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Título:

Kitzur Yalkut Yosef

Dirección General:
Rab Amram Anidjar

Introducciones y prologo
Rab Amram Anidjar

Traducción y resumen
Rab Arie Sakal Franco

Revisión:
Rab David Maleh
Rab Moshe Peretz

Corrección de estilo
Frida Maleh

Diseño y tipografía
Yehuda Goldfeder
David Rodríguez

Editorial
Shem Tov

Página web de R. Amram Anidjar


www.ranidjar.com

Copyrigth © 2016
Kitzur Yalkut Yosef - Español
Este libro fué donado para

Leiluy Nishmat

de

Isaac Cababie Cababie Charles Elmann

Ben Victoria Z ”L Ben Míriam Z ”L


y y

Jacobo Cababie Daniel Alegra Arazi de Elmann


Ben Rosa Z ”L Bat Rajel Z ”L

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En honor a las familias

Elmann y Cababie.

Que Hashem los proteja.

Q uiero bendecirlos por su espléndida e inmensa


labor en beneficio público en la impresión de
los libros Yalkut Yosef en español, pues de este
modo difunden la luz de la Halajá entre la multitud.

Dichosos y próspera es su recompensa, pues son


apreciados como filántropos.

Mi bendición se extiende sobre todos sus preciados


familiares, que tengan bendición y éxito por muchos días
y años.

Continúen así cada vez más en esta labor de beneficiar al


público y de difundir la luz de la Halajá, pues los méritos
de mucha gente están de sus manos.

Que esta virtud los proteja sin límites. Que ameriten tener
salud constante y satisfacción, con regocijo, riquezas,
honor, muchas alegrías y todo lo bueno.

Con la bendición de la Torá y los que la estudian


Itzjak Yosef
Rishón Letzión Harav Harashí de Israel.

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Agradecimientos

E n primer lugar, quiero agradecer a D-os por el honor


y el Zejut que me dio para dirigir esta nueva obra, el
Kitzur Yalkut Yosef, y quisiera dedicar este esfuerzo
para Leiluy Nishmat de mi señor padre, Javiv Ben Esther,
quien falleció justamente al empezar este proyecto y, de
la manera más humilde, pido a D-os que, de la misma
forma en que yo aquí, en la tierra, me enorgullezco de ser
su hijo, de igual manera él, en el Cielo, esté orgulloso de
ser mi padre.

Asimismo, deseo dedicar esta labor para salud, vida larga


y bienestar de mi querida esposa, mi señora madre y mis
hijos.

Igualmente, es mi anhelo que esta obra sea para Berajá


y Hatzlajá de todos los múltiples donadores que siempre
me apoyaron para sacar a la luz mis libros, en particular
a la familia de Elman y Cababie, patrocinadores de este
gran proyecto. Espero que, con la ayuda de D-os, etas
obras contribuyan al bienestar y beneficio de todo el
Pueblo de Israel.

Sea la Voluntad del Creador permitir que todos juntos lo


alegremos con este trabajo y Él a la vez nos alegre a todos
nosotros mandándonos bendiciones, salud, vida larga y,
especialmente, al Mashíaj, para que junto con él bailemos
en Yerushalaim pronto en nuestros días. Amén.

Rabino Amram Anidjar.

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Q uiero agradecer a Boré ‘Olam el Zejut que tengo de poder participar
en este proyecto, cuya finalidad es la de dar acceso a nuestras
Halajot en un lenguaje fácil y práctico.

Dedico esta obra a mi padre Shelomó Ben Zahíe ZLB.

Papá, fuiste un gran padre y un gran maestro. Tus enseñanzas sobre la


humildad, el respeto hacia nuestras costumbres y tradiciones, tu manera de
dar sin esperar nada a cambio, pero sobre todo la semilla de la Torá que
sembraste en mí, fueron los frutos que hicieron posible que hoy esta obra
sea una realidad.

A mi hermano Moshe Ben Linda ZLB, mi gran maestro y el que motivó el


inicio de este proyecto.

Quiera Hashem que todos los estudios de estos libros sean para enaltecer sus
almas y lleguen a estar junto con Boré ‘Olam en el Gan ‘Eden.

Agradezco a mi rabino, el Rishón Letzión Rab Itzjak Yosef por la confianza


que depositó en mí, al Rabino Amram Anidjar por creer en este proyecto y
hacerlo posible. Que esta obra eleve el alma de su padre Habib Ben Esther.

A ti, mamá, por seguir el camino que nos dejó mi papá y por alentarnos
siempre a seguir adelante.

Que Hashem te mande consuelo y Refuá Shelemá para que sigas al frente de
esta familia.

A mi familia: Mi esposa Rebeca, por hacerme creer que sí podía, a mis hijos
Linda, Salomón, Margot y Sofía, por ser mi inspiración y estímulo
para seguir adelante.

A mis hermanos Isaac, Liz y Rebeca, por estar siempre ahí cuando los necesito.

A mis cuñados y sobrinos por todo su apoyo.

Un agradecimiento especial a todo el grupo de trabajo y donadores


por su dedicación y entrega.

Y en especial, a ustedes. D-os quiera que encuentren al leer una


fuente bendita de Sabiduría.

Que tengamos el Zejut de ver esta obra culminada y la repasemos


con el Mashíaj, que se revele pronto en nuestros días. Amén.

Gabriel Hilu

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Introducción al

Kitzur Yalkut Yosef

Q uiero agradecer al Todopoderoso por darnos el zejut y el


honor de empezar esta nueva obra, titulada Kitzur Yalkut
Yosef, la cual constituye el resumen de las leyes judías. Como
ya saben, D-os nos dio el privilegio de encabezar el proyecto Yalkut
Yosef, en el cual se tradujeron todas las leyes del libro Yalkut Yosef en
hebreo, escrito por el gran Rishón LeTzión, el Rabino principal de los
sefaradim en Israel, Rabino Itzjak Yosef, Shelita, hijo del Rabino Ovadiá
Yosef, Z”TL.

En esa obra, las leyes aparecen en hebreo y en español y, prácticamente,


se tradujeron todas las leyes sin excepción y siguiendo el orden del libro
original. La presente obra es un poco diferente: se omitió el hebreo para
permitir la lectura fluida en español y se resumieron las leyes de manera
más concisa y amena, para lo cual en varias ocasiones se recopilaron
varios incisos en uno solo. Además, para mayor entendimiento y
secuencia de las leyes, a veces se alteró el orden del libro original a fin
de que aquellas se entiendan mejor, obviamente cuidando siempre la
certeza de la ley e intentando no omitir leyes importantes.

Toda esta labor se ha llevado a cabo con la intención de ofrecer al


público el fácil acceso al conocimiento de la Ley Divina. Y podemos
decir que el lector judío de habla hispana tiene ahora cuatro tipos de
obras halájicas de diferente nivel:

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• El Yalkut Yosef en hebreo, para quien domina el idioma y le gusta
profundizar en los Mekorot (las fuentes) de la ley que aparecen
allí, para poder no únicamente conocer la ley, sino también su
origen, las discusiones previas y las conclusiones.

• El Kitzur Yalkut Yosef en hebreo, en el cual resumió Rab Itzjak


Yosef, Shelita, todas las leyes del Yalkut Yosef omitiendo los
Mekorot y presentando la ley de forma corta y precisa, en una
obra de gran utilidad para el judío que entiende el hebreo, mas
no quiere profundizar en las opiniones previas a la conclusión
halájica, sino sólo la final.

• El Yalkut Yosef en español, en el cual se tradujo todo el Yalkut


Yosef presentando la ley en hebreo y en español, para quien desea
estudiar la ley y también domina un poco el hebreo, o para las
clases impartidas en los templos, donde algunos lo leerán arriba,
en el texto hebreo, y otros en español, seguido de la explicación o
ampliación del maestro o rabino.

• Y la presente obra, que se hizo en especial para los que no


dominan en absoluto el hebreo y para los que quieren tener un libro
breve, preciso y bien resumido de las leyes básicas del judaísmo a
fin de que tengan, prácticamente en cualquier momento de duda o
discusión halájicas, una colección de libros a la mano para poder
resolver con mucha certeza y saber qué hacer.

De tal forma, hemos procurado ser “puentes” por los cuales se


transporte la Palabra Divina a cada Yehudí, sin importar el nivel
que posea, tal como D-os escribió en la Torá: Velamedá et Bené
Israel simá befiem, “Y enseña esta Torá al Pueblo de Israel y ponla
en su boca” (Debarim 31:19), orden que se explica por medio del
ejemplo de una madre que, por un lado, tiene la despensa, el
refrigerador y la cocina entera llena de alimentos y toda clase de
condimentos, y por el otro tiene a sus hijos pequeños, las bocas que
debe dar de comer; pero su tarea es saber cómo llevar la comida
a esas bocas. Y para ello elige algunos alimentos, los cocina, los
condimenta y los presenta para que resulten agradables a la vista y
al paladar de los niños. Obviamente, mientras más pequeños éstos
sean, más habrá que licuar, machacar y hacer la comida fácil de
digerir.

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A esto se refirió D-os con: “Enseña la Torá… y ponla en su boca”. Es
decir, cuando te aproximes a la “despensa” de la Torá y la veas llena de
leyes, conceptos, explicaciones, analiza primero esas bocas que vas a
alimentar con ella y prepara todo para que sea “comestible”.

Sinceramente, les confieso que no sé si mediante la forma en que se


escribió este libro (igual lo digo respecto de todas mis obras anteriores)
se logró hacerse con amenidad y agrado para el ojo, y hacer ricas para el
paladar las leyes de nuestra Sagrada Torá. Pero esto se hizo con mucho
amor y cariño, y especialmente con buena intención, la cual es que
todos y cada uno de nosotros sepamos cuáles son nuestras obligaciones
como judíos, con el objetivo único de trasmitirlas y enseñarlas de la
manera más adecuada a nuestros hijos y a sus descendientes.

En generaciones anteriores hubo rabinos que se dedicaron a recopilar,


traducir, interpretar y llevar la Palabra de D-os de modo accesible
y entendible a los judíos contemporáneos. Así lo describe el rabino
Eliézer Pappo, Z”TL., en su libro Pele Yoetz:

¡Qué bien nos hizo la gente que recopiló las palabras de la Torá! Sin
ellos seguramente ya se hubiera olvidado la Torá del Pueblo de Israel,
en especial las obras que se hicieron en las épocas de disminución
espiritual, debido a las persecuciones, decretos de prohibición del
estudio, emigraciones y exilios, lo cual causaba que la gente no tuviera
tiempo ni cabeza para profundizar en todos los libros de la Biblioteca
Judía, particularmente cuando la escasez y la dificultad de conseguir
libros le evitaba conocer más información. Por tanto, hay que felicitar
a todos los rabinos que se tomaron la molestia de recopilar, resumir,
escribir y difundir la milenaria sabiduría judía. Así hicieron en sus
respectivas épocas Maimónides, el Tur, el Bet Yosef, etc., y cada sabio
a quien D-os premió con el don de la lectura y la escritura, con lo que
beneficiaron al Pueblo de Israel con las palabras de Torá tan necesarias
para el día a día.

Continúa el Pele Yoetz: “Y a todos estos que hacen este tipo de obras,
les digo que no teman de quienes se burlan de ellos diciendo: ‘¿Para qué
nos sirven sus obras? No lo hacen sino únicamente para recoger más
dinero o hacerse famosos’. Que D-os perdone a esa gente, ya que no
tienen razón. Estas obras nos benefician muchísimo, pues en esta época
lo breve y lo preciso se convierte en lo más querido y agradable”.

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Finaliza el Pele Yoetz con una recomendación y una advertencia:
“Cuando expliques las leyes, no te extiendas demasiado y no saltes
de un tema a otro. Escribe las cosas de manera clara y precisa, y ten
mucho cuidado de no tergiversar las leyes al resumirlas, pues así, en
lugar de hacer un bien, causarás lo contrario, D-os libre”.

Que sea la voluntad del Todopoderoso que no nos equivoquemos


en ninguna de las leyes, ni en su traducción o en su resumen, y que
todo lo que se ha escrito aquí se reciba con entendimiento y amor,
a fin de que poco a poco recuperemos todos los Yehudim nuestra
maravillosa tradición y demos de esta forma cabal cumplimiento
a las leyes de la Torá, haciendo así la voluntad de D-os, Quien,
estoy seguro, debido a ello cumplirá también nuestra voluntad
llenándonos de salud, bienestar, vida larga, hijos e hijas, parnasá
tová y una existencia llena de fiestas y alegría. Amén.

Debido a que las leyes presentadas son resumen del Yalkut Yosef en
español, se puso al final de cada ley un parentesis con los números
de los incisos de los cuales fue extraido el resumen.

R. Amram Anidjar

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Índice

15 Cartas
20 Prólogo
24 Capítulo 134: Shajrit los lunes y jueves
25 Capítulo 134 b: Antes de sacar el Séfer Torá
31 Capítulo 135 a: La lectura de la Torá
37 Capítulo 135 b: ¿Cuántos suben a la lectura de la Torá?
44 Capítulo 136: Invitados a la lectura del Séfer Torá
48 Capítulo 137: Cantidad de versículos a leer
50 Capítulo 138: ¿Dónde detener la lectura?
54 Capítulo 139: Bendiciones para la lectura
56 Capítulo 140: Interrupción durante las bendiciones
61 Capítulo 141: Invitados a la lectura
65 Capítulo 142: Errores en la lectura del Séfer Torá
66 Capítulo 143 a: Minián para leer el Séfer Torá
71 Capítulo 143 b: Errores en la escritura del Séfer Torá
77 Capítulo 144 a: Enrollar en público el pergamino del Séfer
Torá
77 Capítulo 144 b: El invitado a Maftir
84 Capítulo 145 y 146: Comportamiento durante la lectura del
Séfer Torá
86 Capítulo 147: Enrrollar el Séfer Torá
90 Capítulo 149: Acompañar al Séfer Torá
93 Capítulo 150: Costrucción del Templo
98 Capítulo 151 a: La santidad del Templo
102 Capítulo 151 b: Comportamiento en el Kótel Hamaarabí
104 Capítulo 152: Demoler de un Templo
106 Capítulo 153: Dinero recaudado
109 Capítulo 154: Artículos y velas del Templo
112 Capítulo 155: Concurrir al Templo
113 Capítulo 156: El sustento
117 Capítulo 158 a: Lavado de manos para comer pan
120 Capítulo 158 b: Lavado de manos para comer alimentos re-
mojados
126 Capítulo 159 a y b: Recipiente para hacer Netilá y forma de
verter el agua
133 Capítulo 160: Tipos de agua
135 Capítulo 161: Limpieza de las manos y qué áreas lavar
139 Capítulo 162: Elevar las manos

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Índice

143 Capítulo 163 y 164: Comer sin hacer Netilat Yadaim


145 Capítulo 166: Interrrupción después del lavado
148 Capítulo 167: Cortar el pan
151 Capítulo 168: Tipos de pan
158 Capítulo 169 y 170: Comportamiento durante la comida
162 Capítulo 171: No desperdiciar los alimentos
163 Capítulo 172: Comer sin bendecir
164 Capítulo 173: Lavado de manos entre platillos
168 Capítulo 174: Agua y vino durante la comida
172 Capítulo 177: Alimentos que acompañan al pan
174 Capítulo 178: Interrupción durante la comida
178 Capítulo 179: Conclusión de la comida
179 Capítulo 180: Migajas de pan
183 Capítulo 181: Lavado de manos después de comer
189 Capítulo 182: Bircat Hamazón con vino
194 Capítulo 183: Bircat Hamazón
198 Capítulo 184: Bircat Hamazón
200 Capítulo 186: ¿Quién está obligado a decir Bircat Hamazón?
202 Capítulo 187: Texto del Bircat Hamazón
203 Capítulo 188: Párrafos que se aumentan en Bircat Hamazón
207 Capítulo 196: Zimún con los alimentos prohibidos
208 Capítulo 198: No comió con los que hacen Zimún
209 Capítulo 199: ¿Quién debe hacer Zimún?
210 Capítulo 200: Zimún mientras come
211 Capítulo 201: ¿Quién dice Zimún?
215 Capítulo 202: Bendición por frutos del árbol
223 Capítulo 203: La bendición por la verdura
227 Capítulo 204: Bendición por los alimentos varios
230 Capítulo 205: Bendición por la verdura
231 Capítulo 206: Interrupciones y equivocaciones cuando ben-
dice
238 Capítulo 207: Bendición posterior a los alimentos
243 Capítulo 208: La bendición posterior Meén Shalosh
247 Capítulo 209: Equivocaciones y dudas para beber vino
251 Capítulo 210: Comer menos de 27 gramos
255 Capítulo 211: Prioridad de las bendiciones
256 Capítulo 212: Dos alimentos juntos
258 Capítulo 213: Exentar a los demás a bendecir

13
Índice

259 Capítulo 214: Contenido esencial de las bendiciones


264 Capítulo 215: Responder “Amén” a las bendiciones
270 Capítulo 216: Bendición por aromas
272 Capítulo 217: Bendición por aromas
273 Capítulo 218: Bendición por milagros
277 Capítulo 219: Bendición de “Hagomel”
287 Capítulo 220: Remediar una pesadilla
288 Capítulo 222: Bendición en agradecimiento
291 Capítulo 223-225: Bendición de “Shehejeyanu” y bendicio-
nes particulares
296 Capítulo 225: Bendición de Shehejeyanu
303 Capítulo 226: Bendición por los árboles
305 Capítulo 227: Bendición por rayos y truenos
306 Capítulo 228: Bendición por el océano
306 Capítulo 229: Bendición por el arcoíris y el sol
308 Capítulo 230-231: Bendiciones particulares e intenciones
312 Capítulo 232: Minjá
313 Capítulo 233: Horario de Minjá
316 Capítulo 234: No rezó Minjá
319 Capítulo 235: Horario del Shemá de Arbit
320 Capítulo 236-237: Bendiciones por el Shemá de Arbit
323 Capítulo 238: Establecer un horario fijo para estudiar Torá
por las noches
327 Capítulo 239: Shemá antes de dormir

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Carta de apoyo del

Rabino Ovadiá Yosef Shelita

18 de Jeshván, 5771

C on el corazón lleno de orgullo y alegría, constatamos hoy la


traducción al español de la gran obra Yalkut Yosef, escrita por mi
querido hijo, el Gran Rabino, estudioso y ejemplar virtuoso de
la Tora, Rabino Itzjak Yosef Shelita, Rosh de la Yeshivá Jazón ‘Ovadiá,
quien ha seguido mis pasos en el camino recto que le he trazado con
el dictamen de las Halajot.

Sus palabras están muy bien cimentadas sobre bases de oro, conteniendo
ideas claras, precisas y profundas al comparar Halajá con Halajá de
una forma correcta.

Podremos conducirnos y guiarnos con claridad en la vida en base a


estos fundamentos, tal como ya lo hacen en muchos lugares que fijan
horas de estudio especiales de esta gran obra, Yalkut Yosef.

Que Hashem esté siempre con él y que su grandeza se incremente,


llenando de honor a sus padres. La traducción al español fue realizada
por Talmidé Jajamim importantes, quienes procuraron apegarse
fielmente a su original en hebreo, sin hacer ningún cambio.

El coordinador de toda esta obra es el Rabino ‘Amram Anidjar Shelita


de México, cuyos méritos han beneficiado a muchas personas. Dichoso
él y dichosa sea su participación en este proyecto.

Bendigo aquí al querido señor, respetuoso de Jajamim, seguidor de


Tzedaká y bondades, coronado con buenas cualidades, el Sr. Gabriel
Hilu, quien tomó sobre sí la responsabilidad de la traducción de los
libros de Yalkut Yosef con su grandiosa filantropía y generosidad. Que
Di’s le colme de éxito para lograr difundir la Torá y Halajá, beneficiando
a la multitud con la palabra Divina y que el mérito de la Torá le proteja
e ilumine a él con salud. Amén.

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Este es el lugar y el momento para motivar a las comunidades
respetuosas de México y Latinoamérica para que se fortalezcan más en
el estudio de la Halajá, ya que lo más importante de éste es aquel que
nos lleva a la acción, tal como dijeron nuestros sabios en la Guemará
(Berajot 8:A): Dijo Rabí Jiyá Bar Amí, en nombre de ‘Ulá: “A partir de la
destrucción del Templo, no encuentra Di’s regocijo, sino sólo en lugares
en donde se estudia la Halajá”.

Sin duda alguna, el estudio profundo de la Guemará es de suma


importancia y necesaria. Finalmente se requiere llegar a las conclusiones
Halájicas, tal como dijeron nuestros sabios en la Guemará (Kidushín,
40b): “La grandeza del estudio es aquella que lleva a la acción” y agrega
la Guemará (Yevamot 109): “El que no hace, no valió su estudio”.

La Guemará (Nidá 73a) dice, en nombre de Eliahu Hanabí: “Aquel que


fija diariamente un tiempo de estudio de Halajot diario, se le garantiza
su parte en el Mundo Venidero”. Aprendemos del Profeta Jabakuk que
las Halajot (Halijot) son nuestra forma de caminar por la vida.

He aquí que pongo mi bendición a todas las comunidades de habla


hispana en México, Latinoamérica y España. Que el Zejut del estudio de
la Torá los acompañe a ustedes y a vuestros familiares, proveyéndoles
de larga vida, con bienestar y regocijo. Les deseo salud e iluminación
espiritual, esperando que tengan placer y alegrías de vuestros
descendientes y que tengan el mérito de subir a Yerushalaim para la
construcción de nuestro glorioso Templo en nuestros días. Amén.

El que suscribe y firma por el honor a la Torá y por el honor de mi


querido hijo, el autor de esta obra.

Rabino ‘Ovadiá Yosef

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Carta de apoyo del rabino Itz jak Yosef

27 de tishré, 5771

E
s mi deseo bendecir a nuestro querido hombre de acción en apoyo a la
Torá, coronado con valores, educación y bendiciones, el Sr. Gabriel Hilu
de la ciudad de México, que con su bondadoso corazón ha decidido
tomar sobre sus hombros este importante proyecto, que contiene un gran
beneficio para la multitud y la difusión de la luz de la Halajá: La traducción
de la obra “Yalkut Yosef” al idioma español, promoviendo un grupo de
Talmidé Jajamim para que editen y verifiquen la Halajá, esmerándose en
una traducción fiel a la fuente original y al mismo tiempo que no exista error
alguno, Di’s libre.

Asimismo, hemos de agradecer al Rabino Amram Anidjar Shelita de la ciudad


de México, por encabezar al grupo y tomar bajo su responsabilidad dicha
traducción. Con la ayuda de Di’s, esperamos que pronto podamos bendecir
y gozar de esta obra, la cual incrementará nuestros conocimientos de Torá.
Que Hashem le de fuerza y sabiduría para conseguirlo.

Creo oportuno este momento para señalar que desde que se inició la
edición, con la ayuda de Di’s, de la colección “Yalkut Yosef”, fijamos todas
las noches media hora con mi señor padre y maestro, Rabino y gloria de
mi cabeza, el ministro de la Torá, la belleza de nuestra generación, nuestro
Rabino ‘Ovadia Yosef Shelita. Juntos repasamos todas las Halajot de “Yalkut
Yosef”, desde las leyes del amanecer, los rezos, la lectura de la Torá, el
respeto al Templo, el Bircat Hamazón, las bendiciones, los días de Shabat,
festividades, las leyes de alegrías y Kashrut, teniendo el mérito y el honor
de que nos haya dedicado parte de su valioso tiempo para aprobar todas
las leyes que escribimos, con la ayuda de Di’s, así como las leyes que
agregamos y concluimos de manera personal, entre ellas algunas de las
que Rab ‘Ovadia Yosef no incluyó en sus libros. Todo fue realizado con su
consentimiento, de acuerdo a su opinión y apoyo.

Cabe aclarar que el filántropo, el Sr. Gabriel Hilu, es el delegado de esta


obra, por lo que debo advertir que nadie tiene el derecho de copiar, imitar
o publicar cualquiera de estos libros, ni siquiera parte de ellos, sin nuestro
previo permiso.

Nuevamente bendigo a nuestro querido amigo, el Sr. Gabriel Hilu, deseándole


que tenga todo lo bueno en la vida y que la fuerza y el mérito de la Torá lo
protejan a él y a toda su familia, y que reciba todas las bendiciones escritas
en la Torá para poder continuar difundiéndola y engrandeciéndola, Amén.

19
Prólogo

Introducción a la Halajá

T odo artefacto debe incluir su propio manual de uso. La máquina más


perfecta del mundo es el ser humano y su manual se comprende en
las Mitzvot y las Halajot que éste debe cumplir para dar un buen
funcionamiento a su mecanismo como judío.

Es un hecho que las leyes y las órdenes en general no son del todo agradables
para el ser humano. Por ello, nuestros sabios establecieron que al final de una
clase de Torá se diga el texto Talmúdico: “Rabí Jananiá Ben ‘Akashía solía
decir: Quiso el Todopoderoso beneficiar al pueblo de Israel. Por ello, les dio
tantas leyes”, aclarando de este modo que las leyes y las órdenes son para
beneficio de nosotros.

Una de las cosas que nos detienen en el cumplimiento de las Mitzvot, es


que éstas irrumpen en nuestro modo de ser y en lo cotidiano de nuestra vida
diaria. Sin embargo, si supiéramos el beneficio que nos dan en este mundo y
en el venidero, lo haríamos con alegría y mayor facilidad.

Otro factor que también nos detiene, es la falta de comprensión de por qué
tenemos que cumplir con determinada Halajá. En ocasiones, al no encontrar
la explicación y la lógica que se adecúe a nuestro entender, simplemente
optamos por dejarlo de lado. La realidad es que la Halajá, lejos de carecer de
lógica, está más allá de comprender la filosofía y las explicaciones simples
de nuestro entendimiento y más cuando se tratan de asuntos profundos y
cabalísticos.

Por lo anterior, la Torá nos aconseja: “Cúmplelas, y a medida que las hagas,
irás comprendiendo su significado y motivo, mas no esperes entender para
hacer, ya que podrás pasarte la vida entera sin comprenderla, por lo que
no la cumplirás jamás”. Es importante saber que, así como existen libros
de Halajá, en los que sólo se habla de lo que tenemos que hacer, también
tenemos aquellos libros que explican el porqué de lo que debemos
hacer de forma simple o profunda, como el Ta’amé Hamitzvot, el Ta’amé
Haminhaguim, etc.

20
Prácticamente es éste el secreto de la frase “Na’asé Venishmá’” que
pronunciaron fielmente nuestros padres al recibir la Torá: “Primero la
haremos y después escucharemos sus explicaciones”. Este mensaje se
manifiesta en la Mitzvá de Tefilín, el cual primero se pone en la mano, para
simbolizar que primero hay que actuar.

Después en la cabeza, cuyo mensaje es que después de actuar debemos


estudiar para comprender lo llevado a cabo. Además, la Halajá determina
que no se debe interrumpir entre la colocación del Tefilín de la mano y el de
la cabeza, enseñándonos así que después de hacer, es bueno comprender
lo que se hizo tan pronto como sea posible.

El cumplimiento de la Halajá a veces es tajante, ya que no existe discusión


ni duda alguna de cómo cumplirla. Sin embargo a veces, nos presenta
varias opciones y varios rangos, dando la opción a cada uno de elegir el
nivel de Halajá acorde a su medida.

Esto se da principalmente cuando se trata de una Halajá o una costumbre


sobre la cual hubo muchas opiniones al respecto.

Por ejemplo, si la mayoría de los Rabinos opina que determinado concepto


se permite y otros, aunque fueran minoría, aseveran que se prohíbe. En el
contexto de la Halajá podremos leer lo siguiente: “El concepto se permite,
pero según algunas opiniones, se prohíbe”, dándonos a entender de este
modo que la ley ha determinado permitirlo, pero la gente cuyo su afán por
acercarse a Hashem y Sus estatutos, pueden evitar llevarlo a cabo.

Del mismo modo, cuando la Halajá define que “El concepto se prohíbe,
pero algunas opiniones lo permiten”, significa que lo correcto e ideal es no
hacerlo, salvo en circunstancias que lo requieran, bajo las cuales se podrá
apoyar en las opiniones que lo permiten.

Este panorama da la opción a la gente de comenzar con lo básico, como la


Halajá lo exige, y de ahí ir elevándose, procurando alcanzar la perfección
del cumplimiento de la Halajá. Por otro lado, cabe aclarar que no se permite
“Jugar al permiso”, es decir, buscar en cada libro quién permite cada concepto,
de manera que, si él mismo lo prohíbe, comenzará la búsqueda por otro que
sí lo permita. Así seguiremos buscando sólo los permisos para formar un
“Shulján ‘Aruj” cómodo y accesible, y a nuestra conveniencia. Lo óptimo es
hacernos de un solo Rabino, acorde a nuestra tradición, y seguir siempre esa
línea de Halajá bajo cualquier circunstancia.

Amram Anidjar

21
22
23
Capítulo 134: Shajrit los lunes y jueves

Capítulo 134

Shajrit los lunes y jueves

1. Los días lunes y jueves se acostumbra aumentar ruegos en el rezo


de Shajrit, ya que son días de mayor aceptación Divina. (1)

2. Se agrega el párrafo de “Vehú Rajum”, se dice en voz alta y de pie.


Si por causas de fuerza mayor no pudo decirlo durante el rezo, debe
decirlo en el transcurso del día. (1)

3. Algunos acostumbran ayunar los días lunes y jueves. No obstante,


si por causa del ayuno se verá afectado su estudio de Torá o el
cumplimiento de las Mitzvot, es preferible no ayunar. (2)

4. La costumbre en Israel es decir el párrafo “Ma Nomar” antes de


“Vayaabor” aunque otros lo dicen después de “E-l Mélej”. Por lo tanto,
cada quien debe proceder según su costumbre. (3)

5. Un Sefaradí que reza en un Minián de Ashkenazim, y quiere decir


“E-l Mélej” aunque ellos no acostumbran a decirlo, no es necesario
que diga los “Vayaabor”, sino debe finalizar el párrafo en “Vején Katub
Betorataj”; siendo suficiente con el “Vayaabor” que dijo en “Ana”. (4)

6. Si el oficiante alarga la entonación de “E-l Mélej”, se permite


mientras tanto leer un libro sin emitir palabra alguna, de manera que
cuando el oficiante llega al “Vayaabor” lo diga con él. Sin embargo, es
preferible evitarlo, siendo conveniente pensar en Torá sin ver ningún
libro. (5)

24
Capítulo 134 b: Antes de sacar el Séfer Torá

Capítulo 134 b

Antes de sacar el Séfer Torá

1. Los días lunes y jueves, se dice medio Kadish antes de sacar el


Séfer Torá, y Kadish Titkabal después de “Ubá Letzión”. Si dijo Kadish
Titkabal en vez de medio Kadish, aun así vuelve a decir Kadish Titkabal
después de “Ubá Letzión”.

En días que se reza Musaf, se dice Kadish Titkabal antes de la lectura


del Séfer. (1)

2. Se acostumbra, incluso en Shabat y Yom Tob, vender entre la


concurrencia la Mitzvá de abrir el Hejal, cargar el Séfer Torá, tomar
parte en la lectura de la Torá y colocar los Rimonim. Con esto se evita
por una parte discusiones entre la concurrencia, pagar al oficiante,
pagar a los que enseñan la Torá; además, así se hace más preciada la
Mitzvá.

Por otro lado, los encargados deben evitar expandirse en la venta para
no incomodar a la concurrencia y evitar pláticas vanas dentro del
Templo. (2)

3. Algunos acostumbran dar el Séfer Torá a sus hijos pequeños, para


que lo carguen y aprecien la Torá. Por lo que deben tener cuidado de
que los pequeños puedan aguantar su peso. (3)

4. Se acostumbra que el hombre cuya esposa se encuentra en el


noveno mes de embarazo, abra y cierre el Hejal, haciendo alusión a la
apertura de la matriz de su esposa y posteriormente al cierre. (2)

25
Capítulo 134 b: Antes de sacar el Séfer Torá

5. En lugares donde abrir el Hejal es más distinguido que colocar los


Rimonim, un hijo o alumno no tiene permitido abrirlo en caso de que
su padre o maestro coloque los Rimonim, a menos que se lo permitan.
(3)

6. Si un deudo se encuentra dentro de los siete días de luto, y fue


invitado a abrir el Hejal o llevar el Séfer Torá, tiene permitido hacerlo,
aunque es apropiado evitarlo. (13)

7. Antes de sacar el Séfer Torá, se acostumbra decir “Berij Shemeh”.


Cabe mencionar que las palabras “Veló Al Bar Elahín Samijna”, y no
nos apoyamos en los hijos de D-os, hace referencia a los ángeles. (4)

8. Quien se encuentra rezando mientras el Minián está diciendo


“Berij Shemeh”, si se encuentra en una parte del rezo donde puede
interrumpir, como entre Yishtabaj y Yotzer Or, debe decir “Berij
Shemeh”. Si no puede interrumpir, únicamente se inclina ante el Séfer
Torá junto con los demás, sin emitir alguna palabra. De igual manera
no debe decir el versículo “Vezot Hatorá” cuando sacan el Séfer, sino
pensar en el versículo y observar el Sefer. (6,8)

9. Los Sefaradim no acostumbran decir “Berij Shemeh” lunes y jueves,


sino en Shabat, Yom Tob, Rosh Jódesh, y algunos también en Jol
Hamoed. Por otro lado, los Ashkenazim acostumbran decirlo también
los lunes y jueves. Si un Sefaradí reza en un Minián de Ashkenazim,
dice con ellos “Berij Shemeh”. (5,6)

Llevar el Sefer

10. Cuando se lleva el Séfer Torá a la Tebá o cuando se regresa al


Hejal, la concurrencia debe permanecer de pie. (16)

26
Capítulo 134 b: Antes de sacar el Séfer Torá

11. Si estaba estudiando Torá en un Minián cuando ellos comenzaron


a decir “Berij Shemeh”, no es necesario que lo diga con la concurrencia.
No obstante, debe ponerse de pie cuando saquen el Séfer Torá del
Hejal hasta que lo dejan en la Tebá. (6)

12. Es propicio llevar el Séfer Torá abierto a la Tebá, enseñando a la


concurrencia sus letras, para que así absorban su gran luz de Santidad,
al tiempo que dicen “Vezot Hatorá”. Algunos acostumbran observar
alguna palabra que comience con la misma letra de su nombre.
Además, es apropiado llevar el Séfer Torá caminando hacia su derecha,
aunque sea el trayecto más largo. Al regresar el Séfer Torá al Hejal,
debe hacerlo por el camino más corto. (9)

13. Cuando el Séfer Torá llega a la Tebá, se debe mostrar su escrito


a la concurrencia girando por su derecha desde donde se encuentra el
Hejal hasta hacer un giro completo. (9)

14. Las mujeres también cumplen la Mitzvá de ver a la escritura


del Séfer Torá y decir el versículo de “Vezot Hatorá”, aun en estado
de Nidá, pero sin entrar al área donde se encuentran los hombres. De
cualquier manera, la mujer en estado de Nidá que prefiera no entrar al
Templo o no ver la escritura del Séfer Torá, puede evitarlo. (11)

15. Es correcto que la concurrencia se acerque al Séfer Torá a besarlo,


en lugar de que sea acercado a ellos. Está permitido rodear el Templo y
llevar al Séfer Torá por un camino más largo a la Tebá para que pueda
la concurrencia besarlo. (10)

16. Si sacaron del Hejal un Séfer Torá que su escritura no es ideal, no


se permite regresarlo al Hejal para sacar otro con mejor escritura. Sin
embargo, si sacaron un Séfer Torá que no ha sido revisado, de manera
que pudiera tener errores, se permite regresarlo y sacar otro en su lugar.
(12)

17. Si se leyó de un Séfer Torá no calificado para ser leído y se dieron


cuenta del error después de la lectura, no es necesario volver a leer
de otro Séfer Torá. No obstante, si leyeron intencionalmente de éste,
deben sacar otro Séfer Torá y volver a leer, incluso si es lunes, jueves,
o Minjá de Shabat. (12)

27
Capítulo 134 b: Antes de sacar el Séfer Torá

18. Al regresar el Séfer Torá al Hejal, algunos acostumbran regresarlo


cerrado, mientras que en Yerushalaim acostumbran regresarlo abierto,
por lo que cada lugar debe proceder según su costumbre. (14)

Séfer Haftarot

19. Es apropiado que los Templos que cuentan con Séfer Haftarot
escrito en pergamino, lo lleven a la Tebá cerrado cuando se levanta el
Séfer Torá, para no igualar sus honores. Sin embargo, no se reprocha a
quien así procede. (15, capítulo 144b,20)

20. Se permite guardar el Séfer Haftarot junto a un Séfer Torá en


el Hejal, así como se permite guardar ahí un Séfer Torá en el cual se
encontró un error que lo hace no apto para ser leído. (15, capítulo
144b,18)

21. No se permite colocar los Rimonim del Séfer Torá en el Séfer


Haftarot. (15, capítulo 144b,19)

28
Capítulo 135 a: Torá lunes y jueves

Capítulo 135 a

Torá lunes y jueves

E
ste capítulo trata de la obligación de leer el Séfer Torá los días lu-
nes y jueves, en el rezo de la mañana, Shajarit. Esta ley se aprende
de la Guemará (Babá Kamá 81a): “Ezrá HaSofer estableció la cos-
tumbre de leer la Torá los días lunes y jueves”. Pregunta la Guemará:
“¿Acaso Ezrá HaSofer (quien vivió en el siglo V antes de la era común)
fue el que la estableció? Sabemos que esta costumbre existe desde la
época de Moshé Rabenu, como dice el versículo: ‘Y caminaron tres
días sin agua’. Sabemos que la Torá fue comparada con el agua y, por
tanto, establecieron que no pase la persona tres días ‘sin tomar agua’,
es decir, sin leer la Torá. Por tanto, además de la lectura del sábado,
estableció Moshé Rabenu la lectura los lunes y los jueves. ¿Por qué me
dices que lo implantó Ezrá?”. Contesta la Guemará: “Sí, la costumbre es
de la época de Moshé Rabenu, pero en ese entonces subía a la lectura
una sola persona y sólo se leían tres versículos. Vino Ezrá y estableció
que subieran tres hombres: un Kohén, un Leví y un Israel (uno del pue-
blo), y que se leyeran en total por lo menos diez versículos”.

Pero cabe preguntar: si todo esto es sólo para que no pasen más de tres
días sin Torá, entonces podía ser leída los martes y/o los miércoles. ¿Por
qué se escogieron los lunes y los jueves? A esto responde el Tosafot
(Babá Kamá 81a) que, debido a que Moshé subió a Har Sinai a fin de

29
Capítulo 135 a: Torá lunes y jueves

bajar la Torá, para lo cual tardó cuarenta días, aquel en que subió fue
lunes y cuando bajó fue jueves. Para recordar ese hecho, se estable-
cieron a propósito estos dos días para la lectura de la Torá. Y debido
a que también subió por cuarenta días para pedir que D-os perdonara
el pecado del becerro de oro, y los días en que subió y bajó fueron
también lunes y jueves, se estableció la costumbre de leer el Tajanún
(el rezo con el cual pedimos perdón por nuestros pecados).

Además, los días lunes y jueves eran de mercado, en el cual venían


todos los aldeanos a la ciudad para exponer y vender sus mercancías.
Por tanto, se aprovechaban esos días para sacar el Séfer Torá, abrir los
tribunales e incluso, en Purim, adelantar la lectura de la Meguilá en
esos días y aprovechar la presencia de los aldeanos, cuya lejanía de la
comunidad podía hacerles carecer de servicios religiosos y de clases
de la Sagrada Ley.

En un sentido metafórico, nosotros, los habitantes de la tierra, nos lla-


mamos los aldeanos, ya que el Cielo se considera la gran ciudad. Por
tanto, los lunes y jueves son días de gran congregación para sacar la
Torá. Y de la misma forma en que estos días, en la antigua época, se
llamaban Yom Haknizá, “el día de la entrada” (para hacer alusión a
todos los aldeanos que entraban a la ciudad), así también nosotros los
llamamos “el día de la entrada de nuestras plegarias al Cielo”. Por ello,
el rezo en estos días se extiende tanto en el perdón que se solicita de
D-os como en la lectura de la Torá para que, de la misma forma en
que los aldeanos se ganaban en esos días el sustento, también nosotros
salgamos en esos días con un buen sustento para el alma, a fin de llevar
con dignidad y santidad nuestra humilde vida en esta aldea planetaria.

30
Capítulo 135 a: La lectura de la Torá

Capítulo 135 a

La lectura de la Torá

7. Moshé Rabenu estableció leer el Séfer Torá en Shabat por la


mañana, lunes y jueves para que no transcurran tres días sin escuchar
palabras de Torá. Posteriormente, Ezrá Hasofer estableció que también
sea leído en Minjá de Shabat. (1)

8. En Minjá de Shabat, lunes y jueves, se comienza a leer donde se


terminó de leer en Shajrit de ese mismo Shabat. Si se leyó una Perashá
diferente a la que debería leerse, y se percataron de su error al terminar
la lectura, no es necesario volver a leer la Perashá correspondiente. (2)

9. Si por algún motivo no se leyó el Séfer Torá un lunes o jueves, no


se permite leer la Torá con las bendiciones en otro día. (3)

10. Si no terminaron la lectura completa en Shajrit de Shabat, no se


debe invitar a siete personas para leerla completa en Minjá, aunque
cuenten con suficiente tiempo para hacerlo. Asimismo, no se permite
reponerla el lunes o jueves posterior, ya que la concurrencia sale a
trabajar. En cambio, el siguiente Shabat leen dos Perashiot de la
siguiente manera: El Cohén debe leer toda la Perashá de la semana
anterior y al menos tres versículos de la Perashá de la semana actual.
Posteriormente, el Leví continua como es la costumbre. (6)

11. Debido a que nuestro Sabios establecieron leer el Séfer Torá lunes
y jueves en el rezo de Shajrit únicamente, aquellos empleados que
deben salir temprano a trabajar y no tienen tiempo para leer la Torá,
no pueden hacerlo durante el rezo de Minjá. Sólo en caso de hacerlo
ocasionalmente, no se les reprende. De cualquier manera, si se llegase
a presentar la duda, se les debe responder no hacerlo. (5)

31
Capítulo 135 a: La lectura de la Torá

12. En primera instancia no se debe leer el Séfer Torá antes del


despunte del alba. Por lo tanto, si se ven en la necesidad de rezar
temprano Shajrit y no les es posible leer el Séfer Torá, deben omitir
“Ana” para poder leer el Séfer Torá. No obstante, si no les es posible
leerlo aunque omitan “Ana”, se les permite leer el Séfer Torá antes del
despunte del alba. (4)

13. Si por causa de fuerza mayor rezó sin Minián, no está obligado ir
a un Templo a escuchar la lectura de la Torá. De igual manera, no es
necesario leerla de un Jumash, ya que la obligación de la lectura no es
sobre cada individuo en particular, sino reunirse para leerla. (7,8)

14. Las mujeres no están obligadas a escuchar la lectura de la Torá.

Con relación a la lectura de la Perashá de Zajor, según algunas


opiniones las mujeres deben asistir al Templo a escucharla, aunque
otras opiniones difieren. Por lo tanto, aquellas que lo hacen para
cumplir con las opiniones que así lo exigen, merecerán bendición. Está
permitido sacar un Séfer Torá especialmente para leer Perashat Zajor a
las mujeres que llegan posteriormente al Templo. (9)

15. Si le piden completar Minián en casa del deudo, aunque por


ello no pueda oír la lectura de la Torá, debe hacerlo. Además, no está
obligado a escuchar la lectura posteriormente. (14)

Trasportar un Séfer Torá

16. No se debe trasladar un Séfer Torá de un lugar a otro si no hay


necesidad de ello. Cuando sea necesario, si el Séfer Torá va debidamente
empaquetado dentro de un estuche, según algunas opiniones no es
necesario desatar sus costuras. Sin embargo, lo más correcto es liberar
las costuras que unen un Jumash con otro, siendo suficiente con desatar
la mayoría. De cualquier manera, si el Séfer Torá va acompañado por
diez hombres, no es necesario desatar sus costuras. (10)

32
Capítulo 135 a: La lectura de la Torá

17. En vez de desatar sus costuras entre un Jumash y otro, algunos


acostumbran dejar caer unas gotas de cera sobre las letras del Séfer
Torá para así inutilizarlo; siendo más correcto desatar sus costuras. (10)

18. No está permitido llevar un Séfer Torá a la cárcel, aunque el preso


sea alguien importante, incluso para los días de Rosh Hashaná y Yom
Kipur. (11)

19. Se permite transportar un Séfer Torá de un Templo a otro,


preferiblemente acompañado por diez hombres, para transportarlo con
honor. En caso de no ser posible, se permite transportarlo dentro de un
auto. (11)

20. Si un Séfer Torá fue dejado en el Templo en plan de préstamo


para que sea leído, el encargado del lugar tiene permitido prestarlo al
deudo para que puedan leerlo en su casa. No obstante, si el dueño
del Séfer Torá condicionó el préstamo al Templo, debe pedirse su
aprobación antes de prestarlo. (13)

21. Es permitido trasladar un Séfer Torá a casa de los deudos para


leerlo los días lunes y jueves. Sin embargo, si durante el rezo se
percataron que no contaban con un Séfer Torá, no se permite traerlo.
Asimismo, se permite llevar un Séfer Torá antes de Shabat a casa del
novio para que se lea ahí, siempre y cuando esté guardado en un lugar
digno, cubierto por una manta. (12,15)

22. Los que rezan en el Kótel tienen permitido trasladar el Séfer


Torá de un lugar a otro próximo a la lectura de la Torá, sin necesidad
de ser acompañado por diez hombres ni de procurar traerlo antes de
comenzar a rezar. (16)

23. Durante la fiesta de Sucot, es preferible rezar en el Templo que


dentro de la Sucá. No obstante, quienes rezan dentro de la Sucá y
traen un Séfer Torá, tienen en quien apoyarse. (17)

24. En Shabat Zajor, si se encuentran en un Templo donde el Séfer


Torá del lugar no es de la mejor calidad, se permite traer un Séfer Torá
de mayor calidad de otro lugar para la Perashá de Zajor, si es que hay
Erub. (18)

33
Capítulo 135 a: La lectura de la Torá

25. Se permite trasladar un Séfer Torá de un lugar a otro, cuando


es para su honor; por ejemplo, si se lleva a que lo arreglen o si lo
muestran a otros para que aprecien su belleza. (19)

26. Cuando van a ingresar un nuevo Séfer Torá a un Templo, algunos


acostumbran sacar todos los Sefarim de ese lugar al encuentro del
nuevo, aun sin haber diez personas que acompañen a los Sefarim
a la calle. Esta costumbre es de antaño y se debe fomentar ya que
demuestra el amor a la Mitzvá. (20)

27. En el día de Simjat Torá, se permite sacar los Sefarim a la calle


con cantos y bailes, aplaudiendo en honor a la Torá. Hay que tener
mucha precaución de no dar a cargar los Sefarim a pequeños, para
evitar que se pudieran caer. Además, es prohibido aventar el Séfer Torá
y cacharlo, ya que esto demuestra desprecio.

Si cae Simjat Torá en Shabat, se permite sacar los Sefarim a la calle,


siempre y cuando haya Erub en el lugar. (21)

28. Se permite sacar un Séfer Torá al encuentro de un rey o gobernante


para honrarlo. (22)

29. Si en cierto lugar hay varios Minianim, uno detrás de otro, se


permite sacar el mismo Séfer Torá en todos los Minianim. (23)

30. Si mientras leían el Séfer Torá se fue la luz, de manera que no se


ven sus letras, se permite llevarlo hasta la ventana para seguir leyendo,
aunque éste se ubique en dirección a los concurrentes.

Si esto sucedió en el día de Shabat y la luz fue reparada por un Yehudí,


de todos modos se permite seguir leyendo el Séfer Torá sin considerarse
que se tiene provecho de un trabajo prohibido. (24,25)

31. Si durante la lectura de la Torá en Shajrit de Shabat, se percataron


que el Séfer Torá tenía una imperfección y por error fue extraído en
Minjá de Shabat nuevamente, descubriendo que alguien lo reparó
mientras tanto, profanando así Shabat, se permite leer de éste. (26)

34
Capítulo 135 b: El Número 3

Capítulo 135 b

El Número 3

E n este capítulo se habla de las tres personas que deben subir a


leer el Séfer Torá. Y es buena oportunidad para abordar un poco
el concepto del número tres y su trascendencia para el judaísmo.

La Mishná (en Meguilá 4:1) dice: “Los días lunes y jueves, y los sábados
en Minjá, suben tres personas a la lectura. No se disminuye ni se agre-
ga a esto”. Explica Rashí: “Para no causar mucha molestia al público,
ya que son días laborables y la gente debe ir a trabajar, y el sábado en
la tarde, debido a que ya se leyó en la mañana toda la parashá y se es-
cucharon múltiples conferencias sobre ella, es suficiente que en Minjá
suban a leer sólo tres personas”.

La Guemará (Meguilá 21b) pregunta: “¿Por qué se escogió este número


tres?”. Rab Así respondió: “Ya que el número tres hace alusión a las
tres partes de nuestra Biblia: Torá, Neviím y Ketubim (conocidos por su
abreviatura, Tanaj)”. Sin embargo, el sabio Raba menciona otro motivo:
“El número tres hace alusión a las tres partes que conforman al Pueblo
de Israel: Kohanim, Leviím e Israel”.

En el Tratado de Shabat (88a) dice: “¡Qué grande es la Torá, que se


entregó en triángulo!”, es decir, en el número tres, pues está dividida
en tres partes: Torá, Neviím y Ketubim. Fue entregada a un pueblo for-
mado por tres: Kohanim, Leviím e Israel, por medio de Miriam, Aharón

35
Capítulo 135 b: El Número 3

y el menor de estos hermanos, Moshé, en el tercer mes del año, Nisán,


Iyar y Siván, en el tercer día de la preparación en Monte Sinai.

Agreguemos a esto el hecho de que el pueblo está formado por los


tres Patriarcas: Abraham, Yitzjak y Yaacov, y como dice la Mishná en
Pirké Avot: “Sobre tres columnas el mundo está sostenido: el estudio
de la Torá, las plegarias y los rezos, y los hechos de caridad”. Además
de que también los rezos están divididos en tres: Shajarit, Minjá y Arvit,
y las festividades del año son conocidas como los tres regalim: Pésaj,
Shavuot y Sukot. Y nuestra propia alma está dividida en tres: nefesh,
rúaj y neshamá. Esto nos da la sensación de que por algún motivo todo
fue dividido en tres.

Explica el Maharal de Praga que el número tres es el que une, como


un triángulo que enlaza dos líneas y las convierte en una sola figura.
Así que el número tres indica que los tres componentes terminan sien-
do uno. Esto nos enseña que debemos tomar el color de cada uno y
pintar un mensaje unificado.

De tal forma, la lectura de las tres personas que suben al Séfer Torá, se-
gún Rab Así, hace alusión a que debemos unificar toda la Torá, desde
lo escrito por Moshé Rabenu hasta lo escrito por los profetas, reyes y
líderes. Agrega sobre eso Rabá que, además del respeto a las Sagradas
Escrituras, debemos mostrar respeto por el prójimo y entender que, aun
cuando seamos un pueblo dividido en Kohanim, Leviím e Israel, al final
somos un solo cuerpo.

Quiera D-os que la unificación y el respeto por todos los versículos del
Tanaj, y el respeto, la unión y la hermandad entre los Hijos del Pueblo
de Israel nos traigan pronto al Mashíaj.

36
Capítulo 135 b: ¿Cuántos suben a la lectura de la Torá?

Capítulo 135 b

¿Cuántos suben a la lectura de la Torá?

1. Los lunes, jueves, Minjá de Shabat, días de ayuno, Purim y Janucá


se invita a tres concurrentes a la lectura de la Torá. En Rosh Jódesh y
Jol Hamoed se invitan cuatro, en Yom Tob cinco, en Yom Kipur seis, y
en Shabat siete concurrentes, sin incluir Maftir. (135 a, 1)

2. Los días lunes y jueves no se permite que lean más ni menos


de tres personas, incluso si hay dos novios, dos padres de niños a
circuncidar o dos jóvenes que cumplen Bar Mitzvá, siendo ambos
Israel. Sin embargo, se permite pedirle al Cohén que se retire. (1)

3. En el caso anterior, si el Cohén no quiere salir o hay diez hombres


exactos, de cualquier manera se permite que suban dos Israel en su
lugar. El encargado del Minián debe anunciarlo previamente: “Aunque
hay un Cohén entre nosotros, un Israel será llamado a la lectura del
Séfer Torá en su lugar”. En caso de ser padre e hijo los que van a ser
invitados, debe subir el padre en lugar del Cohén y el hijo en el lugar
de Israel.

Lo mismo aplica si hay en el Minián dos visitantes extranjeros, y quieren


invitarlos para que donen a favor del estudio de la Torá al término de
la lectura. (1,3)

4. Si un Israel fue invitado a la lectura de la Torá en el lugar de un


Cohén y no se percataron que había un Cohén presente, esa lectura se
toma en cuenta para completar la cantidad obligatoria de invitados al
Séfer Torá de ese día. (19)

37
Capítulo 135 b: ¿Cuántos suben a la lectura de la Torá?

5. En Shabat o Yom Tob se invitan siete personas a la lectura de la Torá.


No obstante, se permite invitar a más personas, como en caso de haber
un novio, Brit Milá o Bar Mitzvá y se desea invitar a los familiares del
festejado. Sin embargo, es apropiado no exagerar invitando a mucha
gente, para no incomodar a la concurrencia.

En primera instancia, cada invitado debe leer al menos tres versículos


que no hayan sido leídos previamente, si no se puede, se permite
repetir la lectura. (26)

6. Si después de Kadish al terminar la lectura de la Perashá en Shabat,


se percataron que sólo fueron seis invitados al Séfer Torá, se debe invitar
a uno más, aparte de Maftir para que lea los últimos tres versículos
de la Perashá diciendo nuevamente Kadish. El Maftir vuelve a leer los
mismo tres versículos. (Capítulo 137, 13)

7. Si cae Rosh Jódesh Tebet entre semana, debido a que también es


Janucá, se sacan dos Sifré Torá. En el primero se invita a tres hombres
a leer la Perashá de Rosh Jódesh sin que el tercero diga Kadish y un
cuarto invitado lee en el segundo Séfer Torá la Perashá de Janucá,
diciendo Kadish posteriormente.

Si el primer invitado comenzó a leer la Perashá de Janucá, no debe


interrumpir. Los siguientes tres invitados deberán leer la Perashá de Rosh
Jódesh, siendo el cuarto invitado quien recite Kadish. (Capítulo 140,5)

8. Si Rosh Jódesh Tebet cae en Shabat, se sacan tres Sifré Torá:

• Seis invitados leen en el primer Séfer Torá la Perashá de la semana,


sin decir el último invitado Kadish.

• El séptimo invitado lee del segundo Séfer Torá la Perashá de Rosh


Jódesh, diciendo Kadish al terminar.

• El octavo invitado lee la Perashá de Janucá del tercer Séfer Torá,


diciendo Kadish nuevamente.

Si fueron invitadas siete personas o más a la lectura del primer Séfer


Torá, el último de ellos debe decir Kadish al finalizar, además de los

38
Capítulo 135 b: ¿Cuántos suben a la lectura de la Torá?

dos Kadishim que se dirán después de la lectura de los siguientes dos


Sifré Torá. (Capítulo 140,6)

¿Quién es invitado a la lectura?

9. Quien es invitado a la lectura de la Torá por su nombre, no debe


rechazar la invitación. No obstante, si no es llamado por su nombre
y por algún motivo no puede atender el llamado, puede hacerlo. (46)

10. En los días de ayuno no se invita a la lectura a quien no está


ayunando. Si en el Minián hay un único Leví y no ayunó, debe salir del
Minián. Si no salió o si hay diez hombres exactos, debe ser invitado un
Cohén tomando parte de los primeros dos invitados al Sefer. (29)

11. Se permite invitar a la lectura de la Torá de Shabat o Yom Tob


a un menor que cuente con edad suficiente para ser instruido en el
cumplimiento de las Mitzvot, es decir, desde los seis años de edad
aproximadamente. Se le permite incluso leer la porción de la lectura
que le corresponde si sabe hacerlo, y se toma en cuenta como parte de
la cantidad necesaria de invitados de ese día.

De cualquier manera, en los Templos donde se acostumbra a no invitar


a menores a la lectura del Séfer Torá, deben continuar así. (33)

12. En primera instancia no se debe invitar a un menor de trece años


los días lunes y jueves. No obstante, si está próximo a cumplir Bar
Mitzvá y viste Tefilín, puede ser invitado y tomado en cuenta como
uno de los tres invitados. (34)

13. No se debe permitir a un menor leer toda la Perashá del Séfer


Torá. No obstante, si no hay quien la lea mejor que él, se permite que
lea toda. (35)

39
Capítulo 135 b: ¿Cuántos suben a la lectura de la Torá?

14. Cuando el único Cohén del Minián es un menor, se acostumbra


pedirle que se retire del Minián y se invita a un Israel en su lugar,
aunque la Halajá permite invitar al menor. (36)

15. Está prohibido invitar a una mujer a la lectura de la Torá, incluso


si solamente bendice y un hombre es quien lee. (42)

16. Quien profana Shabat públicamente o quien reniega algún


concepto establecido por nuestros sabios, no puede ser contado
para cumplir la cantidad necesaria de invitados de ese día. Si debe
ser invitado para evitar pleitos, se debe repetir esa lectura; en
caso de no ser esto posible, se aumenta un invitado para evitar
resentimientos. (37)

17. Se permite invitar a una persona que se rasura con navaja, aunque
es conveniente actuar como se explicó en el inciso anterior. Si el rabino
del lugar cree conveniente prohibirlo, para incitarlo a que retorne al
buen camino, puede proceder de esta manera cuando su decisión es
aceptada por todos. (39)

18. Se contesta Amén a las bendiciones dichas por quien profana


Shabat públicamente, pero no de las bendiciones de un reformista o
similar. (38)

19. Un Yehudí que no fue circuncidado como acto de renegación y


oposición de sus padres, no debe ser invitado a la lectura de la Torá.
Por otro lado, se permite que abra el Hejal y cargue el Séfer Torá para
no rechazarlo por completo. (40)

20. Un converso que llevó a cabo su conversión tal como la ley lo


exige, siendo de padre Yehudí y madre Goyá puede ser invitado a la
lectura. (41)

21. El hijo de la relación de un Cohén o Leví con una mujer soltera o


con su esposa en estado de Nidá, puede ser invitado a la lectura de la
Torá como Cohén o Leví. Sin embargo, el hijo de un Cohén casado con
una mujer divorciada, Jalutzá o un bastardo, no tiene permitido tomar
parte de la lectura de la Torá como Cohén, aunque puede ser invitado
posteriormente. (7)

40
Capítulo 135 b: ¿Cuántos suben a la lectura de la Torá?

22. El hijo de la relación de un Leví con una mujer Goyá que se


convirtió al judaísmo, no se considera Leví. Por lo tanto puede ser
invitado a la lectura de la Torá pero no como Leví, siendo permitido
invitarlo por su nombre y mencionar el nombre de su papá. (8)

23. No se debe invitar al deudo a la lectura de la Torá en los primeros


siete días de luto, tanto en Shabat, en el Brit Milá de su hijo si es ese
día, ni en ningún rezo del día 9 de Ab. Si por error fue invitado en
Shabat, debe aceptar la invitación. Si el séptimo día del luto es Shabat,
se permite invitar al deudo a la lectura de Minjá de Shabat. (43,44,45)

Orden de los invitados

24. El orden de los invitados para la lectura de la Torá, se invita


primero a un Cohén, después un Leví y al final un Israel. Se permite
invitar a un Cohén que no es Jajam, aun habiendo presente un gran
Jajam que es Israel, para fomentar la paz. Ya que el Cohén puede ceder
su honor a otros; si desea salir del Minián para que inviten al Jajam,
puede hacerlo. (4)

25. Los que acostumbran invitar al Rab del Templo a la lectura de la


Torá en primer lugar en Perashat Bereshit o en Shabuot, aun habiendo
Cohanim presentes, pueden continuar haciéndolo. (6)

26. La costumbre Sefaradí es no invitar a un Cohén detrás de otro


Cohén, y a un Leví detrás de otro Leví, incluso dentro de la cuenta de
los siete invitados. Por lo tanto, se debe invitar a un Israel entre ellos, y
cuando se invite el segundo Cohén o Leví se debe anunciar: “Aunque
es Cohén o Leví, será invitado”. (28)

27. En un Minián donde la mayoría son Leviim y el resto son Israel,


debe ser invitado primeramente un Leví, seguido de un Israel y así
continúan alternados para evitar que sea invitado un Leví detrás de
otro. (31)

41
Capítulo 135 b: ¿Cuántos suben a la lectura de la Torá?

28. Un Minián donde todos son Cohanim o todos Leviim, puede


invitarse uno detrás de otro, sin que esto demuestre desprecio hacia
algún Cohén o Leví. Si hay un Israel en el Minián, se invita al Israel
primero para fomentar la paz. (30)

29. Si no hay Cohanim presentes en el Minián, se invita a un Israel


en su lugar anunciando previamente: “No hay presente ningún Cohén,
en su lugar será invitado un Israel” y no se invita a un Leví detrás del
Israel. (20)

30. Se permite invitar a un Leví en vez de un Israel cuando no hay


Cohanim presentes. No obstante, un Israel que es estudioso de Torá o
una personalidad importante, tiene precedencia a un Leví que no lo
es. (20)

31. Si debido a que no había Cohén fue invitado un Israel a la lectura


en su lugar y después de decir “Barejú et Ado-nay” llegó un Cohén
al Templo, deberá el Israel hacerse a un lado para permitir al Cohén
tomar su lugar en la lectura y el Israel tomará el suyo en la porción de
Israel. (17)

32. No se permite vender de manera permanente todos los invitados


a la lectura de la Torá, incluyendo la del Cohén, ya que sería una falta
a la Mitzvá de honrar a los Cohanim. Únicamente cuando hay varios
Cohanim, se permite subastarlo entre ellos. (5)

33. Si no había Cohanim presentes y vendieron la primera lectura de


la Torá, y al sacar el Séfer Torá llegó un Cohén, es preferible que éste
se retire para dar lugar al Israel que la compró. Si el Cohén no acepta,
el Israel que compró la lectura es invitado como Israel, y no debe pagar
la lectura comprada. (9)

34. En caso de no haber ningún Leví en el Minián, se invita al


mismo Cohén que ya tomó parte en la lectura de nuevo, anunciando
previamente: “No hay presente ningún Leví, en su lugar será invitado un
Cohén”. Cabe mencionar que cuando el Cohén es invitado de nuevo,
vuelve a bendecir sin considerar su bendición en vano. Esto también
aplica en los días de Jol Hamoed donde en Cohén y Leví repiten la
misma lectura. (22,23)

42
Capítulo 135 b: ¿Cuántos suben a la lectura de la Torá?

35. Si no hay Leviim en el Minián, no se debe invitar a un Israel en su


lugar, para evitar que se piense que el Israel que fue invitado es Leví o
que el Cohén que subió primero no es apropiado. (27)

36. Si un Cohén va comenzar la lectura de Leví porque se cree que no


hay Leviim presentes y a la mitad de la bendición se percató que sí hay
un Leví, debe continuar con la bendición para que no sea en vano. (18)

37. Quien fue invitado a la lectura de la Torá y posteriormente se


presentó en otro Minián y fue invitado nuevamente para la misma
lectura, puede aceptar la invitación y bendecir normalmente. (24,25)

Interrumpir para la lectura

del Séfer Torá

38. Si se encuentra diciendo los Mizmorim o las bendiciones del


Shemá y es invitado a la lectura de la Torá o Haftará, tiene permitido
aceptar la invitación diciendo la bendición y siguiendo con el oficiante
la lectura en voz baja, o en el caso de la Haftará, diciéndola el mismo.
(10,11)

39. Quien fue llamado a la lectura de la Torá se encuentra diciendo


el Shemá, y no puede atender la invitación: En caso de ser el único
Cohén o Leví presente, debe retirarse del recinto; si hay diez hombres
exactos y no puede retirarse, debe ser invitado un Israel en su lugar y
anunciar previamente “Aunque hay un Cohén presente, un Israel será
invitado a la lectura del Séfer Torá”. (11)

43
Capítulo 135 b: ¿Cuántos suben a la lectura de la Torá?

40. Cuando el único que sabe leer el Séfer Torá se encuentra


diciendo los Mizmorim, las bendiciones del Shemá o el Shemá, debe
interrumpir para leer el Séfer Torá de inmediato. Sin embargo, no puede
decir el “Mi Sheberaj” o “Hashkabá”. (12)

41. Si mientras decía los Mizmorim, percibió que el Baal Koré


cometió una falta y nadie lo corrigió, únicamente puede interrumpir
para corregirlo en caso de que por causa del error cambió el concepto
de la lectura. (13)

42. Estaba diciendo los Mizmorim cuando la concurrencia comenzó


la lectura de la Torá, únicamente debe interrumpir para responder
“Barejú” y “Amén” si va a escuchar la lectura más tarde. Si no escuchará
la lectura posteriormente, debe interrumpir entre un Mizmor y otro
para escuchar también la lectura. (15)

43. Cuando hay dos Minianim uno junto al otro en el Kótel, no


es necesario que un Minián interrumpa para escuchar la lectura del
Séfer Torá del otro, para no incomodar a la concurrencia. No obstante,
deben responder al Kadish, Kedushá, Barejú y Amén que escuchen,
incluso el oficiante. (16)

Capítulo 136

Invitados a la lectura del Séfer Torá

1. Se acostumbra hoy en día subastar la invitación a la lectura de


la Torá, incluso en Shabat y Yom Tob. Por lo tanto, después de que
sea invitado el Cohén y Leví, puede ser invitado un Israel que no sea
Talmid Jajam, incluso en lugares donde no se acostumbra subastar las
invitaciones. (1)

44
Capítulo 136: Invitados a la lectura del Séfer Torá

2. Se acostumbra invitar a la lectura de la Torá a un novio, padre de


un niño a circuncidar, Mohel o Sandak. En algunos lugares habitúan
permitir al festejado invitar a quien desee en toda la lectura del Séfer
Torá en el Shabat previo al Brit Milá o al novio dentro de los siete días
posteriores a su boda. (2)

3. Es preferible que el joven que cumple Bar Mitzvá sea invitado


como tercer o sexto invitado y no Maftir, ya que esas lecturas son más
importantes. (3)

4. Un joven que cumple Bar Mitzvá que se preparó para ser invitado
en Maftir, tiene prioridad sobre una persona que quiere ser invitado por
ser aniversario de fallecimiento de algún pariente cercano, procurando
evitar discusiones. (3)

5. El orden de prioridad para invitar a la lectura de la Torá es:


Primeramente el novio dentro de los siete días posteriores a su boda,
seguido del joven que cumple Bar Mitzvá, continuando con el Sandak,
padre de un niño a circuncidar y Mohel. (4)

6. Hoy en día no se acostumbra sacar un Séfer Torá especialmente


en honor al novio dentro de los siete días posteriores a su boda para
el episodio de “Veabraham Zakén”. Nuestra costumbre es leer los
versículos de dicho episodio después de que el novio haya sido invitado
a la lectura de la Torá y haya dicho la bendición posterior.

