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República Bolivariana de Venezuela.

Universidad Alejandro de Humboldt.


Ingeniería en Mantenimiento de Obras.
Cátedra: Saneamiento Ambiental

Prof.: Alumno:

Oscar Mora. González Gregorio

C.I. N° 13.969.524

Caracas, septiembre del 2018.

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Índice

Pág.

Introducción. 3

Meteorología. 4

La Atmosfera. 7

Composición. 8

Capas. 9

Análisis Térmico. 10

Contaminantes Primarios y Secundarios del aire. 12

Episodios históricos sobre perturbaciones ambientales. 14

Agotamiento de la capa de ozono. 16

Efecto Invernadero. 18

Lluvia Acida. 19

Conclusión. 21

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Introducción

La atmósfera, que es vital para la vida en la tierra, es un fino envoltorio equivalente en grosor

a menos de 1% del radio terrestre. La mayor parte de los fenómenos meteorológicos se forman y

se desvanecen en sus 10 km inferiores. Su presencia nos proporciona un escudo indispensable entre

las dañinas radiaciones que provienen del sol, y los gases que contiene, mantienen la biosfera

animal y vegetal de la que depende la vida humana. Climatología y Meteorología, Tiempo y Clima.

Todas estas palabras y otras similares son utilizadas frecuentemente por todos nosotros, y aunque

son afines representan conceptos distintos y diversos. A fin de aclarar conceptos y poder utilizar

cada vocablo apropiadamente en su contexto, se incluyen a continuación unas breves, pero

aclaratorias definiciones de las mismas.

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Meteorología

La Meteorología es la ciencia encargada del estudio de la atmósfera junto con el clima,


también hace estudios a sus propiedades y de los fenómenos que en ella tienen lugar, los llamados
meteoros. El estudio de la atmósfera se basa en el conocimiento de una serie de magnitudes, o
variables meteorológicas, como la temperatura, la presión atmosférica o la humedad, las cuales
varían tanto en el espacio como en el tiempo. La dinámica e interacción entre la litosfera, la
atmósfera y la hidrosfera influye directamente en los diferentes climas presentes en la Tierra. El
tiempo atmosférico es el estado de la atmósfera en un lugar y en un momento determinado; mientras
que el clima es el estado promedio de la atmósfera a lo largo de un período de tiempo mayor,
generalmente registrado durante meses o años.

La meteorología y la climatología se dedican al estudio del tiempo atmosférico y del clima,


respectivamente, a través de la observación, del registro y del análisis de elementos como la
temperatura, la humedad, la precipitación y la presión atmosférica. Sirven para conocer el estado
del tiempo atmosférico y las condiciones climáticas de un lugar determinado

Los instrumentos o elementos que suelen utilizar para la recogida de datos son: anemómetro,
barómetro, pluviómetro, termómetro y veleta.

a) El anemómetro es un aparato que se utiliza para la predicción del tiempo y mide la velocidad
del viento.

b) El barómetro es el aparato con que se mide la presión atmosférica y son fundamentales para
las predicciones atmosféricas.

c) Con el pluviómetro se recogen y miden en las estaciones atmosféricas las precipitaciones caídas
en forma de lluvia, nieve o granizo, durante un período de tiempo determinado.

d) El termómetro permite conocer la temperatura que hay en un momento determinado. Se recoge


en las estaciones meteorológicas al menos una vez al día y señala las temperaturas máximas y
mínimas que se dan a lo largo del día. Con estas dos temperaturas, se puede calcular la temperatura
media.

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e) La veleta indica la dirección del viento. Se suele colocar en lugares elevados y dispone de una
cruz horizontal con los puntos cardinales.

Los elementos del clima son los fenómenos meteorológicos que se producen en la atmósfera
y explican tanto el tiempo como el clima de un lugar. Estos son: la temperatura, la humedad,
la presión atmosférica, el viento y las precipitaciones.

a) La temperatura es el grado de calor que posee la atmósfera. Las escalas termo céntricas que
son más utilizadas son los grados Celsius y los grados Fahrenheit. En los mapas climáticos, la
temperatura se grafica mediante las isotermas.

