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Para hacer este debemos estar en Estado de Gracia (confesion y comunion), nunca criticar a nuestros

enemigos

1) Rezar el Santo Rosario por los siguientes propósitos:


 Por la conversión de nuestros enemigos
 Para que la gente busque la verdad y paz en la santísima trinidad
 Por la liberación de las personas que tienen demonios que desvían de la luz
 Por La conversión de nuestra familia y amigos
 Para que Dios nos use para sus propósitos y nos lleve a tierra de Guadalupe antes del gran
aviso si es su voluntad
 Para que dios aumente nuestra fe en el
2) Persignarse: Por la señal de la santa cruz de nuestros enemigos líbranos señor dios nuestro
Santiguarse: en el nombre del padre del hijo y del espíritu santo, amen
3) Secuencia de pentecostés: Ven Espíritu Divino

Ven, Espíritu Divino manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones
espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que
enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz y
enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte
tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
4) Oracion de sellamiento: Oración de la Sangre de Cristo

Señor Jesús, en tu nombre y con el Poder de tu Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos
o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño. Con el Poder de la
Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el
fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno, y en
el mundo en el cual nos movemos hoy.
Con el Poder de la Sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te pedimos
Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen acompañada de San
Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan (nombrar a cada
una de ellas), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que Él
generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes, pisos y el aire
que respiramos, y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia.
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, y las
personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar a cada una de ellas).
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda
nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que
habremos de utilizar.
Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y
dirigentes de nuestra Patria a fin de que Tu Paz y Tu Corazón al fin reinen en ella.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida, ya que gracias a Ellas hemos sido salvados y
somos preservados de todo lo malo. Amén.
5) Letania a los santos
-Señor ten piedad de nosotros (Se repite)
-Cristo ten piedad de nosotros,
-Señor ten piedad de nosotros,
-Cristo óyenos
-Cristo escúchanos,
-Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros,
-Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros,
-Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros,
-Trinidad santa un solo Dios, ten piedad de nosotros,
-Santa María, Ruega por nosotros
-Santa Madre de Dios,
-Santa Virgen de las vírgenes,
-San Miguel,
-San Gabriel,
-San Rafael
-Todos los santos ángeles y arcángeles,
-Todos los santos coros de los espíritus bienaventurados Rogad por nosotros.
-San Juan Bautista,
-San José, Ruega por nosotros.
-Todos los santos patriarcas y profetas, Ruega por nosotros.
-San Pedro,
-San Pablo,
-San Andrés,
-San Juan,
-Santo Tomás,
-Santiago,
-San Felipe,
-San Bartolomé,
-San Mateo,
-San Simón,
-San Tadeo,
-San Matías,
-San Bernabé,
-San Lucas,
-San Marcos, Ruega por nosotros.
-Todos los Santos apóstoles y evangelistas,
-Todos los Santos discípulos del Señor,
-Todos los Santos inocentes, Rogad por nosotros.
-San Esteban,
-San Lorenzo,
-San Vicente, Ruega por nosotros.
-San Fabián y San Sebastián,
-San Juan y San Pablo,
-San Cosme y San Damián,
-San Gervasio y San Protasio,
-Todos los santos mártires, Rogad por nosotros.
-San Silvestre,
-San Gregorio,
-San Ambrosio,
-San Agustín,
-San Jerónimo,
-San Martín,
-San Nicolás, Ruega por nosotros.
-Todos los santos obispos y confesores,
-Todos los santos doctores, Rogad por nosotros.
-San Antonio,
-San Benito,
-San Bernardo,
-Santo Domingo,
-San Francisco, Ruega por nosotros.
-Todos los santos sacerdotes y levitas,
-Todos los santos monjes y ermitaños, Rogad por nosotros.
-Santa María Magdalena,
-Santa Agueda,
-Santa Lucía,
-Santa Inés,
-Santa Cecilia,
-Santa Catalina,
-Santa Anastasia, Ruega por nosotros.
-Todas las santas vírgenes y viudas, Rogad por nosotros.
BEATOS
A
Beato Artémides Zatti Ruega por nosotros
B
Beato Bartolomé Gutiérrez
C
Beato Carlos Manuel Rodríguez ("Charlie")
Beata Catelina Volpicelli
Beata Caterina Cittadini
D
Beato Damián de Veuster
E
Beato Enrique Susso
Beata Eugenia Ravasco
Beato Eustaquio van Lieshout
G
Beato Gaetano Errico
Beata Gaetana Sterni
Beato Giovanni Antonio Farina
Beato Gregorio X
I
Beato Ignacio de Azevedo
Beata Isabel de la Trinidad
J
Beato Jordán de Sajonia
Beatos Juan Bautista y Frencisco de los Ángeles
Beata Juana María Condesa Lluch
Beata Julia Salzano
K
Beata Kateri Tekakwitha
L
Beato Laszlo Batthyany-Strattmann
Beato Lodovico Pavoni
Beato Luigi Tezza
Beato Luigi Variara

M
Beata Madre Teresa de Calcuta
Beato Manuel González García
Beata Marco D'Aviano
Beata María Caridad Brader
Beata María Cristina Brando
María de Jesús Crucificado Petković
Beata María de la Encarnación
Beata María del Pilar Izquierdo Albero
Beata María del Tránsito de Jesús Sacramentado
Beata María Dolores Rodríguez Sopeña
Beata María Domenica Mantovani
Beata María Taigi
Beato Mariano de la Mata Aparicio
Beata Marie Anne Blondin
Beato Miguel Rúa
P
Beato Pierre Bonhomme
S
Beato Santiago (Giacomo) Alberione
T
Beato Tomás de Kempis

SANTOS
A
San Abraham
Santa Adelaida
San Agostino Roscelli
Santa Agueda Felipe de Jesús
San Agustín
San Agustín de Canterbury
San Alberto Hurtado Cruchaga
San Alberto Magno
San Alejandro de Sauli
San Alejo
San Alfonso M. Ligorio
Santa Alicia
San Alonso de Orozco
San Alonso Rodríguez
San Ambrosio
Santa Ana
Santa Ángela de la Cruz Guerrero
Santas Ánimas del Purgatorio
San Anselmo
San Andrés Apóstol
San Andrés Avelino
San Andrés Corsini
San Andrés Fournet
Santa Angela de Foligno
Santa Angela de Merici
Santos Ángeles de la Guarda
San Antonino
San Antonio, Abad
San Antonio de Padua
San Antonio de Santa Ana Galvão
San Antonio María Claret
Santo Antonio María Zaccaria
Anunciación
San Arcadio
Santos Arcángeles
San Arsenio
Ascensión de Nuestro Señor
Asunción de la Virgen María
San Atanasio
Auxiliadora, Santa María
B
Santa Bárbara
San Bartolomé
San Bartolomé Gutiérrez
Basílica de Letrán
San Basilio
Santa Benedetta Cambiagio Frassinello
San Benito
San Benito José Labre
San Benjamín
San Bernabé
San Bernardino de Siena
Santa Bernardita Soubirous
San Bernardo
San Blas
San Bonifacio
San Braulio
Santa Brígida
San Bruno
