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Suprema Corte de Justicia de la Nación

Novena Época Núm. de Registro: 22596


Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXXIII, Enero de 2011, página 898.
 

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. ES IMPROCEDENTE LA SOLICITUD DEL TRABAJADOR


EN EL SENTIDO DE QUE LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE ORDENE SU
REINSTALACIÓN, CUANDO ÉSTE NO DESAHOGÓ EN EL TÉRMINO DE TRES DÍAS
HÁBILES EL REQUERIMIENTO RELATIVO A MANIFESTAR SU ACEPTACIÓN O
RECHAZO.

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE ESTÁ


FACULTADA PARA OTORGAR EL TÉRMINO DE TRES DÍAS HÁBILES AL TRABAJADOR
PARA QUE MANIFIESTE SU ACEPTACIÓN O RECHAZO, CON EL APERCIBIMIENTO DE
QUE SI NO LO DESAHOGA SE LE TENDRÁ POR INCONFORME.

CONTRADICCIÓN DE TESIS 252/2010. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL DÉCIMO


PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER CIRCUITO, EL
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER CIRCUITO, EL
ENTONCES SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS ADMINISTRATIVA Y DE
TRABAJO DEL SÉPTIMO CIRCUITO, AHORA SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA ADMINISTRATIVA DEL SÉPTIMO CIRCUITO Y EL TRIBUNAL COLEGIADO DEL
TRIGÉSIMO PRIMER CIRCUITO.

CONSIDERANDO:

PRIMERO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es


competente para conocer de la presente denuncia de contradicción de tesis, de
conformidad con lo dispuesto por los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución
General de la República; 197-A de la Ley de Amparo y 21, fracción VIII, de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con los puntos segundo y
cuarto del Acuerdo Plenario Número 5/2001, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el veintinueve de junio de dos mil uno, en virtud de que se trata de una
contradicción de criterios en materia laboral, cuya especialidad corresponde a esta
Sala.

SEGUNDO. La denuncia de contradicción de tesis de que se trata proviene de parte


legítima, toda vez que fue formulada por los Magistrados integrantes del Décimo
Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, por lo que en
términos del artículo 197-A, párrafo primero, de la Ley de Amparo, están facultados
para denunciar la posible contradicción de criterios.

TERCERO. El Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer


Circuito, al resolver el amparo directo número 385/2010, en la parte que interesa a
esta contradicción de tesis, consideró lo siguiente:

"CONSIDERANDO: ... QUINTO. Análisis de regularidad constitucional del acto


reclamado. Son infundados los conceptos de violación. ... III. Ofrecimiento de trabajo.
Antes de examinar argumentos de violación relacionados con el tema de la oferta de
trabajo, es necesario sentar lo siguiente: ... a) La pretensión principal de la parte
actora fue su reinstalación. b) Al contestar la demanda ... ofreció el trabajo a la
demandante. c) En audiencia de siete de mayo de dos mil ocho, a la que compareció
la apoderada de la trabajadora, relativa a la etapa de demanda y excepciones del juicio
laboral, al acordar sobre la oferta de empleo, la responsable determinó: ‘... Y visto el
ofrecimiento de trabajo que hace la empresa demandada y toda vez que la parte
actora no comparece personalmente, con fundamento en el artículo 7735 (sic) y 738
de la Ley Federal del Trabajo, se le concede un término de tres días hábiles a efecto de
que manifieste personalmente si acepta o no dicho ofrecimiento de trabajo, apercibido
que de no hacer manifestación alguna dentro del término concedido se le tendrá por
inconforme con dicho ofrecimiento de trabajo ... De este acuerdo quedaron
notificados los comparecientes firmando al margen para constancia y al calce los CC.
Representantes que integran la Junta ...’. d) Por escrito presentado el dieciséis de
mayo de dos mil ocho ante Unidad Jurídica de Oficialía de Partes de la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje, la trabajadora, por conducto de su apoderada, manifestó que
aceptaba la oferta de trabajo. e) En acuerdo de diez de junio de dos mil ocho, al
pronunciarse sobre la aceptación del ofrecimiento de trabajo, la Junta responsable
acordó: ‘... y toda vez que a la fecha del escrito de referencia, ya había transcurrido el
término concedido a la parte actora para que manifestara sobre el ofrecimiento de
trabajo hecho por la parte demandada, en audiencia de fecha siete de mayo del año en
curso, en consecuencia, se le hace efectivo el apercibimiento decretado en el acuerdo
en mención y se le tiene por inconforme con dicho ofrecimiento ...’. Primer concepto
de violación. ... sostiene la impugnante que el plazo de tres días y el apercibimiento
que le fueron fijados, a fin de que externara su aceptación o rechazo de la oferta de
empleo, fueron ilegales, dado que aquélla debe permanecer abierta y, por ello, podía
aceptar el trabajo en cualquier momento, al tratarse de un arreglo conciliatorio entre
las partes. No asiste razón a la quejosa. Es verdad que la oferta y aceptación del
trabajo, cuando la pretensión es la reinstalación, pueden llegar a considerarse un
‘arreglo conciliatorio’, en la medida en que oferta y aceptación implican coincidencia
volitiva para continuar con la relación laboral. Sin embargo, no por esa razón fue ilegal
que la responsable fijara un plazo de tres días para externar la aceptación o rechazo
de la oferta de trabajo, así como un apercibimiento para el caso de omisión en su
cumplimiento. Así es, por un lado, fue acertado que la responsable le fijara un plazo de
tres días a la actora, a fin de que manifestara su aceptación o rechazo sobre el
ofrecimiento del empleo, porque, en primer lugar, no puede quedar al libre arbitrio del
trabajador la temporalidad de su reingreso a las labores, pues ello significaría dejar el
funcionamiento de la fuente de trabajo a expensas de su decisión; en segundo lugar,
porque de no admitirse tal conclusión, se admitiría que en casos dónde como
prestación sólo se demande la reinstalación, el juicio se prolongaría hasta en tanto
caprichosamente lo decida el trabajador; y en tercer lugar, porque al no haber plazo
específico para ese supuesto en la Ley Federal del Trabajo, cobra aplicación el
genérico de tres días previsto en el artículo 735 de ese ordenamiento.(10)-Y por otro
lado, fue correcto que para el caso de incumplimiento de la vista de tres días, se fijara
como apercibimiento que se le tendría por inconforme con el ofrecimiento de trabajo,
puesto que tomando en cuenta las razones antes expuestas, al no poder quedar
abierto en cuanto a temporalidad el ofrecimiento del empleo, debía señalarse una
sanción procesal al trabajador para el caso de no hacer manifestación alguna dentro
del plazo que le fue fijado, como acertadamente lo fue fijarle la pérdida de su derecho
a aceptar la reinstalación derivada de la oferta de empleo, acorde a lo dispuesto en el
artículo 738 de la Ley Federal del Trabajo, que establece: ‘Artículo 738.’ (se transcribe).
Vinculado con lo precedente, tampoco asiste razón a la peticionaria de garantías
cuando asevera que como en el caso la responsable no había cerrado la instrucción y
la moral demandada no había manifestado nada sobre su ofrecimiento, la actora
estaba en posibilidad de aceptar la oferta de empleo en cualquier momento hasta
antes de dictarse laudo. Es así, porque es claro que la aceptación de la oferta laboral
debía formularse dentro del plazo que fue fijado pues, en la especie, válidamente se
condicionó su vigencia en aras de salvaguardar el funcionamiento de la fuente de
trabajo, así como la objetividad, continuidad y razón de ser litigiosa del proceso
laboral. Pero más aún, no es fundado lo alegado por la inconforme, porque como el
ofrecimiento de trabajo debe hacerse en la etapa de demanda y excepciones, ello
implica, correlativamente, que su aceptación o rechazo también debe externarse
dentro del mismo momento procesal, porque además, la sola vista que sobre la oferta
se le dé al trabajador, implica un plazo definido que debe cumplirse. Ciertamente,
como antes ya se dijo, el Alto Tribunal del país, en la tesis del rubro: ‘OFRECIMIENTO
DE TRABAJO. EL MOMENTO PROCESAL PARA HACERLO ES LA ETAPA DE DEMANDA
Y EXCEPCIONES DE LA AUDIENCIA.’, ya estableció que el ofrecimiento de trabajo debe
realizarse en la etapa de demanda y excepciones de la audiencia, porque en ella se
fijan los términos de la controversia y, por ende, se dan las condiciones necesarias
para que se produzca el efecto procesal de reversión probatoria. Por tanto, es claro
que la aceptación o rechazo de la oferta de empleo también debe efectuarse en ese
preciso momento procesal, pues de no ser así, no tendrá sentido que ese ofrecimiento
deba externarse concretamente en la etapa de demanda y excepciones. Además, de
admitirse que la aceptación o rechazo de la oferta de empleo puede realizarse en
cualquier momento procesal hasta antes del cierre de la instrucción, ello conduciría a
concluir que no importa el momento procesal en que se efectúe la oferta de trabajo;
esto es, que no tiene importancia que en la etapa de demanda y excepciones se fijan
los términos de la controversia y se dan las condiciones necesarias para que se
produzca el efecto procesal de reversión de la carga de la prueba, lo cual
contravendría la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, si
tomamos en cuenta que la reversión probatoria se perfecciona o actualiza al
aceptarse o rechazarse el ofrecimiento de trabajo, y que, por ello, atendiendo a lo
dicho por ese Tribunal Supremo, tal aceptación o rechazo debiera darse en aquella
etapa del juicio (demanda y excepciones). En este sentido, no debe pasar inadvertido
que sobre el ofrecimiento de trabajo, en criterio obligatorio, la Segunda Sala de la
honorable Corte de Justicia, ya dijo que la omisión de la Junta a acordar sobre el
ofrecimiento y de requerir al trabajador para que manifieste si lo acepta o lo rechaza,
es una violación procesal análoga a las previstas en el artículo 159 de la Ley de
Amparo. La jurisprudencia en mención es la 2a./J. 44/2000, cuyo tenor es:
‘OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE ACORDARLO O DE
REQUERIR AL TRABAJADOR PARA QUE MANIFIESTE SI LO ACEPTA O LO RECHAZA,
ES UNA VIOLACIÓN PROCESAL QUE DA LUGAR A CONCEDER EL AMPARO PARA QUE
SE REPONGA EL PROCEDIMIENTO.’ (se transcribe su texto). Entonces si la referida
omisión es una violación procesal análoga a las previstas en el artículo 159 de la Ley
de Amparo, con la finalidad de no incurrir en tal ilegalidad, una vez formulada la
propuesta de trabajo en la etapa de demanda y excepciones, las Juntas de
Conciliación y Arbitraje tienen el deber jurídico de dar vista a la parte actora a efecto
de que exprese si la acepta o la rechaza, lo cual, tomando en cuenta que esa
manifestación debe hacerse en el indicado momento procesal, también implica un
plazo determinado para ese fin, el que deberá ser, como ya se dijo, de tres días, en
términos del artículo 738 de la Ley federal (sic) del Trabajo, pues no es admisible
sostener una vista indefinida, al ser ésta una prevención adjetiva de la que en la
mayoría de los casos depende la debida continuación del proceso, o más
precisamente, la debida apertura y finalización de determinadas etapas del juicio. De
la misma manera, es infundado lo alegado por la solicitante de protección
constitucional, relativo a que al distribuir las cargas procesales la responsable debió
dar vista a la colectiva jurídica demandada a fin de que manifestara si aún continuaba
ofreciendo el trabajo, y que al no hacerlo, se infería que el demandado seguía
manteniendo la mencionada propuesta de retorno al empleo. Lo anterior, porque, por
un lado, la vista que refiere la inconforme no es una actuación obligatoria prevista en
una disposición legal; y por otro lado, porque la formal distribución de las cargas
procesales, tratándose del ofrecimiento de trabajo, depende de su calificación de
haberse realizado de buena o mala fe, lo cual se determina en todos sus términos en
el laudo, pues es en la etapa resolutiva donde la Junta de Conciliación y Arbitraje ya
cuenta con elementos de convicción bastantes para efectuar esa calificación.
Entonces, como es en el laudo donde formalmente se define la buena o mala fe de la
oferta de empleo, también es en él donde formalmente se fijan las cargas procesales.
Al ser así, no es lógico ni jurídico que al dictarse el laudo se admita la actuación
procesal que refiere la impugnante (vista), y con base en ella, la realización de la
inferencia que precisa (vigencia indefinida de la oferta de trabajo); máxime que
tratándose de este último punto, la vigencia de la propuesta de empleo, de manera
expresa, válidamente fue condicionada por un periodo de tres días. Esta
consideración encuentra sustento, en lo conducente, en la jurisprudencia 2a./J.
93/2007, de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del rubro y
texto: ‘OFRECIMIENTO DE TRABAJO. SU CALIFICACIÓN CUANDO EN EL PROPIO
JUICIO SE AFIRMA UN SEGUNDO DESPIDO POSTERIOR A LA REINSTALACIÓN DEL
TRABAJADOR.’ (se transcribe su texto). Conforme a lo hasta aquí vertido, tomado en
cuenta que la oferta de empleo es un acto propio de la voluntad del patrón
demandado, y que el mismo debe efectuarse en la etapa de demanda y excepciones,
no puede considerarse que el que la responsable le haya tenido a la trabajadora por
inconforme con dicho ofrecimiento, implicó que vedó el derecho de las partes de
conciliar en el juicio, puesto que con independencia de tal determinación, los
contendientes tuvieron expedito ese derecho durante el transcurso del proceso,
mediante la celebración de algún convenio en el que estipularan la terminación de la
controversia por virtud de haber pactado el retorno del trabajador a su (sic) labores, y
si ello no ocurrió, fue precisamente porque después de realizado correctamente el
ofrecimiento de trabajo en la etapa respectiva, y una vez transcurrido el plazo fijado
para su aceptación, la intención del patrón no fue ya la de externarlo nuevamente, o de
mantenerlo abierto, pues de haber sido así, como se ha dicho, se hubiera
materializado convencionalmente la conciliación que refiere la quejosa. De ahí que no
exista la privación ilegal de derechos laborales que se postula en la demanda de
amparo que se examina."