Los instrumentos utilizados para el estudio de la temperatura son el termómetro, con el cual
se mide, y el termógrafo con el cual es registrada.

b) La humedad es la cantidad de vapor de agua que existe en la atmósfera. La superficie de los


océanos es la fuente principal de la humedad del aire pues aquí se evapora el agua en forma
constante, contribuyendo también a su formación los ríos, lagos, nieve, glaciares.

Cuando hay mucha humedad, el vapor forma pequeñas gotas de agua que forman las nubes y la
niebla.

La humedad relativa, es la que hace referencia a la proporción de vapor de agua en relación a la


cantidad total de moléculas de aire, llegando a un punto de saturación en la cifra del 100%.
Los instrumentos que registran la humedad son el higrómetro y el psicrómetro.

c) El Viento es el aire de la atmósfera en movimiento. El aire se desplaza constantemente de forma


horizontal en la atmósfera, arrastrando nubes e influyendo en la temperatura, pues también mueve
masas. Los distintos tipos de viento se caracterizan por su dirección y su velocidad, estos se miden
con anemómetro y veleta respectivamente.

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d) La presión atmosférica es la fuerza que ejerce el aire de la atmósfera sobre la superficie
terrestre. La unidad que se utiliza para expresarla son los milibares.

e) La precipitación es el agua que cae sobre la superficie terrestre en forma líquida o sólida y son
el resultado de un proceso que es generado por el enfriamiento de masas de aire húmedo debido a
la ascensión, y a la presencia de núcleos de condensación o de congelación, los que atraen
moléculas de agua y originan las precipitaciones. Las precipitaciones se categorizan de acuerdo a
la forma en que la masa de aire que las originó se elevaron en la atmósfera; por ello se clasifican
en convectivas, ciclónicas, y orográficas.

La cantidad de precipitaciones caídas en el periodo de un año en un territorio determinado, da


origen al índice de pluviosidad, el que se expresa en milímetros por metro cuadrado; para obtener
este importante indicador se recurre al pluviómetro, y para su representación al pluviógrafo.

Los Factores del clima son las condiciones existentes en un lugar, que provocan el desarrollo
de un clima con determinadas características. Estos factores son: la altitud, la latitud, la
influencia del mar y el relieve.

a) Latitud: es la distancia desde un punto determinado del planeta a cualquier punto


del Ecuador.

La latitud también va a influir en la temperatura, ya que cuanto más próximos nos


encontremos al Ecuador, las temperaturas serán más altas, y conforme nos alejamos hacia los polos
las temperaturas serán más bajas.

b) Altitud: es la distancia de un punto en relación al nivel del mar. Este factor influye sobre la
temperatura y sobre la pluviosidad o lluvia. Al aumentar la altitud la temperatura disminuye
aproximadamente en un grado cada 180 metros. Esto sucede porque en las zonas de menor altitud
el aire es más denso y es capaz de retener el calor, mientras que en las zonas más altas, esto no
sucede y las temperaturas descienden.

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c) El relieve: va a influir en las zonas más montañosas, es decir, que están más elevadas, son más
corrientes las precipitaciones en forma de lluvia, nieve o niebla.

Las masas de aire que chocan con los cordones cordilleranos se elevan, disminuyendo su
temperatura con la altura. Si el aire va cargado de vapor de agua, se generan precipitaciones.
Después de atravesar el cordón montañoso las masas de aire han perdido toda su humedad,
generando climas más secos.

d) La influencia del mar: El mar actúa como modelador de la temperatura, ya que se enfría
lentamente suavizando el calor de las costas que baña. Las temperaturas varían menos entre el día
y la noche.

e) Corrientes marinas: Son corrientes que trasladan masas de agua a lo largo de los océanos y a
grandes distancias. Las aguas que provienen de lugares muy lejanos enfrían o entibian el aire de
las regiones que circundan, incidiendo en las presiones, en la humedad y en los seres vivos que
habitan esas aguas.

f) La vegetación: La vegetación actúa como un moderador térmico, evitando las grandes


oscilaciones de temperatura. Contribuyen a generar mayor humedad en el aire y actúan como filtro
de la radiación solar.

