"Se necesitan guerreros"

Propósito General: Consagración.

Propósito Específico: Invitarte a dejar la apatía a un lado, a comprometerte a ser un guerrero sirviendo a Elohim.
Proposición: Sé un guerrero de oración.
Palabra clave: Guerra / batalla / guerrero.
Textos: Salmo 76.1-12 (inicio), Deuteronomio 20.1-20, (todos), Varios (Mensaje Semanal)

INTRODUCCIÓN
Debido a lo sucedido en suelo iraquí, no han faltado los comentarios apocalípticos sobre una
tercera guerra mundial; pero estas tensiones no son nuevas, me atrevería a decir que se remontan al
derrocamiento en 1979, |de Mohamed Reza Pahlevi, el último Shah de Irán, por la revolución
islámica, que se inició en 1978, con manifestaciones masivas, protagonizadas por musulmanes
fundamentalistas, izquierdistas y defensores de los derechos humanos, organizadas desde Francia
por el Ayatollah Jomeini, exiliado allí desde 1964.
El alzamiento continuó hasta el año siguiente obligando al Shah a huir el 16 de enero de 1979, dos
semanas después, el Ayatollah regresó a Irán; y en abril, tras unas elecciones fraudulentas,
proclamó la República Islámica de Irán.
El 4 de noviembre de 1979, un grupo, en su mayoría compuesto por estudiantes seguidores del
líder religioso, invadieron por la fuerza la embajada americana en Teherán y secuestraron a 60
ciudadanos americanos, 52 de los cuales permanecieron cautivos por 444 días.
El 24 de abril de 1980 se llevó a cabo una operación militar de rescate, conocida como “Operación
garra de águila” que fracasó, y aparentemente, le costó en 1980, la reelección al Presidente Carter.
Si a esto, le sumamos que Irán ha buscado enriquecer Uranio, que su teocracia chiíta ha expandido
constantemente su influencia en Irak, alimentando aliados políticos y religiosos, financiando
medios de comunicación locales e inundando los mercados iraquíes con importaciones iraníes
baratas, más la retórica fundamentalista islámica de desaparecer a Israel, no es raro, que la
violencia se haya desencadenado tras un ataque con cohetes, del que se culpó al grupo apoyado por
Irán, Kataib Hezbolá, o las Brigadas de Hizbolá, el cual causó la muerte de un contratista
americano en una base en la provincia de Kirkuk, por lo que Estados Unidos respondió con un
aluvión de ataques a las bases de dicha milicia, matando al menos a 25 terroristas.
La muerte de estos, provocó que partidarios chiítas respaldados por Irán, enfurecidos, atacaran
durante dos días la embajada americana en Bagdad, irrumpiendo en el recinto y provocando
incendios; posteriormente, con un ataque de drones, Estados Unidos mató en el aeropuerto
internacional de Bagdad a Qassem Soleimani, General de División en el Cuerpo de la Guardia
Revolucionaria Islámica (IRGC), y comandante de su Fuerza Quds (principal división,
responsable de operaciones militares y clandestinas extraterritoriales). La revista británica “The
Economist” alguna vez le llamó “un león en invierno”, y lo describió como el segundo hombre
más poderoso en Irán; el mismo Soleimani, alguna vez escribió al Director de la CIA (septiembre,
2011 a noviembre, 2012), General David Petraeus, que solamente él, era quien determinaba las
políticas iraníes en Irak, Siria y todo el Medio Oriente.
Irán devolvió el golpe, atacando con misiles dos bases militares iraquíes en Ain al-Asad e Irbil que
albergan tropas americanas, al no causar baja alguna, el Presidente Trump no escaló el conflicto,
pero impuso nuevas sanciones comerciales a Irán.

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En la Biblia, curiosamente, además de Egipto, los hititas, griegos y romanos, también aparecían
Irak e Irán, llamándose: asirios, babilonios, medos y persas; por otra parte, podríamos decir que
desde que Abel mató a Caín, la paz ha sido más un deseo, que la realidad, y mientras Cristo no
vuelva, será sólo una utopía; lo cierto es que estamos en guerra desde hace mucho tiempo, pero,
por indiferencia, no todos los creyentes participan en ella, y se requieren más guerreros.

