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DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA ANEMIA EN

LA CLÍNICA
El diagnóstico inicial es aparentemente sencillo, ya que en un análisis
rutinario o por otros motivos se detecta una disminución de los niveles de
hemoglobina o del número de glóbulos rojos.

Sin embargo, los análisis no sólo permiten el diagnóstico de anemia, sino


que, a través del examen de una serie de características de esos hematíes,
tales como su tamaño o la concentración de hemoglobina que contienen,
se pueden conocer muchos datos que permiten iniciar el proceso
diagnóstico del tipo de anemia de que se trate.

El estudio completo, una vez detectada la anemia, requerirá ampliar el


estudio analítico, examinar una extensión de sangre periférica y, en
algunos casos, realizar un aspirado o una biopsia de la médula ósea.

Ciertos tipos de anemia pueden ser graves, de larga duración e incluso


potencialmente mortales si no se diagnostican y tratan

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LA ANEMIA EN


LA CLÍNICA
El diagnóstico inicial es aparentemente sencillo, ya que en un análisis
rutinario o por otros motivos se detecta una disminución de los niveles de
hemoglobina o del número de glóbulos rojos.

Sin embargo, los análisis no sólo permiten el diagnóstico de anemia, sino


que, a través del examen de una serie de características de esos hematíes,
tales como su tamaño o la concentración de hemoglobina que contienen,
se pueden conocer muchos datos que permiten iniciar el proceso
diagnóstico del tipo de anemia de que se trate.

El estudio completo, una vez detectada la anemia, requerirá ampliar el


estudio analítico, examinar una extensión de sangre periférica y, en
algunos casos, realizar un aspirado o una biopsia de la médula ósea.
Ciertos tipos de anemia pueden ser graves, de larga duración e incluso
potencialmente mortales si no se diagnostican y tratan

Prevención de anemia en menores de 2 años: importancia de


considerar las diferentes presentaciones comerciales de hierro
disponibles en nuestro medio.

Dres. Valentina Catenaccio, Noelia Speranza y Gustavo Giachetto

Ferropenia, un problema de salud pública.


La ferropenia es la deficiencia de hierro corporal total. Cuando es severa determina la aparición de
anemia. La anemia ferropénica es la enfermedad hematológica más frecuente, especialmente en
lactantes y niños. Se estima que 30% de la población mundial sufre anemia ferropénica. La mayoría
de los afectados viven en países en vías de desarrollo. En América Latina se estima que la prevalencia
de anemia en niños de 0 a 4 años es 39,5% y en Estados Unidos 3% a 9% en niños entre 1 y 2 años.
En Uruguay, la Encuesta Nacional sobre el Estado Nutricional, Prácticas de Alimentación y Anemia en
Niños de 0 a 2 años realizada en el año 2011 reveló una prevalencia global de anemia de 31,5% (41%
en niños entre 6 meses y 1 año). Un estudio anterior del año 2005 en niños de 6 a 24 meses encontró
una prevalencia de 54% de anemia y 63% de déficit de hierro. Estos datos indican que la ferropenia
es un problema de salud pública.
La suplementación con hierro a todos los lactantes y niños menores de 2 años es una práctica
recomendada en la “Guía para la prevención de la deficiencia de hierro” del Programa Nacional de
Nutrición del Ministerio de Salud Pública de 2007 y recogida en las Normas Nacionales de Diagnóstico,
Tratamiento y Prevención elaboradas por el Instituto de Pediatría de la Facultad de Medicina. Además
en nuestro país existe desde el año 2006 legislación acerca de la fortificación de alimentos con hierro
(Ley Nº18.071), que incluye toda la harina de trigo para consumo humano comercializada y la leche
de los programas alimentarios estatales, y la fortificación de las fórmulas de leches industriales para
lactantes (Decreto 315/994). Otra intervención desarrollada en el año 2011 por el Ministerio de
Desarrollo Social (MIDES), el Ministerio de Salud Pública (MSP), la Administración de Servicios de
Salud del Estado (ASSE) y el Instituto Nacional de Alimentación (INDA) fue facilitar el acceso
económico a leche en polvo fortificada con hierro a la población usuaria de la Tarjeta Uruguay Social
del Plan de Equidad, por ser considerada una población de elevado riesgo para la deficiencia de este
micronutriente.
La ferropenia puede causar alteraciones en diversos sistemas y funciones del organismo (alteración
del aparato digestivo, del metabolismo muscular, del sistema autonómico, de la producción de calor,
de la inmunidad celular), destacándose las que pueden producirse a nivel del sistema nervioso central,
siendo un período crítico para el desarrollo de estas alteraciones los primeros 2 años de vida. La
deficiencia de hierro produce alteraciones en la anatomía, histología y metabolismo neuronal. Se han
observado alteraciones en la motricidad, aprendizaje y rendimiento escolar. El hierro participa también
en la mielinización de las vías auditiva y visual, pudiendo provocar su carencia, secuelas a dicho nivel.