CUARTO. El Sexto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, al


resolver el amparo directo DT. 102/2008, en lo que interesa, estimó lo siguiente:

"QUINTO. El estudio de los conceptos de violación conduce a determinar lo siguiente.


Es fundado y suficiente para conceder la protección constitucional reclamada, aunque
para ello deba suplirse en su deficiencia, en términos del artículo 76 Bis, fracción IV, de
la Ley de Amparo, el motivo de disenso en el que la quejosa se duele de que la
responsable no debió tenerla por inconforme con el ofrecimiento de trabajo efectuado
por la demandada, ya que se enteró de esa circunstancia hasta el veintidós de junio de
dos mil cuatro, en que compareció ante la Junta, aceptando en ese momento el
ofrecimiento aludido, aunque estuviera hecho de mala fe. En efecto, del expediente
laboral se observa que la actora demandó como acción principal la indemnización
constitucional y el pago de salarios caídos, con motivo de un despido injustificado; por
su parte, la moral demandada cuando dio contestación a la demanda negó ese evento
y ofreció el trabajo a la operaria. Por tal motivo, en la audiencia de ley de catorce de
junio de dos mil cuatro (foja 44), dentro de la etapa de demanda y excepciones, la
responsable dio vista a la trabajadora con el ofrecimiento de trabajo por el término de
tres días, bajo el apercibimiento que de no hacer manifestación alguna se le tendría
por inconforme con el mismo, de lo cual quedó notificada a través de sus apoderados
quienes comparecieron a esa audiencia; de igual forma, en el propio acuerdo, se
señaló fecha para que tuviera verificativo la audiencia incidental de competencia
planteada por la demandada. El veintidós de junio de dos mil cuatro, día y hora
señalados para la celebración de la audiencia incidental de competencia, compareció
personalmente la actora y aceptó el ofrecimiento de trabajo en los siguientes
términos: ‘... y manifiesta personalmente que sí acepta el ofrecimiento de trabajo que
le hace la parte demandada a pesar de que este está (sic) ofrecido de mala fe y la
única finalidad es la de revertir la carga probatoria, pero vista la necesidad económica
por la que atraviesa la propia actora es por lo que acepta dicho ofrecimiento de
trabajo.’ (foja 47); lo que no fue acordado en ese momento por la Junta, toda vez que
consideró carecer de competencia para conocer del asunto laboral propuesto,
declinándola a favor de la Junta Especial Número Quince de la Local de Conciliación y
Arbitraje del Distrito Federal. En proveído de uno de julio de dos mil cuatro, la Junta
responsable aceptó la competencia planteada y señaló fecha para la continuación de
la audiencia de ley, en su etapa de ofrecimiento y admisión de pruebas, y en relación a
la vista que se le dio a la actora con el ofrecimiento de trabajo, acordó lo siguiente: ‘...
Visto el estado de los autos, toda vez que la parte actora no hizo manifestación alguna
dentro del término concedido en audiencia de fecha catorce de junio del dos mil
cuatro, se le tiene por inconforme con el ofrecimiento de trabajo efectuado por la
parte demandada.’ (foja 50). De lo anterior se colige que la actuación de la
responsable de dar vista a la trabajadora para que aceptara o no el ofrecimiento de
trabajo por el término de tres días, bajo el apercibimiento que de no hacer
manifestación alguna dentro de ese plazo se le tendría por inconforme con el mismo,
es incorrecta, pues con independencia de que haya transcurrido dicho término sin que
la trabajadora hubiere hecho declaración alguna al respecto, lo cierto es que,
posteriormente, en audiencia de veintidós de junio de dos mil cuatro, compareció
personalmente y expresó su deseo de aceptar esa oferta de trabajo, aunque a su
consideración estaba efectuado de mala fe, lo que es válido, a pesar de que lo hiciera
fuera del término de tres días que se le otorgaron para tal efecto; esto es así, ya que
no debe soslayarse que la calificación de buena o mala fe de la oferta de trabajo se
realiza hasta el dictado del laudo, y es en ese momento en el que opera la reversión de
la carga probatoria mediante la negativa del despido y el ofrecimiento de trabajo; tal
como lo sostuvo la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la
jurisprudencia 2a./J. 97/2005, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIII, abril de 2006, página 208, cuyo rubro es:
‘OFRECIMIENTO DE TRABAJO. PARA QUE SU RECHAZO POR EL TRABAJADOR
INVALIDE LA ACCIÓN DE REINSTALACIÓN, ES NECESARIO QUE AQUÉL SEA
CALIFICADO POR LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE (APLICACIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA 2a./J. 24/2001).’. En esa tesitura, se considera que la oferta de
trabajo continúa abierta y vigente durante el transcurso del procedimiento y hasta el
dictado del laudo, motivo por el cual la trabajadora puede en todo momento aceptar
dicha oferta y solicitar su reinstalación, incluso cuando haya transcurrido el término
otorgado para tal efecto por la Junta del conocimiento, como ocurre en el caso; en tal
virtud, la operaria, durante todo el procedimiento de instrucción, está en aptitud de
aceptar la oferta de trabajo, pues la misma surte sus efectos procesales hasta el
dictado del laudo; de ahí que haya sido incorrecto el apercibimiento con el que se
conminó a la actora, en el sentido de tenerla por inconforme con el ofrecimiento de
trabajo, para el caso de que no desahogara la vista otorgada dentro del término de
tres días, para que lo aceptara o no. Por tanto, tal como ocurrió en el asunto, la falta de
desahogo de la vista ordenada por la Junta, a fin de que la actora manifieste dentro
del término de tres días, si acepta o no ser reinstalada, no surte plenamente sus
efectos sino hasta que se dicta el laudo, empero, si con posterioridad a ese término de
tres días y hasta antes del cierre de instrucción, la parte actora solicita su
reinstalación en el puesto de trabajo ofrecido, como sucedió en el caso, la Junta
responsable debe atender dicha petición y acordar favorablemente, porque el derecho
de la trabajadora permanece vigente durante todo el juicio laboral. Sirve de apoyo a lo
anterior la jurisprudencia número 2a./J. 97/2005, perteneciente a la Novena Época,
emitida por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIII, abril de 2006,
visible en la página208, que textualmente dice: ‘OFRECIMIENTO DE TRABAJO. PARA
QUE SU RECHAZO POR EL TRABAJADOR INVALIDE LA ACCIÓN DE REINSTALACIÓN,
ES NECESARIO QUE AQUÉL SEA CALIFICADO POR LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y
ARBITRAJE (APLICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 24/2001).’ (se transcribe su
texto)."

Similares consideraciones sostuvo el mencionado tribunal al resolver los amparos DT.


31/2009, DT. 299/2009, DT. 514/2009 y DT. 719/2009, por ello no se transcriben.

De la reiteración del criterio aludido derivó la jurisprudencia siguiente:

"No. Registro: 165504


"Jurisprudencia
"Materia(s): Laboral
"Novena Época
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XXXI, enero de 2010
"Tesis: I.6o.T. J/103
"Página: 1950

"OFRECIMIENTO DE TRABAJO. EL TRABAJADOR PUEDE ACEPTARLO Y SOLICITAR SU


REINSTALACIÓN DURANTE EL TRANSCURSO DEL PROCEDIMIENTO HASTA ANTES
DEL CIERRE DE LA INSTRUCCIÓN, INCLUSO CUANDO HAYA TRANSCURRIDO EL
TÉRMINO DE TRES DÍAS CONCEDIDO POR LA JUNTA PARA TAL EFECTO. La
calificación de buena o mala fe de la oferta de trabajo se realiza hasta el dictado del
laudo, y es en ese momento en el que opera la reversión de la carga probatoria
mediante la negativa del despido y el ofrecimiento de trabajo; como lo sostuvo la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia 2a./J.
97/2005, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XXIII, abril de 2006, página 208, cuyo rubro es: ‘OFRECIMIENTO DE
TRABAJO. PARA QUE SU RECHAZO POR EL TRABAJADOR INVALIDE LA ACCIÓN DE
REINSTALACIÓN, ES NECESARIO QUE AQUÉL SEA CALIFICADO POR LA JUNTA DE
CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE (APLICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA 2a./J.
24/2001).’. En esa tesitura, se considera que la oferta de trabajo continúa abierta y
vigente durante el transcurso del procedimiento y hasta el dictado del laudo, motivo
por el cual el trabajador puede, en todo momento, aceptar dicha oferta y solicitar su
reinstalación, incluso cuando haya transcurrido el término de tres días concedido por
la Junta para tal efecto; consecuentemente, si aquél solicita la reinstalación hasta
antes del cierre de la instrucción, la Junta debe acordarla favorablemente."

El mismo Tribunal Colegiado, al resolver el amparo directo número DT. 7386/2007, en


la parte que interesa, estimó lo siguiente:

"CONSIDERANDO: ... CUARTO. El estudio de los conceptos de violación conduce a


determinar lo siguiente: ... es fundado el segundo concepto de violación en el que,
esencialmente, aduce la parte quejosa que la Junta responsable incorrectamente
negó fijar nueva fecha y hora para realizar la reinstalación de la trabajadora respecto
de la aceptación del ofrecimiento de trabajo formulado por la parte demandada, de
fecha once de noviembre de dos mil dos. La trabajadora solicitó la reinstalación en los
siguientes términos: ‘... Es por ello que pide se regularice el procedimiento y se señale
nuevo día y hora para que se proceda a la reinstalación de la actora en su puesto y
demás condiciones de trabajo tal como se lo ofreció la demandada al ofrecerle el
trabajo; aceptando desde luego la actora a ser reinstalada en el puesto que venía
desempeñando al servicio del demandado.’ (foja 288). Al respecto, la Junta
responsable acordó en audiencia de once de noviembre lo siguiente: ‘La Junta
acuerda. Se tienen por hechas las manifestaciones de las partes para todos los
efectos legales a que haya lugar y respecto de la solicitud que hace en relación a la
reinstalación de la actora, el mismo deberá de estarse en el proveído de fecha 27 de
noviembre de 1998 ...’ (foja 289). En acuerdo de fecha veintisiete de noviembre de mil
novecientos noventa y ocho, la Junta responsable acordó: ‘La Junta acuerda. Por
hechas las manifestaciones del apoderado de la parte actora para todos los efectos
legales que haya lugar y visto lo solicitado por lo que respecta a los testigos ofrecidos
por la actora, estése (sic) a lo ordenado en el acuerdo de esta fecha y por lo que hace
a la reinstalación de la actora con fundamento en el artículo 686 de la Ley Federal del
Trabajo y toda vez que por acuerdo de fecha 20 de octubre del año en curso, esta
Junta señaló fecha la reinstalación de la actora (sic) con el apercibimiento que de que
no compareciera el día y hora señalado para tal efecto, con fundamento en el artículo
840 de la Ley Federal del Trabajo sobre la reinstalación y salarios caídos se resolvería
al fondo del presente juicio, y consecuentemente y habiendo esta Junta señalado por
un error fecha para la reinstalación de la actora y apareciendo de la razón del actuario
de fecha 23 de noviembre del año en curso que la actora no se presentó el día y hora
antes señalado para efecto de su reinstalación, consecuentemente se le hace efectivo
el apercibimiento decretado en auto de fecha 20 de octubre del año en curso
debiéndose resolver al fondo del presente juicio sobre la reinstalación y salarios
caídos, con fundamento en el artículo 840 de la Ley Federal del Trabajo ...’ (fojas 126 y
vta.). No obstante que la Junta consideró que la trabajadora había rechazado el
trabajo, lo cierto es que la oferta de trabajo es calificada de buena o mala fe hasta el
dictado del laudo, y también es hasta ese momento en que opera la reversión de la
carga probatoria mediante la negativa del despido y el ofrecimiento de trabajo; tal
como lo sostuvo la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la
jurisprudencia publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo
XXIII, abril de 2006, página 206, cuyo rubro es: ‘OFRECIMIENTO DE TRABAJO. PARA
QUE SU RECHAZO POR EL TRABAJADOR INVALIDE LA ACCIÓN DE REINSTALACIÓN,
ES NECESARIO QUE AQUÉL SEA CALIFICADO POR LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y
ARBITRAJE (APLICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 24/2001).’, luego, debe
considerarse que la oferta de trabajo continúa abierta y vigente durante el transcurso
del procedimiento y hasta el dictado del laudo, motivo por el cual el trabajador puede
en todo momento aceptar dicha oferta y solicitar su reinstalación, incluso cuando la
ha rechazado previamente; en tal virtud, el trabajador, durante todo el procedimiento
de instrucción, está en aptitud de aceptar la oferta de trabajo, pues la misma surte sus
efectos procesales hasta el dictado del laudo. Por tanto, tal como ocurrió en el caso,
un primer rechazo de la trabajadora a ser reinstalada no surte plenamente sus efectos
sino hasta que se dicta el laudo, supuesto en el que se invalidaría la acción de
reinstalación incoada, sin embargo, si con posterioridad a su negativa y antes del
cierre de la instrucción, la parte actora se arrepiente y solicita su reinstalación en el
puesto de trabajo ofrecido, como sucedió en el caso, la Junta responsable debe
atender dicha petición y acordar favorablemente, porque el derecho de la trabajadora
permanece vigente durante todo el juicio laboral. Sirve de apoyo a lo anterior, la
jurisprudencia número 2a./J. 97/2005, perteneciente a la Novena Época, emitida por
la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIII, abril de 2006, visible en
la página 208, que textualmente dice: ‘OFRECIMIENTO DE TRABAJO. PARA QUE SU
RECHAZO POR EL TRABAJADOR INVALIDE LA ACCIÓN DE REINSTALACIÓN, ES
NECESARIO QUE AQUÉL SEA CALIFICADO POR LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y
ARBITRAJE (APLICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 24/2001).’ (se transcribe
texto). Consecuentemente, lo que procede es conceder el amparo y la protección de la
Justicia Federal para el efecto de que la Junta responsable ... tenga a la actora
aceptando el ofrecimiento de trabajo realizado por la empresa demandada y señale
día y hora para la reinstalación."

Derivado de lo anterior, el Tribunal Colegiado adoptó la siguiente tesis:

"No. Registro: 171118


"Tesis aislada
"Materia(s): Laboral
"Novena Época
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XXVI, octubre de 2007
"Tesis: I.6o.T.356 L
"Página: 3223

"OFRECIMIENTO DE TRABAJO. EL TRABAJADOR PUEDE ACEPTAR LA OFERTA Y


SOLICITAR SU REINSTALACIÓN DURANTE EL TRANSCURSO DEL PROCEDIMIENTO Y
HASTA EL DICTADO DEL LAUDO, INCLUSO CUANDO PREVIAMENTE LA HAYA
RECHAZADO. La calificación de buena o mala fe de la oferta de trabajo se realiza
hasta el dictado del laudo, y es en ese momento en el que opera la reversión de la
carga probatoria mediante la negativa del despido y el ofrecimiento de trabajo; tal
como lo sostuvo la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la
jurisprudencia 2a./J. 97/2005, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIII, abril de 2006, página 208, de rubro:
‘OFRECIMIENTO DE TRABAJO. PARA QUE SU RECHAZO POR EL TRABAJADOR
INVALIDE LA ACCIÓN DE REINSTALACIÓN, ES NECESARIO QUE AQUÉL SEA
CALIFICADO POR LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE (APLICACIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA 2a./J. 24/2001).’. En esa tesitura, se considera que la oferta de
trabajo continúa abierta durante el transcurso del procedimiento y hasta el dictado del
laudo, y que el trabajador en todo momento puede aceptarla y solicitar su
reinstalación, incluso cuando previamente la haya rechazado."

QUINTO. El entonces Segundo Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de


Trabajo del Séptimo Circuito, ahora Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Séptimo Circuito, en el juicio de amparo directo 763/98, en lo que
interesa, sostuvo:

"CONSIDERANDO: ... QUINTO. Al margen de los conceptos de violación expuestos por


el quejoso, este Tribunal Colegiado considera que es el caso de otorgar el amparo de
la Justicia Federal solicitado, aunque para ello sea necesario suplir la queja deficiente
en términos de lo dispuesto en la fracción IV del artículo 76 Bis de la Ley de Amparo.
Para una mejor compresión del asunto de que se trata, se hace necesario señalar los
siguientes antecedentes: a) Que al producir contestación a la demanda entablada en
su contra, (el demandado), específicamente en el punto ocho del capítulo de hechos
de su escrito de contestación, en lo que interesa, manifestó: ‘... en tal virtud como (el
demandado) jamás ha despedido al demandante en este asunto, y su contrato de
trabajo se encuentra vigente, se le comunica por conducto de esta H. Junta que puede
presentarse a reanudar sus labores en los mismos términos y condiciones en que lo
ha venido haciendo, o sea, en el supuesto o cargo de jefe de ruta, con un salario diario
nominal de ... más comisiones a razón de .0336 denominada comisión por objetivo
por cada caja de producto elaborado por mi representada y vendido en la ruta a su
cargo; .04032 denominada comisión postmix, y el 6.5% pagadero mensualmente
sobre su salario nominal, con una jornada laboral de 48 horas a la semana repartidas
en 6 días, descansando los domingos, por lo que su horario de labores sería de las
7:00 a las 13:00 horas y de las 15:00 a las 17:00 horas, así como las demás
prestaciones legales y contractuales a las que ha tenido derecho y ha venido
disfrutando ...’ (foja 116 del expediente laboral), escrito de contestación que fue
ratificado por su suscriptor en la etapa de demanda y excepciones de la audiencia de
ley a que se refiere el artículo 873 de la Ley Federal del Trabajo. b) Que el actor, hoy
quejoso, en vía de réplica, en la audiencia de ley, manifestó: ‘Que solicito se
desestimen las excepciones y defensas opuestas por la demandada al momento de
resolver el presente controvertido, ya que la verdad de los hechos es como se tiene en
el escrito inicial de demanda y como quedará debidamente demostrado en el periodo
procesal oportuno así como le corresponderá demostrar a la parte demandada el
salario que señala en su contestación a la demanda, ya que el ofrecimiento a la
reinstalación del actor se hace de mala fe en virtud de que señala un salario diario
integrado que no le corresponde a la parte actora, ya que la verdad de los hechos es
como se asienta en el escrito inicial de demanda’, c) Que en diligencia de doce de
junio del año en curso, al desahogarse la prueba confesional a cargo del representante
de dicha demandada, con motivo de la respuesta afirmativa que el absolvente produjo
a la posición número tres en el sentido de: ‘Que su representada por conducto de su
representación legal en el presente juicio laboral ha demostrado anuencia para que el
C. ********** se reincorpore en sus labores’, el actor solicitó a la Junta del
conocimiento se señalara fecha y hora para que se llevara a efecto su reincorporación
en sus labores. d) Que con motivo de tales manifestaciones, el representante de la
demandada, en uso de la voz, adujo: ‘Que en este acto se manifiesta para todos los
efectos legales a que haya lugar que efectivamente mi representada en la etapa
procesal correspondiente como es la de demanda y excepciones le ofreció al actor se
reincorporara a su trabajo en los mismos términos y condiciones en que lo venía
desempeñando para la misma, ofrecimiento de buena fe ya que no se alteró ninguna
de las condiciones como se venía dando y, en su caso, respecto al horario de labores
alegada en términos de ley, éste no puede ser con una jornada mayor a la legal, de
igual manera, respecto al salario en autos existen elementos para acreditar que éste
era variable, por las demás comisiones que percibía el actor según el volumen de
ventas, manifestado lo anterior, es de hacerse notar que dentro de dicho periodo del
cual tomó pleno conocimiento la parte actora del ofrecimiento que se le hacía, éste no
manifestó nada al respecto, por tanto, consideramos que no es la etapa procesal
oportuna para que el mismo solicite lo que ahora llama reinstalación en el trabajo,
cuando ésta, en su caso, debido a la negativa del despido que se hace, se trata de una
reincorporación y no reinstalación, así las cosas, no debe quedar a criterio del actor en
qué momento puede decidir aceptar la reincorporación ofrecida, lo cual debió haber
hecho en la etapa de demanda y excepciones, en tal virtud consideramos que se debe
continuar con la secuela del juicio y en su oportunidad determinar lo conducente, ya
que de no ser así es provocar que la parte actora decida a su libre albedrío cuándo
aceptar lo que por ley debe hacerse en las etapas procesales correspondientes, y no
tratar de subsanar omisiones como ahora lo pretende, máxime que es de explorado
derecho en qué etapa es que es procedente el ofrecimiento del trabajo’. e) Que en
relación con tales manifestaciones, la Junta del conocimiento acordó: ‘... Por cuanto
se refiere a lo manifestado por el actor y demandada posterior a que declaró el
absolvente, dígaseles que se les tiene lo expresado para lo que legalmente pudiera
corresponder, no siendo procedente lo solicitado por el actor por no hacerse en el
momento procesal oportuno y deberá estar a lo ordenado en el momento procesal
correspondiente’. Asimismo, es conveniente destacar que el ofrecimiento de trabajo
es una figura jurídica creada jurisprudencialmente, puesto que la Ley Federal del
Trabajo no contiene disposición alguna que la regule, y que tiene un sentido específico
que requiere determinados presupuestos o condiciones, y que tiene, igualmente,
efectos singulares de gran trascendencia procesal, pues para que esta figura se surta,
se requiere, en primer lugar, que el trabajador ejercite en contra del patrón una de las
acciones derivadas del despido injustificado; en segundo, que el patrón niegue el
despido y que ofrezca el trabajo; y, en tercero, que este ofrecimiento sea en las
mismas condiciones en las en que el actor lo venía desempeñando. Las
consecuencias de este ofrecimiento efectuado de buena fe, son de gran
trascendencia para el resultado del juicio, en virtud de que revierte al trabajador la
carga de la prueba del despido, según se dispone en la tesis jurisprudencial de la
extinta Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable bajo el
número 158, en la página ciento siete del Tomo V, Materia del Trabajo, del último
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, que es de tenor literal siguiente:
‘DESPIDO, NEGATIVA DEL, Y OFRECIMIENTO DEL TRABAJO. REVERSIÓN DE LA
CARGA DE LA PRUEBA.’ (se transcribe su texto). Asimismo, cabe precisar que la
mencionada superioridad, al resolver la contradicción de tesis 19/90, suscitada entre
los Tribunales Colegiados Primero en Materia de Trabajo del Primer Circuito y del
Décimo Circuito, y el Tercero del Sexto Circuito, dio origen a la jurisprudencia número
7/91, de rubro: ‘OFRECIMIENTO DE TRABAJO. EL MOMENTO PROCESAL PARA
HACERLO ES LA ETAPA DE DEMANDA Y EXCEPCIONES DE LA AUDIENCIA.’, la cual
puede ser consultada en la página setecientos veintitrés del Tomo V, 4a. Sala, Primera
Parte, jurisprudencia por contradicción de tesis, del Semanario Judicial de la
Federación, en la que, en síntesis, se estableció que el momento oportuno para ofrecer
la reinstalación, es en la etapa de demanda y excepciones de la audiencia de ley,
porque en esta fase procesal del juicio se fija la litis y el órgano laboral está en
condiciones de establecer a qué parte corresponde la carga de la prueba. Sentando lo
anterior, este Tribunal Colegiado estima que carece de sustento jurídico lo
determinado por la Junta responsable, en el sentido de que era improcedente la
aceptación del trabajo que realizó el actor con posterioridad a la etapa de demanda y
excepciones de la audiencia de ley, por no ser el momento procesal oportuno para
hacerlo, porque aun y cuando jurisprudencialmente se ha establecido que dicha etapa
es cuando se debe ofrecer el trabajo, ello no implica necesariamente que el trabajador
tenga que aceptar o rechazar dicho ofrecimiento en esa etapa procesal, pues no
existe precepto legal, ni criterio jurisprudencial que así lo determine, y este Tribunal
Colegiado estima que el ofrecimiento de trabajo se puede aceptar por el trabajador en
cualquier etapa del juicio, mientras no se declare cerrada la instrucción; sin embargo,
al margen de ello, en el presente caso se considera que la oposición que realizó la
parte demandada en la audiencia de desahogo de la confesional a su cargo de fecha
doce de junio del presente año, para que se llevara a cabo la reincorporación del actor
en su puesto, revela que sólo ofreció el trabajo con el fin de revertir la carga de la
prueba a este último y, por ende, debe considerarse de mala fe; por lo que al no
haberlo estimado así la Junta responsable violó en perjuicio del impetrante del
amparo la garantía de legalidad contenida en el artículo 16 de la Constitución Federal.
En las relacionadas consideraciones, procede conceder al quejoso la protección de la
Justicia Federal solicitada, para el efecto de que la Junta responsable deje
insubsistente el laudo reclamado y, previos los trámites de ley, dicte otro en el que
considerando de mala fe el ofrecimiento de trabajo realizado por la empresa
demandada, resuelva lo que proceda conforme a derecho respecto de las
prestaciones reclamadas por el actor. No constituye obstáculo a lo anterior lo
manifestado por el actor en vía de réplica, en la audiencia de ley, en el sentido de: ‘Que
solicito se desestimen las excepciones y defensas opuestas por la demandada al
momento de resolver el presente controvertido, ya que la verdad de los hechos es
como se tiene en el escrito inicial de demanda y como quedará debidamente
demostrado en el periodo procesal oportuno, así como le corresponderá demostrar a
la parte demandada el salario que señala en su contestación a la demanda, ya que el
ofrecimiento a la reinstalación del actor se hace de mala fe en virtud de que señala un
salario diario integrado que no le corresponde a la parte actora, ya que la verdad de los
hechos es como se asienta en el escrito inicial de demanda’; ya que tal manifestación
no constituye un rechazo al ofrecimiento de trabajo, sino únicamente suinsistencia en
que existió el despido que señaló en su demanda laboral, por así desprenderse del
análisis íntegro de esa intervención del trabajador."