Otros acostumbran a leer el episodio anterior entre dos personas,


el primero lee cada versículo y el segundo el Targum- traducción al
arameo. (Capítulo 144b, 1)

45
Capítulo 137: Mínimo diez

Capítulo 137

Mínimo diez

E ste capítulo trata de la costumbre de que el mínimo de versículos


que se lean al sacar el Séfer Torá sean por lo menos diez. Por
ejemplo, en el día de Purim, cuando se lee el párrafo de la guerra
contra Amalek, ancestro de Hamán, éste contiene nueve versículos y,
por tanto, el noveno se lee dos veces, para que se considere así que se
han leído diez.

La Guemará (Meguilá 21b) pregunta: “¿Por qué se escogió este núme-


ro diez y no menos? Rabí Yehoshúa ben Leví respondió: Ya que hace
alusión al público, que únicamente con diez personas se cumple con
el requisito del minián y se puede, por tanto, sacar el Séfer Torá”. Rab
Yosef contestó que los diez versículos hacen alusión a los Diez Manda-
mientos y Rabán Yojanán dijo que es por los diez dichos con que D-os
creó el mundo.

Si analizamos estas tres opiniones a vista de pájaro, veremos que prác-


ticamente estos sabios abordaron los tres tipos de amor y respeto que
debe tener y mostrar el ser humano: uno, el que menciona Rabí Ye-
hoshúa, es el amor al prójimo, como dice el versículo: “Y amarás a tu
prójimo como a ti mismo”, y ver a toda la congregación con buen ojo,
así como juzgar a todos para bien. Y como siempre digo: tenemos el

46
Capítulo 137: Mínimo diez

derecho a tener opiniones y mentes separadas, pero la obligación de


mantener nuestros corazones unidos. Como dijeron nuestros Sabios:
Keish Ejad, Belev Ejad.

El segundo amor y respeto debe ser por la Torá, como dijo Rab Yosef
acerca de que el número diez hace alusión a los preceptos, como vi-
mos con el Rey David (en Shemuel II, 6:14), quien, cuando trajeron el
Arca de la Alianza con la Torá que contiene en su interior, bailó con
gran alegría, cualidad que debemos aplicar cada vez que veamos el
Séfer Torá, y tanto más si lo estudiamos. Como dice el versículo: Pikudé
Hashem…, Mezamejé Lev, “La palabra divina alegra el corazón”.

Y el tercer amor pertenece a lo que dijo Rabí Yojanán, que hace alusión
a la creación del mundo: es el amor que debemos sentir por la natu-
raleza, maravillarnos ante la obra divina y cuidarla para no transgredir
la prohibición de Bal Tashjit, “No destruirás, no desecharás”. Incluso
hay múltiples bendiciones que deben decirse al ver las maravillas en
la naturaleza, como la bendición sobre el mar, la luna, las plantas, los
truenos y los relámpagos, el arco iris, etcétera.

Por eso el mundo fue creado con diez dichos, la Torá fue entregada
con Diez Mandamientos y el rezo se realiza con diez personas, para
unir el mundo, la Torá y la congregación.

47
Capítulo 137: Cantidad de versículos a leer

Capítulo 137

Cantidad de versículos a leer

1. Los días que se invita a tres personas a la lectura de la Torá, deben


leerse al menos diez versículos en total, a menos que el concepto leído
termine en nueve versículos, como la de “Vayabó Amalek”.

Cada invitado debe leer como mínimo tres versículos, considerando


como el más alabado al que leyó cuatro. (1)

2. Si el segundo invitado a la lectura de la Torá leyó los mismos


versículos que el primero, para ser tomado en cuenta para completar
la cantidad necesaria de invitados del día, debe agregar tres versículos
más, o por lo menos dos en caso de no poder agregar tres,. La única
excepción es Jol Hamoed Sucot, donde el tercer invitado lee los mismos
versículos del segundo por no haber otra alternativa. (12)

3. Lunes, jueves, Shabat en la tarde o Jol Hamoed, si omitió un


versículo de la lectura del Séfer Torá, si cada invitado leyó por lo menos
tres versículos, no se necesita repetir la lectura.

Si leyeron a un invitado dos versículos y medio, y éste dijo la


bendición posterior, no es necesario leer un versículo más y bendecir
posteriormente si en total se leyeron diez versículos. (5,6,8,9)

4. Si fueron leídos únicamente dos versículos con alguno de los


invitados en día lunes, jueves o Jol Hamoed y ya dijo la bendición
posterior, deberá leer un versículo más repitiendo la bendición posterior.
No obstante, si el siguiente invitado comenzó a bendecir antes de que

48
Capítulo 137: Cantidad de versículos a leer

se percataran del error, no se le debe interrumpir y debe él comenzar


su lectura de donde comenzó el invitado anterior. Además, se debe
invitar a una persona más a la lectura para cubrir los tres invitados
precisos. (7)

5. Si lo mencionado en el inciso anterior sucediera en Shabat o Yom


Tob que hay Maftir, o que se invitan a más personas de las necesarias,
no hace falta invitar a uno más para compensar lo que omitió. (7)

6. Si al invitado de Maftir le leyeron únicamente dos versículos y ya


dijo las bendiciones posteriores a la Haftará, deben leerse de nuevo tres
versículos sin bendecir. Sin embargo, si se le leyeron dos versículos y
medio, no es necesario que lean tres versículos más. (Capítulo 144b,12)

7. Si en la lectura de Shabat en la mañana omitieron un versículo o


incluso una palabra, aunque ese fragmento se haya leído correctamente
el jueves anterior, se debe leer de nuevo lo omitido sin bendecir. Si
lo omitido fue en el séptimo invitado, quien sube Maftir lee desde el
versículo que se omitió hasta el final

Si no se leyó el fragmento el jueves anterior, se debe leer desde el


versículo que omitieron, leyendo como mínimo tres versículos,
bendiciendo antes y después.

Si ya habían guardado el Séfer Torá, debe sacarse de nuevo para leer


lo omitido. (2,3)

8. Si se omitió alguna palabra o versículo en la lectura de Shabat por


la mañana y se percataron del error en Minjá, no se repite la lectura en
ese momento. En cambio, deberá leerse en Shajrit del próximo Shabat,
incluyendo al menos tres versículos de la Perashá de esa semana. (4)

9. Si se omitió un versículo en Perashat Pará, no es necesario volver a


leerla, siempre y cuando la omisión no forme parte fundamental de la
lectura. Si finalizó la lectura en “Velaguer Hagar” o en “Maim Jaim”, no
se cumplió con la obligación de la lectura. por lo tanto, debe leerse de
nuevo desde el comienzo hasta el versículo “Vehanéfesh Hanogaat”,
aunque hayan leído ya la Haftará y dicho las bendiciones posteriores a
ella; y al termino, no leen la Haftará de nuevo. (10)

49
Capítulo 138: ¿Dónde detener la lectura?

Capítulo 138

¿Dónde detener la lectura?

1. Se debe considerar comenzar y terminar la lectura con algún tema


ameno. (1)

2. No se debe detener la lectura de la Torá a menos de tres versículos


antes de terminar el tema o concepto que se está leyendo, para no dar
a entender a los que salen en ese momento, que el siguiente invitado
leerá solo dos versículos.

Si terminó la lectura de este modo y el invitado recitó la bendición


posterior, no es preciso leer los versículos restantes. De cualquier
manera, es apropiado que el siguiente invitado comience la lectura tres
versículos antes de terminar el tema. (1,2)

3. No debe terminar la lectura del Séfer Torá después de comenzar


dos versículos de un tema nuevo, para no dar a entender a los que
ingresan en ese momento al Templo, que el invitado anterior leyó
únicamente dos versículos. (1)

4. Cuando el tema final de la Perashá es de cinco versículos, el Maftir


es quien debe leerlos. (3)

5. Si se encontró un error en el Séfer Torá y sacaron otro para seguir


la lectura y el error está a menos de tres versículos de terminar el tema,
debe repetir algunos versículos para que sean por lo menos tres. No
obstante, si el error no se encontró cerca del final de un tema, no es
necesario repetir versículos. (4)

6. En los días de Janucá la lectura trata de los sacrificios ofrecidos por


los jefes de Israel, por lo tanto, si se leyó la segunda mitad de uno de
ellos y la primera mitad del siguiente, no se cumple con dicha lectura
y debe ser leída de nuevo correctamente. (5)

50
Capítulo 139: Tres en Uno

Capítulo 139

Tres en Uno

E ste capítulo trata de la bendición que se dice previamente a la


lectura de la Torá. Para entenderla bien, analicemos primero la
bendición parecida que pronunciamos al amanecer, al final de
Birkot HaShajar.

Al levantarnos para un nuevo día, en el cual seguramente estudiare-


mos, escucharemos o leeremos palabras de Torá, decimos una ben-
dición para abarcar todo lo que haremos al respecto en el día. Esta
bendición se divide en tres partes:

a) Al divré Torá, con la cual bendecimos y agradecemos a D-os, que


nos santificó y nos ordenó estudiar la Torá.

b) Veaarev na… (“y endúlzanos la Torá en nuestra boca”) pedimos


a D-os que nos ayude a sentir la dulzura de esas palabras en nuestra
boca y en la de nuestros descendientes.

c) Asher bajar banu… (“Bendito D-os que nos eligió como su pue-
blo”), agradecemos a D-os por habernos elegido como Su pueblo.

Cabe preguntar a qué categoría pertenecen estas bendiciones, pues


sabemos que hay algunas que se dicen sobre los preceptos, conocidas
como Bircat HaMitzvot. Por ejemplo, la bendición del lulav, del tefilín,
la sucá, etc. Y hay bendiciones que pertenecen a la categoría de ala-

51
Capítulo 139: Tres en Uno

banza y agradecimiento, conocidas como Bircat HaShevaj; por ejem-


plo, la de Sheejeyehanu, Agomel, etc. Y otras pertenecen a las bendi-
ciones sobre placeres, conocidas como Bircat HaNeenin; por ejemplo,
el Sheakol, el Amotzí, Mesonor, Vesamim y otras.

Por tanto, ¿a cuál de estas categorías pertenece la bendición por la


Torá?

Si investigamos en los libros de Halajá, encontraremos varias opinio-


nes. La de Minjat Jinuj (430:1) opina que es una bendición de alabanza.
Sin embargo, el Kehilot Yaacob (Kehilot Yaacob, Berajot 24) opina que
es de las bendiciones sobre el placer. Y el Devar Abraham (16:1) sostie-
ne que es una bendición sobre las mitzvot.

Pero la verdad es que todos estos textos tienen razón. Esta bendición
es muy peculiar, ya que es la única que pertenece a las tres categorías,
pues su estudio:

1. Constituye un gran precepto, como dijeron nuestros Sabios: Ve


Talmud Torá kenégued kulam, “y el estudio de Torá supera a todo”.

2. Es un placer muy grande y la simple prueba es que no debe es-


tudiarse por el enlutado ni en el día 9 de Av, ya que proporciona
mucho placer y alegría, lo que no encaja con los días de luto.

3. Representa un honor y un placer por pertenecer al Pueblo Elegi-


do, lo cual amerita una oración de alabanza al Todopoderoso.

Ahora podemos entender el porqué de las tres bendiciones de la ma-


ñana. La primera, Al Divré Torá, es la bendición sobre el precepto de
estudiarla. La segunda, Veaarev na…, es la bendición de los placeres.
Y la tercera, Asher bajar banu…, es nuestra bendición de alabanza y
agradecimiento.

Y por ello están ordenadas de esa manera, ya que primero tenemos que
estudiar la Torá porque es el precepto fundamental para cada judío. Y
mientras la estudiamos, vamos sintiendo el sabor a miel que contiene,
lo que nos hace agradecer y alabar a D-os de todo corazón. Por eso
cada mañana comenzamos con esta bendición, para que el estudio de
todo el día se forme de estos tres conceptos.

52
Capítulo 139: Tres en Uno

Si es así, cabe preguntar: ¿por qué al subir al Séfer Torá hay que repetir
la bendición? ¿Por qué no está incluida la lectura del Séfer Torá en la
bendición matutina? Contesta el Biur Halajá que, debido a que además
del estudio de Torá diario hay una ley especial para la lectura de la
Torá, la cual debe realizarse únicamente en público (con diez personas
como mínimo) y de un Séfer Torá kasher, se estableció una bendición
especial para esta ocasión.

Es interesante observar la fuente en la Torá de donde aprendemos la


ley de decir una bendición antes de su lectura. Dice la Guemará (Be-
rajot 21a): “¿De dónde aprendimos que se debe decir una bendición
previa a la lectura de la Torá? Del versículo que dice: Ki shem Hashem
ekrá…, ‘debido a que voy a leer el Nombre de D-os (la Torá), demos
alabanza a Él’. Y agregó Rabí Yojanán: ‘¿Y de dónde se aprende que
al finalizar la lectura debe decirse otra bendición? Eso se aprendió de
Bircat Hamazón (la bendición que se dice al terminar de comer el pan),
pues si bendecimos al terminar de ingerir alimentos para sustentar el
cuerpo físico, ¡tanto más debemos bendecir por tomar alimentos espi-
rituales! (es decir, la Torá)”.

Este análisis nos hace reflexionar y entender que el estudio y la lectura


de la Torá son el alimento para nuestra alma. Y de la misma forma en
que dejar de comer debilita el cuerpo físico, y lo contrario: comer bien,
en horarios fijos, alimentos ricos y saludables lo fortalece, así ocurre
con el estudio, pues su carencia nos debilita espiritualmente, y el es-
tudio a horas fijas, con frecuencia, a profundidad y de forma amena,
fortalece la salud del alma.

53
Capítulo 139: Bendiciones para la lectura

Capítulo 139

Bendiciones para la lectura

1. Para que un invitado pueda leer su propia lectura, debe haberla


preparado correctamente; en caso contrario, debe leerla el Baal Koré-
oficiante de la lectura de la Torá, quien también debe preparar la
lectura previamente. (1)

2. No se debe dirigir al Séfer Torá hasta ser invitado, con excepción


del Baal Koré, en lugares donde así acostumbran. (2)

3. Es preferible invitar a la lectura de la Torá por medio de un ademán


que por el nombre del invitado, ya que de no poder aceptar la invitación,
podrá cederla sin problema. (3)

4. En primera instancia no se debe invitar a un ciego a la lectura,


aun como invitado adicional a la cantidad obligatoria de invitados;
no obstante, no se le debe retirar ni reprender si ya tomó parte en la
lectura.

En Simját Torá, que se invita a toda la concurrencia a la lectura o en una


fiesta familiar donde habitúan invitar a todos los parientes, también se
invita al invidente como invitado adicional, para evitar que se angustie.
(4)

5. Se permite leer el Séfer Torá en un hospital donde la mayoría de los


enfermos no pueden emitir o pronunciar correctamente las bendiciones
de la lectura, siempre y cuando estén conscientes y puedan decir al
menos las palabras “Ado-nay, Elo-henu Mélej Haolam”. Asimismo, se
permite también contestar Amén a sus bendiciones. (Capítulo 141, 2)

54
Capítulo 139: Bendiciones para la lectura

6. Quien se encuentra por decir Bircot Hatorá y es invitado a la lectura


de la Torá, cumple con su obligación al bendecir “Asher Bájar Banu”
y no es necesario que bendiga de nuevo. Si no ha recitado ningún
versículo después de Bircot Hatorá, es apropiado procurar decir alguno
antes de comenzar la lectura. (13)

7. Antes de bendecir, el invitado debe ver el versículo donde comenzará


la lectura. Se acostumbra cubrir el escrito con un pañuelo, y no es
necesario cerrar el Séfer Torá. Por otro lado, al recitar la bendición
posterior a la lectura, es preferible cerrarlo o cubrirlo. (5)

8. Los invitados que acostumbran reclinarse ligeramente mientras


bendicen por la lectura del Séfer Torá, no incurren en ninguna
prohibición, ya que lo hacen por honor y respeto a la Torá. (10)

9. Se debe sujetar el Séfer Torá mientras bendice, siendo también


conveniente sujetar su estuche durante la lectura misma. (15)

10. Un Sefaradí que reza en un Minián Ashkenazí, debe pronunciar


las bendiciones como la costumbre Sefaradí, ya que es prohibido
cambiar su pronunciación.

Esto aunque algunos de los concurrentes le pidan que pronuncie como


Ashkenazí. (Capítulo 141, 19)

11. El invitado dice en voz alta “Barejú et Ado-nay Hameboraj”, la


concurrencia responde “Baruj Ado-nay Hameboraj Leolam Vaed” y el
invitado lo repite. Luego el invitado dice la bendición de “Asher Bájar
Banu” y después de la lectura la bendición “Asher Natán Lanu”. (6)

12. Debe bendecirse en voz alta, ya que de hacerlo en voz baja


comete una falta. No obstante, si bendijo en voz baja, no repite. (6)

13. Si el invitado bendijo en voz baja no siendo posible para los


concurrentes escuchar la bendición, de igual manera responden Amén
al tiempo que el Baal Koré responde. (9)

14. Olvidó decir “Barejú” antes de bendecir, termina la bendición y


comienza la lectura sin decir posteriormente “Barejú”. (11)

55
Capítulo 139: Bendiciones para la lectura

15. Si por error el invitado bendijo “Asher Natán Lanu” en vez de


“Asher Bájar Banu”, mientras no haya dicho el nombre de Hashem al
final de la bendición, corrige su error. Si terminó la bendición, después
de la lectura bendice “Asher Bájar Banu”.

Si después de la lectura volvió a bendecir “Asher Natán Lanu” y no


“Asher Bajar Banu”, no debe repetir, sino pone atención a la bendición
del siguiente invitado, concentrándose en cumplir con su obligación.
(7,8)

16. Es conveniente hacer la “Hashkabá”, mencionando el nombre


del difunto o difunta y su madre. El nombre del difunto se menciona
tal como era conocido, aun si éste no era su nombre Hebreo. No se
debe evadir decir la “Hashkabá” porque el invitado no ofrecerá alguna
donación a la Tzedaká. (16)

Capítulo 140

Interrupción durante las bendiciones

44. Se prohíbe interrumpir entre la bendición previa a la lectura


de la Torá y la bendición posterior a la lectura. Si habló después de la
bendición previa a la lectura sin haber leído ni un versículo, debe repetir
la bendición, salvo en caso de haber hablado para algo relacionado con
la lectura. Si leyó algunos versículos, no repite la bendición pudiendo
continuar la lectura normalmente. (2)

45. Antes de bendecir, el invitado debe ver el versículo donde


comenzará la lectura. Si le enseñaron el lugar, bendijo y después de
la bendición se percataron que el lugar que le mostraron no era el
correcto, no vuelve a bendecir, incluso si la lectura se encontraba en
otra página. (4,5)

56
Capítulo 140: Interrupción durante las bendiciones

46. Si después de bendecir, antes de comenzar la lectura, se


percataron que el Séfer Torá tenía un error por lo cual es necesario
traer otro, el invitado debe mantenerse en silencio hasta que traigan el
otro Séfer Torá y comiencen la lectura sin necesidad de bendecir de
nuevo. (3)

47. Si después de comenzar la lectura, el invitado no pudo continuar


por causas de fuerza mayor, debe subir otra persona, bendecir de
nuevo y leer donde comenzó el invitado anterior. (1)

57
Capítulo 141: ¡ Jazak u Baruj!

Capítulo 141

¡ Jazak uBaruj!

A quí se tratan las leyes aplicables a la persona que sube a leer la


Torá. Todos somos testigos de la escena posterior a la lectura:
cuando la persona que subió al Séfer Torá regresa a su lugar, el
público la felicita diciéndole: Jazak uBaruj (“fuerte y bendecido”). ¿Por
qué? ¿¿Qué hizo o qué le sucedió que se le felicita tanto, y qué tiene
que ver la frase: “fuerte y bendecido”?

Para entender bien esto, debemos primero reconocer que en este pla-
neta Tierra hay dos “extraterrestres” que no pertenecen a este mundo,
pues bajaron del Cielo: el alma y la Torá. Ambas “nacieron” bajo el
Trono Celestial y de ahí se insufló el alma en nuestro cuerpo y la Torá
en nuestro pueblo.

A la hora de recibir la Torá en Monte Sinai, se juntaron estos dos entes


celestiales. Por un lado, estaban las seiscientas mil almas como recep-
toras, y por otro, la Torá, compuesta por seiscientos mil caracteres. Esto
permitió que ambas partes hicieran “click”.

Cada vez que alguien sube al Séfer Torá, se repite prácticamente este
“click”, una unión que genera luz y fortalece el alma. Por eso es un
honor y un placer ser llamado a subir a la lectura de la Torá, pues mien-
tras se leen las palabras Divinas y se observan las letras celestiales, el
alma va recibiendo luz espiritual, de tal forma que uno baja más fuerte
y bendecido. Y por ello se le felicita con la expresión Jazak uBaruj.

58
Capítulo 141: ¡ Jazak u Baruj!

Siguiendo esta analogía entre las letras de la Torá y las almas, dice el
Gaón de Vilna: “Toda la Torá está contenida en el Libro de Bereshit,
y todo este libro en la parashá de Bereshit. Y roda la parashá en el
primer versículo de la Torá. Y todo el versículo está encerrado en la
primera palabra de la Torá. Y ésta a la vez se halla contenida en la
primera letra, la bet de Bereshit”.

Dejando de lado la explicación profunda de esto y sólo conectándolo


al concepto mencionado arriba, dicen nuestros Sabios que así funcio-
na “el árbol de las almas”, donde muchas pertenecen a una rama y
varias ramas están unidas a otra más grande, y varias grandes ramas al
tronco. Y así sucesivamente hasta llegar al alma principal, la cual sería
“la bet” de las almas, denominada como Nishmat Mashíaj.

Por tanto, de la misma manera que cada versículo, palabra e inclu-


so letra de la Torá encierran muchos mensajes secretos y enseñan-
zas, aunque a simple vista no lo parezca, así somos cada uno de
nosotros. Quizás uno parezca un hombre simple, pero en verdad
hay mucha luz encerrada en su interior y hay mucho que aprender
de él.

Además, sobre el versículo: Veten jelkenu betorateja…, “…y ayú-


danos a tener nuestra parte en la Torá”, explica el Arizal que cada
alma tiene la posibilidad de descubrir una fase, una explicación,
una dimensión particulares en la Torá, que provendrán de su pecu-
liar neshamá, alma. Sólo se necesita conectar ambas —la Torá y el
alma— para “sacar chispas”.

La similitud entre estos dos elementos se ve incluso en la ley de luto.


Dicen nuestros Sabios en la Guemará (Shabat 105b): “El que está pa-
rado al lado del agonizante y presencia el instante del fallecimiento
debe rasgar sus ropas, al igual que quien ve un Séfer Torá que-
mándose”. De aquí vemos la comparación entre ambas, tal como
lo expresó Rabí Jananiá ben Teradión (Masejet Abodá Zará 18a):
“Mientras los romanos lo quemaban envuelto en un Séfer Torá por
desobedecerlos y dar clases de Torá en público, dijo a sus alumnos:
Veo un pergamino de cuero quemándose y las letras elevándose al
cielo”. Con esto quiso decir: “Quizá quemarán nuestro cuerpo —el
pergamino—, pero nuestra alma eterna —las letras— nadie podrá
quemarla”. De nuevo vemos la similitud entre las letras y el alma.

59
Capítulo 141: ¡ Jazak u Baruj!

Además, dice Najmánides que el nombre y los datos de todo judío


están insinuados de forma oculta y salteada en las letras de la Torá; los
más famosos estarán de manera más revelada y los otros de manera
más oculta. Con la tecnología de la actualidad se hizo fácil comprobar
lo dicho por Najmánides en el siglo XI, aproximadamente. Por ejemplo,
hemos podido comprobar que en el versículo: Lemaán rebot moftai
beeretz Mitzraim, está insinuado el nombre de Maimónides, el lugar
en que vivió, la fecha en que nació y la obra que escribió. Y así se en-
contraron claves sobre otros personajes importantes, como el Gaón de
Vilna, el Maharshal y muchos más.

Por ello, nuestra sagrada Ley, la cual contiene 613 preceptos, comienza
con el de procrear y traer almas nuevas al mundo, y finaliza con el pre-
cepto que habla de la obligación que tiene cada judío de escribir para
sí un Séfer Torá. Y no es casualidad: he aquí de nuevo la conexión entre
almas divinas y letras celestiales.

Veremos en este capítulo la ley respecto a subir al Séfer Torá con agili-
dad y emoción, y por el camino más corto, para justamente demostrar
esta emoción del encuentro. Y al finalizar la lectura, bajar lentamente
y regresar por el camino más largo, lo cual hace alusión al pesar de
la despedida. Quiera D-os que estas letras siempre iluminen nuestras
almas.

60
Capítulo 141: Invitados a la lectura

Capítulo 141

Invitados a la lectura

1. No se debe invitar a la lectura del Séfer Torá a un hijo después de


su padre o dos hermanos seguidos, para evitar el mal de ojo; aunque
afirmen que no le temen al mal de ojo, no se debe. Si fueron invitados
en ese orden y se encuentra frente al Séfer Torá, no debe regresar a su
lugar, sino debe llevar a cabo la lectura. (21,22)

2. Si el invitado se situó frente al Séfer Torá para comenzar la lectura


y se enteró que el invitado anterior fue su hermano o padre, tiene
permitido retirarse sin que se considere que rehusó la invitación. De ser
posible, es apropiado que sea invitado a la lectura posteriormente. (23)

3. Si el padre e hijo desean ser invitados seguidamente como Mashlim y


Maftir, aunque en primera instancia no debe hacerse, puede permitirse,
ya que se dice un Kadish entre ambas lecturas.

En Simját Torá se permite que uno de ellos sea Jatán Torá y el otro Jatán
Bereshit. (25,26)

4. Se permite invitar a la lectura de la Torá a un nieto seguido de su


abuelo, salvo en caso de tener la costumbre de evitarlo. (24)

5. En Simját Torá se permite invitar dos o tres Cohanim o Leviim, uno


detrás de otro, como Jatán Torá, Jatán Bereshit y Maftir. (27)

6. Si el único Cohén o Leví en Simját Torá adquirió la invitación a la


lectura como Jatán Torá, puede ser invitado al comienzo de la lectura
como Cohén o Leví y posteriormente como Jatán Torá. No obstante,

61
Capítulo 141: Invitados a la lectura

no se permite que sea invitado al principio de la lectura y también


como Jatán Bereshit, ya que no debe ser invitada la misma persona a
la lectura de dos Sifré Torá. Por lo tanto, debe ser invitado a otro en su
lugar al comienzo de la lectura. (27)

7. Como se mencionó en el inciso anterior, no se debe invitar a una


misma persona a la lectura de dos Sifré Torá. No obstante, si pagó para
ser el sexto invitado a la lectura del primer Séfer Torá y también para
la lectura de Maftir del segundo Séfer Torá, como en Shabat de Rosh
Jódesh; y en caso de no ser invitado en ambas sentiría angustia, según
algunas opiniones se permite hacerlo. (Capítulo 144,3)

8. Si se sospecha o se sabe que un concurrente comete cierta


prohibición, no debe ser invitado a la lectura que habla sobre dicha
prohibición. No obstante, si ya hizo Teshubá, puede ser invitado a la
lectura que alude a los pecados que cometía antes. (28)

Comportamiento para la lectura

9. Quien es invitado a la lectura de la Torá, debe tomar el camino


más corto hacia el Séfer Torá y después de la lectura el camino más
largo hacia su lugar. En caso de que todos los accesos sean de la misma
distancia, debe optar por llegar al Séfer Torá por la derecha. (6)

10. Nuestra costumbre es colocar el Séfer Torá levantado, no


recostado. (3)

11. Se debe leer el Séfer Torá de pie, sin apoyarse, salvo en caso que
le sea muy difícil hacerlo o de no alcanzar a ver el escrito del Séfer Torá
a menos que se apoye en la Tebá. (1)

12. Si el Baal Koré no puede permanecer de pie, no se permite que


ejerza como tal a menos que pueda mantenerse de pie con la ayuda
de otras personas o apoyándose en la Tebá. (2)

62
Capítulo 141: Invitados a la lectura

13. El invitado debe ubicarse del lado derecho del BaaI Koré, aunque
el invitado sea un gran erudito y lea él mismo la lectura. En caso de
ser el Baal Koré el invitado a la lectura, debe permanecer del lado
izquierdo y alguien más situarse a su derecha. (3)

14. Nuestra costumbre es ponerse de pie cuando el padre o maestro


es invitado a la lectura de la Torá, permanecer así hasta que regrese a
su lugar y besar su mano por respeto y honor. Algunos acostumbran
estar de pie únicamente cuando el padre se dirige a la Tebá y cuando
regresa a su lugar. (4,7)

15. La costumbre Sefaradí es decir “Jazak Ubaruj” al invitado después


de su lectura y él responde “Jazak Veematz”.

Se debe anular de manera pasiva aquella costumbre de besar al que


fue invitado a la lectura de la Torá cuando regresa a su lugar, ya que no
es apropiado según la Halajá. No obstante, aquellos que acostumbran
hacerlo por respeto y honor, y no como muestra de cariño, no se les
debe reprender. (5,7)

El Baal Koré

16. Quien es invitado a la lectura de la Torá está obligado a leer el


escrito y no únicamente escucharlo del Baal Koré. Por lo tanto, el Baal
Koré debe recordar a cada invitado antes de la lectura, leer el Séfer
Torá al tiempo que él lo hace. (20)

17. Si el invitado sabe leer muy bien pero no conoce la entonación


correcta, no debe leer el Séfer Torá por sí mismo, sino debe leerlo en
voz baja al tiempo que el Baal Koré lee. (Capítulo 142,2)

18. Aunque no haya Baal Koré entre la concurrencia, debe leerse el


Séfer Torá y bendecir. En este caso debe ubicarse una persona junto a
quien leerá la Torá para orientarlo en voz baja. (Capítulo 142, 3)

63
Capítulo 141: Invitados a la lectura

19. Al preparar la lectura se permite decir los versículos pronunciando


el nombre de Hashem correctamente, sin considerarse que se dice en
vano; incluso cuando si repite varias veces el versículo. (13)

20. El sordo que puede hablar, tiene permitido fungir como Baal
Koré, con mayor razón si puede escuchar por medio de aparatos
auditivos. (9)

21. Se permite que el Baal Koré utilice dientes postizos para poder
pronunciar las letras correctamente. (29)

22. Un sordomudo, aunque asista a clases especiales donde se le


instruye percepción, no forma parte del Minián para leer el Sefer Torá;
aunque esté permitido decir Kadish cuando hay diez hombres siendo
el sordomudo uno de ellos. (9)

23. En caso de ser realmente necesario, se permite leer el Séfer


Torá por medio de un altavoz en días de semana, para que todos los
concurrentes puedan escuchar la lectura y cumplan con su obligación.
En dicho caso, también se responde “Barejú” y Amén a las bendiciones.
(10)

24. No se cumple con la obligación de leer el Séfer Torá escuchándolo


por radio. (10)

25. El Baal Koré debe hacer una breve pausa entre el Amén que
contesta a la bendición del invitado y el comienzo de la lectura; debe
contestar en voz alta, para que la concurrencia se concentre en la
lectura. (8)

La lectura

26. Sin lugar a dudas se permite leer el Séfer Torá, Meguilá o Perashat
Zajor, utilizando lentes, incluso de sol, siendo innecesario retirarlos. (14)

64
Capítulo 141: Invitados a la lectura

27. El Sefaradí que reza en un Minián Ashkenazí o Temaní, cumple


con su obligación de escuchar la lectura del Séfer Torá, aunque la
pronunciación haya sido diferente a su costumbre, siempre y cuando
comprenda la lectura. Lo mismo aplica para un Ashkenazí que reza en
un Minián Sefaradí. (16)

28. En un rezo de Ashkenazim se permite leer el Séfer Torá con


pronunciación Sefaradí, ya que la forma de pronunciar no afecta al
cumplimiento de la Mitzvá. No obstante, es propicio que cada uno lea
o escuche Perashat Zajor como es su costumbre, ya que ésta es una
Mitzvá de la Torá. (16,17)

29. Si en un Minián Ashkenazí acostumbran leer el Séfer Torá con


la pronunciación Sefaradí, no es necesario que cambien su costumbre.
De hecho, si desean cambiar la pronunciación de Ashkenazí a Sefaradí
pueden hacerlo. De cualquier manera, no se debe originar discusiones
sobre esto. (18)

Capítulo 142

Errores en la lectura del Séfer Torá

1. La lectura del Séfer Torá debe ser clara, pronunciando cada palabra
correctamente y separando entre ellas. Por lo tanto, si se leyó una
palabra equivocadamente, debe volver a leerse, incluso si no afecta
su significado. Por otro lado, si la palabra fue leída correctamente pero
con la entonación equivocada, no es necesario repetirla, aunque el
oficiante debe procurar conocer la melodía a la perfección. (1)

2. Cuando se comete un error en la lectura en un versículo que


contiene el nombre de Hashem, algunos acostumbran terminar el
versículo y leerlo de nuevo desde el comienzo correctamente. Sin
embargo, se permite repetir el versículo que se leyó equivocadamente
sin necesidad de terminarlo. (Capítulo 141,12)

65
Capítulo 142: Errores en la lectura del Séfer Torá

3. Si por error se terminó la lectura del Séfer Torá donde se mencionan


las maldiciones, de igual manera el siguiente invitado debe continuar
con la lectura, bendiciendo normalmente. (6)

Capítulo 143 a

Minián para leer el Séfer Torá

1. Sólo se permite leer el Séfer Torá cuando hay al menos diez


hombres mayores de Bar Mitzvá. En caso de necesidad mayor, puede
considerarse al que profana Shabat para completar el Minián. (1)

2. Si había diez hombres al comenzar la lectura en Shabat por la


mañana y durante la lectura uno de ellos tuvo que retirarse, se permite
terminar la lectura invitando a siete de ellos. Todos los invitados deben
bendecir, pero al finalizar la lectura no se dice Kadish ni las bendiciones
de la Haftará.

3. Lunes, jueves o Shabat, si seis personas no han escuchado la lectura


del Séfer Torá, pueden anexar a otros cuatro que ya la escucharon para
leerla con sus bendiciones. (3)

4. Si seis hombres que viven fuera de Israel se encuentran en Israel y


no han leído el Séfer Torá en el segundo día de Yom Tob, no pueden
anexar a quienes viven en Israel para poder leerlo, ya que ellos no
están obligados a la lectura. (4)

5. Se prohíbe que se junten diez mujeres para leer el Séfer Torá. Por
eso, las mujeres que quieren escuchar la lectura de Perashat Zajor,
deben asistir a un Minián para hacerlo. Si no pueden asistir a esa hora,
se permite que sea extraído un Séfer Torá y sea leído especialmente
para ellas sin bendecir. (8,9)

66
Capítulo 143 a: Minián para leer el Séfer Torá

Reponer una Perashá

6. Cuando cae el séptimo día de Pésaj en viernes, en Shabat en Israel


se lee Perashat “Ajaré Mot”, ya que ahí ya no es Pésaj, y fuera de Israel
se lee “Kol Habejor”. Si un habitante de Israel se encontraba fuera y
regresó a Israel, en caso de ser posible, debe ser el primer invitado
a la lectura de la Torá en el siguiente Shabat y leer la Perashá “Ajaré
Mot” completa y los primeros tres versículos de Perashat “Kedoshim”,
terminando los demás invitados la lectura de esta Perashá.

En caso de no ser esto posible, no es necesario conseguir Minián para


leerla. (5)

7. Si el séptimo día de Pésaj cayó en viernes y una persona que reside


fuera de Israel se encontraba en Israel, al regresar debe intentar leer
la Perashá que le faltó de igual manera que se mencionó en el inciso
anterior. (7)

8. Si por causa de fuerza mayor los Templos no pudieron abrirse en


Shabat, por ejemplo, en caso de una tormenta de nieve que se prolongó
por varios días, al siguiente Shabat el Cohén deberá leer toda la Perashá
de la semana anterior y los primeros tres versículos de la Perashá de la
semana. Posteriormente, los demás invitados deben continuar con la
lectura como lo hacen normalmente. (6)

67
Capítulo 143 b: Ni más, ni menos

Capítulo 143 b

Ni más, ni menos

P ese a todas las precauciones, es posible encontrar errores en la


escritura de las letras del Séfer Torá. Por ejemplo, si falta una letra
o hay una de más, debe cerrarse el Séfer Torá y buscar otro, y no
podrá volver a leerse de él hasta que sea reparado por un Sofer. Y para
entender la rigidez de esta ley y la razón de tanta meticulosidad con las
letras de la Torá, profundicemos en el secreto de las letras.

Dice Rabí Oshayá (Midrash Rabá 1:2): “Las letras de la Torá fueron
los planos y los ladrillos de la Creación del mundo”. Y en el Séfer
HaYetzirá (capítulo 2, inciso 2) se nos informa: “Las 22 letras fueron
meticulosamente hechas por D-os y con ellas creó todo”. E incluso el
Zohar comienza con el diálogo y el análisis Divino sobre con qué letra
comenzaría la Creación. Ahí se puede ver la fuerza, el pro y el contra
de cada una, y por qué al final se decidió comenzar la Creación con la
letra bet, de Bereshit.

Para entender bien esto, debemos alejarnos de la idea de que las letras
son sólo “garabatos”. Dicen nuestros Sabios de la Cabalá que las letras,
en su origen, son entes espirituales, como los ángeles, las almas, etc.,
sólo que mucho más elevadas que éstos, y cada una de ellas representa
una fuerza, aspecto, cualidad, color, particularidad. Con la combina-
ción entre ellas creó D-os el mundo y nos entregó “el garabato” de
cada letra. La palabra hebrea Ot, “letra”, significa también “señal”. Así,
pues, cada “garabato” terrenal hace alusión y es señal del ente espiri-
tual que reside en cada una de las letras de la Torá.

68
Capítulo 143 b: Ni más, ni menos

Esto se halla insinuado en el primer versículo de la Torá: Bereshit bará


Elokim…, “Al principio, creó D-os…”; et haShamaim…, que en su tra-
ducción literal sería “el Cielo”, y en un sentido profundo la palabra et
se lee también como ot, letra, y además se escribe con alef y tav, la
primera y la última letras del abecedario hebreo, lo que significaría: “Al
principio creó D-os…” las letras celestiales, Ve et haaretz…, “y las le-
tras terrenales…”, los “garabatos” conocidos por nosotros como letras.

Y de la misma forma en que D-os creó un cuerpo de la tierra e insufló


en él el alma celestial, así cada letra es un cuerpo y dentro de ella
hay un alma. Posteriormente, creó D-os los animales y a cada uno le
dio la posibilidad de pronunciar una u otra letra, consonante y vocal,
hasta que al final creó al ser humano, al que dio la capacidad de pro-
nunciarlas todas y formar por medio de ellas palabras y dichos.

Éstos saldrán con el aire del pulmón y pasarán por cinco diferentes
canales, conocidos como letras palatales (de paladar), como guimal,
jaf, etc.; labiales, como bet, vav, mem; linguales (de lengua), como
dalet, lamed, tet; sibilantes (de los dientes), como zain, sámej, etc.; y
guturales (de garganta), jet, ayin, etc. (Es curioso saber que la primera
palabra de la Torá está compuesta por letras de los cinco canales.)

Por ello, cuando nos entregó D-os la Torá, los Diez Mandamientos
estaban distribuidos así: cinco en la primera tabla y otros cinco en la
segunda. Y de manera general, toda la Torá fue distribuida en cinco
libros (Bereshit, Shemot, Vayikrá, Bamidbar y Devarim), para indicar-
nos que la Torá es el canal de la expresión de las letras Divinas.

Y de manera más profunda, dicen nuestros Sabios que las letras usadas
en sus múltiples combinaciones en la Creación son las mismas que fi-
guran en la Torá. Es decir, si en la Creación se usó la letra shin 40 veces,
por ejemplo, ése será el número de veces que aparecerá esta letra en la
Torá; y si la alef fue usada 800 veces, habrá 800 alef en la Torá.

El motivo de todo esto es el siguiente: las letras, como ya dijimos, fue-


ron los “ladrillos” de la Creación del mundo; al pronunciarlas D-os se
combinaron con las fuerzas celestiales y se hicieron las cosas. Estos
planos y material de construcción nos fueron entregados directamen-
te de manos de D-os a nosotros en Monte Sinai, en la Torá, como
diciéndonos D-os: “Toma mis letras, con las cuales creé Mi mundo.

69
Capítulo 143 b: Ni más, ni menos

Pronúncialas, estúdialas y aplícalas para que con ellas construyas tu


propio Mundo Venidero”.
De ahí, curiosamente, nació la palabra mágica de los magos: abraca-
dabra. La gente común no sabe que se trata en realidad de la unión de
dos palabras hebreas, ebrá kedaberá, “crearé con base en las palabras
que pronuncie”.

Todo esto se halla reflejado en la Guemará (Babá Batrá 15a), en una


discusión sobre quién escribió los últimos ocho versículos de la Torá,
en los que está escrito: “Y Moshé murió y lo enterró Hashem en el
Monte Nebó, y Yehoshúa lo sucedió”, etc. Por una parte, no pudo
haber sido Moshé, ya que los versículos hablan de su muerte y lo que
pasó después. Por otra, tampoco pudo ser Yehoshúa, pues ya no ten-
dría toda la Torá la unificación con que fue escrita por Moshé, dictada
por D-os. ¿Y cuál sería la diferencia entre esos ocho versículos y el
siguiente libro, el de Yehoshúa?

La Guemará responde, en nombre de Rabí Yehudá, que esos versículos


los escribió Moshé bedema, palabra cuya traducción literal es “lágri-
mas”, es decir, llorando. Pero el Gaón de Vilna, en su libro Kol Eliyahu
(capítulo 133), dice que la palabra bedema significa “de forma revuel-
ta”. Es decir, Moshé entregó a Yehoshúa una “sopa de letras”, la cual
formó con todas las letras faltantes, necesarias para complementar y
completar el número de veces que debe aparecer cada una en la Torá,
como diciéndole a Yehoshúa: “Ochocientas veces debe aparecer la
letra alef. Ya usé 798. Faltan dos alef y cuatro lamed…, etc., etc. Aquí
está la sopa de letras. Forma con ella los últimos versículos, ya que la
Torá, en su totalidad, debe tener exactamente todas las letras en las
múltiples combinaciones con que se hizo la Creación”.

Por esto somos tan meticulosos al escribir o leer el Séfer Torá, para que
no haya una letra de más ni de menos. Y el ejemplo simple es una caja
fuerte que tuviera mil dígitos como clave. Aunque tecleemos los 999
números correctos y en el último número en vez de 7 tecleemos 6, la
caja fuerte no se abrirá. Y no por “fanática”, sino porque, simplemente,
el código debe ser exacto.

Ojalá que durante nuestra vida logremos estudiar bien toda la Torá
usando sus palabras como material de construcción en este mundo y
logremos con su código abrir los portones del Paraíso.

70
Capítulo 143 b: Errores en la escritura del Séfer Torá

Capítulo 143 b

Errores en la escritura del Séfer Torá

48. Está prohibido leer de un Séfer Torá con algún error, hasta que
éste sea corregido Hoy en día, después de que un Séfer Torá haya sido
revisado por un experto, ya no se tiene sospechas de que tenga algún
error que invalide su lectura. (1)

49. Si se encuentran uno o dos errores en un Séfer Torá, pueden


corregirse y continuar con la lectura. No obstante, si se encuentran
más errores, es necesario que el Séfer Torá sea revisado en su totalidad
antes de seguir utilizando. Esto aplica únicamente cuando los errores
cambian el significado del concepto escrito.

Cuando se encontró un error y se corrigió en el momento, se encontró


otro error y fue corregido, se permite continuar con la lectura sin
necesidad de revisar el Séfer Torá en ese momento. (18,21)

50. El Séfer Torá debe ser revisado por un Sofer capacitado para ello,
sin ser suficiente una revisión hecha por una computadora. De cualquier
manera es apropiado realizar también la revisión por computadora. (2)

51. Para conocer sobre las diferencias de la estructura de las letras


de un Séfer Torá Sefaradí, Ashkenazí y Temaní o si se permite utilizar
un Séfer Torá Sefaradí para Ashkenazim o viceversa, ver capítulo 32
incisos 36,37,38.

52. Si a mitad de la lectura del Séfer Torá se encontró un error:

• Se interrumpe la lectura y el invitado debe permanecer en silencio.

71
Capítulo 143 b: Errores en la escritura del Séfer Torá

• Se trae otro Séfer Torá y se continúa la lectura desde donde se


encontró el error, leyendo como mínimo tres versículos sin bendecir
de nuevo.

• El Séfer Torá en el cual se encontró el error se deja en la Tebá cerrado


hasta terminar la lectura.

• La cantidad de personas que fueron invitadas a la lectura de la Torá,


se toman en cuenta para completar el número de invitados que se
requieren ese día.

Debe procederse de igual manera incluso en el caso que ya se hubiera


encontrado un error en la escritura del Séfer Torá y por error lo sacaron
de nuevo. (10,11)

53. Si durante la lectura de lunes o jueves se encontró un error


mientras leía el tercer invitado, en caso de haber leído al menos tres
versículos, no es preciso sacar otro Séfer Torá. En este caso no se debe
bendecir al final de la lectura aunque se diga Kadish. No obstante, si el
error se encontró antes de haber leído tres versículos al tercer invitado,
es necesario sacar otro Séfer Torá para terminar la lectura, leyendo al
menos tres versículos y bendiciendo al final. (13)

54. Si se encontraron dos letras unidas o una letra cortada durante


la lectura del Séfer Torá y estas no se reconocen, nuestra costumbre es
sacar otro Séfer Torá para continuar con la lectura. (15)

55. Cuando en el Séfer Torá se encontraron dos letras unidas o alguna


letra cortada y solamente cuentan con un Séfer Torá, deben leer sin
decir la bendición del principio o del final, hasta que puedan conseguir
otro. (capítulo 144b, 9)

56. Si encontraron un error y no tienen otro Séfer Torá, deben terminar


la lectura sin bendecir posteriormente. Asimismo, no se bendice por la
lectura de la Haftará. No obstante, los que acostumbran bendecir por
la Haftará, no se les reprende. (12, Capítulo 144b,9)

72
Capítulo 143 b: Errores en la escritura del Séfer Torá

Corregir un error del Séfer Torá

durante la lectura

57. Si fue corregido un error que se encontró en un Séfer Torá durante


su lectura en día de semana, no es necesario esperar a que la tinta
seque para continuar la lectura o bendecir. (16)

58. Si durante la lectura del Séfer Torá en día de semana se encontró


una gota de cera cubriendo una de las letras, se debe retirar la cera
con precaución, aun cuando la letra se perciba a través de la cera. Si
esto sucediera en día de Shabat o Yom Tob, en caso de poder percibir
la letra a través de la cera, se permite continuar con la lectura. De lo
contrario, sacan otro Séfer Torá para continuar.

Por otro lado, si la cera cubre una letra que no corresponde a la porción
que se está leyendo, no es necesario sacar otro Séfer Torá y debe ser
arreglado después de Shabat o Yom Tob. (19)

59. Si un capítulo del Séfer Torá que debería quedar abierto, fue
escrito hasta el final del renglón y quedaron dos renglones en vez de
tres sin escribir posteriormente, reanudándose la escritura al comienzo
del tercer renglón, no se invalida el Séfer Torá. (32)

60. Sobre el tema de cómo arreglar la escritura, estructura de las


letras, anomalías en el color de las letras o sobre el pergamino, ver
capítulo 32.

61. Sobre el tema de la estructura de los renglones de las páginas del


Séfer Torá, y estructura de las letras, ver capítulo 35 y 36.

73
Capítulo 144 a: La Haftará

Capítulo 144 a

La Haftará

P osteriormente a la lectura de la Torá en días de Shabat, festivida-


des, etc., se acostumbra leer la Haftará, que es un párrafo extraí-
do de los libros de los Profetas y que, de una u otra forma, tiene
relación con lo leído en la parashá.

Respecto a desde cuándo empezó esta costumbre, hay varias opinio-


nes. De acuerdo con Rabí Yeshayá Di Terrani, en su libro Hamajría
(capítulo 31) escribe que Ezrá HaSofer, después de establecer el modo
de lectura de la parashá (ya que había una costumbre en Israel de leer
toda la Torá en ciclos de tres años y medio, y él estableció que el ciclo
fuera anual), él mismo fue quien implantó la lectura de la Haftará, a
fin de que la gente obtuviera el mismo mensaje de la parashá extraído
de un texto de los Profetas. Sin embargo, Rab Abudrajam dice que la
costumbre empezó en la época del dominio griego de Antíocus Epi-
fanes (165-168 de la era común), quien prohibió la lectura de la Torá.
Por tanto, los judíos establecieron la costumbre de leer 21 versículos
de los Profetas, que remplazan simbólicamente los tres versículos que
debía leer cada uno de los siete que subían a la Torá. Y de ahí proviene
la palabra Haftará, que significaría “exentos”, como la palabra patur,
“exento”, ya que debido al decreto griego se exentaban por medio de
la lectura de la Haftará.

74
Capítulo 144 a: La Haftará

Rabí Shimshon Rafael Hirsch opina que esta costumbre es incluso


más antigua y data de la época de los sumerios, quienes aceptaban
la Torá, pero negaban la santidad de los libros de Neviím y Ketu-
vim. Y para demostrar la santidad de éstos, así como su supuesta
igualdad con la Torá (ya que al fin todos se unen para conformar el
Tanaj), se estableció la lectura de éstos después de leer la Torá.

Sea como sea, ya desde la época de los Tanaítas había una cos-
tumbre clara de lectura de Haftarot, como se relata en la Guemará
(Meguilá 25a), la cual cita cuáles son las Haftarot que se leen antes
de Pésaj, la de cada festividad, Rosh HaShaná, Kipur, Shabatot, e in-
cluso Januka y Rosh Jódesh. Aunque a la fecha hay ciertas ocasiones
en que algunos leen una Haftará y otros acostumbran otra, siempre
debe haber una relación entre la parashá y la Haftará.

Como ejemplo está la Haftará que se lee en Rosh HaShaná, la cual


habla de Janá, la estéril, que por medio de la bendición del sumo
sacerdote Elí, tuvo al Profeta Shemuel. Se lee esta Haftará porque
en la Torá se leyó sobre la esterilidad de nuestra Matriarca Sará y la
buena noticia que recibió de los tres ángeles, quienes le dijeron que
para esa fecha el año siguiente abrazaría a un bebé.

Profundizando un poco más en esta Haftará, vemos un vínculo ma-


yor entre Janá y Sará. Nos relata el libro de Profetas que Janá estaba
rezando en el Tabernáculo de Shiló y la observó el sumo sacerdote
Elí. Al verla rezando de forma diferente, preguntó a D-os, por me-
dio del pectoral, qué pasaba con esa mujer. Y como es sabido, en
el pectoral la respuesta se daba al iluminarse las letras, pero no se
indicaba el orden ni la combinación de éstas para su lectura. Aquí
entraba la concentración del sumo sacerdote para leerlas correcta-
mente.

En el caso de Janá se iluminaron cuatro letras: shin, hei, jaf y reish.


Elí, sin pensarlo mucho, las combinó y leyó: shikorá, “borracha”,
y de inmediato la llamó para regañarla por “las copas que llevaba
encima”. Ella, sorprendida por el ataque, observó el pectoral con las
cuatro letras iluminadas, y le dijo: “Me disculpas, pero lo que dice
aquí es Kesherá, ‘mujer correcta y justa’, no shikorá, ‘borracha’”. Elí
se dio cuenta de su error, esta vez se concentró bien y le dijo: “El
año que viene, en esta fecha abrazarás a un bebé”.

75
Capítulo 144 a: La Haftará

Preguntan los comentaristas de dónde sacó esa conclusión Elí. Están


discutiendo si ella está shikorá o es kesherá, ¿y de pronto él habla de
un bebé? Responden nuestros Sabios: “Sí, porque en el pectoral no
decía kesherá ni menos todavía shikorá, sino que la combinación decía
keSará, ‘como Sará’”. De ahí entendió el sumo sacerdote que, de la
misma forma en que la estéril Sará fue notificada de su futuro hijo, así
ocurriría con Janá.

Ahora entendemos de mejor forma por qué, cuando se lee la historia


de Sará, la Haftará trata de Janá.

Así son todas las Haftarot. Sólo hace falta encontrar la relación, sea
“lateral” o profunda.

76
Capítulo 144 a: Enrollar en público el pergamino del Séfer Torá

Capítulo 144a

Enrollar en público el pergamino

del Séfer Torá

1. Cuando se leen dos temas diferentes en el Séfer Torá, se debe sacar


dos Sifré Torá previamente posicionados en el lugar correspondiente,
para evitar leer dos temas en un solo Séfer Torá y tener que desplazar
el pergamino de una lectura a otra ante la concurrencia. No obstante,
si únicamente cuentan con un Séfer Torá, se debe enrollar para la
segunda lectura. (1)

2. Si el Séfer Torá que se sacó para la lectura no fue posicionado en


la página en la que se debe comenzar la lectura, debe ser desplazado
a la página correcta sin necesidad de cambiarlo por otro Séfer Torá. (2)

Capítulo 144b

El invitado a Maftir

1. El que fue invitado a la lectura de la Torá como Israel, de preferencia


no debe ser invitado también como Maftir, aun en el mismo Séfer Torá,

77
Capítulo 144 b: El invitado a Maftir

salvo en caso de ser el único que sabe leer la Haftará. En caso de


que alguien le haya comprado la invitación a Maftir, puede aceptar la
invitación en caso de necesidad. No obstante, si se sacaron dos Sifré
Torá no se permite ser invitado en ambos. (6)

2. En primera instancia debe evitarse que un Cohén sea invitado como


Maftir en Minjá de Yom Kipur, incluso cuando se anuncia previamente
“Aunque es Cohén…”. No obstante, si ya compró la invitación, se
permite. (4)

3. Cuando hay únicamente un Cohén en el Minián y quiere ser


invitado en Maftir por algún motivo especial, en primera instancia no
debe subir dos veces, pero si ya compró la invitación a Maftir y se
angustiará si no la recibe, se permite subir en Cohén y Maftir, sin que
tener que salir del Minián para poder invitar a un Israel en su lugar. (5)

La lectura de la Haftará

4. Es Mitzvá procurar leer la Haftará de un pergamino escrito a mano


incluso si es una recopilación de las Haftarot que se leen en el año y
no el libro de profetas completo. Si no dispone de un Séfer Haftarot,
es preferible leerla de un libro de profetas impreso que leerlo de un
Jumash. (17)

5. El invitado a Maftir debe decir las bendiciones de la Haftará por sí


mismo y leerla. Se lee en voz alta para que la concurrencia escuche
la lectura, aunque ellos también la leerán en voz baja. Debe leerse
palabra por palabra con su correcta entonación. (2,3)

6. Se contesta Amén hasta terminar las palabras “Ubinbié Haemet


Vehatzédek”, porque lo que se dice antes de la lectura de la Haftará, se
considera una sola bendición.

78
Capítulo 144 b: El invitado a Maftir

7. Después de la bendición posterior a la lectura de la Haftará que


termina con las palabras “Mekadesh Hashabat”, el invitado a la lectura
contesta Amén a su propia bendición. (11,16)

8. En las bendiciones posteriores a la Haftará se dice “Mekadesh


Hashabat”, incluso cuando también es Rosh Jódesh o Jol Hamoed. (15)

9. Si mientras leían la Haftará se percataron que no era la Haftará


correspondiente, leen la Haftará correcta sin bendecir de nuevo, incluso
si ya terminaron la Haftará y dijeron las bendiciones posteriores. (13,14)

10. Un Sefaradí que fue invitado en un Minián Ashkenazí a la lectura


de Maftir, o viceversa, debe leer la lectura de la Haftará según su
costumbre, cumpliendo los demás con su obligación. (2)

11. Un Sefaradí que es invitado a la lectura en Minjá en día de ayuno


en un Minián Ashkenazí, siendo que ellos acostumbran leer la Haftará
posteriormente, debe leerla con sus bendiciones. (23)

12. No es preciso evitar ni cambiar la costumbre de decir el versículo


“Goalenu Ado-nay Tzeba-ot…”antes de las bendiciones posteriores a
la Haftará. (21)

13. Quien debe decir la bendición de “Hagomel”, lo hace después de


las bendiciones posteriores a la lectura de la Haftará. (22)

14. En Tishá Beab se permite hacer uso de altavoces durante la


lectura de la Haftará para que la concurrencia pueda oírla. (24)

Kadish después de la lectura

15. Cuando se utilizan dos Sifré Torá, se dice Kadish al terminar la


lectura de cada Séfer Torá. Si el invitado como Maftir olvidó decir

79
Capítulo 144 b: El invitado a Maftir

Kadish y comenzó las bendiciones de la Haftará, debe decir Kadish al


término de las bendiciones posteriores. Si por algún motivo interrumpió
en medio de la bendición y dijo Kadish, deberá repetir la bendición. (7)

16. En Minjá de Tishá Beab y de Yom Kipur, no se dice Kadish


después de la lectura, sino hasta terminar las bendiciones posteriores
a la Haftará. El oficiante dice Kadish de nuevo antes de comenzar la
Amidá. (10)

17. Si la concurrencia cuenta con un solo Séfer Torá, los días que
precisan dos Sifré Torá, deben leer la Perashá normalmente, y al
término de la lectura, el séptimo invitado (Mashlim) dice Kadish. Luego
desplazan el pergamino hasta la ubicación correspondiente a la lectura
del Maftir, y dicen de nuevo Kadish después de la lectura. (8)

80
Capítulo 146: Alabemos a D-os

Capítulos 145 y 146

Alabemos a D-os

E n este capítulo se abordarán las leyes del comportamiento del


público durante la lectura de la Torá. Para entender la importan-
cia de estos momentos y darles el debido respeto, analizaremos
algunos puntos.

Del versículo: Ki shem Hashem ekrá, abu godel lelokenu, “debido a que
mencionaré el Nombre de D-os, alábenle ustedes conmigo”, aprendie-
ron nuestros Sabios que antes de decir Bircat Hamazón (la bendición
posterior al pan) se dice el Zimún, que son frases de invitación a los que
nos acompañan para alabar juntos a D-os. Y de este mismo versículo se
aprendió también que quien sube a leer la Torá, antes de decir las ben-
diciones, cita una especie de Zimún, en el cual dice: Bareju et Hashem
hameboraj, “Bendigan ustedes a D-os, a Quien yo también bendigo”.

A pesar de que estas dos leyes se aprenden del mismo versículo, hay
una interesante variación en la forma de expresar el Nombre de D-os
en el Zimún (ya que es conocida la diferencia entre denominar a D-os
con el nombre Elokim y/o referirse a Él como Adó). Sobre la bendición
del pan decimos: Nebarej…, “Bendigamos…”, Elokenu. Sin embargo,
antes de la lectura de la Torá decimos: Bareju et Adó…, es decir, usa-
mos el otro Nombre de D-os.

81
Capítulo 146: Alabemos a D-os

¿Cuál es la razón de usar sobre el alimento el Nombre de D-os, Elokim,


y sobre la Torá el nombre de Adó…?

Para responder esto de manera adecuada, debemos sentar varias ba-


ses. Primero, hay que saber que, aun cuando llamemos a D-os con di-
ferentes nombres, siempre nos referimos al mismo. La variación de los
nombres únicamente indica diferencia en la forma de actuar de D-os.
Por tanto, el nombre Elokim representa la naturaleza, es decir, el modo
de D-os de actuar y mandarnos las cosas de forma natural por vía de la
naturaleza, que es un canal sistemático, en que el sol sale cada mañana
y de la semilla, en tierra fértil y con agua, brota la cosecha; así como el
desarrollo del bebé, y muchas cosas más. Todos son milagros divinos,
pero manifestados mediante el sistema de la naturaleza.

Incluso, las palabras Elokim y “naturaleza” en hebreo tienen el mismo


valor numérico, 86, para indicarnos que detrás de todo el sistema natu-
ral está Elokim. Por eso, cuando la Torá habla de la Creación, durante
todo el proceso se usó únicamente el término Elokim: Bereshit Bará
Elokim, vayomer Elokim, etcétera.

Pero el nombre Adó hace alusión a la Luz Divina, la cual está por
encima de la naturaleza y representa los milagros que D-os hace para
nosotros sólo por bondad, aunque no los merezcamos. Pues bien, esa
luz está “insertada”, infundida, “insuflada” en la Torá. Por ello, los Diez
Mandamientos, a diferencia de la Creación, dicen: Anojí Adó…, al
igual que en el versículo que habla de que D-os insufló el alma en el
ser humano: Vaitzer Adó…

Tal es la razón de que, cuando hacemos el Zimún sobre el alimento, el cual


D-os nos manda por las vías de la naturaleza, decimos: Nebarej Elokenu.
Pero la espiritualidad, la luz de la Torá, es un regalo Divino, es una luz que
nos baña a la hora de estudiarla, leerla y, especialmente, a la hora de escu-
char su lectura en la sinagoga. Por ello decimos: Barejú et Adó…, Quien,
en ese momento, irradia su luz sobre todo el público oyente.

Como dice en el Zohar (Shemot 206a): “A la hora de la lectura de la


Torá, debe todo el público comportarse con respeto y reverencia, y
sentir como si estuviera parado al pie del Monte Sinai escuchando la
Palabra Divina, tal como dice el Libro de Nejemiá (8:3): ‘Y a la hora
que sacaron la Torá y la leyeron al pueblo, y los oídos de todo el pue-

82
Capítulo 146: Alabemos a D-os

blo estaban atentos a la lectura…’. Y agrega Rabí Shimón Bar Yojai:


Cuando se saca el Séfer Torá se abren los portones del Cielo y se des-
pierta el amor Divino por Su pueblo. Y mientras uno lee la Torá, todos
escuchan sus palabras como si estuvieran recibiéndolas en Sinai”.

El libro Yesod Beshoresh HaAbodá (5:8) trae en nombre del Arizal: “A


la hora que se enseñan al pueblo las letras de la Torá, debe procurar la
persona observarlas, ya que de ellas emana mucha luz y abundancia”.
Y agrega el Ben Ish Jai (Toledot 15): “Que procure la persona buscar la
letra que encabeza su nombre en las letras de la Torá y que diga: Vezot
haTorá hasher sam Moshé lifné Bené Israel, ‘Esta es la Torá que entregó
Moshé al Pueblo de Israel’”.

De nuevo, la alusión y la semejanza al momento de entregar la Torá en


Monte Sinai. Y de la misma forma que ese momento fue a través del
nombre Adó…, del cual emanó mucha luz Divina sobre todo el Pueblo
de Israel, así, en distintas proporciones, sucede a la hora de la lectura
de la Torá en nuestros días.

Obviamente, de acuerdo con el recipiente-persona será la cantidad de


luz que reciba, como en el ejemplo que traen nuestro Sabios del rey
que, en su cumpleaños, dijo a sus sirvientes: “Traigan sus recipientes y
se los llenaré con monedas de oro”. Uno trajo un vaso y el rey se lo lle-
nó; otro, una cubeta y otro más un costal. El rey no fue injusto con uno
o con otro; simplemente que cada uno vino con un recipiente distinto.
Así pasa a la hora de la lectura de la Torá: D-os emana su luz dorada,
pero luego depende de la disposición de recibirla que tenga cada uno.
Cabe resaltar que, a lo largo de la vida, la gente se la pasa buscando
soluciones para mal de ojo, maldiciones, brujería, magia negra, envi-
dia, celos, etc. Y lamentablemente “pastorean en campos ajenos” para
encontrarlas. No se dan cuenta de que acuden con gente oscura para
quitar oscuridad, y que la única y verdadera solución radica en sim-
plemente “jalar luz” (de la Torá), la cual, de forma automática, aleja la
oscuridad.

Por tanto, quien se concentra bien en los momentos de lectura de


nuestra Sagrada Tora, él solo se llena de luz y aleja cualquier fuerza
negativa y oscura de su familia, tal como lo indica el versículo: Veatem
adevekim…, Jaim kulejem, “…y ustedes, los cuales están apegados a la
luz Divina, llenos de vida están” (Debarim 4:4).

83
Capítulo 145 y 146: Comportamiento durante la lectura del Séfer Torá

Capítulo 145 y 146

Comportamiento durante

la lectura del Séfer Torá

1. La costumbre Sefaradí es de permanecer sentados durante la


lectura, a excepción del oficiante y el invitado. Los Ashkenazim que
acostumbran permanecer de pie durante la lectura, pueden tomar
asiento entre un invitado y otro. (1)

2. No es una costumbre apropiada ponerse de pie durante la lectura


de los Diez Mandamientos y se debe reprochar a aquellos que lo hacen.
Si el invitado a dicha lectura es su padre o maestro, deberá ponerse de
pie antes de que comience a bendecir para mostrar que no lo hace por
la lectura. (12,13)

3. Quien se encuentra en un Templo donde habitúan ponerse de pie


durante la lectura de los Diez Mandamientos, debe mantenerse de pie
desde el comienzo de la lectura de la Perashá o al menos desde que es
invitado quien tomará parte de dicha lectura. Esto se hace para evitar
mostrar desprecio a dicha lectura. (14)

4. Es apropiado invitar al Rabino del lugar para la lectura de los Diez


Mandamientos y de la Partida del Mar.
Se debe amonestar a los que acostumbran decir dichas lecturas en voz
alta al tiempo que el oficiante lo lee del Séfer Torá. (15)

5. Desde que comienza la lectura de la Torá se prohíbe hablar en voz


alta incluso palabras de Torá. Además, es apropiado no hablar en voz
alta ni siquiera entre un invitado y otro. (2)

84
Capítulo 145 y 146: Comportamiento durante la lectura del Séfer Torá

6. Durante la lectura misma, se permite ver o leer en voz baja un


libro de Torá, si antes de la lectura se da vuelta, demostrando que no
es de su interés escuchar la lectura. (2)

7. Está prohibido retirase del Templo mientras se lee el Séfer Torá,


aunque se permite hacerlo entre un invitado y otro. Si tuvo que salir
y no escuchó parte de la lectura, no es necesario que se dirija a otro
Minián para escucharla. (3)

8. No se debe reprender a los invitados que dicen “Emet Toratenu


Hakedoshá” al término de la lectura, antes de bendecir. No obstante,
es correcto sugerirles apropiadamente que no lo digan. (5)

9. Se debe anular la costumbre de los que reparten licor o dulces


durante la lectura de los invitados agregados en honor a una alegría,
sugiriéndoles hacerlo después de haber escuchado Kidush. (4)

10. Cuando hay una alegría en el Templo, se acostumbra cantar en


honor al festejado mientras el Séfer Torá se encuentra cerrado.