Recomendaciones para prevenir la deficiencia de hierro.


La prevención del déficit de hierro requiere intervenciones en diferentes momentos del ciclo vital:
Durante el embarazo es necesario adecuar la alimentación, administrar suplementos de hierro,
realizar el diagnóstico precoz y tratamiento oportuno y adecuado de la anemia.
En el periodo perinatal se recomienda la ligadura tardía del cordón y evitar extracciones sanguíneas
innecesarias.
Luego del periodo neonatal se recomienda la alimentación a pecho directo exclusivo (PDE) los
primeros 6 meses de vida (los niños que no reciben PDE deben recibir fórmulas para lactantes
fortificadas), no administrar más de 700 cc de leche de vaca por el riesgo de microsangrados
intestinales y la menor biodisponibilidad del hierro. Introducir la carne a los 6 meses y fomentar su
consumo a diario, estimular el consumo de frutas cítricas con jugos y purés. Además se recomienda la
suplementación medicamentosa de hierro (Cuadro 1).
Cuadro 1. Recomendaciones en Uruguay sobre profilaxis de la ferropenia.

-Niños pre-términos con peso al nacer menor de 3000 gramos deben recibir 2 mg/kg/ día de hierro
elemental a partir del mes de vida y hasta los 2 años.

-Los niños nacidos a término, sanos, alimentados con PDE deben recibir 2 mg/kg/día de hierro
elemental a partir de los 4 meses y hasta los 2 años.

-Los niños alimentados con fórmulas , nacidos de término, que no consumen alimentos fortificados
deben recibir 2 mg/kg/día de hierro elemental desde los 4 meses hasta los 2 años.

La dosis máxima para la profilaxis de anemia ferropénica es 15 mg/día. Con esta dosis se cubre la
necesidad diaria de ingesta de hierro recomendada en niños hasta los 2 años (8 mg/día en el segundo
semestre; 5 mg/día en el segundo año).
Se recomienda realizar hemograma por punción digital a todos los niños entre los 9 y 12 meses y
repetir a los 18 meses de edad, especialmente en situaciones de alto riesgo de desarrollar anemia.

Perfil farmacológico del hierro.


Es importante conocer algunas características del hierro como mineral presente en los alimentos y
como medicamento para optimizar el beneficio esperado cuando se lo utiliza en la suplementación
profiláctica.

