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1

Me propongo analizar la estructura de la interpretación en psicoanálisis, entendida en función


de la noción de corte, en el sentido topológico del término, y los alcances de esta perspectiva
en la formalización y distinción de las categorías clínicas de acting out y pasaje al acto.
Tomaré el término interpretación en un sentido amplio y abarcativo, en relación a la función
del desciframiento en términos freudianos. En este contexto ubico la siguiente definición de J.
Lacan como punto de partida: “La dimensión interpretativa funciona en la medida en que
nuestra interpretación lee de otra manera una cadena, que no obstante es una cadena de
articulación significante”1.
En estas coordenadas, incluyo bajo la rúbrica de “interpretación” todo acto de lectura que se
produzca en un análisis, como así también antes de su comienzo, durante el desarrollo de las
entrevistas preliminares. Justifico el uso del término “interpretación” en lo que se refiere a las
intervenciones que pueden efectuarse en este primer tiempo, debido a que es necesario “leer
de otra manera una cadena” ya sea para circunscribir el estado de la demanda al inicio del
tratamiento, como para deslindar la demanda inconsciente.

INTERPRETACIÓN COMO LECTURA

Encontramos un ejemplo posible de interpretación como lectura en palabras de Freud, en el


caso Dora:
“En efecto, en la técnica del psicoanálisis vale como regla que una conexión interna, pero
todavía oculta, se da a conocer por la contigüidad, por la vecindad temporal de las
ocurrencias, exactamente como en la escritura de una a y una b puestas una al lado de otra
significan la sílaba ab. Dora había presentado gran cantidad de ataques de tos con afonía,la
ausencia o la presencia del amado habrá ejercido una influencia sobre la venida y la
desaparición de estas manifestaciones patológicas?………..”

Las “conexiones internas” y “ocultas”, se despejan a partir de considerar en este caso los
sintomas, en su repetición, en su ligazón reiterada con otro elemento: “ausencia-presencia del
amado”, a la manera de una escritura. Tanto los síntomas como la aparición y desaparición del
Sr. K adquieren el valor de una letra, y la maniobra que devela su conexión, o sea la formación
de la “sílaba”, es por consiguiente la de la lectura. Sin la repetición del síntoma y de su otro
elemento asociado, esta operación no sería posible. Es necesario que la “conexión” se recorte
más de una vez, para encontrarla oculta en el “entre-líneas” del discurso.
La interpretación del síntoma supone tomarlo como un significante que en relación con otro
(ausencias de K), se halla a la vez en relación (sincrónica) con otra cadena significante: Para
Freud, entonces, es posible establecer esta conexión: “con sus enfermedades ella demostraba
su amor por K, así como su mujer le demostraba su aversión”.
Es esta perspectiva la que justifica la definición del sujeto en la neurosis como lo que un
significante representa para otro significante, en el marco de una cadena significante en
articulación con otra:
Ella renuncia a hablar Si el amado está lejos

1
Lacan, Jacques (1967/68) El Seminario, Libro 15: El acto Psicoanalítico. Inédito, clase 29-11-67
2

(Demostración de amor )
| |
Tos-Afonía------------------Ausencias de K

Teniendo en cuenta que el valor del significante depende de la oposición diferencial con los
otros, el efecto de sentido se produce en función de la localización de las conexiones
asociativas recortadas en función de la repetición: ya que Freud no sólo aísla la insistencia del
síntoma en su enlace con las ausencias del Sr. K (diacronía), sino también la repetición con
signo inverso (presencia del Sr. K) de los síntomas de la Sra. K.(sincronía).

(Sra K, enferma------------ en Presencia de K)


| |
(Dora enferma--------------en ausencia de K)

La maniobra de la interpretación es aquí una operación de lectura, y en el contexto del


procedimiento analítico es necesario que el sujeto (paciente) habilite o permita el
funcionamiento de la hipótesis del inconsciente como la segunda cadena (o segunda escena)
en relación con la primera, para que la lectura se haga posible.
El sujeto, como lo que un significante representa para otro, surge entonces como puro efecto
puntual de esta operación.

Ahora bien, en función de las coordenadas de la transferencia en el análisis de Dora , Lacan


considera la posición de Freud y su revisión del caso, para proponer una nueva interpretación
de la afonía como síntoma considerando la posición de Dora en relación a la Sra K.2

Llamado de la pulsión oral------------Encuentro a solas con la sra K


| |
Afonía------------------------------------Ausencias de K

Esta interpretación, implica correlacionar otra serie de significantes (llamado-a solas con la
sra k) estableciendo una lectura que diverge de la de Freud, y que surge a su vez de la revisión
misma que Freud hizo de su caso.

Podemos concebir la diferencia entre ambas interpretaciones, en función de la serie


significante que se enlaza como segunda cadena al síntoma, lo cual presupone distinguir en
este caso dos recorridos en las conexiones asociativas. Estos recorridos o enlaces entre
significantes, pueden ser pensados con la figura de un trazo,( en una superficie delimitada
entre cuatro puntos).

Para dibujar este trazo es necesario que la cadena discursiva, no sea considerada, por lo tanto
en forma lineal (unidimensional), como podría suponerse atendiendo únicamente a su
desarrollo en el tiempo, sino que responde más bien al modelo de la escritura musical: El
pentagrama ,y como tal requiere una doble lectura, en función de dos dimensiones (armonía y

2
Lacan, Jacques: “Intervención sobre la transferencia”, en Escritos I, Siglo XXI, México,1985
3

melodía ). 3Esta perspectiva “bidimensional” permite plantear los términos de cadena


significante y sujeto en psicoanálisis en función de la noción de superficie (en términos
geométricos: extensión en que se consideran sólo dos dimensiones-sin espesor) Es posible
considerar entonces que la lectura que la interpretación supone acciona como un trazo que
limita o recorta una superficie, esto es, como un corte que transforma una superficie,o más
exactamente la genera, en la medida en que este recorte produce un efecto al que llamamos
sujeto.

