Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
La construcción social
del espacio turístico
A propósito del
turismo
La construcción social
del espacio turístico
© Salvador Antón Clavé, Francesc González Reverté, Martí Cors i Iglesias, Alfonso Fernández
Tabales, Josep Gala Micó,María García Hernández, Belén Gómez Martín, Joan Miquel Gomis
López, Antonio Lacosta Aragüés, Enrique Navarro Jurado, Marta Nel.lo Andreu, Antonio Paolo
Russo, Xosé M. Santos Solla, Eduardo Salinas Chávez, Carles Tudurí Borrás, del texto.
© Imagen de la cubierta: Thiru Murugan
© Editorial UOC, de esta edición
Rambla del Poblenou 156, 08018 Barcelona
www.editorialuoc.com
ISBN: 978-84-9788-574-4
Depósito Legal
Ninguna parte de esta publicación, incluyendo el diseño general y de la cubierta, podrá ser copiada,
reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma ni por ningún medio, tanto si es eléctrico como
químico, mecánico, óptico, de grabación, fotocopia, o por otros métodos, sin la autorización previa por
escrito de los titulares del copyright.
Coordinadores
Salvador Anton Clavé
Doctor en Geografía. Actualmente es profesor titular de Análisis Geográfica Regional en la Universitat
Rovira i Virgili, donde ejerce como director de la Escola Universitària de Turisme i Oci. Es también director
general del Parc Científic i Tecnològic de Turisme i Oci impulsado por la propia universidad. Autor de
numerosas publicaciones científicas, su último libro ha sido The global theme park industry (CABI, 2007)
Autores
Martí Cors i Iglesias
Doctor en Geografía por Universitat de Barcelona en el año 2004. Actualmente es profesor asociado del
Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional de la Universitat de Barcelona y colabora
con la Escuela Universitaria de Turismo Euroaula, suscrita a la Universidad de Gerona. Su línea de investiga-
ción se sitúa dentro del campo de la geografía del turismo, especializado en turismo rural y de interior y es
miembro del equipo del proyecto de investigación “Turismo y desarrollo sostenible en la Cataluña interior:
Estrategias innovadoras para el aprovechamiento turístico del patrimonio natural y Cultural” del Ministerio
de Educación y Ciencia.
Alfonso Fernández Tabales
Profesor titular de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Sevilla. Ha orientado su carrera profesio-
nal y académica a las relaciones entre la actividad turística y los procesos de desarrollo en la escala regional
y local. Miembro del equipo redactor del Plan General de Turismo de Andalucía 2003-2006. Co-director del
Plan SENDA (Plan de ordenación del turismo en el espacio rural andaluz). Miembro del equipo redactor del
Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía 2007-2010.
Josep Gala Micó
Es diplomado en Turismo. Ha cursado estudios de master en Gestión de Empresas Turísticas (Universitat de
Barcelona) y también en Planificación de Destinos Turísticos (Universitat Autònoma de Barcelona), especiali-
zándose en la Gestión del Desarrollo Sostenible. Ha realizado labores de consultoría a diferentes empresas tu-
rísticas. Ha trabajado en negocios de hotelería. Ha realizado puestas en marcha de negocios de restauración y
ha sido director de unidades de restauración. Desde 2003 es Responsable de Proyectos de ACTLC (Asociación
Catalana para el Tiempo Libre y la Cultura) diseñando y ejecutando tareas de consultoría en programas de
desarrollo local sostenible y desarrollo de organizaciones, en países como Argentina, Bolivia, España y Ma-
rruecos. Compagina su actividad profesional con tareas de docencia en estudios universitarios y de master de
Turismo, y es consultor de la Universitat Oberta de Catalunya en la asignatura de Desarrollo Sostenible de la
diplomatura en Turismo del Programa de Economía y Empresa.
María García Hernández
Doctora en Geografía por la Universidad Complutense de Madrid (2001). Licenciada en Documentación
por la Universidad Carlos III de Madrid. Forma parte del Grupo de Investigación “Turismo, Patrimonio y
Desarrollo“ del Dpto. de Geografía Humana de la Universidad de Castilla La Mancha que dirige el profe-
sor Dr. Miguel Ángel Troitiño Vinuesa. Título de la tesis doctoral: “Turismo y conjuntos monumentales:
capacidad de acogida turística y gestión de flujos de visitantes”. Durante los años 2001 y 2002 trabajó
como gerente del Plan de Excelencia Turística de la ciudad de Ávila (Ayuntamiento de Ávila). Actualmen-
te es profesora del Dpto. de Geografía Humana de la UCM. Ha participado en numerosos proyectos de
investigación realizados para distintas instancias de la administración pública (Secretaría de Estado de
Turismo, TURESPAÑA, Patronato de la Alhambra y Generalife, ayuntamientos, etc.) y es así mismo autora
de numerosas publicaciones relacionadas con la materia.
Belén Gómez Martín
Doctora en Geografía por la Universitat de Barcelona. Desarrolla su actividad profesional en el Departament
de Geografia Física i Anàlisi Geogràfica Regional de la misma universidad, donde es profesora agregada.
Joan Miquel Gomis López
Director del Programa de Turismo de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Ca-
talunya. Doctor en Ciencias Económicas por la Universitat de Barcelona. Licenciado en Ciencias de la In-
formación por la Universitat Autònoma de Barcelona. Director académico del postgrado sobre Dirección y
Marketing de Empresas Turísticas de la la UOC y la Universitat de les Illes Balears. Coordinador docente del
master de Alta Gestión en Política y Estrategia de los Destinos Turísticos de la UOC y la Organización Mundial
del Turismo (OMT). Ha sido director y adjunto al editor de la revista Editur. Es co-fundador y vice-presidente
de Turismo Justo (www.turismojusto.org).
Antonio Javier Lacosta Aragüés
Licenciado en Geografía. Profesor asociado en el Dpto. de Geografía y Ordenación del Territorio de la Univer-
sidad de Zaragoza. Entre otros temas de interés científico, su línea de investigación principal se centra en el
estudio del desarrollo e implantación de la actividad turística en el medio rural.
Enrique Navarro Jurado
Doctor en Geografía, docente de Recursos Territoriales Turísticos en la diplomatura de Turismo (Universidad de
Málaga) y subdirector del master en Dirección y Planificación Turística. Autor y coautor de varios libros sobre
planificación turística en España y Latinoamérica, con artículos, intervención en master-doctorados y proyectos
de investigación nacionales e internacionales. Asesor-experto en distintas planificaciones locales y regionales.
Marta Nel·lo Andreu
Licenciada en Geografía e Historia. Doctora de la Universitat Rovira i Virgili. Premio extraordinario de Doc-
torado (2002-03). Profesora de la Unitat de Geografia desde 1994. Profesora lectora de la Escola de Turisme i
Oci de la URV. Consultora de la asignatura de Ecoturismo de la Universitat Oberta de Catalunya. Docencia
en masters y postgrados a nivel nacional e internacional. Miembro del Grup de Recerca d’Anàlisi Territorial
i Estudis Turístics de la Unitat de Geografia. Participación y dirección en proyectos competitivos concedidos
por el AECI y la DGICIT. Publicaciones en revistas especializadas en materia turística como Turismo, Estudios y
Perspectiva en Turismo, Re-tour, Journal of Tourism and Development, entre otras, así como publicaciones de libros
y manuales de geografía. Miembro de comisiones y grupos de expertos en turismo.
Antonio Paolo Russo
Profesor en la Universitat Rovira i Virgili y Director del Parque Científico y Tecnológico de Turismo y Ocio.
Obtuvo el PhD en Economía en el 2002 en la Universidad Erasmus de Rotterdam, trabajando en el instituto
de análisis urbano comparado, con el cual sigue colaborando. Sus intereses de investigación incluyen la pla-
nificación turística, la economía regional y urbana, y la geografía cultural.
Eduardo Salinas Chávez
Catedrático de Geografía Regional en la Universidad de La Habana, Cuba, especialista en Ecología del Paisaje,
Turismo y Ordenamiento Territorial. Ha publicado mas de 70 artículos científicos, varios capítulos de libros y 10
libros sobre Geografía Física y Regional, actualmente coordina varios proyectos de investigación con universida-
des españolas y desempeña labores como Secretario Ejecutivo de la Red de Investigación Aplicada al Turismo.
Xosé M. Santos Solla
Doctor en Geografía por la Universidad de Santiago de Compostela, profesor de Geografía humana en la
misma universidad. Director del Centro de Estudios Turísticos, CETUR, de la USC. La principal línea de in-
vestigación está centrada en el turismo, habiendo participado en diferentes proyectos relacionados con esta
materia, así como en la autoría de libros y artículos.
Carles Tudurí Borrás
Doctor en Ciencias de la Información. Ha trabajado en diversos medios de comunicación, como Televisión
Española, Agencia Efe, Colpisa, Diario de Mallorca, Editur o Televisió de Mallorca. Esta labor se complementa
con su faceta como docente, puesto que es profesor asociado en la Universitat de les Illes Balears i consultor
de la Universitat Oberta de Catalunya. Es fundador y presidente de Turismo Justo. Es autor del libro Turismo
responsable. 30 propuestas de viaje, Editorial Alhena Media 2007.
© Editorial UOC 7 Índice
Índice
Apéndice........................................................................................................ 329
Flash fotográfico
Un ejemplo de caricatura de turista
Flash fotográfico
¿Como vender viajes a turistas?
El recurso a la experiencia del viajero es una sugerente forma de enlazar con las
nuevas tendencias del turismo “independiente”, aunque sea canalizado a través
de una de las empresas intermediarias españolas más importantes en volumen de
facturación.
© Editorial UOC 16 A propósito del turismo
«1.- Un turista es una persona que se desplaza temporalmente, con la clara voluntad de
retorno. La relación entre turista y lugar es fugaz, instantánea. Ello no quiere decir necesa-
riamente que sea banal: es transitoria
»2.- Los turistas se desplazan por una función recreativa […] No es un antropólogo,
ni una ONG, ni un investigador social. Es un turista, es decir, la función última del
acto de viajar siempre es lúdica.
»3.- El turismo implica un cierto grado de transgresión. El turista tiene una función
carnavalesca: es una transgresión de los valores sociales, culturales e incluso sexuales
[…]Los turistas modifican (modificamos) sus códigos de conducta y con frecuencia
los invierten.»
Visto desde la lógica del homo ludens al sambenito que cuelga del turista se
le difuminan algunos tópicos. Un turista ataviado de turista que discurre por
las Ramblas de Barcelona no es necesariamente un personaje estúpido que no
tiene noción alguna de geografía sino mucho más probablemente una persona
que relaja sus costumbres y transgrede con su vestimenta el comportamiento
habitual del día a día. Un turista que se relaja en la playa no es necesariamente
alguien pasivo con nulo interés intelectual, sino más probablemente alguien
que decide disfrutar sin hacer nada como estrategia para compensar su estrés
cotidiano. Un turista que regresa de un viaje al Líbano sin haber percibido o
comprendido bien del todo las diferencias entre grupos sociales y religiosos no
es necesariamente un ser banal sino más probablemente una persona que ha
estado poco tiempo en un lugar como para comprender fenómenos complejos,
o que simplemente lo ha dedicado a otros menesteres de su interés.
Caleidoscopio
Miradas cruzadas entre turistas y viajeros
«Existe un esnobismo relacionado con los viajes. Paul Bowles lo definió con una reflexión
malvada y ya muy manida en la que, para conceder prestigio al viajero negándoselo al
turista, invitaba a despreciar a cualquiera que saliera de casa con billete de vuelta. Hoy
en día, el turismo se ha convertido en un fenómeno de masas si cabe aún más abruma-
dor gracias a las posibilidades que ofrece el low cost. Las compañías aéreas y los hoteles
de bajo coste han logrado que se pongan a viajar personas que antes jamás salían de su
minifundio existencial, de su barrio, del bar de la esquina, y por tanto, han rebajado la
aureola romántica y exclusiva de que antes gozaba quien pudiera mostrar sellos exóticos
en las páginas de su pasaporte. Llega uno a los palacios de terracota de Tombuctú o a
la sombra de las pirámides de Gizeh y, en vez de una aventura, lo que se encuentra es al
frutero del barrio. Como hemos visto últimamente en Yemen, sólo el terrorismo interfiere
con una nota de azar fatal que todavía puede frenar en algunos puntos del mapa a la
horda con cinturón de calabazas y protector solar. Es por eso que la figura del correspon-
sal de guerra es casi la única que conserva la pátina de audacia y romanticismo que en
tiempos menos globales tenía cualquier viajero que se aventurase en las sombras de la
terra incognita de las que ya han sido privados los mapas.»
David Gistau
Fuente: Revista Chesterton <http://chesterton.es/?numero=7&articulo=turista>.
© Editorial UOC 18 A propósito del turismo
» DE ACUERDO, sabemos ahora qué no debemos hacer cuando estamos en ruta. Pero
¿Cómo hacer para viajar como un auténtico viajero?
»1. No lleves la casa contigo […] Viaja ligero de equipaje. Cargar con pesadas
maletas realmente te hace parecer un turista.
»2. Mantén una actitud adecuada. […] Intenta evitar las expresiones de asombro al
mínimo (“¡Oh, rascacielos!”) y observar tu alrededor como si pertenecieras a él.
»3. Conoce tu destino […] Evita los “lugares calientes” (lugares peligrosos que atraen
tanto a los turistas como a los delincuentes o artistas de calle) y encontrarás más fácil
mezclarte en armonía con él.
»4. Actúa correctamente ¿Cómo se comportan los viajeros? Como si supieran lo que
están haciendo.
»5. Al mismo tiempo, estate preparado para cualquier imprevisto y lleva
contigo cosas de utilidad […] no dejes nada al azar mientras estés de viaje […] Los
turistas tienden a olvidar que cuando están viajando no están en casa. Parece obvio, pero
considerando lo que los turistas llevan consigo –y lo que no llevan- no es tan obvio.
Christopher Elliott
© Editorial UOC 19 Introducción
<http://www.microsoft.com/smallbusiness/resources/finance/business_travel/be_
a_travel_pro_not_a_tourist_5_tips.mspx>.
Traducción del original en inglés por los autores
«Incluso desde una distancia de 12 yardas, era un ruido inconfundible; el zumbido furio-
so del inglés amante del arte, elevado a un tono de murmullo rabioso. “No, no, no – no
pienso apartarme del camino, estoy CONTEMPLANDO EL ARTE y no tengo ninguna
intención de moverme para que puedas tomar una foto de tu MUJER CULONA frente a
Michelangelo, o sea que ¿por qué no TE VUELVES a Disneyland o a Iowa, o al MALDITO
lugar de donde provienes? […]»
Flash fotográfico
¿Turistas clónicos?
Aún así podemos preguntarnos ¿y qué es lo que hace que todos los turistas tien-
dan a ir a los mismos lugares? Sin duda no es por falta de criterio ni de capacidad de
libre elección. Más bien al contrario, por su capacidad de saber escoger perfectamente
aquello que más les interesa o le conviene para finalidades de ocio en cada momento
de su vida. Como elemento socializador, los destinos de masas cumplen su función
perfectamente; como práctica que bebe de elementos simbólicos, el turismo tiende a
focalizarse en recorridos y lugares must see. Tampoco la oferta es abundante y aunque
pueda parecer que se expande por todo el planeta, hay muchos lugares aturísticos o
vacíos, por lo que en realidad es insuficiente para poder escoger entre muchas opor-
tunidades. Finalmente, el boca-oreja decide en muchos casos la elección de destinos
similares, proceso en el cual, más que tratarse de dejarse llevar por la moda sin capa-
cidad de decidir por si mismo se trata de considerar cuál podrá ser la experiencia más
satisfactoria partiendo de la información más fidedigna posible de que se pueda dis-
poner. Es decir, las decisiones de destinos y prácticas vacacionales por parte de los tu-
ristas representa una toma de decisiones racional, o cuanto menos, que conlleva una
estrategia asociada de acuerdo, con unas motivaciones e intereses que responden a
un momento vital concreto. Momento vital que, por lo demás, debe contextualizar-
se en dos características fundamentales de la actividad, como son —a pesar que a me-
nudo no salga reflejado en la estadística oficial que sólo recoge los movimientos que
traspasan fronteras— (1) que el turismo es una actividad que implica desplazamiento
© Editorial UOC 23 Introducción
a corta y media distancia (los 1.000-1.500 km de alcance siguen siendo a pesar de los
avances en los sistemas de transporte un umbral en el cual se produzca repetición,
fidelización ,y por lo tanto, apropiación simbólica de los destinos por parte de sus
visitantes-usuarios) y (2) que la dinámica se intensifica en unas cuencas receptoras
específicas situadas a esa distancia desde los principales centros emisores del mundo
desarrollado, entre los cuales está, como es conocido, el Mediterráneo.
Caleidoscopio
Caleidoscopio
Nuevas temáticas en turismo sostenible. Extracto del programa del Seminario Tu-
rismo y decrecimiento de la Universidad de Grénoble, 2007
« ¿El decrecimiento como una nueva matriz de lectura para reconstruir el mito turístico? Desde
hace unas cinco décadas el turismo de masas contribuye a la generalización de las prácticas,
de los valores y de las ideologías de la movilidad, dentro del contexto de un amplio consenso
sobre la virtud del acceso a los “Otros lugares”. El hecho de que este “derecho al turismo”
concierna sólo al 5% de la población mundial pero que modifique profundamente las socie-
dades y ambientes visitados incita a un número creciente de actores y observadores a formular
juicios críticos, de los que surgen modelos reformistas o alternativos que pretenden transformar
el turismo en “sostenible”, “responsable”, “justo”, “solidario”, e incluso “humanitario”. De
manera transversal a estos movimientos, pero frecuentemente sobrepasándolos mediante una
radicalización de las exigencias éticas, sociales, culturales y ambientales, la perspectiva del
decrecimiento sostenible renueva y pone el acento del debate sobre el estado y prácticas del
turismo. Este proceso opera a través de una interpelación de « evidencias » constitutivas del
hecho turístico contemporáneo como son la movilidad, el exotismo, el trabajo, el ocio, el con-
sumo, la publicidad, la mercantilización, la tecnología… Pero se actúa también motivados por
una utopía basada en la inversión de los códigos dominantes del turismo : a la proximidad, lo
cotidiano, la autonomía cultural, la frugalidad, la autoproducción recreativa, la reducción del
gasto, la ralentización de los desplazamientos y el compromiso con el tiempo se les atribuyen
un sentido y unos valores positivos. Más que como un acto puramente individual el turismo se
percibe desde un contexto político, como una inmersión en las problemáticas locales, como una
revisión de las políticas de ordenación del territorio, de transporte, de desarrollo económico […]
Fuente: <http://www.degrowth.net/Seminaire-Tourisme-et-Decroissance>
Sea como sea aparecen varios motivos de fondo relacionados entre si, más
allá de las simples modas, que permiten aproximarse a una explicación de estos
cambios hacia una nueva tendencia. En primer lugar el sentimiento de culpa. No
hay que olvidar que los neoturistas (o turistas-cooperantes) proceden mayorita-
riamente del primer mundo y que frecuentemente su profesión, modo de vida y
prácticas de consumo habituales son los propios de las clases medias de los países
ricos. Dedicar el tiempo de ocio al turismo ético no deja de ser una compensación
personal, una autosatisfacción, pero no una solución a los problemas globales. El
concepto de solidaridad engarza con esta tendencia hacia el turismo justo pero
probablemente su triunfo real requiera una mayor ampliación del campo de ba-
talla (y no solo tomarse unas vacaciones “responsables” antes de volver a la reali-
dad cotidiana). De producirse el salto el turista ocasional se convierte en activista
permanente con lo que su experiencia pierde el carácter lúdico.
Flash fotográfico
«El turista embajador» y «No dispares al turista». Dos visiones gráficas sobre el
papel del turismo en los países en vías de desarrollo
a) b)
Fuente: a) Plantu, Isidore Mbaye Dieng & Jacques Bugnicourt, Touristes-rois en Afrique. Enda/Kartala. Dakar, París, 1982. b) Peter Clarke, The
Guardian.
Caleidoscopio
Turismo y neocolonialismo
Se tiende a menospreciar las aportaciones que la propia actividad turística conven-
cional puede realizar como reacción al neocolonialismo. La organización Save Ti-
bet hace la siguiente propuesta en uno de sus documentos: «La principal razón por
la que no ha tenido lugar una campaña para desmotivar a la gente a visitar el Tibet ha
sido (contrariamente a lo que sucedió, por ejemplo, durante el appartheid en Sudáfrica)
porque el Dalai Lama, el líder religioso y temporal del Tibet, ha animado a los turistas a
aportar su testimonio acerca de lo que estaba sucediendo en el Tibet.»
Fuente: Paradox lost: how not to be a tourist in Tibet. A report by the International
Campaign for Tibet <http://www.savetibet.org>.
© Editorial UOC 28 A propósito del turismo
En profundidad
El turismo de montaña en Europa
Los comienzos del esquí se produce en los Alpes y su generalización está ligada
a los intereses de importantes compañías de ferrocarriles, que promovieron y fi-
nanciaron el equipamiento hotelero de las primeras estaciones en los años treinta.
Francia, por ejemplo, cuenta en los Alpes con 30 estaciones de más de 20 remontes
cada una y un total de casi 1.450 remontes mecánicos, destacando La Plagne (112
remontes) y Alpe d’Huez (87), entre otras estaciones. La zona de los Tres Valles
en Francia representa el área esquiable más importante del mundo. Italia cuenta
en el macizo alpino con casi 50 estaciones de esquí, que suman 1.100 remontes.
Sus centros son más pequeños que los franceses, y entre ellos destaca Cortina
d’Ampezzo (55 remontes). Menor es el papel del esquí en los Pirineos, que a dife-
rencia de los Alpes han posibilitado el desarrollo de un mercado turístico de nieve
de carácter estrictamente regional. Por otra parte, el desarrollo de instalaciones
turísticas para deportes de invierno en Europa central y oriental ha sido, hasta
el momento, considerablemente menor. Ello no obsta, sin embargo, para que se
pueda considerar que algunos de los desarrollos más inapropiados desde un punto
de vista ambiental están localizados en estas áreas (caso de los Altos Tatras en Es-
lovaquia o de los resorts de los Cárpatos cercanos a Brasov).
El desarrollo del esquí se ha traducido en la generación de procesos de urbaniza-
ción turística de carácter residencial. Ahora bien, mientras que en Suiza, Alemania
y Austria el desarrollo de resorts turísticos de invierno se ha realizado a partir de la
expansión de núcleos rurales pre-existentes, en el caso de Francia, el desarrollo se
ha realizado fundamentalmente a partir de la creación de resorts ex-nihilo a gran
altura. En cualquier caso, si bien la mayoría de las inversiones, ayudas y publicidad
se suele referir a los productos turísticos de invierno, no puede olvidarse que los
espacios de alta montaña son también destinos turísticos para la época estival.
Así, los Alpes reciben anualmente cerca de 50 millones de turistas y 150 millones
de visitantes de día o de fin de semana que se distribuyen en un 40% durante el
verano y en un 60% en viajes de fin de semana.
Flash fotográfico
Manifestaciones anti turistas en destinos urbanos con dinámicas de expulsión de
los residentes de los espacios patrimoniales.
Caleidoscopio
Dos decálogos para una mejor comprensión acerca del turista y del
turismo
Capítulo I
Los turistas
Francesc González Reverté y Salvador Anton Clavé
a espacios o áreas turísticas. A pesar que desde el punto de vista técnico los des-
plazamientos pueden efectuarse a grandes distancias, veremos que gran parte
de dichos flujos estructuran relaciones de proximidad geográfica, dando lugar a
desplazamientos fundamentalmente de ámbito regional.
Cabe preguntarse también si el intenso proceso de crecimiento que presen-
ta la actividad turística va camino de convertirla en un fenómeno global y si
dispone de límites ese crecimiento ¿Existen barreras globales al turismo que
puedan afectar a su futura capacidad de crecimiento?
A continuación vamos a referirnos a dos ámbitos diferentes vinculados a la movi-
lidad turística. En primer lugar, la relación entre tiempo y espacio y la actividad turís-
tica. En segundo lugar, los impactos globales que el transporte turístico acarrea.
Existe una relación entre la dimensión temporal y la espacial del turismo.
De hecho, la definición al uso por la Organización Mundial del Turismo
(OMT) sobre qué se entiende por turismo se basa en el período de tiempo
(superior a 24 horas) en el que una persona se encuentra fuera de su lugar
de residencia habitual y deja de ser un excursionista para convertirse en tu-
rista que pernocta. Por otro lado, superar los doce meses de estancia implica
franquear una nueva frontera ya que, siguiendo nuevamente la definición
de la OMT, supone dejar de ser turista y convertirse en emigrante. Al añadir
a esta conceptualización basada en el tiempo el elemento espacial se observa
una correlación (véase figura 1). El número total de viajes tiende a decaer
con el tiempo y la distancia recorridos desde un punto de origen. Así, si los
excursionistas se limitan a pasar unas horas visitando, comprando, etc. en
un ámbito local pero con múltiples movimientos, los turistas desarrollan su
actividad en un ámbito regional, nacional o internacional con menor ten-
dencia a la movilidad en destino, aunque ésta será variable dependiendo del
propósito de cada viaje (un tour internacional tiende a generar muchos más
desplazamientos que una estancia en un todo incluido o en una segunda
residencia). Queda claro que no se trata de una relación automática y que
existen numerosas excepciones. Por ejemplo, la tendencia en aumento a
las estancias breves o short-breaks combinado con la entrada en juego de las
compañías aéreas de bajo coste (LCC) permite pasar un fin de semana o in-
cluso unas pocas horas en destinos relativamente alejados. La introducción
del tren de alta velocidad permite igualmente acercar prácticas de excursio-
nista a destinos que anteriormente serían exclusivamente turísticos desde
un origen determinado. Precisamente, el papel de los excursionistas, fre-
© Editorial UOC 37 Capítulo I. Los turistas
En profundidad
Movilidad turística y transporte aéreo
Cuadro 1. Diferencias principales entre el modelo de las compañías aéreas tradicionales y el de las com-
pañías aéreas de bajo coste.
Se estima que la aviación es responsable del 3,5% de las emisiones que causan
el cambio climático y del 2% de las de CO2. Además de las emisiones atmosfé-
ricas, el transporte aéreo genera contaminación acústica en las zonas habitadas
cercanas a los aeropuertos y consume cantidades importantes de combustible.
El turismo contribuye de forma decisiva al aumento de las emisiones de gases
por transporte aéreo, en la medida que incrementan los viajes a destinos de
larga distancia, que ya se han convertido en una expectativa más que en una
aspiración por parte de la demanda. Un problema añadido es que, hasta el mo-
mento, no se conoce un combustible alternativo al queroseno, aunque actual-
mente se está experimentando con hidrógeno e incluso con biocombustibles.