DESARROLLO
1) Guerreros Desconocidos.
Lucas 14.25–27 Grandes multitudes le acompañaban; y ÉL, volviéndose, les dijo: Si alguno viene
a mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun
hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga su cruz y viene en pos de mí, no
puede ser mi discípulo.
Hoy en día, si hay algo de lo que la iglesia, el pueblo de Elohim, es culpable, y de lo que debe
avergonzarse, es de su apatía, su flojera, y falta de compromiso para hacer la obra de Elohim; y al
igual que a Israel, los enemigos que dejamos vivir, nos cuestan muy caro.
Estamos en medio de una guerra, pero los soldados creen que se les invitó a una fiesta, y olvidan
que así como Churchill en 1940 sólo podía ofrecer a los ingleses: “sangre, sudor, lágrimas y
trabajo arduo”, Cristo ofreció: auto negación, una cruz y seguirlo a ÉL.
El diablo sigue usando su vieja estrategia de guerra: tentar, engañar y acusar, para robar, matar y
destruir; sólo hay una manera de ganar las batallas de esta guerra en las que nos vemos envueltos
cada día, y es de rodillas; pero la oración demanda:
a) Deseo de poder de lo alto.
b) Reconocer que es lo que hemos dejado incompleto, o no hemos hecho.
Las batallas de esta guerra son para cristianos que buscan madurar, completamente armados y
plenamente dispuestos a las posibilidades de la Gracia y a las distintas manifestaciones del Espíritu
Santo. Estas batallas las ganan Guerreros Desconocidos, cuya fe no mengua, y mucho menos su
sentido del deber, por obscuras que sean las circunstancias.
2) Guerreros con Fe.
Lucas 17.5–6 Y los apóstoles dijeron al Señor: ¡Auméntanos la fe! Entonces el Señor dijo: Si
tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a este sicómoro: “Desarráigate y plántate en el
mar.” Y os obedecería.
Vivimos una época que demanda personas de fe, de los que creen, aun sin ver (Hebreos 11.1), de
una fe que honra a Elohim, recordando que Elohim honra la fe que quiere glorificarlo a ÉL, una fe
que se inflama con el deseo de que la honra, la gloria y el honor sean solamente dados al Cordero
por cuya sangre hemos sido lavados.
Pero hoy en día demasiados soldados olvidan quien es el comandante, quien venció a satán, y
pretenden llamar la atención hacia ellos, y caen en la condenación del diablo... por soberbia. Se
requieren Guerreros Ávidos de tener un avivamiento, aunque ello implique un juicio, porque la
alternativa es ser juzgados sin habernos preparado. Pero tristemente, a la par de que el mundo
pierde su capacidad de ruborizarse por sus vicios, la iglesia ha perdido su capacidad de llorar por
ello y ha preferido guardar silencio.
La pornografía en nuestros puestos de periódicos es cotidiana, pero no es normal, los albures y
palabras obscenas en los medios de comunicación en horario familiar, son cotidianos pero no es
normal, la influencia para que nuestros jóvenes y niños incursionen en prácticas de magia,
hechicería, espiritismo, fornicación u homosexualidad, es cotidiana pero no es normal.

