Sei sulla pagina 1di 12

XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov.

2016

El Estado no está ausente: es visible o invisible

Gustavo Edgardo Blutman

Nubosidades del Estado


Desde un enfoque comparativo de políticas públicas este trabajo describe el cambio del
papel del Estado desde fines del siglo XX. El estado invisible del neoliberalismo se va
modificando por uno visible que encaró acciones que antaño estaban restringidas.

En la actualidad, nos encontramos frente a la clausura de un conjunto de ciclos que había


articulado al Estado desde su matriz estado-céntrica de post-guerra, pasando por la
mercado-céntrica de los 80‟ y 90‟ y enfrentándonos a la socio-céntrica producto del presente
siglo.

En este proceso surgen las dificultades de nominalizar las experiencias presentes como
modelo populista, neo-desarrollista, nacional- popular, progresismo o izquierda nacional.

El siglo XXI, coloca a América Latina en experiencias disímiles. Argentina, Bolivia, Brasil,
Chile, Ecuador, Uruguay y Venezuela han tenido movimientos importantes aunque con
diferente grados de alcance, los casos de México, Perú, Colombia y Paraguay tienen otra
impronta en cuanto a los perfiles de los políticos a cargo sin embargo un importante conjunto
de políticas implementadas no se alejan del posicionamiento del resto de países.

Todos los países de la región tienen algunos rasgos comunes, entre los que sobresale el
agotamiento de las reformas estructurales y las formas de inserción en la globalización –
especialmente en los mercados financieros–, generando como consecuencia un panorama
político más abierto y heterogéneo, inaugurando un nuevo ciclo de transformaciones y
desafíos políticos y económicos.

Si bien es tema de discusión en qué medida y en qué sentido se han producido estos
cambios, es notable la existencia de un juego diferente del Estado del que estuviera
determinado por el ajuste estructural preponderante bajo el paradigma neoliberal. No
podemos dejar de observar que aún existen espacios en donde se mantienen vigentes
algunas líneas directrices de los programas, planes y proyectos de los 90, así como también
que algunos actores han tenido una presencia invariable en el Estado a lo largo de las
últimas décadas.

De la mirada entre los países, se advierte en un primer momento el cierre de un ciclo de


ajustes continuos que había articulado al Estado con el ciclo de valorización financiera y la
desestructuración del modelo desarrollista–populista, y la emergencia de una nueva
modalidad de intervención del Estado que aún se visualiza en construcción.

La idea que subyace, más que un concepto, es la de un Estado que se va visibilizando,


dejando de lado años de funciones de retaguardia, de escasa presencia, de retraimiento, de
invisibilidad. En palabras de Schweinheim (2013, 6-7): “El Estado reaparece como institución

1
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

íntimamente asociada a realidades y valores de la sociedad moderna: la democracia, la


ciudadanía ampliada, los derechos civiles, políticos y sociales, el crecimiento económico, el
desarrollo, el bienestar.”

Por eso reflexionamos respecto de los modelos de gestión estatal de los últimos años del
siglo XX y los primeros años del presente siglo donde va apareciendo una nueva
direccionalidad de las políticas públicas. Esta nueva dirección tiene como eje analizar la
cronología de los cambios en el rol del Estado según su grado de visibilidad respecto del
mercado, revisando la preponderancia de ciertas políticas económicas y sociales respecto de
otras.

Esta cronología de los modelos de gestión estatal es lo que Oszlak (2013) ha marcado como
diferentes tipos de estadios (o Estados): El weberiano, claramente asociado a una
concepción estado-céntrica, el New Public Management, vinculado a una visión mercado-
céntrica y la filosofía del Open Government, que podríamos considerar socio-céntrica y
donde se destaca el rol de la ciudadanía y la sociedad civil.

En los últimos tiempos se ha dado una falsa disyuntiva, más bien teórica, respecto al Estado
ausente u omnipresente. Los debates cayeron en falsos reduccionismos. Las miradas van
desde el Estado mínimo, clásico de las reformas neoliberales de los 90, hasta las posturas
del Estado intervencionista y regulador, que supuestamente la ciudadanía reclama para que
resuelva sus problemas. Siendo nuestra intención la de encuadrar el rol del Estado en la
actualidad comparativamente con otras épocas, adoptamos con prudencia la noción de
Estado visible como contrapuesto al invisible.