CORTE Y SUPERFICIE EN TOPOLOGÍA


En este contexto, la topología se introduce como una herramienta que hace factible pensar la
interpretación y el sujeto como efecto .Como rama de la geometría se dedica al estudio de
ciertas propiedades de las figuras, sin tener en cuenta la magnitud ni la medida. Más
precisamente, estudia las propiedades que “permanecen invariables a través de la
deformación”, siempre y cuando en dicha transformación no se produzcan “desgarramiento
ni adherencias” 4 o “roturas y fusiones”.5 Esto es, si una figura se deforma en otra, “a todo
punto de una figura corresponde un punto y sólo uno de la otra, y a dos puntos vecinos de una
corresponden dos puntos vecinos de la otra”6.(Propiedad que se define como
homeomorfismo.) Esta deformación se denomina transformación topológica.
Las propiedades topológicas de una figura o superficie no varían, a pesar de esta
transformación, por más que varíe su presentación “visual”, es decir su forma o magnitud.

Por ejemplo, una elipse o una línea poligonal para Fréchet y Ki Fan son casos particulares de
lo que llama “curva cerrada de Jordan”, es decir conjuntos homeomórficos con una
circunferencia.
Ahora bien, estas “curvas cerradas” al ser trazadas sobre un plano, el corte que el trazo
instaura divide a la superficie en dos pedazos,(produciendo una “disección”7) , como por
ejemplo una curva cerrada sobre una esfera.
Sin embargo, existen superficies como la del toro, que es la superficie obtenida por la rotación
de una circunferencia alrededor de una recta situada en su plano, y que no la corta ,en las
cuales dicha propiedad no se cumple. En efecto, en esta superficie así generada, con forma de
anillo o rosca, si se trazan dos curvas cerradas que dibujan un paralelo y un meridiano8, este
corte en dos vueltas no divide al toro en dos pedazos.

3
“…si este pentagrama sobre el cual conviene inscribir toda unidad significante, toda frase en sus cortes ¿cómo,
en las dos extremidades, ese corte viene a estrechar ese pentagrama? Digamos que hay en ese lugar más de un
modo de interrogarse..” Lacan, Jacques (1964/65) Seminario 12: Problemas cruciales para el psicoanális.
Inédito, clase 9-12-64

4
Fréchet M. y Ky Fan, Introducción a la topología combinatoria,Eudeba ,Cuadernos N° 7, Bs. As. 1959
5
Alexandrov, A.D. y otros, La matemática su contenido, métodos y significados (6ta ed.) (Vol 3. ) Alianza Ed, Bs
As, 1985.
6
Fréchet M. Ky Fan, Introducción a la topología combinatoria,Eudeba ,Cuadernos N° 7, Bs. As. 1959
7
Alexandrov, A.D. y otros, La matemática su contenido, métodos y significados (6ta ed.) (Vol 3. ) Alianza Ed, Bs
As, 1985.
8
Ob. cit
4

Asimismo, existe otro tipo de corte que aplicado sobre la banda de Moebius, no sólo tampoco
la divide en dos, sino que genera una superficie nueva.
La banda de Moebius consiste en una superficie de un solo lado, que se obtiene al unir los
extremos de una franja de papel tras haber hecho un giro de 180°.Esta banda posee una
estructura tal que si se divide por su línea media, este corte no produce una división en dos
partes y en este caso la superficie se transforma en otra superficie distinta cuya propiedad es la
de poseer no ya un solo lado sino dos.
Este trazo sigue el trayecto de lo que se denomina un ocho interior. Es una curva cerrada que
se redobla a sí misma. Por lo tanto, el corte que forma el ocho interior, siguiendo la línea
media de la banda de Moebius se cierra luego de dos vueltas:

Entonces, si concebimos la interpretación como lectura o corte en función de una cadena


significante en su dimensión de superficie, encontramos que la topología aísla ciertos cortes
como éste, que en la banda de Moebius nos permite pensar la producción de una superficie
nueva, es decir un efecto de sentido o un efecto sujeto.

La repetición inherente al doble bucle, en el ocho interior constituye el fundamento del acto
analítico, concepto que abarca la dimensión interpretativa en articulación al análisis o
“manipulación” de la transferencia.9 Esta manipulación revelaría la estructura de un mapa
trazado en virtud de los datos supuestos en el “origen de un juego” (Sujeto Supuesto Saber
como posición necesaria en el inicio del análisis) que en sus efectos produciría una
modificación en la ubicación del analista en el juego (Eliminación del Sujeto Supuesto Saber).

Tendríamos la estructura de dos vueltas por ejemplo, en la interpretación que Lacan propone
para el síntoma de Dora, o sea en el corte que hubiera sido necesario para que el análisis no
fuese interrumpido por la paciente. Y sabemos que el recorrido de este corte involucra una
lectura de la posición de Freud en la transferencia.

Llamado de la pulsión oral------------Encuentro a solas con la sra K (2da conexión-segunda vuelta)


| |
Afonía------------------------------------Ausencias de K (1era conexión-1era vuelta)

En esta dirección, en el curso del Seminario sobre “La Identificación”, Lacan trabaja con
algunas articulaciones entre los términos de cadena significante y corte en sentido topológico.
“…..un significante en su esencia más radical no puede ser encarado sino como un corte en
una superficie….” (Y un poco más adelante)
“El paso que intento hacerles franquear ha comenzado a ser trazado, es aquel donde se
anuda la discontinuidad con lo que es la esencia del significante, a saber la diferencia. Esto
sobre lo cual hemos hecho pivotear, hemos llevado sin pausa esta función del significante, es
para atraer vuestra atención sobre esto que, incluso al repetir lo mismo, lo mismo por ser
repetido se inscribe como distinto. (…………………………………………………)
9
Lacan, Jacques (1967/68) El Seminario, Libro 15:El acto Psicoanalítico.Inédito, clase 29-11-67
5