Cabe mencionar que el cantar y decir “Mi Sheberaj” no se considera


interrupción. No obstante, se debe evitar alargarlo en demasía para
no molestar a los concurrentes. (10)

11. Donde se acostumbra que el Rabino o el muchacho que cumple


Bar Mitzvá diserte ante la concurrencia entre un invitado de la lectura
y otro, pueden seguir con su costumbre, aunque se debe procurar que
el Séfer Torá se encuentre cerrado. No obstante, si la concurrencia lo
acepta, es apropiado postergar la disertación hasta después de las
bendiciones posteriores a la lectura de la Haftará. (6,7,9)

12. Las comunidades que acostumbran que el Rabino explique a


la concurrencia, entre un invitado y otro, lo que se leyó en el Séfer
Torá, pueden continuar haciéndolo, manteniéndolo cerrado. Esto
se permite siempre y cuando no se explique con la traducción de
Onkelós. (8)

13. No se reprende a quienes leen en voz baja la lectura al mismo


tiempo que el Baal Koré lee, ya que tienen en quien apoyarse. (11)

85
Capítulo 147: Enrrollar el Séfer Torá

Capítulo 147

Enrollar el Séfer Torá

1. Nuestros sabios hicieron mucho hincapié en la prohibición de tocar


directamente el pergamino del Séfer Torá, sin importar el lado del
pergamino que está tocando o si es en público o en privado. Por lo
tanto, se acostumbró colocar un pañuelo para poder tocarlo cuando el
invitado bendice por la lectura, o para enrollar sus páginas durante la
lectura. (1)

2. En los días que se sacan dos Sifré Torá, no se debe comenzar la


segunda lectura hasta que el primer Séfer Torá haya sido cerrado. De
igual manera no se puede empezar la lectura de la Haftará hasta cerrar
o enrollar el Séfer Torá. (2,3)

86
Capítulo 149: ¿Bendición o maldición?

Capítulo 149

¿Bendición o maldición?

E n este capítulo se habla de la lectura de las maldiciones y, por tan-


to, debemos analizar si existen preferencias de párrafos y temas
al subir a leer el Séfer Torá, ya que es conocido el sentimiento
público de procurar subir a la Torá cuando los versículos tratan de ben-
diciones y huir, o por lo menos, sentir incomodidad ante los versículos
de advertencia y/o maldición. ¿Están en lo correcto o no?

Toda la Torá representa la Palabra Divina, y tanto a los versículos como


a los preceptos hay que darles el mismo grado de validez, respeto y
cumplimiento, tal como lo indica la Mishná en Pirké Avot (2:1): “Sé me-
ticuloso tanto con un precepto leve como con uno estricto”. Es decir,
no somos nadie para calificar y, de alguna forma, crear algo parecido
a una “tarifa” con la cual valoremos algunos párrafos de la Torá y me-
nospreciemos otros.

Por eso, en cuanto a la lectura de los Diez Mandamientos se desató


una discusión muy grande sobre si debe el público ponerse de pie
durante su lectura y con ello mostrar un respeto mayor al tema, o sim-

87
Capítulo 149: ¿Bendición o maldición?

plemente seguir leyéndolos con la misma actitud y respeto que se da al


resto de los versículos en la Torá. Dice la Guemará (Berajot 12a): “Qui-
sieron nuestros Sabios establecer la lectura de los Diez Mandamientos
diariamente en el rezo, y no lo hicieron para que no digan los ateos que
sólo esta parte constituye la Torá y la voluntad de D-os, y que todo lo
demás puede descartarse, que no tiene validez”.

Por ello escribió el Marán en el Shulján Aruj (146:4): “No es adecuado


que el público se pare a la hora de leer los Diez Mandamientos, para
no dar la impresión de que esos versículos tienen mayor importancia
que los demás”.

En el otro extremo están los versículos de las maldiciones, como en las


parashiot de Bejukotai y Ki Tabó. Mucha gente los evita e incluso se
molesta cuando se le invita a subir a su lectura.

Al respecto podemos traer las palabras del Gur Aryé, a quien le pre-
guntaron sobre la costumbre de ciertas comunidades en que, a la hora
de leer las maldiciones, nadie era invitado a subir y, simplemente, el
lector seguía leyendo, sin decir bendiciones previas ni posteriores, a lo
cual contestó: “He aquí que esta costumbre es muy mala y dos fallas
contiene: una, que menosprecia los versículos del reproche, cosa sobre
la que nos advirtió el Rey Salomón diciendo: ‘Hijo, no desprecies los
reproches’, y además están avergonzando a la Torá, pues es como si
le dijeran: ‘Hay versículos sobre los cuales bendeciré y otros que no se
merecen mi bendición’”.

Nuestros Sabios revelan que, en verdad, la mayoría de las bendiciones


están ocultas en los versículos de las maldiciones. Por ello escribe el
Shut Eliezer (tomo 1, capítulo 66): “El gran cabalista, el Arizal, acostum-
braba pedir que le dieran la oportunidad de subir a la Torá justamente
en la lectura de los reproches y las maldiciones”.

El motivo de esto se halla en el famoso relato en la Guemará (Moed ka-


tán 9b): “Una vez llegaron a la ciudad dos grandes sabios, Rabí Yonatán
ben Osmay y Rabí Yehudá ben Guerim. Antes de que se marcharan,
tomó Rabí Shimón Bar Yojai a su hijo, Rabí Elazar, y le dijo: ‘Estos dos
rabinos son gente muy justa y santa. Ve y pídeles que te bendigan’. Fue
Rabí Elazar y les dijo: ‘Por favor, bendíganme’. Y sorprendentemente,
ellos le dijeron: ‘Que sea la voluntad del Todopoderoso que siembres

88
Capítulo 149: ¿Bendición o maldición?

y no coseches, metas y no saques, saques y no metas; que se destru-


ya tu casa fija y seas un invitado; que tu mesa siempre esté revuelta
y que no veas un año nuevo’. Rabí Elazar, asombrado por la lluvia de
maldiciones que recibió, volvió con su padre y le reclamó: ‘No sólo no
me bendijeron, sino que me llenaron de maldiciones’. ‘¿Qué te dijeron,
hijo?’, preguntó Rabí Shimón. Y cuando su hijo le informó, se emocionó
mucho Rabí Shimón y con una sonrisa le dijo: ‘¡Grandes bendiciones
recibiste, hijo mío! ‘Que siembres y no coseches’ significa que tengas
hijos y que no mueran en tus días; ‘que metas y no saques’, que tus
hijos metan a tu casa novias y nunca se divorcien de ellas; ‘que saques
y no metas’, que saques a tus hijas a la jupá y nunca tengas que reci-
birlas de vuelta en tu casa, como huérfanas o divorciadas; ‘que tu casa
fija se destruya’, porque la persona tiene dos casas, una provisional, en
la que es como un invitado, y la otra es la fija. La primera es el hogar
y la segunda es la tumba. Por tanto, ellos te desean que esa casa fija
se destruya, porque todavía tienes muchos años de vida por delante, y
que goces mientras tanto de tu casa provisional, esta tierra, como un
invitado bienvenido. ‘Que tu mesa esté revuelta’ de tantos hijos y nie-
tos que la compartan; y la bendición de ‘que no veas un año nuevo’ se
basa en la ley de que, al casarse, el primer año de matrimonio, llamado
‘año nuevo’, el hombre no sale a la guerra, no viaja por negocios a lu-
gares lejanos, etc., para dedicarlo a su esposa. Y debido a que tú, hijo,
ya estás casado, te bendijeron con que nunca veas otro año nuevo, es
decir, que nunca tengas que casarte por segunda vez”.

Sobre esto preguntan nuestros Sabios: “¿Cuál era la necesidad de dis-


frazar todas estas bonitas bendiciones con palabras tan negativas?”, a
lo cual responden: “Cuando a una persona se le bendice, los acusa-
dores celestiales inmediatamente se ponen a la defensiva y empiezan
a reclamar ante D-os que esa persona no se las merece. Pero al estar
esas bendiciones disfrazadas de maldición, ellos, que no tienen acceso
a la intención, no hallan motivo alguno para interferir. Al contrario,
están a favor de esas supuestas maldiciones. De tal forma se logra tras-
mitir grandes bendiciones”.

Por eso no debemos catalogar los versículos de la Torá. Cada ocasión


que tengamos de subir a la Torá es buena, sea que hable de bendicio-
nes o maldiciones, o versículos con mensajes o relativamente aburri-
dos. Todos al final contienen mucha bendición, sea superficialmente o
de forma oculta.

89
Capítulo 149: Acompañar al Séfer Torá

Capítulo 149

Acompañar al Séfer Torá

1. No se permite retirarse del Templo hasta que el Séfer Torá haya sido
guardado en su lugar. (1)

2. Se permite guardar un Séfer Torá en una cárcel para que los


Yehudim ahí detenidos puedan leerlo. Es preciso mantener el Séfer
Torá guardado en un lugar designado dejando su llave en manos de un
Yehudí. (2)

3. Aunque no es preciso que toda la concurrencia acompañe al Séfer


Torá mientras es regresado al Hejal, los que se encuentran cerca deben
acompañarlo, pues así se le rinde honores. (3)

Lectura de la Torá en días especiales

4. En Rosh Jódesh se invita cuatro personas a la lectura, leyendo


Perashat Pinjás desde “Vaidaber… Tzav Et Bené Israel…” hasta
“Veniscó”. (1)

5. Nuestra costumbre es que el primer día de Janucá, el Cohén


comience la lectura desde “Vaidaber Ado-nay El Moshé…” hasta “Lifné
Hamishkán”. Algunos acostumbran leer al Cohén hasta la Bendición

90
Capítulo 149: Acompañar al Séfer Torá

de los Cohanim, siendo conveniente seguir la lectura como es nuestra


costumbre. (2)

6. Cuando Rosh Jódesh Tebet cae en día de semana, se utilizan dos


Sifré Torá. En el primero leen tres invitados la lectura de Rosh Jódesh,
y el cuarto invitado lee en el segundo Séfer la lectura de Janucá. Si
por error se empezó primero la lectura de Janucá, deben terminarla y
los demás invitados leen la lectura de Rosh Jódesh.

Se dice Kadish cuando el cuarto invitado termina la lectura y no entre


la lectura del primer Séfer Torá y el segundo. (3)

7. En el Shabat anterior a Rosh Jódesh Adar, se utilizan dos Sifré


Torá, leyendo en el segundo Perashat Shekalim. Si por error se leyó
Perashat Shekalim un Shabat antes, se debe leer de nuevo en el Shabat
anterior a Rosh Jódesh Adar. (4)

8. En Shabat Shekalim se lee la Haftará de “Vaijrot Yehoyadá”; si


Rosh Jódesh cae en domingo, se lee el primer y último versículo de
“Majar Jódesh”. (5)

9. Cuando cae Rosh Jódesh Adar en Shabat, se lee ese día Perashat
Shekalim y el próximo Shabat se lee Perashat Zajor. (5)

10. En el Shabat anterior a Purim es Mitzvá de la Torá leer en Maftir


Perashat Zajor. La concurrencia debe escuchar la lectura del oficiante
sin leerla en voz baja dentro del Jumash. (6)

11. Cuando el octavo día de Pésaj cae en Shabat, en Israel se lee


la Perashá Ajaré Mot y fuera de Israel la lectura correspondiente a la
festividad. De este modo deben continuarse leyendo las siguientes
Perashiot hasta que ambas lecturas se igualen en la Perashá de Matot,
que fuera de Israel se leerán las Perashiot Matot y Masé y en Israel
únicamente la Perashá de Masé. (8)

12. En el caso anterior, si un habitante de Israel se encontraba


fuera, por lo que perdió la lectura de una Perashá, si la congregación
lo permite, debe ser invitado a la lectura del Séfer Torá en Shabat y
leer la Perashá que omitió finalizando después de leer los primeros
tres versículos de la Perashá correspondiente. (9)

91
Capítulo 149: Acompañar al Séfer Torá

13. La lectura de las maldiciones que se encuentra en la Perashá de


Bejukotay y Ki Tabó, la debe leer una solo invitado a la lectura.

Quien es invitado a dicha lectura, debe bendecir al principio y final de


la lectura normalmente. (10,12)

14. Se acostumbra que el Baal Koré sea el invitado al Séfer Torá


para la lectura de las maldiciones, leyendo en voz más baja que de
costumbre, procurando que la concurrencia pueda escucharlo. (11)

15. Cuando se leen dos Perashiot en Shabat, el cuarto invitado


es quien debe leer el final de la primer Perashá y el principio de la
segunda. Sin embargo, en caso de necesidad mayor o de ser preciso
invitar más gente a la lectura, puede leerse dicho intervalo con algún
otro invitado posterior. (13)

16. Los que acostumbran rezar y leer el Séfer Torá en el lugar


donde nuestros patriarcas están sepultados en Jebrón, tienen en quien
apoyarse, y no se traspasa la prohibición de leer la Torá o ir con Tefilín
puesto en un cementerio. (15)

17. Acostumbramos decir “Misheberaj” en Shabat para la pronta


curación de los enfermos, incluso si no se encuentran en el Templo.
(17)

18. Está prohibido bendecir por la lectura del Séfer Torá sin necesidad,
ni siquiera si se dice la bendición a modo de estudio. (16)

92
Capítulo 150: Costrucción del Templo

Capítulo 150

Construcción del Templo

1. Todo lugar donde habiten diez Yehudim como mínimo, deben


acondicionar un lugar donde puedan reunirse a rezar. Dicho lugar
es llamado Bet Hakenéset. Si no tienen la posibilidad de construir un
Templo y no cuentan con un lugar para rezar, deben rentar alguna
estancia para este fin. (1)

2. Si un Templo fue construido en Shabat por un contratista no judío,


sin que el comité directivo del Templo se enterara, está permitido
ingresar y rezar ahí sin ningún inconveniente, sin evitar hacerlo ni por
precaución extrema. (Capítulo 151a, 45)

3. Si fue construido en Shabat, y trabajadores judíos tomaron parte


del trabajo, en caso de haber invertido grandes cantidades de dinero
y no contar con otro lugar, se permite rezar ahí. Será preciso que la
directiva del Templo sea gente temerosa de Hashem, lo dirija como la
Torá establece y se impartan clases de Torá. (Capítulo 151a, 46)

4. El Templo debe ser la construcción más alta de los alrededores.


Sin embargo, está permitido basarse en las opiniones que permiten
construir inmuebles de mayor altura alrededor. (2)

5. No se debe construir el Templo con aspecto parecido a lugares de


recreación y entretenimiento. No obstante, si se requiere construir un
Templo con el aspecto amplio de dichos lugares con el fin de tener
espacio suficiente para la concurrencia, se permite. Además, es una
Mitzvá embellecer el Templo. (9)

6. Un Templo se construye con ventanas cubiertas de vidrio de


preferencia hacia el este. Las ventanas sirven para ver el cielo y fomentar

93
Capítulo 150: Costrucción del Templo

la concentración en Hashem; esto también aplica para aquel que reza


en su casa. En la práctica basta con que la casa o el Templo tenga
ventanas, sin tener especial precaución de rezar frente a ellas. (3)

7. Es bueno que en el Templo haya doce ventanas dirigidas al este,


aunque no es imprescindible. Si comenzó la construcción del Templo
sin contemplar la ubicación de las ventanas, debe terminarse la
construcción así para no generar discusiones. (3)

8. No se deben colocar espejos en el Templo, aunque se permite


proteger los cuadros con vidrio incluso si están en la pared hacia la
que reza. Por otro lado, se permite poner espejos en el pasillo o en los
lavabos ubicados en el vestíbulo. (14,15)

9. Se permite ubicar y/o conservar la estructura fija de un candelabro


eléctrico de siete brazos en el Templo, sin necesidad de remover uno de
sus brazos para evitar que se asemeje a la Menorá del Bet Hamikdash.
(24)

10. Es apropiado ubicar la puerta de la entrada del Templo frente


al Hejal; debe haber un pasillo o un vestíbulo previo a la entrada.
Asimismo, es apropiado que los sanitarios dispongan de un pasillo
previo a su entrada y se encuentren de manera recatada. (7)

11. No se permite que el sanitario y el Templo compartan una pared,


ya que es denigrante que el otro lado de la pared del Templo se emplee
como pared del sanitario. Se debe dejar al menos un estrecho espacio
entre las dos paredes, teniendo precaución que el olor del sanitario no
penetre en la estancia del Templo. (Capítulo 153,10)

12. Aunque el Templo no requiere de Mezuzot en sus puertas,


se acostumbra colocarlas sin bendición, como en un Bet Midrash o
escuela. No obstante, si el encargado vive ahí, es obligatorio colocar
Mezuzot con bendición. (22)

13. Es muy adecuado que la entrada y las escaleras de la estancia para


las mujeres esté completamente apartada de la entrada de los hombres.
Si la estancia de las mujeres no se encuentra en línea con el piso del
Templo, la división entre ésta y el Templo debe ser lo suficientemente
alta para que los hombres no puedan ver a las mujeres. (7,8)

94
Capítulo 150: Costrucción del Templo

14. En primera instancia, la Tebá debe estar en el centro del


Templo, sin importar si el Templo es permanente o provisional. Si no
construyeron la Tebá al centro, no es necesario cambiarla, más aún
si esto provocaría pérdida monetaria. Sólo en caso que se encuentre
gente reformista o conservadora en el lugar que quieran acercar la
Tebá al Hejal para así asemejarse a lugares de culto no judíos, es
apropiado evitarlo. (5)

15. Se permite mover la Tebá de un lugar a otro, sin que se considere


menosprecio. (6)

16. Es correcto evitar colocar vitrales con dibujos en las ventanas


del Templo, aunque estén arriba de la altura de la concurrencia, ya
que perturban la concentración. Quien concurre a un Templo donde
hay este tipo de vitrales o dibujos, debe cerrar los ojos o ver el Sidur
para rezar. Si sabe que al reprochar a los encargados le escucharán,
es convenientes que lo haga para que retiren los dibujos. (16)

17. Se prohíbe colgar fotos de Jajamim en el Templo, especialmente


en la pared hacia donde la concurrencia dice la Amidá. Si fueron
colocados en el interior del Templo, deben ser retirados y colocarse en
el vestíbulo anexo al Templo. Si los encargados no quieren retirarlos,
deben colocarse en la pared oeste del Templo, es decir, a espaldas de
la concurrencia. (17)

18. Si en la cortina del Hejal está escrito el nombre de una persona


en letras grandes, y estas se encuentran a la altura del tórax de los
concurrentes, se permite rezar frente a la cortina haciendo caso omiso
a lo escrito y concentrándose en el rezo. (18)

19. Cuando el Hejal tiene una cortina donada y un concurrente


dona otra cortina, los encargados pueden decidir usar una cortina
entre semana y otra en Shabat, sin que los primeros tengan derecho
de precedencia.

20. No se permite sentarse dando la espalda al Séfer Torá, a menos


que el Séfer Torá se encuentre dentro del Hejal, siendo que se ubica
a más de ochenta centímetros del el piso, y se encuentra cerrado con
una puerta fija.

95
Capítulo 150: Costrucción del Templo

Con mayor razón se permite que algún orador diserte palabras de Torá
dando la espalda al Hejal para dirigirse al público, ya que es provisional
y es para cumplir una Mitzvá. (23)

Lugar para construir un Templo

21. Se permite construir un Templo donde anteriormente había un


establo o similares. (10)

22. Se permite construir un Templo donde antes había un balneario


público, cambiando los pisos donde fuera necesario, reparando y
restaurando todo lo que se requiera para que sea propio de un Templo.
(11)

23. No se permite convertir un lugar de culto no judío en el que se


practicaba la idolatría establemente en Templo permanente. (Capítulo
151a, 44)

24. No es apropiado rentar un lugar que su utiliza para la depravación


y el libertinaje, como el cine y similares, ya que permanentemente
se utiliza para eventos no dignos. No obstante, se permite adquirir o
comprar dichos lugares para utilizarlos como Templos, si no hay otra
estancia tan amplia para dicho fin. (13)

25. Si junto a un Templo que se ha utilizado por varios años se


edificó un lugar de culto no judío, no es necesario abandonarlo. No
obstante, se debe hacer lo posible por sellar las ventanas para evitar
escuchar la música y canciones que emitan en dicho lugar. (Capítulo
151a, 42)

26. Se permite construir un edificio donde el primer piso sea


designado para un Templo donde se rece y se estudie y utilizar el
piso de arriba como vivienda. No obstante, el espacio ubicado por

96
Capítulo 150: Costrucción del Templo

encima del Hejal no debe ser utilizado, por lo que se debe colocar
ahí un armario o algún mueble. Los demás pisos pueden utilizarse sin
limitaciones. (Capítulo 151a, 39,40)

27. En primera instancia no se debe destinar un Templo bajo la


vivienda de un gentil, pues podrá utilizar el espacio por encima del
Hejal para realizar actividades despreciativas. Sin embargo, si ya se
destinó, puede rezarse ahí aunque no es necesario esmerarse por la
preservación del Templo.

Cabe mencionar que uno puede rezar en su casa aunque viva un gentil
en el piso superior. (Capítulo 151a, 41)

Inauguración del Templo

28. Se acostumbra hacer una fiesta para la inauguración del Templo,


donde se dicen pláticas de Torá dirigidas al cumplimiento de la Torá y
las Mitzvot. No se bendice “Shehejeyanu” ni “Hatob Vehametib” ni en
la inauguración ni al inicio de la construcción.

El Rabino o alguno de los encargados del Templo pueden vestir una


prenda nueva y bendecir “Shehejeyanu” pensando también en la
inauguración, aunque debe anunciar que la bendición que dice es
sobre la prenda nueva. (20)

29. Se permite hacer la inauguración del Templo en Jol Hamoed, sin


que se considere que se están mezclando dos sucesos de alegría. (21)

97
Capítulo 151 a: La santidad del Templo

Capítulo 151 a

La santidad del Templo

1. Todo Templo y Bet Midrash es llamado “Mikdash Meat”, Bet


Hamikdash pequeño, lo cual significa que retiene santidad. Por lo tanto,
es propicio tener extrema precaución en rendirles respeto, mantenerlos
limpios, permanecer con temor y tener siempre encendida alguna luz,
“Ner Tamid”. (1)

2. Aun si algún Templo fue destruido, el terreno sigue teniendo


santidad por lo que no se permite establecerse como parque público.
(37)

3. Si un Templo fue demolido por orden del gobierno y no es posible


construir uno nuevo, se permite rentarlo como estacionamiento público
por medio de siete dirigentes comunitarios, que administren los fondos
y compren con el dinero Sifré Torá, Sidurim y similares. (Capítulo 150,
12)

4. Al entrar al Templo es apropiado cerciorarse de tener sus prendas


y calzado limpios, para no ensuciar el lugar. En tiempos de lluvia, no se
permite entrar para resguardarse, aunque si estaba estudiando afuera y
comenzó a llover se permite entrar. (22,34)

5. No se permite hablar en el Bet Midrash salvo palabras de Torá, pues


la santidad del Bet Midrash supera a la del Templo. Por otro lado, se
permite decir “Salud” a quien estornuda, pero si está estudiando Torá
es correcto evitarlo. (13)

98
Capítulo 151 a: La santidad del Templo

6. Solamente se permite entrar al Templo o Bet Midrash con fines de


Mitzvá, como rezar o estudiar. Si tiene que entrar a llamar a alguien,
debe entrar, decir algún versículo de Torá, alguna Halajá o esperar
dentro un breve lapso de tiempo, y sólo después llama a la persona
que busca. (20)

7. No se permite usar el Templo o Bet Midrash para acortar su


camino, aunque se dirija a cumplir una Mitzvá e incluso si lee dentro
un versículo o Halajá.

Por otro lado, si entró al Templo sin intención de acortar camino, se


permite salir por la puerta que desee, aunque de este modo acorte
camino. (21)

8. Se prohíbe bromear, comportarse con frivolidad y entablar pláticas


vanas dentro del Templo o Bet Midrash, aunque mucha gente no se
cuida de esto. Cabe mencionar que el Zóhar se extiende ampliamente
sobre el castigo que recibe aquel que platica vanamente en el Templo.

9. No se permite sentarse en el Templo sobreponiendo una pierna


sobre otra, pues denota presunción. Además, ni siquiera en su casa
debe sentarse así. Por otro lado, si lo hace por la comodidad de apoyar
un libro sobre sus piernas, se permite, aunque debe evitar hacerlo en
el Templo. (12)

10. No se permite dormir en el Templo ni siquiera provisionalmente,


y aunque en el Bet Midrash se permite, es apropiado evitarlo. Además,
mientras está estudiando Torá, no se debe dormir, ni en el Bet Midrash.
(13)

11. Se permite realizar dentro del Templo o Bet Midrash una Seudat
Mitzvá como Seudá Shelishit, Brit Milá, Siyum Maséjet, aniversarios de
fallecimientos de un Tzadik o familiar, si en ella se mencionan palabras
de Torá. Asimismo, se debe tener precaución de no tomar mucho vino
o bebidas embriagantes, para evitar bromas y frivolidad. De cualquier
manera es preferible hacer estas Seudot en un salón anexo y no dentro
del recinto. (3,4)

12. No es apropiado celebrar un Bat Mitzvá en el Templo aunque se


respete la santidad del lugar. (8)

99
Capítulo 151 a: La santidad del Templo

13. Cuando se realiza una Seudat Mitzvá en un Templo o Bet Midrash,


hay que tener mucha precaución de ir vestidos con el debido recato, y
respetar la división entre hombres y mujeres.

14. Se permite que haya música dentro del Templo durante una
Seudat Mitzvá o en Jol Hamoed, mientras se respete la santidad del
lugar y el recato. Por otro lado, no se permite tocar instrumentos
musicales durante el rezo. (14)

15. Se permite llevar a cabo bodas en un Templo, cuidando y


respetando debidamente la santidad del lugar. Por lo tanto, las mujeres
deben vestir con recato y tener el cabello cubierto, sentándose
totalmente aisladas de los hombres, asimismo deberán evitarse pláticas
vanas. Si alguno de los conceptos mencionados llegara a omitirse, se
debe impedir la celebración de bodas en el Templo. (9)

16. Cuando se realiza una fiesta dentro del Templo, se debe advertir
al fotógrafo que no incomode a los concurrentes durante el rezo. (30)

17. Está permitido realizar juntas y reuniones en los Templos para


realizar una Mitzvá, aunque es preferible que se hagan en otra parte.
Asimismo, no se permite hacer cuentas, salvo para alguna Mitzvá,
como para el control de la Tzedaká. (10,18)

18. No se debe disertar en el Templo sobre temas que no sean de Torá,


realizar conciertos, obras o clases de baile. No obstante, si durante la
conferencia se abordan temas para reforzar y motivar a la concurrencia
en el cumplimiento de la Torá y acercar a nuestros hermanos al camino
de la Torá y las Mitzvot, se permite. (26)

19. Se permite impartir clases de Torá para mujeres, coordinando


previamente los horarios para evitar que haya hombres presentes.

Las mujeres que se encuentren en estado de Nidá tienen permitido


entrar al Templo a rezar y bendecir. Por otro lado, ellas pueden evitar
entrar al Templo en dicho estado, aunque no quedan exentas de rezar
y bendecir. (26,36)

20. Aquellos que van a estudiar o escuchar una clase de Torá en el


Templo o Bet Midrash, tienen permitido comer y beber en el mismo si
no hay otra opción. (5)

100
Capítulo 151 a: La santidad del Templo

21. Se prohíbe fumar dentro del Templo o Bet Midrash aunque


alguien que fuma con mucha frecuencia se le permite hacerlo durante
su estudio de Torá si se le dificulta permanecer tanto tiempo sin fumar.
No obstante, hoy en día que se conocen los peligros del cigarro,
probablemente se prohíba fumar en cualquier lugar por su salud y la
de los demás. (6)

22. Es evidente que se debe evitar leer periódicos dentro del Templo
que no abordan asuntos de Torá, aunque se trate de publicaciones
permitidas. Cabe mencionar que debe cuidarse de no leer aquello que
provoca demasiado interés y curiosidad por leer más, lo cual origina
dejar el estudio de Torá. (15)

23. Se debe poner de pie ante su padre o maestro tanto en el Templo


como en el Bet Midrash, incluso cuando esté estudiando o rezando.
(17)

24. Ya que es Mitzvá comprar libros de Torá, algunas opiniones


permiten venderlos dentro del Templo o Bet Midrash. No obstante, en
medida de lo posible, es apropiado que el vendedor se ubique en la
puerta del Templo o en un pasillo anexo. (19)

25. Se permite degollar un animal o ave en el patio anexo al Templo,


pero no dentro del mismo. (11)

26. Se prohíbe ingresar un féretro al Templo o Bet Midrash, aunque se


trate de un Talmid Jajam. Solamente en caso de tratarse de un eminente
de la generación, experto en leyes y jefe del Bet Din, se permite.
Además, no se permite colocar un Séfer Torá sobre el ataúd de un
Talmid Jajam. No obstante, se permite colocar los libros que escribió en
vida, aunque obviamente se prohíbe enterrar sus libros con él. (23,24)

27. Está permitido que los alumnos que estudian Torá dentro del
Templo estudien ahí materias ajenas, como matemáticas o idiomas,
evitando así que asistan a escuelas seculares, o que malgasten el tiempo
en los traslados. De cualquier manera, es preferible que dichas clases
se impartan en un salón anexo al Templo. (25)

28. El ciego que anda con ayuda de un perro tiene prohibido


ingresarlo al Templo. Puede atarlo un tanto alejado de la puerta del
Templo antes de entrar al mismo. (27)

101
Capítulo 151 a: La santidad del Templo

29. Es correcto y apropiado que el soldado que carga con su arma


de fuego, la cubra antes de entrar al Templo. Si no le es posible hacerlo
por motivos de seguridad o por ser demasiado grande, tiene permitido
entrar y rezar con ésta. (28)

30. No se permite ingresar bicicletas al Templo, aunque tema que


pudieran robársela si la dejara afuera. No obstante, se permite dejarla
en alguna estancia adjunta al Templo. (31)

31. Al entrar a un Templo o Bet Midrash, se debe apagar el teléfono


celular, no ponerlo en modo de vibración, para no perturbar la
concentración durante el rezo o estudio de Torá de los demás o el
propio. (29)

32. Fuera de Israel en tiempos de guerra o catástrofe, Di’s nos libre,


se permite que familias que no cuentan con un techo para dormir,
vivan mientras tanto en el Templo, no excediendo su estancia por más
de treinta días. (35)

33. Cuando gentiles visitan el Templo, es correcto evitar mostrarles


el Séfer Torá ubicado en el Hejal. Sin embargo, en caso que pudiera
incitar al odio, se permite si un Yehudí abre el Hejal y lee del Séfer Torá
al menos un versículo. (47)

Capítulo 151 b

Comportamiento en el

Kótel Hamaarabí

1. Es Mitzvá asistir al Kótel Hamaarabí y besar sus piedras. (1)

102
Capítulo 151 b: Comportamiento en el Kótel Hamaarabí

2. Hashem juró que el Kótel Hamaarabí nunca sería destruido, y


jamás apartó Su Divinidad de ahí. Éste se ubica próximo al Kódesh
Hakodashim, mismo que se encuentra en paralelo con el Bet Hamikdash
del cielo. Los que rezan en el Kótel, se considera como si rezaran ante
el Trono Celestial de Hashem. (1)

3. La santidad del lugar incita a los asistentes a despertar su entusiasmo


por Hashem y rezan con temor y concentración. Por ello, acostumbran
los íntegros en su fe, rezar, desahogarse y rogar junto al Kótel, vestigio
del Bet Hamikdash. (1)

4. Por lo anterior, es obligación ingresar al Kótel con temor, honor


y sumisión. De ninguna manera se debe comportar irreflexivamente.
Tanto hombres como mujeres deben tener la cabeza cubierta, aunque
no es preciso retirarse el calzado. (2,4)

5. Las mujeres deben siempre vestir recatadamente, y con mayor


razón cuando visitan el Kótel Hamaarabí, no deberán hacerlo vestidas
sin mangas o escotadas. (2)

6. Si bien no se debe rezar en un lugar abierto, se permite rezar en el


Kótel aunque se haya expandido el espacio, aparentando que se está
rezando en un lugar abierto. (capítulo 151a, 48)

7. Se prohíbe platicar vanamente, fumar, comer o beber junto al Kótel.


Quien no se cuida de esto comete un gran pecado. Por lo que, si se
realiza un Brit Milá en el Kótel, es mejor no repartir dulces, sino hacerlo
fuera del área próxima al mismo. (3)

8. Pueden asistir al Kótel hombres y mujeres en estado de impureza,


incluso en el mayor grado de impureza corporal, sin necesidad de
asistir previamente a la Tebilá. De igual manera se permite introducir
la mano entre los espacios que se crean entre las piedras. Por otro
lado, se debe tener precaución de no desprender ni siquiera una
porción diminuta de las piedras del Kótel ni tomar tierra de entre las
piedras. (4)

9. Se prohíbe asistir al Kótel con fines de visita, paseo o para tomarse


fotos. (3)

103
Capítulo 151 b: Comportamiento en el Kótel Hamaarabí

10. Debido a que hoy en día todos estamos impuros por mantener
contacto, de alguna manera, con cuerpos sin vida, está prohibido
entrar al otro lado del Kótel Hamaarabí, área donde se erigía el Bet
Hamikdash. Esto se debe a que la Divinidad nunca se apartó de estos
sitios, considerándose como santuarios hasta hoy en día. Dicha santidad
asciende hasta el cielo, por lo que está prohibido volar en avión o
helicóptero por encima del área. Además, el que lo hace es condenado
con una pena grave, siendo Mitzvá propagarlo para evitar que la gente
lo haga. (5,7)

11. Se permite ingerir las uvas que los árabes cosechan del otro lado
del Kótel, así como tomar el agua que obtienen de pozos provenientes
de ahí. (6)

12. De ser necesario, se permite cortar con precaución la hierba


que crece entre las piedras del Kótel, pues no cuenta con santidad
alguna. (8)

Capítulo 152

Demoler de un Templo

1. No se permite demoler parte de un Templo. No obstante, se


permite romper parte de una pared para hacer una ventana, ya que se
considera que está reparando y no destruyendo, siendo que se hace
para necesidad de los concurrentes y en honor al Templo. Se deben
resanar los bordes de la ventana, pues no es respeto dejarlos irregulares.
(1,7)

2. Se permite quitar una pared que divide entre dos ventanas, para
hacer de ellas una grande. (8)

104
Capítulo 152: Demoler de un Templo

3. Si necesitan introducir una repisa en un Templo para colocar libros,


lo más apropiado es colocarlo con clavos o similares, sin hacer ranuras.
Sin embargo, hay opiniones que permiten hacer ranuras, por lo que no
se debe reprochar a quien lo haga de esta manera. (1)

4. Se permite perforar las paredes para colgar placas con los nombres
de los donadores. (2)

5. El Templo que fue invadido por no judíos, siendo profanado,


despojado de los Sifré Torá, y colocado un ídolo dentro de éste; si
posteriormente fue recuperado por Yehudim, se permite rezar ahí
después de haber retirado el ídolo.

Además, como complemento, es apropiado resanar y pintarlo


nuevamente, manifestando que se santifica nuevamente al Templo en
nombre de Hashem.

Al inaugurarlo de nuevo se hace con rezos y súplicas, introduciendo los


Sifré Torá con cantos y agradecimiento a Hashem por todos los favores
que nos retribuye.

Es conveniente invitar Jajamim conocidos con facilidad de habla para


incentivar a la concurrencia a estudiar la Torá, cumplir las Mitzvot, dar
Tzedaká y apoyar a las instituciones dedicadas al estudio de Torá. (4)

6. Se permite demoler paredes internas del Templo para ampliar el


lugar. De ser posible, primero deben construir las nuevas paredes antes
de demoler las existentes. (5)

7. Se permite demoler un sanitario y anexar ese espacio al Templo, ya


que una vez demolido no se percibe lo que era antes. (6)

105
Capítulo 153: Dinero recaudado

Capítulo 153

Dinero recaudado

1. Si fue recaudado dinero para construir un Templo y una Tebilá, y el


dinero no es suficiente, no se permite utilizarlo para otros fines, aunque
la directiva de la comunidad acepte, incluso si desean construir un
cementerio o similares. (3)

2. Es más importante construir una Tebilá para la pureza de la mujer


que cualquier otra cosa, incluso que un Templo. Por lo que en el caso
anterior, de inmediato se deberá construir la Tebilá y con el dinero
restante, si no alcanza para construir el Templo, se destina para la
adquisición de artículos precisos para el mismo. (3)

3. Si los encargados del Templo decidieron que las donaciones


recibidas durante un cierto periodo, serían destinadas para construir
una Tebilá, no pueden interponerse encargados individuales. (4)

4. Se permite que un Yehudí secular que profana Shabat públicamente,


done para la construcción de un Templo o para escribir un Séfer Torá.
Con mayor razón se permite si hace su donación sin especificar su
finalidad.

Si bien no se debe solicitar donaciones o aportaciones para un Templo


a miembros de comunidades reformistas, si existe alguno que lo
quiera hacer deberá saber que no estará permitido hacerle ningún
reconocimiento público. (20,21)

106
Capítulo 153: Dinero recaudado

Vender un Templo

5. No se permite convertir un Templo en un Bet Midrash de uso


particular. (1)

6. Incluso en lugares donde el dirigente de la ciudad tiene la facultad


de hacer lo que quiera en temas de la comunidad, sin que nadie pueda
protestar a sus decisiones, no tiene permitido vender los Templos de la
ciudad. (5)

7. Un lugar que temporalmente se utilizó para rezar e impartir clases


de Torá, y la persona que cubría los gastos del lugar, no puede seguir
con esta gran Mitzvá, tiene permitido venderlo, puesto que desde un
principio así quedó establecido. (6)

8. Si se rezaba permanente en cierto lugar y se construyó un Templo


cercano, de manera que donde se rezaba inicialmente quedó vacío, se
permite destinar dicha estancia para el estudio de Torá o para impartir
clases. Cabe aclarar que se permite recibir honorarios a cambio. (11)

9. Si un Templo dejó de ser concurrido, por lo que se tomó la decisión


de cerrarlo, como por ejemplo, los Templos de ciudades donde ya no
habitan Yehudim, se permite que los grandes sabios y dirigentes de la
generación encomienden gente de fiar para vender el Templo. Ya que
el dinero de la venta adquiere santidad, únicamente podrá ser utilizado
para construir un Templo en una zona donde sea necesario. (7)

10. En el caso anterior, no se permite vender los Sifré Torá y sus adornos.
Estos deben ser guardados dándoles su correcto mantenimiento, hasta
poder trasladarlos a otro Templo en el que sean utilizados. (7)

11. Si un Templo fue destruido y se construyó en su lugar una Tebilá


o sanitarios públicos sin consentimiento de los Rabinos, debe ser
destruido y construirse de nuevo un Templo. (9)

107
Capítulo 153: Dinero recaudado

Santidad de algunos artículos

12. El dinero que fue donado para construir un Templo o para


comprar un Séfer Torá, no se puede utilizar para rescatar terrenos en
Israel de los no judíos. Esto se debe a que la regla en lo que respecta
a la santidad es que sólo se incrementa, jamás se disminuye y de este
modo estaría rebajando la santidad del dinero recibido. (22)

13. No se debe adquirir como cobertor para el Séfer Torá, uno que
fue utilizado por una persona. No obstante, si el cobertor del Séfer Torá
fue robado y recuperado, aunque mientras tanto fue utilizado para usos
comunes, se permite seguir utilizándolo como en un principio. (2)

14. Se permite guardar dentro del Hejal las mascadas y Rimonim, así
como el Séfer Haftarot o un Séfer Torá que no sea apto para su lectura
junto a los Sifré Torá. (14)

15. No se permite guardar dentro de un libro de Torá un sobre o


cartas, a menos que los utilice como separador. De igual manera, está
prohibido depositar monedas dentro de éste. (17)

16. Se permite mover el Hejal de un lugar a otro o de un Templo a


otro, retirando previamente los Sifré Torá que contenga. (15)

17. Hay quienes permiten sentarse en las cajas donde se guardan


Sidurim, Jumashim, Talitot, cuando no hay lugar para sentarse; por lo
que no se reprocha a quien lo hace. (16)

18. Cuando no hay suficiente lugar en el Templo, se permite de ser


necesario tomar asientos de lugares de ocio como el cine, especialmente
si no se percibe por su estructura a donde pertenecen. (18)

19. Se permite prestar las bancas del Templo para fines comunes. (19)

108
Capítulo 153: Dinero recaudado

20. Los artículos sagrados de plata que siguen sirviendo para adornar
el Séfer Torá, no deben venderse ni para construir un Templo. No
obstante, si ya no están en condiciones de poderse utilizar, se permite
venderlos para comprar artículos de santidad. (23)

21. En días que asisten muchas mujeres al Templo, si el espacio de


Ezrat Nashim no es suficientemente amplio para todas, se permite
asignar unas filas de asientos al fondo del Templo para mujeres
provisionalmente, aislándola mediante una división bien estructurada
que pueda ser retirada después de la ocasión. (24)

Capítulo 154

Artículos y velas del Templo

1. Se permite instalar dentro del Hejal un sistema de alarma antirrobo,


incluso si para instalarlo deben romper y perforar parte del Hejal, ya
que se hace para protección de los Sifré Torá. (1)

2. Algunas opiniones permiten guardar dentro del Hejal artículos


sagrados como el Talit o Tefilín, pues suponemos que originalmente
se construyó el Hejal también para este propósito. No obstante, es
mejor guardarlos debajo del Hejal, y no en la parte superior donde se
guardan los Sifré Torá. Lo mismo aplica para el Shofar o el vino para
Habdalá. (2,3)

3. Se permite guardar en un Hejal que está sin utilizar, libros de


Talmud y de Halajá, siendo preferible darle dicho uso que desecharlo a
la Guenizá. Si lo quieren vender, se permite hacerlo y utilizar el dinero
obtenido a cambio para fines sagrados. (4,5,6)

109
Capítulo 154: Artículos y velas del Templo

4. Es apropiado y correcto no apoyarse en el Hejal. No obstante, si


existe una necesidad mayor, como en caso de haber demasiada gente
en el Templo y no tener espacio, se permite apoyarse en él. (8)

5. Las comunidades que acostumbran instalar una cortina interior en


el Hejal además de la exterior, su costumbre es válida ya que aunque
la Halajá no lo exige, algunas opiniones lo mencionan. (10)

6. No se permite que un Hejal no tenga Parójet- cortina, aunque el


Hejal sea bello y hermoso, esté pulido y cubierto en oro, y su intención
sea mostrar su belleza en honor a Hashem. Si en un Templo removieron
la cortina, se les debe reprochar para que la regresen a su lugar. (11)

7. Está prohibido tener dibujos de animales en la cortina del Hejal


o encima de éste, pues además de la prohibición en sí, puede causar
distracciones. (12)

8. Se permite que en la cortina, en las puertas del Hejal o encima de


éste, se borde, coloque o se escriba la figura de un Maguén David o de
las Tablas de la Ley, aunque haya versículos escritos; sin importar que
al abrir las puertas en Shabat se dividan las letras. (13)

9. Se permite colgar en la Sucá una cortina que fue utilizada en el


Hejal anteriormente. Asimismo, los que acostumbran colgar la cortina
del Hejal en casa de los novios en su honor o encima de la silla de
Eliahu Hanabí en un Brit Milá, tienen en quien apoyarse. (15,17,18)

10. Se permite remover la plata que se encontraba en una cortina


del Hejal para pasarla a otra cortina. Si prefieren derretir la plata, debe
emplearse para alguna Mitzvá. (20)

11. Los Templos que acostumbran colocar banderas nacionales junto


al Hejal, tienen en quien apoyarse. No obstante, en Israel y otros
lugares donde no existe dicha costumbre, es evidente que no debe
hacerse. (14)

12. Se permite escribir en el estuche del Séfer Torá la oración de


“Berij Shemeh” para que sea leída cuando se abre el Hejal, sin que se
corra el riesgo que la gente piense que dicho escrito figura también en
el pergamino del Séfer Torá. (9)

110
Capítulo 154: Artículos y velas del Templo

Escritos de Torá

13. El plástico, papel o tela que se utiliza para forrar el exterior de


un libro de Torá, si no está adherido al mismo, se permite tirarlo a la
basura. (21)

14. Se permite borrar un disco compacto que lleve grabado


conferencias de Torá digitalmente, aunque figure en ellos el nombre
de Hashem. De igual manera, si se grabaron rezos o bendiciones, se
permite borrarlos para grabar otro audio de contenido sagrado. Por
otro lado, es apropiado tener precaución de no ingresar discos con
contenido sagrado a lugares no dignos. (25,26)

15. Se permite borrar las letras que hacen alusión al nombre de


Hashem, como la He. (27)

16. No es correcto utilizar un libro de Torá para apoyar otro sobre


éste y poder leerlo más cómodamente, a menos que ese libro ya se
estaba sobre la mesa. (29)

17. Si cambió sus libros de Torá a un librero nuevo, algunas opiniones


permiten utilizar el librero viejo para lo que sea, si primeramente hace
Hatarat Nedarim, para anular así su santidad. (28)

18. Se permite escribir asuntos de Torá apoyándose sobre un libro de


Torá, aunque algunas opiniones permiten apoyarse sólo en la cubierta
interior de éste. (30)

19. Se permite vender un Séfer Torá viejo para comprar otro mejor,
sólo si el nuevo Séfer Torá está ya listo y únicamente falta hacer el
pago. (36)

111
Capítulo 154: Artículos y velas del Templo

Las velas del Templo

20. No se permite encender una vela para uso común de las velas
del Templo. (31)

21. Las velas de cera que fueron destinadas para ser encendidas
en lugares de idolatría y entregadas a sus curas, si antes de haberse
ingresado al lugar de culto fueron otorgadas a Yehudim, se permite
encenderlas dentro del Templo para Janucá o Shabat. (35)

22. Se permite encender las velas del Templo con aceite que
contuvo un ratón, sólo si el contenido del aceite supera sesenta veces
el volumen del cuerpo del roedor. (34)

Capítulo 155

Concurrir al Templo

1. Es Mitzvá correr para llegar al Templo, aunque no debe correr


cuando sale del mismo. Quien tiene la posibilidad de ir caminando, es
preferible hacerlo que en auto, a menos que quiera llegar más temprano
o esté muy lejos. De cualquier manera, es apropiado estacionarse un
tanto alejado de la entrada del Templo para que al menos dé unos
pasos antes de llegar. (1)

112
Capítulo 155: Concurrir al Templo

Estudiar Torá

2. Es apropiado habituarse a desayunar pan todos los días,


especialmente si después del rezo se dirige a estudiar Torá, para así
mantenerse sano y fuerte para servir a Hashem. (2)

3. Después de rezar en el Templo, debe dirigirse al Bet Midrash,


asignando un tiempo determinado para estudiar Torá todos los días,
sin quebrantar este tiempo, incluso a costa de una supuesta ganancia
monetaria. (3)

4. Se debe procurar estudiar diariamente al menos dos Halajot,


leyes. Aquellos que estudian tres o cuatro horas diarias de Mishná o
Talmud, deben estudiar Halajot prácticas también, pues no se permite
determinar las Halajot de estos libros, además, deben estudiar de un
Talmid Jajam experto. Asimismo, deben estudiar de vez en cuando
libros de ética y moral. (4)

5. Es conveniente y apropiado que quienes dedican todo su tiempo


al estudio de Torá, también lean la porción de Jok Leisrael en sus ratos
libres. (5)

Capítulo 156

El sustento

1. La pobreza provoca rebelarse contra el Creador, por lo que la


persona debe trabajar para conseguir su sustento después de estudiar

113
Capítulo 156: El sustento

Torá, sin olvidarse que Hashem es quien alimenta y sustenta a toda la


creación. Sin embargo, debe considerar el estudio de Torá como lo
principal y su trabajo como secundario, así Hashem le dará éxito en las
dos áreas. (1,2)

2. Es preferible estudiar Torá todo el día recibiendo honorarios por


parte del Kolel, Yeshibá o de algún particular, que estudiar algunas
horas e ir a trabajar. (1)

3. Se permite contratar un seguro de vida, pues no por ello denota


falta de fe en Hashem. Se debe tener precaución de no aceptar el
inciso de la póliza donde accede a la práctica de la autopsia. (2)

4. Para tener la capacidad de distinguir entre lo correcto y lo


prohibido en el comercio, es apropiado y correcto estudiar las Halajot
concernientes a los negocios, para evitar engañar o robar, y así trabajar
con honestidad. (3)

5. Se debe procurar no jurar ni por algo verdadero, incluso para algo


que seguro cumplirá. No debe jurar por su propia vida, pues la vida
es parte de Hashem y se considera como si jurara en Su nombre.
Asimismo, no debe jurar por la vida de sus padres, hijos o por el alma
de sus difuntos padres, aunque sea un juramento verdadero. (4,5)

114
Capítulo 158 a: Lavemonos las manos para comer pan

Capítulo 158 a

Lavémonos las manos

para comer el pan

A ntes de comer el pan, debemos lavarnos las manos. Esto fue


establecido por nuestros Sabios. Se inició con el Rey Salomón
y se desarrolló en la época del Segundo Templo. Entonces se
ordenó que no nada más los sacerdotes se lavaran las manos para
consumir el sagrado alimento de la Terumá, sino que todo Israel tuviera
que hacerlo para comer pan. Aunque en las leyes de impureza no se
aplicaba todavía el concepto de “una parte del cuerpo impurificada y
las otras no”, si alguien tocaba un cadáver con una mano no se impu-
rificaba sólo este miembro, sino todo el cuerpo.

Sin embargo, en las leyes del lavado de manos sí se establece el estatus


de éstas para diferenciarlas del resto del cuerpo.

Todos los dictámenes de nuestros Sabios tienen múltiples motivos, al-


gunos fáciles de entender y otros profundos. Respecto a la orden de la-
varnos las manos antes de comer el pan, he recopilado varios de ellos.
Y estoy seguro de que son apenas una mínima parte de los muchos
que hay.
a) El lavado de manos se estableció para recordar a los sacerdotes en
el Templo, quienes debían hacerlo antes de aproximarse al servicio de
los sacrificios.

Aunque ellos lavaban sus manos y pies, el Ben Ish Jai nos dice que la-
vamos únicamente las manos porque para eliminar la impureza de los
pies se requiere más que la simple netilá.

115
Capítulo 158 a: Lavemonos las manos para comer pan

b) Debido a que el versículo dice: Vehitkadishtem vihyitem kedoshim,


“Santifíquense para ser puros”, explican nuestros Sabios que debemos
lavarnos las manos para purificarnos antes de comer. La diferencia de
este punto con el inciso a), es que aquí se hace la netilá para quitar
impureza y alcanzar, mediante ella, un estado neutro, y otra opinión
dice que el estado de las manos ya es neutro y la netilá sirve para pu-
rificarlas y elevarlas.

c) Dado que la comida se podría percibir por un lado, como un deseo


mundano y bajo, como una mera necesidad animal, o por otro lado
como la forma de nutrir nuestro cuerpo para realizar adecuadamente
el servicio Divino, el ritual de netilá comprueba que nuestra intención
respecto a la comida es este último enfoque.

d) Otros comentaristas consideran Netilat yadaim como un equivalente


al ritual de Nisuj HaMaim, en el que se tomaba agua y se derramaba so-
bre las esquinas del Altar para pedir a Dos abundancia de lluvias que son
la fuente del sustento. De la misma manera, ya que la comida representa
la abundancia y es el pan el que obtenemos con el sudor de nuestra fren-
te, hacemos nuestro pequeño Nisuj HaMaim, para pedir precisamente
a Dos abundancia y buen sustento. Curiosamente, la palabra “agua” en
hebreo es maim, compuesta por las letras iniciales de la bendición: Malé
yadenu mibirjoteja, “Llena nuestras manos de Tus bendiciones”. Después
del lavado de manos decimos la bendición Al netilat yadaim, cuyas ini-
ciales forman la palabra Aní, “pobre”, justamente para insinuarnos que la
netilá nos llena de bendición y nos salva de la pobreza.

e) El agua hace alusión a la bondad, ya que de la misma forma en que


las aguas siempre fluyen de arriba hacia abajo, la bondad, la miseri-
cordia y la caridad bajan de quien está en una posición elevada hacia
quien se encuentra en una posición inferior. Por eso derramamos agua
sobre nuestras manos de arriba hacia abajo, sin sumergirlas en ella,
para hacer alusión a la abundancia que nos llega de Dos y nos llena la
mesa con todo lo bueno. Esto nos indica que igual debemos hacer con
el necesitado invitándole a nuestra mesa para compartir el pan con él.

Todo lo anterior es sólo una pequeña parte de las muchas explica-


ciones que puede tener el ritual de netilá. Y aunque no lleguemos a
conocerlas todas, debemos confiar en que nuestros Sabios sabían qué
estaban ordenándonos. Y como está escrito en el libro Shébet Musar,
que cita el testamento de Rabí Eliezer HaGadol a su hijo Orkanos:
“Hijo mío, sé meticuloso con netilat yadaim, ya que el lavado de las
manos es una de las cosas más elevadas que tenemos. Y aquel que la
menosprecia o la desprecia, no es apreciado en el Cielo”.

116
Capítulo 158 a: Lavado de manos para comer pan

Capítulo 158 a

Lavado de manos para comer pan

1. Nuestros Sabios establecieron lavarse las manos antes de comer


pan. Se bendice: “Asher Kideshanu Bemitzvotav Vetzivanu Al Netilat
Yadaim” después de lavarse las manos antes de secarse. (1)

2. Se debe hacer Netilat Yadaim cada vez que pueda, ya que hacerlo
atrae bendición y abundancia. (1)

3. La prohibición de comer pan sin hacer Netilat Yadaim aplica aunque


sus manos estén absolutamente limpias y puras. Si lavó sus manos sin
intención de comer pan y luego decidió hacerlo, debe hacer Netilat
Yadaim de nuevo. No obstante, si cuidó sus manos mientras tanto de
que no se ensucien o se impurifiquen, no bendice por la Netilá. (2,6)

4. Las mujeres también están obligadas a esta Mitzvá. Por lo tanto, es


preciso que todo padre de familia explique a su esposa e hijos a las leyes
de la Netilá, cerciorarse que se cumpla como debe de ser. Asimismo,
debe instruir a los pequeños a hacer Netilat Yadaim y bendecir. (3)

Cantidad de pan para hacer Netilá

5. Si come menos de 27 gr. de pan, no es necesario hacer Netilat


Yadaim previamente, aunque si lo hace sin bendecir, será merecedor
de bendiciones. Si supone que va comer entre 27 y 51 gr. de pan, hace
Netilá sin bendecir; si comerá 51 gr. de pan o más, bendice por la
Netilá. (4)

117
Capítulo 158 a: Lavado de manos para comer pan

6. Si tenía previsto comer 51 gr. de pan por lo que hizo Netilá y


bendijo, y posteriormente no le fue posible comer dicha cantidad, no
es necesario que se imponga comer los 51 gr. de pan por la fuerza,
sin considerarse que bendijo en vano. Cabe mencionar que desde
un principio es prudente comer la cantidad necesaria de pan y sólo
después continuar con los demás guisados, para evitar lo anterior. (5)

7. Aquel que establece su comida sobre alimentos por los que se


bendice Mezonot, debe hacer previamente Netilat Yadaim como si
fuera comer pan, pero sin bendecir. Quien bendice por esta Netilá,
tiene en quien apoyarse.

En lo anterior, si tiene en mente comer 162 gr. de Mezonot, debe hacer


Netilá sin bendecir y si come 216 gr. o más, debe decir Bircat Hamazón
al finalizar. (7)

8. Si come pan para quitar los residuos de miel o picante de su boca,


aunque comerá más de 51 gr. hace Netilá sin bendecir, por considerarse
el pan inferior y nulo con relación a la miel o el picante. (8)

Netilat Yadaim

9. La cantidad de agua mínima necesaria para hacer Netilat Yadaim


es 81 mililitros, aunque es conveniente hacer con agua abundante. (9)

10. No se permite hacer Netilat Yadaim por partes. Por ello, si vertió
agua sobre una parte de su mano, la secó y posteriormente vertió agua
a la parte faltante, debe hacer Netilá de nuevo. No obstante, si vertió
agua sobre una parte de su mano sin secarse y luego vertió más sobre
la parte faltante, es válido y puede bendecir. (13)

11. Vertió agua sobre su mano y ésta no humedeció parte de la palma


de la mano, la Netilá es válida. (Capítulo 161, 1)

118
Capítulo 158 a: Lavado de manos para comer pan

12. La Netilá debe hacerse mediante un recipiente. Si no cuenta con


uno y está próximo a la Tebilá, mar, rio o similar, puede sumergir sus
manos y bendecir “Al Netilat Yadaim”; si bendijo “Al Tebilat Yadaim”
no repite. (16,18)

13. Primero debe lavarse las manos, luego bendecir y finalmente


secarse. Si secó sus manos antes de bendecir, no bendice por la Netilá.
Asimismo, no debe tocar lugares ocultos de su cuerpo para repetir la
Netila, ya que podría considerarse como bendición innecesaria. (10,11)

14. Debe secarse completamente las manos después de hacer


Netilat Yadaim, se permite hacerlo con la secadora automática o bajo
cualquier otra fuente de calor. No obstante, queda prohibido secar sus
manos con la ropa, ya que promueve el olvido.

Si antes de hacer Netilat Yadaim habitúa secar con su ropa las gotas
de agua de sus manos, tienen permitido hacerlo, pues no promueve el
olvido. (19,20)

Interrumpción entre

la Netilá y la bendición

15. Después de haber hecho Netilat Yadaim, no se permite hablar


hasta haber bendecido y secado sus manos. Si habló antes de bendecir,
no es necesario repetir el lavado, sino podrá bendecir y secarse
normalmente.
Se permite contestar Amén o similares entre la Netilá y la bendición.
(12,14)

16. Si ya dijo la bendición de Netilat Yadaim, no tiene permitido


contestar Amén o similares hasta haber secado sus manos; pero debe
pensar en lo que debe responder. (12,14)

119
Capítulo 158 b: Lavado de manos para comer alimentos remojados

17. Quien acostumbra decir el versículo “Seú Yedejem Kódesh” entre


la Netilá y la bendición, tiene en quien apoyarse y no se le reprende,
aunque de preferencia no debe decirlo. (15)

Capítulo 158 b

Lavado de manos para


comer alimentos remojados

18. Se debe lavar las manos antes de realizar lo siguiente: Al levantarse


por la mañana, decir el Shemá, comer alimentos remojados, comer
pan, y rezar.

19. Si come un alimento remojado o que remojará en agua, vino, miel


de abeja, aceite de oliva, leche o rocío al grado que al tocarlo pudiera
mojar a su vez otra superficie, debe hacer Netilat Yadaim sin bendecir. (1)

20. La Netilá que se hace antes de comer alimentos remojados


se hace del mismo modo que Netilat Yadaim para comer pan. Es
conveniente no hablar desde la Netilá hasta probar el alimento. (2)

21. Quien hizo Netilat Yadaim sin intención de comer y posteriormente


decidió comer alimentos remojados, no es necesario lavar de nuevo si
mantuvo sus manos limpias y puras. (3)

22. Si hizo Netilat Yadaim para comer pan, no necesita lavarse de


nuevo para comer alimentos remojados. Si ya bendijo Bircat Hamazón
y quiere comer un alimento remojado, debe hacer Netilá. (21)

23. Quien hace Netilat Yadaim para comer un alimento remojado,


y después quiere comer pan, aunque sus manos estén limpias, debe
lavarse de nuevo pero no bendice. (22)

120
Capítulo 158 b: Lavado de manos para comer alimentos remojados

24. Incluso si sujeta el alimento remojado del lado que esté seco
o lo sujeta con un utensilio, es preciso hacer Netilat Yadaim antes de
comerlo. No obstante, si lo sostiene con una toalla o usa guantes y no
cuenta con agua para hacer Netilá, tiene permitido comerlo sin lavarse
las manos previamente. (4)

25. Se debe hacer Netilat Yadaim por comer carne, de res o de pollo
remojado. (13)

¿Cuándo no necesita Netilat Yadaim?

26. Cuando tiene las manos limpias y hace Netilat Yadaim para
comer algo seco, se considera acto de presunción, aunque no diga la
bendición. (20)

27. No es necesario hacer Netilat Yadaim por comer un alimento


introducido en sal, aunque ésta se produce del agua. (18)

28. Un líquido que se cocinó, como una sopa, no se considera líquido,


por lo que no es preciso hacer Netilá antes de remojar alimentos en
ella. (11)

29. En estos casos no es necesario hacer Netilá para comer un


alimento remojado:

• Un alimento remojado en jugo de frutas o miel de dátil. (8)

• Un alimento seco, que al comerlo su jugo brota y lo humedece. (8)

• Una manzana hervida en miel. (9)

• Fruta cocida en agua o ponche de frutas. (17)

121
Capítulo 158 b: Lavado de manos para comer alimentos remojados

• Cuando se presentan dos motivos para no hacer Netilá, aunque


cada uno por separado es preferible hacer Netilá. Por ejemplo: si come
menos de 27 gr. y no toca directamente el líquido, o come menos de
27 gr. y es remojado en sopa, café o té caliente. (10,11,12)

• Pollo o carne asada, que fue previamente remojada y aún tiene zumo
en su superficie. (13)

• Comer pan dulce bañado en aceite aunque lo sostenga con las


manos, salvo en caso de haberse freído con aceite de oliva. (14)

• Sopa de verdura, consomé, o parecidos que se comen con cuchara.

30. No es necesario hacer Netilat Yadaim para comer pastel inmerso


en mantequilla o queso seco, ya que no se consideran líquidos. No
obstante, si sumerge el pastel en leche o mantequilla derretida, es
necesario hacer Netilá. (16)

31. No debe hacer Netilat Yadaim por beber algún líquido de sus
manos o por chupar su dedo después de haberlo sumergido en algún
líquido. (19)

122
Capítulo 159: El utensilio perfecto

Capítulo 159

El utensilio perfecto

P ara realizar el ritual de lavado de manos utilizamos un utensilio


llamado keli. Dijeron nuestros Sabios: “No se lavan las manos
sino mediante un utensilio” (Mishná, Yadaim, cap. 1:2). Y apren-
dieron nuestros Sabios esta ley del ritual de purificación que se hacía
en el Templo con las aguas del jatat, como dice el versículo: “…y se
echarán esas aguas dentro de un utensilio”.

Además, debido a que la netilá consiste en repetir el ritual de los sacer-


dotes al lavarse las manos y los pies antes de realizar el servicio y que se
hacía mediante el Kiyor (el gran lavamanos de cobre), que era un gran
utensilio, también nosotros, al lavarnos las manos antes de aproximarnos
a la mesa, usamos el Keli de la misma forma que se usaba el Kiyor.

En un sentido más profundo, podemos entender el concepto del agua


y del keli haciendo alusiones al cuerpo y al alma, como a continuación
se detallará. Antes de la Creación, todas las almas estaban en el Cie-
lo, en un lugar denominado Majtzav Haneshamot, de donde salieron
para introducirse cada una en un utensilio particular, conocido como
cuerpo.

El agua, que es símbolo de la pureza y es la fuente de la vida (ya que


todo lo que crece necesita de ella), alude al alma. A diferencia de un
estanque de agua cualquiera, sea mar, lago o Mikvé, su principal carac-
terística, para que sea pura y sirva como lugar para purificarse a través
de la tebilá, es que no sea acarreada o esté en un recipiente. Esto alude
directamente a aquel lugar celestial, el Majtzav Haneshamot, donde

123
Capítulo 134: Shajrit los lunes y jueves

no cabe la impureza. Sin embargo, a la hora de tomar de esas aguas y


meterlas a un utensilio, se convierten en propicias para impurificarse, a
menos que las cuidemos de impurificarse y nos servirán para purificar-
nos. Através de la netilá.

Así es el alma: desde el momento en que entró a nuestro keli, nuestro


cuerpo, puede impurificarse o servir de medio para nuestra purifica-
ción o nuestra elevación personal. Como dato adicional, debemos sa-
ber que la palabra keli en hebreo se escribe con las letras jav, lamed
y yud, que son las iniciales de Cohanim, Leviím e Israel, “El keli del
pueblo Judío”.

Además, el ciclo del agua en la naturaleza consiste en que las aguas


bajan a la tierra, pasan un tiempo aquí, se evaporan, suben, se conden-
san en nubes y después de un tiempo vuelven a bajar. Eso mismo pasa
en el “ciclo de las almas”: bajan al mundo, viven su vida y, al finalizar,
suben como un vapor y, en caso de ser necesario, “se condensarán” y
volverán a bajar de acuerdo con el concepto de la reencarnación.

Varias de las leyes correspondientes al keli y el agua nos insinúan el


modo de vivir correctamente. Por ejemplo, la ley respecto a que un
keli agujerado no sirve para hacer netilat yadaim, o la de que un keli
demasiado pequeño no puede contener una medida mínima de agua
y por tanto tampoco sirve, aluden a aquella persona que tiene “fuga
de alma”, por medio de los “hoyos” en su cuerpo provocados por los
pecados que ha cometido, lo que obliga a la reparación del keli para
conservar y almacenar más aguas puras.

Otro ejemplo: una bolsa de plástico, que no es sólida, tampoco sirve


como utensilio, como un hombre no estable y volátil se le hace muy
difícil mantener su pureza.

Lo más importante es que todos los kelim, sin importar de qué material
estén hechos, desde oro hasta piedra, incluso cartón, sirven para hacer
netilá. En otras palabras, tanto el rico como el pobre, el importante o el
simple son dignos de contener un alma pura.

