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Yamila Volnovich
INDICE
INTRODUCCIÓN/ 11
Modernidad/ 12
La Modernidad estética / 14
Las Vanguardias/ 17
La cultura estratificada/ 25
Kitsch y Romanticismo/ 35
Coda/36
Leonardo Favio/ 66
El Dependiente/ 69
5. CONCLUSIONES/ 94
7. BIBLIOGRAFÍA/ 102
2
INTRODUCCIÓN
Desde hace casi un siglo diferentes investigaciones han analizado cómo los procesos
de modernización que se inician a fines del siglo XIX, se hallan indisolublemente ligados a
partida aceptado por la mayoría de los estudios sobre el tema. La idea de la existencia de una
"cultura común" goza de la callada omnipotencia que la ciencia reserva a los datos empíricos.
comunicación arrasó con los restos aristocráticos de la cultura estratificada? Pero como
sucede comúnmente con los avances científicos y tecnológicos, los especialistas aún no se
ponen de acuerdo a la hora de interpretar si este estado de cosas realizará al fin la promesa de
tecnologías de dominación.
integrados 1 ni convocar a una cruzada ética contra la cultura de masas2 ; tales empresas ya han
sido agotadas. Por el contrario, se trata de interrogar la complejidad de una lógica cultural que
a través del acceso masivo a los productos culturales facilitó una expansión sin precedentes de
las estrategias de dominación a escala global, pero también una multiplicación de los modelos
debates que caracterizaron la modernidad cultural en torno a la relación entre arte y sociedad.
1
ECO, U. (1965) Apocalípticos e Integrados Barcelona : Editorial Lumen.
2
TOCQUEVILLE, A. (1830) Democracy in América, New York: Schocken Books, 1961; ORTEGA Y
GASSET (1930) La rebelión de las masas; ADORNO, T.W. HORKHEIMER, M. (1944) Dialektik der
aufklarung. Philosophische fragmente, Frankfurt a/Main: Social Studies Association. (Trad. Esp. H. A. Murena.
Dialéctica del Iluminismo (1969) Buenos Aires: Ed. Sur.
3
Los estudios sobre arte, para aquellos que provenían de la tradición marxista, radicaba
en construir un corpus analítico y conceptual específico que privilegiaba las relaciones con
ensayos de Benjamin -a pesar de sus profundas diferencias- coinciden en interpretar que las
Contrariamente a esta concepción moderna, con la presencia cada vez mayor de los
masas como una suerte de filantropismo aristocrático, aquel que exalta el gesto moralmente
aquello que puede ser medido, cuantificado, descrito objetivamente. El choque entre esta
cultura debía ser precisamente aquella condición que excluye una mentalidad capaz de
medirla" 5 .
3
PLEJANOV, G. V. (1953) Arte y Vida Social Barcelona: Ed. Fontamara, 1974; HAUSER, A. (s.d) Historia
social del arte, Madrid: Ed. Guadarrama, 1962.
4
Durante 1938 en la Universidad de Columbia, Paul Lazarsfeld le ofrece a Adorno trabajar en una investigación
sobre la radio en el marco de la Princeton Office of Radio Reserch.
5
ADORNO,T. 1969. citado por MATTELART, A; MATTELART, M. (1995) Histoire des théories de la
communication París: Ed. La Découverte. (Trad. Esp. Historia de las teorías de la comunicación Buenos Aires:
Paidós Comunicación, 1997).p.53.
4
Posteriormente, con la instauración a escala global de las nuevas tecnologías de
paradigmas teóricos más pertinentes para abordar el estudio de una cultura signada por la
cuestión del valor estético y de la potencia crítica del arte queda reducida a criterios de
Así, a partir del avance de los mass media en el plano cultural, del neoliberalismo en
experiencia estética y de su función social– parecen haber quedado relegadas al campo de los
convalidada por el saber académico nos compele a aceptar de una vez por todas que vivimos
en una sociedad donde la cultura se consume (en el doble sentido del término).
6
BOURDIEU, P. (1992) Les règles de l`art. Genèse et structure du champ littéraire, Paris: Seuil, 1992.
HEDBIGE, D. (1987) “The Impossible Object: Towards a Sociology of the Sublime”, MORLEY, D. (1996)
“Postmodernism: a basic gide” en Cutlural Studies and Communications, Londres: Hodder Headline Group,
1996. (Trad. Esp. Estudios Culturales y Comunicación. Análisis, producción y consumo cultural de las políticas
de identidad y el posmodernismo, Barcelona: Paidós Comunicación, 1998.
7
La sociología de la Cultura y los análisis de comunicación se encuadran, en su mayoría, dentro del campo de
estudios que a partir de la década del ´60 se denominó Cultural Studies. Esta nueva disciplina, que surge como
un intento de ruptura con la tradición académica, ha devenido hoy en modelo hegemónico. Sin embargo, hablar
de los Estudios Culturales supone un conjunto heterogeneo de perspectivas teóricas y metodológicas: en sus
comienzos la tendencia teórica de los Estudios Culturales estuvo fuertemente marcada por la aplicación de los
protocolos analíticos de la crítica literaria al amplio rango de los productos culturales, y por la inclusión dentro
de los ámbitos académicos de un método descriptivo experimental y por momentos autobiográfico del estudio de
la historia cultural (HOGGART, R. 1957; WILLIAMS, R. 1958). Gradualmente el Centre of Contemporary
Cultural Studies de la Universidad de Birmingham derivó hacia una alineación con los debates marxistas que a
fines de los 60 tenían lugar en Europa continental. Se inicia entonces, una fuerte crítica a la concepción ortodoxa
que reducía los fenómenos culturales a las determinaciones económicas y sociales (WILLIAMS, R. 1960, 1974,
1981) y simultaneamente se problematiza la cultura como un espacio homogéneo ligado a la noción de Estado-
Nación (THOMPSON, E. P. 1968; HALL, S. 1978). A partir de fines de los ´80, las tendencias que habían
caracterizado al Centro se transforman: la noción de hegemonía desplaza a la de clase dominante; la sociedad
civil al Estado; las categorias de raza, etnia, sexo, y género ocupan el lugar de la clase obrera como actor social
privilegiado y el estudio de los modos de vida se abandona por el análisis de la función ideológica de los mass
media como configuradores de identidades (HALL, S. 1985; MORLEY, D. 1980, 1992; GILROY 1996;
CURRAN, J. 1996; McROBBIE, A. 1996).
5
Actualmente, el campo teórico vinculado a los estudios culturales tiende a polarizarse
entre aquellos que intentan restaurar un vínculo entre los fenómenos culturales y los procesos
había sido sumamente enriquecedora a principios del siglo XX- ha dejado de ser considerada
un campo de estudio regido por categorías específicas dentro del ámbito de la cultura,
provenientes de otras disciplinas, como en el caso de Beatriz Sarlo quien afirma que la
dentro del campo intelectual, y propone una lectura poco considerada precisamente con las
«reglas del arte» tal como los escritores las presentan ante sí mismos" 9 .
juicios estéticos en el contexto de un modelo social dominado por la circulación del dinero, y
8
En la nota 7, se ha hecho referencia a la hegemonía de la perspectiva culturalista en el marco de los Estudios
Culturales. Este enfoque multicultural se opone a todo intento de comprensión sistemática y totalizadora de los
modos de producción sociales y económicos: (GILROY, P. 1996; MORLEY, D. 1996; CURRAN, J. 1996;
WALKERDINE, V. 1996 en Estudios Culturales y comunicación. Análisis, producción y consumo cultural de
las políticas de identidad y el posmodernismo Barcelona: Paidós, 1998. ROSS, A. “Hacking Away at the
Counterculture”; BAKER, H. “Hybridity, the Rap Race and Pedagogy for the 1990s” en Technoculture
Minneapolis: University of Minnesota Press, 1991. MAFFESOLI, M. “Le tribalisme” en Les temps des tribus
París: Klincksieck, 1988. ). Una crítica al enfoque culturalista desde una perspectiva marxista puede encontrarse
en JAMESON, F. (1993); ZIZEK, S. (1997) Estudios Culturales: Reflexiones sobre el multiculturalismo,
Buenos Aires: Paidós, 1998. Para ver el desarrollo de este debate en América Latina consultar MORAÑA, M.
compiladora. Nuevas perspectivas desde/sobre América Latina: el desafío de los estudios culturales. Santiago
de Chile: Ed. Cuarto Propio, 2000. La polémica entre BUTLER, J. “El marxismo y lo meramente cultural” y
FRASER, N. “Heterosexismo, falta de reconocimiento y capitalismo: una respuesta a Judith Butler” en New left
Review N° 2 mayo/junio 2000, sintetiza los aspectos más significativos de las dos perspectivas mencionadas.
Ver también JAMESON, F. Documentos de cultura, documentos de barbarie, Madrid: Ed. Visor, 1989; del
mismo autor La estética geopolítica, Barcelona: Ed.Paidós, 1995; ZIZEK, S. Porque no saben lo que hacen. El
goce como factor político, Buenos Aires: Paidós, 1998; LACLAU, E. Nuevas reflexiones sobre la revolución en
nuestro tiempo, Buenos Aires: Ed. Nueva Visión, 1993.
9
SARLO, B. (1994) Escenas de la vida posmoderna. Ed. Ariel, Buenos Aires. (p. 155) Según nuestra lectura en
el capítulo Valores y Mercado, Sarlo realiza una crítica a la teoria de Bourdieu.
6
por lo tanto, atravesado por complejas divisiones del trabajo, y por las leyes de la
acumulación capitalista.
Es posible que este problema teórico sea el resultado de la dificultad con que las
artistas aún siguen ensayando estrategias que restituyan al arte su sentido crítico en el interior
comunicación, así como la creciente inestabilidad que produjo el acelerado cambio social,
fueron los estímulos que propiciaron el surgimiento de las vanguardias y, con el tiempo, se
producción del sentido imponen una sensibilización a los modos de representación, que es
central para pensar las condiciones de producción y de aprehensión del mundo social.
Desde este punto de vista, el Kitsch 10 , considerado por el pensamiento ilustrado como
10
En esta primera instancia se considera Kitsch a toda producción cultural ligada a procesos de consumo masivo
y, por lo tanto, constituye la estrategia estética característica de la cultura de masas.
11
El concepto de cultura de masas “no solo siguió una trayectoria desde las formas tardías de la cultura popular
hacia formas nuevas y parcialmente autoorganizadas de la cultura urbana de masas, sino también una trayectoria
de producción de cultura de masas extendida -y, finalmente extendida de manera masiva- por el mercado
7
El impacto de la masificación de la cultura a través de la reproducción de objetos
estéticos por medios tecnológicos cada vez más sofisticados produjo una transformación en
los lenguajes artísticos, alcanzando en el cine, en tanto arte industrial, su máxima expresión.
Benjamin (1936) fue uno de los primeros en reflexionar acerca de cómo la transformación de
las técnicas de reproducción formal durante el proceso mismo de producción instalaban una
ruptura en los modos de percepción y, con ello, en la definición general del arte.
Desde esta perspectiva el cine constituye un objeto privilegiado para indagar las
nuevo arte no hace más que plantear incesantemente el problema de la incidencia de las
Los cambios señalados no sólo provocaron una crisis en los modos de representación
partir de la Segunda Guerra, se produjo un desplazamiento de los centros europeos hacia los
países periféricos en los que surgen movimientos artísticos con características propias.
cuya articulación con los proyectos políticos revolucionarios de la década del sesenta marcó
imperante.
En este proceso fue decisiva la influencia del cine europeo en las corrientes culturales
constituye un ámbito propicio para indagar la repercusión de los debates que configuraron el
burgués y por los sistemas educativos y políticos del Estado”. WILLIAMS, R. Cultura. Sociología de la
comunicación y del arte. (s.d.) p .213
8
mapa ideológico de la modernidad, fundamentalmente porque a diferencia de otras
algunos debates significativos dentro del campo de los estudios culturales y el análisis
cultural. Para ello se analizarán las relaciones de la modernidad y la vanguardia artística con
el Kitsch, a partir de una exploración de los supuestos epistemológicos que las diferentes
aproximaciones actualizan. Los capítulos 1 y 2 tienen como objeto delimitar los problemas
teóricos con el fin de cuestionar la dicotomía analítica que opone a las estrategias del arte
a esta problemática una dimensión estética: la polémica entre Benjamin y Adorno acerca del
intente plantear la importancia de la teoría estética para el análisis de la cultura debe probar su
9
operatividad en el análisis de los objetos particulares que constituyen el campo artístico (no
hay teoría sobre el arte que sea puramente especulativa, ni puede plantearse una definición
polarizado entre cine de vanguardia y cine comercial, será el eje del capitulo 4.
12
Incluso aquellas teorías estéticas de corte metafísico que enuncian una definición universal y a-histórica del
arte pueden leerse como efecto de sentido dentro de una episteme concreta.
13
BENJAMIN, W. (1936) “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica” en Discursos
Interrumpidos I, Madrid: Ed. Taurus, 1975. BURCH, N Itinerarios. La educación de un soñador del cine. (s.d.).
Según Burch, el cine surge en el siglo de la industrialización y la expansión capitalista, y se ubica en el cruce
entre tres fuerzas sociales: la cultura popular urbana, la cultura alta, y la innovación tecnológica
10
estrategias estéticas de las vanguardias cinematográficas del sesenta en la
Las páginas que siguen se proponen explorar estas cuestiones, partiendo de un análisis
mostrar que los cruces y contaminaciones que se producen a partir de la década del sesenta y
11
1. LA CUESTIÓN DEL ARTE EN LA MODERNIDAD CULTURAL
Modernidad.
nicaraguense que escribía en un periódico guatemalteco sobre un encuentro literario que había
tenido lugar en Perú” 15 . Perry Anderson se refiere a Rubén Darío, quien en 1890 dio ese
nombre a una incipiente corriente literaria que resignificaba los movimientos europeos
contemporáneos como estrategia de independencia cultural. Sutil ironía de la historia que las
Podemos suponer, sin embargo, que el olvido de la etimología histórica que denuncia
teóricos.
14
LUNN, E. (1982) Marxismo y Modernismo. Un estudio histórico de Lukács, Benjamin y Adorno, México: Ed.
Fondo de cultura económica, 1986.
15
ANDERSON, P. (1998) Los orígenes de la Posmodernidad Barcelona: Editorial Anagrama, 2000.
16
Se podrá constatar esta afirmación con la bibliografía a la que hacemos referencia en el presente capítulo.
12
En “La modernidad un proyecto inconcluso” 17 , Habermas expone esta problemática al
enunciar la paradoja implícita en el término moderno: caracterizar una época como moderna
supone al mismo tiempo reconocer una ruptura con la linealidad histórica, y constatar que ésta
En el primer caso, la conciencia del tiempo nuevo, por lo menos hasta el siglo XVII,
se configura teniendo en cuenta una relación renovada con los antiguos. Ser moderno
consistía en trazar una genealogía que invistiera el presente con la fuerza simbólica de algún
concepción de lo moderno como una relación con el pasado cambia de dirección y proyecta
Sin embargo, fue recién durante el siglo XIX que lo moderno delimita su campo
semántico tal como lo conocemos hoy, en el cruce entre la negación radical del pasado y la
proyección ideal hacia el futuro. Esta es la acepción contemporánea del término moderno.
17
HABERMAS, J. (1981) “La modernidad: un proyecto inacabado”, en Ensayos políticos (Trad. Esp. García
Cotarelo, R.) Barcelona: Ed. Península, 1988.
18
Esta tensión entre el presente (moderno) y el pasado (clásico) continúa, según Habermas, incluso hasta el
Romanticismo, en este caso el retorno hacia la idealizada Edad Media aparecía como reacción ante los efectos
desbastadores de los ideales inmaculados de la Ilustración francesa.
13
tan lingüísticas) con los procesos de modernización, por un lado, y el modernismo y las
Como punto de partida, entonces, habrá que notar que las formas culturales
del siglo XVII y que posteriormente se expandieron por el resto del mundo.
del Kitsch como forma emergente de la cultura de masas sólo es posible sobre el fondo
sustentaron.
La modernidad estética.
cultura”.
19
Siguiendo a MARSHAL BERMAN, (1982) All that is solid melts into air. The experience of modernity New
York: Simon and Shuster. (Trad. Esp. Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad
Madrid: Siglo XXI, 1988) definimos "modernidad" como una condición histórica asociada a los filósofos de la
Ilustración y a los valores del pensamiento independiente regido por la razón; con "modernización" nos
referimos a los procesos de transformaciones sociales y económicos producidos por la sociedad industrial y
regidos por criterios de racionalización, calculabilidad y fragmentación; por último, el término "modernismo" se
refiere a las manifestaciones artísticas que surguieron en Europa a fines del siglo XIX y cuyas características
son: autoconciencia de la forma, variabilidad en el manejo de los materiales (fragmentación) y autoconstrucción
del sujeto y construcción del referente.
14
En el ámbito artístico la especialización supone -como su consecuente o su
ideológicos que se encuadran dentro de esta idea para poder desentrañar su carácter
siglo XVI y con la persistencia residual de formas de producción artesanal (no alienadas) 20 .
con la estética filosófica del siglo XVIII. Pero esta institucionalización de la esfera del arte es
una parte del proyecto más amplio de la modernidad formulado por los filósofos de la
Cabe recordar que la concepción del juicio estético como una finalidad sin fin 21 asume
en Kant una forma reactiva frente al “principio de máximo beneficio que domina la totalidad
de la vida” 22 . Posteriormente, Schiller desarrollará, tomando como punto de partida las tesis
de Kant, una reflexión sobre la función social del arte carente de función. Schiller se propone
20
BURGUER, P. (1974) Theorie der Avantgarde, Ed. Suhrkamp Verlag. (Trad. Esp. Teoría de la Vanguardia,
Barcelona: Península, 1997) analiza y critica los trabajos de MULLER, M. Kunstlerische und materielle
Produktion. Zur Autonomie der Kunst in der italieneschen Renaissance (Producción artística y producción
material. Sobre la autonomía del arte en el renacimiento italiano); BREDEKAMP, H. Autonomie und Askese
(Autonomía y ascesis); HINZ, B. Zur Dialektik des burgerlichen Autonomie-Begriffs (Sobre la dialéctica del
concepto burgués de auonomía) todos incluidos en Autonomie der Kunst. Zur Genese und Kritik einer
burgerlichen Kategorie (Autonomía del arte. Sobre la génesis y la crítica de una categoría burguesa) Francfort:
Ed. Suhrkamp, 1972.
21
KANT, I. Critica del Juicio, varias ediciones, § 10 y ss.