El hierro en soluciones acuosas puede encontrarse en dos estados de oxidación estables: Fe2+
(ferroso) y Fe3+ (férrico). Habitualmente en solución acuosa el hierro ferroso es oxidado a férrico que
es insoluble a ph fisiológico y que no es útil metabólicamente. Para mantener la solubilidad del hierro
en el organismo es necesaria su unión formando complejos con quelantes que son sintetizados por
todos los microorganismos.
Los compuestos considerados esenciales que contienen hierro en el organismo son: hemoglobina, que
representa aproximadamente 65% del hierro corporal, mioglobina, que constituye el depósito de
oxígeno del músculo durante la contracción, y citocromos y metaloflavoproteínas. Otros compuestos
son considerados de depósito (ferritina y hemosiderina). Los depósitos de hierro pueden
depleccionarse enteramente antes que se desarrolle anemia por deficiencia de hierro. Por otra parte,
los depósitos de hierro pueden aumentar hasta 20 veces antes de que exista evidencia de daño tisular
por sobrecarga de hierro.
El hierro en los alimentos se encuentra en dos formas: hierro HEM (presente en la hemogobina,
mioglobina), disponible en carnes, estando la mayoría en estado ferroso, y el hierro no HEM,
disponible en cereales, verduras, leguminosas, lácteos, estando su mayoría en estado férrico.
El hierro se absorbe en el duodeno y yeyuno proximal, siendo las sales ferrosas las que tienen mayor
absorción (3 veces más que las férricas). El hierro no hem tiene escasa biodisponibilidad, y su
absorción disminuye cuando se combinan varios vegetales ya que los fosfatos tienen una acción
inhibidora de la absorción del hierro. El ácido ascórbico facilita la absorción de hierro al formar
complejos con el hierro férrico y reducirlo a ferroso. La carne facilita su absorción al estimular la
producción de ácido gástrico. Es por esta razón que además de valorar la cantidad de hierro en la
dieta es importante estimar la biodisponibilidad en función del tipo de hierro y su interacción con los
alimentos.
Hay varios mecanismos descritos para la absorción de hierro:
-mediante una proteína de membrana miembro de la familia de las integrinas (ß3-integrina) se
absorben los iones férricos,
-los iones ferrosos se absorben a través del transportador de metales divalentes DMT1,
-el hemo liberado por mioglobina y hemoglobina luego de la digestión proteolítica se incorpora por los
enterocitos del intestino delgado como metaloporfirina intacta.
Una vez en el interior del enterocito, el hierro absorbido mediante cualquiera de las vías, es
convertido a su estado ferroso, paso realizado por un complejo proteico citoplasmático(paraferritina).
La asimilación de hierro no es proporcional a la dosis administrada, sino que existe un mecanismo
regulador que limita su absorción y un mecanismo cerrado de autorregulación determinada por el
estatus férrico del organismo, permitiendo el aprovechamiento del metal si existe déficit o disminución
de su absorción si hay un exceso.
Por tanto en la administración de suplementos de hierro se debe tener en cuenta:
Como regla general la absorción de sales ferrosas es mejor que las férricas. La dosis diaria suele ser
un equilibrio entre las necesidades del paciente y la tolerancia gastrointestinal.
La absorción de hierro es tanto mayor cuanto mayor es el déficit. Los individuos normales suelen
aprovechar el 5 a 10% del hierro de la dieta mientras los pacientes con deficiencia absorben 10 a
30%, llegando hasta el 60% del hierro administrado de forma terapéutica. Se produce disminución
progresiva de la absorción de hierro a medida que mejora la anemia.
Los alimentos interfieren en la absorción, en proporción variable según sea su contenido. Es preferible
administrar el medicamento en ayunas para obtener el máximo aprovechamiento. La administración
de vitamina C (200 mg o más) aumenta significativamente la proporción de hierro absorbido. Sin
embargo, la incidencia de efectos gastrointestinales aumenta proporcionalmente.

Los efectos adversos dependen del volumen de hierro soluble en la parte alta del tubo digestivo. Los
más frecuentes son pirosis, náuseas, dolor epigástrico, diarrea y estreñimiento. Las náuseas y el dolor
epigástrico son dosis dependiente. La diarrea y estreñimiento no, y se estima que son causados por
cambio de la flora intestinal. Otros efectos adversos es la tinción transitoria de los dientes y
oscurecimiento de las heces.

Preparados farmacéuticos que contienen hierro: semejanzas y diferencias.