Es como distinto de lo que repite que el significante reaparece, y lo que puede ser considerado
como distinguible es la interpolación de la diferencia en la medida en que podemos plantear
como fundamento de la función significante la identidad del “a y a”, a saber que la
diferencia reside en el corte, o en la posibilidad sincrónica que constituye la diferencia
significante. En todo caso lo que repetimos no es diferente sino por ser inscrito.
No queda menos que la función del corte nos importa en primer lugar en lo que puede ser
escrito.Y es aquí que la noción de superficie topológica debe ser introducida en nuestro
funcionamiento mental porque es sólo ahí que toma su interés la función del corte.”10

La superficie topológica permite ubicar así al significante que en tanto produce efectos de
interpretación, se inscribe como distinto. En este sentido, el corte, la discontinuidad (la
diferencia) lo constituye; y el sujeto es localizable como efecto en la discontinuidad misma del
corte, o sea de la superficie que éste traza, (en donde lo mismo se inscribe como distinto)

Si consideramos un supuesto ser que se desplace en la Banda de Moebius (una hormiga


ultraplana) partiendo de un punto y habiendo localizado en su horizonte la sucesión de puntos
abcd, o sea despliega una palabra en cierto sentido, si prosigue su camino según su línea
media (ocho interior), encontrará por primera vez la dirección opuesta, dcba. Entonces:“Esa
palabra se leerá de modo palindrómico en sentido inverso”11.
La operación de lectura ( como Freud lo estableció) supone por lo tanto la repetición (abcd-
cdba), pero la repetición no implica la identidad, en tanto una nueva lectura (transformación de
la superficie) es posible. Es por eso que el análisis implica una nueva escritura de la historia,
esto es, una historia nueva.

PASAJE AL ACTO , ACTING-OUT Y ESTRUCTURA DEL CORTE:

En función de estas coordenadas, es posible ordenar categorías clínicas como acting-out y


pasaje al acto, teniendo en cuenta algunas definiciones (algunas, no todas), que Lacan produce
en relación a estos términos.

Pasaje al acto:

El pasaje al acto se concibe para la neurosis, en el curso del Seminario X, como salida de la
escena.(“ el sujeto se precipita desde allí donde está, desde el lugar de la escena donde sólo
puede mantenerse en su estatuto de sujeto como sujeto fundamentalmente historizado, y cae
esencialmente fuera de la escena” 12) Para pensarlo, la noción de escena es entendida como
“El lugar donde las cosas del mundo vienen a decirse según las leyes del significante”, lo
cual implica al Otro, como “lugar del significante, donde se instituye el orden de la diferencia
10
Lacan, Jacques (1961/62) El Seminario, Libro 9: La Identificación. Inédito, clase 16-5-62
11
Lacan, Jacques (1964/65) El Seminario, libro12: Problemas cruciales para el psicoanális. Inédito,
clase 10-3-65
12
Lacan, Jacques (1962/63) El Seminario, libro 10: La Angustia. Inédito, clase 23/1/63
6

singular”113 . O sea : “Al repetir lo mismo, lo mismo por ser repetido se inscribe como
distinto”.

La referencia para especificar el uso que Lacan hace del témino “escena”, así definida es la
estructura que deduce Lévi Strauss en el “Pensamiento Salvaje” para el pensamiento mítico:
éste se despliega relacionando fragmentos (elementos) y configurando haces de relaciones
que sólo en forma de combinaciones adquieren valor significante. El sentido depende entonces
de esta composición. Para despejar su estructura (sintaxis), esto es las leyes que rigen la
transformación y composición de sus elementos, es necesario entonces abarcar el conjunto de
todas las versiones de un mito, para lo cual es imprescindible que se desarrollen a partir de la
repetición de sus diferentes versiones, sus “variaciones diferenciadas : Entonces, sólo la
repetición (repetición de lo mismo) pone de manifiesto la estructura del mito.

De acuerdo a estas indicaciones la escena en el marco del análisis, como la delimita Lacan
siguiendo a Lévi Strauss, sólo se concibe en función de la articulación significante en tanto
supone repetición en este sentido,(variaciones diferenciadas en la localización de los términos
entre-si) y únicamente en función de la repetición se establece la dimensión de la historia. De
allí que la historia sea definida como “puesta en escena” 14, y la operación de lectura sólo es
posible en el sentido antedicho; como recorte de términos en conexión, o sea como corte o
trazo que se cierra.

Es desde esta concepción de escena como la bofetada de Dora disparada por las palabras del
Sr. K “Nada me importa de mi mujer….”puede ser considerada por Lacan como un pasaje al
acto. La estructura del pasaje al acto se desprende cuando “el sujeto se precipita desde allí
donde está, desde el lugar de la escena donde sólo puede mantenerse en su estatuto de sujeto
como sujeto fundamentalmente historizado, y cae esencialmente fuera de la escena”15. La
pregunta es: ¿ la “salida de la escena” involucra únicamente una “acción” que da cuenta de un
momento de máximo borramiento del sujeto, porque su sostén identificatorio o fantasmático
se conmociona , o es factible pensar la “salida de la escena “ con respecto a la maniobra de la
interpretación como acto de lectura?
Dora sale de la escena como “sujeto historizado” con una bofetada que expresa “la más
perfecta ambigüedad” ,dice Lacan, de la articulación de su pregunta . “Ama ella al señor o a
la señora K?. No nos lo dirá la bofetada por cierto”16. Sin embargo esta pregunta es
localizable en el montaje de la escena , a partir de la operación de lectura. Con la bofetada
entonces sale de la escena, en tanto no hay en ella articulación al Otro,(como “lugar donde las
cosas del mundo vienen a decirse”)
Si la bofetada misma “no nos lo dirá ”según Lacan, se podría considerar entonces desde esta
perspectiva que no es legible para el analista. Para Freud: “… esa conducta tiene que haberle
parecido al hombre tan incomprensible como a nosotros..”17

13
Ibíd, clase 28/11/62
14
Lacan, Jacques (1962/63)El Seminario, libro 10: La Angustia. Inédito, clase 28-11-62

15
Íbid, clase 23-1-63
16
Íbid
17
Freud, S.(1905) Fragmento de análisis de un caso de histeria, en O.C. Tomo VII, Amorrortu, Bs As 1998.
7

El valor de la salida de la escena puede ser determinado en este sentido, en función de la


dimensión del análisis y la transferencia.
De acuerdo a este planteo, es posible pensar como hipótesis que el pasaje al acto no responde a
la estructura de un corte, en tanto no se establecería un acto de lectura en función de la
dimensión de la repetición.
Un elemento (bofetada) se deslinda en relación a otro (Palabras del señor K: “Nada me
importa de mi mujer”) lo que impediría un trazado que recorte una superficie, porque para que
el corte cierre faltaría otra serie de (al menos dos) elementos más.