San Buenaventura
C
San Calixto
San Carlos Luanga
San Carlos Borromeo
San Carlos de Sezze
San Casimiro de Polonia
Santa Catalina de Siena
Santa Catalina Labouré
San Cayetano
Santa Cecilia
San Celedonio
San Celestino V
San Celso
Chiquinquirá, Nuestra Señora de
San Cirilo de Jerusalén
San Cirilo y San Metodio
Santa Clara de Asís
San Claudio de la Colombiere
San Clemente
San Clemente Hofbauer
San Cleto y San Donaciano
Santa Clotilde
Conversión de San Pablo
San Cornelio y San Cipriano
San Cosme y San Damian
San Cristobal
Santa Cruz
Cuarenta Mártires de Sebaste
El Cuerpo y la Sangre de Cristo
D
San Dámaso
San Daniel el Profeta
Dedicación a la Basílica de Letrán
Dedicación de las Basílicas de San Pedro y
San Pablo
Devoción al Niño Jesús
San Diego
San Dionisio
Santo Domingo de Guzmán
Santo Domingo de Silos
Santo Domingo Savio
San Dositeo
E
San Eduardo Rey
Santa Eduvigis
San Efrén
San Eleasar
Santa Elena
San Elias
San Eloy
San Eliseo
San Emeterio
Santa Emma
San Enrique
Epifanía del Señor
Santa Escolástica
San Estanislao
San Estanislao Kostka
San Esteban
San Esteban Rey de Hungría
San Esteban Harding
San Eucebio de Vercelli
Santa Eulalia
San Eulogio de Córdoba
San Eusebio de Vercelli
Exaltación de la Santa Cruz
San Ezequiel
F
San Fabian y San Sebastián
Nuestra Señora de Fátima
Santas Felicidad y Perpetua
San Felipe Neri
San Felipe y Santiago
San Felix de Nola
San Felipe de Jesús
San Fermín y San Ilídio
San Fernando III
San Fidel de Sigmaringa
Santa Francisca Javier Carbini
Santa Francisca Romana
San Francisco Caracciolo
San Francisco de Asís
San Francisco de Borja
San Francisco de Paula
San Francisco de Sales
San Francisco Javier
San Francisco Regis
San Francisco Solano
San Fulgencio
G
San Gabriel de la Dolorosa
San Gaspar de Búfalo
Santa Genoveva
Santa Genoveva Torres Morales
San Gerardo y Santa Úrsula
Santa Gertrudis
San Gil
San Gregorio
San Gregorio Barbarigo
San Gregorio Magno
San Gregorio Ostiense
San Gregorio VII
H
San Hilario
San Hilarión
Historia del Santo Rosario
San Hugo
San Humberto
San Humilde de Bisignano
I
San Ignacio de Antioquía
San Ignacio de Loyola
San Ignacio da Santhiá
San Ildefonso
Santa Inés
Santa Inés de Montepulciano
La Inmaculada Concepción
Santos Inocentes
San Irineo
Santa Isabel de Hungría
Santa Isabel de Portugal
San Isaías
San Isidoro
San Isidro labrador
San Ivo
J
Santa Jacinta
San Jenaro
San Jeremías
San Jerónimo
San Jerónimo Emiliani
Santa Joaquina de Vedruna
San Jonas y San Baraquicio
San Jorge
San Josafat de Lituania
San José
San José Cafasso
San José Calasanz
San José Cupertino
San José, Obrero
San José Oriol
San José Pignatelli
San José Sebastián Pelczar
San Josemaría Escrivá de Balaguer
San Juan, Apóstol
San Juan Bautista de la Salle
San Juan Bautista, Martirio
San Juan Bautista, Nacimiento
San Juan Bautista Rossi
San Juan Bosco
San Juan Cancio
San Juan Capistrano
San Juan Clímaco
San Juan Crisóstomo
San Juan Damasceno
San Juan de Ávila
San Juan de Britto
San Juan de Dios
San Juan de la Cruz
San Juan de Mata
San Juan de Rivera
San Juan Diego Cuauhtlatoatzin
San Juan Eudes
San Juan, Evangelista
San Juan Fischer
San Juan Francisco Regis
San Juan Grande Román
San Juan Gualberto
San Juan I
San José María Rubio y Peralta
San Juan Nepomuceno
San Juan Sahagún
San Juan Vianey
Santa Juana de Arco
Santa Juana de Chantal
San Judas Tadeo
Santa Judit
San Julián
Santa Juliana Falconieri
San Justino
L
San Leandro
San León Magno
San Leonardo de Puerto Mauricio
Santa Liduvina
San Lorenzo
San Lorenzo de Brindis
San Lorenzo de Irlanda
San Lorenzo Justiniano
Los Fieles Difuntos
San Lucas
Santa Lucía
San Luis
San Luis Beltrán
San Luis Gonzaga
San Luis María Gignon de Monfort
San Luisa de Marillac
M
Los Santos Macabeos
Santa Maravilla de Jesús
San Macario de Alejandría
San Macario el Viejo
San Marcelino
San Marcelino Champagnat
San Marcelo, Papa
San Marcos, Evangelista
Santa Margarita de Cortona
Santa Margarita de Escocia
Santa Maria De Mattias
Santa Margarita María de Alacoque
Santa María de la Providencia
Santa María de la Rosa
Santa Maria Egipciaca
Santa María Faustina Kowalska
Santa María Francisca de las Cinco Llagas
Santa María Goretti
Santa María Josefa Sancho de Guerra
Santa María Josefa Rosello
Santa María Madre de Dios
Santa María Magdalena
Santa María Magdalena Pazzi
Santa María Micaela
Santa María Reina
Santa María Soledad Torres Acosta
Santa Mariana de Jesús
Santa Marta
San Martín de Porres
San Martín de Tours
San Martín Papa
Santos Mártires Colombianos
San Mateo
San Matías
Santa Matilde
San Maximiliano Kolbe
San Maximino
Medalla Milagrosa, La Virgen de la
San Medardo
San Miguel Febres Cordero
San Miguel, Gabriel y Rafael
San Modesto
San Moisés
Santa Mónica
N
La Natividad de la Virgen María
San Nereo, Aquileo y Pancracio
San Nicolás
San Nicolás de Flue
San Nicolás de Tolentino
Nuestra Señora de las Lajas
Nuestra Señora de las Mercedes
Nuestra Señora de los Dolores
Nuestra Señora de Guadalupe
Nuestra Señora de Lourdes
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
O
San Odón
Santa Otilia
San Otón
San Oscar
P
San Pablo de la Cruz
San Pablo Hermitaño
San Pablo Miki
San Pascual Bailón
San Patricio
Santa Paulina Jericot
San Paulino de Nola
Santa Paulina do Coração Agonizante de Jesús
San Pedro y San Pablo
San Pedro Canisio
San Pedro Claver
San Pedro Crisólogo
San Pedro Damián
San Pedro de Alcántara
San Pedro de Arbués
San Pedro de San José Betancur
San Pedro Fourier
San Pedro Nolasco
Pedro Poveda Castroverde
Santa Pelagia
Pentecostés
San Pío de Pietrelcina (Padre Pío)
San Pio X, Papa
San Pío V
San Policarpo
San Pompilio
San Porfirio
Presentación de Jesús en el Templo
Presentación de la Virgen María
Q
San Quintín
R
San Raimundo de Peñafort
Santa Rita de Casia
San Ramón Nonato
San Roberto Belarmino
San Raúl
San Remigio
San Roque
Santa Regina
Santa Rosa de Lima
S
San Sabas
San Samuel
Santa Cruz
Santiago el Mayor
La Santísima Trinidad
San Saturnino
San Sebastián Aparicio
Señor de los Milagros de Buga
Señora de las Mercedes
San Severino
Santos Siete Fundadores
San Silvestre
San Silvestre, Papa
San Simeón Estilita
San Simón y San Judas Tadeo
T
San Tarcisio
San Telmo
San Teodisio
Santa Teresa de Jesús
Santa Teresa de los Andes
Santa Teresita del Niño Jesús
San Timoteo y San Tito
Santo Tobías
Santo Tomás, Apóstol
Santo Tomás Becket
Santo Tomás de Aquino
Santo Tomás de Kempis
Santo Tomás de Villanueva
Santo Tomás Moro
Santo Toribio de Mogrovejo
Solemnidad de Todos los Santos
Transfiguración del Señor
U
San Urbano
Santa Úrsula Ledóchowska
V
Santa Verónica
San Vicente
San Vicente de Paúl
San Vicente Ferrer
San Villibrordo
Santa Virginia Centurione Vda. de Bracelli
W
San Wenceslao de Bohemia
Z
San Zacarías y Santa Isabel
Santa Zita
San Zósimo
Todos los beatos, beatas, santos y santas de Dios, Interceded por nosotros
-Muéstratenos propicio, Perdónanos, Señor.
