Yasmina Reza

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Un dios salvaje

Traducción:
Jordi Galcerán


Personajes:
Una sala de estar.
Nada de realismo.
Veronica Ni de elementos superfluos.

Miquel
Anna
Los Camps y los Pérez, sentados frente a frente.
Carlos Debemos darnos cuenta, de entrada, que estamos en casa de
Veronica y de Miquel, y que las dos parejas acaban de
(dos matrimonios, entre 40 y 50 años) conocerse.

Dos grandes ramos de tulipanes en sendos jarrones.

Reina una atmósfera seria, cordial y tolerante.

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VERONICA: Esta es nuestra declaración... Vosotros ya haréis la ANNA: Somos nosotros quienes os damos las gracias. Nosotros.
vuestra... «El 3 de noviembre, a las 17:30 horas, en la Plaza del
VERONICA: No creo que nos tengáis de dar las gracias. Por
Nord, después de un altercado verbal, Víctor Pérez, de once años,
fortuna todavía existe una cultura de la convivencia, ¿no es cierto?
armado con un palo, ha golpeado el rostro de nuestro hijo Pol
Camps. Las consecuencias de este acto son, además de la CARLOS: Una cultura que los niños parecen no haber
tumefacción del labio superior, rotura de dos incisivos, con lesión interiorizado. Por lo menos el nuestro.
de alcance en el nervio del incisivo derecho...
ANNA: Sí, ¡el nuestro!...¿Y cómo tiene el diente, el del nervio
CARLOS: ¿Armado? lesionado?
VERONICA: ¿Armado? No os gusta «armado», ¿que podemos VERONICA: Todavía no lo sabemos. Pronóstico reservado.
poner, Miquel, provisto, equipado...provisto de un palo, está Aparentemente el nervio no ha quedado completamente expuesto.
mejor?
MIQUEL: Sólo hay un fragmento al descubierto.
CARLOS: Provisto está bien.
VERONICA: Sí. Tienen una parte al descubierto y otra todavía
MIQUEL: Provisto de un palo. protegida. Por esta razón, hasta el momento no se lo han
desvitalizado.
VERONICA (corrigiendo): Provisto. La ironía es que nosotros
siempre habíamos considerado la Plaza del Nord como un lugar MIQUEL: Vamos a intentar darle una oportunidad al diente.
seguro, al contrario de la Plaza del Diamant.
VERONICA: Lo más apropiado parece que es intentar evitar una
MIQUEL: Sí, es cierto. Nosotros siempre le decimos, a la Plaza obturación canalar.
del Diamant, no; a la Plaza del Nord, sí.
ANNA: Sí...
VERONICA: Y ya veis... En cualquier caso os agradecemos que
hayáis venido. No ganaríamos nada instalándonos en argumentos
pasionales.


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VERONICA: Y establecer un período de seguimiento para darle al ANNA: Ah, muy bien.
nervio una oportunidad de recuperarse.
VERONICA: ¿Sabes cuál te digo? La de la entrada.
MIQUEL: Mientras tanto, le colocarán unos implantes de
cerámica. ANNA: Sí, sí.

VERONICA: No se pueden implantar prótesis fijas antes de los VERONICA: Ya supondréis que él no quería denunciar a Víctor.
dieciocho años. MIQUEL: No quería de ninguna manera.
MIQUEL: No. VERONICA: Era impresionante ver al pobre niño, casi sin rostro,
VERONICA: Las prótesis definitivas no se pueden fijar hasta que sin dientes, y negándose a hablar.
el crecimiento haya terminado.
ANNA: Lo imagino.
ANNA: Por supuesto. Espero que... Espero que todo acabe bien.
MIQUEL: No quería denunciarlo para no quedar como un chivato
VERONICA: Esperemos. ante sus compañeros. Hay que decirlo, Veronica, el chico es un
valiente.
Breve Pausa.
VERONICA: Es verdad, pero también es valentía tener conciencia
ANNA: Son preciosos, los tulipanes.
de tu deber para con los demás.
VERONICA: Son de esa pequeña floristería que hay en el
ANNA: Por supuesto...¿Y cómo...? Lo que quiero decir es, ¿cómo
mercado de l’Albaceria. ¿La conoces? La que está a la entrada.
conseguisteis obtener el nombre de Víctor?
ANNA: Ah, sí.
VERONICA: Porque hicimos entender a Pol que no le hacia
VERONICA: Les llegan todas las mañanas desde Holanda. Diez ningún favor a ese niño protegiéndole.
euros la docena.

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MIQUEL: Le digimos que si ese muchacho llegaba a convencerse
de que podía ir pegando a los demás de forma impune, ¿por qué
razón iba a dejar de hacerlo?
VERONICA: Le dijimos que si nosotros fuéramos los padres de
ese chico, querríamos sin duda ser informados.
ANNA: Por supuesto.
CARLOS: Sí... (suena el móvil) Disculpadme...(se aparta del
grupo; mientras habla saca un periódico de su bolsillo) Claro que
sí, Maurice, gracias por recordármelo. Bueno, en «les Echos» de
esta mañana, te lo leo...«Según un estudio publicado en la revista
britànica Lancet, recogido ayer por el Financial Times, dos
investigadores australianos han fijado los posibles efectos
neurológicos del Antril, un antihipertensor de los laboratorios
Verenz-Pharma, clasificándolos en una escala que va desde la
pérdida de audición hasta la ataxia.»... ¿A que se dedica vuestro
gabinete de prensa?...Sí, esto lo complica todo... Pues a mí lo que
me preocupa es la junta, tenéis Junta General de Accionistas
dentro de quince días. ¿Hay algun seguro o provisión de fondos
para cubrir este litigio?...Okey... Y, Maurice, Maurice, pregúntale
a tu director de comunicación si van a salir publicadas más cosas
de estas...Y llámame enseguida.(Cuelga) Disculpadme.
MIQUEL: ¿Tú te dedicas...?
CARLOS: Soy abogado.
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ANNA: ¿Y tú?
MIQUEL: Soy distribuïdor de productos para el hogar. Veronica
es escritora, y trabaja a tiempo parcial en una librería especializada
en arte y en historia.
ANNA: ¿Escritora?
VERONICA: He participado en una obra colectiva sobre la
civilización de Saba, a partir de las excavaciones que se
reemprendieron después del conflicto entre Etiopía y Eritrea. Y
ahora está a punto de publicarse, en enero, un libro sobre la
tragedia en Darfur.
ANNA: ¿Eres especialista en África?
VERONICA: Me interesa esa parte del mundo.
ANNA: ¿Tenéis más hijos?
VERONICA: Pol tiene una hermana de nueve años, Carla. Que
está muy enfadada con su padre porque esta noche se ha desecho
de su hàmster.
ANNA: ¿Te has desecho de su hàmster?
MIQUEL: Pues sí. El hàmster ese metía un ruido espantoso por las
noches. Son unos bichos que duermen durante el dia... Pol no
podia con él, le agobiaba muchísimo el escándalo que hacía el
hàmster. Yo, sinceramente hacía tiempo que tenía ganas de


16 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 17

deshacerme de él, y ayer me dije, hasta aquí hemos llegado, lo CARLOS: Sí. Sí. Probablemente...
cogí y lo dejé en la calle. Creía que a estos bichos les gustaban las
VERONICA: Pero...¿lo está, está avergonzado?
tuberías, las alcantarillas, para nada, se quedó petrificado encima
de la acera. De hecho, no son animales domésticos, ni tampoco CARLOS: Se da cuenta de lo que ha hecho. Aunque no era
salvajes, no tengo ni idea de cuál es su entorno natural. Si los dejas consciente de las consecuencias. Tiene once años.
en un claro de un bosque seguro que tampoco iban a estar a gusto.
VERONICA: A los once años ya no eres un bebé.
La verdad es que no tenía ni idea de donde se suponía que debía
dejarlo. MIQUEL: Y tampoco eres un adulto, todavía. No os hemos
ofrecido nada, café, té... ¿Nos queda tarta de manzana, Vero? Una
ANNA: ¿Y lo dejaste ahí fuera?
tarta excepcional.
VERONICA: Ahí lo dejó, y pretendía convencer a Carla de que se
CARLOS: Si no te importa, un café solo, corto, por favor.
había escapado, pero ella no se lo ha creído.
ANNA: Un vaso de agua.
CARLOS: ¿O sea que esta mañana el hàmster había desaparecido?
MIQUEL (A Veronica que va a salir): Y un expresso para mí
MIQUEL: Desaparecido.
también, cariño, y trae la tarta. (Después de una pausa) Es lo que
VERONICA: ¿Y tú, a qué te dedicas? yo digo siempre, sólo somos un montón de arcilla y a partir de ahí
hay que moldear algo. Quizás no llegue a tomar forma hasta el
ANNA: Soy asesora en gestión de patrimonios.
final. ¿Quién lo sabe?
VERONICA: ¿Podriamos sugerir... Y disculpadme que lo plantee
ANNA: Mmm.
de una forma tan directa, que Víctor se disculpara con Pol?
MIQUEL: Tenéis que probar la tarta. Las buenas tartas de
CARLOS: Tendrían que hablar. Eso está claro.
manzana son una especie en peligro de extinción.
ANNA: Es necesario que se disculpe, Carlos. Debe decirle que
ANNA: Es cierto.
está avergonzado.
CARLOS: ¿Qué clase de productos vendes?


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MIQUEL: Accesorios para mobiliario. Cerraduras, pomos de nevera. Estela lo mete todo en la nevera, no hay nada que hacer.
puerta, varillas de cobre, y artículos de menaje, cacerolas, ¿Qué os ha dicho Víctor? ¿Azucar?
sartenes...
CARLOS: No, no. Esta tarta de manzana tiene...
CARLOS: ¿Y te funciona?
VERONICA: Tiene manzana y pera.
MIQUEL: Qué quieres que te diga... No he pillado los años de
ANNA: ¿Manzana y pera?
euforia, cuando empecé el negocio ya estaba difícil. Pero si te
levantas cada día y te pones a visitar con tu maletín y tu catálogo, VERONICA: Mi receta secreta. (Corta la tarta y la sirve) Va a
sales adelante. No estoy a merced de las estaciones, como los del estar demasiado fría. Qué pena.
textil. Aunque, eso sí, los sets para fondues se venden mejor en
ANNA: Manzana y pera, es la primera vez...
invierno.
VERONICA: Mezclar manzana y pera es un clásico, pero tiene su
CARLOS: Sí...
truco.
ANNA: ¿Cuando viste que el hámster se quedaba ahí, petrificado,
ANNA: ¿Ah, sí?
porque no lo volviste a llevar a casa?
VERONICA: Hay que cortar la pera más gruesa que la manzana,
MIQUEL: Porque no podía cogerlo con las manos.
porque la pera se cuece más rápido.
ANNA: Con las manos lo dejaste en la acera.
ANNA: Ah, fíjate.
MIQUEL: Me lo llevé dentro de su caja y lo dejé caer. No soporto
MIQUEL: Pero se calla el auténtico secreto.
tocar a esos bichos.
VERONICA: Déjales que la prueben.
Veronica vuelve con una bandeja. Las bebidas y la tarta de
manzana. CARLOS: Muy buena. Muy buena.