Derivado de lo anterior, el Tribunal Colegiado adoptó la siguiente tesis:

"No. Registro: 194749


"Tesis aislada
"Materia(s): Laboral
"Novena Época
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: IX, enero de 1999
"Tesis: VII.2o.A.T.16 L
"Página: 877

"OFRECIMIENTO DE TRABAJO. PUEDE ACEPTARSE EN CUALQUIER ETAPA DEL


JUICIO, HASTA ANTES DE QUE SE CIERRE LA INSTRUCCIÓN. Carece de sustento
jurídico lo determinado por la Junta responsable en el sentido de que era
improcedente la aceptación del trabajo que realizó el actor con posterioridad a la
etapa de demanda y excepciones de la audiencia de ley, por no ser el momento
procesal oportuno, porque si bien es cierto que jurisprudencialmente se ha
establecido que en dicha fase es cuando se debe ofrecer el trabajo, ello no implica
necesariamente que el trabajador tenga que aceptar o rechazar dicho ofrecimiento en
la misma, pues no existe precepto legal ni criterio jurisprudencial que así lo determine,
por lo que el ofrecimiento de trabajo se puede aceptar por el trabajador en cualquier
etapa del juicio, mientras no se declare cerrada la instrucción."

SEXTO. El Tribunal Colegiado del Trigésimo Primer Circuito, al resolver el amparo


directo número 494/2009, en lo que interesa, consideró:

"CONSIDERANDO: ... SEXTO. ... en lo atinente al concepto de violación que este


tribunal considera fundado, se tiene que el apoderado legal de la quejosa aduce que
es ilegal la determinación de la Junta responsable, en la que negó la reinstalación
solicitada a través del escrito de dos de mayo de dos mil ocho, ya que la propuesta de
la demandada fue aceptada antes del dictado del laudo. Para dar respuesta a la
afirmación anterior, es menester destacar que de las constancias que integran el
expediente laboral del que deriva el acto reclamado, se advierte que la actora en el
juicio natural, quejosa en esta vía constitucional, mediante escrito fechado el cinco de
diciembre de dos mil, demandó a los ahora terceros perjudicados, el pago de
indemnización constitucional por despido injustificado y otras prestaciones
secundarias. Al dar contestación al escrito de demanda, el apoderado legal de los
demandados ... negó por cuanto hace a la empresa ... el despido de que se duele la
ahora amparista, lo que hizo en los siguientes términos: ‘... todo lo antes expuesto por
la actora es falso (la actora), nunca fue despedida de su trabajo y como prueba de que
no fue despedida, se le ofrece regrese a sus labores en (la empresa) las mismas
condiciones en que lo venía desempeñando ...’. No obstante lo anterior, en audiencia
de conciliación, demanda y excepciones, ofrecimiento y admisión de pruebas
celebrada el dos de abril de dos mil uno, la parte actora rechazó el ofrecimiento de
trabajo (foja 39). Ahora bien, el ofrecimiento del trabajo ha sido considerado por la
Suprema Corte como una institución sui géneris, de creación jurisprudencial, que
realizado de buena fe tiene la naturaleza de una propuesta u oferta conciliadora que
revierte la carga de la prueba respecto al despido del trabajador. Por otro lado,
tomando en cuenta que se trata de un ofrecimiento de naturaleza conciliadora, debe
presumirse esta intención durante el tiempo que dure el procedimiento y hasta que el
órgano jurisdiccional decida sobre el fondo del asunto de manera ejecutoriada.
Primeramente, porque al no existir precepto legal alguno que regule esa circunstancia,
debe considerarse la interpretación más favorable al trabajador, en términos de lo
preceptuado en los numerales 18, en relación con el 2o., ambos de la Ley Federal del
Trabajo, pues dada la naturaleza de las normas de trabajo, como un instrumento legal
para lograr el equilibrio y la justicia social entre las relaciones obrero patronales, ante
la brecha que existe entre quienes ejercen la fuerza de trabajo y quienes mantienen
los recursos económicos, es menester interpretar la ley más favorable a los primeros
nombrados, con el fin de mantener un equilibrio donde las condiciones económicas y
culturales que distinguen entre ambas fuerzas son, por ende, desiguales. En segundo
lugar, porque no puede considerarse precluida la reinstalación ofertada por el patrón,
sólo por el hecho de que el trabajador la rechace de primera instancia, ya que
considerarlo en estos términos sería tanto como privarlo del derecho al trabajo y del
deber social de proporcionárselo, de acuerdo con lo previsto en el numeral 3o. de la
Ley Federal del Trabajo, amén de despojarlo de la facultad de ponderar el ofrecimiento
de trabajo, al obligarlo a aceptar la reinstalación sin mayor consideración, no obstante
pueda existir duda sobre la buena o mala intención del patrón, cuya calificación está
reservada al órgano de justicia hasta en tanto se dicte el laudo correspondiente.
Finalmente, debe considerarse vigente el ofrecimiento de trabajo durante todo el
tiempo que dure el procedimiento laboral, hasta que el órgano jurisdiccional decida
sobre el fondo del asunto de manera ejecutoriada, porque la calificación sobre la
buena o mala fe de su otorgamiento, como ya se dijo, constituye una facultad
reservada a los tribunales del trabajo, hasta que se dicte resolución ejecutoria sobre el
fondo del asunto, por lo que, durante todo el tiempo que dure el procedimiento y hasta
antes de dictarse el fallo definitivo, toda vez que no existe determinación a ese
respecto (buena o mala fe), subsiste la inseguridad del trabajador por no conocer la
decisión final que tomará el órgano de justicia y, por tanto, es lógico considerar que
subsista la facultad del trabajador de tomar una decisión sobre si acepta o rechaza la
reinstalación en la fuente de trabajo. Como ya se vio, en la especie, el apoderado legal
de la empresa demandada ofertó la reinstalación del trabajador y actor en el juicio,
bajo las mismas condiciones en que lo venía desempeñando antes del supuesto
despido, lo cual constituye una clara expresión de la voluntad del patrón para conciliar
con el trabajador. Por otro lado, no obstante el primigenio rechazo sobre la oferta de
trabajo hecha por la parte patronal, atendiendo a las consideraciones asentadas en
párrafos precedentes, no debe considerarse precluido el derecho del trabajador y actor
para aceptar dicha oferta laboral, en primer lugar, porque ante la ausencia de precepto
legal alguno que regule esa cuestión, debe interpretarse en los términos más
favorables al trabajador, de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 2o. y 18 de la Ley
Federal del Trabajo; en segundo lugar, porque de considerar precluido ese derecho, se
privaría al actor del derecho al trabajo de acuerdo con lo estipulado en el numeral 3o.
de la aludida legislación federal del trabajo; y, por último, porque atendiendo a la
inseguridad respecto a la intención del ofrecimiento de trabajo, pues su calificación se
realiza hasta el dictado del laudo correspondiente, es lógico considerar que el
trabajador tiene posibilidad de decidir si lo acepta o lo rechaza hasta en tanto aquél se
dicta. Lo anterior, sin que obste que, en la especie, se hubieran dictado ya dos laudos
previos al que es motivo de inconformidad en esta vía constitucional, en los que se
diera por concluido el juicio laboral, pues no debe perderse de vista que ambos fueron
dejados sin efecto por la concesión de los amparos solicitados en su contra, siendo
que en el segundo de ellos, no sólo aconteció dicha circunstancia, sino que, además,
por considerarse actualizada una violación procesal, se conminó a la autoridad
responsable para que reponga el procedimiento y, hecho lo anterior, dicte un nuevo
laudo, quedando entonces el actor en posibilidad de decidir sobre la oferta de trabajo
que le fuera hecha por el patrón, ya que técnicamente el procedimiento laboral se
encontraba aún en trámite. Sentado lo anterior, y toda vez que el actor y trabajador
mediante escrito de dos de mayo de dos mil ocho, recibido en la propia fecha por el
tribunal laboral responsable, solicitó se tome en cuenta la reinstalación ofertada por la
patronal demandada, y se señale fecha y hora para ese efecto, y la Junta del
conocimiento, mediante acuerdo de la misma fecha (dos de mayo de dos mil ocho),
acordó desfavorable a la solicitud planteada por el actor, luego entonces, es obvio que
la Junta responsable violó las reglas del procedimiento, específicamente la contenida
en la fracción VI del artículo 159 de la Ley Federal del Trabajo, aplicada por analogía,
de conformidad con lo dispuesto por la diversa fracción XI del propio precepto legal
en cita. Ciertamente, el artículo 159 de la Ley de Amparo, en lo conducente, dispone:
(se transcriben artículo 159 y fracciones conducentes). Del precepto y fracciones
transcritas es fácil advertir, por un lado, que los términos y prórrogas legales son
derechos cuya omisión de procurar o negativa de conceder por parte del órgano
jurisdiccional, cuando alguna de las partes tiene derecho a ellos, constituye una
violación a las reglas del procedimiento que, de repercutir en el sentido del fallo
reclamado, puede ser asumido como violación procesal al ser recurrido dicho fallo en
la vía constitucional uniinstancial; y, por otro lado, que cualquier ilegalidad análoga a
dicha omisión de procurar o negativa de conceder términos y prórrogas, puede
también ser aludida como violación procesal, siempre y cuando también repercuta en
el sentido de la resolución controvertida en amparo. Sentado lo anterior se tiene que,
de acuerdo con las consideraciones que preceden, el ofrecimiento de trabajo es de
naturaleza conciliadora, pues comprende la voluntad del patrón de reinstalar al
trabajador en el mismo puesto y circunstancias en que se venía desempeñado;
circunstancia que genera desde el momento de la oferta, un derecho a favor del
trabajador consistente, precisamente, en ser reinstalado en la plaza a que se refiere la
oferta de trabajo. Por otro lado, como también se precisó, el aludido derecho a la
reinstalación no precluye, sino que se prolonga en el tiempo hasta el dictado del laudo
definitivo que pone fin al juicio, lo que a su vez genera en la esfera jurídica del actor, un
derecho de prórroga del derecho a la reinstalación, que se extiende por todo el tiempo
que dure la controversia laboral; y de ahí que sea obvia la analogía que existe entre el
supuesto de violación procesal previsto en la fracción VI del artículo 159 de la Ley de
Amparo, y el caso particular, pues no obstante a como ya se dijo en párrafos
precedentes, no existe precepto legal alguno que constituya el derecho a la prórroga,
que se hace referencia en el párrafo inmediato anterior, sin embargo, con el fin de
equilibrar las fuerzas de trabajo entre obreros y patrones, debe considerarse en esos
términos de la interpretación más favorable al trabajador, como lo prevén los
numerales 2o. y 18 de la Ley Federal del Trabajo. Considerado lo anterior debe decirse
que, en la especie, se actualiza la violación procesal inferida en la esfera de derechos
del actor y trabajador en el juicio de origen, cuyos efectos repercutieron en el sentido
del laudo sujeto a controversia, ya que al serle ofertada la reinstalación durante el
desahogo de la audiencia de conciliación, demanda y excepciones, ofrecimiento y
admisión de pruebas, por el apoderado legal de la empresa ... se integró a la esfera
jurídica de la trabajadora y actora el aludido derecho a la reinstalación, así como
también el derecho a prorrogar dicha oferta hasta el dictado del laudo definitivo; por
ende, al serle negado a la trabajadora ese derecho de prórroga mediante acuerdo de
dos de mayo de dos mil ocho, emitido por la Junta responsable en el juicio laboral de
que deriva el acto reclamado, es inconcuso que se violentó un derecho procesal a
favor de la parte trabajadora y actora en el juicio que, además, repercutió en el sentido
del fallo, pues el efecto del laudo no comprendió su reinstalación, por lo que debe
considerarse actualizada la violación procesal comprendida en la fracción VI del
artículo 159 de la Ley de Amparo, aplicada por analogía en términos de la diversa
fracción XI del propio artículo y legislación de amparo mencionados."