-Muéstratenos propicio, Escúchanos, Señor.
-De todo mal,
-De todo pecado,
-De tu ira,
-De la muerte súbita e imprevista,
-De las asechanzas del demonio,
-De la cólera, del odio y de toda mala intención,
-Del espíritu de fornicación,
-Del rayo y de la tempestad,
-Del azote de los terremotos,
-De la peste, del hambre y de la guerra,
-De la muerte eterna,
-Por el misterio de tu santa encarnación,
-Por tu venida,
-Por tu natividad,
-Por tu bautismo y santo ayuno,
-Por tu cruz y tu pasión,
-Por tu muerte y sepultura,
-Por tu santa resurrección,
-Por tu admirable ascensión,
-Por la venida del Espíritu Santo, nuestro Consolador,
-En el día del juicio, Líbranos, Señor.
Nosotros, pecadores, te rogamos
- que nos oigas,
- que nos perdones,
- que nos seas indulgente,
-que te dignes conducirnos a verdadera penitencia,
- que te dignes regir y gobernar tu santa Iglesia,
- que te dignes conservar en tu santa religión al Sumo Pontífice y a todos los órdenes de la jerarquía
eclesiástica,
- que te dignes abatir a los enemigos de la santa Iglesia,
- que te dignes conceder a los reyes y príncipes cristianos la paz y la verdadera concordia,
- que te dignes conceder la paz y la unión a todo el pueblo cristiano,
- que te dignes devolver a la unidad de la Iglesia a los que viven en el error, y traer a la luz del
Evangelio a todos los infieles,
- que te dignes fortalecernos y conservarnos en tu santo servicio,
- que levantes nuestro espíritu al deseo de las cosas celestiales,
- que concedas a todos nuestros bienhechores la recompensa de los bienes eternos,
- que libres nuestras almas, las de nuestros hermanos, parientes y bienhechores, de la condenación
eterna,
- que te dignes damos y conservar las cosechas de la tierra,
- que te dignes conceder el descanso eterno a todos los fieles difuntos,
- que te dignes escucharnos, Hijo de Dios.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, Señor.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos, Señor.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.
-Cristo, óyenos,
-Cristo, escúchanos,
-Cristo, ten piedad de nosotros,
-Señor, ten piedad de nosotros, Se repite.
Concluir con un Padrenuestro.
La Suplica Ardiente o Conjuracion a los Santos Angeles (rezar 2 o 3 veces)
DIOS TODO PODEROSO Y ETERNO UNO EN TRESPERSONAS, ANTES DE CONJURAR A LOS SANTOS
ANGELES TUS SERVIDORES Y DE LLAMARLOSEN NUESTRO SOCORRO NOS POSTRAMOS DELANTE
DE TI Y TE ADORAMOS PADRE, HIJO YESPIRITU SANTO.
BENDITO Y ALABADO SEAS POR TODA LAETERNIDAD. QUE TODOS LOS ANGELES Y LOS HOMBRES
QUE HAS CREADO TE ADOREN, TEAMEN Y TE SIRVAN, DIOS SANTO, DIOS FUERTE, DIOS
INMORTAL.
Y TU MARIA REINA DE LOS ANGELES MEDIANERADE TODAS LAS GRACIAS, TODA PODEROSA EN TU
ORACION, RECIBE BONDADOSAMENTE LAORACION QUE LES DIRIGIMOS A TUS SERVIDORES, Y
HAZLA LLEGAR HASTA EL TRONO DELALTISIMO PARA QUE OBTENGAMOS GRACIA, SALVACION Y
AUXILIO AMEN.
ANGELES GRANDES Y SANTOS DIOS OS ENVIA PARAPROTEGERNOS Y AYUDARNOS
OS CONJURAMOS EN EL NOMBRE DE DIOS UNO ENTRES PERSONAS VOLAD EN NUESTRO
SOCORRO
OS CONJURAMOS EN EL NOMBRE DE LA PRECIOSASANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS EN EL NOMBRE TODOPODEROSO DEJESUS
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS POR TODAS LA HERIDAS DENUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS POR TODAS LAS TORTURAS DENUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS POR LA SANTA PALABRA DE DIOS
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS POR EL CORAZON DE NUESTROSEÑOR JESUCRISTO
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS EN EL NOMBRE DEL AMOR DE DIOSPOR NOSOTROS TAN POBRES
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS EN EL NOMBRE DE LA FIDELIDADDE DIOS POR NOSOTROS TAN POBRES
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS EN EL NOMBRE DE LAMISERICORDIA DE DIOS PARA CON NOSOTROS TAN
POBRES
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS EN NOMBRE DE MARIA REINA DELCIELO Y DE LA TIERRA
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS EN NOMBRE DE MARIA VUESTRAREINA SOBERANA
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS EN NOMBRE MARIA MADRE DE DIOSY MADRE NUESTRA
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS POR VUESTRA PROPIA FELICIDAD
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS POR VUESTRA PROPIA FIDELIDAD
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS POR VUESTRA FUERZA COMBATIVAPOR EL REINO DE DIOS
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
OS CONJURAMOS CUBRIDNOS CON VUESTRO ESCUDO
OS CONJURAMOS PROTEGEDNOS CON VUESTRAESPADA
OS CONJURAMOS ILUMINADNOS CON VUESTRA LUZ
OS CONJURAMOS ABRIGADNOS BAJO EL MANTO DEMARIA
OS CONJURAMSO ENCERRADNOS EN EL CORAZON DEMARIA
OS CONJURAMOS DEPOSITADNOS EN LAS MANOS DEMARIA
OS CONJURAMOS MOSTRADNOS EL CAMINO HACIA LAPUERTA DE LA VIDA Y EL CORAZON
ABIERTO DE NUESTRO SEÑOR
OS CONJURAMOS CONDUCIDNOS SEGUROS HACIA LACASA DEL PADRE CELESTIAL
TODOS LOS COROS DE LOS ESPIRITUSBIENAVENTURADOS
VOLAD EN NUESTRO SOCORRO
ANGELES DE LA VIDA
VOLAD EN NUESTRO SOCORRO
ANGELES DE LA CARIDAD
VOLAD EN NUESTRO SOCORRO
ANGELES DE LA FUERZA DE LA PALABRA DE DIOS
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
ANGELES QUE DIOS NOS ATRIBUYE ESPECIALMENTE, COMO COMPAÑEROS
VOLADEN NUESTRO SOCORRO
VOLADEN NUESTRO SOCORRO, OS CONJURAMOS PORQUE HEMOS RECIBIDO EN HERENCIA
LASANGRE DE NUESTRO SEÑOR Y REY
VOLADEN NUESTRO SOCORRO, OS CONJURAMOS
POR QUE HEMOS RECIBIDO EN HERENCIA ELCORAZON DE NUESTRO SEÑOR Y REY
VOLAD EN NUESTRO SOCORRO, OS CONJURAMOS POR QUE HEMOS RECIBIDO EN HERENCIA
ELCORAZON INMACULADO DE MARIA LA VIRGENPURISIMA Y VUESTRA MADRE
VOLAD EN NUESTRO SOCORRO, OS CONJURAMOS.