ANNA: Exquisita.
VERONICA: No sé a quién se le ha ocurrido meter la tarta en la

20 UN DIOS SALVAJE
VERONICA: Un chorrito de moscatell. Es un pan con miel y
nueces.
ANNA: Bravo.
VERONICA: Una tarta de manzana –y pera- con un toque del
Penedés. Para seros sincera, me lo enseñó su madre. Es de La
Bisbal.
CARLOS: Moscatell... Es deliciosa. Al menos todo esto nos ha
permitido descubrir una nueva receta.
VERONICA: Hubiera preferido que mi hijo no tuviera que perder
dos dientes para que la descubrierais.
CARLOS: Claro, claro, eso era lo que quería decir.
ANNA: Pues tienes una manera muy particular de decirlo.
CARLOS: Para nada, lo que yo...(el móvil suena, mira la pantalla)
Debo contestar...Sí, Maurice...No,no, nada de derecho de réplica,
lo único que conseguiremos es alimentar la polémica... ¿Oye, hay
provisión de fondos o no?...Mm...Mm...¿Qué tipo de transtornos,
qué es eso de la ataxia?...¿Y esto pasa con dosis
normales?...Cuánto hace que lo sabíais?...¿Y en todo este tiempo
no la habéis retirado del mercado?...No sé, dime tú que significa
en volumen de negocio...Vale, ya entiendo...(cuelga y marca otro
número mientras engulle un pedazo de tarta)
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ANNA: Carlos, podrías estar un poco por nosotros.
CARLOS: Sí, sí, ahora mismo...(móvil)¿Sergio?...Conocían los
riesgos desde hace dos años...Un informe interno, aunque nadie
habia descrito formalmente ningún efecto secundario grave...No,
no tomaron ninguna medida de precaución, no provisionaron
fondos ni dijeron nada en el informe anual... Mareos, andares
ebrios, problemas de equilibrio... De hecho, lo que tienes tú
normalmente (ríe con su colaborador)...Volumen de negocio, 150
millones de dólares... Negarlo todo... El muy idiota quería ejercer
el derecho de réplica. No vamos a replicar nada, y si salen más
noticias haremos un comunicado diciendo que pretenden intoxicar
a la opinión pública quince días antes de la Junta General de
Accionistas... Me volverá a llamar... Ok. (Cuelga)...Casi no he
tenido tiempo de desayunar.
MIQUEL: Sírvete tu mismo.
CARLOS: Gracias. Exagero un poco. ¿Qué estábamos diciendo?
VERONICA: Que hubiera sido más agradable conocernos en otras
circunstancias.
CARLOS: Por supuesto. Así, ¿esta tarta es de tu madre?
MIQUEL: La receta es de mi madre, pero es Vero la que la ha
hecho.
VERONICA: Tu madre no mezcla manzana y pera.


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MIQUEL: No. ANNA: No, no. Cuántos padres no tomarían partido por sus hijos
de forma infantil. Si Pol fuera quién hubiera partido dos dientes a
VERONICA: La van a operar a la pobre.
Víctor, no sé si Carlos y yo... Quizás habríamos reaccionado de
ANNA: Oh.¿De qué? forma más irreflexiva. No estoy segura de que hubiéramos tenido
vuestra amplitud de miras.
VERONICA: De la rodilla.
MIQUEL: Seguro que sí.
MIQUEL: Le van a colocar una prótesis articulada, de metal y
polietireno, Lo que más le preocupa es lo que va a quedar cuando CARLOS: Ella tiene razón. No es tan seguro.
la incineren.
MIQUEL: Sí. Porque todos sabemos que la situación podria haber
VERONICA: Mira que eres malo. sido la contraria tranquilamente.

MIQUEL: No quiere que la enterremos con mi padre. Quiere que

Pausa.
la incineremos y la pongamos al lado de su madre, que está sola en
el pueblo. En la Vall d’Aran. Dos urnas discutiendo a la orilla del
Nere. Es un río. Pasa por Vielha. Ja, ja... VERONICA: ¿Y qué dice Víctor? ¿Cómo ve la cosa, él?

ANNA: No habla demasiado de ello. Se siente como...

desamparado.
Pausa con sonrisas.
VERONICA: ¿Es consciente de que ha desfigurado a su
compañero?
ANNA: Estamos muy impresionados por vuestra generosidad, os
agradecemos que intentéis suavizar la situación en lugar de CARLOS: No, no, él no es consciente de que haya desfigurado a
envenenarla. ningún compañero.
VERONICA: Es lo menos que podíamos hacer. ANNA: ¿Por qué dices eso? Víctor es muy consciente de lo que ha
hecho
MIQUEL: Sí.

24 UN DIOS SALVAJE
CARLOS: Es consciente de que se ha comportado de una forma
violenta, pero no es consciente de que haya desfigurado a un
compañero.
VERONICA: Sé que no te gusta la palabra, pero lamentablemente
es la palabra precisa.
CARLOS: Mi hijo no ha desfigurado al vuestro.
VERONICA: Tu hijo ha desfigurado al nuestro. Volved dentro de
cinco horas y veréis como le ha quedado la boca, y los dientes.
MIQUEL: Desfigurado, momentáneamente.
CARLOS: La inflamación de la boca se curará, y por lo que
respecta a los dientes... si hace falta llevarlo al mejor dentista,
estoy dispuesto a colaborar...
MIQUEL: El seguro médico está para eso. Nosotros lo que
queremos es que los chavales se reconcilien y que un episodio
como éste no vuelva a repetirse.
ANNA: Organizemos un encuentro entre ellos.
MIQUEL: Sí. Me parece bien.
VERONICA: ¿Con nosotros?
CARLOS: No necesitan a nadie que les controle. Dejemos que lo
solucionen entre hombres.
UN DIOS SALVAJE 23
ANNA: ¿Entre hombres, Carlos? No seas ridículo. Quizás no sea
necesario que estemos allí. Es mejor que no estemos, ¿no?
VERONICA: La cuestión no es si nosotros estamos allí o no. La
cuestión es ¿ellos quieren hablar, quieren explicarse entre ellos?
MIQUEL: Pol sí que quiere.
VERONICA: ¿Y Víctor?
ANNA: Tampoco le vamos a pedir permiso.
VERONICA: Tiene que salir de él.
ANNA: Víctor se comporta a veces como un gamberrete, no
podemos tener muy en cuenta sus estados de ánimo.
VERONICA: Si Víctor y Pol se encuentran en un contexto de
obligación, de castigo, no veo que pueda salir de ahí nada positivo.
CARLOS: Nuestro hijo es un poco salvaje. Esperar de él que se
arrepienta de forma espontánea no es realista. Y bien, lo siento
mucho, pero yo tendría que ir volviendo al despacho. Quédate tú,
Anna, y luego me cuentas lo que habéis acordado, a quí yo ya no
sirvo para nada. Las mujeres siempre pensáis que hace falta el
hombre, el padre, como si nosotros sirviéramos de algo. Los
hombres sólo somos como un paquete que vais acarreando, una

26 UN DIOS SALVAJE
cosa desfasada es inútil... Oh, desde aquí veis la estación...
Fantástico.
ANNA: Lo siento pero yo tampoco puedo retrasarme más... Mi
marido nunca ha sido un padre de esos que van llevando el
cochecito del bebé.
VERONICA: Es una lástima. Pasear a un bebé es de las cosas más
maravillosas... Y se pasa tan rápido. Miquel, sí, él siempre ha
cuidado de los niños y llevaba el cochecito con mucho orgullo.
MIQUEL: Sí,sí.
VERONICA: ¿Entonces qué decidimos?
ANNA: ¿Podríais pasar por casa con Pol hacia las siete y media?
VERONICA: ¿A las siete y media?... ¿Cómo lo ves, Miquel?
MIQUEL: Yo... Si me permitís una...
ANNA: Adelante.
MIQUEL: Creo que es Víctor quien debería venir aquí.
VERONICA: Sí, estoy de acuerdo.
MIQUEL: No es la víctima la que se debe desplazar.
UN DIOS SALVAJE 27
VERONICA: Es cierto.
CARLOS: A las siete y media yo no puedo estar en ninguna parte.
ANNA: Tampoco te necesitamos, puesto que no sirves para nada.
VERONICA: De todos modos, estaría bien que su padre estuviera.
CARLOS (el móvil suena): Como queráis, pero entonces esta tarde
imposible... Dime... No, el balance no registra nada. Esa es la
cuestión, que el riesgo no se había establecido formalmente. No
hay ninguna prueba...(cuelga)
VERONICA: ¿Mañana?
CARLOS: Mañana estoy en La Haya.
VERONICA: ¿Por trabajo?
CARLOS: Tengo un asunto en la Corte Penal Internacional.
ANNA: Lo importante es que los chicos hablen entre ellos. Vendré
con Víctor mañana a las siete y media y dejaremos que se
expliquen. ¿De acuerdo? No parecéis muy convencidos.
VERONICA: Si Víctor no ha asumido su responsabilidad, sólo
van a mirarse como dos gallos de pelea y va a ser una catàstrofe.


28 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 29

CARLOS: ¿Qué quieres decir? ¿Qué significa «si no ha asumido VERONICA: Yo hablo por él, sólo pienso en Víctor.
su responsabilidad»?
CARLOS: Eso ya lo he pillado.
VERONICA: Vuestro hijo no puede ser tan salvaje como para...
ANNA: Hablemos un par de minutos más.
ANNA: Víctor no es ningún salvaje.
MIQUEL: ¿Otro cafelito?
CARLOS: Sí que lo es.
CARLOS: Un café. De acuerdo.
ANNA: Carlos, pareces idiota, ¿por qué dices una cosa así?
ANNA: Para mí también. Gracias.
CARLOS: Porque es un salvaje.
MIQUEL: Deja, Vero. Ya voy yo.
MIQUEL: ¿Cómo razona su acto?

ANNA: No quiere hablar de ello. Pausa.

Anna desplaza delicadamente alguno de los numerosos libros de
VERONICA: Pues conviene que hable.
arte que hay sobre la mesa.
CARLOS: Amiga mía, convienen tantas cosas... conviene que
venga, conviene que hable, conviene que se arrepienta... Es ANNA: Eres muy aficionada a la pintura, ¿no?
evidente que posees una serie de conocimientos sobre cómo
VERONICA: Pintura. Fotografía. Forma parte de mi trabajo, de
educar a los hijos de los que nosotros carecemos, intentaremos
algún modo.
mejorar, pero mientras tanto vais a tener que ser un poco
indulgentes. ANNA: A mi también me encanta Bacon.
MIQUEL: Venga, venga... No vamos a dejar que las cosas queden VERONICA: Oh, sí. Bacon.
así.
ANNA (pasando páginas): ...Crueldad y esplendor.


30 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 31

VERONICA: Caos y equilibrio. CARLOS: Eres una auténtica experta.

ANNA: Sí... VERONICA: Me gusta. La cocina, si no te gusta... Desde mi

punto de vista, sólo la tarta clásica, la que va sobre una base de
VERONICA: ¿A Víctor le interesan las materias artísticas?
pasta plana y delgada, merece el nombre de tarta.
ANNA: No tanto como nos gustaría... ¿A los vuestros, sí?
MIQUEL: ¿Y vosotros, tenéis más hijos?
VERONICA: Lo intentamos. Intentamos compensar los déficits de
la escuela en estos aspectos. CARLOS: Yo tengo un hijo de un primer matrimonio.

ANNA: Sí... MIQUEL: Me preguntaba, aunque sé que no tiene mayor

importancia, cuál fue el motivo de la disputa. Pol no nos ha dicho
VERONICA: Intentamos que lean. Los llevamos a conciertos, nada sobre ello.
exposiciones... Tenemos la ingenuidad de creer en el poder
pacificador de la cultura. ANNA: Pol no dejaba entrar a Víctor en su banda.

ANNA:Tenéis razón... VERONICA: ¿Pol tiene una banda?

CARLOS: Y le llamó «chivato».