A la hora de lavarnos las manos, tomamos un keli, que es como noso-


tros mismos, y de la fuente de agua, que alude a lo celestial, como dice
el profeta en nombre de D-os:

124
Capítulo 134b: Antes de sacar el Séfer Torá

“A Mí me abandonaron, siendo Yo la fuente de aguas puras” (Irmiyahu


2:13), llenamos nuestro keli de esas aguas puras y las derramamos so-
bre nosotros, haciendo alusión a que nuestro mayor anhelo es llevar
pureza y espiritualidad a la mesa en que comemos.

Dice el Maharal: “Cuando la persona se sienta a comer se inclina hacia


lo material, lo mundano, lo terrenal, representado por la comida y la
bebida. Por tanto, nos ordenaron lavarnos las manos con agua, símbo-
lo de la pureza, para convertir también este acto físico en un evento
espiritual”.

Que sea la Voluntad del Todopoderoso que se cumpla en nosotros la


profecía: “Y derramaré sobre ustedes aguas puras y con ellas se purifi-
carán” (Yejezkel 36:25).

¡Amén!

125
Capítulo 159 a y b: Recipiente para hacer Netilá y forma de verter el agua

Capítulo 159 a y b

Recipiente para hacer Netilá

y forma de verter el agua

32. El agua de la Netilá debe caer en sus manos por el impulso de


alguien sin importar quién sea. En la actualidad, se permite que un
gentil vierta el agua para hacer Netilat Yadaim. (159b 1,2)

33. Netilat Yadaim debe hacerse mediante un recipiente. Por ello, si


alguien vierte agua con su mano, no sirve para la Netila. Solamente en
caso de no tener un recipiente, se permite que lo haga directamente
del grifo, abriendo y cerrando el paso del agua en cada ocasión que
pasa sus manos bajo el flujo del agua, considerándose como si cayera
por su propia fuerza. (159a 1; 159b 3)

34. Se permite hacer Netilat Yadaim en un grifo que cuente con un


botón que al presionarlo fluya el agua por un lapso de tiempo antes de
cerrarse por sí misma. (Capítulo 160 29)

35. La mujer que se encuentra en estado de Nidá, puede traer a su


esposo agua para hacer Netilat Yadaim, pero no puede verterla sobre
las manos de su marido. (159b, 5)

El recipiente

36. El recipiente a utilizar para hacer Netilat Yadaim tiene que poder

126
Capítulo 159 a y b: Recipiente para hacer Netilá y forma de verter el agua

mantenerse de pie por sí mismo cuando se deja sobre una superficie


plana. (159a 3)

37. El recipiente que utilice para hacer Netilat Yadaim puede ser de
cualquier material, siempre y cuando tenga la capacidad de retener
como mínimo 86 ml. de líquido. (159a 1)

38. Un recipiente con capacidad menor a 86 ml. no sirve para Netilá


aunque lo llene de agua varias veces. (159a 1)

39. Si no cuenta con un recipiente común, se permite hacer Netilat


Yadaim con una botella de agua aunque tenga el cuello angosto. (159a
2)

40. Hizo Netilat Yadaim y después dudó si vertió suficiente cantidad


de agua sobre sus manos, no es necesario repetir la Netilá. No
obstante, no debe hacer Netilá si desde el principio no está seguro que
el recipiente puede contener la cantidad de agua necesaria. (capítulo
160 5)

41. Se permite para la Netila un recipiente que de fábrica tiene un


pico para verter como jarra. (159a 4)

42. Un recipiente perforado, agrietado o roto, no es apto para


hacer Netilat Yadaim. Si la perforación se encuentra en las paredes del
recipiente y es tan diminuta que si se sumergiera vacío en un balde lleno
de agua, ésta no penetraría dentro del recipiente por la perforación, se
permite. (159a 5)

43. Se permite hacer Netilat Yadaim con un recipiente que tenía una
perforación y fue sellado. (capítulo 159b 8)

Mojar toda la mano

44. El agua debe caer sobre toda la superficie de la palma de su

127
Capítulo 159 a y b: Recipiente para hacer Netilá y forma de verter el agua

mano hasta la muñeca, por lo que al verter el agua debe girar la mano
para que ésta cubra los costados y entre los dedos.

Si percibió que el agua no cubrió toda su mano, puede bendecir y


secarse normalmente. De cualquier manera, si cuenta con más agua,
debe verterla sobre sus manos. (159b 4)

45. En primera instancia basta con que vierta 86 ml. en cada mano
sólo una vez, aunque la costumbre es verter tres veces en cada mano
del siguiente modo:

• Toma el recipiente con la mano derecha y se la pasa a la izquierda.

• Verte el agua sobre su mano derecha tres veces y apoya el recipiente


en una superficie.

• Toma el recipiente con la mano derecha y verte tres veces sobre la


mano izquierda.
Lo anterior aplica también para quien es zurdo. (159b 6)

46. Cuando se hace Netilat Yadaim, se debe tener la intención de


hacerla para poder comer pan. No obstante, si no se concentró, no es
necesario repetir la Netilá. (159b 10)

128
Capítulo 160: Aguas puras

Capítulo 160

Aguas puras

L as aguas aptas para el lavado de manos deben ser puras, por lo


que conviene hablar del concepto agua en el Judaísmo.

El Zóhar dice: “El agua es bondad y trae alegría”. Para explicar esta frase
analicemos el pasuk que dice: Olam jésed ibané, “El mundo se creó
desde un inicio con jésed, bondad” (Tehilim 89:3), es decir, fue creado
con intención de hacer jésed.

Esto significa que Dos creó el mundo para hacer un bien, para dar
bien. Por eso, la Torá aclara que la forma en que se veía el mundo al
principio era Be Rúaj Elokim merajéfet al pené hamaim, “Toda la Tierra
estaba cubierta de agua y el espíritu de Dos flotaba sobre las aguas”
(Bereshit 1:2).

¿Cuál es la intención de cubrir la Tierra de agua? Principalmente, para de-


jar bien en claro que todo es bondad, agua, maim. Es la fuente de la vida.

Así, pues, el agua es el primer elemento que Dos pone sobre la Tierra
para crear después todas las vidas que habrá de tener en Su planeta.
En un momento de la Creación, en el segundo día, Dos dice: Ikavú
hamaim el makom ejad veteraé hayabashá, “Que se concentre el agua
en un lugar y que se vea lo seco” (Bereshit 1:9). Yabashá, “tierra”, viene
de la palabra en hebreo yabesh, “seco”. Y entonces tenemos ahora en
la Creación dos cosas: el agua y lo seco. Si el agua es bondad, ¿qué es
lo seco, lo duro, lo sólido, la piedra? Es justicia.

129
Capítulo 160: Aguas puras

Por ejemplo, y a fin de familiarizarnos más con este concepto, en tér-


minos legales decimos: “Se me puso duro el juez”, “Se me puso de
piedra”. Es como si dijéramos que algo está muy seco, yabesh; que,
en el caso de un juez, no hubo bondad de su parte, que estuvo muy
“seco”, severo.

En español hay otro término para referirnos a esto, pero en hebreo,


para la palabra “dogma”, en referencia a una ley que no tiene explica-
ción, una ley que así es, se dice jok. En hebreo moderno se dice Jok
yabesh, “ley seca” (que en español se refiere principalmente a no beber
alcohol en determinadas situaciones), pero en hebreo significa que una
ley es muy dura, severa, estricta, clara, sólida, sobre la que no puede
haber discusiones.

Entonces, hay seco y hay mojado; es decir, hay justicia, lo seco, y hay
agua, que es bondad. D-os dividió en ese momento la Creación en dos
partes: habrá agua y habrá seco; habrá una forma en la que juzguemos
a los demás con severidad, de manera “seca” y dura; y habrá otra for-
ma liviana, como el agua que corre, que fluye.

Empieza la Creación, empieza la humanidad y tenemos dos tipos de


personas: por un lado está Abraham Avinu y por otro la gente de Se-
dom y Amorá, Sodoma y Gomorra. Abraham Avinu se caracteriza por
el jésed, bondad. Es decir, es agua, es jésed. Cuando llegan invitados a
su casa, dice: Yukaj na meat maim, “Tomen un poco de agua” (Bereshit
18:4). Esto es un símbolo de: “Estoy dispuesto a darles”.

La Torá cuenta que Abraham Avinu cavaba pozos para buscar agua,
como una forma de decir: “Busco agua en lugares secos”, es decir,
buscaba hacer bondad en lugares de gente “seca”. Sin embargo, para-
lelamente a Abraham estaba la gente de Sedom y Amorá, gente “seca”,
quienes tenían como ley no ayudar al necesitado, y a pesar de que
vivían en un lugar fértil y de agua y vegetación abundantes, terminó
siendo un lugar árido, seco y duro como ellos.

He aquí los dos términos: mojado, lleno de agua, y seco, sin líquidos.
Es decir, bondad y justicia.

Moshé Rabenu era el hombre de la bondad, el que nos sacó de Egip-


to, quien bajó la Torá para entregárnosla, el hombre al que debemos
mucho. Observemos cómo esto cuadra con todo lo que estamos estu-
diando: Moshé Rabenu fue sacado del agua. De ahí proviene su nom-
bre. En términos más profundos, lo estamos sacando del agua porque
su misión ahora es realizar bondad. Él nos “abre las aguas” para que
podamos pasar.

130
Capítulo 160: Aguas puras

La Torá nos dice: Vehamaim lahem jomá miminam umisemolam, “Al


partir el mar, las aguas se volvieron paredes” (Shemot 14:22), es decir,
las fronteras, las paredes de las aguas entre las cuales estaba cruzando
el pueblo de Israel, se solidificaron y se petrificaron.

Nosotros pasamos por el agua y a ellos, a los egipcios, se les aplicó el


castigo del apedreamiento, el cual se reserva para los grandes peca-
dores, simbolizando con la piedra, la justicia severa y, con el agua, la
Misericordia Divina. Hay un pasaje muy famoso en la Torá: después
de cruzar el mar, el pueblo no tenía agua para beber, por lo que D-os
dijo a Moshé: “Ve a la roca y saca agua de allí”. Moshé va a la roca, la
golpea y saca agua de ella. HaMotzí lejá maim mitzur hajalamish, “D-
os te sacó agua de la piedra” (Devarim 8:15).

Ésta es una expresión con un significado muy profundo sobre la forma


en que D-os juzga a la gente. Es decir, a veces nuestra situación es “de
piedra”, muy dura. Pero D-os saca agua de la piedra, nos trata con
bondad aunque debería juzgarnos con severidad. Como leemos en
Tehilim: Hahofejí hatzur agam maim jalamish lemayenó maim, “D-os
convierte la piedra en agua” (114:8). Dicho en los términos que hemos
aprendido aquí, D-os convierte la justicia en bondad.

Quizá de aquí provenga un dicho referente a las personas muy reacias


a dar ayuda monetaria: “Con él (o ella), es como sacarle agua a las pie-
dras”. En otras palabras, las personas avaras son duras como la piedra,
y el agua por el contrario, representa al acto de dar.

Éste el motivo de que Kóraj, que es lo opuesto a Moshé, recibiera el


castigo de que la tierra se lo tragara. Es como decir: “Dado que saliste
contra el agua, pues vete a lo seco, y que lo seco te trague”.

Debemos saber que todo lo dicho hasta aquí es uno de los motivos
para hacer Netilat yadaim. Hay un concepto muy importante relacio-
nado con el agua: cuando una persona peca, se impurifica y, por tanto,
hay sobre ella un decreto de justicia, din.

¿Cómo nos quitamos de encima la justicia? Con la Tebilá, la Mikvé,


la Netilat yadaim. Usamos el agua como una forma de quitarnos de
encima la impureza, el castigo, la justicia ya que el agua es el símbolo
de la bondad.

Ahora podemos entender por qué: el agua es un símbolo de bondad,


de vida. La justicia es el símbolo contrario: castigo, extinción.

131
Capítulo 134: Shajrit los lunes y jueves

Dicho en otras palabras, usamos el elemento vida, que es el agua, que


da vida a todos; usamos el elemento bondad, que es agua, para con-
trarrestar la justicia, el castigo, la muerte que puede llegar. Con el agua
logramos todo esto.

El Recanati lo explica de la siguiente manera: Dijeron nuestros Sabios:


Sheté midot omdot al shuljanó shel adam, “D-os cualidades están pa-
radas en la mesa de la persona cuando se sienta a comer: una es midat
hatov, la cualidad buena, bondad, la misericordia, y la otra es midat
hará, la justicia, la supervisión Divina, para ver cómo andan las cosas,
si todo está bien, etc.”. Cuando la persona hace netilat yadaim antes de
comer y dice la berajá, la midat hatov, la cualidad buena, dice: “Éste
pertenece a HaKadosh Baruj Hu”. Pone las manos sobre su cabeza y
dice: “Hijo del pueblo de Israel, D-os se enorgullece de ti” (Parashat
Ekev). Lo contrario sucede cuando no hacemos Netilat yadaim.

No olvidemos nunca que trabajar por la comida, la manutención, es


en realidad una maldición: Bezeat apeja tójal léjem, “Con el sudor de
tu frente comerás el pan” (Bereshit 3:19). Es una maldición, un acto de
justicia, es un juicio que D-os hizo a Adam Harishón. ¿Qué hacemos
nosotros para contrarrestar ese juicio, ese castigo severo? Netilat ya-
daim, para pedir a D-os bondad y así, beezrat Hashem, tener toda la
abundancia de la comida, con nájat y con berajá, igual como el agua
que baja fluyendo y nos baña de pureza de arriba hacia abajo.

Con esto aprendemos que todas las mitzvot que hacemos son más
profundas de lo que creemos. Ahora podemos entender mejor la ben-
dición que se dice sobre el pan: Hamotzí léjem min haáretz, “...el que
saca el pan de la tierra”, es decir, de lo seco, ya que el pan contiene la
maldición que D-os pronunció contra Adam Harishón: “Con el sudor
de tu frente comerás el pan”. Eso es justicia.

¿Qué hacemos para adelantarnos a esa justicia? Nos lavamos las ma-
nos justamente por el pan, para reducir la severidad de esa justicia. Y
además también vemos que, cuando en el desierto el pueblo de Israel
estaba bien con D-os, el pan que comían, el maná, bajaba del cielo.
No era pan de tierra, de justicia, sino pan de bondad.

Por eso ahí la Berajá era diferente: Hamotzí léjem min hashamaim, “...
el que saca pan del Cielo”. La palabra Shamaim, “cielo”, proviene de la
expresión hebrea Sham maim, “allí hay agua”, es decir, allí hay bondad
y de allí recibimos el pan.

132
Capítulo 160: Tipos de agua

Capítulo 160

Tipos de agua

1. No se permite hacer Netilat Yadaim al despertar o antes de comer


pan en el lavabo de un sanitario por más limpio que esté, a menos que
no cuente con otro lugar. (25)

2. Se permite hacer Netilat Yadaim en un lavabo de una estancia


donde hay bañera y no taza, bendiciendo fuera de la estancia. Quien
procura hacer Netilá en otro lugar, será bendecido. (26)

3. No se permite usar las siguientes aguas para hacer Netilat Yadaim:

• Agua que cambió su aspecto, ya sea por el tiempo o por haber


agregado algo (1)

• Agua que se utilizó para otra cosa, por ejemplo: para remojar verduras,
remojar pan, enfriar fierros ardientes. (3,9,11,13,16)

• Algunos evitan utilizar el agua que fue introducida en una bolsa para
aplicarse sobre algún área afectada del cuerpo para aliviar dolores.
Con mayor razón si tenía la intención de desechar el agua. (8)

• Agua que se utilizó para enfriar un recipiente con líquido caliente


dentro (14)

• Agua en un recipiente que se utiliza para introducir las manos para


lavarse (9)

• Agua sucia de una pecera. Si el agua estaba limpia e introdujo en ella


peces por poco tiempo, se permite utilizarla. (12)

• Según algunas opiniones, no se permite utilizar el agua que se introdujo


en un recipiente para verificar cuanto líquido puede contener. (18)

133
Capítulo 160: Tipos de agua

• Agua de las que bebió un perro o cerdo (20)

• Agua que no es apta siquiera para el consumo de un perro, por


ejemplo: aguas amargas como las de Tiberia, agua maloliente. (22,23)

• Es apropiado evitar usar el agua que permaneció en un recipiente


dentro del sanitario, incluso si estuvo cubierto. Se permite si no tiene
otra opción. (27)

• En primera instancia no debe sumergir las manos en nieve o hielo; lo


apropiado es diluirlo para poder utilizarla. (30)

4. Se permite utilizar las siguientes aguas para hacer Netilat Yadaim


y bendecir:

• Agua que se ve de color café por la tierra, arena o barro que lleva. (2)

• Agua que tiene aspecto blanco por el cambio de presión y temperatura. (2)

• Si tiene duda si el agua se utilizó para otra cosa, aunque es preferible


utilizar otra agua. (3,4)

• Agua que pasa por una tubería y al pasar origina el movimiento del
medidor. (7)

• Si no cuenta con más agua para hacer Netilat Yadaim, se permite


utilizar agua en la que el panadero introdujo sus manos para desprender
residuos de masa. (10)

• Agua fría que se utilizó para introducir en ella un recipiente con


líquido más frío o congelado, para mantenerlo por más tiempo en esa
temperatura. (14)

• Agua obtenida de hielo, granizo o nieve descongelada, aunque se


utilizó previamente para congelar alimentos o similar. Esto es, porque al
descongelarse se considera agua nueva que nunca se utilizó.

Cabe mencionar que en Shabat está prohibido triturar el hielo incluso


con las manos, para cambiarlo a líquido. (15,30)

134
Capítulo 160: Tipos de agua

• Si no tiene otra agua, se permite utilizar agua que introdujo en un


recipiente para saber si éste estaba perforado. (17)

• Agua de la cual bebió cualquier animal, a excepción del perro y


cerdo. (20)

• Agua tibia y si tiene agua caliente, es preferible esperar a que se


entibie. (21)

• Agua que en un principio era maloliente, pero perdió su mal olor, ya


sea por tratamiento o por si sola. (23)

• Agua amarga que por medio de calentarla perdió su amargura y es


apta para el consumo de un perro (24)

• Se permite introducir las manos en el mar, manantial diminuto, o


Tebilá y bendecir “Al Netilat Yadaim”. (24)

• Si no tiene agua para hacer Netilat Yadaim, puede utilizar agua


mineral, refresco, cerveza, té o café cuando no estén calientes para
lavarse. Si no cuenta ni siquiera con algún refresco o similar, se permite
utilizar jugo de frutas. (28)

Capítulo 161

Limpieza de las manos y qué áreas lavar

1. Hay químicos que impiden el contacto del agua con la piel, de


modo que invalidan la Tebilá y la Netilá. Por lo tanto debe cerciorarse

2. Residuos de aceite, gasolina o ungüentos que repelan el agua y no


de tener limpias las manos de dichos materiales. (1)

dejan que la mano se humedezca, invalidan la Netilá si se encuentran


en sus dedos. (1)

135
Capítulo 161: Limpieza de las manos y qué áreas lavar

3. Las mujeres que pintan sus uñas o usan maquillaje en sus manos,
pueden hacer Netilat Yadaim sin despintarse, si asistirían así a una
boda. (4, 5)

4. Antes de hacer Netilat Yadaim Es necesario retirar la suciedad que


se acumula bajo las uñas. (2)

5. Es necesario retirar el anillo antes de hacer Netilat Yadaim, salvo en


caso de quien jamás retira el anillo de su dedo, ni siquiera para amasar.
Si su anillo tiene piedras preciosas y lo retira para evitar que el agua lo
deteriore, no se permite hacer Netilat Yadaim con éste. (2, 3)

6. Quien sus labores diarias son higiénicas y sus manos están limpias,
no necesita quitarse el anillo para hacer Netilat Yadaim, aun si este está
ajustado al dedo. Sin embargo, quien se lo retira, será bendecido. (2)

7. Si una de sus manos está vendada, de tal modo que sólo puede
lavarla hasta los dedos, debe hacer Netilat Yadaim y bendecir. (8)

8. Quien tiene vendada su mano por lesión, debe retirar la venda de ese
lugar para que llegue el agua; si no puede retirarla no puede bendecir “Al
Netilat Yadaim”. En ese caso, debe cubrir su mano con una tela o toalla
de tal manera que no tendrá contacto con el pan que comerá; puede
hacer Netilá a la segunda mano y bendecir “Al Netilat Yadaim”.

Si por error bendijo “Al Netilat Yad”, debe corregir rápidamente


“Yadaim”, si pasó más de un segundo y medio, no repite la bendición.
(7, 8, 9)

9. Para poder bendecir por la Netilá, debe comer 51 gr. de pan en un


lapso de siete minutos y medio. Por lo tanto, si un enfermo con peligro
de vida debe comer en Yom Kipur, si come menos de 51 gr. en más de
siete minutos y medio, debe hacer Netilat Yadaim sin bendecir.

Si el doctor indica que debe comer 51 gr. dentro de siete minutos


y medio, de lo contrario podría peligrar su vida, debe hacer caso al
doctor, haciendo Netilat Yadaim con bendición. En Bircat Hamazón
debe agregar “Yaalé Veyabó” diciendo “Beyom Hakipurim Hazé
Beyom Selijat Heavón Hazé”. (10)

136
Capítulo 162: “¡Manos arriba!”

Capítulo 162

“¡Manos arriba…!”

D espués de lavarnos las manos debemos alzarlas para recitar la


bendición de Al netilat yadaim. Hay varios motivos para esto:

A la hora de verter agua sobre las manos tememos que varias gotas
escurran hacia afuera de la muñeca (lugar que no se purifica por medio
de la Netilá) y que, al bajarlas, esas gotas regresen e impurifiquen la
mano. Por eso levantamos las manos con los dedos hacia arriba, para
que esto no ocurra.

Otros comentaristas, como el Mordeji, explican que, debido a que el


lenguaje de la bendición es Al Netilat, y esto significa “alzar”, debemos
físicamente alzar las manos para que la bendición no sea en vano.

El Ritbá dice: “Debido a que la Netilá eleva espiritualmente a las manos


y a la persona, como dice el versículo: Seú yedejem kódesh, ubarejú et
Hashem, ‘Alcen sus manos santas y bendigan a D-os’ (Tehilim 134:2),
alzamos nuestras manos físicamente antes de la bendición para simbo-
lizar la elevación espiritual” (Julín 106a).

En los escritos del Arizal y en los libros de Cabalá, se consideran los


dedos como canales de bendición. Cuando están abajo o al frente, son

137
Capítulo 134: Shajrit los lunes y jueves

como conductos de transmisión de las bendiciones de D-os a las per-


sonas, como vemos en Bircat Cohanim. Sin embargo, cuando hacemos
que nuestros dedos apunten hacia arriba, aludimos a la recepción de
las bendiciones de D-os hacia nosotros mismos. Como dice el Ben Ish
Jai, que hay diez canales celestiales de bendición, conocidos como
las Diez Sefirot de Kedushá (de santidad), así alzamos los diez dedos
ubicándolos al frente del rostro, para simbolizar ese recibimiento de las
bendiciones (Parashá Sheminí 5).

De cualquier forma, el acto de levantar las manos para decir la bendi-


ción representa justamente todos estos motivos. Queremos alzarlas y
elevarlas espiritualmente, evitando la impureza, jalando por medio de
ellas la Luz Divina para trasmitirla posteriormente a nuestro alimento,
lo cual terminará iluminando nuestro cuerpo al ingerirlo y, por supues-
to, también llenará de Luz a nuestra alma.

138
Capítulo 162: Elevar las manos

Capítulo 162

Elevar las manos

1. Antes de bendecir, debe elevar sus manos. Además, debe bendecir


de pie, salvo en caso del anciano o enfermo que no pueden mantenerse
de pie. (Capítulo 158a 17)

2. Se elevan las manos para evitar que el agua que sobrepasó su


muñeca regrese a su mano, impurificándola de nuevo. (1)

3. Quien vierte más de 81 ml. de agua en cada mano de una sola vez,
no requiere alzar sus manos. De igual manera, no es necesario alzarlas
si el agua no rebasó la muñeca o si sumergió sus manos en una Tebilá
o similar. (1)

4. Hoy en día que vertemos agua tres veces en cada mano, no es


necesario elevarlas en lo absoluto, aunque según la Kabalá debe elevar
sus manos al momento de bendecir. (1)

¿Cuándo repite la Netilá?

5. Si después de verter agua en su mano, tocó la otra mano que aún


estaba seca, debe secarla y repetir la Netilá. No obstante, si por error
bendijo después de haber lavado sólo una mano, no debe bendecir

139
Capítulo 162: Elevar las manos

nuevamente al repetir la Netilá. De igual manera, si tocó con su mano


humedecida la mano de otra persona que no había hecho Netilá, debe
hacer Netilá de nuevo. (2,3)

6. En los casos anteriores, si había vertido 81 ml. de agua en cada


mano de una sola vez, no es necesario repetir la Netilá, aunque en
primera instancia debe hacerlo. (3)

7. Debido a que según algunas opiniones es necesario tener las manos


secas antes de hacer Netilat Yadaim, en la práctica es apropiado secar
el mango del recipiente con el cual hará Netilá, para que no se moje
su mano, o bien, secar la mano después de haber sujetado el mango
mojado del recipiente. (4)

140
Capítulo 163: ¿Aguas! ¡No seamos flojos!

Capitulo 163

¡Aguas!

¡No seamos flojos!

M uchas veces nos da flojera lavarnos las manos y buscamos


excusas: “Es que no tengo el agua cerca”, “Es que hace frío”,
etc. Nuestros Sabios dijeron que quien va por los caminos
y no tiene agua para hacer Netilá, deberá esforzarse y esperar, aun
cuando las aguas se encuentren a una distancia de cuatro milin hacia
adelante, o un mil hacia atrás. Con esto precisaron que quien las tiene
cerca y a la mano tanto más debe usarlas.

Como está escrito en el diálogo entre un Rabino y Eliahu Hanabí, en


el que éste dice al Rabino: “Aunque no está escrito de forma directa
en la Torá que uno debe lavarse las manos, lo tenemos como tradición
desde Monte Sinai, tal como relata la Torá, que antes de Matán Torá
(la entrega de la Torá) Dos dijo a Moshé: “Ve al pueblo y santifícalos”
(Taná Debé Eliyahu, cap. 15).

Nuestros Sabios aprendieron de aquí lo que significa purificarse con


agua. Y no nada más a los sacerdotes se impuso esta ley, sino a todo
el pueblo.

Cuenta el Recanati que una vez un hombre rico invitó a un jasid pobre
y con mucha hambre a compartir su pan. Cuando observó el pobre
que el dueño de la casa no se

141
Capítulo 163: ¿Aguas! ¡No seamos flojos!

había lavado las manos para comer, se levantó de la mesa y se fue. El


dueño de la casa salió tras él y le suplicó que regresara, a lo que el
jasid respondió:

—Perdóneme, pero no quiero comer de una mano que no se quita la


impureza de encima.

Al enterrarse los Sabios de esta historia, dijeron: “¡Bienaventurado es el


pueblo de Israel! Cuánto debemos aprender de aquí: si un pobre con
mucha hambre rechazó el pan ofrecido sin netilá, ¡qué podemos decir
y hacer nosotros!”.

Dice la Guemará:
Cuando Rabí Akivá estaba encarcelado (en la prisión romana de Cesá-
rea), Rabí Yehoshúa lo visitó como lo hacía todos los días, pasándole
de contrabando agua para tomar y para hacer netilá. Un día, en el retén
de la entrada, descubrieron que Rabí Yehoshúa llevaba agua para Rabí
Akivá; se la quitaron y, tras sospechar de un intento de fuga, le pre-
guntaron: “¿Acaso piensas perforar las paredes para que tu compañero
escape?”.

Acto seguido, derramaron la mitad del líquido. Cuando Rabí Akivá vio
la poca agua que llevaba Rabí Yehoshúa, le dijo: “Sabes que mi vida
depende de ti. ¿Por qué trajiste tan poca agua hoy?”. Después de en-
terarse de lo sucedido, Rabí Akivá dijo: “Prefiero usarla para Netilat
yadaim y no para beber”. A esto dijeron nuestros Sabios: “Si así es en
una prisión, ¿cómo debe ser en la casa?” (Eruvín 21b).

Con todo lo anterior, resulta evidente la gran importancia de no dejar


de hacer Netilat yadaim. Debemos entender que el esfuerzo es lo que
trae la bendición y la abundancia, como dijo Rab Jisdá: “Yo me lavo las
manos con abundante agua y por ello me darán abundancia de bendi-
ciones” (Shabat 62b).

142
Capítulo 163 y 164: Comer sin hacer Netilat Yadaim

Capítulo 163 y 164

Comer sin hacer Netilat Yadaim

1. Quien no cuenta con agua para hacer Netilat Yadaim cuando está
viajando y no puede conseguirla a 3.84 km en dirección en la que viaja
o a 960 metros en otra dirección, debe cubrir sus manos con una tela
o similar y comer así su pan o alimento remojado. (1)

2. Si le da de comer pan a alguien más, no necesita hacer Netilat


Yadaim. Pero quien lo ingiere debe hacer Netilá incluso si no toca el
pan con sus manos. (2)

3. Si mientras comía tocó alguna parte de su cuerpo que por lo


general está cubierta, debe hacer Netilat Yadaim de nuevo sin bendecir
si desea seguir comiendo. Pero si continuará comiendo únicamente
frutas, postres o bebidas, basta con lavar la mano que tuvo contacto
con su cuerpo. (5)

4. Se permite dar de comer y beber a un huésped que no cuida


Torá y Mitzvot, sabiendo que comerá sin bendecir ni hacer Netilat
Yadaim, aunque lo mejor es pedirle de manera amable que haga Netilá
y bendiga como debe de ser. Si le es posible, debe pedirle que al
menos escuche la bendición de Hamotzí y el Bircat Hamazón que dirá
el anfitrión, exentándolo así de su obligación. (3)

5. Se permite vender alimentos y bebidas a quienes no hacen Netilat


Yadaim ni bendecirán antes y después de comer. De igual manera, se
permite rentar un salón para que hagan una fiesta, aún si comerán sin
bendecir. (4)

6. Se permite tocar un libro de Torá durante la comida. Por otro lado,


es apropiado evitar tocar un Séfer Torá, Meguilá o Tefilín, para no tener
que hacer de nuevo Netilat Yadaim. No obstante, si tuvo contacto con
alguno de ellos y prefiere no hacer Netilat Yadaim de nuevo, puede
proceder así, según las opiniones que lo permiten. (6)

143
Capítulo 166: Lavar y proceder

Capítulo 166

Lavar y proceder

I nmediatamente después de lavarnos las manos, hay que ir a pro-


nunciar la bendición del pan. En la Guemará dice: “Justo después de
hacer la Semijá al animal, se procede a la Shejitá (sacrificio ritual).
Después de decir la bendición de Klal Israel, se procede a la Amidá. Y
justamente después de Netilat yadaim se procede a decir la bendición”
(Maséjet Berajot 42a).

Sobre este tercer punto de la Guemará los comentaristas discuten si se


refiere al lavado de manos antes de comer y, por tanto, inmediatamente
hay que aproximarse para decir la bendición del pan; o si se refiere al
lavado de manos al final de la comida, conocida como Maim ajaronim,
y aproximarse de inmediato a la bendición de Bircat Hamazón. Rashí,
Tosafot, Maimónides y otros entendieron que se refiere al segundo la-
vado de manos. Sin embargo, otros comentaristas y como se entiende
también de la Guemará Yerushalmi, afirman que se refiere al primer
lavado de manos (Maséjet Berajot 6:1), donde dice que inmediatamente
después de Netilat yadaim debe procederse a la bendición como dice
el versículo: “Alcen sus manos sagradas y alaben a D-os”.

También en el Midrash Agadá dice: “En el Tabernáculo el lavamanos


estaba ubicado cerca del Altar para que, inmediatamente después de
lavarse las manos, los Cohanim se aproximaran al servicio en el Altar.
También nosotros, justo después de lavarnos las manos para comer,
nos aproximamos a nuestra mesaaltar” (Pekudé 20).

Debemos procurar cumplir ambas cosas: juntar la bendición de Ha-


motzí al lavado de manos, y la bendición de Bircat Hamazón al lavado
de Maim ajaronim.

144
Capítulo 166: Interrrupción después del lavado

Capítulo 166

Interrupción después del lavado

1. Es conveniente y apropiado no hablar después de hacer Netilat


Yadaim y antes de bendecir Hamotzí, tanto entre semana como en
Shabat. (1)

2. Si después de hacer Netilat Yadaim escuchó que se decía Kadish,


Kedushá o una bendición de su compañero, responde debidamente. (1)

3. Después de hacer Netilat Yadaim, es apropiado bendecir Hamotzí


en un tiempo menor que el que le tomaría caminar despacio 10 metros
aproximadamente. (2)

4. Cuando hay mucha gente que hace Netilat Yadaim y una persona
bendice Hamotzí por todos, se permite esperar a que todos se laven
para bendecir por el pan. No obstante, se les debe pedir que hagan
Netilá sin demorar innecesariamente. (2)

5. No es necesario hacer Netilat Yadaim cerca del lugar donde comerá,


aunque así proceden los que actúan más allá de lo que la Halajá pide.
Por lo tanto, se permite hacer Netilá en la cocina o en el patio, siendo
Shabat o no. (4,5)

6. Después de haber hecho Netilat Yadaim, tiene permitido hacer


actividades sencillas, como ver la hora o dar Tzedaká a un pobre, si
sabe que no va a entretenerse en ello por un lapso mayor de tiempo,
olvidando que hizo Netilá. (3)

145
Capítulo 167: La bendición de Hamotzí

Capítulo 167

La bendición

de Hamotzí

D espués de lavarnos las manos, procedemos a la bendición so-


bre el pan, la que, como sabemos, tiene diez palabras: Ba-
ruj Atá, Adó…, Elokenu, Melej, haolam, Hamotzí, léjem, min,
haáretz. Y esto se estableció así, porque el número 10 se relaciona
mucho con el pan, como se explicará a continuación.

La Guemará Yerushalmi, al final del capítulo de Jalá, dice:


Diez Mitzvot cumple la persona en su terreno hasta que logra obtener
el trigo:

1. No arar la tierra con un burro y un toro juntos.

2. No injertar semillas.

3. No poner bozal al toro a la hora de trabajar.

4. Dejar a los pobres el léket, las espigas individuales que se


hayan caído.

146
Capítulo 167: La bendición de Hamotzí

5. Shijejá, lo no recolectado por olvido.

6. Peá, las esquinas del campo.

7. Dar al sacerdote la Terumá.

8. Sacar el Maaser Rishón (primer diezmo) y dárselo a los levitas.

9. Sacar el segundo diezmo y comerlo en Yerushalaim.

10. Dar una parte de la masa al Cohén.

Además, el proceso de elaboración del pan también tiene diez pasos:


arar, sembrar, regar, cosechar, recolectar, separar el trigo de la espiga,
cernir, moler, amasar y hornear.

Al finalizar este proceso y cumplir las diez mitzvot, tomamos el pan


con los diez dedos y citamos la bendición con sus diez palabras. Al-
gunos agregan previamente a la bendición el versículo: Ené kol Eleja
yesaberu veAtá notén lahem et ojlam beitó, “Los ojos de todos están al-
zados hacia Ti y Tú nos das la comida en su tiempo” (Tehilim 145:15), la
cual también tiene diez palabras, al igual que el versículo que habla de
las siete especies con que se bendijo la Tierra de Israel, esperando así
que se cumpla en nosotros la gran bendición de Veiten lejá HaElokim
mital hashamaim umishmané haáretz, verov dagán vetirosh, “Y te dará
D-os del rocío del Cielo y de la gordura de la tierra mucha cosecha y
vid” (Bereshit 27:28), la cual también contiene diez palabras.

147
Capítulo 167:Cortar el pan

Capítulo 167

Cortar el pan

1. Debe bendecir Hamotzí donde comerá el pan. Si bendijo y probó


del pan pero terminó comiendo en otro lugar, no hay problema. (6)

2. Para bendecir Hamotzí debe estar sosteniendo el pan


preferentemente con ambas manos. (8)

3. Entre semana también se debe dar preferencia a la bendición


de Hamotzí sosteniendo un pan completo y no pedazos. Antes de
bendecir, debe marcar la rebanada, luego bendecir y después de
terminar la bendición termina de cortarlo hasta separarlo por completo.
Debe procurar no partirlo al momento que recita la bendición, ya que
debe concentrarse. (2,3)

4. En Shabat y Yom Tob no debe partir el pan hasta terminar la


bendición, ya que se requiere bendecir con dos panes completos. Si
empezó a partir el pan antes bendecir, aun así se considera que hizo la
bendición con panes completos. (2)

5. Para que la bendición recaiga sobre un pan agradable, se comienza


a partir el pan del lugar que esté mejor horneado y no de alguna parte
que esté quemada. Se acostumbra meter el pan en sal antes llevarlo a
la boca. (1,8)

6. No debe cortar un pedazo pequeño que aparente ser avaro, ni


grande aparentando ser glotón. En Shabat puede partir un pedazo
grande, lo suficiente para toda la comida. (25)

7. No se debe pasar el pan de mano en mano, ni siquiera a sus hijos


menores, ya que sólo al que está en duelo se le da el pan en la mano. (25)

148
Capítulo 167:Cortar el pan

8. Cuando uno bendice Hamotzí y exenta a los demás, no puede


probar el pan hasta que los presentes contesten Amén a su bendición.
(26)

9. Cuando uno bendice Hamotzí y exenta a los presentes de bendecir,


los demás no pueden probar del pan hasta que el que bendijo pruebe.
No obstante, si cada uno tiene pan, de modo que no necesitan del pan
del que bendijo, pueden probarlo antes que él.

Lo anterior aplica entre semana, pero en Shabat y Yom Tob pueden


probar antes de quien bendijo Hamotzí, únicamente si tienen delante
suyo dos panes completos, aparte del pedazo de pan que recibieron.
(24)

La bendición del pan

10. Si comió pan sin bendecir Hamotzí, si le es posible comer otro


pedazo de pan, es conveniente bendecir y comer. Si no le es posible
comer más, no debe bendecir. En caso de dudar si bendijo o no, debe
seguir comiendo sin bendecir, aunque si hay otra persona que va comer
pan, escucha la bendición y sale de dudas. (21)

11. En caso de tener duda de bendecir o no en cualquier bendición,


no debe hacerlo, ni siquiera en otro idioma, ya que la prohibición de
bendecir en vano aplica en cualquier idioma. (23)

12. Debe decir “Hamotzí Lejem Min Haáretz”, haciendo una pausa
entre las palabras “Léjem” y “Min”. Si bendijo “Motzí” en vez de
“Hamotzí”, no es necesario bendecir de nuevo. (5)

13. Quien no comerá pan, no puede bendecir para exentar al que sí


lo hará. Sin embargo, se permite bendecir para instruir a un menor en
el cumplimiento de las Mitzvot. (26)

149
Capítulo 167:Cortar el pan

Interrupción entre la bendición

14. Debe comer el pedazo de pan inmediatamente después de


bendecir. Si habló mientras tanto, debe repetir la bendición, a menos
que haya dicho algo relacionado con la comida, por ejemplo, pedir
sal para meter el pan, etc. No obstante, se debe evitar hablar incluso
conceptos relacionados con la comida antes de probar del pan.

Si habló después de haber introducido a su boca el pan, antes de ingerirlo,


no es necesario volver a bendecir, aunque se debe evitar. (7,12)

15. Quien bendice por todos, no es apropiado cortar el pan para


todos los presentes Antes de probar el pan. Sino, quien bendijo debe
comer el pan, y después cortar y repartir a los demás. (10)

16. Si una persona bendijo por el pan y así exentó a los demás
presentes, pero habló antes de probar el pan, los presentes pueden
comer pan sin repetir la bendición aunque el que bendijo debe bendecir
de nuevo. (11)

17. Si alguien fue exentado de bendecir por el pan con la bendición


de su compañero y habló antes de probar su pan, no debe repetir la
bendición aunque es conveniente que la piense sin mencionarla. De
cualquier manera, si alguno de los presentes probó ya de su pan, es
suficiente para que nadie más deba bendecir de nuevo aunque hayan
hablado. (11)

Alimentar a los animales

18. No debe comenzar a comer o incluso probar un alimento antes


de alimentar a los animales que se encuentren bajo su responsabilidad,

150
Capítulo 168: Tipos de pan

aunque sean animales no Kasher. Esta prohibición aplica sólo con


alimentos, mas no con bebidas. (15,19,20)

19. Para cumplir lo anterior, es suficiente con dar la orden de alimentar


a sus animales, sin tener que hacerlo personalmente. (16)

Capítulo 168

Tipos de pan

47. Se dice la bendición de Hamotzí por la masa que fue preparada


con agua, aunque haya sido horneada con carne o queso, como la
pizza; al final, si comió 27 gr. o más dice Bircat Hamazón.

Sin embargo, la bendición por la masa de filo, que consiste en capas


delgadas crujientes, como para borrecas, se dice Mezonot aunque
tenga relleno. (3)

48. Se definen como pan dulce cualquiera de los siguientes panes:

• La masa preparada con leche, miel, jugo de frutas o condimentos,


de tal manera que el sabor del líquido se percibe aun después de ser
horneada.

• La masa rellena de azúcar, nuez, almendras o condimentos, como las


empanadas de mermelada de frutas.

• Cuando la masa es crujiente aunque no sea dulce.

Por el pan dulce se dice Mezonot y al final Al Hamijyá aunque la


harina no sea esencial. (3,7,16)

151
Capítulo 168: Tipos de pan

Sobre qué pan bendecir Hamotzí

49. Es apropiado bendecir por un pan que esté completo aunque su


tamaño sea pequeño. (1)

50. Se dice Hamotzí, incluso si va comer una cantidad menor a 27


gr. aunque posteriormente no dice Bircat Hamazón. (2)

51. Para poder decir la bendición posterior a los alimentos, tanto


Bircat Hamazón como Boré Nefashot, se debe haber comido 27 gr. en
menos de siete minutos y medio.

Cuando se trata de cumplir una Mitzvá de la Torá, como comer Matzá


o Maror en la noche de Pésaj, es conveniente hacerlo dentro de 4
minutos. (13)

Tipos de pan y su bendición

52. Los Sefaradim bendicen Mezonot y Al Hamijyá para comer Matzá


en cualquier día del año, excepto Pésaj. Los Ashkenazim bendicen
Hamotzí todo el año. (4)

53. Quien no come pan durante el año por cuestiones de salud pero
puede comer Matzá, dice Hamotzí y posteriormente Bircat Hamazón. (4)

54. Un Sefaradí que come más de 216 gr. de Matzá no en Pésaj,


debe hacer Netilat Yadaim sin bendición. No obstante, si bendice por
la Netilá tiene en quien apoyarse, posteriormente debe decir Hamotzí
y al final Bircat Hamazón. (4)

152
Capítulo 168: Tipos de pan

55. Lo anterior aplica también para quien come más de 216 gr. de
pan dulce, hace Netilá sin bendición, Hamotzí y Bircat Hamazón; es
conveniente comer más de 230 gr. Quien tenía pensado comer menos
de esto, bendijo Mezonot y al final comió más de 216 gr. dice Bircat
Hamazón.

Por eso, cuando se acude a un banquete donde el pan es Mezonot,


se debe saber que si comerá más de 216 gr. debe proceder como se
mencionó anteriormente. (8,10)

56. Si tenía pensado comer más de 216 gr. de pan dulce, por lo
que dijo Hamotzí, y por causa de fuerza mayor no pudo comer dicha
cantidad, dice posteriormente Al Hamijyá.

Si no tenía pensado comer más de 216 gr. dijo Mezonot, y finalmente


decidió comer más de 216 gr. puede continuar comiendo sin la
necesidad de decir Hamotzí. (17)

57. Las condiciones para decir Hamotzí y Bircat Hamazón por pan
dulce cuando comerá más de 216 gr. son:

• Comerá más de 27 gr. cada siete minutos y medio hasta llegar a 216
gr. (9)

• Que la masa sea hornada y no guisada o frita, como es el caso de las


donas o pastas. (11,15)

• Cuando los 216 gr. sean absolutamente del pan dulce sin tomar en
cuenta la cantidad de otros alimentos. (14)

• Que la masa sea sólida como la de pan y no líquida, como la de las


donas o pasteles.

58. Es apropiado evitar comer entre 162 gr. y 216 gr. de pan dulce,
para no entrar en duda si requiere decir Mezonot o Hamotzí. (9)

59. Si dijo Hamotzí y comió más de 216 gr. de pan dulce, pero no
recuerda si dijo Bircat Hamazón, debe decir sólo las primeras tres
bendiciones del Bircat Hamazón. (12)

153
Capítulo 168: Tipos de pan

60. Se dice Mezonot por trozos de pan frito o por migajas de pan
que fueron hervidas y que no son 27 gr. se dice Al Hamijyá al finalizar
de comer. No obstante, si come más de 27 gr. dice Hamotzí y Bircat
Hamazón. (5)

61. Si come un pan que tiene tanto ajonjolí, ya sea encima o como
relleno, y el sabor de la masa no se percibe, debe decir Mezonot y Al
Hamijyá. (6)

62. Cuando acompaña el pan dulce con fruta que está en la mesa,
si su intención es comer el pan dulce como alimento principal, sólo
bendice Mezonot por el pan dulce. Sin embargo, si después decide
comer de la fruta sin comer pan dulce, debe bendecir por la fruta. (19)

154
Capítulo 170: Comer con educación

Capítulo 170

Comer con educación

C omo ya dijimos, hay leyes respecto al comportamiento a la hora


de sentarse a la mesa. No se trata únicamente de qué comer y
qué no, sino también de cómo comer, es decir, con educación
y buenos modales. De lo contrario, surgiría una contradicción, pues an-
tes señalamos que nos lavamos las manos y decimos bendiciones para
convertir todo el acto de comer en un acto espiritual, por lo que no
cabe la posibilidad de sentarse a la mesa para comer y no comportarse
adecuadamente.

El versículo sobre cómo comer el sacrificio de Pésaj dice: Vekaja tojelú


otó, “Y así lo comerán…” (Shemot 12:11). Rabí Yosi, el Galelí dijo en el
Mejiltá sobre este versículo: “De aquí nos enseñó la Torá la obligación
de comer con dérej éretz, educación y modales”.

Está escrito sobre el versículo en que D-os ordenó cuidar el camino


del Árbol de la Vida (Bereshit 3:24) que pregunta el Taná: “¿Cuál es ese
camino hacia el Árbol de la Vida?”. Y explica: “El Árbol de la Vida es la
Torá y las leyes, como dice el versículo: Etz jaim hi (Mishlé 3:18). Pero
antes de llegar al Árbol de la Vida está un camino que hay que cuidar,
y ese camino se llama dérej éretz, educación y modales” (Taná Debé
Eliyahu, cap. 1).

155
Capítulo 170: Comer con educación

Como también dice el Pirké Abot: “Si no hay dérej éretz, no hay Torá”
(3:17). Y también: “¡Qué bonita es la combinación de Torá con dérej
éretz!” (2:2), ya que ambas nos ayudan a evitar caer en el pecado.

Por esto Maimónides y el Shulján Aruj, en las leyes de Berajot, citan


varias costumbres de nuestro pueblo al momento de sentarse a comer.
Por ejemplo:

Cuando un grupo de personas se sientan a la mesa, se honra al más


grande entre ellas, tanto al sentarse en la cabecera como al ser el pri-
mero en lavarse las manos.

Al dueño de la casa se le da el honor de decir la bendición sobre el pan


y él, a la vez, reparte las hogazas a cada uno para simbolizar “el gusto
de compartir mi pan contigo”.

Cuando nos sentamos a comer y hay entre nosotros alguien importan-


te, esperan todos que se sirva él primero la comida. Debemos calcular
las porciones exhibidas en el plato principal, tomando en considera-
ción cuánto hay en ellas y cuántas personas hay que alimentar, para no
dejar a nadie con hambre.

No debemos fijarnos demasiado en el rostro de quien está comiendo,


especialmente el anfitrión a su invitado, para que éste no se sienta
incómodo (conocemos esa sensación cuando en una boda nos toman
fotos o videos mientras masticamos).

La persona no debe introducir mucha comida a su boca para que no


parezca una glotona.

La persona no debe acabarse el líquido en un vaso de un solo trago, ni


comer con la boca abierta y haciendo ruido.

Hay que aplicar especialmente las leyes de prohibición de asquear a la


gente y, en particular, a la hora de comer.

Éstas y otras leyes nos enseñan nuestra obligación de “ser personas”.


Por eso la Guemará dice: “La gente sabia de Yerushalaim no se sentaba
a comer en cualquier lugar sin antes averiguar quiénes serían los parti-
cipantes alrededor de la mesa” (Sanhedrín 23a).

156
Capítulo 170: Comer con educación

Fuimos creados a imagen y semejanza de D-os y, ello debemos com-


portarnos a la altura, como dice el versículo: Al teshaketzú et nafsho-
tejem, “No abominen vuestras almas” (Vaikrá 11:43). Nuestros Sabios
aprendieron de esto que, de la misma forma en que no debemos co-
mer alimentos asquerosos, así está prohibido también realizar actos
que causen asco a la gente transgrediendo la ley de “Amarás a tu pró-
jimo…”.

Por ejemplo, en el Shulján Aruj dice: “Una persona no debe morder un


alimento y, si no le agrada sacarlo de su boca y ponerlo sobre la mesa,
ya que eso provoca asco a la gente” (170:10). Más adelante dice: “La
persona no beberá de un vaso y se lo dará a su compañero para que
siga bebiendo de él. No sea que su compañero sienta asco y le cause
una incomodidad, tanto al rechazar como al tomar” (inciso 17).

Muchas veces hay diferencias culturales entre comunidades del pueblo


de Israel, y algo que puede ser común y normal para algunos, para
otros pueden resultar denigrante. Por eso debemos evaluar a la gente
alrededor de la mesa y ser sensible a los modales, ideas y costumbres
de los demás, y por tanto, comportarnos adecuadamente.

Aunque el versículo diga que “…con el sudor de tu frente comerás el


pan”, no olvidemos limpiárnoslo antes de comer.

157
Capítulo 169 y 170: Comportamiento durante la comida

Capítulo 169 y 170

Comportamiento durante la comida

1. Cuando se come reclinado, como en la noche de Pésaj, no se permite


hablar ni si quiera temas de Torá o decir “salud” a quien estornuda, ya
que podría atragantarse. (2)

2. Cuando se come sentado, no se corre el riesgo anterior, por lo que


se permite hablar durante la comida, especialmente temas de Torá. Si
escucha una bendición justo cuando pasa el alimento por su garganta,
sólo debe pensar “Amén” sin mencionarlo. (2)

3. No se come o bebe estando pie. No se debe terminar todo su


alimento, sino que debe dejar un poco del mismo. (10)

4. No debe compartir un vaso para beber, ya que si estuviera enfermo


podría contagiar a los demás. Cuando se hace Kidush, se acostumbra
que los presentes beban de la misma copa. Sin embargo, si tiene visitas,
es apropiado que el anfitrión limpie el borde de la copa donde tomó
o que sirva vino en sus vasos. Si el invitado supone que el anfitrión
está enfermo, de modo que pudiera contagiarse si bebe de la copa
de Kidush o si es muy sensible y no tolera beber de la copa, no es
necesario beber del vino. (3)

5. Cuando come debe pensar que lo hace para estar en forma para
servir a Hashem. A la hora de comer debe estar de buena voluntad,
alegre, no enfadado ni preocupado; ya que esto puede provocar que
los de la mesa eviten alimentarse. (5)

6. No se debe observar al comensal ni en sus alimentos, para no


incomodarlo. Además, no debe colocar el pan que mordió sobre la
mesa, para evitar desagradar a los demás. (5)

158
Capítulo 169 y 170: Comportamiento durante la comida

7. Debe ser cuidadoso de no ensuciar sus ropas, siendo preferible


utilizar cubiertos. Además, debe comer con calma, sin aparentar ser
glotón. (7)

8. No debe hacer ruido cuando mastica, ni hacerlo con la boca abierta.


Debe comer despacio, haciendo una breve pausa mientras mastica. (7)

9. No debe beber dos copas de vino seguidas, una detrás de la otra,


a menos que sea jugo de uva o tenga bajo contenido de alcohol. (7,8)

10. Cuando está de visita, debe acatar las órdenes del anfitrión. Por
ello, si le ofrece comer y beber, debe hacerlo, a menos que los alimentos
no respeten las normas de Kashrut. No obstante, es apropiado esperar
que le sea ofrecido de nuevo antes de comenzar a comer. (6)

159
Capítulo 171: Respetemos el alimento

Capítulo 171

Respetemos el alimento

T enemos prohibido despreciar y desperdiciar la comida. El alimen-


to es la “gasolina” de nuestro cuerpo y éste a la vez es el reci-
piente de nuestra santa alma. D-os, en Su infinita misericordia,
nos entregó un mundo abundante en alimento para mantener nuestro
cuerpo sano, disfrutar de manjares, honrar la mesa de Shabat y Yom
Tov, etc. Por ello, nuestros Sabios establecieron leyes de respeto hacia
los alimentos, para que no seamos desagradecidos y no menosprecie-
mos el regalo Divino de la vida y la existencia.

Debemos dar un cuidado especial al pan. Como dice el versículo: Velé-


jem levav enosh isad, “Y el pan saciará los corazones de la gente” (Te-
hilim 104:15). Debido a que éste se considera nuestro alimento básico,
se le asignó una bendición particular y, con ella, un respeto adicional.
Como escribió Maimónides: “Aquel que desperdicia comidas y líqui-
dos aptos y buenos para ser ingeridos por las personas, transgrede la
ley de Lo tashjit, ‘No desperdiciarás’ (Devarim 20:19)” (Melajim 6:10).

La Guemará cuenta: “Una vez Rabí Yehudá vio a dos personas que
jugaban y se tiraban el pan una a la otra como una pelota, y dijo: ‘Es-
tos actos causan que los acusadores celestiales digan: Al parecer hay
demasiada abundancia en la Tierra’. Y efectivamente, a raíz de eso
sufrieron en ese lugar hambruna” (Taanit 24a).
La Guemará explica:

160
Capítulo 171: Respetemos el alimento

Cuatro leyes se dijeron sobre el pan:

1. No se pone sobre el pan carne roja (porque lo desperdicias);

2. No se pasa un vaso lleno de agua sobre el pan (no sea que ésta se
vierta sobre él y se eche a perder);

3. No se debe lanzar el pan (porque así muestras que lo desprecias);

4. No se apoya una olla caliente sobre el pan (ya que le estás dando un
uso denigrante) (Berajot 50b).

Con esto nuestros Sabios quisieron enseñarnos el trato que debemos


dar a la comida, y especialmente al pan. Incluso temas cotidianos y a
nuestros ojos normales, como tirar caramelos sobre los novios, tam-
bién deben ser considerados, como dice el Shulján Aruj: “Aquellos que
tiran trigo ante los novios (esa era la costumbre antigua), deben tener
precaución de que se tire únicamente en un lugar limpio, para que no
sea pisoteado ni desperdiciado” (171:4).

Hay otro ejemplo en la Guemará: “Rab Huná dijo: No se debe dar


comida apta para humanos a los animales” (Taanit 20a). Rashí explica
aquí: “Ya que desperdicias la comida y te pareces a aquel que patea el
favor que D-os le da”.

El alimento es una bendición Divina y hace falta darle el trato y el res-


peto que se merece. Esto, con el favor de D-os, causará que el Todo-
poderoso siga mandándonos abundancia y bendición.

161
Capítulo 171: No desperdiciar los alimentos

Capítulo 171

No despreciar los alimentos

1. Está prohibido menospreciar un alimento al grado que no se pueda


tener provecho del mismo sin necesidad alguna. (2)

2. Cuando se arrojan dulces en honor a una fiesta, debe hacerlo de


manera que no se menosprecien, procurando que no caigan en lugar
no dignos, ya que la gente no los comería. Si encuentra alimentos en el
piso, debe levantarlos. (2)

3. Cuando bendice Hamotzí por el pan en Shabat y exenta a los


presentes, no debe aventar el pan al repartirlo, pues así se menosprecia
aunque no se ensucie. En cambio, debe dejarlo en la mesa o que los
presentes lo vayan pasando. (5)

4. No se debe poner un vaso lleno sobre el pan, ya que si se derrama


el líquido caería sobre el pan. (6)

5. Se permite utilizar un trozo de pan como utensilio para ayudarse a


comer, siempre y cuando se coma también el pan. (1)

6. Se permite sentarse sobre una caja que contiene alimentos si estos


no se aplastan por el peso de su cuerpo. (7)

162
Capítulo 172: Comer sin bendecir

Capítulo 172

Comer sin bendecir

63. No se puede bendecir con algo en la boca, por lo tanto, es


preferible que retire de su boca restos de comida o exceso de saliva
para poder bendecir sin inconvenientes. Se permite bendecir con
dientes postizos y similares. (2,3)

64. Si olvidó bendecir sobre un líquido y lo tiene en su boca, debe


pensar en la bendición mientras lo retiene y luego tragarlo. Si ya bebió
81 ml de líquido y no beberá más, bendice Boré Nefashot. Si después
de “Boré Nefashot” beberá más, dice “Baruj Shem Kebod Maljutó
Leolam Vaed”, y bendice “Shehakol” antes de seguir bebiendo. (1)

65. Si olvidó bendecir por un alimento y lo tiene en su boca, si es


un alimento sólido, debe sacarlo de su boca para bendecir por él y así
poder comerlo de nuevo. Si es un alimento que de sacarlo de su boca
sería repugnante comerlo de nuevo, debe moverlo a un lado dentro de
su boca, bendecir por él y después tragarlo. (1)

66. En ciertos casos en los cuales la persona tiene prohibido comer,


si dijo la bendición por un alimento, debe probar un poco de éste pare
evitar que la bendición sea en vano. Dichos casos son:

• Beber otro líquido que no sea agua, té o café antes del rezo de Shajrit.

• Comer un alimento lácteo dentro de seis horas después de que comió


carne.

• Comer antes de hacer Kidush o Habdalá.

• Comer carne entre los días 2 y 9 del mes de Ab. (4)

163
Capítulo 173: Lavado de manos entre platillos

67. Si por error bendijo para comer en Yom Kipur o para comer un
alimento prohibido, aún si la prohibición es por nuestros Sabios, no
debe probar el alimento; y dice “Baruj Shem Kebod Maljutó Leolam
Vaed”. (4)

Capítulo 173

Lavado de manos entre platillos

1. Para comer alimentos de carne después de haber comido alimentos


de leche, deberá limpiar su boca comiendo un pedazo de pan o
cualquier otro alimento, enjuagar su boca, y por último limpiar sus
manos apropiadamente. (1)

2. Si bebió leche y quiere comer carne, incluso de res, únicamente es


necesario enjuagar su boca. (2)

3. Aun en la actualidad, comer carne y pescado juntos presenta


peligros para la salud. Por lo tanto, si va a comer carne, incluso de pollo
después de comer pescado, debe enjuagar su boca, comer cualquier
alimento que le quite el sabor del pescado y limpiar sus manos. Si
comió pescado con tenedor, no es necesario lavarse las manos, a
menos que haya sacado algunas espinas de su boca con la mano. (4,5)

4. Si tocó la carne sin haberse lavado las manos, debe limpiar en


donde tuvo contacto y lavarse las manos antes de comerla. (8)

5. No se necesita lavar las manos para comer pescado después


de comer huevo. Se permite comer huevo con queso sin ningún
inconveniente. (4)

164
Capítulo 173: Lavado de manos entre platillos

6. Se permite que dos personas que se conocen, coman en la misma


mesa uno carne y otro pescado. (6)

7. Un enfermo que es alimentado por alguien más, tiene permitido


comer carne después de comer pescado sin lavarse sus manos.
Asimismo, el que alimenta al enfermo, no necesita lavarse las manos
entre dichos alimentos. (7)

8. Siempre que es preciso lavarse las manos, debe secarlas antes de


seguir comiendo. En primera instancia, debe evitar que al lavarse caiga
agua al piso. Debe lavar sus manos con agua y no con otro líquido, a
menos que no cuente con agua. (9)

165
Capítulo 174: Alegrando a D-os y a la gente

Capitulo 174

Alegrando a D-os

y a la gente

L a Mishná dice que, aun cuando el vino proviene de la fruta del


árbol y el pan de la tierra, debido a la importancia de ambos se
les asignó una bendición particular (Berajot 6:1). Sobre el vino de-
cimos: Boré perí haguefen, y sobre el pan: Hamotzí léjem min haáretz.
Así, el pan se convierte en el principal de los alimentos y el vino, de
las bebidas. Por ello, la Guemará dice: “De la misma forma que la ben-
dición sobre el pan exenta de bendecir a todos los demás alimentos,
así la bendición sobre el vino exenta de decir las bendiciones sobre las
bebidas” (Berajot 41b).

Por eso, al recitar el Kidush y probar el vino, nos exentamos de decir


las bendiciones que deberíamos pronunciar sobre el agua, los refrescos
o el whiskey que se consuman durante la comida.

La bendición sobre una copa de vino es un evento que nos acompaña


en todos los momentos especiales de la vida, que de esta manera ad-
quieren un valor espiritual.

Por ejemplo, en la Jupá, en el Berit Milá, Pidión, Shabat, festividades,


Habdalá, etc.

166
Capítulo 174: Alegrando a D-os y a la gente

Nuestros Sabios dijeron: “No se alaba a D-os sino únicamente con una
copa de vino en la mano” (Berajot 35a). Y el Zóhar agrega: “No hay
santidad ni bendición sino mediante el vino” (Tomo 3, 189b).

¿Cuál es el significado profundo de todo esto? Podemos encontrar la


explicación en la Guemará: “Dijo Rabí Yonatán: ¿De dónde aprende-
mos que debemos alabar a D-os mediante una copa de vino en los
momentos especiales de nuestra vida?”. Cita el versículo que dice: “Y
dijo la viña: Mi vino alegra a D-os y a la gente”. Y Rabí Yonatán expli-
có: “La gente se alegra por medio del alcohol (en su medida correcta),
como dijo el Rey David: Veyain yesamaj levav enosh, ‘Y el vino alegra
los corazones de la gente’. Y D-os se alegra con las bendiciones y las
alabanzas que expresamos para Él, por medio de las bendiciones sobre
el vino” (Berajot 35a).

De tal forma, el vino simboliza una alegría plena, completa, tanto a


D-os como a la gente uniendo el placer espiritual con el mundano, el
bienestar del cuerpo y el alma.

Por eso se comparó la Torá con el vino, como dice la Guemará sobre
el versículo:

Ushtú beyain masajti, “Beban del vino que les he servido (en referencia
a la Torá), ya con ella podrán cumplir su misión que es juntar el cielo
con la tierra, el cuerpo con el alma, y alegrarlos a los dos” (Taanit 7a).
Y por esa misma razón el Profeta Yeshayá comparó al Pueblo de Israel
con la viña (5:1), ya que nuestra misión principal es amar a D-os y al
prójimo, y sacar a ambos una sonrisa.

De allí que, antes de comer durante los sábados y los días de festivi-
dades, decimos la bendición sobre el vino para simbolizar justamente
que la idea y la forma de festejar es alegrando al cuerpo y al alma, a
D-os en el Cielo y a nuestros familiares e invitados en la Tierra. De
igual forma, lo simbolizamos con el Kidush sobre el vino en la boda,
la circuncisión, el Pidión, para precisamente desear, tanto a la pareja
como al niño, que tengan una vida mediante la cual alegren a D-os y a
la gente, y tengan una sonrisa en el rostro y alegría en el alma.

167
Capítulo 174: Agua y vino durante la comida

Capítulo 174

Agua y vino durante la comida

1. Cuando bendice Haguéfen por tomar vino, no bendice Shehacol


por ningún otro líquido que desee beber si tiene en mente beberlas,
aunque no se encuentren presentes cuando bendice.

Si bebió menos de 81 mililitros de vino y más de esta cantidad de otras


bebidas, debe bendecir posteriormente solamente Boré Nefashot. (1)

2. Cuando escucha Kidush de alguien más y cumple así con su


obligación, si prueba del vino del Kidush, no debe bendecir “Shehacol”
por ningún líquido que beba. Si no probó del vino del Kidush, debe
bendecir “Shehacol” para beber cualquier bebida. (2)

3. Si tiene pensado tomar vino después de hacer Habdalá, cuando


bendiga “Haguéfen” en Habdalá debe concentrarse en no exentar con
su bendición al vino que beberá posteriormente. (3)

4. Cuando se come pan, la bendición de Hamotzí exenta a todos


los líquidos que desee beber durante la comida, como café o bebidas
embriagantes, con excepción del vino, por el cual es necesario
decir “Haguéfen” antes de tomar. No obstante, no debe bendecir
posteriormente “Al Haguéfen” ya que el Bircat Hamazón lo excluye.
(3,8,9)

5. La bendición de “Mezonot” no exenta la bendición de “Shehacol”


para líquidos. Por lo tanto, si come alimentos cuya bendición es
“Mezonot”, bendice “Shehacol” antes de beber cualquier líquido. (11)

168
Capítulo 174: Agua y vino durante la comida

6. Si comió más de 27 gr. de un alimento cuya bendición es “Mezonot”


y bebió más de 81 ml. de líquido, debe bendecir primero Al Hamijyá y
después Boré Nefashot.

Si comió más de 27 gr. de un alimento cuya bendición es “Mezonot” y


más de 27 gr. de fruta o verdura, debe bendecir primero Boré Nefashot
y posteriormente Al Hamijyá. Si por error bendijo primero Al Hamijyá,
ya no bendice Boré Nefashot. (14)

169
Capítulo 177: Lo principal es el pan

Capitulo 177

Lo principal es el pan

Y a conocimos la importancia del vino. Aquí abordaremos la im-


portancia del pan que, por ser el alimento principal, la bendición
sobre él nos exenta de decir muchas otras sobre los alimentos
que se ingerirán en la comida.

En la Torá se menciona, en varios lugares, la importancia que tiene el


pan en la cadena alimenticia del ser humano: Cuando D-os se enojó
con Adam al comer éste del árbol prohibido, le dijo: “Con el sudor de
tu frente comerás el pan” (Bereshit 3:19).

Yaacov Avinu, al huir de su hermano Esav, rezó a D-os en Bet El y le


pidió: “Dame siempre pan para comer y ropa para vestir” (Bereshit
28:20).

Debido a la hambruna en Egipto, los egipcios se acercaron a Yosef y


le dijeron: “¿Por qué moriremos ante tus ojos? Danos pan para comer”
(Bereshit 47:15).

Cuando la Torá quiere decir que Yosef trajo a su familia desde Kenaan y
los mantuvo durante mucho tiempo, dice: “Y Yosef mantuvo a su padre
y a sus hermanos dándoles pan” (Bereshit 47:12).