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No puedes pensar, que porque diario hay asaltos, asesinatos o secuestros eso es lo normal, porque
bien sabes que no es así; pero nos ha sucedido lo que a la proverbial rana, nos metieron en el agua
fría y poco a poco han ido aumentando la temperatura para cocernos, si hoy nos quisieran meter
por primera vez, la temperatura nos haría salir huyendo.
El Poder de lo Alto sólo vendrá cuando seas un Guerrero Comprometido y:
a) Renuncies a todo pecado conocido.
b) Confieses arrepentido que te has acomodado al hacer de la época y cultura.
c) Busques ansiosamente a Elohim en oración.
d) Estudies la Biblia para conocer las promesas, que Elohim tiene listas para esta hora de
desesperación, de un mundo necesitado de Su Amor.
La única manera de mantener viva la fe es mediante la oración, y una fe viva, ora, no reza.
Los Guerreros con Fe están por ver la más gloriosa hora de la iglesia, y verán sus nombres
inscritos en esa lista que aún no se cierra, la de los héroes de la fe (Hebreos 11.1-40).
3) Guerreros triunfantes.
Apocalipsis 3.1–6 Y escribe al ángel de la iglesia en Sardis: “El que tiene los siete Espíritus de
Elohim y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, pero
estás muerto. Ponte en vela y afirma las cosas que quedan, que estaban a punto de morir, porque
no he hallado completas tus obras delante de mi Elohim. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y
oído; guárdalo y arrepiéntete. Por tanto, si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora
vendré sobre ti. Pero tienes unos pocos en Sardis que no han manchado sus vestiduras, y andarán
conmigo vestidos de blanco, porque son dignos. Así el vencedor será revestido de vestiduras
blancas y no borraré su nombre del libro de la vida, y reconoceré su nombre delante de mi Padre
y delante de sus ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”
Muchos han sido hallados en falla, sin el poder del que se presume, en enfermedad y caminando en
pobreza, cuando las riquezas de Cristo nos pertenecen; por ser una iglesia que más que en lucha,
parece estar en fuga, incapaz de darse cuenta de su impotencia espiritual. No podemos culpar al
diablo, porque Yeshúa nos dio el poder sobre toda fuerza del enemigo para vencerlo y no ser
dañados (Marcos 16.17-18).
No podemos culpar a nuestros enemigos, porque la Biblia dice que somos más que vencedores
(Romanos 8.37); no podemos quejarnos de las armas en nuestra contra, porque la Biblia dice que
no hay arma forjada que pueda prevalecer contra nosotros (Isaías 54.17), y que para los dardos de
fuego del maligno tenemos el escudo de la fe (Efesios 6.16).
Pero de nada sirve que cites cada una de las piezas de la armadura de Elohim (Efesios 6:10-20), ni
que te imagines poniéndotelas, porque eso es “pensamiento positivo”, no es cristianismo; la
armadura de Elohim la tienes puesta cuando vives tomado de la mano de Yeshúa, cuando caminas
pegadito a ÉL, permitiéndole que haga lo que para ti es imposible, vivir la vida cristiana a través
tuyo (Gálatas 2.20). Por eso, tampoco se la puedes poner a nadie, es una cuestión de relación
personal con Cristo, de ser llenado día con día, con, y por el Espíritu Santo (Efesios 5.18).
No podemos culpar a Elohim, ÉL ha dicho: pedir y se os dará (Mateo 7.7), que todas las cosas son
nuestras (Romanos 8.32; 2ª Pedro 1.3); la falta está en ti, en cada uno de nosotros.
La crisis del mundo y de la iglesia es debida a nuestra falta de compromiso en pelear la buena
batalla, en esta guerra que se libra día con día. La crisis se debe a nuestras oraciones egocéntricas,
a la falta de conocimiento de Su Palabra, a una fe muerta, basada en sólo una religión y sus ritos.
Las tradiciones, la ignorancia, la apatía, el clericalismo y el cansancio nos impiden ser más que
vencedores, derrotar al enemigo, tomar prisioneros y el botín del hombre fuerte (Marcos 3.27).

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Las nuestras son acciones defensivas, no las de una iglesia poderosa que derrumba las puertas del
Hades (que no es lo mismo que el infierno), y extiende el Reino de Elohim hasta lo último de la
Tierra (Hechos 1.7-8; Mateo 28.18-20).
No somos Guerreros Triunfantes, porque sólo jugamos a la iglesita una vez a la semana, cuando
mucho diezmamos, cantamos alabanzas y hasta ahí llega nuestra farsa, que no fuerza; ese es
nuestro límite al servicio del Señor, tal es nuestra pasión por las almas que se pierden.
En esta guerra, quizás damos algunas cosas, pero no nos hemos dado a nosotros mismos, tenemos
toda la munición, todo el “parque”, todo el equipo y armamento necesario, armas poderosas en
Elohim para la destrucción de fortalezas (2ª Corintios 10.4), pero rehusamos usarlas; y por eso
hay muchos soldados de oropel, y pocos Guerreros Triunfantes.