Derivado de lo anterior, el Tribunal Colegiado autorizó la siguiente tesis:

"No. Registro: 165502


"Tesis aislada
"Materia(s): Laboral
"Novena Época
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XXXI, enero de 2010
"Tesis: XXXI.7 L
"Página: 2168

"OFRECIMIENTO DE TRABAJO. PUEDE ACEPTARSE EN CUALQUIER ETAPA DEL


PROCESO HASTA ANTES DE QUE SE EMITA EL FALLO DEFINITIVO, AUN CUANDO EN
PRINCIPIO SE HUBIERA RECHAZADO. Conforme a los artículos 2o., 3o. y 18 de la Ley
Federal del Trabajo, y en observancia al principio in dubio pro operario, debe
considerarse vigente el ofrecimiento de trabajo durante todo el tiempo que dure el
procedimiento laboral, hasta antes de que se decida sobre el fondo del asunto,
porque: a) dicha oferta tiene la naturaleza de una propuesta conciliadora de tracto
sucesivo, es decir, esa naturaleza se presume durante el tiempo que dure el
procedimiento; b) no existe determinación legal en contrario, y c) la calificación sobre
la buena o mala fe de su ofrecimiento constituye una prerrogativa reservada a los
tribunales del trabajo, al dictarse el laudo, por lo que durante todo el tiempo que
transcurra el proceso, hasta antes de emitirse el fallo definitivo, subsiste la facultad
del trabajador de tomar una decisión sobre si acepta o rechaza la reinstalación en la
fuente de trabajo. No es óbice a lo anterior, que el trabajador haya rechazado, en
principio, la oferta propuesta, pues atendiendo a los referidos artículos, ante la
ausencia de precepto legal que regule esa cuestión, debe interpretarse en los términos
más favorables al trabajador, amén que, de considerar precluida la reinstalación
ofertada, se violaría su garantía constitucional de derecho al trabajo."

SÉPTIMO. En principio, es relevante precisar que es criterio del Pleno de este Alto
Tribunal que para tener por configurada la contradicción de tesis, es innecesario que
los elementos fácticos analizados por los Tribunales Colegiados contendientes sean
idénticos, pues lo trascendente es que el criterio jurídico establecido por ellas
respecto de un tema similar sea discordante en esencia.

Cabe advertir que la regla de mérito no es absoluta, pues el Tribunal Pleno dejó abierta
la posibilidad de que previsiblemente cuando la cuestión fáctica analizada sea
relevante e incida en el criterio al cual arribaron los Tribunales Colegiados
contendientes, sin ser rigorista, es válido declarar la inexistencia de la contradicción
de tesis denunciada.

Lo anterior de acuerdo a las tesis siguientes:

"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XXX, julio de 2009
"Tesis: P. XLVI/2009
"Página: 68

"CONTRADICCIÓN DE TESIS. EXISTE CUANDO LAS SALAS DE LA SUPREMA CORTE DE


JUSTICIA DE LA NACIÓN O LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO ADOPTAN
EN SUS SENTENCIAS CRITERIOS JURÍDICOS DISCREPANTES SOBRE UN MISMO
PUNTO DE DERECHO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LAS CUESTIONES FÁCTICAS
QUE LO RODEAN NO SEAN EXACTAMENTE IGUALES (INTERRUPCIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA P./J. 26/2001, DE RUBRO: ‘CONTRADICCIÓN DE TESIS DE
TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA.’). De los
artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, 197 y 197-A de la Ley de Amparo, se advierte que la existencia de la
contradicción de criterios está condicionada a que las Salas de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación o los Tribunales Colegiados de Circuito en las sentencias que
pronuncien sostengan ‘tesis contradictorias’, entendiéndose por ‘tesis’ el criterio
adoptado por el juzgador a través de argumentaciones lógico-jurídicas para justificar
su decisión en una controversia, lo que determina que la contradicción de tesis se
actualiza cuando dos o más órganos jurisdiccionales terminales adoptan criterios
jurídicos discrepantes sobre un mismo punto de derecho, independientemente de que
las cuestiones fácticas que lo rodean no sean exactamente iguales, pues la práctica
judicial demuestra la dificultad de que existan dos o más asuntos idénticos, tanto en
los problemas de derecho como en los de hecho, de ahí que considerar que la
contradicción se actualiza únicamente cuando los asuntos son exactamente iguales
constituye un criterio rigorista que impide resolver la discrepancia de criterios
jurídicos, lo que conlleva a que el esfuerzo judicial se centre en detectar las
diferencias entre los asuntos y no en solucionar la discrepancia. Además, las
cuestiones fácticas que en ocasiones rodean el problema jurídico respecto del cual se
sostienen criterios opuestos y, consecuentemente, se denuncian como
contradictorios, generalmente son cuestiones secundarias o accidentales y, por tanto,
no inciden en la naturaleza de los problemas jurídicos resueltos. Es por ello que este
Alto Tribunal interrumpe la jurisprudencia citada al rubro, pues al establecer que la
contradicción se actualiza siempre que ‘al resolver los negocios jurídicos se examinen
cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten posiciones o criterios
jurídicos discrepantes’ impide el estudio del tema jurídico materia de la contradicción
con base en ‘diferencias’ fácticas que desde el punto de vista estrictamente jurídico
no deberían obstaculizar el análisis de fondo de la contradicción planteada, lo que es
contrario a la lógica del sistema de jurisprudencia establecido en la Ley de Amparo,
pues al sujetarse su existencia al cumplimiento del indicado requisito disminuye el
número de contradicciones que se resuelven en detrimento de la seguridad jurídica
que debe salvaguardarse ante criterios jurídicos claramente opuestos. De lo anterior
se sigue que la existencia de una contradicción de tesis deriva de la discrepancia de
criterios jurídicos, es decir, de la oposición en la solución de temas jurídicos que se
extraen de asuntos que pueden válidamente ser diferentes en sus cuestiones fácticas,
lo cual es congruente con la finalidad establecida tanto en la Constitución General de
la República como en la Ley de Amparo para las contradicciones de tesis, pues
permite que cumplan el propósito para el que fueron creadas y que no se desvirtúe
buscando las diferencias de detalle que impiden su resolución."

"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XXX, julio de 2009
"Tesis: P. XLVII/2009
"Página: 67

"CONTRADICCIÓN DE TESIS. DEBE ESTIMARSE EXISTENTE, AUNQUE SE ADVIERTAN


ELEMENTOS SECUNDARIOS DIFERENTES EN EL ORIGEN DE LAS EJECUTORIAS. El
Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia
P./J. 26/2001, de rubro: ‘CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE
CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA.’, sostuvo su firme rechazo a resolver
las contradicciones de tesis en las que las sentencias respectivas hubieran partido de
distintos elementos, criterio que se considera indispensable flexibilizar, a fin de dar
mayor eficacia a su función unificadora de la interpretación del orden jurídico nacional,
de modo que no solamente se resuelvan las contradicciones claramente inobjetables
desde un punto de vista lógico, sino también aquellas cuya existencia sobre un
problema central se encuentre rodeado de situaciones previas diversas, ya sea por la
complejidad de supuestos legales aplicables o por la profusión de circunstancias de
hecho a las que se hubiera tenido que atender para juzgarlo. En efecto, la confusión
provocada por la coexistencia de posturas disímbolas sobre un mismo problema
jurídico no encuentra justificación en la circunstancia de que, una y otraposiciones,
hubieran tenido un diferenciado origen en los aspectos accesorios o secundarios que
les precedan, ya que las particularidades de cada caso no siempre resultan relevantes,
y pueden ser sólo adyacentes a un problema jurídico central, perfectamente
identificable y que amerite resolverse. Ante este tipo de situaciones, en las que
pudiera haber duda acerca del alcance de las modalidades que adoptó cada
ejecutoria, debe preferirse la decisión que conduzca a la certidumbre en las
decisiones judiciales, a través de la unidad interpretativa del orden jurídico. Por tanto,
dejando de lado las características menores que revistan las sentencias en cuestión, y
previa declaración de la existencia de la contradicción sobre el punto jurídico central
detectado, el Alto Tribunal debe pronunciarse sobre el fondo del problema y
aprovechar la oportunidad para hacer toda clase de aclaraciones, en orden a precisar
las singularidades de cada una de las sentencias en conflicto, y en todo caso, los
efectos que esas peculiaridades producen y la variedad de alternativas de solución
que correspondan."

Hechas las precisiones anteriores, conviene determinar los elementos fácticos y


jurídicos que los tribunales contendientes consideraron en sus resoluciones
respectivas.

I. El Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primero Circuito, en


el amparo directo 385/2010.

En el juicio laboral.

a) La actora demandó reinstalación aduciendo haber sido despedida


injustificadamente.

b) El demandado negó el despido y ofreció el trabajo a la actora.

c) En la audiencia de siete de mayo de dos mil ocho, ante la inasistencia personal de


la actora, la Junta la requirió para que en el término de tres días manifestara si
aceptaba o no el ofrecimiento de trabajo, con el apercibimiento que de no hacer
manifestación alguna dentro del término se le tendría por inconforme con la oferta de
trabajo, quedando la actora notificada por conducto de su apoderado.

d) Por escrito de dieciséis de mayo de dos mil ocho, la parte actora manifestó su
aceptación con el ofrecimiento de trabajo.

e) En acuerdo de diez de junio de dos mil ocho, la Junta proveyó que al haber
transcurrido el término concedido para realizar la manifestación correspondiente, se le
hacía efectivo el apercibimiento decretado, teniéndosele por inconforme con el
ofrecimiento de trabajo.

f) En el laudo la autoridad laboral calificó de buena fe el ofrecimiento de trabajo y


revirtió la carga probatoria respecto del despido.

En la sentencia de amparo.
• Resulta legal que la responsable fijara un plazo de tres días para externar la
aceptación o rechazo de la oferta de trabajo, así como un apercibimiento para el caso
de omisión en su cumplimiento; porque: a) no puede quedar al libre arbitrio del
trabajador la temporalidad de su reingreso a las labores, pues significaría dejar el
funcionamiento de la fuente de trabajo a expensas de su decisión; b) en caso de
reclamo de reinstalación, el juicio se prolongaría hasta en tanto caprichosamente lo
decida el trabajador; c) al no haber plazo específico para ese supuesto en la Ley
Federal del Trabajo, cobra aplicación el genérico de tres días previsto en el artículo
735 de ese ordenamiento.

