Prieto I.**, Bascones-Martínez A.***

* Licenciada en Odontología (UCM). Becaria de investigación del Ministerio de Educación.


Postgrado de Periodoncia (UCM).
Departamento de Medicina y Cirugía Bucofacial (Estomatología III). Facultad de
Odontología. Universidad Complutense de Madrid. España.
** Doctor en Odontología (UCM). Postgrado de Periodoncia (UCM). Departamento de
Medicina y Cirugía Bucofacial (Estomatología III).
Facultad de Odontología. Universidad Complutense de Madrid. España.
*** Catedrático de Medicina Bucal y Periodoncia. Departamento de Medicina y Cirugía
Bucofacial (Estomatología III).
Facultad de Odontología. Universidad Complutense de Madrid. España.
Dirección para correspondencia

RESUMEN

La gingivitis gravídica es una inflamación proliferativa, vascular e inespecífica con un amplio


infiltrado inflamatorio celular. Clínicamente se caracteriza por una encía intensamente
enrojecida que sangra fácilmente, por un engrosamiento del margen gingival y por
hiperplasia de las papilas interdentales que pueden dar lugar a la aparición de pseudobolsas.
La prevalencia varía entre el 35 y el 100% de las embarazadas con gingivitis previa.
Aunque parece que durante el embarazo la susceptibilidad de los tejidos gingivales a la
inflamación está relacionada con los cambios hormonales propios del mismo, el mecanismo
exacto por el cual estas hormonas incrementan la inflamación gingival es desconocido. El
cambio hormonal más significativo es el incremento en la producción de estrógeno y
progesterona.
La respuesta de los tejidos a las hormonas sexuales femeninas va a depender del tipo de
hormona circulante, de la proporción de estrógeno/progesterona, así como de la
concentración tisular de la hormona. Sus efectos a nivel del tejido gingival son variados y
tienden a ser clasificados en cuatro grandes grupos: cambios vasculares, cambios celulares,
cambios microbiológicos y cambios inmunológicos.

Palabras clave: Gingivitis. Embarazo. Granuloma gravídico. Estrógenos. Progesterona.


Patogénesis. Diagnóstico.

Introducción

El embarazo es una condición en la que se encuentra la mujer durante un periodo de unos


nueve meses, desde la fecundación del cigoto hasta el parto. Se caracteriza por una serie de
cambios sistémicos en diferentes niveles del organismo tales como alteraciones endocrinas,
con un incremento en la producción de estrógenos y progesterona; cambios a nivel
cardiovascular con un aumento en el volumen plasmático y en el gasto cardíaco; cambios
pulmonares, caracterizados por un aumento en el volumen de aire circulante e incluso la
aparición de disnea; cambios a nivel gastrointestinal, con una alteración de los hábitos
alimentarios (incremento en el consumo de azúcares) y aparición de náuseas y vómitos; y
cambios hematológicos, con una disminución del hematocrito, de la tasa de hemoglobina y
del número de eritrocitos (1).

A nivel bucal se ha descrito la aparición de ciertas alteraciones gíngivo-periodontales,


existiendo determinadas patologías propias, tales como la gingivitis del embarazo o el
granuloma gravídico (2-4). La gingivitis del embarazo o gingivitis gravídica, es una
inflamación proliferativa, vascular e inespecífica con un amplio infiltrado inflamatorio
celular. Clínicamente se caracteriza por una encía intensamente enrojecida que sangra
fácilmente por un engrosamiento del margen gingival y por hiperplasia de las papilas
interdentales que pueden dar lugar a la aparición de pseudobolsas (5-8). Löe y Silness (9) en
1963 describen que los primeros síntomas aparecen en el segundo mes de embarazo y
continúan hasta el octavo mes, momento a partir del cual se observa cierta mejoría para
estabilizarse finalmente tras el parto. Los estudios clínicos muestran una prevalencia que
varía entre el 35 y el 100% de las embarazadas con gingivitis previa. Sin embargo, su
incidencia es de tan sólo 0,03% en aquellas mujeres libres de placa al inicio del embarazo y
con buenos hábitos de higiene oral durante el mismo (9,10).

