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buscado restablecer el derecho a una familia del menor que ha sido privado de ella. A partir de
con cambios sustanciales, pues se pretendió reforzar la tutela a dicha institución y a la vez,
determinar qué tipo de adopción existe en Guatemala a partir de los cambios que se dieron en
el año 2007.
De este modo, se podrá comprender mejor una institución que es de gran importancia
adoptabilidad.
plenas en aras de resguardar el interés superior del niño, pese a la reticencia de ciertos sectores
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que ha existido, pues se suele considerar innatural romper un vínculo consanguíneo, y
simultáneamente, reconocer una familia que no está unida tampoco por afinidad.
A raíz del presente estudio, el lector podrá notar que no existe un criterio universal para
diferenciar la adopción plena y la adopción simple, pese a que se puedan reconocer sus
distintas características; la medida en que pueden estar presentes en una o la otra pueden
Finalmente, dependerá de cada legislador y la medida del vínculo que quiera crear entre el
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CAPÍTULO 1: GENERALIDADES
1. Concepto de adopción
La adopción es una figura jurídica que tuvo en la vida de los pueblos primitivos una
especialmente un medio para asegurar la descendencia en una familia, para velar por su legado
Adquirió gran auge histórico en el Derecho Romano, donde cumplía el fin de que un
páter no muriese sin herederos suyos y de que no quedase abandonado el culto a los dioses
lares, resultando muy favorecida su práctica, por el concepto de familia imperante en aquel
Cabe decir que en Roma, se aceptaban dos formas paralelas. La adrogatio consistía en
que un hombre tomaba como hijo, sometiéndolo a su patria potestad a un sui juris; se exigía su
consentimiento y la aprobación del pueblo en los comicios curiados, además de un decreto del
propiamente dicha se refería a los alieni juris; el consentimiento en tal caso debía ser prestado
por el pater familiae, quien desde ese momento perdía la patria potestad, que pasaba al
1Federico Puig Peña. (1934). Tratado de Derecho Civil Español, tomo II Derecho de familia Vol. II
Paternidad y Filiación. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado, pág. 164
2Luis Fernández Clérigo. (1947). El Derecho de Familia en la Legislación Comparada. México: Editorial
Unión Tipográfica Hispano-Americana, pág. 254
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adoptante. Era un acto privado, que no exigía la aprobación del pueblo ni la intervención del
mezclar en una misma familia a los villanos y plebeyos con los señores, pero después de la
Revolución Francesa y como acto jurídico que establece entre dos o más personas un
parentesco civil, de efectos análogos a los de la filiación legítima, ha sido admitida por casi
siendo una fuente de consuelo a los matrimonios estériles y a los niños pobres y abandonados.
Se puede definir la adopción, diciendo que es «aquella institución por virtud de la cual
se establece entre dos personas extrañas relaciones civiles de paternidad y filiación semejantes
a las que tienen lugar en la filiación legítima». 4 Ha sido definida también como un contrato que
filiación.5
3Guillermo A. Borda. (1846). Tratado de Derecho Civil, Familia II. Buenos Aires, Argentina: Editorial Emilio
Perrot, pág. 139.
4 Luis Fernández Clérigo. (1947). El Derecho de Familia en la Legislación Comparada. México: Editorial
Unión Tipográfica Hispano-Americana, pág. 170
5 Rafael de Pina. (1956). Elementos de Derecho Civil Mexicano . México: Editorial Porrúa, pág. 363
4
Según Planiol, la adopción es «un acto solemne, sometido a la aprobación de la justicia,
que crea entre dos personas relaciones análogas a las que resultarían de la filiación legítima” se
trata, por tanto de un vínculo, creado a imitación del producido por la generación». 6
La adopción, dice un docto catedrático español, es en efecto una ficción, pero excesiva y
violenta, que todo lo supone, lo inventa y lo crea, y la violencia resulta tanto mayor, cuanto que
sus prolijas consecuencias de relación entre adoptante y adoptado, sino que mediante ella,
unas veces se ha destruido y otras debilitado, por lo menos, la propia realidad de los vínculos
naturales, creando, en cambio, otros íntimos y estrechos entre personas que eran
que examinamos, puesto que si crea una relación paterno-filial, al mismo tiempo destruye otra,
La adopción es, desde luego, una ficción, pero una ficción generosa que permite que
muchos niños abandonados encuentren protección adecuada dentro de una familia honesta,
siempre que el otorgamiento se realice con las debidas garantías legales. Es ciertamente una
ficción jurídica socialmente útil. Se ha visto desde la antigüedad como una imitación de la
naturaleza. (adoptio imitur naturam)8. Por ello, algunos sectores defienden la adopción ya que
6Diego Espín. (1951). Manual de Derecho Civil Español, Vol. IV familia. Madrid: Editorial Revista de Derecho
Privado, pág. 384
7Dr. Calixto Valverde. (1938). Tratado de Derecho Civil Español Tomo IV. Valladolid, España: Editorial
Talleres Tipográficos Cuesta, pág. 470
8 Rafael de Pina. (1956). Elementos de Derecho Civil Mexicano . México: Editorial Porrúa, pág. 366
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la consideran desde un enfoque dedicado a la protección de los niños abandonados, mientras
que otros a rechazan, alegando que el legislador no puede cambiar lo que la naturaleza creó.
El Dr. Calixto Valverde considera que la reforma pretendida por los modernos escritores
respecto de esta institución, equivale a su supresión, por más que en principio la consideren
conveniente para el interés social. En efecto, él, como la gran mayoría de los civilistas
modernos, quieren suprimir el exceso de ficción legal que la adopción en su sentido histórico
representa, para considerarla solamente como una institución de patronato, con un sentido
una forma más fuerte de adopción que sustituya a la adopción débil configurada en el pasado
siglo, o bien permitiendo a los adoptantes optar una u otra de ambas modalidades.