Existen también otras alternativas basadas en la racionalización de las reservas
y la ocupación del vuelo (viajar ida y vuelta con el máximo número de asientos
ocupados posible), las mejoras técnicas en los aviones (menor consumo, fuse-
lajes más ligeros, etc.), aplicar el principio de quien contamina paga e incorpo-
rar controvertidas tasas en concepto de compensación por la contaminación
emitida1. Pero los costes ambientales del incremento de tráfico aéreo son muy
difíciles de reducir puesto que para obtener resultados satisfactorios se debería
cambiar radicalmente la naturaleza de las vacaciones, y apostar por la reducción
de las distancias recorridas. Sin embargo, debido a que el impacto ambiental del
transporte es seguramente el mayor de todos, pequeños cambios favorables a la
sostenibilidad pueden ser muy significativos para el conjunto.
Caleidoscopio
* La huella ecológica de un turista en su viaje a las Seychelles responde en un 97%
al transporte aéreo (Gössling et al. 2002). Ello significa que si bien los esfuerzos
por reducir los impactos ambientales en los destinos son, lógicamente, deseables,
pueden resultar estériles en el cómputo global de los impactos una vez añadido el
transporte de ida y vuelta.
* Algunas compañías aéreas ofrecen la posibilidad a sus clientes, de forma volun-
taria, de compensar en la cantidad de CO2 generada durante su viaje mediante el
pago de una tarifa destinada a plantar los árboles necesarios para tal finalidad.
* Una reciente encuesta realizada a usuarios de avión en Gran Bretaña demostra-
ba que era difícil aceptar la introducción del principio quien contamina paga. Se
trata en parte de desconocimiento del impacto real sobre el medioambiente, pero
1 Recientemente la compañía aérea Virgin proponía el pago de una tasa de 22,5 euros por billete
en este concepto.
© Editorial UOC 42 A propósito del turismo
también es un ejemplo del principio de los comunes. Este principio demuestra que
los individuos prefieren no sacrificar sus privilegios o bienestar (por ejemplo pagar
más por contaminar) si perciben que no tendrá valor al no ser ese sacrificio segui-
do por la mayoría (Shaw & Thomas, 2006). Esto sugiere que es muy importante
conocer los comportamientos de demanda de los viajeros y las tendencias sociales,
tanto como el desarrollo tecnológico o el conocimiento físico de los impactos.
El análisis de los flujos turísticos entre territorios resulta crucial para enten-
der el sistema turístico en toda su dimensión: es decir, llegar a comprender las
interrelaciones espaciales que se establecen entre las áreas receptoras, las áreas
emisoras y las rutas turísticas que unen ambos espacios. Debemos remarcar, en
primer lugar, que los flujos no son fruto del azar sino que muchas veces respon-
den a unos patrones espaciales y socioeconómicos determinados. Boniface &
Cooper apuntan que las principales pautas de creación de flujos derivan de un
modelo de push and pull (Boniface & Cooper, 2004). Así, existen regiones con
superávit de atracciones y recursos y otras regiones con déficit de dichos recursos
pero con excedentes de demanda. Esta dinámica explicaría, por ejemplo, los flu-
jos de demanda de sol y playa que generan los turistas nórdicos en el Mediterrá-
neo o el Caribe, o el auge del ecoturismo en las selvas tropicales entre los turistas
alemanes. Sin embargo, no justificaría tan claramente los flujos turísticos gene-
rados en regiones que se distinguen por ser tanto emisoras como receptoras. Es
evidente que el análisis de los flujos turísticos internacionales es complejo y se
debe a multitud de factores combinados entre sí. Ciertamente hay factores que
empujan a hacer turismo desde regiones emisoras (el grado de desarrollo y sus
implicaciones a nivel de movilidad, rentas, días de vacaciones disponibles, estrés
laboral y estilo de vida existente, etc.) así como hay factores que atraen los flujos
hacia las áreas receptoras (accesibilidad, existencia de atractivos y equipamiento
turístico, coste relativo de las vacaciones y de la vida, políticas de promoción y
marketing, seguridad y estabilidad política, etc.) Pero no sólo desde esta perspec-
tiva puede explicarse el mapa de flujos del turismo internacional en el mundo.
Al menos habría que tener en cuenta tres dimensiones fundamentales:
Cuadro 2. Llegadas turísticas internacionales por grandes regiones del mundo, 1950-2006.
1950 25 1 8 0 17 0
1960 69 1 17 1 50 1
1965 113 1 23 2 84 2
incremento del 6% respecto al año anterior (46 millones de nuevos turistas) con
lo que, aunque sólo sea como promedio estadístico, casi uno de cada diez habi-
tantes del planeta ha efectuado un viaje de turismo internacional. Los últimos
datos disponibles en el momento de redactar el texto, referentes al año 2006,
apuntan de nuevo a una tendencia creciente que supone un nuevo récord (842
millones de turistas), con un aumento global de 38 millones de viajes.
Más interesante todavía que el análisis global resulta descender en la escala
de análisis hasta las regiones y subregiones turísticas mundiales.
África 29 29 30 31 34 37 40 4,7
El Caribe 17 17 16 17 18 19 19 2,2
Asia y el Pacífico 115 121 131 119 144 155 167 19,8
Oceanía 9 9 9 9 10 10 10 1,1
Europa Occidental 140 136 138 136 139 142 149 17,7
África
Durante el año, 2006 África acogió solamente el 4,7% de los desplazamientos
turísticos internacionales. La inestabilidad política existente en muchas regiones,
la ausencia de infraestructuras de transporte básicas o una oferta turística todavía
muy limitada, son algunas de las causas. Además, cabe distinguir entre dos subre-
giones con una presencia turística relativamente elevada, el África septentrional
y meridional, y el resto del continente casi por descubrir todavía. Con datos del
2004, países como Túnez (5,9 millones de visitantes) y Marruecos (5,4 millones
de visitantes) son destinos turísticos consolidados pero todavía con un volumen
limitado y con un ritmo de crecimiento lento. Por el contrario, Sudáfrica (6,8 mi-
llones de visitantes) ha experimentado en los últimos años un rápido crecimiento
del número de visitantes (del orden del 8-11% anual), lo que la ha convertido en
primer país africano por volumen de turistas internacionales. Del África negra
tan sólo Zimbabwe (1,8 millones de visitantes) destaca tímidamente.
América
América (16% del total mundial) ha sido la región turística que menos ha
crecido durante la década de los noventa. La gran mayoría de los flujos turísticos
hacia destinos turísticos americanos se sitúan en Norteamérica, especialmente
en los Estados Unidos (en 2005, con 46 millones de turistas el tercer destino
mundial en número de visitantes, y el primero en total de ingresos por turis-
mo), pero también en México (20,6 millones de visitantes) y en Canadá (19,1
millones de visitantes). Los recelos a viajar de parte de los norteamericanos des-
de el año 2001-2002 (y también, aunque más secundariamente, el descenso del
mercado argentino) han sido los responsables de las caídas en el número de vi-
sitantes al conjunto de la región, pero especialmente en Sudamérica (perdió un
14% de llegadas desde el 2001) y en el Caribe (que perdió un 4%). Precisamente
en el Caribe destacan Puerto Rico (3,5 millones de visitantes) y la República
Dominicana (3,4 millones de visitantes), un país que se ha consolidado como
destino turístico en los últimos años, en parte gracias a las inversiones de gru-
pos hoteleros de capital español, mientras que Cuba (2 millones de visitantes)
está experimentando uno de los crecimientos de llegadas más importantes de la
región, y despunta ya como el tercer país caribeño con más llegadas de turistas
internacionales. Le siguen de cerca, pero con un crecimiento más moderado e
incluso con síntomas de estancamiento, Bahamas (1,5 millones de visitantes) y
Jamaica (1,4 millones de visitantes).
© Editorial UOC 48 A propósito del turismo
2 En la siguiente página web de la OMT aparece información actualizada (octubre 2007) sobre
este fenómeno y la creación de medidas para afrontar la crisis. <http://www.world-tourism.org/
tsunami/eng.html>.
© Editorial UOC 49 Capítulo I. Los turistas
Europa
Europa es la principal región turística mundial. Un 55,4% de los turistas in-
ternacionales tienen como destino un país europeo, aunque con una lenta ten-
dencia a perder peso (así, si el año 1985 Europa representaba el 64,8% de los
flujos, el 1995 disminuyó hasta el 58,5% y en el 2000 hasta el 57,2%, sin que
por ello implique una disminución del volumen total de llegadas, que siguieron
aumentando). Sobre todo destacan dos subregiones muy importantes. Por un
lado Europa Meridional (la cuenca del Mediterráneo) y Europa Occidental, don-
de se ubican grandes receptores turísticos como Francia (el primer destino del
mundo, con 75 millones), Austria (19,3 millones), Alemania (20,1) o Suiza (6,5
millones). La subregión europea con mayores índices de crecimiento es Europa
Oriental (que incluye la región mediterránea oriental), y especialmente Turquía
(país que pasa de 7,1 millones en 1995 a 15,8 en 2004). Dos de las subregiones se
reparten casi el 70% de la cuota de mercado de Europa (Europa Occidental 32%;
Europa del Sur 36%); mientras que entre Europa Central y Oriental y Europa del
Norte, con 141 millones de visitantes, reúnen el 32% restante. Durante los últi-
mos años el crecimiento anual de las llegadas turísticas internacionales a Europa
(2-3%) es lento en comparación con otras regiones pero hay que tener en cuenta
que parte de importantes cantidades de turistas y que algunos de sus atractivos
principales se localizan en destinos maduros o consolidados. No obstante es
remarcable destacar que países receptores como Francia o España crecen todavía
a ritmos muy similares al conjunto de la región, y que Turquía (por encima del
15%), Ucrania, Rusia o Eslovenia mantienen ritmos de crecimiento por encima
del promedio de la región. También es destacable la reciente recuperación del
turismo británico una vez superada la depresión de principios del nuevo siglo
causada por la aparición de la enfermedad de las “vacas locas”, la fortaleza de la
libra esterlina y la fuerte dependencia del mercado norteamericano.
© Editorial UOC 50 A propósito del turismo
Oriente Medio
La región del Oriente Medio (4,8% del total) posee indudables activos turís-
ticos, como puede ser un extraordinario patrimonio cultural, un amplio litoral
y una distancia relativamente corta respecto a los países emisores europeos. A
pesar de estas ventajas, la inestabilidad geopolítica ha limitado durante estas
últimas décadas la capacidad de crecimiento turístico de esta región. No encon-
tramos grandes países receptores en esta región, pero hay que hacer notar que,
a pesar de las dificultades apuntadas, tiene un notable crecimiento turístico ac-
tualmente (por encima del 12-15% anual) con algunos destinos que empiezan
a destacar individualmente (Arabia Saudita, 8,5 millones en 2004); Egipto (7,7
millones), el destino tradicional de la región, o los Emiratos Árabes Unidos (5,8
millones en 2003, donde destaca sobre todo el Emirato de Dubai). En un segun-
do plano aparecen destinos emergentes de rápido crecimiento como Bahrein
(3,5 millones) o Siria (3 millones). Una de las razones que explican la eferves-
cencia turística de la mayoría de destinos de esta región es la elevada inversión
en infraestructuras turísticas, vinculada a una estrategia incipiente de diver-
sificación sectorial en economías petrolíferas para minimizar su dependencia
excesiva respecto a este recurso, otra es el hecho de que los países no petroleros
de la región necesitan ingresos para equilibrar sus balanzas de pagos, y otra es el
papel como mercado emisor regional que juega la propia Arabia Saudita.
Para finalizar, debemos destacar que en los últimos quince años, algunos des-
tinos poco desarrollados han adquirido un crecimiento muy elevado, al tiempo
que los destinos clásicos crecen a un ritmo mucho menor. Algunos países como
China, Tailandia, Sudáfrica, Turquía o Rusia han pasado de un número de tu-
ristas o ingresos muy discretos a un contingente muy elevado. La OMT estima
que China será el principal destino mundial en 2020. A las dos regiones que
históricamente han atraído la mayor parte de los flujos turísticos internaciona-
les (el Mediterráneo y California, el Golfo de México y el Caribe), se ha sumado
recientemente la región del Pacífico. Además, la emergencia de nuevos destinos
y también nuevas regiones emisoras ha modificado parcialmente la geografía
del turismo internacional.
Ranking 2005 %
Ranking 2005 %
Fuente: OMT
Cuadro 6. Llegadas turísticas internacionales según la región de origen y destino en 2004 (en miles).
A: Desde
=>
América del Norte 85.854 298 64.718 7.775 12.747 185 131
Asia del Nordeste 79.412 301 4.839 67.296 6.020 124 833
Asia del Sudeste 48.309 315 2.624 37.905 6.030 441 992
© Editorial UOC 55 Capítulo I. Los turistas
A: Desde
=>
Europa del Norte 48.373 710 6.447 3.262 37.276 384 293
Para acabar este apartado, es necesario recordar que en ocasiones los flujos
regionales incluyen implícitamente viajes de largas distancias, por lo que la
distinción es adecuada. Por ejemplo, los turistas estadounidenses que visitan
Hawai constan como turistas domésticos aunque en realidad se desplazan mi-
les de kilómetros desde su punto de origen hasta el destino.
Cuadro 7. Ingresos por turismo internacional en los 25 primeros destinos mundiales (en millones de $).
Fuente: OMT
Los contrastes de ingresos a nivel de países son todavía mayores. Con datos del
2004, los cinco países con mayores ingresos (Estados Unidos, España, Francia, Italia y
Reino Unido) disponen del 35% del total mundial; mientras que tan solo los 25 pri-
meros destinos reúnen el 70% de los ingresos totales. Es decir, la gran mayoría de des-
tinos se reparte una mínima parte de los ingresos por turismo internacional, aunque
ello no impide que pueda tener un considerable impacto en la economía nacional.
© Editorial UOC 58 A propósito del turismo
Cuadro 8. Ingresos por turismo internacional en las grandes regiones del mundo (en millones de $).
IT 2004 IT 2005 IL 05
Mundo 633 682 840
Europa 328,2 347,4 790
Europa del Norte 48,8 52,9 1000
Europa Occidental 117,5 122,1 860
Europa Central/Oriental 28,9 32,3 370
Europa Meridional/Medit. 133 140,2 890
Asia y el Pacífico 127,7 138,9 890
Asia del Nordeste 64 71,2 810
Asia del Sudeste 32,2 33,1 650
Oceanía 22,9 24,7 2340
Asia Meridional 8,7 9,9 1240
Américas 132,1 145,3 1090
América del Norte 98,2 107 1190
Caribe 19,2 20,7 1100
América Central 3,9 4,6 700
América del Sur 10,9 13 720
África 19,1 21,3 580
África del Norte 6,1 6,9 480
África Subsahariana 13 14,4 640
Oriente Medio 25,5 28,6 720
IT = Ingresos totales
IL = Ingresos por llegada
Fuente: OMT.
e) Recapitulación
A pesar de que el turismo se ha expandido por todos los rincones del planeta,
continúa teniendo un carácter regional. La concentración de los flujos turísticos
en las tres grandes cuencas mundiales (Mediterráneo, Caribe, Pacífico) continuará
muy probablemente en el futuro, aunque se prevé que algunas de sus regiones
experimenten cambios (véase cuadro 10) mientras que los flujos turísticos de larga
distancia se calcula que seguirán siendo tan sólo una cuarta parte del total. No
obstante, regiones como África o Asia Meridional, a pesar que se prevé un au-
mento en su volumen de turistas internacionales, seguirán contando poco en el
conjunto del mercado. Paradójicamente, la democratización y el acceso al turismo
no han contribuido en algunas regiones (especialmente en África) a disminuir el
nivel de pobreza y abandono. En áreas más desarrolladas, el turismo ha contribui-
do notablemente al desarrollo económico, aunque ha tenido como contrapartida
el deterioro de determinados ecosistemas o del medioambiente en general.
Cuadro 10. Evolución de la cuota de mercado turístico de las grandes regiones turísticas y su estima-
ción para 2020 (en %).
Los retos que cabe asumir para mantener y ampliar las fronteras turísticas actua-
les pasan por las 4Es: Ambiente (Environment en inglés), Energía, Ética y Educación.
En profundidad
¿Barreras globales al turismo? Riesgos naturales y geopolíticos
Los riesgos naturales y geopolíticos son dos factores que pueden afectar al futuro
crecimiento del turismo internacional. La vulnerabilidad del turismo ante estos fac-
tores de riesgo es muy alta puesto que esta actividad, debido a su elevado grado de
intangibilidad, se basa en la existencia de imágenes positivas. Cualquier elemento
que aumente el riesgo percibido hace que el turista ejerza su libertad y pueda cam-
biar de destino con gran facilidad. Es conveniente distinguir entre ambos riesgos ya
que los efectos que pueden llegar a tener sobre los destinos son diferentes. En ambos
casos, generan una crisis basada en la caída de los flujos turísticos, pero los efectos
en la percepción de la imagen turística del destino pueden ser diferentes. Una vez
normalizada la situación inicial, probablemente, el riesgo percibido persiste más
© Editorial UOC 66 A propósito del turismo
Cuadro 11. Principales conflictos naturales, geopolíticos o atentados terroristas que han afectado la di-
námica turística internacional o regional entre 1985 y 2007.
Acontecimiento Año
Calentamiento global del Planeta debido al fenómeno del cambio climático Desde la
revolución
industrial
Atentados con aviones suicidas en los EEUU 2001
Atentados terroristas contra intereses turísticos en Taba, Sharm el-Sheikh y Dahab 2004-2005-
(Egipto.) 2006
Tsunami en el Océano Índico 2004
Caleidoscopio
ques terroristas o guerras. Por ejemplo, los ataques terroristas que se iniciaron el
año 1992 en Egipto propiciaron una caída del 43% de los ingresos en los 5 años
siguientes. Países como Turquía, México, Eslovenia o Irlanda del Norte han sufrido
experiencias similares, lo que demuestra que el riesgo en el viaje altera las pautas
de comportamiento de la demanda.
* En términos económicos, la recuperación de un destino tras una crisis de segu-
ridad no se produce al retomar los niveles de visitantes previos a la crisis, puesto
que hay que tener en cuenta también el potencial de ingresos que ha dejado de
obtener durante la caída de visitantes.
* Después de los atentados del 11-S en los Estados Unidos, se ha producido una
caída del número de visitantes a este país y de los viajeros americanos a otros desti-
nos internacionales, mientras que se ha mantenido una recuperación en destinos
internos pero de larga distancia como Hawai. Estas caídas están conduciendo a la
pérdida de peso relativo de los Estados Unidos en el total de los viajes internacio-
nales. No sólo por la sensación de inseguridad que siguió inmediatamente después
de los ataques terroristas sino también por la percepción negativa que los visitan-
tes tienen de los controles de visados y de seguridad para la entrada de individuos
al país (Bonham, Edmonds & Mak, 2006).
* La expansión del SRAS ilustra perfectamente el potencial de la globalización y del
transporte aéreo en la emergencia y dispersión de una enfermedad infecciosa. En-
tre noviembre del año 2002 y julio del 2003, los impactos en el turismo motivados
por el SRAS fueron considerables a nivel mundial, cayendo el número de llegadas
internacionales un 1,2% y una disminución del crecimiento de los ingresos por
turismo. En Asia oriental, donde se originó la infección y donde tuvo mayor im-
pacto, la caída de las llegadas turísticas fue del 41% respecto al año anterior (2002)
y se calculan en 12 millones las llegadas de turistas que dejaron de efectuarse.
Los destinos más afectados fueron China, Hong Kong, Vietnam y Singapur. Por
ejemplo, sólo en la ciudad de Beijing la caída estimada de turistas nacionales e in-
ternacionales fue de 480.000 y 8,7 millones respectivamente, generando pérdidas
económicas de cerca de 1000 millones de € con índices de ocupación hotelera del
10% (Wilder-Smith, 2005).
* Los destinos turísticos emergentes con productos nuevos o únicos tienen más
probabilidades de recuperarse de los impactos económicos de un episodio de crisis
que los destinos consolidados, puesto que la presión de la demanda por conocer
atracciones nuevas y destinos inexplorados tiende a revertir la imagen de negativa
a positiva más rápidamente. Algunos ejemplos son Israel, Egipto, Chipre, Albania,
Jordania o Mozambique.
* Muchas ciudades occidentales disponen de hospitales especializados en medici-
na tropical debido a la profusión de este tipo de enfermedades entre la población
en la última década. Uno de los vectores de introducción de enfermedades tropi-
cales son los viajes turísticos.
© Editorial UOC 69 Capítulo I. Los turistas
En profundidad
Turismo, guerras y principios para la gestión de crisis. La experiencia de Israel
Desde 1967, Israel ha tenido seis ciclos de declive y recuperación del turismo como
resultado de diferentes episodios de inseguridad. Dada la gran variedad de situa-
ciones en términos de naturaleza, duración, severidad y localización geográfica, de
dichos episodios, su análisis histórico permite establecer ocho principios generales
para la gestión de crisis geopolíticas en dicho país (Mansfeld, 1999).
1. La gestión de la crisis debe ser tratada como un proceso más que como una
operación a corto plazo, con medidas a tomar durante el ciclo de crisis y durante
el período posterior.
2. El seguimiento de las tendencias turísticas pasadas y presentes es necesario para
preparar medidas adecuadas para la gestión de las crisis. Hay que tener especial-
mente en cuenta la reacción de cada segmento de mercado para poder establecer
respuestas adecuadas a cada uno de ellos.
3. La gestión de las crisis turísticas debe basarse en la integración y la cooperación
de todas las partes implicadas.
4. Si existe un mercado turístico nacional, como así es en el caso israelí, debe ser
empleado como mecanismo compensador a corto, medio o incluso largo plazo.
5. Las acciones de marketing deben ser muy dinámicas e innovadoras, aunque sen-
sibles a los diferentes escenarios de crisis. Esta es una de las medidas más importan-
tes a tomar y debe hacerse con suma profesionalidad, analizando los segmentos de
mercado con mucha atención, revisando las tendencias del mercado antes, durante
y después de las crisis, explicando muy claramente los mensajes que tienen que ver
con la seguridad, evitando despilfarrar recursos con campañas mientras continúan
activos los conflictos bélicos, o integrando acontecimientos bélicos del pasado como
atracciones turísticas si son del suficiente interés para los turistas.
6. La planificación del turismo debe tener en cuenta las crisis, especialmente en relación
a la localización de las infraestructuras e inversiones de riesgo primando el dinamismo y
la capacidad de adaptación a corto plazo sobre la obtención de objetivos a largo plazo.
7. Como destino turístico, debe ofrecer información fiable y constante sobre la
situación de la crisis a los mercados emisores con el fin de dar una imagen de
credibilidad en la calidad turística más que de buscar el beneficio económico o
asegurarse de que los viajeros optarán por visitar el país evitando tan sólo las re-
giones en conflicto.
8. Los países afectados por crisis cíclicas deberían cooperar entre ellos para asegurarse el
intercambio de experiencias y conocimiento sobre las medidas de gestión de las crisis.
En el siglo XIX una persona podía, como promedio, conocer a otros 400
ó 500 individuos a lo largo de su vida y efectuar dos o tres viajes a poca
© Editorial UOC 72 A propósito del turismo
Necesidades
Influencia de ocio Ambiente
situacional social
Motivación intrínseca y
percepción de libertad
Modelos como los de Iso-Ahola (1980) ponen de relieve que los motivos de
ocio no se explican sólo a partir de la enumeración de factores sino que deben
ser estructurados en el marco de una causalidad. Establece un modelo piramidal
donde en la base se encuentran las necesidades humanas más básicas a cubrir
(disposición biológica y socialización) y en la cúspide las necesidades de ocio,
pasando por las fases intermedias de necesidades de activación y las motivacio-
nes intrínsecas y de libertad. La base biológica y social no motiva por ella mis-
ma los comportamientos de ocio pero sí que influye en los comportamientos
de los individuos según sea su formación o punto de partida. Las necesidades de
ocio, el nivel más alto entre los determinantes, presentan, a su vez, una doble
dimensión. Por un lado recogen la necesidad de escapar de la rutina y el estrés
de la vida diaria, por otro lado, implican recompensas intrínsecas al individuo
a través del ocio.
Pearce (1987) desarrolla un modelo similar al anterior pero basado en la
noción de proceso. Los motivos que determinan los comportamientos de ocio
no son estáticos sino que se ven influidos por un conjunto de factores que
hacen evolucionar estos comportamientos con el paso del tiempo (edad, expe-
riencias turísticas previas, status social, situación personal, etc.) Pearce aplica
© Editorial UOC 76 A propósito del turismo
Cuadro 13. Las prácticas y los lugares dentro de lo cotidiano y fuera de lo cotidiano.
En profundidad
Las dimensiones de la recreación
En profundidad
Nuevas perspectivas sobre los impactos socioculturales del turismo
Para los integrantes del Equipo MIT, el turista se nutre de alteridad como re-
quisito para desplazarse, pero al mismo tiempo pone los medios para reducirla
según sus necesidades y que ésta no implique un rechazo frontal a sus expec-
tativas. La idea parte de la consideración que la alteridad no es una cuestión
de distancia (pueden encontrarse ambientes o lugares muy diferentes a los
propios en la misma ciudad o incluso al lado de casa) ni de exotismo como
con la relación que cada turista mantiene con los lugares que visita y de los
cuales parte. Según el Equipo MIT, el móvil del desplazamiento del turista es
un juego sutil y dosificado entre las diferencias y las similitudes entre ambos,
orígenes y destinos. El turista pretendería reencontrarse, una vez llegado al des-
tino, con suficientes aspectos comunes con su espacio de vida habitual, pero
© Editorial UOC 82 A propósito del turismo
Los impactos del turismo sobre las culturas locales, operan en función de dos
parámetros: el contacto directo entre turistas y locales y la comercialización de
la cultura para el consumo turístico.
Algunos aspectos inherentes a la naturaleza de la actividad turística dificul-
tan el desarrollo de relaciones entre turistas y comunidad local. Pero estos no
son los únicos, ya que existen otros factores que también inciden, por ejem-
plo, según sean las expectativas de cada turista, el tipo de prácticas turísticas
que realice y las propias características personales, su capacidad de relacionarse
y aprender de su entorno puede variar ostensiblemente. Igualmente, hay que
considerar la capacidad de asimilación del turismo por parte de la totalidad o
una parte de la comunidad local.
Otros factores, derivados de la naturaleza de la actividad turística, inter-
vienen también en el intercambio cultural entre turistas y comunidad local.