Las sales ferrosas son las más utilizadas y estudiadas como medicamentos para prevenir y tratar la
anemia ferropénica. Dentro de las presentaciones vía oral se dispone de comprimidos o soluciones,
siendo en la edad pediátrica las gotas la forma farmacéutica más utilizada. Entre las sales ferrosas se
encuentran sulfato, fumarato, succinato y gluconato entre otros. Todos presentan similar
biodisponibilidad.
Las sales férricas tienen muy baja biodisponibilidad dado que forman complejos de hidróxido de hierro
férrico insoluble, no absorbibles en el intestino por lo cual no son adecuadas para la administración
oral.
El complejo de hierro férrico polimaltosado es uno de los pocos compuestos férricos que alcanzan
buena biodisponibilidad vía oral. La polimaltosa actúa como envoltura del hierro, logrando una
liberación más lenta del metal, produciendo así menos efectos adversos gastrointestinales
y permitiendo también la administración junto a las comidas. Se postula que el hierro polimaltosado
produce menos formación de radicales libres de oxígeno que el sulfato ferroso disminuyendo así su
toxicidad.
Existen también compuestos de hierro en forma de preparados combinados: ácido succínico,
aspártico, glutámico, glucónico, glicinato, que forman quelatos con el hierro para mantener el hierro
divalente disponible para la absorción.
El hierro glicinato (bis-glicinato ferroso) está formado por una molécula de hierro ferroso unida a dos
moléculas de glicina. Esta estructura posee la ventaja de proteger al hierro de las interacciones de
inhibidores dietéticos, siendo una buena opción en el enriquecimiento de alimentos como cereales,
galletas, leches, bebidas. Sin embargo los estudios son contradictorios y algunos muestran
disminución de la absorción con algunos alimentos como la leche, puré de verduras o papilla de
cereales. Una desventaja del glicinato es que presenta un elevado potencial redox, lo que aumenta el
riesgo de producir radicales libres.
La inclusión del hierro en complejos multivitamínicos no ofrece ventajas y la presencia de magnesio,
calcio y zinc pueden inhibir la absorción de hierro.

Las presentaciones de hierro disponibles varían en la cantidad de hierro elemental contenido por cada
mililitro del preparado, sumado a la variación (mínima) que puede existir del número de gotas
incluidas en cada mililitro (depende del gotero dosificador de cada marca comercial). Las sales de
sulfato ferroso disponibles en nuestro medio (Ferrosterol®, Ibofer®, Ferro C®, Ferdromaco®)
contienen 25 mg de hierro elemental por cada mililitro, y la cantidad de gotas por mililitro varían entre
20 y 30; las sales de hierro glicinato (Cheltin®) contienen 6 mg de hierro elemental por mililitro, lo
que determina que el número de gotas necesarias para alcanzar la dosis máxima para la prevención
de la anemia pueda llegar a 50; y para el hierro polimaltosado (Maltofer®) hay 50 mg de hierro
elemental por cada mililitro, lo que determina que el número de gotas para uso profiláctico sea como
máximo de 6 (Tabla 1)
Con respecto a la eficacia comparativa entre los diferentes preparados existen algunos estudios entre
sales ferrosas y hierro polimaltosado, y menos entre diferentes tipos de sales ferrosas.
Un ensayo clínico publicado en Archivos Argentinos de Pediatría en 2007 evaluó la eficacia y
tolerabilidadad entre sulfato ferroso e hidróxido férrico polimaltosado. Incluyó 59 niños de 6 a 48
meses con anemia ferropénica (hemoglobina menor a 11 g/dl, volumen corpuscular medio <72 fl,
ferritina <16ng/ml y transferrina <15%) que reciben tratamiento a 5 mg/kg/día durante 90 días. Se
encontró un incremento mayor en hemoglobina, hematocrito y ferritina a los días 30 y 90 del
tratamiento a los pacientes que recibieron sulfato ferroso. La tolerancia fue similar en ambos grupos,
un paciente en el grupo de sulfato ferroso suspendió el tratamiento por intolerancia digestiva.
Otro ensayo clínico publicado en International Journal of Pediatrics en 2011 incluyó 103 niños entre 7
meses y 17 años con anemia ferropénica y comparó la eficacia y tolerabilidad de sulfato ferroso con
hierro polimaltosa a una dosis de 5mg/kg/día de hierro elemental por 4 meses. Los cambios en
hemoglobina y hematocrito en los meses 1 y 4 fueron similares, si bien en el primer mes hubo un
aumento mayor de la hemoglobina (no significativo) en el grupo del sulfato ferroso.
Los eventos adversos gastrointestinales fueron menos frecuentes en el grupo de hierro polimaltosa
(26,9% comparado con 50.9% con sulfato ferroso, p=0,012). La aceptabilidad (medido por el score de
Wong Baker) fue mejor para el grupo del hierro polimaltosa.
Un ensayo clínico publicado en la Revista de la Facultad de Ciencias Médicas en 2012, en Buenos
Aires, incluyó 60 niños de 6 a 18 meses con anemia ferropénica y evaluó la eficacia y tolerancia de
sulfato ferroso y hierro polimaltosa a los 90 días de tratamiento a dosis de 6 mg/kg/día de hierro
elemental. No se encontraron diferencias en los valores de hemoglobina al finalizar el tratamiento
(polimaltosado 11,26 y ferroso 11,14, p=0,21). Tampoco se encontraron diferencias significativas en
la presencia de eventos adversos.
Pocos estudios evalúan la eficacia del hierro glicinato comparado con sulfato ferroso. Un ensayo clínico
realizado en adultos publicado en Nutrition en 2008 comparó la eficacia de sulfato ferroso versus
glicinato ferroso en pacientes gastrectomizados con deficiencia de hierro. Se observó un incremento
mayor de la hemoglobina (p<0,02) y la ferritina (p<0,04) en pacientes tratados con sulfato
ferroso. Otro ensayo clínico publicado en Nutrition en 2001 comparó la eficacia del tratamiento de
anemia ferropénica con hierro glicinato versus sulfato ferroso en niños de 6 a 36 meses. Se administró
hierro a 5 mg/kg y ácido fólico 250 microgramos/día con una duración de 28 días. Las diferencias en
el incremento de hemoglobina no fueron significativas. No informaba sobre la frecuencia de efectos
adversos.