Los tratadistas reconocen generalmente que no es, ni mucho menos, fácil definir la
de todo efecto jurídico; implica consentimiento entre adoptante y adoptado, por lo que
consideran que «es un contrato solemne en virtud del cual dos personas adquieren entre si las
relación de padre o madre y de hijo que determina la ley».9 Se critica, sin embargo, que sea un
9 Fabio Naranjo Ochoa. (1994). Derecho Civil Personas y Familia. Bogotá: Editorial Señal, pág. 455.
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rechazan esta teoría ya que entre ambos existe un consortium, pues sus intereses son
francesa de los siglos XIX y XX, pero que entró en decadencia, ante la presencia de un Estado
Interventor en la vida pública, económica y social, para concluir que la adopción es, en todo
efectos jurídicos. La adopción encuentra en la ley, requisitos, formalidades y efectos a los que
las partes se adhieren cuando expresan su voluntad. Desde este punto de vista, la adopción
efectivamente tiene ese carácter. Los hermanos Mazeaud hablan de la adopción como un acto
del adoptante y adoptado, o de quien lo represente; lo segundo, porque la presencia del juez es
Por otro lado, para otro sector, la adopción es un acto complejo de derecho familia. El
civilista español Rodríguez Arias (Lino), “proyecta” sobre el instituto de la adopción la idea
comunitaria del derecho. La concepción comunitaria del derecho, según este autor, «aspira a
que en todas las instituciones aparezcan conjugados los valores individuales y sociales dentro
servir de norma de vida a los hombres, que además de tener necesidades materiales que
cumplir, cuentan en su haber con aspiraciones espirituales a satisfacer. Y una de ellas, las más
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hermosa, es poder ofrecer un hogar, un nombre y un patrimonio a quien carece de él, o no se
Conocida la idea «comunitaria de derecho», tal y como queda expuesta, se puede decir
que en realidad, todo derecho es comunitario, en el sentido de que no existe ninguno que no
trata de conjugar los intereses sociales con los individuales. Modernamente, sin embargo, al
menos, nadie le ha negado la finalidad esencial, aunque no única, de la protección del adoptado
Para otros, la adopción es una institución, pues es la ley la que estatuye como institución
de carácter solemne, de orden público, con intervención judicial, generando parentesco civil. Se
social, aun cuando sea, un poco híbridos, ya que se exige consentimiento y autorización judicial.
Según esta postura, «la adopción es, pues una institución de derecho privado fundada en un
acto de voluntad del adoptante y nacida de la decisión del juez, en virtud de la cual se establece
entre dos personas una relación análoga a la filiación legítima, análoga, no idéntica, con algunas
diferencias».11 En ese sentido, el jurista Federico Puig Peña lo considera un acto a la vez
10Rafael de Pina. (1956). Elementos de Derecho Civil Mexicano . México: Editorial Porrúa, pág. 367
11Guillermo A. Borda. (1846). Tratado de Derecho Civil, Familia II. Buenos Aires, Argentina: Editorial Emilio
Perrot, pág. 139.
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Ciertamente, la adopción tiene una base contractual, pero el contrato de adopción no es
más que uno de los elementos sobre los que se asienta el instituto que ahora se examina. El
contrato será el presupuesto de voluntad concorde para entrar en aquella, y además, la base
para determinar la intensidad y eficacia de algunos de los efectos que produce; pero otros
autonomía de la voluntad de las partes.12 Lo anterior resulta la postura más adecuada y la que
Bajo esa misma línea, por ende, las características del contrato, asiento de la institución, son las
siguientes:
correspondiente.
3. Debe estar inspirado en los sanos principios que informan la institución. No valdría
hacer un contrato de adopción con fines torpes o contrarios a las buenas costumbres.
adoptado, los mismos derechos y obligaciones que los padres respecto de las personas y bienes
12Federico Puig Peña. (1934). Tratado de Derecho Civil Español, tomo II Derecho de familia Vol. II
Paternidad y Filiación. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado, pág. 171
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de los hijos, y en ese mismo sentido, el adoptado tendrá para con la persona o personas que lo
En cuanto a la persona
apellido del adoptante. Empero, en la adopción simple, se puede convenir, con los
padres de sangre, que el menor siga llevando sus apellidos. En este caso, puede añadir
4. Los alimentos pueden exigirse correlativamente, pues con la adopción surgen derechos
recíprocos.
relación con sus parientes de origen. El adoptado podrá gozar de derecho de sucesión
recíproca con el adoptado o podrá sucederle solo personalmente y carecerá del derecho
13 Rafael de Pina. (1956). Elementos de Derecho Civil Mexicano . México: Editorial Porrúa, pág. 370
10
de representación en la sucesión de los padres del adoptante. De ahí que, en ciertos
Existen, entonces, dos tipos de adopciones que se estudiarán a fondo en el capítulo segundo: a)
la adopción plena, que en cuyo caso se equipara al adoptado con los hijos legítimos del
adopción simple, en cuyo caso se marcan diferencias entre hijos y otros parientes del
de forma y de fondos según lo que señale el legislador. Es una fuente de parentesco civil que
determina un estado civil entre adoptante, en algunos casos y sus parientes, y el adoptado. 14
Debe destacarse, por lo tanto, cómo la institución de la adopción nace para brindarle
una protección especial al menor que ha sido privado de una familia. Se vela porque los
adoptados tengan derecho a ser tratados dignamente y que se puedan integrar a la familia
adoptiva. Por medio de la adopción, se logra que una persona tome como hijo propio a aquel
14 Fabio Naranjo Ochoa. (1994). Derecho Civil Personas y Familia. Bogotá: Editorial Señal, pág. 456
11
que no lo es. Crea vínculos legales de derechos y obligaciones como las que tuviere un hijo
natural. La adopción es uno de los modos de obtener la patria potestad. Lo anterior debe
entenderse, en todo caso, en su sentido legal, pues esa consecuencia se alcanza con las
variantes específicas que las leyes consignan. Además, la adopción imita a la naturaleza, de aquí
15Federico Puig Peña. (1934). Tratado de Derecho Civil Español, tomo II Derecho de familia Vol. II
Paternidad y Filiación. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado, pág. 173
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CAPÍTULO 2: CLASES DE ADOPCIÓN
entre las distintas modalidades que se pueden dar. Así pues, la adopción puede ser plena o
medida del vínculo que crea entre el adoptado y el adoptante y su familia como consecuencia.