Se trata del resultado del alejamiento de la vida cotidiana y sus normas de
comportamiento, que puede considerarse como una especie de “vida en pa-
réntesis”, durante su estancia vacacional, así como de algunas limitaciones
espaciotemporales y la falta de información o desconocimiento de los desti-
© Editorial UOC 84 A propósito del turismo
nos de los visitantes que condicionan la experiencia turística. Así, hay que
tener presente que:
En profundidad
La mercantilización de la cultura
En profundidad
La relación entre autenticidad y experiencia turística
En todo caso, hay que plantearse por qué los individuos buscan la autenticidad.
Para Cohen, en el mundo contemporáneo, existe una oposición entre individuo y
sociedad. La sociedad moderna es considerada inauténtica (industrial, maquinal, anti-
natural) y los individuos intentan buscar la autenticidad para satisfacer su propia expe-
riencia personal, lejos de la vida moderna. El turismo se construiría sobre la búsqueda
de autenticidad en el mundo del otro, como una compensación por su pérdida en el
día a día contemporáneo y tomando como motivo el deseo de experimentar la cultura
ajena. Esta sería la explicación tradicional de por qué los turistas prefieren el exotismo
basado en los lugares puros, primitivos, todavía no tocados por la modernidad.
Caleidoscopio
En profundidad
La gradación de la demanda turística según la autenticidad perseguida
Cohen habla de cinco tipos de turistas según la importancia, de mayor a menor, que
dan a la búsqueda de autenticidad en sus experiencias: 1) turistas existenciales; 2) tu-
ristas ansiosos de autenticidad; 3) turistas experimentales; 4) turistas relacionales; 5)
turistas ociosos. Cohen entiende que los turistas buscan autenticidad en diferentes gra-
dos de intensidad, según el nivel de alienación que tengan respecto a la vida moderna.
Algunos turistas estarían, por lo tanto, más dispuestos que otros a aceptar productos
culturales auténticos como satisfactorios para su experiencia. Por ejemplo, los primeros
tipos de turistas, numéricamente minoritarios, responderían a aquellos perfiles que se
comportan como expertos (etnólogos, conservadores, etc.) que entienden la autentici-
dad como algo primitivo, puro y alejado de la vida moderna y que sólo pueden ser pro-
ductos auténticos los artesanales. Por su parte, los últimos tipos, que corresponderían a
la mayoría de la población, son más flexibles en sus preferencias y se caracterizan por
no solicitar experiencias de total autenticidad. Por ejemplo, algunos turistas aceptan
como auténticos objetos comerciales (como por ejemplo, la denominada artesanía de
aeropuerto) puesto que están convencidos que están compuestos por ornamentos y
diseño tradicional y que está hecho a mano por miembros de la propia etnia.
Caleidoscopio
Según Revilla & Dodd (2003), los turistas tienden a adquirir productos caros para
ellos mismos y otros más baratos para sus amistades. En general, se cree que se
compra artesanía local si el precio es elevado. Algunos productores utilizan esta
percepción de autenticidad según el precio y convierten en exclusivos o difíciles
de encontrar determinados productos. Igualmente señalan que, para dar la impre-
sión de singularidad, algunos productos son vendidos en mercados reducidos a
precios elevados.
Los impactos del turismo sobre la cultura y la sociedad pueden ser, igual-
mente, muy positivos. Principalmente, el turismo puede contribuir a la conser-
vación del patrimonio y la cultura en general. Otras vías por donde se expresa
esta posibilidad son las siguientes:
3 <http://www.amadeus.com/amadeus/documents/corporate/TravellerTribes.pdf>
© Editorial UOC 91 Capítulo I. Los turistas
En profundidad
La tematización como estrategia de la industria del ocio
sajísticas y estéticas del entorno proporcionan los significantes. Para ello, los di-
señadores utilizan gran variedad de artefactos, ingredientes, estilos, arquitecturas
y exhibiciones. Tematizar significa, por lo tanto, dotar de contenido un producto
y establecer la necesidad simbólica de consumirlo. Un tema es, desde este punto
de vista, el fundamento seminal de las formas y los contenidos de equipamiento
recreativo y la parte más relevante de la experiencia de sus visitantes.
Fuente: Anton Clavé, 2007
Caleidoscopio
La multiplicación de segmentos turísticos específicos
La reciente compilación de casos editada por Marina Novelli con el título Niche
Tourism, pone de manifiesto la multiplicación de modalidades turísticas de interés
especial para segmentos determinados, la diversificación del turismo cultural y del
turismo activo y la aparición de nuevas fronteras en el multiforme proceso de satis-
facción de nuevas necesidades de los turistas. Así, se habla de turismo fotográfico,
geoturismo, turismo juvenil, dark tourism, turismo genealógico, turismo gastronó-
mico, los medios de transporte como producto turístico, turismo tribal, turismo pa-
trimonial, turismo periférico, turismo de investigación, small ship cruising, turismo
deportivo, turismo de caza, turismo voluntario, turismo de aventura, turismo espa-
cial, turismo virtual y turismo ético. Se trata de nuevas fronteras que responden a
necesidades especiales y que encuentran respuesta en destinos específicos.
Fuente: Novelli, 2005.
que mientras las ciudades pequeñas sólo tienden a ofrecer atractivos vinculados
al patrimonio, en la medida que el tamaño aumenta, el papel de las industrias
creativas pasa a ser relevante desde el punto de vista del desarrollo de la actividad
turística. Siguiendo estas consideraciones, el informe diferencia las siguientes 5
clases de ciudades según su tipología turística.
• Ciudades pequeñas con patrimonio (por ejemplo Canterbury, Oxford o York).
• Ciudades pequeñas con patrimonio y artes escénicas y visuales (por ejemplo
Bolonia, Brujas o Santiago de Compostela).
• Ciudades grandes con patrimonio y artes escénicas y visuales (por ejemplo
Atenas, Praga o Sevilla).
• Ciudades grandes con patrimonio, artes escénicas y visuales e industrias crea-
tivas (por ejemplo Barcelona, Milán o Viena).
• Metrópolis con patrimonio, artes escénicas y visuales e industrias creativas
(por ejemplo Estambul, Londres o Roma).
Fuente: ETC Research Group, 2005.
En profundidad
La diversificación de las formas de alojamiento de turismo rural en Europa
En profundidad
Turismo y espacios naturales
La UICN (1994) distingue diferentes categorías de espacios protegidos, desde los
que exigen un nivel de protección y zonificación máximo hasta espacios que por
sus características se distinguen poco de otros lugares de uso público y/o recreativo.
Desde el punto de vista europeo, la mayoría de los espacios naturales protegidos se
definen, además de por sus características físicas, por su asociación con actividades
humanas y los sistemas urbanos que los rodean y con los que constantemente in-
teraccionan. Esta heterogeneidad de funciones y contenidos confiere a los espacios
naturales protegidos una complejidad que va más allá de la mera fragilidad física y
plantea retos para su adecuada planificación y gestión.
Tal como apuntan Donaire, González y Puertas (2005), las funciones otorgadas a
los espacios protegidos han variado desde sus orígenes. Actualmente, se recono-
cen tres funciones fundamentales: la conservación del patrimonio natural y cul-
tural asociado, función última y a la que deben supeditarse cualesquiera otras; el
desarrollo socioeconómico y la mejora de la calidad de vida de las comunidades
locales; y el uso público y social de los mismos. Troitiño et al. (2005) insiste, en
cualquier caso, que «la proliferación de declaraciones de espacios protegidos, no
siempre acompañada de los pertinentes recursos […] así como su localización
en zonas frágiles o deprimidas, con frecuencia en territorios en crisis, plantea
la necesidad de reflexionar, desde una perspectiva de gestión territorial y de
desarrollo sostenible.» Facilitar y promover la visita del público, aumentando
sus conocimientos y divulgando los valores del parque es la esencia de la fun-
ción de uso público de los espacios naturales protegidos y una de las principales
vías para avanzar en términos de desarrollo territorial. En consecuencia, el uso
público es el conjunto de programas, servicios y equipamientos que, indepen-
dientemente de quien los gestione, deber ser provistos por la administración
del espacio protegido con la finalidad de acercar a los visitantes a sus valores
naturales y culturales, de una forma ordenada, segura y que garantice la conser-
vación, la comprensión y el aprecio de tales valores a través de la información,
la educación y la interpretación del patrimonio.
Cuadro 15. Productos recreativos emergentes en los destinos turísticos litorales españoles.
Producto Modalidades
Golf Golf
Pitch & Putt
En profundidad
El papel de la McDonalización en el turismo
Tomando la obra original de Ritzer (1996) puede indicarse que son tres los factores
que explican la rutinización de los procesos productivos asociados a la generación
de tiempo de ocio: en primer lugar, los intereses de las grandes corporaciones, en
especial la búsqueda de beneficios más elevados y costes menores; en segundo
lugar, el valor de los protocolos como instrumento de control en nuestro entorno
sociocultural su consideración como un fin valioso en sí mismo; y, finalmente,
su sintonía con los varios cambios que han tenido lugar en nuestra sociedad. En
particular, la generalización y la multiplicación de las posibilidades de ocio y la
necesidad de satisfacer grandes contingentes de población. A esta dinámica, Ritzer
la denomina McDonalización.
Las bases del éxito de la McDonalización son cuatro: «En primer lugar, McDonald’s
ofrece eficacia [...] nos propone los mejores medios disponibles para pasar de un estado de
apetito a otro de satisfacción. En segundo lugar, McDonald´s nos brinda una alimenta-
ción y un servicio fácilmente cuantificados y valorados [...]. En tercer lugar, McDonald’s
nos ofrece aquello que es previsible. [...] Por último, y en cuarto lugar, se ejerce un
control sobre los seres humanos que entran en el mundo de McDonald´s, especialmente
por medio de la sustitución de la mano de obra humana por tecnología.» En definitiva,
eficacia, cuantificación, previsibilidad y control son los cuatro ingredientes de la
tesis de Ritzer (1996). Más en concreto, para Ritzer & Liska (1997) si McDonald´s
es el ejemplo paradigmático de la racionalización del conjunto de la sociedad, los
parques temáticos son un modelo para la industria del turismo y el ocio. Toman,
para explicarlo, el ejemplo de Walt Disney World
Ritzer (1996) ha presentado la McDonalización como un proceso esencial en el
mundo moderno. Su tesis defiende que la McDonalización y sus características
“modernas” no sólo se mantendrán en el futuro, sino que también extenderán su
influencia a un ritmo acelerado por toda la sociedad. Dos son los elementos que
propician la necesidad de mantenerlo como sistema organizativo dominante de la
producción del tiempo de ocio comercial para grandes contingentes de población:
la necesidad de controlar los procesos internos y la necesidad de ofrecer garantías
© Editorial UOC 99 Capítulo I. Los turistas
a los visitantes. Todo ello puede ser, evidentemente, objeto de controversia como
lo demuestran, por ejemplo, las lecturas críticas de los planteamientos de Ritzer
recogidas por Alfino, Caputo y Wynyard (1998). Aún así, incluso en estos casos
se reconoce que las tesis de la McDonalización son valiosas para entender los pro-
cesos que efectivamente articulan la producción y el consumo de los servicios de
ocio (Kellner, 1999).
Fuente: Anton Clavé, 2005
Tipo Ejemplo
Las razones específicas que permiten explicar esta nueva situación del
turismo son (1) la búsqueda de nuevas prácticas de ocio por parte de una de-
manda más experimentada; (2) la consolidación de una cultura que defiende
el uso adecuado y no lesivo de los recursos —su preservación y su no degra-
dación—; (3) la mercantilización de la naturaleza y de la cultura. Este tipo de
productos pueden, aportar, por otro lado, importantes ventajas a los lugares
donde se desarrollan. De ahí el interés de numerosas políticas de impulsarlos
(este es el caso de la iniciativa LEADER de la Unión Europea y de numerosas
políticas regionales). En este sentido es de señalar el progresivo desarrollo
de equipamientos turísticos culturales en espacios de interés natural y cul-
tural a partir de recursos de bajo nivel jerárquico. En ocasiones, pueden
llegar a generar verdaderas atracciones como es el caso de los ecomuseos y
© Editorial UOC 101 Capítulo I. Los turistas
En profundidad
Los efectos económicos de la Route verte de cicloturismo en Québec
Desde el punto de vista del producto ofrecido, los diferentes itinerarios previstos
aprovechan caminos antiguos y vías férreas abandonadas, se desarrollan en medio
un entorno natural que apenas se ha visto modificado por la intervención del
hombre, con lagos, bosques y pastos, y disponen de un nivel de equipamiento
turístico y de alojamiento construido expresamente o existente en los municipios
por los que transita la ruta. Por otra parte, si bien la oferta turística de la ruta se
basa en el cicloturismo, incluye también opciones de ecoturismo y observación
de la naturaleza, deportes acuáticos, golf, gastronomía o excursionismo. En este
sentido, la ruta se está convirtiendo en un producto turístico que se beneficia y al
mismo tiempo contribuye a revalorizar ese gran espacio de naturaleza que es Qué-
bec. Igualmente, se espera que como producto se imbrique perfectamente dentro
de la tendencia mundial del denominado turismo de aventura suave, que estimule
la aparición de nuevos productos, que permita consolidar la oferta turística exis-
tente, y que mejore la cohesión y unifique el producto en los municipios donde la
industria turística es débil o está poco organizada.
La ruta es también un medio para hacer descubrir a los propios habitantes de la
región espacios inéditos o poco conocidos y, una vez publicitada, captar a nuevos
turistas de mercados más alejados con una capacidad de gasto superior a la de
los locales. Finalmente, la Route verte permite la incorporación de nuevos agentes
turísticos y la imbricación con la industria de la bicicleta y los comerciantes espe-
cializados o no especializados; de tal manera que se traducirá en el aumento de
los puestos de trabajo y la consolidación y desarrollo de empresas manufactureras
y turísticas.
Archambault, M. Barry, C y Lefebvre, P. Les retombées économiques de la Route verte
UQAM-Chaire de Tourisme. Montreal, 2003.
Versión electrónica disponible en
<http://www.routeverte.com/rv/projet/RetEconRV2003.pdf>.
Más información acerca del funcionamiento de esta ruta en la siguiente página:
<http://www.velo.qc.ca/route_verte/>
© Editorial UOC 103 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Capítulo II
Los lugares turísticos
Salvador Anton Clavé, Alfonso Fernández Tabales y Francesc González Reverté
En profundidad
Recursos, atractivos y productos turísticos
Una catedral, por poner un ejemplo, no ha sido concebida para su uso turísti-
co y por tanto planteará unas problemáticas específicas en el momento en que
éste uso, o se introduzca, sobre todo si es predominante. Por otro lado, dotar de
uso turístico a los recursos también ofrece ventajas que serían impensables sin la
existencia de esta actividad. Siguiendo con el ejemplo de la catedral, el añadir el
uso turístico a los que ya disponga puede proporcionar una fuente de ingresos
suficiente para conservar, proteger y difundir su patrimonio. Remarcar también
que la adición de usos a los recursos es coincidente en el espacio, pero no necesa-
riamente en el tiempo, puesto que el turismo plantea frecuentemente un uso esta-
cional del recurso, no siempre coincidente con el uso dado por otras actividades.
En este sentido, resaltar también que el recurso puesto en valor turístico necesita
un cierto grado de desarrollo y gestión, no únicamente para dotarse de un atrac-
tivo que le permita atraer visitantes, sino también para sobrevivir a su función
original (que es una parte esencial del atractivo que ofrece). A este fenómeno no
es ajeno el hecho de que los recursos y atractivos no son necesariamente de uso
exclusivo para turistas sino que también pueden serlo para los residentes, un uso
compartido que puede ser fuente de conflicto (congestión, impactos, intensidad)
cuando las densidades de ocupación son elevadas. Los recursos turísticos no siem-
pre tienen una concreción material. También encontramos recursos formados por
elementos intangibles. Se trata de combinaciones de recursos que contribuyen, de
forma integrada y conjunta, a dotar de atractivo un espacio o lugar, proporcionan-
do elementos que refuerzan la experiencia (positiva o negativa) a los visitantes y
que se expresan por unos atributos derivados en lugar de por aspectos físicos (es
decir a través de sensaciones asociadas: seguridad, ambiente agradable, de paseo
tranquilo, ambientes divertidos, jóvenes, estimulantes, etc.) Es significativo que
recientemente la UNESCO haya decidido incorporar a su listado tradicional de
recursos patrimonio de la humanidad el patrimonio intangible1.
En resumen, los recursos son los elementos desencadenantes del proceso turístico.
Pueden ser tangibles o intangibles, y se presentan en estado natural pero son tratados
y agrupados al servicio de la satisfacción turística de sus usuarios potenciales, es decir,
requieren un cierto grado de desarrollo para convertirse en atractivos turísticos y ser
comercializados como auténticos productos turísticos. El producto turístico configura
la parte substancial de la oferta turística de un destino. La conversión de un recurso o
atractivo en producto implica la selección de los mismos, su puesta en valor y requiere
añadir elementos que posibiliten la formación de experiencias turísticas concretas a
partir de sus contenidos. En definitiva, se trata de uno de los elementos relevantes de
la visita turística y en muchas ocasiones, la razón fundamental para llevarla a cabo.
En esos casos, algunos de los componentes del viaje turístico (alojamiento, transporte,
etc.) no son más que simples elementos de soporte que, aunque resultan imprescindi-
bles, existen en función del deseo de ir a ver un producto concreto.
1 La UNESCO tiene una página web dedicada a explicar qué entiende por patrimonio in-
material y su vinculación con el turismo: <http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php-URL_
ID=2225&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html>.
© Editorial UOC 106 A propósito del turismo
Entre las diferentes propuestas de clasificación de recursos turísticos, una de las más
citadas habitualmente es la de Clawson & Knetsh. Los criterios de los que parten
son tres: la proximidad de los recursos a los mercados, el nivel de singularidad de
los recursos y la intensidad de uso por parte de la demanda. En función de la com-
binación de estos tres criterios, surgen tres clases de recursos: los orientados a los
usuarios (user-oriented resources), los intermedios (intermediate), y los orientados al re-
curso (resource-oriented). Los recursos orientados a los usuarios están localizados muy
cerca de la población que los utiliza (normalmente dentro del mismo área urbana),
frecuentemente se trata de atractivos o equipamientos artificiales (zoos, parques
urbanos, piscinas, etc.) con un desarrollo intensivo, localizados en proximidad a
grandes centros de población, y con un uso recreativo urbano. Los recursos inter-
medios están ubicados a una distancia mayor respecto a los usuarios, por lo que el
acceso se convierte en un punto fundamental. Son recursos con un componente na-
tural todavía acentuado pero todavía con un grado de artificialización importante
(camping, caza y pesca, excursionismo, etc.). Los orientados al recurso acostumbran
a ser recursos naturales poco comunes o excepcionales, donde prima la calidad del
recurso y del escenario que lo contiene por encima de su grado de artificialización
y desarrollo, por lo que el nivel de equipamiento e infraestructuras asociados al
recurso es mínimo. Acostumbran a estar alejados de los usuarios potenciales y es el
mismo recurso el que determina la actividad en lugar de funcionar como escenario
recreativo (sightseeing, escalada, caza y pesca, excursionismo, visitas de interés his-
tórico o científico, etc.). Swarbrooke ofrece una división elemental en cuatro tipos
de productos turísticos: 1) Elementos del medio natural; 2) Patrimonio humano no
construido para finalidades turísticas, pero que con el tiempo se han turistificado; 3)
Elementos expresamente construidos para los turistas; 4) Acontecimientos.
Otros autores, aunque desde un punto de vista restringido al turismo urbano, distin-
guen entre elementos primarios (equipamiento cultural, salas de concierto, cines, expo-
siciones, museos y galerías de arte, teatros; equipamientos deportivos; equipamientos
recreativos, salas de bingo, casinos, night clubs, acontecimientos organizados; elementos
históricos y patrimoniales, características socioculturales); elementos secundarios (alo-
jamiento, mercados, comercios); y elementos adicionales (accesos, zonas de parking,
puntos de información turística, señalización turística, etc.).
Si los recursos naturales no bastan para explicar el atractivo de los lugares, hay que
poner la atención en las motivaciones individuales (socialmente inscritas) que mue-
ven a los turistas para viajar a determinados lugares y obviar otros. La lógica de pro-
ducción de espacios turísticos pasa por tres factores fundamentales: reencontrarse,
cuidarse y contemplar. Estos tres factores permiten comprender mejor la emergencia
de una práctica turística y los lugares donde se realiza (Équipe MIT, 2002).
© Editorial UOC 107 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Flash fotográfico
Se considera que la actividad a la que los turistas que visitan ciudades históricas
dedican más tiempo es a pasear por sus calles.
Al mismo tiempo que el turista funciona como un ser social, que tiende
a socializarse a través del grupo, no puede obviarse su dimensión personal e
individual. El turista se preocupa por su propio cuerpo por lo que los lugares
turísticos son espacios donde esto se materializa. Al menos tres dimensiones de
la práctica turística coinciden en este interés: el descanso, la recuperación o la
salud y el deporte.
Finalmente, el lugar turístico se concibe como un espacio donde contem-
plar, en la medida en que el espacio es objeto de atracción por sus escenarios
(playas, bosques, montañas, valles, ciudades, etc.). El turismo va asociado al
consumo de paisajes y de belleza por lo que los lugares turísticos están parcial-
mente sujetos a los parámetros de estética dominante. La imagen romántica
generada en el siglo XIX predomina todavía como elemento identificador de
muchos espacios turísticos. Más allá de esta cuestión estética es significativo el
hecho de que las transformaciones paisajísticas de los lugares turísticos pueden
producir importantes efectos en la percepción estética o contradecir la imagen
previamente asociada a ellos.
Caleidoscopio
En profundidad
Factores que influyen en la atracción de los turistas por los destinos turísticos
Figura 1. Tipos de turistas atraídos en función del grado de acceso al mercado de un destino.
Fuente: Miossec «Un modèle de l’espace touristique», L’Espace Géographique, nº 1, pp 41-48. 1977.
En profundidad
El espacio turístico según Miossec y los factores de distorsión
Figura 3. Factores de distorsión del espacio turístico.
Miossec asume que las diferentes fases de evolución conducen hacia una progre-
siva jerarquización y densificación del espacio turístico. Para explicar este fenómeno,
Miossec tiene en cuenta cuatro elementos básicos de todo espacio turístico: los núcleos
turísticos, el sistema de transporte y la actitud de las autoridades y de la población re-
ceptora ante el turismo. Según esta propuesta, a medida que la periferia turística se de-
sarrolla y la organización del territorio turístico se hace más compleja, con centros más
o menos especializados y de mayor jerarquía, se densifica la red de comunicaciones y
cambia la percepción y la densidad de frecuentación de los turistas, así como la res-
puesta de la población receptora. En este sentido, se distinguen cinco fases que van de
menor a mayor frecuentación y crecimiento turístico y, simultáneamente, de menor a
mayor impacto del turismo sobre la calidad del entorno y la experiencia turística.
© Editorial UOC 115 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Fuente: Miossec «Un modèle de l’espace touristique», L’Espace Géographique, nº 1, pp 41-48. 1977.
Citado en Pearce, D (1991) Desarrollo turístico. Su planificación y ubicación geográfica. Mozro, Trillas.
© Editorial UOC 116 A propósito del turismo
1. Descubrimiento.
2. Implicación.
3. Desarrollo.
4. Consolidación.
5. Estancamiento.
6. Postestancamiento.
Flash fotográfico
Evolución y predicción del turismo en Wimsea en clave humorística.
© Editorial UOC 118 A propósito del turismo
Fuente: Butler, R.W. «The concept of a tourist area cycle of evolution: implications for management of resources», Canadian Geographer,
nº 24, pp 5-12. 1980.
Fuente: Chadefaud, M. Aux origines du tourisme dans les Pays de l’Adour (Du mythe à l’espace: un essai de géographie historique). Departa-
ment de Géographie et Aménagement de l’Université de Pau et Centre de Recherches sur l’Impact Socio-Spatial de l’Aménagement.
Pau, 1987.
origen en un mito sometido a las modas pasajeras que mantiene vivas las
aspiraciones de la mayor parte de la sociedad nutridas por la búsqueda de
la diferencia. El destino turístico, el producto, tiene su origen en el mito
colectivo, pero al mismo tiempo, contribuye a alimentarlo mediante una
simbología distintiva que influye en la representación mental que de ésta
se forman los turistas. El espacio turístico representa la proyección en el
espacio y en el tiempo de los ideales y mitos, comercializados, de la nueva
sociedad. Durante la etapa de creación del producto (el espacio turístico)
empieza a identificarse el mito con un lugar específico (por ejemplo, la
playa como lugar de relación social por parte de la aristocracia y la bur-
guesía inglesa durante los siglos XVIII y XIX) en el cual se construyen de-
terminados elementos para satisfacer las aspiraciones de la demanda (por
ejemplo, la construcción de casinos o salones de baile).
Flash fotográfico
Postal turística. Bañistas en la playa de Brighton (Inglaterra).
Fuente: Gormsen, E. «The spatio-temporal development of international tourism: attempt at a centro-periphery model», La Consomation
de Espace par le Tourisme et sa Préservation, pp 150-170. Centre des Hautes Études Touristiques. Aix en-Provence, 1981.
© Editorial UOC 124 A propósito del turismo
En profundidad
La aplicación de los modelos evolutivos a modalidades turísticas
Fuente: Smith, R.A. «Beach resort evolution. Implications for planning», Annals of Tourism Research, nº 19, pp 304-322. 1992.
Fuente: Lundgren, J.O.J. «On access to recreational lands in dynamic metropolitan hinterlands», Tourist Review, volumen 29, nº 4, pp
124-131. 1974.
© Editorial UOC 127 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Fuente: Ashworth, G. & Tunbridge, J.E. The Tourist-Historic City. Belhaven Press. Londres, 1990.
Quizás por ser uno de los modelos más citados y utilizados en la literatura
turística, el Ciclo de Vida de los Destinos Turísticos (CVDT) sea también uno de
los más cuestionados. El propio creador del modelo del CVDT, Richard Butler,
expone los tres elementos (dinámica, capacidad y gestión) que la estructuran
(Butler, 2004 : 1) parte de la idea de la dinámica de cambio, de que todo pro-
ducto tiene una vida limitada, aspecto que es inherente al turismo, actividad
de fantasía sujeta a los gustos cambiantes de la demanda. Igualmente, los pro-
ductos que ofrecen los destinos, sometidos a las leyes del marketing cambian
para poder competir con nuevos competidores. 2) Los límites al crecimiento.