22
BURGUER, P. op. cit., p. 93.
15
dinámica social, debe cumplir la función emancipadora que se encuentra vedada a todos
Pero a mediados del siglo XIX, con la implementación definitiva de las condiciones
intercambios cuantitativos), es decir, con la extensión de la lógica del mercado a todas las
revela imposible.
El esteticismo del arte por el arte será entonces la respuesta ideológica ante el
alcanzaba su momento crítico reflexivo. Sin embargo, la concepción del arte por el arte lleva
a cabo un movimiento ideológico por el cual la separación del arte de la vida se constituye en
23
SCHILLER, J (1795) “Cartas sobre la educación estética del hombre”, varias ediciones, carta V.
24
HABERMAS, J. op. cit., p. 28.
16
La autonomía es una categoría ideológica en el sentido riguroso del término
arte por el arte, cuya estructura lógica parecía contener el mecanismo de su propia
Si analizamos el sentido tautológico del enunciado: — ¿por qué el arte? — por el arte
mismo, encontramos que es similar a la fórmula de la identidad estudiada por Hegel como la
forma de la contradicción absoluta 27 : A=A o, en el caso que nos ocupa: el arte es el arte 28 . En
esta construcción lógica la primera parte de la proposición "el arte es..." corresponde al
universal en cuanto opuesto a su contenido particular, y a la vez genera una expectativa sobre
que se nos diga lo que es el arte. Pero, cuando la segunda parte de la proposición repite lo
mismo, la expectativa queda defraudada. No se nos dice que el arte es esto o aquello, sino que
se afirma que "el arte es...el arte". El círculo se cierra y observamos, anonadados, que en lugar
contradicción. 29 Para decirlo con Hegel: la tautología en vez de afirmar la identidad "es
25
BURGUER, P. op. cit., p. 100.
26
Hago aquí una referencia a la lógica del capitalismo descripta por Marx en el Manifiesto Comunista.
27
HEGEL, F. Ciencia de la Lógica, (Trad. Esp. Augusta y Rodolfo Mondolfo) Buenos Aires: Ed. Solar, 1968.
Libro II, cap. segundo, p. 36.
28
Hemos tomado como modelo la interpretación de Hegel que realiza ZIZECK, S. (1996) For they know not
what they do, Londres: Verso. (Trad. Esp. Jorge Piatigorsky, Porque no saben lo que hacen, Buenos Aires:
Paidós, 1998. pp 53-58.
29
Zizeck aclara que este efecto se produce por la inclusión de la dimensión temporal en el esquema lógico. "Esta
economía dialógica implica por lo tanto una temporalidad puramente lógica: una escansión temporal entre el
momento de la expectación y el momento de su desencanto, una demora mínima de la segunda parte de la
tautología." pp. 54, 55.
17
consecuentemente lo opuesto, en lugar de ser lo simple inalterado, es el pasaje más allá de sí
misma “la autonomía del arte por el arte". La forma de la ecuación supone la diferencia (la
segunda parte debería indicar la especie dentro del género) mientras que el contenido se
mantiene idéntico. De este modo, el efecto ideológico radica en hacer coincidir el universal
universal, neutra, a-histórica. El esteticismo del arte por el arte se erige así en el ser mismo
Consecuentemente, esta fórmula lleva a la disolución del Arte por la crisis del arte. El
Adorno: "ahora se da por sentado que nada que concierna al arte puede seguir dándose por
sentado: ni el arte mismo, ni el arte en su relación con la totalidad, ni siquiera el derecho del
arte a existir". Cuando Adorno y los surrealistas cuestionan el derecho del arte a existir no se
refieren entonces a un universal vacío, sino a la categoría que ha sido llenada por un
proclamado como el modo puro de ser del arte, con el anquilosamiento de sus postulados y el
desgaste de sus fuerzas creativas lo que llegaba a su fin no era una forma particular de
Las Vanguardias.
Durante las primeras décadas del siglo XX, el constructivismo ruso, el dadaísmo y el
30
Citado en ZIZEK, S. op. cit., p. 55.
18
surrealismo francés, la Bahuaus en Alemania y el teatro de Brecht, se revelan contra los
Los vanguardistas no hacían arte y criticaban los estilos anteriores 32 . No era una
finalidad y la motivación del artista radicaba en producir una obra, o una manifestación
estética, cuya existencia demoliera definitivamente los cimientos del arte burgués 33 . Y si esta
institución del arte burgués se basaba en haber hecho de la autonomía la condición del arte
mismo, entonces los vanguardistas proclamaban la restitución del arte al mundo de la vida.
vanguardia no puede simplemente levantar las barreras que delimitan el campo de lo estético,
porque ello sería aceptar la lógica de la sociedad capitalista que detesta; por otra parte,
aislarse dentro del inmaculado y elevado esteticismo implicaría reconocer en el arte los
31
LUNN, E. (1982) Marxismo y Modernismo: un estudio histórico de Lukács, Benjamin y Adorno México:
Fondo de cultura económica. p. 83.
32
Burguer interpreta la polémica entre Luckas y Adorno como prevanguardistas justamente porque considera
que la discusión se plantea como una cuestión de estilos y no como un cuestionamiento radical de la validación
estética.
33
Se utiliza aquí la noción de manifestación estética porque el concepto de obra como totalidad orgánica es para
los artistas de vanguardia una noción ligada a la concepción del arte que criticaban. Por esto la mayoría del arte
de vanguardia se materializa bajo formas nuevas de expresión como las performances los ready mades etc.
19
El artista de vanguardia en principio comparte con el esteticismo el rechazo de esa
praxis vital dispuesta según la racionalidad de los fines. Pero se distingue de este en el intento
de promover a partir del arte una nueva praxis vital. Es en este sentido que Burguer afirma
que “sólo un arte que se aparta completamente de la praxis vital (deteriorada), incluso por el
contenido de sus obras, puede ser el eje sobre el que se pueda organizar una nueva praxis
vital” 34 .
Los movimientos vanguardistas de principios de siglo llevaron esta idea hasta el límite
Por otro lado, las vanguardias proclamaban la negación de la autonomía del arte por el
"la revolución surrealista" -que sintetizaba la propuesta fúndante del movimiento de que al
Esta creciente politización del arte se debió, entre otros factores, a la importancia que
tuvo en la década del ´20 la euforia constructivista que desde la joven y convulsionada Unión
34
BURGUER, P. op. cit., p. 104.
35
Cabe señalar sin embargo, en el interior de esta identificación, las diferencias entre los surrealistas con sus
ambivalencias entre optimismo y pesimismo, y la clara expresión utópica y positiva de los constructivistas rusos,
20
el carácter técnico del artista formaban parte de la esperanza de ciertos intelectuales en la
Gropius. Las bases de su manifiesto están inspiradas en las tesis constructivistas acerca del
socialista: "Architecs, sculptors, painters -we must all go back to the crafts. For art does not
exist as a «profession». No essential difference exists between artist and craftsman. The artist
vinculados también, por supuesto, a los primeros años de la revolución soviética donde se vivió un momento de
gran efervescencia y libertad de experimentación en las artes.
36
ROTERS, E. (1982) Berlín, 1910-1933. New York: Rizzoli. La similitud con los constructivistas se expresa
en la desacralización del objeto artístico a favor de la tecnología y la ruptura de las fronteras entre objetos
utilitarios y objetos estéticos.
37
BRECHT, B. (1949) Breviario de estética teatral, Buenos Aires: La Rosa Blindada, 1963.; (1957) Escritos
sobre teatro, Buenos Aires: Nueva Visión, 1983. Textos sobre Brecht: BENJAMIN, W. Brecht: ensayos y
conversaciones, Montevideo: Arca Editorial.; (1934-39) Tentativas sobre Brecht, Madrid: Ed. Taurus, 1975.
DORT, B. (1960) Lectura de Brecht, Barcelona: Ed. Seix Barral, 1973. HORMIGON, J.A. (1975) Brecht y el
realismo dialéctico, Madrid: Ed. A. Corazón.
38
EISENSTEIN, S. M. La forma en el cine, Buenos Aires: Ed. Losange, S. A. 1958; El sentido del cine,
México: Ed. siglo XXI, 1986. Textos sobre Einsestein: DELEUZE, G. (1983) La imagen-movimiento. Estudios
sobre cine 1, Barcelona: Ed. Paidós, 1994. (capt. 3); SADOUL, G. El acorazado potiomkin, México: Ed. Era;
DUDLEY, A. Las principales teorías cinematográficas, Madrid: Ed. Rialp, 1993.
21
lo que acrecienta la cultura a través del tratamiento especializado y la
moderno. En la intención de negar el arte mismo, las vanguardias dieron nueva legitimidad a
aquellos principios del arte burgués que querían desterrar. Las vanguardias aceptan la
autonomía como condición necesaria para la experimentación con los materiales, pero para
Esta segunda etapa del programa moderno era la que aún no se había completado.
esfera cultural autónoma que los había producido; por otro, porque la transformación del
y de la moralidad 40 .
por Habermas, más que inacabado resultaba inviable. Los “errores” del surrealismo no son el
39
HABERMAS, J. op. cit., p. 26
40
HABERMAS, J. op. cit.
22
Ya Benjamin había cuestionado la eficacia del proceso de politización del surrealismo.
Durante este pasaje los artistas optaron por un mecanismo -la manifestación radical de la
disuelve en la figura del escándalo "contra el cual la burguesía, como se sabe, es tan
Acercar el arte a la vida había sido la paradoja vanguardista, ya que al delimitar los
inscripción histórica:
aceptamos que el contenido utópico del proyecto moderno se ha revelado imposible. Pero
41
BENJAMIN, W. (1929) “El surrealismo. La última instantánea de la inteligencia europea”, en Imaginación y
Sociedad, Iluminaciones I (Trad. Esp. Jesus Aguirre) Madrid: Ed. Taurus,1975. p 53.
42
BENJAMIN, W. op. cit., p. 55.
43
BENJAMIN, W. op. cit., p. 61.
23
sabemos que todo programa utópico es por definición irrealizable 44 . Su fuerza radica
frontera de lo posible. Es por ello que el arte como la utopía permiten un conocimiento de las
Entonces, ¿cuál es el aspecto positivo de las vanguardias? Burguer afirma que con los
de las vanguardias, como dijimos, no critican las tendencias artísticas precedentes, sino la
vida", no se propone atacar la autonomía de la obra -vimos que salvaguardar la autonomía era
44
RICOEUR, P. (1974) "La imaginación en el discurso y en la acción" en Hermenéutica y Acción. Ed.
Docencia: Buenos Aires. Ricoeur analiza el devenir utópico de toda ficción. Entendemos como ficción la
posibilidad de desplegar, en el proceso mismo de la imaginación, la fuerza heurística capaz de significar desde
"ninguna parte" nuestro mundo real de referencia. Así, la utopía, al menos desde Tomás Moro, es ese "no lugar"
donde el proyecto imaginario, ideal, de una sociedad "tiene lugar". Según Ricoeur la función subversiva de la
utopía radica en exponer "la plusvalía no declarada de la autoridad" y desenmascarar la estrategia de legitimidad
que opera desde la ideología.
45
DERRIDA, J. (1993) Spectres de Marx. L´État de la dette, le travail du deuil et la nouvelle Internationale
París: Ed. Galilée. (Trad. Esp. Espectros de Marx. El estado de la deuda, el trabajo del duelo y la nueva
internacional Madrid: Ed. Trotta, 1995) Derrida critica el discurso dominante que dictamina el fin de las
sociedades construidas conforme a un modelo marxista y afirma el triunfo natural e irreversible del capitalismo
de mercado y la democracia neoliberal. Sin embargo, ¿no serían suficientes muestras de su fracaso las dos
guerras mundiales, la concentración de la riqueza y su consecuente aumento de la pobreza mundial? La
respuesta de Fukuyama consiste en catalogar todos estos acontecimientos (terror, opresión, exterminio,
genocidio) como fenómenos empíricos que en tanto hechos no podrían constituirse en testimonio para una
crítica de la "orientación ideal de la mayor parte de la humanidad hacia la democracia liberal" (p. 71). No
quedan claro dos cosas: primero en base a qué se afirma el fracaso del comunismo si el testimonio de los hechos
históricos es de naturaleza diferente a los programas ideales y, también como constatar que el devenir "natural"
de la historia sea el capitalismo de mercado y la democracia neoliberal.
46
Burger distingue, tomando como referencia los Grundrisse de Marx, entre la crítica inmanente que se realiza
dentro de un subsistema, cuestiona las determinaciones concretas dentro de una institución social pero no la
existencia misma de esta institución. Por ejemplo, "la crítica que ejerce el cristianismo contra el paganismo o el
protestantismo contra el catolisismo" (en BURGER, P. op. cit., p. 61). Por el contrario, la autocrítica es una
crítica radical a la propia institución y a los supuestos epistemológicos que actualiza.
24
descubre la otra cara de la autonomía: la conexión lógica entre autonomía y carencia de
función social.
significa quitarle a la contradicción su fuerza dialéctica (tan moderna por otra parte), y no
comprender que el primer momento (la autonomía) es la condición necesaria para su negación
el Kitsch parece llevar a la práctica el proyecto de las vanguardias y con ello logra aniquilar
vida no hace más que inscribir el arte dentro de la lógica del máximo beneficio que regula la
totalidad de la vida. Quizás este sea un argumento para pensar que la distinción posmoderna
25
2. MODERNIDAD ENTRE VANGUARDIA Y KITSCH
Tanto la vanguardia como la cultura de masas (en su forma Kitsch) desde diferentes
aspectos, pueden incluirse dentro de las nuevas formas que produjeron un enorme impacto en
esta afirmación no es suficiente, requiere un análisis más específico que colabore a dilucidar
los modos particulares y las dinámicas complejas entre cultura de masas y arte de vanguardia
Por ello, cuando Calimescu 47 (1991) afirma enfáticamente que el Kitsch representaría
el modo auténtico del ser del arte en la sociedad contemporánea, se enfrenta a un doble
delimitar cuáles son los rasgos relevantes para relacionar sociedad contemporánea -
suponiendo que sea factible su definición- y modo auténtico del ser del arte -con la
resonancia ontológica que conlleva-, explicitando en qué consiste tal relación. Por otro lado,
la cópula entre Kitsch y sociedad contemporánea implica excluir a las vanguardias como
movimiento artístico típico de la sociedad moderna, identificando plenamente esta última con
47
CALIMESCU, M. (1991) Cinco caras de la modernidad, Madrid: Tecnos.
26
experiencia substitutiva y falsa sensación. Lo Kitsch cambia según el estilo,
O en palabras de Moles:
El Kitsch se vincula con el arte de una manera indisoluble, del mismo modo
todo arte» dice Brosch, puesto que en todo arte hay un mínimo de
Y también:
La cultura estratificada.
Es evidente entonces que la identificación del Kitsch con la cultura de masas derivó en
la necesidad de plantear la relación entre cultura "superior" y cultura de masas como una
dialéctica entre vanguardia y Kitsch. En este sentido Eco refuerza la idea de que para la vida
48
GREENBERG, Clement. (1936) Avant -Garde and Kitsch.(s.d)
27
artística es necesario la existencia de objetos que provoquen una experiencia estética
compleja y activa y otros que promuevan una fruición perezosa y de fácil consumo. Eco
sugiere -teniendo en cuenta que la búsqueda del efecto no fue considerado en otras épocas
rasgo excluyente de la esfera del arte- que el Kitsch adquiere valor en relación a la definición
del arte en la sociedad actual, para la cual el "verdadero arte" es considerado "no como una
técnica inherente a una serie de operaciones diversas, sino como forma de conocimiento,
desinteresada" 51 .
Para las vanguardias esta formatividad es caracterizada según Lunn: (a) por su acento
en la innovación como rechazo de un mundo tradicional; (b) por una marcada autoconciencia
de la forma que facilita la variabilidad en el manejo de los elementos y (c) por el doble
Se observa así, por un lado, un arte de vanguardia que lleva a cabo un trabajo de
más allá de sus intenciones, no puede aspirar a una comprensión inmediata por parte del gran
público -el cual generalmente se rige por criterios estandarizados de gusto-; y por otro, un
sensibilidad común. "Con fórmula feliz, Clement Greenberg ha afirmado que, mientras la
49
MOLES, A. (1971) El Kitsch. El arte de la felicidad, Buenos Aires: Paidós. p. 10
50
MOLES, A. op. cit., p. 54.
51
ECO, U. (1965) Apocalípticos e Integrados Barcelona : Editorial Lumen, p. 88. Aquí todavía Eco está
fuertemente influido por la teoría de Pareyson quien define la experiencia estética como pura formatitvidad. Cfr.
con ECO, U. (1968) La definición del arte, Barcelona: Planeta, 1985.
52
ECO, U. Apocalípticos e Integrados. op. cit., p. 90.
28
embargo los niveles culturales 53 no son conjuntos cerrados, sino que por el contrario en su
imagen polarizada, se definen uno en relación con el otro generando una dialéctica de
influencias reciprocas que articulan relaciones culturales de diversa naturaleza. Es por ello
que frecuentemente la midcult incorpora ciertos estilemas elaborados por las vanguardias y
que, a partir de la década del 50, las vanguardias comienzan a experimentar con elementos
Pero también suponer que toda estrategia estética pierde su eficacia al formar parte de
los productos de difusión masiva y que, a la inversa, los elementos distintivos de la cultura de
masas, una vez elevados a la categoría de arte de vanguardia, adquieren dignidad estética,
sería otorgarle a estos dos sistemas cierta jerarquía axiológica a priori que develaría una
significa, como parece hacer Eco en este caso, olvidar la relación indisoluble, aunque
compleja, que existe entre formas culturales y dispositivos sociales, especialmente entre el
53
Recordemos la distinción, ya canónica, realizada por MCDONALD -en Against the American Grain, N.Y:
Randon House, 1962.-de los tres niveles intelectuales: high, middle y low brow, distinción que nos lleva a la de
high brow y low brow propuesta por Van Wyck Brooks en America´s Comming of Age. Eco, por su parte,
realiza una crítica de estos tres niveles y de los presupuestos ideológicos que la articulan en Apocalípticos e
Integrados, especialmente en el capitulo titulado "Alto, Medio, Bajo".
29
carácter eminentemente clasista del capitalismo industrial y su ingerencia en la constitución
sólo puede analizarse partiendo de una primera caracterización del modelo que contemple
esta circunstancia.
Frankfurt-, si bien la teoría del arte como reflejo de la realidad es inoperante para dar cuenta
del funcionamiento de las obras de arte, sí podría aplicarse a la cultura de masas ya que como
mira las obras de arte como meros reflejos de la sociedad, la teoría del
ideología 55 .