la adopción por una razón determinada. Sin embargo, se critica el hecho que se utilice la
revocabilidad para diferenciar una de la otra, ya que igualmente la patria potestad podría
terminarse por los mismos motivos que sucedería en caso de los padres biológicos. El segundo
criterio, en cambio, estudia la adopción según la ruptura del vínculo con la familia biológica, ya
sea si conservan o no derechos hereditarios u otros derechos que nacen del parentesco, y a su
vez, mide la integración del adoptado en la familia del adoptante, sea que dicha inserción es
total o no. En algunas legislaciones, se decreta un tipo de adopción según el deseo que
manifiesten las partes, pudiendo, en última instancia, hacer plena la adopción si así lo desean.
jurídico. Lo anterior complica el reconocimiento de una adopción u otra, pues sus efectos no
serán uniformes en todos los países. De esa cuenta, para determinar de qué adopción se trata
13
Los legisladores se han inclinado por eliminar la adopción simple, y conservar la
adopción plena únicamente. Ello debido a que se prioriza la integración familiar antes que
nada, pues la adopción plena provee mayor certeza y se da la oportunidad que el menor tenga
una vida más normal. La adopción simple, finalmente, permite la coexistencia de dos líneas de
filiación, lo cual resulta atractivo para quienes no conciben una ruptura total con la familia
biológica, pero que últimamente se quiere reservar eso para casos excepcionales.
1. Adopción Simple
romano, la adopción simple (adopción minus plena), se daba cuando un tercero extraño a la
familia adoptaba a una persona, en cuyo caso el padre biológico no perdía la patria potestad.
Tenía como efecto principal adquirir un derecho de sucesión sobre los bienes del adoptante.
Incluso, se podía llevar a cabo a través del testamento ya que se hacía para efectos de la
herencia especialmente. De esa cuenta, la adopción simple, antiguamente, fue considera como
un pacto hereditario.16
Este tipo de adopción no rompe por completo el vínculo jurídico del adoptado con su familia
biológica, de manera que no sería errado afirmar que en estos casos, el adoptado pertenece a
16 Hernan Corral Talciani (2001). El Nuevo Régimen Jurídico de la Adopción en Chile. Revista Chilena de Derecho. pág. 9
14
dos familias, diferente de la adopción plena.17 Ello implica que existe tan solo un
reconocimiento limitado del hijo adoptivo por parte de la familia del adoptante.
adoptado, quien sigue, igualmente, ligado a su familia biológica, por lo que se conserva el
efectivamente podría heredar, pero si el hijo adoptivo muere, el padre adoptivo no podía
heredar. Por ende, no existe un derecho de sucesión recíproca. Ello obedecía a que
biológica, de manera que podría heredar si los padres biológicos murieran sin testamento. El
por lo que no renunció a esos derechos. De igual forma, podría ocurrir con los parientes
biológicos, que no fueron los padres que renunciaron a sus derechos, que tendrían derecho a
heredar, si el adoptado muriera intestado. Denota que la familia biológica podría tener derecho
de sucesión respecto del adoptado, pero la familia adoptiva podría no tener derecho de
17 Guillermo A. Borda. (1846). Tratado de Derecho Civil, Familia II. Buenos Aires, Argentina: Editorial Emilio Perrot, pág. 168.
15
Se destaca entonces, en este tipo de adopción, que la familia biológica del hijo adoptivo
conserva ciertos derechos sobre el niño. Ello se da no solo en materia de sucesiones, sino que
aceptar que una u otra parte reclame que se reconozca la obligación de la otra de prestar
alimentos.
La adopción simple es revocable. Puede terminarse, incluso, por mutuo acuerdo, o hasta
por el consentimiento de uno o de otro solamente, en ciertos casos. La ingratitud del adoptado
podría también ser causal para la revocación. La ingratitud, sin embargo, puede tener distintos
significados, según la legislación que corresponda. Asimismo, una decisión de las autoridades
gubernamentales encargadas de la materia podría finalizarla, cuando existiere una causa que
2. Adopción Plena
En Roma, la adopción plena solo podría darse cuando el adoptante efectivamente era
ascendiente del adoptado. Por medio de dicha modalidad, el adoptante ascendiente sí adquiría
la patria potestad18. Efectivamente, cortaba los lazos del hijo adoptivo con la familia de origen,
pero se creaba una relación únicamente entre el adoptado y adoptante, la cual era equiparable
embargo, que la adopción plena estaba reservada para los ascendientes. Este último aspecto es
que son extrañas y no tienen lazos de consanguinidad. Asimismo, debe destacarse que, en todo
hijos, familia civil, legal o especial, y adopción legítima, legitimaria, legitimante, privilegiada,
biológica, de manera que se extingue el parentesco con su familia consanguínea por completo.