SANMIGUEL ARCANGEL
TU ERES EL PRINCIPE DE LAS MILICIASCELESTIALES, EL VENCEDOR DEL DRAGON INFENAL, HAZ
RECIBIDO DE DIOS LA FUERZA YPODER PARA ANIQUILAR POR MEDIO DE LA HUMILDAD EL
ORGULLO DE LOS PODERES DE LASTINIEBLAS. TE CONJURAMOS SUSCITA EN NOSOTROS LA
AUTENTICA HUMILDAD DE CORAZON, LA FIDELIDAD INQUEBRANTABLE PARA CUMPLIR SIEMPRE
LA VOLUNTAD DE DIOS, LAFORTALEZA EN EL SUFRIMIENTO Y LAS NECESIDADES, AYUDANOS A
SUBSISTIR DELANTE DELTRIBUNAL DE DIOS.
SANGRABRIEL ARCANGEL
TU ERES EL ANGEL DE LA ENCARNACION, ELMENSAJERO FIEL DE DIOS, ABRE NUESTROS OIDOS
PARA CAPTAR LOS MAS PEQUEÑOS SIGNOSY LLAMAMIENTOS DEL CORAZON AMANTE DE
NUESTRO SEÑOR; PERMANCECE SIEMRPE DELANTEDE NUESTROS OJOS TE CONJURAMOS PARA
QUE COMPRENDAMOS CORRECTAMENTE LA PALABRADE DIOS LA SIGAMOS Y OBEDEZCAMOS Y
PARA CUMPLIR AQUELLO QUE DIOS QUIERE DENOSOTROS.
HAZNOS VIGILANTES EN LA ESPERA DEL SEÑOR PARA QUE NO NOS
ENCUENTRE DORMIDOS CUANDO LLEGUE.
SANRAFAEL ARCANGEL
TU ERES EL MENSAJERO DEL AMOR DE DIOS, TECONJURAMOS, HIERE NUESTRO CORAZON CON
UN AMOR ARDIENTE POR DIOS Y NO DEJES QUEESTA HERIDA SE CIERRE JAMAS, PARA QUE
PERMANEZCAMOS SOBRE EL CAMINO DEL AMOR ENLA VIDA DIARIA Y VENZAMOS TODOS LOS
OBSTACULOS POR LA FUERZA DE ESTE AMOR.
AYUDADNOS HERMANOS GRANDES Y SANTOS,SERVIDORES COMO NOSOTROS DELANTE DE DIOS,
PROTEGEDNOS CONTRA NOSOTROS MISMOS,CONTRA NUESTRA COBARDIA Y TIBIEZA, CONTRA
NUESTRO EGOISMO Y NUESTRA AVARICIA, CONTRA NUESTRA ENVIDIA YDESCONFIANZA, CONTRA
NUESTRA SUFICIENCIA Y COMODIDAD, CONTRA NUESTRO DESEO DESER
APRECIADOS, DESLIGADNOS LOS LAZOS DEL PECADO Y DE TODAATADURA AL MUNDO, DESATAD
LA VENDA QUE NOSOTROS MISMOS HEMOS ANUDADO SOBRENUESTRO OJOS, PARA
DISPERSARNOS DE VER LA MISERIA QUE NOS RODEA, Y PODER MIRAR NUESTRO PROPIO YO SIN
INCOMODARNOS YCON CONMISERANCION.
CLAVAD EN NUESTRO CORAZON EL AGUIJON DE LASANTA INQUIETUD DE DIOS, PARA QUE NO
CESEMOS JAMAS DE BUSCARLO CON PASION,CONTRICION Y AMOR.
BUSCAD EN NOSOTROS LA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR QUE DERRAMO POR NOSOTROS,
BUSCADEN NOSOTROS LA LAGRIMAS DE VUESTRA REINA VERTIDAS POR NUESTRA CAUSA,
BUSCADEN NOSOTROS LA IMAGEN DE DIOS, DESTROZADA, DESTEÑIDA, DETERIORADA, IMAGEN A
LACUAL DIOS QUIZO CREARNOS POR AMOR.
AYUDADNOS A RECONOCER A DIOS, A ADORARLO, AMARLO Y SERVIRLO AYUDANOS CONTRA LOS
PODERES DE LAS TINIEBLAS QUE NOS RODEAN YNOS OPRIMEN SOLAPADAMENTE; AYUDADNOS
PARA QUE NINGUNO DE NOSOTROS SE PIERDA YPARA QUE UN DIA GOZOSOS, PODAMOS
REUNIRNOS EN LA FELICIDAD ETERNA. AMEN.
Durante el día los invocamos con frecuencia de esta manera:
SANMIGUEL, LUCHA A NUESTRO LADO CON TUS SANTOS ANGELES, AYUDANOS Y RUEGA POR
NOSOTROS
SANRAFAEL, LUCHA A NUESTRO LADO CON TUS SANTOS ANGELES, AYUDANOS Y RUEGA POR
NOSOTROS
SANGABRIEL, LUCHA A NUESTRO LADO CON TUS SANTOS ANGELES, AYUDANOS Y RUEGA POR
NOSOTROS
6) Oración de Liberación: agarrar un crucifijo pequeño bendito y rezar
En el nombre de Jesús por el poder de sus llagas, por el poder de su sangre, por los dolores de la
virgen maría, unido a los santos ángeles, unido a todos los santos y beatos que hemos invocado,
en nombre de Jesús atamos, encadenamos, enmudecemos, ensordecemos, todo espíritu
inmundo, diablo, espectro, demonio, alma perdida y le ordenamos que salga en el nombre de
Jesús, por el nombre de sus santas llagas, con la fuerza del espíritu santo, cortamos, anulamos,
toda atadura, sello, conjuro, encantamiento, maldad, maldición, brujería, hechicería, magia,
ocultismo, esoterismo, nueva era, cortamos, anulamos, toda acción del demonio hecha contra mí
(contra nosotros) , contra mi familia, contra _________________ (la persona de quien hablamos
mal) , contra la persona quien necesita esta oración de liberación, para permitir que esta oración
penetre.
