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1 Parte de los Proyectos 20.23.13 y 92.23.16-1, financiados por la Dirección de Investigación de la Universidad de Concepción
ABSTRACT
the principal mechanized agricultural operations in Chile and compare the costs of the different sizes of machines sold in the country, testing the hypothesis that
the energy cost of an operation is independent from the size of the equipment. Hourly costs /MJ/h), costs per worked area (MJ/ha) and per mass processed
(MJ/T) were calculated adding up the energy sequestered in the construction materials, manufacturing, transport, fuel, lubricants, filters, repairs, maintenance,
and in the labor needed to operate the machines. The values per worked área and mass processed were calculated using the work capacity of the machines. The
results showed that the largest energy costs corresponded to the operation of choppers, foggers, grain harvesters and plows. The smallest costs corresponded to
the operation of centrifugal fertilizers and boom sprayers. The hourly energy costs depend upon the machine sizes but the costs per worked area or mass
processed are independent of such sizes.
RESUMEN
Se realizó un estudio cuyos objetivos fueron establecer el costo energético de las principales operaciones agrícolas mecanizadas en Chile y comparar los costos
energéticos de los distintos tamaños de equipos comercializados en el país, testando la hipótesis de que el costo energético de una operación es independiente
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del tamaño del equipo.
Se calcularon los costos horarios (MJ/hr), por área trabajada (MJ/ha) y por masa procesada (MJ/T) adicionando las energías secuestradas en los materiales de
construcción de las máquinas, su fabricación, transporte, combustible, lubricantes, filtros, reparación, mantenimiento, y en la mano de obra necesaria para
operarlas; usando la capacidad de trabajo se llegó a los valores por área trabajada y masa procesada.
Los resultados mostraron que los mayores costos energéticos correspondieron a las faenas de ensiladura, nebulización, cosecha de grano grueso y aradura. Los
menores costos correspondieron a la operación del fertilizador centrífugo y pulverizadora de barra. Los costos energéticos horarios dependen del tamaño de las
máquinas pero los costos por área trabajada o masa procesada son independientes de dicho tamaño.
INTRODUCCIÓN
Los tractores y máquinas agrícolas tienen un alto costo de adquisición y operación en térmios monetarios ($/hr, $/ha) y energéticos (MJ/hr, MJ/ha. Se ha
establecido que el costo monetario por concepto de maquinaria agrícola en Chile, esencialmente combustible, fluctúa entre 35 y 45% del costo total de
producción (Ibañez y Rojas, 1994; Hetz, 1990).
Por otro lado, varias investigaciones han establecido que el costo energético por concepto de combustible y máquinas representa un alto porcentaje del costo
energético total de producción en la agricultura empresarial (FAO, 1990; Fluck, 1992; Hetz, 1988, 1994a, 1996; Pellizzi et al, 1988). En este sentido, Fluck y
Baird (1980) calcularon que un tractor del tipo 75 kW tiene un costo energetico aproximado de 1060 MJ/hr, del cual 77% corresponde a combustible.
Esta situación es delicada para Chile que actualmente importa 90% de los combustibles para vehículo que utiliza (CNE, 1993) y aunque hay una inmensa
búsqueda de combustibles alternativos para los derivados del petróleo la solución aun tardara en llegar (Bhattacharyya Reddy, 1994; Fluck, 1992; Stout, 1990;
Pellizzi et al, 1988).
Por lo anteriormente señalado se desarrolló esta investigación cuyos objetivos fueron establecer el costo energético de las principales oporaciones agrícolas
mecanizadas en Chile y comparar los costos energéticos de los distintos tamaños de equipos comercializados en el país, probando la hipótesis de que el costo
energético de una operación es independiente del tamaño del equipo. Se espera que esta información permita aumentar la eficiencia de uso de la energía en la
gricultura mecanizada chilena.
MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación se desarrollo entre marzo de 1995 y septiembre de 1996 en el Departamento de Mecanización y Energía de la Universidad de Concepción,
Campus Chillán.
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Las operaciones agrícolas y los equipos usados para ejecutarlas y para los cuales se determinó el costo energético son las que se presentan en el Cuadro 1. Para
algunas operaciones se consideraron varias situaciones típicas de ocurrencia común, que afectan el costo energético, relacionadas con el ancho y profundidad de
trabajo, tipo de suelo, y rendimiento (T/ha) de los cultivos, las cuales se presentan en el Cuadro 2.