Aunque en ambos casos el Estado está presente, su visibilidad resulta más difusa en los 90
cuando a pesar de garantizar la reproducción del capital financiero, éste actuaba como
operador de funciones básicas. Como señala Felcman (2011), el mundo creyó que el nuevo
paradigma neoliberal y su correspondiente modelo de gestión habían venido a quedarse para
siempre (como quizá fue el caso del modelo burocrático-weberiano). Sin embargo, en el 2008
se asistió a la implosión económico-financiera mundial con impactos posteriores. Este
fenómeno socio-económico-político fue denominado el big bang paradigmático. En este
marco el Estado va adquiriendo una importante visibilidad a partir de su actuación en
múltiples decisiones. El retorno de empresas privatizadas en manos del Estado, el aumento
del uso de mecanismos de redistribución del ingreso asociados a la salud y la educación
intensifican el giro ideológico y el punto de inflexión de la invisibilidad a la visibilidad.

Mientras que en los 90 la obra pública pasabaa un segundo plano, o a cargo de la inversión
privada a través de concesiones específicas, la necesidad de dar futuro a la región impulsó
en el presente siglo los requerimientos de planificación con una presencia fuerte del Estado
en la toma de decisiones y con consulta a sectores sociales. Así se inicia una mayor
visibilidad del Estado en el desempeño de las diferentes políticas públicas.

Lo central de la reflexión que presentamos es la idea de que no habría ausencia de Estado


sino un bajo o alto grado de visibilidad o invisibilidad en las formas de accionar del proceso
2
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

de diseño e implementación de las distintas políticas públicas adoptadas en la región.

Como hemos señalado en otro artículo (Blutman y Lavena 2015), la noción de invisibilidad se
vincula directamente con el no intervencionismo estatal planteado por Adam Smith, con su
clásica referencia a la mano invisible del mercado. Si bien el concepto se asocia con el
liberalismo clásico, la expresión fue desarrollada de manera muy general por el autor en dos
de sus libros:

“(…) and he is in this, as in many other cases, led by an invisible hand


to promote an end which was no part of his intention” (Smith 1852:
185)” y,
“They are led by an invisible hand to share out life‟s necessities in just
about the same way that they would have been shared out if the earth
been divided into equal portions among all its inhabitants” (Smith 1790:
165).

La fuerza de la expresión llevó a que gran cantidad de autores la hayan referenciado para
sostener o criticar determinadas teorías.

Despejando algunas dudas podemos señalar que la mano invisible es:

“… un proceso por el cual la persecución del interés individual en una


sociedad competitiva (sin regulaciones) da por resultado el bienestar
general (por caso, la creación de empleo). Es invisible porque ese
bienestar no ha sido la intención expresa de alguien en especial. Es la
imagen de las ´fuerzas del mercado´, explica la ventaja natural de no
interferir en el orden natural de las cosas” (Etkin, 1999: 50).

La noción de visibilidad se presenta en relación a la prioridad que se otorga no al mercado


sino a la dirección y la planificación de las organizaciones; en el caso de Chandler (1987), la
planificación de las empresas privadas. Si bien su trabajo no hace referencia directa al
Estado, la contraposición al pensamiento de Smith está marcando una impronta que se
manifiesta en que el laissez-faire no queda muy claro.
La mano visible del Estado se va afirmando ex post a la crisis del 30 del siglo XX, se
desarrolla en la segunda posguerra mundial y se afirma en los 60 de ese siglo. La última
etapa a nivel mundial (décadas del 80 y 90) es una crítica a ese papel de Estado benefactor
que se había consolidado en el siglo XX y que redundará en una vuelta de esa mano
invisible, comúnmente denominada etapa neoliberal, bastante penetrante en las estados
latinoamericanos.