También Calimescu define el mal gusto como "una ilusión de gusto ideológicamente
manipulado".
54
ECO, U. Apocalípticos e Integrados. op. cit., p. 55.
55
LOWENTHAL. (1961) Literature, Popular Culture, and Society, (s.d)
30
Y esto es así, porque para Lowenthal el fenómeno de la cultura de masas no radica en
los contenidos, sino en el grado de generalidad de esos contenidos en relación con las
Este tipo de reflexión, algo reduccionista, restaura la dicotomía entre, por un lado, la
estético -en definitiva irreductibles- y, por otro, aquellos productos de la cultura de masas que
encarnan, a modo de falsa conciencia, criterios de validez legitimados por causas y valores
extrínsecos.
En la misma línea Moles distingue dos grandes períodos del Kitsch: el primero se
Como vemos, más allá de los diferentes puntos de vista, los autores coinciden en que
la noción de Kitsch es inseparable, al menos en sus comienzos, del problema del consumo en
56
La identificación entre cultura de masas e ideología en base a la generalidad de los contenidos pude
relacionarse con la delimitación de las distintas etapas de la ideología analizadas por Graciela Fernández a partir
de las tesis de Ricoeur. La autora describe cuatro etapas: la primera corresponde al aspecto positivo de la
ideología ya que satisface la necesidad de un grupo social de darse una imagen de si mismo, el segundo rasgo
corresponde al aspecto movilizador que posee toda ideología, el tercero, que nos interesa destacar por su
relación con la posición de Lowenthal respecto de la cultura de masas, constituye el momento esquemático de la
ideología, “la transformación, [operada en las dos primeras etapas] «no se preserva sino a condición de que las
ideas que lleva consigo se conviertan en opiniones y que el pensamiento pierda rigor para aumentar su eficiencia
social» esto que en principio puede parecer un aspecto puramente negativo es «el precio que hay que pagar para
que las ideas sean eficaces socialmente». De esta misma razón se deduce el cuarto rasgo, que consiste en hacer
de la ideología el espacio desde el cual los hombres habitan y piensan y no algo pensado por ellos.”
FERNÁNDEZ, G. “La intertextualidad en el discurso del poder”, en La palabra y el hombre, revista de la
Universidad Veracruzana. Abril-junio de 1984. pp. 8,9. Ver también, RICOEUR, P. “La imaginación en el
discurso y en la acción” en Hermenéutica y acción. De la hermenéutica del texto a la hermenéutica de la acción.
Buenos Aires: Ed. Docencia.
31
Lo Kitsch no necesariamente debe relacionarse con lo barato, aunque contenga tanto lo
media. Este estilo puede llamar la atención tanto a miembros de las clases
elige el ambiente que concuerda con sus gustos, puede establecer diversos
familiar. 57
nueva clase. Para Veblen esta clase es más ociosa que burguesa, es decir, no se define por su
lugar activo en las relaciones de producción sino por su relación negativa con el trabajo.
Es curioso ver que en esta suerte de genealogía histórica de la clase ociosa -¡desde las
tribus bárbaras hasta la sociedad actual!- la división por sexos parece ser una variable
complejas.
Veblen señala que esta división del trabajo coincide con lo que más adelante sería la
distinción entre clase trabajadora y clase ociosa, al punto de que "virtualmente todas las tareas
57
CALIMESCU, M. op. cit., p. 238.
32
industriales son una excrecencia de lo que en la comunidad bárbara primitiva se clasifica
crítica a Veblen:
La necesidad histórica del Kitsch ha sido mal interpretada por Veblen. Para
Por su parte Giddens, en su intento por sistematizar la naturaleza del nuevo orden
modernidad 62 .
58
VEBLEN, TH. (1899) Teoría de la clase ociosa, Buenos Aires: Hyspamérica.
59
VEBLEN, TH. op. cit., p. 17
60
ADORNO, TH. (1962) Prismas, La crítica de la cultura y la sociedad, Barcelona: Ariel.
61
GIDDENS, A. (1990) Consecuencias de la modernidad Madrid : Alianza Editorial. pp. 32. Sería interesante
desarrollar la posible homología entre la noción de desanclaje elaborada por Giddens y el principio de
inadecuación estética trabajada por Moles, en tanto también incluye un proceso de desapego entre el aspecto
funcional del objeto y sus cualidades formales.
62
SIMMEL, G. (1900) Filosofía del dinero. Madrid: Instituto de Estudios Políticos.
33
Para Simmel el rasgo determinante de las sociedades modernas es la existencia del
regida por altos niveles de abstracción. Esto se basa en la peculiaridad del dinero de
Desde esta perspectiva el dinero se convierte en el símbolo del intercambio que rige
las relaciones humanas en las sociedades capitalistas. Pero a diferencia de la idea común de
que el dinero es la causa de la disolución de los valores morales que hacen posible la vida en
común, Simmel afirma que la aparición del dinero constituye el requisito para la realización
posesión del dinero, más que en una noción esencialista de diferencias intrínsecas entre las
personas. Sin embargo, la paradoja reside en que la misma condición que favorece la
desigualdades. Si por un lado el dinero tiene un poder de homogeneización que Simmel llama
"el carácter comunista del dinero", por otro, genera la desigualdad y la diferencia. Es decir, al
mismo tiempo que el sentido universal del dinero borra toda diferencia esencial entre las
34
Yo al no realizar por medio de su trabajo la unidad del objeto. Este desencuentro creciente
como efecto de esta contraposición- dotará a los objetos de una lógica propia desviada de la
funcionalidad dada por el hombre (que, como se verá mas adelante, remite al principio de
abstracta en tanto su totalidad esta dada como trabajo humano y no como objetivación de las
sino, también, la ampliación del consumo característico de las sociedades capitalistas, ya que
cuanto más objetivo e impersonal es un producto, resulta tanto más apropiado para un número
mayor de personas. Y por otro lado, una vez ubicado en la esfera del consumo, el trabajador
aspectos de la vida cotidiana. Es por ello que si percibimos los objetos de la vida moderna
como "fuerzas del enemigo", es en definitiva porque sólo es un objeto aquello que se resiste a
ser asimilado a nuestro Yo y, por lo tanto, la exterioridad con que percibimos los objetos de la
vida moderna no es solamente la consecuencia, sino la causa de que los productos aparezcan
objetivados.
cultural, el autor desecha la concepción piramidal de las relaciones sociales como modelo. En
cambio, propone la idea de un carácter circular del consumo de los productos entre las clases,
ya que la burguesía al formar parte del proceso de producción, orienta sus esfuerzos hacia los
63
En el capítulo siguiente retomaremos el análisis del dinero para pensar, a partir de Deleuze, esta nueva
tecnología en tanto fundamento epistémico de la experiencia del tiempo a partir de la segunda posguerra y su
35
consumidores proletarios, lo cual permite trascender las diferencias sociales -o de cualquier
Para Simmel:
esto no se debe tan sólo a las relaciones entre sus obreros, sino, también, a
tan rodeado de cosas impersonales que, cada ves, la ha de ser más próxima
oposición a éste. 64
(mercancías) permite pensar la cultura como espíritu objetivado en tanto supone la existencia
de un vasto e inabarcable capital cultural que se realizaría parcialmente en cada individuo sin
que la suma de todos pueda dar cuenta de su totalidad. La particular apropiación de estos
contenidos objetivados por los sujetos (cultura subjetiva) implica la inscripción de los mismos
deducirse de las relaciones entre la cultura objetiva y subjetiva. "Esta objetivación es la más
rica en consecuencias de todas las categorías históricas de la humanidad, puesto que convierte
adquiridos" 65 .
36
En un primer momento, Simmel afirma que de todos los productos de la cultura, el
arte parecería estar excluido de este rasgo configurador de la modernidad, ya que la obra de
arte realizaría como totalidad la personalidad del creador. Sin embargo, el autor advierte que
este acercamiento al problema reduciría al objeto artístico a ser referido sólo a un individuo y
resuelve si se piensa que lo manifestado no es ya una personalidad sino la expresión "pura del
sujeto". Entonces, el arte derivaría, al igual que la mercancía, en objeto fetiche, cuya
Casi un siglo antes, Tocqueville (1830) opinaba contrariamente que las nuevas formas
no es, y hace grandes esfuerzos para lograr este objetivo (...) Cualquier edad
funcionalidad estética pura, una estética como valor social y objeto de ostentación económica.
pérdida de los valores pre-modernos: hoy se sabe que ni el Arte es el depositario de una
66
TOCQUEVILLE, A. (1961) Democracy in América,(trad. Henry Reeve) New York: Schocken Books.
37
experiencia estética trascendente en relación a las dinámicas sociales, ni el Kitsch es
solamente un producto cuyo valor se adquiere en el intercambio y que, por lo tanto, estaría
tal como se analizó en Simmel, Moles distingue seis tipos de comportamientos sociales:
Para el asceta las cosas son consideradas enemigas, su actitud será distanciarse por medio
Las cosas están hechas para el hombre, dice el hedonista, y su placer está en apropiarse del
3. Agresivo: este tipo se ubica en el medio de los dos anteriores. Para el agresivo
destruir las cosas es una manera de poseerlas. "Destruir es tan seductor como construir, a
4. Surrealista: esta definición es la más débil ya que al estar determinada por una
excluye. En tanto es la afirmación de una racionalidad de las cosas y de los objetos se rige
original con los objetos, sino como una combinación de las actitudes anteriores. Es la
38
culminación de un proceso de originalidad/mediocridad, pues si hay una regla de
Entonces, si todas las categorías descriptas por Moles pueden ser reelaboradas y
absorbidas por el Kitsch como la forma más heteróclita de hedonismo, bastaría para
comprender la naturaleza del Kitsch analizar las características básicas del hedonismo de la
clase media. Es aquí dónde se desarrollan una serie de reflexiones en torno al problema del
tiempo libre como variable privilegiada para explicar el carácter escapista y compensatorio
del disfrute de una clase media activa regida por el principio de la mediocridad.
bella basura 67 .
estrategia del Kitsch cuyo poder homogeneizador radica -en cuanto al arte- en producir
objetos para el consumo inmediato, disolviendo las jerarquías entre formas de consumo
clase media y de su particular expresión del gusto ligado a cierta forma de utilización
hedonista del tiempo libre. Así, el Kitsch es la expresión de la insignificancia del tiempo libre
67
CALIMESCU, M. op. cit., p. 239.
39
y del tiempo socialmente útil, es decir, un modo divertido y afirmativo de materializar la
una infinidad de objetos en la vida cotidiana que utilizan estrategias artísticas pero que, sin
embargo, no son considerados obras de arte, ya que su finalidad es heteronómica. Según Eco,
un objeto es artístico cuando no tiene más finalidad que la de formar por formar y por lo tanto
Sin embargo, no todos los objetos que dirigen su artisticidad hacia fines
heteronómicos son considerados Kitsch, sino sólo aquellos que se presentan como obras de
arte al utilizar elementos que son reconocidos por la tradición como característicos del
En este sentido, Eco se inclina por el eje de la recepción para definir la estética Kitsch
estar gozando de una experiencia estética privilegiada. Es la noción del Kitsch como la forma
arte como falsificaciones y, por lo tanto, susceptibles de pensarse como un tipo de Kitsch. Sin
embargo, Calimescu explica que este tipo de falsificaciones intenta borrar todo indicio que
Mientras que la falsificación ilegal explota el gusto elitista por las rarezas,
del Kitsch no reside en lo que tenga en común con la falsificación real, sino
68
Cfr. con ECO, U. (1968) La definición del arte. Barcelona: Planeta.
40
tipos y cualidades de belleza incorporados en originales únicos o raros e
valor estético. 70
para producir una parodia de la experiencia estética por medio de una belleza irónica, que
Kitsch y Romanticismo
surgimiento del Romanticismo. Según Calimescu, esto se debe a que la llamada "revolución
sentimentalista como respuesta catártica del espectador, alentando así la función escapista de
la experiencia estética.
entretenimiento de fácil acceso, que satisface la necesidad del espectador de evadirse del
recompensa inmediata del realizador. Este punto de vista que encuentra similitudes entre estos
69
DORFLES, G. Nuevos ritos, nuevos mitos. Barcelona: Lumen.
41
movimientos, se funda en la dinámica de la distribución y no tiene en cuenta las cualidades
del objeto estético, pues éste, en cuanto ingresa en el circuito de distribución, se convierte en
mercancía.
Desde otra perspectiva, que centra su estudio en premisas estéticas de corte formalista,
la relación entre Romanticismo y Kitsch, podría explicarse tomando como eje el nuevo
concepto de ideal estético que puso en crisis la noción de belleza trascendente (modelo
inferido del análisis particular de las obras de arte. Según Borch 71 el romanticismo no intenta
materializar en el arte la idea de belleza, sino que extrae la idea de la existencia tangible de
las obras de arte, algo así como una suerte de empirismo estético: en vez de hallar lo universal
mecanismo del Kitsch por medio del cual "lo mundano se eleva al rango de eterno"
Coda
Como hemos visto, la perspectiva genealógica recorre gran parte de los estudios sobre
el Kitsch. No hay análisis que se sustraiga al intento de circunscribir el sentido del término
palabra Kitsch, esa especie de chasquido onomatopéyico, parece capturar en el nivel fónico -
70
CALIMESCU, M. op. cit., p. 246.
71
BORCH, H. (1970) Kitsch, vanguardia y arte por el arte, Barcelona: Tusquest.
72
Recordemos que la onomatopeya es un aspecto icónico del lenguaje verbal
73
El estudio más preciso lo encontramos en Moles, quién investiga la aparición del término en su acepción
moderna en Munich hacia 1860. Según las derivaciones etimológicas kitschen es frangollar, y en particular hacer
muebles nuevos con viejos, verkitschen es hacer pasar gato por liebre. MOLES, A. op. cit., p. 10.
42
autores menos estructuralistas, han focalizado sus esfuerzos en fijar los orígenes históricos y
de ensayar una definición operativa y afirmativa que permita sistematizar criterios de análisis
analizar el fenómeno en base a criterios de verificación que revelarían el uso extensivo de los
materialización del mal gusto: en este caso deberíamos transitar todas las reflexiones estéticas
en lo referente a las categorías del gusto y sus vinculaciones con nociones trascendentes de
Surge también otra cuestión: ¿es suficiente una indagación de las cualidades formales
Este capítulo intentó transitar los diferentes acercamientos a este fenómeno ambiguo
con el objetivo de mostrar que la mayoría de los análisis consultados circulan por el territorio
que delimitan estos modelos, y presentan el problema de considerar variables de tan diversos
niveles que dependiendo del punto de vista que se adopte cualquier cosa puede llegar a ser
Kitsch.
74
Cfr. con ECO, U. (1968) La definición del arte, Barcelona: Planeta.
43
¿Es posible en definitiva, hablar seriamente sobre el Kitsch? ¿Y entonces, qué es
hablar seriamente? Si es posible afirmar una estrategia propia del Kitsch ésta será la que
preguntas y hacer una exploración de las diferentes perspectivas de análisis que se articularon
en los debates sobre las relaciones del Kitsch con la modernidad y la vanguardia artística.
1.- Eje del productor: comprende cierta categoría de "artistas" que se dirigen a un
2.- Eje del producto y del medio: comprende ciertos rasgos pertinentes que aparecen
en los productos de difusión masiva, no como consecuencia de la voluntad del autor sino a
causa de cierta intencionalidad del medio que determina -atendiendo a las particularidades del
"belleza instantánea", por lo cual convierte en Kitsch incluso objetos considerados "autenticas
Los tres ejes se encadenan en la experiencia: el artista (eje del productor) aplica como
estrategia estética el principio de mediocridad con la intención de agradar a una vasta franja
del público. Este principio debe comprender la diversidad y variabilidad de los gustos de un
75
Muchos autores han resaltado la influencia sustancial de los medios de difusión masiva (radio, televisión,
reproducciones a gran escala, discos, revistas baratas y libros vendidos en supermercados) en el proceso de
homogeneización de la cultura pero nuevamente esta proceso se focaliza en un tipo de recepción. Quizás hoy,
44
sector cada vez más amplio, lo cual justifica el carácter heteróclito del estilo Kitsch (eje del
características estilísticas o formales del Kitsch -que tienden a ser sumamente diversas- sino
en estrategias de recepción por medio de las cuales el espectador, no importa el tipo del
objeto en tanto determinantes de las cualidades formales del producto Kitsch pueden pensarse
como constitutivas para su análisis. Entonces, el objeto Kitsch es un tipo de producto estético
la moderna sociedad de masas- se convierte en mercancía y, en tanto tal, rechaza todo intento
de juzgarlo con categorías provenientes del arte tradicional. Quizá, la autenticidad del Kitsch
con el auge de la televisión por cable y la aparición de Internet, se esté tendiendo por el contrario a una
diversidad de ofertas requeridas por públicos cada vez más especializados y sectorizados.
45
3. EL CINE Y LA INDUSTRIA DE LA CULTURA
Cierta inquietud ontológica parece asediar al cine desde sus comienzos. La pregunta
más que reclamar una respuesta, permite develar la incertidumbre del mundo moderno ante un
fenómeno cuya originalidad produjo una fractura radical en la historia del arte.
Sin embargo, al principio, la novedad del cine pasó desapercibida debido a las
76
LUKÁCS, G. (1913) “Reflexiones sobre una estética del cine” Archivos de la Filmoteca N° 37 Febrero 2001,
Valencia. (Publicado originalmente en Frankfurter Zeitung el 10 de septiembre de 1913).
77
Noel Burch delimita tres fuerzas históricas y culturales que actuaron sobre el cine durante sus primeros veinte
años:
1.- Los modos de representación populares: aspectos narrativos o gestuales provenientes de las tradiciones
populares que subsisten en las formas culturales del proletariado urbano en Europa y en los Estados Unidos a
fines del siglo XIX. El melodrama, el vodeville, el teatro de variedades y el circo, son algunos de los elementos
culturales residuales que se incorporan al cine en sus comienzos y que apelan a un público compuesto por la
heterogénea clase trabajadora, los niños y las mujeres de la burguesía.
2.- Los modos de representación burgueses: La influencia de la Literatura, la Pintura y el Teatro burgués en el
cine se traduce en la preeminencia de rasgos estilísticos que hasta 1915 habían existido opacados por la
pregnancia de las formas provenientes de la cultura popular. La linealidad narrativa, el espacio pictórico
"habitable" y la individuación de los personajes son algunos de los elementos formales que permiten cierta
adecuación entre el nuevo lenguaje y las viejas artes. El incipiente auge de la industria reclamaba un público de
mayores recursos y más tiempo libre. La burguesía llenaba las salas.