Operaciones Equipos
Subsolado Subsolador
Henificación Segadora
Rastrillo hilerador
Acondicionador de heno
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Enfardadora
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Pulverizador integral 200 a 800 L de capacidad
Nebulizador de arrastre 1200 a 2000 L de capacidad
2. Fuentes de información
Para obtener las características de los equipos se levantó un catastro de tractores y máquinas agrícolas comercializadas en Chile, obteniendo estos datos de las
hojas de especificaciones, manuales de operación y otra literatura solicitada a los fabricantes, importadores y distribuidores establecidos, principalmente en las
ciudades de Chillán y Santiago. Con estos datos se realizaron además correlaciones para obtener ecuaciones que permitieron predecir el peso de los tractores a
base de la potencia calculada para operar una máquina determinada.
En primer término se estableció la potencia necesaria para lograr una buena correspondencia con el tamaño de la máquina en cuestión utilizando la ecuación 1 y
el procedimiento estándar propuesto por ASAE (1993), documentado además por Donato de Cobo (1988) y Hetz (1987 y 1994b).
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donde:
Los valores para F en la ecuación 1 fueron adaptados para Chile de los valores propuestos por ASAE (1993), Collins et al (1981), Frisby y Summers (1979), y
Summers et al (1986); para el subsolador se hicieron mediciones de dinamometría en terrenos de la hacienda Pullami, ubicados 25 km al nororiente de la ciudad
de Chillán.
Los valores para A y V en la ecuación 1 fueron obtenidos de la literatura que entregan los fabricantes con las especificaciones y de Hetz (1987 y 1994b), Ibañez
y Abarzúa (1988) e Ibañez y Rojas (1994).
Luego se utilizó la metodología para establecer el costo energético de ejecución de la operación, propuesta por Bridges y Smith (1979) y apoyada por los
antecedentes presentados por ASAE( 1993), Doering (1980), FAO( 1990), Fluck (1992) y Stout (1990). Esta metodología determina el costo en MJ/hr
adicionando la energía secuestrada en los materiales de construcción incluyendo la fabricación y transporte, combustible, lubricantes/filtros,
reparaciones/mantenimiento, y la mano de obra necesaria para operar los equipos.
E = P x EU/VU Ecuación 2
donde:
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EU = energía por unidad de masa, MJ/kg
VU = vida útil del equipo, hr
Los valores para P, en la ecuación 2, fueron obtenidos de la literatura que entregan los fabricantes; para EU se obtuvieron de Fluck y Baird (1980), Fluck (1992),
Stout (1990) y Doering (1980), presentándose resumidos en el Cuadro 3; y para VU se obtuvieron de Ibañez y Rojas (1994).
La energía correspondiente al combustible utilizado se calculó con el estándar propuesto por ASAE (1993), apoyado por Liljedahl et al (1989) y Hetz y
Villalobos (1985), según la ecuación 3:
donde:
Insumos Equival
Fuente
MJ /unid
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Tractor 109,0 Fluck, 1992
Arado 66,8 Fluck, 1992
Rastras 64,0 Fluck, 1992
Vibrocultivador 64,9 Fluck, 1992
Rodillo 66,0 Fluck, 1992
Sembradora 70,9 Fluck, 1992
Cultivador 66,0 Fluck, 1992
Fertilizadora 64,2 Fluck, 1992
Pulverizadora 62,3 Fluck, 1992
Nebulizador 66,0 Fluck, 1992
Segadora 66,0 Fluck, 1992
Rastrillo hilerador 66,0 Fluck, 1992
Acondicionador de heno 66,0 Fluck, 1992
Enfardadora 74,0 Fluck, 1992
Cosechadora de forraje 87,6 Fluck, 1992
Cosechadora de granos 87,6 Fluck, 1992
Carro de transporte 66,0 Fluck, 1992
La energía correspondiente a lubricantes/filtros y reparaciones/mantenimiento se calculó según lo propuesto por Fluck (1985) como 5% de la energía del
combustible y 129 % la energía correspondiente a materiales/fabricación, respectivamente. El costo energético de la mano de obra se estableció según lo
propuesto por Fluck (1981).