Bofetada--------Nada me importa de mi mujer

No obstante, Freud y Lacan producen lecturas posibles de la escena antes y después de la


bofetada. Freud vuelve a interpretar la bofetada misma en términos de venganza por celos,
cuando descubre que Dora se entera que el señor K la ha cortejado con las mismas palabras
con las que se ha dirigido a una gobernanta: (“Nada me importa de mi mujer “)

Venganza por celos------------------------------------------ Nada me importa de mi mujer


Cómo se atreve a tratarme como a una gobernanta?

Bofetada-------- ------------- Nada me importa de mi mujer

A la vez deslinda una conexión ulterior de la bofetada con el síntoma de conversión de la


neuralgia facial presentada por Dora18 . La bofetada aparece aquí como elemento
articulado en la lectura de Freud, como autocastigo y arrepentimiento por la bofetada al
Sr. K y por la transferencia vengativa sobre él.
Ocurre entonces, que la bofetada implica entonces una salida de la escena, hasta que retorna
en conexión con otro término y en otro lugar, en la escena de la transferencia.
Lacan, por su parte ubica la bofetada en el curso del Seminario IV ,como el resultado de la
intolerancia de Dora frente al hecho de que el señor K, se interese sólo en ella. “Si el
señor K solo está interesado en ella, es que su padre sólo se interesa por la señora K, y
entonces ella no puede tolerarlo” 19. Dora quedaría entonces por fuera del circuito donde
se sostiene el deseo del padre por la señora K más allá de Dora:

Caída de la identificación con el Sr. K-------------------- El sr. K se interesa sólo en ella


| Mi padre se interesa sólo en la sra K
|
|
Bofetada--------------------------------- Nada me importa de mi mujer

Esto implica definir el pasaje al acto no “en sí mismo”, sino en relación con el procedimiento
de interpretación o lectura posibles.

pag. 42
18
ob. cit., pág. 106
19
Lacan J(1956/57), El Seminario, Libro IV, La Relación de Objeto, Paidós, Bs As 1994, pág 146
8

La “salida de la escena” no se reduciría al aspecto “fenoménico” del pasaje al acto, como se


suele pensar con frecuencia, cuando se homologa el “punto de máximo embarazo” –el sujeto
atravesado por la barra-, al desconocimiento subjetivo, a la amnesia, o a la imposibilidad de
obtener un testimonio en cuanto al decir del paciente . Tampoco se trataría de equiparar el
pasaje al acto a episodios graves de auto o heteroagresión. En el caso de Dora llamativamente
no hay intento de suicidio, no se produjo riesgo de vida. Además la paciente recuerda y relata
el incidente sin grandes dificultades. Y es uno de los pocos ejemplos citados por Lacan de
pasaje al acto.
En estas coordenadas, el pasaje al acto no quedaría definido pura y exclusivamente a partir de
indicadores (máximo embarazo-emoción) que permiten situar la posición del sujeto, pues sería
posible también deslindar su estatuto a partir de un corte que no se realiza como tal.
Entonces, si “la salida de la escena” puede ser pensada en función de un corte que no se
realiza, en tanto no se produce un cierre como un trazo que en el acto interpretativo vincula
dos escenas, esto no impide pensar, como para el caso de Dora, que aquellos elementos que
circunscriben el pasaje al acto no puedan ser leídos en función de nuevos fragmentos del
material, esto es, en función del establecimiento de la repetición.
9

Caso Clínico:

Una paciente de aproximadamente 40 años de edad, a la que llamaré Julia, consulta porque se
encuentra mal con “todo”, esto es, con su pareja y con su trabajo. Para ella su malestar no se
reduce al presente, ya que entiende que en los momentos de crisis como el que está pasando,
aparecen lo que ella llama “angustias viejas”. Hace aproximadamente un mes que se entrega a
lo que denomina “conductas bulímicas”, come y devuelve “compulsivamente” y también
toma. Entiende que padece de “tendencias alcohólicas”.
En su adolescencia, por primera vez comienza a comer en exceso y a devolver. Inicia una
terapia que abandona, por falta de “confianza”. Este primer intento de tratamiento fue después
de que Ernesto, el menor de sus dos hermanos mayores, por el que siempre sintió una
profunda admiración, tuviera que salir del país a riesgo de perder la vida, en un contexto de
persecución política. Se dio allí la primera aparición de sus “conductas bulímicas” La ruptura
con su hermano le provocó “llantos incontenidos”. Ahora, dice, “la misma angustia cambia de
motivo”: comienza a partir de peleas con su marido, con quien ahora tiene, una hija en edad
escolar.
Reconoce haberse “postergado” para que su marido avance en su trabajo, lo cual le produce
mucha bronca, pero tampoco sabe qué hubiese hecho de haber podido sostener sus
ocupaciones. Le pregunto si cree que hay algo que le interesa entre todas las cosas que vino
haciendo hasta el momento, y recorta una actividad que la “motorizaba”, relacionada con la
labor periodística,“pero no podía responder al nivel de exigencia (estar actualizada en los
temas, tener que leer)” “Me daba manija con que yo no podía”. Localiza ahora algo respecto
de su deseo y de su resignación: “A veces pienso que es haber dejado de hacer lo que quiero. Y
este tope de exigencia. Si yo no estoy en los lugares a “mil”, no estoy.”
Julia me hace saber que ese es “el mensaje sostenido de su padre”, quien le pedía un diez, si
ella aparecía con un nueve. “Me daba odio”, comenta, comenzando de este modo con las
hilachas de su historia. A su madre siempre la ha descalificado. La ha sentido siempre “medio
bruta”. Nunca le ha tenido confianza, su palabra no era consistente. Si decía o prometía algo,
luego no lo sostenía. Su padre, por su parte siempre ha rescatado a su madre, aduciendo que
gracias a ella la familia permaneció unida, ya que hizo muchas cosas para sostenerla. Su
madre siempre emprendió cosas, ha sido muy activa hasta el momento en que su hermano
Ernesto tuvo que irse. Desde allí empezó a quedarse, y a engordar. Tuvo que hacerse cargo de
ella su otro hermano, César quién ha quedado viviendo con los padres. Estuvo un año o dos
con “depresión” y tomando medicamentos.
Luego de la partida de su hermano Ernesto y una vez que cesa su “bulimia” se dedica a
estudiar “a full”, y termina dos carreras terciarias. Comienza varias carreras universitarias,
pero no concluye ninguna.
Ahora Julia se siente aplastada y desganada y continúa comiendo y vomitando. Lo hace
especialmente en los momentos en que queda sola, sin su hija. Sospecha que su marido la
engaña con otra mujer, y le reclama permanentemente que esté más tiempo con ella y con su
hija.Teme las críticas y las exigencias de él, como antes las temió de su padre.
10