Atmosfera

La atmósfera es la capa gaseosa que envuelve la Tierra, y que se adhiere a ella gracias a la
acción de la gravedad. Es difícil determinar exactamente su espesor, puesto que los gases que la
componen se van haciendo menos densos con la altura, hasta prácticamente desaparecer a unos
pocos cientos de kilómetros de la superficie. La atmósfera está formada por una mezcla de gases,
la mayor parte de los cuales se concentra en la denominada homosfera, que se extiende desde el
suelo hasta los 80-100 kilómetros de altura. De hecho, esta capa contiene el 99,9% de la masa total
de la atmósfera. Entre los gases que componen la atmósfera, hay que destacar el Nitrógeno (N2),
el Oxígeno (O2), el Argón (Ar), el Dióxido de Carbono (CO2) y el vapor de agua. La siguiente
tabla recoge el porcentaje de volumen de aire que cada uno de ellos representa. Es importante

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recordar que la concentración de estos gases varía con la altura, siendo especialmente acusadas las
variaciones del vapor de agua, que se concentra sobre todo en las capas próximas a la superficie.
La atmósfera terrestre protege la vida de la Tierra, absorbiendo en la capa de ozono parte de
la radiación solar ultravioleta, y reduciendo las diferencias de temperatura entre el día y la noche,
y actuando como escudo protector contra los meteoritos.

Composición de la Atmosfera.

Nitrógeno 78.08% (N2)1

Oxígeno 20.95% (O2)

Argón 0.93 % v/v

CO2 400 ppmv

Neón 18.2 ppmv

Hidrógeno 5.5 ppmv

Helio 5.24 ppmv

Metano 1.72 ppmv

Kriptón 1 ppmv

Óxido
0.31 ppmv
nitroso

Xenón 0.08 ppmv

CO 0.05 ppmv

Ozono 0.03 – 0.02 ppmv (variable)

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CFC 0.3-0.2 ppbv (variable)

Vapor de 1 % (variable)
agua No computable para el aire seco.

Capas.

En la atmósfera, además de la densidad y la composición del aire, también la temperatura varía con
la altura. De hecho, a partir de esta variación térmica la atmósfera puede dividirse en capas.
Concretamente:

Troposfera: Es la capa más baja, en la que se desarrolla la vida y la mayoría de los fenómenos
meteorológicos. Se extiende hasta una altura aproximada de 10 km en los polos y 18 km en el
ecuador. En la troposfera la temperatura disminuye paulatinamente con la altura hasta alcanzar los
-70º C. Su límite superior es la tropopausa.

Estratosfera: En esta capa, la temperatura se incrementa hasta alcanzar aproximadamente los -


10ºC a unos 50 km de altitud. Es en esta capa donde se localiza la máxima concentración de ozono,
“capa de ozono”, gas que al absorber parte de la radiación ultravioleta e infrarroja del Sol posibilita
la existencia de condiciones adecuadas para la vida en la superficie de la Tierra. El tope de esta
capa se denomina estratopausa.

Mesosfera: En ella, la temperatura vuelve a disminuir con la altura hasta los -140 ºC. Llega a una
altitud de 80 km, al final de los cuales se encuentra la mesopausa.

Termosfera: Es la última capa, que se extiende hasta varios cientos de kilómetros de altitud,
presentando temperaturas crecientes hasta los 1000ºC. Aquí los gases presentan una densidad muy
baja y se encuentran ionizados.

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Análisis Térmico.

Todos aquellos métodos de medida basados en el cambio, con la temperatura (o en función


del tiempo a temperatura constante), de una propiedad física o mecánica de un material, mientras
se le somete a un programa de temperaturas controlado, son considerados como análisis térmico.
Su importancia y usos más comunes radican en procesos de control de fabricación (control de
calidad) y en investigaciones.