Cuando el profeta Daniel describió la gran comida que hizo el rey Bel-
shatzar, dijo: “Hizo mucho pan” (Daniel 5:1).

170
Capítulo 177: Lo principal es el pan

Incluso la gran bendición de la parnasá, el sustento, se expresa en el


versículo: Notén lejem lekol basaar ki lehaolam jasdó, “El que da con
gran misericordia pan para cada uno” (Tehilim 136:25).

Dado que el término “pan” abarca también a todo alimento, la bendi-


ción sobre él nos exenta de decir ciertas bendiciones sobre los demás
alimentos. Como dijo Rab Papa en la Guemará: “Después de bendecir
sobre el pan, todos los alimentos que se consuman con él y durante
la comida no necesitan bendición, ni antes ni después, ya que la ben-
dición de HaMotzí, al principio, y la de Bircat Hamazón al final los
exenta. Pero el alimento que se consume después de comer, es decir,
el postre, por él se requiere una bendición previa” (Berajot 41b).

El motivo de esta ley, explica el comentarista Ritbá, es que se debe al


concepto halájico de Ikar Vetafel, “lo principal y lo secundario”: cuando
comemos un trozo de pan con chocolate, no decimos una bendición
sobre el pan y otra sobre el chocolate, pues, dado que el chocolate es
secundario al pan, la bendición sobre el pan lo abarca.

Otro ejemplo es que, si comemos una anchoa sobre una papa frita, de-
bido a que la anchoa en este caso es el alimento principal y la papa es
únicamente secundaria, tendremos que decir la bendición de Shehakol
sobre la anchoa omitiendo la de Boré perí haadamá sobre la papa.

Por esto, la comida exhibida en la mesa a la hora de comer, la cual


acompañamos, de vez en cuando o normalmente, con una rebanada
de pan, se considera como el chocolate sobre el pan.

Este concepto nos hace reflexionar, “de pasada”, sobre qué es lo princi-
pal en nuestra vida y qué es lo secundario. Hay personas para quienes
el cuerpo es lo principal y su alma, su vida religiosa, sus valores, son lo
secundario; y otras que saben dar la importancia al objetivo principal
por el cual vinieron al mundo y saben claramente que comer es lo se-
cundario, y que bendecir y alabar a D-os es lo principal.

En otras palabras, la vida está compuesta de medios y fines. El dinero,


por ejemplo, es sólo un medio, no un fin, así como comer, dormir o
trabajar son únicamente medios para adquirir fuerza y bienestar a fin
de realizar el servicio Divino y nuestra meta en la vida. Y todo este
mundo no es más que un medio para llegar al fin, que es el Paraíso.

171
Capítulo 177: Alimentos que acompañan al pan

Capítulo 177

Alimentos que acompañan al pan

1. Cuando bendice Hamotzí y come más de 27 gr. de pan, no debe


bendecir por los alimentos que consuma durante la comida, aunque
no los coma con pan, y no estén presentes al momento de bendecir
Hamotzí. Al finalizar, dice únicamente Bircat Hamazón. (1,7,8)

2. La bendición de Hamotzí, no exenta alimentos que no se comen


con pan, como frutas, postres o dulces. Al final, únicamente bendice
Bircat Hamazón. Si los come con pan, no bendice por ellos. (1,3,4,9,14)

3. Aunque no debe bendecir por comer verduras cocidas durante la


comida, si las come crudas después de la comida como postre, debe
bendecir por estas. (8)

4. Si durante una comida con pan desea comer pastel, no bendice


“Mezonot”, siendo lo mejor concentrarse al principio de la comida al
bendecir Hamotzí, en exentar la bendición del pastel. (5)

5. Según algunas opiniones, debe bendecir “Mezonot” al comer


pastel durante la comida cuando éste es relleno, crujiente y de masa
dulce. Por lo tanto, quien desea bendecir por el pastel, tiene en quien
apoyarse.

Cabe mencionar que lo ideal es bendecir Bircat Hamazón antes de


comer pasteles para así salir de toda duda sobre si es necesario bendecir
o no. (5)

6. Es mejor comer helado una vez que dijo Bircat Hamazón, ya


que existen dudas sobre si se debe bendecir o no. Después de Bircat
Hamazón, bendice “Shehacol” y come el helado sin bendecir “BorBoré
Nefashot al finalizar.

172
Capítulo 177: Alimentos que acompañan al pan

Si come helado antes de decir Bircat Hamazón, no debe bendecir


“Shehacol”. (12)

Cien bendiciones diarias

7. Es obligación para hombres y mujeres, decir al menos cien


bendiciones al día. (7)

8. Ya que es más difícil decir cien bendiciones en Shabat y Yom


Tob, algunos acostumbran bendecir antes de hacer Hamotzí por otras
comidas y botanas, teniendo en quien apoyarse. Sin embargo, deben
abstenerse de comer más de 27 gr. para no entrar en duda si tienen que
decir la bendición posterior a la comida. Si comió más de 27 gr. aún así
no dice la bendición posterior. (6,7)

9. En días de semana, como cada Amidá cuenta con diecinueve


bendiciones, lo que facilita conseguir bendecir cien veces, es correcto
comer la fruta dentro de su comida de pan, antes de decir Bircat
Hamazón, si es que va comer 27 gr. de fruta o más. (7)

10. Si prolonga la Seudá Shelishit de Shabat hasta después de la salida


de las estrellas, las bendiciones que diga antes de Bircat Hamazón se
cuentan como si las dijo en Shabat. (Capítulo 188, 17)

11. Cuando se dice Bircat Hamazón ya no es necesario decir Boré


Nefashot ni Meén Shalosh. Por lo tanto si bebió más de 86 ml. de vino
o 27 gr. de pasteles o frutas y se dispone a comer pan, debe hacer
Netilat Yadaim, decir Hamotzí y después Bircat Hamazón que exime
de decir cualquier otra bendición al final de la comida. Esto es, incluso
si no tenía pensado comer pan cuando bebió vino o comió las frutas.
En caso de haber pasado más de media hora entre que terminó de
comer y va comenzar a comer pan, debe decir la bendición posterior
correspondiente, ya sea Al Hamijyá, Al Haguéfen o Boré Nefashot. (13)

173
Capítulo 178:Interrupción durante la comida

Capítulo 178

Interrupción durante la comida

1. En primer lugar debe evitar retirarse del lugar donde come pan antes
de decir Bircat Hamazón, incluso si desde un principio tenía pensado
hacerlo. (1)

2. Si comenzó a comer pan en una estancia y terminó de comer en


otra, no es necesario regresar a la primera a decir Bircat Hamazón,
aunque lo hizo con intención. Por otro lado, si empezó y terminó de
comer en una estancia, y se fue a otra, debe regresar a decir Bircat
Hamazón. Si tuvo que irse involuntariamente, no es necesario regresar
a rezar, aunque si lo hace, será merecedor de bendición. (5)

3. Si debía haber regresado a otra estancia a bendecir y no lo hizo,


no repite Bircat Hamazón. Si se retiró de la estancia donde comió
olvidando que no había dicho Bircat Hamazón, si es posible, se debe
comer más pan y decir Bircat Hamazón ahí. (Capítulo 184, 1)

4. Si está comiendo pan y de postre comió fruta, y bendijo por ella,


en caso de salir de la estancia y continuar comiendo fruta en otro lugar,
no bendice de nuevo. (6)

5. Debe procurar no retirarse del lugar donde comió pan, aun si


tiene la intención de seguir comiendo ahí, para no olvidar decir Bircat
Hamazón. Si lo hace para cumplir una Mitzvá, que aunque pueda
cumplirla más tarde, la quiere hacer, puede ir y al regresar dice Bircat
Hamazón. (1,3)

6. Está permitido ir a otra estancia para hacer Maim Ajaronim- lavado


de dedos antes de Bircat Hamazón. (Capítulo 181, 23)

174
Capítulo 178:Interrupción durante la comida

7. Cuando por alguna razón tiene necesidad de retirarse a mitad de


su comida y tiene pensado regresar para seguir comiendo, si prefiere
decir Bircat Hamazón y a su regreso bendecir de nuevo Hamotzí
puede hacerlo, sin que se considere que bendijo innecesariamente. Si
salió de la estancia sin decir Bircat Hamazón, al regresar puede seguir
comiendo; lo que no debe hacer es decir Bircat Hamazón y volver a
hacer Netilá y Hamotzí para continuar con su comida. (1)

8. Cuando come un alimento por el cual bendice Hamotzí o Mezonot y


va al sanitario a mitad de su comida, al regresar no bendice de nuevo. (8,24)

9. Si mientras comía pan, pasteles, vino o frutas de las siete especies,


se retiró a la vía pública o a las escaleras del edificio, a su regreso no
debe bendecir de nuevo, incluso si no había comido ni siquiera 27 gr.
del alimento. Quien bendice Hamotzí de nuevo por el pan, tiene en
quien apoyarse, y no necesita volver a hacer Netilá. (4,10,11)

10. Se permite salir de la estancia donde come pan a la cocina para


traer más comida y similar. De igual manera, se permite salir de la Sucá
para traer comida de la casa. (2)

11. En banquetes donde los invitados comen pan y luego van a bailar, y
mientras tanto los meseros levantan las mesas, se considera que finalizó
la comida. Por lo tanto, si posteriormente desea continuar comiendo
alguna fruta, debe bendecir por ella antes y después. Por eso es mejor
decir Bircat Hamazón antes de levantarse a bailar. (Capítulo 177 2,13)

12. Si está comiendo pan y recordó que no rezó, puede interrumpir


para rezar sin que se considere interrupción, incluso si fue al Templo
a rezar, puede continuar comiendo a su regreso sin la necesidad de
bendecir de nuevo. (22,3)

13. Si comió pan por la noche y aún no ha dicho el Shemá de Arbit,


primero dice el Shemá y posteriormente Bircat Hamazón. (Capítulo
185,9)

14. Si comió pan por la noche y no ha contado el Omer, es mejor


contar el Omer y luego decir Bircat Hamazón, ya que corre el riesgo
de olvidar contar el Omer. (Capítulo 185,9)

175
Capítulo 178:Interrupción durante la comida

15. Si se quedó dormido durante la comida, incluso si durmió más de


media hora, no se considera interrupción, puede seguir comiendo sin
bendecir, aunque debe hacer Netilat Yadaim sin bendecir. (23)

16. Si tocó alguna parte oculta de su cuerpo durante la comida, debe


hacer Netilat Yadaim sin bendecir para continuar comiendo. (25)

Interrupción cuando no come pan

17. Debe procurar no retirarse del lugar donde comió, incluso si tiene
en mente regresar y seguir comiendo, para evitar olvidar bendecir Boré
Nefashot. Si fue a otra estancia antes de haber bendecido posterior a la
comida, no tiene que decir de nuevo la bendición si quiere comer más,
salvo en caso de haber salido de casa. (9)

18. En primera instancia debe bendecir Al Hamijyá y Al Haetz donde


comió. Si salió de la casa, no debe bendecir de nuevo a su regreso para
continuar comiendo. (10)

19. Cuando come más de 27 gr. de un alimento cuya bendición no


es Hamotzí, puede cambiar de estancia dentro de la misma casa, e
incluso de piso y seguir comiendo sin volver a decir las bendiciones
correspondientes. Sin embargo, si salió de la casa, al regresar volverá a
decir las bendiciones correspondientes; o si quiere seguir comiendo a
fuera en su travesía, es necesario que vuelva a bendecir. (8,9,10,15,27,28)

20. Si fue al sanitario durante su comida, como no es un lugar digno


para comer y habrá apartado su pensamiento de seguir comiendo,
debe bendecir nuevamente para poder continuar comiendo. (8)

21. No es necesario bendecir Boré Nefashot en el mismo lugar donde


comió o bebió. (7)

176
Capítulo 178:Interrupción durante la comida

22. Cabe aclarar que todo lo que se ha dicho hasta el momento,


es cuando al empezar su comida fijó un lugar para comer. No
obstante, si desde un principio iba comiendo de un lugar a otro,
puede seguir comiendo en su camino el alimento que sea, aunque
termine de comer después de mucho tiempo de travesía. (1,12,15,16)

23. Cuando comió menos de 27 gr. de cualquier alimento, salió


de la casa y a su regreso siguió comiendo, si en total comió 27 gr. en
un lapso menor a siete minutos y medio, dice la bendición posterior
correspondiente. (13)

24. Si bendijo para comer una fruta, no la probó y salió de la


casa sin hablar sujetando la fruta, no debe repetir la bendición.

De cualquier manera, debe evitar hacer esto e incluso evitar


transportarse de una estancia a otra. (14)

25. Como invitado, sólo debe bendecir la primera vez que le es


ofrecida una fruta, si ésta le es ofrecida de nuevo, no debe volver a
bendecir. (17)

26. Si se encuentra en un lugar por un largo periodo de tiempo


y le ofrecen seguido té, café o frutas, como en la desvelada de la
noche de Shabuot, basta bendecir una sola vez y se exenta sobre
todo lo que beberá, aunque haya pasado más de media hora sin
beber. De cualquier manera, es conveniente que cuando bendice
por el primer té o café, tenga en mente exentar todo lo que beba
posteriormente.

Si salió de la estancia a las escaleras o al patio, incluso por poco


tiempo, a su regreso debe bendecir de nuevo. (18,27)

27. Cuando comió fruta y dejó de hacerlo durante setenta y dos


minutos, si no se retiró del lugar donde se encuentra, no bendice de
nuevo para continuar comiendo. (20)

28. Si bendijo Boré Nefashot después de haber bebido algún


líquido, teniendo en mente beber algo más adelante, como un café,
tiene que bendecir Shehacol antes de beberlo. (21)

177
Capítulo 179:Conclusión de la comida

29. Cuando bebe agua de vez en cuando, si no se encuentra todo


el tiempo en un mismo lugar, lo apropiado es bendecir Boré Nefashot
cada vez que termina de beber, se debe tener en mente no beber
más. Asimismo, si se queda en un solo lugar y tiene en mente seguir
bebiendo, no debe bendecir de nuevo cada que vuelva a beber. (19)

Capítulo 179

Conclusión de la comida

1. No se permite comer ni beber después de hacer Maim Ajaronim,


lavado de manos previo a Bircat Hamazón, hasta después de decir
Bircat Hamazón. (1)

2. Si dijo “Hab Lan Venibrij” para invitar a los demás a decir Bircat
Hamazón, no puede beber sin antes bendecir Shehacol. Sin embargo,
puede comer sin bendecir, aunque es apropiado que piense en la
bendición sin decirla.

Si es invitado, aunque diga “Hab Lan Venibrij” no se considera que


terminó de comer, hasta que el anfitrión lo diga. (1,3)

3. Se permite seguir comiendo después de decir el Salmo “Shir


Hamaalot Beshub Hashem”, ya que no se considera que terminó de
comer. (2)

4. Si dijo Bircat Hamazón y quiere comer algo remojado en algún


líquido, si cuidó sus manos de no tocar partes ocultas de su cuerpo,
puede hacerlo sin lavar sus manos, siendo más apropiado que haga
Netilat Yadaim. (4)

178
Capítulo 180:Migajas de pan

Capítulo 180

Migajas de pan

1. Antes de decir Bircat Hamazón es bueno retirar los platos y charolas


con residuos de comida. Algunos acostumbran juntar en un plato los
huesos y cáscaras de los alimentos y retirarlos después de decir Bircat
Hamazón, como lo indica la Kabalá. (1)

2. Se debe dejar el mantel y algo de pan sobre la mesa para decir


Bircat Hamazón, es suficiente con dejar algunas migajas. Asimismo, en
primera instancia debe dejar sal sobre la mesa. (1,2,3)

3. Aunque se permite desechar las migajas de pan que no sean


aproximadamente 27 gr. debe evitarlo, ya que puede provocar pobreza.
(4)

4. Cuando se dice Bircat Hamazón en días de semana, se acostumbra


cubrir los cuchillos, incluso si son de plástico. (5)

179
Capítulo 181: Maim Hajaronim

Capítulo 181

Maim Hajaronim

E l versículo dice: Vehitkadishtem, vihyitem kedoshim, ki Aní


Hashem Elokejem, “Se santificarán y serán santificados porque
Yo soy vuestro Dos” (Vaikrá 20:7). Y explica sobre esto la Gue-
mará: “Rabí Yehudá dijo: El significado de este versículo se divide
en tres partes: Vehitkadishtem hace alusión al primer lavado de ma-
nos antes de comer; Vihyitem kedoshim se refiere al lavado después
de comer y antes de bendecir, conocido como Maim ajaronim; y
Ki Aní Hashem Elokejem señala la bendición que debe decirse al
terminar de comer” (Berajot 53b).

De aquí aprendemos que hay una obligación, antes de decir la bendi-


ción de Bircat Hamazón, de verter agua sobre las puntas de los dedos.
Y como escribió el Shulján Aruj: Maim ajaronim jobá, “El último lavado
es obligatorio” (cap. 181).

Esta frase proviene de la Guemará, la cual cita los cuatro permisos de


transgresión de la ley que tienen los soldados en el campo de batalla:
pueden tomar madera ajena (para su uso en la guerra), de Eruv (trans-
portar en Shabat) y Demai (comer frutos sobre los cuales hay duda res-
pecto a si se sacó el diezmo). Y el cuarto es que están exentos de hacer
Netilat yadaim, de lavarse las manos (Eruvín 17a). Aclara ahí el Rabino
Abayé: “El permiso que se dio a los soldados de no lavarse las manos
se refiere sólo al primer lavado. Pero el último es obligatorio”.

180
Capítulo 181: Maim Hajaronim

Hay varios motivos por los cuales se realiza este lavado al terminar de
comer, antes de bendecir: El primero: “Dijo Rabí Yehudá: Debido a
que hay una sal sedomita que se utiliza para comer y ésta es muy
peligrosa para los ojos, a tal punto que puede causar ceguera parcial
o total, al terminar de comer deben lavarse las puntas de los dedos”
(Julín 105b).

En el libro Shibolé Haléket dice: “Aunque no se use sal, hace falta


lavarse las manos, ya que con manos sucias es denigrante bendecir a
Dos” (cap. 149). Y el versículo claramente nos ordenó: “Santifíquense
antes de la bendición”.

Dice el Zóhar: “Maim ajaronim es obligatorio, ya que tenemos que


retirar de los dedos toda impureza espiritual” (Parashat Terumá 154).
Explicaron los comentaristas de la Cabalá sobre esto que, debido a
que el cuerpo del ser humano está hecho a imagen y semejanza del
sistema celestial, los diez dedos hacen alusión a los diez canales de
abundancia en los cuales, al final están las fuerzas negativas (aludidas
por las uñas al final de los dedos), y éstas impiden que nos llegue esa
abundancia. Por eso, al terminar de disfrutar de la abundancia por
medio de la comida, limpiamos esos canales con Maim ajaronim para
recibir la abundancia en el futuro.

Sobre esta ley encontré un abanico de opiniones, desde algunos que


afirman que debe decirse bendición sobre este lavado hasta otros que
dicen que hoy ni siquiera es necesario hacerlo. Por ejemplo:

El Raabad dice claramente que hace falta decir una bendición al ha-
cer Maim ajaronim: Baruj Atá… al rejitzat yadaim (Maimónides, Be-
rajot 6:3).

Sin embargo, Rab Amram Gaón escribió que, ya que este lavado era
para salvar del peligro de la sal sedomita, se hace, pero no se ben-
dice: “No se dice bendición en lenguaje de netilá ni en lenguaje de
rejitzá ni en lenguaje de shetifá (sinónimos de lavado)” (Séder Pésaj).

El Ramá opina en nombre del Mordeji que si se trata de un individuo,


no debe decir berajá, pero si son tres y van a hacer Zimún (invoca-
ción a la bendición), se hará Maim ajaronim con berajá (Darké Moshé
181:1).

181
Capítulo 181:Maim Hajaronim

Tosafot escribieron: “Ya que hoy no hay sal sedomita, no acostumbra-


mos lavar las manos” (Eruvín 17b).

Para la conclusión halájica, el Shulján Aruj estableció lo siguiente:


“Maim Hajaronim debe hacerse también hoy en día y sin bendición”
(cap. 181:7). Y los motivos de que no se dice bendición según los co-
mentaristas son:

1. No se dice bendición al retirar un peligro.

2. Este lavado no es para pasar de un grado de impureza a pureza.

3. La bendición de Al netilat yadaim que se recitó en el primer lavado


abarca o incluye este otro.

4. Incluso, según el Zóhar, aunque este lavado sirve para alejar fuerzas
negativas, sobre eso no se dice bendición.

182
Capítulo 181: Lavado de manos después de comer

Capítulo 181

Lavado de manos después de comer

1. Es de carácter obligatorio hacer Maim Ajaronim, lavar los dedos


antes de decir Bircat Hamazón, incluso hoy en día. A pesar de que
algunas opiniones no precisan que las mujeres hagan Maim Ajaronim,
se les debe instruir que lo hagan, así como a los niños en edad de
formación. (1,2)

2. Mientras se hace Maim Ajaronim algunos acostumbran decir “Maim


Ajaronim Jobá”, mientras que algunos acostumbran decir diferentes
versículos después de hacer Maim Ajaronim, antes de comenzar Bircat
Hamazón. (17,24)

3. Si olvidó hacer Maim Ajaronim y se percató de ello mientras decía


Bircat Hamazón, si sus manos no están limpias debe lavárselas en
ese momento sin hablar. Si tiene las manos limpias, debe hacer Maim
Ajaronim después de Bircat Hamazón. (3)

4. Se acostumbra dar el honor de comenzar a hacer Maim Ajaronim


al mayor de edad. (15)

5. Un Onén, deudo que todavía no entierra al fallecido, debe hacer


Maim Ajaronim aunque no bendice Hamotzí ni Bircat Hamazón para
comer pan. (25)

183
Capítulo 181: Lavado de manos después de comer

Las aguas para Maim Ajaronim

6. Cuando se encuentra de viaje y no tiene líquido alguno para hacer


Maim Ajaronim, si puede encontrarlo dentro de 3.84 kilómetros de
distancia en dirección en la que viaja o a 960 metros de distancia
en cualquier otra dirección, debe viajar hasta ahí para lavarse. No
obstante, ya que según algunas opiniones hoy en día no es necesario
hacer Maim Ajaronim, si no viaja las distancias antes mencionadas para
lavarse, tiene en quien apoyarse. Si no cuenta con agua y no puede
conseguirla, tiene permitido comer pan sin ningún inconveniente,
limpiándose las manos con cualquier prenda. (19)

7. No se permite utilizar agua caliente intolerable al contacto físico


para hacer Maim Ajaronim. (9)

8. En primera instancia debe hacer Maim Ajaronim con agua potable,


aunque sea con lo que quedó en su vaso después de beber. Sin
embargo, se permite lavarse con cualquier bebida excepto vino, salvo
en caso de contar únicamente con vino. (18)

¿Dónde hacer Maim Ajaronim?

9. Las aguas de Maim Ajaronim no pueden caer al piso ya que son


impuras. Por lo tanto, deben caer dentro de un recipiente o lavabo. Se
permite decir Bircat Hamazón frente al recipiente que contenga dicha
agua, siendo apropiado retirarlo o hacerlo a un lado. (4,20)

184
Capítulo 181: Lavado de manos después de comer

10. Los que hacen Maim Ajaronim debajo de la mesa, tienen en


quien apoyarse ya que la gente no pasa por ahí. (8)

11. Se permite que el agua de Maim Ajaronim caiga directamente


sobre el río o mar o dentro de un plato que utilizó para comer. Cuando
se hace Maim Ajaronim sobre un plato, se permite posteriormente
derramar el agua al piso, incluso por donde pasa la gente. (5,6)

¿Cómo hacer Maim Ajaronim?

12. Es suficiente lavarse los dedos hasta el segundo nudillo, aunque


de preferencia debe lavarse los dedos completos, especialmente si
están sucios. Además, no es necesario hacerlo con un recipiente y es
suficiente con verter agua una sola vez. (10)

13. Quien sumerge los dedos en un recipiente que contiene agua,


tiene en quien apoyarse. (7)

14. Al hacer Maim Ajaronim debe procurar utilizar la menor cantidad


de agua posible. Por lo tanto, si quiere limpiar sus manos y su boca de
residuos de comida, es conveniente lavarse normalmente teniendo en
mente continuar comiendo, comer otro poco y ya después hacer Maim
Ajaronim. (13)

15. Al verter el agua, debe colocar los dedos hacia abajo para que no
resbale el agua hacia su mano. Es correcto secarse los dedos, aunque
no es necesario. No obstante, debe evitar secarse con su ropa ya que
puede causar olvido. (11,12,14)

16. No debe hablar entre Maim Ajaronim y Bircat Hamazón, si habló,


debe hacer Maim Ajaronim de nuevo. Los que acostumbran decir
algunos versículos, no se considera una interrupción. (22,24)

185
Capítulo 182: Copa de bendición

Capítulo 182

Copa de bendición

L a copa de vino que usamos para decir Bircat Hamazón se llama


Kos Shel Berajá, “Copa de Bendición”. Y cabe preguntar: ¿hay una
copa de vino que no sea de bendición? Cuando chocamos nues-
tras copas decimos: Lejaim, “Para vida”. Incluso en el texto de la bendi-
ción del vino, antes de pronunciar la bendición, el que tiene la copa en
la mano dice: Sabrí Maranán, pidiendo con estas palabras la atención
de los asistentes, quienes contestan: Lejaim.

Así, pues, ¿cuál es exactamente el significado del término Lejaim? El


acto de tomar vino en la Torá tiene implicaciones a veces positivas, y
otras, negativas. Por ejemplo:

Nóaj, pese a haber empezado su vida con títulos honoríficos y como


el hombre que se ganó la estimación de Dos salvándose del diluvio y
salvando a las especies, terminó muy denigrado ante el Creador debi-
do a que se embriagó con vino. Y aunque su historia comienza con el
título de Ish tzadik tamim, “Hombre justo y perfecto”, termina con el
título de Ish haadamá, “Hombre de la Tierra…”, que plantó una viña,
bebió en exceso y acabó maldiciendo a su hijo Kenaan y a toda su
descendencia.

Las hijas de Lot, cuenta la Torá, le dieron a beber vino a Lot hasta
emborracharlo para poder cohabitar con él y quedar embarazadas, tra-
yendo así al mundo a los bastardos Amón y Moab.

186
Capítulo 182: Copa de bendición

Los hermanos de Yosef, que lo odiaban, lo lanzaron al pozo mientras


pensaban qué hacer con él. Mientras, dice la Torá, se sentaron a co-
mer, y aclaran nuestros Sabios que esa comida implicaba tomar vino.
Así, al perder la cabeza por beber tanto, decidieron vender a su propio
hermano como esclavo.

Algo parecido ocurrió con el acto del becerro de oro, el cual se inició
con un grupo pequeño de idólatras y terminó con el vino y la fiesta
abarcando a casi todos, como dice el versículo: “Y se sentaron a comer
y a beber” (Shemot 32).

Sin embargo, el vino también tiene en la Torá implicaciones positivas:

Cuando se encontró Abraham Avinu con el rey Malkitzédek, quien se-


gún nuestros Sabios se trataba de Shem, el hijo de Nóaj, éste le ofreció
pan y vino, y después de comer y beber, dio a Abraham una maravillo-
sa bendición (Bereshit 14:18). Y dijeron nuestros Sabios: “¡Qué grande
es el vino, que por medio de él se bendice!” (Midrash Toledot 16).

Así también vimos cómo Itzjak Avinu bendijo a su hijo Yaacov, quien
le ofreció carne y vino. Itzjak, luego de comer y beber, dio una gran
bendición a Yaacov.

Y dijeron nuestros Sabios: “No se bendice ni se alaba sino sólo por


medio del vino” (Berajot 35a). Agrega el Zóhar: “No hay santidad ni
bendición si no es mediante el vino” (Tomo 3, 189b).

Cabe preguntar: entonces, ¿qué es el vino, algo positivo o negativo?


La respuesta se encuentra en el Midrash que habla sobre el Árbol del
Conocimiento del Bien y del Mal, sobre el cual Dos dijo: “De su fruto
no comerán…”. En este Midrash se analiza qué clase de árbol era, res-
pecto al cual Rabí Ivo dijo: “Era una viña y Javá exprimió las uvas y le
sirvió vino a Adam” (Midrash Rabá 19:8). A este mismo árbol la Torá lo
llamó “Bien y Mal”, aclarándonos que el vino tiene tanto de bien como
de mal, dependiendo de la forma en que se tome.

Como la Guemará cuenta: Cuando el Segundo Templo fue destruido,


hubo mucha gente que, como expresión de duelo, decidió dejar de
comer carne y beber vino. Se encontró con ellos Rabí Yehoshúa y les
dijo: “¿Por qué lo hacen?”, a lo que respondieron: “¿Cómo comeremos

187
Capítulo 134: Shajrit los lunes y jueves

carne después de haber sido destruido el Altar en el cual realizába-


mos los sacrificios para Dos? ¿Cómo tomaremos vino, después de que
fue destruido el lugar en el que ofrendábamos?”. Él les dijo: “Si es así,
tampoco coman pan, ya que también fue destruida la Mesa de los
Doce Panes, y las ofrendas de harina y sémola también dejaron de
hacerse. No tomen agua, ya que tampoco hay ahora ofrendas de Nisuj
Hamaim”. Se quedaron callados y siguió diciéndoles: “Las cosas no se
toman al extremo. No enlutarnos no se puede, pero tampoco podemos
enlutarnos demasiado. Tomemos el camino medio” (Babá Batrá 60b).
Con esto aclararon nuestros Sabios que las cosas en la vida, como el
vino, deben tener su medida, porque si no, de bendición se puede
transformar en maldición, al igual que un vino, de ser un líquido agra-
dable, puede terminar convirtiéndose en vinagre amargo.

La Guemará dice: “Hay quien sueña con vino y es una buena señal
para él, y hay para quien el mismo sueño es un símbolo negativo. Así
como hay un versículo positivo sobre el vino escrito por el Rey David:
‘Y el vino alegrará los corazones de la gente’, como otro versículo di-
cho por el Rey Shelomó: ‘Denle vino al amargado’” (Berajot 57a). Con
esto nos esclarecieron nuestros Sabios que la misma “copita” puede ser
buena y mala, como lo es el fruto del Árbol del Paraíso.

Por algo se llama “el Árbol de la Sabiduría”, ya que por una parte, dice
la Guemará en nombre de Rab: “Mi sabiduría provino por el olor y el
sabor del vino” (Berajot 43b), y por otra dicen nuestros Sabios que la
mujer Sotá, de la que se sospecha infidelidad, cayó en eso por el vino
que le hizo perder la cabeza. Es decir, el vino es como el Árbol de la
Sabiduría: te la quita o te la otorga.

Por eso, antes de bendecir, denominamos a la copa como Kos Shel


Berajá, y nos saludamos con Lejaim, “Para vida”, para demostrar jus-
tamente que beber este vino de forma correcta nos traerá bendición,
vida, y no lo contrario, y nos conectará a la parte buena del Árbol de
la Sabiduría.

188
Capítulo 182: Bircat Hamazón con vino

Capítulo 182

Bircat Hamazón con vino

1. Cuando tres personas juntas comen pan, hoy en día no se acostumbra


a decir Bircat Hamazón sosteniendo una copa de vino; pero quienes lo
hacen recibirán bendición. (1)

2. Cuando se dice Bircat Hamazón sosteniendo una copa, debe


contener vino; si donde se encuentra el vino es escaso, puede usarse la
bebida del lugar, como la cerveza. (2)

3. Puede utilizar una copa de plástico o desechable si no tiene una


copa normal, aunque es preferible conseguirla. La copa debe estar
completa, es decir, ni rota ni despostillada. (8,10)

4. Si alguien bebió de la copa de vino, ésta deja de ser apta para


decir con ella Bircat Hamazón. Sin embargo, si se le agrega un poco de
agua, puede utilizarse. (3)

5. Cuando come pan sin compañía, no es apropiado decir Bircat


Hamazón sosteniendo una copa de vino. Si quiere tomar vino después
de Bircat Hamazón, primero dice Bircat Hamazón sin sostener la copa
y al terminar bendice Haguéfen y bebe. (1)

6. En la noche de Pésaj, si una copa contiene suficiente vino para más


de una persona, pueden beber de ella varias personas (correspondiendo
81ml. por persona), sin la necesidad de agregar agua entre ellas. (4)

7. Algunos acostumbran verter agua en la copa con la que se dirá


Bircat Hamazón antes de empezar y cuando dice “Uberajtá Et” en la
segunda bendición. (7)

8. Si utiliza vino fuerte para Bircat Hamazón y quiere verter agua en

189
Capítulo 182: Bircat Hamazón con vino

el vino antes de Bircat Hamazón para rebajarlo, de cualquier manera,


debe agregarle agua en la segunda bendición del Bircat Hamazón. (7)

¿Cómo sujetar la copa?

9. Se pasa la copa de vino a quien bendecirá y este debe recibirla con


ambas manos. Al empezar Bircat Hamazón debe sujetarla con la mano
derecha, incluso si es zurdo. No obstante, si la persona zurda al tomarla
con la derecha podría derramar el vino, la sujeta con la izquierda. (5)

10. Debe sujetar la copa durante todo el Bircat Hamazón. Quien


tiene guantes, es correcto retirarlos y sujetar la copa directamente con
la mano. (6,9)

190
Capítulo 183: ¡Bendigamos al Altísimo!

Capitulo 183

¡Bendigamos

al Altísimo…!

E l Bircat Hamazón es la oración que decimos después de comer


pan. Como aprendieron nuestros Sabios en la Guemará por la
similitud en los versículos, en uno de los cuales dice: “Tierra que
no con pobreza comerás el pan…”, y el otro dice: “Comerás y bende-
cirás a tu D-os” (Devarim 8:10).

El Zóhar dice: “Desde el desierto, cuando caía el maná, el pan del


Cielo, al finalizar de comerlo bendecían a D-os, como lo insinúa el ver-
sículo: ‘Y por la mañana, cuando caiga el maná, se hartarán del pan y
sabrán que Yo Soy vuestro D-os’” (Ékev 62a). Explica el Zóhar que esa
expresión: “…y sabrán que Yo Soy el D-os Quien te lo da”, se refiere a
la alabanza y al agradecimiento que se realizaba después de comer el
maná considerado pan.

Bircat Hamazón está compuesta de cuatro bendiciones, las cuales fue-


ron establecidas paulatinamente.

La primera fue establecida por Moshé Rabenu mientras estábamos en


el desierto y trata del agradecimiento a D-os, por cuya misericordia
recibimos el alimento.

191
Capítulo 183: ¡Bendigamos al Altísimo!

La segunda fue establecida por Yehoshúa Bin Nun, el conquistador de


la Tierra de Israel, y trata del agradecimiento a D-os por la tierra que
nos dio.

En ésta se agrega también el agradecimiento por la Torá que D-os nos


entregó y por el pacto por medio del Berit Milá (la circuncisión).

El Rey David estableció la tercera bendición cuando conquistó Yerus-


halaim y quedó completada cuando su hijo Shelomó construyó el Pri-
mer Templo; trata justamente de la construcción de nuestra Ciudad
Santa pidiendo a D-os que se apiade de Su pueblo y construya el Ter-
cer Templo.

Nuestros Sabios establecieron la cuarta bendición en la ciudad de


Yavne, luego de la guerra de Bar Kojbá contra los romanos y la masacre
realizada por éstos en la ciudad de Betar, donde, milagrosamente, los
cadáveres que se amontonaron como una muralla, una cerca alrededor
de la ciudad, no sufrieron descomposición.

Finalizamos Bircat Hamazón con varias peticiones, conocidas como


Harajamán Hu…, cerrando con el Osé Shalom para pedir la paz Celes-
tial sobre nosotros.

Estas cuatro bendiciones implican cuatro puntos importantes que tene-


mos como pueblo: la manutención Divina, la Tierra Santa, Yerushalaim
la sagrada y el Pueblo Eterno.

La obligación de alabar a D-os por el alimento se debe a dos motivos


principales: El primer motivo es para saber y reconocer que todo viene
de Él, como nos lo indica el versículo de Poteaj et Yadeja…, “Bendito
Tú, D-os, que abres Tus manos y sacias a todo ser vivo”. Dice el Mi-
drash: “Dijo Rabí Itzjak: Abraham Avinu tenía su carpa abierta para
los necesitados y cuando terminaban de comer les decía: ‘Bendigan a
D-os’, a lo que preguntaban: ‘¿Y qué se Le dice?’, y Abraham contesta-
ba: ‘Bendito el D-os del mundo, que comimos de lo suyo’” (Bereshit
43:8).

El segundo motivo es para ser agradecidos. La naturaleza del ser huma-


no a veces le provoca saciarse, enorgullecerse, olvidar e incluso patear.
Como nos advirtió la Torá: “Ten cuidado de olvidar a D-os y a sus

192
Capítulo 183: ¡Bendigamos al Altísimo!

preceptos. No sea que comas y te sacies, y buenas casas construyas, y


tengas mucho vacuno y plata y oro, y debido a eso te enorgullezcas y
te olvides de D-os, Quien te lo dio” (Devarim 11:16). Y dice otro versí-
culo: Vaishmán Yeshurún vaivat, “Se engordó el pueblo de Israel y me
pateó” (Devarim 32:15).

El ritual de lavarse las manos antes de comer y bendecir, y sentarse a la


mesa con educación es para diferenciarnos justamente de los animales,
y para no convertir el acto de comer en una simple necesidad animal,
sino en un acto elevado. El profeta Yeshayá reclama con palabras que
pueden hacer alusión también a la obligación de Bircat Hamazón: “Co-
noce el toro a quien lo adquirió y el burro reconoce a su amo, pero
lamentablemente mi pueblo, Israel, no Me conoce y no observa de
quién come” (1:3).

El Zóhar aclara que no se trata nada más de reconocer y agradecer con


cara larga, sino que la forma de recitar la bendición también es impor-
tante. Como nosotros mismos cuando alguien nos agradece no nada
más escuchamos sus palabras sino que también observamos cómo lo
expresa. A la hora de bendecir la persona debe estar contenta y no
triste, y bendecir a D-os con alegría, como dice el versículo: Vesama-
jtá lifné Hashem Elokeja, “Y te alegrarás delante de D-os”, y se refiere
también a la hora de recitar Bircat Hamazón.

El Zóhar continúa diciendo sobre el versículo: Tov ain hu yeboraj, “El


de buen ojo bendecirá”, lo que significa que sólo quien tiene un buen
ojo y sabe ver con él lo bueno que D-os le da es digno de bendecir.

Y sobre el versículo que dice: “En cada lugar que menciones Mi Nom-
bre vendré y te bendeciré” (Shemot 20:24), el Zóhar aclara que al men-
cionar la bendición sobre el alimento D-os viene y, de la misma forma
que pronunciamos la bendición con alegría y buen ojo, D-os pone
Su Mano sobre nuestra cabeza y nos bendice con alegría y buen ojo,
llenándonos de abundancia, salud y vida (extraído del Zóhar, Parashat
Ékev).

193
Capítulo 183: Bircat Hamazón

Capítulo 183

Bircat Hamazón

1. Antes de decir Bircat Hamazón, debe concentrarse que cumplirá


una Mitzvá de la Torá al decirlo. No obstante, si no pensó en ello, no
lo repite. (1)

2. Mientras dice Bircat Hamazón, debe tener precaución de no hablar


ni quedarse en silencio. Asimismo, durante la lectura de los Harajamán,
es conveniente tener precaución de no hablar innecesariamente,
aunque en caso de ser necesario se permite. (2)

3. Es correcto que cada persona que comió recite Bircat Hamazón, y


no que uno lo diga en voz alta para exentar a los demás. (4)

4. Se dice Bircat Hamazón sentado y sin reclinarse. No se permite


caminar, ni siquiera en la cuarta bendición. Asimismo, está prohibido
ocuparse de cualquier actividad, como recoger la mesa, mientras
bendice. Si lo hizo, no tiene que repetir. (7,9,10)

5. Si tiene necesidad de levantarse antes de comenzar las peticiones de


Harajamán, por ejemplo, si tiene prisa para llegar a tiempo a su estudio
de Torá, se permite continuar diciéndolo en otro lado. No obstante, si
no existe ninguna necesidad, debe permanecer sentado hasta terminar
el párrafo de “Osé Shalom”. (11)

194
Capítulo 183: Bircat Hamazón

Interrupción en Bircat Hamazón

6. Si mientras dice Bircat Hamazón entra un anciano o un erudito de


Torá a la estancia, debe ponerse de pie. (6)

7. Si mientras decía Bircat Hamazón le informaron del fallecimiento de


uno de los siete parientes por los que debe guardar luto, y se convierte
en Onén, debe terminar de decir el Bircat Hamazón. (Capítulo 185, 11)

8. Quien se quedó dormido mientras decía Bircat Hamazón y al


despertar no sabía en qué bendición estaba, debe reanudar desde el
principio de la bendición que no está seguro si terminó. (3)

9. Mientras dice las primeras tres bendiciones de Bircat Hamazón, no


debe interrumpir para contestar Kadish, Kedushá o Barejú. (5)

10. A partir de la cuarta bendición puede interrumpir para contestar


Kadish, Kedushá o Barejú solamente en caso de haber dicho al menos
“Baruj Atá Ado-nay Elo-henu Mélej Haolam” y algunas palabras más.
En caso contrario, no tiene permitido interrumpir. (5)

195
Capítulo 184: Bendición, mantel y pan

Capítulo 184

Bendición, mantel y pan

E n el Shulján Aruj dice: “No debe retirarse el mantel y el pan a la


hora de decir Bircat Hamazón” (180:1), basado en lo que dice la
Guemará: “Dijo Rabí Eliézer: Todo el que no deja pan en la mesa
a la hora de decir la bendición, provoca no recibir más bendiciones de
D-os” (Sanhedrín 92b). Hay varios motivos por esto.

El primero se encuentra en el Zóhar, donde dice que las bendiciones


siempre deben recaer sobre algo y no sobre un vacío, como aprendi-
mos del profeta Elishá. Cuando fue a la casa de la Shunamit, ella se
quejó de su pobreza y él le dijo: “Dime qué tienes en la casa”, ella
contestó: “Sólo un poco de aceite”. El profeta tomó la pequeña vasija
con aceite y con ella llenó todos los utensilios de la mujer con aceite,
para que lo vendiera y así obtuviera su sustento (Lej Lejá 88a). El Zóhar
aclara: “No hubiese sido posible esa abundancia si no hubiera habido
algo de aceite en la vasija, porque las bendiciones no recaen sobre el
vacío”. Por eso, el Zóhar concluye que es necesario tener pan en la
mesa, aunque sea poco, y sobre él recitar Bircat Hamazón.

El Ben Ish Jai apoya este concepto del Zóhar con el versículo del Tercer
Mandamiento: “No pronunciarás el Nombre de D-os en vano”, y dice:
“No pronunciarás el Nombre de D-os en Bircat Hamazón sobre una
mesa vana y vacía” (Shelaj Lejá 3).

196
Capítulo 184: Bendición, mantel y pan

Agrega Rab Itzjak Yosef: “Como dijo nuestra Santa Ley: ‘Al corazón
del sabio daré sabiduría’” (Yalkut 180:1). Y la Guemará dice: “De aquí
aprendemos que D-os bendice con sabiduría a aquel cuyo recipiente
no está vacío, sino que ya hay en él algo de sabiduría” (Berajot 55a). Así
es también la mesa: para agradecer y pedir más alimento, debe haber
en ella algo de pan.

Otra explicación pertenece al comentarista HaLebush: “El motivo de


dejar pan en la mesa es para que se aclare que estamos bendiciendo
y agradeciendo a D-os por su gran misericordia y por el alimento que
nos dio, pues de otra forma parecería un rezo cotidiano, y quien obser-
vara no entendería que es sobre el pan” (338:2).

El Shaar Hatziyún y otros explican que el motivo de dejar pan sobre


la mesa era para entregarlo a los pobres, quienes sentían pena de mo-
lestar al anfitrión mientras comía, ya sea porque no sabían si tenía su-
ficiente comida para repartir o si las porciones estaban contadas para
los miembros de la familia. Debido a que la ley prohíbe pedir comida
a quien no tiene suficiente para sí mismo, esperaban ver si le sobra-
ba algo, y al momento del Bircat Hamazón pasaban para pedir esas
sobras. Si se dejaba la mesa vacía, al acercarse el pobre y ver que no
había quedado nada, se daba la media vuelta y se iba.

La última explicación aparece en el libro Otzar Minhagué Yeshurún.


El motivo de dejar pan en la mesa era porque había pueblos paganos
e idólatras que hacían magia negra, entre cuyas costumbres estaba la
de retirar todas las sobras de la comida, especialmente el pan y sus
migajas, pues creían que todo eso atraía malos espíritus a la mesa (2:4).
Sin embargo, nuestros Sabios nos dijeron que debemos hacer lo con-
trario, debido a que nuestra mesa es sagrada y está llena de bendicio-
nes y Presencia Divina. Por tanto, no tememos a nada de eso, ya que
la luz aleja la oscuridad.

197
Capítulo 184: Bircat Hamazón

Capítulo 184

Bircat Hamazón

1. Las medidas de unidades en cualquier concepto de la Torá se miden


en “Dírhem” equivalente a 3 gr. Hoy en día se acostumbra a medir las
unidades en peso y no por volumen.

Cazait = 27 gramos
Cabetzá = 54 gramos
Rebiit= 81 gramos (18,20)
Ajilat Prás = 7.5 minutos (18,20,21)

2. La obligación de decir Bircat Hamazón de la Torá es cuando come


54 gr. o más de pan dentro de 7.5 minutos. Si come 27 gr. de pan en 7.5
minutos, dice Bircat Hamazón por disposición de nuestros sabios. (18)

3. Quien come por medio de sondas o cualquier aparato similar,


no bendice al principio ni al final. Cuando una persona come pan
y vomitó, no dice Bircat Hamazón, siendo conveniente pensar en la
bendición. (22,23)

Tiene duda si bendijo

4. Quien no recuerda si bendijo antes de comer o beber, debe pensar


solamente en la bendición y seguir comiendo o bebiendo. No obstante,
si alguien dirá la misma bendición, es preferible escucharla y así se
exenta de su obligación. (14)

5. Si no recuerda si dijo Bircat Hamazón y comió más de 54 gr. de


pan o más de 216 gr. de pan dulce o similares, debe decirlo de nuevo.

198
Capítulo 184: Bircat Hamazón

Sin embargo, debe omitir la cuarta bendición y pensarla únicamente.


(3,4,7)

6. Si comió pan hasta saciarse y no recuerda si dijo Bircat Hamazón,


si su esposa afirma que sí lo dijo, no repite. Si su hijo menor es quien
asegura que ya bendijo, y sabe que él no miente, no repite Bircat
Hamazón. (11,12)

7. Si comió más de 54 gr. de pan pero no se siente satisfecho, en este


caso la obligación de decir Bircat Hamazón es de nuestros Sabios. Por
lo tanto, si no recuerda si dijo Bircat Hamazón, no debe decirlo. (18)

8. Una mujer que no recuerda si dijo Bircat Hamazón, no debe decirlo,


siendo conveniente pensarlo siguiendo de un libro. Lo correcto es que
alguien más la exente de su obligación escuchándolo con atención.
(Capítulo 186, 5)

9. Para poder decir Bircat Hamazón según todas las opiniones, debe
beber agua durante su comida. (8)

10. Si comió 27 gr. de pan y no recuerda si dijo Bircat Hamazón, no


debe decirlo ya que la obligación es de nuestros Sabios, únicamente
debe pensarlo.

No obstante, si comió pan, dijo Bircat Hamazón y después de poco


volvió a comer 27 gr. de pan quedando satisfecho por lo que comió en
un principio, si no recuerda si dijo Bircat Hamazón, debe decirlo. (5,10)

11. Quien comió 27 gr. de pan en siete minutos y medio, quedó


satisfecho por comer otros alimentos y no recuerda si dijo Bircat
Hamazón, debe decirlo. Esto se debe a que en este caso su obligación
de Bircat Hamazón es de la Torá. (6)

12. Si va decir Bircat Hamazón ya que no recuerda si lo dijo antes,


no debe exentar a otros de decirlo. (13)

13. Quien va a decir Bircat Hamazón porque no recuerda si lo dijo


antes, pero ahora no le es posible debido a un fuerte dolor de cabeza,
tiene permitido decir en su lugar el párrafo “Berij Rajamaná”. (15)

199
Capítulo 184: Bircat Hamazón

14. Si mientras decía Bircat Hamazón, recordó que ya lo había dicho,


debe interrumpir en ese momento, incluso sin terminar la bendición, y
dice “Baruj Shem Kebod…”. (Capítulo 185, 10)

Olvidó decir Bircat Hamazón

15. Si comió 27 gr. de pan, tiene 72 minutos para decir Bircat Hamazón.
Si comió pan hasta sentirse satisfecho, tiene tiempo para decirlo hasta
perder el sentimiento de satisfacción por haber comido. (16)

16. Quien después de comer pan sigue comiendo otros alimentos,


como en los banquetes, no importa si pasan cuatro o cinco horas desde
que terminó de comer pan y puede decir Bircat Hamazón al finalizar
su comida. (17)

Capítulo 186

¿Quién está obligado a decir

Bircat Hamazón?

68. Tanto hombres como mujeres, incluso durante el periodo de


Nidá, están obligados a decir Bircat Hamazón. (1,4)

69. La mujer no debe decir Bircat Hamazón resumido, sino el


completo como los hombres. Si está ocupada atendiendo a sus hijos,
tiene permitido omitir los párrafos de “Harajamán”. (3)

200
Capítulo 186: ¿Quién está obligado a decir Bircat Hamazón?

70. Una mujer puede exentar a su esposo o hijo de decir Bircat


Hamazón únicamente si ellos lo dirán por orden de nuestros Sabios
y no por obligación de la Torá, es decir, si comen 27 gr. De pan. Si la
mujer exentó a su esposo de decir Bircat Hamazón de la Torá, no debe
decirlo de nuevo, siempre y cuando ella haya dicho Bircat Hamazón
completo. (1,6)

71. Un joven que cumplió 13 años y un día, tiene permitido exentar


a un mayor incluso cuando es obligatorio por la Torá, es decir, cuando
comieron más de 54 gr. (8)

72. Un Onén que quiere comer pan, tiene permiso de hacer Netilá
sin bendecir, comer pan sin bendecir Hamotzí ni Bircat Hamazón.
Aun si sigue satisfecho de su comida después de haber enterrado a su
familiar, no dice Bircat Hamazón. (11)

No sabe decir Bircat Hamazón

73. Lo correcto es que cada individuo diga Bircat Hamazón. Sin


embargo, si alguien no sabe decirlo puede ser exentado por otro,
siempre y cuando se concentre en cada palabra, piense cumplir con su
obligación y quien lo exente piense en hacerlo. (Capítulo 185, 7)

74. Quien no sabe decir Bircat Hamazón, no puede decir en vez


Al Hamijyá. Si lo hizo, cumplió con su obligación y no dice Bircat
Hamazón. (Capítulo 187, 9)

75. Si no sabe decir Bircat Hamazón, dice por lo menos en arameo


el resumen de la primera bendición: “Berij Rajamaná Elahana Malka
Dealma, Maré Dehay Pita, Berij Rajamaná Dezán Lejola.” (Capítulo
192, 10)

76. Si no sabe decir Bircat Hamazón, no debe decir en vez Boré


Nefashot. Si lo dijo, no cumplió con su obligación, (Capítulo 187,9)

201
Capítulo 187: Texto del Bircat Hamazón

Capítulo 187

Texto del Bircat Hamazón

1. En la segunda bendición, la costumbre es decir “Veal Hacol”, los


que dicen “Al Hacol” tienen en quien apoyarse. (1)

2. Las mujeres también deben decir “Berit Vetorá”. Cuando una mujer
exenta a su esposo y omitió estas palabras, aun así el esposo cumple
con su obligación y no repite. Asimismo, si un hombre las omitió, no
debe repetir. (8, Capítulo 186 ,6)

3. En Yom Tob y Rosh Jódesh se aumenta el párrafo de “Yaalé


Veyabó” en la tercera bendición. Si cae en Shabat, primero dice “Retzé
Vehajalitzenu” y luego “Yaalé Veyabó”. (Capítulo 188, 4)

4. Cuando se dice Bircat Hamazón en casa de los que están de


duelo, al final de la tercera bendición se dije “Menajem Tzión Bebinián
Yerushalaim” en vez de “Boné Yerushalaim”. No obstante, quien dice
“Menajem Abelim Bebinián Yerushalaim”, no se le reprende.

Sin embargo, en Shabat se dice “Boné Yerushalaim”, porque en Shabat


no se demuestran señales de luto. (Capítulo 188 2,3)

5. Los Sefaradim contestan “Amén” a sí mismos en voz baja al terminar


la tercera bendición. (Capítulo 188, 1)

6. En la cuarta bendición es correcto decir “Laad HaE-l Abinu”. (4)

7. Nuestra costumbre es decir “Harajamán Hu Yefarnesenu Bejabod


Veló Bebizuy, Beheter Veló Beisur Benájat Veló Betzáar”. (5)

202
Capítulo 188: Párrafos que se aumentan en Bircat Hamazón

8. Se dice “Harajamán Hu Yolijenu Meherá Komemiut Leartzenu” y


no “Beartzenu”. (6)

9. Al final de Bircat Hamazón entre semana se dice “Magdil”, mientras


que en Shabat y Rosh Jódesh se dice “Migdol”. En la comida que se hace
al terminar Shabat se dice “Magdil”, el que dice “Migdol” no afecta. (7)

Capítulo 188

Párrafos que se aumentan en

Bircat Hamazón

1. Si comenzó a comer pan en la tarde de Shabat, aunque se prolongue


hasta la noche, debe agregar el párrafo de “Retzé Vehajalitzenu” en el
Bircat Hamazón. Lo mismo aplica en Yom Tob, Rosh Jódesh, Janucá o
Purim.

Si en una de estas ocasiones, comenzó a comer pan y antes de decir


Bircat Hamazón rezó Arbit, no debe agregar ningún párrafo. (16)

2. Si comenzó a comer pan en Shabat en Seudá Shelishit y se


prolongó hasta la noche, aunque Rosh Jódesh comenzó al término
de Shabat, debe decir “Retzé Vehajalitzenu” y no “Yaalé Veyabó” en
Bircat Hamazón. (19)

203
Capítulo 188: Párrafos que se aumentan en Bircat Hamazón

Equivocaciones en Bircat Hamazón

en Shabat

3. Si dijo “Retzé Vehajalitzenu” entre semana, no repite. (20)

4. Si en Shabat, mientras decía “Baruj Atá Ado-nay” para finalizar


la tercera bendición, se acordó que no dijo “Retzé Vehajalitzenu”, la
termina diciendo “Lamedeni Jukeja”, luego dice “Retzé”, y continua la
bendición de “Boné Yerushalaim”.

Si ya dijo la bendición de “Boné Yerushalaim”, debe decir la bendición


de “Baruj Asher Natán Shabatot” antes de empezar la cuarta bendición.
(6; Capítulo 187, 3)

5. Si al empezar “Baruj Atá Ado-nay Elo-henu Mélej Haolam” de la


cuarta bendición se acordó que no dijo “Retzé”, continua diciendo
“Asher Natán Shabatot”. Si no conoce dicha bendición y no está en su
libro, debe regresar al principio de la bendición de “Rajem”.

Si se percató que no dijo “Retzé” después de haber dicho “Baruj Atá


Ado-nay Elo-henu Mélej Haolam, Laad” de la cuarta bendición, debe
repetir Bircat Hamazón desde el principio, excepto en Seudá Shelishit,
cuando debe continuar normalmente sin repetir. (6,12)

6. Si en Shabat duda si dijo “Retzé Vehajalitzenu”, no repite. Si se


encuentra antes de empezar la cuarta bendición, dice ahí “Baruj
Shenatán Shabatot” mencionando el nombre de Hashem. Si su hijo
le afirma que lo escuchó decir, puede creerle y no debe repetir. (7,21)

7. Si no conoce el texto de “Retzé Vehajalitzenu”, de todos modos


dice Bircat Hamazón. No obstante, se le debe instruir a que al menos
agregue las palabras “Retzé Vehajalitzenu Beyom Hashabat Hazé”. (8)

204
Capítulo 188: Párrafos que se aumentan en Bircat Hamazón

8. Si al menos tres personas comieron juntas en Shabat, por lo que


hicieron Zimún, si olvidaron decir “Retzé Vehajalitzenu”, aunque deben
decir de nuevo Bircat Hamazón, no es necesario que hagan Zimún otra
vez. (15)

Shabat y Rosh Jódesh

9. Cuando cae Rosh Jódesh o Yom Tob en Shabat, se dice primero


“Retzé Vehajalitzenu” y después “Yaalé Veyabó”. Si empezó “Yaalé
Veyabó” y se acordó antes de mencionar la ocasión del día que no
había dicho “Retzé”, es conveniente que anticipe las palabras “Et Yom
Hashabat Hazé Veet Yom…” y ya no debe decir posteriormente “Retzé
Vehajalitzenu”.

Si se acordó que no dijo “Retzé” después de mencionar la ocasión del


día, termina “Yaalé Veyabó” y luego dice “Retzé Vehajalitzenu”. (4)

10. Si en Rosh Jódesh no dijo “Yaalé Veyabó” y se dio cuenta antes


de empezar la cuarta bendición, debe aumentar ahí la bendición de
“Baruj Asher Natán Rashé Jodashim Leamó Israel Lezikarón”. Si ya
había comenzado la cuarta bendición, lo agrega en los párrafos de
“Harajamán” (9)

11. Si después de haber dicho Bircat Hamazón por la comida de la


mañana de Shabat, volvió a comer pan y en Bircat Hamazón olvido
decir “Retzé”, no repite. (13)

12. La mujer debe proceder de igual manera como se expuso en los


incisos anteriores. La única diferencia es que si durante Seudá Shelishit,
una mujer olvidó decir “Retzé” y se percató de su error al final de la
tercera bendición, no debe agregar ahí la bendición de “Asher Natán
Shabatot”. (14)

205
Capítulo 188: Párrafos que se aumentan en Bircat Hamazón

Yom Tob y Jol Hamoed

13. Quien no dijo “Yaalé Veyabó” en Yom Tob, y se percató de su falta


cuando dijo “Baruj Atá Ado-nay” de la tercera bendición, debe decir
“Lamedeni Jukeja”, decir “Yaalé Veyabó” y continuar con la bendición
de “Boné Yerushalaim”. Si se acordó después de haber dicho “Baruj
Atá Ado-nay Elohenu Mélej Haolam” de la cuarta bendición, continúa
diciendo “Asher Natán Yamim Tobim Leamó Israel Lesasón Ulsimjá, Et
Yom… Et Yom Mikrá Kódesh Hazé, Baruj Atá Ado-nay Mekadesh Israel
Vehazemanim.”

Si se dio cuenta después de decir la palabra “Laad”, no repite, a


excepción de la primera noche de Pésaj o Sucot, donde repite Bircat
Hamazón desde el principio. (10)

14. Lo anterior aplica de igual manera para la mujer, con la excepción


que si olvidó decir “Yaalé Veyabó” en la primera noche de Sucot no
debe repetir. (11)

Purim y Janucá

15. En Purim y Janucá se aumenta “Al Hanisim” en el Bircat Hamazón.


Si olvidó decirlo y ya pronunció el nombre de Hashem en la bendición
de “Al Haáretz”, no repie y tiene prohibido finalizar la bendición con
“Lamedeni Jukeja”.

Puede agregar en los párrafos de “Harajamán” lo siguiente: “Harajamán


Hu Yaasé Lanu Nisim Veniflaot, Kemó Sheasá Laabotenu Bayamim
Hahem Bazemán Hazé. Bimé…”. (18)

206
Capítulo 196: Z imún con los alimentos prohibidos

Capítulo 196

Z imún con alimentos prohibidos

2. Quien consume alimentos prohibidos, aunque su prohibición haya


sido establecida por nuestros sabios, no debe bendecir antes ni después
de comer. Esto es, incluso si come dichos alimentos por dictamen de
un doctor, no puede ser tomado en cuenta para hacer Zimún. (1,2)

3. Nuestros sabios prohibieron comer pan que fue elaborado con


leche o con grasa animal, ya que podría comerse con carne o leche,
según el caso. Por esto no se permite hacer Zimún con quien haya
comido este tipo de pan.

Cabe mencionar que si la estructura del pan de carne o leche es


diferente, de modo que se distingue que tiene carne o leche, se permite
comerlo. (3)

4. Según algunas opiniones, si tres personas comieron pan juntos,


dos de ellos con alimentos de carne y uno de ellos con productos
lácteos, sólo el que comió lácteos puede hacer Zimún, ya que podría
comer carme posteriormente. Esto se debe a que el Zimún debe crear
una asociación entre los comensales para poder llevarse a cabo. (4)

5. Si al menos siete personas comieron pan y otros tres comieron


verdura, se permite agregar “Elo-henu” al Zimún que hagan. (5)

6. Cuando dos personas comieron pan y un tercero comió al menos


27 gramos de fruta o verdura, se permite que hagan Zimún. (6)

207
Capítulo 198: No comió con los que hacen Z imún

Capítulo 198

No comió con los que hacen Z imún

1. Si entra a una estancia en el momento que otros están haciendo


Zimún y escucha cuando el Mezamén dice “Nebarej Sheajalnu
Misheló”, debe contestar “Baruj Umboraj Shemó Tamid Leolam Vaed”.
Cuando hay más de diez comensales se aumenta “Baruj Elo-henu
Shemó Tamid Leolam Vaed”.

No obstante, si cuando entró escuchó cuando los comensales


respondían “Baruj Sheajalnu Misheló Ubtubó Jayinu”, sólo contesta
Amén. (1)

2. Quien se encontraba con los comensales durante la comida, pero


no comió con ellos, debe responder al Zimún como se mencionó en
el inciso anterior. No obstante, si comió arroz, guisado, o cualquier
alimento, debe responder como los demás. (1)

3. Si dos personas comieron juntas pan e hicieron Maim Ajaronim y


llega un tercero y come pan, no pueden hacer Zimún. Asimismo, no
está permitido que continúen comiendo pan en conjunto con el tercero
para poder hacer Zimún, ya que los primeros no tienen permitido
seguir comiendo hasta decir Bircat Hamazón, debido a que hicieron
Maim Ajaronim. (2)

208
Capítulo 199: ¿Quién debe hacer Z imún?

Capítulo 199

¿Quién debe hacer Z imún?

1. Si tres personas comieron pan juntos, deben hacer Zimún aunque


uno de ellos sea un ignorante de la Torá. (1)

2. Las siguientes personas no se toman en cuenta para hacer Zimún:


quien públicamente no cuida Shabat, un gentil, un converso que no se
ha introducido en la Tebilá, quien no tiene fe en la Torá oral y un Onén
en días de semana. (1,2,3,4)

3. Las mujeres no deben hacer Zimún junto con hombres. Si tres


mujeres comieron pan juntas, pueden hacer Zimún, aunque según
algunas opiniones hoy en día no se acostumbra hacerlo. Si ellas escuchan
Zimún de los hombres, deben responder, incluso mencionando “Elo-
henu” cuando son diez hombres. (5)

4. Un niño de cinco años o menor, no se toma en cuenta para hacer


Zimún. Los Sefaradim permiten hacer Zimún con un niño de seis años
o más que comió con ellos, pero no se puede tomar en cuenta a más
de un niño. Los Ashkenazim no hacen Zimún con niños hasta cumplir
los trece años. (6)

209
Capítulo 200: Z imún mientras come

Capítulo 200

Z imún mientras come

1. Si tres personas comen juntas y dos de ellos terminaron de comer


y desean hacer Zimún, el tercero debe interrumpir su comida para
responder. En caso del que el tercero no quiera interrumpir su alimento,
aun así los otros dos pueden hacer Zimún.

Cuando uno de los tres terminó de comer, no puede obligar a los otros
a interrumpir su alimento para responder al Zimún y no podrá recitar
el Bircat Hamazón hasta hacer Zimún. Si no quisieron interrumpir y el
tercero hizo Zimún, no tiene validez. (1)

2. Cuando no ha terminado de comer y otros quieren hacer Zimún,


debe interrumpir su alimento para hacer Zimún todos juntos. Los
Sefaradim tienen permitido continuar comiendo después de responder
“Baruj Sheajalnu Misheló Ubtubó Jayinu”. Por otro lado, los Ashkenazim
habitúan dejar de comer hasta que el Mezamén termine la primera
bendición del Bircat Hamazón. (2)

3. Quien tendrá que salir apresuradamente de manera que no podrá


esperarse hasta el final de la comida y va a comer junto con más de
diez personas, debe tener en mente al comenzar la comida que no
comerá en conjunto con los demás, sino de manera independiente,
aunque esté sentado con ellos. De esta manera, podrá recitar Bircat
Hamazón sin hacer Zimún. Además, es apropiado que comience a
comer un poco después que los demás.

No obstante, lo ideal sería que se espere a hacer Zimún. (3)

210
Capítulo 201: ¿Quién dice Z imún?

Capítulo 201

¿Quién dice Z imún?

1. El Cohén tiene prioridad para decir Zimún, salvo en caso de haber


un Talmid Jajam presente. Si el Talmid Jajam lo desea, puede honrar
al Cohén para hacer Zimún de vez en cuando. Cuando el Cohén es
Talmid Jajam, es Mitzvá darle prioridad. (1)

211
Capítulo 202: La secuencia de las bendiciones

Capítulo 202

La secuencia de las

bendiciones

N Nuestros Sabios establecieron varias bendiciones correspon-


dientes a distintos alimentos (aunque la bendición de Boré
Miné Mesonot, “Bendito D-os, que creó la diversidad de ali-
mentos”, la cual pudiera fácilmente abarcar a todo lo que comamos,
pues casi todo se considera alimento), hay algunas más particulares,
como sobre las frutas, verduras, líquidos, etc. Y las razones de que se
especificaran las bendiciones son dos, una relativamente evidente y
otra más profunda.