A medida que las entrevistas avanzan, Julia se va “llenando” de actividades, y va dejando


paulatinamente de comer y vomitar. Se da cuenta que si lo hace, es en los momentos en donde
se encuentra con un vacío, (cuando no tiene nada que hacer, cuando no está su hija). Esté vacío
la interroga, y la lleva a una escena de su adolescencia, en el tiempo en que ella comienza a
comer y vomitar a escondidas. Recuerda con desagrado la imagen de su madre en la cocina
junto a su hermano César comiendo desmedidamente. Su madre, que cae, se deprime, engorda
y se deja estar luego de la partida de su hermano Ernesto. En la familia quedó un hueco, me
dice Julia, un vacío. Le digo que ella escondía lo que su madre mostraba. Se pregunta
entonces, por el significado que tiene para ella la comida. “Cuando tengo espacios vacíos,
como, lleno cosas. Se fue mi hermano y dejó un agujero negro en la familia”.

Después de varios meses de entrevistas en el curso de las cuales mis intervenciones apuntan a
los diferentes enlaces de lo que ella localiza como “exigencia” en relación a las demandas de
los otros, (como por ejemplo su pareja), comienzo a subrayar otro término repetido en la
configuración de la escena: La “desconfianza”.
Julia se enferma y es sometida a una intervención quirúrgica. Su pareja cambia entonces de
actitud para con ella y la “contiene”. Ella siente ahora que puede confiar un poco más en él.
Recorto y pongo en conexión entonces la falta de confianza en los otros cuando encuentra que
alguien no la “contiene”.
En esta dirección, y a pesar de Julia no siempre se dispone a volver sobre su historia, una y
otra vez insiste una pregunta: “Qué pasó cuando empezó la bulimia?”, “Cómo no se dieron
cuenta de lo que me pasaba?”, “Y si se dieron cuenta, cómo no hicieron nada?”. “Tal vez no
pudieron”. “Siempre pensé que hubo contención por parte de mis viejos, pero en relación con
la bulimia no hubo contención”. Se presentan algunos recuerdos infantiles en los cuales se
pone de relieve la falta de cuidado de sus padres con respecto a ella, y especialmente un
marcado sentimiento de desconfianza hacia su madre.

En una ocasión Julia se encuentra nuevamente “comiendo y vomitando”. Ella debía seguir
una dieta estricta luego de su operación. Antes de producirse el vómito pensó: “No me cuido
más” “Esta vez fue como más consciente el pensamiento…”.Le señalo la alternancia entre
cuidarse y no cuidarse. Me dice que no se siente “dominada por eso compulsivo” y comenta
que pensó: “Basta, estoy podrida de cuidarme para que no me haga mal.” “Siempre en estas
conductas está la carga de bronca”. “Exigencia, presión, culpa de no responder a mi exigencia,
de no cumplir con tener que cuidarme”. “Cuidarme en los régimenes implica mucha presión
en lo que hago. Todo lo que no puedo comer, lo vomito..” “Y con culpa”.
“Sus pensamientos las llevan otra vez a la adolescencia y al “no cuidado” de su madre, junto
con el “no estar” de su padre”. “Él no se sabía dónde estaba”
“En la adolescencia, no sé si pensaba algo, ni pensaba antes,o lo veo ahora…Puede ser que
ahora vea que no me cuidaron…Me miro en reacciones que tengo.”

Entonces: I) Comer-vomitar= Compulsivo


II)Comer-vomitar---------sola-vacío

Luego: De la pregunta: ¿qué pasó en su adolescencia?,…al primer desarrollo de una respuesta.:


“pensaba que mis padres me contenían, pero en relación a la bulimia no hubo contención”

III) Comer-vomitar--------No me cuido más


11

( Bronca) | |
| |
Comer-vomitar ---------“Puede ser que ahora vea que no me cuidaron”
(en la adolescencia)
“no se si pensaba algo”

Aquí la “acción” de “comer y vomitar” que es calificada en un primer momento como


“compulsiva” (I), se enlaza luego al término de “vacío”, en función del establecimiento de una
repetición: Le ocurre cada vez que se queda sola, ante un vacío. Sin embargo, esta articulación
no alcanza a recortar el sentido posible de su “bulimia”. No hay “pensamientos” la que
acompañen. En estos términos, se trataría de pasaje al acto. O sea, no se realiza un corte que
enlace una segunda serie significante.

Luego se despliega una articulación por la vía de la repetición:


“Empezó cuando se fue su hermano y “quedó un vacío en la familia”. (II) Y más adelante
(luego de recortar el tema de “la falta de confianza en los otros”) la aparición de un
pensamiento que antecede al “comer y vomitar”, cuyo enunciado es:“no me cuido más”, a la
vez que se atenúa el carácter “compulsivo” de sus actos. Esta conexión la lleva realizar una
nueva lectura de la escena de su adolescencia, cuando comenzó su bulimia: “Puede ser que
ahora vea que no me cuidaron”.