Los destinos turísticos persiguen economías de escala, aspecto que conduce a
la permanente expansión de los destinos. El crecimiento de la oferta de equi-
pamiento y de infraestructuras implica a su vez la necesidad de un aumento
del mercado para poder ser rentable, cosa que genera de nuevo necesidad de
inversión. Si se rebasa el grado de crecimiento apropiado para cada destino, se
© Editorial UOC 130 A propósito del turismo
produce un impacto que puede derivar hacia la caída del número de visitantes.
Sin límites a su desarrollo, el destino excedería su capacidad de carga, se con-
vertiría en insostenible y sería reemplazado por otro destino que ejercería su
función pero construido en otro lugar. 3) Aunque el CVDT, contrariamente a
como se ha interpretado en ocasiones, no implica una inevitable llegada de la
fase de declive si no se produce una intervención, sino la pérdida de calidad,
la gestión es importante para competir en un entorno global y, especialmente,
para encarar la etapa de rejuvenecimiento, la cual nunca es espontánea.
En profundidad
Los cambios recientes en los destinos turísticos y la interpretación del CVDT
Fuente: http://www.biodramina.blogspot.com/
Las críticas y revisión del modelo del CVDT se han centrado en diversas
cuestiones (Haywood, 1998):
En profundidad
Modelos evolutivos y capacidad de carga, una relación controvertida
La crítica más frontal a los modelos evolutivos proviene de la discusión acerca del
desbordamiento de la capacidad de carga en relación al crecimiento del número
de visitantes. Algunos autores (Stock, 2003) señalan que la cuestión de la capaci-
dad de carga se trata de una toma de posición más ideológica que científica. El
crecimiento de los flujos turísticos sería percibido como una amenaza para la in-
tegridad ambiental de los destinos, para la actividad turística (demasiados turistas
matan el turismo) y para el lugar mismo. La postura ideológica sería un rechazo
frontal al turismo de masas, puesto que se relaciona directamente con la crisis de
los lugares, relación difícil de demostrar. Así, en los modelos evolutivos, predomi-
naría la idea de declive más que la de rejuvenecimiento, pero se daría la paradoja
de que en algunos destinos reales, como Benidorm por ejemplo, la frecuentación
sostenida de visitantes no genera ningún tipo de declive.
En contrapartida a esta postura, se defiende que no es cierto que las trans-
formaciones de los lugares vayan ligadas al número de visitantes. El turismo,
como toda actividad humana, modifica los lugares independientemente de
© Editorial UOC 132 A propósito del turismo
Establecer tipologías formales para una gama de lugares turísticos casi infi-
nitos puede resultar poco operativo. Sólo hay que pensar en la diversidad de
elementos y componentes que pueden ser considerados. Véase, como ejemplo,
en la figura 11 la diversidad de espacios turísticos litorales que pueden ser iden-
tificados en la costa española en función de una doble secuencia de variables:
sus características funcionales turísticas en eje y junto su condición urbana en
el eje x. No obstante, a los efectos del avance del conocimiento científico acerca
del papel del turismo en la creación, desarrollo y transformación de los lugares,
hay que considerar que la elaboración de una clasificación de tipos de espacios
© Editorial UOC 133 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Figura 11. Tipología bidimensional de los destinos turísticos litorales del litoral mediterráneo español.
Ciudades
Benicàssim Torremolinos
Turísticas
Espacios
Suburbanos Xàbia
Difusos
Núcleos
Cadaqués Andratx
Estacionales
En profundidad
El concepto de estación turística según Dewailly
Las estaciones turísticas son lugares donde las formas elementales del desarro-
llo turístico aparecen aglomeradas e interdependientes. El turismo es allí la activi-
dad predominante y la que organiza el territorio a nivel local. Se trata de centros
que disponen de abundante oferta turística y recreativa, y donde afluyen impor-
tantes flujos turísticos, de tal manera que es esta fuerte presencia de visitantes la
que justifica su existencia y funcionamiento como espacio urbano especializado
en turismo. Ejemplos característicos de estaciones turísticas son las ubicadas en el
litoral, en relación al turismo de sol y playa como Niza o Acapulco, o las de mon-
taña relacionadas con el turismo de nieve como Alpe d’Huez o Baqueira Beret.
Según su origen, pueden considerarse varios subtipos: La estación creada a partir
de una ciudad preexistente, como un ensanche o extensión de ella misma (por
ejemplo Torremolinos). Como el barrio turístico de una ciudad (el caso del strip de
Las Vegas). O creada ex nihilo (como Cancún). Según la relación que mantienen
con su entorno territorial pueden distinguirse otros tres subtipos: las estaciones
endotrópicas donde el uso que el visitante hace de ella tiende a focalizarse en los
elementos internos de su propio tejido urbano (monumentos, museos, casinos,
establecimientos termales, centros de peregrinación, etc.); las estaciones exotrópi-
cas, con un uso turístico orientado hacia elementos externos al tejido construido y
habitualmente preexistentes a la propia estación (playas, mar, nieve, bosques, pai-
saje, etc.). Normalmente, cuanto mayor es el grado de desarrollo alcanzado por la
estación mayor es su componente endotrópico. Por ejemplo, se ha observado que
muchas estaciones litorales surgen tras añadir oferta de alojamiento a un medio
natural (playas) que es la fuente originaria de la explotación (por ejemplo a través
de la helioterapia o de la balneoterapia), y que a medida que se desarrolla, y sobre
todo en las fases de reestructuración, tiende a originar equipamientos recreativos
específicos (casinos, parques temáticos, campos de golf, parques acuáticos, etc.)
que pueden acabar por dejar el recurso natural catalizador del proceso en un mero
telón de fondo. Finalmente, se distingue la estación mediotrópica, aquella que
mezcla los dos tipos de elementos anteriores en un mismo espacio, de manera que
naturaleza y espacio construido se complementan.
Fuente: Dewailly, 1989.
según el valor que adoptan, en cada uno de ellos, cada uno de los siguientes
criterios observables (véase cuadro 2):
Lugar turístico NO NO NO
Comptoir turístico SÍ NO NO
Núcleo turístico SÍ SÍ NO
Ciudad turística SÍ SÍ SÍ
Fuente: Equipe MIT, 2002.
Los tres primeros tipos resultantes (lugar, comptoir y núcleo turístico) se ca-
racterizan por tratarse de espacios turísticos que, previamente a su desarrollo,
carecían de un asentamiento humano significativo. Por su parte, la ciudad tu-
rística puede haberse desarrollado también, por evolución, a partir de la au-
sencia de una estructura de poblamiento pero también puede ser resultado de
la transformación turística de un núcleo de poblamiento preexistente. De ahí
que, a fin de establecer la tipología, el Equipo MIT adopta un segundo elemen-
to de diferenciación del proceso y que proponga una clasificación que tenga
en cuenta también, como punto de partida, que los espacios turísticos pueden
haber sido creados por del desarrollo de la actividad, o por el contrario, que el
turismo puede haber dinamizado una estructura urbana preexistente a la que
ha aportado una nueva función productiva. Cada alternativa genera cuatro ti-
pos de espacios turísticos diferenciados.
En profundidad
Las Vegas (Nevada, Estados Unidos), el origen de un núcleo turístico-Ciudad
Además de las ciudades, los espacios rurales también son objeto de di-
namización turística a través del desarrollo de actividades, ya sea de forma
dispersa en el territorio o a través de la concentración de sus principales
funciones productivas en las localidades rurales centrales que organizan el
espacio regional. Tanto es así, que en España, por ejemplo, numerosos planes
de ordenación del territorio de comunidades autónomas han integrado la idea
del producto turístico en el territorio como fundamento para configurar un
entorno competitivo. Para ello se parte, a menudo, de estrategias que: (1) Fun-
damentan la ordenación de las actividades en el espacio teniendo en cuenta
los usos previsibles según la posición de cada segmento de demanda en su
mercado específico. (2) Sitúan el paisaje, su conservación y su gestión, como
recurso fundamental para la dinamización de la población residente evitando
o limitando desarrollos masivos y, por lo tanto, la creación de nuevos espacios
turísticos en beneficio de la dinamización turística —social y económica— de
los espacios ya existentes.
© Editorial UOC 140 A propósito del turismo
En profundidad.
Las estaciones-pueblo del Tirol (Austria) como ejemplo de localidades turísticas
dinamizadas por la actividad
Dos son los modelos de estaciones de turismo de invierno desarrolladas hasta los
años setenta: el modelo duro de estaciones a gran altitud y especializadas en el
esquí y el modelo suave de estaciones-pueblo ubicadas en cotas menores y que
tienen también una frecuentación estival. El modelo tirolés corresponde a este
segundo tipo de estación y se basa en los siguientes principios:
1. Rechazo a crear estaciones en lugares vírgenes y preferencia por la ubicación en
pueblos ya existentes.
2. Predominio de la hostelería familiar tradicional y del alojamiento en casas par-
ticulares (las chambres d’hôtes).
3. Consenso para limitar el número de segundas residencias con el fin de evitar
el consumo de espacio y proteger la agricultura sobre la base de una legislación
específica que impide dividir o enajenar las explotaciones agrícolas viables y que
controla las transacciones inmobiliarias y financieras a cargo de extranjeros.
4. Un sistema político y administrativo basado en los länder (regiones autónomas)
y el municipio que estimula la participación local.
5. La existencia de una organización turística local que estimula la participación
colectiva (obligatoriedad de adhesión para todos aquellos que se benefician de
las aportaciones económicas del turismo) y una continuidad en la gestión y la
acción.
6. Una fiscalidad local que incita a llenar las camas existentes y no a multiplicarlas.
7. La simbiosis entre el turismo y la agricultura (los turistas compran productos
agrícolas locales y la agricultura de montaña subvencionada en parte a tal finali-
dad garantiza el mantenimiento de los paisajes).
8. Conservación de los paisajes, que mantienen todo su atractivo natural y pre-
sencia de población residente que mantiene sus tradiciones y formas de vida
peculiar.
9. La valorización del patrimonio natural y cultural.
10. Una conciencia ecológica muy arraigada.
11. El esfuerzo por repartir los flujos turísticos en el tiempo (reducción de la esta-
cionalidad invernal) y en el espacio (muchas pequeñas estaciones que funcionan
en invierno como satélites de las más grandes).
Fuente: Merlin, P. Tourisme et aménagement touristique. Des objectifs inconciliables?
La Documentation française. París, 2001.
A principios del siglo XXI, la concepción simple y dual entre espacio emisor
y receptor tiende a perder validez. La centralidad del tiempo libre en la vida de
las personas en un contexto postindustrial ha originado la multiplicación de
destinos y competidores. De hecho, el escenario de globalización actual ofrece
una nueva geografía turística donde hay más destinos compitiendo —por ejem-
plo, el efecto de las compañías low cost en el desarrollo turístico de determina-
das ciudades— y donde los clásicos espacios emisores intentan retener parte del
consumo de sus ciudadanos en el tiempo libre. Este proceso de transformación
de las condiciones en el que se desarrolla la dinámica turística no puede sepa-
rarse de algunos cambios significativos en la demanda, en las características de
los viajes, en la industria y en las políticas que han afectado directamente la
actividad en los años noventa en Europa. Dos cuestiones son fundamentales
© Editorial UOC 142 A propósito del turismo
En profundidad
El papel de las políticas europeas en la construcción de nuevos imaginarios turísti-
cos. El caso de España
Cuadro 5. Características del turismo suave y del turismo duro según Krippendorf.
Ofensivo Defensivo
Agresivo Prudente
Rápido/desbocado Lento/sensato
Incontrolado Controlado
No reglamentado Reglamentado
Maximizador Optimizador
Excesivo Moderado
Sectorial Integrado
Cuantitativo Cualitativo
Crecimiento Desarrollo
Actitudes de
los turistas
Turismo masivo Viajes solitarios, con amigos o familiares
Lugares Experiencias
Compras Regalos
Curiosidad Tacto
Ruidoso Tranquilo
Fuente: Krippendorf, 1982.
Flash fotográfico
Graffiti acerca de la condición de enclave de los desarrollos turísticos en el norte
de África en el metro de París, 2001.
Traducción del graffiti: “Visitar Túnez sin ver a los tunecinos, ¿no es estúpido?
En profundidad
La dependencia externa del turismo en Luperón, República Dominicana
Caleidoscopio
Procesos turísticos e inmobiliarios espontáneos en el litoral del Baix Penedès (Ta-
rragona, España)
La urbanización de cariz residencial del litoral del Baix Penedès, iniciada en los
años cuarenta del siglo pasado, ha sido conducida espontáneamente, generando
un modelo productivo y turístico bajo el dominio inmobiliario y la profusión
y dispersión del espacio construido. Los conflictos derivados de la voluntad de
crecimiento a corto plazo y la competencia para los usos del suelo, acentuados a
partir de los años setenta, se han traducido en una confusión territorial donde
encontramos tejidos urbanos muy densos en primera línea de costa, ciudad-jardín
extensiva y áreas suburbiales en pie de montaña, a poca distancia unos de otros
A finales de los años ochenta, la comarca del Baix Penedès aumenta sus vínculos
socioeconómicos con la región metropolitana de Barcelona, entre otros aspectos,
a través de la transformación de parte del parque de viviendas de segunda resi-
dencia en vivienda habitual para nuevas familias. Las migraciones residenciales
determinan el paso de núcleos, como El Vendrell o Calafell, de pueblos a ciudades;
sin embargo, los sedimentos heredados del crecimiento espontáneo dificultan el
funcionamiento sostenible de esta pequeña conurbación, condicionando su posi-
cionamiento estratégico dentro del sistema de ciudades metropolitanas.
Fuente: González Reverté, F. El Vendrell. De pueblo a ciudad. Valls: Cossetània.
2002
Más información sobre este caso en: <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-122.htm>.
En profundidad
Formatos de desarrollo de destinos de sol y playa
que se combina el litoral con el interior. Por todo ello, son áreas de gran fragilidad
ambiental y que disponen de un importante capital de recursos para explotar.
Fuente: Anton Clavé y Gonzàlez Reverté, 2003.
Flash fotográfico
Distinción simbólica y percepción emocional en sendas propuestas de comunica-
ción turística
deja atrás no sólo su espacio cotidiano, sino también toda la carga simbólica que
asocia a este espacio (relaciones sociales, comportamiento, tabúes, relaciones
con el territorio, etc.) De hecho, se prepara para un nuevo espacio sobre el que
proyectar nuevas relaciones, nuevos códigos de comportamiento y nuevas nece-
sidades acorde con la imagen construida que tiene de él.
imagen
imagen planificación
reproducción
anticipación transición
recreación
Viaje al
Viaje destino
al accesibilidad
accesibilidad hogar experiencia
transición
actividad
producto
Perspectiva Perspectiva
del destino del turista
Fuente: Elaboración propia
Flash fotográfico
La experiencia turística en destino a través de la imagen que de él se captura
El viaje al origen es igualmente, según Clawson & Knestch, una fase in-
termedia que une el espacio receptor y el espacio emisor y que tiene lugar en
el espacio de transición. Este viaje actúa en un sentido inverso al anterior:
ahora, el turista deja atrás el espacio turístico y se prepara para el regreso a
la cotidianeidad en el espacio receptor. Sin embargo, a diferencia del viaje
anterior, el turista lleva consigo los recuerdos, las experiencias y los objetos
materiales de su estancia en el espacio turístico. Tales objetos materiales y su
carga simbólica son objeto de recreación durante la última fase del proceso
turístico que tiene lugar en el espacio emisor. Una vez ha regresado a la co-
tidianeidad en el espacio de origen, el turista reproduce en el hogar el viaje
que ha realizado. Las fotografías, los libros de viaje ó los vídeos, ayudan al
© Editorial UOC 157 Capítulo II. Los lugares turísticos.
co, en el siglo XIX. Así, por ejemplo, tal como apunta Donaire (1996) la
actual imagen turística de Túnez fue creada por los viajeros románticos
del siglo XIX y principios del siglo XX (André Gide, Georges Bernanos,
Guy de Maupassant, Gauthier, Flaubert, Paul Klee, etc.) y se mantiene
sustentada en cinco conceptos clave: espacio frontera, espacio natural,
espacio sincrónico, espacio individual y espacio sensual que forman la
base de la imagen promocional que comercializa la Organización Nacio-
nal de Turismo de Túnez (ONTT).
• A diferencia de las imágenes universales, que no han sido creadas para
el consumo turístico, las imágenes inducidas son producidas desde los
destinos o por las empresas de intermediación (agencias de viajes, tour
operadores…), con la finalidad de crear una visión positiva del destino
y favorecer su consumo. Los publicistas, los creativos, las empresas de
promoción y de distribución crean (o refuerzan) imágenes y las distri-
buyen en el mercado turístico. Por lo tanto, la primera característica de
las imágenes inducidas es su orientación turística. Además, las imágenes
inducidas son mucho más variables, más específicas, menos universales
y menos eficaces. Son más variables, porque las campañas de promoción
tienden a poner el acento en nuevas cuestiones, en nuevos atributos
o en una estética diferente a las de campañas anteriores. Son también
específicas porque además de ofrecer una visión general del destino,
pueden centrarse en atributos mucho más concretos que las imágenes
universales. Una tercera cualidad es que la imagen inducida puede variar
para adaptarse al público objetivo; así, la promoción de PortAventura
en Francia es radicalmente diferente de la promoción del mismo parque
temático entre el público español, porque los receptores son diferentes.
Por otra parte, se trata de imágenes que, a diferencia de las universales,
cambian con el tiempo aún manteniendo vectores narrativos que per-
manecen. Este es el caso de la idea de paraíso asociada a las Sheychelles,
un producto ideológico de la época colonial con escasa relación con los
sentimientos y comportamientos de los naturales de las islas que ha vis-
to como está sujeto a cambio en función de los cambios sociales y polí-
ticos que han acontecido en el destino durante los últimos veinte años
(Wilson, 1994). Finalmente, las imágenes inducidas son menos eficaces
ya que no siempre logran crear una imagen más o menos concreta del
espacio turístico.
© Editorial UOC 159 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Flash fotográfico
Esfuerzo por construir una imagen de destino asociado a unas calidades específicas
• El tercer tipo de las imágenes emitidas son las imágenes accidentales. Así,
una determinada noticia, como el ataque a las Torres Gemelas de Nueva
York, una obra literaria adaptada al cine, El señor de los Anillos para el caso
de Nueva Zelanda, o la estrategia de ciudades como Vancouver en relación
a su posicionamiento como espacio para el rodaje de películas o un aconte-
cimiento (los Juegos Olímpicos para Barcelona han actuado en este sentido)
o simplemente el viaje de una personalidad a un destino (de ahí el papel de
© Editorial UOC 160 A propósito del turismo
2) En cualquier caso, tanto, las imágenes universales como las imágenes indu-
cidas y las imágenes efímeras forman parte de las imágenes emitidas. En todos los
casos existe un emisor que genera conceptos, atributos, valores, impresiones, olo-
res, nombres y visiones que configuran la imagen de un espacio. Ahora bien, las
imágenes pueden ser asimismo, como se ha visto al hablar del modelo de Clawson
& Knescht, percepciones individuales, es decir, introspecciones subjetivas, únicas,
que se construyen en la mente de los visitantes a un lugar. Tal como explica Do-
naire (2003), existen, en este sentido, también, tres tipos de imágenes percibidas:
que quieren ver o ven lo que tienen que ver? (Baerenholt et al. 2004).
• El último tipo de imagen es la imagen a posteriori. Tal como ya se ha apun-
tado al exponer el modelo de Clawson & Knescht, la experiencia turística no
finaliza en el momento del viaje de regreso sino que las fotografías (y la ver-
sión más reciente de los vídeos) tienen precisamente la función de capturar
un instante que es de naturaleza efímera con el fin de que sea consumido a
posteriori en el espacio cotidiano. Esta imagen a posteriori no es una imagen
real, sino una idealización del viaje que se comparte. Véase, en este sentido,
la profusión de páginas web personales, espacios en Internet y blogs turís-
ticos que han proliferado de manera tan compulsiva que permiten no sólo
indagar en las preferencias personales de sus creadores sino observar los có-
digos y las permanencias en la captura de imágenes por parte de los propios
turistas. De la misma forma, las páginas de los organismos de promoción
de los destinos incluyen, siguiendo esta misma idea, espacios para que los
propios turistas puedan manifestar sus preferencias.
Caleidoscopio
Ejemplos de espacios para la personalización en los viajes turísticos actuales
quier otra faceta de su vida cotidiana de manera compartida y los clasifican bajo
un sistema de etiquetas o tags.
2) Portales especializados en cartografía como Google maps <http://earth.google.com/>
donde se ofrecen desde imágenes satélite de precisión de los destinos, hasta la posibi-
lidad de organizar rutas e itinerarios tomando elementos geográficos o patrimoniales
de referencia (ciudades, monumentos, carreteras, etc.) En el caso de Wikimapia<http://
wikimapia.org/> es posible elaborar una cartografía comentada por los usuarios con
intervenciones sobre sus impresiones de viaje, recomendaciones, etc.
3) Foros de debate donde compartir impresiones, información sobre los destinos, enla-
ces y recomendaciones de viaje entre turistas y/o agentes del sector. Visítese por ejem-
plo el foro Viatgeaddictes<http://www.viatgeaddictes.com/es/forum.php>.
4) Blogs personales de especialistas, turistas o personas interesadas en el mundo de
los viajes donde reflejan sus vivencias, debaten temas de su interés con otros usua-
rios y proporcionan información y recomendaciones sobre destinos, formas de
viajar, y el sector turístico en general, así como enlaces a otros blogs de preferencia
de los bloggers. Visítense por ejemplo los blogs Diario del viajero <http://www.
diariodelviajero.com/>; Blog de viajes <http://www.blogdeviajes.com.ar/> o Viaje
red <http://www.viajered.com/>.
5) Formatos audiovisuales. Algunas webs proporcionan información audiovisual
complementaria o en formato de auto guía sobre los destinos que facilitan la au-
toorganización de la visita. Sería el caso de los podcast que ofrecen información
sobre los destinos en formato mp3 o similares. Visítese, por ejemplo, el podcast de
Dublín <http://www.visitdublin.com/multimedia/DublinPodcast.aspx?id=275>
6) Espacios para el boca-oreja virtual. Donde se dan consejos de viajes por y para
los turistas. Véase por ejemplo <http://www.tripadvisor.es>
7) Comunidades de viajeros independientes. La comunidad Bootsmall dispone del
espacio “Ask an insider” donde los naturales y residentes de un distrito responden
a las inquietudes y dudas de los turistas. <http://www.bootsmall.com/insiders>.
En profundidad
La complejidad de analizar el impacto económico del turismo en los destinos
una valoración más real del impacto turístico en un territorio considerado (OMT,
1998: p 226) (Huéscar y Huéscar, 2005). Asimismo es de destacar, a nivel español,
la elaboración reciente de los informes IMPACTUR por parte de la asociación Ex-
celtur, en los que se analiza detalladamente para diferentes Comunidades Autóno-
mas la significación del turismo en sus economías y mercados de trabajo.
b) La consideración de que las consecuencias del hecho turístico en un territorio
dependerán en gran medida de los rasgos predominantes en la economía de éste,
en especial del grado de diversificación de su estructura económica. Siendo lógi-
camente mayores y más inmediatos los efectos en aquellas áreas subdesarrolladas
y poco diversificadas, con la contraparte negativa de que, en consecuencia, cons-
tituirán estructuras extremadamente dependientes de la actividad turística y por
ello muy vulnerables a las posibles fluctuaciones de ésta.
c) La concepción básica de que el tratamiento de los efectos del turismo en la eco-
nomía de los destinos debe ser abordado desde un enfoque sistémico. Esta visión
de los denominados Sistemas turísticos regionales, ya con cierta tradición en la
disciplina (Lanquar, 1991: p 22), implica tomar en consideración la complejidad
de las interacciones y retroalimentaciones de todos los elementos del sistema, in-
cluyendo no sólo los económicos sino también los institucionales, tecnológicos,
educativos, territoriales, culturales, etc. pues del comportamiento de cada uno de
ellos y de las sinergias creadas entre los mismos dependerá el papel del turismo
como factor de desarrollo o, por el contrario, como agravante de problemas de
dependencia y desarticulación económica y social preexistentes.
Figura 13. Empleo turístico en las Illes Balears por ramas de actividad en el año 2006.
Activ. Recreativas, culturales y
deportivas
4%
Transporte
5%
Restaurantes y similares
13%
Actividades no características
50%
Hoteles y similares
23%
Cuadro 6. Ejemplo de incidencia directa e indirecta del turismo en otras actividades: Impacto de la pro-
ducción turística sobre la economía andaluza en el año 2005 (en millones de €).
de servicios personales, así como la decisiva importancia que esto encierra para
la economía de numerosas áreas con problemas de desarrollo y que tienen en
altas tasas de desempleo constituyen su principal problema estructural.
Caleidoscopio
La competencia por el uso del agua entre turismo y agricultura en la Comunitat
Valenciana
«La imagen negativa de los consumos turísticos también se asocia al riego de campos de
golf. En la región valenciana existen 21 campos de golf ... todos ellos suman 1.295 ha. y
generan un consumo de 13 hm3/año. Este volumen, que supone el 8,6% de los consumos
turísticos (150 hm3/año) y el 0,37% de todas las demandas consuntivas (3.454 hm3/
año) de la región, equivale a la dotación necesaria para el riego de 1.530 ha de cítricos.
Tampoco debe pasar desapercibida la repercusión social de estos usos, ya que los 21
campos existentes en la región pueden crear unos 20.000 empleos, frente a los 800 de las
1.500 ha de cítricos. Por ello, si además se exige el empleo de aguas residuales, el mayor
inconveniente que plantean los campos de golf en la Comunidad Valenciana no reside en
el consumo de agua (13 hm3/año). Sí en cambio, en que se recurre a ellos como reclamos
publicitarios para la venta de miles de residencias anejas al propio campo, con tipologías
extensivas que multiplican el consumo de agua y de suelo.»
Caleidoscopio
Uno de los efectos más relevantes del sector turístico, sin duda el principal
desde la óptica social, es su muy notable capacidad para la generación de em-
pleos en el territorio de destino, derivada de su propia naturaleza como activi-
dad basada en la prestación de servicios personales. A ello se une la densidad
de eslabonamientos que el turismo establece con otros sectores productivos, y
que ha llevado a establecer (Mathieson & Wall, 1982: p 77) una tipología de
empleos vinculados al turismo:
2 Dada la relevancia de esta temática, la OMT decidió dedicar a la misma la celebración del
Día Mundial del Turismo del año 2007, bajo el lema El turismo abre puertas a las mujeres. Con
este fin, la OMT inaugura un nuevo sitio web dedicado a esta cuestión, <http://www.tourism-
gender.com>, que centrará su atención en el papel del género en el turismo y en la forma de
promoverlo, considerando a las mujeres como agentes de cambio en el turismo sostenible y
para el desarrollo de éste.