Oraciones contra el maleficio (del ritual griego)
Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos, omnipotente y todopoderoso, tú que lo has hecho
todo y que lo transformas todo con tu sola voluntad; tú que en Babilonia transformaste en rocío la
llama del horno siete veces más ardiente y que protegiste y salvaste a tus tres santos jóvenes; tú
que eres doctor y médico de nuestras almas; tú que eres la salvación de aquellos que se dirigen a
ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y pon en fuga toda potencia diabólica, toda
presencia y maquinación satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de
personas maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo... haz que, en cambio, de la envidia y el
maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza, éxito y caridad; tú, Señor, que amas a los
hombres, extiende tus manos poderosas y tus brazos altísimos y potentes y ven a socorrer y visita
esta imagen tuya, mandando sobre ella el ángel de la paz, fuerte y protector del alma y el cuerpo,
que mantendrá alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería
de personas corruptoras y envidiosas; de modo que debajo de ti tu suplicante protegido te cante
con gratitud: “el Señor es mi salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre.”
“No tendré temor del mal porque tú estás conmigo, tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso Señor,
Señor de la paz, padre de los siglos futuros”. Sí Señor Dios nuestro, ten compasión de tu imagen y
salva a tu siervo... de todo daño o amenaza procedente de maleficio, y protégelo poniéndolo por
encima de todo mal; por la intercesión de la más que bendita, gloriosa Señora, la madre de Dios y
siempre Virgen María, de los resplandecientes arcángeles y de todos sus santos. ¡Amén!
Oración contra todo mal
Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen
Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí.
Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.
Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y
hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las
ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la
obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física,
psíquica, moral, espiritual y diabólica.
Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra
criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por
intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me
molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se
vayan al infierno eterno,encadenados por San Miguel Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael,
por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.
Oración por la curación interior
Señor Jesús, tú has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los
traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que
son causa de pecado. Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que
me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda
la vida. Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor. Te
ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que
hay en el mío. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me
haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación. Cura, Señor, todas esas heridas
íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor,
purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.
Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas.
Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida.
Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu
presencia Viviente entre nosotros. ¡Amén!
Plegaria de Liberación
Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y
con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean
liberados del maligno que los ha esclavizado.
Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.

De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.


Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de desorden en la sexualidad , nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor.
De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te
rogamos: Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste “la paz os dejo, mi paz os doy”, por la intercesión de la Virgen María
concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor.
¡Amén!
ORACION DE LIBERACION
Monseñor Morales
Señor nuestro Jesucristo te adoro, te alabo, te bendigo, gracias por tu infinito amor por el que te
has hecho uno de nosotros naciendo de la Virgen María y por el que subiste a la Cruz para dar tu
vida por nosotros.
Gracias por tu sangre preciosísima con que nos has redimido.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes traspasadas por espinas: cúbrenos,
séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo
poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por la Cruz a cuestas:
cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda
iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos, lávanos,
purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno,
todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de tus pies y de tus manos traspasados por los clavos:
cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda
iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu sangre preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos,
lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder
maligno, todo poder satánico.
Tres veces Gloria
Amén, Amén, Amén.
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del
costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus
llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la
hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de
los siglos. Amén.
Oración para romper maldiciones
En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, y por el poder de su cruz, sangre y resurrección,
asumo autoridad sobre todas las maldiciones, maleficios, hechizos, prácticas de vudú, brujerías,
rituales satánicos, encantamientos y malos deseos dirigidos contra mí o que han sido transmitidos
por la línea directa de mis antepasados. Por el poder de Jesucristo, el Señor resucitado, rompo
toda influencia que estas maldiciones tengan sobre mi vida y les ordeno que regresen a sus
fuentes de origen y sean substituidas por una bendición.
Pido perdón y renuncio a todos los votos y acuerdos negativos personales que haya hecho con el
enemigo y te ruego, Señor Jesucristo, que me libres de cualquier cautiverio al cual me hayan
tenido sometido. Reclamo que la sangre que derramaste bañe todos los aspectos de mi vida, mis
relaciones, mis obras ministeriales y mis finanzas. Te doy gracias por tu amor imperecedero, tu
protección angelical y por la plenitud de tus abundantes bendiciones.
Oración en contra de todo mal
Espíritu de nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, desciende sobre mí. Por
favor, purifícame, moldéame, lléname de ti y haz uso de mí. Aleja de mí toda fuerza maligna,
destrúyela y véncela para que pueda estar sano y capacitado para hacer buenas obras.
Expulsa de mí todas las maldiciones, encantamientos, hechizos, brujerías, magia negra, trabajos
demoníacos, maleficios y mal de ojo, infestaciones diabólicas, opresiones, posesiones; todo lo que
es malo y pecaminoso; celos; traición; envidia; y enfermedades físicas, psicológicas, morales,
espirituales y diabólicas; así como todos los espíritus tentadores, sordos, mudos, ciegos y
durmientes; los espíritus de la nueva era; los espíritus ocultos; los espíritus religiosos; los espíritus
del anticristo; y todos los demás espíritus de muerte y oscuridad.
Por el poder de Dios Todopoderoso, y en el nombre de Jesucristo nuestro Salvador, ordeno y exijo
a todos los poderes que me acosan dejarme para siempre y ser confinados al lago de fuego
eterno, que nunca más lleguen a tocarme a mí ni a ninguna otra criatura en todo el mundo. Amén.
Coraza de San Patricio
Me armo hoy con el poder de la Santísima Trinidad, en la unidad de Dios, Creador del Universo.
Me armo hoy con el Bautismo de Cristo, su crucifixión y resurrección, su ascensión y gloriosa
segunda venida.
Me armo hoy con la dirección de Dios para guiarme; el poder de Dios para sostenerme; la
sabiduría de Dios para instruirme; la palabra de Dios para darme voz; el escudo de Dios para
protegerme; el ejército de Dios para defenderme, contra las trampas de los demonios, contra las
tentaciones de los vicios, contra todos aquéllos que conspiren contra mí.
Invoco hoy a todas esas virtudes contra cada poder hostil y despiadado que me ataque, contra los
hechizos de los falsos profetas, contra las leyes negras del paganismo, contra las leyes falsas de la
herejía, contra los engaños de la idolatría, contra cada artificio y conjuro que ata el alma al mal.
Cristo, protégeme hoy de todo veneno, quema, ahogamiento y herida fatal. Cristo esté conmigo,
Cristo esté detrás de mí, Cristo esté en mí, Cristo esté a mi lado; Cristo para ganar, Cristo para
consolarme y restaurarme, Cristo para estar donde el peligro amenace; Cristo esté en el corazón
de quienes me rodean, para siempre.
Oración para rechazar el ocultismo
Padre celestial, en el nombre de tu único Hijo, Jesucristo, denuncio y rechazo a Satanás y todas sus
obras; rechazo todo tipo de brujería, el uso de la adivinación, la práctica de hechicería, utilizar
médiums, la güija, la astrología, el reiki, la hipnosis, la escritura automática, los horóscopos, la
numerología; todo tipo de clarividencia, lectura de la palma de la mano, levitación y cualquier otra
cosa asociada con el ocultismo o Satanás. Renuncio y abandono mi participación en todos ellos en
el nombre del Señor Jesucristo quien se hizo hombre, y por el poder de su cruz, su sangre y su
resurrección rompo todo su control sobre mi vida.