Miquel vuelve con los cafés.
VERONICA: ¿Tú sabías que Pol tenía una banda?
MIQUEL: ¿Por qué la tarta de manzana es una tarta y no un MIQUEL: No. Pero estoy muy contento.
pastel? Lo digo en serio. Lo estaba pensando en la cocina. ¿Un
milhojas es una tarta o un pastel? Venga, venga, no vamos a dejar VERONICA: ¿Por qué estás contento?
este pedacito.
MIQUEL: Porque yo también era jefe de una pandilla.
VERONICA: La tarta tiene una base de pasta quebrada sobre la
CARLOS: Yo también.
que pones fruta o lo que sea y el pastel es una masa que rellenas y
luego decoras.


32 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 33

VERONICA: ¿Y en qué consiste eso?
MIQUEL: Tienes a cinco, seis compañeros que te admiran y que
están dispuestos a sacrificarse por ti. Como en Ivanhoe.
CARLOS: Exacto. Como en Ivanhoe.
VERONICA: ¿Quién conoce a Ivanhoe hoy en día?
VERONICA: ¿Y que quieres decir con eso, Miquel? Eso no tiene
nada que ver.
MIQUEL: No, no, no tiene nada que ver.
VERONICA: No estamos hablando de un combate singular. Los
chicos no se han batido en duelo.

CARLOS: Ellos deben tomar otro modelo. Spiderman... MIQUEL: Por supuesto, claro que no. Sólo evocaba un recuerdo.

VERONICA: En fin, está claro que vosotros sabéis de esto más CARLOS: No hay tanta diferencia.
que nosotras. Por lo que veo Víctor no calló tanto como decíais.
VERONICA: Sí, señor. Si me lo permites, hay una diferencia.
¿Por qué dijo que mi hijo era un «chivato»? No, es una estupidez.
Es una pregunta estúpida. No me importa, y no es el tema. MIQUEL: Una gran diferencia.
ANNA: No podemos entrar en estas riñas de críos.
CARLOS: ¿Cuál?
VERONICA: No nos concierne.
MIQUEL: Con David Sants estábamos de acuerdo para batirnos.
ANNA: No.
CARLOS: ¿Le hiciste daño?
VERONICA: Lo que sí nos concierne es lo que desgraciadamente
sucedió. La violencia nos concierne. MIQUEL: Probablemente. Un poco.

MIQUEL: Cuando fui jefe de banda, de pandilla, en séptimo, me VERONICA: Bueno, dejemos a David Sants. ¿Me dais permiso
batí en combate singular con David Sants, que era mucho más para hablar con Víctor?
fuerte que yo.
ANNA: Por supuesto.

34 UN DIOS SALVAJE
VERONICA: No quiero hacerlo sin vuestro consentimiento.
ANNA: Puedes hablar con él. No tengo nada en contra.
CARLOS: Buena suerte.
ANNA: Déjalo ya, Carlos. No te entiendo.
CARLOS: La señora está animada...
VERONICA: Veronica. Todo irá mejor si no me llamas señora.
CARLOS: Veronica, sé que te mueve una ambición pedagógica, lo
cual es enternecedor...
VERONICA: Si no quieres que hable con él, no hablo con él.
CARLOS: Claro que sí. Háblale, sermonéale, haz lo que quieras.
VERONICA: No entiendo que no estés cuanto menos,
preocupado.
CARLOS: Amiga mía...
MIQUEL: Veronica.
CARLOS: Veronica, estoy tan preocupado como pueda estarlo. Mi
hijo ha herido a otro niño...
UN DIOS SALVAJE 35
VERONICA: Queriendo.
CARLOS: Ves, esta es la clase de puntualización que me sobra.
Queriendo, eso ya lo sabemos.
VERONICA: Es que ahí está toda la diferencia.
CARLOS: ¿La diferencia entre qué y qué? No estoy hablando de
otra cosa. Nuestro hijo ha cascado al vuestro con un palo. Estamos
aquí por eso, ¿no?
ANNA: Esto es inútil.
MIQUEL: Sí, tienes razón, esta clase de discusión es inútil.
CARLOS: ¿Por qué quieres darle tanta importancia al
«queriendo»? ¿Que clase de lección pretendes darme?
ANNA: Escuchadme, nos estamos deslizando por una pendiente
ridícula, mi marido está agobiado por otros asuntos, volveré esta
tarde con Víctor y dejaremos que las cosas se arreglen con
naturalidad.
CARLOS: Yo no estoy nada agobiado.
ANNA: Bueno, pues yo sí.
MIQUEL: No hay ninguna razón para que nos agobiemos.
ANNA: Sí que la hay.


36 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 37

CARLOS (suena el móvil): No respondas a nada... No hay MIQUEL: Sí, sí...

comentarios... No, al contrario, ¡no tenéis que retirarlo! Si lo
retiráis, os declaráis responsables... Retirar el Antril significa
aceptar vuestra responsabilidad. No hay nada en los informes
anuales. Si lo que quieres es ser acusado de falsear los informes y
que te despidan en quince días, retíralo del mercado...
VERONICA: El año pasado, en la obra de teatro del colegio...
Víctor era el que hacia de Don Juan...
ANNA: Molière.
VERONICA: Jean-Baptiste Poquelin.
CARLOS: Pensaremos en las víctimas después de la junta,
Maurice... Ya lo veremos, después de la junta y en función de lo
que diga el tribunal...
VERONICA: Lo hizo muy bien.
ANNA: Sí.
CARLOS: ¡No vais a retirar un medicamento porque haya tres o
cuatro tíos que anden torcidos!... Por ahora no abráis la boca, o
respondáis a nada... Sí. Enseguida... (cuelga y llama a su
colaborador)
VERONICA: Don Juan... Lo recuerdo perfectamente. ¿Tú te
acuerdas, Miquel?
VERONICA: Estaba muy divertido con aquellas calzas.
ANNA: Sí.
CARLOS (al teléfono): Se están acojonando, tienen a los
periodistas pisándoles el culo, ve preparando un comunicado pero
que no parezca un truco defensivo, al revés, dispara a dar, insiste
en el hecho de que Verenz-Pharma está siendo víctima de un
intento de desestabilización a quince días de la Junta General,
pregúntate de dónde sale ese estudio, por qué cae del cielo
precisamente ahora, etc... Pero ni una palabra de problemas
sanitarios, sólo una pregunta: ¿quién está detrás de ese estudio?...
Bien.(Cuelga)
Breve pausa.
MIQUEL: Estas empresas farmacéuticas son tremendas.
Beneficios, beneficios...
CARLOS: No creo que tengas derecho a participar en mis
conversaciones privadas.
MIQUEL: Y yo no veo por qué tienes que mantenerlas en mi
presencia.
CARLOS: Si lo he hecho ha sido por necesidad. Contra mi
voluntad. Que quede claro.


38 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 39

MIQUEL: Te colocan sus porquerías sin ningún cargo de CARLOS: Realmente me interesa. Los mecanismos del váter me
conciencia. apasionan.

CARLOS: En la ciencia terapéutica, todo avance está asociado a MIQUEL: ¿Por qué?
beneficios y a ciertos riesgos.
CARLOS: ¿Cuántas clases hay?
MIQUEL: Sí, entiendo. Ya veo que no te quita el sueño. Menudo
MIQUEL: Hay dos sistemas. Con pulsador o con cadena.
trabajo el tuyo.
CARLOS: Oh, sí, claro.
CARLOS: ¿Qué quieres decir?
MIQUEL: Depende de la entrada de aguas.
VERONICA: Miquel, esto no nos importa.
CARLOS: ¿Sí?
MIQUEL: Menudo trabajo.
MIQUEL: De si la toma llega por arriba o por abajo.
CARLOS: ¿Y tú qué, tú qué haces?
CARLOS: No me digas.
MIQUEL: Mi trabajo es un trabajo normal.
MIQUEL: Puedo presentarte a uno de mis proveedores, si tanto te
CARLOS: ¿Y qué es un trabajo normal?
interesa. Pero tendrás que desplazarte a Sant Esteve Sesrovires.
MIQUEL: Vendo sartenes, ya te lo he dicho.
CARLOS: Se te ve muy competente en la materia.
CARLOS: Y pomos de puerta.
VERONICA: ¿Pensáis castigar a Víctor de alguna manera? Ya
MIQUEL: Y cadenas de váter. Y muchas otras cosas. continuareis con los temas de fontanería en un ambiente más
adecuado.
CARLOS: Ah, cadenas de váter. Eso me interesa mucho.
ANNA: No me encuentro bien.
ANNA; CARLOS.

40 UN DIOS SALVAJE
VERONICA: ¿Qué te pasa?
CARLOS: Oh, sí, estás pálida, cariño.
MIQUEL: Es cierto, estás blanca.
ANNA: Estoy mareada.
VERONICA: ¿Mareada?... Tengo Primperán...
ANNA: No, no... Ya se me pasará...
VERONICA: ¿Qué podemos..? Una Coca-Cola. La Coca-Cola va
muy bien. (Se levanta a buscarla)
ANNA: Se me pasará...
MIQUEL: Camina un poco. Unos cuantos pasos.
Camina un poco.
VERONICA vuelve con la Coca-Cola.
ANNA: ¿Seguro que...?
VERONICA: Sí, sí. A sorbitos.
ANNA: Gracias...
CARLOS (ha llamado discretamente a su despacho): Pásame a
Sergio, por favor... Vale... Que me llame, que me llame ya.
UN DIOS SALVAJE 41
(Cuelga)¿Va bien la Coca-Cola? También funciona para la diarrea,
dicen.
VERONICA: No sólo. (A ANNA) ¿Qué tal?
ANNA: Mejor... Y si tuvieramos intención de castigar a nuestro
hijo, lo haríamos a nuestra manera y sin tener que rendir cuentas a
nadie.
MIQUEL: Por supuesto.
VERONICA: Por supuesto, ¿qué?, Miquel.
MIQUEL: Que pueden hacer lo que quieran con su hijo. Libertad
absoluta.
VERONICA: Yo no lo veo así.
MIQUEL: ¿Qué es lo que tú no ves, Vero?
VERONICA: Que tengan una libertad tan absoluta.
CARLOS: A ver. Explícate. (Suena el móvil) Perdón.(Al
colaborador) Perfecto... Pero no lo olvides, no hay nada probado,
no hay ninguna certeza... Si la cagamos nos vamos al carajo.
Miquel salta en quince días y nosotros detrás de él.
ANNA: ¡Ya basta, Carlos!¡Estoy harta del móvil de los...!¡Estate
por nosotros, mierda!
CARLOS: Sí... Me llamas y me lo lees. (Cuelga) ¿Qué te pasa a


42 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 43

ti ahora?¿Por qué te pones a gritar como una loca? Sergio lo ha MIQUEL: ¡Por favor. No nos pongamos nerviosos!
oído todo.
ANNA: Para mi marido, todo lo que es la casa, la escuela, el
ANNA: ¡Mejor!¡Me estás jorobando ya con el móvil todo el rato! jardín, los niños... todo es cosa mía.

CARLOS: Escucha Anna, ya he hecho bastante con venir aquí. CARLOS: No es verdad.

VERONICA: Esto es absurdo. ANNA: Sí. Y lo entiendo. Porque todo eso es mortalmente
aburrido. Aburrido.
ANNA: Voy a vomitar.
VERONICA: Si es tan mortalmente aburrido, ¿por qué traemos
CARLOS: No, no, no vas a vomitar.
hijos al mundo?
ANNA: Sí...
MIQUEL: A lo mejor Víctor capta ese desinterés.
MIQUEL: ¿Quieres ir al baño?
ANNA: ¿Qué desinterés?
CARLOS: Ve al baño. Si vas a vomitar, ve al baño.
MIQUEL: Tú misma lo has dicho...
MIQUEL: Dale el Primperán.
ANNA vomita violentamente.
CARLOS: A lo mejor es la tarta de manzana.
Un chorro brutal y catastrófico que Carlos recibe en parte.
VERONICA: La hice ayer. Los libros de arte sobre la mesa también se llevan lo suyo.
ANNA: Nadie te obliga a quedarte. Vete. Déjame sola.
MIQUEL: Ve a buscar una palangana. ¡Una palangana!
CARLOS: Cálmate, Cucú.