Respecto a la primera, escribe el Maguén Abraham: “Para aumentar el


honor de nuestro Rey D-os, no le agradecemos únicamente de forma
general, sino también de manera detallada” (302:1). Vemos la aplica-
ción de este concepto en nuestra vida cotidiana: cuando damos un
regalo, el cual nos costó el esfuerzo de ir a comprarlo, pagarlo, pedir
que lo envuelvan, e incluso escribimos una nota de felicitación, lo que
quizá recibimos de la otra persona es sólo una frase corta que dice:
“Gracias por el obsequio”. Aunque esto nos resulte agradable, nunca

212
Capítulo 202: La secuencia de las bendiciones

es igual si nos dijeran: “¡Gracias por el obsequio! ¡Qué bonita envoltu-


ra! Además, ¡el moño estaba precioso! Y ni hablar de la nota… ¡Qué
hermosas palabras!”. Obviamente, se nos aumenta el honor al detallar.
La otra explicación está basada en algo asombroso que leí en el libro
Perí Tzadik (Tu Bishbat 1). El autor, Rabí Itzjak HaCohén de Dublín,
habla de cómo, con base en los versículos, era el alimento humano en
el momento de la Creación y los cambios que se generaron posterior-
mente. Si aumentamos a sus palabras un poco más de conceptos, creo
que el resultado es significativo para entender la bendición de Boré Perí
HaEtz sobre la fruta, Adamá sobre las verduras y Sheakol sobre carne,
pescado y agua, etcétera.

El versículo dice: “Y creó D-os al hombre…”. Y obviamente, D-os se


preocupó por su alimento; por tanto, dice luego: “Y plantó D-os un jar-
dín en Edén y ahí puso al ser humano”. El término plantó en hebreo se
usa solamente para referirse a árboles, e incluso la orden fue muy clara:
“De todo árbol del jardín comerás…”. Es decir, la dieta del primer ser
humano no incluía verduras, hierbas, granos, carnes o pescado. Toda
la parte que comprendía la verdura y la hierba del campo se otorgó a
los animales, como dijo D-os: “Te he creado a ti y a los animales, y les
he dado la fruta del árbol y la hierba del campo”. En otras palabras, la
vegetación de abajo para el animal y la fruta del árbol para el humano.
Pero después de pecar al comer del Árbol del Conocimiento del Bien
y del Mal, dijo D-os al ser humano: “Y a partir de ahora comerás de la
hierba del campo…”. Sobre esto dice la Guemará: “Cuando escuchó
Adam que a partir de ese momento se alimentaría también de hierbas,
granos y verduras, como el animal, empezó a llorar y dijo a D-os:
‘¿Acaso yo y mi burro comeremos del mismo pesebre?’”, a lo que con-
testó D-os: “Con el sudor de tu frente comerás el pan” (Pesajim 118a).

Esto nos da a entender que el pan era un árbol; de hecho, la Guemará


indica que el trigo no crecía como lo conocemos hoy, sino que era un
árbol cuyos granos eran grandes y con el agua fermentaban y con el
sol se calentaban para formar pan (hasta la fecha existe una especie ar-
bórea conocida como “árbol del pan”, y su fruto incluso tiene el sabor
del pan). Por tanto, después del pecado, dijo D-os a Adam: “Quizá tu
burro comerá las espigas, pero tú con tu sudor, después de un laborio-
so proceso de sembrar, cosechar, amasar, hornear, volverás a obtener
el mismo pan que crecía en el árbol. Pero, mientras tanto, será el pan
Lejem Min HaAretz, pan de la tierra” (Berajot 40a).

213
Capítulo 202: La secuencia de las bendiciones

Y aclararon nuestros Sabios que, cuando llegue la era posmesiánica


volverán todos los árboles no frutales a dar fruto, frase que tal vez nos
indica que todas las verduras provenían de árboles y, al bajar a la tierra,
quedaron éstos sin fruto, cosa que se restaurará con la venida del Mas-
híaj (que sea pronto en nuestros días). Y en otro lugar dicen nuestros
Sabios que volverá el pan a salir de los árboles.

Para complementar este rompecabezas, necesitamos un dato más. Di-


cen nuestros Sabios que, hasta el diluvio, el ser humano era vegetaria-
no, ya que no se le dio el permiso de alimentarse del reino animal, y
sólo cuando salió Nóaj del Arca le dijo D-os: “Te doy el permiso de
comer de animal”.

De todo esto obtenemos la siguiente imagen: el alimento original fue


fruta; después se anexaron hierbas, verduras y granos; y posteriormen-
te, carnes y pescado. Y quizá por esto, me parece, se establecieron
las tres variantes de bendiciones: sobre la fruta del árbol bendecimos
con Boré Perí HaEtz; otra bendición se estableció para el fruto de la
tierra, las hierbas y los granos, Boré Perí HaAdamá, debido al permiso
posterior de ser ingeridos. Y por último, se estableció la bendición de
Sheakol Nihiyá Bidbaró sobre pescado, carnes y sus derivados, como
leche, huevos y miel, debido también a la autorización posterior (y tal
vez en esta bendición se incluyó también el agua, para recordar que
este permiso se dio únicamente después del diluvio).

Incluso cuando observamos el orden de las bendiciones, vemos que si


tenemos delante de nosotros fruta, verdura y agua, debemos empezar
con la bendición de Boré Perí HaEtz sobre el árbol, para luego pasar
a Bore Perí HaAdamá, la de la tierra; y al final, la de Sheakol Nihiyá
Bidbaró, para carne y pescado, tal vez a fin de justamente indicarnos
la secuencia en que se dieron las autorizaciones para ingerir cada uno
de los tipos de alimentos.

De tal forma, lo que vemos es que la fruta del árbol y su bendición


tiene una importancia mayor, debido tanto a su pasado en el Paraíso
como a su futuro en la época posMashíaj.

214
Capítulo 202: Bendición por frutos del árbol

Capítulo 202

Bendición por frutos del árbol

1. La persona está obligada a decir cien bendiciones al día, empezando


el conteo de puesta a puesta de sol. (1)

2. Antes de comer cualquier fruto que crece del árbol, se bendice


“Boré Perí Haetz”. Siempre es mejor decir una bendición específica,
ya que es más significativa, por lo tanto, no debe bendecir “Boré Perí
Haadamá”. (2)

3. Al bendecir “Boré Perí Haguefen, Haetz o Haadamá” debe


pronunciar “Perí” y no “Ferí”. (Capítulo 204,25)

4. Cuando no está seguro qué bendición decir por cierta fruta, como
por el plátano o la papaya, no bendice “Sheahacol Nihiyá Bidbaró”,
sino “Boré Perí Haadamá”. Si tiene además, una fruta que está seguro
que su bendición es “Boré Perí Haadamá”, bendice primero por ella.
Si cuenta con una fruta que su bendición es “Boré Perí Haetz”, cuando
bendiga por ella debe tener en mente no exentar al plátano o la papaya
de su bendición para poder bendecir por ellos posteriormente “Boré
Perí Haadamá”. Cuando no pensó en no exentar al plátano o la papaya,
debe únicamente pensar la bendición antes de comerlo. (4, 5, 20)

5. Debido a que existen dudas sobre la bendición del azúcar de


caña, si tiene azúcar y además una fruta, debe bendecir primero por
la fruta concentrándose en no exentar al azúcar de su bendición para
posteriormente bendecir por él “Shehacol Nihiyá Bidbaró”, ya que en
la práctica es la bendición que se debe hacer. (20)

215
Capítulo 202: Bendición por frutos del árbol

6. Lo mismo sucede cuando va a comer arroz cocido, ya que se discute


si se debe bendecir “Boré Miné Mezonot” o “Boré Perí Haadamá”,
si comerá primero una verdura bendice “Boré Perí Haadamá” por la
verdura pensando en no exentar el arroz, y luego bendice “Boré Miné
Mezonot”. Cuando las verduras y el arroz están revueltos, y lo principal
para él es el arroz, únicamente bendice “Boré Miné Mezonot”. (6)

7. Cualquier fruta del árbol que no ha madurado y es posible comerla


con dificultad, se bendice “Boré Perí Haetz”. Cuando estas son higo,
granada, uva o dátil, al final debe decir la bendición de “Meén Shalosh”.
(8)

7. La bendición que se dice por frutos del árbol varía según lo siguiente:

• Si se come crudo y cocido, debe bendecir “Boré Perí Haetz” en las


dos formas.

• Cuando su sabor es mejor crudo, debe decir “Boré Perí Haetz” si lo


come crudo, y “Shehacol Nihiyá Bidbaró” si lo come cocido.

• Si su sabor es mejor cocido, “Boré Perí Haetz” si lo come cocido,


“Shehacol Nihiyá Bidbaró” si lo come crudo”.

• Cuando tiene duda si su sabor es mejor crudo o cocido, bendice


“Boré Perí Haetz” en las dos formas. (Capítulo 205,2)

8. Por mermelada hecha con cáscara de Etrog o de naranja, se bendice


“Shehacol Nihiyá Bidbaró”, ya que no es común comerla. Por el otro
lado, si la mermelada es elaborada con la cáscara blanca interior del
Etrog con azúcar, se acostumbra bendecir “Boré Perí Haetz”. (12)

9. Cualquier fruta o verdura que es cocida o cocinada y sigue


manteniendo su estructura original, debe decir su bendición original.
No obstante, si se disolvió en el agua hasta quedar líquido, debe decir
la bendición de “Shehacol Nihiyá Bidbaró”. (14)

10. Por comer nuez garapiñada, frita en miel, y nuez de la india se


bendice “Boré Perí Haetz”. (Capítulo 203,9; capítulo 204,17)

216
Capítulo 202: Bendición por frutos del árbol

11. Se bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por frutos de árboles


silvestres, como el piñón. Si bendijo “Boré Perí Haetz” tiene en quien
apoyarse. (Capítulo 203,11)

12. Cualquier fruta o verdura triturada, debe decir su bendición


original y si come más de 27 gramos, posteriormente debe bendecir
Meén Shalosh. En cambio, los Ashkenazim acostumbran bendecir
“Boré Perí Haadamá”.

Si bendijo “Shehacol Nihiyá Bidbaró”, no debe repetir. (21,22)

13. Para comer rollitos de fruta (tipo amardín) se acostumbra bendecir


“Shehacol Nihiyá Bidbaró”, ya que su nombre ha cambiado y se le
agregaron otros ingredientes. (23)

14. Se bendice “Boré Perí Haetz” por comer tuna y si es la primera vez
que lo come en el transcurso del año, bendice también “Shehejeyanu”.
(25)

15. Si mastica una naranja para extraer su jugo y luego tira el


fruto, bendice “Boré Perí Haetz” previamente y “Boré Nefashot”
posteriormente. (Capítulo 207,10)

16. Sobre el limón se bendice:

• Boré Perí Haetz, si no se puede comer por sí solo, en caso de


agregarle azúcar.

• Shehacol Nihiyá Bidbaró, si no es tan amargo y puede comerse


difícilmente.

• Si es tan agrio que no es posible comerse, no debe bendecir. (27,28)

Uvas y Vino

17. Sobre las uvas se bendice:

• Boré Perí Haetz, cuando están maduras.

217
Capítulo 202: Bendición por frutos del árbol

• Boré Perí Haadamá, si no han madurado. Si come más de 27 gramos


no dice la bendición posterior.

• No bendice si son amargas y no comestibles. (7, capítulo 207,12)

18. De preferencia no debe comer 27 gramos de uvas que aún no


han madurado y fueron cocinadas hasta hacerlas comestibles. En caso
de haberlo hecho, no debe decir posteriormente ninguna bendición. (9)

19. Por el vino o jugo de uva bendice previamente “Boré Perí


Haguefen” incluso si fue elaborado con uvas secas sin semillas, siempre
y cuando la mayoría sea vino. Asimismo, posteriormente bendice “Al
Haguefen Veal Perí Haguefen”. (2,16, Capítulo 208,20)

20. Si dijo “Boré Perí Haguefen” por el vino y quiere comer uvas,
bendice “Boré Perí Haetz” por ellas. La bendición final es “Meén
Shalosh” diciendo: “Al Haguefen Veal Haetz…”. (Capítulo 208 23,34)

21. Quien hirvió pasas de uva hasta que el agua tuvo sabor a vino,
bendice “Boré Perí Haguefen”. (16)

22. Pasas que se dejan remojar en agua para hacer vino, deben
remojarse por setenta y dos horas para poder bendecir “Boré Perí
Haguefen” y “Meén Shalosh”. Por menos tiempo, si el agua recibió
sabor de vino, puede apoyarse en algunas opiniones y bendecir “Boré
Perí Haguefen”. (16)

23. En cualquiera de los casos anteriores, es necesario retirar las


pasas o los residuos del líquido para que el líquido sea considerado
vino, tanto para poder bendecir como para el concepto de Yaín Nésej,
queda prohibido beber vino que tuvo contacto con un gentil. (16)

24. Para beber extracto de uvas solidificado mediante sustancias


para conservar su sabor, se bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró” y no se
bendice posteriormente. (17)

25. La costumbre es bendecir “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por


aguardiente y coñac. Si bendijo “Boré Perí Haguefen” por aguardiente
o coñac elaborados de vino, no debe bendecir de nuevo. Sin embargo,

218
Capítulo 202: Bendición por frutos del árbol

si fueron elaborados de algarrobo o similares, bendice de nuevo


“Shehacol Nihiyá Bidbaró”. (18)

26. Por un vino que en su mayoría es agua, los Sefaradim bendicen


“Shehacol Nihiyá Bidbaró”, y no se hace Kidush con él. Si escucha
Kidush de un Ashkenazí con ese vino, cumple con su obligación. Por
lo tanto, es muy importante investigar sobre la supervisión los vinos.
(Capítulo 204,8).

27. Cuando la persona se sienta a beber vino formalmente, exenta a


los demás líquidos, aun que primero haya tomado 81 mililitros de agua
y luego vino. (Capítulo 208,36)

28. Es correcto que aquel que va a beber vino y quiere bendecir a


los presentes diciendo Lejaim, primero bendiga “Boré Perí Haguefen”,
pruebe de su vino y luego diga Lejaim. (Capítulo 223, 29)

Líquidos o bebidas de frutas

29. Quien bebe el líquido de cualquier fruta o verdura, sin importar


si lo exprimió o salió solo, bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”. Por lo
tanto si bebe el jugo del melón, bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”.
(13)

30. Por agua de coco se bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”, si dijo


“Boré Perí Haetz” no repite. Si primero come el coco, no debe bendecir
por el agua de coco que beberá después. (Capítulo 204,5)

31. Sobre el café, té y cerveza se bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”.


Por beber café en polvo o disuelto en agua dice “Shehacol Nihiyá
Bidbaró”, si por error dijo sobre el café “Boré Perí Haetz” no repite.
Si tomará café y frutas, bendice primero por el café “Shehacol Nihiyá
Bidbaró” teniendo en mente no exentar a la fruta. (Capítulo 204, 15)

219
Capítulo 202: Bendición por frutos del árbol

32. Se bendice “Boré Perí Haadamá” por comer sopa de verdura


espesa. (Capítulo 205, 4)

33. No se bendice por beber aceite de oliva, ya que daña algunas


áreas del cuerpo. Por otro lado, si tiene gusto de comer cierto alimento,
debe bendecir por él aunque personalmente le afecte la salud. (19)

34. Aunque según algunas opiniones beber agua al despertar afecta


la salud, si está sediento debe bendecir previamente “Shehacol Nihiyá
Bidbaró”. Si tomó más de 81 mililitros, tiene que bendecir posteriormente
“Boré Nefashot”. (29, capítulo 204,9)

35. Quien bebe agua sin estar sediento, no bendice al principio ni al


final. Por ejemplo, si se le atoró algún alimento en la garganta o antes
de un ayuno para no estar sediento.

No obstante, por tomar cualquier otra bebida como jugo o cerveza,


debe bendecir “Shehacol Nihiyá Bidbaró” aun si no está sediento, ya
que tiene satisfacción de su sabor. (Capítulo 204, 9)

220
Capítulo 203: Frutas y verduras

Capítulo 203

Frutas y verduras

L os vegetales se dividen en dos: frutas y verduras, y a cada una se


le da la bendición que le corresponde. Sin embargo, ¿cómo se
define, para fines de Halajá, qué es fruta y qué es verdura? Sor-
prendentemente, no todo lo que el mundo llama fruta la Halajá lo ve
como tal; por ejemplo, la papaya, la banana, la piña. Así que, ¿cuál es
el criterio?

Para esto aparecen tres opiniones de grandes legisladores de la Halajá:


• De acuerdo con el Rosh, todo vegetal que se planta cada año se
llama verdura. Pero la planta cuya raíz queda de año en año y no re-
quiere ser plantada de nuevo se considera árbol.

• Los Gueonim opinan que la planta que soporta el invierno se consi-


dera árbol, pero si su tronco se marchita en esa época del año, aunque
queden sus raíces, se considera verdura.

• Rashí señala que, si la rama de la cual sale la fruta queda después de


arrancar ésta, se considera árbol. Pero cuando se desperdicia la rama,
y no crece sobre la misma otra fruta, se considera verdura.

221
Capítulo 203: Frutas y verduras

La diferencia entre estas opiniones se da, por ejemplo, en el caso de


la banana y la piña, cuyo tronco se marchita en el invierno, pero sus
raíces quedan y vuelven cada año a sacar un nuevo tronco y ramas, en
las cuales crece la siguiente fruta. Conforme a la primera opinión, la del
Rosh, aún se consideran árboles, ya que no hace falta volver a plantar-
los y, por tanto, la bendición sería HaEtz. Sin embargo, conforme a las
otras dos opiniones, se consideran verduras.

Respecto a la papaya, también en su caso se despertó una duda muy


grande sobre cómo bendecir, debido a que su tronco sí soporta algu-
nos años de cosecha consecutiva. Pero el tronco es hueco, como un
tallo grueso, y ya en su primer año da fruto, como las verduras.

Debido a las dudas en cuanto a estos alimentos y los parecidos a ellos,


sobre si bendecir HaEtz o HaAdamá, la Halajá concluye que se bendi-
ga con HaAdamá, como dice la Guemará: “Si dijo la persona sobre las
verduras Bore Perí HaEtz, no sirvió. Pero si dijo sobre los frutos Boré
Perí HaAdamá, también se considera que cumplió”, debido a que tam-
bién el árbol sale de la tierra. Por tanto, no mintió (Berajot 41a).

De cualquier forma, las frutas y verduras que comemos se dividen en


varias categorías, que pueden hacer alusión a los cuatro tipos de per-
sona en que podríamos convertirnos conductualmente. Hay frutas que
poseen la “basura” por afuera, es decir, la cáscara, como el coco, la ba-
nana, etc.; otros la tienen adentro: los huesos de semilla, como el dátil,
la aceituna, etc.; otros la tienen adentro y afuera, como el aguacate, el
mamey, etc.; y los últimos son los que están libres de esa basura, como
la uva o la fresa.

Así son las personas: algunas aparentan ser muy buenas y “listas para
comerlas”. Pero cuando se les conoce a fondo, se descubre que hay en
su interior un “gran hueso”, y bien duro. Otras aparentan ser negativas,
pero apenas “se les pela la cáscara”, la primera impresión negativa que
dan desaparece y se descubre una gran persona, “madura y rica”. Y
que D-os nos libre de aquellas cuya basura las envuelve por dentro y
por fuera. Y ojalá que Él nos ayude y logremos parecernos a las frutas
limpias, puras por dentro y por fuera.

222
Capítulo 203: La bendición por la verdura

Capítulo 203

La bendición por la verdura

1. La bendición que se dice por comer verduras es “Boré Perí


Haadamá”, aun si esta fue cultivada en una maceta no perforada. (1)

2. Se dice “Boré Perí Haadamá” por comer fresa, plátano, papaya,


berenjena, papa y jitomate. Si dijo “Boré Perí Haetz” por el plátano, no
debe repetir. (2,3,4,10,12)

3. Por comer palomitas de maíz, trigo inflado, rosas cocidas en miel


o botanas de maíz inflado como Bamba bendice “Boré Perí Haadamá”,
aunque algunos acostumbran decir “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por el
Bamba. (5,6,7)

4. Por palanquetas de ajonjolí o de cacahuate unidos con miel o


azúcar, se dice “Boré Perí Haadamá”. Si la miel o el azúcar son mayoría
y la mezcla se elaboró cociéndola, como el caso de la Halva, se bendice
“Shehacol Nihiyá Bidbaró”, ya que cambió su aspecto, sabor y nombre.
(8)

5. Se bendice “Boré Perí Haadamá” por comer cereal crudo, asado


o hervido si sus granos están todavía enteros. No ha quedado resuelto
que se bendice posteriormente, por ello, es apropiado evitar comer 27
gramos en un lapso de siete minutos y medio. (Capítulo 208 8,9)

223
Capítulo 204: Aprovechando para agradecer

Capítulo 204

Aprovechando

para agradecer

S obre cada cosa que no crece en la tierra se dice la bendición de


Sheakol Nihiyá Bidbaró, “Bendito D-os, que creó todo (el mundo)
con Su palabra”. Como dice la Guemará: “Sobre lo que no crece
en la tierra, como carne de animal, aves, peces, leche, huevo, queso,
se dice Sheakol” (Berajot 40b). Y obviamente sobre el agua también.

Cabe preguntar: ¿por qué al tomar un vaso con agua debo bendecir
diciendo: “Que todo se hizo con Su Palabra”? ¿Qué tiene que ver toda
la Creación hecha mediante la Palabra Divina con mi vaso de agua?
Simplemente bastaría decir: “Bendito D-os, que hizo el agua”.

La respuesta se halla en una anécdota relatada sobre Rabí Itzjak de


Salant. Una vez entró a un restaurante costoso para pedir un vaso de
té. Se sentó y, al terminar de beberlo, se aproximó el mesero con la
cuenta, la cual le pareció excesiva. “¿Por qué tanto?”, preguntó al me-
sero. “Fue sólo un vaso con agua caliente y una bolsita de té. ¿Cuánto
puede costar eso?” El mesero, sorprendido ante la pregunta, contestó:
“¿Ves el mármol que pisas? Costó mucho dinero, al igual que todos los
muebles italianos. Ni hablar de lo que se paga aquí de electricidad.
Y me imagino que disfrutaste mucho del aire acondicionado, el cual

224
Capítulo 204: Aprovechando para agradecer

hizo agradable tu hora del té, al igual que el pianista que se halla en la
esquina animándote con sus melodías. En el pago por tu té se incluye
todo esto”.

Se levanto Rabí Itzjak y pagó al mesero lo indicado. Luego, con una


gran sonrisa en el rostro le dio una buena propina. El mesero le pregun-
tó: “No entiendo. ¿No querías pagar el costo del té y ahora me das esta
gran propina?”. “Así es”, dijo Rabí Salant. “Por ti he entendido el signi-
ficado profundo de la bendición de Sheakol que dije sobre este vaso
de té, ya que nunca entendí el porqué se involucra el agradecimiento
a D-os por todo lo creado por Él en mi vaso. Pero ahora sé que no le
agradezco sólo por el agua-té. Le doy gracias por la luz, el sol, la luna,
las estrellas sobre la tierra que me dio, aunque no sea de mármol; por
el aire natural y por los pajarillos que cantan para mí. Y porque todo
eso me hace más agradable beber mi té.”

Esta es la intención de la bendición de Sheakol: hacernos entender que


todo es de D-os. Y cuando decimos “todo” nos referimos a T-O-D-O,
tanto las cosas buenas como las que no lo son.

Relatan sobre el gran Rabino Yehoshúa Moshé Aaronson (1910-1994),


de la ciudad de Kolin, Polonia, quien sobreviviera a los campos de
la muerte de Auschwitz y Buchenwald que, una vez en pleno Holo-
causto, trajeron los nazis (cuyo nombre sea borrado) una olla de co-
mida caliente y la pusieron entre el grupo de todos los miembros de
la comunidad y se retiraron. Cuenta el Rabino: “Nos quedamos todos
observando la olla y nos cuestionamos: ‘¿Se podrá comer comida no
kasher debido al riesgo de vida?’. Supusimos que sí. Pero la pregunta
en realidad era: ¿qué berajá debía decirse, si es que había alguna? Por
una parte veíamos papas. Por otra, algo que parecía carne, pero había
mucho líquido y algunos granos. Sin embargo, sobre comida taref no se
dice berajá. Se aproximó un gran Rabino, se sirvió de la olla y con lá-
grimas en los ojos gritó: ‘¡Sheakol Nihiyá Bidbaró!’, a lo que todos con-
testamos, medio tartamudeando y murmurando: ‘¡Amén!’. Pero antes
de que empezáramos a comer, se dirigió el Rabino a la comunidad con
estas palabras: ‘No dije Sheakol por la comida, debido a que sobre lo
no kasher no se bendice. Lo que quise decir, y que todos lo escuchen y
lo entiendan, es que todo lo que estamos viviendo aquí, TODO HaKol
Nihiyá Bidbaró, se hizo porque Él dijo. Y como hijos y súbditos fieles,
debemos aceptar el decreto Divino’”.

225
Capítulo 204: Aprovechando para agradecer

Para cerrar estas palabras con algo agradable, dice la Mishná: “Aquel
que beba agua con sed bendecirá con Sheakol Nihiyá Bidbaró” (Bera-
jot 6:8). Explicó el gran cabalista Rabí Israel Abujatzira, mejor conocido
como el Baba Sali: “Es sabido que la Torá se comparó al agua, como
aprendieron nuestros Sabios del versículo: Kol Tzamé Le Hu LaMaim,
‘Cada hombre sediento, que tome de las aguas de la Torá’ (Ishayá 55:1).
Y dice la Mishná: ‘Bebe con sed las palabras de Torá’ (Pirké Abot 1:4),
ya que quien escucha palabras de Torá creyendo que está satisfecho y
no necesita más, no logra apreciar el estudio, asimilarlo ni recordarlo.
Por eso la condición es tener sed de Torá’”.

Por tanto, dice el Baba Sali, dando una explicación profunda a la Mish-
ná de Berajot: “El que toma agua con sed (es decir, el que estudia Torá
—bebe agua— con muchas ganas, humildad, apertura y disposición
—con sed—) bendice”. Es decir, a quien esa persona bendiga, D-os lo
cumplirá, ya que HaKol Nihiyá Bidbaró, “Todo se hará conforme a Sus
palabras de bendición”.

226
Capítulo 204: Bendición por los alimentos varios

Capítulo 204

Bendición por alimentos varios

1. Por cualquier alimento no procedente de la tierra, como carne,


pollo , huevo, leche, agua y similares, se bendice “Shehacol Nihiyá
Bidbaró”. Si bendijo “Boré Perí Haadamá”, debe bendecir de nuevo. (1)

2. se bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por albóndigas de carne


que contengan papa o por milanesa empanizada, aunque contengan
otros ingredientes, ya que lo esencial es la carne. (2)

3. Por champiñones y trufas se bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”, si


dijo “Boré Perí Haadamá” no repite. (3)

4. Se dice “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por el chocolate, si dijo “Boré


Perí Haetz” no repite. (6)

5. Por el chicle que tiene sabor, dice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”


aunque no lo ingiera. (21)

6. Por el cacahuate estilo japonés se dice “Boré Miné Mezonot”,


siendo lo mejor separar la cubierta del cacahuate, bendecir “Boré Miné
Mezonot” sobre la cubierta concentrándose en exentar al cacahuate.
(7)

7. Por comer almendras cubiertas de azúcar, lo mejor es romper la


cubierta y bendecir “Boré Perí Haetz”. Ya que es difícil, se habitúa
bendecir “Shehacol Nihiyá Bidbaró”, ya que lo esencial es la cubierta
de dulce. (7)

227
Capítulo 204: Bendición por los alimentos varios

8. Si va comer manzana cubierta de azúcar, bendice “Boré Perí Haetz”


por ser la manzana mayoría en relación a la cubierta de azúcar. (7)

9. Por fruta o verdura hidropónica, cultivada en agua, se bendice


“Shehacol Nihiyá Bidbaró”. Si bendijo “Boré Perí Haadamá” o “Boré
Perí Haetz”, no debe repetir. (4)

10. Por la fruta y verdura que se compra, se dice su bendición


particular, pues la mayoría no fue cultivada en agua y la regla es de
orientarse según la mayoría. (4)

11. Por el falafel elaborado de garbanzo molido, mezclados con trozos


de pan para darle consistencia, se bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”,
ya que perdió su nombre, su sabor, su figura, tiene otros condimentos
y es frito. (18)

12. Si toma huevo crudo para mejorar su voz, si no tiene provecho


al tomarlo, no debe bendecir. si tiene la más mínima satisfacción de
tomarlo, tiene permitido bendecir “Shehacol Nihiyá Bidbaró”, según las
opiniones que así sostienen. (19)

13. Quien come un huevo ligeramente cocido, siendo su consistencia


líquida, no debe bendecir posteriormente Boré Nefashot. (20)

14. Por un alimento guisado o frito, no horneado, elaborado de


trigo, cebada, centeno, espelta o avena, debe bendecir “Boré Miné
Mezonot” aunque coma más de 216 gramos y se sienta satisfecho.
Si dijo “Hamotzí Léjem Min Haáretz” bendice de nuevo. Asimismo,
debe bendecir posteriormente “Al Hamijyá”, si dijo Bircat Hamazón no
repite. (22)

228
Capítulo 204: Bendición por los alimentos varios

Medicinas y alimentos prohibidos

15. Si va tomar un medicamento con sabor desagradable, en caso


de estar enfermo, no necesita verificar que sea Kasher. No obstante,
si tiene buen sabor debe verificar que lo sea. Asimismo, si toma el
medicamente sin estar enfermo, únicamente para librarse de algún
dolor es preciso verificar que sí sea, aunque sepa amargo. (11)

16. Un enfermo que debe tomar una medicina con sabor


desagradable y posteriormente comerá un dulce para anular el sabor
del medicamento, es apropiado que antes de tomar el medicamento
bendiga “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por el dulce, lo pruebe, lo retire de
su boca y posteriormente tome el medicamente y el dulce. (11)

17. Cuando bebe agua o cualquier líquido para pasar un medicamento,


no debe bendecir por el agua. No obstante, si está sediento o disfruta
de la bebida, bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”, probar su bebida y
posteriormente tomar su medicamento. (11)

18. Únicamente debe bendecir “Shehacol Nihiyá Bidbaró” para tomar


una vitamina si ésta tiene un sabor agradable. (12)

19. Si un enfermo que su vida corre peligro debe comer alimentos


prohibidos por orden médica, no debe bendecir por comerlos.
No obstante, si el alimento es Kasher, aunque debe comerlo en un
momento prohibido, debe bendecir antes y después de comerlo. (13)

20. Quien el doctor le prohibió comer ciertos alimentos y de igual


manera los ingiere, bendice por ellos ya que tiene satisfacción al
hacerlo. Por el otro lado, según algunas opiniones, si el alimento le
afecta la salud tan pronto lo coma, no debe bendecir. (Capítulo 202,
29)

229
Capítulo 205: Bendición por la verdura

21. Quien es obligado a comer o beber, no bendice previamente


aunque tenga satisfacción de su sabor. (14)

Capítulo 205

Bendición por la verdura

1. La bendición que se dice por verduras varía según lo siguiente:

• Si se come cruda y cocida, debe bendecir “Boré Perí Haadamá” en


las dos formas. (1)

• Cuando su sabor es mejor cruda, debe decir “Boré Perí Haadamá” si


la come cruda, y “Shehacol Nihiyá Bidbaró” si la come cocida. Si dijo
“Boré Perí Haadamá”, no debe repetir (1,7)

• Si su sabor es mejor cocida, “Boré Perí Haadamá” cuando así la come


y “Shehacol Nihiyá Bidbaró” cuando la come cruda. Si dijo “Boré Perí
Haadamá”, no debe repetir (1,7)

• Cuando tiene duda si su sabor es mejor cruda o cocida, bendice


“Boré Perí Haadamá” en las dos formas. (1)

2. Por comer verduras encurtidas en agua y vinagre o fritas en aceite


dice “Boré Perí Haadamá”. (6)

3. Cuando se hierven muchas frutas juntas, como el ponche de frutas,


si bebe solamente el líquido, bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”, si

230
Capítulo 205: Bendición por la verdura

come las frutas y éstas se reconocen, dice por cada una la bendición
correspondiente. (3)

4. Sopa de verduras:
Dice “Boré Perí Haadamá” cuando la sopa es espesa y la verdura
está disuelta o es líquida con pedazos de verdura. En este caso, no se
bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por el líquido.

Dice “Shehacol Nihiyá Bidbaró” cuando la sopa es líquida y no


contiene trozos de verdura, aunque se disolvieron. Si bendijo “Boré
Perí Haadamá”, no repite. (4)

5. Por la ensalada se bendice “Boré Perí Haadamá” aunque esté en


trozos pequeños. (5)

6. Por las pepitas de sandía o de girasol se bendice “Boré Perí Haadamá”.


Por semillas dulces de algunos frutos de la tierra, se acostumbró decir
“Shehacol Nihiyá Bidbaró”; quien bendice “Boré Perí Haadamá” tiene
permitido hacerlo. (Capítulo 202 10,11)

7. Por comer semillas amargas que las endulzó al pasarlas por fuego,
dice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”. Si dijo “Boré Perí Haadamá” no repite.
(8)

Capítulo 206

Interrupciones y equivocaciones

cuando bendice

1. Cuando bendice por un alimento, no debe interrumpir entre la


bendición y llevar el alimento a la boca, incluso no puede esperar

231
Capítulo 206: Interrupciones y equivocaciones cuando bendice

en silencio o contestar “Amén” a una bendición de otra persona. Si


respondió, no repite la bendición, pero si dijo otra palabra, debe repetir.
(5,10)

2. Al llevar el alimento a su boca después de bendecir, es preferible


no hablar hasta ingerirlo. Si habló antes, no es necesario que repita
si ya percibió su sabor. Al percibir el sabor, puede contestar Kadish
o Kedushá antes de ingerirlo. Si ya está por ingerirlo y se le dificulta
responder, basta con pensar y escuchar el Kadish o Kedushá. (8,9)

3. Antes de bendecir para comer algún alimento debe revisar que no


esté agusanado. Si bendijo sin revisarlo, debe hacerlo aunque le lleve
tiempo hacerlo. (6)

4. Al tomar té o café caliente, debe enfriarlo antes de bendecir por


éste. Quien bendijo y antes de probarlo le sopló, no debe bendecir de
nuevo, aunque tardó intentando enfriarlo tanto tiempo como el que le
llevaría bendecir de nuevo. (7)

5. Si bendijo por un alimento que sostenía en su mano y se cayó


antes de que pudiera probarlo, de manera que ya no puede comerlo, si
consigue otro alimento debe bendecir de nuevo, incluso si el alimento
que va comer se encontraba delante de él cuando bendijo por el
primero. (17)

6. Cuando después de bendecir por cierto aliento, antes de comerlo


se dio cuenta que se prohíbe comerlo por la Torá, no debe probarlo.
No obstante, si la prohibición es de nuestros sabios, como por ejemplo,
cuando bendijo por un alimento durante un ayuno público, antes
de hacer Habdalá o bendijo por un producto lácteo antes de haber
trascurrido seis horas de que comió carne, debe probar un poco del
alimento para que la bendición no sea en vano. (20)

7. Si bendijo “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por el té y antes de probarlo


le cambiaron la taza por otra que tiene té con azúcar, debe bendecir
de nuevo. (18)

8. Cuando bendice por un alimento, es preferible que se concentre en


exentar a todos los alimentos por los que se diga la misma bendición,

232
Capítulo 206: Interrupciones y equivocaciones cuando bendice

de esta manera podrá ingerirlos sin bendecir de nuevo. Si no procedió


de este modo y trajeron más alimentos, no debe bendecir por ellos
aunque pensó dejar de comer. Con más razón si es invitado en otra
casa, ya que está consciente que en todo momento podrían ofrecerle
más comida. (22)

9. Cuando después de comer y beber va decir Boré Nefashot y sólo


pensó en exentar la bebida, de cualquier manera no debe bendecir
Boré Nefashot de nuevo por el alimento. (24)

Equivocaciones en la bendición

10. En los siguientes casos no debe bendecir de nuevo:

• Si bendijo por el vino “Boré Perí Haetz”, “Boré Perí Haadamá” o


“Boré Miné Mezonot” (26)

• Quien bendijo “Boré Perí Haguefen” por uvas (Capítulo 208,35)

• Si comió uvas y bendijo posteriormente “Al Haguefen” en vez de “Al


Haetz” (Capítulo 208, 35)

• Cuando dijo “Hamotzí Léjem Min Haáretz” por un pastel que su


bendición era “Boré Miné Mezonot” (26)

• Si bendijo por el pan “Boré Perí Haadamá” o “Boré Miné Mezonot” (25)

• Quien bendijo “Boré Miné Mezonot” por cualquier alimento, incluso


por un jugo. (27)

• Quien bendijo “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por cualquier alimento (3)

11. Quien dijo “Boré Perí Haadamá” en vez de “Boré Perí Haetz” por
una fruta del árbol, no debe repetir. Si va comer otras frutas del árbol,
no debe bendecir por ellos. (1)

233
Capítulo 206: Interrupciones y equivocaciones cuando bendice

12. Quien dijo “Boré Perí Haetz” en vez de “Boré Perí Haadamá”
por una fruta de la tierra, repite la bendición, a menos que la corrigió
antes de que pasen dos segundos. (1)

13. Cuando bendijo “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por una fruta de árbol
y quiere beber agua que estaba ya frente a él, no necesita bendecir de
nuevo. (3)

14. Quien dijo “Boré Nefashot” en vez de “Shehacol Nihiyá Bidbaró”


al beber agua, no debe repetir. En este caso, únicamente debe pensar
la bendición de “Shehacol Nihiyá Bidbaró” para continuar bebiendo. (4)

15. Si bendijo por el pan “Boré Perí Haetz”, es necesario que repita
la bendición. (25)

16. Quien dijo Al Hamijyá después de comer arroz, Bircat Hamazón


cuando tenía que decir Al Hamijyá o Al Hamijyá en vez de Al Haetz o
Al Haguefen, no debe repetir. (Capítulo 208 15,16,20,23)

Duda en la bendición

17. Quien se dispone a comer un fruto que desconoce si se bendice


“Boré Perí Haadamá” o “Boré Perí Haetz” y no le es posible resolver
su duda, debe bendecir “Boré Perí Haadamá”. Si dijo “Shehacol Nihiyá
Bidbaró” no bendice de nuevo. (2)

18. Por alimentos que no crecen de la tierra y desconoce su bendición,


bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”. (2)

19. Cuando comió una fruta que desconoce si su bendición posterior


es “Boré Nefashot” o Meén Shalosh, no debe bendecir “Boré Nefashot”.
Asimismo, si no conoce la bendición de Meén Shalosh, no debe decir
“Boré Nefashot” en su lugar.

234
Capítulo 206: Interrupciones y equivocaciones cuando bendice

Si por error dijo “Boré Nefashot” en vez de Meén Shalosh, no debe


repetir. (Capítulo 208 3,4)

Al pronunciar la bendición

20. No es necesario decir las bendiciones por los alimentos ni “Boré


Nefashot” después de comer, estando sentado. (Capítulo 208,38)

21. Quien no sabe bendecir en idioma hebreo, puede bendecir en el


idioma que conoce. (13)

22. No se puede bendecir estando desnudo, incluso si lleva una


bata mientas su corazón tenga “vista directa” a su órgano sexual, es
decir, que no tenga cinturón en su bata o que no lleve ropa interior. Por
ello, se permite bendecir en trajo de baño siempre y cuando tenga la
cabeza cubierta. (14)

23. Cuando bendice por cualquier alimento o aroma, debe


sostenerlo con su mano derecha. En tiempo de frío se permite sujetarlo
con guantes. (15)

24. Se permite bendecir “Shehacol Nihiyá Bidbaró” para beber agua


de un manantial cuando lo tiene frente a él. (21)

25. De preferencia debe bendecir en un tono de voz que alcance a


escucharse. Si no logró escucharse no debe repetir la bendición. No
obstante, si sólo la pensó, debe pensar “Baruj Shem Kebod Maljutó
Leolam Vaed” y luego bendecir pronunciando las palabras.

Si pensó en la bendición de Asher Yatzar, Meén Shalosh, Boré Nefashot,


Bircat Hamazón y Bircot Hashájar o Bircot Hatorá, no la debe repetir. (12)

26. La bendición de “Boré Perí Haguefen” sólo exenta a las bebidas.


Por lo tanto, si se sentó a comer y bendijo “Boré Perí Haguefen” al
principio para beber vino, debe bendecir “Shehacol Nihiyá Bidbaró”
por los alimentos. (28)

235
Capítulo 207: Antes y después

Capítulo 207

Antes y después

D e la misma forma que nuestros Sabios establecieron que debe


decirse una bendición antes de comer, también establecieron
decir otra después de ello. Rabí Akiva (en la Guemará de Be-
rajot 35a) lo aprende del versículo que dice: Kodesh Ilulim LaHashem,
“Comida sagrada debido a sus alabanzas a D-os”. Y por estar la palabra
“alabanzas” en plural, aprendió de ello Rabí Akiva que la comida debe
ir acompañada de dos alabanzas, una antes y una después.

Además de esta opinión, nuestros Sabios también nos aclaran que D-os
puso mucho énfasis en la bendición posterior a la comida, como se in-
dica en el versículo de: Veajalta Vesavata Huberajta…, “Y comerás, te
hartarás y posteriormente bendecirás a tu D-os, que te dio de todo lo
bueno” (Devarim 8:10),ya que, lamentablemente, cuando la persona
no tiene, se acerca a D-os a pedir, pero cuando Él la llena de abun-
dancia puede ella llegar a darle la espalda, por su soberbia, como se
queja D-os en el versículo: Shamanta Avita, “Al engordar, me pateaste”
(Devarim 35:15. Y traen nuestros Sabios el ejemplo de un hombre que
encontró un animal desnutrido, enfermo y débil. Él lo tomó, lo cuidó
y le dio de comer hasta que engordó y se hizo fuerte. Entonces pateó
a su amo, el cual dijo: “Si te hubiera dejado desnutrido, ¡hoy no me
patearías…!”.

Para no llegar nosotros a “hartarnos” y patear a nuestro Creador, ha-


gamos justamente lo contrario: después de comer, bendigamos y agra-
dezcamos a D-os.

Las bendiciones posteriores a la comida se dividen en tres clases: sobre


la comida con pan, decimos Bircat HaMazón; sobre las siete espe-

236
Capítulo 207: Antes y después

cies con que se bendijo la Tierra de Israel (trigo, cebada, viña, higo,
granada, aceituna y dátil), se dice la bendición conocida como Meen
Shalosh; y sobre lo demás se bendice con el texto de Boré Nefashot.

Esta última bendición comienza con las palabras: “Bendito D-os… que
creó a las criaturas y sus faltantes…”. Es decir, reconocemos ante D-os
que el hecho de que nos falten cosas en la vida no es una maldición,
sino lo contrario, pues a quien no le falta nada puede llegar a sentirse
autosuficiente y no necesitar de D-os, e incluso puede llegar a “patear”,
como vimos en varias partes de la historia humana narrada en la Torá:

• Adam y Javá no carecían de nada en el Paraíso. Era un lugar maravi-


lloso, con sustento en abundancia, sin tener a quién envidiar ni celar.
Y en el sentido de larga vida tenían “todo el tiempo del mundo”. Sin
embargo, al sentir que tenían todo, empezaron a ver cómo podían
obtener lo prohibido, para que en su “todo” no faltara nada. Por eso
el castigo divino fue enfrentar dificultades en la vida: embarazo, parto,
manutención, salud, a fin de que la persona entendiera que el hecho
de tener todo es un regalo divino.

• Igual pasó en el desierto, donde, durante la travesía de los 40 años,


D-os llenó al Pueblo de Israel de milagros retirándoles la necesidad
de cualquier cosa: alimento por medio del man, el cual poseía todos
los sabores; agua mediante el pozo de Miriam, e incluso sombra por
las nubes de Anané Kavod. Y ni hablar de la protección divina, las
maravillosas clases de Torá de Moshé Rabenu y el caluroso abrazo de
Aharón HaCohén. De nuevo se dio que “tenerlo todo” causó rebeldías,
discusiones, actos de soberbia, etcétera.

• Sobre el versículo Vedí Zahav, “Y mucho oro…” (Devarim 1:1), dicen


nuestros Sabios: “Dijo Moshé a D-os: No te enojes por el becerro de
oro que hicieron. Eso fue debido al demasiado oro que hiciste mila-
grosamente que obtuvieran al salir de Egipto, las joyas que ordenaste
que solicitaran en préstamo de los egipcios y el oro que flotó de todos
los carros lujosos del rey Paró al momento de hundirse en el mar. Si
no fueras tan bueno, no hubieran dado con facilidad tanto oro para el
becerro” (Berajot 32a).

Es decir, en la vida D-os nos da abundancia y siempre anda “monito-


reando” nuestra soberbia o un sentimiento de independencia de Él. Sin
embargo, cuando ve que cuanto más nos da, más nos acercamos a Él,
no siente la necesidad de hacernos carecer de cosas para que clame-
mos a Él. Por tanto, a la hora en que un judío siente que le falta algo,
no siempre debe verlo como un castigo divino, sino como un llamado
de D-os diciéndole: “Acércate. Yo tengo lo que tú necesitas”.

237
Capítulo 207: Bendición posterior a los alimentos

Capítulo 207

Bendición posterior a los alimentos

1. La bendición de “Boré Nefashot” termina con “Baruj Jay Haolamim”,


sin mencionar el nombre de Hashem. Además, debe decir “Vejesronán”
y no “Vejesronam”, “Jay Haolamim” y no “Jey Haolamim”. (3,15)

2. Se dice “Boré Nefashot” después de comer 27 gramos de verduras,


frutas (excepto aceitunas, dátiles, uvas, higos y granadas) o cualquier
alimento que no crece de la tierra. Asimismo, dice “Boré Nefashot”
después de tomar 81 mililitros de cualquier bebida, excepto vino, de
un solo sorbo. (1)

3. Debe bendecir “Boré Nefashot” aún si no comió 27 gramos de un


mismo alimento. Es decir, si comió un total de 27 gramos entre pescado
y verduras o entre diferentes frutas, debe decir posteriormente “Boré
Nefashot”. (Capítulo 208 5,8)

4. Si comió 27 gramos o bebió 81 mililitros en un lapso mayor a siete


minutos y medio, no debe bendecir posteriormente. (2)

5. Quien después de comer frutos de árbol que no son aceitunas,


dátiles, uvas higos ni granadas, bendijo Meén Shalosh en lugar de “Boré
Nefashot”, no debe decir “Boré Nefashot”. (4)

6. Los Sefaradim no bendicen “Boré Nefashot” después de beber


té o café calientes, ya que lo bebe despacio en un lapso mayor al
tiempo que toma beber 81 mililitros de agua. Si el café se enfrió y
bebió 81 mililitros de una vez, no debe bendecir. Si el té se enfrió
y bebió 81 mililitros de una sola vez, debe bendecir posteriormente
“Boré Nefashot”.

238
Capítulo 207: Bendición posterior a los alimentos

Únicamente cuando está sediento, podría beber 81 mililitros de agua


para así bendecir “Boré Nefashot” y exentar al café que bebió.

Algunos Ashkenazim acostumbran bendecir “Boré Nefashot” por el


té o café que se bebe despacio, por lo que si escucha su bendición,
puede contestar Amén. (6)

7. La persona que bebe 81 mililitros de caldo de sopa caliente, no


dice “Boré Nefashot”. Si dejó que se enfríe y bebió 81 mililitros de
caldo de un sorbo en un vaso, bendice “Boré Nefashot”. (7)

8. Por beber 81 mililitros de yogurt o bebidas frías de una sola vez,


bendice posteriormente “Boré Nefashot”. Por bebidas extremadamente
frías o por helado, no debe bendecir posteriormente. (8)

9. Si sorbió 81 mililitros de jugo directamente de una fruta, debe


bendecir “Shehacol Nihiyá Bidbaró” previamente pero no debe
bendecir posteriormente. Asimismo, no se bendice “Boré Nefashot”
después de beber con popote (pajilla). (10)

10. Quien ingirió chocolate sin masticar, dejándolo en su boca a que


se derrita, no debe bendecir “Boré Nefashot” posteriormente, aun si
comió 27 gramos en menos de siete minutos y medio. (13)

11. Si dijo “Boré Perí Haguefen” para tomar vino, pero no tomó la
cantidad necesaria para bendecir “Al Haguefen”, y bebió 81 mililitros de
otras bebidas, debe decir “Boré Nefashot” al final, aunque no bendijo
“Shehacol Nihiyá Bidbaró” por ellas. (14)

12. Quien después de comer entró al sanitario, debe bendecir


primero “Asher Yatzar” y después “Boré Nefashot”. Si comió pan,
debe decir primero Bircat Hamazón o Meén Shalosh y posteriormente
“Asher Yatzar” a menos que crea que si no lo dice en seguida se le
puede olvidar. (11)

239
Capítulo 208: Meén Shalosh

Capítulo 208

Meén Shalosh

C omo mencionamos, nuestros Sabios establecieron tres tipos de


bendiciones al terminar de comer. Sobre el pan, Bircat HaMa-
zón; sobre muchos tipos de alimento, Boré Nefashot; y en caso
de que se ingiera una de las siete especies con que se bendijo la Tierra
de Israel, Meén Shalosh, de la cual se tratará en este capítulo.

De acuerdo con todos los comentaristas, la primera bendición mencio-


nada arriba, Bircat HaMazón, fue ordenada por la Torá, y la segunda,
conocida como Boré Nefashot, fue establecida por nuestros Sabios. La
discusión se desató sobre la bendición de Meén Shalosh, la que según
Maimónides y otros es de la Torá, y conforme al Rosh, es de Jajamim.

El motivo de esta discusión es que el versículo (Devarim 8:8) menciona


la lista de las siete especies con que fue bendecida la Tierra de Israel, y
en el versículo siguiente dice: “Tierra que no con pobreza comerás el
pan” (8:9), y el que sigue dice: “Comerás, te hartarás y bendecirás a tu
D-os”. De este último se aprendió la obligación de la Torá de bendecir
después de comer. Pero la pregunta fue si esta orden se dijo sobre el
versículo anterior, que trata únicamente del pan, o abarca los dos versí-
culos anteriores, tanto el del pan como el de las siete especies.

La diferencia entre esas dos opiniones sería, por ejemplo, en el caso


de que alguien no se acuerde si dijo la bendición o no. Si es obligación
de la Torá decirla, éste tendrá que volver a pronunciarla ante la duda.

240
Capítulo 208: Meén Shalosh

Pero de acuerdo con la opinión de que esta bendición es de Jajamim,


no tendrá que repetirla, bajo la regla de: “Sobre dudas de la Torá somos
más meticulosos y repetimos la bendición, lo que no hacemos sobre
dudas de ley de Jajamim”.

Por tanto, nuestros Sabios establecieron el lenguaje de esta bendición


de manera muy parecida a los puntos clave del Bircat HaMazón, para
crear una similitud entre las dos. Por ejemplo:

Bircat HaMazón Meén Shalosh

La primera bendición trata Mencionamos el tipo de


del agradecimiento por los alimento sobre el cual estamos
alimentos bendiciendo

La segunda trata del Mencionamos la buena tierra


agradecimiento por la tierra de Israel con las palabras: Eretz
que D-os nos dio Jemdá Tová

Mencionamos a Jerusalem y
La tercera se dedicó a la al Templo con las palabras:
ciudad de Jerusalem y a su VeAl Yerushalaim Iraj… VeAl
Templo Mishkán Kebodaj… Misbajaj…
Hejalaj…

Y debido a que nuestros Sabios Mencionamos lo mismo con


agregaron la bendición de las breves palabras Ki Atá Tov
HaTov Yametiv Humeitiv

Y debido a que en Bircat


También aquí hacemos una
HaMazón mencionamos una
breve mención de los días
bendición especial para Shabat
festivos
o festividades

241
Capítulo 208: Meén Shalosh

Y los motivos de que esta bendición se llamara Meen Shalosh (que


significa: “como tres”), son: el primero, porque es una “réplica” en mi-
niatura del Bircat HaMazón y ésta tiene tres bendiciones de la Torá. Al
establecer la bendición sobre las siete especies la llamaron: “Bendición
como de las tres”, es decir, como Bircat HaMazón.

El segundo, porque en esta bendición todo está dividido en tres. En


primer lugar, las siete especies (trigo, cebada, viña, higo, granada, acei-
tuna y dátil) se dividieron en tres grupos: a) trigo y cebada, b) vino, y
c) frutas. Además hay en ella tres sinónimos de la ciudad de Jerusalem:
Yerushalaim, Siyón, Ir Hakódesh. También el Templo figura en esta
bendición con tres sinónimos: Mishkán, Misbajaj, Hejalaj, así como
tres peticiones: “Construye Yerushalaim”, “Danos el privilegio de subir
a ella” y “Alégranos en ella”. Y al final se divide la bendición de nuevo
en tres canales, dependiendo de qué sea lo que se comió: Mijiá, Gue-
fen y Perot.

Sea la voluntad de D-os que pronto en nuestros días se cumplan estas


plegarias y veamos la construcción del Tercer Templo para subir y ale-
grarnos en él. Amén.

242
Capítulo 208: La bendición posterior Meén Shalosh

Capítulo 208

La bendición posterior Meén Shalosh

1. Después de comer 27 gramos de aceituna, dátil, uva, higo o


granada, se dice “Al Haetz”. Si las frutas crecieron en Israel, finaliza
“Veal Peroteha” y no “Veal Haperot”. (1,19)

2. Después de comer 27 gramos de pan dulce bendice “Al Hamijyá”.


Si sabe que el trigo creció en Israel, finaliza “Al Haáretz Veal Mijyatáh”.
(1,19)

3. Después de beber 81 mililitros de vino dice “Al Haguefen”, si sabe


que las uvas crecieron en Israel, finaliza “Veal Perí Gafnáh”. Si bebió
menos de 27 mililitros no bendice nada, siendo preferible no beber
más de 27 y menos de 81 mililitros. Si bebió entre 27 y 81 mililitros
de vino, y bebió más de 81 mililitros de agua, bendice al final “Boré
Nefashot”. (1,12,19)

4. Cuando la persona se sienta a beber vino formalmente y toma


también demás líquidos, “Al Haguefen” exenta la bendición final de
las demás bebidas. No obstante, si estos no estaban frente a él cuando
bendijo “Boré Perí Haguefen”, debe decir también “Boré Nefashot”.
(36)

5. Si comió menos de 27 gramos de aceitunas, dátiles, uvas, higos o


granadas y menos de 27 gramos de otras frutas de árbol, aunque en
conjunto haya consumido 27 gramos, no debe bendecir posteriormente
en absoluto. Por otro lado, si comió 27 gramos de aceitunas, dátiles,
uvas, higos o granadas y menos de 27 gramos de otra fruta de árbol,
debe decir solamente “Al Haetz”. (5,29)

243
Capítulo 208: La bendición posterior Meén Shalosh

6. Quien comió menos de 27 gramos de pan y menos de 27 gramos


de pastel, no debe bendecir posteriormente “Al Hamijyá” aunque en
conjunto haya consumida 27 gramos. Si le es posible, debe comer
mayor cantidad de pan o pastel, sin que hayan transcurrido más de
siete minutos y medio, para completar los 27 gramos y poder bendecir
Bircat Hamazón o Meén Shalosh, respectivamente. (6)

7. El arroz no completa los 27 gramos con pastel para bendecir “Al


Hamijyá” ni “Boré Nefashot”. Asimismo, la crema o relleno de nuez
dentro de un pastel, no completa los 27 gramos para decir “Al Hamijyá”.
(6,17,32)

8. Si comió 27 gramos de aceitunas, dátiles, uvas, higos o granadas


y 27 gramos de frutas de la tierra, primero dice “Boré Nefashot” y
posteriormente “Al Haetz”. Si primero dijo “Al Haetz” ya no dice “Boré
Nefashot”, aun si no tuvo la intención de exentarlas. (7,29)

9. Quien come 27 gramos de aceitunas, dátiles, uvas, higos, granadas


o de pan dulce, y 27 gramos de carne, leche u 81 mililitros de agua,
primero debe decir “Meén Shalosh” y luego “Boré Nefashot Nefashot”.
(7,29)

10. Si mezcló harina con miel y otros ingredientes, de modo que


estos superan en cantidad a la harina, si la mezcla concentra al menos
27 gramos de harina en 162 gramos del total de la mezcla, la consumió
en siete minutos y medio y calcula que consumió en ese lapso de
tiempo 27 gramos de harina, deberá bendecir previamente “Boré Miné
Mezonot” y posteriormente “Al Hamijyá”.

Si había menos de 27 gramos de harina, no debe bendecir


posteriormente. (17,18)

11. La bendición de Meén Shalosh se dice sentado, si bendijo parado


o caminando, no debe repetir. (38)

12. En Shabat, Rosh Jódesh y festividades, se alude en la bendición lo


respectivo a la ocasión. Quien olvidó aumentarlo y ya dijo “Baruj Atá
Ado-nay”, debe terminar la bendición y no debe repetir. Si se acordó
antes de decir “Baruj Atá Ado-nay”, lo agrega ahí continuando con “Ki
Atá Tob”. (25)

244
Capítulo 208: La bendición posterior Meén Shalosh

13. No se alude a Janucá y Purim en la bendición de Meén Shalosh.


Si lo agregó, no debe repetir la bendición. (26)

14. Si por equivocación aumento en la bendición las palabras “Berit


Vetorá”, no repite la bendición. (27)

15. Al final de la bendición antes de decir “Baruj” dice: “Al Haáretz


Veal Hamijyá, Baruj Atá…”; quien aumenta “Al Haáretz Veal Hamijyá
Veal Hakalkalá, Baruj…” tiene permitido hacerlo.

Por el otro lado, en la bendición final debe terminar: “Baruj Atá Ado-
nay Al Haáretz Veal Hamijyá” y no aumentar “Veal Hakalkalá”. Quien
está acostumbrado a decirlo, debe cambiar su costumbre. (28)

Una bendición cuando

consume de las tres

16. Si comió 27 gramos de aceitunas, dátiles, uvas, higos o granadas,


27 gramos de pastel y 81 mililitro de vino, dice una sola bendición: “Al
Hamijyá Veal Hakalkalá, Al Haguefen Veal Perí Haguefen, Al Haetz
Veal Perí Haetz…” y termina la bendición: “Al Haáretz Veal Hamijyá,
Veal Perí Haguefen, Veal Haperot”.

Si dijo solamente “Al Hamijyá” y olvidó mencionar “Veal Haguefen”,


no repite. (22,23)

17. Quien comió 27 gramos de pastel y 18 gramos de aceitunas,


dátiles, uvas, higos o granadas, puede decir “Al Hamijyá Veal Haetz”
y “Al Haáretz Veal Hamijyá, , Veal Haperot”. Si fueron menos de 18
gramos, no puede aumentarlo ni al principio ni al final.

245
Capítulo 208: La bendición posterior Meén Shalosh

Asimismo, si comió 27 gramos de pastel y bebió entre 27 y ochenta


mililitros de vino, aumenta al principio y al final “Al Haguefen”. (30,31)

18. La persona que está en duda si tiene que decir al final “Al Haetz”,
si algún compañero consumió para decir “Al Hamijyá” y “Al Haetz”,
puede pedir al compañero que lo exente de esta bendición. Lo mismo
aplica cuando está en duda si debe decir “Al Hamijyá” y su compañero
dirá “Al Hamijyá” y “Al Haetz”. (24)

Arroz

19. Se bendice “Boré Miné Mezonot” por comer arroz cocido y si


comió más de 27 gramos debe decir posteriormente “Boré Nefashot”.
Cuando comió 27 gramos de arroz y 27 gramos de pastel, únicamente
dice al final “Al Hamijyá” exentando a la bendición de “Boré Nefashot”
por el arroz. (10,13)

20. Por comer arroz crudo y galletas de arroz, bendice “Boré Perí
Haadamá”. (10)

21. Cuando come arroz o cualquier guisado de los cinco cereales, y


quiere beber 81 mililitros de agua, bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró”
por el agua, a menos que lo beba para pasar el alimento. Si come 216
gramos de pastel y bebe agua, no bendice por el agua. (10, 11)

22. Cuando dentro de la sopa había arroz y se disolvió a tal grado


que casi no se percibe, dice “Shehacol Nihiyá Bidbaró” por la sopa, y
no bendice nada al final. (14)

246
Capítulo 209: Equivocaciones y dudas para beber vino

Capítulo 209

Equivocaciones y dudas para beber vino

1. Cuando se dice una bendición, debe tener en mente la bendición


que dirá a la hora de mencionar el nombre de Hashem, si por error
cambió de bendición después de mencionar el nombre de Hashem,
no repite. Por ejemplo, tenía en su mano vino, pensó decir “Shehacol
Nihiyá Bidbaró” y terminó diciendo “Boré Perí Haguefen”.

Si sujetó un vaso con cerveza o agua, y al momento de bendecir


tenía pensado decir “Shehacol Nihiyá Bidbaró” pero dijo “Boré Perí
Haguefen”, puede corregirlo dentro de un segundo y medio. Si pasó
más tiempo no debe repetir, siendo lo mejor pensar en la bendición
correcta.

Por el otro lado, si al mencionar el nombre de Hashem pensó en decir


“Boré Perí Haguefen” y eso dijo sin corregirlo por “Shehacol Nihiyá
Bidbaró” dentro de un segundo y medio, debe repetir la bendición.
(1,6)

2. Si sujetó un vaso creyendo que es vino, empezó la bendición, dijo


el nombre de “Hashem”, y luego se dio cuenta que es cerveza o agua
terminando la bendición “Shehacol Nihiyá Bidbaró”, no debe repetir.
(2)

3. Quien por la mañana bendijo “Zokef Kefufim” antes de bendecir


“Matir Asurim”, ya no podrá bendecir posteriormente “Matir Asurim”.
Si cuando comenzó la bendición tenía pensado decir “Zokef Kefufim”
y se percató que no había dicho “Matir Asurim” después que dijo el
nombre de Hashem, debe continuar así aunque posteriormente no
podrá bendecir “Matir Asurim”. (5)

247
Capítulo 209: Equivocaciones y dudas para beber vino

4. Si tenía que bendecir “Boré Perí Haadamá” para comer frutos de


la tierra y dijo “Boré Perí Haetz”, no debe repetir. Si no ha pasado un
segundo y medio, debe corregir la bendición. (3)

5. Quien dijo “Hamotzí Léjem min Haáretz” en vez de haber dicho


“Boré Miné Mezonot”, no debe repetir. (3)

Duda si bendecir

6. Cualquier bendición que duda si ya la dijo, no debe decirla de


nuevo, con excepción de Bircat Hamazón.

Cuando no recuerda si bendijo Meén Shalosh, aunque no debe repetir,


es mejor que coma 27 gramos de pastel o de aceituna, dátil, uva, higo
o granada y bendiga Meén Shalosh. (7)

7. Cuando no recuerda si bendijo antes de comer, puede comer sin


bendecir, siendo lo mejor escuchar la bendición que dirá alguien más
teniendo en mente cumplir así con su obligación. (8)

248
Capítulo 210: Mínimo necesario

Capítulo 210

Mínimo necesario

A unque se estableció una bendición previa y una posterior a


la comida, hay una diferencia entre las dos: en cuanto a la
primera no se requiere una cantidad mínima de alimento para
bendecir, ya que se estableció sobre el placer, y si uno disfruta, aunque
sea de medio caramelo, debe decirla. Además, cuando uno empieza
a probar algo de comida, quizá pensó solo en una almendra, pero el
gusto lo llevó a probar una más y luego otra, de tal forma que si no se
hubiera establecido una bendición al principio por el mínimo, ¿en qué
momento se diría la bendición? Por tanto, antes de cualquier disfrute de
comida, por mínimo que sea, se bendice.

Pero respecto a la bendición que se pronuncia después de comer, ésa


se dice únicamente cuando se comió una cantidad de alimento consi-
derable.

En lo referente al Bircat HaMazón, se estableció que, aun cuando D-os


dijo: “Después de comer y hartarte, bendecirás”, de lo cual se entien-
de que la cantidad para bendecir es “hartarse”, con todo eso nuestros
Sabios establecieron la cantidad de pan equivalente a un huevo, y en
otras partes la cantidad de alimento es kazait, como la cantidad equiva-
lente a una aceituna (27 g aproximadamente). Y respecto a la cantidad
de bebida, se estableció el mínimo de rebiít (86 mililitros).

Pero sobre la bendición de Meen Shalosh, que en su mayoría trata de


frutas, todos están de acuerdo con que si se comió kazait se necesita

249
Capítulo 210: Mínimo necesario

bendecir. Pero hay una discusión en el caso de que se coma una fruta
entera, como una uva o una aceituna, lo cual se considera una beriá,
“creación completa”, sobre si ésta es considerada como importante
para requerir una bendición o no.

El Yerushalmi dice: “Aquel que come una creación completa (sea de


frutas o de verduras) deberá decir la bendición final (sea Sheakol, sea
Meen Shalosh)” (Berajot 6:1). Pero en el Bablí, de forma general, siem-
pre la cantidad mínima de alimento para considerarlo y llamarlo comi-
da es kazait.

Para fines de Halajá, al final se estableció que por menos de kazait o de


rebiít no se dice bendición, aunque se haya comido una fruta pequeña
y entera.

Cabe aclarar que no siempre se dice bendición antes de la comida.


Hay casos en los que no se bendice. Por ejemplo:

• Cuando alguien come algo que es dañino para el cuerpo, como dice
la Guemará: “El que bebe aceite solo, no dice sobre éste bendición, ya
que es dañino” (Berajot 35b).

• Si una persona toma agua y no tiene sed. Por ejemplo, antes de un


ayuno, o después de comer y beber. Digamos que si alguien toma otro
vaso con agua para tener líquidos en el cuerpo durante este periodo,
pero en ese momento no le resulta placentero, no bendice, al igual que
quien no tiene sed y toma una pastilla con agua.

• Es frecuente que un chef o una mujer que cocinan un guisado quie-


ran simplemente probarlo para ver si le falta sal u otro condimento.
Debido a que esto no significa probar el alimento para disfrutarlo, sino
sólo para analizarlo, no se bendice. Igual sucede en el caso del catador
de vinos.

• Por supuesto, en caso de que una persona coma algo no kasher, no


dirá bendición, ya que el versículo dice: Botzea berej nietz Hashem,
“Hay bendiciones que se consideran un insulto a D-os”. Y dijeron
neutros Sabios que ese versículo habla de quien come no kasher y
bendice.