• El apercibimiento relativo a que se le tendría por inconforme con el ofrecimiento de


trabajo, constituye una sanción procesal para el caso de que el actor no haga
manifestación alguna, como en el caso fue fijarle la pérdida de su derecho a aceptar la
reinstalación derivada de la oferta de empleo, acorde con el artículo 738 de la Ley
Federal del Trabajo.

• No es correcto que la oferta de trabajo pueda desahogarse hasta antes del cierre de
la instrucción, porque si el ofrecimiento debe hacerse en la etapa de demanda y
excepciones, ello implica que su aceptación o rechazo también tenga que externarse
en esa etapa; pues de no ser así, no tendrá sentido que ese ofrecimiento deba
manifestarse concretamente en la etapa de demanda y excepciones en la que se fijan
los términos de la controversia y se dan las condiciones necesarias para que se
produzca el efecto procesal de reversión de la carga de la prueba.

• No es admisible sostener una vista indefinida, al ser ésta una prevención adjetiva de
la que en la mayoría de los casos depende la debida continuación del proceso, o más
precisamente, la debida apertura y finalización de determinadas etapas del juicio.

• Si bien no existe precepto legal ni criterio jurisprudencial que expresamente


disponga que la aceptación o rechazo de la oferta de trabajo debe hacerse en la etapa
de demanda y excepciones, no por ello debe concluirse que pueda hacerse en
cualquier etapa del juicio.

II. El Sexto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, en el amparo
directo DT. 102/2008.

En el juicio laboral.
a) La actora demandó indemnización constitucional aduciendo haber sido despedida
injustificadamente.

b) El demandado negó el despido y ofreció el trabajo a la actora.

c) En la audiencia de catorce de junio de dos mil cuatro, la Junta dio vista a la


trabajadora con el ofrecimiento de trabajo por el término de tres días, con el
apercibimiento que de no hacer manifestación alguna se le tendría por inconforme
con él; quedando notificada por conducto de su apoderado.

d) El veintidós de junio de dos mil cuatro, la parte actora aceptó el ofrecimiento de


trabajo.

e) El uno de julio de dos mil cuatro, la Junta acordó que como la actora no había
hecho manifestación alguna con el ofrecimiento de trabajo, se le tenía por inconforme.

f) En el laudo la autoridad laboral calificó de buena fe el ofrecimiento de trabajo y


revirtió la carga probatoria respecto del despido.

En la sentencia de amparo.

• Es incorrecta la determinación de dar vista a la trabajadora para que aceptara el


ofrecimiento de trabajo por el término de tres días, con el apercibimiento que de no
hacer manifestación alguna se le tendría por inconforme con el mismo.

• Que aun cuando haya transcurrido el término concedido, sin que se hubiere hecho
declaración alguna, resulta válido que posteriormente la actora haya manifestado su
aceptación con el ofrecimiento; ya que a pesar de que se hiciera fuera del término de
tres días, no debe soslayarse que la calificación de la oferta de trabajo se realiza hasta
el dictado del laudo, momento en el que opera la reversión de la carga probatoria.

• La oferta de trabajo debe continuar abierta y vigente durante el transcurso del


procedimiento y hasta el dictado del laudo, motivo por el cual la trabajadora puede en
todo momento aceptar dicha oferta y solicitar su reinstalación, incluso cuando haya
transcurrido el término otorgado para tal efecto por la Junta del conocimiento.

III. El Sexto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, en el amparo
directo DT. 7386/2007.
En el juicio laboral.

a) La actora demandó reinstalación aduciendo haber sido despedida


injustificadamente.

b) El demandado negó el despido y ofreció el trabajo a la actora.

c) Debido a que se ofreció el trabajo, la Junta señaló como fecha para la reinstalación
el veintitrés de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, apercibiendo a la actora
que de no comparecer se resolvería sobre la reinstalación y salarios caídos, con
fundamento en el artículo 840 de la Ley Federal del Trabajo.

d) La parte actora no se presentó el día señalado para la reinstalación.

e) El veintisiete de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, la Junta hizo


efectivo el apercibimiento, determinando que debía resolverse sobre el fondo del
asunto por cuanto hace a la reinstalación.

f) En el laudo la autoridad laboral calificó de buena fe el ofrecimiento de trabajo y


revirtió la carga probatoria respecto del despido.

En la sentencia de amparo.

• La oferta de trabajo es calificada hasta el dictado del laudo, por eso hasta ese
momento opera la reversión de la carga probatoria mediante la negativa del despido y
el ofrecimiento de trabajo.

• La oferta de trabajo debe considerarse continua, abierta y vigente durante el


transcurso del procedimiento y hasta el dictado del laudo, motivo por el cual durante
todo el procedimiento el trabajador puede aceptar dicha oferta y solicitar su
reinstalación, incluso cuando la ha rechazado previamente, pues la misma surte sus
efectos procesales hasta el dictado del laudo.

• El primer rechazo de la trabajadora a ser reinstalada no surte plenamente sus


efectos, por ello si con posterioridad a su negativa y antes del cierre de la instrucción,
la parte actora se arrepiente y solicita su reinstalación, la Junta debe atender dicha
petición y acordar favorablemente, porque el derecho de la trabajadora permanece
vigente durante todo el juicio laboral.

IV. El entonces Segundo Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de Trabajo


del Séptimo Circuito, ahora Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Séptimo Circuito, en el juicio de amparo directo 763/98.

En el juicio laboral.

a) El actor demandó reinstalación aduciendo haber sido despedido injustificadamente.

b) El demandado negó el despido y ofreció el trabajo a la actora.

c) El actor manifestó que el ofrecimiento de trabajo era de mala fe.

d) El doce de junio de mil novecientos noventa y ocho, después de desahogarse la


confesional a cargo de la demandada, la parte actora solicitó se señalara fecha para la
reinstalación, debido al ofrecimiento de trabajo.

e) La Junta acordó que no era procedente lo solicitado, por no hacerse en el momento


oportuno.

f) En el laudo la autoridad laboral consideró que el actor rechazó el ofrecimiento de


trabajo, posteriormente lo calificó de buena fe y revirtió la carga probatoria respecto
del despido.

En la sentencia de amparo.

• Es incorrecto que la Junta declare improcedente la aceptación del ofrecimiento del


trabajo con posterioridad a la etapa de demanda y excepciones, porque aun cuando
jurisprudencialmente se ha establecido que en esa etapa se debe ofrecer el trabajo,
ello no implica necesariamente que el trabajador tenga que aceptarlo o rechazarlo en
ese periodo procesal, pues no existe precepto legal ni criterio jurisprudencial que así
lo determine.

• El ofrecimiento de trabajo se puede aceptar en cualquier etapa del juicio, mientras no


se declare cerrada la instrucción.

• Al margen de ello, la oposición que realizó la parte demandada para que se llevara a
cabo la reincorporación del actor en su puesto revela mala fe y así debe considerarse
el ofrecimiento de trabajo.

V. El Tribunal Colegiado del Trigésimo Primer Circuito, en el amparo directo 494/2009.

En el juicio laboral.

a) La actora demandó indemnización constitucional aduciendo haber sido despedida


injustificadamente.

b) El demandado negó el despido y ofreció el trabajo a la actora.

c) En audiencia de dos de abril de dos mil uno, la parte actora rechazó el ofrecimiento
de trabajo.

d) En el laudo la autoridad laboral refirió que la actora no aceptó el ofrecimiento de


trabajo, lo calificó de buena fe y revirtió la carga probatoria respecto del despido.

En la sentencia de amparo.

• El ofrecimiento de trabajo es de naturaleza conciliadora, por ello debe presumirse


esta intención durante el tiempo que dure el procedimiento y hasta que el órgano
jurisdiccional dicte el laudo; porque al no existir precepto legal alguno que regule esa
circunstancia, debe considerarse la interpretación más favorable al trabajador, en
términos del artículo 18, en relación con el 2o., ambos de la Ley Federal del Trabajo.

• No puede considerarse precluida la reinstalación ofertada por el patrón, sólo por el


hecho de que el trabajador la rechace de primera instancia, ya que sería tanto como
privarlo del derecho al trabajo, así como de despojarlo de la facultad de ponderar el
ofrecimiento de trabajo, al obligarlo a aceptar la reinstalación sin mayor
consideración, no obstante que pueda existir duda sobre la buena o mala intención del
patrón.

Pues bien, atendiendo a los elementos precisados, se llega a la conclusión de que sí


existe contradicción de tesis entre el Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia de
Trabajo del Primer Circuito y el Sexto Tribunal Colegiado de la misma materia y
circuito, este último al resolver el amparo directo DT. 102/2008, debido a que ambos
órganos jurisdiccionales analizaron juicios laborales en los que destaca lo siguiente:
1. Se ejerció la acción de reinstalación o indemnización constitucional por despido
injustificado.

2. La demandada negó el despido y ofreció la reinstalación en el trabajo.

3. La Junta requirió al actor para que manifestara, en el plazo de tres días si aceptaba
la propuesta, con el apercibimiento que de no desahogar la vista se le tendría
inconforme con el ofrecimiento de trabajo.

4. El actor no desahogó la vista.

5. La Junta hizo efectivo el apercibimiento y tuvo a la parte actora por inconforme con
el ofrecimiento.

6. Posteriormente, el actor solicitó se señalara fecha para la reinstalación, en atención


a la oferta de trabajo.

7. La autoridad laboral negó esa petición.

Así, mientras el Décimo Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Décimo
Primer Circuito mencionado considera legal que la Junta fije al trabajador un plazo de
tres días para externar su aceptación o rechazo con el ofrecimiento de trabajo, con el
apercibimiento para el caso de omisión, de que se le tendría por inconforme, por el
hecho de que no puede quedar a su libre determinación la temporalidad de la
reinstalación.

El Sexto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito citado, estima
que no es correcta la determinación de la Junta de dar vista a la parte trabajadora por
el término de tres días para que acepte el ofrecimiento de trabajo, con el
apercibimiento que de no hacer manifestación alguna se le tendría por inconforme
con el mismo, porque la oferta debe entenderse abierta hasta el cierre de la
instrucción.

En cambio, no participan en la contradicción los criterios adoptados por el Sexto


Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, al resolver el amparo DT.
7386/2007; el entonces Segundo Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de
Trabajo del Séptimo Circuito, ahora Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Séptimo Circuito, y el Tribunal Colegiado del Trigésimo Primer
Circuito, porque sus resoluciones no comparten los mismos elementos fácticos que
los anteriormente señalados, pues ninguno hizo pronunciamiento sobre la legalidad
del plazo de tres días que la Junta otorga al trabajador para que acepte o rechace el
ofrecimiento de trabajo, ni respecto del apercibimiento respectivo; sino que sus
conclusiones aparentemente en contradicción derivaron de que el trabajador habría
rechazado el ofrecimiento de trabajo y, posteriormente, habría solicitado su
reinstalación, de forma que aun cuando concluyeron que la oferta de trabajo debe
quedar abierta hasta antes de dictado el laudo, la premisa de la que partieron fue
distinta.

Por tanto, la contradicción de criterios que debe resolverse, puede dividirse en dos
aspectos:

Primero, determinar si resulta correcto o no que la Junta otorgue al trabajador un


plazo de tres días para que manifieste si acepta o rechaza el ofrecimiento de trabajo
que formula el patrón, con el apercibimiento que de no hacer manifestación se le
tendrá por inconforme.

Segundo, una vez definido lo anterior, establecer si una vez que la Junta hace efectivo
el apercibimiento al trabajador, ante su omisión, éste puede solicitar en cualquier
momento, incluso antes del cierre de la instrucción, sea reinstalado debido a la oferta
de trabajo del patrón.

OCTAVO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estima que
debe prevalecer con el carácter de jurisprudencia el criterio que a continuación se
define, atento a las consideraciones siguientes:

El ofrecimiento de trabajo es una figura propia del derecho laboral, creada por la
jurisprudencia de la entonces Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, que consiste en la propuesta que hace el patrón demandado al trabajador
actor para que éste se reintegre a sus labores por considerar que sus servicios son
necesarios en la fuente de trabajo.

Las características con que se ha dotado a dicha institución son las siguientes:

• Es una proposición del patrón al trabajador para continuar con la relación laboral que
se ha visto interrumpida de hecho, por un acontecimiento que sirve de antecedente al
juicio.

• No constituye una excepción, pues no tiene por objeto directo e inmediato destruir
alguna de las acciones intentadas ni demostrar que son infundados los hechos y
pretensiones controvertidos en juicio.

• Cuando es de buena fe, tiene el efecto jurídico de revertir sobre el trabajador la carga
de la prueba respecto de la existencia del despido injustificado alegado.

