PROCEDIMIENTO: RECURSO DE PROTECCIÓN.

RECURRENTE: MARÍA ISABEL BENAVENTE ESPINOSA

RUT: 9.876.214-0

DOMICILIO: LLANO SUBERCASEAUX 2959, DEPTO 1502, SAN MIGUEL

ABOGADO: ALEJANDRA PINEDA CÁCERES

RUT: 17.858.768-4

DOMICILIO:

RECURRIDO: ISAPRE BANMÉDICA S.A

RUT: 96.572.800-7.

DOMICILIO: AV. APOQUINDO 3600, PISO 3, LAS CONDES.

REPRESENTANTE LEGAL: JAVIER EGUIGUREN TAGLE

RUT: SE IGNORA.

DOMICILIO: AV. APOQUINDO 3600, PISO 3, LAS CONDES.

EN LO PRINCIPAL: Se interpone Acción de Protección; PRIMER OTROSÍ:

Acompaña Documentos; SEGUNDO OTROSÍ: Orden de No Innovar; TERCER
OTROSÍ: Se tenga presente

ILTMA. CORTE DE APELACIONES DE SAN MIGUEL

ALEJANDRA PINEDA CÁCERES, abogada, domiciliada en San Pio X

N°2460 oficina 305, comuna de Providencia, dentro del plazo señalado en el N°1
del Auto Acordado sobre Tramitación y Fallo del Recurso de protección de las
Garantías Constitucionales, a V.S.I, respetuosamente digo:

Recurro de protección a favor de la señora MARÍA ISABEL BENAVENTE

ESPINOSA, Rut: 9.876.214-0, Educadora de Párvulos, domiciliada en Llano
Subercaseaux 2959, Depto 1502, comuna de San Miguel, en su calidad de afiliada
cotizante, en contra de la ISAPRE BANMÉDICA S.A; representada legalmente por
Don Javier Eguiguren Tagle, ambos domiciliados en Av. Apoquindo 3600, 3 piso,

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comuna de Las Condes, Santiago, por la acción ilegal y arbitraria cometida al alzar
unilateral e injustificadamente el precio base de su plan de salud, el que pasa de un
valor de 1,003 U.F a 1,052 U.F; poniendo con ella a la afiliada en la disyuntiva, en
caso de rechazar el aumento, de allanarse a aceptar otros planes de salud de mayor
valor y con menor cobertura, lo que significas admitir una fuerte disminución de los
beneficios pactados por su plan vigente, o bien de poner fin a su contrato de salud,
todo lo cual importa una privación, perturbación y amenaza a su legítimo ejercicio
de las Garantías Constitucionales contempladas en el Artículo 19 N°9 inciso final y
24 de la Constitución política de la república, esto es, el Derecho a elegir el sistema
de salud al que desea acogerse, sea este estatal o privado, y el Derecho de
Propiedad en sus diversas especies sobre toda clase de bienes corporales o
incorporales.

Por lo anterior, solicito a esta Iltma. Corte que restablezca de inmediato el

imperio del derecho, ordenándole a la recurrida que deje sin efecto el aumento del
precio base del plan de salud suscrito por el afiliado, denominado BDL3,
manteniéndose de esta forma en el valor de 1,003 U.F; conservando los beneficios
originalmente pactados, cualquiera fuere la denominación que se le otorgue en el
futuro a este plan, todo de conformidad a los argumentos de hecho y de derecho
que paso a exponer:

1. FUNDAMENTOS DE HECHO:

Doña María Isabel Benavente Espinosa es afiliada de Isapre Banmédica S.A,

institución con la cual contrató su plan de salud vigente denominado BDL3.

Fue entregada en el domicilio de la afiliada una carta de la Isapre Banmédica

S.A; emitida el 31 de agosto de 2019, a través de la cual le notifica un alza en el
precio base de su plan de salud de un 4.9%.

En esta carta la Isapre le informa a la afiliada las opciones que tiene ante la
variación del precio base de su plan de salud, y que son:

a. Escoger otro plan de salud que tengan en comercialización.

b. Mantener su actual plan de salud con el nuevo precio.
c. Cambiarse a otro plan de salud cuyo precio a pagar sea más cercano al que
pagaba en el plan que actualmente tiene.
d. Poner fin a su contrato de salud.