En algunas legislaciones, expresamente se señala que se haría sin perjuicio de los impedimentos
Consecuentemente, el hijo adoptivo tendría los mismos derechos y obligaciones que el hijo
biológico. Por las razones expuestas, se considera que la adopción plena tiene una naturaleza
emplazatoria y desplazatoria, toda vez que la familia adoptiva toma el lugar de la familia
protección posible al adoptado, y que con la adopción plena se logre proporcionarle una familia
Walter Howard Alanís (s.a.) La Legitimación Adoptiva en el Derecho Uruguayo. Revista de Derecho de la Universidad
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virtud que los vínculos con su familia biológica se rompen como se ha apuntado. En todo caso,
este tipo de adopción se orienta al reconocimiento total y permanente del hijo, pues, incluso,
crea lazos de parentesco con los parientes, afines o consanguíneos, de los adoptantes, tal como
indicado en el inicio del presente capítulo. En algunos países, pese a que efectivamente rompa
los vínculos con su familia consanguínea, no implica que completamente entrará a la familia
adoptiva, a pesar que en lo que al padre adoptivo se refiera sí tenga los mismos derechos que le
pudiera reclamar a él, un hijo biológico. Sin embargo, lo anterior puede considerarse también
como un rasgo que se percibe en la adopción simple, que es el hecho que el parentesco se cree
meramente con el padre adoptivo. Ello pues, en todo caso, debiera ser una característica de
aquella dado que si es plena, efectivamente debe entrar a la familia adoptiva en su conjunto.
Para el Common Law, la adopción implica siempre otorgarle los mismos derechos y
obligaciones que se le reconocerían a un hijo propio. En Estados Unidos, los padres biológicos
deben renunciar a toda reclamación sobre su hijo para que los padres adoptivos se convierten
en tales, y representantes legales del menor, de manera que adquieran todos los derechos
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hacia él. No obstante, pueden llegar a acuerdos en que la madre o padre biológico se reserve el
derecho de visitar al menor, como una condición para darlo en adopción. El solo hecho de
un niño que no es su hijo biológico. Como consecuencia, todo vínculo legal entre el niño y los
partida de nacimiento en donde solamente se consignen quiénes son los padres adoptivos. Si
bien es cierto, la adopción en Estados Unidos se asemeja más a una adopción plena, debe
distinguirse de la institución conocida como guardianship que se asimila más o menos a una
adopción simple, y especialmente, a la tutela. En estos casos, se crea meramente una relación
jurídica entre el niño y el adulto, que no es su padre biológico y quien no adquiere la patria
potestad, pero la cual no extingue el derecho de los padres biológicos de relacionarse con el
niño, ni aquellos deberes y facultades, que incluyen una obligación de prestar alimentos y
permanente. Los padres adoptivos sustituyen completamente a los padres biológicos. De esa
cuenta, generalmente, el hecho que el padre adoptivo muera no implica que el padre biológico
recupere sus derechos. Por último, reforzando el vínculo que crea la adopción, incluso las leyes
de Arizona, Iowa y California, establecen que el término hermano incluye una persona que
anterior quiere decir que el hijo adoptivo pasa a formar parte integrante total de la familia
adoptiva.
20ARIZ. REV. STAT. § 8-543(F) (LexisNexis 2010), .”CAL. WELF. & INST. CODE § 362.1(3)(c) (West 2010), IOWA CODE §
232.2(52) (2010).
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No obstante, la Corte Suprema de Nueva Jersey, por ejemplo, determinó que los padres
permitir que hermanos tengan derechos de visitas a sus hermanos que hayan adoptado. En
Pensilvania, ocurre una situación particular. Pese a que se rompe cualquier vínculo con el padre
biológico, el adoptado puede heredar del patrimonio de cualquier pariente biológico, que no
sean los padres, pero con la que haya mantenido una relación familiar.21 Adicionalmente, el
Uniform Adoption Act, como ley modelo propuesta por la Conferencia Nacional de
Comisionados sobre Leyes Uniformes Estatales, en 1994, dice en su sección 1-104 que una vez
que se decrete la adopción, nace una relación entre el adoptante y el adoptado de padre e hijo,
de manera que así se adquieren todos los derechos y obligaciones que de ella se deriven.
adoptiva, como la adopción plena. En 1941, se decretó que el adoptado dejaría de pertenecer a
su familia de origen y se rompía cualquier vínculo que tuviere con ella, salvo lo que se refería a
impedimentos matrimoniales. Lo anterior es sin perjuicio que el padre adoptivo podría perder
la patria potestad eventualmente por las mismas causales que un padre biológico. Con el
transcurso del tiempo, se desarrollaron normas para otorgarle mayor certeza al vínculo creado
a raíz de la adopción, de manera que se simplificaron las condiciones que se exigían para
con el objeto de poner en una igualdad de condiciones al hijo adoptivo con el hijo biológico.
Pese a que sí existía la adopción simple, se le empezó a restar importancia, para darle prioridad
obligaciones que gozaba el hijo biológico. No obstante lo anterior, si los ascendientes del
obligación de alimentos no existiría entre éstos y el adoptado. Aun así, fue clara la tendencia en
Francia de asimilar la familia biológica a la familia adoptiva, en cuanto a sus efectos jurídicos.