Como veremos a continuación la visibilidad e invisibilidad del Estado se da en fases que


varían en gradualidad en cada uno de los países seleccionados.
Miradas espejadas del Estado y la Administración Pública
Los abordajes neoliberales consideran que si bien los mercados de los países
subdesarrollados son muy imperfectos, sus Estados son todavía peores, por lo que las
3
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

intervenciones públicas sólo agravarían las cosas. El corolario es que hay que dejar que
surja el mercado y luego su carácter autorregulado y autopropulsado expandirá la sociedad
de mercado –y la modernización y bienestar consecuente- a todo el país (Blutman y Cao,
2012).
Como complemento de este análisis, la teoría de la elección pública utilizó este instrumental
para analizar el funcionamiento del Estado. Las obras liminares en este sentido (Buchanan y
Tullock, 1999, edición original 1962; Downs, 1957) sostienen que el funcionario público,
como ser racional, busca maximizar la utilidad de su cargo, es decir, obtener el máximo
provecho para sí mismo. De esta forma, el comportamiento de los burócratas y políticos es
maximizador del presupuesto público, principalmente en lo que concierne a sus propios
intereses, y en un segundo plano buscar el bienestar social.

De este supuesto se desprende que hay una diferencia central entre el mercado económico y
el de la política, y cómo en cada uno de ellos se sigue el interés egoísta. En el primero, se
impulsa la optimización de la producción y el consumo. El segundo, en virtud de la asimetría
en la información -pues el ciudadano común normalmente permanece desinformado sobre el
total de aquellas áreas de la política gubernamental que afectan sus gastos e ingresos-
termina generando que los políticos reasignan recursos en su propio provecho lo que hace
que, indirectamente, el gobierno se apropie de recursos de los contribuyentes.

En síntesis, se argumenta que la existencia de fallas de mercado no justifica la intervención


estatal, ya que la intervención correctora tiene costos más altos que los ocasionados por una
falla de mercado. En tal sentido, se evalúa que la intervención del gobierno es superflua ya
que generalmente es el responsable de los problemas macroeconómicos. Para la solución de
las fallas de mercado se propone más mercado, clarificando derechos de propiedad y
desarmando la estructura burocrática del sector público para instalar circuitos con formas
mercantiles; estas posturas vinculan directamente este enfoque con los abordajes del New
Public Management (Hood, 1995; Osborne y Gaebler, 1992).

Avanzada la década de los 90 comenzaron a tener cada vez mayor influencia las posiciones
neo-institucionalistas que criticaban varios de los axiomas relativos al Estado mínimo. Según
esta perspectiva, las instituciones entendidas como “reglas de juego en una sociedad” son
las que terminan estableciendo la configuración de los mercados político y económico. Hay
configuraciones que incentivan el crecimiento y la organización productiva de los agentes
económicos, mientras que otras llevan a la desorganización y a costos que reducen la
competitividad del todo social.

El neo-institucionalismo es un abordaje fecundo que ha generado perspectivas y


aproximaciones diferentes de la problemática que nos ocupa, pero que en la versión de
mayor influencia en la Argentina -la que estuvo inscripta en los trabajos del Banco Mundial-
sólo presenta variaciones menores frente a la ortodoxia neoliberal. En esta visión se matizan
las proposiciones relativas a que la falla de Estado es siempre peor que la falla de mercado,
se rechaza el supuesto de la autorregulación de los mercados y se reconoce el carácter de
construcción histórica de las sociedades de mercado, pero se sigue pensando en una
sociedad liderada por el capital, donde se deben limitar las intervenciones desde afuera del
4
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

ámbito mercantil.

El punto de partida teórico es la aceptación de la idea de que las organizaciones


gubernamentales son ineficaces y por ende el mecanismo que garantiza la eficiencia de las
transacciones es el mercado. El diseño organizacional privilegiado por este modelo será
aquél que adopte un enfoque de mercado fundamentado en la elección individual de
maximización de la utilidad, orientado en la innovación y el cambio, focalizado en la misión
de la organización con una estructura en competencia por la provisión de servicios y un
liderazgo donde la autoridad es emprendedora y el ciudadano es considerado un cliente.De
allí que la base valorativa resida en la eficacia de la competencia y la eficiencia del mercado.
El Estado permanece en su rol de regulador de los instrumentos contractuales aunque
invisible frente a la preponderancia del accionar del mercado que viabiliza las interacciones
entre los contratantes.