© Editorial UOC 175 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Caleidoscopio.
«Es perfectamente legítimo comparar a los turistas con las tribus bárbaras. Ambos inclu-
yen migraciones de gentes que chocan con lejanas culturas destruidas por las propias...
Los turistas salen de los centros industriales pero esta vez son ellos quienes se dispersan
© Editorial UOC 177 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Una vez tratados los procesos a través de los cuales el turismo modifica las
estructuras de los espacios más directamente vinculados con la actividad en el
apartado anterior, en el presente la atención se va a dirigir a analizar las relaciones
entre los lugares turísticos y los conjuntos territoriales en los que se insertan, ya
sean a escala subregional, regional o estatal. Para ello, adoptamos de nuevo un
© Editorial UOC 179 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Figura 14. Distribución de la construcción de residencias secundarias en Francia entre 1991 y 1998. (en
m2 construidos).
• La utilización masiva del transporte por carretera para las tipologías tu-
rísticas de interior, sin olvidar su importancia esencial en el litoral, cuyo
territorio ha sido vertebrado en gran parte por las redes viarias vinculadas
a núcleos turísticos.
• La trascendencia determinante de los destinos turísticos en los sistemas
aeroportuarios nacionales y regionales, siendo un excelente ejemplo de
ello el caso español, en el que el primer aeropuerto estatal por número de
pasajeros es el de Palma de Mallorca, de evidente vocación turística.
• La densificación de los mapas portuarios regionales, ante la proliferación
de puertos deportivos vinculados al turismo náutico, no sólo en ámbitos
litorales sino también en cursos fluviales. Igualmente, destaca una peque-
ña recuperación del tráfico marítimo de pasajeros (en marcado descenso
desde hace décadas) a causa del reciente auge del turismo de cruceros.
• El incipiente ascenso del tráfico de viajeros por ferrocarril, en franca de-
cadencia en todo el conjunto del mundo occidental, y que sin embargo
ha recuperado cuotas de mercado merced a la irrupción de las líneas de
alta velocidad, a cuyo éxito no ha sido ajeno (como demuestra en España
la línea Madrid-Sevilla) el notable crecimiento de las diferentes modali-
dades de turismo urbano.
• Por último, no pueden olvidarse los problemas generados en las áreas tu-
rísticas pero que acaban afectando al funcionamiento del conjunto de la
red, en especial los vinculados a la incapacidad de dichas redes de trans-
porte para prestar servicio al volumen de usuarios en estas áreas, que han
significado, y aún significan, uno de los principales estrangulamientos
para el desarrollo competitivo de éstas. Son innumerables los ejemplos en
los que la carencia de una planificación territorial previa al crecimiento
turístico ha ocasionado efectos tales como:
• La necesidad de paliar a posteriori las carencias existentes (Anton y Gon-
zález Reverté, 2005: pp 15-20), a menudo con costes muy superiores a los
necesarios en una etapa inicial (al tener que optar, a modo de ejemplo,
por trazados accidentados o complejos técnicamente, ante la saturación
del resto del espacio por los usos residenciales), lo cual ha lastrado la fi-
nanciación del conjunto de la red.
• la desvertebración del núcleo turístico respecto al conjunto del espacio
regional, quedando como un enclave únicamente conectado con el ae-
ropuerto o nodo principal de la red, y sin articulación con el resto de
© Editorial UOC 183 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Son producto de uno de los rasgos esenciales del empleo turístico, como es su
estacionalidad, que se plasma en la afluencia de trabajadores que desempeñan
tareas en las áreas turísticas durante la temporada alta, regresando a sus lugares
de origen tras finalizar ésta. Constituye un proceso de muy notable importan-
cia, no sólo por la propia magnitud cuantitativa de los flujos migratorios, sino
por la incidencia de éstos en las áreas emisoras (generalmente del interior hacia
el litoral), las cuales ven revitalizadas sus economías locales al percibir parte de
las rentas generadas, recibiendo además, a través de los contactos anuales con
espacios más desarrollados, un fuerte impulso de transformación socio-cultural
procedente de éstos.
Aunque los ejemplos a este respecto pueden ser muy numerosos (la práctica
totalidad de la costa mediterránea española y su traspaís), puede recordarse
por su relevancia la atracción estival ejercida por la Costa del Sol malagueña
respecto a trabajadores de áreas agrícolas deprimidas del interior andaluz, que
fueron incorporando así las labores turísticas en la rotación anual de trabajos
eventuales (desplazamientos para la recolección de la aceituna, vendimia, etc.)
sin los cuales se hubieran visto abocados a una emigración de más largo alcance
y difícilmente reversible.
Además de los efectos inducidos que el turismo genera en los propios lugares
turísticos (ya revisados en el apartado anterior), cabe citar algunas consecuen-
cias cuyos resultados se perciben en el conjunto del espacio económico, regio-
nal o nacional, en el que el área turística se enmarca. Entre estas consecuencias
pueden destacarse las siguientes:
gasto de los turistas en destino, al que se suele hacer referencia con la fórmula
expresiva «el turismo significa una exportación in situ». Capitales que, una
vez inyectados en el flujo monetario de la economía receptora, se difunden
a través de ésta, dinamizando el conjunto del tejido económico del país o
región. Este papel de las zonas turísticas como áreas receptoras de ingresos
para el conjunto de una economía nacional, encuentra uno de sus mejores
ejemplos en el caso del desarrollismo español de los años sesenta y primeros
setenta, en los que las divisas obtenidas en las áreas turísticas fueron uno de
los principales elementos equilibradores de una balanza de pagos deficitaria y
financiando el desarrollo industrial de la época (Figuerola, 1999: pp 77-99).
• En el mismo sentido, es preciso citar la importancia de la actividad desarro-
llada en las áreas turísticas como fuente de recaudación fiscal para la Hacien-
da Pública. En efecto, la pujanza económica de estos espacios los convierte
en contribuyentes netos en el contexto de las políticas fiscales estatales, per-
mitiendo a éstas reasignar los recursos obtenidos para el conjunto general de
necesidades de gasto.
• Igualmente, hay que resaltar el papel de las áreas turísticas como receptoras
de inversiones de capital provenientes del conjunto de la economía nacio-
nal, dada la alta rentabilidad esperable en las mismas, con lo que en la prác-
tica drenan una parte de la inversión y el ahorro nacional superior a la que
sería proporcional a su población o participación en el PIB, compensando así
los flujos señalados en los puntos anteriores.
• Por último, pero no por ello menos importante, hay que referirse a las inte-
rrelaciones productivas desarrolladas entre las zonas turísticas y las restan-
tes. Globalmente, los resultados de esta imbricación resultan beneficiosos
para el conjunto de la economía regional o nacional a partir de la contabi-
lización de rentas y empleos generados, merced a la reconocida capacidad
del turismo para provocar eslabonamientos con otros sectores, cuya produc-
ción finalmente se conecta con la actividad turística (aspecto tratado más
ampliamente en el apartado anterior). Estas relaciones productivas superan
la escala inmediata a los lugares turísticos, con lo que la huella territorial
de éstos puede percibirse incluso en ámbitos alejados (Álvarez, 1989: p 82)
(construcción de pantanos y canalizaciones de agua, apertura de canteras
para suministro de materiales de construcción, revalorización de tierras y
campos de cultivo, potenciación de la actividad primaria para el consumo
en fresco en los núcleos turísticos, etc.)
© Editorial UOC 185 Capítulo II. Los lugares turísticos.
Figura 15. Círculos vicioso y virtuoso de los destinos turísticos maduros del litoral.
Crecimiento de la Aumento de la
oferta de presión humana
alojamiento
Llegada de un
turista con
mayores efectos Aumento del valor
multiplicadores de los activos
Aumento inversión
privada en mejora
de la calidad
En profundidad.
Evolución en las estrategias de cualificación de destinos
los impactos generados por las medidas aplicadas, orientación ésta aún muy
incipiente.
• Constatar la creciente trascendencia en esta temática de los aspectos terri-
toriales, como no puede ser menos si se atiende a la consideración de los
destinos como territorios con vocación u orientación al uso turístico. Una
cuestión clave al respecto, que será retomada en otros epígrafes, es la dificul-
tad de compaginar el objetivo de mayor calidad integral en los lugares turís-
ticos con la situación actual de expansión acelerada de oferta de segundas
residencias, masiva e indiferenciada, en dichos lugares.
• La apreciación del acusado contraste entre la capacidad real de las actuacio-
nes públicas para actuar sobre la realidad de los destinos, por una parte, fren-
te a la celeridad y potencia de unas decisiones privadas que pueden resultar
antagónicas con las estrategias de reconversión aprobadas (a este respecto,
cabe citar como ejemplo el debate acerca de los posibles efectos negativos,
de cara a la cualificación, que se derivan de la expansión de hoteles todo
incluido en destinos litorales españoles).
• La apreciable tendencia a una cierta reivindicación de los destinos tradicio-
nales consolidados, tras una etapa de marcada infravaloración de los mis-
mos. Esta recuperación se sustenta en hechos constatables, tanto en el orden
sectorial como en el territorial:
Caleidoscopio.
Una visión literaria de la conversión del turismo en bien de primera necesidad
El novelista David Lodge, en su obra Noticias del paraíso (Anagrama. 1996.), traza
un satírico retrato de la vida en un destino turístico tradicional (Hawai). Uno de
los personajes, el Dr. Sheldrake, profesor de antropología, expresa las siguientes
opiniones sobre el fenómeno turístico, en las que, sin olvidar el carácter humo-
rístico de la obra, se plantean reflexiones acerca de la conversión del turismo en
un consumo de primera necesidad en las sociedades desarrolladas. Obsérvese la
expresión caricaturesca acerca de los tópicos y prejuicios que han imperado en las
visiones académicas sobre el turismo.
« [...] un día, sentado en un peñasco cerca del Partenón y contemplando a los tu-
ristas que pululaban por allí [...] de repente se me ocurrió la idea: el turismo es la
nueva religión mundial. Católicos, protestantes, hindúes, musulmanes, budistas,
© Editorial UOC 196 A propósito del turismo
ateos [...] lo único que tienen en común es que todos ellos creen en la importancia
de ver el Partenón. O la Capilla Sixtina, o la Torre Eiffel […]
» Le estoy haciendo al turismo lo que Marx le hizo al capitalismo, lo que Freud le
hizo a la vida familiar. Lo estoy deconstruyendo. Verá, yo no creo que en realidad la
gente quiera ir de vacaciones, más de lo que realmente quieren ir a la iglesia. Les ha
sido lavado el cerebro para pensar que les harán un bien o les darán la felicidad. De
hecho, las encuestas demuestran que las vacaciones causan cantidades increíbles
de estrés[…]
»En 1939, un millón de personas viajaron al extranjero; el año pasado esta cifra fue
de 400 millones. En el año 2000 podría haber 650 millones de viajeros internacio-
nales, con un número cinco veces mayor de personas viajando en sus propios países.
El mero consumo de energía que esto supone ya es portentoso...
»- La única manera de parar esto, legislación aparte, consiste en demostrar a la
gente que en realidad no disfrutan cuando salen de vacaciones, sino que se en-
tregan a un ritual supersticioso. No es una coincidencia que el turismo ascienda
precisamente al declinar la religión. Es el nuevo opio del pueblo, y como tal debe
ser denunciado.»
Fuente: Lodge, D. Noticias del paraíso. Anagrama. Barcelona, 1996.
4.3.3 Ante las nuevas periferias ¿Qué papel para los destinos maduros?
Caleidoscopio.
En profundidad.
El debate entre oferta residencial y oferta comercial en los lugares turísticos emergentes
Capacidad
• Viviendas/Habitaciones • 1.000 viviendas • 1.000 habitaciones
• Plazas • 3.500 plazas • 2.000 plazas
Empleo
• Fase de Construcción • 1.770 empleos equivalentes • 1.815 empleos equivalentes
en la construcción de la para la construcción de los
urbanización. hoteles.
• 1.047 empleos equivalentes • 1.324 empleos equivalentes
indirectos e inducidos. indirectos e inducidos.
• El empleo local serían • El empleo local serían
1.770+210 empleos 1.815+265 empleos equiva-
equivalentes. lentes (el primer sumando
son los empleos directos en la
construcción y el segundo el
20% de los empleos equiva-
lentes indirectos e inducidos).
Generación de renta
• Fase de Construcción • 6.576 millones de pesetas en • 6.746 millones de pesetas en
la producción directa. la producción directa.
• 2.940 millones de pesetas en • 3.016 millones de pesetas en
indirecta e inducida. De esta indirecta e inducida. De esta
cantidad 588 millones son cantidad 603,2 millones son
de generación local. de generación local.
• La renta local sería de unos • La renta local sería de unos
7.500 millones de pesetas. 7.350 millones de pesetas.
Finalmente, hay que señalar los riesgos inherentes a la citada elección del tu-
rismo como opción por eliminación para el desarrollo de los territorios, riesgos
que se centran en la imposibilidad material de la actividad turística para absor-
ber los contingentes de mano de obra expulsados de los sectores tradicionales
en crisis, y ello pese a su demostrada capacidad para la generación de rentas
y empleos. Esta capacidad no puede llevar a la confusión de intentar generar
monocultivos turísticos en territorios en los que esta posibilidad no es posible
ni siquiera deseable (por las condiciones del medio natural, o por las caracterís-
ticas propias de la modalidad turística a implantar —turismo en espacio rural,
ecoturismo, etc.—) Así pues, la única opción verdaderamente viable para la
mayoría de los territorios parece pasar por una diversificación equilibrada de su
estructura productiva, que no cargue en exclusiva sobre el turismo la respon-
sabilidad de impulsar el desarrollo, puesto que, de lo contrario, se generalizará
la asignación de unas expectativas desmesuradas en la capacidad dinamizadora
del turismo, con el previsible resultado de una notable generación de frustracio-
nes en las poblaciones afectadas.
© Editorial UOC 207 Capítulo III. Casos de estudio
Capítulo III
Casos de estudio
Introducción
la mayoría de los países de la región. Sin lugar a dudad América Central ofrece
grandes posibilidades para desarrollar, junto con el turismo tradicional, el turis-
mo ecológico y rural en consonancia con la creciente importancia del turismo
especializado.
El potencial natural centroamericano es enorme, pues contiene aproximada-
mente el 7% de la biodiversidad del planeta y en su conjunto cuenta con más
de 550 áreas protegidas, lo que supone aproximadamente el 25% del territorio
de Centroamérica, aunque la contribución a la conservación de cada país es
diferente. Entre 1969 y 2004 se ha producido un espectacular incremento de
espacios protegidos públicos y privados, fenómeno ligado a diferentes factores
como puede ser la presión conservacionista a nivel mundial y especialmente
el gran interés que despiertan muchos de estos espacios entre los mercados
turísticos occidentales. Guatemala y Honduras, por ejemplo, han duplicado y
triplicado sus áreas protegidas entre 1998 y 2002.
Cuadro 1. Número de Áreas protegidas y superficie protegida de los países de América Central.
Guatemala 127 20,90 Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) formado por:
Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAGA)
Instituto Antropología e Historia (IDAEH)
Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT)
Asociación Nacional de Municipalidades (ANAM)
Centro de Estudios Conservacionistas de la Universidad de San
Carlos (CECON)
Belice 61 46,70 Ministerio de Recursos Naturales y Ambiente
Ministerio de Pesca, Agricultura y Cooperativas
Ministerio de Turismo, Cultura y Comunicación
Costa Rica 158 25,80 Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE) a través del Sistema
Nacional de Áreas de Conservación
Estos espacios protegidos han permitido articular una oferta turística inno-
vadora a partir de productos basados en los recursos naturales que esconden sus
áreas protegidas y que le ha merecido el posicionamiento competitivo a nivel
mundial como imagen de destino ecoturístico.
Los dos países que encabezan la región como destinos ecoturísticos consoli-
dados son sin lugar a dudas Costa Rica y Belice. Costa Rica es, sin lugar a dudas,
la que más partido ha sacado de su riqueza natural, pionero a nivel de región
y un referente como destino ecoturístico no sólo para sus vecinos, que están
siguiendo sus pasos sino a nivel mundial. Tampoco se ha de dejar de lado a
Belice (aspecto que permite que las dimensiones de su desarrollo turístico sean
menos masivas que en Costa Rica), pues aunque el volumen de visitantes en la
región sea poco representativo, es de sobra conocida su oferta ecoturística, so-
bre todo marina, combinada con los espectaculares recursos culturales. De cerca
está Guatemala y un tercer grupo formado por Panamá, Nicaragua, Honduras
y el Salvador que aún siendo los países con menor flujo de Centroamérica el
turismo, y principalmente el turismo ecológico, está desarrollándose de forma
interesante y mostrando un potencial importante.
El turismo, y concretamente el ecoturismo, se contempla actualmente en to-
das las políticas de desarrollo turístico de los países de la región, identificándose
como estrategia para posicionar a su país turísticamente y como instrumento
para hacer rentables y autosostenibles las áreas protegidas (AAPP), así como
para promover el desarrollo local.
Todos los países de la región cuentan con una Estrategia Nacional de Turis-
mo integrada en el Plan de Desarrollo Nacional o el Plan de Gobierno. El desa-
rrollo sostenible, la valoración de la diversidad cultural y la conservación del
patrimonio natural y cultural, son elementos presentes en la mayoría de estas
estrategias.
Las políticas y estrategias de los países van encaminadas a potenciar y a de-
sarrollar el producto del ecoturismo o turismo especializado. En estos últimos
años han proliferado los Planes Generales de Desarrollo Turístico Sostenible
donde el ecoturismo es un objetivo importante1.
2 Datos proporcionados por las diferentes instituciones que gestionan las diferentes APS (Belize
Zoo & Tropical Education Centre ,Forestry Department, and Community Baboon Sanctuary; Belize
Audubon Society; Archaeolgy Department <http://www.belizetourism.org>.
© Editorial UOC 212 A propósito del turismo
Cuadro 2. Visitas a las áreas silvestres protegidas administradas por el SINAC en el período 1990-2005.
2003: p. 50). En Costa Rica se estima que el déficit es de un 40% tanto en re-
cursos financieros como en personal y equipo necesario. Ligado a la falta de
recursos económicos se encuentra la escasez de infraestructuras y equipamien-
tos. Casi alrededor del 60% de las áreas protegidas de la región no disponen de
ningún tipo de infraestructura, siendo el caso de Guatemala el más grave con
un porcentaje que asciende al 83% de las áreas protegidas y en una situación
menos crítica Costa Rica, con un 40% de áreas sin infraestructura (Nel-lo, 2004:
p 361). Las infraestructuras son una limitación importante pero también es
problemática la falta de mantenimiento de las instalaciones y de los equipos,
así como la falta de recursos humanos.
Cada uno de los sistemas de áreas protegidas nacionales ha sido definido
bajo diferentes marcos y estructuras institucionales y bajo diferentes marcos y
políticas, siendo en muchas ocasiones una estructura administrativa compleja.
Esto ha incidido en su nivel de eficacia, funcionamiento y competencias. No
sólo por la cantidad de entidades involucradas, sino por la escasa definición de
las competencias y la poca coordinación entre la institución encargada de la
gestión de las áreas protegidas y del desarrollo de la actividad turística.
Otro problema derivado de la progresiva implantación del ecoturismo es la
masificación en las áreas protegidas que ya eran destinos tradicionales. En algu-
nos lugares ha supuesto graves impactos negativos sobre los recursos naturales
y culturales como sucede en el caso de Guatemala el Parque Nacional Tikal, el
Parque Nacional Río Dulce o el Parque Nacional Volcán Agua. La importante
inversión extranjera desplaza en ocasiones a las iniciativas locales, que a su vez,
ante las dificultades que tienen para lograr implicarse en la actividad ecoturísti-
ca, se están agrupando en redes regionales o nacionales para así crear sinergias
y diferenciar sus productos. Dichas redes cuentan con el apoyo de ONGs y la
cooperación internacional, como sucede en Costa Rica, donde un gran número
de proyectos locales ecoturísticos han obtenido el apoyo económico del pro-
grama de pequeñas donaciones de las Naciones Unidas. La estacionalidad de la
oferta de los operadores representa otro problema. El pequeño tamaño de los
grupos y la debilidad del mercado, expresada en una escasa frecuencia de las
visitas, supone unos precios elevados de los paquetes y productos ofrecidos por
los operadores. Esto, a su vez, retrae a la demanda, con lo que se genera otro
círculo vicioso. Finalmente hay que tener presentes otros aspectos como que los
operadores cuentan con guías profesionales, capacitados y con conocimientos
ecoturísticos para conducir y manejar a los grupos de turistas, las condiciones
© Editorial UOC 215 Capítulo III. Casos de estudio
Introducción
No se puede realizar ningún estudio del Turismo en Cuba sin analizar la re-
lación existente entre la industria turística y los cambios económicos, sociales y
políticos que se han producido a través de su historia.
El Turismo en Cuba tiene una larga tradición y sus orígenes se remontan a
la primera mitad del siglo XIX, sin embargo en todo ese siglo y en la primera
mitad del siglo pasado, el desarrollo del turismo se caracterizó por la inexis-
tencia de políticas para aumentar o mantener los avances alcanzados durante
determinados periodos (Ayala, H. 2001 y Salinas, 2003).
Diversos especialistas hablan de tres o cuatro etapas del desarrollo turístico
en Cuba (Villalba, 1993, García. A. 1998 y 2005, Mundet, Ll. y Salinas, 2000 y
Salinas, 2003). La primera está asociada al periodo republicano, en el cual Cuba
se convierte en el principal destino del Caribe y donde según los primeros datos
oficiales en la temporada 1924-25, se recibieron 31.566 turistas. En los años
cincuenta del siglo pasado, Cuba se convirtió en el primer destino turístico del
© Editorial UOC 216 A propósito del turismo
Caribe con más de 7.700 habitaciones (en 125 hoteles) en 1958, alcanzando la
cifra máxima de llegadas en el año 1957, con 272.265 visitantes, lo que repre-
sentaba más de 27% del total de visitantes del Caribe y el doble del segundo
destino en importancia de la región, en esos años Jamaica. Como resumen del
desarrollo del turismo en Cuba hasta el triunfo Revolucionario de 1959 se pue-
de señalar «que éste estuvo sujeto a la anarquía y desidia de un sistema capitalista de
subordinación al extranjero lo que se traduce en una falta de previsión en su dirección
y administración, bajos ingresos por turista, estadías cortas y una pobre oferta basada
esencialmente en el juego, el vicio y la prostitución» (Villalva, 1993).
El turismo después de la Revolución está marcado por tres periodos clara-
mente diferenciados.
• El primero, desde 1959 hasta la década de los setenta, donde se produjo una
reducción drástica del turismo internacional (solamente visitaban el país al-
rededor de 2 a 3 mil visitantes anuales) se promueve el turismo nacional
con una oferta centrada esencialmente en las áreas litorales y ciudades con
servicios turísticos regulares e instalaciones de alojamiento de baja categoría
(Ayala, 2001 y Salinas y Estévez, 1996).
• El segundo periodo incluye los años setenta y ochenta y está caracterizado
por una lenta recuperación del turismo internacional proveniente principal-
mente de Europa y Canadá y la realización de los primeros planes directores
para la planificación del desarrollo del turismo en el país a partir del inventa-
rio de los recursos turísticos y la estimación del potencial de habitaciones en
las regiones turísticas propuestas. Se produce también la consolidación del
turismo nacional con más de 650.000 visitantes en más de cien campings
distribuidos por todo el país especialmente en áreas litorales.
• Por último, el tercer periodo que comenzó a fines de los ochenta con la re-
cesión de la agricultura (lo que representó un duro golpe para la economía
cubana y obligó al gobierno cubano a considerar al turismo como la única
alternativa posible para la recuperación y reactivación económica del país)
conllevó un proceso de construcción de nuevas plazas hoteleras, el desarro-
llo de infraestructura turística y la participación cada vez mayor del capital
extranjero en este sector. El papel que ha desempeñado el sector turístico en
la economía cubana en los últimos veinte años (1985-2005) ha sido relevan-
te como puede apreciarse en el comportamiento del número de visitantes
que pasó de 175.576 a 2.319.334 y los ingresos que crecieron significativa-
© Editorial UOC 217 Capítulo III. Casos de estudio
Indicadores/ 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2005
años
Habitaciones 12,9 18,7 23,3 26,9 30,9 35,3 39,5 41,2 47,5
(miles)
Visitantes (miles) 340 461 619 1.004 1.446 1.774 1.686 2.048 2.319
Ingresos 243 550 850 1.333 1.759 1.948 1.769 2.367 2.798
(millones usd)
Fuente: Ministerio de Turismo de Cuba, 2006.
El Caribe, un destino por excelencia de sol y playa, se distingue por tener unas
aguas más cálidas, limpias, tranquilas y exóticas que las del Mediterráneo y se carac-
teriza por la existencia de importantes resorts y destinos vacacionales de sol y playa,
en donde las actividades vinculadas al mar, los deportes náuticos y los cruceros han
tenido preeminencia. Éstas se corresponden esencialmente con la imagen alcanzada
y consolidada después de la Segunda Guerra Mundial que lo ha convertido en la
segunda región de turismo de sol y playa del mundo, después del Mediterráneo.
En este contexto se desarrolla el turismo de sol y playa en Cuba que pode-
mos señalar que antes de 1959 no estaba consolidado pues el principal destino
de esta modalidad era entonces Varadero con 2 hoteles (Internacional y Oasis)
y un total de 400 habitaciones. Cuba se vendía esencialmente como un destino
de juego y prostitución asociado con la vida nocturna en la ciudad de La Ha-
bana más que como un destino de sol y playa, a pesar de la reconocida calidad
y belleza de sus playas, principalmente Varadero, a quien los norteamericanos
promovían como la playa más linda del mundo.
Después de 1959 se promulgan varias leyes que declaran el carácter público de
las playas y costas del país y promueven el incremento del turismo nacional hacia
las áreas litorales con la construcción de nuevas instalaciones en diversos lugares.
Esta dinámica se consolida en los años siguientes con el desarrollo de unos 100 cam-
pings en la década de los años setenta y ochenta especialmente en zonas litorales, lo
que posibilitó incrementar las posibilidades de vacaciones de la familia cubana.
Con el impulso dado por el Estado Cubano al desarrollo del turismo interna-
cional a inicios de la década de los años noventa se produce un crecimiento ex-
plosivo en la construcción de nuevas capacidades hoteleras la llegada de visitantes
y los ingresos por turismo (véase cuadro 1). En 1995, el 58 % de las capacidades
hoteleras en Cuba se localizaban en áreas litorales y en el año 2005, esta cifra al-
© Editorial UOC 219 Capítulo III. Casos de estudio
canzó el 65 % del total de habitaciones hoteleras del país lo que, según algunos
autores, contradice lo expresado por las autoridades del sector en Cuba que seña-
lan la necesidad de diversificar el producto turístico cubano y podría hipotecar el
futuro desarrollo alternativo y diferenciado de nuevas modalidades turísticas que
no tengan en el sol y la playa su principal razón de ser (Salinas y Mundet, 2000).