El granuloma gravídico, también llamado tumor del embarazo, es una reacción inflamatoria
proliferativa fibrovascular exagerada con relación a un estímulo ordinario localizada
fundamentalmente en la encía (11). Se describe como una masa localizada roja o roja-
amoratada, nodular o ulcerada que sangra fácilmente y que aparece frecuentemente en
mujeres (0,5-5%) en torno al segundo trimestre del embarazo y crece a lo largo del mismo
alcanzando un tamaño que no suele superar los 2 cm. Su etiología es desconocida, pero se
han implicado factores traumáticos, higiénicos y hormonales. (12-14).

A. Características generales de las hormonas sexuales femeninas

Se denominan hormonas sexuales a las producidas por el ovario (o el testículo) y cuyas


acciones se manifiestan en el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y en el proceso
de la reproducción (15). Pertenecen a una subclase de lípidos denominados genéricamente
esteroides, que se caracterizan por tener una estructura básica común, el
ciclopentanoperhidrofenantreno, que está formado por tres anillos bencénicos (A, B, C),
constituidos cada uno por seis átomos de carbono y un anillo ciclopentano (D), formado por
cinco átomos de carbono.

Existen tres grandes grupos de esteroides sexuales, que se diferencian entre sí por poseer
cada uno un número específico de átomos de carbono:

• Con 18 átomos de carbono: el estrano, del cual derivan los estrógenos (Figura 1).
• Con 19 átomos de carbono: el androstano, del que derivan los andrógenos (Figura 2).

• Con 21 átomos de carbono: el pregnano. Derivan de él los gestágenos (Figura 3).


ESTRÓGENOS

La denominación dada a estas hormonas procede de su capacidad para provocar el estro o


período de celo en las hembras de los mamíferos. Además de los 18 átomos de carbono,
poseen un anillo aromático (tres dobles enlaces) en el anillo A y un grupo hidróxilo en C-
3. Los estrógenos más importantes fisiológicamente producidos en el ovario son el estradiol
y la estrona. Existe un tercer estrógeno natural, el estriol, de muy baja potencia como
estrógeno, pero de elevada producción en caso de embarazo.

El estradiol es el estrógeno que segrega el ovario en mayor cantidad y el de mayor potencia


biológica (Figura 4). La producción diaria de estradiol varía según la fase del ciclo ovárico,
con cifras de 30 a 50 mg/día (70-100 pg/ml) en la fase folicular precoz, 300 a 500 mg/día
(220-400 pg/ml) en la fase preovulatoria y 200 a 350 mg/día (150-250 pg/ml) en la fase lútea.
Tan ínfimas cantidades dan idea de su extremada potencia biológica, sobre todo al considerar
que sólo una pequeña cantidad circula libre en sangre.

La estrona es el principal estrógeno posmenopáusico. Es menos potente que el estradiol y no


presenta cambios cíclicos.

Los estrógenos son los responsables de la aparición y mantenimiento de los caracteres


sexuales primarios durante la etapa puberal. Además, a corto plazo, son responsables directos
de todas las transformaciones cíclicas que tienen lugar durante la fase folicular, en especial
el grosor del endometrio y el moco cervical. También desarrollan su acción sobre el
hipotálamo, la hipófisis, el tiroides y la glándula suprarrenal. Son importantes en el
mantenimiento del sistema simpático y parasimpático, intervienen en el equilibrio
hidrosalino (retención de sodio y agua), en el metabolismo del calcio y del fósforo (limitando
la reabsorción ósea), en el metabolismo hidrocarbonado y lipídico, actúan sobre la
circulación y coagulación sanguínea y mantienen el trofismo de la piel femenina (8, 15,16).

GESTÁGENOS O PROGESTÁGENOS
Los principales gestágenos producidos en el ovario son la pregnenolona y la progesterona.
La pregnenolona es un precursor de todos los esteroides sintetizados en el ovario.
La progesterona es producida en grandes cantidades por el cuerpo lúteo y la placenta (25
mg/día; 8-30 ng/ml) (Figura 5). Posee una actividad biológica pequeña, lo que, unido a que
tiene una vida media muy corta, justifica la presencia de tan grandes cantidades de esta
hormona para ejercer su efecto. Su misión fundamental es la protección del embarazo en sus
fases iniciales. Tiene también una acción termogénica importante, al producir una elevación
de la temperatura en medio grado en la fase lútea del ciclo; una acción metabólica (retención
de agua y sodio) y actúa sobre el crecimiento y el trofismo de la mama en colaboración con
los estrógenos (15,16).