En suma, si bien la evidencia en niños es escasa, la eficacia para el tratamiento de la anemia


ferropénica es similar. Con respecto a los eventos adversos clásicos gastrointestinales la mayoría
muestra menor incidencia con hierro polimaltosado y mayor aceptabilidad comparado con sulfato
ferroso.
No hay evidencia en ensayos clínicos acerca de la mejor tolerancia del hierro glicinato, si bien debe
tomarse en cuenta que debido a la presentación disponible, muchas veces hay confusión acerca de la
dosis adecuada administrándose con frecuencia menor cantidad de hierro elemental (con lo cual
produce menos efectos adversos dosis dependientes).
MALTOFER
Vía oral. La dosificación y la duración del tratamiento dependen del
grado de carencia de hierro. Carencia manifiesta de hierro:El
tratamiento debe mantenerse durante aproximadamente 3-5
meses, hasta que se normalice el nivel de hemoglobina. Con
posterioridad debe continuarse el tratamiento durante varias
semanas, y en las embarazadas, como mínimo hasta concluir la
gestación, con una dosificación igual a la recomendada para la
carencia latente de hierro, con el fin de aprovisionar las reservas de
hierro. Carencia latente de hierro:El tratamiento debe prolongarse
durante 1-2 meses. Maltofer tabletas masticables: Niños ( >12
años), adultos y madres lactantes:Carencia manifiesta de hierro: 1
tableta desde una hasta tres veces al día hasta durante 3 - 5 meses,
hasta que se normalice el nivel de hemoglobina. Posteriormente
debe continuarse el tratamiento durante varias semanas con 1
tableta diaria, para aprovisionar las reservas de hierro. Carencia
latente de hierro: 1 tableta al día. Embarazadas:Carencia manifiesta
de hierro: 1 tableta dos o tres veces al día hasta que se normalice el
nivel de hemoglobina. Posteriormente se debe continuar el
tratamiento con 1 tableta diaria, al menos hasta concluir el
embarazo, para aprovisionar las reservas de hierro. Carencia
latente de hierro y prevención de la carencia de hierro: 1 tableta al
día.
Administración: La dosis diaria se puede distribuir en varios momentos o tomarse íntegramente de
una vez. Maltofer® tabletas se puede masticar o tragar entero y debe tomarse con alimentos o
inmediatamente después de cada comida. Maltofer® jarabe y Maltofer® solución oral para gotas
pueden mezclarse con jugos/zumos de frutas y verduras, o con el contenido del biberón. La leve
coloración no afecta ni el sabor ni la eficacia. En caso de necesidad inmediata de hierro (baja Hb,
tratamiento simultáneo de EPO, etc.) deben utilizarse preparados parenterales de hierro para la
sustitución del mismo, de modo que este mineral esté disponible más rápidamente.
Contraindicaciones
Sobrecarga de hierro (por ejemplo, hemocromatosis, hemosiderosis) o trastornos de la
utilización del hierro (por ejemplo anemia por plomo, anemia sideroacréstica, anemia por
talasemia), y anemia no provocada por carencia de hierro (por ejemplo, anemia hemolítica).