Este modelo individualista de gestión asociado a las estrategias de reforma administrativa


que se sucedieron en la década de los 90 bajo los gobiernos que instrumentaron ideas de
corte neo-liberal en la región, aparece como una alternativa que cuestiona el arreglo
jerárquico-burocrático de la administración pública. Sus propuestas fueron recibidas por la
sociedad (gobierno, ciudadanía y academia) como herramientas de reconstrucción,
modernización y mejora del Estado y la gestión pública.

Desde hace más de una década el escenario conceptual sobre la modernización estatal está
atravesado por el paradigma del New Public Management (NPM) y los aportes de las teorías
neo-institucionalistas. Más recientemente, se incorpora a este debate la crítica neo-
weberiana.

En diferentes lugares del mundo se está promoviendo una revisión de las recomendaciones
del NPM con la intención de refundar el estado weberiano burocrático (algunas corrientes
denominan a este modelo New Weberian State). Esta perspectiva se propone una
modernización de sus procesos y enfoques de gestión, llamado también el big bang
paradigmático de los modelos de gestión (Felcman, en Felcman y Blutman, 2011).

En el caso de América Latina, la crítica neo-weberiana ha sido disparada por:


- La inexistencia de burocracias racional legales que pudieran ser el punto de partida
para las políticas del NPM, y
- el bajo alcance de la implementación de los modelos gerenciales de gestión.

Se considera que en América Latina, por lo general, no llegó a institucionalizarse sino parcial
y excepcionalmente el sistema que Weber llamó de dominación racional-legal encarnado en
la burocracia. De ésta se tomaron las apariencias formales pero en ausencia de los
condicionamientos socio-económico-políticos necesarios, lo que se desarrollaron
mayormente fueron “buropatologías”, que en el mejor de los casos se aproximaban al
sistema mixto que Weber llamó “burocracias patrimoniales”.

Retomando esas posturas, la conclusión fundamental a la que llegan los neo-weberianos es


5
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

que la mejor solución a estos problemas es la aportada por el régimen de la administración


burocrática. La razón fundamental es que el diseño de un sistema de incentivos asegurador
de que los funcionarios de autoridad actuarán para el interés público, difícilmente puede
inspirarse en los esquemas gerenciales disponibles en el sector privado.

Ante esta situación y para el aseguramiento de los intereses generales, la solución razonable
consiste en someter las actividades exclusivas del Estado no al régimen gerencial y
contractual propio del sector privado, sino a los arreglos institucionales característicos del
sistema burocrático. En otras palabras, no es el control de resultados sino el sometimiento a
reglas precisas lo que ayudará a resolver -imperfectamente- los problemas del Estado.

La tesis principal es que, dada la posición monopolista que generalmente ocupan los
organismos y agencias de regulación e intervención, la mejor oportunidad disponible para
influir positivamente en el comportamiento de sus funcionarios es la ordenación de su
promoción estructurada en régimen de carrera administrativa.

Cabe preguntarse qué elementos deberían estar presentes para articular la dimensión del
Estado como relación social con la instancia estatal operativa. Siguiendo los análisis de la
crítica neo-weberiana al NPM, la burocracia es un piso que debe construirse, una estructura
básica imprescindible para plantear abordajes post-burocráticos.

En términos de instrumentos se retoma de forma crítica mucho del herramental desarrollista


clásico. En esta dimensión, el desarrollismo promovía un componente tecnocrático bastante
marcado: los expertos ocupaban un rol importante y decisorio en el frente nacional que se
oponía a gobiernos sostenidos por los sectores agro exportadores. Si bien el abordaje tecno-
burocrático tiene alguna presencia en la discusión de ideas en la administración pública, hay
elementos para pensar que esta perspectiva no es la más relevante para la época.
En primer lugar, no debe perderse de vista la conflictividad desatada en varios países con
gobiernos de izquierda o centro izquierda entre los cuadros profesionales y la conducción
política.
En segundo lugar, y vinculado con lo anterior, debe remarcarse que es central en el
dispositivo discursivo la idea de preeminencia de la política como último ordenador del todo
social del país.
En suma, si la tensión clave de la perspectiva institucionalista del NPM se daba en descubrir
cómo fortalecer la Administración Pública sin poner en riesgo el libre mercado, en la
perspectiva post-burocrática se trata de encontrar cómo reconstruir una estructura
burocrática profesional sin debilitar la conducción política.