Confieso todos estos pecados ante ti y te pido que me limpies y me perdones. Me perdono a mí
mismo y te pido, Señor Jesús, que entres en mi corazón y hagas en mí la clase de persona que tú
deseas que sea. Te pido que envíes los dones de tu Espíritu Santo para ser bautizado, como
bautizaste a tus discípulos el día de Pentecostés.
Te doy gracias, Padre celestial, por fortalecer mi ser interior con el poder de tu Espíritu Santo, para
que Cristo pueda habitar en mi corazón. Que mediante la fe, arraigada y cimentada en el amor,
sea capaz de comprender con todos los santos, la amplitud, longitud, altura y profundidad del
amor de Cristo, que excede todo entendimiento. Amén.
Liberación habitual
En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, por el poder de la cruz, su sangre y su resurrección,
ato a Satanás, a las huestes de espíritus y los poderes de las tinieblas y del infierno, y a las fuerzas
malignas de la naturaleza.
Tomo autoridad sobre todas las maldiciones, hechizos, actividad demoniaca y maleficios dirigidos
contra mí, mis relaciones, mis esfuerzos, mis finanzas y el trabajo de mis manos; y los rompo por el
poder y la autoridad del Señor Jesucristo resucitado. Me afirmo en el poder del Señor Dios
Todopoderoso para atar toda interacción demoníaca, influencia y comunicación de los espíritus
enviados contra mí; y los envío directamente a Jesucristo para que disponga de ellos según su
voluntad.
Pido perdón y renuncio a todo voto negativo que haya hecho con el enemigo, y pido que
Jesucristo me libere de ellos y de cualquier atadura que hayan puesto sobre mí. Proclamo la
sangre derramada de Jesucristo, el Hijo del Dios viviente, sobre cada aspecto de mi vida, para mi
protección. Amén.
Oración en contra de los maleficios1
Dios, Señor nuestro, Rey de todos los tiempos, Grande y Todopoderoso, tú que lo creaste todo y
que lo transformas todo simplemente por tu voluntad; tú que cambiaste en rocío las llamas del
horno que había sido calentado siete veces más y protegiste y salvaste a tus tres santos hijos.
Tú eres el doctor y médico de nuestras almas. Tú eres la salvación de los que se vuelven a ti. Te
suplico que anules, destruyas y apartes de mí todo poder y presencia diabólica; cada influencia del
mal, maleficio o mal de ojo y todas las malas acciones dirigidas hacia mí.
Donde haya envidia y malicia, dame abundancia de bondad, paciencia, victoria y caridad. Oh
Señor, tú que amas al hombre, te ruego que extiendas tus poderosas manos y tu grandísimo y
poderoso brazo, y vengas en mi ayuda.
Envía tu ángel de paz sobre mí, para proteger mi cuerpo y mi alma. Que él pueda mantener
alejado y vencido a todo el poder del maligno y cada palabra venenosa o maliciosa invocada en mi
contra por personas corruptas y envidiosas.
Entonces, bajo la protección de tu autoridad, podré con gratitud cantar: “El Señor es mi salvación;
¿a quién temeré?”. No temeré mal alguno porque tú estás conmigo, mi Dios, mi fortaleza, mi
poderoso Señor, Señor de la Paz, Padre de todos los tiempos. Amén.
Oración para la protección espiritual
Amado Señor Jesús, por favor perdóname por todas las veces que no me he sometido a tu
voluntad en mi vida. Perdóname, por favor, por todas mis obras pecaminosas, mis acuerdos con el
enemigo y por haber creído las mentiras del diablo. Ahora me someto a ti como mi Señor, amado
Jesús. Ahora rompo todo acuerdo que haya hecho con el enemigo.
Señor Jesús, por favor haz que tus ángeles guerreros alejen y aten en el abismo a todos los
demonios y sus artificios que tuvieron acceso a mí porque creí sus mentiras. Ahora te pido que
levantes una barrera de protección a mi alrededor, sobre mí y debajo de mí, y la selles con tu
sangre, Señor Jesucristo.
Elijo ahora ponerme la armadura de Dios completa y te pido que limpies y selles mi cuerpo,
mente, alma y espíritu con tu sangre, Señor Jesucristo. Por favor, haz que tus ángeles guerreros
aten y alejen a todos los demonios, sus artificios y todo su poder desde adentro de esta barrera
protectora y sean enviados al abismo.
Por favor, haz que tus guerreros destruyan toda maquinación demoníaca, oculta o de brujería
dirigida contra mí, incluyendo todas sus reservas y refuerzos. Señor Jesucristo, haz, por favor, que
tus guerreros saquen de mi camino toda influencia maligna y la devuelvan a su origen y quede
sellada ahí con tu sangre. Por favor, haz que tus ángeles monten guardia sobre mí y me protejan
de todos los ataques del enemigo. Amén.
Atar a los espíritus malignos
En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, aquí estoy con el poder del Señor Dios omnipotente
para atar a Satanás y a todos sus espíritus malignos, fuerzas demoníacas, poderes demoníacos,
principados y a todos los reyes y príncipes del terror, provenientes del aire, el agua, el fuego, la
tierra, el mundo de las tinieblas y todas las fuerzas malignas de la naturaleza.
Asumo autoridad sobre todas las obras y funciones demoníacas destructoras enviadas contra mí y
las desenmascaro como enemigos debilitados y vencidos por Jesucristo. Aquí estoy con el poder
del Señor Dios Omnipotente para atar juntos a todos los enemigos de Cristo presentes, todos los
entes demoníacos bajo su única y más alta autoridad; y ordeno a estos espíritus que se vayan al
abismo para nunca más regresar.
Me pongo en pie hoy con el poder del Señor Dios Omnipotente para llamar a las huestes
celestiales, a los santos ángeles de Dios, para que rodeen, protejan y limpien con la luz santa de
Dios todas las áreas que hayan sido desocupadas por las fuerzas del mal. Pido al Espíritu Santo que
inunde mi mente, corazón, cuerpo, alma y espíritu —creando así en mí hambre y sed de la Palabra
sagrada de Dios— y me llene con la vida y el amor de mi Señor, Jesucristo.
Eliminar las influencias demoníacas
Por el poder del Señor Jesucristo de Nazaret, me enfrento a todas las fuentes de pecado en mi
vida. Te pido, Señor Jesús, que envíes una guarnición de ángeles guerreros para derribar y destruir
todo ente demoníaco que haya estado influenciando mis comportamientos pecaminosos de
envidia, crítica, impaciencia, resentimiento, orgullo, rebelión, terquedad, falta de perdón, chisme,
desobediencia, conflicto, violencia, divorcio, acusaciones, ira, manipulación, celos, avaricia,
pereza, venganza, codicia, posesividad, control, represalia, egoísmo, engaño, deshonestidad, falta
de fe, seducción, lujuria, pornografía, masturbación, idolatría y brujería.
Que tus ángeles guerreros derriben y destruyan toda influencia demoníaca que hayan contribuido
a mis dolencias físicas y psicológicas de trastornos nerviosos, trastornos pulmonares, trastornos o
disfunciones cerebrales, Sida, cáncer, hipocondría, hiperactividad, depresión, esquizofrenia, fatiga,
anorexia, bulimia, adicciones, gula, perfeccionismo, alcoholismo, autoabuso, adicciones sexuales,
perversiones sexuales, intentos de suicidio, incesto, pedofilia, lesbianismo, homosexualidad,
adulterio, homofobia, confusión, ignorancia, desidia, odio a mí mismo, aislamiento, soledad,
ostracismo, paranoia, nerviosismo, pasividad, indecisión, duda, opresión, rechazo, pobre imagen
de mí mismo, ansiedad, vergüenza, timidez y miedo.