Se podría conjeturar, de acuerdo a lo expuesto, que la “bulimia” adquiere la dimensión de


pasaje al acto cuando en un primer momento (I, y II) ningún acto de lectura es posible en
función de una segunda vuelta por otra escena que permita establecer un corte, o sea un cierre.
No hay sujeto en el sentido del “no pienso”. (“No pienso”, entonces “soy bulímica”)
En cambio, en un segundo momento (III), se devela un pensamiento que en conexión con el
acto de “comer y vomitar” produce un cierre en una nueva vuelta por la escena de su
adolescencia, acompañado de un efecto de sorpresa. La posición sería la del “pienso, entonces
no soy”, en tanto se produce un sujeto como puro efecto puntual de la combinatoria
significante.
12

Acting-out:

Para el tema del acting-out , Lacan produce en el Seminario XIV una definición precisa y
operativa. Siguiendo la acepción del vocablo en inglés, entiende que “to act out” , no significa
exactamente “actuar”, porque se trata de act out una escena que se ha leído. “ Hay dos
tiempos, han leído algo de Racine, lo leen mal, por supuesto, yo digo que lo leen en voz alta
de una manera detestable .Cualquiera que esté ahí quiere mostrarnos lo que es: lo actúa. He
aquí lo que es to act out.
Supongo que las personas que han elegido ese término en la literatura inglesa para designar
el acting-out sabían bien lo que querían decir, en todo caso pega perfectamente.Yo act out
algo porque me ha sido articulado, significado insuficientemente o de costado. Agregaré que
si llegan a la aventura que me he figurado siempre, a saber, alguien que quiera darles una
mejor presencia de Racine, no será un buen punto de partida, será tan malo como vuestra
manera de leer. En todo caso partirá de cierto desequilibrio. Hay algo de costado,
amortiguado en el acting-out, introducido por tal secuencia…”20
Indefectiblemente, no hay otra posibilidad que situar el acting-out en relación con la operación
de lectura. En este caso se trata de un mensaje dirigido al Otro, al analista, como llamado a la
interpretación. Si el analista efectúa un corte fallido, es decir: una lectura desviada, una
lectura anticipada desde el punto de vista de la instalación de la transferencia, o simplemente
la ausencia de una interpretación, surge el acting-out como una articulación en la escena que
corrige la dirección de la interpretación.
Es por eso que en el Seminario X , el acting-out se define como “transferencia sin análisis” 21
(Amago, de la transferencia, en el campo de la transferencia salvaje).
La orientación, la mostración al analista indica la vía del corte adecuado, convocándolo a
ocupar su posición.

Desde este punto de vista el abandono del tratamiento por parte de Dora podría pensarse tal
vez en la vía del acting-out , como transferencia sin análisis. Al respecto dice Freud, “Así fui
sorprendido por la transferencia y, a causa de esa x por la cual yo le recordaba al Sr K., ella
se vengó de mí como se vengara de él, y me abandonó, tal como se había creído engañanada
y abandonada por él. De tal modo actuó {agieren}un fragmento esencial de sus recuerdos y
fantasías en lugar de reproducirlos en la cura”.22

Recordemos que este abandono es temporario, pues Dora retorna luego de quince meses con
un nuevo síntoma conversivo, una neuralgia facial.

Teniendo en cuenta la orientación de las interpretaciones freudianas, anteriormente citadas:


20
Lacan, J, (1966/67) El Seminario, libro XIV, La Lógica del Fantasma, Inédito, Clase 8-3-67.
21
Lacan, J (1962/63) El Seminario, libro X, La Angustia, Inédito, clase 23-1-63
22
Freud, S.(1905) Fragmento de análisis de un caso de histeria, en O.C. Tomo VII, Amorrortu, Bs As 1998.
pag. 104
13

Tos-afonía (Repetidos)------ ausencias de K


| |
Ella renuncia a hablar---------Si el amado está lejos

Venganza por celos-------------------- Nada me importa de mi mujer


Cómo se atreve a tratarme como a una gobernanta?

Bofetada-------- ------------- Nada me importa de mi mujer

sería posible considerarlas como intervenciones que recortan y ponen en relación los
elementos, en donde se produce una articulación “desviada” en tanto se omite el lugar de la
señora K. De allí que la anunciada finalización del tratamiento por parte de Dora, tal vez
constituya otro ejemplo de advertencia para el analista, al estilo de “usted no está dando en el
blanco”.

A pesar de haberse percatado de su falla al no maniobrar respecto de la transferencia.


Freud persiste ante el retorno de Dora, luego de varios meses, en la misma dirección de
interpretación: la del amor y de la venganza al hombre (Sr. K, Freud, Padre):

Autocastigo------- Por la bofetada a K


Y la transferencia vengativa sobre Freud
Neuralgia facial--------- Pide ayuda a Freud

En este sentido, podría plantearse que la articulación insuficiente que el acting-out denuncia
involucra un corte fallido por parte del analista, en donde la vuelta doble del trayecto por las
dos series significantes puestas en relación no se produce según el recorrido del ocho interior,
por la línea media de la Banda de Moebius. No se genera, por lo tanto, una superficie o efecto
sujeto,( transformación de la banda unilátera en otra bilátera, sin dividirla en dos partes o
pedazos). Por ejemplo, sobre cualquier sector o fragmento de la misma Banda de Moebius se
podría efectuar un corte de dos vueltas que la divida en dos pedazos, siguiendo dos círculos
enlazados o en espiral, sin recorrer el trayecto de la banda. Este corte produce una superficie
distinta a la que produce el corte que pasa por la línea media, no adviene entonces un efecto
sujeto .
Además, la superficie generada en este caso puede surgir también si el corte se realiza en otro
tipo de figuras, como por ejemplo una esfera. Por lo tanto este corte, que involucra una falla en
el acto de lectura, tampoco nos permite distinguir claramente la estructura de la superficie con
la que operamos.
14