Visiones para el siglo XXI


A partir de la crisis de principios de este siglo se despliegan en buena parte de América
Latina una serie de ideas y conceptos que impugnan la experiencia neoliberal y rebasan la
crítica que esbozan las aproximaciones neo-institucionalistas. Estas aproximaciones parten
de considerar que el crack económico, social y político de varias de estas sociedades está
indicando una nueva situación epocal, asimilable a otras, tales como las disparadas por la
6
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

crisis del comercio exterior en el 30 ó del petróleo a inicios de los 70 y que demarcan,
simbólicamente, la separación de fases cardinalmente diferentes.

La nueva época tiene como sustrato material tanto elementos de orden mundial -el fin del
ciclo de hegemonía de la valorización financiera hacia otro en donde la irrupción de China
posibilita una reinserción con un perfil más industrial en el mercado mundial- como otros
vinculados a proceso propios de América Latina. Se suspende la etapa de reflujo social,
abriéndose un nuevo ciclo de movilización y presencia ciudadana que se traduce en el triunfo
electoral de varios gobiernos catalogados de izquierda, centro izquierda, progresistas o
populistas.

En esos esquemas se han recuperado muchos elementos de la etapa desarrollista, aunque


ponen el énfasis en los equilibrios fiscales, la integración y promoción de la inserción activa
en el mercado mundial, por oposición a la visión de economía cerrada del periodo
1930/1976.

En lo que hace al Estado, estas propuestas presentan una diferencia importante con las que
se desarrollaron décadas atrás: ni aún en sus proposiciones más radicalizadas sostienen
modelos de trabajo a la cubana, basados casi exclusivamente en la administración estatal.
En todos los casos, y sin dejar de considerar al sector como elemento clave, se postulan
diferentes formas de intervención estatal más allá de la gestión directa: asociación
público/privado, gestión mixta, apoyo a la gestión social, promoción, regulación, planificación,
concertación, e inclusive instancias de mercado.

Un enfoque central para el análisis de estas posturas es la del Estado enraizado (Evans,
2007), diferente al predatorio y al desarrollista en donde el Estado está presente para la
transformación estructural (como en los casos de Japón, Corea, Taiwán). Es activo y tiene un
papel central en la acumulación industrial, encauzando el capital a inversiones de riesgo,
mejorando a las empresas, insertándose en los mercados. Hay una relación simbiótica entre
autonomía estatal y competencia de mercado.

En la base de toda esta construcción está el dilema acerca de si este Estado –y la


Administración Pública como la ejecutora de sus mandatos- se podrá convertir en un
contrapoder que discipline el capital y proteja a las grandes mayorías de las tendencias más
agresivas de la globalización.

Sader (2015) destaca que el neoliberalismo ha buscado destruir la imagen del Estado,
colocando en su lugar la centralidad del mercado. Hay una idea de expandir la esfera
mercantil a través del poder de compra de los consumidores. Este planteo sostiene que
democratizar las sociedades es desmercantilizarlas, transfiriendo de la esfera mercantil hacia
la pública los servicios que el modelo neoliberal ha cercenado.
Por otra parte Santos (2010) afirma, que el Estado es un animal extraño, mitad ángel y mitad
monstruo, pero sin él muchos otros monstruos andarían sueltos, insaciables, a la caza de
ángeles indefensos. El modelo de más mercado y menos Estado se iría transformando en
más Estado, más mercado y más ciudadanía incluida, aunque nunca se ausentarán los
7
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

Estados. En el auge del neoliberalismo, los Estados no se achicaron sino que redefinieron
sus objetivos y su presencia activa se direccionó abiertamente hacia la defensa de los
intereses de los sectores de mayor concentración y poder económico.