Me pongo en pie hoy mismo por el poder del Señor Jesucristo y ruego ser colmado por los dones
del Espíritu Santo, de paz, paciencia, amor, gozo, bondad, generosidad, fidelidad, gentileza,
autocontrol, humildad, perdón, bondad, fortaleza, disciplina, verdad, renunciamiento, buena
imagen de mí mismo, prosperidad, caridad, obediencia, mente sana, orden, plenitud en Cristo,
aceptación de mí mismo, aceptación de otros, confianza, libertad de adicciones, libertad de querer
controlar, libertad de estar avergonzado, integridad, bienestar, salud, sabiduría, conocimiento,
entendimiento y la luz y vida del Señor Jesucristo. Amén.
Oración para la sanación interior2
Señor Jesús, por favor, ven y sana mi corazón herido y perturbado. Te ruego que me sanes de los
tormentos que causan ansiedad a mi vida. Te ruego, de manera especial, que sanes la fuente de la
que brota mi pecaminosidad. Te ruego que vengas a mi vida y sanes los daños psicológicos
ocasionados en mi niñez y todas las heridas que estos me han causado, a través de toda mi vida.
Señor Jesús, tú conoces mis cargas. Las rindo todas a tu Corazón de Buen Pastor. Te imploro —por
los méritos de la gran herida abierta en tu corazón— que sanes las pequeñas heridas que están en
el mío. Sáname del dolor de mis recuerdos, de manera que nada de lo que me haya sucedido en el
pasado me haga vivir con dolor y angustia, lleno de ansiedad.
Sana, oh Señor, todas aquellas heridas que han sido las causantes de todo el mal arraigado en mi
vida. Quiero perdonar a todos los que me han ofendido. Mira todas las heridas dolorosas que me
impiden perdonar. Tú has venido a sanar los corazones afligidos, por favor, sana mi herido y
perturbado corazón.
Sana, mi Señor Jesús, aquellas profundas heridas que me causan enfermedades físicas. Te ofrezco
mi corazón; acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Divino Corazón.
Sáname, oh Señor, del dolor causado por la muerte de mis seres queridos. Concédeme el poder
recuperar la paz y el gozo al saber que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme ser un auténtico
testigo de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, y de tu presencia amorosa
entre todos los hombres. Amén.
Oración para sanar su linaje familiar3
Padre celestial, vengo a ti como tu hijo, con gran necesidad de tu ayuda; tengo necesidades de
salud física, necesidades emocionales, necesidades espirituales y necesidades interpersonales.
Muchos de mis problemas han sido causados por mis propios fallos, negligencias y pecaminosidad,
por lo que humildemente ruego tu perdón, Señor. Pero también te pido que perdones los pecados
de mis antepasados cuyos fallos han dejado sus efectos en mí, en forma de tendencias no
deseadas, patrones de conducta y defectos en mi cuerpo, mente y espíritu. Sáname, Señor, de
todos estos trastornos.
Con tu ayuda perdono sinceramente a cada uno de ellos, miembros vivos y muertos de mi árbol
genealógico, quienes me han ofendido a mí o a mis seres queridos de cualquier manera, o cuyos
pecados han producido nuestros sufrimientos y trastornos presentes. En el nombre de tu divino
Hijo Jesús, y en el poder de tu Espíritu Santo, te pido Padre que me liberes y a todos los miembros
de mi árbol genealógico de la influencia del maligno.
Libera a todos los miembros vivos y muertos de mi árbol genealógico, incluyendo a aquéllos que
han sido adoptados y aquéllos relacionados a la familia extendida, de cualquier forma de atadura
contaminante. Por tu amorosa preocupación por nosotros, Padre celestial, y por la sangre
derramada de tu precioso Hijo Jesús, te ruego que extiendas tus bendiciones sobre mí y todos mis
parientes vivos y muertos. Sana cada efecto negativo transmitido a través de todas las
generaciones pasadas y prevé de tales efectos negativos a las futuras generaciones de mi árbol
genealógico.
Simbólicamente coloco la cruz de Jesús sobre la cabeza de cada persona en mi árbol genealógico y
entre cada generación; te pido que dejes que la sangre limpiadora de Jesús purifique las líneas
sucesorias de mi linaje familiar. Envía a tus ángeles protectores a que permanezcan a nuestro
alrededor y apliquen tu divino poder sanador a todos nosotros, incluso en las áreas de
discapacidad congénita. Dale a los ángeles guardianes de los miembros de nuestra familia poder
especial para sanar, proteger, guiar y animar a cada uno de nosotros en nuestras necesidades.
Deja que tu poder sanador sea liberado en este mismo instante y que continúe, mientras tu
soberanía lo permita.
Señor, reemplaza en nuestro árbol genealógico toda esclavitud por una integración santa de amor
familiar. Que haya siempre una unidad más profunda contigo, Señor, por el Espíritu Santo, hacia tu
Hijo Jesús. Permite que la familia de la Santísima Trinidad inunde nuestra familia con su tierna,
cálida y amorosa presencia, para que nuestra propia familia pueda reconocer y manifestar ese
amor en todas nuestras relaciones. Incluimos en esta petición todas nuestras necesidades
desconocidas, en el precioso nombre de Jesús. Amén.
Oración para renunciar a las logias y sociedades secretas
Señor Jesús, vengo a ti como pecador buscando el perdón y la sanación de todos los pecados
cometidos en tu contra por mi linaje familiar. Yo honro a mi padre, mi madre y mis antepasados
terrenales, pero me alejo absolutamente y renuncio a todos sus pecados, especialmente aquellos
que me han expuesto a cualquier clase de influencia dañina. Perdono a todos mis antepasados por
los efectos de sus pecados y te pido que me laves de sus consecuencias destructivas.
Renuncio y rechazo a Satanás y a todo poder diabólico que ha afectado mi linaje familiar.
Renuncio y abandono mi involucramiento en toda logia, sociedad secreta y cualquier otra forma
de práctica maligna ejercida por mis antepasados. Renuncio a todo pacto y ritual en cada uno de
sus niveles y grados. Renuncio a la brujería, al espíritu del anticristo y a la maldición de cualquier
doctrina diabólica. Renuncio a la idolatría, blasfemia y toda forma de secretismo y engaño.
Renuncio al amor al poder, al amor al dinero y a cualquier temor que me ha tenido cautivo.
Renuncio a todo pacto con la masonería, el mormonismo, la Orden de los Amarantes, los
Oddfellows, los Búfalos, los druidas, las logias de los Fórester, el Ku Klux Klan, The Grange, los
Woodmen of the World, los Caballeros de la Capa Roja, los Caballeros de Pitios, la Orden Mística
de los Profetas Velados del Reino Encantado, las órdenes femeninas de La Estrella Oriental y de El
Blanco Sepulcro de Jerusalén, las Hijas de la Estrella Oriental, las órdenes internacionales de Las
Hijas de Job, las Niñas del Arcoiris y la orden masculina juvenil De Molay, y cualquier otra sociedad
secreta junto con sus efectos destructivos en mí y mi familia.