B. Ciclo genital femenino

Se entiende por ciclo genital femenino a la serie de fenómenos anatomofisiológicos que,


desde la pubertad hasta la menopausia, se repiten periódica y regularmente en el organismo
de la mujer, muy especialmente en su aparato genital. Este proceso se repite de forma regular
durante toda la etapa de madurez sexual, estando regido por estructuras superiores en el
hipotálamo y la hipófisis.

El fenómeno fundamental del ciclo es la ovulación, que tiene lugar en el ovario. Tiene una
función doble: liberar células germinales capaces de ser fecundadas y secretar hormonas que
van a tener una amplia repercusión en todo el organismo.

La formación de los estrógenos en los ovarios comienza entre la octava y la décima semana
de gestación del feto, y las oogonias se transforman en oocitos primarios entre las semanas
diez y once. Un número finito de estas células germinales se concentra en el ovario con un
máximo de siete millones de oocitos entre el quinto y el sexto mes de gestación.
Posteriormente, a través del proceso de atresia, las células germinales decrecen en número
hasta alcanzar el millón de folículos primordiales conteniendo un único óvulo cada uno en el
momento del nacimiento. La mayoría de estos folículos no alcanzan su desarrollo, llegando
a la pubertad unos 400.000. Será en este momento cuando la maduración final de estas células
comience (8).

El ciclo ovárico puede ser dividido en dos fases: maduración folicular y fase de cuerpo lúteo
(8,15-17) (Figura 6).

1. FASE DE MADURACIÓN FOLICULAR

El primer signo del inicio del desarrollo folicular es la transformación de las células planas
que rodean al oocito en células cúbicas, que proliferarán para dar lugar a un estrato
denominado membrana granulosa. Por fuera de esta membrana las células del estroma
ovárico inician una diferenciación, aumentan su volumen y su vascularización para formar
la teca interna. Esta estructura se denomina folículo primario o preantral.

Entre las células de la granulosa comienzan a aparecer pequeñas vacuolas, que, al confluir,
pasan a formar una cavidad llena de líquido transparente denominada antro folicular o
cavidad antral, pasando a ser folículos secundarios o antrales.
La mayoría de estos folículos van a sufrir un proceso degenerativo e involutivo (atresia), de
tal manera que sólo uno de los folículos continua su crecimiento para convertirse en
el folículo dominante. Éste agranda aún más su cavidad antral y va aproximándose a la
superficie del ovario. Al final de su desarrollo alcanza un diámetro de 16 a 22 mm pasando
a denominarse folículo maduro, terciario, de De Graaf o folículo preovulatorio.

Todo este proceso dura aproximadamente dos semanas. A partir de este momento se inician
una serie de cambios que conducen a la ovulación. Se produce un despegamiento y salida del
oocito de su zona de anclaje al folículo mediante la rotura folicular en su zona más
prominente (estigma). Esto permite al oocito continuar su meiosis dando lugar a la formación
de dos células: el oocito II y el primer corpúsculo polar.

Tras la ovulación se produce el colapso de la cavidad folicular, que se arruga y repliega y


aparecen abundantes focos de hemorragia desde los vasos de la teca que dan lugar a la
formación de un coágulo hemático central y a un tapón de fibrina que cierra el estroma de la
ovulación.

2. FASE DE CUERPO LÚTEO

Tiene una duración más constante (14±2 días) y se divide en cuatro fases:

a) Proliferación: Las células de la granulosa y la teca sufren un proceso de diferenciación


específica y se transforman en células luteínicas.

b) Vascularización: Se produce una gran proliferación de vasos invadiendo los espacios entre
las células luteínicas.

c) Florescencia: Es la fase de máxima actividad endocrina del cuerpo lúteo, que aparece
como una glándula de 17 a 20 mm de diámetro, de color amarillento. El culmen de su
actividad se alcanza al octavo día de esta fase.

d) Regresión o involución: Si no se ha producido el embarazo, el cuerpo lúteo inicia su


involución hacia el décimo día de la ovulación. Se produce una intensa infiltración por
leucocitos y macrófagos, lo que implica una brusca liberación de radicales de oxígeno que,
junto a otras citoquinas y factores inhibidores del crecimiento lleva a una rápida involución
de la glándula. Posteriormente, todo lo que era cuerpo lúteo queda sustituido por tejido
conectivo que permanece en el ovario como una cicatriz fibrosa llamada el corpus albicans.