La visibilidad e invisibilidad del Estado no solo se da en su intervención específica sino


también en la ampliación de voces de actores anteriormente invisibles. En el caso de Bolivia
y Ecuador, se incorporaron constitucionalmente los pueblos originarios como actores sociales
(Santos, 2010). El rolde la agricultura familiar, la planificación estratégica, el lugar amplificado
que ocupan diferentes movimientos sociales representa la incorporación de espacios de
ciudadanía anteriormente inexistentes. Así las organizaciones públicas no estatales reclaman
un papel más destacado en la definición, diseño e implementación de las políticas públicas
en las cuales sus intereses no se vieron históricamente representados.

El Estado comparte entonces la esfera pública con los actores volviéndose un Estado
relacional, pasando de la lógica de provisión de servicios, focalizada en el sector privado, a
una nueva atención a la coproducción de servicios, ampliando las funciones de
planeamiento, diseño, administración, distribución, monitoreo y evaluación de las actividades
asociadas a la misma (Smith y Huntsman, 1997; Bovaird, 2007).

Como contracara, aparecen discrepancias con las acciones neopopulistas, que sostienen la
necesidad de la vuelta a un mundo liberal. Así, las transformaciones en el rol del Estado van
visibilizando los matices de una presencia/ausenciavinculada con su participación en los
procesos sociales, políticos y económicos.

Cuestiones de Estado
Levitsky (2015) plantea que la ola de izquierda en América Latina comienza a retroceder a
partir de dos causas que considera centrales: el desgaste natural después de años de
gobierno de dicho signo político, y el debilitamiento de la economía fundamentada en la
explotación de las materias primas. Pero estos gobiernos, salvo Venezuela, demostraron la
aplicación de políticas redistributivas que mejoraron los ingresos de millones de familias a
través de programas de transferencias de recursos entre los distintos ciudadanos en
situación histórica de vulnerabilidad socioeconómica.

A los efectos de señalar el pasaje de una fase de invisibilidad a otra de visibilidad del Estado
es posible describirlos: Por un lado, buscando identificar la presencia o ausencia de políticas
públicas redistributivas en la cronología del accionar del Estado en cada país.

Por el otro, buscando identificar la presencia/ausencia de modelos tecnocráticos o


participativos de gestión, como por ejemplo el uso de planeamiento estratégico adoptado a la
hora de diseñar e implementar políticas públicas que incorporen a los actores sociales en
este proceso.

La Tabla 1 resume los conceptos que buscamos detectar en la revisión de las políticas
públicas como marcar los cambios en los grados de invisibilidad/visibilidad medida respecto
de la identificación de las políticas con los paradigmas neoliberal de fines del siglo XX, y
8
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

post-burocrático (neo-weberiano/post-neoliberal/neo-populista) en la primera década del siglo


XXI respectivamente.

Tabla 1: El Estado visible/invisible según modelos neo-liberales y post-neoliberales

Visibilidad / Invisibilidad Modelos


del Estado
Cambios en la relación Neo-liberalismo Post-Burocrático
Estado –Sociedad Invisibilidad Visibilidad
Representatividad de Ausencia de políticas Presencia de políticas
intereses de actores que representen los que representen los
sociales históricamente intereses de los intereses de los actores
sub-representados en la actores sociales sociales históricamente
orientación de las políticas históricamente sub- sub-representados
públicas representados

Participación de actores Ausencia de acciones Presencia de acciones


sociales históricamente políticas públicas y políticas públicas y
excluidos de la participación planes estratégico planes estratégico
en el diseño y la participativos de diseño participativos de diseño
implementación de las y gestión de las y gestión de las
políticas públicas políticas públicas políticas públicas
Elaboración propia

Algunas ideas finales


Tomando en cuenta la representatividad de intereses de actores sociales que históricamente
han estado sub-representados en la orientación de las políticas públicas y la participación de
actores sociales históricamente excluidos de la participación en el diseño y la implementación
de las políticas públicas podríamos pensar en unesquema provisorio que identifique algún
grado de estrechez o lejanía de los modelos neoliberal y los llamados post neoliberales.