CASO CLÍNICO:

Sofía es una mujer joven que ha perdido hace algunos meses un embarazo casi a término. Ella
es enfermera y ha trabajado siempre en servicios de neonatología. Me dice llorando en la
primera entrevista que el sufrimiento por “la pérdida del bebé” es lo que la ha llevado a querer
probar “hacer una terapia”. Es la primera vez que consulta y busca una alternativa para estar
bien, ya que se encuentra en ese momento ante “otra pérdida”: Martín, el padre de su hijo, le
plantea hace un tiempo cortar definitivamente la relación. Ella no puede dejar de ir a verlo,
pero se siente mucho peor luego de cada despedida. Martín no quiere continuar con el vínculo,
lo da por finalizado y además se está viendo con otra mujer. Él siempre le decía que no estaba
enamorado de ella y ella sabía que en algún momento la relación se iba a terminar. “No sé por
qué yo seguía” dice Sofía, y esta pregunta se anuda a su padecimiento.” Él encontraba que ella
le daba “todo lo que necesitaba, lo alojaba en su casa, lo protegía. No sé si estoy enamorada de
él, dice Sofía, pero hay algo..”
Con el embarazo ella tuvo la ilusión de que algún día vivieran juntos. Ella vive con su madre,
su padre (ciego, hipoacúsico y con dificultades para caminar) y una hermana mayor. Había
preparado todo en su casa para recibir al bebé. Dice que deseaba “inconscientemente” a ese
hijo y estaba “feliz” como madre, pero no como mujer, ya que Martín no la contuvo durante el
embarazo, (llegó a decirle que estaba con ella sólo por su hijo), ni tampoco luego de que el
bebé murió. Cuando en un monitoreo descubren que el hijo estaba muerto, ella estaba sola.

Al testimonio de su padecimiento por la muerte de su hijo que se despliega en el curso de las


primeras entrevistas, se agregan de inmediato otras razones para su malestar (que me permiten
suponer algunas coordenadas para su pedido de tratamiento). Sofía regresaba de un viaje al
pueblo donde nació, en el cual había visitado por última vez a una tía materna que estaba
gravemente enferma (y que luego fallece). Su madre se encuentra muy mal por este motivo, y
este sufrimiento la alcanza a Sofía. “En mi casa todo mal. Si hubiera habido una criatura
hubiera sido todo más alegre”….”Mamá a Martín lo adoraba, y quería al nieto” “Yo siempre
estoy cuidando a mi mamá, siempre con miedo a que le pase algo.
“Me llama la atención que mi hermana tampoco se haya ido.”
Sofía se preocupa por no “hacerle mal” a su madre. Es por eso que se guarda una pregunta
que quisiera hacerle, ya que a su madre le pasó “lo mismo” que le pasó a ella: perdió un bebé
antes de nacer. “Quisiera saber cómo lo superó”, pero “hablar de eso con ella, sería “una
angustia más”.
A Sofía la crió aquella tía materna, (quien fallece a poco de comenzar las entrevistas).Su
madre trabajaba todo el día, y no la recuerda más que a partir de las exigencias respecto del
estudio, dice: “El ogro era mi vieja”. Su padre también trabajaba y lo recuerda un poco más
presente en la casa. : “Me daba todos los gustos”… “Mi papá y mi tía eran los mejores,
después hubo un vuelco”.
15

Cuando ambos padres se jubilan deciden trasladarse a la ciudad para que sus hijas pudieran
estudiar. Sofía “empezó a conocer” a su madre recién después de los doce años, momento en
que su familia se muda, y la tía se queda en el pueblo. Ella sufre por separarse de esta tía,
(dice: “cuando Martín se iba, sentía lo mismo”) y recién en ese momento comienza a “sentir”
a su madre “como mamá”.

Hace poco tiempo Sofía se entera de un episodio que la deja nuevamente con una pregunta.
Cuando ella era muy chica, su tía materna quedó embarazada y su padre se encargó de hacer
“desaparecer al bebé”. “Mis abuelos no tenían que enterarse”. Esta vez Sofía la interpela
(entre sorprendida e indignada)a su madre: “Cómo permitiste una cosa así?”. La madre le
responde que la tía lo quería regalar y que no sabía de quién era. Sofía no entiende cómo pudo
ella dar un hijo : “Ella, que yo la tenía en el altar” . “En ese momento odié a mi tía. Yo que
tanto quise ese bebé y ella lo regaló”. Una amiga me dijo: “Ese chico no habrá sido de tu
papá”? Con el impacto de este interrogante Sofía realiza su viaje al pueblo para ver por última
vez a su tía, piensa en preguntarle sobre este tema antes que muera, pero no puede hacerlo.
Cuando regresa se decide a consultar.

Desde el inicio, Sofía vuelve una y otra vez a rememorar con pesar su embarazo y los
momentos posteriores a la pérdida del bebé.. Entre lágrimas enumera los momentos en que
esperó en vano que Martín estuviera con ella. Ahora, a pesar de que él la dejó, ella necesita ir a
verlo, también para recordar a su hijo, o para hablar con él de todo lo que ocurrió.
“Yo sabía que nuestra relación iba a terminar”, plantea Sofía, “y sabía que mi mamá iba a
sufrir”. “Meterlo a él en mi casa…yo pensaba: cómo voy a manejar esto si después tengo un
problema con Martín?” “Me daba cuenta de las cosas, pero dejaba pasar.” “No hacía nada para
cambiar”.

Comienzo a dirigir mis intervenciones subrayando este saber anticipado: Ella sabía que le iba
a costar cortar con Martín, cuando veía cómo su mamá se apegaba a él, y lo pongo en relación
a la pregunta inicial: Por qué seguía, si sabía que la relación se iba a terminar?