REGULACIÓN NEUROHORMONAL DEL CICLO FEMENINO (Figura 7)

El hipotálamo es el órgano central ordenador del ritmo cíclico y cumple las funciones de
"reloj biológico". Por medio de la liberación del factor liberador de gonadotropina (GnRH)
provoca la liberación de gonadotropinas que actúan sobre el ovario.
Las hormonas gonadotropas son dos: la FSH u hormona estimulante de los folículos y la LH
u hormona luteinizante. La FSH ejerce su acción sobre las células de la granulosa en el ovario,
al mismo tiempo que estimula el crecimiento de las células germinales. La LH actúa sobre
las células intersticiales y estromales promoviendo la síntesis de esteroides. Al mismo tiempo
tiene una actividad fundamental en el desencadenamiento de la ovulación.

Normalmente, el primer día de hemorragia menstrual se designa como día uno del ciclo. En
este momento la producción de estrógenos es baja, y la producción de FSH es máxima. Como
resultado de la acción de la FSH varios folículos inician su crecimiento, aumentando los
niveles de estrógenos al cabo de 4 o 5 días. Durante la primera mitad del ciclo, la secreción
de FSH disminuye, al tiempo que aumenta la producción de estrógenos. Esta fase estrogénica
da lugar también a un aumento en la producción de LH, y, al parecer, desencadena los
mecanismos endocrinos que originan la ovulación del folículo maduro en el día 14.

Después de la ovulación los niveles de estrógenos disminuyen ligeramente durante varios


días. No es raro que en estos momentos aparezca una ligera hemorragia de uno o dos días de
duración.

En la segunda fase del ciclo aumenta con rapidez la producción de progesterona, cuyo efecto
puede detectarse fácilmente a través de los cambios que sufre el endometrio en las 48 horas
siguientes a la ovulación. En este punto, la secreción de LH disminuye. Al llegar el día 20,
el nivel de estrógenos es parecido al existente antes de la ovulación y la progesterona se
encuentra en su fase de máxima producción. A menos que se produzca la fecundación del
ovocito y que este se implante en el endometrio, se produce una disminución en la secreción
de estrógenos y progesterona, lo que produce una serie de alteraciones en el endometrio, que
darán lugar a su necrosis y desprendimiento (17).

C. Regulación neurohormonal del embarazo

El embarazo comienza cuando óvulo y espermatozoide se unen en la trompa. El huevo


formado se traslada al útero para continuar su desarrollo hasta que el feto adquiera su
capacidad para vivir en el exterior. En el caso de que se haya producido un embarazo el
cuerpo lúteo no involucionará. Al decimocuarto día aumenta su tamaño y su función
permanece hasta bien entrado el tercer mes de gestación. En estas circunstancias se
denomina cuerpo lúteo verdadero o de embarazo (15).

El cuerpo lúteo del ovario secreta estrógenos y progesterona hasta el cuarto mes del embarazo
en cantidades sólo ligeramente superiores a las que se producen después de la ovulación y en
la segunda mitad del ciclo menstrual. Sin embargo, a partir del sexagésimo día de gestación,
la placenta empieza a secretar estas hormonas en cantidades progresivamente elevadas,
alcanzando un máximo al final del embarazo (17). Sin embargo, la placenta nunca llega a ser
un órgano endocrino autónomo, ya que los esteroides producidos por ella proceden de
precursores de esteroides que ingresan a través de la sangre materna o fetal.

En la biosíntesis de los estrógenos intervienen la madre, el feto y la placenta. La madre y el


feto actúan como fuentes de precursores, que en la placenta son convertidos en estrógenos.
Los niveles de estrógenos maternos a lo largo del embarazo alcanzarán unas concentraciones
treinta veces superiores a las que se encuentran en la fase lútea.