Reacciones Adversas
Con carácter ocasional pueden ocurrir malestares gastrointestinales como la sensación de
saciedad, presión en la región epigástrica, náusea, estreñimiento o diarrea. La coloración
oscura de las heces se debe al hierro y no tiene significación clínica. Maltofer® no mancha la
dentadura.

Precauciones
Embarazo y lactancia: Los estudios de reproducción en animales no han mostrado riesgo
alguno para el feto. Los estudios controlados en embarazadas tras el primer trimestre de
gestación no han mostrado reacciones adversas para las madres o los neonatos. No existen
indicaciones de riesgo durante el primer trimestre y es poco probable que haya efectos
negativos para el feto. Es improbable que la administración de Maltofer® provoque reacciones
adversas en el bebé lactante. Durante el embarazo y la lactancia, solo debe tomarse
Maltofer® después de consultar al médico.

Feranin - Información, expertos y preguntas


frecuentes

 Información
 Pregunta al Experto
Uso de Feranin
IndicacionesFERANIN está indicado como suplemento nutricional en la prevención y tratamiento
de las deficiencias de hierro desde la infancia hasta etapas avanzadas de la vida y como
suplemento durante el embarazo y la lactancia.TipoSuplemento de Hierro.PropiedadesEl hierro
polimaltosado no iónic...ver más

Precauciones especiales
ContraindicacionesUlcera gástrica, anastomosis gastrointestinal.

Preguntas sobre Feranin


Hacer una pregunta

Nuestros expertos han respondido 48 preguntas sobre Feranin


Como administrar el Feranin? Yo le daba directo en la boca.

Dr. Edwin Andrade Moreno


Terapeuta complementario, Médico general

Villavicencio

Agendar cita
Buenas noches, si es posible administralo asi, siempre y cuando la persona que reciba el
medicamento no le cause intolerancia o inflamacion local, de todas maneras es recomendable que
lleve un…

1 respuestas

Mi bebe tiene 10 meses y le detectaron anemia, tiene 7.5 de hemoglobina, bastara con feranin para
recuperarse?

Dr. Carlos Alfonso Romero Daza


Médico general

Bogotá

Lo mas importante para manjar la anemia es saber la causa, con feranin, va a mjorar pero si no se
encuentra la causa, volvera a aprecer.
1 respuestas

Hola una consulta mi bebe de 7 meses tiene 10 de hemoglobina me recetaron feramin dando 10
gotas es lo correcto se mejorara su hemoglobina?

Dra. Diana Palacios Martínez


Terapeuta complementario

Bogotá

Buenas noches,
Puedes ser lo indicado siempre y cuando tenga un deficit de hierro.
Para ampliar los estudios consulta con el pediatra de tu bebe.
1 respuestas
Ver las 48 preguntas sobre Feranin

¿Qué profesionales prescriben Feranin?

Dosificación.

La cantidad total de ampollas a administrar se calcula teniendo en cuenta la


concentración de hemoglobina y el peso del enfermo. Para determinar en forma
rápida y fácil el total de ampollas de FERRANIN COMPLEX® requeridas para un
tratamiento completo debe utilizarse la siguiente tabla:

Para emplear la tabla, búsquese en la columna de la izquierda el peso del paciente y