Es de todos conocidos que la temperatura es una de las magnitudes más utilizadas para
describir el estado de la atmósfera. De hecho, la información meteorológica que aparece en los
medios de comunicación casi siempre incluye un apartado dedicado a las temperaturas: sabemos
que la temperatura del aire varía entre el día y la noche, entre una estación y otra, y también entre
una ubicación geográfica y otra. En invierno puede llegar a estar bajo los 0º C y en verano superar
los 40º C. Formalmente, la temperatura es una magnitud relacionada con la rapidez del movimiento
de las partículas que constituyen la materia. Cuanta mayores agitaciones presenten éstas, mayor
será la temperatura. Para medir la temperatura, tenemos que basarnos en propiedades de la materia
que se ven alteradas cuando ésta cambia: la resistencia eléctrica de algunos materiales, el volumen
de un cuerpo, el color de un objeto, etc. El instrumento que se utiliza para medir la temperatura se
llama termómetro y fue inventado por Galileo en 1593. Hay muchos tipos distintos de termómetros.
El modelo más sencillo consiste en un tubo graduado de vidrio con un líquido en su interior que
puede ser, por ejemplo, alcohol o mercurio. Como estos líquidos se expanden más que el vidrio,

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cuando aumenta la temperatura, asciende por el tubo y cuando disminuye la temperatura se contrae
y desciende por el tubo.

Efectivamente, en Meteorología es muy habitual hablar de temperaturas máximas y mínimas, los


valores más altos y más bajos registrados en un periodo de tiempo, por ejemplo, un día. Para medir
estas temperaturas extremas se utilizan los denominados termómetros de máxima y mínima:

• El termómetro de máxima consta de un termómetro ordinario, cuyo tubo tiene interiormente


cerca del depósito una estrangulación: cuando la temperatura sube, la dilatación del mercurio del
depósito empuja con suficiente fuerza para vencer la resistencia opuesta por la estrangulación. En
cambio, cuando la temperatura baja y la masa de mercurio se contrae, la columna se rompe,
quedando, por consiguiente, su extremo libre en la posición más avanzada que haya ocupado
durante todo el intervalo.

• El termómetro de mínima es de alcohol y lleva en su interior un índice de esmalte sumergido


en el líquido. Cuando la temperatura sube, el alcohol pasa entre las paredes del tubo y el índice, y
éste no se mueve; en cambio cuando la temperatura disminuye, el alcohol arrastra en su movimiento
de retroceso dicho índice porque éste encuentra una resistencia muy grande a salir del líquido. La
posición del índice, indica, por tanto, la temperatura más baja alcanzada.

Como toda magnitud física, la temperatura tiene asociadas unas unidades de medida,
diferentes en función de la escala que elijamos:

Escala Celsius (ºC): Fue propuesta en 1742 por el astrónomo Anders Celsius. Consiste en una
división regular en 100 intervalos, donde el 0 corresponde al punto de congelación del agua y el
100 al punto de ebullición del mismo. Se expresa en grados centígrados y es la que utilizamos
habitualmente.

Escala Fahrenheit (ºF): Fue introducida en 1714 por Gabriel D. Fahrenheit y se utiliza
habitualmente en Estados Unidos. El termómetro se gradúa entre 32 ºF (correspondiente a los 0ºC)
y 212 º F (correspondientes a los 100ºC).

Escala Kelvin (K): Fue introducida por Lord Kelvin en 1848 y es la escala más usada por los
científicos. Es una escala que no tiene valores negativos de la temperatura y su cero se sitúa en el
estado en el que las partículas que forman un material no se mueven. El punto de ebullición del

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agua corresponde a 373 K y el de congelación a 273 K. Por tanto, una variación de 1 grado en la
escala Kelvin es igual que una variación de 1 grado en la escala Celsius.

Contaminantes primarios y secundarios del aire.

La naturaleza física y composición de los contaminantes químicos atmosféricos es muy


variada. Además de por su origen natural o antropogénico, los contaminantes se clasifican en
primarios y secundarios.

Los primarios son sustancias vertidas directamente a la atmósfera, entre los que se encuentran
los aerosoles o partículas, los óxidos de azufre, los óxidos de nitrógeno, el monóxido de carbono y
los hidrocarburos.