3.- Por último, la fuerza que Burch llama "cientificista" cuyo papel desde los primeros juguetes ópticos hasta la
imagen digital ha sido determinante. En esta brecha tecnológica se encuadran los experimentos tendientes a
descomponer el movimiento de Muybridge y Marey, y los inventos que permitían sintetizar el movimiento antes
descompuesto llevados a cabo por Auguste y Louis Lumiére, Edison y Dickson.
46
rigor, resulta difícil trazar la genealogía de un lenguaje esquivo a las definiciones. Incluso
delimitar el linaje del primer cinematógrafo supone clasificar una serie de inventos tan
pero también en un catálogo de feria. ¿Acaso el cine primitivo puede considerarse cine? o
¿habría que pensar la revolución técnica producida por la utilización del sonido entre los años
´28 y ´30 como el nacimiento del "verdadero" cine? O tal vez, estas etapas no sean más que
necesidad de definir el elemento que persiste como invariante, porque como sabemos, solo es
posible determinar la transformación de algo a partir del supuesto de que aquello que cambia
En este sentido, la pregunta por la naturaleza del cine se vincula directamente con la
dificultad de inscribir su historia, hasta tal punto, que quizás se deba considerar la estética
como el marco de referencia a partir del cual pueda articularse cualquier periodización. Por
eso, analizar el impacto que este nuevo lenguaje produjo en el interior de un diseño cultural
polarizado entre vanguardia y Kitsch, solo es posible desde una perspectiva crítica que
económica menos ilustrada que aquellos elevados ideales científicos, estéticos y morales. Por
resulta necesario invertir el punto de partida del enfoque de Habermas y, siguiendo a Marshall
78
En el sentido que le da Habermas, en “La modernidad un proyecto inconcluso” y que fue trabajado en el
capítulo 1.
47
Berman 79 , referirse al modernismo como al conjunto de rasgos culturales que acompañaron el
un mecanismo de arrastre. El cine "hace lo que las otras artes se limitan a exigir": crear una
Lunn, describe las transformaciones del campo artístico, la crisis “del pensamiento
liberal de los siglos XVIII y XIX” y el desarrollo tecnológico como las tres fuerzas que
era considerado más un sin sentido que una contradicción: había que separar los términos y
hacer coincidir la nueva técnica con alguno de los polos comprendidos en la dicotomía.
79
BERMAN, M. (1982) Todo lo sólido se desvanece en el aire. Madrid: Siglo XXI.
80
LUNN, E. (1982) Marxismo y Modernismo: un estudio histórico de Lukács, Benjamín, Brecht y Adorno,
México: Fondo de cultura económica. p. 53.
48
Durante los años 20, en torno a estos pares antitéticos, se concentraron por un lado, los
vanguardistas radicales que buscaban una definición del cine puro a través de la
experimentación con la tecnología en el espacio ascético del laboratorio y, por otro, los
que participa tanto del cine de consumo como del cine de experimentación.
tecnología 81 .
inmanente al sentido del cine. La técnica hace posible la creación de imágenes nuevas, pero
81
Las experiencias cinematográficas vinculadas a las vanguardias históricas no constituyen un corpus de
fronteras precisas. Por el contrario, en sus comienzos los ensayos fílmicos de las vanguardias fueron realizados
en estrecha relación con movimientos culturales generados en otros campos artísticos como la pintura, la
literatura y la música. Se podrían enumerar a modo de ejemplo La folie du Dr. Tube, de Abel Gance en 1915;
Rose France de L´Herbier en 1919; el cine abstracto alemán realizado por los pintores Viking Eggeling
(Symphonie Diagonale, 1923), Hans Richter (Rythmus 21, 1921) y Walter Ruttman (Opus 1 1921); los
experimentos dadaistas como Le retour a la raison realizado por el pintor y fotógrafo Man Ray, Entr´acte
filmado en 1924 por Francis Picabia, René Clair y Eric Satie y Anemic cinéma de Marcel Duchamp, entre
muchos otros. Walter Schobert, refiriéndose a una famosa matinée denominada Novemburgruppe (Grupo de
Noviembre) el 3 de mayo de 1925 en Berlín, durante la cual músicos y pintores presentaron su producción
fílmica bajo el título de "el cine absoluto", expone sus hipotesis acerca de la desaparición de este tipo de cine:
"mucho parece indicar que la razón radica en las otras obras que se mostraton en dicha matinée, es decir Le
ballet mécnique de Léger y Entr´acte de Picabia y Clairs. Estos films debieron haberles abierto los ojos acerca
de que las películas abstractas, no narrativas, no sólo podian hacerse con imágenes animadas sino también con
fotografía real. Una segunda razón debió haber consistido en el conocimiento de aquella otra película que trataba
de una revolución y que por sí misma desató otra, cambiando a fondo toda la creación cinematográfica: El
acorazado Potemkin de Eisenstein. Este filme les hizo ver a todos que hasta el momento habían desconocido el
elemento expresivo más importante de la cinematografía: el montaje - un descubrimiento que debió ser
particularmente desconcertante para los vanguardistas ya que les demostraba nada menos que sus artes cinéticas
eran aún imperfectas". SCHOBERT, W. El cine alemán de vanguardia de los años veinte. (s.d.)
49
recepción. En definitiva, como todo sistema tecnológico inventa figuras discursivas y, al
mismo tiempo, crea sus condiciones de posibilidad, aunque ambas instancias no cesarán de
transformarse mutuamente.
Las máquinas son sociales antes de ser técnicas. O más bien, existe una
Así, la idea de que la máquina cinematográfica puede considerarse como uno de los
teórico en la distinción que hace Deleuze, siguiendo a Foucault, entre "máquinas concretas" y
tanto causa inmanente de los agenciamientos concretos a partir de los cuales se hacen
efectivas esas relaciones. En este sentido, las máquinas abstractas son virtuales y solo existen
Esto explica que en un primer momento, el cine se vincule con otro gran sistema
tecnológico: la guerra. 84 "No hubo desviación, enajenación de un arte de masas que la imagen
82
DELEUZE, G. (1986), Foucault, Paris: Minuit. (Trad. esp. José Vázquez Pérez, Foucault, Buenos Aires: Ed.
Paidós, 1987). pp 67, 68.
83
DELEUZE, G. (1986) Foucault, op. cit., pp. 62-71.
84
Ciertas clasificaciones reafirman estos acoplamientos. Se habla del cine de entre guerras como término que
englobaría a las vanguardias del 20 y con él se hace referencia al período en el que las grandes escuelas de
montaje desarrollaron el nuevo arte de masas como arma ideológica. Bastaría mencionar que el cine ruso habría
sido imposible sin la decisión de Lenin de crear una industria cinematográfica, y que la fusión de las productoras
alemanas en la UFA es una condición fundamental para el desarrollo del Expresionismo Alemán.
50
movimiento habría fundado inicialmente, sino que, al contrario, desde el comienzo la imagen
una vibración que despertara la conciencia adormecida de las masas e hiciera surgir de los
espacio.
Se considerará entonces el cine como una tecnología, en tanto designa a la vez, una
O en términos de Nancy:
85
DELEUZE, G. (1985) L´image-tempes. Cinéma II, Paris: Minuit. (Trad. esp. Irene Agoff, La imagen- tiempo.
Estudios sobre cine 2, Barcelona: Ed. Paidós. 1987. p. 220.
86
DELEUZE, G. (1983) L´image-mouvement. Cinéma I, Paris: Minuit. (Trad. esp. Irene Agoff, La imagen-
movimiento. Estudios sobre cine 1, Barcelona: Ed. Paidós. 1987. p. 211.
87
VIRILIO, P. (1976) L´insécurité du territoire. París: Ed. Galilée. 1993. (trad. esp. Jorge M. Casas y Thierry
Iplijian, La inseguridad del territorio, Buenos Aires: La marca, 2000.
51
este arte (...) Así, es como el mundo es siempre una creación: una techné sin
Dos enfoques teóricos exploraron la novedad del cine desde esta perspectiva: primero,
reproductibilidad técnica y cuarenta años después, el estudio de Deleuze sobre el cine a partir
naturaleza del cine con la cuestión del sentido del cine, desplazando la preocupación
histórica y teórica de los comentarios de Adorno y Benjamin, para luego encuadrarlos dentro
imagen tiempo. Se trabajarán especialmente la relación del cine del período de entre guerras
con las tecnologías ligadas a la velocidad y por lo tanto, a una percepción del espacio.
Nouvelle Vague y el Neorrealismo, pero también el cine del Tercer Mundo), de un nuevo tipo
Tanto Adorno como Benjamin discutieron sobre la función social del arte popular en
cultura tecnológica como a la función emancipadora que éstos materiales hacen posible.
88
NANCY, J.L. (1993) Le Sens du monde. París: Ed. Galilée.
52
Benjamin veía en el arte industrial -es decir, susceptible de reproducción técnica, o
el sentido del Arte, que Benjamin caracterizó como “aurático”, subrayando su contenido
mítico ligado a una ritualidad religiosa o secularizada bajo la forma de la autonomía del arte.
Las dos circunstancias que habían producido esta disolución del “aura” eran : “el
deseo de las masas contemporáneas de aproximar las cosas en sentido espacial y humano” y
la masa, “todos los esfuerzos de creación de un arte y una literatura autónomos, únicos e
seriado del mercado cultural, no podían, según Adorno, ofrecer ninguna promesa de
desalienación para una “masa” que aún no era, o quizás ya no sería, una “clase”.
Sin embargo, Benjamin veía, parafraseando a Marx (y en esto era tan exageradamente
optimista como Adorno pesimista, señala Lunn 90 ) que el modo de producción industrial, si
89
BENJAMIN, W. op. cit., p. 176.
90
Según Lunn la vulnerabilidad del ensayo residía en su aparente insistencia de que todos estos cambios no eran
tanto usos potenciales como implicaciones inherentes de los nuevos medios de comunicación. LUNN, E. op. cit.,
p. 177.
53
bien era la base de la desigualdad capitalista, y consecuentemente de formas de producción
Adorno, critica crudamente esa afirmación de Benjamin en una carta del 18 de marzo
de 1936, argumentando que el arte de vanguardia destruye el “aura” de la obra de arte por
medio de un trabajo autorreflexivo inmanente a sus propias leyes formales, disminuyendo así
las características míticas y fetichistas. “Politizar este arte en un sentido brechtiano, ponerlo al
verdaderamente progresista” 92 .
Adorno establece una distinción entre "autonomía" y "aura", vinculando ésta última
con el carácter mágico del arte burgués, y otorgándole a la primera una fuerza disociadora y
industrial, donde las nuevas tecnologías ponen al alcance del artista nuevos materiales y con
ello la posibilidad de experimentar con nuevos lenguajes. Sin embargo, vemos también que
inmanente al aspecto objetual de la obra, sino que por el contrario, lo incorpora como un
como reserva, y creo con usted que lo aurático en la obra de Arte está a
91
Benjamín hace referencia a la famosa fórmula de Marx expuesta en el Manifiesto Comunista: "El progreso de
la industria, del que la burguesía, incapaz de oponérsele, es agente involuntario, sustituye el aislamiento de los
obreros, resultante de la competencia, por su unión revolucionaria mediante la asociación. Así, el desarrollo de
la gran industria socava bajo los pies de la burguesía las bases sobre las que ésta produce y se apropia lo
producido. La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros”. MARX, C. ENGELS, F. (1847)
Manifiesto del Partido Comunista.
92
Carta publicada en ADORNO, T. (1970) Sobre Walter Benjamin. Madrid: Cátedra.
54
punto de desaparecer; no sólo mediante la reproductivilidad técnica, (...)
Pero lo que parece incomodar más a Adorno es el valor de uso que Benjamin reclama
para el nuevo producto, con la consecuente toma de conciencia del proletariado como
comprender los nuevos modos de representación que ensayaban las vanguardias, dentro de los
que incluía su realismo constructivo, y reclamó la necesidad de una educación que permitiera
develar el carácter conservador del gusto popular, más cercano a los estereotipos formales del
imágenes formaba parte del paisaje habitual, Deleuze vuelve a plantear la pregunta ¿qué es el
cine? Su respuesta: "el cine es una nueva práctica de las imágenes y los signos" 94 y como toda
práctica suscita conceptos. Por ello, para Deleuze, la historia del cine constituye un vasto
documento de nuestra experiencia del tiempo y del movimiento. Los conceptos que suscita
pueden ordenarse, a su vez, como un extenso tratado sobre el movimiento como duración y
93
ADORNO, T. (1970) Sobre Walter Benjamin. op. cit., p. 140. Este tema nos llevaría a la problemática sobre
los materiales en el arte elaborado en la Teoría Estética, lo cual excedería el marco de este trabajo.
94
DELEUZE, G. Imagen-Tiempo. op. cit., p. 371.
55
Pero, ¿cómo hacer surgir de las imágenes los conceptos sino a través de una filosofía
(psicoanálisis, lingüística) o reflexiva, es suficiente para establecer los conceptos del cine". 96
Podría objetarse que la semiótica de Peirce recorre como un eco los dos volúmenes sobre
cine, pero es cierto que, para Deleuze, la investigación de Peirce constituye una obra
monumental dentro del campo de la lógica, más que un modelo teórico que brinda un marco
Ahora bien ¿cómo se fenomenaliza en el cine nuestra experiencia del tiempo y del
movimiento? No todas las cinematografías practican del mismo modo el cine: la historia del
cine contiene diversas percepciones del tiempo y del movimiento. Por ello, Deleuze se
propone llevar a cabo una clasificación, lo más exhaustiva posible, de las imágenes del cine.
posible delimitar dos etapas: la conformación de un cine clásico (que hallará en la imagen-
Para presentar estas experiencias, hay que recordar que el cine constituye un modo
95
La pregunta ¿qué es el cine? se corresponde, dentro del pensamiento de Deleuze, con otra pregunta
englobante: ¿qué es la Filosofía? Deleuze desarrolla la idea de que la filosofía tiene a su cargo la producción de
conceptos con lo cual toda teoría del cine en tanto piensa los conceptos del cine debe ser filosófica. DELEUZE,
G. GUATTARI, F. (1991) Qu´est-ce que la phlosophie? Paris: Minuit. (Trad. esp. Thomas Kauf, ¿Qué es la
Filosofía? Barcelona: Ed. Anagrama, 1993.
96
DELEUZE, G. Imagen-Tiempo. op. cit., p. 371.
56
regulado de una forma a otra, y no reviste ningún interés por sí mismo. Lo importante es la
responden al ideal jerárquico que fija el reino de los cielos (se rompe el paralelismo de la
descomposición del galope del caballo a través de los fusiles fotográficos de Marey muestran
se configura por medio de una síntesis trascendental, una idea de movimiento. El experimento
de Marey modificó el esquema a partir del cual se representaban los caballos a galope en la
pintura, al demostrar que en un momento de su recorrido el caballo quedaba con las cuatro
Giddens la configuración del mundo social no está determinada por una lógica que planee
sobre la cabeza de los hombres, sino que debe remitirse a agentes humanos dotados de ciertos
entonces, está dada por la configuración que los hombres hacen del espacio y del tiempo y,
fin su lugar privilegiado entre los lenguajes modernos, será necesario que el aparato de "tomar
57
vistas" se independice del aparato de proyección, que la cámara fija sea remplazada por el
Esto explica que para Deleuze el cine primitivo de Lumiere y Melies no pueda considerarse
todavía cine: era una imagen en movimiento, más que una imagen-movimiento.
Durante los primeros años del siglo XX los hombres y mujeres viajaban en Ferrocarril,
en automóvil y en avión, tenían una experiencia del movimiento maquínico, -que es muy
movimiento. Este fracaso se debía quizás, a la persistencia de una concepción antigua del
Las tesis de Bergson cuestionan esta idea del movimiento como traslación de
sintético que es una idea abstracta: la pose. Por el contrario, Deleuze señala que la
originalidad de Bergson radica en partir de la idea de que el Todo no está dado ni puede darse,
cambiar en cada movimiento. Por más que se segmente el espacio, el movimiento ocurre
97
Es significativo señalar que uno de los primeros travellings de la historia del cine se produce en The Great
Train Robbery (1902) de Edwin S. Porter, cuando la cámara todavía fija se coloca sobre el techo del tren. Así, el
plano móvil se logra por acoplamiento de dos máquinas modernas.
98
Deleuze delimita cuatro tipos de montaje: La concepción orgánica-dinámica de Griffith, el pensamiento
orgánico-dialéctico de la escuela rusa, la expresión de lo sublime-matemático en el impresionismo francés y, el
encuentro con lo sublime-dinámico en el expresionismo alemán.
58
recorrer". 99 A partir de este momento la distinción clásica entre la conciencia interior y el
inmóviles + tiempo abstracto) con el incipiente cinematógrafo (18 cuadros x segundo) 100 ,
Deleuze sale en defensa del cine y le objeta a Bergson no asumir una posición
mecanismo, más que en el efecto que este produce. "¿Se puede concluir de la artificiosidad de
El cine no nos da una imagen a la que él añadiría movimiento, sino que nos
modificación relativa de las partes en un conjunto, los cortes inmóviles, por otro, la relación
entre partes que modifica el Todo. Deleuze identificará estos aspectos de la imagen-
movimiento con los elementos del lenguaje cinematográfico: el corte inmóvil es el encuadre
fijo, un instante cualquiera y singular, el plano designa el corte móvil pues él hace surgir el
movimiento como el dato que emana del intervalo entre dos encuadres. A su vez, el plano
concebido como una relación entre partes produce también una transformación en el Todo a
99
DELEUZE, G. Imagen-movimiento. op. cit., p. 13.
100
Recordemos que Bergson escribe Materia y Memoria en 1896, solo un año después que los hermanos
Lumiere patentaran el aparato.
101
DELEUZE, G. Imagen-movimiento. op. cit. p. 15.
102
DELEUZE, G. La imagen-movimiento. op. cit., p. 15. Más adelante Deleuze utilizara el mismo argumento
fenomenológico al referirse a la tesis de Benjamin, para afirmar que lo que define al arte industrial no es la
reproductibilidad técnica sino su relación con el dinero.