Estos costos energéticos expresados en MJ/hr fueron transformados a MJ/ha utilizando la Capacidad Efectiva de Trabajo de las máquinas (Ibañez y Abarzúa,
1988) usando la ecuación 4:
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V = velocidad de trabajo, km/hr
EC = eficiencia de campo, fracción decimal
Los valores para A fueron obtenidos de las especificaciones de las máquinas y para V y EC de los valores propuestos por Ibañez y Abarzúa (1988) e Ibañez y
Rojas (1994).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
1. Costo energético de la labranza.
En el Cuadro 4 se muestra que el costo energético horario de los arados de reja y vertedera fluctuó en un amplio rango (307-2275 MJ/h) y que que su valor está
estrechamente relacionado con la profundidad, tipo de suelo y tamaño (ancho de trabajo) de los equipos; estos resultados son muy lógicos y concuerdan con lo
encontrado por varios autores (ASAE, 1993; Collins et al, 1981; Pellizzi et al, 1988; Reid, 1978, Summers et al 1986; Hetz, 1988).
Cuadro 4. Costo energético de las araduras con vertederas para diferentes tipos de suelo,
profundidades y anchos de trabajo
Energy cost of meldboard plowing in different soils, depths and working widths.
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Mediano 20 71 571 1383 80
107 853 1377 81
142 1135 1375 81
178 1417 1374 1377 81
25 71 709 1718 81
107 1060 1712 81
142 1411 1710 81
178 1763 1709 1712 81
30 71 848 2054 81
107 1268 2048 81
142 1688 2045 81
178 2109 2044 2048 81
Cuadro 5. Costo energético de las araduras con discos y cinceles para diferentes tipos de
suelo, profundidades y anchos de trabajo.
Energy cost of disc and chisel plowing for different soils, depths and working
widths.
ARADO DE DISCOS
ARADO DE CINCELES
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330 1196 601 637 81
28 150 826 1036 81
210 1151 963 81
270 1476 926 81
330 1802 904 957 82
Por otro lado, el costo energético por área trabajada fluctuó sólo entre 645 y 2215 MJ/ha, dependiendo también de la profundidad de trabajo y tipo de suelo. Sin
embargo, se demuestra allí que el costo por hectárea es independiente del tamaño de los equipos, ya que para una misma profundidad y tipo de suelo la
variación se mantuvo en el rango 0,5-1,7% para un a- umento de 150% en el ancho de trabajo. Estos resultados concuerdan con la teoría presentada por Fluck
(1992) y lo propuesto por otros autores (ASAE, 1993; Hetz, 1988; Stout, 1990).
También se puede apreciar en el Cuadro 4 que aumentos de 50% en la profundidad de aradura significaron incrementos de 32 a 48% en el costo energético; de
igual modo, y para una misma profundidad de aradura, pasar de un suelo liviano a uno mediano significó aumentos del orden de 16% y a un suelo pesado de
145% en el costo energético, lo cual responde a las ecuaciones propuestas por ASAE (1993), en base a mediciones de terreno realizadas en USA. El amplio
rango de variación sin duda refleja la enorme variabilidad de las condiciones encontradas en el campo.
La última columna del Cuadro 4 muestra que el combustible representó de 77 a 81% del costo energético total, lo cual prácticamente coincide con lo encontrado
por Fluck y Baird (1980).
En el Cuadro 5 se puede apreciar que el costo energético de las araduras con discos y cinceles es notablemente más bajo que con vertederas, encontrándose en el
rango 50-75% del costo con vertederas. Estos resultados concuerdan con lo establecido por Collins et al (1981), Frisby y Summers (1986), Hetz (1988), Reid
(1978) y Summers et al (1986). Estos autores señalan que esta diferencia se origina, principalmente, en la cantidad de suelo removido y el roce que se produce
con cada uno de estos implementos de labranza. Sin embargo, debe destacarse que un arado cincel grande (9-11 brazos) trabajando un suelo seco, de textura
arcillosa, a gran profundidad puede requerir una potencia no disponible en los tractores comercializados actualmente en Chile (Hetz, 1988).