CONCLUSIÓN
Guerreros de Oración.
1ª Tesalonicenses 5.12–24 Pero os rogamos hermanos, que reconozcáis a los que con diligencia
trabajan entre vosotros, y os dirigen en el Señor y os instruyen, y que los tengáis en muy alta
estima con amor, por causa de su trabajo. Vivid en paz los unos con los otros. Y os exhortamos,
hermanos, a que amonestéis a los indisciplinados, animéis a los desalentados, sostengáis a los
débiles y seáis pacientes con todos. Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino
procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos. Estad siempre gozosos;
orad sin cesar; dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Elohim para vosotros en Cristo
Yeshúa. No apaguéis el Espíritu; no menospreciéis las profecías. Antes bien, examinadlo todo
cuidadosamente, retened lo bueno; absteneos de toda forma de mal. Y que el mismo Elohim de paz
os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también
lo hará.
Que te quede bien claro, Elohim no tiene como prioridad tu felicidad, sino tu santidad, está
formando tu carácter; y la fiesta aún no ha empezado (las bodas del Cordero), porque estamos en
guerra; hay toda una eternidad en la que tendremos paz, shalom, pero hoy es tiempo de guerrear.
Si estás esperando la represión, el que te quiten la libertad de orar, leer la Biblia y compartir las
Buenas Nuevas, para empezar a hacerlo; cuando llegue ese momento, dudo mucho que lo hagas,
quizás seas de los que dirán: Señor, Señor, en tu nombre echamos fuera demonios... y termines
llorando y crujiendo los dientes (Mateo 7.13-14; Lucas 13.22-30).
No has formado tu carácter, cuando durante la reunión, estás pensando en otra cosa, o pareciera
que no te interesa llegar a la lectura de la Biblia y la alabanza, sino solamente al sermón; aunque en
éste tampoco guardes reverencia, porque no te has percatado, que desde la lectura del salmo, hasta
la oración final, estamos en Su Presencia, y por eso distraes al de al lado, cuchicheando, parándote,
o entrando y saliendo sin ton ni son.
No pases por alto que viniste a encontrarte con Elohim y a agradarlo a ÉL, no a que te toquen o a
cantar tus alabanzas favoritas; tienes que entender, que a lo largo de toda la reunión, el Espíritu
Santo te está hablando. No vienes a darte a notar, si no a poner la atención en el Eterno.
Ven como un Guerrero Hambriento y Sediento, con hambre de Elohim y sed por Su Palabra, no
por entretenimiento, no por encontrarte con alguien, o por lavar tu conciencia.
Pero, si sólo asistes, y raramente estudias la Biblia y oras, no puedes vivir la vida cristiana, porque
es leyendo la Palabra y orando, que eres llenado con Su Poder, a más oración... mayor poder, y no
porque la oración lo contenga, sino porque ÉL es la fuente.
¿Quieres hacer mucho por Elohim?

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Entonces pasa mucho tiempo con ÉL, pero, resulta que… tampoco tienes tiempo para leer tu
Biblia, hacer un discipulado, congregarte u orar. La iglesia “primitiva” oraba, y toda iglesia que ha
tenido un avivamiento, ha orado.
Churchill, cuando la Real Fuerza Aérea ganó la batalla en los cielos de Inglaterra, les dijo: “Nunca,
en el campo de los conflictos humanos, tantos, le debieron tanto, a tan pocos”.
Hay un día en la eternidad en que estos Guerreros Desconocidos, Comprometidos, con Fe,
Hambrientos y Sedientos, pero Triunfantes oirán algo similar de labios del Cordero, del León de la
Tribu de Judá... buen siervo y fiel, este es mi hijo amado en quien tengo complacencia.
La oración une la impotencia del hombre con la omnipotencia divina, porque Su Poder se
perfecciona en tu debilidad (2ª Corintios 12.9), la oración nos lleva de lo natural, a lo
sobrenatural, de lo carnal, a lo espiritual, nos traslada del tiempo, a la eternidad; transforma piedras
en pan, el agua en vino, mueve montañas, derrumba murallas y parte el mar en dos. Y también
construye, no sólo templos, sino iglesias misioneras que van hasta lo último de la Tierra.
Douglas MacArthur dijo: “El Presidente de los Estados Unidos me ordenó cruzar las líneas
japonesas e ir de Corregidora hasta Australia, con el propósito, así lo entiendo, de organizar la
ofensiva americana contra Japón, cuyo primer objetivo es liberar las Filipinas. “I came through
and I shall return” – “Logré cruzar, y volveré”.
Alguien con mayor autoridad y poder que cualquier presidente, Yeshúa el Mesías, te ha
encomendado ser testigo en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la Tierra,
entiéndase: tu colonia, tu ciudad, tu país, y hasta lo último de la Tierra; ser su embajador y
reconciliar al mundo con Elohim (2ª Corintios 5.17-21).
Una misión que no es para cobardes, sino para Guerreros Desconocidos, Guerreros
Comprometidos, Guerreros con Fe, Guerreros Hambrientos y Sedientos de ÉL, Guerreros
Triunfantes, en pocas palabras... Guerreros de Oración para un mundo en guerra.

¡SE UN GUERRERO DE ORACIÓN!

Si el Mensaje Semanal es de bendición para tu vida, y quieres apoyar a sostener el Ministerio de Modelos de Madurez OIKOS,
puedes ofrendar o diezmar a una de las cuentas a nombre de Hugo Gómez Astivia.
Scotiabank - 00101401297 (México) / CLABE 044 180 0010 1401 2972
HSBC – 6434710897 (México) / CLABE 021 180 0643 4710 8979
Capital One - 381 529 9670 (USA) / Routing Number 111901014
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