Sofía se propone no llamar a Martín, y mientras no está en contacto con él, dice estar
“asimilando” la separación. Se siente más tranquila, haciendo cosas “para ella”, y le hace muy
bien charlar con un hombre (residente en el exterior) que conoce por vía de Internet.
Pero en cuanto Sofía se retira, Martín comienza a llamarla.
Sofía se debate entre las ganas de verlo (ya no siente “desesperación”), y la certidumbre de
que va a sentirse peor si lo hace.
“Me descoloca”, dice. “Ahora que me alejé me llama. “ “Me pone mal, y me pone contenta”.
“Él me llamaba cuando me necesitaba”. “Pienso que ahora me llama porque me necesita”.
Le pregunto entonces qué cree que él necesita de ella y me responde con una sonrisa: “A parte
de ir a comer a mi casa..” “Él me decía: “Vos sabés que yo soy un aprovechador”….Y a mí no
me molestaba, aclara Sofia. “Cuando venía a mi casa mi mamá le daba comida hasta por las
orejas”. “Yo lo cobijaba, lo abrigaba si tenía frío” “Martín tuvo una infancia de mierda, y yo lo
justifico, yo sé que lo protegí por eso”.
Cuando finalmente accede a encontrarse con Martín, Sofía dice haber podido hablar con él
“de algunas cosas que fui charlando en las entrevistas, sin pelear, sin llanto”. Él le propone
ahora que vivan juntos, y eso hizo que ella le pudiera decir cosas que hasta entonces callaba.
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Sofía desconfía de Martín, y dice estar dándose cuenta que no es la persona que a ella “le
gustaría que fuese”.
No quiere que su madre se entere que ella se está viendo nuevamente con Martín, ya que
entiende que esto complicaría la situación: “Mamá lo protegió a Martín. Lo quería, lo atendía.
Era un poco mamá de él. Lo veía solo, le daba lástima, igual que yo”
O usted igual que ella, le digo.
“Probablemente”, responde, y agrega que el sueño de la madre fue tener un hijo varón.
Mis intervenciones , orientadas por la insistencia de su pregunta (“Cómo puedo estar al lado
de este hombre…” “ No sé por qué sigo viéndolo, si no voy a llegar a nada “…) apuntan
entonces a marcarle la repetición de la misma situación y del mismo problema que se le
presentó al comienzo de su relación con Martín.: Ahora prefiere que Martín no entre en su
casa, porque en ese caso le sería más complicado decidir no estar con él, como antes sabía que
le iba a costar cortar con él, teniendo en cuenta el vínculo que se generaba entre él y su madre.

Es aquí donde el primer tiempo de este recorrido se interrumpe, luego de un episodio que se
produce el mismo día en que tuvo lugar su entrevista conmigo, y que sorprende tanto a Sofía
como a mí. (Acting-out) Asombrada, me relata que por primera vez comete un “error” en su
trabajo, a raíz del cual es sancionada con unos días de suspensión. En un momento de
descuido, se confunde de habitación y entrega un bebé , para su amamantamiento, a una
madre equivocada. La madre de este bebé le había pedido unas horas antes que se lo llevara de
la habitación. “Me pongo de los pelos, que una madre no quiera a sus hijos para darles de
comer”, dice. “Yo subí (a las habitaciones) un poco mal, pensando “Esta madre no lo quiere al
hijo”. En su error le lleva el hijo a la que había notado muy bien predispuesta a amamantar a
su bebé. Subrayo que le entrega un hijo que una madre no quiere a otra que al parecer sí lo
quiere.
Y Sofía insiste, extrañada, en que fue sólo “un segundo de descuido”, no encuentra ningún
sentido a esta equivocación, no fue más que “un error técnico.”
Al finalizar la entrevista me dice que le molesta cómo se refiere su madre a su hijo muerto.
“Dice: “Si hubiera estado nuestro bebé” … “No me gusta, es como si fuera parte suya
también.” “Se me ha cruzado si no me he embarazado también por mi mamá,…yo la veía tan
bien con Martín”.
Luego de este incidente, Sofía viaja al exterior para reunirse con el hombre con quien venía
comunicándose, a quien hasta el momento no conocía personalmente. Las entrevistas se
suspenden entonces por dos semanas.
Vuelve de buen ánimo ya que se ha sentido muy bien con esta nueva relación, y hasta él le ha
propuesto hacer proyectos de matrimonio.

Entonces: -Primera lectura:

Quería un
(I) Mamá lo quería a Martín-----------Hijo varón
| |
Por qué seguía con Martín?------- Mamá lo quería a Martín
(sigo) (y quería a su hijo)
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Rectificación de la lectura (acting-out):


(II) Entrega un bebé a otra madre (que lo quiere)—Esta madre no quiere al hijo
| |
Pérdida del bébe------------------------------------ Cómo una madre pudo entregar un hijo?
( Su tía- Su mamá)

La pregunta “por qué seguía (o sigo) con Martín”, que a partir de mis intervenciones (primera
lectura) queda articulada al lugar de Martin para la madre que “lo quería”, se pone en causa
del acting-out, mediante el cual se representa una escena en donde se pone en conexión una
pregunta por la madre que “no quiere al hijo”(rectificación de la lectura). Esta pregunta
reiterada con relación a su madre y a su tía, la afecta al localizarse ella misma como hija con
respecto a ambas, cuestión que se pone de relieve para ella luego de producirse lo que ella
llama la “perdida del bebé”. Y es el dolor por esta pérdida lo que plantea como primer motivo
de su consulta, antes de referirse a la pérdida de Martín y la pregunta por su relación con él.
El acting-out corrige el rumbo de las intervenciones. Mi interpretación de la demanda recorta
la pregunta por Martín en relación con “una madre que lo quiere”, y el acting- out articula una
pregunta por una madre que “no quiere”. Es una escenificación que denuncia un corte
inadecuado, el cual a pesar de recorrer una doble vuelta, no se da en el sentido del giro de la
banda de Moebius.
1

Monografía correspondiente al curso de posgrado:

ANÁLISIS DE LAS RELACIONES ENTRE PSICOANÁLISIS


Y TOPOLOGÍA.

Docente: Lic. Alfredo Eidelsztein


Facultad de Psicología
U.B.A.

Lic. María Inés Sarraillet.

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