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El Cuadro 6 muestra que el arado rotativo tiene una demanda energética promedio de 1055 MJ/ha, lo cual es superior al requerimiento del arado cincel y similar
al del arado de discos. Por otra parte la faena de subsolado presenta un costo energético entre 550 y 2034 MJ/ha cuando se usa para huertos frutales, siendo estos
valores muy influenciados por la distancia entre pasadas de subsolador. En plantaciones forestales la demanda energética tiene un rango menor (1034-1661
MJ/ha) y sólo es influencia por la profundidad de trabajo.
Los costos energéticos de la labranza secundaria (rastrajes y faenas similares) presentados en el Cuadro 7 son notablemente menores que los de la labranza
primaria (araduras), encontrándose en promedio en el rango 148-466 MJ/ha; la nivelación de suelos tiene un costo mayor, promediando 664 MJ/ha. En general,
estos valores son bastante lógicos y razonables, no encontrándose en la literatura revisada otros valores con los cuales compararlos.
El Cuadro 8 muestra que el costo energético de la siembra es relativamente bajo (223-382 MJ/ ha), excepto la siembra cero labranza. En siembra de grano fino
no ocurre un aumento del costo energético con aumentos del ancho de trabajo pues la demanda de potencia es tan baja que los cuatro tamaños debieron ser
ajustados a la mínima potencia disponible en el mercado (22 kW), sin embargo el costo por ha disminuye por la mayor CET de los anchos mayores.
La sembradora cero labranza tuvo un costo energético promedio de 784 MJ/ha. Este costo es relativamente alto, encontrándose cercano al costo del arado cincel
a poca profundidad. Sin embargo, al comparar la labranza y siembra tradicional con la cero labraza (siembra directa) se encuentra que el costo energético de esta
última (1544 MJ/ha incluyendo la pulverización y el herbicida) sólo llega al 55% el costo del sistema tradicional de 2805 MJ/ha (Barrios, 1996; Frye, 1984).
Cuadro 6. Costo energético del trabajo con arado rotativo y subsolador para diferentes
condiciones.
Energy cost of work with rotavator and subsoider for different conditions.
ARADO ROTATIVO
90 346 1068 79
115 439 1059 79
130 494 1056 79
140 532 1055 79
155 587 1052 80
165 625 1051 80
180 1050
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190 680 1049 1055 80
717 80
Cuadro 7. Costo energético del trabajo con rastras, cultivadores, rodillos y niveladora de
microrelieve para diferentes condiciones.
Energy cost of work with harrows, cultivators, packers and microreliev for
different conditions.
VIBROCULTIVADORES
RODILLOS COMPACTADORES
NIVELADORA DE MICRORELIEVE
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180 670 664 81
230 854 663 664 82
CULTIVADOR MECANICO
Cuadro 8. Costo energético de la operación de sembradoras de grano fino, grano grueso, cero
labranza y remolacha.
Energy cost of work with grain drills, planters, no-fill and sugarbeet seeders.
14 318 292 75
18 319 234 75
22 320 190 75
24 322 177 223 74
4 344 417 70
6 445 354 70
8 584 332 72
12 855 326 357 73
15 938 824 71
16 987 771 72
17 1035 757 784 72
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SEMBRADORA DE REMOLACHA AZUCAREREA
6 344 446 70
8 396 337 70
12 596 364 382 70
El Cuadro 9 muestra los costos energéticos del trabajo con pulverizadores de barra, nebulizadores y fertilizadoaras centrífugas. Desde allí se debe destacar el
bajo costo de la fertilización, 57 MJ/ha en promedio, y de la pulverización, en el rango 85-105 MJ/ha. En contraste aparece el alto costo energético del trabajo
con nebulizadores, con 3103 MJ/ha en promedio; este costo, de los más altos establecidos en esta investigación, es explicable por el gran volumen de aire a alta
velocidad que debe ser desplazado para aplicar los productos químicos a los árboles frutales (ASAE, 1993; Fluck, 1992; Stout, 1990). Afortunadamente la
inmensa mayoría de esta energía es aplicada eficientemente a través del eje toma-fuerza de los tractores que arrastran el nebulizador.