59
En tanto idea del film, el montaje es lo que determina la cualidad del Todo. De
acuerdo a cómo se conciba el Todo (Organismo, Historia, Espíritu, Naturaleza) así deberá
cambiar en cada secuencia, en cada escena, en cada movimiento de la cámara. Pero todavía en
el cine de entre guerras la duración en tanto categoría temporal sólo se expresa indirectamente
a través de las imágenes-movimiento. Para que el cine pueda representar una imagen directa
del tiempo será necesario: que los nexos entre los planos se debiliten, que las acciones se
Pero este tipo de imagen no aparecerá hasta después de la Segunda Guerra cuando ya
su crisis radical. Por el momento, el pensamiento del cine de los años veinte concebía la
organismo como totalidad (montaje) y establezca, por medio de los nexos sensorio-motrices,
ruso una adaptación temática de la doctrina revolucionaria, Deleuze mostrará cómo los films
103
Esta concepción del cine lleva a Deleuze a afirmar que Einsestein es un “Hegel cinematográfico”. Para
Einsestein “el todo es la totalidad orgánica que se plantea oponiendo y superando sus propias partes, y que se
construye como la gran Espiral según las leyes de la dialéctica. El todo es el concepto.” Hay, en consecuencia,
tres operaciones del pensamiento en la imagen-movimiento: la que va de la imagen al pensamiento o del
percepto al concepto, la que va del concepto al afecto o que regresa del pensamiento a la imagen, y por último la
superación o identidad entre la imagen y el concepto. DELEUZE, G. Imagen-tiempo. op. cit. pp. 211-219.
60
la dialéctica marxista. La critica de Einsestein a Griffith se centra justamente en la utilización
exterior. Será necesario que una de las partes amenace la armonía del conjunto social para que
Griffith a un maestro del montaje, le cuestiona adoptar una posición demasiado "burguesa" 104 ,
Tomemos por ejemplo El acorazado Potemkin. En este film la organización en cinco actos
determina el sentido trágico del relato a través de su estructura externa, pero también cada
caótico del pueblo. A diferencia de Griffith, aquí las oposiciones marcan una progresión
marineros describe un in crescendo cada vez más insostenible, hasta que, el primer plano del
sumisión a la revuelta), el salto a una nueva dimensión del relato a partir del cual cualquier
104
El racismo de Griffith es ampliamente comentado, se sabe que no aceptaba actores negros en sus films, sin
embargo más que por la curiosidad del dato anecdótico, y alguna que otra imagen farsesca producida por el
maquillaje, la acusación resulta irrelevante en términos estéticos. En todo caso, el efecto ideológico del cine de
Griffith resulta de considerar las partes que componen el todo social como fenómenos independientes y
naturalmente determinados.
61
Vemos entonces hasta que punto estas escuelas crearon diversas modalidades de
movimiento, pusieron en juego una técnica y, con ella, nos dieron una experiencia del mundo.
El cine se convierte así en un nuevo órgano de percepción, una prótesis mecánica para un ojo
como respuesta a la manipulación del nuevo arte de masas por parte del fascismo, porque
como dijimos, si hay un cine moderno éste está indisolublemente ligado a la experiencia de la
Sí, pero es necesario pensar de otro modo. El cine como instrumento para la gran
revolución mundial de las masas planetarias deja paso a un cine de resistencia desde los
que prueba “la imposibilidad de pensar que es el pensamiento”. Artaud se diferencia de los
surrealistas, entabla con ellos una guerra que más que enfrentamiento es exilio. No hay, en su
algún valor, este es el del sueño diurno, ¿alucinación?. El cine no sería ya la posibilidad de
105
A partir del análisis de la concepción del montaje de la escuela francesa, Deleuze ve en el movimiento
automático que ya no depende ni de un móvil ni de un objeto, una fuerza que al afectar directamente al
pensamiento produce la unión cinética del hombre con la máquina. La máquina establecía la cantidad de
movimiento y el alma la dirección del movimiento. “Sin embargo, en la escuela francesa hay dualismo entre los
dos aspectos: el movimiento relativo es de la materia, (...) mientras que el movimiento absoluto es del espíritu, y
expresa el carácter psíquico del todo que cambia. DELEUZE, G. Imagen-movimiento. op. cit., pp. 66-77.
62
pensar el Todo, sino una fuerza disociadora. El pensamiento solo puede pensar el hecho de
Entonces, si el primer aspecto del nuevo cine era la ruptura del vínculo del hombre
con el mundo, el segundo aspecto será, la renuncia a una cierta retórica cinematográfica -
en el que las asociaciones propias de imágenes sean remplazadas por los encadenamientos
un escenario privilegiado para el surgimiento de este nuevo tipo de cine, la historia de las
Si bien es innegable la importancia de los films realizados durante las tres primeras
106
DELEUZE, G. Imagen-tiempo. op. cit., p. 227.
63
pensar que el cine moderno surge con los movimientos cinematográficos europeos posteriores
a 1945.
autónoma, por el contrario, en sus comienzos fue utilizado como una técnica de
3. Por lo tanto, en el cine la categoría moderna de lo nuevo -en tanto ruptura con la
expansión impuesta por el cine de Hollywood. Surge un nuevo tipo de imagen: la imagen-
tiempo. Según Deleuze el estatuto de este nuevo cine deja ver una imagen-directa del tiempo
107
Holywood, no solo crea la gran industria, sino que fija los esquemas discursivos de los géneros
cinematográficos y genera lo que Noel Burch caracterizó como el Modelo de Representación Institucional, con
su intento de crear una suerte de gramática cinematográfica a partir de las leyes de raccords. (prohibición de los
personajes de mirar a cámara, raccord de mirada, raccord de dirección, raccord en el eje). De este modo se
establece un espacio-tiempo habitable según un modelo clásico cercano al modelo de representación del
Renacimiento. BURCH, N. El tragaluz del Infinito. Madrid: Ed. Cátedra, 1991 Ver también, REQUENA, G.
(1986) La metafóra del espejo. Valencia: Instituto de Cine, Radio y Televisión.
64
Las grandes tesis de Bergson sobre el tiempo se presentan del siguiente
Deleuze llama imágenes ópticas (y sonoras) puras108 a las que perturban los nexos
montaje. La imagen ya no genera una respuesta inmediata sino que, por el contrario, suspende el
movimiento al convocar otra imagen virtual que la actualiza. Los objetos devienen imágenes
relación en la que el límite aparece borrado, remiten la una a la otra sin decir cuál es primero.
Entonces, las imágenes ópticas y sonoras puras entran en un circuito temporal en el que una
imagen siempre remite a otra de naturaleza distinta pero indiscernible: imagen presente con
En la percepción, tal como señala Deleuze, la imagen es leída al mismo tiempo que
hace imposible un todo, la imagen ya no brinda información sobre el mundo sin implicar su
artificiosidad.
108
Deleuze utiliza esta denominación a partir de la diferencia que Bergson señala entre el "reconocimiento
automático" y el "reconocimiento atento". El primero actúa por prolongación de la percepción en movimientos de
uso, los mecanismos motores se desencadenan por la vista del objeto. El segundo tipo de reconocimiento vuelve
extraño el objeto, entonces, el sujeto renuncia a prolongar su percepción, se ve imposibilitado de hacerlo, ya que su
percepción reforma el objeto, subrayando algunos de sus contornos y extrayendo "rasgos característicos" de él,
volviendo a empezar luego para descubrir otros rasgos y contornos, pero partiendo cada vez de cero. En lugar de una
suma de objetos en el mismo plano, ahora el objeto sigue siendo "el mismo" pero pasa por "diferentes planos". "En el
65
a) Imágenes encadenadas por cortes irracionales, que no pretenden reconstruir un
mundo exterior (en el que ya no se cree) sino que queda separada de un mundo exterior.
totalizables y asimétricos.
c) Imágenes en las que la palabra y lo visual alcanzan su propio límite y así descubren
un límite común: más legible es la imagen cuanto más deviene el acto de habla creador
autónomo.
movimiento, la representación directa del tiempo introduce una nueva tecnología que hace
volar por los aires los últimos vestigios del antiguo orden mundial: el dinero, Time is money.
El cine como arte vive en una relación directa con un complot permanente,
las imágenes que el cine muestra y monta por el anverso, a tal punto que los
films sobre el dinero son ya, aunque implícitamente, films dentro del film o
primer caso percibíamos de la cosa una imagen sensoriomotriz. En el otro, construimos de la cosa una imagen óptica
(y sonora) pura." DELEUZE, G. Imagen-tiempo. op. cit., p. 68.
109
DELEUZE, G. Imagen-tiempo. op. cit., pp.108, 109.
66
"desanclaje" elaborada por Giddens para caracterizar las relaciones espacio-temporales de la
modernidad.
Si bien es cierto que existen economías dinerarias desde la antigüedad, el dinero en las
Pero para comprender el nuevo estatuto del dinero en la sociedad capitalista, Giddens
la forma del intercambio simple donde el dinero es el elemento equivalente entre dos cosas
la mercancía ha sido remplazado por la valorización del valor en el proceso siempre renovado
Ahora bien, según Giddens esta idea, ampliamente difundida de que el dinero circula y
que en consecuencia puede ser concebido como un "flujo", corresponde a una concepción del
espacio y el tiempo que justamente ha sido transformada por el estatuto particular que asume
110
MARX, K. El Capital. Crítica de la economía política. Libro Primero. Sección segunda. Capítulo IV.
67
velocidad, más estrecha habría de ser la corriente para una misma cantidad
de flujo por cada unidad de tiempo. En el caso del dinero esto significaría
El cine moderno tiene una relación reflexiva con el dinero. Recordemos el film de
Antonioni El Eclipse. Una escena emblemática muestra el movimiento incesante y sin rumbo
minuto de silencio. A partir de ese momento el tiempo de la historia y el tiempo del discurso
una forma de metalenguaje 113 , sino que en consonancia con la dislocación de nuestros
Quizás esta haya sido la respuesta no esperada a las proféticas reflexiones de Valery
han venido siendo desde siempre. Es preciso contar con que novedades tan
111
GIDDENS, A. (1990) Consecuencias de la modernidad, Madrid: Ed. Alianza, 1993, 1994. p. 35.
112
Un análisis más detallado del sentido que adquiere el dinero en el film de Antonioni puede encontrarse en el
trabajo de GOGGI, D. (2000) “El Eclipse o la lógica del encantamiento”. Universidad del Cine.
68
grandes transformen toda la técnica de las artes y operen por tanto sobre la
Cine clásico, cine moderno. Cine de entre guerras, cine de posguerra, cine del tercer
cambio en los criterios de referencia. Después de la Segunda Guerra Mundial con la extensión
A fines de los años cincuenta, los movimientos de vanguardia de los países europeos
nacionales de los llamados países del Tercer Mundo. En la Argentina este proceso coincidió
originales que dieron lugar a la creación de un campo artístico peculiar que se denominó "la
113
En el cine argentino podemos recordar como emblemática La película del Rey (1985) de Carlos Sorín.
114
VALÉRY, P. Pièces sur l´art (La conquète de l´ubiquité) citado como epígrafe en BENJAMIN, W. La obra
de arte en la época de la reproductibilidad técnica. op. cit.
69
4. EL NUEVO CINE ARGENTINO
del sesenta y el setenta en la Argentina implica una doble mirada, atenta por una parte a la
relación entre la historia política y las producciones culturales, y por otra a la influencia de los
aspecto tiene en cuenta la tesis de Silvia Sigal quien afirma que “la historia de los regímenes
Argentina” 115 , el segundo, intenta esbozar cómo la incorporación de las experiencias político-
Oscar Terán en Nuestros años sesenta coincide con la correspondencia señalada por
ofrecerle un límite algo más que funcional, dado que si esta periodización
series de la realidad, no hace con ello más que traducir lo que fue una
115
SIGAL, S. (1991) Intelecutales y poder en la década del sesenta, Buenos Aires: Puntosur editores. p. 39.
70
convicción creciente pero problemática del período: que la política se
Se ha analizado cómo esta difícil relación entre arte y política es el problema que
Por lo tanto, referirse a los tiempos modernizadores de los sesenta implica reconocer cierta
concordancia entre la renovación cultural y la ruptura política del 55, lo cual obliga a tener en
cuenta el sentido político particular que cobró la modernización en los años posperonistas.
Para ello, se sigue a Sigal quien delimita dos fases con el propósito de trazar un mapa
analítico: la primera comienza en los sesenta a partir del proceso de modernidad cultural, y
estuvo dominada por cierta independencia entre los criterios estéticos del campo cultural y las
político 117
vanguardia estética y vanguardia política bajo el lema de "todo es política". El arte debía
116
TERÁN, O. (1991) Nuestros años sesentas. La formación de la nueva izquierda intelectual en la Argentina
1956-1966, Buenos Aires: Puntosur editores. p. 14.
117
SIGAL, S. op. cit., p. 196.
118
En la literatura este pasaje se ejemplifica claramente en la figura de Cortazar, y específicamente en el arco
que va de la publicación de Rayuela en 1963 al Libro de Manuel.También en la plástica es posible trazar un eje
71
Se trata entonces, de actores culturales constituidos por una coyuntura histórica, por
una tradición institucional y social, por una discursividad. Si bien las referencias a los dos
primeros aspectos resultan ineludibles, se ha privilegiado el último sólo por intereses teóricos
y no por presuponer ningún orden axiológico. Es posible que la ambigüedad característica del
sentido estético sea más propicia para reflexionar acerca del conjunto de creencias y valores
Nouvelle Vague francesa las corrientes estéticas que diseñaron un modelo de vasta influencia
en el planteamiento de las relaciones entre arte y política. Esta presencia, con excepción del
cine de Leopoldo Torre Nilsson 119 , se verificará especialmente en los márgenes de las
período peronista, pero que en 1956 daba muestras de debilidad y crisis 120 . A partir del golpe
militar del 55 se suspendieron las leyes proteccionistas promulgadas en 1944 121 , produciendo
entre las experiencias del Di Tella en los 60 hasta Tucumán Arde y la irrupción del Grupo Cine y Liberación.
Cfr. LONGONI, A. MARIANO, M. (2000) Del Di tella a "Tucumán Arde" Vanguardia artística y política en el
´68 argentino. Buenos Aires: Ed. El cielo por Asalto..
119
La posición de Torre Nilsson es distinta a la de los jóvenes realizadores. Sus comienzos dentro de la industria
al lado de su padre Torre Ríos lo convierten en una figura atípica, cuyo cine se caracterizó por mostrar la
decadencia de la burguesía argentina conjugando el lenguaje moderno de la intelectualidad ilustrada de fines de
los 50 con la sofisticación técnica de los estudios.
120
En 1945, se estrenaron 23 películas nacionales y 390 películas extranjeras; en 1950 la exhibición de películas
nacionales alcanzó el mayor volumen de toda su historia con 58 películas, mientras que los films extranjeros se
redujeron a 131. En 1956 nuevamente los films nacionales se redujeron a 36 películas y los films extranjeros
aumentaron a 576, esta tendencia continuo y en 1957 la producción nacional alcanzó solo los 15 largometrajes y
los films extranjeros aumentaron a 697. (Fuentes: INCAA, INC, Revista "Heraldo de cine", Boletín "SICA, 40
Aniversario". En GETINO, O. (1998) Cine Argentino entre lo posible y lo deseable. Buenos Aires: Ed. Ciccus,
1998. p. 337.
121
"En agosto de 1944 se concreta la primera medida proteccionista, con el decreto que instaura la
obligatoriedad de pasar películas argentinas en todos los cines del país, en la siguiente proporción: los cines de
primera línea de Capital Federal con más de 2.500 localidades, deben estrenar un film cada dos meses, los
restantes de primera línea y todos los que están en el radio céntrico de la ciudad, uno por mes; los demás de la
capital y los situados en el interior del país dos semanas de cada cinco". Heriberto Muraro y José Cantor "La
influencia transnacional en el cine argentino" en revista Comunicación y Cultura, núm. 5 México, 1978. citado
por GETINO, O. (1998) Cine Argentino entre lo posible y lo deseable. op. cit., p.38.
72
Paralelamente, lejos de la industria se venía desarrollando un circuito de exhibición
alternativo nucleado principalmente en torno a gran cantidad de cine clubes. El Cine Club
Núcleo, el Cine Club de Buenos Aires que existía desde 1930 y posteriormente el Cine Club
Argentino, que organizó desde 1933 a 1957, 56 concursos de filmación. Sus fines eran "ajenos
principal es lograr entre sus asociados un perfeccionamiento mayor del arte de filmar" 122 . En
1942 se crea Cine Arte tomando como modelo los Cinéma d´Essai, pequeñas salas destinada a
exhibir los films de vanguardia europeos. Las tertulias organizadas por los críticos e
intelectuales de las revistas de cine especializadas como Gente de Cine (1951), Cuadernos de
Los nuevos realizadores, cortometrajistas y críticos emergen del interior del espacio urbano
ocupando el lugar que el cine comercial había dejado vacante, originando un nuevo modelo
cultural estrechamente vinculado a la idea del artista comprometido con la realidad social 124 .
Compromiso que aún en los años sesenta, debía manifestarse a través de una mirada crítica
que cuestionara los productos culturales del modelo ideológico dominante pero respetando
definición, revolucionaria. Según los jóvenes modernos del sesenta, la esfera del arte
122
MAHIEU, J.A. (1961) Historia del cortometraje argentino, Santa Fé: Ed. Documento, del Instituto de
Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral. p. 16.
123
"Nuestro cine se había convertido en una pirámide de intereses pequeños (sólo dos empresas, Sono Film y
Artistas Argentinos Asociados mantenían una producción estable, gracias a su organización y su distribución
propia) donde no cabía ni la audacia industrial ni la artística y donde la dependencia llegaba hasta los cuadros
técnicos, estratificados en el marco estrecho de la rutina. Una industria cerrada sobre sí misma, cada vez más
lejos de su público y con un cuerpo asfixiado por la falta de horizontes. Tal el cuadro que se presentaba a los
jóvenes que deseaban manifestarse a través del lenguaje del cine". MAHIEU, J.A. op. cit., p. 11.
73
acompañaría las transformaciones sociales produciendo una revolución estética. Esta
capitalista y, en consecuencia, el arte burgués. Como señala Terán, dentro del clima
intelectual y cultural de la época, "lo burgués" con todas sus connotaciones se convirtió en el
término que le daba a la crisis de valores imperante una dimensión social y política.
alternativa del nuevo cine, sino que generó un polo estético y político de protesta contra el
cine comercial y, de este modo, estableció un espacio cultural en el cual las identidades
124
Para desarrollar esta noción de "intelectual comprometido" Cfr. con TERÁN, O. Nuestros años sesenta, op.
cit., pp. 17-26.
125
TERÁN, O. op. cit., p. 70.