La Isapre Banmédica S.A en la carta de adecuación le informa a la afiliada

que durante los últimos años se ha registrado un alza sostenida en los costos de
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salud, por sobre el IPC, debido principalmente a un aumento de las atenciones de
salud, un mayor gasto en licencias médicas, el envejecimiento de la población y la
incorporación de nuevas tecnologías de tratamiento y diagnóstico.

La Isapre, en la carta de adecuación justifica esta información en un cuadro

en el que muestra un referente de los aumentos anuales de prestaciones de salud
por afiliado el cual detalla el aumento de:

1. Costo de prestaciones de salud por afiliado

2. Costo de licencias médicas por afiliado
3. Aumento en el uso de atenciones
4. Aumento del número de días por licencia médica

Toda esta información es general, no indicándose el detalle de las

prestaciones ambulatorias y hospitalarias de los años 2017 a 2018 ni la fuente de
los datos que se entregan.

Por último, la Isapre señala en la referida carta que las Isapres funcionan en
base a los principios de un seguro, lo que según dice la recurrida, significaría que
las personas que requieren menos atenciones de salud aportan a quienes tienen
más necesidades.

2. FUNDAMENTOS DE DERECHO

Respecto a los argumentos en que la Isapre intenta justificar la adecuación

del precio base del plan de salud de la afiliada, cabe señalar que si bien no
merece dudas que la Isapre esta legitimada a adecuar el precio base del
plan de salud, puesto que el artículo 197 inciso 3° del Decreto con Fuerza de
Ley N°1 de Salud de 2005, contempla la posibilidad de revisar dicho precio
base de los planes a que alude, no merece el mismo comentario el ejercicio
de tal atribución en el presente caso.

Ocurre que no se está en presencia de una facultad discrecional sino de una

reglada y dentro de las mismas definiciones que establece el artículo 197
establece en el inciso 3° que para el correcto ejercicio de la potestad, se halla
aquella según la cual las revisiones NO podrán tener en consideración el
estado de salud del afiliado o beneficiario. Conforme a lo señalado
anteriormente, lo que la recurrida ha hecho no es otra cosa que considerar el
estado de salud de los afiliados y beneficiarios de determinado plan para
revisarles los precios con el objeto de subir los mismos planes, como se
desprende de lo informado en la carta de adecuación. Lo anterior no merece
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dudas si se atiende a que el artículo 197 obliga a la Isapre a actuar en
condiciones generales respecto de todos quienes integran un mismo plan, y
si ellos generan gastos por sus requerimientos de salud, la Isapre se
considera amparada en esta norma para aumentar a todos los que
contrataron ese plan para aumentar el valor previamente pactado en el
contrato, con lo que evidentemente está haciendo justo lo que la ley prohíbe,
esto es, considerar precisamente los estados de salud de los que les han
generado más egresos para alterar la base contractual, incluso
unilateralmente si el afiliado nada dice. De esta forma la Isapre incurre en
una ilegalidad de ejercicio.
Incluso, cabe destacar se desprende de la normativa general que encuentra
a su vez fundamento en el artículo 19N°9 de la Constitución Política de la
República y que comprende el ordenamiento público sanitario y de
salubridad, que lo que el legislador ha querido autorizar es la modificación
del precio base de los contratos de salud cuando los costos de las atenciones
inherentes a la protección de ese bien superior experimentan un alza
sistemática más o menos imprevista, como por ejemplo que nuevas
modalidades les sean interpuestas, lo que genere a su vez mayores costos
de orden técnico u otro. En esta perspectiva, lo que vendría a legitimar la
modificación es la evidente variación, al alza, de la cantidad que la Isapre
haya de dar por la prestación de su servicio de salud.
Esto difiere de los gastos en que ella incurre por concepto de satisfacción de
las prestaciones que se obligó a cubrir. En este sentido, gastar es emplear el
dinero en la prestación del servicio que les es propio. Así lo ha entendido la
Corte de Apelaciones de Santiago en diversos fallos pronunciados en esta
materia, nunca podrá leerse en el artículo 197 inciso 3° que extienda un
permiso para elevar unilateralmente los precios bases de los contratos de
salud sobre la base de mayores “gastos” y no de mayores “costos”.

