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La conciliación bancaria es una comparación que se hace entre los apuntes contables que
lleva una empresa de su cuenta corriente (o cuenta de bancos) y los ajustes que el propio
banco realiza sobre la misma cuenta.
Se trata de un proceso que permite comparar los valores que la empresa tiene registrados
de una cuenta de ahorros o cuenta corriente con los valores que el banco le suministra por
medio del extracto bancario, que suele recibirse cada mes.
En previos artículos se habló de la llamada conciliación bancaria, que “es un proceso que
permite el control y conciliación de los valores económicos que una empresa tiene
b) Depósitos en Tránsito: depósitos enviados cada fin de mes y que no son “acreditados” en
el banco, por lo que estarán “adicionados” en los libros de la empresa pero no en estado de
cuenta del mes.
a) Notas de crédito: abonos realizados por el banco bajo concepto de descuentos de giros,
hipotecas, pagares, intereses a favor de la empresa, entre otros, pero que no se han
adicionado dentro de los libros contables.
b) Notas de débitos: cargos efectuados por el banco a la empresa por concepto de cobro de
intereses, comisiones, efectos descontados devueltos, entre otros, que por no haberse
recibido la información respectiva del mismo, no fueron abonados en los libros de la
empresa.
c) Cheques omitidos o no registrados: cheques que se emitieron realmente pero que nunca
fueron asentados en los libros de la empresa.
3. Para este último paso, deben ser presentados los “Errores” que se reflejan en los ajustes
por concepto de equivocaciones dentro de los documentos cotejados:
a) Errores de la empresa: son los ajustes de los errores y equivocaciones por parte de la
empresa, entre las cuales están:
Cheques de diferentes cantidades: que se abonan sobre un monto por encima o por
debajo del monto de emisión.
Depósitos de diferentes cantidades: se cargan con un monto por encima o por debajo del
monto de emisión.
Cheques mal ubicados: aquellos que en vez de abonarlos se cargaron.
Depósitos mal ubicados: son aquellos en vez de ser cargados fueron abonados en los libros
de la empresa.
Notas de débito y crédito mal ubicadas: esto es, que por error se cargan en vez de
abonarse y viceversa.
Depósitos o cheques de otros bancos: los que por error se cagan o abonan en los libros,
pero que no corresponden a esa cuenta o banco, ya que se pueden tener diversas cuentas
en diversos bancos.
Cheques caducados: son aquellos cheques a los cuales llega su fecha de vencimiento y
todavía no se han ido a cobrar en el banco, por lo que hay que desincorporarlos
haciéndoles un cargo por el monto del mismo.
b) Errores del banco: incluyen los ajustes de todas las omisiones, errores y equivocaciones
por parte del Banco, como:
Cheques de diferentes cantidades: los cuales se cargan con un monto por encima o por
debajo del monto de emisión.
Depósitos de diferentes cantidades: que se abonan con un monto por encima o por debajo
del monto de emisión.
Cheques omitidos o no registrados: son los cheques que se emitieron realmente pero no
fueron asentados en el estado de cuenta bancario.
Depósitos omitidos o no registrados: depósitos que se emitieron realmente pero no
fueron asentados en el banco.
Cheques mal ubicados: aquellos que en vez de cargarlos se abonaron.
Depósitos mal ubicados: son aquellos en vez de abonarlos fueron cargados en el estado de
cuenta bancario.
Notas de débito y crédito mal ubicadas: son aquellos que por error se cargan en vez de
abonarse y viceversa.
Depósitos o cheques de otras empresas: que por error se cagan o abonan en el banco,
pero que no corresponden a esa cuenta, puesto que un banco posee diversos clientes.
Permite ajustar el saldo del estado de cuenta que presenta el banco, hasta llegar al
saldo que muestra la cuenta del banco en el
libro mayor de la empresa, de la siguiente
forma:
a) Los cargos hechos en los libros de la empresa, que el banco no ha abonado todavía; tales
como: depósitos de última hora, errores u omisiones.
b) Los cargos efectuados por el banco y que la empresa aún no ha abonado, por falta de
noticias; tales como: comisiones, intereses, errores u omisiones.
a) Los abonos hechos por la empresa y que todavía el banco no hubiere cargado; tales
como: los cheques emitidos por la empresa y no presentados al cobro todavía; errores u
omisiones
b) Los abonos efectuados por el banco y que todavía no hubieran sido cargados por la
empresa; tales como: intereses, cobros hechos por el banco en nombre de la empresa,
errores u omisiones.
Por tanto, el objetivo de la conciliación bancaria es asegurar que todos los apuntes contables
están correctamente reflejados en el saldo bancario y que no se han abonado en otra cuenta,
además de detectar tanto los depósitos contabilizados que no han reflejado esta información en el
banco como aquellos movimientos que no han sido contabilizados. La conciliación bancaria
constituye, por tanto, un elemento imprescindible para mostrar la imagen fiel de la compañía en
lo que a tesorería se refiere.
Su finalidad es que los libros de contabilidad coincidan con los extractos del banco y que
los saldos también cuadren. Para ello, se utiliza la norma 43 de la Asociación Española de
la Banca, con el objetivo de utilizar todos los mismos patrones y métodos.
Será más fácil realizarlo cotejando uno a uno cada elemento y comprobándolos en cada
documento, ya que así será difícil dejarse atrás alguno. El trabajo es centrarse sobre todo en
las partidas que no coincidan.
Al mes, a los quince días o cada semana, dependiendo del banco y de cada cliente, la
entidad enviará al dueño de la empresa un “estado de cuenta” con todos los movimientos
anotados. La empresa procederá a confrontar su información con la proporcionada por el
banco, con el fin de determinar si los movimientos y los saldos coinciden entre sí y, en caso
de que no sea así, determinar cuál es la razón.
Puede ocurrir que ambos saldos sean diferentes por distintas razones, quizás porque la
aplicación del criterio del devengo se haga de distinta manera en una cuenta corriente y en
una empresa, o porque al tiempo en que se registra cada partida en las cuentas de una pyme
o en el banco, por ejemplo un acontecimiento económico que la empresa ya haya
registrado, el banco no la refleja hasta que la contabilice.
¿Pero en qué consiste eso de la conciliación bancaria? Empecemos por lo más básico:
conciliar significa hacer compatibles dos o más cosas.
Así que cuando hablamos de conciliación bancaria nos referimos a poner en sintonía las
cuentas de nuestra empresa con las de nuestro banco.
Grosso modo, este es el gran método de la conciliación bancaria que, por cierto, hoy en día
muchos programas de facturación y contabilidad te resuelven en un santiamén.
En Debitoor hemos estrenado la conciliación bancaria automática, que te resuelve una tarea
tan tediosa, pero a la vez irrenunciable, y sin esfuerzo alguno.
Con solo subir el extracto bancario a la aplicación, ésta te relaciona automáticamente tus
facturas y gastos con dichos movimientos. Así de fácil, rápido y cómodo.
Por lo general, es normal que el extracto del banco y el registro de tus cuentas no coincidan.
No hay que alarmarse. El objetivo último de la conciliación bancaria es precisamente ese:
averiguar por qué se da esa diferencia (que puede ser porque aparecen ingresos o gastos
correspondientes al mes anterior, por ejemplo), si hay algún error, qué tipo de error y
encontrar una explicación razonable y sin alarmismos.