Durante la fasede auge de políticas públicas de corte neoliberal, caracterizada por la


ausencia de representatividad de ciertos sectores y la falta de participación en el diseño y la
implementación de políticas públicas por parte de actores de la sociedad civil, encontramos
un Estado con tendencia a la invisibilización de esos grupos socialeslos casos más
representativos ejemplo son los de Argentina y Chile. Una situación intermedia de
invisibilidad se dio en Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela, y baja en Uruguay.

En la fase posterior, priman políticas públicas que gradualmente incorporan la


representatividad de intereses de actores sociales históricamente sub-representados en la
orientación de las políticas públicas, y la participación de actores sociales históricamente
excluidos en el diseño y la implementación de las políticas públicas (post neoliberal).
Encontramos un Estado visibleprioritariamente en Bolivia, Ecuador y Venezuela. Una
situación intermedia de visibilidad en en Argentina y Brasil, y baja en Chile y Uruguay.

9
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

El diagnóstico descriptivo de la visibilidad del Estado permite detectar que el mismo ha


estado invisible durante la década de los 90 (paradigma neoliberal) respecto de los niveles
de participación e involucramiento en las diferentes políticas públicas. La permanencia del
Estado en dicha época se hace presente en su rol de favorecer acciones del capital, impulsar
procesos de privatizaciones, descentralización, desregulación, disciplina fiscal, y reducción
del gasto público entre otros. En este sentido, el proceso de Reforma del Estado ha
contribuido a poner en relieve su retraimiento para actuar como organización de segundo
piso en términos de Bozzo, Lópezy Zapata (1999).

En el presente siglo, en instancias diferentes (modelo post-neoliberal), la visibilidad del


Estado aumenta en sus acciones de intervención, regulación, participación, representatividad
de grupos históricamente excluidos en el diseño y la implementación de políticas activas en
distintas áreas: infraestructura, agricultura, industria, educación, entre otros.
Las principales repercusiones de nuestra mirada preliminar del rol del Estado nos permiten
concluir que el modelo neoliberal de Estado invisible y retraído del siglo pasado se encuentra
en proceso de mutación hacia un modelo de intervención de alta visibilidad y presencia en
acciones altamente significativas para la ciudadanía.

Esta nueva fase del Estado visible de la actualidad, se caracteriza por la competencia y la
apertura plenas en los planos nacional e internacional, en un mercado mundial unificado. Por
ello es la etapa más violenta del capitalismo pero, al mismo tiempo, aquella en la que la
violencia se hace más invisible (Moncayo, 2012).

Considerar estas facetas que ha ido adquiriendo el Estado nos introduce en momentos en los
que fluyen los pensamientos hacia nuevos horizontes. En algunos países de la región los
horizontes electorales y políticos parecen renovar la confianza en el mercado frente al Estado
que en los últimos años nos mostraba un protagonismo fuerte como articulador de las
demandas de la ciudadanía. Este resurgimiento enfático de enfoques post-neoliberales
difícilmente represente una ruptura total respecto de la visibilidad del Estado en relación a su
papel más activo y presente en la articulación de las demandas de la sociedad.

Bibliografía
Blutman, Gustavo – Lavena Cecilia (2015) “Continuidades y rupturas en el Estado en
Argentina” Ubacyt 2014-2017 – Pict 2015-2017 ANCyT. Buenos Aires mimeo.
Blutman, G. y Cao, H. (2012). Hoja de Ruta sobre Reforma y Modernización del Estado:
repasando algunos términos del debate. Revista Aportes, 30, p. 15-42.
Blutman, G. (2013). Ensayos truncos de reforma y modernización del Estado en Argentina.
En Madurerira, C. Y Asencio, M. (eds.) Handbook de Administración Pública. Lisboa:
INA Editora.
Bozzo, C.; Lopez, B., y Zapata, A. (1999). Serie de Investigaciones en Administración
Pública. Centro de Investigaciones en Administración Pública. La segunda Reforma del
Estado, crónica de un fracaso anunciado. En Blutman, G. (comp.) Universidad de
Buenos Aires, Facultad de Ciencias Económicas, Buenos Aires, Argentina.
Bovaird, T. (2007). Beyond Engagement and Participation: User and community coproduction
of public services. Public Administration Review, 67(5), p. 846-860.
10
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