Poco después del parto la producción de estrógenos y progesterona se detiene, alcanzando


valores comparables a los presentes en la mujer no embarazada (17) (Figura 8).
La progesterona se forma a través del colesterol materno. El 90% de la progesterona
producida en la placenta pasa a la circulación materna y el 10% restante a la circulación fetal.
Los niveles de progesterona a lo largo del embarazo aumentan progresivamente, alcanzando
unas concentraciones diez veces superiores que las que se encuentran durante la fase lútea
del ciclo genital. La concentración en la 27 semana de gestación es de 25 mg/ml (15) (Figura
9).

D. Papel de las hormonas sexuales en la patogénesis de la gingivitis gravídica

Aunque parece que, durante el embarazo, la susceptibilidad de los tejidos gingivales a la


inflamación está relacionada con los cambios hormonales propios del mismo, el mecanismo
exacto por el cual estas hormonas incrementan la inflamación gingival es desconocido. El
cambio hormonal más significativo es el incremento en la producción de estrógeno y
progesterona (5).

Estas hormonas ejercen su función mediante la unión a receptores intracelulares específicos


que pertenecen a la superfamilia de factores de transcripción de ligandos activos que regulan
el crecimiento celular, la diferenciación y el desarrollo (18). Los estudios de El-Attar (19,20)
y Vittek (21) muestran que en el tejido gingival existen receptores para estrógenos y
progesterona localizados en las capas basal y espinosa del epitelio gingival, en los
fibroblastos del tejido conectivo y en las células endoteliales y pericitos de capilares de la
lámina propia (6); Sin embargo, Parkar (18) realiza en 1996 un análisis mediante la técnica
de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y no encuentra receptores para estrógenos y
andrógenos expresados en tejidos periodontales ni gingivales, de tal modo que concluye que
cualquier efecto atribuido a estas hormonas es indirecto. Esto podría explicar los datos que
obtiene O´Neil (22) en su estudio en el cual no encuentra una correlación entre los niveles de
hormonas circulantes y el aumento en la inflamación gingival registrado durante el embarazo.
De este modo, se atribuye el efecto a los metabolitos de la progesterona y el estrógeno
degradados en la encía.

En cualquier caso, la respuesta de los tejidos a las hormonas sexuales femeninas va a


depender del tipo de hormona circulante, de la proporción de estrógeno/progesterona, así
como de la concentración tisular de la hormona (5). Sus efectos a nivel del tejido gingival
son variados, y tienden a ser clasificados en cuatro grandes grupos: cambios vasculares,
cambios celulares, cambios microbiológicos y cambios inmunológicos (6, 8, 10).

CAMBIOS VASCULARES

Los efectos de los esteroides a nivel vascular pueden servir para explicar la clínica de edema,
eritema, sangrado e incremento de fluido crevicular gingival observada durante el embarazo.
Se ha demostrado una correlación entre el aumento en el volumen del fluido crevicular
gingival y unos niveles elevados de esteroides, lo que indica que las hormonas podrían alterar
la permeabilidad del surco gingival (23).

Aunque a nivel general los estrógenos son las principales hormonas responsables de las
alteraciones de los vasos sanguíneos en los tejidos diana de las mujeres, en el caso de la encía,
parece que es la progesterona la principal responsable de los cambios vasculares. La
progesterona induce la dilatación de los capilares gingivales; es responsable de la clínica de
eritema y edema, del aumento del exudado capilar y la permeabilidad capilar. Todo ello
debido a una acción directa sobre las células endoteliales, a variaciones en la síntesis de
prostaglandinas y a la supresión de la respuesta celular asociada al embarazo (6, 8, 24).

CAMBIOS CELULARES

Un análisis de los cambios celulares asociados refleja una disminución en la queratinización


del epitelio gingival, un aumento del glucógeno epitelial, una proliferación de los fibroblastos
y un bloqueo en la degradación del colágeno, así como una disminución en la polimerización
de la capa basal. Todo ello conduce a una disminución en la barrera epitelial y por tanto a
una mayor respuesta frente a los irritantes de la placa (6, 15, 24, 25).