Los contaminantes secundarios son sustancias que se producen como consecuencia de las
transformaciones, reacciones químicas y fotoquímicas que sufren los contaminantes primarios en
el seno de la atmósfera.

Óxidos de azufre (SOx): Se forman por la combustión de cualquier sustancia que contenga azufre,
como el carbón o el petróleo, generando dióxido de azufre (SO2) como contaminante primario. El
trióxido de azufre (SO3) se forma en la atmósfera, como contaminante secundario, por la acción
fotoquímica sobre el anhídrido sulfuroso, así como el ácido sulfúrico (H2SO4) que se produce por
la oxidación catalítica de los óxidos de azufre en las gotas de agua de lluvia. Se estima que en el
hemisferio norte más del 90% de la producción de óxidos de azufre es de origen antropogénico.

Óxidos de nitrógeno (NOx): La mayor parte de las emisiones antrópicas de óxidos de nitrógeno
se producen en forma de óxido nítrico (NO), como contaminante primario en los procesos de
combustión de combustibles fósiles como petróleo, carbón o gas natural. La oxidación posterior
del NO da lugar al dióxido de nitrógeno (NO2) y posteriormente al ácido nítrico (HNO3), como
contaminantes secundarios.

Monóxido de carbono (CO): El monóxido de carbono (CO) es el contaminante más abundante en


la capa inferior de la atmósfera, y su origen antropogénico es debido a la combustión incompleta

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de materias orgánicas (gas, carbón, madera, etc.), en especial los carburantes de los automóviles.
Al oxidarse en la atmósfera genera dióxido de carbono (CO2).

Partículas o aerosoles: Como partículas se engloban tanto diminutos fragmentos sólidos como
gotas de líquido de pequeño tamaño, que pueden tener composición química diversa. Este grupo
incluye las partículas sedimentables y en suspensión, y los humos. Alrededor de un 80% de las
partículas presentes en la atmósfera tienen origen natural (aerosoles marinos, arrastre de polvo por
el viento, erupciones, incendios, polen, etc.). Las fuentes antropogénicas más importantes son los
procesos de combustión y las pérdidas en procesos extractivos e industriales (minería, canteras,
fábricas de cemento, tratamientos de residuos, etc.). También es importante cuantitativamente la
formación de aerosoles secundarios a partir de contaminantes gaseosos primarios.

Compuestos orgánicos volátiles (COV): Forman parte de este grupo todos aquellos hidrocarburos
que se presentan en estado gaseoso a temperatura ambiente normal o que son muy volátiles a dicha
temperatura. Tienen un origen tanto natural como antropogénico (debido a la evaporación de
disolventes orgánicos, a la quema de combustibles, al transporte, etc.). Se caracterizan por
participar en reacciones químicas en la atmósfera generando otros contaminantes, como el ozono.

Ozono (O3): El ozono es un contaminante secundario. Se denominan “precursores del ozono


troposférico” a las sustancias que intervienen en la formación de ozono en la parte más baja de la
atmósfera, siendo las principales los óxidos de nitrógeno (NOx), los compuestos orgánicos
volátiles (COV) y el monóxido de carbono (CO).

Compuestos halogenados: Entre los de mayor incidencia sobre la calidad del aire se encuentran
los compuestos de flúor, los de cloro y los freones. Los compuestos de flúor son emitidos
principalmente por las industrias de la cerámica, de aluminio y de vidrio. Los compuestos de cloro
son emitidos principalmente por la industria petroquímica. Destacan en este grupo los
clorofluorocarbonos (CFC), gases de los que no existen fuentes naturales, hasta hace poco muy
utilizados en la industria de fabricación de espumas y aislantes, como fluidos refrigerantes y como
propelentes en aerosoles.