250
Capítulo 210: Comer menos de 27 gramos

Capítulo 210

Comer menos de 27 gramos

1. Quien come menos de 18 gramos de un alimento, no bendice


nada posteriormente. Si comió entre 18 y 27 gramos, existe duda si
se bendice o no, por lo que es preferente que coma más. En caso de
no ser posible, no debe bendecir. Asimismo, si bebió entre 27 y 81
mililitros de agua, no debe bendecir nada posteriormente. (1,6)

2. Cuando va a comer menos de 27 gramos o beber menos de 81


mililitros, sin importar el alimento, debe bendecir antes de comer pero
no después. Aun cuando va a comer una fruta entera o parte concreta
de ella; por ejemplo: una uva, un gajo de granada o de naranja. (1,2)

3. Si sumergió en su té una galleta de menos de 27 gramos, no debe


bendecir nada posteriormente, aunque ahora pese 27 gramos. (4)

4. Quien comió menos de 27 gramos de un alimento, lo vomitó y


continuó comiendo hasta consumir 27 gramos en conjunto, no debe
bendecir posteriormente. (5)

Probar alimentos

5. Por probar un alimento de menos de 27 gramos o un líquido de


menos de 81 mililitros, no bendice nada al principio. No obstante, si
su intención es también disfrutarlo, debe bendecir antes de probarlo,
siendo apropiado tener en mente que lo prueba para disfrutarlo. (7,8)

6. Si bendijo por un alimento y lo expulsó inmediatamente después de


llevarlo a su boca, no se considera que bendijo en vano. No obstante,
si el alimento continua presente, es conveniente que consuma un poco
de él. (9)

251
Capítulo 211 ¡Orden en la Sala!

Capítulo 211

¡Orden en la Sala!

C uando una persona se sienta a comer y hay delante de ella abun-


dancia de alimentos, y por tanto, múltiples bendiciones por de-
cir, no podrá escoger al azar el alimento y la bendición corres-
pondiente, sino que debe saber que hay un orden para esto, puesto
que hay bendiciones de mayor importancia y hay jerarquías en los
alimentos. En consecuencia, hace falta escoger y empezar con la ben-
dición o el fruto más importantes.
Para establecer este orden es imprescindible tomar en cuenta dos fac-
tores: algunas bendiciones son “generales”, como Mesonot o Sheakol,
que prácticamente abarcan muchos tipos de alimentos, y hay otras que
son un poco más específicas, como HaEtz, que abarca únicamente las
frutas del árbol; y Adamá, sobre las verduras. Y hay otras mucho más
específicas, como HaMotzí, únicamente sobre el pan, y Haguefen, que
se dice nada más sobre el vino.
El otro factor que debemos tomar en cuenta es el alimento. El versículo
que trata de las siete especies con que se bendijo la Tierra de Israel
las convierte en los alimentos más importantes sobre los otros frutos y
verduras. Y el orden que presenta el versículo de las siete especies tam-
bién establece una jerarquía entre ellas, la cual, de menos a más, sería:
granada, higo, uva, dátil, cebada, aceituna y trigo. Pero el problema
está cuando se presenta una bendición superior con una fruta inferior.
Además, hay otros factores por tomar en cuenta para saber hacia qué
platillo o fruta dirigimos nuestra mano como primera elección para
bendecir. Hay cosas que nos gustan y se nos antojan en ese momento,
aunque pertenezcan a una jerarquía inferior. ¿Qué pasa cuando una
fruta está completa y la otra picada? ¿Tendrá la completa más impor-
tancia y será más digna de realizar la bendición sobre ella que sobre la
picada, aunque ésta se halle en un nivel superior?

252
Capítulo 211 ¡Orden en la Sala!

Para poner orden en todo esto y crear la lista de preferencias, comenza-


remos con la Guemará, que dice: “Hay delante de él muchas especies
para bendecir. Rabí Yehudá dice: Si hay entre ellas de las siete especies
con que se bendijo la Tierra, debe comenzar con éstas”. Y Jajamim dis-
cuten y piensan: “Comienza con la que más quiere y le agrada en ese
momento” (Mishná Berajot 6:4). Aclaran nuestros Sabios que la discusión
entre Rabí Yehudá y Jajamim es sobre cómo se alaba a D-os de mejor
forma: bendiciéndole sobre un alimento importante, o quizás la buena
alabanza depende de quién la dice, y sobre lo que a él le agrada bendice
mejor y con más ganas. Y así, se alaba mejor a D-os.

Ahí mismo en la Guemará, aclara el Rabino Hulá que toda la discusión


ocurre cuando se trata de alimentos que contienen la misma bendición;
pero cuando las bendiciones son diferentes, por supuesto que todos es-
tarán de acuerdo, tanto Rabí Yehudá como Jajamim, con que se da pre-
ferencia a la bendición más importante.

Para no enredarnos mucho, les presentaré la conclusión después de mu-


cha polémica halájica que se desató sobre el orden correcto.

En primer lugar, no hay leyes de orden cuando se trata de uno que se


sienta a comer y los platillos llevarán un orden de salida. Como al prin-
cipio se le servirá la sopa y después el pescado y la carne, y de postre
tendrá frutas, no cabe en la mente decir que, debido a que las uvas de
postre son de las siete especies, tendrán que adelantarse a la sopa, sino
que en este caso uno irá diciendo las bendiciones por orden de platillo.
Además, si algo en la mesa tiene preferencia de bendición, pero no se
antoja comerla, no se puede obligar a comerlo para pasar a la siguiente
bendición. La duda será entre lo que quiere comer y está servido delan-
te, y con qué bendición y alimento empezará.

Salvando estas excepciones, el orden sería el siguiente:


• La lista se encabeza con la bendición sobre el pan, la de HaMotzí
lejem min HaAretz, debido a que también es una bendición específica y
porque el trigo encabeza las siete especies.

• Sigue la bendición de Mesonot, sobre panecillos dulces o guisados


de trigo. En este caso, si son de cebada o de trigo, se adelantarán los de
trigo, ya que en el versículo de las siete especies éste se adelanta a la
cebada.

• La bendición sobre el vino, Boré Perí Haguefen (aunque las uvas figu-
ran más abajo en las siete especies, debido a que la bendición del vino
es específica) tiene preferencia sobre las demás bendiciones genéricas

253
Capítulo 211 ¡Orden en la Sala!

(en Shabat, debido a la santidad del día, comenzamos con el Kidush


sobre el vino antes del pan, y por eso debe cubrirse el pan, por la “falta
de respeto” de sobrepasarlo).

• Posteriormente vienen las frutas de las siete especies (quitando el tri-


go y la cebada, y el vino). Y el orden jerárquico, de arriba hacia abajo,
es: aceituna, dátil, uva, higo y granada.

• Después vienen todas las frutas, y la bendición sobre ellas está por
encima de aquella sobre las verduras, a menos que a la persona le gus-
te y se le antoje en ese momento probar primero una verdura. Ahí se
adelantará la verdura a la fruta.

• Al final de las bendiciones está la de Sheakol Nihiyá Bidbaró, ya


que ésta, como bendición, es muy general y abarca diversos tipos de
alimentos y bebidas.

• En caso de que se trate de bendiciones de la misma jerarquía, se ade-


lantará el alimento completo antes del picado, y si los dos están enteros
o picados, se adelantará el que más le guste a la persona.

Estas leyes nos enseñan que las cosas en la vida tienen jerarquía y hay
que dar preferencia a las importantes. Relatan que un profesor se paró
ante sus alumnos con un recipiente vacío y alrededor del escritorio
ubicó una piedra, arena, piedrecillas y un vaso con agua. Y ante los
alumnos echó la arena al recipiente, después los guijarros y el agua,
y para la piedra ya no hubo mucho espacio. Después volvió a hacer
la prueba, metiendo primero la piedra y después las piedrecillas alre-
dedor; luego vertió la arena, la cual se filtró por los huecos entre las
piedras, y al final echó el agua, y todo cupo. Se dirigió entonces a los
alumnos para decirles: “Con esto les enseño que en la vida primero
deben meter su piedra principal, y después verán que tienen tiempo y
espacio para todas las demás ‘piedrecillas’”. Saber poner el orden de
preferencia es la clave de la vida.

Todas las jerarquías son importantes. También la de las personas. Pero


Najmánides nos aclaró este punto en la epístola que mandó a su hijo:
“Procura ver a toda la gente como más importantes que tú, para que las
honres y les des el respeto que se merecen. Observa en qué te supera
el otro, por edad, inteligencia, dinero, etc. Y respétalo”. Y como dijeron
nuestros Sabios en Pirké Abot: “Da trato a tu amigo como el que das
a tu maestro” (4:12). Y no como lamentablemente hacemos, siempre
buscando en nosotros el punto a favor para menospreciar y degradar al
prójimo. Demos honores a quien los merece.

254
Capítulo 211: Prioridad de las bendiciones

Capítulo 211

Prioridad de las bendiciones

1. Cuando cuenta con mucha variedad de alimentos, el orden de


prioridad para bendecir es el siguiente:

• Hamotzí

• Mesonot; el pan de trigo tiene prioridad al pan de cebada

• Frutas de las siete especies (uva, hijo, granada, aceituna y dátil), aun
si otra fruta le apetece más. Ejemplo, debe bendecir “Boré Perí Haetz”
por la uva y no por la manzana.

• Vino, aunque la aceituna y el dátil tienen prioridad ante el vino

• El orden de prioridad en las siete especies es: aceituna, dátil, uva,


higo, granada

• Demás frutas del árbol

• Frutas y verduras de la tierra por las que se bendice “Boré Perí


Haadamá”

• Todo por lo que se bendice “Shehacol Nihiyá Bidbaró” (1,3,6)

2. Aunque debe bendecir por las frutas de las siete especies antes
que por otra fruta, si no tiene presente la fruta de las siete especies,
no es necesario que espere a que la traigan para bendecir “Boré Perí
Haetz”. (2)

3. Después de bendecir por alguna fruta de las siete especies, puede


comer cualquier fruta que desee, sin tener que terminar de comer
primero 27 gramos de esas frutas. (2)

255
Capítulo 211: Prioridad de las bendiciones

4. Si dijo “Boré Perí Haetz” por cualquier fruta, exenta con su


bendición a todas las frutas, por lo que no tiene que volver a bendecir
aunque coma después una fruta que tenía prioridad. (4)

5. Es correcto anteponer la bendición de “Boré Perí Haetz” a la de


“Boré Perí Haadamá”, sin embargo puede anteponer la bendición de
“Boré Perí Haadamá” si esa fruta es más apetitosa para él; aun si éstas
son de las cinco especies. (5)

6. Cuando bendice “Boré Perí Haadamá”, no exenta los alimentos


que su bendición es “Boré Perí Haetz”. Si bendijo “Shehacol Nihiyá
Bidbaró”, no exenta a las frutas por las que se bendice “Boré Perí
Haetz” y “Boré Perí Haadamá” por lo que debe bendecir por ellas
posteriormente. Esto únicamente si no puso atención en exentar dichos
alimentos. (6)

Capítulo 212

Dos alimentos juntos

1. Cuando comerá dos alimentos de diferentes bendiciones, siendo


uno el principal y el otro lo acompaña, sólo debe bendecir por el
principal al principio y al final.

Si va a comer lo secundario antes de lo principal, debe bendecir por el


secundario, y luego por el alimento principal. (1,5)

2. Aunque la bendición del alimento principal exenta la bendición


del alimento secundario que se consume sólo para acompañarlo, si
el alimento secundario le agrada tanto como el principal, algunas
opiniones permiten que bendiga primeramente por él y posteriormente
por el alimento principal. Aunque otras opiniones difieren, ambas
maneras de proceder tienen fundamentos (9,11)

256
Capítulo 212: Dos alimentos juntos

3. Cuando come helado en cono o crema cubierta de chocolate en


base de galleta, debe bendecir “Shehacol Nihiyá Bidbaró”, aunque
coma al final por sí solo el cono o la galleta; siendo lo mejor comer
todo junto.

Si también está interesado en comer la galleta o el cono, debe bendecir


“Boré Miné Mezonot” y exenta al helado o crema. Si desprende la
galleta del helado o crema, puede decir por cada uno la bendición
correspondiente. (4,6)

4. Si comió pescado salado y quiere comer pan para retirar el sabor


de su boca, no necesita bendecir por éste. No obstante, si comió más
de 27 gramos de pan, debe bendecir posteriormente Bircat Hamazón.
(2)

5. Quien comió pan, queso y posteriormente fruta como postre para


retirar el sabor del queso de su boca, lo más apropiado es que bendiga
por la fruta y la coma sin pan. Además, es conveniente que cuando
bendiga por el pan, tenga en mente no exentar la bendición de la fruta
que comerá después. (3)

6. Quien come arroz o cualquier guisado con pollo o carne, si la


carne está mezclada con el arroz debe bendecir únicamente “Boré
Miné Mezonot” por el arroz. Sin embargo, si el arroz y la carne están
separados, si come primero arroz y posteriormente la carne debe
bendecir por cada uno separado.

Cuando se come arroz con verduras, se bendice “Boré Miné Mezonot”


por todo. (7)

7. Cuando se dispone a comer pastel con té o café, debe bendecir


“Boré Miné Mezonot” por el pastel y después de probarlo, bendecir
“Shehacol Nihiyá Bidbaró” por el café o té. (8)

257
Capítulo 213: Exentar a los demás a bendecir

Capítulo 213

Exentar a los demás a bendecir

1. Se permite que una persona exente a otra de una bendición que


se dice por algún placer, únicamente si el que bendice también come
o bebe. Cuando se bendice para exentar a otros, deben permanecer
sentados. (1)

2. Puede ser exentado si escucha la bendición directo del compañero,


pero no si la escucha por medio del teléfono o radio. (Capítulo 215, 4)

3. Es preferible que cada quien diga las bendiciones posteriores a los


alimentos y no exentarse de su obligación escuchándola de alguien
más. (1)

4. El que va a ser exentado tiene que escuchar la bendición desde


el principio hasta el final, teniendo en mente cumplir así con su
obligación de bendecir y el que bendice concentrándose en exentar
con su bendición al que lo escucha. (2)

5. No puede el compañero que fue exentado arrepentirse y no


comer o beber nada, ya que se considera bendición en vano. Además,
después de ser exentado por el compañero no puede decir él mismo
la bendición. (3)

Si no contestó Amén a la bendición, puede no comer o beber o repetir


la bendición. (3)

6. Cuando tiene duda respecto a mencionar cierta bendición, tiene


permitido escucharla de alguien más que deba decirla, sin que se
considere que bendijo en vano. (4)

258
Capítulo 214: Contenido esencial de las bendiciones

7. Quien cumplió una Mitzvá y bendijo por ella, puede volver a


bendecir y exentar a los que aún no la han cumplido. Sin embargo, esto
no se permite con las bendiciones que se dicen para alabar a Hashem,
como el Shemá, Asher Yatzar, Hagomel, Amidá. (5)

Capítulo 214

Contenido esencial de las bendiciones

1. Para que una bendición se defina como tal, es necesario que se


mencione el nombre de Hashem, “Ado-nay Elo-henu”, y mencione su
reinado, “Mélej Haolam”. Por ello, si omitió cualquiera de los dos, debe
repetirla. (1)

2. Si omitió únicamente la palabra “Haolam”, no debe repetir. (1)

3. Quien omitió “Ado-nay” o “Elo-henu”, no debe repetir. (1)

4. Se prohíbe bendecir con la cabeza descubierta. (2)

259
Capítulo 215: El Secreto del Amén

Capítulo 215

El Secreto del Amén

L uego de escuchar una berajá decimos: “Amén”, como aprendieron


nuestros Sabios del versículo: Umeromam al kol berajá utejilá, “D-
os es engrandecido sobre cada bendición y alabanza” (Nejemiá
9:5). Es decir, después de cada bendición o alabanza, engrandécele
contestando Amén (Berajot 63a).

Es una palabra que repetimos múltiples veces durante el día en mu-


chas ocasiones que se requiere bendición, y prácticamente son como
90 “Amén” que debe decir la persona (los hombres) al día. Como dijo
Rabí Jaim Vital en la introducción al libro Etz HaJaim, las iniciales de
la palabra Tzadik, “Justo”, la cual está formada por la letra Tzadik, cuyo
valor numérico es 90; dálet, 4; yud, 10; y kuf, 100, lo cual indica que la
meta del Tzadik cada día es contestar 90 amén, cuatro kedushot y diez
kadishim, y decir 100 Berajot.

Pero, ¿qué significa la palabra “Amén”? Abordaremos esto en dos nive-


les: el literal y el profundo.

Si buscamos la palabra Amén en la Torá y en los libros de los Profetas,


encontraremos varios versículos.

1. El primero habla de la mujer Sotá, a la que daban de tomar del agua


en el Templo y le decían una oración; en caso de que hubiera sido in-
fiel, estas aguas la dañarían, y ella contestaba “Amén” (Bamidbar 5:22).

260
Capítulo 215: El Secreto del Amén

2. El otro versículo representa la prohibición que dijo Moshé al Pueblo


de Israel de que cometiera ciertos pecados: “Maldita sea la persona
que haga estatuas”, y contestó el pueblo: “Amén” (Devarim 27:15).

3. Y el versículo del Profeta Ishayá que dice: “El que será bendecido
por esta Tierra Santa, se bendice por medio del D-os Amén…” (65:16).

4. Y dijo el Profeta Irmiyá sobre la promesa de D-os de que después


de la destrucción del Primer Templo regresarán todos los utensilios de
éste para el Segundo: “Amén. Así lo hará D-os” (28:6).

5. Y como dice el Rey David: “Bendito D-os de Israel, desde el mundo


y hasta el mundo. Amén y amén” (Tehilim 41:14).

Estos múltiples versículos indican que el Amén abarca varias explica-


ciones, y éstas dependen mucho de sobre qué se dice. Por ejemplo:

1. Del primer versículo, el de la mujer Sotá, su respuesta de “Amén” es


como si ella hiciera el juramento, como dijo el Rabino Shemuel: “Cada
uno que contesta ‘Amén’ después de un juramento (y así sería también
después de una bendición) equivale a como si él mismo hubiera dicho
estas palabras” (Shevuot 29b).

2. Otra explicación de la palabra “Amén” es: “Acepto”, como se apren-


de del segundo versículo, con el cual se advirtió al Pueblo de Israel a
no hacer idolatría, porque de hacerlo serian maldecidos. Así, su contes-
tación de amén significa: “Acepto”, como dijo Rabí Yosí BeRabí Janiná:
“’Amén’ es aceptar las palabras” (Shevuot 36a).

3. También “Amén” proviene de Emuná, “fe”, como se aprende del


versículo del Profeta Ishayá, que finaliza diciendo: “Jurará, En eloké
amén”. Es decir, “Jurarás por el D-os en que tienes fe”. Y explicó sobre
ese versículo el comentarista Radak: “Amén significa: ‘Tengo fe’”. Este
tipo de “Amén” se da cuando alguien alaba a D-os y atribuye a Él la
fuente de toda nuestra abundancia, a lo cual contestamos: “Amén-Yo
también tengo fe en eso”.

4. El cuarto versículo nos indica la traducción de “Amén”: “Que así


sea”, como dijo el Profeta Irmiyá; después de que profetizó y deseó

261
Capítulo 215: El Secreto del Amén

que los utensilios regresen al Templo, dijo: “Amén, así hará D-os”,
como diciendo: “Amén que así sea”. Y este es el tipo de “Amén” que
contestamos cuando nos bendicen o cuando se desea algo bueno,
tanto para un individuo como para la congregación.

5. El quinto versículo nos lleva a la explicación profunda de “Amén”.


Dice el Zóhar: “Las bendiciones provienen de arriba hacia abajo.
Y cuando se contesta: ‘Amén’, prácticamente abrimos los portones
de la abundancia para que baje el bien con alegría desde el mundo
celestial al mundo terrenal” (Ekev 5).

Y explica esto Rabenu Bajyé: “La palabra ‘Amén’ encierra el con-


ducto de la abundancia desde el inicio, durante y hasta el fin. La
letra primera del ‘Amén’, que es la alef, hace alusión al ojo del ma-
nantial (a la sefirá de Kéter, ya que la alef alude al Nombre de D-os,
Elokim, Adó…, En Sof, Alufó Shel Olam, donde todas estas palabras
comienzan con la letra alef). La siguiente letra es la mem, la cual
representa el conducto que atraviesa todo el sistema del mundo,
la mem de Melej HaOlam, ‘El rey del mundo’. Y la ultima letra del
‘Amén’, la nun, alude a la parte receptora, ya que ésta encabeza la
palabra Nekevá, ‘hembra’, que viene de la palabra Nekev, ‘hueco’,
‘hoyo’, ‘utensilio receptor’” (Shemot 14:31).

Así que “Amén” representa la unión entre el que da, el conducto


y el que recibe, que en la Cabalá se llama ijud, “relación”, donde
D-os, como el “novio”, se relaciona con la “novia”, el Pueblo de
Israel.

Ahora, con esto podemos entender otro párrafo del Zóhar que enca-
ja y nos incrementa la grandeza del “Amén”: “Los querubines sobre
el Arca de la Alianza eran dos ángeles que extendían las alas uno
hacia el otro, uno con apariencia femenina y el otro, masculina. En
la Cabalá, la parte de D-os que da (masculina) se denomina Has-
hem, con sus cuatro letras, cuyo valor numérico es 26. Y la parte
receptora se denomina Adó…, cuyo valor numérico es 65. Cuando
uno bendice, menciona esas dos cualidades reconociendo que hay
un D-os que da y un pueblo que recibe. Y por eso nosotros, al escu-
char en la bendición el Nombre de D-os, Baruj Atá Hashem, contes-
tamos: Baruj Hu Ubaruj Shemó, ‘Bendito Él y bendito Su Nombre’”.

262
Capítulo 215: El Secreto del Amén

Es decir, “bendita es la parte que da y bendita es la parte que reci-


be”. Pero al finalizar la bendición, contestamos: “Amén”, cuyo valor
numérico es 91, esto es, 26 más 65, lo cual alude a que logramos
la unión entre los dos ángeles-querubines, haciendo de ambos uno
solo, tal como bendijo D-os al hombre y a la mujer (el que da y la
que recibe): “Y serán como un solo cuerpo” (Bereshit 2:21). Por ello,
el valor numérico de Amén-91 es el mismo que el de la palabra
Malaj, “ángel”. Es decir, de los dos se hizo uno (Zóhar Pinjás 312, y
comentaristas).

Ahora entendemos el versículo mencionado por el Rey David: “Ben-


dito el D-os de Israel”, el que da, quien encabeza el manantial de
abundancia y por medio de las bendiciones y alabanzas bendice
al receptor, Israel; Me HaOLam vead HaOLam, “Desde el mundo y
hasta el mundo”, es decir, desde el mundo celestial hasta el mundo
terrenal.

Debido a esta grandeza que causamos por esta pequeña palabra,


“Amén”, la recompensa, dice el Zóhar, es muy grande: a la hora en
que fallece aquel Tzadik que contestó sus múltiples amenim y causó
tanta abundancia, mientras su alma sube a los mundos celestiales
sale una voz que pronuncia: “Abran las puertas y pasará este Tzadik,
cuidador de amén”, pagándole con la misma moneda. Debido a que
él en vida abrió portones de abundancia para que ésta pasara a la
tierra, ahora se le abren a él portones celestiales a fin de que pase
con regocijo a su Paraíso.

Este concepto da una explicación más profunda a la Halajá que


dice que al contestar “Amén” debemos tener cuidado de que no sea
incompleto, que le falte la alef contestando rápidamente “mén”, o
que le falte la nun contestando únicamente “amé”. Es decir, no de-
bemos en la vida omitir y no creer en la alef, en la fuente de nuestra
abundancia, ni tampoco dejar la fe y la abundancia en el Cielo, sin
atraerla hacia nosotros, a la letra nun. El “sistema Amén” debe ser
completo.

263
Capítulo 215: Responder “Amén” a las bendiciones

Capítulo 215

Responder “Amén” a las bendiciones

1. No se responde Amén a sí mismo después de bendecir, salvo en


caso de haber mencionado dos bendiciones o más, que se responde
Amén al finalizar la última, como después de las bendiciones de
Yishtabaj, Halel o después de la lectura de la Haftará. (1)

2. Cuando un menor bendice se debe responder Amén, siempre y


cuando sea mayor de seis años y esté consciente que bendice a Hashem.
Si el menor cuenta con cinco años pero está consciente que bendice a
Hashem y sabe mantener su cuerpo limpio, tiene permitido contestar
Amén si así lo desea; pero si es menor de cinco años y aunque sea
mayor, cuando no sabe a quien bendice, no tiene permitido contestar
Amén. Además, si bendice sólo para aprender a bendecir, no debe
responder Amén. (7)

3. Cuando escucha una bendición, Kadish o Kedushá por micrófono,


teléfono o radio, debe responder Amén, siempre y cuando sea en vivo,
aunque se tarde unos segundos en llegar la señal. Cabe mencionar que
no queda exento de bendecir cuando escucha una bendición de este
modo. (4)

4. Se permite contestar Amén con la cabeza descubierta, cuando se


ve en la necesidad de estar así. (8)

264
Capítulo 215: Responder “Amén” a las bendiciones

No responder “Amén”

5. No se responde Amén a la bendición dicha por un samaritano,


cristiano o judío reformista. (2)

6. Cuando percibe a alguien susurrar una bendición, no debe


responder Amén, a menos que se acerque para escuchar la bendición
o si ve lo que sostiene en su mano, puede deducir qué bendición dice.
(5)

7. Si quien bendijo omitió el nombre de Hashem o cambió el contexto

8. No se responde Amén a una bendición innecesaria. (9)


de la bendición, no se responde Amén. (3)

Pronunciar el nombre

de Hashem cuando estudia

9. Cuando la persona estudia Talmud o un Midrash, o cuando diserta


un tema de Torá en público y alude a un versículo del Tanaj que
contiene el nombre de Hashem, debe pronunciarlo correctamente:
Ado-nay, Elo-him; y no Adoshem, Amonay o Elokim; aunque no diga
el versículo completo.

Quien no lo hace, no será retribuido y se considera como si apoda el


nombre de Hashem. (10,11)

265
Capítulo 215: Responder “Amén” a las bendiciones

10. Cuando la persona estudia el Talmud o un Midrash y se menciona


una bendición, no debe pronunciar el nombre de Hashem, debe decir
Hashem, Elokim o Elokenu. (11)

11. Se permite emitir versículos del Tanaj grabados en un reproductor


de música, aunque pronuncien el nombre de Hashem, siempre y
cuando los reproducen en un lugar donde haya seriedad y temor. Si
los reproducen en un lugar donde los escucharán a modo de burla y
alboroto, hay que evitar estar ahí. (14)

12. Si está enseñando a un menor a bendecir, aunque no sepa limpiar


su cuerpo apropiadamente después de evacuar, puede mencionar el
nombre de Hashem correctamente. Se permite repetir la bendición
varias veces, hasta que aprenda, sin considerarse que bendice en vano.
(12)

13. Cuando el menor ya sabe bendecir, pero le ayudan a pronunciar

14. Se debe estar al pendiente de que los menores no se habitúen


correctamente, se debe evitar pronunciar el nombre de Hashem. (12)

a pronunciar el nombre de Hashem sin necesidad, salvo cuando les


enseñan a bendecir. (13)

15. Es un buen hábito responder “Baruj Hú Ubaruj Shemó” después


de escuchar el nombre de Hashem en una bendición. No obstante, si
por decirlo no alcanzará a responder Amén al final de la bendición,
sólo debe contestar Amén. (6)

16. Quien tiene provecho de este mundo sin bendecir por ello,
se considera como si profanara lo sagrado, por ello se debe tener
precaución de no tener provecho alguno sin bendecir. Obviamente
exceptuando a quienes no bendicen porque así dictamina la Halajá,
como el caso de un Onén, deudo que todavía no entierra al fallecido.
Si bendijo antes de comer pero olvidó hacerlo posteriormente, no se
considera que profanó lo sagrado. (15,16)

17. Cuando la Halajá dictamina que no debe bendecir, como cuando


existe una duda, se permite pensar en la bendición sin considerarse
que bendice en vano. Por otro lado, bendecir en otro idioma cuando
no debe hacerlo, se considera que lo hace en vano. (17)

266
Capítulo 216: Aromaterapia

Capítulo 216

Aromaterapia

D e la misma forma que hay una Mitzvá de bendecir por cada


alimento, así hay que bendecir por los buenos olores que uno
perciba, ya que por todo lo que uno disfruta en este mundo
debe agradecer y alabar a Quien le permitió estos placeres. Y aunque
no sea un placer físico y tangible, como la comida o la bebida, sino
simplemente un aire agradable que entra por nuestra nariz, debemos
bendecir y alabar a D-os. Como dijo Rab en la Guemará: “Aprendimos
que se bendice sobre el olor del versículo: Kol HaNeshamá tealeliyá,
‘Cada neshamá debe alabarte’. Y explicaron nuestros Sabios que se
refiere al placer que llega directo a la neshamá, al alma, por medio de
la nesimá, respiración, es decir, el buen olor” (Berajot 43a).

El olor es lo más espiritual que entra a nuestro cuerpo y se conecta


directamente con el alma causándole placer, regocijo y tranquilidad (lo
contrario al enojo, que se simboliza al sacar aire con furia por la nariz).
En el tratado de Berajot de la Guemará se tratan las múltiples bendicio-
nes que se dicen sobre el buen olor, debido a que en la época talmú-
dica, después de comer diversos y buenos alimentos, y a fin de que
éstos cayeran bien, traían sahumerios para echar encima hierbas secas
aromáticas, con el objetivo de que dieran un buen olor al ambiente.
Así, al aspirar esos buenos olores, los comensales entraban en un esta-
do de relajación, cosa que de por sí da placer, y además el buen ánimo
de la persona provocaba una mejor digestión.

267
Capítulo 216: Aromaterapia

Para nosotros, esta bendición es muy conocida por Motzae Shabat,


donde a la hora de la Habdalá tomamos una fuente de buen olor y
bendecimos sobre ella. Así, en diversas ocasiones en que nos dan una
flor aromática, incluso al oler una fruta, también debemos decir esta
bendición.

Debido a que hay diferentes fuentes de buen olor, establecieron nues-


tros Sabios cinco bendiciones:

• En caso de que fuera la rama de un árbol, se bendice: Baruj…, Boré


Hazé Besamim, “Bendito…, que creó árboles aromáticos”.

• Si se trata de hierbas aromáticas, se bendice: Baruj…, Boré Isbé Be-


samim, “Bendito…, que creó hierbas aromáticas”.

• Al oler una fruta de aroma agradable, se bendice: Baruj…, Anoten


reaj tov baperot, “Bendito…, que dio buen olor a las frutas”.

• Cuando es un olor que no proviene de hierba, de árbol o de fruta, o


en caso de que no se conozca su origen vegetal, se bendice: Baruj…,
Boré miné Besamim, “Bendito D-os, que creó diversas clases de olo-
res”.

• Y sobre un aceite especial que se usaba en la época de nuestros


Sabios, conocido como “aceite de Afarsemón”, debido a que era un
producto especial de Israel, establecieron una bendición particular: Ba-
ruj…, Boré shemen arev, “Bendito D-os, que creó un aceite agradable”
(Berajot 43a).

Si analizamos de forma profunda el concepto “olor”, entenderemos


mejor por qué nuestros Sabios dieron tanta importancia al sentido del
olfato. En un principio, el olfato fue elegido por D-os para ser el canal
a través el cual insuflar a Adam la neshamá, como dice el versículo:
Vaipaj veapav nishmat Jaim, “E insufló por sus narices el alma de vida”
(Bereshit 2:7). Además, en el famoso pecado del Paraíso, dice en el
libro Bené Isajar que Javá usó todos los sentidos para pecar, menos el
del olfato, pues dicen los versículos que escuchó la seducción de la
serpiente (oído) y vio qué atractiva era la fruta (vista), y la tomó con su
mano (tacto) y la comió (gusto).

268
Capítulo 216: Aromaterapia

Estos hechos —insuflar por la nariz y no involucrar este sentido en el


pecado— convirtió el concepto de olor en algo elevado, de tal forma
que el Paraíso se define mucho por las descripciones de nuestros Sa-
bios como un lugar muy placentero por sus buenos olores. Y además,
uno de los dones especiales del Mashíaj será la habilidad de oler la
santidad de la gente, y así juzgarlos, como dice el versículo: VaHarijó
Veirat Hashem, “Y olerá tu temor a D-os” (Ishayá 11:3).

Para abordar esto de mejor manera, necesitamos acudir a los versículos


de la escena donde Itzjak Avinu bendice a su hijo Yaacov. Previamente
dice la Torá: “Y olió Itzjak la ropa de Yaacov, y dijo: ‘Hay que ver el
olor de mi hijo; es como el olor del jardín de D-os’” (Bereshit 27:27). Al
observar esta expresión, vemos que hay tres tipos de olor: ropa, hijo,
jardín. El olor de la ropa alude a nuestro olor mundano, como cuerpo,
ropa, flores, etc. El segundo olor en el versículo, de “mi hijo”, alude al
olor espiritual que uno posee, ya que los pecados apestan y la buena
conducta aromatiza. Y el tercer olor, el del jardín de D-os, alude al
Paraíso, el lugar donde los de buen olor tienen el mérito de llegar para
disfrutar allá de la esencia aromática divina.

Este maravilloso concepto puede ayudarnos a entender mejor el térmi-


no que aparece sobre los sacrificios: “Y olió D-os el olor del sacrificio y
calmó su enojo” (Bereshit 8:21). ¿Acaso el olor de la carne asada cam-
bia la actitud de D-os con nosotros? Con base en lo que dijimos antes,
se entiende: junto con el olor de la ropa-carne del sacrificio, sube el
buen olor del ser humano, que hasta hace poco apestaba y ahora su
alma pura produce un aroma agradable al Creador, y eso es lo que nos
congracia con Él. Es decir, somos “el jardín botánico” de D-os, como lo
expresa el Rey Shelomó sobre el pueblo al salir de Egipto, dejando atrás
el mal olor de la idolatría y perfumándose con la fe divina: “¿Quien es
ésta que viene ahí subiendo del desierto envuelta en perfumes?” (Shir
HaShirim 3:6). Y sobre el versículo: Hadudaím natenu reaj, “La flor de
jazmín dio buen olor”, dijeron nuestros Sabios que se refiere a los jóve-
nes del Pueblo de Israel que se abstienen y no pecan: emanan un olor
aromático divino, placentero para D-os (Eruvín 21a).

Así que, tal como nosotros bendecimos sobre flores aromáticas, debe-
mos procurar en nuestra vida que también D-os huela nuestra flor de
alma pura, pronunciando Él también una bendición sobre nosotros. De
esta forma, después de los 120 años, nos plantará en su “jardín botáni-
co” de Edén.

269
Capítulo 216: Bendición por aromas

Capítulo 216

Bendición por aromas

1. Nuestros sabios establecieron bendecir antes de tener el placer de


percibir un aroma agradable, al grado de que prohibieron hacerlo si no
bendice previamente. No obstante, no se bendice posteriormente. (1)

2. Es bueno decir esta bendición en Shabat y Yom Tob para completar


las cien bendiciones que se está obligado a decir diariamente. Si está
en un jardín y percibe el aroma de las flores, debe bendecir sin suponer
que pudiera llegar a cortarlas. (8)

3. Si no está seguro que la flor que sostiene emana un aroma agradable


o si está agripado y no está seguro que podrá percibir el aroma, debe
oler la flor primero y si percibe su aroma, bendecir y olerla de nuevo.
(2)

4. Antes de empezar la bendición, debe tomar en su mano derecha


lo que emana el aroma. Algunos habitúan decir “Réaj Nijóaj LAdo-
nay” después de haber percibido el aroma. (1)

5. La bendición sobre el aroma es:

• Boré Atzé Besamim, cuando el aroma tiene origen en los árboles.


Ejemplo: mirto, flor de citrus, rosas, jazmín, clavo, canela y albahaca.

• Boré Isbé Besamim, cuando el aroma tiene origen en las plantas.


Ejemplo: ruda, narcisos, hojas de menta aunque son comestibles.

• Boré Miné Besamim, cuando no proviene del árbol ni de plantas;


y en casos que no sabe el origen del aroma y no puede averiguarlo.
(3,5,6,7)

270
Capítulo 216: Bendición por aromas

• Hanotén Réaj Tob Baperot, por el aroma agradable de las frutas,


aunque después la va a comer. (9)

6. Si bendijo “Boré Miné Besamim” por cualquier aroma, incluso


de fruta, no debe bendecir de nuevo. Asimismo, si bendijo “Shehacol
Nihiyá Bidbaró” por error, no debe bendecir de nuevo. (3,10,12)

7. Quien dijo “Boré Isbé Besamim” por aromas de origen en los


árboles, debe bendecir de nuevo. No obstante, si el árbol de donde
se origina el aroma es de tronco tan suave como las plantas, no debe
bendecir de nuevo. (4)

8. Si bendijo por un aroma agradable mientras comía, lo aspiró, o


dejó sobre la mesa, dijo Bircat Hamazón y desea volver a olerlo, no
debe bendecir de nuevo. (17)

9. La persona que está de luto puede bendecir “Boré Atzé Besamim”


o “Boré Isbé Besamim” en la Habdalá que hace para su familia. (13)

Casos especí ficos de aromas

10. La costumbre Sefaradí es bendecir “Hanotén Réaj Tob Baperot”


para oler un limón agrio, aunque esté tan agrio que no sea posible
comerlo y aunque éste haya sido comprado para consumirlo y no para
olerlo. (11)

Ya que varían las opiniones respecto a si se debe bendecir en Sucot


para oler el Etrog que fue destinado para cumplir la Mitzvá de Arbaat
Haminim, debe abstenerse de olerlo. (15)

11. No se permite oler ni bendecir por frutos, hojas y plantas de


árboles frutales que son de Orlá, que tienen menos de tres años desde
que fueron plantados.

271
Capítulo 217: Bendición por aromas

Si tiene duda si son de Orlá, se permite oler y bendecir. (14)

12. No aplica la prohibición de Orlá sobre el mirto ni sobre la uva


del mirto. Asimismo, se permite oler los pétalos de rosa de Israel. (14)

13. No se bendice en lo absoluto por el aroma del cigarro ni por el


placer de fumar. (16)

Capítulo 217

Bendición por aromas

1. En una tienda de perfumes, agua de colonia o similares, no bendice


por percibir el aroma agradable. Si en la tienda hay plantas aromáticas,
bendice “Boré Miné Besamim”.

Basta con bendecir una sola vez por todo el día, aunque entre y salga
varias veces de la tienda, si su intención es regresar a la tienda. No
obstante, si salió sin intención de regresar y regresó, debe bendecir de
nuevo. (1)

2. No se bendice por el aroma de los desodorantes, aerosoles, aromas


que se colocan en los sanitarios y por las flores que se ponen sobre un
cadáver, ya que todos estos se usan para eliminar malos olores. (2)

3. No se bendice por el aroma de un plato que tenía plantas aromáticas.


De la misma manera, no se bendice por el aroma de colonia, tabaco
aromatizado o perfumes. (3)

4. Se prohíbe bendecir para aspirar el aroma del perfume que pende


del cuello de una mujer. (4)

5. Queda prohibido aspirar el aroma de la idolatría. (5)

272
Capítulo 218: Bendición por milagros

Capítulo 218

Bendición por milagros

1. Se prohíbe decir Halel con bendición el cinco de Iyar, día en que se


conmemora la independencia del estado de Israel, por lo tanto, no se
responde Amén. De igual forma, no se debe bendecir “Shehejeyanu”
por los acontecimientos sucedidos ese día, ya que se considera una
bendición en vano. (1)

2. Si le sucedió un milagro a una congregación o ciudad completa,


tienen permitido decir Halel sin bendecir como lectura de Tehilim. (3)

3. El que se salvó de algún peligro de milagro, por ejemplo, de un


accidente automovilístico o de un asalto nocturno bajo peligro de
muerte, al pasar por el lugar donde sucedió, debe decir “Baruj Sheasá
Li Nes Bamakom Hazé”, sin decir el nombre de Hashem. (4)

4. A quien le sucedió un milagro fuera de lo natural, como por


ejemplo, se le apareció un manantial justo cuando lo necesitaba,
bendice mencionando el nombre de Hashem “Baruj Atá Ado-nay,
Elohenu Mélej Haolam, Sheasá Li Nes Bamakom Hazé.” (4)

273
Capítulo 219: Bendición de “Hagomel”

Capítulo 219

Bendición de “Hagomel”

L as múltiples bendiciones que tenemos para alabar a D-os se divi-


den en categorías. Unas son por los placeres, otras son de alaban-
za a D-os, Creador del mundo, y otras son de agradecimiento,
como el Shehejeyanu, HaTov Vehametiv, HaGomel, etcétera.

En cuanto a esta última, establecieron nuestros Sabios que la digamos


en cuatro ocasiones. Como dice la Guemará: “Dijo Rabí Yehudá: Cua-
tro tipos de personas deben agradecer a D-os: el que navegó en el
mar, el que cruzó un desierto, el que estuvo enfermo y se curó, y el
que fue liberado de prisión. Al término de cada una de estas situacio-
nes dice ante diez personas la bendición de Baruj HaGomel lejayavim
tovot sheguemalani kol tuv, ‘El que paga con bien incluso a los que no
lo merecen, le agradezco que me benefició’, a lo que responde el pú-
blico: ‘Amén y el D-os que te benefició que siga haciéndolo siempre’”
(Berajot 54b).

Esta ley la aprendió la Guemará del libro de Tehilim, en el cual el Rey


David cita por lo menos cuatro casos de apuro en los cuales se somete
la persona a la voluntad de D-os y Él le ayuda a salir con bien. Finaliza
el Rey David diciendo: Yodú LaHashem…, “Y agradecerán a D-os por
eso” (107).

274
Capítulo 219: Bendición de “Hagomel”

Antiguamente, la forma de agradecer esto era llevar una ofrenda de


agradecimiento llamada Korbán Todá. Pero desde que el Templo fue
destruido, se estableció que la bendición de HaGomel remplazara a la
ofrenda, como aprendieron nuestros Sabios del versículo: Unshalemá
Parim Sefatenu, “Y ofrendaremos sacrificios con nuestros labios” (Os-
hea 14:3), es decir, que las plegarias y las bendiciones sustituyen a los
sacrificios.

La pregunta es: ¿estos cuatro casos son un prototipo y ejemplo para


cualquier salvación, o son únicamente para estos casos? Sobre eso se
desató una discusión en la que, por ejemplo, el Meíri y otros opinaban
que son sólo un ejemplo, y de ahí aprendemos que cualquier persona
que se salvó de un peligro, terremoto, accidente, asalto, etc., también
tendrá que decir esta bendición. Sin embargo, otros comentaristas,
como el Abudraham y algunos más, aclaran que se dice únicamente
en estos casos. Y la Halajá se estableció como estos últimos. En primer
lugar, porque siempre que hay una duda sobre si bendecir o no, opta-
mos por no bendecir, con tal de no pronunciar el Nombre de D-os en
vano (Shulján Aruj 219:9).

Pero hay otra explicación más a esta conclusión halájica, que nos hace
entender mejor por qué y cuándo se estableció esta bendición: D-os se
manifiesta a nosotros por medio de tres formas, principalmente:

a) La naturaleza

b) Los milagros

c) Milagros por vías naturales

Sobre la primera forma, nuestra fe nos enseña a ver toda la naturaleza


como acción de la Mano Divina. Y no de balde, en hebreo, el valor
numérico de la palabra “naturaleza”-hateva, suma 86, al igual que la
palabra Elokim, para indicarnos que todo lo que vemos como natural
es simplemente un milagro permanente de Elokim. Y por ello se es-
tablecieron muchos rezos y bendiciones de alabanza a D-os por la
naturaleza.

Por la segunda clase de manifestación divina, los milagros, se estable-


cieron festividades como Pésaj, Sucot, Purim, en las cuales agradece-

275
Capítulo 219: Bendición de “Hagomel”

mos a D-os por Su Mano Divina, que por un momento hace a un lado
las reglas de la naturaleza y las rompe para salvar o beneficiar a su
pueblo, Israel. Además, se establecieron bendiciones para aquel que le
ocurrió un milagro, a fin de que exprese su agradecimiento a D-os por
este tipo de manifestación.

La tercera forma representa algo intermedio entre las dos anteriores.


No es un milagro que rompe las reglas de la naturaleza ni tampoco
algo cotidiano. Por ejemplo, cuando una persona inicia una travesía en
la cual puede haber peligros de cualquier tipo, pero, gracias a D-os,
todo sale bien. O cuando sospechan de una persona injustamente, o
fue secuestrada o llevada como prisionera de guerra, o en el caso de
una persona que enfermó y estuvo más de tres días en cama, o fue
operada, etcétera.

Podemos considerar esto desde dos puntos de vista: por una parte, no
hubo aquí ningún milagro como la partición del Mar Rojo o la caída
del maná; por otra, no fue un evento de todos los días, sino que esto
fue una Mano Divina por medio de canales naturales. Por eso, para
que no termine la persona su viaje y diga: “¡Qué buen piloto! Me fasci-
na esta aerolínea. Es muy segura incluso en tormentas”, o “Si me curé,
es porque me encontré a un buen doctor. ¡Y ni hablar de la medicina
nueva que acaban de sacar!”. O en el caso del prisionero que sale y
atribuye toda su salvación al buen abogado y al blando juez.

A fin de que esto no suceda, y que además del agradecimiento educa-


do que debemos dar a todos los humanos involucrados sepamos que
hubo aquí una Mano Divina, ordenaron nuestros Sabios a esta persona
que, ante la presencia de diez hombres, agradezca y alabe a D-os,
Quien lo protegió en el camino, le mandó la salud, lo liberó, y todo eso
mediante diversos emisarios.

Por ello, en caso de un terremoto donde todo se destruyó y salimos


limpiándonos el polvo de encima; o un accidente con múltiples heridos
y muertos en el cual resultamos ilesos, etc., al salir del peligro nosotros
solos debemos alzar los ojos al Cielo y agradeceremos a D-os. Por tan-
to, ya no necesitamos decir HaGomel, porque entonces ya sabemos y
nos queda muy claro que D-os fue Quien nos salvó. Pero en los otros
casos en que la duda está entre el humano y D-os, se estableció ben-
decir para agradecer al que maneja los hilos de la vida.

276
Capítulo 219: Bendición de “Hagomel”

Capítulo 219

Bendición de “Hagomel”

1. Quien cruzó el desierto, el mar, sanó de alguna enfermedad o salió


de la cárcel, debe agradecer a Hashem, bendiciendo “Baruj Atá Ado-
nay Elo-henu Mélej Haolam, Hagomel Lejayabim Tobot Sheguemalani
Kol Tub”.

A esta bendición se responde: “Amén, Mi Sheguemalaj Kol Tub, Hu


Igmoljá Kol Tub Sela” y el que bendijo responde “Amén Ken Yehí
Ratzón”. (1,2,4)

2. Si le sucedió uno o más de estos acontecimientos, sólo dice una


bendición por ambos acontecimientos. Por ejemplo, quien se curó de
una enfermedad y viajó, sólo bendice una vez. (5)

3. Quien tenía que bendecir “Hagomel” y antes de hacerlo cayó


enfermo y se curó, tiene que bendecir una sola vez. (35)

4. Se permite decir “Hagomel” de noche, aunque algunos se abstienen


de hacerlo. (9)

5. Para bendecir, deben estar presentes diez hombres, además del


que bendice. Si solamente hay nueve personas más el que bendice,
tiene permitido bendecir.

Si bendijo frente a menos de diez hombres, debe repetir la bendición


sin mencionar el nombre de Hashem. (10,11)

6. Se acostumbra bendecir “Hagomel” después de su lectura del Séfer


Torá. Quien es invitado a la lectura de la Torá de Maftir, la última

277
Capítulo 219: Bendición de “Hagomel”

lectura, debe bendecir “Hagomel” después de las bendiciones de la


Haftará. (10,12)

7. Cuando debe bendecir “Hagomel” y no fue invitado a la lectura


de la Torá, puede pedir a otro que va bendecir que tenga en mente
exentarlo y él mismo concentrarse en ser exentado. (13)

8. El que debe bendecir “Hagomel” debe hacerlo antes de que


transcurran tres días, aunque no lo haga frente al Séfer Torá. Si no se
ha encontrado frente a diez hombres, puede bendecir en el momento
apropiado. (14)

9. Si la obligación de bendecir “Hagomel” sucedió en víspera de Yom


Tob, es conveniente que bendiga en Yom Tob o al menos durante la
festividad. (15)

Mujeres, menores de edad y deudos

10. Un menor de trece años no puede decir “Hagomel” y su padre


no tiene permitido bendecir por él. (3)

11. Las mujeres están obligadas a bendecir “Hagomel” después de


recuperarse de alguna enfermedad, dar a luz y similares. Aunque el
esposo no tiene permitido bendecir “Hagomel” por su esposa, si él
mismo tiene la obligación de decirla, por ejemplo, si el esposo viajó,
puede bendecir en el Templo de modo que su esposa lo escuche. Cabe
aclarar que no importa si deben bendecir “Hagomel” por diferentes
motivos. (7)

12. La mujer también debe bendecir delante de diez hombres, en


Ezrat Nashim, donde puedan escuchar ellos su bendición. Si bendijo
delante de menos de diez hombres, debe hacerlo sin mencionar el
nombre de Hashem frente a diez hombres. (7,10)

278
Capítulo 219: Bendición de “Hagomel”

13. No se permite que la mujer bendiga “Hagomel” delante de nueve


mujeres y un hombre. (8)

14. El deudo tiene permitido bendecir “Hagomel” dentro de los siete


días de luto. (36)

La bendición de “Hagomel”

para el viajero

15. Se bendice “Hagomel” cuando viaja entre ciudades durante


setenta y dos minutos, sin importar si viajó en tren, camión, avión o
auto, aunque haya pasado por villas o poblados, ya que todo camino
tiene riesgos. (16,20)

16. Si viajó menos de setenta y dos minutos, debe decir “Hagomel”


sin mencionar el nombre de Hashem. Asimismo, si llegó a su destino en
menos de setenta y dos minutos por haber manejado a alta velocidad,
no debe bendecir “Hagomel”, aunque el trayecto a velocidad normal
tome más de setenta y dos minutos. (16,20)

17. Cuando se viaja por caminos peligrosos, como por donde


frecuentan agresores y asesinos, se bendice “Hagomel” aunque no
haya viajado setenta y dos minutos. Si viaja por dichos caminos todos
los días, debe bendecir en Shabat una sola vez por todo lo que viajó
entre semana. (18)

18. Quien viaja diariamente entre dos ciudades durante setenta y dos
minutos, bendice “Hagomel” una vez cada Shabat. (38)

19. Si en un mismo día viajó a una ciudad y regresó, y entre la ida y el


regreso trascurrieron setenta y dos minutos, debe bendecir “Hagomel”.
(16,20)

279
Capítulo 219: Bendición de “Hagomel”

20. La costumbre es que cuando viaja al extranjero por más de


setenta y dos minutos, debe bendecir allá y nuevamente a su regreso,
aunque hay quienes acostumbran bendecir solamente a su regreso. (19)

Te filat Hadérej

21. Quien viaja entre ciudades durante setenta y dos minutos, debe
bendecir Tefilat Hadérej cuando se encuentra fuera de la ciudad.

Si olvidó decirla, puede bendecir mientras reste al menos 3.840


kilómetros de viaje. De lo contrario, podrá decirla sin mencionar el
nombre de Hashem al final de la bendición. (17)

22. Tefilat Hadérej se puede decir aun manejando, aunque es


preferible detenerse para bendecir, siempre y cuando no exista peligro
al hacerlo o no lleve prisa. (16)

23. Se dice Tefilat Hadérej una sola vez al día, si a mitad de camino
se durmió para descansar, al seguir su viaje no dice la Tefilá de nuevo. Si
tenía intención de pasar la noche en una ciudad y cambió de decisión
y quiso continuar su viaje, debe bendecir al siguiente día. (16,38)

“Hagomel” por enfermedades o peligros

24. No se bendice “Hagomel” después de salir ileso de la guerra,


aunque su vida haya corrido peligro. (30)

25. Los que fueron secuestrados en un avión deben bendecir


“Hagomel”. Sin embargo, sus parientes y amigos no deben bendecir.
Los Ashkenazim tienen permitido bendecir “Hagomel” por salvación
del algún compañero o su recuperación del alguna enfermedad. (6)

26. Si enfermó y cayó en cama, debe bendecir “Hagomel” después


de sanar aunque no haya estado en peligro de vida y no se trate de

280
Capítulo 219: Bendición de “Hagomel”

alguna hemorragia interna. Asimismo, si enfermó de gravedad al grado


que peligró su vida, debe bendecir “Hagomel” aunque no haya estado
en cama. (23,34)

27. Quien es propenso a enfermar frecuentemente, debe bendecir


“Hagomel” después de cada ocasión que se recupere, aunque el
médico le haya advertido que enfermará de nuevo. (26)

28. Si estuvo internado en el hospital a causa de un accidente, tras su


recuperación debe bendecir “Hagomel” aunque su cuerpo no pudiera
recuperarse, por ejemplo, si perdió una pierna o similares, Di-s nos
libre, siendo suficiente con haber sanado. (32)

29. Quien enfermó de los ojos y tenía lagañas, lagrimeo o infección


y dolor, debe bendecir “Hagomel” después de sanar aunque no haya
caído en cama. (24)

30. Al recuperarse de una operación por fractura de un hueso,


hemorroides o similares, bendice “Hagomel”. No obstante, si se fracturó
el brazo, aunque haya sido vendado o enyesado, no debe bendecir.
(25,33)

31. Si cayó en cama a causa de un resfriado, aunque la haya padecido


por negligencia al no abrigarse debidamente, debe bendecir “Hagomel”
cuando sane. (27)

32. No se bendice “Hagomel” en los siguientes casos:

• Por curarse de un dolor de cabeza o estómago, dolor de dientes, si


no cayó en cama, salvo en caso de haber tenido fiebre. (23)

• Quien sufrió un desmayo. (27)

• Por recuperarse de un dolor de algún miembro del cuerpo específico


a causa de haber sufrido un accidente si no estuvo en cama. (33)

• Si estuvo en cama por dolor de piernas, a menos que haya enfermado


por el dolor. (33)

• Por salir ileso de un accidente automovilístico, aunque hubieron


heridos graves o muertos en el mismo auto en el que viajaba. (29)

281
Capítulo 219: Bendición de “Hagomel”

• Quien fue víctima de un asalto y corrió peligro de vida. (29,31)

• Si estuvo a punto de ahogarse. (30)

33. Quien de cualquier manera bendecirá “Hagomel”, puede, y es


debido, concentrase en exentar su salvación. Por ejemplo, si se salvó
de un asalto y viajó por más de setenta y dos minutos, al bendecir por
su viaje, debe pensar en exentar al asalto. (27,30)

34. El que intentó suicidarse bebiendo veneno o similares y fue


salvado por intervención médica, no debe bendecir “Hagomel”. (28)

282
Capítulo 220: Sueños: ¿Imaginación o mensaje?

Capítulo 220

Sueños: ¿Imaginación o mensaje?

R especto a los sueños, siempre existió la duda sobre el origen de


esas “películas” nocturnas. ¿Son producto de la imaginación, de
lo vivido en el día, de los propios traumas o miedos? ¿O en rea-
lidad son mensajes divinos?

La respuesta es que las dos opciones son verdaderas. En su mayoría, los


sueños son producto de la imaginación o de lo pensado u ocurrido a la
persona durante el día. Pero no podemos negar que los sueños son un
medio de comunicación entre D-os y la persona a través de su alma.
Como dice el Zóhar: “Cuando las personas se acuestan a dormir en
la noche, su alma sale y entonces puede que D-os avise a su alma las
cosas que ocurrirán con ella, como dice el versículo: ‘En el sueño o
visión nocturna, durmiendo sobre la cama, entonces D-os murmura
a los oídos de la persona’ (Iyob 33:15-16). Para la persona, mientras
está despierta y su alma se halla encapsulada en el cuerpo, le es difícil
recibir estos mensajes. Pero en la noche, al desprenderse el alma y ele-
varse, manda D-os al ángel (Gabriel) para que revele al alma secretos”
(Vayeshev 83a).

Sin embargo, la Guemará trae claramente varias opiniones, como la del


Rabino Shemuel, quien dice que los sueños no son más que vanidad
(Masejet Berajot 54a), y agregó Rabí Shemuel: “No sueña la persona en
la noche sino lo que pensó en el día”.

No hay discusión entre la Guemará y el Zóhar, ya que la misma Gue-


mará de Berajot trae múltiples interpretaciones de los sueños, y además

283
Capítulo 220: Sueños: ¿Imaginación o mensaje?

en la Torá se relatan en varias ocasiones sueños que fueron un medio


de trasmisión de un mensaje divino, como en los casos de Yosef, Paró,
etc., sino que simplemente puede haber dos fuentes de producción de
esas “películas” en sueños debido a que la parte espiritual de nosotros
se divide en dos, la que sale a la hora de dormir, la neshamá, y la que
se queda para mantener nuestro cuerpo vivo, nefesh.

Unos sueños pueden provenir de la neshamá, la cual salió, se elevó,


navegó y obtuvo un mensaje divino, el que ella nos trasmitió por medio
de imágenes soñadas. La otra fuente puede venir del nefesh, el cual se
quedó en el cuerpo durmiente y, a consecuencia de la turbulencia de
los hechos del día, preocupaciones, angustias, etc., se desahogó por
medio de estas vivencias, pesadillas y demás.

El problema se presenta cuando tenemos un mal sueño, es decir, uno


que, de acuerdo con los parámetros de nuestros Sabios, corresponde a
los sueños que indican que, D-os nos libre, algo malo puede pasar. De
conformidad con nuestros Sabios, no deberíamos tomar esto a la ligera.
Obviamente, tampoco debemos obsesionarnos demasiado, sino acudir
a los métodos de anulación de sueños que establecieron los Jajamim,
pues el motivo por el cual D-os se preocupa por avisarnos que algo
malo puede suceder es para que nosotros mismos, mediante ciertas
acciones, anulemos el decreto que los sueños nos trasmiten.

Pero, como siempre, puede haber dudas sobre si ese mal sueño fue
producto de la imaginación o un mensaje. Para resolverlas propusieron
nuestros Sabios diversas soluciones a fin de que, de cualquier forma,
no llegue a pasar nada, ya que aun si el sueño fue producto de la
imaginación y no representa ningún decreto divino, el solo hecho de
que nos sugestionemos y pensemos que va a pasar algo puede llegar a
“atraer” el hecho negativo, como dijo Iyob: “De lo que he temido, me
pasó” (3:25). Y hace falta hacer algo para quitarnos esa sugestión. Y por
supuesto, si es un sueño de mensaje, el cual nos avisa de un decreto,
hay que hacer algo y anularlo. Por eso dijo Rab Huná: “Aquel que tuvo
un mal sueño y su alma está muy angustiada, que vaya y haga Atavat
Jalom (anulación del sueño)” (Berajot 55b).

Antes de que pasemos al cómo y al qué, quiero subrayar dos puntos


en la frase de Rab Huná: 1. “El que tuvo mal sueño”, y 2. “Y su alma
está muy angustiada”. Con esto Rab Huná nos puso las dos opciones
de tipos de sueños que hay, como diciéndonos: “Sea que tuvo una ad-
vertencia celestial negativa, o sea que es un simple sueño imaginativo
que le angustia, sea así o asá, hay que tratarlo”.

284
Capítulo 220: Sueños: ¿Imaginación o mensaje?

En caso de que sea simplemente producto de la imaginación, ofrecen


nuestros Sabios las siguientes alternativas:

• En la Guemará de Berajot se relata sobre el Jajam Shemuel que,


cuando tenía un mal sueño, se despertaba y decía: Bajalomot Shav
Yedaberu, “Y los sueños vanidad hablan”. Y cuando tenía un buen sue-
ño, decía lo mismo, pero esta vez en forma de pregunta: “¿Acaso los
sueños vanidad hablan?”. Esta reacción sirve únicamente para el tipo
de sueños producto de la imaginación, en los cuales nuestro propio
poder de rechazarlos y menospreciarlos nos quita un peso de encima.
En el caso de ser un buen sueño imaginativo, nos ayuda a animarnos y
a salir adelante.

• Otra solución es ir ante tres personas y recitar el Atavat Jalom y anu-


lar el sueño, diciendo: “Un buen sueño tuve” (aunque haya sido uno
malo, la persona debe denominarlo como bueno, para ayudarse sicoló-
gicamente) y ellas le repiten tres veces: “Buen sueño tuviste”, y le dicen
unos versículos, de los cuales su propósito es quitarle la sugestión, la
cual no tiene nada que ver con un decreto celestial.

• También sobre este tipo de sueño dijeron nuestros Sabios: “El que
tuvo un mal sueño, que no se lo cuente sino a amigos que lo quieran”
(Zóhar Vayeshev 83), para que éstos le den una buena interpretación,
ya que los sueños del tipo imaginativo terminan realizándose con base
en la forma en que se interpretaron, y no porque ese sea el decreto di-
vino, sino porque eso alienta la disposición de la propia persona, para
bien o para mal (dependiendo de cómo se lo interpreten), y con eso
llegará el resultado acorde con ello.

Pero cabe también la otra posibilidad: que en verdad un mal decreto


pueda haberse emitido. Y aquí, sin importar si se interpreta para bien
o deja la persona de sugestionarse, hay un decreto que debe ser anula-
do. De nuevo, no es para entrar en pánico, sino en acción. Y nuestros
benditos Sabios nos dejaron muy en claro cuáles son las acciones que
prácticamente nos pide D-os hacer para anular decretos y, realizándo-
los, debemos entrar en un estado de tranquilidad, paz y seguridad de
que lo logramos.

Como escribió el Shulján Aruj: “Hay tres sueños que simbolizan cosas
desagradables que nos podrían llegar, como ver un Séfer Torá que-
mándose, o Kipur a la hora de nehilá, o paredes o dientes cayéndose”
(288:5). Y en los demás manuscritos aparecen otros tipos de sueños.

285
Capítulo 220: Sueños: ¿Imaginación o mensaje?

Para todos estos, simplemente basta con no preocuparse y ocuparse,


como dijo Rabí Yojanán: “Aunque digan a la persona claramente desde
el Cielo por medio de los sueños que mañana morirá, no debe darse
por vencida, sino acudir al D-os piadoso y Todopoderoso, y Él lo anu-
lará” (Berajot 10b).

Por tanto, ofreceremos aquí varias alternativas para anular los sueños:

• “Dijeron nuestros Sabios: Un ayuno por un mal sueño es como fuego


que consume el aserrín” (Shabat 11a). Y agrega el Zóhar: “El día poste-
rior al sueño es apto para ayunar y cancelar el mal decreto, ya que el
único motivo de que le avisaran a la persona es para que, mediante el
ayuno y la reflexión, cambie el decreto” (Emor 303a). Y dice el Ritbá:
“No se trata sólo de ayunar, sino de aprovechar el ayuno para hacer
teshuvá”.

• Otra solución que aparece en la Guemará es que la persona se acer-


que a los Cohanim al momento en que extienden sus manos para ben-
decir al pueblo, y citar el rezo en el cual pide a D-os que, por favor, si
su sueño necesita sanación o anulación, Él lo haga, intentando calcular
el final de esta petición con el “Amén” general con que contesta la
congregación al finalizar el Bircat Cohanim. Y agrega el Zóhar: “Estu-
diamos ante Rabí Shimón bar Yojai: Cuando uno está preocupado por
un mal sueño que tuvo, que vaya ante los Cohanim al momento en
que bendicen, ya que entonces hay mucha misericordia en todos los
mundos y rezar en ese instante puede cambiar para bien los decretos”
(Nasó 173b).

• Otra alternativa es la Tzedaká, la cual muchas veces remplaza este


tipo de ayunos. Como dijo el versículo: “La Tzedaká puede incluso sal-
var de la muerte” (Mishlé 10:2). Y el motivo es que “dinero” en hebreo
se dice: damim, palabra que significa también “sangres”, indicándonos
con eso que salvamos nuestras damim-sangres al dar a un necesitado
damim-dinero.

De nuevo, no hay que asustarse demasiado con los malos sueños. Lo


más probable es que sean producto de nuestra imaginación por lo vivi-
do o temido. En caso de que no sea así y resulte un decreto, debemos
primero agradecer a D-os por avisarnos, hacer lo que nos indicaron
nuestros Sabios y estar seguros de que eso hizo su efecto y se nos eli-
minaron malos decretos y se emitieron para nosotros otros buenos, y
en consecuencia, sonreír y vivir el día con tranquilidad y alegría.

286
Capítulo 220: Remediar una pesadilla

Capítulo 220

Remediar una pesadilla

1. Si se siente extremadamente perturbado a causa de una pesadilla,


debe decir “Jalom Tob Raíti” ante tres personas que lo estiman, y ellos
responden “Tabá Hu Vetabá Lehevé...”. (1)

2. Se ayuna a causa de una pesadilla sólo cuando se siente


extremadamente perturbado y está consciente de que si ayuna y
examina su proceder encontrará tranquilidad. Sin embargo, es mejor
estudiar Torá que ayunar, ya que ayunar perjudica el estudio. (2)

3. Para que un ayuno personal tenga validez, debe recibirlo desde el


día anterior. No obstante, ya que es preferible ayunar el mismo día que
tuvo la pesadilla, debe ayunar ese día. (3)

4. Si soñó que se le cayó un Séfer Torá o un Tefilín al piso, no es


necesario ayunar. (4)

5. Quien tuvo una pesadilla en Shabat, lo indicado es que lea Tehilim y


estudie Torá tanto como le sea posible y que evite platicar trivialidades.
No obstante, si está sufriendo mucho por perturbación, se permite que
ayune en Shabat. En dicho caso, debe permanecer en el Templo todo
el día estudiando Torá; además, debe también ayunar el domingo,
para perdonar la falta de no haberse deleitado durante Shabat. Si le
sucediera en Yom Tob, debe proceder del mismo modo. (5)

6. Si soñó que se le ordenaba del Cielo ayunar en Shabat o transgredir


cualquier prohibición, tiene prohibido llevarlo a cabo. Asimismo, si
soñó alguna resolución relacionada con asuntos monetarios, debe
hacer caso omiso. (6)

287
Capítulo 222: Bendición en agradecimiento

7. En realidad, puede hacer caso omiso de lo que sueña, ya que el


contenido de los sueños ni beneficia ni perjudica. (2)

Capítulo 222

Bendición en agradecimiento

1. Es obligación bendecir por acontecimientos desagradables tal como


bendice por los agradables. Por lo tanto, se bendice con seriedad y
fervor, demostrando su amor a lo que Hashem le decretó. (1)

2. Si falleció uno de los siete parientes por los que debe guardar
luto, debe bendecir “Baruj Atá Ado-nay Elo-henu Mélej Haolam Dayán
Haemet”. La costumbres es decir la bendición cuando se desgarra la
ropa, durante la primer comida después del entierro. No obstante, es
más correcto bendecir inmediatamente después del fallecimiento. (2)

3. Aunque el deudo no acepte desgarrar sus ropas, debe decir la


bendición como se mencionó. (2)

288
Capítulo 223:Shehejeyanu Vekiyemanu

Capítulo 223

Sheshejeyanu Vekiyemanu

E l objetivo de todas las múltiples bendiciones es agradecer a D-os


porque siempre nos guía, vigila y beneficia. La idea de siempre
repetir el Baruj Atá… es aclararnos que D-os no está sentado en
el Séptimo Cielo en su trono celestial, sino aquí, envolviéndonos y lle-
nándonos de todo lo bueno, y permitiéndonos seguir vivos y disfrutar
de otros momentos alegres en la vida.