CAMBIOS MICROBIOLÓGICOS

Por otro lado, tanto progesterona como estrógeno aumentan el metabolismo celular de los
folatos lo que contribuye a determinados cambios microbiológicos (10, 24-26). Se ha
demostrado un aumento en la proporción de bacterias anaerobias/aerobias durante el
embarazo, así como un aumento en la proporción de Prevotella intermedia (Pi) sobre otras
especies. Esta bacteria se caracteriza por requerir vitamina K para su crecimiento, sin
embargo, es capaz de crecer en un medio suplementado con progesterona y estradiol que
actúan como factores de crecimiento (26). El aumento más significativo de Pi se registra en
el segundo trimestre del embarazo al tiempo que se observa clínicamente un aumento de la
gingivitis (6). Sin embargo, en un estudio desarrollado por Jonsson y cols (27) en mujeres
embarazadas con enfermedad periodontal encuentran que esta patología es clínicamente
semejante a la que se presenta en las mujeres no embarazadas, no evidenciando que el
aumento en la concentración de hormonas en la saliva se asocie a una progresión de la
enfermedad, ni a un aumento de Pi en localizaciones con periodontitis.

CAMBIOS INMUNOLÓGICOS

En cuanto a los cambios inmunológicos se ha observado una reducción en la respuesta


inmune celular durante el embarazo probablemente para evitar un rechazo del cuerpo de la
madre hacia el feto (28). Tanto el número como el porcentaje de linfocito T-helper (Th)
disminuyen durante el embarazo y sólo se normalizan el tercer mes tras el parto. Dichos
linfocitos son importantes moduladores de la respuesta inmune ya que son una fuente
importante de citoquinas. Producen dos tipos funcionalmente diferentes: las citoquinas Th-
1, encargadas de la respuesta proinflamatoria (repuesta celular), y las citoquinas Th-2 con
propiedades antiinflamatorias (respuesta humoral). Durante el embarazo la repuesto inmune
está desviada hacia la secreción de citoquinas Th-2. Las células B y los monocitos sólo
aumentan ligeramente, alcanzando el máximo en el momento de parto. Hay una disminución
de la quimiotaxis de los neutrófilos y la fagocitosis (5, 6, 29, 30). Miyagi y cols (31)
encuentran que la progesterona induce la quimiotaxis de los polimorfonucleares, mientras
que el estradiol la reduce.

Se ha sugerido que la progesterona puede funcionar como un inmunosupresor en los tejidos


periodontales de la mujer embarazada, evitando la aparición de una respuesta inflamatoria
aguda frente al estímulo de la placa bacteriana. Esto daría lugar a la aparición de una reacción
tisular crónica, con una apariencia clínica de inflamación exagerada (32).

Por ello, las reacciones inmunes locales en la encía, exacerbadas por las hormonas sexuales
femeninas, pueden alterar la patogénesis de la lesión inflamatoria y con ello permitir
respuestas gingivales exageradas durante el embarazo. Esta idea está soportada por el hecho
de que se han identificado receptores para esteroides sexuales en componentes del sistema
inmune. El-Attar (19, 20) descubrió que la adición de hormonas sexuales a un tejido gingival
causaba un significativo incremento en la síntesis de Prostaglandina E2 (PG-E2). Teniendo
en cuenta que la PG-E2 es un potente mediador de la inflamación, este podría ser un
mecanismo para explicar el papel de las hormonas sexuales en el incremento de la
inflamación (33).

Evidencia científica

El incremento en la severidad de las alteraciones gingivales durante el embarazo parece estar


relacionado con los cambios hormonales que ocurren durante ese periodo. El mecanismo
patogénico que explica este efecto aun no es conocido con exactitud, pero las observaciones
realizadas por diferentes autores a lo largo de la historia apuntan hacia los cambios
producidos por las hormonas sexuales femeninas a nivel vascular, celular, microbiológico e
inmunológico como principales responsables del mismo (5, 6, 8, 24).

Los primeros casos de respuestas gingivales exageradas durante el embarazo fueron descritos
en el siglo XIX por Eiselt en 1840 y Pinard en 1877.
Los trabajos de Löe y Silness (9) (1963) muestran que los primeros signos clínicos aparecen
en el segundo mes de embarazo y continúan hasta el octavo mes, observando cierta mejoría
en el último mes. Sus resultados reflejan mayor severidad de manifestaciones clínicas en el
tercer y octavo mes, volviendo a la normalidad al segundo mes postparto. Encuentran que
los mayores incrementos en los índices gingivales se producen en torno a los incisivos. De
acuerdo con ellos, se encuentran las observaciones realizadas por Raber-Durlacher (34)
(1994) quien obtiene mayores valores de inflamación y sondaje en la zona anterior.