En tanto, en América Latina, Uruguay fue el primer país que reconoció la adopción plena
en 1945, y de esta manera, influenció a otros países americanos para implementar el mismo
sistema. Uruguay optó por la denominación “legitimación adoptiva”, pese a que la terminología
legal (legitimación adoptiva) ha sido criticada, dado que se argumenta que las palabras
al utilizar dicha denominación, es que de esta forma, el hijo adoptivo será tratado como un hijo
legítimo, pues sus efectos se aparejan a los de éstos, y son más extensos que de aquella
propósito de perfeccionar la legitimación, se anote el hijo en el Registro Civil sin hacer mención
Ahora bien, en Colombia, al derogarse el Código del Menor que estaba vigente, se
eliminó la diferenciación entre adopción plena y adopción simple. De esta manera, se conservó
de dos mil seis, emitida por la Sala Plena de la Corte Constitucional se analizaron los efectos de
la adopción plena versus las consecuencias de la adopción simple, en lo que se refería a los
negaba a los padres de los padres adoptivos derecho de sucesión sobre los bienes del hijo
adoptivo, cuando la Constitución, efectivamente, ordena que los hijos adoptivos reciban el
mismo tratamiento que los hijos biológicos, por lo que vulneraba el principio de igualdad al
discriminar en razón del origen familiar, lo cual constituía una diferenciación basada en un
consanguíneo. De esta manera, únicamente reconoce el parentesco entre los padres y el hijo
adoptivo, pero que a la vez ignora los demás grados, por lo que estos no existen. Para ellos no
pueden existir abuelas adoptantes o nietos adoptivos, pues consideraron que, “de alguna
manera debe existir voluntad por parte de quien hace el prohijamiento. En principio la decisión
24 Guillermo A. Borda. (1976). Tratado de Derecho Civil, Familia II. Buenos Aires, Argentina: Editorial Emilio Perrot, pág. 141
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de quien adopta no puede vincular, con efectos patrimoniales, a sus ascendientes.” Ello es un
que no ha manifestado su anuencia de que así sea. No obstante lo anterior, sería absurdo
también admitir dicha tesis, toda vez que los parientes no prestan necesariamente su
consentimiento para que una familia crezca, ni siquiera que el hecho se dé al concebir hijos
biológicos.
En tanto, las demás partes aseguraron que sí se debe tratar al hijo adoptivo como hijo
biológico, las consecuencias derivadas de ese hecho alcanzan tanto el patrimonio como
cualquier circunstancia personal relacionada, y los lazos que se formarían. Como consecuencia,
al ingresar al grupo familiar, a través de una adopción plena, el hijo adoptivo adquiere lazos de
parentesco tanto con los padres como con sus parientes, adquiriendo, asimismo, derechos de
sucesión recíproca, pero siempre rompiendo cualquier vínculo con la familia biológica. De esta
la que “(…) se trata (…) un necesario desarrollo conceptual de la civilización moderna, que lleva
a que la adopción sea tomada simplemente como una forma más de constituir esa familia
23
estabilidad y el respeto.” En todo caso, se puntualizó que “por la adopción”, el adoptante
Por lo tanto, en Colombia, las consecuencias que surgen, tanto personales como
patrimoniales, por ser hijo son idénticas, ya sea si se trata de un hijo biológico o adoptivo.
Constituye, pues, el intento para lograr esa integración total con la familia del adoptante, que
se manifiesta únicamente al igual los derechos y obligaciones entre los hijos, cualquiera que sea
Por otra parte, de manera similar, en España, la adopción plena confiere al adoptado los
mismos derechos y obligaciones del hijo legítimo, no sólo respecto del adoptante, sino respecto
de toda su familia. La regla es la adopción plena. No obstante, según la ley 54/2007 relativa a la
Adopción Internacional, dice en el artículo 30, que la adopción simple constituida por una
autoridad extrajera, pese a que surtirá efectos en Espala, no serán objeto de inscripción en el
Registro Civil, y que podrían ser transformadas a una adopción plena de cumplirse los requisitos
familiar». De forma que se puede destacar que para España la adopción simple no crea un
24
La opinión de la mayoría aboga porque la adopción plena sea la regla, pues argumentan
que sólo de esta forma puede existir una integración familiar total. La oposición considera, sin
embargo, que es peligroso romper definitivamente los vínculos consanguíneos. Así pues, los
opositores han tildado las disposiciones que conllevan a la adopción plena como una especie de
“soberbia legislativa” 25, pues según Mazzinghi, citado por Guillermo Borda, el legislador se
arroga una potestad tan amplia que, incluso, alcanza a derogar lo que es considerado el orden
quien es hijo puede dejar de serlo. Lo asemeja a los cambios de sexo, pues considera que sería
el mismo caso como decir que quien es hombre se transforme en mujer, pues la ley permite
hacer un cambio que, en principio, solo lo puede determinar la naturaleza. Mazzinghi asegura
que, de esa manera, se pretende borrar un hecho irreversible, que no debería ser competencia
todo lo que crea la naturaleza puede ser borrado por el legislador, pues aun en casos que se dé
una adopción plena, siempre deberían quedar a salvo los impedimentos matrimoniales. Para
los detractores, el hecho de haber sido concebido por ciertas personas es naturalmente
irrevocable. La oposición considera inaudito, por ende, que lo que es irrevocable por
naturaleza, sí pueda ser revocable por una ley o decisión judicial. Así pues, aseguran que la
argumentos, han señalado las consecuencias graves que pudieran surgir en caso que los padres
adoptivos abandonen al hijo adoptivo, pues él se queda en una situación difícil, pues dado el
25 Guillermo A. Borda. (1976). Tratado de Derecho Civil, Familia II. Buenos Aires, Argentina: Editorial Emilio Perrot, pág. 159.
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carácter irrevocable de la adopción, no podría ser nuevamente adoptado por un tercero, a
diferencia del hijo consanguíneo, cuyo vínculo no es irrevocable y por ende, posteriormente
puede ser adoptado. Este último factor es debatible, toda vez que la mayoría de legislaciones
permitirían que igualmente se pierda la patria potestad por las causas que la ley enumere
que en el caso que la adopción no resulte conveniente, qué podría justificar mantener esa
filiación que no ha dictado la naturaleza, si ni el hijo adoptivo ni el adoptante así lo desea. Por
ésta y las razones expuestas anteriormente, se suele calificar de una “absurda ficción”.
brindarle una familia al niño que no pudo tenerla o le fue negada por sus padres biológicos.