74
cultivadas, (...) permiten dar cuenta de esa tenaz vivacidad intelectual que se
Sin embargo, en el gobierno de Frondizi en 1958 se lleva a cabo una política estatal de
Cinematografía 127 .
actividad no comercial que cubre las necesidades de sectores cada vez más
Los nuevos cineastas imbuidos del impulso modernista y renovador del cine europeo
trazan un circuito urbano periférico a partir del cual se aglutinan una serie de
Por un lado, la corriente inaugurada por Birri con el film documental Tire dié, en el
que el documental restituye a la imagen la fuerza de un cine vinculado a la realidad social. 129
126
SIGAL, S. op. cit., p.107. Sería interesante vincular el fenómeno de los cine clubs con el análisis que hace la
autora de los grupos de estudio.
127
Después de la caída de la producción nacional a 15 películas en 1957, el clima de efervescencia democrática
y la implementación de una política de estímulo a la producción independiente logró que se elevara la
producción a 39 largometrajes en 1958 y 31 en 1959. También se acrecentó notablemente la producción de
cortometrajes que en 1959 fue de 31 películas y en 1962 de 50.
128
MAHIEU, J. A. op. cit., p. 23.
129
Aunque no es la intención profundizar en el análisis del film es adecuado resaltar que su novedad no es solo
la incorporación de una marca indicial en la imagen sino la relación entre la producción del film y la
intervención social, ya que la película es una creación colectiva y pedagógica como primer producto de la
75
El grupo Cine y Liberación deviene de este impulso transformador del cine como herramienta
Birri, deja lugar a un montaje constructivo y a una imagen saturada que en La hora de los
hornos adquiere su expresión más acabada. Por otro lado, la corriente que podríamos llamar
modernista que se inicia con Torre Nilsson; dentro de esta línea se ubican autores como David
Kohon, Manuel Antín, Simón Feldman, Rodolfo Kuhn, quienes desplazan el interés activista
del cine político hacia una puesta en crisis de la referencia a través de un trabajo experimental
Unos años más tarde, estas tendencias se irán radicalizando hasta constituirse en
ideológicas se deba a la rápida respuesta del mercado en su afán por apropiarse de las
tendencias críticas del arte moderno. Pero, también a la irrupción en el ámbito político de un
nuevo actor social fuertemente politizado: la nueva izquierda 130 . La revolución cubana de
revoluciones en América Latina no las hacían los partidos comunistas sino los movimientos
Escuela Documental de Santa Fe. Desarrollé este tema en "Una mirada socio-histórica sobre la Escuela
Documental de Santa Fe". Trabajo presentado Primer Encuentro de Arte Alternativo. Rosario, Santa Fe.
Argentina. 1990.
130
Con este nombre se denominó a la intelectualidad de izquierda que se diferenciaba de los partidos de
izquierda tradicional como el Partido Comunista y Socialista. “Existieron de esa manera estrategias que
implicaron un enriquecimiento de enfoques porque pudieron combinar una ruptura respecto del estalinismo poco
antes dominante dentro del marxismo con una traducción de nuevos referentes teóricos al caso argentino, como
la constituida por la introducción de los textos gramscianos.” TERÁN, O. op. cit., p. 103.
76
trazar un puente entre intelectuales de izquierda y peronismo a través del nexo del
inminente, la impronta europea del cine de los sesenta era considerada como un fenómeno de
colonialismo cultural. Por el contrario cobraba fuerza la creencia de que los artistas debían
han hecho del artista un ser total, político – comprometido o cómplice, pero
En otras latitudes y varias décadas después, volvía a surgir con inusitada vigencia la
polémica que había desvelado a los modernistas europeos. Las discusiones de Adorno,
Benjamin y Brecht sobre la función social del arte y su papel revolucionario en las
131
Editorial del Grillo de Papel, Buenos Aires, n. 6, octubre-noviembre 1960, p. 2. citado en TERÁN, O. op.
cit., p. 98.
77
arte se comunicaba, al parecer definitivamente, no con la “vida” sino con
Sin embargo, si bien “la cultura popular” y el “pueblo trabajador” eran las banderas
enarboladas por los cineastas del Tercer Cine y el Grupo Cine y Liberación, el gusto popular
seguía siendo más afín a las producciones esteriotipadas del cine comercial que a las
Quedan delimitados así dos espacios: por un lado, el cine de industria y por otro el
etapas: la de la generación del sesenta, dónde coexistían diferentes formas de exploración del
Sin embargo, si bien ambos espacios -los nuevos cineastas y el cine comercial-, se
presentan como espacios mutuamente excluyentes, es preciso analizar las tensiones tendientes
Leonardo Favio
En esta perspectiva el cine de Favio constituye una vía de acceso para indagar el
132
SARLO, B. (1998) La máquina cultural. maestras, traductores y vanguardistas, Buenos Aires: Ed. Ariel. p.
253. En el capitulo III “La noche de las cámaras despiertas”, Sarlo analiza la experiencia vanguardista de un
grupo de cineastas que se opusieron a los cánones establecidos por la vanguardia política de los setenta. De este
modo la reconstrucción de un evento efímero ocurrido en Rosario muestra que la identificación entre arte y
política en los setenta no constituía un fenómeno homogéneo sino que estaba atravesado por tensiones internas
al campo artístico.
78
El cine de Favio traza un itinerario atípico. A diferencia de la mayoría de los cineastas
vincula con las nuevas estéticas de la vanguardia europea. El cine de Favio cruza la frontera y
con su primer film Crónica de un niño solo (1964) ingresa al mundo de los artistas de
vanguardia para desde allí, poner en crisis el enfrentamiento entre la fuerza modernizadora y
el horizonte despreciado de la cultura popular. Este intento coincide con el momento en que
los intelectuales de izquierda, tras el derrocamiento del peronismo, comienzan a repensar los
Los films de Favio puede pensarse como un tipo de lenguaje que intenta explorar las
posibilidades de un cine que sea a la vez político y popular, pero desde una perspectiva
Cruz y el Lobo, Soñar Soñar) no se inscribe dentro de la concepción del cine militante llevado
a cabo por los cineastas del Grupo Cine y Liberación quienes se proponían convertir a la masa
en un pueblo revolucionario, sino que va a buscar al gran público allí donde se encuentra: en
A partir de Juan Moreira, pero más aún con Nazareno Cruz y el Lobo, el cine de Favio
da un giro inusitado. El abandono de un depurado estilo que mostraba historias con contenido
social a través de un discurso formalmente sofisticado, dió lugar a una estética compuesta con
79
definitiva todo lo que pueda vincularse con el Kitsch. Esto provocó el rechazo de aquellos
intelectuales que unos años antes le habían abierto las puertas del selecto mundo de la
Es posible que el desplazamiento del cine de Favio hacia géneros más comerciales
haya sido percibido como una traición y una concesión de la vanguardia a la gran industria.
interpretar este gesto como un acto radicalmente vanguardista, en la medida en que afirma la
autonomía del artista a la hora de elegir que filmar. La incorporación de materiales poco
estética.
Perón volcó en las calles céntricas de Buenos Aires un sedimento social que
hablando en otro idioma, vistiendo trajes exóticos, y sin embargo eran parte
Favio hace irrumpir en el interior de las estrategias discursivas del nuevo cine
argentino ciertos estilemas provenientes de los géneros menores y con ello produce una crítica
de doble alcance: transforma los esquemas discursivos del género, al mismo tiempo que
133
En su libro Cine Argentino entre lo posible y lo deseable, Getino le dedica a Favio unas pocas líneas a
propósito del estreno de Juan Moreira. “El tono del film lindaba por momentos con la épica, aunque ciertos
efectismos le restaban hondura dramática, o por lo menos, disminuían aquella poesía auténtica que había estado
presente en películas anteriores de Favio. Si Juan Moreira se trasformaba en uno de los mayores éxitos
80
impone al mundo ilustrado de los artistas de vanguardia el universo simbólico de ese pueblo
que debía protagonizar el verdadero cambio cultural, pero que en definitiva, pocos conocen.
de Favio no inscribe una imagen idealizada y homogénea, que tanto el peronismo como la
nueva izquierda articulan a través de las figuras del pueblo trabajador y de la clase obrera.
Estas categorías delimitan marcos ideológicos diferentes, pero comparten una definición de la
comerciales del cine nacional, la razón no había que buscarla tanto en el film mismo, como en las circunstancias
y el estado de ánimo que enaltecía a las grandes masas.” op. cit., p. 63.
134
En TERÁN, O. op. cit., p. 48.
81
El Dependiente
un niño solo (1964) y continúa con El romance del Aniceto y la Francisca (1965/6). Desde su
primer film, la influencia del neorrealismo, de Torre Nilson y del cine de Bresson, traman la
imagen que vincula estéticamente el cine de Favio con la generación del sesenta. En este
hacia el Kitsch.
una estética que no sólo abordara temas propios sino que también poseyera
Ahora bien, ¿cómo es esa mirada auténtica sobre lo auténticamente popular? y ¿cómo
simple, o al menos aparentemente simple: dos espacios (la ferretería y la casa de la Srta.
Plasini), cuatro personajes, una historia de amor, una muerte esperada, un crimen.
135
OUBIÑA, D. AGUILAR, G. M. (1993) De como el cine de Leonardo Favio cantó el dolor y el amor de su
gente, emocionó al cariñosos público, trazo nuevos rumbos para entender la imagen y otras reflexiones. Buenos
Aires: Ed. Nuevo Extremo. p. 14.
82
La primera imagen del film presenta al verdadero
imaginaria de un mundo regido por vínculos personales. Y con los títulos aparece un
personaje, escaleras, un niño, figuras superpuestas en el fondo inmóvil. Pero este estatismo
advertirse el movimiento casi imperceptible de las hojas del árbol – sino en virtud de la
La voz en off introduce el tiempo: una elipsis sin cortes de 25 años de historia sin
acontecimientos.
...Y fue así. Fernández entró a trabajar en la ferretería, para ese entonces
Don Vila era ya tan viejo como ahora. Desde el primer día Fernández fue
niño que había sido y Fernández en Don Vila al viejo que sería. Los límites
de sus ambiciones y metas están marcados por el rectángulo del salón que
ensayados en la sucesión infinita de una historia sin extensión que ha erosionado a personajes
y objetos hasta dejar de ellos tan solo relaciones de medida y distancia. Definidos
geométricamente, los cuerpos exhiben posturas modeladas por el hastío, hasta sus deseos han
83
A partir de la secuencia de títulos quedan planteados los tres niveles que no cesarán de
entrelazarse a lo largo del film: un espacio acotado, un tiempo ritualizado y unos cuerpos
Fernández de que Don Vila se muera, deseo que gira en torno a la cuestión de la salud y la
enfermedad de Don Vila y el deseo de Fernández por la Srta. Plasini que debe ser reprimido
se encadena con otras disyunciones que configuran la dimensión simbólica del film en el
discurso indirecto libre; y por último, a modo de síntesis de las anteriores, la creación de una
de la imagen tiempo, al crear situaciones ópticas y sonoras puras que tienden a disolver los
cámara describe, minuciosa, un espacio abigarrado por el tiempo; la acción sucede con la
acompaña la mirada nerviosa de Fernández: una falsa subjetiva descubre la presencia de una
84
rata mientras es observada por el rostro tenso de Fernández. Corte. Primerísimo primer plano
de la boca de Don Vila. Corte. De nuevo, Plano detalle de los ojos de Fernández. Corte. Plano
cercano de la rata. El ritmo de las miradas de acelera y al grito de “¡Una rata, Don Vila!”,
Esta secuencia muestra una nueva relación entre dos oposiciones que no han dejado de
pero también una nueva manera de hacer surgir las situaciones límite o excepcionales, incluso
de darle una nueva entidad a la excepción. En efecto, las situaciones más triviales desprenden
impulsos contenidos, acumulados, iguales a la fuerza viva de una situación-límite, pero que
ha perdido su carácter dramático: una rata, un gato, un escarabajo son las fuerzas malignas
la segunda secuencia, -dónde se narra el primer encuentro entre Fernández y la Srta. Plasini-
entonces, la cámara se aleja también violentamente abriendo aún más el cuadro, como si el
85
Todo el espacio se carga de las cualidades subjetivas, la situación se vuelve sensible y
los objetos cobran una realidad material autónoma que los hace valer por si mismos
adquiere una relevancia inusitada que determinará la relación entre los personajes: más que la
pasión, los une la necesidad de localización. Para Fernández, la muerte de Don Vila lo
además casarse con la Srta PLasini. Para la Srta Plasini es la posibilidad de huir de la casa de
la madre acechada por la presencia de su hermano deficiente. En este drama donde los
personajes detentan una subjetividad escueta, todo parece escaso: las locaciones, las
situaciones que se repiten en cada espacio, los mismos encuadres una y otra vez, y en
consecuencia los mismos puntos de vista: punto de vista de la madre desde el interior de la
cocina; punto de vista de Fernández cuando focaliza temeroso a los animales y deseoso a la
Srta. Plasini y punto de vista del enunciador, aglutinando por momentos las miradas de todos
subjetivas.
La preocupación por el espacio fue un sello distintivo del nuevo cine argentino. En el
identidad del espacio y un espacio para la identidad: el campo/la ciudad; París/Buenos Aires;
la villa miseria/la gran ciudad. En Crónica de un niño solo la villa es el margen y como tal,
Impar presentará a Buenos Aires y París como las ciudades que liberan el juego recurrente de
la memoria, y será un rebote de pelota el nexo trivial, casi nostálgico, que va de la felicidad de
86
la casa familiar a la soledad fantasmática de una ciudad que sólo se reconoce cuando se
nombra 136 .
relación empática entre medio y personaje que caracterizara al cine de la época y a sus
películas anteriores; por otro, produce un desplazamiento de sentido, los espacios adquieren
Este proceso que va de la cena inicial hasta la última cena envenenada -preparada con
la misma precisión y naturalidad con la que se lleva a cabo una receta de cocina- tiene un
desarrollo progresivo.
En el nivel de las acciones las dos cenas reproducen la organización bipolar que
articula el relato: En la primera, la situación de base gira en torno a una acción habitual y
palabra pronunciada y cada gesto realizado durante la cena de apertura, aunque esta vez la
función Don Vila haya sido remplazada por la función Srta. Plasini y la negación del acto de
comer se lleva a cabo por la inversión retrospectiva del sentido de la acción: la preparación de
la sopa (que en la primera secuencia estaba ligada al cuidado de la salud de Don Vila) en la
secuencia final deviene causa de muerte. La cena de apertura encuentra su doble especular en
136
Para un análisis más detallado del film de Manuel Antín La Cifra Impar, ver FERNÁNDEZ, G. "La Cifra
Impar/Cartas de mamá; Cortázar/Antín", en CineSofía 2, Santa Catarina, Brasil, 1994. También TORLUCCI, S.
87
imaginario y real no cesan de comunicarse, la rata, el escarabajo, quizás construcciones
confinado a un obsesivo encierro. Aunque esos otros, los vecinos, la gente, no sean más que
la Srta Plasini cuando Fernández le confiesa inseguro que "siente el amor". La Srta Plasini le
teme a los vecinos porque comparte con ellos una subjetividad en trance.
Esta relación entre el fuera de campo y la imagen muestra el nuevo estatuto del Todo
en el cine moderno que se define por la irrupción del exterior en el interior del montaje.
Deleuze describe cómo el fuera de campo localizable con un simple giro del eje de la cámara,
montaje característicos de la imagen movimiento es sustituido por una concepción del Todo
como intersticio: el Todo es el afuera que aparece en la grieta entre dos imágenes dejando ver
el vacío en el que se recortan unas imágenes y otras y otras. Este acoplamiento no expresa una
lógica que remite a un Todo como esquema de relaciones actualizables, sino que, por el
88
contrario, deja ver la irracionalidad que cuestiona -a la vez que fundamenta- un pensamiento
Así, los dos espacios interiores parecen replegarse en otros interiores cuya
profundidad es habitada por miradas vigilantes que delimitan el cuadro: Fernández se acerca a
portal constantemente vigilado desde el interior de una oscura cocina, la luz puntual sobre los
conversadores acentúa la penumbra que circunda la escena y permite adivinar otros interiores
aun más profundos. La Ferretería también se articula en una serie de ámbitos concomitantes
describe un espacio vertical: la fachada, el mostrador desde dónde se ve un poco más arriba
las alacenas, a las que solo se accede a través de una alta escalera, y más abajo, el sótano. La
escasez de las locaciones aparece reforzada por la austeridad reiterada de los encuadres y las
frases mínimas que entre silencio y silencio, sólo parecen cumplir una función fática.
tiempo se dilata hasta convertirse en un eterno presente, solo la añoranza de la muerte de Don
Vila proyecta la acción hacia el futuro para hallar al fin, con la muerte ritual, la clausura del
enunciador, y una nueva mirada cenital, despojada ahora de las escurridizas miradas de los
protagonistas, nos permite ver a los vecinos, para alejarnos al fin de ese pueblo fantasma.
A lo largo del film, la construcción del espacio interior no supone un espacio exterior
antagónico que abriría una línea de fuga, no opone la clausura a la libertad. Por el contrario,
lo que sucede es una reiteración infinita de múltiples encierros dónde el afuera es siempre otro
adentro.