Cohen y cols (35, 36) (1969, 1971) y Samant y cols (37) (1976), encuentran por contra, que
los mayores cambios en el índice gingival se producen tanto en el primero (35-37) como en
el segundo trimestre del embarazo (35, 36), hallando mayores valores de inflamación en la
mandíbula que el maxilar (35-37).

Rateitschak (38) (1967) encuentra valores de movilidad dental más pronunciados durante el
embarazo que tras el parto, por lo que afirma que existe una influencia de las hormonas
sexuales femeninas en la membrana periodontal. Sin embargo, Hugoson (23) (1970) y
Lundgren y Lindhe (39) (1971), demuestran que el agravamiento de la gingivitis durante el
embarazo no supone daños permanentes en las porciones más profundas del periodonto, por
lo que sugieren que el incremento en la movilidad dental observado por Rateitschak no se
debe a una pérdida de soporte óseo sino a cambios cualitativos en el ligamento periodontal.

Uno de los primeros estudios que sugiere una correlación entre el nivel de hormonas y la
severidad de la gingivitis es el de Ziskin y col (40) (1933). Desde entonces múltiples estudios
han comprobado esta evidencia y han establecido una etiología multifactorial en relación con
el sistema endocrino para poder explicar estos cambios.

Ziskin y col. (1933) (40), Nutlay y col. (41) (1954) y Shkalr y col. (42) (1956) afirman que
existen múltiples efectos histológicos visibles en el epitelio y conectivo gingival tras
administrar hormonas sexuales en animales ovariectomizados. Por el contrario, Litwack y
col. (43) (1970), Rubright y col. (44) (1971) y Hugoson y Lindhe (45, 46) (1971) no observan
dichos efectos.

Turesky y col. (47) (1958) postulan que las hormonas sexuales actúan directamente sobre la
encía, mientras que Löe y Silness (9) (1963) sugieren que la función de las hormonas sexuales
es modificar la respuesta inflamatoria de la encía a los irritantes locales.

Lindhe y col (48) (1967) en un estudio experimental en hámster analizan los efectos de las
hormonas sobre el sistema vascular comprobando que estas inducen un impedimento
vascular, por lo que concluyen que la gingivitis del embarazo puede ser considerada como
una reacción tisular en la que las hormonas sexuales actúan sobre el tejido y el sistema
vascular disminuyendo el nivel umbral a partir del cual distintos agentes son capaces de
inducir daño tisular gingival. Este mismo autor (49, 50), en 1968, estudia la influencia de las
hormonas sexuales en la exudación gingival en perros hembra con y sin gingivitis. En ambos
casos se produce un incremento del volumen de fluido crevicular gingival que se recupera
una vez que cesa la administración de hormonas, lo que explican por un aumento de la
permeabilidad de los vasos dentogingivales.
El-Attar y cols (19, 20) (1973, 1974) en un estudio de experimentación animal proponen que
la hiperactividad de los sistemas enzimáticos esteroideos específicos y la acumulación de sus
metabolitos en la encía puede ser un factor influyente en la etiología de la gingivitis gravídica.

Recientemente se ha aceptado una nueva clasificación de las enfermedades periodontales


dentro de las que se incluyen las enfermedades gingivales asociadas al embarazo (gingivitis
gravídica y granuloma piogénico) como una patología inducida por placa y modificada por
factores sistémicos (International Workshop Classification for Periodontal Diseases, 1999)
(51). Se establece que las hormonas sexuales no son necesarias ni suficientes para producir
cambios gingivales por sí mismas, sin embargo son capaces de alterar la respuesta de los
tejidos gingivales a la placa dental y de esta forma contribuir indirectamente al desarrollo de
la enfermedad periodontal.

Aplicación práctica: utilidad de la saliva como medio diagnóstico

La saliva constituye una muestra biológica de fácil obtención (no invasiva), de bajo coste e
indolora, cuya composición puede reflejar en gran medida ciertos acontecimientos de
manifestación sistémica. La Academia de Ciencias de Nueva York, el Instituto Nacional de
Investigación Dental de Estados Unidos y numerosos grupos de investigación sobre saliva
han apoyado y recomiendan maximizar el potencial de este fluido para su uso en
investigación, con el fin de facilitar el diagnóstico y monitorizar el estado de salud general y
bucodental de la población general (52, 53).