Asimismo, mediante ella se ha permitido que personas que no han podido concebir por medios
naturales, y que lo desean, puedan tener la familia que han ańorado, a la misma vez que le
proveen a ese niño la familia de la cual fue privado sin su consentimiento. Si se analiza desde
ese punto de vista estrictamente, en aras de buscar la mayor integración familiar, se debe
procurar que la adopción siempre sea plena, en aras de proteger el interés superior del niño y
efectivamente reconocerle su derecho a una familia. Asimismo, debe destacarse que los rasgos
y efectos de la modalidad de adopción que sea variarán según la legislación que trate. Lo cierto
es que se estudia desde los puntos de vista enumerados en el inicio del presente capítulo, de
manera que en la adopción plena se trata de integrar más al hijo adoptivo a la familia, y en un
26
principio, es irrevocable. Ahora bien, la medida de uno u otro criterio dependerá del legislador
27
CAPÍTULO 3: LA REGULACIÓN LEGAL EN GUATEMALA
de poder determinar si sus efectos se asemejan a aquellos que surgen a partir de una adopción
1. Antecedentes históricos
en sus artículos 267 al 284. Se le denominaba también como prohijamiento. La adopción estaba
reservada para aquellas personas que no tuvieren hijos propios, pero ello no obstaba que
dentro del expediente 1671-2013, que "de acuerdo a esa normativa, se deduce la intención del
legislador de que la figura jurídica de la adopción llene el vacío de la falta de hijos de los
adultos; es decir, que de acuerdo a esa época se explica la adopción desde el enfoque del
derecho de paternidad del adulto y no el derecho del niño a tener una familia."
El vínculo con la familia biológica no se rompía por completo, de modo que si el adoptante
moría mientras el adoptado fuere menor de edad, él regresaba al poder de sus padres
biológicos, de conformidad con el artículo 281. La adopción era revocable, pero solamente por
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justa causa debidamente probada. Existía un derecho reciproco de alimentos, pero solo entre el
adoptante y el adoptado.
Respecto del derecho sucesorio, según la legislación de esa época, el artículo 275 señalaba
que solamente en el caso que el adoptante no tuviere hijos legítimos ni padres legítimos, el
adoptado sería heredero forzoso del adoptante. Es importante destacar que entre el adoptado
y su familia biológica se conservaban sus derechos de sucesión recíproca, según el artículo 276.
En cuanto al derecho de sucesión con la familia adoptiva, si el adoptado moría antes del
adoptante, este último únicamente heredaría los bienes que le hubiere entregado al adoptado.
Asimismo, el adoptado no tenía derecho a los bienes de los parientes del adoptante, pese a que
la ley si los consideraba parientes, pues el artículo 961, definía el parentesco civil como aquel
que nacía entre el adoptante y sus hijos con el adoptado, mientras la adopción subsistiera.
La adopción, según la normativa de esa época, era una adopción simple. Se pueden apreciar
los rasgos característicos de ese tipo de adopción, tanto en su vínculo con la familia biológica
como su revocabilidad de la misma. Se permitía que fuere revocada con causa justa, y el vínculo
con la familia biológica se podía restablecer, si el adoptante moría antes de la mayoría de edad
del adoptado. Existía una clara discriminación entre el hijo adoptivo y el hijo biológico en
cuanto a los derechos de suceder al adoptante, y finalmente, el hijo adoptivo no era tratado
artículo 75 decretó que se instituía "la adopción en beneficio de los menores de edad y que una
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ley reglamentaría esta materia". Asimismo, estableció en el artículo 76 que "no se reconocerían
desigualdades legales entre los hijos; incluyendo los adoptivos, tienen los mismos derechos".
Agregó que las calificaciones sobre la naturaleza de la filiación quedarían abolidas. De esa
a través del Decreto número 375, denominada Ley de Adopción de Menores. La Constitución de
específicamente dentro de ese cuerpo legal hasta el año 2007, en el cual fue emitida la actual
Ley de Adopciones.
1985, reconoce la protección que el Estado debe otorgarle a la adopción en el artículo 54.
Establece que el adoptado adquiere la condición de hijo del adoptante. De esa cuenta, la Corte
expedientes acumulados 467 y 612-2008, resolvió que «(…) desde el momento en que se
produce la declaratoria de adopción, el niño o adolescente a cuyo favor se haya realizado tal
declaratoria deberá ser tratado cual hijo, y por ende, serán de observancia todas las normas
referentes a la relación filial entre él y sus nuevos padres». En ese orden de ideas, dentro del
expediente 4387-2012, la misma Corte consideró que se regula la adopción de esa forma para
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que se promueva “la adopción para su plena realización en el ámbito legal, no solamente por la
protección que se le brinda a los niños, sino por el reconocimiento del título de hijo propio con
todas las facultades, derechos y deberes que esta figura conlleva. Se reconoce la adopción como
otorgándoseles a los niños la oportunidad de convivir dentro del seno familiar y de desarrollarse
Desde ese momento, se tornó necesario acoplar la regulación vigente a lo que especificaba
la Constitución. Dado que el Código Civil vigente fue promulgado en 1963, la adopción ahí
contemplada todavía se asemejaba más a una adopción simple, de manera que permanecían,
3. Código Civil
en el Código Civil, Decreto Ley 106. El artículo 228 definía a la adopción como un acto jurídico
de asistencia social por el que el adoptante tomaba como hijo propio a un menor que era hijo de
otra persona. Denota el cambio que se hiciere de un enfoque desde el punto de vista de una
pareja que no ha podido procrear, para ahora considerar la adopción desde el punto de vista
del menor que necesita dicho apoyo. Como consecuencia, nacía el parentesco civil. El artículo
190 del Código Civil señala que el parentesco civil es el que nace de la adopción, pero lo limita
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derogado actualmente. En ese orden de ideas, el artículo 89 inciso 7º establece aun, ya que no
ha sido derogado, que es ilícito el matrimonio entre el adoptante con el adoptado mientras
dure la adopción, por lo que el matrimonio será válido ya que no constituye un impedimento
absoluto.