89
Es que el afuera adquiere aquí un estatuto puramente virtual. La Srta. Plasini explica a
Fernández que ella y su madre no salen a la calle por temor a la gente. Fernández, por su parte
susurra sigiloso al salir de una de sus visitas habituales "si me viera algún cliente se
cuando Don Vila habla con un cliente, la cámara contrapicada sólo muestra a Fernández en la
escalera. Extraño pueblo anónimo donde la presencia de los otros adquiere una representación
vínculos basados en triviales gestos cotidianos a partir de los cuales se dibuja la trama
Como en una pesadilla, Fernández entra por error a través de la puerta contigua de la
casa de la Srta Plasini a una sesión en el templo espiritista, allí está el pueblo, una multitud
homogénea de caras sin gesto que observan poseídos a una muchacha en trance. Son los
mismos que miran absortos a Fernández cuando frente a la puerta de la Ferretería llora la tan
Sin embargo, esta masa maníaca que presiona desde una exterioridad imposible, más
hostil cuanto más fantasmal, no sólo impide trazar una frontera entre el afuera y el adentro,
vista de la madre, espiando desde la cocina, y vigilado por un punto de vista trascendente(la
90
mirada de los otros) con su correlato empírico en la actitud represiva de los personajes,
personajes, como todo sistema cerrado, produce una entropía negativa que arrasa con la
diversidad. La Srta Plasini le muestra a Fernández una foto de su padre sin advertir que ambos
rostros son idénticos. Metáfora de homogeneización que al desplegar toda su fuerza heurística
describe un mundo de violencias contenidas: Fernández, Don Vila, la Srta Plasini y su madre
aglutinan semánticamente a los otros, porque los otros son la medida a partir de la cual se
en el cine político clásico, la evolución o el cambio del estado de cosas preexistente dando
lugar a una transformación que abriría nuevas líneas de acción. En el cine de Favio, la
detenido en un tiempo mítico o abstracto. Así, lo religioso adquiere aquí una fuerza pulsional
Poner en crisis sin plantear una salida: la narración ya no se construye sobre una
posibilidad de evolución, de toma de conciencia como salto cualitativo (la tan esperada toma
91
Deleuze afirma que si hay algo que caracteriza al cine político del Tercer Mundo –a
o mejor aun la conciencia de que el pueblo ya no existe o no existe todavía. Muchos de los
cineastas de la generación del setenta, aquellos que hicieron del cine un manifiesto político,
participaban aún de la concepción clásica del cine político: imaginaron el rostro de un pueblo
que a través de una toma de conciencia, que el cine produciría, se constituiría en actor del
El cine argentino tenía como protagonistas a los campesinos, los obreros, los
desposeídos. Sin embargo, era una imagen heroica del pueblo: el cine debía mostrar su
dándole la actualidad que se merece. Es por ello que el cine en tanto arte de masas aparece
como el arte revolucionario y democrático por excelencia al otorgarle a las masas el estatuto
de auténticos sujetos.
hitlerismo que proponía como objeto del cine no ya las masas en condición
unanimismo de los pueblos por la unidad titánica del partido (...) En síntesis,
Podría decirse que si hay algo que caracteriza el cine de Favio es su incansable y
siempre reanudado intento de crear un pueblo, un pueblo para el cine argentino. En este
137
DELEUZE, G. Imagen- tiempo. op. cit., P. 287.
92
Deleuze analiza dentro de la nueva concepción del pensamiento en la imagen-tiempo
Y entonces, ¿en qué sentido el cine es político? Por un lado, en tanto pone en juego un
momento de decisión y con ello involucra la creencia como variable política y, por otro lado,
porque se funda sobre la conciencia de que no hay un pueblo, de que un pueblo siempre está
por crearse.
pueden llamarlo con todas sus fuerzas. Un pueblo sólo puede crearse con
filosofía. Pero los libros de los filósofos y las obras de arte también
anulada, expone la tachadura del individuo a favor de una sociabilidad que lo subsume. Pero
una sociabilidad fragmentada que ya no puede restituirse en una unidad llamada pueblo y que
138
DELEUZE, G. ¿Qué es la filosofía? op. cit., p. 111.
93
solo existe en esa multiplicidad de minorías dónde el asunto privado se hace público. El cine
Es lo que J. Rancière denomina la distorsión constitutiva que funda la política. 140 Esta
común y a la política como disputa argumentativa, la comunidad como escenario donde unos
sujetos que no tenían voz toman la palabra y reclaman, en virtud de la igualdad de todos los
En este sentido, no hay una política de los antiguos y otra política moderna, sino que
existe la política cuando se hace ver el desacuerdo constitutivo que funda la comunidad. En la
actualidad, quienes reproducen el orden policial no dicen que los obreros no son seres
139
PASOLINI, P.P. Lettere luterane. (Trad. Esp. Josep Torrell, Antonio Giménez y Juan Capella Cartas
luteranas. Madrid: Ed. Trotta, 1997.) p. 63.
140
RANCIÈRE, J. La mésentente. Politique et philosophie. Paris: Ed. Galilée. (Trad. Esp. Horacio Pons El
desacuerdo. Política y filosofía. Buenos Aires: Ed. Nueva Visión. 1996). Esta configuración de lo político se
remonta a Aristóteles y a la constitución de unos axiai que, sobre la base del principio de igualdad, determinen
las partes de una comunidad allí donde no hay "naturalmente" partes del cuerpo social. Aristóteles delimita tres
axiai fundamentales: los oligoi cuya virtud es la riqueza, los aristoi que son los mejores, y el demos que tiene la
propiedad de ser libres. Es en esta característica del pueblo (demos) donde Rancière encuentra la paradoja misma
de la democracia y la verificación de la distorsión que funda el orden político por excelencia.
El problema es que el demos se adjudica como propia una cualidad que es condición de todos los integrantes de
la comunidad, es decir "puesto que la libertad–que es simplemente la cualidad de quienes no tienen ninguna otra:
ni mérito, ni riqueza– se cuenta al mismo tiempo como la virtud común. Permite al demos identificarse por
homonimia con el todo de la comunidad".
Por lo tanto lo que aporta el pueblo es un litigio, en el doble sentido de propiedad litigiosa porque positivamente
no le pertenece y también en la identificación de los que no tienen parte en nada con la comunidad como todo,
explicitando el daño, o la distorsión constitutiva que funda la política. Por lo tanto, para Rancière el pueblo es la
clase, en sentido estricto, en tanto es la que permite ver la distorsión.
94
recibida por un obrero con el nombre de salario podría convertirse en un
Es por ello, que para Rancière la institución de la política se identifica con la lucha de
clases, pero no entendida como la disputa entre clases existentes -categorías correspondientes
a sus funciones- que debaten en un terreno común sus intereses, sino en el sentido del demos
griego, como clases cuya cualidad es un universal. "El proletariado no es una clase sino, la
disolución de todas las clases, y en eso consiste su universalidad, dirá Marx" 142 . El
instituye el orden social, y tiene lugar por un proceso de subjetivación que pone en juego
dicha distorsión.
Hay política cuando hay una parte de los que no tienen parte, una parte o un
opongan a los ricos. Antes bien, hay que decir sin duda que es la política
(...) la que hace existir a los pobres como entidad (...) Al margen de esta
Entonces, si se piensa que la política concierne también al cine se podría afirmar que
las películas de Favio fuerzan la racionalidad del cine político de la década del sesenta al
poner de manifiesto que ese pueblo del cine no era más que una construcción fantasmática
que poco tenía que ver con el pueblo, fundamentalmente porque el pueblo no existía aún. La
función del cine no es crear un pueblo, ni siquiera representarlo, sino solo inscribir su
141
RANCIÉRE, J. op. cit., p. 71.
142
RANCIÉRE, J. op. cit., p. 33.
95
ausencia, y de ese modo hacerlo presente. Si El Dependiente aparecía como la huella siniestra
de un pueblo ausente, con Nazareno Cruz y el Lobo el pueblo irrumpe brutal, violento,
desaliñado, y Kitsch, no es un pueblo ideal, porque ni siquiera supone una idea de pueblo, ya
ambiguo que abarca fenómenos tan diversos como preferencias alimenticias y modos de
"Basta de películas para cineclub" 144 dirá Favio y afrontando la crisis de las
instituciones estatales, ira a buscar en la industria del entretenimiento masivo el dinero que le
143
RANCIÉRE, J. op. cit., p. 25.
144
OUBIÑA, D. AGUILAR, G. M. op. cit., p. 80.
96
Nazareno Cruz y el Lobo (1974) es la segunda película de la nueva trilogía que
comienza con Juan Moreira (1972), después de cuatro años de ausencia, y culmina con Soñar
Soñar en 1976, estrenada meses antes del golpe militar. Durante esta época el cine de Favio
dilatado en un eterno presente, dejan lugar a un mundo saturado, convulsionado por intensas
pasiones, un mundo que ha perdido ya toda referencia cronológica, para hallar en el mito, el
fundamento de la historia.
y a Nazareno con el lenguaje artificial pero efectivo del Kitsch. Este tipo de clasificación
supone la persistencia de un modelo cultural poco eficaz para analizar los intercambios que se
han producido entre la vanguardia y el kitsch, al menos, desde que el pop-art inmortalizó los
producen entre una configuración espacio-temporal ligada a las estrategias discursivas del
que facilita la utilización de operaciones típicas del Kitsch, pero que una vez incorporadas el
145
En esta época Favio se convierte en cantante popular de éxito masivo y recupera su experiencia de actor en
films netamente comerciales como Fuiste mía un verano (1969) de Eduardo Calcagno y Simplemente una rosa
(1971) de Emilio Vieyra.
146
En términos de Laclau la lógica de toda estructura supone la dislocación como efecto de la indecidibilidad
constitutiva de todo sistema: la sistematicidad del sistema en tanto relaciones diferenciales se define por el
establecimiento de sus límites, estos, necesariamente involucran lo que está fuera de esos límites delimitando
otro sistema de diferencias que el primero no puede determinar si son externos o internos a él. Ahora bien, el
anclaje en la contingencia no está previsto en la lógica de la estructura, sino que es el momento de decisión. Pero
de una decisión tomada en el interior de una estructura que no está determinada y que reclama la paradoja de una
97
texto generan una serie de estrategias de hibridación que disuelven la pertenencia de los
estilemas a su cultura de origen. Se crea entonces, una nueva coherencia basada en procesos
Desde el comienzo del film tres disyunciones de distinto nivel textual se presentan en
la secuencia de título 147 . Primero el título: Nazareno Cruz y el Lobo: aglutina los términos del
agon y anticipa sus multiples presentaciones: el bien y el mal; dios y el diablo; hombre y
del nacimiento de Nazareno, y como todo mito supone la creación de un relato de origen que
afina el presente arruinando toda cronología 148 : origen mítico del personaje que ha sido
marcado con la maldición del siete; y doble origen del cine: uno de linaje bastardo que
rememora la pertenencia del cine a los medios de comunicación masiva "la famosa
radionovela de Juan Carlos Chiape", y otro clásico, ligado al expresionismo alemán: ese
punto de fuga dónde reenvía todo film que haga referencia a la oposición eterna entre la luz y
las tinieblas 149 . Entonces, si la radionovela marca el compás de las acciones según una lógica
decisión basada en una experiencia de indescidibilidad. Ese "momento de locura" - que es la decisión- es
también, para Laclau, el lugar del Sujeto, un Sujeto cuya sedimentación teórica se remonta a Spinoza, para
finalmente con Lacan encontrar su lugar como resultado de una falta, o en términos de Laclau como resultado de
una identidad estructural fallida que debe autoafirmarse en el acto de decisión. LACLAU, E. (1996)
“Deconstrucción, pragmatismo, hegemonía”. en MOUFFE, Ch. comp. Deconstruction and pragmatism, Nueva
York: Routledge. (Trad. esp. Marcos Mayer. Deconstrucción y Pragmatismo, Buenos Aires: Paidós, 1998. y
LACLAU, E. (1990) New Reflexions on the Revolution of Our Time, Londres: Verso. (Trad. esp. Ernesto
Laclau. Nuevas Reflexiones sobre la revolución en nuestro tiempo, Buenos Aires: Ed. Nueva Visión, 1993.
147
Vale aclarar que esta enumeración no supone ningún valor axiológico sino que solo cumple una función
analítica.
148
Un estudio sobre las operaciones simbólicas del mito lo encontramos en FERNÁNDEZ, G. (1984) “El mito
como lenguaje” La Palabra y el Hombre, N° 50, México.
149
Reminiscencias del expresionismo y con él de esa relación de contrarios que no se identifica ni con un
dualismo ni con una dialéctica. La luz se opone a las tinieblas como dos potencias infinitas mutuamente
dependientes, pero esta tensión incesante no culmina en una síntesis o superación a partir de la cual un nuevo
mundo se hace posible, no se proyecta hacia un futuro sino que conduce inexorablemente al pasado, un pasado
98
Ya en la primera imagen la naturaleza, violenta, ocupa todo el espacio habitable, en un
cielo tormentoso y abigarrado de nubes oscuras los relámpagos trazan finas líneas de luz. De
Lechiguana. La voz aguda de la bruja corta el aire para anunciar la profecía: Nazareno es el
séptimo hijo varón y, según la tradición, en las noches de luna llena vagará por los campos
hecho lobo.
nariz brotan secreciones que parecen extraídas de la tierra, mientras la boca casi sin dientes
repite con tono monótono e íntimo una canción prácticamente ininteligible, sólo alcanzamos a
escuchar algunas frases: "con un cuchillito", "veinte, veinte tripas calientes". Todo en la
secuencia anticipa la tragedia y nos introduce por la via del mito en un mundo sin
determinación ni historia.
La vida no orgánica de las cosas, una vida terrible que ignora la sabiduría y
decir, para el espíritu inconsciente perdido en las tinieblas, luz ahora opaca,
lumen opacatum. Desde este punto de vista, las sustancias naturales y los
no localizable que constituye el origen de todas las cosas. Esta caída al estado anterior, no orgánico que persiste
como una fuerza disociadora en las distinciones artificiosas del mundo aparente es, según Deleuze, el primer
principio del expresionismo.
150
DELEUZE, G. La Imagen- movimiento. op. cit., p. 79.
99
En tercer lugar, la voz en off del narrador explicita la instancia de la enunciación y
...Y así fue que se empezó esta historia, la más real que en todo el mundo ha
sido, así fue que se empezó este cuento que el diablo contó a mi abuelo y
apertura en el relato popular "y así fue" delimita dos enunciados homólogos en su estructura.
Sin embargo, la similitud sintáctica refuerza la diferencia semántica y produce una disyunción
historia, tan verídica que parece haberse empezado ella misma, en un tiempo que es el
momento mismo del inicio del tiempo. Sin embargo, este relato ha llegado hasta nosotros a
través de una serie insólita de narradores, y como se sabe, la historia, a fuerza de ser contada,
se transforma en cuento para hallar al fin su lugar en la memoria social. Así, la historia real
Así, la voz en off, al trazar una genealogía imposible –el narrador, su abuelo y el
diablo- no solo pone en crisis el estatuto epistémico de la referencia, también produce una
distorsión a nivel de la enunciación que anticipa el carácter feerico del film. No es el punto de
vista del Diablo el que resulta imposible, bastaría con crear el verosímil adecuado, sino la
100
naturaleza fantasmática de la enunciación cinematográfica 151 . La serie aberrante,
despersonaliza la narración, y hace posible a partir de la identidad entre la voz del Diablo y la
Esta empatía que el lenguaje produce por el acoplamiento de los presentes (dimensión
temporal hacia el pasado y hacia el futuro), abre un campo histórico 152 donde conviven todos
los seres y así, la representación vuelve a hallar en el tiempo de la historia el no tiempo del
mito.
Una vez planteados los distintos elementos que componen la trama discursiva, la
historia puede comenzar. Aunque, para ser más precisos, esta historia como ocurre en la
tragedia clásica ya ha sido contada. Solo resta esperar que las situaciones se desencadenen
misma no reviste mayor complejidad, pero es preciso señalar que en el primer caso el discurso
151
Bettetini analiza el estatuto específico de la enunciación audiovisual afirmando que la tecnología
cinematográfica y electrónica producen un efecto de desmaterialización de los sujetos que intervienen en el
intercambio comunicativo. Si bien, todo sistema significante crea sujetos textuales que son inmanentes al texto,
el cine precisamente por la naturaleza fantasmática de los significantes puestos en juego borra todas los cuerpos
materiales implicados en su práctica, “en la dialéctica entre el simulacro del sujeto enunciador y la prótesis
simbólica del sujeto enunciatario, se desarrolla la clausura del sentido, pragmática, del texto” BETTETINI, G.
(1984) La conversación audiovisual. Problemas de la enunciación fílmica y televisiva, Madrid: Cátedra. p. 61.
Ver también GAUDREAULT, A; JOST, F. El relato cinematográfico. Cine y narratología. Barcelona: Ed.
Paidós, 1995.
152
Ricoeur muestra como la posibilidad de la experiencia histórica está ligada a la relación de acomplamiento
entre un campo temporal y otro. Esta relación se basa en el principio de analogía en tanto principio trascendental
de nivel superior, “esos campos son análogos en el sendio en que cada uno de nosotros puede, en principio,
ejercer como cualquier otro la función del “yo” e imputarse a sí mismo su propia experiencia (...) la analogía
implícita en el acoplamiento no es, desde ningún punto de vista, un argumento, (...) procede aqui por
transferencia directa de la signigicación “yo”. Como yo, mis contemporáneos, mis predecesoresa y mis
sucesores pueden decir “yo”. De este modo estoy historicamente ligado a todos los otros.” RICOEUR, P. “La
imaginación en el discurso y en la acción” en Hermenéutica y acción. De la hermenéutica del texto a la
hermenéutica de la acción. Buenos Aires: Ed. Docencia.
101
un pueblo que ha olvidado el destino terrible que lo acecha y vive saturado de felicidad,
rodeado de la otra naturaleza: la naturaleza edénica del amor y la belleza. Y con la llegada del
amor aparecerá el diablo a hacer cumplir la profecía o apropiarse del alma buena de
Nazareno. A partir de este momento, la progresión se articulará en torno a la lucha entre dos
definitiva, una Naturleza inorgánica, sin sustancia, y por lo tanto, ni buena, ni mala.
virtual. Por el contrario, desde el comienzo el film presenta un pequeño y pobre poblado rural
emplazado en el centro de la naturaleza entera: cielo, tierra, tierra seca por el calor, tierra
blanca de nieve, ríos, selvas, montañas. Este pueblo no esta situado, pues su localización es
ilimitada. En este espacio u-tópico, la cualidad de la naturaleza va pasando por varios estados
que son ellos mismo descripciones de situaciones más que un paisaje dónde se desarrollan las
acciones. Así, en la primera secuencia tanto los personajes como la tierra, el cielo y el viento
que azota a casas y animales han sido afectados por la tragedia del nacimiento del séptimo
Estos movimientos mundializados (movimiento del viento que arrasa consigo todo a
lenta o del zoom sorpresivo) producen una homogenización que abarca tanto a la Naturaleza
como a los objetos artificiales. No hay por un lado una naturaleza edénica y por otro una
diabólica, sino que la explicitación del artificio cinematográfico hace pasar a los personajes
de un mundo a otro, otro mundo que es el mismo, unas veces atravesado por pasiones
102
La naturaleza diabólica se presenta por medio de encuadres saturados de
sobreimpresiones y contrastes de luz y sombra; es que, como dijimos, no hay imagen del mal
que no se halle marcada por el recuerdo del expresionismo con sus encuadres profundos y
abismales. En este mundo de pasiones terribles las fuerzas inorgánicas corrompen los
cuerpos. Así, en la escena de la muerte de los hermanos y el padre el río parece desgarrar a los
jinetes hasta hacerlos desaparecer en un mundo acuático; también, la caída de Nazarano a las
cavernas del infierno muestra un mundo originario donde animales y humanos son meras
apariencias contingentes, mundo que se remonta al comienzo del lenguaje, comienzo mítico
en el que conviven la sonoridad popular del Guaraní y la declamación erudita del Latín.