En los años ochenta se demostró que la saliva contenía hormonas (54-56). Los estudios han
permitido establecer que el nivel de una hormona en saliva se correlaciona con el nivel libre
de esa hormona en sangre (57). Las hormonas esteroides en saliva son excepcionalmente
estables y pueden ser medidas exactamente. En muchos estudios las concentraciones de
estradiol y progesterona fueron medidas mediante radioinmunoanálisis en saliva, utilizando
estos datos como indicador importante de la fecundidad.

La determinación de las concentraciones salivales de progesterona se ha utilizado


extensamente puesto que proporciona un medio de determinación de la función ovárica
durante el ciclo y el embarazo temprano. Los estudios encuentran correlaciones
significativamente altas entre la progesterona total y libre en plasma y la progesterona salival
(54, 58, 59).

Los niveles de estradiol en saliva se pueden utilizar para determinar la dinámica folicular, sin
embargo existen limitaciones metodológicas a la hora de analizarlos, lo que hace que su uso
esté menos extendido (55, 60).

El papel de las hormonas en el desarrollo de alteraciones gingivales durante el embarazo ha


sido estudiado por diferentes autores, encontrando resultados contradictorios entre algunos
de ellos. O´Neil (22) realiza un estudio con 26 mujeres embarazadas (semana 14-30 de
gestación) y no encuentra una relación directa entre las concentraciones de progesterona y
estradiol medidas en plasma y los valores de índice gingival, por lo que propone un efecto
indirecto de los metabolitos sobre el tejido gingival.

Estos resultados están de acuerdo con los presentados por Muramatsu y cols (61), que,
estudian a un grupo de 19 mujeres embarazadas, 12 mujeres no embarazadas y 8 mujeres en
el quinto mes tras el parto. Analizan 1 ml de saliva de parótida estimulada y analizan las
concentraciones de estradiol y progesterona mediante radioinmunoanálisis. Obtienen unos
valores de progesterona de 0,13 ng/ml en el primer trimestre y 0,24 ng/ml en el segundo. Sin
embargo, no consiguen establecer una correlación entre ellas y el grado de inflamación
gingival.

Jonsson y cols (27) (1988) en un estudio con embarazadas con enfermedad periodontal previa
no encuentran correlación entre los parámetros clínicos y los niveles de esteroides en saliva.

Por otro lado, Vittek y cols (21) sí que encuentran una relación entre la concentración de
esteroides en saliva y un incremento en la incidencia de enfermedad periodontal. Sin
embargo, los sujetos de su estudio poseen periodontitis avanzada. Zaki y cols (62) realizan
un estudio con 30 embarazadas (10 en cada trimestre del embarazo) y 10 mujeres no
embarazadas en la fase lútea (17-21 días del ciclo) en el que valoran las concentraciones de
progesterona y 17b-estradiol en muestras de saliva no estimulada mediante
radioinmunoanálisis. Obtienen valores de progesterona de 220-280 pg/ml para el primer
trimestre y 460-1590 pg/ml para el segundo trimestre. Al mismo tiempo encuentran un
incremento en la severidad de la inflamación gingival según avanza el embarazo, por lo que
concluyen que el aumento de la concentración de hormonas en saliva es un factor etiológico
importante de la alteración gingival asociada al embarazo.

Conclusiones

1. Durante el embarazo se produce una alteración en los niveles de hormonas sexuales


femeninas que conlleva la aparición de manifestaciones sistémicas propias del mismo.

2. Los cambios hormonales asociados al embarazo parecen ser los responsables del desarrollo
de la gingivitis gravídica, aunque el mecanismo patogénico responsable aun es desconocido.

3. A lo largo de la historia diferentes autores han tratado de encontrar una correlación entre
los cambios en los niveles de hormonas sexuales femeninas y el desarrollo de alteraciones
gíngivo-periodontales; sin embargo, los resultados obtenidos son contradictorios.

4. El empleo de la saliva como medio diagnóstico ha facilitado el estudio de los niveles


hormonales de las pacientes embarazadas.

5. Son necesarios más estudios que determinen el papel exacto de las hormonas sexuales
femeninas en los tejidos gíngivo-periodontales.
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