los parientes consanguíneos y afines del adoptante, ni a los parientes del adoptado. Lo anterior
pese a que igualmente deben ser considerados, tratados y presentados en las relaciones
sociales como hermanos, aunque no existiera entre ellos un derecho de sucesión recíproco,
según el artículo 229. Si bien el artículo 231 recalca que el adoptado tendrá respecto del
adoptante los mismos derechos y obligaciones que los hijos respecto de sus padres, el artículo
236 determinaba que el adoptante no era heredero legal del adoptado, pero si de aquel.
sucesión recíproca. Como consecuencia, si moría uno u otro podía heredar al otro. Asimismo,
decía que si el adoptado moría antes que el adoptante, los hijos de aquel no tendrían derecho
De conformidad con el artículo 238, si el adoptante falleciere cuando el adoptado aún era
terminar por mutuo consentimiento o por revocación, según las causas que enumeraba el
artículo 247, que incluían desde una denuncia del adoptante por el adoptado hasta un
abandono de aquel por parte de éste. Las disposiciones relativas a la patria potestad, su
Del mismo artículo 229 citado anteriormente, se deduce, que previo a la reforma del año
2007, la adopción en Guatemala era semiplena, principalmente, por el vínculo que conservaba
revocar la adopción, incluso por mutuo consentimiento. La adopción en Guatemala solía ser
adopción no tiene la misma fuerza que el parentesco, actualmente. El parentesco que nace de
pues solo hace que el matrimonio sea ilícito, pero la ley sí reconoce su validez, según el artículo
89 inciso 7º citado anteriormente. Los legisladores efectivamente han tenido temor de regular
una adopción plena, pues no conciben una institución que permita que se formen lazos de
4. Ley de Adopciones
Con fecha 31 de diciembre de 2007, entró en vigencia el Decreto 77-2007 del Congreso de
la República «Ley de Adopciones». Esta ley se promulgó con el objeto de cumplir con los
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tratados internacionales que Guatemala había suscrito en materia de adopción, y hacer de la
Los intentos para lograr lo anterior se remontan a años anteriores. La iniciativa 2784
presentada en el año 2002 decía en su artículo 2 que "la adopción es plena, equiparándose la
filiación adoptiva a la biológica, e irrenunciable. Con la adopción cesan los vínculos del
consanguinidad con los parientes de los adoptantes. La extinción del vínculo parental entre el
1 y 2 del artículo 88 del Código Civil, en lo que concierne a sus parientes consanguíneos y
afines". Dicha regulación era adecuada ya que no dejaba lugar para dudas de que
efectivamente se tratara de una adopción plena, quedando a salvo siempre los impedimentos
estipulaba que el parentesco era solamente entre el adoptado y el adoptante, y a partir del
adopción plena. Lo anterior dado que no elimina el derecho de sucesión recíproca entre el
que dice que es irrenunciable, la misma podría ser declarada nula, por lo que cabía su
revocación, y contemplaba que pudiera ser terminada por mutuo consentimiento; lo que
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Ahora bien, la Ley de Adopciones actualmente vigente, Decreto 77-2007, tiene como
objetivo restituirle permanentemente al menor que haya de ser adoptado el derecho de una
familia, por lo que se concluye que se trata de una adopción irrevocable. Lo anterior se colige
de la lectura del artículo 14 de la citada ley, toda vez que exige que los padres adoptantes serán
considerados idóneos cuando se denote que son capaces de asegurar de un modo permanente
y satisfactorio el cuidado, respeto y desarrollo integral del niño. Del mismo modo, el artículo 4
considera que se vela por el interés superior del niño, principio que ha inspirado la
promulgación de dicha ley, por falta de la familia biológica, a través de otro medio familiar
Se toma pues, como hijo propio, al hijo biológico de otra persona, de manera que el
El adoptante será la persona que va a otorgarle al adoptado todos los derechos y beneficios
que la Constitución Política le garantiza a los hijos biológicos. Si expresa esto, implica que
también gozaría, entre otras facultades, de todos los derechos de sucesión que tendrían los
hijos biológicos. La ley insiste en que exista siempre una igualdad de derechos de modo que no
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se haga distinción alguna entre hijos biológicos y adoptados, pues modernamente, la doctrina y
las reformas legislativas están encaminadas a garantizar la completa igualdad de los hijos, ya
jurídico. Esto se logra rompiendo por completo los vínculos biológicos de los padres del
establecer que el hijo adoptivo heredaría de su padre adoptivo igual que los hijos biológicos,
pero que no existía derecho de sucesión entre el adoptado y los parientes del adoptante. La
Ley de Adopciones modifica el artículo citado, para estipular que los hijos biológicos o
adoptivos, heredan a sus padres por partes iguales, mas no conservan los derechos sucesorios
con su antigua familia. Ello se hizo para reforzar el vínculo entre la familia adoptiva y el
parientes del adoptante. Sin embargo, se debe interpretar por razón que se considere lo más
plena posible la adopción, de manera que efectivamente tenga todos los derechos, incluso, en
Ello, sin embargo, es cuestionable toda vez que la Ley de Adopciones no derogó
específicamente ciertas disposiciones del Código Civil, y se limitó a indicar que derogaría todo
aquello que se opusiere a ella26. Si se considera que el espíritu de la ley es hacer de la adopción
26Ley de Adopciones, Decreto 77-2007: ARTICULO 67. Derogatorias. Se derogan todas las disposiciones que se opongan
a la presente ley y específicamente el Capítulo VI del Título II del Libro I, que comprende los artículos del 229 al 251 y el
artículo 309 del Decreto Ley Número 106 del Jefe de Estado, Código Civil; asimismo, los artículos 28, 29, 30, 31, 32 y 33 de
la Ley Reguladora de la Tramitación Notarial de Asuntos de Jurisdicción Voluntaria, Decreto Número 54-77 del Congreso
de la República.