ANNA: No me toques. VERONICA corre a buscar la palangana mientras MIQUEL le

ofrece un platito del café.
ANNA tiene arcadas de nuevo, pero no arroja nada.


44 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 45

CARLOS: Tendrías que haber ido al baño, Cucú, esto es absurdo. VERONICA y CARLOS salen.

MIQUEL: La verdad es que tu traje se ha llevado la peor parte.

Corriendo, VERONICA vuelve con un cubo y un trapo.
Le da el cubo a ANNA.
VERONICA: La tarta no puede ser, eso seguro.
MIQUEL: No es la tarta. Esto es nervioso. De los nervios.
VERONICA (A CARLOS): ¿Quieres limpiarte en el servicio? Oh,
no, el Kokoschka. ¡Dios mío!
ANNA vomita bilis en el cubo.
MIQUEL: Dale el Primperán.
VERONICA: Ahora no, ahora no puede tragar nada.
MIQUEL: Son los nervios. Es una crisis nerviosa. Eres madre,
ANNA, quieras o no. Es comprensible tu angustia.
ANNA: Mmm.
MIQUEL: Es lo que yo digo, no podemos dominar aquello que
nos domina.
ANNA: Mmm...
MIQUEL: A mí, los nervios se me ponen en las cervicales.
Bloqueo de cervicales.
ANNA: Mmm...(un poco más de bilis)
VERONICA (volviendo con una palangana y una esponja): ¿Qué
voy a hacer con el Kokoschka?
MIQUEL: Puedes intentarlo con Don Limpio... El problema será
secarlo... O mejor limpiarlo sólo con agua y luego echarle colonia.

CARLOS: ¿Dónde está el baño? VERONICA: ¿Colonia?

VERONICA: Te acompaño. MIQUEL: Échale mi Boss, no me la pongo nunca.

VERONICA: Se va a combar.


46 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 47

MIQUEL: Podemos darle un poco con el secador y alisarlo luego MIQUEL sale con el cubo sucio.
poniendo otros libros encima. O plancharlo, como con los billetes.
VERONICA y MIQUEL vuelven juntos.
VERONICA: Díos mío... Ella con la botella de colonia, él con una palangana de
ANNA: Ya te compraré otro... agua limpia.

VERONICA: ¡No se encuentra en ninguna parte!¡Está MIQUEL acaba su limpieza.

descatalogado desde hace años!
VERONICA (a ANNA): ¿Te encuentras mejor?
ANNA: Estoy avergonzada.
ANNA: Sí...
MIQUEL: Lo recuperaremos. Déjame a mí, Vero.
VERONICA: ¿Pulverizo encima?
VERONICA le da el cubo y la esponja con desgana. MIQUEL: ¿Y el secador?
MIQUEL empieza a limpiar el libro. VERONICA: Lo traerá él cuando acabe.

VERONICA: Es una reedición de hace más de veinte años, de la
exposición del cincuenta y tres en Londres...
MIQUEL: Ve a buscar el secador. Y mi Boss. Está en el armario
de las toallas.
VERONICA: Su marido está en el baño.
MIQUEL: Esperaremos. Pondremos la Boss al final.
ANNA: ¿Podría ir al baño yo también?
VERONICA: Sí, sí. Por supuesto.
ANNA: No sé cómo disculparme por...

MIQUEL: ¡Pero no está en pelotas! (Ella sale mientras él intenta VERONICA la acompaña y vuelve enseguida.
limpiar)... Lo gordo ya está... Una bayeta limpia para Los
habitantes de la Tundra. Ahora vuelvo. VERONICA: Es como una pesadilla.


48 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 49

MIQUEL: Más vale que él no se vuelva a pasar conmigo. MIQUEL: ...El Foujita.

VERONICA: Y ella es insoportable, también. VERONICA (ella lo pulveriza todo): Es repugnante.

MIQUEL: No tanto. MIQUEL: Cuando me preguntaba por los sistemas de desagüe,

estaba al límite. Al límite.
VERONICA: Es una falsa.
VERONICA: Has estado perfecto.
MIQUEL: Me jode más él.
MIQUEL: ¿Le he respondido bien o no?
VERONICA: Los dos son insoportables. ¿Por qué les sigues el
juego? (Pulveriza los tulipanes) VERONICA: Perfecto. Lo del proveedor de Sant Esteve
Sesrovires, perfecto.
MIQUEL: Yo no les sigo ningún juego. ¿Qué quieres decir?
MIQUEL: Vaya par de payasos. ¿Cómo la llama él...?
VERONICA: Contemporizas, nadas entre dos aguas.
VERONICA: Cucú.
MIQUEL: Para nada.
MIQUEL: Ah, sí. ¡Cucú!
VERONICA: Que sí. Cuentas tus hazañas de jefe de la banda, les
dices que son libres de hacer lo que quieran con sus hijos cuando VERONICA: ¡Cucú! (Ríen los dos)
el chaval es un peligro público, y si un chaval es un peligro
CARLOS (volviendo, con el secador en la mano): Sí, la llamo
público eso es asunto de todo el mundo... Esa loca ha vomitado
Cucú. Mi Cucú.
sobre mis libros. (Pulveriza el Kokoschka)
VERONICA: Oh... Perdona, no era con mala intención... Es muy
MIQUEL (señalando): Los de la Tundra, también...
fácil reírse de los apodos de los demás. Nosotros... ¿Cómo nos
VERONICA: Cuando uno siente que va a devolver, pues toma llamamos nosotros? Seguro que algo peor.
precauciones.
CARLOS: ¿Queréis el secador?

50 UN DIOS SALVAJE
VERONICA: Gracias.
MIQUEL: Gracias. (Se hace con el secador) Nosotros nos
llamamos darling, en inglés. Desde mi punto de vista es incluso
más ridículo.
MIQUEL con el aparato en la mano empieza a secar los libros.
VERONICA intenta aplanar las páginas húmedas.
MIQUEL: Alísalas bien. Bien alisadas.
VERONICA (por encima del ruidoy sin dejar de avisar): ¿Cómo
se encuentra la pobre, mejor?
CARLOS: Mejor.
VERONICA: He reaccionado fatal. Me avergüenzo.
CARLOS: De ningún modo.
VERONICA: Creo que la he agobiado con lo de los libros, ya ni
me acuerdo.
MIQUEL: Pasa página. Estírala, estírala bien.
CARLOS: La vais a rasgar.
VERONICA: Tiene razón... Ya está bien, Miquel. Está seca. Una
le coge apego a las cosas, en el fondo no sé por qué.
UN DIOS SALVAJE 51
MIQUEL pone el catálogo bajo un montón de gruesos libros.
MIQUEL se pone a secar el Foujita, Los habitantes de la
Tundra...
MIQUEL: Perfecto. Impecable. ¿De dónde viene lo de Cucú?
CARLOS: Es por la canción de «cucú cantaba la rana...» Anna
siempre me decía que era su príncipe, pero a veces me recordaba
mi pasado de rana y me cantaba «cucú, cantaba la rana...» y yo
empecé a llamarla cucú. Ya ves.
MIQUEL: Entiendo, lo nuestro es por el viaje de novios. Fuimos a
Estados Unidos y se nos pegó lo del darling. Una idiotez. Y
perdona que ahora me meta donde no me llaman, pero la canción
es «cri-cri, cantaba la rana...», no cucú.
CARLOS:¿Cricrí?
VERONICA: Cricrí.
MIQUEL: Te lo aseguro, es cricrí.«Cri-crí, cantaba la rana». Cri-
crí.
CARLOS: Mi mujer cantaba cucú.
MIQUEL: Tu mujer cantará lo que quiera, pero es cricrí.
CARLOS: Cricrí... Pero ahora no voy a llamar a mi mujer Cricrí
después de haberla llamado toda la vida Cucú.

52 UN DIOS SALVAJE
MIQUEL: Perfectamente. Eso lo entiendo perfectamente.
VERONICA: ¿No tendría que ir a ver cómo está?
MIQUEL: Ve a ver, darling.
VERONICA: ¿Voy?... (vuelve ANNA) Oh, Anna... Empezaba a
preocuparme... ¿Te encuentras mejor?
ANNA: Me parece que sí.
CARLOS: Si no estás segura, no te acerques a la mesilla.
ANNA: He dejado la toalla dentro de la bañera. No sabía dónde
ponerla.
VERONICA: Perfecto.
ANNA: Lo habéis podido limpiar... Lo siento muchísimo.
MIQUEL: Todo arreglado. Todo vuelve a estar en orden.
VERONICA: ANNA, tienes que perdonarme. Casi no me he
ocupado de ti. Sólo podía pensar en Kokoschka...
ANNA: No te preocupes.
VERONICA: He tenido una reacción deplorable.
ANNA: Que no, que no...(después de una pausa general) En el
baño me estaba diciendo una cosa a mí misma...
UN DIOS SALVAJE 53
VERONICA: ¿Sí?
ANNA: Quizás hemos pasado por encima de... A ver, lo que
quiero decir...
MIQUEL: Di, di, Anna.
ANNA: El insulto también es una forma de agresión.
MIQUEL: Por supuesto.
VERONICA: Depende, Miquel.
MIQUEL: Sí, claro, depende.
ANNA: Víctor nunca ha sido un chico violento. No puede haber
actuado de esa forma sin una razón.
CARLOS: Le llamaron «chivato»...(suena el móvil)... perdón... (se
aleja excusándose con gestos exagerados hacia ANNA)...Sí...A
condición que ninguna víctima tenga derecho a declarar. No
quiero víctimas. Y no quiero que t´te pongas al lado de las
víctimas... Lo negamos todo y si hace falta demandamos al
periódico... Maurice te enviará por fax el borrador del
comunicado. (Cuelga) A mí, si me llaman chivato, me cabreo.
MIQUEL: A menos que sea cierto.
CARLOS: ¿Perdón?


54 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 55

MIQUEL: Quiero decir que si está justificado... ANNA: No tan moderados.

ANNA: ¿Mi hijo es un chivato? VERONICA: ¿Ah, no?¿Por qué?

MIQUEL: Claro que no, no hablaba en serio, solo...
ANNA: El vuestro también lo es, si vamos por ahí.
MIQUEL: ¿Y por qué el nuestro también tiene que serlo?
ANNA: Ha delatado a Víctor.
MIQUEL: Porque nosotros insistimos.
VERONICA: Miquel, estamos desviando completamente el tema.
ANNA: Moderados por fuera.
CARLOS: Cucú, te lo digo en serio, tengo que irme...
ANNA: Pues vete, cobarde.
CARLOS: Anna, en estos momentos me arriesgo a perder a mi
mejor cliente, no estoy para estas chiquilladas de padres
responsables.

ANNA: Da igual. Insistiendo o sin insistir lo ha delatado. VERONICA: Mi hijo ha perdido dos dientes. Dos incisivos.

CARLOS: Anna. CARLOS: Sí, sí. Al final me voy a enterar.