Metales pesados: Los metales pesados son elementos químicos que generalmente se hallan
presentes en la atmósfera en muy bajas concentraciones por lo que su origen procede en su gran
mayoría de fuentes antrópicas. Las emisiones de metales pesados se originan fundamentalmente

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en grandes instalaciones de combustión, industria de calcinación y síntesis de minerales metálicos,
fundiciones, acerías y otras instalaciones metalúrgicas, industria de producción de cemento y vidrio
e instalaciones de incineración de residuos urbanos y sanitarios. Una de las características más
peligrosas de los metales tóxicos en el ambiente es que no son degradados, ni química ni
biológicamente, por la naturaleza. Entre los metales tóxicos más importantes por sus efectos sobre
la salud del ser humano están el mercurio (Hg) y el plomo (Pb), aunque también se encuentran en
la atmósfera otros metales como cadmio, níquel, cobre, cromo o arsénico.

Dioxinas: Se trata de compuestos químicos generados a partir de procesos de combustión de


productos en cuya composición participa el cloro, especialmente en procesos en que tiene lugar
una combustión incompleta. En los países industrializados, los principales emisores son
actualmente los incineradores sanitarios y de basuras, pero también se utilizan en el blanqueado de
papel con cloro, o en diferentes biosidas. El término se aplica indistintamente a los
policlorodibenzofuranos (PCDF) y las policlorodibenzodioxinas (PCDD).

Episodios Históricos sobre Perturbaciones Ambientales.

Una perturbación ambiental es un cambio perceptible por la variación en la composición,


estructura o funcionalidad de las poblaciones o comunidades de un ecosistema. Pueden ser cambios
pequeños y continuados (un aumento de temperatura) o súbitos e intensos (una gran riada).
Cambios que pueden ser rítmicos y, por tanto, predecibles (por ejemplo, la alternancia día-noche o
el de las estaciones) o impredecibles (el incendio provocado por un rayo. Los organismos deben
responder a todos estos cambios, a veces pueden adaptarse y otras no. Todos los ecosistemas tienen
una capacidad de resistencia a los cambios y también una resiliencia, o de respuesta adaptativa
cuando éstos se producen.

Incendios forestales.

El fuego afecta a casi todas las regiones del planeta, con diferente intensidad y recurrencia
según el clima, tipo de vegetación y fuentes de ignición. Para que se produzca un incendio se deben
dar tres condiciones: que haya suficiente biomasa con cierta continuidad en el espacio para que

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pueda propagarse, que esta biomasa esté lo suficientemente seca como para que pueda quemar y
que se produzca una fuente de ignición. Los incendios son la perturbación antropogénica más
común en las zonas de clima mediterráneo. Las tres cuartas partes de los incendios forestales son
intencionados. La mayor parte de los incendios de originan por cremaciones agrícolas, para
obtención de pastos, para quemar rastrojos, para tirar cigarrillos cerca del bosque, por chispas de
vehículos, por dejar basura, vidrios o productos inflamables entre la vegetación, para hacer
barbacoas en el bosque.

Uno de los incendios más importantes de Cataluña se inició en el Turó de Can Mata de Gualba
el 10 de agosto de 1994 y quemó, durante cinco días seguidos, hasta calcinar unas 2.500 hectáreas,
817 de las cuales el Parque Natural del Montseny. Los municipios afectados fueron Gualba, Riells
i Viabrea, Sant Feliu de Buixalleu, Breda, Sant Celoni y Fogars de Montclús. El fuego coincidió
con otro iniciado en Santa Coloma de Farners y Tordera, lo que provocó en total más de 6.000
hectáreas quemadas.

Fuertes Lluvias.

Fuertes precipitaciones dejan en el estado Vargas más de 1.814 mm de agua en las dos
primeras semanas del mes de diciembre causando una saturación de los suelos por la cantidad de
agua, esto a su vez generó que el caudal de agua bajara por pendientes de más de 30 grados trayendo
consigo deslizamientos de tierra, rocas, árboles y la capa vegetal de las montañas.

La Tragedia de Vargas, denominada también como el Desastre de Vargas, es como se le


conoce al conjunto de deslaves, corrimientos de tierras e inundaciones ocurridas en las costas
caribeñas de Venezuela el 15 de diciembre del año 1999 y especialmente trágica para el estado
Vargas, desde donde recibe la denominación, pero que afecta a otras regiones del país. Este es
considerado el peor desastre natural ocurrido en el país después del Terremoto de Venezuela de
1812.