Por el contrario, la naturaleza edénica es límpida y plana como una tarjeta postal. En
metonímico, en contacto con la naturaleza, los protagonistas potencian su ser naturaleza: los
amor entre el "verde césped" y "la cascada transparente" la lágrima de Nazareno se homologa
por corte con el caudal del rió hasta convertir a los amantes literalmente en seres de agua.
cinematográficos tan excesivos que han perdido toda funcionalidad narrativa y produce una
distorsión que remplaza lo puro por lo impuro, aun cuando describa la pureza. La belleza,
Griselda entre la multitud del pueblo comienza el leiv motiv que acompaña todas las escenas
103
publicitaria de Griselda y en su cabello platinado levemente movido por el viento. Las
palabras no son necesarias: el amor ha invadido la escena. Entonces, el leiv motiv musical es
remplazado por una melodía coral y la cámara gira en un travelling circular que se repite de
modo idéntico, como si el recurso por si mismo no fuera suficiente. La voz embelezada de un
niño refuerza la imagen: ¡que bonita sos Griselda! Corte. Primer plano de los ojos de
Nazareno. Corte. Sobre un fondo negro un fuego ocupa toda la parte inferior del cuadro. Se
sobreimprime la imagen de Nazareno y Griselda saltando abrazados sobre el fuego (el fuego
de la pasión que los abraza). La cámara gira mostrando al diablo vestido de gaucho. El coro
no se detiene.
Con la primera de las tres metamorfosis, las operaciones del Kitsch entran en un
vértigo que roza lo inverosimil: Rigoletto, banda popular, música coral, espacios nevados y
selváticos, humanos que se convierten en animales, bacantes desnudas que recitan en Latín y
en Guaraní, etc. Este pastiche devela tal falta de pudor, produce una saturación tan poco
funcional, que no hace más que convertirse en una poderosa marca de enunciación. Al
espectador le sucede con el film de Favio algo similar a lo que sucedía con el Pop de Warhol
(cámara lenta, sobreimpresión, música, efectos sonoros, saturación del color) subvierten la
continuidad del espacio-tiempo y con ello las relaciones de causalidad como soporte de la
narración. "Son puras situaciones ópticas y sonoras puras en las cuales el personajes no sabe
actuar y entra en fuga (...) en un ir y venir, indiferente a lo que le sucede" 153 . Es Nazareno
153
DELEUZE, G. La imagen-tiempo. op. cit., p. 361.
104
atrapado en el cuerpo-animal, vagando en las noches de luna llena sin tener control sobre
sus/los actos del lobo, huyendo de los pobladores que se han organizado para matarlo. Nada
puede hacer para modificar su destino, solo le queda ser espectador de unos acontecimientos
que ya han sido dispuestos en el origen del tiempo, al comienzo del film.
Si se toman en cuenta los dos films analizados hasta el momento es posible distinguir
dos representaciones del tiempo. Por un lado, en El Dependiente accedemos al tiempo como
presente dilatado que a su vez es inseparable de una imagen virtual amenazante. Por otro,
inmensidad del pasado, el presente y el futuro a través de una imagen que entra en relaciones
vertiginosas con capas cada vez más profundas de tiempo. Sin embargo, estos dos modos
diferentes de dar una imagen del tiempo no constituyen dos concepciones o dos formas de
pensar el tiempo, sino que se presentan como dos aspectos del tiempo, de una idea del tiempo
no cronológico que siguiendo a Agustín 154 y fundamentalmente a Bergson 155 , Deleuze definió
154
AGUSTIN. Confesiones. Libro XI (versión de Fancisco Montes de Oca), México: Ed. Purrúa. Aquí Agustín
desarrolla la idea del triple presente (presente del pasado, presente del presente y presente del futuro) y su
relación con la Intentio y la distentio animi como la interacción entre la espera, la memoria y la atención. Un
análisis de esta concepción del tiempo lo encontramos en RICOEUR, P. (1985) Temps et récit. i: l´histoire et le
récit. París: Ed. Seuil. (trad. esp. Agustín Neira, Tiempo y narración. Configuración del tiempo en el relato
histórico. México: Siglo XXI, 1995.) Primera Parte. cápitulo 1.
155
BERGSON Matiére et mémoire, 1896; L´evolution créatice (1907); Durée et simultaneité (1922), Presses
Universitaires Françcaisese. 1959. Versión en español Memoria y Vida (1957) textos escogidos por Deleuze, G.
Barcelona: Ed. Altaya 1994; Obras escogidas. México: Agilar, 1963, trad. esp. José Antonio Míguez.
105
subordinación; ya no es el tiempo el que está subordinado al movimiento, es
ante la presencia de los animales, violencia de la madre con el gato por sentarse en el sillón
estandarizados.
montaje, sino que ahora la sucesión pasa a ser una serie. En la serie, el corte entre una imagen
y otra se ha vuelto irreductible a la relación entre los planos que enlaza, en el borde entre uno
y otro se abre una brecha, un intersticio que adquiere valor autónomo. "La primera
consecuencia es que las imágenes ya no se encadenan por cortes racionales, sino que se
encadenan sobre cortes irracionales" 157 . El cine no sería ya la posibilidad de pensar el Todo,
se anula es la relación campo/fuera de campo, en tanto sintaxis narrativa que encadenaría una
series superpuestas: una serie extensa según criterios horizontales de sucesión aleatoria
156
DELEUZE, G. La imagen-tiempo. op. cit., p. 306.
106
(historia/mito; configuración espacio-tiempo); una serie intensa cuando los personajes
una serie vertical o sintética (nivel pragmático) que englobaría a los otros tipos y que se
refiere a la relación disyunta entre los componentes de la imagen visual y los componentes de
la imagen sonora.
tiempo como devenir. Todo en el relato sucede como si estuviera determinado por leyes
férreas de acuerdo a una lógica implacable, sin embargo, la estricta Naturaleza no deja ver
más que la irracionalidad que funda la ley. La secuencia de títulos expone un montaje
articulado según una lógica de relaciones abstractas, los diálogos entre personajes ocurren
nació, lobisón será" le sucede por corte el largo traveling del lamento de la madre mientras
deambula por el pueblo seco, vació y ventoso. Las miradas escurridizas de los vecinos y las
de saltos de eje en la posición de la cámara y puntos de vistas aberrantes los límites del
cuadro nunca remiten a un fuera de campo localizable. El grito final de la madre, “¿por qué a
remite al Todo como el conjunto de las leyes del universo, sino a lo inconmensurable, a una
157
DELEUZE, G. La imagen-tiempo. op. cit., p. 367.
107
Esto constituye el segundo tipo de articulación de la serie caracterizado
Nazareno se convierte en Lobo es significativo que el film no eluda, por medio de una elipsis
sustituye por un proceso artificial, la imagen se vuelve conceptual más que sensible, no
Pero también están los personajes mixtos, aquellos en los que conviven al mismo
se muestra una imagen compuesta por dos cualidades excluyentes pero indiscernibles: el
rostro “lagartijizado” de la lechiguana, un rostro delineado por una fuerza virtual que
constituye la otra cara de la imagen que se ha actualizado (el pasado animal de este presente
humano y no podemos dejar de ver, en el viejo rostro de la Lechiguana, el gestus paciente del
lagarto. Por otro lado, Fidelia es la imagen de una niñez ambigua, como si aún no se hubieran
delimitado los géneros, Fidelia tiene el pelo cortito como un varón y si no fuera por el
femenino del nombre no podríamos darle una identidad sexual. La ambigüedad se refuerza
con la llegada del Diablo, Fidelia exhibe los regalos del forastero: su cuerpo esta cubierto de
108
Por último, está el devenir del pueblo: pueblo hostil en las secuencias iniciales, pueblo
pueblo aún no existía, o solo tenía una existencia virtual, imaginaria, en Nazareno el conjunto
de los pobladores emerge como una fuerza sin sustancia ni cualidad que atraviesa los mismos
estados por los que pasan las fuerzas naturales. No hay un pueblo bueno y un pueblo malo
sino una masa sin identidad, cuya función, como si fuera un coro trágico, no es más que
Así, en la primera secuencia, con el anuncio del nacimiento de Nazareno, las miradas
que asoman esquivas de entre las ventanas conforman un pueblo adverso. Sin embargo, con el
transcurrir del tiempo el pueblo ha olvidado y la terrible profecía solo persiste en la memoria
popular como parodia (Nazareno imitando el aullido de un lobo a pedido de los vecinos
presencia del Diablo es el germen que enlaza el presente con el pasado originario en el que se
que asumirá la forma de una cacería del pueblo contra el pueblo, de pastores contra lobos, de
Por último, esta la serie vertical o sintética que organiza el film desde el punto de vista
configuran un discurso en el que se enlazan los tópicos de la iconografía del Kitsch con las
Resumiendo las características que hacen de este texto una estructura dislocada se
lógica de las acciones, por el contrario, –a través de los falsos racords, los cortes irracionales,
109
las sobreimpresiones, y los movimiento de la cámara de 180°– las situaciones se encadenan
sensaciones: la imagen es leída al mismo tiempo que vista. En segundo lugar, la voz pierde la
referencia propia del directo al ser tratada como doblaje, no solo porque efectivamente esté
doblada, literalmente pegada a la imagen, sino porque no pretende restituir ninguna apariencia
de naturalidad. Ya no hay fuera de campo ni voz en off, sino una serie inconexa de imágenes
y sonidos abstractos que solo valen en función de la idea o la sensación que evocan. Y en
habitan (espacio líquido de los amante, espacio terroso de la Lechiguana, espacio áspero del
diablo).
operación de hibridación que disuelve las jerarquías. Los estilemas y los tópicos del Kitsch
hace que el efecto Kitsch pierda su pretensión de disimulo y valga en tanto artificio.
En su estudio sobre el Kitsch, Eco lo define como una estrategia de engaño más que
110
emerge provocativamente, pero no es intencionada como citación, es pasada
Sin embargo, se advierte que esta presentación del problema supone la idea de que la
suficientemente débil como para poder hacerla propia. Así planteada, la distinción entre
ambas estrategias textuales queda atrapada dentro de las concepciones estéticas de un modelo
demasiado "modernista" que intenta analizar el Kitsch desde los principios elevados del arte
culto.
entreguerras, abre a nuestro juicio, nuevas perspectivas teóricas a partir de las cuales
Es cierto, que Deleuze no se propone realizar una estética general como lo hicieron
Adorno y Luckacs, quizás porque esta empresa estaba ligada, de un modo aún no
158
ECO, U. Apocalípticos e Integrados, op. cit., pp. 122, 123.
111
determinado, al modelo ideológico de la modernidad cultural. Tal vez, después del "fracaso"
burguesa del "arte por el arte", haya que volver a pensar si todavía es posible una definición
159
En “La estética de la formatividad y el concepto de interpretación”, Eco desarrolla a partir de la estética de
Pareyson, la idea de la obra de arte como forma orgánica estructurada según leyes que tienden a la unidad de
elementos diversos. ECO, U. (1968) La definición del arte. Barcelona: Planeta Agostini, 1970.
112
5. CONCLUSIÓN
de minorías a las cuales la cultura de masas tuvo que atender. Y así, paradójicamente, la masa
característicos de las vanguardias— en una función estructural del mercado, que vino a
en una receta académica. Así, el modernismo estético halló finalmente su límite bajo la forma
paradojal que soporta toda ironía: saturados de novedad, la novedad dejó de ser una novedad.
autorreflexivo alejado de la lógica de la vida social. Aunque es necesario remarcar que este
proceso sólo fue posible a partir de la ruptura que produjeron las vanguardias al cuestionar la
validez de los postulados que habían hecho de la autonomía la esencia del arte.
113
Con gesto macabro el Kitsch hace realidad el deseo manifiesto de las vanguardias:
restituyó el arte a la vida, esa fue la callada y demoledora victoria de la Industria Cultural.
Pero también esta realización mostró el carácter utópico del efecto que debía seguirse de ese
la cultura contemporánea demostró que existe una distancia relativa entre algunas formas de
reproducción cultural y social. Así, el debate sobre las relaciones entre fenómenos culturales
Este trabajo se desarrolló en base a la línea teórica de aquellos autores que intentan
incorporar la cuestión de las condiciones materiales de las prácticas culturales sin por ello
para luego poder establecer relaciones entre ellos. Ahora bien, esta hipótesis de la
permeabilidad de las prácticas y los discursos culturales, políticos y económicos, tiene lugar
materiales de los artistas -y con ello su función social y política- se pudo constatar que las
categorías estéticas canónicas del modernismo no soportaron los cambios operados en el arte
114
contemporáneo. Sin embargo esta afirmación no supone necesariamente plantear la
imposibilidad de la función política del arte, por el contrario, reclama reformular los
piensa que la instancia crítica del arte es un atributo vinculado a las premisas ideológicas y
inmanente a la experiencia estética, que debe reconsiderar sus estrategias formales en función
de su eficacia simbólica. Si se parte de esta segunda opción es posible interpretar que los
concepción moderna sino que deben ser analizados desde una perspectiva que las comprenda
a ambas.
Desde este punto de vista, el cine constituye al mismo tiempo un fenómeno típico de
Nouvelle Vague abrieron una grieta en las estrategias narrativas establecidas por los géneros
narrativa que permitió expresar la incertidumbre de los hombres y mujeres ante la crisis del
115
desarrollar a la vez una crítica estética y social. Esta nueva sensibilidad audiovisual actualiza
una experiencia del tiempo directamente vinculada con la implementación a escala global de
mundo exterior (en el que ya no se cree) sino que quedan separada de un mundo exterior.
totalizables y asimétricos.
c) Imágenes en las que la palabra y lo visual alcanzan su propio límite y así descubren
un límite común: más legible es la imagen cuanto más deviene el acto de habla creador
autónomo.
La hipótesis que guió la investigación fue que este particular sistema discursivo
constituye una nueva estrategia enunciativa que rompe con los principios establecidos por las
Fue una época en la que la difícil relación entre arte y política configuró el escenario
Fue una época en la que también resurgieron con inusitada vigencia los debates sobre la
función social y crítica del arte que habían signado el pensamiento moderno y las practicas
116
Sin embargo, las múltiples alternativas estéticas y políticas que compusieron este
sistematización realizada de los rasgos dominantes que caracterizaron estas décadas son
fundamentalmente analíticos y permitió precisar, sobre el fondo heterogéneo del nuevo cine
argentino, los rasgos innovadores que hicieron del cine de Favio un discurso singular y
comercial, los textos fílmicos analizados son adecuados para investigar los cruces entre
partir de los modelos particulares de producción de sentido y no en base a una tipología del
producto.
metropolitanos para articular la experiencia del tiempo -en tanto configuración de mundo- con
el tiempo de la experiencia histórica. En este sentido, el cine de Favio adquiere una dimensión
corresponde con la crisis de las estéticas de vanguardia ante el impacto de la cultura de masas.
El salto estilístico producido por Favio a partir de Juan Moreira parece prefigurar una
reacción frente a la creciente distancia que se había producido entre el cine de vanguardia y
los cánones del gusto del público "en general". Con Nazareno Cruz y el Lobo el joven
117
director, quien había sido aceptado dentro del círculo selecto de los intelectuales modernos, se
asombro de aquellos que lo contaban dentro de las filas del "verdadero" arte y, al mismo
compone de una serie de efectos Kitsch. Este tipo de clasificación implica analizar los textos
estéticos desde un modelo cultural polarizado y, por lo tanto, poco eficaz a la hora de
Por el contrario, se intentó mostrar en los dos films analizados, que los procesos de
también que este proceso no constituye solamente una estrategia formal sino que establece
conexiones con los dispositivos ideológicos y políticos que componen la trama socio-cultural.
particular que realizó de éstos, dejó ver operativamente cómo la sintaxis fragmentaria que
En estas películas se pueden ver los modos de circulación entre distintos niveles
culturales a través del análisis de los procesos de apropiación que los artistas hacen de los
productos de la cultura de masas. Si en este gesto persiste algo de las vanguardias es quizás el
impulso, siempre renovado, de transgredir las reglas del arte. Suponer que el efecto
118
intervención estética en la política, la economía y las prácticas sociales, implica replegar la
exploración teórica hacia posiciones decimonónicas, que si bien gozan de una inmaculada
pureza, poco tienen que ofrecer a la hora de explorar cómo la experiencia estética presiona
mundo que parece hacer del sin sentido, de la belleza apática, a la vez la apoteosis del sentido
y el límite de lo decible.
Por último, interrogar aquel cine, que establece un circuito temporal con los nuevos
contigüidad de lo presente con la ya sido. Es posible preguntarse ¿qué tienen en común los
Tal vez, la idea de que el cine ya no debe filmar el mundo sino nuestra creencia en este
mundo, su único vínculo. Tal vez, el intento de crear un lenguaje que permita actualizar la
119
6. FICHAS TÉCNICAS 160
El Dependiente
Argentina, 1967/68
Guión: Jorge Zuhair Jury y Leonardo Favio (basado en un cuento homónimo de Jorge
Zuhair.)
Musicalización: Vico Verti. Incluye música de J. S. Bach, Francisco Canaro y Juan de dios
Filiberto.
160
Datos obtenidos de OUBIÑA, D. AGUILAR, G. op. cit., pp. 151- 155.
120
Eléctricos: Orlando Festa.
Intérpretes: Walter Vidarte (Fernández), Graciela Borges (Srta. Plasini), Fernando Iglesias
(Don Vila), Nora Cullén (Sra. Plasini), Martín Andrade (Estanislao), José E. Felicetti
(Fernández niño), Linda Peretz y las voces de Leonardo Favio y Edgardo Suarez.
Laboratorios: Alex.
Duración: 87 minutos.
Premios:
Argentina, 1974/75.
121
Guión: Jorge Zuhair Jury y Leonardo Favio (versión libre de la famosa radionovela
Música: Juan José García Caffi con Jorge Candía, incluye “Rigoletto” de Giusseppe Verdi y
“Soleado” de Tacar.
El lobo: Ñaro.
Efectos: Trucar.
Intérpretes: Juan José Camero (Nazareno Cruz), Marina Magalí (Griselda), Lautaro Murúa
(Julián), Nora Cullén (la Muerte), Elcira Olivera Garcés (Damiana), Saúl Jarlip (el viejo
122
Pango), Juanita Lara (Fidelia), Yolanda Mayorani (la madrina del Poderoso), Marcelo
Laboratorios: Alex.
Fecha de estreno: 5/6/75 – Salas: Atlas, Premier, Callao y siete salas de barrio.
Premios:
Premio a la mejor película, Premio a la mejor actriz de reparto y Premio al mejor trabajo de
(1975).
123
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