Por este motivo establecieron nuestros Sabios una bendición especial


por ciertas ocasiones de suma alegría, conocida como Baruj… Shehe-
jeyanu Vekiyemanu Vehiguianu Lasemán Azé, “Bendito D-os, que nos
dio vida y existencia, y nos permitió llegar a este momento alegre”.

Las ocasiones en que se dice esta bendición están divididas en tres:


una es cuando llegan días de festividades como Pésaj, Shavuot, Sucot,
etc., en las cuales, a la hora del Kidush, agradecemos a D-os por darnos
salud y permitirnos vivir este momento alegre, de santidad y rodeados
de nuestros seres queridos. Además, en esos días de festividad se repite
el Shehejeyanu cuando cumplimos con las leyes representativas y co-
rrespondientes a la festividad, como tocar el Shofar, al entrar a la Sucá
o al encender las velas de Januká, y más.

289
Capítulo 223:Shehejeyanu Vekiyemanu

Las otras ocasiones en que decimos esta bendición son, por ejemplo,
alegrarnos con una adquisición de ropa nueva, utensilios, casa; o al en-
contrar a un buen amigo al que hace mucho tiempo no vemos, etc. Los
factores comunes de todo esto son los momentos agradables en la vida
que, por adquirir algo nuevo o encontrarse con alguien de nuevo, nos
llena el corazón de alegría y nos hace mostrar una sonrisa en la cara. Y
con esta sensación alabamos y agradecemos a D-os con Shehejeyanu
Vekiyemanu.

La tercera ocasión es cuando tenemos un festejo familiar como el Brit


Milá o el pidión, y también en el momento de una boda. En todas estas
ocasiones reconocemos que muchos, lamentablemente, no vivieron
para verlo, pero a nosotros D-os Hejeyanu Vekiyemanu.

Respecto al Shehejeyanu en la boda, seguro nos hemos dado cuenta


del detalle de que se entrega al novio un Talit nuevo y él dice esta
bendición, con la intención de abarcar con ésta todo lo nuevo que
adquirió. ¡Pero no lo dice por el matrimonio en sí ni por el amor de su
vida que está en ese momento concretando! ¿Por qué?

El motivo es que el Shehejeyanu tiene una peculiaridad: la de decirse


en el máximo momento de alegría. Por ejemplo, a la hora del Kidush
de la festividad o el momento de vestir una prenda nueva, debido a
que ese momento es la cima de la alegría y a partir de ahora, por na-
turaleza y lógica, irá disminuyendo. Esto significa que, dado el caso, si
dijéramos Shehejeyanu por la boda estaríamos equivocadamente indi-
cando que este amor se halla en su apogeo, y que a partir de ahora irá
disminuyendo. En realidad debe ocurrir lo contrario.

Por eso, postergamos el Shehejeyanu de la boda “para mañana”, por-


que seguro que mañana será un día con más amor, cariño y unión. De
tal forma, lo que verdaderamente deseamos es nunca llegar a decir este
Shehejeyanu, sino ir postergándolo siempre “para mañana”.

290
Capítulo 223-225: Bendición de “Shehejeyanu” y bendiciones particulares

Capítulo 223-225

Bendición de “Shehejeyanu”

y bendiciones particulares

1. Se bendice “Shehejeyanu” al vestir, no al comprar, una prenda nueva


importante, aunque tenía otra del mismo tipo; por ejemplo, al vestir un
traje nuevo. No se bendice “Shehejeyanu” por vestir una bata, ropa
interior, zapatos, calcetines o Kipá nuevos, ya que no se consideran
importantes. (1)

2. Algunos acostumbran no vestir ropas nuevas por las cuales


debe bendecir “Shehejeyanu”, en los días de Sefirat Haomer. Si le es
necesario, es apropiado vestirlo en Shabat o en un Berit Milá dentro de
los días de Omer y bendecir “Shehejeyanu”.

Hay que cuidarse de no vestir una prenda nueva, si quiera en Shabat,


entre Rosh Jódesh Ab y el 9 de Ab. (Capítulo 225 16,17)

“Shehejeyanu” en diferentes c

asos o acciones

3. Al cumplir la Mitzvá de colocar bardas en la azotea o en cualquier


lugar de riesgo, se bendice “Shehejeyanu”. (12)

291
Capítulo 223-225: Bendición de “Shehejeyanu” y bendiciones particulares

4. En los siguientes casos no se bendice “Shehejeyanu”, pero puede


vestir una prenda nueva o comer una fruta nueva, y al bendecir
“Shehejeyanu” concentrarse en exentar este momento:

• Al adquirir un auto nuevo, joyas para su esposa o parecido, aunque


está alegre por ello. (2)

• En la inauguración de un Templo, o cuando se pone la primera


piedra. (5)

• Cuando es elegido como Rabino comunitario o algún puesto de


importancia. (6)

• Al cumplir setenta u ochenta años de edad. (7)

• Cuando le nace un hijo o nieto, aunque haya sido después de muchos


años de no procrear. Es conveniente que cuando el padre bendiga
“Shehejeyanu” durante el Berit Milá, se concentre en exentar su alegría
por el nacimiento mismo. (8)

• Al contraer matrimonio, pero puede exentar su alegría al bendecir


por el Talit nuevo que vestirá durante la boda. (9)

• Por editar un libro de Torá o cuando terminó de escribirlo. (11)

• Al ver o escuchar la voz de su compañero que no vio durante treinta


días o más. (23)

• Si adquirió un Séfer Torá o libros de Torá. (11)

• Al cumplir una Mitzvá por primera vez en su vida, por ejemplo, al


ponerse Tefilín o prender velas de Shabat por primera vez. (Capítulo

5. Durante la comida de inauguración de una casa, tanto si la compró


225 21,22,23)

o se la regalaron, se acostumbra que el dueño tome una fruta o prenda


nueva, y al bendecir “Shehejeyanu” por esta, exente a la casa y demás
artículos nuevos de ella.

292
Capítulo 223-225: Bendición de “Shehejeyanu” y bendiciones particulares

Sin embargo, en caso de haber comprado la casa, si no tiene una


prenda nueva y quiere decir “Shehejeyanu” por la alegría de tener casa
nueva, puede hacerlo. (3)

Bendición por ver o escuchar

6. Las bendiciones que se dicen por observar algo, no deben decirse


de nuevo a menos que hayan transcurrido treinta días desde la última
vez que bendijo por ello. (19)

7. El ciego no dice las bendiciones que se recitan por ver algo. Por el
otro lado, debe bendecir “Shehejeyanu” por comer una fruta nueva, ya
que disfruta de su sabor. (22)

8. Las bendiciones que se dicen al ver o escuchar algo, si lo observa


por transmisión en vivo o lo escucha por teléfono o radio, aunque
hayan transcurrido treinta días, no debe bendecir. (23)

Ver personalidades importantes

9. Al ver un gran sabio del pueblo de Israel, erudito de la Torá, con


temor puro a Hashem, bendice: “Baruj Atá Ado-nay Elo-henu Mélej
Haolam, Shejalak Mejojmató Lireav”. (13)

10. Cuando observa al rey o presidente de una nación, aunque lo


vea a través de una ventana, debe bendecir “Baruj Shenatán Mikebodó
Lebasar Badam”, aunque esté de visita en otro país. Si está vistiendo
prendas reales, de modo que todos perciben su gloria y tiene poder de
condenar a pena de muerte o indultarla, debe bendecir mencionando
el nombre de Hashem. (14)

293
Capítulo 223-225: Bendición de “Shehejeyanu” y bendiciones particulares

11. Si ve en un mismo día a más de un rey que cumplen los requisitos


expuestos en el inciso anterior, debe bendecir por cada uno de ellos,
salvo en caso de verlos a todos en un mismo entorno, donde bendice
sólo una vez por todos. (15)

12. Cuando no ve al rey o al presidente, pero sabe que están dentro


de cierto auto o barco o si los ve por televisión, no debe bendecir. Con
mayor razón si es un rey que odia a Israel. (14,16)

Ver a sus queridos

13. Quien ingresa a una ciudad donde habitan varios de sus


compañeros y vislumbra a todos en un mismo entorno, debe bendecir
“Shehejeyanu” una sola vez por todos. (24)

14. Al ver a su padre, madre, maestro, familiar o compañero que


aprecia mucho y su alegría es inmensa al verlo, después de treinta
días que no lo vio, aun que habló con ellos por teléfono o carta, debe
bendecir “Shehejeyanu”. (20)

15. Si pasaron doce meses de haber visto o haber mantenido


comunicación con algún compañero que aprecia mucho y siente gran
regocijo al verlo, debe bendecir “Baruj Atá Ado-nay, Elo-henu Mélej
Haolam, Mejayé Hametim”. Si mantuvo comunicación con él bendice
“Shehejeyanu”. Si su compañero al escuchar la bendición pudiera
molestarse, debe decirla en voz baja. (21)

Ver un panteón

16. Cuando observa un panteón de Yehudim, aunque lo vea a través


de una ventana, debe bendecir “Baruj Atá Ado-nay Elo-henu Mélej

294
Capítulo 223-225: Bendición de “Shehejeyanu” y bendiciones particulares

Haolam, Asher Yatzar Etjem Badín, Vedán Etjem Vadín, Vejilkel Etjem
Badín, Vehejyá Etjem Badín, Veasaf Etjem Badín, Veyodea Mispar
Kulehem, Veatid Lehajayotam Velahakimejem Badín Lejayé Haolam
Habá, Baruj Atá Ado-nay, Mejayé Hametim”. Debe bendecir aunque
vaya en coche, sin ser necesario que se detenga a bendecir. (17,18)

17. Se puede bendecir por ver un panteón en Shabat, Yom Tob y


Jol Hamoed. Además, aunque sólo se permite bendecir una vez cada
treinta días, si se agregó una tumba más desde la ultima vez que
bendijo, se permite bendecir de nuevo. (17)

18. No es apropiado que el Onén, a quien le falleció un pariente


cercano que aún no ha sido enterrado, bendiga. No obstante, debe
bendecir al séptimo día, cuando visita la tumba de nuevo. (17)

Ver personas o animales

19. Se permite ir al zoológico y observar los animales que alberga.


Además, cuando ve un elefante o mono, bendice: “Baruj Atá Ado-nay,
Elo-henu Mélej Haolam, Meshané Haberiot”. (27)

20. Quien ve un perico y se impresiona por su belleza y esplendor,


debe bendecir “Baruj Atá Ado-nay, Elo-henu Mélej Haolam, Shecaja
Lo Beolamó”. (27)

21. Está prohibido ir a un estadio para ver lidias de toros, con mayor
razón si debe pagar para ingresar, pues se considera socio de gente
malvada y apoya a los pecadores, ya que se prohíbe matar animales
sin fines de alimento o similares. Además, transgrede la prohibición de
asistir a lugares de reunión de gente frívola. (27)

22. Cuando ve una persona especialmente bella, tanto si es judía o


no, se bendice “Baruj Atá Ado-nay, Elo-henu Mélej Haolam, Shecaja
Lo Beolamó”. No obstante, si está seguro que se trata de un bastardo,
no se bendice. (28)

295
Capítulo 223-225: Bendición de “Shehejeyanu” y bendiciones particulares

Bendición por el hijo o hija

23. Cuando su hijo cumple trece años o su hija doce años de edad,
se bendice sin mencionar el nombre de Hashem “Baruj Shepetarani
Meonshó Shel Ze (para su hijo) Shel Zo (para su hija)”.

Se acostumbra que el padre bendiga después de que su hijo sea invitado


a la lectura del Séfer Torá cuando cumple Bar Mitzvá. No obstante,
algunos acostumbran bendecir durante el banquete que se ofrece en
honor a su hijo o hija. (25,26)

24. No se debe interrumpir al hijo de Bar Mitzvá cuando está


disertando palabras de Torá, si es que lo preparó correctamente. (25)

25. Es una buena costumbre hacer una comida especial cuando su


hija cumple doce años de edad, siendo conveniente que se diserte
sobre Torá, y que se entonen alabanzas a Hashem. Es evidente que se
deben respetar cautelosamente las leyes de recato. (26)

Capítulo 225

Bendición de Shehejeyanu por alimentos

1. Es Mitzvá comer un poco de cada tipo de fruta nueva cada año


y bendecir “Shehejeyanu”, para demostrar aprecio a la creación de
Hashem. (1)

296
Capítulo 225: Bendición de Shehejeyanu

2. Se bendice “Shehejeyanu” también por frutas o verduras nuevas


injertas. Por el otro lado, no se bendice por comer cualquier otro
alimento, aunque sea la primera vez en su vida que lo prueba y esté
muy alegre por ello. (5,14)

3. Por comer una verdura que germina una temporada al año, debe
bendecir “Shehejeyanu” siempre y cuando esté seguro que la verdura
que comerá es del presente año. No se bendice por comer hongos o
champiñones, aunque solamente se dan en invierno. (2)

4. No se bendice “Shehejeyanu” por fruta que no se produce en


una temporada específica, sino que puede conseguirse durante todo el
año, aunque tenga años sin comerla. Asimismo, no debe bendecir por
comer fruta que aún no ha madurado. (13)

5. Lo correcto es decir la bendición del fruto que va comer, luego la


bendición de “Shehejeyanu” y posteriormente probar del fruto. Quienes
bendicen “Shehejeyanu” antes que la bendición del fruto tienen en
quien apoyarse. (9)

6. Si cuenta con dos frutas nuevas, solamente bendice “Shehejeyanu”


por una de ellas. No obstante, si no estaban presentes ambas frutas,
debe bendecir de nuevo cuando le ofrezcan la otra, aunque al bendecir
por primera vez pensó en exentar a todas las frutas. (3)

7. Quien tiene invitados y va ofrecer frutas nuevas, es correcto que


ofrezca cada fruta por aparte, para que pueda bendecir “Shehejeyanu”
por cada una, sin que se considere una bendición innecesaria. Además,
es preferible que al bendecir “Shehejeyanu” por la primera fruta, tenga
en mente no exentar a las frutas que le ofrezcan posteriormente. (4)

8. Si está consciente que no le será posible conseguir determinada


fruta nuevo o si ésta dejó de estar a la venta, en caso de verla en manos
de otra persona, tiene permitido bendecir “Shehejeyanu” por verla, o
solicitarle al que la sujeta que lo exente con la bendición que dirá antes
de comerla. (1)

297
Capítulo 225: Bendición de Shehejeyanu

9. Cuando cuenta con dos frutas similares en su exterior, pero cuentan


con diferentes nombres, distinta apariencia y sabor, debe bendecir
“Shehejeyanu” por cada uno de ellas. (6)

10. Se bendice “Shehejeyanu” por comer semillas dulces de un fruto


nuevo, como la del chabacano. No obstante, si ya bendijo por comer
la fruta, no debe bendecir de nuevo al comer la semilla. (7)

11. Si bendijo “Shehejeyanu” por comer uvas, no debe bendecir de


nuevo cuando beba un vino nuevo. Además, la costumbre es de no
bendecir “Shehejeyanu” por beber vino nuevo, ya que el vino añejo es
superior. (12)

12. Según algunas opiniones, se permite bendecir “Shehejeyanu”


por beber el jugo de una fruta nueva y luego bendecir de nuevo al
probar la fruta. En la práctica, es apropiado probar la fruta bendiciendo
“Shehejeyanu” antes de beber el jugo. (24)

13. Quien comió una fruta nueva y olvidó bendecir “Shehejeyanu”,


no puede bendecir de nuevo por la misma fruta, sino debe hacerlo por
una nueva, exentando a la anterior. Sin embargo, puede bendecir sin
mencionar el nombre de Hashem. (8,20)

14. No se bendice “Shehejeyanu” por comer Etrog con azúcar, ya


que bendijo por éste para cumplir la Mitzvá en Sucot. (10)

15. Se bendice “Shehejeyanu” por comer tuna si es la primera vez


que la come en el año, como cualquier otra fruta. (11)

298
Capítulo 225: Bendición de Shehejeyanu

“Shehejeyanu” en los días de Se fi rat

Haómer y Ben Hametzarim

16. En los días que caen entre el 17 de Tamuz y 9 de Ab, se


acostumbra evitar comer frutas nuevas, salvo en Shabat. Si no le será
posible conseguir dicha fruta posteriormente, tiene permitido bendecir,
aunque si le es posible debe hacerlo en Shabat. (16,18)

17. Se permite comer una fruta nueva y bendecir “Shehejeyanu” en


los días Sefirat Haómer. Los que habituaban evitarlo, tienen permitido
comer frutas nuevas, sin necesidad de hacer Hatarat Nedarim, anulación
de promesas. (15)

18. Si bendijo para comer una fruta durante los días que caen entre el
17 de Tamuz y 9 de Ab, y antes de probarlo se percató que es una fruta
nueva, debe bendecir “Shehejeyanu” y posteriormente comerla. (17)

19. Un enfermo en los días que caen entre el 17 de Tamuz y 9 de


Ab, que al comer una fruta nueva le abre el apetito o un menor que
no diferencia entre estos días y cualquier día del año, tiene permitido
comer y bendecir “Shehejeyanu”. (19)

299
Capítulo 226-229: Ver y bendecir

Capítulos 226-229

Ver y bendecir

D icen nuestros Sabios: “Tres cosas influyen positivamente sobre


la mente de la persona: buena voz, buen olor y las maravillas
que ve” (Berajot 57b). En cuanto a esto último establecieron
nuestros Sabios múltiples bendiciones para lo que uno ve. Además de
un agradecimiento general que decimos diariamente en los múltiples
rezos, en los cuales alabamos a D-os por la naturaleza, el mundo, la
gente, el sistema solar, la fauna, la flora, etc., establecieron nuestros
Sabios bendiciones específicas por ciertas cosas que llega la persona a
ver y que no son tan comunes.

Esta categoría de bendiciones que dependen de lo que uno llegue a


ver se divide en cinco partes: a) sobre la naturaleza, es decir, fenóme-
nos naturales que se dan de vez en cuando; b) sobre lugares en que
ocurrieron milagros, sean individuales o para todo el pueblo; c) sobre
criaturas raras y extraordinarias; d) sobre edificaciones; e) sobre huma-
nos especiales en cantidad o calidad.

Permítanme presentarles una lista de lo señalado arriba para que se


den una idea. Pero aclaro que respecto a la ley final de cada bendición
debe consultarse la Halajá, debido a que sobre algunas hay discusión
halájica de si se dice esa bendición u otra, o si se dice mencionando
el Nombre de D-os en ella o no (ya que muchas veces, cuando hay
discusión, se dice la bendición sin mencionar el Nombre de D-os, a fin
de no transgredir la prohibición de mencionar el Nombre de D-os en
vano), y muchas de esas bendiciones se dicen únicamente en ciertas
condiciones.

300
Capítulo 226-229: Ver y bendecir

Hecho visual La bendición es:


Al ver u n lugar donde ocurrió un milagro Baruj… Sheazá Nissim LaHabotenu
para el Pueblo Judío Bamakom Azé

Si la persona ve el lugar donde le ocurrió


Baruj… Sheazá Li Nes Bamakom Azé
a ella particularmente un milagro

Baruj… Zojer HaBerit Benemán Bibritó


Cuando se ve el arco iris
Bekayam Bemahamaró

Si se ve el océano o el Mar Mediterráneo Baruj… Sheazá Et Ayam HaGadol

El que ve relámpagos, muy altas montañas,


Baruj … Ozé Maasé Bereshit
grandes ríos

El que ve a un gran sabio superdotado judío Baruj… Shejalak Mejojmató Lireav

En caso de que se vea a un sabio no judío Baruj… Shejalak Mejojmató Le Basar Badam

En caso de ver a un rey judío Baruj… Shejalak Mikbodó Lireav

Si se trata de un rey no judío Baruj… Sjhejalak Mikbodó Lebarsar Badam

Sobre el hecho de ver criaturas extraordinarias,


Baruj… Meshané HaBeriyot
como siameses o un negro albino, etcétera

El que ve una congregación de seiscientos


Baruj… Jajam HaRasim
mil judíos en Israel

El que ve construcciones habitacionales


Baruj… Matziv Guevul Almaná
en la Tierra de Israel

Hay dos propósitos para estas bendiciones; el primero es alabar a D-os


por su mundo y lo que hay en él, y agradecerle por todo ello, como
se expresa en la bendición que se dice en la primavera (en el mes de
Nisán), cuando uno sale al campo y ve los árboles floreciendo y dice:
“Bendito D-os que no faltó en su mundo nada y creó en él criaturas
buenas y árboles bellos para dar disfrute al ser humano”. Si observamos
las últimas palabras de esta bendición, nos daremos cuenta de que la
intención de D-os es prácticamente que la persona disfrute del mundo.
Y la lógica así lo indica, ya que si D-os no quisiera que nos manten-
gamos vivos no tendría que dibujar con múltiples colores la naturaleza
ni adornarla con tanta variedad de frutas y verduras, con diferentes
olores y sabores. Si únicamente quería que eso fuera nuestra “gasoli-
na”, pues al igual que ésta tiene mal sabor, olor y color, pero a nadie le
importa porque la metemos al tanque de gasolina del auto y seguimos
manejando, así, aparentemente, debería ser la nutrición humana y la
vida en el planeta, en general. No se trata sólo de meter alimento de
un solo color, sabor y horrible visión a tu “tanque estomacal” y seguir
caminando. No es así.

301
Capítulo 226-229: Ver y bendecir

D-os se esmeró en presentarnos inmensa variedad de colores en la


naturaleza, maravillosos paisajes, diferentes flores aromáticas, sorpren-
dentes formas y diseños de alimentos, así como en dotarnos con miles
de papilas gustativas y terminales nerviosas nasales para que olamos y
saboreemos el mundo, disfrutando de él y sirviendo a D-os con sonri-
sas y mucha alegría.

El otro motivo de estas bendiciones se basa en el empeño de Moshé


Rabenu al no permitirle D-os entrar a la Tierra Santa y solicitarle que
por lo menos le dejara verla. Preguntan los comentaristas: “¿Qué quería
ganar con eso Moshé Rabenu? No se trata de un turista emocionado.
Estamos hablando del Gran Maestro, quien nos enseñó todo lo que
sabemos. ¿Qué quiso enseñarnos con este acto de ver la tierra?”.

Y responden: “Cada mañana decimos una bendición: Baruj… Pokeaj


Ivrim, ‘Bendito D-os, que abre los ojos a los ciegos’”, que en lo literal
se refiere al hecho de que en la noche “perdemos” la visión por unas
horas y por la mañana abrimos los ojos y ahí está la “cámara bien en-
focada”. Pero esta bendición significa también algo más profundo: el
ser humano tiene la posibilidad de ver el mundo superficialmente, y no
muchos tienen, además de ésta, una visión profunda y ven Quién está
detrás de todo. Algunos ven el títere y otros, además del muñeco, ob-
servan los hilos y la mano que lo mueve. En términos generales, somos
de buena vista superficial, pero respecto a la visión profunda podemos
estar ciegos.

Por eso pedimos a D-os cada mañana que nos quite la ceguera y nos
ayude a ver Su Mano. Eso es lo que quiso Moshé Rabenu enseñar a
todo el pueblo que estaba a punto de conquistar la Tierra de Israel, y
ver la belleza de leche y miel que ésta contiene pidiéndoles: “Vean
siempre más allá de la superficie. Mira la Mano de D-os en tu victoria,
naturaleza, construcción, etc.”. Y esta es la intención de todas las ben-
diciones que dependen de la visión: ver fenómenos naturales y saber
que D-os los hace; ver gente sabia y saber que su sabiduría proviene
de D-os; ver reyes y reconocer que no fue su buena campaña electoral
o su victoria militar la que les dio el palacio, sino que fue la Mano de
D-os la que los coronó. Y así ocurre con todas las demás bendiciones.
Ojalá que D-os nos ayude a quitarnos ese tipo de ceguera y siempre
tengamos esa buena visión profunda viendo la Mano que mueve todos
los hilos de la vida.

302
Capítulo 226: Bendición por los árboles

Capítulo 226

Bendición por los árboles

1. Si al salir durante el mes de Nisán observa árboles frutales con


flores, debe bendecir “Baruj Atá Ado-nay Elo-henu Mélej Haolam,
Sheló Jiser Beolamó Kelum, Ubará Bo Beriyot Tobot, Veilanot Tobot,
Lehanot Bahem Bené Adam”. No se bendice “Shehejeyanu” al cumplir
esta Mitzvá. (1,2,5)

2. Tanto los hombres como las mujeres están obligados a cumplir


está Mitzvá. (2)

3. El ciego no debe decir Bircat Hailanot, aunque es correcto que


escuche la bendición de alguien más concentrándose en cumplir con
su obligación. Por el otro lado, quien usa anteojos para poder ver o
lentes de sol, no se los tiene que quitar para poder bendecir. (14)

4. Debe decirse Bircat Hailanot durante el mes de Nisán, y no es


permitido adelantarse a bendecir durante el mes de Adar. Si por algún
motivo no pudo bendecir durante el mes de Nisán, se permite hacerlo
durante el mes de Iyar. Además, solamente se permite bendecir mientras
el árbol tenga flores. Si no ha bendecido y el árbol sigue teniendo flores
y empezaron a crecer frutos, puede bendecir. (9,10,12)

5. En las regiones donde los árboles florecen en Tishré, Jeshván o


Adar, se permite bendecir Bircat Hailanot en dichos meses. (11)

6. Aunque se permite decir Bircat Hailanot en Shabat y Yom Tob, es


preferible hacerlo en días de semana. (13)

303
Capítulo 226: Bendición por los árboles

7. Es conveniente decir Bircat Hailanot por árboles que se encuentran


en jardines y campos ubicados fuera de la ciudad, aunque no es
indispensable. Si salir de la ciudad le causa molestias o podría descuidar
su estudio de Torá, se permite bendecir por árboles que se encuentren
en la ciudad. (3)

8. Es conveniente que se reúnan diez personas para bendecir, y que


uno bendiga en voz alta y los demás la digan al mismo tiempo en
voz baja. No obstante, es preferible bendecir en Rosh Jódesh Nisán,
aunque no hayan diez personas. (4,9)

9. Después de bendecir se dice el salmo “Beshub Ado-nay Et Shibat


Tzión”, el salmo “Halelu-yáh Halelú Et Ado-nay Min Hashamaim”.
Además, si hay más de diez hombres se dice Kadish “Yehé Shelamá”.
(4)

10. Para bendecir:

• Basta con que hayan dos árboles frutales aunque sean del mismo
tipo. (6)

• Es mejor no bendecir por árboles que fueron injertados, aunque no


se debe reprender a quien lo hace. (7)

• Si no se sabe si cierto árbol fue injertado, se permite bendecir sin


dudar. (7)

• Se permite bendecir por un árbol frutal dentro de los tres años de


que fue plantado.

• No se permite bendecir por árboles que fueron adorados. (8)

304
Capítulo 227: Bendición por rayos y truenos

Capítulo 227

Bendición por rayos y truenos

1. Cuando ve un rayo o relámpago bendice “Baruj Atá Ado-nay


Elohenu Mélej Haolam, Osé Maasé Bereshit” y cuando escucha un
trueno bendice “Baruj Atá Ado-nay Elohenu Mélej Haolam, Shecojó
Ugburató Malé Olam”. (1)

2. La bendición se debe decir dentro de dos segundos después


de haberlo visto o escuchado. Después de este tiempo, ya no debe
bendecir, sino debe esperar al siguiente rayo o trueno. (1)

3. Cuando ve un rayo, es preferible que no bendiga y espere a escuchar


el trueno y bendiga “Shecojó Ugburató Malé Olam”. Si bendice “Osé
Maasé Bereshit” por el rayo y luego “Shecojó Ugburató Malé Olam”,
tiene en quien apoyarse. (2)

4. Se bendice una sola vez al día, aunque si las nubes se disiparon,


el sol salió y se nubló de nuevo, debe volver a bendecir. Asimismo, si
transcurrió toda la noche, debe bendecir de nuevo aunque no se hayan
disipado las nubes. (3)

5. Si mientras dormía se despertó por el estruendo de un trueno, por


lo que no tendrá tiempo de levantarse, lavarse las manos y bendecir
antes de que pasen dos segundos, sólo debe frotar sus manos en la
sábana y bendecir de inmediato. (4)

305
Capítulo 228: Bendición por el océano

Capítulo 228

Bendición por el océano

1. Aunque nuestros sabios establecieron bendecir “Baruj Atá Ado-nay


Elo-henu Mélej Haolam, Sheasá Et Hayam Hagadol” cuando se observa
el “gran mar”, siendo que no está definido a cual mar se refirieron, no
se debe bendecir mencionando el nombre de Hashem. (1)

Capítulo 229

Bendición por el arcoíris y el sol

1. Cuando ve el arcoíris debe bendecir “Baruj Atá Ado-nay Elohenu


Mélej Haolam, Zojer Haberit, Neemán Bibritó, Vekayam Bemaamaró”
aunque no lo vea completo. (1)

2. Se prohíbe observar el arcoíris pero se permite avisar a los demás


para que lo vean y bendigan. (1)

3. Si ve el arcoíris a través de una ventana se permite bendecir, aunque


si ve su reflejo en el agua o un espejo, no debe bendecir. (2)

4. Cada veintiocho años, cuando el sol termina y empieza su rotación


en la ubicación precisa donde Hashem creó los astros, se bendice

306
Capítulo 229: Bendición por el arcoíris y el sol

“Baruj Atá Ado-nay Elohenu Mélej Haolam, Osé Maasé Bereshit”. No


se bendice “Shehejeyanu” al cumplir esta Mitzvá. (3,4)

5. Se permite decir esta bendición desde que sale el sol y durante las
tres primeras horas proporcionales a la duración del día. Si no pudo
bendecir, puede decirse en el transcurso del día sin mencionar el
nombre de Hashem. (3)

6. En primera instancia, se debe embellecer la Mitzvá diciéndola


en público, con diez hombres. No obstante, si no hay diez hombres
presentes, es preferible decirla lo antes posible. (7,8)

7. Si no ha dicho Shajrit y teme que pase el tiempo apto para bendecir


por el sol o si es probable que se nuble el cielo, puede bendecir antes
de rezar Shajrit. (8,9)

8. Todas las costumbres relacionadas con esta Mitzvá tienen


fundamentos. Por lo tanto, cada quien debe seguir su costumbre sobre
como bendecir, ya sea que todos bendicen juntos en voz alta o que el
oficiante bendice en voz alta y los demás en voz baja, etc. (3,4)

9. Quienes acostumbran decir “Alenu Leshabéaj” después de la


bendición del sol, deben tener precaución de no inclinarse ante el sol
cuando dicen “Vaanajnu Mishtajavim”, sino deben hacerlo hacia otra
dirección. (11)

10. Ya que existen opiniones que dicen que las mujeres no están
obligadas a bendecir, es preferible que escuchen la bendición del
oficiante y se concentren en cumplir con su obligación. (4)

11. El ciego no debe decir la bendición del sol, debe escucharla del
oficiante y concentrarse en cumplir con su obligación. (4)

12. No es necesario quitarse las gafas incluso si son oscuros. Por otro
lado, si el día está nublado de tal manera que no se ve el sol, no se
debe bendecir. No obstante, si las nubes son ligeras y se percibe el sol
a través de ellas, se permite bendecir. (5,6)

13. Se acostumbra decir capítulos del Tehilim relacionados con la


bendición del sol. (3)

307
Capítulo 230-231: Bendiciones particulares e intenciones

14. Quien está en cama y no puede levantarse, puede bendecir


sentado o acostado, si ve el sol desde donde esté aun si lo observa a
través de la ventana. (10)

Capítulo 230-231

Bendiciones particulares e intenciones

1. Es en vano suplicar por acontecimientos que ya sucedieron. Por


ejemplo, si su esposa tiene cuarenta días de embarazo suplicar que dé
a luz a un varón, o si entrando a su ciudad escucha gritos y pide que
no vengan de su casa. (1)

2. Se debe rezar por el futuro y agradecer por el pasado. Por ejemplo,


antes de llegar a una ciudad debe pedir “Sea tu voluntad Hashem, que
me ingreses a esta ciudad en paz” y después de haber entrado decir
“Te agradezco Hashem, por haberme ingresado a esta ciudad en paz.”
(1)

3. Cuando su esposa está por dar a luz, debe suplicar para que dé a
luz para vida buena y paz, que su descendiente perdure, que se ocupe
de las Mitzvot y buenos hábitos. (2)

4. Se debe hacer el hábito de decir constantemente “Todo lo que


hace Hashem, es para bien”. (4)

308
Capítulo 232: El rezo de Minjá

Capítulo 232

El rezo de Minjá

N uestros Sabios establecieron tres rezos al día, aunque su ori-


gen proviene de los tres Patriarcas: Abraham Avinu estableció
el rezo matutino llamado Shajrit; Itzjak, el rezo de la tarde,
Minjá; y Yaacov, el rezo de la noche, Arvit.

En este capítulo hablaremos del rezo de Minjá, el cual se aprende del


versículo: “Y salió Itzjak a platicar en el campo antes del anochecer”
(Bereshit 24:63). Y aclararon nuestros Sabios que “el término ‘platicar’
se refiere a rezar, como dijo el Rey David (Tehilim 102:1): ‘Rezo del
pobre que ante D-os vierte su plática’, es decir, sus plegarias” (Berajot
26b).
La Guemará de Berajot aclara que, aun cuando los Patriarcas fueron
quienes establecieron originalmente los tres rezos, nuestros Sabios ade-
cuaron el tiempo correspondiente a cada uno con base en los sacri-
ficios que se realizaban en el Templo. Por ejemplo, debido a que el
primer sacrificio de Tamid se realizaba desde la hora en que amanecía
hasta la cuarta hora del día, ese es el periodo en que puede recitarse
Shajrit. Y debido a que el rezo de Minjá correspondiente al segundo
sacrificio del día, y éste se daba desde seis horas y media después del
amanecer, durante cinco horas y media hasta el anochecer, ese es el
lapso para decir Minjá. Y dado que los sacrificios se consumían en el
fuego durante toda la noche, el rezo de Arvit correspondiente a este
hecho es desde la salida de las estrellas hasta el amanecer.

309
Capítulo 232: El rezo de Minjá

Este vínculo entre el rezo de Minjá y el sacrificio correspondiente es el


que dio pie al término Minjá Guedolá, “La Gran Minjá”, que significa
decir Minjá a partir de las seis horas y media desde el amanecer, y el
concepto de Minjá Ketaná, “La pequeña Minjá”, que significa decir
este rezo a partir de nueve horas y media desde el amanecer en ade-
lante, ya que hay una discusión sobre cuándo es el mejor momento
para decir Minjá: si seguimos la similitud con el sacrificio, aunque éste
podía realizarse a partir de las seis horas y media desde el amanecer,
la costumbre era hacerlo a partir de las nueve horas y media. Y por
tanto, lo mejor sería Minjá Ketaná (Shulján Aruj 233:1, con base en el
Maimónides).

Y otros opinan que mejor es aplicar la regla de nuestros Sabios que


dice: “Los ágiles siempre se adelantan ara hacer las Mitzvot”. Y por
tanto, Minjá Guedolá demuestra la agilidad y el cariño que la persona
tiene para, apenas pueda, cumplirla (Rif y el Rosh, y otros).

Nuestros Sabios consideraron el rezo de Minjá como el más importan-


te del día diciendo: “Siempre debe procurar la persona ser meticulosa
con el rezo de Minjá, ya que el versículo indica que en ese rezo escu-
chó D-os la plegaria de Eliahu HaNabí (Berajot 6b)”, como indicándo-
nos que hay más oportunidad de ser respondido por D-os a la hora de
Minjá.

Incluso el Zóhar aclara que la hora en que D-os se reveló a Moshé


Rabenu en la zarza ardiente fue a la de Minjá, para informarle que las
plegarias del Pueblo de Israel fueron recibidas y la salvación ya había
sido decretada (Shemot 383b).

Y en otra parte dice también el Zóhar que en ese momento hay tanta
apertura divina que es el lapso más privilegiado para, al fallecer la
persona, su alma suba al Cielo, como vimos que ocurrió con Moshé
Rabenu, Yosef HaTzadik, David HaMélej, etc. (Terumá 547a).

Y de manera metafórica, insinúa el Zóhar que la hora en que regresó la


paloma con la rama de olivo a las manos de Nóaj mientras éste se ha-
llaba en el arca trayéndole la buena noticia de que el mundo ya estaba
recuperándose, fue a la hora de Minjá, como dice el versículo: “Y vino
la paloma antes del anochecer” (Bereshit 8:11), como haciendo alusión
a que el lugar del rezo es como el arca: aquel que reza y manda su

310
Capítulo 232: El rezo de Minjá

plegaria a los Cielos, la cual es transportada por los ángeles-paloma, al


aceptarse el rezo regresan éstos con las buenas noticias y la abundan-
cia (Pinjás 565a).

¿Cuál es el motivo de que este rezo de Minjá tenga tanta fuerza e im-
portancia? Las respuestas son:

a) Este rezo nos toma a la mitad del día. No es el rezo del amanecer,
Shajrit, cuando todavía no empieza el ajetreo de las actividades coti-
dianas, ni tampoco Arvit, la cual nos encuentra al finalizar todo. Minjá
nos “agarra” a la hora de negocios, comida, siesta, diligencias, y ni
hablar del tráfico. Y debido a que “nos cuesta” dejar esas actividades,
por eso las plegarias tienen mayor fuerza, como dice la Mishná: Lefum
tzaará agra, “Conforme al esfuerzo es la recompensa” (Pirké Avot 5:22).

b) Dice el MaHaRamá de Pano: “D-os creó al hombre entre la sexta


y la séptima hora del amanecer y en ese lapso hasta el anochecer fue
cuando pecó. Al darse cuenta de que se equivocó y que ahora vendría
el veredicto de D-os: ‘En el día que comas (del Árbol) morirás’, realizó
una plegaria al Creador pidiéndole que se apiadara de él, a lo cual
D-os contestó que su rezo fue recibido. Es decir, el primer rezo del ser
humano, junto con la respuesta piadosa de D-os, fue a la hora de Min-
já, lo que convierte desde entonces a cada una en el rezo apto para ser
recibido” (Jakor Din 4:3).

Procuremos esforzarnos siempre para hacer una pausa en el ajetreo del


día y buscar minián de diez personas para rezar Minjá. Y si no es posi-
ble encontrar minián, no por eso dejemos de rezarla. Incluso si un día
nos llega la hora de decirla mientras estamos en un vuelo o en el tráfico
de la ciudad, etc., intentemos crear las condiciones para realizarla. Y
ojalá que así, de la misma forma en que D-os contestó a Moshé, Eliahu
HaNabí, etc., Él nos responda siempre mandándonos la “paloma” con
“la ramita” de buenas noticias.

311
Capítulo 232: Minjá

Capítulo 232

Minjá

1. Se debe enseñar a los menores a rezar Minjá. (10)

2. Cuando se aproxima el horario de rezar Minjá, nuestros sabios


prohibieron realizar determinadas labores para que no olvide rezar. (6)

3. Si fue invitado a un banquete de Seudat Mitzvá y los demás


invitados ya rezaron Minjá, tiene permitido rezar Minjá sin Minián sólo
si considera que podrá concentrarse en el significado de cada palabra
que dirá en toda la Amidá, así podrá formar parte en el banquete.
No obstante, si no le es posible concentrarse completamente, no debe
rezar sin Minián.

De cualquier manera, tiene permitido comer fruta incluso en grandes


cantidades, pan menos de 54 gramos, beber y comer menos de 162
gramos de guisados de trigo, cebada, centeno, espelta o avena. (9)

4. Se debe rezar Minjá con Jazará siempre que hayan presentes diez
hombres que se concentran en las bendiciones y respondan “Baruj Hu
Ubaruj Shemó” y “Amén” a cada una de ellas. Si se encuentra en un
Minián de este tipo y omiten la Jazará, se les debe reprochar. (1)

5. Si hay exacto diez hombres durante el rezo y algunos no prestarán


atención durante la Jazará, se debe optar por no decirla. Se debe
proceder del mismo modo durante el rezo de Shajrit. (1)

6. Cuando no hay suficiente tiempo para rezar normalmente, se debe


rezar Bekol Ram, es decir, el Jazán dice en voz alta la Amidá hasta
finalizar la bendición de “Hae-l Hakadosh”, se dice la Kedushá en

312
Capítulo 233: Horario de Minjá

conjunto y continúan la Amidá en voz baja, omitiendo la Jazará. En


este caso, lo correcto es que los demás digan palabra por palabra en
voz baja junto con el oficiante, y no como algunos que acostumbran
escuchar al oficiante hasta “Hae-l Hakadosh”, y luego empezar la
Amidá. (4)

7. Si el tiempo es corto y no alcanzarán a decir toda la Jazará, no se


permite que digan la Amidá en voz baja, y que luego el oficiante diga
la Jazará hasta “Hae-l Hakadosh”. (11)

8. Cuando se ven en la necesidad de rezar Bekol Ram en un día de


ayuno público, el oficiante debe decir la bendición de “Anenu” cuando
termine la bendición de “Refaenu”, mientras los demás lo escuchan
concentrándose en lo que dice. Además, los presentes deben agregar
el párrafo de “Anenu” en la bendición de “Shemá Kolenu”. (5)

Capítulo 233

Horario de Minjá

1. El horario apto para rezar Minjá es después de seis horas y media


desde el amanecer, a este horario se le conoce como Minjá Guedolá.
En primera instancia se debe rezar después de haber transcurrido
nueve horas y media desde el amanecer, horario conocido como Minjá
Ketaná. (1)

2. Se debe tener precaución y ser ágil para no postergar el rezo de


Minjá, buscar un Minián para rezar tan pronto se presente el horario de
Minjá Ketaná. (1)

3. Después de trece minutos de la puesta del sol, se prohíbe rezar


Minjá. Quien reza después de este horario, bendice en vano. Si le
piden completar Minián para rezar Minjá después de trece minutos de
la puesta del sol, no debe hacerlo. (5)

313
Capítulo 233: Horario de Minjá

4. Está prohibido sentarse a comer a partir del horario en que se


permite rezar Minjá si aún no ha rezado. Por lo tanto, es preferible que
rece en el horario de Minjá Guedolá antes de comer.

Sin embargo, los que primero comen y luego rezan en el horario de


Minjá Ketaná, tienen en quien apoyarse. (1)

5. Es preferible rezar en el horario de Minjá Guedolá con Minián, que


en el horario de Minjá Ketaná solo. (2)

Minjá después de la puesta del sol

6. La Mitzvá de rezar Minjá debidamente consiste en comenzar lo


suficientemente temprano como para decir la Jazará antes de la puesta
del sol. Como se mencionó, se puede rezar hasta trece minutos después
de la puesta del sol y debe decirse la Jazará si todavía cuentan con
tiempo suficiente. (3)

7. Es preferible rezar Minjá con Minián después de la puesta del sol,


que rezar solo antes. (3)

8. Se permite empezar la Amidá, aunque sabe que terminará de


decirla después del tiempo permitido. (4)

9. Se permite decir el Viduy, “Ana” y “Ledavid” durante los trece


minutos después de la puesta del sol. (6)

10. Quien está viajando en camión y no va a llegar a su destino


hasta después del horario permitido para rezar Minjá, y de rezar en el
camión no podrá concentrarse:

• Si normalmente se concentra al menos en la primera bendición de la


Amidá, tiene permitido no rezar Minjá y decir Arbit dos veces cuando
llegue a su destino.

314
Capítulo 233: Horario de Minjá

• Si normalmente no se concentra en la primera bendición, debe rezar


en el camión.

Esto es si antes de salir consideró que llegaría a tiempo a su destino y


por un contratiempo no lo hizo. (11)

11. Quien viaja en autobús, es preferible que diga la Amidá sentado


con concentración que parado sin concentración. (11)
Rezó Arbit y escucha el rezo de Minjá

12. Quien no ha rezado Minjá, y escuchó “Barejú” de Arbit de


otro Minián, contesta a “Barejú” y luego reza Minjá. Sin embargo, en
vísperas de Shabat no debe responder a “Barejú”, si lo hizo ya no tiene
permitido rezar Minjá y debe decir la Amidá de Arbit dos veces. (7)

13. Si rezó Arbit temprano, y escucha Kadish, Jazará o Kedushá del


rezo de Minjá, puede responder, tanto en día de semana como en
Shabat. (8)

14. Quien rezó temprano Arbit, puede completar Minián de Minjá


y responder a la Jazará, Kadish y Kedushá. No obstante, si dijo Arbit
de Shabat temprano, no es apropiado completar Minián de Minjá de
vísperas de Shabat. (9)

15. Se permite rezar Minjá, tanto con Minián como solo, en la misma
estancia donde se rezó Arbit, a excepción del día viernes. (10)

El contenido del rezo de Minjá

16. Se acostumbra rezar Minjá en el siguiente orden:

• “Lamenatzéaj Al Haguitit”

• Korbán Hatamid (“Vaidaber… Tzav Et Bené Israel”)

• Los párrafos del Pitum Haketóret

• “Ashré Yoshebé Beteja”

• La Amidá

315
Capítulo 234: No rezó Minjá

• Al finalizar el rezo “Alenu Leshabéaj” (12)

17. Quien reza Minjá en un Minián de Ashkenazim quienes empiezan


desde “Ashré Yoshebé Beteja”, es apropiado que empiece a rezar antes
para no omitir lo anterior. (12)

18. Si cree que en caso de decir lo que se reza antes de la Amidá,


no alcanzará a decir la Amidá a tiempo, debe omitirlo, incluso “Ashré
Yoshebé Beteja” y decirlo posteriormente. (12)

Capítulo 234

No rezó Minjá

1. Si olvidó decir Minjá debe decir la Amidá de Arbit dos veces.


Antes de comenzar la segunda Amidá debe decir el capítulo de “Ashré
Yoshebé Beteja”. (1)

316
Capítulo 235: El rezo de Arbit

Capítulo 235

El rezo de Arvit

E l rezo nocturno se llama Arvit y fue establecido por nuestro Patriarca


Yaacov. En él rezamos de nuevo la Shemá, después de mencionarla en
el rezo matutino, Shajrit, como dice el versículo: Veshojvejá Ufkumeja,
“Al acostarte y al levantarte…”, de lo cual aprendieron nuestros Sabios que
hay una obligación de leer la Shemá tanto al amanecer como al anochecer.

Al observar y analizar al patriarca que la estableció, y el momento en su vida


que eso ocurrió, entenderemos mejor el secreto de Arvit.

Aunque tenemos claro que cada patriarca estableció uno de los tres rezos,
cabe preguntar: si en el Judaísmo el día empieza desde el anochecer, ¿de-
bería Abraham Avinu, el primer patriarca, establecer el primer rezo, Arvit,
Itzjak, Shajrit, y Yaacov, Minjá?

La respuesta es que cada uno estableció el rezo en el tiempo del día que
reflejó su forma de vida: Abraham Avinu, que fue hombre de bondad y de
dar de su luz a cada necesitado, sea luz monetaria o luz de fe, estableció el
rezo de Shajrit que se realiza a la hora en que surge la luz para el mundo, y
al igual que ésta va incrementándose más y más, hasta la hora del mediodía,
así Abraham Avinu, de ser un desconocido, fue brillando y extendiendo sus
rayos cada vez más.

A Itzjak tocó recibir la Casa de Abraham Avinu en su pleno apogeo, pero de-
bido a su rígido carácter, todos los alumnos y seguidores de su padre fueron
alejándose y abandonando la pequeña comunidad que se formó. Además,
Itzjak Avinu alcanzó niveles celestiales muy elevados en su juventud, hasta
llegar a aceptar ser un sacrificio, estirar su cuello en la Akedá. Y de acuerdo
con el Midrash, dos años después de este evento se quedó Itzjak en una

317
Capítulo 235: El rezo de Arbit

dimensión o nivel de Gan Eden, pero posteriormente ya le tocó batallar en


la vida mundana, pelear con los filisteos que invadían los terrenos de sus
pozos de agua y contra su medio hermano Ishmael y su hijo Esav. Por eso, a
él le corresponde el horario de Minjá, cuando el sol, de estar en pleno cielo,
empieza a descender hasta el anochecer, cuando la visión se hace difícil, tal
como le ocurrió a Itzjak con la visita, la que poco a poco fue perdiendo hasta
quedar ciego.

A Yaacov le corresponde el rezo de la noche, ya que desde el inicio, incluso


en el vientre de su madre, empieza la batalla y dificultades con su hermano
gemelo, Esav, el cual luego jura que no descansaría hasta matarlo, además de
una vida llena de “oscuridad”, de problemas con su suegro, Labán, la viola-
ción de su hija Diná, la supuesta desaparición de su hijo Yosef por veintidós
años, etc., hasta que al final de su vida llegó para él un poco de “amanecer”
viviendo feliz en Egipto sus últimos años, con su hijo el Virrey. Así es la hora
de Arvit: es el lapso de oscuridad en el cual las cosas están turbias, confusas,
y dura hasta el amanecer.

En la vida, a veces nos toca vivir Shajrit, una existencia llena de luz, abun-
dancia, claridad, amor divino, y nuestro deber es compartirla y beneficiar a
los demás. Y a veces nos toca vivir Minjá, una gloria y abundancia que van
disminuyendo gradualmente, por lo cual nos tocaría cuidar nuestra fe, adap-
tarnos a los cambios y vivir como D-os quiso que sea (obviamente, procuran-
do siempre retomar la gloria y no permitirnos perderla). Y a veces nos tocan
épocas de Arvit, cuando el plan de la vida no es muy claro y pareciera que
la luz divina nos abandonó.

Esto ocurrió a Yaacov Avinu justo en la noche en que estableció el rezo de


Arvit, tal como lo describe la Torá: mientras huía de la persecución de su
hermano Esav salió a la diáspora, a la casa de su tío, el tramposo Labán,
dejando atrás la casa sagrada de sus padres, Itzjak y Rivká, y el lugar de es-
tudio, la Yeshivá de Shem y Éber. En el camino, al anochecer se puso a rezar
y posteriormente se acostó a dormir. Fue entonces que soñó con la escalera
y los ángeles que subían y bajaban, y una Presencia Divina que le prometió
protección y compañía. Al despertar, se expresó Yaacov Avinu diciendo: “No
sabía que también aquí hay Presencia Divina” (Bereshit 28:17).

Es decir, de acuerdo con el concepto que manejamos antes, Arvit simboliza


épocas oscuras y a veces uno no cree que también en ellas está D-os con
él. Lo que nos enseña nuestro Patriarca es: “Siempre, a donde vayas y lo que
atravieses, aunque el panorama esté oscuro, D-os está contigo”. Y si soportas
estas pruebas y logras encender tu vela de fe en esos periodos de oscuridad,
al final amanecerá y te llegará la luz con abundancia-época de Abraham,
para que, sabiendo ahora lo incómoda que es la oscuridad, compartas esa
abundancia y luz con los demás.

318
Capítulo 235: Horario del Shemá de Arbit

Capítulo 235

Horario del Shemá de Arbit

1. Para cumplir la Mitzvá de rezar Arbit de la mejor manera, debe


rezar después de la salida de las estrellas. Sin embargo, se acostumbró
permitir para los Sefaradim rezar setenta y cinco minutos antes de la
puesta del sol, a partir del horario de Peleg Haminjá. Además, puede
rezarse hasta el amanecer. (1,3)

2. Cuando se reza Minjá después de setenta y cinco minutos antes de


la puesta del sol, algunos habitúan no rezar Arbit antes de la puesta del
sol. No obstante, en la práctica la gente no es precavida al respecto,
acorde a las opiniones que lo permiten. (1)

3. Quien no rezó Arbit y podrá encontrar un Minián para rezar


después de la media noche, debe decir el Shemá antes de la media
noche y rezar Arbit normal con Minián. (3)

4. Si por alguna causa de fuerza mayor no le fue posible rezar Arbit


y ya amaneció, debe rezar omitiendo la bendición de “Hashkibenu”.
Además, antes de comenzar la Amidá debe condicionar diciendo:
“Rezo la Amidá si es por obligación o por compensación. Si no, la
digo voluntariamente”. Debe posteriormente rezar Shajrit después de
la salida del sol. (3)

5. Quien está rezando Arbit temprano, y escucha de otro Minián


Kedushá de Minjá:

• Si está diciendo el Shemá o sus bendiciones, debe responder.

• Cuando está diciendo la Amidá, debe mantenerse en silencio y


escuchar la Kedushá del oficiante.

319
Capítulo 235: Horario del Shemá de Arbit

• Quien ya terminó de rezar, debe responder Kedushá y Amén, incluso


en Shabat. (4)

6. Como se debe decir el Shemá después de la salida de las estrellas,


siendo que es una Mitzvá de la Torá, es apropiado cumplirla en el
horario de la salida de las estrellas según la opinión de Rabenu Tam. (2)

7. Quien rezó Arbit antes de la salida de las estrellas, debe decir el


Shemá de nuevo después de la salida de las estrellas, y de preferencia
después de la salida de las estrellas según el horario de Rabenu Tam.
Si rezó Arbit dentro de los trece minutos después de la puesta del sol,
algunos acostumbran no volver a decir el Shemá. (1,2)

8. Si no recuerda si dijo el Shemá en Arbit durante los trece minutos


después de la puesta del sol o después de la salida de las estrellas, es
conveniente decirlo de nuevo. (5)

Capítulo 236-237

Bendiciones por el Shemá de Arbit

1. La mujer que no rezó Shajrit ni Minjá, debe rezar Arbit. Si rezó


Shajrit o Minjá, no está obligada a rezar Arbit. Tampoco las mujeres
Ashkenaziot habitúan rezar Arbit. (16)

2. Las mujeres están exentas de decir el Shemá por la mañana y por


la noche. Si quieren decir las bendiciones del Shemá, pueden hacerlo
sin mencionar el nombre de Hashem, al comienzo y al final de cada
bendición. (15)

320
Capítulo 236-237 Bendiciones por el Shemá de Arbit

3. Antes de empezar Arbit, acostumbramos decir los tres versículos:


“Ado-nay Tzeba-ot Imanu”, “Ado-nay Tzeba-ot Ashré Adam” y “Ado-
nay Hoshía”. (1)

4. Después de decir los tres versículos que se mencionó en el inciso


anterior, se dice medio Kadish, el párrafo de “Vehú Rajum”, “Barejú” y
posteriormente se comienza el rezo. Si se dice Arbit inmediatamente
después de estudiar Torá y dijeron Kadish “Al Israel”, no es necesario
decir medio Kadish. (1)

5. Antes de Arbit de Shabat no se dice “Vehú Rajum”. (1)

6. El Shemá debe terminar con las palabras “Ado-nay Elo-hejem


Emet”. Si reza con Minián, es conveniente escuchar dichas palabras del
oficiante, cuando él sabe exentar a la concurrencia de su obligación de
decirlas; si no, debe decirlas con el oficiante. (4)

7. Luego de decir “Ado-nay Elo-hejem Emet” continúa inmediatamente


con las bendiciones que siguen (“Veemuná Kol Zot”). (4)

8. Si comenzaron a rezar Arbit sin Minián y antes de empezar la


Amidá se juntó Minián, pueden decir Kadish después de la bendición
de “Shomer Et Amó Israel Laad”, incluso si quien va fungir como
oficiante es de los que habían comenzado a decir Arbit solos. (5)

9. Quien llegó tarde al rezo de Arbit, y si comienza a decir Arbit


desde el principio no alcanzará a empezar la Amidá con todos,
debe decir la Amidá con todos, y al terminar debe decir desde las
bendiciones comenzando por “Asher Bidbaró”, el Shemá, hasta el final
de la bendición de “Hashkibenu”. (8)

10. Si no recuerda si rezó Arbit, debe rezar de nuevo condicionando


previamente a que en caso de haberla dicho, la Amidá que dirá será
voluntaria. (12)

11. En el rezo de Arbit no hay Jazará. Además, no se dice “Ana” en


Arbit, incluso si está rezando de día o si dijo dos veces la Amidá de
Arbit, la segunda por reposición de la Amidá de Minjá. (13,14)

321
Capítulo 236-237 Bendiciones por el Shemá de Arbit

Texto de la bendición

• En Ahabat Olam se dice “Veahabatejá Lo Tasur”, y no “Veahabatejá


Vejemlatejá Lo Tasur”.

• En Emet Veemuná se dice “Haosé Lanu Nisim Unkamá Befaró” y


“Mitojam Meavdut Lejerut Olam”.

• En la bendición de Hashkibenu se dice “Et Amó Israel Laad Amén”,


y no “Israel Micol Dabar Ra Laad Amén”. (7)

12. En la bendición de “Hashkibenu” de Shabat se termina diciendo


“Ufrós Alenu Sucat Shalom” (7)

Interrupción

13. Entre Barejú y las bendiciones del Shemá, únicamente se puede


interrumpir para contestar Amén a otras bendiciones y hojear libros
sin leerlos. No se puede contestar “Baruj Hu Ubaruj Shemó”, ni decir
“Vehú Rajum” si es que no lo dijo antes, sino debe decirlo después de
Arbit. (2)

14. Mientras dice las bendiciones del Shemá únicamente puede


responder a los primeros cinco Amenim del Kadish y a la Kedushá que
escuche de otro Minián. (3)

15. Al finalizar la bendición de “Hashkibenu”, no se permite


interrumpir para responder “Baruj Hu Ubaruj Shemó”. (10)

322
Capítulo 238:Establecer un horario fijo para estudiar Torá por las noches

16. La bendición de “Hashkibenu” termina “Hashomer Et Amó Israel


Laad, Amén”. Si terminó antes que el oficiante, debe contestar Amén
a la bendición del oficiante o de cualquier otro, cuando termina de
decir “Laad”. Esto también aplica para la bendición de “Haporés Sucat
Shalom” o si escucha a alguien bendecir por algún alimento o para
cumplir una Mitzvá. (6)

17. Si finalizó otra de las bendiciones del Shemá al mismo tiempo


que el oficiante, como la de “Hamaariv Arabim” y similares, no debe
responderle Amén a ellas. (6)

18. Quien mientras decía “Hashkibenu” interrumpió para contestar al


Kadish antes de la Amidá, y comenzó la Amidá sin decir la bendición
de “Hashkibenu”, al terminarla debe decir “Hashkibenu”, siendo
conveniente decir antes el Shemá. (9)

19. Si mientras decía la Amidá de Arbit se percató que ya había


rezado, debe concentrarse en que la Amidá sea voluntaria y continúa
rezando, aumentando alguna petición que precise. (11)

Capítulo 238

Establecer un horario fijo

para estudiar Torá por las noches

1. La persona debe dormir por la noche las horas que necesite según
su estado de salud, aunque es evidente que no debe dormir más de lo
que precisa para estar sano. (2)

323
Capítulo 238:Establecer un horario fijo para estudiar Torá por las noches

2. Se debe tener mayor preocupación por estudiar Torá por la noche


que durante el día. Quien estudia de noche, Hashem lo agracia durante
el día, la Divinidad está delante de él, es merecedor de la corona de
la Torá. Los que se dedican al estudio de Torá, cuando estudian de
noche, se les considera como si llevaran a cabo el servicio en el Bet
Hamikdash. (1)

3. Toda Mitzvá que se lleva a cabo tres veces sin haber especificado
que lo hace sin compromiso, se considera como si hubiera prometido
cumplirla siempre. Por lo tanto, si estudia una cantidad específica
de Torá durante el día y por algún motivo no pudo respetarla, debe
compensar el tiempo faltante inmediatamente por la noche. (3)

4. Se permite estudiar después de media noche versículos del Tanaj


con explicación de Rashí o similares, tanto si lo estudia solo o en grupo
y durante toda la noche si es Shabat o Yom Tob. Si lo único que sabe
estudiar son versículos de Tanaj, puede estudiarlos aún antes de media
noche. (4)

5. Está permitido, por falta de tiempo leer en la noche de Shabat la


Perashá de la semana dos veces y su traducción a arameo (Onkelós).
De igual manera, se permite leer así durante la noche de Simjat Torá la
Perashá de Vezot Haberajá. (4)

6. Se puede decir Tehilim después de la media noche, si lo dice para


el alivio de un enfermo o de una mujer que está dando a luz, se permite
decirlo antes de la media noche. (4,5)

7. Es apropiado evitar que los menores lean versículos del Tanaj o


capítulos de Tehilim por la noche, si saben estudiar algún otro tema de
Torá. (5)

8. No se debe reprender a los Ashkenazim que se rigen como el


Ramá, quien establece leer el Séfer Torá en la noche de Simjat Torá. (6)

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Capítulo 239: Cerrando con broche de oro

Capítulo 239

Cerrando con broche de oro

C ada noche, antes de dormir, debe la persona cerrar el día ha-


ciendo una meditación y una reflexión sobre todo lo ocurrido
en él, arrepintiéndose por lo malo que pueda haber hecho, y al
mismo tiempo animarse y felicitarse por lo bueno que haya realizado.
La vida tiene un trayecto y cada noche hay que observar el mapa, a
fin de checar si estamos en el camino correcto o si hace falta corregir
el rumbo, o quizás acelerar un poco más el avance. Por tanto, al acos-
tarse y antes de dormir, debe leerse el Kiriat Shemá al Hamitá, oración
que incluye meditación, petición de perdón por los pecados cometi-
dos, la lectura de la Shemá, la poderosa plegaria de Ana Bekoaj, etc.,
para cerrar bien el día dando cabida a un día mejor.

Además, en la noche, a la hora de dormir, la persona atraviesa por un


proceso espiritual grande y no notable, como dicen nuestros Sabios:
“En la noche, mientras la persona duerme, se desprende de ella una
parte espiritual, la cual se eleva hasta el Creador para rendir cuentas,
obtener información y planear el siguiente día”. Y debido a que este
proceso no es tan simple para el alma, y si ésta quiere alcanzar mayor
nivel, claridad y gracia divinas, se precisan dos cosas: una, pureza de
actos en ese día; dos, el alma necesitará, de alguna forma, abrirse paso
y allanar obstáculos para que su elevación sea fácil y fructífera.

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Capítulo 239: Cerrando con broche de oro

Y por tanto, dice el Zóhar: “Observa y te daré un consejo: Cuando la


persona se acuesta para dormir en la noche, necesita leer el Shemá y
obtener sobre sí el Reinado Divino con amor y cariño, y depositar su
alma en Manos de D-os, ya que a la hora de dormir todas las almas se
elevan hacia D-os y esta lectura de la Shemá les abre el paso” (Vaet-
janán 3).

Y a eso se referían nuestros Sabios en la Guemará cuando dijeron:


“Cada uno que lee la Shemá antes de dormir equivale a un guerrero
que tiene un arma afilada en su mano” (Berajot 5a). Y agregó la Gue-
mará de Yerushalmi diciendo: “Hace falta leer la Shemá en la noche
para hacer huir a todas las fuerzas negativas” (Berajot 1:1).

Repetimos este proceso en varias ocasiones; por ejemplo, antes de re-


zar tanto Shajrit como Minjá se acostumbró leer previamente el Pitum
HaKetoret, y el motivo es que éste funciona como un “limpia drenajes”,
lo cual aleja a los acusadores celestiales que obstaculizan que el rezo
ascienda hasta el Trono de D-os. Este rezo es muy poderoso y abre
paso a las peticiones mencionadas después, para que lleguen libre-
mente (Zohar Shir HaShirim 13b).

Eso es lo que se hace con la lectura nocturna de la Kiriat Shemá antes


de dormir. Todo lo que se estableció que digamos sirve para “aplanar
el terreno” dando a nuestra alma una posibilidad de elevarse a grandes
alturas y de ponerse de pie dignamente ante el Creador, para así obte-
ner buenos decretos para el día de mañana.

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Capítulo 239: Shemá antes de dormir

Capítulo 239

Shemá antes de dormir

1. No se bendice por cumplir la Mitzvá de decir Shemá antes de


dormir. (5)

2. La bendición de “Baruj Hamapil” previa al Shemá de antes de


dormir, se dice mencionando el nombre de Hashem y su reinado si
duerme antes de media noche, tanto hombres como mujeres. (1,6)

3. No es necesario esperar a que sus ojos comiencen a cerrarse de


sueño para bendecir “Baruj Hamapil”, sino puede decirla al acostarse.
(3)

4. Si va irse a dormir después de la media noche, debe decir “Baruj


Hamapil” sin mencionar el nombre de Hashem. Asimismo, si se fue a
dormir poco antes del amanecer y seguirá dormido después de haber
amanecido, no debe bendecir “Baruj Hamapil”. (1)

5. Después de decir la bendición “Baruj Hamapil”, hay que procurar


no interrumpir para nada al terminar el Shemá y los versículos que se
dicen posteriormente e ir a dormir. Si habló antes de quedarse dormido,
no se considera que bendijo en vano, y no debe repetir la bendición.
(1)

6. Después de bendecir “Baruj Hamapil” se permite:

• Bendecir y tomar agua, si le es necesario.

• Hablar asuntos importantes, como silenciar al menor.

• Bendecir “Asher Yatzar” si fue al sanitario después de bendecir “Baruj


Hamapil”.

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Capítulo 239: Shemá antes de dormir

• Responder una pregunta que le hicieron sus padres. (1,2)

7. Antes de decir “Baruj Hamapil” debe decir el párrafo de “Ribonó


shel Olam Hareni Mojel Vesoléaj”. Seguido de “Baruj Hamapil” dice
el Shemá con sus tres capítulos (“Veahabtá”, “Vehayá” y “Vayomer”).
Además, es preferible decir “Ado-nay Elo-hejem Emet” después del
Shemá en vez de decir “E-l Mélej Neemán” antes de comenzar a
decirlo. (4,5,7)

8. Es correcto instruir a los menores en decir el Shemá antes de dormir,


siendo suficiente con que digan el primer versículo. (6)

Dormir solo

9. No se permite dormir solo en casa. Ya que existen diferentes


opiniones sobre cuando aplica esta regla, si se ve en la necesidad de
dormir sin compañía, es conveniente que encienda una fuente de luz
pequeña. (8)

10. Según algunas opiniones, tampoco se permite dormir solo durante


el día, si su casa se encuentra apartada de las demás. (8)

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