Agotamiento de la Capa de Ozono.

En nuestro recorrido por los impactos ambientales más relevantes que está sufriendo nuestro
Planeta nos vamos a detener esta vez en el agotamiento de la capa de ozono.

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El ozono (O3) es un gas muy reactivo que en la parte baja de la atmósfera es muy
contaminante, pero que en la estratosfera es de vital importancia. La mayor parte del ozono se
encuentra en lo que se conoce como baja estratosfera, entre los 20 y 30 km de altura. Esto es lo que
se conoce como la Capa de Ozono.

Cuando decimos que esta capa se agota nos referimos al adelgazamiento de ésta como
resultado de la acción de los compuestos llamados halocarbonos, Clorofluorocarbonos ó CFC.

En la estratosfera se está continuamente creando y desapareciendo ozono mediante una serie


de reacciones químicas. La concentración de ozono estratosférica es pequeña y su valor depende
del equilibrio entre estos procesos de creación y destrucción.

Hay reacciones sencillas de creación a partir del oxígeno molecular y la radiación ultravioleta
y de destrucción principalmente por la noche cuando hay ausencia de radiación.

Además de estas reacciones hay otras más complejas en las que intervienen otros compuestos
y que contribuyen a la destrucción del ozono. Aquí es donde aparecen los compuestos
clorofluorocarbonos (CFC) que son moléculas sintetizadas, muy pocas activas químicamente y que
por lo tanto cuentas con un tiempo de permanencia en la atmósfera muy largo (de 100 a 200 años).

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Cuando una molécula de CFC llega a la estratosfera se puede disociar por radiación
ultravioleta liberando átomos de cloro que reaccionan con el ozono contribuyendo a la destrucción
del mismo. En esta reacción catalítica queda libre un átomo de Cloro por lo que la acción
destructora se multiplica. Además del cloro, hay otros átomos e iones que producen los mismos
efectos destructivos.

Aumenta el ritmo de destrucción del ozono por la acción del Hombre mientras se mantiene el
ritmo de creación da lugar a una disminución neta de la concentración del ozono.

Sin embargo, las emisiones de CO2 producen el efecto opuesto ya que al causar una bajada de
la temperatura troposférica disminuyen la velocidad de las reacciones químicas que destruyen el
ozono. Quizás lo que hemos comentado os haya aclarado algunas de las cuestiones que se plantean
con la capa de ozono, tema recurrente en las noticias veraniegas.

En nuestra mano está reducir el uso de aerosoles, aunque ya no empleen CFC, y en vigilar
frigoríficos y climatizadores para que no tengan fugas de gases refrigerantes.

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Efecto Invernadero.

El efecto invernadero es un proceso en el que la térmica emitida por la superficie planetaria es


absorbida por los gases de efecto invernadero (GEI) atmosféricos y es irradiada en todas las
direcciones. Como parte de esta radiación es devuelta hacia la superficie y la atmósfera inferior,
ello resulta en un incremento de la temperatura superficial media respecto a lo que habría en
ausencia de los GEI.

La radiación solar en frecuencias de la luz visible pasa en su mayor parte a través de la


atmósfera para calentar la superficie planetaria y luego ésta emite esta energía en frecuencias
menores de radiación térmica infrarroja. Esta última es absorbida por los GEI, los que a su vez re
irradian mucha de esta energía a la superficie y atmósfera inferior. Este mecanismo recibe su
nombre debido a su analogía al efecto de la radiación solar que pasa a través de un vidrio y calienta
un invernadero, pero la manera en que atrapa calor es fundamentalmente diferente a como funciona
un invernadero al reducir las corrientes de aire, aislando el aire caliente dentro de la habitación y
con ello no se pierde el calor por convección.

Si un cuerpo negro ideal estuviese a la misma distancia del Sol que la Tierra, tendría una
temperatura de cerca de 5,3 °C. Sin embargo, dado que nuestro planeta refleja un 30 % de la
radiación entrante,56 la temperatura efectiva de este planeta hipotético (la temperatura de un cuerpo
negro que reflejara la misma cantidad de radiación de la Tierra) sería cercana a −18 °C.