ANNA: ¿Anna, qué? (A MIQUEL) ¿Tú crees que mi hijo es un VERONICA: Pues entérate de una vez.
chivato?
CARLOS: Nos hemos equivocado al no considerar el origen del
MIQUEL: Yo ya no creo nada.
problema.
ANNA: Pues si no crees nada, no digas nada. No hagas reflexiones
VERONICA:: No hay ningún origen. Lo que hay es un crío de
insinuando...cosas.
once años que pega a los demás. Con un palo.
VERONICA:: Anna, mantengamos la calma. Miquel y yo hemos
intentado ser conciliadores, moderados... CARLOS: Armado de un palo.


56 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 57

MIQUEL: Hemos retirado esa palabra.
CARLOS: La habéis retirado porque nosotros hemos objetado.
MIQUEL: La hemos retirado sin discusión alguna.
CARLOS: Una palabra que excluye el error, la torpeza, una
palabra que excluye la infancia.
MIQUEL: A ver, somos personas de buena voluntad. Los cuatro,
estoy seguro. ¿Por qué nos dejamos llevar por la irritación, por qué
nos crispamos inútilmente...?
VERONICA: ¡Oh, Miquel, basta ya! Vamos a dejar de
contemporizar. Ya que sólo somos moderados por fuera, vamos a
dejar de serlo de una vez.

VERONICA: No estoy segura de poder soportar este tono de MIQUEL: No, no, me niego a dejarme arrastrar por esta pendiente.
conversación.
CARLOS: ¿Qué pendiente?
CARLOS: No va a ser fácil ponernos de acuerdo, si vamos por
MIQUEL: La pendiente lamentable a la que estos dos pequeños
ahí.
monstruos nos han lanzado. Esta pendiente.
VERONICA: Amigo mío, no hay nada más molesto que tener que
CARLOS: Me temo que Vero no se va a sumar a esta visión de las
escuchar reproches por algo que uno mismo ya ha aceptado como
cosas.
un error. La palabra «armado» no era la adecuada, y la hemos
substituido. Ahora bien, si nos atenemos a oa definición estricta VERONICA: ¡Veronica!
del término, su uso no era exagerado.
CARLOS: Perdón.
ANNA: Víctor se ha sentido insultado y ha reaccionado. Si alguien
VERONICA: Ahora resulta que Pol es un pequeño monstruo, el
me ataca, yo me defiendo, y más si tengo que enfrentarme sola
pobre. Esto es el colmo.
contra una banda.
CARLOS: Bueno, seguid vosotros, ahora si que os tengo que
MIQUEL: Esto de vomitar te ha dejado como nueva.
dejar.
ANNA: Supongo que te das cuenta de la vulgaridad de ese
ANNA: Yo también.
comentario.


58 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 59

VERONICA: Marchaos, marchaos, me da igual. CARLOS: La tendré de todos modos.

MIQUEL: Eso espero.

El teléfono fijo suena.
MIQUEL: Digui... Ah, mama... No, no, estem aquí amb uns amics,
pero digues... Sí, deixa-les, fes el que t’han dit...Prens Antril?
Espera, espera, mama no pengis...(A CARLOS) ¿El Antril es esa
porquería que vendéis, no? Mi madre se lo está tomando.
CARLOS: Miles de personas lo toman.
MIQUEL: Mama, deixa de pendre-ho inmediatament. ¿M’ has
entès? Inmediatament... No discuteixis. Ja t’ho explicaré... Li dius
al doctor Perolo que jo t’ho he prohibit... ¿De color vermell, per
qué?... ¿Per que et vegin?... Em sembla un disbarat... Bé, ja en
parlarem d’això... Un petó, mama. Et truco.(Cuelga) Ha alquilado
unas muletas de color rojo para que no la atropellen los camiones.
A santo de qué una mujer en su estado va a pasearse en pena
noche por la autopista. Toma Antril para la hipertensión.
CARLOS: Si toma Antril y tiene un aspecto normal, la citaré
como testigo.¿No traía una bufanda, yo? Ah, aquí está.
ANNA: Hasta la próxima.
VERONICA: No sirve de nada comportarse con educación. La
honestidad es una idiotez, sólo sirve para sentirnos más débiles y
desarmados...
CARLOS: Venga, vamos Anna, por hoy ya hemos tenido bastante
ración de arengas y sermones.
MIQUEL: Ya os podéis ir. Pero dejadme que os diga una cosa:
después de haberos conocido, me quedo con la sensación de que la
acción de Víctor tiene... cómo se llama... circunstancias bastante
atenuantes.
ANNA: Cuando asesinaste a ese hàmster...
MIQUEL: ¿Que lo asesiné?
ANNA: Sí.
MIQUEL: ¿Yo asesiné al hàmster?

ANNA: Sí. Te has estado dedicando a culpabilizarnos, a hacernos

MIQUEL: He de confesarte que no me divierte tu cinismo. Si mi
creer que todas las virtudes estaban de vuestra parte, cuando en
madre presenta el menor síntoma extraño, pienso encabezar la
realidad, no eres más que un asesino.
acusación popular.
MIQUEL: Yo no he asesinado al hàmster. De ningún modo.

60 UN DIOS SALVAJE
ANNA: Lo que has hecho es incluso peor. Lo has dejado
temblando de angustia en un medio hostil. Ese pobre hàmster debe
haber muerto devorado por cualquier perro, o por una rata.
VERONICA: Eso es cierto. Completamente cierto.
MIQUEL: ¿Cómo que es cierto?
VERONICA: Es la verdad. Eso es lo que tú pretendías. Es horrible
imaginar lo que le puede haber pasado a ese pobre animal.
MIQUEL: Lo que yo pretendía era que el hámster se sintiese
afortunado por recuperar su libertad, creía que iba a ponerse a
correr por las alcantarillas loco de contento.
VERONICA: Pero no lo hizo.
ANNA: Y tú lo abandonaste.
MIQUEL: No puedo tocar a esos bichos. No a los de esa clase,
mierda, y tú lo sabes, Vero.
VERONICA: Le dan miedo los roedores.
MIQUEL: Sí, me dan pánico los roedores, y los reptiles también
me aterrorizan, no me gusta ningún bicho que vaya a ras del suelo.
Y ya está.
CARLOS (a VERONICA): ¿Y tú, por qué no bajaste a buscarlo?
UN DIOS SALVAJE 61
VERONICA: Porque no sabía lo que había pasado. Miquel nos ha
dicho esta mañana que el hàmster se había escapado. He bajado
enseguida, inmediatamente, he dado la vuelta a la manzana,
incluso he bajado al pàrking.
MIQUEL: Veronica, es muy desagradable sentirme en el banquillo
de los acusados por esa historia del hàmster que se te ha ocurrido
contar. Es un asunto personal que sólo nos incumbe a nosotros y
que no tiene que nada que ver con lo que nos ocupa. Y encuentro
inconcebible que me estéis tratando de asesino. ¡En mi casa!
VERONICA: ¿Qué tiene que ver la casa con esto?
MIQUEL: Pues que yo he abierto las puertas de mi casa, y las he
abierto con espíritu conciliador a unas personas que deberían
estarme agradecidas.
CARLOS: Y continuas echándote flores. Maravilloso.
ANNA: ¿Sabes lo que son los remordimientos?
MIQUEL: No tengo ningún tipo de remordimiento. Ese bicho era
repugnante. Estoy encantado de que ya no esté aquí.
VERONICA: Miquel, esto es ridículo.
MIQUEL: ¿Qué es lo que es ridículo?¿Te estás chalando tú
también?¿Su hijo a molido a palos a Pol y perdemos el tiempo
hablando de un hàmster?

62 UN DIOS SALVAJE
VERONICA:: Tu comportamiento con el hàmster no estuvo bien,
eso no lo puedes negar.
MIQUEL: A mí me la sopla el hàmster.
VERONICA: No te la soplará tanto esta noche con tu hija.
MIQUEL: Mi hija, ¿qué? No a dictar mi conducta una mocosa de
nueve años.
CARLOS: Ahí le doy la razón. Al cien por cien.
VERONICA: Pues es lamentable.
MIQUEL: ¡Cuidado, Veronica, cuidado! Hasta ahora me he
comportado con moderación pero estoy así de pasarme al otro
lado.
ANNA: ¿Y Pol?
MIQUEL: Pol, ¿qué?
ANNA: ¿No está triste por lo del hàmster?
MIQUEL: Pol se preocupa de otras cosas.
VERONICA: Pol no estaba tan unido a Pitufa.
MIQUEL: Un nombre grotesco.
UN DIOS SALVAJE 63
ANNA: Si tú no sientes remordimientos, ¿por qué pretendes que
nuestro hijo los sienta?
MIQUEL: Voy a seros sincero, estoy hasta los mismísimos de
todas estas disquisiciones estúpidas. Hemos querido ser simpáticos
con vosotros, hemos comprado flores, mi mujer me ha presentado
como un tipo abierto, progresista... pero la verdad es que tengo
muy poco control sobre mí mismo, soy un auténtico visceral.
CARLOS: Todos lo somos.
VERONICA: No, no. Lo siento, no todos somos viscerales.
CARLOS: Vale. Tú, no.
VERONICA: No, yo no. Gracias a Dios.
MIQUEL: Claro que no, darling, tú no, tú eres una mujer que se
encuentra en lo más alto de la escala evolutiva, tú no te permites ni
un sólo desliz.
VERONICA: ¿Por qué me agredes?
MIQUEL: No te agredo. Al contrario.
VERONICA: Sí, me agredes. Y tú lo sabes.
MIQUEL: Tú eres la que ha organizado esta pequeña reunión, yo
simplemente me he dejado llevar.


64 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 65

VERONICA: ¿Te has dejado llevar? VERONICA: ¿Que espere qué?

MIQUEL: Sí. MIQUEL: Te estás pasando.

VERONICA: Eso es injusto. VERONICA: Me importa un huevo. Una se esfuerza en evitar la

mezquindad... y acaba humillada y completamente sola...
MIQUEL: Para nada. Eres tú la militante de la civilidad, todo esto
es en tu honor. CARLOS (el móvil había sonado):...Sí...¡Que lo prueben si
pueden!...Que presenten pruebas... Desde mi punto de vista lo
VERONICA: Soy una militante de la civilidad, ¡pues sí! Y por
mejor es no responder nada...
fortuna todavía existen personas que lo son. (Al borde de las
lágrimas) ¿Es mejor ser un auténtico visceral? MIQUEL: Siempre estamos solos. En todas partes. ¿Quién quiere
un poquito de ron?
CARLOS: Venga, venga...
CARLOS: ...Maurice, estoy en una reunión, te llamo desde el
VERONICA (Ídem): ¿Es normal reprocharle a alguien que no sea
despacho...(cuelga)
visceral?
VERONICA: Lo veis. Vivo con un ser completamente negativo.
ANNA: Nadie ha dicho eso. Nadie te está reprochando nada.
CARLOS: ¿Quién es negativo?
VERONICA: ¡Sí!...(llora)
MIQUEL: Yo.
CARLOS: ¡Que no!
VERONICA: Ha sido la peor idea del mundo. No tendríamos que
VERONICA: ¿Qué tenía que hacer? ¿Presentar una denuncia?¿No
haber hecho nunca esta reunión.
decir nada y dejar que los de las aseguradoras se pelearan entre
ellos? MIQUEL: Eso ya te lo había dicho yo.

MIQUEL: Espera, Vero... VERONICA: ¿Me lo habías dicho?



66 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 67

MIQUEL: Sí. VERONICA: ¿Quién ha sido el que me ha prohibido comer un

poco de tarta esta mañana?¿Quién me ha dicho, guardemos lo que
VERONICA: ¿Me habías dicho que no querías hacer esta reunión?
queda de la tarta de manzana para los Reille? ¿Quién me ha dicho
MIQUEL: No me parecía una buena idea. eso?