Por otra parte, en cuanto a la afirmación de la Isapre de que el efecto del

aumento del gasto en las prestaciones de salud sería considerablemente
mayor que el que se refleja mediante el I.P.C, cabe señalar que desde enero
de 2009 en Chile comenzó a operar un nuevo I.P.C, el cual incorporó
importantes cambios en su construcción y lógica, actualizando la canasta que
se venía utilizando desde hace 10 años. Este nuevo I.P.C aporta mayor
transparencia en el mercado, ya que busca reflejar mejor las variaciones de
los precios y gastos, al incorporar nuevos bienes y servicios que reflejan los
cambios que ha experimentado el consumo de la población chilena.
Un cambio relevante en la composición del nuevo I.P.C es la entrega de un
mayor detalle del gasto ya que la nueva canasta se compone de 12

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divisiones, dando mayor detalle a los 8 grupos de la canasta antigua. Otra
novedad de este nuevo I.P.C son los cambios en las ponderaciones, es decir,
en la importancia o peso relativo que tiene un bien o servicio en la estructura
de los gastos de los hogares, para lo cual se aplican criterios de inclusión y
de exclusión a los productos que forman parte de la canasta, referidos
fundamentalmente al peso relativo en el consumo a través del tiempo y de la
posibilidad real y práctica de su mediación (factibilidad operacional en la
captura de los precios). Estas ponderaciones de este nuevo I.P.C se basan
en la Encuesta de Presupuestos familiares de 2006-2007. Haciendo el ajuste
por la diferente forma de agrupación, los principales cambios de
ponderaciones de dieron en alimentos, vestuario, muebles y artículos del
hogar, salud y vivienda que se vieron compensados por alzas de transporte
y en educación y recreación.
En relación al gasto en SALUD, el nuevo I.P.C trajo importante novedades.
La división Salud ahora de divide en tres grupos: a) Productos, artefactos y
equipo médico; b) Servicios para pacientes externos, y c) Servicios de
hospital. Respecto de este último grupo cabe mencionar que los servicios a
los que se hace seguimiento son los de mayor frecuencia de uso de
hospitales y clínicas privadas.
El primer grupo está conformado por la canasta de productos que los hogares
adquieren para curar sus enfermedades, en cambio los dos grupos siguientes
están relacionados con los servicios que se adquieren a través de la
modalidad de Libre Elección (MLE) de los beneficios de Fonasa, los afiliados
a una Isapre o a las personas directamente en forma particular.
Se debe tener presente que las nuevas prestaciones incorporadas a la
canasta incluyen servicios médicos con un detalle importante de
prestaciones médicas, odontológicas y medicamentos, y que ya no son más
parte de este grupo los componentes de “cuidados personales”, dentro del
cual se consideraban subgrupos peluquería (hombre y Mujer), artículos de
tocador (cremas de belleza, jabón, pasta de dientes, champú, bálsamo, agua
de colonia y desodorante), ni otros Artículos de aseo (toallas higiénicas,
pañales, papel higiénico, afeitadora desechable y cepillo de dientes).
La reubicación del grupo de cuidados personales es una gran ventaja en
relación a la información que entrega el componente actual de salud del I.P.C
ya que evita la distorsión que generaba el incorporar estos bienes y servicios
que no guardan relación directa con salud.
En conclusión, si bien el sector salud bajó su ponderación desde 9.4% a 5.6%
en la nueva canasta, la principal causa del cambio fue que el subgrupo de
cuidado personal se traspasó a la división de bienes y servicios directos, con

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una ponderación del 207% en la canasta. Así el efecto de salud fue una
reducción de sólo 101 puntos porcentuales.
De esta forma resulta que lo informado por la Isapre, en cuanto a que en el
período comprendido entre los años 2017-2018, experimentó un aumento del
gasto promedio por afiliado por sobre la variación del I.P.C, no es efectivo,
ya que a partir del año 2009 contamos un I.P.C que refleja mejor las
variaciones de los precios y gastos en salud.