Renuncio a todo fraude y engaño, y a los efectos que tienen en mis emociones y en mis ojos,
incluyendo toda confusión y temor. Renuncio al lazo alrededor de mi cuello, al temor a ahogarme
y a cualquier espíritu que me cause dificultad para respirar. Renuncio a los efectos de cualquier
objeto pagano y sus simbolismos, delantales, libros de rituales, anillos y joyas. Renuncio al engaño
hacia otros y a observar el desamparo que padecen otras personas durante los rituales. Renuncio
a la falsa comunión, a toda burla hacia la obra redentora de Jesucristo en la cruz, a toda
incredulidad, confusión y engaño, y a toda alabanza a Lucifer como si fuera un dios.
Señor Jesús, humildemente pido tu perdón y ruego que tu sangre me limpie de todos los pecados
que he cometido. Por favor, purifica mi espíritu, alma, mente, emociones y cada parte de mi
cuerpo. Por favor, destruye todo espíritu maligno adherido a mí o a mi familia a causa de estos
pecados y límpianos con el fuego de tu Espíritu Santo. Señor Jesús, te invito a que entres a mi
corazón y te entrones como mi Señor y Salvador por toda la eternidad.
Oración para concluir las oraciones de liberación
Gracias, Señor Jesús, por despertar mi espíritu que estaba dormido y traerme hacia tu luz. Gracias,
Señor, por transformarme a través de la renovación de mi mente. Gracias, Señor, por derramar tu
Espíritu sobre mí y revelarme tu Palabra. Gracias, Señor, por dar a tus ángeles el deber de
cuidarme en todos mis caminos. Gracias por mi fe en ti y porque de mi interior correrán ríos de
agua viva. Gracias por dirigir mi corazón y mi mente hacia el amor del Padre y la inmutabilidad de
todos tus caminos. Lléname hasta rebosar con tu vida y amor, mi Señor y Rey, Jesucristo.
Oración para la protección
Señor Jesús, gracias por compartir conmigo tu maravilloso ministerio de sanación y liberación.
Gracias por las sanaciones que he vivido hoy. Entiendo que la enfermedad provocada por el
maligno es más de lo que mi humanidad puede soportar; por eso te pido que me limpies de
cualquier tristeza, pensamiento negativo o desesperanza que haya cogido durante mi intercesión
por otros.
Si he sido tentado al odio, la impaciencia o la lujuria, límpiame de esas tentaciones y reemplázalas
con amor, gozo y paz. Si cualquiera de esos espíritus se ha aferrado a mí o me oprime de cualquier
manera, les ordeno ahora mismo a ustedes, espíritus de la tierra, del fuego, del agua, del mundo
de las tinieblas o fuerzas malignas de la naturaleza que se aparten de mí y que se vayan
directamente ante la presencia de Jesucristo, para que él trate con ustedes como a él le parezca.
Ven Espíritu Santo, renuévame, lléname de nuevo con tu poder, tu vida y tu gozo. Fortaléceme
donde me sienta débil y vísteme con tu luz. Lléname con tu vida. Señor Jesús, por favor, envía a
tus santos ángeles a socorrerme y a protegerme de todo tipo de enfermedad, daño y accidentes.
Te doy gracias y te alabo mi Señor, Dios y Rey.
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Salmo 91
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor:
“Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío”. Sólo él puede librarte de las trampas del
cazador y de mortíferas plagas, pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su
verdad será tu escudo y tu baluarte!
No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que acecha en las
sombras ni la plaga que destruye a mediodía. Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu
derecha, pero a ti no te afectará. No tendrás más que abrir bien los ojos, para ver a los impíos
recibir su merecido. Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección,
ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar.
Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos. Con sus propias manos te
levantarán para que no tropieces con piedra alguna. Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás
fieras y serpientes!
Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre. Él me invocará, y
yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo
colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación.
Ejercicio para la sanación emocional5
1. Pasa tiempo en oración y pídele al Señor que te muestre si hay dolores emocionales sin resolver
que estén permitiendo que el mal entre en tu vida o te estén causando problemas de salud. Si el
Señor trae a tu mente a alguien que te ha lastimado, pide al Espíritu Santo que te devuelva la
plenitud de tus emociones reprimidas, de modo que puedas ser liberado.
2. Después de que hayas identificado un acontecimiento doloroso que necesita ser sanado, trata
de separar esa situación de cualquier otra cosa que te haya ocurrido. Por ejemplo, en lugar de
tratar muchos años de abuso emocional a la vez, intenta aislar una experiencia y sigue trabajando
enfocándote en esa situación hasta que sea resuelta.
3. Comienza este ejercicio con mucha oración y meditación. Encuentra un lugar donde puedas
estar a solas con Dios. Asegúrate de tener suficientes pañuelos y los materiales necesarios para
escribir.
4. Visualiza en tu mente a la persona que te hirió. Imagínate que esta persona puede escuchar
todo lo que le vas a decir. Si la persona ha fallecido, imagínatela en el cielo de pie junto a Jesús.
5. Comienza escribiendo la carta con estas palabras: ¡Estoy enojado porque me heriste! Di a esa
persona todas las formas en que te hirió con sus acciones descuidadas e irrespetuosas. Continúa
escribiendo las siguientes palabras: Estoy enojado, una y otra vez. Libera todo tu coraje en el
papel. No te preocupes por la ortografía o la gramática; simplemente expresa todo lo que necesita
ser dicho.
6. Después de liberar todo tu enojo, continúa con los temores que hayas experimentado. ¿Cómo
afectó tu vida esta persona? Describe cómo las consecuencias del comportamiento descuidado de
esa persona han influido en tus relaciones hasta el presente.
7. Después de liberar los temores o los sentimientos de culpabilidad, presta atención a tu tristeza.
Di a esa persona lo que querías que hubiese ocurrido pero no sucedió. Si le estás escribiendo a tu
papá, dile: Estoy triste porque quería que tuviéramos una mejor relación. Quería que me trataras
como un hijo amado. Quería tu amor y tu apoyo.
8. Concluye tu carta con cualquier otra cosa que quisieras decir a esa persona, y a continuación
comienza una nueva carta visualizando a la persona que te hirió en un estado de sanación total.
Imagínatela en el cielo de pie al lado de Jesús. Imagina a esa persona llena del amor de Dios y,
debido a que está llena del amor divino, permítele que te ofrezca disculpas.
9. Comienza tu carta de perdón diciendo: Siento haberte herido. Tú no merecías haber sido tratado
así. Lo siento. Por favor, perdóname. Luego escribe todas las palabras amorosas que necesitas
escuchar.
10. Concluye tu carta de perdón con una oración. Deposita a la persona que te hirió en las manos
del Señor, y pídele que te limpie de toda negatividad que hayas adquirido al aceptar el abuso de
esa persona. Entrega a esta persona al Señor y, si fuera apropiado, pide a Jesús que rompa toda
atadura perjudicial del alma.
11. Permítele a Jesús que te hable a través de una carta final. Acepta el amor de Dios y su perdón.
Permite que el amor y el perdón del Señor fluyan en tu corazón y lo limpien de todas las
maldiciones, el resentimiento y la negatividad.
12. Pídele al Señor que te muestre si hay otra cosa de la que necesitas ser liberado. Déjate caer en
los brazos del Señor y se libre para siempre; libre para ser el hijo de Dios que el Señor quería que
tú fueras desde un principio.

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