ANNA: Sí que era una buena idea. CARLOS: Muy amable de tu parte.

MIQUEL: Por favor... (levantando la botella de ron) ¿Alguien MIQUEL: ¿Y eso qué relación tiene?
quiere?
VERONICA: ¿Cómo que qué relación tiene?
VERONICA: ¿Me habías dicho que esto no te parecía una buena
MIQUEL: Cuando uno recibe gente en casa, pues la recibe.
idea, MIQUEL?
VERONICA: Mientes, mientes por la boca. Miente.
MIQUEL: Eso creo.
CARLOS: Para que lo sepáis, entre nosotros, mi mujer casi me ha
VERONICA: Eso cree.
obligado. Cuando uno ha crecido con un concepto johnwayniano
CARLOS: Un dedito quizás si. de la virilidad, no está acostumbrado a solucionar cuestiones como
estas a base de conversación.
ANNA: ¿No tenías que irte?
MIQUEL: Ja, ja...
CARLOS: En el punto en el que estamos, lo mejor es tomarse una
copa. (MIQUEL sirve a CARLOS) ANNA: Creía que era Ivanoe, el modelo.

VERONICA: Mírame a los ojos y repite que no estábamos de CARLOS: Están en la misma línea.
acuerdo sobre esta cuestión.
MIQUEL: Son complementarios.
ANNA: Cálmate, Veronica, cálmate, esto no tiene ningún
VERONICA: Complementarios... ¿Hasta dónde piensas
sentido...
humillarte, Miquel?


68 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 69

ANNA: Yo también le he obligado, según se ve. MIQUEL: No creo que esto sea necesario.

CARLOS: ¿Qué esperabas, Cucú?... Es cierto, el nombrecito es VERONICA: Sírveme, Miquel.

ridículo... ¿Una revelación de la armonía universal? Otro dedito.
MIQUEL: No.
MIQUEL: Ahora mismo. No está mal, eh. Coeur de Chaffe, se
VERONICA: ¡Miquel!
llama, quince años en barrica. Directo desde Saint Rose.
MIQUEL: No.
VERONICA: Y los tulipanes, ¿quién los a traído? Acepto haberte
dicho que era una pena no tener tulipanes frescos pero no he
pedido a nadie que se lanzara a la calle a las siete de la mañana VERONICA intenta quitarle la botella de las manos.
para conseguirlos. MIQUEL resiste.
ANNA: No te pongas así, Veronica. No vale la pena.
ANNA: ¿Qué te pasa, Miquel?
VERONICA: Él es quien a ido a buscar los tulipanes. Él y sólo él.
¿No tenemos derecho a beber, nosotras? MIQUEL: Venga, toma, toda para ti. Bebe, bebe, ya no importa
nada.
ANNA: Veronica y yo también beberemos. Por cierto, y entre
paréntesis, tiene gracia que un hombre que se reclama el heredero ANNA: ¿Te sienta mal el alcohol?
de Ivanhoe y de John Wayne sea incapaz de sostener un ratoncillo VERONICA: Me sienta genial. ¿Y de todas formas qué me puede
en la mano.
sentar ya peor?...(se hunde)
MIQUEL: Ya basta con el hàmster. ¡Ya basta! (Sirve ron a ANNA)
CARLOS: Bueno... No sé si...
VERONICA: Ja, ja... Es verdad. Tiene gracia...
VERONICA (a CARLOS): Amigo mío...
ANNA: ¿A que sí? ANNA: Puedes llamarle Carlos.


70 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 71

VERONICA: Carlos, tú y yo no tenemos muchas cosas en común MIQUEL: Bueno, ya basta, Veronica. Deja ya el psicodrama.
pero creo que me entenderás, vivo con un hombre que un buen día
CARLOS: Veronica, ¿hay alguien que se interese por algo que no
decidió que su vida era mediocre. Es muy difícil vivir con un
sea él mismo? A todos nos gustaría creer que es posible mejorar
hombre acurrucado en esta posición, que no quiere cambiar nada,
las cosas. Ser los arquitectos de un mundo mejor sin pensar en
que no se entusiasma por nada...
nuestro propio beneficio. ¿Pero existe eso? Hay hombres que se
MIQUEL: No ves que le da igual. Que pasa completamente de lo dejan llevar, esa es su manera, otros se niegan a aceptar el paso del
que le estás diciendo. tiempo, viven al dia... ¿Hay alguna diferencia? Los hombres van
avazando como pueden hasta que están muertos... La educación,
VERONICA: Para vivir necesitamos creer... creer que es posible
las desgracias del mundo... Tú escribes un libro sore Darfur, bien,
mejorar las cosas, ¿no?
entiendo que uno pueda decirse a sí mismo, «venga, voy a coger
MIQUEL: Es la peor persona del mundo para contarle todo eso. una masacre, una cualquiera, la historia está llena, y voy a escribir
sobre ella». Cada uno se salva como puede.
VERONICA: Yo hablo con quien me da la gana, ¡mierda!
VERONICA: Yo no escribo ese libro para salvarme. No lo has
MIQUEL (suena el teléfono fijo): ¿Y ahora quién nos va a
leído, no tienes ni idea de qué habla.
jorobar?... Hola mama... Sí, el Pol està bé. Sense dents, però bé...
Sí, li fa mal. Li fa mal però ja li passarà. Mama, estic enfeinat, CARLOS: Eso no importa.
després et truco.
Pausa.
ANNA: ¿Todavía le duele?

VERONICA: No. VERONICA: Es horrible como huele esto del Boss...

ANNA: ¿Y a qué viene preocupar a tu madre? MIQUEL: Abominable.
VERONICA: No puede evitarlo. Se dedica a preocuparla CARLOS: Y tú no te has cortado, echando...
permanentemente.


72 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 73

ANNA: Perdón. MIQUEL: La pareja, y la vida en familia.

VERONICA: No ha sido culpa tuya. Soy yo la que me he ANNA: Miquel, nadie te ha pedido que compartas con nosotros
dedicado a pulverizar colonia como una neurótica... ¿Por qué no tus puntos de vista. Lo encuentro casi indecente.
podemos ser más sutiles, por qué todo tiene que ser tan
VERONICA: Eso le da igual.
extenuante?
MIQUEL: ¿No estás de acuerdo conmigo?
CARLOS: Piensas demasiado. Las mujeres pensáis demasiado.
ANNA: Estas tonterías no vienen a cuento. Carlos, di algo.
ANNA: Una respuesta original. Supongo que a ti también te
parece original. CARLOS: Tiene derecho a pensar lo que quiera.
VERONICA: No entiendo qué significa pensar demasiado. Y no ANNA: Pero no tiene por qué hacerlo público.
entiendo de qué serviría la existencia sin una concepción moral
CARLOS: Sí, bueno, puede ser...
del mundo.
ANNA: Me importa un bledo su matrimonio. Estamos aquí para
MIQUEL: ¡Tengo que vivir con eso!
resolver un problema de críos y él se dedica a burlarse de su
VERONICA: ¡Cállate!¡Cállate! No soporto esa connivencia matrimonio.
lamentable. Me das asco.
CARLOS: Sí, bueno...
MIQUEL: Un poco de sentido del humor, por favor.
ANNA: Bueno, ¿qué?¿Qué quieres decir?
VERONICA: Yo no tengo sentido del humor. Y no pienso tenerlo.
CARLOS: Está relacionado.
MIQUEL: Es lo que yo digo, la pareja, el matrimonio, la prueba
MIQUEL: Relacionado. Por supuesto que está relacionado.
más terrible a la que Dios podía someternos.
VERONICA: ¿Que a Pol le hayan roto dos dientes está
ANNA: Perfecto.
relacionado con nuestra vida conyugal?


74 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 75

MIQUEL: Evidentemente. CARLOS: Excepcional.

ANNA: No te seguimos. MIQUEL: ¿Te apetece un purito?

MIQUEL: Démosle la vuelta al razonamiento. Fijaos en la VERONICA: No, nada de puros, aquí.
situación en la que nos encontramos. Los críos absorben nuestras
CARLOS: Vaya...
vidas, y las desbaratan. Nos arrastran al desastre, es una ley.
Cuando ves esas parejas que se embarcan alegremente en la vida ANNA: Ni lo pienses, que vas a fumarte un puro aquí, Carlos.
matrimonial, te dices, «no saben lo que hacen, no saben nada de
CARLOS: Pienso hacer lo que me parezca, Anna, y si quiero
nada, pobres, y parecen felices». Nadie te advierte en la línea de
aceptar un puro, lo aceptaré. Y si no fumo sólo será para no poner
salida. Tengo un amigo del colegio que está a punto de tener un
más de los nervios a Veronica que ya está bastante desquiciada.
hijo con su nueva mujer. Se lo he dicho, un crío a nuestra edad, es
Pero ella tiene razón, deja ya de moquear, cuando una mujer se
una locura... ¿Los diez, quince años que te quedan antes del cáncer
pone a llorar, sólo es para meter a un tío entre la espada y la pared.
o de la embolia, los piensas pasar jodido por un crío?
Y ante eso, debo afirmar que el punto de vista de Miquel, siento
ANNA: No crees lo que estás diciendo. decirlo, me parece perfectamente fundado... (suena el móvil) Sí
Maurice... Dime... Muy bien, adelante. Pones Barcelona a tantos
MIQUEL: Ja, ja...Siempre me ha encantado esa frase. Claro que sí,
de tantos... y la hora exacta...
lo creo, lo creo. Creo incluso que es peor.
ANNA: No aguanto más.
ANNA: Te estás amargando, Miquel.
CARLOS (apartándose y bajando la voz para evitar su furia):
MIQUEL: ¿Ah, sí? Ja, ja...
Pues la hora a la que la envies. Ahora, antes de que se enfríe la
ANNA. Deja de llorar, Veronica. ¿No ves que eso le anima? cosa... No, no pongas «nos sorprende». Pon «Denunciamos».«Nos
sorprende» es flojo.
MIQUEL (a CARLOS, que vuelve a llenar su vaso vacío): Venga,
venga, excepcional, ¿sí o no? ANNA:Vivo así de la mañana a la noche. Todo el día pegado al
móvil. Nuestra vida está siendo machacada por el móvil.

76 UN DIOS SALVAJE
CARLOS: Un... Un segundo...(cubriendo el móvil)¡Anna, esto es
muy importante!
ANNA: Siempre es muy importante. Todo lo que pasa en
cualquier otra parte siempre es más importante.
CARLOS (volviendo al móvil): Venga, sigue... Sí... No,
«estrategia» no, «maniobra». Una maniobra de intoxicacióna
quince días de la presentación de las cuentas anuales...
ANNA: En la calle, en la mesa, en todas partes...
CARLOS: Un estudio entre comillas. Pon estudio entre comillas...
ANNA: Mejor que me calle. Rendición incondicional. Creo que
volveré a vomitar.
MIQUEL: ¿Dónde está el cubo?
VERONICA: Allí.
CARLOS: ...Cítame a mí... «Se trata de una lamentable tentativa
de manipular al poder judicial y desestabilizar a nuestro cliente»,
afirma CARLOS Reille, abogado de los Laboratorios Verenz-
Pharma... Pues a France Presse Reuters, a los periódicos, a las
revistas especializadas, a todo dios... (cuelga)
MIQUEL: Vuelve a tener ganas de vomitar.
UN DIOS SALVAJE 77
CARLOS: ¿Pero qué coño te pasa a ti?
ANNA: Tu delicadeza me conmueve.
CARLOS: Me preocupo por ti.
ANNA: Perdona, no lo había pillado.
CARLOS: Anna, por favor... No empecemos como ellos. Si se
pelean, si su matrimonio está en plena decadencia, no estamos
obligados a ser solidarios con eso.
VERONICA: ¿Cómo te permites decir que nuestro matrimonio
está en decadencia?¿Con que derecho?
CARLOS (suena el móvil): Me lo acaban de leer. Te lo enviamos
ahora mismo... Manipulación, manipulación del poder judicial.
Enseguida. (Cuelga)... No soy yo quien lo dice, lo dice F rançois.
ANNA: Miquel.
CARLOS: Miquel, lo siento.
VERONICA: Te prohíbo que emitas el más mínimo juicio sobre
nuestra familia.
CARLOS: Pes tampoco juzgues tú a mi hijo.
VERONICA: ¡Eso no tiene nada que ver! Tu hijo ha agredido al
mío.