La temperatura superficial de este planeta negro es 33 °C inferiores a la temperatura superficial


real de la Tierra (de unos 14 °C). El mecanismo que produce esta diferencia entre la temperatura
superficial efectiva y la real es debido a la atmósfera y es conocido como efecto invernadero.

El efecto invernadero natural de la Tierra hace posible la vida como la conocemos. Sin
embargo, las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles y
la deforestación, han intensificado el fenómeno natural, causando un calentamiento global.

Lluvia Ácida.

La lluvia ácida es una de las consecuencias de la contaminación atmosférica. Se produce


cuando las emisiones contaminantes de las fábricas, automóviles o calderas de calefacción entran
en contacto con la humedad de la atmósfera. Estas emisiones contienen óxidos de nitrógeno,

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dióxido de azufre y trióxido de azufre, que al mezclarse con agua se transforman en ácido sulfuroso,
ácido nítrico y ácido sulfúrico. Este proceso también sucede de forma natural a través de las
erupciones volcánicas.

Los ácidos resultantes se precipitan a la Tierra en forma de lluvia o nieve con consecuencias
muy negativas: por un lado, los daños a la naturaleza en forma de acidificación de suelos, lagos y
mares con el consiguiente perjuicio para la flora y la fauna terrestre y marina. Por otro lado, la
lluvia ácida provoca también la corrosión de elementos metálicos, edificios, puentes, torres y otras
estructuras y la destrucción del patrimonio humano realizado en piedra caliza edificios y
construcciones históricas, estatuas, esculturas.

¿Es perjudicial la lluvia ácida para el ser humano?

La lluvia ácida en sí no es perjudicial para el ser humano, es decir, el contacto de la piel con
el agua o la nieve contaminada no supone un riesgo para la salud. Sin embargo, los gases que
provocan esta lluvia (óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y trióxido de azufre), sí son nocivos.
Estos gases, que contienen partículas de sulfato y nitrato que son transportadas por el viento e
inhaladas por las personas, pueden provocar enfermedades respiratorias.

¿Cómo detener la lluvia ácida?

La única manera de detener la lluvia ácida es reduciendo las emisiones contaminantes que la
provocan. Esto supone apostar por fuentes de energía renovable y disminuir el uso de combustibles
fósiles en el sector industrial, automovilístico y en el día a día de cada ciudadano.

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Conclusión

Mientras los seres humanos no nos demos cuenta del daño tan enorme que nos estamos

haciendo al contaminar la tierra no se podrá hacer nada para tratar de salvar lo que aún nos queda

de la naturaleza. El aire que rodea la superficie terrestre se llama atmósfera. Además de reducir la

cantidad de oxígeno en la atmósfera, también llenamos el aire de contaminantes, lo cual hace difícil

respirar. También causa que la lluvia esté llena de productos químicos tóxicos, a este tipo de lluvia

se le conoce como lluvia ácida. Los productos químicos caen en nuestros lagos, ríos, y suelo. El

bióxido de carbono, producido cuando quemamos combustible fósil, evita que la atmósfera pueda

liberar algo de su energía térmica, Esto causa un fenómeno llamado el " efecto de invernadero "

por el cual la tierra está calentándose lentamente. Algunos tipos de contaminación dañan la capa

de ozono que nos protege contra los rayos ultravioletas del sol. Esto provoca que la tierra se caliente

lentamente. Por eso tenemos que crear una cultura basada en el respeto a la tierra y a la

conservación de nuestros recursos naturales pues es importante que tengamos conocimiento sobre

el daño que le podemos hacer a la tierra con el uso de productos químicos, pues el

sobrecalentamiento del planeta está llevando a que el clima del planeta se salga de su equilibrio

normal y así otros problemas como la inversión térmica y el daño a la capa de ozono.

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Bibliografía

https://es.wikipedia.org/wiki/Meteorolog%C3%ADa

http://www.inameh.gob.ve/

http://www.meteorologia.mil.ve/

https://www.ecured.cu/Meteorolog%C3%ADa

http://www.shn.mil.ve/navegacion/mete

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