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una adopción plena en Guatemala, se podría considerar que el artículo 190 que define el
parentesco civil se opone a dicha naturaleza, pues no de una adopción plena debiera surgir un
ese orden de ideas, al ser considerado hijo el adoptado con los mismos derechos y obligaciones
que los hijos biológicos, debiera de considerarse el matrimonio entre el adoptado y cualquier
5. Tratados internacionales
La regulación, ahora vigente, obedece, como se había apuntado en el inicio del presente
que no exigen que se le califique expresamente como una adopción plena, dichos tratados
derecho del menor de crecer dentro del seno de una familia, por ello es que se han inclinado
porque el menor adoptado sea reconocido completamente como hijo de los padres adoptivos
En general, los tratados como la Convención sobre los Derechos del Niño, suscrita en el año
1998, ordena que el sistema de adopción vele siempre por el interés superior del niño, y que
sea ello la consideración primordial, según el artículo 21. Específicamente, el Convenio Relativo
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a la Protección del Niño y a la Cooperación en Materia de Adopción Internacional, adoptada por
solamente regula la adopción plena de manera que pretende que a través de la adopción
vínculo de adopción entre el niño y sus padres adoptivos, y que simultáneamente, se dé una
ruptura del vínculo de filiación preexistente entre el niño y su madre y su padre, si la adopción
produce este efecto en el Estado contratante en que ha tenido lugar. La convención está
orientada al reconocimiento de una adopción plena, en la medida que se permita. Si bien los
tratados internacionales no ordenan que se adopte una modalidad u otra, sí persiguen que le
sea garantizado plenamente el derecho a un menor a una familia, ya sea biológica o adoptiva.
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CONCLUSIONES
privado de ella, pues se logra que una persona tome como hijo propio a quien no lo es y le
propicia un desarrollo familiar dentro de ella. Crea vínculos legales de derechos y obligaciones
como si fuera un hijo biológico y como si los uniera un vínculo consanguíneo. Sirve una doble
función pues, a su vez, se busca que quien no pueda tener hijos propios, pueda gozar de ese
adopción de modo que se logre sustituir la adopción que creaba tan solo un vínculo débil, o
bien permitiendo a los adoptantes optar por una u otra de ambas modalidades, según el caso
concreto y dependiendo de sus necesidades específicas. Las leyes relativas a la materia deben
procurar contener normas eficaces que permitan cumplir los principios sobre los que se funda
doctrina, según el vínculo que se crea y la posibilidad de revocar la adopción. Así pues, se
determinó, finalmente, que no existe un criterio uniforme para distinguir una de la otra. En la
adopción simple, el adoptado conserva más o menos el vínculo con su familia biológica, y
puede ser revocada con expresión de causa legal, mientras que en la adopción plena el
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adoptado rompe completamente el vínculo con su familia natural, sin perjuicio de los
patria potestad por las mismas causas que pudiere un padre biológico. No obstante, la
calificación de ese tipo legal variará según el ordenamiento jurídico que lo trate, y
especialmente, según cuestiones sociales y políticas del Estado que se refiera. Si bien es cierto,
dentro del seno de una familia, cuando ha sido privado de ello, con todas sus implicaciones. De
esa cuenta, solamente se debería calificar una adopción como plena, si efectivamente el menor
rompe de modo permanente los lazos con la familia biológica. Obviamente, se deben mantener
los impedimentos matrimoniales, ya que ellos obedecen a factores de otro tipo, que
adopción. Consideran contraproducente que la ley sea capaz de borrar lo que ha sido creado
expresamente. Sin embargo, la adopción plena resulta el medio más eficaz para garantizar el
derecho a una familia de un menor. Solo de esta manera, efectivamente el menor tiene
ley le reconoce ciertas diferenciaciones con los hijos biológicos. Una adopción plena debería
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implicar la completa integración del adoptado con la familia adoptiva, no solo con la persona
que lo adoptó, sino que también con sus parientes consanguíneos y afines.
Guatemala solía regular una adopción semi plena. Pese a que la actual Constitución de la
República, promulgada en 1985, eliminaba la diferenciación entre los hijos, incluyendo los
adoptivos, se mantuvo la regulación del Código Civil hasta el año 2007. El Código Civil preveía
una adopción simple. Eran evidentes las diferencias que nacían del parentesco civil y del
consanguíneos, además, que contemplaba causas para darla por terminada, distintas a las
La Ley de Adopciones, velando por el interés superior del niño, procuró garantizarle una
natural. Si bien se desprende la intención del legislador de regular una adopción plena, el
legislador guatemalteco no logró una reforma plena y sistemática. El artículo 190 está vigente
en la parte que trata la adopción. Ahí se establece que el parentesco civil será únicamente
obsta que el adoptado pueda contraer matrimonio con los parientes consanguíneos y afines del
adoptante, ni con el adoptante mismo, toda vez que con este último su matrimonio igualmente
sería válido y con el resto de la familia ni siquiera lo considera una causal de ilicitud.
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bastar con determinar que adquiriendo la condición de hijo del adoptante, obtiene cualquier
derecho y obligación que le correspondiera de haber filiación biológica. De esa cuenta, debiera
establecerse que una vez finalizado el proceso de adopción, serían aplicables las mismas
normas legales que concernieran al hijo consanguíneo. De no ser así, debería ser considerada
aún una adopción simple. Ciertamente, no pueden eliminarse absolutamente todos los vínculos
con la familia biológica, pero como se mencionó anteriormente, ello obedece a factores que
trascienden el campo jurídico, y por ello deben mantenerse. De conformidad con lo estudiado,
se denota la inclinación que a lo largo de los años ha tenido Guatemala en reconocer una
adopción semi-plena. Empero, por las influencias internacionales y por la tendencia mundial
hacia una adopcion más plena, podemos observar cómo se ha ejercido una gran influencia
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