78 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 79

CARLOS: Son jóvenes, son chavales, los chavales siempre se han
cascado en el recreo. Es ley de vida.
VERONICA: No, no...
CARLOS: Claro que sí. Hace falta un cierto aprendizaje para
sustituir el derecho a la violencia. Te recuerdo que en el origen, el
derecho era la fuerza.
que puedes comprender que aunque mi hijo le haya roto un diente,
o dos, a un compañero con una caña en el parque de Santas
Marcas, no esté tan dispuesto como tú a escandalizarme ni a
indignarme.
VERONICA: Te equivocas.
ANNA (imitando el acento inglés): «Bazooka...!»

VERONICA: En las cavernas quizás. En nuestro mundo, no. CARLOS: Sí, así es como las llaman.

CARLOS: ¡En nuestro mundo! Define «nuestro mundo».

ANNA escupe en el cubo.
VERONICA: Me agotas. Este tipo de conversaciones me agotan.

CARLOS: VERONICA, yo creo en un dios salvaje. Es él quien MIQUEL: ¿Bien??

nos gobierna, sin solución de continuidad, desde la noche de los ANNA: Perfectamente.
tiempos. A ti te interesa África, ¿no?...(a ANNA, que tiene
nauseas) ¿Te encuentras bien? CARLOS: ¿Pero qué te pasa? ¿Qué le pasa?

ANNA: Pasa de mí. ANNA: Sólo es bilis. Nada más.

CARLOS: No paso de ti.
ANNA: Estoy bien.
CARLOS: Yo he estado en el Congo, por si no lo sabías. Allí
adiestran a críos de ocho años para matar. Durante su infancia
pueden llegar a asesinar a cientos de personas, con machetes, con
«twelves», con kalashnikovs, con «bazookas», o sea
VERONICA: No me des clases sobre lo que es África. Estoy
bastante al día del martirio africano, estoy metida de lleno en ello
desde hace meses...
CARLOS: No lo pongo en duda. Por cierto, el fiscal de la Corte
Penal Internacional ha abierto recientemente una investigación
sobre Darfur y...


80 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 81

VERONICA: ¿No te atreverás a darme clases...?
MIQUEL: No la hundas más. Ten piedad.
VERONICA se balanza sobre su marido y empieza a pegarlo,
repetidas veces, con una desesperación irracional.
CARLOS la sujeta.
CARLOS: Empiezas a caerme bien, ¿sabes?
VERONICA: Pues tú a mí, no.
VERONICA: Vivimos en Francia. No en Kinshasa. Vivimos en
Francia, con los códigos de la sociedad occidental. Lo que pasa en
la plaza del Nord debe juzgarse bajo los valores de la sociedad
occidental, a la cual, si no te importa, me enorgullezco de
pertenecer.
MIQUEL: Pegarle a tu marido debe formar parte de esos códigos...
VERONICA: Miquel, vamos a acabar mal...
CARLOS: Se ha lanzado contra ti como una furia. Yo, en tu lugar,
me andaría con cuidado.

MIQUEL: Se preocupa mucho por la paz y la estabilidad en el VERONICA: Y estoy dispuesto a volver a hacerlo.
mundo. ANNA: Se ríen de ti, ¿te das cuenta?
VERONICA: ¡Cállate! CARLOS: Al contrario. Cierto que la moral prescribe que
dominemos nuestras pulsaciones pero a veces es bueno dejarse ir.
ANNA tiene nauseas. Tampoco vamos a estar cantando el «Ave Maria» mientras
follamos. ¿Dónde puedo encontrar este ron?
Toma su vaso de ron y se lo lleva a la boca.
MIQUEL: De esta añada, me extrañaría.
MIQUEL: ¿Estás segura?
ANNA: «Bazooka»! Ja, ja...
ANNA: Sí, sí, me conviene.
CARLOS: Sí. «Bazooka».

VERONICA hace lo mismo. ANNA: ¿Por qué no dices lanzagranadas?


82 UN DIOS SALVAJE
CARLOS: Porque todo el mundo los llamaba «bazookas». Nadie
decía «lanzagranadas». Del mismo modo que no decías cañón del
doce, decías «twelve».
ANNA: ¿Quién lo decía?
CARLOS: Venga, basta Anna. Basta ya.
ANNA: A los grandes guerreros, como mi marido, les cuesta, hay
que comprenderlos, les cuesta interesarse por los asuntos
domésticos.
CARLOS: Exacto.
VERONICA: No veo por qué. No entiendo por qué. Somos
ciudadanos del mundo. Pero nuestra lucha comienza por los
conflictos más cercanos.
MIQUEL: Oh, Vero... Ahórranos esas consignas de convento de
monjas.
VERONICA: Voy a matarlo.
CARLOS (el móvil suena):... Sí, sí, quita «lamentable»... Pon
«grosero». Se trata de un grosero intento de... Eso mismo... ¿El
resto le parece bien?... De acuerdo. Muy bien. (Cuelga)... ¿Qué
estábamos diciendo?... ¿«Bazooka»?
VERONICA: Estaba diciendo, sin pretender contrariar a mi
marido, que no hay lugares mejores que otros para ejercer nuestra
vigilancia.
UN DIOS SALVAJE 83
CARLOS: Vigilancia... Sí... ANNA, es absurdo que continues
bebiendo en tu estado...
ANNA: ¿Qué pasa con mi estado? Al contrario.
CARLOS: Es muy interesante esta idea... (móvil) Sí, no, nada de
entrevistas hasta que hayamos difundido el comunicado...
VERONICA: Anna tiene toda la razón, esto es insoportable.
CARLOS: Y sobre todo que no... ¡Los accionistas se van a mear
de la risa! Recuérdale que los accionistas son soberanos...
ANNA se dirige hacia CARLOS, le quita el móvil... y después de
estar unos instantes buscando dónde meterlo... lo tira al jarron de
los tulipanes.
CARLOS: ¡Anna, qué coño..!
ANNA: Se acabó.
VERONICA: Ja, ja...¡Bravo!
MIQUEL (horrorizado): ¡Uy, uy, uuuuy!
CARLOS: ¡Estás chalada o qué! ¡Mierda!
Va hacia el jarrón, pero MIQUEL se le ha avanzado y saca el
móvi chorreando.


84 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 85

MIQUEL: ¡El secador! ¿Dónde está el secador? (Lo encuentra y lo VERONICA, podrías tener el buen gusto de no encontrar esto tan
pone en marcha dirigiéndolo hacia el móvil.) divertido.

CARLOS: ¡Estás para que te encierren!¡Esto es para cagarse! Lo VERONICA (riéndose con ganas): Mi marido dedicando su hora
tengo todo ahí dentro... Es nuevo, he tardado horas en de la siesta a secar cositas.
configurarlo.
ANNA: Ja, ja , ja...
MIQUEL: (A ANNA, por encima del ruido infernal del secador)
De verdad que no te entiendo. Ha sido un acto completamente ANNA no deja de servirse ron.
irresponsable.
MIQUEL, impermeable a todo, se aplica a la tarea.
CARLOS: Lo tengo todo ahí, mi vida entera...
Durante unos momentos, solo reina el sonido del secador.
ANNA: ¡Su vida entera...!
𝐴𝑙𝑎𝑖𝑛 𝑒𝑠𝑡á ℎ𝑢𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜.
MIQUEL: Espera, a lo mejor podemos recuperarlo...

CARLOS: Qué va. Está jodido para siempre. CARLOS: Déjalo, amigo. Déjalo. No hay nada que hacer...

MIQUEL: Quitemos la bateria y la tarjeta. ¿Sabes abrirlo?

MIQUEL acaba parando el secador.
CARLOS (intentando abrirlo sin saber cómo): No tengo ni idea,
acabo de comprarlo... MIQUEL: Hay que esperar... (después de una pausa) Si quieres
utilizar nuestro teléfono...
MIQUEL: Déjame ver.

CARLOS: Se ha jodido... Y les hace gracia, les hace gracia... CARLOS hace un gesto diciendo que ya tanto le da todo.
MIQUEL: (Lo abre sin dificultad) Ya está. (Vuelve a atacar con el
secador después de separar los diferentes elementos) Al menos tú, MIQUEL: Debo decir algo...


86 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 87

ANNA: ¿Qué es lo que quieres decirnos, Miquel? VERONICA: Ja, ja... ¡Es la mejor! «Una cierta serenidad...»

MIQUEL: No... Da igual. Tampoco sé qué decir. MIQUEL: En cuanto a ti, darling, no veo la necesidad de que te
pongas en ridículo de forma tan evidente.
ANNA: Pues yo me siento mucho mejor. Todos estamos mucho
mejor. (Pausa) Más tranquilos. Los hombres estáis demasiado VERONICA: Déjame en paz.
aferrados a vuestros juguetitos... Eso os disminuye... Os quita toda
autoridad... Un hombre debe tener las manos libres... Creo yo. MIQUEL va a buscar la caja de los puros.
Incluso veros con maletín me disgusta. Una vez conocí a un chico
que me gustaba, pero cuando lo vi con un bolso de esos en
MIQUEL: Tú mismo, Carlos. No te cortes.
bandolera pues... Bueno, se acabó. El bolso en bandolera es lo
peor. No, llevar el móvil en la mano es todavía peor. Un hombre VERONICA: ¡Nadie va a fumarse un puro en mi casa!
debe transmitir una cierta sensación de soledad... Yo también
MIQUEL: Hoyo... Monte Cristo número 3 y número 4...
tengo una idea johnwayne de la virilidad... ¿Qué llevaba él? Un
colt del 45. Un truco para que lo dejaran en paz... Un hombre que VERONICA: No vais a fumar en una casa donde vive un niño
no da la impresión de ser un solitario no tiene ninguna asmático.
consistencia... Tendrías que estar contento, Miquel. Esto desbarata
un poco más nuestra pequeña... ¿Cómo la llamaste?... No recuerdo ANNA: ¿Quién es asmático?
la palabra que... Pero, en fin... Yo me siento mejor. Todos. Mucho VERONICA: Nuestro hijo.
mejor. Me parece a mí.
MIQUEL: Eso no te impidió comprarle un asqueroso hàmster.
MIQUEL: Debo prevenirte que ester on nubla un poco la mente.
ANNA: Ahí le doy la razón. No es recomendable tener animales
ANNA: Nunca me había sentido mejor.
en casa de un asmático.
MIQUEL: Seguro.
MIQUEL: No es nada recomendable.
ANNA: Empiezo a ver las cosas con cierta serenidad.