Cuadro 2. Habitaciones según modalidades turísticas disponibles en Cuba en el 2005 (en miles).
El turismo en Varadero
Desarrollo histórico
Varadero se puede considerar como el primer destino turístico del país con
indicadores que en el año 2003 representaron el 36,4% de los ingresos totales
recibidos por el turismo en Cuba, el 44,5% de los visitantes y el 37,6% de las
habitaciones en explotación, con una estancia promedio de siete días superior
a la media del país y una carga de usuarios que en días punta puede sobrepa-
sar las 100.000 personas si sumamos los alojados, los visitantes por un día, los
residentes y los trabajadores de este destino. La ocupación media anual de este
destino fue del 80% en el año 2005.
Figura 3. Principales mercados emisores (en turístas físicos) que visitaron varadero durante 2004.
Este destino tuvo un rápido crecimiento a partir de una base pequeña, según
el modelo de desarrollo de Butler (1980) y está al final de la fase de desarrollo
en una situación donde sería conveniente analizar las mejores opciones para su
consolidación como un destino litoral maduro de éxito.
Se espera que Varadero reciba más de un millón de turistas anuales, lo que
representará el 37% del total del país (cifra significativa teniendo en cuenta el
desarrollo que alcanzarán otras regiones); en turistas-días la cifra esperada será
un 45% de la del país y con respecto al ingreso bruto la expectativa representará
el 20,3% del total que espera el país.
El perfeccionamiento de la comercialización dependerá de la diversificación
y diferenciación del producto turístico de Varadero. Se deberá incrementar el
nivel ocupacional, teniendo en cuenta el comportamiento de la demanda y
profundizar en los estudios de los mercados emisores, realizando acciones con-
cretas en los mismos para incrementar los flujos hacia el destino Varadero com-
binado con otros destinos turísticos del país.
Conclusiones
Introducción
5 La masía o mas es la estructura agraria propia de la Cataluña húmeda y de media montaña, que
se remonta a la Edad Media y configura un hábitat rural disperso. La masía ha ordenado durante
siglos los distintos usos del suelo: la vivienda en el centro de la explotación, las tierras de labor en
las zonas más llanas y cercanas a la vivienda, ocupando el monte el resto del terreno.
© Editorial UOC 228 A propósito del turismo
primer lugar la iniciativa privada de algunos titulares que han llevado a cabo
sus proyectos agroturísticos bajo una lógica empresarial. Son iniciativas pione-
ras en la zona que posteriormente han sido imitadas por otros vecinos del lugar.
Entre las más novedosas está la propuesta de turismo activo de las rutas en ca-
ravana y carruaje por la Sierra de Castelltallat, que junto con los alojamientos
de turismo rural de la zona constituyen los dos pilares básicos del agroturismo.
Al ver la gran demanda existente en este tipo de servicios turísticos algunos
de sus titulares han visto en ello un negocio rentable y se ha traducido en la
presencia de varias unidades turísticas de alojamiento bajo titularidad de una
misma persona y en la diversificación de los servicios prestados. La mujer es, en
la mayoría de los casos, la encargada de gestionar el negocio turístico, general-
mente bajo una óptica de complemento de rentas, ya que la actividad turística
está en función de su tiempo disponible y, por tanto, supeditada a las labores
del campo y del hogar.
Desde que se abrió en 1993 la primera casa de agroturismo y se iniciaron
paralelamente las rutas en caravana y carruaje tirados por caballos se ha con-
solidado una estrategia de desarrollo local caracterizado por la integración de
varios productos6 y actores, agrupados todos ellos bajo la Asociación Sierra de
Castelltallat, un organismo creado a finales de los años noventa y formado por
empresarios agroturísticos de la zona y representantes del municipio. La actua-
ción conjunta y coordinada de los distintos actores implicados en un proyecto
en común es una de las claves del éxito del agroturismo. Se constata pues, que
el agroturismo fomenta la cohesión social como lo demuestra el alto grado de
asociacionismo existente en la zona. Las asociaciones de empresarios de turis-
mo rural y agroturismo han asumido y asumen un papel muy importante en el
sector. Dichas asociaciones tienen como principales objetivos el de ofrecer un
producto turístico de calidad, formar y asesorar al socio de las novedades en
el sector, actuar de interlocutor con la administración y facilitar las tareas de
difusión del producto a partir de acciones concretas de promoción y comercia-
lización. En la zona, existen dos asociaciones y una federación de ámbito supra
comarcal, de las que forman parte la mayoría de los empresarios agroturísticos
de la Sierra de Castelltallat. No en vano, y gracias al papel activo desempeñado
por las asociaciones, el agroturismo de la zona se identifica con un producto
La demanda
Por lo que a la demanda se refiere, hay que decir en primer lugar que se trata de
un turismo interno, con un predominio casi absoluto del cliente de proximidad (más
del 80% de la clientela procede de la misma región), una característica que la diferen-
cia claramente de las otras demandas turísticas existentes en Cataluña; y en segundo
lugar es un turismo de corta duración, con una estancia media de casi tres días. Otro
hecho diferencial de la clientela agroturística respeto a la demanda de otros produc-
tos turísticos más estandarizados son sus preferencias a la hora de viajar. El cliente
que practica agroturismo busca, por este orden, la tranquilidad, un trato familiar y el
contacto con el mundo rural. Su perfil profesional y económico ya es más variopinto,
predominando el grupo de empleados y funcionarios, generalmente pertenecientes a
un estatus social medio y medio-alto y con un nivel de formación medio-alto y alto.
En relación con el comportamiento durante su estancia cabe diferenciar el turista de
fin de semana y puente festivo, que suele proceder de las áreas urbanas más cercanas
al lugar de destino, y que lo que desea fundamentalmente es descansar y realizar pe-
queñas excursiones por los senderos de los alrededores de la casa; y el turista de vaca-
ciones de verano que, con una estancia mucho más perlongada, procede de lugares
más lejanos (países europeos y otras comunidades autónomas españolas) y practica
actividades muy diversas desplazándose con facilidad por el territorio. A pesar de que
la estacionalidad en el sector del turismo rural y el agroturismo sea menos marcada
que en otros sectores turísticos, existe igualmente una distribución estacional del
flujo turístico concentrado durante los meses de verano, principalmente en agosto, y
en ciertos períodos festivos a lo largo del año, mientras que el invierno suele ser, por
lo general, la estación con el grado de ocupación más bajo.
En el caso concreto de la Sierra de Castelltallat, las características de la demanda
y los porcentajes de ocupación de los establecimientos a lo largo del año no difie-
ren demasiado de lo expuesto anteriormente. En la distribución anual de la clien-
tela se observan dos puntas máximas de afluencia turística, una durante el mes de
agosto y la otra por Semana Santa, con una ocupación que oscila entre el 90% y el
100% de las plazas totales disponibles. Respeto a su lugar de origen, prácticamente
© Editorial UOC 231 Capítulo III. Casos de estudio
La oferta turística
Conclusiones
Introducción
fechas muy recientes. El gasto público destinado a este concepto era muy redu-
cido y se limitaba a financiar actuaciones de información en destino (puntos
de información turística, etc.), así como la asistencia a ferias y otros eventos
promocionales. La situación cambia cuando los principales agentes de la ciu-
dad comienzan a percibir los primeros síntomas de madurez en el producto o
destino turístico y, de forma paralela, se empiezan a difundir modelos de inter-
vención pública mucho más potentes en la Comunidad de Madrid como es el
caso de Alcalá de Henares.
Esta nueva forma de intervenir a nivel de destino arranca en Aranjuez con
el Plan de Dinamización Turística 1999-2001. Los 2,7 millones de € de inversión
aportada por la administración del estado, comunidad autónoma y ayunta-
miento se repartieron en tres grandes líneas estratégicas:
Aranjuez cuenta con una baza específica para desarrollar esta estrategia, su
inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como Paisaje Cul-
tural Patrimonio de la Humanidad en 2001. Esta inclusión supone un reco-
nocimiento a nivel internacional de sus valores paisajísticos, de valores que
derivan de la integración de naturaleza y cultura en un territorio concreto. En
perspectiva turística, el reto consiste en valorar estos aspectos a efectos de una
renovación del destino y el producto turístico Aranjuez. No cabe duda de que
este concepto supone una lectura ampliada del atractivo turístico del muni-
cipio, permitiendo integrar elementos naturales, rurales, urbanos, etc. con el
objetivo de superar la asociación tradicional entre el municipio y el conjunto
formado por Palacio Real y Jardines.
Alcanzar estos objetivos desborda con mucho la capacidad de actuación de los
agentes estrictamente turísticos, públicos y privados. En este sentido, desde hace
tiempo, existe cierto consenso en que una estrategia turística consistente ha de ser
© Editorial UOC 244 A propósito del turismo
Introducción
El Parque Nacional del Gran Cañón se extiende sobre una superficie total de
4.950 Km2, en torno al río Colorado. El Gran Cañón tiene una longitud total de
446 Km, desde Lees Ferry, en su extremo oriental, hasta Grand Wash Cliffs, en
el oeste, cerca del Lago Mead. Este tramo del río supone, aproximadamente, la
quinta parte de los 2.333 Km que el río Colorado recorre desde su nacimiento,
en Rocky Mountains (estado de Colorado), hasta su desembocadura en el Golfo
de California.
Desde el punto de vista geográfico y geomorfológico, el Gran Cañón está
enmarcado por dos bordes bien delimitados, el borde norte (North Rim), más
elevado, que alcanza los 2.483 m sobre el nivel del mar, y el borde sur (South
Rim), que sólo llega a los 2.134 m de altitud. Entre estos dos bordes de formas
sinuosas, el río Colorado se ha encajado profundamente en los estratos sedi-
mentarios, formando una escarpada entalladura que, en su punto más bajo,
llega a los 1.470 m de desnivel respecto al South Rim. Su anchura es variable, y
oscila entre los 180 m de Marble Canyon (junto a Lees Ferry, en el arranque del
cañón) y los 28,8 Km de la zona intermedia, si bien su valor promedio se sitúa
en torno a los 16 Km de distancia entre los bordes norte y sur. En cuanto al río
Colorado, se trata de una corriente fluvial muy caudalosa, cuya anchura va de
los 23 a los 90 m, según los tramos, y cuya profundidad media es de 12 m, si
bien alcanza los 25,5 m en algunos puntos.
La formación del Gran Cañón del Colorado está vinculada a la Orogenia
Alpina que hace entre 65 y 30 millones de años, propició la formación de las
Montañas Rocosas y de la Meseta del Colorado. Esta gran meseta, en la que se
encaja el Gran Cañón, presenta una acusada pendiente de norte a sur, que hace
que el Gran Cañón presente un perfil disimétrico, con el borde norte (North
Rim) trescientos metros por encima del borde sur (South Rim). Esta orientación
general del relieve hace que el río Colorado discurra pegado al South Rim, y
que se registre una mayor erosión y un mayor ensanchamiento del cañón y sus
afluentes en la parte norte. La cuenca de drenaje del río Colorado se configuró,
aproximadamente, hace 40 millones de años, si bien la formación del Gran
Cañón es mucho más reciente, y data de entre 6 y 1 millón de años, estando
su origen en los ajustes tectónicos que abrieron el Golfo de California y cam-
biaron el nivel de base del río Colorado. La actividad erosiva continúa en la
actualidad, aunque de forma más moderada. Esta actividad erosiva de millones
© Editorial UOC 247 Capítulo III. Casos de estudio
de años confiere al Gran Cañón uno de sus grandes atractivos, puesto que per-
mite descubrir una de las columnas geológicas más completas y antiguas del
planeta, permitiendo visualizar materiales de hasta 1.800 millones de años de
antigüedad.
Figura 2. Afluencia del visitantes al Parque Nacional del Gran Cañón (1920-2006).
V i s i ta n te s
5.000.000
4.500.000
4.000.000
3.500.000
3.000.000
2.500.000
2.000.000
1.500.000
1.000.000
500.000
0
Año
año, con el principal punto de recepción de visitantes del South Rim, el Grand Can-
yon Village. Esta afluencia masiva de visitantes se ve potenciada por las buenas co-
municaciones aéreas que los aeropuertos de Phoenix, Flagstaff y Las Vegas tienen con
todos los puntos de los Estados Unidos. El North Rim, por su parte, recibe un menor
número de visitantes (el 9 %), puesto que junto a un relieve más escarpado presenta
un peor acceso. Las instalaciones para turistas se encuentran a 350 km del South Rim
(cinco horas de viaje en coche), las carreteras son de menor calidad y el aeropuerto
más cercano, el de Las Vegas, se encuentra a 426 Km hacia el oeste por carretera.
Estas condiciones de accesibilidad han determinado una diferente intensidad de
uso y una presencia estacional de visitantes muy contrastada. Así, las instalaciones
del South Rim permanecen abiertas durante todo el año, si bien la temporada alta co-
incide con los meses estivales (de junio a finales de agosto) y la temporada media con
los meses de primavera (de marzo a mayo) y otoño (de septiembre a octubre). Entre
noviembre y febrero hay una afluencia de turistas significativa, pero muy inferior al
resto del año, dadas las rigurosas condiciones climáticas que el invierno impone en
la región. Las instalaciones del North Rim sólo están abiertas de mediados de mayo
hasta mitad de octubre, coincidiendo con la época de mayor afluencia. Para entrar al
Parque Nacional del Gran Cañón, como a todos los parques nacionales norteameri-
canos, es preciso pagar una entrada, vigente durante siete días.
Dado el singular relieve del Gran Cañón del Colorado, la mayor parte de los visi-
tantes que llegan al parque lo hacen con la intención de contemplar este espectacular
paisaje desde alguno de los puntos de vista panorámicos que permiten ver el fondo
del cañón y, por lo tanto, el río Colorado. En el South Rim los más frecuentados por
los visitantes son los miradores de Hopi, Yavapai, Yaki, Lipan Points y Desert View,
mientras que en el North Rim hay que destacar los de Caper Royal y Bright Angel.
En estos puntos muchos visitantes hacen tiempo para ver amanecer o atardecer, lo
que constituye un verdadero espectáculo natural, dado el intenso cromatismo que
proporciona el paisaje. Junto a esta actividad principal, que es la que realiza la mayor
parte de los visitantes, particularmente en el South Rim, hay otras actividades signifi-
cativas, como las excursiones en autocar o coche, los paseos a caballo o en mula, las
excursiones aéreas o el senderismo, que ocupan a un buen número de visitantes.
© Editorial UOC 252 A propósito del turismo
Cuadro 1. Principales actividades que desarrollan los visitantes en el Parque Nacional del Gran Cañón.
Rutas en auto- Ruta del Village: enlaza las zonas de servicios públicos y privados Todo el año
bús por el inte- que se ofrecen a los visitantes en ese punto.
rior del Parque
Ruta Kailab Trail: va hacia el este, y llega hasta Yaki Point, uno Todo el año
Nacional
de los miradores más espectaculares del South Rim sobre el río
Colorado.
Ruta Hermits Rest: se dirige hacia el oeste a lo largo de 13 Km, con De marzo a
paradas en ocho miradores diferentes) noviembre
Excursiones En helicóptero o avioneta. Las empresas locales de excursiones Todo el año
aéreas aéreas operan desde el Aeropuerto del Gran Cañón, al sur del
pueblo de Tusayan. Hay muchas empresas que operan desde
lugares más alejados, principalmente desde Las Vegas. Al año se
realizan unos 90.000 vuelos de este tipo, que transportan alred-
edor de 640.000 personas.
Entrada a Kolb Studio: estudio de los hermanos Kolb, pioneros y fotógrafos Todo el año
museos y que dieron a conocer la belleza del Gran Cañón.
centros de
Canyon View Information Plaza: principal centro de visitantes del Todo el año
visitantes
parque, con información sobre todo el conjunto.
Yavapai Observation Station: Uno de los mejores miradores sobre Todo el año
el Cañón, con interesante información geológica.
Tusayan Museum: museo sobre los pueblos indios de la región. Todo el año
Information Desert View: en la entrada Este, con información gen- Todo el año
eral sobre el parque.
Visitas guia- Con destino a diferentes puntos del parque, donde personal espe- Todo el año
das por cializado explica cuestiones de interés relacionadas con la natura-
guardabosques leza. Existen visitas guiadas específicas para niños (Junior Ranger
Program).
© Editorial UOC 253 Capítulo III. Casos de estudio
Paseos en Mula Las excursiones en mula se realizan por el interior del parque, a la Todo el año
usanza de los primeros pioneros, y descienden desde Grand Canyon
Village hasta el fondo del cañón. En el año 2006 se realizaron 7.954
de estos desplazamientos, de los que el 59,3 % se realizaron en el
día, el 37,9 % implicaron una pernoctación al aire libre y el 2,7 %
dos noches.
Paseos a caballo Se realizan desde el pueblo de Tusayan. Existe una oferta de Todo el año
paseos de duración variable (una, dos o cuatro horas), así como
diversas actividades, como paseos con fogatas al atardecer (al más
puro estilo cowboy) o recorridos en carromato por los bosques
cercanos.
Excursiones en Una excursión habitual consiste en llegar al río en automóvil, en la Todo el año
coche particular zona de Lees Ferry, donde el cañón tiene unos cientos de metros
de profundidad. El desplazamiento desde Grand Canyon Village
tiene una duración de cinco horas (ida y vuelta).
Senderismo Hay gran cantidad de rutas y senderos señalizados, tanto en el Todo el año
borde superior como en el interior del Gran Cañón.
Actividades que se realizan en el North Rim
Excursiones en Excursiones a Point Imperial (el pico más elevado del parque, con De mayo a
coche con guía 2.684 m de altitud, al norte del borde del cañón) octubre
Excursiones a Cape Royal (a 37 Km del centro de visitantes de De mayo a
North Rim, uno de los principales puntos panorámicos de ese octubre
lado del río)
Paseos en Mula Se llevan a cabo por los senderos del borde superior, sin llegar a De mayo a
descender hasta el río ni realizar pernoctaciones. En 2006 se re- octubre
alizaron 5.820 viajes: el 23,3 % de una hora, el 42,4 % de medio
día y el 7,5 % de día completo.
Senderismo Hay gran cantidad de rutas y senderos señalizados, tanto en el De mayo a
borde superior como en el interior del Gran Cañón. octubre
Fuente: US National Park Service y elaboración propia.
Dadas las grandes magnitudes del Parque Nacional y su particular trazado lineal,
no existen recorridos circulares para caminatas de un día, por lo que se va y vuelve
por el mismo itinerario. Se trata de una actividad que implica cierto riesgo, por los
fuertes desniveles que se salvan y el intenso calor que hace en la temporada alta. El
descenso senderista hasta el río Colorado constituye un trayecto muy exigente que
no está al alcance de todos los públicos. Dado el fuerte desnivel que hay que salvar
y lo quebrado del terrero, este itinerario supone una caminata de ida y vuelta de
dos días desde el South Rim, tiempo de recorrido que se incrementa notablemente
en el caso del North Rim por la disimetría que presenta el Gran Cañón. Por este
motivo, el senderismo, al igual que el descenso de aguas bravas, está estrechamen-
te relacionado con la acampada en el interior del Gran Cañón. Para este tipo de
pernocta hay que tener un permiso especial, cuya asignación está limitada, para
controlar el número total de personas que hay dentro del Parque. Dada la gran de-
manda existente, la reserva debe hacerse con cuatro meses de antelación. En el año
2006 se realizaron un total de 244.413 pernoctaciones de este tipo.
No obstante, más allá de todas estas actividades, la práctica deportiva, turística y
recreativa que caracteriza al Gran Cañón del Colorado y lo convierte en un destino
único a nivel mundial, es el rafting o descenso de aguas bravas.
anuales para un total de 22.461 usuarios. Según el Plan de 2006, el 67,6 % de estos
usuarios deben realizar el descenso en temporada alta (de mayo a agosto), el 24,9 %
en temporada media (de marzo a abril, y de septiembre a octubre) y el 7,5 % restante
en temporada baja (de noviembre a febrero). Atendiendo al tipo de viaje, el 71,4 %
de los usuarios pueden realizar descensos comerciales y el 28,6 % restante descen-
sos no comerciales. Para los descensos de carácter administrativo no hay límites,
aunque se hacen el mínimo imprescindibles. Por ejemplo, en el año 2003, con los
límites correspondientes al plan de 1989, se contabilizaron un total de 18.153 usua-
rios comerciales, 3.460 usuarios no comerciales y 4.002 usuarios vinculados a viajes
administrativos del parque. Por lo que respecta a la asignación de los permisos de
descenso, las personas que deseen realizar viajes comerciales deben contactar con
las empresas con concesión del parque para realizar esta actividad, que tienen un
número limitado de plazas, una gran demanda y largas listas de espera. Para los
viajes no comerciales existe un sistema de adjudicación por sorteo, que ha venido a
sustituir recientemente al sistema de lista de espera. Dadas estas fuertes restricciones
de uso, existen algunas zonas en los alrededores del Gran Cañón que albergan cierta
actividad de descenso de aguas bravas, aunque de menor entidad. Tal es el caso de
los descensos aguas arriba del parque nacional, entre Glen Canyon y Lees Ferry.
Figura 3. Descensos diarios autorizados desde Lees Ferry, por meses (Plan de Gestión, 2006).
río arriba desde el Lago Mead. En Lower Gorge podemos encontrar descensos que
vienen desde Lees Ferry, aunque lo habitual son los descensos que vienen desde
Diamond Creek. A estas dos modalidades de descenso podemos añadir otras varian-
tes recreativas, como los descensos de un día, los viajes nocturnos o los viajes río
arriba desde el Lago Mead. En esta zona son muy frecuentes los traslados de via-
jeros en helicóptero entre la zona de Quartermaster (422 Km aguas abajo de Lees
Ferry) y Diamond Creek, bien aguas arriba, para agilizar e intensificar los descensos
en balsa por el río desde dicho punto, bien a la inversa, aguas abajo, para facilitar
viajes en barco de recreo por el Lago Mead. Estos traslados aéreos se realizan a tra-
vés del territorio de la Reserva de los Indios Hualapai.
Existe una gran variedad de descensos que se pueden realizar por el Gran Cañón,
en función del tipo del viaje, la técnica, el tiempo de duración, la estación o el tama-
ño del grupo. Desde el punto de vista de la actividad recreativa, los visitantes deben
optar entre los descensos comerciales y los no comerciales. En cuanto a la técnica
de descenso, estos se realizan en lanchas motorizadas o a remo. Las primeras llevan
motores de cuatro tiempos, con una potencia de entre 25 y 40 Cv y con capacidad
para transportar entre 8 y 23 personas (límite máximo). Los viajes a remo incluyen
diferentes modalidades: balsas, kayaks o catarafts, entre otras. También existe la po-
sibilidad de realizar viajes híbridos, en los que los participantes realizan el descenso
en barcas a remo apoyados por una embarcación motorizada que lleva el material.
El tiempo de duración de los descensos oscila según el trayecto y la estación. La du-
ración del viaje depende del trayecto recorrido y de la estación del año. El descenso
completo del Gran Cañón, desde Lees Ferry hasta el Lago Mead, puede tener una
duración máxima de 16 días en verano y hasta 25 días en invierno. No obstante,
pueden realizarse viajes más cortos, entrando y saliendo del Cañón en los diferentes
puntos que lo permiten. En este sentido, lo habitual es la oferta de viajes comerciales
de entre 6 y 9 días de duración. Por lo que respecta al tamaño de los grupos, el Plan
de Gestión establece unos estándares, tanto para los viajes comerciales como para
los no comerciales, que van desde las 8 hasta las 32 personas, guías incluidos, según
el tipo de embarcación y época del año. Dependiendo de todos estos factores, el
coste de los descensos es variable, si bien, en 2007, como término medio, las tarifas
aplicadas por las empresas concesionarias del Parque Nacional para los descensos
de aguas bravas oscilaban entre los 1.200 $ por persona para un viaje de cuatro
días y los 3.500 $ por persona para un viaje de dieciséis días, realizando el descenso
completo del Gran Cañón en verano. Estos precios incluyen un guía especializado,
el equipo de rafting y la manutención, pero no incorporan, por ejemplo, el despla-
© Editorial UOC 258 A propósito del turismo
zamiento hasta el Gran Cañón, que corre por cuenta del usuario. El elevado coste
de esta actividad hace que los practicantes de los descensos de aguas bravas sean los
visitantes del parque que presentan un mayor gasto medio diario. En 2003, este gas-
to se situaba en los 412 $ por persona y día (con una estancia media de 6,7 noches),
muy superior al de los visitantes alojados en hoteles dentro del parque (338 $), los
que realizaban visita de un único día (114 $), los alojados en camping (98 $) o los
senderistas que pernoctan en el interior del parque (43 $).
En cuanto a las actividades dentro del Gran Cañón, durante los descensos, hay
que señalar que dentro de la zona de actuación del Plan de Gestión se encuentran
alrededor de doscientas playas fluviales para el atraque, estancia y pernoctación de
los viajeros que hacen el descenso por el río. Desde estos puntos se puede acceder a
diferentes atracciones, como los cañones laterales (ideales para el excursionismo),
los lugares pintorescos (cuevas, cascadas, senderos) e, incluso, algunos puntos de
interés paleontológico, arqueológico e histórico. En general, el uso más intensivo
se realiza junto a las orillas del río, en el fondo del cañón, donde resulta frecuente
que los viajeros realicen rutas senderistas remontando los cañones laterales. En
todo caso, los puntos del fondo del Gran Cañón que concentran mayor número
de personas son los enclaves de Phantom Ranch (143 Km aguas debajo de Lees
Ferry), Whitmore (301 Km aguas abajo) y Diamond Creek (364 Km).