Esto conforme a la jurisprudencia siguiente:

"No. Registro: 915305


"Jurisprudencia
"Materia(s): Laboral
"Séptima Época
"Instancia: Cuarta Sala
"Fuente: Apéndice 2000
"Tomo: V, Trabajo, Jurisprudencia SCJN
"Tesis: 168
"Página: 136

"DESPIDO, NEGATIVA DEL, Y OFRECIMIENTO DEL TRABAJO. REVERSIÓN DE LA


CARGA DE LA PRUEBA. El ofrecimiento del trabajo no constituye una excepción, pues
no tiende a destruir la acción ejercitada, sino que es una manifestación que hace el
patrón para que la relación de trabajo continúe; por tanto, si el trabajador insiste en el
hecho del despido injustificado, le corresponde demostrar su afirmación, pues el
ofrecimiento del trabajo en los mismos términos y condiciones produce el efecto
jurídico de revertir al trabajador la carga de probar el despido."

• Siempre va asociado a la negativa del despido y, en ocasiones, a la controversia


sobre algunos de los hechos en que se apoya la reclamación del trabajador, pues sin
aquel requisito no puede estimarse que el patrón actúa de buena fe cuando primero
separa a uno de sus trabajadores y posteriormente le ofrece que vuelva a su trabajo,
ya que tal conducta denota que la única intención del oferente es la de revertir al
trabajador actor la carga probatoria del despido injustificado que se alegó.

Lo anterior tiene sustento en la tesis siguiente:


"No. Registro: 243206
"Tesis aislada
"Materia(s): Laboral
"Séptima Época
"Instancia: Cuarta Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Volumen: 127-132, Quinta Parte
"Página: 23

"DESPIDO, NEGATIVA NO EFECTUADA DEL, Y OFRECIMIENTO DEL TRABAJO. NO SE


INVIERTE LA CARGA DE LA PRUEBA. Opera la reversión de la carga de la prueba en los
conflictos originados por el despido de un trabajador y corresponde a éste demostrar
que efectivamente fue despedido, si el patrón niega ese hecho y ofrece el trabajo en
los mismos términos y condiciones en que se venía desempeñando, ya que entonces
se establece la presunción de que no fue el patrón quien rescindió el contrato laboral.
No sucede lo mismo, en los casos en que un patrón ofrece el trabajo pero a la vez
afirma el despido, pues en esa situación no existe discrepancia sobre cuál de las
partes rescindió el contrato, y por tanto, compete al patrón demostrar los hechos
tendientes a justificar el despido que se le atribuye."

Por otra parte, la entonces Cuarta Sala y la actual Segunda Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación han definido dos aspectos de relevancia procesal, que resulta
de importancia enfatizar para el entendimiento de la figura del ofrecimiento de trabajo
en el procedimiento laboral.

El primero se refiere al criterio de que el ofrecimiento de trabajo sólo opera, con todas
sus consecuencias, si se formula durante la etapa de demanda y excepciones, por ser
el momento procesal en el cual se fija la litis.

Lo anterior conforme a la jurisprudencia que a continuación se cita:

"No. Registro: 207909


"Jurisprudencia
"Materia(s): Laboral
"OctavaÉpoca
"Instancia: Cuarta Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: VII, mayo de 1991
"Tesis: 4a./J. 7/91
"Página: 58

"OFRECIMIENTO DE TRABAJO. EL MOMENTO PROCESAL PARA HACERLO ES LA


ETAPA DE DEMANDA Y EXCEPCIONES DE LA AUDIENCIA. El ofrecimiento de trabajo a
que se refiere la tesis jurisprudencial de esta Sala, publicada en el rubro de: ‘DESPIDO,
NEGATIVA DEL, Y OFRECIMIENTO DEL TRABAJO. REVERSIÓN DE LA CARGA DE LA
PRUEBA.’, publicada con el número 639 de la Compilación de 1988, 2a. parte, página
1074, debe realizarse en la etapa de demanda y excepciones de la audiencia, pues en
ella se dan las condiciones necesarias para que se perfeccione y produzca el efecto
procesal de que se trata; el ofrecimiento en cuestión es una figura sui géneris que se
distingue de cualquier proposición ordinaria del patrón para que el trabajador retorne a
su trabajo, pues son tres sus requisitos de procedencia: que el trabajador ejercite
contra el patrón una acción derivada del despido injustificado; que el patrón niegue el
despido y ofrezca el trabajo, y que éste se ofrezca en las mismas o mejores
condiciones de aquellas en que el actor lo venía desempeñando. En este sentido, si el
ofrecimiento supone el ejercicio de una acción, la oposición de cierta defensa y la
imposición sobre una de las partes de la carga de acreditar un hecho, debe entonces
formularse en la etapa de demanda y excepciones porque en ésta se fijan los términos
de la controversia. Aunque en la fase de conciliación el patrón ofrezca al trabajador
retornar al trabajo, esta proposición no puede calificarse en términos de la tesis en
cita, pues en ese momento las partes no contienden, si el patrón está en actitud de
preconstituir una ventaja probatoria en detrimento del trabajador, sino que ambos
buscan un arreglo amistoso del conflicto, de modo que los efectos de dicha
proposición se agotan en la propia fase y quedan fuera de la litis; en todo caso, para
que el ofrecimiento formulado en esta etapa produzca el efecto de revertir la carga de
la prueba, es preciso que sea ratificado en la etapa de demanda y excepciones."

El segundo de ellos se refiere a la obligación que tiene la Junta de Conciliación y


Arbitraje de requerir al trabajador para que manifieste si acepta o rechaza el
ofrecimiento de trabajo formulado, incluso cuando no comparece a la audiencia
respectiva.

Ese aspecto ha quedado contenido en las siguientes jurisprudencias:

"No. Registro: 191787


"Jurisprudencia
"Materia(s): Laboral
"Novena Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XI, mayo de 2000
"Tesis: 2a./J. 44/2000
"Página: 135

"OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE ACORDARLO O DE


REQUERIR AL TRABAJADOR PARA QUE MANIFIESTE SI LO ACEPTA O LO RECHAZA,
ES UNA VIOLACIÓN PROCESAL QUE DA LUGAR A CONCEDER EL AMPARO PARA QUE
SE REPONGA EL PROCEDIMIENTO. Como el ofrecimiento de trabajo tiene el efecto
jurídico de revertir la carga de la prueba respecto de la existencia del despido, cabe
considerar que la omisión de la Junta a acordar sobre el ofrecimiento y de requerir al
trabajador para que manifieste si lo acepta o lo rechaza, es una violación procesal
análoga a las previstas en el artículo 159 de la Ley de Amparo, cuando afecta las
defensas de las partes en el juicio laboral y trasciende al resultado del fallo, dado que
con dicha omisión se deja de atender un aspecto procesal relevante, como es la
determinación de a quién corresponde la carga de la prueba, lo que puede originar un
laudo incongruente y dejar a las partes en estado de inseguridad al no conocer su
situación en el momento procesal oportuno, si se toma en cuenta que es la conducta
de las partes en torno a la oferta del trabajo lo que permite saber quién debe probar,
así como el objeto de la prueba. La necesidad de explicitar o aclarar la situación
procesal de las partes se funda, además, en la interpretación del artículo 685 de la Ley
Federal del Trabajo, en cuanto conduce a estimar que una vez que se produce la
instancia de parte, la Junta tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para
lograr la mayor economía, concentración y sencillez del proceso, a fin de evitar
prácticas viciosas, como la de considerar que el patrón desistió del ofrecimiento que
hizo al trabajador porque no lo reiteró, o que el trabajador no tiene interés en la
reanudación de la relación de trabajo porque nada dijo al respecto, cuando ni siquiera
hay seguridad de que se enteró del ofrecimiento, prácticas que se agravan porque la
Ley Federal del Trabajo no establece recursos ordinarios dentro del procedimiento
para subsanarlas. Asimismo, del artículo 771 de la Ley Federal del Trabajo se
desprende que es a los presidentes de las Juntas y a los auxiliares a quienes toca
vigilar que se tomen las medidas necesarias para lograr que los juicios no queden
inactivos y se provea lo que conforme a la ley corresponda, de manera que cuando la
omisión de mérito deje en inseguridad a las partes y ello trascienda al resultado del
laudo, debe concederse el amparo a fin de que se reponga el procedimiento, ya que
las partes en el juicio laboral no deben resentir la desatención de las Juntas."
"No. Registro: 181703
"Jurisprudencia
"Materia(s): Laboral
"Novena Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIX, abril de 2004
"Tesis: 2a./J. 43/2004
"Página: 431

"OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE ACORDARLO O DE


REQUERIR AL TRABAJADOR PARA QUE MANIFIESTE SI LO ACEPTA O LO RECHAZA,
INCLUSO CUANDO ÉSTE NO COMPARECE A LA AUDIENCIA DE LEY, ES UNA
VIOLACIÓN PROCESAL QUE LLEVA A CONCEDER EL AMPARO PARA QUE SE
REPONGA EL PROCEDIMIENTO. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
sostenido que el ofrecimiento de trabajo, cuando es de buena fe, tiene el efecto
jurídico de revertir la carga de la prueba respecto de la existencia del despido.
Asimismo, ha considerado que la omisión de la Junta de acordar sobre el ofrecimiento
y requerimiento al trabajador para que manifieste si lo acepta o lo rechaza es una
violación procesal análoga a las previstas en el artículo 159 de la Ley de Amparo, en
virtud de que afecta las defensas de las partes en el juicio laboral y trasciende al
resultado del fallo, por lo que debe concederse el amparo a fin de que se reponga el
procedimiento, ya que las partes en el juicio laboral no deben resentir la desatención
de las Juntas. Este criterio debe imperar incluso cuando el trabajador no comparece a
la audiencia de ley, dado que con tal omisión se deja de atender un aspecto procesal
relevante, como es la determinación de la carga de la prueba, pudiendo originar un
laudo incongruente y dejar a las partes en estado de inseguridad al no conocer su
situación en el momento procesal oportuno, ya que con base en los artículos 685 y
771 de la Ley Federal del Trabajo, una vez que se produce la instancia de parte, la
Junta tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para lograr la mayor
economía, concentración y sencillez del proceso, a fin de evitar prácticas viciosas,
como la de considerar que el trabajador rehusó cualquier arreglo conciliatorio y que
puso de manifiesto su falta de interés en el proceso al no comparecer a la audiencia
respectiva, pues el interés de las partes subsiste mientras no exista manifestación
expresa o indubitable en contrario, sin que tampoco pueda considerarse que se
consintió tácitamente la violación procesal derivada de la citada omisión de la Junta,
habida cuenta que la Ley Federal del Trabajo no establece recursos ordinarios dentro
del procedimiento para subsanarla."

Los puntos relevantes de los criterios transcritos que sirven de guía para la solución
de la presente contradicción, son:

1. La omisión de requerir al trabajador si acepta o rechaza el ofrecimiento de trabajo


deja de atender un aspecto procesal relevante, como es la determinación de a quién
corresponde la carga de la prueba respecto del despido.

2. Cuando se ofrece el trabajo se produce la instancia de parte, por ello, como rectora
del proceso laboral, la Junta tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para
lograr la mayor economía, concentración y sencillez del proceso, a fin de evitar
prácticas viciosas, como la de considerar que el patrón desistió del ofrecimiento que
hizo al trabajador porque no lo reiteró, o que el trabajador no tiene interés en la
reanudación de la relación de trabajo porque nada dijo al respecto.

3. La circunstancia de que el trabajador no comparezca a la audiencia de ley, no


imposibilita a la Junta de Conciliación y Arbitraje para requerirlo.

A partir de tales premisas, esta Sala considera que si la Junta de Conciliación y


Arbitraje tiene la obligación de requerir al trabajador para que manifieste si acepta o
rechaza el ofrecimiento de trabajo, cuando no comparece a la audiencia
correspondiente, entonces, no sólo tiene la facultad, sino el deber de fijarle un plazo
para que desahogue el requerimiento, porque de esa forma le otorga la oportunidad de
meditar sobre la propuesta y a su vez establece las medidas necesarias para lograr la
mayor economía, concentración y sencillez del proceso, evita prácticas viciosas al
someter el ejercicio del derecho a manifestar su aceptación o rechazo a las reglas
procesales; lo que incluso tiende a dar seguridad y certeza a las partes, debido a que
de la aceptación o rechazo pueden derivar consecuencias procesales, como la
conducta que pueda asumir el patrón y que incida en la calificación del ofrecimiento
de trabajo y, desde luego, en la distribución de la carga de la prueba en relación con el
despido.