Buchanan, J. y Tullock, G. (1962). The calculus of consent: logical foundations of


constitutional democracy. Michigan: University of Michigan Press.
Chandler, A. (1987). Centro de Publicaciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.La
mano visible. La revolución en la dirección de la empresa norteamericana, Madrid,
España.
Downs, A. (1967). Inside Bureaucracy. Boston: little Brown.
Etkin, J. (1999) Metáfora y doble discurso político. Buenos Aires, Eudeba: Editorial
Universidad de Buenos Aires.
Evans, P. (2007). El Estado como problema y como solución”.
en Lecturas sobre el Estado y las políticas públicas: retomando el debate de ayer para
fortalecer el actual. Proyecto de Modernización del Estado – Jefatura de Gabinete de
Ministros de la Nación – Argentina.
Felcman, I. y Blutman G. (2011). Nuevos Modelos de Gestión Pública. Buenos Aires,
Argentina: TemasGrupo Editorial.
Hood.C. (1995). The „New Public Management‟ in the 1980s: variations on a theme.
Accounting Organization and Society, 20 (2/3), p. 93-109.
Levitsky, S. (2015, Abril 5). ¿El fin del giro a la izquierda? Diario La República. Relevado de
<http://www.larepublica.pe/columnistas/aproximaciones/el-fin-del-giro-a-la-izquierda-05-
04-2015>
Moncayo, V. (2012). ¿Cómo aproximarnos al
Estado en América Latina? En: El Estado en América Latina: continuidades y rupturas.
Santiago de Chile: Editorial Arcis CLACSO. Documento en línea
<http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/gt/20121127121700/ElEstadoenAmericaLati
na.pdf>
Oszlak, O, (2013). Jornada inaugural en la IX Conferencia de la INPAE: "Enseñanza y
Pedagogía de la Gestión de Políticas Públicas: Desafíos y Actualidad para un Nuevo
Servicio Público". La gestión pública post-ngp en américa latina: balance y desafíos
pendientes. Mayo 2013, Santiago, Chile.
Osborne D. y Gaebler T. (1992). Reinventing Government.Reading, MA: Addison-Wesley.
Sader, E. (2015, Marzo 7). La batalla de las ideas. Página 12 Relevado de:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-267552-2015-03-07.html
Santos, B. (2010). Refundación del Estado en América Latina Perspectivas desde una
epistemología del Sur. Lima: Instituto Internacional de Derecho y Sociedad, Programa
Democracia y Transformación Global.
Schweinheim, G. (2013). Continuidades, rupturas y conjeturas sobre Estado, Sociedad y
administración pública en América Latina. En: Krieger, Mario (2013). Estado y
Administración Pública, Buenos Aires: Errepar, p. 6-7.
Smith, A. (1790). The Theory of Moral Sentiments.Sixth edition meta libri Documento en
línea: <http://www.ibiblio.org/ml/libri/s/SmithA_MoralSentiments_p.pdf>
Smith, A. (1852). An inquiry into the nature and causes of the wealth of nations.By ll.d.f.r.s.
London: t. nelson and sons, paternoster row;
and Edinburgh. MDCCCLII. Documento en línea:
<http://www.gutenberg.org/files/38194/38194-h/38194-h.htm>
Smith, G. y Huntsman, C. (1997). Reframing the Metaphor of the citizen-government
perspective: A Value-centered perspective.Public Administration Review, 57(4), p. 309-
11
XXI Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Santiago, Chile, 8 - 11 nov. 2016

318.

Reseña biográfica
Doctor en Administración. Magister en Administración Pública. Lic. en Ciencia Política y en
Sociología. Secretario Académico del Centro de Investigaciones en Administración Pública y
Profesor de Administración Pública y Gestión de Políticas Públicas en la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Director de proyectos de
investigación y autor de libros, artículos y documentos en temas de Estado, Administración y
Políticas Públicas.

12

Potrebbero piacerti anche