A la luz de todos estos factores, puede afirmarse que el descenso de aguas
bravas en el Cañón del Colorado es, sin duda, uno de los principales referentes
mundiales en cuanto a la práctica de deportes de aventura en espacios naturales
protegidos y, también, en cuanto al turismo de aventura. En este sentido, su ca-
rácter pionero, en los años sesenta y setenta, le ha permitido situarse por delante
de otros destinos que han comenzado a desarrollar estas actividades mucho más
tarde, caso de Europa (en los años ochenta) o de ciertas zonas de Latinoamérica
y Asia (ya en los años noventa). Esto, unido a unas excepcionales condiciones
naturales (paisajes espectaculares, largos recorridos, gran caudal permanente),
hacen de este lugar un destino paradigmático al alcance de un número relativa-
mente pequeño de afortunados que acceden a esta actividad cada año.
establece un horizonte estable de gestión para el río hasta el año 2016 basado en
criterios de sostenibilidad ambiental. En otras vertientes resulta indudable que, pese
a un balance general positivo, hay aspectos que deben ser objeto de seguimiento y
mejora. Por ejemplo, la seguridad de los visitantes del Parque Nacional y, en particu-
lar, de los que practican los descensos de aguas bravas. En el año 2006 se atendieron
1.278 emergencias médicas, se procedió a realizar 249 rescates y se registraron 13
fallecimientos. Teniendo en cuenta que el número de visitantes supera los cuatro
millones, se antojan cifras aceptables, pero que el parque debe intentar mejorar en
la medida de los posible. En cuanto a la relación del Parque Nacional con su entorno
inmediato, resulta evidente que debe potenciarse para generar mayores beneficios
en el espacio circundante. Buena muestra de esta necesidad, y de las discrepancias
existentes entre conservación y desarrollo, es el caso del mirador construido por los
indios Hualapai sobre el Gran Cañón, en territorio de su reserva, fuera del Parque
Nacional, para aprovechar el interés turístico que despierta el Gran Cañón tanto en
EE.UU. como a nivel mundial. Se trata de la primera actuación, de una serie de ini-
ciativas turísticas importantes que se van a desarrollar en el entorno inmediato del
parque durante los próximos años, y que han generado una importante controver-
sia entre los promotores indígenas, por un lado, y sectores científicos y ecologistas,
por otro. Esta iniciativa turística ha consistido en la construcción de un mirador arti-
ficial sobre el Gran Cañón, al que han llamado Skywalk (literalmente, “paseo por el
cielo”), inaugurado en marzo de 2007, y que pende sobre el fondo del Gran Cañón a
una altura de 1.219 m. Este mirador, con forma de herradura y quinientas toneladas
de peso, es un corredor deambulatorio con suelo transparente, de diez centímetros
de grosor, que se adentra veinte metros en el interior del Gran Cañón, permitiendo
una vista cenital verdaderamente espectacular que, hasta ahora, sólo podía disfrutar
el visitante que se costease una excursión aérea. Esta iniciativa ha sido llevada a
cabo por los indios Hualapai, que gestionan la atracción turística, y pretende apro-
vechar el tirón turístico que tienen tanto el Parque Nacional como la ciudad de las
Vegas, y que hasta el momento no se ha dejado sentir en un espacio con un escaso
nivel de desarrollo. La Reserva cuenta con una superficie de más de 4.000 Km2 y
comparte con el Parque un tramo de 174 Km del Gran Cañón, sin que casi se pro-
duzcan beneficios turísticos ya que apenas recibe 300.000 visitantes anuales, que
son su principal fuente de ingresos. Este mirador artificial ha ido acompañado de la
construcción de un centro de atención a los visitantes, y se tiene previsto dotarlo de
nuevos equipamientos, como un gran campo de golf y un teleférico. Así, mientras la
población indígena reclama su derecho a desarrollar esta actividad económica para
© Editorial UOC 260 A propósito del turismo
paliar la situación de crisis que vive la reserva, con una de las rentas per cápita más
bajas de los Estados Unidos (alrededor de 5.000 €) y una tasa de paro muy eleva-
da, amplios sectores científicos y ecologistas han manifestado su oposición a estos
proyectos que, a su juicio, amenazan con incrementar la presión turística sobre el
medio natural que rodea el parque nacional e introducir elementos exógenos que
desvirtúan el entorno paisajístico. Encontrar la forma de conciliar estas dos visiones
contrapuestas entre desarrollo turístico y conservación ambiental constituyen, sin
duda, un reto perentorio para las administraciones públicas y los agentes privados
de un espacio que está experimentando, en las dos últimas décadas, un importante
desarrollo económico y demográfico.
Introducción
Se puede afirmar que todo lo mejor del arte y la arquitectura europea de los
últimos diez siglos se puede encontrar en el CHV. Lugares, monumentos, atrac-
ciones y eventos son demasiado numerosos para ser visitados de una sola vez, y,
de hecho, la mayoría de los turistas que vienen a Venecia no son atraídos tanto
por las atracciones individuales, sino por las de la ciudad en su conjunto, y por
la atmósfera que la caracteriza.
La mayoría de los turistas visitan los monumentos agrupados alrededor de
la plaza de San Marco, tales como la Catedral, el Palacio Ducal y la torre. Ade-
más, hay numerosos museos de gran importancia, entre los cuales las Academia
Galleries, la Peggy Guggenheim, el Palazzo Grassi, un nuevo centro de arte
contemporáneo que está previsto en el cuartel Salute, así como una plétora de
instituciones menores gestionadas por administraciones públicos y organiza-
ciones privadas. Eventos como el Carnaval, la Biennale de Arte y Arquitectura,
la histórica carrera de barcas y el Festival de Cine, que se celebran en momentos
fijos del año, atraen a multitud de visitantes al centro histórico. Los viajes en
barco a las pequeñas islas vecinas son a menudo vendidos como parte de un
recorrido por Venecia.
Sólo unos pocos visitantes buscan inciativas culturales más allá del CHV en
tanto en cuanto la región que rodea Venecia, presenta una imagen altamente
urbanizada y poco atractiva. Sin embargo, presenta un valioso patrimonio terri-
torialmente difuso relacionado con el papel histórico de Venecia, las Villas de
la antigua aristocracia veneciana, los monasterios y fortalezas, por no hablar de
restos romanos anteriores a la civilización veneciana que han sido escasamente
puestos en valor para el turismo (Scaramuzzi 2000). Además, las ciudades ve-
cinas de Padua y Treviso albergan importantes recursos religiosos y artísticos.
A pesar de los esfuerzos de la provincia de Venecia, que organiza itinerarios y
actividades en el territorio, se confirma la impresión –avalada por los datos dis-
ponibles- los visitantes simplemente pasan a través de este paisaje cultural en
su camino hacia Venecia aunque sin realmente mirarlo.
El desafío para la ciudad es cómo valorizar plenamente su enorme capital
cultural. El turismo cultural tiene el potencial de generar el valor que se nece-
sita tanto para preservar el patrimonio como para promover un nuevo ciclo de
desarrollo, basado en la cultura y en el conocimiento intangible. Sin embargo,
no ocurre en este caso. Por no decir que el potencial ofrecido por la cultura no
© Editorial UOC 263 Capítulo III. Casos de estudio
está debidamente explotado por el turismo de masas sino que, más bien, este
modelo afecta a la propia integridad y durabilidad del patrimonio.
A finales de la década de 1970, los cambios en la estructura de la economía
italiana y un renovado interés en la planificación urbana provocó una amplia
reflexión sobre las opciones para el desarrollo de Venecia. Una cuestión clave
fue la necesidad de cuantificar la tolerancia de la ciudad respecto al turismo,
ya que parecía claro que estaba empezando a afectar a la ciudad y a su tejido
económico y social. Un estudio de Canestrelli y Costa (1991) sugirió que Ve-
necia podría absorber un número total de cerca de 22.500 visitantes, pero sólo
un máximo de 10.700 de estos podían ser excursionistas. Este examen brindó,
por primera vez, un punto claro de referencia para la gestión de visitantes.
Además, puso en evidencia que el sistema turístico, y no sólo el sector hotelero,
no puede ser indiferente a la distinción entre excursionistas y turistas espe-
cialmente teniendo en cuenta sus perfiles y resultados específicos en términos
de externalidades. Por último, fue relevante de inmediato desde la perspectiva
de las políticas a promover. En este sentido, los datos de 1989 proporcionaron
una indicación clara: que la ampliación de la capacidad de alojamiento en el
centro de la ciudad aumentaría los beneficios de la industria sin afectar a otros
subsistemas, mientras que el aumento de la capacidad de transporte público no
tendría ninguna influencia en el sistema.
La capacidad de alojamiento en el CHV es utilizada prácticamente en su to-
talidad. Como consecuencia, la región turística funcional ha superado amplia-
mente la escala provincial, generando un volumen de excursionistas superior
al que sería compatible con la sostenibilidad socioeconómica. En realidad, los
umbrales determinados por Canestrelli y Costa fueron superados durante 156
días en 1987. El número anual de violaciones del umbral ha ido en aumento
desde entonces, a pesar de los intentos de equilibrar esas puntas a través de la
regulación y la planificación.
Si bien la información sobre pernoctaciones está disponible, los datos sobre
los excursionistas se recogen de forma no sistemática, y por diferentes métodos.
Tomando información de la encuesta de 1996-1997 (Manente y Andreatta, 1998)
se observa (véase Cuadro 1) que las excursiones estimadas representan más de
dos tercios del total de las visitas y más de cuatro quintas partes de las visitas
nacionales. Entre los extranjeros, la mayoría son excursionistas falsos y de paso,
y se contabiliza casi un millón de excursionistas indirectos. Los excursionistas
reales son más numerosos entre los turistas nacionales. En conjunto, estas cifras
© Editorial UOC 264 A propósito del turismo
indican que una proporción importante de los visitantes, cuya principal motiva-
ción es pasar un tiempo en la ciudad, en realidad no pernoctan en Venecia.
12000000
INTERIOR
LIDO / ESTUARIO
8000000
TOTAL MUNICIPIO
6000000
4000000
2000000
0
© Editorial UOC 266 A propósito del turismo
Figura 2. Precios de hotel dentro de la Región turística funcional de Venecia. Precios en 1000 LI (1000 LI: 0,5€)
según media ponderada por categoría
300
Venice
Lido
200
Verona
100 Padova
0
0 20 40 60 80 100
Figura 3. Porcentaje de excursiones a Venecia sobre el total de estancias turísticas. Elaboración a partir
de la encuesta de 1997.
© Editorial UOC 269 Capítulo III. Casos de estudio
Cuadro 2. Estructura de correlaciones entre los atractivos culturales y las variables turísticas
Alojamiento / camas 0 0 0 0
Intensidad turística
++ (++) 0 0
(camas por km2)
Indice de función turística
++ (++) 0 0
(camas por km2 por residente)
Categoría media 0 0 0 +
Precio medio ponderado por
++ ++ N.A. N.A.
habitación doble
Pernoctaciones en 1998 0 0 0 ++
Presión turística
0 0 0 0
(pernoctaciones por Km²)
Estrés turístico (pernoctaciones
0 0 0 0
por Km² por residente)
Densidad de población 1998 ++ (++) ++ (+)
Leyenda
Conclusiones
cia se basa en los precios y la accesibilidad (por ejemplo las zonas de playa).
Otros (por ejemplo, la Riviera de Brenta, el municipio de Portogruaro, la orilla
sur de la laguna) tienen elementos de atracción que no han sido explotados
para el desarrollo de una industria de turismo local.
La heterogeneidad disminuye cuando se trata de visitar la ciudad de Venecia.
Debido a la limitación del tiempo y la información, que es inherente a la manera
de visitar las ciudades de los “excursionistas”, los itinerarios de los visitantes están
poco diversificados y son comunes los episodios de masificación de los atractivos
principales y de infrautilización del patrimonio localizado en la periferia. La proxi-
midad a las atracciones turísticas centrales (que normalmente presentan elevados
niveles de calidad) facilita la extracción de rentas por parte de los operadores turís-
ticos. Sin embargo, debido a la enorme masificación de las zonas centrales, apare-
cen otros factores de localización que resultan atractivos (especialmente para los
hoteles y restaurantes) tales como la accesibilidad externa y el “aislamiento”.
• una fuga del gasto de los turistas desde el centro de la región turística hacia a
la periferia que –por otra parte- va de la mano de una concentración de los
costes;
• un declive de la calidad del sistema turístico;
• una pérdida de la relevancia del sistema de atracciones culturales como “ge-
neradores de ingresos”;
• la polarización de la ciudad y el territorio regional de acuerdo a los principa-
les factores que afectan el mercado turístico, tales como la accesibilidad y la
calidad.
Introducción
Situación
La dimensión de la Costa del Sol es destacada, tiene 1.383 Km2, una pobla-
ción de 1.045.096 habitantes en el 2004, lo que supone una densidad media de
755 hab/ Km2; y una renta per cápita familiar en 2003 que oscila entre los 9.000
y los 11.500 €. Está integrada por catorce municipios, entre los que destacan
Málaga, la capital de la provincia, y dos iconos turísticos internacionalmente
reconocidos, Torremolinos y Marbella.
Las características turísticas de este modelo son destacadas en el contexto
regional y nacional. La Costa del Sol contaba con 117.115 plazas turísticas re-
gladas (hoteles, pensiones, camping, etc.) en el 2004 y entre 678.411 y 904.548
© Editorial UOC 274 A propósito del turismo
a domicilio, etc.) y a precios altos para el nivel de vida malagueño, pero muy
asequibles para las rentas norte europeas. Esta mezcolanza entre turismo y resi-
dencia (no permanente), que surge en los años ochenta, es la nueva apuesta de
los gestores espaciales municipales y los empresarios inmobiliarios, y es lo que
ha ido transformando radicalmente el territorio, expandiéndose hasta ocupar
no sólo la zona litoral, sino exportando el modelo a las comarcas de interior (a
más de 40km de la costa). Este último dato es fundamental para comprender la
dimensión que está adquiriendo el turismo residencial en la Costa del Sol y por
extensión, en todo el mediterráneo español.
¿Cómo se ha llegado a esta situación?. Para la comprensión de los cambios
sobre el territorio hay que analizar la evolución del destino.
Antes del desarrollo del turismo a finales de los años cincuenta, la Costa del
Sol era un espacio con una economía subdesarrollada, basada en la pesca de
subsistencia y una agricultura poco productiva, sólo aprovechada en los estre-
chos y pequeños valles. La población ascendía a 380.873 habitantes en 1950,
con escaso nivel de instrucción (más del 70% eran analfabetos funcionales) y
con estructuras por edad y sexo propias de una sociedad tercermundista. Hoy,
la situación es muy diferente, la población se ha multiplicado casi por tres,
tiene una estructura demográfica con síntomas de envejecimiento propios de
cualquier país desarrollado, el analfabetismo no alcanza el 2,9% y donde el sec-
tor servicios (76% de los empleos) y el subsector secundario de la construcción
(13%) son hegemónicos.
La evolución turística de la Costa del Sol es similar a la de otros destinos tu-
rísticos mediterráneos, con ciertas particularidades (Navarro Jurado, 2003). En
términos generales se pueden distinguir cuatro etapas.
1) Desde finales del siglo XIX el espacio de estudio era sólo un centro-bal-
neario local, pero no fue hasta finales de los cincuenta del pasado siglo, con el
proceso de industrialización de Europa occidental, cuando se implanta el turis-
mo en el espacio de una forma dominante.
2) Desde los años sesenta se genera un auténtico boom caracterizado por la
ocupación de la primera línea de playa, en parcelas discontinuas, lo que obe-
© Editorial UOC 276 A propósito del turismo
dece más al precio del suelo y a las estrategias de los touroperadores que a una
lógica racional de la ordenación del territorio. Los espacios cercanos al aero-
puerto se destinaron a un turismo de masas exclusivamente manejado por los
touroperadores europeos (Torremolinos, Benalmádena), mientras los espacios
más alejados como Marbella, empiezan a ser frecuentados por la aristocracia y
la élite europea, es el inicio de la vivienda como alojamiento turístico y del tu-
rismo residencial. Entre los espacios emisor y receptor se establece una relación
de neocolonialismo económico, ya que algunas leyes alemanas y escandinavas
(Ley Strauss, por ejemplo) animaban a invertir en países en vías de desarrollo,
concediendo reducciones en los impuestos. Esta fuerte expansión contrasta con
la carencia en la zona de infraestructuras de comunicación, abastecimiento de
agua, saneamiento, con una escasa formación y redistribución de riqueza.
3) La crisis del petróleo de los setenta (1973 y 1979) ralentiza el crecimiento
de nuevas instalaciones turísticas, reajusta los costes y acrecienta la poca racio-
nalización del crecimiento. Es entonces cuando empiezan los primeros proble-
mas de saturación de algunos espacios concretos, además del deterioro ambien-
tal, especialmente de la playa. Aunque este periodo de crisis debió conducir a
una disminución del número de visitantes en la Costa del Sol, excepto de 1973 a
1975, la demanda se incrementa notablemente, gracias al abaratamiento de los
paquetes turísticos, a una nueva forma de oferta, el apartamento, y al descenso
de la calidad en los servicios, esta es la clave para entender la etapa posterior.
4) Desde mediados de los ochenta hasta la actualidad, se intensifica la ocu-
pación del espacio, lo que produce un cambio radical del modelo turístico, es
la redefinición del modelo turístico, común en el litoral español (López et al.
2005) y en otros países del entorno (Marruecos, Turquía, Grecia, etc.) a finales
de los noventa. En los primeros años el modelo de implantación se expandió
hacia el interior del propio destino (Mijas, Marbella incluso municipios sin pla-
ya, como Benahavís), por el litoral oriental que aún no había sido explotado
(Nerja, Vélez–Málaga), pero en los años noventa el modelo se exportó a co-
marcas del interior próximas como Serranía de Ronda, Valle del Guadalhorce,
la Axarquía y otras comarcas no tan cercanas, como Antequera, que dista más
de 40 km de la costa. La clave para entender esta expansión y exportación del
modelo hay que buscarla en los campos de golf y la construcción de viviendas
alrededor de dichos campos.
En la evolución mostrada debe destacar el papel que han jugado las infraes-
tructuras de comunicaciones y en especial el aeropuerto. Antes del desarrollo
© Editorial UOC 277 Capítulo III. Casos de estudio
turístico el litoral malagueño era una isla, incomunicada por el norte y oeste
por la barrera montañosa y con insuficientes comunicaciones terrestres hacia
la costa gaditana y granadina. Es a partir de la creación del aeropuerto interna-
cional en 1961 cuando despega el desarrollo turístico. El peso del aeropuerto se
ha ido incrementando con el tiempo hasta situarse en el cuarto aeropuerto de
de España en 2005, tanto por el volumen de pasajeros (12.669.019) como por
las operaciones (123.959), lo que es fundamental para el desarrollo del turismo
residencial, puesto que la Costa del Sol está a una isócrona de tres horas de los
principales mercados emisores de Europa. Esta accesibilidad en tiempo dinami-
za los flujos turísticos y es vital para comprender la llegada de turistas en gene-
ral y de turistas residenciales, con la compra de una vivienda, en particular. A
ello hay que unir la aparición de las compañías de bajo coste y los cambios que
está implantando en el sector turístico, por ello es frecuente la visita de turistas
alemanes y británicos sólo para fines de semana, incluso para un único día con
el objetivo de disfrutar de días de sol o jugar al golf. Un ejemplo sintomático,
el aeropuerto de Málaga es el segundo destino de estas compañías en el 2003
(después de Palma de Mallorca) con una cuota de llegadas del 17,5%. Si la com-
petencia entre compañías aéreas sigue los derroteros actuales, en poco tiempo
los cambios serán espectaculares y afectarán incluso al modelo de implantación
territorial-turística.
De todo lo expuesto se deduce que el destino ha padecido una transfor-
mación radical del territorio, lo que ha generado diversos impactos. Desde un
punto de vista ambiental, hay una mutación del entorno, se ha quebrado la
dinámica de regeneración de las playas, lo que supone que todos los años hay
que invertir millones de euros para que las playas tengan arena (2 millones de
€ en 2005), los ríos están completamente modificados (embalsados, desviados
o canalizados por grandes tuberías), se han sobreexplotado los acuíferos y las
zonas verdes han desaparecido, a excepción de algunas áreas de especial interés.
La sociedad es radicalmente distinta, el turismo en general y el turismo residen-
cial en particular, ha generado una multiculturalidad que se refleja en el fuerte
proceso inmigratorio (son los llamados inmigrantes climáticos), a ello se une el
carácter cosmopolita de los habitantes actuales, donde el 36% ha nacido fuera
de la provincia, de los cuales el 16% son extranjeros (en algunos municipios
como Mijas, los extranjeros llegan al 39% de la población censada, a los que
hay que añadir los turistas residenciales); esto ha creado una nueva sociedad,
más independiente, que vive en lugares segregados por la lógica económica
© Editorial UOC 278 A propósito del turismo
Las condiciones que han hecho posible la aparición del turismo de sol y
playa y otros productos asociados es sin lugar a dudas el clima. La suavidad de
las temperaturas (entre16 ºC en invierno y 25 ºC en verano) y el tener menos
de 70 días con lluvias al año, de lo que resulta un tiempo de insolación abun-
dante (2.921 horas al año), son factores esenciales. A ello unimos la existencia
de un sistema montañoso que se articula paralelo a la costa, lo que posibilita
tres líneas de playa con vistas al mar y evita la llegada de vientos fríos del norte,
además de una biodiversidad abundante, tanto en el litoral como en espacios
próximos a él (una Reserva de la Biosfera y dos Parques Naturales).
© Editorial UOC 279 Capítulo III. Casos de estudio
A esta oferta hay que añadir otros productos, el turismo de golf que cuenta
con cuarenta campos (lo que supone la segunda mayor concentración de cam-
pos de golf de Europa), turismo náutico apoyado en once puertos deportivos
que desempeñan también el papel de centros de ocio; turismo de congresos y
eventos con un recinto ferial, tres palacios de congresos y más de cien salas de
hoteles acondicionadas para reuniones y eventos; tres clínicas privadas y tres
centros hoteleros exclusivos para el turismo de salud y casi todos los hoteles de
cuatro y cinco estrellas acondicionados para atender a este último segmento;
un hipódromo, una escuela ecuestre, y varias empresas para el turismo hípico;
seis parques de atracciones y de ocio; e incluso existe el ecoturismo, al contar
con un interior próximo que ofrece cinco parques naturales. Una diversidad
propia de innovadoras estrategias surgidas en los ochenta para superar la fase
de estancamiento habitual en un destino maduro.
Llegados a este punto, podemos afirmar que la Costa del Sol es un ejemplo
significativo dentro de la modalidad a la que pertenece, al ser un destino pio-
nero y referente en la implantación del turismo residencial, lo que está íntima-
mente ligado a la creación de campos de golf, puertos deportivos, centros de
salud privados, residencias de lujo para la tercera edad, etc.
Estas circunstancias sirven de punto de inflexión para reflexionar sobre el
modelo de turismo residencial de la Costa del Sol y del Mediterráneo español
¿Cuál es modelo futuro por el que debe apostar el litoral español? ¿Qué nos
depara este nuevo cambio turístico? ¿Qué dimensión tienen los postfordistas
territorios residenciales?... El modelo de implantación del turismo residencial
no es la panacea que quieren vender los promotores y algunos gestores políticos
que hablan sólo de beneficios y omiten los gastos tan destacados que generan
y que se pagan con los impuestos de todos los residentes. Algunas investiga-
ciones e informes de consultoras (Exceltur, 2005; Requejo Liberal, 2001) y los
diagnósticos de algunas planificaciones turísticas (Plan Qualifica de la Costa del
Sol Occidental) empiezan a enfrentar con cifras los resultados del modelo turís-
tico clásico basado en hoteles y el modelo residencial. Por ejemplo, según el
Instituto de Estudios Turísticos (Exceltur, 2005: p 32) en España, el gasto turís-
tico diario por persona, de aquellos que se alojan en hoteles, asciende a 87,1 €
diarios, mientras que en la tipología residencial es de 33,7 € diarios; el volumen
económico generado por la afluencia de turistas también varía según la tipolo-
gía de alojamiento, en la costa mediterránea y las islas, la media, en el 2003, es
de 2.559 € por cada plaza, mientras que en la oferta reglada es 9.589€, en las
© Editorial UOC 280 A propósito del turismo
Introducción
Características de la demanda
mos hablando de unas 100.000 personas, oscilando entre las 140.000 de 1909
y las 90.000 de 1926. A partir de los cuarenta los valores van aumentando de
manera moderada hasta alcanzar los 700.000 visitantes en 1954 y los 2’5 millo-
nes de 1965. Los datos posteriores se fijan en 4 millones o en casi 11 millones
en 1999.
Al margen de esas cifras, que nos parecen más especulativas, habrá que es-
perar hasta 1971 para tener una contabilidad de los peregrinos entendidos en
el sentido que fue expuesto al principio de este texto. En ese año, que inicia las
estadísticas, tenemos un volumen de 471 personas. Los datos de la década de
los cohenta nos van dando unos valores crecientes que se aceleran en 1989 con
motivo de la jornada mundial de la juventud, y a medida que nos acercamos al
año santo de 1993. En concreto tenemos en 1992 casi 10.000 peregrinos, nada
comparable con los 100.000 de 1993. En las secuencias siguientes se observa
que, obviando los años santos, la progresión siempre es positiva, llegando a casi
94.000 peregrinos en 2005 y a 180.000 en el jacobeo de 2004.
Por lo que se refiere al perfil de los peregrinos, aunque hay algunas diferen-
cias según se trate o no de año santo, podemos decir que aproximadamente el
60% son hombres frente al 40% de mujeres. Por edades, el grupo más numero-
so se sitúa entre los 21 y los 50 años. Por la situación profesional, destacan los
estudiantes, seguidos de los empleados por cuenta ajena. Más del 80% realizan
el camino andando, a mucha distancia de la bicicleta y, sobre todo, del caballo.
Otra característica se refiere a la estacionalidad puesto que existe una elevada
concentración en los meses de verano si bien se advierte una tendencia hacia
un mejor reparto anual. De todas maneras, en el período que va de junio a sep-
tiembre, se acumulan más de los dos tercios del total, pudiendo llegar incluso
a cerca del 80%. Sobre el origen de los peregrinos, España acapara en torno al
60%, valor que asciende notablemente en los años santos; de este total, son las
comunidades de Madrid, Cataluña, Andalucía y Valencia las que más peregri-
nos aportan, si bien en términos relativos las que se sitúan en la ruta francesa
adquieren un mayor protagonismo, como es el caso de Castilla y León. Igual-
mente, en los años santos es Galicia el territorio que más peregrinos genera.
Finalmente, en lo referido a extranjeros destacan Italia, Alemania y Francia,
países en los que el catolicismo tiene una gran importancia.