Los costos energéticos de las faenas de henificación y ensilaje aparecen en el Cuadro 10, donde destacan los bajo costos de las faenas de siega,
acondicionamiento e hileramiento (132-300 MJ/ha y 11-33 MJ/T). Por otro lado el costo de la enfardadura es mayor (815-1263 MJ/ha y 84-91 MJ/T), debiendo
destacarse que el costo por tonelada procesada disminuye a medida que aumenta el rendimiento de la pradera. El alto costo de la enfardadura se origina en la
fuerza necesaria para comprimir el heno y hacer un fardo de densidad razonable, disminuyendo el volumen transportado y almacenado (Fluck, 1992; Stout,
1990).
Costo energético
Costo comb.
Capacidad Anch % del tot.
MJ/h MJ/ha MJ/ha
L m
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8 334 87 101 72
400 8 364 95 66
10 367 76 85 65
NEBULIZADOR DE ARRASTRE
FERTILIZADOR CENTRIGO
El costo energético de la ensiladura es también bastante grande, con valores entre 2260 y 3669 MJ/ha y entre 43 y 50 MJ/T procesada. Estos altos valores se
originan en la gran cantidad de agua que tiene el material a picar en trozos de tamaño pequeño para poder eliminar el aire en el silo y lograr un forraje de alta
calidad. Debe destacarse que el costo por ha aumenta con el rendimiento del cultivo, pero que el costo por tonelada procesada disminuye a medida que el
rendimiento aumenta.
El Cuadro 11 muestra el costo energético de la cosecha de granos. Se puede apreciar allí que en grano fino el costo promedio varió entre 662 y 1478 MJ/ha y
entre 164 y 189 MJAT cosecha. En grano grueso los valores por ha fueron mayores llegando hasta 2142 MJ/ha, pero fueron muy similares a los de grano fino en
MJ por tonelada cosechada, lo cual es producto de los diferentes rendimientos típicos analizados.
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Cuadro 10. Costo energético de los equipos para henificación y ensilaje.
Energy cost of implements for hay and silage making.
Costo Energético
Rendimiento Ancho
T/ha m MJ/h MJ/ha MJ/ha MJ/T MJ/T
SEGADORA
ACONDICIONADOR
RASTRILLO HILERADOR
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6,70 312 69 132 8 15
2,25 298 197 16
15 2,50 300 178 15
5,40 309 85 7
6,70 312 69 132 5 11
ENFARDADORA
9 1,95 681 864 96
2,42 767 787 87
2,61 836 794 815 88 91
12 1,95 858 1089 91
2,42 987 1013 84
2,61 1073 1020 1041 85 87
15 1,95 1029 1306 87
2,42 1206 1239 83
2,61 1310 1245 1263 83 84
Costo energético
Rend. Ancho Cap. carro
T m kg MJ/h MJ/ha XMJ/ha MJ/T XMJ/T
45 0,75 4000 413 2116 47
0,75 6000 469 2403 2260 53 50
65 0,75 4000 408 2792 43
0,75 6000 451 3082 2937 47 45
85 0,75 4000 343 3520 41
0,75 6000 372 3817 3669 45 43
Costo energético
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T/ha m
CONCLUSIONES
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Los mayores costos energétcos correspondieron a las faenas de ensiladura con 2260 a 3669 MJ/ ha y 43 a 50 MJ/T, uso de nebulizadores con 3103 MJ/ha,
cosecha de grano grueso con 1103 a 2142 MJ/ha y 165 a 184 MJ/T, y araduras con vertederas con 671 a 2209 MJ/ha. Los menores costos correspondieron a la
operación del fertilizador centrífugo (57 MJ/ha) y pulverizador de barra (85-105 MJ/ha).
EL costo energético horario de las máquinas depende de su tamaño expresado en ancho de trabajo o capacidad de procesamiento (T/ha), pero los costos por área
trabajada o toneladas procesadas son independientes de dicho tamaño. En la estructura de costos el combustible participa con alrededor de 80% del total.
Para ahorrar energía y aumentar la eficiencia de su uso es necesario prestar especial atención a las faenas de ensiladura (tamaño del picado), nebulización,
cosecha de granos y araduras; debe extenderse más el uso de la labranza reducida y la siembra directa.
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