trácese una línea horizontal. En la columna horizontal superior búsquese la cifra de
hemoglobina que presenta el paciente, expresada porcentualmente, trazando una
línea vertical. En el lugar de intersección de ambas líneas puede leerse la cantidad
total de ampollas de FERRANIN COMPLEX® necesarias para un tratamiento. Debe
tenerse en cuenta que en términos generales la aplicación de 1 ampolla = 100 mg de
hierro elemental proporciona un aumento de la tasa de hemoglobina del orden del
2%. Forma de administración: Para la aplicación de FERRANIN COMPLEX® se siguen
los siguientes esquemas de administración. Una vez determinada la cantidad total de
ampollas correspondientes a un tratamiento, aplicar por vía intramuscular 1 ampolla
día por medio o 2 ampollas a intervalos mayores hasta completar la dosis total. Debe
tenerse la precaución de no sobrepasar las siguientes dosis diarias
máximas: Lactantes hasta 5 kg de peso: 1/4 ampolla. Niños entre 5 y 10 kg de
peso: 1/2 ampolla. Niños de más de 10 kg de peso: 1 ampolla. Adultos: 2
ampollas. Técnica de la inyección: Una vez cargada la jeringa debe reemplazarse la
aguja, utilizando para la inyección una aguja nueva. Se recomienda agujas de
diámetro y longitud adecuada (0,9 mm de diámetro externo y 70 mm de longitud) para
asegurar una inyección profunda. La inyección se debe efectuar en el cuadrante
superoexterno de la región glútea (Fig. 1). Se recomienda no utilizar en forma
sucesiva el mismo sitio de punción.
Para evitar que se produzcan manchas cutáneas por derrame de la solución, antes de
inyectar desplazar la piel manteniéndola tensa. De esta forma el trayecto de la aguja
en el tejido muscular queda cubierto por la piel una vez retirada la aguja (Fig. 2 y 3).
La inyección se practicará en forma lenta, previa aspiración para controlar que la
aguja no haya punzado un vaso sanguíneo. Cuando la dosis correspondiente a una
aplicación es menor que el contenido total de una ampolla, el resto de líquido no
utilizado deberá descartarse.

Contraindicaciones.

Hipersensibilidad o intolerancia a los principios activos, hemosiderosis,


hemocromatosis, anemia hemolítica, infecciones agudas, insuficiencia hepática,
tumores que no cursen con ferropenía.

Reacciones adversas.

La administración parenteral puede provocar mareos post-inyección, náuseas,


vómitos, alergia, anafilaxia. La administración de las formas orales puede producir
gastritis.

Precauciones.

Efectuar controles hematológicos periódicos para evaluar la respuesta al tratamiento.


La administración de formas orales puede producir heces oscuras.

¿Para cuáles condiciones o enfermedades se prescribe este


medicamento?
La inyección de sacarosa de hierro se usa para tratar la anemia por deficiencia de hierro (un
número de glóbulos rojos más bajo que lo normal debido a muy poco hierro) en personas
con enfermedad renal crónica (daño a los riñones que puede empeorar con el tiempo y que
puede provocar que los riñones dejen de funcionar). La inyección de sacarosa de hierro es
una clase de medicamentos llamados productos de reemplazo de hierro. Funciona al
reabastecer los depósitos de hierro de manera que el cuerpo pueda producir más glóbulos
rojos.

¿Cómo se debe usar este medicamento?


La inyección de sacarosa de hierro viene como solución (líquido) para inyectar de forma
intravenosa (en la vena) por parte de un médico o enfermero en un consultorio médico u
hospital. Usualmente se inyecta durante 2 a 5 minutos o puede mezclarse con otro líquido e
infundirlo lentamente de 15 minutos a 4 horas dependiendo de la dosis del medicamento.
Su médico determinará con qué frecuencia usted debe recibir la inyección de sacarosa de
hierro y el número total de dosis en base a su condición y qué tan bien responda al
medicamento. Si sus niveles de hierro bajan después de terminar su tratamiento, es posible
que el médico vuelva a recomendar este medicamento.

La inyección de sacarosa de hierro puede causar reacciones severas o que pongan en


peligro la vida mientras recibe este medicamento. Su médico le observará detenidamente
mientras recibe cada dosis de la inyección de sacarosa de hierro y durante al menos 30
minutos después. Informe a su médico si presenta alguno de los síntomas siguientes durante
o después de la inyección: dificultad para respirar; dificultad para tragar o respirar;
ronquera; inflamación del rostro, garganta, lengua, labios u ojos; urticaria; picazón;
sarpullido; desmayos; desvanecimiento; mareos; piel fría y húmeda; pulso rápido y débil;
ritmo cardiaco lento; dolor de cabeza; náusea; vómitos; dolor de articulaciones o músculos;
dolor de estómago; dolor, ardor, entumecimiento u hormigueo en las manos o pies;
inflamación de las manos, pies, tobillos o parte inferior de las piernas; pérdida del
conocimiento; o convulsiones. Si experimenta una reacción severa, su médico reducirá o
detendrá la inyección inmediatamente y le proporcionará tratamiento médico de
emergencia.