Todos los datos que estamos aportando utilizan como fuente básica las es-
tadísticas que elabora la iglesia en el momento de recoger la Compostela. Se
calcula que sólo un 10% del total de caminantes se quedaría fuera de estos es-
© Editorial UOC 287 Capítulo III. Casos de estudio
tudios al no acudir a por ese certificado. Tal vez el aspecto más discutido sea el
que tiene que ver con la motivación. Según los cálculos del obispado, entre el
70 y el 75% aducen razones de tipo religioso a los que se suma un 20% del tipo
religioso-cultural, quedando apenas entre un 5% y un 10% los de motivación
cultural. Sin embargo, otros estudios realizados al margen de los condicionan-
tes que la iglesia impone en las respuestas, dan otros resultados bien diferentes
en los que la religión se sitúa siempre por debajo del 50% y nunca como mo-
tivación principal. Otro debate que se ha generado es entre los conceptos de
religiosidad y espiritualidad señalándose que es este último como el que mueve
a un mayor número de caminantes. En todo caso, debemos considerar la im-
portancia que tiene el contacto con la naturaleza, el deporte o la posibilidad de
disfrutar de unas vacaciones diferentes y baratas. En relación a esta última idea,
debemos de tener en cuenta que la facilidad de pernoctar en albergues públicos
gratuitos, al menos en el tramo gallego, es una oportunidad para quien tiene
un presupuesto reducido.
las de la propia vía. Esto es así porque al poder pernoctar sólo una noche en
cada albergue no se da la opción de realizar recorridos alternativos. Sin embar-
go, es cierto que han surgido productos complementarios. Un ejemplo es el de
los viajes en autobús. Generalmente son extranjeros procedentes sobre todo de
Alemania e Italia que llegan hasta algún aeropuerto del norte de España, como
Bilbao. A partir de ahí, siguen el camino en autobús visitando los principales
monumentos y ciudades, pudiendo llegar incluso a realizar pequeños tramos
de la ruta andando. Su motivación acostumbra a ser religiosa y cultural aunque,
paradójicamente, no alcanzan el título de peregrinos. Su regreso, en avión, se
efectúa bien desde Santiago, bien desde Madrid o bien desde algún aeropuerto
portugués.
En verdad, las formas de realizar el camino se han multiplicado, habiendo
aparecido alternativas variadas. Ya nos hemos referido a las empresas que ofer-
tan el camino en diferentes etapas a lo largo de varios fines de semana. En estos
casos, normalmente, cada grupo va acompañado de un coche de apoyo que
lleva además los equipajes y frecuentemente utilizan alojamiento rural. Otra
opción es recurrir al taxi para llevar la mochila al hotel o casa rural mientras el
caminante se desplaza de manera más cómoda.
Por último, podemos hacer referencia del camino hacia Fisterra, que no está
reconocido por la iglesia debido a su origen pagano, pero que cada vez cuenta
con más adeptos. A pesar de todo no se diferencia en exceso de las otras vías
puesto que los albergues y el carácter itinerante son los que marcan las mismas
líneas que las demás rutas. Tal vez la principal diferencia es que no se recogen
estadísticas, exceptuando las de los usuarios de albergues.
Tendencias de futuro
No cabe duda que el camino de Santiago representa una oferta muy original
en el contexto del turismo contemporáneo. A pesar de que la figura del peregri-
no está sólidamente definida, no se parece en nada a lo que en otros contextos
se denomina con tal vocablo. También conviene recordar que, aunque el des-
plazamiento a pie está en la base de este producto, tampoco tiene demasiado
en común con lo que conocemos como senderismo. De ahí que podamos re-
afirmar la excepcionalidad de esta oferta en la que el carácter histórico tenga
probablemente mucho que ver.
© Editorial UOC 291 Capítulo III. Casos de estudio
Introducción
Baqueira Beret, situada entre la comarca del Vall d’Aran y el Pallars Sobirà, en
la provincia catalana de Lleida, es la estación de esquí más importante del estado
español tanto por sus condiciones naturales, como por sus instalaciones y nivel de
organización y gestión empresarial (López Palomeque, 1996). El Vall d’Aran y el ex-
tremo noroccidental del Pallars Sobirà, al estar situados en la vertiente septentrional
del Pirineo, se encuentran sometidos a la influencia oceánica: los flujos húmedos del
NW que acompañan a las depresiones atlánticas ejercen su efecto sobre esta monta-
ñosa zona que presenta un clima de tipo atlántico caracterizado por la presencia de
precipitaciones abundantes que caen regularmente durante todo el año (no existe la
sequía estival) y que, con frecuencia, se dan en forma de nieve en cotas superiores a
los 1.500 metros. De este modo, las áreas más elevadas de este ámbito muestran un
régimen de innivación muy generoso, en intensidad y en regularidad, que hace que
una buena parte de su superficie permanezca cubierta de nieve durante varios meses
al año, convirtiéndose así este elemento climático en uno de los recursos naturales
(junto con la orografía) que ha posibilitado la explotación turística de la zona y que
ha permitido la apertura de la estación que ahora nos ocupa (Gómez Martín, 2002).
El 28 de agosto de 1962 se funda Baqueira Beret con la denominación social
de Telecables del Valle de Arán, S.A (TEVASA). En la temporada 1976/1977, la So-
© Editorial UOC 293 Capítulo III. Casos de estudio
Baqueira Beret está formada por tres zonas diferenciadas (Baqueira, Beret y
La Bonaigua) que suman en total 1.922 hectáreas esquiables con un desnivel
de 1.010 metros (cota mínima, 1.500 metros; cota máxima, 2.510 metros). Las
infraestructuras de la estación son notables y modernas (véase cuadro 1) y per-
miten la práctica de las diversas modalidades de deportes de invierno. Toda esta
oferta convierte a Baqueira Beret en la estación más importante del país aun-
que, en este contexto, debemos señalar que la oferta española del turismo de
nieve se considera muy pequeña y todavía en una fase inicial, si se compara con
la oferta de países como los Estados Unidos, Francia, Austria, Japón, Italia y Sui-
za (véase cuadro 3). De todos modos, las 29 estaciones españolas de esquí alpino
(con Baqueira a la cabeza) y las 7 de esquí de fondo pueden competir en calidad
con cualquier estación de esquí del mundo, no sólo en cuanto a la capacidad
de transporte (lógicamente en función de su tamaño), sino también en cuanto
© Editorial UOC 296 A propósito del turismo
Snowpark 1 -
Stadium de Slalom 1 -
Fuente: Nivalia (2005), <http://www.atudem.org> (fecha de consulta: julio de 2006) y <http://www.baqueira.es> (fecha de consulta: julio de 2006).
En este contexto, Baqueira Beret volvió a ser, un año más, el buque insig-
nia de las estaciones españolas, acogiendo al 15% de los esquiadores del país
(726.464 visitantes). La tendencia de crecimiento en los últimos años, tanto en
lo referente al número de visitantes como al número de abonos, ha sido muy
favorable en la estación, evidenciando las mejoras realizadas en la capacidad
y en la calidad de la oferta. De todos modos, las series temporales señalan pe-
queñas fluctuaciones en la frecuentación interanual (véase cuadro 4) que están
relacionadas con las variaciones en la disponibilidad del recurso nieve a lo largo
de las diferentes temporadas.
Implicaciones territoriales
Cuadro 5. Evolución socioeconómica del municipio de Naut Aran* y la comarca del Vall d’Aran, desde
la implantación de la pista de esquí de Baqueira Beret.
Naut Aran*
Año Población Población activa por sectores de actividad
Primario Secundario Terciario
1964 1.111 50% 30% 20%
1970 881 40% 25% 35%
1990 1.153 25% 25% 50%
1997 1.337 5% 20% 75%
2001 1.444 2,74% 16,03% 81,23%
© Editorial UOC 301 Capítulo III. Casos de estudio
Vall d’Aran
Año Población Población activa por sectores de actividad
Primario Secundario Terciario
1965 6.096 - - -
1975 5.170 19,18% 35,82% 45%
1990 6.531 5,31% 27,7% 67%
1996 7.130 2,23% 26,83% 70,94%
2001 7.691 2,27% 21,38% 76,35%
* Naut Aran es el municipio donde mayoritariamente se ubica la estación.
Fuente: <http://www.idescat.es> (fecha de consulta: julio de 2006) y López Palomeque y Majoral (1982).
Cambio climático
En los últimos años, los datos de afluencia a la estación y el incremento en
el número de abonos verifican la consolidación de la demanda y su grado de
fidelidad. De todos modos, cada vez más, el balance en las diferentes tempora-
das está condicionado por la creciente variabilidad e irregularidad atmosférica:
las temporadas caracterizadas por escasez de nieve tienen severas repercusiones
sobre el número de visitantes por día a las pistas y sobre el número de pernoc-
taciones. Esta realidad, sumada a los escenarios futuros derivados del cambio
climático (Ministerio de Medio Ambiente, 2005), proyectan una sombra de in-
certeza sobre el sector. El Centre National de Recherches Meteorologiques y Mé-
téo France (SEATM, 2002) han realizado para el Pirineo una simulación sobre la
duración media del manto de nieve a 1.500 metros de altitud y la han compara-
© Editorial UOC 302 A propósito del turismo
Desarrollo sostenible
Las expectativas turísticas de esta zona de montaña crecen a un ritmo ver-
tiginoso, pero su fragilidad ambiental hace que el desarrollo inadecuado de las
diversas infraestructuras y servicios esté causando daños irreparables. Por ello,
aunque el desarrollo económico de estos ámbitos sea prioritario, éste no puede
realizarse a expensas del medio ambiente, haciéndose necesaria la planificación
y gestión del territorio para integrar el turismo y hacerlo compatible con las
condiciones físicas y socioeconómicas del lugar (Gili, 1999 y 2003). Para ello, las
comunidades locales deberían ser las principales protagonistas en la elaboración
de las normas de este equilibrio y de su aplicación práctica, aunque siempre bajo
el amparo de la administración pública (Donaire, 1998). En este último sentido,
la reciente expansión de Baqueira Beret ha puesto de manifiesto la existencia de
déficits atribuibles a la misma. En primer lugar, se ha evidenciado la inexistencia
© Editorial UOC 303 Capítulo III. Casos de estudio
Introducción
Cuadro 1.Estrategia de desarrollo del Turismo Rural en la Provincia de Chefchaouen de 2002 a 2007.
© Editorial UOC 306 A propósito del turismo
Contexto
El sector turístico
La demanda
Evolución de la intervención
Los servicios que ofrece Chaouenrural, SARL son los clásicos de un receptivo
turístico.
Un coup d’œil - Una ojeada, que son excursiones y actividades donde descu-
brir de un vistazo la vida rural chaouní. Su duración es de medio o un día.
Nos racines - Nuestras raíces, que son estancias de entre dos y cuatro días en
las casas rurales de la provincia de Chefchaouen.
Nos trésors - Nuestros tesoros, que son circuitos temáticos y a medida del via-
jero con contenidos técnicos y especializados.
© Editorial UOC 315 Capítulo III. Casos de estudio
Fuente: <http://www.chaouenrural.org>.
Introducción
Democracia participativa
Consumidor responsable
http://www.turismojusto.org
Conclusiones generales
Francesc González Reverté y Salvador Anton Clavé
- ¿Cómo conseguir que los lugares turísticos atraigan la atención de los vi-
sitantes deseados, especialmente cuando los gustos de estos apuestan cada vez
más por productos novedosos con ciclos de vida más cortos?
- Y contrariamente, ¿Qué estrategias deben seguir los nuevos destinos para
no reproducir los estándares de los tradicionales?
- ¿Cómo deben abordar los destinos la cuestión de la identidad ante su
apuesta por el turismo? Es más, ¿deben entender e integrar a los turistas como
parte de su propia identidad?
- ¿Cuál es el comportamiento (motivaciones, satisfacción, códigos de prác-
tica turística y movilidad, etc.) de la demanda en los destinos turísticos?
- ¿Cómo afrontar la sostenibilidad en una actividad que se caracteriza por
la necesidad de poner en contacto los lugares de consumo con los consumido-
res y que se basa, por lo tanto, en la movilidad?
- ¿Cómo integrar en la globalización económica el despliegue de nuevos
lugares turísticos sin generar desigualdades territoriales?
- ¿Cuáles son las nuevas oportunidades que plantea el uso de las TIC y del
travel 2.0 para empresas y destinos?
Apéndice
Bibliografía
Acevedo, P. (1996): Análisis de los paisajes del archipiélago Sabana, Camagüey. Tesis
doctoral. Facultad de Geografía, Universidad de La Habana (inédito).
AECI (2004): Programa de Cooperación regional con Centroamérica. Plan de Acción para la
promoción del turismo sostenible. AECI- Ministerio de Asuntos Exteriores. Madrid. <http://
www.fundacionentorno.org/xtras/pdfs/Plan_turismo_sostenible.pdf>.
Agarwal, S. (2002): ”Restructuring seaside tourism. The resort lifecycle”, Annals of
Tourism Research, núm. 29 (1), págs. 25-55.
Aguiló, E. et al. (2002): La fase de post-estancamiento de un destino turístico maduro,
Madrid, Fitur.
Aguiló, E. y Alegre, J. (2004): “La madurez de los destinos turísticos de sol y playa. El
caso de las Islas Baleares”, Papeles de Economía Española, núm. 102.
Aguiló, E. Alegre, J. y Sard, M. (2005): «The persistence of the sun and sand tourism
model», Tourism Management nº 26, pp 219–231.
Álamo Franco, A.M.; Ballesteros García, M.; Camargo Crespo, O; Isla Torres,
J.A. (2002): Análisis, diagnóstico y propuesta de desarrollo turístico de. Aranjuez – Comarca
“Las Vegas”. Federación de Municipios de Madrid.
Aldrey, J. (1999): Análise da Poboación na Área Urbana de Santiago de Compostela,
Consorcio de Santiago.
Aldrey, J. y Formigo, J. (1999): O Casco Histórico de Santiago de Compostela, Características
Demográficas e Morfolóxicas, IDEGA-Universidade de Santiago, Documento de Geografía nº 7.
Alfino, M. Caputo, J.S. y Wynyard, R. (eds) (1998) McDonaldization revisited. Critical
essays on consumer culture. Westport, Praeger Publishers.
Álvarez, A. (1999): (editor. Homo Peregrinus. Xerais. Vigo.
Anton Clavé, S. (2000): “Actividades y espacios turísticos: hacia la sociedad postindustrial”.
López Palomeque, F. (Coord) Geografía de Europa. Barcelona, Ariel, pgs. 357-377.
Anton Clavé, S. (2004): “De los procesos de diversificación y cualificación a los
productos turísticos emergentes. Cambios y oportunidades en la dinámica reciente del
turismo litoral”, Papeles de Economía Española, núm. 102, págs. 316-333.
Anton Clavé, S. (2005): Parques temáticos. Más allá del ocio, Barcelona, Editorial Ariel.
Anton Clavé, S. (2007): The global theme park industry. Wallingford y Cambridge. CAB
International.
Anton Clavé, S. y González Reverté, F. (Coord.) (2005): Planificación territorial del
turismo, Barcelona, Editorial UOC.
© Editorial UOC 332 A propósito del turismo
Bonham, C.; Edmonds, Ch. y Mak, J. (2006): “The impact f 9/11 and other terrible global
events on tourism in the United States and Hawai” Journal of Travel Research (45), pp. 99-110.
Boniface, B. y Cooper, Ch. (2004): Worldwide destinations casebook. The geography of
travel and tourism. Oxford, Elsevier
Borg, J. van der (1991): Tourism and Urban Development. Thesis Publishers, Amsterdam.
Bote, V. (1994): “Turismo y desarrollo económico en España: del insuficiente reconocimiento
a la revalorización de su función estratégica”, en Papers de Turisme, núm. 14-15.
Briassoulis, H. (1991): “Methodological Issues. Tourism Input-Output Analysis”, en
Annals of Tourism Research, Vol. 18, págs. 485-495.
Brunet, I. y Belzunegui, A. (2003): “Sociología del trabajo turístico”, en Sociología del
turismo, Rubio Gil, A. (Coord.), Barcelona, Editorial Ariel, págs. 159-190.
Bryman, A. (1999): “The Disneyzation of society”. The Sociological Review, pgs. 25-44.
Butler, R. (2004): “The Tourist Area Life Cycle in the Twenty-First Century” En Lew et
al. (eds.) A Companion to Tourism. Oxford, Blackwell pp. 159-169
Campillo, X. y Font, X. (2004): Avaluació de la sostenibilitat del turisme a l’Alt Pirineu i
Aran. Documents de Recerca, nº8, Generalitat de Catalunya. Barcelona.
Canestrelli, E., y Costa, P. (1991): “Tourist Carrying Capacity: a Fuzzy Approach”,
Annals of Tourism Research 18 (2): 295-311.
Callizo, J. (1991): Aproximación a la Geografía del Turismo, Madrid, Síntesis.
Callot, Ph. (2006): “New tourism frontiers or new barriers for global tourism?” Tourism
Review 61(2) pp.17-23.
Caserta, S., y Russo, A.P. (2002): “More Means Worse. Asymmetric Information, Spatial
Displacement and Sustainable Heritage Tourism”, Journal of Cultural Economics 26(4), 245-260.
Cazes, G. (1992): Fondements pour une géographie du tourisme et des loisirs. Rosny, Breal.
Chhabra, D. (2005): “Defining authenticity and its determinants: toward an authenticity
flow model” Journal of Travel Research (44), pp. 64-73
Cienfuegos, O. (1994): Discurso pronunciado durante la inauguración del XII Congreso
de la Federación Española de Agencias de Viajes. La Habana. (Inédito).
Clawson, M y Knestch, J.L. (1974): Economics of outdoor recreation. Maryland. The
John Hopkins Press
Cohen, E. (1988): “Authenticity and commodification in tourism” Annals of Tourism
Research, 15, pp. 371-386.
Consejería de Obras Públicas y Transportes (2005): Plan de Ordenación del Territorio
de la Costa del Sol Occidental. <http://www.juntadeandalucia.es>.
Consejería de Turismo, Comercio y Deporte (2005): Plan de Recualificación Turística
de la Costa del Sol. Documento de debate. <http://www.qualifica.org>.
© Editorial UOC 334 A propósito del turismo
Donaire, J.A. (2003): “La dimensió territorial del turisme”. Anton Clavé, S. (coord)
Recursos Territorials Turístics I. Barcelona. Edicions UOC (edición electrónica) .
Donaire, J.A. (1998): «La participació de la societat civil en el turisme sostenible»,
Congreso Internacinal Turismo Sostenible en el Mediterráneo. Sant Feliu de Guixols.
Donaire, J. A., y Mundet, L. (2001): ”Estrategias de reconversión turística de los
municipios litorales catalanes”, Papers de Turisme, núm. 29, págs. 51-65.
Donaire, J.A. González Reverté, F. y Puertas, J. (2005): “Diseño de planes turísticos
del territorio.” Anton, S. y González Reverté, F. (coords) Planificación territorial del turismo.
Barcelona, Edicions UOC. Pgs. 145-191.
Équipe MIT (2002): Tourismes 1. Lieux communs, Paris, Équipe MIT (Mobilités, Itinéraires,
Territoires), Ed. Belin, Collection Mappemonde.
Équipe MIT (2005): Tourismes 2. Moments de lieux, Paris, Équipe MIT (Mobilités,
Itinéraires, Territoires), Ed. Belin, Collection Mappemonde.
Esteve Secall, R. (1983): Turismo, ¿democratización o imperialismo?, Málaga, Colección
Meridiano, Universidad de Málaga.
Esteve, R. (2002): Turismo y religión. Aproximación a la historia del turismo religioso,
Universidad de Málaga. 2002.
ETC Research Group (2005): El turismo urbano y la cultura. La experiencia europea.
Bruselas y Madrid, ETC y OMT.
EUROPARC (2002): Plan de acción para los espacios naturales protegidos del Estado Español.
Fundación Fernando González Bernáldez. Madrid.
Exceltur (2003): Acción social en la empresa turística. Madrid. Disponible en: <http://exceltur.
org/excel01/contenido/portal/files/ACCION_SOCIAL_ SECTOR_TURISTICOWEB.pdf>.
Exceltur (2003): Plan Renove de destinos turísticos españoles. Documento de Bases. Hacia
un nuevo paradigma en el modelo de gestión de los destinos del litoral mediterráneo y las islas:
los Proyectos de Reconversión Industrial de Destinos Turísticos (PRIDET), Madrid, Exceltur,
Alianza para la Excelencia Turística.
Exceltur (2005): Impactos sobre el entorno, la economía y el empleo de los distintos modelos
de desarrollo turístico del litoral mediterráneo español, Baleares y Canarias, Madrid, Exceltur,
Alianza para la Excelencia Turística y Deloitte.
Exceltur (2006): Libro Blanco de los recursos humanos del turismo en España. Competiti-
vidad turística y diferenciación a través de las personas, Madrid, Exceltur, Alianza para la
Excelencia Turística.
Fernández Tabales, A. (2003): “Actividades y espacios turísticos”, en Geografía de
Andalucía, López Ontiveros, A. (Coord.), Barcelona, Colección Ariel Geografía, Editorial
Ariel, págs. 723-749.
© Editorial UOC 336 A propósito del turismo
IFEN (2000): Tourisme, environnement, territoires: les indicateurs, Orléans, Institut français
de l’environnement (IFEN).
INE (2005): Uso del tiempo libre. Análisis de la Encuesta de Empleo del Tiempo 2002-2003.
Madrid, INE e IERMB.
Instituto de Planificación Física (1994) (editor): Regionalización Turística de Cuba.
Departamento de Planeamiento Turístico. Publicación interna.
Iso Ahola, S (1980): The social psychology of leisure and recreation. Dubuque, Iowa; Wm
C. Drown Company Publishers
Ivars, J.A. (2003): “Regional development policies: an assessment of their evolution
and effects on the Spanish tourist model”, Tourism Management, 24, 655-663.
Jennings, S. (2004): «Coastal Tourism and Shoreline Management», Annals of Tourism
Research, volumen 31, nº. 4, pp 899–922.
Judd, D.R. y Fainstein, S. (1999): The tourist city. New Haven y Londres, Yale
University Press.
Junta de Andalucía (1993): Plan de Desarrollo Integral del Turismo en Andalucía. Plan
DIA, Sevilla, Dirección General de Turismo de la Junta de Andalucía.
Junta de Andalucía (2000): Avance del Plan de Ordenación del Territorio del Litoral
Occidental de Huelva. Informe específico sobre turismo, Sevilla, Consejería de Obras Públicas
y Transportes de la Junta de Andalucía.
Junta de Andalucía (2007): Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía 2007-2010,
Sevilla, Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía (en prensa).
Jurdao, F. (1979): España en venta: compra de suelos por extranjeros y colonización de
campesinos en la Costa del Sol, Madrid, Colección Ciudad y Sociedad, Ayuso.
Jurdao, F. y Sánchez, M. (1990): España, asilo de Europa, Barcelona, Planeta.
Kellner, D. (1999): “Theorizing/Resisting McDonaldization. A multiperspective
approach”. Smart, B. (ed) Resisting McDonaldization. Londres, Sage, pgs. 186-206.
Knafou, R. (2006): “El turismo, factor de cambio territorial: evolución de los lugares,
actores y prácticas a lo largo del tiempo (del siglo XVIII al s. XXI)” En Lacosta, A. (ed.) IX
Coloquio de Geografía del Turismo, Ocio y Recreación. Prensas Universitarias de Zaragoza,
Zaragoza, pp. 19-30
Knowles, T. y Curtis, S. (1999): “The market viability of European mass tourist
destinations, a post-stagnation life-cycle analysis“, International Journal of Tourism
Research, núm. 1, págs. 87-96.
Krippendorf, J. (1982): “Towards new tourism policies. The importance of
environmental and sociocultural factors”, Tourism Management, nº3 (3), 135-148.
Lanquar, R. (1991): La economía del turismo, Barcelona, Oikos Tau.
© Editorial UOC 339 Bibliografía
Lanza, J. (1998): «Aranjuez ciudad planeada. Del plano de Bonavía (1747) al Plan
General de 1996», Urban, nº 2, pp 123-137.
Ley 23/1982, de 16 de junio, Reguladora del Patrimonio Nacional.
Lew, A.; Hall, M. y Williams, A. (2004): A Companion to Tourism. Oxford, Blackwell.
Littlejohn, M. y Hollenhorst, S. (2004): «Grand Canyon National Park South Rim
Visitor Study (Summer, 2003)», Visitor Services Project Report, nº 143-144. National Park
Service y University of Idaho, Cooperative Park Studies Unit. Moscow, Idaho.
Littrell, M.A.; Anderson, L.F. y Brown, P.J. (1993): “What makes a craft souvenir
authentic?” Annals of Tourism Research 20, pp. 197-215
Lois, R (1999): «Revitalización Económica y Desarrollo Urbano Reciente de Santiago de
Compostela. Análisis de un Proceso»”, Campesino, A. (coordinador). Comercio, Turismo
y Cambios Funcionales en las Ciudades Españolas Patrimonio de la Humanidad. Cámara de
Comercio de Cáceres, pp 161-96.
Lois, R. y Santos, X. (1999): «El Camino de Santiago», Bote, V. (editor). La Actividad
Turística Española en 1998. AECIT, pp 597-603. Madrid, 1999.
López Alsina, F. (1994): «La Invención del Sepulcro de Santiago y la Difusión del
Culto Jacobeo», El Camino de Santiago y la Articulación del Espacio Hispánico. Gobierno de
Navarra, pp. 59-83. Pamplona.
López Olivares, D. Anton Clavé, S. Navarro Jurado, E. Perelli del Amo, O y
Sastre Alberti, F (2005): «Cambios y transformaciones en el actual modelo turístico de
España», Annals of Tourism Research en Español, volumen 7, nº 2, pp 423-446.
López Palomeque, F. (1987): “Competencias espaciales entre agricultura y turismo:
la importancia del recurso suelo y del recurso agua. El caso de Torroella de Montgrí
(Gerona)”, Actas IV Coloquio Nacional de Geografía Agraria, La Laguna, AGE-Universidad
de La Laguna, págs. 107-119.
López Palomeque, F. (1996): «Turismo de invierno y estaciones de esquí en el Pirineo
Catalán», Investigaciones Geográficas, nº 15, pp 19-39.
López Palomeque, F. (1999): “Diez hipótesis sobre el turismo en España”, en Homenaje
al profesor Joan Vilà Valentí, Barcelona, Universidad de Barcelona, págs. 1061-1076.
López Palomeque, F. Cors, M. y Gómez Martín, M.B. (2002): «Conflictos y contra-
dicciones en la gestión del patrimonio natural. La promoción de dominios esquiables
en espacios naturales protegidos del Pallars Sobirà (Catalunya)», Blázquez, Cors, M.
González, J.M. y Seguí, M. (Coord.): Geografía y Territorio. El papel del geógrafo en la escala
local. Universitat de les Illes Balears, pp 255-268. Palma.
López Palomeque, F. y Majoral, R. (1982): La Vall d’Aran. Medi Físic i transformació
econòmica. Caixa d’Estalvis de Catalunya, Col.lecció Catalunya Comarcal.
© Editorial UOC 340 A propósito del turismo