En tal virtud, si en la especie la Ley Federal del Trabajo no establece un término para el
desahogo del requerimiento hecho al trabajador, con motivo del ofrecimiento de
trabajo, debe aplicarse la regla genérica prevista en el artículo 735 de la Ley Federal
del Trabajo, en tanto enuncia el siguiente normativo:
"Artículo 735. Cuando la realización o práctica de algún acto procesal o el ejercicio de
un derecho, no tenga fijado un término, éste será de tres días."

Por tanto, resulta correcto y necesario que la Junta de Conciliación y Arbitraje otorgue
un término de tres días al trabajador para que manifieste si acepta o rechaza esa
propuesta.

En relación con el apercibimiento, consistente en que si el trabajador es omiso en


manifestar si acepta o rechaza el ofrecimiento de trabajo formulado por el patrón
demandado, se le tendrá por inconforme con esa propuesta, debe precisarse el
concepto jurídico de apercibimiento.

El Diccionario Jurídico Mexicano del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la


Universidad Nacional Autónoma de México, tomo A-CH, décimo segunda edición,
1998, indica que apercibimiento es:

"Significa, en primer lugar, la advertencia o conminación que la autoridad hace a


determinada persona, de las consecuencias desfavorables que podría acarrearle la
realización de ciertos actos u omisiones ..."

Así, partiendo de que el apercibimiento tiene como finalidad, en el proceso


jurisdiccional, advertir a alguna de las partes de las consecuencias desfavorables que
podría acarrearle si deja de actuar en determinado sentido; en el caso del
requerimiento que hace la Junta de Conciliación y Arbitraje al trabajador para que
manifieste si acepta o rechaza el ofrecimiento de trabajo, las consecuencias que
arroja su omisión no pueden ser otras que tenerlo por inconforme con la oferta de
trabajo, porque si se parte del supuesto de que el ofrecimiento es una propuesta que
se formula en sentido positivo, pues representa la intención del patrón de que el
trabajador regrese a sus labores con determinadas condiciones, la falta de
contestación significa que éste no tiene interés en reincorporarse al trabajo como lo
propone el patrón.

Hasta aquí, se puede concluir que si la Junta de Conciliación y Arbitraje tiene la


obligación de requerir al trabajador para que manifieste si acepta o rechaza el
ofrecimiento de trabajo, cuando no comparece a la audiencia correspondiente;
entonces, tiene la facultad de fijarle un plazo de tres días para que lo desahogue, con
fundamento en el artículo 735 de la Ley Federal del Trabajo, y el deber de apercibirlo
en el sentido de que se le tendrá por inconforme con la oferta si resulta omiso. Esto,
porque con el otorgamiento del término le concede la oportunidad de reflexionar sobre
la propuesta y a su vez establece las medidas necesarias para lograr la mayor
economía, concentración y sencillez del proceso, evita prácticas viciosas, sometiendo
el ejercicio del derecho a manifestar su aceptación o rechazo a las reglas procesales;
y con el apercibimiento le advierte que la consecuencia ante la falta de contestación
es su desinterés en reincorporarse al trabajo como lo propone el patrón.

De forma tal que tanto el término como el apercibimiento tienen como finalidad
otorgar seguridad y certeza a las partes en el procedimiento, debido a que de la
aceptación o rechazo pueden derivar consecuencias procesales de importancia, como
la conducta que pueda asumir el patrón y que incida en la calificación del ofrecimiento
de trabajo y, desde luego, en la distribución de la carga de la prueba en relación con el
despido.

Por otro lado, permite al patrón tener conocimiento cierto y oportuno de la decisión
respecto a la oferta de trabajo, y en su caso estará en posibilidad de tomar las
medidas necesarias para cubrir la ausencia del trabajador en la fuente de trabajo.

Asimismo, no se genera perjuicio al trabajador por el hecho de que el ofrecimiento de


trabajo se califique en el laudo, porque precisamente en ese momento la Junta de
Conciliación y Arbitraje tendrá todos los elementos necesarios para analizar si la
propuesta formulada por el patrón es resultado de su buena voluntad, pasando por el
estudio de las condiciones de trabajo en que se hizo la oferta, así como por la
conducta que asuma el patrón en el momento en que se lleve a cabo la diligencia de
reinstalación.

Sentado lo anterior, sólo resta determinar si una vez fenecido el plazo de tres días que
se otorga al trabajador para que manifieste su aceptación o rechazo con el
ofrecimiento de trabajo, y hecho efectivo el apercibimiento por parte de la Junta de
Conciliación y Arbitraje, procede que ésta señale fecha para la reinstalación ante la
solicitud del trabajador.

En esta parte debe tenerse presente que el artículo 738 de la Ley Federal del Trabajo
refiere el siguiente contenido normativo.

"Artículo 738. Transcurridos los términos fijados a las partes, se tendrá por perdido su
derecho que debieron ejercitar, sin necesidad de acusar rebeldía."
De tal forma que en este punto de la contradicción se debe resolver que resulta
improcedente que la Junta de Conciliación y Arbitraje ordene la reinstalación del
trabajador, cuando éste no desahogó en el término de tres días el requerimiento
relativo a manifestar su aceptación o rechazo con la oferta de trabajo; por un lado,
porque conforme al artículo 738 de la Ley Federal del Trabajo, una vez transcurrido el
término fijado, se tiene por perdido su derecho para ejercerlo sin necesidad de acusar
rebeldía.

Adicionalmente, el hecho de que la Junta de Conciliación y Arbitraje dicte un acuerdo


haciendo efectivo el apercibimiento al trabajador, relativo a tenerlo por inconforme con
el ofrecimiento de trabajo, constituye una resolución firme, que no puede ser revocada
por la propia Junta, atento el artículo 848, en tanto dispone que:

"Artículo 848. Las resoluciones de las Juntas no admiten ningún recurso. Las Juntas
no pueden revocar sus propias determinaciones. ..."

En consecuencia, resulta improcedente la solicitud del trabajador, en el sentido de que


la Junta de Conciliación y Arbitraje ordene su reinstalación con motivo del
ofrecimiento de trabajo formulado por el patrón, cuando éste no desahogó en el
término de tres días el requerimiento relativo a manifestar su aceptación o rechazo;
por un lado, porque conforme al artículo 738 de la Ley Federal del Trabajo, una vez
transcurrido el término fijado, se tiene por perdido su derecho para ejercerlo, sin
necesidad de acusar rebeldía; y, por otro, el acuerdo que dicta la Junta haciendo
efectivo el apercibimiento al trabajador, relativo a tenerlo por inconforme con el
ofrecimiento de trabajo, constituye una resolución firme que no puede ser revocada
por la propia Junta, atento el artículo 848 de la Ley Federal del Trabajo.

Conforme a las anteriores consideraciones, los criterios que deben prevalecer, en


términos del artículo 197-A de la Ley de Amparo, son los siguientes:

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE ESTÁ


FACULTADA PARA OTORGAR EL TÉRMINO DE TRES DÍAS HÁBILES AL TRABAJADOR
PARA QUE MANIFIESTE SU ACEPTACIÓN O RECHAZO, CON EL APERCIBIMIENTO DE
QUE SI NO LO DESAHOGA SE LE TENDRÁ POR INCONFORME. Si la Junta de
Conciliación y Arbitraje tiene la obligación de requerir al trabajador para que
manifieste si acepta o rechaza el ofrecimiento de trabajo, cuando no comparece a la
audiencia correspondiente, conforme a la jurisprudencia 2a./J. 43/2004 de esta
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro: "OFRECIMIENTO
DE TRABAJO. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE ACORDARLO O DE REQUERIR AL
TRABAJADOR PARA QUE MANIFIESTE SI LO ACEPTA O LO RECHAZA, INCLUSO
CUANDO ÉSTE NO COMPARECE A LA AUDIENCIA DE LEY, ES UNA VIOLACIÓN
PROCESAL QUE LLEVA A CONCEDER EL AMPARO PARA QUE SE REPONGA EL
PROCEDIMIENTO.", entonces tiene la facultad de fijarle el plazo de tres días hábiles
para que lo desahogue, con fundamento en el artículo 735 de la Ley Federal del
Trabajo, y el deber de apercibirlo en el sentido de que se le tendrá por inconforme con
la oferta si es omiso. Lo anterior es así, porque con el otorgamiento del término le
concede la oportunidad de reflexionar sobre la propuesta y a su vez establece las
medidas necesarias para lograr la mayor economía, concentración y sencillez del
proceso, evita prácticas viciosas, sometiendo el ejercicio del derecho a manifestar su
aceptación o rechazo a las reglas procesales; y, con el apercibimiento, le advierte que
la consecuencia ante la falta de contestación es su desinterés en reincorporarse al
trabajo como lo propone el patrón. Así, tanto el término como el apercibimiento tienen
como fin otorgar seguridad y certeza a las partes debido a que de la aceptación o
rechazo pueden derivar consecuencias procesales de importancia, como la conducta
que pueda asumir el patrón y que incida en la calificación del ofrecimiento de trabajo y,
desde luego, en la distribución de la carga de la prueba en relación con el despido;
permite al patrón tener conocimiento cierto y oportuno de la decisión respecto a la
oferta de trabajo y, en su caso, estará en posibilidad de tomar las medidas necesarias
para cubrir la ausencia del trabajador en la fuente de trabajo; además, no se genera
perjuicio al trabajador por el hecho de que el ofrecimiento de trabajo se califique en el
laudo, porque precisamente en ese momento la Junta de Conciliación y Arbitraje
tendrá todos los elementos necesarios para analizar si la propuesta formulada por el
patrón es resultado de su buena voluntad, estudiando las condiciones de trabajo en
que se hizo la oferta, así como la conducta que asuma el patrón en el momento en
que se lleve a cabo la diligencia de reinstalación.

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. ES IMPROCEDENTE LA SOLICITUD DEL TRABAJADOR


EN EL SENTIDO DE QUE LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE ORDENE SU
REINSTALACIÓN, CUANDO ÉSTE NO DESAHOGÓ EN EL TÉRMINO DE TRES DÍAS
HÁBILES EL REQUERIMIENTO RELATIVO A MANIFESTAR SU ACEPTACIÓN O
RECHAZO. Es improcedente la solicitud del trabajador en el sentido de que la Junta de
Conciliación y Arbitraje ordene su reinstalación con motivo del ofrecimiento de trabajo
formulado por el patrón, cuando aquél no desahogó en el término de tres días hábiles
elrequerimiento relativo a manifestar su aceptación o rechazo, por un lado, porque
conforme al artículo 738 de la Ley Federal del Trabajo, una vez transcurrido el término
fijado se tiene por perdido su derecho para ejercerlo, sin necesidad de acusar rebeldía,
y por otro, porque el acuerdo dictado por la Junta haciendo efectivo el apercibimiento
relativo a tenerlo por inconforme con el ofrecimiento de trabajo constituye una
resolución firme, que no puede revocar la propia Junta, atento al artículo 848 de la
indicada ley.

Por lo expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO.-Existe la contradicción de tesis denunciada por cuanto hace al Décimo


Primer Tribunal Colegiado y el Sexto Tribunal Colegiado, ambos en Materia de Trabajo
del Primer Circuito.

SEGUNDO.-Deben prevalecer con carácter de jurisprudencia los criterios sustentados


por esta Segunda Sala.

TERCERO.-Dése publicidad a las tesis jurisprudenciales que se sustentan.

Notifíquese; remítanse de inmediato las tesis jurisprudenciales que se establecen en


este fallo a la Dirección General de la Coordinación de Compilación y Sistematización
de Tesis y la parte considerativa correspondiente para su publicación en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, así como al Pleno y a la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los Tribunales Colegiados de Circuito y
Juzgados de Distrito, en acatamiento a lo previsto por el artículo 195 de la Ley de
Amparo y, en su oportunidad, archívese el expediente.

Así se resolvió por mayoría de cuatro votos de los señores Ministros Luis María
Aguilar Morales, Sergio A. Valls Hernández (ponente), José Fernando Franco González
Salas y presidente Sergio Salvador Aguirre Anguiano. La señora Ministra Margarita
Beatriz Luna Ramos emitió su voto en contra y anuncia formulará voto particular.

En términos de lo previsto en los artículos 3, fracción II, 14 y 18 de la Ley Federal de


Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión
pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o
confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.
________________
10. "Artículo 735. Cuando la realización o práctica de algún acto procesal o el ejercicio
de un derecho, no tengan fijado un término, éste será el de tres días hábiles."

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