¿Qué otro uso se le da a este medicamento?


Este medicamento se puede recetar para otros usos; pida más información a su médico o
farmacéutico.

¿Cuáles son las precauciones especiales que debo seguir?


Antes de recibir una inyección de sacarosa de hierro,
 informe a su médico y farmacéutico si es alérgico a la inyección de sacarosa de hierro; cualquier
otra inyección de hierro como ferumoxytol (Feraheme), dextrina de hierro (Dexferrum, Infed,
Proferdex), o gluconato ferroso sódico (Ferrlecit); cualquier otro medicamento; o cualquiera de
los ingredientes en la inyección de sacarosa de hierro. Pida a su farmacéutico una lista de los
ingredientes.

 Informe a su médico y farmacéutico qué otros medicamentos con y sin receta médica,
vitaminas, suplementos nutricionales y productos de hierbas está tomando o tiene planificado
tomar. Asegúrese de mencionar los suplementos de hierro que esté tomando de forma oral. Es
posible que su médico deba cambiar las dosis de sus medicamentos o supervisarle
cuidadosamente para saber si sufre efectos secundarios.

 Indique a su médico si sufre o alguna vez sufrió alguna afección médica.


 Informe a su médico si está embarazada, planea quedar embarazada o está amamantando. Llame
a su médico, si se embaraza mientras recibe tratamiento con la inyección de sacarosa de hierro.

¿Qué dieta especial debo seguir mientras tomo este medicamento?


A menos que su médico le indique lo contrario, continúe con su dieta normal.

¿Qué tengo que hacer si me olvido de tomar una dosis?


Si no acude a una cita para recibir la inyección de sacarosa de hierro, llame a su médico tan
pronto como le sea posible.

¿Cuáles son los efectos secundarios que podría provocar este


medicamento?
La inyección de sacarosa de hierro puede ocasionar efectos secundarios. Informe a su
médico si cualquiera de estos síntomas es grave o no desaparece:
 estreñimiento

 dolor de brazos, piernas o espalda

 calambres musculares

 falta de energía

 cambios en el gusto

 dolor de oído

 fiebre

 dolor, enrojecimiento o inflamación de las articulaciones, especialmente el dedo gordo del pie

 dolor, enrojecimiento o irritación en el sitio de la inyección

Algunos efectos secundarios pueden ser graves. Si experimenta el siguiente síntoma o los
que se enumeran en la sección CÓMO, llame a su médico inmediatamente o busque
tratamiento médico de emergencia.
 dolor de pecho

Si desarrolla un efecto secundario grave, usted o su doctor puede enviar un informe al


programa de divulgación de efectos adversos 'MedWatch' de la Administración de
Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) en la página de Internet
(http://www.fda.gov/Safety/MedWatch) o por teléfono al 1-800-332-1088.
¿Qué debo hacer en caso de una sobredosis?
En caso de sobredosis, llame a la línea de ayuda de control de envenenamiento al 1-800-
222-1222. La información también está disponible en línea
en https://www.poisonhelp.org/help. Si la víctima se ha derrumbado, ha tenido una
convulsión, tiene dificultad para respirar, o no puede despertarse, llame inmediamente a los
servicios de emergencia al 911.
¿Qué otra información de importancia debería saber?
Asista a todas las citas con su médico y el laboratorio. Su médico le revisará la presión
arterial y ordenará ciertas pruebas de laboratorio para verificar la respuesta de su cuerpo a
la inyección de sacarosa de hierro.

Es importante que Ud. mantenga una lista escrita de todas las medicinas que Ud. está
tomando, incluyendo las que recibió con receta médica y las que Ud. compró sin receta,
incluyendo vitaminas y suplementos de dieta. Ud. debe tener la lista cada vez que visita su
médico o cuando es admitido a un hospital. También es una información importante en
casos de emergencia.

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