En definitiva, atendiendo a que los antecedentes de la modificación del precio

base del plan de salud deben decir relación directa con la afiliada afectada
por el proceso de revisión, puesto que debe justificarse como éste quien ha
motivado con su actuar la adecuación del plan, más allá del reajuste que por
la vía de variación de la unidad de fomento ya debe soportar, resulta que, no
obstante lo expresado por la Isapre el examen de la carta de adecuación
remitida al afiliado aparece evidente que no se observaron las exigencias que
ella dice respetadas, puesto que en parte alguna señalan las razones a que
obedeció el alza de precios del plan que goza el cotizante, como tampoco
indican los antecedentes que demuestren la efectiva variación de los factores
relativos a los gastos de salud, sea en relación con los costos de las
operaciones médicas o el aumento de la frecuencia de las mismas, en
circunstancia que es de su cargo proporcionar los medios necesarios para
establecer que la revisión obedeció a criterios de racionalidad frente a
alteraciones objetivas.

Es así que cabe concluir que el acto de revisión y adecuación del precio base
del plan de salud que mantiene el afiliado con la Isapre Banmédica S.A, ha
sido realizado en forma tal que no se respetó la legislación vigente a la hora
de celebrar dicho contrato, por lo que cabe calificarla al tenor del artículo 20
de la Carta Fundamental, como arbitraria e ilegal, perturbando el legítimo
ejercicio del derecho de propiedad que asiste al afiliado cotizante respecto
del contrato de salud suscrito entre las partes, toda vez que dicha alza,
determinada en forma unilateral e injustificada por la aseguradora, afecta en
forma directa su patrimonio, al obligársele a efectuar sin la debida
justificación, un mayor desembolso monetario; sin perjuicio de atentar en
grado de amenaza, contra el ejercicio del derecho de elegir su sistema de
salud consagrado en el n°9 del artículo 19 de la Constitución Política de la
República, en la medida que por la situación que genera, puede obligarle a
desafiliarse y a derivar a un sistema no deseado.

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 POR TANTO;
A U.S ILTMA. PIDO: Se sirva tener por interpuesto el presente recurso de
protección en contra de la Isapre Banmédica S.A, por la acción ilegal y arbitraria
cometida al aumentar unilateral e injustificadamente el precio base del plan de salud
de Doña María Isabel Benavente Espinosa, poniendo con ello al afiliado en la
disyuntiva, en caso de rechazar el aumento, de allanarse a aceptar otros planes de
salud de mayor valor y con menor cobertura, lo que significa admitir una fuerte
disminución de los beneficios pactados por su plan vigente, o bien de poner fin a su
contrato de salud, todo lo cual importa una privación , perturbación y amenaza a su
legítimo ejercicio de las garantías constitucionales contempladas en el artículo 19
números 9 inciso final y el 24 de la Constitución Política de la República; declararlo
admisible y en definitiva acogerlo, dejando sin efecto el alza del precio base del plan
de salud, denominada BDL3, debiendo la Isapre, en consecuencia, mantenerlo en
su valor actual de 1,003 U.F, conservando los beneficios pactados originalmente,
cualquiera fuere la denominación que se le otorgue en el futuro a este plan; todo
con expresa condenación en costas para esta instancia.

PRIMER OTROSÍ: Ruego a V.S.I, tener por acompañados, en la forma que en

derecho corresponda, los siguientes documentos:

1. Carta de adecuación de la Isapre Banmédica S.A, de fecha 31 de agosto

de 2019.

SEGUNDO OTROSÍ: Ruego a V.S.I, se sirva a decretar orden de no innovar, en

el sentido de que mientras se tramite este recurso la Isapre Banmédica S.A deberá
mantener el actual precio base del plan de salud del afiliado, denominado BDL3,
comunicando por la vía más expedita dicha orden.

Como el acto arbitrario, injustificado y violatorio del contrato de salud se entenderá

aceptado si el cotizante nada manifiesta hasta el último día del mes de octubre,
según lo informa la Isapre en su carta de adecuación, y teniendo presente, a la luz
de la experiencia, que normalmente estas instituciones solicitan ampliación de plazo
para informar, y que evacúan esta diligencia uno o dos meses después de ingresado
el recurso, resulta procedente aplicar la medida solicitada.

TERCER OTROSÍ: RUEGO A S.S.I. se sirva tener presente que en mi calidad de

abogada asumiré personalmente los presentes autos.