88 UN DIOS SALVAJE
ANNA: Incluso los peces de colores pueden estar contraindicados.
VERONICA: ¿Estoy obligada a escuchar estas estupideces? (Le
quita a MIQUEL la caja de puros de las manos y la cierra
violentamente) Lo siento, siento ser la única que no ve las cosas
con una cierta serenidad. Para seros sincera, en mi vida me había
sentido tan miserable. Creo que este es el día más desgraciado de
mi vida.
MIQUEL: Beber siempre te ha hecho sentir desgraciada.
VERONICA: Miquel, cada vez que abres la boca me siento peor.
Yo no bebo. Sólo me he tomado unas gotas de esa mierda de ron
que presentas como si mostraras el Santo Sudario a los fieles; yo
no bebo y te juro que lo siento, porque me encantaría ser como tú
y ahogar mis penas en ese vasito.
ANNA: Mi marido también se siente un desgraciado. Míralo. Ahí
encorvado, como si lo hubieran abandonado en una cuneta. Creo
que también es el día más desgraciado de su vida.
CARLOS: Sí.
ANNA: Lo siento tanto, Cucú.
MIQUEL vuelve a dar un toque de secador a los elementos del
móvil.
UN DIOS SALVAJE 89
VERONICA: ¡Para ya el secador! Ese trasto está muerto.
MIQUEL (suena el teléfono fijo): Sí... Te he dicho que estábamos
ocupados... Porque esa medicina puede matarte. Es veneno. Pues
ahora te lo van a explicar para que lo entiendas...(pasa el teléfono
a CARLOS)... Díselo.
CARLOS: ¿Que le diga qué?
MIQUEL: Todo lo que sabes de esa porquería vuestra.
CARLOS: ...¿Qué tal, señora?...
ANNA: ¿Qué quieres que le diga? Si él no sabe nada.
CARLOS: ...Sí... ¿Y le duele? ... Por supuesto. Pero la operación
va a arreglar todo eso... En la otra pierna también, vaya... No, no,
no soy cirujano ortopédico... (Aparte)... Me llama doctor...
ANNA: Doctor, esto es grotesco, cuelga.
CARLOS: Pero usted... A ver, ¿tiene algún problema de
equilibrio?... Claro que no. Para nada. Para nada. No haga caso de
lo que le digan. De todas formas, no está mal que deje de tomarlo
durante unos días. Hasta que... Hasta que la operen. Sí, sí, ya veo
que está usted en forma... (MIQUEL le quita el teléfono)
MIQUEL:Bueno mamá, ¿lo has entendido?, tienes que dejar de
tomar esa medicina, por qué tienes que discutírmelo todo, la

90 UN DIOS SALVAJE
dejas y ya está, haces lo que te digo y punto... Ya te llamaré yo...
Te mando un beso, todos te mandamos un beso. (Cuelga) Me
agota. Es como una piedra en el zapato.
ANNA: Bueno, ¿cómo hemos quedado al final? ¿Vengo esta
noche con Víctor? Tendríamos que decidirnos. No sé si todavía
nos importa algo, pero os recuerdo que estamos aquí por eso.
VERONICA: Ahora creo que soy yo la que va a vomitar. ¿Dónde
está el cubo?
MIQUEL aparta la botella de ron de su alcance.
MIQUEL: Ya tenemos bastante.
ANNA: Yo creo que hay parte de culpa en ambos lados. Eso es.
Culpa en ambos lados.
VERONICA: ¿Lo dices en serio?
ANNA: ¿Perdón?
VERONICA: ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?
ANNA: Me doy cuenta. Sí.
VERONICA: ¿Nuestro hijo Pol, a quien he tenido que dar
UN DIOS SALVAJE 91
dos Eferalgan Codeína esta noche, tiene parte de culpa?
ANNA: Eso no lo convierte necesariamente en inocente.
VERONICA: ¡A la puta calle! Ya os he aguantado bastante. (Coge
el bolso de ANNA y lo tira contra la puerta) ¡A la puta calle!
ANNA: ¡Mi bolso! (como una niña pequeña) ¡Carlos...!
MIQUEL: ¿Qué les está pasando? Han perdido la chaveta.
ANNA (recogiendo las cosas que han caído): ¡Carlos, socorro!...
VERONICA: ¡Carlos-socorro!
ANNA: ¡Calla la boca! Me ha roto la polvera... ¡Y el vaporizador!
(A CARLOS) Defiéndeme, ¿por qué no me defiendes?
CARLOS:: Nos vamos. (Se apresura a recoger los elementos de
su móvil)
VERONICA: Tampoco voy a estrangularla.
ANNA: ¿Y yo que te he hecho?
VERONICA: No hay culpa en ambos lados. No hay que confundir
a las víctimas con los verdugos.


92 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 93

ANNA: ¡Los verdugos! ANNA: No, quiero beber un poco más, quiero pillar una buena,
esta tía se está metiendo en mi vida y nadie le cierra la boca.
MIQUEL: ¡Cállate ya, Veronica! Estoy harto de tu charlatanería
Prefiero estar borracha.
simplista.
CARLOS: Ya lo estás.
VERONICA: Pues yo la reivindico.
ANNA: ¿Por qué permites que llamen verdugo a tu hijo? Venimos
MIQUEL: Sí, sí, tú reivindicas, reivindicas, desde que te ha
a su casa para intentar arreglar las cosas y nos insultan, nos
cogido ese entusiasmo por los negros del Sudán nuestra vida se a
agreden, nos dan cursillos de cómo ser buenos ciudadanos del
llenado de reivindicaciones.
mundo... Nuestro hijo ha hecho muy bien sacudiendo al vuestro, y
VERONICA: No te reconozco. ¿Por qué te estás comportando de tu declaración de los derechos humanos, me la suda.
una manera tan horribe?
MIQUEL: Un poquito de licor y la gente empieza a mostrar su
MIQUEL: Porque tengo ganas. Tengo ganas de comportarme así verdadero rostro.
de horrible, aunque sólo sea por hoy.
VERONICA: Yo ya te lo había dicho. Te lo había dicho.
VERONICA: Algún día te darás cuenta de la extrema gravedad de
CARLOS: ¿Qué habías dicho, tú?
lo que pasa en ese rincón del mundo y te avergonzarás de esa
inercia y de ese nihilismo repugnante. VERONICA: Que era una falsa. Que esa mujer es una falsa. Lo
siento.
MIQUEL: Pero tú no, tú eres formidable, darling, la mejor entre
nosotros. ANNA: Ja, ja, ja...

VERONICA: Pues sí. Sí. CARLOS: ¿Cuando has dicho eso?

ANNA: Larguémonos, Carlos. Esta gente son unos monstruos. (se VERONICA: Cuando estabais en el baño.
termina el vaso y va a por la botella)
CARLOS: La conoces desde hace un cuarto de hora y ya sabes
CARLOS (impidiéndoselo): Déjalo ya, Anna. que es una falsa.

94 UN DIOS SALVAJE
VERONICA: Yo enseguida intuyo cómo es la gente.
MIQUEL: Es cierto.
VERONICA: Tengo un sexto sentido para esas cosas.
CARLOS: ¿Con falsa, quieres decir...?
ANNA: ¡No quiero escuchar nada más! ¿Por qué me obligas a
soportar esto, Carlos?
CARLOS: Cálmate, Cucú.
VERONICA: Sólo ha suavizado las aristas. Y punto. A pesar de
sus maneras de... Ella no está mucho más preocupada que tú por lo
que ha pasado.
MIQUEL: Es cierto.
CARLOS: Es cierto.
VERONICA: ¡Es cierto! ¿Aceptas que es cierto?
MIQUEL: Pasan de todo. Pasan desde el principio. Es evidente. Y
ella igual, tienes toda la razón. No les importa nada.
CARLOS: ¿Y a vosotros se supone que sí? (A ANNA) Déjame
hablar, cariño. Venga, cuéntame lo mucho que te preocupa todo
este asunto, Miquel. ¿Y qué significa esa palabra, además? Eras
más creíble cuando te comportabas de manera horrible, aunque
UN DIOS SALVAJE 95
sólo fuera por hoy. Para ser sinceros aquí nadie está realmente
preocupado, excepto Veronica, a la que tengo que reconocerle, lo
acepto, una cierta integridad.
VERONICA: No necesito que me reconozcas nada.
ANNA: Pues yo sí que lo estoy. Yo estoy muy preocupada.
CARLOS: Pero por el lado histérico, Anna, no como una heroína
de la convivencia social. (A VERONICA) El otro día vi a tu amiga
Jane Fonda por la tele, y estuve así de comprarme un poster del Ku
Klux Klan...
VERONICA: ¿Mi amiga, por qué? ¿Que tiene que ver Jane Fonda
con esto?
CARLOS: Porque sois de la misma especie. Formáis parte de esa
clase de mujeres, las hembras ungidas, vigilantes, razonables,
conciliadoras... Eso no es lo que amamos en las mujeres, lo que
nos gusta en ellas es la sensualidad, la locura, las hormonas; las
mujeres que hacen gala de su intuición clarividente, las defensoras
del mundo nos repeléis, incluso a tu Miquel, a tu propio marido, le
repeles.
MIQUEL: No hables en mi nombre.
VERONICA: Oye, a mí me importa un comino lo que a ti te guste
de las mujeres. ¿De dónde coño sacas ese discurso? Las opiniones
de un tío como tú me importan una mierda.


96 UN DIOS SALVAJE UN DIOS SALVAJE 97

CARLOS: Mira como chilla. Podria ser presidenta de un club de MIQUEL: ¿Están bien?
fútbol.
ANNA: Sí...
VERONICA: ¿Y ella, ella no chilla?¿Cuando ha dicho que su
pequeña bestia había hecho muy bien en sacudir a nuestro hijo, no Pausa.
chillaba?

ANNA: Y ha hecho muy bien, claro que sí. Por lo menos mi hijo MIQUEL: Lo que yo digo siempre es...
no es un mariquita que se acojona.
CARLOS intenta recoger los tallos y los pétalos caídos.
VERONICA: ¿Es un chivato, te parece mejor eso?

ANNA: ¡Vámonos, Carlos! No sé qué estamos haciendo todavía MIQUEL: Déjalo.

dentro de este tugurio. (Hace el gesto de salir, pero vuelve hacia el
CARLOS: No, no...
jarrón de los tulipanes y los golpea con violencia. Las flores salen
volando, se dispersan y caen por todas partes) Eso es lo que yo
hago con tu mierda de flores, tus tulipanes de mierda. Ja, ja, ja... Suena el teléfono.
(se hecha a llorar) Hoy es el peor día de mi vida, también. Después de dudar, VERONICA responde.

Silencio. VERONICA: Hola cariño... Ah, bueno... ¿Podrás acabar los

Una larga pausa. Estupor. deberes en casa de Anabel?... No, no, cariño, no la hemos
MIQUEL recoge alguna cosa del suelo. encontrado... Sí, claro, hemos mirado en toda la calle, hemos ido
hasta el Carrefour. Pero ya sabes como es Pitufa, amor mío, es
muy lista, hay que tener confianza en ella. ¿Pero tú crees que era
MIQUEL (a ANNA): ¿Es tuyo?
feliz dentro de la jaula?... Papá también está triste pero no quería
ANNA (coge el estuche, lo abre y saca unas gafas): Gracias... darte pena. Claro que vas a hablar con él. Más tarde. Escúchame


98 UN DIOS SALVAJE

cielo, ya tenemos bastante con lo de tu hermano y... Claro que

comerá... Pues comerá hojas... bellotas, castañas... seguro que
encuentra algo, ella ya sabe qué tiene que comer... gusanos,
caracoles, o lo que caiga de los cubos de la basura, es como
nosotros, es omnívora... Hasta luego, tesoro.

Pausa.

MIQUEL: A lo mejor el bicho se está dando un festín mientras

hablamos.

VERONICA: No.

Silencio.

MIQUEL: ¿Qué es lo que sabemos?